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TOMO I PARTE 1A

SECCIÓN QUINTA
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 A

2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 A
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 A

2021
Diseño e impresión
Imprenta Nacional de Colombia
www.imprenta.gov.co
Bogotá D. C., Colombia

ISSN: 2538-9564
Publicación realizada con el apoyo
del Consejo Superior de la Judicatura
REPÚBLICA DE COLOMBIA
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN QUINTA
ASUNTOS ELECTORALES Y CONSTITUCIONALES 2021

Rocío Araújo Oñate


Presidente

Luis Alberto Álvarez Parra


Magistrado

Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez


Magistrada

Carlos Enrique Moreno Rubio


Magistrado

Pedro Pablo Vanegas Gil


Magistrado
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

2021
4
CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS...........................................................................13

DESPACHOS........................................................................................ 14

PRESENTACIÓN.................................................................................. 19

MAGISTRADO
LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA
AUTOS

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ


NO PROBADA LA EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA
DE LA DEMANDA POR FALTA DE REQUISITOS FORMALES,
INDIVIDUALIZACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO, VALOR
PROBATORIO DE COPIA DEL ACTO DEMANDADO, PUBLICACIÓN
DEL ACTO DEMANDADO.....................................................................................25

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ NO


PROBADAS LAS EXCEPCIONES DE CADUCIDAD E INEPTITUD
DE LA DEMANDA, DEMANDA EN FORMA......................................................30

RECURSO DE QUEJA CONTRA AUTO QUE NO CONCEDIÓ


POR EXTEMPORÁNEO EL RECURSO DE APELACIÓN CONTRA
SENTENCIA QUE DENEGÓ LAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA......35

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.....................................................................38

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.....................................................................40

SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DE


REPRESENTANTES DE LAS ORGANIZACIONES DEL SECTOR
PRIVADO ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL ......................................................................................43

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.....................................................................47

5
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECIDIÓ LAS


EXCEPCIONES PREVIAS, REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD,
EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA,
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE NULIDAD ELECTORAL, EXCEPCIÓN
DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA,
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR
PASIVA, INTERVENCIÓN DE TERCEROS PROCESALES, RESOLUCIÓN
DE LAS EXCEPCIONES PROCESALES, ABANDONO DEL PROCESO,
NOTIFICACIÓN POR MEDIO ELECTRÓNICO...................................................50

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN


DE RECTOR ENCARGADO DE LA UNIVERSIDAD, REQUISITOS DE
PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL...................................66

TRASLADO DE LA MEDIDA DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,


RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECRETÓ LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL
CONTRALOR MUNICIPAL , REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE
LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, INHABILIDAD DEL CONTRALOR
MUNICIPAL POR CONTRATACIÓN, INTERPRETACIÓN DE
LA DEMANDA POR EL JUEZ, SOLICITUD DE SUSPENSIÓN
PROVISIONAL, INDEBIDA INTEGRACIÓN DE LITISCONSORCIO...............69

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, REQUISITOS DE LA


SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, CUOTA DE GÉNERO,
NOMBRAMIENTO DEL MINISTRO DEL INTERIOR........................................78

PRESUPUESTOS PARA LA REVOCATORIA


DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL................................................................85

APELACIÓN DEL AUTO QUE RESUELVE SOBRE LA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL, ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL, REQUISITOS
DEL ACTO ADMINISTRATIVO, CONCURSO DE MÉRITOS, ENTIDADES
ESPECIALIZADAS EN PROCESOS DE SELECCIÓN DE PERSONAL,
CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA...........................90

APELACIÓN DE AUTO QUE NIEGA LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,


CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES, PARTICIPACIÓN DE LA MUJER
EN LOS NIVELES DECISORIOS, CUOTA DE GÉNERO, TERNA PARA
EL NOMBRAMIENTO DEL ALCALDE LOCAL, REQUISITOS DE LA
SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, CONTROL
DE CONVENCIONALIDAD........................................................................................98

6
RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE ORDENÓ REMITIR EL
PROCESO AL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE CUNDINAMARCA
POR FALTA DE COMPETENCIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO,
REPRESENTACIÓN LEGAL, CAPACIDAD PARA CONTRATAR DE LOS
ORGANISMOS SIN PERSONERÍA JURÍDICA, COMPETENCIA DEL
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO......................................................................... 105

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA.............. 117

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 121

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO,


FINALIDAD DEL IMPEDIMENTO..................................................................... 125

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DE LOS EXRECTORES AL CONSEJO
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD , REQUISITOS DE PROCEDENCIA...... 128

ADICIÓN A LA SENTENCIA, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA.................... 138

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 142

DECRETO DE PRUEBA DE OFICIO................................................................. 145

SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL................................... 148

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 150

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA PROVIDENCIA QUE DECRETÓ


LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE LOS EFECTOS DEL ACTO
DE ELECCIÓN DE PERSONERA MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL
PERSONERO MUNICIPAL POR CONTRATACIÓN........................................ 153

ADICIÓN A LA SENTENCIA, NULIDAD ORIGINADA


EN LA SENTENCIA............................................................................................ 159

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ


LA DEMANDA, ACTO DE CONTENIDO ELECTORAL.................................. 163

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ


LA DEMANDA POR CADUCIDAD, CADUCIDAD DEL MEDIO DE
CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL, ACTO ADMINISTRATIVO............. 166

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA.............. 169

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO, SOLICITUD


DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE ACTOS DEL CNE MEDIANTE
LOS CUALES SE ESTABLECIÓ EL PROCEDIMIENTO BREVE Y
SUMARIO PARA DEJAR SIN EFECTO LA INSCRIPCIÓN IRREGULAR
DE CÉDULAS...................................................................................................... 173

ACLARACIÓN DEL AUTO, ADICIÓN AL AUTO.............................................. 182

SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL


REPRESENTANTE PRINCIPAL DE LAS COMUNIDADES NEGRAS
Y DEL SUPLENTE ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO
DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL ........................................ 186

DECRETO DE PRUEBA DE OFICIO................................................................. 189

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA,


CORRECCIÓN DE OFICIO DE LA SENTENCIA, EFECTOS DE LA
SENTENCIA DE NULIDAD................................................................................ 191

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 195

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA.............. 198

DIFERENCIAS ENTRE LOS MEDIOS DE CONTROL DE NULIDAD


ELECTORAL Y DE NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO,
AUTO QUE REMITE POR COMPETENCIA..................................................... 203

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO......................... 207

SENTENCIAS

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO


A LA ASAMBLEA, INHABILIDAD DE DIPUTADO POR COEXISTENCIA
DE INSCRIPCIONES, FACTOR TERRITORIAL DE LA INHABILIDAD
POR COEXISTENCIA DE INSCRIPCIONES, EXCEPCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD, POTESTADES DEL JUEZ CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO EN MATERIA PROBATORIA........................................... 211

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJALES, CUOTA DE GÉNERO........................................................ 221

8
POTESTAD DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL PARA AUTORIZAR
LAS SOLICITUDES DE REGISTRO DE DESIGNACIÓN DE DIRECTIVOS
DE LOS PARTIDOS Y MOVIMIENTOS POLÍTICOS, DEBERES Y
DERECHOS DE LOS PARTIDOS Y MOVIMIENTOS POLÍTICOS................... 225

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL,


EJECUTORIA DE LA PROVIDENCIA JUDICIAL, SENTENCIA PENAL
CONDENATORIA, INCORPORACIÓN DE PRUEBA DOCUMENTAL,
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD, INHABILIDADES
INTEMPORALES................................................................................................ 233

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO


A LA ASAMBLEA, INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR EJERCICIO
DE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA COMO EMPLEADO PÚBLICO,
INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR INTERVENCIÓN EN GESTIÓN
DE NEGOCIOS ANTE ENTIDADES PÚBLICAS, INHABILIDAD DEL
DIPUTADO POR INTERVENCIÓN EN CELEBRACIÓN DE CONTRATOS.... 238

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO


DE LA MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES, DESVIACIÓN
DE PODER, FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL.................... 245

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL,


INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN, FALTA DE
LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA................................................ 250

NULIDAD CONTRA ACTO QUE FIJÓ LOS LÍMITES A LOS MONTOS


DE GASTOS DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES DE LAS LISTAS
DE CANDIDATOS AL SENADO DE LA REPÚBLICA Y A LA CÁMARA
DE REPRESENTANTES, COMPETENCIA DEL CONSEJO NACIONAL
ELECTORAL PARA FIJAR TOPES A LOS GASTOS DE LA CAMPAÑA
ELECTORAL, CRITERIO TÉCNICO PARA FIJAR LOS LÍMITES AL
MONTO DE GASTOS DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES...................... 254

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN LA
MODALIDAD DE APOYO, TACHA DE TESTIGO............................................ 272

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE LOS


REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE LAS COMUNIDADES
NEGRAS ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL, ENFOQUE DIFERENCIAL ÉTNICO....................... 280

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN


DE LOS DIPUTADOS A LA ASAMBLEA, CUOTA DE GÉNERO................. 289

NULIDAD ELECTORAL DE REPRESENTANTE A LA CÁMARA,


FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL, DIFERENCIA ENTRE
EL FORMULARIO E14 Y EL FORMULARIO E24, RECLAMACIÓN
DURANTE EL ESCRUTINIO DE VOTOS, RECONTEO DE VOTOS,
PRINCIPIO DE EVENTUALIDAD, DIFERENCIA ENTRE ERROR
ARITMÉTICO Y FALSEDAD, CAUSALES OBJETIVAS DE LA NULIDAD
DE LAS ELECCIONES, CAUSALES SUBJETIVAS DE LA NULIDAD
DE LAS ELECCIONES, INFRACCIÓN DE NORMA SUPERIOR, FALTA
DE COMPETENCIA, FALSA MOTIVACIÓN, DESCONOCIMIENTO DEL
DERECHO DE AUDIENCIA O DEFENSA, DESVIACIÓN DE PODER,
REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN
POPULAR, REEMPLAZO DE JURADO DE VOTACIÓN................................ 294

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GOBERNADOR DEL DEPARTAMENTO DEL CHOCÓ, INHABILIDAD
DEL GOBERNADOR POR CONTRATACIÓN, INHABILIDAD DEL
GOBERNADOR POR REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES DE
SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD DEL RÉGIMEN SUBSIDIADO.............. 345

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJALES MUNICIPALES POR CAUSALES OBJETIVAS, EFECTOS
DE LA SENTENCIA QUE DECLARA LA NULIDAD DEL ACTO DE
ELECCIÓN, FALSEDAD EN DOCUMENTOS ELECTORALES, PRINCIPIO
DE EFICACIA DEL VOTO, EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN
EN LA CAUSA POR PASIVA, REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD EN
PROCESOS DE NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN
POPULAR POR CAUSALES OBJETIVAS...................................................... 351

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN,
CAUSALES SUBJETIVAS DE LA NULIDAD DE LAS ELECCIONES,
ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES DE LA DEMANDA, VALORACIÓN
DE LA PRUEBA DOCUMENTAL, AMPLIACIÓN DE LA SUSTENTACIÓN
DEL RECURSO DE APELACIÓN.......................................................................... 359

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO,


VINCULACIÓN AL PROCESO DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL,
DERECHO PERSONAL DE ACCEDER A UNA CURUL, DERECHO A LA
IGUALDAD, PRINCIPIO DE CONFIANZA LEGÍTIMA, VACÍO NORMATIVO....366

10
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
PERSONERO MUNICIPAL, ACUMULACIÓN DE PROCESOS,
APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE COSA JUZGADA, CONTROL DE
LEGALIDAD DE ACTOS PREVIOS AL DE ELECCIÓN, CONCURSO
DE MÉRITOS PARA LA ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL,
PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL SOBRE EL FORMAL...... 378

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE LOS


INTEGRANTES DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO DE LA
REPÚBLICA Y SU SECRETARIO GENERAL, TECNOLOGÍAS DE LA
INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES, SESIONES VIRTUALES
EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA, EXPERIENCIAS DE LOS
PARLAMENTOS DE OTROS PAÍSES EN EL ÁMBITO DE LA PANDEMIA,
ACTIVIDADES DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA A TRAVÉS DE
MEDIOS ELECTRÓNICOS, PLATAFORMAS DIGITALES O SESIONES
VIRTUALES, SEDE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA............................ 389

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


PERSONERO MUNICIPAL, INHABILIDADES DEL PERSONERO
MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS PARA LA ELECCIÓN DEL
PERSONERO MUNICIPAL, ENTREVISTA EN EL CONCURSO DE
MÉRITOS, VALORACIÓN DE LA PRUEBA, EXPEDICIÓN IRREGULAR...... 403

ÍNDICE ANALÍTICO .............................................................................................. 418

11
AGRADECIMIENTOS

El contenido de la publicación que hoy nos sentimos honrados


de presentar es el resultado del trabajo de los Magistrados que
integran la Sección Quinta del Consejo de Estado, quienes con ello
honran el compromiso de garantizar los principios de publicidad y
transparencia de sus decisiones.

Este trabajo fue posible gracias a la invaluable colaboración de


los integrantes de cada despacho, del grupo interdisciplinario y la
Secretaría de nuestra Sección, que acompaña las labores y revisa los
altos estándares de calidad que las rigen y, muy especialmente, de
las Relatorías de la Sala Electoral y la de Asuntos Constitucionales
del Consejo de Estado.

El reconocimiento que hoy le brindamos a tan excelso equipo


obedece al apoyo incondicional que, con ocasión del trabajo realizado
con excelencia, permite esta divulgación jurisprudencial, la cual se
erige en un nuevo pilar para la protección de principios democráticos
y derechos fundamentales.

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

2021

DESPACHOS

ROCÍO ARAÚJO OÑATE

Magistrados Auxiliares: Nancy Ángel Müller, María Cecilia del Río Baena,
María José Penen Lastra
Profesionales Especializados: Clara Inés Moreno Salazar, Ana Isabel
Baquero Barriga, Julián Camilo Bazurto Barragán, Laura Victoria Cruz
Ochoa, Diego Fabián Monje
Sustanciadores: Mónica Patricia Bayter Orlando, Juan Camilo Redondo
Maestre, María Josefina Quintero Daza, Diego Orlando Cediel Salas
Oficial Mayor: Lina María Ocampo Suárez
Auxiliares Judiciales: Juan Nicolás Gómez Ronsería, Fabio Edison Barrera Gil
Conductor: Luis Orlando Urrutia Figueredo

LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ


ROCÍO ARAÚJO OÑATE (E)
PEDRO PABLO VANEGAS GIL

Magistrados Auxiliares: Fabio Jiménez Bobadilla, Paula Robledo Silva,


Sergio Alejandro Fernández Parra
Profesionales Especializados: Wilmar David Chaves Ramos, Jorge Rafael
Gómez Ortiz, María Camila Cervera Osorio, Carlos Andrés Vásquez Isaza,
Carlos Andrés Gómez Párraga
Sustanciadores: Diego Fernando Perdomo Rojas, Marco Felipe Chacón
Uribe, Juan David Aponte González, Rafael Bernardo Fernández Gómez
Oficial Mayor: Lizeth Dayani Ávila Poveda
Auxiliares Judiciales: Mónica María Pedraza Morales, Susan Lorena
Martínez Ocampo
Conductor: Mauricio Ávila Niño

CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

Magistrados Auxiliares: Germán Suárez Castillo, Ángela María Arbeláez


Cortés, Sonia Milena Vargas Gamboa
Profesionales Especializados: Johalys Matute Fuentes, María Alejandra Páez
Ibáñez, Yenifer Andrea Polanco Sánchez, Mery Ortiz Romero, Oderlei Núñez Castro

14
Sustanciadores: Katerine Venegas Rozo, Adriana Mejía Romero, Wilson
Jair Correa Barragán, Luis Fernando Balaguera Soto
Oficial Mayor: Miguel Alfredo Pinedo Murgas
Auxiliar Judicial: Wilson Jair Correa Barragán
Conductor: Armando Benítez Ramírez

LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

Magistrados Auxiliares: Claudia Patricia Molano Moncada, Elizabeth


Becerra Cornejo, Fabián Enrique Salazar Cárdenas
Profesionales Especializados: Laura Victoria del Pilar Sterling Sterling,
Katia Alexandra Domínguez Garcés, Ana Carolina Osorio Calderín, Ronald
Eliécer Van-Griecken, Astrid Carolina Sánchez Calderón
Sustanciadores: Arbey Cárdenas Ramírez, Andrea del Pilar Castellanos
García, Sandra Milena Tibaduiza Pulido
Oficial Mayor: Estefanía Robayo Cuervo
Auxiliares Judiciales: Ángela María del Pilar Luna Montero y Nelly
Stephany Mancera Gómez
Conductor: José Boris Estrella Gordillo

EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
SECCIÓN QUINTA
Magistrado Auxiliar: Ángela Natalia Prieto Vargas
Profesionales Especializados: Marco Fidel Rojas Guarnizo, Andrea
Fernanda Arévalo Álvarez, Diego Enrique Segura Alfonso, Leonardo
Ernesto Corredor Ramírez, Sebastián Ávila Riaño
Sustanciadores: Leonardo José Navarro Pinto, Daniel Alberto Beltrán
Romero, Flor Nirsa Muñoz, Sindy Milena Cuervo Quintero
Auxiliares Judiciales: Carolina Mesa De la Ossa, Jairo Nelson Casteblanco
Beltrán, Camila Díaz González, Didier Giovanni Pérez Chacón, Ángela María
Guerrero Guerrero

SECRETARÍA SECCIÓN QUINTA


Secretaria: Ethel Sariah Mariño Mesa
Oficial Mayor: Gregory Enrique de Antonio Rojas, Efraín Alberto Cortés Gordo
Auxiliares Judiciales: Efrain Alberto Cortés Gordo, María del Pilar Clavijo
Gaitán, Bertha Cecilia Huérfano Molano, Ángela María Hernández Baquero

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

2021

Escribiente: Néstor Antonio Rodríguez Higuera, María Camila Núñez


Martínez
Citador: Katherinn Andrea Rojas Vargas

SECRETARÍA GENERAL
Secretario General: Juan Enrique Bedoya Escobar
Equipo de Trabajo: Juliana Mosquera Correal, Heidy Yurani Barreto Cruz,
Blanca Lilia Vela Suárez, Javier Eduardo Vergara Hernández, Amanda
Cristina Cerón Rodríguez, Blanca Isabel Rodríguez Uribe, Diego Mario
Gómez Torres, Jeimy Tatiana Casas Mora, Zaida Yurani Duitama Guio,
Iván Mauricio Lizarazo Solano, Diana Lizeth León Lozada, María Doris
Buitrago Bermúdez, Javier Emilio Castellanos Sotelo, Juan Sebastián
Gómez Aristizabal, Jesús Hernando Padilla Guerrero, Alexander Guillermo
Pineda Vanegas, Mónica Eliana López Madarriaga, Miller Andrés Vásquez
Rodríguez, Jhon Jairo Rueda Bonilla, Lorena Carmona Villamarín, Jeimmy
Carolina Guerrero Baracaldo, María Alejandra Hernández Mejía, Luisa
Fernanda Pardo Salamanca, Cecilia Esperanza Vega Valcárcel, Carolina
Guzmán Quiñones, Juliana Andrea de los Ángeles Sterling Sterling, Diana
Marcela Mateus Cobos, Juan Carlos Valenzuela Pedraza, Linda Mairena
Mojica Alvarado, Jeimy Liliana Noriega Pedraza, Katherin Andrea Barrera
Valencia, Cindy Paola Mendoza Tique, Myriam Yolanda Jiménez Parra,
Anna María Fierro Osejo, Juan Sebastián Cano Rico, Jeyson Andrés Forero
Sierra, Oscar Javier Miranda Rueda, Thelmo Julián Bolaños Liscano, Neyl
Alejandro Vacca Bermúdez, Heidy Lizeth Bobadilla Pinzón, Carolina Mora
Hernández, Fabio Díaz Ruíz

RELATORÍAS
Relator Sección Quinta: Wadith Rodolfo Corredor Villate
Auxiliares Judiciales: Ana Teresa Niño Rojas, Daniela Pamela Quiñonez
Sánchez*, Erik Ferney Hernández Acosta
Relatores de Asuntos Constitucionales: Pedro Javier Barrera Varela,
Leonardo Vega Velásquez*, Camilo Augusto Bayona Espejo, Jacqueline
Contreras Parra*, Juan Alejandro Suárez Salamanca
Profesionales: Darwin Alexis Goyeneche Ortiz, Lorenza Cortés Rozo,
Melissa Amaya Galeano, Leonardo Vega Velásquez, Jenifer Alexandra
Ochoa Salcedo, Lucero Valois

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Auxiliares Judiciales: Lucero Valois, Melissa Amaya Galeano, Daniela
Mayorquín Mayorquín, Jenifer Alexandra Ochoa Salcedo, María Camila
Vega Torres, Jessica Paola Delgado Escobar
Escribientes: Jessica Paola Delgado Escobar, Vanessa Millán Paramo,
María Camila Vega Torres, Diego Felipe Torres Castañeda, José Salvador
Jiménez Pérez

OFICINA DE SISTEMAS
Jefe de Sistemas: Pablo Enrique Moncada Suárez
Profesional Especializado 33: Paola Andrea Alzate Lozano
Profesional Universitario Grado 20: Carolina Álvarez López
Profesional Universitario Grado 18: Oscar Elías Herrera Bedoya, Camilo
Ernesto Losada Burbano, Jorge Eduardo Coral Torres
Operador de Sistemas Grado 18: Leslie Rocío Cruz Chacón, Camilo
Ernesto Losada Burbano, José Fernando Bejarano Peña
Técnico Grado 13: Luis Carlos Cardozo Saavedra, Nancy González Vanegas,
Julián Alberto Amaya Céspedes
Grupo de Apoyo: Jaime Armando Meneses, Mateo Aza Bustos, David
Santiago Uribe, María Isabel Aguilar Moya, Steven Leonardo Sierra Pardo

OFICINA DE PRENSA
Jefe de Prensa: Juliana María Cadena Casas
Profesional Universitario: Giovanni González Arango, César Augusto
Álvarez López, Diego Rodríguez Saza
Asistente Administrativo: Fredy Ernesto Vergara Hernández

COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Coordinador Administrativo: Antonio Guillermo Guarín Rojas
Profesional Universitario Grado 18: Gloria Patricia Mejía Bravo
Escribiente Nominado: Rafael Antonio Garzón Verano
Asistentes Administrativos: John Jairo Caro Ramírez, Maryhat Yessell
Parra Cantor, Yineth Viviana Molina Triana

* Servidores que acompañaron parte del año al grupo de trabajo

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

18
P RESENTACIÓN1

El numeral 1º del artículo 237 de la Constitución Política define al Consejo


de Estado como el “tribunal supremo de lo contencioso administrativo” y,
con ello, le confiere la potestad de determinar el alcance, los efectos
y la interpretación de normas, conceptos e instituciones relevantes y
aplicarlos para resolver los casos concretos, en el contexto delimitado
por los supuestos fácticos y jurídicos planteados.

Por su parte, la Ley 14 de 1998 integró, en forma permanente,


la Sección Quinta del Consejo de Estado y le asignó competencias
en materia electoral, que actualmente se encuentran consagradas
en la Ley 1437 de 2011 y en el Acuerdo 80 de 2019, contentivo del
Reglamento Interno del Consejo de Estado, consistentes en resolver
sobre la legalidad de los actos que se expiden en el proceso electoral,
los actos electorales, los de contenido electoral y los de llamamiento.

Los medios de control cuyas competencias han sido asignadas a


esta Sala especializada tienen como objetivo proteger el sistema
democrático, el principio de legalidad en el ejercicio de las funciones
electorales y de la facultad nominadora, así como garantizar la
transparencia de las elecciones en los organismos del Estado y en las
entidades y corporaciones de elección popular.

Es allí donde cobra relevancia el ejercicio oportuno y eficaz del control


judicial sobre los actos objeto de examen, para comprobar el cumplimiento
de los requisitos de validez y ello comprende la observancia del deber
de proferir oportunamente las decisiones y de darlas a conocer a la
ciudadanía, constituyéndose este último en uno de los mecanismos a
través de los cuales se garantiza el principio de transparencia.

Para ello, hemos efectuado una selección de los más importantes


pronunciamientos efectuados en el año 2021, que reflejan el estado de
la jurisprudencia de la Sección, con el fin de dar claridad a instituciones

1 Nancy Ángel Müller – Magistrada auxiliar

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

jurídicas procesales y sustanciales que se han interpretado en todos los


casos para proteger los principios superiores de nuestro ordenamiento.

En relación con los primeros, los lectores podrán encontrar claridad,


entre otros aspectos, sobre los requisitos que debe contener la demanda
para ser admitida y dar lugar a un pronunciamiento de fondo, evitando
con ello el desgaste innecesario de la administración de justicia con la
adopción de decisiones que no resuelvan de fondo la controversia debido
a la ausencia de los presupuestos procesales exigidos.

Se precisa el alcance de figuras como la aclaración y la adición de


sentencias en sede de nulidad electoral y la integración normativa
que corresponde realizar en tales casos, pronunciamientos sobre la
oportunidad en el ejercicio de los medios de control, la legitimación en
la causa por activa y por pasiva, la debida integración del contradictorio,
la reforma de la demanda y su régimen especial.

Se destacan pronunciamientos sobre la procedencia de las medidas


cautelares en sede de nulidad electoral y, especialmente, de los requisitos
argumentativos y probatorios que deben concurrir para que sea posible
decretar la suspensión provisional del acto censurado, como también de
aquellos que deben concurrir para la revocatoria de las medidas.

Al abordar tales ejes temáticos, el contenido de esta publicación


refleja los cambios que se han introducido en la legislación que
pretenden armonizar las reglas procesales con los valores, principios
y derechos fundamentales que inspiran la Carta de 1991.

Lo anterior, en consideración a que el 25 de enero de 2021 entró a


regir la Ley 2080, por la cual se reformó el Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, según iniciativa
que tuvo su origen en el Consejo de Estado, pretendiendo no solo la
distribución armónica de las competencias entre esta Corporación,
los tribunales administrativos y los juzgados administrativos del
circuito, sino también el fortalecimiento de su función unificadora y
la modificación de normas que generaban diversas interpretaciones
o contenían antinomias, brindando igualmente herramientas para la
implementación y transformación digital de la justicia.

En aspectos sustanciales, haciendo referencia solo al contenido y


alcance de algunas de las providencias, se aclaran los efectos jurídicos

20
de las decisiones dictadas en los procesos de nulidad electoral, según la
necesidad de salvaguardar el procedimiento o una determinada etapa, lo
que dependerá de las condiciones especiales que se adviertan en cada caso.

En términos generales los extractos publicados reflejan las


especificidades propias de esta especialidad del derecho administrativo,
que surgen del contenido de los artículos 275 y siguientes de la Ley
1437 de 2011, así como de la Ley 1475 de 2011 y las normas especiales,
constituyéndose esta recopilación en una verdadera herramienta en la
especialidad del derecho electoral en Colombia.

Se destacan decisiones encaminadas a promover condiciones para


que la igualdad de las mujeres sea real y efectiva, en cumplimiento
de una de las obligaciones de las autoridades, que surgió en razón
de la historia de discriminación, sometimiento y marginación que
han padecido, con miras a revertirla para alcanzar el desarrollo del
país con paz, equidad y justicia social, tema sobre el cual se advierten
importantes pronunciamientos, como el contenido en la sentencia del
3 de junio de 2021, que se encuentra en el extracto 142.

Se indican los presupuestos necesarios para que sea posible


seleccionar un asunto para unificación de jurisprudencia, con el fin de
lograr la unidad y coherencia del ordenamiento y, por lo tanto, asegurar
el tratamiento igualitario de los asuntos que cuentan con identidad o
similitud fáctica y jurídica.

En ejercicio de la potestad-deber de unificación, por motivos de


importancia jurídica la Sala Electoral dictó el fallo del 12 de agosto
del 2021, en el que reiteró que los concejos municipales tienen la
competencia exclusiva para determinar los lineamientos generales de la
forma en la que se adelantarán las etapas del concurso de méritos para
la escogencia de personeros, siendo los responsables de su dirección.
Señaló que ni los concejos ni las entidades que estos contraten para
operar los concursos pueden limitar la inscripción de los aspirantes a
un solo concurso y deben garantizar la amplia participación ciudadana.

En punto de lo anterior, la Sección advirtió que el desconocimiento de


este principio invalida la elección, por desconocimiento de las normas

2 Con ponencia del magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, Rad, 08001-23-33-
000-2021-00012-01

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que regulan la elección y por falta de competencia, causales de nulidad


que se configuran sin que se tenga que examinar la incidencia, esto es,
si el resultado electoral sería el mismo o no, dado que esta circunstancia
únicamente se estudia en los casos de expedición irregular del acto.
Por otra parte, el Consejo de Estado investido de potestades como juez
constitucional tiene, igualmente, a su cargo la resolución de acciones de
tutela (artículo 86 de la C.P.), la selección para su eventual revisión de las
sentencias o de las demás providencias que determinen la finalización
o el archivo del proceso en los medios de control de protección de
derechos e intereses colectivos y de reparación de los perjuicios
causados a un grupo (artículo 36 A de la Ley 270 de 1996 – Estatutaria
de la Administración de Justicia)3, así como de cumplimiento de normas
con fuerza material de ley o de actos administrativos4.
En ese orden, esta publicación igualmente contiene las decisiones
más significativas que se han dictado en las acciones constitucionales
citadas.
En consecuencia, el lector va a encontrar una línea de pensamiento
y aplicación del derecho que propende por el cumplimiento efectivo
de las condiciones de ejercicio de los derechos y la delimitación del
núcleo constitucionalmente vinculante de estos, a través de ejercicios
de ponderación y aplicación del test de proporcionalidad que determina
el fin legítimo que corresponde alcanzar según los supuestos fácticos
analizados.
Se destaca que, del examen de las demandas de tutela que se
presentan, la gran mayoría de ellas pretenden la protección de los
derechos al debido proceso y de acceso a la administración de justicia
que consideran vulnerados con ocasión del proferimiento de decisiones
judiciales, cuya razonabilidad y carencia de arbitrariedad es objeto de
estudio a fondo para evitar la vulneración de tales prerrogativas.
Cabe destacar que la Sala ha realizado importantes pronunciamientos
para evitar la mora judicial y administrativa, propender por el cumplimiento
efectivo de las sentencias judiciales y de los actos administrativos que
reconocen derechos, garantizado que los conflictos que se someten a
consideración de los jueces sean efectiva y oportunamente resueltos,

3 Ley 472 de 1998 y artículos 144 y 145 de la Ley 1437 de 2011.


4 Ley 393 de 1997 y artículo 146 de la Ley 1437 de 2011.

22
reconociendo que únicamente una administración de justicia oportuna y
eficaz posibilita la construcción de paz.
La Sección se ha preocupado por aplicar las sentencias de unificación
de jurisprudencia proferidas por la Corte Constitucional, como
corporación de cierre en materia de derechos fundamentales, con el
fin de que la garantía de la seguridad jurídica sea real y efectiva.
También le ha aclarado a los accionantes cuándo una acción de
tutela contra providencia judicial tiene relevancia constitucional, esto
es, cuando transciende el ámbito meramente legal, se ha referido
ampliamente a la figura de la carencia actual de objeto, en todas las
modalidades reconocidas jurisprudencialmente, ha determinado
los casos en el que recurso extraordinario de revisión, constituye un
mecanismo idóneo y eficaz de protección de los derechos, a la hora de
analizar la subsidiariedad, entre otros importantes aspectos.
En forma transversal, ha precisado cada una de las causales tanto
genéricas como especiales de procedibilidad de la acción de tutela,
aplicándolas de tal manera y con tan detallado análisis jurídico y
probatorio que en todos los casos amplíen el ámbito de protección de
los derechos fundamentales.
Se van a encontrar importantes lineamientos sobre la procedencia de
la acción de tutela contra laudos arbitrales y contra las sentencias que
resuelven el recurso de anulación.
En esta oportunidad se va a notar un importante avance en la
redacción de las providencias en un lenguaje claro, comprensible para
toda la ciudadanía y no que da lugar a equívocos a la hora de interpretar
lo que la Sala pretendió al momento de dictar las sentencias o para dar
alcance a las órdenes impartidas.
Se resalta igualmente una significativa protección al derecho
al debido proceso en incidentes de desacato, pero también unas
decisiones contundentes encaminadas a que lo dispuesto en amparo
de los derechos fundamentales se cumpla estricta y oportunamente.
Esperamos, en consecuencia, que esta publicación, que contiene la
aplicación de los principios y las normas a casos concretos y que llena
de contenido prácticamente todas las figuras jurídicas procesales y
sustantivas, se erija en un referente obligatorio de consulta para
profesionales, usuarios de la administración de justicia y para todas las
personas que tengan interés en temas electorales y constitucionales,
que se han tratado con profundidad.

23
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

2021
24
MAGISTRADO
LUIS ALBERTO
ÁLVAREZ PARRA
SECCIÓN QUINTA

AUTOS
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ
NO PROBADA LA EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA
DE LA DEMANDA POR FALTA DE REQUISITOS FORMALES,
INDIVIDUALIZACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO, VALOR
PROBATORIO DE COPIA DEL ACTO DEMANDADO, PUBLICACIÓN
DEL ACTO DEMANDADO

EXTRACTO NO. 1

RADICADO: 47001-23-33-000-2020-00023-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Oladis Esther Correa Suárez
DEMANDADO: Yesit Jaruffe Sandoval Avendaño -
Concejal de Ciénaga – Magdalena, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si, en el


presente caso, se configura la excepción previa de ineptitud sustantiva
de la demanda por falta de requisitos formales bajo el supuesto de
que no se individualizó, en forma clara y precisa, el acto acusado y
por haberse aportado el acto demandado en copia simple y sin la
constancia de publicación.

TESIS 1: La doctrina procesal entiende por excepción todo medio de


defensa que proponga el demandado frente a las pretensiones de la

25
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

parte actora y suele clasificar este instituto procesal en: (i) excepciones
previas o dilatorias que tienden a postergar la contestación en razón
de carecer la demanda de requisitos para su admisibilidad; (ii)
excepciones de fondo o perentorias, las cuales buscan destruir el
derecho pretendido, por lo que generalmente no están en el derecho
procesal sino en el derecho sustantivo y (iii) excepciones mixtas, que son
aquellas que tienen naturaleza de excepción previa pero sus efectos son
de excepción perentoria, toda vez que, paralizan el proceso en forma
definitiva, como ocurre con la caducidad, transacción, conciliación,
prescripción y cosa juzgada. (…). Ahora bien, el artículo 100 del Código
General del Proceso, aplicable por remisión expresa del artículo 306
del CPACA, enlista las excepciones previas, entre las cuales está la de
“Ineptitud de la demanda por falta de los requisitos formales” (Num.5),
según la cual, si el libelo introductorio no cumple con los requisitos de
forma señalados por el legislador, no puede tramitarse válidamente el
proceso so pena de generar, en algunos casos, un fallo inhibitorio. Así,
el citado mecanismo de defensa hace relación al presupuesto procesal
denominado «demanda en forma», que se refiere a los requisitos o
condiciones mínimas de la demanda, los cuales están señalados en
los artículos 162, 163 y 166 del CPACA, tales como, (i) la designación
de las partes y de sus representantes, (ii) las pretensiones, (iii) hechos
y omisiones, (iv) normas violadas y concepto de violación cuando se
trata de impugnar actos administrativos, (v) la estimación razonada
de la cuantía cuando sea necesaria, (vi) la dirección de las partes, (vii)
anexos de la demanda y (viii) la individualización del acto acusado. (…).
En definitiva, lo que se garantiza a través de la mencionada institución
procesal es evitar el desgaste innecesario de la administración de
justicia, con la adopción de decisiones que no resuelvan de fondo la
controversia debido a la ausencia de los presupuestos procesales
requeridos para tal efecto. (…). En el sub examine, la excepción de
ineptitud sustantiva de la demanda, alegada por el apoderado de la
parte demandada, tiene fundamento en la supuesta desatención del
requisito formal previsto en el inciso 1° del artículo 163 de la Ley 1437
de 2011, en cuanto no se cumplió con la obligación de individualizar,
debidamente, el acto demandado. (…). [L]os cambios que se han venido
introduciendo en la legislación procesal contenciosa se han encaminado
en la misma dirección, como se evidencia de algunas normas del
CPACA, en las cuales se ha propugnado por armonizar las reglas
procesales con los valores, principios y derechos fundamentales que
inspiran la Carta de 1991. Así, por ejemplo, el artículo 163 del CPACA,
contempla la posibilidad de que el juez entienda demandados y, por

26
ende, pueda integrar al estudio de legalidad, los actos administrativos
que resolvieron los recursos interpuestos en contra de la decisión
inicial, así no se haya formulado pretensión declarativa frente a estos.
Por su parte, el artículo 171 ibidem, establece que el juez admitirá la
demanda que reúna los requisitos legales y le dará el trámite que le
corresponda, aunque el demandante haya indicado una vía procesal
inadecuada. De lo anterior se colige, que ha sido voluntad del legislador
legitimar un margen de apreciación del juez en relación con el estudio
integral de la demanda, a fin de evitar pronunciamientos inhibitorios,
los cuales desnaturalizan la esencia de la función de administrar
justicia y superponen el derecho meramente adjetivo al material o
sustantivo. También, esta fue la razón para que en el artículo 180 del
CPACA, que regula la Audiencia Inicial, como primera, se hubiere fijado
un momento procesal para sanear el litigio, justamente para remover
los obstáculos meramente formales y permitir el normal curso del
proceso y la resolución del conflicto. (…). [E]ntiende la Sala que, cuando
el demandante en su pretensión anulatoria, señala que el acto acusado
“consta en las Actas de Escrutinio General y parcial cuyas copias
auténticas adjunto”, se está refiriendo, también, al Formulario E-26
CON, en la medida que este documento se rotula como “Acta parcial de
escrutinio municipal”, en la que se deja constancia del cómputo de los
votos obtenidos por cada uno de los candidatos al concejo del municipio
de Ciénaga, Departamento del Magdalena. Así las cosas, concluye la
Sala que la decisión del quo, de entender satisfecho el requisito formal
en discusión, relativo a la debida individualización del acto acusado, fue
producto de una interpretación razonable de la pretensión anulatoria,
que se aviene al principio de prevalencia del derecho sustancial sobre
el formal y a una lectura sistemática, coherente e integral del escrito
inicial. Por consiguiente, es perfectamente posible colegir que la
voluntad inequívoca de la accionante es demandar el acto de elección
de los concejales del municipio de Ciénaga, para el período 2020-
2023, contenido en el E-26 CON, expedido por la Comisión Escrutadora
Municipal de Ciénega, el 9 de noviembre de 2019, frente al cual se
alegan los cargos formulados.

TESIS 2: El demandado consideró que no se cumplió con la obligación


contenida en el numeral 1 del artículo 166 de la Ley 1437 de 2011,
que exige que a la demanda se acompañe copia del acto acusado
con las constancias de publicación, comunicación o notificación,
según el caso, y que para determinar la forma en la que se le debe
dar cumplimiento a ello, es necesario acudir al inciso 2 del artículo

27
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

285 y al inciso 1 del artículo 215 ambos del CPACA, dispositivos de


los que concluye que los actos administrativos deben ser anexados
en reproducción auténtica. (…). [S]e tiene que es cierto que con la
demanda se debe acompañar copia del acto acusado; sin embargo, el
numeral 1 del artículo 166 del CPACA, del que deviene dicha obligación,
no cualifica la calidad en que debe ser aportado, es decir, no requiere
que la copia sea auténtica. De otra parte, lo indicado por el recurrente
en el sentido de que el acto sea aportado en copia auténtica, tampoco
se deriva del inciso 1 del artículo 215 del CPACA, que por demás fue
derogado por el artículo 626 de la Ley 1564 de 2012, que preveía
el valor probatorio de las copias, ni del inciso 2 del artículo 285 del
CPACA, según el cual los antecedentes del acto de elección por voto
popular se deberán solicitar al Registrador Nacional del Estado Civil
o al Consejo Nacional Electoral, normas en las que fundamentó el
recurrente esa supuesta condición con la que debe cumplir el acto
aportado con la demanda. Adicionalmente, de conformidad con el
artículo 246 del CGP “las copias tendrán el mismo valor probatorio
del original, salvo cuando por disposición legal sea necesaria la
presentación del original o de una determinada copia” presupuesto
este último que no resulta aplicable en este caso, pues se insiste
no hay norma expresa que ordene que la copia que se acompañe
sea auténtica. Así mismo, según lo dispuesto por el artículo 244 de
esa misma codificación los documentos públicos en original o en
copia, se presumen auténticos, mientras no hayan sido tachados de
falsos o desconocidos, supuestos que no se dieron en el presente
caso, de lo que se concluye que el documento aportado contentivo
del acto de elección que se demanda, se presume auténtico. (…). En
conclusión, (…), es claro que no se requiere que el acto acusado se
aporte en copia auténtica, pues la copia simple tiene el mismo valor
probatorio del original y se presume auténtica, cambios normativos
que favorecieron el acceso a la administración de justicia y el respeto
por el principio de la buena fe. De otra lado, en cuanto a que se aporte
la constancia de publicación, comunicación, notificación o ejecución
del acto demandado, según el caso, se advierte que la finalidad, de
esta exigencia, es la de determinar el momento desde el cual se debe
realizar el conteo del término de caducidad de que trata el literal
a) del numeral 2º del artículo 164 del CPACA, sin que la falta de tal
exigencia, en tratándose de elecciones por voto popular, constituya
una ineptitud sustantiva de la demanda, pues este tipo de elecciones
democráticas se declaran en audiencia pública, evento en el que
el término se contará a partir del día siguiente, supuesto en el que

28
se enmarca el presente asunto. En conclusión, no se requería que
se aportara la mencionada publicación al haber sido declarada la
elección en audiencia pública. En consecuencia, se confirmará el auto
apelado por las razones antes mencionadas.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 162 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164 NUMERAL 2 LITERAL A / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 166 NUMERAL 1 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 171 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 180 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 215 INCISO 1 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 244 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 285 INCISO 2 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 100 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
– ARTÍCULO 244 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 246 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 626

29
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ NO


PROBADAS LAS EXCEPCIONES DE CADUCIDAD E INEPTITUD DE
LA DEMANDA, DEMANDA EN FORMA

EXTRACTO NO. 2

RADICADO: 17001-23-33-000-2020-00173-01 (2020-00167-00)


FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Julio César Antonio Rodas Monsalve y otro
DEMANDADO: Fausto Téllez Marín – Personero municipal
de La Dorada – Caldas, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver si confirma


o no la decisión de primera instancia que declaró no probadas
las excepciones de caducidad e ineptitud de la demanda bajo los
argumentos, de que la demanda había sido formulada oportunamente
y, que ésta contenía una relación de las normas que se estimaron
violadas y los cargos de violación que tienen relación con la enunciación
normativa, respectivamente.

TESIS 1: La caducidad es una institución consagrada en la ley


procesal, que determina el tiempo dentro del cual es ejercitable el
derecho de acción, como derecho público subjetivo que tienen los
individuos de acudir a los órganos jurisdiccionales del Estado para que
le tutelen un interés o derecho reconocido en la Constitución y la ley
o la preservación del orden jurídico. (…). Según esta norma [artículo
164, ordinal 2°, literal a) de la Ley 1437 de 2011], para el ejercicio del
medio de control de nulidad electoral, el término de caducidad expira
al cabo de treinta (30) días contados así: i) si la elección se declara en
audiencia pública, a partir del día siguiente al de su declaratoria, ii) en
los casos en que la elección o nombramiento requiera de confirmación,
desde el día siguiente de la expedición de dicho acto y iii) en los demás
asuntos de elección y nombramientos, a partir del día siguiente al de
la publicación del acto, efectuada en la forma prevista en el inciso 1°
del artículo 65 de la Ley 1437 de 2011. (…). En punto a resolver los
planteamientos expuestos por el recurrente, debe la Sala señalar que

30
no le asiste razón al demandado al indicar que la Resolución No. 017
de 30 de enero de 2020, por medio de la cual se adoptó la lista de
elegibles para la elección del personero del municipio de La Dorada
– Caldas, es el acto administrativo que debe marcar la pauta para
contabilizar la caducidad del presente medio de control. Como bien
lo indicó el a quo, la lista de elegibles es un acto preparatorio, que se
produce en el procedimiento que culmina con la elección efectuada
por el concejo municipal del personero, el cual sí constituye el acto
administrativo definitivo, al tenor de lo establecido en el artículo 43 del
CPACA. (…). Precisado lo anterior, se tiene que el acto administrativo
pasible de control judicial en los dos procesos acumulados objeto de
estudio y que fue acusado de nulidad en ambos casos, es el acta 004
del 3 de febrero de 2020, a través de la cual el concejo municipal de
La Dorada – Caldas, en sesión plenaria, eligió al demandado como
personero. (…). Con base en estas reglamentaciones transitorias
[Acuerdo PCSJA20-11517 del 15 de marzo de 2020 y PCSJA20-11567
del 5 de junio de 2020 del Consejo Superior de la Judicatura, y artículo
1 del Decreto 564 de 2020], se concluye que, además del período
de suspensión de términos ordenado por el Consejo Superior de la
Judicatura a partir del 16 de marzo de 2020 y hasta la fecha de su
levantamiento, en todo el país, producida el 1° de julio de 2020, el
Decreto 564 de 2020 otorgó un período de un (1) mes más, en caso de
que, al momento de la suspensión de términos, le faltaren menos de
treinta (30) días para operar la caducidad, como ocurre en el presente
caso. Ahora bien, como en el plenario no obra prueba de la publicación
del acto acusado en los términos del artículo 65 de la Ley 1437 de 2011,
en todo caso, si se contabiliza la caducidad a partir del día siguiente a la
fecha de expedición del acta 004 del 3 de febrero de 2020, se concluye
que las demandas fueron presentadas oportunamente. (…). En este
orden, al haber sido radicadas las demandas los días 6 y 8 de julio de
2020, resulta forzoso concluir que ambas fueron presentadas dentro
del término de treinta (30) días previsto en el artículo 164, ordinal 2°,
literal a) del CPACA. (…). De otro lado, la Sala observa que el a quo en
el auto apelado, sólo tuvo en cuenta como fecha de presentación de
la demanda la del 6 de julio de 2020 (Proceso No. 2020-00167), sin
pronunciarse sobre la fecha de radicación del segundo libelo (Proceso
No. 2020-00173), esto es, el 8 de julio de 2020, no obstante, se advierte
que este último también resulta formulado en tiempo. En consecuencia,
se impone confirmar la providencia objeto de recurso que declaró no
probada la excepción de caducidad del medio de control de nulidad
electoral, cuya acumulación se ordenó en el presente caso.

31
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

TESIS 2: La doctrina procesal entiende por excepción todo medio de


defensa que proponga el demandado frente a las pretensiones de la
parte actora y suele clasificar este instituto procesal en: (i) excepciones
previas o dilatorias que tienden a postergar la contestación en razón
de carecer la demanda de requisitos para su admisibilidad; (ii)
excepciones de fondo o perentorias, las cuales buscan controvertir el
derecho pretendido, por lo que generalmente no están en el derecho
procesal sino en el derecho sustantivo y (iii) excepciones mixtas, que son
aquellas que tienen naturaleza de excepción previa pero sus efectos son
de excepción perentoria, toda vez que, paralizan el proceso en forma
definitiva, como ocurre con la caducidad, transacción, conciliación,
prescripción y cosa juzgada. (…). Ahora bien, el artículo 100 del Código
General del Proceso, aplicable por remisión expresa de los artículos 306
del CPACA, enlista las excepciones previas, entre las cuales está la de
“Ineptitud de la demanda por falta de los requisitos formales” (Num.5),
según la cual, si el libelo introductorio no cumple con los requisitos de
forma señalados por el legislador, no puede tramitarse válidamente el
proceso so pena de generar, en algunos casos, un fallo inhibitorio. Así,
el citado mecanismo de defensa hace relación al presupuesto procesal
denominado «demanda en forma», que se refiere a los requisitos o
condiciones mínimas de la demanda, los cuales están señalados en
los artículos 162, 163 y 166 del CPACA, tales como, (i) la designación
de las partes y de sus representantes, (ii) las pretensiones, (iii) hechos
y omisiones, (iv) normas violadas y concepto de violación cuando se
trata de impugnar actos administrativos, (v) la estimación razonada
de la cuantía cuando sea necesaria, (vi) la dirección de las partes, (vii)
anexos de la demanda y; (viii) la individualización del acto acusado. En
el contencioso electoral, existen, además, otras exigencias formales,
relacionadas con la debida acumulación de pretensiones (Art. 282 del
CPACA) y la necesidad de señalar con precisión las etapas, registros o
mesas, cuando se trata de demandas contra actos de elección por voto
popular, fundadas en causales objetivas, esto es, relacionadas con el
proceso de las votaciones y los escrutinios (Art. 139 del CPACA). (…). En
definitiva, lo que se garantiza a través de la mentada institución procesal
es evitar el desgaste innecesario de la administración de justicia con
la adopción de decisiones que no resuelvan de fondo la controversia
debido a la ausencia de los presupuestos procesales requeridos para
tal efecto. (…). Sea lo primero señalar que respecto de los imperativos
formales que ha estructurado el legislador procesal, frente al libelo
inicial, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha señalado que,
si bien dichos requisitos de la demanda en materia contenciosa

32
administrativa tienen justificación en la carga mínima que debe asumir
el demandante, ello no puede extremarse hasta el punto de quebrantar
gravemente el derecho de acceso a la administración de justicia. (…).
Así las cosas, el criterio erróneo al señalar las normas violadas y su
concepto de violación, así como la falta de suficiencia argumentativa,
o la carencia de coherencia frente al acto acusado, como lo subraya
el recurrente, no puede considerarse como un defecto de forma de
la demanda, sino un asunto que debe evaluarse al decidir el fondo
de la litis, pues, este requisito de la demanda en forma se satisface,
solamente indicando cuáles normas, en sentir del actor, resultan
quebrantadas y las razones que la sustentan, independiente del mérito
que les asista y la posibilidad de éxito que tenga en el proceso. Ahora
bien, en el presente caso, no hay duda de que el accionante cumplió
con esta carga al alegar, como normas violadas los artículos 2.2.27.1
del Decreto 1083 de 2015; 2° numeral 5° de la Ley 1150 de 2007; 24,
25 y 30 de la Ley 80 de 1993 y 29 de la Constitución Política y, a su
vez, al explicar el concepto de la violación de estos preceptos, bajo el
entendido de que el concurso de méritos adelantado por el concejo
municipal de La Dorada – Caldas, para la elección de personero estaba
plagado de irregularidades. (…). En este orden, se tiene que, la exigencia
objeto de estudio se entiende satisfecha al indicarse las normas que
se consideran transgredidas y el concepto de su violación, las cuales,
como quedó visto, están relacionadas con el proceso de selección con
el cual culminó la elección del demandado, como personero municipal
de La Dorada - Caldas, razones suficientes para que esta Sala de
Decisión confirme la providencia recurrida. De otro lado, se observa
que, en el recurso de apelación, el demandado agregó un argumento
adicional configurativo de la excepción de ineptitud sustantiva de la
demanda, consistente en que no se señaló, expresamente, en cuál de
las causales específicas de nulidad electoral previstas en el artículo
275 del CPACA, se ubicaba las censuras formuladas. Al respecto,
debe subrayarse que este reproche no se planteó como argumento
constitutivo de la ineptitud sustantiva en el escrito de contestación, por
lo que no fue abordado tampoco por el tribunal a quo en la providencia
objeto de la alzada. En este orden, al constituir un tema nuevo, que no
fue traído como desarrollo de la excepción formulada como “ineptitud
sustantiva de la demanda”, sino, ahora, con ocasión del recurso de
apelación, esta Corporación no podría efectuar su estudio, pues se
vulnerarían los derechos de igualdad, defensa y debido proceso de las
partes, en la medida que el actor se opuso a las excepciones sobre
unos argumentos y ahora se le sorprende con otros planteamientos

33
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

hechos por fuera de los linderos de la providencia que se ataca.


Finalmente, respecto a la petición del recurrente consistente en emitir
un pronunciamiento sobre las pruebas testimoniales solicitadas en el
escrito de contestación de la demanda y frente a las cuales el tribunal
de instancia no se refirió, se precisa que, no es un asunto que deba
resolverse en este proveído, pues, esta decisión no está contenida en
el acto recurrido y además porque el decreto de pruebas debe hacerse
en la audiencia inicial, según lo dispone el artículo 180 del CPACA.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 65 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 162 NUMERAL
4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 164
ORDINAL 2 LITERAL A / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 166 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 180 NUMERAL 6 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 243 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 244 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 / CÓDIGO GENERAL
DEL PROCESO - ARTÍCULO 100 NUMERAL 5 / DECRETO LEGISLATIVO 806 DE 2020
– ARTÍCULO 12 / DECRETO 564 DE 2020 -ARTÍCULO 1 / DECRETO LEGISLATIVO 637
DE 2020

34
RECURSO DE QUEJA CONTRA AUTO QUE NO CONCEDIÓ POR
EXTEMPORÁNEO EL RECURSO DE APELACIÓN CONTRA
SENTENCIA QUE DENEGÓ LAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA

EXTRACTO NO. 3

RADICADO: 13001-23-33-000-2020-00015-01
FECHA: 11/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Verónica María Payares Vásquez
DEMANDADO: Hernando José Padaui Álvarez - Diputado de la
Asamblea Departamental de Bolívar, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el recurso de


queja interpuesto por el apoderado de la accionante, contra el auto del
20 de noviembre de 2020, a través del cual, el Tribunal Administrativo
de Bolívar no concedió, por extemporáneo, el recurso de apelación
formulado contra la sentencia del 9 de octubre de 2020, que denegó
las pretensiones de la demanda.

TESIS: [E]l recurso de queja es un medio de impugnación consagrado,


entre otros objetivos, para posibilitar que el superior conozca y
decida el recurso de apelación cuando este ha sido denegado por el
juez a quo. Así lo prescribe el artículo 245 de la Ley 1437 de 2011.
(…). Al respecto, esta Sala Electoral ha precisado que la decisión que
habilita su interposición es la que deniega la concesión del recurso de
apelación o extraordinarios, es decir, la que los rechaza sin remitirlo
al superior para su estudio de fondo, por lo que al juez de la queja le
está encomendado analizar solamente su procedencia o la corrección
de la concesión de su efecto. (…). Ahora bien, en punto al trámite y a la
forma como debe ser interpuesto, el mismo dispositivo señala que se
aplicará lo establecido por el artículo 378 del Código de Procedimiento
Civil, hoy 353 del Código General del Proceso, razón por la cual, hay que
acudir a este estatuto procesal, para verificar la ritualidad surtida. (…).
Sea lo primero señalar que, el título VIII del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, consagra las
disposiciones para el trámite y decisión de las pretensiones de

35
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

contenido electoral, el cual, desde el anterior código, ha tenido un


tratamiento procesal especial, dada la necesidad de obtener una
decisión judicial con la mayor prontitud que aquélla que puede
obtenerse en los procesos ordinarios. Así, el procedimiento electoral
está instituido como un trámite contencioso especial, caracterizado
por su celeridad, al someterse a un procedimiento breve y sumario,
tener términos más cortos que los que gobiernan el proceso ordinario,
regular la procedencia y oportunidad de los recursos distintos al
régimen ordinario, entre otros aspectos. (…). De otra parte, no sobra
recordar que, en punto a la hermenéutica jurídica, existe el criterio de
especialidad, según el cual, la norma especial prima sobre la general
(lex specialis derogat generali) y, en este caso, por haberse regulado en
el artículo 292 del CPACA, de forma clara y perentoria el término para
interponer el recurso de apelación contra las sentencias emitidas en el
ámbito de la acción electoral no es posible desatender su contenido. (…).
Así las cosas, resulta claro que, es el artículo 292 y no el 247 del CPACA,
el que debe aplicarse en el presente caso, para definir el plazo para
interponer el recurso de apelación contra la sentencia proferida en el
proceso de nulidad electoral, por ser la norma especial prevista por el
legislador procesal para esta clase de proceso. Precisado lo anterior y
descendiendo al caso concreto, se tiene que, el Tribunal Administrativo
de Bolívar profirió sentencia de primera instancia el 9 de octubre de
2020, la cual fue notificada el 29 de octubre de 2020, mediante envío
de su texto a través de mensaje al correo electrónico del apoderado de
la accionante. Entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre del mismo
año, corrieron los dos (2) días de que trata el artículo 8 del Decreto
Legislativo 806 de 2020, por lo que, los cinco (5) días para formular el
recurso de apelación vencieron el 10 de noviembre de 2020 y como
quiera que el escrito contentivo del medio de impugnación se envió
por correo electrónico el 13 de noviembre del mismo año, es decir,
cuando el término legalmente establecido se encontraba vencido,
se concluye que el recurso se formuló extemporáneamente. (…).
Tampoco tiene vocación de prosperidad el argumento del recurrente,
según el cual, por la importancia del presente asunto, es necesario un
pronunciamiento del Consejo de Estado, pues, como bien lo indicó el
magistrado sustanciador, no es la relevancia, el impacto o interés que
suscita el debate que concita la demanda o la novedad jurídica que ella
traduce, lo que debe guiar si se aplica una u otra norma jurídica, sino
la voluntad del legislador expresada en los cánones contenidos en el
estatuto procesal. En el presente caso, por tratarse de una demanda de
nulidad electoral, el trámite y oportunidad para formular el recurso de

36
apelación contra sentencias se encuentra regulado en el artículo 292
del CPACA, norma especial para esta clase de procesos. Por lo tanto,
esta Sala declarará bien denegado el recurso de apelación presentado
por el apoderado de la accionante, conforme a lo dispuesto en el auto
del 20 de noviembre de 2020.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 245 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 247 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 292 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 353 /
DECRETO LEGISLATIVO 806 DE 2020 – ARTÍCULO 8

37
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 4

RADICADO: 68001-23-33-000-2019-00909-01 (2019-00938-01)


FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Jairo Rivera Cala y Luis Daniel Cardozo Cárdenas
DEMANDADO: Juan Sebastián Morales Forero - Concejal de Girón -
Santander, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver sobre la


solicitud del apoderado del demandado tendiente a que se aclare la
sentencia proferida por esta sección el 10 de diciembre de 2020

TESIS: [L]as providencias que ponen término a una controversia


están amparadas por el instituto jurídico procesal de la res iudicata
o cosa juzgada, conforme a la cual se otorga a aquellas decisiones
emanadas de la autoridad judicial, el carácter de definitivas y
vinculantes. Sin embargo, tal connotación de inmutabilidad, no obsta
para que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad de dicho
texto que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas
en su construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza
humana, mucho menos, a la labor judicial. (…). [E]n aras de garantizar
el principio de seguridad jurídica, frente a la indeterminación de los
derechos reconocidos en las providencias o la imperfecta ejecución
de las obligaciones allí impuestas, el legislador previó las figuras de
la aclaración, corrección y adición de aquellas. (…). [S]u aplicación y
alcance es restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto
inicial debe ajustarse a los supuestos que describe cada uno de
estas figuras. Tratándose de la aclaración, se tiene que en materia
contencioso administrativa, el CPACA, no contempla este instituto en
la normatividad que rige el trámite ordinario del proceso, por lo que
se debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo el artículo 306 de
ese compendio, que permite que en aquellos aspectos no regulados
por la Ley 1437 de 2011 se pueda acudir al Código General del Proceso
(Ley 1564 de 2012). (…). Conforme a la norma transcrita [artículo 285

38
del Código General del Proceso], es claro cuáles son los presupuestos
procesales que rigen la aclaración, tales son: i) titularidad: puede ser
solicitada por una de las partes o efectuada de oficio por el juez; ii)
procedencia: la misma opera cuando en la sentencia o el auto haya
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre
que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia o influyan en
ella y, iii) oportunidad: debe solicitarse dentro del término de ejecutoria
de la respectiva providencia. (…). De la lectura de este precepto [artículo
290 del Código General del Proceso], es evidente que el legislador
estructuró algunos de los presupuestos procesales en relación con
la aclaración de providencias, pero guardó silencio en cuanto a su
procedencia, lo que no obsta para que en virtud del artículo 306 del
CPACA se acuda a la normativa procesal general en dicho aspecto en
los términos que establece el artículo 285 de esta última codificación.
(…). Ahora bien, en lo atinente a la procedencia de la solicitud no es
necesario que la Sala extienda mayores argumentaciones para
concluir que no estamos frente a una aclaración de sentencia en
strictu sensu, pues a lo largo del escrito radicado por el apoderado del
demandado no se hacen más que valoraciones probatorias contrarias
a aquellas que se efectuaron en la providencia del 10 de diciembre de
2020, (…); labor que se enmarca, más bien en el debate probatorio que
se surtió en las etapas correspondientes del presente proceso. (…). [E]
l legislador en el marco del iter procesal, contempla la posibilidad de
que las providencias sean aclaradas “cuando contenga conceptos o
frases que ofrezcan verdadero motivo de duda”, más no cuando haya
desacuerdo frente a dichos conceptos o frases, con base en nuevos
juicios de valor – o inclusive reiterados durante el proceso – frente a los
fundamentos fácticos y jurídicos de la providencia, tal como sucede en
el sub lite en donde el apoderado del demandado insiste en el análisis
que sobre las pruebas llevó a cabo y, que, según su parecer, es el que
debió acoger esta sección.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 290

39
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 5

RADICADO: 15001-23-33-000-2019-00588-01
FECHA: 25/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Juan Francisco Riaño Borda
DEMANDADO: William Rodolfo Mesa Avella – Diputado de la Asamblea
Departamental de Boyacá, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala resolver sobre la


solicitud del apoderado del demandado tendiente a que se aclare la
sentencia proferida por esta Sección el 21 de enero de 2021

TESIS: [E]n el ordenamiento jurídico colombiano las providencias que


ponen término a una controversia están amparadas por el instituto
jurídico procesal de la res iudicata o cosa juzgada, conforme con el cual
se otorga a aquellas decisiones emanadas de la autoridad judicial, el
carácter de definitivas y vinculantes. Sin embargo, tal connotación de
inmutabilidad, no obsta para que se subsanen errores, omisiones o la
falta de claridad de dicho texto que puede surgir ante imprecisiones
gramáticas y sintácticas en su construcción; aspectos estos que no
escapan a la naturaleza humana, mucho menos, a la labor judicial.
Conforme con lo anterior, en aras de garantizar que los yerros en que
pudo incurrirse en la sentencia, queden superados, el legislador previó
las figuras de la aclaración, corrección y adición de aquellas, cada una
bajo unos supuestos definidos en la ley en relación con su titularidad,
oportunidad y procedencia; de manera que su aplicación y alcance es
restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto inicial debe
ajustarse a los supuestos que describan estas figuras. Tratándose
de la aclaración, se tiene que en materia contencioso administrativa,
el CPACA, no contempla este instituto en la normatividad que rige el
trámite ordinario del proceso, por lo que debe remitirse a la regla
remisoria que trajo consigo el artículo 306 de ese compendio, que
permite que en aquellos aspectos no regulados por la Ley 1437 de
2011 se pueda acudir al Código General del Proceso ([artículo 285] Ley

40
1564 de 2012). (…). Acorde con la norma transcrita, es claro cuáles
son los presupuestos procesales que rigen la aclaración, así: i) en
relación con la titularidad, puede ser solicitada por cualquiera de los
sujetos procesales o declarada de oficio por el juez; ii) en relación con
la procedencia, la misma opera cuando en la sentencia o el auto hay
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre
que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia o influyan
en ella y, iii) en relación con la oportunidad, debe solicitarse dentro del
término de ejecutoria de la respectiva providencia. (…). De la lectura
de este precepto [artículo 290 del Código General del Proceso], es
evidente que el legislador estructuró algunos aspectos especiales
relacionados con el plazo para su solicitud, la forma de notificación de
la providencia que lo decide y los recursos procedentes, pero guardó
silencio en cuanto a su procedencia, lo que no obsta para que en virtud
del artículo 306 del CPACA se acuda a la normativa procesal general
en dicho aspecto en los términos que establece el artículo 285 de
esta última codificación. (…). Sea lo primero analizar si se cumplen los
presupuestos procesales de la aclaración: i) en cuanto a la titularidad,
se tiene que esta se solicitó por el apoderado de la parte demandada;
ii) en relación con la oportunidad, se observa que la sentencia fue
notificada el 25 de enero de 2021 a todos los sujetos procesales y los
dos (2) días de que trata el artículo 8º del Decreto Legislativo 806 de
2020, corresponden al 26 y 27 de enero del citado año. En este orden,
el término que contempla el artículo 290 del CPACA, transcurrió los
días 28 y 29 de enero de 2021 y como el escrito fue el 25 de enero
de 2021; se concluye que fue radicado oportunamente iii) En cuanto
a la procedencia de la solicitud no es necesario que la Sala extienda
mayores argumentaciones para deducir que no estamos frente a una
aclaración de la sentencia, pues, los reparos relacionados con a) el
trámite de sorteo y designación de conjuez, b) las objeciones frente al
empate de los magistrados, dirigidas a señalar que debió acudirse al
principio pro democracia y c) la necesidad de acudir a la jurisprudencia
anunciada, nada tienen que ver con frases oscuras o conceptos
ininteligibles de la providencia. (…). [R]esulta oportuno recabar que las
figuras de aclaración, adición y corrección de providencias no pueden
convertirse en un mecanismo de reapertura de los debates abordados
por el juez para desatar la litis. Específicamente, la aclaración, en tanto,
está dirigida a superar las dudas que susciten alguna expresión o no
sean los razonamientos que preceden al fallo o impacten en la parte
resolutiva, lo suficiente diáfanos al intelecto humano. Desde luego, la
imposibilidad de estandarizar una técnica generalizada en la forma

41
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de resolver un universo de problemas jurídicos y los fundamentos


teóricos de argumentación, semántica y gramática, pueden generar
ambigüedades o dubitaciones que exijan una aclaración para dar
absoluta certeza. Debido a lo anterior, es que el legislador en el marco
del iter procesal, contempla la posibilidad de que las providencias
sean aclaradas “cuando contenga conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda”, más no cuando haya desacuerdo por parte
de los sujetos procesales frente a dichos conceptos o frases, donde
el apoderado del demandado insiste en la aplicación de la figura la
jurisprudencia anunciada, y la posibilidad de que se reexamine el
asunto a la luz del principio pro democracia y que se aborde un asunto
del trámite de los conjueces, todo lo cual resulta extraño a la aclaración
de la sentencia.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: [A]unque [se comparte] plenamente la providencia proferida


el 25 de febrero de 2021 -a través de la cual se negó la solicitud de
aclaración de la sentencia proferida por la Sala el 21 de enero del
presente año, elevada por el apoderado de la parte demandada,
por cuanto con la misma se pretendió reabrir el debate de fondo, y
no precisar conceptos o frases que ofrecieran verdadero motivo de
duda-, no [se estuvo] de acuerdo con la decisión mayoritaria plasmada
en la precitada providencia tal como [se expresó] en su momento a
través del respectivo salvamento de voto. Por lo tanto, [se reitera], [se
comparte] la decisión de negar la solicitud de aclaración de la sentencia
de segunda instancia del 21 de enero de 2021 adoptada dentro del
proceso de la referencia pero no, la de confirmar la sentencia del 26
de agosto de 2020 proferida por el Tribunal Administrativo de Boyacá a
través de la cual se declaró la nulidad de la elección del señor William
Rodolfo Mesa Avella como diputado de ese departamento.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290

42
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DE
REPRESENTANTES DE LAS ORGANIZACIONES DEL SECTOR
PRIVADO ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL

EXTRACTO NO. 6

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00091-00
FECHA: 11/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Ciro Agustín Castro Castro
DEMANDADOS: Julio César Lozano Mejía, José Luis Gámez
Daza, Manuel Gutiérrez Villalobo y Jesús Manosalva Fonseca –
Representantes de las Organizaciones del Sector Privado ante el
Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional del Cesar –
CORPOCESAR
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la admisión de la demanda de nulidad electoral y resolver si accede
o no a la solicitud de suspensión provisional presentada contra la
elección de Julio César Lozano Mejía, José Luis Gámez Daza, Manuel
Gutiérrez Villalobo y Jesús Manosalva Fonseca, como Representantes
de las Organizaciones del sector privado ante el Consejo Directivo
de la Corporación Autónoma Regional del Cesar – CORPOCESAR,
que se considera se llevó a cabo de forma irregular al desconocer
los diferentes plazos previstos para las correspondientes etapas del
procedimiento eleccionario, situación que se aduce, también originó el
vicio de falta de competencia.

TESIS: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una fórmula


innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas en
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión, admitiendo
en esta tipología cualquier clase de medida que el juez encuentre
necesaria para garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso
y la efectividad de la sentencia e impedir que el ejercicio del medio
de control respectivo, pierda su finalidad. (…). [S]egún el artículo 231
de la Ley 1437 de 2011, el juez administrativo está habilitado para

43
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

efectuar un análisis profundo entre el acto demandado y las normas


invocadas como transgredidas, a partir de la interpretación de la ley
y la jurisprudencia y estudiar las pruebas allegadas con la solicitud,
lo que implica hacer un estudio amplio, analítico y razonado, para
verificar si se vulnera el ordenamiento jurídico, sin perder de vista
que, en todo caso, se trata de una decisión provisional, que no implica
prejuzgamiento, según las voces del artículo 229 ibidem. Así mismo,
aunque este presupuesto, coincide con el análisis del fondo de la litis,
debe precisarse que, por tratarse de una medida provisional, producto
de un juicio preliminar, no tiene carácter definitivo, pues, de conformidad
con el artículo 235 ibidem, existe la posibilidad de modificar o revocar
la medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones,
caso en el cual, la medida debe levantarse. (…). [P]ara que proceda
la medida de suspensión provisional, debe establecerse que el acto
acusado es violatorio de alguna de las disposiciones que se consideran
infringidas en la demanda o en el acápite correspondiente del escrito
introductorio, según lo dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad
electoral por remisión del artículo 296 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. Lo anterior en
tanto, el artículo 277 ibidem, norma especial del contencioso electoral,
establece que la solicitud de la medida de suspensión provisional debe
estar contenida en el mismo escrito de demanda y resolverse en el
auto admisorio, razón por la cual, resulta apenas razonable y acorde
con la tutela judicial efectiva, que su decreto bien pueda fundarse
en las razones invocadas tanto en la demanda como en el escrito
contentivo de la medida. (…). En el sub examine, la parte actora solicita
la suspensión de los efectos del acto de elección objeto de demanda,
en cuanto considera que el proceso de elección que dio origen al acto
demandado se llevó a cabo en forma irregular, toda vez que al proferir
la directora general (e) de CORPOCESAR, la Resolución 0231 de 5 de
agosto de 2020, desconoció el Decreto 1076 de 2015, en relación con
los diferentes plazos que dicha normatividad establece para efectos
de llevar a cabo las correspondientes etapas del procedimiento
eleccionario, lo cual, también originó el vicio de falta de competencia,
según el parecer del libelista. En orden a verificar lo anterior, resulta
imperioso para la Sala analizar la normatividad que rige dichas fases
del proceso de elección de los representantes del sector privado
ante el consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional del
Cesar – CORPOCESAR, para lo cual debe comenzar por referenciarse
el artículo 26 de la Ley 99 de 1993, en cuyo literal e) enlista como
integrantes de dichos corporativos a dos (2) representantes del

44
sector privado, cuyo trámite de elección está previsto en el Decreto
1850 de 2015. (…). De las normas transcritas [Decreto 1850 de 2015
artículo 2.2.8.5A.1.2 a 2.2.8.5A.1.5] es evidente que lo que pretendió el
ejecutivo reglamentario, fue estructurar un trámite breve y preclusivo
en relación con la elección de los citados representantes del sector
privado, con el fin de garantizar una adecuada participación de los
diferentes actores que integran el sector económico de la región donde
tienen jurisdicción las diferentes corporaciones autónomas regionales.
De otra parte, es de notar que los plazos establecidos para agotar cada
una de las fases del proceso eleccionario, fueron dispuestos en relación
con la fecha de reunión de la elección. Justamente, conforme a este
último aspecto, es que el demandante alega el desconocimiento de
los términos contemplados en las normas transcritas, habida cuenta
que la elección de los representantes del sector privado se produjo el
10 de septiembre de 2020, mientras que las etapas de convocatoria,
recepción de documentos y verificación de dicha documentación ya se
habían evacuado en el año 2019, esto es, con una antelación superior
a la que dictan las normas del Decreto 1076 de 2015. (…). [P]ara la
Sala es claro que en la praxis la revocatoria de la Resolución 0078 de
11 de febrero de 2020, conllevaba a que se restauraran los efectos
jurídicos del aviso convocatorio del 21 de noviembre de 2019, por
lo que resultaba apenas evidente, que al haber transcurrido más de
ocho (8) meses entre la expedición de este último y la reanudación del
trámite que dispuso la resolución transcrita, los plazos contemplados
en el Decreto 1076 de 2015 se extendieran en el tiempo con mayor
amplitud en relación con los términos allí establecidos. Ahora, prima
facie, la Sala no observa que esta particularidad fáctica, pueda
tener la virtud de afectar la elección demandada, pues, si bien se
reconoce que las primeras etapas del proceso se surtieron con una
basta anterioridad a la elección por las circunstancias ya explicadas,
superando de esta manera los términos establecidos en el Decreto
1076 de 2015, se observa que algunas normas a las que aquí se
hizo referencia – artículos 2.2.8.5A.1.2 y 2.2.8.5A.1.3, se estructuran
bajo el criterio de mínimos, pues, en estas se reitera la frase “con
una antelación mínima”, lo que a primera vista daría a entender que
el término puede ser superior al allí indicado; igual análisis podría
abordarse frente al artículo 2.2.8.5A.1.4 del decreto ibidem en el que
simplemente se dice que el informe de verificación de documentación
“se divulgará con antelación a la fecha de la reunión de elección”. Por
supuesto, tal interpretación inicial del articulado está sujeta a criterios
de razonabilidad y proporcionalidad frente a la complejidad de cada

45
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

una de las etapas, lo cual deberá ser abordado en el fondo del asunto,
teniendo en cuenta las vicisitudes que se suscitaron en el marco de la
elección. De igual forma, en cuanto al reparo relacionado con la fase
de elección, frente a la cual, el libelista, advierte que al no realizarse la
misma el último día hábil del mes de noviembre de 2019, debía dejarse
constancia de dicha situación y acto seguido proceder a publicar un
nuevo aviso, conforme lo ordena el artículo 2.2.8.5A.1.5 del Decreto
1076 de 2015, la Sala considera que resultaría precipitado en este
momento procesal emitir un pronunciamiento al respecto ante la
insuficiencia de material probatorio que sirva de apoyo para estudiar
la infracción normativa alegada. (…). Así mismo, no es posible en este
momento estudiar el vicio de falta de competencia que se sustenta
en el hecho de haberse reanudado el proceso de elección una vez
superados con amplitud los plazos contemplados en el Decreto 1076
de 2015. Lo anterior, por cuanto si bien se observa que el proceso se
reinició después de alrededor de cinco meses, no hay absoluta certeza
frente a las posibles eventualidades que pudieron haber generado tal
retraso, lo cual deberá ser valorado una vez se allegue por parte de la
entidad vinculada las copias íntegras de las actuaciones. (…). Conforme
a lo aquí expuesto, la Sala no encuentra configurado los requisitos
necesarios para decretar la medida cautelar solicitada, habida
cuenta que de las pruebas allegadas con la solicitud no se advierte la
vulneración de las disposiciones cuya violación se alega, tal como lo
exige el artículo 231 del Código de Procedimiento Administrativo y de
lo Contencioso Administrativo.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 277 / DECRETO 1850 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.8.5A.1.2 A
2.2.8.5A.1.5 / DECRETO 1076 DE 2015

46
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 7

RADICADO: 19001-23-33-000-2019-00370-01
FECHA: 11/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gustavo Adolfo Castrillo Arrieta
DEMANDADO: Diego Armando Guevara Bravo - Concejal de Popayán –
Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la solicitud que hiciera el demandado, a través de apoderada judicial,
tendiente a que se aclare la sentencia del 18 de febrero de 2021

TESIS: [L]as providencias que ponen término a una controversia


están amparadas por la prerrogativa procesal de la res iudicata o
cosa juzgada, conforme con la cual, las sentencias emanadas de
la autoridad judicial, tienen un carácter de definitivo, vinculante e
inmutable. Sin embargo, tal connotación de firmeza, no obsta para
que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad del texto
que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas en su
construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza humana,
mucho menos, a la labor judicial. Conforme con lo anterior, en aras de
garantizar que los yerros en que pudo incurrirse en la sentencia queden
superados, el legislador previó las figuras de la aclaración, corrección
y adición de las mismas, cada una bajo unos supuestos definidos en
la ley en relación con su titularidad, oportunidad y procedencia; de
manera que su aplicación y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier
enmendadura del texto inicial debe ajustarse a los supuestos que
describe la norma. Tratándose de la aclaración, se tiene que en materia
contencioso administrativa, el CPACA, no contempla este instituto en la
normatividad que rige el trámite ordinario del proceso, por lo que se
debe utilizar la regla remisoria que trajo consigo el artículo 306 de ese
compendio, que permite que en aquellos aspectos no regulados por la
Ley 1437 de 2011 se pueda acudir al Código General del Proceso (Ley
1564 de 2012). (…). Conforme con la norma transcrita [artículo 285],

47
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

resultan claros los presupuestos procesales que rigen la aclaración,


así: i) en relación con la titularidad, puede ser solicitada por cualquiera
de los sujetos procesales o declarada de oficio por el juez; ii) en cuanto
a la procedencia, la misma opera cuando en la sentencia o el auto hay
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre
que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia o influyan en
ella y, iii) respecto de la oportunidad, debe hacerse dentro del término
de ejecutoria de la respectiva providencia. Es oportuno precisar, que
en el marco del proceso electoral se previó la figura de la aclaración
de la sentencia, con una regulación especial. (…). De la lectura de este
precepto [artículo 290 del Código General del Proceso], es evidente que
el legislador estructuró algunos aspectos especiales relacionados con
el plazo para su solicitud, la forma de notificación de la providencia que
lo decide y los recursos procedentes, pero guardó silencio en cuanto a
su procedencia, lo que no obsta para que en virtud del artículo 306 del
CPACA se acuda a la normativa procesal general en dicho aspecto en
los términos que establece el artículo 285 de esta última codificación.
(…). Sea lo primero analizar si se cumplen los presupuestos procesales
de la aclaración, concluyéndose frente a los mismos lo siguiente: i) en
cuanto a la titularidad, se tiene que esta se solicitó por la apoderada de
la parte demandada; ii) en relación con la oportunidad, se observa que
la sentencia fue notificada el 19 de febrero de 2021 a todos los sujetos
procesales y los dos (2) días de que trata el artículo 8º del Decreto
Legislativo 806 de 2020, corresponden al 22 y 23 de febrero del citado
año. En este orden, el término que contempla el artículo 290 del CPACA,
transcurrió los días 24 y 25 de febrero de 2021 y como el escrito fue
el 22 de febrero de 2021; se colige que fue radicado en tiempo; iii) en
cuanto a la procedencia de la solicitud no es necesario que la Sala
extienda mayores argumentaciones para concluir que no estamos
frente a una aclaración de la sentencia, pues, los reparos relacionados
anteriormente, nada tienen que ver con frases oscuras o conceptos
ininteligibles de la providencia. (…). [R]esulta oportuno recabar que las
figuras de aclaración, adición y corrección de providencias no pueden
convertirse en un mecanismo de reapertura de los debates abordados
por el juez para desatar la litis. Específicamente, la aclaración, en tanto,
está dirigida a superar las dudas que susciten alguna expresión o no
sean los razonamientos que preceden al fallo o impacten en la parte
resolutiva, lo suficientemente diáfanos al intelecto humano. Desde
luego, la imposibilidad de estandarizar una técnica generalizada en la
forma de resolver un universo de problemas jurídicos y los fundamentos
teóricos de argumentación, semántica y gramática, pueden generar

48
ambigüedades o dubitaciones que exijan una aclaración para dar
absoluta certeza. Debido a lo anterior, es que el legislador en el marco
del iter procesal, contempla la posibilidad de que las providencias
sean aclaradas “cuando contenga conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda”, más no cuando hayan desacuerdos por
parte de los sujetos procesales frente a dichos conceptos o frases, tal
como sucede en el sub lite, donde la apoderada del demandado insiste
en argumentos del recurso de apelación que fueron absueltos en la
sentencia con suficiencia y claridad.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290

49
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECIDIÓ LAS


EXCEPCIONES PREVIAS, REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD,
EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA,
CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE NULIDAD ELECTORAL, EXCEPCIÓN
DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA, EXCEPCIÓN
DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA,
INTERVENCIÓN DE TERCEROS PROCESALES, RESOLUCIÓN DE
LAS EXCEPCIONES PROCESALES, ABANDONO DEL PROCESO,
NOTIFICACIÓN POR MEDIO ELECTRÓNICO

EXTRACTO NO. 8

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00505-01
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Mayra Alejandra Hurtado García
DEMANDADO: Víctor Julio Galvis Niño - Personero municipal de Villa
del Rosario – Norte de Santander, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver los recursos


de apelación interpuestos por el Concejo del Municipio de Villa del
Rosario, la Corporación Centro de Consultoría, Investigación y Edición
Socio-Económica – CCIES- y el demandado Víctor Julio Galvis Niño,
contra el auto del 5 de octubre de 2020 del Tribunal Administrativo de
Norte de Santander, mediante el cual, se decidieron las excepciones
propuestas por estos mismos sujetos procesales.

TESIS 1: Coinciden los impugnantes en sus escritos de apelación


en señalar que no se agotó el requisito de procedibilidad, en tanto,
la parte accionante no se pronunció en relación con “la orden de
subsanación de la demanda”, de lo cual deducen que no se acreditó
el referido requisito. (…). En relación con esta “excepción” que en
realidad es un presupuesto procesal para demandar, conocido como
“requisito de procedibilidad”, al tenor del parágrafo del artículo 237
de la Carta, debe indicar la Sala que se comparte plenamente el
razonamiento efectuado por el tribunal, en tanto, no puede confundirse
este presupuesto procesal con los requisitos formales de la demanda.

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Según la disposición constitucional, este requisito previo para
demandar solamente opera entrándose de elecciones por voto popular,
cuando se invocan causales de nulidad objetiva, esto es, aquellas que
se configuran por irregularidades que se presentan en el proceso de
las votaciones y los escrutinios. Como quiera que, el presente caso,
se refiere a una demanda contra la elección del personero municipal
de Villa del Rosario, efectuada por el concejo de dicho municipio, no
estamos ante la hipótesis que consagra la norma. Además, como bien
lo señala el tribunal, el desarrollo de este mandato constitucional, fue
previsto como un presupuesto previo para demandar en el artículo 161
numeral 6º, el cual fue declarado inexequible por la Corte Constitucional,
mediante sentencia C-283 de 2017. (…). [N]o era exigible este requisito
de procedibilidad y mucho menos procedente rechazar la demanda,
a pesar de no haberse subsanado el libelo introductorio por parte de
la accionante, pues, este aspecto no fue señalado como un defecto a
subsanar por parte del Juzgado Quinto Administrativo Oral de Cúcuta,
quien conoció en un primer momento del asunto. Así las cosas, obró
el juzgado ajustado a derecho al haber acudido a lo preceptuado en el
artículo 171 del CPACA, adecuando el trámite al medio de control de
nulidad electoral y remitiéndola al tribunal competente por tratarse de
un acto electoral cuya competencia está asignada a esa corporación,
según el artículo 152.8 del CPACA. De igual manera, el tribunal acató
estrictamente las normas procesales, al admitir la demanda, sin la
exigencia del requisito de procedibilidad a que se ha hecho referencia.
Por lo tanto, debe negarse la censura de “falta de agotamiento del
requisito de procedibilidad” de que trata el parágrafo del artículo 237
de la Carta, reglamentado en el artículo 161.6 del CPACA, formulada por
los recurrentes contra el proveído de instancia, y el cuestionamiento,
según el cual, ha debido rechazarse la demanda por no haberse
subsanado este aspecto del escrito introductorio.

TESIS 2: Los impugnantes consideran que el a quo debió acceder a


declarar probada la excepción de ineptitud sustantiva de la demanda
por “indebida escogencia del medio de control”, “indebida integración
del petitum” y “falta de individualización del acto definitivo demandado”
y “ausencia absoluta de invocación normativa y concepto de violación
al considerar que el libelo introductorio no cumplió con los requisitos
previstos en los artículos 162 y 163 de La Ley 1437 de 2011 para su
admisión. (…). Para resolver este cargo [indebida escogencia de la
acción], impera señalar que, si bien, la demandante formuló una
demanda de nulidad simple contra varios actos administrativos

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

proferidos por el concejo municipal de Villa del Rosario, relacionados


con la elección del personero de dicho municipio, y la misma no fue
subsanada, en cuanto ha debido ajustar el escrito a una demanda de
nulidad electoral, en todo caso, el Tribunal Administrativo de Norte de
Santander al efectuar el control del libelo introductorio, encontró
satisfechos los requisitos formales de la demanda por lo que procedió
a admitirla. (…). Así las cosas, aunque la demandante no atendió la
carga de adecuar el escrito al medio de control de nulidad electoral,
ordenado por el juzgado, mediante auto del 4 de marzo de 2020, debe
entenderse que esta adecuación también operaba de oficio, pues, fue
querer del legislador procesal, en aras de asegurar la tutela judicial
efectiva, otorgarle al operador judicial la prerrogativa de adecuar el
trámite, como una forma de materializar el principio de la prevalencia
del derecho sustancial sobre el formal que emana del artículo 228 de
la Carta. Por lo tanto, no se advierte ninguna irregularidad procesal
que haga posible que deba accederse a la excepción de ineptitud de la
demanda por indebida escogencia del medio de control, dado que el
trámite fue adecuado por el juzgado al remitir el proceso y el tribunal
al admitir la demanda. Tampoco, se estructura esta excepción por el
hecho de que la accionante, en su escrito introductorio, a) no se hubiere
identificado como abogada; por el contrario, esta acción se caracteriza
por ser pública y puede interponerla cualquier persona; b) o porque la
accionante hubiere demandado varios actos administrativos, pues,
bastaba con identificar el acto por medio del cual el concejo municipal
eligió al demandado, como en efecto se hizo, y proceder a inadmitir
frente a los demás, y c) o porque se hubiere hecho mención en el
acápite de la “cuantía”, que la demanda no tenía contenido económico
y no comportaba un restablecimiento automático del derecho, dado
que estas características, son, justamente, rasgos distintivos del
contencioso electoral. Así las cosas, considera la Sala que la actuación
surtida, estuvo ajustada a derecho, por lo que debe confirmarse el
proveído en cuanto negó la excepción de indebida escogencia del
medio de control. (…). El apoderado del concejo municipal de Villa del
Rosario y el demandado indicaron que se configuró la excepción de
ineptitud sustantiva de la demanda por “indebida integración del
petitum” porque el escrito genitor señala como uno de los actos
definitivos demandados, la Resolución 004 del 15 de enero de 2020,
cuando el único y verdadero acto definitivo es el acta de Sesión Plenaria
Extraordinaria del Concejo Municipal de Villa del Rosario del 14 de
enero de 2020, en la cual se realizó la elección y posesión del personero
municipal para el periodo 2020-2024. Así mismo, Respecto de la “falta

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de individualización del acto definitivo demandado” expusieron que se
debe declarar su prosperidad en tanto en el escrito introductorio, no se
individualizó el acto definitivo demandado, ni separaron las
pretensiones y, por el contrario, se señaló como actos demandados el
acta de la sesión plenaria extraordinaria celebrada el 14 de enero del
2020 y la Resolución 004 del 15 de enero siguiente, expedida por la
Mesa Directiva del Concejo del Municipio de Villa del Rosario, lo que
genera “confusión al momento de decidir la litis”. Sea lo primero
señalar que el artículo 163 del CPACA, trae como un requisito formal
de la demanda que cuando se pretenda la nulidad de un acto
administrativo “este se debe individualizar con toda precisión”. (…).
Conforme con lo expuesto, se concluye que la demandante, en su
escrito introductorio, pretende la nulidad de varios actos administrativos.
(…). De los (…) actos administrativos, el único que es pasible de control
judicial en el contencioso electoral es el acto definitivo contenido el
acta de Sesión Plenaria Extraordinaria del Concejo Municipal de Villa
del Rosario del 14 de enero de 2020, a través del cual la corporación
declaró la elección del personero municipal. Lo anterior por cuanto no
son los actos previos a la elección los que se demandan, ni los actos
subsiguientes, sino el que decide de manera definitiva la elección del
servidor público. (…). Así las cosas, como dentro de las pretensiones
anulatorias, en todo caso, está incluida la anulación del acto definitivo
contenido el acta de Sesión Plenaria Extraordinaria del Concejo
Municipal de Villa del Rosario del 14 de enero de 2020, a través del cual
se declaró la elección del personero municipal, debe entenderse que el
juicio de legalidad, está circunscrito a dicho acto y no frente a los
demás, como lo indicó el tribunal en el auto admisorio, (…), motivo por
el cual, la excepción de ineptitud sustantiva de la demanda por indebida
integración del petitum y falta de individualización del acto definitivo,
no está llamada a prosperar. (…). Estima el concejo municipal en su
recurso de alzada que se configura la ineptitud sustantiva de la
demanda por ausencia de invocación normativa y de concepto de
violación, en tanto, refiriéndose a la no acreditación de la inhabilidad
para ser elegido personero, “la actora no ha señalado expresamente
cuales fueron las normas violadas y si ello daba origen a la existencia
de una causal de nulidad de los actos administrativos atacados”. Al
respecto, impera precisar, que la enunciación de las normas violadas y
el concepto de violación, es una carga apenas razonable que tiene todo
aquel que demanda la nulidad de un acto administrativo, manifestación
unilateral de voluntad de la administración, que está signada del
atributo de la presunción de legalidad y que, por lo mismo, impone al

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

actor señalar cuáles son las normas que se consideran infringidas y


las razones que sirven de fundamento. (…). Ahora bien, este requisito
no puede extremarse, dado que basta que el actor haya señalado una
sola norma del ordenamiento jurídico y explicado su alcance en
relación con el acto acusado, para concluir que se cumple con el
requisito formal descrito en el artículo 162 numeral 4º del CPACA,
pues, no puede perderse de vista que, tratándose de una acción pública,
como lo es la acción electoral, el juez está llamado a interpretar y darle
el entendimiento razonable de los argumentos expuestos, para no
vulnerar el derecho fundamental de acceso a la administración de
justicia, consagrado en el artículo 229 superior y del principio de
prevalencia del derecho sustancial sobre el procesal, previsto en el
artículo 228 de la misma Carta, que tienen especial relevancia en el
contencioso electoral. En el presente caso, se observa que la
demandante señaló en los acápites denominados “fundamentos de
derechos de las pretensiones” y “concepto de violación al orden
superior” las normas invocadas como violadas y el concepto de
violación. En efecto, la parte actora expuso como normas vulneradas
en el capítulo fundamentos de derecho de las pretensiones, las
siguientes disposiciones jurídicas: Decreto 1083 de 2015 en su artículo
2.2.6.7; artículo 30 de la Ley 909 de 2004; Artículo 53 de la ley 1437 de
2011; Régimen de Inhabilidades previsto en el artículo 11 de la ley
1437 de 2011, artículo 2 ley 1031 de 2006, Decreto 1421 de 1993. Así
mismo, en punto al concepto de violación indicó i) Que el acto de
convocatoria solo otorgó tres (3) horas para la inscripción de los
interesados en el concurso de méritos para designar al personero
municipal; ii) Que el demandado se encontraba incurso en una causal
inhabilidad por haberse desempeñado como concejal en el año anterior
a su elección; iii) Que no se dispuso de medios electrónicos para el
proceso de inscripción de los candidatos y iv) Que la institución
contratada para adelantar el concurso de méritos, la Corporación
Centro de Consultoría, Investigación y Edición Socio-Económica –
CCIES- no cumplió con los requisitos establecidos en el artículo 30 de
la Ley 909 de 2004. Ahora bien, cosa distinta es que los supuestos de
las normas que se invocan, no correspondan a los hechos objeto de
examen, lo cual corresponde al juez administrativo analizar al
momento del fallo, pues ab initio del trámite, solo se evalúan los
requisitos formales de la demanda. Por lo tanto, se concluye que la
parte demandante si indicó las normas violadas y realizó una breve
descripción del concepto de la violación, con lo cual se considera
cumplido este requisito procesal.

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TESIS 3: Exponen los recurrentes que el medio de control de nulidad
electoral está caducado. (…). Arguyen al respecto que, el acto de elección
del personero fue proferido en “la audiencia del 14 de enero de 2020”,
sesión de la plenaria del Concejo Municipal de Villa Rosario y el libelo
genitor fue radicado por fuera del término legalmente establecido.
Además, agregan que como la demanda se formuló inicialmente como
de nulidad simple, indican que “Si tomamos la fecha de la adecuación
del procedimiento hecha por el juez, dícese 23 de julio del 2020, y la
fecha de elección del Personero Municipal, dícese 14 de enero del
2020, había transcurrido un término superior a los treinta (30) días
hábiles que tenía la actora para demandar”. (…). [L]a caducidad es
una institución procesal que determina el tiempo dentro del cual es
ejercitable el derecho de acción, como derecho personal y subjetivo
de acudir a los órganos de la jurisdicción para demandar el control de
constitucionalidad o legalidad de los diferentes actos que expidan los
organismos del Estado o el reconocimiento de un derecho particular,
sin perjuicio de las indemnizaciones o reparaciones correspondientes,
cuando hubiere lugar a ello. En materia electoral, el artículo 164,
ordinal 2°, literal a) de la Ley 1437 de 2011, establece un plazo para
interponer el medio de control de nulidad electoral. (…). Conforme a la
norma (…), se tiene que fue voluntad del legislador prever un término
de caducidad menos extenso en relación con los demás medios de
control que conoce esta jurisdicción; ello para proteger valores como
la estabilidad institucional y la seguridad jurídica que pueden verse
afectados por mantener en una situación de indefinición, aquellas
controversias que puedan suscitarse con ocasión del ejercicio de
la función electoral. Ahora bien, se debe precisar que el contenido
normativo del artículo 164 descrito, establece dos situaciones
disímiles para el conteo de dicho término: i) Si la elección se declara
en audiencia pública el término se contará a partir del día siguiente
y ii) en los demás casos de elección y en los de nombramientos se
cuenta a partir del día siguiente al de su publicación. Al respecto esta
Sala ha precisado que no todas reuniones o sesiones de órganos
colegiados se pueden considerar “audiencias”. (…). Descendiendo al
caso particular se tiene que las sesiones de los concejos municipales
no corresponden a la naturaleza de una audiencia pública, pues la
duma municipal ejerce su función a través de las sesiones ordinarias
o extraordinarias, en la forma dispuesta por los artículos 26 y 27 de la
Ley 136 de 1994. En el caso particular de la elección de funcionarios,
esta facultad se encuentra regulada en el artículo 35 y en el caso
de los personeros en el artículo 170 ibídem; preceptos que remiten

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

a la realización de sesiones ordinarias o extraordinarias que, para el


efecto, convoque el alcalde. En ellas no se vislumbra una participación
procesal y activa del público, que denote interacción, como lo refiere
el precedente, pues, una cosa es que las sesiones sean públicas y otra
que su realización corresponda a una audiencia pública. (…). En el sub
judice, advierte la Sala, que no obra prueba en el expediente de que el
acta de Sesión Plenaria Extraordinaria del 14 de enero de 2020, hubiere
sido publicada en el medio de divulgación con que cuenta el municipio
de Villa del Rosario para la difusión de sus actos administrativos
generales, como los de nombramiento y actos de elección, distintos
a los de voto popular, ni que los recurrentes hubieren acreditado tal
circunstancia, para hacer valer esta excepción, por lo que no es posible
realizar el cómputo del término de caducidad, de conformidad con el
literal a), numeral 2 del artículo 164 de la Ley 1437 de 2011. (…). Por lo
tanto, al no haber prueba de ello, debe concluirse que no está probada
la caducidad del medio de control incoado. (…). Así las cosas, la Sección
confirmará la decisión proferida por el Tribunal Administrativo de Norte
de Santander, de no declarar probada la excepción de caducidad, pero
por las razones aquí esbozadas y no por las señaladas en el proveído
objeto de apelación.

TESIS 4: Argumentan los impugnantes que debe accederse a declarar


probada esta excepción por que la demandante “no otorgó poder ni
autorizó a la autoridad judicial ni existe norma que habilite a esta para
proseguir con la presente demanda”. Al respecto se debe destacar
que ni el medio de control de simple nulidad, invocado por la parte
actora, ni la acción de nulidad electoral, mecanismo al que se adecuó
la demanda, exigen que el libelo genitor deba ser interpuesto mediante
apoderado judicial. Ello es así, por cuanto del contenido del artículo 137
de la Ley 1437 de 2011 se extrae que “toda persona” puede solicitar
“por sí, o por medio de representante”, que se declare la nulidad de los
actos administrativos de carácter general. Así mismo, del artículo 139
ibídem se desprende que “cualquier persona” puede pedir la nulidad de
los actos de elección por voto popular o de aquel efectuado por cuerpos
electorales, así como de los actos de nombramiento que expidan las
autoridades públicas de todo orden. Conforme al contenido normativo
reseñado, es dable concluir que le asiste razón al Tribunal al haber
negado esta excepción, por cuanto ni el medio de control de nulidad
simple ni la nulidad electoral exigen calidades especiales a quien ha de
interponer demandas de esta naturaleza. Por lo tanto, esta excepción
no tiene vocación de prosperidad.

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TESIS 5: Argumenta la mencionada corporación y el apoderado del
Concejo Municipal de Villa del Rosario, que la Corporación Centro
de Consultoría, lnvestigación y Edición Socio Económica – CCIES, no
está llamada a concurrir a este proceso, habida cuenta que su misión
consistió únicamente en prestar el apoyo logístico al Concejo Municipal
de Villa del Rosario para desarrollar la convocatoria, sin que tenga
la atribución de revocar o modificar, en forma autónoma, los actos
administrativos expedidos por el Concejo Municipal. Considera la Sala,
(…), que esta censura deberá ser acogida, pues, la Corporación Centro
de Consultoría, Investigación y Edición Socio Económica – CCIES,
en efecto, sólo brindó asesoría técnica y apoyo logístico al concejo
municipal de Villa del Rosario para adelantar el concurso de méritos
para la elección del personero municipal, en tanto fue vinculada
mediante un contrato de prestación de servicios para adelantar dicho
concurso, como lo prevé el artículo 2.2.27.1 del Decreto 1083 de 2015,
que dispone que los concejos municipales o distritales podrán contratar
con universidades o instituciones de educación superior públicas o
privadas o con entidades especializadas en procesos de selección de
personal, la realización del concurso de méritos. (…). En el presente
caso, a pesar de que la mencionada corporación cumplió un papel
muy importante en la elaboración y aplicación de las pruebas y brindó
apoyo en la atención de reclamaciones, no puede considerarse que es
la “autoridad” que “expidió” el acto o “intervino” en su adopción, dado
que ello se predica únicamente del organismo estatal, a quien se le ha
otorgado la atribución constitucional y legal para elegir el personero
municipal, en este caso, el concejo municipal de Villa del Rosario,
por virtud del artículo 313 numeral 8 de la Constitución Política y del
artículo 170 de la Ley 136 de 1994. Por lo tanto, la excepción de falta
de legitimación en la causa por pasiva de la Corporación Centro de
Consultoría, Investigación y Edición Socio Económica – CCIES deberá
ser declarada por esta sala electoral y, en consecuencia, el proveído del
tribunal deberá ser modificado en este aspecto. Aduce el apoderado
del Concejo Municipal y el demandado en sus escritos de alzada que el
señor Víctor Julio Galvis Niño, no puede ser demandado en esta causa
judicial, dado que el medio de control que invocó la accionante fue el de
simple nulidad y no de nulidad electoral. Al respecto, se impone precisar
que la legitimación en la causa por pasiva, hace referencia a la aptitud
que debe reunir la persona –natural o jurídica– contra quien se dirige
la demanda para oponerse jurídicamente a las pretensiones que el
demandante esgrime en su contra. En consecuencia, no basta con ser
objeto de demanda para concurrir legítimamente a un juicio, sino que

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

es imperioso estar debidamente legitimado para ello. En el sub judice,


considera la Sala que debe desestimarse el argumento expuesto, pues,
(…), el presente asunto fue adecuado al trámite del medio de control
de nulidad electoral, por tratarse de un acto de elección efectuado por
un cuerpo electoral, al tenor del artículo 139 de la Ley 1437 de 2011.
En este orden, el nombrado o elegido siempre se ha tenido como parte
demandada, por la potísima razón, de que es a quien, primeramente, le
compete defender la legalidad del acto administrativo, por medio del
cual, se le ha designado en el respectivo cargo público. Además, como
el acto de elección o nombramiento genera para el designado, una
situación personal y subjetiva al colocarlo en la vocación de ingresar
a la función pública, en tanto acepte dicha designación, esta persona
una vez posesionada, está en la posición de concurrir al proceso a
integrar el contradictorio, como parte demandada, pues, en él concurre
el interés legítimo de permanecer en el cargo. De acuerdo con lo
anterior, se concluye que el señor Víctor Julio Galvis Niño, por ser la
persona elegida como personero del municipio de Villa del Rosario
y destinatario del acto acusado, debe permanecer vinculado en esta
causa judicial como demandado. En este orden, la Sala Electoral
procederá a despachar desfavorablemente la excepción de falta de
legitimación por pasiva del sujeto indicado.

TESIS 6: Estima el Concejo Municipal en su escrito de apelación que


el Municipio de Villa del Rosario, no tiene legitimación en la causa por
pasiva porque la única entidad responsable del concurso es el concejo
municipal de Villa del Rosario. Agrega, además, que el alcalde no ha
firmado ninguna de las resoluciones atacadas y la misión de la entidad
territorial, fue prestar apoyo al concejo municipal en la publicación de
los actos administrativos que se expidieron en el marco del concurso.
Por su parte, el Tribunal Administrativo de Norte de Santander, en el
auto impugnado, señaló que los concejos municipales son entidades
corporativas de la administración y carecen de personería jurídica y, en
ese orden, la representación judicial de tales entidades se encuentra a
cargo del alcalde, como jefe de la administración local y representante
legal del municipio; por tanto, el municipio debía estar vinculado al
proceso. La Sala no comparte esta apreciación, pues la capacidad
para comparecer a un proceso judicial en el ámbito del contencioso
administrativo y su representación legal, está regulada en la ley 1437
de 2011, en el artículo 159. (…). [S]e concluye que le asiste razón al
concejo municipal, en su escrito de alzada, en el sentido de señalar
que no debió vincularse al municipio de Villa del Rosario, pues, es

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el concejo municipal, quien tiene la legitimación para defender la
legalidad del acto acusado por haber sido quien expidió dicho acto y
porque conforme al artículo 159 de ley 1437 de 2011, el personero
representa a este órgano de control, así no tenga personería jurídica.
Por lo tanto, es procedente revocar la decisión de negar la excepción
de falta de legitimación en la causa por pasiva del Municipio de Villa
del Rosario, para en su defecto declararla probada.

TESIS 7: En cuanto a la situación de la señora Mildrey Camargo


Rodríguez, impera señalar que la mencionada ciudadana, no está
llamada a concurrir a este debate judicial, pues, no es la persona
elegida mediante el acto administrativo cuya nulidad se depreca,
tampoco contribuyó a su expedición, ni le asiste derecho alguno que
implique que el fallo pueda causarle un agravio o un perjuicio. (…). [S]
implemente figura en primer lugar en la Resolución No. 004 del 15 de
enero de 2020, por medio de la cual, se hizo la recomposición de la lista,
una vez elegido y posesionado el señor Víctor Julio Galvis Niño, con la
vocación de ser elegida, en caso de falta absoluta del personero; por
lo tanto, tan solo tiene una expectativa que se concretaría, si llegase a
configurarse una situación de vacancia absoluta del empleo. Tampoco
de ella se predica alguna relación jurídica sustancial con el demandado,
que implique que deba comparecer como litisconsorcio necesario. La
única situación que podría ampararle su participación en este proceso,
sería la de concurrir como coadyuvante o impugnante, en los términos
del artículo 228 de la Ley 1437 de 2011, que se refiere a la intervención
de terceros en los procesos electorales, (…) participación que es
facultativa, más no obligatoria, como lo pretende el impugnante, razón
por la cual, no puede prosperar este argumento del recurso de alzada.

TESIS 8: Esta Corporación ha considerado que con la resolución


de las excepciones previas y mixtas se produce el saneamiento del
proceso, dado que tienen como finalidad controvertir la procedencia
del medio de control en su etapa inicial teniendo como fundamento las
irregularidades o vicios que pueda presentar la demanda o en trámite;
mientras la finalidad de las excepciones de mérito, es discutir el fondo
del asunto o el derecho controvertido para así extinguir totalmente
las pretensiones del demandante, institución procesal que debe
sustentarse en las pruebas aportadas por quien la alega y la cual debe
ser decidida en la sentencia. Establecida esta diferenciación, se puede
advertir que los argumentos que los recurrentes señalan en su escrito
de impugnación relacionados con “inexistencia de actos de trámites

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

anulados”, “idoneidad de la CCIES”, “no acreditación de inhabilidades


para ser personero” están dirigidos a atacar las pretensiones de la
demanda, y por tanto no son excepciones previas sino excepciones de
mérito que deben ser decidas en la sentencia. (…). En el mismo sentido,
se ubica el argumento que se esboza, según el cual, la inexistencia de
actos de trámite anulados, es motivo para que se deba acceder a lo
solicitado, pues, se insiste, todos los reparos esgrimidos tienen que
ver con el fondo del debate o la relación jurídico sustancial, más no
procesal. Por lo tanto, se concluye que estos argumentos deben ser
decididos con el fondo de la sentencia, por no constituir una excepción
previa de las enlistadas en el artículo 100 del C.G.P., aplicable al proceso
electoral en virtud de la remisión expresa de los artículos 296 y 306
de la Ley 1437 de 2011, ni una excepción mixta de las descritas en el
artículo 180.6 del CPACA, tal como lo declaró el tribunal de instancia.
Finalmente, respecto de la “excepción genérica” se debe precisar que
su contenido deviene del artículo 282 del CGP, aplicable al proceso
electoral en virtud de los artículos 296 y 306 del CPACA, que obliga al
juez al reconocimiento oficioso de una excepción cuando halle probado
los hechos que la constituyen. En efecto, dice el artículo 282 que
una vez acreditado el medio exceptivo en el proceso el juez “deberá
reconocerla oficiosamente en la sentencia”. Sin embargo, no estando
el proceso en esta procesal, ni habiéndose advertido ninguna situación
que configure una excepción previa o mixta, distinta de las alegadas, se
debe proceder a negarla. Así las cosas, con base en los razonamientos
precedentes, debe negarse las excepciones de “inexistencia de actos
de trámites anulados”, “idoneidad de la CCIES”, “no acreditación de
inhabilidades para ser personero” y la “excepción genérica”.

TESIS 9: [A]l revisar el escrito de contestación de la demanda, se


observa que el señor Víctor Julio Galvis Niño, incluyó un acápite que
denominó “IV. DESISTIMIENTO TACITO”, para solicitar al Tribunal dar
aplicación a lo previsto en el literal g) del numeral 1 del artículo 277
de la Ley 1437 de 2011, en orden a terminar el proceso y disponer
su archivo, por estimar que no se acreditaron las publicaciones del
aviso de que trata la norma. Sin embargo, estima la Sala que este
es un aspecto que escapa al objeto de análisis de la providencia
recurrida, pues, corresponde a esta sala electoral, decidir si el tribunal
resolvió acertadamente, en el proveído del 5 de octubre de 2020, las
excepciones formuladas por la parte pasiva. Así entonces, como quiera
que el asunto planteado, no fue objeto de pronunciamiento por parte el
a quo, es procedente devolverlo al tribunal para que provea al respecto,

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pues, no es posible, por esta Sala, pretermitir una instancia, dado que
en el evento de que se llegare a declarar por parte del tribunal, el
desistimiento tácito y la terminación consecuencial del proceso, esta
providencia tendría apelación ante esta Corporación al tenor de lo
dispuesto en el artículo 243.2 del CPACA. En tal virtud, este argumento
debe rechazarse para permitir que sea el tribunal quien se pronuncie.
(…). El señor Víctor Julio Galvis Niño y la CCIES, argumentaron que la
demandante no señaló el canal digital para notificar a las partes y a
los terceros como lo dispone el artículo 6º del Decreto 806 de 2020.
Observa la Sala, que no era atendible este requisito, en razón a que
para la época en que se radicó la demanda, esto es, el 26 de febrero
de 2020, aún no había sido expedido el Decreto 806 de 2020, el cual
empezó a regir a partir de su publicación, es decir, el 4 de junio de
2020. Por lo tanto, como dicho requisito no estaba vigente, no era
exigible, en el presente caso, el señalamiento del “canal digital” para
la notificación a los sujetos procesales. En tal virtud, este argumento
debe desestimarse.

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: Con el debido respeto, [se manifiesta el] disenso parcial en


relación con la decisión adoptada en Sala de 18 de marzo de 2021 por
medio de la cual resolvió los recursos de apelación interpuestos (…)
contra el auto del 5 de octubre de 2020 del Tribunal Administrativo de
Norte de Santander, mediante el cual, se decidieron las excepciones
propuestas por estos mismos sujetos procesales, y con ello, entre
otras, declaró probada la falta de legitimación en la causa por pasiva
de la CCIES, punto frente al cual versa [el] reparo. El Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo fijó
dentro de sus lineamientos la función del juez por dar en el curso de la
audiencia inicial, trámite a las excepciones de los intervinientes en el
medio de control. (…). Tratándose de excepción, esta se ha entendido
como “todo medio de defensa que proponga el demandado frente
a las pretensiones de la parte actora” y dentro de su clasificación
se encuentran: (i) previas o dilatorias que tienden a postergar la
contestación debido a la carencia en la demanda de requisitos para
su admisibilidad; (ii) fondo o perentorias, las cuales buscan destruir el
derecho pretendido, por lo que generalmente no están en el derecho
procesal sino en el derecho sustantivo y (iii) mixtas, que son aquellas

61
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que tienen naturaleza de excepción previa pero sus efectos son de


excepción perentoria, toda vez que, paralizan el proceso en forma
definitiva, como ocurre con la caducidad, transacción, conciliación,
prescripción y cosa juzgada. (…). En cuanto a la excepción denominada
falta de legitimación en la causa por pasiva, se observa que la misma
hace parte de las excepciones mixtas consagradas en el numeral
6º del artículo 180 del Código de Procedimiento Administrativo y de
lo Contencioso Administrativo y, de acuerdo con lo expuesto, esta
excepción se configura cuando el sujeto señalado como demandado
realmente no corresponde con la persona que tiene el deber de
satisfacer el derecho reclamado en la demanda, de acuerdo las
normas y las pruebas que atañen al asunto en particular. (…). [L]a
providencia de la que [se manifiesta el] disenso encontró que la CCIES
no ostenta las cualidades para encontrarse legitimada en el proceso
en comento pues estas únicamente residen sobre autoridades, y la
Corporación no lo es. Como primera medida me permito esbozar que,
el artículo 2.2.27.1 del Decreto 1083 de 2015, señaló que los concejos
municipales o distritales podrán contratar con universidades o
instituciones de educación superior públicas o privadas o con
entidades especializadas en procesos de selección de personal, la
realización del concurso de méritos. (…). [E]l artículo 277.2 del CPACA
arguye que, en materia electoral, la notificación de la demanda debe
hacerse personalmente a la “autoridad que expidió el acto y a la que
intervino en su adopción”, según el caso. Es claro que, aunque en
estricto sentido la entidad en comento [CCIES] no es una autoridad, sí
intervino en el proceso de selección aquí controvertido sin que pueda
entenderse que esta únicamente resulte predicable del organismo
estatal a quien se le ha otorgado la atribución constitucional y legal
para elegir el personero municipal, en este caso, el concejo municipal
de Villa del Rosario. (…). De esta manera queda en evidencia que los
reparos de este medio de control también versaron sobre la idoneidad
de la entidad contratista y con ello, los actos que se desprendieron
con la participación de la Corporación en cita. Por lo anterior, [se
considera] que la CCIES sí se encontraba legitimada en la causa por
pasiva no como demandada sino con una vinculación especial por
haber intervenido en la adopción del acto acusado y además porque
frente a ella se presentó controversia por no ostentar la calidad
requerida para el acompañamiento al Concejo Municipal de Villa del
Rosario, situación que, como se indicó en la providencia en discordia
parcial, debe ser resuelta en la sentencia, siendo desacertada su
desvinculación en esta prematura etapa procesal.

62
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS 1: [E]l a quo al abordar la excepción que fue titulada como


“falta de agotamiento del requisito de procedibilidad”, consideró que
la misma en realidad se trataba de una inepta demanda por falta
de requisito formales, separando el estudio de los argumentos que
allí se plantearon respecto de las demás excepciones propuestas
-indebida integración del petitum, indebida escogencia del medio de
control, etc.-. Así las cosas, el Tribunal Administrativo de Norte de
Santander, de forma precisa, resolvió la primera de las señaladas,
resaltando que en sede del medio de control de nulidad electoral,
era posible interpretar la demanda y encontrar superados algunos
requisitos del líbelo introductorio, lo cual se acompasa con la
naturaleza pública de éste. Por otra parte, los demás aspectos que
integraron el estudio de la autoridad judicial de primera instancia,
fueron abordados, uno a uno, señalándose las razones por las
cuales no se configuraban en el caso concreto, utilizándose para
el efecto, fundamentos diferentes a lo expuesto en forma previa.
Tal precisión, no fue incluida de forma expresa en el proyecto, lo
que (…), dificultó el entendimiento de la decisión que fue objeto
de la apelación tramitada por esta Corporación. Adicionalmente,
es de señalar que los antecedentes de la providencia carecen de
una exposición concreta respecto de la interpretación que efectuó
el Tribunal Administrativo de Norte de Santander a efectos de
admitir el escrito genitor del proceso, aspecto que [se considera]
fundamental para resolver la apelación conocida por la Sala de
Sección, entendiendo que precisamente, el fundamento de la
excepción previa, se centraba en que aquel debió ser rechazado por
las autoridades judiciales de instancia.

TESIS 2: En el marco de las observaciones que [se presentaron] al


proyecto de decisión, [se considera] que la Sala debió de adoptar el
estudio de la excepción previa que se denominó “falta de agotamiento
del requisito de procedibilidad” como una inepta demanda por falta
de requisitos de la misma, tal y como se efectuó por el Tribunal
Administrativo de Norte de Santander en el auto apelado. Como se
observa de las consideraciones expuestas en el auto sobre el cual [se
expresa] la presente aclaración de voto, se entendió por la Sección
que la inconformidad de la parte demandante con su excepción previa,

63
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

era la no acreditación de la exigencia del artículo 237 constitucional,


desarrollado por el artículo 161.6 del CPACA, que requiere en caso
de nulidades electorales por causales objetiva -escrutinios-, que la
reclamación debe presentarse en primer lugar ante la autoridad
electoral correspondiente. Sin embargo, de la lectura del expediente
y del mismo relato que se expuso en la ponencia, es claro que la
inconformidad se centraba en un aspecto totalmente diferente, el
cual era, la falta de rechazo de la demanda ante la no subsanación
de los defectos señalados en el auto inadmisorio. Desde esta
perspectiva, para un mayor entendimiento de la decisión y de la
correcta resolución de lo expuesto por las partes, era necesario que se
adecuara el entendimiento del medio exceptivo propuesto. Dicha falta
de precisión, conllevó a que se presentaran conclusiones no acordes
con lo debatido, como por ejemplo, indicar que el Juzgado Quinto
Administrativo de Cúcuta no señaló la presentación de la reclamación
electoral previa como un aspecto a subsanar en la demanda, cuando
es claro que la excepción previa no giraba en torno a ello. Es de
aclarar que, para efectos metodológicos, [se considera] que era
necesario exponer las razones por las cuales existe una diferencia
clara entre el requisito de procedibilidad y las exigencias formales
de la demanda, así como la imposibilidad de exigir lo primero ante
la falta de desarrollo estatutario, como en efecto quedó consagrado.
No obstante lo anterior, también es cierto que se debió interpretar
el verdadero fundamento de la excepción previa y responder la
apelación conforme al mismo, aspecto este último que considero
ausente en el auto adoptado. A pesar de lo anterior, [se señala] que
[se acompañó] la decisión presentada por el ponente, en tanto, a
pesar de las deficiencias de los antecedentes de la misma y tras la
verificación contra el expediente digital obrante en el sistema SAMAI,
era posible comprobar que en todo caso, la admisión de la demanda
en el vocativo de la referencia se fundamentó en una interpretación
razonable de la misma, que permitió identificar las pretensiones y su
fundamento -concepto de violación-, por lo que independientemente
de la falta de subsanación y en atención la naturaleza pública y
finalidad del medio de control de nulidad electoral, no era procedente
su rechazo.

64
NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 237 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 159 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 161 NUMERAL 6 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 162
NUMERAL 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
164 ORDINAL 2 LITERAL A / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 171 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 180 NUMERAL 6 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 228 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 243 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 244 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 277 NUMERAL 1 LITERAL G Y NUMERAL 2 / DECRETO LEGISLATIVO
806 DE 2020 – ARTÍCULO 6 / DECRETO LEGISLATIVO 806 DE 2020 – ARTÍCULO 12
/ LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 26 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 27 / LEY 136
DE 1994 – ARTÍCULO 35 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.1 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 100 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO –
ARTÍCULO 282 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.1

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN


DE RECTOR ENCARGADO DE LA UNIVERSIDAD, REQUISITOS DE
PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL

EXTRACTO NO. 9

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00005-00
FECHA: 25/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Hugo Armando Toloza Bolívar
DEMANDADO: José Rafael Sierra Lafaurie – Rector encargado de la
Universidad Popular del Cesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre la


admisión de la demanda de nulidad electoral y resolver la solicitud
de suspensión provisional contra la elección de José Rafael Sierra
Lafaurie, como rector encargado de la Universidad Popular del Cesar,
pues se considera que el demandado fue encargado en el empleo de
rector de la UPC, pese a que: i) el accionado no acreditó el requisito de
experiencia académica en educación superior no inferior a 5 años, tal
como lo exigen el artículo 2º del Acuerdo 038 de 2004; ii) la reunión del
19 de noviembre de 2020, en la que se encargó de la más alta dignidad
de la UPC al señor José Rafael Sierra Lafaurie, fue convocada sin tener
en cuenta el término de tres (3) días de antelación que se debía tener
en relación con la fecha de su celebración; además, en la misma se
permitió la participación el señor Arnulfo Cotes Silva, en calidad de
miembro suplente del sector productivo, quien no estaba habilitado
para concurrir, en razón a que no se había posesionado para ejercer
dicho cargo ante el Ministerio de Educación Nacional.

TESIS 1: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una fórmula


innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas en
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión, admitiendo en
esta tipología cualquier clase de medida que el juez encuentre necesaria
para garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la efectividad
de la sentencia e impedir que el ejercicio del medio de control respectivo,
pierda su finalidad. (…). Según el artículo 231 del Código de Procedimiento

66
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, cuando se pretenda
la suspensión provisional de los efectos del acto demandado, el actor
debe cumplir los requisitos señalados en el inciso primero de dicha
norma. (…). [S]egún el artículo 231 de la Ley 1437 de 2011, el juez
administrativo está habilitado para confrontar el acto demandado y las
normas invocadas como transgredidas, a partir de la interpretación de
la ley y la jurisprudencia y el estudio de las pruebas allegadas con la
solicitud, lo que implica hacer un análisis amplio, analítico y razonado,
para verificar si se vulner a el ordenamiento jurídico, sin perder de vista
que, en todo caso, se trata de una decisión provisional, que no implica
prejuzgamiento, según las voces del artículo 229 ibidem. Así mismo,
aunque este presupuesto, puede coincidir con el examen del fondo de
la litis, debe precisarse que, por tratarse de una medida provisional,
producto de un juicio preliminar, no tiene carácter definitivo, pues, de
conformidad con el artículo 235 ibidem, existe la posibilidad de modificar
o revocar la medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las
pretensiones, caso en el cual, la medida debe levantarse. De otro lado,
en el contencioso electoral, para que proceda la medida de suspensión
provisional, debe establecerse que el acto acusado es violatorio de
alguna de las disposiciones que se consideran infringidas en la demanda
o en el acápite correspondiente del escrito introductorio, según lo
dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad electoral por remisión
del artículo 296 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo. Lo anterior en tanto, el artículo 277 ibidem,
norma especial para este tipo de procesos, establece que la solicitud de
la medida de suspensión provisional debe estar contenida en el mismo
escrito de demanda y resolverse en el auto admisorio, razón por la cual,
resulta apenas razonable y acorde con la tutela judicial efectiva, que
su decreto bien pueda fundarse en las razones invocadas tanto en la
demanda como en el escrito contentivo de la medida.
TESIS 2: En el sub examine, la parte actora solicita la suspensión de
los efectos del acto de nombramiento objeto de demanda, en cuanto
considera que el demandado fue encargado en el empleo de rector de la
UPC, pese a que: i) el accionado no acreditó el requisito de experiencia
académica en educación superior no inferior a 5 años, tal como lo
exigen el artículo 2º del Acuerdo 038 de 2004; ii) la reunión del 19 de
noviembre de 2020, en la que se encargó de la más alta dignidad de
la UPC al señor José Rafael Sierra Lafaurie, fue convocada sin tener
en cuenta el término de tres (3) días de antelación que se debía tener
en relación con la fecha de su celebración; además, en la misma se

67
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

permitió la participación el señor Arnulfo Cotes Silva, en calidad de


miembro suplente del sector productivo, quien no estaba habilitado
para concurrir, en razón a que no se había posesionado para ejercer
dicho cargo ante el Ministerio de Educación Nacional. (…). El Acuerdo
038 de 2004 “Por medio del cual se deroga el Acuerdo 033 del 15 de
junio de 2004, se reglamenta el proceso de designación rectoral y se
dictan otras disposiciones”, contempla en el artículo 2º los requisitos
para ser rector de la Universidad Popular del Cesar. (…). De la literalidad
de la norma transcrita, salta a la vista el requisito cuyo incumplimiento
alega la parte actora, esto es, el de acreditar experiencia en educación
superior no menor a cinco (5) años, con el cual lo que se busca es
generar mayores condiciones de idoneidad en relación con el aspirante
al cargo de rector que eventualmente dirigiría la política educativa al
interior de la institución universitaria; de ahí que en la exigencia en
comento, tal grado de cercanía frente a la práctica o experticia derivada
del ejercicio académico en el marco de la educación superior, cobre gran
importancia. Sin embargo, para esta temprana etapa del proceso no es
posible determinar si el señor José Rafael Sierra Lafaurie, cumple o
no a cabalidad con el requisito en mención, habida cuenta que la parte
actora no allegó los medios documentales necesarios para el efecto. (…).
Del (…) acervo probatorio, la Sala extraña los elementos que permitan
despejar en este momento del proceso, las dudas que se esbozan en
relación con las actuaciones que antecedieron a la reunión del 19 de
noviembre de 2020 y el desarrollo de la misma. (…). Así mismo, no es
posible estudiar la eventual transgresión de las normas estatutarias en
lo que tiene que ver con el hecho de haberse convocado a los miembros
del Consejo Superior Universitario, para la reunión del 19 de noviembre
de 2020, en un lapso mínimo de tres (3) días que deben transcurrir
entre la convocatoria y la sesión a realizarse dado que tampoco fueron
incorporados los documentos que le permitan a esta Sección establecer
este requisito. (…). Conforme a lo aquí expuesto, la Sala no encuentra
configurados los requisitos necesarios para decretar la medida cautelar
solicitada, habida cuenta que de las pruebas allegadas con la solicitud
no se advierte la vulneración de las disposiciones cuya violación se
alega, tal como lo exige el artículo 231 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 277 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 302

68
TRASLADO DE LA MEDIDA DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECRETÓ LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL
CONTRALOR MUNICIPAL, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL, INHABILIDAD DEL CONTRALOR
MUNICIPAL POR CONTRATACIÓN, INTERPRETACIÓN DE
LA DEMANDA POR EL JUEZ, SOLICITUD DE SUSPENSIÓN
PROVISIONAL, INDEBIDA INTEGRACIÓN DE LITISCONSORCIO

EXTRACTO NO. 10

RADICADO: 05001-23-33-000-2021-00312-01
FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Oscar Ignacio Castaño Correa y John Fredy Osorio
Pemberty
DEMANDADA: Sandra Iuldana Landínez Cárdenas - Contralora
municipal de Rionegro - Antioquia
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala se dispone a resolver si se debe


revocar, confirmar o modificar la decisión adoptada por el Tribunal
Administrativo de Antioquia en el auto del 18 de marzo de 2021,
mediante el cual se decretó la suspensión provisional de los efectos
del acto de elección de la señora Landínez Cárdenas como contralora
municipal de Rionegro, en tanto ésta satisface o no los requisitos
previstos en el artículo 229 y ss. del CPACA en concordancia con el
artículo 238 superior, aplicables al proceso electoral por remisión
expresa del artículo 296 ejusdem. Para tal efecto, se deberá determinar
si, tal como concluyó el a quo, en esta etapa inicial del proceso, se
encuentran acreditados los elementos que configuran la causal de
inhabilidad alegada en su contra, así como la finalidad y necesidad de
la medida cautelar deprecada.

TESIS 1: Revisado el expediente digital enviado por el Tribunal


Administrativo de Antioquia, se observa que en consideración del
auto de unificación del 26 de noviembre de 2020, proferido por esta
Sección, se ordenó correr traslado de la solicitud de medida cautelar al

69
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

momento de admitir la demanda, en auto separado, según lo dispuesto


en el artículo 233 del CPACA. (…). En otras palabras, el procedimiento
general establecido para la adopción de las medidas cautelares, en
particular frente al traslado de la solicitud correspondiente, resulta
aplicable dentro del medio de control de nulidad electoral, por
remisión del artículo 296 de la Ley 1437 de 2011, únicamente en lo
no regulado por las normas especiales que rigen su trámite, siempre
y cuando resulte compatible con estas y en atención a la celeridad
con que deben decidirse las demandas interpuestas en su ejercicio. En
este orden, el traslado de la solicitud de suspensión provisional de los
efectos del acto de elección acusado debió surtirse antes de admitir el
libelo inicial, a fin de que fuera resuelta en el mismo auto admisorio,
de acuerdo con el artículo 277 ejusdem. Ahora bien, tal como lo ha
sostenido esta Sección de tiempo atrás «tal omisión no conlleva a
materializar causal de nulidad que deba ser declarada, ello en virtud
de lo consagrado en el artículo 207 del mismo compendio normativo»
y, en tal virtud, se requiere al a quo para que en lo sucesivo integre
armónicamente el inciso segundo del artículo 233 con el inciso final
del artículo 277 del CPACA, en el trámite y decisión de las medidas
cautelares dentro del medio de control de nulidad electoral.

TESIS 2: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una


fórmula innominada para la adopción de medidas cautelares,
clasificándolas en preventivas, conservativas, anticipativas o de
suspensión, admitiendo en esta tipología cualquier clase de medida
que el juez encuentre necesaria para garantizar, provisionalmente, el
objeto del proceso y la efectividad de la sentencia e impedir que el
ejercicio del medio de control respectivo, pierda su finalidad. (…). [S]
egún el artículo 231 de la Ley 1437 de 2011, el juez administrativo
está habilitado para confrontar el acto demandado y las normas
invocadas como transgredidas, a partir de la ley y la jurisprudencia
y el estudio de las pruebas allegadas con la solicitud, lo que implica
hacer un análisis profundo, detallado y razonado, para verificar
si se vulnera el ordenamiento jurídico, sin perder de vista que,
en todo caso, se trata de una decisión provisional, que no implica
prejuzgamiento, según las voces del artículo 229 ibidem. Así mismo,
aunque este presupuesto, puede coincidir con el examen del fondo
de la litis, debe precisarse que, por tratarse de un juicio preliminar,
no tiene un carácter definitivo, pues, de conformidad con el artículo
235 del mismo estatuto procesal, existe la posibilidad de modificar
o revocar la medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las

70
pretensiones. (…). [P]ara que proceda la medida de suspensión
provisional, debe constatarse que el acto acusado es violatorio de
alguna de las disposiciones que se consideran infringidas en la
demanda o en el acápite correspondiente del escrito introductorio,
según lo dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad electoral por
remisión del artículo 296 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo. Lo anterior en tanto, el artículo
277 ejusdem, norma especial para este tipo de procesos, establece
que la solicitud de la medida de suspensión provisional debe estar
contenida en el mismo escrito de demanda, razón por la cual, resulta
apenas lógico y razonable, acorde con la tutela judicial efectiva, que
su decreto bien pueda fundarse en las razones invocadas tanto en
la demanda como en el acápite del escrito contentivo de la medida.

TESIS 3: El régimen de inhabilidades para ser elegido contralor en


el nivel territorial se encuentra consagrado en el artículo 272 de la
Constitución Política, reformado por el artículo 4 del Acto Legislativo
04 de 2019, que en palabras de la Corte Constitucional configura el
mínimo de prohibiciones para acceder a dicho cargo, el cual se
encuentra integrado, en ejercicio de la libertad de configuración
legislativa que rige sobre la materia, por el artículo 163 de la Ley 136
de 1994, subrogado por el artículo 9 de la Ley 177 de 1994, en los
siguientes términos: Este último literal remite directamente a las
inhabilidades establecidas para la elección de alcaldes, las cuales
extiende a los contralores «en lo que sea aplicable» con el propósito
de asegurar la idoneidad y probidad de quienes aspiran a ocupar ese
cargo y que, en tal virtud, «no se confunda el interés privado del
funcionario con los intereses públicos, evitando así que éste obtenga,
en uso de las influencias inherentes a su función, alguna ventaja o
beneficio particular», más aun, al tratarse del ejercicio de una función
pública especializada por su objeto de vigilar la gestión fiscal de la
Administración y los particulares o de las entidades que manejan
fondos o bienes de la Nación, para efectos de velar por la protección
del patrimonio público. En este marco legal, el numeral 3 del artículo
95 consagra la causal relacionada con la celebración de contratos,
con carácter autónomo e independiente de los demás supuesto de
hecho enunciados en dicha norma, la cual se dirige a garantizar el
equilibrio entre los candidatos en pugna por ser elegidos, así como la
transparencia, imparcialidad y moralidad en el acceso a la función
pública. (…). [L]a jurisprudencia electoral ha identificado los elementos
configurativos de esta causal, que describe para efectos metodológicos

71
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

bajo estos rótulos: (i) temporal, referido al periodo inhabilitante:


dentro del año anterior a la elección; (ii) material u objetivo, relacionado
con la conducta activa que se prohíbe: celebrar o suscribir contratos
con entidades públicas; (iii) geográfico o espacial, en cuanto al lugar
en el que aquellos se deben cumplir o ejecutar: en el mismo municipio
en que se va a ejercer el cargo; y (iv) subjetivo, sobre la motivación
que se persigue: en interés propio o de terceros. (…). [L]o primero que
destaca la Sala es que, en efecto, la celebración de contratos y la
gestión de negocios son causales de inhabilidad autónomas e
independientes, aun cuando por lo general las gestiones ante las
entidades públicas apunten a la celebración de contratos, tal como lo
ha reiterado la jurisprudencia en diversas oportunidades. Ahora bien,
cuando los demandantes sustentaron la solicitud de la medida
cautelar, si bien citaron el artículo 95.3 de la Ley 136 de 1994 sin
entrar a distinguir entre uno y otro supuesto de hecho en relación con
el elemento objetivo, tal como lo pone de presente el apelante, a
renglón seguido, cuando abordaron su demostración a nivel
argumentativo y probatorio, relacionaron, explicaron y adjuntaron
copia del (i) contrato No. 034, celebrado el 31 de enero de 2020 con la
Empresa de Desarrollo Sostenible de Oriente- EDESO; y (ii) el contrato
No. 0422, celebrado el 24 de agosto de 2020 con Municipios Asociados
del Oriente Antioqueño- ASORA, en los que la demandada obró como
contratista, lo que no admite dudas en relación con que la causal
alegada aquí es la de celebración de contratos. Así lo entendió el a
quo en el auto recurrido, (…), pero no actuando de manera oficiosa
para suplir algún defecto de la demanda, en reemplazo de la voluntad
de la parte actora, como equivocadamente lo entiende la parte pasiva,
sino en un ejercicio legítimo de su deber de interpretar la demanda
en su conjunto, en forma integral y sistemática, más allá de la sola
literalidad para encontrar su sentido completo, cierto y veraz, a fin de
garantizar la tutela judicial efectiva, en concordancia, con lo señalado
por esta corporación sobre tal carga procesal de las autoridades
judiciales. (…). En este sentido, tanto la petición de protección cautelar
como el auto que la decretó fueron debidamente motivados, con
claridad, congruencia y suficiencia, en el marco del respeto por el
principio de taxatividad del régimen de inhabilidades, en la medida en
que implican un límite a los derechos políticos del artículo 40 de la
Constitución Política, en particular, al de elegir y ser elegido (numeral
1) y al de acceder al desempeño de funciones y cargos públicos
(numeral 7), por lo que su interpretación por parte del a quo se ciñó
fielmente a lo dispuesto en las normas aplicables, especialmente a

72
los artículos 163.c y 95.3 de la Ley 136 de 1994, en concordancia con
el artículo 272 superior y la jurisprudencia constitucional y electoral.
(…). [S]e destaca de entrada que el impugnante no controvierte
ninguno de los tres elementos definitorios de la causal por suscripción
de contratos que tuvo por acreditados el Tribunal Administrativo de
Antioquia en la providencia que censura, es decir, el objetivo, el
temporal y el espacial o geográfico -por tanto, no se realizará ningún
pronunciamiento al respecto-, sino que echa de menos el estudio de
otros tres que, a su juicio, también deben concurrir para que se
configure aquella, los cuales enuncia como «subjetivo», «jurídico
referencial» y «de la debida adecuación»; entre estos, solo el primero ha
sido reconocido como tal por la línea jurisprudencial de la Sala sobre
la materia, que se sintetizó en las consideraciones generales de este
proveído, mientras que los dos restantes corresponden a una
construcción dogmática de su autoría, que no hacen parte ni se
desprenden directamente del texto del artículo 95.3 de la Ley 136 de
1994. (…). [E]n relación con el estudio del elemento subjetivo, señaló
que no fue abordado por la parte actora en su solicitud de suspensión
provisional, ni por el a quo al tomar la decisión de decretarla, por lo
que no existe certeza sobre su satisfacción en el sub judice. (…). De
esta manera, lo primero que se evidencia al revisar el contenido de
los escritos que cuestiona el apelante es que en ambos sí se hace
mención expresa y reiterada al cumplimiento de este requisito para
tener por demostrada la causal en comento [celebración de contratos],
cosa distinta es que exista disparidad de criterios al respecto entre
las partes a partir de su valoración subjetiva de los contratos. (…). En
este punto es preciso recordar que el elemento subjetivo procura
principalmente evitar que se confundan los intereses públicos y
privados en la elección de los contralores y que los recursos del
Estado se utilicen con fines clientelistas para favorecer a unos
candidatos a ocupar el cargo por sobre otros. (…). Por tanto, si bien es
cierto que todo contrato estatal encierra necesariamente un interés
general, precisamente por su carácter público, esto no puede llevar a
desconocer que siempre va a existir también un interés propio de
parte del contratista, al menos de carácter pecuniario, que puede
desequilibrar la contienda electoral. (…). [E]ncuentra la Sala que este
elemento [elemento jurídico referencial] efectivamente no se invocó
por la parte actora ni se estudió por el a quo y tampoco tenía que
abordarse por ninguno de ellos porque no hace parte de aquellos
definitorios de la causal de inhabilidad por celebración de contratos,
en los términos del artículo 95.3 de la Ley 136 de 1994 y la

73
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

jurisprudencia de esta Sección. (…). Por último, frente al elemento


rotulado en la apelación como «de la debida adecuación», referido a
tal extensión del régimen de inhabilidades de los alcaldes a los
contralores «en lo que sea aplicable» -, señala el recurrente que en la
medida en que entre uno y otro cargo existen más diferencias que
semejanzas, dicho trasplante jurídico no puede ser mecánico sino
que debe hacerse mutatis mutandi y, por ende, tanto los peticionarios
como el juez debían adaptar la causal del artículo 95.3 a las
particularidades de estos. (…). Sobre este punto, se reitera que no
corresponde strictu sensu a un nuevo elemento de la causal de
inhabilidad en cuestión sino más bien a un presupuesto para su
análisis con base en la ponderación realizada por el legislador al
prescribir que las causales de inhabilidad para la elección de alcaldes
se extienden a los contralores municipales de acuerdo con las
especificidades que diferencian uno y otro cargo, aspecto que planteó
el a quo al entrar a resolver sobre la medida cautelar deprecada. (…).
Por tanto, al Tribunal Administrativo de Antioquia le correspondía
observar lo dispuesto en el artículo 163 literal c de la Ley 136 de 1994
y, en tal virtud, extender la causal del artículo 95 numeral 3 ejusdem
al cargo de contralor, como en efecto lo hizo, por la presunción de
constitucionalidad que reviste a ambas disposiciones en los términos
de la jurisprudencia reseñada y sin que haya lugar reprochar tal
proceder por parte de esta Sección, teniendo en cuenta que el
apelante no aportó ningún elemento de juicio, argumentativo o
probatorio, tendiente a demostrar una eventual antinomia, laguna o
violación de derechos fundamentales que impidiera darle aplicación,
limitándose a señalar genéricamente que no se hizo su «debida
adecuación» al cargo de contralor, asunto que por su alta complejidad
estima como propio de la sentencia, de modo tal que se abstuvo de
exponer razones que sustentaran su eventual incompatibilidad con
otras normas del ordenamiento jurídico o con la naturaleza y forma
de designación del referido cargo en el nivel territorial, lo cual impide
pronunciarse al respecto en esa sede, en razón del principio tantum
devolutum quantum appellatum. Así las cosas, este primer cargo de
la apelación no está llamado a prosperar, en la medida en que ninguna
de las censuras en que se sustentó logró desvirtuar la conclusión del
a quo de tener por demostrados preliminarmente cada uno de los
elementos que configuran la causal de inhabilidad por celebración de
contratos invocada por la parte actora, de conformidad con los
argumentos y pruebas aportados por los demandantes al sustentar
la presente solicitud de medida cautelar.

74
TESIS 4: El apoderado de la [demandada] sostiene que «La finalidad
de la medida cautelar de suspensión provisional es evitar que la
sentencia que ponga fin al proceso resulte inane o sus efectos sean
nugatorios. Este requisito para decretar la suspensión provisional
parte de un presupuesto exigible: que resulte procedente la emisión
de una sentencia de mérito en el respectivo proceso», lo cual estima
poco probable que suceda en este caso por indebida integración del
contradictorio, en cuanto a su juicio: (i) hay falta de legitimación en la
causa por pasiva de su representada, porque ella es la destinataria
del acto acusado más no quien lo expidió y, en tal virtud, no es la
llamada a satisfacer las pretensiones de la parte actora; y (ii) el libelo
inicial se dirigió únicamente contra la elegida sin incluir al Concejo
Municipal de Rionegro, como autoridad que profirió el acto acusado,
y sin que le esté permitido al juez desplegar sus poderes oficiosos
para subsanar tal defecto. En consecuencia, concluye que no hay
razón para decretar ni mantener la medida cautelar deprecada por
ausencia del elemento teleológico. (…). [D]estaca la Sala que este
cargo [indebida integración del contradictorio] se sustenta en la
supuesta configuración de la excepción previa de «No comprender
la demanda a todos los litisconsortes necesarios» y la mixta de
«falta de legitimación en la causa» por pasiva, consagradas en los
artículos 100.9 del Código General del Proceso y 175, parágrafo 2, en
concordancia con el artículo 182A, numeral 3 del CPACA, por lo que no
hay lugar a pronunciarse sobre ella en sede del presente recurso de
apelación, de conformidad con lo previsto en el artículo 12 del Decreto
806 de 2020. (…). Acorde con este precepto, se produjo un cambio
significativo en relación con el trámite y decisión de las excepciones
previas y mixtas en los procesos contenciosos administrativos, lo
cual impacta el trámite del medio de control de nulidad electoral en
virtud del artículo 296 del CPACA. En este orden, el juzgador debe
remitirse al artículo 101 del CGP, del cual se infiere lo siguiente: (i) El
juez debe decidir aquellas que no requieran la práctica de pruebas,
antes de la audiencia inicial (numeral 2º, inciso primero); (ii) en caso
de prosperar alguna que impida continuar el trámite del proceso
y que no pueda ser subsanada o no lo haya sido oportunamente,
se procede a declarar terminada la actuación (numeral 2º, inciso
primero); (iii) si se requiere la práctica de pruebas, para determinar
la configuración de una excepción previa o mixta, en el mismo auto
que se cite a audiencia inicial, dispondrá su decreto y las practicará
y resolverá en la referida diligencia (numeral 2º, inciso segundo)
y, (iv) solo se tramitarán las mentadas excepciones, una vez haya

75
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

finalizado el traslado de la reforma de la demanda. Tal modificación


al procedimiento y resolución de estos medios exceptivos, fue
incorporado al iter procesal del contencioso administrativo en
forma permanente por el legislador ordinario, al expedir la Ley
2080 de 2021 (…), en cuyo artículo 38, modificó el parágrafo 2º del
artículo 175 de la Ley 1437 de 2011, reproduciendo de forma casi
idéntica los incisos primero y segundo del artículo 12 del Decreto
Legislativo 806 de 2020. (…). Así entonces, a los aspectos procesales
ya destacados, se agregó la posibilidad de que previo a la audiencia
inicial, en la misma oportunidad para decidir las excepciones previas,
el juez o magistrado declare la terminación del proceso al advertir el
incumplimiento de requisitos de procedibilidad. Así mismo, el deber
del funcionario judicial de emitir sentencia anticipada al encontrar
probadas las excepciones referidas en la norma transcrita, de
conformidad con lo establecido en el artículo 182A del CPACA. En
este orden de ideas, la audiencia inicial, en punto a las excepciones
previas, se redujo a la decisión de aquellas frente a las cuales se
decretó alguna prueba, la cual se debe practicar en esta fase del
proceso, para posteriormente decidir su vocación de prosperidad,
así como de las que estuvieren pendientes de resolver. Así quedó
dispuesto en el artículo 180, numeral 6º de la Ley 1437 de 2011, una
vez modificado por el artículo 40 de la Ley 2080 de 2021. (…). En
suma, la Sala advierte que no puede emitir juicio de valor alguno
sobre este segundo cargo de la apelación, pues de hacerlo vaciaría la
competencia del a quo para tramitar y resolver en primera instancia
tales excepciones y, en consecuencia, menoscabaría el derecho
de defensa y la garantía de la doble instancia a la parte actora.
Adicionalmente, destaca la Sección que como bien señaló el mismo
apelante los requisitos para decretar la suspensión provisional del
acto demandado tienen reserva de ley en virtud del artículo 238 de la
Constitución Política y se encuentran consagrados en el artículo 229
y ss de la Ley 1437 de 2011, sin que se encuentre previsto como uno
de estos el que el proceso no tenga una alta probabilidad de terminar
con fallo inhibitoria, cual es el presupuesto invoca el recurrente para
sostener que, en bajo tal circunstancia, la suspensión provisional
pierde su razón de ser y finalidad, por lo que no puede decretarse
o mantenerse, premisa que no está demostrada y entonces no tiene
vocación de prosperar.

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NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 238 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
272 / ACTO LEGISLATIVO 04 DE 2019 – ARTÍCULO 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
175 PARÁGRAFO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 180 NUMERAL 6 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 182A / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 233 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 277 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 296 / DECRETO LEGISLATIVO
806 DE 2020 - ARTÍCULO 12 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 38 / LEY 2080 DE
2021 – ARTÍCULO 40 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 95 NUMERAL 3 / LEY 136 DE
1994 – ARTÍCULO 163 LITERAL C / LEY 177 DE 1994 – ARTÍCULO 9 / LEY 617 DE
2000 – ARTÍCULO 37 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 100 NUMERAL
9 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 101 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 175 PARÁGRAFO 2

77
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, REQUISITOS DE LA


SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, CUOTA DE GÉNERO,
NOMBRAMIENTO DEL MINISTRO DEL INTERIOR

EXTRACTO NO. 11

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00007-00
FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Juan Pablo Alvis Andrade y otros
DEMANDADO: Daniel Andrés Palacios Martínez – Ministro del interior
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si procede


la solicitud de suspensión provisional de los efectos del Decreto 033
de 2021, expedido por el presidente de la República, por medio del
cual se nombró al señor Daniel Andrés Palacios Martínez, ministro del
Interior, bajo la consideración de que con dicho acto administrativo se
vulneraron los artículos 1, 2 y 4 de la Ley 581 de 2000, que tiene que ver
con la participación efectiva de la mujer en cargos de “máximo nivel
decisorio”, que no puede ser inferior al 30 %. Lo anterior, conforme
explica el demandante, dado que actualmente, existen dieciocho
(18) ministerios, de los cuales cinco (5) de ellos están ocupados por
mujeres, lo que equivale al 27.7%, de modo que ha debido nombrarse
a una mujer en dicha cartera ministerial para no incurrir en violación
de la ley mencionada.

TESIS 1: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una


fórmula innominada para la adopción de medidas cautelares,
clasificándolas en preventivas, conservativas, anticipativas o de
suspensión, admitiendo en esta tipología cualquier clase de medida
que el juez encuentre necesaria para garantizar, provisionalmente, el
objeto del proceso y la efectividad de la sentencia e impedir que el
ejercicio del medio de control respectivo, pierda su finalidad. (…) Así
las cosas, al coexistir en la actualidad, diferentes modalidades de
medidas cautelares, concurren también distintos presupuestos para
ordenarlas, teniendo siempre presente que la interpretación de los
requisitos procesales para su procedencia, debe hacerse a la luz de

78
garantía de la tutela judicial efectiva, que parte de reconocer que no
solo las personas tienen derecho de acudir a los órganos judiciales
para formular su demanda, sino que el objeto del litigio se le proteja
desde el inicio, a fin de asegurar la justicia material. Según el artículo
231 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, cuando se pretenda la suspensión provisional de los
efectos del acto demandado, el actor debe cumplir los requisitos
señalados en el inciso primero de dicha norma. (…). Sobre el particular,
esta Corporación ha destacado, que la actual regulación de la medida,
no exige la «manifiesta infracción» de la norma superior, (…), por lo
que se advierte una variación significativa para su decreto. (…). Así las
cosas, en la actualidad, según el artículo 231 de la Ley 1437 de 2011, el
juez administrativo está habilitado para confrontar el acto demandado
y las normas invocadas como transgredidas, a partir de la ley y la
jurisprudencia y el estudio de las pruebas allegadas con la solicitud,
lo que implica hacer un análisis profundo, detallado y razonado, para
verificar si se vulnera el ordenamiento jurídico, sin perder de vista
que, en todo caso, se trata de una decisión provisional, que no implica
prejuzgamiento. Así mismo, aunque este presupuesto, puede coincidir
con el examen del fondo de la litis, debe precisarse que, por tratarse de
un juicio preliminar, no tiene un carácter definitivo, pues, de conformidad
con el artículo 235 ibid., existe la posibilidad de modificar o revocar la
medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones.
De otro lado, en el contencioso electoral, para que proceda la medida
de suspensión provisional, debe constatarse que el acto acusado es
violatorio de alguna de las disposiciones que se consideran infringidas
en la demanda o en el acápite correspondiente del escrito introductorio,
según lo dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad electoral por
remisión del artículo 296 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo. Lo anterior en tanto, el artículo
277 ib., norma especial para este tipo de procesos, establece que la
solicitud de la medida de suspensión provisional debe estar contenida
en el mismo escrito de demanda, razón por la cual, resulta apenas
lógico y razonable, acorde con la tutela judicial efectiva, que su decreto
bien pueda fundarse en las razones invocadas tanto en la demanda
como en el acápite del escrito contentivo de la medida.

TESIS 2: En el sub examine, la parte actora solicita la suspensión de


los efectos del Decreto 033 de 2021, expedido por el presidente de
la República, por medio del cual se nombró al señor (…) ministro del
Interior, por cuanto considera que con dicho acto administrativo se

79
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

vulneraron los artículos 1, 2 y 4 de la Ley 581 de 2000, que tiene que


ver con la participación efectiva de la mujer en cargos de “máximo nivel
decisorio”, que no puede ser inferior al 30 %. Explica que, actualmente,
existen dieciocho (18) ministerios, de los cuales cinco (5) de ellos están
ocupados por mujeres, lo que equivale al 27.7%. En este orden, concluye
que ha debido nombrarse a una mujer en dicha cartera ministerial para
no incurrir en violación de la ley mencionada. (…). En orden a resolver
sobre la solicitud de la medida cautelar, impera analizar los artículos de
la Ley Estatutaria 581 de 2000 que se consideran infringidos. (…). [E]n
relación con el artículo 4º de la Ley 581 de 2000, los cargos de “máximo
nivel decisorio” son aquellos de la mayor jerarquía en la organización,
en los que se ejerce la dirección general del organismo, como lo es, el
cargo ministro respecto de dicha tipología de organización estatal. Así
mismo, como lo indicó la Corte Constitucional, la cuota mínima del 30%
se aplica para cada categoría de cargos que componen el máximo nivel
decisorio y no a su conjunto, pues, ese no fue el sentido que le dio la ley
a la participación femenina, sino en función a las distintas categorías
de empleo o al nivel al que pertenece. En este orden, no le asiste razón
al apoderado de la Presidencia de la República, al señalar que para
determinar la cuota de género del 30%, en relación con los cargos de
“máximo nivel decisorio”, se debe tener en cuenta los ministerios y
las consejerías presidenciales, como un todo, pues, hay que distinguir
las cabezas de los organismos, frente a estos empleos, que si bien
tienen gran jerarquía, hacen parte de la planta de empleos de otro
organismo, esto es, del Departamento Administrativo de la Presidencia
de la República, como se explica seguidamente.

TESIS 3: [L]as “consejerías presidenciales” hacen parte de la estructura


administrativa de la “Presidencia de la República”, integrada por el
conjunto de servicios auxiliares del presidente, el cual está organizado
como un Departamento Administrativo. Algunas de estas consejerías
están adscritas al despacho de la Vicepresidencia y otras al despacho
del Director del Departamento Administrativo. En consecuencia, no
pueden asimilarse a la misma categoría de empleo de ministro, por
más que le asista importancia y despeñen un rol destacado en el
cumplimiento de las funciones que atañen al presidente de la República.
Por otra parte, de conformidad con el artículo 38 de la Ley 489 de 1998,
los Departamentos Administrativos y los Ministerios hacen parte de
los organismos del sector de central de la Rama Ejecutiva del poder
público en el orden nacional. (…). A su turno, el artículo 60 ibídem
consagra que la dirección de los ministerios corresponde al ministro,

80
quien la ejercerá con la inmediata colaboración del viceministro o
viceministros. Así mismo, el ministro es el jefe del organismo, quien
bajo la dirección del presidente le corresponde formular las políticas
atinentes a su despacho, dirigir la actividad administrativa y ejecutar
la Ley, tal como lo dispone el artículo 208 de la Constitución Política,
en tanto, en los departamentos administrativos, dicha función la
cumple el director y subdirector (artículo 65), quienes tendrán las
mismas funciones del ministro y viceministro, respectivamente, en
cuanto sea pertinente. Por lo anterior, estima esta Corporación, que no
puede equiparse el cargo de “ministro” al de “consejero presidencial”,
como lo sugiere el apoderado del Departamento Administrativo de
la Presidencia de la República, pues, estos últimos son empleos que
están ubicados dentro de la estructura interna de un Departamento
Administrativo, y, desde el punto de vista orgánico como jerárquico no
tienen la misma función u objeto. En consecuencia, no puede sumarse
a la cuota del 30% del “nivel máximo decisorio” correspondiente a las
carteras ministeriales, la representación del género femenino en las
consejerías presidenciales, pues, el “ministro” es el jefe del organismo,
mientras que el “consejero presidencial” es un empleo más dentro de
la estructura de otro organismo, el Departamento Administrativo de
la Presidencia, cuya naturaleza es distinta a la que sirve de objeto de
comparación. Recuérdese que la Corte Constitucional, (…), indicó que el
30% de participación femenina, es una “cuota específica y no global”,
es decir, que se aplica a cada categoría de cargos y no al conjunto de
empleos que conforman el “máximo nivel decisorio”.

TESIS 4: En lo que atañe a la determinación de este porcentaje, se


tiene que este asunto no ha sido pacífico en los pronunciamientos del
Consejo de Estado, pues, unas veces el 30% de que trata el artículo 4 de
la Ley 581 de 2000, cuando dicho resultado no coincide con un número
entero, ha sido calculado aproximando el guarismo al entero más
próximo por defecto y, en otros casos por exceso o, indistintamente,
aproximándolo al digito superior siguiente. (…). De los (…) referentes
jurisprudenciales, considera la Sala que no es posible determinar
una interpretación uniforme aplicable a los casos en los cuales se
debate la aplicación de la ley de cuotas, específicamente, cuando
el 30% de los cargos, arroja un guarismo con decimales. En efecto,
podría pensarse que dos reglas pudieron aplicarse en los precedentes
que se acaban de ilustrar; i) que en la mayoría de casos el decimal se
aproximó al número entero más cercano, (4.8 a 5; 3.6 a 4; 2.4 a 2); ii)
en otros casos, el guarismo se aproximó al número entero siguiente

81
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

(4,8 a 5; 3,6 a 4; 5.4 a 6; 1.3 a 2), Como quedó demostrado, en estos


pronunciamientos se llegó a una conclusión respecto al número que
debía aproximarse, sin dar una explicación amplia y suficiente sobre
el asunto. De igual manera, hay tres casos que arriban a conclusiones
disímiles, pues uno se enmarca en el supuesto de aproximación al
número entero más cercano (2.4 a 2) y los otros dos al número entero
siguiente (5.4 a 6; 1.3 a 2), lo cual resulta problemático, si se tiene
en cuenta que en dos de ellos, el decimal es el mismo (.4) que, por
demás, coincide con el presente caso, donde el 30% de 18 ministerios
es 5.4. Como se puede observar, es evidente que aún no existe un
criterio unificado en la Sección que pueda erigirse en parámetro para
guiar la determinación del 30%, de que trata el artículo 4 de la Ley
581 de 2000, lo que hace, que la medida de suspensión provisional del
Decreto 033 de 2021, mediante el cual, el Presidente de la República
nombró al señor Daniel Andrés Palacios Martínez, no proceda en
este momento procesal, dado que es necesario que la Sala evalúe su
postura y analice cuál es la interpretación que mejor se acomoda al
sentido de la norma y a la finalidad señalada por el constituyente, una
vez analizados todos los aspectos involucrados en el presente caso,
lo cual debe decidirse en la sentencia correspondiente. Sírvanos para
soportar esta decisión, el pronunciamiento de la Sala, relacionada
con la solicitud de suspensión provisional (…), en cuanto se consideró
que “ante la divergencia de posiciones frente a un mismo precepto
normativo, se erige improcedente la declaratoria de la medida de
suspensión provisional del acto acusado”, por lo que en armonía con
este precedente, se negará la medida cautelar solicitada para que sea
en la sentencia con la que culmina la presente controversia, donde
se analice, con mayores elementos de juicio, la validez del acto cuya
nulidad se pretende.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: Como [se ha] venido exponiendo en anteriores oportunidades,


[se considera] que en las demandas contra los nombramientos de los
ministros del gabinete presidencial debe privilegiarse la posibilidad de
la doble instancia y no limitar el conocimiento del asunto a una única.
Por esta razón, estimo que la competencia para el conocimiento de este
proceso corresponde en primera instancia al Tribunal Administrativo
de Cundinamarca, en virtud de lo dispuesto en el artículo 152 numeral

82
9º del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, por tratarse de la demanda contra un empleado público
del nivel directivo designado por una autoridad del orden nacional.
No obstante, debe tenerse presente que en este proceso la mayoría
de la Sala mediante auto de marzo 11 del año en curso, al resolver
un recurso de súplica contra la providencia que inicialmente dispuso
la remisión del expediente al Tribunal Administrativo, decidió que la
Sección Quinta es competente para conocer la demanda. Lo anterior
porque el ministro del Interior es el representante legal de la citada
cartera, por lo cual el asunto está ajustado a lo previsto en el numeral
5° del artículo 149 del CPACA, que asigna la competencia, en única
instancia, al Consejo de Estado.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [Se estima] pertinente aclarar [el] voto respecto al conocimiento


del Consejo de Estado en lo concerniente a la demanda contra la
designación del ministro del gabinete presidencial y el periplo que en
épocas recientes ha dado lugar el asunto correspondiente en el tema
de la competencia. (…). De conformidad con lo dispuesto en el numeral
5° del artículo 149 del CPACA y el artículo 13 del Acuerdo 080 del 12 de
marzo de 2019, la Sección Quinta, (…) es la competente para conocer
en única instancia del presente proceso, en tanto la discusión recae
sobre el acto de elección de un ministro, que dentro del contexto del
primero de los artículos mencionados, corresponde al nombramiento
de la cabeza y representante legal de la cartera ministerial respectiva
y que es efectuado por el presidente de la República. En efecto, [se
considera] que la Ley 489 de 1998 regula el ejercicio de la función
administrativa, determina la estructura y define los principios y reglas
básicas de la organización y funcionamiento de la Administración
Pública. Tratándose del nivel central de la rama ejecutiva del orden
nacional, el artículo 38 de la Ley 489 de 1998 dispone que se
integra, además del presidente y de vicepresidente de la República,
los Consejos Superiores de la Administración y los Departamentos
Administrativos, los Ministerios, siendo los ministros, en este
último grupo, los servidores de mayor jerarquía, cuyas funciones se
encuentran delimitadas en el artículo 61 de la mentada disposición, lo
que permite dilucidar que dichos colaboradores no fungen únicamente
como miembros directivos, pues su categorización es superior a la de

83
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

cualquiera de estos, desmarcándose así de la previsión contenida en


el numeral 152 numeral 9 del CPACA. Esta explicación había resultado
pacífica en antaño y decantada por el conocimiento en única de la
nulidad electoral contra dichos nombramientos. No obstante, con
las vicisitudes que han derivado en los recientes pronunciamientos
de la Sala Electoral, tanto vía ponente como de la Sección Quinta en
mayoritaria, [se estima] pertinente asentar [la] postura sobre esta
divergencia porque nada (…) impide verter [la] disidencia por vía
de aclaración de voto, para ilustrar [la] posición respecto del tema
competencial y que, desafortunadamente, [se itera], pasó a quedar
en el plano minoritario aunque [se considera que] es el alcance (…)
adecuado, pues, además, era el que manejaba la Sala años atrás y que
incluso también se dejó contenida en la aclaración de voto de mi autoría
respecto del fallo de 18 de marzo de 2021 pasado-. En atención a la
transparencia que debe acompañar la administración de justicia, es
claro que la tesis competencial que se decantaba porque el Consejo de
Estado conociera en única instancia los asuntos de los nombramientos
de los ministros, como [se mencionó] en precedencia ha pasado a
ser minoritaria, a partir de los eventos que se estructuraron con la
demanda de nulidad electoral contra el acto de designación de la
cartera de Defensa Nacional y el cual [se invoca], a título explicativo,
(…) que puede consultarse en la decisión de 14 de mayo de 2021,
con ponencia de la suscrita, dentro de radicado 11001-03-28-000-
2021-00018-00, en la que se explica que la tesis del conocimiento del
Consejo de Estado en única instancia dio paso a decidir, por mayoría,
que corresponde a los Tribunales Administrativos en primera instancia,
al haber primado la consideración de que se trata de un cargo del nivel
directivo, desplazando a la de la representación legal.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 208 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 149
NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 9 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 162 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
166 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 232 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 235 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 489 DE 1998
- ARTÍCULO 38 / LEY 489 DE 1998 - ARTÍCULO 60 / LEY 489 DE 1998 - ARTÍCULO
65 / LEY 581 DE 2000 – ARTÍCULO 1 / LEY 581 DE 2000 – ARTÍCULO 2 / LEY 581
DE 2000 – ARTÍCULO 4 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 35 / DECRETO LEY 806
DE 2020 – ARTÍCULO 6 / LEY 55 DE 1990 / DECRETO 1784 DE 2019 – ARTÍCULO 6

84
PRESUPUESTOS PARA LA REVOCATORIA DE LA SUSPENSIÓN
PROVISIONAL

EXTRACTO NO. 12

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00047-00
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Yeiner José Daza Caro y otros
DEMANDADA: Darling Francisca Guevara Gómez – Rectora Universidad
Popular del Cesar (UPC)
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si


procede o no la solicitud formulada por la parte demandada para
obtener la revocatoria de la medida cautelar de suspensión provisional
del acto por medio del cual la señora Darling Francisca Guevara Gómez
fue elegida como rectora de la Universidad Popular del Cesar para el
periodo 2019-2023.

TESIS 1: La suspensión provisional de los efectos de los actos


administrativos, incluidos los actos de elección y nombramiento de
servidores públicos, se inscribe dentro del propósito general de las
medidas cautelares de proteger y garantizar el objeto del proceso y
la efectividad de la sentencia. Esta finalidad, consagrada de forma
expresa en el artículo 229 del CPACA, se traduce en un control más
eficiente de la actuación de la administración por parte del juez
administrativo, y repercute favorablemente en la materialización del
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva. De acuerdo con el
artículo 231 del mismo estatuto procesal, la procedencia de esta medida
está supeditada a la violación de las normas superiores invocadas
en la demanda o en la solicitud que se realice en escrito separado,
constatada a partir de su confrontación con el acto demandado o del
estudio de las pruebas allegadas con la petición. Así mismo, el numeral
1 del artículo 91 ibídem establece como consecuencia de la suspensión
provisional de los efectos del acto administrativo su pérdida de
ejecutoriedad, lo que se traduce en la imposibilidad de ejecutarlo
mientras la medida esté vigente. Adicionalmente, el referido artículo

85
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

229 del CPACA advierte que la decisión sobre la medida cautelar no


implica prejuzgamiento, lo cual se explica en que su procedencia se
examina con base en lo conocido en una etapa incipiente del proceso
por el juez. Por lo tanto, nada impide que la decisión de fondo sea
contraria a la valoración jurídica y fáctica preliminar que condujo a
la suspensión provisional del acto demandado. Consecuente con su
carácter preventivo y provisional, el artículo 235 del CPACA contempla
la posibilidad de que la medida cautelar sea levantada, modificada o
revocada. (…). Para la Sala, la disposición transcrita confiere al juez de
lo contencioso administrativo la potestad de modificar su apreciación
inicial sobre las medidas cautelares impuestas, cuando quiera que
advierta que las condiciones iniciales han variado en el transcurso del
proceso. Para ello, “habrá de estar atento el juez de lo contencioso
administrativo a todas las circunstancias de hecho o de derecho que
puedan afectar la decisión provisoria tomada al comienzo del proceso,
para, en caso de modificación, volver a realizar el correspondiente
juicio valorativo sobre la pertinencia de mantener la medida”. (…).
Considerando lo dispuesto en la norma transcrita y lo precisado por la
jurisprudencia de esta Sección, el levantamiento de la medida cautelar
requiere caución para garantizar los daños y perjuicios que se llegaren
a causar, siempre que la clase de medida lo permita. Por su parte, la
modificación o revocatoria tiene las siguientes características: (i) puede
ser adoptada en cualquier estado del proceso, de oficio o a petición de
parte, (ii) está sujeta al incumplimiento o superación de los requisitos
que justificaron su otorgamiento, (iii) no requiere caución y (iv) la parte
favorecida con la medida cautelar tiene la carga de informar cualquier
cambio sustancial en las circunstancias que motivaron su decreto, so
pena de sanciones.

TESIS 2: Con base en el artículo 235 del CPACA, el apoderado de la


demandada formuló “solicitud de levantamiento, modificación y
revocatoria” de la suspensión provisional de los efectos del Acuerdo
036 de 16 de diciembre de 2019, acto por medio del cual la [demandada]
fue elegida como rectora de la Universidad Popular del Cesar para el
periodo 2019-2023. [E]l solicitante cuestiona la conclusión a la que se
llegó en los autos que decretaron la suspensión provisional de la
elección demandada y en esa medida, acude a la figura del
levantamiento, revocatoria y modificación de las medidas cautelares
que prevé el artículo 235 del CPACA como si se tratara de una instancia
adicional al recurso de reposición que consagra el artículo 277, inciso
final, del mismo estatuto procesal. Por esta vía, con muchos de los

86
argumentos que expone en esta oportunidad, presenta reparos a la
forma en que se analizaron los requisitos de procedencia de la
suspensión provisional, referidos al cotejo del acto demandado con las
normas invocadas como violadas en las demandas y frente a las
pruebas aportadas hasta aquella altura del litigio. Adicionalmente, se
observa que, en estricto sentido, no se trata en este caso de resolver
sobre el levantamiento de la suspensión provisional del acto de
elección, como señala la parte demandada, sino de su revocatoria,
considerando lo dispuesto en el artículo 235 del CPACA, que distingue
entre una y otra posibilidad. En tal sentido, (…), el levantamiento de la
medida cautelar requiere caución por parte del solicitante, en los
procesos en que ello es compatible, mientras que para la modificación
o revocatoria no se contempló esa exigencia en la norma, sino que su
procedencia se sujetó al nuevo examen que se haga del cumplimiento
de los requisitos también previstos en la ley para su decreto, o de la
demostración de nuevas circunstancias que ameriten su variación. (…).
Con este cometido, debe reiterarse que, de acuerdo con el artículo 231
del CPACA, el requisito sustancial para decretar la suspensión
provisional del acto de elección consiste en que la violación de las
disposiciones invocadas por el solicitante surja de su confrontación
con el acto demandado, o del estudio de las pruebas aportadas. (…). [E]
s claro que la suspensión provisional de la elección impugnada en este
caso provino de dos supuestos, el primero, la omisión de la consulta
estamentaria y el segundo, el trámite inadecuado de las recusaciones.
Ahora bien, al contrastar aquellos razonamientos con los motivos
alegados por el solicitante de la revocatoria de la suspensión
provisional, no observa la Sala que logren desvirtuar la violación
normativa que ameritó la medida cautelar ni que la misma haya sido
superada, así como tampoco informan sobre cambios sustanciales
que conduzcan a la variación de las circunstancias que justificaron la
decisión, como pasa a exponerse a continuación. Sobre la crisis del
gobierno universitario. En primer lugar, sin desconocer su relevancia,
la situación crítica por la que atraviesa la Universidad Popular del
Cesar no se opone a la vigencia de la suspensión provisional decretada
en este caso. Por el contrario, en la medida cautelar subyace la defensa
del principio de legalidad en el proceso que adelantó la institución para
elegir a su rector, con el fin de garantizar que los órganos directivos y
de gobierno sean conformados de acuerdo con la ley y las propias
reglas estatutarias. De tal suerte que la suspensión provisional
circunscribe su alcance al acto de elección de la rectora, sin impactar
directamente el ejercicio de las competencias constitucionales y

87
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

legales de la institución. (…). En segundo lugar, los encargos de varios


rectores que han ocurrido con posterioridad a la suspensión provisional
de la elección de la demandada no pueden servir de fundamento para
revocar la medida cautelar, pues han sido realizados para proveer la
falta temporal del rector y de esta forma, asegurar la continuidad en la
gestión administrativa de la Universidad. Cosa distinta es que estos
encargos hayan suscitado también cuestionamientos de legalidad ante
la Jurisdicción y reparos por parte del Ministerio de Educación Nacional,
según se da cuenta en la referida resolución. Pero lo cierto es que esta
circunstancia en nada incide sobre la vigencia de la medida cautelar ni
mucho menos tiene la entidad suficiente para justificar su revocatoria.
(…). En tercer lugar, respecto al argumento de la parte demandada
fundado en la prevalencia del interés general, resultan igualmente
oportunas las explicaciones ofrecidas previamente frente a la crisis de
gobierno de la UPC. En efecto, la medida cautelar de suspensión
provisional, antes que representar una amenaza para la estabilidad y
gobernabilidad de la institución, persigue enmendar el desconocimiento
de las normas legales y estatutarias advertidas en el curso del proceso
de elección del rector, y subsanar las malas prácticas evidenciadas
hasta el momento en varias etapas de dicha actuación. Tampoco
observa la Sala que la decisión precautelar sea contraria a los
principios de razonabilidad y proporcionalidad que deben guiar la
función judicial para adoptar medidas de esta naturaleza. Por
consiguiente, este alegato no encuadra dentro de los presupuestos de
procedencia de la petición objeto de análisis. (…). En cuarto lugar, sobre
la Circular 04 de 24 de enero de 2014 del Ministerio de Educación
Nacional, de la que el solicitante deduce “nuevas condiciones” para
valorar la suspensión provisional de la elección acusada, es pertinente
aclarar, de una parte, que el hecho de haber sido aportada con la
contestación de la demanda no la convierte en una circunstancia
novedosa que pueda incidir en la eficacia de la medida cautelar. Por el
contrario, se trata de un documento expedido con anterioridad a la
decisión, que podrá ser incorporado al proceso en la etapa
correspondiente, con el valor probatorio que le asigne la ley, para ser
considerado al momento de adoptar la decisión de fondo, de
conformidad con el artículo 173 del Código General del Proceso, en
concordancia con los artículos 181 y 212 del CPACA. De otra parte, la
mencionada circular únicamente guarda relación con la competencia
para decidir impedimentos y recusaciones de los miembros de los
consejos superiores de las universidades públicas, el cual corresponde
a uno solo de los puntos que motivaron la suspensión provisional de la

88
elección demandada. En tales condiciones, si en gracia de discusión
dicha prueba desvirtuara los argumentos esgrimidos por la Sala frente
al trámite de las recusaciones, la medida cautelar quedaría, en todo
caso, vigente por cuenta de la omisión de la consulta estamentaria
dentro del proceso de elección del rector. (…). Por último, en cuanto a
las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos a las que hace referencia el solicitante, relacionadas con la
evaluación periódica de la vigencia de las medidas cautelares
adoptadas por las autoridades judiciales, en la petición no hubo
mención concreta al instrumento que las contiene ni fue desarrollado
su contenido. Siendo así, no es posible para la Sala ahondar en este
aspecto y, en cualquier caso, la legislación colombiana —cabe decir, la
Ley 1437 de 2011— ya contempla la posibilidad de reconsiderar dichas
medidas de oficio o a solicitud de parte en el contexto de los procesos
contencioso-administrativos, y precisamente el peticionario presentó
su solicitud con fundamento en la disposición pertinente. De esta
forma, la Sala concluye que ninguno de los argumentos expuestos por
la parte demandada para que se revoque la suspensión provisional de
su acto de elección como rectora de la UPC enervan el cumplimiento
de los requisitos de la medida cautelar, como tampoco demuestran
que las circunstancias que justificaron su decreto hayan sido superadas
o sufrido alguna variación sustancial que conduzca a una decisión
distinta a partir de un nuevo examen, en el marco de lo dispuesto en el
artículo 235 del CPACA. En consecuencia, la solicitud de revocatoria
será negada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 91 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 277

89
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

APELACIÓN DEL AUTO QUE RESUELVE SOBRE LA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL, ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL,
REQUISITOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO, CONCURSO DE
MÉRITOS, ENTIDADES ESPECIALIZADAS EN PROCESOS
DE SELECCIÓN DE PERSONAL, CARENCIA DE OBJETO POR
SUSTRACCIÓN DE MATERIA

EXTRACTO NO. 13

RADICADO: 15001-23-33-000-2020-01934-01
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Leonidas Laverde Hurtado
DEMANDADA: Edhy Alexandra Cardona Corredor – Personera de
Sogamoso - Boyacá
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala se dispone a resolver si se debe


revocar, confirmar o modificar la decisión adoptada por el Tribunal
Administrativo de Boyacá en el auto del 14 de octubre de 2021, mediante
el cual se negó la suspensión provisional de los efectos de la elección
de la señora Edhy Alexandra Cardona Corredor como personera
municipal de Sogamoso- Boyacá, en tanto ésta satisface o no los
requisitos previstos en el artículo 229 y ss. del CPACA en concordancia
con el artículo 238 superior, aplicables al proceso electoral por remisión
expresa del artículo 296 ejusdem. Para tal efecto, se deberá determinar
si, tal como concluyó el a quo, se configura actualmente el fenómeno de
la carencia actual de objeto respecto de la medida cautelar deprecada
en consideración a si la Resolución No. 024 de 2020 se encuentra o no
desplegando sus efectos jurídicos y los motivos de hecho y derecho en
que fue sustentada en la demanda.

TESIS 1: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una fórmula


innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas en
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión, admitiendo
en esta tipología cualquier clase de medida que el juez encuentre
necesaria para garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso, la
efectividad de la sentencia e impedir que el ejercicio del medio de control

90
respectivo pierda su finalidad. En este amplio catálogo, se contempló
en el artículo 230, numeral 3º, la suspensión provisional de los efectos
de los actos administrativos, como herencia del anterior estatuto,
esto es, el Decreto 01 de 1984, (…), como la única cautela posible. Así
las cosas, al coexistir en la actualidad, diferentes modalidades de
medidas cautelares, concurren también distintos presupuestos para
ordenarlas, teniendo siempre presente que la interpretación de los
requisitos procesales para su procedencia, debe hacerse a la luz de
garantía de la tutela judicial efectiva, que parte de reconocer que no
solo las personas tienen derecho de acudir a los órganos judiciales
para formular su demanda, sino que el objeto del litigio se le proteja
desde el inicio, a fin de asegurar la justicia material. Según el artículo
231 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, cuando se pretenda la suspensión provisional de los
efectos del acto demandado, el actor debe cumplir los requisitos
señalados en el inciso primero de dicha norma. (…). Sobre el particular,
esta Corporación ha destacado, que la actual regulación de la medida,
no exige la «manifiesta infracción» de la norma superior, como lo
ordenaba la legislación anterior, por lo que se advierte una variación
significativa para su decreto. (…). De esta manera, en la actualidad,
según el artículo 231 de la Ley 1437 de 2011, el juez administrativo
está habilitado para confrontar el acto demandado y las normas
invocadas como transgredidas, a partir de la ley y la jurisprudencia
y el estudio de las pruebas allegadas con la solicitud, lo que significa
hacer un análisis profundo, detallado y razonado, para verificar si se
vulnera el ordenamiento jurídico, sin perder de vista que, en todo caso,
se trata de una decisión provisional, que no implica prejuzgamiento,
según las voces del artículo 229 ibidem. Así mismo, aunque este
presupuesto, puede coincidir con el examen del fondo de la litis, debe
precisarse que, por tratarse de un juicio preliminar, no tiene un carácter
definitivo, pues, de conformidad con el artículo 235 del mismo estatuto
procesal, existe la posibilidad de modificar o revocar la medida y aún
de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones. De otro lado, en
el contencioso electoral, para que proceda la medida de suspensión
provisional, debe constatarse que el acto acusado es violatorio de
alguna de las disposiciones que se consideran infringidas en la
demanda o en el acápite correspondiente del escrito introductorio,
según lo dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad electoral por
remisión del artículo 296 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo. Lo anterior en tanto, el artículo 277
ejusdem, norma especial para este tipo de procesos, establece que la

91
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

solicitud de la medida de suspensión provisional debe estar contenida


en el mismo escrito de demanda, razón por la cual, resulta apenas
lógico y razonable, acorde con la tutela judicial efectiva, que su decreto
bien pueda fundarse en las razones invocadas tanto en la demanda
como en el acápite del escrito contentivo de la medida.

TESIS 2: El cargo de personero municipal constituye la célula que


integra el Ministerio Público en el país, en cuanto reúne las funciones
como defensor de derechos humanos, veedor ciudadano y autoridad
disciplinaria, a favor de la salvaguarda de la Constitución y la ley como
expresión de la voluntad general y el interés común. De allí el rigor con
el que se ha regulado tradicionalmente su forma de elección fijando
en cabeza de los concejos municipales el poder de nominación para
designarlo, según el artículo 313, numeral 8 superior. (…). [E]l artículo
35 de la Ley 1551 de 2012 trazó un nuevo modelo eleccionario, que
introdujo el mérito como el elemento central de su escogencia y
garantía de independencia en el cumplimiento de sus altos fines
misionales. (…). [L]a Corte Constitucional, mediante sentencia C-105 de
2013, (…) precisó que la elección de funcionarios que no son de carrera
por parte de órganos de elección popular bien puede estar precedida
de un concurso público, sin que esto modifique la naturaleza jurídica
del cargo ni menoscabe la naturaleza política de sus funciones, sino
que al contrario refuerza la legitimidad democrática de su mandato.
(…). Por lo anterior, la provisión de estos empleos dejo de estar al
libre arbitrio de los concejos municipales para ajustarse al principio
de la meritocracia, como elemento estructural y definitorio de nuestro
ordenamiento superior, en el marco de un procedimiento abierto,
objetivo y reglado, aunque reservando en estos el poder de nominación
y la facultad de configurar, en el marco general de la Constitución, la ley y
el reglamento, las especificidades del procedimiento eleccionario para
conciliar las exigencias de transparencia, igualdad e imparcialidad en
el acceso a la función pública con las consideraciones de conveniencia,
necesidad y representación propias de la actividad política con su
vocación participativa, deliberativa y pluralista. Ahora bien, tales reglas
procedimentales fueron fijadas en el Decreto 2485 de 2014. (…). En
su artículo siguiente [al 2.2.27.1], enuncia las diferentes etapas que
integran esta modalidad vigente para la designación de los personeros
municipales en el siguiente orden: a) Convocatoria. La convocatoria,
deberá ser suscrita por la Mesa Directiva del Concejo Municipal o
Distrital, previa autorización de la Plenaria de la corporación. La
convocatoria es norma reguladora de todo el concurso y obliga tanto a

92
la administración, como a las entidades contratadas para su realización
y a los participantes. Contendrá el reglamento del concurso, las etapas
que deben surtirse y el procedimiento administrativo orientado a
garantizar los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad en el proceso de elección. (…). Con
base en los resultados de las pruebas, se elabora la correspondiente
lista de elegibles, en estricto orden descendente según los puntajes
obtenidos por los aspirantes y, en consecuencia, las dumas municipales
deberán cubrir la vacante disponible con quien ocupe el primer puesto.

TESIS 3: El (…) demandante dentro de este proceso, impugnó la decisión


del a quo de negar, por carencia actual de objeto, la medida cautelar
deprecada contra la Resolución No. 024 de 2020, teniendo en cuenta
que para entonces ese acto no se encontraba produciendo sus efectos
jurídicos, en virtud de lo dispuesto por el Juzgado Segundo Administrativo
de Sogamoso en el auto del 12 de febrero del mismo año, que decretó la
suspensión provisional de la elección de la señora (…) como personera
de dicho municipio. (…). [L]a Sala empieza por destacar que, consultado
el sistema de información de la Rama Judicial Justicia XXI, para efecto de
conocer la suerte de aquel recurso, se observa que mediante auto del 30
de octubre de 2020, dicha corporación judicial resolvió: «Revocar el auto
de 12 de febrero de 2020, proferido por el Juzgado Segundo Administrativo
del Circuito de Sogamoso por medio del cual se decretó la suspensión
provisional de los efectos del acto demandado en el proceso adelantado por
(…) contra el Municipio de Sogamoso». En consecuencia, dicha medida
cautelar ya no está vigente por lo que el acto de elección de la demandada
ha recobrado su eficacia. En este sentido, conviene recordar que uno de
los aspectos centrales de la teoría del acto administrativo está dado por
sus elementos, que tradicionalmente han sido distinguidos por la doctrina
y jurisprudencia en tres categorías principales, a saber, requisitos de:
i) existencia, es decir, los supuestos que deben concurrir para que se
produzca su nacimiento a la vida jurídica; ii) validez, entendidos como
las condiciones genéricas y específicas que debe satisfacer para estar
conforme a derecho; y iii) eficacia, referidos a las exigencias para que
despliegue sus efectos jurídicos. A partir de esta clasificación tripartita
se ha enfatizado que, pese a guardar una relación de conexidad entre sí,
en la medida en que para que un acto administrativo sea considerado
idóneo debe cumplir con tales categorías de requisitos, cada uno es
independiente de los demás. (…). En ese orden, el juicio de legalidad a
cargo de esta jurisdicción es autónomo y se dirige específicamente a
controlar el apego de los actos administrativos a la normativa vigente,

93
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

desde un enfoque objetivo e integral, teniendo en cuenta que su validez


se configura desde su formación mientras que su efectividad viene dada
por situaciones posteriores a su nacimiento de carácter variable, razón
por la cual esta corporación ha admitido, por ejemplo, su control judicial
desde su expedición aun sin haber sido notificados. (…). En consecuencia,
la suspensión de un acto administrativo no es motivo per se para
abstenerse de estudiar su legalidad, bajo la declaratoria de carencia
actual de objeto por sustracción de materia, aun en sede de medida
cautelar, más todavía, cuando en el presente asunto la eficacia del acto
acusado cesó con carácter temporal, por orden judicial preliminar que
no se encontraba en firme, lo que indicaba que podía llegar a reaparecer
por la misma vía, tal como en efecto sucedió en virtud del citado auto del
14 de octubre de 2020 de la Sala Especial de Decisión No. 5 del mismo
Tribunal.

TESIS 4: De la síntesis de este primer grupo de censuras propuestas


como fundamento de la medida cautelar deprecada, se evidencia
que son ajenas al medio de control de nulidad electoral, en tanto
corresponden al de controversias contractuales o al de nulidad o
nulidad y restablecimiento del derecho en relación con los actos
administrativos proferidos en desarrollo de la actividad contractual
con anterioridad a la celebración del contrato, en la medida en que las
normas y jurisprudencia que se invocan como vulneradas nada dicen
sobre el procedimiento eleccionario sub judice, esto es, el que rige para
proveer el cargo de personero municipal y, por tanto, no son de aquellas
en que debía fundarse el acto acusado. (…). En efecto, el medio de control
contractual admite pretensiones tanto de orden objetivo como subjetivo
y están legitimados para promoverla no solo las partes contratantes
sino también los terceros con interés, amén que admite pretensiones
tan variadas como la declaratoria de existencia o incumplimiento del
contrato, su nulidad absoluta o relativa o el control de legalidad de
los actos administrativos contractuales, o su liquidación, entre otras,
en cuanto el legislador optó por consagrar una cláusula abierta al
respecto, al señalar en el artículo 141 del CPACA que bien se puede
promover para «(…) que se hagan otras declaraciones y condenas».
De esta manera, los reproches aquí elevados se pueden ventilar ante
la jurisdicción contencioso administrativa por esa cuerda procesal
para el control de legalidad del contrato y los actos administrativos
contractuales o por vía de nulidad simple o nulidad y restablecimiento
del derecho respecto de los actos previos al contrato, más no a través
del medio de control de nulidad electoral.

94
TESIS 5: El segundo conjunto de reproches invocados contra la
legalidad del acto de elección sub judice está dirigido a demostrar
que los contratistas no ostentan las calidades señaladas en el inciso
segundo del artículo 2.2.27.1 del Decreto 1830 de 2015 para brindar
asesoría profesional a la duma municipal en la realización del concurso
de méritos para elegir al personero de Sogamoso. (…). En relación
con este punto, se encuentra acreditado en esta etapa inicial del
proceso que la referida contratista es una entidad sin ánimo de lucro-
ESAL, identificada con el N.I.T. 800234694, cuya actividad económica
corresponde a los códigos 8559 «Otros tipos de educación» y 9499
«Actividades de otras asociaciones»; y, por otra parte, que CREAMOS
TALENTOS es un establecimiento comercial, identificado con N.I.T.
52072422, cuya actividad económica corresponde a los códigos
7220 «Investigaciones y desarrollo experimental en el campo de las
ciencias sociales y las humanidades», 8560 «Actividades de apoyo
a la educación», 7830 «Otras actividades de suministro de recurso
humano» y 7810 «Actividades de agencias de empleo». Esta es la
información que consta en el Registro Único Empresarial Social- RUES,
según los enlaces relacionados en la demanda, el cual fue creado por
el artículo 11 de la Ley 590 de 2000, que integró el Registro Mercantil
y el Registro Único de Proponentes y está a cargo de las Cámaras de
Comercio. En tal virtud, se deduce que ninguna de estas entidades
puede reputarse como especializadas en procedimientos de selección
de personal por exceder el objeto de sus actividades comerciales,
además que de conformidad con la consulta al Sistema Nacional de
Información de la Educación Superior, allegada por el actor, se tiene que
tampoco se encuentran registradas como instituciones de educación
superior, por lo que no cuentan con el perfil requerido en la referida
disposición normativa. (…). Ahora bien, específicamente, en cuanto a
la falta de idoneidad de CREAMOS TALENTOS en orden a asesorar a
los concejos municipales para efectuar estos concursos de méritos
para la designación de personeros, ya se había pronunciado esta Sala
Electoral en auto del 26 de noviembre de 2020, que confirmó en sede de
apelación la suspensión provisional de los efectos del acto de elección
del personero de Manuare, decretada por el Tribunal Administrativo
de La Guajira, luego de explicar que aquella entidad efectivamente
no satisface los requisitos en cuestión, ni aún al haber obrado como
contratista, mediante Convenio de Asociación con la Federación
Colombiana de Autoridades Locales- FEDECAL. (…). Así las cosas, está
demostrado en sede de medida cautelar que la elección de la señora
(…) como personera del municipio de Sogamoso- Boyacá, contenida en

95
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

la Resolución No. 024 de 2020, se encuentra viciada -en principio- por


el desconocimiento del inciso segundo del artículo 2.2.27.1 del Decreto
1083 de 2015 por parte del Concejo de dicho ente territorial, norma
en la que debía fundarse para realizar el procedimiento eleccionario
a través de terceros, en la medida en que fija las calidades que debe
satisfacer quien brinde la asesoría especializada para tal efecto, esto
es, tratarse de: «universidades o instituciones de educación superior
públicas o privadas o con entidades especializadas en procesos de
selección de personal», condiciones que no se cumplen por parte de
FENACON ni de CREAMOS TALENTOS.

TESIS 6: [O]bserva la Sala que la totalidad de reproches aquí


formulados se refieren a elementos fácticos que tienen relación con
las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se desarrolló el
actual procedimiento eleccionario, sobre los cuales aún no se ha
reunido el material probatorio necesario para su valoración, en la
medida en que, por ejemplo, no están en el expediente digitalizado
que se recibió ni se relacionan en los anexos de la demanda, la
copia de la Resolución No. 062 del 10 de octubre de 2019 ni las
constancias de su publicación, indispensables para estudiar las
presuntas irregularidades acaecidas en las fases de convocatoria y
reclutamiento, así como algunas de las alegadas en la de pruebas;
tampoco se han aportado la copia del contrato No. 019 del 25 de junio
de 2019, la guía metodológica para el examen de conocimiento, los
cuadernos de preguntas y respuestas, y otras piezas documentales
que hacen parte del expediente administrativo del acto acusado, amén
que no ha llegado el momento procesal para el decreto y práctica de
los medios de convicción solicitados y los que procedan oficiosamente;
por tanto, este último bloque de reparos deberá ser objeto de análisis
y decisión en la sentencia, como resultado del debate probatorio que
se desarrolle en el curso del proceso. Asimismo, se destaca que por
tratarse de presuntas irregularidades que eventualmente pueden
configurar la causal de nulidad por expedición irregular, de acuerdo
con la jurisprudencia de esta Sección, se debe demostrar no solo su
ocurrencia sino también su incidencia «en forma directa, sustantiva
y trascendente» en el resultado de la elección impugnada, en cuanto
«no todo vicio en la expedición de un acto tiene la potencialidad de
configurar la causal de expedición irregular, pues solo se enmarcan
en esta censura aquellas anomalías sustanciales en el proceso de
formación del acto. En consecuencia, solo se considerará que el acto
se expidió irregularmente, cuando la alteración en su formación sea

96
de tal magnitud que altere o modifique drásticamente el resultado
electoral», estudio que se echa de menos en la argumentación del
recurrente, lo cual también le impiden al juez electoral pronunciarse
al respecto en esta fase inicial de la litis. En suma, la Sala advierte
que de los tres grupos de inconsistencias alegadas como sustento de
la solicitud de suspensión provisional de los efectos de la Resolución
No. 024 de 2020, se encuentran demostradas preliminarmente las
referidas a la falta de idoneidad de FENACON y CREAMOS TALENTOS
para brindar asesoría profesional al Concejo Municipal de Sogamoso
para efectuar el concurso de méritos sub examine, de conformidad con
el artículo 2.2.27.1 del Decreto 1083 de 2015, las pruebas allegadas y
la jurisprudencia vigente al respecto, por lo que hay lugar a revocar
parcialmente el auto del 14 de octubre de 2020 y, en su lugar, decretar
la medida cautelar deprecada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 213 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 296 / LEY 136
DE 1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 1551 DE 2012 – ARTÍCULO 35 / DECRETO 1083 DE
2015 – ARTÍCULO – 2.2.27.1 / DECRETO 2485 DE 2014

97
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

APELACIÓN DE AUTO QUE NIEGA LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,


CLASES DE MEDIDAS CAUTELARES, PARTICIPACIÓN DE LA
MUJER EN LOS NIVELES DECISORIOS, CUOTA DE GÉNERO, TERNA
PARA EL NOMBRAMIENTO DEL ALCALDE LOCAL, REQUISITOS
DE LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, CONTROL DE
CONVENCIONALIDAD

EXTRACTO NO. 14

RADICADO: 08001-23-33-000-2021-00012-01
FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Daniel Caballero Díaz y otros
DEMANDADOS: Frank Antonio Champman Patiño y otros – Alcaldes
locales del Distrito de Barranquilla
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala se dispone a resolver si se debe


revocar, confirmar o modificar la decisión adoptada por el Tribunal
Administrativo del Atlántico en el auto del 17 de marzo de 2021,
mediante el cual se negó la suspensión provisional de los efectos de
la elección de los señores Frank Antonio Champman Patiño, Edgardo
Rafael Mendoza Ortega, Bryan Corredor Morales y Cristóbal Mauricio
Rosales Colpas, como alcaldes locales del Distrito de Barranquilla,
en tanto que se encuentran o no satisfechos los requisitos previstos
en el artículo 229 y ss. del CPACA, en concordancia con el artículo
238 superior, aplicables al proceso electoral por remisión expresa
del artículo 296 ejusdem. Para tal efecto, se deberá determinar si, tal
como concluyó el a quo, no existen suficientes elementos de juicio,
de tipo argumentativo y probatorio, para estudiar de fondo la medida
cautelar solicitada o, en caso contrario, analizar si se vislumbra la
presunta contradicción entre los actos demandados y los artículos
1, 2 y 4 de la Ley 581 de 2000, en concordancia con los artículos 13,
40, 43 y 209 de la Constitución Política y los tratados internacionales
que protegen el derecho de las mujeres a participar, en condiciones
de igualdad, en el ejercicio del poder público en los niveles decisorios
del Estado.

98
TESIS 1: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011 establece una fórmula
innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas en
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión, admitiendo en
esta tipología cualquier clase de medida que el juez encuentre necesaria
para garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso, la efectividad
de la sentencia e impedir que el ejercicio del medio de control respectivo
pierda su finalidad. (…). [E]n la actualidad, según el artículo 231 de la
Ley 1437 de 2011, el juez administrativo está habilitado para confrontar
el acto demandado y las normas invocadas como transgredidas, a
partir de la ley y la jurisprudencia y el estudio de las pruebas allegadas
con la solicitud, lo que significa hacer un análisis profundo, detallado
y razonado, para verificar si se vulnera el ordenamiento jurídico, sin
perder de vista que, en todo caso, se trata de una decisión provisional,
que no implica prejuzgamiento, según las voces del artículo 229 ibidem.
Así mismo, aunque este presupuesto, puede coincidir con el examen del
fondo de la litis, debe precisarse que, por tratarse de un juicio preliminar,
no tiene un carácter definitivo, pues, de conformidad con el artículo 235
del mismo estatuto procesal, existe la posibilidad de modificar o revocar
la medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones.
De otro lado, en el contencioso electoral, para que proceda la medida
de suspensión provisional, debe constatarse que el acto acusado es
violatorio de alguna de las disposiciones que se consideran infringidas
en la demanda o en el acápite correspondiente del escrito introductorio,
según lo dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad electoral por
remisión del artículo 296 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo. Lo anterior en tanto, el artículo 277
ejusdem, norma especial para este tipo de procesos, establece que la
solicitud de la medida de suspensión provisional debe estar contenida
en el mismo escrito de demanda, razón por la cual, resulta apenas
lógico y razonable, acorde con la tutela judicial efectiva, que su decreto
bien pueda fundarse en las razones invocadas tanto en la demanda
como en el acápite del escrito contentivo de la medida.

TESIS 2: [E]s preciso destacar que la Constitución de 1991 estableció


que Colombia es un Estado Social y Democrático de Derecho, por lo que
la igualdad, en su doble dimensión formal y especialmente material,
pasó a convertirse en uno de los derroteros de la acción estatal con miras
a combatir la discriminación y proteger especialmente a las personas
pertenecientes a grupos vulnerables, tal como lo consagra su artículo
13. En este marco, promover condiciones para que la igualdad sea real
y efectiva se erigió en una de las obligaciones de las autoridades, en

99
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

especial a favor de las mujeres en razón de la historia de discriminación,


sometimiento y marginación que han padecido con miras a revertirla,
en cuanto su emancipación es condición indispensable para alcanzar
el desarrollo del país con paz, equidad y justicia social. Tan importante
es esa meta, que se expresa en diferentes mandatos específicos, entre
los que se destaca el del artículo 40, referido a la debida garantía de
su participación en los niveles decisorios de la administración, como
una forma de reconocer su subrepresentación política como un
verdadero déficit democrático. Como desarrollo de tal prescripción, se
profirió la Ley 581 de 2000 que estableció un sistema de cuotas, como
mecanismo de acción afirmativa, paulatino y temporal, para promover
la participación de las mujeres en los niveles decisorios del Estado, en
todas sus ramas y órganos, hasta alcanzar una presencia equitativa
de ambos sexos en estos, igualando sus condiciones de acceso al
desempeño de los cargos directivos, tanto en el punto de partida como
en el de llegada, de acuerdo con criterios de mérito, para compensar,
reforzar y devolver la igualdad que en este campo tradicionalmente
se les ha negado. (…). La Corte Constitucional al efectuar la revisión
previa y automática de esta normativa [Ley 581 de 2000], mediante
la Sentencia C-371 de 2000 declaró exequibles los artículos 1 y 2,
mientras que condicionó la del artículo 4 (…). Como fundamento de esta
decisión, explicó el alcance de la cuota de género prevista en el articulo
4, a partir de su interpretación sistemática con los artículos anteriores
en contraste con los mandatos superiores que le sirven de fundamento,
en particular, los de igualdad material, participación política de las
mujeres y el mérito como criterio de acceso a la función pública. (…).
Ahora bien, en el mismo fallo el máximo tribunal constitucional analizó
y avaló las excepciones a la cuota de género prevista en el artículo 4, tal
como fueron consagradas en las disposiciones que le siguen dentro de
la Ley 581 de 2000, referidas a tres tipos de cargos públicos específicos,
a saber: los de carrera, elección popular y los que se proveen por el
sistema de listas o ternas, destacando entonces que aquella no tiene
un carácter absoluto por voluntad del propio legislador que la creó,
teniendo en cuenta su naturaleza jurídica de acción afirmativa y la
estructura administrativa, funcional y personal del empleo público en
que se inscribe a fin de conciliarla con los principios superiores que
rigen su acceso y ejercicio en condiciones de igualdad, transparencia
y mérito. (…). En este orden de ideas, se deduce que el artículo 5 de
la normativa en mención señala que los cargos que se proveen por el
sistema de ternas quedan excluidos de la cuota de género del artículo
precedente y, en su lugar, se rigen por una regla específica de inclusión

100
de las mujeres establecida en el artículo subsiguiente, cual es que
aquellas estén integrada, al menos, por una mujer sin que le imponga
al nominador la obligación de preferirla al momento de realizar la
elección correspondiente, en cuanto su propósito último es remover
los obstáculos que impiden o dificultan el acceso de las mujeres a los
niveles decisorios del Estado para que el mérito pueda manifestarse
libre de cualquier discriminación por motivos de sexo.

TESIS 3: En el presente asunto, los demandantes formulan, en síntesis,


dos cargos principales de apelación, el primero, de naturaleza adjetiva,
dirigido a controvertir la decisión del a quo de no conocer y resolver de
fondo la solicitud de suspensión provisional de los efectos de los actos
demandados, por considerar que no existen argumentos dirigidos a
demostrar el cumplimiento de los requisitos necesarios para tal efecto,
en particular, los señalados en los numerales 3 y 4 del artículo 231 del
CPACA, ni tampoco elementos de juicio suficientes para abordar el
estudio comparativo entre el contenido de aquellos y las disposiciones
normativas que se invocaron como infringidas. El segundo, de tipo
sustantivo, se concreta en insistir en la contradicción entre las
elecciones impugnadas y la cuota de género regulada en los artículos 1,
2 y 4 de la Ley 581 de 2000, la cual estiman aplicable a los cargos de
alcaldes locales, por su carácter específico más no global, en
concordancia con las normas constitucionales y convencionales que
imponen al Estado la obligación de promover el acceso real y efectivo
de las mujeres a los empleos públicos de rango directivo. (…). [L]a Sala
encuentra preciso empezar por distinguir entre los requisitos de
procedencia de la medida cautelar, consagrados en el artículo 229 del
CPACA, y los establecidos para su decreto en el artículo 231 ejusdem, en
tanto que los primeros se refieren a los presupuestos formales para
abordar su estudio, entre los que se destaca que la petición
correspondiente esté «debidamente sustentada», mientras que los
segundos se concretan en las condiciones materiales para su
otorgamiento, las cuales dependen de si se trata de la suspensión
provisional de sus efectos o de cualquier otra de sus modalidades; así,
frente a la primera bastará con demostrar «la violación de las
disposiciones invocadas en la demanda o en la solicitud que se realice
en escrito separado, cuando tal violación surja del análisis del acto
demandado y su confrontación con las normas superiores invocadas
como violadas o del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud»,
y en los demás casos deberán concurrir los requisitos enlistados en los
numerales 1 a 4 del artículo en cita. En este orden de ideas, contrario a

101
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

lo indicado por el a quo en la decisión impugnada, se evidencia que los


demandantes: (i) no tenían que acreditar el cumplimiento de tales
requisitos para la procedencia ni para la prosperidad de la suspensión
provisional deprecada, debido a que solo son aplicables para el decreto
de las demás medidas cautelares y (ii) cumplieron con la carga
argumentativa necesaria para su trámite y decisión, en cuanto
formularon de forma clara, específica, pertinente y suficiente los
motivos de hecho y derecho que sustentan la alegada infracción de las
normas de la Ley 581 de 2000, la Constitución Política y los tratados de
derechos humanos en que, según su criterio, debían fundarse los actos
de elección sub judice; por tanto, no era menester reunir elementos de
juicio adicionales para resolver al respecto por tratarse de un asunto de
puro derecho, tal como se deduce de la argumentación desplegada por
el propio Tribunal Administrativo del Atlántico, al enunciar los aspectos
jurídicamente problemáticos que, a su juicio, era preciso abordar en la
sentencia sin que se pudieran analizar preliminarmente en esta sede
por falta de pruebas. (…). Como se desprende de su sola lectura, el
sustento de la presente petición cautelar plantea cuestiones
estrictamente jurídicas por resolver, que no requieren de un ejercicio de
interpretación distinto a confrontar los decretos objeto de controversia,
aportados con la demanda, con las disposiciones normativas, invocadas
en su texto, con miras a determinar si son o no compatibles entre sí; es
decir, si en la expedición de aquellos por parte del alcalde mayor del
Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla se observó la
cuota de género aplicable para la provisión de los cargos de alcalde de
cada una de las 5 localidades en que se divide su territorio, asunto de
hermenéutica jurídica que se resuelve desde el plano teórico, sin que
exista controversia de tipo fáctico que justifique la práctica de pruebas
adicionales para su estudio en esta fase del proceso. (…). [L]a cuota de
género prevista en el artículo 4 de dicha normativa [Ley 581 de 2000]
para los cargos de los niveles decisorios de las distintas ramas y
órganos del Estado no es un mandato absoluto sino que admite
excepciones, formuladas por el mismo legislador, a saber, frente a los
cargos: (i) pertenecientes a la carrera administrativa, judicial u otras
carreras especiales; (ii) de elección popular; y (iii) que se provean por el
sistema de ternas o listas, de acuerdo con lo explicado en la sentencia
C-371 de 2000, en la que se realizó el control previo y automático de
constitucionalidad de esta regulación estatutaria. A su vez, en relación
con esta última categoría de empleos públicos, se fijó una cuota especial
bajo dos reglas: (i) se deberá incluir en cada triada al menos a una
mujer y (ii) la elección entre los respectivos candidatos no está sometida

102
a criterios de género sino que depende de la preferencia del nominador.
(…). Ahora bien, el artículo 5 de la Ley 768 de 2002 establece, en el
marco de la organización político-administrativa del Distrito Especial,
Industrial y Portuario de Barranquilla, en 5 localidades. (…). Por su parte,
los artículos 39 y 40, fijan los requisitos y reglas de elección para los
alcaldes locales, en general, destacando en el mismo sentido que la
norma especial que rige para el Distrito de Barranquilla. (…). Por tanto,
desde una interpretación lógico-jurídica [de la Ley 768 de 2002], se
tiene por demostrado: (i) como premisa mayor, que los cargos que se
proveen por el sistema de ternas no están sometidos a la cuota de
género prevista en el artículo 4 de la Ley 581 de 2000; (ii) como premisa
menor, que los empleos de alcalde local, en general, y en el distrito de
Barranquilla en particular, se surten por el alcalde mayor de triadas
elaboradas por las Juntas Administradoras Locales correspondientes;
y en este orden se llega a la conclusión (iii) como síntesis, que las
elecciones de los alcaldes de las localidades Norte Centro histórico,
Riomar, Suroccidente y Suroriente de dicho ente territorial están
exceptuadas de la cuota contemplada para las dignidades pertenecientes
a los altos niveles decisorios de la Administración, por lo que en este
momento procesal no es posible verificar contradicción alguna entre
los actos acusados y las disposiciones legales presuntamente
infringidas en su expedición, por no ser de aquellas en las que debían
fundarse. Adicionalmente, la parte actora alega que, en aplicación del
control de convencionalidad, el artículo 4 de dicha normativa también
resulta aplicable en la elección de los demandados, es decir, que en la
práctica solicita inaplicar en este caso los citados artículos 5 y 6 por ser
contrarios a lo dispuesto en (…) tratados de derechos humanos que
proscriben la discriminación contra las mujeres y promueven su
participación en el ejercicio del poder público, por lo que censura que el
a quo no hiciera pronunciamiento alguno sobre esta cuestión. (…). En
otras palabras, es admisible que el juez exija, según sus propias
competencias y el tipo de acción o medio de control de que se trate,
unas cargas procesales mínimas para la procedencia del control de
convencionalidad deprecado, siendo la primera y más básica de todas,
la de identificar el estándar interamericano de protección de derechos
humanos que se estima vulnerado, bien sea un mandato directo y
específico contenido en su articulado o uno deducido por su intérprete
autorizado por vía jurisprudencial, lo cual resulta indispensable para
llevar a cabo el juicio comparativo procedente entre este y los actos que
se impugnan. Sin embargo, en el presente recurso, la parte actora se
limita a mencionar de forma genérica que aquellos quebrantan varias

103
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

disposiciones provenientes del Derecho Internacional de los Derechos


Humanos que reconocen derechos de la mujer, en particular, los de
igualdad y participación política, pero sin realizar un esfuerzo mínimo
de argumentación para demostrar tales afirmaciones, asumiendo que
existe una especie de cuota de género universal, o al menos
regionalmente, para la designación de alcaldes locales, lo cual ni
siquiera se alcanza a vislumbrar de lo consignado en la demanda, la
solicitud de medida cautelar o el memorial de apelación del auto que la
negó en primera instancia en contraste con la Convención Americana
de Derechos Humanos o algún otro instrumento internacional. Esta
circunstancia, tampoco permite a la Sala Electoral desplegar sus
poderes oficiosos sobre la materia, en cuanto tales mandatos de
inclusión y no discriminación hacia las mujeres dejan un amplio margen
de apreciación a los Estados para adoptar medidas en el derecho
interno para su desarrollo y las diferentes cuotas creadas en la Ley 581
de 2000 -incluyendo tanto la del artículo 4, invocada por la parte activa,
como la del 6, por la pasiva-, encuentran asidero en tales obligaciones
internacionales bajo la forma de acciones afirmativas para avanzar
paulatinamente hacia la plena emancipación e integración social de las
mujeres, a través de la promoción de su acceso real y efectivo a los
niveles de toma de decisiones dentro de la función pública sin que se
denote algún retroceso frente tal regulación actualmente vigente, de
modo tal que este cargo de apelación no tiene vocación de prosperar.
Por último, solo resta aclarar en cuanto a la violación del principio de
progresividad de los DESC que los demandantes atribuyen a los actos
de elección objeto de controversia, que ninguno de los derechos
humanos en mención relacionados con la igualdad y participación
política de las mujeres corresponde a dicha categoría sino a la de los
derechos civiles y políticos, sin que tal clasificación sea relevante para
los efectos jurídicos del presente asunto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 13 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
40 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230
NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
235 / LEY / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 581 DE 2000 – ARTÍCULO 1 /
LEY 581 DE 2000 – ARTÍCULO 2 / LEY 581 DE 2000 – ARTÍCULO 4 / LEY 581 DE 2000
– ARTÍCULO 5 / LEY 581 DE 2000 – ARTÍCULO 6 / LEY 768 DE 2002 – ARTÍCULO 5 /
LEY 768 DE 2002 – ARTÍCULO 39 / LEY 768 DE 2002 – ARTÍCULO 40

104
RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE ORDENÓ REMITIR EL
PROCESO AL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE CUNDINAMARCA
POR FALTA DE COMPETENCIA, DEPARTAMENTO ADMINISTRATIVO,
REPRESENTACIÓN LEGAL, CAPACIDAD PARA CONTRATAR DE LOS
ORGANISMOS SIN PERSONERÍA JURÍDICA, COMPETENCIA DEL
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO

EXTRACTO NO. 15

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00016-00
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Diana Esther Guzmán Rodríguez y otros
DEMANDADO: Víctor Manuel Muñoz Rodríguez – Director del
Departamento Administrativo de la Presidencia de la República
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala procede a resolver los recursos


de súplica interpuestos por los demandantes y por el apoderado
del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República,
contra el auto de 2 de marzo de 2021, a través del cual, el magistrado
sustanciador declaró que esta Corporación carecía de competencia
para conocer del asunto de la referencia y, en consecuencia, ordenó
remitir el proceso al Tribunal Administrativo de Cundinamarca,
Sección Primera. Se debe establecer, conforme al dicho de los
recurrentes, si la Sección Quinta es competente para tramitar, en única
instancia, la demanda contra el acto de nombramiento del Director
del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República,
por cuanto el numeral 5º del artículo 149 del CPACA establece que le
corresponde conocer “De la nulidad de los actos de nombramientos
de los representantes legales de las entidades públicas del orden
nacional”, como ocurre con el accionado. Además, porque en sentir
de los accionantes, el numeral 3º del artículo ibidem señala que
esta Corporación también tiene asignado el conocimiento de las
demandas de nulidad contra el acto de elección de los miembros de
la Junta Directiva o Consejo Directivo de las entidades públicas del
orden nacional y, en el presente caso, el demandado es miembro del
Consejo Directivo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo

105
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de Desastres – UNGRD y de la Agencia Presidencial para la Acción


Social y la Cooperación Internacional - Acción Social.

