La mecánica en el pie

Avances en biomecánica
aplicada a la podología
CONTENIDO
1. Deformación metatarsiana durante las actividades en carga

2. Rigidez y características de carga-deformación de materiales

3. Rigidez a la dorsiflexión de los radios metatarsianos

4. Efectos mecánicos de la morfología plantar del antepié

y del retropié

5. Características de carga-deformación del pie

6. Bibliografía

Deformación metatarsiana
durante las actividades
en carga
Para que cualquier objeto soporte una carga debe
desarrollar tensión en su interior o resistir que sea
deformado por esa fuerza. Por ejemplo, si un individuo
está de pie sobre una viga de madera que es soportada
por ambos extremos mediante bloques de cemento, la
viga de madera será capaz de aguantar el peso de la
persona si tiene suficiente resistencia interna como para
evitar una flexión excesiva o una rotura. Estas fuerzas
internas que la viga de madera debe desarrollar dentro de
su estructura para poder resistir la fuerza de flexión que
genera el peso de la persona se denominan tensiones.
Además de crear tensiones en su estructura por una
carga, la viga de madera se deformará o flexionará sin
importar cómo sea de fuerte. La deformidad de un objeto
en respuesta a una carga se conoce como deformación
y se mide por el cambio de su forma en relación a la
original (Sears, F.W., M.W. Zemansky and H.D. Young
(eds.) University Physics, 5th Edition. Addison-Wesley
Publishing Company, Menlo Park, CA, 1976). Los huesos
largos del antepié, los metatarsianos, se necesitan para
soportar el peso ejercido por el cuerpo sobre el suelo
durante la bipedestación, la deambulación, la carrera,
el salto y otras actividades. Para que los metatarsianos
resistan la deformación debida a las cargas que actúan
sobre ellos por el suelo, los ligamentos, las superficies
articulares, los músculos y tendones deben ser capaces
de crear importantes tensiones en su estructura interna.
Si los metatarsianos son incapaces de desarrollar
estas importantes tensiones en su estructura interna,
entonces se flexionarán excesivamente o se fracturarán
bajo estas cargas. Además, aunque los metatarsianos
sean relativamente duros y rígidos, deben obedecer a las
leyes de la mecánica que establecen que se flexionarán,
o deformarán, como el resto de materiales bajo las
cargas a las que están sometidos. Es decir, las fuerzas
causarán que los metatarsianos se flexionen o se
deformen una cantidad variable en respuesta a la carga.
Uno de los primeros investigadores en documentar esta
flexión de los metatarsianos fue John H. Hicks, quien
especuló que éstos, junto con el resto de estructuras
óseas del pie, podrían actuar como una viga al soportar
el peso corporal con su estructura de arco. Hicks midió
en seis pies recientemente amputados, la flexión en
los metatarsianos en respuesta a las cargas mediante
la colocación de agujas en sus aspectos proximales y
distales y sujetando en sus extremos pequeños espejos.
Mediante este sistema de observación, fue capaz
de medir los cambios angulares en la deformación
metatarsiana hasta en 0.025° (Hicks, J.B.: The foot as a
support. Acta Anatomica, 25:34-45, 1955). Hicks midió
los especímenes de pies en carga en tres condiciones;
A. con el pie sin diseccionar, B. con la aponeurosis
plantar seccionada, y C. con la aponeurosis plantar
y los músculos intrínsecos plantares seccionados.
La mecánica del pie | 3
Se dio cuenta que cuando se seccionó la aponeurosis
plantar, el primer metatarsiano no se deformaba más,
pero la flexión en los metatarsianos menores aumentó tal
y como se especifica: 25.5 veces en el 2° metatarsiano,
14 veces en el 3er. metatarsiano, 5.5 veces en el 4°
metatarsiano y 2.8 veces en el 5° metatarsiano. Con la
sección de los músculos intrínsecos plantares, la flexión
aumento en todos los metatarsianos, pero mucho
menos. Hicks pensó que sus experimentos mostraron
que el pie se comportaba tanto como un arco (I.e. con los
extremos del arco siendo soportados por la aponeurosis
plantar y los músculos intrínsecos plantares) y como una
viga (I.e. con el arco siendo soportado por las tensiones
internas de los huesos y estructuras capsulares del
arco longitudinal). Él mostró que cuando la aponeurosis
plantar estuvo intacta, el efecto de arco del pie era más
predominante que el efecto de viga. Sin embargo, cuando
se seccionó la aponeurosis plantar, reveló que el efecto
de viga del pie era predominante debido a la pérdida
del efecto de soporte del arco de la aponeurosis plantar
(Hicks, 1955). Un estudio experimental de investigadores
en Suecia más reciente sobre la deformación metatarsiana,
midió la deformación del segundo metatarsiano durante
la deambulación en ocho hombres. Los sujetos tenían una
grapa de titanio quirúrgicamente insertada en la cortical
dorsal de la diáfisis media del segundo metatarsiano.
La grapa tenia dos tensiómetros montados en ella que
permitían a los investigadores medir la deformación
del hueso, ya fuera en compresión (acortamiento
del hueso) o en tracción (elongación del hueso). Los
sujetos caminaron en primer lugar sobre una cinta
sinfín nivelada sin llevar ningún peso adicional y luego
caminaron voluntariamente hasta fatigarse llevando
una mochila de 20 Kg. Los sujetos caminaron con unos
sensores de presión bajo sus pies asegurados con un
calcetín de compresión y tenían controlada la actividad
muscular del flexor largo de los dedos mediante
electromiografía intramuscular (Arndt, A., Ekenman,
L., Westblad, P. and A. Lundberg: Effects of fatigue and
load variation on metatarsal deformation measured in
vivo in barefoot walking. J. Biomechanics, 35:621-628,
2002). Los investigadores encontraron que la cortical
dorsal del segundo metatarsiano alcanzó su pico de
tracción (I.e. plantarflexión del metatarsiano distal) al
final del período de contacto y entonces alcanzó su pico
de compresión (I.e. dorsiflexión del metatarsiano distal)
al inicio del período de apoyo total e inicio del período
propulsivo de la marcha. Se detectó que la deformación
del metatarsiano fue muy pequeña durante la fase de
oscilación. La deformación de compresión en el segundo
metatarsiano aumentó significativamente un 43% con
la adición de los 20 Kg. en la mochila antes de que se
realizara la prueba de fatiga y aumentó un 42% después
de la prueba de fatiga sin los 20 Kg. La deformación de
compresión aumentó un 52% con la mochila después
de que se realizara la prueba de fatiga. También se
encontró que la “tensión de descarga” del metatarsiano
(I.e. deformación de tracción que sucedía en el período
de contacto tardío) disminuyó cuando el sujeto se fatigó

