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Casa En Villa Urquiza Wladimiro Acosta

En 1934 Wladimiro Acosta proyecta esta casa en un lote urbano de 8,66 metros de frente,
en el porteño barrio de Villa Urquiza.
Wladimiro (Wladimir Konstantinovsky) nació en Odessa (Rusia) el 23 de junio de 1900 -en
el solsticio de verano- en el seno de una familia judía. Esto obviamente le trajo
innumerables problemas teniendo en cuenta el contexto socio político de la época y el
lugar donde nació.
Estudió en Rusia, pero luego emigró a Alemania e Italia donde trabajó y estudió también.
Termina su periplo en la Argentina en el año 1928.
Aquí desarrolló su carrera docente y profesional. Fue uno de los grandes "maestros" de
la Facultad de Arquitectura en la UBA en los años sesenta, donde desarrolló una gran
carrera docente. Escribió y dejó registradas sus enseñanazas en libros como Vivienda y
Clima  y Vivienda y Ciudad, ambos editados en Buenos Aires.
Y la obra que nos ocupa es el proyecto de una vivienda unifamiliar en un lote urbano
típico de un barrio de Buenos Aires.
El comitente requería de un programa sencillo. Familia de cinco personas, garage,
solarium, pileta de natación y dependencias de servicio.
La solución dada por el arquitecto es un ejemplo fantástico de construcción en un lote
entre medianeras, con un prototipo de arquitectura moderna inédito en nuestro medio.
Acosta desarrolla el sistema Helios, que no es más que un sistema de losas viseras,
adaptado a las condiciones de nuestra latitud y que conforma una genuina expresión
arquitectónica al problema del asoleamiento.
Estas losas viseras están dispuestas de tal modo, que permiten el pasaje de los rayos
solares en invierno (cuando el sol está bajo) impidiendo el paso durante los meses de
verano, donde se transforma en un verdadero "alero de sombras".
Acosta fue absolutamente original en su planteo moderno.
Tiene el mérito de no copiar estilísticamente un lenguaje "moderno", sino de crear un
verdadero lenguaje contemporáneo implicado con nuestro lugar.
Esta obra lamentablemente no fue construída.
Creemos que se trata de una verdadera lección de arquitectura doméstica para un lote
urbano y de dimensiones acotadas.
Es interesante observar en el corte, como reinterpreta la clasíca casa "chorizo" de
patios, incorporando el sistema Helios. Su relación con la pileta (sobreelevada)
construye una terraza-jardín y sutilmente sigue la pendiente del garage inferior.
La estructura y el cerramiento son una nueva unidad, más allá del concepto de planta
libre, en este caso con una fuerte implicancia con el clima y el asoleamiento local.
Acosta no propugnaba un "estilo internacional".
Quizá su prematuro desarraigo, lo hizo comprender que la arquitectura es también "el
Sol" de un lugar.
Sol que es día, noche, cielo, tierra, clima, luz, tiempo...
Casa Miramontes Wladimiro Acosta

La Casa Miramontes está implantada en un extenso terreno que permitió elegir


cuidadosamente su orientación, siendo la norte la más óptima. A partir de la latitud
geográfica se calculó la altura y saliente que debía poseer la losa visera para ser
eficiente.

El resultado abordaba el vinculo entre el hombre con el paisaje del entorno. Por un lado,


por la oposición del lenguaje racional con el natural, y por otro, a partir de la generación
de espacios intermedios y el encuadre de visuales utilizando geometrías puras.

Dentro de sus viviendas, se aprecia el uso de la piedra, claro vínculo con su implantación
ya que la piedra caliza se obtenía de las sierras cercanas, combinándola con ladrillo
como mampostería de cerramiento de un esqueleto de hormigón armado.

Su función se desarrolla entre la secuencia, el recorrido y el uso del tiempo. Sus plantas


son expansivas, recintos menores se vuelcan a recintos mayores. Retoma imágenes
típicas de la vivienda argentina como el “porche” de entrada, una pausa al entrar
marcada por un balcón superior saliente, el patio entoldado semi- exterior, la azotea, la
pileta y la galería. Manteniendo una zonificación moderna, mantiene los servicios en la
planta baja y la parte más íntima en la alta, usando espacios característicos de las casas
locales con fines bioclimáticos.

La vivienda actualmente se mantiene como propiedad privada a pesar del interés de los
arquitectos de la región por constituirla como patrimonio arquitectónico y así mantener
su estado original, el ingreso a ésta se mantiene imposibilitado, lamentablemente.
Sistema Helios Wladimiro Acosta

“Sin correr tras el hallazgo de formas forzosamente originales, sin búsqueda de efectos
estéticos, novedosos, la adaptación estricta y consecuente de la vivienda al clima ha
conducido progresivamente, a una nueva arquitectura, autóctona y auténtica.”

Acosta, W. (1947) Vivienda y Ciudad, Problemas de arquitectura contemporánea,


Editorial

En el país, Wladimiro reconoce y reelabora pautas de la arquitectura tradicional y logra


crear espacios altamente habitables utilizando los medios disponibles y la tecnología
local. Separando por primera vez el volumen del cerramiento, generando aleros más
profundos, utilizando cortinas y toldos corredizos, comienza a esbozar los primeros
pasos de una arquitectura local fundada en estudios de asoleamiento.

“Empecé, por una parte, a estudiar atentamente las condiciones geo-meteorologicas


locales, y por otra, a analizar detenidamente las soluciones empíricas contenidas en los
edificios del pasado colonial, la orientación de sus locales y sus primitivas pero eficaces
defensas contra los agentes climáticos.

”  Acosta, W. (1947) Vivienda y Ciudad, Problemas de arquitectura contemporánea,


Editorial

Se estima que entre 1932 y 1933 Wladimiro Acosta traza los lineamientos básicos


del Sistema Helios. En el sistema Helios las aberturas, los aterrazamientos y los
elementos se organizan según estudios solares particulares realizados con el fin de
propiciar el máximo confort térmico. 

“Partiendo de consideraciones climáticas y funcionales llegará Acosta a plantear


una crítica tipológica de la vivienda porteña y a individualizar elementos que aún hoy
son inseparables de la casa anónima popular de barrio, con tácitas observaciones de
los límites de la casa chorizo como tipología insatisfactoria. Observa que Buenos
Aires no tiene un clima templado como resultaría de considerar los promedios de
temperatura sino un clima caracterizado por los bruscos cambios del mucho frío al
mucho calor, siempre con enorme humedad. Una ciudad con un 60 por ciento de
heliofanía, mucho cielo despejado, inviernos húmedos en los que el frío se hace
imposible en las folklóricas y mal asoleadas y ventiladas casas chorizo. Una fluida
ventilación es la única defensa contra el calor con humedad, y lo mismo que el
asoleamiento, son objeto de especial control en los diseños de Acosta.”

Acosta, W. (1976) Vivienda y Clima. Ediciones Nueva Visión / Buenos Aires.

Sin embargo, el sistema helios, a pesar de tener un gran valor funcional, también ha


generado aportes en cuanto a la expresión arquitectónica y la calidad espacial. Sobre
la carga expresiva de los proyectos de Wladimiro Acosta, Arnoldo Gaite, arquitecto,
docente y colaborador del mismo, explica que el sistema Helios, además de resultar
fundamental en la creación de espacios intermedios para regular las relaciones entre
interior y exterior, aportaba un valor estético a los proyectos que el arquitecto no solía
destacar. Según sus palabras, “Las formas que obtiene, aunque nunca enfatizadas en sus
escritos y clases, alcanzan valores de una expresión tan característica que no pueden ser
solo una resultante de condiciones objetivables, sino que están evidentemente generadas
con una fuerte intencionalidad” 

Acosta, W. (1976) Vivienda y Clima. Ediciones Nueva Visión / Buenos Aires.

“quizás no enunciado por  Wladimiro Acosta  en sus escritos por tener menor soporte
técnico, el sistema Helios ha logrado aportar una nueva calidad espacial, especialmente
significativa en la concreción de los espacios intermedios, que regulan el contacto entre el
interior y el exterior. Estos espacios, trabajados a partir de planos horizontales y verticales,
le otorgan al edificio una calidad altamente expresiva, que cualifican el ambiente en el
juego infinitamente cambiante de la luz y de las sombras” 

AAVV. (1987) Wladimiro Acosta 1900-1967. FADU_UBA. Buenos Aires.1 Edición. Catálogo


de la exposición. Homenaje a Wladimiro Acosta.

Teatro San Martin, Ciudad de Buenos Aires

Este edificio está ubicado sobre la Av. Corrientes. En ella -y sus alrededores- se
encuentra localizada la mayoría de los teatros tradicionales que la ciudad posee.
Es una de las obras más reconocidas de la arquitectura moderna local y una de las más
valoradas dentro de la producción de Mario Roberto Álvarez. Los proyectistas
desarrollaron -siguiendo las lógicas de los principios de la arquitectura racional
funcionalista- un edificio a partir de la presencia de tres volúmenes, fácilmente
identificables por las diferencias morfológicas que presentan. Cada uno de ellos alberga
funciones específicas y diferenciadas. Los tres cuerpos están organizados según una
secuencia perpendicular a la Av. Corrientes y toman hasta el centro de la manzana.
Hacia 1962 se proyectó un cuarto volumen sobre la calle Sarmiento, que se conecta con
el teatro y que aloja el Centro Cultural General San Martín completando, desde 1970, un
complejo cultural de enorme vitalidad y de gran valor arquitectónico y urbanístico.
En el cuerpo A, un prisma perfecto sobre la línea de edificación de la avenida, se apilan
espacios destinados a los halles, las oficinas de administración del teatro y, en el remate,
un volumen exento alberga la sala de cine “Leopoldo Lugones”. El cuerpo B contiene las
dos salas principales de teatro, una sobre la otra: la “Martín Coronado” (sala tradicional
a la italiana) y la “Juan José de los Santos Casacuberta” (de planta semicircular). La
maquinaria ésceno-técnica de estas salas, aún hoy, a más de 50 años de su
inauguración, sigue siendo de una calidad y eficiencia notables. El cuerpo C alberga
funciones técnicas y artísticas de apoyo: los talleres, los camarines y las salas de ensayo.
Edificio entre medianeras; su fachada sobre la avenida Corrientes no presenta formas
que lo identifiquen con la función cultural que alberga. Un prolijo courtain wall remite a
los claros principios del “estilo internacional”, del cual Mario Roberto Álvarez fue uno de
sus fervientes difusores. La intensa iluminación artificial de los halles y foyers en las
horas en que las salas se abren al público, produce una transparencia absoluta de los
cristales de la fachada, integrando el interior del edificio a la vida cultural de la ciudad.
Una importante marquesina ubicada sobre el acceso, desdibuja el límite entre el interior
y el exterior, generando una zona de transición entre la calle y el hall del edificio.
Este hall se cuenta entre los espacios interiores más notables de la arquitectura
moderna local. La total abstracción de las formas, el equilibrio establecido a partir del
riguroso control geométrico y la presencia de estudiados detalles de terminación y
precisos y prolijos encuentros de formas y materiales, contribuyen a este logro. Además,
en este resultado espacial se puede apreciar la capacidad notable que los autores de
este proyecto poseían, para definir e integrar en un mismo ámbito de grandes
dimensiones, distintas escalas arquitectónicas.
Un atractivo de especial interés dentro de este edificio es la existencia, en el hall de la
sala Casacuberta, de un mural de Luis Seoane de once por treinta y cinco metros,
titulado “El nacimiento del Teatro Argentino”.
Edificio SOMISA

Introducción
El edificio surge como resultado de un Concurso Nacional de Proyectos para la sede de
una empresa dedicada a la fabricación de acero, obteniendo el primer premio del Fondo
Nacional de las Artes el estudio de M.R. Alvarez.
La sede Central para la Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (SOMISA), fue el primer
edificio erigido en la Argentina totalmente en acero y el primero totalmente soldado en
el mundo. Actualmente funciona la Comision Nacional Asesora de Personas con
Discapacidad (CONADIS).
A pesar de ser un edificio cuyos materiales no son los que definen el carácter de la
avenida en la que se localiza, su particular tratamiento, composición y color hace que se
integre con su entorno y se le valorice.
Situación
Está ubicado en la esquina de las avenidas Belgrano y Diagonal Julio A. Roca, en Buenos
Aires, capital de la República Argentina.
Espacios
El edificio comprende 7 subsuelos y catorce pisos por encima del nivel de calle.
Las circulaciones verticales fueron proyectadas en dos grupos que constituyen el eje de
la composición, en forma independiente para público, empleados y personal jerárquico.
Fue uno de los pocos edificios en el centro de la ciudad sobre cuya terraza se construyó
un helipuerto, que luego quedó en desuso por su mal estado de mantenimiento.