TESIS 1: En el sub lite, los recurrentes consideran que la Sección


Quinta del Consejo de Estado es competente para tramitar, en única
instancia, la demanda contra el acto de nombramiento del Director
del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República,
por cuanto el numeral 5º del artículo 149 del CPACA establece que le
corresponde conocer “De la nulidad de los actos de nombramientos
de los representantes legales de las entidades públicas del orden
nacional”, como ocurre con el accionado. (…). [A]nticipa la Sala que estos
argumentos no se ajustan a la preceptiva legal, por las razones que a
continuación se explican: En punto a las competencias jurisdiccionales
que fija la ley procesal y, en general, de toda atribución dada por la
ley a una autoridad, se ha indicado que su alcance y aplicación está
signado por el principio de la taxatividad, en tanto, la competencia
es expresa, no analógica, por lo que tiene que ser ejercida en los
precisos términos que señale el legislador. Ello es así, por cuanto
en virtud del principio de legalidad, ninguna autoridad podrá ejercer
funciones distintas de las que le atribuyen la Constitución, la ley o el
reglamento (Art. 121 C.P.). En este orden, no se admite competencias
implícitas, ni la aplicación extensiva, ni la misma se presume, toda vez
que, debe estar claramente establecida en la ley. Sea propio señalar
que los Departamentos Administrativos son órganos principales de
la administración central nacional que, como bien se sabe, no tienen
personería jurídica propia. Los Departamentos Administrativos son
agencias estatales que actúan bajo la personalidad jurídica de la
“Nación”. En este orden, no puede afirmarse válidamente que, en el
sub examine, el Director es el “representante legal” del Departamento
Administrativo, pues, la representación legal se predica de las personas
jurídicas, en tanto, son entes ficticios creados por la ley, que requieren
de un agente personal que los represente en el mundo del derecho.
(…). Esta es la razón por la cual, desde el propio texto constitucional,
se dispone que “los directores de departamentos administrativos son
los jefes de la administración en su respectiva dependencia” (Art.
208 C.P.). En consecuencia, no puede confundirse la calidad de “jefe”
del organismo con la de “representante legal”, pues, esta condición
tiene consecuencias jurídicas en relación con la capacidad para
actuar, los límites para comprometer patrimonialmente al órgano que
representa y la responsabilidad frente a terceros. No ocurre lo mismo,
por ejemplo, con la calidad de “director”, “gerente” o “presidente” de

106
los establecimientos públicos nacionales, las empresas industriales
y comerciales del Estado, o las sociedades de economía mixta, las
cuales, precisamente por tener el atributo de la personalidad jurídica,
la Ley 489 de 1998 los califica expresamente como “representantes
legales” de dichos organismos (…). En este orden, no hay duda de que
el Director es la máxima autoridad del Departamento Administrativo,
pero no el “representante legal”, como no es representante legal el
Fiscal, el Procurador, el Contralor o el Defensor del Pueblo, respecto
de las entidades que regentan, dado que la persona jurídica bajo cuyo
nombre actúan estas autoridades es la “Nación”. Ahora bien, no puede
confundirse esta calidad jurídica con la “representación” que, para
efectos meramente judiciales, les otorga el artículo 159 de la Ley 1437
de 2011, a los jefes de estos organismos, en tratándose de litigios
donde resulten involucrados por la expedición de actos o la producción
de daños. En efecto, la norma procesal dispone que “La entidad, órgano
u organismo estatal estará representada, para efectos judiciales, por el
Ministro, Director de Departamento Administrativo, Superintendente,
Registrador Nacional del Estado Civil, Procurador General de la Nación,
Contralor General de la República o Fiscal General de la Nación o por la
persona de mayor jerarquía en la entidad que expidió el acto o produjo
el hecho”.

TESIS 2: Tampoco puede generar equívoco el hecho de que estos


organismos sin personería jurídica tienen capacidad para contratar,
pues, sabido es que la capacidad para ejercer determinados derechos
y contraer obligaciones, como ocurre con la contratación, puede ser
deferido por la ley. Así, según el artículo 2º de la Ley 80 de 1993,
Estatuto General de Contratación, tienen capacidad para contratar:
a) La Nación, las regiones, los departamentos, las provincias, el
distrito capital y los distritos especiales, las áreas metropolitanas, las
asociaciones de municipios, los territorios indígenas y los municipios;
los establecimientos públicos, las empresas industriales y comerciales
del Estado, las sociedades de economía mixta, entre otras personas
jurídicas y b) El Senado de la República, la Cámara de Representantes,
el Consejo Superior de la Judicatura, la Fiscalía General de la
Nación, la Contraloría General de la República, las contralorías
departamentales, distritales y municipales, la Procuraduría General de
la Nación, la Registraduría Nacional del Estado Civil, los ministerios,
los departamentos administrativos, las superintendencias, las
unidades administrativas especiales y, en general, los organismos
o dependencias del Estado a los que la ley otorgue capacidad para

107
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

celebrar contratos. Lo anterior quiere decir que, en materia contractual


no coincide la personalidad jurídica y la capacidad para contratar,
pues, fue por virtud de la ley, que se le otorgó, además de las entidades
públicas con personería jurídica a otros organismos que no la tienen,
para atender de mejor manera el cumplimiento de sus fines. Es por
ello, que en varias disposiciones de la Ley 80 de 1993 se distingue
técnicamente entre el “jefe” y el “representante legal” para referirse, el
primero a los organismos sin personería jurídica y, los segundos, a los
que sí la tienen. (…). Ahora bien, el hecho de que el artículo 26 numeral
2º del Decreto 1784 de 2019, por el cual se modifica la estructura
del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República,
señale que son funciones del Despacho del Director del Departamento:
“Representar legalmente al Departamento Administrativo de la
Presidencia de la República”, no implica que este Decreto le esté dando
la categoría de persona jurídica al Departamento Administrativo ni que
el Director sea su “representante legal”, sino que este es quien lleva la
vocería, la representación, el nombre de la entidad, en tanto es el jefe
supremo del respectivo organismo, como lo dispone el artículo 208 de
la Constitución.

TESIS 3: [E]l artículo 149.5 del CPACA que dispone que el Consejo
de Estado conoce, en única instancia, “De la nulidad de los actos de
nombramiento de los representantes legales de las entidades públicas
del orden nacional”, debe entenderse referido a los directores o
gerentes de los establecimientos públicos, las empresas industriales
y comerciales del Estado, las sociedades de economía mixta donde
el Estado tenga un capital igual o superior al 50%; las empresas de
servicios públicos domiciliarios, de las empresas sociales del estado,
del orden nacional, por citar algunos ejemplos, de cuyas cabezas se
puede predicar la condición de “representante legal”. Lo contrario sería
darle un alcance a una noción técnico-jurídica, que la jurisprudencia
y la doctrina especializada distinguen claramente y desquiciar los
conceptos jurídicos fundamentales que se han construido a lo largo
de muchas décadas de evolución en el derecho administrativo. En
este orden, no puede acudirse a criterios analógicos, teleológicos,
sistemáticos o de conveniencia pública, para hacer derivar del artículo
149.5 del CPACA la competencia del Consejo de Estado para conocer,
en única instancia, de los nombramientos de estas autoridades, toda
vez que, eso no fue lo que dispuso el legislador procesal en dicho
numeral. Por el contrario, la regla hermenéutica que debe guiar la
definición de esta competencia debe ser aquella que consulte los

108
“conceptos jurídicos fundamentales” y su “aplicación estricta”, pues,
se insiste la competencia es reglada, expresa, taxativa y no admite
una interpretación extensiva. Así las cosas, la regla de competencia
en donde se ubica la atribución para conocer de las demandas de
nulidad electoral frente a los actos de nombramiento de los Directores
de Departamento Administrativo efectuados por el presidente de la
Republica, es aquella señalada en el artículo 152 numeral 9º ibidem
que asigna a los Tribunales Administrativos, en primera instancia,
el conocimiento “De la nulidad del acto de nombramiento de los
empleados públicos del nivel directivo o su equivalente efectuado por
autoridades del orden nacional”, habida cuenta que, de conformidad
con el artículo 5, numeral 2º, literal a), de la Ley 909 de 2004, el cargo
de Director de Departamento Administrativo es un empleo directivo
del orden nacional efectuado por una autoridad nacional, regla que, a
su vez, ha sostenido esta Sección para el caso de demandas de nulidad
electoral contra el acto de nombramiento de los ministros. (…). [S]e
impone precisar, que el Director del Departamento Administrativo de
la Presidencia de la República es una autoridad cuya designación no
obedece a una conjunción de voluntades expresada a través de votos
de un órgano corporativo, sino que es nombrado por el presidente de
la República como suprema autoridad administrativa, de suerte que la
disposición que señala “acto de elección” no se ajusta al caso objeto de
estudio, habida cuenta que, en el sub examine el señor Presidente Iván
Duque Márquez profirió el Decreto No. 133 de 5 de febrero de 2021,
por medio del cual resolvió “Nombrar” al doctor Víctor Manuel Muñoz
Rodríguez, en el empleo de Director del Departamento Administrativo
de la Presidencia de la República, Código 1190. Ahora bien, cuando el
numeral 3° del artículo 149 del CAPCA se refiere al acto de elección “de
los miembros de la Junta Directiva o Consejo Directivo de las entidades
públicas del orden nacional”, hace alusión a una hipótesis distinta, cual
es la elección de aquellos miembros de las entidades que tienen como
órganos de dirección y administración una Junta Directiva o Consejo
Directivo, verbigracia, los establecimientos públicos, cuya dirección y
administración está a cargo de un Consejo Directivo y de un director,
gerente o presidente o las empresas industriales y comerciales del
Estado donde la dirección y administración está en cabeza de una Junta
Directiva y de un Gerente o Presidente y en los cuales la designación
de sus integrantes se realiza mediante “elección”, bajo el entendido de
que son elegidos y, en el presente caso, al Director del Departamento
Administrativo de la Presidencia de la República no lo eligieron, por
ejemplo, para integrar el Consejo Directivo de la Agencia Presidencial

109
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

para la Acción Social y la Cooperación Internacional, Acción Social, que


es un establecimiento público, del orden nacional, sino que es por
virtud del legislador que preside dicho órgano de dirección. En este
orden, se impone confirmar el auto de 2 de marzo de 2021, mediante
el cual, el magistrado sustanciador declaró que esta Corporación
carecía de competencia para conocer del asunto de la referencia y, en
consecuencia, ordenó remitir el proceso al Tribunal Administrativo de
Cundinamarca, Sección Primera.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: En efecto, como [se ha] indicado en época reciente frente a los
asuntos en los que se discute la legalidad de dichos nombramientos
la remisión por competencia a la primera instancia de los Tribunales,
en concreto al Tribunal Administrativo de Cundinamarca, se debe
al cambio de posición de la Sala mayoritaria [y se itera que se ha]
adoptado en acatamiento del deber que le asiste a los jueces de la
República de cumplir las decisiones tomadas por las mayorías dentro
del corporativo jurisdiccional, en tanto es de éstas de las que emerge
el carácter vinculante. De conformidad con lo dispuesto en el numeral
5°del artículo 149 del Código de Procedimiento Administrativo y de
lo Contencioso Administrativo (en lo sucesivo CPACA) y el artículo
13 del Acuerdo nro. 080 del 12 de marzo de 2019, la Sección Quinta,
(…), es la competente para conocer en única instancia del presente
proceso, en tanto la discusión recae sobre el acto de elección del
director administrativo de la Presidencia de la República, este junto
con los ministros de despacho, son los jefes de sus respectivas
entidades y son los titulares de su representación legal, que frente al
nombramiento demandado en el proceso de la referencia, se reafirma
dicha calidad en el artículo 26 numeral 2º del Decreto nro. 1784 de
2019 y la Resolución 817 de 4 de octubre de 2019. Considero que la Ley
489 de 1998 regula el ejercicio de la función administrativa, determina
la estructura y define los principios y reglas básicas de la organización
y funcionamiento de la Administración Pública. Tratándose del nivel
central de la rama ejecutiva del orden nacional, el artículo 38 de
dicha normativa dispone que se integra, además del presidente y
de vicepresidente de la República, los Consejos Superiores de la
Administración y los Departamentos Administrativos, los Ministerios,
siendo los mencionados servidores los de mayor jerarquía dentro de la

110
estructura del estado; pues el artículo 39 establece que la «Presidencia
de la República, los ministerios y los departamentos administrativos,
en lo nacional, son los organismos principales de la Administración».
Ahora bien, las funciones de los departamentos administrativos se
encuentran delimitadas en el artículo 59 de la mentada disposición. Así
las cosas, del estudio concordado de la Ley 489 de 1998, el Decreto nro.
1784 de 2019 y la Resolución 817 de 4 de octubre de 2019, permiten
inferir lógicamente que dichos colaboradores no fungen únicamente
como miembros directivos, pues su categorización es superior a la de
cualquiera de estos, desmarcándose así de la previsión de competencia
asignada en primera instancia a los Tribunales Administrativos
contenida en el numeral 9º del artículo 152 del CPACA. (…). En atención
a la transparencia que debe acompañar la administración de justicia, es
claro que la tesis competencial que se decantaba porque el Consejo de
Estado conociera en única instancia los asuntos de los nombramientos
de dichos cargos designados por el Presidente de la República, como
[se mencionó] en precedencia ha pasado a ser minoritaria, a partir de
los eventos que se estructuraron con la demanda de nulidad electoral
contra el acto de designación de la cartera de Defensa Nacional y el
cual [se invoca], a título explicativo, en el siguiente aparte, que puede
consultarse en la decisión de 14 de mayo de 2021, con ponencia de
la suscrita, dentro de radicado 11001-03-28-000-2021-00018-00, en
la que se explica que la tesis del conocimiento del Consejo de Estado
en única instancia dio paso a decidir, por mayoría, que corresponde a
los Tribunales Administrativos en primera instancia, al haber primado
la consideración de que se trata de un cargo del nivel directivo,
desplazando a la de la representación legal.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCIO ARAUJO OÑATE

TESIS 1: En este asunto, [se estima] necesario a través de la


presente aclaración de voto exponer las razones por las cuales [se
considera] que la competencia para conocer sobre la demanda de
nulidad electoral contra la designación de ministros del gabinete
presidencial o de directores de Departamento Administrativo, como
en el [presente] caso, es de la Sección Quinta del Consejo de Estado
en un trámite de única instancia, conforme con la regla establecida
en el artículo 149.5 de la Ley 1437 de 2011. Uno de los principales
argumentos que se expone para predicar que el proceso de la

111
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

referencia debe remitirse al Tribunal Administrativo de Cundinamarca


conforme el artículo 159.2 de la Ley 1437 de 2011, consiste en que
con tal decisión se garantiza el principio de doble conformidad,
que tiene fundamento en el bloque de constitucionalidad. Frente a
dicho principio, resulta necesario recordar, que ha sido consagrado
de forma especial en el artículo 8.2.h de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y en el artículo 14.5 del Pacto Internacional
de los Derechos Civiles y Políticos, que leídos con atención, hacen
referencia especial, al derecho que tiene la persona que ha sido
declarada “culpable de un delito”, a “que el fallo condenatorio y la
pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior”,
esto es, el “derecho de recurrir el fallo ante juez o tribunal superior”.
(…). Por lo tanto, no puede perderse de vista que el ámbito de
aplicación por excelencia del referido principio, es cuando se está
ante decisiones de carácter sancionatorio, respecto de las cuales
no se ha garantizado el derecho que un tribunal superior revise
la decisión que determina la culpabilidad del sancionado (como lo
ha destacado la Corte Construccional y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos), lo que puede ocurrir en procesos de pérdida de
investidura, disciplinarios y desde luego penales. (…). Por lo tanto, si
en el juicio de nulidad electoral no se lleva a cabo una ponderación
frente a la culpabilidad y, por ende, su propósito no es imponer
sanciones a los elegidos por su conducta, pues simplemente se
realiza un análisis objetivo del acto de designación, resulta impropio
predicar que en el referido medio de control tenga lugar el principio de
doble conformidad, comoquiera que éste está llamado a garantizarse
frente a decisiones de carácter sancionatorio, concretamente en los
procesos condenatorios. Por ello, surge la necesidad de permitir que
tales decisiones se revisen por un juez diferente al que profirió la
decisión sancionatoria. Es más, considerar que en virtud del bloque
de constitucionalidad el principio de doble conformidad tiene lugar
en los procesos de nulidad electoral, equivaldría a predicar que todas
las decisiones que anulen una elección deben ser susceptibles de
impugnación ante un juez superior, lo que implicaría que el Consejo
de Estado no podría conocer de procesos de única instancia, o al
menos, tendría que implementarse un mecanismo ordinario para
que sus sentencias sean revisadas. En otras palabras, tendría que
inaplicarse o reformarse los numerales 3, 4 y 5 del artículo 149 del
CPACA, que consagran los eventos en que el Tribunal Supremo de lo
Contencioso Administrativo conoce de manera excluyente demandas
de nulidad electoral.

112
TESIS 2: [L]a Corte [Constitucional] determinó que no resulta
contrario a los derechos a la igualdad y debido proceso, que también
están amparados en instrumentos internacionales, que el legislador
haya establecido que un proceso de nulidad electoral sea de única
instancia, conclusión para la cual aplicó un test de proporcionalidad,
en el que entre otros factores, se tuvo en cuenta el artículo 8 de
la Convención Americana de Derechos Humanos, relativo a las
garantías judiciales; entre ellas, la doble instancia, sobre la que se
edifica el argumento consistente en que el asunto de la referencia
debe remitirse al Tribunal Administrativo de Cundinamarca. (…). De
la ratio decidendi del citado fallo de constitucionalidad [sentencia
C-605 de 2019] se puede concluir: (i) que el reparto de competencias
en procesos de nulidad electoral de única instancia no contraviene
norma convencional alguna, (ii) existe para ello una habilitación
constitucional, (iii) persigue un fin convencional y constitucionalmente
válido y, (iv) no implica conforme a la estructura jurisdiccional
colombiana, que no se permita a los sujetos procesales [no solo al
demandado], la indefensión frente a la decisión adoptada, ya que
éstos cuentan con el recurso extraordinario de revisión, e inclusive,
la acción de tutela. A las anteriores consideraciones, debe agregarse
que la Corte Constitucional ha reconocido que el principio de la doble
instancia no tiene un carácter absoluto (…). En el caso concreto de la
nulidad electoral el artículo 237 Superior señaló en su numeral 7, la
competencia del Consejo de Estado para conocer de la mencionada
acción con sujeción a las reglas de competencia establecidas en la
ley. A su turno, en el parágrafo del artículo 264 Constitucional se
estableció que la jurisdicción contencioso administrativa decidirá la
nulidad electoral en el término máximo de un año y, que en los casos
de única instancia, según la ley, el término para decidir no podrá
exceder de 6 meses. Así las cosas, al existir habilitación de raigambre
constitucional para la tramitación de procesos en única instancia en
el marco del pluricitado medio de control, deviene que su regulación
adjetiva no puede entenderse como una vulneración al debido
proceso, en tanto esta garantía se materializa en el cumplimiento de
las reglas de competencia que conllevan a ser decididos por el juez
natural. De conformidad con las razones expuestas, no comparto que
frente a la discusión planteada en esta oportunidad, relativa a si las
demandas de nulidad electoral contra los actos de nombramiento
de los ministros o directores de departamento administrativo, los
procesos deben o no ser conocidos de manera exclusiva por el
Consejo de Estado, se argumente que debe optarse por la alternativa

113
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que permita la doble instancia, como si los que se tramitaran en


única instancia estuvieran proscritos por el ordenamiento jurídico o
no tuvieran la misma validez de los que se conocen en dos instancias,
pese a que constituyen como se expuso líneas atrás, una alternativa
válida con respaldo constitucional y convencional, en razones de
dotar de legitimidad al desempeño de las funciones atribuidas a los
cargos más altos de la estructura del Estado.

TESIS 3: Por otra parte, en cuanto a la regla propia de competencia,


me permito reiterar que el artículo 149 del CPACA a diferencia del
152.9, en lo que se refiere a la designación de servidores públicos
del orden nacional, es mucho más específico, pues para identificar
los asunto que conoce el Consejo de Estado en única instancia, dado
que ella, denomina algunos de los cargos sobre los que recae el
nombramiento o la elección (numeral 3°), indica qué autoridades
en concreto realizan la designación (numeral 4°) o de qué potestad
o calidad se inviste al destinatario de aquélla, como lo hace el
numeral 5° al indicar, que se trata de “los representantes legales
de las entidades públicas del orden nacional”, los cuales por virtud
de ley o reglamento, pueden identificarse y distinguirse claramente
respecto de los demás servidores públicos vinculados a aquéllas,
incluso, de los que también son del nivel directivo. En efecto, cuando
el artículo 149.5 de la Ley 1437 de 2011 señala que el Consejo de
Estado conocerá en única instancia de la legalidad de “los actos
de nombramiento de los representantes legales de las entidades
públicas del orden nacional”, de manera clara, precisa y concreta hace
referencia a una designación con una connotación especial, pues se
trata de los funcionarios a través de los cuales las personas jurídicas
públicas del orden nacional, pueden ejercer sus derechos y adquirir
obligaciones, esto es, de quienes por excelencia, están llamados a
velar por sus intereses y son los principales responsables ante las
autoridades y la sociedad en general, atribución que no está en cabeza
de todos los empleados del nivel directivo de una entidad, sino única
y exclusivamente de los sujetos definidos por la ley o el reglamento.
En contraste, de forma general, el artículo 152.9 ídem se refiere a
los nombramientos de los empleados públicos del nivel directivo,
esto es, a los que les “corresponden funciones de dirección general,
de formulación de políticas institucionales y de adopción de planes,
programas y proyectos” (art. 4 del decreto 785 de 2005), categoría
en la cual respecto de una misma entidad, se encuentran varios
funcionarios, además del representante legal, que desde luego tiene

114
asignadas las funciones antes señaladas. (…). Por lo tanto, cuando
el artículo 152.9 ibídem emplea la expresión “empleados del nivel
directivo”, está haciendo alusión a una categoría general, que abarca
un número significativo de servidores públicos, inclusive, respecto
de una misma entidad, a diferencia del artículo 149.5, que manera
concreta y puntal hace referencia a los representantes legales, que
pueden distinguirse fácilmente de los demás funcionarios de una
misma entidad, inclusive de los de nivel directivo, por lo que no resulta
acertado indicar que el segundo de los artículos antes mencionados
no tiene carácter especial frente al primero. Para el caso concreto,
aunque de conformidad con el artículo 2 del Decreto 2489 de 2006,
frente al Departamento Administrativo de la Presidencia de la
República, es cierto que el director, el subdirector, el secretario general
y los jefes de oficina son empleados del nivel directivo, también es
innegable, que sólo el primero de ellos es el representante legal de la
entidad pública, porque así lo indica el artículo 3º del Decreto 1784 de
2019, que a su vez tiene como fundamento los artículos 208 Superior
y 65 de la Ley 489 de 1998, que reconocen que los directores de los
departamentos administrativos tienen la representación legal en sus
respectivas dependencias y les corresponde la dirección de éstos.
La distinción entre el representante legal de una entidad pública
del orden nacional y los empleados del nivel directivo de ésta, sin
lugar a dudas justifica que frente a las controversias atinentes a la
legalidad del nombramiento del primero, la Ley 1437 de 2011 en su
artículo 149.5, haya indicado que deben adelantarse en procesos
de única instancia ante el Consejo de Estado, mientras que frente
a los segundos, dicho trámite se inicia en primera instancia ante
los Tribunales Administrativos. En suma, al analizar las categorías
que emplean los artículos 149.5 y 152.9 del CPACA, para definir
la competencia respecto de demandas de nulidad contra actos de
elección de servidores públicos del orden nacional, el primero es
más concreto y específico que el segundo, pues busca limitar bajo un
criterio de especialidad, los asuntos que deben ser objeto de única
instancia, pues se itera, aunque el cargo de representante legal de una
entidad pertenece al nivel directivo, no todo empleado de este rango
es el representante legal. (…). Bajo ese entendido, aunque el artículo
149 ibidem no hizo alusión expresa al nombramiento de los directores
de departamento administrativo, como por ejemplo sí lo hizo frente
al presidente de la República o los congresistas, sí incluyó a aquéllos
al indicar que el Consejo de Estado conocerá en única instancia, de
las demanda de nulidad contra “los actos de nombramiento de los

115
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

representantes legales de las entidades públicas del orden nacional”,


pues ministros y los directores de los departamentos administrativos
como se ha reiterado, son los representantes legales.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO – 121 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
208 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 352 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
149 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 9 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 159 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 246 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 66 / LEY 80 DE 1993 – ARTÍCULO
2 / LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 78 / LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 92 / LEY 489
DE 1998 – ARTÍCULO 102 / DECRETO 1784 DE 2019 – ARTÍCULO 26 NUMERAL 2 /
CÓDIGO CIVIL – ARTÍCULO 633

116
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 16

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00243-01
FECHA: 01/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Martha Lucía Álvarez Castaño
DEMANDADO: Efraín Rojas Doncel - Personero del municipio de
Guadalajara de Buga - Valle del Cauca, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si se debe


aclarar o adicionar la sentencia del 10 de junio del mismo año, a fin de
que se module la decisión adoptada en el sentido de especificar cómo
debe proceder la duma, en su condición de autoridad nominadora,
para elegir al nuevo personero municipal en reemplazo del señor
Efraín Rojas Doncel, cuya elección fue anulada en dicha providencia.
Así mismo, determinar si se debe aclarar: (i) si la causal de nulidad que
se encontró probada es subjetiva u objetiva; (ii) si existe contradicción
al sostener simultáneamente que «si bien» la forma de calificación
de la entrevista prevista en la Resolución No. 002 del 3 de enero de
2020 no desborda los límites de la ley y la convocatoria, el Concejo
de Guadalajara de Buga incurrió en expedición irregular al proferirla
extemporáneamente; (iii) si el referido cargo de nulidad, que prosperó
en sede de apelación a pedido del agente del Ministerio Público, fue
abordado en modo extra o ultra petita y cuál era la oportunidad o
formalidad exigible para dictar el acto preparatorio en cuestión; (iv) si
al estudiar la causal de nulidad por expedición irregular, se encontró
probado que el Concejo de Guadalajara de Buga incurrió en desviación
de poder al elegir al personero municipal; y, por último, requirió una
adición para que: (v) le sea reconocida personería para obrar en
el proceso, en virtud del poder que aportó con la presentación del
memorial de apelación.

TESIS: [E]n el ordenamiento jurídico colombiano las providencias que


ponen término a una controversia están amparadas por el instituto
jurídico procesal de la res iudicata o cosa juzgada, conforme a la cual

117
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

se otorga a aquellas decisiones emanadas de la autoridad judicial, el


carácter de definitivas y vinculantes. Sin embargo, tal connotación de
inmutabilidad, no obsta para que se subsanen errores, omisiones o la
falta de claridad de dicho texto que puede surgir ante imprecisiones
gramáticas y sintácticas en su construcción; aspectos estos que no
escapan a la naturaleza humana, mucho menos, a la labor judicial.
Conforme a lo anterior, en aras de garantizar el principio de seguridad
jurídica, frente a la indeterminación de los derechos reconocidos en
las providencias o la imperfecta ejecución de las obligaciones allí
impuestas, el legislador previó las figuras de la aclaración, corrección
y adición de aquellas. Cada uno de estos mecanismos procesales
fue erigido bajo unos supuestos estrictamente definidos en la ley en
relación con su titularidad, oportunidad y procedencia; de manera que
su aplicación y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura
del texto inicial debe ajustarse a los supuestos que describe cada una
de estas figuras. (…). Tratándose de la aclaración y adición, se tiene
que en materia contencioso-administrativa, el CPACA, no contempla
tales figuras dentro de la normativa que rige el trámite ordinario del
proceso, por lo que se debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo
el artículo 306 de ese compendio, que permite en aquellos aspectos
no regulados por la Ley 1437 de 2011, acudir al Código General del
Proceso [artículos 285 y 287 alusivos a la aclaración y a la adición].
(…). Conforme a las normas transcritas, resulta claro cuáles son los
presupuestos procesales que rigen tanto la petición de aclaración
como de adición de sentencias, tales son: (i) titularidad y legitimación:
puede ser solicitada por una de las partes o efectuada de oficio por
el juez; y (ii) oportunidad: debe presentarse dentro del término de
ejecutoria de la respectiva providencia. A su vez, en lo que respecta
a la (iii) procedencia: la misma opera cuando en la sentencia o el auto
haya conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda,
siempre que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia
o influyan en ella (aclaración) o cuando el juez omite referirse a algún
aspecto de la litis (adición), hipótesis que tocan necesariamente con
el fondo del asunto, por lo que hace parte de su estudio material o
sustantivo. (…). De la lectura de estos preceptos [artículos 290 y 291
del CPACA], resulta evidente que el legislador estructuró algunos de
los presupuestos procesales en relación con la aclaración y adición de
fallos en el medio de control de nulidad electoral, pero guardó silencio
respecto de otros, como por ejemplo en cuanto a su procedencia,
frente a los cuales, en virtud del artículo 306 del CPACA, se aplica la
normativa procesal general en cita. (…). Así las cosas, considerando

118
que los escritos de aclaración y/o adición remitidos por la parte actora,
la demandada y el Concejo Municipal de Guadalajara de Buga cumplen
con ambos requisitos formales de procedibilidad, se abordará su
análisis sustantivo a continuación. No así en el caso de la petición del
señor Gustavo Alonso Rodríguez, la cual será rechazada por falta de
legitimación, en los términos del artículo 290 del CPACA. (…). [S]i bien
los peticionarios se refieren indistintamente a la presunta necesidad
de aclarar y/o adicionar la sentencia del 10 de junio de 2021, su
fundamento común en los tres memoriales sub judice está dado por
una supuesta omisión de esta Sección al declarar la nulidad del acto
de elección del [demandado] como personero de Guadalajara de Buga,
periodo 2020-2024, sin disponer lo pertinente a los efectos jurídicos
de tal decisión en cuanto a la forma de proveer la consecuente
vacante que se produce en dicho cargo, por lo que requieren al juez
para llenar ese vacío con las órdenes que estime pertinentes. (…). [L]
os peticionarios aspiran, cada uno desde su propia perspectiva, a que
exista un nuevo pronunciamiento en el que la Sala Electoral imponga
a la autoridad nominadora una de las siguientes prescripciones: (i)
reiniciar el procedimiento de elección, para reglamentar la entrevista
desde la convocatoria; (ii) rehacer la actuación desde la prueba de
entrevista, para usar la respectiva escala de evaluación, en su extremo
mínimo, de acuerdo con el criterio de razonabilidad explicado en sus
consideraciones; y (iii) declarar como personera electa a la señora
Martha Lucía Álvarez Castaño, quien alcanzaría el puntaje más alto en
el concurso, según el análisis de incidencia realizado por el ad quem. (…).
[E]l juez electoral no está obligado a señalar expresamente los efectos
de su decisión anulatoria y que, por tanto, al no hacerlo deja en libertad
de optar por una u otra alternativa de solución a quien está llamado a
dirigir el procedimiento de elección, de forma razonable, en atención
al origen, alcance y características específicas de las irregularidades
probadas que configuraron el vicio de expedición irregular. (…). Por
tanto, no existe laguna, omisión o contradicción alguna en la parte
motiva o resolutiva del fallo del 10 de junio de 2021, que justifique
incluir argumentos u órdenes adicionales a las expresadas con rigor
en su texto. (…). Ahora bien, frente a la solicitud del apoderado de la
demandante, se advierte que además incluye otros aspectos sobre lo
que procura obtener un pronunciamiento aclaratorio. (…). Sobre [tales]
puntos, no es necesario que la Sala extienda mayores argumentaciones
para concluir que no se trata de una solicitud de aclaración propiamente
dicha, pues a lo largo del memorial correspondiente el peticionario
no hace más que valoraciones e interpretaciones subjetivas sobre

119
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el fallo del 10 de junio de 2021, (…) labor que se enmarca, más bien
en el debate argumentativo y probatorio que se surtió y agotó en
las etapas correspondientes del presente proceso. En este sentido,
resulta oportuna la ocasión para que la Sala reitere que las figuras de
aclaración, adición y corrección de providencias no pueden convertirse
en un mecanismo de reapertura de los debates que se suscitaron
entre los sujetos procesales en torno a los diferentes aspectos de la
litis y que posteriormente fueron definidos en la sentencia que puso fin
a la instancia. (…). Debido a lo anterior, es que el legislador en el marco
del iter procesal, contempla la posibilidad de que las providencias
sean aclaradas «cuando contenga conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda», más no cuando haya desacuerdo frente
a dichos conceptos o frases, con base en nuevos juicios de valor – o
inclusive reiterados durante el proceso – frente a los fundamentos
fácticos y jurídicos de la providencia, tal como sucede en el sub judice,
por lo que serán negadas esas cuatro solicitudes.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 287 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 NUMERAL 2 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 2080 DE
2021 – ARTÍCULO 52

120
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 17

RADICADO: 18001-23-33-000-2020-00009-02
FECHA: 15/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Acened Osorio Santofimio
DEMANDADOS: Yeny Adalid Chilatra Rivera y otros - Diputados de la
Asamblea del Caquetá
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si debe


acceder a no a la solicitud de aclaración de la sentencia proferida el 24
de junio de 2021, presentada por el apoderado de la parte demandada,
en la que solicitó “que se aclare más a fondo, las razones por medio
de las cuales, se inaplicaron las bases sentadas por el C.E en cuanto
a que, cuando exista disparidad entre los formularios E-14 Claveros
y E-14 Delegados, prevalecerán los primeros dada su mayor cadena
de custodia, ya que en el caso Sub Examiné, se tuvo en cuenta el
Formulario E-14 Delegados.”

TESIS 1: [L]as providencias que ponen término a una controversia


están amparadas por el instituto jurídico procesal de la res iudicata
o cosa juzgada, conforme a la cual se otorga a aquellas decisiones
emanadas de la autoridad judicial, el carácter de definitivas y
vinculantes. Sin embargo, tal connotación de inmutabilidad, no obsta
para que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad de dicho
texto que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas
en su construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza
humana, mucho menos, a la labor judicial. Conforme a lo anterior,
en aras de garantizar el principio de seguridad jurídica, frente a la
indeterminación de los derechos reconocidos en las providencias
o la imperfecta ejecución de las obligaciones allí impuestas, el
legislador previó la posibilidad de aclaración, corrección y adición de
aquellas. Cada uno de estos mecanismos procesales fue erigido bajo
unos supuestos estrictamente definidos en la ley en relación con su
titularidad, oportunidad y procedencia; de manera que su aplicación

121
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto


inicial debe ajustarse a los supuestos que describe cada una de estas
figuras. Tratándose de la aclaración y adición, se tiene que en materia
contencioso-administrativa, el CPACA no las contempla dentro de la
normativa que rige el trámite ordinario del proceso, por lo que se
debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo el artículo 306 de
ese compendio, que permite en aquellos aspectos no regulados por
la Ley 1437 de 2011, acudir al Código General del Proceso (Ley 1564
de 2012). (…) Conforme a la norma transcrita [artículo 285 de la Ley
1564 de 2012], resulta claro cuáles son los presupuestos procesales
que rigen la petición de aclaración así: (i) titularidad y legitimación:
puede ser solicitada por una de las partes o efectuada de oficio por
el juez; (ii) oportunidad: debe presentarse dentro del término de
ejecutoria de la respectiva providencia; y (iii) procedencia: la misma
opera cuando en la sentencia o el auto haya conceptos o frases que
ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidas
en la parte resolutiva de la sentencia o influyan en ella. (…) De la
lectura de este precepto [artículo 290 de la Ley 1437 de 2011], resulta
evidente que el legislador estructuró algunos aspectos procesales
relacionados con el plazo de la solicitud, la forma de notificación de
la providencia que la decide y los recursos procedentes, pero guardó
silencio en cuanto a su procedencia, lo que no obsta para que en
virtud del artículo 306 del CPACA se acuda a la normativa general en
dicho aspecto en los términos establecidos en el citado artículo 285
del CGP.

TESIS 2: Ahora bien, frente a la procedencia de la aclaración,


manifiesta la parte pasiva que, en su entender, en la motivación
del fallo en mención se configura una dualidad en cuanto a la regla
probatoria aplicable para estudiar el cargo de nulidad electoral del
artículo 275, numeral 3 del CPACA por diferencias injustificadas
entre los formularios E-14 y E-24, pues por una parte se reconoce
que existe una interpretación judicial vigente según la cual debe
darse mayor credibilidad al ejemplar de claveros del primero de
tales documentos, por ser el que está protegido con las mejores
garantías de la cadena de custodia a la vez que, en el caso concreto,
se le da preminencia al de delegados ante las divergencias que
encontradas entre unos y otros documentos, lo que en su criterio
implica un cambio de la posición jurisprudencial consolidada en
la sentencia del 6 de diciembre de 2018, por lo que solicita que se
explique con mayor profundidad este punto para no dar lugar a

122
confusiones al respecto. En este sentido, resulta oportuna la ocasión
para [reiterar] que la aclaración de providencias no puede convertirse
en un mecanismo de reapertura de los debates que se suscitaron
entre los sujetos procesales en torno a los diferentes aspectos de
la Litis, incluyendo los probatorios, que fueron definidos en el fallo
que puso fin a la instancia. Especialmente, se recuerda que esta
figura se enmarca dentro del contexto del juez como escritor en su
acepción más amplia; desde luego, la imposibilidad de estandarizar
una técnica generalizada en la forma de resolver un universo de
problemas jurídicos y los fundamentos teóricos de argumentación,
semántica y gramática que tiene cada funcionario judicial, posibilitan
la existencia de expresiones en los que no haya absoluta certeza
frente a su entendimiento. Debido a lo anterior, es que el legislador
en el marco del iter procesal, contempla la posibilidad de que la
sentencia sea aclarada siempre y «cuando contenga conceptos o
frases que ofrezcan verdadero motivo de duda», más no cuando haya
desacuerdo o reparos frente a dichos conceptos o frases, con base
en nuevos juicios de valor –o inclusive reiterados durante el proceso–
o apreciaciones subjetivas de las partes frente a los fundamentos
fácticos y jurídicos de la providencia que no atienden a lo expresado
por el juez, tal como sucede en el sub judice (…) De esta manera, es
claro que existe de tiempo atrás en la jurisprudencia electoral una
excepción a la regla general que, en materia probatoria, invoca la
parte demandada, cual fue la que se aplicó en el caso sub judice al
comprobar que los ejemplares que presentaban enmendaduras y
guarismos apuntados de forma paralela en la votación registrada a
favor de la lista de candidatos del partido Alianza Verde en las mesas
acusadas eran los de claveros, sin que existiera justificación alguna
para ello ni en las propias observaciones que consignan los jurados
de votación al diligenciarlo ni en el Acta General de Escrutinios,
por lo que se dio preeminencia a los de delegados, cuyos registros
coincidían exactamente no solo con los del formulario E-24 sino
también con los apuntados dentro de la casilla correspondiente,
identificada entre paréntesis en los ejemplares de claveros. Por tanto,
se trató de una reiteración de precedente sin que la circunstancia
referida a que el apoderado de la [demandada] lo desconociera o
no lo comparta, sea razón para aclarar el contenido y alcance de la
motivación de la decisión contenida en la sentencia del 24 de junio de
2021, que absuelve con suficiencia los motivos de duda alegados y,
en ese orden, fuerza concluir que la presente solicitud no se ajusta a
los presupuestos del artículo 290 del CPACA en concordancia con el

123
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

artículo 285 del CGP, específicamente en relación con su procedencia


«cuando contenga conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo
de duda», el cual resulta exigible por la remisión normativa del
artículo 306 del CPACA, razón por la cual será negada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL
3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY
1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 2080 DE
2021 – ARTÍCULO 52

124
IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO, FINALIDAD
DEL IMPEDIMENTO

EXTRACTO NO. 18

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00094-00 (2019-00063-00)


FECHA: 29/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Carolina Munévar Ospina y otros
DEMANDADO: Alexander Vega Rocha - Registrador nacional
del estado civil
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el impedimento


manifestado por la Procuradora Séptima Delegada ante la Sección
Quinta del Consejo de Estado, quien manifestó estar incursa en la
causal impeditiva prevista en el numeral 1º del artículo 141 del Código
General del Proceso, habida cuenta que, participó en el concurso de
méritos organizado por los presidentes de las Altas Cortes para elegir
al Registrador Nacional del Estado Civil.

TESIS: La institución de los impedimentos está encaminada


a salvaguardar los principios esenciales de la administración
de justicia, dentro los cuales se encuentra la independencia e
imparcialidad. Así entonces, el impedimento se erigió como un deber
inicialmente impuesto al juzgador y, posteriormente, extendido a los
Agentes del Ministerio Público, con el fin de que estos funcionarios –
jueces y agentes – se separen del conocimiento de un asunto objeto
de análisis, cuando concurra alguna de las hipótesis expresamente
consagradas por la ley. (…). Así entonces, el legislador se preocupó,
de una parte, por sustraer del ejercicio jurisdiccional todo sesgo
proveniente de algo tan connatural a la consciencia del ser humano,
como lo es actuar en beneficio suyo o de sus allegados o de quienes
le prestaron un servicio, o bien sea en detrimento de quien lo ha
ofendido o perturbado – componente subjetivo –. Y de otro lado,
por garantizar que el ejercicio de la labor judicial sea producto de
la apreciación primigenia y espontánea del asunto sometido a
consideración, lo cual se vería frustrado en aquellos eventos en que

125
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el funcionario ya tuvo la oportunidad de conocer del mismo caso –


componente objetivo –. La causal de impedimento alegada es aquella
contemplada en el artículo 141, numeral 1º del Código General del
Proceso. (…). En relación con este supuesto de hecho impeditivo, la
Sala Plena de lo Contencioso Administrativo ha entendido que, para
que se declare fundado el impedimento planteado con fundamento
en la causal transcrita del artículo 141 del CGP, “es menester que
se trate de un interés particular, personal, cierto y actual, que tenga
relación, al menos mediata, con el caso objeto de juzgamiento, de
manera que impida una decisión imparcial”. (…). Así las cosas, la
causal de impedimento alegada se configura cuando sobre el juez
o los agentes del Ministerio Público, recae un interés directo o
indirecto en relación con la cuestión litigiosa objeto de resolución
judicial. Siendo voluntad del legislador, en primacía del principio de
imparcialidad, en que tal interés constituya una cláusula abierta en la
que pueden converger diferentes situaciones cuyas particularidades
deben ser estudiadas en cada caso; en este sentido, no cualquier
interés tiene la vocación de apartar del conocimiento al funcionario
judicial, pues tal virtud solo se predica de aquellos eventos en los que
se avizora una utilidad, provecho, beneficio o ventaja de cualquier
índole – patrimonial, moral, ególatra –, que pueda despojar a la
decisión judicial de toda seriedad e imparcialidad. Sea lo primero
precisar, que el principio de imparcialidad no solo se materializa en
la labor judicial, pues ha sido el legislador quien ha dispuesto que
aquel irradie, además de las decisiones judiciales, aquellos asuntos
sometidos al conocimiento de las autoridades administrativas como
garantía de que los procedimientos se desarrollen “sin discriminación
alguna y sin tener en consideración factores de afecto o de interés y,
en general, cualquier clase de motivación subjetiva”. De igual forma
sucede en el caso de la labor especial encomendada a los agentes
judiciales del Ministerio Público, a quienes, de conformidad con lo
preceptuado en el artículo 133 del CPACA, le fueron extendidas las
mismas causales de recusación e impedimento previstas para los
funcionarios judiciales frente a los cuales actúa, con lo que se buscó
que la función de defensa del interés público y el ordenamiento
jurídico que se le atribuyó constitucionalmente, no resultara
permeada por los intereses del agente o sus familiares. En el sub
examine, [la agente del Ministerio Público] ante esta Sección del
Consejo de Estado, manifiesta estar incursa en la causal primera del
artículo 141 del CGP, al haber participado en el concurso de méritos
para elegir al Registrador Nacional del Estado Civil y, de contera,

126
haber figurado en la lista de elegibles para la designación de dicho
cargo; circunstancia conforme a la cual, considera que cualquier tipo
de actuación que lleve a cabo, podría interpretarse bajo el supuesto
de tener un interés dirigido a obtener una decisión que le podría
generar un beneficio. En efecto, se observa del Acuerdo 024 de 11 de
octubre de 2011 “por medio del cual se publica la lista de elegibles
en desarrollo del concurso de méritos para designar Registrador
Nacional del Estado Civil”, que la Dra. Carrillo Pérez hizo parte de
la lista de elegibles, ocupando el quinto lugar de los diez que la
conformaban, entre los cuales se encontraba el aquí demandado –
Alexander Vega Rocha –, quien finalmente fue elegido en el cargo de
Registrador Nacional del Estado Civil, mediante Acuerdo 025 del 13
octubre de 2019 y confirmado para el mismo por Acuerdo del 31 de
octubre de 2019, actos que son acusados a través de la demanda que
dio inició a este proceso. Conforme a lo anterior, la Sala considera que
la causal de impedimento alegada se configura en el sub lite, toda vez
que, por parte de la agente del Ministerio Público, existe un interés
directo en las resultas del presente proceso acumulado que ella
misma advierte al sostener que podría “influir” para “conseguir una
actuación, concepto o decisión que me genere beneficio”. En efecto,
este colegiado vislumbra que, en el presente caso, si eventualmente
se expidiera un fallo favorable a las súplicas anulatorias, en la praxis
ello implicaría la reanudación del proceso de elección justo en la
etapa de entrevistas, lo que reviviría la posibilidad de la Dra. Carrillo
Pérez de continuar en el referido trámite y, por ende, la posibilidad de
ser elegida en el cargo ya conocido. Desde luego, esta circunstancia
podría afectar el juicio cognoscitivo e intelectivo de la agente del
Ministerio Público frente a las diferentes actividades que, como
procuradora delegada, debe ejercer en defensa del interés público
y del ordenamiento jurídico, lo que torna en procedente el que se le
aparte de este proceso, para que sea el funcionario competente de la
Procuraduría General de la Nación, quien designe su reemplazo para
que ejerza las funciones constitucionales y legales atribuidas a dicho
órgano ante esta Corporación.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 133 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 141 NUMERAL 1

127
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DE LOS EXRECTORES AL CONSEJO
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD, REQUISITOS DE PROCEDENCIA

EXTRACTO NO. 19

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00031-00
FECHA: 29/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Yezid Octavio Barbosa Forero
DEMANDADO: Lombardo Rodríguez López – Representante exrectores
Consejo Superior Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver sobre la


admisión de la demanda de nulidad electoral y con ella la solicitud
de suspensión provisional del acto de designación del representante
de los exrectores ante el Consejo Superior de la Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca, respecto del cual se alega que vulneró los
artículos 13, 29, 126 y 209 de la Constitución Política, por cuenta de
conductas de manipulación y favoritismo en las reelecciones de
los representantes del sector productivo y de los egresados ante el
Consejo Superior en los años 2020 y 2021, con el propósito de obtener,
a su vez, la designación del señor Lombardo Rodríguez López como
representante de los exrectores en el mismo órgano para un nuevo
período, a partir del 2021.

TESIS 1: El artículo 230 del Código de Procedimiento Administrativo


y de lo Contencioso Administrativo establece una fórmula innominada
para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas en
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión, admitiendo
en esta tipología cualquier clase de medida que el juez encuentre
necesaria para garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y
la efectividad de la sentencia, e impedir que el ejercicio del medio de
control respectivo pierda su finalidad. Dentro de este amplio catálogo,
se contempló en el artículo 230, numeral 3 ibídem la suspensión
provisional de los efectos de los actos administrativos, como herencia
del anterior estatuto, esto es, el Decreto 01 de 1984, el cual dedicaba

128
el título XVII a regular esta figura, como la única cautela posible. Así
las cosas, al coexistir en la actualidad diferentes modalidades de
medidas cautelares, concurren también distintos presupuestos para
ordenarlas, teniendo siempre presente que la interpretación de los
requisitos procesales para su procedencia debe hacerse a la luz
de la garantía de la tutela judicial efectiva, que parte de reconocer
que las personas tienen el derecho, no solo de acudir a los órganos
judiciales para formular su demanda, sino también a que el objeto del
litigio se proteja desde el inicio, a fin de asegurar la justicia material.
Según el artículo 231 del CPACA, cuando se pretenda la suspensión
provisional de los efectos del acto demandado, el actor debe cumplir
los requisitos señalados en el inciso primero de dicha norma. (…). Sobre
el particular, esta Corporación ha destacado que la actual regulación
de la medida no exige la manifiesta infracción de la norma superior,
como lo ordenaba la legislación anterior, por lo que se advierte una
variación significativa para su decreto. (…). [E]n la actualidad el juez
administrativo está habilitado para confrontar el acto demandado
y las normas invocadas como transgredidas, a partir de la ley o del
estudio de las pruebas allegadas con la solicitud, lo que implica hacer
un análisis profundo, detallado y razonado para verificar si se vulnera
el ordenamiento jurídico, sin perder de vista que, en todo caso, se trata
de una decisión provisional que no implica prejuzgamiento, según lo
advierte expresamente el artículo 229 del CPACA. En consonancia con
lo anterior, aunque este presupuesto puede coincidir con el examen
del fondo de la litis, debe precisarse que, por tratarse de un juicio
preliminar, no tiene un carácter definitivo, pues, de conformidad con
el artículo 235 ibídem, existe la posibilidad de modificar o revocar la
medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones. De
otro lado, el artículo 277 del mismo código señala para el contencioso
electoral que la solicitud de suspensión provisional del acto acusado
“debe solicitarse en la demanda”. No obstante, a partir de la integración
normativa del artículo 296 del estatuto en cita, esta Sala admite la
presentación de la solicitud en escrito separado, conforme lo permite
el artículo 231, con la condición de que se haga dentro del término de
caducidad del medio de control y guarde coherencia con los cargos
de la demanda. La parte actora solicita la suspensión provisional del
Acuerdo 009 de 13 de abril de 2021, por medio del cual el Consejo
Superior de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca designó
al señor Lombardo Rodríguez López como integrante de ese órgano
colegiado en representación de los exrectores, por un período de dos
(2) años. Para el efecto, alega la violación de los artículos 13, 29, 126 y

129
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

209 de la Constitución Política, normas que se refieren, en su orden, al


derecho fundamental a la igualdad, la garantía del debido proceso en las
actuaciones judiciales y administrativas, restricciones a la postulación,
nombramiento, designación y elección de servidores públicos (práctica
conocida como “yo te elijo, tú me eliges”) y los principios orientadores
de la función administrativa. Así mismo, señala que esta solicitud
busca evitar perjuicios irremediables a la comunidad universitaria,
conforme a los requisitos establecidos para las medidas cautelares en
los numerales 3 y 4 del artículo 231 del CPACA. (…) Planteada de esta
forma la petición de la medida cautelar, la Sala observa que la misma
satisface los requisitos legales de orden formal, en primer lugar, porque
fue formulada en escrito separado al momento de la presentación de
la demanda, según lo permite el artículo 231 del CPACA. Sobre este
punto, resulta necesario recordar lo dicho en acápite anterior de esta
providencia, en respuesta a las consideraciones del Ministerio Público,
que la jurisprudencia pacífica y reiterada de esta Sección admite la
presentación de la solicitud de suspensión provisional, tanto con la
demanda, como en memorial aparte, siempre y cuando se haga antes
de vencer el término de caducidad del medio de control de nulidad
electoral y los argumentos ofrecidos por el solicitante guarden la
debida relación con los cargos del escrito introductorio. Con esta
lógica, la Sala comprende que la solicitud de suspensión provisional
que se formula en escrito separado, pero con la demanda, no arriesga
de ninguna manera su decisión al momento de la admisión, conforme
a la regla especial del proceso electoral contenida en el inciso final del
artículo 277 del CPACA. Tampoco se advierte que la presentación de
la petición de la medida cautelar en estos términos afecte el trámite
del proceso en su etapa inicial, amenace el derecho de defensa de la
contraparte u otra garantía de tipo adjetivo o sustancial a los sujetos
procesales, máxime cuando en estos eventos se corre el traslado
previo por cinco (5) días de la solicitud de la medida cautelar que
ordena el artículo 233 ibídem. Precisado lo anterior se verifica, en
segundo lugar, que la solicitud de suspensión provisional contiene la
indicación de las normas que el demandante considera violadas por
el acto demandado y expone, desde su perspectiva, los resultados de
su confrontación con ese marco normativo y las pruebas aportadas.
En tales condiciones, procede la Sala a hacer el cotejo del acto
demandado frente a las disposiciones invocadas como infringidas por
el solicitante de la medida cautelar y su coadyuvante, y de cara a las
pruebas que reposan en el expediente, desde dos ejes temáticos que
se entrecruzan y se nutren en su esencia de las mismos fundamentos

130
fácticos, relacionados con la (i) infracción de las normas en que
debería fundarse la designación, especialmente el artículo 126 de la
Constitución Política y (ii) los actos de manipulación y favoritismo que
se atribuyen a algunos miembros del Consejo Superior Universitario,
desde la perspectiva de los derechos a la igualdad, el debido proceso
y los principios orientadores de la función administrativa, también de
rango constitucional, particularmente los principios de moralidad e
imparcialidad.

TESIS 2: Según se reseñó, el demandante centra su censura contra


la designación del demandado en supuestos actos de intercambio de
favores entre tres (3) integrantes del Consejo Superior de la Universidad
Colegio Mayor de Cundinamarca —a saber, los representantes del
sector productivo, los egresados y los exrectores— para asegurar sus
reelecciones en dicho órgano colegiado por un nuevo período, práctica
que, a su juicio, encaja en uno de los presupuestos proscritos en el
artículo 126 de la Constitución Política. De la disposición transcrita
se desprende que sus destinatarios son los servidores públicos, de
quienes se predica, entre otras facultades, la de nominación directa
o de intervención, quienes no podrán nombrar ni postular, también
como servidores públicos, a las personas que allí se indican, para el
caso, aquellas que previamente hubieren participado en la postulación
y designación de quien en época posterior tiene el propósito de ser
elegido con el apoyo de aquellos, en lo que se conoce como el carrusel
o intercambio de favores y que responde a la prohibición de “yo te
elijo, tú me eliges”. (…). En la restricción prevista en el artículo 126
de la Constitución Política se ha identificado el objetivo de depurar
el ingreso a la función pública, de tal suerte que se estimule para
ello el mérito, la transparencia y la igualdad de los ciudadanos, en
ejercicio del derecho político fundamental de acceder a los cargos de
las entidades del Estado. En este contexto, se ha destacado por esta
judicatura la utilidad de la norma superior en el propósito institucional
de abolir prácticas nocivas y antidemocráticas como el nepotismo, el
clientelismo y el conflicto de intereses, que facilitan la concentración
de poder y arriesgan la idoneidad que se exige de los servidores
públicos. Considerando el alcance de la norma superior en cita, la Sala
considera que el caso concreto plantea un escenario distinto al que
allí se regula, pues no se trata del nombramiento o designación de un
servidor público, o de alguien que, ostentando esta condición, asuma
una posición que le permita intervenir, a su vez, en un nombramiento
o designación. En lugar de estas hipótesis, este asunto plantea la

131
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

designación de un particular que ejerce funciones públicas, por cuenta


de la representación en el consejo superior universitario de un sector
de la comunidad académica, a saber, los exrectores. Esta distinción
tiene origen en el artículo 123 de la Constitución Política, que bajo
el título de la función pública establece las diferentes categorías de
servidores públicos (miembros de corporaciones públicas, empleados
y trabajadores del Estado y las entidades descentralizadas) y anuncia
la reglamentación legal del régimen aplicable a los particulares que
temporalmente desempeñen funciones públicas. En concordancia,
el artículo 210 ibídem advierte que los particulares pueden cumplir
funciones administrativas, en las condiciones que señale la ley.
Con base en las cláusulas constitucionales, la ley prevé diversas
situaciones en las que son los particulares quienes asumen la
prestación de un servicio público o el cumplimiento de funciones
administrativas, por ejemplo, los notarios, las agremiaciones que
administran contribuciones parafiscales, las cámaras de comercio,
los tribunales de ética profesional, los jurados de votación, entre otros
casos. En esa línea, a nivel legal también se contempla la participación
de los particulares en el ejercicio de funciones atribuidas a cuerpos
colegiados de los órganos del Estado, como ocurre con las juntas y
consejos directivos de las entidades descentralizadas. Al respecto, el
artículo 74 de la Ley 489 de 1998 constituye un parámetro inequívoco
de distinción para los integrantes de instancias de dicha naturaleza.
Tratándose de universidades oficiales, la legislación no cuenta con una
norma de la misma contundencia para quienes conforman los órganos
de dirección corporativos, especialmente para los consejos superiores
universitarios. Sin embargo, los artículos 64 y 67 de la Ley 30 de 1992
plantean un esquema análogo al diseñado para la Rama Ejecutiva.
Atendiendo al contenido de las disposiciones transcritas, no cabe duda
de que los consejos superiores de las universidades oficiales cumplen
funciones públicas, en la medida en que constituyen el máximo órgano
de dirección y gobierno de la institución. Del mismo modo, al referirse
particularmente a unos integrantes con calidad de empleados públicos,
aquellos preceptos reconocen la participación en aquel órgano de
otros miembros desprovistos de un vínculo laboral con el Estado.(…)
Adicionalmente, cabe anotar que la jurisprudencia de la Corporación
ha precisado que las actuaciones de los miembros de los consejos
superiores de las universidades públicas no adelantan sus actuaciones
de forma individual, sino como de modo corporativo, como máximo
órgano de administración de la institución. A su turno, se ha reparado
en que estos consejos no requieren la creación de cargos en la planta

132
de la universidad ni la vinculación de empleados con disponibilidad
permanente y continua, pues cumplen funciones intermitentes
y periódicas de acuerdo con lo reglado en la ley y los estatutos.
Consecuente con lo expuesto, también ha dicho la Sección Quinta que
lo ejercido al interior de los consejos superiores universitarios es una
representación y no propiamente un cargo o empleo que tenga funciones
asignadas, pues las mismas son inherentes y ejercidas en conjunto
por los integrantes del órgano colegiado. En consonancia, el artículo
15 de los estatutos de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca
(Acuerdo 011 de 2000) establece de forma expresa para el caso
concreto que “Los integrantes del Consejo Superior Universitario,
aunque ejercen funciones públicas, no adquieren por este solo hecho
la calidad de empleados públicos”. Por lo tanto, no es la pertenencia o
la membresía en el consejo superior lo que le otorga la condición de
servidor público a quien es designado, sino que dicha calidad la deben
al cargo que ocupan y con el que llegan a tomar asiento en dicho órgano
corporativo universitario. Siendo así, algunos consejeros integran
este cuerpo colegiado para garantizar la participación de sectores
vinculados a la comunidad académica, pero sin ninguna relación
laboral con la universidad u otra entidad pública, como es el caso, por
regla general, de quienes representan a los egresados, estudiantes,
sectores productivos y ex rectores. En conclusión, a esta altura del
litigio, a partir de las consideraciones reseñadas no se observa que
exista relación de subordinación jurídica entre el Acuerdo 009 de 13
de abril de 2021 que se demanda en este caso y el artículo 126 de
la Constitución Política, toda vez que el destinatario de la designación
impugnada (exrector) no es un servidor público, sino un particular que
ejerce funciones públicas como parte de un órgano colegiado de una
entidad pública universitaria, como tampoco esa calidad se predica de
los representantes del sector productivo y egresados, en la condición
de miembros del cuerpo elector. Por lo tanto, no prospera la infracción
normativa propuesta respecto de la referida norma constitucional y de
suyo, la solicitud de suspensión provisional del acto demandado por
este motivo de la censura.

TESIS 3: Para emprender el estudio de esta parte de las censuras, es


necesario analizar, en primer término, el contenido del Acuerdo 009
de 13 de abril de 2021 del Consejo Superior de la Universidad Colegio
Mayor de Cundinamarca, que corresponde a la designación cuestionada,
en el cual se observa su fundamento en una serie de preceptos legales
y otros propios de la institución que responden a la naturaleza de la

133
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

decisión que en aquel se adopta. En efecto, el acto demandado hace


referencia al literal d) del artículo 64 de la Ley 30 de 1992, que relaciona
entre los integrantes de los consejos superiores de las universidades
públicas a un exrector universitario. Así mismo, se menciona el literal
i) del artículo 10 de los estatutos (Acuerdo 011 de 2000, modificado
por el Acuerdo 042 de 2020), conforme al cual se designa por el
Consejo Superior para un período bianual y el aspirante debe acreditar
los requisitos de haber ocupado el cargo de rector por mínimo dos
(2) años y contar con título de posgrado. Igualmente, el acto en cita
acude al Acuerdo 044 de 30 de noviembre de 2020, reglamentario del
proceso de designación del exrector, lo mismo que al Acuerdo 052 de
14 de diciembre de 2020, que fijó el respectivo cronograma. También
se informó en las consideraciones que en sesión virtual sincrónica del
13 de abril de 2021 se llevaron a cabo las entrevistas a los aspirantes
y que la designación del demandado se hizo por votación nominal de
la mayoría de los integrantes del órgano colegiado. Establecida la
pertinencia del marco normativo que sustenta el acto acusado, debe
la Sala entrar a valorar las conductas de manipulación y favoritismo
que para la parte actora fueron determinantes en la elección del
demandado, a partir de las pruebas aportadas hasta esta altura del
litigio. El demandante califica como un acto de manipulación de la
elección del demandado la reforma del artículo 10 de los estatutos,
correspondientes al Acuerdo 011 de 2000, concretada en el Acuerdo
042 de 30 de noviembre de 2020. Según la parte actora, apoyada por
el ciudadano (…), la eliminación de la terna de candidatos del Consejo
Académico para designar a los representantes de los exrectores y
del sector productivo tuvo el único y oculto propósito de asegurar las
reelecciones de los señores (…). Al respecto, el Acta No. 9 de la sesión
de 29 y 30 de abril de 2020 consigna que la revisión a las normas
estatutarias fue encomendada a una comisión que tomó como base
un proyecto que databa del año 2018, con una metodología de estudio
del articulado que incluía espacios para comentarios, observaciones
y aportes de la comunidad universitaria y que fueron sometidos a un
amplio debate entre los consejeros. Aunado a lo anterior, se observa
que, en lo que atañe al representante de los exrectores, la reforma
estatutaria dispuso la integración del Consejo Superior con “Un (1)
ex rector de una universidad colombiana que haya ejercido el cargo
como titular mínimo por dos (2) años conformación académica a
nivel de posgrado universitario, designado por el Consejo Superior
Universitario para un periodo de dos (2) años”. A su turno, la norma
original señalaba para este integrante que sería “designado por el

134
Consejo Superior Universitario, de terna presentada por el Consejo
Académico”. Siendo así, no es posible concluir de la sola reforma que
el efecto de prescindir de la terna de candidatos por parte del Consejo
Académico reportara beneficios exclusivamente al demandado,
toda vez que la norma estatutaria adoptada en el 2020 permite la
postulación directa de cualquier interesado que cumpla los requisitos
allí previstos. Adicionalmente, la decisión de reformar los estatutos
responde a la función que en ese sentido establece para los consejos
superiores universitarios el literal d) del artículo 65 de la Ley 30 de
1992 y para ello, los integrantes del órgano colegiado tienen plenas
facultades para emitir su voto en el sentido que consideren conveniente
y afín al cumplimiento de la misión y proyección institucional. Por
lo tanto, la modificación o supresión de las ternas que postula el
Consejo Académico, por vía de reforma estatutaria, como mecanismo
previo para proceder a la elección de un representante, merece un
mayor estudio por parte del juez electoral, de cara a las pruebas y
los argumentos de los sujetos procesales, con el fin de establecer la
relación entre esta decisión y la que se impugna en el caso concreto
y, por esta vía, si afectó su legalidad durante el proceso de formación.

TESIS 4: [E]l demandante relató que en la sesión de 29 y 30 de


abril de 2020, el Consejo Superior aprobó prorrogar el periodo de la
señora Edna Rocío Pulido Olaya como representante de los egresados,
en respuesta a la propuesta que en tal sentido presentó el señor
Lombardo Rodríguez López. (…). En el acta también se registra que
la rectora insistió en que normativamente no era posible prorrogar
el período, que vencería el 3 de mayo de 2020, teniendo en cuenta
el carácter fijo del mismo previsto en el artículo 11 de los estatutos.
Sin embargo, previa deliberación de la propuesta, fue aprobada
con cinco (5) votos a favor y dos (2) en contra. Por otra parte, en la
misma sesión en comento quedó registrado que el señor Lombardo
Rodríguez López propuso al Consejo Superior que el señor Marco
Antonio Pinzón Castiblanco, cuyo período había vencido el 27 de abril
de 2020, asistiera a las sesiones “en calidad de invitado especial
y en reconocimiento de su gestión” y “para temáticas específicas
como Planta Física”. Esta propuesta obtuvo una aprobación de seis
(6) votos a favor, incluido el del exrector, y dos (2) en contra. Según
este recuento, existe sustento probatorio de las afirmaciones del
demandante en cuanto a la prórroga del periodo de la representante
de los egresados y la invitación al entonces exrepresentante del
sector productivo a las sesiones del Consejo Superior. No obstante,

135
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

la Sala considera que, a partir de los hechos conocidos y probados


hasta el momento, dichas iniciativas no tienen el alcance de actos
de manipulación o favoritismo hacia la futura reelección del señor
Rodríguez López, en primer lugar, porque fueron decisiones adoptadas
por la mayoría de los consejeros, dentro del curso normal de sus
funciones como órgano colegiado. En segundo lugar, no es posible
concluir con la información conocida hasta esta altura del proceso
que la prórroga y la invitación a favor de dos (2) miembros del Consejo
Superior hubiesen supuesto un beneficio de gran envergadura para
sus destinatarios para que pudiera resultar afectada o anulada su
voluntad como futuros electores del representante de los exrectores.
Al respecto, es importante señalar que la sola inclinación por un
candidato o aspirante por parte de quien interviene en su designación
no puede censurarse de forma automática y sin mayores elementos
de convicción, pues, en principio, el elector favorece con su voto a una
persona a partir del conocimiento de su trayectoria, calidades y perfil,
según las necesidades del cargo o dignidad que se busca proveer. En
consecuencia, no prospera la censura del solicitante de la medida
cautelar sobre actos de manipulación y favoritismo por cuenta de
decisiones previas adoptadas por el Consejo Superior Universitario
frente a la permanencia y participación de dos (2) de sus integrantes.

TESIS 5: En lo que atañe a la suspensión de las convocatorias 696


y 697 de 27 de abril de 2020 para los representantes del sector
productivo y de los egresados, respectivamente, en el Acta No. 9 de
la sesión de 29 y 30 de abril de 2020 se observa un amplio debate
entre los integrantes del Consejo Superior y la rectora, en torno a la
conveniencia de continuar con aquellos procesos atendiendo a dos
circunstancias, la primera, la emergencia sanitaria provocada por
la pandemia y la segunda, la reforma estatutaria en curso. Para la
Sala, los motivos informados en el acta referida para reconsiderar la
oportunidad de aquellas designaciones son razonables y en principio,
no ofrecen la certeza de que el demandado tuviera un propósito que
respondiera al favoritismo o manipulación, más aún porque del acta
se evidencia que el Consejo Superior llevaba tiempo insistiendo en ello
a la rectora. Así mismo, tales decisiones se entienden comprendidas
dentro de la función electoral que los estatutos atribuyen al Consejo
Superior (artículo 10, literales g y h). En consecuencia, no es posible
concluir que aquellas iniciativas hubiesen sido determinadas por el
demandado ni que tuviesen el exclusivo y oculto propósito de facilitar
su posterior selección. Además, respecto de las quejas presentadas

136
por la rectora presuntamente debido a los actos de manipulación
alegados para los procesos de designación de los integrantes del
Consejo Superior que se vienen comentando, el demandante no
aportó con la solicitud de suspensión provisional el Acta No. 23 de
la sesión de 9 de julio de 2020 que recogería las circunstancias y
los motivos que las habrían suscitado, por lo que se imposibilita la
verificación cautelar. Finalmente, debe aclararse que los numerales
3 y 4 del artículo 231 del CPACA que cita el demandante para señalar
que su petición persigue evitar perjuicios a los intereses generales
de la comunidad universitaria, son disposiciones previstas para
la procedencia de medidas cautelares distintas a aquella dirigida
a la suspensión provisional de los actos administrativos, como se
advierte del contenido de la propia norma. Conforme a lo discurrido,
en el caso concreto no están reunidos los requisitos legales de
procedencia de la suspensión provisional del acto acusado, toda vez
que el análisis de las normas invocadas y las pruebas aportadas
por el demandante no conducen en este estado del proceso a
la convicción de la infracción normativa que amerita la medida
cautelar. (…). Por tal razón, se negará la solicitud que en tal sentido
formuló la parte actora.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 126 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
123 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 64 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 65 / LEY 30
DE 1992 – ARTÍCULO 67 / LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 74 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 233 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 35

137
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ADICIÓN A LA SENTENCIA, PRINCIPIO DE CONGRUENCIA

EXTRACTO NO. 20

RADICADO: 17001-23-33-000-2020-00014-03 (2019-00595-00)


FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Juan Pablo Bermúdez Jaramillo y Martín Emilio
Osorio Granada
DEMANDADA: Adriana Arango Mejía - Concejal de Manizales
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si debe


acceder o no a la solicitud de aclaración y adición del fallo proferido el
29 de julio de 2021, en la que se estima que para efectos de garantizar
la igualdad entre las partes del proceso, así como la verdad electoral y
eficacia del voto como expresión de la voluntad popular, el estudio del
recurso de alzada debió abordar también los documentos electorales
referidos a las siguientes mesas en las que también se presentaron
diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24, que
representaron una disminución irregular de la votación consignada a
favor de la demandada.

TESIS: [L]as providencias que ponen término a una controversia


están amparadas por el instituto jurídico procesal de la res iudicata
o cosa juzgada, conforme a la cual se otorga a aquellas decisiones
emanadas de la autoridad judicial, el carácter de definitivas y
vinculantes. Sin embargo, tal connotación de inmutabilidad, no obsta
para que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad de dicho
texto que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas
en su construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza
humana, mucho menos, a la labor judicial. Conforme a lo anterior,
en aras de garantizar el principio de seguridad jurídica, frente a la
indeterminación de los derechos reconocidos en las providencias
o la imperfecta ejecución de las obligaciones allí impuestas, el
legislador previó las figuras de la aclaración, corrección y adición de
aquellas. Cada uno de estos mecanismos procesales fue erigido bajo
unos supuestos estrictamente definidos en la ley en relación con su

138
titularidad, oportunidad y procedencia; de manera que su aplicación
y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto
inicial debe ajustarse a los supuestos que describe cada una de estas
figuras. Tratándose de la aclaración y adición, se tiene que en materia
contencioso-administrativa, el CPACA, no se contempla tales figuras
dentro de la normativa que rige el trámite ordinario del proceso, por
lo que se debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo el artículo
306 de ese compendio, que permite en aquellos aspectos no regulados
por la Ley 1437 de 2011, acudir al Código General del Proceso. (…).
Conforme a las normas [artículos 285 y 287 de la Ley 1564 de 2012],
resulta claro cuáles son los presupuestos procesales que rigen tanto
la petición de aclaración como de adición de sentencias, tales como
los formales: (i) titularidad y legitimación: puede ser solicitada por
una de las partes o efectuada de oficio por el juez; y (ii) oportunidad:
debe presentarse dentro de los 2 días siguientes a la notificación de
la respectiva providencia -para la aclaración-, o en el término de su
ejecutoria -para la adición-. Y a su vez el material, en relación con la
(iii) procedencia: la misma opera cuando en la sentencia o el auto haya
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre
que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia o influyan
en ella -para la aclaración- o cuando el juez omite referirse a algún
aspecto de la litis -para la adición-, hipótesis que tocan necesariamente
con el fondo del asunto, por lo que hace parte de su estudio sustantivo.
Ahora bien, valga reiterar que, so pretexto de aclarar o adicionar una
providencia no es posible que el funcionario judicial introduzca ninguna
modificación a lo ya definido, pues se trata es de pronunciarse sobre
aspectos que ofrecen alguna duda razonable o dejó de considerar siendo
menester hacerlo, pero se insiste, no es para reformar las decisiones
tomadas. Así, el juez puede aclarar o adicionar la providencia con otra
complementaria, con el fin de referirse a todos los hechos y asuntos
controvertidos en el proceso. En este sentido, supone que el debate
se cumplió siguiendo las reglas del debido proceso. Por último, es
oportuno precisar, que en el marco del proceso electoral se introdujeron
algunas reglas especiales para este tipo de trámites (…). De la lectura
de estos preceptos [artículos 290 y 291 de la Ley 1437 de 2011], resulta
evidente que el legislador estructuró algunos de los presupuestos
procesales en relación con la aclaración y adición de fallos en el medio
de control de nulidad electoral, pero guardó silencio respecto de otros,
como por ejemplo en cuanto a su procedencia, frente a los cuales,
en virtud del artículo 306 del CPACA, se aplica la normativa procesal
general en cita. (…). Previo a decidir a nivel sustantivo, se debe precisar

139
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que si bien la peticionario solicita simultáneamente la aclaración y


adición de la sentencia del 29 de julio de 2021, la argumentación que
desarrolla se refiere específicamente a lo segundo, en cuanto sostiene
que la Sala Electoral dejó de pronunciarse en relación con la eventual
configuración del cargo de nulidad electoral del artículo 275, numeral
3 del CPACA por diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y
E-24 de 4 mesas de votación que fueron acusadas por la demandada,
tanto en su escrito de contestación del libelo inicial como en sus
alegatos de conclusión ante el a quo, por estimar que en aquellas le fue
disminuida su votación de forma irregular en 19 sufragios menos de
los que le correspondían. En consecuencia, requiere que se expliquen
los motivos de tal omisión por parte del ad quem y, a su vez, que se
resuelva ese extremo de la Litis, entrando a estudiar y decidir de
fondo la acusación elevada por la parte pasiva, por vía de excepción,
lo que strictu sensu se enmarca en la figura de la adición de fallos,
regulada en el medio de control de nulidad electoral por el artículo
291 de la Ley 1437 de 2011 en concordancia con el artículo 287 de
la Ley 1564 de 2012, cuya finalidad es que se dicte una providencia
complementaria, tal como lo pretende la señora Adriana Arango Mejía.
Tan es así, que en el memorial presentado el 3 de agosto de 2021 no
se hace alusión a ningún argumento, frase o palabra de la Sección
que ofrezca verdaderos motivos de duda sobre el sentido, alcance
y sustento de la decisión adoptada en la sentencia sub examine, de
modo que tampoco se controvierte el rol del juez como escritor, a nivel
semántico o gramatical y, en ese orden, este requisito sustantivo no
se encuentra satisfecho en cuanto a la figura de la aclaración. Hecha
esta precisión, pasa a abordarse tal exigencia que, frente a la solicitud
de adición, se traduce en que se haya dejado de lado el análisis de
alguno de los elementos fácticos o jurídicos que integran el problema
jurídico respectivo, lo cual en este caso no se configura teniendo en
cuenta que, tal como lo reconoce la peticionaria, la acusación frente a
la cual reclama un pronunciamiento, la propuso en la contestación de
la demanda y la reiteró en sus alegatos de primera instancia, más no
la elevó en sede de apelación, al presentar su memorial de cierre el
7 de julio de 2021, en el que nada menciona acerca de las supuestas
inconsistencias halladas en las actas de escrutinio de las 4 mesas que
censura. En tal virtud, es menester invocar el principio de congruencia
como el parámetro que limita al juez para que, al momento de dictar
sus providencias resuelva coherentemente los problemas jurídicos
que se plantean. Asimismo, esta exigencia es predicable de las partes,
quienes están obligadas a desplegar actuaciones consistentes con el

140
devenir del proceso y acorde a las decisiones asumidas de forma que
los aspectos de desacuerdo puedan ser estudiados de forma oportuna
y concreta por el funcionario judicial. Lo anterior, se materializa en el
presente asunto en el principio tantum devolutum quantum apellatum,
derivado de los fines de la apelación consagrados en el artículo
320 del CGP, (aplicable por remisión normativa del artículo 306 del
CPACA), según el cual en el trámite y resolución de este recurso, la
competencia del superior se circunscribe al análisis de la providencia
impugnada, con base en los cargos formulados en su contra por el
recurrente, según los argumentos en que se sustenta y las alegaciones
de conclusión en segunda instancia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 320 / LEY 2080 DE 2021 –
ARTÍCULO 52

141
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 21

RADICADO: 44001-23-40-000-2019-00175-02
FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Carlos Andrés Urbina Morales, Emiliano Arrieta
Monterroza y Carlos Mario Isaza Serrano
DEMANDADO: Juan José Robles Julio – Alcalde de Manaure
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver la solicitud de


aclaración de la sentencia proferida el 29 de julio de 2021, en la que se
solicita se absuelvan cuestionamientos relacionados con (i) el contrato
de vigilancia; (ii) en cuanto al CERES; (iii) En cuanto a la oferta de
educación a distancia; (iv) en cuanto al radio de acción territorial; (v) en
cuanto a la potencialidad; y, (vi) en cuanto a la competencia funcional.

TESIS: [L]as providencias que ponen término a una controversia


están amparadas por la prerrogativa procesal de la res iudicata o
cosa juzgada, conforme con la cual, las sentencias emanadas de
la autoridad judicial, tienen un carácter de definitivo, vinculante e
inmutable. Sin embargo, tal connotación de firmeza, no obsta para
que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad del texto
que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas en su
construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza humana,
mucho menos, a la labor judicial. Conforme con lo anterior, en aras de
garantizar que los yerros en que pudo incurrirse en la sentencia queden
superados, el legislador previó las figuras de la aclaración, corrección
y adición de las mismas, cada una bajo unos supuestos definidos en
la ley en relación con su titularidad, oportunidad y procedencia; de
manera que su aplicación y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier
enmendadura del texto inicial debe ajustarse a los supuestos que
describe la norma. Tratándose de la aclaración, se tiene que en materia
contencioso administrativa, el CPACA, no contempla este instituto en la
normatividad que rige el trámite ordinario del proceso, por lo que se
debe utilizar la regla remisoria que trajo consigo el artículo 306 de ese

142
compendio, que permite que en aquellos aspectos no regulados por la
Ley 1437 de 2011 se pueda acudir al Código General del Proceso. (…).
Conforme con la norma [artículo 285 de la Ley 1564 de 2012], resultan
claros los presupuestos procesales que rigen la aclaración, así: i) en
relación con la titularidad, puede ser solicitada por cualquiera de los
sujetos procesales o declarada de oficio por el juez; ii) en cuanto a
la procedencia, la misma opera cuando en la sentencia o el auto hay
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre
que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia o influyan en
ella y, iii) respecto de la oportunidad, debe hacerse dentro del término de
ejecutoria de la respectiva providencia. (…). Sea lo primero analizar si se
cumplen los presupuestos procesales de la aclaración, concluyéndose
frente a los mismos lo siguiente: i) en cuanto a la titularidad, se tiene
que esta se solicitó por el apoderado de la parte demandada; ii) en
relación con la oportunidad, se observa que la sentencia fue notificada
el 30 de julio de 2021 a todos los sujetos procesales y los dos (2) días
de que trata el artículo 205 del CPACA, corresponden al 2 y 3 de agosto
siguiente. En este orden, el término que contempla el artículo 290 del
CPACA, transcurrió los días 4 y 5 de agosto de 2021 y como el escrito
fue presentado el 4 de agosto de 2021; se colige que fue radicado en
tiempo; iii) en cuanto a la procedencia de la solicitud no es necesario
que la Sala extienda mayores argumentaciones para concluir que no
estamos frente a una aclaración de la sentencia, pues, los reparos
relacionados anteriormente, nada tienen que ver con frases oscuras o
conceptos ininteligibles de la providencia. Al respecto, la Sala encuentra
que la sentencia que se solicita aclarar fue diáfana al resolver los
cargos de apelación, además, en ella se hicieron rigurosos análisis
jurídicos que permitieron resolver el caso concreto, al cual se limitan
los razonamientos allí expuestos; no obstante, se advierte que la parte
demandada, mediante el uso del mecanismo de aclaración, pretende
expresar su inconformidad sobre algunos apartes de la decisión,
respecto de los que se formulan hipótesis con miras a revivir debates
ya zanjados en el fallo. Así entonces, resulta oportuno recabar que las
figuras de aclaración, adición y corrección de providencias no pueden
convertirse en un mecanismo de reapertura de los debates abordados
por el juez para desatar la litis. Específicamente, la aclaración, en
tanto, está dirigida a superar las dudas que susciten alguna expresión
o no sean los razonamientos que preceden al fallo o impacten en la
parte resolutiva, lo suficientemente diáfanos al intelecto humano. (…).
[E]l legislador (…), contempla la posibilidad de que las providencias
sean aclaradas “cuando contenga conceptos o frases que ofrezcan

143
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

verdadero motivo de duda”, más no cuando hayan desacuerdos por


parte de los sujetos procesales frente a dichos conceptos o frases, tal
como sucede en el sub lite, donde el apoderado del demandado insiste
en argumentos del recurso de apelación que fueron absueltos en la
sentencia con suficiencia y claridad, tanto así que el propio memorialista
en forma expresa explica su entendimiento propio del asunto y de los
contenidos del fallo. Sin duda, el propósito del solicitante es reabrir el
debate jurídico de fondo que ya fue decidido con suficiencia y claridad
en el fallo, distinto es que sea contrario a sus propias concepciones
y que le resulte opuesto a sus intereses, cuando en realidad como
ya se vio en precedencia no es vocación ni misión de la figura de
la aclaración volver sobre lo ya decidido, como si se tratara de otra
instancia y menos retornar sobre los desacuerdos argumentativos
del sujeto procesal que ya fueron absueltos. (…). [E]l propósito del
memorialista es acusar una supuesta incongruencia del fallo, como si
el Consejo de Estado hubiera desbordado el margen o límite impuesto
por las alzadas, planteamiento que es ajeno a los presupuestos de
la aclaración de una providencia. Sin perjuicio de lo anterior, la Sala
recuerda que el mismo demandado fue quien como apelante cuestionó
y censuró los presupuestos fundamento de la causal de inhabilidad
objeto de estudio por la Sala, al considerar que, a su juicio, los factores
de autoridad administrativa y de territorialidad o espacialidad, no le
permitían al Tribunal a quo la declaración de nulidad de su elección
como alcalde de Manaure, por lo que resulta claro que dentro de este
planteamiento, el propio demandado fue quien abrió de manera amplia
el panorama competencial de juzgamiento del Consejo de Estado
como juez ad quem, a fin de corroborar con los medios de convicción
legal y oportunamente allegados al proceso, si se configuraba el factor
territorial y con ello, concluir que el demandado estaba incurso en la
inhabilidad censurada, en tanto la decisión de primera instancia le fue
desfavorable. Por lo que no resulta de recibo este cuestionamiento
no solo por ser extraño a la figura de la aclaración sino porque no
corresponde a la realidad del proceso.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285

144
DECRETO DE PRUEBA DE OFICIO

EXTRACTO NO. 22

RADICADO: 011001-03-28-000-2019-00048-00
FECHA: 26/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Oscar Javier Vargas Urrego
DEMANDADA: Sofía Consuelo Lombana Ketshinei - Representante
de las comunidades indígenas ante el Consejo Directivo de la
Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía - Corporinoquía
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala, vencido el término


de traslado para alegar, proceder a decretar pruebas de oficio para el
esclarecimiento de la verdad, según el objeto de la Litis, de conformidad
con lo dispuesto en el artículo 213 del CPACA.

TESIS: El artículo 213 de la Ley 1437 de 2011, consagra la facultad


del juez contencioso administrativo, como director del proceso,
para decretar las pruebas de oficio que estime necesarias a fin de
esclarecer el thema probandum, entendido como los hechos objeto
de controversia, en cuanto se refieren a los supuestos de las normas
jurídicas que se alegan como vulneradas. (…). Esta iniciativa en cabeza
del funcionario judicial complementa el principio de onus probandi o
carga de la prueba, según el cual por regla general es responsabilidad
del demandante y demandado demostrar los enunciados fácticos
que sirven de fundamento a sus pretensiones y excepciones,
respectivamente, según su propio interés litigioso, postulado que
admite excepciones como en el caso de la carga dinámica, que opera
cuando las partes no se encuentran en igualdad de condiciones para
aportar los medios de convicción al proceso, o las pruebas de oficio que
proceden cuando el juez no ha alcanzado el grado de certeza necesario
para adoptar una decisión de fondo. (…). En este sentido, es acertado
afirmar que se trata más que de una atribución, de un verdadero deber
jurídico establecido en virtud del interés público que reviste al proceso
en su propósito de alcanzar la verdad para proteger los derechos
subjetivos de las partes, con prevalencia del derecho sustancial sobre

145
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el procedimental, en particular cuando están involucrados sujetos


de especial protección constitucional y garantías superiores como el
principio democrático, hipótesis en que las características inquisitivas
del funcionario judicial se despliegan con mayor intensidad. (…). En
otras palabras, la Sección como juez de la democracia y los derechos
políticos y, en ese orden, garante del derecho a elegir y ser elegido, debe
asumir su rol como director del proceso de forma activa para asegurar
que el resultado de las elecciones bajo su conocimiento se ajuste a
la realidad, amparando la voluntad del elector en armonía con las
prerrogativas del elegido, para efectos de salvaguardar la legitimidad
del mandato de estos últimos, decretando pruebas de oficio cuando
lo estime necesario para verificar la transparencia del procedimiento
eleccionario respectivo y la igualdad entre los candidatos en sus
diferentes etapas. En este contexto, el juez electoral tiene más que la
facultad, el deber de usar sus poderes oficiosos, incluido el decreto de
pruebas por iniciativa propia, para superar el estado de duda frente al
objeto del litigio y alcanzar entonces el grado de certeza para adoptar
una decisión materialmente justa, en los términos del citado artículo
213 del CPACA. (…). [L]uego de disponer que se tuvieran como pruebas
las aportadas por las partes y de correr el traslado correspondiente
para su contradicción sin recibir pronunciamiento alguno al respecto,
observa la Sala que persisten algunos puntos de duda que es preciso
despejar para adoptar una decisión definitiva con el debido respeto
por la autonomía que constitucionalmente reviste a los pueblos
indígenas, con carácter fundamental, como expresión de la diversidad
étnica que representan y que hace parte integral de la riqueza cultural
de la nación. De esta manera, a la luz de su condición de sujetos de
especial protección estatal, la solución al problema jurídico que se
abordará en la sentencia pasa necesariamente por la determinación
de las autoridades y reglas que gobiernan las prerrogativas de elegir
y ser elegido en el derecho propio de las comunidades indígenas que
postularon y sufragaron a favor de la elección de la [demandada], a
través del (…) gobernador del Cabildo de Caño Mochuelo, en particular,
en relación con el origen y naturaleza de su autoridad, así como de su
potestad para presentar candidatos y votar en nombre y representación
de aquellas. Lo anterior, porque la comprensión de este derecho
indígena, bien sea desde la ley de origen o el derecho mayor, permite
que el juez electoral fije el contenido y alcance del derecho nacional
que rige el presente asunto, tal como sucede con las disposiciones de
la Resolución 128 de 2000 del entonces Ministerio del Medio Ambiente
que se alegan como infringidas, con el debido respeto por el principio

146
de la libre autodeterminación que protege a estos grupos a fin de que
puedan guiarse por sus autoridades y elegir a sus representantes
según sus usos y costumbres, sin interferencias externas en sus
procedimientos de toma de decisiones. Adicionalmente, para efectos
del eventual estudio sobre la incidencia de los vicios o causales de
nulidad que se invocaron en contra del acto sub judice, en especial
frente al presunto desconocimiento del procedimiento establecido en
la Resolución 128 de 2000, con base en lo dispuesto por esta Sección
en cuanto a sus dimensiones cuantitativa y cualitativa, en la sentencia
del 22 de abril de 2021, también es necesario contar con información
oficial y actualizada sobre los resguardos indígenas presentes en el
área de jurisdicción de CORPORINOQUIA, con datos ciertos, claros y
específicos sobre las comunidades y pueblos indígenas que habitan
en ellos, sus integrantes censados -para determinar a cuál pertenece
la demandada-, autoridades propias, estatutos y reglamentos internos
registrados, en concreto, en relación con el Resguardo de Caño Mochuelo
cuya forma de participación en la postulación y elección de la señora
[demandada] es objeto de controversia. Lo anterior, con el propósito
de establecer el impacto de los cargos de la demanda que lleguen a
ser demostrados en el resultado de este procedimiento eleccionario,
especialmente en cuanto a la participación real de las comunidades y
etnias legitimadas para inscribirse y postular candidatos.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213

147
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL

EXTRACTO NO. 23

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00027-00
FECHA: 26/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Stefanía Giraldo González
DEMANDADO: Julián Ricardo Betancur Castañeda – Personero de
Supía - Caldas, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala decidir si existe mérito


para avocar el conocimiento del presente asunto y dictar sentencia por
razones de importancia jurídica o la necesidad de sentar o unificar
jurisprudencia.
TESIS: De conformidad con el artículo 271 de la Ley 1437 de 2011,
modificado por la Ley 2080 del 2021, la Sala considera que la solicitud
presentada por el demandado reúne los presupuestos legales exigidos,
por las siguientes razones: Elemento subjetivo: la petición fue presentada
por el apoderado del demandado (…) como Personero Municipal
de Supía (Caldas), motivo por el cual se cumple con lo previsto en el
inciso primero de la mencionada disposición, que establece los sujetos
procesales habilitados para elevar una solicitud de esta naturaleza,
entre ellos, las partes. Elemento objetivo: el proceso está al despacho
para fallo de segunda instancia, por ende, se cumple con la condición
establecida en el artículo 271 de la Ley 1437 de 2011. Elemento modal:
la solicitud fue debidamente sustentada, por cuanto se expusieron con
suficiencia las razones por las cuales, el peticionario considera que el
presente asunto debe ser fallado por esta Corporación mediante una
sentencia de unificación, “por las razones de importancia jurídica y
unificación jurisprudencial”. Advierte la Sala que, por auto de 24 de junio
de 2021, proferido en el expediente 11001-03-28-000-2021-00030-00,
(…)., se resolvió “AVOCAR el conocimiento del presente asunto dada la
necesidad de sentar jurisprudencia en lo relativo a la posibilidad o no de
limitar la inscripción de los interesados en un solo concurso público y
abierto de méritos para la elección de personeros y la incidencia de dicha
situación frente al acto electoral expedido por los concejos municipales”.
En dicho proceso la demanda se fundamentó en similares argumentos

148
a los que se plantearon en el proceso de nulidad electoral contra la
elección del Personero de Supía (Caldas). Asimismo, se observa que la
solicitud elevada en el sub lite, versa sobre el mismo tema, esto es, la
posibilidad o no de limitar la inscripción de los interesados en un solo
concurso público y abierto de méritos para la elección de personeros y
la incidencia de dicha situación frente al acto electoral expedido por los
concejos municipales, por tanto, se torna innecesario que en el presente
proceso también se avoque conocimiento, pues, el 12 de agosto de 2021
la Sala Electoral emitió sentencia de unificación y sentó jurisprudencia
en el expediente antes referido.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: [E]l suscrito magistrado no pasa por alto la oportunidad para


señalar que, si bien podría concluirse que en el presente caso no
procedía la acumulación de dichos procesos “en tanto, la norma es clara
en reseñar que el asumir el asunto es para los fines que ella consagra y
no para resolver cada uno de las demandas que puedan existir en el país
donde se tenga un problema jurídico semejante.”, considero que no puede
negarse en forma categórica esta última posibilidad de que converjan
diferentes procesos. En efecto, se observa que el parágrafo del artículo
271 del CPACA, adicionado por el artículo 79 de la Ley 2080 de 2021
regula dos posibilidades a saber: i) que la solicitud para que se unifique
jurisprudencia provenga de los magistrados que integran el Consejo
de Estado o de la ciudadanía, una vez identifiquen la materia objeto de
unificación a través del mecanismo electrónico que se cree para ello y,
ii) que dicha petición emane de los juzgados y tribunales, una vez tengan
conocimiento de los asuntos susceptibles de unificación. Precisamente,
es en el segundo evento donde [se llama] la atención, comoquiera que
la literalidad de la norma es clara al permitir a los juzgados y tribunales
que “informen sobre procesos en trámite en los respectivos distritos
judiciales, que por tener circunstancias similares, puedan ser asumidos
por el Consejo de Estado para los fines de este artículo”. En este sentido,
el efecto útil de este aparte del parágrafo del artículo 271 del CPACA, no
es otro que posibilitar la acumulación de todos aquellos procesos cuyos
supuestos de hecho y de derecho habiliten al Consejo de Estado para
ejercer su función unificadora en el marco de la norma ibidem.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 271 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 79
149
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 24

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00506-02
FECHA: 09/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Procuradores 98 Judicial I y 24 Judicial II para
Asuntos Administrativos de Cúcuta
DEMANDADO: Martín Eduardo Herrera León - Personero municipal
transitorio de San José de Cúcuta
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la solicitud de aclaración de la sentencia proferida el 12 de agosto
de 2021, presentada por la apoderada de la parte demandada, en la
que se solicitó se precisara: “(i) Los términos en que se confirma la
sentencia de primera instancia, específicamente en lo relacionado
con la existencia o no de la incompatibilidad en el nombramiento en
encargo como personero municipal de San José de Cúcuta. (ii) Las
razones por las cuales el fallo disciplinario allegado con el recurso de
apelación no fue tenido como prueba idónea, conducente y pertinente,
especialmente si se insistió en la relevancia que precisamente fue
expedida por la Procuraduría General de la Nación, quien era la parte
demandante en el proceso. (iii) Las razones por las cuales no se
tomaron las intervenciones realizadas por el Ministerio Público, el fallo
disciplinario y la demanda, como las actuaciones de una sola institución
llamada Procuraduría General de la Nación. (iv) Por qué se denominó
la elección del señor Martin Herrera como personero como resultado
de una “convocatoria exprés” aún cuando los hechos probados de la
demanda demostraron que no fue así, que la elección del señor Martin
Herrera obedeció a la urgente necesidad inminente de suplir el cargo y
continuar con la prestación del servicio; y, (v) Por qué no se resolvió el
cargo denominado “¿existe legalmente obligatoriedad para el concejo
de nombrar a quien se encuentre en orden jerárquico como personero,
cuando no se ha elegido personero mediante concurso de méritos por
motivos externos? pues definitivamente queda una duda importante
respecto al considerarse que sino existía obligación legal para el

150
concejo municipal, este podía decidir cuál procedimiento llevar a cabo,
especialmente con las condiciones que se encontraba en su entorno.”

TESIS 1: [E]n el ordenamiento jurídico colombiano las providencias


que ponen término a una controversia están amparadas por el instituto
jurídico procesal de la res iudicata o cosa juzgada, conforme a la cual
se otorga a aquellas decisiones emanadas de la autoridad judicial, el
carácter de definitivas y vinculantes. Sin embargo, tal connotación de
inmutabilidad, no obsta para que se subsanen errores, omisiones o la
falta de claridad de dicho texto que puede surgir ante imprecisiones
gramáticas y sintácticas en su construcción; aspectos estos que no
escapan a la naturaleza humana, mucho menos, a la labor judicial.
(…). [E]n aras de garantizar el principio de seguridad jurídica, frente a
la indeterminación de los derechos reconocidos en las providencias o
la imperfecta ejecución de las obligaciones allí impuestas, el legislador
previó la posibilidad de aclaración, corrección y adición de aquellas.
(…). Tratándose de la aclaración y adición, se tiene que en materia
contencioso-administrativa, el CPACA no las contempla dentro de
la normativa que rige el trámite ordinario del proceso, por lo que se
debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo el artículo 306 de
ese compendio, que permite en aquellos aspectos no regulados por
la Ley 1437 de 2011, acudir al Código General del Proceso (Ley 1564
de 2012), (…) en sus artículos 285 y 287. (…). [R]esulta claro cuáles son
los presupuestos procesales que rigen la petición de aclaración así: (i)
titularidad y legitimación: puede ser solicitada por una de las partes o
efectuada de oficio por el juez; (ii) oportunidad: debe presentarse dentro
del término de ejecutoria de la respectiva providencia; y (iii) procedencia:
la misma opera cuando en la sentencia o el auto haya conceptos o frases
que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidas
en la parte resolutiva de la sentencia o influyan en ella.

TESIS 2: [F]rente a la procedencia de la aclaración, manifiesta la parte


pasiva que, en su entender, en la motivación del fallo no se encuentra
claramente definida la existencia o no de la incompatibilidad en el
nombramiento en encargo como personero municipal de San José de
Cúcuta; no se especifica las razones por las cuales el fallo disciplinario
allegado con el recurso de apelación no fue tenido como prueba idónea,
conducente y pertinente; las razones por las cuales no se tomaron las
intervenciones realizadas por el Ministerio Público como las actuaciones
de una sola institución llamada Procuraduría General de la Nación; por
qué se denominó la elección del [demandado] como resultado de una

151
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

“convocatoria exprés” cuando los hechos probados de la demanda


demostraron que no fue así y, finalmente «queda una duda importante
respecto al considerarse que si no existía obligación legal para el
concejo municipal, este podía decidir cuál procedimiento llevar a cabo,
especialmente con las condiciones que se encontraba en su entorno.».
En este sentido, resulta oportuna la ocasión para que la Sala reitere que
la aclaración de providencias no puede convertirse en un mecanismo de
reapertura de los debates que se suscitaron entre los sujetos procesales
en torno a los diferentes aspectos de la Litis, incluyendo los probatorios,
que fueron definidos en el fallo que puso fin a la instancia. Especialmente,
se recuerda que esta figura se enmarca dentro del contexto del juez como
escritor en su acepción más amplia; desde luego, la imposibilidad de
estandarizar una técnica generalizada en la forma de resolver un universo
de problemas jurídicos y los fundamentos teóricos de argumentación,
semántica y gramática que tiene cada funcionario judicial, posibilitan la
existencia de expresiones en los que no haya absoluta certeza frente a su
entendimiento. Debido a lo anterior, es que el legislador en el marco del
iter procesal, contempla la posibilidad de que la sentencia sea aclarada
siempre y «cuando contenga conceptos o frases que ofrezcan verdadero
motivo de duda», más no cuando haya desacuerdo o reparos frente a
dichos conceptos o frases, con base en nuevos juicios de valor –o inclusive
reiterados durante el proceso– o apreciaciones subjetivas de las partes
frente a los fundamentos fácticos y jurídicos de la providencia que no
atienden a lo expresado por el juez, tal como sucede en el sub judice. En
efecto, en el mismo memorial que se analiza, la peticionaria insiste en
argumentos de fondo que fueron debatidos en el curso de la primera
y segunda instancia sin que ello sea razón para aclarar el contenido
y alcance de la decisión prevista en la sentencia del 12 de agosto de
2021, que absuelve con suficiencia los motivos de duda alegados y, en
ese orden, fuerza concluir que la presente solicitud no se ajusta a los
presupuestos del artículo 290 del CPACA en concordancia con el artículo
285 del CGP, específicamente en relación con su procedencia «cuando
contenga conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda»,
el cual resulta exigible por la remisión normativa del artículo 306 del
CPACA, razón por la cual será negada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 /
LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 52

152
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA PROVIDENCIA QUE DECRETÓ
LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE LOS EFECTOS DEL ACTO
DE ELECCIÓN DE PERSONERA MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL
PERSONERO MUNICIPAL POR CONTRATACIÓN

EXTRACTO NO. 25

RADICADO: 20001-23-33-000-2021-00001-01 (2021-00009-00


y 2021-00007-00)
FECHA: 16/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Octavio José Guerra Hinojosa, Fredy José Martínez
Jiménez y Carlos Alberto Uribe Sandoval
DEMANDADA: Johana Caviedes Pabón – Personera de Aguachica –
período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si se


debe revocar, confirmar o modificar las decisiones adoptadas por el
Tribunal Administrativo del Cesar en los autos del 11 de marzo de
2021, mediante los cuales suspendió provisionalmente los efectos
de la elección de la señora Johana Caviedes Pabón como personera
municipal de Aguachica - Cesar, en tanto ésta satisface o no los
requisitos previstos en el artículo 229 y ss. del CPACA en concordancia
con el artículo 238 Superior, aplicables al proceso electoral por
remisión expresa del artículo 296 ejusdem.

TESIS 1: Tratándose del contencioso de nulidad electoral, regulado


en forma especial en los artículos 275 y siguientes del CPACA, se tiene
que en el inciso final del artículo 277 se establece la procedencia del
recurso de apelación en contra de las decisiones que se adopten en
el curso de la primera instancia en relación con la providencia que
resuelva la solicitud de suspensión provisional del acto. Sin embargo,
el legislador no se ocupó de la oportunidad y el trámite de dicho
mecanismo de impugnación para este tipo de procesos, por lo que,
en virtud de la cláusula remisoria del artículo 296 del citado estatuto,
debe acudirse a la regla prevista para el procedimiento general. (…).
[L]a oportunidad y el trámite del recurso de apelación varía, según si

153
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el auto se profiere en audiencia o por fuera de ella así: i) si el auto


se dicta en esta, una vez notificado en estrados, debe interponerse y
sustentarse de forma oral; ii) si el auto se expide por fuera de aquella
y se notifica por estado, el recurso debe interponerse y sustentarse
por escrito dentro de los tres (3) días siguientes a su notificación, sin
embargo, para el trámite electoral el legislador dispuso como aspecto
novedoso un término más corto de dos (2) días.

TESIS 2: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011 establece una fórmula


innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas
en preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión,
admitiendo en esta tipología cualquier clase de medida que el juez
encuentre necesaria para garantizar, provisionalmente, el objeto
del proceso, la efectividad de la sentencia e impedir que el ejercicio
del medio de control respectivo pierda su finalidad. En este amplio
catálogo, se contempló en el artículo 230, numeral 3º, la suspensión
provisional de los efectos de los actos administrativos, como herencia
del anterior estatuto, esto es, el Decreto 01 de 1984, el cual dedicaba
el título XVII a regular esta figura, como la única cautela posible. Así
las cosas, al coexistir en la actualidad, diferentes modalidades de
medidas cautelares, concurren también distintos presupuestos para
ordenarlas, teniendo siempre presente que la interpretación de los
requisitos procesales para su procedencia, debe hacerse a la luz de
la garantía de la tutela judicial efectiva, que parte de reconocer que no
solo las personas tienen derecho de acudir a los órganos judiciales para
formular su demanda, sino que el objeto del litigio se le proteja desde
el inicio, a fin de asegurar la justicia material. (…). Sobre el particular,
esta Corporación ha destacado, que la actual regulación de la medida,
no exige la «manifiesta infracción» de la norma superior, como lo
ordenaba la legislación anterior, por lo que se advierte una variación
significativa para su decreto. En efecto, en el régimen previo, para el
decreto de la suspensión provisional del acto acusado, la jurisprudencia
de esta corporación exigía que la contrariedad con el ordenamiento
superior debía ser ostensible, clara, manifiesta, flagrante o grosera, lo
cual promovió que, en no pocas ocasiones, esta circunstancia hiciera
casi imposible su viabilidad, afectando sustancialmente el propósito
de la medida cautelar y la tutela judicial efectiva. (…). De esta manera,
en la actualidad, según el artículo 231 de la Ley 1437 de 2011, el juez
administrativo está habilitado para confrontar el acto demandado
y las normas invocadas como transgredidas, a partir de la ley y la
jurisprudencia y el estudio de las pruebas allegadas con la solicitud,

154
lo que significa hacer un análisis profundo, detallado y razonado, para
verificar si se vulnera el ordenamiento jurídico, sin perder de vista
que, en todo caso, se trata de una decisión provisional, que no implica
prejuzgamiento, según las voces del artículo 229 ibidem. Así mismo,
aunque este presupuesto, puede coincidir con el examen del fondo de
la litis, debe precisarse que, por tratarse de un juicio preliminar, no
tiene un carácter definitivo, pues, de conformidad con el artículo 235 del
mismo estatuto procesal, existe la posibilidad de modificar o revocar
la medida y aún de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones.
De otro lado, en el contencioso electoral, para que proceda la medida
de suspensión provisional, debe constatarse que el acto acusado es
violatorio de alguna de las disposiciones que se consideran infringidas
en la demanda o en el acápite correspondiente del escrito introductorio,
según lo dispone el artículo 231, aplicable a la nulidad electoral por
remisión del artículo 296 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo. Lo anterior en tanto, el artículo 277
ejusdem, norma especial para este tipo de procesos, establece que la
solicitud de la medida de suspensión provisional debe estar contenida
en el mismo escrito de demanda, razón por la cual, resulta apenas
lógico y razonable, acorde con la tutela judicial efectiva, que su decreto
bien pueda fundarse en las razones invocadas tanto en la demanda
como en el acápite del escrito contentivo de la medida.

TESIS 3: [D]e la inhabilidad en comento [prevista en el literal g del


artículo 174 de la Ley 136 de 1994] pueden extraerse los siguientes
elementos: Elemento objetivo: Que la persona haya celebrado por sí o
por interpuesta persona contrato de cualquier naturaleza con entidades
u organismos del sector central o descentralizado de cualquier nivel
administrativo. Elemento temporal: Que el contrato se celebre durante
el año anterior a la elección del personero. Elemento espacial: Que el
contrato deba ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio. En
el presente caso, no hay controversia en cuanto a la configuración del
elemento temporal, en razón a que el contrato de prestación de servicios
N° DP-4456-2019, celebrado entre la demandada y la Defensoría del
Pueblo, se suscribió el 13 de diciembre de 2019; mientras que la
elección se produjo el 13 de noviembre de 2020. Tampoco se pone en
tela de juicio el ámbito espacial. (…). No sucede lo mismo en punto
al elemento objetivo, pues, mientras el tribunal a quo considera que
el mismo se estructuró con ocasión de la celebración del contrato de
prestación de servicios entre la demandada y la Defensoría del Pueblo;
la accionada, por su parte, advierte que la Corporación pasó por alto

155
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que la citada entidad no pertenece a ninguna de las ramas del poder


público por expresa disposición del constituyente, de manera que no es
un organismo “del sector central o descentralizado de cualquier nivel
administrativo”, elemento normativo exigido por el literal g) del artículo
174 de la Ley 136 de 1994. Al respecto, se impone recordar que el
elemento objetivo es un tipo normativo calificado, en cuanto la mera
celebración del contrato no colma por sí solo el supuesto de hecho, si tal
acuerdo de voluntades no se materializa ante “entidades u organismos
del sector central o descentralizado de cualquier nivel administrativo”,
lo que indudablemente conlleva a despejar el interrogante de qué
entidades u organismos pertenecen al sector central o descentralizado
y a qué niveles se refiere la norma en estudio. Frente a este tópico,
no resulta necesario extenderse en mayores argumentaciones, pues
esta Corporación así como la doctrina nacional, reivindican el alcance
que el legislador le imprimió a dicha clasificación en la estructura del
Estado colombiano, coincidiendo en que tal distinción es atribuible a la
forma en que de tiempo atrás se organizó la Rama Ejecutiva del Poder
Público hasta entonces. (…). [E]l contrato del cual se pretende derivar
la inhabilidad es aquel que celebró la demandada con la Defensoría
del Pueblo el 13 de noviembre de 2019, entidad que por virtud de los
artículos 113, 118 y 281 constituye dentro de la estructura estatal un
órgano autónomo e independiente a las ramas del poder público. (…).
[N]o podría decirse que la Defensoría del Pueblo está inmersa en el
supuesto de hecho de la causal de inhabilidad estudiada en este acápite,
comoquiera que la misma trae consigo una limitante de tipo orgánica al
restringir la celebración de contratos únicamente frente a “entidades
u organismos del sector central o descentralizado de cualquier nivel
administrativo”. De esta manera, prima facie, se concluye que de la
confrontación del acto acusado con lo establecido en el artículo 174,
literal g) de la Ley 136 de 1994, no se puede aducir transgresión
alguna. (…). En este sentido, el análisis que se avoca en el presente
proceso resultó ser diferente, comoquiera que los argumentos de la
demandada dirigen la litis de mejor manera a debatir que la causal
inhabilitante no se configuró, debido a que la Defensoría del Pueblo no
es una entidad del sector central o descentralizado de cualquier nivel
administrativo, aspecto que ya fue discernido en este proveído y sobre
el cual se arribó a la conclusión vista en párrafos anteriores.

TESIS 4: En el presente caso, el demandante en el proceso 2021-


0001-00, sustenta la solicitud cautelar en que la demandada incurrió
en la causal de inhabilidad establecida en el artículo 95, numeral 2º

156
de la Ley 136 de 1994, predicable para quienes se inscriban o sean
elegidos o designados como alcalde, pero que según la parte actora
se extiende a los personeros por virtud del artículo 174, literal a) de
la ley ibidem. (…). [T]ratándose de las causales de inhabilidad que
recaen sobre los personeros, es claro que el literal a) del artículo 174
de la Ley 136 de 1994 no es una cláusula remisoria de aquellas que
ordinariamente establece el legislador cuando atribuye el carácter
supletorio a algunas previsiones del ordenamiento jurídico, toda vez
que en este caso particular sujeta dicha remisión únicamente “en lo
que sea aplicable”, lo que supone estudiar si el supuesto de hecho de
la norma a la que nos remitimos – artículo 95 – consulta la naturaleza
y el correcto ejercicio de las funciones a desempeñar por el personero
o si el legislador ya se ocupó de estructurar el presupuesto fáctico en
la norma especial, sin que ello signifique que la causal de inhabilidad
deba ser idéntica en su literalidad. Así entonces, no puede extenderse
la causal contemplada en el numeral 2º del artículo 95 de la Ley 136 de
1994, por virtud de la norma remisoria de la ley ibídem.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS: Aunque [se comparten] las razones de fondo expuestas en


la providencia, sobre la inviabilidad de suspender provisionalmente
el acto demandado, [se considera] necesario aclarar [el] voto, dada
la necesidad de advertir las hipótesis que prevee el literal g) del
artículo 174 de la ley 136 de 1994. Como se puede observar, (…) se
desprenden dos eventos diferentes -separados por la disyuntiva
“o”-, que conllevan a que el intérprete, necesariamente, efectúe la
lectura y aplicación separada de los mismos. (…). Con esta claridad,
[se considera] que la Sala se limitó a estudiar el segundo de los
presupuestos fácticos (celebrar, por sí o por interpuesta persona
contrato de cualquier naturaleza con entidades u organismos del
sector central o descentralizado de cualquier nivel administrativo), sin
analizar si el primero (Intervenir en la celebración de contratos con
entidades púbicas en interés propio o en el de terceros) corresponde
o no con los motivos que sustentan la demanda de nulidad electoral,
y por ende, la solicitud de suspensión de los efectos del acto acusado.
[Se entiende y comparte] que la razón para ello, se sustenta en que
el argumento de apelación presentado se centró en cuestionar que la
Defensoría del Pueblo no hace parte del nivel central o descentralizado.

157
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

En esa medida la Sala en aras de salvaguardar la seguridad jurídica y


el debido proceso del recurrente, no abordó el estudió sobre la primera
de la hipótesis previstas en el literal g) del artículo 174 de la Ley 136 de
1996. Adicional a lo dicho, [se considera] importante resaltar que esta
Sección, en decisiones anteriores a casos con circunstancias fácticas
similares, ha interpretado que la citada inhabilidad, se configura con la
celebración de contratos, independientemente de la naturaleza jurídica
de la entidad contratante.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 189 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 238 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 281 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 95 NUMERAL 2 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 174 LITERAL G / LEY
489 DE 1998 ARTÍCULO 38 / LEY 489 DE 1998 ARTÍCULO 39 / LEY 617 DE 2000
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 129 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 275 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 296

158
ADICIÓN A LA SENTENCIA, NULIDAD ORIGINADA EN LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 26

RADICADO: 44001-23-40-000-2019-00175-02
FECHA: 16/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Carlos Andrés Urbina Morales, Emiliano Arrieta
Monterroza y Carlos Mario Isaza Serrano
DEMANDADO: Juan José Robles Julio – Alcalde de Manaure,
periodo 2020 - 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a pronunciarse sobre las


solicitudes de adición y nulidad originada en el fallo, respecto de
la sentencia proferida el de 29 de julio de 2021, presentadas por la
parte demandada, aduciendo que supuestamente, se dio un cambio
hermenéutico que imponía que se aplicara la figura de la jurisprudencia
anunciada, para que la decisión no le afectara al accionado; y, que se
configura la nulidad originada en la sentencia.
TESIS 1: Tratándose de la adición, se tiene que en materia contencioso-
administrativa, en el CPACA, no se contempla tal figura dentro de la
normativa que rige el trámite ordinario del proceso, por lo que se
debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo el artículo 306 y
específicamente para lo electoral el artículo 296 de ese compendio, que
permite en aquellos aspectos no regulados por la Ley 1437 de 2011, acudir
al Código General del Proceso (Ley 1564 de 2012). (…). [R]esulta claro
cuáles son los presupuestos procesales que rigen la petición de adición
de la sentencia, tales como los formales: (i) titularidad y legitimación:
toda vez que puede ser solicitada por una de las partes o efectuada de
oficio por el juez; y (ii) oportunidad: debe presentarse en el término de
su ejecutoria. Y a su vez el material, en relación con la (iii) procedencia:
la misma opera cuando el juez omite referirse a algún aspecto de la litis,
hipótesis que toca necesariamente con el fondo del asunto, por lo que
hace parte de su estudio sustantivo. Ahora bien, valga reiterar que, so
pretexto de adicionar una providencia, no es posible que el funcionario
judicial introduzca modificaciones a lo ya definido, pues se trata es de

159
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

pronunciarse sobre aspectos que dejó de considerar siendo menester


hacerlo, pero se insiste, no es para reformar las decisiones tomadas.
Así, el juez puede adicionar la providencia con otra complementaria,
con el fin de referirse a todos los hechos y asuntos controvertidos en el
proceso. (…). En cuanto a la titularidad o legitimación, está acreditada,
pues se trata del accionado. En relación con la oportunidad, se observa
que la solicitud de adición se presentó el 23 de agosto de 2021, la
sentencia fue proferida el 29 de julio de 2021, fue notificada a todos los
sujetos procesales, el día siguiente 30 de julio de 2021 y los dos (2) días
de que trata el artículo 205 del CPACA, corresponden al 2 y 3 de agosto
siguiente, pero se recuerda que el 4 de agosto de 2021 el demandado
presentó escrito de solicitud de aclaración del fallo, la cual fue denegada
por auto de la Sala de 12 de agosto de 2021, providencia que fue
notificada al día siguiente. Así las cosas, se evidencia que la petición
de adición del fallo se presentó en oportunidad. (…). Ab initio lo que esta
Judicatura advierte es que la argumentación del petente lo que busca
es que se revoque el fallo que declaró la nulidad de su elección, decisión
que incluso venía de instancia anterior, pretendiendo que el Consejo
de Estado como juez ad quem modificara de base y, para su caso, uno
de los presupuestos de la causal de inhabilidad planteada dentro del
asunto y se desligara del tema de que los municipios hacen parte de la
territorialidad departamental del ente universitario, indicando que era un
yerro proveniente de la interpretación del a quo en el manejo del evento
judicializado. (…). Basta recordar que en la decisión se explicó no solo el
presupuesto del ejercicio de autoridad sino también el factor territorial
o espacial, devenido de que en el municipio de Manaure, para el cual
resultó elegido el accionado como alcalde, el papel de la universidad
departamental sí era una circunstancia existente y probada, lo cual
se evaluó no solo de los fundamentos fácticos y probatorios comunes
al proceso, sino a partir de las postulaciones que los propios sujetos
procesales –entendidos en sentido amplio- formularon incluidas las
discusiones planteadas por la parte demandada. Al efecto, se recuerda
que la adición del fallo está circunscrita exclusivamente para cuando
se omita la resolución de los extremos de la litis, situación que no
aconteció en este caso y de la que da cuenta la solicitud misma, por
cuanto el planteamiento del petente ya no es la inaplicación del factor
territorial de la circunscripción de los municipios como contenida en
la departamental, para así poder desligar al municipio de Manaure del
departamento de La Guajira y romper la censura de inhabilidad por
parentesco que con su hermano rector de la Universidad de La Guajira
y él como alcalde de Manaure, que vio el Tribunal, pretendiendo que se

160
revocara la decisión de primera instancia, sino que este planteamiento
ya no sea aplicable a su situación, mediante la utilización de la figura
de la jurisprudencia anunciada. (…). El memorialista confunde la figura
de la adición de la sentencia que implica la omisión o la carencia de la
decisión (citrus o minima petita) con la divergencia que mantiene por no
haber logrado su propósito de revocar el fallo que declaró la nulidad de
su elección. (…). En consecuencia, la solicitud de marras será denegada.
TESIS 2: [L]a Sala considera pertinente recordar que la regulación
procesal específica en lo electoral, indica que la nulidad originada en
la sentencia solo puede provenir de específicas y taxativas causales,
so pena de generar una decisión de rechazo de plano, mediante auto
de ponente. (…). [L]o cierto es que tampoco se configura la censura de
nulidad originada en el fallo, teniendo en cuenta que, tal como lo reconoce
el peticionario, los elementos de fondo de la discusión dentro del gran
continente de los factores constitutivos de la inhabilidad en la que incurrió
el accionado, siempre estuvieron presentes a lo largo de las postulaciones
de las partes y demás sujetos procesales y de las decisiones en ambas
instancias, extendiéndose la discusión de la segunda instancia, como lo
indicó expresamente el fallo cuya nulidad se depreca, a los factores de
autoridad y territorialidad, que no solo encontró acreditados el a quo, sino
que dentro del contexto de la continuidad de la judicialización del asunto,
la segunda instancia también los corroboró y los consideró acreditados, lo
que consecuenció que la carga de quiebre del fallo a cargo del accionado,
en realidad fue que no tuvo la entidad suficiente en su propósito para
mantener incólume su elección como alcalde de Manaure.(…). Ahora bien,
en el trasfondo planteado lo que pretende por el memorialista es glosar un
supuesto fallo incongruente como fundamento de la solicitud de nulidad
originada en la sentencia, lo cual resulta ajeno no solo a las causales
previstas en el artículo 294 precitado sino incluso al eje temático discutido
que no es otro que, como bien se planteó en la fijación del litigio, que
determinar si el accionado había incurrido en la inhabilidad por parentesco
y que se extendió al ad quem, a fin de decidir si confirmaba, revocaba o
modificada la sentencia que declaró la nulidad de la elección, continuando
la discusión en los ya reiterados factores de autoridad y espacialidad o
territorio propios de la causal de inhabilidad por parentesco, que fue no
solo lo discutido en el tema de fondo sino lo que por vía de la alzada llegó al
conocimiento de la Sección Quinta. En efecto, el memorialista alegó y quiso
mostrar el exceso del ad quem para fundamentar su glosa en la omisión
de la etapa de alegatos de conclusión, que si bien se encausa en una de
las causales de la nulidad originada en la sentencia electoral, conforme se
advirtió antes del contenido del artículo 294 ejusdem, ello dista mucho de

161
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

la realidad en este asunto, por cuanto el argumento del factor territorial


o espacial siempre fue objeto de la litis. De tal suerte que la censura de
falta del período para alegaciones finales no fue probada por el solicitante.
(…). Así las cosas, demeritar los aspectos propios de la causal o de sus
elementos, con la convicción de que si se logra convencer al operador
jurídico que tan solo uno de esos aspectos de los tantos analizados no
debió haber prosperado, no es más que una manipulación ajena a la
lealtad procesal, que no resulta de recibo en este caso, comoquiera que
quedó demostrado que sí existían elementos de soporte que unívocamente
concurrieron a encontrar razón en la declaratoria de nulidad del fallo
de primera instancia por encontrarse incurso en la inhabilidad por
parentesco prevista en el artículo 37 numeral 4 de Ley 617 de 2000. Valga
tener en cuenta que para la Sala el vicio de incongruencia no se presenta
en los casos en que el sentenciador se halla facultado para pronunciarse,
porque precisamente los elementos que juzga hacen parte de la temática
propia judicializada y se contiene en aquellos aspectos sustanciales de la
controversia, comoquiera que si bien es claro que las partes dan el límite
de lo que quieren discutir, sería ajeno a la administración de justicia y a la
lealtad que todos los protagonistas procesales deben observar, acomodar
la argumentación a fin de que el operador solo decida lo que yo quiero
y como yo pretendo según mis propósitos. (…). Pues bien, precisamente
la Sala evidencia que la causa petendi del asunto en concreto no fue
variada por el fallo de segunda instancia y, por ende, no se incurrió en
incongruencia alguna, dado que corresponde a los elementos integrantes
de la inhabilidad que se discutió a lo largo del proceso y, que de hecho, el
accionado trajo a discusión en la alzada. (…). La Sala encuentra entonces
que la competencia funcional no ha sido desvirtuada con base en las
alegaciones del solicitante porque la decisión se adoptó dentro de todo
el engranaje argumentativo de los extremos litigiosos judicializados;
tampoco advierte mérito en la acusación de pretermisión de la etapa de
alegaciones de unos ejes temáticos presentes a lo largo de las instancias y
que impiden entender cómo el accionado dice haber sido sorprendido con
la argumentación y decisión jurisdiccionales y, menos desde la censura de
discordancia entre lo alegado y lo decidido en la que esboza la supuesta
incongruencia del fallo.

NORMATIVA APLICADA
LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 37 NUMERAL 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 294 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 296 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 1564 DE
2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 302 INCISO 2

162
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA
DEMANDA, ACTO DE CONTENIDO ELECTORAL

EXTRACTO NO. 27

RADICADO: 54001-23-33-000-2021-00175-01
FECHA: 23/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Ernesto Collazos Serrano
DEMANDADA: Universidad Francisco de Paula Santander
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver si procede


confirmar o revocar el auto del 5 de agosto de 2021 que rechazó la
presente demanda, teniendo en cuenta la naturaleza jurídica del acto
contra el cual se dirige, esto es, si la consulta inter-estamentaria del 4
y 5 de junio del mismo año, realizada en desarrollo del procedimiento
de elección del rector de la UFPS, junto con el software que se usó para
llevar a cabo la votación y escrutinio correspondientes, tienen carácter
preparatorio o definitivo.

TESIS: [L]a vía procesal para controvertir los actos que contienen una
elección, nombramiento o llamamiento es la del artículo 139 de la Ley
1437 de 2011, teniendo en cuenta que fue concebida específicamente
con la finalidad de verificar la legalidad, constitucionalidad y
convencionalidad de aquellos, en abstracto y de forma objetiva, es
decir, al margen de su carácter particular y la conducta del elegido o
de la autoridad nominadora. (…). [E]l contencioso electoral es un juicio
de validez de carácter objetivo que recae directamente sobre los actos
de elección que expresamente ha señalado la ley, con el propósito de
asegurar su apego a la normatividad vigente de forma integral para
despejar los canales de participación democrática en procura de
asegurar la legalidad y legitimidad del mandato de las autoridades
públicas y así fortalecer el régimen político con vocación democrática,
participativa y pluralista, según lo establecido en la Constitución Política.
Ahora bien, una vez precisado cuáles son los «actos electorales» sobre
los que recae el presente medio de control -elección popular o por
cuerpo colegiado, nombramiento o llamamiento-, conviene distinguirlos

163
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de los denominados «actos de contenido electoral», que son aquellos


que se profieren en ejercicio de la función administrativa pero la decisión
que materializan produce sus efectos en asuntos electorales en cuanto
que la situación jurídica que crean, modifican o extinguen está reglada
por normas de esta especialidad. (…). [L]os actos de contenido electoral
escapan al objeto de este medio de control pero, en su lugar, pueden
ser enjuiciados por vía de simple nulidad o nulidad y restablecimiento
del derecho, de acuerdo con su naturaleza general o particular y de
lo pretendido por el actor, bien sea el solo examen de su legalidad en
abstracto, en el primer caso, o también la reparación de sus derechos
subjetivos, en el segundo. (…). [I]mplica entonces que los actos electorales
son enjuiciables de forma directa por el medio de control de nulidad
electoral, mientras que los actos de trámite y/o preparatorios lo son
también por esta misma vía procesal, pero de manera indirecta. (…). En
efecto, el carácter no enjuiciable del acto acusado impide avanzar en el
proceso hacia un fallo de mérito, que resuelva de fondo las pretensiones
de la parte actora, lo cual es predicable de los de trámite, preparatorios
o de ejecución, bien hayan sido proferidos en ejercicio de la función
administrativa como de la electoral, imponiendo inexorablemente el
rechazo de la demanda como garantía del debido proceso. (…). [E]s claro
para la Sala que los actos demandados bajo el presente medio de control
son: (i) Los resultados de la consulta inter-estamentaria desarrollada
en el marco de la elección del rector de la UFPS, periodo 2021-2025,
con base en los cuales se elaboró la lista de elegibles; y (ii) el software
contratado con la UIS, para su uso a título gratuito, con el objeto de
implementar el voto electrónico, organizar la jornada electoral y realizar
el escrutinio. (…). Se tiene entonces que se trata de una actuación en
cinco fases sucesivas, que culmina con el acto de nombramiento del
rector por parte del Consejo Superior, a partir de la lista de elegibles que
integra el Consejo Electoral de la Universidad, con base en los resultados
de la consulta interestamentaria (según el sistema de voto ponderado
que se transcribe en el cuadro que sigue), en la que participan los
candidatos inscritos que demuestran el cumplimiento de los requisitos,
en los términos del Reglamento de Elecciones y la convocatoria
respectiva. (…). [L]a Sección observa que la parte actora controvierte los
resultados de la consulta inter-estamentaria en cuanto a la aplicación
del sistema de voto ponderado, sin especificar ni aportar el acto en
que se encuentran contenidos; más aun, los datos que refiere sobre el
consolidado del escrutinio no provienen de fuente oficial de la UFPS sino
que son tomados de un mensaje de «Whatsapp» que le envía de forma
privada un docente de esta alma mater. (…). Por tanto, resulta evidente

164
que el demandante se limitó a identificar, más no a «individualizar con
toda precisión» este primer acto objeto de censura, como lo exige el
artículo 163 del CPACA, lo que en principio daría lugar a la inadmisión
de su libelo inicial para subsanar tal defecto formal, de no ser porque se
evidencia además que se trata de un acto preparatorio y, en tal virtud, no
enjuiciable por esta vía procesal, en la medida en que se inscribe dentro
de la tercera de las etapas identificadas del procedimiento eleccionario
ilustrado. (…). Así las cosas, de acuerdo con lo sostenido por esta Sala
en reiteradas oportunidades, las irregularidades y vicios que el señor
Ernesto Collazos Serrano atribuye a los resultados de estos comicios no
podían ventilarse ante esta jurisdicción de forma autónoma, porque su
legalidad solo es susceptible de examen judicial por vía indirecta, esto
es, a través de la interposición del presente medio de control en contra
del nombramiento del rector de la UFPS y con base en su incidencia en
el mismo, como concluyó acertadamente el Tribunal Administrativo de
Norte de Santander. (…). [E]n cuanto al segundo acto impugnado, esto
es, el software utilizado para la implementación del voto electrónico
y ponderado en la consulta inter-estamentaria, cuya licencia de uso
gratuito se contrató con la UIS, basta decir que no se trata de un acto
administrativo, al no contener decisión alguna de la Administración que
crea, modifica o extingue una situación jurídica general o particular,
de modo tal que tampoco resulta enjuiciable, sino que se trata de
una herramienta tecnológica para hacer más eficiente, transparente
y seguro el sistema de votación y escrutinio. Frente a este programa
informático, entonces, no se puede deprecar la nulidad, lo que no obsta
para que los eventuales yerros y/o manipulaciones que tengan lugar
en su funcionamiento puedan ventilarse ante esta jurisdicción pero solo
en virtud del presente medio de control respecto del acto que pone fin
al procedimiento de elección en que presuntamente se presentaron,
bajo la causal específica del artículo 275.2 del CPACA, lo que también se
pasó por alto en el libelo inicial, haciendo inviable su trámite hacia una
sentencia de fondo y, en consecuencia, se impone confirmar su rechazo.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 166 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 169 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 243 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 244 NUMERAL 3

165
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA


DEMANDA POR CADUCIDAD, CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL
DE NULIDAD ELECTORAL, ACTO ADMINISTRATIVO

EXTRACTO NO. 28

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00855-01
FECHA: 23/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gustavo Adolfo Prado Cardona
DEMANDADO: Marco Antonio Suárez Gutiérrez – Director encargado
de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC)
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala procede a resolver el recurso de súplica


interpuesto por el demandante, contra el auto de 20 de agosto de 2021,
en cuanto rechazó la demanda por caducidad, quien considera que la
demanda fue presentada dentro del término de caducidad de que trata
el artículo 164, ordinal 2°, literal a) del CPACA, toda vez que, para la
fecha de radicación del libelo, esto es, 6 de julio de 2020, la Corporación
Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), cuya naturaleza jurídica
es la de entidad pública del orden nacional, aún no había publicado el
Acuerdo No. 085 del 12 de diciembre de 2016, en el Diario Oficial, como
lo dispone el artículo 65 ibidem.

TESIS: La caducidad es una institución consagrada en la ley


procesal, que determina el tiempo dentro del cual es ejercitable el
derecho de acción, que tienen los individuos de acudir a los órganos
jurisdiccionales del Estado para que le tutelen un interés o derecho
reconocido en la Constitución y la ley o la preservación del orden
jurídico. En relación con el contencioso electoral, el artículo 164,
ordinal 2°, literal a) de la Ley 1437 de 2011, establece el plazo para su
interposición. (…). [P]ara el ejercicio del medio de control de nulidad
electoral, el término de caducidad expira al cabo de treinta (30)
días contados así: i) si la elección se declara en audiencia pública,
a partir del día siguiente al de su declaratoria, ii) en los casos en
que la elección o nombramiento requiera de confirmación, desde
el día siguiente de la expedición de dicho acto y iii) en los demás

166
asuntos de elección y nombramientos, a partir del día siguiente al de
la publicación del acto, efectuada en la forma prevista en el inciso 1°
del artículo 65 de la Ley 1437 de 2011. Este último precepto impone
una obligación a las autoridades de publicar sus actos de carácter
general y aquellos de nombramiento o elección distintos a los de voto
popular, precisando que dichas decisiones pueden ser insertadas en
el diario oficial o en las gacetas territoriales; sin embargo, cuando
estas no cuentan con un órgano oficial de publicidad, divulgarán
sus actos administrativos, entre otros medios, a través de su
página web. (…). Al respecto, resulta oportuno aclarar el alcance
del listado de medios para dar a conocer los actos administrativos
de carácter general, así como los de nombramiento y elección,
distintos a los de voto popular, que consagra tal disposición, así:
i) el inciso primero señala el deber de la administración central y
descentralizada de publicar tales actos a través del Diario Oficial o
las gacetas territoriales, como medios principales; ii) por su parte, el
inciso segundo autoriza su divulgación mediante fijación de avisos,
distribución de volantes, inserción en otros medios o publicación en la
página electrónica o por bando, como mecanismos subsidiarios, bajo
la condición de que no exista un órgano oficial para su publicidad; iii)
estos últimos no fueron relacionados por el legislador en orden de
prioridad o importancia. No se trata, entonces, de un listado taxativo
que debe agotar la administración central y descentralizada de forma
progresiva sino meramente indicativo. (…). Ahora bien, desde el punto
de las etapas que se pueden identificar en el acto administrativo,
debemos señalar que, una es la fase de expedición y otra la fase
de publicitación. La primera tiene que ver con el momento a partir
del cual se expresa la voluntad administrativa, la cual, suele estar
contenida en una resolución, decreto, ordenanza, directiva, oficio,
acuerdo, etc. La de publicitación se ubica en el ámbito de la eficacia y
cumple el propósito de dar a conocer tanto al destinatario como a los
terceros interesados, el contenido de la decisión misma, mediante los
mecanismos creados por la ley. Además, esta etapa resulta necesaria
para determinar a partir de qué momento se pueden interponer los
recursos o impugnar judicialmente, por lo que, asegura el derecho de
contradicción y defensa. En el sub examine, la publicación del acto es
un requisito sine qua non para empezar a contabilizar el término de
caducidad, siempre que se hubiere realizado en la forma prevista en
el artículo 65 de la Ley 1437 de 2011. Precisado lo anterior, resulta
claro que, en el presente caso, el término de treinta (30) días de que
trata el artículo 164, ordinal 2°, literal a) del CPACA, para efectos

167
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de determinar la caducidad, debe ser contado desde la publicación


del Acuerdo No. 085 del 12 de diciembre de 2016, de conformidad
con lo establecido en el artículo 65 de la Ley 1437 de 2011. (…). [L]
a Sala encuentra acreditada la publicación del Acuerdo No. 085 del
12 de diciembre de 2016, a través del cual, el Consejo Directivo de la
Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) encargó al
[demandado], como Director General de la entidad, durante el periodo
de vacaciones concedidas al titular, esto es, entre el 26 de diciembre
de 2016 y el 16 de enero de 2017, por lo que, a partir del día siguiente
empezó a correr el término de treinta (30) días de que trata el artículo
164, ordinal 2°, literal a) del CPACA, para formular la demanda en
tiempo. (…). [E]n cuanto al argumento del recurrente según el cual,
la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) ha
debido publicar el acto acusado en el Diario Oficial, por tratarse de
una entidad pública del orden nacional; naturaleza jurídica que no
está en discusión, se precisa que, del artículo 65 del CPACA no se
desprende que a las autoridades distintas a las de la administración
central y descentralizada de los entes territoriales, como ocurre
con las Corporaciones Autónomas Regionales, se les imponga la
obligación de publicar sus actos administrativos de carácter general,
los de nombramiento y los de elección distintos a los de elección
popular, por un medio específico, por lo que, su deber se entiende
cumplido cuando sus decisiones se dan a conocer a la comunidad,
a través de cualquiera de los medios previstos en la ley, como en
efecto sucedió en el caso bajo estudio, mediante la divulgación del
Acuerdo No. 085 del 12 de diciembre de 2016, en la página web de
dicha entidad pública, a saber, “www.cvc.gov.co” la cual, se reitera,
constituye un medio permitido por el legislador para tal fin. Por lo
tanto, resulta acertada la decisión del magistrado sustanciador del
proceso, al considerar que feneció la oportunidad para presentar el
libelo, habida cuenta que, el acto acusado fue expedido y publicado
el 12 de diciembre de 2016, en la página web de la Corporación
Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), mientras que el escrito
inicial se radicó el 6 de julio de 2020, cuando el plazo se encontraba
más que vencido.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 65 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164 ORDINAL
2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 246 / LEY
2080 DE 2021 – ARTÍCULO 66

168
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 29

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00061-00 (2019-00062-00


y 2019-00089-00)
FECHA: 30/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Andrés Ricardo Sánchez Quiroga
y Gonzalo Ramos Rojas
DEMANDADA: Doris Bernal Cárdenas- Directora general
de Corporinoquia, 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre las


solicitudes de aclaración de la sentencia proferida el 17 de junio de 2021,
interpuestas por el apoderado de la parte demandada y el señor Andrés
Sierra Amazo, obrando como tercero impugnador, con fundamento en
una supuesta omisión de la Sección al declarar la nulidad del acto de
elección de la señora Doris Bernal Cárdenas como directora general de
CORPORINOQUIA, sin disponer lo necesario a los efectos jurídicos de tal
decisión, en cuanto a la forma de proveer la consecuente vacante que se
produce en dicho cargo, por lo que requiere que se llene ese presunto
vacío o laguna con las órdenes que estime pertinentes.

TESIS: [E]n el ordenamiento jurídico colombiano las providencias que


ponen término a una controversia están amparadas por el instituto
jurídico procesal de la res iudicata o cosa juzgada, conforme a la cual se
otorga a aquellas decisiones emanadas de la autoridad judicial, el carácter
de definitivas y vinculantes. Sin embargo, tal connotación de inmutabilidad,
no obsta para que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad de
dicho texto que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas
en su construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza
humana, mucho menos, a la labor judicial. Conforme a lo anterior, en aras
de garantizar el principio de seguridad jurídica, frente a la indeterminación
de los derechos reconocidos en las providencias o la imperfecta ejecución
de las obligaciones allí impuestas, el legislador previó las figuras de la
aclaración, corrección y adición de aquellas. Cada uno de estos

169
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

mecanismos procesales fue erigido bajo unos supuestos estrictamente


definidos en la ley en relación con su titularidad, oportunidad y procedencia;
de manera que su aplicación y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier
enmendadura del texto inicial debe ajustarse a los supuestos que describe
cada una de estas figuras. Tratándose de la aclaración y adición, se tiene
que en materia contencioso-administrativa, el CPACA, no se contempla
tales figuras dentro de la normativa que rige el trámite ordinario del
proceso, por lo que se debe acudir a la regla remisoria que trajo consigo
el artículo 306 de ese compendio, que permite en aquellos aspectos no
regulados por la Ley 1437 de 2011, acudir al Código General del Proceso
(Ley 1564 de 2012). (…). [L]os presupuestos procesales que rigen tanto la
petición de aclaración como de adición de sentencias, tales como los
formales: (i) titularidad y legitimación: pueden ser solicitadas por una de
las partes o efectuada de oficio por el juez; y (ii) oportunidad: deben
presentarse dentro de los 2 días siguientes a la notificación de la respectiva
providencia -para la aclaración-, o en el término de su ejecutoria -para la
adición-; y (iii) procedencia: deben estar sustentadas en que la sentencia
o el auto correspondiente contiene conceptos o frases que ofrecen
verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidos en la parte
resolutiva de la providencia o influyan en esta -para la aclaración- o en
que el juez omitió referirse a algún aspecto de la litis -para la adición-,
hipótesis que tocan necesariamente con el fondo del asunto, por lo que
hace parte también de su estudio sustantivo. (…). [S]o pretexto de aclarar
o adicionar una providencia no es posible que el funcionario judicial
introduzca ninguna modificación a lo ya definido, pues se trata es de
pronunciarse sobre aspectos que ofrecen alguna duda razonable o que
dejaron de considerarse siendo menester hacerlo, pero se insiste, no es
para reformar las decisiones tomadas. (…). [L]o primero que llama la
atención de la Sala es que no se trata realmente de frases ni tampoco de
palabras que ofrezcan confusión sobre su significado, sentido o alcance
dentro de la argumentación, sino de caracteres o, más en concreto, dígitos
en sistema de numeración arábico y romano que no tienen la entidad para
impedir el correcto entendimiento de la motivación de la decisión. (…). [L]
a Sección encuentra [respecto del primer párrafo] que esta duda es solo
aparente, en cuanto que en el mismo párrafo se refiere con precisión el
tipo y contenido de dicha providencia, del que se desprende que fue
proferida dentro de esta causa, lo que permite su identificación sin lugar
a equívocos mediante un razonamiento deductivo que tiene aún más
asidero desde la perspectiva de la demandada, al tratarse de una decisión
adoptada frente a un recurso interpuesto respecto de medida cautelar
decretada en su contra. (…). [P]ara la Sala [en cuanto al segundo párrafo

170
que alude a recusaciones] esta posibilidad está cerrada al realizar una
lectura integral del fundamento de la decisión, siguiendo su hilo conductor,
desde que se describe el contenido de tales recusaciones, se verifica si
cumplen o no los requisitos formales establecidos en la ley y la
jurisprudencia para su trámite y finalmente se analiza su incidencia en la
elección anulada, desde donde se deduce con facilidad que en el referido
listado no quedó por fuera ninguna de las recusaciones elevadas. (…).
bien, dentro de las facultades oficiosas del juez como director del proceso,
se podría ordenar la corrección de tales fallos de digitación en virtud del
artículo 286 del Código General del Proceso, de no ser porque tampoco se
encuentra satisfecho el requisito allí establecido para tal efecto. (…). En
efecto, ninguno de los errores identificados se encuentra en la parte
resolutiva ni tampoco influyen directamente en ella, porque como se
explicó no dan lugar a dudas ni equívocos sobre el contenido y alcance de
la respectiva argumentación. Y esto es así porque el juez, como ser
humano, no está exento de cometer equivocaciones al digitar sus
decisiones para ponerlas por escrito y, en tal virtud, solo aquellas que
afectan de manera directa y trascendente la parte resolutiva dan lugar a
este mecanismo extraordinario de la corrección de providencias, para
salvaguardar los derechos subjetivos de las partes y la fuerza ejecutoria
de las decisiones judiciales. Bajo el título «Indeterminación de los derechos
reconocidos en la providencia o la imperfección en la ejecución de las
obligaciones desprendidas del acto demandado», el apoderado de la
demandada plantea otras dos solicitudes de aclaración de la sentencia.
(…). Sobre este asunto no es necesario que la Sala extienda mayores
elucubraciones para concluir que se trata en realidad de motivos de
inconformidad contra el fallo y su fundamento jurídico más no de una
solicitud de aclaración propiamente dicha, ante lo cual se reitera lo
establecido por la jurisprudencia, en cuanto a que este instituto procesal
«no constituye un mecanismo de impugnación de las providencias o un
escenario en el que los sujetos procesales pueden plantear sus
inconformidades o disensos con el fallo, que se entiende inmutable». En
este sentido, resulta oportuna la ocasión para que la Sala reitere que las
figuras de aclaración, adición y corrección de providencias no pueden
convertirse en un mecanismo de reapertura de los debates que se
suscitaron entre los sujetos procesales en torno a los diferentes aspectos
de la litis y que posteriormente fueron definidos en la sentencia que puso
fin a la instancia. (…). Finalmente, en cuanto al último motivo de
incertidumbre planteado en el escrito de la parte pasiva, se especifica que
«La providencia en su parte resolutiva no determina la situación en la que
queda el procedimiento de elección del (de la) Director de Corporinoquia

171
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

como consecuencia de la declaratoria de nulidad del Acuerdo 200-3-2-


19-005 de 30 de octubre de 2019», por lo que pide que se aclare cuál es
la forma de proceder para darle cumplimiento al fallo, garantizando su
efectividad. (…). [S]i bien el peticionario se refiere a la necesidad de aclarar
la sentencia del 17 de junio de 2021 para su debida ejecución, su
fundamento está dado por una supuesta omisión de esta Sección al
declarar la nulidad del acto de elección de la señora Doris Bernal Cárdenas
como directora general de CORPORINOQUIA, sin disponer lo necesario a
los efectos jurídicos de tal decisión, en cuanto a la forma de proveer la
consecuente vacante que se produce en dicho cargo. (…). [P]ara la Sala es
evidente que se trata, strictu sensu, de una solicitud de adición a fin de
dictar una sentencia complementaria, en los términos del artículo 287 del
Código General del Proceso. (…). [E]l juez electoral no está obligado a
señalar expresamente los efectos de su decisión anulatoria y (…) al no
hacerlo deja en libertad de optar por una u otra alternativa de solución a
quien está llamado a dirigir el procedimiento de elección, de forma
razonable, en atención al origen, alcance y características específicas de
las irregularidades probadas que configuraron el vicio de expedición
irregular. (…). [L]a sentencia en cita [de unificación del 26 de mayo de
2016] estableció que en los eventos en que la decisión que pone fin al
proceso no haga pronunciamiento expreso sobre los efectos de la
declaración de nulidad, quien se sujeta a ella, bien puede continuar el
proceso inicial en lo no afectado por los vicios que devinieron en la
declaratoria de ilegalidad del acto o abrir una nueva convocatoria. Así las
cosas, al estar consagrados los efectos de las decisiones anulatorias en
materia electoral en una sentencia de unificación, en donde se interpretó
el artículo 288 del CPACA, (…) se impone su aplicación por ser vinculante.
Por lo anterior, no les resulta obligatorio al juez electoral determinar
expresamente los efectos de la decisión, en tanto su alcance ya fue
definido por el órgano de cierre. Por manera que al no advertir que la
sentencia del 17 de junio de 2021 contenga conceptos o frases que
ofrezcan verdadero motivo de duda, ni que afecten la parte resolutiva, así
como tampoco la necesidad de adicionarla ante vacíos en la parte motiva
y resolutiva, se estima suficiente para negar las solicitudes de aclaración
y adición analizadas.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 11 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE 2012 –
ARTÍCULO 287

172
IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO, SOLICITUD
DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE ACTOS DEL CNE MEDIANTE
LOS CUALES SE ESTABLECIÓ EL PROCEDIMIENTO BREVE Y
SUMARIO PARA DEJAR SIN EFECTO LA INSCRIPCIÓN IRREGULAR
DE CÉDULAS

EXTRACTO NO. 30

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00036-00
FECHA: 30/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: César Hernando Rodríguez Ramos
DEMANDADO: Consejo Nacional Electoral
MEDIO DE CONTROL: Nulidad

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre la


solicitud de suspensión provisional contra las Resoluciones 215 del 22
de marzo de 2007, 597 del 12 de julio de 2011, 300 de 5 de marzo
de 2015, 0333 del 16 de marzo de 2015 y 2857 del 30 de octubre de
2018, expedidas por el Consejo Nacional Electoral, por medio de las
cuales se estableció el procedimiento breve y sumario a seguir para
dejar sin efecto la inscripción irregular de cédulas. Así mismo, debe la
Sala pronunciarse sobre la manifestación de impedimento presentada
por la Procuradora Séptima Delegada ante el Consejo de Estado,
quien manifestó hecho constitutivo de impedimento para fungir como
agente fiscal en el proceso de la referencia, invocando el artículo 133
del CPACA, con fundamento en la causal prevista en el numeral 1° del
artículo 130 del CPACA, en armonía con el numeral 12 del artículo 141
del CGP, comoquiera que participó en la expedición e incluso en las
etapas de formación y votación de dos de los actos enjuiciados, a saber:
las Resoluciones 300 de 5 de marzo de 2015 y 333 de 16 de marzo de
2015, por cuanto se desempeñaba como miembro titular del CNE.

TESIS 1: La Procuradora Séptima Delegada ante el Consejo de


Estado, mediante memorial manifestó estar incursa en causal
impeditiva para ejercer su función de agente fiscal dentro del proceso
de la referencia, con fundamento en el numeral 1° del artículo
130 del CPACA, en armonía con el numeral 12 del artículo 141 del

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

CGP y que como se expuso en los antecedentes deviene de haber


participado en la formación, votación y expedición de dos de los actos
demandados, a saber: las Resoluciones 300 y 333 de marzo de 2015,
en su papel de magistrada del CNE, lo cual corrobora con certificación
de la entidad electoral sobre los cargos desempeñados. (…). La
institución de los impedimentos está encaminada a salvaguardar
los principios esenciales de la administración de justicia, dentro los
cuales se encuentra la independencia e imparcialidad. Así entonces,
el impedimento se erigió como un deber inicialmente impuesto al
juzgador y, posteriormente, extendido a los Agentes del Ministerio
Público, con el fin de que estos funcionarios – jueces y agentes – se
separen del conocimiento de un asunto objeto de análisis, cuando
concurra alguna de las hipótesis expresamente consagradas por la
ley. (…). [L]a causal de impedimento alegada se configura cuando el
juez o los agentes del Ministerio Público, hizo parte de la formación
o expedición del acto enjuiciado objeto de resolución judicial, siendo
la voluntad del legislador garantizar la primacía del principio de
imparcialidad. (…). [E]l principio de imparcialidad no solo se materializa
en la labor judicial, pues ha sido el legislador quien ha dispuesto que
aquel irradie, además de las decisiones judiciales, aquellos asuntos
sometidos al conocimiento de las autoridades administrativas como
garantía de que los procedimientos se desarrollen “sin discriminación
alguna y sin tener en consideración factores de afecto o de interés y,
en general, cualquier clase de motivación subjetiva”. De igual forma
sucede en el caso de la labor especial encomendada a los agentes
judiciales del Ministerio Público, a quienes, de conformidad con
lo preceptuado en el artículo 133 del CPACA, fueron extendidas las
mismas causales de recusación e impedimento previstas para los
funcionarios judiciales frente a los cuales actúa, con lo que se buscó
que la función de defensa del interés público y el ordenamiento
jurídico que se les atribuyó constitucionalmente, no resultara
permeada por los intereses del agente o sus familiares. (…). Pues bien,
aunque los actos en cita se encuentran suscritos por el Presidente
y Vicepresidente de la Corporación de ese entonces, los señores
Emiliano Rivera Bravo y Felipe García Echeverri, respectivamente, es
claro que siendo resoluciones de contenido general éstos se adoptan
con la aprobación previa del cuerpo colegiado electoral conformado
por todos sus miembros titulares, solo que por logística y reglamento
son rubricados por la mesa directiva, calidad aquella que la actual
señora procuradora demostró con la certificación que adosó a la
manifestación de impedimento y que da cuenta de su ejercicio como

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magistrada del CNE en el tiempo en que se expidieron ambos actos,
esto es, marzo de 2015, ya que ejerció dicha investidura entre el 4
de septiembre de 2014 y el 31 de agosto de 2018. Esta Judicatura
observa que en el presente caso, el haber contribuido en la formación
y aprobación del acto enjuiciado podría afectar el juicio cognoscitivo
e intelectivo de la agente del Ministerio Público frente a las diferentes
actividades que, como procuradora delegada, debe ejercer en defensa
del interés público y del ordenamiento jurídico, lo que torna en
procedente el que se declare fundada la manifestación de impedimento
y se le aparte del conocimiento de este proceso, en atención a que se
encuentra acreditada la situación conforme a la voces del artículo 130
numeral 1° del CPACA, para que sea el funcionario competente de la
Procuraduría General de la Nación, quien designe su reemplazo para
que ejerza las funciones constitucionales y legales atribuidas a dicho
órgano ante esta Corporación, de conformidad con lo dispuesto en la
parte final del inciso 2° del artículo 134 ibidem.

TESIS 2: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una fórmula


innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas
en preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión,
admitiendo en esta tipología cualquier clase de medida que el juez
encuentre necesaria para garantizar, provisionalmente, el objeto del
proceso y la efectividad de la sentencia e impedir que el ejercicio del
medio de control respectivo, pierda su finalidad. (…). [A]l coexistir en la
actualidad diferentes modalidades de medidas cautelares, concurren
también distintos presupuestos para ordenarlas, teniendo siempre
presente que la interpretación de los requisitos procesales para
su procedencia, debe hacerse a la luz de la tutela judicial efectiva,
que parte de reconocer que no solo las personas tienen el derecho
de acudir a los órganos judiciales para formular su demanda, sino a
que el objeto del litigio, se proteja desde el inicio del trámite a fin de
asegurar la justicia material y que la sentencia cumpla su cometido.
Según el artículo 231 del Código de Procedimiento Administrativo y
de lo Contencioso Administrativo, cuando se pretenda la suspensión
provisional de los efectos del acto demandado, el actor debe cumplir
los requisitos señalados en el inciso primero de dicha norma. (…). Así
las cosas, en la actualidad, según el artículo 231 de la Ley 1437 de
2011, el juez administrativo está habilitado para confrontar el acto
demandado y las normas invocadas como transgredidas, a partir de la
interpretación de la ley y la jurisprudencia y el estudio de las pruebas
allegadas con la solicitud, lo que implica hacer un análisis amplio,

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

analítico y razonado, para verificar si se vulnera el ordenamiento


jurídico, sin perder de vista que, en todo caso, se trata de una decisión
provisional, que no implica prejuzgamiento, según las voces del
artículo 229 ibidem. Así mismo, aunque este presupuesto, puede
coincidir con el examen del fondo de la litis, debe precisarse que, por
tratarse de una medida provisional, producto de un juicio preliminar,
no tiene carácter definitivo, pues, de conformidad con el artículo
235 ibidem, existe la posibilidad de modificar o revocar la medida y
aún de dictar un fallo desestimatorio de las pretensiones, caso en el
cual, la medida debe levantarse. (…). De otro lado, en el contencioso
electoral, para que proceda la medida de suspensión provisional,
debe establecerse que el acto acusado es violatorio de alguna de las
disposiciones que se consideran infringidas en la demanda o en el
acápite correspondiente del escrito introductorio, según lo dispone el
artículo 231.

TESIS 3: En el sub examine, la parte actora solicita la suspensión de


los efectos de varios actos de contenido electoral en los que
cronológicamente y en forma escalonada se ha regulado el
procedimiento breve y sumario de la ineficacia de la inscripción
irregular de cédulas de ciudadanía. (…). Observada la cadena de
expedición de estos actos, la Sala encuentra que la falta de vigencia
actual de algunos de ellos, a saber: las Resoluciones 215, 597, 300 y
333 emerge como un obstáculo para que el juez de la nulidad de
contenido electoral se pronuncie sobre la solicitud de suspensión
provisional de los efectos de las mismas, por cuanto en el presente
momento no se encuentran vigentes, debido a que fueron derogadas
en forma escalonada. (…). Así las cosas para la Sala, no es posible
asumir el estudio cautelar de la suspensión provisional de los efectos
frente a la mayoría de los actos demandados, concretamente frente a
las Resoluciones N° 215 del 22 de marzo de 2007, N° 597 del 12 de
julio de 2011, N° 300 de 5 de marzo de 2015 y N° 0333 del 16 de
marzo de 2015, en razón a la pérdida de vigencia, motivada por las
derogatorias escalonadas, con las que se retiraron del ordenamiento
jurídico, por lo que se impone negar la petición cautelar respecto de
aquellas. Resta entonces el análisis de la solicitud cautelar frente a la
Resolución 2857 de 30 de octubre de 2018, en relación con los cargos
de suspensión propuestos por la parte actora, quien indicó, en el
trasfondo de su argumento, la violación de las normas superiores en
dos planteamientos, a saber: uno, general, atinente a la incompetencia
del CNE para regular el tema y arrogarse una facultad con la que no

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cuenta, comoquiera que carece de potestad reglamentaria para
proferir leyes especiales que definan el proceso breve y sumario,
conforme al contexto de las atribuciones que le fija el artículo 265
Constitucional, en armonía con el artículo 4° de la Ley 163 de 1994. Y,
otro de contexto más específico, referente a que la notificación del
acto que deja sin efecto la inscripción de cédulas conforme lo
reglamenta la Resolución en estudio, la cual se realiza conforme lo
señala el artículo 70 de la Ley 1437 del 2011, contradice el debido
proceso, el derecho de contradicción y defensa, previsto
constitucionalmente en el artículo 29 Superior y, legalmente, en los
artículos 34, 66 a 69 del CPACA. (…). Se recuerda que el acto encausado
en su epígrafe se enfoca en reglamentar el ya referido proceso breve
y sumario orientado a dejar sin efecto la inscripción irregular de las
cédulas y se dictan otras disposiciones, por parte del CNE. (…). Valga
aclarar que aunque el solicitante no planteó el cargo cautelar con
referencia específica a ninguno de las disposiciones contenidas en el
acto que se estudia, la Sala observa que la parte resolutiva como
manifestación de la voluntad del CNE, contiene ejes temáticos
encausados hacia la trashumancia electoral, que en principio, se
advierten de carácter operativo, como se evidencia del artículo 1
titulado “actuación administrativa de trashumancia electoral”, en el
que simplemente indicó que procederá de oficio o a solicitud de parte;
en el artículo 2 “acceso público a los registros de inscripción”, se
remite a la Ley 1712 de 2014 y al Código Electoral, para señalar que
se permite al ciudadano que lo solicite, inspeccionar los datos de los
ciudadanos autorizados para sufragar en la respectiva circunscripción
(nombres y apellidos, números de cédula de ciudadanía, censo
electoral correspondiente), con la advertencia para el solicitante del
cuidado sobre la información reservada; en los artículos 3 y 4 sobre la
“formulación y término” y “requisitos” de la queja de los hechos
constitutivos de trashumancia en los que se observan aspectos
logísticos de ante quién acudir, desde cuándo, el señalamiento de
nombre del solicitante, objeto de la queja, relato de los hechos, relación
de personas que presuntamente no residen en el municipio, pruebas
y rúbrica del quejoso. (…). Visto el contenido del articulado no se
evidencia, en esta etapa del proceso, que el CNE haya implementado
normas que constituyan el núcleo fundamental de una temática
deferida al legislador, por cuanto es innegable que la labor de dejar
sin efecto la inscripción de la cédula de ciudadanía al advertir y
comprobar la irregularidad devenida de la trashumancia, no resulta
ajena a las funciones propias del máximo ente de la organización

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

electoral. Aunado a que conforme al artículo 4° de la Ley 163 de 1994


y el Decreto Reglamentario 1294 de 17 de junio de 2015, se impuso al
CNE la obligación de depurar la trashumancia, a través de un proceso
breve y sumario, en donde se estableció que sus decisiones son
policivas y de inmediato cumplimiento y que en últimas deberá
armonizarse en su aplicación con los plazos y presupuestos del
CPACA, a fin de no exceder los términos, de cara al calendario electoral.
(…). En esta etapa del proceso, lo que advierte la Sala es que el
contenido del articulado visto individualmente respecto de cada
norma, en principio, es una manifestación de la facultad reglamentaria
del CNE de aspectos operativos o logísticos, que puede desplegarse
en los ejes temáticos contenidos en la Resolución que se analiza,
cuando se mira desde su propósito expreso y real como es la
inscripción irregular de las cédulas de ciudadanía, trámite que le es
propio y asignado a la organización electoral, previo a las justas
electorales y que redunda en la transparencia y depuración del censo,
entendido este en sus dos connotaciones conceptuales, a saber: (i)
como el registro general de las cédulas de ciudadanía de los habilitados
para votar, por tanto para participar en las elecciones y para concurrir
a los mecanismos de participación ciudadana y (ii) como el instrumento
técnico que permite planear, organizar, ejecutar y controlar los
certámenes electorales (art. 47 Ley 1475 de 2011), siendo un
mecanismo que resulta indispensable para llevar a cabo los comicios.
(…). En esa línea, se observa que del cotejo normativo solo con las
normas invocadas por el memorialista no se evidencia que la carencia
de facultad reglamentaria para que el CNE hubiera llenado de
contenido la Resolución 2857 en los temas decididos, por lo cual se
requiere de un análisis de mérito propio del fallo, comoquiera que la
jurisprudencia se ha decantado por indicar que la autoridad electoral
puede expedir normas con carácter general siempre que los aspectos
sean de detalle, técnicos y operativos, aunado a que en la particularidad
de este asunto que ocupa la atención de la Sala, el contenido de la
Resolución 2857 de 2018 no es otro que aludir a la inscripción irregular
de cédulas, competencia que sí está a cargo de la organización
electoral, como se mencionó en precedencia, por lo que se observa
que lo implementado es una arista de dicha actividad, bajo los
supuestos de la existencia de un yerro y la necesidad de darla por
ineficaz precisamente por resultar errada, nótese que el epígrafe del
acto mencionado es: “por el cual se establece el procedimiento breve
y sumario orientado a dejar sin efecto la inscripción irregular de
cédulas de ciudadanía…”, temática que redunda en la competencia que

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en dicha materia se contiene para la organización electoral en una
regulación de estirpe estatutario como lo es la Ley 1475 de 2011. Por
ello al no advertirse una contradicción del acto enjuiciado al cotejarse
con la Constitución Política, y por el contrario que emergen y confluyen
otras normas que dejan ver, a priori, todo un esquema competencial
que, al parecer, no fue tenido en cuenta por el memorialista cautelar y
ello demerita el objeto de la solicitud de suspensión. (…). Por otra
parte, tampoco se advierte la transgresión de los artículos 66 a 68
ejusdem sobre el deber de notificación personal de los actos
particulares y concretos, el artículo 69 referente a la notificación por
aviso y el artículo 29 Superior por cuanto en el inciso último del
artículo 11 del acto demandado se establece que la RNEC enviará
mensaje electrónico a los ciudadanos relacionados en el acto
administrativo y precisamente el artículo 67 del CPACA al prever la
forma de realizar la notificación personal indica que dentro de las
modalidades con las cuales puede efectuarse es por medios
electrónicos. Aunado a que en los casos en que el solicitante sea el
titular del derecho, no se requiere de una notificación personal,
comoquiera que es la misma persona la que inició la actuación
administrativa. Así las cosas la remisión al artículo 70 del CPACA y la
modalidad de notificación antes vista, permiten sostener los efectos
del acto administrativo demandado no se advierten desligados y
menos contradictorios con las máximas establecidas en el CPACA,
será entonces un estudio de fondo propio de la sentencia el que
permita concluir en forma cierta y con mayores argumentos de la
parte interesada, si las formas de notificación previstas en el artículo
que se analiza, en realidad transgreden el CPACA, comoquiera que en
este momento se evidencia que, en principio, la Resolución 2857 sí se
allana a dicho ordenamiento, por lo que se insiste en la necesidad de
contar con un mayor argumento que sea indicativo de la violación que
se plantea en la medida cautelar de suspensión. Por lo que para esta
temprana etapa del proceso no es posible determinar, el propósito del
actor, la contradicción normativa que imponga acceder a suspender
los efectos del acto, aunado que falta por analizar si en realidad se
está frente a un acto de registro, pues como ya se indicó consideraciones
atrás, el artículo 4° de la Ley 163 de 1994 y el Decreto Reglamentario
1294 de 2015, dentro del deber de depurar la trashumancia, a través
de un proceso breve y sumario, se otorgó a dichas decisiones el
carácter de inmediato cumplimiento y con claros visos de naturaleza
policiva (art. 2.3.1.8.6 del decreto precitado). (…). De lo anterior, se
concluye que la Sala extraña los elementos que permitan despejar en

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

este momento del proceso, las dudas que se esbozan en relación con
la competencia del CNE para materializar los trámites necesarios
para la declaratoria de ineficacia de la inscripción irregular de cédulas
de ciudadanía, de cara a la figura de la trashumancia y respecto a si la
forma de señalar las pautas para la notificación de la decisión resulta
ajena a las normas del CPACA invocadas y al debido proceso previsto
en el artículo 29 Superior, como lo pretendió el solicitante cautelar,
por lo cual se impone la denegatoria de la suspensión provisional.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: [A] efectos de garantizar la efectiva participación del


Ministerio Público, el impedimento presentado por la [agente del
ministerio público] debió ser resuelto en forma previa a decidir sobre
la medida cautelar. Si bien es cierto, de conformidad con el artículo
233 de la Ley 1437 del 2011 se señala que en el procedimiento para
la adopción de medidas cautelares se procede a correr traslado
al demandado cuando la misma no tiene carácter de urgente, sin
que se exija que dicho trámite se efectúe respecto del agente del
Ministerio Público. No obstante, lo cierto es que como sucedió en el
presente caso, ya se había dictado auto admisorio de la demanda en
el que se ordenó notificar a dicho interviniente el medio de control
de conformidad con lo preceptuado en el artículo 171.2 de la Ley
1437 de 2011. Así las cosas, lo cierto es que el Ministerio Público se
encontraba ya vinculado por mandato legal y, ante su manifestación de
impedimento, era necesario que la misma se hubiere atendido antes
de proseguir con el trámite de la actuación, a efectos de garantizar
que, ante la aceptación del mismo, quien hubiere sido designado para
reemplazar a la referida delegada -en aplicación del artículo 134 del
CPACA-, contara con la oportunidad para rendir su concepto ante la
cautela requerida por el demandante. Es de resaltar las importantes
funciones que desempeña dicha Vista Fiscal, como garante de la
vigencia del orden público y de los derechos fundamentales, por lo
cual su concepto, aunque no vinculante respecto de la actuación, es la
materialización del cometido constitucional consagrado en el artículo
277 Superior en defensa de los intereses de la sociedad en el marco
de las acciones públicas de legalidad.

180
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO
CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: [L]e corresponde al procurador delegado intervenir en los


procesos, cuando sea necesario en defensa del orden jurídico o de los
derechos y garantías fundamentales. Con base en lo anterior, y toda vez
que el artículo el artículo 134 de la Ley 1437 de 2011 dice que en caso de
declararse fundado el impedimento del agente del Ministerio Público,
se dispondrá su reemplazo por quien le siga en orden, considero que
el estudio del impedimento presentado por la procuradora séptima
delegada, se debió haber hecho de manera previa a resolver la medida
cautelar, para que se pudiera nombrar su reemplazo y esta persona
pudiera, si lo consideraba necesario, presentar su concepto frente a
la medida cautelar y velar en todo momento por la defensa del orden
jurídico y los derechos y garantías fundamentales.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
265 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 316 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 183
/ LEY 163 DE 1994 – ARTÍCULO 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 34 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 66 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 69 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 70 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 91 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
125 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 130 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 133 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 134 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 235 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 47 / LEY 1475 DE 2011
– ARTÍCULO 48 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 141 NUMERAL 12 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 142 / LEY 1712 DE 2014

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DEL AUTO, ADICIÓN AL AUTO

EXTRACTO NO. 31

RADICADO: 20001-23-33-000-2021-00001-01 (2021-00009-00


y 2021-00007-00)
FECHA: 14/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Octavio José Guerra Hinojosa, Fredy José Martínez
Jiménez y Carlos Alberto Uribe Sandoval
DEMANDADA: Johana Caviedes Pabón – Personera de Aguachica,
período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la solicitud del apoderado del demandante (Proceso 2021-00007-00)
tendiente a que se aclare y adicione el auto proferido por esta Sección
el 16 de septiembre de 2021, que revocó las providencias del 11 de
marzo de 2021, proferidas en los procesos acumulados 2021-00001-
00 y 2021-00007-00, a través de los cuales el Tribunal Administrativo
del Cesar había decretado la medida cautelar solicitada por los
demandantes. En su lugar, se negó la suspensión provisional de los
efectos de la elección de la señora Johana Caviedes Pabón como
personera municipal de Aguachica – Cesar.

TESIS: [L]as providencias que ponen término a una controversia


están amparadas por el instituto jurídico procesal de la res iudicata
o cosa juzgada, conforme con el cual se otorga a aquellas decisiones
emanadas de la autoridad judicial, el carácter de definitivas y
vinculantes. Sin embargo, tal connotación de inmutabilidad, no
obsta para que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad
de dicho texto que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y
sintácticas en su construcción; aspectos estos que no escapan a la
naturaleza humana, mucho menos, a la labor judicial. Acorde con lo
anterior, en aras de garantizar que los yerros en que pudo incurrirse
en la sentencia, queden superados, el legislador previó las figuras
de la aclaración, corrección y adición de aquellas, cada una bajo
unos supuestos definidos en la ley en relación con su titularidad,

182
oportunidad y procedencia; de manera que su aplicación y alcance
es restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto inicial debe
ajustarse a los supuestos que describan estas figuras. Tratándose
de la aclaración, se tiene que en materia contencioso administrativa,
el CPACA, no contempla este instituto en la normatividad que rige el
trámite ordinario del proceso, por lo que debe remitirse a la regla
remisoria que trajo consigo el artículo 306 de ese compendio, que
permite que en aquellos aspectos no regulados por la Ley 1437 de
2011 se pueda acudir al Código General del Proceso (Ley 1564 de
2012). (…). [L]os presupuestos procesales que rigen la aclaración, así:
(i) en relación con la titularidad, puede ser solicitada por cualquiera de
los sujetos procesales o declarada de oficio por el juez; (ii) en punto a
la procedencia, la misma opera cuando en la sentencia o el auto hay
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre
que estén contenidas en la parte resolutiva de la sentencia o influyan
en ella y, (iii) frente a la oportunidad, debe solicitarse dentro del
término de ejecutoria de la respectiva providencia, para lo cual debe
tenerse en cuenta los dos (2) días que contempla el artículo 205 del
CPACA. Igualmente acontece con la figura de la adición de sentencia,
la cual no tiene regulación especial en el proceso ordinario, por lo
que, en virtud de la citada cláusula remisoria, es posible acudir a las
previsiones del Código General del Proceso. (…). [L]os presupuestos
procesales que rigen la solicitud de adición de la sentencia, a saber:
(i) en punto a la titularidad, se tiene que la misma puede ser solicitada
por una de las partes o efectuada de oficio por el juez; (ii) en relación
con la oportunidad, debe presentarse dentro del término de ejecutoria
de la providencia y, (iii) frente a la procedencia, la misma opera
cuando el juez omite referirse sobre alguno de los extremos de la litis
o sobre cualquier otro punto que de conformidad con la ley debía ser
objeto de pronunciamiento. (…). Sea lo primero analizar si se cumplen
los presupuestos procesales de la aclaración formulada. (…). [S]e
precisa que la Sala hizo un esfuerzo en desglosar los elementos de la
inhabilidad contemplada en el artículo 174, literal g) de la Ley 136 de
1994 que se estructura así: “g) Durante el año anterior a su elección,
haya intervenido en la celebración de contratos con entidades
públicas en interés propio o en el de terceros o haya celebrado por
sí o por interpuesta persona contrato de cualquier naturaleza con
entidades u organismos del sector central o descentralizado de
cualquier nivel administrativo que deba ejecutarse o cumplirse
en el respectivo municipio”. Sin embargo, vale la pena aclarar al
memorialista que el estudio efectuado se circunscribió a la segunda

183
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de las hipótesis que se destaca en la transcripción, por la potísima


razón que los recursos de apelación versaron sobre dicho supuesto;
esto sin perjuicio de que en la eventual sentencia que pueda conocer
en segunda instancia esta Corporación, se aborde en su integridad el
análisis de la norma. (…). [S]e hizo un breve esbozo de los elementos
temporal y espacial de la causal inhabilitante, cuyo entendimiento no
ameritaron mayores argumentaciones. No sucedió lo mismo con el
elemento objetivo que es aquel sobre el cual recae la aclaración y
que fue objeto de debate en este grado jurisdiccional, pues la Sala
se vio obligada a desentrañar la expresión “entidades u organismos
del sector central o descentralizado de cualquier nivel administrativo”,
con el fin de despejar el interrogante de qué entidades u organismos
pertenecen al sector central o descentralizado y a qué niveles se
refiere el artículo 174, literal g) de la Ley 136 de 1994. (…). [L]a Sala
no observa oscuridad alguna en la forma en que están redactadas
las expresiones destacas que puedan ofrecer motivo de duda en
relación con el elemento objetivo del segundo de los supuestos
inhabilitantes, pues en la providencia se concluye que al referirse la
norma a “entidades u organismos del sector central o descentralizado
de cualquier nivel administrativo”, está haciendo alusión a entidades
que pertenecen a la Rama Ejecutiva del Poder Público que es la
única en la que podríamos ver esa categorización orgánica. De ahí
que el supuesto estudiado de la causal no pueda configurarse frente
a la Defensoría de Pueblo, dado su carácter de órgano autónomo
e independiente a las ramas del poder público que forma parte
del Ministerio Público. (…). Así las cosas, se negará la solicitud de
aclaración formulada por la parte actora frente al auto proferido por
esta Sección el pasado 16 de septiembre de 2021. (…). [L]a parte actora
extraña que no se haya emitido “pronunciamiento individual sobre los
extremos de la litis, esto es, los autos del 11 de Marzo de 2021 que
decretaron las medidas cautelares y aquellos que negaron su adición
u complementación, proferidos dentro de los procesos 2021-0001 y
2021-0007, resultando esencial agotar la carga argumentativa que le
es exigible al juez contencioso frente a sus providencias, para efecto
de revocarlos, toda vez que estos contienen elementos o pilares
deductivos diferentes que hacían exigible su estudio independiente.”.
Así entonces, entiende la Sala que lo exigible para el juzgador de
instancia, según el memorialista, era que se analizarán con cierto
rigor formalista una a una las providencias aludidas, mas no efectuar
un estudio direccionado por los argumentos expuestos en los recursos
de apelación, que fue precisamente lo que se hizo. (…). En materia de

184
apelación, el citado imperativo legal lo encontramos en el artículo 320
del Código General del Proceso, aplicable al contencioso administrativo
por virtud del artículo 306 del CPACA, el cual obliga al juez de segunda
instancia a examinar la cuestión decidida “únicamente en relación
con los reparos concretos formulados por el apelante”, lo que resulta
concordante con el artículo 328 de ese mismo estatuto general
que establece: “El juez de segunda instancia deberá pronunciarse
solamente sobre los argumentos expuestos por el apelante”. En este
orden de ideas, resulta desacertada la forma en que la parte actora
plantea la adición del auto proferido por esta Sala, pues si de lo que
se trata es de advertir alguna omisión del ad quem, la argumentación
de la solicitud debe ir dirigida a evidenciar la falta de pronunciamiento
frente a alguna de las censuras de los recursos y no a hacer alusión
a otros aspectos que mal podrían denominarse como extremos de la
litis. En todo caso, no sobra precisar que en la providencia objeto de
aclaración se estudiaron cada uno de los reparos alegados por los
recurrentes, por lo que ni siquiera se logra determinar oficiosamente
que se haya dejado de lado algún aspecto que debía ser abordado en
esta instancia judicial. Acorde con lo anterior, se negará la solicitud de
adición formulada por la parte actora frente al auto proferido por esta
Sección el pasado 16 de septiembre de 2021.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 281 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 174
LITERAL G / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY
1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / DECRETO 25
DE 2014 – ARTÍCULO 1

185
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL


REPRESENTANTE PRINCIPAL DE LAS COMUNIDADES NEGRAS
Y DEL SUPLENTE ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL

EXTRACTO NO. 32

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00047-00
FECHA: 21/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Edwin Enrique Cerchar Borrego
DEMANDADOS: José Tomás Márquez Fragozo - Representante
principal de las comunidades negras y Ricardo Jesús Romero Cabana
en calidad de suplente ante el Consejo Directivo de Corporcesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre la


admisión de la demanda de nulidad electoral, con solicitud de suspensión
provisional, presentada contra la elección de José Tomás Márquez Fragozo,
como representante principal y Ricardo Jesús Romero Cabana en calidad
de suplente, de las comunidades negras ante el Consejo Directivo de la
Corporación Autónoma Regional del Cesar – en lo sucesivo- Corpocesar.
TESIS: El artículo 230 de la Ley 1437 de 2011, establece una fórmula
innominada para la adopción de medidas cautelares, clasificándolas en
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión, admitiendo
en esta tipología cualquier clase de medida que el juez encuentre
necesaria para garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y
la efectividad de la sentencia e impedir que el ejercicio del medio de
control respectivo, pierda su finalidad. (…). [A]l coexistir en la actualidad,
diferentes modalidades de medidas cautelares, concurren también
distintos presupuestos para ordenarlas, teniendo siempre presente
que la interpretación de los requisitos procesales para su procedencia,
debe hacerse a la luz del derecho a la tutela judicial efectiva, que parte
de reconocer que no solo las personas tienen el derecho de acudir a
los órganos judiciales para formular su demanda, sino a que el objeto
del litigio, se le proteja desde el inicio del trámite a fin de asegurar la
justicia material y que la sentencia cumpla su cometido. (…). [L]a actual
regulación de la medida, no exige la «manifiesta infracción» de la norma

186
superior, como lo ordenaba la legislación anterior, por lo que se advierte
una variación significativa para su decreto. En efecto, en el anterior
régimen, para el decreto de la suspensión provisional del acto acusado,
la jurisprudencia exigía que la contrariedad con el ordenamiento
superior debía ser ostensible, clara, manifiesta, flagrante o grosera, lo
cual promovió que, en no pocas ocasiones, esta circunstancia hiciera
casi imposible su viabilidad, afectando sustancialmente el propósito
de la medida cautelar y el derecho la tutela judicial efectiva. (…). En la
actualidad, (…), el juez administrativo está habilitado para confrontar
el acto demandado y las normas invocadas como transgredidas, a
partir de la interpretación de la ley y la jurisprudencia y el estudio de
las pruebas allegadas con la solicitud, lo que implica hacer un análisis
amplio, analítico y razonado, para verificar si se vulnera el ordenamiento
jurídico, sin perder de vista que, en todo caso, se trata de una decisión
provisional, que no implica prejuzgamiento. (…). [E]n el contencioso
electoral, para que proceda la medida de suspensión provisional,
debe establecerse que el acto acusado es violatorio de alguna de las
disposiciones que se consideran infringidas en la demanda o en el
acápite correspondiente del escrito introductorio. (…). [E]l artículo 277
[del CPACA], norma especial para este tipo de procesos, determina que
la solicitud de la medida de suspensión provisional debe estar contenida
en el mismo escrito de demanda y resolverse en el auto admisorio,
razón por la cual, resulta acorde con la tutela judicial efectiva, que su
decreto bien pueda fundarse en los planteamientos invocados tanto en
la demanda como en el escrito contentivo de la medida. (…). En el sub
examine, la parte actora solicita la suspensión de los efectos del acto
contenido en el oficio DG-1441 de 6 de julio de 2021. (…). [E]n el acto
subjúdice se indicó que se había dado una vacancia absoluta del cargo de
representación de las comunidades negras, devenida de la declaratoria
de nulidad electoral contenida en el fallo de la Sección Quinta de 3 de
junio de 2021, que debido a esa circunstancia y a fin de que dichos
conglomerados no se quedaran sin vocero, se procedería a reconocer al
señor José Tomás Márquez Fragozo en “la condición de representante
principal de las comunidades negras ante el Consejo Directivo de
CORPOCESAR mientras se surte la reunión de elección programada para
el día 15 de julio de 2021. (…).” De conformidad con la literalidad del acto
discutido, éste estaba sometido a una condición resolutoria, consistente
en la elección de la nueva representatividad, aunado a que Corpocesar
en el escrito mediante el cual descorrió el traslado de la medida cautelar
indicó que la elección se llevaría a cabo el 21 de septiembre de 2021 y
al efecto adjuntó, el acto de convocatoria respectivo. Se impone a la Sala

187
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

entonces, por encontrarse ante la suspensión provisional, consultar la


página web oficial de la Corpocesar, como ejercicio y despliegue del
poder de dirección del operador judicial y, ante todo y únicamente, con
fundamento en el respeto del alcance y teleología de la medida cautelar
en análisis que propende por detener los efectos del acto administrativo
o electoral infractor o nocivo, medida que resulta de imposible adopción,
cuando las consecuencias de aquel han cesado por pérdida de eficacia,
como acontece con el surgimiento de la condición resolutoria a la
cual fue sometida la manifestación de voluntad. (…). [O]bservadas las
circunstancias acontecidas con la reciente elección, la Sala encuentra
la falta de eficacia actual del acto demandado (oficio DG-1441 de 6 de
julio de 2021) debido a que la condición resolutoria emergió, dejando
sin efecto la elección temporal anterior, lo cual se presenta como un
obstáculo para que el juez de la nulidad electoral se pronuncie sobre
la solicitud cautelar. Debe recordarse ante todo que la suspensión
provisional tiene como propósito primigenio y fundante frenar los
efectos nocivos del acto demandado que se advierte en contradicción
normativa con el ordenamiento superior que lo rige y ello presupone
indefectiblemente que se encuentre vigente, que no haya tenido génesis
la condición resolutoria a la que fue sometido, que no haya pasado el
plazo para ejecutarlo o que no hayan desaparecido sus fundamentos
de hecho o de derecho, etcétera. (…). Así las cosas para la Sala, no es
posible asumir el estudio cautelar de la suspensión provisional de los
efectos frente al acto demandado, en razón a la ineficacia del acto
devenida de la existencia de la nueva elección que dio cierre en el tiempo
a la designación de estirpe temporal que se diera con el acto de 6 de julio
de 2021 (condición resolutoria), por lo que se impone negar la petición
cautelar respecto de este. (…). [L]a Sala no encuentra configurados los
requisitos necesarios para decretar la medida cautelar solicitada contra
el oficio de fecha 06 de julio de 2021, referencia DG – 1441, comoquiera
que no es posible suspender los efectos de un acto que ya no está vigente
en el ordenamiento, lo cual impone la denegatoria de la suspensión
provisional pedida por el actor.

NORMATIVA APLICADA
DECRETO 01 DE 1984 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 65 LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 91 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 162 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
164 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 166 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 296 / DECRETO 806 DE 2020 – ARTÍCULO 6 / LEY 2080 DE
2021 – ARTÍCULO 35

188
DECRETO DE PRUEBA DE OFICIO

EXTRACTO NO. 33

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00010-02
FECHA: 04/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Edgar Mastrangelo Rojas Montaño
DEMANDADO: Eugenio Rangel Manrique – Alcalde de Villa del Rosario -
Norte de Santander, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Vencido el término de traslado para alegar de


conclusión, corresponde a la Sala determinar si procede a decretar
pruebas de oficio necesarias para esclarecer puntos oscuros o difusos
de la Litis, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 213 del
CPACA.

TESIS: El artículo 213 de la Ley 1437 de 2011, consagra la potestad


del juez contencioso administrativo, como director del proceso,
para decretar las pruebas de oficio que estime necesarias a fin
de esclarecer el thema probandum, entendido como los hechos
objeto de controversia, en cuanto se refieren a los supuestos de
las normas jurídicas que se alegan como vulneradas. (…). Esta
prerrogativa en cabeza del funcionario judicial complementa el
principio onus probandi incubit actori o que la carga de la prueba, por
regla general, corresponde demandante o vista desde la óptica de la
contraparte, que al demandado también le corresponde demostrar
los supuestos de las normas que invoca en su favor, según su interés
litigioso, postulado que admite excepciones, como en el caso de la
“carga dinámica de la prueba”, que opera cuando las partes no se
encuentran en igualdad de condiciones para aportar los medios de
convicción al proceso, caso en el cual, debe probar aquel que esté
en mejores condiciones de hacerlo. (…). En este sentido, resulta
acertado afirmar que se trata más que de una atribución, de un
verdadero deber jurídico establecido en virtud del interés público
que reviste el proceso, en su propósito de alcanzar la verdad para
proteger los derechos subjetivos de las partes, con prevalencia del

189
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

derecho sustancial sobre el procedimental, en particular cuando


están involucrados sujetos de especial protección constitucional
y garantías superiores como el principio democrático, hipótesis en
que las que las características inquisitivas del juez se despliegan
con mayor intensidad, tal como sucede con el juez electoral. (…).
En otras palabras, esta Sección como juez de la democracia y los
derechos políticos y, en ese orden, garante del derecho a elegir y
ser elegido, debe asumir su rol de forma activa para asegurar que
el resultado de las elecciones bajo su conocimiento se ajuste a la
realidad, amparando la voluntad del elector en armonía con las
prerrogativas del elegido, para efectos de salvaguardar la legitimidad
del mandato de estos últimos, decretando pruebas de oficio cuando
lo estime necesario para verificar la transparencia del procedimiento
eleccionario respectivo y la igualdad entre los candidatos en sus
diferentes etapas. En este contexto, el juez electoral tiene el deber
de usar sus poderes oficiosos, incluido el decreto de pruebas por
iniciativa propia, para superar el estado de duda frente al objeto del
litigio y alcanzar el grado de certeza necesario para adoptar una
decisión materialmente justa. En el presente asunto, la configuración
de la caducidad fue objeto de apelación en tanto, los recurrentes
insisten en que los días 21 de noviembre y 4 de diciembre de 2019,
deben tenerse como días hábiles y, por lo tanto, contabilizarse en el
cómputo de los 30 días de que trata el artículo 164, ordinal 2, literal
a) de la Ley 1437 de 2011. Observa la Sala que en el expediente obran
(…) documentos, que fueron allegados por fuera de la oportunidad
para aportar pruebas. (…). En virtud a lo anterior se hace necesario
que dichos documentos sean integrados como prueba decretada en
debida forma, para no vulnerar el debido proceso y la igualdad de
las partes, y atender el mandato del artículo 164 del CGP, según el
cual, “toda decisión judicial debe fundarse en las pruebas regular y
oportunamente allegadas al proceso”. Por lo tanto, dado que tener
como prueba los documentos que se acompañaron por fuera de las
etapas procesales dispuestas al efecto, resulta violatorio del derecho
de defensa, se ordenará su incorporación al proceso como prueba de
la cual se dará el traslado respectivo.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213

190
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA,
CORRECCIÓN DE OFICIO DE LA SENTENCIA, EFECTOS DE LA
SENTENCIA DE NULIDAD

EXTRACTO NO. 34

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00048-00
FECHA: 11/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Óscar Javier Vargas Urrego
DEMANDADA: Sofía Consuelo Lombana Ketshinei – Representante
principal de las Comunidades Indígenas en Corporinoquia
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala Electoral pronunciarse


sobre la solicitud de aclaración y adición de su sentencia proferida
el 27 de octubre de 2021, la cual fue elevada por la apoderada de la
parte demandada. Observa la Sala un yerro en el año correspondiente
a la fecha de la sentencia, el cual quedó anotado como «dos mil veinte
(2020)», cuando en realidad se profirió en el dos mil veintiuno (2021),
lo que si bien no fue puesto de presente por los sujetos procesales ni
se presta a confusión en el caso actual, bien podría generarla a futuro
en caso de ser citada como precedente, por lo que se ordenará su
enmendadura.

TESIS: [L]as providencias que ponen término a una controversia están


amparadas por el instituto jurídico procesal de la res iudicata o cosa
juzgada, conforme a la cual se otorga a aquellas decisiones emanadas
de la autoridad judicial, el carácter de definitivas y vinculantes. Sin
embargo, tal connotación de inmutabilidad, no obsta para que se
subsanen errores, omisiones o la falta de claridad de dicho texto
que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y sintácticas en su
construcción; aspectos estos que no escapan a la naturaleza humana,
mucho menos, a la labor judicial. (…). Tratándose de la aclaración y
adición, se tiene que en materia contencioso-administrativa, el CPACA
no contempla tales figuras dentro de la normativa que rige el trámite
ordinario del proceso, por lo que se debe acudir a la regla remisoria

191
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que trajo consigo el artículo 306 de ese compendio, que permite en


aquellos aspectos no regulados en su texto, acudir al Código General
del Proceso. (…).De las normas transcritas [artículos 285 y 287 de
la Ley 1564 de 2012 y artículos 290 y 291 de la Ley 1437 de 2011],
interpretadas sistemáticamente, se deducen los presupuestos que
rigen tanto la petición de aclaración como de adición de sentencias,
tanto los dos formales: (i) titularidad y legitimación: pueden ser
solicitadas por una de las partes o efectuada de oficio por el juez; y
(ii) oportunidad: deben presentarse dentro de los 2 días siguientes a
la notificación de la respectiva providencia -para la aclaración- o en el
término de su ejecutoria -para la adición-; como el requisito material:
(iii) procedencia: deben estar sustentadas en que el fallo contiene
conceptos o frases que ofrecen verdadero motivo de duda, siempre
que estén en la parte resolutiva de la providencia o influyan en esta
-para la aclaración- o en que el juez omitió referirse a algún aspecto
de la litis -para la adición-, hipótesis que tocan necesariamente con
el fondo del asunto, por lo que hacen parte de su estudio sustantivo.
Ahora bien, valga reiterar que, so pretexto de aclarar o adicionar
una providencia no es posible que el funcionario judicial introduzca
ninguna modificación a lo ya definido, pues se trata es de pronunciarse
sobre aspectos que ofrecen alguna duda razonable o que dejaron de
considerarse siendo menester hacerlo, pero se enfatiza, no es para
reformar las decisiones tomadas siguiendo las reglas del debido
proceso. (…). [S]i bien la peticionaria alude genéricamente a presuntas
contradicciones y conceptos que ofrecen verdadero motivo de duda, al
desarrollarlos se refiere específicamente a la motivación que condujo a
la prosperidad de dos (2) de los cargos elevados por la parte actora con
el propósito de desvirtuarla, en la medida en que estima que, contrario
a lo concluido en la providencia, no se configuró irregularidad alguna
que afecte la validez del Acta No. 1 del 6 de septiembre de 2019. (…). [N]
o es necesario que la Sala se extienda en mayores elucubraciones para
concluir que no se trata de una solicitud de aclaración propiamente
dicha, puesto que resulta evidente que lo pretendido por la libelista
es cuestionar la labor hermenéutica llevada a cabo en la sentencia de
la que ella se aparta por tener un criterio distinto, lo que se enmarca
más bien en la controversia argumentativa y probatoria que ya se
surtió y agotó en las etapas correspondientes del presente proceso.
De esta manera, resulta oportuna la ocasión para reiterar que las
figuras de aclaración, adición y corrección de providencias no pueden
convertirse en un mecanismo de reapertura de los debates que
se suscitaron entre los sujetos procesales en torno a los diferentes

192
aspectos de la litis y que posteriormente fueron definidos en el fallo
que puso fin a la instancia, por lo que la inconformidad con lo resuelto
no puede dar lugar a discutir nuevamente en esta instancia lo que
ya fue objeto de pronunciamiento definitivo, lo cual constituiría una
violación flagrante del debido proceso. (…). En este orden, no se cumple
con el presupuesto material para acceder a la aclaración deprecada.
Por otra parte, la [demandada], obrando a través de su apoderada,
solicitó la adición de la sentencia en el sentido de modular los efectos
de la declaratoria de nulidad de su elección en tres puntos concretos.
(…). [Se ha precisado] que el juez electoral no está obligado a señalar
expresamente los efectos de su decisión anulatoria y que, por tanto,
al no hacerlo deja en libertad de optar por una u otra alternativa de
solución a quien está llamado a dirigir el procedimiento de elección,
de forma razonable, en atención al origen, alcance y características
específicas de las irregularidades probadas que configuraron el vicio
de expedición irregular. Así las cosas, al estar consagrados los efectos
de tales decisiones en una sentencia de unificación, en donde se
interpretó el artículo 288 del CPACA, cuando la nulidad de la elección
deviene de una expedición irregular, como sucedió en el presente
asunto, se impone la aplicación de dicho precedente y, en ese sentido,
teniendo en cuenta que los vicios identificados se produjeron desde
el cómputo de los términos para la publicación de la convocatoria, se
debe optar por rehacerla en los términos de ley y de conformidad con
las consideraciones expuestas en el fallo del 27 de octubre de 2021.
A su vez, en cuanto a los puntos (ii) y (iii) de la solicitud de adición (…)
se observa que desbordan el objeto del litigio, teniendo en cuenta que
no hacen parte del problema jurídico que se resolvió en el fallo, de
conformidad con la fijación realizada en auto del 15 de junio de 2021 y,
en tal virtud, se destaca que la Sala no puede ahora pronunciarse sobre
la validez de actos distintos al que fue demandado ni sobre presuntos
derechos adquiridos que no hicieron parte de la controversia, por ser
ajenos al carácter objetivo y características específicas del juicio de
legalidad de los actos electorales. En este orden de ideas, al no advertir
que la sentencia en cuestión contenga conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda ni que afecten la parte resolutiva, así como
tampoco la necesidad de adicionarla ante supuestos vacíos en sus
partes motiva y resolutiva, es menester negar la presente solicitud de
aclaración y adición. Por último, dentro de las facultades oficiosas que
tiene el juez como director del proceso, es posible ordenar la corrección
del fallo por errores de digitación en su texto, en virtud del artículo
286 del Código General del Proceso. (…). [O]bserva la Sala un yerro

193
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

en el año correspondiente a la fecha de la sentencia, el cual quedó


anotado como «dos mil veinte (2020)», cuando en realidad se profirió
en el dos mil veintiuno (2021), lo que si bien no fue puesto de presente
por los sujetos procesales ni se presta a confusión en el caso actual,
bien podría generarla a futuro en caso de ser citada como precedente,
por lo que se ordenará su enmendadura.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
288 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 / LEY
1564 DE 2012 – ARTÍCULO 286 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 2080 DE
2021 – ARTÍCULO 52

194
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 35

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00059-00
FECHA: 25/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Danesis Arce Ramírez
DEMANDADA: Mariana Viña Castro - Comisionada de la Sesión
de Comisión de Contenidos Audiovisuales de la Comisión de
Regulación de Comunicaciones (CRC)
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la solicitud del apoderado del demandante tendiente a que se aclare
la sentencia proferida por esta Sección el pasado 4 de noviembre
de 2021.

TESIS: Debe comenzar por destacarse que en el ordenamiento


jurídico colombiano las providencias que ponen término a una
controversia están amparadas por el instituto jurídico procesal de la
res iudicata o cosa juzgada, conforme con el cual se otorga a aquellas
decisiones emanadas de la autoridad judicial, el carácter de definitivas
y vinculantes. Sin embargo, tal connotación de inmutabilidad, no
obsta para que se subsanen errores, omisiones o la falta de claridad
de dicho texto que puede surgir ante imprecisiones gramáticas y
sintácticas en su construcción; aspectos estos que no escapan a la
naturaleza humana, mucho menos, a la labor judicial. Acorde con lo
anterior, en aras de garantizar que los yerros en que pudo incurrirse
en la sentencia, queden superados, el legislador previó las figuras
de la aclaración, corrección y adición de aquellas, cada una bajo
unos supuestos definidos en la ley en relación con su titularidad,
oportunidad y procedencia; de manera que su aplicación y alcance es
restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto inicial debe
ajustarse a los supuestos que describan estas figuras. Tratándose
de la aclaración, se tiene que en materia contencioso administrativa,
el CPACA, no contempla este instituto en la normatividad que rige el
trámite ordinario del proceso, por lo que debe remitirse a la regla

195
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

remisoria que trajo consigo el artículo 306 de ese compendio, que


permite que en aquellos aspectos no regulados por la Ley 1437 de
2011 se pueda acudir al Código General del Proceso (Ley 1564 de
2012). (…). Conforme con la norma transcrita [artículo 285 del Código
General del Proceso], es claro cuáles son los presupuestos procesales
que rigen la aclaración, así: (i) en relación con la titularidad, puede
ser solicitada por cualquiera de los sujetos procesales o declarada
de oficio por el juez; (ii) en punto a la procedencia, la misma opera
cuando en la sentencia o el auto hay conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidas en la
parte resolutiva de la sentencia o influyan en ella y, (iii) frente a la
oportunidad, debe solicitarse dentro del término de ejecutoria de la
respectiva providencia, para lo cual debe tenerse en cuenta los dos
(2) días que contempla el artículo 205 del CPACA. (…). De la lectura
de este precepto [artículo 290 de la Ley 1437 de 2011], es notorio
que el legislador estructuró algunos aspectos propios del proceso
electoral relacionados con el plazo para solicitar la adición, la
forma de notificación de la providencia que la decide y los recursos
admisibles. Sin embargo, guardó silencio en cuanto a su procedencia,
lo que no obsta para que en virtud del artículo 306 del CPACA se
acuda a la normativa procesal general en dicho aspecto en los
términos que establece el artículo 285 de esta última codificación.
(…). En cuanto a la titularidad, se verifica que la misma fue solicitada
por el apoderado del señor Danesis Arce Ramírez, quien funge como
parte demandante dentro de proceso de la referencia. En relación
con la oportunidad, se observa que la sentencia fue notificada el 9
de noviembre de 2021 a todos los sujetos procesales y los dos (2)
días de que trata el artículo 205 del CPACA, transcurrieron el 10 y
11 del mismo mes y año. En este orden, el término que contempla el
artículo 290 del CPACA, corrió los días 12 y 16 de noviembre de 2021,
por lo que el escrito fue presentado en tiempo el 9 de noviembre de
2021; En cuanto a la procedencia de la solicitud, tal exigencia se debe
tener por no cumplida, por cuanto la misma no se funda en alguna
incertidumbre o duda que se derive de frases o conceptos insertos en
la sentencia. Por el contrario, lo que se observa es la inconformidad
del demandante en punto a la forma en que se despachó la pretensión
relacionada con adelantar nuevamente “la votación” para elegir al
comisionado de la Sesión de Contenidos Audiovisuales de la CRC. (…).
[L]a Sala considera que se esbozó con suficiente claridad cuál sería
el efecto del fallo proferido, precisándose que al haberse declarado
la nulidad de la elección de la demandada y, en consecuencia, tan

196
solo quedar como participante el señor Juan Carlos Garzón Barreto,
no era posible seguir adelante con el procedimiento desde la fase
de votación, habida cuenta que este último quedaría como candidato
único en un proceso que inició con la postulación de dos (2) personas
y que de ahí en adelante debía culminar con una votación abierta y
libre frente a dos opciones, so pena de desquiciar el mecanismo de
elección que los mismos canales públicos de televisión estructuraron
para el efecto. Así entonces, salta a la vista que la solicitud aclaratoria
no tiene como sustento una frase o concepto que ofrezca alguna duda
frente al entendimiento de las órdenes impartidas en la sentencia.
Simplemente, se trata de un reparo que la parte actora alega en
punto a dicho aspecto de la providencia, por cuanto considera que no
debió reiniciarse el proceso de elección, sino que se imponía elegir
a la única persona que figuraba como postulado, con fundamento
en una norma del mecanismo de elección cuya correcta aplicación
no puede ser estudiada en este estadio procesal. De igual forma, la
Sala considera que la aparente solicitud de aclaración (…), realmente
se trata de otra censura frente a los efectos del fallo que no se
enmarca en la figura procesal en estudio, máxime cuando el objeto
de la litis nunca se circunscribió al estudio de legalidad del citado
mecanismo de elección. Acorde con lo anterior, se negará la solicitud
de aclaración formulada por la parte actora, toda vez que no cumple
con uno de los presupuestos procesales que se exige para que surta
los efectos pretendidos.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 290 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 285

197
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA, ADICIÓN A LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 36

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00047-00 (2020-00023,


2020-00033, 2020-00040, 2020-00041, 2020-00048)
FECHA: 25/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Yeiner José Daza Caro y otros
DEMANDADA: Darling Francisca Guevara Gómez – Rectora Universidad
Popular del Cesar (UPC)
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver las solicitudes


de aclaración de la sentencia de 27 de octubre de 2021, por la cual
se declaró la nulidad del acto de designación de la demandada,
presentadas por el Ministerio de Educación Nacional y el señor Emiliano
Piedrahita Porras, y la petición de adición de la misma providencia,
formulada por la Universidad Popular del Cesar.

TESIS 1: En el ordenamiento jurídico colombiano las providencias


que ponen término a una controversia están amparadas por la
prerrogativa procesal de la res iudicata o cosa juzgada, conforme
con la cual las sentencias emanadas de la autoridad judicial tienen
un carácter de definitivo, vinculante e inmutable. Sin embargo, tal
connotación de firmeza no obsta para que se subsanen errores,
omisiones o ambigüedades que puedan surgir ante imprecisiones
gramáticas y sintácticas en su construcción, aspectos estos que no
escapan a la naturaleza humana, mucho menos a la labor judicial.
Acorde con lo anterior, en aras de garantizar que los yerros en que
pudo incurrirse en el fallo queden superados, el legislador previó las
figuras de la aclaración, corrección y adición de los mismos, cada una
bajo unos supuestos definidos en la ley procesal en relación con su
titularidad, oportunidad y procedencia. De manera que su aplicación
y alcance es restrictivo, en cuanto cualquier enmendadura del texto
inicial debe ajustarse a los supuestos que describe la norma. (…).
Considerando el alcance de las disposiciones transcritas [artículo
290 y 291 de la Ley 1437 de 2011] y teniendo en cuenta que estos

198
institutos no cuentan con un desarrollo adicional en la normatividad
que rige el trámite ordinario del proceso contencioso administrativo,
es preciso acudir a la regla remisoria del artículo 306 del CPACA. En tal
virtud, para estos efectos se aplica lo dispuesto frente a la aclaración
y adición de sentencias en los artículos 285 y 287 del Código General
del Proceso. (…). Atendiendo a los preceptos transcritos [artículo 285
y 287 del Código General del Proceso], resulta claro que las peticiones
de aclaración y adición deben satisfacer unos presupuestos de orden
formal, referidos a la titularidad o legitimación y la oportunidad, y
otro de orden material, que determina su procedencia. Tratándose
de sentencias electorales, además de la regla general que permite
al juez hacerlo de oficio, la aclaración puede ser solicitada por las
partes y por el Ministerio Público, dentro de los dos (2) días siguientes
a la notificación de la providencia. Por su parte, la solicitud de
adición puede provenir de alguna de las partes o disponerlo el juez
de oficio, dentro del término de ejecutoria. En cuanto al presupuesto
de procedencia, la aclaración debe referirse a conceptos, frases o
palabras contenidas en la parte resolutiva o que influyan en ella, que
ofrezcan verdadero motivo de duda o confusión sobre su significado,
sentido o alcance dentro de la argumentación de la decisión. A su
turno, la adición versará sobre los extremos de la litis, es decir, algún
elemento fáctico o jurídico dentro del litigio que se haya omitido
resolver en la sentencia, o cualquier otro aspecto que de conformidad
con la ley deba ser objeto de pronunciamiento. Al respecto, tomando
como punto de referencia los fundamentos normativos pertinentes,
la jurisprudencia de esta Sección ha resaltado que la aclaración y la
adición de la sentencia no se extienden a la posibilidad de modificar,
rectificar o reformar la decisión o sus fundamentos jurídicos, ni sirven
para plantear inconformidades, reparos o cuestiones propias de los
recursos e incidentes que tienen a su alcance los sujetos procesales.
Finalmente, las disposiciones analizadas excluyen la posibilidad
de interponer recursos contra las providencias que resuelvan las
solicitudes de aclaración y adición.

TESIS 2: [E]l apoderado del Ministerio de Educación Nacional y


el señor Emiliano Piedrahita Porras solicitan la aclaración de la
sentencia proferida por la Sala el 27 de octubre de 2021. (…). [S]e
observa que los oficios de notificación del fallo fueron remitidos por
la Secretaría de la Sección el 3 de noviembre de 2021. Por su parte,
el memorial suscrito por el apoderado del Ministerio fue presentado
el 4 de noviembre de 2021. Además, se trata de un sujeto procesal

199
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

legitimado para adelantar esta actuación, en la medida en que fue


vinculado al trámite en su condición de autoridad pública que participó
en la expedición del acto acusado. Por lo tanto, esta solicitud cumple
con los requisitos legales de oportunidad y legitimidad. No ocurre lo
propio con el señor Emiliano Piedrahita Porras, quien no figura en
ninguna etapa anterior del proceso como parte o persona vinculada
al mismo con interés en la causa. Adicionalmente, radicó su solicitud
de forma extemporánea. Por las razones anotadas, no es procedente
dar trámite a su requerimiento, dirigido a la aclaración de la sentencia
de única instancia. (…). [N]o le asiste razón al apoderado del Ministerio
[de Educación Nacional] cuando asegura que no hubo análisis ni
verificación sobre el contenido de las recusaciones presentadas por
los candidatos Rober Romero Ramírez y Carmen Alicia Rivera. Por el
contrario, frente a cada una de ellas se identificó la causal invocada y
los consejeros destinatarios. Adicionalmente, como parte del estudio
de esta censura, la Sala destacó que esas recusaciones en particular
afectaban el quórum del Consejo Superior y por esta razón, no podían
ser decididas directamente por los consejeros, sino que se imponía
su remisión a la Procuraduría General de la Nación, de acuerdo con
el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011. De esta forma, se concluye
que, tratándose del cargo contra el acto demandado, sustentado en
el trámite de las recusaciones, los fundamentos desarrollados por la
Sala para justificar su prosperidad no contienen conceptos o frases
ambiguas u oscuras que ameriten alguna aclaración mediante auto,
pues lo cierto es que la temática fue tratada de manera completa
desde el planteamiento normativo y conceptual, hasta la aplicación de
estos presupuestos a los escritos aportados al expediente. Siendo así,
las razones alegadas por el Ministerio de Educación Nacional como
soporte de su petición de aclaración no se avienen a las exigencias
materiales de esta figura, de acuerdo con el artículo 285 del Código
General del Proceso, sino que en ella subyace, más bien, el desacuerdo
con la evaluación que quedó consignada en el fallo respecto de los
requisitos formales de las aludidas recusaciones, lo cual, según
se explicó, escapa al alcance del instituto procesal ejercido. En
consecuencia, la Sala negará esta solicitud.

TESIS 3: La Universidad Popular del Cesar, obrando a través de su


apoderado, solicita la adición de la sentencia de 27 de octubre de 2021,
por la cual se declaró la nulidad del Acuerdo 036 del 16 de diciembre
de 2019, que corresponde al acto del Consejo Superior Universitario
que dispuso la designación de la señora Darling Francisca Guevara

200
Gómez como rectora, para el periodo comprendido entre el 20 de
diciembre de 2019 y el 19 de diciembre de 2023. (…). [E]n cuanto a
la procedencia material de la adición, se recuerda que el artículo
287 del Código General del Proceso, previamente referido, consagra
esta posibilidad excepcional para los casos en que “la sentencia
omita resolver sobre cualquiera de los extremos de la litis o sobre
cualquier otro punto que de conformidad con la ley debía ser objeto
de pronunciamiento”. (…). De acuerdo con este precepto [artículo 187
de la Ley 1437 de 2011], la motivación constituye un presupuesto de
la sentencia, que debe reflejar la valoración del material probatorio, la
decisión de las excepciones y los fundamentos jurídicos que ofrezcan
la fuerza argumentativa pertinente y suficiente a lo decidido. En
concordancia con lo anterior, los artículos 280, 281 y 282 del Código
General del Proceso advierten sobre la incorporación expresa y clara
en la parte resolutiva de la decisión de cada una de las pretensiones
de la demanda, las excepciones, las costas y los perjuicios a cargo
de las partes. También el mencionado estatuto procesal prevé el
deber de congruencia de la sentencia con los hechos, pretensiones y
excepciones. Adicionalmente, de forma particular para el contencioso
electoral, el artículo 288 del CPACA instituye una serie de órdenes
que debe impartir el juez como consecuencia de la prosperidad de
las diferentes causales de nulidad del acto de elección. (…). Por lo
demás, los efectos que se siguen por la anulación del acto de elección
por causales subjetivas, es decir, aquellas referidas a calidades e
inhabilidades de la persona elegida, designada o nombrada, y por
causales de nulidad distintas a las contempladas en el mencionado
artículo 288 del CPACA, han sido definidos en la jurisprudencia de la
Sección. En esa medida, no se trata de un punto que necesariamente
deba quedar consignado en la providencia ni mucho menos que pueda
afectar su ejecutoria o validez. Considerando estos lineamientos, la
Sala observa que en el caso concreto la sentencia de 27 de octubre
de 2021 no omitió resolver ninguno de los extremos de la litis. Por
el contrario, en la parte considerativa se abordaron todos los cargos
formulados en las seis (6) demandas acumuladas y que coinciden a
los aspectos planteados al momento de la fijación del litigio, referidos
a (i) la omisión de la consulta estamentaria (ii) la implementación del
voto virtual en esta etapa, (iii) los requisitos de la demandada para
ocupar el cargo de rectora y (iv) el trámite de las recusaciones contra
los integrantes del Consejo Superior Universitario. Ahora, en cuanto al
aspecto que echa de menos la Universidad Popular del Cesar, es decir,
la indicación expresa sobre la etapa desde la cual debe rehacerse

201
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el proceso de designación del rector, se resalta que no se trata de


un extremo de la litis y en estricto sentido, no es un ingrediente
obligatorio de la decisión de nulidad electoral. (…). En consonancia
con lo discurrido, se reitera que la decisión de negar o acceder a las
pretensiones de la demanda, con la debida congruencia y soporte en
los argumentos jurídicos del fallo, satisface el deber de motivación
por parte del juez y responde a los extremos de la litis, como lo exige
la ley procesal. Por ello, la Sala concluye que en la sentencia de 27 de
octubre de 2021 fueron abordados todos los tópicos necesarios, de
ahí que no sea procedente proferir una providencia complementaria
con fines de adición, en la forma en que lo planteó la Universidad
Popular del Cesar. En consecuencia, se negará la solicitud presentada
por esta institución.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 290 / LEY
1437 DE 2011 - ARTÍCULO 291 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO
280 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 281 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO - ARTÍCULO 282 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 285 /
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 287

202
DIFERENCIAS ENTRE LOS MEDIOS DE CONTROL DE NULIDAD
ELECTORAL Y DE NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO,
AUTO QUE REMITE POR COMPETENCIA

EXTRACTO NO. 37

RADICADO: 25000-23-41-000-2021-00908-01
FECHA: 29/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: José Ariel Sepúlveda Martínez
DEMANDADO: Julián Enrique Pinilla Malagón – Personero de Bogotá
MEDIO DE CONTROL: Nulidad y restablecimiento del derecho

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse frente al


recurso de apelación interpuesto por el apoderado del demandante,
contra el auto dictado por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca
– Sección Primera – Subsección “A”, el 14 de octubre de 2021, por medio
del cual rechazó la demanda, por considerar que operó el fenómeno de
la caducidad.