después de llevar la carga en comparación con la cantidad
de “tensión de descarga” que ocurría en el estado de pre-
fatiga (Arndt et al, 2002). Los investigadores especularon
que una causa de las fracturas metatarsianas de estrés
durante estados de fatiga podían relacionarse no sólo
con la disminución de fuerzas de tracción por parte
de la musculatura plantar, tendiendo a permitir que los
metatarsianos sufran un incremento en la deformación en
dorsiflexión, sino también por la reducción de la “tensión
de descarga” del dorso del metatarsiano. Creyeron que la
falta de una “tensión de descarga” normal del dorso del
metatarsiano podía impedir que fluyeran nutrientes hacia
esa zona durante la deambulación lo que, en un estado de
fatiga, puede llevar a una debilidad en la estructura ósea y,
finalmente, a una fractura metatarsiana por estrés (Arndt
et al, 2002). Este estudio, junto con el previo de Hicks, no
sólo demuestra la importancia de la rigidez mecánica del
metatarsiano en sí mismo, sino también la importancia
de la integridad de los ligamentos plantares y de la
musculatura plantar del pie a la hora de ayudar a reducir
las tensiones y deformaciones sobre los metatarsianos
durante las actividades en carga. El clínico que comprenda
estos principios mecánicos será capaz de diseñar de
forma más eficiente ortesis plantares y otras terapias
mecánicas para tratar y prevenir numerosas patologías
basadas en la mecánica de los pies de sus pacientes.
La mecánica del pie | 4
Rigidez y características
de carga-deformación de
materiales
El concepto de “rigidez” es familiar no solo para el
profano, sino también para el clínico, el biomecánico y el
ingeniero mecánico. Cuando el profano o el clínico utilizan
el término “rigidez”, significa que las articulaciones del
cuerpo poseen menos movilidad o son dolorosas con su
amplitud de movimiento. Sin embargo, en las disciplinas
científicas de la biomecánica y la ingeniería, la rigidez
tiene una definición diferente y mucho más precisa
mecánicamente. En estas disciplinas, rigidez se define
como la cantidad de fuerza requerida para producir una
cantidad dada de deformación o tensión requerida en un
material para producir una cantidad dada de deformación
en ese material (Nigg BM, MacIntosh BR, Mester J
(eds.): Biomechanics and Biology of Movement. Human
Kinetics, Champaing, IL, 2000, p. 155). Para medir la
rigidez de cualquier material, éste necesita ser probado
en algún tipo de aparato donde la fuerza aplicada
al material y su deformación puedan registrarse. La
evaluación de la relación carga-deformación del material
es vital para entender cómo ese material se comportará
mecánicamente cuando esté sujeto a cargas. En la
mayoría de casos, la relación carga-deformación de un
material se representa a través de una gráfica llamada
curva de tensión-deformación. La tensión de un material
es el resultado de la carga entre unidad de área de
sección transversa y se representa por la letra griega
sigma, σ, siendo típicamente sus unidades en N/cm2.

La deformación de un material, representada por la letra
griega epsilon, ε, es la deformidad del material respecto a sus
dimensiones iniciales (Watkings J: Structure and Function
of the Musculoskeletal System. Human Kinetics Publishers,
Champaign, IL, 1999, pp. 286). Cuando las características
de carga-deformación están siendo valoradas, el diagrama
de tensión-deformación que resulta tendrá una forma
característica que indica las propiedades mecánicas del
material bajo carga. Por ejemplo, si un trozo de cable de
acero se coloca en una máquina de pruebas que lo estira y
también registra la fuerza requerida para hacerlo, la curva de
tensión-deformación resultante indicará las características
mecánicas para ese tipo de cable de acero. La curva de
tensión-deformación general representa un material que
está siendo estirado por una fuerza de tracción o acortado
por una fuerza de compresión para determinar sus
características de carga-deformación. Cuando se aplican
sobre un material unas fuerzas relativamente pequeñas, la
cantidad de deformidad (I.e. deformación) en referencia a
la cantidad de fuerza que está siendo aplicada (I.e. tensión)
será a menudo proporcional, y producirán una línea recta
en la parte inicial de la curva de tensión-deformación. Esta
región lineal de la curva de tensión-deformación se conoce
como región Hookiana, llamada así después de que el
científico inglés, Robert Hooke, fuera el primero en describir
el comportamiento elástico de los materiales en 1676. El
límite superior de la región Hookiana de la curva de tensión-
deformación se llama límite proporcional de ese material
(Watkins, 1999, pp. 286-287). Cuando se aumenta la carga
sobre un material, será mayor su deformación y alcanzará
un punto donde, más allá del nivel de deformación empezará
a fisurarse o fracturarse gradualmente y no volverá a sus
dimensiones originales cuando se elimine la carga. Ese
punto donde el material comienza a deformarse pasada
su región elástica, se denomina límite elástico, o límite de
elasticidad, de ese material. La deformación permanente
que sucede en el material una vez que se carga pasando
su límite elástico se conoce como deformación plástica.
La mayor deformación del material pasado su límite de
elasticidad que conducirá finalmente a un fallo completo o
ruptura se conoce como punto de ruptura del material. La
deformación que ocurre entre el límite elástico y el punto
de ruptura se conoce como amplitud plástica del material.
La tensión máxima que sucede antes de la ruptura del
material se denomina tensión última o resistencia última
del material (Watkins, 1999, pp. 286-287). A la pendiente de
la curva de tensión-deformación en la región Hookiana se
la refiere como módulo de elasticidad de Young, módulo de
Young, o módulo elástico, e indica la cantidad de tensión
necesaria para provocar una deformación del 100%
(I.e. el doble de la longitud del material durante
la tracción o el acortamiento hasta la mitad de
la longitud del material durante la compresión).
Aunque el módulo de Young es una medida común y
estándar de las características de carga vs. deformación
de un material, es un término algo abstracto debido a que
la mayoría de materiales fallan mucho antes de que se
alcance el 100% de la deformación (Watkins, 1999, p. 287).
La mecánica del pie | 5
El módulo de Young representa una medida estándar
de la rigidez de un material. Se requiere una gran
cantidad de tensión para producir una cantidad dada de
deformación, entonces el material tiene una gran rigidez.
Sin embargo, en estudios mecánicos de estructuras
biológicas, donde habría más de un tejido biológico
implicado, la rigidez se describe a menudo en unidades
de fuerza requerida para producir una cantidad dada de
deformación, generalmente en Newtons/metro (N/m).
Lo inverso a la rigidez es la flexibilidad, y se define como
la cantidad de deformación producida por una cuantía
dada de fuerza y generalmente es descrita en unidades
de metro/Newton (m/N). Por lo tanto, una estructura
que tiene una rigidez elevada tendrá una flexibilidad
baja y un material que tiene una flexibilidad elevada
tendrá una rigidez baja (Nigg et al, 2000, p. 155). En
experimentos mecánicos con estructuras biológicas,
donde a menudo existe una región lineal de la curva de
tensióndeformación muy pequeña o inexistente para
esa estructura o combinación de tejidos (e.g. hueso y
ligamento), la rigidez de una estructura puede en cambio
ser definida como la pendiente a lo largo de cualquier
punto de la curva de carga-deformación. Como ha
llegado a ser más común en la literatura biomecánica
el uso del concepto de rigidez para tratar la capacidad
mecánica de las estructuras para resistir la deformación
bajo carga, el concepto de rigidez en las estructuras del
pie y la extremidad inferior será el tema de los siguientes
temas para proporcionar una mejor comprensión de
las complejas interacciones mecánicas dentro de las
estructuras del pie y de la extremidad inferior.
Rigidez a la dorsiflexión de
los radios metatarsianos
Se define el término rigidez, como la fuerza requerida para
producir una cantidad dada de deformación o cantidad
requerida de tensión en un material para producir una
cantidad dada de deformación en ese material (Nigg
BM, Macintosh BR, Mester J (eds.): Biomechanics and
Biology of Movement. Human Kinetics, Champaing, IL,
2000, p. 155). En los últimos años, los investigadores
en biomecánica han estado realizando más estudios
que intentan determinar la rigidez de los segmentos
del pie mediante la medición no sólo de las fuerzas
que se aplican, sino también el movimiento resultante
en esos segmentos. La investigación que determina
las características de carga versus deformación de los
segmentos del pie es muy importante debido a que estas
características mecánicas determinarán cómo funciona
un pie en respuesta a las cargas que actúen sobre él
durante las actividades en carga. En un ámbito clínico,
la rigidez a la dorsiflexión del radio de un metatarsiano
puede concebirse como la resistencia mecánica de un
metatarsiano en respuesta a una carga de dorsiflexión
que actúa sobre la cara plantar de la cabeza metatarsiana.