Estructura
El valor simbólico del edificio descansa en su estructura, esqueleto vivo que envuelve las
superficies acristaladas, sin sacrificar aspectos funcionales.
Constructivamente el edificio se divide en dos partes:
La primera enterrada, construida en hormigón armado hasta una profundidad de 24
metros.
La segunda superior, ejecutada con estructura metálica y con todos sus elementos
integrantes prefabricados y montados en seco.
La estructura metálica se apoya en cuatro grandes columnas de acero. Los dos núcleos
de circulaciones verticales quedan marcados en fachada. Este edificio expresa la idea de
construcción modular industrializada.
Fue concebido, como un gran mecano de alta precisión, con acero de sólo 3 mm, y
realizado con chapas planas que fueron conformando columnas, vigas y entrepisos.
Representó en su momento un desafío tecnológico sin antecedentes

Materiales
Sus elementos estructurales, forjados, cerramientos exteriores y particiones interiores
son íntegramente de acero, base para la industria del país, y del cual SOMISA fue su
principal productor.
Todo el perímetro del edificio, que es vidriado, estaba tratado con termopaneles de
cristal anticalórico doble con cámara de aire interior, a fin de lograr una aislación
térmica y acústica óptima.
El edificio está constituido por una piel exterior de cristal con su infraestructura de
sostén de acero, la estructura portante vertical y horizontal de acero y los núcleos de
hormigón armado pretensado de ascensores.
Torre IBM

Situación
El edificio IBM se encuentra en Catalinas Norte, zona céntrica de la ciudad de Buenos
Aires, rodeado de construcciones de alta densidad. Concluido en 1983, el edificio cambió
el perfil de la zona, mostrándose dominante en la perspectiva urbana.
El terreno se ocupó con un basamento que mantiene la escala urbana, sobre el cual se
levanta la torre.

Concepto
El edificio consiste en una torre apoyada en dos grandes núcleos estructurales de
hormigón, sobre un basamento. El basamento se separa tanto del suelo como del fuste
de la torre.
Se diseñó con las premisas de lograr la máxima superficie útil de las plantas tipo, libres
de columnas interiores y aprovechando la iluminación natural. Para lograr esta
flexibilidad, la obra se rige por un módulo que abarca desde la estructura hasta los más
mínimos detalles, como artefactos de iluminación.
Se utilizó como lenguaje una serie de franjas horizontales de llenos y vacíos,
características de la obra de Alvarez, donde vidrios y antepechos de vidrio dialogan con
el hormigón a la vista.

Espacios
En el basamento se ubican las áreas públicas y las áreas comunes. En el segundo piso,
amplias terrazas funcionan como expansiones de las oficinas, desarrolladas entre los
pisos 3º y 19º. El último nivel aloja la sala de máquinas. El conjunto dispone de tres
subsuelos, dos de ellos destinados a cocheras y uno a usos informáticos. La entrada al
edificio se realiza por un nivel más alto que la cota de calle, con una escalera que otorga
jerarquía y escala peatonal al acceso.
La modulación que rige todo el conjunto, otorga flexibilidad al armado de oficinas,
diseñadas de dos rangos. Las oficinas mínimas tienen 3 metros, con una circulación de
1.50 metros. Un alero perimetral y parasoles resuelven la protección solar y aportan
seguridad como medio de escape hacia una escalera exterior de emergencias.
Estructura
Se utilizó estructura de hormigón armado. El volumen de oficinas se sustenta en una
serie de columnas perimetrales y dos núcleos centrales que apoyan directamente sobre
la fundación. Las columnas no llegan al suelo sino que transfieren su carga a estos
núcleos a través de una estructura de transición de dos placas, una inferior y otra
superior. La inferior sube en pendiente e intercepta a la placa superior, que es
horizontal. Las cargas verticales y asimétricas son absorbidas por un emparrillado de
vigas.

Edifico American Express

El edificio presenta una expresión racional y de suma abstracción plástica, que se


contrapone a las formas figurativas de los palacios que sobreviven en la zona. Por otro
lado, completa, en los bordes y las cercanías de la Plaza San Martín, un repertorio de
formas arquitectónicas que caracterizan la variedad de la producción del siglo XX local.
Los locales sanitarios, núcleos de circulación vertical y pasajes de instalaciones se
ubican sobre las dos medianeras del edificio. De esta manera, la planta se convierte en
una superficie libre dispuesta para la flexibilidad de la distribución de los puestos de
trabajo y el aprovechamiento máximo de las visuales sobre las plazas. La planta baja
libre, en la cual se han dispuesto extensos sectores parquizados, incorpora una tipología
arquitectónica que no estaba presente en la zona.
La imagen construida a partir de las bandas horizontales y blancas de las vigas de los
balcones y, en un segundo plano, la superficie opaca, rígidamente modulada, de las
carpinterías, define la impronta característica de los edificios de oficinas proyectados
por Mario Roberto Álvarez.
Se partió de un terreno de 3200m2 (80 metros por calle Maipú y 40 metros por Arenales),
con una pendiente pronunciada, y ubicado en un entorno especial por su relación
directa con la Cancillería, el Círculo Militar y el monumento al Gral. San Martín.
Al contemplar el perfil de la manzana, surge la idea del volumen escalonado para tomar
las diferentes alturas de los edificios vecinos. Otro punto importante fue obtener un
máximo rendimiento de las plantas, flexibles de uso, para lo cual se proyectaron dos ejes
circulatorios situados sobre las dos medianeras, o sea, opuestos y distantes. Esta
resolución permite conseguir una superficie libre, más amplia, y con mayores
posibilidades de independizar áreas en una misma planta, siempre abastecida por los
dos núcleos circulatorios mencionados.
La Planta Tipo tiene forma de “L”, generando un patio posterior de buenas medidas (20 x
50 metros) y oficinas de gran extensión (de 20 metros de ancho), que se desarrollan
entre el 1º piso y el º12.

Casa Esmeraldina
 “la Arquitectura para mí es más una definición que una obra. Me interesa en particular
una frase de Mies, quien decia: architecture is helpful to put two bricks together
carefully. Lo interesante de esta frase es que la arquitectura no aparece en el momento
en que se ponen los dos ladrillos, sino que ésta aparece en el “carefully”; Care, cuidado,
y fully, pleno. Hacer que dos ladrillos juntos estén puestos con el máximo de cuidado, a
plenitud de cuidado, nada mas que eso”. He ahí la precisión del maestro Solano.
.
Quincho Tia Coral
 En este quincho construido en una finca de Asunción, el papel protagonista lo
desempeña una gran pérgola que cubre todo el ancho de la parcela sin apenas tocar el
suelo gracias a la dimensión de su canto, que la hace funcionar como una celosía. Lo
singular es que esta estructura rehúye la imagen convencional de una celosía
tecnocrática: está construida de una manera completamente artesanal. Las diagonales
están delineadas con piezas prefabricadas in situ, hechas de cascotes cerámicos y trozos
reciclados de vidrio que se han recibido con mortero sobre un sencillo molde; piezas
que, una vez colocadas siguiendo una secuencia pautada, apenas necesitan unos
tensores de acero para conformar un conjunto rígido que sombrea la parcela con sus
plásticas sombras...

Memoria del quincho de tia coral un quincho es un pabellón que por lo general se instala
en el fondo de los lotes urbanos, y que tiene por estas latitudes la misión de dar
cobertura a acontecimientos de carácter excepcional, cuya reiteración cíclica de
estudiada frecuencia y dosificación, coquetea con el pecar capitalmente y su
consecuentes cargas lesivas a nuestra salud. Pero para definir en específico “el por qué
este quincho es como es?”, lo previo no se compadece con su razón estructural, que
aunque se revela fundante en sus afirmaciones, no es concluyente. Hacemos lo que
hacemos para orientarnos, nos entendemos como seres lenguajeantes, y que en nuestro
afan de existencia colectiva y haciendo uso del mandato disciplinar ( velar por la
habitabilidad de los seres en cuanto humanos), nos aventuramos a producir nuevas
herramienta de recursos y posibilidades, que pongan en superación las oportunidades
de un vivir mejor, comomensaje y ofrenda que nos permita ser en los otros.
Reafirmamos nuestro decir que se escribe en piedras, superada la empatía imitativa,
conjuramos nuevas formas de convocar la materia, como muestra de nuestra patente
necesidad de mejorarnos mejorando en los otros. un cielo de cascotes, vidrios reusados,
pisos de cemento, algún cable y algún foco, para dar compañía a las
escenas de la vida.

Atelier Para Artistas

La llamada Casa de Estudio para Artistas, en la esquina de las calles Paraguay y Suipacha


de Buenos Aires fue proyectada por Antonio Bonet en 1938 junto a sus socios Horacio
Vera Barros y Abel López Chas.
Originalmente, el edificio fue proyectado para albergar varios talleres y lugares de
trabajo diseñados para artistas (el propio Bonet utilizó uno durante varios años), función
que el edificio continúa cumpliendo hoy. Para ello se aplican conceptos de la
vanguardia, logrando una obra marcada por los contrastes y la coexistencia de
opuestos, presentes tanto en el diseño de la planta como en la utilización de los
materiales de construcción. Con audacia, Bonet y sus socios incorporan dobles alturas,
terrazas con usos recreativos en el centro urbano y utilización desenfadada de formas
curvas y rectas que se contraponen para armar una composición dinámica que recorre
la obra.
El edificio es interesante ya desde el programa: cuatro locales en la planta baja y dos
pisos con siete talleres se encuentran comunicados en su interior por escaleras de
caracol. La primera planta es un monoambiente unido a un entrepiso, pensado como
lugar de descanso y baño. La planta superior se encuentra coronada por un techo
irregular, con forma de bóveda y cada departamento cuenta con una terraza-jardin.
La fachada emplea transparencias a través del uso del ladrillo de vidrio de diferentes
formatos. Este tratamiento se interrumpe en la esquina, orientada al oeste, donde el
edificio se muestra totalmente opaco gracias a una piel convexa constituida por las
lamas metálicas de un parasol. £1 tratamiento de este hueco constituye un manifiesto
en si mismo. El parasol metálico de largas lamas verticales gira gracias a un mecanismo
eléctrico, permitiendo una total apertura al medio circundante y logrando de este modo
que la luz y la perspectiva del cielo penetren sin barreras en su interior. Al mismo
tiempo, su conformación vertical permite detener los fuertes rayos del sol del oeste.
El empleo de múltiples componentes de acero (perfiles, chapa doblada, chapa
perforada, tejido de alambre) y vidrio (pavés circular y cuadrado, vidrio transparente y
traslucido, plano y curvo con apertura fija, corredera y basculante) obedece a la
intención de llevar a cabo la obra con recursos provenientes directamente de la
industria y, en lo posible, con montaje en seco. En oposición, las bóvedas del nivel
superior responden a la sabiduría popular y al trabajo artesanal.
La utilización del vidrio en la planta baja de locales permite materializar la disolución del
limite entre interior y exterior, creando un espacio continuo y presentándolo como un
mero diafragma técnico, sin autonomía compositiva ni conceptual. Además, el mitico
sillón BKF, diseñado para este conjunto de talleres, es otro signo más de su actualidad e
inalterable espíritu moderno.

Edificio terraza palace

La construcción se llevó a cabo entre 1957 y 1958 y el constructor fue Dante Bernasconi.
Su slogan de venta en los ’60 fue “aproveche los jardines flotantes frente al mar…”
Situación
El edificio se emplaza sobre el Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos 5649, con
vistas al jardín escalonado de la barranca frente al mar, Mar del Plata, Argentina.
El solar se encuentra en situación de esquina. Si bien en la actualidad Playa Grande es
una de las zonas más caras de la ciudad y de gran explotación inmobiliaria, con altas
torres, en 1957 era una zona con muy poco desarrollo urbanístico, ocupada sólo por
algunas viviendas bajas.