TESIS: A partir de la expedición de la Ley 1437 de 2011, lo que determina


la procedencia de cada uno de los medios de control contencioso
administrativos, es la naturaleza del acto acusado, así como la causa
petendi y la oportunidad, según las reglas estipuladas por el legislador.
(…). En cuanto al medio de control de nulidad electoral, la jurisprudencia
de esta Sección ha precisado que este se ha estatuido como expresión
directa del modelo de democracia participativa adoptado por el
Constituyente de 1991, en cuanto materializa los derechos políticos
a interponer acciones públicas en defensa del ordenamiento jurídico
y a ejercer el control del poder político, como garantías de elecciones
justas y autoridades legítimas en todos los órdenes del Estado. En este
orden, la vía procesal para controvertir los actos que contienen una
elección, nombramiento o llamamiento es la del artículo 139 de la Ley
1437 de 2019, teniendo en cuenta que fue concebida específicamente
con la finalidad de verificar la legalidad, constitucionalidad y
convencionalidad de aquellos, en abstracto y de forma objetiva, es
decir, al margen de su carácter particular y la conducta del elegido o

203
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de la autoridad nominadora. Y en punto del medio de control de nulidad


y restablecimiento del derecho previsto en el artículo 138 del CPACA,
se tiene que, a través del mismo, toda persona que se crea lesionada
en un derecho subjetivo, amparado en una norma jurídica, puede
solicitar la nulidad del acto y que se le restablezcan sus derechos. De
esta manera, la esencia de dicha acción, está determinada en que el
restablecimiento es una pretensión consecuencial a la declaratoria de
nulidad del respectivo acto, es decir, que en el fondo hay una necesidad
de quien formula la demanda, de restablecer el derecho que considera
vulnerado por el acto administrativo, pues lleva ínsito un interés
particular y concreto. Ahora bien, como en el sub examine el tribunal
de instancia rechazó el libelo bajo el entendido de que había operado
la caducidad del medio de control de nulidad electoral, mientras que, el
recurrente considera que dicho fenómeno no ha acaecido, por cuanto
formuló demanda de nulidad y restablecimiento del derecho, la Sala
precisa que, en materia de actos de elección y nombramiento, su
control se puede ejercer a través de estas dos vías, así: i) Mediante la
nulidad electoral prevista en el artículo 139 del CPACA, en caso de que
la pretensión sea analizar la legalidad objetiva del acto declaratorio
de elección o acto electoral propiamente dicho y la protección de la
democracia sin pretender la reivindicación de algún derecho de orden
subjetivo y, ii) A través del medio de control establecido en el artículo
138 de la Ley 1437 de 2011, cuando el propósito de las pretensiones
sea la obtención de un restablecimiento expreso, siempre que se
solicite por postulación de parte, o tácito, implícito o automático,
cuando así se derive del planteamiento de la causa petendi. Así
entonces, es posible que, en algunos eventos, coexistan demandas
de nulidad electoral y de nulidad y restablecimiento del derecho
dirigidas contra un mismo acto de elección, producto de un concurso
de méritos, por lo que, corresponderá al operador judicial analizar las
particularidades de cada caso, tales como, el contenido y finalidad
de las pretensiones, las normas que se consideran vulneradas, los
cargos de nulidad invocados y los presupuestos procesales de la
demanda, por ejemplo, los requisitos de procedibilidad, la caducidad,
entre otros, pues, se reitera, es excepcional que exista simultaneidad
de medios de control contra un mismo acto, como ocurre en el sub
examine con el acta 093 del 30 de noviembre de 2020, a través de la
cual, el Concejo de Bogotá, eligió como personero [al demandado]. (…).
Pues bien, revisado el escrito de demanda, se desprende que, como
consecuencia de la declaratoria de nulidad del acta 093 del 30 de
noviembre de 2020, el accionante formuló pretensiones tendientes a

204
obtener el restablecimiento de sus derechos individuales, ajenas a la
nulidad electoral, tales como, su declaración como personero electo,
el pago de los salarios, prestaciones sociales y demás emolumentos
inherentes al cargo que dejó de percibir desde “el 30 de noviembre de
2020, hasta la fecha efectiva de su posesión como personero en virtud
del fallo que en derecho se profiera”. Así mismo, el pago de 100 SMLMV
por concepto del daño moral ocasionado. (…). [Se] procedió a revisar
el Sistema de Gestión Judicial – SAMAI y advirtió que, (…) en ejercicio
del medio de control de nulidad electoral previsto en el artículo 139
del CPACA, demandó la elección [del demandado] como personero de
Bogotá, para el periodo 2020-2024, contenida en el acta expedida por
el Concejo de Bogotá en sesión plenaria del 30 de noviembre de 2020,
por considerar que se encuentra incurso en causal de inhabilidad
porque estaba desempeñando el cargo de Juez Cuarenta y Cinco (45)
Administrativo de Bogotá, lo cual comporta ejercicio de jurisdicción en
el Distrito Capital. (…). [R]esulta claro para la Sala que se formularon
demandas de nulidad electoral y de nulidad y restablecimiento del
derecho contra el mismo acto, esto es, el acta 093 del 30 de noviembre
de 2020, a través de la cual, el Concejo de Bogotá, en sesión plenaria,
eligió como personero al [demandado]. (…). [E]n el sub examine es
procedente la coexistencia de los referidos medios de control, esto es,
el de nulidad y restablecimiento del derecho incoado, toda vez que,
este mecanismo solo puede ser ejercido por quien considera tener
derecho a ocupar el primer lugar en el concurso de méritos, en este
caso, el [demandante], quien alega la desviación de poder, expedición
irregular del acto y violación al debido proceso, por las presuntas
irregularidades acaecidas durante la etapa de la entrevista en el
marco del concurso de méritos adelantado para elegir al personero
de Bogotá y que dieron lugar a que ocupara el segundo puesto y, el
de nulidad electoral reseñado. (…). Así las cosas, le asiste razón al
apelante al considerar que, en este caso, la vía procesal adecuada es la
de nulidad y restablecimiento del derecho, de carácter laboral, a fin de
que se analicen las pretensiones restablecedoras, por la vulneración
de sus situaciones subjetivas y de derechos propios particulares que
considera afectados. Por lo tanto, la demanda de la referencia deberá
adelantarse conforme al trámite del artículo 138 del CPACA, tal como
lo planteó el actor. Por último, se observa que, en el presente caso la
cuantía de las pretensiones ($166’513.735) no supera los trescientos
(300) salarios mínimos legales mensuales vigentes ($272’557.800) a la
fecha de presentación de la demanda, razón por la cual, corresponde
a los Jueces Administrativos de Bogotá conocer, en primera instancia,

205
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

del asunto y, específicamente, a los que se encuentran adscritos a


la Sección Segunda, por tratarse de un asunto de índole laboral, en
el que se depreca la nulidad del acto de elección del personero de
Bogotá. Lo anterior, de conformidad con lo establecido en los artículos
155.3 y 156.3 del CPACA. En este orden, se impone revocar el auto
proferido el 14 de octubre de 2021, por el Tribunal Administrativo
de Cundinamarca – Sección Primera – Subsección “A”, que rechazó
la demanda por caducidad y, en consecuencia, se ordenará al a quo
remitir la presente demanda de nulidad y restablecimiento del derecho
de carácter laboral, a los Jueces Administrativos de Bogotá – Sección
Segunda (reparto), por ser de su competencia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 138 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139

206
IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO

EXTRACTO NO. 38

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01178-01
FECHA: 15/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Willian Marmolejo Ramírez y Otros
DEMANDADOS: Edgar Alexánder Ruíz García y Diego Parra Zuluaga-
Concejales de Yumbo, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el impedimento


manifestado por la señora Idayris Yolima Carrilo Pérez, en calidad
de procuradora séptima delegada ante el Consejo de Estado, quien
manifestó estar incursa en la causal de impedimento del artículo 130,
numeral 1 del CPACA, por haber participado en la expedición del acto
acusado.

TESIS 1: La institución de los impedimentos está encaminada a


salvaguardar los principios esenciales de la administración de justicia,
dentro los cuales se encuentra la independencia e imparcialidad.
Así entonces, el impedimento se erigió como un deber inicialmente
impuesto al juzgador y, posteriormente, extendido a los agentes
del Ministerio Público, con el fin de que estos funcionarios – jueces
y agentes – se separen del conocimiento de un asunto objeto de
análisis, cuando concurra alguna de las hipótesis expresamente
consagradas por la ley. (…). Así entonces, el legislador se preocupó,
de una parte, por sustraer del ejercicio jurisdiccional todo sesgo
proveniente de algo tan connatural a la consciencia del ser humano,
como lo es actuar en beneficio suyo o de sus allegados o de quienes
le prestaron un servicio, o bien sea en detrimento de quien lo ha
ofendido o perturbado –componente subjetivo–. Y de otro lado,
por garantizar que el ejercicio de la labor judicial sea producto de
la apreciación primigenia y espontánea del asunto sometido a
consideración, lo cual se vería frustrado en aquellos eventos en que
el funcionario ya tuvo la oportunidad de conocer del mismo caso
-componente objetivo –. Régimen de impedimentos de los agentes del

207
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

Ministerio Público. Los agentes del Ministerio Público tienen su propio


régimen de impedimentos creado por el legislador, en atención a su
función de intervención judicial como sujetos procesales, en defensa
del orden jurídico, el patrimonio público y los derechos y garantías
fundamentales, según lo previsto en el artículo 277 de la Constitución
Política, en concordancia con el artículo 303 del CPACA. En tal
sentido, los artículos 133 y 134 ejusdem. (…). Con base en lo anterior,
la jurisprudencia de esta Sección, dedujo como reglas generales
para su trámite y decisión, que: «(i) las causales aplicables son las
mismas previstas para los funcionarios de la jurisdicción contenciosa,
(ii) se deben presentar debidamente sustentadas ante la respectiva
autoridad judicial unipersonal o colegiada de la causa, (iii) que se
ocupará de resolverla, (iv) la cual, en caso de aceptarla, dispondrá su
reemplazo, según las reglas que establece la citada norma».

TESIS 2: De conformidad con lo dispuesto en el artículo 130, numeral


1, de la Ley 1437 de 2011, es causal de impedimento y recusación
de los magistrados, además de las señaladas en el artículo 150 del
Código de Procedimiento Civil, hoy artículo 140 del Código General del
Proceso, la siguiente: (…) 1. Cuando el juez, su cónyuge, compañero o
compañera permanente, o alguno de sus parientes hasta el segundo
grado de consanguinidad, segundo de afinidad o único civil, hubieren
participado en la expedición del acto enjuiciado. (…). Dicha causal,
tiene como fin prevenir que la autoridad actúe como tal frente a sus
propios actos o, en otras palabras, que obre simultáneamente como
juez y parte, en cuanto tal circunstancia podría conducirlo a favorecer
su propio criterio jurídico para la expedición del acto acusado, al
momento de examinar su legalidad, por lo que su imparcialidad
resulta comprometida, en su componente objetivo. Por tanto, la
jurisprudencia de esta Sala ha establecido tres requisitos a fin de
verificar si los hechos de cada caso particular encajan dentro de ella,
a saber: (i) que se haya expedido un acto de carácter administrativo;
(ii) que el magistrado haya participado en la expedición del acto; y (iii)
que el acto administrativo se haya expedido con la participación del
magistrado, en los términos de la demanda presentada, sea el que se
enjuicie. (…). En el asunto sub examine, la Dra. Idayris Yolima Carrillo
Pérez, quien funge en calidad de procuradora séptima delegada ante
esta corporación, manifiestó estar incursa en la causal primera de
impediemnto del artículo 130 del CPACA, por presuntamente haber
participado en la expedición del acto acusado, en referencia a que
ella suscribió, en la doble condición de magistrada y presidenta del

208
Consejo Nacional Electoral que ostentaba para entonces, la Resolución
No. 2954 del 29 de septiembre de 2017, «Por medio de la cual se
registra al doctor AURELIO IRAGORRI VALENCIA, como Director Único
y al doctor ÁLVARO ECHEVERRY LONDOÑO, como Representante Legal
y Secretario General del Partido Social de Unidad Nacional Partido
de la U». Al respecto, la Sala observa que si bien la parte actora, al
desarrollar tanto el concepto de la violación en la demanda, como
los cargos de su apelación contra la sentencia de primera instancia,
se pronuncia sobre el referido acto administrativo, en el sentido de
solicitar su inaplicación al presente asunto, por vía de excepción de
inconstitucionalidad, al considerarlo contrario al artículo 40, numeral
1 de la Constitución PolítIca, esto en modo alguno se puede equiparar
al objeto de la Litis, el cual recae específicamente sobre el control
de legalidad del acto de elección de los señores Edgar Alexánder
Ruíz García y Diego Parra Zuluaga como concejales de Yumbo-
Valle del Cauca, periodo 2020-2023, por el Partido Social de Unidad
Nacional- Partido de la U, como acto definitivo; y por vía indirecta,
incluye también el examen de validez del acto de inscripción de la
lista de candidatos del Partido de la U a la que ambos pertenecieron.
(…). Por tanto, es claro que la decisión de negar las pretensiones de
la demanda que fue objeto del recurso de apelación interpuesto por
los demandantes, el cual activó la competencia de esta Sección en
segunda intancia, ante la cual interviene la procuradora séptima
delegada ante el Consejo de Estado, no recayó sobre la Resolución No.
2954 del 29 de septiembre de 2017, en cuya expedición efectivamente
participó la referida agente del Ministerio Público, al no ser el acto
electoral demandado, ni ostentar esa naturaleza jurídica, ni ser uno
de sus actos preparatorios, pues el juicio de validez del que trata este
proceso se predica del formulario E-26 CON del 8 de noviembre de
2019, como acto definitivo por el que la comisión escrutadora declaró
la elección de los señores Edgar Alexánder Ruíz Garcia y Diego Parra
Zuluaga como concejales del municipio de Yumbo, periodo 2020-2023.
Así las cosas, en razón del carácter excepcional que reviste al instituto
procesal de los impedimentos y la taxatividad de sus causales, estas
son de interpretación restrictiva, lo cual impide que la invocada en
el presente asunto, esto es, la del numeral 1 del artículo 130 del
CPACA, pueda ser extendida al momento de su aplicación a otros
actos distintos de los que fueron demandados, con el fin de evitar
que los servidores públicos se vean despojados irrazonablemente
del debido ejercicio de sus competencias constitucionales, legales
y reglamentarias. Lo anterior, en consonancia con lo expresado

209
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

reiteradamente por la Sala Plena de esta corporación, al considerar


que precisamente por su naturaleza prohibitiva, aquellas no pueden
ser objeto de indeterminación o interpretación extensiva, lo que
permitiría su abuso en detrimento de los principios de legalidad,
igualdad ante la ley, participación en el ejercicio de la función pública
y su eficacia en la satisfacción de los fines del Estado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 277 / DECRETO 1400 DEL 1970 - ARTÍCULO
150 / LEY 1437 DEL 2011 - ARTÍCULO 130 NUMERAL 1 / LEY 1437 DEL 2011
- ARTÍCULO 133 / LEY 1437 DEL 2011 - ARTÍCULO 134 / LEY 1564 DEL 2012 -
ARTÍCULO 140

210
SENTENCIAS
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO
A LA ASAMBLEA, INHABILIDAD DE DIPUTADO POR COEXISTENCIA
DE INSCRIPCIONES, FACTOR TERRITORIAL DE LA INHABILIDAD
POR COEXISTENCIA DE INSCRIPCIONES, EXCEPCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD, POTESTADES DEL JUEZ CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO EN MATERIA PROBATORIA

EXTRACTO NO. 1

RADICADO: 15001-23-33-000-2019-00588-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Juan Francisco Riaño Borda
DEMANDADO: William Rodolfo Mesa Avella – Diputado de
la Asamblea Departamental de Boyacá
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si confirma,


modifica o revoca la decisión de 26 de agosto de 2020, mediante la cual
el Tribunal Administrativo de Boyacá, accedió a las pretensiones de la
demanda y declaró la nulidad del acto de elección del Diputado a la
Asamblea del Departamento de Boyacá, bajo el cargo de coexistencia
de inscripciones.

TESIS 1: [L]as inhabilidades son aquellas circunstancias creadas


por la Constitución o la ley que impiden o imposibilitan que una
persona sea elegida o designada, válidamente, para un cargo público
y, en ciertos casos, impiden que la persona que ya viene vinculada al
servicio público continúe en él. Tiene como objetivo primordial lograr la
moralización, idoneidad, probidad, imparcialidad y eficacia de la labor
de quienes van a ingresar o ya están desempeñando empleos públicos,
garantizando de esta forma la prevalencia de los intereses generales
de la comunidad sobre los personales del aspirante. En este orden, la
inhabilidad implica restricciones al ejercicio del derecho fundamental
a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político, en

211
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

tanto busca impedir la elegibilidad de determinadas personas que se


encuentran afectadas por situaciones, circunstancias o condiciones,
que la ley expresamente así califica, que afectan intereses, valores y
principios superiores protegidos. En consecuencia, se constituyen en
límites para acceder al desempeño de cargos públicos que procuran
la realización del interés general. Tratándose de las inhabilidades
de los diputados de las asambleas departamentales, la Ley 617 de
2000, en el artículo 33, enlistó las circunstancias impeditivas para ser
inscrito o elegido válidamente, entre las cuales, está, específicamente,
aquella referida a evitar el nepotismo electoral o la existencia de
clanes familiares en los destinos públicos, esto es, aquella práctica
nociva para la democracia, donde miembros de una misma familia
se valen del poder electoral de uno de sus parientes para conquistar
otros cargos de elección popular, lo que viene a quebrantar el principio
de igualdad entre los contendientes y la transparencia del proceso
electoral. (…). Del texto de la norma transcrita [numeral 5º del artículo
33 de la Ley 617 de 2000] se pueden identificar los elementos que,
estructuran el hecho inhabilitante, (…) a saber: (i) Elemento parental:
que exista un vínculo por matrimonio o unión permanente o parentesco
dentro del tercer grado de consanguinidad, segundo de afinidad o
único civil. (ii) Elemento modal: que uno de los referidos parientes
se inscriba por el mismo partido o movimiento político para ser
elegido en cargos o corporaciones públicas. (iii) Elemento territorial:
que las elecciones deban realizarse en el mismo departamento. (iv)
Elemento temporal: que el certamen se lleve a cabo en la misma
fecha. Frente a lo anterior, esta Sección ha sido pacífica en señalar
que estos elementos deben ser concurrentes, esto es, que para que
se configure la inhabilidad, es necesario que todos estén satisfechos,
pues, no basta con que uno de ellos se acredite, en la medida que el
supuesto fáctico de la norma lo constituye un conjunto inescindible.
Esta técnica, utilizada en otros preceptos normativos, es lo que se
conoce en la Teoría General del Derecho como supuestos jurídicos
complejos, conforme al cual, la consecuencia jurídica que contempla
la norma – la inhabilidad para inscribirse o ser elegido – depende de la
ocurrencia simultánea y sucesiva de varios hechos – elementos de la
inhabilidad. (…). En suma, la hermenéutica fijada por la Sección Quinta
del Consejo de Estado, en relación con la inhabilidad por coexistencia
de inscripciones prevista para los diputados, particularmente, en
lo que tiene que ver con el factor territorial impone que no puede
ser elegido diputado quien esté vinculado por matrimonio o unión
permanente, o tenga vínculos de parentesco en los grados señalados

212
en la ley, con quienes se inscriban previamente por el mismo partido
o movimiento político para la elección de cargos o de corporaciones
públicas “en el mismo departamento”, entendida esta última locución,
como espacio geográfico, cuyo ámbito territorial cubre los municipios
que lo integran y las autoridades que allí se eligen.

TESIS 2: Ahora bien, en punto al contenido del parágrafo [se refiere


al parágrafo del artículo 6º de la Ley 1871 de 2017 que alude a las
inhabilidades de los diputados], se tiene que el legislador, acudió a
su facultad interpretativa prevista en el artículo 150, numeral 1º de la
Carta, para señalar el alcance de la expresión “en el departamento”,
contenida entre otras hipótesis en la causal del numeral 5º del artículo
33 de la Ley 617 de 2000, que ocupa ahora el estudio de la Sala, en el
sentido de indicar que este vocablo debe entenderse en el marco de la
organización política del territorio que deriva del artículo 286 superior,
esto es, que “Departamento”, hace alusión a la “entidad pública” y sus
institutos y entidades descentralizadas y no a un espacio geográfico o
territorial, como lo había venido entendiendo la jurisprudencia, hasta
este momento. Lo anterior trae como consecuencia, una aplicación
distinta de la inhabilidad relativa a la coexistencia de inscripciones,
prevista en el artículo 33, numeral 5º en cuanto al elemento territorial,
con base en el parágrafo descrito, pues esta inhabilidad ahora solo
se configura cuando los parientes del aspirante a la asamblea,
previamente, se inscriben por el mismo partido o movimiento político
a cargos o corporaciones de elección popular que correspondan al
mismo departamento como entidad pública, es decir, para el cargo
de gobernador o diputado de la asamblea departamental, órganos
de elección popular que integran el departamento como “entidad
pública”, sin incluir los de elección de los municipios – alcalde o
concejal – que hacen parte del territorio del departamento, pero
que están por fuera de su estructura administrativa. Sin embargo,
esta potestad del legislador de interpretar las leyes que él mismo
produce, no puede hacerse en contravía de los mandatos de la
carta política, sino dentro de los precisos límites fijados por ella,
habida cuenta que el texto superior, contiene reglas que señalan
límites, criterios o parámetros para esta labor interpretativa, que es
necesario observar, a fin de no alterar su supremacía e integridad
que le reconoce el artículo 4º de la propia Constitución Política. (…).
Precisamente, un límite a la regulación de las inhabilidades de los
diputados, como a la facultad interpretativa del legislativo en esta
materia, lo constituye lo establecido en el artículo 299 superior que

213
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

prescribe que el régimen de inhabilidades e incompatibilidades de


los diputados será fijado por la ley y “No podrá ser menos estricto
que el señalado para los congresistas en lo que corresponda.”. Por lo
tanto, esta disposición del texto superior no permite que el legislador
flexibilice o haga menos drástico el régimen de inhabilidades de los
diputados, respecto de aquel fijado para los miembros del Congreso
de la República. (…). Ahora bien, con base en estas precisiones
conceptuales, encuentra esta Sala, que el parágrafo del artículo 6º de
la Ley 1871 de 2017, al establecer que, para todos los efectos legales,
la inhabilidad descrita, entre otras hipótesis, en el numeral 5º del
artículo 33 de la ley 617 de 2000, “se refiere a Departamento como
entidad pública y sus institutos y entidades descentralizadas, no al
aspecto territorio”, modifica sustancialmente el elemento territorial
o espacial de la misma, tornando menos estricta su aplicación a los
diputados, en relación con el mismo hecho inhabilitante previsto
para los congresistas en el artículo 179 superior. (…). La inhabilidad
prevista para los congresistas, en el numeral 6º del artículo 179 del
texto constitucional, corresponde, en esencia, a la misma descrita en
el numeral 5º del artículo 33 de la Ley 617 de 2000 para los diputados,
en tanto establece que no puede postularse para ser congresista
quien tenga vínculos de parentesco en los grados señalados en la
ley, con aquellos que previamente se hayan inscrito para la elección
de cargos o corporaciones públicas a realizarse en la misma fecha.
(…). En suma, el alcance que el texto superior le otorgó al elemento
territorial que integra algunos de los supuestos inhabilitantes
que enlista el artículo 179 de la carta política, no discrimina a los
diferentes departamentos como entidades públicas para efectos de
identificar la circunscripción correspondiente, pues si esa hubiere
sido la finalidad de la norma constitucional, tal precisión se habría
contemplado expresamente, como lo hizo al exceptuar el numeral 5º
de esa norma en lo atinente a la coincidencia de las circunscripciones
nacional y territorial. De esta manera, el entendimiento que pretende
dársele para efectos electorales al “departamento” ya no como ese
espacio geográfico, sino como una entidad pública con sus diferentes
órganos colegiados – asamblea departamental - y ejecutor –
gobernación –, la inhabilidad por coexistencia de inscripciones, en el
caso de los diputados, solamente se estructuraría cuando el pariente
del aspirante a la asamblea se ha inscrito previamente para ser
elegido gobernador o diputado, que son los únicos cargos de elección
popular que hacen parte del departamento como ente administrativo,
permitiendo que se puedan inscribir personas unidas por matrimonio

214
o unión permanente o de parentesco por consanguinidad, afinidad
o único civil, para la alcaldía y el concejo municipal de cualquier
municipio que hace parte del respectivo departamento. (…). Así las
cosas, no cabe duda para esta Sala que al señalar el parágrafo del
artículo 6º de la Ley 1871 de 2017, que el entendimiento del vocablo
“departamento”, contenido en algunos de los supuestos inhabilitantes
previstos en el artículo 33 de la Ley 617 de 2000, debe ser referido a
la “entidad pública” y no al aspecto “territorio”, el legislador desbordó
su ámbito de su competencia, al regular, en términos más laxos, el
componente territorial de la causal de inhabilidad que ahora ocupa
la atención de la Sala, con lo cual se quebrantaron los artículos 179
y 299 de la Carta. Además, la interpretación que se hace del referido
componente territorial, en nada contribuye a reducir la ocurrencia
de fenómenos que alteran la solidez de una democracia, como el
nepotismo y la conformación de clanes o dinastías electorales, que dan
al traste con valores superiores como la igualdad, el pluralismo y la
participación, al promover que quienes tengan la ventaja de tener lazos
consanguíneos, con personas con un alto caudal electoral, se apoderen
de varios cargos de elección popular de los niveles departamental y
municipal. (…). Así las cosas, frente al abierto desconocimiento de los
artículos 179 y 299 constitucionales se impone para la Sala acudir
al mecanismo de la excepción de inconstitucionalidad o también
denominado control de constitucionalidad por vía de excepción, el
cual se fundamenta en el artículo 4º de la Constitución. (…). En el
presente caso, se acreditan los presupuestos para dar aplicación a
la excepción de inconstitucionalidad, en relación con el parágrafo
del artículo 6º de la Ley 1871 de 2017, en cuanto, como se explicó
ampliamente, dicho aparte normativo desconoció los artículos 179 y
299 de la Constitución Política, al hacer menos gravoso la inhabilidad
conocida como de coexistencia de inscripciones de los diputados,
respecto de la misma que se contempla para los congresistas. (…). En
este sentido, si aplicamos el artículo 6º, parágrafo de la Ley 1871 de
2017 al sub judice, se tornaría en menos estricto el alcance que tiene
la inhabilidad fundada en la coexistencia de inscripciones para los
diputados (Art. 33 de la Ley 617 de 2000), en relación con ese mismo
supuesto desarrollado para los congresistas, pues el concepto de
departamento se reduce conforme a una concepción administrativa
del mismo.

TESIS 3: A juicio del apelante, el tribunal de instancia no debió


decretar las pruebas solicitadas por el demandante ni dar por

215
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

acreditado el elemento de parentesco que contempla la causal de


inhabilidad objeto de examen, por cuanto el accionante incumplió
con el deber de aportar con la demanda, las documentales que bien
pudo haber obtenido por sus propios medios, con anterioridad a la
presentación de la demanda, vulnerando con ello el artículo 173
del Código General del Proceso. Al respecto, considera la Sala que
este cargo no está llamado a prosperar por cuanto el a quo aplicó,
de manera correcta, las disposiciones que gobiernan el régimen
probatorio, en el ámbito del contencioso administrativo. (…). [L]a Sala
no encuentra reparo alguno frente al hecho de que, en la audiencia
inicial, se hayan decretado las pruebas dirigidas a acreditar el
parentesco entre el demandado William Rodolfo Mesa y la señora
Libia Rocío García Amaya, pues la misma fue oportunamente
solicitada por la parte actora en la demanda y conforme con la
doctrina procesal, resultaban conducentes, pertinentes y útiles para
establecer la configuración de uno de los elementos de la inhabilidad
alegada. En consecuencia, no se vulneró el debido proceso del
demandado por parte del Tribunal Administrativo de Boyacá. (…).
Así entonces, esta censura puntualmente se enmarca en que, se
desconoció el precedente. (…). Así, aunque este precedente se refiere
a una elección de un congresista, considera el recurrente que, por
el principio de igualdad, también debe extenderse a los diputados,
en tanto no puede ser más gravosa su regulación. (…). Acorde
con lo anterior, estos pronunciamientos, no comparten la misma
situación fáctica que se plantea en el caso bajo examen, pues en
aquellos casos, se demandaron los actos que declaraban la elección
de congresistas, quienes son elegidos en un certamen electoral
exclusivo para esa corporación pública, bajo censuras distintas a la
estudiada en este proveído. De ahí que pueda afirmarse, sin lugar a
error, que la coexistencia de inscripciones debe predicarse para la
misma corporación, tratándose de las elecciones para Congreso de
la República. No obstante, para el caso bajo examen, la elección de
los diputados se presenta en la fecha en que se eligen las demás
autoridades territoriales del país, supuesto que hace distinto el
análisis y la decisión que debe adoptarse en el presente caso. Sobre
la base de las anteriores consideraciones, la Sala confirmará la
sentencia proferida por el Tribunal Administrativo de Boyacá el 26
de agosto de 2020. (…). Lo anterior, por cuanto convergen todos los
elementos de la causal de inhabilidad consagrada en el numeral 5º
del artículo 33 de la Ley 617 de 2000, entendiendo que no es aplicable

216
al caso en concreto el parágrafo del artículo 6º de la Ley 1871 de
2017, por ser contrario a la constitución.

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: No [se comparte] la tesis de la ponencia según la cual el


parágrafo del artículo 6º de la Ley 1871 de 2017, hizo menos estricta la
inhabilidad por coexistencia de inscripciones que aplica a los aspirantes
a diputados, respecto de la que opera para los aspirantes al Congreso.
Si bien podría inferirse que la interpretación hecha en el precepto bajo
cita, hizo menos estricta la inhabilidad por coexistencia de inscripciones
que aplica a los aspirantes a diputados, respecto de la que opera para
los aspirantes al Congreso, pues para estos “la circunscripción nacional
coincide con cada una de las territoriales, (…)”, mientras que para aquellos
no se presenta coincidencia entre la circunscripción departamental y la
municipal; una revisión en conjunto del régimen de inhabilidades permite
concluir lo contrario. (…). [L]a norma Superior [artículo 179] busca evitar
que el pariente de quien aspire al Senado de la República se inscriba
para ser elegido como representante a la Cámara, y viceversa. Ese
debe ser el entendimiento del texto constitucional que establece que “la
circunscripción nacional coincide con cada una de las territoriales”, toda
vez que el Congreso de la República tiene una composición bicameral,
esto es, está compuesto por Senado y Cámara de Representantes, y
su elección tiene lugar en las circunscripciones nacional y territorial.
(…). En esa medida, el candidato inhabilitado por la causal bajo análisis,
que aspire a la Cámara de Representantes, no podría argumentar en su
favor, que la inscripción previa de su pariente para ser elegido senador
no le inhabilita por tratarse de circunscripciones diferentes, pues
la Carta es clara en advertir que la circunscripción nacional coincide
con cada una de las territoriales. (…). A su turno, tratándose de las
elecciones de autoridades locales, esto es, gobernadores, diputados,
alcaldes y concejales, estas a diferencia de las elecciones del Congreso,
tienen lugar en su respectiva circunscripción, esto es, los gobernadores
y diputados se eligen en la circunscripción departamental, mientras que
las de alcaldes y concejales tienen lugar en la municipal. En ese orden de
ideas, no resultaría contrario a la Carta que el legislador haya limitado el
ámbito de la inhabilidad por coexistencia de inscripciones, en la esfera de
las elecciones del mismo nivel político administrativo, al departamento
como entidad pública y sus institutos y entidades descentralizadas, y no

217
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

al aspecto territorio, puesto que con ello mantuvo el efecto inhabilitante


para las elecciones que tienen lugar en el mismo nivel territorial, tal y
como ocurre con las del Congreso de la República, con la diferencia que,
por disposición constitucional, su conformación implica llevar a cabo
las elecciones en las circunscripciones tanto nacional como territorial,
para elegir una Corporación Pública del orden nacional. Ahora bien,
según la tesis de la ponencia, el parágrafo del artículo 6º de la Ley
1871 de 2017, hizo menos estricta la inhabilidad por coexistencia de
inscripciones que aplica a los aspirantes a diputados, respecto de la que
opera para los aspirantes al Congreso, básicamente porque permite
la inscripción previa de los parientes de los candidatos a la duma
departamental, para aspirar a cargos de otro nivel territorial, como las
alcaldías y los concejos, mientras que los candidatos a congresistas sí
estarían inhabilitados por la inscripción previa de sus parientes que
aspiren a los cargos de gobernador, diputado, alcalde o concejal. (…).
En este punto [se destaca] un error de contradicción en el que incurre
la ponencia, pues pese a que admite que las elecciones para Senado y
Cámara, son las únicas que pueden “realizarse en la misma fecha” al
tenor de lo dispuesto en el artículo 261 de la Carta, que estatuye que
la elección del Congreso, “se hará en fecha separada de la elección de
autoridades departamentales y municipales”, concluye erróneamente
que la inscripción previa de los parientes del candidato al Congreso,
para aspirar a cargos de gobernador, diputado, alcalde concejal y
edil, configura la inhabilidad por coexistencia de inscripciones. (…). Se
observa, entonces, que una de las condiciones previstas en las referidas
normas para que se configure la inhabilidad de que se trata, consiste en
la inscripción para la elección que deba realizarse en la misma fecha.
Como se indicó anteriormente, la fecha de la elección del Congreso,
por disposición constitucional, no coincide con la de las elecciones de
autoridades departamentales y municipales; ergo, la inscripción de los
aspirantes a cargos de autoridades departamentales y municipales no
puede viciar de inhabilidad a quien aspire a ser congresista, pues no se
trata de elecciones que se realizan en la misma fecha. Por lo tanto, la
tesis de la ponencia, para explicar que la inhabilidad de los diputados es
menos estricta que la de los congresistas, parte de una premisa errada
según la cual la inscripción previa de quienes aspiran a cargos de
autoridades departamentales y municipales inhabilita a su pariente que
aspira al Congreso, pues las referidas inscripciones no tienen lugar para
una elección en la misma fecha. De este modo, el argumento expuesto
en el fallo del cual [se aparta] no justifica que la interpretación del
alcance de la inhabilidad por coexistencia de inscripciones plasmada en

218
el parágrafo del artículo 6° de la Ley 1871 de 2017, sea menos estricta
que la que opera para los congresistas, menos aún podría concluirse de
ello que es inconstitucional.

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [L]a Sala, además de precisar que la inhabilidad aplica


tanto para cargos como para corporaciones, realizó un análisis de
constitucionalidad del contenido del artículo 6º de la Ley 1871 de 2017,
normativa que, si bien no tuvo en cuenta el a quo, fue referida por la
Agente del Ministerio Público, como se observa en los antecedentes
del fallo. Para el efecto, se tiene que el mencionado artículo, sobre
el particular establece que se debe entender el departamento como
entidad pública y no, como ente territorial, situación que en principio,
frente a la legalidad de la declaratoria de la elección que se analizó,
llevaría a revocar la decisión de primera instancia y, en su lugar, negar
la nulidad electoral pretendida, por cuanto dejaría de cumplirse el
elemento territorial toda vez que la aspiración del demandado lo era
para el departamento de Boyacá, mientras que el de su pariente, lo fue,
para el municipio de Aquitania, los cuales a pesar de coincidir en lo que
respecta al territorio, difieren si se entienden como entidades públicas,
lo que conllevaría a determinar que no se cumplió con el elemento
espacial de la causal y, por consiguiente, a mantener la legalidad de la
elección, posición que a mi juicio, debió ser la expresada en la sentencia.
(…). [C]ontrario a lo expresado por la Sala, no puede concluirse, en
cuanto a coexistencia de inscripciones, que sea menos gravosa la
inhabilidad para diputados que la de los congresistas, teniendo en
cuenta que el paralelo que se realiza respecto de los Representantes a
la Cámara para señalar que estos sí se encontrarían inhabilitados por
el aspecto territorial con parientes dentro de los grados que se señala
en la norma, que aspiren a elecciones dentro de la misma extensión
territorial del departamento o una porción de su territorio, como son
las que tienen lugar en los municipios que integran el departamento
concernido; pierde sentido si se pone de presente las elecciones de
Congreso y las territoriales, se celebran en fechas diferentes. (…).
Así, la posibilidad en la que se basó la Sala para considerar que
debía inaplicarse la norma, no existe ni puede presentarse y, en
consecuencia, debió concluirse que la normativa de 2017, no constituía
una situación menos gravosa para los diputados, ya que, se insiste, ello

219
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

solo podría ocurrir si las elecciones territoriales y las de Congreso, se


realizaran en la misma fecha, por lo que los parientes que se inscriban
a concejales, gobernadores, ediles y diputados; de manera alguna,
podrían inhabilitar a un candidato a Representante a la Cámara bajo
la causal de coexistencia de inscripciones. (…). Por otro lado, como [se
ha] manifestado en otras oportunidades, [se considera] que, aún en
el caso en que la normativa de la Ley 1871 de 2017 fuera, al rompe,
contradictoria con la Constitución, [se considera] que, al no existir una
regla preestablecida sobre el asunto, se debía realizar su inaplicación
a manera de jurisprudencia anunciada, como lo solicitó el demandado;
dando así, prevalencia a los derechos del elegido. Máxime, si se tiene
en cuenta que ante dos posibles interpretaciones de un precepto legal
que regula una inhabilidad, se debe preferir la que menos limite el
derecho de acceso a cargos públicos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 150
NUMERAL 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 179 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 286 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 299 / LEY 617 DE 2000 –
ARTÍCULO 33 NUMERAL 5 / LEY 1871 DE 2017 – ARTÍCULO 6 PARÁGRAFO / CÓDIGO
CIVIL – ARTÍCULO 25 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 180 NUMERAL 10 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 212 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 2

220
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJALES, CUOTA DE GÉNERO

EXTRACTO NO. 2

RADICADO: 76001-23-33-002-2019-01077-01
FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Gustavo Adolfo Prado Cardona y otros
DEMANDADOS: Edwin Fabián Marín Marín y otros - Concejales
de Palmira - Valle del Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia del 15 de octubre de 2020,
mediante la cual, el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, negó
las pretensiones de la demanda relacionada con la “cuota de género”
en la inscripción de listas a corporaciones públicas por parte de los
partidos, movimientos políticos, grupo significativo de ciudadanos y
coaliciones, a que se refiere el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, en
orden a definir, si el treinta (30%) por ciento de que trata la disposición,
debe calcularse con base en el número de curules a proveer o conforme
al número de candidatos inscritos.

TESIS 1: La Sala en reiteradas ocasiones ha considerado que el


derecho a elegir, ser elegido e integrar los órganos de poder o las
corporaciones públicas es la base fundamental de los derechos
políticos en Colombia. Así lo estableció el Artículo 40 de nuestra Carta
Política al señalar que “todo ciudadano tiene derecho a participar
en la conformación, ejercicio y control del poder político”. En punto
a la equidad de género, este mismo mandato constitucional, en su
último inciso, dispuso que “las autoridades garantizarán la adecuada
y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de la
Administración Pública”. (…). [E]l Congreso de la República, expidió
la Ley 581 de 2000, por la cual se reglamenta la adecuada y efectiva
participación de la mujer en los niveles decisorios en las diferentes
ramas y órganos del poder público. Esta ley, además de crear
mecanismos para promover la participación de la mujer en las

221
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

instancias de gobierno y la sociedad civil e incorporar los Planes


Nacionales y Regionales de Promoción y Estímulo de la Mujer, instituyó,
de manera clara, un porcentaje de participación del 30% como mínimo
en los “cargos de máximo nivel decisorio, con excepción a los cargos
pertenecientes a los cargos de carrera”. En esta misma perspectiva,
el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011 estableció como parámetro
obligatorio para los partidos, movimientos políticos o grupos
significativos de ciudadanos, la integración de listas a corporaciones
públicas de elección popular, en un porcentaje mínimo del 30% de
participación de cualquiera de los géneros. (…). Así las cosas, con la
implementación de la cuota de género se concretaron propósitos de
rango constitucional y legal, como se ha venido explicando, dirigidos
a alcanzar una representación equitativa entre los distintos géneros
en las corporaciones públicas de elección popular y en orden a
cumplir mandatos de carácter internacional contenidos en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, la Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer -Belem do Pará-. (…). [L]a aplicación del principio
de equidad de género y no discriminación, no afecta la autonomía
de los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de
ciudadanos, sino que promueve espacios de participación efectiva de
la mujer, al ordenar un mínimo porcentaje en la conformación de las
listas para la elección de corporaciones públicas, generando mayores
posibilidades de que estas corporaciones de elección popular, tengan
una importante representación del género femenino.

TESIS 2: La norma objeto de examen está contenida en el inciso


primero del artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, que dispone que las
listas inscritas a corporaciones públicas de elección popular, donde
se elijan 5 o más curules o las que se sometan a consulta, “deberán
conformarse por mínimo un 30% de uno de los géneros”. En este orden,
se advierte que no se refirió el legislador estatutario, si el 30% de que
trata la norma, es en relación con el número de personas inscritas en
las listas o respecto de las curules a proveer, o lo que es lo mismo,
el número de integrantes de la respectiva corporación de elección
popular. (…). [L]a Corte Constitucional en el análisis que efectuó
de dicha disposición se refirió a este porcentaje en relación con la
conformación de las listas y, de ninguna manera, se observa que haya
hecho un mínimo acercamiento del tema con relación al número de

222
curules a proveer. Ahora bien, los pronunciamientos de esta Sección,
también han estado dirigidos a señalar, de forma consistente, que
la cuota de género del 30% se determina en relación con el número
de candidatos inscritos en la lista y no frente al número de curules
a proveer. Si bien, existe una decisión que pareciera acoger la tesis
contraria, la cual, traen a colación los demandantes, lo cierto, es que
se trata de un pronunciamiento aislado que no ha sido reiterado por
esta Sección. Por el contrario, se ha consolidado la interpretación de
que el 30% de la cuota de género, se refiere al número de candidatos
y no al número de curules que integran la corporación, la que ahora
se reitera. (…). Agréguese a lo anterior, que la interpretación que mejor
se acompasa con los principios y valores que edifican el sistema
electoral, no puede ser otra, que la que se acaba de exponer, pues,
entender que el 30% de la cuota de género se refiere al número de
curules y no al número de candidatos, lesiona, sensiblemente, la
libertad y el derecho que tienen los partidos, movimientos políticos
y grupos significativo de ciudadanos de inscribir candidatos en la
cantidad que consideren, según su expectativa, poder de convocatoria,
número de afiliados o adeptos que tengan, por ejemplo, en la región o
municipalidad. (…). Así las cosas, el criterio jurisprudencial que debe
acogerse, es el expuesto de manera uniforme, en tanto la disposición
analizada debe ser interpretada en el sentido de que las listas donde
se elijan 5 o más curules para corporaciones de elección popular o
las que se sometan a consulta -exceptuando su resultado- deberán
conformarse mínimo con un 30% de uno de los géneros, en relación
con el número de candidatos inscritos y no en relación con el número
de curules a proveer.

TESIS 3: El demandante en su recurso de alzada manifestó su


inconformidad con la sentencia apelada, (…) pues, en su parecer, la cuota
de género debe determinarse con base en las curules a proveer y no
en relación con el número de candidatos inscritos en las listas. (…). De
conformidad con lo expuesto en los acápites anteriores, se encuentra
que no le asiste razón al demandante, pues como quedó visto, esta
Sala ha considerado, en armonía con el análisis de constitucionalidad
efectuado en la sentencia C-490 de 2011, que la cuota de género se
debe establecer a partir del número de candidatos a proveer, como lo
consideró la sentencia apelada. Como se explicó, en punto al artículo
262 de la Constitución Política, existe un tope máximo de candidatos
a inscribir en una lista, que corresponde al de curules a proveer,
salvo que se elijan dos (2) miembros de corporación. Sin embargo, no

223
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

existe un número mínimo de candidatos a incluir, pues no es lo que


contempla la norma; como consecuencia se entiende que el límite es
solo para establecer un tope máximo, que los partidos, movimientos y
grupos significativos de ciudadanos tienen para integrar las listas de
candidatos, razón por la cual, no puede acogerse este razonamiento
del recurrente. (…). Así las cosas, la Sala desestima los argumentos
expuestos en el recurso de apelación, pues el hecho de que el Partido
Liberal haya inscrito tres (3) mujeres como candidatas al concejo
municipal de Palmira – Valle -, la “Coalición Partido Conservador
Partido Mira”, cuatro (4) mujeres; Cambio Radical, cinco (5) mujeres
y la “Coalición Convergencia Palmira Humana” cuatro (4) mujeres,
no vulnera el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, ni los mandatos
constitucionales contenidos en los artículos 1, 2, 13, 29, 40 y 43 de la
Constitución Política, en la medida que al estar compuesto el concejo
municipal de Palmira por 17 concejales, se tiene que ello no define
la cuota de género, sino el número de candidatos inscritos en la lista
correspondiente. En este orden, como en el recurso no se presentaron
argumentos relacionados con que las listas inscritas por los partidos
a que se refiere la demanda hubieran incumplido con el 30% de los
candidatos del género femenino, en la forma en la que ahora lo ha
establecido la Sala, sino que, discutió que la porción debió calcularse
frente al número de curules a proveer y no sobre las listas, la Sala da
por cierto que se cumplió con ese 30%, al interior de las listas, ya que,
se insiste, no hubo censuras que lleven a concluir que alguna de ellas
tengan un número inferior de mujeres inscritas.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 43
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
262 / LEY 581 DE 2000 - LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28

224
POTESTAD DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL PARA
AUTORIZAR LAS SOLICITUDES DE REGISTRO DE DESIGNACIÓN
DE DIRECTIVOS DE LOS PARTIDOS Y MOVIMIENTOS POLÍTICOS,
DEBERES Y DERECHOS DE LOS PARTIDOS Y MOVIMIENTOS
POLÍTICOS

EXTRACTO NO. 3

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00007-00
FECHA: 11/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Antonio Martín Almazo Acosta
DEMANDADO: Consejo Nacional Electoral - CNE
MEDIO DE CONTROL: Nulidad y restablecimiento del derecho

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Corporación determinar


si los actos acusados, están incursos en las causales de nulidad por
infracción de norma superior y expedición irregular, por cuanto el
demandante considera que el CNE: i) incurrió en un equívoco al no
autorizar el registro del “Acta Reunión Comité Ejecutivo Nacional”,
donde constan las designaciones efectuadas el día 31 de mayo de
2019, debiendo limitarse a efectuar la inscripción solicitada, por
tratarse de un “mero registro”, sin entrar a hacer consideraciones
legales o estatutarias, pues, cualquier irregularidad pudo haberse
hecho ex post, a través del mecanismo de la impugnación del acta,
conforme lo establece el artículo 9º de la Ley 1475 de 2011, ii)
desconoció la facultad que ostenta el Comité Ejecutivo Nacional de
“crear y designar los cargos que ocuparan los miembros del Ejecutivo
Nacional”, según los estatutos iii) vulneró el derecho al debido
proceso, dado que el CNE, adelantó una actuación administrativa,
oficiosamente, acogiendo los argumentos de quienes se opusieron a
la inscripción, sin que previamente procediera a hacer la autorización
del registro solicitado y, iv) que en los actos acusados se estimó que
la solicitud de inscripción solo podía hacerla el representante legal
del partido, cuando, según el artículo 9º de la ley 1475 de 2011, el CNE
puede exigir a la organización política que se lleve a cabo la misma
e, inclusive, realizarla, directamente, si dentro de los 10 días a la
elección o designación aún no se ha hecho.

225
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

TESIS 1: El Consejo Nacional Electoral, según la Constitución


Política de 1991, es la institución que tiene a su cargo la suprema
inspección, vigilancia y control de las elecciones y la organización
y funcionamiento de los partidos y movimientos políticos. (…). Este
organismo con el paso del tiempo, se ha venido fortaleciendo en
sus funciones, como las consignadas en el acto legislativo 01 de
2009, para asegurar que el certamen eleccionario sea expresión
de transparencia y eficacia. Ahora bien, en punto a la vigilancia
de las colectividades políticas, el artículo 265 superior, señaló lo
siguiente: (…) 6. Velar por el cumplimiento de las normas sobre
partidos y movimientos políticos. Esta trascendental atribución parte
de la importancia que tienen los partidos y movimientos políticos
como instituciones que dan sustento y solidez a la democracia.
Los partidos y movimientos políticos canalizan la opinión pública,
particularmente, de aquellas personas que quieren expresar una
visión del Estado, la sociedad y la forma de alcanzar el progreso o el
bien común, sustentada en una determinada ideología o plataforma
política. (…). Estas organizaciones que buscan representar y dirigir
a sus afiliados y adeptos, en la búsqueda del poder político, tienen
el deber de organizarse, democráticamente, bajo los principios de
transparencia, objetividad, moralidad y la equidad de género, como lo
dispone el artículo 107 de la Carta y 1º de la Ley 1475 de 2011. Tienen
derechos reconocidos en la ley, como el de obtener el reconocimiento
de la personería jurídica y ser propietarios de su nombre y símbolos,
así como los colores que quiera emplear para identificarse (Art. 3º
y 5º de la Ley 130 de 1994). Ahora bien, aunque la ley les otorga el
derecho de organizarse libremente, en el desarrollo de su actividad
están obligados a cumplir la Constitución y las leyes, (Art. 6º Ley
130 de 1994). Así mismo, su organización y funcionamiento están
regidos por sus propios estatutos (Art. 7º ley 130 de 1994). Como
instituciones que están llamadas a incidir en la dinámica política
y la conformación de los poderes públicos, responden por toda
violación o contravención a las normas que rigen su organización,
funcionamiento o financiación, así como por las conductas de sus
directivos consideradas como faltas, a la luz de la ley electoral (Art. 8º
Ley 1475 de 2011). En este orden, juega un papel importante el CNE,
para asegurar que, no solo se respete el ordenamiento jurídico que
rige estas organizaciones, sino también la voluntad de sus miembros
expresada en asamblea general o en los órganos de gobierno y
dirección que suelen tener como parámetro de acción, las reglas
contenidas en sus propios estatutos.

226
TESIS 2: El demandante censura que el CNE omitió autorizar el
registro del “Acta Reunión Comité Ejecutivo Nacional”, donde constan
las designaciones de los nuevos dignatarios, efectuada el día 31 de
mayo de 2019, por el Comité Ejecutivo Nacional, debiendo limitarse a
efectuar la inscripción solicitada, por tratarse de un “mero registro”,
conforme lo preceptúa el artículo 70 de la Ley 1437 de 2011, sin entrar
a hacer consideraciones legales o estatutarias adicionales, pues,
cualquier irregularidad podía haberse hecho con posterioridad. (…).
Sea lo primero señalar que, conforme al artículo 3º de la Ley 1475
de 2011, corresponde al Consejo Nacional Electoral, llevar el registro
de los partidos, movimientos y agrupaciones políticas, las actas,
documentos, estatutos y demás actos que atañen al desenvolvimiento
de la colectividad política. (…). Así entonces, según esta disposición,
la designación o remoción de los miembros que integran los órganos
de gobierno y administración de las colectividades políticas, debe
inscribirse ante el CNE, por parte del respectivo representante legal, cuyo
objeto, no es otro, que otorgar seguridad jurídica frente a sus afiliados,
adeptos y la comunidad en general, para materializar los principios de
transparencia y publicidad que dichas actuaciones demandan. (…). [L]
a función que cumple la autoridad electoral, en armonía con el artículo
265 superior, no corresponde a una simple actuación notarial o
meramente formal, en la medida que tiene el deber de examinar si los
cambios producidos en los miembros de las directivas, se ajusta a todo
el ordenamiento jurídico que regula la materia y a los estatutos propios
del partido. (…). [S]e advierte el claro papel que cumple este registro
público a cargo de la autoridad electoral, en tanto, además de garantizar
la seguridad jurídica y la publicidad de los actos de designación que se
producen al interior de los partidos políticos y movimientos políticos,
se erige como un mecanismo, a través del cual, el Consejo Nacional
Electoral materializa las funciones que el ordenamiento constitucional
y legal le atribuyen. Así las cosas, el registro que se le impone efectuar
a los partidos y movimientos políticos, habilita la competencia del
CNE para cotejar el acto de inscripción frente a las disposiciones
legales, constitucionales y estatutarias, correspondiéndole, entonces,
autorizar o negar el registro solicitado, según si se ha acatado o no el
ordenamiento jurídico. Precisamente, esa fue la facultad que ejerció el
CNE en relación con la inscripción solicitada por algunos miembros del
Comité Ejecutivo Nacional del partido ASI, la cual fue negada en razón
a que la solicitud no había sido radicada por la representante legal del
partido ASI, y porque según los estatutos del partido, la Convención
Nacional, era la competente para efectuar estas designaciones. (…).

227
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

Ahora bien, en el caso sub judice se advierte que, en la sesión del 31


de mayo de 2019, el Comité Ejecutivo Nacional, se reunió con el fin
de modificar “los cargos del comité ejecutivo nacional”, como quedó
aprobado en el orden del día (Fol. 75 del expediente). Después de
la deliberación y con la presencia de cinco (5) de sus miembros se
propuso remover a “los miembros de ese comité para que ocupen otro
cargo de los que compone ese órgano”, lo cual fue aprobado por los
asistentes, según se lee en el acta correspondiente. (…). En este orden,
se advierte que la recomposición del Comité Ejecutivo Nacional, fue
efectuada por el mismo cuerpo colegiado, contraviniendo las normas
estatutarias, dado que, conforme al artículo 15 numeral 4º en armonía
con el artículo 23 de los estatutos del partido ASI, la atribución de
elegir a los directivos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y
entre ellos a su presidente, corresponde a la Convención Nacional, la
cual se realiza para un período de cuatro (4) años y porque la solicitud
no fue radicada por quien obraba como representante legal inscrito
ante el organismo electoral, lo cual contravenía el artículo 3º de la ley
1475 de 2011. (…). Finalmente, debe precisar la Sala que, pese a que
el organismo electoral tenía el deber de confrontar, previamente, el
ordenamiento jurídico para proceder a autorizar el registro del acta
solicitada, esto en nada se opone a la facultad que le asiste a cualquier
miembro de la colectividad política de impugnar los nombramientos o
designaciones, ante el Consejo Nacional Electoral.

TESIS 3: Aduce el libelista que (…) se actuó conforme a los estatutos,


al estar legitimado el Comité Ejecutivo Nacional para designar a los
dignatarios de dicho órgano de gobierno y entre ellos al señor Antonio
Martín Almazo Acosta, como vicepresidente. (…). [P]rima facie podría
compartirse la lectura que sugiere el demandante, esto es, que el Comité
Ejecutivo Nacional, tenía la potestad de recomponer los cargos que
ocupaban los miembros de dicho comité. Sin embargo, una visión integral
de las normas estatutarias permite a la Sala arribar a una conclusión
diferente. (…). [L]a máxima autoridad del partido es la Convención
Nacional, en la medida que es el órgano deliberante que integra a todos
sus delegados y traduce la máxima representatividad de sus afiliados
y adeptos en armonía con el deber que tienen todas las colectividades
políticas de propiciar los procesos de democratización interna (Art. 4º,
numeral 6º, Ley 1475 de 2011). En este orden, sus decisiones están
signadas de la soberanía que tienen los diferentes sectores de opinión
que componen el conglomerado o colectivo social que pertenece a
dicha colectividad. Por ello, en los estatutos del partido, se dispuso en

228
el artículo 15, la atribución en cabeza de la Convención Nacional de “4.
Elegir a los miembros del Comité Ejecutivo Nacional y, entre estos, elegir
al Presidente”. Lo anterior en armonía con el artículo 23 estatutario que
prescribe que “El Comité Ejecutivo Nacional se elegirá para un período de
cuatro (4) años”. (…). [E]n el caso de la Convención Nacional, no hay duda,
que dicho órgano es el que, ordinariamente, tiene la competencia para
designar a los once (11) miembros del Comité Ejecutivo Nacional, para
un período de cuatro (4) años, mientras que, tratándose de este último
órgano, la facultad de designación atribuida en el artículo 24 numeral 12,
tiene una connotación esencialmente circunstancial, como quiera que se
enmarca en aquellos casos que, bajo un criterio de necesidad, resulta
imperioso crear un cargo al interior de este órgano, lo que a su turno,
supone la designación inmediata del mismo, que por las mismas razones
de urgencia, no dan espera hasta tanto se reúna extraordinariamente la
Convención Nacional. (…). Por lo tanto, como la decisión adoptada en la
reunión del 31 de mayo de 2019, no tuvo como fundamento la creación
de un cargo nuevo en el Comité Ejecutivo Nacional, sino que se procedió
rotar a algunos miembros dentro de la misma directiva nacional, se
concluye que se contravino el artículo 24 numeral 12 de los estatutos
y el artículo 15 numeral 4º, al contrariar la voluntad de la Convención
Nacional quien tiene a su cargo la potestad de designar los miembros
del Comité Ejecutivo Nacional para un período de cuatro (4) años. Ahora
bien, esta recomposición de la directiva nacional, que se hizo bajo la
perspectiva “hacer rotación” de los cargos del Comité Ejecutivo Nacional
si fue prevista en el artículo 25, parágrafo primero de los estatutos, pero
bajo dos (2) condiciones a saber, i) la anuencia o consentimiento de quien
deba rotar y ii) con excepción del presidente. (…). Estos presupuestos
tampoco se acreditaron en el sub examine, tal como se puede verificar
en el acta del 31 de mayo de 2019. (…). Así entonces, lejos de ajustarse
a los preceptos normativos, estas designaciones vulneraron las normas
estatutarias del partido Alianza Social Independiente, razón por la cual,
las resoluciones acusadas expedidas por el CNE, mediante las cuales
se negó la autorización del registro del “Acta Reunión Comité Ejecutivo
Nacional”, efectuadas el día 31 de mayo de 2019, están acordes con el
ordenamiento jurídico.

TESIS 4: Sostiene el demandante que en el trámite de registro del


“Acta Reunión Comité Ejecutivo Nacional”, efectuada el día 31 de mayo
de 2019, el Consejo Nacional Electoral desconoció el derecho al debido
proceso al proceder a iniciar una actuación administrativa en la que
no se vincularon a las partes interesadas, ni se desarrolló una etapa

229
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

probatoria, sino que se circunscribió a resolver favorablemente, las


objeciones que esgrimieron algunos directivos, inconformes con
las decisiones adoptadas por el Comité Ejecutivo Nacional. Insiste el
actor que, antes de proceder de esa manera, debió hacerse el registro
correspondiente. Al respecto, precisa la Sala que dicho reparo no
tiene sustento alguno, en la medida que parte de la concepción que
tiene el demandante acerca de la competencia del Consejo Nacional
Electoral para registrar los actos y documentos de los partidos y
movimientos políticos. Entiende el demandante que el CNE, cumple un
papel de simple depositario de los documentos que provienen de las
colectividades políticas, lo cual, como ya se precisó, no resulta acertado.
Es por lo anterior, que observa extrañado, que el órgano electoral haya
iniciado una actuación administrativa que culminó con la expedición
de los actos demandados. Así entonces, teniendo claro que la función
del CNE no se limita a custodiar la documentación, ni a autorizar de
forma automática los actos y documentos provenientes de los partidos
y movimientos políticos, es que resulta acorde con el ordenamiento
jurídico, el que se haya adelantado un procedimiento administrativo,
como lo ordena el Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, en su primera parte. (…). [N]o se actuó
contrario a los preceptos legales por el hecho de que el CNE, haya
atendido los escritos de intervención de los demás miembros del
Comité Ejecutivo Nacional, que fueron removidos o reemplazos en sus
cargos, entre ellos, la vicepresidenta del Comité Ejecutivo Nacional,
Berenice Bedoya Pérez, pues, ello responde al estricto acatamiento de
la ley de procedimiento administrativo, que impone a las autoridades
cuando se trata de “terceros que puedan resultar afectados”, escuchar
sus argumentaciones. Por lo tanto, se concluye que no se vulneró el
derecho al debido del peticionario.

TESIS 5: Frente a esta censura, aduce el demandante que en el acto


acusado se afirmó que la solicitud de inscripción solo podía efectuarla
la representante legal del partido, Sor Berenice Bedoya, cuando es
claro, que, según el artículo 9º de la Ley 1475 de 2011, el CNE podía
exigir, directamente, que “se verifique la respectiva inscripción si ella
no se ha realizado dentro de los diez (10) días siguientes a la elección
o designación”. Aunque este aspecto reseñado, no resulta ser un vicio
sustancial que afecte la validez de los actos acusados, en la medida que
no constituye la única razón para negar la inscripción, en todo caso, debe
señalarse que la entidad demandada, en la Resolución 3013 de 9 de julio
de 2019, por medio de la cual se decidió el asunto, el CNE recalcó que según

230
el artículo 3º de la Ley 1475 de 2011 “corresponde a los representantes
legales de los partidos y movimientos políticos, registrar ante el Consejo
Nacional Electoral, entre otros la designación y la remoción de sus
directivos”, lo cual no implica que se esté negando el carácter oficioso
que puede tener el adelantamiento de este procedimiento. Entiende la
Sala que la entidad demandada, simplemente, llamó la atención frente
al hecho de que la solicitud no la hizo la señora Sor Berenice Bedoya,
quien fungía como representante legal de la colectividad.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS: Si bien [se comparte] la decisión de negar las pretensiones de


la demanda, [se estima] que frente al segundo argumento planteado
en la demanda, esto es, en el que se invocó el desconocimiento de la
facultad estatutaria que ejerció el Comité Ejecutivo Nacional del partido
político ASI de rotar los cargos que ocupaban algunos de sus miembros,
se debió concluir que ello es posible sólo cuando ha trascurrido el
lapso estatutariamente pactado y no como se dispuso en el fallo, que
materialmente no es factible adoptar la mencionada decisión, por
cuanto ella sólo le compete a la Asamblea Nacional. (…). [S]i bien [se
comparte] la decisión de mantener incólume la disposición del CNE de
negar el registro de las nuevas designaciones, [se considera] que en la
providencia se debió interpretar de forma sistemática las normas que
rigen al interior de la colectividad política, dado que de las mismas se
puede colegir según los artículos 15 y 23 de los estatutos del partido
ASI, que la Convención Nacional, es efectivamente la encargada de
elegir a los 11 miembros del Comité Ejecutivo Nacional y, a su vez, tiene
la facultad de designar a su presidente, para un período de 4 años, por
disposición expresa. No obstante ello, se debió analizar la literalidad del
artículo 24 de los estatutos, en donde se estableció como función del
Comité Ejecutivo Nacional, la de crear y designar por un año los cargos
que ocuparan sus miembros, cargos que conforme la organización
interna corresponden a los de vicepresidente, secretario y demás
dependencias que lo componen, los cuales se desempeñan por un año,
lapso que al fenecer permite la evaluación de la gestión en los mismos
para determinar su remoción [entiéndase rotación] o reelección. Se
considera que bajo el principio de efecto útil de las normas, que esta
era la interpretación que más se ajusta a la finalidad perseguida por los
estatutos y que garantiza un mejor funcionamiento de la colectividad

231
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

política, dado que según el artículo 15 citado, la Convención Nacional


se reserva la facultad de designar, como ya se señaló, a los miembros
del ejecutivo nacional y entre ellos a su presidente quien es el
representante legal, por lo que el resto de atribuciones o dependencias
que lo componen, le compete escogerlas al órgano ejecutivo entre sus
miembros, conforme lo enseña el artículo 24 ejusdem, al señalar que
a éste le compete designar los cargos que ocuparán los miembros
del Ejecutivo Nacional por un año. (…). Así las cosas, la decisión debió
estimar que, si el comité quería ejercer algunas de las mencionadas
facultades electorales, debía respetar el período para el cual fueron
elegidos los miembros del comité ejecutivo que es de un año. En todo
caso, de requerir la modificación de la composición interna del ejecutivo
nacional, debía respetar el debido proceso y en virtud del parágrafo 1°
del artículo 25 ibidem, necesitaba el consentimiento de las personas
que los desempeñan, exceptuando obviamente al presidente. De
acuerdo con lo anterior, no resultaba factible remover o rotar los cargos
al interior del comité ejecutivo, en tanto, de la relación de los hechos,
los miembros que así lo decidieron no contaron con la aprobación de
las personas que los ejercían, actuación que por esa sola razón devenía
en ilegal por no respetar los estatutos, razón suficiente para denegar
la inscripción de las modificaciones por parte del ente electoral. Así las
cosas, si bien la conclusión es la misma, [se considera] que se omitió
en la decisión hacer una interpretación sistemática los estatutos para
esclarecer las funciones de uno y otro órgano directivo de la colectividad
y así aclarar el ámbito de competencias de cada uno, ello con el fin
de brindar claridad en los procedimientos internos para la toma de
decisiones y no generar la inamovilidad en los cargos que desempeñan
quienes integran los órganos rectores, dado que pretender que todas
las decisiones dependan de la Convención Nacional que por estatutos
se reúne cada dos años, hace inane el texto que hace referencia a la
evaluación del desempeño anualizada y a la adopción de decisiones
diarias que compete a esta clase de comités.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
265 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 2 / LEY 130
DE 1994 – ARTÍCULO 3 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 5 / LEY 130 DE 1994 –
ARTÍCULO 6 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 7 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 8 /
LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 1 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 3 / LEY 1475 DE
2011 – ARTÍCULO 9 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 4

232
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL, EJECUTORIA DE LA PROVIDENCIA JUDICIAL,
SENTENCIA PENAL CONDENATORIA, INCORPORACIÓN DE
PRUEBA DOCUMENTAL, CONTROL DE CONVENCIONALIDAD,
INHABILIDADES INTEMPORALES

EXTRACTO NO. 4

RADICADO: 19001-23-33-000-2019-00370-01
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gustavo Adolfo Castrillo Arrieta
DEMANDADO: Diego Armando Guevara Bravo - Concejal de Popayán –
Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, de conformidad


con el recurso de apelación interpuesto, si existe mérito suficiente
para mantener incólume o no la decisión del Tribunal Administrativo
del Cauca, mediante la cual se declaró la nulidad de la elección del
señor Diego Armando Guevara Bravo como concejal de Popayán,
para el período 2020 a 2023, al considerar que estaba incurso en la
inhabilidad intemporal establecida en el artículo 43.1 de la Ley 136 de
1994, modificado por la Ley 617 de 2000.

TESIS 1: Indica el apelante que el actor no aportó la constancia


secretarial que, según lo dispuesto en el artículo 115 del CGP, es la
prueba conducente para demostrar la ejecutoria de la sentencia penal
condenatoria endilgada a su prohijado. En efecto, del artículo citado se
desprende que el secretario del despacho puede certificar la ejecutoria
de las providencias judiciales, sin embargo, no puede entenderse que
la norma restrinja a dicha certificación la aptitud legal para probar la
ocurrencia de dicho fenómeno. En este aspecto, la Sala coincide con la vista
fiscal, en el sentido que la ejecutoria de las providencias es un fenómeno
que sobreviene por mandato legal, que se concreta por el paso del tiempo
y cuando contra la decisión judicial: (i) no procedan recursos, (ii) que no
se hayan interpuesto los que legalmente proceden y (iii) que interpuestos
hayan sido decididos por el funcionario competente. De lo anterior se

233
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

colige que, la constancia expedida por el secretario del despacho judicial


no es la única prueba para demostrar la ejecutoria de una providencia,
pues es la ley la que establece cuándo y bajo qué condiciones se produce
dicho fenómeno. Aunado a esto, en el plenario se puede verificar que el
demandante en la oportunidad procesal correspondiente aportó como
prueba documental, copia de la información que arroja la página web
de la Rama Judicial, en el cual se leen las actuaciones del proceso penal
seguido contra Diego Armando Guevara Bravo, y de la cual se evidencia la
ejecutoria y la extinción de la pena, la cual no fue desvirtuada por la parte
demandada. (…). [L]a Sala encuentra que la aceptación por parte de la
apoderada judicial del demandado de la existencia de la sentencia penal
condenatoria y su ejecutoria, constituyen una confesión en virtud de lo
establecido en el artículo 191 y 193 del CGP, por lo que esto, aunado al
análisis de las pruebas documentales obrantes en el proceso, llevaron al
juez a quo a la convicción de que este hecho se encontraba debidamente
probado dentro del proceso.

TESIS 2: El demandado, aquí apelante, aduce que se le conculcó el


derecho al debido proceso, puesto que, en el auto de 6 de julio de 2020,
el magistrado sustanciador no incorporó las pruebas aportadas por el
actor según lo dispone en el artículo 173 del CGP; en consecuencia,
al no haberse pronunciado sobre las pruebas documentales aportadas
con la demanda por medio de una providencia, en la etapa procesal
respectiva, los documentos que sirvieron de base para declarar la
nulidad parcial del acto enjuiciado (E-26 CON), no podían ser apreciados
por el juzgador (art. 164 CGP). (…). [D]e una interpretación teleológica
de los artículos 212 del CPACA y 173 del CGP, se desprende que la
incorporación de las pruebas al proceso busca que los extremos
procesales conozcan cuales son los medios de convicción que obran
en el plenario y sobre los cuales el juez va a fundamentar su decisión,
a fin de que ejerzan, entre otros, el derecho de contradicción y defensa
(art. 29 C.P.). En ese orden de ideas, si bien es cierto que de conformidad
con las disposiciones antes citadas, los jueces deben incorporar las
pruebas al plenario por medio de una providencia en las oportunidades
establecidas por la ley, la Sala advierte que en el caso concreto, el hecho
de que el Tribunal haya omitido dicha actuación procesal no tiene per se
la entidad de conculcar el derecho al debido proceso, máxime cuando, la
parte demandada tuvo acceso a la demanda con sus anexos y sobre las
pruebas aportadas con ella guardó silencio, por tanto dará aplicación
prevalente al derecho sustancial sobre el adjetivo. (…). Así las cosas, en
virtud del principio de la prevalencia del derecho sustancial sobre el

234
formal, así como el acceso efectivo a la administración de justicia (arts.
228 y 229 C.P.) y teniendo en cuenta que el recurrente conoció y pudo
ejercer el derecho de contradicción probatoria sobre los documentos
aportados con el libelo genitor, la Sala concluye que no hay violación del
derecho al debido proceso. En consecuencia, se despachará de manera
desfavorable este cargo de la apelación.

TESIS 3: El apelante, en el escrito de censura, solicita que la Sala


realice un control de convencionalidad por vía excepción de la inhabilidad
intemporal establecida en el artículo 43.1 de la Ley 136 de 1994,
modificada por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, pues considera que
esta no se aviene a la Convención Americana de los Derechos Humanos.
(…). [L]a Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha
resaltado, al interpretar el artículo 23 de la Convención, que la restricción
de los derechos y libertades allí establecidos se debe hacer con base
en tres (3) condiciones o requisitos: (i) legalidad de la medida restrictiva;
(ii) la finalidad de la medida, es decir, que la restricción sea permitida
por la Convención, y (iii) la necesidad y proporcionalidad de la medida.
(…). Encuentra la Sala satisfecha esta primera exigencia [legalidad de la
medida restrictiva], habida cuenta que, la inhabilidad fue instituida por el
legislador colombiano en una ley en sentido formal y material, y dentro
de los supuestos que la jurisprudencia de la Corte Interamericana ha
establecido para que el Estado reglamente “el ejercicio de los derechos
y oportunidades” protegidos en el artículo 23.1, es decir, la “condena, por
juez competente, en proceso penal”. (…). En ese sentido, en la inhabilidad
referida, el legislador ordinario, bajo la misma línea que impuso el
Constituyente y en concordancia a la Convención, señaló que no podría
ser electo concejal quien hubiese sido condenado en cualquier época por
sentencia judicial, a pena privativa de la libertad, salvo que la condena
sea por delitos políticos y culposos. (…). Respecto del segundo requisito
[finalidad de la medida restrictiva], encuentra la Sala que la inhabilidad
intemporal establecida en las normas antes citadas [artículo 43.1 de la
Ley 136 de 1994, modificada por la Ley 617 de 2000], tienen una finalidad
legítima en un sistema democrático: impedir que quien ha lesionado
de manera dolosa un bien jurídicamente tutelado por el ordenamiento
penal pueda ejercer representación política en ciertos cargos de especial
preponderancia social y representatividad política; la cual es una
aspiración válida en una sociedad que lucha contra las distintas formas
de criminalidad y violencia que la aquejan hace décadas. En ese orden
de ideas, la normativa interna persigue una de “las justas exigencias del
bien común, en una sociedad democrática”, según lo dispone el artículo

235
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

32 de la Convención. El tercer requisito [necesidad y proporcionalidad de


la medida] se subdivide en: i) necesidad en una sociedad democrática y
ii) proporcionalidad de la medida restrictiva. Respecto de la existencia de
una necesidad imperiosa, encuentra la Sala que la inhabilidad intemporal
establecida en las normas sub examine persigue el aseguramiento de la
moralidad y la probidad de las personas que, en virtud del principio de
representación política, se sometan al escrutinio público, es decir, que
estas no hayan quebrantado de manera dolosa el ordenamiento jurídico,
lesionando bienes que para la sociedad son fundamentales, lo que se
traduce en el sometimiento del interés particular del ciudadano-candidato
al interés general. Considera la Sala que la inhabilidad intemporal es
un medio idóneo para el cumplimiento de un objetivo legítimo en una
sociedad democrática, asegurar la integridad de los servidores en cargos
públicos de elección popular, pues es un instrumento eficaz para evitar que
quienes han infringido de manera dolosa la ley penal o han defraudado el
erario, accedan a ciertos cargos de representación política. En ese orden
de ideas, la inhabilidad intemporal es proporcional, ya que no restringe el
derecho a elegir, por medio del ejercicio del voto, o de participación política,
como miembro de un partido o colectividad política, por el contrario, esta
solamente se encuentra establecida como una limitación de acceso a
ciertos cargos de importante representación política en el andamiaje
democrático colombiano, por ejemplo, presidente y vicepresidente de la
República, Congresista, alcalde, gobernador o concejal, pero no afecta
el ingreso y ejercicio de otros cargos públicos, verbigracia, de carrera
administrativa o de libre nombramiento y remoción.

TESIS 4: El apelante cita las sentencias del caso Ricardo Canese Vs.
Paraguay y del caso Laoyza Tamayo vs. Perú y la Resolución del Caso
Petro Vs. Colombia, pero encuentra la Sala que no son aplicables al
caso concreto puesto que no guardan identidad fáctica o jurídica con
el sub-lite. (…). [E]s claro para la Sala que la Corte IDH no ha censurado
la facultad del legislador de establecer inhabilidades intemporales
o permanentes, más aún cuando estas derivan de una sanción
impuesta por un juez penal, según lo previsto en el artículo 23.2 de
la Convención, como es el caso de la inhabilidad establecida en el
artículo 43.1 de la Ley 136 de 1994, modificada por la Ley 617 de 2000
y que fue aplicada en el caso de autos. Con base en los anteriores
argumentos, no se vislumbra que la inhabilidad intemporal contraríe
la Convención Americana de Derechos Humanos y en consecuencia
pueda ser inaplicada por vía de excepción de inconvencionalidad. Por
tanto, el cargo de censura será despachado de manera desfavorable.

236
TESIS 5: Esta Corporación ha establecido los elementos que permiten
estructurar la causal de inhabilidad intemporal consagrada en el artículo
43.1 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617 de
2000: “(…). De este modo, para que se configure la causal de inhabilidad
objeto de estudio es necesario demostrar la existencia de la condena
que reúna los siguientes supuestos: i) que se hubiere producido en
cualquier época, pero antes de la inscripción o elección, ii) que se hubiere
proferido mediante sentencia judicial [ejecutoriada], iii) que se refiera a
pena privativa de la libertad y, iv) que no se origine como consecuencia
de delitos políticos o culposos”. De lo probado en el proceso de primera
instancia se tiene que: i) el señor Diego Armando Guevara Bravo fue
sentenciado por el delito del tráfico, fabricación o porte de estupefacientes
a pena privativa de la libertad, mediante decisión proferida el 22 de
agosto de 2003 por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Popayán, ii)
la sentencia condenatoria es anterior a su inscripción y elección como
concejal, habida cuenta, que fue electo concejal el 27 de octubre de 2019,
iii) la decisión quedó ejecutoriada el 1º de septiembre del mismo año y
iv) el delito no admite la modalidad culposa y no se encuentra en los
enlistados como políticos. La Sala considera, primero, que si existen
pruebas que permiten concluir que la sentencia penal condenatoria a 32
de meses de prisión impuesta al demandado el 22 de agosto de 2003, por
el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, fue notificada
el 26 del mismo mes y año, se encuentra debidamente ejecutoriada;
segundo, que el censor no logró demostrar la violación al debido proceso
como consecuencia de la no incorporación de las pruebas al plenario
mediante providencia judicial en la etapa respectiva y, tercero, que no
se configuran los presupuestos para inaplicar por vía de excepción de
inconvencionalidad el artículo 43.1 de la Ley 136 de 1994, modificado por
el artículo 40 de la Ley 617 de 2000.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
228 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 229 / CONVENCIÓN AMERICANA DE
LOS DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO 23 NUMERALES 1 Y 2 / LEY 136 DE 1994
– ARTÍCULO 43 NUMERAL 1 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 / CÓDIGO GENERAL
DEL PROCESO – ARTÍCULO 115 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO
133 NUMERAL 5 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 191 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 173 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO –
ARTÍCULO 193 / LEY 600 DE 2000 – ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
212 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207

237
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO


A LA ASAMBLEA, INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR EJERCICIO
DE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA COMO EMPLEADO PÚBLICO,
INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR INTERVENCIÓN EN GESTIÓN
DE NEGOCIOS ANTE ENTIDADES PÚBLICAS, INHABILIDAD DEL
DIPUTADO POR INTERVENCIÓN EN CELEBRACIÓN DE CONTRATOS

EXTRACTO NO. 5

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-03154-01
FECHA: 11/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: John Arley Pardo Escobar
DEMANDADO: Juan Camilo Callejas Tamayo – Diputado de Antioquia,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a establecer si debe confirmar,


revocar o modificar el fallo proferido el 11 de diciembre de 2020 por
el Tribunal Administrativo de Antioquia, mediante el cual se negó la
nulidad de la elección del diputado de la Asamblea de Antioquia, Juan
Camilo Callejas Tamayo. En tal sentido, debe determinar si el acto de
elección está incurso en la causal de nulidad de que trata el numeral
5 del artículo 275 del CPACA, por haber incurrido el demandado en
las conductas descritas como inhabilidades en los numerales 3 y 4
del artículo 33 de la Ley 617 de 2000, en tanto se alega que ejerció
autoridad administrativa, celebró contratos estatales e intervino en
la gestión de negocios ante una entidad pública un año antes de su
elección, en su condición de presidente del concejo del municipio de
Bello, departamento de Antioquia.

TESIS 1: Tratándose de cargos de elección por voto popular, las


calidades o requisitos aluden a condiciones de aptitud legal o personal,
referidas, generalmente, a una edad mínima, la nacionalidad, el pleno
ejercicio de la ciudadanía, el domicilio o la residencia. Por su parte, los
regímenes de inhabilidades se relacionan con hipótesis, situaciones o
condiciones prohibitivas para el ciudadano que aspira a ser candidato,
que unas veces atañen a antecedentes que lo descalifican, como

238
la condena a pena privativa de la libertad, y otras motivadas por el
equilibrio que debe guiar la contienda política, como las que tienen
que ver con el ejercicio de autoridad o la celebración de contratos
por parte del candidato antes de las elecciones, que otorgan ventaja
y alteran el ejercicio democrático. (…). [L]a Sala Plena del Consejo de
Estado encuentra su teleología en la necesidad de proteger el interés
general y rodear de transparencia, imparcialidad, igualdad y moralidad
el acceso de las personas a la función pública. Por lo mismo, ubica el
propósito de tales restricciones en el afán por “garantizar que a los
cargos de elección popular se presenten personas probas y carentes
de antecedentes negativos en punto a su idoneidad y honorabilidad, y
que no ostenten condiciones de privilegio por cuenta de vinculaciones
con el Estado que desequilibren la contienda electoral”. Siguiendo el
mismo derrotero, la Sección Quinta de la Corporación ha señalado
que el objetivo primordial de las inhabilidades consiste en “lograr la
moralización, idoneidad, probidad, imparcialidad y eficacia de la labor
de quienes van a ingresar o ya están desempeñando empleos públicos,
garantizando de esta forma la prevalencia de los intereses generales
de la comunidad sobre los personales del aspirante”. Así mismo, en
la realización del principio democrático esta Sala ha reconocido que
estos regímenes tienen como finalidad “prevenir afrentas contra
las condiciones normales en las que se deben desarrollar los
procesos electorales, producto de las situaciones personales de los
aspirantes”. En ese orden, es evidente la preocupación del legislador
por establecer en el ordenamiento jurídico algunos condicionamientos
para el acceso a los cargos de elección popular, por la importancia que
tiene garantizar que los mejores ciudadanos sean quienes manejen
los destinos públicos. A través de estas regulaciones, se advierte un
propósito moralizador y un instrumento para combatir la corrupción y
asegurar la transparencia en el ejercicio de la función pública.

TESIS 2: De conformidad con el artículo 293 de la Constitución


Política, la ley debe determinar el régimen de inhabilidades e
incompatibilidades de los ciudadanos que aspiren a ser elegidos
por voto popular, para el desempeño de funciones públicas en las
entidades territoriales. Tratándose de los diputados de las asambleas
departamentales, el artículo 299 ibídem dispone que el régimen de
inhabilidades e incompatibilidades para acceder a dicho cargo será
fijado por la ley y no podrá ser menos estricto que el señalado para los
congresistas, en lo que corresponda. (…). Esta causal [del numeral 3 del
artículo 33 de la ley 617 de 2000, que señala que ‘quien dentro de los

239
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

doce (12) meses anteriores a la fecha de la elección haya ejercido como


empleado público, jurisdicción o autoridad política, civil, administrativa
o militar, en el respectivo departamento’] deriva del propósito general
de las inhabilidades de evitar el uso del poder del Estado con fines
electorales. En tal virtud, se restringe válidamente el derecho a ser
elegido, tomando en consideración las atribuciones asignadas al
servidor público mientras ostentó un empleo o cargo en el Estado,
en una época señalada en la norma, con referencia a la fecha de los
comicios. La Sección Quinta del Consejo de Estado, en su condición
de máximo juez de lo contencioso administrativo en materia electoral,
de tiempo atrás se ha encargado de definir los linderos conceptuales
de la causal de inhabilidad para ser elegido diputado por ejercicio de
autoridad administrativa, como sigue: “Para que se configure la referida
causal de inhabilidad, se requiere: 1º.- Que exista un vínculo laboral de
carácter legal y reglamentario del candidato o elegido, es decir, que sea
“empleado público”. 2º.- Que por virtud del respectivo vínculo cumpla
funciones que impliquen ejercicio de autoridad civil o administrativa,
es decir, i) “poder público en función de mando, que, por consiguiente,
ubica en un extremo a los particulares obligados a obedecer, aún por
medio de la fuerza pública;… y ii) la facultad para contratar, “nombrar
y remover libremente empleados subordinados, aún por medio de
delegación; y que autoriza sancionar a los empleados con suspensiones,
multas y destituciones” respectivamente. (…). 3º.- Que esa autoridad se
haya ejercido durante los doce (12) meses anteriores a la elección. 4º.-
Que esa autoridad se haya ejercido en el respectivo departamento.”
(…). Sobre estas premisas, la jurisprudencia de esta Sección ha
advertido, de forma reiterada, que la configuración de la inhabilidad
en comento, en punto al ejercicio de autoridad administrativa, requiere
de la concurrencia de los siguientes elementos, así : (i) un elemento
subjetivo, derivado de la calidad de empleado público del candidato,
(ii) un elemento material, atinente a las funciones desempeñadas en el
cargo que, a su vez, definen el ejercicio de la autoridad en la modalidad
que señala la norma, (iii) un elemento temporal, alusivo a los doce (12)
meses anteriores al certamen electoral, y (iv) un elemento territorial,
que vincula el ejercicio de autoridad al ámbito del departamento. (…).
En suma, la causal de inhabilidad de quienes aspiren a ser diputados
por haber ejercido previamente autoridad administrativa proscribe que
una persona pueda ser elegida válidamente en ese cargo cuando, como
sujeto calificado (empleado público) ostentó determinadas funciones
(criterios orgánico y funcional), materialmente ejercidas o no, dentro
del año anterior a la elección, surtidas en el respectivo departamento,

240
con el fin de evitar el uso del poder del Estado con fines electorales
y así asegurar la igualdad entre los candidatos que participan en la
contienda política.

TESIS 3: La Constitución Política y la ley contemplan dentro de los


regímenes de inhabilidades de la mayoría de los cargos de elección
popular las causales de intervención en la gestión de negocios y en
la celebración de contratos. (…).Respecto de la causal de inhabilidad
por intervención en la gestión de negocios ante entidades públicas,
la Sala ha identificado los elementos que la configuran, a saber, (i)
uno temporal, previsto en la norma tomando como referente la fecha
de la elección, (1 año antes para los cargos del nivel territorial, como
es el caso de los diputados), (ii) uno geográfico o espacial, que dirige
la atención a los lugares donde se gestionaron los negocios y donde
se realizó elección impugnada, (iii) otro material u objetivo, referido
a las actuaciones concretas y comprobadas del demandado ante la
entidad pública, y (iv) el elemento subjetivo o de propósito, relacionado
con el beneficio o interés que persigue el gestor en nombre propio
o de terceros. (…). Ahora, no toda diligencia es gestión de negocios
para efectos de la causal de inhabilidad; antes bien, debe tratarse de
una conducta directa del gestor, para cuya calificación la numerosa
jurisprudencia de esta Corporación ha acudido a diversos calificativos,
tales como útil, valiosa, trascendente, positiva, potencialmente efectiva,
concreta, real y dinámica, además de atender al móvil, causa, aspecto
modal o de propósito de esa conducta. Por lo mismo, las actuaciones
que se atribuyan al demandado tienen que estar debidamente
probadas y no ser el resultado de meras inferencias o deducciones
subjetivas. Complementariamente, la Sala ha advertido en la gestión
de negocios un intercambio que requiere una reacción o respuesta por
parte de la entidad pública concernida, así sea negativa. A su turno,
en relación con el elemento subjetivo se destaca que el interés que
califica los negocios gestionados procede de la condición particular
del gestor, que le permite adelantar tratativas o hacer acercamientos
ante una entidad pública hacia la materialización de un negocio
jurídico o decisión administrativa. En tal sentido, la jurisprudencia de
la Corporación observa que la gestión puede realizarse de diferentes
maneras, por ejemplo, como apoderado, agente oficioso “o cualquier
otra figura que permita asumir la defensa de intereses ajenos”.
Coherente con esta proposición, la Sala ha descartado la gestión de
negocios tratándose de un servidor público que obra en ejercicio de
sus atribuciones legales, pues en este escenario sus actuaciones

241
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

no persiguen un interés propio ni de terceros particulares, sino que


buscan satisfacer el interés general.

TESIS 4: De otra parte, en punto a la intervención en la celebración


de contratos, la Sección Quinta ha discurrido sobre su finalidad.
(…). Así mismo, como elementos configurativos de la causal se han
identificado en la Sala (i) uno temporal, previsto en la norma tomando
como referente la fecha de la elección (1 año antes de la celebración
del certamen electoral), (ii) uno geográfico o espacial, que lo constituye
el lugar donde se ejecutó el contrato y el lugar de la elección respectiva,
(iii) otro material u objetivo, referido a la suscripción o celebración del
contrato, y (iv) el elemento subjetivo, relacionado con el interés propio
o de terceros que persigue la celebración del contrato estatal. En lo que
atañe puntualmente al elemento material, existe coincidencia al interior
de la Corporación en cuanto a que los actos de ejecución y liquidación
de los contratos no configuran la causal de celebración de contratos,
dado que estas actividades se ubican por fuera de los supuestos que
contemplan las respectivas normas, es decir, con posterioridad a su
celebración. Sumado a lo anterior, se ha reconocido la posibilidad de
que la intervención en la celebración de contratos ocurra de forma
directa o indirecta, en este último caso, para que queden comprendidos
terceros que no lo suscriben, pero frente a quienes logra probarse la
contratación en virtud de una simulación, por interpuesta persona, por
delegación, designación o representación.

TESIS 5: En la demanda se atribuye al diputado de la Asamblea de


Antioquia, Juan Camilo Callejas Tamayo, las causales de inhabilidad
estipuladas en los numerales 3 y 4 del artículo 33 de la Ley 617 de 2000,
lo cual, al tenor del numeral 5 del artículo 275 del CPACA, constituye
nulidad del acto de elección. De acuerdo con la parte actora, la primera
de aquellas inhabilidades se configura en el caso concreto porque el
demandado fue concejal de Bello para el período constitucional 2016-
2019 y además, fue presidente de esa corporación durante el año
2019, calidad que le permitió ejercer autoridad administrativa dentro
del departamento el año anterior a su elección. (…). A su turno, frente a
la causal del numeral 4 del artículo 33 de la Ley 617 de 2000, la parte
actora sostiene que el demandado celebró el Contrato 009 de 2019 y
gestionó negocios para favorecer a la persona jurídica que finalmente
obtuvo la adjudicación. Al respecto, asegura que, como presidente
del Concejo de Bello, el demandado incumplió el deber de selección
objetiva del contratista, pues debió adelantar un proceso de selección

242
abreviada y, en su lugar, lo hizo por vía de la contratación directa. Así
mismo, sostiene que la gestión de negocios se configuró debido a que
el demandado expidió para el mismo contrato diversos certificados de
disponibilidad presupuestal (“CDP 99, 127, 128, 129, 130, 131, 380 y
415 de enero y febrero de 2019”) para alcanzar su valor. (…). Para la
Sala la decisión apelada [que negó las pretensiones de la demanda]
es acertada, en primer lugar, porque para el caso falla el elemento
subjetivo de la inhabilidad por ejercicio de autoridad administrativa.
Ciertamente, (…) dicha causal exige que la autoridad sea ejercida por un
empleado público, calidad que no ostentan los concejales, ni siquiera
cuando fungen como presidentes del respectivo concejo, atendiendo
a las categorías de servidores públicos previstas en el artículo 123 de
la Constitución Política. (…). Incluso, para lo que concierne a este caso,
el artículo 312 de la Constitución Política señala de forma expresa que
“Los concejales no tendrán la calidad de empleados públicos”. Por lo
tanto, si bien los expedientes contractuales aportados con la demanda
dan cuenta de la intervención del demandado durante el año 2019 en
veintinueve (29) procesos de selección de contratistas y en la firma de
sendos contratos, lo cierto es que lo hizo como presidente del Concejo de
Bello, en ejercicio de sus atribuciones y desde la condición de miembro
de una corporación pública de elección popular, que corresponde a
una categoría distinta a la de empleado público. (…). En segundo lugar,
tampoco se presenta en este asunto la inhabilidad por intervención
en la gestión de negocios ni la inhabilidad por intervención en la
celebración de contratos, toda vez que, (…) estas causales tienen un
ingrediente modal o de propósito, de carácter subjetivo, representado
en el interés propio o de terceros que anima la celebración del contrato
o las gestiones ante una entidad pública. Por consiguiente, aquellas
inhabilidades no se estructuran por cuenta de la participación en las
actividades precontractuales o contractuales que adelante un servidor
público —como el presidente de un concejo municipal—, quien actúa
en ejercicio de sus funciones y para satisfacer el interés general. (…).
[L]a interpretación de las causales de inhabilidad para acceder a los
cargos públicos de elección popular está orientada por el principio
de capacidad electoral, que impone la existencia de norma expresa
que limite el derecho fundamental a ser elegido. En esa medida, la
interpretación restringida de estas causales de inhabilidad impide
al operador jurídico ir más allá de los presupuestos que contiene la
norma que prevé la causal. Esto se traduce para el caso concreto en
la imposibilidad de aplicar la inhabilidad por ejercicio de autoridad
administrativa a servidores públicos de categorías distintas al que

243
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

menciona la norma, o extender a sujetos diferentes a los particulares el


ingrediente del interés propio de terceros contenido en las inhabilidades
por intervención en la gestión de negocios y celebración de contratos.
De este modo, la Sala concluye que el demandado no se encontraba
inhabilitado para ser elegido diputado a partir de su desempeño como
presidente de un concejo municipal del departamento dentro del año
anterior a la elección y en consecuencia, se confirmará el fallo apelado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 122 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
123 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 293 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 299 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 312 / LEY 617 DE 2000 –
ARTÍCULO 33 NUMERAL 3 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 33 NUMERAL 4 / LEY 909
DE 2004 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 190

244
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO
DE LA MINISTRA DE RELACIONES EXTERIORES, DESVIACIÓN DE
PODER, FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL

EXTRACTO NO. 6

RADICADO: 25000-23-41-000-2020-00573-01
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Juan David Mesa Ramírez
DEMANDADA: Claudia Blum de Barberi – Ministra de relaciones
exteriores y otro
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia de 29 de octubre de 2020,
mediante la cual, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca - Sección
Primera - Subsección “A” negó las pretensiones de la demanda tendiente
a obtener la nulidad del Decreto No. 2146 del 26 de noviembre de 2019,
por el cual, el presidente de la República nombró a la señora Claudia
Blum de Barberi, en el cargo de ministra de relaciones exteriores,
nombramiento que se acusa de desviación de poder.

TESIS 1: En el sub examine, el demandante manifiesta que el acto de


nombramiento de la señora Claudia Blum de Barberi, fue proferido con
“desviación de poder”, con fundamento en que la demandada no cuenta
con estudios, ni con experiencia profesional en materia diplomática
o de relaciones internacionales para ocupar el cargo de ministra de
Relaciones Exteriores, por lo que, considera que se trató más de un
favor, retribución o ayuda del presidente Iván Duque Márquez “para
con su donante”. Al respecto, lo primero que se debe precisar es
que, la “desviación de poder” es una causal genérica de nulidad de
los actos administrativos prevista en el artículo 137 del CPACA, la
cual también puede ser invocada en el medio de control de nulidad
electoral de acuerdo con lo establecido en el artículo 275 ibidem. En
este orden, se tiene que la “desviación de poder” se configura cuando
un órgano del Estado, actuando en ejercicio y dentro de los límites de
su competencia, cumpliendo las formalidades de procedimiento y sin

245
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

incurrir en violación de la ley, utiliza sus poderes o atribuciones con


el propósito de buscar una finalidad contraria a los intereses públicos
o sociales, en general, o los específicos y concretos, que el legislador
buscó satisfacer al otorgar la respectiva competencia. (…). Pues bien,
descendiendo al caso concreto, se tiene que, (…) se allegaron copias
de la certificación de vigencia No. 5120171432 del documento de
identificación de la señora Claudia Blum de Barberi, (…) y de la cédula
de ciudadanía, las cuales dan cuenta que la accionada es ciudadana
en ejercicio y tiene más de 25 años de edad, es decir, que cumple con
los requisitos exigidos en la Constitución Política para desempeñarse
como ministro del Despacho, en este caso, de la cartera de Relaciones
Exteriores, contrario a lo manifestado por el accionante. Aunado a
lo anterior, se adjuntó copia del Formato Único de Hoja de Vida del
Departamento Administrativo de la Función Pública y de los diplomas
que demuestran que la demandada es Licenciada en Consejería
Psicológica, magíster en Estudios Políticos y que participó del
“PROGRAM OF INSTRUCTION FOR LAWYERS” de la Escuela de Derecho
de la Universidad de Harvard. Así mismo, se aportaron certificaciones
laborales en las que consta que ha desempeñado (…) cargos en el
sector público. (…). En este orden, no le asiste razón al accionante al
considerar que la señora Claudia Blum de Barberi no es idónea para
ocupar el cargo de ministra de Relaciones Exteriores, pues, de un lado,
la prueba documental allegada al plenario demuestra que, además de
reunir las exigencias constitucionales para desempeñar tal dignidad,
cuenta con amplia formación académica y profesional, así como de
una vasta experiencia en el sector público, sin que se puedan imponer
requisitos adicionales a los del artículo 177 de la Carta Política, como lo
alega el accionante, quien, de otra parte, tampoco arribó al expediente
medio de prueba alguno que desestimara las capacidades personales,
intelectuales, profesionales o laborales de la parte demandada, ni la
falta de idoneidad para el ejercicio del cargo.

TESIS 2: Por otra parte, el demandante afirma que el nominador


nombró a la señora Claudia Blum de Barberi en el cargo de ministra
de Relaciones Exteriores “como una clara retribución por cuenta de
las donaciones en dinero recibidas en campaña realizadas por esta,
que sirvieron en parte, para conseguir su aspiración presidencial”.
Sobre este aspecto, se impone precisar que, en Colombia el sistema
de financiación adoptado es mixto, en cuanto proviene del Estado y de
los particulares. Así lo dispone la Constitución Política en su artículo
109, modificado por el artículo 3 del Acto Legislativo 1 de 2009. (…).

246
De acuerdo con lo anterior, se advierte que, el constituyente permite
que las campañas electorales puedan recibir donaciones tanto de
personas naturales como de personas jurídicas, precisando que la
vulneración, debidamente comprobada, de los topes máximos fijados,
será sancionada con la pérdida de investidura o del cargo. La citada
disposición constitucional fue desarrollada por el legislador mediante
ley estatutaria, esto es, la Ley 130 de 1994, aún vigente en nuestro
ordenamiento, y en cuyo artículo 13 regula el tema de la financiación
de campañas electorales. A su turno, la Ley 996 de 2005, “Por medio
de la cual se reglamenta la elección de Presidente de la República, de
conformidad con el artículo 152 literal f) de la Constitución Política de
Colombia, y de acuerdo con lo establecido en el Acto Legislativo 02
de 2004, y se dictan otras disposiciones”, [regula en su artículo 14]
el monto máximo de las contribuciones o donaciones por parte de
particulares en la financiación de las campañas presidenciales. (…).
Por su parte, la Ley 1475 de 2011, “Por la cual se adoptan reglas de
organización y funcionamiento de los partidos y movimientos políticos,
de los procesos electorales y se dictan otras disposiciones”, respecto
a la financiación de las campañas electorales, en el título II, capítulo
II regula los siguientes aspectos: i) las fuentes de financiación, ii) la
financiación estatal para las campañas electorales, iii) los anticipos, iv)
los límites a la financiación privada, v) los límites al monto de gastos,
vi) la administración de recursos y presentación de informes y vi) la
figura de pérdida del cargo por violación de los límites al monto de
gastos. (…). Así las cosas, fuerza concluir que el legislador permite
las donaciones o contribuciones por parte de personas naturales a
las campañas presidenciales y la financiación privada a los partidos,
movimientos, grupos significativos de ciudadanos o candidatos,
bajo las condiciones y límites establecidos en la Ley. Además, debe
señalarse que, de acuerdo con el marco normativo citado que regula
la financiación de las campañas políticas, no se evidencia que la
donación o contribución por parte de las personas naturales esté
prevista como hecho impeditivo para que el aportante sea nombrado
en un cargo público. En el asunto bajo estudio, el accionante afirma que
“la entonces ciudadana y donante CLAUDIA BLUM DE BARBERI, que
hizo de forma directa un aporte a la campaña del entonces candidato
presidencial IVÁN DUQUE MÁRQUEZ, para el período constitucional
2018-2022, por un total de $ 80.000.000 OCHENTA MILLONES DE
PESOS, meses después se convirtió, nada más y nada menos, que en
la Ministra de Relaciones Exteriores”. En punto de este supuesto, la
Sala precisa que, el mismo ha debido probarse por parte del actor, en

247
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

virtud de lo establecido en el artículo 167 del CGP, sin embargo, esto


no ocurrió en el sub examine. (…). Ahora bien, en gracia de discusión, si
esta circunstancia hubiera sido plenamente acreditada en el proceso,
este hecho por sí solo no implica la configuración de la causal de
“desviación de poder” alegada por el accionante para invalidar el acto,
pues, como se explicó en precedencia, la ley permite la financiación de
campañas políticas por parte de personas naturales, además, tampoco
se allegaron otros elementos de convicción que le permitieran al juez
inferir que, el nombramiento censurado se produjo como consecuencia
de un “intercambio de favores entre la donante o aportante (CLAUDIA
BLUM DE BARBERI) y el entonces candidato presidencial (IVÁN DUQUE
MÁRQUEZ)”, como lo considera el actor. (…). [D]emostrar la causal de
“desviación de poder” implica llevar al juzgador a la convicción plena de
que la intención de quien profirió el acto acusado de nulidad se apartó
del interés general y la facultad nominadora se utilizó en beneficio
personal o a favor de terceros. Por lo tanto, cuando se invoca este
vicio la prueba ha de encontrarse, necesariamente, en circunstancias
anteriores a la determinación que se censura, en la medida que se
trata de establecer la finalidad de quien expide el acto, que es previa
a la toma de la decisión; sin embargo, esto no ocurrió en el sub judice,
pues, de una parte, se demostró la idoneidad de la señora Claudia
Blum de Barberi para el ejercicio del cargo censurado y, en segundo
lugar, la presunta donación a la campaña presidencial, no implica que
el acto de nombramiento hubiera sido proferido como consecuencia de
la misma, esto es, a título de retribución.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: [Se considera] que la Sala debió ir más allá de la mera


existencia de la prueba del aporte económico a la campaña del primer
mandatario. Esto es así porque el problema jurídico subyacente no
se concentraba en la viabilidad jurídica para un particular de realizar
contribuciones. Si bien es un aspecto que ayudó a clarificar el entorno
de la discusión, es lo cierto que el enfoque de la sentencia debió apostar
por develar también la discusión atinente a la posibilidad o no que
tenía el presidente de la República de nombrar como jefe de la cartera
de relaciones exteriores a uno de sus donantes a la campaña, más
allá de que este supuesto estuviese huérfano de comprobación fáctica
en el caso concreto. Lo anterior, con miras a aportar las luces sobre

248
el tema que como órgano límite de la jurisdicción de lo contencioso
administrativo en materia electoral conviene ofrecer para la salud del
orden jurídico y orientar el recto ejercicio de la función pública, por
lo menos de cara a la causal alegada, que se contrajo a la eventual
existencia de una “desviación de poder”, lo cual, desde ya, apuesto por
descartar, dado que su declaratoria respondía al quebrantamiento de
una presunción de legalidad que no logró ser enervada por la parte
actora, dadas las particularidades del asunto.

TESIS 2: [Se considera] que en la sentencia frente a la cual aclaro


mi voto debió haberse realizado la necesaria precisión en torno a la
competencia del Consejo de Estado para conocer en única instancia
de las demandas de nulidad electoral presentadas en contra de los
ministros. (…). Si bien en este caso no tal pronunciamiento no resultaba
plenamente exigible en aras de la seguridad jurídica y de la garantía
de acceso a la administración de justicia de los sujetos involucrados
en el litigio, la precisión era necesaria con el propósito de orientar la
solución y trámite en futuros procesos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 109 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
207 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 – ARTÍCULO 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 13 /
LEY 996 DE 2005 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 23 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 167

249
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL,


INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN, FALTA DE
LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA

EXTRACTO NO. 7

RADICADO: 85001-23-33-000-2019-00184-01
FECHA: 08/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Alexander García Martínez
DEMANDADO: Jorge Leonardo Infante Tovar – Concejal de Yopal,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección entrará a resolver si existe mérito


suficiente para confirmar o revocar la sentencia de 13 de marzo de
2020, por medio de la cual el Tribunal Administrativo de Casanare negó
las pretensiones de la demanda de nulidad electoral contra el acto
de elección de Jorge Leonardo Infante Tovar como concejal de Yopal
(Casanare), período 2020-2023, por estimar que no se configuraron
los presupuestos fácticos y jurídicos de la inhabilidad contenida en el
numeral 3º del artículo 40 de la Ley 617 de 2000.

TESIS 1: Del contenido de esta disposición [artículo 40 de la


Ley 617 de 2000], se deduce que la mencionada inhabilidad se
configura en tres hipótesis distintas, a saber, cuando el candidato
o elegido, durante el año anterior a la elección, haya intervenido en:
(i) la gestión de negocios en interés propio o favor de terceros ante
entidades públicas del nivel distrital o municipal, (ii) la celebración de
contratos con entidades públicas de cualquier nivel, con un interés
propio o a favor de terceros, siempre que se deban ejecutar en la
respectiva circunscripción territorial; o (iii) haya sido representante
legal de entidades que administren tributos, tasas y contribuciones
o entidades que presten servicios públicos domiciliarios o de
seguridad social en el régimen subsidiado, dentro del municipio o
distrito correspondiente. En relación con el segundo supuesto de
hecho, la jurisprudencia de esta Sección ha señalado los elementos
necesarios para su configuración (…). En este orden, se reitera que

250
para que se configure esta causal de inhabilidad, en la hipótesis bajo
estudio, es necesaria la concurrencia de todos y cada uno de tales
elementos definitorios (temporal, territorial, objetivo y subjetivo), al
margen de las condiciones de tiempo y modo para la ejecución o
liquidación del contrato que se analice, en cuanto que “De acuerdo con
la jurisprudencia la conducta que materializa la inhabilidad objeto de
estudio, es la de intervenir en la celebración de contratos, razón por
la que se ha entendido que aquella se configura con la celebración
efectiva del respectivo contrato estatal dentro del lapso contemplado
por la norma, independiente del momento de su ejecución o
liquidación”. (…). En lo que tiene que ver con el requisito material u
objetivo, se observa que el demandado celebró con el municipio de
Yopal el Contrato No. 728, por valor de $6.783.333, con una duración
de tres (3) meses y veinte (20) días. (…).En este caso, el elemento
territorial se configura porque tal convenio se suscribió y debía
ejecutarse en Yopal (Casanare). Sobre el elemento subjetivo, se probó
que el demandado intervino para obtener consecuencias jurídicas a
su favor, que terminaron en la celebración, a nombre propio, de un
contrato con la administración lo cual, a criterio del demandante,
rompió el equilibrio frente a los candidatos que no tuvieron acceso
a la contratación estatal en el periodo inhabilitante, aspecto que se
analizará en el elemento temporal. Frente al elemento temporal, cabe
destacar que los comicios locales en que el demandado resultó electo
como concejal, se celebraron el 27 de octubre de 2019, de manera
que el periodo inhabilitante, esto es, el año anterior a la elección,
transcurrió entre dicha fecha y el 27 de octubre de 2018. Por tanto,
el Contrato 728 de 3 de septiembre de 2018 no fue suscrito dentro
de ese término. (…). Ahora, del análisis del contenido del numeral
3º del artículo 40 de la Ley 617 de 2000, es posible deducir que la
configuración de la inhabilidad allí consagrada no depende de la
fecha de su ejecución, sino de los elementos objetivos relacionados
con su celebración. En este sentido, la Sala reafirma que la causal
bajo estudio se configura por la celebración del contrato más no por
su ejecución efectiva. (…). Por lo anterior, se encuentra acreditado
que el demandado no suscribió el contrato No. 728 dentro del periodo
inhabilitante, de manera que de la confrontación entre el acto de
elección controvertido y las normas cuya infracción se predica,
especialmente, el artículo 40, numeral 3 de la Ley 617 de 2000, no
surge una oposición que justifique revocar la sentencia impugnada.
Ahora, si bien el recurrente solicitó que se analizarán las conductas
realizadas por el demandado dentro del año anterior a la elección,

251
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

en virtud de la ejecución del contrato, las que, en su concepto, le


dieron ventaja frente a los demás candidatos; la Sala reitera que
ello no resulta procedente, pues como bien se expuso, la inhabilidad
se refiere a la celebración del contrato y no a su ejecución ni a sus
implicaciones, por lo cual, dicho aspecto escapa del espectro de la
causal de inhabilidad y de la conducta prohibitiva, razón por la que
no es procedente analizar dichas actuaciones, ni sus implicaciones.

TESIS 2: Por último, en cuanto a la falta de legitimación en la causa


por pasiva que propuso la Registraduría Nacional del Estado Civil en
los alegatos de conclusión de segunda instancia se observa que esta
excepción fue postulada por esa entidad en el escrito de contestación
de la demanda de fecha 21 de enero de 2020; en la audiencia inicial
celebrada el 25 de febrero de la misma anualidad se difirió su decisión
para la sentencia y en esta providencia solo se consideró que “para
garantizar su derecho de contradicción, se vinculó a la organización
electoral (RNEC) a la que pertenece la autoridad que profirió el acto
acusado”. En virtud de la facultad prevista en el inciso segundo del
artículo 187 del CPACA, norma que dispone que en la sentencia se
decidirá sobre las excepciones propuestas y sobre cualquiera otra
que se encuentre probada, la Sala precisa que se debe declarar
probada la excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva
de la Registraduría Nacional del Estado Civil, por cuanto en el numeral
2º del artículo 277 del CPACA dispone que en el auto admisorio de la
demanda debe ordenarse la notificación personal de las autoridades
que expidieron el acto demandado o intervinieron en su adopción,
razón por la cual en los procesos que se promueven contra actos
de elección popular se suele notificar la citada providencia a la
Registraduría Nacional del Estado Civil y al Consejo Nacional
Electoral, atendiendo a sus funciones constitucionales y legales
relacionadas con la organización de esos certámenes democráticos
y el control de la actividad política de los diversos actores que en
ellos intervienen. Pese a lo anterior, el alcance de la relación jurídico-
procesal de las entidades que conforman la Organización Electoral
en relación con los procesos electorales está determinado por la
naturaleza específica de los actos que se cuestionan y de los cargos
que se formulan en su contra. En efecto, esta Sala ha resaltado la
necesidad de determinar si la actuación de dichas autoridades en
la formación de los actos demandados es meramente formal o si,
por el contrario, existe conexidad directa entre sus competencias y la
causal de nulidad alegada. Aplicada tal premisa al caso concreto se

252
observa que, de conformidad con los artículos 90 del Código Electoral
y 32 de la Ley 1475 de 2011, es competencia de la Registraduría
Nacional del Estado Civil recibir la inscripción de los candidatos a
los diferentes cargos de elección popular. Esta actuación comprende
la facultad de aceptar o rechazar una inscripción mediante acto
motivado ante las situaciones previstas en la ley, a saber, inscripción
de candidatos distintos a los seleccionados mediante consulta o
participación previa del candidato en la consulta de una organización
política diferente a la que avala su inscripción. Más allá de las
atribuciones indicadas, la Registraduría no tiene injerencia en la
valoración de los requisitos, impedimentos, inhabilidades u otras
restricciones previstas en el ordenamiento jurídico al derecho a ser
elegido. Por lo mismo, controlar y sancionar la posible violación del
régimen de inhabilidades por parte de los candidatos escapa a la
competencia de esa entidad, tanto al momento de la inscripción,
como en la etapa postelectoral. (…). Así las cosas, atendiendo a
las características particulares del caso concreto, en el que no se
debaten irregularidades o vicios relacionados con el proceso de
votación y en el escrutinio, encuentra el despacho que le asiste razón
a la Registraduría Nacional del Estado Civil al invocar la excepción
de falta de legitimación en la causa por pasiva, por lo que se impone
declarar probada su configuración.

NORMATIVA APLICADA
LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 NUMERAL 3 / LEY 136 DE 1994 / LEY 80 DE 1993
– ARTÍCULO 39 / LEY 80 DE 1993 – ARTÍCULO 41 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
187 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 NUMERAL 2

253
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD CONTRA ACTO QUE FIJÓ LOS LÍMITES A LOS MONTOS


DE GASTOS DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES DE LAS LISTAS
DE CANDIDATOS AL SENADO DE LA REPÚBLICA Y A LA CÁMARA
DE REPRESENTANTES, COMPETENCIA DEL CONSEJO NACIONAL
ELECTORAL PARA FIJAR TOPES A LOS GASTOS DE LA CAMPAÑA
ELECTORAL, CRITERIO TÉCNICO PARA FIJAR LOS LÍMITES AL
MONTO DE GASTOS DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES

EXTRACTO NO. 8

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00026-00 (2019-00035-00)


FECHA: 15/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Luís Alfonso Landázuri Cárdenas y otro
DEMANDADO: Consejo Nacional Electoral - CNE
MEDIO DE CONTROL: Nulidad simple

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala Electoral decidir si la


Resolución 2796 de 8 de noviembre de 2017, expedida por el Consejo
Nacional Electoral, por la cual se establece el límite de gastos para las
campañas electorales de Senado y Cámara de 2018, está incursa en
las causales de nulidad por i) falta de competencia, en tanto estima
el actor, que los artículos 109, 262 y 265.7 superiores, le otorgan al
Congreso de la República, la competencia para fijar los topes máximos
de inversión en las campañas electorales y no a una autoridad
administrativa y ii) expedición irregular al inobservarse el artículo 24
de la Ley 1475 de 2011, en tanto se alega que el CNE al expedir la
resolución mencionada no tuvo en cuenta: a) los costos reales de las
campañas, b) la apropiación presupuestal para la financiación de las
mismas y c) la periodicidad exigida por dicha norma, para la expedición
de la resolución objeto de examen.

TESIS 1: El tema de la financiación de la actividad partidista (…) no


solo tiene que ver con las posibilidades de las colectividades de contar
con recursos para desarrollar su actividad programática sino con el
fortalecimiento mismo de la democracia. Los riesgos que se ciernen son
enormes si las elecciones se convierten en una simple subasta electoral,
donde lo que importa es el poder económico, sin tener en cuenta la

254
fuente de financiación, el uso de dineros privados, las donaciones, etc.
Los intereses económicos de los diversos grupos de presión pueden
llegar a distorsionar la verdadera voluntad de los electores e incidir de
manera directa en la conformación de los poderes públicos con grave
detrimento del pluralismo político e ideológico. La Constitución Política
de 1991 optó por la financiación preponderantemente estatal de los
partidos y movimientos políticos y de las campañas proselitistas. Así,
en el artículo 109 en armonía con el artículo 262 dispuso que el Estado
concurriría a la financiación de los partidos y movimientos políticos
y de las campañas electorales, incluidas las que realizan los grupos
significativos de ciudadanos, lo que implica la adopción de un sistema
mixto de financiación donde existen recursos estatales y recursos
privados, sujetos a la regulación respectiva, para evitar una distorsión
de la voluntad popular. Ahora bien, la financiación estatal tiene como
objetivos: i) nivelar las desigualdades económicas entre las distintas
opciones políticas, ii) obtener para los partidos y movimientos políticos
mayor independencia en su actuación legislativa o de gobierno,
iii) sentar las bases para que estos ejerzan con mayor eficacia
las funciones que la Constitución y la ley les ha reconocido. Por su
parte, el Acto Legislativo 01 de 2003, aumentó considerablemente
la participación del Estado en la financiación de las organizaciones
políticas con personería jurídica. En esta reforma se estableció que
“la financiación anual de los partidos y movimientos políticos con
Personería Jurídica ascenderá como mínimo a dos puntos siete (2.7)
veces la aportada en el año 2003, manteniendo su valor en el tiempo”.
(…). De otro lado, el costo creciente de las campañas electorales y los
riesgos que, sobre la expresión libre y democrática de los ciudadanos,
genera el uso indiscriminado de recursos, hace necesario fijar reglas
claras y precisas para asegurar que los participantes en la contienda
política tengan igualdad de oportunidad en el acceso a los cargos
públicos de elección popular. Permitir que sumas de dinero sin ningún
tipo de control o limitación irriguen la actividad proselitista en tiempos
de campaña electoral, otorga una ventaja indebida frente a quienes no
tienen las mismas posibilidades económicas. Por ello, la fijación de
topes máximos de inversión en las campañas políticas, juega un papel
importante para que los sectores de la población, carentes de dinero,
no se vean impedidos para postularse a cargos de elección popular,
pero, además, para que el dinero ilícito no corrompa el sistema político
y socave la democracia y la estabilidad de las instituciones. Ahora
bien, la Corte Constitucional en la Sentencia C-089 de 1994 planteó
la necesidad de que la financiación de las campañas políticas tenga

255
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

límites y sea controlada (…). Consecuencia de ello, es que se dispone


en nuestra legislación, la rendición pública de cuentas, el registro ante
el Consejo Nacional Electoral del volumen, origen y destino de sus
ingresos y gastos, y por supuesto la fijación de límites a los gastos de
inversión. En desarrollo de esta norma constitucional [artículo 109],
el Congreso de la República expidió la Ley Estatutaria 1475 de 2011,
“por la cual se adoptan las reglas de organización y funcionamiento
de los partidos y movimientos políticos, de los procesos electorales y
se dictan otras disposiciones” y en el artículo 24, reguló los límites al
monto de gastos de las campañas electorales a los distintos cargos
y corporaciones de elección popular. (…). Del anterior precepto legal
se desprenden varias reglas que fueron establecidas por el legislador
estatutario para hacer efectivo el mandato contenido en el artículo 109
de la Carta, a saber: a) la entidad u organismo encargado de expedir esta
reglamentación b) los criterios técnicos u operativos a tener en cuenta
para fijar los topes máximos de inversión y c) la periodicidad para su
expedición. (…). En punto a la competencia, el legislador estatutario
señaló en el artículo 24 de ley en comento, que la entidad encargada
de fijar los límites al monto de gastos de las campañas políticas, es el
Consejo Nacional Electoral, órgano constitucional que tiene asignada
la función de regular, inspeccionar, vigilar y controlar toda la actividad
electoral de los partidos, movimientos políticos y grupo significativo
de ciudadanos, de los representantes legales, directivos y candidatos,
garantizando el cumplimiento de los principios y deberes que a ellos
corresponde, como se desprende del artículo 265 de la Carta política.
(…). De otro lado, en este mismo precepto [artículo 24 de la Ley 1475
de 2011] se indicaron los criterios técnicos a los cuales debía sujetarse
el órgano llamado a producir el acto administrativo correspondiente,
para garantizar los principios de igualdad y transparencia en las
elecciones, a saber: a) Los costos reales de las campañas, b) El
correspondiente censo electoral y c) La apropiación presupuestal para
la financiación estatal de las mismas. Los factores o criterios técnicos
antes enunciados, fueron señalados para atender la razonabilidad y
proporcionalidad que deben tener estos topes, esto es, que los mismos
consulten el número de personas aptas para votar en cada certamen
electoral; así mismo, que dichos límites tengan en cuenta los costos
reales de los insumos propios de la actividad proselitista, como el pago
de transporte, publicidad, propaganda, papelería, arrendamientos,
equipos tecnológicos, pago de personal, etc., y, en tercer lugar, que
estos topes sean proporcionales a la capacidad del Estado para
asumir la financiación estatal, a través del mecanismo de reposición

256
de votos, como del pago de anticipos a las colectividades políticas para
desarrollar su actividad proselitista. (…). [S]i los montos máximos de
inversión, son inferiores o superiores a la realidad económica, uno y
otro tienen los mismos efectos negativos, en tanto, limitan, de forma
sensible, el juego democrático o bien, pervierten su ejercicio. Así mismo,
si no se tiene en cuenta el valor de las apropiaciones presupuestales
señaladas para la respectiva vigencia fiscal, se puede generar un
desfase entre los recursos estatales disponibles para asegurar la
financiación estatal y lo que se debe pagar por cada voto obtenido. Por
ello, si se atiende con rigor estos parámetros, el límite a los montos de
gastos en las campañas electorales resulta objetivo, real, razonable y
proporcionado. Estos son los fundamentos por los cuales el legislador
estatutario señaló la necesidad de que estos topes tengan en cuenta,
los parámetros antes enunciados para su determinación.

TESIS 2: En primer lugar, en relación con el “costo real de las campañas


electorales”, como criterio para definir el límite a los montos de gastos,
el inciso segundo y parágrafo transitorio del artículo 24 de la Ley 1475
de 2011, señalaron que el Consejo Nacional Electoral en asocio con el
Ministerio de Hacienda, debían efectuar los estudios necesarios para
aproximar dichos topes al valor real de las campañas políticas, cuyo
primer estudio debió hacerse al año siguiente de entrada en vigencia
de la Ley 1475, esto es, a más tardar el 14 de julio de 2012, dado que
la ley fue promulgada en el Diario Oficial No. 48.130 del 14 de julio de
2011. (…). En cumplimiento de este mandato legal, el Consejo Nacional
Electoral y el Ministerio de Hacienda con el apoyo del Departamento
Nacional de Estadística DANE, el 13 de julio de 2012, produjeron
el documento titulado “Estudio Base para la actualización de los
costos reales de campañas electorales”. A su turno, el Departamento
Administrativo Nacional de Estadística DANE, a partir de este estudio
técnico, construyó el “Índice de Costos de las Campañas Electorales”
(ICCE), con el objetivo de medir la variación anual de los costos de los
bienes y servicios que forman parte de la estructura de costos de las
campañas electorales. (…). Así entonces, se tiene que el “costo real
de las campañas electorales”, tiene como sustento el denominado
“Índice de Costos de las Campañas Electorales – ICCE” que, a su vez, se
fundamenta en la información estadística reportada por los partidos y
movimientos político al Consejo Nacional Electoral, y algunos índices
producidos anualmente por el DANE, como el Índice de Precios al
Consumidor IPC, el Índice de Costos de Construcción de Vivienda
ICVV, el Índice de Costos de Construcción Pesada – ICCP, el Índice de

257
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

Costos de la Educación Superior Privada – ICESP y el Índice de Costos


de Transporte de Carga – ICTC, entre otros factores. En segundo
lugar, en relación con el “censo electoral”, como criterio técnico para
adoptar la regulación sobre los topes máximos de inversión en las
campañas electorales, se tiene que esta información está conformada
por el conjunto de ciudadanos, titulares de cédulas aptas para votar
por estar inscritas e incorporadas en un determinado lugar (Art. 76
Código Electoral). El censo electoral es la base fundamental para la
planeación, organización y desarrollo de todo el certamen electoral,
incluyendo los diferentes mecanismos de participación ciudadana,
los cuales permiten dar paso a una democracia más activa y a la
intervención directa del pueblo para la conformación, ejercicio y control
del poder político. (…). Este instrumento resulta importante para definir
las sumas máximas de inversión de las campañas electorales, dado
que entre más población apta para votar haya en la circunscripción
electoral respectiva, mayor inversión debe hacerse para desarrollar la
campaña política. En tercer lugar, en punto al criterio técnico referido
a las “apropiaciones presupuestales” para la financiación estatal de
las campañas electorales, debe señalarse que este es un parámetro
fundamental a tener en cuenta en la regulación del límite de gastos en
las campañas electorales en tanto, i) determina el impacto fiscal que
puede tener la fijación de estos topes frente al deber del Estado de
asegurar la financiación estatal de las campañas políticas, mediante el
sistema de reposición de gastos por votos obtenidos ii) impone un límite
adecuado al nivel de gastos, con relación a la capacidad presupuestal del
Estado para garantizar el pago anticipos a los partidos y movimientos
políticos en las campañas electorales, iii) Asegura un tope real y
objetivo acorde con los principios de proporcionalidad y razonabilidad,
al permitir la observancia de las variaciones económicas expresadas
anualmente, en el rubro presupuestal consignado para financiar las
campañas electorales. Por lo tanto, no puede ser desconocido por el
CNE, al momento de emitir la resolución correspondiente. Finalmente,
en punto a la fecha que el Consejo Nacional Electoral debe emitir la
mencionada reglamentación, debe precisarse lo siguiente. En efecto,
la disposición señala que los límites a los gastos de las campañas
electorales a los distintos cargos y corporaciones de elección popular
serán fijados por el CNE, “en el mes de enero de cada año”. Esta fecha
fijada por el legislador estatutario responde a la necesidad de que con
suficiente antelación se expida la regulación correspondiente, de suerte
que los participantes del certamen electoral puedan conocer y tener la
información pertinente para organizar y planear su campaña política.

258
En esta fecha, ya se puede contar con la información anual consolidada
del año inmediatamente anterior, ordenada por el legislador esto es, el
censo electoral, el índice de costos de las campañas electorales, que
debe certificar el DANE y el rubro presupuestal que se haya aprobada
en la ley anual de presupuesto expedida en el año inmediatamente
anterior a la respectiva vigencia fiscal. Ahora bien, en orden a señalar
el alcance de la expresión “mes de enero de cada año”, como lo solicita
el ministerio público, entiende la corporación que, para efectos de las
elecciones para elegir los integrantes al Congreso de la República,
la fecha no puede ser otra que la del mes de enero del año anterior
a las elecciones y no al correspondiente año en que se desarrolla
el certamen electoral. (…). No ocurre lo mismo con las elecciones
para elegir las autoridades territoriales, como quiera que la misma
se desarrolla el último domingo del mes de octubre, por lo que el
período de campaña y la fecha del certamen electoral se cumplen en
la misma anualidad. (…). De otro lado, en punto a la periodicidad de
que trata la norma, no hay duda que la resolución que corresponde
proferir al CNE, debe expedirse todos los años, pues, la norma es lo
suficientemente clara, al disponer que dicha regulación se emite “en el
mes de enero de cada año”. Lo anterior por cuanto, a pesar de que el
artículo 125 superior, parágrafo adicionado, dispone que los períodos
establecidos para los cargos de elección son institucionales, es común
que se presenten elecciones atípicas cuando se produce una vacancia
absoluta de un alcalde o gobernador y faltare más de dieciocho (18)
meses para la finalización del período correspondiente, caso en el
cual, según los artículos 303 y 314 de la Constitución Política, debe
efectuarse nuevas elecciones, y para dichos efectos, se hace necesario
contar con la mencionada regulación. Para el caso del Congreso de
la República, Asambleas, Concejos y Juntas Administradores Locales,
como quiera que se inscriben listas, cuyo número no puede exceder el
de los integrantes de la corporación respectiva, habrá a quien llamar a
ocupar la respectiva curul, cuando se presente una vacancia absoluta
de algún miembro o integrante de la corporación de que se trate, razón
por la cual, no se surten elecciones atípicas y, en consecuencia, la
reglamentación se emitirá para cada evento electoral, esto es, cada
cuatro (4) años, en el mes de enero, como quedó antes explicado.

TESIS 3: El señor Luis Alfonso Landázuri Cárdenas, pretende la


nulidad de la Resolución 2796 del 8 de noviembre de 2017, que fijó los
topes o límites a los montos de los gastos de inversión en las campañas
electorales para el Senado y Cámara de Representantes para las

259
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

elecciones de 2018, por considerar que fue expedida por el Consejo


Nacional Electoral, sin competencia, en la medida que debió ser el
legislador estatutario quien regulara dicha materia, de conformidad
con lo ordenado por el artículo 109 y 262 de la Constitución Política.
(…). En este orden, estima la Sala que no hay razón para considerar
que los argumentos expuestos por el actor, relacionados con la falta
de competencia, deban ser acogidos, pues, fue voluntad del legislador
estatutario deferir en el órgano constitucional encargado de ejercer la
suprema inspección, vigilancia y control de las elecciones, como lo es
el Consejo Nacional Electoral, la potestad de señalar los topes máximos
de inversión de recursos en las campañas electorales, con base en
criterios técnicos y operativos señalados en la ley. (…). Tampoco, se
trata de una “delegación de funciones que fueron delegadas”, a una
autoridad administrativa, como lo afirma el demandante, sino de una
potestad originaria y directamente atribuida por el artículo 109 de la
Carta al Congreso de la República para regular autónomamente la
materia. Así las cosas, era perfectamente viable, dentro del marco de
libertad de configuración legal, que el órgano legislativo, en ejercicio
de esta potestad, señalara los parámetros objetivos a tener en cuenta
para expedir dicha regulación (criterios técnicos), el órgano encargado
de emitirla (regla de competencia) y la periodicidad con la cual debía
producirse (criterio temporal).

TESIS 4: El señor Luis Carlos Domínguez Prada, demandante en el


expediente 11001-03-28-000-2019-00035-00, solicitó que se anule la
Resolución 2796 del 8 de noviembre de 2017, porque considera que
el CNE incumplió las exigencias contemplada en el artículo 24 de la
Ley 1475 de 2011 para fijar los límites a los gastos de las campañas
electorales para las elecciones de Congreso de la República, por
cuanto no tuvo en cuenta: a) los costos reales de las campañas, b)
la apropiación presupuestal para su financiación estatal, y c) la
periodicidad prevista en dicha norma. (…). En punto a este cargo,
esto es, la atención del costo real de las campañas electorales,
el demandante advierte que no fue tenido en cuenta, pues, en los
considerandos de la propia resolución, se invocan razones fácticas
y jurídicas para omitirla o suplirlo por otros, que se presentan como
equivalentes, fundados en la proximidad de la apertura del período de
inscripción de candidaturas para las elecciones legislativas del año
2018. (…). Así entonces, el “costo real de las campañas electorales”,
tiene como sustento el denominado “Índice de Costos de las Campañas
Electorales – ICCE” que, cada año debe certificar el DANE. A su turno,

260
este índice se fundamenta en la información estadística reportada por
los partidos y movimientos políticos al Consejo Nacional Electoral, y
algunos índices producidos anualmente por el DANE, como el Índice
de Precios al Consumidor IPC, el Índice de Costos de Construcción de
Vivienda ICVV, el Índice de Costos de Construcción Pesada – ICCP, el
Índice de Costos de la Educación Superior Privada – ICESP y el Índice
de Costos de Transporte de Carga – ICTC, entre otros factores. (…). [E]l
CNE, el 10 de enero de 2017 solicitó al DANE, además del certificado del
Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Costos de Campañas
Electorales (ICCE) del año 2016, a efectos de dar cumplimiento al
mandato previsto en el artículo 24 de la Ley 1475 de 2011, consistente
en que, en el mes de enero de 2017, debía emitir la regulación de topes
máximos de inversión en las campañas electorales. Sin embargo, dicha
información solo fue allegada con el oficio No. 2017-313-026556-1
de fecha 30 de noviembre de 2017, en el que se reporta los índices
ICCE de los periodos 2010-2016, después de que fuera proferida la
Resolución 2796 del 8 de noviembre, de 2017, por medio de la cual
se fijó el monto de gastos de las campañas electorales. (…). En este
orden, estima la Sala que, conforme con las pruebas obrantes en el
plenario, está acreditado que el CNE solicitó, en el mes de enero de
2017, el Índice de Costos de Campañas Electorales (ICCE) del año 2016,
en orden a atender el criterio relacionado con “los costos reales de
las campañas”, siendo reportado dicho índice por el DANE, para los
años 2010-2016, el 30 de noviembre de 2017, fecha para la cual, ya
se había expedido la resolución de topes y cuando se encontraba más
que vencido el plazo del inciso primero del artículo 24 de la Ley 1475
de 2011, que establece que los límites de gastos de las campañas
electorales serán fijados “en el mes de enero de cada año”. A pesar de
que el Consejo Nacional Electoral, obró con diligencia y oportunidad
al solicitar dicha información, debe señalarse que se incurre en un
yerro, al afirmar en la parte considerativa del acto enjuiciado que,
en el presente caso, lo que aconteció, fue que se “anticipó” a expedir
la resolución en el mes de noviembre, pues, se insiste, la expedición
de dicho acto administrativo, fue tardía, si se tiene en cuenta que
esta regulación debió emitirse en el mes de enero de 2017, como se
precisó al momento de hacer el estudio del alcance del artículo 24
de la Ley 1437 de 2011. No obstante, la autoridad electoral tomó
como referencia el valor obtenido en los estudios para el año 2014
en procura de suplir la ausencia del certificado del ICCE del 2016, así
como su variación anual inmediata y el IPC del año subsiguiente. (…). Así
entonces, observa la Sala, que el Consejo Nacional Electoral, al expedir

261
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

la Resolución 2796 del 8 de noviembre 2017, cuya nulidad se pretende


y ante la ausencia del “Índice de Costos de las Campañas Electorales”
(ICCE) para el año 2016, (…) tuvo que optar por recurrir a la información
disponible y proceder a combinar estos dos indicadores, esto es, el
ICCE y el IPC, a fin de cumplir con el deber expedir la resolución, así
fuera tardíamente, atendiendo el criterio relacionado con “los costos
reales de las campañas electorales”, generando un índice aproximado,
para las elecciones del Congreso a efectuarse en el mes de marzo de
2018. (…). Por lo tanto, la Sala estima que haber acudido a un esquema
de cálculo económico con el fin de suplir el Índice de Costos de las
Campañas Electorales (ICCE) del año 2016, resultaba una solución
razonable, pues, de lo que se trataba era de cumplir con el mandato
de actualizar los montos de gastos de campaña, con base en el criterio
técnico “costos reales de las campañas”, lo que, finalmente se hizo
acudiendo al ICCE para los años 2014 y 2015 y su correspondiente
ajuste con el IPC de los años 2016, aun llevando esta actualización
hasta el mes de septiembre de 2017, por lo que se concluye que este
cargo no está llamado a prosperar. No obstante, estima la Sala que,
dada la situación acaecida en el presente caso, se impone exhortar
al DANE para que, en lo sucesivo, emita oportunamente la referida
certificación del ICCE con destino al CNE, a fin de no generar que este
marco regulatorio, necesario para la regularidad de las elecciones, sea
expedido de forma tardía. Así mismo, se exhortará al Consejo Nacional
Electoral para que, en lo sucesivo, en caso de que no se obtenga,
oportunamente, dicho índice, proceda a emitir dicha reglamentación
en el mes de enero del año correspondiente, atendiendo los criterios
de actualización ya reseñados para no afectar la transparencia y
eficacia del proceso electoral. Así mismo, teniendo en cuenta la
importancia que los topes de gastos en las campañas electorales
reflejen la realidad económica y correspondan a guarismos reales
que revelen los cambios producidos en la estructura de costos de las
campañas políticas, se hace necesario exhortar al CNE y al Ministerio
de Hacienda para que de forma coordinada, culminen la revisión de la
metodología adoptada en el documento titulado “Estudio Base para la
actualización de los costos reales de campañas electorales” producido
el 13 de julio de 2012, en atención a que el artículo 24 de la Ley 1475,
establece que, para efectos de cumplir con este mandato legal, el
Consejo Nacional Electoral con el apoyo del Ministerio de Hacienda
“deberá realizar periódicamente los estudios que correspondan con el
objeto de garantizar que los límites al monto de gastos fijados reflejen
el valor real de las campañas electorales”.

262
TESIS 5: Ahora bien, en cuanto al segundo criterio técnico objeto de
esta controversia, cuya censura el demandante hace consistir en que
la Resolución 2796 del 8 de noviembre de 2017, no tuvo en cuenta la
apropiación presupuestal para la financiación estatal de las campañas
electorales del año 2016, impera señalar que, de conformidad con el
artículo 14 del Decreto 111 de 15 de enero 1996, Estatuto Orgánico
del Presupuesto, el sistema presupuestal colombiano se fundamenta
en el “principio de anualidad”, según el cual, el año fiscal comienza el
1º de enero y termina el 31 de diciembre. En consecuencia, una vez
el Congreso de la República aprueba la ley anual de presupuesto de
rentas y gastos, se procede a su liquidación mediante decreto, antes
de que inicie la vigencia fiscal respectiva; en consecuencia, el elemento
presupuestal para fijar los topes de campañas, solo puede ser conocido
en el mes de diciembre del año anterior a la reglamentación. (…). Así
las cosas, no había razón para desconocer el requisito previo de la
apropiación presupuestal para la expedición de la Resolución del 8 de
noviembre de 2017, como elemento necesario e ineludible a tener en
cuenta para fijar los topes máximos de inversión en la campaña al
Congreso de la Republica, pues, contrario con lo que ocurrió con el
ICCE, este dato sí se tenía, por lo que era imprescindible incluirlo en
los criterios de valoración para emitir la mencionada regulación. La
Sala estima que resultaba esencial tener en cuenta este dato, para
fijar el tope de gastos en la campaña para las elecciones al Congreso
de la República, por cuanto existe una estrecha relación entre el rubro
presupuestal para la financiación de las campañas electorales y la
reposición de votos. (…). Por lo tanto, la desatención de la “apropiación
presupuestal”, en el cálculo de los topes de inversión en las campañas
electorales, no es un asunto meramente formal, sino esencial para
fijar de manera adecuada, proporcional y financieramente sostenible
dichos límites. Además, no puede dejarse de señalar que el guarismo
fijado como tope máximo de inversión, conforme a los parámetros
que ordena la ley, genera confianza a los actores políticos al verificar
que las cifras establecidas se acompasan con la realidad económica
y presupuestal del país y permite que los órganos de control, que
tienen a su cargo su vigilancia, puedan hacer su labor de fiscalización
sobre bases sólidas y transparentes. De igual manera, unos límites así
determinados demuestran que no resultan caprichosas o arbitrarias
dichas sumas, sino que constituyen una verdadera garantía a la
transparencia e igualdad de los participantes en la contienda política.
En suma, la fijación de estos topes, en la medida que consulte la
apropiación presupuestal, como los demás criterios descritos en la ley,

263
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

constituye, un importante instrumento para asegurar la transparencia,


la participación en condiciones de igualdad y la sostenibilidad financiera,
necesarios para que los certámenes electorales se desarrollen
legítimamente, como soporte y presupuesto de la democracia. En este
orden, se concluye que se desconoció el artículo 24 de la Ley 1475
de 2011, al haberse expedido la Resolución 2796 del 8 de noviembre
de 2017, por parte del CNE, sin atender la “apropiación presupuestal”
razón por la cual, este cargo está llamado a prosperar.

TESIS 6: Por último, en relación con la fecha fijada por el artículo


24 de la Ley 1475 de 2011, según el cual, los límites a los gastos de
las campañas electorales a los distintos cargos de elección popular
serán fijados por el CNE, “en el mes de enero de cada año” se tiene que
el demandante reprocha que se incumplió con este mandato, habida
cuenta que la resolución acusada se expidió el 8 de noviembre de 2017.
(…). La primera acotación que debe hacer la Sala es que la Resolución
2796 de 2017, no fue expedida en forma oportuna, pues, fue emitida el 8
de noviembre de 2017, cuando ha debido expedirse en el mes de enero
de 2017, razón por la cual, se desatendió el artículo 24 de la Ley 1475
de 2011. En segundo término, se incurre en una imprecisión cuando se
sostiene que “estos límites de gastos solo deben ser adoptados hasta el
mes de enero de 2018”, por cuanto, como quedó explicado en el acápite
donde se estudió el alcance de la referida disposición, tratándose de
elecciones a Congreso de la República, a efectuarse el 11 de marzo
de 2018, la mencionada reglamentación debió proferirse en el mes de
enero de 2017, a fin de permitir que los actores políticos, con la debida
antelación, pudieran contar con esta reglamentación, durante el año
anterior a las elecciones, en que se desarrolla la campaña electoral
y la ley permite efectuar inversiones en la actividad proselitista. (…).
Estima la Sala, que una lectura acorde con el principio de seguridad
jurídica y el criterio de homogeneidad que debe signar las reglas
que rigen el certamen electoral, sugiere que deba expedirse una sola
reglamentación para las elecciones a Congreso de la República, para
que se aplique de manera uniforme a todo el proceso electoral, por
cuanto entender que una misma campaña está sujeta a dos topes
diferentes, una a expedirse en el mes de enero del año en que se
realizan las inscripciones de listas y otra para el año en que se celebran
las votaciones, generaría inestabilidad jurídica e incertidumbre a los
partidos, movimientos políticos, grupos significativos de ciudadanos y
candidatos, que podría devenir en desfases a la hora de rendir cuentas
y, a su turno, inconvenientes para determinar por parte del propio CNE,

264
si se vulneró o no los mencionados topes. (…). No obstante, se comparte
la apreciación del ministerio público, pues a pesar de que se vulneró
el mandato legal contenido en el artículo 24 de la Ley 1475 de 2011, la
resolución emitida logró su propósito, pues, a pesar de ser reprochable
el hecho de que se emitiera esta resolución, tres (3) días antes del
inicio del período de inscripción de candidaturas, (11 de noviembre
de 2017), en todo caso, se pudo contar con esta regulación para que
gobernara dichas elecciones. Así las cosas, con base en las anteriores
consideraciones, se negará la nulidad del acto acusado por este cargo
propuesto. (…). En suma, el CNE, al expedir la Resolución 2796 de
2017, por la cual, se fijó los límites a los gastos de campaña para las
elecciones a efectuarse el 11 de marzo de 2018 de los miembros del
Congreso de la República, y omitir el criterio relacionado con tener en
cuenta “la apropiación presupuestal” del año 2016, incurrió en el vicio
de expedición irregular, que tiene un impacto en la validez del acto, lo
cual impone declarar su nulidad.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: Aunque [se estuvo] de acuerdo con los exhortos que


contiene la parte resolutiva, [se estima que], en las consideraciones
debió ahondarse más en el papel preponderante del CNE, de ahí el
desacuerdo en haberse contrastado las actuaciones del dicha entidad
y sus homólogas y no haberse advertido que la actuación que el CNE
debe ser eficiente y oportuna porque es claro que siendo requisito
sine qua non para establecer los topes respectivos la determinación
de parámetros, como el Índice de Costos de las Campañas Electorales
ICCE, se requieren datos o información que el propio CNE debía
suministrar a autoridades como el DANE y no es en enero del respectivo
año que debe hacerlo, porque es precisamente en el primer mes del
año que debe salir el acto de tope de gastos y valor de reposición. Es
claro que (…) el principio de coordinación administrativa emerge como
uno de los más importantes cuando cada una de ellas se requiere
concurran en aspectos de funcionamiento necesario, como acontece
en este particular, ya que el organismo a cargo de expedir el acto,
en este caso el CNE, es quien debe enviar los datos en un término
razonado y razonable cuando deba contar con la concurrencia de otro
concepto, factor, fórmula o índice por parte de otra autoridad. Y es que
el principio de coordinación administrativa supone que las actuaciones

265
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de los distintos actores públicos concurran en pro del resultado que


dentro de la función pública y de la completitud de la acción estatal
determinada, lo que impone eficiencia y que el actuar sea oportuno e
idóneo. (…). [U]no de los soportes nodulares para la expedición de los
insumos previos y necesarios para la expedición del acto como el que
se escrutó en este vocativo proviene del CNE, quien siendo el máximo
órgano del control, vigilancia y control en lo electoral en la fase
administrativa es el llamado a contar con esa información y remitirla
en forma oportuna para que concurra con el resto de variables que se
unen como un todo, para dar cumplimiento al principio de coordinación,
para el resultado idóneo de las funciones asignadas. (…). [A] diferencia
de lo que concluyó el fallo la fecha de expedición de la Resolución
sobre el tema, [se considera que] sí incide en la legalidad del acto, pues
no es lo mismo fijar topes con fundamento en el año fiscal siguiente,
cuando la norma superior indica que es con la vigencia fiscal anterior
no solo porque es una conducta contra legem sino porque incluso
matemática y numéricamente el resultado será diferente, en tanto el
rubro respectivo se fija numérica y porcentualmente, además que los
índices y factores que se toman en cuenta corresponden a factores
aritméticos exactos y de ponderación matemática cuya fluctuación por
el tiempo es innegable.

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS 1: Elemento de potísima importancia para el desarrollo y


fortalecimiento de la democracia -como instrumento y como valor
de la sociedad-, resulta ser la regulación sobre el financiamiento
de las campañas electorales que se desarrollan por los partidos,
movimientos políticos, grupos significativos de ciudadanos y demás
actores, para el acceso a distintos cargos y curules de elección
popular. (…). Como un aspecto relevante, se asignó al Consejo Nacional
Electoral, la importante función de fijar los límites o montos máximos
de inversión en el desarrollo de las campañas electorales. (…). Es
importante indicar que el legislador determinó criterios altamente
objetivos a efectos de la función que desarrolla el Consejo Nacional
Electoral en este aspecto, los cuales se centran en: (i) el costo real
de las campañas; (ii) el censo electoral y (iii) las correspondientes
apropiaciones presupuestales para la financiación estatal de las
mismas. A su vez, se determinó que la resolución sobre este punto,

266
deberá ser adoptada por la mentada autoridad, en enero de cada
año. Ante ello, lo que se evidencia es que el legislador estatutario
quien determinó una tríada de elementos concurrentes, que buscan,
ante todo, contar con elementos de juicio de carácter objetivo de
verificación que conlleve a que la fijación de los topes de gastos
consulte de forma directa la realidad de la actividad electoral que
se desarrolla por estos, especialmente, en todas las variables que
de orden económico, poblacional y presupuestal la afectan. Es claro
que cada uno los criterios referidos, atiende a una lógica propia. En
primer lugar, se busca que los límites de inversión en campañas
electorales, reconozcan de forma directa cuál es su costo real y
actual, lo que deberá determinarse, como lo indica la misma norma,
con lo estudios correspondientes de orden económico y estadístico
que garanticen dicha finalidad. Esto resulta relevante, si bien es cierto
se busca la igualdad de condiciones para todos los participantes
en la contienda democrática, también lo es que tal límite debe ser
ajustado con las condiciones económicas propias de todos los gastos
en que incurre, pues de lo contrario, es posible que se presente un
desfase que afecte la actividad proselitista en desmedro de los fines
democráticos perseguidos. De otra parte, el censo electoral ha sido
reconocido como “una base de datos donde se incluyen los ciudadanos
colombianos, que pueden válidamente sufragar en un certamen
democrático, y que le permite al Estado no sólo controlar, planear,
organizar y desarrollar los certámenes electorales sino también los
mecanismos de participación”. Este aspecto se determina en forma
previa a cada elección, para lo cual, la Registraduría Nacional del
Estado Civil, cuenta con una base de datos dinámica que se alimenta
del archivo nacional de identificación que contiene la identidad de los
ciudadanos, a la que a diario se le suman las nuevas cédulas y se le
restan las de los fallecidos, miembros de las fuerzas armadas y de
policía y a quienes se les restringen sus derechos políticos. Como se
observa, se corresponde entonces con una información que tiene en
su consolidación una fidelidad que solo puede ser alcanzada al cierre
del período de inscripción de ciudadanos que se presenta 2 meses
antes de la fecha en que se desarrollará el evento democrático. De otro
lado, el criterio del censo se encuentra atado de forma indefectible al
sistema de reposición de votos, el cual se determina por un porcentaje
mínimo de apoyo ciudadano a las candidaturas de los partidos,
movimientos políticos o grupos significativos de ciudadanos. De ahí
la importancia de contar con el dato más cercano sobre esta variable.
Finalmente, es claro que contar las apropiaciones presupuestales, es

267
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

un aspecto de suma importancia, pues con ello se conoce el límite


de los gastos planeados por el Estado para el cumplimiento de su
función constitucional y legal de concurrir a la financiación de la
actividad proselitista.

TESIS 2: [E]l cargo que se estudió por la Sala de Sección,


corresponde con aquel denominado como expedición irregular.
Bajo este parámetro, el debate al interior del proceso no solamente
debió enfocarse en la ocurrencia o no de las situaciones que fueron
expuestas por el demandante en su escrito inicial, sino que, además,
se requiere estudiar la incidencia de la misma respecto de la validez
del acto acusado. (…). [A]l momento de concluir, de forma mayoritaria,
que la Resolución 2796 de 8 de noviembre de 2017 se encontraba
afectada de nulidad, especialmente, por no haberse atendido el criterio
correspondiente a las apropiaciones presupuestales, se desconoció
el último de los parámetros determinados, pues (…), no se encontró
plenamente demostrada la referida incidencia. (…). [C]on fundamento
en la motivación de la resolución demandada, la Sala concluyó la
configuración de una expedición irregular, sin entrar en el detalle de la
incidencia que tuvo dicha situación respecto de la contienda electoral
en la cual se fijaron los topes. (…). [N]o se evidenció la afectación
directa de esta situación respecto de las campañas electorales al
Congreso de la República en el año 2018. (…). Es de anotar que en
los demás cargos analizados en la providencia, la Sala abordó, frente
al sub judice y los elementos de prueba obrantes en el plenario, la
real incidencia de la irregularidad, más sin embargo, en este punto,
se limitó a evidenciar su incumplimiento, sin consideración alguna
respecto de las razones que conllevaron al CNE para adoptar su
decisión sin atender en forma estricta este criterio. Adicionalmente, la
sentencia carece de motivación y análisis suficiente que permita dar
respuesta a una pregunta [que se considera] fundamental: ¿bajo qué
criterio es procedente establecer que la resolución que fija los topes
para una campaña electoral que se desarrollará, en su mayoría, en
el año 2018, debe tener en consideración el presupuesto establecido
para el año 2017? Desde esta perspectiva, [se considera] que para
el estudio del caso concreto, se desatendieron las particularidades
que se evidencian en las elecciones al Senado de la República y a la
Cámara de Representantes, las cuales pasan de una anualidad a otra.

TESIS 3: En relación con el criterio técnico relacionado con los


costos reales de las campañas electorales. Sobre este punto en

268
particular, la ponencia aprobada de forma mayoritaria por la Sala
de Sección precisa que de conformidad con la documental aportada
al expediente, se tiene que el Consejo Nacional Electoral, ante la
ausencia de información para el año 2017 en relación con el Índice
de Costos de la Campañas Electorales (ICCE), tomó como referente
el certificado por el DANE para los años 2014 y 2015, aplicando la
correspondiente actualización para el 2016 y de enero a septiembre
del 2017, lo cual efectuó con fundamento en el IPC. Se entendió
que la mezcla de estos dos indicadores (ICCE e IPC) como una
actuación razonable por parte de la entidad demandada ante su
deber de expedir la resolución que fija los topes de las campañas y
considerando la falta de información a la que se vio avocada por la
tardía respuesta del DANE ante los requerimientos efectuados. Ante lo
dicho, [se considera] que la conclusión a la que se arribó, implica una
flexibilización de los criterios normativos, pues en concreto, es claro
que el artículo 24 de la Ley 1475 del 2011 determina con toda claridad
que se debe contar con los costos reales de las campañas electorales
para efectos de la determinación de los montos máximos de inversión
en las actividades proselitistas, que se mide bajo el ICCE debidamente
certificado y no bajo un “aproximado”. (…). [E]ra necesario presentar
más argumentos de fondo -que superaran la mera actuación del CNE-
y que permitieran entender que en el caso concreto, la finalidad de
la norma, fue atendida en forma plena. Por ejemplo, pudo precisarse
por qué la fórmula utilizada puede ser considerada como equivalente
a la determinación del ICCE -aspecto que sólo se mencionó, más no
fue desarrollado-. (…). En relación con el criterio temporal. Sobre
este punto, se determinó que, para las elecciones a Congreso de la
República, una interpretación de la disposición normativa “en el
mes de enero de cada año”, es aquella que señala que la resolución
que fija los topes de las campañas debe ser expedida en dicho mes,
pero del año anterior a la fecha en que se realizan las elecciones.
Es decir, conforme al razonamiento indicado, para las contiendas del
año 2018, el CNE debió emitir el acto en comento en enero del 2017,
entendiendo que esta se aplicaría en todas las etapas del proceso
electoral, sin que sea necesario expedir una nueva resolución para
el año 2018. En relación con este aspecto, surgen (…) dos inquietudes
que (…) no fueron debidamente consideradas al momento de resolver
el fondo del asunto: (i) En primer lugar, no se realizó una interpretación
sistemática de este aspecto con otro de los criterios que consagra la
norma, a saber, el censo electoral. Si se determina la obligación de
expedir la resolución en comento para el mes de enero del año anterior

269
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

a la fecha en que se llevan a cabo los certámenes electorales para


Senado y Cámara de Representantes, este elemento se encontraría
desactualizado, dado que al momento de expedirse el correspondiente
acto administrativo por parte del CNE, no se tendría como referente
aquel que aplicaría para el certamen electoral, correspondiente a la
información que se obtiene un mes antes del día de las elecciones.
(ii) De otro lado, (…) con la interpretación que se efectúa a la norma,
se está creando una excepción no consagrada en la ley estatutaria,
toda vez que, para efectos de las elecciones a Congreso, se fija que la
resolución de topes en los gastos debe ser expedida el año anterior, lo
que implica que no sería necesario dictar una en la anualidad en que
efectivamente se celebran los comicios, aspecto que resulta contrario
a la normatividad estatutaria, que exige que la misma se adopte “en el
mes de enero de cada año”.

TESIS 4: [L]as campañas políticas de quienes aspiran por una curul


al Congreso de la República, presentan una particularidad: el inicio
de dicha actividad, se presenta en una anualidad diferente de aquella
en la que efectivamente se celebran los comicios. Dicha realidad
debió ser analizada al momento de analizar los cargos expuestos en
contra de la Resolución 2796 de 8 de noviembre de 2017, expedida
por el Consejo Nacional Electoral, “por la cual se fijan los límites a
los montos de gastos de las campañas electorales de las listas de
candidatos al Senado de la República y a la Cámara de Representantes
para las elecciones de 2018, se establece el monto máximo que cada
partido o movimiento con personería jurídica puede invertir en ellas,
y se fija el valor de reposición por voto válido”. (…). [E]n el caso de las
elecciones a Congreso de la República, considerando que el inicio de
la campaña se presenta en el mes de diciembre del año anterior al
día de las elecciones, y se requiere la fijación de los topes en forma
previa al inicio de la campaña, es claro que el elemento temporal
antes señalado presenta una dificultad que afecta de forma directa
la esencia misma de la ley estatutaria: contar con la información
más actualizada y real posible, para establecer topes que atiendan
las circunstancias económicas, poblacionales y presupuestarias
que afectan la actividad política. (…). [L]a Sala, más allá de realizar
una verificación de simple subsunción de la actuación del Consejo
Nacional Electoral a los parámetros de la norma que se alegó como
desconocida en la demanda, debió de analizar las circunstancias antes
descritas, para que, en ejercicio de la función judicial, se determinarán
reglas claras aplicables a las elecciones al Congreso de la República,

270
con fundamento en una interpretación razonable del artículo 24 que
busque siempre por el cumplimiento de su finalidad. Estas reglas,
(…) permitirían no solo a la autoridad electoral contar con elementos
precisos a la hora de cumplir con la importante función que le fue
asignada por el legislador, sino también dar plena claridad a todos los
operadores jurídicos y políticos sobre un asunto tan importante como
lo debatido en el sub lite.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 109 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
219 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 262 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 303 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 314 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 316 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2003 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 24 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 30 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO
34 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 67 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 76 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 86 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 207

271
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN LA
MODALIDAD DE APOYO, TACHA DE TESTIGO

EXTRACTO NO. 9

RADICADO: 50001-23-33-000-2020-00002-01
FECHA: 15/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Saúl Villar Jiménez
DEMANDADO: William Antonio Sánchez Esguerra - Concejal
de Villavicencio - Meta, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar


si confirma, modifica o revoca la sentencia del 22 de octubre de
2020, mediante la cual, el Tribunal Administrativo del Meta negó las
pretensiones de la demanda relacionada con la incursión en conductas
constitutivas de doble militancia política, en la modalidad de apoyo, por
parte del concejal William Antonio Sánchez Esguerra.

TESIS 1: La doble militancia en el ordenamiento jurídico colombiano


tiene su génesis en el Acto Legislativo 01 de 2003, que modificó el
artículo 107 de la Constitución Política, al prever que en ningún caso
se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de
un partido o movimiento político con personería jurídica. Dicho Acto
Legislativo también dispuso que quien participara en las consultas
de un partido o movimiento político o en consultas interpartidistas,
no podía inscribirse por otro en el mismo certamen electoral.
Posteriormente, con la expedición del Acto Legislativo 01 de 2009,
además de reiterarse las citadas prohibiciones, se añadió que quien
siendo miembro de una corporación pública llegare a presentarse a
la siguiente elección, por un partido político distinto, debía renunciar
a la curul al menos doce (12) meses antes del primer día de las
inscripciones. La Corte Constitucional, mediante sentencia C-303 de
2010, (…), puso de presente que la antedicha regla tenía por finalidad
propender por el fortalecimiento de los partidos y movimientos
políticos, lo cual impacta positivamente en la vigencia del principio

272
de la soberanía popular. (…). Así entonces, la prohibición de la doble
militancia política surgió con la finalidad de fortalecer los partidos
y movimientos políticos y sancionar el transfuguismo político, como
una costumbre perniciosa propia de nuestra praxis electoral que
deslegitima el sistema democrático, de manera que se procura el
respeto por la identidad de los partidos y se discipline la actividad
política, ordenando que los miembros y militantes de los partidos
mantengan su vinculación a la colectividad política, mientras no
renuncien a ellos, bajo los parámetros ordenados por el legislador y
que quienes ostenten alguna representación mantengan su identidad
política, para no burlar la confianza depositada por sus electores en las
urnas. (…). Es importante tener en cuenta que el legislador estatutario
extendió el ámbito de aplicación de la figura de la doble militancia, en
tanto eliminó la expresión que imponía que el partido o movimiento
político debía contar con personería jurídica, que le adscribía el Acto
Legislativo 01 de 2003. En consecuencia, dispuso que “…En ningún
caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a
más de un partido o movimiento político”. Sobre el particular, la Corte
Constitucional, mediante sentencia C-490 de 2011, (…), determinó
que “el legislador estatutario puede incorporar una regulación más
exigente o extensiva respecto a la prohibición de doble militancia” y,
por ende declaró este precepto ajustado a la carta política.

TESIS 2: La Sección Quinta de esta Corporación ha estructurado una


línea jurisprudencial en materia de contenido, alcance y modalidades
por las que se puede configurar la prohibición de la doble militancia,
para distinguir cinco (5) hipótesis relacionadas con los sujetos a
quienes va dirigida: “i) Los ciudadanos: “En ningún caso se permitirá
a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o
movimiento político con personería jurídica.” (Inciso 2º del artículo 107
de la Constitución Política) ii) Quienes participen en consultas: “Quien
participe en las consultas de un partido o movimiento político o en
consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo
proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política)
iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de
una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección,
por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones. (Inciso 12 del artículo
107 de la Constitución Política) iv) Miembros de organizaciones
políticas para apoyar candidatos de otra organización: “Quienes
se desempeñen en cargos de dirección, gobierno, administración o

273
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

control, dentro de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido


o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular,
no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o
movimiento político al cual se encuentren afiliados. Los candidatos
que resulten electos, siempre que fueren inscritos por un partido o
movimiento político, deberán pertenecer al que los inscribió mientras
ostenten la investidura o cargo, y si deciden presentarse a la siguiente
elección por un partido o movimiento político distinto, deberán
renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del primer día
de inscripciones.” (Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011)
v) Directivos de organizaciones políticas: “Los directivos de los
partidos y movimientos políticos que aspiren ser elegidos en cargos
o corporaciones de elección popular por otro partido o movimientos
políticos o grupo significativo de ciudadanos, o formar parte de los
órganos de dirección de estas, deben renunciar al cargo doce (12) meses
antes de postularse o aceptar la nueva designación o ser inscritos
como candidatos” (Inciso 3º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011)”.
(…). [E]n relación con la doble militancia contenida en el inciso 2º del
artículo 2º de la ley 1437 de 2011, conocida como doble militancia en
la modalidad de apoyo, la jurisprudencia de esta Sección ha señalado
los elementos necesarios para su configuración: (…) i) Un sujeto activo,
según el cual deben abstenerse de realizar la conducta prohibitiva, de
un lado, los que detenten algún tipo de cargo directivo, de gobierno,
administración o control dentro de la organización política, y de otro,
los que hayan sido o aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones
de elección popular. ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar
a un candidato distinto al inscrito por la organización política a la que
se encuentren afiliadas las personas descritas anteriormente. (…).
iii) Un elemento temporal, aunque no está expreso en la redacción
de la norma, una interpretación sistemática y con efecto útil de esta
disposición impone colegir que la modalidad de apoyo de doble
militancia solo puede ejercerse en época de campaña electoral, la
cual comprende desde el momento en el que la persona inscribe su
candidatura hasta el día de las elecciones. (…). Así, incurren en doble
militancia política en la modalidad de apoyo, descrita en el inciso 2º
del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011, quienes desempeñen alguna
clase de cargo directivo, de gobierno, administración o control dentro
de la organización política o hayan sido o aspiren a ser elegidos en
cargos o corporaciones de elección popular y apoyen a un candidato
distinto al inscrito o avalado por el respectivo partido político. Además,
esta Sala ha establecido que la doble militancia en la modalidad de

274
apoyo, se puede estructurar con un solo acto, en tanto, no es necesario
demostrar la ocurrencia de varios eventos cuando se tratar de probar
que se ha acompañado la aspiración de otro candidato en contra de la
lealtad que debe guardar a la colectividad a la que se pertenece. Así
mismo, que no es necesario que el apoyo brindado tenga incidencia
real en el resultado electoral ni que el favorecido llegue al cargo o
concrete su aspiración.

TESIS 3: [L]a inconformidad del recurrente radica en la valoración


efectuada por el a quo de los testimonios practicados a solicitud
suya, pues, en su consideración, con ellos se acredita plenamente
la conducta prohibitiva consistente que el señor William Antonio
Sánchez Esguerra, cuando fue aspirante al concejo de Villavicencio
por el Partido Social de la Unidad Nacional, apoyó la candidatura de
Leonardo Pérez a la alcaldía de dicho municipio, quien se encontraba
inscrito por el partido AICO. (…). Sea lo primero señalar que no es
procedente, en el presente caso, efectuar una valoración de todo
el material probatorio allegado al plenario, sino de los testimonios
practicados en el proceso, por cuanto el actor solo esgrimió
argumentos de inconformidad respecto de la valoración de éstos y no
expresó ningún reparo en contra de las consideraciones efectuadas
en la sentencia de primera instancia, en relación con los demás
medios de prueba. (…). [N]o encuentra la Sala certeza sobre el apoyo
que se dice brindó el concejal al candidato a la Alcaldía, Leonardo
Pérez, inscrito por un partido distinto al cual se encontraba afiliado el
demandado, que por demás, no fue acreditado en el proceso, dado que
no se allegó el formulario E-6AL correspondiente a su inscripción, en
tanto, el testigo no precisó con claridad las circunstancias de tiempo,
modo y lugar del respaldo otorgado. (…). Así las cosas, no basta con
afirmar que “muchas veces” lo hizo, sin dar cuenta de qué manera,
de qué forma, qué expresiones utilizó el demandado para solicitar
el apoyo en favor del candidato a la alcaldía, para poder valorar la
contundencia y efectividad de la conducta desplegada, pues como
se ha indicado por la jurisprudencia de la Sección Quinta, no basta
cualquier manifestación para configurar la doble militancia en la
modalidad de apoyo, sino que es necesario que la misma tenga la
efectividad, la contundencia y fuerza suficiente para entender que se
otorgó el mencionado respaldo político. (…). En este orden, reitera la
Sala que, para desvirtuar la presunción de legalidad de un acto de
elección, las declaraciones dirigidas a probar la doble militancia, como
causal de nulidad de esta clase de actos, deben otorgar total certeza

275
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

y convicción íntima en el juez en tanto deben ser absolutamente


claras, amplias, conclusivas y concretas en su narrativa para poder
identificar la conducta constitutiva de la violación de la prohibición
de doble militancia. (…). [S]e observa, que los candidatos Leonardo
Pérez y William Sánchez, no concurrieron simultáneamente a la
reunión que se realizó en el barrio Olímpico y mucho menos que
compartieron tarima, si bien la conducta prohibitiva no consiste en
que los candidatos compartan o no tarima, lo cierto es que esos datos
adicionales que se brindan para detallar los hechos, si permiten al
juzgador llegar a la convicción y certeza de lo que se expone, o por el
contrario, poner en duda lo manifestado y, eventualmente, evidencia
la necesidad de contrastarlo con otros medios probatorios, si los hay.
Como se ve, son varios los puntos en los que el dicho de los testigos
de la parte actora han sido controvertidos, los que por demás no
tienen ningún otro respaldo que permita llegar a la convicción de
lo afirmado, por lo cual, no se puede dar por probada la conducta
prohibitiva más allá de toda duda razonable, pues, por el contrario,
esas manifestaciones generaron más incertidumbres que certezas,
máxime cuando se evidenciaron maniobras engañosas con el fin de
encubrir soterradamente condiciones personales de los testigos y su
apoyo político a otro candidato al concejo por el partido de la U, quien,
como se dijo anteriormente, quedó en una posición posterior a la
que ocupó el hoy demandado, lo que vició su dicho y su credibilidad,
razones por las cuales el Ministerio Público en primera instancia los
tacho de falsos y en la sentencia apelada el a quo ordenó compulsar
copias a la Fiscalía General de la Nación con el fin de que se investigara
su actuación, por faltar a la verdad en las versiones rendidas en el
proceso. (…). [L]as razones por las cuales no se les otorgó crédito
a los testigos allegados por la parte actora, fueron el ocultamiento
de información, las múltiples contradicciones, el sesgo y la falta de
precisión y claridad a la hora de narrar los hechos constitutivos de
la doble militancia. De manera que más allá de la imprecisión en que
pudo incurrir el testigo (…), ello no era óbice para dejar de valorar su
versión en conjunto como lo hizo el tribunal, pues, por el contrario,
del mismo se observa univocidad, precisión y fuerza de convicción
para tenerlo como cierto. (…). En suma, las declaraciones traídas por
la parte demandada son unívocas al señalar que en la reunión del
barrio Olímpico no concurrieron los dos candidatos, que la campaña
de Leonardo Pérez no recibió apoyo del ahora demandado y que éste
no invitó a votar por el candidato del partido AICO, afirmaciones que
merecen la credibilidad por parte de la Sala, pues, son coherentes

276
y no fueron desvirtuados con otros medios probatorios. Así las
cosas, como la prueba sobre la cual se edifica la doble militancia
política debe ser contundente respecto de todos los elementos que
la configuran, entre ellos, la conducta prohibitiva y no dejar espacio a
interrogantes, precisamente por tratarse de un derecho de raigambre
constitucional, esto es el derecho a ser elegido, y en el presente
asunto los testimonios en los que insistió la parte actora recurrente
no tienen la virtualidad de generar dicha convicción, se impone a la
Sala confirmar la sentencia apelada. Finamente, en punto a la tacha
de falsedad argumentada por el Ministerio Público, aducida por la
familiaridad de los testigos y por las inconsistencias en las que
incurrieron en su dicho, debe señalar la Sala que la misma no supone
per se, que se deba descartar de plano, sino que le corresponde
al juzgador someterlos a una rigurosa valoración, contrastación
y constatación probatoria para determinar su credibilidad y
cerciorarse de la eficacia probatoria de los mismos. (…). Dentro de
ese marco, en el sub júdice los testimonios que fueron tachados de
falsos por el Ministerio Público, no se descartaron de plano, sino que
se sometieron a una estricta valoración y contrastación, llegando la
Sala a la conclusión de que no prestan credibilidad, motivo por el cual
con ellos no se logró acreditar la conducta de doble militancia de la
que se acusó al señor William Antonio Sánchez Esguerra, por lo que
se confirmará la sentencia apelada.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS: [M]erece una respetuosa observación (…) la forma en que


Sala valoró los testimonios que la parte actora propuso para acreditar
que se incurrió en la señalada prohibición. Lo anterior en la medida
en que no se advierte de forma organizada y sistemática, como en
debida técnica corresponde, frente al estudio de los testimonios, en
relación con: (I) los aspectos en común y (II) las contradicciones en
que incurrieron los declarantes, respecto de los elementos relevantes
de la controversia, que en este caso giró alrededor de la presunta
configuración de la causal de doble militancia por parte del demandado,
para posteriormente (III) contrastar las coincidencias y divergencias
con los demás elementos de juicio, (IV) a fin de establecer el valor de
convicción de los testimonios respecto del supuesto apoyo que brindó
el señor Sául Villar Jiménez en plena campaña electoral a un candidato

277
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

a la alcaldía de Villavicencio, perteneciente a una colectividad distinta


a la que respaldó su candidatura al concejo de la misma entidad
territorial. En lugar del anterior ejercicio de valoración, que (…) es
el que corresponde para el análisis integral de los testimonios, la
sentencia centró su atención en algunas contradicciones en que
incurrieron los declarantes (…), sobre la posible existencia de una
relación sentimental entre los mismos y el hecho de que éste último
afirmó que no apoyó a ningún candidato al Concejo de Villavicencio,
lo que contrastaba con fotografías que al parecer ilustraban lo
contrario, situaciones que en sí mismas, no se advierte con claridad
qué incidencia pueden tener frente al punto central de la controversia,
consistente en si estaba o no acreditado que el demandado apoyó
para la alcaldía de la ciudad antes señalada a un candidato que
no pertenecía a su partido. Precisamente, el enfoque por el que
optó el fallo, llevó a concluir que los anteriores testigos emplearon
“maniobras engañosas”, que actuaron con deslealtad procesal, con la
clara “intención de mentir” y beneficiar a terceros que no son parte
del proceso, afirmaciones categóricas, inclusive de alcance penal,
respecto de las cuales (…), no se observa con claridad su veracidad
o falsedad, en especial, cuando se efectuaron respecto de asuntos
que en sí mismos eran ajenos al proceso, verbigracia, la existencia o
no de una unión marital de hecho entre los declarantes. (…). De otra
parte, a los referidos testimonios se les resta valor de convicción
porque no se evidencia de los mismos, claridad alrededor de las
fechas en que tuvieron lugar ciertos eventos. Sobre el particular se
estima, el hecho que no se indicaran fechas exactas de las reuniones
en las que supuestamente coincidieron los candidatos en cuestión
no es una circunstancia suficiente para desestimar el contenido de
las declaraciones, en especial, cuando coinciden en afirmar que tales
actividades tuvieron lugar antes de las elecciones, en los meses de
septiembre y octubre de 2019, además de los lugares en los que
presuntamente se realizaron. Exigir fecha y hora y exacta de lo que
presenció un testigo puede resultar excesivo, pues las fechas exactas
se recuerda cuando en ellas o en días cercanos, tuvieron eventos
muy importantes para los declarantes, que les permite con facilidad
referir las fechas que los son requeridas, pero ello usualmente no
ocurre, pues sería como solicitarle a cualquier persona que recuerde
la data en la que ocurrieron todos los eventos pasados de los que
tiene conocimiento, lo que escapa a la generalidad de la población. (…).
Con todo, pese a las anteriores circunstancias que se hubieren evitado
en el evento de realizar un análisis más detenido y esquemático de

278
los testimonios recibidos, [se acompañó] la decisión porque de los
mismos no se desprende con grado de certeza la configuración de
la causal de nulidad de doble militancia, en especial, cuando existen
declaraciones (…), que contradicen que el demandado y el entonces
candidato a la Alcaldía de AICO compartieron tarima en eventos
públicos a que hace referencia la parte demandante, lo que al menos
genera una situación de duda respecto de la conducta reprochada,
que impide declarar la nulidad una elección que se presume acorde al
ordenamiento jurídico.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / ACTO LEGISLATIVO No. 1 DE 2003 /
ACTO LEGISLATIVO No. 1 DE 2009 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 328

279
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


LOS REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE LAS
COMUNIDADES NEGRAS ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, ENFOQUE DIFERENCIAL
ÉTNICO

EXTRACTO NO. 10

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00055-00
FECHA: 22/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Deyler Mosquera Martínez
DEMANDADOS: Nimio Perea Cuesta y José Aristarco Mosquera
Mosquera – Representante principal y suplente de las comunidades
negras ante el Consejo Directivo de CODECHOCÓ
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala procederá a establecer si el acto de


elección del representante principal y suplente de las comunidades
negras ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional
para el Desarrollo Sostenible del Chocó, infringió el artículo 2.2.8.5.1.1
del Decreto 1076 de 2015, en cuanto se aduce que entre la fecha de la
convocatoria y la elección no transcurrieron treinta (30) días hábiles, lo
cual, tuvo incidencia en la validez de dicho acto.

TESIS 1: Una de las novedades que introdujo la Carta Magna de 1991,


en su propósito de reconocer y proteger una identidad nacional diversa,
con vocación pluralista y multicultural, fue la de crear un nuevo sujeto
colectivo de derechos; los grupos étnicos, entre los cuales están los
afrocolombianos, con el fin de brindarles una especial protección
constitucional a fin de revertir las circunstancias de discriminación,
marginación y sometimiento a las que tradicionalmente han estado
sometidos. Con distintas cláusulas se buscó promover su emancipación
e integración social con equidad y justicia social, para hacerlos
partícipes de los beneficios del desarrollo económico, político, cultural
y ambiental, entre otros. Para materializar esta finalidad se expidió el
artículo 55 transitorio superior, aprobado por la Asamblea Nacional
Constituyente, traducido en mandatos de no discriminación por

280
motivos de raza y protección especial de estos grupos vulnerables, en
concordancia con el artículo 13 ejusdem. (…). Esta nueva categorización
étnica, a su vez, obedeció al desarrollo del Derecho Internacional de
los Derechos Humanos y, en ese orden, se tradujo en la consagración
del bloque de constitucionalidad como perspectiva global de la
aplicación de los derechos fundamentales y, más recientemente, en
el control de convencionalidad, en la medida que tales prescripciones
de protección reforzada se encontraban incorporadas, de tiempo
atrás, en diferentes tratados internacionales de los que el Estado
colombiano es parte, por lo que estaba obligado a adoptar medidas
en el derecho interno para su cumplimiento. En tal virtud, merecen
mención los siguientes instrumentos jurídicos relevantes, entre
otros: (i) la Declaración Universal de los Derechos Humanos (artículo
2 y 16); (ii) los Pactos Internacionales de Derechos Civiles y Políticos
(artículos 2, 4, 24 y 26) y Económicos, Sociales y Culturales (artículo
2); (iii) La Convención americana de derechos Humanos (artículos 1,
13, 22 y 27); (iv) el Convenio 169 de la OIT en su integridad; y (v) la
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de
Disriminación Racial, amén de los compromisos adquiridos en virtud
de la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación
Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, llevada a
cabo en Sudáfrica en el año 2001. A partir de este marco normativo
internacional, la jurisprudencia colombiana se ha se pronunciado para
que el Estado adopte las medidas de especial protección frente a este
grupo de población vulnerable que, históricamente, ha sido marginado
y excluido de los beneficios del desarrollo. (…). En este sentido, se
construyó una línea jurisprudencial sobre la implementación del
enfoque diferencial y las acciones afirmativas en favor de las personas
pertenecientes a este grupo étnico para hacer efectivos sus derechos
fundamentales, con el propósito de superar la brecha existente,
como colectivo minoritario frente a la mayoría de la población, lo que
significa que cualquiera de las normas que afecten sus prerrogativas,
debe ser interpretada, de modo tal, que en su aplicación se otorgue el
mayor ámbito de protección a su dignidad, autonomía y libertad, en
salvaguarda de su identidad cultural y sus intereses colectivos, como
por ejemplo, la protección del medio ambiente en sus territorios. En
ese marco, dicho tribunal aclaró que el enfoque diferencial opera como
concreción del mandato del artículo 13 superior de tratar igual a los
iguales y diferente a los desiguales, en procura de favorecer a quienes
se encuentran en situación de desventaja, inferioridad o debilidad
manifiesta, para efectos de alcanzar su igualdad material. (…). En

281
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

este orden de ideas, se reafirma que Colombia es un Estado social


y democrático de derecho, participativo y pluralista, que promueve
el respeto y los derechos de los diferentes grupos sociales que
integran la nación, por lo que las autoridades deben brindar especial
protección a las minorías étnicas, como ocurre con la población
afrodescendiente. Por lo tanto, cuando se trata de definir sus derechos
o aplicar el ordenamiento jurídico que involucren a estas personas, las
autoridades administrativas como judiciales tienen el deber de aplicar
a su favor, el enfoque diferencial étnico, que se traduce en maximizar
las garantías y la protección institucional, a fin de abolir los patrones
de discriminación existentes en su contra y de promover acciones
afirmativas para su inclusión social.

TESIS 2: Sea lo primero precisar que la designación que se


controvierte encuentra su fundamento normativo en la Ley 70 de
1993. (…). El artículo 2º de este estatuto legal, define a las comunidades
negras como «el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana
que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus
propias tradiciones y costumbres dentro de la relación campo-poblado,
que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de
otros grupos étnicos». Por su parte, el artículo 3 propende por «La
participación de las comunidades negras y sus organizaciones sin
detrimento de su autonomía, en las decisiones que las afectan y en
las de toda la Nación en pie de igualdad, de conformidad con la ley».
Por esta razón, el artículo 56, en orden a reconocer sus derechos, les
otorga una representación política e institucional en el órgano superior
de las Corporaciones Autónomas Regionales, encargada de velar por
el medio ambiente y desarrollo sostenible: (…). Así, este breve repaso
al contenido normativo de la Ley 70 de 1993, permite entender la
finalidad y el impacto que tuvo esta legislación en las dinámicas de
organización y protección de las comunidades negras. La importancia
del artículo 55 transitorio de la Carta, es que reconoce el derecho a la
propiedad colectiva de estas comunidades que habitan tierras baldías,
como aquellas ubicadas en las zonas rurales ribereñas de los ríos de
la Cuenca del Pacífico, para fomentar su desarrollo económico, social y
cultural, de manera que puedan obtener condiciones reales de igualdad,
respecto al resto de la sociedad colombiana. Esta representación
política e institucional en el Consejo Directivo de las CAR, fue reiterada
en el literal f) del artículo 26 de la Ley 99 de 1993. (…). En estas normas
[literal f) del artículo 26 de la Ley 99 de 1993, Decreto 1523 de 2003
y Decreto 1076 de 2015] se precisa que los «consejos comunitarios»

282
actúan como personas jurídicas que representan los intereses de
estas comunidades para la administración de sus asuntos internos,
lo cual constituye una forma de organización de las comunidades
afrocolombianas, indispensable «para recibir en propiedad colectiva
las tierras adjudicables» y de ejercer sus derechos colectivamente,
de acuerdo con el artículo 3º del Decreto 1745 de 1995 y el artículo
5º de la Ley 70 de 1993, respectivamente. Ahora bien, en punto al
procedimiento de elección de los representantes de las comunidades
negras ante el Consejo Directivo de las Corporaciones Autónomas
Regionales, el Decreto 1076 de 2015, en su capítulo 5, establece las
(…) etapas y condiciones. (…). Ahora bien, respecto a la forma como
debe transcurrir la reunión elección, el artículo 2.2.8.5.1.6 del decreto
ibidem, señala que la designación se realizará con el apoyo logístico de
la CAR, en el siguiente orden: a) Su director general instalará la reunión
en la fecha y hora fijadas en la invitación pública y procederá a leer el
informe de verificación de requisitos de inscripción, de modo tal que
solo los consejos comunitarios que hayan acreditado debidamente su
cumplimiento, tendrán voz y voto en la elección; b) Los representantes
legales de los consejos comunitarios designarán al presidente y
secretario de la reunión; c) Los candidatos podrán intervenir para
presentar sus propuestas y exponer las razones para ser elegidos;
d) La elección del representante y suplente, se llevará a cabo de
conformidad con el mecanismo que, para tal efecto, concertaren
los consejos comunitarios participantes; y e) se levantará acta de la
reunión suscrita por el presidente y secretario.

TESIS 3: En el sub judice, el señor Deyler Mosquera Martínez pretende


que se declare la nulidad del acto de elección de los señores Nimio
Perea Cuesta y José Aristarco Mosquera Mosquera, como
representantes, principal y suplente respectivamente, de las
comunidades negras ante el Consejo Directivo de CODECHOCÓ–,
período 2020-2023, por cuanto el acto de convocatoria no fue publicado
con la debida antelación, esto es, treinta (30) días antes de la reunión
de elección, según lo dispone el artículo 2.2.8.5.1.1. del Decreto 1076
de 2015. Lo anterior, teniendo en cuenta que el computó de dicho
término se hizo en días calendario y no en días hábiles, según lo
estipula el artículo 62 de la Ley 4 de 1913, lo que en su criterio restringió
la participación de los consejos comunitarios, cuyo territorio se
encuentra dentro del área de jurisdicción de la corporación. (…). En
orden a resolver el cargo formulado por el actor, es menester verificar
lo que dispone el artículo 2.2.8.5.1.1. del Decreto 1076 de 2015 objeto

283
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de controversia. (…). Esta disposición contiene un mandato dirigido al


director general de la respectiva Corporación Autónoma Regional, a
quien se le atribuye el deber de llevar a cabo la invitación pública con
miras a la elección del representante de las comunidades negras ante
el Consejo Directivo de la entidad. Su finalidad es propiciar la
participación de los consejos comunitarios cuyo territorio se encuentra
dentro del área de su jurisdicción, para que se inscriban como electores
y postulen candidatos para integrar dicho órgano directivo. Con este
propósito el precepto ordena que la “convocatoria” debe publicarse en
un diario de amplia circulación nacional y, a su turno, difundirse en un
medio radial o televisivo, «con treinta (30) días de anterioridad a la
fecha de realización de la elección». Dentro de este plazo legal, deben
cumplirse todas las etapas (i) La Fase de convocatoria (ii) La Fase de
inscripción, (iii) La Fase de verificación de documentos y (iv) La Fase de
elección de los representantes. Lo anterior conlleva, necesariamente,
a señalar que debe existir una etapa de enteramiento mínimo, que
permita que haya la mayor publicidad posible de este certamen
electoral y que los consejos comunitarios previo a la inscripción,
puedan desarrollar sus reuniones internas, la promoción de sus
candidatos y el acopio de la información necesaria para la inscripción.
(…). Ahora bien, en lo refiere al plazo de treinta (30) días que debe
transcurrir, entre la convocatoria y la elección, coincide la Sala con la
interpretación armónica que debe hacerse de la disposición, como lo
sugieren el demandante, el director general de la CAR y la agente del
Ministerio Público. En efecto, el cumplimiento de dicho precepto debe
partir de su lectura sistemática con el artículo 62 de la Ley 4ª de 1913
que, como bien se sabe, establece que cuando una norma se refiere a
“días”, debe entenderse que estos son hábiles, salvo que el mismo
dispositivo prevea lo contrario. (…). Teniendo en cuenta lo anterior, se
concluye que en el presente asunto no se cumplió con el plazo fijado en
el artículo 2.2.8.5.1.1. del Decreto 1076 de 2015, como quiera que la
convocatoria respectiva se publicó en el diario El Espectador el 7 de
agosto de 2019 y la elección se llevó a cabo el 7 de septiembre del
mismo año, por lo que se advierte, fácilmente, que los treinta (30) días,
se tomaron como días calendario, tal como reconoce el propio director
general de CODECHOCÓ. (…). En otras palabras, para que se cumplieran
los términos de la ley, debió publicarse la convocatoria a elección de
dichos representantes ante el consejo directivo de CODECHOCO, con
mayor antelación a la fecha en que se hizo. (…). Ahora bien, en el
presente caso, en aplicación del enfoque diferencial étnico, se debe
señalar que el solo desconocimiento del término legal no basta para

284
declarar la nulidad del acto de elección, pues, es necesario que lleve
aparejada la vulneración de algún valor o principio constitucional cuya
jerarquía supone que sustentan la elección misma. Esta perspectiva de
análisis axiológico tiene asidero en el sub judice, por tratarse de un
caso en el que en enfoque diferencial étnico cobra relevancia para
destacar que las autoridades tienen el deber de salvaguardar con
mayor intensidad las garantías constitucionales y legales que tienen
las comunidades negras para mantener su identidad cultural e
integridad de sus territorios colectivos, mediante su participación en
las decisiones que les afectan. Los valores representan el catálogo
axiológico a partir del cual se deriva el sentido y la finalidad de una
institución dentro del ordenamiento jurídico. Ha indicado la Corte
Constitucional que, de este tipo, son los valores de convivencia, trabajo,
justicia, igualdad, conocimiento, libertad y paz plasmados en el
preámbulo de la Constitución. También son valores los consagrados en
el inciso primero del artículo 2 de la Constitución en referencia a los
fines del Estado: el servicio a la comunidad, la prosperidad general, la
efectividad de los principios, derechos y deberes, y “la participación
política en las decisiones que los afecten en la vida política, económica,
social y cultural de la nación”. Todos ellos establecen fines a los cuales
se quiere llegar, como colectividad política. Por su parte, los principios
son mandatos de optimización que deben cumplirse en la mayor
medida de lo posible. Tienen en común con los valores su grado de
abstracción. Su alcance normativo no consiste en la enunciación de
ideales que deben guiar los destinos institucionales y sociales con el
objeto de que algún día se llegue a ellos; su valor normativo debe ser
entendido de tal manera que signifiquen una definición en el presente,
una base axiológico-jurídica sin la cual cambiaría la naturaleza misma
de la Constitución y por lo tanto toda la parte organizativa perdería su
significado y su razón de ser. Los principios expresan normas jurídicas
para el presente. Los valores, en cambio, expresan fines jurídicos para
el futuro; son la mira que jalona hacia el orden del mañana. Así
entonces, la diferencia es de grado y eficacia directa. Es un principio
fundamental que define nuestro Estado social de derecho, consagrado
en el artículo 1º de la Carta, el carácter “democrático, participativo y
pluralista”, por lo tanto, esta noción, se constituye en guía para la
solución de conflictos. De igual manera, en el sub examine, el juicio de
legalidad del acto de elección de los representantes de las comunidades
negras ante el consejo directivo de CODECHOCO, supone, también, que
debe estar acreditada la incidencia directa y trascendental del plazo
omitido con el resultado de la elección, a fin de desvirtuar la presunción

285
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de legalidad que lo reviste. Al respecto, encuentra la Sala que, en el sub


judice, según los antecedentes administrativos del acto acusado,
reseñados por el director general de CODECHOCÓ en su contestación
de la demanda, se observa que una vez revisada la base de datos
alfanuméricos y geográficos que reposa en la Dirección de Asuntos
Étnicos de la Agencia Nacional de Tierras, para el 9 de agosto de 2019,
habían 59 consejos comunitarios con su respectiva titulación de tierras
colectivas y 6 más con solicitudes de titulación pendientes, dentro del
área de jurisdicción de la entidad; luego, para la fecha de publicación
de la convocatoria, 7 de agosto de 2019, existía un total de 65 consejos
comunitarios que cumplían los requisitos del artículo 2.2.8.5.1.2 del
Decreto 1076 de 2015 para inscribirse en este proceso, de los cuales
27 lo hicieron para participar de la elección. A su vez, se encuentra
probado, en el acta de elección, que únicamente se postuló una plancha
de candidatos integrada por los señores Nimio Perea Cuesta y José
Aristarco Mosquera Mosquera, quienes resultaron elegidos como
representante principal y suplente de las comunidades negras ante el
Consejo Directivo con veinte (20) votos a favor, uno (1) voto en contra y
seis (6) consejos comunitarios que no asistieron. En ese orden, el
porcentaje de participación estuvo muy lejos de aquel 80% anunciado
en el acto demandado, quedando solo con un 41.5% de participación de
consejos comunitarios en la fase de inscripción y en un 32,3% en la
fase de votación y elección. Ahora bien, como lo sostiene el Ministerio
Público, no solo este asunto debe observarse en términos cuantitativos,
sino también cualitativos, pues, al omitirse la publicación de la
convocatoria con la suficiente anticipación, como lo ordena el artículo
2.2.8.5.1.1 del Decreto 1076 de 2015, se comprometieron valores y
principios de raigambre constitucional como la participación política,
la igualdad material, el pluralismo y la protección de la diversidad
étnica y cultural de la nación, en tanto, las comunidades negritudes,
tienen derecho a participar en las decisiones que los afecta en la vida
política, económica, social y cultural del país. Para esta Sala resulta
innegable que existió una relación de conexidad entre la disminución
del plazo de treinta (30) días hábiles, en cuyo lapso debió efectuarse la
publicidad de la convocatoria y la fecha de la elección, con respecto a
la baja participación de los consejos comunitarios, pues, no es lo
mismo que se otorgue un amplio margen para que los consejos
comunitarios hagan sus reuniones internas, promuevan sus
postulaciones y reúnan la documentación que deben acreditar para la
inscripción en este proceso, que establecer un término estrecho para
tales efectos. Esta situación se evidenció en la inscripción de una única

286
plancha de candidatos, lo que impidió una mayor escogencia entre una
diversidad de opciones, afectando sensiblemente el derecho a la
participación política. De otro lado, se precisa que, si bien la normativa
referida no establece un plazo para la inscripción de las comunidades
negras y, en su lugar, solo contempla que esta etapa no podrá
extenderse hasta 15 días antes de la fecha de la elección, este extremo
temporal fijado en el artículo 2.2.8.5.1.2. condiciona el calendario
electoral, de suerte que supone que dentro de los primeros 15 días
deben cumplirse la fase de enteramiento y la fase de inscripción. Así
las cosas, la Sala constata que la publicación de la convocatoria se
efectuó el 7 de agosto de 2019 y las inscripciones se iniciaron al día
siguiente, es decir, el 8 de agosto de 2019, por lo que entiende que no
hubo una fase mínima de enteramiento para que los consejos
comunitarios pudieran, con suficiente antelación, desarrollar sus
actividades de acopiar la información necesaria para su inscripción y
escoger a sus candidatos, lo cual también restringió el derecho político
de elegir y ser elegido de las comunidades negras ante el Consejo
Directivo de CODECHOCÓ. Al mismo tiempo, al no haberse garantizado,
un plazo mínimo de difusión de la convocatoria, previo a la inscripción,
lo cual devino de la interpretación equivocada que hizo el Director
General de CODECHOCO de la normatividad aplicable, no solo se atentó
contra el principio de publicidad, sino que ello trajo como consecuencia,
que la participación terminó siendo de tan solo del 41.5% de los
consejos comunitarios y la integración de una única plancha única
correspondiente a los candidatos demandados. Se insiste que la
finalidad de la norma que ordena la publicación de la invitación en un
diario de amplia circulación nacional o regional, con no menos de
treinta (30) días de antelación a la elección, no es otra, que permitir el
mayor enteramiento posible del certamen electoral, que para el caso
de las comunidades afrodescendientes, cobra mayor relevancia, en
razón de sus circunstancias históricas, sus especiales condiciones de
vulnerabilidad, la geografía de los territorios colectivos que habitan,
que en muchas ocasiones, dificulta, el conocimiento y el acceso a estos
procesos. Por lo tanto, en este caso, se menoscabó, también, el principio
democrático, concretado en el derecho de postular y elegir
dialógicamente a sus candidatos a través de un proceso amplio de
discusión y deliberación. No sobra decir, que el manejo ambiental del
país, conforme a la Constitución Política es descentralizado,
democrático y participativo y que la comunidad afrocolombiana, en
tanto, propietaria de territorios colectivos, tiene derecho a decidir
sobre su destino. En ello se ven seriamente comprometido sus valores,

287
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

creencias y costumbres, cuando el nivel de participación de las


comunidades negras, como ocurrió en el presente caso, no se garantiza
de manera amplia y efectiva. Por lo anterior, queda demostrada la
incidencia de la infracción del artículo 2.2.8.5.1.1. del Decreto 1076 de
2015, en el derecho a la participación política de la comunidad afro, el
pluralismo, la protección de la diversidad cultural de la nación y la
igualdad material, que constituyen la finalidad última del plazo
consagrado en la norma.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 13 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 55
TRANSITORIO / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 149 NUMERAL 3 / DECRETO 1076
DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.1. / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.4.
/ LEY 4ª DE 1913 - ARTÍCULO 62 / LEY 70 DE 1993 – ARTÍCULO 2 / LEY 70 DE 1993
– ARTÍCULO 3 / LEY 70 DE 1993 – ARTÍCULO 5 / LEY 70 DE 1993 – ARTÍCULO 56 /
LEY 99 DE 1993 - ARTÍCULO 26 LITERAL F / DECRETO 1523 DE 2003

288
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LOS
DIPUTADOS A LA ASAMBLEA, CUOTA DE GÉNERO

EXTRACTO NO. 11

RADICADO: 05001-23-33-000-2020-00004-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gustavo Adolfo Prado Cardona
DEMANDADOS: Diputados de la Asamblea Departamental
de Antioquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección Electoral


determinar si existe mérito suficiente para confirmar, modificar o
revocar la sentencia del 12 de noviembre de 2020, mediante la cual,
el Tribunal Administrativo de Antioquia negó las pretensiones de la
demanda por considerar que la cuota de género del treinta (30%)
por ciento en la inscripción de listas a corporaciones públicas por
parte de los partidos, movimientos políticos, grupos significativos de
ciudadanos y coaliciones, a que se refiere el artículo 28 de la Ley
1475 de 2011, debe calcularse con base al número de candidatos
inscritos en cada lista y no al número de curules a proveer, como lo
propuso el actor.

TESIS 1: La Sala en reiteradas ocasiones ha considerado que el


derecho a elegir, ser elegido e integrar los órganos de poder o las
corporaciones públicas es la base fundamental de los derechos
políticos en Colombia. Así lo dispone el artículo 40 de nuestra Carta
Política al señalar que “todo ciudadano tiene derecho a participar en
la conformación, ejercicio y control del poder político”, aunado a ello,
respecto de la equidad de género, este mismo precepto constitucional,
en su último inciso, dispuso que “las autoridades garantizarán la
adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios
de la Administración Pública”. Por su parte, el artículo 43 superior
estableció que “la mujer y el hombre tienen iguales derechos y
oportunidades” y el artículo 107, consagró que los “los partidos y
movimientos políticos se organizarán democráticamente y tendrá

289
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

como principios rectores la transparencia, objetividad, moralidad, la


equidad de género, y el deber de presentar y divulgar sus programas
políticos”. Con fundamento en esta preceptiva constitucional, el
Congreso de la República, expidió la Ley 581 de 2000, por la cual
se reglamenta la adecuada y efectiva participación de la mujer en
los niveles decisorios en las diferentes ramas y órganos del poder
público. Esta ley, además de crear mecanismos para promover
la participación de la mujer en las instancias de gobierno y la
sociedad civil e incorporar los Planes Nacionales y Regionales de
Promoción y Estímulo de la Mujer, instituyó, de manera clara, un
porcentaje de participación del 30% como mínimo en los “cargos de
máximo nivel decisorio, con excepción a los cargos pertenecientes
a los cargos de carrera”. Posteriormente, el legislador expidió la
Ley Estatutaria 1475 de 2011, la cual, en su artículo 28, estableció
como parámetro obligatorio para los partidos, movimientos políticos
o grupos significativos de ciudadanos, la integración de listas a
corporaciones públicas de elección popular, en un porcentaje mínimo
del 30% de participación de cualquiera de los géneros. (…). Así las
cosas, con la implementación de la cuota de género se concretaron
propósitos de rango constitucional y legal, como se ha venido
explicando, dirigidos a alcanzar una representación equitativa entre
los distintos géneros en las corporaciones públicas de elección
popular y en orden a cumplir mandatos de carácter internacional
contenidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención
sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra
la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem do Pará-. De otra parte,
en consonancia con lo expresado por la Corte Constitucional en la
Sentencia C-490 de 2011, la aplicación del principio de equidad de
género y no discriminación, no afecta la autonomía de los partidos,
movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos, sino que
promueve espacios de participación efectiva de la mujer, al ordenar
un mínimo porcentaje en la conformación de las listas para la elección
de corporaciones públicas, generando mayores posibilidades de que
estas corporaciones de elección popular, tengan una importante
representación del género femenino.

TESIS 2: La norma sub examine que está contenida en el inciso


primero del artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, dispone que las listas
inscritas a corporaciones públicas de elección popular, donde se

290
elijan 5 o más curules o las que se sometan a consulta, “deberán
conformarse por mínimo un 30% de uno de los géneros”. En este
orden, se advierte que no se refirió el legislador estatutario, a si el
30% de que trata la norma, se calcula en relación con el número
de personas inscritas en las listas o respecto de las curules a
proveer, o lo que es lo mismo, el número de integrantes de la
respectiva corporación de elección popular. Para desentrañar el
sentido del precepto, podemos acudir a los pronunciamientos que la
jurisprudencia ha hecho al respecto. La Corte Constitucional al hacer
el análisis de exequibilidad de esta norma, en la Sentencia C- 490
de 2011, al aludir a este porcentaje, se refirió a las “listas” y no a las
“curules” por proveer para determinar, seguramente, en tanto, para
ese momento, dicho problema jurídico no estaba presente en el juez
constitucional. (…). De igual manera, al indicar que la cuota de género
desarrolla mandatos constitucionales y normas internacionales,
se refiere a ese porcentaje en la conformación de listas. (…). [S]e
hace evidente que la Corte Constitucional en el análisis que efectuó
de dicha disposición se refirió a este porcentaje en relación con la
conformación de las listas y, de ninguna manera, se observa que haya
hecho un mínimo acercamiento del tema con relación al número de
curules a proveer. Ahora bien, los pronunciamientos de esta Sección,
también han estado dirigidos a señalar, de forma consistente, que
la cuota de género del 30% se determina en relación con el número
de candidatos inscritos en la lista y no frente al número de curules
a proveer. Si bien, existe una decisión que pareciera acoger la tesis
contraria, la cual, trae a colación el apelante, lo cierto, es que se trata
de un pronunciamiento aislado que no ha sido reiterado por esta
Sección. Por el contrario, se ha consolidado la interpretación de que
el 30% de la cuota de género, se refiere al número de candidatos y
no al número de curules que integran la corporación, la que ahora
se reitera. (…). No obstante, (…), la tesis acabada de citar se trató de
un pronunciamiento aislado, en el que además, para ese caso en
particular, se requería un mínimo de dos (2) candidatos del género
opuesto al mayoritario, independientemente de si el cálculo se hacía
respecto de la lista o sobre el número de curules a proveer, pues, la lista
cuestionada inscribió solo cinco (5) personas y el número de curules
a proveer eran seis (6); adicionalmente, ese pronunciamiento no ha
sido reiterado, por el contrario, posteriormente, esta Sala Electoral
se ha pronunciado de manera uniforme en el sentido de determinar
que el porcentaje mínimo de que trata el artículo 28 de la Ley 1475
de 2011 debe entenderse respecto al número de candidatos inscritos

291
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

en la respectiva lista. (…). (…). Así las cosas, el criterio jurisprudencial


que debe acogerse, es el expuesto de manera uniforme por esta Sala
Electoral, en tanto la disposición analizada debe ser interpretada en el
sentido de que las listas donde se elijan cinco (5) o más curules para
corporaciones de elección popular o las que se sometan a consulta
-exceptuando su resultado- deberán conformarse mínimo con un
30% de uno de los géneros, en relación con el número de candidatos
inscritos y no en relación con el número de curules a proveer. (…). [E]
ncuentra la Sala que no existe fundamento suficiente para revocar
la sentencia apelada y así se consignará en la parte resolutiva de
este proveído, puesto que, (…), en la jurisprudencia constante de
esta Corporación, en armonía con el análisis de constitucionalidad
efectuado por el alto tribunal constitucional en la sentencia C-490 de
2011, se estableció que la cuota de género se debe determinar a partir
del número de candidatos inscritos en la lista, como lo consideró la
sentencia apelada y se itera, no en relación con el número de curules
a proveer. Aunado a ello, el artículo 262 de la Constitución Política,
establece el número máximo de candidatos a inscribir en una lista,
que corresponde al de curules a proveer, salvo que se elijan dos (2)
miembros de corporación, caso en el cual se podrán inscribir hasta
tres (3) candidatos. Sin embargo, la norma no contempla un número
mínimo de candidatos a incluir; como consecuencia se entiende que
el límite es solo para el tope máximo, que los partidos, movimientos y
grupos significativos de ciudadanos tienen que respetar al momento
de integrar las listas de candidatos, razón por la cual, no puede
acogerse este razonamiento del apelante. (…). Así las cosas, la Sala
desestima los argumentos expuestos en el recurso de apelación,
pues el hecho de que para la Asamblea departamental de Antioquia,
el Partido Liberal haya inscrito cinco (5) mujeres como candidatas; el
Partido FARC una (1) mujer y la “Coalición Queremos”, ocho (8) mujeres,
no vulnera el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, ni los mandatos
constitucionales contenidos en los artículos 1, 2, 13, 29, 40 y 43 de
la Constitución Política, en la medida en que al estar compuesta la
Asamblea por veintiséis (26) miembros, se tiene que ello no define
la cuota de género, sino el número de candidatos inscritos en la lista
correspondiente. Así las cosas, teniendo como referencia las listas
presentadas por los partidos y la coalición, se tiene que cumplen con
la “cuota de género”. (…). En ese orden de ideas, teniendo en cuenta
que el argumento del recurso se dirigió a controvertir la base sobre la
cual debió calcularse la cuota de género, lo cual quedó ampliamente
explicado en precedencia, la Sala concluye con base en la normativa

292
aplicable y la jurisprudencia tanto constitucional como contencioso
electoral, que el recurrente no logró demostrar el cargo de censura
expuesto en el recurso de alzada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 43
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 150 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL
8 / LEY 581 DE 2000

293
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL DE REPRESENTANTE A LA CÁMARA,


FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL, DIFERENCIA ENTRE
EL FORMULARIO E14 Y EL FORMULARIO E24, RECLAMACIÓN
DURANTE EL ESCRUTINIO DE VOTOS, RECONTEO DE VOTOS,
PRINCIPIO DE EVENTUALIDAD, DIFERENCIA ENTRE ERROR
ARITMÉTICO Y FALSEDAD, CAUSALES OBJETIVAS DE LA NULIDAD
DE LAS ELECCIONES, CAUSALES SUBJETIVAS DE LA NULIDAD
DE LAS ELECCIONES, INFRACCIÓN DE NORMA SUPERIOR, FALTA
DE COMPETENCIA, FALSA MOTIVACIÓN, DESCONOCIMIENTO DEL
DERECHO DE AUDIENCIA O DEFENSA, DESVIACIÓN DE PODER,
REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN
POPULAR, REEMPLAZO DE JURADO DE VOTACIÓN

EXTRACTO NO. 12

RADICADO: 11001-03-28-000-2018-00106-00 (2018-00116-00)


FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Partido Político Mira, Guillermina Bravo Montaño
y otro
DEMANDADOS: Representantes a la cámara por el Departamento
del Valle del Cauca, período 2018-2022
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: El problema jurídico, conforme se planteó


en la audiencia inicial, se circunscribe a determinar si: (1) ¿Deben ser
anulados los actos acusados debido a que los documentos electorales
contienen datos contrarios a la verdad o fueron alterados con el
propósito de modificar los resultados electorales, de conformidad con
la causal de nulidad electoral prevista en el numeral 3º del artículo
275 del C.P.A.C.A., por la existencia de diferencias injustificadas
entre los formularios E-14 y los E-24. (2) ¿Deben ser anulados los
siguientes actos debido a que los documentos electorales contienen
datos contrarios a la verdad o fueron alterados con el propósito de
modificar los resultados electorales, y por los vicios de expedición en
forma irregular, desconocimiento del derecho de audiencia y defensa,
y falsa motivación, de conformidad con la causal de nulidad electoral
prevista en el numeral 3º del artículo 275 del C.P.A.C.A. y las causales

294
generales de anulación previstas en el artículo 137 Ibídem, en atención
al trámite irregular dado a las solicitudes de recuento presentadas en
17 mesas con fundamento en la existencia de diferencias iguales o
mayores al 10% entre la votación para la Cámara de Representantes
del departamento de Valle del Cauca y para el Senado de la República?
(3) ¿Deben ser anulados los actos acusados debido a la violencia o
sabotaje contra los sistemas de votación, información, transmisión o
consolidación de los resultados de la elección, de conformidad con la
causal de nulidad electoral prevista en el numeral 2º del artículo 275
del C.P.A.C.A., y las causales generales de anulación previstas en el
artículo 137 Ibídem ocasionada por la no aplicación de los protocolos
de seguridad de obligatorio cumplimiento, señalados en el contrato
55 de 2017 suscrito entre la RNE y la UT SIE 2018 y la Resolución
4173 de 20 de mayo de 2016 expedida por dicha autoridad electoral,
registrando modificaciones injustificadas en la votación, en la que el
número de votos supera el número de sufragantes en 1217 mesas?
(4) ¿Deben ser anulados los actos acusados debido a la violencia o
sabotaje contra los sistemas de votación, información, transmisión
o consolidación de los resultados de la elección, de conformidad con
la causal de nulidad electoral prevista en el numeral 2º del artículo
275 del C.P.A.C.A., ocasionada por la no aplicación de los protocolos
de seguridad de obligatorio cumplimiento, señalados en el contrato
55 de 2017 suscrito entre la RNEC y la UT SIE 2018 y la Resolución
4173 de 20 de mayo de 2016 expedida por dicha autoridad electoral,
irregularidad que se presume afectó a las mesas señaladas en la tabla
C.1? (5) ¿Deben ser anulados los actos acusados debido a la violencia
o sabotaje contra los sistemas de votación, información, transmisión
o consolidación de los resultados de la elección, de conformidad con
la causal de nulidad electoral prevista en el numeral 2º del artículo
275 del C.P.A.C.A., ocasionada por las irregularidades ocurridas en
la zona 2 del municipio de Buga, con ocasión del daño sufrido por el
computador usado por la comisión escrutadora, que presuntamente
afectó a 69 mesas señaladas en la tabla C.2? (6) ¿Deben ser anulados
los actos acusados debido a la violencia o sabotaje contra los sistemas
de votación, información, transmisión o consolidación de los resultados
de la elección, de conformidad con la causal de nulidad electoral
prevista en el numeral 2º del artículo 275 del C.P.A.C.A., ocasionada
por la alteración del número de sufragantes que consta en los LOG
que afectó a las 2 mesas señaladas en la tabla C.3? (7) ¿Deben ser
anulados los actos acusados debido a que los documentos electorales
contienen datos contrarios a la verdad o fueron alterados con el

295
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

propósito de modificar los resultados electorales, y por los vicios de


expedición en forma irregular y falsa motivación, de conformidad con
la causal de nulidad electoral prevista en el numeral 3º del artículo
275 del C.P.A.C.A. y las causales generales de anulación previstas en
el artículo 137 Ibídem, por la existencia de diferencias injustificadas
entre el total de votos por partido, respecto a la suma de los votos por
candidatos y votos por la lista del mismo partido en el formulario E-14
de las 2.987 mesas señaladas en las tablas D1 (73 mesas) y D2 (2914
mesas)? (8) ¿Deben ser anulados los actos acusados debido a que los
documentos electorales contienen datos contrarios a la verdad o fueron
alterados con el propósito de modificar los resultados electorales, y
por los vicios de expedición en forma irregular, desconocimiento del
derecho de audiencia y defensa, y falsa motivación, de conformidad
con la causal de nulidad electoral prevista en el numeral 3º del artículo
275 del C.P.A.C.A. y las causales generales de anulación previstas en
el artículo 137 Ibídem, por la existencia de más votos que votantes
en el formulario E-14 de las 156 mesas señaladas en la tabla E? (9)
¿Deben ser anulados los actos acusados debido a que los documentos
electorales contienen datos contrarios a la verdad o fueron alterados
con el propósito de modificar los resultados electorales, de
conformidad con la causal de nulidad electoral prevista en el numeral
3º del artículo 275 del C.P.A.C.A., por la falsedad del formulario E-24
originada por la inexistencia del formulario E-14 de la mesa 01, puesto
44, zona 99 del municipio de Palmira? (10) ¿Deben ser anulados los
actos acusados debido a que los documentos electorales contienen
datos contrarios a la verdad o fueron alterados con el propósito de
modificar los resultados electorales, de conformidad con la causal
de nulidad electoral prevista en el numeral 3º del artículo 275 del
C.P.A.C.A., debido a la consolidación de votos a favor de candidatos
Murillo Angulo y Aristizábal Angulo, cuya inscripción fue revocada
por el Consejo Nacional Electoral, en las 4.568 mesas señaladas en
las tablas G.1 y G.2? (11) ¿Debe ser anulado el Acuerdo 004 de 18 de
julio de 2018, expedido por el Consejo Nacional Electoral, por los vicios
de falta de competencia y expedición irregular, de conformidad con
las causales generales de anulación previstas en el artículo 137 del
C.P.A.C.A., debido a que algunos jurados de votación fueron designados
sin cumplir los requisitos legales dispuestos en los artículos 41, 47,
101 y 108 del Código Electoral? (12) ¿Debe ser anulado el Acuerdo
004 de 18 de julio de 2018, expedido por el Consejo Nacional Electoral,
por la violación al debido proceso administrativo y los vicios de falta
motivación y expedición irregular, de conformidad con las causales

296
generales de anulación previstas en el artículo 137 del C.P.A.C.A.,
debido a que según lo expuesto en la demanda presentada en el
proceso 2018-00116, la Comisión Escrutadora Departamental de Valle
del Cauca rechazó infundadamente las reclamaciones interpuestas
durante los escrutinios?