Por ejemplo, si se precisa una gran magnitud de
fuerza actuando verticalmente hacia arriba sobre la
cara plantar de la primera cabeza metatarsiana para
producir 5° de dorsiflexión en un Pie A y entonces, en
un Pie B, se requiere una magnitud menor de fuerza
para producir los mismos grados de movimiento de
dorsiflexión del mismo metatarsiano, se podría decir que
el Pie A presenta una rigidez mayor a la dorsiflexión que
el Pie B. Experimentalmente, la referencia de la rigidez
a la dorsiflexión del primer radio, por ejemplo, puede
hacerse como una fuerza de dorsiflexión, en Newtons
(N), o como un momento dorsiflexor, en Newtons-
metro (Nm). También, el movimiento de dorsiflexión
del primer metatarsiano puede ser referenciado como
una cantidad lineal de movimiento de dorsiflexión
de la primera cabeza metatarsiana, en milimetros
(mm), o como una cantidad angular alrededor de una
articulación proximal, en grados. Independientemente de
cómo se haga referencia a la carga y a la deformación,
el trazo gráfico de la carga versus la deformación tendrá
como resultado una característica curva de carga Vs.
deformación con una forma cóncava hacia arriba. Esta
curva característica será el resultado de la naturaleza
mecánica de la articulación donde existe un aumento
de la resistencia mecánica a la dorsiflexión cuando
se incrementa el movimiento de dorsiflexión del radio
metatarsiano. Por ejemplo, si en primer lugar se aplican
20 N a la cara plantar del primer metatarsiano partiendo
de un estado de descarga, éste dorsiflexionará 6mm
respecto del primer cuneiforme. Cuando se añaden otros
20 N a la primera cabeza metatarsiana hasta provocar
40 N de fuerza, el primer radio podría dorsiflexionar
sólo 2 mm más. Añadiendo 20 N de carga hasta sumar
un total de 60 N podría dorsiflexionar sólo 1mm más.
Por lo tanto, cuando la carga se incrementa de forma
progresiva sobre la primera cabeza metatarsiana, el
primer radio dorsiflexionará progresivamente menos con
cada aumento de la fuerza.
Este tipo de comportamiento “no-lineal” de una articulación
producirá la característica curva cóncava hacia arriba
donde la pendiente aumenta cuando el total de la carga que
actúa a través de la articulación y la deformación articular
total también aumentan. Como la rigidez de la articulación
se define como la fuerza requerida para producir una
deformación dada de esa articulación, entonces la
pendiente de la curva de carga versus deformación para
cualquier articulación del cuerpo determinará la rigidez
para esa articulación. Como resultado, debido a que la
curva de carga versus deformación es cóncava hacia
arriba, entonces no sólo aumentará la pendiente de la
curva cuando lo haga la deformación de la articulación,
sino que también aumentará la rigidez con el aumento de
la deformación de la articulación. Un artículo publicado
por investigadores en biomecánica en la Pennsylvania
State University ha mostrado exactamente este tipo de
comportamiento mecánico para el primer y segundo radios
metatarsianos (Fauth AR, Hamel AJ, Sharkey NA: In vitro
measurements of first and second tarsometatarsal joint
stiffness. J. Applied Biomechanics, 20 (1): 14-24, 2004).
La mecánica del pie | 6
Diez pies de cadáver fresco fueron preparados de forma
que el navicular, cuboides, cuneiformes y metatarsianos
fueron disecados fuera del pie teniendo especial cuidado
en mantener las estructuras capsulares de la articulación
de Lisfranc. Después, el navicular, cuboides y cuneiformes
fueron conservados en polimetilmetacrilato siendo después
colocados en un aparato de pruebas de forma que podía
aplicarse plantarmente una carga a la primera o segunda
cabeza metatarsiana. Como el aparato medía no sólo los
momentos de dorsiflexión sino que también media los
desplazamientos de la primera y segunda articulaciones
cuneo-metatarsianas (ACM), también se pudo determinar la
curva de carga versus deformación de estas articulaciones.
Los resultados de este estudio mostraron claramente que a
bajos ángulos de dorsiflexión, la rigidez a la dorsiflexión de
la primera y segunda ACM fue relativamente baja. Entonces,
cuando se aumentaron los ángulos de dorsiflexión en esas
articulaciones, la rigidez articular aumentó dramáticamente,
mostrando unas diez veces de aumento en la rigidez cuando
se comparaba el primer grado de dorsiflexión (I.e. de 0-1
grados de dorsiflexión) con el décimo grado de dorsiflexión
(I.e. de 9-10 grados de dorsiflexión). Los investigadores
notaron que las amplitudes menores de dorsiflexión de la
ACM representaban una amplitud de carga más normal
y funcional en donde las restricciones ligamentosas de la
articulación fueron relativamente débiles y que amplitudes
mayores de dorsiflexión articular de las ACM representaban
una amplitud donde las restricciones ligamentosas estaban
cerca de estar tensas más allá de sus límites funcionales
(Fauth et al, 2004). Este estudio ilustra claramente que
la descripción de las características mecánicas de los
radios metatarsianos utilizando parámetros como la carga,
deformación y rigidez puede proporcionar una mejor
comprensión de la función del pie tanto para el biomecánico
como para el clínico.
Efectos mecánicos de la
morfología plantar del
antepié y del retropié
Para comprender mejor las funciones individuales
y separadas del antepié y del retropié y cómo se
complementan en el pie, se desarrollaron dos modelos en
para ilustrar a éstas en los planos sagital y frontal. A menudo
es útil, cuando se habla de la función de los componentes
de una estructura, el aislar uno de ellos para analizar cómo
puede comportarse mecánicamente cuando está unido a
otro complementario. Estos modelos han sido desarrollados
específicamente para ilustrar la importancia mecánica
de la forma de las superficies de carga del antepié y del
retropié, y cómo sus formas afectan la función entre ellos,
y del pie como una totalidad. La cara inferior del retropié, el
calcáneo, tiene una superficie plantar redondeada que es
relativamente estrecha en comparación con la del antepié.
Su superficie plantar redondeada permite al retropié rodar
o inclinarse fácilmente respecto del suelo, semejante
a una pelota, ya sea en el plano frontal o en el sagital.
 La mecánica del pie | 7