Concepto
El planteo acompaña la topografía del paisaje, con una fuerte pendiente hacia el mar en
forma de jardín escalonado.
El recurso de ir escalonando los niveles permite a todos los departamentos tener una
excelente iluminación y que su cono de sombra sobre las playas disminuya
considerablemente.
Se distingue un riguroso orden compositivo y una colección de elementos modulados
como brisoleis, columnas y losas de hormigón.
Se apoya en una de las medianeras, dejando exentos las otras tres caras.
El proyecto se define en ocho niveles, desarrollado en forma de terrazas que se retraen
desde la línea municipal de edificación a medida que ascendemos de nivel. El
escalonado comienza en la tercera planta de viviendas.

Espacios
El edificio se compone de ocho niveles que contienen las 40 unidades habitacionales,
ubicadas perpendicularmente a la fachada principal.
La planta baja contiene un gran hall vidriado y varias zonas verdes. Apoyándose sobre la
medianera paralela al mar, está ocupada por una franja de viviendas.

Departamentos
Las plantas de viviendas se organizan a partir de tres núcleos verticales que resuelven el
acceso a dos departamentos cada uno.
El escalonado sobre el frente marítimo provee una excelente iluminación de los
departamentos. La iluminación de las plantas posteriores está resuelta con patios de
doble altura.
Cada departamento tiene su expansión hacia la costa, enmarcada por el brisolei o
parasol del frente. Originalmente, las terrazas estaban pensadas como jardines, pero
fueron reemplazados por pisos convencionales ya que el clima marítimo no es el
indicado para mantener en condiciones la vegetación, especialmente por las lluvias que,
además de constantes, no alcanzaban a drenar en su totalidad.
En el acceso del edificio se encuentran dos famosos sillones BFK, diseñados por los
arquitectos Antonio Bonet, Jorge Ferrari-Hardoy y Juan Kurchan. El prototipo fue
desarrollado en 1939, y pronto se transformó en un ícono moderno para los espacios
interiores. Desde 1950, el sillón integra la colección del Museo de Arte de Nueva York y
está incluido dentro de los 100 mejores diseños industriales de los tiempos modernos,
según el Institute of Design del Illinois Institute of Technology.

Estructura
Se utilizó una estructura independiente de hormigón armado.
Casa OKS

La casa Oks, situada en la calle Domingo Repetto de la localidad de Martinez, Buenos


Aires, Argentina, es una obra de Antonio Bonet construida entre 1953 y 1957.
En 1953, después de una visita a las obras que Antonio Bonet había realizado en
Uruguay, el ingeniero Mariano Oks y su esposa Martha le encargaron el proyecto de su
vivienda en la localidad de Martínez, en el cinturón residencial ubicado al norte de
Buenos Aires. El solar, ubicado en el centro de la manzana, presentaba una geometría
rectangular en forma de “L” con una profundidad de 73m y un ancho variable entre
19,6m en la fachada a la calle Domingo Repetto y 28,8 metros en el fondo de la parcela.
Desde los primeros esbozos, Bonet proyecta la planta de la casa como un prisma
rectangular en la parte central del solar, donde ésta pudiese tener un ancho mayor,
separando así el terreno en un patio de acceso a noroeste y otro en el interior, más
privado, con una piscina ya existente, a sureste. El programa de la casa se divide entre la
zona de día, con el hall de entrada, el salón, la biblioteca, la sala de música y la zona de
comedor además de otro salón para los niños, en la planta baja, situada a unos 70 cm
por encima del jardín; y la zona de noche en el piso superior con las habitaciones y
baños, tanto para la familia como para el servicio. Una escalera en el extremo suroeste
de la casa conecta la zona de servicio de ambos niveles, independiente de la escalera
principal, ligada al salón y al acceso. Un pabellón de juegos de una sola planta- que
incluye los vestuarios- cierra el fondo del terreno utilizando el mismo lenguaje plástico
del cuerpo principal de la casa.
La casa se compone de una malla estructural de pilares y vigas en perfiles "I" con una
modulación diferente en los dos sentidos. Bonet parte de la división del ancho de la
parcela en siete crujías iguales, resultando así una separación de 4,05 metros por
módulo en ese sentido. En el sentido perpendicular el módulo cambia a lo largo de las
diferentes versiones del proyecto y finalmente materializa un esquema de A-B-C-B-A
diferenciando así unas pasarelas exteriores alrededor de la vivienda y un lugar central de
circulaciones y servicios.
La retícula metálica, pintada de negro mate, inscribe no sólo la geometría de la vivienda
sino también un volumen virtual a doble altura de terrazas y balcones en la zona este,
rematado con una escalera, que permite, a través de una pasarela, la conexión exterior
del piso superior y el jardín. La escalera exterior está sustentada por una pared
rematada con cerámica esmaltada de tonos terrosos que, junto con la sucesión de
cubiertas y la estructura siempre vista, ayuda a contener el espacio, en un juego de
planos rico en situaciones. La simplicidad y pureza de los planos, la síntesis entre
estructura y espacio, la mezcla entre materiales industriales y planos de materiales
cerámicos de color recuerdan los principios proyectuales que guían otras obras suyas en
la época, como La Ricarda -su primera obra española- el Pabellón Cristalplano o el
proyecto no realizado de la Casa Perojo

Banco Nacion
El edificio se levantó en terrenos que hoy delimita la avenida Rivadavia y las calles
Reconquista, Bartolomé Mitre y 25 de Mayo, donde había un enterratorio en épocas de la
colonia-por la cercanía con la Catedral- y ya en el siglo XX, la primera sede del Teatro
Colón. La elección del sitio no fue antojadiza porque se pensó al banco como una
parte del conjunto urbano formado por Casa de Gobierno, Ministerio de Economía y ex
Banco Hipotecario, que rodean la Plaza de Mayo.
La entrada principal tiene “un importante pórtico tetrástilo cuyas columnas adosadas al
muro se definen por sus capiteles corintios, con hojas de acanto y volutas de diseño
excepcional, y están rematadas en un frontis que naturaliza el lenguaje clásico y cierra
en una mansarda sintética”, es la descripción técnica que ofrecen desde el área de
Gestión de Información Edilicia. “Las fachadas acusan un manejo profesional de los
elementos decorativos con calidad compositiva y artística. Las caras laterales muestran
un predominio de aventanamientos verticales ordenados rítmicamente. Predomina el
eje de simetría y la idea de regularidad, presentes en los métodos proyectuales del
academicismo tardío francés. Todos estos factores, la composición Beaux Arts y el
control riguroso del vocabulario estilístico ponen en evidencia la capacidad de
recreación histórica que poseía Bustillo”.
Para gran parte de la estructura e interior se utilizaron materiales de carácter
imperecedero, casi inmutables, como mármol (predomina travertino, granito rojo y
estuco), piedra y bronce, “fundamentales para acompañar la expresión formal y la
imagen de perpetuidad que se pretendía alcanzar”. Las fachadas son de piedra cuarcita
traída de Chapadmalal y Balcarce.

iglesia de fatima

La iglesia se encuentra en la esquina de una importante avenida (Av. Libertador 13.900)


en Martínez, Buenos Aires, Argentina.
Tiene dos accesos y está rodeada de una forestación no muy abundante que contribuye
al clima de calma espiritual y la integra al contexto urbano.
El atrio se encuentra en un nivel más alto al de la calle respetando el diseño tradicional
de una iglesia. Aloja debajo al Teatro de la Cova al cual se accede desde la calle,
indicando así su independencia del control de la Iglesia y su integración con la
comunidad laica vecinal.
Concepto
Se planteó la búsqueda de la identidad local o una vuelta a las raíces históricas desde
una perspectiva moderna, conjugando una síntesis de múltiples influencias: el
brutalismo corbusiano, la tradición edilicia colonial y la espacialidad organicista. Esta
mezcla de tendencias convergió también con los cambios de la renovación litúrgica
católica.
La Iglesia de Fátima desarrolla un partido de templo central en cruz, en el cual el espacio
central está coronado por una gran pirámide de ladrillo.
Esta obra marca el punto más alto de una corriente efímera de la arquitectura argentina
que se autodenominó «de las casas blancas». En el contexto de la arquitectura argentina
de fines de los años 50 y comienzos de los 60, esta corriente significó una reacción
contra la generalización anodina del International Style, postulando un lenguaje
inspirado en las tradiciones constructivas vernáculas, en especial en la austeridad
propia de la arquitectura colonial del territorio argentino.
Espacios
La espacialidad del interior, en su escala y en el sentido horizontal de sus proporciones,
remite a arquitecturas tradicionales, pero la ausencia de vigas y la consecuente
continuidad espacial, establecen una marcada diferencia respecto al pasado.
La planta muestra un orden geométrico de formas simples, pero el eje de simetría no
cuenta para las elevaciones.
El concepto cristocéntrico es una de sus características distintivas. Todas las líneas del
templo convergen en el altar mayor: la afluencia de los techos, la dirección de los
caminos, la orientación de las aberturas y la circulación.
Los mojones que sostienen los palos o losas de la pirámide central que cubre la nave y el
altar son robustos y representan la fortaleza religiosa de la iglesia.
Estructura y Materiales
La estructura es de hormigón armado, los gruesos muros de ladrillos encalados, los
suelos de ladrillos comunes puestos de panza, la deliberada sequedad de los profundos
vanos, las juntas entre muros resueltas con rajas de mármol claro por donde se filtra una
luz ambarina, resumen los elementos paradigmáticos del vocabulario puesto en juego
por los arquitectos que militaron en la corriente del casablanquismo.
Todos los materiales utilizados eran de fabricación nacional y se dejaron a la vista las
terminaciones en bruto. Se pueden ver tanto las marcas del encofrado de columnas y
cubierta como así también los ladrillos «a la vista» en todos los muros simplemente
pintados de blanco a la cal.

Ex Palacio Anchorena

Este edificio fue la residencia particular de Mercedes Castellanos de Anchorena, quien lo


inauguró oficialmente en 1916, con un gran baile en conmemoración del centenario de
la independencia de la República Argentina.
El arquitecto Christophersen es uno de los mayores exponentes de la producción de
arquitectura academicista -de filiación francesa- en nuestro país y este edificio está
considerado como su obra más importante. En él pueden observarse claramente
algunos de los principios de la composición beaux arts; un eje perpendicular a la calle
Arenales y otro, que lo corta a 90º, organizan la ubicación y articulación del patio de
honor (cour d´honneur) que actúa como acceso a las tres viviendas que componen el
edificio. Una de ellas era ocupada por la propietaria con sus hijos solteros, y las otras,
por dos de sus hijos con sus respectivas familias.
Los volúmenes de las tres viviendas rodean el patio de planta elíptica; dos, enmarcando
con sus fachadas idénticas, el refinado tratamiento formal del acceso sobre la calle
Arenales; la tercera, se ubica en el cuerpo que se encuentra como fondo de este patio.
Las dos pequeñas cúpulas (únicas excepciones a las cubiertas con mansarda que cubren
los volúmenes) están ubicadas en los puntos de articulación de las viviendas,
identificando la separación de los tres cuerpos de altura uniforme. Continuando con el
esquema académico, el edificio está compuesto por un basamento, dos niveles y un
remate; en la planta inferior se alojaban las distintas áreas de servicios, las áreas de
recepción en el primero, los dormitorios en el segundo y en el tercer nivel, bajo la
característica mansarda de pizarra desde la cual se levantan las numerosas chimeneas
que ornamentan el conjunto, las habitaciones de servicio. El primero y segundo piso
conforman una unidad que se destaca entre la piedra oscura del basamento y la franja
superior de la mansarda; unidad que se reafirma por los pares de pilastras que recorren
los dos niveles.
Enfrentada al acceso y atravesando el patio de honor se encuentra la imponente
escalera que conduce a la galería del primer nivel. Los salones ubicados en el primer
piso también evocan en su decoración la tradición del clasicismo francés.
Sobre la calle Basavilbaso puede observarse el espléndido bow window donde
funcionaba el jardín de invierno, construido en herrería metálica. Su excelente factura es
similar a las puertas y rejas del portal de acceso.

