Sugerencias para la redacción de documentos de oficina
1. Trate una idea en cada párrafo. De esta manera, se evitará el
agotador pronombre relativo y el párrafo abultado, siempre de difícil lectura.
2. Escriba oraciones cortas. Estas oraciones son más fáciles de leer
que las largas. El sentido de cada oración debe ser concreto.
3. Dé al tema el orden estructural y lógico. Hay que seguir en lo
posible el orden lógico de la oración: sujeto, verbo y predicado.
4. Imprima acción a las frases. Prefiera la voz activa a la pasiva y
los verbos, magníficos socios de la acción, al sustantivo.
5. Use subtítulos. Es necesario identificar las diferentes partes de un
tema, si es largo, mediante subtítulos. El lector encontrará fácilmente lo que quiera.
6. Use palabras de fácil comprensión. Evite las palabras de muchas
sílabas que se encuentran a veces en el diccionario y que el lector podría no conocer.
7. Dé signo positivo al mensaje. Proyecte las ideas que representen
interés desde el punto de vista del lector.
8. Sea agradable. El lector debe disfrutar de sus mensajes, no sólo
porque los encuentre interesantes, sino por el tono amigable y cálido que llevan. 9. Emplee lenguaje de calidad. Use palabras modernas y llenas de vitalidad.
10. No abuse de la puntuación. Un mensaje con puntuación correcta
evita toda interpretación diferente de la que el emisor desea expresar.
11. No use abreviaturas. Indica falta de cortesía, de tiempo. De cada
100 lectores, 30 no entienden el significado de las abreviaturas comerciales. La comprensión y claridad son mayores cuando se escribe la palabra completa.
12. No use palabras extranjeras. Su uso se justifica cuando en
español carecemos de voces equivalentes.
13. Dé unidad a lo escrito. Evite cambios de tono, de perspectiva.
Ligue el principio de una oración, de alguna forma, con el final de la anterior. Use con propiedad las preposiciones y conjunciones indispensables para lograr cohesión y claridad.