Además, la superficie relativamente pequeña de

contacto del retropié con el suelo proporciona un área
Características de carga-
limitada mediante la cual crear una fuerza de fricción deformación del pie
cuando ocurren los movimientos del retropié en el plano
transverso sobre el suelo. Por otro lado, la principal
El pie es un órgano mecánico complejo que actúa
superficie de carga del antepié, a nivel de las cinco
como el principal componente de soporte de peso del
cabezas metatarsianas, es una estructura relativamente
aparato locomotor humano. Una de las funciones más
plana y ancha si se compara con el retropié. Estas
complicadas del pie es que debe poseer roles mecánicos
cinco cabezas metatarsianas, que están firmemente
duales, siendo flexible y rígido, en dependencia de
sujetas por huesos, ligamentos, tendones y músculos al
la función mecánica que se requiera. El pie debe ser
retropié, crean conjuntamente una superficie de carga
flexible, para acomodarse a superficies irregulares y
para el pie que, no sólo sirve para crear una plataforma
permitir un contacto plantígrado con el suelo durante los
estable para la mitad anterior del pie, sino que también
movimientos de lado a lado. También debe ser rígido,
permite al pie acomodarse a cualquier terreno irregular
para permitir una transferencia eficiente de las fuerzas
con el que se pueda encontrar. Debido a su morfología
propulsivas que son generadas por los músculos de la
plantar tan diferente, el antepié y el retropié transmiten
extremidad inferior hacia la superficie de apoyo. El grado
diferentes características funcionales al pie como
de flexibilidad/rigidez puede variar ampliamente de una
totalidad. La cara plantar redondeada del retropié permite
persona a otra, y cuando se compara el mismo pie con
una gran libertad de movimiento para la dorsiflexión y
los músculos relajados o contraídos para poder apreciar
plantarflexión del pie sobre el suelo al inicio de la fase de
mejor esta amplia variación respecto a la flexibilidad y
apoyo de la marcha y la carrera y posibilita un giro fácil
rigidez en el pie, es importante que el clínico posea una
del talón durante los movimientos del retropié en el plano
buena comprensión de los factores mecánicos que
transverso. Esta cara plantar del retropié relativamente
permiten que los pies de diferentes personas tengan
estrecha y redondeada también funciona para permitir
distintos niveles de flexibilidad/rigidez y puedan capacitar
al pie poseer una mayor libertad de movimiento en el
el que un pie sea flexible y rígido durante fases diferentes
plano frontal, como son los movimientos de inversión y
en la marcha. Para clarificar algunos de los conceptos
eversión del pie durante la realización de las actividades
mecánicos básicos que causan tanto la flexibilidad
que implican desplazamientos de un lado a otro, o durante
como la rigidez en el pie, se puede desarrollar un modelo
la deambulación o la carrera en superficies inclinadas.
de pierna y pie que está compuesto sólo por la pierna, el
Por otro lado, la cara plantar relativamente ancha y plana
retropié, el antepié y dedos. Por supuesto, al reducir el
del antepié funciona como una plataforma estable para
retropié a un segmento, se ha eliminado la articulación
el pie, de forma que una persona puede mantener mejor
subtalar, y al reducir el antepié a un segmento, todas las
el equilibrio durante la bipedestación y transmitir más
otras articulaciones del antepié se han eliminado. Aunque
eficientemente fuerzas propulsivas desde la pierna al
esta “eliminación de articulaciones” es una importante
suelo durante actividades como la marcha, carrera o el
simplificación del pie, este tipo de modelización del
salto. Al mismo tiempo, el antepié también funciona para
pie y la extremidad inferior es necesaria para describir
modular fuerzas y momentos desde el retropié, de forma
más claramente conceptos mecánicos importantes.
que pueda suceder una cantidad de movimiento variable
Cualquier error creado al usar esta modelización de un
en el plano frontal, sagital y transverso entre los segmentos
pie con tres segmentos se minimiza por el beneficio
del retropié y del antepié, permitiendo al antepié y al
didáctico conseguido al considerar la mecánica del
retropié moverse de forma independiente durante todos
pie de esta forma. Específicamente se discutirá sólo la
los tipos de actividades en carga. La cantidad específica
biomecánica en el plano sagital, no la del frontal ni la
de movimiento que ocurre entre el antepié y el retropié en
del transverso. También, hablando de este modelo, en
los planos sagital, frontal y transverso estará determinado
lugar de utilizar el término “movimiento de la articulación
no sólo por los mecanismos pasivos inherentes a la
mediotarsiana (AMT)”, describiremos el movimiento
estructura interna y geometría del esqueleto del pie, sino
del antepié respecto del retropié. Por lo tanto, el
también por los mecanismos de actividad muscular que
término “dorsiflexión del antepié” será definido como
son controlados por medio del sistema nervioso central.
el movimiento de dorsiflexión del antepié respecto al
Factores importantes como la rigidez pasiva o activa del
retropié a nivel de la AMT. De esta forma, la dorsiflexión
antepié y cómo puede alterar la respuesta mecánica del
del antepié también significa que el arco longitudinal del
pie como un todo a las cargas externas será discutido
pie ha descendido y la plantarflexión del antepié significa
más adelante. Al analizar la función del pie desde una
que el arco longitudinal del pie ha aumentado. Uno de los
perspectiva nueva y diferente, el clínico será capaz de
problemas de los términos “flexibilidad” y “rigidez”, para
comprender mejor los factores mecánicos que pueden
describir el movimiento o deformación de una parte del
provocar que el pie funcione normal o anormalmente
cuerpo en respuesta a una fuerza, es que son imprecisas
durante las actividades en carga.
debido a su falta inherente de definición científica.

El mismo problema también está presente en los términos
clínicos de “movilidad” e “hipermovilidad”. En las disciplinas
científicas de la ingeniería y la biomecánica, cuando uno
quiere describir la “flexibilidad”, la “rigidez” o la “movilidad”
de un material u objeto, no se usan estos términos debido a
que a todos les falta la precisión de poder ser cuantificados
matemáticamente. Es justamente la capacidad de una
palabra o término para ser definido científicamente o
matemáticamente cuantificado lo que hace que no sean
ambiguos, de modo que puedan ser lo suficientemente
precisos como para utilizarse en el estudio mecánico de
objetos, como es el pie. Esta precisión de significado
de una palabra o término mejora de forma importante la
capacidad de describir de un modo específico y comunicar
de forma eficiente complicados conceptos mecánicos
relacionados con un material, un objeto o un grupo de
ellos. Por esta razón, los ingenieros y biomecánicos
utilizan el término rigidez para describir el movimiento o
deformación de un material, un objeto o un grupo de ellos
en respuesta a cargas aplicadas externamente. La rigidez
se usa de forma estándar en ingeniería y biomecánica para
describir la capacidad de una estructura a resistir cambios
en su forma (Gere JM: Mechanics of Materials, 5th Ed,
Brooks/Cole, Pacific Grove, CA, 2001). Se define como la
cantidad de fuerza requerida para producir una cuantía
dada de deformación en un material, un objeto o grupo de
objetos. En estudios mecánicos de estructuras biológicas
(I.e. músculo, tendón, ligamento, cartílago, y hueso) se
describe la rigidez en unidades de fuerza requerida para
producir una cantidad dada de deformación, generalmente
en Newton/metro (N/m) o Newton/milímetro (N/mm).
La mecánica del pie | 8
Lo inverso de la rigidez, es flexibilidad, y se define como la
cantidad de deformación producida por una cantidad dada
de fuerza y generalmente se describe en unidades de metro/
Newton (m/N) o milímetros/Newton (mm/N). Por lo tanto, si
un objeto o material tiene una gran rigidez también tendrá una
baja flexibilidad y viceversa (Nigg BM, Macintosh BR, Mester
J (eds.): Biomechanics and Biology of Movement. Human
Kinetics,Champaing,IL,2000).Cuandohablamossobresiunpie
es “flexible” o “rígido”, el clínico precisa tener una comprensión
del término rigidez para poder hablar de una forma más
precisa sobre las características de carga-deformación del
pie. Por lo tanto, el clínico debe ser consciente de que si una
articulación se describe como “más flexible”, “más elástica” o
“hipermóvil”, entonces significa que la articulación tiene una
“rigidez reducida” y que si una articulación se describe como
“más rígida”, “menos elástica” o “hipo móvil”, significa que la
articulación tiene una “rigidez aumentada”. La rigidez de una
articulación es simplemente una descripción ajustada de las
características de carga-deformación de esa articulación. Una
articulación que tiene una rigidez disminuida se moverá más
cuando esté sometida a una carga dada. Una articulación
que tiene la rigidez aumentada se moverá menos cuando se
someta a esa misma carga.
La capacidad de un pie de poseer un grado de flexibilidad
relativamente amplio (I.e. de relativamente flexible a
relativamente rígido) es una característica mecánica
de vital importancia para una persona en carga.
Por ejemplo, durante el período propulsivo de la marcha,
el pie debería ser relativamente rígido, con una mínima