estación Retiro

La fachada principal de la estación, de 160 metros de extensión sobre la línea municipal,


enfrenta la Plaza Fuerza Aérea Argentina, en el centro de la cual se levanta la célebre
Torre Monumental (anteriormente llamada Torre de los Ingleses).
Este edificio responde a las soluciones típicas de la arquitectura de servicios,
implementadas desde la segunda mitad del siglo XIX. Un edificio noble, compacto, que
ocupa la totalidad del ancho de la estación frente a la plaza, donde se encuentran las
áreas administrativas, esperas, boleterías, servicios y el gran hall de accesos a los
andenes, y a continuación, un edificio industrial donde se desarrolla la entrada y la
salida de los trenes.
El primero está resuelto según los principios de la arquitectura académica o beaux-arts.
Una rígida simetría organiza la distribución de los volúmenes, motivos y elementos que
componen la fachada sobre la plaza. El tramo central, donde están ubicados los accesos,
remata en una sobresaliente cúpula que se destaca del conjunto por su forma y
volumetría. A su vez, el color negro de su revestimiento, establece una continuidad con
los remates de las mansardas de los volúmenes laterales, que contrastan de manera
armónica con el color de la piedra del resto del edificio.
Una vez traspuesto el hall central, se encuentran los ocho andenes, cubiertos con dos
bóvedas de cañón corrido metálicas que cubren, cada una de ellas, la mitad del ancho
de la estación. Se alternan en la cubierta, módulos opacos de chapa con módulos
traslúcidos que iluminan este gran espacio. El contraste entre la parte noble del edificio
sobre la plaza y la imagen industrial de las naves que cubren los andenes es típica de los
edificios de infraestructura de servicios de la época de su construcción.

iglesia de la atlantida

Situación

No se trata de la iglesia para el balneario y su población turística de temporada, sino


para el pueblo estable que constituye su economía en torno a la formación de recursos
para la actividad turística. El pueblo es, como lo describe Dieste, «uno de esos informes
agrupamientos que no llegan a ser una aldea y que muestran, con la maciza claridad de
la arquitectura, el desorden y la injusticia de nuestras sociedades: es un pueblo de
obreros y campesinos que surten el balneario de lechugas, de albañiles y de muchachas
de servicio». Así que no resulta extraña la convocatoria de este ingeniero, ya para esa
época especialista en resoluciones económicas y operativas de galpones y edificios
utilitarios, si se comprende que concretamente se le pide un galpón que pueda ser
usado como iglesia.

Concepto

La iglesia de Cristo Obrero es una obra inicial. Dieste la llamaba «mi primera experiencia
arquitectónica» y es evidente que su proyección la planteó no pocos problemas. En ella,
el arquitecto expresó ciertamente la posibilidad de sus experimentaciones llevadas a
cabo con la lámina de ladrillo, pero también se esforzó en construir un lenguaje
arquitectónico alejado de los códigos establecidos en torno a las posibilidades
tecnológicas de los países desarrollados. Toda las obras de Dieste se ciñen a las fórmulas
dictadas por la racionalidad constructiva, aunque develan la manipulación desde esas
mismas fórmulas, convirtiendo rigor científico y experiencia empírica en objetos
asombrosos, revisando siempre y en su sentido más amplio y fuerte, la noción de
arquitectura como lealtad al lugar.

La respuesta de Dieste es un proyecto excepcional, que muy tempranamente plantea


problemas que van a hacer eclosión en los años ochenta alrededor de las ideas de
posmodernidad y regionalismo. La iglesia de Cristo Obrero pone en evidencia las
posibilidades de ampliar el proyecto moderno desde las áreas periféricas al centro
originario, tanto como abre la obra de Dieste a su posterior desarrollo.

Desde la intimidad devota de la iglesia románica o desde la liviandad elegante de las


catedrales góticas hasta la originalidad estilística de Gaudí parecen estar presentes en la
arquitectura de Dieste y en ella se suceden los espacios creando una imagen repetitiva
en la función creadora del hombre y su ejecución. Cada pieza, cada ladrillo, cada
hombre son parte de un todo, de un liviano sostén que se construye con la razón y el
pensamiento, adaptados a su entorno y posibilidades, comprobando así que los
modelos exportados y deshumanizados del propio contexto, no cumplen con la función
social que el genio de Dieste quería transmitir.

Espacios

Para Cristo Obrero, cuyo costo fue «igual al de un galpón», Dieste construyó un complejo
objeto arquitectónico de extraordinaria materia tecnológica y formal, configurando un
cruce profundo entre los aspectos programáticos de la iglesia y las posibilidades
expresivas de su investigación. Proyectó una nave rectangular de treinta metros de largo
por dieciséis de ancho, cubierta de diecinueve metros de luz en sus sectores más
anchos. La línea ondulada de la cubierta está repetida y amplificada en los
sorprendentes muros laterales, construidos como una sucesión de conoides de siete
metros de alto, de directriz recta en el nivel cero y ondulada en la parte superior, con
perforaciones irregulares cerradas con vidrios coloreados. La unión entre las superficies
onduladas de la cubierta y los muros introduce una particular inestabilidad formal que
extraña los efectos de las láminas de ladrillo a la vista.

En la entrada, el entrepiso del coro secciona el muro de la fachada en dos franjas. En la


inferior, la lámina de ladrillo está replegada asimétricamente conformando el acceso y el
espacio de la escalera al coro.
En la franja superior, con la neta y recortada superficie de las tres hileras de planos
desplazados, Dieste consigue acentuar la fluidez formal de las láminas curvas del resto
del edificio. Al fondo de la nave, al ubicar la sacristía y la capilla de la Virgen de Lourdes
por detrás del muro curvo que rodea y arma el presbiterio, y sin qué sus muros lleguen al
techo. Dieste crea un profundo hueco que vuelve visible el fondo de la nave.
De esta manera, al percibir la fricción entre la interpretación del presbiterio como
espacio de «mayor densidad espiritual» y la noción de iglesia como espacio comunitario
e igualitario, opta por unificar el espacio de la nave y remarcar la densidad espiritual del
presbiterio con la exposición de la lámina curva y la profundidad del espacio
indeterminado por detrás de ella.
En el exterior, los muros laterales construyen un paisaje enrarecido de repeticiones. En
su diseño, Dieste consigue revelar las posibilidades tecnológicas y expresivas del ladrillo
como material universal; y en mayor medida que en el interior, las constantes
variaciones de luz sobre la superficie de los conoides ahondan, y al mismo tiempo
descubren, el extraordinario esfuerzo formal realizado.

El conjunto parroquial se completa con un campanario proyectado como una torre


cónica perforada en toda su superficie a un lado de la iglesia y, al otro, con el volumen
prismático triangular de la escalera de acceso al baptisterio subterráneo, de planta
circular, cubierto por una cúpula e iluminado por una linterna de ónix.

Estructura

Las paredes y cubiertas de delgadas superficies regladas y plegadas de Dieste, son de tal
esbeltez, que nunca antes se habían podido conseguir con materiales tradicionales, lo
que logra con su ingenio y destreza constructiva, contrastando enormemente con la
arquitectura de sus contemporáneos (Le Corbusier y Candela, entre otros), hecha con
hormigón armado.
Las edificaciones de Dieste pueden considerarse como un manifiesto adelantado de la
Arquitectura Sostenible, por su eficacia en el empleo de la materia.

Las singulares obras de Dieste sólo pueden entenderse a partir de los saltos técnicos que
realiza en la obra de fábrica, y que para poderlos asumir, hay que ser capaz de dejar de
lado los conocimientos previos adquiridos sobre la construcción tradicional de las
fábricas y sus materiales.
La “trabazón” ha sido indispensable entre las piezas de toda obra de fábrica, para lograr
su estabilidad, lo que se obtiene contrapeando las piezas de sucesivas hiladas entre sí,
evitando en todo momento dejar en continuidad llagas verticales.
El “aparejo” se constituyó como una determinada manera fiable, segura y constante, de
lograr la “trabazón” entre sus piezas, generándose con ello un patrón constructivo
característico de “cada tipo de aparejo y lugar” (aparejo inglés en cruz, aparejo belga,
aparejo a tizón a la española, etc.).
La concienzuda colocación tradicional de los ladrillos trabándolos entre sí, manteniendo
un determinado aparejo en la obra de fábrica, desaparece totalmente en la arquitectura
de Dieste, ya que de forma reflexiva, éste añade a la misma un nuevo componente, “el
acero”, en barras o alambres, que incorpora de forma regular y homogénea en el
conjunto de la fábrica.

Para ello, Dieste dispone en todas sus obras, cuando le conviene, las piezas sin
contrapear ni aparejar, lo que genera una retícula bidireccional entre las piezas, donde
poder ubicar los alambres o barras de acero, entretejiendo la fábrica en todo su
conjunto con un material dúctil, en vez de trabar sus piezas.
Todo ello le permite a Dieste crear la que él denomina “cerámica estructural”, donde
varía la proporción de armado en función de la ductilidad conjunta que desee generar
en la fábrica o de las necesidades tensionales locales que se requieran para los
atirantados o postensados, según cuál sea la tipología estructural que esté
construyendo.
Materiales

Eladio Dieste había comenzado a explorar los problemas de la bóveda hacia 1945, como
resultado de su colaboración profesional junto a Antonio Antonio Bonet. La experiencia
acumulada en la construcción de bóvedas de hormigón armado le permitieron llegar a
sus experimentos con el ladrillo en la construcción de superficies laminares. Anclado en
los aspectos teóricos y racionales del cálculo matemático aplicado a la construcción y al
diseño, Dieste centró su exploración proyectual en la operativa del ladrillo como
elemento organizador de la estructura. Si bien, y ya desde Cristo Obrero, su producción
construyó un paradigmático universo formal, ciertamente extrañado del léxico moderno
ortodoxo, lo cierto es que el virtuosismo constructivo fue el marco donde encontró sus
posibilidades expresivas. Para Dieste, «una arquitectura sana no puede producirse sin
un uso racional y económico de los materiales de la construcción»

Edificio Comega

La construcción del edificio COMEGA, perteneciente en su origen a la Compañía


Mercantil y Ganadera S. A., fue uno de los primeros rascacielos de Buenos Aires. Situado
en un entorno donde prevalecían las soluciones académicas para los edificios públicos,
la austeridad que resulta de sus volúmenes despojados de toda ornamentación y la
esbeltez de sus formas, destacan de manera notable. A escasos metros de él se ubican el
primer edificio de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y el Correo Central. La presencia
de la pronunciada pendiente que adquiere este último tramo de la avenida Corrientes
(resabio de la barranca sobre el río) le otorga un grado mayor de interés a esta particular
situación urbana.
Los trabajos de su construcción comenzaron en 1931, en un terreno de esquina, casi
cuadrado, de 25 por 26 metros. El edificio está construido con estructura de hormigón
armado y está revestido exteriormente con mármol travertino. Con más de 80 metros de
altura, está compuesto de una planta baja, 21 pisos altos y una terraza-mirador con
vistas privilegiadas sobre el cercano Río de la Plata. De sus tres sótanos, dos están
destinados al uso de cocheras.
Pertenece a esta primera generación de rascacielos (como el Safico y el Kavanagh) que
proponen una expresión donde la falta de ornamento, el valor de la pureza geométrica
de los volúmenes sencillos y escalonados en altura y la repetición de un mismo tipo de
aberturas son característicos. Aquí, los particulares recursos utilizados refieren
claramente a la vertiente del racionalismo alemán.
El basamento, de tres niveles, adopta soluciones diferenciadas sobre las dos calles.
Mientras que en el lado que corresponde a la avenida Leandro N Alem, presenta la
característica recova, sobre la Av. Corrientes propone amplios y altos vanos, que
enmarcan los accesos.
Sobre esta plataforma, se levantan (sobre la línea exterior de la recova) dos cuerpos
laterales de doce plantas que llegan hasta los bordes del terreno. Un tercer cuerpo, con
perímetro libre, se eleva por encima de estos dos, en una ubicación central y retrasado
respecto de la recova, originando un gran vacío central. El volumen curvo saliente, a la
manera de un bow-window, en el centro del piso 19, rompe con la rígida geometría de
ángulos rectos presente en toda la obra. El retiro del tercer volumen origina una especie
de patio en U, abierto hacia la avenida Alem, al que se abren buena parte de las oficinas
de las plantas tipo. Aún hoy, este tercer cuerpo se sigue destacando en el horizonte
próximo de la ciudad

Edificio Municipalidad- Ciudad de BsAs

Introducción

Buenos Aires Ciudad Casa de Gobierno pretende tener un impacto ambiental y social
positivo en la ciudad y forma parte de una iniciativa general de regeneración del barrio
de Parque Patricios, un antiguo parque empresarial de industria ligera situado al sur del
centro urbano, que ahora emerge como foco de atracción de industrias de alta
tecnología, combinando un diseño ecológicamente eficiente con una disposición interna
innovadora y altamente flexible de pisos de trabajo en terrazas.