TESIS 1: Las garantías del debido proceso, consagrado en el artículo


29 superior, rigen tanto en el ámbito judicial como en el administrativo
y también en el electoral, como parámetro de control de legalidad de la
actuación de las autoridades, en armonía con los principios que rigen
la función pública, enlistados en el artículo 209 ibídem., entre los cuales
se destaca el de celeridad, en virtud del cual, el diseño de cualquier
procedimiento para la toma de decisiones por parte de los servidores
públicos debe estar estructurado a través de etapas, diferenciadas y
sucesivas, que han de agotarse dentro de plazos razonables, bajo el
principio de preclusividad, evitando dilaciones injustificadas y, a la vez,
salvaguardando el derecho de contradicción. (…). En este marco general,
el Código Electoral regula el procedimiento de escrutinio que debe
adelantarse para declarar una elección por voto popular, señalando
cada una de sus fases, las autoridades que las dirigen, los derechos y
deberes de quienes intervienen en ellas, el marco adjetivo y sustantivo
de sus actuaciones, las decisiones que se deben tomar y los recursos
que proceden en su contra, entre otros aspectos que brindan seguridad
jurídica para garantizar la transparencia e igualdad entre los candidatos
en la contienda electoral, así como la soberanía popular expresada en el
voto. [S]e establece que el primer paso del escrutinio está en cabeza de
los jurados de votación, quienes deben computar los votos depositados
en su respectiva mesa y plasmar los resultados en los respectivos
ejemplares del Formulario E-14, debidamente suscritos por ellos; por
otra parte, están autorizados para atender de forma inmediata las
solicitudes de recuento a que haya lugar y para recibir las reclamaciones
que deban ser decididas ulteriormente por las comisiones escrutadoras.
Por su parte, en el artículo 163 se determina el rol de estas últimas, bien
sean distritales, municipales o auxiliares y zonales (cuando por el tamaño
de la circunscripción electoral sea necesario zonificarla), especificando
que tienen el deber de verificar el estado de los documentos electorales
que reciben, proceder al recuento de votos en caso de encontrar en
ellos borrones, tachaduras o enmendaduras, practicar el escrutinio
con base en los datos de los formularios E-14 y consolidarlos en el
Formulario E-24, que contiene entonces la información mesa a mesa de
cada puesto de votación dentro de su ámbito de competencia. También

297
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

tiene la competencia para resolver las reclamaciones y solicitudes


de saneamiento que se presenten contra el escrutinio adelantado y
su decisión es pasible del recurso de apelación que se surte ante la
comisión escrutadora departamental, a la que deben remitir también
aquellas peticiones sobre las cuales no se alcanzó un acuerdo entre sus
integrantes sobre la forma en que debían tramitarse y resolverse; y si
no se interponen tales mecanismos de contradicción, tienen el deber de
declarar las elecciones de las autoridades del orden que corresponda,
bien se trate de alcaldes, concejales y ediles (arts. 164, 166 y 167 del CE).
Ahora bien, en los artículos 180 y ss. ejusdem se fijan las reglas para la
realización de los escrutinios generales, a cargo de los delegados del
CNE que integran las comisiones escrutadoras departamentales, que
se concretan en practicar los escrutinios del departamento respectivo
con base en las actas elaboradas por las comisiones escrutadoras
distritales y municipales (en esta fase solo procede el recuento de
votos emitidos en una mesa cuando la comisión escrutadora distrital o
municipal se hubiera negado a hacerlo en la fase anterior y tal decisión
hubiera sido objeto del recurso de apelación en forma oportuna y
fundada); resolver en primera instancia las reclamaciones, solicitudes
de saneamiento y recursos que se formulen por los candidatos, testigos
y apoderados de las agrupaciones políticas contra los escrutinios de
las comisiones distritales y municipales; y conceder ante el CNE las
apelaciones que se formulen en contra de sus decisiones y declarar
la elección de las autoridades pertenecientes al nivel departamental
(gobernadores, diputados y representantes), cuando hubiere lugar a
ello. Finalmente, se encuentran los escrutinios asignados al CNE (…),
autoridad que opera como órgano de cierre, al que le está asignada la
competencia para resolver en segunda instancia las apelaciones contra
las decisiones de sus delegados o los desacuerdos entre ellos en las
comisiones escrutadoras departamentales y, en ese caso, declarar la
elección de las autoridades del orden departamental, así como las del
orden nacional por vía directa (presidente, vicepresidente y senadores).
En este orden, es menester concluir que el procedimiento de escrutinio,
que adelantan las distintas autoridades electorales enunciadas se
rige por los principios de preclusión, celeridad, contradicción, doble
instancia y eventualidad, entre otros, en tanto que estas actúan como
escrutadoras y, simultáneamente, como superior jerárquico de la
comisiones del nivel que le precede, siendo el CNE el órgano de cierre,
como máxima autoridad de este procedimiento, cuya competencia se
despliega por diversas vías, según se trate de una elección del orden
nacional o departamental.

298
TESIS 2: Dentro de las garantías del debido proceso, se destaca
también el derecho de defensa que la legislación electoral materializa
en distintos mecanismos de contradicción que proceden contra las
decisiones que adoptan las autoridades electorales, en las distintas
fases o etapas del procedimiento de escutinio, para efectos de enmendar
los errores en que ellas puedan incurrir y controlar la legalidad de sus
actuaciones, a fin de asegurar que los resultados de los comicios se
correspondan con la realidad, salvaguardando la eficacia del voto. (…).
Así entonces, la legislación distingue entre las solicitudes de recuento
de votos, cuyas causales específicas se encuentran consagradas en
su artículo 164 del Código Electoral; las reclamaciones, que proceden
bajo los supuestos establecidos en los artículos 122 y 192 del CE
ejusdem, y las solicitudes de saneamiento de nulidades electorales, que
corresponden a las hipótesis enlistadas en el artículo 275 del CPACA,
mecanismos de contradicción que proceden dentro de la oportunidad
y ante la autoridad que se describen a continuación, y cuya resolución
es susceptible del recurso de apelación, excepto que provenga del
CNE, como órgano de cierre del procedimiento de escrutinio. (…).
En este orden, (…), tanto las solicitudes de recuento de votos como
las reclamaciones están sometidas al principio de preclusividad o
eventualidad, de modo tal que incluso antes de estudiar la legitimidad
y fundamento de aquellas, se debe constatar la oportunidad para
formularlas; normalmente se interponen en la misma etapa en que
se configura el supuesto de hecho de la causal de que se trate para
darle a la autoridad electoral la oportunidad de advertir y corregir su
propio yerro, con garantía del derecho a la doble instancia por vía de
apelación; y en caso de encontrarla precluída, se impone su rechazo
por extemporánea con el fin de dotar de certeza el cierre de cada una
de las etapas del procedimiento de escrutinio -sin dilaciones por tener
que volver a una fase anterior en contra del principio de celeridad
que lo rige- y de la firmeza que debe revestir a las decisiones que se
adoptan en su desarrollo hasta el acto definitivo de elección, de modo
tal que si no se alegan opotunamente quedan subsanadas. (…). Ahora
bien, distinto es el caso de las solicitudes de saneamiento de nulidades
electorales, las cuales no están sometidas al referido principio y, por
tanto, se pueden presentar en cualquiera de sus etapas, (…), en cuanto
que si bien ya no resulta exigible someter las situaciones que podrían
afectar la validez de la elección ante las autoridades electorales, como
requisito de procedibilidad para acudir a la jurisdicción contencioso-
administrativa, por vía del medio de control de nulidad electoral por
causales objetivas; según lo dispuesto por la Corte Constitucional en

299
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

la sentencia C-283 de 2017, que declaró inexequible el artículo 161,


numeral 6 del CPACA, este medio de impugnación de los resultados
de los comicios sigue vigente como una facultad de los candidatos,
agrupaciones políticas y sus representantes y testigos electorales con
miras a que las comisiones escrutadoras de todos los niveles y el propio
CNE puedan subsanar tales vicios “antes de la declaratoria de elección”,
siempre que se interponga antes del cierre del escrutinio respectivo
según la oportunidad que señale para tal efecto la autoridad electoral
correspondiente, para dotar de mayor certeza, seguridad jurídica y
legitimidad el mandato de los elegidos, al entregarles su credencial
electoral, previniendo la intervención a posteriori del juez contencioso-
administrativo con la consecuente inestabilidad institucional y crisis
de gobernabilidad que puede tener lugar ante la eventual anulación,
en sede judicial, de una elección popular. En este orden, teniendo en
cuenta que cada uno de estos mecanismos de contradicción tiene sus
propias condiciones de competencia, procedencia y oportunidad, y que
el principio de eventualidad de los escrutinios solo es oponible respecto
de los dos primeros, pero no así frente al último de los enunciados en
el cuadro, su trámite y decisión dependen específicamente de la causal
que se invoca para sustentarlos, la cual determina las normas que le
resultan aplicables, más allá del rótulo con el que sean presentados y
sin que resulte aceptable revivir, por vía de solicitud de saneamiento,
oportunidades para presentar solicitudes de recuento o reclamaciones
ya fenecidas. Por último, solo queda reiterar en punto a estos
mecanismos de contradicción, la distinción llevada a cabo por la Sala
entre la causal de reclamación por error aritmético del artículo 192.11
del Código Electoral y la causal de nulidad electoral por falsedad en
documentos electorales del artículo 275.3 del CPACA, en cuanto la
primera: i) se configura cuando se presentan errores o inconsistencias
al sumar los votos, ii) se evidencia en una misma acta de escrutinio y,
por lo mismo, iii) su identificación no exige mayor esfuerzo o estudio,
pues para ello, basta con realizar una simple operación matemática;
mientras que la segunda: i) ocurre por una actuación material o
ideológica de las autoridades que interviene en el procedimiento de
escrutinio que altera el resultado de la elección, ii) tiene lugar por
falta de correspondencia entre los registros consignados en actas
de escrutinio diferentes y, suele darse cuando un candidato o partido
obtiene un determinado número de votos según los datos consignados
en los formularios E14 por los jurados de votación, pero luego esa
cifra es aumentada o disminuída en el formulario E-24, por cualquiera
de las comisiones escrutadoras, sin que exista justificación para tal

300
diferencia, anotada en el formulario E-26; por tanto, iii) su advertencia
resulta más difícil y compleja en la medida en que implica un estudio
comparativo de los guarismos consignados en las distintas actas de
escrutinio.

TESIS 3: Se encuentran enunciadas en el inciso segundo del artículo


137 del CPACA en correlación con los elementos de validez comunes a
todos los actos administrativos, que se predican también de los actos
electorales y los de contenido electoral, como son, su conformidad con
la Constitución, legalidad sustancial, competencia, motivación real,
adecuada y suficiente, observancia de las formalidades, fin legítimo y
proporcionalidad de la decisión. (…). Los actos administrativos son a la
vez el desarrollo o aplicación de normas sustantivas y adjetivas, así
como la creación de una norma jurídica o regla de derecho nueva que,
por tanto, debe estar en concordancia material con aquellas que le
sirven de fundamento y que, en ese orden, le son inmediatamente
superiores; de lo contrario estará viciado de invalidez. Al respeto,
conviene destacar que por mandato expreso del artículo 4 de la Carta
Magna, la Constitución es norma de normas y, en esa medida, el control
de de la legalidad de los actos administrativos y electorales, incluye
verificar su concordancia no solo con las normas de rango legal y
reglamentario sino también su armonía con las de rango constitucional,
incluidas aquellas normas que hacen parte del bloque de
constitucionalidad y convencionalidad. Con base en lo anterior, esta
corporación ha explicado que para la configuración de esta causal de
nulidad se debe demostrar, en primer lugar, que las disposiciones que
se estiman infringidas por el acto acusado, integran el bloque normativo
que le sirve de marco jurídico, es decir, que regulan la materia en la
que se inscribe su objeto y declaración de voluntad; y en segundo lugar,
que en efecto al confrontar el acto con tales normas surje su violación
por contradicción o desconocimiento. (…). En este orden, sin llegar a
negarle su especificidad, bien puede sostenerse que esta causal
comprende a todas las demás en la medida en que las restantes
suponen necesariamente la infración del ordenamiento que regula el
acto. (…). La competencia se puede definir desde dos perspectivas
complementarias, como la aptitud jurídica que ostentan las personas
para ejercer autoridad y función pública (activa) y el conjunto de
asuntos cuyo conocimiento y decisión está atribuido a los servidores
públicos y excepcionalmente a particulares (pasiva), en el marco de la
Constitución, la ley y el reglamento. De esta manera no se pueden
confundir las competencias con las funciones siendo las primeras las

301
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

que delimitan las segundas y, por tanto, tienen un alcance más


restringido y concreto, con base en los factores que la determinan, a
saber: territorial (ratio loci), material (ratio materie), temporal (ratio
temporis), grado funcional o jerárquico y subjetivo (ratio personae) u
objetivo (cuantía). También es menester advertir que las reglas
jurídicas que fijan la competencia tienen reserva legal y deben ser
expresas y taxativas, sin que resulte admisible su interpretación
extensiva, en atención a los atributos que la revisten, en cuanto
irrenunciable, inenajenable, improrrogable e indelegable. En
consecuencia, este vicio de ilegalidad se presenta cuando el funcionario
o particular autorizado por la ley para el ejercicio de la función pública
va más allá de lo que le está jurídicamente permitido, por lo que
desborda o extralimita su marco de acción estatal, al expedir el acto
administrativo por fuera del ámbito de sus competencias, de modo tal
que se considera nulo en cuanto la decisión administrativa que contiene
fue proferida por quien no estaba facultado para adoptarla y para
demostrarlo “(…) se deberá rastrear la ausencia de norma que le
otorgue la cláusula general de competencia con la cual la autoridad
pública fundamente su autorización para ejercer sus funciones dentro
de las atribuciones conferidas. Contrario a lo anterior, tendrá
competencia la autoridad pública que fundamenta sus funciones en
norma constitucional, legal o reglamentaria”. (…). La expedición de un
acto administrativo debe respetar el debido proceso, es decir, el
conjunto de formalidades o normas adjetivas que señalan los
requisitos, etapas y procedimientos que se deben observar para su
formación, a fin de salvaguardar la veracidad de su contenido, la
igualdad entre los interesados, la publicidad de su trámite y el derecho
de defensa y contradicción de sus destinatarios, en especial frente a
los actos de carácter particular y reglado; no tanto así en relación con
los generales, reglamentarios y discrecionales o los de ejecución
inmediata por razones de orden, salubridad o calamidad pública. Esta
Sala ha considerado que este vicio de nulidad se materializa cuando: 1.
(…) La decisión de la administración viole las normas de orden adjetivo,
las cuales establecen el procedimiento para su formación o la forma
como éste debe presentarse. 2. Cuando el acto es expedido con vicios
en el trámite debe verificarse si éstos son de una suficiencia tal que
afecten el sentido de la decisión. 3. Si la irregularidad en el proceso
logra afectar la decisión por cuanto es sustancial o trascendente, el
acto será anulable por expedición irregular (…). Por último, vale aclara
que, en virtud de los principios de eficacia y economía no toda
irregularidad en el trámite de formación de un acto tiene la virtualidad

302
de anularlo sino solo aquellas que transgreden las garantías procesales
que protegen los derechos subjetivos de los administrados y que, por
tanto, integran lo que se conoce como el debido proceso sustantivo.
(…). El derecho de audiencia o defensa es una de las garantías que hace
parte del núcleo esencial del derecho fundamental al debido proceso
en la medida en que se dirige a la protección efectiva de los derechos
sustantivos de los ciudadanos frente a las actuaciones -activas o
pasivas, trámites y decisiones administrativas que los afectan. (…). En
este sentido, el derecho de audiencia se concreta, principalmente, en
las prerrogativas de acudir y ser oído en los procedimientos que
adelantan las autoridades, para efectos de hacer valer sus intereses
legítimos y derechos subjetivos; controvertir los argumentos y pruebas
que se le oponen, así como presentar los propios a través de peticiones
respetuosas, en las oportunidades y con los formalismos prestablecidos
en la ley; y recurrir las determinaciones que le son desfavorables, no
solo ante quien las adoptó sino también ante su superior funcional en
procura de revertirlas o, en su defecto, de agotar el requisito de
procedibilidad para acudir ante la jurisdicción, cuando sea del caso. En
definitiva, se trata de un conjunto de mecanismos que operan como
límites a los abusos y yerros de los funcionarios en el ejercicio de sus
funciones y, por tanto, su inobservancia fue contemplada por el
legislador como una causal de nulidad autónoma de carácter
sustantivo, es decir, que tales garantías no constituyen un fin en sí
mismo sino un medio para la interdicción de la arbitrariedad estatal.
(…). La validez de los actos administrativos también está atada a que
su fundamento fáctico y jurídico sea claro, cierto, pertinente y suficiente
para justificar su expedición, es decir, que debe existir un nexo de
causalidad y proporcionalidad entre las razones de hecho y derecho
que se invocan en su parte motiva y la decisión que se adopta en su
parte resolutiva y, en tal virtud, “(…) se verifica cuando los fundamentos
fácticos y/o jurídicos de la respectiva decisión se apartan de la verdad,
como cuando el acto administrativo está apoyado en disposiciones
jurídicas que no existen, ya porque no han sido expedidas, ora porque
fueron retiradas del ordenamiento jurídico, pues se derogaron, se
subrogaron, se abrogaron o se declararon nulas (siendo reglamentos)
o inconstitucionales, o cuando ha sido construido con base en hechos
que no han ocurrido. Este vicio afecta el elemento causal del acto
administrativo”. Al respecto, se debe aclarar que el presente vicio de
nulidad se configura cuando no hay correspondencia entre la
justificación que se aduce en el acto y la realidad, bien por falsedad en
los hechos y normas invocados; por su apreciación o interpretación

303
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

errónea -respectivamente-; o por la omisión de su mención expresa


por parte de la autoridad obligada a hacerlo, siempre y cuando tales
circunstancias afecten el sentido de la decisión, por lo que aquellas
falencias que no repercuten en lo resuelto -tales como las puramente
formales o mecánicas- no acarrean su ilegalidad. En este orden, la
presente causal admite dos modalidades distintas: la falsa motivación
(aspecto material- probatorio) y falta de motivación (aspecto formal-
procedimental). (…). Así las cosas, bien puede suceder que un mismo
acto cumpla con el criterio formal de exponer las razones que
motivaron su decisión, pero no con el material de que aquellas se
ajusten a la realidad, de modo tal que si bien por lo primero sería legal,
por lo segundo sería inválido. (…). El acto administrativo debe perseguir
fines legítimos, es decir, los que señala específicamente la normativa
que lo regula, en concordancia con los fines esenciales del Estado del
artículo 2 de la Constitución y el artículo 4 de la Ley 489 de 1998 (servir
a la comunidad, garantizar la efectividad de los principios, derechos y
deberes superiores, satisfacer el interés general, el bien común y las
necesidades básicas de todas las personas, entre otros), so pena de
incurrir en la causal de nulidad denominada desviación de poder, que
se configura precisamente porque su finalidad -explícita o implícita- es
espuria o porque aun siendo legítima, es distinta de los objetivos
concretos que le trazó el legislador. (…). Por lo anterior, es común que
la desviación de poder no aparezca evidente en el acto sino que se
encuentre oculta o vedada en su letra, en cuanto permanece en el
fuero interno del funcionario que lo expide, quien bien puede camuflarla
tras la invocación expresa de los fines legalmente autorizados para su
decisión y, de allí la gran dificultad probatoria para su demostración,
que además suele conllevar su responsabilidad penal o disciplinaria.

TESIS 4: En consideración a las especificidades de los actos de


elección, en cuanto estos materializan la voluntad popular y, en ese
orden, cimientan el sistema democrático y legitiman el mandato de
las autoridades, el legislador creó unas causales de nulidad que se
aplican exclusivamente a ellos, las cuales se encuentran enumeradas
en el artículo 275 de la Ley 1437 de 2011 y se configuran cuando: 1.
Se haya ejercido cualquier tipo de violencia sobre los nominadores,
los electores o las autoridades electorales. 2. Se hayan destruido
los documentos, elementos o el material electoral, así como cuando
se haya ejercido cualquier tipo de violencia o sabotaje contra estos
o contra los sistemas de votación, información, transmisión o
consolidación de los resultados de las elecciones. 3. Los documentos

304
electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido
alterados con el propósito de modificar los resultados electorales.
4. Los votos emitidos en la respectiva elección se computen con
violación del sistema constitucional o legalmente establecido para la
distribución de curules o cargos por proveer. 5. Se elijan candidatos
o se nombren personas que no reúnan las calidades y requisitos
constitucionales o legales de elegibilidad o que se hallen incursas en
causales de inhabilidad. 6. Los jurados de votación o los miembros
de las comisiones escrutadoras sean cónyuges, compañeros
permanentes o parientes de los candidatos hasta en tercer grado de
consanguinidad, segundo de afinidad o único civil. 7. Tratándose de la
elección por voto popular por circunscripciones distintas a la nacional,
los electores no sean residentes en la respectiva circunscripción. (…).
En términos generales, estas se clasifican en subjetivas y objetivas, en
la medida en que las primeras recaen sobre la persona del demandado
y, más en concreto, sobre las calidades y requisitos -positivos y
negativos- que debe satisfacer para ser elegido, como es el caso de
la consagrada en el numeral 5; mientras que las segundas, se refieren
a las irregularidades más graves que se presentan en desarrollo de
los procedimientos de votación y escrutinio y para que desplieguen su
efecto anulatorio es necesario demostrar, además de la ocurrencia del
supuesto de hecho que censuran, su incidencia en el resultado de la
elección correspondiente, de modo tal “(…) que de practicarse nuevos
escrutinios serían otros los elegidos” (art. 287 CPACA).

TESIS 5: [L]os documentos a examinar son los formularios E-14 de


claveros, por su estricto sometimiento a la cadena de custodia; las
actas generales de escrutinio E-26, porque en ellas las comisiones
escrutadoras -o el CNE-, dejan constancia de lo que acontece en las
audiencias públicas de escrutinio que llevan a cabo; y el archivo plano
E-24 .txt, teniendo en cuenta que este documento es el que contiene
los datos consolidados del procedimiento de escrutinio, mesa a mesa,
discriminados por partido y candidato, que sirven de base para la
declaratoria de la elección. Lo anterior, en la medida en que el software
correspondiente genera todos los formularios electorales que
suscriben los integrantes de las diferentes comisiones escrutadoras
en sus respectivos niveles, quienes entonces son los únicos
autorizados para ingresar y modificar información mediante
autenticación biométrica, de acuerdo con el protocolo de seguridad
informática. Esta fue la metodología usada por la Sala para el estudio
de este mismo cargo de nulidad -específicamente en sede judicial-,

305
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

dentro del proceso contra la elección de los Senadores de la República,


para el período constitucional 2014-2018, contenido en la Resolución
3006 de 17 de julio de 2014. (…). Ahora bien, (…) para tener la certeza
de que el archivo E-24 txt contiene la información exacta, mesa a
mesa, en que se sustentó la declaratoria de la elección, es menester
realizar una comparación entre los totales de los documentos
respectivos y si se advierte un solo dato que no coincida, se debe
descartar para el estudio del cargo la información del archivo plano,
para aplicar la metodología anterior con la trazabilidad completa
desde el escrutinio de la mesa, pues «solo si son exactamente iguales
los registros de los totales por partido y candidato, se podrá entender
que el txt contiene la información detallada mesa a mesa de los
registros incluidos en el E-26 de la declaratoria». En tal virtud, la Sala
realizó dicho análisis, con base en el cual concluye que el archivo E-24
txt contiene los datos, mesa a mesa, en que se soporta la declaratoria
de la elección, siendo fiel a estos (…), por lo que se confirma que el
presente cargo se resolverá con base en la comparación entre los
datos consignados en el Formulario E-14 de claveros y el archivo
plano en mención. (…). Esta causal, [numeral 3 del artículo 275 del
CPACA], recoge dos supuestos de hecho que estaban diferenciados en
el artículo 233, numerales 2 y 3, del Decreto 01 de 1984, el cual
señalaba que las actas de escrutinio de toda corporación electoral
son nulas: “Cuando aparezca que el registro es falso o apócrifo, o
falsos o apócrifos los elementos que hayan servido para su formación”
y “Cuando aparezca que las actas han sufrido altercaciones
sustanciales en lo escrito, después de firmadas por los miembros de
la corporación que los expide”. Por lo anterior, esta Sección ha
precisado que este vicio de nulidad se materializa en aquellos eventos
en los cuales la información contenida en los distintos formularios
electorales no se corresponden con la realidad de la votación y el
consecuente procedimiento de escrutinio y, en ese orden, distingue
entre dos tipos de falsedades que la configuran: la ideológica y la
material; la primera, referida a diferencias en la información
consignada en diferentes actas de escrutinio que guardan una relación
de conexidad entre sí, cuando las autoridades electorales omiten
dejar constancia de las razones que justifican tales inconsistencias; y
la segunda, referida a las alteraciones deliberadas en los resultados
del escrutinio, mediante la manipulación de los documentos
electorales, con el ánimo de modificar los resultados de la elección.
(…). En este orden, la hipótesis más recurrente de falsedad ideológica
en los procesos de nulidad electoral se configura cuando en los

306
registros electorales se presenta una diferencia injustificada entre los
datos consignados en los formularios E-14 y E-24, esto es, cuando los
resultados del escrutinio practicado por los jurados de votación -que
constan en la primera de tales actas-, no se corresponden con los
consignados por comisión escrutadora zonal, auxiliar o municipal -en
la segunda-, aumentando o disminuyendo los resultados de los
comicios en la respectiva mesa, lo que configura un fraude electoral
en la medida en que la información contenida en uno y otro formulario,
en principio, debe ser idéntica. Por tanto, cualquier inconsistencia
entre sus datos debe estar mediada por algunas de las razones
legales que lo autorizan, como por ejemplo una solicitud de reconteo
de votos, de la cual se debe dejar constancia en las actas generales de
escrutinio, la cual debe contener el detalle de las zonas, puestos,
mesas, candidatos y agrupaciones políticas afectadas y las razones
de la modificación realizada más allá de la mera acotación sobre la
existencia del recuento de votos. (…). Bajo esta línea jurisprudencial
(…) que solo aquellas diferencias que carezcan de justificación y
tengan incidencia en la elección demandada pueden llegar a anularla,
en caso de implicar modificaciones en su resultado. (…). En el presente
cargo, los demandantes alegan la existencia de diferencias
injustificadas entre los formularios E-14 y E-24. (…). Así las cosas, se
confrontará el número de la votación registrada en el formulario E-14
con los datos del E-24 .txt, para los partidos y candidatos de las mesas
señaladas en la fijación del litigio. (…). Registros en los que no existen
diferencias entre el formulario E-14 y el E-24 .txt. Esta situación se
encontró acreditada en 2.010 mesas equivalentes a 3.919 registros,
con identidad entre los formularios E-14 y E-24. (…). Así entonces, en
las 2.010 mesas, equivalentes a 3.919 registros, no se configura la
irregularidad que alega la parte actora, pues como se evidencia (…), es
inexistente la diferencia entre los datos registrados en el E-14 y el
E-24 txt, por lo cual respecto de estos registros el cargo no prospera.
(…). Registros en los que existe diferencia entre el formulario E-14 y el
E-24 .txt y está justificada. En esta circunstancia, se encontraron 787
mesas, equivalentes a 2.681 registros, en los que sí hubo diferencias
entre los datos consignados en el formulario E-14 y el E-24tx, con la
correspondiente justificación, plasmada en el Acta General de
Escrutinios, zonales o municipales según el caso. (…). Conforme a lo
anterior, (…) si bien existe diferencia entre los registros de ambos
formularios, ello no es irregular, debido a que, conforme a la constancia
que emerge de la respectiva Acta General de Escrutinios, la disparidad
se sustenta en un recuento de votos y/o modificación; por consiguiente,

307
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

las acusaciones de las demandas en relación con estas 771 mesas,


2.681 registros también carecen de fundamento, por lo que no tienen
vocación de prosperar. (…). Registros en los que existe diferencia entre
el formulario E-14 y el E-24 txt y no está justificada. Este caso se
configura cuando existen diferencias entre el número de votos
registrados en el formulario E-14 y el E-24 txt, siempre que éstas no
se encuentren justificadas por un recuento de votos en el Acta General
de Escrutinios. En esta situación, se encuentran 1.107 mesas que
corresponden a 1.944 registros. (…). Así, los guarismos electorales
contenidos en tales registros se modificaron sin ninguna justificación;
por consiguiente, existe una alteración del resultado de la voluntad
popular pues no se encontró observación o comentario en el Acta
General de Escrutinios que justificara las diferencias encontradas
entre los formulario E14 y E24 en estas 1.094 mesas, que corresponden
a 1.925 registros de votación. Adicionalmente, se encontró que 18
Mesas, concernientes a 19 registros, sí poseen anotación en el Acta
General de Escrutinios en la que modifican los resultados de la
votación, pero al contrastar el dato final con el que se ordena corregir
en ella, estos no coinciden, por lo que se incluyen en el actual apartado,
en la medida en que dichos cambios no se realizaron y, en consecuencia,
la elección fue declarada con base en un guarismo diferente del
correcto. (…). En este orden, en las 1.107 mesas, que corresponden a
los anteriores 1.944 registros, la Sala encuentra probada la
irregularidad que alegó la parte actora, sobre la existencia de
diferencias injustificadas entre los datos del formulario E-14 y el E-24
txt, al no hallarse en las actas generales de escrutinio anotación u
observación que les sirviera de fundamento, lo que evidencia una
alteración del resultado de la voluntad popular, expresada en la
respectiva votación. (…). De acuerdo con lo analizado hasta aquí, la
Sala concluye que de las 3.366 mesas, que corresponden a 8.544
registros de votación demandados: (i) en 2.580 mesas, concernientes
a 6.600 registros, no hay diferencias entre los datos del formulario
E-14 y el E-24 txt o las que existen se encuentran justificadas; y (ii) en
1.107 mesas, que equivalen a 1.944 registros, se encontraron
diferencias injustificadas en la votación registrada en el formulario
E-14 y el E-24 txt.

TESIS 6: La parte actora, dentro del proceso No. 2018-00106, alega


que el 24 de marzo el partido político MIRA formuló 12 solicitudes
de saneamiento de nulidad electoral ante la Comisión Escrutadora
General del Valle del Cauca, por diferencias injustificadas entre los

308
formularios E-14 y E-24 en los municipios de Florida (6), Candelaria
(5) y Cali (1), las cuales no fueron resueltas por los delegados del
CNE al existir desacuerdo entre ellos sobre la forma de tramitarlas
y decidirlas, por lo que las remitieron a dicha corporación para que
asumiera la competencia de conocerlas y declarar la elección; en
ese orden, la máxima autoridad electoral resolvió rechazarlas por
extemporáneas, mediante el Acuerdo 004 del 18 de julio de 2018. (…).
[L]a Sala observa que las 12 solicitudes de saneamiento de nulidad
electoral, elevadas por el partido político MIRA ante la Comisión
Escrutadora Departamental del Valle del Cauca, el 24 de marzo de
2020, tienen por objeto común que «se reconozca en los Escrutinios
para la corporación Cámara que los guarismos de los votos consignados
por los Jurados de Votación en los Formularios E-14 difieren con los
guarismos consignados por las Comisiones Escrutadoras Zonales en los
Formularios E-24 de las mesas, zonas y puestos (...)» de los municipios
de Santiago de Cali, Candelaria y Florida, con el fin de agotar el
requisito de procedibilidad, para lo cual coinciden en formular como
peticiones principales, que: i) Se declare la vulneración del debido
proceso electoral en los escrutinios de los municipios referidos; y ii)
se ordene la corrección de los Formularios E-24 y, en consecuencia,
de los resultados de la elección en el Formulario E-26, con base en los
guarismos consignados en los Formularios E-14 en aquellas zonas,
puestos y mesas en los que se encontraron diferencias injustificadas
entre estos documentos electorales. (…). Así las cosas, reitera la
Sala «(…) que la oportunidad para la presentación de solicitudes y
reclamaciones, ante las autoridades electorales será la que conste
en las decisiones mediante las cuales se hayan adoptado las pautas
para el trámite de los escrutinios (…), en este caso particular, el plazo
se extendió hasta el 22 de marzo de 2018, a solicitud del agente del
Ministerio Público, fecha en que se declaró la terminación del escrutinio
general, precisamente como garantía de los principios de eficacia del
voto, igualdad entre candidatos e imparcialidad de las autoridades en
la contienda electoral. En consecuencia, las solicitudes, reclamaciones
y recursos interpuestos ante la Comisión Escrutadora Departamental
del Valle del Cauca con posterioridad, tales como las solicitudes de
saneamiento de nulidad electoral, por diferencias injustificadas entre
los formularios E-14 y E-24, presentadas por la apoderada del partido
político MIRA el 24 de marzo siguiente, son extemporáneas y, por tanto,
se imponía su rechazo, como en efecto lo declaró el CNE en el acto
acusado, por lo que no se configuran los vicios de infracción de norma
superior, falsa motivación y desconocimiento del derecho de audiencia

309
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

y contradicción alegados en su contra. En este sentido, se debe precisar


que si bien a dicha entidad, como máxima autoridad electoral, le asiste
la competencia para conocer y decidir los recursos que se interpongan
contra las decisiones de sus delegados sobre escrutinios generales
y, en ese evento, declarar la elección y expedir las credenciales
correspondientes, así como para revisar los escrutinios y documentos
electorales, de oficio o por solicitud, concernientes a cualquiera de
las etapas del procedimiento de elección a fin de garantizar la verdad
electoral (art. 265, numerales 3 y 4 de la C.P.), tales potestades tienen
un alcance diferenciado según se trata de elecciones populares de
circunscripción nacional o departamental, de modo tal que en estas
últimas funge como segunda instancia de sus delegados. (…). Así, en
la elección sub judice, el CNE estaba obrando como segunda instancia
de la Comisión Escrutadora Departamental del Valle del Cauca, en el
marco de las solicitudes de saneamiento, reclamaciones y apelaciones
formuladas ante aquella y, al proferir el Acuerdo No. 004 de 2018,
estaba desatando el desacuerdo entre sus delegados sobre la forma
de tramitar y decidir las 12 solicitudes presentadas por la apoderada
del partido político MIRA, el 24 de marzo de 2028, luego de haberse
anunciado el cierre del escrutinio respectivo dos días antes, por lo que
procedía su rechazo por extemporáneas, tal como se declaró en su
artículo sexto, sin que a los candidatos, partidos y sus apoderados y
testigos les esté dado dilatar indefinidamente el cierre del escrutinio
general, mediante la interposición sucesiva de estos medios de
impugnación, llegado el momento de la declaratoria de elección. Lo
anterior, sin perjuicio de la atribución consagrada en el numeral 4 del
artículo 265 superior en cabeza del CNE, de acuerdo con la naturaleza
misma de la norma, que lejos de imponer un deber u obligación, lo que
establece es una la potestad, la de revisar los escrutinios y documentos
electorales, que se despliega de oficio o a petición de parte, oportuna
y debidamente fundada en las causales objetivas de nulidad electoral,
la cual se orienta a facilitar el cumplimiento de sus funciones como
máxima autoridad electoral, en particular, la de garantizar la verdad de
sus resultados, siempre que evidencie la configuración de cualquiera
de aquellas, especialmente la del artículo 275.3 del CPACA. Así lo reiteró
recientemente la Sala (…), en las que insistió, en relación con el ejercicio
de dicha facultad, de conformidad con el artículo 2 del Decreto 2241
de 1986, que «no constituye una etapa adicional a las establecidas en
el Código Electoral » y, por tanto, las solicitudes de saneamiento de
nulidades electorales se deben interponer dentro de la oportunidad
prevista por la organización electoral en el procedimiento de escrutinio,

310
según se trata del nivel nacional o territorial, so pena de desquiciar
su normal desarrollo y dilatar indefinidamente la declaratoria de la
elección. En este caso, se evidencia que, en cambio, pese a haberse
ampliado el plazo para formular los distintos medios de impugnación
procedentes por parte de la Comisión Escrutadora Departamental del
Valle del Cauca hasta el 22 de marzo de 2018, a petición del agente
del Ministerio Público, las solicitudes de saneamiento bajo estudio se
formularon por los representantes del partido político MIRA el 24 de
marzo de 2018, fecha prevista por anotación en el AGE para resolver
las reclamaciones y solicitudes de saneamiento presentadas antes del
cierre del escrutinio general y, en tal virtud declarar la elección; en
consecuencia, eran extemporáneas tal como lo declaró el CNE en el
acto acusado, por lo que no se observa la configuración de ninguno de
los vicios de nulidad que le atribuyó la parte actora.

TESIS 7: El artículo 164 del Código Electoral establece la competencia


de las comisiones escrutadoras de realizar el recuento de votos de una
determinada mesa, a petición debidamente fundada de los candidatos,
sus representantes y los testigos electorales y apoderados de las
agrupaciones políticas. A su vez, en su inciso segundo, se señalan
dos supuestos de hecho en los cuales aquella facultad deviene
en imperativa para las autoridades electorales sin que puedan
negar las solicitudes en ese sentido, esto es, cuando: i) exista una
diferencia del 10% o más en la votación de una misma colectividad
para corporaciones públicas distintas; o ii) se presenten tachaduras o
enmendaduras en el Formulario E-14 o cualquier otra circunstancia
que genere una duda razonable sobre los resultados del cómputo
realizado por los jurados de votación. (…). Lo anterior con la finalidad
de preservar la eficacia del voto, de modo tal que el resultado final de
los escrutinios refleje fielmente la voluntad del elector y, en este orden,
su propósito es enmendar oportunamente los errores en que puedan
incurrir los jurados de votación al diligenciar las actas de mesa, como
expresión del principio participativo en que se funda el modelo de
Estado democrático colombiano, previniendo eventuales nulidades.
Por consiguiente, la presentación de la respectiva reclamación, por
primera vez, se debe hacer ante la autoridad que legalmente tenga la
competencia para disponer los ajustes o correcciones a los que haya
lugar, de modo tal que en primer lugar: “(…) la solicitud de recuento
por diferencia igual o superior al 10% en mesas debe impetrarse
ante los jurados de votación o ante la Comisión Escrutadora Auxiliar
porque, precisamente, están referidas a los hallazgos detectados

311
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

sobre tal punto en las mesas de votación.”. De esta manera, la


jurisprudencia de la Sección ha especificado los requisitos de forma
y procedibilidad (legitimidad, justificación y oportunidad) que deben
cumplir las solicitudes de recuento de votos, elevadas al amparo de la
causal bajo estudio, para que surja el deber jurídico de conocerlas de
fondo en cabeza de las autoridades electorales (jurados de votación
y comisiones escrutadoras). (…). De acuerdo con lo anterior, es claro
que cuando la demanda se funda en causales de recuento de votos
por diferencias del 10% o más en la votación obtenida por una lista
perteneciente a una misma agrupación política en los comicios
de la Cámara de Representantes y el Senado de la República o por
tachaduras, borrones o enmendaduras en las actas de escrutinio,
resulta menester impugnar no solo la legalidad del acto de elección
sino también la de los actos proferidos por las autoridades electorales
en respuesta a las solicitudes justificadas en aquellas. Por tanto, su
examen integra la verificación de las mesas acusadas junto con el
examen de legalidad de las resoluciones correspondientes, de modo
tal que en aquellos eventos en que concurran la configuración de la
causal en que se funda la solicitud de recuento y alguno de los vicios
genéricos de validez del acto que la niega, procede la declaratoria de
nulidad. (…). [E]s preciso aclarar que cuando se verifica la configuración
de este supuesto de hecho en el procedimiento de escrutinio, la
consecuencia jurídica es el recuento forzoso de votos a cargo de los
jurados de votación o la comisión escrutadora correspondiente, previa
solicitud motivada; mientras que en sede judicial, su efecto como
regla general es la anulación de la votación en las mesas afectadas
siempre que la autoridad competente se haya negado infundadamente
a realizar tal recuento, dada la imposibilidad material del juez electoral
para llevarlo a cabo al no tener las tarjetas electorales a su disposición
y tampoco existir garantía plena de su cadena de custodia, tal como lo
ha sostenido y aplicado la jurisprudencia reciente de la Sala.

TESIS 8: Los demandantes, en el proceso No. 2018-00106, manifiestan


que se presentaron diferencias del 10% o más en la votación obtenida
por las listas de candidatos inscritas por el partido político MIRA en
las elecciones para la Cámara de Representantes y el Senado de la
República, periodo constitucional 2018-2022. (…). [L]a Sección recuerda
que se trata de la misma tesis jurídica que defendió el Ministerio
Público dentro de los procesos No. 2014-00117 (acumulado) y 2018-
00060, que culminaron con las pluricitadas sentencias del 8 de febrero
de 2018 y 6 de junio de 2019, en las cuales se abordó el estudio de la

312
vigencia y efectividad de la norma en cuestión, ante el referido cambio
en el sistema electoral, concluyendo en ambas que la norma no ha sido
objeto de derogatoria expresa ni tácita y, por tanto, sigue desplegando
sus efectos jurídicos como causal para solicitar el recuento forzoso
de votos, que puede conducir a la nulidad de los actos que lo niegan
con la consecuente afectación de las mesas respectivas. (…). En tal
virtud, no hay lugar a reabrir el debate al respecto, como lo pretende la
procuradora séptima delegada, en cuanto no se ha producido cambio
alguno en el contexto normativo o fáctico que justifique desconocer la
fuerza vinculante de tales precedentes, amén que no aportó elementos
de juicios nuevos a los ya analizados en ambas sentencias ni invocó
una razón jurídica suficiente para que la Sección se aparte de las
conclusiones a las que llegó entonces.

TESIS 9: La parte actora relacionó 17 solicitudes de recuento de votos


por tal “irregularidad”, presentadas por el partido político MIRA, en
primera instancia, ante las comisiones escrutadoras auxiliares de los
municipios de Cali y Tuluá, las cuales fueron rechazadas a través de
sendas resoluciones bien por extemporáneas (7), infundadas (6) y/o por no
evidenciar la diferencia alegada (6); quince de ellas fueron confirmadas,
en sede de apelación, por la Comisión Escrutadora Municipal de Cali,
con base en los mismos argumentos del a quo. (…). En relación con
la motivación de estos actos que rechazaron por extemporáneas las
correspondientes solicitudes de recuento presentadas por el partido
político MIRA, lo primero que llama la atención de la Sala es la aplicación
del artículo 167 del Código Electoral para resolverlas, por parte de las
comisiones escrutadoras auxiliares de Cali y Tuluá, pese a que dicha
norma remite expresamente a las causales de reclamación del artículo
192, más no a las de recuento de votos del artículo 164 ejusdem, que
es justamente la norma que debía gobernar su trámite y decisión, en
cuanto contempla la causal de recuento invocada por los peticionarios.
(…). [L]as comisiones escrutadoras auxiliares de Cali y Tuluá incurrieron
en un yerro al tomar como fundamento jurídico de las decisiones de
rechazo adoptadas en los siete (7) actos analizados, el artículo 167 del
Decreto 2241 de 1986, que no era directamente aplicable por cuanto
la ratio decidendi debía estar sustentada en el artículo 164 ejusdem y
su desarrollo jurisprudencial, para dotar a los escrutinios de celeridad,
eficacia y transparencia, mediante la garantía efectiva de la verdad
electoral, de modo tal que para la Sala las solicitudes de recuento
correspondientes fueron oportunas, al haber sido formuladas en el
curso de la audiencia de escrutinio a cargo de dichas corporaciones y, en

313
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

consecuencia, procedía su estudio de forma y fondo más no su rechazo,


de manera que estas resoluciones serán anuladas por infracción de
norma superior, expedición irregular y falsa motivación. En este orden, la
tesis jurídica de los demandantes referida a que los límites temporales
para la presentación de esta clase de solicitudes se circunscriben a la
actividad de las comisiones escrutadoras auxiliares en “(…) desarrollo
de la audiencia de escrutinios, y antes de que se declare el cierre”, está
llamada a prosperar en consonancia con la jurisprudencia reseñada.
(…). [L]e asiste razón a la parte actora cuando sostiene que ambas
resoluciones le negaron su derecho a la interposición del recurso de
apelación contra la decisión de rechazar sus solicitudes de recuento
por considerarlas extemporáneas y, en consecuencia, se le vulneró la
garantía de la doble instancia, parte esencial de su derecho de defensa
y del debido procedimiento administrativo, a la luz del artículo 74 de la
Ley 1437 de 2011, lo cual reviste carácter sustancial en la medida en
que, contrario al criterio del a quo, las solicitudes que dieron lugar a ellas
sí fueron presentadas en tiempo y, en consecuencia, se habría podido
llevar a cabo el estudio de fondo procedente, en sede de apelación, para
enmendar oportunamente tal error durante el escrutinio sin afectar la
validez de la votación de las mesas referidas. Por tanto, las causales de
nulidad invocadas en el concepto de la violación por infracción de norma
superior, falsa motivación y desconocimiento del derecho de audiencia
o defensa se encuentran demostrados en los términos anteriores.

TESIS 10: En relación con el segundo y tercer grupo de resoluciones,


es decir, aquellas en las que las comisiones escrutadoras de Cali
resuelven rechazar las solicitudes de recuento de votos interpuestas
por el partido político MIRA, por considerarlas infundadas o por no
encontrar acreditada la diferencia alegada, (…) oberva la Sala que la
autoridad electoral infringió lo dispuesto en el artículo 164 del Código
Electoral y la jurisprudencia que lo desarrolla, (…), en cuanto a los
requisitos de procedibilidad de esta clase de solicitudes, específicamente
a la exigencia de su motivación, que se traduce en señalar con precisión
la zona, puesto y mesa en que se presentó la diferencia invocada, la
agrupación política a la que afecta y los guarismos que la configuran.
(…). En consecuencia, contrario a lo expresado en el acto sub examine y
al tenor del inciso segundo de la norma en cita, la petición estaba
debidamente justificada, pues basta con la identificación de la
“diferencia del diez por ciento (10%) o más entre los votos por las listas
de candidatos para las distintas corporaciones públicas que
pertenezcan al mismo partido”, con base en las actas de los jurados de

314
votación, para que surja “el mandato imperativo de realizar el recuento
de votos”, por lo que la Comisión Escrutadora No. 31 del Municipio de
Cali no podía negarlo y, menos aún, requerir el cumplimiento de un
requisito adicional a los previstos por el legislador, cual fue el de
demostrar, argumentativa y probatoriamente, que “(…) en el escrutinio
de mesa realizado por los jurados electorales se incurrió en alguna
irregularidad que pudiera alterar ese resultado afectando los intereses
y derechos de ese partido político”; con lo cual además el examen a su
cargo pasó de ser objetivo a subjetivo, al introducir en el motivo
invocado por el peticionario un elemento volitivo ajeno a este. En este
sentido, es preciso aclarar que tal disparidad porcentual, en sí misma,
no constituye una causal de reclamación, cual fue el tratamiento que
equivocadamente le dio la autoridad electoral, al invocar como
fundamento jurídico de su decisión los artículos 192 y 193 del Código
Electoral y, en tal virtud, exigir que se acreditara un error, voluntario o
involuntario, de los jurados de votación como presupuesto para su
estudio de fondo, cuando en realidad se trata de una causal objetiva de
recuento de votos, que tiene una regulación propia en el artículo 164
ejusdem y una finalidad específica, que consiste en verificar el
escrutinio de mesa realizado por los jurados de votación con miras a
comprobar que su actuación fue correcta o, en caso contrario, corregirla
como garantía de la verdad electoral, la eficacia del voto y la confianza
en los resultados del escrutinio. Así las cosas, la Sección encuentra
probados los cargos por infracción de norma superior, al desconocer
el inciso segundo de esta última disposición jurídica; expedición
irregular, al exigir requisitos de procedibilidad distintos de los
contemplados en la ley; y falsa motivación, por invocar como
fundamento del acto normas que no le eran aplicables. Ahora bien, en
(…) la Resolución No. 01 del 13 de marzo de 2018, la comisión
escrutadora auxiliar del Municipio de Cali rechazó la solicitud de
recuento de la zona 20, puesto 3, mesa 15, formulada por el partido
político MIRA. (…). [S]i bien ambos coinciden en reconocer que la
diferencia de votos obtenidos por las listas de candidatos de dicha
colectividad para Cámara (5) y Senado (6) es de solo uno (1), llegaron a
conclusiones opuestas (…) pues para el peticionario tal diferencia
corresponde a un porcentaje del 83%, y para la autoridad electoral no
alcanza a representar el 10% (sin especificar cuánto), lo que motivó su
rechazo. (…). Así, teniendo en cuenta la votación registrada a favor de
dicha colectividad en la mesa sub examine, se tiene que la disparidad
entre una y otra célula legislativa fue un solo (1) voto. Ahora bien, para
determinar a qué porcentaje corresponde esta cifra es menester

315
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

observa lo siguiente: Los 6 sufragios que obtuvo en el Senado


corresponden al 100% de la votación obtenida por el partido en dicha
mesa (6=100%), de la misma forma en que los 5 votos recibidos en la
Cámara del Valle del cauca corresponden al 100% de su votación en
aquella (5=100 %). Ahora bien, (…) Si 6 votos son iguales al 100 por
ciento, ¿a qué porcentaje equivale 1 voto? En la regla de 3 anterior se
tiene como incógnita el valor de X, el cual representará el porcentaje al
que equivale ese voto, por lo tanto, al despejar la X podemos ver que
ese voto equivale a 16,66 unidades de las 100 que componen el total
de votos, por los decimales se aproxima al 17 %. Con este resultado se
puede concluir que la diferencia de 1 voto en este caso es superior al
10% de la votación total de la corporación con más votos, por
consiguiente, debía realizarse su recuento. Así las cosas, observa la
Sala que si bien tanto el peticionario como la autoridad electoral
erraron al calcular el porcentaje de la referida diferencia de votos, esto
(…) en cambio, para la segunda representó incurrir en la prohibición de
negar la solicitud de recuento cuando se alcance o supere dicho límite
porcentual, tal como se alegó en este caso, y, por ende, la motivación
de su decisión es contraria a la verdad y, en ese orden, se configuraron
los cargos de infracción de norma superior, falsa motivación y
expedición irregular. Finalmente, los 8 actos restantes de la tabla
coinciden en que las comisiones escrutadoras del Municipio de Cali,
que los expidieron, rechazaron las respectivas solicitudes de recuento,
al declararlas infundadas o desestimarlas, con base en un argumento
común que se sintetiza en que no se verificó error o anomalía alguna
ni la diferencia alegada, en los formularios E-14 correspondientes. Lo
anterior evidencia que, una vez más, las autoridades electorales
confundieron tales peticiones consagradas en el artículo 164 del
Código Electoral con las reclamaciones de que tratan los artículos 192
y 193 ejusdem y, por tanto, dieron aplicación a normas distintas de
aquella que gobierna su trámite y decisión, tal como se evidencia de la
lectura de las disposiciones legales invocadas como fundamento
jurídico para su rechazo; más aún, al abordar su estudio de
procedibilidad, las terminó asimilando a reclamaciones por la causal
del numeral 11 de este último precepto, es decir, por error aritmético
en las actas de escrutinio; de ahí que su motivación se centre en la
inexistencia de cualquier equivocación o falta en los datos consignados
en el formulario E-14, cuando esto no fue objeto del reproche o
controversia por el partido político MIRA, que se limitó a poner de
presente el motivo, de carácter objetivo, que conforme a derecho
obligaba a las comisiones escrutadoras a realizar el recuento de votos

316
para descartar cualquier irregularidad en el escrutinio de mesa
realizado por los jurados de votación; no obstante tales autoridades
electorales lo negaron incurriendo en la prohibición del inciso segundo
el pluricitado artículo 164. A su vez, se observa que algunas de estas
comisiones escrutadoras manifestaron también que en las actas de
los jurados de votación no se encontró la diferencia del 10% o más
entre los votos obtenidos por las listas de dicha colectividad para
ambas células legislativas, pero sin aportar información alguna que
soportara tal conclusión contraria a los datos aportados por los
peticionarios y, en consecuencia, se trata de una afirmación sin
sustento amén de contra fática pues va en contravía de la información
sobre los resultados del escrutinio consignada en los formularios E-14
a los que remite de forma genérica sin entrar a especificar la votación
que consta en ellos ni el porcentaje de diferencia correspondientes. Así
las cosas, tales resoluciones están viciadas por infracción de norma
superior, expedición irregular y falsa motivación, teniendo en cuenta
que, tal como se manifestó al comienzo del estudio de este cargo, la
Sala confrontó la información sobre las diferencias de votación
alegadas por la parte actora, con la consignada en los Formularios
E-14 de claveros de las mesas controvertidas y encontró que se
corresponden fielmente, lo mismo que las diferencias porcentuales
consecuentes en la votación obtenida por las listas del partido político
MIRA en ambas células legislativas, que le son desfavorables en la
elección de la Cámara de Representantes. Se concluye entonces que
las 17 solicitudes de recuento analizadas fueron i) presentadas ante la
autoridad competente dentro del término legal, es decir, ante las
comisiones escrutadoras auxiliares de los municipios de Cali y Tuluá,
antes del cierre de la audiencia de escrutinio a su cargo; ii) por las
personas con legitimidad para hacerlo, estos son, los ciudadanos (…),
obrando en calidad de representantes o testigos electorales del partido
político MIRA; y iii) en forma razonada, en cuanto se invocó la diferencia
del 10% o más entre los votos obtenidos por las listas del partido
político MIRA en la Cámara de representantes del Valle del Cauca y el
Senado de la República, identificando la zona, puesto y mesa en que
tuvo lugar y los guarismos que la sustentan. En consecuencia, era
menester conceder los recuentos deprecados, según el inciso segundo
del artículo 164 del Código Electoral, para verificar la corrección del
cómputo de votos realizado por los jurados de votación, como expresión
de los principios de eficacia, transparencia y seguridad del voto para
garantizar la verdad electoral. Por ende, quedó desvirtuada la
presunción de legalidad de las resoluciones que resolvieron

317
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

rechazarlos, bien por extemporáneos, infundados o por desestimar la


disparidad porcentual correspondiente, por infracción de la norma en
que debían fundarse, expedición irregular, falsa motivación y, además,
en el caso específico de las Resoluciones No. 2 y 3 del 13 de marzo de
2018, proferidas por las comisiones escrutadoras auxiliares de Cali y
Tuluá, por desconocimiento del derecho de audiencia y defensa.

TESIS 11: El 12 de abril de 2018, el (…) apoderado del partido


político MIRA, interpuso ante el CNE solicitud de saneamiento de
las causales de nulidad previstas en los artículos 275, numeral
3 y 137, inciso segundo el CPACA, con base en lo dispuesto en los
artículos 237 (parágrafo) y 265 de la Constitución Política, así como
el artículo 12, numeral 8 del Código Electoral, por existir diferencias
del 10% o más entre la votación de las listas de candidatos de dicha
colectividad para la Cámara de Representantes del Valle del Cauca
y el Senado de la República (…). En respuesta, dicha corporación [el
CNE] resolvió rechazar la solicitud. (…). Al respecto, la Sala encuentra
que la petición sub examine se encuentra sustentada en la diferencia
del 10% o más entre el número de votos obtenidos por las listas de
candidatos del partido político MIRA en las elecciones para la Cámara
de Representantes del Valle del Cauca y el Senado de la República
en las mesas reseñadas de los municipios de Cali, Cartago y Tuluá,
lo cual constituye una causal de recuento de votos que prima facie
no tiene el potencial de configurar una irregularidad para motivar
una reclamación ni tampoco un vicio de validez de la elección para
sustentar una solicitud de saneamiento. No obstante, cuando se
formulan las solicitudes de recuento por tal motivo, en forma oportuna
y motivada, por quienes ostentan la legitimidad para hacerlo y, pese
a ello, las autoridades electorales competentes las rechazan o niegan
en doble instancia, siendo obligatoria su realización, se puede llegar
a configurar alguna de las causales genéricas de nulidad contra las
resoluciones respectivas y, entonces, se afectaría la votación total de
las mesas en que se configura tal diferencia porcentual, (…); en tal
circunstancia, se habilita la posibilidad de solicitar su saneamiento,
para que se realice el recuento procedente en sede de escrutinios y
prevenir así la vía judicial. En este orden, como bien señaló el CNE en
el acto acusado, se debe observar que, en el ámbito de las elecciones
del orden departamental su competencia está limitada a obrar como
autoridad de segunda instancia de las decisiones de sus delegados,
en virtud de los recursos de apelación interpuestos en su contra o
de los desacuerdos que se presenten entre ellos, eventos en los que

318
la entidad pasa a estar a cargo de la declaratoria de la elección y
de entregar las credenciales a los elegidos, luego de resolver unos
y otros, de acuerdo con el artículo 187 del Código Electoral, en
concordancia con los numerales 2 y 3 de la Constitución Política.
Por tanto, se reitera lo dicho (…), sin perjuicio de las facultades
atribuidas al CNE por el artículo 256.4 superior, las solicitudes de
saneamiento se deben interponer dentro de la oportunidad señalada
por la organización electoral en el procedimiento de escrutinio, de
manera que la actual debió ser elevada antes del cierre del escrutinio
general, que tuvo lugar el 22 de marzo de 2018; por el contrario, el
partido político MIRA guardó silencio en esta fase, para presentarla
directamente ante el CNE el 12 de abril siguiente, es decir, 21 días
después, mientras tramitaba y resolvía el desacuerdo entre sus
delegados respecto de otras solicitudes, reclamaciones y recursos
diferentes, que le fueron remitidos por ellos mismos para efectos de
desatarlo, como si se tratara de una etapa adicional para interponer
tales mecanismos de contradicción en detrimento de los principios
de celeridad, imparcialidad y seguridad jurídica que deben orientar
las actuaciones de las autoridades electorales. (…). En consecuencia,
se imponía su rechazo, a fin de evitar que la solicitud referida fuera
utilizada para dilatar injustificadamente la declaratoria de elección o
revivir oportunidades procedimentales fenecidas, ante la pasividad de
los candidatos, testigos electorales y representantes de la colectividad
demandante, en el cumplimiento de su veeduría ciudadana sobre los
escrutinios, al no haber formulado este medio de impugnación ante
la Comisión Escrutadora Departamental del Valle del Cauca, como
primera autoridad competente para declarar la elección, antes de la
fecha señalada por tal colegiatura para el cierre de los escrutinios
generales, teniendo en cuenta que estaba dirigida contra las
resoluciones de las comisiones escrutadoras auxiliares y municipales
que rechazaron, en primera y segunda instancia, el recuento de
votos deprecado en las mesas correspondientes. Así las cosas,
aunque el CNE incurrió en algunas inconsistencias conceptuales y
argumentativas, en la motivación de la Resolución E-1561 de 2018,
en particular, estas no tienen la entidad suficiente para desvirtuar la
presunción de legalidad que la reviste, en la medida en que la decisión
de rechazar la solicitud y ordenar el archivo del respectivo expediente
era razonable conforme a los motivos expuestos bajo este acápite,
en aplicación de los principios que rigen el debido proceso electoral,
por lo que la solicitud de saneamiento subjudice no podía tramitarse
con desconocimiento de la regulación de los escrutinios en el orden

319
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

departamental, como pretende la parte actora, y, en consecuencia no


se configuran los vicios de infracción de norma superior, expedición
irregular y falsa motivación alegados contra de dicho acto.

TESIS 12: [E]s preciso empezar por explicar cuál es el contenido,


alcance y modalidades de esta causal objetiva de nulidad electoral,
consagrada en el artículo 275.2 del CPACA, para proceder después
a analizar si se configuró o no el alegado sabotaje del software de
escrutinio, violando las medidas de seguridad informática pactadas en
el Contrato No. 55 de 2017 suscrito entre la UT Soluciones Informáticas
Electorales 2018- UT-SIE 2018 y la RNE y las establecidas por esta
entidad en la Resolución No. 4173 de 2016 y el Oficio No. GSE-900
de 2018. (…). Esta causal específica de nulidad electoral [violencia o
sabotaje contra los sistemas de votación, información trasmisión y
consolidación de los resultados de las elecciones] está consagrada
en el artículo 275, numeral 2º de la Ley 1437 de 2011. (…). Esta
Corporación, abordó detalladamente el análisis dogmático de esta
norma en la Sentencia del 29 de septiembre de 2016, explicando que:
(…) el CPACA incluyó como bienes objeto de protección y cuya afectación
podría viciar la legalidad del acto electoral, “los sistemas de votación,
información, transmisión o consolidación de los resultados de las
elecciones”, lo cual constituye una verdadera novedad, que se explica
en los notorios cambios suscitados entre el tipo de proceso electoral
que se buscaba resguardar hace dos décadas, y el que existe hoy en
día gracias al avance de la ciencia y la tecnología, entre otros ámbitos
del pensamiento, que permiten incorporar otras formas e ingredientes
a la dinámica eleccionaria. (…). Al respecto, en sentencia posterior,
la Sala reiteró tal distinción, a partir de las definiciones construidas
desde entonces, en el marco de este medio de control, que entienden
el sabotaje como: “el daño, deterioro, obstrucción u oposición que, de
manera sutil, engañosa o disimulada se hace sobre las cosas con el
objetivo de materializarse en alteraciones del proceso electoral, que
no involucran el uso de la fuerza sino que obedecen a maniobras
subrepticias que buscan destruir u obstruir el proceso eleccionario”;
y la violencia como “aquella acción que implica el uso de la fuerza
física o psicológica que emplea un tercero ajeno al proceso electoral
sobre los instrumentos que hacen parte de él, que puede darse ya sea
contra las personas o contra las cosas”. A su vez, incluyó el estudio
de algunos aspectos específicos relacionados con estos sistemas
de información utilizados en las elecciones, que se constituyen en el
objeto de protección de esta causal para salvaguardar la voluntad del

320
elector. (…). Adicionalmente, la Sala enunció en aquella oportunidad,
a manera de ejemplos, algunas de las conductas con el potencial
de afectar la verdad de la información electoral contenida por un
sistema informático sin necesidad de demostrar las modificaciones
o alteraciones incluidas en sus datos, pues en tales eventos la sola
intromisión implica la ruptura de los filtros de seguridad del software
correspondiente lo que afecta per se su confiabilidad al punto de
constituir también un delito, entre ellas destacó el: i) Espionaje
informático: invasiones no autorizadas en instalaciones y programas
e investigaciones de datos ajenos. ii) Sabotaje informático: deterioro
o destrucción de datos, acción orientada a dañar, inutilizar o destruir
equipos, datos, programas o información. Puede darse mediante el
método del sabotaje físico, que consiste en la destrucción o deterioro
del equipo físico a través de acciones como el incendio o la destrucción
de las instalaciones donde se encuentran los equipos informáticos o
hardware, o mediante métodos de sabotaje lógicos, como el uso de
programas destructores que pueden borrar grandes cantidades de
datos en un tiempo corto, como las denominadas “bombas lógicas”,
el método “Caballo de Troya”, los virus informáticos, denominados
programas gusanos o “worms”, cracker, pishing, sniffing y spaming.
iii) Manipulaciones informáticas: alteración de datos con el fin de
influir en el resultado del procesamiento de los mismos. iv) “Hurto
de tiempo”: utilización no autorizada de tiempo de procesamiento
de un ordenador. Señalado lo anterior, es pertinente concluir con lo
expresado por esta Sala en la Sentencia del 11 de marzo de 2021, en
cuanto a mencionar que en los comicios legislativos para el periodo
2018-2022, se usaron dos versiones del software: “Kronos Voting
V.0.9.1.5.0.8. y TVote V.1.136”, que corresponden a la categoría de
“software de aplicación”, desarrollados por contratistas externos de
la RNEC, con el fin de ejecutar, controlar y consolidar la información
de los escrutinios, siendo el primero de ellos el que se encontraban
instalado en los computadores de las comisiones escrutadoras de la
circunscripción territorial del Valle del Cauca.

TESIS 13: La parte actora sostuvo que durante el procedimiento de


escrutinio para la elección de la Cámara de Representantes en el Valle
del Cauca se presentaron irregularidades en la aplicación de los
protocolos de seguridad informática (…), los cuales quedaron en
evidencia en los archivos LOG generados por el software de aplicación
Kronos Voting V.0.9.1.5.0.8. (…). Ahora bien, para acreditar su dicho, la
parte actora solicitó la práctica de una inspección judicial, acompañada

321
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de perito, con el fin de determinar posibles alteraciones en el código


fuente, interceptación de información, intrusión remota no autorizada,
intervención o manipulación del sistema por personas no autorizadas,
en horarios no establecidos y demás irregularidades alegadas. (…). En
ese orden, se encontró viable incorporar al plenario, con carácter de
prueba pericial, el informe (…) allegado por los ingenieros (…) del Grupo
de Informática Forense del Cuerpo Técnico de Investigaciones- CTI de
la Fiscalía General de la Nación- FGN, documento que se puso a
disposición de las partes mediante auto de 11 de octubre de 2019,
debidamente ejecutoriado. Respecto de los puntos restantes, en virtud
del artículo 174 del CGP, a solicitud de la agente del Ministerio Público
y con el acuerdo de las partes, se ordenó el traslado del informe pericial
decretado por el despacho de la Magistrada Lucy Jeannette Bermúdez
Bermúdez y rendido por el Grupo de Informática Forense del CTI de la
FGN, dentro del proceso 11001-03-28-000-2018-00081-00. (…). De lo
expuesto con anterioridad, la Sala llega a las siguientes conclusiones:
En cuanto al punto número (i) del dictamen pericial, esto es, el
relacionado con “Determinar si el software contratado incumplió con
los protocolos de seguridad establecidos en el contrato 55 de 2017
celebrado por la RNEC y contemplados en la Resolución 4173 de 20 de
mayo de 2016” se advierte que, de conformidad con el informe rendido
por los expertos del CTI, el Software Kronos utilizado para los
escrutinios en el Departamento del Valle del Cauca, sí satisface tales
exigencias, lo que conlleva a que se desestimen las pretensiones del
actor frente a este cargo principal, al no haber demostrado ninguno de
los actos de sabotaje alegados, los cuales fueron desvirtuados uno a
uno en los informes periciales (…). Resulta del caso precisar que la
vulneración alegada por la parte actora se fundamenta en una aparente
manipulación del software que, en su dicho, implicaba el incumplimiento
del contrato y sus protocolos de seguridad, lo que no se corresponde
con la realidad, toda vez que tal hallazgo no implica necesariamente
que el sistema de votación, información, trasmisión o consolidación de
los resultados de las elecciones a la Cámara de Representantes del
Valle del Cauca haya sido objeto de sabotaje, pues como ya se indicó, el
software no poseía ninguna limitación técnica ni contractual que lo
obligara a restringir su funcionamiento en una franja de tiempo
determinada y, además, no se logró probar algún tipo de fraude.
Adicional a lo anterior, los expertos del CTI resaltaron, en su informe,
que las únicas personas autorizadas para realizar cambios eran los
miembros de las comisiones escrutadoras, quienes tenían una
contraseña de activación única por comisión y para registrar

322
modificaciones debían encontrarse de acuerdo y autorizarlas mediante
autenticación biométrica. Así mismo, expresan que durante el
desarrollo de su experticia encontraron que el software exige también
tal autenticación para realizar diversas tareas sensibles. (…). En
consecuencia, no existe prueba o convergencia de indicios que tengan
la entidad suficiente para demostrar que el software Kronos utilizado
por la Registraduría Nacional del Estado Civil en las elecciones para el
Congreso de la República 2018-2021 haya sido objeto de sabotaje, en
cuanto la sola circunstancias de que el escrutinio se extienda unos
minutos más allá del horario establecido no acarrea per se su nulidad,
tal como lo ha sostenido la Sala en otros casos. (…). Lo anterior, sin
embargo, no obsta para que la Sección considere la necesidad de
realizar un nuevo exhorto a la autoridad electoral, con el fin de que
incluya en los términos y condiciones de los contratos futuros
relacionados con el software correspondiente, las reglas temporales
establecidas en el artículo 41 de la Ley 1475 de 2011, tal como hiciera
en las sentencias del 8 de febrero de 2018 y 11 de marzo de 2021, para
efectos de que se cumplan con rigor los horarios del procedimiento de
escrutinio fijados por el legislador, lo que permite un mayor control de
la actuación de las autoridades electorales, en general, y de los
registros electorales, en particular. En cuanto al numeral 10, esto es, la
presunta vulneración del numeral 30 del Contrato 055 de 2017,
relacionado con que el software “No registra todas las novedades que
se presentaron durante el desarrollo del escrutinio”, los peritos indican
que el software sí registra en el log de auditoría eventos tales como:
generación y restauración de backups, cambios de miembros de la
comisión escrutadora, mesas escrutadas y la impresión de informes,
los cuales estaban establecidos puntualmente en el contrato. Sin
embargo, precisan que no se pudo determinar un registro estándar
que indique de forma específica el cambio de contraseña. Frente al
tema, considera la Sala que el software cumple con las especificaciones
de seguridad informática del contrato, en tanto el mismo hace un
recuento o especificación de cada una de las actividades que deban
registrarse en el log del sistema, ello pese que no se pudo especificar
si existía un mecanismo a través del cual se pudiera verificar el cambio
de contraseñas. En relación con el númeral 1, esto es, que el software
no registra porcentaje, versión ni código de seguridad (hash) de los
archivos básicos, concluyen los expertos en su informe que el sistema
cumple parcialmente con el requerimiento del contrato en tanto no se
registra porcentaje, versión ni código de seguridad (hash) de los
archivos básicos. Sin embargo, sí registra el proceso de cargue de los

323
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

mismos con el mensaje “SE APLICÓ ACTUALIZACIÓN ‘CERO.zip’” en


donde se puede ver la fecha y hora del evento. La Sala considera, que
el cumplimiento parcial de este requerimiento no tiene la entidad de
constituir una vulneración a la seguridad del software, pues sólo
permite probar que hubo un posible incumplimiento contractual en
cuanto a la exigencia de registrar el porcentaje de carga y el valor hash
respectivo, más no es prueba de sabotaje o intromisión no autorizada
o ilegal al sistema informático. Evidencia de lo expuesto es que, dentro
del informe pericial, quedó claro que en las pruebas realizadas por los
peritos, se trató de reemplazar en la carga de archivos básicos, un
archivo con el hash modificado y el sistema detectó que no era el
correcto y, por tanto, no permitió seguir adelante hasta que se cargó el
archivo con el hash correspondiente. Además de esto, trató de subirse
un archivo con el mismo nombre pero que pertenecía a otra comisión
y el sistema tampoco lo permitió, esto es, que aun cuando no se registró
el código hash y el porcentaje de carga, el software sí cuenta con
mecanismos internos de seguridad que le permiten validar si están
tratando de suplantar un archivo verdadero o si se trata de un elemento
externo al que fue programado para admitir. En relación con el numeral
6, con el que se pretendía establecer si “la empresa contratada para
hacer la auditoría al sistema efectivamente obtuvo resultados positivos
en el cumplimiento de su labor, o si por el contrario, se hicieron
hallazgos de imperfecciones o posibles fallas del sistema antes de su
utilización, enmarcadas en las tipologías de sabotaje anteriormente
señaladas” se precisa por los peritos que “[este se basó en] las
diferentes pruebas realizadas sobre el portal web y aplicación móvil y
no sobre pruebas realizadas sobre el software KRONOS que fue
instalado en los equipos portátiles de las comisiones escrutadoras,
motivo por el cual no se genera concepto alguno por parte del Grupo
de Informática Forense de la Fiscalía General de la Nación en el
presente informe”. En este orden, la Sala no cuenta con elementos que
le permitan arribar a una conclusión favorable a las pretensiones del
actor y que conlleven a la prosperidad del cargo alegado, toda vez que,
como se expresa en el documento en cita, no hubo auditoria para el
software de escrutinio, sino que esta fue sobre los centros de
consolidación de datos y el portal web, por lo que no hay prueba que
permita determinar si el sistema de escrutinio tenía imperfecciones o
fallas antes de su utilización y puesta en marcha. Por otra parte, (…),
pese a los esfuerzos del Despacho sustanciador para practicar la
inspección judicial acompañada de perito a fin de determinar posibles
alteraciones en el código fuente, interceptación de información,

324
intrusión remota no autorizada, intervención o manipulación del
sistema por personas autorizadas en horarios no establecidos, las
entidades públicas llamadas a colaborar con su práctica manifestaron,
por diferentes motivos, la imposibilidad material de realizar el
acompañamiento en las pruebas de vulnerabilidad. En virtud de lo
anterior, se ordenó el trasladar el informe pericial rendido por el Grupo
de Informática Forense del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la
Fiscalía General de la Nación dentro del proceso 11001-03-28-000-
2018-00081-00, en el que los peritos concluyeron que el software sí
ofrece condiciones de seguridad para el acceso y registro de datos
electorales, en cuanto que: “las aplicaciones generan y validan backups
cada vez que se cierra e inicia el sistema, estos backups se guardan
cifrados y se les calcula un valor hash”. Así mismo afirman que la
vulneración del control de acceso u obtención de credenciales de
autenticación sería altamente complejo e improbable, ya que requeriría
no solo una sino 3 credenciales - una por cada miembro de la comisión-
y que, para realizar un ataque de fuerza bruta, el atacante requeriría
entre 3.5 días a 2 años dependiendo del hardware que utilice.
Finalmente, sostienen que según registros en el sistema Kronos los
logs de intentos fallidos -intentos de autenticación que no fueron
posibles por error en contraseña y/o huella- sí pueden ser generados
y, dentro de estos, no se detectaron ingresos ilegales. Lo anterior, le
permite a la Sala concluir que no se logró probar algún acto de
manipulación, orientado a alterar y/o modificar de manera injustificada
los resultados electorales como consecuencia de la no aplicación de
los protocolos establecidos para el manejo de seguridad informática,
convenidos en el contrato 055 de 2017 y la Resolución 4173 del 20 de
mayo de 2016, debido a que no se advierte vicio alguno en el proceso
de escrutinio de las elecciones al Congreso de la República 2018-2022,
específicamente, para la Cámara de Representantes del Departamento
del Valle de Cauca. (…). En consecuencia, tampoco los subcargos
elevados están llamados a prosperar, en cuanto los tres partían del
elemento común referido a la existencia de sabotaje del software de
escrunio, lo cual ha quedado descartado con base en la prueba técnico-
científica recogida, en línea con lo manifestado por esta Sala en la
providencia en cita y lo solicitado por el Ministerio Público en su
concepto.

TESIS 14: Estos [subcargos por sabotaje al software de escrutinio


Kronos Voting V.0.9.1.5.0.8 utilizado en el Valle del Cauca, por
vulneración de los protocolos de seguridad] se sintetizan en: i) la

325
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

supuesta manipulación indebida del sistema de información,


trasmisión y consolidación de los resultados de la elección; ii) la avería
del computador utilizado por la comisión escrutadora auxiliar de la
zona 2 del Municipio de Buga y la solución, que rompieron los protocolos
de seguridad y la cadena de custodia procedentes; y iii) el registro
irregular de un mayor número de votos que de votantes y alteración
del número de sufragantes que consta en los archivos LOG. (…). Al
respecto, la Sala reitera que, de conformidad con los informes rendidos
por los expertos del CTI, el Software Kronos utilizado para los
escrutinios en el Departamento del Valle del Cauca se ajustó a los
parámeros de seguridad informática del contrato y la Resolución 4173
de 20 de mayo de 2016, expedida por la Registraduría Nacional del
Estado Civil. En relación con la solicitud de saneamiento que presentó
el apoderado de dicha colecividad (…) se debe reiterar lo dicho atrás en
cuanto a que en las elecciones populares por circunscripción territorial,
el CNE obra como autoridad de segunda instancia de las comisiones
escrutadoras departamentales, para conocer de las apelaciones contra
las decisiones de sus delegados y desatar los desacuerdos entre ellos,
eventos en los cuales le corresponde declarar la elección (art. 187 CE
en consonancia con el artículo 265, numerales 3 y 4 de la C.P.). En
consecuencia, en el presente asunto el CNE estaba obrando como
segunda instancia de la Comisión Escrutadora Departamental del Valle
del Cauca, en el marco de las solicitudes de saneamiento, reclamaciones
y apelaciones formuladas ante aquella, antes del cierre del escrutinio
respectivo, que tuvo lugar el 22 de marzo de 2018. (…). [L]a solicitud de
saneamiento objeto de controversia fue radicada el 10 y ampliada el 12
de abril de 2018 ante el Consejo Nacional Electoral; por ende se
imponía su rechazo como en efecto se resolvió en dicho acto
administrativo, solo que con base en las razones equivocadas, en
cuanto se le dio el trámite de una reclamación, en aplicación de los
artículos 167, 192 y 193 del Código Electoral, así como el principio de
preclusividad que no es aplicable a ellas, como ya se explicó al estudiar
el cargo anterior. Pese a lo anterior, tal error no tiene la virtualidad de
afectar su validez, en cuanto la conclusión y decisión fueron acertadas,
por lo que se mantiene incólume su legalidad. (…). La parte actora
alega que el día 16 de marzo de 2018, durante el desarrollo de los
escrutinios, dejó de funcionar el computador utilizado por la comisión
escrutadora de la Zona 2 del Municipio de Buga, por lo que la empresa
contratista UT SIE 2018 decidió extraer su disco duro para instalarlo en
otro, tal como se advierte en el Acta 001 de esa misma fecha, suscrita
por dicha autoridad electoral. (…). Como consecuencia de esta

326
irregularidad, el partido político MIRA formuló el 19 de marzo de 2018,
por intermedio de la apoderada Elizabeth Aquite, una solicitud de
saneamiento ante la Comisión Escrutadora Departamental del Valle
del Cauca, la cual fue remitida al Consejo Nacional Electoral, corporación
que la rechazó por extemporánea en el Acuerdo 004 de 2018, luego de
considerar que como tal irregularidad había tenido lugar en el
escrutinio auxiliar, era en esa fase en la que debió interponerse, en
virtud del principio de preclusividad. Adicionalmente radicó otra en el
mismo sentido el 10 de abril de 2018 directamente ante el Consejo
Nacional Electoral, la cual fue decidida en la Resolución E-1561 de 16
de julio de 2018 también en el sentido de rechazarla por extemporánea
con base en igual razonamiento. (…). [S]i bien dicha entidad acertó al
rechazar la solicitud del 10 de abril de 2018 por medio de la Resolución
E-1561 de 2018 -aunque motivado por normas que no eran aplicables
al caso-, erró al hacer lo propio con la del 19 de marzo anterior, a
través del Acuerdo No. 004 de 2018, por cuanto esta sí había sido
interpuesta oportunamente frente a sus delegados, antes del cierre
del escrutinio general que tuvo lugar el 22 de marzo siguiente, quienes
por desacuerdo sobre la forma de tramitarla y resolverla, resolvieron
remitirla a la máxima autoridad electoral para su decisión. En
consecuencia, como el CNE no entró a estudiarla de fondo sino que
equivocadamente la rehazó por extemporánea, la Sala entrará a
analizar si se configuró o no la irregularidad señalada por la
peticionaria. (…). Así las cosas, frente a la falla del sistema ocurrida en
el equipo descrito como HP Intel Core l7/7G, con serial SND75126TW,
(…) en presencia de representantes la Registraduría Nacional del
Estado Civil, testigos electorales de los partidos políticos MIRA y Centro
Democrático y la Procuradora 76, la empresa contratista recomendó y
procedió a la extracción del disco duro para instalarlo en el equipo HP
Intel Core l7/7G, con serial SND75126YZ, (…) de acuerdo con lo previsto
en el numeral 18 del Contrato 055 de 2017 en cita, sobre la forma de
proceder en caso de presentarse alguna falla en los equipos de
cómputo usados en los escrutinios. No obstante, posterior a su
encendido, este equipo presentó las mismas anomalías que el anterior,
por lo que, luego de informar a la mesa de ayuda sobre el asunto [se
dispuso] que sea puesto en un computador diferente a la firma, se
realize el procedimiento en concurso de la Registraduría y los técnicos
de la firma, obteniendo un resultado positivo, logrando de esta manera
rescatar la información depositada durante los escrutinios. (…). Esta
labor, fue realizada entonces de forma segura, de acuerdo con los
protocolos de seguridad que rigen el Contrato No. 55 de 2018, las

327
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

recomendaciones de la mesa de ayuda y los expertos informáticos de


la firma contratista, de forma pública y con la presencia, como garantes,
de funcionarios de la Registraduría y la Procuraduría y la veeduría
permanente de los testigos electorales, incluido el apoderado del
partido político MIRA, quien también suscribió el acta en cita, sin dejar
constancia de anomalía o irregularidad alguna observada durante este
procedimiento de reemplazo de equipos para la ejecución correcta del
software de los escrutinios, de modo tal que los elementos probatorios
aportados al proceso acreditan la fiel custodia de los ecursos técnicos
para el debido manejo de la información electoral en la Zona 2 del
Municipio de Buga, con plenas garantías de transparencia e
imparcialidad, para asegurar la verdad electoral y la eficacia del voto,
de modo tal que no se configuró la causal de nulidad deprecada. (…). La
parte actora solicita la exclusión de 93 mesas, que corresponden a
diferentes municipios del Departamento del Valle del Cauca, en los
que, por sabotaje a los sistemas de información, transmisión o
consolidación de los resultados electorales “… se afectó la verdad,
registrando modificaciones injustificadas en la votación en la que el
número de votos supera el número de sufragantes”. (…). Así las cosas y
atendiendo el concepto emitido por los expertos en informática, es
dable concluir que el software garantizó las medidas de seguridad
informática, en los términos del Contrato 55 de 2017 y que frente al
supuesto registro de más votos que votantes, aquel generaba una
alerta de seguridad que advertía a las comisiones escrutadoras sobre
la existencia de tal irregularidad, por lo que es dable concluir que no se
configuró sabotaje, por cuanto no se demostró la manipulación del
sotware, en cuanto a los datos del escrutinio que alegó la parte actora
en este punto. (…). Respecto del argumento que se centra en el sabotaje
del sistema de votación, información, trasmisión o consolidación de los
resultados de las elecciones, por alteración del número de sufragantes
que consta en los LOG, se insiste en las conclusiones anteriores, en
relación con los informes rendidos por los peritos sobre la materia,
con base en las cuales se deduce que no hubo manipulación indebida
del software de escrutinio, el cual brindó las condiciones de seguridad
informática previstas en el Contrato 55 de 2017 y la Resolución No.
4173 de 2018 y, en particular, en cuanto al eventual ingreso de más
votos que votantes, generaba una alerta que le avisaba automáticamente
a la comisión escrutadora de tal circunstancia. Asimismo, en relación
con la solicitud de saneamiento radicada el 10 y ampliada el 12 de abril
de 2019 ante el CNE, se reiteran los argumentos expuestos en cuanto
a la interpretación y alcance restrictivo que debe darse a su potestad

328
consagrada en el artículo 265, numeral 4 de la Constitución Política, en
concordanciaa con lo señalado en el artículo 237 ejusdem para la
presentación de este mecanismo de contradicción en el procedimiento
del escrutinio. (…). En efecto, teniendo en cuenta que se trata de una
elección departamental cuya declaratoria, en principio, estaba en
cabeza de los delegados del CNE, aquella petición debió elevarse ante
la Comisión Escrutadora del Valle del Cauca antes del cierre de los
escrutinios, acaecido el 22 de marzo de 2018, más no después ante el
CNE, lo que constituye una maniobra dilatoria que desquicia el diseño
de este procedimiento en el nivel territorial, puesto que en consonancia
con la jurisprudencia citada sobre este punto, la competencia del CNE
en estos casos se activa como segunda instancia de las decisiones
tomadas por sus delegados, bien por vía de apelación o por desacuerdo
entre ellos, pero no por vía directa, en cuanto no se trata de una etapa
adicional que permite formular nuevas solicitudes y reclamaciones.
(…). En virtud de lo expuesto, este subcargo también ha de despacharse
desfavorablemente a las pretensiones de la parte actora.

TESIS 15: [E]ste vicio de nulidad [la falsa motivación] se constata


cuando la decisión ha sido construida con base en hechos que no
han ocurrido, cuando se apoya en disposiciones jurídicas que no
existen o cuando los fundamentos fácticos y/o jurídicos se apartan
de la verdad. Descendiendo al caso en concreto, se tiene que el 23
de marzo de 2018, el partido político MIRA presentó una solicitud
de saneamiento de nulidades electorales ante el Consejo Nacional
Electoral. (…). La irregularidad descrita por la parte actora se
encuentra entonces enmarcada dentro de las causales de reclamación
previstas en el artículo 192 del Código Electoral, específicamente en
su numeral 11. Respecto de la oportunidad para presentar estas
reclamaciones el artículo 193 de ese mismo compendio normativo
[regula lo correspondiente]. (…). Conforme a lo expuesto en los hechos,
se encuentra que el partido político MIRA presentó la solicitud de
saneamiento por errores aritméticos ante el Consejo Nacional Electoral,
cuando lo que correspondía era hacerlo por vía de reclamación
ante los jurados de votación o comisiones escrutadoras auxiliares o
municipales del primer nivel, por tratarse de irregularidades acaecidas
en el escrutinio de mesa, específicamente en los formularios E-14,
más no directamente ante la máxima autoridad electoral, en virtud del
principio de preclusividad. Esta circunstancia está en concordancia
con la motivación de la Resolución E-1561 de 2018, en cuanto
expone que: “Conforme con el artículo 193 del Código Electoral, las

329
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

reclamaciones de que trata el artículo 192 ibídem podrán presentarse


por primera vez durante los escrutinios que practican las comisiones
escrutadoras distritales, municipales o auxiliares, o durante los
escrutinios generales que realizan los Delegados del Consejo Nacional
Electoral (dependiendo del momento en que se hubiese presentado
la irregularidad)”. (…). Por lo anterior y como el parágrafo del artículo
237 de la Constitución Política de Colombia establece la exigencia de
agotar el requisito de procedibilidad previo a acudir a la Jurisdicción
Contenciosa, se concluye que este precepto regula situaciones fácticas
diferentes a las analizadas en el presente caso y en tal virtud no
puede ser aplicable al no establecer la oportunidad en la que deben
ser interpuestas las reclamaciones por error aritmético, circunstancia
que sí ocurre con el citado artículo 193 del Código Electoral. Como esta
norma electoral establece que la reclamación debe ser presentada
durante los escrutinios de mesa que realizan los jurados de votación o
ante las comisiones escrutadoras auxiliares, municipales o distritales
de primer nivel y no ante el Consejo Nacional Electoral, se concluye
que el apoderado invocó su petición ante una autoridad que carecía
competencia y cuando ya había pretermitido la oportunidad para ello,
circunstancia que mantiene incólume la legalidad de la decisión sub
judice. En este orden, la Sala encuentra oportuno reiterar lo expresado
en las consideraciones generales de este proveído sobre los medios
de impugnación de las decisiones que adoptan las autoridades
electorales en el desarrollo de las distintas etapas del procedimiento
de escrutinio, para efectos de diferenciar entre solicitudes de recuento,
reclamaciones y solicitudes de saneamiento. De la anterior distinción,
se deduce que la solicitud sub examine se encuentra sustentada en la
diferencia entre el total de sufragios por partido, respecto a la sumatoria
de los votos por candidatos y por la lista del partido político MIRA, lo
cual constituye una causal de reclamación que no tiene el potencial de
configurar per se un vicio de validez de la elección salvo que se hubieran
presentando en debida forma las reclamaciones correspondientes y
estas hubieran sido rechazadas o desestimadas en forma injustificada
por la autoridad electoral, lo cual no sucedió en este asunto; en cuanto,
dicha colectividad, en lugar de reclamar ante los jurados de votación
o las comisiones escrutadoras del primer nivel, presentó una solicitud
de saneamiento ante la Comisión Escrutadora Departamental del Valle
del Cauca, el 23 de marzo de 2018, esto es, al día siguiente del cierre del
escrutinio general en contra de la jurisprudencia de la Sección citada
en el numeral 4 de este proveído sobre la diferencia entre la causal
de reclamación por error aritmético del artículo 192.11 del Código

330
Electoral y la causal de nulidad electoral por falsedad en documentos
electorales del artículo 275.3 del CPACA. En consecuencia, se imponía
su rechazo por extemporaneidad, en aplicación del principio de
preclusividad, tal como lo sustentó el CNE en el acto acusado, a fin de
evitar que este mecanismo de contradicción fuera utilizado para dilatar
injustificadamente la declaratoria de elección o revivir oportunidades
procedimentales fenecidas durante el escrutinio, ante la pasividad de
los candidatos, representantes de los partidos y testigos electorales,
en el cumplimiento de su veeduría ciudadana sobre el resultado de las
elecciones populares. Así las cosas, aunque el CNE incurrió en algunas
inconsistencias conceptuales y argumentativas, en la motivación de
la Resolución E-1561 de 2018, estas no tienen la entidad suficiente
para desvirtuar la presunción de legalidad que lo reviste, en cuanto
la decisión de rechazar la solicitud, en aplicación de los principios
de publicidad y preclusividad procedentes en virtud de la causal en
que se sustentó aquella, la cual no corresponde a una de nulidad
electoral sino de reclamación, por lo que el escrito elevado ante el CNE
no podía tenerse como una solicitud de saneamiento y, por ende, su
trámite y decisión no debía fundarse en el artículo 237 -parágrafo-,
tal como lo pretende la parte actora, sino en los artículos 192 y 193
del Código Electoral, con base en los cuales imperaba su rechazo por
extemporánea, tal como se resolvió en el acto acusado, de modo tal
que no se configura el vicio de falsa motivación invocado.

TESIS 16: [S]e debe precisar que no es dable predicar la configuración


del vicio de expedición irregular invocando para ello el trámite dado a
un acto distinto del que se acusa, menos aún, cuando no se demuestra
que exista identidad entre ambos, en cuanto dicha causal genérica
de nulidad alude a los defectos configurados en su formación que
vulneran el debido proceso, sobre lo que no existe argumento o prueba
alguna aportada por la parte actora y, en consecuencia, esta acusación
no está llamada a prosperar. Lo anterior, resulta aún más evidente
teniendo en cuenta que la solicitud de saneamiento presentada el
5 de abril de 2018 versó sobre la ausencia de dos o más firmas de
jurados de votación en los formularios E-14 de claveros de la mesa
2, puesto 51, zona 99 municipio de Buenaventura y la mesa 1, puesto
2, zona 2 del municipio de Cerrito del Departamento del Valle del
Cauca, mientras que la interpuesta, radicada y ampliada el 23, 27 y
28 de marzo del mismo año se fundó en la «…diferencia injustificada
de 360 votos entre el total de votos por partido, respecto a la suma de
los votos por candidatos y votos por la lista del mismo partido en el

331
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

E-14, en 73 mesas, correspondientes a 134 registros», situación que


se enmarca en la citada causal de reclamación dispuesta en el artículo
192.11, precepto que dispone que esta procede: «11. Cuando aparezca
de manifiesto que en las actas de escrutinios se incurrió en error
aritmético al sumar los votos consignados en ella», razón por la cual
ni los hechos ni los fundamentos jurídicos guardan analogía estricta
ni permisiva, tornando en inviables los parámetros de comparación,
amén que no se aportó la solicitud formulada por la señora (…) y, por
tanto, no se puede alcanzar certeza sobre los argumentos en que fue
sustentada. Adicionalmente se debe considerar que la jurisprudencia
invocada por el actor la cual, según su dicho, define los criterios que
deben acreditar las solicitudes de saneamiento de nulidad electoral
para ser conocidas de fondo por las autoridades electorales, analiza
realmente una situación disímil a la expuesta por el demandante. (…).
Conforme a lo expuesto, la circunstancia de verificar si se agotó o no el
requisito de procedibilidad en un caso particular -equivalente en este
caso a solicitar el saneamiento de nulidades electorales, conforme
al parágrafo del artículo 237 de la Constitución Política-, difiere de la
oportunidad para presentar reclamaciones que prevé el artículo 193
del Código Electoral y, por tal razón, la jurisprudencia invocada no
puede ser considerada a efectos de analizar el rechazo de la solicitud
de nulidad por extemporánea, en cuanto esta correspondía a una
reclamación en virtud de la causal consagrada en el citado artículo
192.11 del Código Electoral, por lo que estaba regida por el principio
de preclusividad de los escrutinios, tal como se explicó en el acápite
anterior y, en consecuencia, el vicio de expedición irregular tampoco
tiene vocación de prosperidad y debe ser denegado. Por último, la
Sala considera que como consecuencia del estudio realizado frente
a las causales genéricas de nulidad del acto acusado no hay lugar a
abordar el estudio del cargo específico de nulidad electoral alegado
en su contra, en cuanto como quedó demostrado la irregularidad en
que se funda se inscribe en la causal de reclamación del artículo
192.11 del CE más no configura la causal de nulidad electoral del
artículo 275.3 del CPACA, como pretende encajarla forzosamente
la parte actora, en contra de tales disposiciones y la jurisprudencia
reseñada en las consideraciones generales de este proveído, que fija
comparativamente el alcance de una y otra norma.

TESIS 17: Sobre esta causal de nulidad esta Sala Electoral ha


expuesto que la falsedad en los documentos o registros electorales
se puede configurar bajo diferentes formas, una de las cuales se

332
configura cuando en una determinada mesa de votación resulta
un mayor número de sufragios en los formularios E-14 y E-24 con
respecto al número de electores que se registró en el formulario E-11
o lista y registro de votantes. (…). observa la Sala que [la] petición fue
formulada expresamente por el apoderado del partido político MIRA
con base en la causal de reclamación por error aritmético, por lo que
en virtud del principio de congruencia el CNE le dio trámite como tal, en
aplicación de los artículos 192 y 193 del CE, señalando entonces que
la oportunidad para presentarla: «(…) corresponde al momento preciso
de los escrutinios primeramente municipales y posteriormente en
los escrutinios departamentales», teniendo en cuenta los principios
de publicidad y eventualidad. Como la parte actora respecto de este
cargo reitera que las autoridades electorales debieron atender el
contenido normativo del parágrafo del artículo 237 Constitucional,
precepto que prevé que: «Para ejercer el Contencioso Electoral ante
la Jurisdicción Administrativa contra el acto de elección de carácter
popular cuando la demanda se fundamente en causales de nulidad por
irregularidades en el proceso de votación y en el escrutinio, es requisito
de procedibilidad someterlas, antes de la declaratoria de elección, a
examen de la autoridad administrativa correspondiente (…)», enfatiza
la Sala que este contenido normativo regula una circunstancia disímil a
la que motivó el presente asunto, consistente en definir la oportunidad
procesal en la que deben presentarse las reclamaciones enlistadas en
el artículo 192 del código electoral, plazo que se encuentra previsto
en el artículo 193 ejusdem. Revisado el plenario, se encuentra que el
Partido Político MIRA radicó ante la Comisión Escrutadora General del
Valle del Cauca 43 solicitudes de saneamiento de nulidades, las cuales
fueron decididas de forma oportuna. Posteriormente y ante esa misma
autoridad electoral, puso en evidencia una diferencia de 9.956 votos
respecto a los sufragantes registrados, petición que no fue recibida
ni tramitada por la Comisión Escrutadora General al formularse por
fuera del plazo señalado para tal efecto, es decir, una vez se cerró
el escrutinio correspondiente. Por tal razón el apoderado del partido
Político MIRA, (…), radicó un requerimiento ante el Consejo Nacional
Electoral (…), en el que expresó que identificó error aritmético en varias
mesas de ese departamento referente a más votos que votantes,
encontrando una diferencia global de 9.956 votos. Posteriormente,
el 27 de marzo, (…), allegó un nuevo escrito con el asunto «alcance,
aclaración y precisión del oficio radicado CNE corresp, mar 23 2018»,
en el que se limitó a reiterar lo dicho al respecto y lo propio hizo en
el memorial que elevó al día siguiente, a las 12:45 horas, rotulado:

333
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

«Entrega de saneamiento de nulidad electoral», es decir que en


ninguno de tales escritos planteó la causal de nulidad por falsedad
en los documentos electorales del artículo 275.3 del CPACA y, en tal
virtud, la autoridad electoral razonablemente no entró a analizarla
bajo aquella sino según la argumentación esbozada a partir del
error aritmético invocado. Conforme a lo expuesto y reiterando las
consideraciones planteadas al estudiar el cargo anterior, se concluye
que la norma aplicable para determinar la oportunidad para presentar
las causales de reclamación enlistadas en el artículo 192 del Código
Electoral, es la prevista en el artículo 193 ejusdem, mientras que para
las causales de nulidad electoral enumeradas en el artículo 275 del
CPACA es la establecida en el parágrafo del artículo 237 superior, de
conformidad con las reglas establecidas por la organización electoral
en el procedimiento de escrutinio. En este caso, el CNE dio aplicación
la normas señaladas del Decreto 2241 de 1986, de conformidad con
los términos en que se presentó la solicitud de saneamiento por parte
del partido político MIRA, como error aritmético, por lo que en efecto
procedía su rechazo por extemporánea sin que se pueda reprochar por
falsa motivación o expedición irregular el acto acusado.

TESIS 18: Considera el demandante que (…) mientras la solicitud de


saneamiento bajo estudio se rechazó por extemporánea, mediante la
Resolución E-1561 de 2018, habiendo sido presentada el 23 de marzo
de 2018, (…) hubo otra solicitud de saneamiento formulada por el
mismo partido político MIRA el 5 de abril del mismo año que, pese a ser
posterior, sí fue conocida y resuelta de fondo por el CNE, en el sentido de
acoger lo pedido y, en consecuencia, se ordenó excluir la votación de la
mesa 2, puesto 51, zona 99 del municipio de Buenaventura y la mesa 1,
puesto 2, zona 2, por cuanto los formularios E-14 correspondientes no
estaban suscritos por al menos dos jurados de votación. (…). [O]bserva
la Sala que se trata de la misma acusación que se analizó y negó en
el numeral [anterior] bajo la causal de expedición irregular, que ahora
se alega bajo el cargo de desconocimiento del derecho de audiencia o
defensa sin que tampoco se pueda encajar en este pues en modo alguno
se impidió el ejercicio de los medios de impugnación contemplados en
la constitución y la ley para garantizar el derecho de contradicción de
los candidatos y agrupaciones políticas en sede de escrutinios. A su
vez, es menester reiterar los argumentos expuestos atrás en cuanto a
que la prosperidad de aquella solicitud de saneamiento no implica que
el actual debía correr la misma suerte, en la medida en que, contrario
a lo afirmado por la parte actora, no se trata de situación idénticas

334
ni asimilables por analogía, en cuanto una y otra se sustentaron en
casuales diferentes y, por tanto, su fundamento fáctico y jurídico
necesariamente también es distinto, por sus especificidades propias
dentro del procedimiento de escrutinio, las cuales no es posible
verificar en este proceso porque no obra en el plenario el referido
escrito del 5 de abril de 2018 ni se acusó la Resolución E-1560 que lo
resolvió, por lo que no se puede tener certeza sobre su contenido, ni
mucho menos darle alcance como parámetro de control de legalidad
del acto sub judice, tal como lo pretende la parte actor, por lo que este
cargo de nulidad tampoco está llamado a prosperar.

TESIS 19: Revisado el plenario se observa que el testigo del partido


político MIRA ante los escrutinios, (…) presentó reclamación ante la
Comisión Escrutadora Auxiliar de Palmira el 13 de marzo de 2018, en
la que invoca la causal de reclamación, prevista en el artículo 192.4
del Código Electoral, esto es la que se configura: “4. Cuando se hayan
destruido o perdido los votos emitidos en las urnas y no existiere acta
de escrutinio en la que conste el resultado de las votaciones.”. Esta
petición fue desatada por la Resolución No. 1 de 13 de marzo de 2018
en la que se decide su rechazo por no cumplir los requisitos para la
presentación de la misma. (…). Del contenido de esta acta se extrae
que no se cumplen las condiciones que exige la causal prevista en el
artículo 192.4 del Código Electoral. Lo anterior, en razón a que si bien
el testigo electoral manifiesta la inexistencia del formulario E-14, sí
existen los votos correspondientes a la mesa objeto de impugnación
y, en tal virtud, es dable determinar el resultado de la votación. Así
las cosas, le asiste razón a la Comisión Escrutadora Auxiliar de
Palmira cuando al decidir el rechazo de la reclamación interpuesta
por el testigo electoral (…), argumentó la ausencia de los requisitos
normativos dispuestos en el artículo 192.4 del Código Electoral. (…).
[L]a apoderada de partido político MIRA, (…) radicó ante la Comisión
Escrutadora Departamental del Valle del Cauca una solicitud de
saneamiento de nulidades electorales en la que invocó la inexistencia
del formulario E-14 de la Zona 99, Puesto 44, Mesa 01 del Municipio
de Palmira y, por tanto, requirió que se excluyera toda la votación de
esta mesa. (…). [C]oncluye la Sala que a pesar de que dicha petición no
fue tramitada ni decidida por la Comisión Escrutadora Departamental,
autoridad electoral ante la cual fue interpuesta, sí fue conocida y
resuelta por el Consejo Nacional Electoral en virtud de lo previsto en
los numerales 3 y 4 del artículo 265 Constitucional y 187, 189, 192, 193
del Código Electoral. Así las cosas, se concluye que la presunción de

335
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

legalidad del Acuerdo 004 de 18 de julio de 2018 se mantiene incólume


por no haber sido desvirtuada por la parte actora. (…). Insiste la parte
actora que la inexistencia del formulario E-14 de la Mesa 01, Puesto
44, Zona 99 del Municipio de Palmira genera la nulidad del acto de
elección. (…). Al respecto, destaca la Sala que esta prueba obra en la
carpeta de E-14 delegados, imagen que se repite en la carpeta E-14
claveros, sin que se haya encontrado en esta información consolidada
copia de la imagen Formulario E-14 delegados correspondiente a la
Mesa 01, Puesto 44, Zona 99 del Municipio de Palmira. (…). De la lectura
de esta información, se concluye que existe un “(…) Acta E-14 firmada
por 6 jurados, no tiene tachaduras, enmendaduras o borrones. El acta
no registra la realización u observación de recuento de votos” y a
continuación se reporta que en el sobre de claveros no se encontraba
el formulario E-14 de la Cámara, razón por la cual se realizó reconteo
de votos. Frente a lo expuesto se concluye que los medios probatorios
aportados dan cuenta de la ausencia de un (1) formulario E-14 de
la Cámara de Representantes de la Mesa 01, Puesto 44, Zona 99 del
Municipio de Palmira que no fue allegado a la Comisión Escrutadora
Auxiliar de Palmira. Sin embargo, sí fue aportado un (1) formulario E-14
que se encuentra firmado, sin tachaduras ni enmendaduras, el cual
corresponde al archivo magnético obrante en el disco duro aportado
por el actor con el libelo introductorio. (…). En virtud de lo expuesto y
considerando que en la Mesa 01, Puesto 44, Zona 99 del Municipio de
Palmira sí fue expedido el formulario E-14 de claveros, pero no fue
incluido en el sobre correspondiente y, por tanto, los miembros de la
Comisión Escrutadora Auxiliar de Palmira procedieron a realizar el
recuento de los votos, tal como consta en el Acta General de escrutinio,
lo que permitió su reconstrucción, amén de contar con el ejemplar de
delegados, cuyo contenido no fue controvertido; se concluye entonces
que no hay lugar a declarar próspero este cargo y, en tal virtud, se
despachará desfavorablemente.

TESIS 20: La parte actora señaló que los partidos políticos Alianza
Social Independiente y SOMOS inscribieron (…) candidatos a la Cámara
de Representantes por el Departamento de Valle del Cauca para el
período 2018-2022, (…) inscripciones que fueron revocadas por el
Consejo Nacional Electoral mediante las Resoluciones 0150 y 173
de 6 de febrero de 2018. Exponen los demandantes que a pesar de
que dichas inscripciones fueron revocadas, los referidos candidatos
no fueron retirados del tarjetón electoral, lo que condujo a que se
consolidaran 426 votos a favor del (…) candidato del partido Alianza

336
Social Independiente; y 687 votos a favor del partido SOMOS, que optó
por una lista no preferente. (…). Para decidir este cargo se debe recordar
que el artículo 258 superior establece que el voto es un derecho y un
deber ciudadano, además que en las elecciones de candidatos podrán
emplearse tarjetas electorales numeradas e impresas en papel de
seguridad que serán distribuidas oficialmente. Así mismo, el artículo
265 Constitucional prevé que le corresponde al Consejo Nacional “12.
Decidir la revocatoria de la inscripción de candidatos a Corporaciones
Públicas o cargos de elección popular, cuando exista plena prueba
de que aquellos están incursos en causal de inhabilidad prevista en
la Constitución y la ley. En ningún caso podrá declarar la elección
de dichos candidatos.” (…). Lo anterior, se encuentra en consonancia
con la jurisprudencia de esta Sección, que recientemente reiteró que
en estos eventos se debe optar por la interpretación pro elector a fin
de salvaguardar: i) la expresión de la voluntad individual y también
la mayoritaria de apoyar una determinada opción política expresada
en el voto libre; y ii) no trasladar al elector las consecuencia de que
la RNEC no hubiere alcanzado a retirar de las tarjetas electorales las
candidaturas revocadas por el CNE. (…). Así las cosas y conforme a estos
lineamientos se encuentra que, independientemente que el candidato
revocado haya sido inscrito en una lista abierta o cerrada el voto deberá
ser calificado como válido para la lista, pero el candidato revocado no
podrá ser tenido en cuenta para ningún efecto de la elección. (…). En
razón a que la lista del candidato (…) era de lista abierta sus votos
fueron computados a la lista del Partido Alianza Social Independiente,
de conformidad con lo expuesto en el concepto No. 3432-18 del 13
de marzo de 2018 proferido por el Consejo Nacional Electoral, con
la anotación de que la inscripción del candidato fue revocada por la
Resolución No. 150 de 2018. Por otra parte y respecto del candidato
(…) su postulación se realizó en la lista cerrada del Partido Somos y,
en tal virtud, se decidió que el voto sería calificado como válido para la
lista y no para el candidato. (…). Conforme a lo expuesto, se concluye
que el Consejo Nacional Electoral obró de acuerdo con lo previsto por
la jurisprudencia de esta corporación, a partir de sus competencias
constitucionales, legales y reglamentarias y, en particular, del citado
artículo 31 de la Ley 1475 de 2011, amén que «(…) no puede perderse
de vista que, el acto electoral antes que el derecho del elegido, es el
derecho del elector y que, por ende, en esta materia el principio pro
homine opera a favor del segundo y no del primero, lo que se traduce
en pro hominum (humanidad), pro electoratem (electorado) o pro
sufragium (electores)». Conforme a lo expuesto, en aras de preservar

337
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

tales principios se debe considerar que le corresponde al juez electoral


mantener la voluntad del elector, en cuanto su voto se dirige a apoyar
la lista de un partido determinado, más allá de sus preferencias
por un candidato en particular y, por tal razón, el actuar del Consejo
Nacional Electoral se ajustó a este objetivo democrático. Por tanto, no
se encuentra acreditada la irregularidad invocada por el demandante
y, por ende, este cargo no puede salir avante.

TESIS 21: El demandante (…) alega que se presentaron


inconsistencias respecto de reemplazos de los jurados de votación
del “Departamento del Cauca (sic)” por cuanto se incumplió lo previsto
en el artículo 5 de la Ley 163 de 1994. (…). Expone que los jurados
que actuaron de reemplazo en las mesas de votación actuaron sin
el lleno de los requisitos legales para ello, en desconocimiento de lo
dispuesto en los artículos 41, 47, 101 y 108 del Código Electoral y en
la Ley 163 de 1995, por cuanto no fueron nombrados por autoridad
competente, ni habían surtido el proceso de selección previsto en la
ley. (…). Al respecto debe la Sala precisar que la competencia para el
nombramiento de los jurados de votación es reglada y se encuentra
prevista en el artículo 48 del Código Electoral. (…). Conforme a lo
expuesto los Registradores tienen competencia para nombrar a los
jurados de votación y designar los reemplazos a que haya lugar el
día de las elecciones por circunstancias que impidan el desempeño
de funciones por alguno de ellos. (…). [P]ara constatar si la mesa es
espuria se requiere verificar si en la misma actuaron como jurados
de facto un número mayoritario. Sin embargo, debe advertirse que en
el presente caso ni en la demanda, ni en sus anexos, se identificaron
de manera concreta quiénes fueron dichos jurados, en cuáles mesas
se presentó esta irregularidad y menos aún se allegaron pruebas que
soportaran la afirmación del demandante. El incumplimiento procesal
de la carga de la prueba atribuida al demandante conlleva a que el
cargo se deba despachar desfavorablemente.

TESIS 22: El demandante (…) indicó que durante los escrutinios se


presentaron diversas reclamaciones que fueron rechazadas de plano,
de manera irregular e injustificada, por la Comisión Escrutadora
Departamental de Valle del Cauca, en desconocimiento del debido
proceso administrativo, de los principios de legalidad y doble instancia
y con falta de motivación. (…). [E]s dable concluir que ninguna de las
reclamaciones invocadas por la parte actora se encuentra viciada de
nulidad por falta de motivación pues el acervo probatorio da cuenta

338
que cada una de las decisiones fueron debidamente soportadas en la
normatividad y los argumentos pertinentes, sin que se haya acreditado
una carencia de consideraciones para decidir, razón por la cual el
cargo no prospera. Invoca el accionante que las decisiones de rechazo
fueron proferidas con vulneración del debido proceso y violación de
los principios de doble instancia y legalidad, sin precisar las normas
inaplicadas, en qué fase o etapa del proceso de elaboración de los
actos de decisión se presentó la irregularidad o la forma como las
autoridades electorales incurrieron en esta causal de nulidad. Sin
embargo, revisado el plenario se encontró que los actos administrativos
que resolvieron las reclamaciones enlistadas por el actor en el acápite
de hechos, (…) fueron proferidos por autoridad competente, analizaron
cada uno de los asuntos bajo la luz de la normatividad aplicable-
artículos 164, 192 y 193 del Código Electoral, entre otras- y se le otorgó
la posibilidad de contradicción a los testigos y apoderados electorales,
sin que se vislumbre la alegada ilegalidad invocada por el actor y en tal
virtud este cargo no tiene vocación de prosperidad.

TESIS 23: [L]a declaratoria de nulidad de un acto electoral debe


ser entendida como la última medida de la que dispone el juez para
restablecer el ordenamiento jurídico y es por ello que la regla general
es la prevalencia de la presunción de legalidad del acto de elección,
como garantía de la voluntad general de los electores expresada en su
voto. En tal virtud, no basta con acreditar la existencia de una o varias
irregularidades o vicios ocurridos en el procedimiento electoral para
desvirtuarla sino que, además, se debe verificar su incidencia en el
resultado final, de modo tal que de practicarse nuevos escrutinios serían
otros los elegidos. (…). Así mismo, se debe precisar que la incidencia
de una irregularidad o vicio puede establecerse principalmente de dos
formas, de acuerdo al modo de afectación: i) particular, porque se puede
conocer el detalle exacto de la agrupación política y/o candidato que
beneficia o afecta y, por ende, la modificación se efectúa únicamente
sobre el registro correspondiente; y ii) general, porque no se puede
establecer con precisión lo anterior, razón por la cual, la incidencia
se calcula, ya sea bajo el sistema de afectación ponderada o, cómo
ultima ratio, con la declaratoria de nulidad de la mesa completa. (…). En
tratándose del análisis de la incidencia bajo el sistema de afectación
ponderada, la Sala ha establecido que consiste en tomar el número de
votos fraudulentos acreditados en una mesa de votación y distribuirlos
en forma ponderada entre los candidatos que hayan obtenido votos en
la mesa o mesas donde se presentaron las irregularidades, bien sea

339
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

para agregar o quitar votos. (…). [P]ara el estudio de la incidencia en


el resultado de la elección, la Sala reitera que el análisis se efectuará
únicamente en relación con las mesas y registros de cada cargo sobre
los cuales se encontró probado el vicio de nulidad alegado. (…). Después
de realizar la afectación en las mesas que prosperaron, la Sala estudiará
el impacto que estas tuvieron en los resultados electorales. (…). [A]
partir del resultado final, la Sala encuentra que las irregularidades que
prosperaron No tienen la suficiente incidencia para cambiar el resultado
electoral enjuiciado, puesto que tanto el partido político MIRA como el
G.S.C. COLOMBIA JUSTA LIBRES, a pesar de las variaciones que hubo
en la votación, no les alcanzaron los votos para hacerse acreedores
a una de las 13 curules en disputa, (…); de igual forma se aclara que
tal variación en la votación no modifica la conformación al interior de
los partidos que obtuvieron tales curules, es decir, que los elegidos
continuaron siendo los mismos. Así entonces, la Sala concluye que la
composición de los Representantes a la Cámara por el Departamento
del Valle del Cauca, período constitucional 2018-2022, queda de la
misma manera en que se declaró en el Formulario E-26CAM del 19
de julio de 2018 y el Acuerdo 004 de 18 de julio de 2018. Del acervo
probatorio obrante en el expediente se concluye que los Cargos A
y B relativos a «Diferencias injustificadas entre los formularios E-14
y E-24», y «Diferencias del 10% entre Corporaciones», prosperaron
parcialmente, en tanto se acreditó que algunos registros de mesa
presentaron inconsistencias sin justificación alguna. Sin embargo, una
vez realizado el análisis de incidencia procedente, se encontró que
estas irregularidades no tienen la virtualidad de afectar la presunción
de legalidad del acto de elección enjuiciado. Por otra parte, y respecto
de los demás argumentos planteados por la parte actora encontró la
Sala que las pruebas no lograron demostrar que los cargos invocados
tenían vocación de prosperidad y, en tal virtud, se deben denegar las
pretensiones de la demanda.

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS: Si bien comparto la decisión de negar las pretensiones de la


demanda, las razones de mi disenso tienen que ver en cómo se resolvió
el cargo referente a las diferencias entre las listas en un porcentaje
igual o mayor al 10% conforme lo enseña el artículo 164 del Código
Electoral y la fórmula de afectación ponderada. (…). Al hacerse el

340
estudio de legalidad de las actuaciones de las diferentes comisiones
escrutadoras del departamento del Cauca, la Sala Electoral encontró
que varias de ellas negaron la procedibilidad del recuento en los casos
que se alegaron por los legitimados la existencia de diferencias iguales
o mayores al 10% de votos entre las listas del Partido MIRA, por
considerarlas extemporáneas, infundadas o carentes de sustento
probatorio. La decisión de esta instancia fue declarar nulas las
decisiones reseñadas y como consecuencia de ello, determinó que se
debía excluir la votación completa de las 17 mesas en que uno de los
demandantes sustentó el cargo de nulidad. Lo cual conlleva a que se
retire del cómputo general de escrutinio 837 registros que equivalen a
2583 votos. (…). [D]ado que en el fallo se limita a señalar que tal
precepto [artículo 164 del Código Electoral] se encuentra vigente toda
vez que los ciudadanos pueden optar para todas las corporaciones por
la misma agrupación política conforme se señaló en el proceso con
radicado No. 11001-03-28-000-2014-00117-00. Tal afirmación solo
muestra una arista de lo que realmente ocurre en el proceso electoral,
dado que no detalla el cambio histórico –normativo- que desde las
papeletas electorales ha surgido en el sistema eleccionario, prueba de
ello es el contenido de este último instrumento de votación -papeleta
versus la tarjeta electoral actual-. (…). Con la expedición de la Ley 62 de
1988, todo esto cambió dado que se estableció que para la elección de
Presidente de la República, los ciudadanos votarán con tarjetas
electorales que llevarán impresos los símbolos, emblemas y colores
de los diferentes partidos o movimientos políticos que participen en
las votaciones, con impresión clara del nombre y apellidos del
respectivo candidato, tarjeta electoral que se usó por primera vez en
las elecciones presidenciales de 1990 y con la cual se reemplazó al
viejo esquema de la papeleta distribuida en los puestos de votación
por cada partido. Desde entonces la RNEC ha elaborado la tarjeta
electoral, la cual es entregada en el puesto de votación por parte del
correspondiente jurado de votación, para que el elector decida su
opción de voto. (…). Hoy día este procedimiento es completamente
diferente dado que con nuestro sistema electoral actual, y con la
implementación del voto preferente, el elector podrá señalar el
candidato de su preferencia entre los nombres de la lista que aparezcan
en la tarjeta electoral. […], los votos por el partido o movimiento que no
hayan sido atribuidos por el elector a ningún candidato en particular,
se contabilizarán a favor de la respectiva lista para efectos de la
aplicación de las normas sobre el umbral y la cifra repartidora, pero no
se computarán para la reordenación de la lista. Cuando el elector vote

341
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

simultáneamente por el partido o movimiento político y por el candidato


de su preferencia dentro de la respectiva lista, el voto será válido y se
computará a favor del candidato. En razón de ello, la RNEC distribuye
por cada corporación una tarjeta electoral diferente en la cual se
encuentran todas las opciones políticas que inscribieron candidatos,
para que el elector pueda escoger al de su preferencia sin que importe
a que colectividad política pertenece –hoy día no existen los suplentes
de los mandatarios de elección popular -, es decir, no se encuentra
concentrada la información de todas las corporaciones en un solo
cuerpo y con una única opción partidista. A todo lo anterior se le debe
sumar el hecho en la actualidad existe una proliferación de agrupaciones
políticas que no existía en la época en que se expidió el código electoral,
que hace que los votantes tengan un abanico de posibilidades más
amplio y por ende que la votación entre candidatos (voto preferente) y
colectividades políticas (sin voto preferente) sea cada vez más
desconcentrada y por ende el voto sea difícil de obtener. (…). Criterio de
razonabilidad. (…). [L]as diferencias por las cuales en el proyecto se
determina que cada una de estas mesas es nula, no consulta el
principio de razonabilidad, dado que, como se demostró en algunos
casos la simple diferencia de un voto materializa la causal de recuento
del 10% y de suyo la exclusión de toda la mesa cuando ello se presenta
sin que se indague lo desproporcionado del resultado frente a la
posibilidad que el mismo votante no optara por la colectividad en las 2
corporaciones. Criterio fáctico. En el fallo se excluyen las mesas de
votación en las que se hubiese presentado la diferencia cuando existe
recuento de votos, lo que conlleva a determinar que la presencia de
dicho fenómeno no es irregular ni mucho menos puede devenir en una
causal de nulidad. Por las anteriores razones, [se considera] la
necesidad de estudiar si el artículo 164 del CE se encontraba vigente
actualmente o si el mismo ha perdido eficacia por desuso en el contexto
electoral actual más aún cuando con la interpretación que se hace en
el fallo, se generan consecuencias contrarias al principio de eficacia
del voto y solo se buscaría sostener una lógica normativa que tuvo
aplicación en el esquema de la papeleta electoral que rigió con
anterioridad a 1988, conllevando a consecuencias gravemente
irrazonables, arbitrarias o atentatorias al principio de igualdad ante la
ley. Lo anterior se sustenta en que como se demostró en precedencia
se van a excluir 2583 votos dado que la consecuencia que
jurisprudencialmente se estableció –no legal dado que no hay norma
que así lo refiera-, es la exclusión de la mesa cuyo potencial de votantes
es de 300 a 800 personas dependiendo de si es puesto censo,

342
consecuencia que es demasiado onerosa para la democracia
colombiana. Por esta razón no comparto la exclusión de la votación,
dado que realmente no existen pruebas de la existencia de vicio alguno,
ya que en este caso se reseñó que la decisión no fue ajustada, pero ello
no implica desconocer el valor del voto. (…). Al respecto se debe señalar,
que del tenor literal de la norma lo que se observa es que la diferencia
del 10% es una causal de recuento de votos y no de nulidad electoral
conforme lo señalan los artículos 164 del CE y 275 del CPACA, en razón
de ello y al no demostrarse al momento de adoptar la decisión en qué
mutó la votación a causa del no recuento, a la postre no existiría prueba
de falsedad que conlleve a la nulidad de tales registros electorales.
Estudio de legalidad propuesto al juez electoral. (…). De la norma
electoral [artículo 164 del Código Electoral] se puede extraer, que ante
la negativa de las comisiones escrutadoras de hacer los recuentos por
esta causal, cuando ello devenga de una decisión ilegal, le corresponderá
al juez electoral al analizar este cargo, que en aras de garantizar la
eficacia del voto y hacer las adecuaciones pertinentes, sin que se
afecten los sufragios de las mesas en que ello ocurra, determinar con
plena prueba si tal diferencia es irregular, por lo que deberá contar con
la votación para hacer el recuento y determinar la existencia de
irregularidades y no por falta de material afectar en esta desproporción
el querer popular. Método de afectación ponderada. En la sentencia
objeto de (…) salvamento parcial, se señala que en algunos casos al
hacer las correcciones por las diferencias entre los E-14 con los E-24
se excede la mesa, por ello se propone hacer afectación ponderada de
forma previa sin detallar cuál es el soporte de la mencionada
metodología, es decir, primero se resta la votación en forma
proporcional para posteriormente adicionar la votación producto del
estudio a cada candidato o lista según sea el caso. Al respecto [se
manifiesta que no se encuentra] de acuerdo con esta metodología. (…).
Así, restar en doble y en otros casos triple proporción los votos a las
colectividades y a los candidatos, hace que no sea proporcional la
afectación. Lo relatado, es lo que ocurre con las agrupaciones que
optaron por participar en la contienda electoral, a través del mecanismo
de lista cerrada, en donde la merma de la votación solamente la sufrirá
la colectividad claramente. Otra cuestión que hace que quienes optan
por lista abierta soporte una afectación mayor en la mengua de sus
apoyos ciudadanos. En razón de lo anterior, [se sugiere] que en lo
sucesivo, de no contar con los sufragios, la afectación se haga frente a
los votos que reciben las listas y, solo en los casos en que estos no
obtengan apoyo entrar a afectar candidatos, que significa igualmente

343
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

afectar a la colectividad. No resulta lógico que se encuentren


irregularidades en la votación que deban ser corregidas por la
Organización Electoral y ésta se abstenga de hacerlo por imposibilidad
material y frente a ello nada se exponga en el fallo y corresponda al
Juez Electoral aplicar una fórmula que de una parte suma y de otra
resta, es decir, materialmente no se está reconociendo la voluntad
popular en tanto lo que se otorga por la acreditación de irregularidades,
se resta por afectación ponderada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
237 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 262 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 265 NUMERAL 8 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 – ARTÍCULO 12
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 48 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 114 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 119 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 122 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 142 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 163
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 164 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 166
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 167 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 180
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 187 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 192
NUMERAL 11 / LEY 6 DE 1990 – ARTÍCULO 12 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
275 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 287 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 31 / LEY 163 DE 1994 – ARTÍCULO 5 / LEY 62 DE 1988

344
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL
GOBERNADOR DEL DEPARTAMENTO DEL CHOCÓ, INHABILIDAD
DEL GOBERNADOR POR CONTRATACIÓN, INHABILIDAD DEL
GOBERNADOR POR REPRESENTACIÓN DE ENTIDADES DE
SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD DEL RÉGIMEN SUBSIDIADO

EXTRACTO NO. 13

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00002-00 (2020-00003-00)


FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Odín Horacio Sánchez Montes de Oca y otro
DEMANDADO: Ariel Palacios Calderón - Gobernador
del Departamento del Chocó
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a establecer si el acto de


elección del señor Ariel Palacios Calderón como gobernador del
Departamento del Chocó, contenido en el formulario E-26 proferido por
la Comisión Escrutadora Departamental, está viciado de nulidad por
infringir los artículos 83, 95, 303 numeral 2 y 304 de la Constitución;
numeral 4 del artículo 30 de la Ley 617 de 2000, artículos 34 y 48
de la Ley 734 de 2002, artículos 38 numerales 1 y 10, artículo 55
numeral 6 y artículo 56 numeral 1 de la Ley 1952 de 2019, artículo
1 numeral 3 de la Ley 190 de 1995 y artículos 137, 275 numeral 5 de
la Ley 1437 de 2011. Lo anterior, por cuanto, en sentir de los actores,
el gobernador demandado se desempeñó como representante legal
de una de la Asociación Mutual de Barrios Unidos de Quibdó, AMBUQ-
EPS-S- ESS,- la cual administra recursos del régimen subsidiado en
salud, durante el año anterior a las elecciones. Igualmente, porque en
tal condición celebró contratos con instituciones de salud a ejecutarse
en el departamento de Quibdó, en el año anterior a las elecciones.

TESIS 1: El derecho a la participación política, específicamente, ha sido


erigido como derecho fundamental. (…). El derecho político de elegir y
ser elegido puede ser limitado para proteger el interés general y rodear
de transparencia, imparcialidad, igualdad y moralidad el acceso de las
personas a la función pública. Dentro de estas limitaciones encontramos

345
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el régimen de inhabilidades, como restricciones que tienen como


finalidad “garantizar que a los cargos de elección popular se presenten
personas probas y carentes de antecedentes negativos en punto a su
idoneidad y honorabilidad, y que no ostenten condiciones de privilegio
por cuenta de vinculaciones con el Estado que desequilibren la contienda
electoral”. (…). Por lo tanto, los regímenes de inhabilidades se relacionan
con hipótesis, situaciones o condiciones prohibitivas para el ciudadano
que aspira a ser candidato, que unas veces atañen a antecedentes que
lo descalifican, como la condena a pena privativa de la libertad, y otras
motivadas por el equilibrio que debe guiar la contienda política, como
las que tienen que ver con el ejercicio de autoridad o la celebración de
contratos por parte del candidato antes de las elecciones, que otorgan
ventaja y alteran el ejercicio democrático.

TESIS 2: [D]e este tipo normativo [numeral 4 del artículo 30 de la Ley


617 de 2000] se desprenden dos situaciones diferenciadas, las cuales,
a su vez, consagran hipótesis que constituyen inhabilidades autónomas
o independientes, así: i) aquella relativa a la gestión de negocios
ante entidades públicas del nivel departamental o en la celebración
de contratos con entidades públicas de cualquier nivel que deban
ejecutarse o cumplirse en el respectivo departamento y ii) la referida
a haberse desempeñado como representante legal de entidades que
administren tributos, tasas o contribuciones, o de entidades que presten
servicios públicos domiciliarios o de seguridad social de salud en el
régimen subsidiado. (…). [C]omo elementos configurativos de la causal
[intervención en la celebración de contratos], la Sala ha identificado los
siguientes: (i) un elemento temporal, previsto en la norma, según el cual,
el contrato ha debido celebrarse un (1) año antes del certamen electoral,
(ii) un elemento espacial o geográfico que lo constituye el lugar donde se
ejecutó o ha debido cumplirse el contrato, esto es, el mismo departamento
en que el candidato aspira a ser gobernador (iii) un elemento material
u objetivo, consistente en la conducta de suscripción o celebración del
contrato, y (iv) un elemento subjetivo, relacionado con el interés propio o
de terceros que persigue la celebración del contrato estatal. En lo que
atañe puntualmente al elemento material, existe coincidencia al interior
de la Sección, en cuanto a que los actos de ejecución y liquidación de los
contratos no configuran la causal de celebración de contratos, dado que
estas actividades se ubican por fuera de los supuestos que contemplan
las respectivas normas, es decir, con posterioridad a su celebración.
Sumado a lo anterior, en punto al elemento subjetivo, se ha reconocido la
posibilidad de que la celebración de contratos ocurra de forma directa o

346
indirecta, en este último caso, para que queden comprendidos terceros
que no lo suscriben, pero frente a quienes logra probarse la intervención
en la contratación en virtud de una simulación, por interpuesta persona,
por delegación, designación o representación.

TESIS 3: Para comprender esta causal se impone hacer una breve


mención a la forma como está estructurado el Sistema General de
Seguridad Social en Salud. Conforme a la Ley 100 de 1993, 1122
de 2007, 1438 de 2011 y el Decreto 780 de 2016, el sistema de salud
está integrado por dos regímenes a saber: el régimen contributivo y
el régimen subsidiado. El régimen contributivo es aquel que rige la
afiliación de la población con capacidad de pago al Sistema General
de Seguridad Social en Salud. El régimen subsidiado es el mecanismo
mediante el cual la población más pobre del país, sin capacidad de pago,
tiene acceso a los servicios de salud a través de un subsidio que ofrece el
Estado. (…). [L]os municipios, distritos y departamentos tienen funciones
específicas frente a la identificación y afiliación de la población objeto, así
como sobre la inversión, contratación y seguimiento de la ejecución de
los recursos que financian el Régimen, (recursos propios, de la Nación
(SGP) y del FOSYGA). Así mismo, es deber de los entes territoriales el
seguimiento y vigilancia al acceso efectivo a los servicios contratados
por las EPS-S, por parte de la población beneficiaria, es decir, sobre la
ejecución misma de los contratos suscritos con las EPS-S. Dentro de
los organismos que integran el sistema de seguridad social en salud,
están las Empresas Promotoras de Salud, EPS, las cuales, según el
artículo 14 de la Ley 100 de 1993, en cada régimen, esto es, tanto en el
contributivo como en el subsidiado, son las responsables de cumplir con
las funciones indelegables del aseguramiento, referida a la afiliación y el
registro de la población objeto, las cuales cuando operan en el régimen
subsidiado, se identifican con la sigla como EPS-S. (…). [P]ara el caso que
nos ocupa, se tiene que las Empresas Solidarias de Salud, ESS, fueron
creadas en 1993 con el fin de cumplir dos propósitos fundamentales:
gestionar la adquisición por parte de las comunidades de servicios de
salud financiados mediante el subsidio directo otorgado por el Estado
para este fin, y facilitar la organización y desarrollo de las comunidades
a través de la difusión de la cultura de la solidaridad. Al expedirse la
Ley 100 de 1993, la cual creó los dos regímenes de Seguridad Social
en Salud, el contributivo y el subsidiado, las Empresas Solidarias de
Salud, ESS, pudieron entrar a participar de este último régimen, como
administradoras preferenciales del Régimen Subsidiado. Para esto se
requería acreditar unos requisitos ante la Superintendencia Nacional de

347
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

Salud, relacionados con patrimonio, número mínimo de afiliados y un


margen de solvencia. Según cifras oficiales, a finales de 1997 existían
en el país 175 ESS distribuidas en 28 departamentos, 155 empresas (el
65.7%) contaban entre cinco mil y veinte mil afiliados; 33 (el 18.9%) tenían
menos de 5.000 afiliados, en tanto que 24 (el 13.7%) tenían entre 20.000
y 50.000, y 3 (el 1.7%) más de 50.000 afiliados. La más pequeña contaba
con sólo 500 afiliados, en tanto que la más grande registraba 172.763.
A finales de 1997 el 53% de las ESS eran Asociaciones Mutuales, el
38% Cooperativas y el restante 9% habían adoptado otras formas como
Corporaciones y Fondos. El régimen que rige las Asociaciones Mutualistas
está contenido en el Decreto 1480 de 1989, con las modificaciones legales
correspondientes, en la cual se determina la naturaleza, características,
constitución, el régimen interno de responsabilidad y sanciones. (…). Del
contenido normativo expuesto [numeral 4 del artículo 30 de la ley 617
de 2000] se extrae que, para que se configure la inhabilidad bajo estudio,
deben concurrir los siguientes elementos: (i) un elemento material,
consistente en que el candidato haya ejercicio la representación legal de
la entidad a la que se refiere la norma, (ii) un elemento orgánico, referido
a que la entidad sea de aquellas que administren tributos, tasas o
contribuciones o presten servicios públicos domiciliarios o de seguridad
social en salud que pertenezca al régimen subsidiado y (iii) un elemento
temporal, según el cual, la representación legal debe haberse ejercido en
el periodo inhabilitante, esto es, durante el año anterior a las elecciones y
(iv) un elemento espacial, que impone que dicha representación se haya
cumplido en el respectivo departamento. Respecto al elemento temporal
se precisa que no es la inscripción efectuada por el candidato al cargo
de gobernador, la que marca el cómputo de la inhabilidad, sino, como
se indicó, es la fecha de las elecciones. (…). Así entonces, la conducta
inhabilitante consiste en haber ejercido la representación legal de las
entidades anteriormente enunciadas, dentro del año anterior a la fecha
de la elección. (…). [L]a teleología de esta inhabilidad está fundada en la
necesidad de salvaguardar el proceso eleccionario de las influencias
de quienes administran estos cuantiosos dineros pertenecientes al
régimen subsidiado en salud, vinculado a la población más necesitada y
vulnerable del país, en detrimento de la igualdad de los participantes en
las elecciones.

TESIS 4: Conforme al acervo probatorio allegado al proceso, impera


analizar cada uno de los contratos suscritos por el señor Palacios
Calderón a efectos de determinar si se configura la causal de inhabilidad
alegada. (…). [S]e tiene que, en efecto, fueron suscritos por el demandado

348
con entidades estatales, esto es, con Empresas Sociales del Estado
-ESE-, del orden departamental y municipal; sin embargo, la fecha de
su suscripción está por fuera del período inhabilitante, en tanto, fueron
celebrados con anterioridad al lapso comprendido entre el 27 de octubre
de 2018 al 27 de octubre de 2019. (…). De este segundo grupo que acaba
de relacionarse, se puede advertir que, aunque fueron suscritos por el
señor Palacios Calderón, tampoco se perfeccionaron dentro del período
inhabilitante, en tanto no están comprendidos entre el 27 de octubre de
2018 al 27 de octubre de 2019. Además, debe subrayarse que no fueron
celebrados con entidades públicas, sino con organismos privados, lo
cual, no encaja en la hipótesis configurativa de la inhabilidad, por cuanto
el mandato prohibitivo contenido en Art. 30 Numeral 4º Ley 617 de
2000, señala que no puede ser inscrito, ni elegido o designado como
gobernador quien haya intervenido en la “celebración de contratos con
entidades públicas de cualquier nivel en interés propio o de terceros”.
(…). En relación con estos tres (3) últimos contratos, debe indicarse que
no fueron celebrados por el demandado, señor Ariel Palacios Calderón,
sino por la señora Diana Patricia Angulo, como Gerente General de la
Asociación Mutual Barrios Unidos de Quibdó AMBU EPS-S- ESS, durante
el período inhabilitante, de lo cual se deduce que no comprometen la
responsabilidad del demandado, razón por la cual, no tienen la virtualidad
de afectar la presunción de legalidad del acto acusado. Por lo tanto, se
niega la nulidad de la elección por este cargo.

TESIS 5: Por otra parte, los demandantes alegan que el señor Ariel
Palacios Calderón se desempeñó como representante legal de la
Asociación Mutual Barrios Unidos de Quibdó AMBUQ- EPS-S- ESS, entidad
que administra recursos del régimen subsidiado, sin que en el certificado
de existencia y representación, único documento idóneo para probar
dicha representación, figure su renuncia con anterioridad al período
inhabilitante, lo que conlleva a considerar que se incurrió en la causal de
inhabilidad prevista en el artículo 30 numeral 4º de la Ley 617 de 2000.
En orden a resolver este cargo, impera precisar que la Asociación Mutual
Barrios Unidos de Quibdó AMBU EPS-S- ESS, es una entidad del sector
solidario, de carácter privado, organizada bajo el régimen del Decreto
1480 de 1989. Según el artículo 2º de este estatuto, las Asociaciones
Mutuales son personas jurídicas de derecho privado, sin ánimo de lucro,
constituidas libre y democráticamente por personas naturales, inspiradas
en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda reciproca frente a
riesgos eventuales y satisfacer sus necesidades mediante la prestación
de servicios de seguridad social, seguridad alimentaria y producción,

349
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

transformación y comercialización de la Economía Campesina Familiar y


Comunitaria -ECFC y en general, las actividades que permitan satisfacer
las necesidades de diversa índole de sus asociados. (…). De otro lado, se
tiene que la Asociación Mutual Barrios Unidos de Quibdó, por ser una
entidad promotora de salud, administra recursos del régimen subsidiado
en salud, según lo disponen los artículos 29 y 31 de la Ley 1438 de 2011.
(…). Con base en lo anteriormente expuesto, en el presente caso, es claro
que se cumple el elemento orgánico de la inhabilidad por representación,
prevista en el artículo 30 numeral 4º de la Ley 617 de 2000, esto es, que la
entidad corresponda a aquellas que pertenezca a la seguridad social en
salud en el régimen subsidiado. Seguidamente la Sala procede a examinar
el elemento material y temporal de la inhabilidad, es decir, si el demandado
se desempeñó como representante legal de la mencionada asociación
mutual, el año anterior a las elecciones. (…). [L]a representación legal del
señor Ariel Palacios Calderón de la Asociación Mutual Barrios Unidos, se
efectuó por fuera del período inhabilitante, es decir, no se ejerció dentro
del lapso del 27 de octubre de 2018 al 27 de octubre de 2019. Así las
cosas, se concluye que se demostró el elemento orgánico de la inhabilidad
por representación, prevista en el artículo 30 numeral 4º de la Ley 617
de 2000 – que la entidad corresponda a aquellas que pertenezca a la
seguridad social en salud en el régimen subsidiado-; el elemento material
– en tanto el demandado ejerció como representante legal de Asociación
Mutual Barrios Unidos de Quibdó AMBU EPS-S- ESS-, pero no se acreditó
el elemento temporal – por que presentó su renuncia y se inscribió el nuevo
nombramiento con anterioridad al periodo prohibitivo- circunstancia
que justifica que este argumento no puede salir avante para justificar la
imposición de la nulidad solicitada. (…). Al no encontrarse probados los
presupuestos de hecho y de derecho de las inhabilidades por celebración
de contratos y por representación legal de entidad perteneciente a la
seguridad social en salud en el régimen subsidiado, previstas en el artículo
30 numeral 4º de la Ley 617 de 2000, la Sala concluye que no procede
la declaratoria de nulidad del acto de elección del señor Ariel Palacios
Calderón como Gobernador del Departamento del Chocó, conforme a lo
expuesto en las consideraciones anteriores, por lo que la Sala procederá
a denegar las pretensiones de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 30 NUMERAL 4 / LEY 100 DE 1993 – ARTÍCULO 14 /
LEY 1438 DE 2011 - ARTÍCULO 29 / LEY 1438 DE 2011 - ARTÍCULO 31 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 149 NUMERAL 14

350
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJALES
MUNICIPALES POR CAUSALES OBJETIVAS, EFECTOS DE LA
SENTENCIA QUE DECLARA LA NULIDAD DEL ACTO DE ELECCIÓN,
FALSEDAD EN DOCUMENTOS ELECTORALES, PRINCIPIO DE
EFICACIA DEL VOTO, EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN
EN LA CAUSA POR PASIVA, REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD EN
PROCESOS DE NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN
POPULAR POR CAUSALES OBJETIVAS

EXTRACTO NO. 14

RADICADO: 52001-23-33-000-2020-00017-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Fidel Darío Martínez Montes
DEMANDADOS: Ramiro López y Wilfredo Manuel Prado Chirán –
Concejales de Pasto – Nariño, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala debe establecer si debe confirmar,


revocar o modificar el fallo proferido el 29 de enero de 2021 por el
Tribunal Administrativo de Nariño, mediante el cual fue negada la
nulidad de la elección de los concejales del municipio de Pasto,
señores Ramiro López y Wilfredo Manuel Prado Chirán. En tal sentido,
se debe determinar si el acto de elección está incurso, parcialmente,
en la causal de nulidad de que trata el numeral 3 del artículo 275 del
CPACA, por diferencias injustificadas consignadas en los formularios
E-14 y E-24, en seis (6) mesas del municipio de Pasto.

TESIS 1: De conformidad con el artículo 229 de la Constitución


Política, toda persona tiene derecho de acceder a la administración
de justicia, incluso sin representación de abogado, en los casos que
autorice la ley. El derecho de acceso a la administración de justicia
es un derecho de raigambre fundamental, consistente en poder
acudir, en condiciones de igualdad, ante los jueces y tribunales de
justicia para propugnar por la integridad del orden jurídico y por la
debida protección o el restablecimiento de los derechos e intereses
legítimos de la persona. En armonía con lo anterior, la Constitución

351
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

Política consagra en el artículo 40 el derecho de todo ciudadano


a interponer acciones públicas, como manifestación del derecho
a la participación que tienen todos en la conformación, ejercicio y
control del poder político. Del catálogo de mecanismos judiciales
disponibles, interesa para el caso destacar el medio de control
de nulidad electoral, que compete conocer a la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo y que tiene expreso reconocimiento
constitucional en el artículo 237 numeral 7, cuando señala entre
las atribuciones del Consejo de Estado la de “conocer de la acción
de nulidad electoral con sujeción a las reglas de competencia
establecidas en la ley”. (…). De la norma transcrita [artículo 139 de la
Ley 1437 de 2011] se extrae, en primer lugar, el carácter público de
este medio de control, en virtud del cual toda persona puede ejercer
la acción electoral para asegurar la vigencia del orden jurídico. Así
mismo, se deriva de aquella disposición su objeto, en tanto recae
sobre (i) los actos de elección por voto popular, (ii) los actos de
elección por cuerpos electorales, (iii) los actos de nombramiento
que expidan las entidades y autoridades públicas, y (iv) los actos de
llamamiento para proveer vacantes en las corporaciones públicas.
En punto al acto de elección por voto popular, la Sala ha destacado
que es “la expresión más directa de la democracia, pues, materializa
la voluntad del electorado en la designación de los dignatarios del
Estado que se someten a esa forma de escogencia”. Dadas estas
especiales connotaciones, la finalidad del medio de control de
nulidad electoral no es otro que asegurar el respeto del principio de
legalidad en el ejercicio de las funciones electorales y de la facultad
nominadora de las autoridades públicas. Además, se ha precisado
en relación con su alcance que a través del contencioso electoral
se ejerce un control abstracto de legalidad, en la medida en que no
admite pretensiones restablecedoras de tipo subjetivo, sin perjuicio
de las consecuencias jurídicas de la anulación del acto electoral,
que puede conllevar el reconocimiento del derecho a quien no salió
elegido. De este modo, la teleología del proceso de nulidad electoral
se identifica con la vigencia del orden jurídico, la pureza del sufragio
y el respeto de la voluntad del elector, lo cual puede ser examinado
a través de las causales genéricas de nulidad previstas en el artículo
137 de la Ley 1437 de 2011, o de las específicas establecidas en el
artículo 275 de este mismo estatuto procesal, objetivas o subjetivas,
como se ha clasificado para esta clase de actos. Así, en el marco de
la ley procesal las sentencias que declaran la nulidad de un acto
de elección tienen como efecto correlativo, según corresponda i) la

352
cancelación de las credenciales de los elegidos, ii) la declaratoria de
la elección de quienes finalmente les favorezca la voluntad popular,
si a ello hubiere lugar, iii) la práctica de nuevos escrutinios, si fuere
necesario, iv) la repetición de la elección de forma total o parcial
frente a determinadas causales de nulidad, y v) la anulación de la
votación de las mesas cuestionadas, en el caso de situaciones
relacionadas con parentesco entre el elegido y los jurados de votación
o miembros de comisiones escrutadoras. Por consiguiente, cuando
se ejerza este medio de control, es importante tener presente que el
actor debe confeccionar sus pretensiones y limitar sus expectativas
dentro del marco que define la ley, de manera que prescinda de
solicitar declaraciones subjetivas o particulares que excedan el
cuestionamiento objetivo y abstracto que recae sobre el acto de
elección, en punto a su legalidad.

TESIS 2: El contencioso electoral comporta una serie de causales


de nulidad que le son propias, previstas de manera específica en el
artículo 275 del CPACA. Un primer grupo de causales, denominadas
subjetivas, guarda relación con los requisitos, calidades o idoneidad
del elegido; otro grupo responde a situaciones de tipo objetivo
acontecidas durante el proceso de las votaciones o los escrutinios
que constituyen irregularidades que, por su especial incidencia en
el acto de elección, vician la validez del mismo. Entre estas últimas
se encuentra la relacionada con la falsedad en los documentos
electorales, que ha sido descrita en la Ley 1437 de 2011 [el artículo
275]. (…). [L]a causal en su texto vigente comporta un problema de
falsedades que afectan la validez del acto de elección desde dos
perspectivas. En tal sentido, se puede predicar una falsedad ideológica
cuando se hace constar un hecho no declarado como cierto por
quien lo emite, lo cual se configura cuando existen diferencias en la
información consignada en las actas de escrutinio que guardan una
relación de conexidad entre ellas, frente a las cuales las autoridades
electorales omiten dejar constancia de las razones que las justifican.
A su turno, puede acontecer una falsedad material en aquellos casos
en que se crea un documento público total o parcialmente falso o se
altera uno verdadero, mediante la manipulación deliberada de los
documentos electorales con el ánimo de modificar los resultados de
la elección. (…). Ahora bien, en punto a “los documentos electorales”, al
tenor de los artículos 142, 169, 184 y 203 del Código Electoral, deben
entenderse como: “i) aquellos formatos que están diseñados por los
organismos electorales para registrar la votación y, ii) aquellos que

353
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

fueron suscritos por los funcionarios competentes para concretar


el resultado electoral y por ende la voluntad popular”. Así mismo,
se ha observado que la adulteración de las actas de escrutinio
puede traducirse en la ocultación de votos válidos o en el registro de
votos inexistentes, y que para la prosperidad y valoración del cargo
bajo análisis es indiferente la intención del autor de la falsedad.
(…). A su turno, una de las modalidades que puede presentarse,
concretamente, sobre tales falsedades, se configura cuando existen
diferencias en la votación consignada en los formularios E-14,
expedidos por los jurados de votación en los escrutinios de mesa y el
E-24 respecto de dichos resultados registrados por las comisiones
escrutadoras. Esta circunstancia se considera una irregularidad,
habida cuenta que los escrutinios se realizan como un proceso
gradual y escalonado. (…). Siendo así, las diferencias entre los datos
del formulario E-14 —donde los jurados de votación registran los
votos obtenidos por los candidatos en cada mesa— y el formulario
E-24 —utilizados por las comisiones escrutadoras para consolidar
en cada zona la votación de los puestos y mesas que la componen—,
se considerarán irregulares o apócrifos cuando no encuentren
ninguna justificación en las anotaciones sobre recuentos u otras
circunstancias procedentes, que deben constar en las actas generales
de escrutinio de las comisiones escrutadoras. (…). Además, la Sala
considera de forma pacífica y reiterada que “para la prosperidad de
la nulidad pretendida por esta causal, no basta con demostrar la
mera existencia de la falsedad en los documentos electorales, pues,
ello está condicionado a que la tergiversación sea de tal magnitud
que afecte sustancialmente los resultados electorales, es decir, que
se alteren o modifiquen, que los haga mutar”. Este condicionamiento
tiene fundamento en el principio de eficacia del voto previsto en
el numeral 3 del artículo 1º del Código Electoral, conforme al cual
debe prevalecer la interpretación normativa que dé validez al voto
que exprese la voluntad del elector, lo cual, aplicado a la falsedad
de documentos electorales, impide reconocer efectos anulatorios
a la votación irregular que no comporte un cambio en la definición
de las personas que finalmente resultan elegidas. De otro lado, la
causal de nulidad electoral edificada sobre documentos electorales
cuando contienen datos apócrifos, impone como requisito del cargo
la necesidad de suministrar, como mínimo, los datos específicos
de las mesas de votación donde ocurrió la falsedad y la votación
registrada u omitida en las actas de escrutinio impugnadas. (…). Esta
carga probatoria corresponde, en primer término, al demandante,

354
quien deberá aportar los documentos de forma completa para todas
las zonas, puestos y mesas sobre las que se estructura el cargo, y
tratándose del formulario E-14, allegar preferiblemente el ejemplar
de claveros, por ser el que ofrece la mayor garantía de la cadena de
custodia, sin perjuicio de acudir al ejemplar de delegados cuando
no exista ningún reparo frente a la identidad de su contenido con el
dirigido a los claveros. (…). Por último, se reitera que la prosperidad
de la nulidad por cuenta de este cargo exige que las irregularidades
constatadas alteren el resultado de la elección demandada. De lo
contrario, se procederá a la negación de la nulidad impetrada,
por resultar inane su acogimiento. (…). [A] partir de las pruebas
aportadas al expediente, la Sala pudo constatar que existió una
diferencia injustificada entre los formularios E-14 y E-24 en tres (3)
mesas de votación, que arroja 11 votos a favor del demandante. Sin
embargo, esta votación no tiene la incidencia suficiente para variar
el resultado de la elección de los concejales de Pasto, conforme se
declaró en el formulario E-26 CON de 8 de noviembre de 2019 por la
Comisión Escrutadora Departamental. (…). En tales condiciones, no se
satisfacen para el caso concreto todas las exigencias que determinan
la prosperidad del cargo de falsedad de documentos electorales por
diferencias injustificadas de votos entre actas de escrutinio, (…), pues
resulta necesario que  la votación hallada sea de tal magnitud que
pueda variar los resultados electorales, en aplicación del principio
de eficacia del voto. En consecuencia, se confirmará el fallo apelado,
que negó la nulidad de la elección de los concejales demandados.

TESIS 3: La Registraduría Nacional del Estado Civil (…) insiste en


que la demanda no atañe a cuestiones relacionadas con las funciones
electorales de la entidad. (…). [S]e advierte que, no le asiste razón
a la Registraduría Nacional del Estado Civil, pues, tratándose de
aspectos que tienen que ver con la operatividad, logística y desarrollo
del proceso electoral, a este organismo le corresponde concurrir al
proceso para explicar la forma en que acontecieron las distintas
etapas, fases y demás aspectos de las elecciones. (…). [E]l Consejo
de Estado ha entendido la legitimación en la causa como la idoneidad
jurídica para ser demandante o demandado, distinguiendo, a su turno,
entre legitimación de hecho y legitimación material. La primera,
identificada por quien presenta la demanda, que genera al demandado
el derecho a defenderse, y la segunda, en torno a establecer una
relación real del demandado o el demandante con los hechos y la
causa que se debate, relación que, a su vez, determina la sentencia

355
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de mérito a favor de una u otra parte. (…). De otra parte, tampoco


prospera la excepción denominada “imposibilidad de cumplimiento a
un eventual fallo de nulidad”, toda vez que, de una parte, ha quedado
desvirtuado con la negación de la excepción anterior que la entidad
no participe en la expedición del acto de elección de ninguna forma
y de otra, se tiene que el cumplimiento de los fallos que disponen
la nulidad de una elección, de conformidad con el artículo 288 del
CPACA, numeral 4, incluye la posibilidad de requerir la remisión
de documentos necesarios para practicar nuevos escrutinios, cuya
custodia y conservación corresponden a la Registraduría Nacional
del Estado Civil, atendiendo a lo dispuesto en el artículo 209 del
Código Electoral. Por lo tanto, se negarán las excepciones propuestas
por la Registraduría Nacional del Estado Civil.

TESIS 4: La Sala advierte que la parte demandada ha insistido a lo


largo del proceso, tanto en la contestación de la demanda como en los
alegatos de conclusión en segunda instancia, que el actor no agotó
el requisito de procedibilidad de que trata el numeral 6º del artículo
161 del CPACA, toda vez que durante los escrutinios no presentó
sus reclamaciones ante las comisiones escrutadoras zonales y
municipales. (…). En desarrollo de lo anterior [atribuciones del Consejo
de Estado establecidas en el artículo 237 de la Constitución Política],
el artículo 161 de la Ley 1437 de 2011 incorporó en el numeral 6
un requisito de procedibilidad para los casos en que se invocaran
las causales de nulidad del acto de elección de los numerales 3 y
4 del artículo 275 del mismo estatuto, esto es, falsedades en los
documentos electorales y violación del sistema de distribución de
curules o cargos por proveer, que consistía en someterlas a examen
de la autoridad electoral correspondiente antes de la declaratoria de
elección. Sin embargo, la Corte Constitucional, en sentencia C-283 de
2017, declaró inexequible dicha norma. (…). A partir de esa decisión,
la Sala ha reiterado que el requisito de procedibilidad del medio de
control de nulidad electoral, no es actualmente exigible para alegar
causales objetivas. (…). En tales condiciones, como no existe norma
estatutaria que desarrolle y materialice la disposición constitucional
que consagró el requisito de procedibilidad del medio de control de
nulidad electoral, a través del señalamiento del trámite que para su
debido cumplimiento deben adelantar los ciudadanos interesados en
demandar, no es exigible dicho requisito.

356
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: Aunque [se comparte] la decisión de negar la pretensión


principal de la demanda, al constatarse que las diferencias
injustificadas entre los formularios E-14 y E-24 que identificó el
demandado con el fin de que se le sumaran 19 votos no tienen la
incidencia necesaria para cambiar el resultado de la elección al
Concejo Municipal de Pasto, [se aparta] de las consideraciones según
las cuales, no podían analizarse los motivos de inconformidad relativos
a 3 mesas de votación porque los formularios antes señalados
respecto de éstas no fueron aportados por el demandante al proceso,
aunque tales documentos de conformidad con el primer parágrafo
del artículo 175 y el segundo inciso del artículo 285 de la Ley 1437
de 2011, como parte de los antecedentes administrativos del acto de
designación acusado deben ser aportados de manera oportuna (en
el término para contestar la demanda) e integral por las autoridades
electorales. (…). Los (…) mandatos [artículo 175 y 285 de la Ley 1437
de 2011] están en consonancia con la naturaleza pública del medio
de control de nulidad electoral (art. 139 del CPACA), estrechamente
relacionada con la protección de la voluntad popular, los derechos
a elegir y ser elegido y la legalidad de los actos de nombramiento,
elección y llamamiento en los cargos públicos, asuntos de interés
general respecto de los cuales el juez electoral de manera especial le
corresponde ejercer las potestades que le ha otorgado el ordenamiento
jurídico en aras de establecer la verdad y dictar una decisión que
garantice los principios y derechos antes señalados, deber que en
casos como el de autos implica verificar que los antecedentes de los
actos enjuiciados sean aportados oportuna e integralmente al trámite
judicial por las autoridades competentes, pues sin dicha información
podrían adoptarse decisiones que no tengan en cuenta de manera
fidedigna y plena la voluntad del electorado. [Se recuerda] que no es
la primera vez que estas consideraciones han sido tenidas en cuenta
por la Sección, en especial cuando no se cuenta con la totalidad de
los documentos electorales que dan fe de la voluntad electoral, casos
en los cuales antes de proferir la sentencia se han adelantado las
gestiones pertinentes para que la prueba sea incorporada. (…). En
ese orden ideas, no [se comparte] que por el hecho de que el actor no
aportó los formularios E-14 y E-24 respecto de 3 de las mesas en las
que alegó diferencias injustificadas en los votos, no se haya estudiado

357
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

de fondo los motivos de inconformidad, pues tal situación fácilmente


pudo superarse solicitándole el magistrado ponente a la Registraduría
Nacional del Estado Civil, al tenor del parágrafo 1 del artículo 175
de la ley 1437 de 2011, que aportara la información, o inclusive,
incorporando la misma a través de la consulta de la página web de
dicha entidad, desde luego, garantizando el derecho de contradicción a
los sujetos procesales. Esto teniendo en cuenta que tal documentación
hace parte de los antecedentes del acto de elección, que debió haber
sido allegada al contestar la demanda y también, la obligación que le
asistía al a quo de verificar si fue o no aportada de manera completa,
circunstancia que valga la pena resaltar, se pasó por alto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
229 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 237 PARÁGRAFO / CÓDIGO ELECTORAL
– ARTÍCULO 1 NUMERAL 3 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 142 / CÓDIGO
ELECTORAL – ARTÍCULO 169 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 184 / CÓDIGO
ELECTORAL – ARTÍCULO 203 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 209 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 161 NUMERAL 6 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 288 NUMERAL 4

358
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR
CONTRATACIÓN, CAUSALES SUBJETIVAS DE LA NULIDAD DE LAS
ELECCIONES, ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES DE LA DEMANDA,
VALORACIÓN DE LA PRUEBA DOCUMENTAL, AMPLIACIÓN DE LA
SUSTENTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN

EXTRACTO NO. 15

RADICADO: 52001-23-33-000-2020-00013-01
FECHA: 06/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Fidel Darío Martínez Montes
DEMANDADOS: Ramiro López y Wilfredo Manuel Prado Chirán –
Concejales de Pasto, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección entrará a resolver si existe


mérito para confirmar o revocar la sentencia del 14 de septiembre
de 2020, proferida por el Tribunal Administrativo de Nariño, que negó
las pretensiones de la demanda de nulidad electoral contra el acto
de elección de Ramiro López y Wilfredo Manuel Prado Chirán como
concejales del municipio de Pasto, período 2020-2023 a quienes se
acusa de estar incursos en la causal de nulidad prevista en el numeral
3º del artículo 40 de la Ley 617 de 2000, alusiva a la intervención en
celebración de contratos dentro del año anterior a su elección.

TESIS 1: Expone la señora agente del Ministerio Público en segunda


instancia que el artículo 282 del CPACA posibilita la acumulación de
procesos fundados en falta de requisitos o en inhabilidades cuando se
refieran a un mismo demandado. Sin embargo, observa que en reciente
pronunciamiento uno de los magistrados integrantes de la Sala indicó
que era posible fallar en un proceso pretensiones y demandas que se
dirijan contra varios demandados por una misma causa con origen
común, criterio que considera no es de la Sección en pleno, lo cual
exige un pronunciamiento expreso, en razón a que fijaría una tercera
regla para la acumulación de pretensiones en materia electoral. Al
respecto, se destaca que la Sala de forma reiterada ha adoptado la

359
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

postura según la cual “un correcto entendimiento de las reglas que


sobre acumulación de procesos y pretensiones electorales prevé el
CPACA, impone concluir que por regla general sí se pueden acumular
tanto pretensiones como procesos basados en causales subjetivas,
siempre y cuando la elección este contenida en un mismo acto”,
posición jurídica adoptada por la Sala de Decisión en providencias
de 8 de septiembre de 2016 y 15 de diciembre de 2020, entre otras.
Así las cosas, la Sala remite a los precedentes enunciados, con el fin
de ratificar un asunto que ha sido discutido, debatido y decidido en
oportunidades anteriores, en el sentido de valorar la coincidencia de
acto, para determinar la procedencia de acumular pretensiones en una
misma demanda frente a la elección de dos o más ciudadanos, a la luz
de las reglas previstas en la Ley 1437 de 2011. En el sub judice el acto
de elección se encuentra contenido en el Formulario E-26CON de fecha
8 de noviembre de 2019, por lo que es viable el estudio acumulado de
la presente controversia.

TESIS 2: [E]l impugnante solicita la valoración de la prueba documental


aportada por el testigo (…) con fundamento en el artículo 212 del CPACA,
norma que regula la práctica de pruebas en segunda instancia. (…).
Observa la Sala que en la audiencia de pruebas se recibió el testimonio
de (…), quien atendiendo la facultad prevista en numeral 6 del artículo
221 del CGP, postuló algunas pruebas documentales que ratificaran
su dicho. Frente al mismo punto, el magistrado ponente dispuso que
estos medios probatorios fueran remitidos al correo del despacho
judicial para su “valoración o admisión” en la sentencia. Lo anterior
lleva a concluir que lo pretendido por la parte actora en el recurso de
apelación no es la solicitud o decreto de pruebas en segunda instancia,
en la forma en que lo establece el artículo 212 del CPACA, sino que
solicita la valoración de este medio probatorio en segunda instancia, en
virtud de la presunta omisión de su estudio por parte del a quo. Así las
cosas, considera la Sala que no hay lugar a emitir un pronunciamiento
adicional respecto del decreto o práctica de las pruebas decretadas,
practicadas e incorporadas en la primera instancia, de modo que lo
procedente es su análisis y valoración para decidir la apelación, en los
términos del artículo 176 del CGP previamente referido.

TESIS 3: [L]a sentencia objeto del recurso de apelación fue proferida


el 14 de septiembre de 2020, notificada por correo electrónico de
fecha 15 de septiembre de la misma anualidad y el recurso de alzada
fue presentado el día 22 de ese mismo mes y año. En tal virtud, y

360
verificados los requisitos previstos en el artículo 292 del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, el
Magistrado ponente del Tribunal Administrativo de Nariño dispuso
conceder, en el efecto suspensivo, el recurso de apelación interpuesto
por la parte demandante contra la sentencia de primera instancia.
Así mismo, por auto de 5 de octubre de 2020, se dispuso en segunda
instancia la admisión del recurso de apelación y el traslado del escrito
impugnatorio a la parte contraria y al agente del Ministerio Público. (…).
El plazo para alegar de conclusión se cumplió del 14 al 16 de octubre
de 2020, oportunidad en la que la parte accionada y el demandante
presentaron sus argumentos de oposición. Por su parte, el traslado al
Ministerio público se cumplió del 19 al 23 de octubre de 2020, periodo
durante el cual se recibió el concepto a través de memorial radicado en
esta última fecha. Concurrentemente, el apoderado del demandante
allegó memorial de fecha 23 de octubre de 2020, en el cual pretende
adicionar el recurso de apelación, planteando argumentos nuevos que
no fueron expuestos en el escrito impugnatorio inicial y reiterando la
solicitud de valoración de las pruebas allegadas por el testigo (…). Al
respecto, se impone precisar que este escrito [de adición del recurso
de apelación] no será valorado en esta sede judicial, por haber sido
allegado extemporáneamente y por lo tanto, los argumentos nuevos
allí expuestos no serán objeto de análisis en esta instancia judicial.
Además, es importante advertir que la parte demandante tuvo la
oportunidad de presentar en el plazo legal sus alegatos de conclusión
durante el trámite de la segunda instancia, el cual no puede ser utilizado
para añadir motivos de inconformidad con la sentencia apelada.

TESIS 4: El derecho a la participación política, específicamente,


ha sido erigido como derecho fundamental. (…). El derecho político
de elegir y ser elegido puede ser limitado para proteger el interés
general y rodear de transparencia, imparcialidad, igualdad y
moralidad el acceso de las personas a la función pública. Dentro de
estas limitaciones encontramos el régimen de inhabilidades, como
restricciones que tienen como finalidad “garantizar que a los cargos
de elección popular se presenten personas probas y carentes de
antecedentes negativos en punto a su idoneidad y honorabilidad, y que
no ostenten condiciones de privilegio por cuenta de vinculaciones con
el Estado que desequilibren la contienda electoral”. (…). Así mismo, en
la realización del principio democrático esta Sala ha reconocido que
estos regímenes tienen como finalidad “prevenir afrentas contra las
condiciones normales en las que se deben desarrollar los procesos

361
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

electorales, producto de las situaciones personales de los aspirantes”.


(…). Por lo tanto, los regímenes de inhabilidades se relacionan con
hipótesis, situaciones o condiciones prohibitivas para el ciudadano que
aspira a ser candidato, que unas veces atañen a antecedentes que lo
descalifican, como la condena a pena privativa de la libertad, y otras
motivadas por el equilibrio que debe guiar la contienda política, como
las que tienen que ver con el ejercicio de autoridad o la celebración de
contratos por parte del candidato antes de las elecciones, que otorgan
ventaja y alteran el ejercicio democrático.

TESIS 5: [D]e este tipo normativo [artículo 43 de la Ley 136 de 1994,


modificada por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000] se desprenden dos
situaciones diferenciadas, las cuales, a su vez, consagran hipótesis que
constituyen inhabilidades autónomas o independientes, así: i) aquella
relativa a la intervención en la gestión de negocios ante entidades
públicas del nivel departamental, o en la celebración de contratos
con entidades públicas de cualquier nivel que deban ejecutarse o
cumplirse en el respectivo municipio o distrito, y ii) la referida a
haberse desempeñado como representante legal de entidades que
administren tributos, tasas o contribuciones, o de entidades que
presten servicios públicos domiciliarios o de seguridad social de
salud en el régimen subsidiado. (…). [C]omo elementos configurativos
de la causal [de intervención en la celebración de contratos], la Sala
ha identificado los siguientes: (i) un elemento temporal, previsto en
la norma, según el cual, el contrato ha debido celebrarse un (1) año
antes del certamen electoral; (ii) un elemento espacial o geográfico
que lo constituye el lugar donde se ejecutó o ha debido cumplirse el
contrato, esto es, el mismo municipio o distrito en que el candidato
aspira a ser concejal; (iii) un elemento material u objetivo, consistente
en la conducta de suscripción o celebración del contrato y; (iv) un
elemento subjetivo, relacionado con el interés propio o de terceros
que persigue la celebración del contrato estatal. En lo que atañe
puntualmente al elemento material, existe coincidencia al interior
de la Sección, en cuanto a que los actos de ejecución y liquidación
de los contratos no configuran la causal de celebración de contratos,
dado que estas actividades se ubican por fuera de los supuestos que
contemplan las respectivas normas, es decir, con posterioridad a su
celebración. Sumado a lo anterior, en punto al elemento subjetivo, se
ha reconocido la posibilidad de que la celebración de contratos ocurra
de forma directa o indirecta, en este último caso, para que queden
comprendidos terceros que no lo suscriben, pero frente a quienes

362
logra probarse la intervención en la contratación en virtud de una
simulación, por interpuesta persona, por delegación, designación
o representación. (…). De la (…) relación de contratos se tiene que
ninguno de ellos fue suscrito por los demandados ni se aportó prueba
adicional que acreditara que los concejales [demandados] participaron
de forma personal y activa en su celebración. En este punto se debe
precisar que la jurisprudencia de la Sección Quinta ha establecido
quién queda inhabilitado por intervención en la celebración de
contratos con entidades públicas de cualquier orden, en interés propio
o en el de terceros, que deban cumplirse en el respectivo municipio o
distrito. (…). [E]sta Sala de decisión ha considerado que se configura la
citada inhabilidad cuando se encuentra acreditada una participación
personal y activa del entonces candidato en los actos conducentes a
la celebración de los contratos. En punto de este elemento material u
objetivo de la inhabilidad por contratación, recientemente se consideró:
ii) Un elemento material u objetivo consistente en intervenir en la
celebración de contratos con entidades públicas. Sobre el punto, la
Sección ha establecido que aquella incluye la participación directa de
las partes del contrato, es decir, para que se entienda configurada esta
inhabilidad debe existir intervención directa y personal del candidato,
es decir, debió haber participado en la celebración del negocio jurídico.
(…). Contrario a los presupuestos de la inhabilidad endilgada, en el sub
judice se demostró que los contratos aportados por la parte actora
fueron suscritos por los señores (…), sin que exista medio probatorio
alguno que demuestre la participación personal y directa de los
concejales [demandados] en su celebración. En tal virtud, estando
acreditado que el elemento material u objetivo de la inhabilidad del
numeral 3° del artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificada por
el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, consistente en la conducta de
suscripción o celebración del contrato, no fue plenamente satisfecho,
la Sala se abstiene de analizar los restantes elementos que componen
la inhabilidad. Finalmente y respecto del argumento dirigido a invocar
la presunta la violación del régimen de prohibiciones contenido en
el artículo 49 de la Ley 617 de 2000, modificado por las Leyes 821
de 2003, 1148 de 2007 y por el artículo 1° de la Ley 1296 de 2009,
además del contenido del artículo 52 de la Ley 190 de 1995 (Estatuto
Anticorrupción), la Sala precisa que dichas normas se encuentran
dirigidas a que los cónyuges o compañeros permanentes, y parientes
hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad y
primero civil de los gobernadores, diputados, alcaldes municipales
y distritales y concejales municipales y distritales, no puedan ser

363
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

miembros de juntas o consejos directivos de entidades del sector


central o descentralizados del correspondiente departamento, distrito
o municipio, ni miembros de juntas directivas, representantes legales,
revisores fiscales, auditores o administradores de las entidades
prestadoras de servicios públicos domiciliarios o de seguridad social
en el respectivo departamento o municipio, sin que las prohibiciones allí
contenidas generen conductas restrictivas a los candidatos al Concejo
municipal que puedan generar la nulidad de su acto de elección. (…).
Conforme a los anteriores planteamientos, la sala concluye que frente
a los concejales [demandados] no se configuró el elemento material
u objetivo de la inhabilidad establecida en el artículo 43, numeral 3
de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617
de 2000 y, por consiguiente, la presunción de legalidad que reviste el
acto de elección demandado no fue desvirtuada, razón suficiente para
confirmar la sentencia apelada.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [L]os argumentos aclarativos no tienden a precisar los


razonamientos que fundamentaron la negativa de los cargos
inicialmente propuestos con la radicación de la demanda. No. El
aclaramiento busca resaltar que los prolegómenos que acompañaron
la denegatoria de los cargos elevados en el texto de reforma del libelo
genitor no fueron los indicados, pues si bien la Sección desarrolló
un análisis de su fondo, lo procedente era declarar la caducidad de
dichos cuestionamientos por haber sido presentados por fuera de la
oportunidad ofrecida por el literal a), ordinal 2° del artículo 164 de la
Ley 1437 de 2011 que, en materia de voto popular, refiere que los treinta
(30) días para la formulación de las demandas electorales y, por ende,
de sus planteamientos nulitantes, se computan desde su declaración
en la audiencia pública. Se trata no solo de una prescripción normativa
que gobierna expresamente la presentación temporal de los escritos
genitores, sino también los libelos que con posterioridad buscan
reformar las objeciones sobre las cuales se fundan los pedimentos
anulatorios. (…). De esta manera, la postulación de nuevos cargos
en la reforma de la demanda pende de un componente temporal
circunscrito al término concebido por el legislador para la formulación
de las demandas primigenias que como se apuntó para el caso de
las elecciones populares es de treinta (30) días contados a partir de

364
su declaratoria en el marco de las audiencias públicas en las que se
ponen en marcha los escrutinios zonales, municipales, distritales,
departamentales y/o nacionales. Así las cosas, y descendiendo al
caso del que conoció la Sala, se tiene que si bien los cuestionamientos
esgrimidos primigeniamente en la demanda fueron presentados de
manera oportuna –comoquiera que entre la declaración de la elección
(8 de noviembre de 2019) y la presentación de la demanda (14 de enero
de 2020), descontando los días inhábiles y de suspensión de términos
en el año 2019 habían transcurrido 28 días–, no sucedía lo mismo en
relación con las censuras esbozadas con la reforma que, habiendo
sido radicadas el 28 de enero de 2020, superaban claramente las
oportunidades procesales para ello. Por lo anterior, (…) las objeciones
relacionadas con la intervención de los demandados en la gestión y
celebración de los contratos (…), no podían ser conocidas de fondo por
la Sala, al haber sido planteadas en un escrito de reforma radicado de
manera inoportuna, por lo que la Sección debió declarar su caducidad,
sin importar que el Tribunal Administrativo de Nariño los hubiera
admitido, al tratarse de una de aquellas excepciones mixtas que
pueden ser incluso decretadas de oficio por los operadores judiciales,
a las voces del artículo 187 de la Ley 1437 de 2011.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43
NUMERAL 3 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO
49 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 176 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 221 NUMERAL 6 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164
ORDINAL 2 LITERAL A / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 212 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 278 INCISO 2 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 282 / LEY 821 DE 2003 / LEY 1148 DE 2007 / LEY 1296 DE 2009
– ARTÍCULO 1 / LEY 190 DE 1995 – ARTÍCULO 52

365
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO, VINCULACIÓN AL PROCESO DEL CONSEJO NACIONAL
ELECTORAL, DERECHO PERSONAL DE ACCEDER A UNA CURUL,
DERECHO A LA IGUALDAD, PRINCIPIO DE CONFIANZA LEGÍTIMA,
VACÍO NORMATIVO

EXTRACTO NO. 16

RADICADO: 44001-23-33-000-2020-00001-01
FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Olimpo Gabriel Núñez de Armas
DEMANDADO: Delay Magdaniel Hernández - Diputado de la Asamblea
Departamental de La Guajira, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección entrará a resolver si existe


mérito suficiente para confirmar, modificar o revocar la sentencia del
18 de septiembre de 2020, proferida por el Tribunal Administrativo
de La Guajira, que negó las pretensiones de la demanda de nulidad
electoral, contra el acto de designación de Delay Magdaniel
Hernández como Diputado de La Guajira (Periodo 2020-2023),
el cual se acusa de vulnerar el derecho a la igualdad porque
tratándose de la asignación del derecho personal en el Senado y
Cámara de Representantes se otorgó una curul adicional, mientras
a nivel territorial se conserva incólume la cantidad de escaños, en
perjuicio de quienes salen favorecidos por haber participado en
la contienda electoral para las corporaciones departamentales,
distritales y municipales. Así mismo, se alega la vulneración del
principio de confianza legítima porque, en criterio del demandante,
cuando se inscribió como candidato a la Asamblea Departamental
de La Guajira, lo hizo a una corporación conformada por once (11)
curules y que a pesar de haber obtenido la votación suficiente para
acceder a la curul No. 11, este derecho le fue restringido en razón a
que se decidió su asignación a un candidato a la gobernación que no
fue favorecido en las justas electorales.

366
TESIS 1: [L]a Corte Constitucional [en sentencia C-018 del 4 de
abril de 2018], después de realizar un estudio exhaustivo y detallado
del contenido del artículo 25 de la Ley Estatutaria 1909 de 2018, lo
encontró ajustado a la Carta Magna en tanto reproduce el contenido
del artículo 112 Superior y se encuentra en consonancia con las demás
normas fundantes, entre ellas aquellas que regulan la distribución de
curules en las corporaciones públicas de elección popular. En tal virtud,
cualquier cuestionamiento que surja sobre su sometimiento a ella se
encuentra circunscrito a cosa juzgada constitucional lo cual le otorga el
carácter de inmutable, vinculante y definitiva, salvo que se configuren
aquellas circunstancias que enervan los efectos de la cosa juzgada,
tales como: “(i) cuando se presentan reformas constitucionales que
varían los parámetros de comparación; (ii) cuando así lo demanda
el carácter dinámico del Texto Superior; (iii) o cuando se presenta la
necesidad de realizar una nueva ponderación de valores o principios
constitucionales a partir del cambio de contexto en el que se inscribe
la disposición acusada. Por su parte, esta Sala Electoral ha disgregado
los ingredientes que conforman este contenido normativo, cuando
explica que existe: “(i) una condición subjetiva, haber sido candidato
a alguno de los cargos uninominales enlistados en dicho artículo; (ii)
una causa, obtener el segundo lugar como candidato en esos comicios;
(iii) una consecuencia, el surgimiento de un derecho personal en la
respectiva curul durante el período de la correspondiente corporación,
la llamada “curul por derecho propio”; (iv) una relación con el número
de escaños ordinarios esa corporación, dependiendo de si se trata del
Congreso de la República o de las demás corporaciones públicas; y
(v) las implicaciones frente al supuesto de no ejercicio del derecho
personal.”, premisas a partir de las cuales se ha de proceder al estudio
de la legalidad de los actos de elección y de contenido electoral que se
controviertan ante la jurisdicción contenciosa administrativa.

TESIS 2: Alega el impugnante que en el sub judice no se notificó


al Consejo Nacional Electoral como tercero interesado, vínculo que
considera determinante en este litigio por cuanto esta entidad es
la máxima autoridad en materia electoral, conforme lo dispone el
artículo 265 superior. (…). Respecto de la forma de vinculación de los
sujetos procesales, el medio de control de nulidad electoral contiene
una regulación especial que se encuentra prevista en el artículo
277 de la Ley 1437 de 2011, disposición que señala la forma en la
que debe notificarse el auto admisorio. (…). Ahora bien, tratándose
de elecciones por voto popular, esta Sección ha establecido la

367
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

necesidad de vincular al Consejo Nacional Electoral, al considerar


las particularidades que enmarcan el proceso de escrutinio, en tanto,
participan una pluralidad de actores, entre los que se encuentra la
Registraduría Nacional del Estado Civil, el Consejo Nacional Electoral y,
de forma transitoria, las comisiones escrutadoras. (…). Se destaca que
el presente caso la naturaleza de la controversia es de aquellas que
versa sobre el resultado de una elección por voto popular, en tanto el
accionante invoca su derecho a acceder a una curul en la Asamblea
Departamental de La Guajira, en lugar de quien la obtuvo en virtud del
contenido del artículo 25 de la Ley 1909 de 2018, como consecuencia
de los votos obtenidos en las justas electorales que se celebraron el
27 de octubre de 2019. Sobre lo ocurrido en el sub lite, encuentra la
Sala que la magistrada sustanciadora el 31 de enero de 2020 profirió
el auto admisorio de la demanda. (…). Esta providencia fue notificada
mediante correo electrónico fechado el lunes, 03 de febrero de 2020
a las 11:38 a.m. enviado a la dirección electrónica cnenotificaciones@
cne.gov.co, tal y como lo dispone el artículo 277.2 de la Ley 1437
de 2011. Como consecuencia de esta vinculación, mediante correo
electrónico recibido (…) el 25 de febrero de 2020 (…), el apoderado
del Consejo Nacional Electoral presentó su escrito de intervención y
en el plasmó sus argumentos de oposición a la demanda, los cuales
fueron incluidos en la sentencia de primera instancia. (…). Conforme
a lo expuesto, concluye la Sala que en sub judice se demostró que sí
existió vinculación del Consejo Nacional Electoral y que en ejercicio
de esta facultad esa entidad emitió pronunciamiento en contra de las
pretensiones del libelo genitor, argumentos que fueron valorados por
el a quo en la sentencia impugnada, circunstancia que justifica que
este argumento no pueda salir avante.

TESIS 3: Expone el demandante en su escrito de apelación que se


configura un vulneración del derecho a la igualdad, porque tratándose
de la asignación del derecho personal en el Senado y Cámara de
Representantes se otorgó una curul adicional, mientras a nivel territorial
se conserva incólume la cantidad de escaños, en perjuicio de quienes
salen favorecidos por haber participado en la contienda electoral
para las corporaciones departamentales, distritales y municipales.
(…). Precisa la Sala que este derecho fundamental [a la igualdad]
tiene su origen en el mandato del artículo 13 superior que dispone
que todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la
misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos
derechos, libertades y oportunidades, además de la obligación estatal

368
de promover las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva.
(…). [S]e advierte que el apelante pretende contrarrestar la situación
acaecida frente a los candidatos que le sigue en votos a quien se declare
elegido en el cargo de Presidente y Vicepresidente de la República,
quienes tendrán la posibilidad de acceder al derecho personal de ocupar
una curul en el Senado y Cámara de Representantes creadas para tal
efecto, en comparación con quienes hubieran ocupado el segundo
lugar en los escrutinios realizados para Gobernador de Departamento,
Alcalde Distrital y Alcalde municipal, quienes podrán aceptar una de
las curules preexistentes en la Asamblea Departamental, Concejo
Distrital y Concejo Municipal, respectivamente. Adicionalmente, con
anterioridad esta Sala Electoral ha predicado la existencia de otros
componentes de diferenciación. (…). [E]n una oportunidad pretérita
también se concluyó que no se configuró la vulneración del derecho
a la igualdad en virtud de que esta “disposición fue objeto de análisis
por la Corte Constitucional, que estimó válida la reforma introducida,
que por mandato de la misma Carta Política, sólo es susceptible de
control por vicios en su formación, y no por asunto de fondo como el
formulado por el actor, lo que obedece al valor prevalente que tiene
la voluntad del constituyente”. Conforme a lo expuesto y por existir
criterios de diferenciación entre los supuestos de hecho que propone
el apelante como circunstancias que vulneran el derecho fundamental
a la igualdad y atendiendo los pronunciamientos jurisprudenciales
que ha proferido esta Sección con anterioridad, se concluye que este
argumento de oposición no tiene vocación de prosperidad.

TESIS 4: Tal como lo expone el agente del Ministerio Público, esta


Sala con anterioridad ha considerado que este principio encuentra su
fundamento jurídico en el principio de seguridad jurídica contenido
artículos 1°, 4° superiores, además del principio de la buena fe
previsto en el artículo 83 constitucional según el cual “…las actuaciones
de los particulares y de las autoridades públicas deberán ceñirse
a los postulados de la buena fe, la cual se presumirá en todas las
gestiones que aquellos adelanten ante éstas”. (…). Así mismo, esta
Sala Electoral conceptuó que “la confianza legítima propende por la
evolución del ciudadano en un medio jurídico estable y previsible, del
cual pueda fiarse. (..)” lo que conlleva el deber actuar con lealtad en
la relación jurídica entre la administración y el administrado, el deber
de comportarse de forma coherente con las actuaciones anteriores e
impedir sorprender a la otra parte con un cambio intempestivo que
defraude lo que legítimamente esperaba. (…). Descendiendo al caso

369
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

en concreto el apelante funda su recurso en la vulneración al principio


de confianza legítima porque, en su criterio, cuando se inscribió como
candidato a la Asamblea Departamental de La Guajira, lo hizo a una
corporación conformada por once (11) curules. Arguye que a pesar de
haber obtenido la votación suficiente para acceder a la curul No. 11,
este derecho le fue restringido en razón a que se decidió su asignación
a un candidato a la gobernación que no fue favorecido en las justas
electorales. Al respecto se precisa que el artículo 32 de la Ley 1909 de
2018 prescribió de forma expresa que su contenido entraba en vigor
el 20 de julio de 2018. (…). Por su parte, la Registraduría Nacional del
Estado Civil expidió la Resolución No. 14778 de 11 de octubre de 2018,
(…), en cuyo artículo primero de la parte resolutiva fijó como periodo
de inscripción de candidatos y listas el lapso circunscrito del 27 de
junio al 27 de julio de 2019. En dicho término el Movimiento Alternativo
Indígena MAIS presentó solicitud para la inscripción de listas y
constancia de aceptación de candidatos. (…). En virtud de lo expuesto,
considera la Sala que al momento de realizar el proceso de inscripción
y de aceptación de la candidatura ya se encontraba en vigencia el
contenido del artículo 25 de la Ley 1909 de 2019, cuyas previsiones
debían de ser de conocimiento del candidato en razón a la naturaleza
del cargo que aspiraba y a que éstas constituían lineamientos previos
dentro del proceso eleccionario al que se sometía por voluntad propia,
conforme lo aceptó en el formulario E-6 AS. Lo anterior, lleva a concluir
que las consecuencias predicables de la aplicación del citado artículo
25, esto es, la asignación por derecho propio del escaño de la Asamblea
Departamental de La Guajira al demandado, no constituía un hecho
sorpresivo dentro de las reglas electorales, sino que por el contrario se
trataban de condiciones preexistentes al momento de su inscripción. Ello
permite concluir que el invocado principio no fue quebrantado en el sub
judice. (…). Por considerar que los argumentos alegados en el escrito de
impugnación contra la decisión de primera instancia dirigidos a invocar
la configuración de la vulneración al principio de confianza legítima,
no se encuentran debidamente acreditados en el presente caso, se
concluye que este cargo debe ser despachado desfavorablemente.

TESIS 5: Insiste el accionante en que el legislador debió prever en


la norma la creación de curules adicionales en las corporaciones
territoriales, a efectos de dar aplicación al derecho personal contenido
en el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018, en las mismas condiciones
que se estableció para Senado y Cámara de Representantes. (…). En
virtud de que el Constituyente derivado dispuso de forma expresa la

370
forma como se ha de proveer la asignación de curules en aplicación
del artículo 25 de la Ley 1909 de 2018 y que previó un tratamiento
diferenciado para las condiciones disímiles que implica su ejercicio
en Senado y Cámara frente a las corporaciones territoriales, lo
cual encuentra su justificación en otras normas fundantes y que
dicho aspecto ya fue objeto de análisis a profundidad por esta Sala
de Decisión se concluye que este argumento ha de despacharse
desfavorablemente. (…). Conforme a los anteriores planteamientos, la
Sala concluye que frente los argumentos de impugnación referidos a la
falta de vinculación del CNE; a la vulneración del derecho fundamental
a la igualdad y al principio de confianza legítima y a la configuración
de un vacío normativo en el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018 éstos
no tienen vocación de prosperidad y por consiguiente, la presunción de
legalidad que reviste el acto de elección demandado no fue desvirtuada,
razón suficiente para confirmar la sentencia apelada.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: El soporte constitucional de las curules que se otorgan en


Senado, Cámara de Representantes, asamblea departamental, concejo
distrital y concejo municipal para los candidatos que ocupen el segundo
lugar en las elecciones presidenciales y de mandatarios territoriales
está dado por el artículo 112 de la Constitución Política, modificado por
el Acto Legislativo 02 de 2015 (Equilibrio de Poderes). (…). El alcance
que le dieron los ponentes al reputado esquema de asignación de
curules, se afincó en importantes principios democráticos y de
legitimidad pública, pues no se trató únicamente de reconocer una
forma de representación política, sino también de aupar el ejercicio del
control político, en el marco del sistema de pesos y contrapesos, a partir
de un hecho electoral conocido –el resultado de la contienda electoral–,
que busca dar fuerza operativa a una idea de gobierno que remarque en
las corporaciones públicas el principio de separación de poderes. (…).
[L]a adición que se realizó al artículo 112 de la Constitución Política fue
más allá de la mera asignación de una curul. Ciertamente, se trató de
un intento entusiasta por otorgarle contenido material al ejercicio de la
oposición en Colombia, en el marco del sistema de pesos y contrapesos,
bajo la premisa de que quien ocupa la segunda posición en la carrera
por la presidencia y vicepresidencia de la República, una gobernación
departamental o una alcaldía distrital o municipal asume un liderazgo

371
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

natural de control en los distintos niveles del gobierno. Sobre este


particular, cabe decir que la Sala ha entendido que, además de ser una
prerrogativa para a oposición, el derecho personal se constituye en una
forma de dotar de eficacia el voto de quienes optaron por una opción
política o programa que, pese a su representatividad, no logró salir
vencedor en las urnas. (…). A partir de la literalidad de dicha disposición
[artículo 112 de la Constitución Política] y de la jurisprudencia esbozada
(…), surgen una serie de ingredientes que definen su contenido, a saber:
(i) una condición subjetiva, haber sido candidato a alguno de los cargos
uninominales enlistados en dicho artículo; (ii) una causa, obtener el
segundo lugar como candidato en esos comicios; (iii) una consecuencia,
el surgimiento de un derecho personal en la respectiva curul durante el
período de la correspondiente corporación; (iv) una relación con el
número de escaños ordinarios esa corporación, dependiendo de si se
trata del Congreso de la República o de las demás corporaciones
públicas; y (v) las implicaciones frente al supuesto de no ejercicio del
derecho personal. El hecho de que sea el candidato que siga en votos a
quien la autoridad electoral declare elegido en el cargo de Presidente y
Vicepresidente de la República, gobernador de Departamento, alcalde
distrital y alcalde municipal es lo suficientemente claro. Sí merecen
especial consideración las siguientes cosas: que se trate de un “derecho
personal”, que estas curules en el Congreso de la República sean
“adicionales”, mientras que las de asamblea departamental y concejo
municipal no, y que se consagre la posibilidad de “no aceptación de la
curul”. Entre las dos últimas existe un vínculo indisoluble de cara a su
análisis. (…). Como se dijo, del marco jurídico-político en el que se
inscriben ambas previsiones normativas (constitucional y legal) y de
sus antecedentes emerge con meridiana claridad que tienen por objeto
estimular y dotar de garantías y derechos verdaderos a las fuerzas
políticas que, en principio –pues el ejercicio del derecho personal
depende de la postura asumida por la respectiva bancada a la que se
adhiere quien acepta tal curul–, realizan oposición o control político –
que no son sinónimos–, según sea el caso, al Gobierno, tanto a nivel
nacional como territorial para coadyuvar el control político que emerge
del sistema de pesos y contrapesos. (…). Pues bien, la Ley 1909 de 2018
ratifica los postulados constitucionales definidos para la curul que
deriva del estudiado derecho personal concedido al individuo que lograr
acaparar la segunda votación más alta al respectivo cargo uninominal,
sometiendo su ejercicio, en todos los casos, al régimen de bancadas;
concretando, para el caso de los Congresistas, su asiento “adicional” en
las respectivas comisiones primeras constitucionales; y definiendo,

372
para los miembros de corporaciones públicas territoriales, el
procedimiento de aceptación o rechazo de su curul “fundamental” (no
adicional). Esto último resulta de cardinal importancia, pues constituye
uno de los elementos diferenciales respecto de las curules que se
obtienen por los mecanismos ordinarios que tienen por objeto las
elecciones parlamentarias o las territoriales a través de las cuales se
conforma la base de las referidas instituciones. Poder rehusar la curul
es una consecuencia de la tipología del derecho adquirido por ser el
siguiente en votos respecto del candidato electo a alguno de los cargos
uninominales de que trata el artículo 112 Superior. En otras palabras, la
no aceptación a la que se hace referencia deviene de que se trate de un
“derecho personal”, que al ser catalogado de la misma manera para la
curul del Congreso de la República y para las demás, opera para ambas
de la misma manera, independientemente del tipo de colectividad o
agrupación de la que provenga el candidato favorecido con ella. (…). [L]
o que se busca con la invocación del artículo 263 Superior es que esa
curul de la asamblea o concejo que queda vacante por la no aceptación
del candidato que ocupó el segundo lugar en la pugna por ser el primer
mandatario del ente territorial en el que opera esa corporación pública,
sea ocupada por la persona a la que le hubiera correspondido según el
reparto ordinario que se hizo en las elecciones en las que resultaron
electos los demás miembros de esta última. (…). Esto refuerza la idea
de que, más allá del aval que se recibe de la agrupación política para
ocupar el cargo unipersonal, el derecho a la curul que se logra por el
candidato que ocupa el segundo lugar en la elección de gobernador o
alcalde es del candidato individualmente considerado, es un “derecho
personal”, no un derecho sobre el que pueda disponer –por lo menos en
cuanto a su aceptación se refiere– el partido, movimiento o grupo
significativo de ciudadanos. Exactamente lo mismo ocurre con la curul
que la fórmula de presidente y vicepresidente de la República que sigue
en votos a la ganadora obtiene en el Senado de la República y en la
Cámara de Representantes, respectivamente. La única diferencia
estriba en que por tratarse de curules “adicionales” no es necesario
efectuar alguna suerte de redistribución, ya que esta no quitó espacio a
alguna persona que tuviera el derecho bajo el voto popular inserto en el
marco de las elecciones propiamente parlamentarias. Así, la
consecuencia de no aceptar la curul de que trata el artículo 112 Superior
en el Congreso de la República no conlleva la posibilidad de que esta
sea ocupada por otro, precisamente por la naturaleza personalista del
derecho a ocuparla, lo cual no se puede confundir con el deber de
ejercicio partidista o de bancada una vez aceptada, que en lo sucesivo

373
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

se pasa a explicar. (…). Desde un plano un poco más específico, que es


el del “derecho personal” a la curul otorgada al candidato que ocupó el
segundo lugar en las justas por el cargo unipersonal de que se trate, –
que no se puede confundir con el ejercicio de la oposición que tiene
lugar una vez se adquiere la investidura con la toma de posesión del
cargo–, otras son las consideraciones que se deben mirar, pues no se
puede considerar opositor al candidato que ocupa el segundo lugar en
las elecciones presidenciales, de gobernador o de alcalde, por ese solo
resultado electoral, pues una cosa es tener el “derecho personal” a
ocupar el cargo, y otra la manera como debe ejercerse en caso de que
se acepte la curul, tal y como se detallará. (…). Para el caso de la curul
consagrada en el artículo 112 de la Carta, tal renuncia al derecho, o
como lo dispone la norma, la “no aceptación”, apareja una suerte de
extinción de la curul en cuanto al Congreso de la República concierne, y
la aplicación del esquema de distribución del artículo 263 de la Carta
Política en tratándose de las demás corporaciones públicas, como
garantía de respeto por el sistema democrático y por el mejor derecho
a partir de la representación que concierne a las distintas agrupaciones
políticas enfrentadas en la contienda electoral que sirvió para definir la
base de las respectivas asambleas y concejos. Pasando a otro punto
focal, que la norma permita a los beneficiarios de la referida curul
rehusarse a ser congresistas, diputados o concejales en virtud del
derecho personal adquirido, implica, de por sí, una diferencia sustancial
entre la naturaleza del acto por medio del cual se materializa el acceso
a la curul (voto indirecto) y la que se deriva del sistema de designación
ordinario (voto directo). (…). Por eso la comprensión del “derecho
personal” al que se refiere el artículo 112 de la Constitución Política
tiene que armonizarse con el contexto de las garantías de la oposición;
muy distinto al del derecho a elegir y ser elegido (art. 40 C. P.) que se
concreta en este caso en la aspiración presidencial, vicepresidencial, de
gobernador departamental o de alcalde distrital o municipal. En estos
eventos, en los que hay lugar a la curul consagrada en el artículo 112 de
la Carta en concordancia con los artículos 24 y 25 del Estatuto de la
Oposición, el pueblo vota por una fórmula presidencial o por un
mandatario territorial, no por un aspirante a alguna corporación pública.
Cada voto depositado tiene la intención de poner en el primer lugar a su
destinatario, y el hecho de que ello lo sitúe en un segundo escaño es
apenas una “contingencia electoral” que activa una prerrogativa
individual, que con sus particularidades, valga decir, nace del sufragio.
(…). Empero, desde luego, una cosa es el respeto por el sistema de
bancadas durante el desempeño del cargo, y otra, muy distinta, la

374
titularidad del derecho a acceder al mismo. En condiciones normales
(voto directo), el derecho a la curul es del partido que recibió los votos
para la elección de la respectiva corporación; en el contexto del
mencionado derecho personal (voto indirecto), es propio de quien ocupó
el segundo lugar en las elecciones correspondientes para primer
mandatario nacional o local, el cual, de aceptarlo se somete a los
deberes y obligaciones democráticas y partidistas que le son inherentes.
En ese orden de cosas, es menester precisar que, en estos eventos, la
posibilidad de acceder al cargo no es de la agrupación política o para la
defensa de los intereses que a esta le asisten, sino de la persona que
ocupó el segundo lugar en la carrera a los reputados cargos
unipersonales y dentro del marco de un esquema de roles que opera
bajo la dinámica tríplice de “oficialismo”, “independencia” y “oposición”.
(…). Por último, se reconoce la existencia de la designación de curules
que se realiza en ejercicio del “derecho personal” que ahora convoca a
esta Sala, embebido en los artículos 112 Constitucional y 24-25 de la
Ley 1909 de 2018 (Estatuto de la Oposición). Claramente no se trata de
una “elección directa”, toda vez que la contienda electoral que le precede
tiene por objeto la provisión de cargos unipersonales, entiéndase
presidente y vicepresidente de la República, gobernador departamental
y alcalde distrital o municipal. Tampoco se subsume en la tipología que
he resuelto llamar “designación nominativa”, porque no se perfila hacia
la ocupación de curules que la Constitución reserva a una determinada
agrupación política, habida cuenta que la curul que nace del derecho
personal tiene nombre propio, y emerge del reconocimiento de la
representatividad de una fuerza política encarnada por el ciudadano
que se ve aupado por un hecho político, como es la calidad factual que
denota obtener la segunda votación más alta para un candidato en la
pugna por alguna de las reputadas representaciones unipersonales. Es
así como la configuración del mentado “derecho personal”, a lo sumo
podría ser el producto de una consecuencia indirecta, cuya
materialización en el seno de la corporación pública de ninguna manera
puede ser entendida como la expresión unívoca de la voluntad popular,
sino como el otorgamiento de una garantía del control político y en el
sistema de pesos y contrapesos que conjuga oficialismo, independencia
y oposición legítimamente constituida.

TESIS 2: [E]l derecho personal nace del hecho electoral consistente


en el resultado de los comicios por el cargo uninominal de que se trate.
Empero, de cualquier manera, su concreción se encuentra supeditada
a la condiga aceptación por parte del titular, circunstancia de la que

375
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

depende la fórmula o regla de distribución de curules a asignar,


específicamente en el caso de las corporaciones territoriales, en las que
no se trata de una curul adicional, como sí ocurre para su equivalente
en Senado y Cámara de Representantes. El fundamento normativo de
la aceptación y las condiciones de modo tiempo y lugar viene dado,
en esencia, a partir de tres niveles jerárquicos: constitucional, legal y
reglamentario. (…). Dos elementos definitorios surgen de la anotada
regla constitucional [artículo 112]. La primera, es que el derecho
personal se tiene a partir del momento en que se “declara” la elección
del primer mandatario nacional o territorial, según el caso; la segunda,
que existe una consecuencia para la no aceptación de la curul en el
caso de las asambleas departamentales, así como en los concejos
distritales y municipales, cual es la aplicación de la formula distributiva
del artículo 263 de la Carta. (…). [L]a Constitución no señala “cuándo”
se debe aceptar la curul especial, y tampoco estipula algún parámetro
similar para la no aceptación; solo se limita a señalar el momento en
el que nace a la vida jurídica el derecho personal. (…). Como puede
verse, el espectro regulatorio en el ámbito legislativo [artículos 24 y 25
de la Ley 1909 de 2018] es mucho más concreto en lo que tiene que
ver con la aceptación de la Curul. A primera vista, se observa que, en
el ámbito nacional, es decir, en cuanto a los escaños concedidos en el
Senado de la República y la Cámara de Representantes para la fórmula
presidencial que ocupó el segundo lugar en votación, la expedición de
las credenciales es prácticamente automática, dado que se prevé en
el artículo 24 ibidem que, “terminados los escrutinios electorales, la
autoridad electoral les expedirá las respectivas credenciales”, es como
si mediara una suerte de presunción de aceptación. Una razón para
que ello sea así deviene de que las asignadas son plazas “adicionales”,
de ahí que el rehusar el derecho personal no tenga mayores
implicaciones prácticas frente a las expectativas eleccionarias de
quienes se presentaron a las elecciones de Congreso de la República.
En cambio, en tratándose del ámbito territorial, el panorama adquiere
otros matices. En efecto, a los candidatos a una gobernación
departamental, alcaldía distrital o alcaldía municipal que obtuvieron
el segundo lugar en votación se les exige que para hacer efectivo su
derecho personal a una curul en la correspondiente asamblea o el
concejo, manifiesten “por escrito” su “aceptación” o “no aceptación”,
lo cual “debe” ocurrir –pues en esos términos imperativos se redactó
la norma–entre la declaratoria de elección del cargo uninominal y la
declaratoria de elección de la corporación pública respectiva, so pena
de que, ante el silencio del potencial beneficiario, se estime rehusada,

376
consecuencia que se deduce de lo estipulado en el inciso final del
artículo 25. (…). La existencia de una formalidad (escrita) y de un plazo
(entre declaratorias) para la “aceptación” resulta apenas coherente
con las repercusiones que ese hecho tiene de cara a las expectativas
de los genuinos (directos) aspirantes a las dumas departamentales y
municipales, y para la suerte de toda la contienda y las agrupaciones
políticas mismas, que no puedan quedar en suspenso indefinidamente
o hasta que el titular del derecho personal aclare su situación. (…). Ello
se traduce en que la curul, así aceptada, tornará más exigentes tanto el
umbral como la cifra repartidora, al ser menor el número de escaños
por asignar en la asamblea o concejo en cuestión. (…). A diferencia
de lo estatuido en las normas de mayor jerarquía, la resolución en
cita [2276 expedida el 11 de junio de 2019 por el Consejo Nacional
Electoral] fijó un plazo perentorio para la manifestación escrita de la
“aceptación”, comprendido en las 24 horas siguientes a la declaratoria
de la elección del cargo uninominal en cuya carrera se ocupa la segunda
plaza como candidato, y previo a la declaratoria de elección de las
respectivas corporaciones públicas, so pena de que se presuma la “no
aceptación”. En retrospectiva, se tiene frente al momento de aceptar
la curul que pende del anotado derecho personal: (i) la Constitución
Política –aunque sí define cuándo surge el derecho personal– guarda
silencio sobre el momento de manifestar la aceptación. (ii) La ley
contempla la entrega de credenciales, en el caso de las que se asigna
en el Congreso de la República, una vez terminados los escrutinios
electorales; y en el caso de las corporaciones públicas territoriales, la
sujeción a la manifestación escrita con posterioridad a la declaratoria
de elección de los cargos uninominales, pero previa a la declaratoria
en tales corporaciones. Y (iii) los actos generales del CNE, precisan algo
similar a la ley, pero circunscribiéndolo a las 24 horas siguientes a la
declaratoria de elección de gobernadores y alcaldes. En los anteriores
términos dejo expuestas las razones que me llevaron a aclarar el voto,
que han pretendido enriquecer y, connaturalmente, dotar de mayores
elementos la resolución del asunto puesto a consideración de la Sala
de la que hago parte.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 13 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
112 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 282 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 /
LEY 1909 DE 2018 – ARTÍCULO 25

377
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE PERSONERO


MUNICIPAL, ACUMULACIÓN DE PROCESOS, APLICACIÓN DEL
PRINCIPIO DE COSA JUZGADA, CONTROL DE LEGALIDAD DE
ACTOS PREVIOS AL DE ELECCIÓN, CONCURSO DE MÉRITOS PARA
LA ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL, PREVALENCIA DEL
DERECHO SUSTANCIAL SOBRE EL FORMAL

EXTRACTO NO. 17

RADICADO: 81001-23-33-000-2020-00018-01
FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Danys José Galindo Qüenza
DEMANDADO: Alexander Rivera Andrade - Personero de Arauca –
Arauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme al fallo de primera instancia y a


los argumentos expuestos en los recursos de apelación corresponde
a esta Sección Electoral determinar si existe mérito suficiente para
confirmar, modificar o revocar la sentencia de 16 de octubre de 2020,
mediante la cual, el Tribunal Administrativo de Arauca accedió a las
pretensiones de la demanda.

TESIS 1: [L]a delegada del Ministerio Público solicitó a la Sección


pronunciarse en relación con la “acumulación de demandas contra
sujetos diversos, si la causa es la misma, independiente de que el
acto demandado sea diverso”. Lo anterior por cuanto en el Tribunal
Administrativo de Arauca se formularon dos (2) demandas en
relación con la misma elección de Alexander Rivera Andrade como
personero de Arauca 2020-2024; la primera con radicado 81001-
23-33-000-2020-00023-01 y la segunda con radicado 81001-23-33-
000-2020-00018-01, cuya apelación conoce ahora este despacho, las
cuales fueron tramitadas de forma independiente y se produjeron,
en consecuencia, dos (2) sentencias que, a su turno, fueron objeto
de apelación ante esta Sección. (…). Sobre el primer asunto traído
a colación por el Ministerio Público [acumulación del proceso con
el radicado 81001-23-33-000-2020-00023-01], se advierte que al

378
interior de esta actuación éste no ha sido objeto de las cuestiones de
orden procesal y sustancial que han planteado por las partes. Así las
cosas, considera la Sala que no es la oportunidad para pronunciarse
sobre dicha postura, dado que no se enmarca ninguno de los asuntos
a resolver en el sub lite. De otra parte, respecto de la posición de esta
Sección en cuanto a la acumulación de procesos en materia electoral,
que parece haber sido desconocida por el Tribunal Administrativo
de Arauca, se considera oportuno hacer algunas precisiones, a
pesar de que no tenga efectos en la decisión que aquí se adopte,
por ser un asunto que fue resuelto y que quedó en firme en la etapa
correspondiente en la primera instancia, lo cual, además estaría
saneado en virtud de lo dispuesto en el artículo 207 del CPACA. (…).
De la norma transcrita [artículo 282 de la Ley 1437 de 2011], se tiene
entonces que consagra aquellos eventos en los cuales es procedente
la acumulación de procesos en materia electoral. Sobre el particular
esta Sala Electoral ha precisado que la acumulación de procesos en
los cuales el fundamento son “irregularidades en la votación o en los
escrutinios” (causales objetivas) procede sin distinción del número
de demandados, es decir que, nada obsta para que se acumulen
demandas cuando se trate de un mismo demandado. En ese orden
de ideas, dado que tanto en el sub judice como en el proceso radicado
81001-23-33-000-2020-00023-01 se alegaron causales objetivas de
nulidad y éstas se dirigían contra un mismo demandado, el Tribunal
Administrativo de Arauca debió, con base en el principio de economía
procesal, celeridad y seguridad jurídica, acumular los dos procesos, a
efectos de tramitarlos bajo una misma cuerda procesal y proferir una
sola sentencia, en los términos del inciso primero del artículo 282
ejusdem. Por lo anterior, la Sala exhortará al Tribunal Administrativo
de Arauca para que, en lo sucesivo, aplique el artículo 282 del CPACA
según las precisiones hechas en este proveído y la jurisprudencia de
esta Corporación.

TESIS 2: En la apelación interpuesta por el [demandado] (…), se


advierte que se exponen argumentos y cargos nuevos, así como algunas
cuestiones que no son materia de estudio en este momento procesal,
en atención a que ya fueron objeto de decisión en la primera instancia
o se consideran inoportunas. (…). Recuerda la Sala, que al estar en
firmes las decisiones que resolvieron los citados cuestionamientos o
al no haber sido propuestos en la etapa correspondiente, no se puede
traer el debate a esta instancia procesal, habida cuenta que, según lo
dispuesto en el artículo 207 del CPACA que, en tratándose de nulidades

379
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

establece que “[a]gotada cada etapa del proceso, el juez ejercerá el


control de legalidad para sanear los vicios que acarrean nulidades, los
cuales, salvo que se trate de hechos nuevos, no se podrán alegar en
las etapas siguientes.” (…). En este punto es preciso resaltar que esta
Sección, en sala de 18 de marzo pasado, con ponencia de la magistrada
Rocío Araujo Oñate, estudió y decidió el recurso de apelación dentro
del expediente con radicado 81001-23-33-000-2020-00023-01, en la
cual se abordaron aspectos semejantes a los del sub judice, razón por
la cual, al haber hecho tránsito a cosa juzgada no serán objeto de un
nuevo pronunciamiento.

TESIS 3: El demandado argumentó que la sentencia de 27 de


agosto de 2020, expediente 11001032800020190009100 de la
Sección Quinta, M.P. Luis Alberto Álvarez Parra, en la que analizó
la legalidad del acuerdo mediante el cual se designó a la directora
de CORTOLIMA y que fue invocada en la providencia recurrida, no
solo trata un tema diferente, sino que los párrafos trascritos hacen
referencia a que el acto que contiene la convocatoria pública fija
las bases del proceso eleccionario es la norma regulatoria del
proceso de selección. (…). En este punto, advierte la Sala que el
juzgador de primera instancia se sirvió de la providencia en cita
para indicar que en los procesos de selección de ciertos servidores
públicos de periodo fijo, tales como los personeros municipales, el
acto de convocatoria es de naturaleza obligatoria, habida cuenta
que, constituye el marco regulatorio del proceso eleccionario y, en
consecuencia, es de imperativo cumplimiento tanto para el órgano
elector -convocante-, los participantes y connaturalmente para el
operador del concurso. Así las cosas, a pesar de que en la misma
providencia se reconoció, con base en el precedente establecido en la
jurisprudencia de esta Sección, que en casos excepcionales es posible
variar los términos de la convocatoria, y así lo resaltó el impugnador
trayendo a colación otros apartes de la misma, encuentra la Sala que
no es posible justificar el actuar de UNITRÓPICO bajo el entendido
de que, con miras a hacer más explícitos los temas a evaluar en
el componente de “normas del servicio público”, incluyó preguntas
de ofimática, como quiera que, no se explicó ni se probó ninguna
situación que habilitara al operador del concurso para modificar el
marco regulatorio del proceso de selección del personero municipal,
establecido en la pluricitada Resolución 200.10.021 de 2019, que en
todo caso, solamente era modificable por quien la expidió, esto es, el
Concejo Municipal de Arauca y bajo las circunstancias excepcionales

380
decantadas por la jurisprudencia de esta Corporación. Así las cosas,
el cargo de impugnación no está llamado a prosperar.