dorsiflexión del antepié respecto del retropié, de forma
que las fuerzas que están siendo ejercidas por los
plantarflexores de la articulación del tobillo puedan ser
transmitidas eficientemente hasta el suelo para permitir
que la persona propulse su cuerpo hacia adelante. Durante
el contacto del antepié con el suelo, el pie también debería
tener suficiente flexibilidad, de forma que pueda adaptarse
a un terreno irregular y evitar esguinces traumáticos de
tobillo e impedir que la persona pierda su equilibrio y
caiga. Además, el arco longitudinal del pie debe ser capaz
de aplanarse (I.e. el antepié debe poder ser capaz de
dorsiflexionar sobre el retropié) de un modo controlado
para poder absorber el choque durante actividades con
impactos como la carrera y el salto. Todas estas funciones
importantes del pie dependen de que el antepié pueda
poseer cantidades variables de rigidez a la dorsiflexión
sobre el retropié y de que la transmisión de cargas desde
el antepié hasta el retropié pueda suceder para optimizar
la actividad en carga que la persona ha elegido. En temas
anteriores, se hizo énfasis en que el término rigidez es
el más apropiado para describir la capacidad mecánica
de un material, objeto o grupo de objetos para resistir la
deformación cuando se le aplican fuerzas externas (Gere
JM: Mechanics of Materials, 5th Ed, Brooks/Cole, Pacific
Grove, CA, 2001). El término rigidez ya es usado de forma
empieza a ser usado más comúnmente en la investigación
del pie y de la extremidad inferior para explorar y cuantificar,
por ejemplo, la estabilidad de diferentes fijaciones
para osteotomía en la cirugía del pie y del tobillo, y la
resistencia interna de las articulaciones al movimiento.
Por lo tanto, usando la terminología introducida en el
artículo del mes pasado que describe la mecánica del
antepié respecto del retropié en el plano sagital, cuando
el antepié es dorsiflexionado por una cantidad dada
debido a una magnitud relativamente grande de fuerza
plantar, debería decirse entonces que el pie tiene una
rigidez a la dorsiflexión del antepié aumentada. Por otro
lado, si el antepié es dorsiflexionado la misma cantidad
por una magnitud de fuerza plantar relativamente
pequeña, deberíamos decir que el pie tiene una rigidez a la
dorsiflexión del antepié disminuida. Una forma alternativa
de describir esto es decir que el pie con una rigidez a la
dorsiflexión del antepié aumentada tiene una flexibilidad
a la dorsiflexión del antepié disminuida, y que el pie con
una rigidez a la dorsiflexión del antepié disminuida tiene
una flexibilidad a la dorsiflexión del antepié aumentada,
debido a que rigidez y flexibilidad tienen relaciones
inversas. Para clarificar este nuevo concepto de rigidez a
la dorsiflexión del antepié y cómo puede ayudar al clínico
a comprender mejor la función biomecánica del pie y
de la extremidad inferior, es útil en este punto describir
dos ejemplos de pies con dos importantes diferencias
de rigidez a la dorsiflexión. Tengamos un Pie A que
posea una gran cantidad de rigidez a la dorsiflexión del
antepié de forma que tenga la capacidad mecánica de
ser capaz de resistir la deformación a la dorsiflexión
del antepié respecto del retropié mejor que el Pie B.
Durante la evaluación experimental del Pie A, la cara
plantar del antepié es deformada mediante una plataforma
a intervalos de 5 mm. Se sujeta a la plataforma un
transductor que mide la fuerza de reacción con la
La mecánica del pie | 9
que el antepié resiste el movimiento de dorsiflexión.
Se valora el Pie B de la misma forma, pero se encuentra
que se ejerce mucha menos fuerza para cada 5 mm de
movimiento de dorsiflexión de lo que se hizo el Pie A. Como
la pendiente de la curva de carga-deformación en cualquier
punto de su recorrido determina la magnitud de la rigidez a la
dorsiflexión del antepié (N/m), puede verse que el Pie A tiene
una rigidez a la dorsiflexión del antepié mucho mayor que el
Pie B. Pueden suceder ejemplos clínicos de diferencias en
la rigidez a la dorsiflexión del antepié cuando comparamos
un pie con una “deformidad de pie cavo flexible” con uno
con una “deformidad de pie cavo rígido”. La “deformidad de
pie cavo flexible” posee un arco medial elevado durante el
examen en descarga que presentará una pequeña fuerza
de resistencia al movimiento de dorsiflexión del antepié
y permitirá una dorsiflexión del antepié considerable
con la carga (I.e. una rigidez a la dorsiflexión del antepié
relativamente baja). La “deformidad de pie cavo rígido”
tiene un arco medial elevado en el examen en descarga
que mostrará un aumento de la resistencia al movimiento
de dorsiflexión del antepié y, por lo tanto, aparecerá una
cantidad mucho menor de dorsiflexión del antepié antes de
que suceda la dorsiflexión del tobillo (I.e. una rigidez a la
dorsiflexión del antepié relativamente alta). De este modo
es importante para el clínico apreciar no solo la cantidad
de movimiento aparente del antepié respecto al retropié
sino también entender que diferentes pies pueden requerir
fuerzas plantares muy diferentes para conseguir idénticas
cantidades de movimiento de dorsiflexión del antepié
respecto del retropié.
Se habia definido el pie es una máquina adaptativa
sorprendente que soporta peso. No sólo hace que el pie
posea la capacidad intrínseca de absorber el choque y
adaptarse al terreno sin la actividad muscular, sino que
al igual que los elementos de absorción del impacto que
se usan en suspensiones de camiones, la rigidez del
arco longitudinal del pie también puede ser controlada
por la persona para mejorar el comportamiento durante
situaciones diferentes. Para entender mejor cómo la
rigidez a la dorsiflexión del antepié puede ser variada para
optimizar la mecánica del pie en diferentes actividades,
es importante comprender cómo las estructuras del arco
plantar trabajan conjuntamente para cumplir con esta
importante tarea mecánica. En el pie humano existen un
número de estructuras que causan de forma eficaz un
aumento en la rigidez a la dorsiflexión del antepié. Estas
estructuras pueden ser divididas en términos generales
en estructuras pasivas, sobre las que el sistema nervioso
central (SNC) no tiene ningún control, y estructuras
activas, sobre las que el SNC sí posee control. Las
estructuras pasivas que causan un incremento en la
rigidez a la dorsiflexión del antepié comprenden los
ligamentos plantares y la fascia plantar.
Las estructuras activas que causan un incremento en
la rigidez a la dorsiflexión del antepié comprenden los
músculos extrínsecos del pie que pasan a través del área
del arco plantar como el tibial posterior, flexor largo de los
dedos, flexor largo del primer dedo y el peroneo lateral largo.