Se trata del primer proyecto de oficinas que lleva a cabo el estudio de Norman
Foster en Argentina. El proyecto ganó el premio a la mejor construcción sostenible en los
premios a la excelencia de la American Planning Association.

Originalmente el estudio londinense de Norman Foster diseñó el edificio para ser


utilizado por el Banco Ciudad, el banco municipal de Buenos Aires, pero posteriormente
los planes cambiaron y la propuesta se adaptó a las nuevas funciones. Según los
arquitectos esto fue posible gracias a lo que los arquitectos describen como la
«flexibilidad inherente de su diseño».

Ubicación

La sede de la Casa de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires se ubica en el barrio de


Parque Patricios, calle Uspallata 3160,  Buenos Aires, Argentina, ocupando una manzana
entera.

La nueva Casa de Gobierno se inserta en el Plan Urbano, que junto con otras obras en
ejecución, propone la el desarrollo económico de la postergada área sur de la ciudad
bajo un nuevo paradigma de la sociedad de la información, la inclusión social de ciertos
sectores de la población y la revitalización urbana.   El edificio se encuentra dentro de los
límites del Distrito Tecnológico creado en diciembre de 2008.

Concepto

La máxima prioridad de Foster fue crear un ambiente de trabajo sustentable y lleno de


luz. Mediante la utilización de materiales que se inspiran en el pasado industrial del
lugar el arquitecto refuerza el carácter único del barrio a la vez que en su diseño se hace
eco de su entorno,  con patios ajardinados y pasarelas sombreadas. El proyecto se
extiende hasta los lindes del emplazamiento y está organizado como un campus interno
de “pueblos” interconectados por vías de circulación y patios exteriores ajardinados.

Espacios

El edificio con paredes de vidrio y una  altura de 24,38m  encierra aproximadamente


45.000m2 totales en cuatro niveles, más dos niveles bajo tierra.

La plaza de acceso está sombreada por una ondulante cubierta de hormigón que se
apoya en esbeltas columnas del mismo material.  En el interior, el techo abovedado de
hormigón está texturado y expuesto volviendo a mostrar las ondulaciones en el alero
voladizo exterior, como protección de la cristalera de la fachada trasera.

Una vez dentro el visitante accede a un atrio que se eleva toda la atura del edificio,
extendiéndose a lo ancho,  y al cual balconean los cuatro niveles de oficinas, todas ellas
con vistas directas  al parque debido a los muros cortina acristalados de suelo a
permiten un alto grado de flexibilidad en la planificación de los espacios de trabajo.
Edificio Chacabuco

En esta obra se encuentra una novedosa solución para una tipología que, a principios
del siglo XX, estaba en pleno desarrollo en nuestro medio: el edificio de oficinas.
En un terreno con ciertas irregularidades, ubicado a metros de la Av. de Mayo, el
arquitecto García Núñez proyectó un edificio que es un claro exponente del llamado
“arte nuevo”. Esta corriente arquitectónica se presentó, a fines del siglo XIX y principios
del XX, como alternativa al eclecticismo historicista imperante, adoptando diferentes
denominaciones: modernismo (Cataluña), art nouveau (Bélgica y Francia), Sezession
(Viena), liberty (Italia). En García Núñez, argentino formado en Barcelona, convive una
importante influencia del modernismo catalán con elementos derivados de la
arquitectura de la Secesión vienesa, especialmente de Otto Wagner. A partir de estas dos
vertientes, García Núñez realizó una arquitectura muy personal que lo convierte en uno
de los representantes mas innovadores de los modernismos locales de principios
delsiglo XX.
Siguiendo una composición simétrica, el edificio se organiza con dos locales que ocupan
toda la planta baja, separados por el hall de ingreso, el cual, escalera mediante, conduce
al primer piso, el verdadero punto de arranque del sector destinado a oficinas. Éstas se
organizan linealmente, ocupando tres lados del importante patio central de planta
rectangular y de cuádruple altura, cubierto por una claraboya de hierro y vidrio. Las
circulaciones perimetrales y los puentes que las unen, materializados con losetas de
vidrio, junto con la importante carpintería del fondo, contribuyen a la iluminación de los
locales, creando un espacio de gran riqueza por sus transparencias e interrelaciones.
El ascensor metálico, con toda su maquinaria expuesta, otorga el edificio un carácter
industrial y un indicio de incipiente funcionalismo.
La fachada, dividida en cinco paños, acentúa la verticalidad a partir del aumento de
altura de los paños extremos, a manera de torres. El balcón corrido del primer piso, el
tratamiento decorativo, las molduras, texturas y herrerías, son elementos que forman
parte del repertorio típico de la arquitectura de este autor. Si bien es difícil ingresar, la
calidad proyectual y ornamental de la fachada, sumada al entorno urbano en el que el
edificio está emplazado, ameritan el traslado hasta él.
Otros interesantes edificios de García Núñez pueden verse en la esquina de Paso y
Viamonte y en el Casal de Catalunya, Chacabuco 863, junto al arquitecto Eugeni
Campllonch.

Casa Ponce San Isidro

Introducción

Se trata de una casa diseñada por el estudio del arquitecto chileno Mathias Klotz para el
Sr. Hernán Ponce.
La Casa Ponce es un encargo para vivienda unifamiliar en un barrio de los años ’40 en el
conurbano de Buenos Aires.

Situación

Está ubicada en la calle Pedriel 1540, en San Isidro, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Consta de dos niveles desplantados sobre una superficie accidentada con pendiente
constante y abundancia en vegetación, ubicada frente al Río de La Plata, Buenos Aires,
Argentina.

El terreno es extremadamente largo y angosto (16 x 120 metros), con importante


vegetación en sus bordes, una fuerte pendiente y vista sobre el Río de La Plata en uno de
sus extremos, lo que le da un aspecto de quebrada

Concepto

La idea es mantener libre la vista desde el acceso hasta el río, de modo de que la casa no
se transforme en un tapón que divida el terreno en un delante y un atrás.
Se logra con la circulación marcada una continuidad espacial.
La casa Ponce plantea una serie de nuevos puntos de vista sobre el Rio de La Plata, en un
terreno estrecho y con poco asoleamiento.
Asimismo la casa trata de captar la mayor parte de asoleamiento posible al elevarse en
el terreno y se rodea del entorno natural de agua, cielo y vegetación, pudiéndose
contemplar estos elementos desde cualquier punto del interior de la casa.

Espacios

El programa se desarrolla en dos volúmenes flotantes y un zócalo semienterrado.

En la planta principal , a nivel de la calle pero elevada respecto del terreno en esa parte,
se ubican los espacios públicos: cocina, terrazas y piscina, formando un volumen
completamente vidriado que se relaciona visualmente con el terreno en todas sus
direcciones.

En la planta superior se ubican las habitaciones en un volumen más cerrado que el


anterior, cuya azotea sirve como terraza.

En el zócalo se encuentran la lavandería, sala de máquinas, bodega y cuarto de servicio.

La casa plantea un juego volumétrico y estructural, de modo que la barra masiva que
contiene las habitaciones descansa sobre un volumen de vidrio, que a su vez flota sobre
una base rehundida de los bordes que contienen los servicios.

Estructura

El tipo de estructura utilizada es completamente de hormigón armado.

Materiales

Los cerramientos y cubiertas son de acero inoxidable, cristal y profilit (U-GLASS).


Las terminaciones interiores son de hormigón visto y hormigón revocado.
Congreso Nacional

En 1894, con la inauguración de la Avenida de Mayo, el Poder Ejecutivo fue autorizado a


llevar a cabo la construcción del Palacio del Congreso. A tal efecto se llamó a un
concurso internacional, organizado por la Sociedad Central de Arquitectos, y la obra fue
adjudicada al arquitecto italiano Víctor Meano, coautor junto al arquitecto Francisco
Tamburini del nuevo Teatro Colón de la ciudad de Buenos Aires. Ante la muerte de
Meano en 1904, la obra fue finalizada por el arquitecto belga Julio Dormal, quien
también se hizo cargo de los trabajos de terminación del Teatro Colón.
Las obras recién se concluyeron en 1946.
El edificio del Congreso está ubicado estratégicamente como remate del trazado de la
Avenida de Mayo. Un conjunto de 3 plazas consolida la presencia del eje institucional del
poder ejecutivo con el poder legislativo y realza la perspectiva sobre el edificio: la Plaza
del Congreso (más cercana al edificio), la Plaza Mariano Moreno (en posición intermedia)
y la Plaza Lorea (sobre la avenida de Mayo). En la primera de ellas se encuentra el
Monumento a los Dos Congresos, en alusión a la Asamblea del año 1813 y al Congreso de
Tucumán, obra de los belgas D'Huique y Jules Lagae. Sobre la preexistencia de la Plaza
Lorea (frente al teatro Liceo), Carlos Thays definió este nuevo conjunto de espacios.
El edificio del Congreso es uno de los más ricos y destacados ejemplos de la arquitectura
de composición que tiene Buenos Aires. Está conformado por una gran masa edilicia de
perímetro libre, en la que puede observarse una distribución tripartita en el sentido
horizontal: un pesado basamento de granito de Tandil, el desarrollo definido por el
orden que toma los pisos principales y la culminación con la cúpula peraltada. Con
estudiadas proporciones, la cúpula fue absolutamente pensada en términos del espacio
urbano para integrar y cualificar el remate del eje institucional de la Avenida de Mayo,
que a su vez es coincidente con el eje de simetría de la composición del edificio. El
desarrollo vertical de la cúpula provoca una fuerte centralización del edificio que se
desarrolla hacia las esquinas mediante dos pabellones (uno a cada lado) que a su vez
rematan en sendos volúmenes de esquina. La fachada principal contiene pórticos en su
frente y en las alas laterales.
La distribución funcional está organizada en base a dos ejes de composición
perpendiculares: el este-oeste (coincidente con la proyección de la Avenida de Mayo)
que aloja al acceso principal, el atrio con las escaleras laterales, el gran hall, el Salón
Azul bajo la cúpula y, en el centro, el Salón de los Pasos Perdidos, la Galería de los
Bastones, finalizando con un hemiciclo (donde se encuentra la Cámara de Diputados)
que se expresa contundentemente en la fachada sobre Combate de los Pozos.
En el eje norte –sur están ubicados los accesos secundarios, el recinto de los Senadores,
la gran escalera, la sala de conferencias, la Biblioteca (de acceso libre) y una sala de
lectura, al sur.
Desde 1905, la escultora Lola Mora trabajó en dos grupos escultóricos para ornamentar
el exterior del edificio; alegorías que serían ubicadas a ambos lados de la escalinata
principal. Pocos años después de instaladas, las piezas fueron quitadas del lugar,
siguiendo un derrotero común a otras obras de esta artista. Las críticas que recibieron
por parte de la moral represiva imperante en esa época consiguieron su retiro del
edificio. Las obras fueron trasladadas a los jardines de la Casa de Gobierno provincial de
San Salvador de Jujuy. En 2013, réplicas de los dos conjuntos fueron instalados
nuevamente en el edificio del Congreso, en el mismo lugar para el cual habían sido
pensadas. Las piezas originales permanecen en la capital jujeña.