TESIS 4: [E]s menester precisar que debido a la negativa del Tribunal


de instancia de acumular los procesos dirigidos contra la elección del
personero de Arauca (2020-2024) se profirieron dos (2) sentencias
y, a su vez, a esta Corporación llegaron las apelaciones de dichos
procesos de manera separada, lo que conllevó a decidirlos también de
esa forma. (…). Aunado a ello, los cargos de impugnación formulados
son, en su mayoría, iguales, como se mostró en el marco jurídico
de la apelación, y ya fueron objeto de decisión en el proveído de 18
de marzo pasado que puso fin al proceso radicado 2020-00023-01,
C.P. Dra. Rocío Araujo Oñate, e hicieron tránsito a cosa juzgada, por
lo que, no resulta procedente volver a emitir un pronunciamiento de
fondo sobre estos. (…). Así las cosas, habida cuenta que los radicados
2020-00023-01 y 2020-00018-01 guardan identidad de objeto, es
decir, el acto demandado es el mismo; identidad de causa, pues los
argumentos principales de las demandas y, también, los de la apelación
son idénticos y que, finalmente, el requisito de identidad jurídica de
las partes no es exigible en este tipo de procesos dado que al ser un
medio de control público, la nulidad electoral puede ser interpuesta
por cualquier persona, la Sala se atendrá a lo dispuesto y discutido
en el primero de los procesos, por considerar que los cargos que se
reseñan a continuación ya fueron decididos y se encuentran cobijados
por el fenómeno de la cosa juzgada.

TESIS 5: El [demandado] (…) insistió en que no se demandaron


los actos que, conforme a los reparos elevados, debían ser objeto
de control de legalidad, esto es, el que dio origen a la convocatoria,
el que contiene el resultado de las pruebas y la lista de elegibles
que contiene la decisión de la administración respecto de quienes,
en orden descendente, obtuvieron los mayores puntajes. (…). En este
punto, advierte la Sala que esta censura coincide con el cargo que
fue estudiado y resuelto de manera desfavorable en el proveído de
18 de marzo 2021, en el cual se indicó con claridad que son actos
demandables en los procesos de nulidad electoral, los de elección
por voto popular o por cuerpos electorales, entre otros, y que cuando
la irregularidad alegada recaiga en un acto de trámite, este no debe
ser, en estricto sentido, incluido como un acto demandado, pues su
legalidad será objeto de estudio para determinar la del acto definitivo.
Colofón de lo anterior, la Sala dispondrá remitirse a los argumentos

381
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

y estarse a lo resuelto en el fallo proferido el 18 de marzo hogaño,


radicación 2020-00023-01.

TESIS 6: En su recurso de apelación, el [demandado] adujo que


el demandante no agotó la etapa de reclamaciones contra el acto
que comunicó los resultados de las pruebas, para lo cual había un
término perentorio de un (1) día, contado a partir de presentadas
dichas evaluaciones de conocimientos. Al respecto, la Sala advierte
que este argumento también guarda relación con aquel que fuera
estudiado y decidido en el fallo del proceso 2020-00023-01, en donde
se apuntó que la falta de agotamiento de la reclamación por parte del
demandante frente al acto que comunicó el resultado de las pruebas
es un debate ajeno al fundamento de la irregularidad encontrada
por el Tribunal a quo, es decir, la inclusión de asuntos en la prueba
de conocimientos que no hacían parte de los núcleos a evaluar, y en
todo caso, es claro dicha inconformidad relacionada con un supuesto
requisito de “procedibilidad” debió proponerse en la etapa procesal
correspondiente de la primera instancia, so pena de la aplicación de lo
dispuesto en el artículo 207 del CPACA.

TESIS 7: [E]l demandado señaló que el Tribunal a quo no tuvo en


cuenta que era improcedente revocar mediante Resolución REC 215 de
2019 el contenido del literal b) del artículo 3 de la Resolución REC 207
de 2019, por medio de la cual UNITRÓPICO estableció los temas sujetos
a evaluación en la correspondiente prueba de conocimientos, toda vez
que, al ser un acto particular y concreto, dirigido a quienes mediante ella
había sido convocados, se requería consentimiento de los interesados.
(…). [L]o que el actor pretende es justificar que ante la improcedencia
de la revocatoria del literal b) del artículo 3 de la Resolución REC 207 de
2019, se debe entender que la inclusión de las preguntas relacionadas
con las competencias en ofimática se realizó en debida forma, por lo
que no puede predicarse entonces la irregularidad que se plasmó en la
providencia hoy impugnada. Así las cosas, la Sala considera pertinente
atenerse a lo dispuesto en el proveído del 18 de marzo de 2021, rad.
2020-00023-01, en el cual se advirtió que “contrario a dicho aspecto,
esta Corporación considera que dicho argumento no tiene vocación de
prosperidad, pues es claro que la no inclusión del tema denominado
como ofimática, como se presentó por tribunal a quo (...), proviene de
las reglas del concurso público de méritos que fueron establecidas en
la Resolución 200.100.021 del 7 de noviembre del 2019. Así las cosas,
determinar si era o no viable la revocatoria directa del acto mencionado

382
por el demandado, resulta inane frente a la realidad probatoria descrita,
es decir, la improcedencia de incluir las preguntas en comento, deviene
de lo fijado por el órgano elector frente a las normas del proceso de
selección del personero municipal.”

TESIS 8: En línea con lo planteado en el recurso de apelación


presentado dentro del proceso 2020-00023-01, en el presente
proceso, el demandado alegó que los términos de las convocatorias
pueden variarse de manera excepcional, como ha sido aceptado por
la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado, que ha
precisado que ello es viable (i) cuando el cronograma expresamente lo
autorice; (ii) cuando el reglamento de la entidad así lo disponga y (iii) en
eventos de fuerza mayor y caso fortuito. No obstante, el censor no explicó
cuál de los eventos acaeció en el sub lite. Por lo que la Sala dispondrá
tenerse a lo resuelto en el fallo proferido dentro del citado proceso, en
el cual se explicó que, según la jurisprudencia de esta Sección, como
regla general la convocatoria pública es inmodificable y de obligatorio
acatamiento para la entidad convocante, para quienes participan en ella
y para otros terceros interesados en la misma, salvo que se presenten
situaciones que justifique la alteración de las condiciones iniciales del
proceso de selección, que en este caso no se advierten.

TESIS 9: En el proveído de 18 de marzo de 2021, la Sección con base


en la jurisprudencia de la Sala Plena de esta Corporación precisó que
lo pretendido por demandado escapa de la naturaleza del control que
se ejerce en materia de nulidad electoral y, en consecuencia, despachó
desfavorablemente el cargo, habida cuenta que al juez electoral está
llamado a hacer un juicio de legalidad del acto cuestionado y “lo cierto
es que esta instancia no puede efectuar apreciaciones adicionales a
efectos de sopesar los intereses del elegido frente a la entidad de la
irregularidad evidenciada, buscando determinar con ello la viabilidad
o no decretar la ilegalidad del acto acusado, pues es claro que, al ser
un análisis meramente objetivo, la sola configuración de la causal
de nulidad que se alegue tiene como consecuencia la expulsión del
ordenamiento jurídico de la decisión de la administración (...)”. En ese
orden de ideas, la Sala estima tenerse a lo dispuesto en el pluricitado
proceso rad. 2020-00023-01, C.P. Dra. Rocío Araujo Oñate.

TESIS 10: Los apelantes, en sus escritos de impugnación, coincidieron


en que el concurso de méritos atendió todas las disposiciones de orden
legal y reglamentario aplicables. Aunado a ello, para los censores las

383
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

preguntas relativas al conocimiento de las herramientas en el campo


de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y/o
ofimática, no son ajenas o no van en contravía a las competencias que
debe tener un personero municipal o cualquier funcionario público
para el correcto desarrollo de sus funciones. Concluyeron señalando
que, dicha temática se entiende incluida en el núcleo de conocimientos
esenciales de normas del sector público -aspecto evaluado- conforme
a lo dispuesto en el Decreto 1083 del 2015, el CPACA, el CGP y la norma
NCLSP.GSA.01. Al respecto, se dispondrá tenerse a lo resuelto en el
proceso 2020-00023-01, el 18 de marzo pasado, habida cuenta que,
a pesar que los aquí apelantes invocaron, además, el CPACA y el CGP
a fin de justificar la inclusión de las preguntas sobre ofimática en la
prueba de conocimientos, argumento es en esencia el mismo que se
planteó en citado el proceso, el cual fue desestimado por considerar
que el estudio de legalidad se debía hacer respecto de los temas a
evaluar expresamente consagrados en la Resolución 200.10.021 de 7
de noviembre de 2019, expedida por el órgano elector.

TESIS 11: Al igual que en el fallo del 18 de marzo de 2021, rad. 2020-
00023-01, C.P. Dra. Rocío Araujo Oñate, quiere la Sala precisar que,
hasta este punto, la decisión del Tribunal Administrativo de Arauca se
mantiene incólume, pues, es claro que, al momento de la aplicación
de la prueba de conocimientos, el operador del concurso de méritos
incluyó en los mismos temas que no debieron ser objeto de evaluación,
como lo son las preguntas de ofimática y de comprensión de lectura.
No obstante, en el fallo citado, luego de un extenso y pormenorizado
estudio, la Sala arribó al convencimiento de que aún en el evento
de la exclusión de las preguntas de ofimática y de comprensión de
lectura de la prueba de conocimientos, y en el hipotético caso en que
los demás concursantes hubiesen obtenido el máximo puntaje en (i) la
prueba de competencias laborales, (ii) la valoración de la experiencia
y (iii) la entrevista, el [demandado] (…) continuaría ocupando el primer
lugar de la lista de elegibles, aspecto que permite concluir que la
irregularidad que se demostró al interior del proceso de selección del
personero de Arauca (2020-2024), no tiene la incidencia suficiente que
permita concluir que el resultado eleccionario hubiera sido diferente.
Lo anterior, teniendo en cuenta que de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 4º del Decreto 2485 de 2014, en concordancia con el
artículo el artículo 30 de la Resolución 200.10.021 del 7 de noviembre
del 2019, expedida por el Concejo Municipal de Arauca, el cargo de
personero debe cubrirse con la persona que ocupe el primer lugar en

384
la lista de elegibles, que en el sub lite es [el demandado] (…). Colofón de
lo anterior, respecto de los cargos cobijados por la cosa juzgada, esta
Sala de Decisión dispondrá tenerse a lo resuelto en la sentencia del
18 de marzo de 2021, radicación 81001-23-33-000-2020-00023-01,
M.P. Rocío Araujo Oñate. Y con base en las apreciaciones allí hechas y
los cargos absueltos en el presente proveído, se impone la revocatoria
del numeral 2º de la sentencia proferida por el Tribunal Administrativo
de Arauca en el radicado 81001-23-33-000-2020-00018-00, por el
cual declaró la nulidad del acto de elección de [del demandado] como
personero municipal de Arauca (2020-2024), para en su lugar negar
las pretensiones de la demanda.

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [El salvamento de voto considera] que no se podía apelar


al instituto de la cosa juzgada en los términos aplicados por la
mayoría, y que se debía confirmar la sentencia apelada, que declaró
la nulidad del acto de elección acusado. (…). No es pertinente la cosa
juzgada predicada en la sentencia de la cual [se discrepa], la cual
dedujo la mayoría de la supuesta identidad entre los argumentos
de la sentencia de segunda instancia proferida el 18 de marzo de
2021 dentro del expediente 81001-23-33-000-2020-00023-01 y, en
esencia, los planteamientos de la demanda y de la apelación del caso
de la referencia presentados por la parte accionada, vencida en el
trámite contencioso electoral de primera instancia. (…). Dentro de
ese marco [artículo 303 del Código General del Proceso], no sería
posible predicar la cosa juzgada en la forma en que lo aceptó la Sala
mayoritaria, pues, el instituto de la cosa juzgada opera en una relación
que conjuga los elementos “SENTENCIA EJECUTORIADA y PROCESO”
(art. 303 CGP); y no bajo una relación que involucra SENTENCIA
EJECUTORIADA y APELACIÓN”, como equivocadamente se planteó.
No parece claro que se pueda predicar la existencia de identidad
de causa petendi entre apelaciones de dos procesos tramitados por
cuerdas paralelas, especialmente si se considera que ese medio de
impugnación busca confrontar las razones del fallo apelado con los
motivos de inconformidad del apelante. (…). Tampoco podía hablarse
de identidad de “objeto”, pues el artículo 303 se refiere al del “proceso”,
que no es el mismo de la “apelación”. El “proceso” y la “apelación”
no tienen el mismo objeto, pues mientras aquel se concreta, para el

385
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

contencioso electoral, en la pretensión anulatoria, el último se orienta


a la confrontación de los argumentos que sirvieron al juzgador de
primer grado para adoptar determinada decisión, dentro de los
cuales pudo haber incluso consideraciones o impulsos oficiosos.
Lo que hace la cosa juzgada es impedir que un proceso se pueda
adelantar por haberse decidido otro de iguales características, a fin
de garantizar la seguridad jurídica. Sin embargo, lo que aquí ocurrió
es que dos procesos se tramitaron al mismo tiempo, bajo expedientes
y cuerdas diferentes, a pesar de la posible similitud en las respectivas
demandas. No es posible colegir que la existencia de uno anule o
limite al otro, por la sencilla razón de que en ninguno de ellos había
sentencia cuando se surtió el trámite de su símil. Y si bien debieron
acumularse los expedientes a instancias del Tribunal de primera
instancia, lo cierto es que la falta de ello no supone que solo se pudiera
seguir adelante con uno de los procesos, pues ambos fueron fallados
de conformidad con las particularidades del debate que se dio en su
interior. Cada fallo de primera instancia, tanto en el radicado 2020-
00023-01 como en el 2020-00018-01, fue el resultado, no solo de la
forma en que se presentaron las sendas demandas, sino también
de las contestaciones, intervenciones, probanzas y demás aristas
definitorias del litigio. Más allá de que, eventualmente, por razones de
igualdad, seguridad jurídica o cualquier otra pueda el sub lite nutrirse
del antecedente de la Sección Quinta contenido en la sentencia del 18
de marzo de 2021 (expediente 2020-00023), constituyó un error de
técnica jurídica de cara al abordaje del presente caso el estimar que
las consideraciones de aquella providencia supriman la posibilidad de
efectuar un examen amplio y de fondo en la presente oportunidad o,
peor aún, que pudieran traerse a colación consideraciones de aquella
providencia para hacer exigibles consecuencias frente a un punto
de derecho que nadie planteó en las apelaciones del vocativo de la
referencia. Difícil resultaba perder de vista que en el expediente 2020-
00018-01 (en el que se dictó la sentencia de la que ahora [se discrepa])
como en el 2020-00023-21 (del que la mayoría predicó erradamente
la cosa juzgada), mediante sendas sentencias recabó en la nulidad
del acto electoral enjuiciado, con la drástica diferencia de que en el
primero lo hizo expresamente, y en el otro se estuvo a lo resuelto en
aquel. En tal sentido, lo que concernía a la Sección Quinta, tanto en uno
y otro evento era, en virtud del mandato imperativo de congruencia
establecido en el artículo 281 del CGP, en armonía con el artículo 320
de esa codificación, desatar los motivos de inconformidad vertidos en
los correspondientes escritos de apelación que buscaban desvirtuar

386
las razones ofrecidas por el a quo, consultando, además, las restantes
disertaciones legalmente acopiadas en el proceso, que para el caso de
la referencia incluían un concepto del Ministerio Público en el sentido
de confirmar la decisión apelada; a diferencia de lo ocurrido en el
proceso antecedente, que se orientaba por la inhibición. (…). Aunque
en aquella oportunidad acompañé dicho razonamiento, considero que
en el presente caso había razones para entender que la Sala debía
apartarse del mismo, en razón a que entraña una falencia insuperable
de estructura que justificaba un viraje jurisprudencial, en tanto escala
al demandado desde una puntuación de 82/100 a una de 99,7/100 en
la prueba de conocimientos, en un ejercicio que resulta desbordado
al momento de mantener las proporciones de ese componente, pues,
en lugar de entrañar una auténtica recalificación lo que se hace
es simplemente variar el umbral clasificatorio, pero manteniendo
incólumes las diferencias entre aspirantes. (…). [L]a nueva escala, (…),
aunque no conlleva un error jurídico, sí constituye una falla aritmética
involuntaria decisiva en el juicio de incidencia realizado en el fallo
de 18 de marzo de 2021 (exp. 2020-00023) citado. Así, con el nuevo
parámetro o escala empleada en el antecedente y, de cierta forma,
replicada en la ponencia, se dice que no hay ninguna incidencia en
el resultado electoral, cuando la realidad matemática demostraría
lo contrario. Una ponderación más justa de la incidencia no se
orientaría solo a verificar quién más hubiera podido superar la etapa
eliminatoria del concurso, sino si la exclusión de las 25 preguntas
podía generar una variación tal que dejara por fuera al demandado.
(…). Es por ello por lo que, en esta oportunidad, no podía compartir
la métrica replicada por la mayoría. (…). [S]i se respeta ese rango
de mínimo 57 y máximo 100 preguntas que surgiría de la variación
positiva o negativa de 25 preguntas; con lo que por sustracción de
materia se descartaba que el accionado necesariamente tuviera que
obtener el resultado más alto al final de la prueba de conocimientos
o el concurso mismo. Las preguntas de ofimática representaron la
cuarta parte de toda la prueba de conocimientos, lo que a su vez era
el 70% de todo el concurso; era un rango y el nivel de incertidumbre
demasiado alto como para descartar la incidencia definitiva en el acto
de elección. Y es por ello por lo que se debía confirmar la nulidad del
acto de elección, y ordenar, como en otros casos, que se retrotrajera
el concurso a la prueba de conocimientos a fin de que se incluyeran
preguntas que respetaran íntegramente los componentes aprobados
por el concejo municipal. (…). [L]a única forma de salvar la escala de
incidencia propuesta en el antecedente retomado en el fallo de la

387
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

referencia, bajo la equivocada idea de cosa juzgada, era proyectarla


en un ejercicio individualizado sobre cada uno de los 21 concursantes
que se sometieron a la prueba de conocimientos, lo cual supondría
un esfuerzo atípico de esta Sala, y además el hecho de tener que
contar previamente con los cuadernillos de preguntas respuestas de
todos y cada uno de ellos. Sin embargo, como ello no se hizo, no era
posible ratificar la conclusión a la que se arribó en el fallo del cual
[se discrepa] y, por ende, tampoco era factible revocar la sentencia
apelada, la cual, en cambio, (…) debía ser confirmada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 282 / DECRETO
1083 DEL 2015 / DECRETO 2485 DE 2014 - ARTÍCULO 4

388
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
LOS INTEGRANTES DE LA MESA DIRECTIVA DEL SENADO DE
LA REPÚBLICA Y SU SECRETARIO GENERAL, TECNOLOGÍAS
DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES, SESIONES
VIRTUALES EN EL SENADO DE LA REPÚBLICA, EXPERIENCIAS
DE LOS PARLAMENTOS DE OTROS PAÍSES EN EL ÁMBITO DE LA
PANDEMIA, ACTIVIDADES DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA A
TRAVÉS DE MEDIOS ELECTRÓNICOS, PLATAFORMAS DIGITALES
O SESIONES VIRTUALES, SEDE DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA

EXTRACTO NO. 18

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00073-00 (2020-00074-00)


FECHA: 10/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Nixon Torres Cárcamo y otros
DEMANDADOS: Arturo Char Chaljub - Presidente del
Senado de la República, Jaime Durán Barrera - Primer
vicepresidente Mesa Directiva del Senado de la República,
Criselda Lobo Silva - Segunda vicepresidenta Mesa Directiva
del Senado de la República y Juan Gregorio Eljach Pacheco
- Secretario general del Senado de la República
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: En armonía a como fue fijado el litigio,


corresponde a la Sala definir si, en el sub judice, las elecciones de
los integrantes de la Mesa Directiva del Senado de la República y su
secretario general, para períodos de 1 y 2 años, respectivamente,
realizadas en la sesión plenaria del 20 de julio de 2020, infringieron
las normas en que debían fundarse por haberse llevado a cabo en la
modalidad no presencial, sin que mediara una reforma al reglamento de
la Corporación que así lo autorizara expresamente, y si se desconoció
el concepto de sede oficial del Congreso de la República.

TESIS 1: En las últimas décadas el mundo ha sido testigo de una


acelerada expansión en el uso de las herramientas tecnológicas en el
campo de las comunicaciones y la información por medios electrónicos.
Esto ha generado lo que se ha denominado “la sociedad de la

389
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

información”, en la que todo y todos están comunicados mediante un


proceso tecnológico que traspasa fronteras, une países, y transforma
la vida social, política, económica y cultural. Vivimos una verdadera
“revolución digital”, que ha cambiado la forma de relacionarnos en la
vida diaria, por el uso masivo de la internet, redes, software, servicios
digitales, ordenadores electrónicos, que ha aproximado distancias y
facilitado el desarrollo de múltiples actividades y la vida en sociedad.
Sin duda, ello ha traído como consecuencia, no pocos desafíos
relacionados con la seguridad de la información que se comparte por
medios electrónicos, la necesidad de asegurar ámbitos de privacidad y
la exigencia de controles, como también el surgimiento nuevas formas
de exclusión social ligada al acceso y limitaciones de estos medios
frente a algunos grupos marginados de la sociedad. No obstante,
personas e instituciones han avanzado en la comprensión y
aprovechamiento de la telemática, que aplica conocimientos de la
informática y las telecomunicaciones en la construcción de redes de
información computarizada entre sujetos geográficamente dispersos,
y entre estos y sistemas de inteligencia artificial. Los Estados han
incorporado en sus legislaciones el uso de las TIC con el objetivo de
alcanzar mayores niveles de eficiencia y eficacia en la prestación de
los servicios a su cargo. Esta transformación digital en el ámbito de lo
público se traduce en una serie de actuaciones orientadas a mejorar y
modernizar los procesos que deben desarrollar las organizaciones
públicas, facilitar la atención al ciudadano, almacenar y clasificar la
información, atender servicios públicos, proferir decisiones, todo ello
acompañado de esfuerzos de capacitación de los servidores públicos
en competencias digitales y de la adquisición de la infraestructura
adecuada para estos fines. El Estado colombiano, desde hace unas
décadas ha identificado en la nuevas tecnologías de la información y
las comunicaciones un mecanismo fundamental para crear territorios
y sociedades más competitivas e incluyentes, buscando que a través
de esta nuevas herramientas, se logren transformaciones positivas en
la gestión de diversos sectores relevantes para el desarrollo social y
económico del país”, adoptando como política pública el “gobierno
electrónico”, en orden a facilitar el acceso a los servicios
gubernamentales, con mayor eficiencia y transparencia, gestando un
marco normativo para incentivar su uso y e implementación oficial.
Una de las primeras manifestaciones la tenemos con la expedición de
la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia, Ley 270 de 1996,
que en el artículo 95 estableció para la práctica de pruebas; la
formación, conservación y reproducción de expedientes; la

390
comunicación entre despachos, la utilización y uso por parte de los
jueces de cualquier “medio técnico, electrónicos, informáticos y
telemáticos”, para el cumplimiento de sus funciones. En este orden,
señaló que los documentos emitidos por los citados medios gozan de
la validez y eficacia de un documento original siempre que quede
garantizada su autenticidad, integridad y el cumplimiento de los
requisitos exigidos por las leyes procesales. De igual manera, la Ley
527 de 1999, “Por medio de la cual se define y reglamenta el acceso y
uso de los mensajes de datos, del comercio electrónico y de las firmas
digitales, y se establecen las entidades de certificación y se dictan
otras disposiciones”, constituye, sin lugar a dudas, una apuesta seria y
concreta en favor del uso de estas herramientas modernas, de forma
generalizada, que se viene aplicando con gran impacto en el sector
público y privado, en este último caso, principalmente en el contexto
del comercio electrónico, en respuesta a las exigencias internacionales
en la materia. Por su parte, la Ley 223 de 1995, reglamentada mediante
el decreto 1094 de 1996, ya se había referido antes a la factura
electrónica, elevándola a la categoría de factura de venta. Del mismo
modo, la Ley 1221 de 2008 implicó un avance en la implementación del
teletrabajo como una estrategia de generación de empleo y autoempleo,
alternativa a la actividad laboral convencional, que permite desempeñar
actividades remuneradas sin la presencia física del trabajador en un
sitio específico, utilizando como soporte las tecnologías de la
información y las comunicaciones, con la advertencia de que el
desempeño ocasional del trabajo en domicilio no otorga
automáticamente la calidad de teletrabajador. Otra ley inserta en este
nuevo paradigma, es la Ley 1341 de 2009, por la cual se definen
principios y conceptos sobre la sociedad de la información y la
organización de las tecnologías de la información y las comunicaciones
-TIC- y se crea la Agencia Nacional del Espectro. Esta ley definió el
marco general de formulación de las políticas públicas que deben regir
el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones,
con reglas para los proveedores, protección al usuario, cobertura y
calidad, entre otras provisiones necesarias para la prestación de estos
servicios. Por su parte, la Ley 1437 de 2011, Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, en su primera parte,
incorporó un capítulo (Capítulo IV, Artículos 53 a 64), señalando que los
procedimientos y trámites administrativos pueden realizarse a través
de medios electrónicos. Para tal fin, definió el acto administrativo
electrónico, la notificación electrónica, el expediente electrónico, la
sede electrónica y las sesiones virtuales, entre otros conceptos. Así

391
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

mismo, en otras disposiciones de este mismo cuerpo normativo, se


refirió al uso de estos mecanismos modernos, como por ejemplo en el
ejercicio del derecho de petición (Art. 7.1 y 15) y la forma para dar a
conocer los actos de la administración (Art. 37, 65, 67, 73). En el ámbito
judicial, también tuvo impacto en importantes aspectos como la
exigencia de dirección electrónica para las entidades oficiales y el
ministerio público (Art. 197), la notificación de las providencias
judiciales (Art. 201, 203 y 205), y la utilización de medios electrónicos
para efectos probatorios (Art. 216), entre otros aspectos. En desarrollo
de estos preceptos, los artículos 2.2.17.6.1.  y siguientes del Decreto
1078 de 2015, subrogados por el Decreto 620 de 2020, definen el
contenido de las sedes electrónicas de las entidades públicas, las
condiciones de acceso a los “servicios ciudadanos digitales” y el
registro de documentos electrónicos, entre otros aspectos relacionados.
Recientemente, la Ley 2080 de 2021, que modificó el CPACA, dispuso
como deber de la parte demandante señalar en libelo introductorio la
indicación del canal digital (Art. 162.7) y los traslados de la demanda y
sus anexos al demandado por medio de canal digital (Art. 201A), por
mencionar algunos cambios en la materia. Asimismo, otras normas
han introducido el uso de herramientas tecnológicas en materias tan
sensibles como la contratación y la función pública, como es el caso
del Sistema Electrónico para la Contratación Pública, SECOP, previsto
en el artículo 223 del Decreto Ley 019 de 2012 y del Sistema de
Información y Gestión del Empleo Público, SIGEP, creado por la Ley 909
de 2004 y desarrollado por el Decreto 2482 de 2010. Más recientemente,
la Ley 2088 de 2021 reguló el “trabajo en casa” como una forma de
prestación del servicio, tanto en el sector público como en el privado,
en situaciones ocasionales, excepcionales o especiales, sin afectar las
condiciones laborales pactadas, privilegiando el uso de las tecnologías
de la información y las comunicaciones. De lo hasta aquí expuesto, se
tiene que el Estado colombiano ha incorporado estas nuevas
herramientas para lograr el cumplimiento de sus tareas públicas,
legislando en esta materia, en orden a promover el aprovechamiento
de los avances tecnológicos y ponerlos al servicio de la comunidad,
con objetivos claros dirigidos a fortalecer los niveles de transparencia
y eficiencia y facilitar a los ciudadanos el acceso a los servicios
gubernamentales a fin de incentivar su participación, y modernizar los
procesos administrativos a su cargo.

TESIS 2: La enfermedad del COVID-19, generada por el agente viral


SARS-CoV-2, cuya velocidad de contagio provocó que la Organización

392
Mundial de la Salud el 7 de enero de 2020 declarara este brote como
emergencia de salud pública de importancia internacional, hizo que
este mismo organismo el 9 de marzo de 2020, solicitara a los países
la adopción de medidas urgentes con el objetivo de detener su
propagación. Fue así que por Resolución No. 380 del 10 de marzo de
2020, el Ministerio de Salud y Protección Social dispuso el aislamiento
preventivo y la cuarentena de las personas que habían arribado a
Colombia desde la República Popular China, Francia, Italia y España.
Luego, por Resolución 385 del 12 de marzo de 2020, esta cartera
ministerial declaró el “estado de emergencia sanitaria” hasta el 30
de mayo de 2020 que, posteriormente, se prolongó por varios meses.
Posteriormente, el Gobierno Nacional mediante el Decreto Legislativo
417 de 17 de marzo de 2020, declaró el Estado de Emergencia
Económica, Social y Ecológica en todo el territorio nacional, el cual fue
declarado exequible por la Corte Constitucional mediante la Sentencia
C-145 de 2020. Al amparo del estado de emergencia, el Gobierno
Nacional expidió 73 decretos legislativos para los diferentes sectores
administrativos, enmarcados en el propósito general de conjurar la
crisis generada por la pandemia, entre ellos, el Decreto 457 de 22 de
marzo de 2020, que mantendría en aislamiento preventivo obligatorio
a todas las personas sin distinción alguna durante el primer semestre
de ese año y luego un aislamiento inteligente y selectivo, para dar paso
a una normalidad intermitente. Así mismo, expidió el Decreto 491 de
28 de marzo de 2020, por el cual se adoptan medidas de urgencia
para garantizar la prestación de los servicios esenciales por parte
de las autoridades públicas. En su parte considerativa, reconoció la
grave afectación al orden social y económico del país por cuenta de
la pandemia y, en particular, destacó la necesidad de dar continuidad
a los servicios del Estado a través del uso y aprovechamiento de las
tecnologías de la información y las comunicaciones, en condiciones de
distanciamiento. Fueron varias las medidas adoptadas para impedir
la paralización de las funciones públicas, entre ellas, la modalidad de
trabajo en casa de servidores públicos y contratistas del Estado, la
notificación por medios electrónicos de los actos administrativos, la
ampliación de los plazos para contestar las peticiones, la suspensión
de términos en las actuaciones administrativas y jurisdiccionales
no relacionadas con la efectividad de derechos fundamentales, y las
reuniones no presenciales en los órganos colegiados de las ramas del
poder público. (…). La Corte Constitucional, mediante sentencia C-242
de 2020, declaró inexequible este artículo, primeramente en atención
a un “juicio de necesidad” en tanto consideró que en el ordenamiento

393
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

jurídico colombiano ya existían normas vigentes que permitían al


Congreso de la República sesionar de forma no presencial y en
segundo lugar, por estimar vulnerado el “principio de separación de
poderes”, que no permite al Ejecutivo inmiscuirse en la forma como
debe desarrollarse las funciones del Congreso, pues ello lesiona la
autonomía de esta rama del poder público. (…). En este orden, la Corte
llamó la atención de que “la manera de sesionar del Congreso es un
asunto que únicamente le incumbe a la rama Legislativa y con arreglo
a lo que permite su propio reglamento”. Por otra parte, alto tribunal
indicó que la regla general en el cumplimiento de las funciones de las
corporaciones públicas es la presencialidad y las sesiones virtuales es
la excepción. (…). De lo anterior, se deduce que las sesiones virtuales,
no fueron prohibidas por la Corte, como pudiera sugerirse por algunos,
sino que debe entenderse como un mecanismo excepcional, sujeto a
reglas que garanticen la transparencia y la participación del colectivo
que integra la corporación pública. Lo contrario implicaría llegar al
absurdo de desconocer la contribución que las nuevas tecnologías
de la información y las comunicaciones, en el campo de lo público,
puede llegar a brindar en la realización de los fines del Estado, sobre
todo, en tiempos como el que vivimos, donde la pandemia originada
por la Covid-19 ha dificultado el normal funcionamiento de las
instituciones. Así las cosas, las actuaciones que se surten a distancia,
a través de canales virtuales facilitan de algún modo la prestación de
los servicios a cargo de las diferentes autoridades, dada la necesidad
del distanciamiento social y la prohibición de aglomeraciones para
evitar la propagación del virus, constituyéndose en una alternativa
subsidiaria de gran importancia.

TESIS 3: Bajo esta égida normativa y jurisprudencial, el Congreso de


la República ha venido realizando sesiones no presenciales, sesiones
mixtas —que combinan la presencia de algunos parlamentarios en
recinto y la participación remota de otros— y sesiones de la forma
presencial tradicional. En particular, el Senado de la República
inicialmente aplazó la instalación de las sesiones del periodo legislativo
que empezaba el 16 de marzo de 2020, con ocasión de la pandemia.
Posteriormente, la Mesa Directiva del Senado profirió la Resolución
181 de 10 de abril de 2020, que dispuso la posibilidad de sesionar de
forma no presencial en sesiones plenarias y comisiones, prescribiendo
que para ello se “utilizará cualquier medio tecnológico que lo permita,
siempre y cuando se garanticen su deliberación, fidelidad, votación y/o
decisión, publicidad, transparencia e identidad”. En esta resolución se

394
revela la necesidad de no interrumpir el normal funcionamiento de la
Rama Legislativa, dadas las limitaciones para sesionar de la manera
tradicional en las circunstancias excepcionales de la emergencia
sanitaria y se reconoce que es “una herramienta esencial para permitir
la protección de la vida y la salud de los colombianos, sin interrumpir el
normal funcionamiento de las ramas del poder público ni los órganos
del Estado”. (…). Por lo tanto, conforme a esta preceptiva, el Congreso
puede deliberar, votar y decidir en conferencia virtual, utilizando
medios electrónicos idóneos, sin perjuicio de que sus miembros puedan
concurrir al recinto si así lo desean, con las debidas condiciones de
aislamiento y bioseguridad, por razones de la pandemia. En esta
misma resolución se advirtió sobre la presentación y publicación de
proyectos de ley, radicación de ponencias y proposiciones por medios
virtuales, todo con el apoyo de la Dirección General Administrativa
de la Corporación, quien tiene el deber de suministrar los elementos
logísticos y humanos necesarios para garantizar la labor legislativa.

TESIS 4: [U]na mirada internacional de los parlamentos, congresos


y asambleas nacionales en el mundo, en el contexto de la pandemia
originada por la COVID-19, pone en evidencia las profundas discusiones
sobre la validez de las sesiones y del voto emitido de forma remota,
de cara a sus constituciones políticas y reglamentos internos, al
igual que la presentación de los proyectos de ley, los debates de
control político y otras actividades inherentes al poder legislativo.
En España, por ejemplo, el Congreso de los Diputados, el Senado y
los parlamentos de las comunidades autónomas no contaban con
las previsiones reglamentarias ni las herramientas tecnológicas
para celebrar reuniones telemáticas y emitir el voto a distancia. Ante
esta realidad, los parlamentarios acordaron suspender inicialmente
el período de sesiones durante el primer mes de escalada de la
pandemia, para luego pasar a sesiones por videoconferencia con
votaciones “a viva voz”. Otras veces, con reuniones presenciales
con asistencia muy reducida en el recinto y, en otros casos, incluso
mediante la habilitación del voto por delegación. En el caso del
Senado chileno fue expedido un protocolo para el funcionamiento
telemático de la Sala y las comisiones en estado de catástrofe que
permitió la adaptación de sus procedimientos a un sistema mixto que
combinó, de una parte, la modalidad presencial tradicional, previa
reubicación de los pupitres en la sala de sesiones para asegurar
el adecuado distanciamiento y, de otra, la modalidad a distancia, a
través de teleconferencias, con votación a distancia siempre visible en

395
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

pantalla. (…). De forma similar, el Congreso de Argentina implementó


las sesiones remotas para el Senado y la Cámara de Diputados
garantizando la identificación de cada legislador, la conformación
del quórum, el debate y la votación a través de una plataforma con
encriptación de datos y una red privada virtual (VPN). Es destacable
que la Corte Suprema de Justicia de ese país resaltó la atribución del
Congreso para interpretar su propio reglamento en cuanto a la forma
de sesionar, dadas las especiales circunstancias. Por otra parte, de
acuerdo con el informe compilatorio de la Unión Interparlamentaria
(Inter-Parliamentary Union, IPU), el Parlamento del Reino Unido adoptó
un formato mixto, apoyado en una plataforma adecuada para sus
necesidades y aprobada por expertos de la Corporación, mientras
que en Francia el Senado prefirió realizar reuniones presenciales
con aforo, temáticas y frecuencia de sesiones reducidos. Lo propio
resolvieron el Bundestag alemán y la Cámara de Diputados italiana,
limitando inicialmente el trabajo de sus plenarias a los proyectos
urgentes, con presencia reducida de parlamentarios en recinto.
En suma, es evidente la preocupación generalizada de los cuerpos
legislativos a nivel mundial ante la imposibilidad generada por la
pandemia del COVID-19 de celebrar sus sesiones de forma presencial,
como órganos colegiados y representativos del pueblo. Así mismo, se
observa que las tecnologías de la información y las comunicaciones
han ofrecido hasta el momento una solución transitoria y excepcional
para garantizar la continuidad de las funciones legislativas y de
control político que les competen, sin desconocer las preocupaciones
de orden constitucional relacionadas con la necesidad de asegurar
el principio democrático, el derecho a la participación y deliberación
sobre las cuales descansa el cumplimiento de la tarea parlamentaria.
Ante este panorama y para el caso colombiano, es claro que el uso
de las TIC para el funcionamiento de los órganos del Estado tiene
un respaldo en el ordenamiento jurídico que sienta las bases para
su aprovechamiento al servicio de la comunidad. Por lo mismo,
no se advierte como algo extraño, ni desprovisto de fundamento
normativo que se desarrollen las actividades del Congreso de la
República a través de medios electrónicos plataformas digitales o
sesiones virtuales, especialmente ante las circunstancias anormales
que enfrentan el país y el mundo entero por cuenta de la pandemia.
Así, entonces, siendo viable las reuniones no presenciales y el
voto remoto, el desafío consiste en ponderar las soluciones que se
adopten para dar continuidad a la función legislativa y al ejercicio del
control político por parte del Congreso de la República, cuidando de

396
no desnaturalizar la regla general de la presencialidad, la publicidad
de los debates y el carácter deliberativo de la democracia.

TESIS 5: Los demandantes solicitan a esta Corporación que se


declare la nulidad del acto de elección de los integrantes de la Mesa
Directiva y del secretario general del Senado de la República contenido
en el Acta de sesión plenaria No. 01 del 20 de julio de 2020, por haber
sido desarrollada de forma no presencial. (…). [E]l artículo 37 de la
Ley 5 de 1992 prevé que “Instaladas las sesiones del Congreso, los
Senadores y Representantes se reunirán por separado con el objeto
de elegir sus Mesas Directivas y dar comienzo al trabajo legislativo”.
Complementariamente, el artículo 40 del reglamento establece que
las mesas directivas están compuestas por un presidente y dos
vicepresidentes, que son elegidos para cada legislatura —es decir,
por un (1) año— que inicia el 20 de julio y se prolonga hasta el 16 de
junio del año siguiente. A su turno, los artículos 149 de la Constitución
Política y 5º, numeral 1 de la Ley 5 de 1992, disponen que toda reunión
de miembros del congreso con el propósito de ejercer funciones
propias, se efectúe fuera de las condiciones constitucionales “carecerá
de validez y los actos que realice no podrá dárseles efecto alguno”.
De las anteriores disposiciones la Sala observa que, respecto de las
reuniones del Congreso de la República y la elección de sus mesas
directivas, existen las siguientes reglas: a) Que las sesiones ordinarias
del Congreso de la República, se instalan el 20 de julio al inicio de cada
legislatura. b) Que ante alguna causa que impida celebrar la sesión ese
día, es posible realizar la reunión de instalación en una fecha distinta,
tan pronto como sea posible. C) Que para esa sesión inaugural el
Congreso debe reunirse “en un solo cuerpo”, esto es, de forma conjunta
Senado y Cámara. D) Después de la instalación y en la misma fecha,
los senadores y representantes proceden a sesionar por separado
para elegir a sus mesas directivas. E) Son ineficaces los actos que
adopten los congresistas en reuniones celebradas sin el cumplimiento
de los mandatos constitucionales. Ahora bien, descendiendo al sub
judice se tiene que del Acta de Plenaria No. 01 del 20 de julio de 2020,
contentiva de las elecciones impugnadas, se advierte, en primer
lugar, que no corresponde a la sesión de instalación del Congreso de
que trata el artículo 141 de la Constitución Política, sino a la sesión
de la plenaria del Senado realizada a continuación de aquel acto, en
virtud del artículo 37 de la Ley 5 de 1992, con el objeto de elegir a
las mesas directivas. Significa lo anterior que la mencionada norma
constitucional gobierna un acto distinto al que es objeto de demanda

397
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

en el caso concreto. De otro lado, debe tenerse presente que la


expresión “en un solo cuerpo” a la que alude el mencionado artículo
141 constitucional hace referencia al Congreso en pleno, es decir, a la
sesión conjunta de Senado y Cámara, en contraposición a las sesiones
que desarrolla por separado cada una de las cámaras para ejercer sus
atribuciones. Esta interpretación, que surge del propio texto examinado,
se corrobora igualmente acudiendo a lo previsto en los artículos 7º y
8º de la Ley 5 de 1992, cuando señala que el Congreso de la República
está integrado por el Senado y la Cámara de Representantes y se
reúne como una sola Corporación exclusivamente para los eventos
que señala la norma constitucional, entre ellos, la instalación de las
sesiones ordinarias al inicio de la legislatura. Así, el Acta de Plenaria
No. 01 da cuenta de que los senadores “se reunieron en la sala virtual
de la plataforma Zoom” para ocuparse de los puntos del orden del día,
todos referidos a la “Postulación, elección y posesión” del presidente,
primer vicepresidente, segundo vicepresidente y secretario general
de la Corporación, de lo que se infiere que la sesión se desarrolló
por separado, como lo ordenan la constitución y el reglamento del
Congreso. (…). Ahora bien, en cuanto al carácter virtual de la sesión,
que constituye el núcleo del reproche de los demandantes, tampoco
se observa que alguno de los preceptos señalados exija expresamente
que deba efectuarse de forma presencial la sesión para la elección de
sus directivas. Por consiguiente, no es posible afirmar que, por cuenta
de la utilización de esta modalidad virtual, hubo infracción directa
de tales disposiciones. Por el contrario, la Sala encuentra sustento
jurídico para proceder de esa manera en dos aspectos esenciales,
primero, la existencia de un marco normativo que permite, sin
ambages, aprovechar las herramientas tecnológicas en el desempeño
de las funciones públicas en todos los órganos del Estado y segundo,
la prohibición de interrumpir el normal funcionamiento de las ramas
del poder público durante los estados de excepción, conforme al
numeral 3 del artículo 214 de la Constitución Política. En particular,
el artículo 63 de la Ley 1437 de 2011, aplicable al funcionamiento del
Congreso de la República por la remisión del artículo 3º de la Ley 5
de 1992, faculta a las autoridades para “deliberar, votar y decidir en
conferencia virtual”, siempre que se utilicen los medios electrónicos
idóneos y quede constancia de lo actuado por ese mismo medio con
los atributos de seguridad necesarios. Adicionalmente, se destaca que
(…), si bien la presencialidad es la regla general para el funcionamiento
del Congreso, el ordenamiento jurídico no prohíbe que se realicen
sesiones virtuales, siempre que sean de carácter excepcional y se

398
garantice la deliberación y transparencia de las decisiones, en atención
al principio democrático sobre el cual se edifica el carácter deliberativo
del Congreso. No obstante, se destaca que para el 20 de julio de 2020,
fecha en que fueron realizadas las elecciones impugnadas en el caso
concreto, aún no había sido notificada la sentencia C-242 de 2020 de la
Corte Constitucional, que declaró inexequible el artículo 12 del Decreto
Legislativo 491 de 2020. En esa medida, y teniendo en cuenta que las
sentencias de control judicial de constitucionalidad por regla general
producen efectos hacia el futuro, conforme al artículo 45 de la Ley 270
de 1996, lo dispuesto en aquella norma en cuanto a la realización de
sesiones con apoyo en plataformas de videoconferencia y tecnologías
afines tenía plena aplicabilidad para llevar a cabo dicha sesión en la
modalidad no presencial. (…). Cabe anotar que esta innovadora vía de
interacción ha resultado significativamente útil durante la pandemia del
COVID-19, pues sin lugar a dudas son herramientas que han facilitado
la continuidad de las múltiples actividades que cumplen instituciones
públicas y privadas, sin desconocer el necesario proceso de adaptación
y reconocimiento que ha mediado su adecuado uso y aprovechamiento.
En cuanto al segundo aspecto anunciado para justificar las sesiones
virtuales en el Congreso de la República, el numeral 3 del artículo 214
de la Constitución Política, reiterado en el artículo 15 de la Ley 137 de
1994, estatutaria de los estados de excepción, preceptúa que durante
los estados de excepción “no se interrumpirá el normal funcionamiento
de las ramas del poder público”, lo que apunta a salvaguardar el
principio de legalidad y los derechos fundamentales que suelen quedar
expuestos ante los excesos que pueda cometer el ejecutivo. (…). Así las
cosas, no se advierte que se hayan vulnerado los artículos 138, 141 y
149 de la Constitución Política, ni los artículos 37 y 40 de la Ley 5ª de
1992, en tanto la elección de los integrantes de la Mesa Directiva y del
secretario general del Senado de la República, realizada en la sesión
virtual celebrada por el pleno el 20 de julio de 2020, se hizo conforme
al reglamento y especialmente, en acatamiento del artículo 12 del
Decreto Legislativo 491 de 2020, vigente para ese momento.

TESIS 6: [E]l demandante en el proceso con Rad. 2020-00074


considera que la elección de los miembros de la Mesa Directiva del
Senado, realizada en sesión no presencial el 20 de julio de 2020, (…)
vulneró el artículo 140 de la Constitución Política, (…) que dispone
que “el Congreso tiene su sede en la capital de la República” y que
las Cámaras podrán trasladar por acuerdo, su “sede a otro lugar”,
en caso de perturbación del orden público, “en el sitio que designe

399
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

el presidente del Senado”. (…). [N]o advierte la Sala el vínculo entre


aquellos preceptos y la decisión adoptada por el Senado de conformar
su Mesa Directiva en una sesión no presencial. Tampoco se advierte
que, en la convocatoria, el presidente del Senado haya dispuesto el
“traslado” de la sede del Congreso. Se observa que la citada Resolución
007 solo señaló que la sesión se desarrollaría de forma virtual, previa
garantía de la deliberación, confidencialidad de la información y la
comunicación simultánea, entre otros aspectos técnicos. Por lo tanto,
el demandante parte de la premisa equivocada según la cual convocar
y realizar una reunión virtual de los congresistas equivale a trasladar
la sede del Congreso de la República. Al respecto, cabe precisar que las
telecomunicaciones no son lugares físicos sino espacios intangibles
donde individuos e instituciones pueden encontrarse y desarrollar
algunas actividades sin necesidad de trasladarse físicamente a un sitio
determinado. Así, concepto de realidad ha superado la corporeidad
física para tener un equivalente en un mundo virtual, entendido como
un ambiente compartido e interactivo donde los participantes pueden
comunicarse, colaborar, innovar e intercambiar. En consecuencia,
gracias a las tecnologías de vanguardia, las entidades públicas y los
particulares pueden funcionar y manifestarse tanto en un sitio físico
como en uno electrónico, con los límites y elementos propios que
caracterizan a uno y otro escenario. De hecho, el artículo 60 de la
Ley 1437 de 2011, modificados por la Ley 2080 de 2021, reconocen y
definen la “sede electrónica” oficial de las entidades, como un sitio en
ese mundo digital que debe ofrecer “calidad, seguridad, disponibilidad,
accesibilidad, neutralidad e interoperabilidad de la información y los
servicios”. Adicionalmente, como se indicó en la primera parte de
esta providencia, el CPACA contempla en el artículo 63 la posibilidad
de conferencias virtuales para la deliberación, votación y decisión
de los órganos colegiados del Estado, con los debidos atributos de
seguridad. Ante estas nuevas dinámicas que han transformado la
interacción al interior de las sociedades modernas, es crucial apelar
a una interpretación de la Constitución que vaya más allá de su
contenido normativo y garantice la plena eficacia de sus cláusulas. (…).
En consecuencia, además de que resulta claro que los actos acusados
en el caso concreto no dispusieron el traslado físico de la sede del
Congreso, conforme a los artículos 140 de la Constitución Política y
33 de la Ley 5 de 1992, una interpretación sistemática y conforme
a la realidad de la Carta permite comprender que también contiene
disposiciones que apuntan a la continuidad del funcionamiento del
Congreso de la República en circunstancias de excepcionalidad, bajo

400
las cuales es posible aplicar preceptos legales que integran el uso de
tecnologías de la información y las comunicaciones al cumplimiento
de sus atribuciones constitucionales.

TESIS 7: Por último, los demandantes del expediente Rad. 2020-


00073 aducen como violado el artículo 151 de la Constitución Política,
que señala las materias que deben regularse mediante leyes orgánicas,
entre ellas, el reglamento del Congreso. (…). Entiende el actor que, para
poder válidamente sesionar, vía virtual, se necesitaba una reforma
del reglamento del Congreso. (…): [E]xisten normas de carácter legal
compatibles con las disposiciones constitucionales que permiten a los
órganos del Estado utilizar herramientas tecnológicas para cumplir
sus funciones y, sobre todo, evitar su paralización ante circunstancias
extraordinarias, generadas por la pandemia. En efecto, la sesión no
presencial del 20 de julio de 2020, en la que se eligieron los miembros
de la Mesa Directiva del Senado y su secretario general, se sustenta
en el artículo 63 de la Ley 1437 de 2011, que permite que se puedan
desarrollar comités, consejos, juntas a través de sesiones virtuales,
de suerte que es posible “deliberar, votar, y decidir en conferencia
virtual”, norma que se aplica al ámbito de la función legislativa por la
remisión del artículo 3 de la Ley 5 de 1992. Así mismo, se reitera que
esta sesión no presencial del Senado tiene fundamento en el artículo
12 del Decreto 491 del 28 de marzo de 2020, que dispuso que “Los
órganos, corporaciones, salas, juntas o consejos colegiados, de todas
las ramas del poder público y en todos los órdenes territoriales, podrán
realizar sesiones no presenciales cuando por cualquier medio sus
miembros puedan deliberar y decidir por comunicación simultánea
o sucesiva”, norma que, aunque fue declarada inconstitucional por la
Corte Constitucional mediante sentencia C- 242 de 2020, no fue por
razón de la materia o contenido, sino por un “juicio de necesidad” y
por violación del “principio de separación de poderes”. Además, estaba
vigente al momento de la realización de la sesión que se censura,
pues, sabido es que los fallos proferidos por la Corte Constitucional
rigen hacia futuro. En el presente caso, los senadores, a través de una
plataforma de videoconferencias, tuvieron la posibilidad de deliberar y
votar frente a las personas postuladas para los cargos de presidente,
primer vicepresidente, segundo vicepresidente y secretario general
de la Corporación, de lo cual da cuenta el Acta de Plenaria No. 01 de
esa fecha. Ahora bien, también se insiste en que esta normativa que
rige la virtualidad no se opone a la necesidad advertida por la Corte
Constitucional en la sentencia C-242 de 2020, de que el Congreso de la

401
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

República modifique su reglamento y adecúe la Ley 5 de 1992 a estas


nuevas realidades de reuniones plenarias y de comisión, vía remota, con
carácter excepcional, y que provean en detalle sobre la convocatoria,
intervenciones, votaciones y demás aspectos propios del desarrollo
de estas sesiones. Por consiguiente, para esta Sala las condiciones
especiales impuestas por el estado de emergencia sanitaria para la
época en que fueron expedidos los actos de elección demandados
justificaban que el Senado de la República acudiera a las normas
vigentes sobre sesiones virtuales, a partir de la remisión e integración
normativa que hace su propio reglamento, con el fin de evitar que se
vieran afectadas sus atribuciones de naturaleza legislativa y de control
político, sobre todo durante un estado de excepción que demanda
de la Rama Legislativa especial vigilancia sobre la conveniencia
y oportunidad de las medidas que adopta el Ejecutivo. Se concluye,
entonces, que las elecciones cuestionadas en el sub judice tampoco
vulneraron el artículo 151 de la Constitución Política, ni el artículo 4º
de la Ley 5 de 1992, relativo a la “Jerarquía de la Constitución” sobre el
reglamento, pues, tuvieron sustento en otras disposiciones aplicables
al funcionamiento del Congreso de la República que, además de no
ser contrarias a la Constitución, hacen referencia a las reuniones
virtuales en todas las ramas del poder público. Así, no habiéndose
comprobado la infracción normativa propuesta por los demandantes
frente a ninguno de los preceptos invocados como transgredidos, la
Sala negará las pretensiones de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 140 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
141 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 149 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 151 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 214 NUMERAL 3 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 60 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 63 / LEY 137 DE 1994 –
ARTÍCULO 15 / LEY 5 DE 1992 – ARTÍCULO 3 / LEY 5 DE 1992 – ARTÍCULO 4 / LEY
5 DE 1992 – ARTÍCULO 5 NUMERAL 1 / LEY 5 DE 1992 – ARTÍCULO 7 / LEY 5 DE
1992 – ARTÍCULO 8 / LEY 5 DE 1992 – ARTÍCULO 33 / LEY 5 DE 1992 – ARTÍCULO
37 / LEY 270 DE 1996 – ARTÍCULO 45 / LEY 270 DE 1996 – ARTÍCULO 95 / LEY 527
DE 1999 / LEY 223 DE 1995 / DECRETO 1094 DE 1996 / LEY 1221 DE 2008 / LEY
1341 DE 2009 / DECRETO 1078 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.17.6.1 / LEY 2080 DE 2021
– ARTÍCULO 162 NUMERAL 7 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 201A / DECRETO LEY
019 DE 2012 – ARTÍCULO 223 / LEY 909 DE 2004 / DECRETO 2482 DE 2010 / LEY
2088 DE 2021 / DECRETO 491 DE 2020 – ARTÍCULO 12

402
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL
PERSONERO MUNICIPAL, INHABILIDADES DEL PERSONERO
MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS PARA LA ELECCIÓN DEL
PERSONERO MUNICIPAL, ENTREVISTA EN EL CONCURSO DE
MÉRITOS, VALORACIÓN DE LA PRUEBA, EXPEDICIÓN IRREGULAR

EXTRACTO NO. 19

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00243-01
FECHA: 10/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Martha Lucia Álvarez Castaño
DEMANDADO: Efraín Rojas Doncel – Personero del municipio
de Guadalajara de Buga (Valle del Cauca)
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección entrará a resolver si existe mérito


para confirmar, modificar o revocar la sentencia del 1° de marzo de
2021, proferida por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca,
que negó las pretensiones de la demanda de nulidad electoral contra
el acto de designación de Efraín Rojas Doncel como personero del
municipio de Guadalajara de Buga (Valle del Cauca), el cual se acusa
bajo el argumento de que el Concejo estaba obligado a atender
las recomendaciones del contratista, en particular, la propuesta
presentada para calificar la entrevista en un rango de uno (1) a diez
(10) puntos. Así mismo, que se manipuló el resultado final de la
elección al permitir la calificación mínima de la entrevista en cero (0).
De igual modo, que se configura el vicio de expedición irregular porque
en las normas reguladoras del concurso no se dejó claro la razón para
calificar con cero (0) tanto a los participantes que asistieron como a los
que no asistieron a la entrevista. Adicionalmente, que la sentencia de
primera instancia no valoró las pruebas aportadas como fundamento
de los cargos de nulidad por expedición irregular y falsa motivación.

TESIS 1: El numeral 8 del artículo 313 de la Constitución Política


dispone que compete a los concejos municipales elegir al personero
para el periodo que fije la ley. Frente a este mandato normativo, la Ley
136 de 1994, por la cual se dictan las normas tendientes a modernizar

403
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

la organización y el funcionamiento de los municipios, dispuso en


su artículo 170 que dicha elección se llevará a cabo en los primeros
diez (10) días del mes de enero del año respectivo, para períodos de
tres (3) años. Sin embargo, este contenido normativo fue modificado
por la Ley 1031 de 2006, que amplió el período de los personeros
municipales de tres (3) a cuatro (4) años, a partir del año 2008. Con la
expedición de la Ley 1551 de 2012 (…), se modificó el artículo 170 de
la Ley 136 de 1994 al establecer un concurso público de méritos para
la elección del personero municipal, el cual estaría en cabeza de la
Procuraduría General de la Nación. Esta norma fue objeto de demanda
de inconstitucionalidad, la que fue decidida por la Corte Constitucional
en sentencia C-105 de 2013, en la que se declaró la exequibilidad
de la expresión “previo concurso de méritos” contenida en el inciso
primero de la anterior disposición, y a su vez la inexequibilidad del
siguiente aparte “que realizará la Procuraduría General de la Nación”,
contenida en el mismo inciso. (…). A su turno, de acuerdo con el Decreto
1083 de 2015, que compiló lo dispuesto en el Decreto 2485 de 2014,
el concurso dirigido a la elección de los personeros debe adelantarse
bajo criterios de objetividad, transparencia, imparcialidad y publicidad.
Por consiguiente, es claro que la ley ha reiterado la atribución
constitucional de los concejos municipales y distritales para la
nominación de los personeros, incorporando al espectro ampliamente
discrecional que inicialmente tuvo esta competencia la exigencia de
realizar un proceso de selección donde prevalezcan el mérito y la
idoneidad, en consonancia con los principios constitucionales que
orientan el acceso a la función pública. Así mismo, no cabe duda de
que los concejos tienen a su cargo la responsabilidad de dirigir estos
concursos y de trazar sus lineamientos generales, sin perjuicio de
contar con la asistencia de terceros especializados en la materia.

TESIS 2: Con ocasión de las modificaciones introducidas por la Ley


1551 de 2012, el presidente de la República reglamentó mediante el
Decreto 2485 de 2014 los estándares mínimos para el concurso público
y abierto de méritos para la elección de personeros municipales,
disposición que fue compilada en el Decreto 1083 de 2015, por medio
del cual se expidió el Decreto Único Reglamentario del Sector de
Función Pública. Esta norma, en su artículo 2.2.27.1, previó que el
personero municipal o distrital será elegido de la lista que resulte
del proceso de selección público y abierto adelantado por el concejo
municipal o distrital y en su artículo 2.2.27.2, dispuso las etapas del
concurso público de méritos para la elección de personeros. (…). En

404
los artículos subsiguientes, el referido Decreto 1083 de 2015 previó
lo relativo a los mecanismos de publicidad del proceso de selección
(artículo 2.2.27.3), la elaboración de la lista de elegibles (artículo
2.2.27.4) la naturaleza del cargo de personero (artículo 2.2.27.5) y la
posibilidad de celebrar convenios interadministrativos con organismos
especializados técnicos e independientes, para la realización parcial de
los concursos de personero, los cuales continuarán bajo su inmediata
dirección, conducción y supervisión (artículo 2.2.27.6). A partir de estos
parámetros, la Sala ha destacado las consecuencias anulatorias que
pueden provenir del desconocimiento de los términos vinculantes de
la convocatoria para la elección realizada, al igual que la importancia
de garantizar la debida publicidad que permita la libre concurrencia de
los interesados, junto con el estricto orden de mérito en que debe ser
aplicada la lista de elegibles que resulte del proceso. De acuerdo con lo
expuesto, el ordenamiento jurídico contiene una regulación minuciosa
de las actividades que se adelantan en el marco del concurso que
debe preceder la elección de los personeros municipales y distritales,
que confirma su carácter reglado y somete la discrecionalidad de
los concejos a los resultados de las pruebas aplicadas conforme a la
convocatoria, la cual debe recoger todos los parámetros previstos en
las normas reglamentarias.

TESIS 3: [A]rgumentó la demandante que el Concejo Municipal


de Guadalajara de Buga suscribió un contrato con la institución de
educación superior Corporación Autónoma de Nariño para realizar
el acompañamiento técnico y jurídico en la fase de pruebas de
conocimiento, competencia y el análisis de antecedentes, y además,
para prestar soporte y asesoría en la etapa de entrevistas. Por lo
tanto, considera la apelante que el Concejo estaba obligado a atender
las recomendaciones del contratista, conforme a las cláusulas del
contrato CM-008-2019, en particular, la propuesta presentada para
calificar la entrevista en un rango de uno (1) a diez (10) puntos.
Adicionalmente, expuso que están probadas la arbitrariedad, la falta
de aplicación del criterio de razonabilidad y la violación al principio
de legalidad en el concurso de personero municipal de Guadalajara
de Buga, al demostrarse que se manipuló el resultado final de la
elección al permitir la calificación mínima de la entrevista en cero (0).
Así mismo, a su juicio, se configura el vicio de expedición irregular
porque en las normas reguladoras del concurso no se dejó claro la
razón para calificar con cero (0) tanto a los participantes que asistieron
como a los que no asistieron a la entrevista. (…). Reitera la Sala que, en

405
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

virtud del artículo 313.8 constitucional y el artículo 170 de la Ley 136


de 1994, norma modificada por el artículo 35 de la Ley 1551 de 2012
y del artículo 2.2.27.1. del Decreto 1083 de 2015, le corresponde a los
concejos municipales o distritales desarrollar el proceso de selección
público y abierto para elegir el personero. Así mismo el artículo 2.2.27.6
del Decreto 1083 de 2015 prevé que tales colegiaturas “(..:) efectuarán
los trámites pertinentes para el concurso, que podrán efectuarse a
través de universidades o instituciones de educación superior públicas
o privadas o con entidades especializadas en procesos de selección
de personal”. Considerando los términos en que fue regulada la
competencia de los concejos para elegir a los personeros, se advierte
el carácter facultativo de la contratación de terceros para entregar la
realización parcial de concursos. (…). Esta Sección también ha insistido
en el punto, como se precisó en el acápite que anteriormente se ocupó
del marco normativo de la elección de los personeros. En tal sentido,
en esta oportunidad se reitera que la titularidad de la dirección del
procedimiento de elección del personero municipal recae de forma
exclusiva en el cabildo, de modo que los lineamientos, conceptos o
recomendaciones elaborados por una entidad de educación superior
están dirigidos a prestar apoyo y asistencia en virtud de un contrato
de prestación de servicios, más no a suplantar al titular de la función
electoral para este cargo, quien conserva su poder discrecional como
nominador, a fin de velar porque el mérito sea el criterio rector del
concurso, en sus diferentes etapas, para que el elegido sea. Esta
autonomía que se reconoce a los concejos frente al diseño, conducción y
supervisión de los concursos para elegir al personero no resta relevancia
a la necesidad que la misma entidad puede advertir para conseguir la
asistencia de un tercero especializado en llevar a cabo actuaciones de
esa naturaleza en procura de la máxima profesionalización al respecto.
Por el contrario, tal precisión apunta a dar la debida importancia a la
competencia constitucional que se atribuyó a las dumas municipales
para ejercer una facultad electoral, sin perjuicio de verificar en cada
caso el soporte legal de las actuaciones que los concejos adelantan
en las etapas de los procesos de selección. Por lo tanto, se concluye
que el argumento propuesto por la impugnante, dirigido a imponer
al cabildo la adopción de los lineamientos que propuso la institución
contratada para brindar asistencia y apoyo al proceso de selección, en
particular para la calificación de la entrevista, no tienen por sí solos la
entidad suficiente para afectar la legalidad del parámetro de valoración
establecido directamente por el Concejo de Buga, y en tal virtud, habrá
de despacharse desfavorablemente.

406
TESIS 4: Afirma la apelante que el Concejo Municipal de Guadalajara
de Buga manipuló el resultado final de la elección, al permitir la
calificación mínima de la entrevista en cero (0). Así mismo, sostiene
que se configuró el vicio de expedición irregular porque en las normas
reguladoras del procedimiento respectivo no se dejó claro por qué se
daba un trato igualitario a quien asiste a la entrevista y se le otorgaba
el mismo puntaje mínimo frente a quien no asistió a dicha prueba. (…).
[E]ncuentra la Sala que, tanto la expedición de la Resolución 574 de 1°
de noviembre de 2019, “Por medio de la cual se convoca a concurso
público y abierto de méritos para la selección de personero municipal
2020-2024”, como de la Resolución No. 002 de 3 de enero de 2020, “por
medio de la cual se establece el procedimiento para la realización de la
prueba de entrevista dentro del concurso público y abierto de méritos
del cargo de personero municipal de Guadalajara de Buga, Valle del
Cauca y se dictan otras disposiciones”, se ajustaron a los parámetros
previstos en el numeral 8 del artículo 313 de la Constitución Política,
los artículos 32, 35 y 170 de la Ley 136 de 1994, los artículos 18 y
35 de la Ley 1551 de 2012 y los artículos 2.2.27.1 al 2.2.27.6 del Decreto
1083 de 2015. En tal sentido, se destaca que la determinación de
los parámetros de calificación de cero (0) a diez (10) fue el resultado
de la decisión del Concejo Municipal de fijar entre estos límites la
puntuación otorgada a los candidatos, guarismo que se corresponde
con la escala de calificación común a todas las pruebas establecida
en la convocatoria y que no se encuentra prefijado en ninguna otra
disposición, sino que se está sometido a la discrecionalidad de esta
Corporación. Ahora bien, el artículo 35 de la Ley 1551 de 2012 trazó
un nuevo modelo eleccionario, que introdujo el concurso público como
el elemento central de su escogencia y garantía de independencia
en el cumplimiento de los altos fines misionales del cargo; por tanto,
la provisión de estos empleos dejó de estar al libre arbitrio de los
concejos municipales para ajustarse al principio de la meritocracia,
como elemento estructural y definitorio de nuestro ordenamiento
superior, en el marco de un procedimiento abierto, objetivo y reglado,
aunque reservando en estos el poder de nominación y la facultad
de configurar, en el marco general de la Constitución, la ley y el
reglamento, las especificidades del procedimiento eleccionario para
conciliar las exigencias de transparencia, igualdad e imparcialidad en
el acceso a la función pública con las consideraciones de conveniencia,
necesidad y representación propias de la actividad política con su
vocación participativa, deliberativa y pluralista. En este marco, la duma
se encontraba en libertad de fijar dos situaciones disímiles para el

407
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

otorgamiento de los puntajes de la entrevista; por un lado, aquella


relativa a la inasistencia, cuya consecuencia sería la asignación de
un único puntaje igual a cero (0) y por otro lado, la asignación de
una escala de valores para las calificaciones proferidas por cada
uno de los diecisiete (17) cabildantes frente a los entrevistados que
sí participaron en la prueba, la cual se fijó entre cero (0) y diez (10),
según el entendimiento de la mayoría de ellos. (…). En este orden,
la discrecionalidad del nominador al realizar y evaluar la entrevista
no puede devenir en arbitrariedad o discriminación para alterar
deliberadamente el orden de la lista de elegibles en beneficio del
candidato de su preferencia y sino que debe obedecer a una calificación
razonable y razonada de las capacidades, competencias, aptitudes y
el perfil general de cada aspirante de conformidad con las funciones
y responsabilidades del cargo. (…). Conforme a lo expuesto, es dable
concluir que si bien la forma de calificación y los guarismos prefijados
como límites inferior —cero (0)— y superior —diez (10)— al puntaje de
la entrevista, en el artículo primero, numeral 5. de la Resolución No.
002 del 3 de enero de 2020 (…), no desbordaron las normas legales
previstas para tal procedimiento de elección ni las de la convocatoria,
no resulta razonable que se otorguen consecuencias iguales a
situaciones diferentes, como lo es calificar cero (0) tanto a quienes no
asistieron a la entrevista como a quienes se presentaron y contestaron
motivadamente a las preguntas formuladas. Lo anterior consulta los
elementos mínimos de ponderación a tener en cuenta al momento de
calificar esta prueba, en tanto que el cero (0), como puntaje, representa
justamente la ausencia de valor frente a quien no está presente y,
por tanto, le impide al entrevistador formarse un juicio propio sobre
el mérito del candidato, en la medida en que no puede tener una
percepción directa sobre su idoneidad para el cargo. Distinto es el caso
de quien asiste a la prueba y no logra transmitir, a través del lenguaje
verbal y no verbal, las aptitudes, ideas y compromiso necesarios para
ejercer tan importante labor. Así en caso de llegar a tener el peor
desempeño durante la prueba, tendría la valoración más baja, que
corresponde en esta escala al 1.0, comoquiera que en tal supuesto
sí se llegó a tener una percepción del aspirante, aunque fuera la más
negativa posible. Por tanto, le asiste razón a la parte actora cuando
alega que el Concejo Municipal de Guadalajara de Buga, so pretexto
del ejercicio de una facultad incurrió en una conducta arbitraria, por
cuanto igualó en el puntaje de esta prueba dos circunstancias distintas
y no asimilables: la del citado que no se presenta y la de quien acude
y desarrolla la entrevista de forma insatisfactoria, lo que configura

408
una irregularidad con el potencial de configurar el vicio de expedición
irregular del acto acusado siempre que se compruebe su incidencia en
la elección, lo cual se analizará en el acápite final de este fallo, una vez
se verifique si se configuran o no las demás censuras alegadas contra
la sentencia del a quo.

TESIS 5: [I]nsiste la apelante que (…) se encuentran acreditados los


vicios de expedición irregular y falsa motivación. (…). [N]o encuentra la
Sala que sea evidente la acreditación de los vicios de expedición irregular
y falsa motivación, pues el relato inicial se limita a exponer las dudas que
suscitó para algunos cabildantes la posibilidad de calificar de cero (0)
a diez (10) la entrevista de los candidatos y las posibles consecuencias
de su actuar, debate que es válido en el ejercicio cotidiano de las
competencias de los concejales y que representa solamente la opinión
de algunos de ellos frente a un aspecto particular de aquel concurso.
Así mismo, se advierte que durante la discusión se dejó a salvo la
autonomía de cada concejal para otorgar la calificación que consideraran
procedente y se invocó un precedente jurisprudencial que, en ese
contexto, ofreció un argumento para sustentar la forma de valoración
propuesta para la prueba. Ahora bien, es cierto que el presidente de la
duma municipal incurrió en una imprecisión al citar el precedente del
Tribunal Administrativo del Valle del Cauca que supuestamente avaló el
puntaje mínimo de cero para los asistentes a esta prueba en la elección
del personero de Cali durante el periodo anterior, pero no se deduce de
lo anterior, la configuración de los vicios de nulidad invocados, porque
este no fue el fundamento jurídico de la calificación de la entrevista ni
mucho menos del acto definitivo de elección sino apenas un obiter dicta
dentro del debate político y el procedimiento eleccionario, frente al cual
se brindó la información necesaria para identificar dicho precedente
y que, en consecuencia, cualquier cabildante interesado pudiera
acceder al mismo para estudiarlo y tenerlo en cuenta al momento de
llevar a cabo la evaluación de los aspirantes que le corresponde en un
ejercicio estrictamente individual y libre, tal como se destacó previo a la
realización de la prueba, al punto que algunos de ellos decidieron que la
nota mínima para los entrevistados sería de 1.0, en cuanto no se alcanzó
unanimidad al respecto. Así las cosas, estos medios probatorios no
tienen la virtualidad de acreditar los alegados vicios de nulidad y por tal
razón, su análisis a profundidad no conduce a la convicción del actuar
irregular del Concejo Municipal de Buga en el concurso de méritos
objeto de censura, situación que permite concluir que este cargo no
tiene vocación de prosperidad.

409
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

TESIS 6: A juicio del impugnante, “la modificación” de los parámetros de


calificación de la entrevista, analizados en contexto con el conocimiento
que ya se tenía de los resultados del análisis de los antecedentes y las
demás pruebas realizadas, permiten deducir un tinte de subjetividad
en el procedimiento de elección. (…). [O]bserva la Sala que dicho acto
fue expedido con fundamento en el artículo 29 de la Resolución No.
574 de 1° de noviembre de 2019, “por medio de la cual se convoca a
concurso público de Méritos para la Selección de Personero Municipal
2020-2024”, que dispuso que la entrevista “estará a cargo del concejo
municipal de Guadalajara de Buga – Valle del Cauca, que se posesiona
a partir del 1 de enero de 2020”. Así las cosas, se trata de un mandato
genérico en cabeza de quienes entraron a ser parte de dicha colegiatura
para disponer lo necesario a fin de llevar a cabo la prueba, en el cual
se enmarca la expedición de la Resolución No. 002 de 2020 que fijó las
pautas metodológicas para su realización y calificación, sin que pueda
predicarse per se la presencia de un componente subjetivo en este
actuar. Adicionalmente, no es cierto que aquel acto hubiese introducido
modificaciones a los parámetros de evaluación de la entrevista
señalados en la convocatoria, toda vez que desde el principio se asignó,
conforme a la ley, un porcentaje de 10% a esta prueba, de acuerdo con
el artículo 2.2.27.2 del Decreto 1083 de 2015, aspecto que no sufrió
ninguna variación posterior. En otras palabras, strictu sensu no modificó
ningún acto previo, en tanto que no existía alguno que reglamentara
la materia. Sencillamente, los nuevos cabildantes al posesionarse se
encontraron con la inminencia de la realización de la referida prueba,
única faltante para culminar el concurso correspondiente y elegir al
personero municipal, sin que existiera un acto que fijara las condiciones
específicas para su práctica, por lo que de inmediato se reunió para
elaborar y publicar tal documento a fin de cumplir con lo ordenado en
sentido amplio por el artículo 29 de la convocatoria, de modo tal que
la prueba se rigiera por pautas establecidas con claridad y antelación
para todos los interesados, como era su deber, sin que con tal proceder
incurriera en la modificación alegada más no demostrada por el
Procurador 18 Judicial II para asuntos Administrativos de Cali, tal como
se explicó. No obstante lo anterior, observa la Sala que para entonces la
duma municipal ya tenía conocimiento de los resultados de las demás
pruebas del concurso, lo cual afecta las garantías de imparcialidad
que deben regir la determinación de los criterios de evaluación de las
pruebas, en cuanto permite que estos sean establecidos con el ánimo
de alterar el resultado final, a partir de la valoración de los puntajes
acumulados hasta ese momento, en el que además solo restaba el

410
10% del puntaje global por definir, tal como lo argumenta el agente
del Ministerio Público en la segunda parte de la argumentación con la
que sustenta este cargo de apelación. Es decir, que cuando el concejo
entró a reglamentar su puntuación ya había fenecido la oportunidad
para hacerlo, resultando extemporánea la Resolución No. 002 de 2020.
En efecto, las reglas para la evaluación de la entrevista se deben fijar
antes de conocer el resultado de las demás pruebas previstas en la
convocatoria y no después para dotarla del margen de objetividad
mínimo requerido para su validez en función de la prevalencia del
mérito por sobre las consideraciones subjetivas y cálculos particulares
que pudieran permear la elección en detrimento de la voluntad del
constituyente y del legislador de crear un mecanismo de selección
para proveer este cargo, blindado por condiciones de transparencia,
imparcialidad e igualdad para los interesados, de conformidad con el
artículo 35 de la Ley 1551 de 2012, que introdujo el mérito como el
elemento central de su escogencia y garantía de independencia en el
cumplimiento de tan altos fines misionales. (…). Así las cosas, le asiste
razón al Procurador 18 Judicial II para asuntos administrativos de
Cali cuando alega que el Concejo Municipal de Guadalajara de Buga
incurrió en expedición irregular de la Resolución No. 002 de 2020, por
su carácter extemporáneo, en la medida en que las exigencias del
mérito, la imparcialidad y objetividad, proscriben que los criterios de
evaluación de una prueba clasificatoria como la entrevista se señalen
cuando ya se conocen los resultados de las demás, abriendo una amplia
brecha para la subjetividad en la puntuación de los candidatos contraria
a la naturaleza jurídica de este mecanismo de selección mediante
concurso, lo cual tiene el potencial de anular el acto acusado siempre
que se compruebe su incidencia en la elección, lo cual se analizará a
continuación. Por último, se insiste en que no está llamado a prosperar
el argumento dirigido a insistir en que la dignidad de presidente de
la mesa directiva del Concejo Municipal conllevó a inducir en error
a los demás cabildantes, pues no se puede desconocer que quienes
representan los intereses de una municipalidad tienen la obligación
de prepararse para los debates propuestos en la plenaria y en caso
de duda, pueden citar o acudir a personal capacitado que ofrezca la
convicción de que las determinaciones allí asumidas se ajustan a los
parámetros legales, considerando la importancia de las decisiones que
tienen a su cargo.

TESIS 7: Como quedó expuesto (…), el Concejo Municipal de


Guadalajara de Buga erró: (i) al igualar con el mismo puntaje mínimo

411
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

dos situación distintas y no asimilables frente al desarrollo de la


entrevista, a saber: la inasistencia de un candidato que, en efecto,
impide al entrevistador cualquier valoración al respecto, que es lo que
representa ontológicamente el cero (0) que corresponde a tal supuesto
en los términos del parágrafo 2., numeral 6, artículo primero de la
resolución No. 002 del 3 de enero de 2020, con el mal desempeño de
quien se presentó y completó la prueba defraudando las expectativas
del entrevistador, que amerita la puntuación más baja, esto es, uno
(1.0), que en todo caso denota que hubo al menos una percepción
directa de su perfil por lo que le corresponde la adjudicación de un
quántum de puntaje; y (ii) al proferir extemporáneamente la Resolución
No. 003 del 3 de enero de 2020, que fijó los criterios de evaluación de
la entrevista, esto es, luego de que se conocieran los resultados de
las demás pruebas en detrimento de las garantías de transparencia,
imparcialidad e igualdad que rigen este concurso, en cuanto favorece
que los concejales realicen cálculos matemáticos para beneficiar con
criterios subjetivos alejados del mérito al candidato de su simpatía,
distorsionando el resultado final del procedimiento de elección. Ahora
bien, corresponde a la Sala analizar si la puntuación de cero (0) recibida
por la demandante en su entrevista por parte de algunos concejales,
pese a haber asistido a la prueba y contestado motivadamente a las
tres preguntas que le fueron formuladas, con base en la Resolución
No. 002 del 3 de enero de 2020, que fijó la respectiva escala de
calificación entre aquel guarismo y diez (10), tuvo un impacto directo
y trascendental en el resultado de la designación sub judice de tal
incidencia que de haberse reservado razonablemente ese puntaje
mínimo para quienes no asistieron a la entrevista, el resultado habría
sido otro distinto. (…). En consecuencia, la aquí demandante aventajaba
6.18 pts. al demandado, restando tan solo 10 puntos por sumar como
máximo, producto de la entrevista, la cual fue calificada a cada uno
de ellos, así, de acuerdo con la Resolución No. 006 del 10 de enero de
2020. (…). En este orden, en el puntaje final el demandado obtuvo el
primer lugar con 86.55 puntos frente a los 86.08 puntos de su más
cercana competidora, separándolos una diferencia de menos de medio
punto, de modo tal que si a ella le hubieran calificado con 1 punto los
14 concejales que le asignaron 0, pese a que se presentó y contestó
de forma motivada a las tres preguntas que le fueron formuladas, tal
como hicieron los tres cabildantes que puntuaron con 1 punto al señor
(…), porque entendieron correctamente que el 0 solo podía imponerse
a los aspirantes ausentes de la prueba. (…). En tal virtud, ella habría
resultado ganadora del concurso con una calificación consolidada y

412
ponderada de 86.9, es decir, 0.35 puntos superior a la del elegido y,
por tanto se cumple el presupuesto para anular el acto acusado, en
consonancia con el artículo 287 del CPACA, sin que haya lugar a medida
alguna de restablecimiento del derecho por el carácter objetivo de
legalidad del presente medio de control. (…). Conforme a los anteriores
planteamientos, la Sala concluye que se encuentra demostrado el vicio
de expedición irregular en contra del acto de elección del [demandado]
como personero del Municipio de Guadalajara de Buga (Valle del Cauca)
y, por consiguiente, la presunción de legalidad de la Resolución No. 007
del 13 de enero de 2020, proferida por el concejo de ese municipio
quedó desvirtuada, razón suficiente para revocar la sentencia apelada.

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: En síntesis, [se aparta] de tal resolutiva en tanto [se


considera] que las pretensiones de nulidad electoral no estaban
llamadas a prosperar y, por ende, debía confirmarse la decisión
apelada. El Concejo, en efecto, reguló en particular el procedimiento
para realizar las entrevistas y le asignó una calificación que
podía oscilar entre cero (0) y diez (10) puntos, con la previsión de
que los candidatos que no concurrieran a esta prueba tendrían
automáticamente una calificación igual a cero (0). La posibilidad de
calificar con cero (0) la prueba de entrevistas a los aspirantes, [bajo
este] criterio, no se advertía contraria a ninguna de las disposiciones
legales y reglamentarias que gobernaron el concurso de méritos. Por
el contrario, se encontraba conforme a la competencia nominadora
que la Constitución Política asignó a los concejos municipales para la
designación del personero, en el marco del proceso de meritocracia
que debía agotarse. Además, tampoco logró probarse que esa
valoración fuera producto de una motivación oculta, amañada o
alejada de los principios que orientaban el proceso de selección, en
la forma en que lo sostuvieron los apelantes. La tesis de que se debía
asignar por lo menos un (1) punto a los que asistieron a la entrevista,
desde mi perspectiva, no responde a un parámetro definido a partir
de un criterio estrictamente objetivo, sino que es el producto de una
apreciación que en su base revela un componente de subjetividad por
parte de la mayoría. De la misma manera en que se eligió ese tope
mínimo para los candidatos entrevistados, pudo haberse optado por
cualquier otro, por ejemplo, un puntaje de cero con una cienmilésima

413
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

(0,00001), que, en todo caso, también sería diferencial respecto del


cero absoluto (0), pero que no hubiera tenido ninguna incidencia en el
resultado final de concurso. Nada justificaba aproximar la calificación
a la unidad mínima en una escala de números enteros, y no sobre
cualquier otro criterio, verbigracia, en sistemas fraccionarios o
decimales. De hecho, bajo el mismo auspicio de deferencia auspiciado
en la sentencia de la cual [se discrepa], pudo haberse optado por una
mínima de cinco puntos por concejal, para entender que la presencia
del candidato los libraba de la desaprobación que se garantizaba a
los ausentistas. Pero por supuesto, este habría sido otra de tantas
escalas subjetivas empleables. Lo que [se quiere] significar con ello
es que no le era dable al juez de lo electoral anteponerse a la libertad
de configuración normativa de concejo municipal, y mucho menos
derrotar la presunción de legalidad del acto electoral demandado,
a partir de la imposición de lo que creyó que era una mejor forma
de calificar a los concursantes presentes respecto de los que
incurrieran en inasistencia. (…). En el caso de marras, si la escala de
puntuación para la entrevista del proceso de selección del personero
oscilaba entre 0 y 10, cada concejal tenía el derecho de asignar la
mínima calificación, esto es, de cero (0), al aspirante que considerara
merecedor de aquella. Cosa distinta es que al evaluador se les pudiera
reprochar como arbitraria o carente de motivación esa puntuación,
pero, por las mismas razones que se emplearon en la sentencia de la
referencia, ese no fue el caso.

TESIS 2: Por otro lado, [se considera] que la supuesta


extemporaneidad en la reglamentación de la entrevista por parte
del nuevo concejo era un asunto de responsabilidad individual, en
el más severo de los escenarios, pero no un vicio que produjera la
nulidad electoral. [Se estima] que la Sala mayoritaria erró al partir
de la mala fe de la administración, cuando supuso que tal actuación
se realizó “con el ánimo de alterar el resultado final”, pues, además
de contrariar postulados constitucionales, se trató de una afirmación
que careció del debido respaldo probatorio. Aun de aceptarse en
gracia de discusión que esa hubiera sido su motivación, el hecho de
que el concejo municipal conociera o no los resultados obtenidos por
los candidatos en fases anteriores no hubiera alterado la posibilidad
empírica de instrumentalizar la entrevista, ni siquiera en el evento
de que los parámetros –que valga decir, no se especificaron en
el capítulo 5.2. del fallo en el que se hizo el respectivo estudio– se
hubieran concretados antes de la consolidación de las calificaciones

414
previas. Por eso, ante las circunstancias de que, en todo caso, la duma
no perdía la competencia regulatoria y de que la escala a emplear
sería previamente conocida y aplicada a los candidatos en igualdad
de condiciones, se debía privilegiar la presunción de legalidad del acto
demandado, máxime cuando el concejo que adelantó la convocatoria
(2019) no fue el mismo que configuró la entrevista (2020), y que el
último lo hizo bajo previsiones expresas del primero. En los anteriores
términos [se deja] presentado [el] salvamento de voto.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: [D]esde el punto de vista constitucional y legal la competencia


electoral respecto de la selección de los personeros recae de forma
directa en los concejos municipales, órganos de representación
popular del nivel local a quienes se ha confiado la importante tarea de
escoger, conforme al criterio del mérito, al representante del Ministerio
Público en el correspondiente ente territorial. Lo anterior, deviene del
contenido expreso del numeral 8º del artículo 313 de la Constitución
Política, así como del desarrollo legal que el mismo ha tenido en el
artículo 170 de la Ley 136 de 1994, modificado por la Ley 1551 del
2012, en donde se fijó que dicha corporación administrativa debía
acudir al procedimiento de concurso abierto y público de méritos para
dichos efectos. Lo anterior, sin perjuicio a que aquellas encuentren
soporte en terceros -instituciones de educación superior o personas
jurídicas especializadas en selección de personal – a efectos de contar
con un apoyo en las labores logísticas de la actuación necesaria para
ello. Ante dicho mandato legal, el ejecutivo expidió el Decreto 2485 del
2014, compilado por el Decreto 1083 del 2015, en el cual se reguló de
forma expresa cada una de las etapas que debería cumplir el proceso
de selección que se adelanta por las dumas municipales, las cuales
fueron debidamente reseñadas por el fallo objeto de la presente
aclaración (…). Así las cosas, de lo dicho hasta el momento, surge un
primer elemento que [se considera] no fue analizado en suficiencia
por el fallo adoptado por esta Sala: al reconocerse la competencia
de los concejos para fijar las reglas de evaluación y siendo que el
marco legal aplicable sólo determina que la entrevista tendrá un
valor no superior al 10% sobre un total de valoración del concurso,
no se precisó la razón por la cual, en el marco del medio de control
de nulidad electoral, el juez de lo contencioso administrativo puede

415
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

fijar como regla que estas corporaciones administrativas no pueden


evaluar con cero (0) tanto a quien asiste como a quien no se presenta a
dicha etapa. (…). Ahora bien, (…) lo que debe suceder es que los eventos
en los cuales, en el marco de una determinada etapa un concursante
puede obtener un puntaje igual a cero (0), ello debe obedecer a una
regulación clara y previa, establecida por la correspondiente duma
electora en la convocatoria, ello con el fin de evitar que quienes son
reclutados conozcan de antemano las reglas democráticas a las que
estarán sometidos y, para delimitar los factores de discrecionalidad
que se encuentran reducidos en esta clase de procesos de selección.
Dicha consideración es la que llevó a que en el presente caso apoyara
la ponencia propuesta. Como se indicó, la Sala, de forma mayoritaria,
encontró demostrado que se incurrió en una actuación irregular
por parte de la Mesa Directiva del Concejo Municipal de Guadalajara
de Buga, al haber regulado de forma posterior a la convocatoria,
la forma de evaluación de la etapa de la entrevista, cuando ya se
habían adelantado varias de las fases del proceso eleccionario y
se tenía certeza de la puntuación de cada uno de los participantes,
situación que de suyo conlleva a que puedan afectar los derechos de
los participantes en detrimento del mérito, en tanto se aumentan en
los cuerpos electorales la potestad para decidir estos asuntos con
fines subjetivos en favorecimiento de alguna persona, en particular
en detrimento del mérito. (…). [S]i la referida autoridad quería calificar
con cero tanto a quien no asistía a la entrevista, como al participante
que sí lo hiciera, debió determinar, desde la convocatoria, los eventos
en que ello era posible, para contar con reglas previas, objetivas,
claras y ampliamente conocidas por los destinatarios de la misma,
situación que implica unos mayores niveles de garantías en pro de los
derechos del elector y el electorado, en tanto, los primeros conocen su
proceso dentro de la duma, los electores tienen un marco regulatorio
claro y preciso de calificación y los ciudadanos en general pueden, en
virtud del artículo 40 de la Constitución, hacer un mejor seguimiento
de las entidades públicas en el ejercicio de su función electoral. (…).
En virtud de lo anterior, [se considera] que si bien en este caso la
nulidad del acto de elección debía ser declarada, [se considera] que
ello debió obedecer al desconocimiento de las normas que regulan el
término en que debe expedirse una convocatoria pública, esto es, que
como regla de obligatorio cumplimiento debe establecer de forma
clara y objetiva los mecanismos de calificación y ponderación de las
pruebas que en su interior se desarrollen, situación que en el presente
proceso no se cumplió respecto de la etapa de entrevista, sino que

416
por el contrario, se fijó luego de haber transcurrido otras etapas del
proceso meritocrático, lo cual deviene claro que dicha irregularidad
se presentó con una incidencia directa en el acto de elección, pues se
cambiaron las reglas en el camino, incluso en detrimento de algunos
participantes, como se demostró con las pruebas que se acompañaron
en el proceso donde se establecen puntuaciones extremas en donde
un mismo sujeto fue calificado en esta etapa con puntajes de 0 y 10;
circunstancia que modificó el orden de elegibilidad y que denotó al
interior de la corporación electora divergencias de criterios en cuanto
a la factibilidad de dicho proceder.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2012 –
ARTÍCULO 287 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 32 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
35 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 1551 DE 2012 – ARTÍCULO 18 / LEY
1551 DE 2012 – ARTÍCULO 35 / LEY 1031 DE 2006 / DECRETO 2485 DE 2014 /
DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.1 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO
2.2.27.2 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.3 / DECRETO 1083 DE 2015 –
ARTÍCULO 2.2.27.4 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.5 / DECRETO 1083
DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.6

417
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

ÍNDICE ANALÍTICO
A
ABANDONO DEL PROCESO 50
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA 38, 40, 117, 121, 142, 150, 169, 191,
195, 198
ACLARACIÓN DEL AUTO 182
ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES DE LA DEMANDA 359
ADICIÓN A LA SENTENCIA 117, 159, 169, 191, 198
ADICIÓN AL AUTO 182
AMPLIACIÓN DE LA SUSTENTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN 359
APLICACIÓN DEL PRINCIPIO DE COSA JUZGADA 378

CADUCIDAD DE LA ACCIÓN DE NULIDAD ELECTORAL 50


CAMPAÑA ELECTORAL
Criterio técnico para fijar los límites al monto de gastos 254
CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA 90
CAUSALES OBJETIVAS DE LA NULIDAD DE LAS ELECCIONES
Infracción de norma superior, falta de competencia, falsa motivación,
desconocimiento del derecho de audiencia o defensa, desviación de
poder 294
CAUSALES SUBJETIVAS DE LA NULIDAD DE LAS ELECCIONES 359
CONCURSO DE MÉRITOS
Entidades especializadas en selección de personal 90
Para la elección del personero municipal 378
Para la elección del personero municipal. Entrevista 403
CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Actividades a través de medios electrónicos 389
Sede 389

418
CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
Competencia para fijar topes a los gastos de la campaña electoral,
254
Potestad para autorizar las solicitudes de registro de designación de
directivos de los partidos y movimientos políticos 225
Vinculación al proceso 366
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD 98, 233
CONTROL DE LEGALIDAD DE ACTOS PREVIOS AL DE ELECCIÓN 378
CORRECCIÓN DE OFICIO DE LA SENTENCIA 191
CUOTA DE GÉNERO
En elección de concejal municipal 221
En elección de diputados a la Asamblea 289
En nombramiento del ministro del interior 78
En terna para el nombramiento del alcalde local 98

DEBERES Y DERECHOS DE LOS PARTIDOS Y MOVIMIENTOS POLÍTICOS


225
DECRETO DE PRUEBA DE OFICIO 145 ,189
DERECHO PERSONAL DE ACCEDER A UNA CURUL 366
DESVIACIÓN DE PODER 245
DIFERENCIA ENTRE ERROR ARITMÉTICO Y FALSEDAD 294

E
EFECTOS DE LA SENTENCIA DE NULIDAD 191, 351
EJECUTORIA DE LA PROVIDENCIA JUDICIAL 233
ENFOQUE DIFERENCIAL ÉTNICO 280
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR ACTIVA 50
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA 50,
351

419
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 211


EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA 50
EXPEDICIÓN IRREGULAR
En elección de personero municipal 403

FACTOR TERRITORIAL DE LA INHABILIDAD POR COEXISTENCIA DE


INSCRIPCIONES 211
FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL
Diferencia entre el formulario E-14 y el formulario E-24 294
FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL 245

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO


Por haber participado en el concurso de méritos organizado por los
presidentes de las Altas Cortes para elegir al registrador nacional del
estado civil 125
Por haber participado en la expedición y en las etapas de formación y
votación de dos de los actos enjuiciados, por cuanto se desempeñaba
como miembro titular del CNE 173
Por presuntamente haber participado en la expedición del acto
enjuiciado 207
INHABILIDAD DEL CONCEJAL MUNICIPAL
Por intervención en contratación 250, 359
INHABILIDAD DEL CONTRALOR MUNICIPAL
Por intervención en celebración de contratos 69
INHABILIDAD DEL DIPUTADO
Por coexistencia de inscripciones 211
Por intervención en contratación 238
Por intervención en gestión de negocios ante entidades públicas 238

420
INHABILIDAD DEL GOBERNADOR
Por fungir como representante de entidades de seguridad social en
salud del régimen subsidiado 345
Por intervención en contratación 345
INHABILIDAD DEL PERSONERO MUNICIPAL
Por intervención en contratación 153
INHABILIDADES INTEMPORALES 233
INTERPRETACIÓN DE LA DEMANDA 69
INTERVENCIÓN DE TERCEROS PROCESALES 50

MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL


Diferencias con el medio de control de nulidad y restablecimiento del
derecho 203

NOTIFICACIÓN POR MEDIO ELECTRÓNICO 50


NULIDAD
Contra acto que fijó los límites a los montos de gastos de las campañas
electorales de las listas de candidatos al Senado de la República y a
la Cámara de Representantes 254
NULIDAD ELECTORAL
Contra acto de elección de concejal municipal acusado de ser
condenado mediante sentencia penal 233
Contra acto de elección de concejal municipal por causales objetivas
351
Contra acto de elección de concejal municipal por incurrir en la
prohibición de doble militancia 272
Contra acto de elección de concejal municipal por intervención en
contratación 250, 359
Contra acto de elección de concejal municipal por vulneración a la
cuota de género 221,
421
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

Contra acto de elección de diputado a la asamblea por coexistencia


de inscripciones 211
Contra acto de elección de diputado a la asamblea por haber ejercido
autoridad administrativa como empleado público 238
Contra acto de elección de diputado y el derecho personal a acceder
a una curul 366
Contra acto de elección de diputados a la asamblea por vulneración a
la cuota de género 289
Contra acto de elección de gobernador del departamento por fungir
como representante de Entidades de Seguridad Social en Salud del
Régimen Subsidiado 345
Contra acto de elección de gobernador del departamento por
intervención en contratación 345
Contra acto de elección de los integrantes de la mesa directiva del
Senado de la República y su secretario general 389
Contra acto de elección de los representantes principal y suplente de
las comunidades negras ante el Consejo Directivo de la Corporación
Autónoma Regional 280
Contra acto de elección de personero municipal 378, 403
Contra acto de elección de Representante a la Cámara 294
Contra acto de nombramiento de la ministra de relaciones exteriores
245
NULIDAD ORIGINADA EN LA SENTENCIA 159
O
ORGANISMOS SIN PERSONERÍA JURÍDICA
Capacidad para contratar 105

POTESTADES DEL JUEZ CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO EN MATERIA


PROBATORIA 211
PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL SOBRE EL FORMAL 378
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA 138

422
PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA
En la modalidad de apoyo 272
PUBLICACIÓN DEL ACTO DEMANDADO 25

R
RECLAMACIÓN DURANTE EL ESCRUTINIO DE VOTOS, 294
RECUENTO DE VOTOS 294
RECURSO DE APELACIÓN
Contra auto que decidió las excepciones previas 50
Contra auto que declaró no probada la excepción de ineptitud
sustantiva de la demanda por falta de requisitos formales 25
Contra auto que declaró no probadas las excepciones de caducidad e
ineptitud de la demanda 30
Contra auto que decretó la suspensión provisional del acto de elección
del contralor municipal 69
Contra auto que negó la suspensión provisional del acto de elección
de alcaldes locales del distrito de Barranquilla 98
Contra auto que rechazó la demanda 163
Contra auto que resuelve sobre la suspensión provisional 90
Contra providencia que decretó la suspensión provisional de los
efectos del acto de elección de personera municipal 153
RECURSO DE QUEJA
Contra auto que no concedió por extemporáneo el recurso de apelación
contra sentencia que denegó las pretensiones de la demanda 35
RECURSO DE SÚPLICA
Contra auto que ordenó remitir el expediente al Tribunal Administrativo
de Cundinamarca por falta de competencia 105
Contra auto que rechazó la demanda por caducidad 166
REEMPLAZO DE JURADO DE VOTACIÓN 294
REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD

423
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1A

En procesos de nulidad electoral contra acto de elección popular por


causales objetivas 351
REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN
POPULAR 294

S
SENADO DE LA REPÚBLICA
Sesiones virtuales 389
SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL 148
SUSPENSIÓN PROVISIONAL
De actos del CNE mediante los cuales se estableció el procedimiento
breve y sumario para dejar sin efecto la inscripción irregular de
cédulas 173
Del acto de designación de rector encargado de la Universidad 66
Del acto de elección de representantes de las organizaciones del
sector privado ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma
Regional 43
Del acto de elección del representante de los exrectores ante el
Consejo Superior Universitario 128
Del acto de elección del representante principal de las comunidades
negras y del suplente ante el Consejo Directivo de la Corporación
Autónoma Regional 186
Del acto de nombramiento del ministro del interior 78
Presupuestos para su revocatoria 85

TACHA DE TESTIGO 272


TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES 389
TRASLADO DE LA MEDIDA DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL 69

424
V
VACÍO NORMATIVO 366
VALOR PROBATORIO
De copia del acto demandado 25
VALORACIÓN DE LA PRUEBA DOCUMENTAL 359

425
TOMO I PARTE 1A
SECCIÓN QUINTA
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 A

2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 A
TOMO I PARTE 1B
SECCIÓN QUINTA
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 B

2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 B
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 B

2021
Diseño e impresión
Imprenta Nacional de Colombia
www.imprenta.gov.co
Bogotá D. C., Colombia

ISSN: 2538-9564
Publicación realizada con el apoyo
del Consejo Superior de la Judicatura
REPÚBLICA DE COLOMBIA
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN QUINTA
ASUNTOS ELECTORALES Y CONSTITUCIONALES 2021

Rocío Araújo Oñate


Presidente

Luis Alberto Álvarez Parra


Magistrado

Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez


Magistrada

Carlos Enrique Moreno Rubio


Magistrado

Pedro Pablo Vanegas Gil


Magistrado
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

2021
4
CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS...........................................................................13

DESPACHOS........................................................................................ 14

PRESENTACIÓN.................................................................................. 19

MAGISTRADO
LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DE


LA DIRECTORA DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
DERECHO DE ACCESO A CARGO PÚBLICO EN LA ESFERA
CONVENCIONAL, CONTROL DE CONVENCIONALIDAD, CONFLICTO
DE INTERESES, TRÁFICO DE INFLUENCIAS, RECUSACIÓN,
REQUISITOS DE LA RECUSACIÓN, PROYECCIÓN DE LAS
RECUSACIONES CONTRA MIEMBROS DEL CONSEJO DIRECTIVO
SOBRE SUS DELEGATARIOS.............................................................................25

NULIDAD ELECTORAL CONTRA LA ELECCIÓN DEL DIRECTOR


GENERAL DE CORMACARENA, RECUSACIÓN CONTRA MIEMBROS
DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, COMPETENCIA DE
LOS MIEMBROS DEL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL.......................................................................................70

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO CON
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA, AUTORIDAD CIVIL, AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS....................................95

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, PRETENSIÓN DE RESARCIMIENTO,
INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO CON AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, CRITERIOS ORGÁNICO Y FUNCIONAL DE LA
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA...................................................................... 101

5
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO DE LA ASAMBLEA, FALSEDAD EN DOCUMENTO
ELECTORAL, DIFERENCIA ENTRE LOS FORMULARIOS E-14 Y E-24,
IRREGULARIDAD EN EL ESCRUTINIO DE VOTOS, RECLAMACIÓN
ELECTORAL, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO..................................... 108

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN
LA MODALIDAD DE PARTICIPACIÓN DE CONSULTAS INTERNAS O
INTERPARTIDISTAS, INHABILIDAD DEL ALCALDE POR GESTIÓN
DE NEGOCIOS, INHABILIDAD DEL ALCALDE POR CELEBRACIÓN DE
CONTRATO CON ENTIDAD PÚBLICA, EXCLUSIÓN DEL EJERCICIO DE
LA PROFESIÓN, MÉTODOS PARA LA SELECCIÓN DEL CANDIDATO
DEL PARTIDO POLÍTICO................................................................................... 118

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO


DEL GERENTE GENERAL DEL CANAL REGIONAL DE TELEVISIÓN
DEL CARIBE LTDA - TELECARIBE, CONVOCATORIA PÚBLICA Y
CONCURSO DE MÉRITOS, PRINCIPIO DE JUSTICIA ROGADA............... 130

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE EDILES


DE LA JUNTA ADMINISTRADORA LOCAL COMUNA CINCO DE
VALLEDUPAR, DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER, CUOTA DE
GÉNERO, PRINCIPIO DE EQUIDAD................................................................ 135

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE GOBERNADOR, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA, VALIDEZ DE LOS MEDIOS DE PRUEBA, PRUEBA
DOCUMENTAL, VALOR PROBATORIO DEL MENSAJE DE DATOS,
VALOR PROBATORIO DE LA PRUEBA EN VIDEO, INSCRIPCIÓN
DE CANDIDATURA A LA GOBERNACIÓN, GRUPO SIGNIFICATIVO
DE CIUDADANOS, FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL,
REQUISITOS DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A
ELECCIÓN POPULAR, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA
A LA GOBERNACIÓN......................................................................................... 139

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


DE LA LOCALIDAD HISTÓRICA Y DEL CARIBE NORTE DE CARTAGENA,
RÉGIMEN ADMINISTRATIVO DEL DISTRITO CAPITAL, RÉGIMEN DE
DISTRITO ESPECIAL, ALCALDE LOCAL........................................................... 155

6
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL,
DIFERENCIA ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO
E-24, VALOR PROBATORIO DE LOS FORMULARIOS E-14...................... 161

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE LOS EXRECTORES
ANTE EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO,
INDIVIDUALIZACIÓN DEL ACTO ACUSADO EN LA DEMANDA
ELECTORAL, AUTORIDAD ELECTORAL, COMITÉ ELECTORAL DE
LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO, AUTONOMÍA UNIVERSITARIA,
ELECCIÓN DEL REPRESENTANTE DE LOS EXRECTORES ANTE
EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO,
CONVOCATORIA A ELECCIONES, FALTA DE COMPETENCIA
ADMINISTRATIVA, PRINCIPIO DE LEGALIDAD,
CENSO ELECTORAL.......................................................................................... 167

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA, LIBERTAD POLÍTICA, RENUNCIA A PARTIDO POLÍTICO,
DESAFILIACIÓN AUTOMÁTICA DE PARTIDO POLÍTICO............................ 178

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL,
DIFERENCIA ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO
E-24, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO................................................... 184

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL ALCALDE POR PARENTESCO CON
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA, CRITERIO ORGÁNICO, CRITERIO
MATERIAL, ELEMENTO OBJETIVO, EJERCICIO DE LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, NATURALEZA JURÍDICA DE LA UNIVERSIDAD
PÚBLICA, ENTE UNIVERSITARIO AUTÓNOMO, RECTOR DE LA
UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA, MODULACIÓN DE EFECTOS DEL
FALLO, EFECTOS EX NUNC............................................................................. 190

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE PERSONERA MUNICIPAL, CONCEJO MUNICIPAL, ELECCIÓN
DEL PERSONERO MUNICIPAL, ENTREVISTA EN EL CONCURSO
DE MÉRITOS, VALORACIÓN DE LA PRUEBA, PRUEBA DE OFICIO,
FALTA DE COMPETENCIA DEL CONCEJO MUNICIPAL, LÍMITES DEL

7
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

RECURSO DE APELACIÓN, LÍMITES DEL JUEZ DE


SEGUNDA INSTANCIA...................................................................................... 207

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, CARGOS DE LA DEMANDA EN RECURSO
DE APELACIÓN, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR GESTIÓN DE
NEGOCIOS, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN......... 215

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


PERSONERO MUNICIPAL TRANSITORIO, CONCURSO DE MÉRITOS,
INCOMPATIBILIDADES DEL PERSONERO MUNICIPAL, PRECEDENTE
JURISPRUDENCIAL.......................................................................................... 226

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA, LIBERTAD POLÍTICA, RENUNCIA A PARTIDO POLÍTICO,
PRUEBA INDICIARIA......................................................................................... 235

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


LOCAL, INHABILIDADES DEL ALCALDE LOCAL, INHABILIDADES DEL
SERVIDOR PÚBLICO, TERNA, INHABILIDAD DE LOS CANDIDATOS,
LÍMITES DEL JUEZ DE SEGUNDA INSTANCIA........................................... 243

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADOS


DE LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, CAUSALES DE LA NULIDAD
ELECTORAL, ELECCIONES POR VOTO POPULAR, FALSEDAD
DOCUMENTAL POR DIFERENCIAS INJUSTIFICADAS, CADUCIDAD
DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL, DEMANDA DE
RECONVENCIÓN, REFORMA DE LA DEMANDA, DIFERENCIA ENTRE EL
FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO E-24....................................................247

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GERENTE DE LA EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO HOSPITAL EMIRO
QUINTERO CAÑIZARES DE OCAÑA, OBJETO DEL LITIGIO, EMPRESA
SOCIAL DEL ESTADO, SUBROGACIÓN DE LA NORMA, REELECCIÓN
DEL GERENTE DE LA EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO, GERENTE DE
LA EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO............................................................. 262

EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA,


FALTA DE AGOTAMIENTO DE LA CONCILIACIÓN COMO REQUISITO
DE PROCEDIBILIDAD, PARTIDO POLÍTICO, PERSONERÍA JURÍDICA,

8
UMBRAL, CIRCUNSCRIPCIÓN ESPECIAL PARA LAS MINORÍAS
POLÍTICAS, NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO................. 275

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO, INHABILIDAD DE DIPUTADO POR PARENTESCO CON
REPRESENTANTE LEGAL DE EMPRESA DE SERVICIOS PÚBLICOS
DOMICILIARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA, REPRESENTACIÓN LEGAL
DE LA PERSONA JURÍDICA............................................................................ 290

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


GOBERNADOR, RECUENTO DE VOTOS, SUPLANTACIÓN DE
ELECTORES, DOBLE VOTACIÓN DE LOS JURADOS, TRASHUMANCIA
ELECTORAL, RESIDENCIA ELECTORAL, RECTIFICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA............................................................................................. 297

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, CARGO NUEVO, DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER,
DERECHO A LA IGUALDAD DE GÉNERO, CUOTA DE GÉNERO,
LEY DE CUOTAS, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL,
MODIFICACIÓN DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL......... 307

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL CONCEJAL MUNICIPAL, INTERVENCIÓN DE TERCEROS
PROCESALES, INHABILIDADES DEL CONCEJAL MUNICIPAL POR
PARENTESCO CON REPRESENTANTE LEGAL DE ENTIDADES
DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD DEL RÉGIMEN SUBSIDIADO,
TRASHUMANCIA ELECTORAL....................................................................... 318

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


REPRESENTANTE PRINCIPAL DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE CORPORINOQUIA, DIVERSIDAD
CULTURAL, DERECHOS DEL PUEBLO INDÍGENA, PLURALISMO
JURÍDICO, IDENTIDAD CULTURAL, AUTONOMÍA INDÍGENA,
COMUNIDAD INDÍGENA, ENFOQUE DIFERENCIAL ÉTNICO, CABILDO
INDÍGENA, RESGUARDO INDÍGENA, CONVOCATORIA A ELECCIONES,
EXPEDICIÓN IRREGULAR DEL ACTO ADMINISTRATIVO DE ELECCIÓN,
FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL, INFRACCIÓN DE NORMA
SUPERIOR, FACULTADES DE CORPORINOQUIA, PRINCIPIO DE
EFICACIA DEL VOTO, PRESUNCIÓN DE LEGALIDAD DEL ACTO.............. 323

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE DESIGNACIÓN DE LA


RECTORA DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR, ELECCIÓN

9
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR,


CONSULTA ESTAMENTARIA, VALIDEZ DE LA VOTACIÓN VIRTUAL
PARA LA CONSULTA ESTAMENTARIA, INFRACCIÓN DE NORMA
SUPERIOR, EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS CANDIDATOS A
RECTOR, EXPERIENCIA ADMINISTRATIVA EN CARGOS DEL NIVEL
DIRECTIVO O EJECUTIVO, TRÁMITE DE LAS RECUSACIONES
CONTRA LOS INTEGRANTES DEL CONSEJO SUPERIOR
UNIVERSITARIO................................................................................................. 349

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO DE


LA COMISIONADA DE LA SESIÓN DE COMISIÓN DE CONTENIDOS
AUDIOVISUALES DE LA COMISIÓN DE REGULACIÓN DE
COMUNICACIONES CRC, EXPEDICIÓN IRREGULAR, PRINCIPIO DE
PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL, FALSA MOTIVACIÓN,
EXPERIENCIA PROFESIONAL, EXPERIENCIA RELACIONADA,
EXPERIENCIA ESPECÍFICA............................................................................. 357

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONTRALOR MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONTRALOR
MUNICIPAL POR INTERVENCIÓN EN CELEBRACIÓN DE CONTRATOS,
ELEMENTO OBJETIVO, ELEMENTO SUBJETIVO, EXCEPCIÓN DE
FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA, PRINCIPIO PRO
ELECTORATEM, EFECTOS DE LA SENTENCIA, EFECTOS EX NUNC.........370

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR
INTERVENCIÓN EN GESTIÓN DE NEGOCIOS, VALORACIÓN
PROBATORIA EN EL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL.378

EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA, ACTO DE


INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL, OBJETO DEL MEDIO
DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL, NULIDAD ELECTORAL
CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE DISTRITAL,
POSTULACIÓN DE LA CANDIDATURA ELECTORAL, INSCRIPCIÓN DE
CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR, AVAL ELECTORAL......................... 385

CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA,


NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL
DIRECTOR GENERAL ENCARGADO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL DE RISARALDA, ESTATUTO INTERNO
DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, CAUSALES
DE IMPEDIMENTO Y RECUSACIÓN EN EL ORDENAMIENTO

10
ADMINISTRATIVO, CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL, OBJETO DE LA RECUSACIÓN,
REQUISITOS DE LA RECUSACIÓN, TRÁMITE DE LA RECUSACIÓN,
EXTRALIMITACIÓN DE LAS ATRIBUCIONES DEL GOBERNADOR,
EXTRALIMITACIÓN DE FACULTADES DEL MINISTERIO PÚBLICO,
CONDENA EN COSTAS..................................................................................... 390

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


DIRECTOR GENERAL DE CORPOAMAZONÍA, RÉGIMEN LEGAL
Y ESTATUTARIO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
CAUSALES DE IMPEDIMENTO, CAUSALES DE RECUSACIÓN,
PRINCIPIO DE TAXATIVIDAD, IMPEDIMENTOS DE LOS INTEGRANTES
DEL CONSEJO DIRECTIVO DE LAS CORPORACIONES AUTÓNOMAS
REGIONALES...................................................................................................... 402

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO
CON FUNCIONARIO QUE EJERCE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA,
ELEMENTOS SUBJETIVO Y MODAL, CALIDAD DE EMPLEADO
PÚBLICO.............................................................................................................. 410

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN, NULIDAD ORIGINADA


EN LA SENTENCIA............................................................................................ 415

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DE LOS EXRECTORES ANTE EL
CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR
DE CUNDINAMARCA, ELECCIÓN DE LAS DIRECTIVAS DE
LA UNIVERSIDAD OFICIAL, DESIGNACIÓN DE MIEMBROS
PARTICULARES EN EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD,
PARTICULARES QUE EJERCEN LA FUNCIÓN PÚBLICA, RECUSACIÓN
CONTRA MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO....... 418

CONTROL JURISDICCIONAL DEL ACTO ADMINISTRATIVO


DEROGADO, DECAIMIENTO DEL ACTO ADMINISTRATIVO,
INSCRIPCIÓN IRREGULAR DE CÉDULA DE CIUDADANÍA,
FACULTAD REGLAMENTARIA DEL CONSEJO NACIONAL
ELECTORAL, PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY ESTATUTARIA,
NOTIFICACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO............................................. 426

ÍNDICE ANALÍTICO ..................................................................................... 435

11
AGRADECIMIENTOS

El contenido de la publicación que hoy nos sentimos honrados


de presentar es el resultado del trabajo de los Magistrados que
integran la Sección Quinta del Consejo de Estado, quienes con ello
honran el compromiso de garantizar los principios de publicidad y
transparencia de sus decisiones.

Este trabajo fue posible gracias a la invaluable colaboración de


los integrantes de cada despacho, del grupo interdisciplinario y la
Secretaría de nuestra Sección, que acompaña las labores y revisa los
altos estándares de calidad que las rigen y, muy especialmente, de
las Relatorías de la Sala Electoral y la de Asuntos Constitucionales
del Consejo de Estado.

El reconocimiento que hoy le brindamos a tan excelso equipo


obedece al apoyo incondicional que, con ocasión del trabajo realizado
con excelencia, permite esta divulgación jurisprudencial, la cual se
erige en un nuevo pilar para la protección de principios democráticos
y derechos fundamentales.

13
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

2021

DESPACHOS

ROCÍO ARAÚJO OÑATE

Magistrados Auxiliares: Nancy Ángel Müller, María Cecilia del Río Baena,
María José Penen Lastra
Profesionales Especializados: Clara Inés Moreno Salazar, Ana Isabel
Baquero Barriga, Julián Camilo Bazurto Barragán, Laura Victoria Cruz
Ochoa, Diego Fabián Monje
Sustanciadores: Mónica Patricia Bayter Orlando, Juan Camilo Redondo
Maestre, María Josefina Quintero Daza, Diego Orlando Cediel Salas
Oficial Mayor: Lina María Ocampo Suárez
Auxiliares Judiciales: Juan Nicolás Gómez Ronsería, Fabio Edison Barrera Gil
Conductor: Luis Orlando Urrutia Figueredo

LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ


ROCÍO ARAÚJO OÑATE (E)
PEDRO PABLO VANEGAS GIL

Magistrados Auxiliares: Fabio Jiménez Bobadilla, Paula Robledo Silva,


Sergio Alejandro Fernández Parra
Profesionales Especializados: Wilmar David Chaves Ramos, Jorge Rafael
Gómez Ortiz, María Camila Cervera Osorio, Carlos Andrés Vásquez Isaza,
Carlos Andrés Gómez Párraga
Sustanciadores: Diego Fernando Perdomo Rojas, Marco Felipe Chacón
Uribe, Juan David Aponte González, Rafael Bernardo Fernández Gómez
Oficial Mayor: Lizeth Dayani Ávila Poveda
Auxiliares Judiciales: Mónica María Pedraza Morales, Susan Lorena
Martínez Ocampo
Conductor: Mauricio Ávila Niño

CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

Magistrados Auxiliares: Germán Suárez Castillo, Ángela María Arbeláez


Cortés, Sonia Milena Vargas Gamboa
Profesionales Especializados: Johalys Matute Fuentes, María Alejandra Páez
Ibáñez, Yenifer Andrea Polanco Sánchez, Mery Ortiz Romero, Oderlei Núñez Castro

14
Sustanciadores: Katerine Venegas Rozo, Adriana Mejía Romero, Wilson
Jair Correa Barragán, Luis Fernando Balaguera Soto
Oficial Mayor: Miguel Alfredo Pinedo Murgas
Auxiliar Judicial: Wilson Jair Correa Barragán
Conductor: Armando Benítez Ramírez

LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

Magistrados Auxiliares: Claudia Patricia Molano Moncada, Elizabeth


Becerra Cornejo, Fabián Enrique Salazar Cárdenas
Profesionales Especializados: Laura Victoria del Pilar Sterling Sterling,
Katia Alexandra Domínguez Garcés, Ana Carolina Osorio Calderín, Ronald
Eliécer Van-Griecken, Astrid Carolina Sánchez Calderón
Sustanciadores: Arbey Cárdenas Ramírez, Andrea del Pilar Castellanos
García, Sandra Milena Tibaduiza Pulido
Oficial Mayor: Estefanía Robayo Cuervo
Auxiliares Judiciales: Ángela María del Pilar Luna Montero y Nelly
Stephany Mancera Gómez
Conductor: José Boris Estrella Gordillo

EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
SECCIÓN QUINTA
Magistrado Auxiliar: Ángela Natalia Prieto Vargas
Profesionales Especializados: Marco Fidel Rojas Guarnizo, Andrea
Fernanda Arévalo Álvarez, Diego Enrique Segura Alfonso, Leonardo
Ernesto Corredor Ramírez, Sebastián Ávila Riaño
Sustanciadores: Leonardo José Navarro Pinto, Daniel Alberto Beltrán
Romero, Flor Nirsa Muñoz, Sindy Milena Cuervo Quintero
Auxiliares Judiciales: Carolina Mesa De la Ossa, Jairo Nelson Casteblanco
Beltrán, Camila Díaz González, Didier Giovanni Pérez Chacón, Ángela María
Guerrero Guerrero

SECRETARÍA SECCIÓN QUINTA


Secretaria: Ethel Sariah Mariño Mesa
Oficial Mayor: Gregory Enrique de Antonio Rojas, Efraín Alberto Cortés Gordo
Auxiliares Judiciales: Efrain Alberto Cortés Gordo, María del Pilar Clavijo
Gaitán, Bertha Cecilia Huérfano Molano, Ángela María Hernández Baquero

15
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

2021

Escribiente: Néstor Antonio Rodríguez Higuera, María Camila Núñez


Martínez
Citador: Katherinn Andrea Rojas Vargas

SECRETARÍA GENERAL
Secretario General: Juan Enrique Bedoya Escobar
Equipo de Trabajo: Juliana Mosquera Correal, Heidy Yurani Barreto Cruz,
Blanca Lilia Vela Suárez, Javier Eduardo Vergara Hernández, Amanda
Cristina Cerón Rodríguez, Blanca Isabel Rodríguez Uribe, Diego Mario
Gómez Torres, Jeimy Tatiana Casas Mora, Zaida Yurani Duitama Guio,
Iván Mauricio Lizarazo Solano, Diana Lizeth León Lozada, María Doris
Buitrago Bermúdez, Javier Emilio Castellanos Sotelo, Juan Sebastián
Gómez Aristizabal, Jesús Hernando Padilla Guerrero, Alexander Guillermo
Pineda Vanegas, Mónica Eliana López Madarriaga, Miller Andrés Vásquez
Rodríguez, Jhon Jairo Rueda Bonilla, Lorena Carmona Villamarín, Jeimmy
Carolina Guerrero Baracaldo, María Alejandra Hernández Mejía, Luisa
Fernanda Pardo Salamanca, Cecilia Esperanza Vega Valcárcel, Carolina
Guzmán Quiñones, Juliana Andrea de los Ángeles Sterling Sterling, Diana
Marcela Mateus Cobos, Juan Carlos Valenzuela Pedraza, Linda Mairena
Mojica Alvarado, Jeimy Liliana Noriega Pedraza, Katherin Andrea Barrera
Valencia, Cindy Paola Mendoza Tique, Myriam Yolanda Jiménez Parra,
Anna María Fierro Osejo, Juan Sebastián Cano Rico, Jeyson Andrés Forero
Sierra, Oscar Javier Miranda Rueda, Thelmo Julián Bolaños Liscano, Neyl
Alejandro Vacca Bermúdez, Heidy Lizeth Bobadilla Pinzón, Carolina Mora
Hernández, Fabio Díaz Ruíz

RELATORÍAS
Relator Sección Quinta: Wadith Rodolfo Corredor Villate
Auxiliares Judiciales: Ana Teresa Niño Rojas, Daniela Pamela Quiñonez
Sánchez*, Erik Ferney Hernández Acosta
Relatores de Asuntos Constitucionales: Pedro Javier Barrera Varela,
Leonardo Vega Velásquez*, Camilo Augusto Bayona Espejo, Jacqueline
Contreras Parra*, Juan Alejandro Suárez Salamanca
Profesionales: Darwin Alexis Goyeneche Ortiz, Lorenza Cortés Rozo,
Melissa Amaya Galeano, Leonardo Vega Velásquez, Jenifer Alexandra
Ochoa Salcedo, Lucero Valois

16
Auxiliares Judiciales: Lucero Valois, Melissa Amaya Galeano, Daniela
Mayorquín Mayorquín, Jenifer Alexandra Ochoa Salcedo, María Camila
Vega Torres, Jessica Paola Delgado Escobar
Escribientes: Jessica Paola Delgado Escobar, Vanessa Millán Paramo,
María Camila Vega Torres, Diego Felipe Torres Castañeda, José Salvador
Jiménez Pérez

OFICINA DE SISTEMAS
Jefe de Sistemas: Pablo Enrique Moncada Suárez
Profesional Especializado 33: Paola Andrea Alzate Lozano
Profesional Universitario Grado 20: Carolina Álvarez López
Profesional Universitario Grado 18: Oscar Elías Herrera Bedoya, Camilo
Ernesto Losada Burbano, Jorge Eduardo Coral Torres
Operador de Sistemas Grado 18: Leslie Rocío Cruz Chacón, Camilo
Ernesto Losada Burbano, José Fernando Bejarano Peña
Técnico Grado 13: Luis Carlos Cardozo Saavedra, Nancy González Vanegas,
Julián Alberto Amaya Céspedes
Grupo de Apoyo: Jaime Armando Meneses, Mateo Aza Bustos, David
Santiago Uribe, María Isabel Aguilar Moya, Steven Leonardo Sierra Pardo

OFICINA DE PRENSA
Jefe de Prensa: Juliana María Cadena Casas
Profesional Universitario: Giovanni González Arango, César Augusto
Álvarez López, Diego Rodríguez Saza
Asistente Administrativo: Fredy Ernesto Vergara Hernández

COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Coordinador Administrativo: Antonio Guillermo Guarín Rojas
Profesional Universitario Grado 18: Gloria Patricia Mejía Bravo
Escribiente Nominado: Rafael Antonio Garzón Verano
Asistentes Administrativos: John Jairo Caro Ramírez, Maryhat Yessell
Parra Cantor, Yineth Viviana Molina Triana

* Servidores que acompañaron parte del año al grupo de trabajo

19
P RESENTACIÓN1

El numeral 1º del artículo 237 de la Constitución Política define al Consejo


de Estado como el “tribunal supremo de lo contencioso administrativo” y,
con ello, le confiere la potestad de determinar el alcance, los efectos
y la interpretación de normas, conceptos e instituciones relevantes y
aplicarlos para resolver los casos concretos, en el contexto delimitado
por los supuestos fácticos y jurídicos planteados.

Por su parte, la Ley 14 de 1998 integró, en forma permanente,


la Sección Quinta del Consejo de Estado y le asignó competencias
en materia electoral, que actualmente se encuentran consagradas
en la Ley 1437 de 2011 y en el Acuerdo 80 de 2019, contentivo del
Reglamento Interno del Consejo de Estado, consistentes en resolver
sobre la legalidad de los actos que se expiden en el proceso electoral,
los actos electorales, los de contenido electoral y los de llamamiento.

Los medios de control cuyas competencias han sido asignadas a


esta Sala especializada tienen como objetivo proteger el sistema
democrático, el principio de legalidad en el ejercicio de las funciones
electorales y de la facultad nominadora, así como garantizar la
transparencia de las elecciones en los organismos del Estado y en las
entidades y corporaciones de elección popular.

Es allí donde cobra relevancia el ejercicio oportuno y eficaz del control


judicial sobre los actos objeto de examen, para comprobar el cumplimiento
de los requisitos de validez y ello comprende la observancia del deber
de proferir oportunamente las decisiones y de darlas a conocer a la
ciudadanía, constituyéndose este último en uno de los mecanismos a
través de los cuales se garantiza el principio de transparencia.

Para ello, hemos efectuado una selección de los más importantes


pronunciamientos efectuados en el año 2021, que reflejan el estado de
la jurisprudencia de la Sección, con el fin de dar claridad a instituciones

1 Nancy Ángel Müller – Magistrada auxiliar

19
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

jurídicas procesales y sustanciales que se han interpretado en todos los


casos para proteger los principios superiores de nuestro ordenamiento.

En relación con los primeros, los lectores podrán encontrar claridad,


entre otros aspectos, sobre los requisitos que debe contener la demanda
para ser admitida y dar lugar a un pronunciamiento de fondo, evitando
con ello el desgaste innecesario de la administración de justicia con la
adopción de decisiones que no resuelvan de fondo la controversia debido
a la ausencia de los presupuestos procesales exigidos.

Se precisa el alcance de figuras como la aclaración y la adición de


sentencias en sede de nulidad electoral y la integración normativa
que corresponde realizar en tales casos, pronunciamientos sobre la
oportunidad en el ejercicio de los medios de control, la legitimación en
la causa por activa y por pasiva, la debida integración del contradictorio,
la reforma de la demanda y su régimen especial.

Se destacan pronunciamientos sobre la procedencia de las medidas


cautelares en sede de nulidad electoral y, especialmente, de los requisitos
argumentativos y probatorios que deben concurrir para que sea posible
decretar la suspensión provisional del acto censurado, como también de
aquellos que deben concurrir para la revocatoria de las medidas.

Al abordar tales ejes temáticos, el contenido de esta publicación


refleja los cambios que se han introducido en la legislación que
pretenden armonizar las reglas procesales con los valores, principios
y derechos fundamentales que inspiran la Carta de 1991.

Lo anterior, en consideración a que el 25 de enero de 2021 entró a


regir la Ley 2080, por la cual se reformó el Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, según iniciativa
que tuvo su origen en el Consejo de Estado, pretendiendo no solo la
distribución armónica de las competencias entre esta Corporación,
los tribunales administrativos y los juzgados administrativos del
circuito, sino también el fortalecimiento de su función unificadora y
la modificación de normas que generaban diversas interpretaciones
o contenían antinomias, brindando igualmente herramientas para la
implementación y transformación digital de la justicia.

En aspectos sustanciales, haciendo referencia solo al contenido y


alcance de algunas de las providencias, se aclaran los efectos jurídicos

20
de las decisiones dictadas en los procesos de nulidad electoral, según la
necesidad de salvaguardar el procedimiento o una determinada etapa, lo
que dependerá de las condiciones especiales que se adviertan en cada caso.

En términos generales los extractos publicados reflejan las


especificidades propias de esta especialidad del derecho administrativo,
que surgen del contenido de los artículos 275 y siguientes de la Ley
1437 de 2011, así como de la Ley 1475 de 2011 y las normas especiales,
constituyéndose esta recopilación en una verdadera herramienta en la
especialidad del derecho electoral en Colombia.

Se destacan decisiones encaminadas a promover condiciones para


que la igualdad de las mujeres sea real y efectiva, en cumplimiento
de una de las obligaciones de las autoridades, que surgió en razón
de la historia de discriminación, sometimiento y marginación que
han padecido, con miras a revertirla para alcanzar el desarrollo del
país con paz, equidad y justicia social, tema sobre el cual se advierten
importantes pronunciamientos, como el contenido en la sentencia del
3 de junio de 2021, que se encuentra en el extracto 142.

Se indican los presupuestos necesarios para que sea posible


seleccionar un asunto para unificación de jurisprudencia, con el fin de
lograr la unidad y coherencia del ordenamiento y, por lo tanto, asegurar
el tratamiento igualitario de los asuntos que cuentan con identidad o
similitud fáctica y jurídica.

En ejercicio de la potestad-deber de unificación, por motivos de


importancia jurídica la Sala Electoral dictó el fallo del 12 de agosto
del 2021, en el que reiteró que los concejos municipales tienen la
competencia exclusiva para determinar los lineamientos generales de la
forma en la que se adelantarán las etapas del concurso de méritos para
la escogencia de personeros, siendo los responsables de su dirección.
Señaló que ni los concejos ni las entidades que estos contraten para
operar los concursos pueden limitar la inscripción de los aspirantes a
un solo concurso y deben garantizar la amplia participación ciudadana.

En punto de lo anterior, la Sección advirtió que el desconocimiento de


este principio invalida la elección, por desconocimiento de las normas

2 Con ponencia del magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, Rad, 08001-23-33-
000-2021-00012-01

21
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

que regulan la elección y por falta de competencia, causales de nulidad


que se configuran sin que se tenga que examinar la incidencia, esto es,
si el resultado electoral sería el mismo o no, dado que esta circunstancia
únicamente se estudia en los casos de expedición irregular del acto.
Por otra parte, el Consejo de Estado investido de potestades como juez
constitucional tiene, igualmente, a su cargo la resolución de acciones de
tutela (artículo 86 de la C.P.), la selección para su eventual revisión de las
sentencias o de las demás providencias que determinen la finalización
o el archivo del proceso en los medios de control de protección de
derechos e intereses colectivos y de reparación de los perjuicios
causados a un grupo (artículo 36 A de la Ley 270 de 1996 – Estatutaria
de la Administración de Justicia)3, así como de cumplimiento de normas
con fuerza material de ley o de actos administrativos4.
En ese orden, esta publicación igualmente contiene las decisiones
más significativas que se han dictado en las acciones constitucionales
citadas.
En consecuencia, el lector va a encontrar una línea de pensamiento
y aplicación del derecho que propende por el cumplimiento efectivo
de las condiciones de ejercicio de los derechos y la delimitación del
núcleo constitucionalmente vinculante de estos, a través de ejercicios
de ponderación y aplicación del test de proporcionalidad que determina
el fin legítimo que corresponde alcanzar según los supuestos fácticos
analizados.
Se destaca que, del examen de las demandas de tutela que se
presentan, la gran mayoría de ellas pretenden la protección de los
derechos al debido proceso y de acceso a la administración de justicia
que consideran vulnerados con ocasión del proferimiento de decisiones
judiciales, cuya razonabilidad y carencia de arbitrariedad es objeto de
estudio a fondo para evitar la vulneración de tales prerrogativas.
Cabe destacar que la Sala ha realizado importantes pronunciamientos
para evitar la mora judicial y administrativa, propender por el cumplimiento
efectivo de las sentencias judiciales y de los actos administrativos que
reconocen derechos, garantizado que los conflictos que se someten a
consideración de los jueces sean efectiva y oportunamente resueltos,

3 Ley 472 de 1998 y artículos 144 y 145 de la Ley 1437 de 2011.


4 Ley 393 de 1997 y artículo 146 de la Ley 1437 de 2011.

22
reconociendo que únicamente una administración de justicia oportuna y
eficaz posibilita la construcción de paz.
La Sección se ha preocupado por aplicar las sentencias de unificación
de jurisprudencia proferidas por la Corte Constitucional, como
corporación de cierre en materia de derechos fundamentales, con el
fin de que la garantía de la seguridad jurídica sea real y efectiva.
También le ha aclarado a los accionantes cuándo una acción de
tutela contra providencia judicial tiene relevancia constitucional, esto
es, cuando transciende el ámbito meramente legal, se ha referido
ampliamente a la figura de la carencia actual de objeto, en todas las
modalidades reconocidas jurisprudencialmente, ha determinado
los casos en el que recurso extraordinario de revisión, constituye un
mecanismo idóneo y eficaz de protección de los derechos, a la hora de
analizar la subsidiariedad, entre otros importantes aspectos.
En forma transversal, ha precisado cada una de las causales tanto
genéricas como especiales de procedibilidad de la acción de tutela,
aplicándolas de tal manera y con tan detallado análisis jurídico y
probatorio que en todos los casos amplíen el ámbito de protección de
los derechos fundamentales.
Se van a encontrar importantes lineamientos sobre la procedencia de
la acción de tutela contra laudos arbitrales y contra las sentencias que
resuelven el recurso de anulación.
En esta oportunidad se va a notar un importante avance en la
redacción de las providencias en un lenguaje claro, comprensible para
toda la ciudadanía y no que da lugar a equívocos a la hora de interpretar
lo que la Sala pretendió al momento de dictar las sentencias o para dar
alcance a las órdenes impartidas.
Se resalta igualmente una significativa protección al derecho
al debido proceso en incidentes de desacato, pero también unas
decisiones contundentes encaminadas a que lo dispuesto en amparo
de los derechos fundamentales se cumpla estricta y oportunamente.
Esperamos, en consecuencia, que esta publicación, que contiene la
aplicación de los principios y las normas a casos concretos y que llena
de contenido prácticamente todas las figuras jurídicas procesales y
sustantivas, se erija en un referente obligatorio de consulta para
profesionales, usuarios de la administración de justicia y para todas las
personas que tengan interés en temas electorales y constitucionales,
que se han tratado con profundidad.

23
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

2021
24
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DE
LA DIRECTORA DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
DERECHO DE ACCESO A CARGO PÚBLICO EN LA ESFERA
CONVENCIONAL, CONTROL DE CONVENCIONALIDAD, CONFLICTO
DE INTERESES, TRÁFICO DE INFLUENCIAS, RECUSACIÓN,
REQUISITOS DE LA RECUSACIÓN, PROYECCIÓN DE LAS
RECUSACIONES CONTRA MIEMBROS DEL CONSEJO DIRECTIVO
SOBRE SUS DELEGATARIOS

EXTRACTO NO. 20

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00061-00 (2019-00062-00 y


2019-00089-00)
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Andrés Ricardo Sánchez Quiroga y otros
DEMANDADA: Doris Bernal Cárdenas - Directora
general de la Corporación Autónoma Regional de la
Orinoquía - Corporinoquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a establecer si el acto enjuiciado


se encuentra viciado de nulidad, en cuanto presuntamente se
incurrió en: (i) tráfico de influencias por parte del gobernador del
Casanare para favorecer a la demandada, quien fue su secretaria
privada hasta una semana antes de la elección; (ii) trámite indebido
de las recusaciones y conflictos de intereses que se invocaron
en el desarrollo del procedimiento eleccionario, aunado a la falta
de competencia del Consejo Directivo para resolverlas; (iii) falsa
motivación en cuanto el rechazo de plano de las recusaciones estuvo
justificado en un concepto jurídico emitido por el jefe de la oficina
de Control Interno de gestión de la Gobernación de Casanare, con
base en una interpretación errada del auto del 21 de abril de 2009
de esta Sección; y (iv) incumplimiento del requisito de experiencia
relacionada para acceder al cargo de directora general de
Corporinoquia en el caso de la demandada, y la indebida puntuación
que recibió por tal concepto.

25
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 1: El proceso de nulidad electoral tiene como principal objetivo


salvaguardar la legalidad de los actos de elección frente a los taxativos
eventos que señala la ley, que pueden guardar relación con el
procedimiento eleccionario mismo o con las exigencias positivas
(calidades y requisitos) o negativas (inhabilidades y prohibiciones)
que debe atender el servidor nombrado, electo o llamado. Lo anterior,
bajo la égida de las causales genéricas contempladas en el artículo
137 del CPACA, que suponen la ilegalidad de los actos administrativos
“cuando hayan sido expedidos con infracción de las normas en que
deberían fundarse, o sin competencia, o en forma irregular, o con
desconocimiento del derecho de audiencia y defensa, o mediante
falsa motivación, o con desviación de las atribuciones propias de
quien los profirió” e igualmente como de las circunstancias específicas
que consagra el artículo 275 ejusdem. (…). Claramente, se trata de
exigencias que pueden limitar o condicionar la garantía constitucional
de la igualdad de acceso a los cargos públicos, pero por motivos
expresamente consagrados en la Constitución y la ley, inspirados en
el bien común y el interés general, que se concretan, entre otras
maneras, a través del cumplimiento de las reglas que definen el
acceso al empleo, pues, bajo ninguna circunstancia se podría
convalidar la victoria de quien no satisfizo todos los postulados que se
comprometió a respetar al momento de definir su aspiración, y bajo
los cuales se guiaron las actuaciones de quienes sí los atendieron con
apego. Y es que el derecho de acceso a cargos públicos en condiciones
de igualdad no es una garantía unidimensional, al punto que solo
quien, en apariencia, triunfa en un proceso de designación (popular o
no) merezca su respaldo, habida cuenta que es una prerrogativa “de”
y “para” “todos los ciudadanos” –como lo ordena el artículo 23.1 de la
Convención Americana y según se desprende del artículo 40 de la
Carta Política–, pues al cohonestarse una elección trocada en su
legalidad, bien porque no refleja la realidad electoral o bien porque no
se consultaron los presupuestos que el Constituyente o el legislador
definieron a partir de “razones de edad, nacionalidad, residencia,
idioma, instrucción, capacidad civil o mental” (…), entre otras,
básicamente se estaría violando la garantía de acceso en condiciones
de igualdad de todos los que no se vieron favorecidos con la expedición
del acto formal que declara (elección popular) o constituye (elección
no popular) la voluntad del nominador. Esa misma connotación
excluyente, que pondera lo que la Sección ha denominado principio
pro hominun, pro electorem y pro electoratem, impone, además, que
cualquier pretensión hermenéutica que sobre ellas recaiga se oriente

26
por el principio de interpretación restrictiva, que demanda que ante la
dualidad o multiplicidad de intelecciones frente al precepto que las
consagra, se prefiera la más benigna –primeramente para el
electorado y, seguidamente, para quien resulta elegido–, pues tampoco
se llega al extremo de considerar que el derecho del elector anula el
del elegido; lo que, al mismo tiempo, conlleva la proscripción de
razonamientos basados en la extensión y la analogía. Ahora, debe
quedar claro que esta regla de interpretación opera necesariamente
en los estudios normativos, mas no en la valoración probatoria, pues,
mientras en el primer escenario se persigue la comprensión de una
figura jurídica, de cara a la voluntad del Constituyente o el Legislador,
entre las ambigüedades y vaguedades del lenguaje; en el segundo, se
precisa la búsqueda armónica de la verdad jurídica y la material,
como faro iluminador de la administración de justicia, para lo cual no
sería dable tener en consideración las pruebas que solo favorezcan a
determinada parte, habida cuenta que lo que prima en este caso es la
autonomía del juez –unipersonal o colegiado–. Lo anterior, lógicamente,
sin perder de vista la teleología del proceso de nulidad electoral, que,
como se dijo, en principio, no es otra que preservar la legalidad de la
elección y la vigencia del orden jurídico, sin calificar la conducta de la
persona sobre la cual recae el acto electoral. (…). Es la propia
naturaleza del estudio que concierne a esta vía la que impone la
objetividad del examen de las causales de nulidad en torno a las
cuales se yergue, habida cuenta que, teniendo por propósito el
acatamiento de las normas que gobiernan el procedimiento
eleccionario, por fuera de las reglas de la culpabilidad o de la
responsabilidad individual, no hay lugar a subjetivar la restricción a la
elegibilidad, ya que, se insiste, es la legalidad de la elección –incluidos
sus actos preparatorios o de trámite– lo que se juzga, y no el derecho
del funcionario electo o sus condiciones de dignidad, virtud y moralidad
para ocupar el cargo. (…). Algo parecido ocurre en los juicios que se
siguen a un mismo funcionario por parte de otras autoridades, y que
tienen como base de la infracción a determinar, el estudio de ciertas
causales que son fuente común de enjuiciabilidad, como ocurre con la
violación del régimen de inhabilidades, pues no pasa por alto la Sala
que el ordenamiento jurídico puede disponer distintas consecuencias
para una misma conducta. Es el caso del proceso penal ante la
jurisdicción ordinaria. En todos ellos, la censura al ciudadano o, según
el caso, al funcionario, se mira en razón de la persona sobre la cual
recae; mientras que en el proceso de nulidad electoral no es al
individuo al que se observa, sino al acto electoral que, dicho sea de

27
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

paso, entratándose de elecciones populares, no resulta asimilable a


un acto administrativo propiamente dicho, porque no exterioriza la
voluntad de la administración, sino que sintetiza y reconoce la voluntad
de los sufragantes en torno a una decisión política. En ese orden de
ideas, queda claro que el análisis efectuado desde la órbita del proceso
electoral, por sus especiales características, se abstrae de los
componentes subjetivos que califican como factor nulitante del acto
de elección la conducta del servidor objeto de tal designación y, en
cambio, se contrae a la verificación objetiva de sus elementos de
configuración, pues el control de legalidad del acto no contempla la
voluntad del funcionario designado, por no ser este el objeto del
respectivo trámite jurisdiccional, aunque sus efectos puedan,
circunstancialmente, impactar los intereses de aquel; en
contraposición a lo que ocurre en otro tipo de procesos. (…). Ello es lo
que conduce, ineluctablemente, a que la nulidad electoral, como
medida proporcional y razonable de justicia, transparencia, rectitud y
salvaguarda de la democracia, no entorpezca o frustre expectativas
de acceso a cargos públicos en condiciones de igualdad, pues sus
efectos se orientan al reducido campo del acto de elección, llamamiento
o nombramiento enjuiciado, sin trascender o nublar la posibilidad de
que el “indirectamente afectado” con la nulidad electoral pueda, ipso
facto, participar de cualquier proceso de vinculación a cargos o
empleos públicos, según la infinidad de alternativas ofertadas por el
Estado, incluyendo aquel respecto del cual se declaró la ilegalidad,
que, se insiste, no se produjo como censura al accionado, sino como
garantía de respeto por el orden electoral y democrático vigente;
diferente a lo que ocurre en el supuesto de la condena penal de que
trata el artículo 23 de la Convención Americana, que se aplica bajo los
auspicios del ius puniendi, y tiene consecuencias sobre las libertades
del sentenciado, incluyendo las de orden político, en tanto limita –mas
no fulmina–, bajo penas principales o accesorias, el derecho a
participar en la conformación, ejercicio y control del poder político
(art. 40 C.P.), en sus diferentes modalidades, entre las que se encuentra
la posibilidad de “acceder al desempeño de funciones y cargos
públicos”. Esta cosmovisión del contencioso electoral no solo se
predica de la sentencia que le pone fin al proceso, sino de todas y cada
una de las decisiones que allanan el camino para ello, incluyendo
desde luego a la medida de suspensión provisional de los efectos del
acto acusado, en tanto busca que la confianza en lo público y en las
instituciones no se vea defraudada hasta la espera del fallo, con la
detentación del cargo por parte de quien fue situado en dicha posición

28
como producto de una decisión que se perfila como viciada de
ilegalidad –no necesariamente porque el demandado haya hecho algo
ilegal, sino porque las formas y sustancias definidas como regla de
reconocimiento del acto no se atendieron plenamente–, frente a la
que existe, sin denotar prejuzgamiento, un importante grado de
certeza, para el estadio procesal en que se profiere, de la violación de
las normas invocadas por el solicitante o del análisis de las pruebas
arrimadas hasta ese momento, todo lo cual se produce en una
sucesión de etapas que, por mandato constitucional, no están
llamadas a perdurar por más de 6 meses, en tratándose de actuaciones
que se surten en única instancia, o de 1 año, en aquellos casos en los
que existe la posibilidad de que el asunto sea ventilado en un segundo
grado, conforme se desprende del parágrafo del artículo 264 de la
Constitución Política; precaución que se estima razonable en un
conjunto finito de empleos enjuiciables bajo este conducto judicial que
reviste un parámetro temporal de ocupación constitucional y legal
que oscila entre los 4 y 8 años. Esto conlleva a que, en principio, salvo
que medien otro tipo de circunstancias que deberán ser examinadas
según las particularidades de cada caso –pues no es posible para el
Tribunal Supremo de lo Contencioso Administrativo, en su rol de
productor de jurisprudencia, anticipar todas las que se puedan
presentar, sobre todo en caso de elecciones populares, distintas a las
del sub judice, referido a una designación realizada por un órgano
corporativo de deliberación–, la medida cautelar en cuestión que se
produce en el ámbito del medio de control estipulado en el artículo
139 del CPACA se debe entender que es conforme con el Estado Social,
Constitucional y Democrático de Derecho delineado por el Pacto
Político de 1991, pero también con el estándar del derecho de acceso
a cargos públicos en condiciones de igualdad de que trata el artículo
23 de la Convención Americana.

TESIS 2: Como es sabido, el artículo 23 de la Convención Americana


de Derechos Humanos, suscrita por el Estado colombiano y aprobada
a través de la Ley 16 de 1972, consagra una serie de prerrogativas
dictadas en el contexto de los “derechos políticos”. (…). El entendimiento
de esta disposición, especialmente en cuanto versa sobre su numeral
2 [del artículo23] no ha sido en absoluto pacífico, ni en el orden interno
ni en el ámbito de la jurisprudencia emanada del órgano regional de
justicia a cargo de su protección. Más allá de la omisión del componente
subjetivo atribuible a la conducta del elegido (que está por fuera de
reproches en el contencioso electoral, al menos en cuanto a los

29
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

aspectos cognitivos y volitivos se refiere), es necesario que la decisión


que resuelva sobre la viabilidad de aplicar dicha consecuencia jurídica
en el caso concreto se apareje de toda una serie de garantías que
además de los instrumentos convencionales, permitan salvaguardar
el debido proceso, consagrado en el artículo 29 de la Constitución
Política, según los estándares jurisprudenciales vigentes. Como se
dijo, el medio de nulidad electoral es de naturaleza pública y universal,
lo que significa que puede ser incoado por cualquier persona, y tiene
por objeto preservar el orden jurídico en abstracto, mediante un juicio
desprovisto de todo tipo de componentes sancionatorios; en tal virtud,
no constituye una expresión del jus puniendi del Estado sino del derecho
fundamental de todos los ciudadanos a participar del ejercicio y control
del poder político. Sin embargo, no escapa a la Sala que, aunque de
manera limitada por el objeto mismo de la actuación judicial –que no
va más allá del acto electoral en sí mismo–, la consabida acción tiene
alguna incidencia en el derecho político del elegido, por ello el debido
proceso (art. 29 C.P.) que acompaña el arribo a esta consecuencia debe
acompasarse mutatis mutandi con el debido acatamiento de las formas
que gobiernan su trámite, así como por los ingredientes de orden
sustancial que se enfrentan a la restricción de una garantía
constitucionalmente amparada como lo es el derecho que tienen los
electores de considerar al demandado una opción nominativa válida y
el que tiene la misma persona de aspirar a ser designada en el cargo
o empleo de que se trate, según lo consagra el artículo 40.1 superior,
que, desde luego, encuentra eco en el artículo 23 de la Convención
Americana de Derechos Humanos. (…). [E]l hecho de que la nulidad
electoral no sea impuesta por un juez penal propiamente dicho no
conlleva, en manera alguna, la existencia de una incompatibilidad
entre la Constitución Política de Colombia y la Convención Americana
de Derechos Humanos, dada la interpretación sistemática entre ambas
y otros instrumentos internacionales (art. 93 C. P.), pero especialmente,
la bifurcación de objetos protegidos en uno y otro evento. (…). Nótese
que la alusión a la exigencia de la “condena, por juez competente, en
proceso penal”, es contrastada con una restricción impuesta por vía de
“sanción”, la cual produjo un efecto inhabilitante en el accionante, al
impedirle participar en lo sucesivo de funciones públicas; situación
que no resulta comparable a la del contencioso electoral, que no tiene
tintes sancionatorios o punitivos, sino de mera verificación de las
solemnidades procesales o sustanciales que deben acompañar la
expedición del acto por medio del cual se realiza una designación. En
similar sentido, es menester precisar que el sistema jurídico

30
venezolano señala que la restricción del derecho político debía provenir
del juez, y en el caso del señor López Mendoza devino de otro tipo de
autoridad. Además, se acuñó, en palabras del órgano convencional,
que “las sanciones administrativas y disciplinarias son, como las
penales, una expresión del poder punitivo del Estado y que tienen, en
ocasiones, naturaleza similar a las de estas”, lo cual se debe poner en
contexto con el hecho de que, en el caso colombiano, para el asunto de
marras, se trata de límites de raigambre constitucional y legal al
ejercicio de funciones públicas y el derecho a ser elegido –aunque, se
reitera, no popularmente–, pero como consecuencia de decisiones
judiciales, aunque no penales en el sentido estricto de la palabra, ni
punitivas en su más amplio significado, que de cualquier forma
respetan todas las garantías de un proceso judicial en el que están
comprometidos los fundamentos democráticos de las sociedades
civiles modernas. De otra suerte, también se advierte que el artículo 30
de la Convención regula el alcance a las restricciones que se pueden
fijar a los derechos y libertades que reconoce ésta. (…). Es claro que la
Convención Americana sobre Derechos Humanos es un instrumento
internacional que pertenece al llamado bloque de constitucionalidad y
que, por ende, debe ser observada como uno de los parámetros que
guían el despliegue de las atribuciones propias del ejercicio de la
función pública en sus diferentes ámbitos desde una óptica integradora
que equipara la norma constitucional y la convencional, bajo un cauce
armonizador. (…). Resulta inobjetable que el control de convencionalidad
debe aplicarse en todos los casos en los que se pongan en riesgo
derechos reconocidos dentro del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos –como también ocurre con otro tipo de garantías que derivan
del Sistema Universal, reglado o no reglado y aún de la Constitución
misma; protegerlos no es una ambición exclusiva del ordenamiento
regional–, pero dándole el alcance y entendimiento adecuado, a partir
de las dinámicas propias de la evolución del derecho, el análisis de
contexto y la necesidad de instrumentos cada vez más eficaces para
hacerles frente, por cuanto el debate jurídico que gira alrededor de la
aplicación del artículo 23.2 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, se insiste, debe ser interpretado sistemáticamente con las
normas constitucionales e instrumentos internacionales aprobados
por Colombia, como ya se indicó en precedencia, de forma tal que no
se aniquilen los esfuerzos estatales por preservar la ética institucional
a través de la denodada labor de sus autoridades judiciales, que en sí
misma es una forma de garantía real de acceso a cargos públicos,
pues la corrupción de la actuación pública –voluntaria o no– denota

31
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

una restricción genérica de un servicio que, debiendo estar en función


de la ciudadanía, por esa misma causa, deja de estarlo. (…). Como este
instrumento internacional también resulta de obligatorio cumplimiento
por el Estado Colombiano, lo cual acepta la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, se debe tener presente, como se dijo, que existe la
posibilidad de consagrar medidas judiciales –penales y no penales–,
dentro de las que refulge la acción electoral, con sus postulaciones
genéricas de suspensión provisional de los efectos del acto de
designación, en especial frente a aquellos que no son producto del voto
popular, siempre que en estas se respeten las garantías propias del
ejercicio del estándar debido de justicia más aproximado posible a la
verdad material, con apego a los principios de legalidad, finalidad,
necesidad y proporcionalidad, como lo ha señalado el reputado
organismo continental. En términos mucho más puntuales, por la
expresión “juez penal” contenida en el artículo 23 de la Convención
Americana debe entenderse “juez natural que preserve las garantías
propias del proceso penal”, eso sí, en lo que resulte compatible con el
objeto del proceso con el cual se contrasta, pues de nada sirve aplicar
la presunción de inocencia en un proceso de legalidad objetiva, o en la
búsqueda de suspender los efectos del acto electoral, cuando para ello
no se ahonda en la psiquis del servidor nombrado o electo, sino en que
el proceso eleccionario se haya surtido bajo las formas (trámite y
circunstancias de elegibilidad) que mejor traduzcan el imperio de la
ley. Y esto es así porque lo que hace especial ese tipo de enjuiciamientos
no es el nombre de la autoridad que lo adelanta, sino los derechos y
herramientas de las que dispone el implicado al interior del mismo, ya
que no se trata de una discusión semántica, pues lo que está en juego
en el ámbito del respeto por la democracia –en sus distintas acepciones:
participativa, representativa y deliberativa– supera todo este tipo de
disertaciones para adentrarse en el campo de lo sustancial. (…). Se
trata de reglas básicas del debido proceso judicial, que a simple vista
comprenden las garantías de juez natural, igualdad, imparcialidad,
defensa, legalidad, publicidad, no autoincriminación, contradicción,
doble instancia, prohibición de coacción, cosa juzgada y non bis in idem,
entre otras, (…) y que resultan compatibles con la naturaleza de los
juicios de legalidad que conciernen a esta jurisdicción. (…). En ese
orden de ideas, la constitucionalidad o convencionalidad de la nulidad
electoral o de las resoluciones preventivas que se adoptan en su
interior no depende del nombre que reciban tanto la acción como el
juez al que le fue confiado su conocimiento en el orden jurídico
colombiano, pues, en realidad, se sujeta a la guarda y apego de las

32
garantías judiciales antes mencionadas, cuyo carácter normativo no
requiere de su reproducción textual en los instrumentos internos que
gobiernan la figura. En otras palabras, la juridicidad de la nulidad
electoral o de las medidas cautelares inherentes (instrumento del que
también echan mano los órganos del Sistema Interamericano:
Comisión y Corte) está atada a que en una determinada ley se estipule
un marco de debido proceso como el del artículo 8°, –principalmente
su numeral 1º– de la Convención Americana –los cuales cumple a
cabalidad la Ley 1437 de 2011 con los innumerables derroteros que al
respecto ha fijado la jurisprudencia del Consejo de Estado y la Corte
Constitucional–, habida cuenta que su avenencia al denotado
ordenamiento internacional estriba principalmente en la aplicación
material de las guardas judiciales sustantivas y procesales transcritas,
en cuanto no estén reservadas, por su tipología y aplicabilidad práctica,
para el ámbito punitivo. En ese contexto, es claro que cuando se habla
de la declaratoria de nulidad del acto de elección o de la suspensión
provisional de sus efectos –lo que se produce con carácter ex nunc que
equilibran la defensa de los valores democráticos y los derechos
subjetivos del elegido– que conoce la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, se está bajo el referente de providencias judiciales a
las que se aplican todas las garantías inherentes al descubrimiento de
la verdad sobre la que se escudriña, a través de un juicio en el que un
juez natural y especializado en ese tipo de asuntos se ocupa de
preservarlas dentro de la arquitectura institucional colombiana. (…). En
ese orden de ideas, se debe recabar en que no existe contradicción
entre el artículo 23.2 de la Convención Americana de Derechos
Humanos y la naturaleza nominalmente no punitiva –pero que
sustancialmente sí preserva sus garantías en cuanto sean compatibles
con el control objetivo de legalidad provisional o definitivo del acto
administrativo, en el entendimiento sistemático que resulta del propio
instrumento continental auspiciado por los contenidos específicos del
numeral 2 del artículo 8, además de asegurar todas y cada una de las
reglas genéricas que devienen del numeral 1 del precepto ibídem– de
algunos canales de restricción de derechos políticos, como el sub
judice, pues resulta acorde con las condiciones y requisitos que ha
señalado como necesarias, en casos anteriores, para regular o
restringir los derechos o libertades, especialmente, respecto de la
medida restrictiva: 1) Legalidad, que implica la consagración previa en
la ley, con carácter taxativo, de las causales generales y específicas
que vician los actos de elección; 2) finalidad, que es el restablecimiento
del orden jurídico trucado, con o sin intención del servidor designado,

33
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

por el desapego a las reglas electorales previamente acogidas, para


efectos de salvaguardar la transparencia, igualdad y participación en
el acceso al poder público; 3) proporcionalidad y necesidad, que
deviene de la violación del ordenamiento jurídico, que impone en el
caso de la sentencia la auténtica comprobación de la causal de
anulación, y en el de la medida cautelar, de la evidente transgresión de
las normas invocadas en la demanda y el riguroso examen de las
pruebas aportadas en ese estadio del proceso. (…). Razón de más para
considerar que la armonización entre el artículo 23 en comento y el
orden jurídico interno descansa en la idea de que no es la “sentencia
del juez penal” la fuente unigénita para la legítima restricción de
derechos políticos, sino que, en los eventos en los que se persiga dicha
consecuencia se deben preservar las garantías propias del debido
proceso y del ius puniendi en lo que resulte aplicable, que tienen como
máxima expresión, pero no única, el ámbito penal; pero además, en el
hecho que, en otros escenarios, no punitivos, se preserven de manera
especial –aunque no exclusiva– los contenidos del numeral 1 del
artículo 8 del instrumento internacional.

TESIS 3: Entre [las] garantías que se deben a todas las decisiones del
proceso de nulidad electoral, (…), se encuentran, entre otras, las
siguientes de orden procesal: juez natural (que comprende, a su vez, los
sub principios de especialidad y predeterminación); la garantía del
derecho de defensa y contradicción, que implica facilitar una
confrontación real respecto de lo que se demanda, así como de las
pruebas en las que se sustenta el reclamo, aunada al compromiso
certero del juez natural de la causa de evacuar mediante
pronunciamientos de fondo las cuestiones litigiosas debidamente
tramitadas; el non bis in idem, que se activa frente a juicios concomitantes
como el de pérdida de investidura en los términos del artículo 1° de la
Ley 1881 de 2018; la publicidad, habida cuenta que se debe garantizar
que las actuaciones y decisiones sean públicas, de tal manera que
puedan ser conocidas de manera especial o directa por los sujetos
procesales; celeridad y plazo razonable, que en estos casos no supera
en principio los 6 meses o el año, según sea de única o de doble instancia
el proceso; la imparcialidad, que implica que el juez decida “con
fundamento en los hechos, de acuerdo con los imperativos del orden
jurídico, sin designios anticipados ni prevenciones, presiones o
influencias ilícitas”, lo que se asegura con el carácter autónomo e
independiente de la Rama Judicial, que en términos generales es ajena
a las dinámicas políticas de otras ramas y órganos del poder público.

34
Por su parte, entre las garantías de orden sustancial se cobijan: la
legalidad, entendida como la necesaria subsunción entre el supuesto
fáctico que se endilga al acto enjuiciado –nótese que no se habla de
“persona” censurada– y la adecuación exacta en alguna de las causales
de nulidad o suspensión provisional; la interpretación restrictiva de la
norma, que conlleva la prohibición de interpretación extensiva o
analógica, ya que al juzgador no le es dable completar la proposición
constitucional o legal, debiendo propender por su máximo apego y
acudir a la fórmula hermenéutica que menos sacrifique derechos, sin
restarle efecto útil a la causal, considerando siempre que el acceso a
cargos públicos consagrado en el artículo 40 de la Constitución está
definido como un derecho de “todo ciudadano”, es decir, una regla
general de carácter expansivo, que impone un parámetro hermenéutico
de conservación del derecho a observar por el respectivo juzgador; el
derecho a la no auto incriminación, pues, tal como lo ordena el artículo
33 de la Constitución “nadie podrá ser obligado a declarar contra sí
mismo o contra su cónyuge, compañero permanente o parientes dentro
del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero
civil”. Dicho esto, resta indicar que, si bien tales premisas no agotan las
honduras que devienen del espectro garantista de las decisiones que
afectan el acto electoral en función del contencioso normado en el
artículo 139 del CPACA, permiten un acercamiento hacia la finalidad de
aquellas y el enfoque que debe guiar el juicio que compete a esta
jurisdicción, sin perjuicio del análisis sobre otro tipo de referentes que
surjan de las particularidades de cada caso. Por último, en aras de
aherrojar la discusión sobre la aplicabilidad del artículo 23 de la
Convención Americana hacia su justa medida en la res interpretata de
las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos –
varias de las cuales fueron enunciadas por el apoderado de la parte
demandada en el asunto de la referencia–, es prudente evidenciar
algunas consideraciones concatenadas a su casuística, además de los
pronunciamientos contenidos en los fallos de López Mendoza vs
Venezuela (1° de septiembre de 2011) y Castañeda Gutman Vs. Estados
Unidos Mexicanos (6 de agosto de 2008), mencionadas en párrafos
anteriores. Bajo ese espectro de razón, se destaca el caso de Yatama vs
Nicaragua (sentencia de 23 de junio de 2005). En aquella oportunidad,
se examinaron los hechos relacionados con comunidades étnicas que
no pudieron postular candidatos a cargos de elección popular por no
hacerlo a través de partidos políticos, sin obtener la debida respuesta
de los órganos del Estado. Para la Corte, se trató de un acto de
discriminación cohonestado por el sistema político vigente, que

35
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

ameritaba las condignas adecuaciones normativas. También es


relevante el caso López Lone y otros Vs. Honduras (providencia del 5 de
octubre de 2015). (…). Para el órgano regional, se trató de episodios
evidentes de persecución política, que atentaron contra la independencia
judicial, cuyas dimensiones tradujo en “el derecho subjetivo del juez a
que su separación del cargo obedezca exclusivamente a las causales
permitidas, ya sea por medio de un proceso que cumpla con las
garantías judiciales o porque se ha cumplido el término o período de su
mandato”, sin lo cual se corre el riesgo de atentar contra los artículos
8.1 y 23.1.c de la Convención, especialmente en este caso en el que no
se garantizó la especialidad, la imparcialidad y el debido proceso, entre
otras premisas que aplican tanto a lo punitivo como a el civil, laboral,
fiscal o de cualquier otro carácter, a diferencia de lo devenido del
artículo 8.2, con preponderante aplicabilidad para procesos en los que
exista un “inculpado” –expresión propia de las calificaciones subjetivas
del derecho punitivo, que no se examinan en el contencioso objetivo de
legalidad que comprende a la nulidad electoral–. Si bien el estándar de
protección derivado de los pronunciamientos del referido tribunal
internacional a los que se ha hecho alusión (…), demuestra el carácter
superlativo del derecho político de acceso a cargos públicos en
condiciones de igualdad, en ninguno de ellos se cuestiona la avenencia
de un modelo jurisdiccional definido para el control objetivo de los actos
electorales, bien sea a través de medidas provisionales o de sentencias.
Por el contrario, la res interpretata que deriva de tales pronunciamientos
se traduce es en la preservación de las garantías procesales y
sustanciales con las cuales se debe precaver la vulneración del artículo
23 Convencional, consideraciones que para nada riñen con lo dilucidado
por la Sala en lo corrido del presente acápite. (…). A propósito de la
sanción disciplinaria impuesta por la Procuraduría General de la Nación
contra el ex alcalde mayor de Bogotá, Gustavo Francisco Petro Urrego
(elegido popularmente), junto con otras medidas de estirpe
administrativa. (…). Nuevamente, la línea se perfila sobre la idea de
censurar que un órgano administrativo pueda aplicar un juicio de
reproche a la conducta del elegido, que trascienda a la posibilidad de
ejercer el cargo público; cosa que en nada se asimila al examen que
recae sobre los requisitos de existencia de un acto administrativo
electoral a partir de su confrontación con las normas jurídicas
preexistentes, con abstracción de la calificación del comportamiento
subjetivo de la persona sobre la que se apuntó la designación legal o
ilegal, según el caso. (…). De ahí que otra de las particularidades de
dicho pronunciamiento se centre en que su res interpretata, figura

36
análoga a la ratio decidendi que gira en torno a la dogmática del
precedente judicial en el orden jurídico interno, se erige a partir de un
supuesto que vincula a “funcionarios públicos democráticamente
electos”, en un caso concreto que denotaba lo incontrovertible del hecho
que el servidor castigado era el alcalde mayor de Bogotá, elegido
popularmente –calidad que jamás estuvo en entredicho–. Bajo esa
égida, no se fatigará esta Sala para destacar que en la nulidad electoral
se valora la veracidad misma del resultado frente al que pretenden
atribuirse consecuencias jurídicas, lo cual, en sí, es presupuesto para
considerar esa suerte de “intangibilidad o estabilidad relativa” en el
cargo que se reputa del precedente del órgano judicial de la Convención.
Resultaría completamente inexplicable que se entendiera que la sola
declaratoria de la autoridad administrativa respecto del resultado
eleccionario (popular o no) brinde confianza para sugerir que sobre una
persona recayó el blindaje que pretende nublar cualquier tipo de
consecuencia “no penal” orientada a separarla del cargo, pero que,
concomitantemente, se desconfíe de la autoridad judicial legítimamente
constituida para ello, cuando advierta (preliminar o definitivamente)
que la persona que se dice elegida o nombrada en realidad no lo fue
porque no se satisficieron las condiciones para que ello tuviera lugar de
manera auténtica, de conformidad con la ley. Una intelección de esa
laya acabaría por destruir la institucionalidad y borrar a golpe de pluma
siglos de historia republicana en las que el pretor se percibe como el
último bastión de la justicia material y el acérrimo defensor del complejo
balance deseable entre los derechos fundamentales del demandado y
el interés general en todas sus facciones, incluida aquella que recoge la
iusfundamentalidad de la suma de intereses individuales de los
asociados, entre los que están no solo los electores que respaldaron la
aspiración del aparente vencedor –pues ello es un hecho, como todos,
pasible de información, refutación, y contraprueba–, sino también de
los que no apoyaron su pretensión eleccionaria, lo cual, al igual, denota
un respetable ejercicio democrático que merece la máxima tuición
posible. Así como la instancia penal –y por analogía la punitiva en
general–, en palabras de la Corte Interamericana, “busca que la
limitación de los derechos políticos no quede al arbitrio o voluntad del
gobernante de turno, con el fin de proteger que la oposición política
pueda ejercer su posición sin restricciones indebidas”; la acción de
nulidad electoral, decidida por la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, con medidas cautelares a bordo, tiene la inexorable
vocación de velar porque esos mismos derechos políticos no se vean
disminuidos por la acción ilegal derivada de conveniencias políticas o

37
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de circunstancias que escapan a la probidad del aparato eleccionario y


el elegido. (…). En ese orden de ideas, la Sección Quinta colige que tanto
el proceso de nulidad electoral como las herramientas que le sirven a
sus fines se encuentran acordes con la Convención Americana de
Derechos Humanos, en los términos decantados por su intérprete
autorizado en cuanto al derecho de acceso a cargos públicos en
condiciones de igualdad, así como a las garantías judiciales que le son
prodigables. (…). En consecuencia, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ordenó, entre otros aspectos, “en un plazo razonable, adecuar
el ordenamiento interno” para evitar que autoridades administrativas
puedan limitar por vía de sanciones el derecho de acceso a cargos
públicos, especialmente de funcionarios elegidos mediante el voto
popular. Como puede verse, el estándar aplicado por dicho organismo
judicial en relación con el alcance del artículo 23 del instrumento
interamericano no sufrió modificación alguna con la sentencia Petro
Urrego vs Colombia, pues, de hecho, el fallador fue enfático en argüir
que la proscripción de las conductas finalmente censuradas encontraba
sustento en antecedentes como el del caso López Mendoza vs Venezuela.
No pueden confundirse, de un lado, la línea jurisprudencial decantada
por el juzgador internacional y, del otro, su aplicación a un caso concreto
que involucra al país. De ahí que se descarten las connotaciones del
pronunciamiento del 8 de julio de 2020 como el acaecimiento de un
“hecho nuevo” que abra la puerta a un debate sin precedentes, con la
idea de ser sobreviniente a su decreto. Lo anterior, mucho menos,
cuando: (i) el demandante, de cierta manera, equipara equivocadamente
el contencioso electoral con un proceso sancionatorio de carácter
subjetivo cuando en realidad se trata de un medio de control de legalidad
objetiva e integral del acto de designación; (ii) la jurisprudencia
interamericana es clara en referirse a servidores de elección popular; y
(iii) la soberanía popular en el marco de los compromisos internacionales
y de acuerdo con el artículo 3 de la Carta Política, es el baluarte que guía
la relación entre ambos sistemas normativos en un marco de integración
armónica y dialógica, develación de lo ocurrido en este ámbito, para
ratificar si lo declarado por una autoridad constituida refleja su auténtica
voluntad en los comicios.

TESIS 4: El control de convencionalidad constituye una herramienta


jurídica que concreta el deber de los Estados parte del Sistema
Interamericano de dar aplicación a las normas que lo gobiernan,
tomando como base la interpretación que de tales disposiciones
quedan imbuidas a partir de los pronunciamientos de su órgano

38
jurisdiccional regional. (…). Ahora, hay que decir que este no es el
único tratado sobre Derechos Humanos ratificado por Colombia cuyo
rigor resulta ineludible. Ergo, en forma general, la convencionalidad
se extiende más allá de las fronteras continentales, trascendiendo a
otros sistemas de protección multilateral, o inclusive universal (v. gr.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre
de 1948), en los que se obliga a raíz de la consolidación del bloque
de constitucionalidad estipulado en el artículo 93 de la Carta Política,
y coetáneamente en virtud del principio pacta sun servanda que, al
calor de lo signado en el artículo 26 de las convenciones de Viena de
1969 y 1986, enseña que “Todo tratado en vigor obliga a las partes
y debe ser cumplido por ellas de buena fe”. (…). Bajo ese entendido,
la “excepción de inconvencionalidad” no es otra cosa que, guardadas
las proporciones, un símil, proyectado al ámbito de la norma regional,
de la regla contemplada en el artículo 4° de la Constitución Política,
conforme con la cual “En todo caso de incompatibilidad entre la
Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones
constitucionales”. Claro que en este evento la discordancia de la
norma de inferior jerarquía no se plantearía con un precepto del Texto
Supremo en estricto sentido, sino con uno de la Convención Americana
de Derechos Humanos, emanada del Pacto celebrado en San José de
Costa Rica en noviembre de 1969 y «también la interpretación que
del mismo ha hecho la Corte Interamericana». (…). Tanto la decisión
provisional como la definitiva sobre la validez de un acto electoral que
se encuentra entredicho, suerte que comparte la calidad misma del
servidor demandado, resulta compatible con el derecho de acceso a
cargos públicos y las garantías judiciales consagradas en los artículos
23 y 8 de la Convención Americana, que no solo se predican de aquel,
sino de “todos los ciudadanos”, conjunto que comprende al electorado
en general, así como a los que hayan tenido o tengan legítimas
aspiraciones frente al respectivo empleo estatal, entre otros, en gracia
del respeto por la verdad electoral, la pureza del sufragio y todo el
sistema democrático, sin cuyo acatamiento no podría tenerse como
elegido (popularmente o no) a quien detente el ejercicio de funciones
públicas. Así las cosas, queda descartada la violación de los artículos
23 y 8 y, por consecuencia, la violación de los artículos 1.1, 2, 25 y 32.2,
por el hecho de que un acto de elección sea sometido al control objetivo
de legalidad subyacente al medio de control de nulidad electora, con
todo lo que ello comporta en materia de medidas cautelares, demás
autos y la decisión en sí misma con la que se pone fin al proceso.

39
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 5: Manifiesta la parte actora que el señor Josué Alirio Barrera


Rodríguez, en su doble condición de gobernador de Casanare e
integrante del Consejo Directivo de Corporinoquia, ejerció influencia
indebida, en virtud del poder público de que estaba revestido, para
favorecer la elección de la demandada como directora general de
esa entidad, teniendo en cuenta que se había desempeñado como
su secretaria privada desde el 2016 y, por tanto, tenía un interés
particular y directo en su designación como tal. (…). El régimen de
conflicto de interés constituye un instrumento valioso que busca evitar
que el servidor, prevalido de su cargo, se ubique en una posición de
ventaja o provecho personal, para sí o para un tercero, a costa de la
salvaguarda del interés general. Se trata de una garantía de rectitud e
imparcialidad en el ejercicio de la Administración pública como regla
legitimadora del poder del Estado. Ahora bien, en el presente asunto,
la parte actora sostiene que el interés general fue defraudado por el
entonces gobernador de Casanare, en su condición de miembro del
Consejo Directivo de Corporinoquia, a quien acusa específicamente
de gestor de “tráfico de influencias”, pues, en lugar de manifestar su
impedimento en el procedimiento electoral, favoreció a la demandada
directamente y a través de los demás miembros del Consejo Directivo
de la CAR, considerando que ella fue su subalterna en el ente territorial
hasta apenas una semana antes de la expedición del acto demandado.
En relación con el juzgamiento de un eventual “tráfico de influencias”
como supuesto de hecho atribuible al señor (…), que demostraría que
obró en el presente procedimiento eleccionario en abierto conflicto
de interés, en calidad de integrante del órgano elector, para efectos
de presionar el voto a favor de la candidata de su preferencia, la
señora Doris Bernal Cárdenas, cobra relevancia en materia de nulidad
electoral, de conformidad con la jurisprudencia de esta Sección
sobre la proscripción de cualquier acto de corrupción dentro de los
procedimientos eleccionarios. (…). De esta manera, (…) ante tal supuesto,
el acto de elección se encuentra viciado por la causal genérica de
nulidad por infracción de norma superior, analizada desde el carácter
objetivo del juicio de nulidad electoral, esto es, al margen de cualquier
reproche sobre la culpabilidad de los autores de la conducta indebida
que interfiere con la libre voluntad de los integrantes del cuerpo
electoral. (…). En otras palabras, una misma conducta como la que aquí
se reprocha a nivel de corrupción bien puede dar lugar a diferentes
juicios sin que se viole la prohibición del non bis in idem en cuanto los
ámbitos y elementos jurídicos a evaluar en cada uno de ellos difieren
entre sí y gozan de sus propias especificidades que los distinguen. Así

40
el juez electoral puede revisar la eventual configuración del tráfico de
influencias alegado, como causal genérica y eventualmente también
subjetiva de nulidad del acto de elección, al margen de las eventuales
responsabilidades que a nivel penal o disciplinario hubiere lugar a
declarar en otros procesos, más aún cuando el primero es de carácter
objetivo, mientras que los otros se refieren a la responsabilidad
subjetiva en que incurren los autores de la conducta censurada. (…).
Por su parte, esta corporación tuvo ocasión también de identificar y
examinar los elementos definitorios del tráfico de influencias, como
causal de pérdida de investidura de congresistas, los que resultan
igualmente aplicables en relación con la eventual nulidad de la elección
de la directora general de Corporinoquia, por la influencia indebida que
se invoca respecto del entonces gobernador de Casanare, en su calidad
de miembro y presidente del Consejo Directivo de la entidad, sobre los
demás integrantes de dicha colegiatura para que votaran a favor de la
candidata elegida, quien se venía desempeñando de años atrás como
su secretaria privada en el ente territorial. (…). Así las cosas, observa
la Sala que los medios de prueba que obran en el plenario no permiten
establecer en grado alguno de certeza la configuración de tales
elementos estructurales del tráfico de influencias, condicionante del
conflicto de interés en los términos plantados por la parte demandante
en este cargo de nulidad, pues nada indica que el funcionario en
cuestión haya ejercido presión alguna sobre los otros miembros del
cuerpo electoral para condicionar su voto por la elegida, aspecto
que, en todo caso, correspondía demostrar a quien lo alegó y frente
al que, se itera, no existen elementos de juicio que corroboren dicho
planteamiento. (…). En manera alguna esa única afirmación puede ser
tomada como la revelación de una suerte de ofrecimiento de dinero o
dádiva para favorecer la elección de la demandada, al estilo en que lo
propone la parte accionante, pues si bien la señora BERNAL CÁRDENAS
habla de la gestión y de un trabajo en equipo con el gobernador de
Casanare, no se precisa que este haya sido para trocar la designación
del director general de Corporinoquia ejerciendo una influencia
indebida sobre miembros del Consejo Directivo de esa entidad ni que
aquel funcionario se hubiera visto “… impelido a expresar públicamente
el provecho, utilidad o beneficio personal que la toma de una decisión
pública puede generar en su vida privada”, mucho menos cuando,
correspondiendo esta carga a los accionantes, no se arrimaron las
probanzas que sustentaran tales asertos. Bajo las anteriores glosas,
deviene imperativo para la Sala concluir que el cargo examinado en
este acápite está destinado a fracasar.

41
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 6: La Sección Quinta ha considerado que este trámite es


aplicable en los procedimientos de elección adelantados en las
corporaciones autónomas regionales cuando existan vacíos en su
regulación especial (Ley 99 de 1993, estatutos o convocatoria), en
virtud del ámbito de aplicación definido en el artículo 2 del CPACA. (…).
En el mismo fallo se dijo sobre el artículo 12 del CPACA, respecto de las
recusaciones presentadas contra miembros de los Consejos Directivos
de la corporaciones autónomas, que “…al no existir ‘superior’ o
‘cabeza del respectivo sector administrativo’...” que pueda resolver los
impedimentos o recusaciones presentadas en relación con uno de los
integrantes del Consejo Directivo, se colige que a quien corresponde
resolver tal circunstancia es, justamente, al resto de los integrantes
del señalado cuerpo colegiado. Con ello se garantiza que estas
entidades resuelvan sus asuntos sin la interferencia de otra autoridad
administrativa, preservando la autonomía constitucionalmente
consagrada”. No obstante, resaltó la Sala en esa oportunidad, que dicha
regla aplica siempre y cuando “…no se afecte el quórum para decidir,
la recusación debe ser resuelta por los demás miembros del cuerpo
colegiado, todo con el fin de evitar, de un lado, que se comprometa
la objetividad que se pide en una actuación administrativa electoral y,
de otro, que se sacrifique la autonomía de la Corporación Autónoma
Regional”. (...). Conviene acotar que estas exigencias fueron suficientes
para decretar la suspensión provisional de los efectos del acto acusado
ab initio por esta colegiatura mediante auto del 12 de diciembre de
2019, que la Sala resolvió no reponer en proveído de 6 de febrero de
2019, dentro del expediente 2019-00061, por considerar que la sola
existencia escritos de recusación que afectaban el quórum del Consejo
Directivo de Corporinoquia obligaba a imprimirles el trámite de que
trata el artículo 12 del CPACA. Ahora bien, con posterioridad a estas
decisiones, se ha ido abriendo camino en la jurisprudencia de la Sección
el debate sobre la importancia de la verificación de los requisitos
mínimos que debe cumplir una recusación para producir los denotados
efectos jurídicos y que constituyeron parte de la defensa erigida por
quienes se oponen a la prosperidad de la nulidad electoral dentro del
sub judice, expresada en los escritos de contestación a la demanda,
ratificados en la fase de alegaciones finales, por lo que corresponde
abordar su análisis ahora a partir de esa línea jurisprudencial que
pasa a reseñarse. (…): Finalmente, esta interpretación de la Sección,
que procura enmarcar el ejercicio serio y responsable del derecho a
presentar recusaciones con los principios de celeridad, transparencia,
imparcialidad e igualdad que orientan todo procedimiento eleccionario,

42
se consolidó en el reciente fallo de 3 del septiembre de 2020. (…). Como
puede verse, este desarrollo jurisprudencial de la Sección Quinta exige
que el trámite de las recusaciones no solo se examine a la luz de las
actuaciones que debieron surtirse en el seno del Consejo Directivo de
Corporinoquia, en los términos en los que valga recordar fue mirada
la suspensión provisional del proceso 2019-00061, sino que además,
impone revisar si los escritos de los cuales se predica ese efecto
cumplen con los requisitos formales identificados y desarrollados
jurisprudencialmente por la Sala Electoral.

TESIS 7: [L]o primero a develar es si cada uno de los tres escritos de


recusación que se presentaron en este procedimiento eleccionario
cumplía con las exigencias propias para ser tenidos como tales, para
que, en tal sentido, les fuera predicable el trámite consagrado en el
artículo 12 del CPACA, echado de menos por la parte actora, pues, de
descartarse la verificación de tales formalidades, por sustracción de
materia, quedarían sin piso los reproches relacionados con el trámite
recusatorio que, en su sentir, debía agotarse. En caso contrario,
convendría su evaluación. Así, entonces, sobre este supuesto debe la
Sala examinar la existencia de los siguientes elementos: (i) identificación
del recusante, (ii) identificación del recusado y (iii) carga argumentativa
con su eventual razonamiento probatorio. (…). Ello, teniendo presente
que la adecuación típica no puede llevarse al plano del exceso ritual y
la valoración probatoria no hace parte del examen de procedibilidad
sino del estudio de fondo sobre su prosperidad, pues lo que importa en
esta fase preliminar es que, en efecto, la solicitud de recusación
cumpla con las formalidades mínimas debidas a la seriedad que la
debe revestir para su trámite en armonía con los principios que rigen
la elección correspondiente. (…). Ante la imposibilidad de prever todo el
espectro de situaciones sobrevinientes que pueden enfrentar el interés
público y el particular, la primera parte de la norma en cita plantea un
deber ético del servidor de manifestar impedimento. Se trata de una
cuestión objetivable, pero con origen en el reconocimiento que realiza
el propio implicado, y que abarca un amplio campo de situaciones no
detalladas en el precepto, pues puede ser cualquier situación que
genere la consabida tensión. El segundo segmento de tal disposición
permite que terceros realicen el señalamiento de esos escenarios
indeseables en el ejercicio de la función administrativa (y por extensión
también de la electoral). (…). En otras palabras, la debida satisfacción
de los referidos requisitos de procedibilidad de las recusaciones que
se desprenden de los artículos 11, 12 y 16 del CPACA, en los términos

43
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

en que han sido enunciados por esta Sección: (i) identificación del
peticionario o justificación de su anonimato; (ii) también del servidor
sobre el que recae el conflicto de interés alegado; y, en particular, (iii) la
exposición de las razones en que se funda, entendida como la carga
mínima de argumentación exigible para abordar su estudio y
resolverlas de fondo, al margen del sentido de la decisión. Lo anterior,
por cuanto la recusación de las autoridades administrativas, amén de
ser una garantía imparcialidad en el ejercicio de la función pública,
configura en el escenario electoral una auténtica prerrogativa
democrática de los ciudadanos para participar del control del poder
político en los procedimientos eleccionarios en defensa de su
transparencia y la igualdad entre los candidatos en pugna, a fin de
prevenir que los intereses particulares primen sobre el interés general
en la designación de los altos cargos del Estado como parte de la lucha
contra la corrupción en el acceso a estos y así legitimar su mandato.
Estos postulados se proyectan en la elección del director general de
las Corporaciones Autónomas Regionales, a quien se debe brindar un
amplio margen de independencia para el cumplimiento efectivo de sus
funciones relacionadas con la preservación del ambiente y el
aprovechamiento de los recursos naturales renovables, así como de
armonización de las políticas y normas regulatorias que se dicten por
las distintas autoridades competentes sobre la materia para asegurar
el aprovechamiento eficiente y sostenible de aquellos, de modo tal que
las reglas para ocupar dicho cargo se deben observar con el máximo
rigor para salvaguardar su autonomía y prevenir entonces que se
convierta de facto en un agente más de los gobiernos locales presentes
en su respectiva jurisdicción. En este orden de ideas, la interpretación
y aplicación de los requisitos formales de las recusaciones enunciados
y explicados por la jurisprudencia reseñada debe atender a su
naturaleza jurídica fundamental como expresión del artículo 40
superior, lo mismo que a la mencionada finalidad y funciones de
control, fomento y prevención del cargo a elegir, al margen de
tecnicismos y cargas probatorias que no están previstos en las normas
que regulan su interposición, trámite y decisión y que en muchas
ocasiones son de difícil cumplimiento para el ciudadano sin
conocimientos especializados sobre la materia, por lo que no se
pueden exigir con un rigor jurídico tal que los convierta en obstáculos
para restringir o impedir el ejercicio democrático de la veeduría
ciudadana y el cogobierno de las comunidades en los asuntos
ambientales que afectan su territorio, en contra del modelo de
participación política y protección ambiental que consagra la

44
Constitución Política. Ahora bien, en el sub judice, el actor considera
que, al haberse presentado sendas recusaciones por parte de los
señores (i) Yuber Andrés Solano Ríos, (ii) Laritza Páez Martínez y (iii)
María Florángela Izquierdo Rodríguez contra 11 integrantes del
Consejo Directivo de Corporinoquia, es decir, la mayoría de sus 16
integrantes, lo pertinente era la suspensión del procedimiento de
elección de su director general y la remisión inmediata al Procurador
General de la Nación para su resolución, previo cumplimiento de las
diligencias previstas en el artículo 12 del CPACA que comprendían el
traslado a los recusados con un término de cinco días para descargos,
entre otros aspectos, cuyo desconocimiento generó, además, una
violación al debido proceso, especialmente de los consejeros Lenin
Pastrana Vergel y Luis Francisco Ramírez Contreras, que optaron por
acogerse a ese plazo para responder las que les concernían y, sin
embargo, no se les permitió pronunciarse sobre estas al optar por
rechazarlas de plano. (…). En síntesis, se tiene entonces que de los tres
escritos analizados a los que hizo alusión la parte demandante,
interpuestos por los señores Yuber Andrés Solano Ríos, Laritza Páez
Martínez y María Florángela Izquierdo Rodríguez, se deduce que fueron
objeto de recusación, en sentido estricto, los integrantes del Consejo
Directivo de Corporinoquia, (…), no obstante lo cual el Consejo Directivo
de Corporinoquia rechazó indebidamente las solicitudes en su contra,
sin darle el trámite que le correspondía. (…). [E]s preciso analizar ahora
la incidencia que tal irregularidad tuvo en la elección acusada para lo
cual se debe señalar que, según lo normado en el artículo 22 de la
Resolución No. 1367 del 21 de septiembre de 2005 (estatutos de
Corporinoquia) y el Acuerdo 1100.02-2-13-002 de 22 de febrero de
2013, su Consejo Directivo se conforma por: (i) los gobernadores, o sus
delegados, de Arauca, Vichada, Casanare, Cundinamarca y Boyacá; (ii)
un representante del presidente de la República; (iii) un representante
del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial; (iv) 4
alcaldes de municipios comprendidos dentro del territorio de su
jurisdicción; (v) 2 representantes del sector privado; (vi) 1 representante
de las comunidades indígenas o etnias; y (vii) 2 representantes de
entidades sin ánimo de lucro. Esto es, un total de 16 miembros. (…). En
este orden, se observa que de los 16 consejeros de Corporinoquía, solo
8 podían participar en la deliberación y votación en mención sin
limitación alguna en razón a que los otros 8 (…) se encontraban
formalmente recusados, por lo que no existía el quórum necesario
para llevar a cabo la elección que se acusa, lo cual demuestra el
presente vicio que alega la parte actora, pues claramente los miembros

45
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

del Consejo Directivo no podían resolver aquellas, en la medida en que


según lo ya explicado, cuando dichas solicitudes afectan el quórum las
mismas deben remitirse a la Procuraduría General de la Nación, para
su resolución, y mientras tanto el procedimiento administrativo queda
suspendido, lo que en este caso se omitió al rechazarlas de plano sin
que estuvieran dadas las condiciones para tal efecto. De ahí, justamente
la no concurrencia en la votación de los alcaldes de La Primavera
(ausente), Fortul y el representante de la ONG ITGA (se abstuvieron),
por haber considerado que les asistía el derecho a tomarse el término
de 5 días para pronunciarse sobre las supuestas recusaciones
presentadas en su contra, así como las constancias sentadas por los
agentes de la Procuraduría en cuanto a que debía darse trámite a tales
memoriales, de conformidad con el artículo 12 del CPACA, ante la
ausencia de norma que regulara su trámite al interior de Corporinoquia.
Ahora bien, para finalizar el estudio de este cargo, la Sala considera
necesario analizar si tal conclusión cambia por el hecho de que en la
sesión de elección no participaron los gobernadores de Arauca y
Vichada sino que, en su lugar, se hicieron presentes y votaron sus
respectivos delegados, para lo cual se debe resolver si la recusación
contra los primeros afecta o no a los segundos, aun cuando los
reproches de imparcialidad no se dirijan específicamente contra estos
últimos. Al respecto, es menester destacar que si bien la norma que
regula la composición de este órgano colegiado habilita la participación
de los gobernadores y alcaldes que lo integran, en forma directa o a
través de sus delegados, se trata en todo caso de una sola vocería o
representación y, por ende, un solo voto por cada una de tales
membresías, amén que el delegante conserva en todo momento el
poder de dirección, orientación e instrucción sobre el delegatario en
cuanto al cumplimiento de tal función electoral, por mantener su
titularidad, al punto que siempre puede ejercer su facultad de asunción.
Al respecto, es preciso aclarar que la delegación es una técnica de
organización de la función pública, prevista en el artículo 209 de la
Constitución y regulada en la Ley 489 de 1998, a través de la cual una
autoridad del Estado transfiere el ejercicio de una o varias de sus
competencias, en todo o en parte, por voluntad propia y con sujeción a
la ley, a uno de sus subalternos, de los niveles directivo o asesor, o a
otras autoridades, pero sin desprenderse de su titularidad, por lo que
conserva en todo caso el poder de instrucción administrativa y
dirección política sobre el delegatario y, en consecuencia, puede
reasumirla o reasignarla en cualquier momento; en ese orden, no
implica una modificación de la estructura de la Administración u

46
órgano correspondiente sino tan solo de su dinámica con el propósito
de facilitar la gestión de los asuntos administrativos para el
cumplimiento efectivo de sus fines constitucionales. (…). Por tanto,
resulta claro para la Sala que la participación -como electores- de los
delegados de los gobernadores de Arauca y Vichada, autorizados por
la ley para integrar el Consejo Directivo de Corporinoquia, no es razón
para desvirtuar la incidencia que tuvo el rechazo de plano de las
recusaciones presentadas contra sus respectivos delegantes sin
haberles dado el trámite establecido en el artículo 12 del CPACA, dada
la univocidad de su representación en dicha colegiatura además que
estos últimos conservaron en todo momento la titularidad de la función
a su cargo y, en tal virtud, el poder de dirección e instrucción sobre la
actuación de los primeros, por lo que las censuras ciudadanas
formuladas contra la imparcialidad de ambos mandatarios en el
presente procedimiento eleccionario necesariamente se proyectan
sobre sus delegatarios, lo cual impedía que obraran en aquel hasta
fueran resueltas por la autoridad competente y con el quórum
necesario, a fin de salvaguardar la legitimidad del ejercicio de la
competencia delegada. Esta es la interpretación que se impone para
efectos de preservar la efectividad del régimen legal de los
impedimentos y recusaciones, como garantía esencial del debido
proceso aplicable en sede administrativa, más aun en el ámbito
electoral, en virtud de los principios de imparcialidad, transparencia e
igualdad que lo rigen. Visto así, la Sección Quinta del Consejo de Estado
estima que los reparos que apuntan a la existencia de vicios de
naturaleza objetiva en el acto acusado, al haberse producido la elección
sin el quórum legal y estatutariamente exigido, por irregularidades en
la forma en que se valoraron y resolvieron las recusaciones presentadas
contra los miembros del Consejo Directivo están llamados a prosperar
y, por tanto, será estimada favorablemente la solicitud de nulidad
electoral en cuanto a ello depende.

TESIS 8: Señala la parte actora que existe un vicio de falsa motivación


derivado de la presencia y las razones ofrecidas durante la sesión de
30 de octubre de 2019 por uno de los asesores del gobernador de
Casanare. (…). Como puede verse ninguna mención se hace en dicho
acto [demandado] al trámite de las recusaciones, y mucho menos
a los motivos que sustentaron dicho trámite o a afirmaciones de
algún funcionario presente en la sesión de 30 de octubre de 2019. El
acuerdo en cuestión se limita a hacer un relato de las actuaciones
genéricas surtidas a lo largo del proceso eleccionario y del resultado

47
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

del mismo, concretado en la designación de la señora DORIS BERNAL


CÁRDENAS como directora general de Corporinoquia. Pues bien, al
respecto es menester destacar, primero, que ese aspecto en sí mismo
no es determinante, pues este contencioso electoral no se ocupa de
definir la responsabilidad individual de los servidores públicos, sino a
verificar la legalidad en abstracto del acto de elección, por tratarse de
un control meramente objetivo de avenencia al ordenamiento jurídico.
Tampoco encuentra viable la Sala analizar si las razones ofrecidas
por dicho funcionario fueron acertadas o no, en particular respecto
de la aplicabilidad del antecedente jurisprudencial del Consejo
de Estado Contenido en proveído del 21 de abril del año 2009 (rad.
11001-03-25- 000-2005-00012-01), pues, de un lado, al tratarse de
lo emitido por el servidor de un “concepto”, en palabras de la parte
demandante, se trata de una manifestación que carece en absoluto
de fuerza vinculante; y del otro, la decisión de dar trámite o no a las
recusaciones recaía exclusivamente sobre los miembros del Consejo
Directivo de Corporinoquia, quienes, de acuerdo con lo explicado en
párrafos precedentes resolvieron mediante un proceso deliberativo y
de forma colegiada no imprimirle los efectos previstos en el artículo
12 del CPACA, bajo la égida de un procedimiento respaldado por la
jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado, dada la
ausencia de requisitos formales de las recusaciones estudiadas en la
sesión de 30 de octubre de 2019. En ese orden de ideas, el reproche
por falsa motivación examinado en el presente acápite no está llamado
a prosperar.

TESIS 9: La parte accionante asevera que la señora BERNAL


CÁRDENAS no satisfizo el requisito de experiencia relacionada
establecido en el literal C) del artículo 2.2.8.4.1.21 del Decreto 1076 de
2015 y el artículo 34 de los Estatutos de la Corporación, la jurisprudencia
del Consejo de Estado y la circular 1000-2-115203 de 2006 del
Ministerio de Ambiente, por cuanto la certificación que le suministró
la empresa SERTRAC INGENIERÍA SAS no le permite acreditarla, y
tampoco la experiencia adicional obtenida en el Hospital de Yopal ESE.
El artículo 2.2.8.4.1.21 del Decreto 1076 de “Por medio del cual se
expide el Decreto Único” establece las calidades para ser nombrado
director general de una corporación. (…). Ello implica que a la luz de la
normativa vigente y del alcance impreso por la jurisprudencia de la
Sección Quinta, que la experiencia relacionada con el medio ambiente,
es la adquirida en el ejercicio de empleos o actividades que tengan
funciones similares a las del cargo de director general de la corporación

48
autónoma regional, en actividades relacionadas con el medio ambiente
y los recursos naturales renovables, sin que se impongan como
condiciones la exclusividad y/o el carácter principal respecto de
dichas actividades, que consten en un documento que contenga el
Nombre o razón social de la entidad o empresa, tiempo de servicio y
relación de funciones desempeñadas. (…). Como se evidenció ab initio
de este proceso, al resolverse la petición de suspensión provisional
del expediente 2019-00062, para el cumplimiento del requisito de
experiencia, la demandada allegó una certificación expedida por la
Coordinadora Administrativa de la empresa SERTRAC INGENIERIA
SAS, en la que relaciona las funciones como Director Administrativo y
Financiero y las labores desempeñadas como Subgerente en esa
entidad. (…). Son varias las actividades relacionadas con el medio
ambiente y los recursos naturales renovables, en especial las
desplegadas bajo las funciones propias de cargo de subgerente de
dicha empresa entre el 1º de agosto de 2014 y el 31 de diciembre de
2015, por un total de 17 meses, es decir, 5 meses más del año mínimo
de experiencia requerida en la materia para el cargo de directora
general de Corporinoquia. En este punto hay que decir que lo que se
califica es la experiencia individual de la candidata y no la capacidad o
impacto ambiental del empleador que la certifica –sin perjuicio de las
consideraciones que más adelante se efectuarán sobre ese particular–.
En lo que respecta a la señora DORIS BERNAL CÁRDENAS aparecen
en la aludida certificación varias funciones que guardan relación con
el medio ambiente, entre las que se destacan: (i) Control, seguimiento,
formulación, ejecución y evaluación de los planes, políticas y
programas de manejo ambiental requeridos por las autoridades
competentes en ejecución de las obras y proyectos adelantados por la
empresa; (ii) Responder por la administración, gestión y seguimiento
de los impactos ambientales generados en ejecución de los programas
y proyectos a cargo de la empresa; (iii) Coordinar y dirigir la toma de
decisiones encaminadas a promover la protección ambiental; (iv)
Formular y/o actualizar las políticas, programas y proyectos
ambientales de la empresa; (v) Coordinar, dirigir, supervisar y ejecutar
las políticas y funciones de las dependencias que institucionalmente
se encuentren bajo su línea de mando, tales como Dirección de
proyectos, Asesoría Financiera y Contable, Maquinaria, Personal,
Jurídica y HSEQ, y las demás que creen, sustituyan o modifiquen las
mismas; y (vi) Verificar, establecer, implementar y supervisar el
correcto desarrollo de las políticas y normas en seguridad, salud en el
trabajo, conservación del medio ambiente, seguridad vial y planes de

49
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

manejo ambiental. Estas responsabilidades asignadas a la demandada


en la empresa SERTRAC tienen un incuestionable valor intrínseco de
cara al tema del medio ambiente y los recursos renovable desde el
plano estratégico y misional para el que fue contratada, y se insertan
en un documento que cumple con las formalidades legales, en tanto
refiere el Nombre o razón social de la entidad o empresa, el tiempo de
servicio de la señora BERNAL CÁRDENAS allí y la relación de funciones
desempeñadas; datos que deben ser leídos bajo postulados de buena
fe, que, desde luego, admiten prueba en contrario, siendo este
contencioso electoral un escenario propicio para ventilar esas posibles
diferencias. Bajo esta óptica, en el sub judice, existe un importante
principio de demostración de la experiencia ambiental contenido en la
certificación que se acaba de analizar. Empero, no pasa por alto para
esta colegiatura el hecho de que la parte actora ofreció razones para
poner en entredicho su veracidad. Es por mucho evidente que por más
buena fe que medie en la acreditación documental dentro del proceso
eleccionario, no podría dársele alcances favorables a su postulación
en este estadio si se funda en un documento tocado por una eventual
falsedad. Es sobre este esfuerzo de desvirtuación de los demandantes
que procede la Sala a profundizar, a partir, básicamente, de 3 premisas
objeto de contradicción a lo largo del proceso: i) El objeto social de la
empresa SERTRAC INGENIERIA SAS no guarda relación con asuntos
ambientales y en tal virtud la candidata no había desarrollado en su
vida profesional ninguna actividad relacionada con el medio ambiente;
máxime cuando no existe trámite de permisos o licencia ambientales
a su nombre. ii) En un medio de comunicación la accionada aceptó ser
propietaria, en compañía de su esposo Juvenal Cepeda Ibáñez, de esta
empresa comercial, lo que constituye una “autocertificación” de las
funciones acreditadas ante el Consejo Directivo de CORPORINOQUIA.
iii) No existe designación estatutaria de la demandada como
subgerente por parte de su máxime órgano social ni registro de ello
en cámara de comercio, por ende, no ostentó ni el cargo ni las
funciones; sumado que es un cargo administrativo y no operativo, en
el que difícilmente obtendría experiencia directa y exclusiva. Sobre el
primero de estos tres reproches, se recuerda que la que debe tener
experiencia en asuntos ambientales es la candidata, no su empleadora.
Con todo, obra en el plenario el “certificado de existencia y
representación legal o de inscripción de documentos”, expedido por la
Cámara de Comercio de Casanare el 31 de octubre de 2019. (…).
Claramente la empresa no tiene una actividad económica y objeto
social dedicado de forma exclusiva al ramo ambiental y de recursos

50
renovables, pero no necesitaba tenerlo para certificar a la señora
BERNAL CÁRDENAS en los términos en que lo hizo. Bastaba con que
sus actividades permitieran a la demandada desplegar funciones que
tengan que ver con dichos temas. En tal sentido, no existe mayor
reproche en que las funciones mencionadas respecto de la
construcción de carreteras, vías, ferrocarriles y edificios, la consultoría
e interventoría en obras civiles, el transporte de residuos a base de
agua y aceite, el suministro de materiales diversos o el movimiento de
tierras por parte de SERTRAC son compatibles con el dominio sobre
los programas de manejo ambiental, los impactos ambientales
generados en ejecución de los programas y proyectos, la promoción
de la protección ambiental; dentro y fuera de la empresa, el mando
sobre direcciones como la HSEQ, o el correcto desarrollo de las
políticas y normas de conservación del medio ambiente asignadas a
la hoy accionada. Fuerza ilustrar que, acorde con la jurisprudencia de
la Sección Quinta del Consejo de Estado reseñada líneas atrás, no
hace falta que el ejercicio de tales funciones fuera excluyente de otras
que no precisan de la connotación ambiental, al punto en que estas
tuvieran que ser exclusivas. La calificación realizada por los libelistas
sobre la naturaleza del cargo de subgerente, entre administrativa y
operativa, es sobrepasada por la materialidad de las funciones
detalladas en el catálogo antedicho; máxime cuando el ordenamiento
mismo no distingue entre una u otra forma de experiencia, dado que
el artículo 2.2.8.4.1.21 del Decreto 1076 de 2015, se limita a señalar
que el año requerido debe ser “… en actividades relacionadas con el
medio ambiente y los recursos naturales renovables”, sin tipificarlas
como administrativas u operativas. (…). Para esta Sala, no existe óbice
alguno para que dicha compañía desarrollara su objeto social con
clientela del sector privado, o que ejerciera actos negociales en los
que no fuera esencial o determinante contar con un trámite, licencia o
permiso ambiental a su nombre, pues este podría estar perfectamente
asignado al contratante o propietario de determinado predio, persona
natural o jurídica, en caso de necesitarse. De hecho, para convalidar el
aserto de la parte actora en ese sentido era menester que probara su
dicho, en el sentido de que era indispensable la existencia de las
relaciones jurídicas que pretende que demuestre la señora BERNAL
CÁRDENAS respecto de la mentada empresa, carga con la que el
extremo activo del litigio no cumplió. Para esta colegiatura, lo
pretendido supone una forma de medir el éxito mercantil de SERTRAC
como supuesto de convalidación de las funciones certificadas a la
accionada. No obstante, se estima que ello comporta una exigencia

51
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

desfasada que en poco contribuye a desvirtuar la presunción de


veracidad que bajo los postulados de la buena fe se yerguen en torno
al documento que sirvió a la encartada para soportar el año de
experiencia relacionada con el tema ambiental y de recursos
renovables que le exige el ordenamiento. Por otro lado, también se
rechaza el argumento de que por el hecho de que el señor Juvenal
Cepeda Ibáñez y la señora DORIS BERNAL CÁRDENAS tengan probada
participación accionaria en la empresa, la certificación de sus
funciones como subgerente y la relación laboral sea falsa. Como bien
lo aseveraron varios sujetos procesales, no existe ninguna restricción
al respecto ni por su presencia, ni por la de su cónyuge. No se advierta
que se haya sobrepasado un límite a la actividad privada que trascienda
al procedimiento eleccionario en el que se definió su designación
como directora general de Corporinoquia. Para terminar, contrario a lo
que se acusa, las pruebas apuntan a revalidar la existencia del vínculo
contractual entre la encartada y SERTRAC durante el período
acreditado, esto es, el 1º de agosto de 2014 y el 31 de diciembre de
2015. (…). Para la Sala, esta copiosa evidencia es más que suficiente
para considerar que los planteamientos de la parte actora no logran
desvirtuar la existencia de la relación laboral de la demandada con
SERTRAC, las funciones desempeñadas tanto como directora
administrativa como subgerente de dicha sociedad, sin que el hecho
de que tal vínculo hubiese sido inscrito o no en el registro mercantil o
el que haya sido acorde o no con las previsiones estatutarias de la
organización sea constitutivo de una irregularidad que comporte la
nulidad del acto de elección sub examine, pues ello corresponde a
cuestiones de la organización, funcionamiento y administración de
esa persona jurídica que cuya evaluación excede la órbita competencial
de esta Sección, de cara a la suficiencia de las probanzas que se han
detallado. Finalmente, encuentra inane la Sala abordar con
detenimiento el reproche consistente en que la experiencia adicional
obtenida en el Hospital Yopal ESE por la señora BERNAL CÁRDENAS
no puede ser tenida como válida, ya que la supervisión y coordinación
de contratos ejecutados por terceros contratistas “no la ejerció
directamente ya que fue asignada por su jefe inmediato, además, en la
presentación de la hoja de vida no se adjuntó el documento que
acreditara tal situación”. (…). De conformidad con la motivación
esgrimida la Sala encuentra que el extremo activo de este litigio no
logró desvirtuar el cumplimiento de experiencia relacionada con el
tema ambiental y de los recursos no renovables, por lo que el
planteamiento subyacente al cargo se desestima.

52
TESIS 10: Uno de los planteamientos de la parte accionante se concreta
en que la calificación de la demandada, en tanto solo logró acreditar
realmente 17 meses de experiencia ambiental, debieron situarla en
los últimos puestos, de entre los 51 aspirantes habilitados. (…). [H]ay
que advertir que, revisadas las normas aplicables al procedimiento de
designación de la directora general de Corporinoquia, y en especial la
convocatoria, no se observa que los aspirantes deberían ser calificados
en algún orden en razón del denotado criterio. De hecho, lo que se
encomendó a la Comisión de Verificación del Consejo Directivo fue, a
voces del artículo 13 del Acuerdo 200-3-19-002 del 6 de septiembre
de 2019 fue la “conformación de la lista definitiva de candidatos que
cumplen requisitos”. (…). Es evidente que los participantes no fueron
ordenados con base en algún tipo de calificación por puntaje. Lo que
se observa es que fueron ordenados según el número de registro,
bajo un criterio único de “cumple” los requisitos para el cargo. Ahora,
bajo la lógica del libelista, tampoco se encuentra que la demandada
esté ubicada en un sitial de privilegio, pues, siguiendo la estructura
lógica del reproche, estaría ocupando el puesto 40 de entre 51
participantes habilitados, es decir, casi en el último quintil. En últimas,
la designación se efectuó con base en lo normado en la Ley 99 de
1993, la Ley 1263 de 2008, el Decreto 1076 de 2015 y los estatutos
de Corporinoquia y el artículo 13 de la convocatoria que prescriben
la selección del director general de entre los candidatos que hayan
cumplido los requisitos establecidos para el ejercicio del cargo –
aunado a la ausencia de inhabilidad, incompatibilidad y/o prohibición.
Así las cosas, es palmario que el reproche estudiado en este capítulo
carece de la aptitud que se requiere para provocar la nulidad del
acto electoral enjuiciado. (…). De conformidad con las anteriores
consideraciones, esta Sala concluye que, de las diferentes censuras
formuladas por los demandantes contra la elección de la señora DORIS
BERNAL CÁRDENAS como directora general de Corporinoquia, solo
están llamadas a prosperar las relacionadas con irregularidades en la
valoración y rechazo de plano de las recusaciones presentadas por los
ciudadanos Yuber Andrés Solano Ríos y Laritza Páez Martínez contra
10 de los 16 integrantes del Consejo Directivo de la entidad, pese a
cumplir con los requisitos formales identificados por la jurisprudencia
de esta Sección para darle trámite en los términos de los artículos 11
y 12 del CPACA, lo cual tuvo como consecuencia directa y trascendente
la desintegración del quórum deliberatorio y decisiorio establecido en
el artículo 29 de sus estatutos, por lo que se demostró también su
incidencia en el acto acusado.