También pueden causar de forma activa ese tipo de
rigidez los músculos intrínsecos plantares del pie que
cruzan la articulación mediotarsiana (AMT) y las del
mediopié como son el abductor del primer dedo, el
flexor corto de los dedos, el abductor del quinto dedo
y el cuadrado plantar. Los ligamentos plantares y la
fascia plantar son capaces de resistir mecánicamente
la dorsiflexión del antepié debido a que poseen la
capacidad de ejercer fuerza de tracción en sus orígenes
e inserciones cuando el antepié es dorsiflexionado. Es
decir, cuando la fuerza de reacción del suelo (FRS) es
aplicada al antepié, existirá un incremento del momento
dorsiflexor del antepié que tenderá a causar que éste se
flexione dorsal mente si ese movimiento no es resistido
por alguna otra estructura. Como los ligamentos plantares
y la fascia plantar son estirados progresivamente por la
dorsiflexión del antepié, “traccionarán fuertemente” en
sus puntos de inserción ósea causando de esta manera
un incremento de la magnitud del momento plantarflexor
del antepié. Por lo tanto, cuando la FRS afecte a la
cara plantar del antepié, el aumento pasivo resultante
del momento plantarflexor del antepié causado por
los ligamentos plantares y la fascia plantar también
incrementa la rigidez a la dorsiflexión del antepié. Los
músculos extrínsecos e intrínsecos mencionados, al
cruzar las articulaciones del mediopié y la AMT, y también
al insertarse distales a ellas, crearán un momento
plantarflexor en el antepié y, a su vez, un incremento de
la rigidez a la dorsiflexión del antepié. Cuando el SNC
activa estos músculos, el aumento resultante en la
fuerza de tracción en los músculos y tendones causará
un incremento de la fuerza en sus orígenes e inserciones
plantares, provocando de este modo el aumento del
momento plantarflexor del antepié. Si hay una demanda
para una rigidez a la dorsiflexión del antepié disminuida,
como al inicio de la fase de apoyo cuando se precisa
una mayor flexibilidad del antepié, el SNC minimizará la
actividad muscular de los músculos intrínsecos plantares
y de los extrínsecos para permitir al antepié rotar sobre
el retropié en función de las demandas del terreno. Sin
embargo, si hay una necesidad de máxima rigidez a la
dorsiflexión del antepié, como al final de los períodos
de apoyo total y propulsivo donde se precisa una mayor
rigidez del pie, entonces el SNC activará los músculos
intrínsecos plantares y los extrínsecos para permitir una
propulsión más eficiente. Otra de las características
elegantes de diseño del pie se hace evidente cuando
las estructuras activas y pasivas de la planta del pie
son analizadas al trabajar conjuntamente para causar
un incremento del momento plantarflexor del antepié y
una rigidez a la dorsiflexión del antepié. Eric Fuller, DPM,
ha descrito previamente el concepto de redundancia
en donde múltiples estructuras del arco plantar del pie
trabajan juntas para conseguir la misma tarea mecánica.
Redundancia se define como la provisión de sistemas
adicionales o duplicados que funcionan en el caso de
que una parte o un sistema operante falle (Webster’s
Encyclopedic Unabridged Dictionary of the English
Language, Random Rouse Publishing, Inc, 2001).
La mecánica del pie | 10
Como el pie tiene múltiples estructuras activas y
pasivas en su arco plantar que trabajan al unísono
para causar un aumento del momento plantarflexor
del antepié y de la rigidez a la dorsiflexión del mismo,
el sistema de ligamentos plantares, fascia plantar,
músculos extrínsecos e intrínsecos plantares deberían
considerarse como sistemas redundantes que funcionan
para evitar el colapso catastrófico del arco longitudinal
del pie. Por ejemplo, si la fascia plantar se rompe o se
corta, los ligamentos plantares y los músculos plantares
extrínsecos e intrínsecos todavía serán capaces de
evitar el hundimiento catastrófico del arco longitudinal
debido a que comparten la capacidad de generar
momentos plantarflexores en el antepié. Sin embargo, la
pérdida de la fascia plantar requerirá que cada uno de los
otros sistemas redundantes del arco plantar generen un
aumento de la fuerza de tracción para prevenir un mayor
aplanamiento del arco. Estas cargas anormales pueden,
con el tiempo, causar lesión en una de las estructuras del
arco o pueden incluso provocar lesión en otra estructura
del pie o de la extremidad inferior si existe una mecánica
anormal del pie. La comprensión de cómo trabajan
conjuntamente en armonía las múltiples estructuras del
arco plantar del pie para alterar la rigidez a la dorsiflexión
del antepié ayuda a clarificar la función y disfunción
mecánica del pie.
Las estructuras de tejido blando (I.e. músculos,
tendones y ligamentos) del arco plantar del pie ayudan a
impedir que el arco longitudinal se colapse en una forma
aplanada durante las actividades en carga. Sin estas
estructuras de tejido blando de soporte bien insertadas
en los aspectos plantares de las estructuras óseas del
pie, y ejerciendo una fuerza de tracción sobre ellas,
éste no sería capaz de mantener el arco longitudinal
medial. Es decir, sin los ligamentos plantares, músculos
y tendones traccionando sobre los huesos de la planta
del pie, resultaría en una estructura del arco longitudinal
medial totalmente plano. A lo largo del tema se introdujo
el concepto mecánico de rigidez a la dorsiflexión del
antepié para ayudar a explicar las características de carga
versus deformación del arco longitudinal medial del pie.
Un pie que posee una rigidez a la dorsiflexión del antepié
aumentada tendrá una mayor capacidad mecánica para
resistir el movimiento de dorsiflexión del antepié respecto
del retropié cuando se aplica una fuerza de reacción del
suelo (FRS) al antepié. Al revés, un pie con una rigidez a la
dorsiflexión del antepié disminuida mostrará una mayor
dorsiflexión del antepié sobre el retropié (I.e. mayor
aplanamiento del arco longitudinal medial) cuando la
FRS aumente bajo el antepié. El amplio rango de rigidez
a la dorsiflexión del antepié que es clínicamente evidente
cuando se comparan los pies de un individuo a otro,
se debe principalmente a las propiedades mecánicas
de las estructuras de soporte de tejido blando.
En otras palabras, las características mecánicas de
los ligamentos plantares, fascia plantar, músculos
intrínsecos y extrínsecos de la cara plantar determinan
si un pie tiene una rigidez a la dorsiflexión del antepié
 La mecánica del pie | 11