Edificio Safico

En pleno microcentro porteño, sobre la Av. Corrientes, se levanta el edificio SAFICO. En


la década de 1930, la empresa Sociedad Anónima Financiera y Comercial (SAFICO),
dueña del terreno, decidió construir un edificio de renta que pudiese adaptarse
indistintamente a diferentes usos: hotel, oficinas comerciales y viviendas. Para ello,
organizó un concurso privado a los efectos de seleccionar el proyecto que asegurase la
mayor rentabilidad en un terreno bastante irregular. El premio fue otorgado al ingeniero
suizo Walter Moll.
La obra se proyectó cuando la calle Corrientes era todavía angosta, pero considerando
ya la normativa prevista para su ensanche como avenida. El bloque principal, que debió
retirarse entonces de la línea municipal, se levantó hasta la mayor altura permitida por
la legislación: una planta baja, revestida de granito negro a la manera de gran zócalo y
diez pisos, los tres últimos con un retiro escalonado en la parte central.
Por detrás, la gran torre, que deja amplios patios de ventilación en sus laterales y que
repite el esquema de escalonamiento en altura hasta alcanzar los 90 metros (36 pisos).
A pedido de uno de los gerentes de la empresa, los últimos tres pisos conformaron una
única unidad de vivienda. Fue el primer triplex del país. En él vivieron, entre otras
personalidades, Pablo Neruda y su esposa cuando éste fue vicecónsul de Chile en La
organización de la planta es sencilla, con amplios palieres, una ajustada ubicación de los
ascensores y departamentos con abundante aire y luz.
El edificio cuenta con 107 unidades funcionales, en su mayoría ocupadas hoy por
oficinas de agencias de noticias extranjeras, portería y 3 sótanos (2 para cocheras y uno
para salas de máquinas). En el centro de la planta baja se ubica el acceso principal del
edificio y en sus laterales, dos amplios locales comerciales. En la actualidad, la mayoría
de las unidades está ocupada por oficinas de agencias de noticias extranjeras.
El juego de volúmenes puros, la modulación en el ritmo de los aventanamientos y la
falta de ornamentación permiten relacionar esta obra con la estética racionalista,
aunque su volumetría escalonada y algunos elementos y detalles que aparecen en su
interior, la vinculen con la corriente del art decó.
Como característica típica de las obras de ese momento, el edificio presenta una alta
calidad en su ejecución y materiales de excelencia como, por ejemplo, su terminación
con mármol travertino.
Junto con el Comega y el Kavanagh, el edificio SAFICO es uno de los emblemáticos
rascacielos porteños que surgieron en los años 30.

Edificio Barolo

Situación

El Palacio fue levantado sobre un terreno de 1.365m2, con un frente de 30.88m, en la Av


de Mayo 1370, comunicando con la calle Hipólito Yrigoyen 1373 en el otro extremo, en el
barrio de Montserrat, Buenos Aires, Argentina.  En el momento de su construcción fue
necesario un permiso especial ya que su altura superaba casi cuatro veces la máxima
permitida para el lugar.

Los primeros pobladores de la ciudad ocuparon el área que posteriormente, con la


construcción de la Parroquia de Nuestra Señora de Monserrat, pasaría a llevar el nombre
de la virgen. Es por lo tanto el barrio más antiguo de Buenos Aires y la Av. de Mayo su
arteria principal.

Por debajo del edificio corre entubado el arroyo Tercero del Medio, por lo que fue
necesario contemplarlo en el momento de realizar los cimientos. Desde el sótano del
Palacio es posible acceder mediante un túnel al antiguo arroyo.

Concepto

La planta del edificio está construida sobre la base de la sección áurea y al número de
oro. La concepción y distribución del edificio están basados en La Divina Comedia de
Dante Alighieri por lo que muestra numerosos símbolos y alusiones a la obra del poeta
italiano.

Alusiones a la Divina Comedia


El Palacio tiene una altura de 100m y 100 son los cantos que tiene la Divina Comedia.
Estos cantos tienen 22 versos y por ello el edificio tiene 22 plantas.   Las 9 bóvedas de
acceso representan los nueve pasos de iniciación y las nueve jerarquías infernales. El
faro representa los 9 coros angelicales.

Palanti planeó traer las cenizas de Dante para protegerlas de las guerras que
comenzaban a asomar en Europa, para lo cual construyó una gran escultura que estaría
ubicada en el centro del edifico, pero el gobierno italiano no lo permitió. La escultura, un
gran cóndor de bronce con el cuerpo de Dante elevándose hacia el paraíso,  fue
adquirida por un coleccionista que se niega a venderla a los propietarios del edificio.

El infierno – Éste se ubica en la planta baja y los dos sótanos. Está representado por
expresivas gárgolas, serpientes y dragones enfrentados, además de 9 círculos de fuego
en el suelo, aquí son 9 como lo cita Dante Alighieri en la Divina Comedia.

Purgatorio – De la planta 1 a la 14 se encuentra el Purgatorio, dedicando dos plantas a


cada uno de los niveles o 7 terrazas que nombra el autor en su obra.

Paraíso – El Paraíso se extiende desde la planta 15 a la 22, ocho plantas que


corresponden a los 8 planetas que Dante había identificado a finales del siglo XIII y
comienzos del XIV.

Espacios

Edificio se divide en dos bloques, con 11 oficinas por bloque en cada uno de los niveles.
El número de plantas, el 22, responde a la métrica utilizada por Dante en los 100 cantos.
Los pisos superiores y la cúpula simbolizan los siete niveles del purgatorio. En el
transcurso de los años el edificio fue ocupado por distintas empresas ya que las
superficies de sus plantas fueron construidas y divididas con la finalidad de que
funcionaran como oficinas, desde el piso 4 a 22 dispone de más de 400 oficinas, agencias
de noticias, bancos, abogado, diseñadores u otros rubros.  A lo largo del corredor de la
planta baja funcionaron locales comerciales.

En la mitad del pasaje y sobre ambos laterales se ubican los 6 ascensores y escaleras que
llevan a las plantas superiores, cuatro de los ascensores llegan hasta el piso 14 y los
otros dos hasta el 19.   Los 2 sótanos del palacio cubren una superficie de 1.500 m2 cada
uno

Torre

Esta cúpula está inspirada en el templo hindú Rajarani Bhubaneshvar, dedicado al amor
y emblema de este sentimiento entre Dante y su amada Beatrice. A lo alto de la torre se
llega por escaleras  caracol ya que el ascensor sólo llega al piso 19. Desde su mirador se
tiene una panorámica de la ciudad de Buenos Aires.

Coronando la torre se ubica el faro, dotado con un arco voltaico de 300.000 bujías.  El
acceso a este espacio, rodeado por una cristalera que permite una visión de 360º, se
realiza a través de una estrecha escalera que permite el paso de sólo una persona e
incluso en ciertos tramos se corre el riesgo de que los hombros rocen con los muros. Un
cartel indica este particularidad. Sobre el faro está la constelación de la Cruz del Sur, que
en los primeros días de junio, sobre las 19.45hrs, se alinea con el eje del edificio.

Estructura

La estructura del edificio está formada por sus dos sótanos, la base o planta baja, el
cuerpo principal y finalmente el coronamiento.

El espacio principal de la planta baja es el gran pasaje central con imponentes portales
que dan salida a dos calles, además de algunos locales comerciales y el acceso a los
núcleos verticales de circulación.  Originalmente este pasaje, que vincula las dos calles
Av. de Mayo e Hipólito Yrigoyen,  estaba completamente abierto al espacio urbano pero
debido a la entrada de lluvia y viento, en 1940, se realizó una intervención en los arcos
de acceso, incorporándoles un cerramiento de hormigón, ladrillos y cristal, que alteró el
carácter del edificio y del pasaje.

Este pasaje cuenta con 9 bóvedas de acceso que se dividen, desde el centro, de la
siguiente manera: una bóveda central que se extiende hacia la cúpula, 3 hacia la Av. de
Mayo, 3 hacia Hipólito Yrigoyen y finalmente las que contienen las escaleras en los
laterales.  Estas 9 bóvedas representan el acceso al infierno que para Dante no era un fin
teológico, sino el punto de partida en las etapas de iniciación emprendidas para la
llegada del paraíso. Cada una de ellas contienen inscripciones en latín, algunas
pertenecientes a Virgilio y otras a escrituras bíblicas.

El cuerpo central del edificio, donde se ubican las oficinas, se resuelve con una colmena
de ventanas “bow-windows” o ventanas arqueadas que terminan en una mansarda de
tres pisos. Finalmente, el coronamiento está marcado por la torre que se desprende de
la masa general del edificio para elevarse aislada y ser rematada por una cúpula donde
se vuelcan gran cantidad de recursos formales y simbólicos, conmemorativos de la cima
alcanzada y resumen de la imagen del edificio. Sobre esta cúpula se levanta el faro.

Materiales

La estructura del edificio fue realizada en hormigón armado, siendo en la época uno de
los de mayor altura del mundo realizados con ese material. Para su construcción fueron
necesarios 4.300m2 de hormigón, 8.300m2 de mampostería, 1.400m2 de suelos,
1.450m2 de materiales para estucos y revestimientos, 70.000 bolsas de cemento, 650tn
de hierro, aproximadamente 1.500.000  ladrillos macizos y otro tanto de ladrillos huecos.

Los 1410 peldaños de sus escaleras, con un recorrido de 236m,  están revestidos con
mármol de Carrara y decoradas con herrajes, lámparas, vitrales y molduras. Las paredes
y columnas fueron cubiertas con granito. Todos estos materiales fueron traídos
desde Italia.

Entre las bóvedas transversales de la planta baja,  sobre las columnas, se ubican cuatro
lámparas sostenidas por cuatro cóndores y dos dragones, un macho y una hembra, que
representan los principios alquímicos, el mercurio y el azufre, y sus atributos.
Los 9 ascensores , dos de ellos montacargas,  están revestidos con madera y detalles de
bronce y  fueron diseñados especialmente.

La mansarda de tres niveles está revestida con cerámicos verdes, tanto en la fachada
que da a la Av de Mayo como la trasera que mira a un patio patio interior.

Coronando el edificio se ubica el faro con 300.000 bujías sistema “Salmoiraghi” que se
enciende en ocasiones especiales

Edificio republica

Introducción

El edificio República fue pionero en la conformación de un nuevo polo de torres


«inteligentes» que se armó sobre la calle Bouchard.

Una primera definición supondría que un edificio es inteligente cuando cuenta con un
sistema que enlaza a todos los demás, tal como puede apreciarse al entrar a la sala de
control, cerebro del edificio inteligente: Edintel.

La realización fue obra de César Pelli  en colaboración con el estudio de Mario Roberto
Alvarez & asociados.

Situación

La singular conformación de este edificio de oficinas, así como los elementos propios del
diseño de sus fachadas obedecen a las ideas motivadas en el autor por el sitio en el cual
el mismo iba a ser implantado, tanto desde el punto de vista físico como arquitectónico.

El predio ocupa una manzana triangular en la cual confluyen la Avenida Madero y la calle
Bouchard. Dichas calles se encuentran en un ángulo agudo configurando una punta
hacia la calle Tucumán. El edificio ocupa la parte más aprovechable de dicha manzana
triangular, recostándose contra la calle Lavalle, y se configura a sí mismo como un
triángulo convexo que muere en una fina arista contra la calle Bouchard, antes de que la
misma termine contra la Avenida Madero, Buenos Aires, Argentina. De esta forma la parte
más fina de la manzana la ocupa un jardín abierto al público, cuyo nivel de pavimento va
subiendo a medida que se acerca a la punta de la manzana, configurando tanto en
planta como la sección una suerte de proa. El espacio aéreo libre sobre esta plaza
permite además que el Edificio Fortabat, situado detrás, pueda tener visuales sobre
Madero, configurándose así un adecuado nexo espacial entre ambos edificios

Superficie: 35.369 m2 distribuidos en 20 plantas altas, un entrepiso, planta de acceso y


tres subsuelos para estacionamiento.

En su remate tiene un helipuerto.

Concepto
En el caso del edificio República, el autor dibuja la planta siguiendo líneas-fuerza que
modelan el volumen resultante: por una parte prevalece la curva que acompaña el
trazado de la Avenida Madero; por la otra, acompaña la línea de edificación de la calle
Bouchard; por último, en un gesto que enriquece notablemente la idea, César Pelli cava
una curva cóncava para entrar en diálogo con la plaza Roma.

Adopta un orden de basamento, fuste y coronamiento, y en lugar de los grandes planos


de cristal espejado recurre a líneas horizontales que evocan las cornisas o molduras de
esas construcciones con las que viene a reunirse el nuevo edificio. Parecería, además,
que el protagonismo absorbente del horizonte fluvial encuentra como respuesta el
predominio de las horizontales en las vistas de la torre.

Espacios

Por ser un edificio destinado a oficinas se buscó el mayor aprovechamiento de la planta.


Se desarrolla un núcleo central con los servicios, los medios de elevación y circulación
vertical.

La división espacial dentro de cada nivel se dará por medio de tabiques según el criterio
necesario de cada empresa o de su respectivo dueño. Es un claro ejemplo de la
arquitectura de Estilo Internacional, si bien adaptado a las nuevas tecnologías, un
contenedor formal que desarrolla en su interior funciones no definidas.