53
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: [El] disenso [se refleja] a través de la ponencia que [se


presentó] dentro del vocativo de la referencia, frente a los puntos en
que no hubo consenso, particularmente respecto del alcance de las
supuestas recusaciones presentadas en el caso concreto, y que fue
derrotada por la mayoría en ese aspecto determinante para el sentido
de la decisión finalmente adoptada, que en criterio [de quien salva
voto] debió ser denegatoria de las pretensiones, y también a partir de
razones que había previsto fueran objeto de aclaración en caso de que
ese proyecto fuera acogido en su integridad. (…). Pues bien, como se
evidenció de los antecedentes jurisprudenciales transcritos, lo
primero a develar es si cada uno de esos tres escritos cumplía con las
exigencias propias de una recusación, para que, en tal sentido, les
fuera predicable el trámite consagrado en el artículo 12 del CPACA,
echado de menos por la parte actora, pues, de descartarse la
verificación de tales formalidades, por sustracción de materia,
quedarían sin piso los reproches relacionados con el trámite
recusatorio que, en su sentir, debía agotarse. En caso contrario,
convendría su evaluación. Así, entonces, sobre este supuesto debe la
Sala examinar la existencia de los siguientes elementos: (i) recusante,
(ii) recusado y (iii) carga argumentativa y eventual respaldo probatorio.
(…). Ello, teniendo presente que la falta de palabras sacramentales no
puede llevarse al plano de un exceso ritual, pues lo que importa es
que, en efecto, la solicitud cumpla con las formalidades debidas.
Sobre este tercer aspecto, es menester recordar que corresponde a
las “Las razones por las que se estima que respecto de aquél existe
un conflicto entre el interés particular y el general, las cuales deben
estar encaminadas a ilustrar jurídica y probatoriamente si es del caso,
la configuración de las causales de impedimento legalmente
establecidas”. El escrito que se presente en sede administrativa debe
cumplir con la debida fundamentación jurídica y adecuación a una
causal taxativa de recusación. Así, se precisa de la exposición de los
supuestos fácticos y respaldo probatorio en los que se funda la
recusación, pero también de la demostración jurídica de por qué los
hechos anunciados dan lugar a la configuración de determinada
causal de impedimento o recusación. (…). Ante la imposibilidad de
prever todo el espectro de situaciones sobrevinientes que pueden
enfrentar el interés público y el particular, la primera parte de la

54
norma en cita plantea un deber ético del servidor de manifestar
impedimento. Se trata de una cuestión objetivable, pero con origen en
el reconocimiento que realiza el propio implicado, y que abarca un
amplio campo de situaciones no detalladas en el precepto, pues puede
ser cualquier situación que genere la consabida tensión. El segundo
segmento de tal enunciado normativo permite que terceros realicen
el señalamiento de esos escenarios indeseables en el ejercicio de la
función administrativa (y por extensión también de la electoral), pero
los circunscribe a un grupo limitado de supuestos. (…). Las anteriores
disertaciones traen como condigna implicación jurídica que las 16
causales previstas en el artículo 11 del CPACA tienen carácter
enunciativo para el servidor que pueda estar incurso en un conflicto
de interés y esté en el deber de manifestarlo, pero son taxativas frente
al sujeto que pretenda hacerlas valer por vía de recusación. (…). Esto
es lo que explica el por qué un escrito que pretenda ser tomado como
una recusación debe cumplir con la expresión de las razones que
demuestren jurídica y probatoriamente la configuración de
determinada causal; pues no de otra forma se podría garantizar el
ejercicio del derecho de defensa y contradicción al recusado, dentro
de marco de un régimen normativo de interpretación restrictiva. (…).
[E]mpieza la Sala por el escrito presentado el 29 de octubre del año
2019 ante el Consejo Directivo de CORPORINOQUIA por el candidato
YUBER ANDRÉS SOLANO RÍOS. (…). En efecto, el escrito cuenta con la
plena identificación del autor: el señor Yuber Solano, identificado
como aparece al pie de su firma. Aunque en algunos apartes se
extienden acusaciones contra candidatos, también se recaba, de
manera algo accidentada, en el supuesto interés que asiste a los
gobernadores de Casanare, Boyacá, Cundinamarca, Arauca y Vichada,
así como a los alcaldes de los municipios de La Salina, Chámeza,
Fortul y La Primavera que integran el Consejo Directivo de
Corporinoquia. De esta forma es claro quiénes son los miembros
recusados. Groso modo, se les acusa a todos –verdad o no–, en
especial al gobernador de Casanare, de querer que sus “subalternos”
logren la dirección general de la corporación autónoma. Y en el caso
particular de los alcaldes de La Salina y Chámeza se dice que han sido
beneficiados con decisiones de la gobernación. Así se satisface el
componente fáctico de la carga argumentativa. En lo que tiene que ver
con la sustentación jurídica de la recusación se extrae el planteamiento
de un posible conflicto de interés en el caso de gobernador de Casaste
por la presencia de varios de sus subalternos entre los candidatos,
por lo que puede decirse que al respecto se encuentra satisfecha

55
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

dicha exigencia. Aunque no puede decirse lo mismo de los otros


gobernadores a los cuales se hizo extensiva, pues brilla por su
ausencia toda explicación al respecto. Aunque no se invoca alguno de
los 16 supuestos específicos del artículo 11 del CPACA, se acude a las
previsiones del artículo 40 de la Ley 734 de 2002. (…). Ergo, se satisface
el componente jurídico de la carga argumentativa que debería estar
presente en un escrito de recusación. Por otro lado, en torno a la
refrendación probatoria de sus afirmaciones, se tiene que esta
corresponde a una carga que depende de las particularidades de cada
caso, debido a si su conformación puede o no conllevar una carga
desproporcionada para los recusados y los encargados de resolver
sobre el punto. (…). De lo explicado se tiene que, a dicho libelo, podía
asignársele carácter de recusación, y en tal sentido, debía imprimírsele
el trámite correspondiente, sin que ello implicara su remisión al
Procurador General de la Nación, pues no hubo afectación del quorum,
en tanto el voto del entonces gobernador de Casanare no afectó las
mayorías requeridas para la deliberación. Y aunque su participación
en la elección de la demandada fue contraria a derecho carece de la
incidencia para enervar el resultado electoral, dado que fue apenas 1
de los 13 votos totales que obtuvo la señora BERNAL CÁRDENAS.
Prosigue la Sala con el escrito presentado por la señora LARITZA
PÁEZ MARTÍNEZ el 30 de octubre de 2019 ante el Consejo Directivo de
Corporinoquia. (…). Del texto transcrito se desprende sin mayor atisbo
de duda la identificación del recusante. Se trata de la señora Laritza
Páez, identificada como aparece al pie de su firma. También es
explícito el señalamiento de los consejeros directivos recusados. La
acusación recayó sobre 10 miembros, discriminados en 4
gobernadores y 4 alcaldes, cada uno de ellos junto con sus respectivos
delegados, así como 2 delegados de las ONG. (…). Se puede decir que
el consabido escrito satisface el componente fáctico de la carga
argumentativa predicable de una recusación, pues es preciso en los
hechos que darían lugar al conflicto de interés. Ahora, en relación con
la fundamentación jurídica del petitorio, se aprecia que se limita a
señalar que “el sustento normativo es el numeral 1°, 4°, 8° 15°, 16°
del artículo 11° de la ley 1437 de 2011”. Lo que no significa que por
ese solo hecho se pueda entender que hubo incumplimiento del
requisito. Para la Sala, esa simple mención de la norma puede tomarse
como el cumplimiento de la denotada exigencia, siempre que a partir
de ella sea dable extraer el tomando en cuenta que el régimen de las
recusaciones es taxativo y de interpretación restrictiva. No puede
asumirse con laxitud el abordaje de este requisito. Cuando se cuestiona

56
la probidad de un trámite eleccionario y su trascendencia de cara a la
nulidad electoral, no puede haber ligereza. De tal manera que debe
existir una verdadera fundamentación jurídica y no una apenas
aparente. Así mismo, no puede pasarse de lado que no se trata de una
recusación colectiva, sino de 10 recusaciones contenidas en un mismo
escrito, por lo que se debe cumplir la fundamentación jurídica respecto
de cada recusado, especialmente si se tiene en cuenta que frente a
cada uno se alegó un supuesto fáctico independiente. (…). No es fácil
colegir si las cinco causales aplican de manera general a todos los
recusados, o si a cada uno de ellos le es aplicable una o varias
causales, lo que se complica aún más si se considera que en un solo
numeral puede haber más de una hipótesis –como es el caso, por
ejemplo, de ser (i) representante, (ii) apoderado, (iii) dependiente, (iv)
mandatario o (v) administrador de los negocios del servidor elector–.
Con todo, bajo un estricto ejercicio de adecuación e interpretación en
clave de prevalencia de lo sustancial sobre la formal, ponderando las
garantías del solicitante y de los recusados. (…). En suma, bajo la
intelección más laxa posible de la consolidación de la fundamentación
jurídica propia de la carga argumentativa de una recusación, solo se
cumpliría frente a 4 de los 10 miembros del Consejo Directivo
censurados –conformado por un total de 16 integrantes–, desde la
perspectiva de la señora Laritza Páez, bajo el señalamiento de haber
amistad entre aquellos y determinados candidatos admitidos dentro
del procedimiento eleccionario que se cuestiona, pues en los demás
eventos que ella mencionó no resulta trivial la subsunción respecto
de “… el numeral 1°, 4°, 8° 15°, 16° del artículo 11° de la ley 1437 de
2011” que se enunció. En este punto de las consideraciones, la Sala
estima importante dilucidar que los reproches dirigidos contra
mandatarios locales por vínculos jurídicos verticales entre algunos de
sus pares, como sería el caso de los gobernadores respecto de los
alcaldes de dirigen los municipios de sus respectivos departamentos
o de las ONG que se integran jurídicamente a organismos de
determinados entes territoriales, más que “recusaciones” propiamente
dichas, entrañan una manifestación velada de inconformidad con el
diseño institucional del consejo directivo de la corporación autónoma,
aupada en los grados funcionales de coordinación administrativa
prefijados en la Constitución y la ley que en manera alguna puede, por
ese solo hecho, suponer la suspensión de un determinado trámite
eleccionario, a menos que medien verdaderos motivos personales en
la relación interpersonal que se acusa. Para la Sala no es posible
considerar que corresponde a una recusación la parte de los reproches

57
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

que tienen que ver con la composición del Consejo Directivo de


Corporinoquia fundada en la relación funcional que involucra a
alcaldes y gobernadores por el hecho de compartir responsabilidades
sobre determinado territorio y por la exigencia de proyectos de una
persona jurídica con asiento en ese colegiado, pues en todos esos
casos su participación es imperativa por ministerio de la ley y los
estatutos, sobre cargos y dignidades en abstracto, independientemente
de quien las ocupe. Finalmente, respecto del acatamiento del requisito
de refrendación probatoria de las recusaciones antedichas es
menester precisar que esta corresponde a una carga que depende de
las particularidades de cada caso, debido a si su verificación puede o
no conllevar una carga desproporcionada para los recusados y los
encargados de resolver sobre el punto. (…). De cualquier modo, con
necesidad de pruebas o no, tampoco sería posible concluir que se
debió suspender el trámite eleccionario, recuérdese que solo 4 de las
10 recusaciones formuladas por la señora Laritza Páez podrían
cumplir con la claridad de recusante, recusado y carga argumentativa:
gobernador de Vichada (Álvarez) y delegado, alcalde de la Primavera
(Silva) y delegado, alcalde de Fortul (Pastrana) y delegado, y el
representante de ONG Luis Ramírez. Pues bien, de estos consejeros
directivos, de los cuales se acusó la existencia de amistad con
aspirantes a la dirección de Corporinoquia, es menester precisar que
el único que votó en la sesión del 30 de octubre de 2019 para dicha
designación fue el gobernador de Vichada, pues, por un lado, el alcalde
de La Primavera estuvo ausente y, por el otro, el alcalde de Fortul y el
Representante de ONG Luis Ramírez se abstuvieron de votar bajo la
idea de tomarse los cinco días del artículo 12 para pronunciarse sobre
la “recusación”. Esto implica que, de los 13 votos que finalmente
obtuvo la demanda DORIS BERNAL CÁRDENAS, solo podría verse
afectado 1, con lo cual no se mermaría la mayoría o quorum requerido
para su elección que, se recuerda, era de 9 votos. En ese orden de
ideas, es claro que el hecho de que frente a estos 4 miembros no se
hubieran cumplido con todo rigor las etapas que echa de menos la
parte demandante podría haber supuesto una irregularidad, en el
mejor de los casos pasible de control a través de otros escenarios
distintos al vocativo de la referencia, pero no un yerro con la entidad
suficiente para producir la nulidad electoral. Para terminar, se ocupa
la Sala del escrito radicado por la señora MARÍA FLORANGELA
IZQUIERDO RODRÍGUEZ. (…). Para esta Sala lo anterior no constituye
formal ni materialmente una recusación. Es evidente que se trata de
un memorial inserto en el derecho fundamental de petición, en el que

58
se pide el aplazamiento de la elección por presuntas irregularidades,
y se anuncia la presentación a futuro de ciertas recusaciones. En tal
sentido, debía ser atendido bajo las glosas del artículo 23 Constitucional,
desarrolladas por los artículos 13 y siguientes del CPACA, sustituidos
por la Ley 1755 de 2015; que difieren notoriamente en su alcance y
efectos respecto de las premisas del artículo 12 ejusdem, cuya
aplicabilidad queda descartada. En retrospectiva, ninguno de los tres
escritos a los que hace alusión la parte demandante (Yuber Andrés
Solano Ríos, Laritza Páez Martínez y María Florángela Izquierdo
Rodríguez) cumplía con las exigencias decantadas por la jurisprudencia
de esta Sección para ser tramitados como una recusación. Por tal
motivo, resulta inane para esta Sala Electoral del Consejo de Estado
adentrarse en los pormenores de las actuaciones que se extrañan o
censuran en el libelo (traslado a los recusados, falta de competencia
del Consejo Directivo, ausencia de quorum, extensión de los
señalamientos a los delegados de los mandatarios locales o remisión
al Procurador General de la Nación), pues es claro que tales misivas
carecían de la vocación necesaria para provocar la suspensión del
trámite eleccionario o para obligar la evacuación de un trámite
dispuesto para las recusaciones. (…). Resta decir que tal conclusión no
muta por el hecho que a la recusación en contra del delegado del
gobernador del departamento de Casanare, señor JOSÉ ANDRÉS
ÁLVAREZ SIERRA del 14 de octubre del año 2019 y del señor CRISTHIAN
ARMANDO GUTIÉRREZ GAONA de 22 de octubre del año 2019, y que
fueron resueltas a través de los Acuerdos 200-3-2-19-003 del 18 de
octubre del año 2019 y 200-3-2-19-004 del 25 de octubre del año
2019 hayan sido sujetas a traslados y otro tipo de pronunciamientos.
Esto, habida cuenta de que más allá de lo resuelto administrativamente
en oportunidades pretéritas, el cuestionamiento en sede contenciosa
deriva del trámite impartido a los escritos radicados por los señores
Yuber Andrés Solano Ríos, Laritza Páez Martínez y María Florangela
Izquierdo, respecto de los cuales, se concluyó que no les correspondía
la cuerda del artículo 12 del CPACA. Visto así, la Sección Quinta del
Consejo de Estado estima que los reparos que apuntan a la presunta
existencia de vicios en el trámite de estas tres recusaciones no están
llamados a prosperar y, por tanto, será desestimada la solicitud de
nulidad electoral en cuanto a ello depende. (…). En vista que ninguno
de los planteamientos examinados en el sub lite tiene vocación de
prosperidad, por cuanto (i) no se acreditó la existencia de un conflicto
de interés, (ii) una irregularidad en el trámite de recusaciones, (iii) una
falsa motivación derivada de la participación del asesor del gobernador

59
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de Casanare en la sesión de elección, (iv) un incumplimiento del


requisito de experiencia relacionada por parte de la demandada, (vii)
o un sobredimensionamiento de su calificación que condujera a
desvirtuar la presunción de legalidad que recae sobre el acto de
designación de DORIS BERNAL CÁRDENAS como directora de
Corporinoquia (período 2020-2023), contenido en el Acuerdo 200-3-2-
19-005 del 30 de octubre del año 2019 emanado del Consejo Directivo
de dicha entidad, la Sala denegará la solicitud de nulidad electoral
formulada por los señores ANDRÉS RICARDO SÁNCHEZ QUIROGA
(rad. 2019-00061 y 2019-00062) y GONZALO RAMOS ROJAS (rad.
2019-00089).

TESIS 2: A raíz de la violación de las disposiciones invocadas en la


solicitud de medida cautelar presentada dentro del proceso 2019-
00061, surgida del análisis del acto demandado y su confrontación con
las normas superiores invocadas como violadas o del estudio de las
pruebas allegadas con la solicitud, se decretó la suspensión provisional
de los efectos del acto acusado mediante auto del 12 de diciembre de
2019, que la Sala resolvió no reponer en proveído de 6 de febrero de
2019. [C]omo se explicó en acápites anteriores de este salvamento de
voto, la Sección Quinta empezó a examinar la viabilidad de examinar
aspectos propios, ya no de la existencia, sino del contenido de ese tipo
de escritos, a fin de establecer si cualquier escrito que recibiera tal
denominación podía encaminarse a señalar y producir el estudio de un
eventual conflicto de intereses por parte de los servidores encargados
de realizar la designación correspondiente. (…). Se trata un marco
jurídico que no se encontraba disponible para la Sala al momento
de proferir el auto del 12 de diciembre de 2019, que el colegiado no
repuso en proveído de 6 de febrero de 2019. Sin embargo, como lo
impone el inciso segundo del artículo 229 del CPACA, la decisión sobre
la medida cautelar no implica prejuzgamiento. Es precisamente en este
tipo de escenario que en el ámbito jurisdiccional se pueden replantear,
ampliar, revaluar o profundizar sobre aspectos que fueron evaluados
en una etapa precaria del proceso, en este caso, en el vértice inicial del
proceso contencioso electoral, pero que con las probanzas y nuevas
razones que han aparecido a lo largo del mismo dan lugar a que la
mirada que recae sobre el mismo refleje un enfoque que conduzca a
conclusiones distintas. Como puede verse, este giro jurisprudencial de
la Sección Quinta imponía que el tema del trámite de las recusaciones
no solo se examinara a la luz de las actuaciones que debieron surtirse
en el seno del Consejo Directivo de Corporinoquia, en los términos en

60
los que valga recordar fue mirada la suspensión provisional del proceso
2019-00061, sino que además, se imponía revisar si, en efecto, los
escritos de los cuales se predica ese efecto cumplían con las exigencias
desarrolladas en los nuevos planteamientos de esta Sala Electoral.
Aunado a lo anterior, se aprecia que la contradicción surtida frente al
mecanismo precautelativo, ab initio, gravitó en torno a las supuestas
falencias de la solicitud de suspensión provisional de los efectos del
acto acusado en el expediente 2019-00061, de tal manera que, la Sala,
además del contexto de la pura existencia del escrito de “recusación”,
consultó que la defensa efectuada por la contraparte se estructuró.
(…). Solo con las contestaciones a las demandas, en el traslado de
pruebas y en la fase de alegaciones, según se resumió en el acápite de
antecedentes de la ponencia derrotada y de la acogida por la mayoría
se trabó parte de la litis en torno a la exigencia de formalidades en
los escritos de recusación, al punto de que le fueran predicables la
identificación de recusante y recusado, así como fundamentación
fáctica, jurídica y probatoria, a la luz de la nueva jurisprudencia de
la Sección Quinta del Consejo de Estado, aspectos que, al delimitar
los contornos de la fijación del litigio necesariamente tenían que ser
diferidos al fallo, en el que se pudiera realizar, como en efecto debía
realizarse, uno estudio pormenorizado de los escritos radicados ante
el Consejo Directivo de Corporinoquia por los señores Yuber Andrés
Solano Ríos, Laritza Páez Martínez y María Florángela Izquierdo
Rodríguez, que permitiera a la Sala Electoral arribar a la conclusión
de que ninguno de los tres cumplía con las exigencias decantadas
por la jurisprudencia de esta Sección para ser tramitados como una
recusación. Las dos primeras, esencialmente, por falencias en la
fundamentación jurídica y probatoria; y la tercera por la naturaleza
explícita y material de la solicitud subyacente, según se detalló en el
capítulo 2.4.3. de la ponencia derrotada. (…). Así, entonces, fue el amplio
debate y posterior examen judicial sobre el alto volumen de aspectos
y elementos fácticos y jurídicos en torno a los cuales gravitó la causa
los que debían conducir a despachar desfavorablemente en esta
sentencia los cargos relacionados con el trámite de las recusaciones,
especialmente por los virajes que tuvo la jurisprudencia de la Sección
en los que se introdujo la revisión de los aspectos formales de ese tipo
de escritos para dimensionar su capacidad de producir los efectos del
artículo 12 del CPACA. Tal teoría, se itera, no era exigible al momento en
el que se definió la referida suspensión provisional de los efectos del
acto administrativo, que, tal y como se explicó en el acápite 2.4.3. del
presente proveído, se remitía a la suspensión del trámite eleccionario,

61
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

remisión al Procurador General de la Nación y demás actuaciones


subsecuentes a la afectación del quorum del órgano elector, bajo la
consideración pura del mencionado precepto, en especial bajo las
directrices impartidas en los pronunciamientos de 23 de junio de 2016
y del 9 de marzo de 2017 de esta Sección que se decantaron en un
contexto de mera existencia de la recusación, y no de cumplimiento de
formalidades. (…). Esas nuevas consideraciones, aunadas a la revisión
meticulosa de las pruebas obrantes en el plenario, en especial los
escritos presentados por los señores Yuber Andrés Solano Ríos, Laritza
Páez Martínez y María Florángela Izquierdo Rodríguez con los que se
pretendió cuestionar la objetividad de varios miembros del consejo
directivo de Corporinoquia, y la contradicción dada en la contestación
de la demanda y demás fases subsiguientes al traslado de la medida
cautelar ordenado ab initio debían conducir a la Sala a replantear la
posición adoptada en el auto 12 de diciembre de 2019 contentivo de la
suspensión provisional dictada en el expediente 2019-00061, que este
colegiado resolvió no reponer en proveído de 6 de febrero de 2019,
que, aunque ajustada a derecho por haber sido resuelta bajo la égida
del marco normativo y jurisprudencial vigente para ese momento,
merecían ser revaluadas, sobre la ausencia de prejuzgamiento y
la existencia de nuevos elemento de rigor, como la verificación de
aspectos formales de los escritos de recusación, que, en este punto
de la discusión, resultaban desfavorable a las pretensiones de nulidad
electoral y afines a la legalidad del acto de elección censurado. Ello,
desde luego, aunado a la falta de prosperidad de los demás cargos
de las demandas, examinados en acápites precedentes, que no fueron
sustento de la medida cautelar reseñada en el actual capítulo, pero que
también se apostaban a la denegación de las pretensiones contenidas
en dichos libelos.

TESIS 3: Tal y como [se ha] venido expresando en las aclaraciones


de voto presentadas dentro del trámite de otros procesos en los
que se ha cuestionado el trámite de las recusaciones al interior de
las Corporaciones Autónomas Regionales, contrario a lo defendido
por la Sala mayoritaria, [se estima] conveniente señalar que, en todo
caso, aun cuando las examinadas dentro del proceso de la referencia
hubieren correspondido a verdaderas recusaciones –que, como se
demostró, no lo eran– la adecuada interpretación del contenido del
artículo 12 del CPACA imponía, bajo la lectura de la jurisprudencia
de esta Sección que fue transcrita en la sentencia frente a la que
[se aclara] el voto, que en el evento de su presentación ante algún

62
funcionario se debía suspender el procedimiento adelantado y no
podría participar ni siquiera actuar para resolver otros impedimentos,
tesis que habría atendido por ser la postura aceptada por la mayoría
de la Sección, pero que no [se comparte] por las razones que [se
pasan] a exponer. En mi criterio, el que dicho precepto imponga
suspender la actuación administrativa no conlleva la prohibición de
que los recusados participen de la resolución de otras recusaciones
siempre y cuando las causales y los fundamentos no lo involucren
su particular caso. (…). Considero que la suspensión de la actuación,
ante la presentación de impedimentos o recusaciones, no implica la
imposibilidad del funcionario –impedido o recusado– para participar
en la resolución de dichas situaciones cuando recaigan en funcionario
diferente, claro está, siempre y cuando la causal y los fundamentos
fácticos no guarden relación con su particular caso porque cuanto
en este evento estaría resolviendo su propia situación. En el trámite
eleccionario en cuestión no se advirtió la existencia de una etapa
prevista para la resolución de impedimentos y recusaciones, lo cual
es perfectamente entendible porque dicha circunstancia no hace
parte del procedimiento administrativo electoral porque en realidad
es ajena a la misma, pues guarda relación con los funcionarios que
intervienen en su curso y no con la finalidad de designar al director
general de la Corporación Autónoma Regional. Prueba de lo anterior
es que las causales de impedimento y recusación guardan íntima
relación con el funcionario y sus particulares situaciones. (…). Nótese
que cuando la norma refiere al adelantamiento o sustanciación de
actuaciones, es lo propio concluir que se alude a todas las etapas
necesarias para culminar con la designación, es decir, no es dable que
el funcionario recusado o quien manifieste su impedimento, a pesar
de esta circunstancia continúe en el desempeño de sus funciones
al interior del procedimiento, o en palabras del legislador lo siga
sustanciando. Considero que de la lectura adecuada del contenido
del artículo 12 del CPACA se desprende que lo correspondiente a la
resolución de impedimentos y recusaciones no guarda relación con
el adelantamiento o la sustanciación del proceso iniciado para elegir
director de la corporación autónoma, pues se trata de un trámite si
se quiere accesorio, al punto que ante la falta de regulación por parte
de la respectiva autoridad administrativa, es necesario acudir a lo
dispuesto en este materia por la Ley 1437 de 2011. (…). Así las cosas,
cuando el artículo 12 del CPACA dispone la suspensión de la actuación
administrativa, dicha disposición lo que realmente impone es que el
funcionario que manifieste su impedimento o sea recusado, se aparte

63
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de las sesiones y actuaciones previstas para la respectiva designación,


pues se considera que recae sobre él alguna circunstancia que impone
que no pueda hacer parte del colegiado que debe adoptar dicha
designación. Sin embargo, no es posible extender dicha suspensión
al trámite de las recusaciones e impedimentos, pues, se itera, es una
circunstancia que, si bien acaece durante el curso del procedimiento
eleccionario, en realidad no hace parte de las actuaciones que deben
adelantarse para tal finalidad. Es por lo anterior que [se considera] que
no es ilegal que un funcionario recusado intervenga en la sesión en la
que se discuta y decida otra recusación, insisto, siempre y cuando la
causal y la situación fáctica expuesta no guarde relación con la que
cursa en su contra, pues en esas circunstancias claramente deberá
ser apartado, pero no en razón del trámite previsto en el artículo 12
del CPACA, sino porque su situación al asimilarse a la que será decida
puede devenir en la ocurrencia de un posible conflicto de intereses.
Entonces, en mi criterio, el artículo 12 del CPACA no lleva a que el
funcionario recusado no pueda conocer y resolver otra recusación o
impedimento, con la salvedad antes expuesta, pues en realidad limita
su actuación a las actividades propias y establecidas dentro de la
actuación administrativa tendiente a la designación de que se trate.

TESIS 4: Lo primero que [se debe] destacar es que, entre otras


razones, por las vertidas en la ponencia que fue derrotada (…)
y ampliadas en otros acápites de este salvamento de voto, [se
estima] que ninguno de los tres (3) escritos examinados por la
Sala en el fallo del proceso de la referencia, presentados por los
señores Yúber Andrés Solano Ríos, Laritza Páez Martínez y María
Florángela Izquierdo Rodríguez para cuestionar la objetividad
de los miembros del consejo directivo de Corporinoquia, a la luz
de la nueva jurisprudencia de la Sala, podía ser considerado una
“recusación” en estricto sentido. Más allá de que las providencias de
los órganos colegiados constituyen construcciones colectivas, es lo
cierto que la sentencia signada en el caso de la referencia solo varió
parcialmente el estudio sobre el trámite de las recusaciones y, en lo
demás, solo efectuó algunos ajustes a la ponencia presentada por
la suscrita. Por tal motivo, me concentraré en ese punto diferencial.
Sin pretender la exhaustividad de disertaciones precedentes de este
escrito, me resulta imperioso señalar que la flexibilización de las
formalidades exigidas para las recusaciones –cuya observancia
nació con los recientes virajes jurisprudenciales de la Sección
Quinta descritos párrafos atrás– constituye una violación al derecho

64
de defensa de los recusados. Contrario a lo aceptado por la mayoría,
sí debe haber adecuación precisa en una causal de recusación (bajo
lo que se describió como criterio de fundamentación jurídica del
escrito) y acompañarse del respectivo respaldo probatorio, porque,
de lo contrario, las afirmaciones que en ellas se vierten, pasarían
a convertirse en meras opiniones, vagamente presentadas que
obligarían a los recusados a enfrentarse a una suerte de cuestionario
de si o no. No puede considerarse que con solo narración de hechos
sea posible recusar. Tampoco basta que se diga simplemente
que hay un conflicto de interés o que este no se aterrice bajo los
ingredientes específicos de una causal taxativa, pues todo el régimen
de impedimentos y recusaciones está basado en eso. De hecho, la
causal 1 del artículo 11 del CPACA, que traigo a manera de ejemplo,
replica el supuesto de “conflicto de interés” en abstracto, pero
acompañado de aditamentos, que terminan siendo la causal en sí
misma, como es el caso de su connotación de “directo” y “personal”.
La recusación debe explicar por qué es “directo” y “personal” el
conflicto, o por qué se aviene a cualquier otra de las 15 causales,
para garantizar su seriedad y que no se convierta en un instrumento
de entorpecimiento de los procedimientos electorales o que, bajo
su égida, se pueda hilar cualquier tipo de narrativa que atente
contra la celeridad y transparencia de la elección. Mucho menos
se puede llegar a ese límite de flexibilización cuando, como en el
caso concreto, quienes formulan tales acusaciones son los mismos
candidatos a ocupar el cargo de director general de la Corporación
Autónoma Regional, a quienes no les cabe el superficial argumento
de que cualquier persona puede presentar una recusación, pues
precisamente, como se tuvo que observar al destrabar otro de los
puntos de la litis, dicha dignidad requiere de un perfil profesional
con alta experiencia y capacitación, que no resulta en absoluto
incompatible con la exigencia de fundamentación fáctica, jurídica y
probatoria de una solicitud. Ahora, el hecho de que alguien externo
al proceso de convocatoria pueda presentar una recusación para
el acto de nominación cuestionado –que no es el caso del sub
judice–, constituye una hipótesis que debe ser mirada con sumo
cuidado, pero que en todo caso tampoco se opone a la presunción de
legalidad de las actuaciones de quienes están investidos de función
administrativa y electoral, y a la exigencia de cierto rigor al momento
de pretender separar temporalmente de su ejercicio al servidor o
consejero dispuesto por mandato del legislador para elegir al
director de la corporación.

65
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 5: Aunque no [se plasmó] en la ponencia que en últimas resultó


derrotada por respeto a la postura mayoritaria y a la jurisprudencia
en vigor de la Sección, en todo caso, y en una opinión muy personal,
sea esta la oportunidad para señalar que la Sala debería rectificar su
postura sobre el alcance de las recusaciones (suspensión de trámite y
eventualmente, traslado al jefe del Ministerio Público) en los procesos
eleccionarios en las CAR y en otro tipo de organismos autónomos, por
presentar visos de incompatibilidad con su naturaleza democrática. Lo
anterior, lógicamente, bajo las cargas de transparencia y suficiencia
que derivan de la jurisprudencia constitucional y de la aplicación
directa del artículo 103 del CPACA. (…). [E]l asunto debería resolverse,
en este plano de análisis de componentes que finalmente terminan
evaluando aspectos subjetivos, de cara a circunstancias de elegibilidad
de los candidatos, y no de idoneidad de los electores. En la práctica,
la tesis actual de la Sala no ha tenido más que repercusiones en los
estudios de nulidad electoral que se han efectuado. Empero, estimo
que el asunto se tornaría de mayor complejidad cuando, por el poder
que indirectamente se le está confiriendo a quien ocupe el cargo de
Procurador General de la Nación, alguna vez, tal funcionario haga
prosperar una de aquellas en las que hubo afectación del quorum
de la CAR. La dificultad, ante una eventualidad de esas, surgiría en
torno al planteamiento sobre quién pasará a ser el nominador en la
CAR, teniendo en cuenta que, en esos casos, la de remisión aplicada
(art. 12 CPACA) señala que el mismo Procurador General designa
al remplazo del funcionario recusado, pero no precisa cuál será su
baraja de opciones. También desde un punto de vista muy personal, [se
observa] que en estos escenarios se debería propender por la máxima
libertad electoral, lo que, desde luego, implica empezar a reconocer
el “interés electoral” como algo natural en la contienda, pues es claro
que la conformación misma de las corporaciones autónomas, que se
da por instrucción expresa del legislador, responde a una cuestión de
representación de intereses. No en vano sus integrantes provienen de
todo tipo de sectores: gobernaciones, alcaldías, ESAL, comunidades
étnicas, minorías, etcétera. Entender lo contrario supondría, a la larga,
promover limitaciones a las posibilidades de acceso a cargos de
personas que, por cualquier motivo, necesariamente tuvieran que verse
representadas en alguien con asiento en la CAR, y por la misma razón
prohijar el veto al nominador, cuando precisamente el conocimiento
personal del candidato que se inscribe en una convocatoria pública
podría ser un criterio de la sindéresis intrínsecamente reconocida por
el legislador de 1993. Se trataría de una cuestión de diseño institucional

66
que no se puede soslayar. Por eso, cualquier violación a las reglas de
democracia, probidad, transparencia o exceso en la representación
de intereses debería ser ventilada en la nulidad electoral, y no por lo
que podría ser una equivocada vía de las recusaciones que ha venido
defendiendo la Sala, con un efecto impredeciblemente complejo,
teniendo en cuenta que los nominadores son un elemento fijo de
la ecuación, y que los aspirantes son precisamente el alea sobre el
que se ha erigido el impulso de la teoría de aplicación del régimen
de recusaciones en casos como el de la referencia. En los anteriores
términos [se deja] presentado [el] salvamento de voto.

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: [U]no de los requisitos de los escritos de recusación consiste


en que debe mencionar las razones por las que se estima, en ese caso
en concreto, existe un conflicto de intereses, las cuales deben estar
encaminadas a ilustrar tanto fáctica como jurídicamente la causal de
recusación invocada. De manera, que no basta con limitarse a invocar
una casual o a hacer afirmaciones genéricas para que se entienda
que la recusación está debidamente fundamentada, sino que, se
insiste, debe tener una carga argumentativa suficiente que permita
no solo su estudio de fondo, sino que garantice el derecho de defensa
y de contradicción del recusado, ya que solo al saber exactamente
las razones de la recusación puede defenderse debidamente. (…). [Se
resalta que mediante el presente escrito se aparta] del estudio de
algunos aspectos de las recusaciones presentadas por los señores
Yuber Andrés Solano y Laritza Páez Martínez. (…). Al respecto considero
que si bien la recusación puede entenderse debidamente presentada
en contra del gobernador de Casanare, puesto que se indicó que los
candidatos Humberto Alirio Martínez Pérez, Leonardo Barón Pulido,
Danitza Paola Toca Tibaduiza, Héctor Manuel Barbosa Sarmiento,
Camilo Adalberto Montagut Fernández, Doris Bernal y María Nidian
Larotta Rodríguez eran sus subalternos en la Gobernación y que por
tanto el recusado podía tener un conflicto de intereses, no ocurre lo
mismo en relación con la recusación presentada en contra de los
alcaldes de La Salina y de Chámeza. (…). Además debe decirse que los
alcaldes tienen silla en el Consejo Directivo por ley, razón por la que
no pueden traerse como argumentos de una recusación, funciones
propias del cargo como dirigentes de los municipios, y mucho menos

67
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

las relaciones que tienen con el respectivo departamento. (…). Así


las cosas, esta recusación solo puede tenerse como presentada en
contra del Gobernador de Casanare, puesto que solo cumplió los
requisitos de la debida fundamentación en relación con este miembro
del Consejo Directivo y no frente a los demás. (…). Sin embargo no
[se comparte] el estudio frente a las siguientes recusaciones: 1.
Recusación contra Bernardo Pérez Fonseca – alcalde de Chámeza: se
alegó una inversión de recursos que hizo el gobernador de Casanare
en ese municipio, la cual asciende a 22.000 millones, así como 3.600
millones transferidos al municipio para la construcción de una
cancha de fútbol. Estas afirmaciones no cumplen con el requisito de
una verdadera carga argumentativa porque las transferencias que
se hagan del departamento a los municipios obedecen a aspectos
objetivos propios del funcionamiento del municipio. 2. Recusación
contra Reynaldo Emel Chaparro Díaz -alcalde de La Salina: porque
el departamento lo apoyó con proyectos por lo que el gobernador de
Casanare es dueño de ese voto. Al igual que la anterior recusación,
no se encuentra debidamente justificada puesto que el hecho de que
el departamento apoye al municipio, no evidencia algún conflicto de
interés. 3. Frente a estas dos recusaciones debe tenerse en cuenta
que, como se dijo con antelación, tanto los gobernadores como lo
alcaldes tienen silla por disposición legal en los Consejos Directivos
de las respectivas Corporaciones, razón por la que no puede pretender
recusarlos por gestiones propias de sus funciones, como ocurre en
este caso, puesto que se reitera, tales miembros pertenecen por
disposición legal a esas corporaciones. 4. Recusación contra Luis
Carlos Álvarez Morales – gobernador del Vichada: se alegó que tenía
compadrazgo y amistad con el candidato Carlos Alberto Sandoval
Jerónimo por ser oriundo del Vichada y porque su familia reside allá y
tiene contratos con el departamento. Esta recusación no se encuentra
debidamente presentada, puesto que el solo hecho de haber nacido en
un lugar no genera una amistad entrañable y además no se especificó
cual de los familiares tiene contratos con el departamento y por qué
eso implica un posible conflicto de intereses. 5. Lenin Pastrana Verjel
– alcalde de Fortul: se dijo que varios de los candidatos son oriundos
del departamento de Arauca y que Eddi Yovanny Millán y Edwin
Alejandro Sarmiento son amigos íntimos del elector, con lo que se
afecta la imparcialidad. Esta recusación no se encuentra debidamente
presentada puesto que no existe una amistad por el hecho de nacer
en el departamento y tampoco se exponen las razones por las que el
recusado podría tener una amistad entrañable con los señores Millán

68
y Sarmiento. 6. Luis Francisco Ramírez Contreras – ONG Corporación
ITGA: se alegó que es amigo entrañable de los candidatos Yovanny
Millán y Edwin Alejandro Sarmiento y ha celebrado diversos contratos
con la gobernación de Arauca a través de su ONG. Esta recusación
tampoco se tiene como debidamente presentada puesto que no
menciona los contratos suscritos, de manera que el recusado pueda
defenderse debidamente y tampoco las razones que dan cuenta de la
posible amistad entrañable. Se resalta que no basta con que se hagan
afirmaciones genéricas para tener por cumplido el requisito de la carga
argumentativa, sino que se recalca, se deben presentar las razones
fácticas y jurídicas necesarias, para garantizar el derecho de defensa
y contradicción. Así las cosas solo se pueden tener por debidamente
presentadas las recusaciones en contra de los gobernadores de
Casanare y Arauca y del alcalde de La Primavera, razón por la que
no se afectaba el quórum ni la elección de la demandada puesto que
el alcalde de La Primavera estuvo ausente el día de la elección, de
manera que si se le descuentan los dos votos de los gobernadores
recusados, la demandada en todo caso hubiera obtenido 11 votos, y
por tanto no habría lugar a declarar la nulidad de su elección. En estos
términos [se deja expuesto el] salvamento de voto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 33
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
93 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 209 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 264 / CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO
8 / CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO 23 NUMERAL
1 Y 2 / CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO 30 /
CONVENCIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS CONTRA LA CORRUPCIÓN – ARTÍCULO
5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 11 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 13 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 275 / LEY 734 DE 2002 – ARTÍCULO 40 / DECRETO 1083 DE 2015 –
ARTÍCULO 2.2.2.3.7 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.2.3.8 / DECRETO
3685 DE 2006 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.4.1.21 / LEY 99 DE 1993
/ LEY 1263 DE 2008

69
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA LA ELECCIÓN DEL DIRECTOR


GENERAL DE CORMACARENA, RECUSACIÓN CONTRA MIEMBROS
DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, COMPETENCIA DE
LOS MIEMBROS DEL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL

EXTRACTO NO. 21

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00009-00 (2020-00025-00 y


2020-00030-00)
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Néstor Arnulfo García Parrado y otros
DEMANDADO: Andrés Felipe García Céspedes – Director general
de la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible
del Área de Manejo Especial de La Macarena – CORMACARENA
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si el acto


de elección del director general de CORMACARENA, se encuentra
incurso en los vicios de nulidad de infracción a norma superior y
expedición irregular, en cuanto se aduce: i) que el acto de elección fue
expedido por un órgano cuya conformación desatendió los preceptos
contemplados en la Ley 1938 de 2018; ii) se desconocieron los artículos
11 y 12 del CPACA y 35 y 36 de los estatutos de la corporación en
relación con el trámite de las recusaciones; iii) se erigió el requisito de
la experiencia especifica conforme a una circular que ya no producía
efectos jurídicos; iv) se permitió que los rectores de las Universidades
de la Amazonía y Tecnológica de los Llanos actuaran ante el Consejo
Directivo bajo la figura de la delegación sin que la ley así lo permitiera;
v) se dio un indebido trámite a los recursos de apelación y queja que
se interpusieron en el marco de la resolución de las recusaciones;
vi) se inobservaron las normas estatutarias atinentes al quorum
deliberatorio y decisorio, el cual resultó afectado con ocasión de las
recusaciones; vii) se celebraron sesiones del Consejo Directivo sin que
entre una y otra hubiera transcurrido mínimo un plazo de 4 días, tal
como lo contempla el artículo 32 estatutario; viii) se omitió el acto de
posesión del representante de Asocolonos.

70
TESIS 1: La Constitución Política de 1991 dotó de autonomía a las
corporaciones autónomas regionales (art. 150 Numeral 7º), en razón
a su especial condición de organismos dedicados a la protección
del medio ambiente y los recursos naturales y a propender por la
materialización de un desarrollo sostenible frente a las diferentes
actividades económicas que ejecutan los particulares y el Estado. En
efecto, en cuanto a su configuración – entiéndase por ello su naturaleza
jurídica, funciones y estructura –, el texto superior defirió al legislador
la determinación de aquellas características inherentes a su esencia,
entre las que encontramos la autonomía administrativa consagrada
en el artículo 23 de la Ley 99 de 1993, conforme a la cual, entre otros
aspectos, le permite estructurar a los mismos entes autónomos la
forma de elegir a su director general, siempre en estricta sujeción
a los requisitos que fijó la ley. Precisamente, si bien el legislador
previó que el órgano que se encargaría de elegir al director general
sería el consejo de directivo, también lo es que se abstuvo de regular
con particular detalle el procedimiento administrativo al que debía
sujetarse dicho órgano al momento de cumplir con aquella potestad
electoral. Lo anterior, implica en la praxis que estos organismos tienen
la obligación de establecer el procedimiento, las etapas del mismo y
los términos para la provisión de este cargo directivo, salvaguardando
en todo momento que dicho proceso se lleve a cabo en condiciones de
igualdad y transparencia, con miras a seleccionar a la persona con las
mejores aptitudes humanas y profesionales para ocupar ese empleo.
No obstante, dicha potestad autorregulatoria, en muchos casos, se
agota con la estructuración de las diferentes fases que deben surtirse,
los mecanismos de contradicción procedentes, un cronograma para el
desarrollo del proceso etc. Quedando así, al margen de la regulación
estatutaria, otras situaciones que podrían presentarse en el trámite
del proceso de elección, tal como ocurre con el derecho que tiene
cualquier ciudadano o interesado en una actuación administrativa de
ejercer el mecanismo de la recusación en contra de cualquiera de
los integrantes del Consejo Directivo, aspecto que no tiene normativa
especial tratándose de este tipo de elecciones. Debido a lo anterior, la
Sección Quinta ha considerado que es plausible dar aplicación a los
artículos 11 y 12 del CPACA – que regulan la figura de la recusación –,
en los procedimientos de elección adelantados en las corporaciones
autónomas regionales cuando existan vacíos en su regulación especial
(Ley 99 de 1993, estatutos o convocatoria), por virtud del artículo 2º del
referido estatuto procesal que posibilita la remisión residual en caso
de no haberse previsto trámite alguno en leyes especiales. (…). Ahora

71
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

bien, la aplicación de la norma (…) traía consigo una dificultad, en


cuanto la recusación que se presentara en contra de un integrante del
Consejo Directivo, no podría ser conocida por el “superior” respectivo,
tal como lo ordena el precepto en cita, pues, dicho cuerpo colectivo
es el único órgano de administración de las corporaciones (Art. 26 de
la Ley 99 de 1993), sin que sea admisible situar por encima de este
un nivel jerárquico superior. Tampoco era posible remitir el escrito a
la cabeza del respectivo sector administrativo, comoquiera que dicha
figura es propia de la forma en que se pueden organizar las diferentes
entidades que integran la rama ejecutiva, a la cual no pertenecen las
corporaciones en estudio dado su carácter autónomo en relación con
las ramas del poder público. (…). Superado así el vacío en relación con
el trámite que se le debía dar a las recusaciones, la Sala se ocupó
de estructurar los requisitos mínimos que debía cumplir este tipo
de escritos para que los mismos se avinieran a la teleología de las
normas que contemplan dicha figura – Arts. 11 y 12 del CPACA –, con
el fin de que dicho mecanismo de control legítimo del poder público
no se convirtiera en un medio para entorpecer el curso normal del
procedimiento electivo, a través de la presentación indiscriminada
de escritos carentes de los fundamentos serios y creíbles que deben
acompañar este tipo de manifestaciones. (…). Así las cosas, la debida
satisfacción de los requisitos de procedibilidad de las recusaciones que
se desprenden de los artículos 11, 12 y 16 del CPACA, en los términos
en que han sido enunciados por esta Sección, esto es, (i) identificación
del peticionario o justificación de su anonimato; (ii) identificación del
servidor sobre el que recae el conflicto de interés alegado; y, (iii) la
exposición de las razones en que se funda aquel “ encaminadas a
ilustrar jurídica y probatoriamente si es del caso, la configuración de
las causales de impedimento legalmente establecidas”, deben ser
examinados como la carga mínima exigible para dotarlas del grado
de seriedad necesario con el fin de darles trámite y que la autoridad
proceda a resolverlas de fondo. En todo caso, la interpretación y
aplicación de los referidos requisitos formales debe atender la
naturaleza jurídica de las recusaciones como expresión del artículo
40 superior, lo mismo que a su justificación y propósitos de control
del ejercicio de la función administrativa, al margen de tecnicismos
jurídicos y cargas probatorias excesivas; en este último caso, vale la
pena precisar que el hecho de adjuntar o no las pruebas que soporten
el dicho del recusante, en manera alguna puede determinar la
existencia de la recusación, sino más bien la vocación de prosperidad
que pueda tener la misma. Así entonces, el establecimiento, por parte

72
de la Sala Electoral, de unos lineamientos mínimos que deben cumplir
quienes acuden a esta figura, no pueden convertirse en obstáculos
que le impedirían al ciudadano del común ejercer la veeduría y
cogobierno en los asuntos ambientales que afectan en su territorio,
en detrimento del modelo de democracia participativa que consagra
la Constitución Política.

TESIS 2: Frente a esta censura, se tiene que los demandantes en los


procesos 2020-0009-00 y 2020-00030-00 coinciden en reprochar que,
si bien inicialmente no había discusión en cuanto a que la integración
del Consejo Directivo de CORMACARENA, era aquella descrita en
el artículo 38, inciso 6º, de la Ley 99 de 1993, insisten en que la Ley
1938 de 2018 modificó tácitamente la composición de dicho órgano
de administración, por tanto, para la fecha en que se llevó a cabo
la elección dicho colegiado debía estar conformado por aquellos
dignatarios enlistados en el artículo 26 de la primera de las mentadas
leyes. (…). [L]a Sala comienza por precisar que las corporaciones
autónomas regionales fueron caracterizadas por el legislador como
entes corporativos de carácter público, a quienes se les atribuyó la
función de administrar, dentro del área de su jurisdicción, el medio
ambiente y los recursos naturales renovables  y propender por su
desarrollo sostenible (Art. 23 de la Ley 99 de 1993). Para cumplir dichos
cometidos, fueron erigidas bajo una estructura orgánica tripartita
conformada por: i) la Asamblea Corporativa, como órgano de dirección
de la entidad; ii) El Consejo Directivo, como órgano de administración y,
iii) el Director General, máxima autoridad ejecutiva de la corporación.
Particularmente, en lo que tiene que ver con el Consejo Directivo, vale
la pena precisar que lo que buscó el legislador al momento de crearlo,
fue materializar la representatividad y participación de los diferentes
actores que tienen interés directo en las decisiones que puedan llegar
a afectarlos en el ámbito ambiental. De ahí que su integración sea
una clara muestra de una pluralidad de representantes de diferentes
sectores, tal como se puede ver en el artículo 26 de la Ley 99 de 1993.
(…). Ahora bien, se impone precisar que la integración del Consejo
Directivo que contempla la norma trascrita no se extiende a todas
las corporaciones, habida cuenta que fue voluntad del legislador
someter a un régimen legal especial la administración de los recursos
naturales y del medio ambiente de ciertas regiones de la geografía,
por cuyas características especialísimas debían estar a cargo de entes
autónomos con unas funciones aún más específicas que aquellas que
se le otorgaron a las demás corporaciones y cuyos consejos directivos

73
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

debían tener una conformación particular. (…). En concordancia con lo


anterior, en el artículo 38 de la Ley 99 de 1993 se creó la Corporación
para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena
- CORMACARENA, con las particularidades que describe la norma
ibidem. (…). De la lectura de la norma (…), se evidencian las particulares
funciones que le fueron atribuidas a CORMACARENA, si se comparan
con aquellas que ostentan los demás entes autónomos no sometidos a
régimen especial, las cuales encuentran justificación en la preocupación
que tuvo el legislador en dar un tratamiento diferencial a esa zona
geográfica debido a su mayor grado de importancia desde el punto
de vista ecosistémico. A su turno, en el precepto en cita se precisa lo
atinente a la jurisdicción de dicho ente, esto es, su campo o ámbito de
acción, el cual comprendía el territorio del Área de Manejo Especial La
Macarena delimitado en el Decreto 1989 de 1989. No obstante, este
último aspecto referente a la jurisdicción fue objeto de modificación
con ocasión de la expedición de la Ley 1938 de 2008. (…). Acorde con
lo anterior, es claro que la jurisdicción de CORMACARENA fue ampliada
con la modificación efectuada, en tanto la misma ya no se circunscribe
únicamente al área de manejo especial “La Macarena”, sino que
comprende el territorio del departamento del Meta, que anteriormente
estaba a cargo de la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia
CORPORINOQUIA, de ahí que el legislador haya modificado también la
jurisdicción de esta última entidad en el artículo 1º de la Ley 1938 de
2008. Al respecto, la Sala no comparte la lectura del artículo 2º de la Ley
1938 de 2018 que efectúan los demandantes ya conocidos, en razón a
que en manera alguna podría pensarse que dicho precepto modificó
la conformación del Consejo Directivo de CORMACARENA, pues, como
claramente se observa del tenor literal de la norma, el único propósito
del legislador fue ampliar el área de jurisdicción de esa corporación,
frente a lo cual, resulta necesario precisar que, pese a que se le atribuyó
a dicha corporación el territorio que comprende el departamento del
Meta, no hay duda que continuó preservando la jurisdicción que desde
vieja data venía ejerciendo sobre el área de manejo especial de La
Macarena. Aunado a lo anterior, esta Sala Electoral tampoco observa
que, con la modificación efectuada por la ley ibidem, se haya producido
un cambio en la naturaleza especial que el artículo 38 de la Ley 99 de
1993 le atribuyó a CORMACARENA, pues dicha connotación se mantuvo
incólume en el sentido de erigir a dicha corporación como promotora
de la investigación científica y transferencia de tecnología, encargada
principalmente de promover la conservación y el aprovechamiento
sostenible de los recursos naturales renovables y del medio ambiente

74
del área protegida, dirigir el proceso de planificación regional de uso del
suelo para mitigar y desactivar presiones de explotación inadecuada
del territorio y propiciar con la cooperación de entidades nacionales
e internacionales, la generación de tecnologías apropiadas para la
utilización y la conservación de los recursos y del entorno del área de
manejo especial. Precisamente, los anteriores cometidos son los que
justifican la presencia de los integrantes que alegan los demandantes
deben ser excluidos del Consejo Directivo, pues es evidente que la
vocación científica, investigativa y académica de las entidades que
tienen representación en dicho órgano de administración, tienen una
relación intrínseca e inescindible frente al área de jurisdicción de
CORMACARENA objeto de protección. Finalmente, en lo ateniente a
que el Consejo Directivo debió garantizar en el marco del proceso de
elección, la representación de los catorce (14) nuevos municipios que se
incorporaron a la jurisdicción del citado ente, así como de las diferentes
agrupaciones indígenas, gremios y entidades sin ánimo de lucro que
hacen parte del nuevo área de jurisdicción, la Sala precisa que ello es
un aspecto que lejos de ser considerado una irregularidad dentro del
proceso eleccionario, es una tema que compete regular al legislador.

TESIS 3: [D]ebe referirse la Sala al desconocimiento del trámite de


las recusaciones que alega el demandante del proceso 2020-00009-
00, quien aduce que dichos escritos debieron remitirse a la Procuraduría
General de la Nación para que esta los decidiera, en razón a que se
había ejercido dicho mecanismo en contra de 6 miembros del Consejo
Directivo, por una parte, y frente a la Gobernadora del Meta y el Alcalde
de Puerto López, por otra, para un total de 8 integrantes recusados,
afectándose de esta manera el quorum deliberatorio y decisorio. Sea lo
primero precisar, que el escrito anteriormente referenciado en el que
expresamente se recusa a seis (6) miembros del Consejo Directivo, fue
presentado por el mismo demandante del citado proceso, (…), por
considerar que sobre dichos integrantes se configuraba la causal de
recusación contemplada en el artículo 11 numeral 5º del CPACA.
Fundamentó dicha solicitud con el mismo argumento que se analizó
en el numeral 6.1 de esta providencia, esto es, el relacionado con la
modificación de la conformación del Consejo Directivo con ocasión de
la expedición de la Ley 1938 de 2018. (…). [S]e concluye que este escrito
no constituye una solicitud de recusación propiamente dicha,
comoquiera que el fundamento del mismo, lejos de tener relación con
la falta de imparcialidad o transparencia que pueda tener la autoridad
en relación con la actuación administrativa, sobre la cual se edifican

75
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

las causales previstas en la ley, lo que realmente se trae a colación es


un asunto ajeno a la finalidad y naturaleza de los impedimentos o
recusaciones, pues, tal como se analizó en acápite anterior, se trata de
la interpretación que efectúa el demandante de varias normas en
relación con la actual conformación del Consejo Directivo de
CORMACARENA, para concluir que algunos de los integrantes de este
órgano de administración deben ser excluidos. Se reitera, no basta con
invocar una causal de recusación del artículo 11 del CPACA, para darle
al escrito tal carácter, pues es necesario que la razón, la causa o el
sustento jurídico y fáctico que se invoca, esté descrito en una de dichas
causales señaladas en la ley, pues, de no ser así, el trámite que se debe
dar al mismo, será el de un derecho de petición y, en consecuencia, no
será necesario suspender la actuación administrativa, ni entenderse
alterado el quorum para deliberar y decidir, como aconteció en el
presente caso, en el que no se afectó la participación de seis (6) de los
trece (13) miembros que integran el Consejo Directivo de CORMACARENA
en la sesión del 19 de noviembre de 2019 en la que se decidió la
recusación en comento. El anterior análisis, conlleva a desestimar la
censura planteada por la parte actora dentro del proceso 2020-00025-
00, quien plantea como una irregularidad el hecho que se hubiere
omitido darle traslado del escrito presentado por el señor Néstor
García Parrado a tres (3) de los miembros implicados a saber: El
representante de Asocolonos de la Macarena, El Director el Instituto
Alexander Von Humboldt y el Rector de la Universidad de la Amazonía,
los cuales no estuvieron presentes en la sesión del 19 de noviembre de
2019, fecha en la que se radicó la solicitud y fue resuelta por el Consejo
Directivo. Lo anterior, por cuanto, como quedó claro, al no tener el
escrito la entidad jurídica de una solicitud de recusación, no se debía
surtir el trámite de las recusaciones regido por el artículo 12 del
CPACA. De otra parte, el demandante del proceso acumulado 2020-
00025-00, trae a colación el escrito de recusación presentado por el
señor (…), el día 12 de noviembre de 2019, en contra de la Gobernadora
del Meta y el Alcalde del Municipio de Puerto López, por cuanto se
estimaba que estas autoridades estaban incursas en conflicto de
interés y las causales de impedimento previsto en el artículo 11
numerales 1º y 4º del CPACA. (…). Ahora bien, el artículo 12 de la ley
1437 de 2011, que regula el trámite de los impedimentos y recusaciones
señala que “La actuación administrativa se suspenderá desde la
manifestación del impedimento o desde la presentación de la
recusación, hasta cuando se decida”. En el sub examine, se observa
que, el Consejo Directivo, después de radicada esta solicitud, el 12 de

76
noviembre de 2019, continuó desarrollando algunas de las etapas que
se habían previsto para el proceso de elección de director general, las
cuales se describían en el Acuerdo PS-GJ. 1.2.42.2.19.016 del 23 de
octubre de 2019 (…). En forma previa a analizar las diferentes
actuaciones que se surtieron con posterioridad a la recusación en
estudio y la incidencia que ello pudo tener, resulta menester advertir
que, en el caso de la representación que ostenta la Gobernación del
Meta en el Consejo Directivo, se observa que a las diferentes sesiones
del Consejo Directivo acudió su delegado como vocero; tal circunstancia
adquiere relevancia, por cuanto, si bien la recusación se interpuso
directamente en contra de la mentada gobernadora, debe entenderse
que los efectos jurídicos de dicho escrito, de igual forma, trascienden a
su delegado, dada la univocidad de la representación del ente territorial
en dicha colegiatura. Lo anterior, tiene asidero en que, si bien la norma
que regula la composición de este órgano colegiado habilita la
participación de los gobernadores y alcaldes que lo integran, en forma
directa o a través de sus delegados, se trata en todo caso de una sola
vocería o representación y, por ende, un solo voto por cada una de tales
membresías, amén que el delegante conserva en todo momento el
poder de dirección, orientación e instrucción sobre el delegatario en
cuanto al cumplimiento de tal función electoral, por mantener su
titularidad, al punto que siempre puede ejercer su facultad de asunción.
Así entonces, es claro que los delegantes conservan en todo momento
la titularidad de la función a su cargo y, en tal virtud, el poder de
dirección e instrucción sobre la actuación del delegatario, tal como se
puede discernir de los artículos 209 Superior y 12 de la Ley 489 de
1998. De manera que, la censura ciudadana formulada por el señor
Dovier Bernal contra la imparcialidad de la Gobernadora del Meta,
necesariamente se proyecta sobre su delegatario, lo que impedía, en el
presente caso, que este último obrara de manera autónoma e hiciera
parte quórum necesario, a fin de salvaguardar la legitimidad del
ejercicio de la competencia delegada. (…). Sin embargo, desde el punto
de vista de la incidencia, no se afectó la validez de la actuación, por
cuanto el Comité de Evaluación de hojas de vida lo integraban cinco (5)
miembros, de manera que podía sesionar y decidir válidamente con la
presencia de tres (3) de sus integrantes. No puede ser otra la razón que
un comité, comisión o junta, esté integrado por un número plural de
miembros, sino es para que las determinaciones que allí se adopten
sean producto del consenso mayoritario. De no ser así, se entendería
que las decisiones de estos órganos colegiados, siempre serían por
unanimidad, lo cual, no consulta la eficiencia, eficacia y celeridad de la

77
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

actuación administrativa y haría prácticamente nugatorio su normal


funcionamiento. Por lo tanto, se concluye que la actuación del Alcalde
de Puerto López y el delegado de la Gobernadora del Meta, en el Comité
de Evaluación de hojas de vida, no afectó el tramité surtido, en la
medida que había tres (3) integrantes del mismo que sí estaban
habilitados. Igualmente, la Sala considera que no se afectó la
aprobación del “Informe de Evaluación”, por parte del Consejo Directivo,
el 14 de noviembre, pues en el expediente obra el acta de sesión de esa
fecha y el listado de participantes de dicha sesión, de donde se advierte
que participó el Alcalde de Puerto López y el mentado delegado. Sin
embargo, tampoco se hubiere afectado el quorum, en la medida que
participaron 10 miembros en total, de suerte que, si se excluyeran a los
citados integrantes, quedarían ocho (8) miembros para decidir. Por
último, en lo atinente a la habilitación del plazo para que los aspirantes
presentaran sus reclamaciones frente a la lista de admitidos y no
admitidos, se tiene que esta es una actuación de mera sustanciación
que no comporta decisión alguna por parte del mandatario recusado,
en tanto, el artículo 12 de la ley ibidem establece que la institución de
los impedimentos y recusaciones, busca impedir “realizar
investigaciones, practicar pruebas, o pronunciar decisiones definitivas”,
y este no es el caso. Se reitera, que el trámite puede continuar en tanto,
no se involucre a los recusados, en aquellos asuntos de mera
sustanciación o impulso procesal, en orden a garantizar los principios
de eficacia, economía y celeridad de que está signado el procedimiento
administrativo. (…). [A] la luz de los criterios jurisprudenciales que ha
sentado esta Sección, se concluye sin mayores esfuerzos que el mismo
no constituye en estricto sentido una recusación, pues, si bien se puede
identificar del escrito al peticionario e inclusive al servidor público del
que allí se habla – Alcalde de Puerto López –, no hay una argumentación
mínima encaminada a ilustrar jurídicamente la configuración de una
de las causales de impedimento y/o recusación contempladas en el
artículo 11 de la Ley 1437 de 2011, por lo que bien hizo el Consejo
Directivo en darle el trámite propio de una petición de interés particular
y otorgarle una respuesta a través del Oficio PS-GJ 1.2.19.13256 sin
fecha, el cual fue remitido al peticionario mediante correo electrónico.

TESIS 4: El demandante del proceso 2020-00025-00 censura que


en el Acuerdo PS-GJ.1.2.42.2.19-013 de 12 de septiembre de 2019,
mediante el cual se reguló el proceso de elección del Director General
de CORMACARENA, fue incorporada la Circular No. 1000-2-115203
del 27 de noviembre de 2006, expedida por el entonces Ministerio

78
de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, como fundamento
para definir la experiencia relacionada con el medio ambiente sin
percatarse que algunas normas contenidas en el Decreto 2011 de 2006
que constituían su sustento jurídico, fueron anuladas por el Consejo
de Estado, mediante Sentencia del 19 de julio de 2017 – Exp. 11001-
0325-000-2011-00312-00 –, razón por la cual no podía invocarse
como requisito exigible o parámetro para evaluar la experiencia de
los concursantes. (…). [D]ebe comenzar por señalarse que, en virtud
de la facultad otorgada en el literal h) del artículo 116 de la Ley 99
de 1993, el Gobierno Nacional expidió el Decreto 1768 de 1994, por el
cual se adoptaron algunas normas relacionadas con la organización y
funcionamiento de las Corporaciones Autónomas Regionales, en cuyo
artículo 21 se establecieron los requisitos para ser nombrado Director
General de una corporación autónoma regional. (…). Con posterioridad,
el Presidente de la República, en ejercicio de la potestad reglamentaria
prevista en el artículo 189, numeral 11 de la Constitución Política y
la Ley 99 de 1993, expidió el Decreto Reglamentario 2011 del 2006,
por el cual se estableció el procedimiento para la designación del
Director General de las Corporaciones Autónomas Regionales y las
Corporaciones de Régimen Especial, en cuyo artículo 2º señaló como
atribución del Consejo Directivo la de elegir al Director General, y
prescribir algunas características del proceso público abierto y etapas
del concurso. (…). Fue en cumplimiento de esta última disposición que
la citada cartera ministerial produjo la Circular No. 1000-2-115203
de 27 de noviembre de 2006, dirigida a los Consejos Directivos de las
Corporaciones Autónomas y de Desarrollo Sostenible en la que dispuso
cuáles actividades debían tenerse como experiencia relacionada con el
medio ambiente y los recursos naturales renovables. (…). Descendiendo
al caso sub examine, se tiene que el Consejo Directivo de CORMACARENA
reguló la elección del Director General para el período 2020-2023,
a través del Acuerdo PS-GJ.1.2.42.2.19-013 de 12 de septiembre de
2019. (…). Se observa (…), que los artículos 5º y 7º del Acuerdo PS-
GJ.1.2.42.2.19-013 de 12 de septiembre de 2019, relativos a las etapas
de inscripción y recepción de hojas de vida y verificación de requisitos,
se hizo referencia, no solo al artículo 2.2.8.4.1.2.1., del Decreto 1076 de
2015, Único Reglamentario del Sector Ambiente y Desarrollo Sostenible,
que contiene los requisitos y calidades para ser Director General, sino
también, de manera expresa, a la Circular N°1000-2-115203 del 27 de
noviembre de 2006, expedida por el Ministerio de Ambiente Vivienda
para establecer el requisito de experiencia profesional relacionada con
el medio ambiente y recursos naturales, pese a que, como se indicó,

79
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

por virtud de la declaratoria de nulidad de algunas disposiciones del


Decreto 2011 de 2006, esta perdió fuerza ejecutoria. Pese a lo anterior,
estima la Sala, que esta circunstancia, por sí sola, no constituye una
irregularidad que vicie el procedimiento de elección del Director de
CORMACARENA, pues las labores descritas en la mencionada circular
claramente corresponden a actividades relacionadas con el medio
ambiente y los recursos naturales, lo que de suyo implica, que están
en armonía con la preceptiva contenida en el artículo 21 del Decreto
1768 de 1994, compilado en el artículo 2.2.8.4.1.2.1., del Decreto
1076 de 2015, Único Reglamentario del Sector Ambiente y Desarrollo
Sostenible, según el cual, para ocupar el cargo de Director General, se
requiere tener una experiencia profesional de 4 años, de los cuales
por lo menos uno, debe ser “en actividades relacionadas con el medio
ambiente y los recursos naturales renovables”. Debe tenerse presente
que la mencionada circular, solo trajo una relación meramente
indicativa de las actividades que podrían tenerse como aquellas
relacionadas con el medio ambiente y los recursos naturales, con lo
cual, ni se alteraron ni se modificaron los requisitos para acceder al
cargo de Director General. Así mismo, no puede perderse de vista que
la pérdida de vigencia de la mencionada circular, devino del fenómeno
jurídico denominado “pérdida de fuerza ejecutoria”, como consecuencia
de la declaratoria de nulidad del artículo 2º del Decreto 2011 de 2006,
y no de un juicio de validez relativo a su contenido material, por lo
que haber tenido en cuenta dichas actividades para efectos de definir
la experiencia profesional, no contraría la disposición legal, en la
medida que, como se indicó, con la misma no se modifican ni adicionan
exigencias diferentes a las contempladas en la ley. (…). En efecto,
según el acervo probatorio allegado, se tiene como probado que en el
informe evaluativo contentivo de la lista de admitidos y rechazados,
fueron excluidos nueve (9) participantes con fundamento en que “Las
certificaciones de experiencia aportadas no permiten evidenciar el
cumplimiento de tiempo mínimo de experiencia relacionada con medio
ambiente”, pero de dicho documento no se pueden extraer razones
más concretas que tuvo en cuenta en su momento el comité evaluador
para excluirlos. Por el contrario, del acta de reunión ordinaria del 19
de noviembre de 2020, en la que consta la decisión que adoptó el
Consejo Directivo frente a las respectivas reclamaciones presentadas
por los señores Obed García Durán y Jairo Alberto Rocha Rodríguez,
quienes fueron rechazados por la observación que se destacó, si se
pueden otorgar claridad frente a este punto. En el citado documento,
se describe con sumo detalle el trámite que se surtió en dicha reunión

80
para estudiar las reclamaciones, observándose que se hizo entrega
material a cada uno de los miembros del Consejo Directivo de las hojas
de vida de los reclamantes; posteriormente, los miembros del órgano
de administración procedieron a leer en voz alta las correspondientes
certificaciones, para posteriormente arribar a la conclusión unánime
del cumplimiento del requisito en el caso del señor Jairo Rocha, pues, en
el caso del señor Obed García se emitió pronunciamiento desfavorable,
una vez surtido el mismo trámite descrito. Vale destacar frente a ese
trámite, que algunos integrantes del Consejo Directivo emitieron
judicios de valor en relación con las certificaciones allegadas, sin
que en ningún momento se tuviera como fundamento la circular del
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial para analizar
la validez del tiempo de servicio objeto de controversia. En suma, la
Sala no observa que la inclusión expresa de la referida circular en el
acuerdo regulatorio del proceso de elección, haya derivado en una
irregularidad de tal magnitud que vicie el procedimiento previo a la
elección y, por ende, devenga en la nulidad de esta última.

TESIS 5: El demandante del proceso 2020-00025-00 alega que los


rectores de las Universidades de la Amazonía y Tecnológica de los
Llanos no podían concurrir a través de delegados a las sesiones del
Consejo Directivo, dado que el literal k) del artículo 38 de la Ley 99 de
1993 y el literal k) del artículo 24 del Acuerdo 001 de 2009, por el cual
se adoptaron los estatutos de la corporación, no contemplaron esta
posibilidad, como sí ocurre con otros integrantes del Consejo Directivo,
razón por la cual, considera se vulneraron las anteriores disposiciones.
(…). [L]a competencia, entendida como la atribución dada a los sujetos
públicos para actuar como legítimo portador de la voluntad
administrativa, no solo constituye, dentro de la dogmática jurídica, un
elemento de la estructura del acto administrativo, sino un fundamento
del estado constitucional y democrático de derecho, en tanto da
validez y legitima la acción de las autoridades. Este concepto jurídico
tiene sus raíces en un principio medular del Estado demoliberal propio
del siglo XVIII, producto de la revolución francesa, el principio de
legalidad, según el cual, todo acto que emane del Estado debe estar
regido por la ley y no por la voluntad o arbitrio de las personas. En
nuestra carta política de 1991, este principio fue consagrado en varias
disposiciones, como límite al ejercicio del poder político, que busca
proscribir todo tipo de actos arbitrarios o contrarios a derecho, para
garantizar la vigencia de un orden político, económico y social justo.
Así entonces, se afirma por la doctrina y la jurisprudencia que la

81
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

competencia es un concepto que se refiere a la titularidad de una


determinada potestad, la cual es fijada por el ordenamiento jurídico,
toda vez que es el propio derecho el que prescribe el modo, forma y
condiciones de producción de las normas jurídicas y su ejercicio por
parte de los órganos públicos. De lo anterior deviene que la
competencia es expresa, por lo que debe estar prescrita en la ley, lo
que implica que no se presume, ni puede deducirse por analogía; es
improrrogable, esto es, que no puede ser renunciada ni extendida, sea
por acuerdo entre particulares o entre ellos y la administración, y es
indelegable, lo que significa que las autoridades no pueden despojarse
de una atribución, sino por autorización expresa de la ley. De
observarse lo anterior, se tendrá que la competencia ejercida o
atribuida se cumplió de forma adecuada; en caso contrario, el acto
jurídico producido estaría afectado de un vicio invalidante que acarrea
su nulidad. Hechas las anteriores precisiones se tiene que el artículo
150 numeral 7º de la Constitución Política dispone que una de las
funciones que el Congreso de la Republica ejerce, mediante la
expedición de las leyes, consiste en “reglamentar la creación y
funcionamiento de las Corporaciones Autónomas Regionales dentro
de un régimen de autonomía”, por lo que es claro que la organización
y funcionamiento de este tipo de organismos compete exclusivamente
al legislador. En cumplimiento de este mandato se expidió la Ley 99
de 1993, mediante la cual se creó el Ministerio del medio Ambiente y
se establecieron algunas disposiciones del sector (…), lo atinente a las
Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible. La
ley ibídem en el artículo 38 creó la Corporación para el Desarrollo
Sostenible del Área de Manejo Especial La Macarena - CORMACARENA,
como una Corporación Autónoma Regional que además de sus
funciones administrativas en relación con los recursos naturales y el
medio ambiente del área de Manejo Especial La Macarena, sería
encargada de las actividades de promoción de la investigación
científica y transferencia de tecnología, precisando que este organismo
estaría sujeto “al régimen especial previsto en esta ley y en sus
estatutos”. (…). [S]e desprende que el legislador tuvo en cuenta para la
integración del Consejo Directivo, el siguiente diseño institucional: i)
La presencia de un “representante” directo o personal de algunas
autoridades públicas y ciertas organizaciones civiles, entre las cuales
se mencionan al Presidente de la República, los alcaldes del área, las
organizaciones no gubernamentales o sin ánimo de lucro, la asociación
de colonos de la Macarena, las comunidades indígenas asentadas en
dicha área geográfica, caso en el cual, es la autoridad, las agremiaciones

82
o la comunidad la que decide quien los representa; ii) Una instancia
gubernamental o de investigación científica, cuyo titular puede asistir
personalmente o a través de su “delegado”, tal como se advierte frente
al Ministro del Medio Ambiente, El Gobernador del Meta y los directores
del Instituto “SINCHI” y “Alexander Humboldt” y, iii) La composición de
“forma personal e indelegable” de algunos miembros dentro del
organismo que, por su relevancia social, institucional, o académica,
son quienes deben actuar directamente, caso en el cual, no es posible
delegar su presencia, como ocurre (…) los rectores de las universidades
de la Amazonía y Tecnológica de los Llanos. Esta composición se
consignó igualmente en el artículo 24 del Acuerdo 001 del 24 de
febrero de 2009, estatutos de la corporación. En conclusión, de las
anteriores normas se concluye que los rectores de las Universidades
de la Amazonía y Tecnológica de los Llanos, como miembros del
Consejo Directivo, son autoridades cuya presencia en este órgano de
dirección es personal e intransferible, por lo que no es posible sustituir
su presencia a través de un representante o delegado, habida cuenta
que ello no fue consagrado en la Ley 99 de 1993 y en los estatutos de
la corporación. En el presente caso, se tiene que, en la sesión del 12
de septiembre de 2019, en la que se aprobó el reglamento general del
proceso de elección del director - Acuerdo PS-GJ.1.2.42.2.19-013 de
12 de septiembre de 2019 – asistió el señor Jorge Alberto Guzmán,
Decano de la Facultad de Ingeniería Ambiental, en representación del
Rector de la Universidad de la Amazonía. Lo propio ocurrió en la
sesión del 19 de noviembre de 2019, en la cual se resolvieron las
recusaciones formuladas contra algunos consejeros y las
reclamaciones de dos (2) aspirantes que fueron excluidos del proceso,
a la cual asistió el señor Sergio Iván Yánez Muñoz en su condición de
delegado del Rector de la Universidad Tecnológica de los Llanos. (…).
Conforme a lo anterior, se concluye que se vulneraron las disposiciones
contenidas en el literal k) del artículo 38 de la Ley 99 de 1993 y el
literal k) del artículo 24 del Acuerdo 001 de 2009, por el cual se
adoptaron los estatutos de la corporación. Ahora bien, no es de recibo
para Sala, el argumento expuesto por el apoderado del Consejo
Directivo en el proceso 2020-00025-00, según el cual, como quiera
que la Ley 489 de 1998 y el Acuerdo 001 de 2009, no prohíben la
delegación, los rectores de las mencionadas universidades podían
hacerlo; pues, sabido es, que frente a los servidores públicos, este
postulado opera justamente de manera contraria, es decir, que en
virtud del principio de legalidad, las autoridades solamente pueden
hacer única y exclusivamente lo que expresamente les está permitido

83
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

por la constitución o la ley, en tanto los particulares pueden hacer


todo lo que quieran, mientras no esté prohibido por el ordenamiento
jurídico (artículos 6º, 121 y 123 CP). Tampoco puede derivarse este
ejercicio del artículo 9º de la Ley 489 de 1998, que consagra la figura
de la “delegación” para las autoridades administrativas, habida cuenta
que los rectores de las instituciones universitarias no actúan
individualmente, sino como integrantes del cuerpo colegiado o
corporativo denominado “Consejo Directivo”, de suerte que la
posibilidad de delegar competencias o potestades fue prevista para el
órgano de dirección y administración, a quien la ley le atribuyó
funciones y no a cada uno de sus integrantes individualmente
considerados, tal como se desprende del artículo 32 de la Ley 99 de
1993. (…). De otra parte, no puede perderse de vista que la institución
de la delegación es una excepción al ejercicio de la competencia por
parte de las autoridades y no una regla general, la cual está sometida
a condiciones precisas. Según lo dispuesto en la Ley 489 de 1998 y la
jurisprudencia de esta Corporación,  las características más
sobresalientes de la delegación son: (i) se transfiere el ejercicio de
funciones propias, (ii) el titular de la función puede reasumirla en
cualquier tiempo, (iii) debe recaer en funcionarios del nivel directivo o
asesor, (iv) puede hacerse respecto de entidades públicas, (v) requiere
de una autorización legal, (vi) debe constar por escrito, (vii)  debe
especificar las funciones que se transfieren, y (viii) no puede ser
intemporal, debe otorgarse por tiempo determinado. (…). En lo que
tiene ver con la sesión del 12 de septiembre de 2019, en la que se
profirió el Acuerdo PS-GJ.1.2.42.2.19-013 de esa misma fecha, por el
cual se reglamentó el proceso de elección del director general, no se
afectó la validez del citado acto administrativo, habida cuenta que, tal
como se constata en el acta de reunión, que además del delegado del
rector de la Universidad de la Amazonía, asistieron once (11) miembros
más, de suerte que no se afectó el quorum deliberatorio y decisorio
que corresponde a siete (7) miembros del Consejo Directivo al ser 13
la totalidad de los integrantes. (…). En lo atinente a la sesión del 19 de
noviembre de 2019, en la que se decidieron las recusaciones y a la
cual no asistió el rector de la Universidad de los Llanos, sino su
delegado, se observa que, además de éste, acudieron nueve (9)
integrantes más, de los cuales dos estaban recusados - Gobernadora
del Meta y Alcalde Puerto López -, no obstante, sin que ello hubiere
implicado una afectación el quorum. (…). Finalmente, en cuanto a la
sesión del 20 de noviembre de 2019, en la que se revolvieron algunas
solicitudes pendientes, se escucharon a los aspirantes y se llevó a

84
cabo la elección del director general, a la que compareció un delegado
del rector de la Universidad de los Llanos, tampoco encuentra la Sala
que tal hecho invalide las decisiones allí adoptadas, por cuanto si se
excluyera este voto aún podían sesionar doce (12) integrantes del
Consejo Directivo, quienes finalmente tomaron las decisiones sin que
se afectara el quorum. (…). Así las cosas, la irregularidad objeto de
estudio en este acápite no tiene la suficiente relevancia para acceder
a las pretensiones anulatorias de las demandas acumuladas.

TESIS 6: En el libelo inicial identificado con el No. 2020-00025-00,


el demandante censura que se hayan rechazado los recursos de
apelación y queja interpuestos por el señor Néstor García Parrado,
con el fundamento de aducirse que el Consejo Directivo no tiene
superior jerárquico, sin tener en cuenta que al no distinguir las normas
estatutarias cuál es el órgano de dirección y cuál de administración de
la corporación, debe entenderse que es la Asamblea Corporativa es el
principal órgano de dirección y, a su vez, superior jerárquico del Consejo
Directivo. Por su parte, el accionante en el proceso 2020-00030-00
alega que, pese a que el artículo 12 del CPACA no contempla recurso
alguno en materia de recusaciones, debió acudirse a lo preceptuado
en el artículo 76 de ese estatuto. (…). [D]ebe precisarse que de la
lectura armónica de los artículos 24, 25, 26 y 28 de la Ley 99 de 1993,
permite distinguir entre tres tipos de órganos así: i) uno de dirección
en cabeza de la Asamblea Corporativa; ii) uno de administración,
regentado por el Consejo Directivo y, iii) uno de carácter ejecutivo en
cabeza del Director General. Tal diferenciación no tuvo otra lógica que
cada una de las especialísimas labores de dirección, administración
y ejecución estuvieran dotadas de autonomía frente a los diferentes
órganos que componen una corporación con el fin de llevar a cabo de
manera eficaz y pronta las atribuciones que la ley le otorga a cada
uno, salvando en este punto las diferentes actividades del director
general que están sujetas a aprobación del Consejo Directivo. En el
caso particular del Consejo Directivo, la Sala no desconoce que el
legislador le asignó unas funciones de coordinación en relación con la
Asamblea Corporativa en materia de adopción y reforma de estatutos
(Art. 27, literal a, Ley 99 de 1993) y otras de revisión y aprobación frente
a algunos actos del Director General. Sin embargo, en manera alguna
se establece en la Ley 99 de 1993 que exista una relación jerárquica
entre los máximos órganos de dirección y administración, mucho
menos en la norma estatutaria, por lo que no puede entenderse que
la Asamblea Corporativa sea una instancia superior en relación con

85
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

el Consejo Directivo. Conforme a lo anterior, no sería procedente el


recurso de apelación en contra de las decisiones que adoptó el Consejo
Directivo, por la potísima razón de no existir un superior jerárquico del
citado órgano de administración, por consiguiente, no era procedente
dar trámite a los mecanismos de impugnación interpuestos. En todo
caso, a dicha conclusión no solamente se arriba de las nomas ya
referenciadas de la Ley 99 de 1993, sino también de lo preceptuado
en el artículo 74 del CPACA.

TESIS 7: [E]l demandante en el proceso 2020-00025-00 recalca


que, conforme al artículo 35 del Acuerdo 001 de 2009, el quorum
para deliberar y decidir es la mitad más uno de los integrantes. Así
entonces, como el Consejo Directivo está conformado por trece (13)
miembros, se necesitaba la presencia de siete (7) consejeros para
adoptar decisiones válidamente. En el presente caso, como quiera
que se presentaron recusaciones contra ocho (8) miembros, (…) se
afectó el quorum estatutariamente establecido, pues en la sesión del
19 de noviembre de 2019, cuando se resolvieron las mencionadas
recusaciones solo asistieron 10 miembros del Consejo Directivo, de
los cuales 5 habían sido recusados (los 3 restantes recusados no
concurrieron), por lo que solamente cinco (5) integrantes estaban
habilitados para decidir. En este orden, no solo debió suspenderse el
trámite, sino que se configuró una pérdida de competencia del Consejo
Directivo para resolver las recusaciones, por lo que se imponía remitir
las diligencias a la Procuraduría General de la Nación, conforme a lo
dispuesto en el artículo 12 del CPACA. (…). [L]a Sala tan solo reiterará
lo dicho en (…) esta providencia al momento de estudiar la incidencia
que pudo haber tenido el hecho que asistiera el delgado del rector
de la Universidad de los Llanos a la sesión del 19 de noviembre de
2019, apartado en el que se concluyó que no se había desconocido
las normas estatuarias relacionadas con quorum deliberatorio y
decisorio. Conforme a lo anterior, nuevamente se precisa que a
dicha sesión acudieron diez (10) integrantes del Consejo Directivo
y que para dicho momento se había presentado dos (2) escritos de
recusación que agrupaban a ocho (8) miembros, de los cuales tan solo
uno debía apartarse del trámite - Alcalde de Puerto López - y uno más
que correspondía al delegado del citado ente universitario, esto es, un
total de dos (2) integrantes inhabilitados para sesionar de los diez (10)
asistentes. Por consiguiente, se concluye que no se afectó el quorum,
el cual quedó integrado finalmente por un número total de siete (7)
miembros, habilitados para sesionar válidamente.

86
TESIS 8: El demandante en el proceso 2020-00030-00, alega la
vulneración del artículo 32 estatutario, en cuanto las sesiones del 19 y 20
de noviembre de 2019 debieron realizarse con al menos cuatro (4) días
calendario de diferencia, lo que repercutió en detrimento de la debida
preparación, ilustración y reflexión de los temas a tratar. En primer lugar,
debe advertirse la imprecisión en la que incurre el libelista, pues, los
cuatro días que extraña entre una y otra sesión no están contemplados
en el artículo 32 de los estatutos de CORMACARENA, en el cual se trata el
tema de las sesiones ordinarias del Consejo Directivo, sino en el artículo
33 de ese mismo compendio normativo que contempla las previsiones
relacionadas con las sesiones extraordinarias. (…). Al respecto, no puede
perderse de vista que la elección del director general de la corporación
se enmarca en la facultad especial que le atribuyó al órgano de
administración la Ley 99 de 1993 (Art. 28, parágrafo 2º), conforme al
cual tiene una amplia libertad para estructurar las diferentes etapas del
procesos de elección, lo que incluye la elaboración de un cronograma en
el cual se establecen estrictos plazos no solo para los aspirantes al cargo,
sino también para que el Consejo Directivo sesione, siempre teniendo en
cuenta la premura de llevar a cabo la elección en el término que la ley le
impone (tres meses antes del inicio del período institucional respectivo).
En este orden ideas, no puede catalogarse de sesiones ordinarias o
extraordinarias, aquellas que han sido previamente establecidas en
el marco del proceso de elección, sino las que regularmente lleva a
cabo el Consejo Directivo para tratar asuntos que se diferencian de la
facultad pro tempore que se le atribuyó para elegir al jefe ejecutivo de la
entidad. Por consiguiente, no le asiste razón al demandante en cuanto
a la exigencia de haber más de cuatro días entre las sesiones del 19 y
20 de noviembre, las cuales ya se habían fijado con anterioridad en el
cronograma del proceso. Aunado a lo anterior, la Sala comparte la lectura
que el Ministerio Público sugiere de los artículos 32 y 33 transcritos, bajo
el entendido que el supuesto de la norma tiene como extremo inicial la
fecha de la convocatoria y, como extremo final, aquella en que se celebra
la respectiva sesión. En ese sentido, tampoco se vulnerarían las citadas
normas estatutarias, si se tiene en cuenta que las reuniones del 19 y 20
de noviembre de 2019 estaban programadas desde el 23 de octubre de
ese mismo año, cuando se expidió el Acuerdo N° PS-GJ. 1.2.42.2.19.016
de la referida data.

TESIS 9: En punto a la posesión, se recuerda que esta es un acto


en el que el empleado público presta juramento solemne de cumplir
y defender la Constitución en el desempeño de sus funciones, cuyo

87
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

fundamento se encuentra en el artículo 122 superior. Dicha formalidad


es una actuación que siempre es ulterior a un acto de nombramiento
o elección del empelado público, formas de provisión que no se
pueden predicar de los integrantes de los consejos directivos de
las corporaciones, quienes vienen a hacer parte del mismo por
mandato expreso de la ley, esto es, sin que medie la voluntad de la
administración, tal como sucede en otros ámbitos de la función
pública, verbi gracia, el Presidente de la República, o por virtud
de la delegación los ministros, que por su sola investidura pasan a
integrar consejos y juntas directivas de diferentes entidades del orden
nacional u organismos autónomos sin que medie posesión alguna.
Aunado a lo anterior, en el caso de las corporaciones autónomas el
artículo 2.2.8.4.1.22 del Decreto 1076 de 2015, dispone expresamente
dicha formalidad para el director general quien “tomará posesión de
su cargo ante el presidente del Consejo Directivo de la corporación,
previo el lleno de los requisitos legales exigidos”. Esto tan solo para
evidenciar que, entre los altos cargos de dirección, administración y
ejecución, el legislador solo se ocupó del director en lo referente a la
posesión, desde luego, ello se justifica en que este ingresa a la función
pública, tal como sucede con los demás empleados públicos de esas
entidades, mientras que los miembros del Consejo Directivo entran a
ejercer unas funciones en virtud de su investidura. Las anterior, son
razones suficientes para desestimar el argumento expuesto por la
parte actora en relación con la falta de posesión de la representante de
Asocolonos. (…). Conforme a las anteriores razones, encuentra la Sala
que aquellas situaciones que los demandantes censuraron frente al
proceso de elección del director general de la Corporación Autónoma
Regional para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial de
la Macarena – CORMACARENA, no tienen la virtud de estructurar las
causales de nulidad alegadas.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: [L]o primero a develar es si cada uno de los escritos cumplía


con las exigencias propias de una recusación, para que, en tal sentido,
les fuera predicable el trámite consagrado en el artículo 12 del CPACA,
echado de menos por la parte actora, pues, de descartarse la verificación
de tales formalidades, por sustracción de materia, quedarían sin piso
los reproches relacionados con el trámite recusatorio que, en su

88
sentir, debía agotarse. En caso contrario, convendría su evaluación.
Así, entonces, sobre este supuesto debe la Sala examinar la existencia
de los siguientes elementos: (i) recusante, (ii) recusado y (iii) carga
argumentativa y eventual respaldo probatorio. (…). Ello, teniendo
presente que la falta de palabras sacramentales no puede llevarse
al plano de un exceso ritual, pues lo que importa es que, en efecto,
la solicitud cumpla con las formalidades debidas. Sobre este tercer
aspecto, es menester recordar que corresponde a las “Las razones
por las que se estima que respecto de aquél existe un conflicto entre
el interés particular y el general, las cuales deben estar encaminadas
a ilustrar jurídica y probatoriamente si es del caso, la configuración
de las causales de impedimento legalmente establecidas”. El escrito
que se presente en sede administrativa debe cumplir con la debida
fundamentación jurídica y adecuación a una causal taxativa de
recusación. Así, se precisa de la exposición de los supuestos fácticos
y respaldo probatorio en los que se funda la recusación, pero también
de la demostración jurídica de por qué los hechos anunciados dan
lugar a la configuración de determinada causal de impedimento o
recusación. (…). Ante la imposibilidad de prever todo el espectro de
situaciones sobrevinientes que pueden enfrentar el interés público y
el particular, la primera parte de la norma en cita plantea un deber
ético del servidor de manifestar impedimento. Se trata de una cuestión
objetivable, pero con origen en el reconocimiento que realiza el propio
implicado, y que abarca un amplio campo de situaciones no detalladas
en el precepto, pues puede ser cualquier situación que genere la
consabida tensión. El segundo segmento de tal enunciado normativo
permite que terceros realicen el señalamiento de esos escenarios
indeseables en el ejercicio de la función administrativa (y por extensión
también de la electoral), pero los circunscribe a un grupo limitado de
supuestos. (…). Las anteriores disertaciones traen como condigna
implicación jurídica que las 16 causales previstas en el artículo 11 del
CPACA tienen carácter enunciativo para el servidor que pueda estar
incurso en un conflicto de interés y esté en el deber de manifestarlo,
pero son taxativas frente al sujeto que pretenda hacerlas valer por
vía de recusación. (…). Esto es lo que explica el por qué un escrito
que pretenda ser tomado como una recusación debe cumplir con la
expresión de las razones que demuestren jurídica y probatoriamente
la configuración de determinada causal; pues no de otra forma se
podría garantizar el ejercicio del derecho de defensa y contradicción al
recusado, dentro de marco de un régimen normativo de interpretación
restrictiva. De haberse analizado con este necesario rigor las supuestas

89
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

recusaciones presentadas dentro del proceso de elección enjuiciado


se habría llegado a la conclusión de que ninguna de ellas cumplía con
las formalidades requeridas para ser consideradas recusaciones en
estricto sentido. De ahí que ningún tipo de vicio o mengua en el quorum
pudiera haber sido predicable aquellos.

TESIS 2: Tal y como [se ha] venido expresando en las aclaraciones


de voto presentadas dentro del trámite de otros procesos en los que
se ha cuestionado el trámite de las recusaciones al interior de las
Corporaciones Autónomas Regionales, contrario a lo defendido por
la Sala mayoritaria, [se estima] conveniente señalar que, en todo
caso, aun cuando las examinadas dentro del proceso de la referencia
hubieren correspondido a verdaderas recusaciones –que, como se
demostró, no lo eran– la adecuada interpretación del contenido del
artículo 12 del CPACA imponía, bajo la lectura de la jurisprudencia
de esta Sección que fue transcrita en la sentencia frente a la que
[se aclara] el voto, que en el evento de su presentación ante algún
funcionario se debía suspender el procedimiento adelantado y no
podría participar ni siquiera actuar para resolver otros impedimentos,
tesis que habría atendido por ser la postura aceptada por la mayoría
de la Sección, pero que no [se comparte] por las razones que [se
pasa] a exponer. (…). [E]l que dicho precepto imponga suspender
la actuación administrativa no conlleva la prohibición de que los
recusados participen de la resolución de otras recusaciones siempre
y cuando las causales y los fundamentos no lo involucren su
particular caso. (…). [Se considera] que la suspensión de la actuación,
ante la presentación de impedimentos o recusaciones, no implica la
imposibilidad del funcionario –impedido o recusado– para participar
en la resolución de dichas situaciones cuando recaigan en funcionario
diferente, claro está, siempre y cuando la causal y los fundamentos
fácticos no guarden relación con su particular caso porque cuanto
en este evento estaría resolviendo su propia situación. En el trámite
eleccionario en cuestión no se advirtió la existencia de una etapa
prevista para la resolución de impedimentos y recusaciones, lo cual
es perfectamente entendible porque dicha circunstancia no hace
parte del procedimiento administrativo electoral porque en realidad
es ajena a la misma, pues guarda relación con los funcionarios que
intervienen en su curso y no con la finalidad de designar al director
general de la Corporación Autónoma Regional. Prueba de lo anterior
es que las causales de impedimento y recusación guardan íntima
relación con el funcionario y sus particulares situaciones. De igual

90
manera, hay que tomar en consideración que el artículo 11 del
CPACA, dispone que el servidor que “…deba adelantar o sustanciar
actuaciones administrativas…”, deberá manifestar su impedimento.
Nótese que cuando la norma refiere al adelantamiento o sustanciación
de actuaciones, es lo propio concluir que se alude a todas las etapas
necesarias para culminar con la designación, es decir, no es dable que
el funcionario recusado o quien manifieste su impedimento, a pesar
de esta circunstancia continúe en el desempeño de sus funciones
al interior del procedimiento, o en palabras del legislador lo siga
sustanciando. Considero que de la lectura adecuada del contenido
del artículo 12 del CPACA se desprende que lo correspondiente a la
resolución de impedimentos y recusaciones no guarda relación con
el adelantamiento o la sustanciación del proceso iniciado para elegir
director de la corporación autónoma, pues se trata de un trámite
si se quiere accesorio, al punto que ante la falta de regulación por
parte de la respectiva autoridad administrativa, es necesario acudir
a lo dispuesto en este materia por la Ley 1437 de 2011. (…). Así
las cosas, cuando el artículo 12 del CPACA dispone la suspensión
de la actuación administrativa, dicha disposición lo que realmente
impone es que el funcionario que manifieste su impedimento o sea
recusado, se aparte de las sesiones y actuaciones previstas para la
respectiva designación, pues se considera que recae sobre él alguna
circunstancia que impone que no pueda hacer parte del colegiado que
debe adoptar dicha designación. Sin embargo, no es posible extender
dicha suspensión al trámite de las recusaciones e impedimentos,
pues, se itera, es una circunstancia que, si bien acaece durante el
curso del procedimiento eleccionario, en realidad no hace parte de
las actuaciones que deben adelantarse para tal finalidad. Es por lo
anterior que considero que no es ilegal que un funcionario recusado
intervenga en la sesión en la que se discuta y decida otra recusación,
insisto, siempre y cuando la causal y la situación fáctica expuesta
no guarde relación con la que cursa en su contra, pues en esas
circunstancias claramente deberá ser apartado, pero no en razón del
trámite previsto en el artículo 12 del CPACA, sino porque su situación
al asimilarse a la que será decida puede devenir en la ocurrencia
de un posible conflicto de intereses. Entonces, en mi criterio, el
artículo 12 del CPACA no lleva a que el funcionario recusado no pueda
conocer y resolver otra recusación o impedimento, con la salvedad
antes expuesta, pues en realidad limita su actuación a las actividades
propias y establecidas dentro de la actuación administrativa tendiente
a la designación de que se trate.

91
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 3: [S]e sugirió que solo cierto tipo de decisiones relevantes


puedan ser pasibles de verse afectadas por la presencia de un
conflicto de interés por parte del servidor que las adopta. (…). Nótese
que el legislador incluyó en el mismo supuesto el adelantamiento
o sustanciación de actuaciones administrativas, lo que incluye,
por supuesto otro tipo de decisiones que no solo son del carácter
sustancial impreso por la mayoría. La cobertura de la norma es
lo suficientemente amplia en el sentido de sugerir que cualquier
actuación administrativa es pasible de ser abordada desde la óptica
del régimen del conflicto de intereses, y de esa forma, [se estima],
debió quedar plasmado en la sentencia respecto de la cual [se
aclara el] voto, en la que se optó incorrectamente por una especie de
fraccionamiento de aquel. (…). En el fallo de la referencia, se propuso
la delegación como una excepción legal que necesita consagración
expresa para su habilitación, cuando, en realidad, desde [este]
punto de vista, su proscripción es la verdadera excepción. Se debe
tener presente que se trata de una figura que goza de raigambre
constitucional, en cuanto el artículo 209 del Texto Fundamental
previene que “La función administrativa está al servicio de los
intereses generales y se desarrolla con fundamento en los principios
de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad
y publicidad, mediante la descentralización, la delegación y la
desconcentración de funciones”. Se trata de un instrumento que sirve
a la consecución de los fines del Estado, y que tiene también algún
desarrollo en la Ley 489 de 1998. (…). Si bien tales preceptos refieren
a la administración, constituyen un importante referente para el
dimensionamiento de la figura, y que gurda estrecha relación con las
posibilidades que se tienen respecto de determinados funcionarios
que tienen asiento en el Consejo Directivo de las CAR, como es el
caso de los mandatarios locales. Ahora, bien en cuanto al punto en
concreto de los rectores de las consabidas universidades públicas,
resulta conveniente destacar que se trata de los representantes
legales de tales instituciones, y que gozan de la calidad de empleados
públicos. (…). En concordancia con lo anterior, y para poner el
argumento en contraste con los argumentos plasmados en la
sentencia de cuyas consideraciones [se aparta], [se dice] que, (…), el
hecho de que se mencione a los delegados del gobernador del Meta,
del Director del Instituto Amazónico de Investigaciones Científica,
“SINCHI” o del Director del Instituto de Investigación de Recursos
biológicos “Alexander von Humbolt”, obedece a que, para el primero,
como miembro de la administración pública, no cabe de que resultan

92
aplicables las glosas de los artículos 9 y siguiente que definen la
delegación; y para los segundos, a que las entidades regentadas
fueron creadas por la misma Ley 99 de 1993. Diferente situación es
la de los rectores, que están sometidos a una variedad de regímenes
jurídicos propios de la autonomía universitaria de las cuales están
revestidas. Así, en el caso de los rectores de las Universidades de
la Amazonia y Tecnológica de los Llanos Orientales, el asunto de
la delegación debía ser mirado bajo los auspicios de lo previsto
en la ley, pero en armonía con los respectivos estatutos de esos
establecimientos educativos, a fin de saber si les era dable actuar a
través de delegados en el Consejo Directivo de Cormacarena, siendo,
desde luego, el demandante quien debía probar que estaba prohibida
la delegación por parte de los rectores, en virtud de la presunción de
legalidad que rige las actuaciones subyacentes al acto de elección
enjuiciado.

TESIS 4: [S]ea esta la oportunidad para señalar que la Sala


debería rectificar su postura sobre el alcance de las recusaciones
(suspensión de trámite y eventualmente, traslado al jefe del Ministerio
Público) en los procesos eleccionarios en las CAR y en otro tipo de
organismos autónomos, por presentar visos de incompatibilidad con
su naturaleza democrática. Lo anterior, lógicamente, bajo las cargas
de transparencia y suficiencia que derivan de la jurisprudencia
constitucional y de la aplicación directa del artículo 103 del CPACA.
[Se plantea] que el asunto debería resolverse, en este plano de
análisis de componentes que finalmente terminan evaluando
aspectos subjetivos, de cara a circunstancias de elegibilidad de los
candidatos, y no de idoneidad de los electores. En la práctica, la
tesis actual de la Sala no ha tenido más que repercusiones en los
estudios de nulidad electoral que se han efectuado. Empero, estimo
que el asunto se tornaría de mayor complejidad cuando, por el poder
que indirectamente se le está confiriendo a quien ocupe el cargo de
Procurador General de la Nación, alguna vez, tal funcionario haga
prosperar una de aquellas en las que hubo afectación del quorum
de la CAR. La dificultad, ante una eventualidad de esas, surgiría en
torno al planteamiento sobre quién pasará a ser el nominador en la
CAR, teniendo en cuenta que, en esos casos, la de remisión aplicada
(art. 12 CPACA) señala que el mismo Procurador General designa
al remplazo del funcionario recusado, pero no precisa cuál será su
baraja de opciones. También desde un punto de vista muy personal,
[se observa] que en estos escenarios se debería propender por la

93
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

máxima libertad electoral, lo que, desde luego, implica empezar a


reconocer el “interés electoral” como algo natural en la contienda,
pues es claro que la conformación misma de las corporaciones
autónomas, que se da por instrucción expresa del legislador,
responde a una cuestión de representación de intereses. No en vano
sus integrantes provienen de todo tipo de sectores: gobernaciones,
alcaldías, ESAL, comunidades étnicas, minorías, etcétera. Entender
lo contrario supondría, a la larga, promover limitaciones a las
posibilidades de acceso a cargos de personas que, por cualquier
motivo, necesariamente tuvieran que verse representadas en
alguien con asiento en la CAR, y por la misma razón prohijar el veto
al nominador, cuando precisamente el conocimiento personal del
candidato que se inscribe en una convocatoria pública podría ser un
criterio de la sindéresis intrínsecamente reconocida por el legislador
de 1993. Se trataría de una cuestión de diseño institucional que
no se puede soslayar. Por eso, cualquier violación a las reglas de
democracia, probidad, transparencia o exceso en la representación
de intereses debería ser ventilada en la nulidad electoral, y no por lo
que podría ser una equivocada vía de las recusaciones que ha venido
defendiendo la Sala, con un efecto impredeciblemente complejo,
teniendo en cuenta que los nominadores son un elemento fijo de la
ecuación, y que los aspirantes son precisamente el alea sobre el que
se ha erigido el impulso de la teoría de aplicación del régimen de
recusaciones en casos como el de la referencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 121
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 122 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
123 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 150 NUMERAL 7 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 189 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 209 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 1 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 4 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 7 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 11 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
12 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 16 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 2 / LEY 99
DE 1993 – ARTÍCULO 23 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 24 / LEY 99 DE 1993 –
ARTÍCULO 25 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 26 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 27 /
LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 28 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 32 / LEY 99 DE 1993
– ARTÍCULO 33 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 38 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 116
/ LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 9 / LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 12 / LEY 1938 DE
2008 – ARTÍCULO 1 / LEY 1938 DE 2008 – ARTÍCULO 2 / DECRETO 1076 DE 2015 –
ARTÍCULO 2.2.8.4.1.2.1 / DECRETO 1076 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.8.4.1.22

94
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL
MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO CON
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA, AUTORIDAD CIVIL, AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS

EXTRACTO NO. 22

RADICADO: 52001-23-33-000-2019-00638-01
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Hugo Armando Granja Arce
DEMANDADO: Andrés Castillo Quiñones – Concejal
de Tumaco – Nariño, Período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta sección determinar si


confirma, modifica o revoca la decisión de 22 de febrero de 2020,
mediante la cual el Tribunal Administrativo de Nariño, accedió a las
pretensiones de la demanda de nulidad de la elección de Andrés
Castillo Quiñones como concejal de Tumaco para el periodo 2020-
2023, acto que fue acusado de estar incurso en inhabilidad por violar
los artículos 43, numeral 4 de la Ley 136 de 1994, (modificada por
la Ley 617 de 2000) y el artículo 275, numeral 5 de la Ley 1437 de
2011, relacionados con el vínculo de parentesco del demandado con
un funcionario que ejerce autoridad administrativa dentro de los 12
meses anteriores a la elección.

TESIS 1: Las inhabilidades están erigidas como especiales condiciones


objetivas que pueden recaer sobre una persona y que tienen como único
fin que quienes accedan o estén en la función pública, desempeñen su
cargo bajo los criterios de igualdad, eficiencia, moralidad e imparcialidad,
garantizando de esta forma la prevalencia de los intereses generales de
la comunidad sobre los personales. (…). [A]l constituir las inhabilidades
una restricción al derecho de acceso a cargos públicos, la Constitución
de 1991 dispuso que el desarrollo de su régimen jurídico tiene una
cláusula de reserva legal, lo cual ha sido enfatizado por parte de esta
Corporación, estableciéndose en diferentes oportunidades que el único
facultado para estructurar las circunstancias especiales que limitan

95
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

el referido derecho es el legislador. Precisamente, tratándose de los


concejales municipales y distritales, fue con la Ley 136 de 1994 que
se enlistaron las causales inhabilitantes de estos servidores públicos
para inscribirse o ser elegidos como tales. (…). [L]a Sala Electoral ha
establecido que el tenor literal del aparte destacado de la norma en cita
[artículo 43, numeral 4 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo
40 de la Ley 617 de 2000] brinda a su intérprete unos elementos que,
desde una perspectiva ontológica, constituyen la esencia del supuesto
inhabilitante y sin cuya acreditación no podría erigirse el límite impuesto
al derecho a ser elegido del inscrito o electo, a saber: 1. Parentesco:
que exista un vínculo por matrimonio o unión permanente o parentesco
en segundo grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil
con servidor público. 2. Elemento temporal: que se haya constatado el
ejercicio de autoridad en cualquier momento dentro de los 12 meses
anteriores a la elección. 3. Elemento espacial: que la autoridad se haya
ejercido en el respectivo municipio o distrito por el cual se inscribió o
resultó electo el concejal. 4. Elemento objetivo: que haya un ejercicio
de autoridad civil, política, administrativa o militar, conforme a las tres
primeras condiciones. Frente a lo anterior, esta Sección ha sido pacífica
en precisar que estos elementos deben ser concurrentes, esto es, que
para que se configure la causal inhabilitante no basta con que uno de
ellos se acredite, pues todos estos constituyen un conjunto inescindible.
(…). Ahora bien, en lo que atañe al elemento objetivo que es el que
interesa a esta instancia judicial y frente al cual, vale la pena resaltar,
se suscitan la mayoría de controversias que atiende esta Corporación,
debe llamarse la atención con especial énfasis en el ejercicio de las
autoridades civil y administrativa, las cuales son tratadas con cierto
grado de ambigüedad por el recurrente, siendo necesario diferenciar las
mismas conforme a la jurisprudencia de esta Sección. (…). En cuanto a
la primera de estas – la autoridad civil –, la Sala la ha concebido como
una “potestad de dirección o mando que tiene determinado servidor
público sobre los civiles o particulares, la cual puede hacer cumplir
incluso recurriendo a la coacción, esto es, incluso contra la voluntad de
los mismos”. Mientras que cuando se habla de autoridad administrativa
“se refiere al desempeño de un cargo público que otorga a su titular
poder de mando, facultad decisoria y dirección de asuntos propios de
la función administrativa que se dirigen al funcionamiento del aparato
administrativo”.

TESIS 2: Conviene precisar, que el estudio que efectuará la Sala, en


lo que atañe al primer argumento de la apelación se circunscribirá al

96
aspecto objetivo o de autoridad de la causal de inhabilidad alegada,
habida cuenta que en relación con los elementos de parentesco, temporal
y espacial no existe controversia alguna, pues los mismos se dieron
por acreditados por el tribunal de primera instancia conforme a las
pruebas legalmente aportadas, sin que al respecto el apelante planteara
algún reproche. (…). Recientemente, esta Sala Electoral reiteró, con
fundamento en el criterio funcional para analizar el elemento objetivo de
la inhabilidad en cuestión, que los rectores de instituciones educativas
de carácter público ejercen autoridad administrativa. Asimismo, resaltó
que la postura pacífica de esta Sección, ha sido considerar que, para la
configuración de este elemento, no se requiere el ejercicio material de
las funciones. (…). De acuerdo con lo expuesto, es claro para la Sala que,
contrario a lo dicho por el apoderado judicial del concejal demandado,
para la configuración de la inhabilidad que le fue endilgada, no se requiere
la demostración del ejercicio efectivo de las funciones que implican
autoridad administrativa, por parte de los rectores de las instituciones
educativas públicas, de modo que, no era necesario evidenciar que, en
este caso, la hija del demandado, materializó las funciones que, por ser
rectora de la Institución Educativa Mixta Dosquebradas de Tumaco le
fueron atribuidas por la ley. Por consiguiente, tampoco es menester
probar que el cumplimiento de las funciones como rectora por parte de
la hija del concejal, tuvo incidencia en la votación que este obtuvo en los
comicios de 27 de octubre de 2019, esto es, es irrelevante si de dicha
circunstancia el demandado obtuvo réditos electorales, pues se insiste,
la configuración del elemento objetivo de la inhabilidad, exige que el
pariente ostente las funciones que implican ejercicio de autoridad y no la
demostración de su ejercicio efectivo. Asimismo, dado que el control que
se realiza en un proceso de nulidad electoral es de naturaleza objetivo,
se prescinde el análisis de aspectos subjetivos, como la conducta del
demandado, pues el estudio se circunscribe a la confrontación del acto
con el ordenamiento jurídico. (…). En ese sentido, también es irrelevante,
frente a la inhabilidad objeto del presente proceso, que la hija del
demandado haya accedido al cargo de rectora, luego de haber superado
un concurso de méritos y que ese nombramiento sea independiente de la
elección de su padre, pues estas circunstancias no están contempladas
como elementos que enervan la configuración de la inhabilidad. (…). En
otras palabras, que el servidor público -pariente del elegido- acceda al
cargo por concurso de méritos, no desdibuja el elemento objetivo de la
inhabilidad en cuestión, puesto que, en aplicación del criterio funcional,
como se expuso anteriormente, se deben analizar las funciones que el
ordenamiento jurídico le atribuye al cargo para establecer si comporta

97
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

el ejercicio de autoridad administrativa y no la forma en que se accede


a él. Por tanto, no es posible incluir en el análisis de este elemento, el
hecho de que la señora Castillo Quiñones haya superado un concurso
de méritos para ser rectora de manera independiente a la elección por
voto popular de su padre, dado que se desconocería que el régimen de
inhabilidades tiene interpretación restrictiva. (…). Como se advierte de la
lectura del artículo [artículo 49 parágrafo 1 de la Ley 617 de 2000] y, en
lo que concierne al presente caso, se trata de una prohibición dirigida
a los parientes -allí enlistados- de los concejales. (…). En ese orden, es
claro que la norma consagra una restricción para que algunos parientes
de los concejales, no puedan acceder a ciertas dignidades, salvo que lo
hagan en virtud de las normas sobre carrera administrativa. Contrario
a lo que parece entender el demandado, el artículo en comento, no
aplica a quienes quieran ser concejales, sino a los parientes de quien ya
ostenta esa condición. Se insiste, el artículo 49 de la Ley 617 de 2000,
está dirigido a los familiares enlistados de quien ya está fungiendo como
concejal y no a quien aspira a ser miembro de la corporación pública
municipal. Por tanto, con fundamento en esa norma, no es posible
enervar la configuración de la inhabilidad consagrada en el artículo 43,
numeral 4 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 40 de la
Ley 617 de 2000, que sí está dirigida a quienes pretenden ser elegidos
concejales. Considera la Sala que se debe precisar que la designación de
la señora Sandra Yesenia Castillo Quiñones, hija del demandado, no ha
sido cuestionada, pues la inhabilidad se predica es del concejal elegido
por voto popular, no por concurso de méritos ni en aplicación de normas
de carrera administrativa, es decir, el motivo de inelegibilidad obedece
al parentesco del demandado, esto es, de Andrés Castillo Quiñones, con
quien ejerció autoridad en su calidad de rectora, independientemente
de cómo accedió al cargo en la institución educativa. Por consiguiente,
el que la hija del demandado haya sido designada por haber superado
un concurso de méritos, no es un argumento suficiente para descartar
la aplicación de la inhabilidad legal por parentesco con funcionarios
que ejerzan autoridad, establecida para el cargo de concejal. En
consecuencia, está debidamente acreditado el elemento objetivo de la
inhabilidad consagrada en el artículo 43, numeral 4 de la Ley 136 de
1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, puesto que no
cabe duda de que la hija del demandado ejerció autoridad administrativa
dada su calidad de rectora de una institución educativa pública.

TESIS 3: El numeral 1 del artículo 23 de la Convención establece que


todos los ciudadanos tienen derecho a votar y ser elegidos en elecciones

98
periódicas auténticas y acceder en condiciones generales de igualdad
a las funciones públicas. (…). Por su parte, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH) ha resaltado, al interpretar el artículo
23 de la Convención, que la restricción de los derechos y libertades
allí establecidos se debe hacer con base en tres (3) condiciones o
requisitos: (i) legalidad de la medida restrictiva; (ii) la finalidad de la
medida, es decir, que la restricción sea permitida por la Convención,
y (iii) la necesidad y proporcionalidad de la medida, en ese orden,
siguiendo lo dicho recientemente, por esta Sala, se considera que la
inhabilidad en cuestión se ajusta a la Convención. (…). (i) Encuentra la
Sala satisfecha esta primera exigencia, habida cuenta que, la inhabilidad
fue instituida por el legislador colombiano en una ley en sentido formal
y material y, dentro de los supuestos que la jurisprudencia de la Corte
Interamericana ha establecido para que el Estado reglamente “el
ejercicio de los derechos y oportunidades” protegidos en el artículo
23.1, es decir, la “condena, por juez competente, en proceso penal”.
(…). En ese sentido, en la inhabilidad referida, el legislador ordinario,
bajo la misma línea que impuso el Constituyente y en concordancia a
la Convención, señaló que no podría ser electo concejal quien tenga
vínculo por matrimonio, o unión permanente, o de parentesco en
segundo grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil, con
funcionarios que dentro de los doce (12) meses anteriores a la elección
hayan ejercido autoridad civil, política, administrativa o militar en el
respectivo municipio o distrito. (ii) En cuanto a la finalidad de la medida
restrictiva, considera la Sala que la inhabilidad en cuestión, tiene una
finalidad legítima en un sistema democrático: prevenir afrentas contra
las condiciones normales en las que se deben desarrollar los procesos
electorales, producto de las situaciones personales de los aspirantes,
en detrimento del sistema democrático representativo. (…). (iii) El tercer
requisito se subdivide en: a) necesidad en una sociedad democrática
y b) proporcionalidad de la medida restrictiva. (…). Considera la Sala
que la inhabilidad por el ejercicio de autoridad por parte de pariente,
es un medio idóneo para el cumplimiento de un objetivo legítimo en
una sociedad democrática, asegurar la igualdad y transparencia en la
contienda electoral, en tanto es un instrumento eficaz para evitar que
candidatos que pueden obtener ventajas indebidas por la influencia de
sus parientes, accedan a ciertos cargos de representación política. Bajo
esa línea, la inhabilidad es proporcional, ya que no restringe el derecho
a elegir, por medio del ejercicio del voto, o de participación política,
como miembro de un partido o colectividad política, por el contrario,
esta solamente se encuentra establecida como una limitación de

99
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

acceso a ciertos cargos de importante representación política en el


andamiaje democrático colombiano, por ejemplo, Congresista alcalde,
gobernador o concejal, pero no afecta el ingreso y ejercicio de otros
cargos públicos, verbigracia, de carrera administrativa o de libre
nombramiento y remoción. De acuerdo con lo expuesto, la inhabilidad
en cuestión se ajusta a la Convención en tanto supera las exigencias del
artículo 23. Al respecto, se debe precisar, que (i) la destitución, como lo
advirtió el Ministerio Público, es una sanción derivada de la comisión de
una falta disciplinaria gravísima dolosa o realizada con culpa grave, que
se impone previo el adelantamiento de un proceso disciplinario que, en
la mayoría de los casos, es administrativo y no judicial pero que, en todo
caso, es ajeno y distinto de la nulidad electoral; y (ii) las consecuencias
de la sentencia que dispone la nulidad del acto de elección, fueron
establecidas por el legislador en el artículo 288 del CPACA y, dentro
de ellas, no se estableció la imposición de una inhabilidad. (…). En
ese orden, si se tiene en cuenta que el proceso de nulidad electoral
no tiene naturaleza sancionatoria, no es posible concluir como parece
entenderlo el apelante, que, con fundamento en dicho fallo [caso Petro
Urrego vs. Colombia (2020)], el juez electoral no tiene la potestad de
anular un acto de elección si advierte la trasgresión del ordenamiento
jurídico, el cual comprende, sin duda alguna, el régimen de inhabilidades.
Finalmente, frente al planteamiento del recurrente, según el cual, el no
encontró ningún obstáculo para validar la candidatura del demandado,
en tanto reunía todos los requisitos que la ley exige y nadie impugnó la
correspondiente inscripción, la Sala señala, como ya lo ha sostenido,
que no existe un condicionamiento entre el pronunciamiento de la
autoridad electoral en sede administrativa y el control judicial en el
marco de un proceso de nulidad electoral. Por tanto, que el Consejo
Nacional Electoral no haya revocado la inscripción del demandado,
no es óbice para que judicialmente, se realice el control del acto de
elección de Andrés Castillo Quiñones como concejal. En consecuencia,
se confirmará el fallo apelado, que declaró la nulidad del acto de
elección del demandado como concejal de Tumaco.

NORMATIVA APLICADA
LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43 NUMERAL 4 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 188
/ LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 190 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 / LEY 617
DE 2000 ARTÍCULO 49 PARÁGRAFO 1 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 150 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 288 / CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMANOS – ARTÍCULO 23 NUMERAL 1

100
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, PRETENSIÓN DE RESARCIMIENTO,
INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO CON AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, CRITERIOS ORGÁNICO Y FUNCIONAL DE LA
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA

EXTRACTO NO. 23

RADICADO: 52001-23-33-000-2020-00971-01
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Luis Armando Delgado Mera y otros
DEMANDADA: Rosa Sonia Zambrano Arciniegas - Concejal de Pasto
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar, de


conformidad con los recursos de apelación interpuestos y sustentados
oportunamente por (i) la demandada, (ii) el coadyuvante José Luis
Checa Checa y (iii) el apoderado del municipio de Pasto, si existe mérito
suficiente para confirmar, revocar o modificar la sentencia del 16 de
marzo de 2021, por medio de la cual la Sala Primera de Decisión
del Tribunal Administrativo de Nariño declaró la nulidad parcial de
la Resolución No. 067 de 22 de julio de 2020, por la cual se hizo el
llamamiento a Rosa Sonia Zambrano Arciniegas para ocupar una curul
en el Concejo Municipal de Pasto, al considerar que se encontraba
incursa en la inhabilidad establecida en el numeral 4º del artículo 43
de la Ley 136 de 1994.

TESIS 1: [E]s importante precisar que ante esta jurisdicción es


posible presentar diferentes tipos de pretensiones contenciosas. Así,
el medio de control previsto en el artículo 137 de la Ley 1437 de 2011
puede ser interpuesto por cualquier persona que persiga la nulidad
de uno o varios actos administrativos de carácter general en procura
del amparo del ordenamiento jurídico en abstracto, sin perjuicio de
las excepciones establecidas por el legislador, en virtud de las cuales
también es posible demandar a través del contencioso de nulidad
simple ciertos actos de contenido particular y concreto. No obstante,
si de la demanda se llegare a determinar que lo que se pretende es

101
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

el restablecimiento automático de un derecho subjetivo a favor del


demandante o de un tercero, el medio de control procedente será el
de nulidad y restablecimiento del derecho establecido en el artículo
138 del referido cuerpo normativo. En tratándose de los medios de
control diseñados para controvertir los actos de elección por voto
popular o por cuerpos electorales, o los de llamamiento a proveer
vacantes e incluso los actos de nombramiento, se tiene que estos
están definidos en función de la oportunidad para su interposición, el
interés jurídico a tutelar y la naturaleza del acto. En ese sentido, el
artículo 139 del CPACA, prescribe que quien pretenda la nulidad de un
acto de elección o nombramiento, debe formular el medio de control
de nulidad electoral con la finalidad de preservar el orden jurídico
en abstracto. En este sentido, dado la especificidad de este acto, el
juicio de validez solo puede promoverse a través de este contencioso
especial y no por otro medio procesal. Conforme a lo anterior, no es
posible pretender el amparo de derechos subjetivos del accionante,
pues la nulidad electoral solo permite asegurar el imperio de la ley o
la vigencia del Estado de Derecho, valores superiores que interesan
a todos los asociados. En virtud de lo anterior, no es posible procurar
que se reconozcan los honorarios dejados de percibir por parte del
señor Carlos Andrés Acosta Santacruz, invocando para ello el medio
de control de nulidad electoral, en tanto que esto desnaturalizaría
la finalidad del medio de control. Adicionalmente a lo expuesto, se
destaca que los alegatos de conclusión de segunda instancia no es
la oportunidad procesal para invocar pretensiones adicionales a las
expuestas en el libelo genitor, pues para ello el artículo 173 de la Ley
1437 de 2011 dispone los términos para adicionar, aclarar o modificar
la demanda, por una sola vez, además de prever que dichos cambios
podrán referirse a las partes, las pretensiones, los hechos en que estas
se fundamentan o a las pruebas. En el caso del medio de control de
nulidad electoral, existe norma especial que fija como término para su
reforma, los tres (3) días siguientes a la notificación del auto admisorio
al demandante y sólo podrán adicionarse cargos siempre que no haya
operado la caducidad, según lo dispuesto en artículo 278 de la Ley
1437 de 2011.

TESIS 2: [E]s menester precisar que las inhabilidades están erigidas


como especiales condiciones objetivas que pueden recaer sobre una
persona y que tienen como único fin que quienes accedan o estén
en la función pública, desempeñen su cargo bajo los criterios de
igualdad, eficiencia, moralidad e imparcialidad, garantizando de esta

102
forma la prevalencia de los intereses generales de la comunidad
sobre los personales. (…). [A]l constituir las inhabilidades una
restricción al derecho de acceso a cargos públicos, la Constitución
de 1991 dispuso que el desarrollo de su régimen jurídico estuviera
sujeto a reserva legal, lo cual ha sido enfatizado por parte de esta
corporación, estableciéndose en diferentes oportunidades que el único
facultado para estructurar las circunstancias especiales que limitan
el referido derecho es el legislador. Precisamente, tratándose de los
concejales municipales y distritales, fue con la Ley 136 de 1994, que
se enlistaron las causales inhabilitantes de estos servidores públicos
para inscribirse o ser elegidos como tales. (…). [L]a Sala electoral ha
establecido que el tenor literal del aparte destacado de la norma en
cita brinda a su intérprete unos elementos que, desde una perspectiva
ontológica, constituyen la esencia del supuesto inhabilitante y sin
cuya acreditación no podría erigirse el límite impuesto al derecho a
ser elegido del inscrito o electo, a saber: 1. Parentesco: que exista
un vínculo por matrimonio o unión permanente o parentesco en
segundo grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil
con servidor público. 2. Elemento temporal: que se haya constatado el
ejercicio de autoridad en cualquier momento dentro de los 12 meses
anteriores a la elección. 3. Elemento espacial: que la autoridad se haya
ejercido en el respectivo municipio o distrito por el cual se inscribió o
resultó electo el concejal. 4. Elemento objetivo: que haya un ejercicio
de autoridad civil, política, administrativa o militar, conforme a las tres
primeras condiciones. Frente a lo anterior, esta Sección de manera
pacífica ha precisado que estos elementos deben ser concurrentes,
esto es, que para que se configure la causal inhabilitante no basta con
que uno de ellos se acredite, pues todos estos constituyen un conjunto
inescindible. (…). Ahora bien, en lo que atañe al elemento objetivo
que es el que interesa a esta instancia judicial y frente al cual, vale
la pena resaltar, el contenido del artículo 190 de la Ley 136 de 1994.
(…). En cuanto a la autoridad administrativa, la Sala la ha concebido
como “el desempeño de un cargo público que otorga a su titular
poder de mando, facultad decisoria y dirección de asuntos propios
de la función administrativa que se dirigen al funcionamiento del
aparato administrativo”. Para su determinación esta Corporación ha
precisado que se debe atender dos (2) criterios, (…), a saber: I. Criterio
orgánico: En virtud del cual el legislador entiende que determinados
funcionarios de la administración, pertenecientes a niveles superiores
de la misma, se hallan revestidos de esas prerrogativas, las que a nivel
local están dadas a los alcaldes, los secretarios de despacho, jefes de

103
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

departamento administrativo, gerentes de entidades descentralizadas


y jefes de unidades administrativas especiales. II. Criterio funcional o
material: Conjunto de funciones, tareas y responsabilidades que se
asignan a una persona y las competencias requeridas para llevarlas a
cabo, con el propósito de satisfacer el cumplimiento de los planes de
desarrollo y los fines del Estado.

TESIS 3: [E]l Ministerio Público consideró (…) que son las elecciones
y no el llamado lo que genera la vocación a suplir la vacancia así que,
realizando una interpretación teleológica y finalística de la norma, se
puede concluir que el régimen de inhabilidades se aplica por igual a los
que son elegidos como a quienes son llamados a ocupar el cargo por
hacer parte de la lista de candidatos, en orden sucesivo y descendente.
(…). En efecto, la Sala Plena del Consejo de Estado [se pronunció al
respecto] al referirse a la aplicabilidad del régimen de inhabilidades
para los congresistas que acceden al cargo en virtud del llamado que
se hace para cubrir la vacancia del elegido. (…). Esta misma postura fue
ratificada en providencias de Sala Plena de fechas 8 de mayo de 2008,
18 de noviembre de 2008 y 6 de octubre de 2009 y 10 de noviembre
de 2009. En esta última sentencia se reiteró que “las inhabilidades
para ser congresista tanto elegidos como llamados a ocupar las
curarles vacantes se aplican en función de la fecha de la elección y
no de la posesión” (…). Ahora bien, esta interpretación asumida por
la Sala Plena en los procesos de pérdida de investidura también fue
adoptada por la Sección Quinta en las acciones de nulidad electoral al
examinar el régimen de inhabilidades de candidatos no elegidos que
con posterioridad son llamados para llenar una vacancia absoluta. (…).
Es menester precisar que la postura allí expuesta se ha mantenido
hasta la fecha, pues, en reciente jurisprudencia también se concluyó
que “el régimen de inhabilidades opera en las mismas circunstancias
de tiempo y modo tanto para los “elegidos” como para los “llamados”.
En virtud de lo anterior, la Sala encuentra que el argumento planteado
por los recurrentes en el que sostienen que la inhabilidad deprecada
en las demandas no se encuentra configurada porque la [demandada]
(…) no fue elegida en los comicios celebrados el 27 de octubre de 2019,
sino que su posesión se dio como resultado de un llamamiento, no tiene
vocación de prosperidad, pues ello desconocería la jurisprudencia de
esta Corporación, conforme se expuso en precedencia.

TESIS 4: Sea lo primero precisar, que el estudio que (…) efectuará la


Sala se circunscribirá al aspecto objetivo o de autoridad de la causal de

104
inhabilidad alegada, habida cuenta que en relación con los elementos
de parentesco, temporal y espacial no existe controversia alguna,
pues los mismos se dieron por acreditados por el tribunal de primera
instancia conforme a las pruebas legalmente aportadas y no fueron
objeto de impugnación o censura en los recursos de alzada. Además,
el análisis tendrá como marco el ejercicio de autoridad administrativa,
que fue aquella que encontró probada el a quo a la luz de las funciones
que dan cuenta de este tipo de potestades y frente a la cual los
recurrentes afirman que jamás fueron asignadas a la hermana de la
demandada. Para lo anterior se impone reiterar que esta Sala Electoral
se ha referido a los criterios orgánico y funcional para la determinación
de la autoridad administrativa. (…). Esta Sala Electoral ha definido
el criterio orgánico cuando “es posible entender que el ejercicio de
determinado cargo conlleva el ejercicio de autoridad administrativa
por tratarse de aquellos (sic) que, de conformidad con la ley, implican
dirección administrativa, por ser ésta es {sic} una manifestación de
dicha autoridad”. (…). Para ello el inciso 1° del artículo 190 de la Ley
136 de 1994, enlistó con carácter ilustrativo los cargos de alcalde,
secretarios de la alcaldía, los jefes de departamento administrativo
y los gerentes o jefes de las entidades descentralizadas, y los jefes
de las unidades administrativas especiales, como superiores de los
correspondientes servicios municipales. En tal virtud para efectos de
constatar la configuración del ejercicio o no de autoridad administrativa
en el orden municipal, basta la verificación de que haya ocupado los
cargos enlistados precedentemente o cualquier otro que, en virtud de
su posición jerárquica, acrediten nivel decisorio en la entidad territorial.
(…). En ese orden de ideas, la Sala advierte que en el sub judice está
demostrado que la (…) hermana de la demandada, es servidora pública
de carrera administrativa de la Contraloría Municipal de Pasto en el
cargo de Profesional Universitario código 219 grado 01, pero ocupó
el cargo de libre nombramiento y remoción de asesor de la Oficina
de Control Interno código 105 grado 011, en virtud de la comisión de
servicios conferida por Resolución No. 0248 del 14 de agosto de 2015,
prorrogada por la Resolución No. 193 del 13 agosto de 2018, hasta julio
de 2020, esto es, dentro del periodo inhabilitante. Así las cosas, se puede
concluir que, a la luz del criterio orgánico, la hermana de la demandada
ejerció uno de los cargos enlistados expresamente en el inciso segundo
del artículo 190 de la Ley 136 de 1994, norma que señala, que la
autoridad administrativa comprende “a los funcionarios que hagan
parte de las unidades de control interno”. (…). [C]on anterioridad esta
Sección del Consejo de Estado explicó que efectivamente no a todos

105
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

los cargos de las oficinas de control interno le puede ser atribuible el


ejercicio de autoridad. (…). Analizado in integrum el manual de funciones
contenido en la Resolución No. 208 del 27 de junio de 2019, la Sala
comprobó que el cargo de Asesor de Control Interno de la Contraloría
Municipal de Pasto, desempeñado por la hermana de la demandada,
(…) es evidente que en las labores enlistadas es reiterada la referencia
a labores de implementación y verificación de controles, realización de
evaluaciones y presentación de reportes, entre otras; funciones que son
propias del objeto misional de la oficina de control interno y no se limitan
simplemente al apoyo transversal que podría desempeñar un auxiliar o
un mensajero, como lo afirma el concejo municipal en su contestación
de la demanda y el coadyuvante en el recurso de alzada. Así las cosas,
para la Sala es claro que las atribuciones destacadas son expresión del
ejercicio de autoridad administrativa, en tanto que revisten al servidor
encargado con los poderes de dirección o mando. En este sentido, no
resulta necesario en este caso recabar sobre cada una de las funciones,
cuando de las mismas salta a la vista la materialización de la autoridad
administrativa. Finalmente se impone precisar que el ejercicio de estas
funciones de dirección, orientación, implementación y verificación de
controles, realización de evaluaciones y presentación de reportes, entre
otras, se encuentran asignadas de forma expresa al cargo de Asesor
de Control Interno, sin que para su desempeño sea necesario un acto
de delegación por parte de la Jefe de la Oficina de Control Interno, tal y
como lo argumenta el Municipio de Pasto en su escrito de censura. (…).
Conforme a los anteriores planteamientos, la Sala concluye que frente
a la señora Rosa Sonia Zambrano Arciniegas se configuró la inhabilidad
establecida en artículo 43, numeral 4º de la Ley 136 de 1994, modificado
por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, en razón a que su hermana,
(…), detentó el cargo de asesora de Control Interno de la Contraloría
Municipal de Pasto y ostentó funciones cuyo contenido dan cuenta del
ejercicio de autoridad administrativa dentro del período inhabilitante
que señala la norma en cita.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: Con el debido respeto, [se manifiesta la aclaración] respecto


de la decisión adoptada mediante sentencia de 17 de junio de 2021,
con relación a que la verificación de la existencia de inhabilidades o
ausencia de calidades legales en el caso de los llamados, debe hacerse

106
desde el día de las elecciones. (…). Si bien, la jurisprudencia de la
Corporación, desde el fallo del 15 de mayo de 2001, con ponencia de la
magistrada Ana Margarita Olaya Forero, dentro del proceso de pérdida
de investidura del senador Gentil Escobar Rodríguez, señaló que las
inhabilidades para ser congresista, tanto elegidos como llamados a
ocupar las curarles vacantes, se aplican en función de la fecha de
la elección y no de la posesión, dicha interpretación va en contra de
lo señalado por el Constituyente del 1991. En efecto, el artículo 181
Superior, al regular el elemento temporal de las inhabilidades de
los congresistas, a aparte de señalar su vigencia futura, durante el
periodo constitucional o durante un año en caso de renuncia, se ocupó
de precisar que los llamado a ocupar el cargo, quedarán sometido al
mismo régimen de inhabilidades e incompatibilidades a partir de su
posesión, aclaración que no se hizo de forma caprichosa, sino por el
contrario cumpliendo el fin mismo de la Asamblea. (…). Es apenas lógico
que dentro de la función interpretativa que tiene el juez, la principal es
la de la literalidad de la norma, respetando el sentido obvio y natural
de las palabras, por lo que, resulta claro que el artículo 181 de la
Constitución, como el 47 de la Ley 136 de 1994, que regula la duración
de las inhabilidades de los concejales, señalan que para los llamados
el régimen de inhabilidades, incompatibilidades y conflicto de interés
se contará a partir de su posesión. (…). En ese sentido, la posesión
fue vista –y sigue siéndolo– como un acto material de juramentación
que marca el punto de entrada del designado al ejercicio de la función
pública y que determina el momento a partir del cual la dignidad
es ocupada, y es por eso que el Constituyente señaló que para los
llamados, el régimen de inhabilidades, incompatibilidades y conflictos
de interés, se aplica desde este acto solemne, pues es solo con este que
la persona es investida de la función pública y puede desempeñar las
funciones que el ordenamiento jurídico le atribuye al cargo. Teniendo
claro lo anterior, (…), el juez no puede legislar y es por esto que se debe
respetar lo señalado por el Constituyente y el legislador, por lo que,
cuando una inhabilidad establece un elemento temporal el punto de
inicio, para los llamados, es la posesión.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 173 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 278 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43 / LEY 136 DE
1994 – ARTÍCULO 190 INCISO 1 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40

107
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO DE LA ASAMBLEA, FALSEDAD EN DOCUMENTO
ELECTORAL, DIFERENCIA ENTRE LOS FORMULARIOS E-14 Y E-24,
IRREGULARIDAD EN EL ESCRUTINIO DE VOTOS, RECLAMACIÓN
ELECTORAL, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO

EXTRACTO NO. 24

RADICADO: 18001-23-33-000-2020-00009-02
FECHA: 24/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Acened Osorio Santofimio
DEMANDADOS: Yeny Adalid Chilatra Rivera y otros - Diputados
de la Asamblea del Caquetá
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia del 10 de diciembre de 2020,
proferida por la Sala Tercera de Decisión del Tribunal Administrativo
del Caquetá, que denegó las pretensiones de la presente demanda
de nulidad electoral. Para tal efecto, se deberá resolver el siguiente
problema jurídico, de conformidad con los cargos de la apelación en
contraste con los argumentos del a quo y los alegatos de los sujetos
procesales: ¿La elección de la señora Yeny Adalid Chilatra Rivera como
diputada de la Asamblea Departamental del Caquetá, por el partido
político Alianza Verde para el periodo constitucional 2020-2023, se
encuentra viciada de nulidad por falsedad ideológica en los documentos
electorales, al existir diferencias injustificadas en la votación registrada
a favor de los candidatos de la lista correspondiente en los formularios
E-14 y E-24 de la zona 99, puesto 75, mesa 003 y la zona 00, puesto 00,
mesa 022 del municipio de Cartagena del Chairá, que se traducen en la
adición irregular de 4 votos a su favor en sede de escrutinios?

TESIS 1: Las garantías del debido proceso, consagrado en el artículo


29 de la constitución Política, rigen tanto en el ámbito judicial como
en el administrativo y también en el electoral, como parámetro de
control de legalidad de la actuación de las autoridades, en armonía
con los principios que rigen la función pública, enlistados en el artículo

108
209 ejusdem, entre los cuales se destaca el de celeridad, en virtud del
cual, el diseño de cualquier procedimiento para la toma de decisiones
por parte de los servidores públicos debe estar estructurado a través
de etapas, diferenciadas y sucesivas, que han de agotarse dentro
de plazos razonables, bajo el principio de preclusividad, evitando
dilaciones injustificadas y, a la vez, salvaguardando el derecho de
contradicción. (…). En este marco general, el Código Electoral y la
Ley 1475 de 2011, regulan el procedimiento de escrutinio que debe
adelantarse para declarar una elección por voto popular, señalando
cada una de sus fases, las autoridades que las dirigen, los derechos
y deberes de quienes intervienen en ellas, el marco adjetivo y
sustantivo de sus actuaciones, las decisiones que se deben tomar y los
recursos que proceden en su contra, entre otros aspectos que brindan
seguridad jurídica para garantizar la transparencia e igualdad entre
los candidatos en la contienda electoral, así como la soberanía popular
expresada en el voto. Así, en el artículo 142 del Decreto 2241 de 1986,
modificado por el artículo 12 de la Ley 6 de 1990, se establece que el
primer paso del escrutinio está en cabeza de los jurados de votación,
quienes deben computar los votos depositados en su respectiva mesa
y plasmar los resultados en los respectivos ejemplares del formulario
E-14, debidamente suscritos por ellos; por otra parte, están autorizados
para atender de forma inmediata las solicitudes de recuento a que
haya lugar y para recibir las reclamaciones que deban ser decididas
ulteriormente por las comisiones escrutadoras. Por su parte, en el
artículo 163 se determina el rol de estas últimas, bien sean distritales,
municipales o auxiliares y zonales (cuando por el tamaño de la
circunscripción electoral sea necesario zonificarla), especificando que
tienen el deber de verificar el estado de los documentos electorales
que reciben, proceder al recuento de votos en caso de encontrar en
ellos borrones, tachaduras o enmendaduras, practicar el escrutinio
con base en los datos de los formularios E-14 y consolidarlos en los
formularios E-24, que contienen entonces la información mesa a mesa
de cada puesto de votación dentro de su circunscripción. También
tienen la competencia para resolver las reclamaciones y solicitudes
de saneamiento que se presenten contra el escrutinio adelantado y
su decisión es pasible del recurso de apelación que se surte ante la
comisión escrutadora departamental, a la que deben remitir también
aquellas peticiones sobre las cuales no se alcanzó un acuerdo
entre sus integrantes sobre la forma en que debían tramitarse y
resolverse; y si no se interponen tales mecanismos de contradicción,
tienen el deber de declarar las elecciones de las autoridades del

109
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

orden que corresponda, bien se trate de alcaldes, concejales y ediles


(arts. 164, 166 y 167 del CE). Ahora bien, en los artículos 180 y ss.
ejusdem [Código Electoral] se fijan las reglas para la realización de los
escrutinios generales, a cargo de los delegados del CNE que integran
las comisiones escrutadoras departamentales, que se concretan en
practicar los escrutinios del departamento respectivo con base en
las actas elaboradas por las comisiones escrutadoras distritales y
municipales (en esta fase solo procede el recuento de votos emitidos
en una mesa cuando la comisión escrutadora distrital o municipal se
hubiera negado a hacerlo en la fase anterior y tal decisión hubiera sido
objeto del recurso de apelación en forma oportuna y fundada); resolver
en primera instancia las reclamaciones, solicitudes de saneamiento y
recursos que se formulen por los candidatos, testigos y apoderados
de las agrupaciones políticas contra los escrutinios de las comisiones
escrutadoras distritales y municipales; y conceder ante el CNE las
apelaciones que se formulen en contra de sus decisiones y declarar
la elección de las autoridades pertenecientes al nivel departamental
(gobernadores, diputados y representantes a la Cámara), cuando hubiere
lugar a ello. Finalmente, se encuentran los escrutinios asignados al
CNE por el artículo 187 del Código Electoral y el artículo 265.8 de la
Constitución Política, modificado por el artículo 12 del Acto Legislativo
No. 01 de 2009, autoridad que opera como órgano de cierre, al que le
está asignada la competencia para resolver en segunda instancia las
apelaciones contra las decisiones de sus delegados o los desacuerdos
entre ellos en las comisiones escrutadoras departamentales y, en ese
caso, declarar la elección de las autoridades del orden departamental
o el alcalde mayor de Bogotá, así como las del orden nacional por vía
directa (presidente, vicepresidente y senadores). En este orden, es
menester concluir que el procedimiento de escrutinio, que adelantan
las distintas autoridades electorales enunciadas se rige por los
principios de preclusión, celeridad, contradicción, doble instancia,
consecutividad, publicidad y transparencia, entre otros, en tanto que
estas actúan como escrutadoras y, simultáneamente, como superior
jerárquico de la comisiones del nivel que le precede, siendo el CNE
el órgano de cierre, como máxima autoridad de este procedimiento,
cuya competencia se desplega por diversas vías, según se trate de una
elección del orden nacional o departamental.

TESIS 2: El artículo 275, numeral 3 del CPACA señala que los actos
de elección o nombramiento son nulos cuando: “Los documentos
electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido

110
alterados con el propósito de modificar los resultados electorales”.
Esta causal, recoge dos supuestos de hecho que estaban diferenciados
en el artículo 233, numerales 2 y 3, del Decreto 01 de 1984, el cual
señalaba que las actas de escrutinio de toda corporación electoral son
nulas: “Cuando aparezca que el registro es falso o apócrifo, o falsos
o apócrifos los elementos que hayan servido para su formación” y
“Cuando aparezca que las actas han sufrido altercaciones sustanciales
en lo escrito, después de firmadas por los miembros de la corporación
que los expide”. Por lo anterior, esta Sección ha precisado que este
vicio de nulidad se materializa en aquellos eventos en los cuales
la información contenida en los distintos formularios electorales
no se corresponden con la realidad de la votación y el consecuente
procedimiento de escrutinio y, en ese orden, distingue entre dos tipos
de falsedades que la configuran: la ideológica y la material; la primera,
referida a diferencias en la información consignada en diferentes
actas de escrutinio que guardan una relación de conexidad entre sí,
cuando las autoridades electorales omiten dejar constancia de las
razones que justifican tales inconsistencias; y la segunda, referida a
las alteraciones deliberadas en los resultados del escrutinio, mediante
la manipulación de los documentos electorales, con el ánimo de
modificar los resultados de la elección. (…). En este orden, la hipótesis
más recurrente de falsedad ideológica en los procesos de nulidad
electoral se configura cuando en los registros electorales se presenta
una diferencia injustificada entre los datos consignados en los
formularios E-14 y E-24, esto es, cuando los resultados del escrutinio
practicado por los jurados de votación -que constan en la primera de
tales actas-, no se corresponden con los consignados por comisión
escrutadora zonal, auxiliar o municipal -en la segunda-, aumentando o
disminuyendo los resultados de los comicios en la respectiva mesa, lo
que configura un fraude electoral en la medida en que la información
contenida en uno y otro documento, en principio, debe ser idéntica. Por
tanto, cualquier inconsistencia entre sus datos debe estar mediada por
algunas de las razones legales que lo autorizan, como por ejemplo una
solicitud de reconteo de votos, de las que se debe dejar constancia en
las actas generales de escrutinio.

TESIS 3: [L]a Sala encuentra oportuno empezar por precisar que la


legislación electoral materializa dicha garantía del debido proceso en
distintos mecanismos de contradicción que proceden contra las
decisiones que adoptan las autoridades electorales, en las distintas
fases o etapas del procedimiento de escrutinio, para efectos de

111
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

enmendar los errores en que ellas puedan incurrir y controlar la


legalidad de sus actuaciones, a fin de asegurar que los resultados de
los comicios se correspondan con la realidad, salvaguardando la
eficacia del voto. Así entonces, el legislador distingue entre las
solicitudes de recuento de votos, cuyas causales específicas se
encuentran consagradas en su artículo 164 del Código Electoral; las
reclamaciones, que proceden bajo los supuestos establecidos en los
artículos 122 y 192 del CE ejusdem, y las solicitudes de saneamiento de
nulidades electorales, que corresponden a las hipótesis enlistadas en
el artículo 275 del CPACA, mecanismos de contradicción cuya
resolución es susceptible del recurso de apelación, excepto que
provenga del CNE, como órgano de cierre del procedimiento de
escrutinio. En este orden, tal como se ha reiterado en la jurisprudencia
electoral reciente, tanto las solicitudes de recuento de votos como las
reclamaciones están sometidas al principio de preclusividad o
eventualidad, de modo tal que incluso antes de estudiar la legitimidad
y fundamento de aquellas, se debe constatar la oportunidad para
formularlas; normalmente se interponen en la misma etapa en que se
configura el supuesto de hecho de la causal de que se trate para darle
a la autoridad electoral la oportunidad de advertir y corregir su propio
yerro, con garantía del derecho a la doble instancia por vía de apelación;
y en caso de encontrarla precluída, se impone su rechazo por
extemporánea con el fin de dotar de certeza el cierre de cada una de
las etapas del procedimiento de escrutinio -sin dilaciones por tener
que volver a una fase anterior en contra del principio de celeridad que
lo rige- y de la firmeza que debe revestir a las decisiones que se
adoptan en su desarrollo hasta el acto definitivo de elección, de modo
tal que si no se alegan oportunamente quedan subsanadas. En este
punto, procede reiterar la distinción llevada a cabo entre la causal de
recuento por tachaduras o enmendaduras en los resultados de la
votación del artículo 164 del Código Electoral, la de reclamación por
error aritmético del artículo 192.11 ejusdem y la causal de nulidad
electoral por falsedad en documentos electorales del artículo 275.3 del
CPACA, en cuanto las primeras: i) se configuran cuando se presentan
errores o inconsistencias al sumar los votos, ii) se evidencian en una
misma acta de escrutinio y, por lo mismo, iii) su identificación no exige
mayor esfuerzo o estudio, pues para ello, basta con realizar una simple
lectura de los documentos y/u operación aritmética; mientras que la
segunda: i) ocurre por una actuación material o ideológica de las
autoridades que interviene en el procedimiento de escrutinio que
altera el resultado de la elección, ii) tiene lugar por falta de

112
correspondencia entre los registros consignados en actas de escrutinio
diferentes y, suele darse cuando un candidato o partido obtiene un
determinado número de votos según los datos consignados en los
formularios E14 por los jurados de votación, pero luego esa cifra es
aumentada o disminuida en el formulario E-24, por cualquiera de las
comisiones escrutadoras, sin que exista justificación para tal diferencia,
anotada en el formulario E-26; por tanto, iii) su advertencia resulta
más difícil y compleja en la medida en que implica un estudio
comparativo de los guarismos consignados en las distintas actas de
escrutinio. (…). Así las cosas, corresponderá determinar en cada caso,
si la atención debe centrarse en si se alegan situaciones relativas a la
causal de reclamación (artículo 192 del Código Electoral) que
presuntamente no fueron corregidas en debida forma por la autoridad
electoral y se mantuvieron hasta el resultado de la elección, o si tales
errores se mantuvieron y mutaron los resultados para que puedan ser
estudiadas bajo la causal especial de nulidad del numeral 3º del
artículo 275 del CPACA, por la presencia de diferencias injustificadas
entre guarismos. (…). En el sub judice resulta claro para la Sala que lo
alegado por la demandante, en su memorial de apelación, en
concordancia con el cargo en que sustentó las pretensiones de su
libelo inicial, corresponde justamente a esta última hipótesis, esto es,
a yerros de los jurados de votación al cumplimentar el formulario E-14
de las mesas acusadas, que a su juicio trascendieron al acto de
elección, más allá de la causal de reclamación del numeral 11 del
artículo 192 del Decreto 2241 de 1986, en contra de la verdad electoral
y la eficacia del voto, por lo que en modo alguno desbordan el objeto de
la presente litis en el sentido de introducir un cargo nuevo y, en
consecuencia, procede su estudio en esta sede, teniendo en cuenta que
por configurar eventualmente la causal de nulidad del numeral 3 del
artículo 275 del CPACA, no resulta exigible su contradicción en sede de
escrutinios ni el principio de preclusividad que los rige. (…). [S]e
evidencia, hubo fallas al diligenciar ambos documentos electorales,
que se concretan en que, al relacionar la votación de algunos candidatos
y el total de votos del partido político, se consignaron dos guarismos
diferentes, uno dentro y otro fuera de la casilla prevista para tal
propósito, sin tachar ninguno de estos y sin explicar en el acápite de
observaciones el motivo de tal proceder, por lo que al juzgador le
corresponde entrar a determinar a cuál de las cifras que se contraponen
le atribuye mérito probatorio y, en consecuencia, valorar si tal
irregularidad es constitutiva o no del vicio de nulidad por falsedad que
se invocó por la recurrente. Para tal efecto, resulta prioritario entrar a

113
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

contrastar el contenido de los dos formularios E-14 de claveros con los


respectivos E-14 de delegados, en cuanto el contenido de estos debe
ser el mismo y, posteriormente, compararlos con los datos consignados
en el formulario E-24 para confirmar si hubo diferencias injustificadas
entre unos y otros. (…). Así, la Sala reitera que el contenido de los tres
ejemplares de tal documento que cumplimentan los jurados de
votación debe coincidir, en cuanto la diferencia entre ellos es solo de
finalidad-destino. Así, el de claveros sirve de sustento al escrutinio
zonal, auxiliar o municipal de primer nivel; el de delegados se digitaliza
y publica en la página web de la RNEC, y el de transmisión es la base
del preconteo y se entrega a los testigos electorales que lo soliciten
para su control. (…). Como se evidencia de este ejercicio comparativo,
los guarismos que coinciden entre uno y otro formulario [E-14] son los
que aparecen en la casilla destinada para el registro de votos más no
así los que están por fuera de ella, frente a los cuales vale destacar
además que no existe observación alguna que los explique e inclusive,
en el caso de la primera de estas mesas, los jurados de votación
marcaron la opción que señala que no hubo recuento de votos, tal
como se ilustra en las dos páginas que siguen. Por tanto, es claro que
son las primeras cifras más no las segundas, las que reflejan la
voluntad del elector expresada en las urnas y las únicas a tener en
cuenta tanto en sede de escrutinios para determinar el resultado de la
elección como en sede de nulidad para comprobar la legalidad del acto
que la declara, a partir de la causal del numeral 3 del artículo 275 del
CPACA, por diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24,
cual es el cargo que aquí se analiza y en el que insiste la recurrente.
(…). Adicional a lo anterior, es necesario consultar el acta general de
escrutinio municipal -AGE-, que no es otra que el documento mediante
el cual los miembros de la respectiva comisión dejan constancia de
cada uno de los pormenores y vicisitudes que rodean su labor, de modo
tal que en ella se establece el estado en que se reciben los pliegos
electorales, las reclamaciones y solicitudes de saneamiento que se
presenten y su resolución, los recuentos, tachaduras, enmendaduras o
borrones que se observen en los formularios, las nivelaciones de mesa
que deban adoptar, entre otras cuestiones que redunden en el
esclarecimiento de la verdad electoral. Así, de su tenor literal en
relación con el puesto 00, zona 00, mesa 22, se tiene que los
escrutadores, al momento de revisar el E-14 de claveros, señalaron
que el mismo no tenía tachaduras, enmendaduras o borrones, por lo
que a ese estado del procedimiento de consolidación de la votación no
se advirtió el cambio de los guarismos que ahora se pone de presente

114
y que fueron los que se fijaron en el consecuente E-24 municipal. Por
su parte, frente a la zona 99, puesto 75 mesa 03, el AGE señala, al igual
que en el caso anterior, que el E-14 de claveros no fue objeto de
enmendaduras, tachaduras o borrones por parte de los jurados de
votación, por lo que no pueden tenerse como válidas las anotaciones
que sobre éste se introdujeron por fuera de la casilla correspondiente
a la sistematización de la votación. (…). [S]e concluye que los valores
que se trasladaron de los formularios E-14 al E-24 en los registros
objeto de controversia, no fueron los que constan en las casillas
destinadas para su consolidación sino los que se agregaron por fuera
de ellas en el ejemplar de claveros, sin explicación alguna en las
constancias de los jurados y que no aparecen relacionados en el de
delegados, por lo que contrario a lo concluido por el a quo sí existen
una diferencia entre la información que reposa en tales documentos
electorales, la cual no se encuentra justificada en el acta general de
escrutinio, por lo que se configuró la falsedad alegada por la parte
actora, cuya incidencia en la elección pasa a estudiarse enseguida.

TESIS 4: Para el análisis de la incidencia dentro del presente proceso


de nulidad electoral, se deben atender los lineamientos que esta
Sección ha edificado y viene iterando, sobre el principio de la eficacia del
voto como la «piedra angular» del orden jurídico electoral colombiano,
el cual se considera como el punto de inflexión de la presunción de
legalidad de los actos administrativos en los procesos de nulidad
electoral por causales objetivas. Así entonces, ha entendido la Sala
que la declaratoria de nulidad de un acto electoral debe ser entendida
como la última medida de la que dispone el juez para restablecer
el ordenamiento jurídico y es por ello que la regla general es la
prevalencia de la presunción de legalidad del acto de elección, como
garantía de la voluntad general de los electores expresada en su voto.
En tal virtud, no basta con acreditar la existencia de uno o varios vicios
ocurridos en el procedimiento electoral para desvirtuarla sino que,
además, se debe verificar su incidencia en el resultado final, de modo
tal que de practicarse nuevos escrutinios serían otros los elegidos,
tal como lo señala el artículo 287 del CPACA. (…). Por esta razón, la
incidencia constituye un requisito sine qua non para la configuración de
las causales de nulidad electoral de tipo objetivo, como la que en esta
oportunidad ocupa la atención de la Sección, y se debe establecer con
base en las (…) diferencias injustificadas entre los formularios E-14
y E-24 que se encontraron acreditadas en el presente asunto. (…). Al
revisar los resultados de la lista y candidatos de dicha colectividad en

115
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

el acto de elección, es decir, en el formulario E-26 ASA, expedido por la


Comisión Escrutadora Departamental del Caquetá el 7 de noviembre
de 2019, (…) se constata que la curúl que le correspondió al partido
político Alianza Verde se definió por un solo voto de diferencia entre
la candidata No. 56 (demandada) y la No. 51 (demandante), por lo
que al restarle a la primera 5 votos y a la segunda 1, al haberles sido
sumados de forma irregular con base en las diferencias injustificadas
entre los formularios E-14 y E-24 que se demostraron en las mesas
acusadas en este proceso, se encuentra acreditado que el primer
lugar de la lista pasaría a ocuparlo la señora Acened Osorio Santofinio,
con una diferencia de 3 sufragios a su favor, esto es, 1843 a 1840
frente a la candidata Yeny Chilatra Rivera, lo cual deja en evidencia
la incidencia directa de este vicio de nulidad en la elección. (…). Esta
conclusión se refuerza, al observar que tanto el umbral de votación,
como el cuociente electoral y la cifra repartidora no alcanzarían a
tener una variación significativa que pudiera modificar la distribución
de curules entre las agrupaciones políticas que compitieron en la
elección de la Asamblea del Caquetá. (…). Así las cosas, se encuentra
acreditado también el presupuesto del artículo 287 del CPACA para
declarar la nulidad parcial del acto de elección impugnado, por lo que
este triple cargo de la apelación bajo análisis está llamado a prosperar,
en tanto quien debió ser declarada electa fue la señora Acened Osorio
Santofimio en representación del Partido Alianza Verde.

TESIS 5: [L]a apelante señaló que el cargo incluido en su demanda,


también por falsedad documental, en los escrutinios correspondientes
al municipio de Florencia Caquetá fue rechazado por el Tribunal
Administrativo del Caquetá en forma irregular en la medida en que:
(i) le impuso una carga desproporcionada al exigirle especificar la
zona, puesto, mesa, registros y candidatos que se vieron afectados
por tal vicio, cuando tal información no estaba disponible en la
página de internet de la RNEC y, por tanto, era a esa entidad a quien
le correspondía aportarla; y (ii) dicha decisión no era susceptible de
recurso y, en consecuencia, en esta segunda instancia se abre una
nueva oportunidad procesal para estudiarla. (…). [L]a necesidad de
especificar las zonas, puestos y mesas donde se alega la existencia
de alguna irregularidad, enjuiciable en materia electoral, corresponde
a un mandato previsto por el legislador [artículo 139 de la Ley 1437 de
2011] y no al criterio subjetivo del juez. (…). Conforme a lo expuesto,
la determinación de la zona, puesto y mesa, candidato y registros en
donde se presentaron irregularidades en la votación o escrutinio en

116
elecciones populares que se invocan, obedece a la aplicación de un
mandato legal que le impone al demandante esta carga argumentativa y
probatoria, a efectos de que la autoridad judicial competente pueda fijar
razonablemente los límites de la controversia, sin que tal circunstancia
pueda entenderse como desproporcionada y, por tanto, contraria al
derecho fundamental de acceso a la Administración de Justicia. Ahora
bien, yerra la demandante cuando señala que, al encontrarnos en una
instancia nueva del proceso, se abre la oportunidad de revivir este
cargo, por cuanto el marco jurídico y fáctico del pronunciamiento que
corresponde al ad quem en esta sede no puede desbordar los elementos
argumentativos y probatorios obrantes en el expediente, debidamente
reunidos y controvertidos en el curso del proceso; amén que pretende
justificar la reapertura de este debate en la improcedencia de
recursos contra el auto admisorio, criterio que no se corresponde con
lo dispuesto en la ley electoral y, más específicamente, en el artículo
276 del CPACA, inciso final, en el que se señala que el rechazo de la
demanda, que bien puede ser parcial, esto es, en relación con alguno(s)
de sus cargo puede ser objeto de apelación.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 209
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 265 NUMERAL 8 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE
2009 - ARTÍCULO 12 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 122 / CÓDIGO ELECTORAL
– ARTÍCULO 142 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 163 / CÓDIGO ELECTORAL
– ARTÍCULO 164 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 187 / CÓDIGO ELECTORAL –
ARTÍCULO 192 NUMERAL 11 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 233 NUMERAL 2 Y 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275
NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 276 / LEY 6 DE 1990 – ARTÍCULO 12

117
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN
LA MODALIDAD DE PARTICIPACIÓN DE CONSULTAS INTERNAS O
INTERPARTIDISTAS, INHABILIDAD DEL ALCALDE POR GESTIÓN
DE NEGOCIOS, INHABILIDAD DEL ALCALDE POR CELEBRACIÓN DE
CONTRATO CON ENTIDAD PÚBLICA, EXCLUSIÓN DEL EJERCICIO DE
LA PROFESIÓN, MÉTODOS PARA LA SELECCIÓN DEL CANDIDATO
DEL PARTIDO POLÍTICO

EXTRACTO NO. 25

RADICADO: 54001-23-33-000-2019-00329-01 (2019-00327-00


2019-00328-00, 2019-00330-00 y 2019-00368-00)
FECHA: 24/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Allison Juliana Márquez Cataño y Jaime Alonso
Vásquez Giraldo
DEMANDADO: Jairo Tomás Yañez Rodríguez - Alcalde de San José
de Cúcuta - Norte de Santander, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta sección determinar si


confirma, modifica o revoca la decisión de 13 de noviembre de 2020,
mediante la cual el Tribunal Administrativo de Norte de Santander,
negó las pretensiones de las demandas de nulidad del acto de
elección de Jairo Tomás Yañez Rodríguez como alcalde de Cúcuta
para el periodo 2020-2023, el cual se acusa de (i) estar incurso en
doble militancia por haber participado en consultas internas; (ii) haber
intervenido en la gestión de negocios ante entidades públicas y en la
celebración de contratos estatales y, (iii) por haber sido excluido del
ejercicio de la profesión.

TESIS 1: La doble militancia en el ordenamiento jurídico colombiano


tiene su génesis en el Acto Legislativo 01 de 2003, que modificó el
artículo 107 de la Constitución Política, al prever que en ningún caso
se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de
un partido o movimiento político con personería jurídica. Dicho Acto
Legislativo también dispuso que quien participara en las consultas de

118
un partido o movimiento político o en consultas interpartidistas, no podía
inscribirse por otro en el mismo certamen electoral. Posteriormente,
con la expedición del Acto Legislativo 01 de 2009, además de reiterarse
las citadas prohibiciones, se añadió que quien siendo miembro de
una corporación pública llegare a presentarse a la siguiente elección,
por un partido político distinto, debía renunciar a la curul al menos
doce (12) meses antes del primer día de las inscripciones. La Corte
Constitucional, mediante sentencia C-303 de 2010, (…), puso de
presente que la antedicha regla tenía por finalidad propender por el
fortalecimiento de los partidos y movimientos políticos, lo cual impacta
positivamente en la vigencia del principio de la soberanía popular. (…).
Así entonces, la prohibición de la doble militancia política surgió con la
finalidad de fortalecer los partidos y movimientos políticos y sancionar
el transfuguismo político, como una costumbre perniciosa propia de
nuestra praxis electoral que deslegitima el sistema democrático, de
manera que se procura el respeto por la identidad de los partidos y se
discipline la actividad política, ordenando que los miembros y militantes
de los partidos mantengan su vinculación a la colectividad política,
mientras no renuncien a ellos, bajo los parámetros ordenados por el
legislador y que quienes ostenten alguna representación mantengan
su identidad política, para no burlar la confianza depositada por sus
electores en las urnas. (…). Es importante tener en cuenta que el
legislador estatutario extendió el ámbito de aplicación de la figura de
la doble militancia, en tanto eliminó la expresión que imponía que el
partido o movimiento político debía contar con personería jurídica, que
le adscribía el Acto Legislativo 01 de 2003. En consecuencia, dispuso
que “…En ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer
simultáneamente a más de un partido o movimiento político”. Sobre el
particular, la Corte Constitucional, mediante sentencia C-490 de 2011,
(…), determinó que “el legislador estatutario puede incorporar una
regulación más exigente o extensiva respecto a la prohibición de doble
militancia” y, por ende, declaró este precepto ajustado a la carta política.

TESIS 2: La Sección Quinta de esta Corporación ha estructurado una


línea jurisprudencial en materia de contenido, alcance y modalidades
por las que se puede configurar la prohibición de la doble militancia,
para distinguir 5 hipótesis relacionadas con los sujetos a quienes
va dirigida: “i) Los ciudadanos: “En ningún caso se permitirá a los
ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o
movimiento político con personería jurídica.” (Inciso 2º del artículo 107
de la Constitución Política) ii) Quienes participen en consultas: “Quien

119
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

participe en las consultas de un partido o movimiento político o en


consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo
proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política)
iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de
una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección,
por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones. (Inciso 12 del artículo 107
de la Constitución Política) iv) Miembros de organizaciones políticas
para apoyar candidatos de otra organización: “Quienes se desempeñen
en cargos de dirección, gobierno, administración o control, dentro
de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser
elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, no podrán
apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento
político al cual se encuentren afiliados. Los candidatos que resulten
electos, siempre que fueren inscritos por un partido o movimiento
político, deberán pertenecer al que los inscribió mientras ostenten la
investidura o cargo, y si deciden presentarse a la siguiente elección
por un partido o movimiento político distinto, deberán renunciar a la
curul al menos doce (12) meses antes del primer día de inscripciones.”
(Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011) v) Directivos de
organizaciones políticas: “Los directivos de los partidos y movimientos
políticos que aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de
elección popular por otro partido o movimientos políticos o grupo
significativo de ciudadanos, o formar parte de los órganos de dirección
de estas, deben renunciar al cargo doce (12) meses antes de postularse
o aceptar la nueva designación o ser inscritos como candidatos”
(Inciso 3º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011)”. (…). [Al analizar
esta modalidad de doble militancia [relacionada con la participación
de consultas internas o interpartidistas], esta Sección, en sentencia
de 28 de marzo de 2019, expediente 11001-03-28-000-2018-00077-
00 se ocupó de las consultas, como mecanismo para la selección de
candidatos propios o por coalición, cuyas consideraciones se acogen
en esta oportunidad. Al efecto, la Sala precisó que, según el precitado
artículo 107 de la Carta Política, las agrupaciones políticas pueden
organizar consultas para la toma de sus decisiones o la escogencia
de sus candidatos a los diferentes comicios electorales y, añadió
que, el tema de las consultas se encuentra regulado en la Ley 1475
de 2011 en los artículos 5 y 7. (…). Concluyó, entonces, que existen
varios tipos de consultas avaladas en la Constitución Política para
la escogencia de candidatos: (i) las consultas populares, en las que
pueden participar todos los ciudadanos, independientemente de su

120
filiación política; (ii) las consultas internas, en las cuales, en principio
sólo pueden participar los militantes de la respectiva colectividad y (iii)
las interpartidistas, en las que varias agrupaciones políticas se reúnen
con el fin de elegir a un candidato único, que todos los participantes
apoyarán en la respectiva contienda electoral. (…). Adicionalmente,
y dado que, hasta ese momento, la Sección no había tenido ocasión
de pronunciarse sobre el alcance de la prohibición (…), indicó que los
elementos necesarios para la configuración de la modalidad de doble
militancia por la participación en consultas, son: i. Haber participado
en una consulta interna, popular o interpartidista para la elección
de un candidato único a algún certamen electoral. ii. Inscribirse
en el mismo proceso electoral para el cual participó en la consulta
con apoyo de una agrupación política diferente a la cual representó
en aquella: la prohibición consagrada en el inciso quinto del artículo
107 de la Constitución Política es para que quien haya participado
en una consulta no se inscriba en el mismo proceso electoral, en
claro desconocimiento de los resultados obtenidos en las urnas. Sin
embargo, se precisó que dichos elementos no pueden analizarse de
manera aislada, sino que deben interpretarse de manera armónica
con (i) las normas que rigen este tipo de consultas: según el inciso
quinto del artículo 107 Constitucional, se busca que los resultados
de las mismas no se desconozcan, por lo que al someterse a una
consulta, los participantes quedan obligados a respetar la decisión de
los participantes y, por tanto, a abstenerse de participar en el proceso
electoral de que se trate, en contravía a lo decidido en las urnas; y
(ii) con el objetivo de la doble militancia: el fortalecimiento de las
agrupaciones políticas con el fin de que sus lineamientos y directrices
no sean desconocidos por sus militantes, principalmente.

TESIS 3: El artículo 95 de la Ley 136 de 1994, modificado por el


artículo 37 de la Ley 617 de 2000, establece para el cargo de alcalde
las siguientes causales de inhabilidad: (…). No podrá ser inscrito como
candidato, ni elegido, ni designado alcalde municipal o distrital: (…)
3. Quien dentro del año anterior a la elección haya intervenido en la
gestión de negocios ante entidades públicas del nivel municipal o en
la celebración de contratos con entidades públicas de cualquier nivel
en interés propio o de terceros, siempre que los contratos deban
ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio. (…). Ahora, a pesar
de la identidad de propósito y de que, por lo general, las gestiones
ante las entidades públicas apunten a la celebración de contratos, es
importante no perder de vista que se trata de causales de inhabilidad

121
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

autónomas e independientes, referidas a conductas que ocurren en


diferentes momentos y se manifiestan de formas distintas.

TESIS 4: Es abundante la jurisprudencia de la Corporación sobre


la inhabilidad por celebración de contratos encaminada a preservar
la igualdad entre los candidatos que participan en una contienda
electoral, en relación con el supuesto de existir un vínculo contractual,
jurídicamente relevante con el Estado, potencialmente ventajoso, y que
sin duda genera un desequilibrio para acceder a los cargos de elección
popular. Así mismo, como elementos configurativos de la causal, la
Sala ha identificado los siguientes: (i) un elemento temporal, previsto
en la norma, según el cual, el contrato ha debido celebrarse un (1) año
antes del certamen electoral; (ii) un elemento espacial o geográfico
que lo constituye el lugar donde se ejecutó o ha debido cumplirse el
contrato, esto es, el mismo municipio o distrito en que el candidato
aspira a ocupar un cargo de elección popular; (iii) un elemento material
u objetivo, consistente en la conducta de suscripción o celebración del
contrato y; (iv) un elemento subjetivo, relacionado con el interés propio
o de terceros que persigue la celebración del contrato estatal. En lo que
atañe puntualmente al elemento material, existe coincidencia al interior
de la Sección, en cuanto a que los actos de ejecución y liquidación de
los contratos no configuran la causal de celebración de contratos,
dado que estas actividades se ubican por fuera de los supuestos que
contemplan las respectivas normas, es decir, con posterioridad a su
celebración. Sumado a lo anterior, en punto al elemento subjetivo, se
ha reconocido la posibilidad de que la celebración de contratos ocurra
de forma directa o indirecta, en este último caso, para que queden
comprendidos terceros que no lo suscriben, pero frente a quienes logra
probarse la intervención en la contratación en virtud de una simulación,
por interpuesta persona, por delegación, designación o representación.

TESIS 5: Respecto de la inhabilidad por intervención en la gestión


de negocios ante entidades públicas, a partir de las normas que la
consagran se han identificado 4 presupuestos para su configuración:
(i) Uno temporal, previsto en la norma tomando como referente la
fecha de la elección y que se extiende durante el año que la precede.
(ii) Uno geográfico o espacial, que dirige la atención al lugar donde
se gestionaron los negocios ante determinada entidad pública, el cual
debe coincidir con el municipio o distrito de la elección respectiva.
(iii) Otro material u objetivo, referido a las actuaciones concretas y
comprobadas del demandado ante determinada entidad pública para

122
lograr un fin patrimonial o extra patrimonial, independientemente
de su éxito. (iv) Y el elemento subjetivo, relacionado con el interés
propio o de terceros que motiva las gestiones adelantadas. (…). Ahora,
no toda diligencia es gestión de negocios para efectos de la causal
de inhabilidad; antes bien, debe tratarse de una conducta directa
del gestor, para cuya calificación la numerosa jurisprudencia de
esta Corporación ha acudido a diversos calificativos, tales como útil,
valiosa, trascendente, positiva, potencialmente efectiva, concreta,
real y dinámica, además de atender al móvil, causa, aspecto modal
o de propósito de esa conducta. Por lo mismo, las actuaciones que
se atribuyan al demandado tienen que estar debidamente probadas
y no ser el resultado de meras inferencias o deducciones subjetivas.
Complementariamente, la Sala ha advertido en la gestión de negocios
un intercambio que requiere una reacción o respuesta por parte de la
entidad pública concernida, así sea negativa. A su turno, en relación
con el elemento subjetivo se destaca que el interés que califica los
negocios gestionados procede de la condición particular del gestor, que
le permite adelantar tratativas o hacer acercamientos ante una entidad
pública hacia la materialización de un negocio jurídico o decisión
administrativa. En tal sentido, la jurisprudencia de la Corporación
observa que la gestión puede realizarse de diferentes maneras, por
ejemplo, como apoderado, agente oficioso “o cualquier otra figura que
permita asumir la defensa de intereses ajenos”. Coherente con esta
proposición, la Sala ha descartado la gestión de negocios tratándose
de un servidor público que obra en ejercicio de sus atribuciones
legales, pues en este escenario sus actuaciones no persiguen un
interés propio ni de terceros particulares, sino que buscan satisfacer
el interés general.

TESIS 6: Como lo ha señalado esta Sección, esta norma [artículo 95


de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617
de 2000] contempla varios supuestos que materializan la inhabilidad
para ser alcalde, de modo que no podrán inscribirse, ni ser elegidos,
quienes (i) hayan sido condenados en cualquier época por sentencia
judicial a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o
culposos; (ii) hayan perdido la investidura de congresista, diputado o
concejal; (iii) hayan sido excluidos del ejercicio de una profesión; y (iv)
hayan sido declarados en interdicción para el ejercicio de funciones
públicas. Frente a la exclusión del ejercicio de la profesión, lo
supuestos para su materialización, según el texto normativo, son: (i) en
cuanto al elemento subjetivo, que se trate de una elección de alcalde, o

123
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

inscripción de candidato a alcalde; (ii) que el referido sujeto haya sido


excluido de la profesión; (iii) que la exclusión de la profesión se hubiese
proferido “en cualquier época”, lo que denota el carácter intemporal de
la inhabilidad.

TESIS 7: [E]l primer elemento para la configuración de la modalidad


de doble militancia en cuestión [participación de consultas internas
o interpartidistas], es haber participado en una consulta interna,
popular o interpartidista para la elección de un candidato único a
algún certamen electoral. En ese orden, si no hubo participación del
demandado en la encuesta, que fue el mecanismo de selección que
empleó el Centro Democrático, resulta inane pronunciarse acerca de si
aquella puede equipararse o no a la consulta. Recientemente, esta Sala
fue enfática en señalar que, por mandato constitucional -artículo 262-
, la selección de candidatos por parte de las agrupaciones políticas,
está sometida a la existencia de mecanismos democráticos que están
determinados, de un lado, a las previsiones legales y, de otro, a lo que,
bajo ese mismo marco, estipulen sus estatutos, los cuales son de
obligatorio cumplimiento en virtud a lo dispuesto en el artículo 7 de
la Ley 130 de 1994. (…). [El legislador estatutario [artículo 4 de la Ley
1475 de 2011] dio un amplio margen a las organizaciones políticas para
que establezcan en sus estatutos los mecanismos de selección de sus
candidatos. (…). [L]as consultas son uno de ellos, no el único. (…). [N]o
se discute en esta instancia procesal que el [demandado] (…) intervino
en unos foros realizados por el Centro Democrático y que se abstuvo
de participar en la encuesta, para la escogencia del candidato de esa
organización a la alcaldía de Cúcuta. (…). Ahora bien, de la lectura de
la norma estatutaria del Centro Democrático, se observa que está en
consonancia con las alternativas de selección democrática enunciadas
por el Constituyente y por el legislador, en tanto contemplan a la
consulta popular, a la interna, al proceso de consenso, la convención y
la encuesta, como alternativas para la definición de sus candidatos a
cargos unipersonales, como el de alcalde. (…). Asimismo, del precepto
estatutario de dicha colectividad política, es fácil advertir que no se
hace mención a los foros o debates como mecanismo de selección ni
como una fase de alguno de ellos. Es decir, en ejercicio de la potestad
conferida a las organizaciones políticas, por la Constitución y la ley,
para fijar autónomamente las herramientas democráticas para
que escojan a las personas que investirán como candidatos suyos,
el Centro Democrático optó por 4: (i) encuestas; (ii) consensos; (iii)
consultas internas o populares; y (iv) convenciones. Los estatutos del

124
Centro Democrático se limitaron a otorgar a la Dirección Nacional, la
potestad de escoger entre uno de dichos mecanismos y a establecer
el deber de consultar criterios de descentralización y autonomía de
las regiones. Se advierte entonces, que no hubo regulación frente a
la logística o fases que deben surtirse cuando se decida emplear uno
u otro instrumento. Dada la falta de desarrollo en los estatutos de
cada uno de esas herramientas, no es posible incluir, como pretende
el apelante, a los foros o debates como un quinto mecanismo o como
una fase o etapa de alguno de los 4 indicados. (…). Por tanto, en esta
oportunidad la Sala subraya que no es posible tener como mecanismo
válido para la escogencia de candidatos alguno que no esté previsto en
los estatutos de la organización política, dado que, por mandato de la
Ley 1475 de 2011, artículo 4, este aspecto integra el contenido mínimo
de los estatutos que, a su vez, hacen parte del marco normativo de
legalidad de los instrumentos en comento. En otras palabras, solo
en los estatutos de los partidos y movimientos políticos se pueden
consagrar los mecanismos democráticos para la selección de sus
candidatos a cargos y corporaciones de elección popular. En este
caso, el Centro Democrático, decidió emplear la encuesta que, como
se vio, está consagrado en su máxima norma interna, como uno de
los mecanismos de selección. Los foros o debates no lo son. Bajo esa
connotación, la encuesta tendrá relevancia jurídica e incidencia en la
legalidad del acto de elección, en tanto se desconozcan las previsiones
internas dado que, como se vio, los estatutos constituyen normas en
las que debería fundarse el acto electoral. Vale reiterar que las normas
internas de un partido son de obligatorio cumplimiento en virtud a lo
dispuesto en el artículo 7 de la Ley 130 de 1994 y, en ese orden, como
se expuso, en la medida en que consagren mecanismos de selección
de candidatos, hacen parte de las normas en que el acto electoral
debe fundarse. Ahora bien, para la Sala, no está demostrado que los
foros fueran la primera de las etapas del proceso de selección del
candidato a la alcaldía por el Centro Democrático que culminó con la
realización de una encuesta, puesto que, se insiste, no hay ninguna
previsión en los estatutos de esa organización en ese sentido. Se
insiste, dicha colectividad previó solo 4 mecanismos sin que los foros
hayan sido incluidos como uno de ellos o como fase de alguno de ellos.
Desde esa perspectiva, al no existir controversia frente al hecho de
que el [demandado] (…) no intervino en la encuesta que llevó a cabo
el Centro Democrático para elegir a la persona que lo representaría
en la contienda por la alcaldía de Cúcuta, no es posible concluir
que participó en el mecanismo de selección por el que optó dicha

125
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

organización política. Es decir, el nombre del demandado no fue puesto


a consideración de los ciudadanos en la encuesta, de modo que se
impone concluir que no participó de ese instrumento de escogencia
puesto que los foros no son uno de ellos. En consecuencia, este cargo
de la apelación no prospera.

TESIS 8: En este punto, la Sala coincide con lo dicho por el Tribunal


Administrativo de Norte de Santander, en tanto las cámaras de
comercio no son entidades públicas, de modo que no se configura
supuesto de la inhabilidad que exige que el contrato sea celebrado con
una entidad de dicha naturaleza. (…). [S]i bien el Tribunal indicó que, en
el Decreto 898 de 2002 (…), se establece que las entidades en comento,
son personas jurídicas de derecho privado, lo cierto es que dicha
norma fue derogada expresamente por el artículo 54 del Decreto 2042
de 2014. No obstante, el Decreto 2042 de 2014, a su vez compilado
en el Decreto 1074 de 2015, establece en su artículo 2.2.2.38.1.1. que
“Las cámaras de comercio son personas jurídicas de derecho privado,
de carácter corporativo, gremial y sin ánimo de lucro, administradas
y gobernadas por los comerciantes matriculados en el respectivo
registro mercantil que tengan la calidad de afiliados. (…)”. (…). [S]e
debe señalar que las funciones que deben ejercer dichas entidades,
establecidas en el artículo 2.2.2.38.1.4. del Decreto 1074 de 2015, no le
dan carácter público, tal como lo señaló la Corte Constitucional en la
sentencia C-144 de 1993 (…), en la que precisó que, excluida la función
de llevar el registro mercantil, a partir de las demás funciones de las
cámaras, no se puede dudar sobre su naturaleza corporativa, gremial
y privada. Adicionalmente, para la Sala, el objeto del convenio en
cuestión es irrelevante dado que ninguna de sus partes es una entidad
pública. (…). Advierte la Sala que el objeto del referido decreto [092 de
2017], según su artículo 1, es reglamentar la forma como el gobierno
nacional, departamental, distrital y municipal contrata con entidades
privadas sin ánimo de lucro y de reconocida idoneidad. Su aplicación,
por tanto, supone que una de las partes de los contratos o convenios
que se suscriban, sea el gobierno en los niveles que describe la norma,
lo que no ocurre en el presente caso, pues, se insiste, la Cámara de
Comercio de Cúcuta no es una entidad pública, ni puede considerarse
como gobierno municipal. En cuanto al artículo 96 de la Ley 489 de 1998
mencionado por el apelante, se observa que habilita a las entidades
estatales, cualquiera que sea su naturaleza y orden administrativo, para
asociarse con personas jurídicas particulares, mediante la celebración
de convenios de asociación o la creación de personas jurídicas, para

126
el desarrollo conjunto de actividades en relación con los cometidos
y funciones que les asigna a aquéllas la ley. En este punto, se debe
precisar que el acuerdo de voluntades celebrado entre la Cámara de
Comercio de Cúcuta e Induarcilla no se enmarca en los supuestos
de dicha norma, aunque se haya denominado “convenio”, dado que
para que sea procedente la aplicación del artículo 96 referido, es
necesario que una entidad pública celebre el convenio de asociación,
lo que no ocurrió en este caso, dado que dicha cámara no tiene esa
calidad. Ahora bien, según el recurrente, las cámaras de comercio
son entidades públicas de las que relaciona el artículo 2, numeral 1,
literal a) de la Ley 80 de 1993: entidades descentralizadas indirectas.
Este planteamiento no es de recibo, por cuanto, como ha dicho esta
Corporación “las entidades descentralizadas indirectas, son aquellas
conformadas fundamentalmente por otras entidades descentralizadas,
con participación o no de particulares en su composición”, es decir,
“surgen por la voluntad asociativa de los entes públicos entre sí o con la
intervención de particulares, previa autorización legal”, características
que no se predican de las cámaras de comercio en tanto su carácter
es corporativo, gremial por lo que son administradas y gobernadas
por los comerciantes. Por lo expuesto, es claro para esta Sala que la
naturaleza jurídica de la Cámara de Comercio de Cúcuta es privada
y no pública, como sostuvo el apelante, por lo que no se configuró la
inhabilidad que se analiza.

TESIS 9: Al respecto, se debe recordar que, (…), por auto de 8 de abril


de 2021, se admitió la apelación que se estudia y, además, se negó el
decreto de las pruebas solicitadas por el recurrente en esta instancia
procesal, por cuanto la petición probatoria no encuadra en ninguno de
los eventos taxativos que establece el artículo 212 CPACA. (…). Resalta
la Sala que el apelante reprochó la carencia probatoria frente al lapso
en que ocurren los eventos inhabilitantes que se discuten en el proceso.
Sin embargo, la demanda que corresponde al proceso 54001-23-33-
000-2019-00328-00 se basó únicamente en que [el demandado] (…)
estaba inhabilitado para ser alcalde de Cúcuta por haber sido excluido
de su profesión de comerciante por la Superintendencia de Sociedades
desde el año 2016, lo cual no se comprobó. En ese orden, al no haberse
acreditado que al demandado se le excluyó a partir de dicho año, se
impone concluir que la causal de inhabilidad alegada no está probada,
dada su intemporalidad. (…). Se insiste, no se evidenció el supuesto
fáctico en el que se edificó la causal que se analiza en tanto no hay
prueba de que, en el 2016, el demandado haya sido excluido de la

127
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

profesión de comerciante, de modo que el argumento de la apelación


no está llamado a prosperar. Por tanto, es evidente el incumplimiento
de la parte actora de la carga probatoria que le correspondía, dado que,
no demostró que el demandado, en efecto, hubiera sido excluido de la
profesión, falencia que pretendió subsanar en esta instancia procesal,
lo cual no es procedente.

TESIS 10: Al respecto, se debe recordar que el elemento temporal


de la inhabilidad que se analiza [intervención en gestión de negocios],
toma como referente la fecha de la elección y se extiende durante el
año que la precede, en ese orden, el periodo inhabilitante, en este caso,
corresponde al lapso transcurrido entre el 27 de octubre de 2019 y
el 27 de octubre de 2018. IEn ese orden, le asiste razón al apelante
al sostener que la inscripción no es un factor que determine el
elemento temporal, sin embargo, ello no significa que la inhabilidad
esté acreditada. Como se indicó anteriormente, la gestión de negocios
requiere la prueba de la participación del demandado en diligencias
conducentes al logro de un negocio con entidad pública, que le aporte
beneficios a sí mismo o a terceros, patrimoniales o de otra índole, lo que
no ocurrió en el presente proceso. (…). Adicionalmente, la gestión debe
apuntar a la concreción de un negocio jurídico, por eso se ha dicho que
“La gestión de negocios, dentro de la teoría de los negocios jurídicos,
se caracteriza por ser un acto libre de obligaciones y derechos para el
gestor y el gestionado, ya que no existe contrato alguno que legalizar
ni legalizado, esto significa que se queda en el plano de las tratativas
precontractuales y prenegociales…” por ello, para la configuración
de la inhabilidad no se exige la celebración efectiva del negocio. En
ese orden, un POT no puede tenerse, en estricto sentido, como un
negocio jurídico contractual generador de derechos y obligaciones, si
se tiene en cuenta que, según el artículo 9 de la Ley 388 de 1997, es
el instrumento básico para desarrollar el proceso de ordenamiento
del territorio municipal y se define como el conjunto de objetivos,
directrices, políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y
normas adoptadas para orientar y administrar el desarrollo físico del
territorio y la utilización del suelo. Si bien se ha aceptado que la gestión
también se refiere a las tratativas o acercamientos ante una entidad
pública hacia la materialización de una decisión administrativa, como
sería la adopción del POT, se requiere una reacción o respuesta por
parte de la entidad pública concernida. En este caso, la adopción del
POT de Cúcuta, requiere la intervención de varias instancias: alcalde,
consejo de gobierno, concejo municipal y, no hay evidencia de que la

128
participación del demandado haya tenido respuesta por parte de todas
ellas. Además, se debe resaltar que, por mandato legal, en la definición
del contenido del POT, interviene la comunidad de modo que se
garantice la participación democrática y, por ello, se prevén instancias
de concertación y consulta ciudadana en todas las fases del plan de
ordenamiento, incluyendo el diagnóstico, las bases para su formulación,
el seguimiento y la evaluación, artículos 23 y 24 de la Ley 388 de 1997.
Por tanto, para la Sala la intervención del demandado, de la cual solo
se probó su asistencia y no gestiones concretas, en esos espacios de
concertación no puede tenerse como gestión de negocios, además no
se advierte un beneficio particular, determinable, para sí o el sector
económico al cual pertenecía el demandado. En consecuencia, no es
suficiente, como lo planteó el recurrente, la revisión del nuevo POT de
la ciudad, para advertir que se materializó un beneficio personal para
el demandado y/o para la Asociación en las nuevas reglas sobre el uso
del suelo en jurisdicción del Municipio de Cúcuta.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
262 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 355 / ACTO LEGISLATIVO No. 1 DE 2003
/ ACTO LEGISLATIVO No. 1 DE 2009 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY 1475
DE 2011 – ARTÍCULO 4 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 5 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 6 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 7 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 212
/ LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 37 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 7 / LEY 136 DE
1994 – ARTÍCULO 95 / CÓDIGO DE COMERCIO – ARTÍCULO 78 / DECRETO 2042 DE
2014 – ARTÍCULO 4 / DECRETO 2042 DE 2014 – ARTÍCULO 54 / DECRETO 1074 DE
2015 – ARTÍCULO 2.2.2.38.1.1 / DECRETO 1074 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.2.38.1.4
/ LEY 388 DE 1997 – ARTÍCULO 9 / LEY 388 DE 1997 – ARTÍCULO 23 / LEY 388 DE
1997 – ARTÍCULO 24 / LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 96 / DECRETO 092 DE 2017

129
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO


DEL GERENTE GENERAL DEL CANAL REGIONAL DE TELEVISIÓN
DEL CARIBE LTDA - TELECARIBE, CONVOCATORIA PÚBLICA Y
CONCURSO DE MÉRITOS, PRINCIPIO DE JUSTICIA ROGADA

EXTRACTO NO. 26

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00079-00
FECHA: 01/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Romeo Edinson Pérez Ortíz
DEMANDADA: Mabel Astrid Moscote Moscote – Gerente general
del Canal Regional de Televisión del Caribe Ltda - Telecaribe
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si debe


declarar la nulidad del acto de elección de la señora Mabel Astrid
Moscote como gerente general de Telecaribe, por infracción a norma
superior y expedición irregular, por las siguientes razones: (i) La Junta
Administradora Regional de Telecaribe no designó como gerente
general, a quien ocupó el primer lugar en la escala de mérito, esto es,
el señor Harold Efraín Salazar Rodríguez quien obtuvo un 96%, en el
puntaje asignado y, en cambio, procedió a elegir a la señora Mabel Astrid
Moscote Moscote, quien ocupó el tercer lugar, con un puntaje del 88%.
(ii) Se vulneró el procedimiento de selección fijado por el ordenamiento
jurídico, en tanto los miembros de la comisión accidental de la Junta
Administradora Regional de Telecaribe no acreditaron la delegación de
las entidades que representaban.

TESIS 1: [E]l demandante parte de la premisa según la cual, la


designación del Gerente de Telecaribe está precedida de la realización
de un concurso de méritos de modo que se debe elegir a quien ocupe
el primer lugar. La Sala anticipa que dicha postura no es de recibo.
Telecaribe está constituida como una Empresa Industrial y Comercial
del Estado, por lo que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 86
de la Ley 489 de 1998, goza de un amplio margen de autonomía
administrativa, en virtud del cual puede darse sus propios estatutos,
previa aprobación por parte del Gobierno Nacional. Precisamente, en

130
ejercicio de dicha potestad, en sus estatutos, adoptados mediante
Acuerdo 504 de 2013, se determinó la forma de proveer el cargo de
gerente general. (…). [C]omo ya lo advirtió la Sala, “no hay duda de
que el proceso de nombramiento está precedido por una etapa inicial
de convocatoria pública, en la cual se hace el llamado a la ciudadanía
en general que esté interesada en participar en el proceso, el cual
es reglado por la referida junta; después, una de verificación de
requisitos que tiene como finalidad conocer la idoneidad de cada
uno de los participantes, para conformar un listado de tres personas
“opcionadas” y, finalmente, una fase de nombramiento a cargo del
citado órgano de dirección”. Frente a esa primera etapa, esto es,
la convocatoria pública, se debe enfatizar en que, a diferencia del
concurso de méritos, aquélla se caracteriza por un margen de
discrecionalidad que tiene el nominador. (…). Recientemente, la Sala
insistió en que no puede confundirse elección en virtud de concurso
de méritos de aquella precedida de una convocatoria pública. (…). [E]
s claro que “[e]l concurso público es el mecanismo establecido por
la Constitución para que en el marco de una actuación imparcial y
objetiva, se tenga en cuenta el mérito como criterio determinante
para proveer los distintos cargos en el sector público, a fin de que
se evalúen las capacidades, la preparación y las aptitudes generales
y específicas de los distintos aspirantes a un cargo, para de esta
manera escoger entre ellos al que mejor pueda desempeñarlo,
dejando de lado cualquier aspecto de orden subjetivo”. Entre tanto,
si bien la convocatoria pública, en forma similar, busca preservar
los principios de publicidad, transparencia, participación ciudadana,
equidad de género y criterios de mérito para la designación del
servidor, como lo ordena el inciso 4 del artículo 126 Superior, ello
no desprovee del carácter discrecional inherente a la esencia del
acto de elección que expiden las diferentes corporaciones públicas
a quienes el legislador les ha atribuido el libre ejercicio de dicha
función sin que la misma deba sujetarse a un criterio objetivo de
escogencia, tal como sucede en los concursos de méritos. En este
caso, la Junta Administradora Regional, órgano que tiene la función
de nombrar al gerente general de Telecaribe, tiene la potestad
de escoger a cualquiera de los 3 opcionados. Es decir, no tiene el
deber de elegir a quien obtenga la mejor puntuación en la segunda
etapa, como lo planteó el demandante. En este punto es pertinente
recordar que esta Sala ha explicado: “Es decir, en el concurso público
el ganador será el concursante mejor calificado durante todo el
proceso, mientras que en la convocatoria pública, será el votado

131
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

por la corporación correspondiente, del listado de aspirantes que


hayan superado todo el proceso, sin que necesariamente sea el
mejor puntuado en las etapas anteriores”. De otra parte, (…), se debe
resaltar que, el inciso 4 del artículo 126 de la Constitución Política,
no puede aplicarse a la Junta Administradora Regional de Telecaribe,
puesto que está dirigido a las corporaciones públicas, es decir, a
aquellos cuerpos colectivos cuya conformación deviene del ejercicio
democrático del derecho al voto, verbi gracia, el Senado, la Cámara
de Representantes, las asambleas departamentales, los concejos
distritales o municipales y las juntas administradoras locales. (…). En
virtud de lo expuesto, no cabe duda que el artículo 126-4 Superior,
aplica para las designaciones que deben efectuar las corporaciones
públicas elegidas por voto popular, cuando no haya norma especial
que regule el procedimiento para la elección. (…). Lo dicho, no es óbice
para resaltar, como ya lo ha hecho la Sala retomando lo dicho por la
Corte Constitucional en la sentencia SU-355 de 2020, que el artículo
126 de la Constitución, en su inciso 4, define una regla general
para la elección de servidores públicos por parte de corporaciones
públicas y que los principios que deben guiar la reglamentación de
la convocatoria pública son: publicidad, transparencia, participación
ciudadana, equidad de género y criterios de mérito. (…). Ahora bien,
cuando el órgano elector adelanta una convocatoria, está obligado
a respetar las reglas que fije al efecto. (…). En el presente caso, es
claro por la norma estatutaria mencionada [artículo 15], invocada
por la Junta Administradora Regional en la convocatoria, que este
órgano elector tenía la potestad de designar a cualquiera de los 3
opcionados que, en todo caso, fueron los participantes que obtuvieron
las mejores puntuaciones, (…), aunque, en todo caso, se debe reiterar
que, en las designaciones con ocasión de convocatorias públicas “los
elegidos pueden ser aquellos que cumplieron todos los requisitos
establecidos, aunque no hayan obtenido los puntajes más altos, desde
luego, salvo que la convocatoria haya establecido tal condición…”.
Los anteriores argumentos resultan suficientes para despachar
desfavorablemente este cargo, dado que, contrario a la postura del
actor, la Junta Regional de Telecaribe, tenía la facultad de optar por
cualquiera de los 3 postulados, independientemente de la puntuación
que hayan obtenido en la fase de verificación de requisitos.

TESIS 2: [E]l demandante reprochó que no se acreditó la delegación


de las entidades a las que representaba para efectuar la preselección,
selección y designación del gerente, por lo cual se estima que se

132
vulneró el trámite previsto en el artículo 15 de los Estatutos Internos
de Telecaribe, contenidos en el Acuerdo 504 de 2013. (…). [L]os
estatutos establecen que la dirección y la administración estarán
a cargo de la Junta Administradora Regional y el Gerente, según lo
dispone el artículo 8, cuya integración está contemplada en el artículo
9. (…). [D]entro de las funciones de dicho órgano, están la de nombrar
o remover al gerente de la entidad (numeral 9), y la de crear comités,
comisiones o consejos asesores permanentes o transitorios, para el
estudio, consideración y análisis de asuntos específicos, relacionados
con su objeto social (numeral 27). (…). [E]n el artículo 5 del Acuerdo 620
de 2020 proferido por la Junta Administradora Regional, por medio
del cual se abrió la convocatoria pública para proveer el cargo de
gerente de Telecaribe, se dispuso la creación de la comisión accidental
para la verificación del cumplimiento de los requisitos mínimos de
los candidatos; la evaluación de la educación y experiencia adicional;
dar respuesta a las observaciones presentadas por los aspirantes;
y la consolidación de puntajes. (…). De la norma en cuestión [punto
3.1 artículo 15 de los Estatutos de Telecaribe], se advierte que no se
exige una delegación adicional para que los miembros de la Junta
Administradora Regional a su vez, integren la comisión accidental
encargada de verificar el cumplimiento de los requisitos mínimos de
los candidatos; la evaluación de la educación y experiencia adicional;
dar respuesta a las observaciones presentadas por los aspirantes; y
la consolidación de puntajes. Desde esa perspectiva, se tiene que, con
ocasión de la integración de la comisión referida, no se trasgredió la
norma señalada por el demandante. En este punto, la Sala resalta que,
según los estatutos, el nominador del cargo de gerente de Telecaribe
es la Junta Administradora Regional y, para cumplir dicha tarea puede
o no crear una comisión accidental que preste apoyo al efecto. En este
caso, la comisión estuvo integrada por 7 de los 11 miembros de la
Junta, -y no por personas ajenas al máximo órgano directivo- de modo
que, las tareas encargadas a aquélla bien pudieron ser adelantadas
por la Junta en pleno, dado que tiene la competencia para adelantar
el procedimiento previsto para la elección. (…). Frente a este último
punto, conviene resaltar que esta Sala ha sostenido que el ejercicio del
medio de control de nulidad -siendo la nulidad electoral una especie
de esta-, limita las facultades del juez a los precisos argumentos
esgrimidos en la demanda, toda vez que este tipo de trámites se rigen
por el principio de justicia rogada. (…). Por tanto, una vez establecido
que no desconoció el artículo 15 de los estatutos en cuanto a la
integración de la comisión accidental, se debe advertir que escapa

133
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

al objeto del presente proceso emitir pronunciamiento acerca de la


representación de cada una de las entidades que componen el máximo
órgano de dirección y administración de Telecaribe, esto es, la Junta
Administradora Regional. Se insiste, el cuestionamiento del actor se
refirió a la integración de la comisión accidental (cuestión frente a
la cual la demandada y la vinculada se pronunciaron en ejercicio de
su derecho de defensa) y no de la Junta propiamente dicha. En ese
orden de ideas, este cargo no está llamado a prosperar, por cuanto no
desconoció el artículo 15 de los estatutos de Telecaribe.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 126 INCISO 4 / ACTO LEGISLATIVO 2 DE 2015
- ARTÍCULO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 149 NUMERAL 5 / LEY 489 DE 1998
- ARTÍCULO 86

134
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE EDILES
DE LA JUNTA ADMINISTRADORA LOCAL COMUNA CINCO DE
VALLEDUPAR, DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER, CUOTA DE
GÉNERO, PRINCIPIO DE EQUIDAD

EXTRACTO NO. 27

RADICADO: 20001-23-33-000-2020-00011-01
FECHA: 08/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Iván Felipe Rojas Flórez
DEMANDADOS: Jhon James Castilla Rocha y otros – Ediles Junta
Administradora Local Comuna Cinco de Valledupar - Cesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme al fallo de primera instancia y a los


argumentos expuestos en el recurso de apelación presentado por la parte
demandante, corresponde a esta Sección Electoral determinar si existe
mérito suficiente para confirmar, modificar o revocar la sentencia del 16
de diciembre de 2020, por medio de la cual el Tribunal Administrativo
del Cesar negó las pretensiones de la demanda por considerar que la
“cuota de género” del treinta (30%) por ciento en la inscripción de listas a
corporaciones públicas por parte de los partidos, movimientos políticos,
grupos significativos de ciudadanos y coaliciones, a que se refiere el
artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, debe calcularse con base al número
de candidatos inscritos en cada lista y no al número de curules a proveer,
como lo propuso el actor, además de constatar si la inscripción de un
solo candidato desconoce la cuota de género.

TESIS 1: La Sala en reiteradas ocasiones ha considerado que el derecho


a elegir, ser elegido e integrar los órganos de poder o las corporaciones
públicas es la base fundamental de los derechos políticos en Colombia.
Así lo dispone el artículo 40 de nuestra Carta Política al señalar que
“todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio
y control del poder político”, aunado a ello, respecto de la equidad de
género, este mismo precepto constitucional, en su último inciso, dispuso
que “las autoridades garantizarán la adecuada y efectiva participación de
la mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública”. Por su

135
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

parte, el artículo 43 superior estableció que “la mujer y el hombre tienen


iguales derechos y oportunidades” y el artículo 107, consagró que los “los
partidos y movimientos políticos se organizarán democráticamente y
tendrá como principios rectores la transparencia, objetividad, moralidad,
la equidad de género, y el deber de presentar y divulgar sus programas
políticos”. Con fundamento en esta preceptiva constitucional, el Congreso
de la República, expidió la Ley 581 de 2000 por la cual se reglamenta la
adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios
en las diferentes ramas y órganos del poder público. Esta ley, además
de crear mecanismos para promover la participación de la mujer en
las instancias de gobierno y la sociedad civil e incorporar los Planes
Nacionales y Regionales de Promoción y Estímulo de la Mujer, instituyó,
de manera clara, un porcentaje de participación del 30% como mínimo
en los “cargos de máximo nivel decisorio, con excepción a los cargos
pertenecientes a los cargos de carrera”. Posteriormente, el legislador
expidió la Ley Estatutaria 1475 de 2011, la cual, en su artículo 28,
estableció como parámetro obligatorio para los partidos, movimientos
políticos o grupos significativos de ciudadanos, la integración de listas
a corporaciones públicas de elección popular, en un porcentaje mínimo
del 30% de participación de cualquiera de los géneros. (…). Así las cosas,
con la implementación de la cuota de género se concretaron propósitos
de rango constitucional y legal, como se ha venido explicando, dirigidos
a alcanzar una representación equitativa entre los distintos géneros en
las corporaciones públicas de elección popular y en orden a cumplir
mandatos de carácter internacional contenidos en el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem
do Pará-. De otra parte, en consonancia con lo expresado por la Corte
Constitucional en la Sentencia C-490 de 2011, la aplicación del principio
de equidad de género y no discriminación, no afecta la autonomía de los
partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos,
sino que promueve espacios de participación efectiva de la mujer, al
ordenar un mínimo porcentaje en la conformación de las listas para la
elección de corporaciones públicas, generando mayores posibilidades de
que éstas tengan una importante representación del género femenino.

TESIS 2: La norma sub examine que está contenida en el inciso primero


del artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, dispone que las listas inscritas a
corporaciones públicas de elección popular, donde se elijan cinco (5) o

136
más curules o las que se sometan a consulta, “deberán conformarse por
mínimo un 30% de uno de los géneros”. En este orden, se advierte que
no se refirió el legislador estatutario, a si el 30% de que trata la norma,
se calcula en relación con el número de personas inscritas en las listas
o respecto de las curules a proveer, o lo que es lo mismo, el número
de integrantes de la respectiva corporación de elección popular. (…). [L]
a Corte Constitucional en el análisis que efectuó de dicha disposición
[artículo 28 de la Ley 1475 de 2011] se refirió a este porcentaje en
relación con la conformación de las listas y, de ninguna manera, se
observa que haya hecho un mínimo acercamiento del tema con relación
al número de curules a proveer. Ahora bien, los pronunciamientos
de esta Sección, también han estado dirigidos a señalar, de forma
consistente, que la cuota de género del 30% se determina en relación
con el número de candidatos inscritos en la lista y no frente al número
de curules a proveer. En tal virtud, se ha consolidado la interpretación
de que el 30% de la cuota de género, se refiere al número de candidatos
y no al número de curules que integran la corporación, la que ahora se
reitera. (…). Así las cosas, el criterio jurisprudencial que debe acogerse,
es el expuesto de manera uniforme por esta Sala Electoral, en tanto
la disposición analizada debe ser interpretada en el sentido de que
las listas donde se elijan cinco (5) o más curules para corporaciones
de elección popular o las que se sometan a consulta -exceptuando su
resultado- deberán conformarse mínimo con un 30% de uno de los
géneros, en relación con el número de candidatos inscritos y no en
relación con el número de curules a proveer.

TESIS 3: El impugnador basó su inconformidad con la sentencia


apelada, (…) pues, a su juicio, el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011
determina que el porcentaje del 30% de mujeres, correspondiente
a la “cuota de género”, se calcula con base en el número de curules
a proveer y no en relación con el número de candidatos que decida
inscribir cada partido. (…). [E]ncuentra la Sala que no existe fundamento
suficiente para revocar la sentencia apelada y así se consignará en la
parte resolutiva de este proveído, puesto que, como quedó visto, en la
jurisprudencia constante de esta Corporación, en armonía con el análisis
de constitucionalidad efectuado por el alto tribunal constitucional en
la sentencia C-490 de 2011, se estableció que la cuota de género se
debe determinar a partir del número de candidatos inscritos en la
lista, como lo consideró la sentencia apelada y se itera, no en relación
con el número de curules a proveer. (…). Lo anterior permite concluir
que los partidos vencedores en la contienda electoral celebrada para

137
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

conformar la Junta Administradora Local de la Comuna Cinco (5) del


municipio de Valledupar cumplieron la “cuota de género” al prever
un porcentaje mínimo de 33.3% -Partido Social de Unidad Nacional-
y máximo de 50%– Partidos Conservador, Cambio Radical y Centro
Democrático- en cada uno de los géneros. Aunado a ello, el artículo
262 de la Constitución Política, establece que el número máximo de
candidatos a inscribir en una lista corresponde al de curules a proveer,
argumento que también es sustentado en el concepto rendido por el
Ministerio Público. Sin embargo, la norma no contempla un número
mínimo de candidatos a incluir; como consecuencia se entiende que
el límite es solo para el tope máximo, que los partidos, movimientos y
grupos significativos de ciudadanos tienen que respetar al momento de
integrar las listas de candidatos, razón por la cual, no puede acogerse
este razonamiento del apelante. (…). Inicialmente se debe destacar que
la votación total obtenida por estos partidos o movimientos políticos
no fue suficiente para obtener un escaño Junta Administradora Local
de la Comuna Cinco (5) del municipio de Valledupar, por lo que su
situación no tendría la virtualidad de afectar el acto de elección. Por
otra parte, la inscripción de un único postulado se encuentra autorizada
por el contenido del artículo 262 de la Constitución Política, sin que
le sea exigible la “cuota de género” por ser una lista con menos de
cinco (5) inscritos. (…). Así las cosas, la Sala desestima los argumentos
expuestos en el recurso de apelación, pues el hecho de que haya “listas
integradas por un solo candidato o candidata”, no vulnera el artículo 28
de la Ley 1475 de 2011, ni los mandatos constitucionales contenidos
en el artículo 262, en la medida en que lo que define la cuota de género,
es el número de candidatos inscritos en la lista correspondiente y no
la cantidad de curules que conforman la corporación pública. En ese
orden de ideas, teniendo en cuenta que los argumentos del recurso
se dirigieron a controvertir la base sobre la cual debió calcularse la
cuota de género, lo cual quedó ampliamente explicado en precedencia,
la Sala concluye con base en la normativa aplicable y la jurisprudencia
tanto constitucional como contencioso electoral, que el recurrente no
logró demostrar el cargo de censura expuesto en el recurso de alzada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 43
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
262 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28

138
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
GOBERNADOR, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA,
VALIDEZ DE LOS MEDIOS DE PRUEBA, PRUEBA DOCUMENTAL,
VALOR PROBATORIO DEL MENSAJE DE DATOS, VALOR
PROBATORIO DE LA PRUEBA EN VIDEO, INSCRIPCIÓN DE
CANDIDATURA A LA GOBERNACIÓN, GRUPO SIGNIFICATIVO DE
CIUDADANOS, FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL,
REQUISITOS DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓ N
POPULAR, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA A LA GOBERNACIÓN

EXTRACTO NO. 28

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00098-00 (2020-00019-00


y 2020-00020-00)
FECHA: 15/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Daniel Correa Gómez, José Luis Espitia Díaz
y Moisés David Bolaños Álvarez
DEMANDADO: Luis Carlos Velásquez Cardona - Gobernador
del departamento de Caldas
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección entrará a resolver si existe mérito


del asunto tomando como parámetro el contenido de la fijación del
litigio que gira en torno a establecer si la elección del gobernador de
Caldas, Luis Carlos Velásquez Cardona, está viciada de nulidad por
haber incurrido en la causal de nulidad por doble militancia política
prevista en el artículo 107 de la Constitución Política y numeral 8
del artículo 275 del CPACA. Y siguiendo el mismo derrotero, tener
como supuestos a dilucidar, los siguientes: 1) Si el candidato y hoy
gobernador brindó apoyo, en dos (2) eventos de campaña a aspirantes
del Partido Conservador, que no integraron la coalición, a saber:
a) Una caravana en el municipio de Pensilvania, Caldas, donde el
señor Velásquez Cardona acompañó al señor Rubén Darío Giraldo
en su propósito de ocupar el cargo de Diputado a la Asamblea y
b) Una reunión en el municipio de Manzanares, Caldas, donde el
accionado brindó acompañamiento al candidato a la Alcaldía de dicha
municipalidad; 2) Si el gobernador electo incurrió en la prohibición de

139
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

la doble militancia al recibir el apoyo de algunos candidatos inscritos


por el Partido Conservador a distintos cargos de elección popular, pese
a que ese partido tenía aspirante propio a la Gobernación de Caldas, en
cabeza del señor Ángelo Quintero Palacio; 3) Si se configuró la doble
militancia por el hecho de haber sido promovido e inscrito inicialmente
por un grupo significativo de ciudadanos y luego por una coalición de
partidos e impedir al electorado tener claridad sobre el programa de
gobierno inscrito y 4) Si como consecuencia de ese cambio se produjo
“la inexistencia del acuerdo de coalición debidamente presentado o
radicado para el momento de la inscripción”. Así las cosas, con base
en esos aspectos fácticos, determinar si en el caso del gobernador
de Caldas se configuraron los presupuestos fácticos y jurídicos de la
prohibición de la doble militancia, consagrada en los artículos 107 de
la Constitución Política y 2° de la Ley 1475 de 2011.

