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El documento describe el gran amor de Dios por la humanidad. Dios amó a la humanidad desde antes de la creación, cuando generaba al Hijo y procedía el Espíritu Santo. Al crear el universo, Dios amó primero a la humanidad y luego creó cada cosa para servirle. Dios amó también a la humanidad al encarnarse en el seno virginal de María. Su amor es eterno, infinito y se extiende a toda la creación para que la humanidad viva en su voluntad. El amor es lo más necesario para el hombre,
Descripción original:
Título original
EL AMOR EXUBERANTE DE DIOS PARA QUIEN VIVE EN ELLA. LIBRO DE CIELO
El documento describe el gran amor de Dios por la humanidad. Dios amó a la humanidad desde antes de la creación, cuando generaba al Hijo y procedía el Espíritu Santo. Al crear el universo, Dios amó primero a la humanidad y luego creó cada cosa para servirle. Dios amó también a la humanidad al encarnarse en el seno virginal de María. Su amor es eterno, infinito y se extiende a toda la creación para que la humanidad viva en su voluntad. El amor es lo más necesario para el hombre,
El documento describe el gran amor de Dios por la humanidad. Dios amó a la humanidad desde antes de la creación, cuando generaba al Hijo y procedía el Espíritu Santo. Al crear el universo, Dios amó primero a la humanidad y luego creó cada cosa para servirle. Dios amó también a la humanidad al encarnarse en el seno virginal de María. Su amor es eterno, infinito y se extiende a toda la creación para que la humanidad viva en su voluntad. El amor es lo más necesario para el hombre,
en Ella. “Ahora, tú debes saber que mi Amor no está contento si no hago y doy nuevas sorpresas de amor a quien vive en mi Querer, si no agrego cosas nuevas para hacerlas conocer, así que escucha hija mía cuánto te he amado: Mi Padre Celestial me generaba, y Yo lo amaba, y en aquél Amor te amaba también a ti, porque mi Voluntad te llevaba siempre presente. Yo Genero continuamente, y del arrebato e ímpetu de nuestro Amor de Padre e Hijo Procedió el Espíritu Santo, y en aquel arrebato te amé también a ti con Amor continuo. Creé toda la Creación, y en cada cosa que creaba, primero te amaba a ti y después la creaba y la extendía a tu servicio. También en el amor entre Yo y mi Mamá Celestial te amé, y ¡oh, cuánto te amé al encarnarme en su seno virginal! Te amé en cada respiro, en cada movimiento, en cada lágrima, mi Voluntad te hacía presente para que te amase y tú recibieras como don mío mi respiro, mis lágrimas, mi movimiento. Ha llegado a tanto mi Amor por quien debía vivir en mi Querer, que también cuando hacía gracias a mis santos y los amaba, en aquel Amor ella venía encerrada. Puedo decir: ‘Te he amado siempre, te he amado en todos y en todo, te he amado en todos los tiempos, en todo lugar, te he amado dondequiera y por todas partes.’ ¡Oh! si todos supieran lo que significa vivir en mi Querer, los mares de amor y de gracias de los cuales son inundados; un Dios que los ama con Amor siempre nuevo; entonces, así como en nuestro Ser Divino podemos tener nuestra pasión divina y predominante, que es el que la criatura viva en nuestro Querer.” Libro de Cielo. Julio 18, 1938. Volumen. 36 “Hágase Tu Voluntad En La Tierra Como En El Cielo”
“Amé tanto al hombre que no sólo puse en él
este germen de mi eterno Amor, sino que lo puse a él bajo las olas de mi eterno Amor que está esparcido en todo lo creado, para hacerlo germinar en él y arrollarlo todo en mi eterno Amor.” Junio 28, 1923. Vol. 23
“Lo que al hombre le es más necesario es el
amor; el amor es como el pan a la vida natural, así que puede prescindir de la ciencia, de la potencia, de la sabiduría, porque a lo más son cosas que se necesitan en algún tiempo o circunstancia, ¿pero qué se diría si Yo hubiera creado al hombre y no lo amara? Y además, ¿para qué crearlo si no debiera amarlo? Esto me serviría para deshonor y sería una obra no digna de Mí, que no sé hacer otra cosa que amar.” Febrero 17, 1922. Vol. 14
“Y cuando creamos al hombre, el amor de
Nosotros mismos se hizo más intenso, y amándonos a Nosotros mismos en él, nuestro Amor reprodujo nuestra Vida y semejanza en el fondo de su alma.” Octubre 19, 1937 Vol. 35