aumentada y resiste mejor el aplanamiento del arco plantares y la fascia plantar, y de forma activa por los
medial, o si un pie tiene una rigidez a la dorsiflexión del músculos extrínsecos e intrínsecos plantares, es esencial
antepié disminuida, lo que conlleva un aplanamiento para la persona en carga para evitar que se separen
significativo del arco medial cuanto está sometido al plantarmente las articulaciones del tarso menor y la
efecto de la FRS. Los ligamentos plantares funcionan mediotarsiana, lo que tenderá a causar una dorsiflexión
como una sujeción pasiva que ayuda a impedir la del antepié y el hundimiento del arco longitudinal medial.
distracción de la cara plantar de las articulaciones del Son las propiedades mecánicas activas y pasivas de
tarso menor y de la mediotarsiana. Por lo tanto, cuando estas estructuras de tejido blando las que permiten la
la FRS aumenta progresivamente bajo el antepié, el regulación de la rigidez a la dorsiflexión del antepié, lo
incremento resultante en la fuerza de tracción a nivel que a su vez capacita al pie para poder comportarse
de las inserciones óseas plantares de estos ligamentos como un adaptador móvil o una palanca rígida durante
aumentan su capacidad para evitar la distensión de la marcha. Es importante que los clínicos entiendan
las articulaciones del tarso menor/mediotarsiana. El las funciones mecánicas de las estructuras plantares
aumento de la fuerza de tracción sobre cada uno de los de tejido blando, junto con las funciones mecánicas de
ligamentos plantares, que sucede con el aumento de la todos los demás elementos estructurales del pie, de
FRS en la cara plantar del antepié, también causará un forma que puedan tomarse decisiones más inteligentes
incremento de la rigidez a la dorsiflexión del antepié como de tratamiento para un mayor beneficio de la salud de
conjunto, ya que todos los ligamentos plantares están sus pacientes.
traccionando fuertemente a nivel de la cara plantar de las
articulaciones del tarso menor y la mediotarsiana para
Se observa frecuentemente que los pies muestran
impedir una mayor separación articular en su cara plantar.
diferentes amplitudes de movimiento de descenso del
Sin embargo, es importante recordar que debido a que
arco longitudinal medial. Para entender este fenómeno
los ligamentos plantares son estructuras no contráctiles,
clínico, es útil comprender y describir las características
sólo pueden funcionar pasivamente a la hora de ayudar a
de carga versus deformación de las articulaciones del
evitar la dorsiflexión del antepié sobre el retropié durante
mediopié y la mediotarsiana utilizando el concepto de
las actividades en carga. A diferencia de los ligamentos
rigidez a la dorsiflexión del antepié. Los pies que poseen
plantares que cruzan sólo de una a dos articulaciones, la
un aumento de la rigidez a la dorsiflexión del antepié
larga extensión plantar de la fascia es capaz de actuar
tenderán a resistir la dorsiflexión del antepié sobre el
simultáneamente a través de múltiples articulaciones
retropié cuando se incremente la fuerza de reacción del
del pie para ayudar a evitar la separación de los aspectos
suelo (FRS) bajo el antepié. Por otro lado, los pies que
plantares de las articulaciones del tarso menor y de la
tienen una disminución de la rigidez a la dorsiflexión del
mediotarsiana. Al igual que los ligamentos plantares, la
antepié serán menos capaces de resistir la dorsiflexión
capacidad de la fascia plantar para evitar la distracción
del antepié sobre el retropié cuando la FRS aumente
de la cara plantar de las articulaciones del tarso menor/
bajo el antepié. Como resultado de esto, los pies con
mediotarsiana aumentará cuando lo haga la FRS sobre
una disminución de la rigidez a la dorsiflexión del antepié
el antepié, debido a que la fascia plantar ejercerá una
mostrarán un mayor aplanamiento del arco longitudinal
mayor fuerza de tracción a nivel de sus inserciones
medial por un aumento dado de la FRS aplicado al antepié
en el calcáneo y los dedos, traccionando fuertemente
al compararlos con pies con un aumento de la rigidez a la
para impedir una mayor elongación del arco medial.
dorsiflexión del antepié, los que mostrarán un aplanamiento
Esta acción pasiva de la fascia plantar al final, ayuda a
mucho menor ante ese incremento dado de la FRS bajo
impedir la dorsiflexión del antepié sobre el retropié, al
el antepié. En la literatura podiátrica y ortopédica se ha
igual que aumenta la rigidez a la dorsiflexión del antepié.
planteado una razón común para un descenso en la altura
El tibial posterior, flexor largo de los dedos, flexor largo
del arco longitudinal medial del pie es una deformidad de
del primer dedo y peroneo lateral largo son músculos
equíno. Una deformidad de equino se define como una
extrínsecos del pie cuyos tendones pasan a lo largo del
falta de dorsiflexión de la articulación del tobillo (AT), y
aspecto plantar del pie para insertarse a sus estructuras
se valora clínicamente mediante la dorsiflexión del pie
óseas. Como estos músculos poseen un área de sección
con la rodilla flexionada y extendida. La deformidad de
transversa mucho mayor, en comparación con los
equino está causada más comúnmente por un complejo
músculos intrínsecos plantares, tienen un gran potencial
gastrocnemio-sóleo-tendón de Aquiles relativamente
para impedir activamente la dorsiflexión del antepié sobre
corto, y menos comúnmente por una malformación ósea
el retropié (I.e. ejercer un momento plantarflexor sobre
del tobillo (I.e. tobillo equino). Se ha planteado que durante
el antepié). Los tendones de los músculos extrínsecos
la deambulación son necesarios 10° de dorsiflexión en la
plantares, traccionan de las estructuras óseas plantares
AT en el momento del despegue de talón para que suceda
del mediopié o de las falanges y ayudan a evitar la
una mecánica normal de la marcha. Por lo tanto cualquier
separación de las caras plantares de las articulaciones
limitación de la dorsiflexión de la AT que produzca un
del tarso menor y mediotarsiana y, por lo tanto, también
movimiento menor de 10° se piensa que causará alguna
incrementan la rigidez a la dorsiflexión del antepié.
forma de compensación de la marcha que puede provocar
La combinación controlada de las fuerzas de tracción
un patrón de marcha anormal o posiblemente una lesión.
generadas de forma pasiva por los ligamentos