TESIS 1: La doble militancia en el ordenamiento jurídico colombiano


tiene su génesis en el Acto Legislativo 01 de 2003, que modificó el
artículo 107 de la Constitución Política, al prever que en ningún
caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente
a más de un partido o movimiento político con personería jurídica.
Dicho Acto Legislativo también dispuso que quien participara en
las consultas de un partido o movimiento político o en consultas
interpartidistas, no podía inscribirse por otro en el mismo proceso
electoral. Posteriormente, con la expedición del Acto Legislativo 01
de 2009, además de reiterarse las citadas prohibiciones, se añadió
que quien siendo miembro de una corporación pública decida
presentarse a la siguiente elección, por un partido político distinto,
debía renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del primer
día de inscripciones. La Corte Constitucional, en la sentencia C-303 de
2010, al decidir la demanda contra el parágrafo transitorio del artículo
1° del Acto Legislativo 1 de 2009, que modificó el artículo 107 de la
Constitución, puso de presente que la antedicha regla propende por el
fortalecimiento de los partidos y movimientos políticos, en armonía con
los principios de democracia participativa y de soberanía popular. (…).
Así, entonces, la doble militancia surgió con la finalidad de fortalecer
a los partidos y movimientos políticos garantizando su disciplina, de
manera que haya un respeto por la colectividad a la cual se pertenece
y los electores que ofrecen su respaldo. (…). Es importante tener en
cuenta que el legislador estatutario [Ley 1475 de 2011] extendió el
ámbito de aplicación de la figura de la doble militancia, pues eliminó
la expresión que imponía que el partido o movimiento político debía

140
contar con personería jurídica, que venía desde el Acto Legislativo 01
de 2003. En consecuencia, dispuso que “…En ningún caso se permitirá
a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido
o movimiento político”. Sobre el particular, la Corte Constitucional,
mediante sentencia C-490 de 2011, (…), determinó que “el legislador
estatutario puede incorporar una regulación más exigente o extensiva
respecto a la prohibición de doble militancia” y, por ende, extendió la
prohibición a las agrupaciones políticas sin personería jurídica.

TESIS 2: La Sección Quinta de esta Corporación ha estructurado una


línea jurisprudencial en materia de contenido, alcance y modalidades
por las que se puede configurar la prohibición de la doble militancia,
para distinguir cinco (5) hipótesis relacionadas con los sujetos a
quienes va dirigida: «i) Los ciudadanos: “En ningún caso se permitirá
a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido
o movimiento político con personería jurídica.” (Inciso 2º del artículo
107 de la Constitución Política) ii) Quienes participen en consultas:
“Quien participe en las consultas de un partido o movimiento político
o en consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el
mismo proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución
Política) iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo
miembro de una corporación pública decida presentarse a la siguiente
elección, por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos
doce (12) meses antes del primer día de inscripciones. (Inciso 12 del
artículo 107 de la Constitución Política) iv) Miembros de organizaciones
políticas para apoyar candidatos de otra organización: “Quienes
se desempeñen en cargos de dirección, gobierno, administración
o control, dentro de los partidos y movimientos políticos, o hayan
sido o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección
popular, no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por
el partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados. Los
candidatos que resulten electos, siempre que fueren inscritos por un
partido o movimiento político, deberán pertenecer al que los inscribió
mientras ostenten la investidura o cargo, y si deciden presentarse
a la siguiente elección por un partido o movimiento político distinto,
deberán renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del
primer día de inscripciones.” (Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de
2011) v) Directivos de organizaciones políticas: “Los directivos de los
partidos y movimientos políticos que aspiren ser elegidos en cargos
o corporaciones de elección popular por otro partido o movimientos
políticos o grupo significativo de ciudadanos, o formar parte de los

141
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

órganos de dirección de estas, deben renunciar al cargo doce (12)


meses antes de postularse o aceptar la nueva designación o ser
inscritos como candidatos” (Inciso 3º del artículo 2º de la Ley 1475 de
2011)». (…). [L]a Sala advierte que el evento que ocupa la atención de
esta colegiatura encaja en el numeral iv), en el que conforme al inciso
2° del artículo 2° de la Ley 1475 de 2011, se establece dentro de las
modalidades de la doble militancia la prohibición de “…hayan sido o
aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular,
no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o
movimiento político al cual se encuentren afiliados”. Ahora bien, eso en
cuanto al sujeto activo de la prohibición y a la conducta generalizada
del transfuguismo entendido este como la migración político-electoral
que una persona, hace en forma intencional o no, reflejada en actos
positivos de conducta de pasar a otra colectividad política cuando aún
mantiene vínculos importantes y obligatorios ideológicos, de estrategia
o de utilidad, con la colectividad anterior. Existe otra clasificación y es
la que deviene de entender las circunstancias del doble militante en
modalidades fácticas, como es lo que acontece con la llamada de apoyo
o asistencia a otra persona o colectividad que no le es propia o a la que
pertenece por militancia, inscripción, aval, o bancada. Específicamente
en relación con la modalidad de doble militancia contenida en el inciso
2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011, conocida como la doble
militancia en la modalidad de apoyo, la jurisprudencia de esta Sección
ha señalado los elementos necesarios para su configuración: «(…) i) Un
sujeto activo. (…). ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar a
un candidato distinto al inscrito por la organización política. (…). iii) Un
elemento temporal, (…) la modalidad de apoyo de doble militancia solo
puede ejercerse en época de campaña electoral, la cual comprende
desde el momento en el que la persona inscribe su candidatura hasta
el día de las elecciones. (…).» (…). Así, incurren en la modalidad de
doble militancia consagrada en la modalidad de apoyo, descrita en el
inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011, dos clases de personas
definidas en forma clara: 1) quienes desempeñen alguna clase de
cargo directivo, de gobierno, administración o control dentro de la
organización política y 2) quienes hayan sido o aspiren a ser elegidos
en cargos o corporaciones de elección popular. Siendo la conducta
proscrita: 3) que apoyen a un candidato distinto al inscrito o avalado
por el respectivo partido político. Además, esta Sala ha establecido que
la modalidad de apoyo a candidatos diferentes a los del partido ocurre
con un solo acto, cuando se acompaña la aspiración de otro candidato
en contra de la lealtad que debe guardar a la colectividad a la que se

142
pertenece. (…). De todas esas generalidades se evidencia que dentro
de la estructuración de la doble militancia por la modalidad de apoyo,
que debe analizarse cuando se desciende a un caso en concreto, se
impone la prueba fehaciente de la conducta positiva del acusado de
haber incurrido en la prohibición, a partir de claras y corroboradas
manifestaciones de acompañamiento, asistencia y respaldo expreso
a quien por ideología, disciplina de partido y/o pertenencia a otra
colectividad, no podía apoyar, precisamente porque ese tercero está
adepto políticamente a otra colectividad política, que le resulta ajena
al demandado por la conducta prohibitiva. Por ello, se descarta dentro
de la doble militancia, toda conducta que provenga del apoyo de otro,
pues en últimas ni el legislador así lo contempló y, en estricto soporte
teleológico y dentro de criterios de razonabilidad, no resulta de recibo
responsabilizar política y electoralmente a una persona por los actos
o conductas de otro, en atención a que se trata de una sanción que
se soporta en las actuaciones o actividades subjetivas y propias de
quien es enjuiciado como tránsfuga. Así las cosas, resultaría extraño
responsabilizarlo por las actividades de terceros que no puede
gobernar y frente a los cuales carece de la posibilidad de impedirlas,
por pertenecer al aspecto volitivo que le es ajeno. Esa razón por la cual
a un accionado por doble militancia no puede incursionar en esta si el
apoyo es prodigado por otros.

TESIS 3: Se aclara por la Sala que los (…) dos aspectos fácticos
formulados por los demandantes relativos a si existe doble militancia,
al recibir el apoyo de otros candidatos inscritos por otro partido y si
el acuerdo de coalición no se radicó al momento de la inscripción,
no merecen un estudio adicional, pues (…), es inexistente la doble
militancia de un candidato cuando se trata del apoyo ofrecido por
otros y en la documentación que remitió al proceso la RNEC, reposa
el formulario E-6GOB que sí contiene en los anexos adosados, el
acuerdo de coalición, por lo que cae por su peso la afirmación de la
parte actora sobre la irregularidad de la inscripción por no contar con
dicho acuerdo de voluntades. Así tampoco merece pronunciamiento
adicional el cargo atinente a si se configuró la doble militancia por el
hecho de haber sido promovido e inscrito inicialmente por un grupo
significativo de ciudadanos y luego por una coalición de partidos, en
tanto el formulario E-6GOB que reposa en el proceso acumulado, fue
allegado por la autoridad electoral competente, mediante oficio de 2
de marzo de 2021 suscrito por los Delegados Departamentales, dando
cumplimiento y alcance al requerimiento probatorio del Despacho

143
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

instructor, y en el que se advierte la inscripción del accionado por parte


de la coalición, de la cual hizo parte integrante el grupo significativo
de ciudadanos “Unidos por Caldas”, sin que existe probanza o certeza,
mediante prueba fehaciente aportada al proceso, de una primera
inscripción de candidatura y menos de que ésta hubiera sido revocada
o anulada.

TESIS 4: El formulario E-6GO. Emerge como una de las pruebas


medulares dentro de los asuntos en que se acusa la doble militancia y
resulta plenamente valorable, en tanto en este fue adosado al proceso
por la RNEC con el escrito de intervención, no fue desconocido por
ninguno de los suscriptores ni de los sujetos procesales, lo que permite
que se predique de éste que su contenido es auténtico y fidedigno, en el
que se evidencia que el accionado fue inscrito por la coalición “Unidos
por Caldas”, conformada por el grupo significativo de ciudadanos del
mismo nombre y los partidos políticos de La U, MAIS, Alianza Verde
y Cambio Radical. (…). Es necesario entonces que la Sala se detenga
en la valoración de la fotografía como prueba documental, sometida
a todos los requisitos que la ley procesal prevé para los documentos,
que conforme a las previsiones del artículo 243 del CGP no se reputa
público, en tanto no fue otorgado por funcionario en ejercicio de sus
atribuciones o con su intervención ni tampoco se indicó si su autoría
es de un particular en cumplimiento de competencias de la misma
estirpe. Se trata entonces de documento privado que reproduce una
imagen y que se presume auténtico por cuanto “no ha sido tachado
de falso ni desconocido” y que permite su valoración probatoria, en
tanto en el concepto de autenticidad resulta indispensable al efecto
y perfectamente diferenciable de la verdad de su contenido, toda vez
que lo auténtico, alude a la total certeza en relación con la persona
que lo elaboró, suscribió o firmó. (…). La fotografía como tal luego de
ser analizada, por sí sola, no refleja para la Sala que el accionado se
encuentre en proselitismo político a favor del Partido Conservador. (…).
Pues bien, aunque se diera por ciertas todas las (…) circunstancias
modales y de espacio geográfico informadas por la parte interesada,
lo cierto es que no materializa la conducta positiva, cierta y activa que
se requiere para dar por probada la modalidad de apoyo de la doble
militancia. En efecto, aunque el fondo de la foto permita deducir que
se trata de una reunión a cargo o por lo menos con participación del
Partido Conservador Colombiano y que las personas que acompañan
al accionado sean los señores Serna y Murillo, a ello no se refiere la
prohibición, en tanto la conducta de departir con otros candidatos no

144
es el sustrato de la misma ni responde a la teleología de la prohibición
y menos materializan la ayuda. (…). Así las cosas, para su valoración
probatoria debe armonizarse con los demás medios probatorios
recaudados, a fin de determinar si tiene la fuerza de convicción que
la parte actora busca para acreditar la doble militancia. (…). De todo lo
anterior, para la Sala es clara, la carencia de fortaleza probatoria del
medio de convicción que se analiza, tendiente a acreditar el supuesto
apoyo del demandado a los candidatos del Partido Conservador
Colombiano para la circunscripción electoral de Marquetalia (Caldas).
(…). [L]a Sala considera que se debe dar aplicación al artículo 247 del
CGP, en el que se indica respecto de la valoración de mensajes de datos
que la simple impresión de éste debe seguir las reglas generales de
valoración probatoria de los documentos, conforme al 243 ejusdem,
en tanto aquellos solo pueden ser valorados como tal cuando han sido
aportados en el mismo formato en que fueron generados, enviados,
recibidos o que los reproduzcan con exactitud, lo cual no acontece con
la mera impresión física en papel. (…). En consecuencia, esta prueba
tampoco suministra a esta Judicatura la convicción del apoyo o
asistencia que se atribuyó al demandado respecto a los candidatos de
otras colectividades diferentes a las coaligadas, además que no resulta
converger con otro medio probatorio de los que integran el acervo,
generando así la falta de probanza sobre el supuesto que trae la norma
que consagra la prohibición del transfuguismo. (…). [E]n el sub judice de
conformidad con el artículo 243 del C.G.P, la grabación en la forma
como fue aportada, resulta ser un documento privado, que conforme
al artículo 244 ib, goza de presunción de autenticidad mientras no
haya sido tachada de falsa o desconocida. La referida disposición
aplicada al caso concreto, permite afirmar que la grabación en video
es privada y emana de un tercero, ya que quien la adosa no se atribuye
su autoría. (…). No obstante, el reconocimiento del declarante, la Sala
aclara que la existencia de una pancarta política publicitaria tampoco
resulta de recibo frente a las probanzas que se requieren para el apoyo
constitutivo de doble militancia, precisamente, en aquellos casos en
los que no hay evidencia cierta que pueda derivarse de un actuar a
voluntad del accionado. (…). Por lo tanto, el hecho de que un candidato
asista a reuniones donde figura publicidad de candidatos de otros
partidos, no evidencia de manera contundente que con su asistencia
se manifieste el apoyo que se requiere para que se pueda anular el
acto electoral por doble militancia, sin otro soporte probatorio que
evidencia al juzgador que en realidad sí se trató del apoyo cierto,
expreso y activo constitutivo de doble militancia. De manera que, del

145
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

acervo probatorio aportado al expediente no es posible advertir el


elemento objetivo requerido para la configuración de la prohibición de
la doble militancia en la modalidad de apoyo, pues no se evidencia la
conducta o el acto positivo del demandado tendiente al favorecimiento
de la campaña política de candidatos de otras colectividades. (…). De
las declaraciones tanto de terceros como de parte, se evidencia en
forma clara que no es de recibo la afirmación de la parte actora al
atribuir al demandado la conducta de apoyo dentro del contexto de
la prohibición de la doble militancia, en tanto la Sala echa de menos
las pruebas que dieran convicción sobre la asistencia activa que el
entonces candidato a la gobernación de Caldas hubiera desplegado,
en favorecimiento de aspirantes locales a cargos de elección popular
avalados por el Partido Conservador Colombiano. (…). Así las cosas,
y como el cuestionamiento de la parte actora recae en la presunta
incursión del demandado en el apoyo que se encuadra en la causal de
doble militancia, de lo analizado se evidencia que probatoriamente la
prueba documental, representativa en video y declarativa contenida en
los testimonios y el interrogatorio de parte, no resultaron suficientes
para considerar que el demandado asistió, apoyó o ayudó con actos
positivos a candidatos de otra colectividad que no hiciera parte de
la coalición. (…). Por lo tanto, se concluye que no le asiste razón a la
parte actora en su propósito de nulitar la elección del gobernador del
departamento de Caldas (…), en tanto las pruebas con las cuales se
pretendía acreditar el cumplimiento del supuesto fáctico contenido
en la norma y permitir la consecuencia jurídica en ella prevista,
resultaron insuficientes para tener la convicción de que el accionado
hubiera ayudado, respaldado, asistido o acompañado en forma activa
a candidato de otra colectividad.

TESIS 5: Otro punto (…), es la acusación de que la incursión en


la doble militancia quedó en evidencia porque el accionado fue
promovido por un grupo significativo de ciudadanos, pero también
por una coalición, lo que además conllevó la falta de claridad sobre el
programa de gobierno inscrito de cara a la posterior figura del llamado
voto programático. La Sala Electoral considera que en esta explicación
de los libelistas se presenta una mezcla de conceptos con una línea
que los interrelaciona, como es la inscripción a cargos uninominales,
concretamente la relativa a gobernador de un departamento, a quien en
virtud de la Ley 131 de 1994 se le aplica la figura del voto programático
siendo obligatorio que al inscribirse presente su programa de gobierno
como plataforma garantista de lo que desarrollará en caso de resultar

146
elegido. (…). En efecto, la inscripción de candidaturas a cargos de
elección popular tiene dos grandes puntos de partida, por una parte,
el aval que se permite solo a los partidos y movimientos políticos con
personería jurídica e incluso constituye un elemento diferenciador
entre éstos y las demás colectividades, en las que se encuentran los
grupos significativos de ciudadanos y los movimientos sociales. Por
otra, los apoyos por firmas, posibilidad que se da como garantía de
una mayor participación democrática del conglomerado, pues se
deja de lado la exigencia de los requisitos y el engranaje propio de
aquellos y se les permite inscribir candidaturas bajo exigencias de
determinado número de firmas válidas y la constitución de una póliza
de cumplimiento. (…). Lo anterior se concibe dentro del marco de un
presupuesto sine qua non dentro de lo que se puede calificar como
requisito de la esencia en toda inscripción de candidaturas, al punto
que si no se cuenta con ninguna –aval o apoyo por firmas- resulta
imposible ser candidato y, en consecuencia, entrar a la competencia
electoral con la potencialidad de ser elegido. Otro aspecto es el que
resulta del enfoque de la legitimación para inscribir candidaturas, por
parte del sujeto activo inscriptor, en cuyo escenario, emergen todas
las colectividades políticas mencionadas, agrupadas en dos grupos, a
saber: 1) la inscripción individualmente considerada, cuando son únicas
postulantes y 2) la de carácter colectivo, cuando voluntariamente varias
de ellas unen fuerzas electorales mediante la figura de la coalición, que
es una unión política electoral en la que pueden converger todos esos
corporativos alrededor de un solo candidato o lista en la que fincan sus
expectativas de triunfo electoral, pero sin perder la naturaleza física,
ideológica y filosófica distintiva de cada uno de los coaligados y ante
todo sin vocación de permanencia en esa unión. Armonizado con el
mandato superior contenido en los incisos 3 y 4 del artículo 108, el
artículo 29 de la Ley 1475 de 2011 consagra que tanto los partidos
y movimientos políticos con personería jurídica coaligados entre sí
y/o con grupos significativos de ciudadanos, están facultados para
inscribir candidaturas para cargos uninominales. Como consecuencia
de ello, el aspirante de la coalición es el único para todos los partidos,
movimientos y grupos significativos de ciudadanos coaligados o
para quienes adhieran o apoyen a dicho candidato. Ello por cuanto
la misma norma es perentoria en indicar que la suscripción del
acuerdo de coalición tiene carácter vinculante, lo que impone que ni
los partidos, movimientos políticos ni sus directivos ni los promotores
de los grupos significativos de ciudadanos pueden inscribir ni apoyar
a candidato distinto al designado, estatuyendo la incursión en esa

147
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

prohibición como causal de nulidad o de revocatoria de la inscripción


del candidato que apoyen diferente al designado por la coalición. (…). El
programa de gobierno del candidato que materializa la aplicación del
voto programático se presenta entonces como un requisito que debe
acompañar la inscripción de los candidatos a cargos uninominales de
elección popular para alcaldes y gobernadores, sin que desde el punto
de vista conceptual, presente una contradicción u obstáculo para los
candidatos que son inscritos por coaliciones conformadas por grupos
significativos de ciudadanos, que (…) pueden concurrir coaligados
con otras colectividades para inscribir candidaturas y sin que para el
caso concreto se haya demostrado la defraudación al programa de
gobierno, que se evidencia siempre fue el mismo y frente al cual no se
incluyeron modificaciones, alteraciones o cambios. No existe previsión
alguna que así lo haya consagrado y si la hipótesis de que el programa
de gobierno fuera un escollo para la inscripción plural coaligada es
claro que entonces legalmente hubiera sido objeto de prohibición o
por lo menos de exclusión. En consecuencia, dentro de un contexto
general no se advierte que exista disconformidad entre la consecución
de firmas por un grupo significativo de ciudadanos para promocionar
una candidatura a cargo uninominal del nivel territorial, con lograr
el apoyo coaligado de otras colectividades que así lo han consentido
voluntariamente juntos y en acuerdo con el grupo significativo y
converger todos los coaligados en el programa o plataforma de
gobierno que el candidato formula y con el que se inscribe para dar
cumplimiento a todo el engranaje del llamado voto programático.

TESIS 6: [L]a Carta Magna de 1991 (…) dio apertura a otros mecanismos
de participación de las personas en la vida política del país, entre ellas
los grupos significativos de ciudadanos y que emergían como garantía
de la democracia participativa. De manera que en forma paralela a
los partidos y movimientos políticos con personería jurídica emergían
los grupos significativos de ciudadanos dentro de las posibilidades
para que una persona se candidatizara a las diferentes elecciones
populares, para dar posibilidad a que los diversos sectores de la
sociedad fueran incluidos en la política ciudadana, con el propósito
de fortalecer la democracia participativa. (…). La reglamentación
de los grupos significativos de ciudadanos de dio con la Ley 130 de
1994 y luego con las Leyes 996 de 2005 y 1475 de 2011, como nuevo
actor electoral en el sistema de partidos en Colombia. Groso modo, la
intención de la constituyente y la normatividad reglamentaria de los
grupos significativos fue consolidar mediante mecanismos concretos

148
la democracia participativa mediante la ampliación de este principio
constitucional no exclusivamente a los partidos y movimientos con
personería jurídica. (…). [L]os grupos significativos de ciudadanos se
entienden como manifestaciones políticas coyunturales que carecen
tanto de vocación de permanencia como de un nivel de organización
tal, que les permita asegurar algún nivel de institucionalidad. De todas
formas, estos grupos recogen una voluntad popular cualitativamente
importante, cuya finalidad puede ser la de obtener resultados concretos
sociales y/o económicos o simplemente participar en un proceso
electoral determinado (…). En este sentido, (…), es dable afirmar que
la principal diferencia entre los grupos significativos de ciudadanos
y las organizaciones políticas con estructuras definidas, como lo son
los partidos y los movimientos políticos, es su vocación estructural de
permanencia. (…). El Consejo de Estado, en la misma línea, en sentencia
de 21 de julio de 2016 expresó que la diferencia principal entre los
partidos y movimientos políticos con las organizaciones sociales, los
movimientos sociales y los grupos significativos de ciudadanos, radica
principalmente en su vocación de permanencia, y en que aquéllos
están amparados en toda su actuación por el reconocimiento de la
personería jurídica.

TESIS 7: Los elementos para la reglamentación y regulación de los


GSC, se encuentran especialmente consignados en la Ley 1475 de 2011,
en la cual se ahonda básicamente en cuatro materias: a) principios
de organización y funcionamiento de las organizaciones políticas; b)
régimen de responsabilidad de las organizaciones políticas; c) sistema
de financiación de los partidos y campañas políticas; d) reforma
al sistema electoral, y esto incluye por supuesto lo que atañe a los
aspectos específicos de los grupos significativos de ciudadanos. En
su artículo 3° establece, los mecanismos para el Registro Único de
Partidos y Movimientos Políticos, y allí en uno de sus parágrafos,
establece que los grupos significativos de ciudadanos que postulen
candidatos al Senado de la República o a la Cámara de Representantes
y obtengan los votos requeridos para el reconocimiento de personería
jurídica. De manera que, los grupos significativos de ciudadanos
pueden potencialmente constituirse como grupos organizados, esto
es como partidos o movimientos políticos, y por ende obtener la
personería jurídica correspondiente, siempre y cuando se cumplan con
los requisitos exigidos por el CNE. Por otra parte, esta misma norma
señala que pueden emplear las consultas como mecanismo interno
de democracia, y explicita que el CNE reglamentará la convocatoria

149
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

y realización de las consultas garantizando la igualdad entre los


partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos
que participen en ellas. (…). Respecto al régimen sancionatorio de
los grupos significativos de ciudadanos, la Ley 1475 de 2011, en su
artículo 13 (…), precisa que el CNE es titular del ejercicio preferente
en la competencia y procedimiento para imponer sanciones a
partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos
cuando estos no lo hicieren de acuerdo a su régimen disciplinario
interno. Sin embargo, posteriormente la sentencia C-490 de 2011,
declaró inconstitucional el hecho de que los grupos significativos de
ciudadanos lo hiciesen de acuerdo a su régimen disciplinario interno
en cuanto volvía supletoria la competencia del CNE para sancionar
a los partidos y movimientos. Respecto a la financiación de las
campañas electorales por parte de los GSC, se precisa, en el artículo
20°, que las fuentes de financiamiento a las cuales pueden acudir son:
1. Los recursos propios de origen privado, 2. Los créditos o aportes
que provengan del patrimonio de los candidatos, de sus cónyuges o
de sus compañeros permanentes, o de sus parientes hasta el cuarto
grado de consanguinidad. 3. Las contribuciones, donaciones y créditos,
en dinero o en especie, que realicen los particulares. 4. Los créditos
obtenidos en entidades financieras legalmente autorizadas. 5. Los
ingresos originados en actos públicos, publicaciones y/o cualquier otra
actividad lucrativa del partido o movimiento. 6. La financiación estatal,
de acuerdo con las reglas previstas en esta ley. (…). En lo que atañe a
los anticipos de los grupos significativos de ciudadanos que inscriban
candidatos, podrán solicitar en forma justificada al CNE hasta un
ochenta por ciento (80%) de la financiación Estatal de las consultas o
de las campañas electorales en las que participen. (…). Así las cosas, la
implementación de los grupos significativos de ciudadanos tiene como
ventaja una mayor dinamización democrática respecto a partidos
políticos y/o movimientos políticos, en cuanto se genera primero, una
mayor legitimidad directa con los electores, puesto que se presenta
una mayor cohesión de fuerzas sociales, ultra partidista y de diversidad
ideológica y donde puedan confluir diferentes facciones sociales.

TESIS 8: [C]omo lo establece el artículo 9 de la Ley Estatutaria


130 de 1994, los candidatos que no estén avalados por un partido o
movimiento político sino por asociaciones de todo orden, como los
grupos significativos de ciudadanos, tienen la posibilidad de aspirar a
ser elegidos de manera democrática para cargos públicos de elección
popular. El primer elemento al respecto, es que tanto los movimientos

150
políticos como dichos grupos significativos deberán cumplir como
requisito para la oficialización de su candidatura, la recolección
de un número determinado de firmas válidas corroborado por la
Organización Electoral. En concreto, la ley señala que la recolección
de dichas firmas válidas deben ser equivalentes al menos al veinte
por ciento (20%) del resultado de dividir el número de ciudadanos
aptos para votar en la respectiva circunscripción electoral entre el
número de curules o cargos por proveer. En todo caso el máximo de
firmas a exigir para inscribir una candidatura será de cincuenta mil
(50.000). Se entiende entonces desde un principio que la recolección
de firmas y su posterior validación se constituyen como requisitos
para la oficialización de la inscripción de las candidaturas. Al respecto,
de conformidad con lo establecido en el artículo 37 del Decreto Ley
1010 de 2000, le corresponde a la Dirección de Censo Electoral,
coordinar y dirigir el proceso de dicha revisión. (…). Ahora bien, resulta
más que pertinente comprender que si bien la oficialización de la
inscripción de la candidatura se da con la verificación y validación de
firmas recolectadas, esta (la inscripción) inicia de acuerdo con la Ley
Estatutaria 1475 de 2011, con inscribir los candidatos y listas, bien
sea de los grupos significativos de ciudadanos o movimientos sociales,
por parte de un comité integrado por tres (3) ciudadanos, este debe
registrarse ante la respectiva autoridad electoral cuando menos un
mes antes de la fecha de cierre de la respectiva inscripción y, en
todo caso, antes del inicio de la recolección de firmas de apoyo a la
candidatura o lista. (…). Respecto a lo que atañe a los candidatos de
coalición por parte de GSC y/o movimientos políticos, podrán inscribir
candidatos de coalición para cargos uninominales. El candidato de
coalición será el candidato único de los partidos, movimientos y grupos
significativos de ciudadanos que participen en ella. Igualmente será el
candidato único de los partidos y movimientos con personería jurídica
que aunque no participen en la coalición decidan adherir o apoyar al
candidato de la coalición.

TESIS 9: Se ha de señalar que la designación y postulación oficial de


candidatos por parte de grupo significativo de ciudadanos o movimiento
político, requiere grosso modo de dos etapas: i) el registro por parte
del comité inscriptor correspondiente de sus candidatos y listas, y ii)
de la validación de las firmas logradas, pero se ha de tener en cuenta
que la mera recolección de estas sin la validación correspondiente
por parte del funcionario electoral competente no constituye factor
que oficialice la inscripción de la candidatura, únicamente esta

151
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

surtirá efecto jurídico a la posterior validación de los apoyos. (…). [S]


e puede afirmar que los grupos significativos de ciudadanos se les
blinda de ciertas prerrogativas en cuanto a la actividad de campaña
electoral, puesto que antes de inscribir la candidatura por parte del
comité inscriptor pueden realizar la recolección de firmas exigidas,
permitiéndoles mediante este mecanismo, realizar, por ejemplo,
recolección de apoyos financieros, propaganda del logo y actividades
ligadas a campaña, factores que difícilmente pueden ser controlados
por parte de la organización electoral. A título conclusivo son todas
estas generalidades apreciadas desde la exegética normativa, la
historicidad de su creación y evolución, los límites y entendimiento de
sus presupuestos y alcances y consecuencias, las que establecen el
campo de acción de cada figura mencionada, para entender el punto
de inflexión frente a la modalidad de doble militancia que planteó la
parte actora.

TESIS 10: Al descender al caso concreto, la Sala insiste en que


la parte actora en este punto, intentó estructurar y entramar una
censura de doble militancia, concatenando forzadamente figuras
democráticas que conviven armónicamente y que conforme a las
probanzas del asunto no se evidencian disconformes a derecho.
En efecto, retomando el aspecto probatorio del asunto que ocupa
la atención de la Sala, dos pruebas se consideran necesarias para
verificar la irregularidad atribuida en las demandas, el formulario
E-6GOB y el acuerdo de la coalición. (…). Para la Sala en forma
fehaciente se advierte, que a diferencia de lo indicado por la parte
actora, el programa de gobierno no se modificó ni se alteró, como
tampoco se advierte que existieron dos programas diferentes. (…).
Para la Sala, las generalidades expuestas para dar curso a la segunda
censura de doble militancia reflejan la autonomía y la escisión de los
temas de inscripción por grupos significativos de ciudadanos frente a
las coaliciones y el programa de gobierno del cargo uninominal, que
difícilmente podrían estructurar una modalidad de doble militancia
como la argumentada por la parte actora. En efecto, de las pruebas
de mayor relevancia (E-6 GOB y acuerdo de la coalición), de cara
al enfoque que la parte actora le diera a la censura, se establece
claramente que la inscripción de la candidatura del accionado devino
de aquellas colectividades que se coaligaron, en las que se incluyeron
partidos políticos con personería jurídica y el referido grupo
significativo de ciudadanos, tendientes a apoyar en forma unívoca al
accionado en sus aspiraciones a la Gobernación de Caldas y que para

152
tal efecto, celebraron el pacto de asociación y lo registraron como
anexo necesario al E-6 GOB, cuyo texto es claro y coincidente con la
afirmación de que no se probó que se hubiera presentado una doble
inscripción, en tanto emergió como demostrada aquella hecha por
la coalición y así lo entendieron los coaligados, entre ellos, el grupo
significativo de ciudadanos con la rúbrica total de sus representantes
del comité inscriptor debidamente registrados, sin desconocer la
condición de este último, quien se itera también es parte integrante
de la asociación política que se pactó para apoyar la candidatura
del accionado a su aspiración a la Gobernación de Caldas. (…). Así
también, normativamente (…), el grupo significativo de ciudadanos
está facultado y legitimado por el legislador para converger en
coalición con otras colectividades, sin que la norma haya exigido
la existencia de autorización de todos y cada uno de los firmantes,
en tanto resultaría prácticamente imposible lograrlo y generaría la
inoperancia de la posibilidad de una coalición integrada por cualquier
grupo significativo, pues ha de recordarse que debe su existencia a
las firmas logradas aunada la validez de las mismas certificada por
la autoridad electoral competente. (…). En esa línea expuesta, la Sala
evidencia que la plataforma ideológica esgrimida por el accionado
al momento de candidatizarse e inscribirse, contó con la aprobación
de la coalición, quien la adoptó para sí como programa de gobierno
del candidato, por lo que mal podía afirmarse que los electores no
tendrían claro cuál sería el programa que apoyaban con su voto y
menos que afectara la coerción del voto programático. Ahora bien,
de cara a la demanda se evidencia que no se demostró la duplicidad
de los programas de gobierno, por lo que se requeriría de otras
probanzas para que tal acusación pudiera verse viable de estructurar
la prohibición de doble militancia, en tanto el programa de gobierno y
el voto programático en su correlación es el reflejo de la importante
bitácora de gobierno del candidato, al contener la garantía de que
las labores, los propósitos y objetivos a ejecutar y a cumplir serán
cumplidos en su administración, en caso de ser elegido, lo que hace
claramente evidente que no podría estructurar doble militancia, sin
otros elementos que dieran cuenta de la simultaneidad de pertenencia
a más de una colectividad. Aunado a la forma armónica como los
hechos planteados y comprobados han encajado con los medios
probatorios para dar al juez de la nulidad electoral la certeza de que las
irregularidades glosadas por la parte demandante no corresponden
a la realidad comprobada, imponen desechar las censuras de doble
militancia que se plantearon focalizadas en la modalidad de apoyo y en

153
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

la irregularidad de una doble inscripción de candidatura que afectaba


al electorado por no tener la certeza de a cuál programa de gobierno
apoyaba, pues tampoco se probó la duplicidad en la referida bitácora
y, en consecuencia, denegar las pretensiones de la demanda. (…). Sea
lo primero indicar que ambos documentos [modificación de la lista de
candidatos inscrita y las firmas de ciudadanos que respaldaron] no
fueron adjuntados ni decretados como pruebas y que normativamente
constituyen, en principio, criterios auxiliares conforme a la previsión
del artículo 230 de la Constitución Política; sin perjuicio de ello y sin
demeritar el ilustrativo contenido de dichos documentos, la temática
desarrollada en ellos no resulta pertinente al tema que se decide, en
atención a que luego de las consideraciones precedentes, se parte de
la premisa de que no hubo una doble inscripción ni un doble programa
de gobierno, tampoco un trámite de modificación de inscripción y, en
consecuencia, no se encontró de recibo la censura de doble militancia,
aunado a que siendo el demandante de ese vocativo el interesado en
lograr la consecuencia prevista por la norma, es a quien corresponde
la acreditación y comprobación del supuesto fáctico (art. 167 CGP),
lo cierto es que la comunidad probatoria no evidenció los extremos
alegados y menos aquellos contenidos generales del concepto
y antecedente de tutela mencionados. Esas las razones para no
detenerse en el estudio de los mismos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
108 INCISO 3 Y 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 230 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2003 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2
INCISO 2 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 13 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 29 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 / DECRETO LEY 1010 DE 2000 - ARTÍCULO 37
/ LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 9 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO
167 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 243 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 244 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 247

154
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
ALCALDE DE LA LOCALIDAD HISTÓRICA Y DEL CARIBE NORTE DE
CARTAGENA, RÉGIMEN ADMINISTRATIVO DEL DISTRITO CAPITAL,
RÉGIMEN DE DISTRITO ESPECIAL, ALCALDE LOCAL

EXTRACTO NO. 29

RADICADO: 13001-23-33-000-2018-00801-03
FECHA: 15/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gustavo Martínez Betancurt
DEMANDADO: Carlos Mario Mieles Bello – Alcalde de la Localidad
Histórica y del Caribe Norte de Cartagena
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme a los argumentos expuestos en


el recurso de apelación interpuesto por el señor Gustavo Martínez
Betancurt, esta Sala determinará si confirma, modifica o revoca la
sentencia del 24 de febrero de 2021, proferida por la Sala de Decisión No.
01 del Tribunal Administrativo de Bolívar, que denegó las pretensiones
de la presente demanda de nulidad electoral. Para tal efecto, se
deberá resolver el siguiente problema jurídico, de conformidad con los
cargos de impugnación en contraste con los argumentos del a quo:
¿El nombramiento del señor Carlos Mario Mieles Bello como alcalde
de la localidad Histórica y del Caribe Norte de Cartagena está viciado
por infracción de norma superior, expedición irregular y la causal
de nulidad del artículo 275.5 del CPACA, en la medida en que él y la
señora Yolanda Wong Baldiris, integrantes de la terna postulada por la
respectiva Junta Administradora Local, se encontraban presuntamente
incursos en la causal de inhabilidad del artículo 179, numeral 8 de la
Constitución Política?

TESIS 1: En relación con el marco jurídico aplicable a los distritos


especiales, como entidades territoriales sometidas a un régimen
político, administrativo y fiscal propio, orientado a dotarlas de
mayor autonomía para impulsar el desarrollo de sus territorios y el
mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, el Constituyente

155
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de 1991 decidió constituirlos o reconocerlos directamente, como


expresión de su voluntad de sustraerlos prima facie de las normas
del ordenamiento municipal ordinario, las cuales solo les resultan
aplicables de forma subsidiaria. Así, en cuanto al Distrito Turístico y
Cultural de Cartagena de Indias, en el artículo 328 superior, resolvió
«conservar su régimen y carácter», según lo establecido en el Acto
Legislativo 01 de 1987 que lo creó. (…). Lo dispuesto en su artículo
2º debe interpretarse de conformidad con lo previsto en los artículos
322 a 327 de la Carta Magna de 1991, que consagran el régimen
político, fiscal y administrativo actual del Distrito Capital de Bogotá
y la normativa que los desarrolla, en particular, el Decreto 1421 de
1993, que corresponde a su estatuto orgánico, dictado por el Gobierno
nacional, en ejercicio de las facultades extraordinarias que le otorgó
el artículo 41 constitucional, que derogó el anterior Decreto 3133 de
1968. (…). En este orden, son varias las decisiones judiciales que, en
sede de control abstracto de constitucionalidad, han avalado de tiempo
atrás el propósito superior de extender el régimen especial del Distrito
de Bogotá a las ciudades de Cartagena, Santa Marta y Barranquilla,
en lo no regulado por sus respectivas normas especiales, tal como
lo disponen sus propios actos legislativos de carácter constitutivo,
a partir de las cuales bien se puede concluir, en consonancia con
la línea jurisprudencial que integran, que: (i) El artículo 238 de la
Constitución reconoce y mantiene el régimen y carácter de Distrito
Turístico y Cultural de la ciudad de Cartagena de Indias, a partir
de su creación en el Acto Legislativo 01 de 1987; (ii) bajo tales
disposiciones, se enfatiza que la regulación de las normas especiales
que rigen dicho ente territorial solo puede ser obra del Congreso
de la República como legislador democrático, es decir, que existe
reserva de ley sobre la materia; y (iii) sin desconocer la especificidad
y autonomía de los distritos de la Costa Atlántica para dotarse de
estatuto orgánico propio, es voluntad del Constituyente permitir que
se les extienda el régimen especial del Distrito Capital de Bogotá y,
subsidiariamente, el régimen municipal común, de conformidad con
la ley. Así las cosas, en desarrollo de las normas constitucionales en
mención e implementación de las anteriores tesis pretorianas, se
expidieron las siguientes normativas de carácter especial, aplicables
al Distrito de Cartagena, en las que se enfatiza su primacía sobre las
normas generales y la aplicación subsidiaria del régimen municipal,
ante lagunas que no tengan prevista una remisión normativa expresa
a otras regulaciones, tales como el Estatuto Orgánico de Bogotá,
a fin de superarlas: (i) Ley 768 de 2002 «Por la cual se adopta el

156
Régimen Político, Administrativo y Fiscal de los Distritos Portuario e
Industrial de Barranquilla, Turístico y Cultural de Cartagena de Indias
y Turístico, Cultural e Histórico de Santa Marta», que en su artículo
2º dispuso que: «En todo caso las disposiciones de carácter especial
prevalecerán sobre las de carácter general que integran el régimen
ordinario de los municipios y/o de los otros entes territoriales; pero
en aquellos eventos no regulados por las normas especiales o que
no se hubieren remitido expresamente a las disposiciones aplicables
a alguno de los otros tipos de entidades territoriales previstas en la
C.P. y la ley, ni a las que está sujeto el Distrito Capital de Bogotá, estos
se sujetarán a las disposiciones previstas para los municipios»; y (ii)
Ley 1617 de 2013 «Por la cual se expide el Régimen para los Distritos
Especiales», que en su artículo 2º indica que los distritos son entidades
territoriales organizadas de acuerdo con lo previsto en la Carta Magna
y se encuentran sujetos a un régimen especial, aclarando en su
inciso final que: «En todo caso las disposiciones de carácter especial
prevalecerán sobre las de carácter general que integran el régimen
ordinario de los municipios y/o de los otros entes territoriales; pero
en aquellos eventos no regulados por las normas especiales, o que
no se hubieren remitido expresamente a las disposiciones aplicables
a alguno de los otros tipos de entidades territoriales, previstas en la
Constitución Política, la ley, ni a las que está sujeto el Distrito Capital
de Bogotá, estos se sujetarán a las disposiciones previstas para los
municipios»; y en el parágrafo correspondiente precisó que: «Las
disposiciones contenidas en la presente ley, son aplicables a todos
los distritos creados y que se creen, a excepción del Distrito Capital
de Bogotá».

TESIS 2: El régimen de inhabilidades de los alcaldes locales de los


distritos especiales de la Costa Caribe ha sido estudiado a profundidad
por esta Sección, en sendas sentencias del 30 de marzo y 29 de
junio de 2017, en las que ha concluido que no existe norma especial
que lo regule y que, ante tal vacío normativo, no es posible acudir
directamente al Estatuto de Bogotá, establecido en el Decreto Ley 1421
de 1993 que, en su artículo 84 define que no podrán ser designados
como tales «(…) quienes estén comprendidos en cualquiera de las
inhabilidades señaladas para los ediles», señaladas en el artículo
66 ejusdem, por tanto no existe norma expresa en las Leyes 768 de
2002 y 1617 de 2013 que contenga tal remisión normativa. (…). Por su
parte, en la segunda de estas sentencias, al delimitar las causales de
inhabilidad exigibles a los alcaldes locales de Barranquilla, se explicó

157
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

que ante la ausencia de norma especial y remisión normativa sobre


la materia y, ante la obligación de interpretar restrictivamente tales
prohibiciones que encarnan verdaderos límites al derecho político a
ser elegido, tampoco era viable llenar esa laguna jurídica acudiendo,
con carácter supletorio, a las normas generales del régimen
municipal, comoquiera que en la Ley 136 de 1994, modificada por la
Ley 617 de 2000, no se enuncian tales requisitos negativos para el
cargo de alcalde local y, a diferencia, del Estatuto del Distrito Capital,
tampoco se fijó que fueran aplicables las mismas previstas para los
integrantes de las Juntas Administradoras locales. (…). En este orden,
al no existir tampoco en las disposiciones especiales que rigen al
Distrito Turístico y Cultural de Cartagena causales de inhabilidad
específicas para sus alcaldes locales ni remisiones al régimen de
otros entes territoriales, incluido el del Distrito Capital de Bogotá, y,
teniendo en cuenta que la normativa prevista para los municipios
tampoco regula esta materia, entonces se reitera la tesis de esta
Sección de aplicar a estos mandatarios locales las prohibiciones
genéricas que rigen para todos los servidores públicos.

TESIS 3: En cuanto al primero [de los motivos de inconformidad],


referido a que se omitió en forma equivocada estudiar de fondo la
eventual configuración de la causal de inhabilidad que se invocó contra
la señora Yolanda Wong Baldiris, de conformidad con el artículo 179.8
superior, en virtud de haber sido incluida en la terna de candidatos
que presentó la Junta Administradora de la Localidad Histórica y del
Caribe Norte de Cartagena para la designación de su alcalde local.
(…). [E]ste reproche del peticionario carece de fundamento en tanto
que, contrario a su dicho, la tesis del Tribunal no resulta extraña a la
naturaleza de este medio de control en la medida en que su vocación
es precisamente la de controlar la legalidad de los actos de elección,
como es el caso del Decreto 1392 de 2017, por el cual se designó
al [demandado] (…) por sobre la señora Yolanda Wong Baldiris y el
señor Enrique Miguel Charris Gonzáles, como alcalde de la referida
localidad y, en ese orden, lejos de separarse de la línea jurisprudencial
vigente sobre la materia que se acaba de reseñar, lo que hizo el a quo
fue reiterarla. Así las cosas, la eventual configuración de una causal
de nulidad electoral de carácter subjetivo que tiene relevancia jurídica
en sede de nulidad electoral es la que recae directamente sobre el
elegido, más no sobre los demás candidatos, teniendo en cuenta: (i) el
carácter personal, excepcional, taxativo y de interpretación restrictiva
que tienen las inhabilidades, las cuales en consecuencia no se pueden

158
proyectar sobre personas distintas a quien incurre en ellas (desde
la perspectiva subjetiva de la causal del art. 275.5 del CPACA); y (ii)
la imposibilidad de llevar a cabo un análisis de incidencia de orden
objetivo sobre el impacto directo y trascendental en el resultado
de la elección de las eventuales inhabilidades que recaen sobre
quienes participaron en ella como candidatos pero no resultaron
designados (desde la perspectiva de la expedición irregular). En tal
virtud hay lugar a despachar desfavorablemente este cargo dual de
la impugnación. En relación con la segunda acusación del recurrente,
alega que no fueron valoradas todas las pruebas aportadas para
acreditar la configuración de la prohibición, lato sensu, del artículo
179.8 superior en el caso del señor Carlos Mario Mieles Bello, de modo
tal que se pasó por alto que se inscribió, fue postulado y nombrado
como alcalde de la Localidad Histórica y del Caribe Norte, mientras
simultáneamente tenía la calidad de contratista del distrito, para
funciones públicas de asesoría jurídica en la Escuela de Gobierno y
Liderazgo. (…). En consecuencia, esta Sala observa que el primero de
tales presupuestos [que una misma persona sea elegida para más de
una corporación o cargo público o para una corporación y un cargo]
no se cumple en referencia a los alcaldes locales, comoquiera que no
ejercen un cargo de elección popular sino que son designados por el
alcalde mayor de terna enviada por la Junta Administradora Local
correspondiente, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 323 de la
Constitución Política y, por tanto, se trata de una prohibición que no les
resulta aplicable; y adicionalmente, en este caso particular, tampoco
se encontraría satisfecho el segundo presupuesto en cuanto no se
puede predicar coincidencia de periodos cuando el designado, señor
Carlos Mario Mieles Bello, ostentaba la condición de contratista más
no de servidor público del Distrito de Cartagena y, entonces, no tenía
vínculo laboral vigente con la Administración, por lo que el impugnante
confunde aquí el plazo de ejecución de la orden de prestación de
servicios No. 2807 del 25 de abril de 2017, por siete (7) meses, con
la modalidad de empleo público de periodo fijo, prevista en el artículo
1, literal c) de la Ley 909 de 2004 y, en consecuencia, este cargo de
la apelación será despachado desfavorablemente. (…). [F]rente a la
tercera censura del peticionario, referida a que el acto demandado
nunca fue publicado en la Gaceta Distrital Virtual de Cartagena, tal
como lo prescribe el artículo 65 del CPACA, en concordancia con
el artículo 164, numeral 2, literal a) ejusdem y, por tanto, carece de
validez, acierta el Ministerio al señalar que se trata de una cuestión
nueva, en la medida en que no fue planteada en la demanda y, por

159
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

tanto, tampoco hizo parte de la fijación del litigio y el problema jurídico


que se resolvió en la sentencia objeto del presente recurso, por lo que
no hay lugar a emitir pronunciamiento de fondo al respecto. En efecto,
esta Sección ha precisado que el ad quem no puede desbordar, en
principio, los planteamientos que sustentan el recurso de alzada, así
como tampoco los elementos fácticos y jurídicos que integran el objeto
de la litis, es decir, que debe observar fielmente los límites materiales
tanto de la apelación como de la propia demanda. (…). [S]e evidencia
que los cargos están dirigidos a demostrar, tal como se reitera en la
impugnación, que al menos uno de los candidatos de la terna que
integró la Junta Administradora de la Localidad Histórica y del Caribe
Norte para la designación de su alcalde local, se encontraba incurso
en la causal de inhabilidad de que trata el artículo 179, numeral 8 de
la Constitución Política, por haber ostentado la condición de servidor
público mientras participaba del procedimiento eleccionario en un
empleo cuyo periodo coincidía, al menos parcialmente, con el del
referido cargo. En esa medida, se alega que se configuraron los vicios
de infracción de norma superior, expedición irregular y violación del
régimen de inhabilidades, sin hacer mención alguna a la publicación
del acto acusado como causal de nulidad, planteamiento que se
propuso únicamente en esta segunda instancia, con base en el debate
que se presentó sobre la caducidad del presente medio de control, el
cual se zanjó por auto del 6 de febrero de 2020, teniendo en cuenta
que el juicio de legalidad a cargo de esta jurisdicción es autónomo y se
dirige específicamente a controlar el apego de los actos demandados a
la normativa vigente, desde un enfoque objetivo e integral, teniendo en
cuenta que su validez se configura desde su formación mientras que
su efectividad viene dada por situaciones posteriores a su nacimiento,
ajenas al juicio de nulidad electoral, en cuanto la publicidad no hace
parte de los presupuestos de su juridicidad, por lo que se rechazará
también este último motivo de inconformidad.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 179 NUMERAL 8 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 323 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 328 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 1987 – ARTÍCULO 2 / DECRETO 1421 DE 1993 – ARTÍCULO 66 / DECRETO
1421 DE 1993 – ARTÍCULO 84

160
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL,
DIFERENCIA ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO
E-24, VALOR PROBATORIO DE LOS FORMULARIOS E-14

EXTRACTO NO. 30

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00017-01
FECHA: 15/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Noé Quiñonez Guerrero
DEMANDADOS: Magdeleine Celorio Panameño y otros - Concejales
de Buenaventura
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia del 4 de noviembre de
2020, proferida por la referida corporación judicial, que denegó
las pretensiones de la presente demanda de nulidad electoral.
Para tal efecto, se deberá resolver el siguiente problema jurídico,
de conformidad con los argumentos que sustentan el recurso de
apelación interpuesto por la parte actora, los alegatos de la parte
demandada y el concepto del Ministerio Público: ¿La elección de la
señora Magdeleine Celorio Panameño como concejal de Buenaventura,
inscrita como candidata No. 08 por el partido político Alianza Verde,
para el periodo constitucional 2020-2023, se encuentra viciada de
nulidad por falsedad ideológica en los documentos electorales, al
existir diferencias injustificadas en la votación registrada a su favor
en los formularios E-14 de delegados y E-24 de la zona 6, puesto
3, mesa 4 y zona 90, puesto 1, mesa 14 de dicho municipio, que
se traducen en el aumento irregular de 3 votos para ella, aunque
al realizar la comparación con los registros contenidos en los
ejemplares de claveros, tal como lo hizo el aquo, la votación de la
demandada no presenta ninguna alteración?

TESIS 1: Las garantías del debido proceso, consagrado en el artículo


29 de la Constitución Política, rigen tanto en el ámbito judicial como
en el administrativo y también en el electoral, como parámetro de

161
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

control de legalidad de la actuación de las autoridades, en armonía


con los principios que rigen la función pública, enlistados en el artículo
209 ejusdem, entre los cuales se destaca el de celeridad, en virtud del
cual, el diseño de cualquier procedimiento para la toma de decisiones
por parte de los servidores públicos debe estar estructurado a través
de etapas, diferenciadas y sucesivas, que han de agotarse dentro
de plazos razonables, bajo el principio de preclusividad, evitando
dilaciones injustificadas y, a la vez, salvaguardando el derecho de
contradicción. (…). En este marco general, el Código Electoral y la
Ley 1475 de 2011, regulan el procedimiento de escrutinio que debe
adelantarse para declarar una elección por voto popular, señalando
cada una de sus fases, las autoridades que las dirigen, los derechos
y deberes de quienes intervienen en ellas, el marco adjetivo y
sustantivo de sus actuaciones, las decisiones que se deben tomar
y los recursos que proceden en su contra, entre otros aspectos
que brindan seguridad jurídica para garantizar la transparencia e
igualdad entre los candidatos en la contienda electoral, así como
la soberanía popular expresada en el voto. Así, en el artículo 142
del Decreto 2241 de 1986, modificado por el artículo 12 de la Ley
6 de 1990, se establece que el primer paso del escrutinio está en
cabeza de los jurados de votación, quienes deben computar los
votos depositados en su respectiva mesa y plasmar los resultados
en los respectivos ejemplares del formulario E-14, debidamente
suscritos por ellos; por otra parte, están autorizados para atender de
forma inmediata las solicitudes de recuento a que haya lugar y para
recibir las reclamaciones que deban ser decididas ulteriormente
por las comisiones escrutadoras. Por su parte, en el artículo 163 se
determina el rol de estas últimas, bien sean distritales, municipales
o auxiliares y zonales (cuando por el tamaño de la circunscripción
electoral sea necesario zonificarla), especificando que tienen el
deber de verificar el estado de los documentos electorales que
reciben, proceder al recuento de votos en caso de encontrar en
ellos borrones, tachaduras o enmendaduras, practicar el escrutinio
con base en los datos de los formularios E-14 y consolidarlos en
los formularios E-24, que contienen entonces la información mesa
a mesa de cada puesto de votación dentro de su circunscripción.
También tienen la competencia para resolver las reclamaciones y
solicitudes de saneamiento que se presenten contra el escrutinio
adelantado y su decisión es pasible del recurso de apelación que se
surte ante la comisión escrutadora departamental, a la que deben
remitir también aquellas peticiones sobre las cuales no se alcanzó

162
un acuerdo entre sus integrantes sobre la forma en que debían
tramitarse y resolverse; y si no se interponen tales mecanismos
de contradicción, tienen el deber de declarar las elecciones de las
autoridades del orden que corresponda, bien se trate de alcaldes,
concejales y ediles (arts. 164, 166 y 167 del CE). Ahora bien, en los
artículos 180 y ss. ejusdem se fijan las reglas para la realización de los
escrutinios generales, a cargo de los delegados del CNE que integran
las comisiones escrutadoras departamentales, que se concretan en
practicar los escrutinios del departamento respectivo con base en
las actas elaboradas por las comisiones escrutadoras distritales y
municipales (en esta fase solo procede el recuento de votos emitidos
en una mesa cuando la comisión escrutadora distrital o municipal se
hubiera negado a hacerlo en la fase anterior y tal decisión hubiera
sido objeto del recurso de apelación en forma oportuna y fundada);
resolver en primera instancia las reclamaciones, solicitudes de
saneamiento y recursos que se formulen por los candidatos, testigos
y apoderados de las agrupaciones políticas contra los escrutinios de
las comisiones escrutadoras distritales y municipales; y conceder
ante el CNE las apelaciones que se formulen en contra de sus
decisiones y declarar la elección de las autoridades pertenecientes al
nivel departamental (gobernadores, diputados y representantes a la
Cámara), cuando hubiere lugar a ello. Finalmente, se encuentran los
escrutinios asignados al CNE por el artículo 187 del Código Electoral
y el artículo 265.8 de la Constitución Política, modificado por el
artículo 12 del Acto Legislativo No. 01 de 2009, autoridad que opera
como órgano de cierre, al que le está asignada la competencia para
resolver en segunda instancia las apelaciones contra las decisiones
de sus delegados o los desacuerdos entre ellos en las comisiones
escrutadoras departamentales y, en ese caso, declarar la elección
de las autoridades del orden departamental o el alcalde mayor de
Bogotá, así como las del orden nacional por vía directa (presidente,
vicepresidente, cámara internacional y senadores). En este orden, es
menester concluir que el procedimiento de escrutinio, que adelantan
las distintas autoridades electorales enunciadas se rige por los
principios de preclusión, celeridad, contradicción, doble instancia,
consecutividad, publicidad y transparencia, entre otros, en tanto que
estas actúan como escrutadoras y, simultáneamente, como superior
jerárquico de la comisiones del nivel que le precede, siendo el CNE
el órgano de cierre, como máxima autoridad de este procedimiento,
cuya competencia se desplega por diversas vías, según se trate de
una elección del orden nacional o departamental.

163
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 2: El artículo 275, numeral 3 del CPACA señala que los actos
de elección o nombramiento son nulos cuando: “Los documentos
electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido
alterados con el propósito de modificar los resultados electorales”.
Esta causal, recoge dos supuestos de hecho que estaban diferenciados
en el artículo 233, numerales 2 y 3, del Decreto 01 de 1984, el cual
señalaba que las actas de escrutinio de toda corporación electoral son
nulas: “Cuando aparezca que el registro es falso o apócrifo, o falsos
o apócrifos los elementos que hayan servido para su formación” y
“Cuando aparezca que las actas han sufrido altercaciones sustanciales
en lo escrito, después de firmadas por los miembros de la corporación
que los expide”. Por lo anterior, esta Sección ha precisado que este
vicio de nulidad se materializa en aquellos eventos en los cuales
la información contenida en los distintos formularios electorales
no se corresponden con la realidad de la votación y el consecuente
procedimiento de escrutinio y, en ese orden, distingue entre dos tipos
de falsedades que la configuran: la ideológica y la material; la primera,
referida a diferencias en la información consignada en diferentes
actas de escrutinio que guardan una relación de conexidad entre sí,
cuando las autoridades electorales omiten dejar constancia de las
razones que justifican tales inconsistencias; y la segunda, referida a
las alteraciones deliberadas en los resultados del escrutinio, mediante
la manipulación de los documentos electorales, con el ánimo de
modificar los resultados de la elección. (…). En este orden, la hipótesis
más recurrente de falsedad ideológica en los procesos de nulidad
electoral se configura cuando en los registros electorales se presenta
una diferencia injustificada entre los datos consignados en los
formularios E-14 y E-24, esto es, cuando los resultados del escrutinio
practicado por los jurados de votación -que constan en la primera de
tales actas-, no se corresponden con los consignados por comisión
escrutadora zonal, auxiliar o municipal -en la segunda-, aumentando o
disminuyendo los resultados de los comicios en la respectiva mesa, lo
que configura un fraude electoral en la medida en que la información
contenida en uno y otro documento, en principio, debe ser idéntica. Por
tanto, cualquier inconsistencia entre sus datos debe estar mediada por
algunas de las razones legales que lo autorizan, como por ejemplo una
solicitud de reconteo de votos, de las que se debe dejar constancia en
las actas generales de escrutinio.

TESIS 3: Para estudiar el cargo en cuestión, la Sala precisa que el


contenido de los tres ejemplares del formulario E-14 que diligencian

164
los jurados de votación debe ser idéntico, en cuanto la diferencia
entre ellos es solo de finalidad-destino. Así, el de claveros sirve de
sustento al escrutinio zonal, auxiliar o municipal de primer nivel; el
de delegados se digitaliza y publica en la página web de la RNEC, y
el de transmisión es la base del preconteo y se entrega a los testigos
electorales que lo soliciten para su control. (…). En este sentido, se
reiteró la línea jurisprudencial vigente que sostiene frente al valor
probatorio de tales ejemplares, que en principio todos son igualmente
válidos en la medida en que su contenido debe ser idéntico, pero que
ante eventuales diferencias entre los registros contenidos en ellos,
la regla general es la prevalencia probatoria del correspondiente
a claveros. (…). Sin embargo, también se debe destacar que tal
estandar probatorio no es absoluto en tanto admite que, por vía
de excepción, se otorgue mayor valor probatorio al ejemplar de
delegados siempre y cuando se acredite alguna circunstancia
especial que le reste credibilidad al ejemplar de claveros, como por
ejemplo que contiene irregularidades o errores, o que se rompió la
cadena de custodia. (…). En tal virtud, pasa a confrontarse uno y otro
ejemplar de los formularios E-14 relacionados con las mesas sub
examine, bajo la premisa de que los datos electorales consignados
en ellos no deben presentar discrepancias, para entonces despejar
cualquier duda sobre las cifras de la votación que obtuvo la lista y
los candidatos del partido Alianza Verde al Concejo de Buenaventura
que corresponden a la verdad electoral, tomando como tales las
que se repitan en forma idéntica en tales documentos, de modo
que se pueda verificar su eventual alteración con el propósito de
modificar los resultados de la elección, tal como alegó la apelante.
(…). En este orden de ideas, es que el examen de los formularios
E-14 de delegados para establecer diferencias injustificadas con
los guarismos consignados en los formularios E-24 es posible
como excepción, en términos de su mayor valor probatorio, bajo la
condición de que se aleguen y demuestren inconsistencias en los
datos contenidos en los formularios E-14 de claveros.

TESIS 4: [C]orresponde decidir es si el Tribunal Administrativo


del Valle del Cauca observó debidamente las reglas probatorias
que rigen el examen de este cargo de nulidad electoral de carácter
objetivo [diferencia entre el formulario E14 y el formulario E24], (…)
y la respuesta unívoca es que sí, por cuanto la regla general es que
en caso de diferencias entre ambos ejemplares de los formularios
E-14, se debe dar primacía a la información contenida en el de

165
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

claveros porque está sujeto en forma más rigurosa a las garantías


de la cadena de custodia en cuanto es recibido inmediatamente
después de finalizado el escrutinio por parte de los funcionarios de la
Registraduría y entregado a los claveros para que en la urna triclave
sean depositados a espera de dar inicio al escrutinio correspondiente
y en, tal virtud, acertó el a quo en sus análisis y decisión de la
demanda. Lo anterior, en contra de lo pretendido por el actor, en su
escrito de apelación, en el que convirtió la excepción en regla general,
dando mayor peso como medio de convicción a los ejemplares de
delegados de ambas mesas, sin invocar y menos aún demostrar
alguna circunstancia especial que justificara tal proceder, como la
existencia de inconsistencias en los de claveros que, por demás,
tampoco se evidencian de su lectura. Por tanto, al no cumplirse las
condiciones especiales fijadas por la línea jurisprudencial vigente
sobre la materia, de tipo argumentativo y probatorio, para desestimar
la mayor credibilidad que ofrecen los Formularios E-14 de claveros
en el caso sub judice es preciso reafirmar la conclusión del a quo,
en el sentido de que no se encontraron las diferencias que alegó el
apoderado del señor Noé Quiñonez Guerrero, en cuanto los registros
de votación consignados a favor de la señora Magdeleine Celario
Panameño en los formularios E-14 de claveros y E-24 en la zona
6, puesto 3, mesa 4 y zona 90, puesto 1, mesa 14 del municipio de
Buenaventura coinciden fielmente.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
209 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 265 NUMERAL 8 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2009 - ARTÍCULO 12 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 6 DE 1990 – ARTÍCULO 12

166
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE LOS EXRECTORES
ANTE EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO,
INDIVIDUALIZACIÓN DEL ACTO ACUSADO EN LA DEMANDA
ELECTORAL, AUTORIDAD ELECTORAL, COMITÉ ELECTORAL DE
LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO, AUTONOMÍA UNIVERSITARIA,
ELECCIÓN DEL REPRESENTANTE DE LOS EXRECTORES ANTE
EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO,
CONVOCATORIA A ELECCIONES, FALTA DE COMPETENCIA
ADMINISTRATIVA, PRINCIPIO DE LEGALIDAD, CENSO ELECTORAL

EXTRACTO NO. 31

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00060-00
FECHA: 22/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Eduardo Antonio García Vega
DEMANDADOS: Fidel Quinto Mosquera y Juan Diego Castrillón Orrego –
Representantes principal y suplente de los ex-rectores
ante el Consejo Superior de la Universidad del Pacífico
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme con la fijación del litigio,


corresponde a esta Sala Electoral determinar si la elección de
los señores Fidel Quinto Mosquera y Juan Diego Castrillón Orrego
como representantes, principal y suplente, respectivamente, de
los ex - rectores ante el Consejo Superior de la Universidad del
Pacífico, contenida en el Acta electoral No. 08 de 27 de marzo de
2020, infringió los artículos 13, 29 y 40 de la Constitución Política;
36, 40 y 42 del Acuerdo 070 de 2019 y 2° del Acuerdo 075 de 2020,
por haberse llevado a cabo en una reunión estamentaria que no
fue convocada por el rector y a la cual no asistieron todos los ex
- rectores que ejercieron el cargo en propiedad en universidades
estatales del pacífico, entre ellos, el demandante, debido a que se
modificó la fecha para la realización de la asamblea de elección,
sin que el actor hubiere sido informado de dicho cambio. En este
orden, le corresponde a esta Sección a verificar si el acto enjuiciado
infringió los artículos 13, 29 y 40 de la Constitución Política; 36, 40 y

167
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

42 del Acuerdo 070 de 2019 y 2° del Acuerdo 075 de 2020 en la forma


como lo planteó el demandante en el libelo genitor.

TESIS 1: Sea oportuno señalar, en relación con la naturaleza y


las funciones del Comité Electoral, que el (…) Acuerdo No. 070 de
25 de noviembre de 2019, que contiene el Reglamento Electoral
de la Universidad del Pacífico, dispuso en su artículo 3º que son
“autoridades electorales” el Consejo Superior Universitario y el
“Comité Electoral Universitario”. En cuanto a su composición señaló
que el Comité Electoral está integrado por i) un representante de las
Directivas Académicas ante el Consejo Superior; ii) un representante
de los profesores ante el Consejo Superior; iii) un representante
de los estudiantes ante el Consejo Superior y el secretario general
de la Universidad, quien actúa como Secretario Técnico del Comité
Electoral. (…). [E]l Comité Electoral no es un órgano meramente
formal o protocolario, sino que es una autoridad electoral que
cumple “función electoral”, en tanto, tiene potestad de emitir actos
administrativos generales o particulares dirigidos a crear, extinguir o
modificar situaciones jurídicas en relación con los participantes. (…).
En cuanto al proceso de elección del representante del estamento
de ex rectores, este mismo acuerdo prevé en su artículo 36 que, una
vez efectuada la elección “se levantará un acta que suscribirán los
asistentes, la cual será entregada al Comité Electoral, el cual verificará
el cumplimiento de todos los requisitos y enviará al Consejo Superior
para que éste proceda a posesionar al representante elegido” (…),
lo que quiere decir, que sin la verificación de los requisitos de los
elegidos, la calidad de candidatos inscritos oportunamente, el
número de votos obtenidos y demás circunstancias acontecidas en
la elección, por parte del Comité Electoral, no es posible considerar
que se ha producido el acto de elección. En otros términos, el Comité
Electoral, es quien declara la elección y a quien corresponde emitir
el acto particular y concreto de carácter definitivo, único pasible
de control ante la jurisdicción contenciosa administrativa. (…). Por
lo tanto, mientras no se produzca esta aprobación y proclamación
de los candidatos elegidos, la votación producida de forma interna
por la asamblea estamentaria, no tiene validez alguna, en tanto se
requiere la expresión de voluntad del Comité Electoral, para producir
los efectos que la ley ha señalado al certamen eleccionario. En el sub
judice, el acto definitivo fue emitido por parte del Comité Electoral a
través del No. 08 de 27 de marzo de 2020, publicada en la página web
en esa misma data, que contiene los resultados del proceso electoral

168
interno del estamento de los exrectores, por lo que es éste y no otro,
el acto susceptible de control jurisdiccional.

TESIS 2: Sea lo primero señalar que la Constitución de 1991, en su


artículo 69, consagró la autonomía universitaria, como una garantía
institucional para asegurar la misión de la universidad. (…). Así las
cosas, el artículo 69 superior señaló que “Las universidades podrán
darse sus directivas y regirse por sus propios estatutos, de acuerdo
con la ley”, aspecto que fue desarrollado por la Ley 30 de 1992, “por el
cual se organiza el servicio público de la Educación Superior.” (…). Con
fundamento en estas normas [artículo 28 y 29 de la Ley 30 de 1992]
el Consejo Superior de la Universidad del Pacífico expidió el Acuerdo
014 de 2005, “Por el cual se refrendan los estatutos y reglamentos
de la Universidad del Pacífico”, en cuyo artículo 15, dispuso que el
Consejo Superior Universitario está integrado, entre otros miembros,
por un ex-rector designado entre quienes hayan ejercido este cargo
en propiedad en universidades estatales del “Valle del Cauca” (sic),
para un periodo de dos (2) años. Así mismo, este órgano de dirección
profirió el Acuerdo No. 070 de 25 de noviembre de 2019, “por medio
del cual se expide el Reglamento Electoral de la Universidad del
Pacífico” el cual contiene las reglas para acceder a los órganos de
dirección de la universidad. Específicamente, en el artículo 36, señaló
los requisitos para ser representante de los ex – rectores y la fórmula,
según la cual, dicho representante estamentario sería elegido en
una reunión presencial o virtual, “mediante votación secreta y por
mayoría de votos”, previa postulación de los interesados. Ahora bien,
en desarrollo de estas disposiciones estatutarias, el Consejo Superior
de la Universidad del Pacífico expidió el Acuerdo 075 del 11 de febrero
de 2020 “Por medio del cual se establece el cronograma electoral para
las elecciones estamentarias de los representantes ante el Consejo
Superior por el sector productivo, exrectores y directivas académicas
de la Universidad del Pacífico”, para elegir a los representantes de
los mencionados estamentos, por haberse vencido el período de su
dignatarios ante el Consejo Superior, cuyas fases fueron claramente
establecidas de la siguiente manera: (1) Aviso de convocatoria pública
(…). (2) Inscripción de aspirantes (…). (3) Verificación de cumplimiento
de requisitos y censo electoral (…). (4) Fase de contradicción (…). (5)
Asamblea de Elección (…).

TESIS 3: Señala el actor que se inscribió en el proceso de elección


(…). Sin embargo, no fue citado para asistir, deliberar y postularse

169
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

en dicha asamblea, desconociéndosele su derecho político a ser


elegido y el derecho a la igualdad, previstos en el artículo 40 y 13 de
la Carta. (…). [C]onforme a esta documental [Acta No. 001 de 24 de
marzo de 2020], está claro que para dicha reunión celebrada el día
24 de marzo de 2020, fue llamado el señor Eduardo Antonio García
Vega; sin embargo, obra constancia de que “no contestó”. Además, se
acredita que asistieron los candidatos Juan Diego Castrillón Orrego,
Fidel Quinto Mosquera y Efrén Santiago Coral Quintero, es decir, tres
(3) de los cuatro (4) candidatos inscritos, habilitados por el Comité
Electoral, según el Acta 05 del 5 de marzo de 2020 emitida por este
órgano electoral de la universidad. En este orden, no hay razón para
restarle veracidad a esta acta, dado que conforme al artículo 244 del
Código General del Proceso, este documento se presume auténtico,
en la medida que no fue tachado de falso o desconocido por la parte
contra quien se alega. Además, según el artículo 257 de la misma obra
procesal, debe dársele fe a su otorgamiento y a la declaración en ella
contenida. Por lo tanto, este cargo no está llamado a prosperar.

TESIS 4: El actor expresó que el cronograma acordado por el Consejo


Superior de la Universidad del Pacifico, contempló como fecha única
para la realización de la asamblea de elección del representante de
los ex-rectores, el día 27 de marzo de 2020. Sin embargo, el 24 de
marzo de 2020, es decir tres (3) días antes, los candidatos habilitados
Juan Diego Castrillón Orrego, Fidel Quinto Mosquera y Efrén
Santiago Coral Quintero se reunieron y decidieron la conformación
de una plancha única, designando al señor Fidel Quinto Mosquera
como principal y a Juan Diego Castrillón Orrego como suplente,
modificando, sin justificación alguna, la fecha establecida en el artículo
2° del Acuerdo Nº 075 del 11 de febrero de 2020, sin mediar aviso
previo o notificación al respecto. (…). [L]a Sala debe recordar que la
convocatoria constituye el acto administrativo general que gobierna el
inicio, desarrollo y culminación del proceso de selección. Es la ley que
regula el certamen, que tiene carácter vinculante, tanto para la entidad
que dirige el proceso electoral como para los propios candidatos,
en la que se establecen las condiciones de divulgación, requisitos,
pruebas, plazos, fechas, mecanismos de notificación e impugnación,
y declaratoria de elección, reglas dirigidas a asegurar la participación,
en condiciones de igualdad, de todas las personas que cumplan las
calidades y requisitos para acceder al cargo público. (…). En este
orden, la convocatoria pública, en tanto está referida a las bases del
certamen eleccionario, tiene especial relevancia jurídica y no puede

170
ser desconocida por la entidad ni los actores del proceso de selección,
pues comprometen principios y valores superiores como la buena fe, la
confianza legítima, la transparencia y el debido proceso administrativo.
En lo que respecta a la posibilidad de modificar los términos de una
convocatoria pública, esta Sección ha manifestado en los siguientes
términos: (…). “No escapa a la Sala que existen circunstancias en las
cuales el ordenamiento jurídico avala la variación en los términos
de una convocatoria. En este contexto, huelga manifestar que la
administración no podrá modificar un lapso establecido en una
convocatoria pública, salvo, cuando se presenten los siguientes
eventos: i) Cuando el cronograma expresamente así lo autorice. (…).
ii) Cuando el reglamento de la entidad así lo autoriza. (…). iii) En caso
de fuerza mayor o caso fortuito. (…)”. Descendiendo al caso sub judice,
se observa que el Acuerdo No. 075 de 2020, proferido por el Consejo
Superior Universitario, que contiene el cronograma del proceso, fijó
en el artículo segundo como fecha para la realización de la reunión de
elección del representante de los ex-rectores, el día 27 de marzo de
2020. Igualmente, conforme al acta de la asamblea de reunión de los
Ex-Rectores No. 001 de fecha 24 de marzo de 2020, se dejó constancia
de que “Siendo la (sic) 8:30 am del día 24 de marzo del año 2020, se
efectuó Asamblea General Ordinaria”, y en dicha reunión se eligió a
los señores Fidel Quinto Mosquera y Juan Diego Castrillón Orrego,
como representante, principal y suplente, respectivamente, de los ex-
rectores ante el Consejo Superior de la Universidad del Pacífico. Ahora
bien, no se advierte del acta ninguna mención que explique el cambio
de la fecha de reunión fijada previamente en el calendario electoral.
Tampoco se allegó al plenario prueba que demuestre la ocurrencia de
alguno de los supuestos señalados en la jurisprudencia para estimar
que se justificó el cambio de la fecha de la reunión estamentaria. Por
el contrario, se advierte que dicha variación no estaba expresamente
autorizada en la convocatoria contenida en la Resolución Rectoral No.
0025 – 2020 del 13 de febrero de 2020, ni en el Acuerdo 070 del 25
de noviembre de 2019, que contiene el reglamento electoral. (…). En
consecuencia, al no haber ningún elemento de juicio que explique lo
acontecido, como tampoco la presencia de un hecho extraño al querer
de la administración que configurara fuerza mayor o caso fortuito
que impidiera la realización de esta reunión en la fecha prevista, se
concluye que este cambio resultó repentino y caprichoso, por lo que
se quebrantó el artículo 2º del Acuerdo No. 075 de 11 de febrero del
año 2020, por lo que este cargo está llamado a prosperar. Ahora bien,
el Ministerio Público, agrega que a pesar de esta irregularidad debe

171
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

desestimarse este cargo, dado que no tuvo incidencia en el resultado


del proceso, pues, si se hubiere efectuado la reunión en la fecha prevista
en el cronograma, el resultado hubiere sido el mismo. Al respecto debe
señalar la Sala que no se comparte esta apreciación, en tanto, el cargo
formulado no fue “expedición irregular”, sino el de “infracción de norma
superior. (…). En armonía con lo anterior, en la audiencia inicial se fijó
el litigio en los mismos términos, en el sentido de “determinar si la
elección de los señores Fidel Quinto Mosquera y Juan Diego Castrillón
Orrego como representantes, principal y suplente, respectivamente,
de los ex - Rectores ante el Consejo Superior de la Universidad del
Pacífico, contenida en el Acta electoral No. 08 de 27 de marzo de 2020,
infringió los artículos 13, 29 y 40 de la Constitución Política; 36, 40 y
42 del Acuerdo 070 de 2019 y 2° del Acuerdo 075 de 2020,(…)”. En tal
virtud, no hay lugar a realizar el análisis de incidencia, como lo solicita
el agente del ministerio público.

TESIS 5: Argumenta el demandante que, (…) le correspondía al


rector de la Universidad del Pacifico expedir el acto de convocatoria
para la reunión de elección del representante de este estamento y
no a uno de los participantes a ser elegido a dicha representación,
quien se arrogó irregularmente esta atribución. (…). Estima la Sala,
en relación con este cargo [la convocatoria a la reunión fue expedida
por quien no tenía la competencia para ello], que no se puede
soslayar la importancia que tiene en el Estado Social de Derecho,
el principio de legalidad, según el cual, las autoridades solo pueden
cumplir las atribuciones expresamente señaladas la constitución, la
ley o el reglamento (Art. 121 y 123 CP). En efecto, según el artículo
36 del Acuerdo 070 de 2019 -reglamento electoral-, el Rector es la
autoridad a quien se le ha fijado la competencia para convocar a este
estamento universitario, con el fin de que efectuar la asamblea de
elección. (…). En acatamiento a este mandato, el Rector (E), expidió
la Resolución Rectoral No. 0025-2020 de 13 de febrero de 2020, “por
medio de la cual se convoca para las elecciones estamentarias de
los representantes ante el Consejo Superior por el sector productivo,
directivas académicas y exrectores de la Universidad del Pacífico”. (…).
De la anterior disposición se colige, claramente que el cronograma
adoptado en el Acuerdo 075 de 2020 emanado del Consejo Superior,
que contemplaba para el día 27 de marzo de 2020 la realización de
la asamblea estamentaria de los ex rectores, constituía un parámetro
necesario y de obligatorio cumplimiento para dicha elección, por lo
que no podía desconocerse por la entidad ni por ningún participante,

172
pues, las etapas, fechas, plazos y demás aspectos señalados, hacen
parte de las reglas de la convocatoria y su alteración genera una
grave afectación a los derechos a la buena fe, confianza legítima
y debido proceso de los participantes. Por lo tanto, cualquier
cambio en relación con el cronograma, solo podía producirse por la
misma autoridad habilitada para ello, esto es, el Consejo Superior
Universitario, como lo establece el artículo 27 del Acuerdo 075 de
2020: (…). En este orden, aunque es el rector quien debe “convocar”
a la elección del representante de los ex-rectores, según lo dispone
el artículo 36 del Acuerdo 070 de 2020, y esto se hizo mediante la
Resolución Rectoral No. 0025 del 13 de febrero, no puede pasarse
por alto que, en el mismo acto administrativo, se precisó “previo
cumplimiento de las etapas del proceso de elección establecidas en
el cronograma determinado en el Acuerdo 075 de 11 de febrero de
2020”, lo que quiere decir, i) que no se podía cambiar la fecha del 27
de marzo de 2020, prevista en el calendario y ii) que la única autoridad
que podía hacerlo era el estamento que tenía atribuida la competencia.
Así entonces, la autorización dada por el reglamento para que “entre
ellos mismos”, -refiriéndose al estamento de exrectores-, eligieran a
su representante principal y suplente, no puede interpretarse como
una autorización para desconocer una de las reglas fijadas por la
convocatoria, esto, la fecha de realización de las elecciones, ni como
una licencia para arrogarse una competencia que no se tenía, como
es la referida a la potestad de modificar el calendario electoral. Ahora
bien, descendiendo al caso concreto, se tiene que al revisar el acta de
asamblea de ex –rectores No. 001 del 24 de marzo de 2020, que se
allegó con la solicitud de suspensión provisional, se puede leer que
la Asamblea se efectuó “por previa convocatoria realizada por el Ex
Rector de la Universidad del Chocó FIDEL QUINTO MOSQUERA”, esto
es, por uno de los aspirantes a ser elegido, quien a la postre resultó
elegido como representante principal de este estamento, con los
votos de solo tres (3) candidatos, Fidel Quinto Mosquera y Juan Diego
Castrillón Orrego, y Efrén Santiago Coral. Además, la presidenta del
Consejo Superior Universitario allegó una certificación expedida por
el rector (E) de la Universidad del Pacífico - señor Dagoberto Riascos
Micolta-, de fecha 27 de abril de 2020, en la que certifica que dicha
asamblea no fue convocada por el rector, lo que lleva a la Sala a
concluir que este cargo tiene vocación de prosperidad al demostrarse
la vulneración del artículo 36 del Acuerdo 070 de 2019 en armonía
con el artículo 2º del Acuerdo 075 de 2020, proferidos por el Consejo
Superior de la Universidad del Pacífico.

173
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 6: Finalmente, alega el actor que (…) el rector debía convocar a


todos aquellos que hubieren ocupado el cargo de rector, en propiedad,
de las universidades estatales u oficiales de la región pacífica para
la realización de la asamblea de elección y que ello no aconteció.
(…). [D]ebe indicar la Sala, que al plenario no se allegó prueba que
permita establecer cuál era el censo electoral de exrectores, esto es,
los nombres de estos exfuncionarios que ocuparon este cargo en las
universidades oficiales en la región pacífica, que constituían el listado
de las personas aptas para votar, por lo que no es posible absolver
este cargo [de no convocatoria]. En este orden, se desestimará el cargo
propuesto. (…). [C]oncluye la Sala que es procedente declarar la nulidad
del Acta 08 del 27 de marzo de 2020, proferida por el Comité Electoral,
de la Universidad del Pacífico, por medio de la cual, declaró la elección
de los señores Fidel Quinto Mosquera y Juan Diego Castrillón Orrego
como representantes, principal y suplente respectivamente, de los ex-
Rectores ante el Consejo Superior de la Universidad del Pacífico, en
tanto quedó demostrada la vulneración de las normas invocadas en el
libelo genitor.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

En este punto, [se reitera] lo señalado en la aclaración de voto


presentada frente al auto del 12 de noviembre del 2020, mediante el cual
se decretó la medida cautelar de suspensión de los efectos del acto
acusado. En dicha oportunidad, [se manifestó] la posición sobre este
particular, indicando que (…), el acto de elección del representante
principal de los exrectores y su suplente, se corresponde con la decisión
adoptada en la reunión del 24 de marzo del 2020, y no la posterior
decisión expedida por el Comité Electoral. Lo anterior, de acuerdo con el
artículo 40 del Acuerdo 070 de 2019 (reglamento electoral de la
Universidad del Pacífico), el cual señala que los representantes
estamentarios en los órganos de dirección, consejo o comités en los que
reglamentariamente se haya establecido su participación, serán elegidos
por su respectivo estamento en formula de principal y suplente. En su
parágrafo, la norma superior del ente educativo, estableció que en los
casos en que quedase un candidato con su correspondiente suplente, es
decir, cuando se presente una única plancha, (como el caso que se
analizó por la Sala) no será necesario adelantar el proceso de consulta
y automáticamente quedarán elegidos. Así las cosas, es innegable que

174
en este proceso, el acto de elección es el del 24 de marzo de 2020, a
través del cual el estamento correspondiente optó por la única plancha
inscrita, condición que ameritó conforme con la norma reguladora de la
elección su designación automática. No obstante, en el caso concreto, se
determinó que el acto pasible de control, es el de 27 de marzo de 2020,
que se constituye en el acto de confirmación de esta elección, por lo que
según los artículos 36 y 42 del reglamento electoral, el comité
correspondiente se circunscribe a verificar los requisitos para la
posesión de los designados. En suma, conforme con lo expuesto, la
providencia debió señalar que la demanda se dirigió a cuestionar la
legalidad de lo que se denomina un acto electoral complejo; es decir,
aquellos que se forman por la concurrencia de una serie de actos que no
tienen existencia jurídica separada e independiente y que provienen de
diversas voluntades y/o autoridades, generándose así una unidad de
contenido y de fin, de tal suerte que las diversas voluntades concurren
para formar un acto único. Ello quiere significar que tanto del acto del 24
de marzo de 2020 como el del 27 del mismo mes y año, conforman una
proposición jurídica completa, pues con el primero, se realizó la elección
de los representantes de los ex- rectores de la Universidad del Pacífico.
Ello, aunado a que el parágrafo del artículo 42 del reglamento electoral
de la institución, fue muy claro al determinar, que cuando sólo se
presenta un candidato y su respectivo suplente en el referido proceso
eleccionario, su designación es automática y, en ese orden de ideas, el
segundo acto es el de confirmación, para efecto de ordenar su posesión
respectiva. [Se aclara] que de todas maneras, así la demanda se haya
dirigido en contra del acto expedido por el Comité Electoral y no frente
aquel que [se considera], contenía la decisión de elección del
representante de los ex rectores y su suplente, ello no impedía adoptar
fallo de fondo en el caso concreto, pues conforme con las facultades de
interpretación de la demanda que reposan en cabeza del juez contencioso
administrativo y ante la naturaleza pública de este medio de control, era
posible determinar con toda claridad el acto pasible de control y por lo
tanto, dictar la sentencia correspondiente. En relación con la estructura
argumentativa de la providencia aprobada por esta Sala de la Sección
Quinta, [se considera] que si la conclusión a la que se arriba es la falta de
competencia de quien convocó a la reunión electoral, es claro que este
aspecto deviene entonces en la principal irregularidad acaecida al
interior de la actuación. Ello es así, por cuanto la atribución jurídica para
tomar una determinada decisión o adelantar cierto trámite, es un
requisito previo e indispensable para considerar la validez de aquellas,
razón por la cual, de encontrarse una deficiencia sobre este punto, desde

175
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

su nacimiento, se presenta una situación que afecta la integridad del


acto de la administración. Por ello, [las] sugerencias durante las
discusiones del proyecto de sentencia, se centraron en señalar que
dicho cargo -la falta de competencia de quien convocó a la reunión
electoral-, fuera analizado primero y del mismo se deriven las
consecuencias respecto de los demás reproches elevados por el
demandante. [Se considera] que ello era necesario para evitar posibles
contradicciones en relación con la línea argumental de la providencia,
como por ejemplo, en lo que se refiere al análisis que se hace al momento
de resolver el cargo relativo a la modificación de la fecha de la reunión
electoral, en donde se detalla que los términos de las convocatorias
pueden ser modificados si obran circunstancias específicas, como por
ejemplo, la fuerza mayor o el caso fortuito. La pregunta que surge es: si
en el caso concreto se hubiere alegado y comprobado la ocurrencia de
alguna de aquellas figuras, ¿sería válida la variación en la fecha de la
reunión electoral, aún cuando la misma proviene de una persona sin
competencia para el efecto? Adicionalmente, [se considera] que la falta
de competencia tenía un efecto directo respecto del primer cargo
estudiado en la sentencia y despachado en forma favorable, esto es, el
relacionado con que el demandante no fue convocado a la reunión
estamentaria. Sobre dicho aspecto, se indicó que del contenido del acta
de la misma, se evidencia el registro de una llamada telefónica (…), en
donde consta que la misma no fue atendida, aspecto que se da como
prueba suficiente de la debida convocatoria, dada la autenticidad que se
predica del documento referido. Aunque no existe duda sobre la
autenticidad del documento, pues es claro que su contenido no fue
cuestionado por las partes mediante la correspondiente tacha, [se
considera] que es posible entrar en una contradicción al interior de los
razonamientos del fallo, pues se concluye que la reunión se convocó por
quien no tenía la competencia para ello, más sin embargo, se valida que
el actor haya sido llamado vía telefónica, muy a pesar de la falta de
atribución jurídica a nivel reglamentario de quien finalmente adelantó el
trámite eleccionario hoy cuestionado. Si se establece la falta de
competencia de este, ¿qué validez tiene entonces la llamada telefónica
al actor? ¿se tiene como vinculante la misma, a pesar de haber sido
efectuada por quien carecía de la competencia para el efecto? ¿es
posible entonces concluir que el aquí demandante fue debidamente
convocado?. Así las cosas, desde la perspectiva que se propone, la falta
de competencia tiene un efecto que irradia y determina la forma en que
los demás cargos propuestos en la demanda debían ser resueltos y
analizados. De otra parte, [se considera] que el cargo relativo con la no

176
asistencia del actor a la reunión electoral, tiene relevancia frente al acto
acusado, en tanto estaba demostrada la afectación de sus garantías
fundamentales. Como fue expuesto en la parte dogmática del fallo, el
proceso para la elección del representante de los ex rectores al Consejo
Superior de la Universidad del Pacífico, consta de varias etapas, dentro
de las cuales, [se considera] procedente resaltar que la postulación de
candidatos y la verificación del cumplimiento de los requisitos por parte
de los mismos se lleva en forma previa a la reunión del ente estamentario
que elige. Así las cosas, se tiene que el [actor], se encontraba habilitado
para ser candidato al interior del proceso. Ante ello, la irregularidad
relativa a la modificación de la fecha de la reunión electoral, efectuada
por quien no tenía competencia para ello, repercute de forma directa en
el derecho a ser elegido -artículo 40 constitucional- de quien ya había
sido acreditado como candidato al cargo, tanto así, que como se expone
en los antecedentes, los elegidos resultaron de una única plancha,
situación que se deriva de la exclusión de otros aspirantes, entre ellos el
demandante. En otras palabras, la serie de actuaciones irregulares que
conllevaron a que la reunión electoral no se adelantara en la fecha
inicialmente prevista, afectaron de forma directa la posibilidad de
quienes ya habían sido acreditados con el cumplimiento de los requisitos
para ser considerados para el cargo, de someter su nombre a
consideración de sus pares, en un claro detrimento de garantías
fundamentales y del principio democrático. A pesar de lo dicho en forma
precedente, [se acompañó con] voto favorable la providencia, toda vez
que, no obstante las posibles contradicciones evidenciadas en la línea
argumental de la misma, [se considera] que estaba demostrado al
interior del expediente que la reunión electoral, en la cual fue expedido
el acto que contiene la designación de los demandados en el cargo de
representante principal y suplente de los ex rectores ante el Consejo
Superior de la Universidad del Pacífico, fue convocada por quien no tenía
la competencia para el efecto, lo que implicó una modificación de los
términos de la convocatoria inicialmente fijada y una afectación en las
aspiraciones de candidatos debidamente habilitados para someter su
nombre al proceso democrático, como el aquí demandado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 69 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO –
ARTÍCULO 244 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 257 / LEY 30 DE
1992 – ARTÍCULO 28 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 149 NUMERAL 3

177
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA, LIBERTAD POLÍTICA, RENUNCIA A PARTIDO POLÍTICO,
DESAFILIACIÓN AUTOMÁTICA DE PARTIDO POLÍTICO

EXTRACTO NO. 32

RADICADO: 47001-23-33-000-2020-00023-02
FECHA: 22/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Oladis Esther Correa Suárez
DEMANDADO: Yesit Jaruffe Sandoval Avendaño – Concejal
de Ciénaga – Magdalena, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme al fallo de primera instancia y a


los argumentos expuestos en el recurso de apelación interpuesto por
el demandante, corresponde a esta sección determinar si confirma,
modifica o revoca la decisión de 23 de abril de 2021, mediante la cual
el Tribunal Administrativo del Magdalena, negó las pretensiones de la
demanda de nulidad de la elección de Yesit Jaruffe Sandoval Avendaño
como concejal de Ciénaga para el periodo 2020-2023.

TESIS 1: La doble militancia en el ordenamiento jurídico colombiano


tiene su génesis en el Acto Legislativo 01 de 2003, que modificó el
artículo 107 de la Constitución Política, al prever que en ningún caso
se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de
un partido o movimiento político con personería jurídica. Dicho Acto
Legislativo también dispuso que quien participara en las consultas
de un partido o movimiento político o en consultas interpartidistas,
no podía inscribirse por otro en el mismo certamen electoral.
Posteriormente, con la expedición del Acto Legislativo 01 de 2009,
además de reiterarse las citadas prohibiciones, se añadió que quien
siendo miembro de una corporación pública llegare a presentarse a
la siguiente elección, por un partido político distinto, debía renunciar
a la curul al menos doce (12) meses antes del primer día de las
inscripciones. La Corte Constitucional, mediante sentencia C-303 de
2010, al decidir la demanda de inconstitucionalidad del parágrafo

178
transitorio 1 del artículo 1 del Acto Legislativo 1 de 2009, que modificó
el artículo 107 de la Constitución, puso de presente que la antedicha
regla tenía por finalidad propender por el fortalecimiento de los partidos
y movimientos políticos, lo cual impacta positivamente en la vigencia
del principio de la soberanía popular. (…). Así entonces, la prohibición
de la doble militancia política surgió con la finalidad de fortalecer los
partidos y movimientos políticos y sancionar el transfuguismo político,
(…), de manera que se procura el respeto por la identidad de los partidos
y se discipline la actividad política, ordenando que los miembros y
militantes de los partidos mantengan su vinculación a la colectividad
política, mientras no renuncien a ellos, bajo los parámetros ordenados
por el legislador y que quienes ostenten alguna representación
mantengan su identidad política, para no burlar la confianza depositada
por sus electores en las urnas. (…). Es importante tener en cuenta que
el legislador estatutario [artículo 2 de la Ley Estatutaria 1475 de 2011]
extendió el ámbito de aplicación de la figura de la doble militancia, en
tanto eliminó la expresión que imponía que el partido o movimiento
político debía contar con personería jurídica, que le adscribía el Acto
Legislativo 01 de 2003. En consecuencia, dispuso que “…En ningún
caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a
más de un partido o movimiento político”. Sobre el particular, la Corte
Constitucional, mediante sentencia C-490 de 2011, (…), determinó
que “el legislador estatutario puede incorporar una regulación más
exigente o extensiva respecto a la prohibición de doble militancia” y,
por ende, declaró este precepto ajustado a la carta política.

TESIS 2: La Sección Quinta de esta Corporación ha estructurado una


línea jurisprudencial en materia de contenido, alcance y modalidades
por las que se puede configurar la prohibición de la doble militancia,
para distinguir 5 hipótesis relacionadas con los sujetos a quienes
va dirigida: “i) Los ciudadanos: “En ningún caso se permitirá a los
ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o
movimiento político con personería jurídica.” (Inciso 2º del artículo 107
de la Constitución Política) ii) Quienes participen en consultas: “Quien
participe en las consultas de un partido o movimiento político o en
consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo
proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política)
iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de
una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección,
por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones. (Inciso 12 del artículo 107

179
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de la Constitución Política) iv) Miembros de organizaciones políticas


para apoyar candidatos de otra organización: “Quienes se desempeñen
en cargos de dirección, gobierno, administración o control, dentro
de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser
elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, no podrán
apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento
político al cual se encuentren afiliados. Los candidatos que resulten
electos, siempre que fueren inscritos por un partido o movimiento
político, deberán pertenecer al que los inscribió mientras ostenten la
investidura o cargo, y si deciden presentarse a la siguiente elección
por un partido o movimiento político distinto, deberán renunciar a la
curul al menos doce (12) meses antes del primer día de inscripciones.”
(Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011) v) Directivos de
organizaciones políticas: “Los directivos de los partidos y movimientos
políticos que aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de
elección popular por otro partido o movimientos políticos o grupo
significativo de ciudadanos, o formar parte de los órganos de dirección
de estas, deben renunciar al cargo doce (12) meses antes de postularse
o aceptar la nueva designación o ser inscritos como candidatos”
(Inciso 3º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011)”. (…). Recientemente,
la Sala Electoral reiteró que los elementos de la modalidad de doble
militancia en la modalidad de los ciudadanos, son: i) un sujeto activo:
los ciudadanos; ii) una conducta prohibitiva consistente en pertenecer
a más de una organización política y, iii) un elemento temporal, según
el cual la pertenencia a más de una agrupación debe ser simultánea,
concurrente o concomitante.

TESIS 3: Con fundamento en el inciso primero del artículo 107 de la


Constitución Política, que garantiza a todos los ciudadanos “…la libertad
de afiliarse a ellos o de retirarse”, esta Sección ha definido la renuncia a
un partido o movimiento político como “un retiro o abandono consiente
(sic) y discrecional a continuar representando los intereses de aquel
en el cual una persona natural se encuentra militando” y ha destacado
los siguientes elementos: [1] La característica principal del acto de
renuncia es la voluntad propia, de modo que quien la exprese, no puede
ser compelido a permanecer en las filas de una organización política,
porque lo contrario, significaría un grave desconocimiento de la Carta
Política. [2] Para que la renuncia surta efectos no puede estar sujeta a
que sea aceptada por la colectividad, por tanto, basta con el hecho de
informar el deseo de abandonarla, es decir, los efectos de la renuncia a
la militancia a un determinado conglomerado político no pueden estar

180
supeditados a que la dimisión sea aceptada por la organización. [3]
Para entender que una persona ya no milita en determinado partido,
únicamente es necesario que, de manera expresa, clara, inequívoca y a
través de cualquier medio, informe a la organización política que es su
deseo libre y espontáneo dejar de pertenecer ese partido o movimiento
político. [4] La renuncia a la colectividad política, en el caso de los
militantes, se entiende aceptada con el hecho de la presentación de
la misma ante la respectiva agrupación política a la cual pertenece el
interesado. [5] La aceptación de la renuncia es un trámite meramente
formal, pues la carga del militante se agota cuando informa su deseo
abandonar la colectividad. [6] Para conocer si una persona ha dejado
las filas del partido o movimiento político al cual se encontraba
vinculada, es suficiente establecer con certeza el día en que ésta
presentó la renuncia, sin necesidad de que la misma se haya aceptado
o no por la colectividad. [7] Para que la renuncia tenga la potencialidad
de enervar la prohibición de doble militancia en la primera modalidad,
aquella debe romper con la simultaneidad de la conducta, de forma
que debe presentarse ante la organización política respectiva antes de
la inscripción al nuevo partido o movimiento político.

TESIS 4: En este punto, conviene recordar que, como lo ha dicho esta


Sección, el sistema jurídico colombiano ha adoptado un sistema de
valoración de la prueba, entendido como las directrices con base en
las cuales “el juez debe estimar los diversos medios probatorios, para
efectos de formarse la certeza que requieren los hechos en que se basa
la corresponde decisión judicial”, con fundamento en la apreciación
de las pruebas realizada bajo las reglas de la sana crítica, como lo
dispone el artículo 176 del CGP. (…). Así, se ha impuesto al juez el deber
de evaluar de manera razonada y conjunta el material probatorio. (…).
[L]a Sala encuentra que el sistema de apreciación basado en las reglas
de la sana crítica impone concluir que carece de razón el apelante al
afirmar que el juez a quo erró en su apreciación probatoria, porque
una valoración en conjunto y bajo dichos parámetros, de las pruebas
obrantes en el plenario permite a la Sala concluir que el demandado
renunció al Centro Democrático, previo a su inscripción como candidato
de la Alianza Verde al concejo de Ciénaga, la cual según el E-6 CO, se
efectuó el 27 de julio de 2019. (…). Para la Sala, es claro que la renuncia
se debe radicar ante la colectividad política y el trámite interno para
la actualización de las bases de datos es ajeno a la materialización de
la modalidad de doble militancia en cuestión, por lo que en virtud de
lo dispuesto en la Ley 1581 de 2012, se debió remitir a la autoridad

181
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

competente al interior de la colectividad para actualizar el sistema


de afiliados y no derivar de ello, la conducta prohibida por falta de
dicha actuación propia del partido o movimiento político. (…). En este
caso, obran pruebas documentales y testimonial que dan cuenta de
que el demandado efectivamente renunció en mayo de 2018 a su
militancia en el Centro Democrático, de modo que para la fecha de su
inscripción como candidato por la Alianza Verde -27 de julio de 2019-
ya se había desvinculado de aquel partido. Como también ha señalado
la jurisprudencia electoral, el deber del militante se agota con la
manifestación de su deseo de apartarse de un partido o movimiento
político, sin que sea necesario que la colectividad acepte su decisión,
lo que significa que no se puede someter al ciudadano a los trámites
internos de la organización política, como la actualización de sus bases
de datos, para que se tenga como desafiliado. En otras palabras, la
renuncia se aporta ante la colectividad y no pueden imponerse cargas
adicionales. (…). En ese orden, es claro que existen medios de convicción
que evidencian que el demandado presentó renuncia a su militancia
en el Centro Democrático, lo que impone concluir que no perteneció
simultáneamente a dos organizaciones políticas y, contrario a lo dicho
por la parte demandante, no existe ningún medio de convicción que
permita establecer que hubo un montaje o que la renuncia fue simulada,
de modo que se trata de una afirmación carente de sustento. (…). [E]
l demandado no tenía la obligación de verificar su retiro de las bases
de datos del Centro Democrático, ni de asegurarse que las autoridades
administrativas realizaran las gestiones que internamente están
establecidas, ni requerir un documento de aceptación de la renuncia
-que en todo caso sí obtuvo-, por cuanto para materializar su deseo
de desafiliarse, era suficiente que así lo expresara al partido, como en
efecto lo hizo. Por consiguiente, la Sala deniega la prosperidad de este
argumento de la apelación, al no haberse demostrado la simultaneidad
en la militancia del demandado. (…). [C]onforme el criterio reiterado
de esta Sección (…), para la desafiliación de un militante a un partido
u organización política, solo se requiere que manifieste su voluntad
de abandonarla. (…). No cabe duda de que el deber de un militante
para desafiliarse de una colectividad política se cumple cuando
manifiesta que esa es su voluntad, por tanto, la supuesta conducta
pasiva del demandado posterior a la presentación de la renuncia,
es irrelevante para que esta produzca efectos. Es decir, para que se
considere retirado de la colectividad política, no se le exige al militante
que verifique su efectividad a partir de las normas internas del partido
político respectivo, pues la libertad que la Constitución Política otorga

182
a los ciudadanos para desafiliarse, supone que sea suficiente que
exprese su voluntad en ese sentido y que no pueda estar sometido a los
trámites internos de la organización para su aceptación. (…). Por tanto,
es en los estatutos y no en otro acto, donde la organización política
debe establecer las pautas de afiliación y retiro de sus miembros y, en
este caso, se itera, el Centro Democrático estableció que la renuncia
opera desde su presentación. Por tanto, este reproche de la parte
actora no está llamado a prosperar. En consecuencia, se confirmará el
fallo apelado, que negó las pretensiones de la demanda de nulidad del
acto de elección del demandado como concejal de Ciénaga.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2003 / ACTO
LEGISLATIVO 01 DE 2009 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 150 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY 1475
DE 2011 – ARTÍCULO 4 NUMERAL 2 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO
165 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 176

183
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL,
DIFERENCIA ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO
E-24, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO

EXTRACTO NO. 33

RADICADO: 17001-23-33-000-2020-00014-03 (2019-00595-00)


FECHA: 29/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Martín Emilio Osorio Granada
y Juan Pablo Bermúdez Jaramillo
DEMANDADA: Adriana Arango Mejía – Concejales
de Manizales, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala determinar si confirma,


modifica o revoca la sentencia del 5 de febrero de 2021, proferida por
la Sala Segunda de Decisión de la referida corporación judicial, que
denegó las pretensiones de la presente demanda de nulidad electoral.
Para tal efecto, se debera resolver el siguiente problema jurídico, según
las acusaciones de los apelantes en contraste con los argumentos del a
quo y los alegatos de los sujetos procesales que se pronunciaron en la
oportunidad para ello: ¿La elección de la señora Adriana Arango Mejía
como concejal de Manizales, por el partido político Alianza Verde para
el periodo constitucional 2020-2023, se encuentra viciada de nulidad
por falsedad ideológica en los documentos electorales, al existir una
diferencia injustificada de menos dos (-2) sufragios en la votación
que le fue registrada al señor Jhon Alexander Rodríguez López en los
formularios E-14 y E-24 de la zona 10, puesto 01, mesa 14 de dicho
municipio, la cual se traduciría en la ruptura del empate presentado
entre ambos candidatos en el formulario E-26 CON del 9 de noviembre
de 2019, a favor de este último?

TESIS 1: Las garantías del debido proceso, consagrado en el artículo


29 de la Constitución Política, rigen tanto en el ámbito judicial como en
el administrativo y también en el electoral, como parámetro de control

184
de legalidad de la actuación de las autoridades, en armonía con los
principios que rigen la función pública, enlistados en el artículo 209
ejusdem, entre los cuales se destaca el de celeridad, en virtud del cual,
el diseño de cualquier procedimiento para la toma de decisiones por
parte de los servidores públicos debe estar estructurado a través de
etapas, diferenciadas y sucesivas, que han de agotarse dentro de plazos
razonables, bajo el principio de preclusividad, evitando dilaciones
injustificadas y, a la vez, salvaguardando el derecho de contradicción.
(…). En este marco general, el Código Electoral y la Ley 1475 de 2011,
regulan el procedimiento de escrutinio que debe adelantarse para
declarar una elección por voto popular, señalando cada una de sus
fases, las autoridades que las dirigen, los derechos y deberes de quienes
intervienen en ellas, el marco adjetivo y sustantivo de sus actuaciones, las
decisiones que se deben tomar y los recursos que proceden en su contra,
entre otros aspectos que brindan seguridad jurídica para garantizar la
transparencia e igualdad entre los candidatos en la contienda electoral,
así como la soberanía popular expresada en el voto. Así, en el artículo
142 del Decreto 2241 de 1986, modificado por el artículo 12 de la Ley 6
de 1990, se establece que el primer paso del escrutinio está en cabeza de
los jurados de votación, quienes deben computar los votos depositados
en su respectiva mesa y plasmar los resultados en los ejemplares
del formulario E-14, debidamente suscritos por ellos; por otra parte,
están autorizados para atender de forma inmediata las solicitudes de
recuento a que haya lugar y para recibir las reclamaciones que deban
ser decididas ulteriormente por las comisiones escrutadoras. Por su
parte, en el artículo 163 se determina el rol de estas últimas, bien sean
distritales, municipales o auxiliares y zonales (cuando por el tamaño
de la circunscripción electoral sea necesario zonificarla), especificando
que tienen el deber de verificar el estado de los documentos electorales
que reciben, proceder al recuento de votos en caso de encontrar en
ellos borrones, tachaduras o enmendaduras, practicar el escrutinio
con base en los datos de los formularios E-14 y consolidarlos en los
formularios E-24, que contienen entonces la información mesa a mesa
de cada puesto de votación dentro de su circunscripción. También
tienen la competencia para resolver las reclamaciones y solicitudes
de saneamiento que se presenten contra el escrutinio adelantado y
su decisión es pasible del recurso de apelación que se surte ante la
comisión escrutadora departamental, a la que deben remitir también
aquellas peticiones sobre las cuales no se alcanzó un acuerdo entre sus
integrantes sobre la forma en que debían tramitarse y resolverse; y si
no se interponen tales mecanismos de contradicción, tienen el deber de

185
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

declarar las elecciones de las autoridades del orden que corresponda,


bien se trate de alcaldes, concejales y ediles (arts. 164, 166 y 167 del CE).
Ahora bien, en los artículos 180 y ss. ejusdem se fijan las reglas para la
realización de los escrutinios generales, a cargo de los delegados del
CNE que integran las comisiones escrutadoras departamentales, que se
concretan en practicar los escrutinios del departamento respectivo con
base en las actas elaboradas por las comisiones escrutadoras distritales
y municipales (en esta fase solo procede el recuento de votos emitidos
en una mesa cuando la comisión escrutadora distrital o municipal se
hubiera negado a hacerlo en la fase anterior y tal decisión hubiera sido
objeto del recurso de apelación en forma oportuna y fundada); resolver
en primera instancia las reclamaciones, solicitudes de saneamiento y
recursos que se formulen por los candidatos, testigos y apoderados
de las agrupaciones políticas contra los escrutinios de las comisiones
escrutadoras distritales y municipales; y conceder ante el CNE las
apelaciones que se formulen en contra de sus decisiones y declarar
la elección de las autoridades pertenecientes al nivel departamental
(gobernadores, diputados y representantes a la Cámara), cuando hubiere
lugar a ello. Finalmente, se encuentran los escrutinios asignados al
CNE por el artículo 187 del Código Electoral y el artículo 265.8 de la
Constitución Política, modificado por el artículo 12 del Acto Legislativo
No. 01 de 2009, autoridad que opera como órgano de cierre, al que le
está asignada la competencia para resolver en segunda instancia las
apelaciones contra las decisiones de sus delegados o los desacuerdos
entre ellos en las comisiones escrutadoras departamentales y, en ese
caso, declarar la elección de las autoridades del orden departamental
o el alcalde mayor de Bogotá, así como las del orden nacional por vía
directa (presidente, vicepresidente, cámara internacional y senadores).
En este orden, es menester concluir que el procedimiento de escrutinio,
que adelantan las distintas autoridades electorales enunciadas se
rige por los principios de preclusión, celeridad, contradicción, doble
instancia, consecutividad, publicidad y transparencia, entre otros, en
tanto que estas actúan como escrutadoras y, simultáneamente, como
superior jerárquico de la comisiones del nivel que le precede, siendo el
CNE el órgano de cierre, como máxima autoridad de este procedimiento,
cuya competencia se desplega por diversas vías, según se trate de una
elección del orden nacional o departamental.

TESIS 2: El artículo 275, numeral 3 del CPACA señala que los actos de
elección o nombramiento son nulos cuando: “Los documentos electorales
contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido alterados con el

186
propósito de modificar los resultados electorales”. Esta causal, recoge
dos supuestos de hecho que estaban diferenciados en el artículo 233,
numerales 2 y 3, del Decreto 01 de 1984, el cual señalaba que las actas
de escrutinio de toda corporación electoral son nulas: “Cuando aparezca
que el registro es falso o apócrifo, o falsos o apócrifos los elementos que
hayan servido para su formación” y “Cuando aparezca que las actas han
sufrido altercaciones sustanciales en lo escrito, después de firmadas
por los miembros de la corporación que los expide”. Por lo anterior,
esta Sección ha precisado que este vicio de nulidad se materializa en
aquellos eventos en los cuales la información contenida en los distintos
formularios electorales no se corresponden con la realidad de la
votación y el consecuente procedimiento de escrutinio y, en ese orden,
distingue entre dos tipos de falsedades que la configuran: la ideológica
y la material; la primera, referida a diferencias en la información
consignada en diferentes actas de escrutinio que guardan una relación
de conexidad entre sí, cuando las autoridades electorales omiten dejar
constancia de las razones que justifican tales inconsistencias; y la
segunda, referida a las alteraciones deliberadas en los resultados del
escrutinio, mediante la manipulación de los documentos electorales, con
el ánimo de modificar los resultados de la elección. (…). En este orden,
la hipótesis más recurrente de falsedad ideológica en los procesos de
nulidad electoral se configura cuando en los registros electorales se
presenta una diferencia injustificada entre los datos consignados en los
formularios E-14 y E-24, esto es, cuando los resultados del escrutinio
practicado por los jurados de votación -que constan en la primera de
tales actas-, no se corresponden con los consignados por comisión
escrutadora zonal, auxiliar o municipal -en la segunda-, aumentando o
disminuyendo los resultados de los comicios en la respectiva mesa, lo
que configura un fraude electoral en la medida en que la información
contenida en uno y otro documento, en principio, debe ser idéntica. Por
tanto, cualquier inconsistencia entre sus datos debe estar mediada por
algunas de las razones legales que lo autorizan, como por ejemplo una
solicitud de reconteo de votos, de las que se debe dejar constancia en las
actas generales de escrutinio.

TESIS 3: [E]l debate en esta segunda instancia se centra en determinar


si, en efecto, se configuró la falsedad ideológica en los documentos
electorales correspondientes a la zona 10, puesto 01, mesa 14 en contra
del candidato Jhon Rodríguez López y su incidencia en la elección
demandada, teniendo en cuenta que en las demás mesas impugnadas el
a quo no encontró disparidad alguna entre los formularios E-14 y E-24 o

187
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

la encontró debidamente justificada, oportunamente corregida por vía de


reclamación o intrascendente. (…). [E]sta Sección observa que mientras
en el respectivo formulario E-14 de claveros le fueron computados
un total de dos (2) sufragios, en el E-24 de la Comisión Zonal No. 15 le
apuntaron cero (0), sin que exista anotación alguna que lo justifique. (…).
(…). [A]l revisar en el Acta General de Escrutinios, no se encontró ninguna
explicación que motivara esa diferencia de -2 votos en perjuicio del
candidato No. 01 de la lista del partido Alianza Verde, reseñando por el
contrario que no se encontraron tachaduras, enmendaduras o borrones
en el formulario E-14, el cual se fue debidamente suscrito por los
jurados de votación ni se registró observación por parte de ellos sobre la
realización de recuento de votos. (…). En consecuencia, concluye la Sala
que acertó el Tribunal Administrativo de Caldas al tener por demostrada
la diferencia de -2 sufragios alegada por los demandantes en la zona 10,
puesto 01, mesa 14 de Manizales, en relación con la votación reconocida
el candidato Jhon Alexander Rodríguez López.

TESIS 4: Para el análisis de la incidencia dentro del presente


proceso de nulidad electoral, se deben atender los lineamientos que
esta Sección ha edificado y viene iterando, sobre el principio de la
eficacia del voto como la «piedra angular» del orden jurídico electoral
colombiano, el cual se considera como el punto de inflexión de la
presunción de legalidad de los actos administrativos en los procesos
de nulidad electoral por causales objetivas. Así entonces, ha entendido
la Corporación que la declaratoria de nulidad de un acto electoral debe
ser entendida como la última medida de la que dispone el juez para
restablecer el ordenamiento jurídico y es por ello que la regla general
es la prevalencia de la presunción de legalidad del acto de elección,
como garantía de la voluntad general de los electores expresada en su
voto. En tal virtud, no basta con acreditar la existencia de uno o varios
vicios ocurridos en el procedimiento electoral para desvirtuarla sino
que, además, se debe verificar su incidencia en el resultado final, de
modo tal que de practicarse nuevos escrutinios serían otros los elegidos,
tal como lo señala el artículo 287 del CPACA. (…). Por esta razón, la
incidencia constituye un requisito sine qua non para la configuración
de las causales de nulidad electoral de tipo objetivo, como la que en
esta oportunidad ocupa la atención de la Sección, y se debe establecer
con base en la (…) diferencia injustificada entre los formularios E-14
y E-24 que se encontró acreditada en el presente asunto (…), lo cual
deja en evidencia la incidencia directa de este vicio de nulidad en la
presente elección, tal como lo manifestaron los demandantes en sus

188
correspondientes escritos de impugnación. Esta conclusión se refuerza,
al observar que tanto el umbral de votación, como el cuociente electoral
y la cifra repartidora no alcanzarían a tener una variación significativa
que pudiera modificar la distribución de curules entre las agrupaciones
políticas que compitieron en la elección del Concejo de Manizales. (…). Así
las cosas, se encuentra acreditado también el presupuesto del artículo
287 del CPACA para declarar la nulidad parcial del acto de elección
acusado, por lo que el cargo común de las apelaciones bajo estudio
está llamado a prosperar, en cuanto el señor Jhon Alexander Rodríguez
López debió ser declarado electo como concejal de Manizales en
representación del partido Alianza Verde en lugar de la señora Adriana
Arango Mejía. En tal virtud, erró el a quo cuando usó como parámetro
de referencia para llevar a cabo el análisis de incidencia procedente,
la sumatoria de los sufragios obtenidos por ambos aspirantes en las
7 mesas objeto de controversia más no la votación total que consta a
favor de cada uno de ellos en el formulario E-26 CON del 9 de noviembre
de 2019. (…). Si bien es cierto el a quo, al realizar la consolidación de los
votos en las mesas demandadas, determinó que al candidato No. 01 le
correspondían 7 votos (5 debidamente contabilizados y 2 de la diferencia
injustificada encontrada en la zona 10, puesto 01, mesa 14), mientras
que a la candidata No. 04 le corresponderían 13 sufragios, determinando
que allí no había incidencia, olvidó efectuar la consolidación de estos
votos de forma escalonada, como se desarrolla el escrutinio en el
procedimiento electoral conforme a la normativa vigente, por lo que
debió a su vez sumarle estos dos votos a la totalización que se hace del
formulario E-24 definitivo municipal y a su vez trasladarlo al E-26 CON
del 9 de noviembre de 2019, tal como lo expresaron los apelantes y el
Ministerio Público. En este orden, al efectuar dicha sumatoria es posible
evidenciar que el señor Jhon Alexander Rodríguez López superó por 2
votos a la señora Adriana Arango Mejía, por la tercera votación más alta
de la lista de candidatos al Concejo de Manizales inscrita por el partido
Alianza Verde, lo cual le otorga el derecho a ocupar una de las curules
que obtuvo esa colectividad en la presente elección.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
209 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 265 NUMERAL 8 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2009 - ARTÍCULO 12 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 142 / CÓDIGO
ELECTORAL – ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 276 / LEY 6 DE 1990 – ARTÍCULO 12

189
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL ALCALDE POR PARENTESCO CON
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA, CRITERIO ORGÁNICO, CRITERIO
MATERIAL, ELEMENTO OBJETIVO, EJERCICIO DE LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, NATURALEZA JURÍDICA DE LA UNIVERSIDAD
PÚBLICA, ENTE UNIVERSITARIO AUTÓNOMO, RECTOR DE LA
UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA, MODULACIÓN DE EFECTOS DEL
FALLO, EFECTOS EX NUNC

EXTRACTO NO. 34

RADICADO: 44001-23-40-000-2019-00175-02
FECHA: 29/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Carlos Andrés Urbina Morales, Emiliano Arrieta
Monterroza y Carlos Mario Isaza Serrano
DEMANDADO: Juan José Robles Julio – Alcalde de Manaure –
La Guajirá, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar, de conformidad con


los recursos de apelación interpuestos y sustentados oportunamente
por (i) el demandado y por (ii) el actor señor Carlos Mario Isaza Serrano
si existe mérito para confirmar, revocar o modificar la sentencia de 15
de enero de 2021, por medio de la cual el Tribunal Administrativo de
La Guajira declaró la nulidad del E-26 ALC de 7 de noviembre de 2019,
por el cual se declaró la elección del señor Juan José Robles Julio, al
considerar que se encontraba incurso en la inhabilidad establecida en
el numeral 4º del artículo 37 de la Ley 617 de 2000. En ese contexto, la
Sala aclara que mientras el demandado se centra en revocar el fallo
declaratorio de la nulidad, con fundamento en que no estaba incurso
en la inhabilidad precitada, pues los factores objetivos y de territorio
no fueron debidamente evaluados por el a quo, el demandante Isaza
Serrano apoya la declaratoria de nulidad, pero expone su desacuerdo
por no haberse accedido a las pretensiones consecuenciales de nuevo
escrutinio, declarar la elección de quien obtuvo la segunda votación y
otorgarle la credencial correspondiente que lo acredite como alcalde
electo de Manaure.

190
TESIS 1: En primer lugar, es menester precisar que las inhabilidades
están erigidas como especiales condiciones objetivas que pueden
recaer sobre una persona y que tienen como único fin que quienes
accedan o estén en la función pública, desempeñen su cargo bajo
los criterios de igualdad, eficiencia, moralidad e imparcialidad,
garantizando de esta forma la prevalencia de los intereses generales
de la comunidad sobre los personales. (…). Acorde con lo anterior, al
constituir las inhabilidades una restricción al derecho de acceso a
cargos públicos, la Constitución de 1991 dispuso que el desarrollo
de su régimen jurídico estuviera sujeto a reserva legal, lo cual ha
sido enfatizado por parte de esta corporación, estableciéndose en
diferentes oportunidades que el único facultado para estructurar
las circunstancias especiales que limitan el referido derecho es el
legislador. Precisamente, tratándose de los alcaldes, fue con la Ley
136 de 1994, que se enlistaron las causales inhabilitantes aplicables a
estos, norma que sufrió profundas modificaciones con el artículo 37 de
la Ley 617 de 2000, en la que se especificó que no podían ser elegidos
ni designados ni inscritos, para dicha aspiración quienes estuvieron
incursos en hechos constitutivos de aquellas, de las cuales resulta de
interés para el caso que se analiza la prevista en el numeral 4°: (…). [L]
a Sala Electoral ha establecido que el tenor literal del aparte destacado
de la norma en cita [numeral 4 del artículo 95 de la Ley 136 de 1994]
brinda a su intérprete unos elementos que, desde una perspectiva
ontológica, constituyen la esencia del supuesto inhabilitante y sin cuya
acreditación no podría erigirse el límite impuesto al derecho a ser
elegido del inscrito, elegido o designado, a saber: a. Parentesco: que
exista un vínculo por matrimonio o unión permanente o parentesco
en segundo grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil
con servidor público. b. Elemento temporal: que se haya constatado el
ejercicio de autoridad en cualquier momento dentro de los 12 meses
anteriores a la elección. c. Elemento espacial: que la autoridad se haya
ejercido en el respectivo municipio o distrito por el cual se inscribió o
resultó electo el alcalde. d. Elemento objetivo: que haya un ejercicio de
autoridad civil, política, administrativa o militar, conforme a las tres
primeras condiciones. Frente a lo anterior, esta Sección de manera
pacífica ha precisado que estos elementos deben ser concurrentes,
esto es, que para que se configure la causal inhabilitante no basta con
que uno de ellos se acredite, pues todos estos constituyen un conjunto
inescindible. (…). Ahora bien, (…), dos aspectos interesan a la discusión
judicializada y que se mantienen en vía de la alzada y es lo que toca
con el elemento objetivo y al elemento espacial o territorial. En lo que

191
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

atañe al elemento objetivo que es el que interesa a esta instancia


judicial y frente al cual se ha tenido como marco normativo constante,
la aplicación del artículo 190 de la Ley 136 de 1994, respecto al
concepto y alcance de qué entender por autoridad administrativa,
de cara a la causal que se analiza, ya que el pariente o persona con
vínculo cercano con el candidato, lo inhabilita precisamente porque
se trata de un servidor que desde su cargo tiene asignadas funciones
de autoridad administrativa, civil o política. En cuanto a la autoridad
administrativa, la Sala le ha encontrado alcance y significado en que
emerge cuando ese “desempeño de un cargo público [le] otorga a
su titular poder de mando, facultad decisoria y dirección de asuntos
propios de la función administrativa que se dirigen al funcionamiento
del aparato administrativo”. Para su determinación esta Corporación
ha precisado que se debe atender dos (2) criterios, los cuales se
desarrollaran a profundidad más adelante, a saber: I. Criterio orgánico:
En virtud del cual el legislador entiende y presupone que determinados
funcionarios de la administración, pertenecientes a niveles superiores
de la misma, están revestidos de esas prerrogativas. Así al nivel local,
les están dadas a los alcaldes, los secretarios de despacho, jefes de
departamento administrativo, gerentes de entidades descentralizadas
y jefes de unidades administrativas especiales. (…) [L]as competencias
de autoridad administrativa son ope legis y sin que constituyan un nivel
de análisis más allá que el que la investidura que detente les otorga
a quienes fungen en esos cargos. (…). II. Criterio funcional o material:
Conjunto de funciones, tareas y responsabilidades que se asignan a
una persona y las competencias requeridas para llevarlas a cabo. (…).
Es en este segundo criterio en que el juzgador de la nulidad electoral
debe verificar las competencias asignadas y detentadas por el servidor.
(…). Ello permite que aquellos cargos que a priori quedarían excluidos
del contexto de la inhabilidad que se analiza, sí encuadraran en el
supuesto fáctico de la norma dentro de aquellos que funcionalmente
o en aplicación del criterio material conllevan la detentación de
competencias de autoridad administrativa. (…). Así la posibilidad de
desmarcarse del criterio orgánico, para dar paso al criterio material
o funcional, permite encontrar una teleología más acorde a los vicios
que con inhabilidades como las del artículo 37 numeral 4 de la Ley 617
de 2000, con la que se pretende proscribir el nepotismo, consagrado
constitucionalmente en el artículo 126 constitucional. (…). La Sala
Electoral se decantó entonces para armonizar la inhabilidad con el
contenido del artículo 190 ejusdem por el entendimiento de que éste
contenía dos subreglas, la primera, eminentemente propia del criterio

192
orgánico y la segunda, que posibilitaba dar apertura de contenido a la
norma, desde un criterio funcional o material, dentro de los conceptos
de la función pública como administración. (…). Esta Sala Electoral ha
definido el criterio orgánico cuando “es posible entender que el ejercicio
de determinado cargo conlleva el ejercicio de autoridad administrativa
por tratarse de aquellos que, de conformidad con la ley, implican
dirección administrativa, por ser ésta una manifestación de dicha
autoridad”. (…). Mientras que el criterio funcional resultará útil para
todos aquellos cargos que no queden incluidos en la referida relación y
que permitirá que el ejercicio de autoridad administrativa como hecho
que configura la inhabilidad prevista en el artículo 37, numeral 4, de
la Ley 617 de 2000, se refiera al pariente que desempeña un cargo
público con poder de mando, facultad decisoria y dirección de asuntos
propios de la función administrativa que se dirigen al funcionamiento
del aparato administrativo que regenta. Por ello con acierto, para
establecer si el ejercicio de determinado cargo público implica el
ejercicio de autoridad administrativa, puede acudirse, o bien a un
criterio orgánico, o bien a un criterio funcional e incluso decantarse
en el estudio por ambas cualificaciones en forma escalonada, a fin
de señalar con mayor fidelidad de cara a la norma inhabilitante, si el
servidor en cuestión frente a quien se juzga el acto declaratorio de
elección, se encontraba o no incurso en alguna imposibilidad para
aspirar al cargo correspondiente.

TESIS 2: Como parte del factor objetivo que acompaña a la


inhabilidad prevista en el artículo 37 numeral 4° de la Ley 617 de
2000, además del predicamento de que el pariente que inhabilita al
servidor, ejerza autoridad, emerge para el caso que se analiza qué
acontece cuando se trata de un rector de ente autónomo. (…). [P]ara
efectos de la inhabilidad prevista en el artículo 37 numeral 4 de la
Ley 617 de 2000, en caso de tratarse del parentesco con rectores
de instituciones académicas debe acudirse a la segunda subregla,
consistente en abogar por un estudio enfocado en el criterio material
o funcional, por apartarse del criterio orgánico al no hacer parte de
la relación de cargos que por el solo hecho de detentarse presupone
la detentación de autoridad y dirección administrativa. Se utilizará
entonces para el análisis de cada caso, el bloque normativo incluidos
los estatutos y el manual de funciones o las competencias laborales,
será las que permitan al operador de la nulidad electoral determinar
si el servidor tiene dentro de sus atribuciones actividades que
evidencien autoridad administrativa.

193
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 3: [L]a Sección considera pertinente dejar en claro, que en


eventos como el que se analiza, atinente a que la elección por voto
popular para cargo uninominal puede resultar de apoyo importante,
el concepto de circunscripción electoral, sin que ello constituya
la única regla a seguir, precisamente porque está de por medio el
principio trascendente de la autonomía, por tratarse de quien lleva
la dirección del ente autónomo universitario. (…). [I]ncluso para las
elecciones para corporaciones por voto popular, la Sala Electoral es
unívoca en la jurisprudencia actual y desde el año 2012, al reconocer la
necesidad de compartir la posición de la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativa, en la que en la generalidad consideró que dentro de las
conductas que se prevén dentro de la inhabilidad por parentesco, la
circunscripción departamental incluye a los municipios que componen
a la entidad territorial seccional, en tanto se busca evitar que ventajas
electorales surjan a partir de las relaciones familiares cercanas
y parentales. (…). Así las cosas, retomando el texto de la norma del
numeral 4 del artículo 37 de la Ley 617 de 2000 al utilizar la expresión
en “el respectivo municipio”, el legislador solo exige que el ejercicio de
la autoridad administrativa se ostente en el territorio.

TESIS 4: La Sala no se detendrá en los elementos de parentesco


ni de temporalidad, en tanto el Tribunal los encontró probados y no
existe cargo en la apelación en cuanto a éstos. (…). [S]e evidencia
que el accionado al momento de materializar sus aspiraciones para
convertirse en burgomaestre de Manaure, su hermano le antecedía
en el desempeño de Rector de la Universidad de La Guajira. (…).
Sobre el primer aspecto, (…), debe acudirse al criterio funcional, en
tanto el cargo ejercido por el pariente del accionado no es de aquellos
mencionados en la relación organicista de quienes detentan, per se,
autoridad administrativa. En armonía con lo dispuesto en el artículo 57
de la Ley 30 de 1992, indicativa de que las universidades estatales u
oficiales deben organizarse como entes universitarios autónomos, con
régimen especial y vinculados al Ministerio de Educación Nacional en
lo que se refiere a las políticas y la planeación del sector educativo. (…).
Y en el que se destacó con la modificación introducida por el artículo
1 de la Ley 647 de 2001, que el carácter especial del régimen de las
universidades estatales u oficiales, comprenderá la organización y
elección de directivas, del personal docente y administrativo, el sistema
de las universidades estatales u oficiales, el régimen financiero, el
régimen de contratación y control fiscal y su propia seguridad social
en salud. Los Estatutos universitarios contenidos en el Acuerdo 14

194
de 2011 [artículo 3], al establecer los principios y valores regentes
para Uniguajira, consagró dentro de la autonomía todo el reflejo de la
autoridad administrativa que como ente desplegaría en su ejercicio,
muchas de las cuales son otorgadas a los órganos directivos del
ente, entre ellos el Rector. (…). [P]ara la Sala Electoral es claro que el
rector de la Universidad de La Guajira sí detenta claras e importantes
funciones que encajan en el concepto de autoridad administrativa
desde la capacidad de representatividad del ente universitario en
todos los niveles, pasando por las propuestas de reglamentaciones
generales en todos los temas que atañen e interesan a la comunidad
académica, tanto en su ámbito interno como de relaciones con otros.
(…). En ese orden de ideas, la Sala advierte que, a la luz del criterio
funcional, el hermano del demandado al fungir como rector de la
Universidad de La Guajira, ejerció autoridad administrativa, en razón
a las atribuciones y competencias laborales que de conformidad con
el manual de funciones y los estatutos generales tiene asignadas,
acorde al contexto que prevé el artículo 190 de la Ley 136 de 1994.
Sin perjuicio de lo anterior, uno de los argumentos de apelación de la
parte demandada es que el Rector de la Uniguajira no ejerce función
pública general sino especial y focalizada y, por ende, a juicio del
accionado, sin proyección o espectro exógeno, el cual para la Sala no
resulta de recibo, por cuanto el ejercicio de actos de mando y poder,
la capacidad de contratación, la facultad de ordenación del gasto, la
potestad de llevar a cabo procesos disciplinarios y de sanciones de
la misma estirpe, le permiten desplegar actos de autoridad y todas
aquellas potestades propias de su competencia, así que en el caso de
las universidades públicas, este aspecto es de manifestación bifronte,
toda vez que recae en el aspecto interior de la comunidad académica
(autoridad endógena), pero resulta irrefutable su incidencia hacia el
exterior (manifestación exógena) al conglomerado que acude a la
entidad universitaria que a su vez irradia a la sociedad y al electorado,
como se indicó por la visión y la misión expansiva de las capacidades
académicas, que convergen a todos los grupos humanos, sobre todo
cuando se es rector de una universidad pública debido a su notoriedad
dentro del conglomerado social. Lo anterior es lo que amerita que
dada la especialidad del cargo de rector y de la capacidad autonómica
en ente educativo público, se presente una mixtura de atribuciones
que dentro de la arquitectura del Estado, impide que se equipare al
rector de una universidad privada o que le sea aplicable, en forma
absoluta, el régimen propio de las entidades públicas. Por otra parte,
el impugnante yerra al considerar que con la decisión de instancia,

195
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

se le reprocha la capacidad contractual, pues tal propósito ni siquiera


se esboza como finalidad de la inhabilidad del artículo 37 numeral 4
de la Ley 617 de 2000, ya que conforme a las generalidades vistas
en precedencia, lo que se combate es el nepotismo, que altere el
fiel de la balanza de las justas electorales, pero no la atribución de
celebrar acuerdos. Finalmente, la Sala observa que si bien el artículo
66 de la Ley 30 de 1992 dispone que el rector es la primera autoridad
ejecutiva, como lo replica el artículo 29 de los Estatutos universitarios
de la Uniguajira (Acuerdo 014 de 2011), ello no implica –como parece
entenderlo el accionado- que aquel no sea un funcionario público, con
claras competencias de autoridad administrativa, como se explicó
en consideraciones anteriores, por cuanto la norma estatutaria en
mención, que es la órbita normativa que materializa el principio de
autonomía universitaria, permite que se regulen las condiciones y
supuestos de sus autoridades directivas, que para el caso del rector
indica expresamente lo siguiente: “en el ámbito de competencia es
responsable de la gestión académica y administrativa, y debe adoptar
las decisiones necesarias para el desarrollo y buen funcionamiento
de la institución” (art. 29 idem), lo cual impide demeritar o reducir
la función de rector a una exclusiva función de autoridad ejecutiva y,
menos, luego de haber visto, párrafos atrás, las atribuciones asignadas
a aquel, que son un reflejo exacto de altas atribuciones de autoridad
administrativa, conforme la definición contenida en la Ley 136 de 1994
(art. 190). (…). En consecuencia, los argumentos planteados por el
recurrente –demandado- no tiene la entidad suficiente para generar
la revocatoria del fallo.

TESIS 5: [L]a Sala Electoral evidencia que el argumento del accionado


de que la Universidad carece de vínculo o de incidencia en el municipio
de Manaure, se advierte contradicho con la manifestación de voluntad
formalizada y materializada en un contrato escrito con el registro
presupuestal correspondiente para dar viabilidad al negocio que, entre
otras geografías, incluía al municipio de Manaure. (…). Por lo que más
allá del aspecto contractual que resulta probado y que da cuenta que
al año 2019 (contrato 001), la Uniguajira continuaba con su presencia
en el municipio de Manaure, resulta pertinente detenerse en el
contenido de los CERES, conforme reposa en el expediente documento
ilustrativo del cual se puede extractar que están concebidos como una
estrategia para desconcentrar la oferta educativa superior y ampliar
su cobertura académica. (…). En esa línea, las tres políticas educativas
de ampliación de la cobertura, el mejoramiento de la calidad de la

196
educación y la eficiencia del sector, tienen como propósito facilitar el
acceso de niños y jóvenes en todas las regiones del país a las
instituciones educativas y otorgar una oferta académica que responda
a los requerimientos específicos de la zona de influencia que sea
pertinente para la región y acorde con el mercado laboral y motive a
los jóvenes a permanecer en su lugar de origen. (…). [E]s claro para la
Sala que si bien el CERES no pertenece a la Universidad como
claramente lo esgrimió como defensa el accionado, lo cierto es que
ésta sí tuvo un papel protagónico y principal en dicho CERES-Manaure,
por lo que si bien el ente autónomo universitario es del orden
departamental, con domicilio en la ciudad de Riohacha, conforme
consta en sus actos de creación, a diferencia de lo planteado por el
apelante, sí tuvo una relación directa y estrecha vinculante con el
municipio de Manaure, en aspectos académicos y de educación
superior. Por lo que si bien, itera la Sala que en materia de entes
autónomos, la aplicación del concepto y alcance de las circunscripciones
departamental y municipal, puede constituirse en un criterio de apoyo
en el análisis en el que se busque determinar el elemento espacial o
territorial que prevé la norma en la expresión en “el respectivo
municipio” frente a la autoridad administrativa que se detenta, no
puede ser el único ítem a analizar ni tampoco puede tener aplicación
per se, sin detenerse en otros parámetros que den certeza del
allanamiento al factor o presupuesto territorial que prevé la norma
que consagra la inhabilidad como uno de sus requisitos concurrentes,
en tanto los entes universitarios autónomos tienen su propia dinámica
territorial y geográfica y, por regla general, la designación de sus
directivos no responde a circunscripciones electorales sino a
estamentos y sectores. (…). En este punto, se deja claro que a diferencia
de lo indicado por el accionado en su recurso de apelación, los entes
universitarios autónomos se desmarcan por su naturaleza y régimen
especial, de los llamadas entidades descentralizadas, no siendo viable
tampoco aplicarles el mismo rasero normativo y hermenéutico en
aspectos como el que se analiza en esta oportunidad por la Sala. (…).
Así pues, es claro que Uniguajira está incorporada al diseño institucional
del departamento de La Guajira, solo que no hace parte del sector
estatal seccional central ni descentralizado sino que emerge en su
independencia como ente autónomo dentro de la arquitectura del ente
territorial. (…). Pero para la Sala los aspectos fundamentales en la
arquitectura del ente universitario, son en últimas lo que tendrá
incidencia en los presupuestos de la inhabilidad que se analiza, en
tanto lo que buscan normas como la del numeral 4 del artículo 37 de

197
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

la Ley 617 de 2000, es que en ese espectro de altos objetivos, valores,


principios, visión y misión del ente universitario, su rector, como uno de
los máximos jerarcas del ente universitario, no constituya punto de
desbalance en la contienda electoral, dada la relación entre las
competencias de la universidad departamental y del rector, la vocación
de llegar a toda la región con conocimiento, ciencia, cultura y tecnología
y expandir y llevar estas a los municipios, conlleva el ejercicio de esa
autoridad administrativa que se predica de aquel, lo que pone en
evidencia que el radio de acción de la Uniguajira sí excede la geografía
de la ciudad capital de Riohacha y ese ámbito de acción comporta la
potencialización de las atribuciones de autoridad administrativa, sin
que sea necesario su efectivo ejercicio como se indicó en precedencia.
(…). A título conclusivo, la Sala Electoral considera que si bien los
conceptos de circunscripciones electorales puede ser de utilidad, para
decantar el análisis del factor especial o territorial de la autoridad que
detenta un determinado funcionario y en la que se ha sostenido el
predicamento de que el espectro de incidencia recoge a los municipios
que componen al departamento, no es el único y exclusivo criterio que
se debe analizar cuando se está frente a aquellos servidores públicos
que no gozan de sistemas de elección o de selección empáticos a las
circunscripciones electorales, salvo que para el caso de los entes
universitarios autónomos así lo consagren dentro de sus regímenes
especiales y propios. Así las cosas, el operador de la nulidad electoral,
dentro de la autonomía y evolución que caracteriza a los entes
universitarios debe tener en cuenta el dinamismo de estos, al tratarse
de uno de los estamentos más importantes de un país, por lo que se
impone hacer un estudio sistemático normativo de todo el marco que
rige a la institución académica, aparejado con las pruebas que den
cuenta de que la universidad sí incide en el espectro territorial que
acompaña a quien se le ha judicializado y puesto en entredicho su
elección, precisamente por estar incurso en la inhabilidad por
parentesco, si bien pudiéndose a apoyar en las generalidades de los
conceptos y teorías sobre las circunscripciones electorales, debe
rebasarlas y no quedarse exclusivamente en éstos, precisamente
porque está de por medio la calificación especialísima de un ente
universitario autónomo. Se encuentra entonces de recibo la glosa que
el accionado hiciera en su apelación atinente a que la sola coincidencia
territorial entre la circunscripción en que se eligió al demandado
(municipio de Manaure) y la jurisdicción de dicha institución educativa
a través de la cual el hermano de aquel labora como su rector,
(departamento de la Guajira) no configura el elemento espacial de la

198
causal de inhabilidad, pero no en su afirmación de que el rector de la
universidad de La Guajira solo inhabilitaría a sus parientes que aspiren
a la cámara de representantes o a la gobernación de La Guajira,
precisamente por la consideración de que no solo se debe limitarse al
contexto de las circunscripciones electorales sino que debe procederse
a un estudio comprensivo de otros factores que reflejen en realidad la
composición jurídica de la inhabilidad frente a los entes universitarios
autónomos. Conforme a los anteriores planteamientos, la Sala concluye
que normativa y probatoriamente, frente al señor Juan José Robles
Julio, sí se configuró la inhabilidad establecida en el artículo 37 numeral
4 de la Ley 617 de 2000 para ser elegido alcalde municipal de Manaure,
en razón a que su hermano, el señor Carlos Arturo Robles Julio, detentó
el cargo de rector de la Universidad de La Guajira, ente universitario
autónomo del nivel departamental y ostentó funciones cuyo contenido
dan cuenta del ejercicio de autoridad administrativa dentro del período
inhabilitante que señala la norma en cita y con incidencia territorial y
espacial en el municipio de Manaure. Finalmente, resta por analizar
por esta judicatura un aspecto que se ventiló en la primera instancia,
pues aunque lo discurrido bastaría para esta Sala en cuanto toca a la
configuración de la inhabilidad del numeral 4 del artículo 37 de la Ley
617 de 2000, fue objeto de mención en el recurso de alzada del
accionado y es el atinente a que el rector es presentante legal de una
entidad que administra tributos, contribuciones y tasas, que es otro de
los supuestos generales que contiene la norma en cita, si bien paralelo,
independiente al del ejercicio de autoridad por parte del pariente que
inhabilita al funcionario de quien se discute su elección. (…). No
obstante, es claro que el espectro de una entidad administradora de
rentas tributarias no puede quedarse en el mero recaudo, pues sería
desnaturalizar la importancia de dicha función de administración
tributaria, que comprende complejas funciones y competencias, por lo
que la Sección Quinta no encuentra que Uniguajira, aunque pueda
beneficiarse de los dineros de Estampilla y se le haya facultado para el
recaudo respectivo (literal a) art. 311 Ordenanza 388/14), lo cierto es
que esa sola atribución, no puede ser entendida como el otorgamiento
de competencias de administradora del gravamen, pues es claro que
dentro de sus facultades no están las tributarias propiamente dichas,
a saber: fiscalizar, sostener la discusión administrativa con el
contribuyente, como tampoco se desprenden las potestades de cobro,
devolución o sanción, entre otras. En consecuencia, la entidad
universitaria no encaja en la faceta inhabilitante que trae el artículo 37
numeral 4 de la Ley 617 de 2000, atinente a reputar que el Rector de la

199
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Uniguajira ejerza como representante legal de una entidad que


administren tributos, tasas o contribuciones, en tanto tan solo le fue
asignada la labor de recaudo, pero la administración del tributo
siempre ha estado a cargo del departamento.

TESIS 6: La Sala considera que resulta importante precisar que ante


esta jurisdicción es posible presentar diferentes tipos de pretensiones
contenciosas. Así, el medio de control previsto en el artículo 137 de la
Ley 1437 de 2011 puede ser interpuesto por cualquier persona que
persiga la nulidad de uno o varios actos administrativos de carácter
general en procura del amparo del ordenamiento jurídico en abstracto,
sin perjuicio de las excepciones establecidas por el legislador, en virtud
de las cuales también es posible demandar a través del contencioso
de nulidad simple ciertos actos de contenido particular y concreto. (…).
Tratándose de los medios de control diseñados para controvertir los
actos de elección por voto popular o por cuerpos electorales, o los de
llamamiento a proveer vacantes e incluso los actos de nombramiento,
se tiene que estos están definidos en función de la oportunidad para
su interposición, el interés jurídico a tutelar y la naturaleza del acto. En
ese sentido, el artículo 139 del CPACA, prescribe que quien pretenda
la nulidad de un acto de elección o nombramiento, debe formular el
medio de control de nulidad electoral con la finalidad de preservar
el orden jurídico en abstracto. En este sentido, dado la especificidad
de este acto, el juicio de validez solo puede promoverse a través de
este contencioso especial y no por otro medio procesal. Conforme a lo
anterior, no es posible pretender el amparo de derechos subjetivos del
accionante, pues la nulidad electoral solo permite asegurar el imperio
de la ley o la vigencia del Estado de Derecho, valores superiores que
interesan a todos los asociados. En virtud de lo anterior, no es posible
procurar que se realice un nuevo escrutinio, con la exclusión de la
votación a favor del inhabilitado y a su vez proceder con la declaratoria
de elección de quien obtuvo la siguiente votación mayoritaria y
otorgamiento de la credencial respectiva. (…). [D]esde hace algunos
años, la jurisprudencia de la Sección Quinta, determinó que decretada
la nulidad, en el caso de causales objetivas por irregularidades en la
votación o en el cómputo de sufragios, como sucede con las causales 3
y 4 previstas en el artículo 275, tampoco se realizará indefectiblemente
un conteo de votos, en el entendido en que la norma en cita, en el inciso
7, inicia el relato normativo con la expresión “si como consecuencia
de los resuelto debiera practicarse” por el operador judicial “un nuevo
escrutinio”, por lo que se impone que solo se lleve a cabo si se debiere,

200
por lo que salvo para los causales 1 y 6, el nuevo cálculo deberá ser
sometido a la ponderación del juez. Los predicados argumentativos
vistos como el de la necesidad de que la nulidad electoral conserve
su naturaleza independiente y propia de medio de control, que
encuentra coincidencia con la nulidad y restablecimiento del derecho,
únicamente por estar sometida a un término de caducidad, pero
alejada, en extremo, de pretensiones o supuestos de restablecimiento
y, el atinente a la inexistencia de vacío normativo, que permitiera un
margen hermenéutico para pensar que la causal 275-5 idem conlleve
un nuevo escrutinio sobre la votación primigenia, la Sala se detiene en
el trasfondo de la argumentación del recurrente, sobre la aplicación
prevalente de los principios que garantizan la protección del electorado
(pro electoratem y pro sufragium). Pues precisamente, el planteamiento
de la parte recurrente cuyo soporte principal es sancionar al candidato
que estando inhabilitado burló las garantías electorales, termina
cayendo en el mismo vicio por él censurado, pues acceder a un nuevo
escrutinio sobre la votación primigenia con exclusión de la votación del
inhabilitado, aparejada con la declaratoria de la elección del candidato
con mayor votación, estaría también privilegiando el derecho de otro
de los elegidos (pro homine), trasladando la condición irregular del
inelegible y el efecto sancionatorio, al electorado del inhabilitado,
quien lo benefició con su voto. Así las cosas, resulta acorde con los
principios democráticos y, de hecho, más equitativo y desde criterios
de razonabilidad, convocar de nuevo a elecciones. (…). Además, al ser
una causal con sustento en aspectos subjetivos de inhabilidad que se
predican de la persona del candidato, no podría tenerse el mismo efecto
o posibilidad de la nulidad electoral por causales objetivas (por vicios
en la votación o en el escrutinio), ya que es bien sabido que éstas se
someten a operaciones matemáticas y métodos como el de afectación
proporcional, que para resultar más equitativo, abarca e incide en
todos los candidatos que obtuvieron votos, para que porcentualmente
aumenten o disminuyan la propia votación obtenida y, que una vez
depurada con la exclusión de lo espurio, se altere el resultado, aspectos
aritméticos y de manejo electoral que no se aplican en las contiendas
de nulidad electoral por causales subjetivas. Todas las anteriores las
razones para no encontrar mérito de los planteamientos del recurrente
para quebrar la decisión del Tribunal con respecto a las pretensiones
consecuenciales. (…). Adicionalmente a lo expuesto, se destaca que
los alegatos de conclusión de segunda instancia no es la oportunidad
procesal para invocar defensas adicionales que no fueron expuestas
en la contestación de la demanda, se hace referencia específica a

201
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

la invocación de la violación del principio de confianza legítima, en


la que el accionado plantea como fundamento en su vocación de
candidatizarse a la alcaldía de Manaure, pues así como al demandante
no se le permite adicionar pretensiones ni cargos por fuera de las
oportunidades de ley, por cuanto el artículo 173 de la Ley 1437 de 2011
dispone los términos para adicionar, aclarar o modificar la demanda,
por una sola vez, armonizado con el artículo 278 ib, es claro que a
la misma razón de hecho igual consecuencia en derecho y resulta
necesario restringir esa clase de actuaciones procesales a destiempo,
para no asaltar a la contraparte con argumentos que no tuvo tiempo
para controvertir, en tanto ello vulnera el derecho de defensa que se
predica e irradia a todos y cada uno de los sujetos procesales.

TESIS 7: Sea lo primero indicar por parte de la Sala Electoral que


al observar la sentencia apelada, en su parte resolutiva, la decisión
adoptada por el a quo se plasmó pura y simple, sin condicionamiento
o modulación. (…). Por otra parte, en la parte considerativa del fallo,
en este punto, únicamente se indicó: “por último, se entiende que los
efectos anulatorios de la presente sentencia serán hacia el futuro o
ex nunc”, trayendo a colación, en nota al pie, el antecedente de la ex
gobernadora de La Guajira atrás referido [sentencia del 7 de junio
de 2016, radicado 11001-03-28-000-2015-00051-00]. (…). Vistos
los extremos acontecidos en la primera instancia, no se advierte
que el Tribunal de La Guajira haya motivado la razón de la decisión.
Al respecto, la Sección Quinta, considera pertinente acotar que en
pronunciamiento reciente, se reiteró la viabilidad de ponderar los
efectos a futuro de una decisión, como se lee en sentencia de 1°
de julio de 2021, dentro del vocativo de nulidad electoral contra la
elección de Gobernador de la Guajira (Nemesio Raúl Roys Garzón).
(…). Aunado a lo anterior, valga recordar que en casos donde ha
quedado probada la expedición irregular del acto de elección y ha
conllevado la declaratoria de nulidad de la designación -como cuando
ha conocido de la elección de personeros-, la Sala se ha decantado
por indicar en su fallos, la etapa a partir de la cual la selección objetiva
debe ser retrotraída y vuelta a rehacer, decisión que constituye la
materialización de la aplicación de los efectos modulados del fallo,
con alcances a futuro (ex nunc o “desde ahora”), por cuanto resultaría
un despropósito, con todo lo que ello genera desde la inversión
presupuestal hasta la institucionalidad del ente de control, retrotraer
todo el proceso, bajo la égida de aplicar, per se, los efectos (ex tunc
o “desde siempre”), posición que se ha implementado en forma

202
unívoca desde el antecedente de unificación de 26 de mayo de 2016
(2015-00029-00 citado a nota al pie 57) hasta épocas actuales. De
lo anterior, la Sala concluye que revisada la providencia del a quo,
el Tribunal fijó los efectos del fallo en alcance ex nunc, siendo claro
que el juez de la nulidad electoral, al igual que todo operador que
conoce sobre la legalidad del acto administrativo o del acto electoral,
tiene la potestad de modular los efectos de las sentencias, sin
que ello sea contrario a normativa superior o a los principios que
deben acompañar a la administración de justicia, por lo que la Sala
no encuentra mérito para modificar el fallo en este punto, dando
aplicación a que los efectos de una decisión judicial que recae sobre
la presunción de legalidad del acto administrativo “puede ser variada
por el juez electoral, dependiendo del vicio que afecte la elección y
en atención a las consecuencias de la decisión en eventos en los que
aquellas puedan afectar las instituciones y estabilidad democrática”.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: [L]a aclaración parte de considerar algunos aspectos


relacionados con los efectos predicables de las sentencias de nulidad
electoral. Valga recordar que en la sentencia de unificación de 23 de
mayo de 2017, dictada por la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativo, dentro del radicado IJ 11001-03-28-000-2016-00025-
00 y 11001-03-28-000-2016-00024-00 (Acum). Actor: Miguel Antonio
Cuesta Monroy y otro. Demandado: Guido Echeverri Piedrahita, fue
clara en fijar el contexto de la decisión, al indicar que en circunstancias
normales un gobernador elegido para ocupar el cargo durante
determinado período institucional, no puede ser designado nuevamente
para el siguiente. Pero, en esa línea argumentativa, el fallo en cita
reconoció que en otros eventos, esa claridad o facilidad de comprensión
desaparece, como cuando se está al frente de una segunda elección,
precedida de otra que mediante decisión judicial resultó anulada, todo
de cara a la posibilidad de poder incurrir en la prohibición constitucional
y legal de reelegirse en forma inmediata, tratándose de un gobernador.
Es decir, que en estricto sentido el tema era desarrollado en forma
focal para los eventos de posible aspiración al mismo cargo de
gobernador por elección popular para un período consecutivo
inmediato y, dentro de ese espectro debe ser entendida la decisión que
se decantó por mantener los efectos ex tunc de los fallos de nulidad,

203
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

luego de explicar las circunstancias que rodearon la situación del


señor Echeverri Piedrahita. [Se considera] entonces que en materia de
los efectos que se predican del fallo de nulidad del acto, no se trata de
volver pétrea la interpretación del operador jurídico, como si se tratara
de abogar por posiciones irreconciliables y llenas de maniqueísmo
jurídico, que en nada contribuyen a la administración de justicia. En
efecto, por años y desde hace tiempo, la jurisdicción contencioso
administrativa ha transitado por los efectos de los fallos, “desde
siempre” o ex tunc o desde ahora o ex nunc, dependiendo del análisis
que, de cara a la situación judicializada y bajo criterios de razonabilidad,
el operador jurídico advierta y considere la mejor, aunque ha sido
innegable, con fundamentos de sobra, la predilección y preponderancia
de los efectos ex tunc, en el entendimiento de que la declaratoria de
nulidad afecta los elementos de la esencia y la existencia del acto
administrativo y que como tal su nacimiento estuvo viciado ab initio.
Aunado a que predicados los efectos ex tunc de una sentencia de
nulidad del acto, la jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, sin
necesidad de hacer expresa mención de estos, ha sido abanderada en
proteger las situaciones jurídicas consolidadas y los derechos
adquiridos y de dar aplicación a otras figuras jurídicas, para que a
partir de ellas no se afecten algunos aspectos de la causa que se juzga,
excluyéndolos de la consecuencia de retrotraer todo al estado anterior
por el predicamento de que el acto anulado nunca existió. Pero no por
ello puede indicarse que los efectos del fallo ex tunc hayan mutado a ex
nunc, pues el acto anulado se advierte viciado en sus elementos de la
esencia y de existencia y, de ahí, la necesidad de procurar porque las
cosas vuelvan al inicio, esto es al momento anterior a la expedición del
acto que se anula, retrotrayendo aquello que física y jurídicamente sea
posible y viable. Resultan ejemplos dicentes de lo que [se expone] y
que refuerzan esta explicación los siguientes: (i) cuando en materia
laboral, se anula el acto que reconoció alguna prestación o emolumento,
con típicos efectos ex tunc, pero consecuencialmente se ordena que el
beneficiado con los dineros pagados, devenidos de ese acto que se
anula, no deba devolverlos, al presumir que los recibió de buena fe
(matiz de efecto ex nunc); (ii) otro tanto ocurre con los asuntos
tributarios, en los que en forma constante, el juez hace uso de ambos
efectos del fallo cuando a bien lo considere y, claro, con la suficiente
explicación de la decisión sobre el alcance que ha dado; (iii) finalmente,
en los casos electorales en los que se prueba la expedición irregular
del acto -sobre todo en aquellos asuntos de selección objetiva o
concurso de méritos- en los que el juez de la nulidad electoral se ha

204
decantado por indicar que en caso de que sea posible determinar la
etapa o el momento exacto en que emergió la irregularidad, se
retrotraiga el proceso selectivo solo a la etapa en la que nació el vicio
probado, para que desde ahí se rehaga (matiz de efecto ex nunc).
Nótese que en estos ejemplos, la decisión no ha dejado de tener efectos
ex tunc, en tanto se anula el acto que declaró la elección o designación
del accionado desde su inicio, sólo que se presentan algunos matices
o modulaciones de alcance en algunos aspectos, precisamente luego
de un análisis ponderado de la situación por parte del operador judicial.
En esa línea, no debe perderse de vista la importancia y trascendencia
de que la declaratoria de nulidad del acto administrativo con efectos ex
tunc es la única posibilidad jurídica existente en todo el ordenamiento
jurídico contencioso administrativo, que logra retrotraer la situación
inicial al estado anterior existente a la entrada en vigencia del acto
declarado nulo, por lo que resulta bastante delicado desmontar o
desconocer la preponderancia que la aplicación de los efectos “desde
siempre” ha tenido en el contencioso administrativo y que ha sido
decantada por muchos años. Tampoco debe olvidarse que los efectos
ex tunc constituyen un punto de inflexión sobre los alcances “a futuro”
o ex nunc que se predican, como regla general, de las sentencias de
inexequibilidad que profiere la Corte Constitucional, por cuanto esta
Alta corporación cuenta con norma expresa al efecto. Pero es innegable
que en estricto sentido, en principio, resulta paradójico que una ley que
transgredió la Carta Política desde su expedición, se valide en su
constitucionalidad por un período de tiempo, aunque ello cobra plena
justificación ante el propósito de no causar un problema mayor, con
implicaciones de vulnerar la institucionalidad del Estado y la
gobernabilidad, en atención a sus características de general, abstracta
y de incidencia a los administrados que en gran grado dificulta que las
consecuencias de la decisión se retrotraiga ab initio. Ahora, el hecho de
que la decisión de nulidad del acto administrativo tenga, por regla
general, efectos ex tunc, no enerva ni se emerge en obstáculo para que
el juez de la nulidad electoral ejerza su potestad de modulación de
aquellos. Así las cosas, dado que el fallo de nulidad electoral no es
ajeno a lo que ocurre respecto de los demás medios de control que
recaen sobre la legalidad del acto administrativo, constituye un
despropósito anquilosarse en la tesis de que los efectos del fallo sean
de una y otra tendencia (ex tunc o ex nunc), pues con ello se demerita el
alcance tanto del medio de control como del papel del juez, siendo este
último el llamado a determinar qué efectos considera, se avienen a los
principios de eficacia, eficiencia y seguridad jurídica. (…) Con lo anterior,

205
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

[se pretende] dejar en claro que, (…), es el juez quien determina los
efectos que debe imbuir al fallo, dependiendo de lo que en criterios
ponderados y de razonabilidad, considere que resulta acorde a derecho
y, tratándose del juicio electoral, que confluya con los propósitos
democráticos, manteniendo y respetando los principios electorales,
sin dejar de lado la fuerte y ponderada posición de los efectos ex tunc,
dentro de la hermenéutica de la jurisdicción contencioso administrativa
y del Consejo de Estado, para los fallos que se pronuncian sobre la
legalidad del acto administrativo, tesis que tampoco puede hacer mella
en la potestad del juez de modular los efectos del fallo, en caso de
considerarlo necesario, como [se explicó] a partir de ejemplos
concretos que han sido decantados por el Consejo de Estado a lo largo
de su historicidad jurisprudencial.

NORMATIVA APLICADA
LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 37 NUMERAL 4 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 95
/ LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 188 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 190 / LEY 30
DE 1992 – ARTÍCULO 57 / LEY 647 DE 2001 – ARTÍCULO 1 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 173 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 5 Y 6 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 278

206
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
PERSONERA MUNICIPAL, CONCEJO MUNICIPAL, ELECCIÓN DEL
PERSONERO MUNICIPAL, ENTREVISTA EN EL CONCURSO DE
MÉRITOS, VALORACIÓN DE LA PRUEBA, PRUEBA DE OFICIO,
FALTA DE COMPETENCIA DEL CONCEJO MUNICIPAL, LÍMITES
DEL RECURSO DE APELACIÓN, LÍMITES DEL JUEZ DE SEGUNDA
INSTANCIA

EXTRACTO NO. 35

RADICADO: 44001-23-40-000-2020-00215-01
FECHA: 05/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Anthony Di Mauro Barros Barros
DEMANDADA: Mayerlis Pérez Granados – Personera
de Maicao, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección entrará a resolver si existe mérito


para confirmar, modificar o revocar la sentencia de 22 de marzo de
2021, proferida por el Tribunal Administrativo de La Guajira, que
negó las pretensiones de la demanda de nulidad electoral contra el
acto de designación de Mayerlis Pérez Granados como personera
de municipio de Maicao. Sostuvo el demandante que el Tribunal
Administrativo de La Guajira no hizo un análisis exhaustivo de las
causales esgrimidas para considerar irregular la expedición del acto
demandado. Agregó que el pronunciamiento sobre la desproporción
en el otorgamiento de puntajes fue superficial pues el Tribunal pudo
hacer el ejercicio de ponderar las respuestas suyas y verificar si eran
acertadas o incorrectas.

TESIS 1: El numeral 8 del artículo 313 de la Constitución Política


dispone que compete a los concejos municipales elegir al personero
para el periodo que fije la ley. Frente a este mandato normativo, la Ley
136 de 1994, por la cual se dictan las normas tendientes a modernizar
la organización y el funcionamiento de los municipios, dispuso en
su artículo 170 que dicha elección se llevará a cabo en los primeros
diez (10) días del mes de enero del año respectivo, para períodos de

207
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

tres (3) años. Sin embargo, este contenido normativo fue modificado
por la Ley 1031 de 2006, que amplió el período de los personeros
municipales de tres (3) a cuatro (4) años, a partir del año 2008. Con la
expedición de la Ley 1551 de 2012,” Por la cual se dictan normas para
modernizar la organización y el funcionamiento de los municipios”,
se modificó el artículo 170 de la Ley 136 de 1994 al establecer un
concurso público de méritos para la elección del personero municipal,
el cual estaría en cabeza de la Procuraduría General de la Nación. (…).
A su turno, de acuerdo con el Decreto 1083 de 2015, que compiló lo
dispuesto en el Decreto 2485 de 2014, el concurso dirigido a la elección
de los personeros debe adelantarse bajo criterios de objetividad,
transparencia, imparcialidad y publicidad. Por consiguiente, es claro
que la ley ha reiterado la atribución constitucional de los concejos
municipales y distritales para la nominación de los personeros,
incorporando al espectro ampliamente discrecional que inicialmente
tuvo esta competencia la exigencia de realizar un proceso de selección
donde prevalezcan el mérito y la idoneidad, en consonancia con
los principios constitucionales que orientan el acceso a la función
pública. Así mismo, no cabe duda de que los concejos tienen a su
cargo la responsabilidad de dirigir estos concursos y de trazar sus
lineamientos generales, sin perjuicio de contar con la asistencia de
terceros especializados en la materia.

TESIS 2: Recientemente, la Sala señaló que el artículo 35 de la Ley


1551 de 2012 trazó un nuevo modelo eleccionario, que introdujo el
concurso público como el elemento central de su escogencia y garantía
de independencia en el cumplimiento de los altos fines misionales
del cargo; por tanto, la provisión de estos empleos dejó de estar al
libre arbitrio de los concejos municipales para ajustarse al principio
de la meritocracia, como elemento estructural y definitorio de nuestro
ordenamiento superior, en el marco de un procedimiento abierto,
objetivo y reglado, aunque reservando en estos el poder de nominación
y la facultad de configurar, en el marco general de la Constitución, la ley y
el reglamento, las especificidades del procedimiento eleccionario para
conciliar las exigencias de transparencia, igualdad e imparcialidad en
el acceso a la función pública con las consideraciones de conveniencia,
necesidad y representación propias de la actividad política con su
vocación participativa, deliberativa y pluralista. El Decreto 2485 de
2014, en su artículo 2.2.27.1, previó que el personero municipal o
distrital será elegido de la lista que resulte del proceso de selección
público y abierto adelantado por el concejo municipal o distrital y en su

208
artículo 2.2.27.2, dispuso las etapas del concurso público de méritos
para la elección de personeros. (…). [El] Decreto 1083 de 2015 previó
lo relativo a los mecanismos de publicidad del proceso de selección
(artículo 2.2.27.3), la elaboración de la lista de elegibles (artículo
2.2.27.4) la naturaleza del cargo de personero (artículo 2.2.27.5) y la
posibilidad de celebrar convenios interadministrativos con organismos
especializados técnicos e independientes, para la realización parcial
de los concursos de personero, los cuales continuarán bajo su
inmediata dirección, conducción y supervisión (artículo 2.2.27.6). A
partir de estos parámetros, la Sala ha destacado las consecuencias
anulatorias que pueden provenir del desconocimiento de los términos
vinculantes de la convocatoria para la elección realizada, al igual que
la importancia de garantizar la debida publicidad que permita la libre
concurrencia de los interesados, junto con el estricto orden de mérito
en que debe ser aplicada la lista de elegibles que resulte del proceso.
De acuerdo con lo expuesto, el ordenamiento jurídico contiene una
regulación minuciosa de las actividades que se adelantan en el
marco del concurso que debe preceder la elección de los personeros
municipales y distritales, que confirma su carácter reglado y somete
la discrecionalidad de los concejos a los resultados de las pruebas
aplicadas conforme a la convocatoria, la cual debe recoger todos
los parámetros previstos en las normas reglamentarias. (…). En este
orden, la discrecionalidad del nominador al realizar y evaluar la
entrevista no puede devenir en arbitrariedad o discriminación para
alterar deliberadamente el orden de la lista de elegibles en beneficio
del candidato de su preferencia y sino que debe obedecer a una
calificación razonable y razonada de las capacidades, competencias,
aptitudes y el perfil general de cada aspirante de conformidad con las
funciones y responsabilidades del cargo.

TESIS 3: [L]a Sala no comparte lo dicho por el agente del Ministerio


Público quien sostuvo que la naturaleza jurídica de la entrevista
no puede ser la ratificación de los resultados de la prueba de
conocimientos y, si ello fuese así, debió ponerse en conocimiento
de los interesados con antelación para que se preparan para ello.
Discrepa de dicha apreciación por cuanto, como se vio, la entrevista
también permite al entrevistador valorar los conocimientos de los
aspirantes y, además, porque en el acto de convocatoria se informó
a los interesados que dicha etapa se valorarían conocimientos de los
concursantes. En este punto, conviene traer a colación las funciones
de los personeros [misionales, complementarias, delegadas y

209
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

accesorias]. (…). Para la Sala la primera pregunta sí guarda relación


con las funciones misionales de los personeros las cuales deben ser
conocidas por quienes aspiran a desempeñar ese cargo, dado que la
ejecución de los contratos estales concierne la protección del interés
público. Evidencia de ello es que la defensa del patrimonio público y la
moralidad administrativa, están enlistados en el artículo 4 de la Ley 472
de 1998, como derechos e intereses colectivos, cuya protección puede
deprecarse mediante las acciones populares para cuya interposición,
están expresamente legitimados los personeros, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 12 de la referida ley. En el mismo sentido,
según el artículo 178 de la Ley 136 de 1994, a los personeros les
corresponde, entre otras funciones, defender el patrimonio público
interponiendo las acciones judiciales y administrativas pertinentes
y ejercer la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan
funciones públicas municipales. Además, según el artículo 3 de la Ley
80 de 1993, (…) la vigilancia de la conducta de quienes desempeñan
funciones públicas en materia contractual, también se relaciona
con las tareas que tienen a su cargo los personeros e implica tener
conocimientos ese tema, dado que el desconocimiento de las normas
contractuales puede configurar una falta disciplinaria. Asimismo, por
disposición del artículo 24 de la Ley 617 de 2000, el personero tiene
funciones de veedor del tesoro, entre ellas, velar por el cumplimiento
de los principios rectores de la contratación administrativa; realizar
visitas, inspecciones y actuaciones que estime oportunas en las
dependencias de la administración municipal para el cumplimiento
de sus atribuciones en materia de tesoro público municipal; y evaluar
permanentemente la ejecución de las obras públicas que se adelanten
en el municipio. En ese orden de ideas, no es de recibo el planteamiento
del actor según el cual la pregunta es sospechosa porque la demandada
era la única participante especialista en contratación estatal, dado que,
como se explicó, se trata de un tema cuyo conocimiento es esperable
de quien aspira a ser personero. Acerca de la segunda pregunta, la Sala
advierte que también guarda relación con las funciones misionales
de los personeros. (…). Si bien es cierto los personeros no integran el
CONPES, también lo es que, como Ministerio Público, les corresponde
la guarda y promoción de los derechos humanos lo que, sin duda, tiene
relación con las estrategias establecidas para atender a la población
migrante de Venezuela, máxime si se tiene en cuenta que Maicao es
un municipio que limita con dicho país. (…). Finalmente, en cuanto a la
tercera pregunta, si bien puede pensarse que pretendía inducir a error
a los entrevistados, dado que las personerías no están facultadas para

210
adelantar procesos de responsabilidad fiscal, la Sala considera que
los aspirantes debían tener conocimiento de dicho aspecto, en tanto
la vigilancia de la gestión fiscal, por mandato constitucional (artículos
119 y 267) y legal (artículo 1 de la Ley 617 de 2000) está atribuida
a la Contraloría General de la Nación. Es decir, debían saber que esa
función no le corresponde al Ministerio Público sino a otra entidad,
puesto que las preguntas también pueden tener como propósito
verificar si el aspirante conoce cuáles son los límites y el alcance de
sus funciones. Asimismo, en ejercicio de las funciones como veedor
del tesoro, a los personeros les corresponde solicitar la intervención
de las cuentas de la respectiva entidad territorial por parte de la
Contraloría General de la Nación o de la Contraloría departamental,
cuando lo considere necesario, de modo que, al menos, deben tener
conocimientos de los fundamentos de la responsabilidad fiscal, para el
cumplimiento oportuno y eficaz de dicha atribución. De acuerdo con lo
expuesto, este argumento de la apelación no está llamado a prosperar.

TESIS 4: [L]a Sala advierte que, al tenor del artículo 212 de la Ley
1437 de 2011, es posible solicitar pruebas en segunda instancia, sin
embargo, el apelante no procedió en ese sentido. Y, de haberlo hecho,
la solicitud no era procedente, toda vez que en el presente caso no
se configuran los eventos que la norma consagra para el efecto. (…).
En criterio de esta Sección, la facultad oficiosa del juez en materia
probatoria no está concebida para suplir la incuria de las partes para
demostrar el supuesto que las normas consagran en su favor, es decir,
no implica subsanar la falta de actividad probatoria de las partes, so
pretexto de esclarecer puntos oscuros o difusos de la contienda. (…).
[A]l actor le correspondía allegar el acervo probatorio que permitiera
concluir que la calificación fue desproporcionada, de modo que debió
solicitar en la oportunidad procesal adecuada, las pruebas pertinentes
y conducentes para acreditar ese supuesto. Sin embargo, no es
posible establecer dicha circunstancia dado que debía hacerse un
ejercicio de comparación entre las respuestas del demandante y las
de la demandada, pero estas últimas no fueron allegadas al proceso.
(…). Es claro entonces que el análisis comparativo que echa de menos
el apelante, con el que pretendía demostrar que la puntuación de la
entrevista fue desproporcional, no pudo efectuarse en primera instancia
ni tampoco en esta etapa del proceso, dada su incuria probatoria, la
cual (…), no le corresponde suplir al juez. (…). [L]a Sala advierte que
la expresión “algunas de las notas obtenidas podrían ser un poco
discriminatorias” que corresponde a la apreciación de los 3 miembros

211
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de la mesa directiva del concejo que suscribieron la respuesta [a la


reclamación presentada por el demandante], no denota una afirmación
categórica dado el empleo de un lenguaje dubitativo, lo cual no lleva a la
convicción a esta colegiatura de que, en efecto, fue así. Adicionalmente,
debe reiterarse que para llegar a la convicción de que los estándares
aplicados para la calificación de las respuestas dadas en la entrevista
fueron discriminatorios o desproporcionados, en perjuicio del actor, se
debe reparar en el acervo probatorio correspondiente, el cual se echa
de menos. Por lo expuesto, este planteamiento de la apelación no está
llamado a prosperar.

TESIS 5: El texto transcrito [artículo 320 del Código General del Proceso]
es claro en advertir que la competencia del superior para pronunciarse
sobre el fundamento de la apelación está circunscrita a los motivos de
inconformidad expuestos por el apelante, lo que descarta el análisis de
cualquier otro aspecto que no haya sido materia de alzada. En el mismo
sentido, el artículo 328 del mismo código determina la competencia del
superior. (…). En ese orden, el juez de segunda instancia está limitado
por lo que se plantea en el escrito de apelación, de modo que solo
puede estudiar los argumentos allí esbozados o, lo que es lo mismo,
tiene vedado abordar aspectos que no fueron objeto de reproche en
recurso de apelación. (…). De acuerdo con lo expuesto, para esta Sala
no es procedente desbordar su ámbito competencial para proceder
al estudio de cuestiones que no fueron propuestas por el apelante,
quien no se pronunció acerca de una eventual falta de competencia
del concejo de Maicao en los términos planteados por el procurador
delegado. (…). El planteamiento del procurador delegado frente a la
supuesta falta de competencia del concejo [para la fijación de las
reglas de la evaluación de la entrevista] no se enmarca en ninguna
de esas excepciones y, además, es un cargo nuevo respecto del cual
ha operado la caducidad. En todo caso, si en gracia de discusión se
abordara el estudio de ese reproche, se advierte con facilidad que el
presente litigio difiere del caso del personero de Guadalajara de Buga
en el que mediante un acto posterior a la resolución de convocatoria y
luego de conocerse los resultados de las demás pruebas del concurso,
el concejo reglamentó la puntuación de la entrevista, con lo que dicho
acto resultó extemporáneo. En el caso de la personera de Maicao, no
hubo ningún acto posterior a la convocatoria referido a la entrevista,
pues las pautas para su realización fueron fijadas en la Resolución
055 de 2019. (…). Conforme a los anteriores planteamientos, la Sala
concluye que no se demostró el vicio de expedición irregular en contra

212
del acto de elección de la señora Mayerlis Pérez Granados como
personera del Municipio de Maicao y, por consiguiente, la presunción
de legalidad del acto acusado quedó incólume, razón suficiente para
confirmar la sentencia apelada.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS: Aunque [se comparte] la decisión de negar la pretensión


principal de la demanda, al constatarse que las preguntas realizadas en
el proceso eleccionario se ajustaron a las exigencias propias del cargo
de personero municipal, [se discrepa] de las consideraciones según las
cuales, no se pudieron analizar los motivos de inconformidad sobre las
respuestas que el demandante suministró a éstas y verificar si eran
acertadas, incorrectas o incluso compararlas con lo que contestó la
demandada, porque no fueron aportados tales documentos al proceso.
No obstante lo anterior, de conformidad con el primer parágrafo
del artículo 175 y el segundo inciso del artículo 285 de la Ley 1437
de 2011, debían ser aportados con la contestación de la demanda,
como también incorporarse al expediente por las autoridades que
intervinieron en la expedición del acto, quienes están obligados a
remitir al juez la totalidad de los antecedentes administrativos del acto
de designación acusado. (…). [E]l eje central de la presente aclaración
gira en torno a la necesidad que los antecedentes administrativos del
acto electoral, [se deja] constancia que no es la primera vez que estas
consideraciones han sido expuestas, por cuanto algunas veces no se
cuenta con la totalidad de los documentos electorales que dan fe de
la voluntad electoral, casos en los cuales es menester que el juez o el
magistrado ponente se cerciore y adopte medidas para garantizar que
la totalidad de los antecedentes del acto sean incorporados. (…). En ese
orden ideas, no [se comparte] el hecho de que al omitir el actor aportar
los cuestionarios de la entrevista y las respuestas a la misma y, al
haber el ad quo requerir al Concejo Municipal de Maicao su remisión
sin que hubiera cumplido con su deber legal, no se haya estudiado de
fondo los motivos de inconformidad, pues tal situación implicaba, en el
medio de control de naturaleza pública, como es la nulidad electoral,
que el Juez ha debido garantizar dichos antecedentes. Ello, al tenor del
parágrafo 1 del artículo 175, en consonancia con el artículo 213 de la
ley 1437 de 2011. Desde luego, ello implicaba la garantía del derecho
de contradicción a los sujetos procesales.

213
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / DECRETO 2485 DE 2014
- ARTÍCULO 2.2.27.1 / DECRETO 2485 DE 2014 - ARTÍCULO 2.2.27.2 / DECRETO
1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.2 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.3 /
DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.4 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO
2.2.27.5 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.6 / LEY 617 DE 2000 –
ARTÍCULO 24 / LEY 472 DE 1998 – ARTÍCULO 4 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
170 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 178 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 129 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 175 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 212 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 285 INCISO 2 /
LEY 1551 DE 2012 – ARTÍCULO 35 / LEY 80 DE 1993 – ARTÍCULO 3 / LEY 1031 DE
2006 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 320 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 328

214
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, CARGOS DE LA DEMANDA EN RECURSO
DE APELACIÓN, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR GESTIÓN DE
NEGOCIOS, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN

EXTRACTO NO. 36

RADICADO: 15001-23-33-000-2019-00630-01
FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Jair Marcel Mahecha Garzón
DEMANDADO: Julián David Mariño Sosa – Concejal
del municipio de Tunja, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a establecer si, en el presente


caso, hay lugar a confirmar o revocar la sentencia de primera instancia,
por cuenta de las causales de inhabilidad previstas para los concejales
en el numeral 3 del artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por
el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, en lo que hace referencia a la
intervención en la gestión de negocios ante entidades públicas y en la
celebración de contratos estatales dentro del año anterior a la elección,
en interés propio o de terceros, conforme a las censuras expuestas
en la apelación que guardan la debida coherencia con los planteados
desde el inicio en la demanda.

TESIS 1: La Sala observa que la apelación del demandante incluye


una censura adicional a los cargos inicialmente planteados en la
demanda. (…). Al respecto, se recuerda que el recurso de apelación
no es la oportunidad procesal para ampliar los cargos de la demanda
ni abrir nuevas discusiones en la segunda instancia. Antes bien, el
objeto de este medio de impugnación es controvertir los argumentos
que fundamentan la decisión del juez que conoció en primer grado
la causa, que se enmarcan en la fijación del litigio determinada, a
su vez, por los supuestos fácticos y jurídicos del libelo inicial, junto
con las razones de defensa expuestas por la contraparte en la etapa
correspondiente. Una postura contraria, que admita en el cauce de la
alzada la ampliación de la controversia o permita incluir en el debate

215
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

nuevas censuras a favor o en contra de la legalidad del acto acusado,


desconocería los principios de igualdad, contradicción y congruencia
entre la demanda y el fallo, todos inherentes al debido proceso. Por
lo tanto, la Sala no incorporará en su análisis el concepto de socio
controlante que desarrolla la ley comercial, para efectos de definir la
configuración de una posible contratación por interpuesta persona
en el caso de los negocios jurídicos celebrados entre la Alcaldía de
Tunja y la sociedad Blue Eventos M&B SAS, sin perjuicio de que se
revise la posible estructuración de la inhabilidad por intervención en
la celebración de contratos por parte del demandado, dentro de los
linderos trazados en la litis desde la primera instancia. En esa medida,
la apelación se restringirá a los argumentos de la apelación que
coincidan con los propuestos inicialmente con la demanda, y no a las
razones adicionales que trae la parte actora en el recurso.

TESIS 2: Una de las manifestaciones del principio democrático


radica en las garantías que tienen los ciudadanos de participar
en las decisiones que los afectan en la vida económica, política,
administrativa y cultural del país, y acceder al ejercicio de cargos
públicos, en condiciones de igualdad y transparencia, conforme a
los artículos 2 y 40 de la Carta Política. En este marco conceptual,
otros principios de raigambre constitucional justifican, también, la
incorporación de restricciones a los derechos políticos de elegir y
ser elegido, fundadas en el interés general, el pluralismo político y la
moralidad administrativa. Así, el legislador ha instituido, de un lado,
requisitos o calidades para aspirar a cargos de elección popular, y
de otro, prohibiciones, inhabilidades e incompatibilidades con el fin
de asegurar la idoneidad, probidad, igualdad y transparencia en el
desempeño en las funciones públicas. Tratándose de cargos de elección
por voto popular, las calidades o requisitos aluden a condiciones de
aptitud legal, personal o subjetiva, referidas, generalmente, a la edad,
nacionalidad, ejercicio de ciudadanía, domicilio o residencia. Por su
parte, los regímenes de inhabilidades se relacionan con situaciones
prohibitivas para el ciudadano que aspira a ser elegido a un cargo por
voto popular. Unas veces, estas situaciones atañen a antecedentes que
lo descalifican, (…) y, otras, al equilibrio que debe guiar la contienda
política, como las referidas al ejercicio de autoridad o la celebración
de contratos antes de la realización de las elecciones, que otorgan
ventaja y alteran el ejercicio democrático. (…). En línea con lo anterior,
la Sala Plena del Consejo de Estado ha indicado, en punto a su
teleología, la necesidad de proteger el interés general y rodear de

216
transparencia, imparcialidad, igualdad y moralidad el acceso de las
personas a la función pública. (…). Así, la Sala Electoral ha señalado
que el objetivo primordial de las inhabilidades consiste en “lograr la
moralización, idoneidad, probidad, imparcialidad y eficacia de la labor
de quienes van a ingresar o ya están desempeñando empleos públicos,
garantizando de esta forma la prevalencia de los intereses generales
de la comunidad sobre los personales del aspirante”. De igual manera,
en la realización del principio democrático esta Sala ha reconocido
que estos regímenes tienen como finalidad “prevenir afrentas
contra las condiciones normales en las que se deben desarrollar
los procesos electorales, producto de las situaciones personales de
los aspirantes”. En este orden, por tratarse de una limitación a la
capacidad electoral, las inhabilidades tienen un carácter taxativo y son
de interpretación restrictiva, lo cual implica que el operador judicial
debe considerar este aspecto al momento de adentrarse en el estudio
de las inhabilidades electorales. (…). Por lo tanto, el juez debe limitar
el análisis de las causales a los verbos rectores y a los presupuestos
material, espacial y temporal, configuradores de la causal, sin que
se extienda a situaciones no comprendidas en ella. Ahora bien, este
parámetro legal de interpretación restrictiva de las inhabilidades
no supone una comprensión literal o exegética, toda vez que el juez
electoral debe tener la posibilidad de valorar la prohibición a partir
de su finalidad o propósito para otorgarle su cabal poder normativo
y eficacia, especialmente cuando la norma acusa vacíos en su
configuración. Así mismo, la interpretación en la materia debe atender
a la Convención Americana de Derechos Humanos, que establece
un parámetro a la regulación interna de los derechos políticos de
sus signatarios, en cuanto dispone en el artículo 23 que la ley podrá
reglamentarlos “exclusivamente por razones de edad, nacionalidad,
residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena,
por juez competente, en proceso penal”. Por esta vía, el juez electoral
también está habilitado para realizar un control de convencionalidad
de los actos de elección popular, en virtud de los principios del derecho
internacional aceptados por Colombia cuyo reconocimiento contempla
expresamente el artículo 9º de la Constitución Política. Con este
panorama, conviene revisar algunos ejemplos de cómo conciben otros
Estados la inelegibilidad de las autoridades que se eligen por votación
ciudadana. (…). Los ejemplos referidos [de Ecuador, Chile, México,
Canadá, Australia], demuestran que la preocupación por establecer
en el ordenamiento jurídico algunos condicionamientos al perfil y
a la condición subjetiva de los candidatos a cargos de elección por

217
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

voto popular, bien sea por antecedentes penales, por razón de haber
ejercido determinado cargo público o por vínculos contractuales, no
es, ni mucho menos, exclusiva de nuestro país. Por el contrario, se
advierte un propósito moralizador común hacia la implementación de
instrumentos que permitan combatir de forma efectiva la corrupción y
asegurar la transparencia en el ejercicio de la función pública.

TESIS 3: El artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por


el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, establece la (…) causal de
inhabilidad para ser concejal municipal o distrital. (…). Conforme al
numeral transcrito, se observa que la norma, en realidad, consagra
dos (2) conductas constitutivas de inhabilidad: i) La intervención en
la gestión de negocios ante entidades públicas y ii) La intervención
en la celebración de contratos estatales. Ambas inhabilidades están
enmarcadas en el año que precede a las elecciones, siempre que
los contratos deban ejecutarse o cumplirse en el mismo municipio
o distrito correspondiente a la aspiración política. De acuerdo con
la jurisprudencia de la Corporación, estas causales de inhabilidad
persiguen como objetivo común, preservar la igualdad entre los
candidatos, sobre el supuesto de existir una relación relevante con el
Estado potencialmente ventajosa para alguno de ellos. (…). Ahora, a
pesar de la identidad de propósito y que, por lo general, las gestiones
ante las entidades públicas apunten a la celebración de contratos, es
importante no perder de vista que se trata de causales de inhabilidad
autónomas e independientes, referidas a conductas que ocurren en
diferentes momentos y se manifiestan de formas distintas.

TESIS 4: Respecto de la inhabilidad por intervención en la gestión


de negocios ante entidades públicas, la jurisprudencia ha identificado
cuatro (4) presupuestos para su configuración: (i) Un elemento
temporal, referente a la fecha de la elección y que se extiende
durante el año que la precede. (ii) Un elemento geográfico, que dirige
la atención al lugar donde se gestionaron los negocios lo cual debe
coincidir con el municipio o distrito de la elección respectiva. (iii) Un
elemento material u objetivo, referido a las actuaciones concretas
y comprobadas del demandado ante la entidad pública para lograr
un fin patrimonial o extra patrimonial, independientemente de su
éxito. (iv) Un elemento subjetivo, relacionado con el interés propio
o de terceros que motiva las gestiones adelantadas. En particular,
respecto del elemento material u objetivo, la intervención en la gestión
de negocios se ha relacionado con una conducta personal y activa

218
del futuro candidato ante una entidad pública con la que aspira a
celebrar un negocio jurídico u obtener una respuesta favorable frente
a un interés extrapatrimonial. Ahora bien, no toda diligencia que se
adelante con una autoridad pública configura la causal, pues debe
tratarse de una conducta útil, trascendente y potencialmente efectiva,
para cuya valoración también interesa el móvil, causa, aspecto modal
o de propósito que la anima. (…). Adicionalmente, en estas gestiones
se puede intervenir en nombre e interés propio, como apoderado,
agente oficioso “o cualquier otra figura que permita asumir la defensa
de intereses ajenos”. Así mismo, la Sala ha advertido en la actividad
inhabilitante un intercambio que requiere una reacción o respuesta
por parte de la entidad pública concernida, aunque esta sea negativa.
(…). En contraste, se ha descartado la conducta prohibida tratándose
de un servidor público que obra en ejercicio de sus atribuciones
legales, pues en este escenario sus actuaciones no persiguen un
interés propio ni de terceros particulares, sino que buscan satisfacer
el interés general. (…). De otra parte, las características particulares
de algunos casos han requerido precisar que, cuando la gestión de
negocios es exitosa para el acuerdo de voluntades, únicamente se
examina la causal de inhabilidad de intervención en la celebración de
contratos. Por el contrario, si la gestión tendiente a la realización de
un contrato no prospera, entonces la causal se analiza como gestión
de negocios propiamente dicha. En tales condiciones, es crucial para
el juez electoral cuidarse de no soslayar, sin mayores consideraciones,
una posible intervención en la gestión de negocios ante una entidad
pública cuando el demandado no figura entre quienes suscribieron
el contrato estatal obtenido, pues por este cauce corre el riesgo de
vaciar de contenido la primera causal, omitiendo el debido estudio de
las conductas que pudieran desplegarse en la etapa precontractual.

TESIS 5: En punto a la intervención en la celebración de contratos,


la Sección Quinta ha discurrido sobre su finalidad en los siguientes
términos: [l]a inhabilidad por celebración de contratos tiene una clara
finalidad constitucional –de hecho, todas la tienen–, tendiente a proteger
la moralidad e imparcialidad del proceso electoral y del cargo al que
se aspira, pues, de un lado, “busca evitar una confusión entre intereses
públicos y privados”, ya que, “quien ha intervenido en nombre propio
o de terceros en la celebración de un contrato con la administración,
en principio defiende los intereses particulares frente a los intereses
del Estado”; y del otro, “obstaculiza el aprovechamiento de recursos
públicos para desfigurar los procesos electorales”. Así mismo, como

219
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

elementos configurativos de la causal se han identificado por la Sala


(i) uno temporal, que se extiende durante el año anterior a la fecha de
la elección, (ii) uno geográfico o espacial, que lo constituye el lugar
(municipio, para el caso del concejal) donde se ejecutó el contrato,
el cual debe coincidir con el lugar de la elección respectiva, (iii) otro
material u objetivo, referido a la suscripción o celebración del contrato,
y (iv) el elemento subjetivo, relacionado con el interés propio o de
terceros que persigue la celebración del contrato estatal. En lo que
atañe al elemento material u objetivo, la Sala ha hecho énfasis en su
jurisprudencia más reciente, en que la intervención en la celebración
del contrato se concreta en el acto mismo de su suscripción o firma,
considerando los precisos términos en que fue formulada la causal,
en concordancia con lo dispuesto en el artículo 41 de la Ley 80 de
1993, que sujeta el perfeccionamiento de los contratos del Estado
a que “se logre acuerdo sobre el objeto y la contraprestación y éste
se eleve a escrito”. Adicionalmente, algunos precedentes reconocen
la posibilidad de que la intervención en la celebración de contratos
ocurra de forma indirecta, de modo que queden comprendidos
terceros que no lo suscriben, pero frente a quienes logra probarse la
contratación en virtud de una simulación, por interpuesta persona, por
delegación, designación, representación o mandato. De otra parte, se
ha insistido en que los actos de ejecución y liquidación de los contratos
no configuran esta inhabilidad, dado que estas actividades ocurren con
posterioridad a su celebración y, en esa medida, se ubican por fuera
de los supuestos que contempla la causal. Luego, mucho menos se
puede tomar en consideración, para estos efectos, las ventajas que
pudieran deducirse de la ejecución de un contrato estatal por parte del
contratista que luego es candidato, so pretexto de apelar a la finalidad
de la prohibición para deducir de ella su configuración.

TESIS 6: La Sala se aparta de la lectura que el Tribunal de instancia le


dio a la jurisprudencia de esta Corporación que, en el sub judice, le llevó
a examinar tan solo de forma subsidiaria y superficial las gestiones de
negocios atribuidas al demandado, ante la incontrastable verdad de
que hubo, finalmente, una celebración de contratos estatales y que el
concejal demandado no los suscribió, puesto que fueron firmados por
las personas que fungieron en cada momento como representantes
legales de la empresa contratista. Sobre el punto, es indispensable
precisar que la tesis que ha expuesto la Corporación para analizar
exclusivamente la causal de intervención en la celebración de un
contrato estatal no se traduce en descartar de plano y para todos

220
los casos, la gestión de negocios cuando se obtiene el acuerdo de
voluntades, sino en reconocer que este lleva implícitas las actuaciones
previas del contratista, adelantadas por él directamente o a través
de un tercero. (…). Ahora, si bien las providencias referidas por el
Tribunal para respaldar su postura se remontan a una época en la que
la Sección sostenía que la intervención en la celebración de contratos
comprendía actuaciones en la etapa precontractual, más bien propias
de la intervención en la gestión de negocios, lo cierto es que en
ninguno de esos casos se sentó la regla conforme a la cual sería válido
ignorar las tratativas previas al contrato, so pretexto de su posterior
perfeccionamiento, bien por el mismo demandado o por un tercero. Es
por ello que interpretaciones como la que propuso el a quo eliminan
el efecto útil de la norma —para el caso, el aparte correspondiente
del numeral 3 del artículo 43 de la Ley 136 de 1994— y arriesgan la
vigencia de la causal de inhabilidad por intervención en gestión de
negocios ante entidades públicas, pese a que se ha insistido en que
es autónoma e independiente de la celebración de contratos estatales,
toda vez que la primera se ubica en el plano de los acercamientos o
avances hacia un negocio jurídico que puede o no concretarse con una
entidad pública. De hecho, por vía de aquella interpretación sí podrían
promoverse conductas como la contratación por interpuesta persona,
a la que aludieron varios sujetos procesales en este caso.

TESIS 7: [S]e encuentra probado en el proceso que el 26 de julio de


2016, el [demandado] (…) y la señora Jeimy Alejandra Bayona Espitia
constituyeron la sociedad por acciones simplificada Blue Eventos M&B
SAS, con una composición del capital suscrito y pagado de cinco (5)
acciones en total, tres (3) a nombre del primero y dos (2) pertenecientes
a la segunda. (…). Igualmente, al momento de la creación se designó
a la señora Marleny Ramírez como representante legal principal
y al señor Julián David Mariño, como representante suplente. Así
se mantuvieron los estatutos hasta el 27 de diciembre de 2018,
cuando los socios dispusieron mediante acto privado modificar la
representación legal, designando al señor Jaime Orlando Mariño Guio
(padre del demandado) como principal y a la señora Marleny Ramírez
como suplente. Esta reforma fue registrada en la Cámara de Comercio
de Tunja el 4 de enero de 2019. (…). Siendo así, (…) la inhabilidad por
intervención en la gestión de negocios, en cuanto a que la calidad de
socio de la persona jurídica que actúa como proponente u oferente
en un proceso de selección con una entidad pública, por sí sola, no
configura la causal. En efecto, siendo la intervención en la gestión de

221
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

un negocio una acción conducente y constatable, las actividades que


la constituyen no pueden presumirse ni inferirse de aquella condición
dentro de una sociedad comercial, sobre todo porque, por regla general,
los representantes legales y administradores son los facultados para
celebrar y ejecutar los actos y contratos comprendidos en el objeto
social. (…). Al respecto, las pruebas aportadas al proceso (…) son
demostrativas de que el demandado fue designado como representante
legal suplente al momento de la constitución de la sociedad y como
tal fungió hasta el 4 de enero de 2019. De modo que para la fecha
en que asistió a la diligencia de radicación de propuestas en aquel
trámite contractual lo hizo en ejercicio de las especiales facultades y
responsabilidades que los estatutos asignaron a los representantes
legales, tanto al principal como al suplente. (…). Por tal razón, no es
de recibo el argumento de defensa del demandado, que reduce las
diligencias de radicación de las propuestas ante la Alcaldía de Tunja
como mero espectador y emisario. Todo lo contrario, de su asistencia
y la actividad de presentación de las propuestas, es válido colegir que
su comparecencia no es fortuita y que con ello perseguía un interés
en obtener los contratos, en beneficio propio y de la empresa de la
que es socio, lo cual constituye uno de los ingredientes configurativos
de la causal de inhabilidad que se le endilga en este asunto. En tales
circunstancias, contrario a la interpretación del Tribunal de instancia,
la Sala considera que la presentación de la propuesta de la SAS de la
cual es socio y era su representante legal suplente, es una actuación
determinante y necesaria para que un oferente pueda ser tenido en
cuenta en un proceso de selección ante una entidad pública como
contratista. (…). En efecto, aunque los procesos contractuales en
la modalidad de selección abreviada de menor cuantía y en los de
mínima cuantía las etapas son más simplificadas que en una licitación,
atendiendo a las características del objeto a contratar, lo cierto es que
las actividades que deben surtirse previo a la adjudicación del contrato
deben adelantarse obligatoriamente y en la forma en que se detalle en
la invitación pública que extienda la entidad contratante. (…). Conforme
a lo expuesto, las propuestas para aspirar a ser contratista del Estado
son vinculantes y generan, cuando menos, la condición de proponente,
con los correlativos derechos a participar en el proceso de selección en
términos de igualdad y a que se mantengan las condiciones ofertadas.
Siendo así, la radicación de la oferta o propuesta no es una gestión
inane, por el contrario, es un punto de partida importante y definitivo
para el interesado en lograr la celebración del pretendido contrato
con una entidad pública. Aplicadas tales nociones al ámbito de la

222
inhabilidad por intervención en la gestión de negocios ante entidades
públicas, se tiene que la presentación de la propuesta en la etapa
precontractual constituye una actuación útil y trascendente que genera
derechos y obligaciones para los participantes en los procesos de
selección. Además, esta actividad, que fue crucial y determinante para
el interesado en celebrar un contrato estatal, fue desplegada por el
socio mayoritario y representante legal suplente del proponente, quien
asistió a las audiencias de cierre en la sede de la Alcaldía de Tunja para
la radicación de los sobres con las propuestas para una época en la que
tenía ambas calidades dentro de la sociedad proponente. (…). Todas
estas actuaciones consideradas en conjunto refuerzan el interés propio
que animó al demandado a que la sociedad participara en los procesos
contractuales y obtuviera los contratos que, efectivamente, suscribió
en todos los casos, a través de sus representantes legales. En cuanto a
la diligencia desarrollada a favor de la fundación Mundo Vida, según se
reseñó previamente, también existe prueba de que el concejal radicó
la propuesta de esa persona jurídica para participar en el proceso
de selección SMC-AMT-182-2018 el 5 de diciembre de 2018, dentro
de la cual firmó el formato de asistencia de la respectiva diligencia.
Sin embargo, esta actividad, por sí sola, no puede considerarse como
intervención en la gestión de negocios, toda vez que en el expediente
no fueron informados ni aportados elementos que acreditaran alguna
relación entre el demandado y aquella fundación, o las razones
por las cuales se le encomendó justamente a él la radicación. Por
lo tanto, frente a este hecho, falta particularmente la acreditación
del interés propio o de terceros que debe animar la conducta para
que configure la causal de inhabilidad. (…). En tales condiciones,
concurren los elementos que la Sala ha identificado a fin de que se
configure la causal de inhabilidad para ser concejal por intervención
en la gestión de negocios, considerando las conductas, el término y
el ámbito espacial previstos en el numeral 3 del artículo 43 de la Ley
136 de 1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000. En
efecto, se probó que el demandado participó activamente, dentro del
año anterior a su elección como concejal, en la etapa precontractual
de tres (3) procesos de selección de contratistas adelantados por la
Alcaldía de Tunja, que corresponde al mismo municipio para el que
fue elegido en el cargo que hoy ocupa. Ante esta conclusión, resulta
relevante para la Sala reiterar que la finalidad de los regímenes de
inhabilidades establecidos en nuestro ordenamiento jurídico para los
cargos públicos, y en particular para los cargos de elección popular,
radica, por un lado, en asegurar un escenario equitativo para el

223
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

desarrollo de las campañas electorales y por el otro, garantizar que


el acceso a la función pública del ciudadano elegido popularmente
esté libre de intereses particulares agenciados con anterioridad a su
aspiración política, que pudieran influir indebidamente en su gestión.
Por lo mismo, es comprensible que el legislador, sustentado en los
principios constitucionales de prevalencia del interés general, igualdad,
moralidad y transparencia, imponga a los ciudadanos que aspiren a
ser elegidos por voto popular ciertas limitaciones a sus actividades,
sobre todo las de índole profesional y comercial, dentro de un plazo
razonable que se extiende dentro del año anterior a los comicios.

TESIS 8: De acuerdo con el recurso de apelación del demandante, el


concejal demandado no solamente intervino en la etapa precontractual
de los procesos de selección en los que participó Blue Eventos M&B
SAS ante la Alcaldía de Tunja, sino también en la celebración de los
seis (6) contratos que obtuvo para organizar eventos en el municipio.
(…). Sin embargo, esta causal no prospera en el sub judice, en primer
lugar, porque existe prueba en el proceso de que los seis (6) contratos
obtenidos por Blue Eventos M&B SAS fueron suscritos en todos los
casos por los representantes legales —valga decir, los principales—
con la Alcaldía de Tunja. En segundo lugar, no hay evidencia de que
los representantes legales de la sociedad hubiesen actuado en virtud
de autorización o mandato del socio mayoritario o de la asamblea de
accionistas que constituye el máximo órgano de dirección de la persona
jurídica, conforme a los estatutos. A partir de las pruebas aportadas
al proceso, la Sala pudo constatar que el demandado intervino en la
gestión de negocios ante la Alcaldía de Tunja a través de la radicación
de tres (3) ofertas en las etapas precontractuales de igual número de
procesos de selección de contratistas, a nombre de dos (2) personas
jurídicas distintas, una de ellas con participación accionaria como socio
mayoritario y en una época, su representante legal suplente. A estas
gestiones se suma su inclusión en tres (3) de las ofertas como parte del
personal que se encargaría de ejecutar los contratos en el municipio,
todo esto dentro del año anterior a la elección. De esta forma, en las
características del caso concreto concurren todos los presupuestos
que configuran aquella causal de inhabilidad, en la medida en que
el demandado adelantó actuaciones útiles y trascendentes ante una
entidad pública, del mismo municipio donde resultó elegido, dentro
del plazo inhabilitante. Además, dichas diligencias fueron realizadas
en procura del interés económico de dos proponentes interesados en
celebrar contratos estatales, junto con la incuestionable ventaja que

224
supone para el propio ciudadano que aspira a ser candidato a un cargo
de elección popular participar en las actividades públicas que en el
caso particular fueron contratadas y realizadas dentro del año anterior
a las elecciones populares de 27 de octubre de 2019. En consecuencia,
se revocará el fallo apelado y, en su lugar, se declarará la nulidad de la
elección del demandado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
9 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43
NUMERAL 3 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 / LEY 80 DE 1993 – ARTÍCULO 41

225
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


PERSONERO MUNICIPAL TRANSITORIO, CONCURSO DE MÉRITOS,
INCOMPATIBILIDADES DEL PERSONERO MUNICIPAL, PRECEDENTE
JURISPRUDENCIAL

EXTRACTO NO. 37

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00506-02
FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Procuradores 98 Judicial I y 24 Judicial II
para Asuntos Administrativos de Cúcuta
DEMANDADO: Martín Eduardo Herrera León - Personero
municipal transitorio de San José de Cúcuta
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección Electoral


determinar si existe mérito suficiente para confirmar, modificar o
revocar la sentencia del 11 de marzo de 2021, proferida por el Tribunal
Administrativo de Norte de Santander que accedió a las pretensiones
de la demanda de nulidad electoral contra el acto de elección del señor
Martín Eduardo Herrera León, como “personero municipal transitorio”
de San José de Cúcuta.

TESIS 1: Previo a analizar los argumentos del recurso de apelación


es necesario analizar cuáles fueron las vicisitudes que rodearon
el trámite desarrollado para proveer el cargo de personero de San
José de Cúcuta, frente a lo cual afirma la parte actora que la mesa
directiva del concejo municipal al expedir Resolución 063 de 25 de
febrero de 2020, por la cual decidió “continuar con la suspensión
del concurso” y proceder a efectuar una nueva convocatoria para
designar un personero transitorio, vulneró los artículos 88 y 91 de la
Ley 1437 de 2011. Lo anterior, por cuanto se desconoció el atributo de
la presunción de legalidad y el carácter vinculante de la Resolución
231 de 2019, a través de la cual se convocó y adoptaron las reglas del
concurso para proveer de manera definitiva este cargo, en la medida
que el Juzgado Tercero (3°) Administrativo Oral de Cúcuta, dispuso el
levantamiento de la medida cautelar de suspensión provisional del

226
acto de convocatoria, por lo que el concurso de méritos, retomó su
carácter obligatorio, circunstancia que justifica que la mesa directiva
del Concejo Municipal de San José de Cúcuta ha debido dar continuidad
al proceso de elección. (…). En este orden, concluye la Sala, con base
en las providencias emitidas por la autoridad judicial, que el concurso
de méritos para proveer el cargo de personero para el período 2020-
2024, convocado mediante la Resolución 231 del 7 de octubre de
2019, por la mesa directiva del Concejo Municipal de San José de
Cúcuta, en el momento de la designación se encontraba suspendido.
Ahora bien, específicamente, respecto de la Resolución 063 de 25 de
febrero de 2020, de la mesa directiva del Concejo Municipal, por la
cual se dispuso continuar con la suspensión de la convocatoria para
proveer el cargo de Personero (a) Municipal de San José de Cúcuta
para el periodo 2020-2024, por considerar que no se había producido
decisión de fondo dentro del proceso de nulidad simple ya referido,
se encuentra ajustada a derecho habida cuenta que, si bien, para
ese momento, ya se había aceptado “el desistimiento” de la medida
cautelar solicitada, por auto del 17 de febrero de 2020, en todo caso,
al formularse recurso de apelación, dicho auto no cobró ejecutoria, al
tenor del artículo 302 del CGP. Por el contrario, al expedirse el auto
del 28 de febrero de 2020, que resolvió “dejar sin efectos”, el auto
que aceptó el desistimiento, volvió a cobrar vigencia la suspensión
provisional. (…). En estas condiciones, se advierte que la alegada
obligatoriedad de la convocatoria no podía ser exigible, circunstancia
que nos permite analizar las condiciones bajo las cuales se dispuso
el nombramiento del demandado.

TESIS 2: Al respecto encuentra la Sala que no les asiste razón a


estos sujetos procesales al afirmar la alegada indeterminación
sobre el tipo de falta que se configura cuando hay vencimiento
del periodo, se ha iniciado el concurso de méritos y este ha sido
suspendido por orden judicial, pues, esta circunstancia constituye
una falta temporal que a la luz del artículo 172 de la Ley 136 de
1994, impone designar en encargo a quien inmediatamente siga
en jerarquía al cargo de personero municipal. (…). De lo anterior
[artículo 172 de la Ley 136 de 1994] se deriva que cuando se ha
convocado al concurso de méritos para proveer el cargo de personero
municipal y el período del antecesor ha vencido, y se han presentado
circunstancias que han originado que no se haya podido elegir al
nuevo funcionario, se presenta una interinidad que es necesario
suplir mientras culmina el concurso. La provisión que deba hacerse

227
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

para suplir la vacancia, se entiende hecha de manera transitoria,


pues esta designación por su carácter temporal, no puede ir más
allá del término estrictamente necesario mientras se logre terminar
el proceso de elección, atribuida a esta corporación administrativa
en el artículo 313 numeral 8º de la Carta, en concordancia con
el artículo 170 de Ley 136 de 1994. En efecto, el vencimiento del
periodo institucional de los personeros, que se encuentra previsto
en el artículo 170 de la Ley 136 de 1994, genera una falta absoluta
que impone desarrollar el concurso de méritos ordenado en esta
norma. Sin embargo, ante la imposibilidad de contar con el nuevo
funcionario por haberse presentado vicisitudes en el concurso
de méritos, como ocurre en el presente caso, implica que deba
designarse a alguien temporalmente, para proveer transitoriamente
dicho empleo, hasta tanto culmine el proceso de selección. En esa
medida, la hipótesis del inciso 2º del artículo 172 de la ley ibídem,
según la cual, “Las faltas temporales del personero serán suplidas
por el funcionario de la personería que le siga en jerarquía siempre
que reúna las mismas calidades del personero”, tiene plena vigencia
y debe atenderse de manera estricta, sin que haya lugar a aplicar
otras normas complementarias como lo sugiere el ministerio
público en su concepto. (…). Conforme a lo expuesto se concluye
que con la expedición de la Resolución 064 de 2019, por parte de la
duma municipal, que convocó a la elección de personero transitorio
y se señalaron las reglas de este nuevo concurso, se quebrantó el
artículo 172 de la Ley 136 de 1994, en la forma como lo expuso el
Tribunal Administrativo en la sentencia apelada y, por consiguiente
se afectó la validez del Acta 057 de la sesión del Concejo Municipal
de San José de Cúcuta de fecha 29 de febrero de 2020, por el cual
se designó al señor Martín Eduardo Herrera León, como personero
municipal transitorio, a partir del 1° de marzo de 2020 y hasta que
se elija quien va a desempeñar el cargo en propiedad, por lo que
fuerza concluir que este argumento planteado por los apelantes y el
ministerio público no tienen vocación de prosperidad.

TESIS 3: Sobre el particular es necesario precisar que las


incompatibilidades son aquellas actuaciones que no pueden
realizarse durante el desempeño de un cargo, por resultar contrarias
al deber de dedicación exclusiva que exige el desempeño de la
función pública. En otros términos, son circunstancias taxativamente
señaladas en la constitución o la ley, que ocurren con posterioridad
al nombramiento o elección, que restringen la posibilidad de ejercer

228
coetáneamente tareas públicas o privadas en guarda del interés
superior que puede verse afectado por una indebida acumulación de
funciones o confluencia de tareas no conciliables. La Sección Quinta
ha sostenido, insistentemente, que las incompatibilidades no pueden
aducirse como fundamento de la nulidad de una elección, sin que
haya una norma que así lo señale. No obstante, la prohibición objeto
de examen, consistente en no ocupar un empleo público o privado
durante los doce (12) meses posteriores al vencimiento del período
del cargo de personero, describe una conducta prohibitiva constitutiva
de una incompatibilidad a la luz del precepto antes mencionado, pero
que se torna en inhabilidad para asumir un nuevo empleo público,
durante dicho lapso lo que faculta su análisis dentro del medio de
control de nulidad electoral bajo estas consideraciones. (…). Frente
a este aspecto [configuración de la conducta prohibitiva] se impone
precisar que con anterioridad esta Sala Electoral ha concluido que
la conducta prohibitiva que se torna en inhabilidad contiene un
elemento objetivo, consistente en no ocupar empleo público o privado
diferente al de personero, un elemento temporal, según el cual, esta
incompatibilidad que conlleva una inhabilidad opera durante todo
el período para el cual fue elegido y doce (12) meses más después
del vencimiento del mismo o a la aceptación de la renuncia. Aunque
la disposición no precisa un elemento espacial, debe señalarse
que su correcto entendimiento es que la conducta prohibitiva no se
ejecute en el respectivo municipio, pues lo que se busca evitar es
que el personero municipal, después de haber ejercido la función de
control y vigilancia de la gestión pública municipal, bien como veedor
ciudadano o como ministerio público, que lo hace titular prevalente
de la potestad disciplinaria frente a quienes desempeñen funciones
públicas municipales, se sirva o beneficie de su gestión para lograr
una nominación en un cargo en la misma entidad territorial. En el
caso sub judice, los presupuestos normativos de la incompatibilidad
que se torna en inhabilidad para ocupar cargos públicos, prevista
en el artículo 175 literal a) de la Ley 136 de 1994, llevan a la Sala
a concluir que no se presenta, pues, a pesar de que se puede
entender satisfecho el elemento temporal- al haberse realizado
el nombramiento dentro de los doce (12) meses siguientes- y el
elemento espacial – en razón a que la elección se realizó en San José
de Cúcuta- la designación efectuada al señor Martín Eduardo Herrera
León, por el concejo municipal de San José de Cúcuta, se produjo
en el mismo organismo que regenta como personero transitorio y
la norma prohibitiva se refiere a la hipótesis de “Ejercer otro cargo

229
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

público o privado diferente”, entiéndase diferente al de personero


municipal, de forma que el elemento objetivo no se cumple.