Estructura

La estructura sigue el concepto general del edificio en la búsqueda del mayor


aprovechamiento del espacio para oficinas.
Losas de hormigón de alta resistencia permiten luces muy grandes con columnas
colocadas entre sí a gran distancia. El núcleo central también posee función estructural.
La piel exterior es un curtain wall que permite cierre, luminosidad y visuales.

Materiales

En la planta baja sobre Madero una elegante marquesina curva en triángulo creciente
evoca en aluminio y vidrio las recovas mencionadas, acompañando la gran altura del
basamento. A su vez en cada piso un robusto tubo de aluminio adicionado al curtain
wall recuerda el modulaje de los pisos de los edificios aledaños.

En los últimos pisos de la torre dos balcones corridos evocan el cornisamento de los
mismos, inmediatamente antes del fuerte remate opaco del edificio, solucionado con
placas de aluminio anodizado de color blanco.
Banco de Boston

El Banco de Boston (actual sede del ICBC Argentina), situado a poco menos de cien
metros de la Plaza de Mayo define, junto con los edificios vecinos, un lugar de referencia
obligada de la buena arquitectura del microcentro porteño. Mirar hacia arriba en estas
esquinas es un verdero placer.
El Banco de Boston se instaló en Argentina en 1917. Su rápido crecimiento se debió al
importante vínculo comercial entre Buenos Aires y la ciudad de Boston, en relación a las
exportaciones de lana y cuero. A través de un remate realizado por la Municipalidad en
1920, cuando la avenida Diagonal aún se encontraba en construcción, el Banco adquirió
el terreno y designó al arquitecto inglés Paul Bell Chambers y al norteamericano Louis
Newbery Thomas (autores también de la Estación Ferroviaria de La Plata) para que se
encargaran del proyecto. En calidad de asociado, participó también el estudio
neoyorquino York y Sawyer. Vale destacar que el arquitecto Paul Bell Chambers fue
presidente de la Sociedad Central de Arquitectos local durante tres períodos.
El edificio respeta la normativa impuesta por la Municipalidad para los frentes sobre la
Diagonal: una altura de 8 metros sobre la vereda para el nivel del primer piso, 33 metros
hasta la cornisa y 36 metros a la parte superior del ático.
La obra, inaugurada en 1924, está ubicada en un atípico terreno de planta triangular.
La fachada está resulta con una grilla regular de llenos y vacíos, idéntica sobre las dos
calles, que se curva para tomar la esquina de la misma manera. El edificio se distingue
por esta fachada neoplateresca de 115 metros de extensión, con esculturas inspiradas
en el convento de San Marcos de León y en la Librería de la Catedral de Santiago de
Compostela. La arcada sobre el acceso de la esquina de la calle Florida, de 17 metros de
altura, está inspirada en el Hospital de la Santa Cruz de Toledo, construido en el siglo
XVI. Pero tal vez, la característica más llamativa de este edificio sea la cúpula con tejas
coloniales con la que se remata la esquina y que está apoyada sobre un tambor que
presenta dos niveles de arquerías superpuestas. Con este motivo se construye un eje
vertical que señala el cambio de dirección de las dos calles sobre las que se ubica la
obra; el encuentro entre ambas no es con el ángulo habitual a 90º, sino uno agudo,
producto del encuentro de la cuadrícula tradicional con la diagonal.
Los pisos del 1º al 8º fueron destinados a oficinas de alquiler, con acceso por un
vestíbulo al cual se accede por el frente sobre la Diagonal Norte.
El interior fue decorado con variados mármoles: cippolino (verde y amarillo) y pórfido
color verde oscuro. Las barandas de las escaleras, mamparas y ventanillas de atención al
público se resolvieron en bronce.

El despacho de arquitectura Sordo Madaleno Arquitectos (ahora SOMA) da a conocer el


diseño del nuevo desarrollo de usos mixtos Park Hyatt cuyo programa incluye un hotel
de lujo, residencias y oficinas el cual tendrá lugar en la zona de Polanco, Ciudad de
México. Este proyecto conforma el primer complejo de Hyatt Hotels Corporation en el
país.
El complejo se conformará de dos torres de 144 metros de alturaEl programa de
residencias se conforma de 22 espacios que van de 500m2 a penthouses de 1000m2 que
se emplazarán en los pisos superiores de la torre. Cada una de ellas se abre al exterior
por medio de terrazas que se asomarán hacia el Bosque de Chapultepec. Como un tercer
uso ubicado en la segunda torre se ofrecerán oficinas para uso corporativo con espacios
abiertos y flexibles que se abren a una variedad de configuraciones internas.
Edificio Kavanagh

Situación
Ubicado en el barrio de Retiro,  sobre la Plaza San Martín, en la intersección de las calles
Florida y San Martín, de  Buenos Aires, Argentina, el edificio se va adaptando con su
volumetría escalonada a la barranca natural del terreno. En la década de los 30 la zona
donde se levantaría el futuro edificio era una de las más cotizadas de la ciudad,
considerada “la gran puerta de entrada a Buenos Aires” por su proximidad a la Estación
Retiro donde convergían los Ferrocarriles Central Argentino, Pacífico y Central Córdoba.
La parcela es de forma triangular resultado de la unión de ambas calles  y su
implantación urbana, abierta a una calle lateral para crear una torre exenta, lo convierte
en un paradigma de la ciudad.
Concepto
Una leyenda urbana  cuenta que existía una rivalidad entre Corina Kavanagh (quien lo
hizo construir) y Mercedes Castellanos de Anchorena, propietaria del Palacio Anchorena
(actualmente Palacio San Martín), situado también frente a la Plaza San Martín. La
leyenda cuenta que Corina hizo levantar el edifício para obstruirle a Mercedes ver la
Basílica Santísimo Sacramento que esta había ayudado a construir. El único pedido que
hizo a los arquitectos  fue que el edificio, cuya entrada principal se encuentra en Florida
1065, tapara la basílica. Hoy, para mirar de frente a la iglesia, la única alternativa es
pararse en el pasaje Corina Kavanagh,  que también pertenece al edificio. Sin embargo
esta versión es falsa, pues Mercedes murió en 1920, 14 años antes de que se iniciara la
obra.
Otra vertiente sostiene que la rica heredera mandó construir el edificio como inversión
de las cuantiosas rentas que recibía por la venta de parte de sus campos y asegurarse de
por vida unos importantes ingresos.
Espacios
El edificio tiene 31 plantas, sótano y terraza con mirador, el que es considerado como
planta 32, con un total de 102 departamentos repartidos en 6 alas, el más pequeño con
140m2,  cada uno con distintas comodidades y entrada privada, 13 ascensores, 5
entradas independientes, 5 escaleras, locales en la planta baja y garajes, cualidades que
lo hacían revolucionario para su época.
De estilo racionalista, consta de un bloque central al que se le adosan, dos menores, y a
estos, otros dos más pequeños. Por su diseño escalonado que se recorta según la
topografía de la barranca, las unidades se prolongan en enormes balcones-terraza con
magníficas vistas hacia el Río de la Plata. El edificio no cuenta con espacios de
aparcamiento ya que en el momento de su inauguración los carruajes aún se
estacionaban sobre las aceras, aunque si disponía, en la planta baja, de entrada cubierta
para los mismos. Esta planta baja fue dedicada a los grandes espacios de recepción,
salas de espera, de información, baños, vestíbulos y galerías
Estructura
El proyecto se debió adaptar a la superficie triangular del terreno. Su estructura se
desarrolló en base a cinco volúmenes yuxtapuestos, el central al que se adosan
lateralmente otros dos y a éstos a su vez otros dos menores, dando simetría al conjunto
Con sus 120,35 metros de altura máxima posee cinco alas yuxtapuestas con un total de
31 pisos.  La planta de forma triangular y su estructura de hormigón armado permitían
una buena capacidad de absorber las cargas laterales producidas por los vientos
dominantes en la proa de la gran torre.
Cuando se construyó no sólo pasó a ser el primer rascacielos de la capital Argentina sino
también la estructura de hormigón armado más alta de Latino América.
Materiales
Interesada en todos los avances de la época Corina Kavangh se encargó de que la
construcción contara con lo más moderno en cuanto a confort y elementos. Se utilizaron
volúmenes de cemento nunca antes vistos en la construcción bonaerense,  también
mampostería de ladrillos, 1600 km de barras de hierro y un total de 90km de tuberías
para agua, vapor, desagües e instalaciones eléctricas. Esta última fue equivalente a la
que se necesitaba para abastecer una ciudad con 80.000 habitantes.  Fue el primer
edificio de Buenos Aires con sistema central de calefacción y su equipo de refrigeración
podía generar hielo para un conglomerado de 75.000 personas.
El edificio no dispone de portero eléctrico y cuando llega alguna visita es anunciada
telefónicamente por alguno de los porteros a los interesados, quienes de este modo
reciben el trato de un hotel.
Los suelos se terminaron en Roble de Eslovenia de media pulgada de espesor, las
carpinterías también son de Roble de Eslovenia o caoba.
En cuanto a los herrajes fueron especialmente diseñados en aleaciones de metal blanco.

Pasaje Roverano

Este pasaje -que conecta Avenida de Mayo con Hipólito Irigoyen- y el edificio de siete
pisos datan de 1918, pero el anterior pasaje, del mismo nombre, fue construido en 1878,
por los hermanos Angel y Pascual Roverano.
En ese entonces el edificio tenía solamente dos plantas. El primer piso destinado a
viviendas familiares, y la planta baja -que era una galería de 50 metros sin salida,
dividida en pequeños locales- habilitados como oficinas de abogados. La ubicación era
inmejorable, ya que los tribunales funcionaban al lado, precisamente en el Cabildo, que,
por cierto, no presentaba el mismo aspecto que en la actualidad.
Cuando comienzan las obras de la Avenida de Mayo en 1888, bajo la intendencia de don
Torcuato de Alvear, se demuele parte de la edificación, y así queda hasta que en 1912
Francisco Roverano encomienda la construcción del edificio -que sería inaugurado en
1918- al arquitecto Eugenio Gantner.
Ya el frente no está sobre Rivadavia, sino sobre la Avenida de Mayo, exactamente en el
560, pero su medianera Este, la que mira al río, sigue lindando con el patio del Cabildo, y
la galería, antes sin salida, se prolonga ahora hasta Hipólito Yrigoyen.
El edificio de oficinas, a las que se accede por dos ascensores ubicados en la galería, es
de corte clásico, sobrio, con muy buena iluminación en los dos frentes, y de inmejorable
calidad.
Es interesante observar en el contrafrente que da a Hipólito Yrigoyen, las vigas y
columnas de hierro a la vista, como se estilaba en tantos edificios de esa época, anterior
al hormigón armado.
Su planta baja, el Pasaje Roverano, es el primero peatonal entre estas dos calles. Luego
se abrieron el pasaje Urquiza Anchorena y el imponente y famoso Barolo.
Entrar al pasaje Roverano es un viaje al pasado. Tiene el encantador aspecto de las
construcciones de la belle epoque, con ocho columnas de ónix de elegante diseño,
profusión de mármoles y bronces en las escaleras y en los doce locales ubicados en los
laterales y los cuatro emplazados en el centro de la galería.