Una de las compensaciones más comunes en la marcha
que se ha planteado que sucede en la deformidad de equino
es el aplanamiento del arco longitudinal y la pronación de la
articulación subtalar (AST), o un equino compensado (Root
ML, Orien WP, Weed JH: Normal and Abnormal Function
of the Foot. Clinical Biomechanics Corp., Los Angeles, CA,
1977). Se ha sugerido que sucede una deformidad de equino
parcialmente compensado cuando hay un despegue precoz
del talón durante la marcha en lugar de un aplanamiento
del arco longitudinal. Se pensó que el despegue precoz
de talón era debido a una “inadecuada dorsiflexión de la
AST y la mediotarsiana (AMT) para compensar el equino”.
Se ha descrito que un equino no compensado es una
alteración donde el talón no hace contacto con el suelo
y está asociado con una deformidad de pie cavo con un
primer radio plantarflexionado (comunicación personal,
John Weed, 1980; Sgarlato TE (ed.): A Compendium of
Podiatric Biomechanics. California College of Podiatric
Medicine, San Francisco, 1971). Por lo tanto, se ha sugerido
que la deformidad de equino está asociada tanto con un
arco longitudinal excesivamente plano (l.e. deformidad
de pie plano) como con uno excesivamente elevado
(I.e. deformidad pie cavo). Es difícil de imaginar que la
deformidad de equino podría causar, por sí misma, tanto una
deformidad de pie plano como una de pie cavo. Por lo tanto,
se cree firmemente que las explicaciones tradicionales de la
biomecánica podológica que han estado utilizándose para
describir la “compensación” de la deformidad de equino
durante los últimos treinta años no son lo suficientemente
mecánicamente precisas para considerarse como buenas
descripciones de la asociación entre la deformidad
de equino y la altura del arco longitudinal medial.
La mecánica del pie | 12
En su lugar, parece más lógico que como los pies
probablemente poseen un amplio rango de magnitudes de
rigidez a la dorsiflexión del antepié, ya sea debida a la rigidez
pasiva de los ligamentos o a la activa por los músculos, esta
característica mecánica intrínseca de las articulaciones del
mediopié y la AMT explica bien la asociación de la deformidad
de equino con las deformidades de pie plano y pie cavo. Para
explicar mejor cómo la deformidad de equino y la altura del
arco longitudinal están interrelacionados mecánicamente,
podemos crear un modelo del pie para analizar las fuerzas
y movimientos del mismo y de la tibia en el plano sagital
bajo la influencia del un tendón de Aquiles “tenso”. El modelo
consiste de una tibia articulándose con el retropié a nivel de
la AT, y un retropié que lo hace con el antepié a nivel de la
AMT. La deformidad que está presente en el modelo está
causada por un tendón de Aquiles que es más corto de lo
normal y no se elonga significativamente bajo las fuerzas
de tracción. Por último, se han modelado varias magnitudes
de rigidez a la dorsiflexión del antepié mediante resortes de
diferentes rigideces sujetándose desde la cara plantar del
retropié a la del antepié, para ayudar a resistir el aplanamiento
del arco longitudinal. De esta forma, los efectos mecánicos
en el pie y la pierna de las magnitudes variables de la rigidez
a la dorsiflexión del antepié con un tendón de Aquiles corto y
rígido (I.e. deformidad de equino) pueden ser más fácilmente
explicadas y demostradas. En el Pie A hay un resorte menos
rígido conectando el retropié al antepié de modo que la
rigidez a la dorsiflexión del antepié es de baja magnitud.
Cuando el período de apoyo total de la marcha progresa, la
AT dorsiflexiona continuamente y el pie con una baja rigidez
a la dorsiflexión del antepié experimentará un aplanamiento
significativo del arco antes de que el talón se eleve.
 La mecánica del pie | 13

En el Pie B, el resorte que conecta el retropié al antepié

posee una rigidez media de forma que cuando la marcha
Bibliografía
progresa el arco longitudinal detiene su descenso cuando 1. Sears, F.W., M.W. Zemansky and H.D. Young (eds.)
la tibia está vertical. Entonces, debido a que el antepié no University Physics, 5th Edition. Addison-Wesley
dorsiflexionará como respuesta a la FRS, sucederá una Publishing Company, Menlo Park, CA, 1976.
elevación del talón justo después de que la tibia haya
2. Hicks, J.B.: The foot as a support. Acta Anatomica,
pasado de su posición vertical, a nivel de la AT. En el Pie
25:34-45, 1955.
C, el resorte que conecta el retropié con el antepié posee
una gran rigidez de forma que el arco longitudinal es 3. Arndt, A., Ekenman, L., Westblad, P. and A. Lundberg:
muy difícil que descienda. Cuando la marcha progresa, el Effects of fatigue and load variation on metatarsal
antepié detendrá su dorsiflexión sobre el retropié antes deformation measured in vivo in barefoot walking. J.
de que la tibia alcance su posición vertical de forma Biomechanics, 35:621- 628, 2002.
que la elevación del talón ocurrirá mucho antes y el Pie 4. Nigg BM, MacIntosh BR, Mester J (eds.):
C mantendrá un arco elevado durante la marcha. Por lo Biomechanics and Biology of Movement. Human
tanto, utilizando este modelo mecánico, donde cada pie Kinetics, Champaing, IL, 2000, p. 155.
tiene una magnitud variable de rigidez a la dorsiflexión 5. Watkings J: Structure and Function of the
del antepié y la FRS que actúa sobre la cara plantar del Musculoskeletal System. Human Kinetics Publishers,
antepié provocará un grado variable de movimiento Champaign, IL, 1999, pp. 286.
de descenso del arco, la deformidad de pie equino 6. Fauth AR, Hamel AJ, Sharkey NA: In vitro
no es necesariamente la causa de la variación en la measurements of first and second tarsometatarsal
altura del arco longitudinal o la causa de la cantidad de joint stiffness. J. Applied Biomechanics, 20(1): 14-
aplanamiento del arco longitudinal durante la marcha. En 24, 2004.
vez de eso, tanto la cantidad de dorsiflexión del antepié,
como el momento de elevación del talón durante la 7. Gere JM: Mechanics of Materials, 5th Ed, Brooks/
marcha que suceden en una deformidad de equino, es Cole, Pacific Grove, CA, 2001.
más probable que estén directamente relacionados con 8. Webster’s Encyclopedic Unabridged Dictionary of the
la magnitud de rigidez a la dorsiflexión del antepié más English Language, Random Rouse Publishing, Inc, 2001.
que a la presencia o ausencia de una deformidad de 9. Root ML, Orien WP, Weed JH: Normal and Abnormal
equino. En otras palabras, se advierte que en un individuo Function of the Foot. Clinical Biomechanics Corp.,
coexisten las deformidades de equino y un pie plano, no Los Angeles, CA, 1977.
deberíamos asumir necesariamente que la deformidad 10. John Weed, 1980; Sgarlato TE (ed.): A Compendium
de equino ha provocado la forma aplanada del arco. En of Podiatric Biomechanics. California College of
su lugar, la capacidad intrínseca de las estructuras de Podiatric Medicine, San Francisco, 1971.
tejido blando plantar (I.e. ligamentos plantares, fascia
plantar, y músculos extrínsecos e intrínsecos) para
resistir la deformación del arco longitudinal es muy
similar a los resortes del Pie A, B y C que tienen diferentes
magnitudes de rigidez. El pie con ligamentos plantares
menos rígidos, fascia plantar menos rígida y músculos
plantares más débiles, mostrará un mayor aplanamiento
del arco longitudinal durante la marcha y será más
probable que desarrolle una deformidad de pie plano.
Por otro lado, el pie con unos músculos plantares fuertes
y unos ligamentos plantares y fascia plantar más rígidos
mostrará un leve aplanamiento del arco longitudinal
durante la marcha y será más probable que se desarrolle
una deformidad de pie cavo. Esta explicación alternativa
sobre cómo la altura del arco longitudinal del pie varia en
asociación con la deformidad de equino mecánicamente
tiene más sentido que las explicaciones confusas que se
han ofrecido durante los últimos 30 años a través de las
teorías tradicionales de biomecánica podológica.