Pasaje Roverano
Palacio Paz

Esta residencia, una de las más grandes y elegantes que se construyó en la Buenos Aires
de principios del siglo XX, se encuentra ubicada en una parcela de geometría irregular,
que tiene frente sobre las cuatro calles que limitan esa particular manzana.
José C. Paz (fundador del diario La Prensa y embajador argentino en París) tenía
aspiraciones a la presidencia de la Nación, por lo que la residencia se proyectó como
posible lugar de trabajo del futuro mandatario. Encargó el proyecto al arquitecto francés
Sortais, quien como en muchos casos de otras obras locales de este período, nunca
visitó Buenos Aires. Por eso, el arquitecto argentino Luis Agote se hizo cargo de la
construcción de la obra.
El edificio presenta actualmente dos alas. En su origen eran tres, pero la que albergaba
las cocheras sobre la calle Esmeralda ha sido demolida, al igual que el jardín de invierno
que se encontraba a la derecha del acceso principal por la avenida Santa Fe. Una de las
alas existentes se desarrolla de manera paralela a la calle Marcelo T. de Alvear y la otra,
lo hace siguiendo un eje paralelo a la avenida Santa Fe. Ambos ejes están materializados
con sendas circulaciones que van comunicando los distintos salones que componen
cada una de las alas. El Gran Hall de Honor, de planta circular de 16 metros de diámetro
y 21 de altura, está ubicado próximo a la esquina y oficia de articulación entre los dos
ejes direccionales que organizan la planta. Este lugar –en la época en que la familia Paz
habitaba allí– estaba destinado a la recepción de los visitantes más ilustres. Una
imponente escalera comunica este salón con los jardines.
La fachada principal –desarrollada frente a la Plaza San Martín– presenta las
características propias de la arquitectura clásica francesa: un motivo central con una
mansarda de mayor altura que el resto del edificio y dos tramos laterales idénticos. con
profusión de ornamentos. Sobre el extremo derecho, se ubica el imponente portón del
acceso principal y, en el extremo izquierdo, una torreta cilíndrica posibilita el giro de la
fachada sobre la calle Maipú. La estructura del edificio en vertical es la habitual para este
tipo de inmuebles: un nivel semienterrado de servicios, una primera planta de salones
variados y áreas de estar, una segunda planta de dormitorios y tras la mansarda, las
habitaciones de servicio. La presencia de la plaza San Martín posibilita observar el
edificio desde una distancia mayor que la que habitualmente permite la trama urbana y,
por lo tanto, se pueden tener una vista completa de la extensa fachada.
Toda la fastuosa decoración del edificio fue sumamente cuidada, en especial, los
salones, galerías, comedores y las áreas de circulación semiprivada. Mármoles,
herrerías, telas, iluminación, espejos y muebles fueron, en su mayoría, traídos desde
Europa, como era habitual en la construcción de este tipo de residencias. En total, el
edificio cuenta con más de cien ambientes en sus 12.000 metros cuadrados cubiertos.
En 1938 el edificio fue comprado por el Círculo Militar, que alberga también el Museo de
Armas de la Nación y la Biblioteca Nacional Militar.
Ex banco de Londres

Situación
Sobre una esquina del microcentro porteño de Buenos Aires, Argentina,  Reconquista y
Bartolomé Mitre, emerge una inmensa estructura rectangular de hormigón armado. En
este lugar cercano a la Plaza de Mayo la extraña e insólita estructura, contrasta con los
tradicionales edificios bancarios que lo rodean.
Concepto
Los mecanismos innovadores en la obra fueron varios. En primer lugar, el planteo de
integración del edificio al paisaje urbano como un espacio de continuidad y no de
clausura, marcaba ya una ruptura con las posiciones tradicionales.
El banco está ubicado entre dos calles muy estrechas: Reconquista y Bartolomé Mitre, de
unos 10 mts. de ancho cada una. El proyecto se pensó aprovechando este ángulo
delimitado por los edificios vecinos. La idea principal era que la ciudad penetrase dentro
del banco, sin que hubiese ninguna división entre espacio interno y externo, ampliando
la angostura de las calles. Según sus autores, el Banco de Londres no debía funcionar
como un edificio convencional, sino más bien como una plaza cubierta.
Espacios
El edificio del Banco de Londres se desarrolla en tres subsuelos y seis niveles superiores.
El acceso principal sobre la esquina, se encuentra elevado del nivel de calle y conforma
un espacio de transición, está enfatizado por otra pantalla de hormigón suspendida, que
limita el espacio y las visuales desde el interior, no hay pisos intermedios en el sentido
convencional, sino una serie de niveles interconectados, facilitando la comunicación
entre los departamentos y creando un inusual paisaje interior.
Dentro del banco, seis niveles fragmentan el espacio único del hall central, elemento
fundamental de las instituciones bancarias tradicionales, continuado por 113 cajeros.
Dos niveles de espacio público están suspendidos del techo principal por tensores de
acero, lo que posibilita la libertad espacial de la obra. Desde la planta baja se accede a
estos dos niveles mediante escaleras mecánicas, al igual que al primer sótano.
Los seis niveles donde se alojan las oficinas están estructuralmente separados del
espacio público, aunque conectados por un atrio que recorre todos los niveles del
edificio. Los dos primeros niveles se abren al espacio público apoyados sobre pedestales
y los cuatro últimos cuelgan del techo. El acceso a las plantas se realiza principalmente a
través de dos sistemas verticales de circulación, una escultórica escalera en espiral y un
núcleo de ascensores. La sala de máquinas y el tanque de agua se ubican en la terraza,
sobre el núcleo de ascensores. Por encima del nivel del techo principal están los
restaurantes del personal y un club social.
Estructura

Toda la estructura funciona en un espacio único, un sólo volumen de hormigón armado.


Este esquema se encuentra comprendido y delimitado por tres elementos
fundamentales: el bloque del techo y dos muros medianeros. El volumen se completa a
través del sistema utilizado en sus dos fachadas, es decir, una columna perimetral. La
cubierta está sostenida en parte por esta columnata, que cumple además la función de
pantalla protectora del interior contra los reflejos del sol. En el interior los espacios se
distribuyen alrededor de el núcleo central que alberga las escaleras y ascensores y que
también es utilizada como organizadora de la estructura interna
Materiales
El tratamiento especial del hormigón armado, modelado de manera escultórica, con sus
encofrados tratados en curvas, dentados y perforados siguiendo motivos geométricos,
refuerza el carácter innovador de la obra. El uso escultórico y funcional del hormigón
armado es una característica distintiva de Clorindo Testa y en esta obra se ha utilizado
tanto estructuralmente como hornamentalmente.
Protegidas por la estructura de hormigón de despliegan grandes cristaleras tintadas y
enmarcadas con carpintería de aluminio que forman una segunda piel, tensores de
acero que sostienen los suelos y algunos elementos de madera.
La tensión del estilo internacional en la arquitectura, tanto en el uso de hormigón
desnudo, ladrillo, vidrio y hierro como una herramienta ornamental en los edificios hace
hincapié en la brutalidad de estos materiales.

Biblioteca Nacional
Ubicación
La actual Biblioteca Nacional de Buenos Aires está ubicada en la calle Agüero 2502, en el
exclusivo barrio Recoleta, rodeada de uno de los tantos pulmones verdes de la capital
de Argentina, Buenos Aires.
Concepto
Dos conceptos caracterizan la singularidad de esta obra:
El primero radica en la idea de fuerza del partido, consistente en levantar por encima del
terreno las salas de lectura, enterrando a su vez los depósitos de libros. De este modo se
genera una suerte de «mesa monumental» por debajo de la cual fluye la continuidad del
parque existente, cualificado por un conjunto de formas escultóricas.
El segundo concepto, de algún modo consecuencia del primero, radica en la fuerza y
monumentalidad con que el edificio se implanta en el entorno de parques preexistentes.
La masa edilicia, trabajada con la fuerte plasticidad que caracteriza a las obras del autor,
se yergue por encima de las copas de los árboles y domina el entorno verde y
enmarcado a la distancia por los edificios circundantes.
La plaza entera en la cual se posa ha sido trabajada arquitectónicamente, configurando
un espacio de actividades múltiples dominado por la «panza» del edificio, esa masa de
hormigón trabajada con tal fuerza y sutileza que constituye de hecho la quinta fachada
del edificio.
Espacios
Subsuelos
La parte enterrada contiene la mayor parte de los libros, liberando de peso el cuerpo
superior del edificio.
Existen tres niveles de subsuelos, con una superficie total de 19000 metros cuadrados. El
primer y segundo subsuelo está destinado al depósito de libros, el tercero está
reservado para posibles expansiones.
Planta baja

La planta baja es una continuidad de la plaza, que no se interrumpe y genera una


explanada de accesos que puede utilizarse para actividades culturales/recreativas al aire
libre a la vez que da acceso a la Biblioteca.
El volumen suspendido surge de cuatro columnas que a su vez contienen las
circulaciones, recurso que libera al máximo el suelo. Dentro de este volumen se alojan
los sectores administrativos, salón de exposiciones, la cafetería y una terraza.
También en este sector, conocido como “nivel H”, se han instalado una Hemeroteca,
una Sala de lectura para no videntes, el área de Adquisición e intercambio bibliográfico,
Relaciones Públicas e Institucionales y Archivo del patrimonio arquitectónico del
edificio, procesos técnicos del material bibliográfico que ingresa a la institución.

PRIMER NIVEL
En esta planta se encuentra el auditorio, la sala de exposiciones, un bar y la Dirección.
Segundo nivel
Únicamente áreas administrativas y en un entrepiso entre el segundo y tercer nivel, una
sala de máquinas intermedia.
Tercer nivel
Audioteca y mediateca, Fototeca, Mapoteca, Sala del Tesoro, otra sala de exposiciones,
la sede de la Universidad de Salamanca en Buenos Aires, la Academia Nacional de
Periodismo, la Subdirección y otras áreas sin acceso al público.
Cuarto nivel
Archivo de manuscritos y materiales inéditos, y depósitos de áreas diferentes.
Quinto y sexto nivel
Salas de Lectura y diversas áreas administrativas.
Séptimo nivel
Sala de máquinas superior.
Terraza
Tanque de agua, torres de enfriamiento y salas de máquinas de los ascensores
Estructura

ALZADO
En su estructura se han utilizado dos tipos independientes de fundaciones, las que
corresponden a los subsuelos y que son directas y las indirectas, utilizadas para levantar
las siete plantas del cuerpo más destacado y característico de la Biblioteca.
Directa
En esta parte de la edificación los fundamentos se fueron construyendo directamente
sobre el terreno por medio de vigas continuas, sobre la losa de subpresión. Sobre estas
vigas descansan las columnas que soportan los entrepisos de los depósitos.
Indirecta
El cuerpo más representativo del edificio, debido a la magnitud de la carga, 7800
toneladas, se sustenta sobre cuatro núcleos, los cuales se apoyan en 13 pilotes cada
uno. Estos pilotes tienen un diámetro de 1.20 metros y una profundidad fluctuante entre
25 metros y 27 metros desde el nivel del terreno.
Materiales
Hay quien opina que este trabajo expresivo logrado mediante el uso escultórico del
hormigón armado es una de las mejores obras del arquitecto.
Casa Vilar
La Casa Vilar proyectada por Antonio Ubaldo Vilar para su propia residencia en 1937, se ubica en
una esquina en la alta barranca del Río de la Plata, con arboles frondosos, orientación norte y
noreste, y amplias visuales al río. Se inserta sobre el limite de fondo del terreno. Compuesta por dos
plantas, nivel de terraza y atelier, forman un volumen racionalista con elementos clásicos
(basamento, desarrollo y remate) que se transgrede al centrar la mayor voluntad estética del edificio
en el angulo de la esquina.
Este recurso geométrico transgresor del volumen, al articular curvaturas de directrices opuestas,
provoca una tensión entre la fuga interior de la convexidad y la concavidad desplegada por el arco.
Y produce un efecto de amplitud visual que culmina con la viga curva de la pérgola y baranda
náutica de la promenade, cuya liviandad enmarca sutilmente el paisaje horizontal y acerca a la casa
las lejanas aguas del río.
Las líneas conforman planos que constituyen volúmenes; el prisma se opone a la oblicuidad de las
curvas y las soluciones estructurales adoptan singulares expresiones de lenguaje.
El diseño de la casa propone un lenguaje cuya plasticidad procede de la tensión entre el
distanciamiento y la proximidad con la naturaleza, transformándola en un paisaje urbano inmerso en
una ambigüedad que oscila entre la certeza de la ortogonalidad y la inestabilidad de la curva.
El nivel de acceso, con la galería semicubierta y servicios complementarios -habitaciones del
personal, huéspedes y garaje-; el primer piso, que concentra usos específicos como estar, comedor,
dormitorios, cocina y baños, y la promenade.
Con un muro bajo sobre la medianera, que le permite retrasar el plano de fachada y horadarlo
enfatizando la ortogonalidad, la cara sur muestra la neutralidad del volumen. Sin embargo, la
fachada principal, cuyo plano de sombra sobre la galería sugiere la planta baja libre en voladizo, al
profundizarse hacia la esquina, desarticula sutilmente el eje axial insinuando en el acceso y el
remate del atelier.
La vista norte desmaterializa la arista del prisma con la ventana del estar que abarca el angulo recto,
reforzado por la atectonicidad de la pérgola, y que se percibe suspendida en el aire. Desde el
sudoeste se presenta un muro blanco.
En la galería, el ritmo creciente de pilotis, que estructuralmente se independizan del muro y el borde
horizontal de la losa, permite distinguir desde la penumbra de la arquitectura construida la luminosa
naturaleza del jardín.

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