TESIS 4: Afirman los impugnantes que en la sentencia recurrida


proferida por el Tribunal Administrativo de Norte de Santander
el 11 de marzo de 2021, se realiza un recuento jurisprudencial de
providencias que no son aplicables al caso bajo estudio en virtud de
que no guardan identidad fáctica o jurídica con el objeto de la presente
litis. (…). En punto a resolver este cargo se precisa que, si bien es
cierto los casos invocados no guarda exacta identidad fáctica con el
sub judice, si concurren en la designación con carácter provisional de
personeros municipales por faltas temporales del titular del cargo,
en los que se impone la designación del funcionario de la personería
que le siga en jerarquía siempre que reúna las mismas calidades del
personero, en atención al contenido del artículo 172 de la Ley 136
de 1994. Esta postura se aviene a las consideraciones que esta Sala
Electoral pronunció en el auto que decidió la medida cautelar en el
presente proceso, oportunidad en la que adicionalmente invocó la
sentencia de 4 de febrero de 2010, proferida dentro del proceso con
radicación número: 76001-23-31-000-2009-00457-02, con ponencia
de la Dra María Nohemí Hernández Pinzón Actor: Edilberto Peralta
Borja Demandado: Personero del Municipio de Candelaria. (…). En
virtud de lo expuesto es dable concluir que la jurisprudencia que
sirvió de fundamento a la decisión de primera instancia al referirse a
la aplicación del artículo 172 de la Ley 136 de 1994 en tratándose de
la designación con carácter provisional de personeros municipales
permite realizar una aproximación a la forma de proceder cuando
el proceso de elección para la elección del titular del cargo se
encuentra suspendido, precepto que impone la consecuencia jurídica
de nombrar al funcionario de la personería que le siga en jerarquía,
siempre que reúna las mismas calidades del personero, circunstancia
que conlleva a declarar la falta de prosperidad de este argumento
propuesto por los impugnantes.

TESIS 5: El municipio de San José de Cúcuta y el demandado


arguyeron en sus recursos de apelación que el Tribunal
Administrativo de Norte de Santander realizó una interpretación
errónea de lo dispuesto en el concepto del 16 de febrero de 2016
por la Sala de Consulta y Servicio Civil en razón a que se afirma
que “la provisión del empleo se realizará de forma transitoria” sin
que ello implique que se trata de una falta temporal sometida al

230
procedimiento previsto en el artículo 172 de la Ley 136 de 1994
para este tipo de vacancias. Al respecto se precisa que de la lectura
completa del concepto proferido por la Sala de Consulta y Servicio
Civil, esa corporación interpretó que frente a la contingencia de
que el concurso fracase, sea suspendido, o no haya culminado, por
razones exógenas a la corporación que deba proveerlo, se configura
una falta temporal que daría lugar a llenar esta vacancia con la
situación administrativa que ordena el artículo 172 de la ley ibídem.
(…). En tal virtud se enfatiza que lo manifestado en dicho concepto
debe ser analizado en su integridad, sin que haya lugar a considerar
interpretaciones parciales de fragmentos de su contenido, en
especial cuando concluye que la ausencia del titular generada como
consecuencia de vicisitudes presentadas en el concurso de méritos
genera una vacancia que solo “puede ser provisto de manera
transitoria y por el tiempo estrictamente necesario para adelantar o
culminar el concurso público de méritos que permita su elección” en
aplicación lo dispuesto en el artículo 172 de la Ley 136 de 1994. En
tal virtud, por considerar que no existen diversas interpretaciones
en el concepto proferido por la Sala de Consulta y Servicio Civil, sino
que por el contrario constituye una sola postura que se acompasa
con la jurisprudencia que invocó el Tribunal Administrativo y esta
Corporación al decidir la medida cautelar se concluye que este
argumento no puede salir avante. (…). [E]sta Sala Electoral ha
considerado con anterioridad que: (…) los conceptos emitidos por
la Sala de Consulta no tienen efectos vinculantes, por lo cual no
puede decirse que los criterios expuestos en torno de la elección
de los contralores tengan que ser necesariamente acogidos por las
asambleas y concejos para la escogencia de los citados funcionarios.
(…). Ahora bien se impone precisar que la función consultiva que le
ha sido asignada al Consejo de Estado en el numeral 3 del artículo
237 de la C.P., “constituye una herramienta constitucional de
colaboración interinstitucional, orientada a que el Gobierno Nacional
pueda contar con un criterio jurídico objetivo e independiente para
el mejor cumplimiento de las tareas administrativas a su cargo.” En
tal sentido, la Sala de Consulta y Servicio Civil, profiere un concepto
jurídico sobre asuntos o materias administrativas que el Gobierno
debe resolver la cual puede o no ser considerado dentro del ejercicio
de su autonomía. Sin embargo dicho pronunciamiento si puede
servir de parámetro orientador dentro del proceso de interpretación
normativa el cual, apoyado en jurisprudencia formalmente expedida
puede servir de ayuda al operador judicial. (…). Así las cosas, en el

231
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

presente caso el a quo enlistó una serie de providencias proferidas


por la Sala Electoral relacionadas con la aplicación del artículo 172
de la Ley 136 de 1994 cuanto existen vacancias temporales de los
personeros municipales y como apoyo invocó el concepto proferido
por la Sala de Consulta y Servicio Civil el 16 de febrero de 2016,
Rad No.2283 con ponencia del Consejero Edgar González López
a efectos de darle un mayor soporte a la interpretación que este
operador judicial hiciera de este precepto normativo, sin que allí se
indicara la obligatoriedad de seguir sus lineamientos, circunstancia
que en esta instancia se encuentra acorde a la facultad atribuida a él
legamente, sin que ello afecte lo decidido judicialmente en primera
instancia. Finalmente en el escrito de impugnación presentado
por el demandado y en el concepto rendido por la agente del
ministerio público se argumenta que en la sentencia se debe asumir
la postura que la Consejera de Estado Lucy Jeannette Bermúdez
Bermúdez adoptó en el salvamento de voto proferido dentro del
proceso radicado con el No. 54001-23-33-000-2020-00506-01,
el cual es concordante con la teoría de la defensa. En punto a
dilucidar este aspecto se impone precisar cuál es la naturaleza
de los salvamentos de voto y su papel como criterio auxiliar del
derecho. (…). [L]os salvamentos de voto cumplen la finalidad de dar
a conocer manifestaciones de disenso de los funcionarios judiciales
respecto de una decisión asumida por una corporación, permitiendo
exponer el punto de vista minoritario al momento de darse la
discusión del asunto, enriqueciendo el debate jurídico, validando
diversas posiciones argumentantivas, sin que las manifestaciones
allí expuestas constituyan lineamientos de obligatorio acatamiento
por la corporación judicial en virtud de que no obtuvo la mayoría
exigida normativamente. De lo expuesto concluye la Sala que no es
posible acceder a las solicitudes realizadas por el demandado en el
escrito de impugnación presentado y por la agente del ministerio
público en el concepto rendido por no constituir una decisión judicial
adoptada de forma mayoritaria por la Sala Electoral. (…). La Sala
confirmará la sentencia del 11 de marzo de 2021, proferida por el
Tribunal Administrativo de Norte de Santander que accedió a las
pretensiones de la demanda de nulidad electoral contra el acto de
elección del señor Martín Eduardo Herrera León, como “personero
municipal transitorio” de San José de Cúcuta, al encontrar que los
argumentos planteados en los recurso de apelación no tuvieron el
mérito suficiente para modificar la decisión del a quo, conforme a las
razones expuestas en precedencia.

232
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: [E]l legislador determinó que durante el desempeño de su


cargo, los personeros municipales no podrán ejercer otra dignidad
en entidades públicas o ejercer su profesión en actividades privadas,
lo que claramente denota una finalidad específica, como es la de
buscar la dedicación exclusiva de quien ostenta dicha posición ante
la relevancia de las funciones que constitucional y legalmente ejerce.
Dicha disposición normativa, es necesario leerla en conjunto con lo
señalado en el artículo 51 de la Ley 617 del 2000. (…). Así las cosas,
(…), se tienen dos situaciones claramente diferenciables: (i) La norma,
aplicada en el contexto para el cual fue diseñada, impide que durante el
ejercicio del cargo, el personero municipal ocupe otro empleo público o
privado, diferente de aquel, lo que constituye una incompatibilidad en
todo el sentido de la expresión, es decir, una restricción para evitar la
concomitancia en el desempeño de funciones mientras se encuentre
ocupando dicha posición. (ii) De otra parte, leída en conjunto con el
artículo 51 de la Ley 617 del 2000, la incompatibilidad del artículo
175 literal a) ídem, deviene en una inhabilidad para el ejercicio de
otros cargos públicos o privados, pues la prohibición allí contemplada
se extiende por 12 meses adicionales, contabilizados a partir de la
terminación del período institucional o de la aceptación de la renuncia.
(…). [C]ontrario a lo sostenido en la providencia objeto de la presente
aclaración, (…), en tanto la norma se torna en una inhabilidad para
ejercer cualquier cargo público o privado dentro de los 12 meses
siguientes a la terminación del período institucional o la aceptación de
la renuncia, es claro que incluso, que la misma posición de personero
municipal, se encuentra cobijada por esta causal de inelegibilidad. Lo
anterior es así, por cuanto es necesario garantizar la finalidad de la
disposición normativa del año 2000, que busca evitar que quien haya
ocupado la posición haga uso de la misma para su propio beneficio
en la búsqueda de otras vinculaciones en el ámbito municipal, lo que
cubre, con mayor razón, el mismo cargo de representante del Ministerio
Público a nivel local, dado que la referencia normativa establecida en
el texto del artículo 175 de la Ley 136 de 1994, concerniente a que
sea en un empleo diferente, solo puede ser entendida, como ya [se
mencionó] en el ámbito de la incompatibilidad y no de la inhabilidad
propuesta a partir de lo normado en el artículo 51 de la Ley 617 de
2000 para quien deja el cargo. [Se señala] que la interpretación que

233
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

[se sostiene] en la presente aclaración, no resulta contraria a los


postulados hermenéuticos que guían la aplicación de las inhabilidades
e incompatibilidades respecto de su carácter restrictivo, toda vez que
tal concepto no puede conllevar al efecto no deseado de vaciar de
contenido las disposiciones jurídicas, por lo que en todo momento, a
pesar de circunscribir la aplicación de las mismas a los eventos en
ellas consagrados, se hace necesario también acudir a su finalidad
y efecto útil, para prevenir de esta manera situaciones contrarias al
ordenamiento constitucional y legal, como lo es, el poner al servicio
de un interés particular y personalista, el acceso a un empleo público
a través de la posición privilegiada que se ostenta, como en este caso,
el acceso a la oficina de personero municipal, desconociendo los
principios constitucionales allí envueltos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 237 NUMERAL 3 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 172 / LEY 136 DE
1994 - ARTÍCULO 175 LITERAL A / LEY 617 DE 2000 - ARTÍCULO 51

234
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA, LIBERTAD POLÍTICA, RENUNCIA A PARTIDO POLÍTICO,
PRUEBA INDICIARIA

EXTRACTO NO. 38

RADICADO: 47001-23-33-000-2019-00808-02
FECHA: 19/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Oladys Esther Correa Suárez
DEMANDADA: Sindy Mateus Gómez - Concejal de Ciénaga –
Magdalena, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia de 7 de abril de 2021, mediante
la cual, el Tribunal Administrativo del Magdalena negó las pretensiones
de la demanda relacionada con la incursión en conducta constitutiva de
doble militancia, por parte de la concejal Sindy Mateus Gómez.

TESIS 1: La doble militancia en el ordenamiento jurídico colombiano


tiene su génesis en el Acto Legislativo 01 de 2003, que modificó el
artículo 107 de la Constitución Política, al prever que en ningún caso
se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de
un partido o movimiento político con personería jurídica. Dicho Acto
Legislativo también dispuso que quien participara en las consultas
de un partido o movimiento político o en consultas interpartidistas,
no podía inscribirse por otro en el mismo certamen electoral.
Posteriormente, con la expedición del Acto Legislativo 01 de 2009,
además de reiterarse las citadas prohibiciones, se añadió que quien
siendo miembro de una corporación pública llegare a presentarse a
la siguiente elección, por un partido político distinto, debía renunciar
a la curul al menos doce (12) meses antes del primer día de las
inscripciones. La Corte Constitucional, mediante sentencia C-303 de
2010, al decidir la demanda de inconstitucionalidad del parágrafo
transitorio 1º del artículo 1° del Acto Legislativo 1 de 2009, que
modificó el artículo 107 de la Constitución, puso de presente que la

235
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

antedicha regla tenía por finalidad propender por el fortalecimiento


de los partidos y movimientos políticos, lo cual impacta positivamente
en la vigencia del principio de la soberanía popular. (…). Así entonces,
la prohibición de la doble militancia política surgió con la finalidad
de fortalecer los partidos y movimientos políticos y sancionar el
transfuguismo político, (…), de manera que se procura el respeto
por la identidad de los partidos y se discipline la actividad política,
ordenando que los miembros y militantes de los partidos mantengan
su vinculación a la colectividad política, mientras no renuncien a
ellos, bajo los parámetros ordenados por el legislador y que quienes
ostenten alguna representación mantengan su identidad política, para
no burlar la confianza depositada por sus electores en las urnas. (…).
Es importante tener en cuenta que el legislador estatutario [artículo 2
de la Ley 1475 de 2011] extendió el ámbito de aplicación de la figura
de la doble militancia, en tanto eliminó la expresión que imponía que el
partido o movimiento político debía contar con personería jurídica, que
le adscribía el Acto Legislativo 01 de 2003. En consecuencia, dispuso
que “…En ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer
simultáneamente a más de un partido o movimiento político”. Sobre
el particular, la Corte Constitucional, mediante sentencia C-490 de
2011, (…), determinó que “el legislador estatutario puede incorporar
una regulación más exigente o extensiva respecto a la prohibición de
doble militancia” y, por ende, declaró este precepto ajustado a la Carta
Política. La Sección Quinta de esta Corporación ha estructurado una
línea jurisprudencial en materia de contenido, alcance y modalidades
por las que se puede configurar la prohibición de la doble militancia,
para distinguir cinco (5) hipótesis relacionadas con los sujetos a
quienes va dirigida: “i) Los ciudadanos: “En ningún caso se permitirá
a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o
movimiento político con personería jurídica.” (Inciso 2º del artículo 107
de la Constitución Política). ii) Quienes participen en consultas: “Quien
participe en las consultas de un partido o movimiento político o en
consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo
proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política).
iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de
una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección,
por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones. (Inciso 12 del artículo 107
de la Constitución Política). iv) Miembros de organizaciones políticas
para apoyar candidatos de otra organización: “Quienes se desempeñen
en cargos de dirección, gobierno, administración o control, dentro

236
de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser
elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, no podrán
apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento
político al cual se encuentren afiliados. Los candidatos que resulten
electos, siempre que fueren inscritos por un partido o movimiento
político, deberán pertenecer al que los inscribió mientras ostenten la
investidura o cargo, y si deciden presentarse a la siguiente elección
por un partido o movimiento político distinto, deberán renunciar a la
curul al menos doce (12) meses antes del primer día de inscripciones.”
(Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011). v) Directivos de
organizaciones políticas: “Los directivos de los partidos y movimientos
políticos que aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección
popular por otro partido o movimientos políticos o grupo significativo
de ciudadanos, o formar parte de los órganos de dirección de estas,
deben renunciar al cargo doce (12) meses antes de postularse o
aceptar la nueva designación o ser inscritos como candidatos” (Inciso
3º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011)”. (…). La Sala advierte que el
evento que ocupa la atención de esta colegiatura encaja en el numeral
i), que corresponde al inciso 2° del artículo 2° de la Ley 1475 de 2011,
según el cual, ningún ciudadano puede pertenecer, simultáneamente,
a más de un partido o movimientos político, pues, ello iría en contravía
de la necesaria identidad que reclama la pertenencia a un partido
político y la coherencia que debe existir entre los ciudadanos, quienes
tienen libertad de pertenecer al partido o movimiento de su preferencia
y la ideología que se supone deben profesar, conforme al artículo 107
superior. (…). Por eso con buen criterio, la jurisprudencia ha buscado
organizar los elementos constitutivos de cada modalidad, en este caso,
la que se predica de todo ciudadano, indicando que debe existir un
sujeto activo, esto es, el ciudadano a quien se le impone abstenerse de
incursionar en la conducta prohibida consistente en la simultaneidad
de militancia política devenida de inscribirse a la elección de cargo o
corporación pública de elección popular por otro corporativo político
sin haber dimitido del anterior al cual había avenido como militante
o afiliado y el elemento temporal que para la modalidad de los
ciudadanos militantes se diría responde a la concomitancia política al
momento de inscribirse a las justas electorales, para el evento en que
se aspira a un cargo o curul por elección popular, que es la situación
fáctica planteada en el caso que ocupa la atención de la Sala.

TESIS 2: [E]n relación con la doble militancia, la figura de la renuncia


ha sido legislada en forma aparejada como una condición exonerante

237
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de la incursión en la prohibición, siempre y cuando esta sea acorde a


las exigencias determinadas por el constituyente o el legislador, como
se puede advertir en la previsión constitucional del artículo 107, al igual
que la Ley 1475 de 2011. Sin embargo, en los contenidos normativos
mencionados, no se advierte que se haga referencia en forma expresa
a la mera o simple militancia de un ciudadano en una colectividad.
Pero tal silencio no puede implicar desconocer la incidencia que
tal figura podría tener en casos como de la doble militancia de los
ciudadanos que se agrupan en una colectividad política, pues es
innegable que la doble militancia también se predica del ciudadano
común, del militante del colectivo político, quien no necesariamente es
inscrito, elegido o directivo. Así las cosas, abstrayendo pautas de las
generalidades que resultan de utilidad y, en aras, de dar explicación a
la modalidad de doble militancia que ocupa la atención de la Sala, se
considera que dentro las características que materializan la renuncia
emergen como presupuestos: (i) un factor modal consistente en
que la renuncia debe ser potestativa y voluntaria del legitimado, es
decir por parte (ii) del sujeto activo que es el ciudadano militante y
sin que se le imponga (iii) un factor temporal o período inhabilitante,
distinto a aquel referente a que al momento de inscribirse haya
renunciado a la colectividad de la cual dimite. No debe perderse de
base que el propio artículo 107 tiene su primera narrativa, aludiendo
en forma expresa a dos derechos fundamentales políticos que impone
se garanticen a todos los ciudadanos, por una parte, el de fundar,
organizar o desarrollar colectividades y, por otra, la protección a
la “libertad de afiliarse a ellos o de retirarse”. (…). En esa línea esa
libertad de afiliación y retiro también se advierte en los militantes
que son ciudadanos que simpatizan en forma vinculante y se agrupan
como sujetos políticos en una colectividad y resulta reglamentada por
la organización electoral, como acontece respecto de las Resoluciones
1839 de 11 de julio de 2013 y 003 de 2017, que posteriormente fueron
derogadas por la Resolución 266 de 31 de enero de 2019 expedida
por el Consejo Nacional Electoral, por medio de la cual se establece
el registro único de partidos, movimientos políticos y agrupaciones
políticas, en cuyos ítems están los afiliados (numeral 3.5 del artículo 3
ejusdem) y expresamente indica que este registro de militantes hace
parte integral de aquel. En estos actos administrativos (en ambas
resoluciones 1839 y 266) se invoca el artículo 3 de la Ley 1475 de
2011, facultativo al CNE para que lleve y se encargue del registro único
de partidos y movimientos políticos, en cuyo contenido se incorpora
a su vez otro registro, el referente a los afiliados a las colectividades.

238
(…). En el tema particular del sistema de identificación y registro de
afiliados se decanta por definirlo como el conjunto de procedimientos
que permiten la verificación plena de la identidad y la consolidación de
la información de los ciudadanos inscritos a los partidos, movimientos
y agrupaciones políticas. Y a consagrar como propósito el reglamentar
el procedimiento de afiliación de los ciudadanos a las organizaciones
políticas y consolidar los correspondientes registros. (…). Dentro
de la distinción entre el ingreso de un ciudadano a una colectividad
mediante la afiliación y su conducta antagónica del retiro, a través de la
desafiliación, existe un punto focal común y es que ambas actuaciones,
en condiciones normales, requieren de la manifestación expresa o
inequívoca del ciudadano, pero entre ambas figuras existe una sutil
diferencia, que resulta de utilidad para los efectos de este asunto y
es que mientras la afiliación requiere de aceptación, la desafiliación
no. Colofón de las consideraciones anteriores es que la renuncia de
militancia a un corporativo político no está supeditada a la aceptación
de éste, solo a la manifestación concreta, clara, expresa e inequívoca de
la intención del militante de retirarse. (…). Así las cosas, para la Sala es
claro que la renuncia de los ciudadanos militantes acontece en una sola
vía, al no requerir de contestación, aceptación, autorización o conducta
similar proveniente del destinatario, es decir, de la colectividad y ello
se explica precisamente por la libertad constitucional con el que el
artículo 107 destaca la posibilidad de afiliarse y desafiliarse. Siendo,
entonces más estricta la figura del ingreso, porque se está frente a la
llamada adhesión reglamentada, lo que resulta razonable si se tiene en
cuenta que la militancia conlleva la membresía activa a la comunidad
del grupo u organización política, con todo lo que ello implica, pues
se trata de la pertenencia al colectivo, que lleva aparejada la garantía
a la organización y funcionamiento de aquel, al desarrollo de su
propaganda, publicidad y divulgación ideológica y programática y de
su actividad política en general.

TESIS 3: [L]a Sala dentro del panorama probatorio tiene por cierto,
porque en efecto así está acreditado, que la accionada Mateus Gómez,
resultó elegida concejal en los comicios de 27 de octubre de 2019,
conforme consta en el E-26 CON de 9 de noviembre de 2019, con el
aval del Partido Alianza Verde, colectividad que la inscribió el 2 de
agosto de 2019, según consta en el formulario E-7, en reemplazo
de la señora Belkis Beatriz Pacheco Fontalvo, quien renunció. Sea lo
primero señalar que no es procedente, en el presente caso, efectuar
una valoración de todo el material probatorio allegado al plenario, sino

239
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de las pruebas atacadas por el recurrente, por cuanto la actora solo


esgrimió argumentos de inconformidad respecto de la valoración de
éstos y no expresó ningún reparo en contra de las consideraciones
efectuadas en la sentencia de primera instancia, en relación con los
demás medios de prueba. Lo anterior, en la medida que el artículo
328 del Código General del Proceso señala que “el juez de segunda
instancia deberá pronunciarse solamente sobre los argumentos
expuestos por el apelante, sin perjuicio de las decisiones que deba
adoptar de oficio, en los casos previstos por la ley”. (…). De las (…)
consideraciones, de cara a las pruebas discutidas, a la normativa, a
la jurisprudencia y al criterio amplio de la libertad de desafiliación
es donde se advierte el punto de inflexión de los argumentos de la
apelante, toda vez que las pruebas evidencian que hubo presentación
de la renuncia de la señora Mateus Gómez, lo cual aconteció en marzo
de 2016 y que resulta innecesario, por los presupuestos que validan
la dimisión, aludir a trámites posteriores, que en el caso concreto, es
donde emergen aspectos difusos que pone en entredicho la apelante.
(…). Para la Sala, este aspecto [comprobante de envío a la secretaría del
Directorio] no puede sugerir que deba restársele credibilidad al hecho
que se prueba, pues, como bien lo consideró el Tribunal a quo en el fallo
apelado, la Resolución 0578 de 25 de abril de 2015 expedida por el
CNE, mediante la cual se aprobaron los estatutos de dicha colectividad,
en el artículo 12, se prevé que la calidad de militante del corporativo
político se pierde, entre otras causales, (i) por renuncia y que el
directorio departamental es organismo de dirección y representación
del partido en el nivel regional, conforme a las voces de los artículos
24 y 93 ejusdem, en armonía con los artículos 70, el parágrafo del
artículo 8 ibidem y con la previsión de que es militante quien solicite
el ingreso y haga su inscripción “ante un directorio territorial o ante
la Secretaría General del Directorio Nacional…” (art. 8 literal a) y a que
la previsión estatutaria no condiciona o establece requisito adicional
para la renuncia. Así las cosas, la norma estatutaria en cita, otorga
a las referidas dependencias territoriales la competencia para recibir
las solicitudes de ingreso y desafiliación, lo cual resulta armónico con
que puedan radicarse ante la organización partidista. (…). En sentir de
la Sala no resulta afortunada, como lo pretende la recurrente, poner en
tela de juicio la credibilidad de la renuncia, por un factor real y fortuito
como ha sido la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia,
originada por el nuevo coronavirus Covid 19, de dimensiones globales,
que ha tenido un impacto cierto en la vida social, económica, política
en las sociedades. (…). En este orden, se reitera que resulta suficiente

240
y conforme a las normas estatutarias, (…), que solo basta presentar
la solicitud de desafiliación, la cual aconteció en marzo de 2016, con
antelación de la inscripción a los comicios de 27 de octubre de 2020.
Aunado a que estatutariamente, la renuncia o dimisión sí se puede
presentar ante el Directorio político departamental, por ser órgano
directivo seccional, como lo establecen el artículo 24, 56, 70 y 93 de
la Resolución 0578 de 2015. (…). Para esta Judicatura, la expresión
“aceptación”, no puede leerse, de forma literal sino de contexto,
es decir, debe entenderse que, lo que se quiso decir en la aludida
certificación es que con la sola radicación se entiende aceptada la
renuncia. Además, mal puede alegarse que resulte vulnerado el
acto declaratorio de elección por un hecho que no es presupuesto
para configurar el elemento exonerante de la prohibición de doble
militancia devenida de la renuncia a la colectividad. (…). Para la Sala,
no está probado que hubo una actitud fraudulenta o de confabulación,
ni que haya habido un “montaje” para acreditar la aludida renuncia
presentada al Partido Conservador por parte de la concejal
demandada, en tanto, no hay elemento probatorio que así lo indique.
Las circunstancias narradas por la apelante no alcanzan a tener la
categoría de indicios graves, necesarios y concurrentes que prueben
que la renuncia no existió. (…). En este orden, no encuentra el Consejo
de Estado que se trate de indicios de aquellos calificados de graves, en
tanto esta clase de prueba implica que de un hecho conocido se infiere
lógicamente otro, lo cual no sucede en el caso en análisis, por cuanto
la deducción que la parte apelante hace a lo que formula como hechos
indicadores, a saber: la supuesta falta de claridad en la presentación
de la renuncia al nivel central del partido, la falta del comprobante
del envío del Directorio Departamental a la oficina central e incluso
el envío tardío, la supuesta evasiva de la Secretaría Jurídica de la
colectividad en entregar la documentación por las restricciones de la
pandemia y de suministrarle la información a la demandante, no son
hechos indicadores que tenga respaldo probatorio, sino apreciaciones
y opiniones personales y subjetivas, de las cuales no permiten inferir
el hecho indicado de fraude o la ilegalidad de la renuncia presentada
por la accionada. Se afirma por la Sección que en dicha formulación
se presenta un rompimiento en la relación que los hechos indicadores
deben tener con el supuesto indicado, para que emerja la llamada
prueba del indicio, en tanto no existe la conexión lógica –presupuesto
sine qua non de la prueba indiciaria-, por cuanto la presentación de la
dimisión por parte de la señora Sindy Mateus aconteció en la jerarquía
partidista seccional, como quedó visto, al haberla presentado ante el

241
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Directorio Conservador del departamento del Magdalena, aunado a que


normativamente, no se exige trámite posterior o diferente para validar
la renuncia como factor exonerante de la doble militancia ciudadana.
(…). En contraste, la declaración de tercero recaudada judicialmente y
la certificación del partido Conservador son unívocas al señalar que
la renuncia data de marzo de 2016, tanto en suscripción como en
presentación ante el colectivo, sin que trascienda el procedimiento o
trámite de la aceptación, es decir que la dimisión a la militancia de la
accionada incluso con tanta antelación, valida el rompimiento de la
acusada simultaneidad política incluso desde muchos años antes de la
fecha de la inscripción de la candidatura al concejo municipal Ciénaga.
Así las cosas, como la prueba sobre la cual se edifica la doble militancia
política debe ser contundente respecto de todos los elementos que la
configuran, entre ellos, la conducta prohibitiva y no dejar espacio a
interrogantes, precisamente por tratarse de un derecho de raigambre
constitucional, esto es el derecho a ser elegido, y en el presente asunto
el testimonio tiene coincidencia en el punto esencial de la renuncia,
como elemento enervante de la incursión en la prohibición de la
doble militancia del ciudadano por simultaneidad de su militancia en
el partido Conservador Colombiano (colectividad anterior) y Alianza
Verde (colectividad actual), se concluye que no se configuró la causal
de nulidad alegada. En consecuencia, los argumentos de la parte
recurrente no tienen la virtualidad de generar la convicción para
quebrar el fallo emitido por el a quo, por lo que se impone confirmar la
sentencia apelada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY
1475 DE 2011 – ARTÍCULO 3 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 328

242
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
ALCALDE LOCAL, INHABILIDADES DEL ALCALDE LOCAL,
INHABILIDADES DEL SERVIDOR PÚBLICO, TERNA, INHABILIDAD
DE LOS CANDIDATOS, LÍMITES DEL JUEZ DE SEGUNDA INSTANCIA

EXTRACTO NO. 39

RADICADO: 13001-23-33-000-2020-00551-01
FECHA: 09/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gustavo Adolfo Martínez Betancurt
DEMANDADO: Luis Hernán Negrete Blanco – Alcalde de la
Localidad Histórica y del Caribe Norte de Cartagena
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Esta Sala determinará si confirma, modifica


o revoca la sentencia de 4 de junio de 2021, proferida por el Tribunal
Administrativo de Bolívar, que denegó las pretensiones de la demanda
de nulidad electoral de la referencia. Al efecto, se deberá resolver
el siguiente problema jurídico, de conformidad con los argumentos
de impugnación en contraste con los argumentos del a quo: ¿El
nombramiento de Luis Hernán Negrete Blanco como alcalde de la
Localidad Histórica y del Caribe Norte de Cartagena está viciado por
infracción de norma superior, expedición irregular y la causal de
nulidad del artículo 275.5 del CPACA, en la medida en que Luis Ernesto
Ramírez Hernández, integrante de la terna postulada por la respectiva
Junta Administradora Local, estaba presuntamente incurso en la
causal de inhabilidad del artículo 179-8 de la Constitución Política?

TESIS 1: En relación con el marco jurídico aplicable a los distritos


especiales, como entidades territoriales sometidas a un régimen
político, administrativo y fiscal propio, orientado a dotarlas de
mayor autonomía para impulsar el desarrollo de sus territorios y el
mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes, el Constituyente
de 1991 decidió constituirlos o reconocerlos directamente, como
expresión de su voluntad de sustraerlos prima facie de las normas
del ordenamiento municipal ordinario, las cuales solo les resultan
aplicables de forma subsidiaria. (…). En ese orden, son varias

243
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

las decisiones judiciales que, en sede de control abstracto de


constitucionalidad, han avalado el propósito superior de extender el
régimen especial del Distrito de Bogotá a las ciudades de Cartagena,
Santa Marta y Barranquilla, en lo no regulado por sus respectivas
normas especiales, como lo disponen sus propios actos legislativos
de carácter constitutivo, a partir de las cuales se puede concluir, en
consonancia con la línea jurisprudencial que integran, que: (i) El artículo
238 de la Constitución reconoce y mantiene el régimen y carácter de
Distrito Turístico y Cultural de la ciudad de Cartagena de Indias, a
partir de su creación en el Acto Legislativo 01 de 1987. (ii) De acuerdo
con esas disposiciones, la regulación de las normas especiales que
rigen dicho ente territorial solo puede ser obra del Congreso de la
República como legislador democrático, es decir, existe reserva de ley
sobre la materia. (iii) Sin desconocer la especificidad y autonomía de
los distritos de la Costa Atlántica para dotarse de estatuto orgánico
propio, es voluntad del Constituyente permitir que se les extienda el
régimen especial del Distrito Capital de Bogotá y, subsidiariamente, el
régimen municipal común, de conformidad con la ley. En desarrollo
de las normas constitucionales mencionadas e implementación de las
anteriores tesis pretorianas, se expidieron (…) normativas de carácter
especial, aplicables al Distrito de Cartagena, en las que se enfatiza su
primacía sobre las normas generales y la aplicación subsidiaria del
régimen municipal, ante lagunas que no tengan prevista una remisión
normativa expresa a otras regulaciones, como el Estatuto Orgánico
de Bogotá, a fin de superarlas: (i) Ley 768 de 2002 [artículo 2] (…). (ii)
Ley 1617 de 2013. (…). En su artículo 2 indica que los distritos son
entidades territoriales organizadas de acuerdo con lo previsto en la
Constitución y están sujetos a un régimen especial.

TESIS 2: El régimen de inhabilidades de los alcaldes locales de los


distritos especiales de la Costa Caribe ha sido estudiado a profundidad
por esta Sección, en sentencias de 30 de marzo y 29 de junio de
2017, en las que concluyó que no existe norma especial que lo regule.
Ante ese vacío normativo, la Sala consideró que no es posible acudir
directamente al Estatuto de Bogotá, establecido en el Decreto Ley 1421
de 1993 que, en su artículo 84 señala que no podrán ser designados
en dicho cargo quienes estén comprendidos en cualquiera de las
inhabilidades señaladas para los ediles, es decir, las consagradas en
el artículo 66 de dicho estatuto. Por tanto, no existe norma expresa
en las Leyes 768 de 2002 y 1617 de 2013 que contenga esa remisión
normativa. (…). Ahora bien, al no existir en las disposiciones especiales

244
que rigen al Distrito Turístico y Cultural de Cartagena causales de
inhabilidad específicas para sus alcaldes locales ni remisiones al
régimen de otros entes territoriales, incluido el del Distrito Capital
de Bogotá y, teniendo en cuenta que la normativa prevista para los
municipios no regula esta materia, entonces se reitera la tesis de
esta Sección de aplicar a estos mandatarios locales las prohibiciones
genéricas que rigen para todos los servidores públicos.

TESIS 3: El primer reproche consiste en que uno de los ternados,


Luis Ernesto Ramírez Hernández, estaba incurso en la causal de
inhabilidad consagrada en el artículo 179-8 de la Constitución y, por
ende, la terna y el acto de designación están viciados. Al respecto, la
Sala considera que le asiste razón al juez de primera instancia que
concluyó que este planteamiento no tiene la vocación de anular el
acto demandado, porque el mencionado candidato no fue la persona
designada y, en consecuencia, carece de incidencia en el resultado. (…).
[L]a Sala Electoral considera que este planteamiento de la apelación
no prospera porque la tesis del Tribunal está en consonancia con la
naturaleza de este medio de control en la medida en que, con su ejercicio
se controla la legalidad de los actos electorales. (…). [L]a eventual
configuración de una causal de nulidad electoral de carácter subjetivo
tiene relevancia jurídica en sede de nulidad electoral en el evento
en que recaiga directamente sobre el elegido y no sobre los demás
candidatos. La anterior conclusión se fundamenta en: (i) el carácter
personal, excepcional, taxativo y de interpretación restrictiva que tienen
las inhabilidades, las cuales no se pueden proyectar sobre personas
distintas a quien incurre en ellas (desde la perspectiva subjetiva de
la causal del artículo 275-5 del CPACA); y (ii) la imposibilidad de llevar
a cabo un análisis de incidencia de orden objetivo sobre el impacto
directo y trascendental en el resultado de la elección de las eventuales
inhabilidades que recaen sobre quienes participaron en ella como
candidatos pero no resultaron designados (desde la perspectiva de la
expedición irregular). En consecuencia, es innecesario e improcedente
establecer si el señor Ramírez Hernández estaba o no incurso en la
inhabilidad establecida en el artículo 179-8 de la Constitución Política,
porque si bien fue postulado para ocupar el cargo de alcalde local en
Cartagena, no fue designado. Sin embargo, la Sala reitera que dicha
inhabilidad no resulta aplicable a los alcaldes locales, por no tratarse
de cargos de elección popular. De acuerdo con lo expuesto, la Sala
despacha desfavorablemente este argumento de la impugnación. Los
apelantes cuestionaron que el acto demandado nunca fue publicado

245
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

como lo prescribe el artículo 65 del CPACA, en concordancia con el


artículo 164, numeral 2, literal a) del mismo código y, por tanto, carece
de validez. Como lo sostuvo la agente del Ministerio Público, se trata
de una cuestión nueva, en la medida en que no fue planteada en la
demanda y, por tanto, tampoco hizo parte de la fijación del litigio y el
problema jurídico que se resolvió en la sentencia objeto del presente
recurso, por lo que no hay lugar a emitir pronunciamiento de fondo al
respecto. En efecto, esta Sección ha precisado que el juez de segunda
instancia no puede desbordar, en principio, los planteamientos que
sustentan el recurso de alzada, así como tampoco los elementos
fácticos y jurídicos que integran el objeto de la litis, es decir, que debe
observar fielmente los límites materiales tanto de la apelación como de
la propia demanda, teniendo en cuenta que traspasarlos implicaría el
desconocimiento de las garantías al debido proceso de los integrantes
del externo pasivo de la relación procesal, por no contar con la
posibilidad de controvertir esos argumentos. Como se evidenció en los
antecedentes de esta providencia, en la demanda no se hizo mención
alguna a la publicación del acto acusado como causal de nulidad, por lo
que no está llamado a prosperar. En todo caso, conviene recordar que
el examen de legalidad a cargo de esta jurisdicción es autónomo y se
dirige específicamente a controlar el apego de los actos demandados a
la normativa vigente, desde un enfoque objetivo e integral, teniendo en
cuenta que su validez se configura desde su formación mientras que
su efectividad viene dada por situaciones posteriores a su nacimiento,
ajenas al juicio de nulidad electoral, en cuanto la publicidad no hace
parte de los presupuestos de su juridicidad, por lo que se rechazará
también este motivo de inconformidad.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 179 NUMERAL 8 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA -
ARTÍCULO 328 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 1987 - ARTÍCULO 1 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 1987 - ARTÍCULO 2 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 1987 - ARTÍCULO 3 / LEY
1437 DE 2011 - ARTÍCULO 275 NUMERAL 5 / LEY 768 DE 2002 - ARTÍCULO 2 / LEY
1617 DE 2013 - ARTÍCULO 2 / LEY 1421 DE 1993 - ARTÍCULO 66 / LEY 1421 DE
1993 - ARTÍCULO 84

246
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
DIPUTADOS DE LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, CAUSALES
DE LA NULIDAD ELECTORAL, ELECCIONES POR VOTO POPULAR,
FALSEDAD DOCUMENTAL POR DIFERENCIAS INJUSTIFICADAS,
CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL,
DEMANDA DE RECONVENCIÓN, REFORMA DE LA DEMANDA,
DIFERENCIA ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO E-24

EXTRACTO NO. 40

RADICADO: 23001-23-33-000-2020-00004-02
FECHA: 09/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Yeermenson Velásquez Díaz
DEMANDADOS: Diputados a la Asamblea de Córdoba
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia del 13 de mayo de 2021,
proferida por el a quo, que denegó las pretensiones de la presente
demanda de nulidad electoral. Para tal efecto, se deberá resolver los
siguientes problemas jurídicos principales, de conformidad con los
argumentos que sustentan los recursos de apelación sub judice: ¿La
elección de los diputados a la Asamblea de Córdoba, periodo 2020-
2023, se encuentra viciada de nulidad: (i) por las causales genéricas
del artículo 137 del CPACA, en cuanto la Comisión Escrutadora General
de Córdoba no resolvió de fondo las reclamaciones presentadas por
los apoderados del señor Yermenson Velásquez Díaz, al rechazarlas o
denegarlas por extemporáneas y sin posibilidad de apelación, mediante
autos 01 y 04 del 3 y 9 de noviembre de 2019, respectivamente, y
resoluciones 44 y 45 de esta última fecha; (ii) por la causal de nulidad
electoral objetiva del artículo 275.3 ejusdem, al presuntamente existir
diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24 de las
mesas impugnadas en segunda instancia, que se refieren inclusive
a las acusadas en los escritos de reforma y contestación de la
demanda, bien por aumentar la votación del señor Carlos Bello Díaz o
por disminuir la de los señores Yeermenson Velásquez Díaz y Carlos
Burgos González?

247
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 1: Los actos de elección pueden estar viciados por cualquiera


de las causales genéricas de nulidad de los actos administrativos que
enuncia el artículo 137 de la ley 1437 de 2011 o de las específicas de
nulidad electoral que enumera el artículo 275 de dicha normativa, o
por unas y otras de manera concomitante. [Las causales genéricas de
nulidad] [s]e encuentran enunciadas en el inciso segundo del artículo
137 del CPACA en correlación con los elementos de validez comunes a
todos los actos administrativos, que se predican también de los actos
electorales y los de contenido electoral, como son, su conformidad con
la Constitución, legalidad sustancial, competencia, motivación real,
adecuada y suficiente, observancia de las formalidades, fin legítimo
y proporcionalidad de la decisión; en consecuencia, aquellos se
encuentran viciados de nulidad “(…) cuando hayan sido expedidos con
infracción de las normas en que deberían fundarse, o sin competencia,
o en forma irregular, o con desconocimiento del derecho de audiencia
y defensa, o mediante falsa motivación, o con desviación de las
atribuciones propias de quien los profirió”.

TESIS 2: Los actos administrativos son a la vez el desarrollo o


aplicación de disposiciones jurídicas sustantivas y adjetivas, así como
la creación de reglas de derecho nuevas que deben estar en armonía
con aquellas, en cuanto le sirven de fundamento y, en tal virtud, le
resultan inmediatamente superiores; de lo contrario estará viciado de
invalidez. (…). [E]l control de la legalidad de los actos administrativos y
electorales, incluye verificar su concordancia no solo con los mandatos
de rango legal y reglamentario que los rigen sino también con los del
Estatuto Fundamental, incluidos aquellos que hacen parte del bloque
de constitucionalidad y convencionalidad. Con base en lo anterior, esta
corporación ha explicado que para la configuración de esta causal de
nulidad se debe demostrar, en primer lugar, que las disposiciones que
se estiman infringidas por el acto acusado, integran el bloque normativo
que le sirve de marco jurídico, es decir, que regulan la materia en la que
se inscribe su objeto y declaración de voluntad; y en segundo lugar, que
en efecto al confrontar el acto con tales normas surge su violación por
contradicción o desconocimiento. (…). En este orden, sin llegar a negarle
su especificidad, bien puede sostenerse que esta causal genérica de
nulidad comprende a las restantes, en la medida en que la configuración
de la falta de competencia, expedición irregular, desconocimiento
del derecho de audiencia o defensa, falsa e insuficiente motivación o
desviación de poder suponen necesariamente que se infringió alguna
de las normas jurídicas que gobiernan la expedición del acto viciado.

248
TESIS 3: La competencia se puede definir desde dos perspectivas
complementarias, como la aptitud jurídica que ostentan las personas
para ejercer autoridad y función pública (activa) y el conjunto de
asuntos cuyo conocimiento y decisión está atribuido a los servidores
públicos y excepcionalmente a particulares (pasiva), en el marco de
la Constitución, la ley y el reglamento. De esta manera no se pueden
confundir las competencias con las funciones siendo las primeras
las que delimitan las segundas y, por tanto, tienen un alcance más
restringido y concreto, con base en los factores que la determinan,
a saber: territorial (ratio loci), material (ratio materie), temporal (ratio
temporis), grado funcional o jerárquico y subjetivo (ratio personae) u
objetivo (cuantía). También es menester advertir que las reglas jurídicas
que fijan la competencia tienen reserva legal y deben ser expresas
y taxativas, sin que resulte admisible su interpretación extensiva,
en atención a los atributos que la revisten, en cuanto irrenunciable,
inenajenable e improrrogable. En consecuencia, este vicio de ilegalidad
se presenta cuando el funcionario o particular autorizado por la ley
para el ejercicio de la función pública va más allá de lo que le está
jurídicamente permitido, por lo que desborda o extralimita su marco
de acción estatal al expedir el acto administrativo por fuera del ámbito
de sus competencias, de modo tal que se considera nulo en cuanto la
decisión administrativa que contiene fue proferida por quien no estaba
facultado para adoptarla.

TESIS 4: La expedición de un acto administrativo debe respetar


el debido proceso, es decir, el conjunto de formalidades o normas
adjetivas que señalan los requisitos, etapas y trámites que se deben
observar para su formación, a fin de salvaguardar la veracidad de su
contenido, la igualdad entre los interesados y la publicidad, entre otras
garantías del debido proceso. (…). [V]ale aclarar que, en virtud de los
principios de eficacia y economía no toda irregularidad en el trámite de
formación de un acto tiene la virtualidad de anularlo sino solo aquellas
que transgreden las garantías procesales que protegen los derechos
subjetivos de los administrados y que, por tanto, integran lo que se
conoce como el debido proceso sustantivo.

TESIS 5: El derecho de audiencia o defensa es una de las garantías


que hace parte del núcleo esencial del derecho fundamental al debido
proceso en la medida en que se dirige a la protección efectiva de
los derechos sustantivos de los ciudadanos frente a las actuaciones
-activas o pasivas-, trámites y decisiones administrativas que los

249
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

afectan. (…). En este sentido, el derecho de audiencia se concreta,


principalmente, en las prerrogativas de acudir y ser oído en los
procedimientos que adelantan las autoridades, para efectos de hacer
valer sus intereses legítimos y derechos subjetivos; controvertir los
argumentos y pruebas que se le oponen, así como presentar los propios
a través de peticiones respetuosas, en las oportunidades y con los
formalismos prestablecidos en la ley; y recurrir las determinaciones
que le son desfavorables, no solo ante quien las adoptó sino también
ante su superior funcional en procura de revertirlas. En definitiva, se
trata de un conjunto de mecanismos que operan como límites a los
abusos y yerros de los funcionarios en el ejercicio de sus funciones
y, por tanto, su inobservancia fue contemplada por el legislador como
una causal de nulidad autónoma de carácter sustantivo, es decir, que
tales garantías no constituyen un fin en sí mismo sino un medio para
la interdicción de la arbitrariedad estatal.

TESIS 6: La validez de los actos administrativos también está atada


a que su fundamento fáctico y jurídico sea claro, cierto, pertinente y
suficiente para justificar su expedición, es decir, que debe existir un
nexo de causalidad y proporcionalidad entre las razones de hecho y
derecho que se invocan en su parte motiva y la decisión que se adopta
en su parte resolutiva. (…). [E]l presente vicio de nulidad se configura
cuando no hay correspondencia entre la justificación que se aduce en el
acto y la realidad, bien por falsedad en los hechos y normas invocados;
por su apreciación o interpretación errónea -respectivamente-; o por
la omisión de su mención expresa por parte de la autoridad obligada a
hacerlo, siempre y cuando tales circunstancias afecten el sentido de la
decisión, por lo que aquellas falencias que no repercuten en lo resuelto
-tales como las puramente formales o mecánicas- no acarrean su
ilegalidad. En este orden, la presente causal admite dos modalidades
distintas: la falsa motivación (aspecto material- probatorio) y falta de
motivación (aspecto formal- procedimental). (…). Así las cosas, bien
puede suceder que un mismo acto cumpla con el criterio formal de
exponer las razones que motivaron su decisión, pero no con el material
de que aquellas se ajusten a la realidad, de modo tal que si bien por lo
primero sería legal, por lo segundo sería inválido.

TESIS 7: El acto administrativo debe perseguir fines legítimos, es


decir, los que señala específicamente la normativa que lo regula, en
concordancia con los fines esenciales del Estado del artículo 2 de
la Constitución y el artículo 4 de la Ley 489 de 1998 (…), so pena de

250
incurrir en la causal de nulidad denominada desviación de poder, que
se configura precisamente porque su finalidad -explícita o implícita-
es espuria o porque aun siendo legítima, es distinta de los objetivos
concretos que le trazó el legislador. (…). Por lo anterior, es común que
la desviación de poder no aparezca evidente en el acto sino que se
encuentre oculta o vedada en su letra, en cuanto permanece en el fuero
interno del funcionario que lo expide, quien bien puede camuflarla tras
la invocación expresa de los fines legalmente autorizados para su
decisión y, de allí la gran dificultad probatoria para su demostración,
que además suele conllevar su responsabilidad penal o disciplinaria.

TESIS 8: En consideración a las especificidades de los actos de


elección, en cuanto estos materializan la voluntad popular y, en ese
orden, cimientan el sistema democrático y legitiman el mandato de
las autoridades, el legislador creó unas causales de nulidad que se
aplican exclusivamente a ellos, las cuales se encuentran enumeradas
en el artículo 275 de la Ley 1437 de 2011. (…). [E]stas se clasifican en
subjetivas y objetivas, en la medida en que las primeras recaen sobre
la persona del demandado y, más en concreto, sobre las calidades y
requisitos -positivos y negativos- que debe satisfacer para ser elegido;
mientras que las segundas, se refieren a las irregularidades más graves
que se presentan en desarrollo de los procedimientos de votación y
escrutinio y para que desplieguen su efecto anulatorio es necesario
demostrar, además de la ocurrencia del supuesto de hecho que
censuran, su incidencia en el resultado de la elección correspondiente,
de modo tal “(…) que de practicarse nuevos escrutinios serían otros los
elegidos” (art. 287 CPACA).

TESIS 9: Las garantías del debido proceso, consagrado en el artículo


29 de la Constitución Política, rigen tanto en el ámbito judicial como
en el administrativo y también en el electoral, como parámetro de
control de legalidad de la actuación de las autoridades, en armonía
con los principios que rigen la función pública, enlistados en el artículo
209 ejusdem, entre los cuales se destaca el de celeridad, en virtud del
cual, el diseño de cualquier procedimiento para la toma de decisiones
por parte de los servidores públicos debe estar estructurado a través
de etapas, diferenciadas y sucesivas, que han de agotarse dentro
de plazos razonables, bajo el principio de preclusividad, evitando
dilaciones injustificadas y, a la vez, salvaguardando el derecho de
contradicción. (…). En este marco general, el Código Electoral y la
Ley 1475 de 2011, regulan el procedimiento de escrutinio que debe

251
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

adelantarse para declarar una elección por voto popular, señalando


cada una de sus fases, las autoridades que las dirigen, los derechos
y deberes de quienes intervienen en ellas, el marco adjetivo y
sustantivo de sus actuaciones, las decisiones que se deben tomar
y los recursos que proceden en su contra, entre otros aspectos que
brindan seguridad jurídica para garantizar la transparencia e igualdad
entre los candidatos en la contienda electoral, así como la soberanía
popular expresada en el voto. Así, en el artículo 142 del Decreto
2241 de 1986, modificado por el artículo 12 de la Ley 6 de 1990, se
establece que el primer paso del escrutinio está en cabeza de los
jurados de votación, quienes deben computar los votos depositados
en su respectiva mesa y plasmar los resultados en los ejemplares
del formulario E-14, debidamente suscritos por ellos; por otra parte,
están autorizados para atender de forma inmediata las solicitudes
de recuento a que haya lugar y para recibir las reclamaciones que
deban ser decididas ulteriormente por las comisiones escrutadoras.
Por su parte, en el artículo 163 se determina el rol de estas últimas,
bien sean distritales, municipales o auxiliares y zonales (cuando por
el tamaño de la circunscripción electoral sea necesario zonificarla),
especificando que tienen el deber de verificar el estado de los
documentos electorales que reciben, proceder al recuento de votos
en caso de encontrar en ellos borrones, tachaduras o enmendaduras,
practicar el escrutinio con base en los datos de los formularios E-14
y consolidarlos en los formularios E-24, que contienen entonces la
información mesa a mesa de cada puesto de votación dentro de su
circunscripción. También tienen la competencia para resolver las
reclamaciones y solicitudes de saneamiento que se presenten contra
el escrutinio adelantado y su decisión es pasible del recurso de
apelación que se surte ante la comisión escrutadora departamental.
(…). (arts. 164, 166 y 167 del CE). Ahora bien, en los artículos 180 y
ss. ejusdem se fijan las reglas para la realización de los escrutinios
generales, a cargo de los delegados del CNE que integran las
comisiones escrutadoras departamentales, que se concretan en
practicar los escrutinios del departamento respectivo con base en
las actas elaboradas por las comisiones escrutadoras distritales y
municipales (en esta fase solo procede el recuento de votos emitidos
en una mesa cuando la comisión escrutadora distrital o municipal se
hubiera negado a hacerlo en la fase anterior y tal decisión hubiera
sido objeto del recurso de apelación en forma oportuna y fundada);
resolver en primera instancia las reclamaciones, solicitudes de
saneamiento y recursos que se formulen por los candidatos, testigos

252
y apoderados de las agrupaciones políticas contra los escrutinios de
las comisiones escrutadoras distritales y municipales; y conceder
ante el CNE las apelaciones que se formulen en contra de sus
decisiones y declarar la elección de las autoridades pertenecientes al
nivel departamental (gobernadores, diputados y representantes a la
Cámara), cuando hubiere lugar a ello. Finalmente, se encuentran los
escrutinios asignados al CNE por el artículo 187 del Código Electoral
y el artículo 265.8 de la Constitución Política, modificado por el
artículo 12 del Acto Legislativo No. 01 de 2009, autoridad que opera
como órgano de cierre, al que le está asignada la competencia para
resolver en segunda instancia las apelaciones contra las decisiones
de sus delegados o los desacuerdos entre ellos en las comisiones
escrutadoras departamentales y, en ese caso, declarar la elección
de las autoridades del orden departamental o el alcalde mayor de
Bogotá, así como las del orden nacional por vía directa (presidente,
vicepresidente, cámara internacional y senadores). En este orden, es
menester concluir que el procedimiento de escrutinio, que adelantan
las distintas autoridades electorales enunciadas se rige por los
principios de preclusión, celeridad, contradicción, doble instancia,
consecutividad, publicidad y transparencia, entre otros, en tanto que
estas actúan como escrutadoras y, simultáneamente, como superior
jerárquico de la comisiones del nivel que le precede, siendo el CNE
el órgano de cierre, como máxima autoridad de este procedimiento,
cuya competencia se despliega por diversas vías, según se trate de
una elección del orden nacional o departamental. (…). Así entonces,
la legislación distingue entre las solicitudes de recuento de votos,
cuyas causales específicas se encuentran consagradas en su artículo
164 del Código Electoral; las reclamaciones, que proceden bajo los
supuestos establecidos en los artículos 122 y 192 del CE ejusdem,
y las solicitudes de saneamiento de nulidades electorales, que
corresponden a las hipótesis enlistadas en el artículo 275 del CPACA,
mecanismos de contradicción que proceden dentro de la oportunidad
y ante la autoridad que se describen a continuación, y cuya resolución
es susceptible del recurso de apelación, excepto que provenga del
CNE, como órgano de cierre del procedimiento de escrutinio. (…). En
este sentido, teniendo en cuenta que cada uno de estos mecanismos
de contradicción tiene sus propias condiciones de competencia,
procedencia y oportunidad, y que el principio de eventualidad de
los escrutinios solo es oponible respecto de los dos primeros, pero
no así frente al último de los enunciados en el cuadro, su trámite y
decisión dependen específicamente de la causal que se invoca para

253
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

sustentarlos, la cual determina las normas que le resultan aplicables,


más allá del rótulo con el que sean presentados.

TESIS 10: El artículo 275, numeral 3 del CPACA señala que los actos
de elección o nombramiento son nulos cuando: “Los documentos
electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido
alterados con el propósito de modificar los resultados electorales”.
Esta causal, recoge dos supuestos de hecho que estaban diferenciados
en el artículo 233, numerales 2 y 3, del Decreto Ley 01 de 1984, el cual
señalaba que las actas de escrutinio de toda corporación electoral son
nulas: “Cuando aparezca que el registro es falso o apócrifo, o falsos
o apócrifos los elementos que hayan servido para su formación” y
“Cuando aparezca que las actas han sufrido altercaciones sustanciales
en lo escrito, después de firmadas por los miembros de la corporación
que los expide”. Por lo anterior, esta Sección ha precisado que este
vicio de nulidad se materializa en aquellos eventos en los cuales
la información contenida en los distintos formularios electorales
no se corresponden con la realidad de la votación y el consecuente
procedimiento de escrutinio y, en ese orden, distingue entre dos tipos
de falsedades que la configuran: la ideológica y la material; la primera,
referida a diferencias en la información consignada en diferentes
actas de escrutinio que guardan una relación de conexidad entre sí,
cuando las autoridades electorales omiten dejar constancia de las
razones que justifican tales inconsistencias; y la segunda, referida a
las alteraciones deliberadas en los resultados del escrutinio, mediante
la manipulación de los documentos electorales, con el ánimo de
modificar los resultados de la elección. (…). En este orden, la hipótesis
más recurrente de falsedad ideológica en los procesos de nulidad
electoral se configura cuando se presenta una diferencia injustificada
entre los datos consignados en los formularios E-14 y E-24, esto es,
cuando las cifras del escrutinio practicado por los jurados de votación
(que constan en la primera de tales actas), no se corresponden con las
consignados por la comisión escrutadora zonal, auxiliar o municipal
(en la segunda), aumentando o disminuyendo los resultados de los
comicios en la respectiva mesa, lo que configura un fraude electoral en
la medida en que los guarismos contenidos en uno y otro documento, en
principio, deben ser idénticos. Por tanto, cualquier inconsistencia entre
sus datos debe estar mediada por algunas de las razones legales que lo
autorizan, como por ejemplo una solicitud de reconteo de votos, de las
que se debe dejar constancia en las actas generales de escrutinio. (…).
En este sentido, se precisa entonces que para la configuración de esta

254
causal de nulidad de carácter objetivo resulta menester, además de la
demostración de la falsedad ideológica en los documentos electorales
que se invoca, esto es, la existencia de diferencias entre los formularios
E-14 y E-24 de una misma mesa, sin que medie observación en estos ni
anotación en el Acta General de Escrutinio que las justifique, también
la de la incidencia de tal irregularidad en el resultado de la elección, de
modo tal que «(…) de practicarse nuevos escrutinios serían otros los
elegidos», en los términos del artículo 287 del CPACA y en virtud del
principio de eficacia del voto.

TESIS 11: [T]eniendo en cuenta que el término de caducidad de 30


días, contemplado en el artículo 164, numeral 2, literal a) del CPACA,
para interponer la demanda en ejercicio del medio de control de
nulidad electoral, se cumplió el 15 de enero del 2020 en relación
con el Formulario E-26 ASA del 9 de noviembre de 2019, por el que
la Comisión Escrutadora Departamental declaró la elección de los
diputados de Córdoba, y que la contestación del apoderado del señor
Carlos Burgos González se radicó el 24 de febrero del mismo año, es
menester concluir que los cargos incluidos en esta última frente a las
3 mesas enlistadas se encuentran caducados y, en consecuencia, no
hacen parte del objeto del presente litigio, por lo que el a quo acertó al
no abordar su estudio en su fallo, más aun cuando el presente medio
de control no tiene prevista la posibilidad de formular demanda de
reconvención.

TESIS 12: [E]ncuentra la Sala que le asiste la razón a estos últimos


sujetos procesales, de acuerdo con la legislación procesal vigente, que
contempla la posibilidad de enmendar, aclarar, modificar o adicionar
el libelo introductorio, como una garantía procesal de acceso a la
justicia para que el demandante pueda enmendar los errores o suplir
las falencias de aquel, a fin de lograr una sentencia de mérito, fundada
en todos los aspectos fácticos y jurídicos relevantes para la efectividad
de los derechos subjetivos e intereses legítimos de las partes. (…). Su
regulación, en el trámite del medio de control de nulidad electoral,
se encuentra en norma especial, concretamente en el artículo 278
de la ley 1437 de 2011, interpretado y aplicado en concordancia con
las reglas generales que la rigen consagradas en el artículo 173 del
mismo estatuto, según la remisión normativa del artículo 296 ejusdem.
Por tanto, de la lectura sistemática de tales artículos, se deduce que
dicha potestad del actor no es absoluta, en cuanto está sujeta a límites
ciertos, de oportunidad, forma y contenido, como manifestaciones del

255
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

principio de seguridad jurídica y el derecho de defensa y contradicción


de la parte demandada. (…). En este orden, resulta claro que, en relación
con la reforma a la demanda en el medio de control de nulidad electoral,
existe un límite mixto de tipo material-temporal, consistente en que
el actor solo puede adicionar los cargos de su libelo introductorio, en
cuanto a las causales de nulidad que invoca y las razones de derecho
en que las sustenta, bajo la condición de hacerlo dentro del término
de caducidad del artículo 164, numeral 2, literal a) de dicha normativa.
(…). [S]e encuentra acreditado que el acto declaratorio de la elección
fue notificado una vez culminada la diligencia de escrutinios el 9 de
noviembre de 2019, por lo que la oportunidad para demandarlo inició
el día hábil siguiente, esto es, el 12 de noviembre de 2019 y finalizó el
día 15 de enero de 2020. (…). Conforme a lo anterior, al haberse enviado
el memorial de reforma a la demanda, por vía de mensaje de correo
electrónico del día 16 de enero de 2020, resulta forzoso concluir que
la acusación por diferencias entre los formularios E-14 y E-24 de la
zona 99, puesto 15, mesa 02 del municipio de Sahagún, en presunto
detrimento de la votación sumada al señor Yeermenson Velásquez
Díaz, configura un cargo extemporáneo o caducado, (…), que impide
su estudio en esta sede judicial, (…), por lo que corresponde declarar
oficiosamente, en esta sede, la excepción de caducidad de la reforma
a la demanda presentada el 16 de enero de 2020, al incluir un cargo
nuevo por diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24
de la zona 99, puesto 15, mesa 02.

TESIS 13: [L]os registros impugnados bajo la presente acusación


contra los autos No. 01 del 3 de noviembre de 2019 y 04 del 9 de
noviembre de 2019 y las resoluciones No. 44 y 45 de esta última fecha,
proferidos por la Comisión Escrutadora de Córdoba, se encuentran
comprendidos en su totalidad en los que se controvierten por falsedad
ideológica en los documentos electorales, que es la misma causal que
se invocó en las reclamaciones que dieron lugar a aquellos actos, las
que incluyen además otras mesas distintas que, sin embargo, no
fueron objeto de reproche en el presente proceso y, por tanto, no son
parte del objeto de la litis. (…). [S]e evidencia que si bien las
reclamaciones elevadas por los apoderados del [demandante] (…)
invocaron como fundamento normativo en común la causal de
reclamación del artículo 192, numeral 11 del Código Electoral por
error aritmético y, en consecuencia, se presentaron bajo esta figura,
de sus elementos fácticos, jurídicos y probatorios se deduce que en
realidad están sustentadas en la causal de nulidad electoral del

256
numeral 3 del artículo 275 del CPACA por falsedad ideológica en
documentos electorales, ante la presunta existencia de diferencias
injustificadas entre los formularios E-14 y E-24 en distintos registros
debidamente identificados por zona, puesto, mesa y candidato al que
favorecen, por aumentar su votación, o perjudican, al disminuirla, con
alteración de la voluntad popular expresada en el voto. (…). [L]a
legislación electoral colombiana prevé 3 medio principales de
contradicción, a saber: (i) las solicitudes de recuento de votos, cuyas
causales se encuentran consagradas en el artículo 164 del Código
Electoral, y se deben formular ante los jurados de votación o las
comisiones escrutadoras de primer nivel (zonales, auxiliares,
municipales o distritales) hasta antes de finalizar la audiencia de
escrutinio correspondiente (art. 182 del Decreto 2241 de 1986). (ii) Las
reclamaciones por cualquiera de las causales enumeradas en el
artículo 192 del mismo estatuto, que se interponen en la misma etapa
del escrutinio en que se presenta aquella que le sirve de fundamento,
ante la autoridad electoral a cargo de la respectiva audiencia (arts.
167 y 193 ejusdem). (iii) Solicitudes de saneamiento, procedentes por
cualquiera de las causales del artículo 275 del CPACA y se pueden
elevar ante cualquiera de las autoridades electorales en el ámbito de
sus competencias dentro del escrutinio hasta antes de que se declare
la elección de que se trate (art. 238, parágrafo de la Constitución
Política). (…). [L]a Comisión Escrutadora Departamental, por una parte,
acertó al distinguir en la motivación de las resoluciones cuestionadas
entre el error aritmético y la falsedad en documentos electorales,
concluyendo que lo solicitado por los peticionarios encajaba en esta
última causal de nulidad. (…). [P]or otra parte, los delegados del CNE
erraron en la medida en que a pesar de reconocer que las 4
reclamaciones presentadas por los apoderados del señor Yeermenson
Velásquez Díaz se sustentaron, en realidad, en falsedad ideológica por
diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24 y no en
errores aritméticos cometidos en tales actas de escrutinio en las
mesas acusadas, las resolvieron con fundamento en el artículo 192.11
del Decreto 2241 de 1986 para sostener su improcedencia y
extemporaneidad, al darles el tratamiento de reclamaciones
sometidas al principio de preclusividad, cuando lo que correspondía
era su adecuación al trámite de las solicitudes de saneamiento, con
base en los artículos 275.3 del CPACA y 238, parágrafo, de la
Constitución Política, como normas rectoras de su decisión. De esta
manera, resulta menester enfatizar que la preclusividad o eventualidad
de los escrutinios (según la cual, una vez concluye cada una de las

257
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

etapas que, de forma escalonada y sucesiva, integran esta fase post-


electoral cesa la oportunidad para controvertir sus resultados
parciales, en cuanto no es posible volver atrás para reabrir el debate
sobre las irregularidades en que pudieron incurrir las autoridades
electorales en concordancia con los principios de celeridad y seguridad
jurídica), rige frente a las peticiones de recuento y reclamaciones,
mas no para las solicitudes de saneamiento que se pueden interponer
mientras no haya fenecido dicho procedimiento, dentro de los límites
temporales señalados previamente por la organización electoral, a fin
de precaver la declaratoria de nulidad del acto de elección, en virtud
de los principios de efectividad del voto y la legitimidad del mandato
de los elegidos. (…). Por tanto, la extemporaneidad como razón jurídica
para el rechazo de las solicitudes presentadas por los apoderados
electorales del demandante, a partir de la aplicación del artículo 292
del Código Electoral y el principio de preclusividad de los escrutinios,
tal como fue declarada a través de los autos No. 01 y 04 del 3 y 9 de
noviembre de 2019, respectivamente, y las resoluciones No. 44 y 45
de esta última fecha, configura los vicios de nulidad por infracción de
las normas en que debían fundarse, expedición irregular y falsa
motivación, alegados en la demanda y reiterados en el recurso de
apelación bajo estudio, en cuanto tales actos fueron proferidos en
flagrante incongruencia con las disposiciones, interpretaciones y
motivos de hecho y derecho que debieron gobernar su proferimiento
y, en consecuencia, le asiste la razón a la parte actora al insistir en
que debieron ser conocidos y decididos de fondo por parte de la
autoridad electoral. Adicionalmente, no es de recibo el argumento
expuesto por la Comisión Escrutadora de Córdoba, según el cual el
rechazo de las reclamaciones por inoportunas resultaba forzoso, de
conformidad con el plazo establecido en el artículo 4 de la Resolución
1706 de 2019 del CNE. (…). Lo anterior, por cuanto las referidas
solicitudes se interpusieron en la parte inicial de la audiencia a cargo
de los delegados del CNE, cuando se leyeron y entregaron los archivos
planos de las actas E24 municipales en la medida en que se iban
recibiendo, es decir, antes de la consolidación y publicación de los
resultados del escrutinio departamental, momento en que se abre la
última oportunidad para presentar las reclamaciones, solicitudes y
recursos a que haya lugar, dentro del día hábil siguiente, antes de la
declaratoria de la elección, por lo que hubo una equivocada
interpretación del parágrafo de dicho artículo en la motivación de los
actos demandados, específicamente en relación con la expresión «del
respectivo escrutinio», cuyo alcance se restringió en virtud de la

258
aplicación indebida del principio de preclusividad, que no gobierna las
peticiones de saneamiento. (…). [E]ncuentra la Sala que si bien lo
dispuesto en el inciso primero de la norma en cita [artículo 4 de la
Resolución 1706 de 2019] no se aplica a los autos objeto de controversia
en cuanto se refiere expresamente a que: «(…) ningún recurso podrá
ser resuelto por auto de trámite (…)» y en este caso se trata, en cambio,
de solicitudes de saneamiento; de conformidad con su parágrafo, las
mismas debieron ser decididas «(…) mediante actos de fondo
susceptibles de recursos», por cuanto fueron oportunamente
formuladas, tal como quedó demostrado. Este mandato no se cumplió
en ninguno de los 4 actos sub judice, en razón a que las 2 primeras
peticiones se resolvieron a través de los autos No. 01 y 04 del 3 y 9 de
noviembre de 2019, respectivamente, contra los que no proceden
recursos, conforme a lo preceptuado en el artículo 75 del CPACA, que
prevé que «no habrá recurso contra los actos de carácter general, ni
contra los de trámite, preparatorios o de ejecución excepto en los
casos previstos en norma expresa», mientras que las 2 últimas se
resolvieron mediante las resoluciones No. 44 y 45 del 9 de noviembre
de 2019, las cuales en el numeral cuarto de su parte resolutiva
dispusieron expresamente que: «Contra la presente resolución no
procede recurso alguno». En tal virtud, le asiste razón al apelante
cuando afirma que tales actos le negaron su derecho a la interposición
del recurso de apelación contra la decisión de rechazar sus solicitudes
por extemporáneas y, en consecuencia, se le vulneró la garantía de la
doble instancia, parte esencial de su derecho de contradicción y del
debido procedimiento administrativo, a la luz del artículo 74 de la Ley
1437 de 2011, lo cual reviste carácter sustancial en la medida en que,
contrario al criterio del a quo, las solicitudes que dieron lugar a ellas
sí fueron presentadas en tiempo y, en consecuencia, se habría podido
llevar a cabo el estudio de fondo procedente, en sede de apelación,
para enmendar tal error durante el escrutinio. Por tanto, la causal de
nulidad por desconocimiento del derecho de audiencia y defensa bajo
examen también está llamada a prosperar en esta instancia. No
obstante, se debe destacar que en las Resoluciones 44 y 45 del 9 de
noviembre de 2019, la autoridad electoral también resolvió: «Decretar
el saneamiento de la causal de nulidad electoral prevista en el numeral
3 del artículo 275 de la ley 1437 de 2011, como presupuestos de
procedibilidad» y para tal efecto dispuso corregir los resultados
consignados en el formulario E-24 sobre los candidatos No. 51 y 56 el
Partido de la U, decisiones que obedecen a una verificación oficiosa
por parte de la autoridad electoral que no fue objeto de censura en

259
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

este proceso y, en tal virtud, se mantienen revestidas de la presunción


de legalidad.

TESIS 14: [E]s menester concluir que la sentencia de primera


instancia es fiel a la verdad electoral al sostener que las diferencias
encontradas entre los formularios E-14 y E-24 en los registros
acusados están mayormente justificadas en los recuentos de votos
realizados por las autoridades electorales competentes, (…), tal
como se desprende de la lectura del Acta General de Escrutinio
con excepción de las 3 mesas en las que no se reportó recuento
de votos en el AGE, las cuales sin embargo no tienen incidencia en
la elección, en la medida en que solo marcan una diferencia de 3
sufragios entre ambos, cuando en los resultados depurados por el
a quo los terminaron separando 29, (…) y, en ese orden, no se afecta
la asignación de las curules que contiene el acto demandado. (…). [E]
sta Sala estima que no es de recibo dicha tesis de la parte actora,
invocada como fundamento de su impugnación contra lo decidido por
el a quo en relación con estos 20 registros, pues si bien el referido
fallo, en efecto, realizó un exhorto a la organización electoral con el fin
de promover buenas prácticas de transparencia en el procedimiento
de escrutinio, que permitan alcanzar la verdad electoral con mayor
fidelidad y certeza, enfatizando en el deber legal que tienen las
comisiones escrutadoras, en los casos de recuento de votos, de
dejar las anotaciones pertinentes con el debido detalle en el AGE, su
incumplimiento no deviene necesariamente en la configuración de
la falsedad ideológica de que trata el artículo 275.3 del CPACA por
diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24, en cuanto
como lo señaló la agente del Ministerio Público, la jurisprudencia
electoral en modo alguno ha «(…) considerado que la sola constancia
del recuento, no sirva para sustentar las modificaciones que se realicen
en los formularios». En este sentido, resulta claro que las autoridades
electorales dejaron constancia de las actuaciones que soportan las
diferencias halladas entre ambas actas de escrutinio en 17 de las
mesas analizadas por tal motivo, como se evidencia en los extractos
del AGE (…), en los que se destaca con claridad que hubo recuento
de votos en cada una de ellas, aunque se explicaran con diferente
grado de precisión las circunstancias en que tuvo lugar, tal como lo
expone el propio recurrente, lo cual por sí mismo no las convierte en
injustificadas; por tanto, este último cargo de los que se formularon
en los recursos de apelación analizados tampoco está llamado a
triunfar y, en tal virtud, se mantendrá incólume la revisión y decisión

260
del tribunal sobre la causal de nulidad electoral en que se inscribe. No
obstante, para esta Sección resulta importante reiterar lo dicho en la
sentencia del 21 de marzo de 2021, en cuanto a que las autoridades
electorales, al realizar un recuento de votos, deben especificar en el
AGE: (i) si se generaron cambios o no en el escrutinio, en tanto es
necesario, a efectos de decidir, sin lugar a dudas y equívocos, qué
pasó en cada caso y (ii) sobre cuál corporación recayó tal actuación.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
29 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 74 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 137 /
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 164 NUMERAL 2 LITERAL A / LEY 1437 DE 2011
- ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 278 / LEY 1437 DE
2011 - ARTÍCULO 287 / CÓDIGO ELECTORAL - ARTÍCULO 192 NUMERAL 11

261
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GERENTE DE LA EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO HOSPITAL EMIRO
QUINTERO CAÑIZARES DE OCAÑA, OBJETO DEL LITIGIO, EMPRESA
SOCIAL DEL ESTADO, SUBROGACIÓN DE LA NORMA, REELECCIÓN
DEL GERENTE DE LA EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO, GERENTE
DE LA EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO

EXTRACTO NO. 41

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00470-01
FECHA: 09/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Luis Eduardo Carrascal Quintero
DEMANDADO: Jairo Pinzón López – Gerente E.S.E. Hospital
Emiro Quintero Cañizares de Ocaña, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar si


confirma, modifica o revoca la sentencia de 10 de diciembre de 2020,
mediante la cual, el Tribunal Administrativo de Norte de Santander negó
las pretensiones de la demanda relacionadas con la forma como se hizo
el nombramiento cuestionado. Conforme a la síntesis que se hiciera del
contenido del recurso de alzada, la Sala encuentra que su contexto es
más restringido que el planteamiento que hiciera el demandante ante
la primera instancia mediante la demanda, al no insistir ante el ad quem
en las censuras de desviación de las atribuciones, ni en la expedición
irregular con las que criticó el acto de nombramiento demandado ni en el
supuesto hecho impeditivo que consideró era predicable del secretario
jurídico de la gobernación al haber dado respuesta a una petición que
elevara, atinente a la no realización de convocatoria ni de concurso
público de méritos, comoquiera que tal y como se referenció en la
síntesis del recurso de apelación, el recurrente focalizó exclusivamente
los argumentos de la alzada.

TESIS 1: Aunque ha sido un elemento trascendental presente a


lo largo de las decisiones judiciales, en tanto constituye el marco
que los sujetos procesales dan al operador y sobre el cual éste
abordará el análisis de la causa judicializada y adoptará la decisión

262
correspondiente, con la entrada de la vigencia del CPACA, adquirió
una expresa preponderancia con la imposición del legislador de
la fijación del litigio, como se establece en el artículo 180, cuya
estructura está dada por las pretensiones, los hechos en los que las
partes no coinciden y los argumentos en los que soportan los sujetos
procesales su papel dentro del proceso. De ahí su necesaria fijación
en la llamada audiencia inicial y ahora en el auto que conforme a la
nueva legislación introducida por la Ley 2080 de 2021 debe darse
en la providencia que anuncia que la decisión será adoptada con la
figura de sentencia anticipada (art. 182 A). (…). En esa línea, resulta
importante destacar lo grave que puede ser variar la fijación del
litigio cuando este ya se encuentra en firme, pues implica alterar las
condiciones esenciales del debate, lo cual desmedra el debido proceso
y el derecho de defensa, ante el abrupto e inoportuno cambio de las
reglas del asunto judicializado. Tales cambios sorpresivos nunca serán
bien vistos en la correcta administración de justicia, como quiera que
la incertidumbre y la falta de seguridad jurídica emergerían dentro
del asunto bajo conocimiento. (…). La Sala advierte que en realidad la
fijación del litigio se mantuvo estable y unívoca en determinar si el acto
era transgresor de las normas o incurrió en las censuras indicadas
por el demandante, focalizados en la figura de la reelección como fue
el espectro que la parte actora dio al juez con su demanda y de la
que la parte demandada se defendió. (…). [M]ientras en la audiencia
inicial se mencionó que debía determinarse si se había cumplido con
los requisitos previos de la reelección en lo indicado en el fallo el
cuestionamiento parte de si se requería concurso previo o solicitud
de la Junta Directiva de la institución hospitalaria, que es en últimas
lo que extraña el demandante como presupuesto que debe anteceder
frente a quien se reelige. Colofón de esos extremos es que en realidad
no existió una variación o modificación transcendente o incidente en el
eje temático abordado por el Tribunal al decidir el mérito del asunto al
compararse con aquel estandarizado en la audiencia inicial.

TESIS 2: [E]s claro que al no haber modificación sustancial en la


fijación del litigio, tampoco emerge la consecuencia del supuesto
desvío de la temática discutida. (…). En efecto, hacer claridad sobre
que el cargo de gerente de las E.S.E. es de período y es de libre
nombramiento y remoción, son consideraciones que además de
estar acordes a la ley, corresponden al planteamiento del actor
cuyo propósito es mostrar cómo se desarrolló el procedimiento de
nombramiento, siendo esa la censura que efectivamente analizó el

263
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

juez de primera instancia, aunado a que aquellas resultan temáticas


que sí contribuyen a dilucidar el asunto en el que se discute la forma
en cómo se provisionó el cargo, cuya designación es la que se está
demandando y que se integran en forma armónica a la discusión
judicializada. No se advierte entonces disparidad alguna de cara al eje
temático que correspondía juzgar al tribunal, pues si se tratara solo de
circunscribirse a lo indicado en los planteamientos del demandante,
no se entendería cómo un juzgamiento de la causa jurídica que
conforman, en principio, un accionante y su opositor, que luego se
nutre con las postulaciones de otros sujetos procesales, pudiera solo
desarrollarse con la sola arista que del asunto dé la parte actora. (…).
[D]esde un inicio el planteamiento judicializado consiste en dilucidar
si el nombramiento del accionado estuvo acorde a la regulación en
cuanto a presupuestos y requisitos previos que deben observarse al
efecto, siendo puntos nodales del asunto, en forma concreta, si se
trató de una reelección que incumplió con los parámetros básicos que
dieran viabilidad a dicha figura, incluido el hecho de si se requería de
un concurso de méritos frente al cargo de gerente, por lo que si la
naturaleza es ser de libre nombramiento o remoción y se trata de un
cargo de período, lejos de constituir temáticas ajenas al asunto que
ocupó la atención del a quo, suministraron un panorama jurídico que
ilustró el asunto y sin que se advierta observando el fallo que hayan
sido causas de desvío en la decisión del caso o que hayan incidido en
una decisión que contraria a derecho. Aclarados esos aspectos previos,
procede la Sala con el estudio de fondo respectivo.

TESIS 3: Con la entrada en vigencia de la Ley 100 de 23 de diciembre


de 1993 (…), se estableció un esquema diferente en la prestación del
servicio de salud, al permitir que se efectuara a través de las llamadas
empresas sociales del Estado, que podían crearse por ley, ordenanza
o acuerdo, según su nivel y fueron concebidas como entidades públicas
descentralizadas, con personería jurídica, patrimonio propio y
autonomía administrativa (art. 194 ibidem). En cuanto a sus regímenes
jurídico, laboral, contractual, presupuestal y otros aspectos, esa misma
ley indicó que las E.S.E. tendrían como objeto la prestación del servicio
de salud dejando claro que es un servicio público y de seguridad social
a cargo del Estado. Cuenta con una junta o consejo directivo y con un
director o representante legal (art. 195). Frente a ese director o gerente,
quien funge como representante legal, la Ley 100 de 1993, (…) en el
artículo 192, (…) se evidencia que siempre la designación o
nombramiento ha estado a cargo del presidente, gobernador o alcalde,

264
según sea el caso y siempre ha sido un cargo de período –en principio
tres años prorrogables-, pero en ese entonces se elegía de una terna
presentada por la junta directiva. Mediante el Decreto 1876 de 3 de
agosto de 1994 (…), se señaló que son una categoría especial de
entidad pública, descentralizada, con personería jurídica, patrimonio
propio y autonomía administrativa creadas o reorganizadas por Ley, o
por las asambleas o concejos y que la Junta Directiva tiene a su cargo
elaborar la terna de candidatos para presentar al Jefe de la respectiva
entidad territorial para la designación del Director o Gerente (num. 17
art. 11). El decreto anterior fue aclarado por el artículo 1° del Decreto
1621 del 25 de septiembre de 1995 en lo atinente a que “los miembros
de la Junta Directiva de la Empresa Social del Estado respectiva,
tendrán un período de tres (3) años en el ejercicio de sus funciones y
podrán ser reelegidos”. Posteriormente, mediante Decreto 139 de 17
de enero de 1996 “se establecen los requisitos y funciones para los
Gerentes de Empresas Sociales del Estado y Directores de Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud del sector público…”, en el que se
indicó con respecto a la naturaleza del cargo son empleados públicos
de período fijo, nombrados por el jefe de la entidad territorial respectiva,
para un período mínimo de tres (3) años, prorrogables, de terna que
presente la junta directiva del Organismo o Entidad, de acuerdo con lo
dispuesto sobre el particular por la Ley 10 de 1990, para ejercer
funciones de dirección, planeación, evaluación y control en la
administración y gestión de una Institución Prestadora de Servicios de
Salud, de naturaleza jurídica pública y de las Empresas Sociales del
Estado (art. 2). (…). El Decreto 1569 de 5 de agosto 1998, derogado por
el Decreto 785 de 2005, (…), en materia de los empleos propios del
sistema de salud dispuso frente al director o gerente, que siendo un
cargo directivo, el nombrado debe contar con título universitario y
experiencia profesional, respetando los requisitos fijados por otras
disposiciones legales (lit. a) art. 5°). Concretamente, para el cargo de
gerente de la E.S.E., continuó con las ponderaciones a partir de nivel
de atención y la categorización de municipios, según fuera el caso. En
el Decreto 3344 de 20 de noviembre de 2003 –derogado por el Decreto
800 de 14 de marzo de 2008- se reglamentó el artículo 192 de la Ley
100 de 1993, en el punto exacto de la junta directiva de la E.S.E. de
nivel territorial, atinentes a la designación del gerente, al fijar dentro
de sus atribuciones: (i) la conformación de la terna de candidatos al
cargo, (ii) a partir de un proceso público abierto (art. 1); (iii) la
determinación de los trámites de este (art. 2), tales como que la entidad
territorial se apoye en universidades, entidades expertas en la

265
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

selección de personal o a través de convenios de cooperación. Se


indicó por el legislador que para la conformación de la terna se
tendrían en cuenta criterios de mérito, capacidad y experiencia para el
desempeño del cargo, con aplicación de pruebas dirigidas a evaluar
los conocimientos o aptitudes requeridas para el cargo y se debe
comunicar en medio de difusión masiva la invitación a los interesados
para que se presenten al proceso de conformación de la terna (arts. 2
y 3). En este decreto se hace la aclaración de que el proceso público
abierto para la conformación de las ternas no implica el cambio de la
naturaleza jurídica del cargo (art. 5). Así también, asignó al DAFP
establecer los estándares mínimos para el desarrollo de los procesos
públicos abiertos quien podrá adelantar evaluaciones, sondeos,
estadísticas sobre los mismos y asesorar la ejecución respectiva y en
desarrollo de este artículo el director del dicho departamento
administrativo expidió la Resolución N° 793 de 5 de diciembre de 2003.
(…). En el acto en cita se consagró que la Junta Directiva de la ESE
determinará el trámite pertinente para la selección de los aspirantes a
las listas mediante las cuales se conformarán las ternas para la
designación de los gerentes (art. 1). Impuso que desde las inscripciones
hasta la entrega de resultados definitivos previos a la conformación de
las ya mencionadas ternas debían ser adelantadas por universidades
públicas o privadas o entidades expertas en selección de personal.
Mediante la Ley 1122 de 9 de enero de 2007 (…), en su artículo 28 se
(…) reglamentó parcialmente por el Decreto 808 de 14 de marzo de
2008, indicando que la junta directiva de las E.S.E. del nivel territorial
debe conformar la terna referida, especificando que la escogencia de
las personas debe realizarse mediante concurso de méritos público y
abierto. (…). Especificó que en el ejercicio meritocrático deberán
aplicarse pruebas dirigidas a evaluar los conocimientos y las aptitudes,
que permitan determinar que el aspirante es idóneo para el desempeño
del cargo (art. 3). (…). [F]ue modificado por el artículo 13 del Decreto
2993 de 2011, la terna debía estar integrada con cinco aspirantes
como mínimo, al punto de imponer que debían realizarse tantos
concursos como fuera necesario hasta obtener ese número de
candidatos (art. 4). En desarrollo de esta disposición, concretamente
del artículo 5°, el DAFP expidió la Resolución 165 de 18 de marzo de
2008 “Por la cual se establecen los estándares mínimos para el
desarrollo de los procesos públicos abiertos para la conformación de
las ternas de las cuales se designarán los gerentes o directores de las
Empresas Sociales del Estado del nivel territorial”. En esta
reglamentación se reiteró que, en el ámbito territorial, las entidades

266
encargadas del proceso de selección de los aspirantes a ocupar el
cargo de gerente son las juntas directivas de las E.S.E. (art. 1), por
intermedio de universidades o instituciones de educación superior
públicas o privadas o en asocio con personas especializadas en la
selección de personal para cargos de alta gerencia. (…). La Ley de 1438
de 19 de enero de 2011 “Por medio de la cual se reforma el Sistema
General de Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones”,
tuvo como propósito, entre otros, un programa de fortalecimiento de
las E.S.E. (art. 69). (…). Sobre la evaluación del plan de gestión del
gerente determinó el trámite correspondiente. (…). Mediante Decreto
reglamentario 2993 de agosto 19 de 2011, se indicó lo siguiente: “que
en el artículo 72 de la Ley 1438 de 2011, se estableció el procedimiento
para la conformación de las ternas para la designación del Gerente de
las Empresas Sociales del Estado, razón por la cual se hace necesario
modificar el artículo 4° del Decreto 800 de 2008”. (…). Retomando la
importancia en el asunto del artículo 28 de la Ley 1122 de 2007, sobre
la conformación de la terna como herramienta para designar al
gerente respectivo, la Corte Constitucional en sentencia C-181 de 17
de marzo de 2010, declaró la exequibilidad condicionada de la parte
final del inciso primero, en el entendido de que aquella se integra por
los aspirantes con las tres mejores calificaciones en el concurso de
méritos, siendo obligatorio elegir al de mayor puntaje, guardando
estricto orden descendente y sucesivo, en caso de ser necesario. (…).
En el segundo inciso en el que expresamente se consagra la posibilidad
de que el gerente sea reelegido, desde las siguientes condiciones sine
qua non: (i) por una sola vez; (ii) debe cursar propuesta de la junta
directiva al nominador; (iii) el potencial reelegido debe cumplir con los
indicadores de evaluación, conforme el reglamento (iv) o previo
concurso de méritos. (…). [L]a Corte Constitucional, en sentencia C-777
de 29 de septiembre de 2010 consideró que conforme al texto previsto
en el segundo inciso del artículo 28 de la Ley 1122 de 2007, existían
dos eventos que daban viabilidad a la reelección del gerente. (…).
Concluyó la Corte que el concurso de méritos no permitiría la reelección
indefinida y que resulta razonable que dicha figura se limite a una sola
vez, a partir del margen de configuración legislativa en cabeza del
Congreso. (…). El Decreto 780 de 6 de mayo de 2016 “Por medio del
cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector Salud y
Protección Social”, con el objeto de compilar las normas de carácter
reglamentario que rigen el sector y contar con un instrumento jurídico
único, integra frente a las E.S.E., los subsiguientes aspectos normativos,
advirtiendo que la regulación sobre el nombramiento del gerente por

267
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

concurso de méritos, las ternas y la figura de la reelección por


evaluación fueron sustituidas por el artículo 1 del Decreto 1427 de
2016, lo cual marca un punto de inflexión que modificó el espectro
normativo en forma trascendente precisamente respecto del asunto
que se discute en el presente caso: (…). En la evolución normativa, se
expide la Ley 1797 de 13 de julio de 2016 “Por la cual se dictan
disposiciones que regulan la operación del Sistema General de
Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones”, en su
artículo 20 prevé el asunto que se analiza en el sub judice, atinente a la
designación de los gerentes. (…). [L]a Sala encuentra que en la
sentencia que se informa, se negó la censura de violación del artículo
125 constitucional, dada la existencia excepcional de otros métodos de
selección para ingresar a la función pública. (…). Aunado a que dentro
de las competencias del legislador está la implementación del sistema
de selección pertinente, apropiado y más útil para la provisión del
empleo y con mayor motivo cuando se trata de un cargo de libre
nombramiento y remoción y de período, a los que no se les aplica el
régimen de carrera administrativa y, por ende, el concurso de méritos
dependerá de que para dicho cargo se implemente por parte del
legislador. Descartó que la forma de designación plasmada en el
artículo 20 de la Ley 1797 elimine el mérito o someta el nombramiento
del cargo a consideraciones meramente subjetivas, porque de todos
modos se deben cumplir requisitos, el perfil y la experiencia exigidas,
frente a las cuales el legislador también tiene la potestad normativa,
similar a como lo hace para los concursos. (…). Tampoco le fue de
recibo la censura de violación del mandato de no regresividad en la
provisión de cargos por el cambio del procedimiento de designación
de uno garantista de derechos fundamentales de igualdad y oposición
a tratos discriminatorios por uno subjetivo, en lo que concluyó su
improsperidad. (…). La Corte Constitucional, en la sentencia en
precedencia, aludió a que la Ley 1797 de 13 de julio de 2016 suprimió
el concurso de méritos, el cual históricamente y en regulaciones
anteriores se había implementado como mecanismo previo a la
designación del gerente de la E.S.E., abolición que como se dejó claro,
avaló en la sentencia C-046 de 2018. (…). En sus considerados, el
Decreto 1427, deja claro en forma expresa que sustituye las secciones
5 y 6 del capítulo 8 del título 3, parte 5, libro 2 del Decreto 780 de 2016,
referentes al nombramiento y reelección de gerentes de las ESE,
dentro del marco de la Ley 1797 de 2016, concretamente en su artículo
20, por lo que considera necesario señalar el procedimiento para la
evaluación de las competencias de los aspirantes a ocupar el cargo de

268
gerente de dichas empresas y, sin mencionar los presupuestos para la
reelección, supresión en la mención a lo que respondió su reglamentario
1427 de 2016 al sustituir la norma que sobre la modalidad de
revaluación contenía el Decreto 780 citado en precedencia. (…). En este
punto la Sala encuentra que al hablar la norma de sustitución de la
norma, se entra en la llamada subrogación de la ley concebida como
el reemplazo de un contenido regulatorio, lo cual resulta acorde con el
decreto 780 (subrogado), comoquiera que tuvo propósitos compiladores
y no de creación dispositiva, suavizando así el tránsito de la regulación
e incluso permitiendo que apartes de aquella regulación pervivan. (…).
Dentro del marco expuesto, la Sección Quinta evidencia que
normativamente hay un antes y un después de la entrada en vigencia
de la Ley 1797 de 2016 y de su reglamentario 1427 del mismo año,
que suprimió el concurso de méritos como en el pasado se previó,
cambio que avizoró y se validó con la sentencia C-046 de 23 de mayo
de 2018, por si se dudaba que al haber suprimido el concurso de
méritos se incurría en violación del mandato constitucional 125 y que
la Corte zanjó al declarar exequible la norma contenida en el artículo
20 de la Ley en cita. (…). Dentro de ese contexto, lo cierto es que la Ley
1797 de 2016 no aludió a la figura de la reelección, salvo en un aparte
[del] parágrafo transitorio del artículo 20. (…). No obstante, la
jurisprudencia del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional han
indicado que el derecho constitucional a ser elegido y hacer parte del
poder político o público, previsto en el artículo 40 Superior, y en el que
claro está se incluyen las designaciones en todas sus modalidades, en
el caso de la figura de la reelección solo puede ser restringido mediante
la prohibición expresa. (…). La Sala considera que haciendo una
interpretación armónica con la supresión expresa del mecanismo del
concurso de méritos para la provisión del cargo de gerente, en
principio, puede considerarse que la viabilidad de la reelección, será
posible con el allanamiento que se tenga de los presupuestos y
requisitos previstos en la regulación de la Ley 1797 y el Decreto 1427
ambos de 2016, aplicables al caso sub judice, en tanto el nombramiento
que se discute data de mayo de 2020. Por lo anterior, no puede traerse
al caso la aplicación de la Ley 1122 de 2011 y normas análogas,
comoquiera que (…) la evolución normativa posibilitaba dos métodos
de reelección, a saber: o bien por evaluación o bien por concurso de
méritos, pero ambas figuras fueron subrogadas por las normas del
año 2016 mencionadas. Ello para dar alcance a que la Ley 1122 sí
puede estar vigente, pero para las materias en las que no ha habido
derogación, subrogación o modificación con normas posteriores.

269
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 4: Se recuerda que en la alzada, el recurrente aseveró que se


trató de una reelección que según él, se rige por la Ley 1122 de 2007
porque la Ley 1797 de 2016 no reguló nada de esta forma de provisión
del cargo de gerente, por lo que insistió en que se requería que la junta
directiva del ente la hubiera propuesto al nominador. Al respecto, la
Sección Quinta encuentra que (…) sobre la regulación que rige este
asunto, circunscrita en materia de reelección a la Ley 1797 y el Decreto
1427 [de 2016], (…), fueron subrogadas en sus modalidades, a saber: (i)
por concurso de méritos y (ii) por evaluación, por lo cual para esta
Magistratura el silencio de la Ley 1797 de 2016 de traer de nuevo esta
clase de figura y la sustitución de la figura contemplada en el decreto
780 de 2016 por el reglamentario 1427 de aquella, normativa, a
diferencia de lo que indica el apelante, lo que permite es poner en
evidencia la inaplicabilidad de normas anteriores como la Ley 1122 de
2007 o el Decreto 052 de enero de 2016, en un tema cuya subrogación
fue específica mediante normas posteriores, aunado a que la Ley 1438
de 2011 -también citada por el apelante- no trae en su contenido
regulación alguna sobre la reelección. Aunado a que la estructura
sustancial del concurso de méritos, las ternas y la modalidad de
reelección por revaluación de la regulación pasada resultaría
incompatible con la Ley 1797 de 2016 y de su reglamentario, de ahí la
necesidad de sustitución de los contenidos normativos de antaño. (…).
Dentro de ese contexto, al adentrarse en el contenido del acto
demandado, esto es el Decreto 000455 de 8 de mayo de 2020, se
advierte que en sus considerandos y en la resolutiva aludió al
nombramiento, enfocándose en soportes normativos como el artículo
20 de la Ley 1797 de 13 de julio de 2016, que las secciones 5 y 6 del
Decreto 780 de 2016 fueron sustituidas por el Decreto 1427 de 2016,
reglamentario de la Ley precitada, dando aplicación a la Resolución
680 de 2 de septiembre de 2016 del DAFP y a la Resolución
departamental 000281 de 22 de abril de 2020, mediante la cual el
gobernador de Norte de Santander dispuso conformar un órgano
técnico con varias autoridades seccionales, para verificar los requisitos
de formación académica y experiencia profesional previstos para el
cargo en el Decreto 785 de 2005 [artículo 22], conforme al nivel de
complejidad de la ESE. (…). En ese marco normativo desarrollado por
el acto enjuiciado, la Resolución 680 de 2 de septiembre de 2016, “por
la cual se señalan las competencias que se deben demostrar para
ocupar el empleo de gerente o director de las Empresas Sociales del
Estado”, el DAFP invocó como soporte los lineamientos previstos en los
tantas veces mencionados artículo 20 de la Ley 1797 de 2016 y el

270
Decreto 1427 de 2016, a fin de determinar el procedimiento para la
evaluación de las competencias y conductas de los aspirantes a ocupar
el empleo de director o gerente de las ESE (art. 1 objeto y campo de
aplicación) y frente a lo cual dispuso que los candidatos deben acreditar
las competencias para el cargo, entendidas estas como las capacidades
de la persona para desempeñar las funciones inherentes al empleo, a
partir de los siguientes ítems: (i) conocimientos, (ii) destrezas, (iii)
habilidades, (iv) valores, (v) actitudes y (vi) aptitudes. Así mismo,
concibió la conducta asociada como la manifestación verbal, escrita o
actitudinal de una persona respecto de una situación real o virtual que
se le exponga. (art. 2 definiciones), conforme lo previsto en el Decreto
785 de 2005. (…). [L]a Sala recuerda que aunque el recurrente no
cuestiona los requisitos básicos para el desempeño del cargo ni la
evaluación de competencias laborales, que conforme a la normativa
de 2016 debe acreditar toda persona que aspire a ocupar el cargo
máximo gerencial de la E.S.E., como factores objetivos de selección, lo
cierto es que conforme a la Ley 1797 y el Decreto 1427 de 2016, los
requisitos que el nominador, en este caso el gobernador, debe verificar
son dos, a saber: (i) el cumplimiento de los requisitos del cargo
establecidos en las normas correspondientes y (ii) evaluar las
competencias que señale el DAFP (art. 20 Ley 1797/16), con apoyo en
lo indicado en la C-046 de 2018. El primero de los requisitos resulta
acreditado, por cuanto (…) se demostró con la constancia de 3 de marzo
de 2020 expedida por el Instituto Departamental de Salud en compañía
de la Gobernación del departamento, (…) que el demandado Pinzón
López, se encuentra vinculado a la E.S.E. Hospital Emiro Quintero
Cañizares, desde el 24 de junio de 2016. (…). El segundo requisito, con
el Test Wartegg rendido por el accionado el 29 de abril de 2021 y la
interpretación general realizada por la sicóloga Ruth Yaneth Vargas
Téllez, que resulta reforzado con el análisis del cumplimiento y
ejecución del plan de gestión que el accionado rindiera a la junta
directiva y esta hiciera la respectiva evaluación como consta en el Acta
002 de 28 de abril de 2020 y en el Acuerdo N° 002 de la misma fecha,
emitido por dicha junta. Finalmente, sobre el argumento de la apelación
que se refiere a la ausencia de prueba de que la junta directiva de la
ESE solicitó la reelección como Gerente, de Jairo Pinzón López no es
de recibo, dado que la rogación o propuesta que estaba prevista en
cabeza de la Junta Directiva, como elemento sustancial previo para
que el nominador procediera a reelegir al accionado, se encontraba
previsto para la llamada “reelección por evaluación” que se itera por la
Sala fue sustituida o subrogada en su texto, por otro contenido

271
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

normativo que no la contempló, por lo que mal podría exigirse dentro


del contexto que se juzga de cara a la Ley 1797 de 2016 y el Decreto
1427 de la misma anualidad. Esta última la razón por la cual resulta
inconducente adentrase en el análisis de las pruebas que dan cuenta
que al gobernador nominador no allegó solicitud o petición de
reelección rubricada por la junta directiva de la E.S.E. Por otra parte, la
acusación que dejó entrever el apelante sobre una posible preclusión
en el tiempo para efectuar el nombramiento, son dos aspectos los que
permiten no encontrar de recibo la argumentación. Por un lado, el
asunto que se vio modificado por las razones históricas vividas por la
humanidad y que llevó al país a resultar por un período regulado por
normas de excepción como el Decreto Legislativo 491 de 2020, con el
que se amplió en 30 días, el término fijado para dicha designación en
tiempos de normalidad, esto es, los tres meses siguientes a la posesión
del nominador y, por otro lado, que la glosa en este punto, el apelante
la sustentó en la Ley 1122 de 2016 y el Decreto 052 del mismo año, que
(…) no rigieron este caso, en el punto focal que se judicializó y se analizó
por la Sala. Colofón, es que la evolución normativa permite a la Sala
afirmar que los gerentes de las empresas sociales del estado, ya no
están sometidos al mecanismo de provisión mediante concurso de
méritos público y abierto como tampoco que de manera consecuencial
presente una lista de elegibles génesis de la terna para proveer el
cargo, sino que con la regulación de 2016, como lo indicó la Corte
[Constitucional] en su sentencia C-046 de 2018, pueden ser designados
con la concurrencia de dos presupuestos a cargo del nominador, se
hace referencia a la verificación previa del cumplimiento de los
requisitos del cargo establecidos en las normas correspondientes y de
la evaluación de las competencias que señale el DAFP, los cuales
constituyen condiciones objetivas de selección. Por otra parte, que
para el espectro del cargo gerencial no existen las dos modalidades de
la reelección que preveían normas anteriores al año 2016, en las
categorías de (i) concurso de méritos y (ii) de evaluación, en atención a
la sustitución o subrogación normativa, sin que ello constituya la
proscripción de la reelección, comoquiera que no existe prohibición
expresa que así lo haya determinado normativamente. (…). [N]o resulta
de recibo exigir al nominador el requisito previo de que la junta directiva
de la E.S.E la proponga para que aquel opte por esa decisión de proveer
el cargo con la designación de quien ya había desempeñado el cargo.
Así las cosas, los argumentos de la parte recurrente no tienen la
virtualidad de generar la convicción para quebrar el fallo emitido por el
a quo, por lo que se impone confirmar la sentencia apelada.

272
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: En primer lugar, resulta acertado indicar, como se precisó


en el fallo adoptado por la Sala de Sección, que con la Ley 1797 del
2016, especialmente con el artículo 20 de la misma, se presentó una
modificación respecto de la elección de los gerentes de las empresas
sociales del Estado, pues conforme a dicha disposición legislativa, es
claro que la facultad nominadora puede ejercerse de forma directa
por el presidente, gobernador o alcalde -dependiendo del nivel de
la entidad-, previa la verificación del cumplimiento de las calidades
para ocupar dicho cargo, sumado a un elemento de meritocracia, cual
es la evaluación de las competencias. (…). Por ello, los nominadores
deben acudir a criterios objetivos a efectos de dar cumplimento al
criterio del mérito que por disposición expresa del señalado artículo
125 constitucional, debe garantizarse incluso cuando se ejerce los
elementos reglados y discrecionales, como es lo que acontece con
el nombramiento o reelección de los gerentes de las empresas
sociales del Estado tras la reforma del año 2016. Implica ello, en
caso de reelección, la constatación de las calidades para ejercer el
cargo pero aún con mayor rigor la evaluación del mérito, pues no
resulta constitucional ni legal la reelección de un gerente, quien con
obstante cumplir con las calidades, deja mucho que desear frente
a su comportamiento social, su capacidad de relacionamiento, su
idoneidad moral o su efectividad en los resultados de su gestión.
En síntesis, el mérito para mantenerse en el cargo por otro
cuatrienio, debería considerar la evaluación del mérito y la gestión
desempeñada por la persona que venía ocupando el cargo. Haciendo
uso de la calificación de la gestión del último año de quien pretende
reelegirse, se llena de contenido el criterio del mérito en el caso del
gerente-candidato de las ESE, a pesar de que, como bien lo sostuvo
la providencia adoptada por esta Sala de Sección, la regulación sobre
la reeleción ya no resulta aplicable, pero pervive el artículo 125 de la
Constitución. Con ello, se evita una designación basada únicamente
en criterios formales, es decir, el cumplimiento de las calidades
que ya habían sido acreditadas para dar paso al mérito. (…). Así las
cosas, es claro que dicha norma [artículo 74 de la Ley 1438 del 2011]
también constituye una herramienta para que, aun bajo la reforma
al proceso de nombramiento de los gerentes de las ESE efectuada
en el año 2016, se tengan claros los criterios al momento de decidir

273
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

reelegir a quien viene desempeñando dicha posición, acudiendo a


un criterio objetivo de constatación de las calidades y a las razones
de mérito, explicadas anteriormente, donde pieza fundamental es la
evaluación de la gestión.

NORMATIVA APLICADA
LEY 10 DE 1990 - ARTÍCULO 2 / LEY 100 DE 1993 - ARTÍCULO 192 / LEY 100 DE
1993 - ARTÍCULO 194 / LEY 100 DE 1993 - ARTÍCULO 195 / LEY 1122 DE 2007 -
ARTÍCULO 28 / LEY 1438 DE 2011 - ARTÍCULO 69 / LEY 1438 DE 2011 - ARTÍCULO 72
/ LEY 1438 DE 2011 - ARTÍCULO 74 / LEY 1797 DE 2016 - ARTÍCULO 20 / LEY 2080
DE 2021 - ARTÍCULO 182A / DECRETO 1876 DE 1994 - ARTÍCULO 11 NUMERAL 17 /
DECRETO 1621 DE 1995 - ARTÍCULO 1 / DECRETO 139 DE 1996 / DECRETO 1569 DE
1998 / DECRETO 3344 DE 2003 / DECRETO 785 DE 2005 - ARTÍCULO 12 / DECRETO
800 DE 2008 - ARTÍCULO 1 / DECRETO 800 DE 2008 - ARTÍCULO 2 / DECRETO 800
DE 2008 - ARTÍCULO 4 / DECRETO 800 DE 2008 - ARTÍCULO 8 / DECRETO 2993 DE
2011 - ARTÍCULO 12 / DECRETO 2993 DE 2011 - ARTÍCULO 13 / DECRETO 780 DE
2016 / DECRETO 1427 DE 2016

274
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA,
FALTA DE AGOTAMIENTO DE LA CONCILIACIÓN COMO REQUISITO
DE PROCEDIBILIDAD, PARTIDO POLÍTICO, PERSONERÍA JURÍDICA,
UMBRAL, CIRCUNSCRIPCIÓN ESPECIAL PARA LAS MINORÍAS
POLÍTICAS, NULIDAD Y RESTABLECIMIENTO DEL DERECHO

EXTRACTO NO. 42

RADICADO: 11001-03-24-000-2011-00221-00
FECHA: 16/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Movimiento Político Apertura Liberal
DEMANDADOS: Consejo Nacional Electoral y otro
MEDIO DE CONTROL: Nulidad y restablecimiento del derecho

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si es nula


la Resolución 1959 de 26 de agosto de 2010, confirmada mediante
Resolución 2319 del mismo año, por medio de la cual el Consejo
Nacional Electoral “da cumplimiento al artículo 108 de la Constitución
Política de Colombia y se adoptan otras decisiones”, particularmente
el artículo cuarto, que declaró la pérdida de personería jurídica del
movimiento político Apertura Liberal, a partir del 20 de julio de 2010,
por infracción de las normas superiores, específicamente, los artículos
1º, 2º, 13, 29, 40, 107, 108 y 176 de la Constitución Política y los artículos
14, 28, 34 y 35 del Código Contencioso Administrativo, junto a los cargos
de desviación de poder y violación del derecho de defensa y audiencia.
En el evento de prosperar la pretensión de nulidad deberá, además,
decidir si hay lugar al restablecimiento del derecho del movimiento
político Apertura Liberal, que se traduce en la conservación de su
personería jurídica como partido político.

TESIS 1: En primer lugar, la Registraduría Nacional del Estado Civil


arguyó no estar llamada a responder por las pretensiones de la
demanda, en la medida en que no expidió los actos acusados ni intervino
en su adopción de ninguna forma. La Sala comparte la postura de la
entidad al respecto, toda vez que, en efecto, este organismo no tuvo
injerencia en la adopción de la decisión, debido a que el otorgamiento
o la extinción de la personería jurídica de las agrupaciones políticas

275
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

no se encuentra atribuida a la Registraduría Nacional del Estado Civil,


según el artículo 266 de la Constitución Política y el Decreto 1010 de
2000. Aquella competencia fue conferida expresamente al Consejo
Nacional Electoral en los artículos 108 y 265, numeral 9 de la Carta,
lo cual justifica su condición de demandada en el sub judice. Por lo
tanto, se declarará probada la excepción propuesta. En segundo
lugar, el Consejo Nacional Electoral considera que se omitió acreditar
la conciliación extrajudicial, requisito de procedibilidad necesario
para instaurar la acción de nulidad y restablecimiento del derecho,
en vigencia del artículo 42A de la Ley 270 de 1996, adicionado por
el artículo 13 de la Ley 1285 de 2009 y reglamentado por el Decreto
1716 de 2009. (…). Contrario a lo alegado por el CNE, la Sala considera
que este requisito de procedibilidad no era exigible en el presente
caso, como bien lo sostiene el señor agente del Ministerio Público.
Al respecto, se recuerda que la jurisprudencia de esta Corporación
sostenía bajo las reglas del Código Contencioso Administrativo que la
conciliación extrajudicial debía agotarse frente a derechos transables,
inciertos y discutibles sobre los cuales fuera posible llegar a un acuerdo
con la entidad pública. (…). Aplicadas tales premisas, en la demanda
instaurada por el movimiento político Apertura Liberal no se observan
pretensiones de la naturaleza descrita. Antes bien, el restablecimiento
del derecho que reclama el demandante se circunscribe a recuperar la
personería jurídica que le había sido reconocida como partido político,
sin peticiones adicionales. Por lo tanto, si bien dicho atributo, de acuerdo
con la ley, convierte a las organizaciones políticas en destinatarias de
financiamiento estatal, lo cierto es que la parte actora no lo persigue
en sede judicial y por lo tanto, no hace parte de los derechos objeto de
litigio. En tales circunstancias, se declarará no probada la excepción
de falta de agotamiento del requisito de procedibilidad de conciliación
extrajudicial, propuesta por el Consejo Nacional Electoral.

TESIS 2: Los partidos políticos son instituciones que sirven de


sustento de las democracias liberales como canales de promoción
de la participación ciudadana y el ejercicio del poder público. (…). [S]
e entiende por partido político una forma asociativa con vocación de
permanencia, conformada por una base de apoyo ciudadano reclutada
voluntariamente, que persigue como objetivos principales conquistar
y conservar el poder, influir en el Estado y encuadrar ideológicamente
a los electores. (…). [E]l artículo 2º de la Ley 130 de 1994 los define
como “instituciones permanentes que reflejan el pluralismo político,
promueven y encauzan la participación de los ciudadanos y contribuyen

276
a la formación y manifestación de la voluntad popular, con el objeto
de acceder al poder, a los cargos de elección popular y de influir en
las decisiones políticas y democráticas de la Nación”. De acuerdo con
la misma disposición “Los movimientos políticos son asociaciones de
ciudadanos constituidas libremente para influir en la formación de la
voluntad política o para participar en las elecciones” y, junto con los
partidos, pueden gozar de los atributos de la personería jurídica, si se
dan las condiciones constitucionales y legales para su otorgamiento.
(…). [L]a Ley 58 de 1985, (…) constituyó el primer estatuto básico de
los partidos políticos del país. De acuerdo con su artículo 1º, “Las
autoridades reconocerán y garantizarán a los ciudadanos el derecho
a organizarse en partidos políticos que se regirán por sus propios
estatutos…”. Adicionalmente, el artículo 4º instituyó la personería jurídica
de los partidos políticos. (…). Esta ley también preveía correspondientes
derechos y deberes asociados a la personería jurídica, como las
obligaciones de inscripción ante la autoridad electoral de sus órganos
de dirección y gobierno (artículo 5º), la rendición de cuentas sobre sus
gastos de funcionamiento y de campañas electorales (artículos 6º, 8º
y 9º), la posibilidad de recibir contribuciones económicas de personas
naturales o jurídicas (artículo 12) y de disponer en época electoral de
los medios de comunicación social (artículos 17, 18 y 19), entre otros
aspectos. El ciclo (…) caracterizado por un bipartidismo marcado y
acaparador del poder público, que culminó con la promulgación de
la Constitución Política de 1991. Desde entonces, se elevó a rango
fundamental el derecho de todos los ciudadanos a fundar, organizar
y desarrollar partidos, movimientos y agrupaciones políticas sin
limitación alguna, y la libertad de afiliarse o retirarse de ellos, en el
marco de la filosofía pluralista y democrática que orienta nuestro
estado social y constitucional de derecho. Así, en el primer orden
se encuentran los partidos y movimientos políticos que gozan de
personería jurídica, con correlativos derechos y deberes previstos
celosamente a nivel constitucional, al lado de los movimientos sociales
y los grupos significativos de ciudadanos, que tienen la posibilidad
expresa de inscribir candidatos. Por esta vía, la Carta reconoce
varios actores organizados de la política, que se distinguen entre sí
en razón a sus atributos y vocación de permanencia, determinados
principalmente por la personería jurídica que se adquiere, conserva
y se pierde en la forma y condiciones que se exponen a continuación.

TESIS 3: La Constitución Política de 1991 fue decisiva en el propósito


nacional de promover la apertura democrática y un Estado pluralista.

277
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Uno de los instrumentos erigidos para alcanzar los objetivos trazados


por el Constituyente fue la personería jurídica, que se traduce para las
colectividades políticas en prerrogativas y deberes de funcionamiento.
La doctrina especializada advierte que la personería jurídica no es un
requisito de existencia de los partidos políticos. En otros términos, la
constitución o fundación de un partido no está sujeta a autorización
estatal ni debe asumir una forma jurídica en particular, sin perjuicio de
desarrollar esta libertad en la forma que señala el ordenamiento
jurídico, especialmente el deber de definir al momento de su
conformación sus programas políticos e ideológicos. En armonía con
lo anterior, el artículo 3º de la Ley 1475 de 2011 dispone que en el acto
de reconocimiento de personería jurídica se ordenará su inscripción
en el Registro Único que lleva el Consejo Nacional Electoral, lo que
determina la adquisición de los derechos y obligaciones y el
sometimiento a las reglas de organización y funcionamiento de los
partidos y movimientos políticos. (…). A su turno, la jurisprudencia de la
Sección ha formulado que la personería jurídica es el reconocimiento
oficial de que la organización política fue fundada, adoptó sus estatutos,
obedece a una plataforma ideológica y programática, tiene una lista de
afiliados y cuenta con directivos, por lo cual es sujeto de derechos y
obligaciones como partido o movimiento político. El artículo 108 de la
Constitución Política dispuso en su redacción original las condiciones
para el reconocimiento y extinción de la personería jurídica de los
partidos y movimientos políticos. (…). De acuerdo con la disposición
constitucional inicial, el reconocimiento de personería jurídica como
partido o movimiento político estaba fundado, primeramente, en la
voluntad de asociación, sumada a la comprobación de su existencia
mediante uno de tres siguientes supuestos: (i) la exigencia de un
mínimo de cincuenta mil (50.000) firmas, (ii) la obtención de al menos
igual número de votos en elecciones de Congreso o (iii) conseguir
representación en la misma corporación pública. A su vez, este atributo
se perdería por no alcanzar la votación mínima o lograr alguna curul
en los comicios indicados. Adicionalmente, la Constitución Política
consagró cuatro (4) derechos claramente identificables como
consecuencia de este atributo, a saber, la inscripción de candidatos sin
requisito adicional, más allá del otorgamiento del aval por el
representante legal del partido o su delegado (artículo 108), recibir
financiación estatal para su funcionamiento y campañas políticas
(artículo 109), utilizar en todo tiempo los medios de comunicación,
conforme con la ley (artículo 111) y declararse en oposición al Gobierno,
en los términos de la ley estatutaria que reglamentara la materia

278
(artículo 112). En desarrollo de lo anterior, el artículo 3º de la Ley 130
de 1994 consagró disposiciones instrumentales y de procedimiento
para el cumplimiento por parte del Consejo Nacional Electoral de la
función de reconocer y otorgar personería jurídica a estas
organizaciones. En tal virtud, las directivas debían formular solicitud
acompañada de los estatutos, el documento de plataforma ideológica
y la acreditación de alguno de los presupuestos señalados en el artículo
108 constitucional. A su turno, el artículo 4º ibídem sumó a las causales
para perder la personería jurídica señaladas en la norma constitucional,
la disolución estatutaria y la declaratoria por parte del Consejo Nacional
Electoral, “en los casos previstos en la ley”. De acuerdo con la Corte
Constitucional, el concepto de “personería jurídica extinguible” que
introdujo la Constitución Política y que desarrolló la ley en virtud de
“ciertos índices mínimos de apoyo popular”, estimulaba el activismo
político e inducía a las colectividades a “sostener y aquilatar su base
electoral”. En línea con lo anterior, la intención del Constituyente y del
legislador se interpretó en su momento encaminada a “inducir un
máximo de informalidad en las organizaciones ciudadanas habilitadas
para actuar en las justas electorales, para de esta manera promover
una gran apertura estructural en el tradicional sistema bipartidista”.
(…). El efecto colateral de aplicar estas reglas flexibles para constituir
organizaciones políticas provocó una década después profundas
reflexiones institucionales que derivaron en el Acto Legislativo 1 de
2003. Esta reforma política tuvo como finalidad el fortalecimiento y
modernización de los partidos políticos y la reforma del sistema
electoral, a través de la introducción de medidas entre las que se
cuentan el umbral de votación para el reconocimiento de personería
jurídica a los partidos y movimientos políticos en razón a un mínimo
respaldo popular denominado umbral de votación, la actuación en
bancada de los miembros de las corporaciones públicas de elección
popular, el sistema de cifra repartidora y la posibilidad de inscribir
listas con voto preferente. (…). Con este enfoque, el artículo 108 de la
Constitución Política ajustó el régimen para la obtención y conservación
de la personería jurídica de los partidos y movimientos políticos. (…).
Así las cosas, la norma constitucional consagró un umbral de votación
del dos por ciento (2%) de la votación nacional, exclusivamente en el
marco de las elecciones al Congreso de la República, como condición
para el reconocimiento por parte del Consejo Nacional Electoral de la
personería jurídica a las organizaciones políticas. A su vez, previó un
régimen excepcional para las circunscripciones de minorías, deferido
al legislador, sujeto únicamente a obtener representación en el

279
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Congreso. Esta Sección tuvo la oportunidad de pronunciarse sobre el


umbral de votación como el “principal elemento articulador del sistema
electoral con el sistema de partidos en Colombia, por su alto impacto
en la creación y consolidación de partidos y movimientos políticos”. Al
respecto, indicó que “el umbral cumple una doble función, en tanto,
define las listas de candidatos que entran a ser parte de la repartición
de escaños en el Congreso de la República y, a su vez, permite a la
autoridad electoral determinar cuáles agrupaciones políticas tiene
derecho a obtener o conservar su personería jurídica y cuáles pierden
dicho atributo”. (…). A pesar de haberse introducido un criterio objetivo
más riguroso que los inicialmente previstos por la Constitución, en la
práctica la introducción del umbral como determinante de la personería
jurídica de los partidos políticos no tuvo el impacto deseado. En tal
sentido, resurgieron las críticas sobre la inoperancia de la medida para
lograr el fortalecimiento de las agrupaciones políticas. Como lo
sintetizó esta Sección, el balance de los correctivos adoptados por la
vía constitucional y legal evidenciaba, contrario a lo esperado, “el
aumento en la inequidad entre partidos grandes y pequeños, el
debilitamiento de la oposición, así como la infiltración de las
agrupaciones políticas por los denominados caciques regionales y
poderes privados, incluidos diversos actores ilegales, por vía de la
financiación privada de las campañas y el proselitismo armado”. (…).
En consecuencia, un lustro después de la institucionalización del
umbral del 2% de votos en las elecciones al Congreso, se presentó
nuevamente una reforma política que se concretó en el Acto Legislativo
1 de 2009, que sentó las bases para el régimen disciplinario de los
partidos, introdujo reglas adicionales en materia de financiación
estatal a su funcionamiento y campañas, y permitió las consultas
interpartidistas para seleccionar candidatos de coalición, entre otras
provisiones. En este orden, la reforma aumentó el umbral de votación
para obtener y mantener la personería jurídica al tres por ciento (3%)
de la votación válida emitida para alguna de las cámaras del Congreso
de la República. Además, agregó como causal para perder la personería
jurídica incumplir la frecuencia mínima de celebrar convenciones cada
dos (2) años. Por otro lado, se mantuvo el régimen excepcional para las
circunscripciones de minorías étnicas y políticas, condicionado
exclusivamente a lograr representación en el Congreso en las
circunscripciones especiales creadas por la Constitución y la ley. De
esta forma, se mantienen vigentes hasta el momento dos mecanismos
definitorios de la personería jurídica, uno ordinario, representado en
un mínimo de respaldo popular en las urnas (umbral) y otro excepcional,

280
determinado por el triunfo de algún candidato (curul) en las
circunscripciones especiales, sobre el cual se ocupará esta providencia
en el acápite siguiente. Además, conforme a los recientes desarrollos
constitucionales y legales, se ha abierto el camino para el
reconocimiento de la personería jurídica a través de otros mecanismos
institucionales, como el Acuerdo de Paz de 2016, la posibilidad de
escisión y otras situaciones especiales que de conformidad con la
jurisprudencia han ameritado una interpretación de las reglas
generales de cara a los derechos fundamentales y principios
constitucionales. En suma, la conformación de partidos políticos en
nuestro país y la adquisición de la personería jurídica han estado
determinadas por distintos requerimientos normativos que responden
al momento histórico que enmarca su regulación.

TESIS 4: [E]l artículo 108 de la Constitución Política instituye como


regla general para la obtención y conservación de la personería jurídica
de los partidos y movimientos políticos alcanzar un respaldo popular
mínimo en las elecciones del Congreso de la República, denominado
umbral de votación, fijado actualmente en el 3% de la votación total
válida depositada para Senado o Cámara de Representantes. (…). En
concordancia, el artículo 171 de la Carta establece una circunscripción
especial nacional en el Senado de la República, conformada por dos
(2) curules para las comunidades indígenas. En cuanto a la Cámara de
Representantes, el artículo 176 ibídem dispuso las circunscripciones
especiales para esta cámara baja, norma constitucional que ha sufrido
varias reformas. En un primer momento, el precepto constitucional
defirió a la ley la creación de la circunscripción especial en beneficio de
los grupos étnicos, las minorías políticas y los colombianos residentes
en el exterior, hasta con cinco (5) curules en total, composición que
se mantuvo con el Acto Legislativo 2 de 2005, reformatorio de esta
disposición constitucional. Con la reforma introducida mediante
el Acto Legislativo 1 de 2013 las circunscripciones especiales de la
Cámara permanecieron exclusivamente para asegurar la participación
de los grupos étnicos y de los colombianos residentes el exterior,
lo cual fue reiterado por el Acto Legislativo 2 de 2015. Por lo tanto,
desde el año 2013 dejó de existir la circunscripción especial de las
minorías políticas, a pesar de que el artículo 108 constitucional
continúe haciendo referencia a ellas. Ahora bien, para la época de los
hechos de la demanda, la Ley 649 de 2001, en desarrollo del mandato
constitucional vigente, contemplaba en la Cámara de Representantes
una circunscripción nacional especial para asegurar la participación

281
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

en la Cámara de Representantes de los “grupos étnicos”, “las minorías


políticas” y los “colombianos residentes en el exterior”, conformadas por
cinco (5) curules, distribuidas a razón de dos (2) para las comunidades
negras, una (1) para las indígenas, una (1) para las minorías políticas y
una (1) para los colombianos residentes en el exterior. Desde entonces
como ahora, las circunscripciones especiales de los “grupos étnicos”
y de “colombianos residentes en el exterior” autorizan la inscripción
de listas de candidatos a Senado y Cámara de manera autónoma e
independiente de las circunscripciones ordinarias departamentales.
De hecho, el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011 advierte que “Los
Partidos y Movimientos Políticos con Personería Jurídica podrán
inscribir candidatos y listas para toda clase de cargos y corporaciones
de elección popular, excepto para la elección de congresistas por las
circunscripciones especiales de minorías étnicas”. En consecuencia, la
conquista de una curul en estos específicos marcos de competencia
electoral determina, a su vez, la obtención o conservación de la
personería jurídica de la organización política participante, salvo
para la circunscripción especial de colombianos en el exterior, que no
quedó contemplada en el artículo 108 de la Constitución Política. Sin
embargo, durante su existencia, para las minorías políticas el legislador
no permitió el autoreconocimiento ni la inscripción de listas bajo ese
rótulo, sino que optó por definir a posteriori las colectividades que
respondieran al apelativo y, en consecuencia, adquirieran el derecho
a la respectiva curul de la circunscripción especial y la consiguiente
personería jurídica. (…). De acuerdo con la regulación aplicable antes del
Acto Legislativo 1 de 2013, para acceder la curul de la circunscripción
especial de minorías políticas de la Cámara de Representantes era
necesario que la correspondiente colectividad cumpliera cuatro
(4) requisitos concurrentes: (i) haber inscrito candidatos en al
menos el 30% de las circunscripciones territoriales, (ii) no obtener
representación en el Congreso, es decir, ni en Senado ni en Cámara,
(iii) no concentrar el 70% de su votación en un mismo departamento
y (iv) superar en votación a las otras organizaciones políticas que
también cumplieran con las tres condiciones anteriores. Conquistada
así la curul de la circunscripción especial de las minorías políticas,
el partido político correspondiente adquiría el derecho o mantendría
vigente la personería jurídica, según el caso, con los derechos que
le son inherentes a este atributo. (…). Atendiendo a lo expuesto, la
curul de que trata el artículo 108 de la Constitución Política para las
circunscripciones especiales y que determina la personería jurídica
en el régimen excepcional de grupos étnicos —y en su día, para las

282
minorías políticas— se obtiene como resultado del triunfo electoral en
esos distritos electorales, mas no en las circunscripciones ordinarias
de Senado y Cámara de Representantes. Para el caso particular de
la circunscripción especial de minorías políticas, según se explicó,
la curul se obtenía conforme a los requisitos legales, definidos, a su
vez, por porcentajes de participación en las elecciones a la Cámara de
Representantes y el desempeño en las circunscripciones ordinarias
de la misma corporación. Sumado a lo anterior, este panorama de
circunscripciones especiales ha venido siendo complementado por
tres cauces diferentes, uno originado en el Acuerdo de Paz con las
FARC, el otro por vía de la escisión de los partidos políticos y uno tercero
por decisiones judiciales, que han interpretado las reglas de obtención
y conservación de personería jurídica a partir de principios y valores
constitucionales. En punto al Acuerdo de Paz de 2016, se dispuso la
transformación de las FARC en un partido político con personería
jurídica y su reconocimiento como tal por parte de la autoridad
electoral, una vez finalizó el proceso de dejación de las armas. (…).
Así mismo, en los casos de los partidos políticos Unión Patriótica y
Nuevo Liberalismo, se tiene que en sede judicial se ha admitido que las
circunstancias anormales enmarcadas en hechos de violencia en las
que aquellas organizaciones políticas desarrollaron su participación
electoral ameritaban un análisis al margen de los requisitos
constitucionales que por regla general definen la personería jurídica.
(…). Por último, en aplicación de la figura de la escisión mencionada en
los artículos 4º, numeral 18 y 14 de la Ley 1475 de 2011, el Consejo
Nacional Electoral reconoció recientemente la personería jurídica del
partido político “Dignidad”, con base en lo previsto sobre el particular
en los estatutos del partido político Polo Democrático Alternativo. Así
las cosas, al lado de la regla general del umbral de votación en las
elecciones al Congreso para obtener y conservar la personería jurídica,
el ordenamiento jurídico contempla un régimen excepcional para
los grupos étnicos, sujeto a lograr una curul, que también benefició
en una época a las minorías políticas. Además, se han abierto otros
caminos institucionales que permiten acceder a tal reconocimiento y
a los derechos que le son inherentes, atendiendo a razones jurídicas
o circunstanciales que justifican inaplicar los criterios previstos de
forma expresa en la Constitución Política.

TESIS 5: [E]l artículo 108 de la Constitución Política consagra dos


regímenes para el reconocimiento de personería jurídica a los partidos
y movimientos políticos por parte del Consejo Nacional Electoral. El

283
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

primero está determinado por la obtención de un respaldo mínimo


en las elecciones al Congreso de la República, representado en un
umbral de votación actualmente fijado en el 3% de los votos válidos en
Senado o Cámara y que para las elecciones de 14 de marzo de 2010,
época en que se enmarcan los hechos de la demanda, equivalía al 2%
del mismo factor. A su turno, el régimen excepcional se aplicaba para
la misma fecha a las circunscripciones especiales de grupos étnicos
y minorías políticas, esta última desaparecida desde el año 2013. De
acuerdo con la disposición constitucional referida, la obtención de la
personería jurídica en estos casos está sujeta únicamente a lograr
representación en el Congreso, lo cual debe leerse en concordancia
con los artículos 171 y 176 de la Carta, que se ocupan, respectivamente,
de la circunscripción especial de comunidades indígenas en el Senado
de la República, y de las circunscripciones especiales en la Cámara de
Representantes para las comunidades indígenas, las comunidades
afrodescendientes y en su momento, las minorías políticas. (…). [L]
la definición de las agrupaciones políticas que podían considerarse
minorías políticas debía esperar a los resultados de las elecciones, a
partir de los cuales se verificaban los cuatro (4) requisitos previstos
en el artículo 4º de la Ley 649 de 2001, a saber: (i) Haber inscrito
candidatos en al menos el 30% de las circunscripciones territoriales,
(ii) No obtener representación en el Congreso, es decir, ni en Senado
ni en Cámara, (iii) No concentrar el 70% de su votación en un mismo
departamento y (iv) Superar en votación a las otras organizaciones
políticas que también cumplieran con las tres condiciones anteriores.
Reunidas estas exigencias concurrentes, la agrupación política
correspondiente adquiría la curul reservada para la circunscripción
especial de minorías políticas en la Cámara de Representantes
y el derecho a la personería jurídica, esquema que, a juicio de la
Corte Constitucional, respondía a la libertad y discrecionalidad del
legislador de no determinar el concepto en una disposición jurídica,
sino dejarlo a la voluntad soberana del pueblo manifestada en las
urnas. Por lo tanto, es claro que el carácter de minoría política no
era susceptible de autoreconocimiento o denominación propia por
determinada colectividad, sino que estaba definido por una serie
de requisitos legales, vinculados al comportamiento electoral. En
el caso del movimiento político Apertura Liberal, se observa en las
certificaciones del Consejo Nacional Electoral y de la Registraduría
Nacional del Estado Civil aportadas al proceso, que obtuvo dos (2)
representantes a la Cámara en las circunscripciones territoriales de
Casanare y Putumayo, los señores José Rodolfo Pérez Suárez (13.931

284
votos) y Luis Fernando Ochoa Zuluaga (8.128 votos), respectivamente.
Así mismo, en las consideraciones de la Resolución 1959 de 26
de agosto de 2010 se lee que aquella corporación se abstuvo de
declarar la curul por las minorías políticas en la Cámara y de adoptar
decisión alguna con relación al derecho a la personería jurídica.
En tal sentido, la resolución expuso que, si bien los partidos Alas,
Alianza Social Indígena y Apertura Liberal presentaron candidatos
en al menos el 30% de las circunscripciones territoriales, todos
obtuvieron representación en el Congreso. Por lo tanto, la situación del
demandante no se ajustó a los requisitos relacionados en el artículo
4º de la Ley 649 de 2001, particularmente aquel que descarta a las
agrupaciones que alcanzaran representación en el Congreso. (…). [S]
e observa que el citado movimiento no superó el umbral de votación
del dos por ciento (2%) en Senado o en Cámara en las elecciones
de 14 de marzo de 2010. (…). En tales condiciones, es evidente que
la interpretación que propone la parte actora al artículo 108 de la
Constitución Política desatiende la finalidad de las circunscripciones
especiales y omite la integración de las disposiciones constitucionales
y legales que las gobiernan, pues de forma aislada y apresurada
concluye que la curul que define la personería jurídica en el régimen
excepcional puede corresponder a las circunscripciones territoriales.
Contrario a esta lectura, la Sala advierte que la razón de ser de los
distritos electorales reservados a los grupos minoritarios radica
en la necesidad de crear acciones afirmativas que faciliten su
participación y contribuyan a su permanencia en la escena política,
lo que redunda en la defensa de los intereses de los sectores que
representan. En particular, frente a la curul de minorías políticas
se entiende la intención del legislador de reconocer un respaldo
popular considerable otorgado a determinadas colectividades, que
justificaba medidas excepcionales para tener asiento en el Congreso
de la República y funcionar como partido político con personería
jurídica, en procura de su futuro fortalecimiento y consolidación. Por
lo mismo, uno de los requisitos legales consistía, precisamente, en
que el partido fuera derrotado en las circunscripciones territoriales,
lo cual impide claramente la asimilación que plantea la demanda. En
consecuencia, las censuras propuestas por el demandante no logran
desvirtuar la presunción de legalidad de los actos acusados. Antes
bien, se advierte que el Consejo Nacional Electoral adoptó la decisión
censurada en ejercicio de las facultades que le confieren los artículos
108 y 265, numeral 9 de la Constitución Política, y conforme con las
reglas que condicionan el reconocimiento y pérdida de la personería

285
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

jurídica de los partidos y movimientos políticos, concretamente el


referido artículo 108 constitucional, el 176 ibídem y el artículo 4º de
la Ley 649 de 2001. Finalmente, en cuanto a la inconstitucionalidad
sobreviniente que propuso el Consejo Nacional Electoral frente al
citado artículo 4º de la Ley 649 de 2001, la Sala considera que la
eliminación de la circunscripción especial de minorías políticas
dispuesta por el Acto Legislativo 1 de 2013 al modificar el artículo
176 de la Constitución Política, ciertamente, hace actualmente
inexigible la adjudicación de la curul que reservaba la ley. Sin
embargo, como se ha expuesto, bajo las reglas vigentes para la
época en que se enmarcan los hechos de la demanda, el movimiento
político Apertura Liberal no cumplió las condiciones señaladas en
aquella ley para entender que tenía derecho a la curul como minoría
política y, en consecuencia, a mantener la personería jurídica. Siendo
así, no prospera el primer cargo, sustentado en la infracción de los
artículos 1º, 2º, 40, 107, 108 y 176 de la Constitución Política y en
la desviación de poder por parte del Consejo Nacional Electoral, en
la medida en que el demandante parte de una premisa equivocada,
según la cual las curules logradas en la circunscripción ordinaria de
la Cámara de Representantes en el año 2010 resultaban suficientes
para conservar la personería jurídica, a pesar de no haber alcanzado
el umbral de votación que exigía la Constitución y tampoco reunido
los requisitos legales para hacerse acreedora de la curul que existía
en la circunscripción especial de minorías políticas, en particular por
haber alcanzado representación en las circunscripciones ordinarias.

TESIS 6: Frente a la violación al debido proceso y el derecho de


audiencia y defensa que alega el movimiento político Apertura Liberal
porque el Consejo Nacional Electoral no adelantó ninguna actuación
previa a la decisión de declarar la pérdida de su personería jurídica
(…) la Sala ratifica que la función del Consejo Nacional Electoral
respecto de las personerías jurídicas de las organizaciones políticas
suscita una actuación de oficio, que está sujeta a la verificación de
condiciones objetivas que, en principio, no son discutibles, y que
determinan el reconocimiento, conservación o pérdida de dicho
atributo, de acuerdo con la Constitución Política y a partir de los
resultados declarados por las comisiones escrutadoras. Por ello, solo
una vez adoptada la decisión por parte de la autoridad competente
es posible para los interesados impugnarla, ante posibles errores
o inconsistencias en la forma de aplicar las respectivas reglas
constitucionales y legales. (…). En tales circunstancias, el debido

286
proceso y el derecho de defensa de las agrupaciones políticas
que se consideran afectadas por el acto que expide el Consejo
Nacional Electoral a continuación de las elecciones del Congreso
de la República está garantizado por la posibilidad de interponer el
recurso de reposición, el cual fue ejercido por la parte actora, como
lo comprueba la Resolución 2319 de 15 de diciembre de 2010, que
también fue objeto de demanda. Ahora, en cuanto a la declaratoria
de pérdida de la personería jurídica “a partir del 20 de julio de 2010”,
dispuesta en el artículo cuarto de la Resolución 1959 de 26 de agosto
de 2010, se recuerda que ese derecho está sujeto a refrendación
en cada elección legislativa, cuyos resultados determinan, a su
vez, la composición de las cámaras para un nuevo cuatrienio. En
este sentido, el artículo 108 de la Constitución Política ha dispuesto
desde su texto original que la conservación de la personería jurídica
está determinada por el desempeño electoral en los comicios del
Congreso de la República. En concordancia, el artículo 134 de la Carta
señala que el 20 de julio inician los períodos de cuatro (4) años para
los senadores y representantes a la Cámara. (…). En consecuencia,
para la Sala es legítimo que tanto los derechos como las obligaciones
inherentes a la personería jurídica de un partido político se extiendan
durante el mismo periodo del Congreso que resulta de cada elección,
con la posibilidad de conservarla para uno siguiente, cumplidos los
requisitos constitucionales. (…). Esta Corporación ha reconocido la
posibilidad de que los actos administrativos, bajo “circunstancias
especiales, puntuales y enteramente válidas” puedan surtir sus
efectos hacia el pasado. (…). Por consiguiente, sin desconocer el
carácter irretroactivo que caracteriza por regla general a los actos
administrativos, las decisiones demandadas en el sub lite encuadran
en una de las hipótesis identificadas por la jurisprudencia, toda vez
que el mismo acto dispone la fecha anterior desde la que produce
efectos, con base en la aplicación de las reglas constitucionales que
de forma especial definen un lapso de duración de la personería
jurídica y que la autoridad electoral estaba en la obligación de
considerar al momento de resolver sobre el particular. Atendiendo a
lo discurrido, tampoco prospera el cargo referido a la vulneración al
debido proceso y el derecho de audiencia, formulado con fundamento
en el artículo 29 constitucional y los artículos 14, 28, 34 y 35 del
Código Contencioso Administrativo.

TESIS 7: Finalmente, como parte del concepto de violación de la


demanda, el movimiento político Apertura Liberal trajo a colación

287
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

que en el año 2006 el partido Opción Centro, que luego derivó en


el partido Alianza Verde, obtuvo la curul de la circunscripción
especial de minorías políticas en la Cámara de Representantes, lo
cual le permitió en las elecciones de Congreso de 2010 aumentar
su representación con diez (10) escaños distribuidos en ambas
cámaras. De ahí concluye que en su caso se procedió en forma
distinta, en detrimento de sus futuras posibilidades de reagruparse
y fortalecer su base electoral. No obstante, las pruebas aportadas
al expediente son demostrativas de que las situaciones de una y
otra colectividad son distintas, razón por la cual no es posible hacer
un juicio de igualdad. En efecto, de acuerdo con la Resolución 0916
de 5 de julio de 2006 del Consejo Nacional Electoral, el partido
Opción Centro reunió los requisitos previstos entonces en el artículo
4º de la Ley 649 de 2001 para ocupar una curul en la Cámara de
Representantes, con el candidato que encabezó la lista más votada
de entre las inscritas por la agrupación. Fue justamente por ello que
obtuvo la personería jurídica, reconocida a través de la Resolución
1057 de 13 de julio de 2006. Y en cuanto a las elecciones de 14 de
marzo de 2010, se observa en el artículo primero de la Resolución
1959 de 26 de agosto de ese año que el partido Verde conservó la
personería jurídica por haber superado el umbral del 2% en Senado
o Cámara, es decir, bajo las reglas del régimen ordinario previsto en
el artículo 108 de la Constitución Política. Se concluye de esta forma
que para las elecciones del Congreso de la República celebradas
el 14 de marzo de 2010 el movimiento político Apertura Liberal no
reunió los requisitos constitucionales y legales para conservar la
personería jurídica que le había sido reconocida desde el año 1997,
ni en el régimen ordinario, pues no alcanzó el umbral de votación
exigido, ni en el régimen excepcional, dado que obtuvo dos (2)
curules en igual número de circunscripciones territoriales en las que
inscribió listas de candidatos. Tampoco se probó que se le hubieran
desconocido los derechos al debido proceso, de defensa y audiencia
con la declaratoria de pérdida de la personería jurídica, o con la
fijación de los efectos de esta decisión en un momento anterior
a la fecha de la resolución que lo dispuso. Por último, no hubo
violación de su derecho a la igualdad frente a otro partido político
cuyas circunstancias de participación y resultados electorales
fueron completamente distintas. En consecuencia, se negarán las
pretensiones de la demanda de nulidad y restablecimiento del
derecho instaurada por el movimiento política Apertura Liberal
contra el Consejo Nacional Electoral.

288
NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 108 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
134 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 171 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
- ARTÍCULO 176 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 265 NUMERAL 9 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 266 / ACTO LEGISLATIVO 1 DE 2003 / ACTO
LEGISLATIVO 2 DE 2005 / ACTO LEGISLATIVO 1 DE 2009 / ACTO LEGISLATIVO 1
DE 2013 / ACTO LEGISLATIVO 2 DE 2015 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 164 /
LEY 58 DE 1985 - ARTÍCULO 1 / LEY 58 DE 1985 - ARTÍCULO 4 / LEY 130 DE 1994
- ARTÍCULO 3 / LEY 270 DE 1996 - ARTÍCULO 42A / LEY 649 DE 2001 - ARTÍCULO
4 / LEY 1285 DE 2009 - ARTÍCULO 13 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 3 / LEY
1475 DE 2011 - ARTÍCULO 4 NUMERAL 14 Y 18 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 16
NUMERAL 7 Y 17 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 28 / DECRETO 1010 DE 2000 /
DECRETO 1716 DE 2009

289
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO, INHABILIDAD DE DIPUTADO POR PARENTESCO CON
REPRESENTANTE LEGAL DE EMPRESA DE SERVICIOS PÚBLICOS
DOMICILIARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA, REPRESENTACIÓN LEGAL
DE LA PERSONA JURÍDICA

EXTRACTO NO. 43

RADICADO: 70001-23-33-000-2019-00297-01 (2020-00006-01)


FECHA: 16/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Álvaro Alario Montero y Camilo Espinosa Montes
DEMANDADO: Ramón Tadeo Segura Herrera – Diputado del
departamento de Sucre, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala determinará si confirma, modifica o


revoca la sentencia de 30 de junio de 2021, proferida por el Tribunal
Administrativo de Sucre, que denegó las pretensiones de la demanda
de nulidad electoral de la referencia, en la que se afirma que la
cónyuge del demandado ejerció autoridad civil y administrativa al
desempeñarse como subgerente técnico de la empresa Aguas de
Sucre S.A. E.S.P.

TESIS 1: En dicha norma [artículo 33-5 de la Ley 617 de 2000] se


consagran 4 hipótesis que constituyen inhabilidades autónomas
o independientes: (i) Aquella relativa a la gestión de negocios ante
entidades públicas del nivel departamental. (ii) La concerniente a la
celebración de contratos con entidades públicas de cualquier nivel
que deban ejecutarse o cumplirse en el respectivo departamento.
(iii) La referida a haberse desempeñado como representante legal
de entidades que administren tributos, tasas o contribuciones, o de
entidades que presten servicios públicos domiciliarios o de seguridad
social de salud en el régimen subsidiado en el departamento. (iv) La
relacionada con coexistencia de inscripciones. Para este proceso
interesa la tercera, es decir, aquella que se genera por el parentesco con
quien ha sido representante legal de una entidad que preste servicios
públicos domiciliarios en el respectivo departamento. Frente a esta

290
causal la Sala identifica los siguientes elementos: a. Vínculo: exige que
exista parentesco -hasta en tercer grado de consanguinidad, primero
de afinidad o único civil- o matrimonio o unión libre con el candidato.
b. Material: consiste en que el pariente, cónyuge o compañero (a)
permanente haya sido representante legal de una de las entidades que
indica la norma. c. Orgánico: se refiere a que la entidad sea de aquellas
que (i) administren tributos, tasas o contribuciones o (ii) presten
servicios públicos domiciliarios o (iii) de seguridad social en salud
que pertenezca al régimen subsidiado. d. Temporal: según el cual, la
representación legal debe haberse ejercido en el periodo inhabilitante,
esto es, durante el año anterior a las elecciones. e. Espacial: impone
que la entidad administre tributos, tasas o contribuciones, o preste sus
servicios en el respectivo departamento.

TESIS 2: [L]a representación legal se predica de las personas


jurídicas, en tanto, son entes ficticios creados por la ley, que requieren
de un agente personal que los represente en el mundo del derecho (Art.
633 del Código Civil). En ese sentido, la persona jurídica se representa
mediante una persona natural -representante legal-, que personifica
la capacidad de goce y de obrar otorgada a la organización; por
consiguiente, el referido sujeto, en esa condición, no solo representa
en todos los ámbitos a la persona moral, sino que, además, puede
contraer obligaciones a su nombre. Por tanto, la representación legal
es una figura, a través de la cual las actividades de la persona natural
se entienden imputadas a la persona jurídica, siempre y cuando se
halle dentro de la competencia estatutaria concedida. Desde esa
perspectiva, la calidad de representante legal tiene consecuencias
jurídicas en relación con la capacidad para actuar, los límites para
comprometer patrimonialmente al órgano que representa y la
responsabilidad frente a terceros.

TESIS 3: De acuerdo con el artículo 14 de la Ley 142 de 1994, las


empresas de servicios públicos domiciliarios pueden ser: * Oficiales:
son aquellas en cuyo capital la Nación, las entidades territoriales,
o las entidades descentralizadas de aquella o estas tienen el 100%
de los aportes. * Mixtas: son aquellas en cuyo capital la Nación, las
entidades territoriales, o las entidades descentralizadas de aquella
o éstas tienen aportes iguales o superiores al 50%. * Privadas: son
aquellas cuyo capital pertenece mayoritariamente a particulares,
o a entidades surgidas de convenios internacionales que deseen
someterse íntegramente para estos efectos a las reglas a las que se

291
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

someten los particulares. La misma ley [142 de 1994] establece, en


su artículo 17, que las empresas de servicios públicos son sociedades
por acciones. Sin embargo, el parágrafo primero permite que las
entidades descentralizadas de cualquier orden territorial o nacional,
cuyos propietarios no deseen que su capital esté representado en
acciones, adopten la forma de empresa industrial y comercial del
Estado. (…). De acuerdo con el artículo 27-9 del Código de Comercio, la
designación de representantes legales es uno de los actos que deben
inscribirse en el registro mercantil y, en consonancia, el artículo
117 señala que para probar la representación de una sociedad
bastará la certificación de la cámara respectiva, con indicación del
nombre de los representantes, de las facultades conferidas a cada
uno de ellos en el contrato y de las limitaciones acordadas a dichas
facultades, en su caso. El artículo 164 del mismo código, establece
que las personas que figuren en la cámara de comercio del domicilio
social como representantes de una sociedad, así como sus revisores
fiscales, conservarán tal carácter para todos los efectos legales,
mientras no se cancele dicha inscripción mediante el registro de
un nuevo nombramiento o elección. Además, dispone que la simple
confirmación o reelección de las personas ya registradas no requerirá
nueva anotación. Adicionalmente, el artículo 442 prescribe que
las personas inscritas como gerentes principales o suplentes se
consideran los representantes legales de la sociedad anónima y que
conservan esa calidad mientras no se cancele la inscripción.

TESIS 4: [E]s pertinente mencionar que, de las pruebas que obran


en el proceso se tiene que la señora Naicira Nuris Noya Niño, esposa
del diputado demandado, fue nombrada como “suplente de gerente
general” de Aguas de Sucre S.A. E.S.P. el 4 de agosto de 2016, según
el certificado de la Cámara de Comercio de Sucre de 10 de enero de
2020, es decir, tuvo esa calidad, dentro del periodo inhabilitante que
está comprendido entre el 27 de octubre de 2018 y el 27 de octubre
de 2019. Dicha empresa [Aguas de Sucre S.A. E.S.P.] tiene como
objeto social, según se estableció en el artículo 4 de los estatutos,
la prestación del servicio público de acueducto, alcantarillado,
aseo y actividades complementarias, en el Departamento de Sucre
y en todo el territorio nacional. Por consiguiente, de acuerdo con
el artículo 14.21 de la Ley 142 de 1994, Aguas de Sucre S.A. E.S.P.
es una entidad que presta servicios públicos domiciliarios. (…). El
Código de Comercio establece que la sociedad anónima tendrá por
lo menos un representante legal, con uno o más suplentes (artículo

292
440). Es decir, pueden tener varios representantes legales y varios
suplentes. Por tanto, de acuerdo con esa norma, es potestativo tener
un número plural de representantes -principales y suplentes-, pero
es obligatorio que tenga uno. Dicha codificación también señala que
la representación de la sociedad se ajustará a las estipulaciones del
contrato social (artículo 116). En ese orden, Aguas de Sucre S.A. E.S.P.
dispuso que a su gerente le correspondería ejercer la representación
legal, es decir, aunque tenía la posibilidad de designar varios gerentes
generales, o sea, varios representantes legales principales, optó por
tener uno solo. (…). Asimismo, la empresa decidió tener un único
suplente, (…) y, además, se desprende de la norma interna según la
cual al gerente le corresponde designar a su suplente para que lo
reemplace en ciertos eventos, lo que significa que solo la ausencia
de aquél posibilita que otra persona sea el representante legal. La
existencia de un suplente no supone una actuación simultánea,
paralela o concomitante con el gerente principal, porque aquél solo
será representante legal de la empresa cuando el gerente general
se excuse, se le conceda una licencia o permiso o esté en disfrute de
sus vacaciones. Mientras ello no ocurra, el suplente no puede actuar
en representación de la persona jurídica. (…). [E]s claro que, si el
representante legal es el agente que personifica la capacidad de goce
y de obrar otorgada a la organización, esto es, tiene la potestad de
comprometer jurídicamente a la sociedad, solo puede considerarse
como tal, al gerente general. Excepcionalmente la tendrá el suplente:
(i) ante la imposibilidad del principal de desempeñar las tareas que
le han asignado; o (ii) si los estatutos de la empresa le atribuyen
funciones especiales sin que se dé la circunstancia anterior. En el caso
de Aguas de Sucre S.A. E.S.P. el suplente solo será el representante
legal de Aguas de Sucre S.A. E.S.P. cuando el gerente se excuse, esté
en licencia, se le conceda un permiso o disfrute de sus vacaciones, es
decir, cuando el principal esté imposibilitado para desempeñar sus
funciones. Por fuera de dichas circunstancias, el suplente no tiene la
calidad de representante legal, puesto que las normas internas de
la sociedad no le atribuyen facultades especiales que le permitan
actuar simultáneamente con el principal. Bajo dicha premisa, solo
cuando el señor Pablo Vicente Márquez Racini, se halle en alguna
de las situaciones reseñadas, la señora Noya Niño podría asumir
la representación legal de Aguas de Sucre S.A. E.S.P. La empresa,
por tanto, tiene un único representante legal con capacidad para
comprometer jurídicamente a la sociedad: el gerente general o, en
su ausencia, la gerente suplente.

293
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 5: ¿Para la configuración del elemento material de la


inhabilidad se exige prueba de la materialización o ejercicio del
cargo de representante legal? Para la Sala, la respuesta es negativa,
pues (…), la norma -artículo 33-5 de la Ley 617 de 2000- exige que el
cónyuge, compañero (a) permanente o el pariente del candidato, haya
sido representante legal. No se requiere, por tanto, que se acredite
que haya ejercido, esto es, la materialización de las funciones que,
por tener esa condición, le corresponden. Lo que se debe demostrar
es que tenía esa calidad. En este punto se debe recordar que en las
inhabilidades que se refieren al ejercicio de algún tipo de autoridad
la Sala ha señalado que, para la configuración de este elemento,
es suficiente con que la autoridad se haya ejercido o detentado en
cualquier momento, durante el periodo inhabilitante, sin que sea
menester su materialización. (…). Por tanto, en esos eventos, se debe
acreditar la calidad de funcionario y verificar que las atribuciones
que le corresponden -establecidas en la ley y/o en los manuales
específicos de funciones- entrañan autoridad, pues no se exige su
ejercicio material. (…). Lo que se debe establecer es si la señora
Noya Niño fue o no representante legal de esa empresa. Es decir,
no se requiere la demostración de que el representante legal hizo
uso de las atribuciones que le otorgan la ley y los estatutos de la
empresa. (…). [E]l suplente debe reemplazar al gerente general en
caso de excusas, licencias, permisos o vacaciones. En el mismo
sentido, (…), la Superintendencia de Sociedades ha afirmado que
la obligación del suplente es estar en permanente disponibilidad
para ser representante legal ante la imposibilidad del titular de ese
cargo, de modo que, entiende la Sala que solo en las 4 circunstancias
previstas por los estatutos, el suplente pasa a ser el representante
legal y adquiere la potestad de contraer obligaciones en nombre de la
empresa. Por tanto, para la demostración del elemento material de la
inhabilidad que se le endilgó al señor Ramón Tadeo Segura Herrera,
se debe determinar si la señora Naicira Nuris Noya Niño, quien desde
el año 2016 es la gerente suplente de Aguas de Sucre S.A. E.S.P.
fue representante legal de dicha empresa. Es decir, que dejó de ser
suplente y pasó a ser titular. (…). [O]bra prueba que, (…), revela que la
señora Noya Niño no fue representante legal de la empresa. (…). En ese
orden, carece de relevancia que Naicira Nuris Noya Niño haya dirigido
muchos procesos de contratación en los que hizo la calificación y
ponderación de los contratistas, como aseguró el apelante, en tanto
no celebró ningún contrato, es decir, no fue representante legal de la
empresa. (…). [E]s pertinente mencionar que la inhabilidad alegada

294
por la parte actora no se sustentó en que la cónyuge del demandado
suscribiera algún contrato en representación de la empresa, sino
en la afirmación según la cual ella dirigió muchos procesos de
contratación en los que hizo la calificación y ponderación de los
contratistas, tareas que, se insiste, le correspondía desempeñar por
ser la subgerente técnico y no evidencian la representación legal.
Por tanto, el elemento material de la inhabilidad atribuida al diputado
Segura Herrera no se configuró. A partir de lo anterior, la Sala destaca
que no comparte el entendimiento del apelante quien considera que
la interpretación del Tribunal supone que para la configuración de la
inhabilidad en cuestión se exige la materialización de las funciones
o atribuciones propias de quien ejerce la representación legal. Se
reitera, lo que debe demostrarse es que el cónyuge, compañero (a)
permanente o pariente del diputado demandado, fue representante
legal, así: i. En el caso del principal bastará que se pruebe dicha
calidad con el certificado de la cámara de comercio respectiva. ii. Si
se trata de un suplente, además de evidenciar esta condición con el
mismo documento, se debe probar que accedió a la representación
legal de acuerdo con las normas estatutarias que regulen los eventos
en que el suplente reemplaza al titular.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: No obstante la claridad de los argumentos expuestos


en el fallo (…), resulta pertinente traer a colación que en él no se
explicó cómo entender lo preceptuado por la Corte Constitucional
en la sentencia C-621 de 2003 en la que explicó que “el registro
del nombramiento de representante legal o revisor fiscal tiene un
carácter no simplemente declarativo, sino también constitutivo,
en cuanto los efectos jurídicos de la designación no se producen
ante terceros sino con la inscripción en la Cámara de Comercio,
y en ocasiones posiblemente esos efectos jurídicos tampoco
podrán ser oponibles a los asociados o la misma sociedad”. (…).
[L]a intención del legislador [conforme a la literalidad del artículo
33 de la Ley 617 de 2000] en materia de inhabilidades, fue la de
prohibir el ingreso a corporaciones de elección popular, de personas
que hayan sido representantes legales, dado que esto genera un
desequilibrio en la contienda en favor de quien tiene un vínculo
con quien ostenta tal calidad. No obstante, al ser una restricción a

295
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

los derechos fundamentales de elegir y ser elegido, ésta se debe


entender de forma restrictiva, es por ello que, se debe diferenciar
de la finalidad que se persigue cuando de actos de comercio se
trata. (…). [E]n palabras de la Corte Constitucional, el acto de registro
de los representantes legales es constitutivo de dicha condición,
con miras a establecer las responsabilidades que frente a estas
designaciones mantiene quien así ha sido nombrado, es decir, en
cuanto al cumplimiento de las obligaciones y funciones inherentes
al cargo. (…). De lo anterior, es dable colegir que en materia de actos
de comercio, la norma busca la protección de terceros frente a los
actos de los representantes legales y, obviamente, de los que integran
la sociedad, agentes externos o internos, que podrán a través de
la consulta del certificado de la cámara de comercio quienes son
responsables de los actos que profieran. Sin embargo, en virtud del
derecho fundamental de elegir y ser elegido no es posible extender
la inhabilidad suplente, pues él con el hecho de serlo no desequilibró
la contienda electoral y ni tiene si quiera la potencialidad de hacerlo.
Con ello, estamos precisando que solo el representante principal
puede generar estas alteraciones en el señalado proceso electoral.
(…). Al tenor de la prohibición de una interpretación extensiva se
impone para el juez de la nulidad electoral, entender que sólo estará
inmerso en ella quien materialmente haya ejercido la función; por
tanto, el hecho de ser suplente del gerente, debidamente registrado
en Cámara de Comercio, no permite derivar por ese solo hecho que
fue representante legal de la empresa en cuestión.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO DE COMERCIO - ARTÍCULO 27 NUMERAL 9 / CÓDIGO DE COMERCIO -
ARTÍCULO 116 / CÓDIGO DE COMERCIO - ARTÍCULO 117 / CÓDIGO DE COMERCIO
- ARTÍCULO 164 / CÓDIGO DE COMERCIO - ARTÍCULO 440 / CÓDIGO DE COMERCIO
- ARTÍCULO 442 / CÓDIGO CIVIL - ARTÍCULO 633 / LEY 617 DE 2000 - ARTÍCULO 33
NUMERAL 5 / LEY 142 DE 1994 - ARTÍCULO 14 NUMERAL 21

296
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
GOBERNADOR, RECUENTO DE VOTOS, SUPLANTACIÓN DE
ELECTORES, DOBLE VOTACIÓN DE LOS JURADOS, TRASHUMANCIA
ELECTORAL, RESIDENCIA ELECTORAL, RECTIFICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA

EXTRACTO NO. 44

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00013-00
FECHA: 30/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: César Eduardo Romero Estrada
DEMANDADO: Ariel Palacios Calderón – Gobernador de Chocó,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala procederá a establecer si el acto


electoral acusado está viciado por las causales genéricas de nulidad del
artículo 137 del CPACA por infracción de norma superior y expedición
irregular, así como las específicas de nulidad electoral del artículo
275 ejusdem por falsedad en documentos electorales (numeral 3) y
trashumancia (numeral 7), a partir de las censuras formuladas en su
contra por la parte actora, a saber, la presunta: (i) diferencia superior al
10% entre la votación para las elecciones de diputados a la Asamblea
del Chocó y las de gobernador del departamento; (ii) suplantación
de la sufragante Paola Moreno Pacheco en la zona 90, puesto del
Megacolegio Mía, mesa 06 del municipio de Quibdó; (iii) doble votación
del jurado Giklyf Yokir Jiménez Asprilla en la zona 03, puesto de la
Universidad Tecnológica, mesas 05 y 18 del mismo ente territorial; y
(iv) trashumancia en 13.424 registros impugnados.

TESIS 1: Las garantías del debido proceso, consagrado en el artículo


29 de la Constitución Política, rigen tanto en el ámbito judicial como en
el administrativo y también en el electoral, como parámetro de control
de legalidad de la actuación de las autoridades, en armonía con los
principios que rigen la función pública, enlistados en el artículo 209
ejusdem, entre los cuales se destaca el de celeridad, en virtud del cual,
el diseño de cualquier procedimiento para la toma de decisiones por

297
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

parte de los servidores públicos debe estar estructurado a través de


etapas, diferenciadas y sucesivas, que han de agotarse dentro de plazos
razonables, bajo el principio de preclusividad, evitando dilaciones
injustificadas y, a la vez, salvaguardando el derecho de contradicción.
(…). [E]l Código Electoral y la Ley 1475 de 2011, regulan el procedimiento
de escrutinio que debe adelantarse para declarar una elección por
voto popular, señalando cada una de sus fases, las autoridades que
las dirigen, los derechos y deberes de quienes intervienen en ellas,
el marco adjetivo y sustantivo de sus actuaciones, las decisiones
que se deben tomar y los recursos que proceden en su contra, entre
otros aspectos que brindan seguridad jurídica para garantizar la
transparencia e igualdad entre los candidatos en la contienda electoral.
(…). Así, en el artículo 142 del Decreto 2241 de 1986, modificado por el
artículo 12 de la Ley 6 de 1990, se establece que el primer paso del
escrutinio está en cabeza de los jurados de votación, quienes deben
computar los votos depositados en su respectiva mesa y plasmar
los resultados en los ejemplares del formulario E-14, debidamente
suscritos por ellos; por otra parte, están autorizados para atender de
forma inmediata las solicitudes de recuento a que haya lugar y para
recibir las reclamaciones que deban ser decididas ulteriormente
por las comisiones escrutadoras. Por su parte, en el artículo 163 se
determina el rol de estas últimas, bien sean distritales, municipales
o auxiliares y zonales (cuando por el tamaño de la circunscripción
electoral sea necesario zonificarla), especificando que tienen el deber
de verificar el estado de los documentos electorales que reciben,
proceder al recuento de votos en caso de encontrar en ellos borrones,
tachaduras o enmendaduras, practicar el escrutinio con base en los
datos de los formularios E-14 y consolidarlos en los formularios E-24,
que contienen entonces la información mesa a mesa de cada puesto de
votación dentro de su circunscripción. También tienen la competencia
para resolver las reclamaciones y solicitudes de saneamiento que se
presenten contra el escrutinio adelantado y su decisión es pasible
del recurso de apelación que se surte ante la comisión escrutadora
departamental, a la que deben remitir también aquellas peticiones
sobre las cuales no se alcanzó un acuerdo entre sus integrantes sobre
la forma en que debían tramitarse y resolverse; y si no se interponen
tales mecanismos de contradicción, tienen el deber de declarar las
elecciones de las autoridades del orden que corresponda, bien se trate
de alcaldes, concejales y ediles (arts. 164, 166 y 167 del CE). Ahora
bien, en los artículos 180 y ss. ejusdem se fijan las reglas para la
realización de los escrutinios generales, a cargo de los delegados del

298
CNE que integran las comisiones escrutadoras departamentales, que
se concretan en practicar los escrutinios del departamento respectivo
con base en las actas elaboradas por las comisiones escrutadoras
distritales y municipales (en esta fase solo procede el recuento de
votos emitidos en una mesa cuando la comisión escrutadora distrital o
municipal se hubiera negado a hacerlo en la fase anterior y tal decisión
hubiera sido objeto del recurso de apelación en forma oportuna y
fundada); resolver en primera instancia las reclamaciones, solicitudes
de saneamiento y recursos que se formulen por los candidatos,
testigos y apoderados de las agrupaciones políticas contra los
escrutinios de las comisiones escrutadoras distritales y municipales;
y conceder ante el CNE las apelaciones que se formulen en contra de
sus decisiones y declarar la elección de las autoridades pertenecientes
al nivel departamental (gobernadores, diputados y representantes a la
Cámara), cuando hubiere lugar a ello. Finalmente, se encuentran los
escrutinios asignados al CNE por el artículo 187 del Código Electoral y
el artículo 265.8 de la Constitución Política, modificado por el artículo
12 del Acto Legislativo No. 01 de 2009, autoridad que opera como
órgano de cierre, al que le está asignada la competencia para resolver
en segunda instancia las apelaciones contra las decisiones de sus
delegados o los desacuerdos entre ellos en las comisiones escrutadoras
departamentales y, en ese caso, declarar la elección de las autoridades
del orden departamental o el alcalde mayor de Bogotá, así como las
del orden nacional por vía directa (presidente, vicepresidente, cámara
internacional y senadores). (…). [E]l procedimiento de escrutinio, que
adelantan las distintas autoridades electorales enunciadas se rige por
los principios de preclusión, celeridad, contradicción, doble instancia,
consecutividad, publicidad y transparencia, entre otros, en tanto que
estas actúan como escrutadoras y, simultáneamente, como superior
jerárquico de las comisiones del nivel que le precede, siendo el CNE el
órgano de cierre, como máxima autoridad de este procedimiento.

TESIS 2: El artículo 164 del Código Electoral establece la competencia


de las comisiones escrutadoras de realizar el recuento de votos de una
determinada mesa, a petición debidamente fundada de los candidatos,
sus representantes y los testigos electorales y apoderados de las
agrupaciones políticas. A su vez, en su inciso segundo, se señalan
dos supuestos de hecho en los cuales aquella facultad deviene en
imperativa para las autoridades electorales sin que puedan negar las
solicitudes en ese sentido, esto es, cuando: (i) exista una diferencia del
10% o más en la votación de una misma colectividad para corporaciones

299
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

públicas distintas; o (ii) se presenten tachaduras o enmendaduras en


el formulario E-14 o cualquier otra circunstancia que genere una duda
razonable sobre los resultados del cómputo realizado por los jurados
de votación. Lo anterior con la finalidad de preservar la eficacia del voto,
de modo tal que el resultado final de los escrutinios refleje fielmente
la voluntad del elector y, en este orden, su propósito es enmendar
oportunamente los errores en que puedan incurrir los jurados de
votación al diligenciar las actas de mesa. (…). [L]a referida norma
condiciona la procedencia de la solicitud de recuento por diferencia
del 10% o más entre corporaciones de un mismo partido, movimiento
o grupo significativo de ciudadanos, al cumplimiento de dos requisitos
de tipo formal: (i) la legitimidad de quien la presenta: los candidatos,
sus representantes o los testigos electorales debidamente acreditados
–únicamente-; y (ii) la justificación, por lo cual se exige que la solicitud
se presente de forma razonada. Luego entonces, cuando la solicitud de
recuento incorpore los aludidos requisitos, las comisiones no podrán
negarse a ello. (…). [P]revio a la revisión de los anteriores requisitos,
debe tenerse en cuenta que la oportunidad para presentar la solicitud
de recuento de votos a que se refiere el artículo 164 del CE se rige por
el principio de preclusividad, así: en primer lugar, durante el escrutinio
que realizan los jurados de votación en la mesa; en segundo lugar,
ante las comisiones escrutadoras auxiliares, municipales o distritales;
y en tercer lugar, ante los Delegados del Consejo Nacional Electoral,
cuya competencia, valga decir, se activa, en estos casos, tratándose
del escrutinio general –que es el caso que ocupa la atención de Sala–,
solamente cuando las comisiones escrutadoras auxiliares, municipales
o distritales hubieran negado el recuento y esa decisión hubiera sido
apelada. (…). [E]s claro que cuando la demanda se funda en causales
de recuento de votos por diferencias del 10% o más en la votación
obtenida por una lista perteneciente a una misma agrupación política
en los comicios de diferentes corporaciones públicas o por tachaduras,
borrones o enmendaduras en las actas de escrutinio, resulta menester
impugnar no solo la legalidad del acto de elección sino también la de
los actos proferidos por las autoridades electorales en respuesta a las
solicitudes justificadas en aquellas. (…). [D]e modo tal que en aquellos
eventos en que concurran la configuración de la causal en que se funda
la solicitud de recuento y alguno de los vicios genéricos de validez del
acto que la niega, procede la declaratoria de nulidad.

TESIS 3: Pese a la trascendencia de la suplantación de sufragantes


como cargo de nulidad electoral, no existe definición legal al respecto

300
en el régimen jurídico colombiano, más allá de su tipificación penal
al sancionar a quien: «suplante a un ciudadano o a un extranjero
habilitado por la ley, o vote más de una vez, o sin derecho consigne
voto en una elección, plebiscito, refrendo, consulta popular, o
revocatoria del mandato (…)». (…). [E]s necesario explicar cómo se
surte el procedimiento de validación de la identidad de los electores
en la actual codificación electoral colombiana, que consagra en
cabeza de los jurados de votación la competencia para verificar
que el ciudadano que se presenta en las urnas está habilitado para
sufragar. Al ejercerla, deben exigirle que se identifique mediante la
exhibición de su cédula de ciudadanía y biométricamente, cuando
sea del caso. Enseguida, se procede a constatar que su nombre y
apellidos se encuentren inscritos en la lista de votantes. Finalmente, se
transcriben estos datos personales frente al número de identificación
pre-impreso en el formulario E-11. El desconocimiento de cualquiera
de estas prescripciones puede configurar el cargo de suplantación
de electores. Ahora bien, la suplantación se enmarca en el numeral
3 del artículo 275 de la Ley 1437 de 2011, porque en tal hipótesis los
documentos electorales contienen datos contrarios a la verdad, debido
a que quienes aparecen ejerciendo el derecho al voto no son quienes
legalmente podían hacerlo. Por tanto, esta modalidad de fraude ha
sido considerada como una causal específica de nulidad de los actos
de elección por falsedad de las actas que hacen parte del escrutinio,
en cuanto implica que en ellas se contabilizan votos ilegalmente
depositados para obtener un resultado distinto al que corresponde a la
voluntad legítima del electorado. Así entonces, se computarían votos
que no fueron depositados en las urnas por el titular de ese derecho,
lo cual se traduce en marcaciones espurias que van a ser sumadas
en el acta E-14 y posteriormente en los formularios E-24 y E-26, en
el que se declara la elección. (…). [P]ara que este cargo de nulidad por
suplantación de electores se considere debidamente formulado es
necesario no sólo que el demandante suministre la zona, puesto y mesa
donde la irregularidad que alega tuvo ocurrencia, sino que es menester
que individualice a los presuntos suplantados, identificándolos con su
número de cédula de ciudadanía, y que señale a quiénes figuran como
suplantadores mediante la indicación de sus nombres y apellidos. Lo
anterior, por cuanto para establecer la veracidad de esa irregularidad y
si es constitutiva o no de falsedad, se examina si existe inconsistencia
entre el nombre que aparece consignado en el formulario E-11 y el del
titular de la cédula que figura en el Archivo Nacional de Identificación
(ANI) o en el censo electoral. (…). [N]o todo error en el diligenciamiento

301
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

del registro de votantes debe ser tenido como una irregularidad


configuradora de la causal de nulidad consagrada en el numeral 3 del
artículo 275 de la Ley 1437 de 2011, dado que al ser una actuación
humana puede estar precedida de inconsistencias que son claramente
identificables como tales por no tener como finalidad modificar los
resultados de la mesa.

TESIS 4: El artículo 76 del Código Electoral dispone, como regla


general, que cada ciudadano: «(…) sólo podrá votar en el lugar en
que aparezca su cédula de ciudadanía conforme al censo electoral»,
mientras que el artículo 101 de la misma normativa ibídem contiene
una prescripción especial, según la cual «Cuando los jurados de
votación ejerciten el derecho al sufragio deberán hacerlo en la mesa
donde cumplan sus funciones» (subrayado fueran del original), lo que
no deja lugar a dudas frente a que para estos últimos rige con carácter
excluyente esta última norma. No obstante, esta regulación dual abre
la posibilidad para que, en la práctica, los jurados de votación incurran
en doble votación, al sufragar en la mesa en que se encuentran
inscritos como ciudadanos, a partir del censo electoral y también en
la que se encuentran registrados como jurados, lo que constituye una
irregularidad sustancial que anula su voto, en la medida en que la
voluntad unívoca del legislador es que cada elector ejerza su derecho
al sufragio por una sola vez y en una sola mesa. (…). En este sentido,
el inciso segundo del artículo 83 ejusdem faculta a la Registraduría
Nacional del Estado Civil para que realice un control sobre la lista
de sufragantes una vez culminen los escrutinios, con el propósito de
establecer casos de doble o múltiple votación y formular entonces las
quejas y denuncias correspondientes ante las autoridades, por tratarse
de una conducta fraudulenta tendiente a alterar indebidamente
el resultado de la elección. (…). En el presente asunto, se analiza
únicamente la primera de estas modalidades, que se presenta cuando
los jurados de votación, valiéndose de su condición de tales, ejercen
su derecho al voto de forma múltiple, atentando contra la verdad
electoral para producir un desequilibrio en los comicios, por cuanto su
voluntad como sufragantes así expresada tiene un peso mayor frente
a la del resto de ciudadanos, lo que configura la causal de nulidad del
artículo 275.3 de la Ley 1437 de 2011. (…). [P]ara efectos de demostrar
su ocurrencia, en sede de nulidad electoral, el demandante debe
especificar en su libelo inicial el municipio, zonas, puestos y mesas
en que se produjo este fenómeno, e individualizar, con el nombre y
número de cédula, a los jurados de votación que incurrieron en dicha

302
conducta prohibida, lo cual deberá cotejarse con la información
consignada en los formularios E-11 correspondientes.

TESIS 5: [L]a trashumancia como vicio electoral se ha entendido


como la «acción de inscribir la cédula para votar por un determinado
candidato u opción política en un lugar distinto al que se reside o en
el que se encuentre un verdadero arraigo o interés» ; lo cual, además
de tener una implicación en el marco de tales procesos, puede
conllevar a la imposición de sanciones de tipo penal y el objetivo
del establecimiento legal de la causal no es otro que se respete la
autodeterminación de los ciudadanos en la resolución de los asuntos
propios y que sean éstos quienes decidan sus autoridades y demás
cuestiones inherentes al proceso de elección. (…). La jurisprudencia de
la Sección viene señalando que para el examen del cargo de nulidad
electoral fundado en la causal del artículo 275.7, al menos en el ámbito
municipal y local, es menester consultar las siguientes reglas: (1) Para
que prospere el cargo se debe acreditar: (i) que personas no residentes
en el respectivo municipio se inscribieron para sufragar en él; (ii)
que éstas, efectivamente hayan votado y (iii) que sus votos tuvieron
incidencia en el resultado de la elección. (2) La incidencia del vicio se
mide de acuerdo con el sistema de distribución ponderada de votos
nulos. (…). El legislador, a través de la Ley 136 de 1994, puntualmente
en su artículo 183, se había ocupado de establecer el concepto de
residencia, en los siguientes términos: «Entiéndese por residencia para
los efectos establecidos en el artículo 316 de la Constitución Política, el
lugar donde una persona habita o de manera regular está de asiento,
ejerce su profesión u oficio o posee alguno de sus negocios o empleo».
Hipótesis que, como lo ha señalado esta Sección, resultan más amplias
respecto de lo que contempló el Constituyente, porque además de
abarcar las situaciones que se desprenden tanto de la residencia como
del domicilio en materia civil, incluyen otras como el lugar donde la
persona «posee alguno de sus negocios o empleo». (…). [L]a redacción
de la norma legal en cita conecta cada uno de los escenarios enunciados
a través de una conjunción disyuntiva, esto es, por medio del vocablo
«o», lo que significa que cada hipótesis se distingue como una forma
de residencia electoral autónoma y, al mismo tiempo, implica que con
cualquiera se puede acreditar el requisito que habilita al ciudadano
para sufragar en el respectivo municipio. (…). A partir de lo anterior
[artículo 4 de la Ley 163 de 1994], se ha entendido que se incorporó al
ordenamiento una presunción de residencia electoral, que recayó sobre
aquella que informara el ciudadano al inscribir su cédula, en tanto lo

303
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

hace bajo la gravedad del juramento. Esta Sección, (…) señaló que para
su configuración [de la trashumancia], durante el curso del proceso
de nulidad electoral se debe demostrar, además de que el presunto
trashumante no es habitante o que no tiene asiento en el respectivo
municipio, que tampoco tiene algún otro vínculo del que se pueda
desprender la residencia electoral, de lo que no escapan los jurados de
votación ya que, aunque el artículo 101 del Código Electoral les permite
sufragar en la misma mesa en la que ejercen su función, ello no los
habilita a sufragar por fuera del respectivo municipio del que sean
residentes, ya que ello equivaldría a una modalidad de trashumancia.
En síntesis, (…) se concluyó que, para desvirtuar la presunción de
residencia electoral a que se refiere el precepto legal de la Ley 163
de 1994, se debe probar, de forma concurrente y simultánea, que: (i)
el presunto trashumante no es morador del respectivo municipio; (ii)
no tiene asiento regular en el mismo; (iii) no ejerce allí su profesión u
oficio y (iv) no posee algún negocio o empleo.

TESIS 6: En cuanto a la disparidad censurada por el actor de 7.822


sufragios, entre el resultado final de la elección de diputados a la
Asamblea de Chocó y la de gobernador del departamento, equivalente
a que en esta última se alcanzó una votación total superior al 10%
de la obtenida en la primera, reitera la Sala que en los términos del
artículo 164 del Código Electoral y la jurisprudencia que lo desarrolla,
no se trata de una causal de nulidad electoral sino de recuento de
votos, que rige en el marco de elecciones plurinominales más no
unipersonales. (…). Por tanto, para que pueda ser estudiada en sede de
nulidad electoral, es menester impugnar no solo la legalidad del acto
de elección sino también la de los actos proferidos por las autoridades
electorales, en sede de escrutinios, en respuesta a las solicitudes
de recuento justificadas en tal diferencia, de modo que su examen
integra la verificación de las mesas acusadas junto con el juicio de
legalidad de las resoluciones que resuelven aquellas peticiones. Lo
anterior basta para concluir que, (…) esta norma no resulta aplicable
al presente asunto y, en consecuencia, el cargo debe ser desestimado,
en cuanto el demandante: (i) no señaló las zonas, puestos y mesas en
que presuntamente se configuró esta causal de recuento, de acuerdo
con el artículo 139, inciso 2º del CPACA; (ii) tampoco acusó los actos
de las comisiones escrutadoras de primer nivel que resolvieron las
eventuales solicitudes presentadas con base en la misma; y (iii) no se
refiere a la votación obtenida por las listas de candidatos a distintas
corporaciones públicas postuladas por una misma agrupación política

304
sino a la comparación entre el resultado global de la elección de
diputados y la de gobernador del departamento de Chocó, supuesto
de hecho que escapa a lo previsto por el legislador. Por tanto, este
cargo no está llamado a prosperar. Sería del caso entrar a examinar
los cargos restantes y, específicamente, en relación con la presunta
trashumancia, proceder a contrastar la información de las bases de
datos del SISBEN, ADRES, FOSYGA, el censo electoral y las respuestas
dadas por las alcaldes de los municipios en mención con la información
consignada en los formularios E-11 de cada mesa de votación
impugnada, en aras de determinar si se cuenta con los elementos de
juicio suficientes para inferir (…) si aquellos votantes señalados de
incurrir en dicha conducta fraudulenta residían o no –desde el punto
de vista electoral– en el departamento del Chocó, al momento de
elegir al gobernador de ese ente territorial. No obstante, para definir
el presente asunto resulta innecesario entrar a valorar tales medios
de convicción sobre el total de los 13.424 registros acusados por tal
motivo, teniendo en cuenta que 9.617 de estos, (…) corresponden a
ciudadanos que se encuentran afiliados al sistema de seguridad social
en salud en algún municipio de Chocó, (…) por tanto, no se puede
predicar la trashumancia en su contra, toda vez que la elección que
se controvierte corresponde a la circunscripción departamental. A su
vez, frente a los 3.807 registros restantes, sumados a los 2 en que
se fundan las acusaciones por suplantación de un elector (1) y doble
votación de un jurado (1), observa la Sección que no son suficientes
para cumplir el presupuesto para la decretar la nulidad deprecada,
establecido en el artículo 287 del CPACA, consistente en que «(…) las
irregularidades en la votación o en los escrutinios son de tal incidencia
que de practicarse nuevos escrutinios serían otros los elegidos», (…) en
tanto que su impacto en la elección no tendría la virtualidad de afectar
el resultado. (…). En consecuencia, los registros acusados quedaron
reducidos a 3.807, de los cuales se deben restar 67 más, en la medida
en que en el listado original aportado con la demanda se encontraron
291 números de cédula repetidos; 67 pertenecientes a ciudadanos
que de alguna manera podrían haber incurrido en tal irregularidad
por tener su afiliación en salud en algún municipio perteneciente a
otro departamento, mientras que los 224 restantes se refieren a los
documentos de identidad frente a los que se descartó la trashumancia,
lo que arroja como resultado final que tal acusación queda limitada
3.740 registros. (…). [L]a diferencia en sufragios entre el elegido y el
segundo candidato con la votación más alta fue de 9.074 votos, lo que
hace evidente que aún si se accediera a lo pretendido por el actor en el

305
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

sentido de descontarle al señor Ariel Palacios Calderón los 3.742 votos


objeto de controversia por las causales de nulidad en mención, no sería
suficiente para modificar el resultado de la elección, pues aun en ese
escenario hipotético el demandado seguiría siendo el ganador de los
comicios por una amplia ventaja de 5.332 votos a su favor en relación
con su inmediato perseguidor, pues su votación total pasaría de 73.558
a 69.816 y el señor Patrocinio Sánchez Montes de Oca mantendría
sus 64.484 sufragios. Por tanto, no hay lugar a revisar en detalle el
plenario para efectos de establecer cuáles de los registros censurados
corresponden efectivamente a sufragios espurios bajo las modalidades
de suplantación del elector, doble votación y trashumancia, en tanto
que aun en el supuesto más drástico, que sería tomar por ciertas el
100% de las irregularidades expuestas por el actor, éstas no tienen la
entidad suficiente para cambiar al elegido.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
265 NUMERAL 8 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 316 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2009 – ARTÍCULO 12 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL
7 / LEY 1475 DE 2011 / DECRETO 2241 DE 1986 – ARTÍCULO 142 / DECRETO 2241
DE 1986 – ARTÍCULO 76 / DECRETO 2241 DE 1986 – ARTÍCULO 77 / DECRETO 2241
DE 1986 – ARTÍCULO 163 / DECRETO 2241 DE 1986 – ARTÍCULO 164 / DECRETO
2241 DE 1986 – ARTÍCULO 166 / DECRETO 2241 DE 1986 – ARTÍCULO 167 /
DECRETO 2241 DE 1986 – ARTÍCULO 180 / DECRETO 2241 DE 1986 – ARTÍCULO
187 / LEY 599 DE 2000 – ARTÍCULO 391 / LEY 1142 DE 2007 – ARTÍCULO 41 / LEY
136 DE 1994 – ARTÍCULO 183 LEY 163 DE 1994 – ARTÍCULO 4

306
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, CARGO NUEVO, DERECHOS POLÍTICOS
DE LA MUJER, DERECHO A LA IGUALDAD DE GÉNERO, CUOTA
DE GÉNERO, LEY DE CUOTAS, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA
ELECTORAL, MODIFICACIÓN DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA
ELECTORAL

EXTRACTO NO. 45

RADICADO: 15001-23-33-000-2020-02081-02
FECHA: 14/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Olga Stella Medina Rojas
DEMANDADOS: Concejales de Tunja, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si existe


mérito suficiente para confirmar, modificar o revocar la sentencia del
8 de junio de 2021, mediante la cual, el Tribunal Administrativo de
Boyacá negó las pretensiones de nulidad contra la Resolución No. 017
de 7 de mayo de 2020, a través de la cual se hizo el llamamiento al
señor Julián Yamith López Laiton para ocupar una curul en el Concejo
municipal de la ciudad de Tunja, al considerar que la anulación de la
elección de la concejal del Partido Alianza Verde Karen Lucía Molano
Granados, no modificaba la lista inscrita por esa colectividad y, en
consecuencia, no se había vulnerado la cuota de género establecida en
el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011.

TESIS 1: [L]a Sala aclara que no comparte la posición de la delegada


del Ministerio Público, pues, en primer lugar, el apelante sí dirigió sus
censuras de alzada contra el argumento basilar del fallo de primera
instancia al señalar en forma expresa que “...la anulación de la
elección de una de las mujeres inscritas por el partido sí modificaba
el cálculo del porcentaje al que hace referencia el artículo 28 de la
Ley 1475 de 2011...”, en reiteración del planteamiento que hiciera en
la demanda y del alegato de conclusión de primera instancia (…) y que
estructuró el eje temático de la fijación del litigio. (…). No obstante, la
Sala sí advierte que sobre el aparte del planteamiento de apelación

307
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

concerniente a que la inhabilidad que recaía sobre la concejal del


partido Alianza Verde, Karen Lucía Molano Granados, estaba presente
en el proceso preelectoral, y que “a sabiendas” de su existencia y solo
para cumplir “formalmente” con la cuota de género, la colectividad la
inscribió, resulta un aparte nuevo dentro de la censura, en la medida
en que no fue expuesto en la demanda inicial, razón por la cual no será
objeto de estudio por parte de este juez ad quem. No sobra advertir,
en línea con el Ministerio Público que este nuevo cargo carece de
sustento probatorio. De otra parte, estima esta Judicatura que si bien
los argumentos inherentes a la violación del ordenamiento jurídico
internacional, no fueron expuestos en el libelo introductorio, estos sí
hicieron parte integral de las consideraciones que para resolver el
asunto y sustentar su decisión empleó el Tribunal a quo. Ahora bien, en
cuanto a la segunda censura, teniendo en cuenta que el cargo principal
fue apelado y será objeto de estudio por esta Sección Electoral, nada
obsta para que se aborde el análisis relativo al cálculo de la cuota de
género cuando la operación matemática da como resultado un número
entero seguido de un decimal y cómo se debe aproximar, esto es, si al
dígito superior o al inferior.

TESIS 2: El cambio del modelo social actual, inequitativo y desigual, por


uno más incluyente (…) se ha venido consolidando de manera progresiva
en el ordenamiento jurídico internacional, en especial, después de la
Declaración Internacional de Derechos Humanos de 1948, en donde se
establecieron los principios básicos de igualdad entre hombre y mujeres,
y de no discriminación. Ese mismo año, se suscribió la Convención
Interamericana sobre concesión de los Derechos Políticos a la Mujer,
(…), la cual establece para los Estados suscribientes, la obligación de
proscribir de sus ordenamientos jurídicos cualquier tipo de restricción
o denegación del derecho al voto y a ser elegido en un cargo nacional
por razones de sexo. En 1966, se celebró el Pacto Internacional sobre
Derechos Políticos y Civiles, en el cual se indicó que todos los ciudadanos
gozarían, sin ninguna distinción o restricción del derecho a (i) participar
en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio
de representantes libremente elegidos y a (ii) votar y ser elegidos en
elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual
y por voto secreto, según lo dispuesto en el artículo 25, en concordancia
con los artículo 2 y 3. El 18 de diciembre de 1972, la Organización de las
Naciones Unidas -ONU- nombró a 1975 como “Año Internacional de la
Mujer”. (…). En el año 1979, la ONU celebró la Convención Internacional
Sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la

308
Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés), en la cual se ratificó la igualdad
del hombre y la mujer, a partir de los derechos humanos y las libertades
fundamentales, en las esferas política, económica, social, cultural y
civil, etc. En el año 2011, la ONU profirió la Resolución 66/130, en la
cual conmina a los Estados a asegurar “la participación política de las
mujeres, en las mismas condiciones que los hombres y en todos los
niveles de toma de decisiones, es esencial para lograr la igualdad, el
desarrollo sostenible, la paz y la democracia”, e insta a los Estados
miembros a eliminar leyes, regulaciones y prácticas que impidan o
restrinjan la participación de las mujeres en política. En el mismo
sentido, expidió la Resolución 2122 de 2013. Por su parte, Colombia
no ha sido ajeno al clamor general que demanda modificaciones a las
estructuras sociales a fin de darle mayor participación a la mujer en
el ámbito familiar, económico, cultural, civil y, por supuesto, político; el
país ha venido a lo largo de los últimos cien años, realizando reformas
al ordenamiento jurídico que permitan generar escenarios de igualdad
entre ambos sexos. No obstante, no fue sino hasta el año 1954,
cuando mediante el Acto Legislativo No. 3 se le reconoció a la mujer
el derecho activo y pasivo al sufragio, es decir, a elegir y a ser elegida.
Posteriormente, con la expedición de la constitución de 1991, se buscó
garantizar una igualdad real entre los distintos géneros y la proscripción
de cualquier tipo de discriminación (C.N. arts. 13, 42 y 43), la integración
al ordenamiento jurídico colombiano de aquellos tratados ratificados
por el Estado y de los instrumentos internacionales sobre prohibición de
discriminación por razones de género y de reconocimiento de equidad
entre hombres y mujeres en el plano político, entre otros (C.N. arts. 93,
94 y 107). (…). [C]on fundamento en las preceptivas constitucionales
antes mencionadas y las facultades establecidas en los artículos 150
y 152 del ordenamiento superior, el Congreso de la República expidió
la Ley 581 de 2000, conocida como “Ley de cuotas”, por la cual se
reglamentó la adecuada y efectiva participación de las mujeres en los
niveles decisorios de las diferentes ramas y órganos del poder público.
Ulteriormente, se profirió la Ley 1496 de 2011, por medio de la cual se
garantiza la igualdad salarial y de retribución laboral entre mujeres y
hombres, y se establecen mecanismos para erradicar cualquier forma
de discriminación. En la misma línea, se expidió la Ley Estatutaria 1475
de 2011, en la que se adoptan reglas de organización y funcionamiento
de los partidos y movimientos políticos, y de los procesos electorales,
entre otras. Esta norma procuró, además, por establecer reglas para
avanzar en corrección del déficit tradicional de participación de las
mujeres en política.

309
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 3: La Sala en reiteradas ocasiones ha considerado que el


derecho a elegir, ser elegido e integrar los órganos de poder o las
corporaciones públicas es la base fundamental de los derechos
políticos en Colombia. Así lo dispone el artículo 40 de nuestra Carta
Política al señalar que “todo ciudadano tiene derecho a participar en
la conformación, ejercicio y control del poder político”, aunado a ello,
respecto de la equidad de género, este mismo precepto constitucional,
en su último inciso, dispuso que “las autoridades garantizarán la
adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios
de la Administración Pública”. Por su parte, el artículo 43 superior
estableció que “la mujer y el hombre tienen iguales derechos y
oportunidades” y el artículo 107, consagró que los “los partidos y
movimientos políticos se organizarán democráticamente y tendrá
como principios rectores la transparencia, objetividad, moralidad, la
equidad de género, y el deber de presentar y divulgar sus programas
políticos”. (…). De la disposición transcrita [artículo 28 de la Ley 1475
de 2011], se pueden colegir que: i) le corresponde a los partidos,
movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos, previa
inscripción de sus candidatos, verificar que éstos cumplan a cabalidad
las calidades y requisitos exigidos y, la ausencia de inhabilidades o
incompatibilidades y; ii) tratándose de listas donde se elijan cinco o
más curules para corporaciones de elección popular es obligatorio
que se conformen por el 30% de uno de los géneros. Por su parte, la
Corte Constitucional (…), en la sentencia C- 490 de 2011, al aludir a
este porcentaje, se refirió a las “listas” y no a las “curules” a proveer
como referencia para el cálculo de la cuota de género, seguramente, en
tanto, para ese momento, dicho problema jurídico no estaba presente
en el juez constitucional. (…). [E]n consonancia con lo expresado en la
sentencia C-490 de 2011, se puede colegir que, con la implementación
de la cuota de género se concretaron propósitos de rango constitucional
y legal, (…), dirigidos a alcanzar una representación equitativa entre
los distintos géneros en las corporaciones públicas de elección
popular y en orden a cumplir mandatos de carácter internacional
contenidos en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención
sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra
la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem do Pará-. Aunado a ello,
es claro que la aplicación del principio de equidad de género y no
discriminación, no afecta la autonomía de los partidos, movimientos
políticos y grupos significativos de ciudadanos, por el contrario, esta

310
promueve espacios de participación efectiva de la mujer, al ordenar
un mínimo porcentaje en la conformación de las listas para la elección
de corporaciones públicas, generando mayores posibilidades de que
estas corporaciones de elección popular, tengan una importante
representación del género femenino.

TESIS 4: El artículo 28 de la Ley 1475 de 2011 dispone que las


listas inscritas a corporaciones públicas de elección popular, donde
se elijan 5 o más curules o las que se sometan a consulta, “deberán
conformarse por mínimo un 30% de uno de los géneros”. (…). [N]o se
refirió el legislador estatutario, a si el 30% de que trata la norma, se
calcula en relación con el número de personas inscritas en las listas o
respecto de las curules a proveer, o lo que es lo mismo, el número de
integrantes de la respectiva corporación de elección popular. Así, los
pronunciamientos de esta Sala Electoral también han estado dirigidos
a señalar, de forma consistente y pacífica, que la cuota de mínimo el
30% de uno de los géneros establecida en la Ley 1475 de 2011, se
determina en relación con el número de candidatos inscritos en la
lista y no frente al número de curules a proveer. En ese orden, se ha
consolidado la interpretación de que ese porcentaje [de cuota mínima
del 30%], se refiere al número de candidatos que se inscriban en la lista
y no al número de curules que integran la corporación, precisamente
porque la norma basilar que consagra la porcentualidad y que regenta
la situación no da margen de interpretación, dada la contundencia de
su contenido, al imponer los siguientes derroteros concurrentes: (i) el
respeto por parte de los legitimados para la inscripción del cuidado y
observancia del 30% en “las listas” a inscribir para corporaciones de
elección popular o las que se sometan a consulta, sin que el legislador
se haya detenido en otra etapa del proceso electoral, lo cual entra en
mayor evidencia armónica (ii) al complementarlo con dos expresiones
que se integraron al texto, la primera, cuando consagró la expresión
“exceptuando su resultado”, así que la imposición es pre electoral, al
circunscribirse a la inscripción y a sus etapas propias, con precisa
escisión e independencia del resultado de la designación. La segunda
expresión, cuando la figura de las “curules”, solo es empleada por el
legislador para indicar un parámetro mínimo en la exigencia de la
aplicación de la política de género “…donde se elijan 5 o más curules
para corporaciones de elección popular”, lo cual responde a la lógica y
racionalidad de que siendo la voluntad popular la que decide quiénes
deben ocupar los cargos que se eligen, resultaría imposible que se le
atribuyera a los corporativos inscriptores que el resultado también se

311
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

allanara al cumplimiento del porcentaje consagrado en la norma, que


causaría un efecto contrario a los principios democráticos y de hecho
de una imposible consecución. (…). Las anteriores consideraciones
permiten a la Sala afincarse en su ya decantada posición de que la
Ley de Cuotas en materia de elecciones por voto popular recae sobre
las listas en la etapa de inscripción o de recomposición de aquellas
y no al número de curules por proveer. (…). Ahora bien, en lo que
atañe a la determinación matemática de este porcentaje, esta Sala
también ha concluido en varias oportunidades que, en la integración
de listas a corporaciones de elección popular para cumplir con la
cuota de género establecida en el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011,
si del cálculo se obtiene como resultado un número entero seguido
de un decimal se debe aproximar al dígito siguiente o superior. (…).
[C]onsidera la Sala que es oportuno ahondar en las razones que la
han llevado a prohijar la forma de calcular el porcentaje del 30% de la
cuota de género, cuando la operación matemática arroja un número
entero seguido de un decimal y reiterar la posición en esta materia.
La cuota de género ha sido reconocida como una acción afirmativa
que pretende compensar las formas de segregación que por razones
de género en el ámbito político, introduciendo medidas que permitan
corregir el déficit de participación tradicional que en nuestro país, (…),
tal como lo reconoció la Corte Constitucional en la sentencia C-490
de 2011. En línea con lo anterior, según el tribunal constitucional el
establecimiento de una cuota mínima de participación de las mujeres,
en la conformación de una de las listas para corporaciones públicas de
elección popular, donde se elijan 5 o más curules o las que se sometan
a consulta, se erige como una limitación que se encuentra justificada
en el principio de equidad de género y no afecta la autonomía de los
partidos y agrupaciones políticas en la labor de elaborar las planchas
de candidatos. Así las cosas, es menester recordar que la norma
bajo estudio tiene como propósitos garantizar una representación
más equilibrada en las listas para corporaciones de elección popular
y de esta manera disminuir los efectos negativos de las prácticas
sociales que involucran discriminación sistémica, para así compensar
a un grupo de la población históricamente marginado. Lo anterior, en
procura de incrementar los porcentajes de participación de la mujer en
los niveles decisorios de la administración, en especial, en el ámbito
político a fin de hacerla más igualitaria. Por tanto, la Sala estima que
la interpretación del artículo 28 de la Ley 1475 de 2011 que mejor se
acompasa con los principios y valores del texto superior, es aquella
que contribuya a incrementar los niveles de participación de las

312
mujeres en los órganos de decisión política y no una que implique una
regresión en ese proceso; razonar de manera distinta podría conducir
a admitir, vía interpretación jurisprudencial, que la cuota de género se
puede “cumplir en déficit” como lo indicara el Ministerio Público, lo que
conllevaría a erigir en regla esa contradicción lógica. (…). [E]s claro para
la Sala que permitir una exégesis menos estricta de la ley, convertiría
el porcentaje mínimo de mujeres establecido en ella en un techo a la
hora de elaborar las listas, lo que, a su vez, influiría negativamente en
la efectividad y la progresividad de la medida. En línea con lo anterior,
no se comparten el argumento del Tribunal de instancia, relativo
a que en el cálculo de la cuota de género, cuando el número que se
obtenga sea un entero y un decimal, este debe acercarse al dígito más
próximo, bajo la lógica de que el resultado no superaba el punto cinco
(0.5), no podía aproximarse al dígito superior y aunque al efecto se
apoyó en una sentencia proferida por esta Sala Electoral, en dicha
providencia no se abordó el asunto de listas partidistas ni los cargos
por voto popular a la luz de la Ley 1475 de 2011, siendo su contexto
fáctico y jurídico diferentes, así como distinta ha sido la posición de las
jurisprudencia de la Sala Electoral por lo menos desde el año de 2016,
en materia de elecciones por voto popular. En ese orden de ideas, la
interpretación que mejor satisface la norma tanto en su literalidad
como en su teleología, es aquella que enseña que cuando el cálculo
matemático de la cuota de género del 30%, establecida en el artículo
28 de la Ley 1475 de 2011, arroja como resultado un número entero y
un decimal, independiente de que este último -el decimal- sea menor
o mayor a punto cinco (0.5), debe por regla aproximarse al número
entero siguiente y no al inferior, como quiera que la cuota es un límite
mínimo e irreductible que solo se cumple cuando el porcentaje de
uno de los géneros en la lista de candidatos inscrita es igual o mayor
al consagrado por el legislador, derivar de ello otra conclusión sería
contrario a los postulados constitucionales de igualdad (art. 13),
principio democrático y de equidad de género (art. 107), el derecho a
elegir y ser elegido en las mismas condiciones y sin discriminación
(arts. 40 y 43).

TESIS 5: Esta Sala Electoral en anteriores ocasiones ha explicado


que el artículo 30 de la Ley 1475 de 2011, establece el período
perentorio a través del cual los partidos, movimientos políticos y
grupos significativos de ciudadanos pueden inscribir candidatos,
el cual es, para el caso que nos ocupa, de un (1) mes, el cual inicia
cuatro (4) meses antes de la fecha de la correspondiente elección.

313
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

En este lapso, la autoridad electoral deberá verificar que las


candidaturas cumplan con los requisitos formales [aval, firmas,
pólizas, certificación de acreditación de apoyos, etc.], caso en el cual
aceptará la inscripción suscribiendo el correspondiente formulario.
Esta se rechazará mediante acto motivado cuando: i) se inscriban
candidatos distintos a los seleccionados mediante consultas
populares o internas, ii) cuando los candidatos hayan participado en
la consulta de un partido, movimiento político o coalición, distinto al
que los inscribe. En todo caso, contra esta decisión procede el recurso
de apelación. Las postulaciones una vez se encuentren en firme sólo
pueden ser modificadas dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes
al cierre de las correspondientes inscripciones, cuando: * No se
acepte la candidatura * Se renuncie a la misma. También es viable su
modificación hasta un (1) mes antes de la fecha de la correspondiente
votación cuando: * Se trate de revocatoria de la inscripción por causas
constitucionales o legales. * Inhabilidad sobreviniente o evidenciada
con posterioridad a la inscripción. Por último, es posible reformar
la inscripción hasta ocho (8) días antes de la votación, sin perjuicio
de lo establecido en el artículo 190 de la Constitución Política en: *
Caso de muerte * Incapacidad física permanente. La Registraduría
Nacional del Estado Civil, dentro de los 2 días calendario, siguientes
al vencimiento del término para la modificación de la inscripción de
lista o candidatos, publicará en un lugar visible y en la web la relación
de los postulados inscritos aceptados. En este mismo lapso, la
remitirá a los organismos competentes para que certifiquen si sobre
alguno recae una causal de inhabilidad que deba ser informada al
CNE, dentro de los 3 días hábiles siguientes a su recibo, con el fin que
estudie la viabilidad de revocarla previo adelantamiento de un proceso
que respete las garantías del inscrito. En conclusión, el proceso de
inscripción de candidatos es un mecanismo reglado a través del cual
los ciudadanos pueden participar en la contienda política luego de
cumplir los presupuestos establecidos para cada caso, exigencias que
incluyen el no estar inhabilitados para el ejercicio del cargo al que se
postulan, verificación que debe hacerla no solo la colectividad política
a la que pertenece el candidato sino el CNE.

TESIS 6: El impugnador basó su inconformidad frente a la sentencia


apelada en que, contrario a lo afirmado por el Tribunal, el partido
Alianza Verde incumplió el deber de integrar su lista de candidatos al
Concejo de Tunja para los comicios del 27 de octubre de 2019 con un
mínimo de treinta por ciento (30%) de mujeres, habida cuenta que la

314
declaratoria de nulidad de la concejal por esa colectividad, Karen Lucía
Molano Granados, provocó una alteración de la base del cálculo de la
cuota de género, dado que el número de personas de género femenino
pasó de seis (6) mujeres a cinco (5). (…). Al respecto la Sala considera
que no le asiste razón al apelante, puesto que, la sentencia de nulidad
de la elección de la concejal Molano Granados no podía alterar la lista
inicialmente inscrita por el partido Alianza Verde, y por contera afectar
la presunción de legalidad de la Resolución No. 017 de 7 de mayo de
2020, por la cual se hizo el llamamiento al señor Julián Yamith López
Laiton para ocupar la curul vacante por esa colectividad en el Concejo
municipal de Tunja, habida cuenta que las causales de modificación de
las inscripciones de candidatos a cargos de corporaciones de elección
popular se presentan en ciertas situaciones excepcionales establecidas
en el artículo 31 de le Ley 1475 de 2011. (…). Así las cosas, es claro que
la modificación de inscripción de candidatos está regida por términos
y causales específicas, pero en ninguna de estas se pueden subsumir
los hechos expuestos en la demanda, esto es, que la anulación de
un candidato electo provoque la alteración de la lista inscrita por el
respectivo partido político. Lo anterior supone, que el cálculo de la cuota
de género se debe hacer respecto de la lista inscrita y registrada por
el Partido Alianza Verde al Concejo municipal de Tunja, periodo 2020-
2023, y que quedó en firme en la etapa pre-electoral correspondiente,
es decir, sin excluir a la señora Molano Granados. (…). Con buen criterio,
esta judicatura ha indicado que la interpretación sistemática de la
regulación del proceso de inscripción arroja dos máximas reconocibles
fácilmente, una de temporalidad y otra de causalidad. En la primera,
las etapas y plazos evidencian la aplicación del principio de preclusión
o perentoriedad en materia de modificación, reforma y recomposición
de la lista electoral de candidatos a las justas por voto popular. (…). En
la segunda, aquella atinente a la causalidad, impone para el proceso
de reestructuración de la mentada composición solo corresponda a
causales excepcionales. Ambos factores (tiempo y causa) “conlleva[n]
una triple protección y es para el elector, las colectividades políticas y
la democracia propiamente dicha, en los que se mantiene la pluralidad
de opciones, se garantiza la participación política de las agrupaciones
y se incrementan los niveles democráticos de selección”. (…). Por ello,
no es viable nulitar el acto de elección o, en este caso, el llamamiento,
por cuanto al momento original de inscribir la lista sí fue cumplida la
cuota porcentual legal. En el caso que se analiza a la señora Karen
Lucía Molano Granados le fue anulada su elección, mediante fallo de
21 de enero de 2020 del Tribunal Administrativo de Boyacá, decisión

315
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

que fue confirmada por el Consejo de Estado mediante providencia


del 12 de marzo siguiente, en el que se encontró que incurrió en
inhabilidad por parentesco, pero tal certeza fue dada por las decisiones
judiciales de suspensión provisional de noviembre de 2019 y el fallo
en comento que se notificó el día 13 de marzo de 2020 y se rechazó
la solicitud de aclaración mediante auto de 9 de julio de 2020, por
lo que la declaratoria de nulidad judicial de la concejal mal podría
haber incidido en la composición de la ley de cuotas predicable para
el momento de la inscripción de las listas de candidatos. (…). Lo que
hace más evidente que la decisión jurisdiccional de nulidad electoral
no está incluida, en principio, por cuanto uno de los presupuestos del
medio de control es contar con acto electoral definitivo que no es otro
que el declaratorio de elección o el de llamamiento, actuaciones que
acontecen mucho tiempo después de la etapa de inscripción. Así las
cosas, como lo expuesto y acreditado por la apelante no da cuenta de
este último evento, no habrá lugar a revocar la sentencia de primera
instancia, aunado a que el argumento principal de la alzada no es de
recibo, por lo que el fallo apelado se mantiene incólume.

TESIS 7: En primer lugar, la Sala recaba en que la sentencia [del 15


de julio de 2013 de Sección Quinta del Consejo de Estado] citada por
el Tribunal a quo, y que sirvió de sustento para el cálculo de la cuota
de género en la decisión apelada, no es aplicable al caso concreto,
pues aquella oportunidad el estudió se hizo desde la perspectiva de
la Ley 581 de 2000 y no según lo dispuesto en la Ley 1475 de 2011,
es decir, que no hay identidad jurídica con el caso sub judice. Por
tanto, no es posible acoger la interpretación allí prohijada, máxime
cuando esta Sala ya ha adoptado una posición en casos regulados
específicamente por esta última norma. (…). Con base en lo anterior, y
a pesar de que, se itera, este segundo argumento de censura no tiene
la entidad para enervar la presunción de legalidad del acto, en razón
a las consideraciones de los aspectos temporales y preclusivos antes
expuestos, la Sala considera que en los casos en los cuales el cálculo
del 30% de la cuota de género dé como resultado un número entero
seguido de un decimal, este no puede aproximarse por defecto, es
decir, al número entero inferior, (…), no alcanzaría a llegar al porcentaje
mínimo requerido por el legislador. (…). Lo anterior, supone que si el
partido Alianza Verde hubiera incluido en su lista de diecisiete (17)
candidatos, solo cinco (5) mujeres, habría incurrido en incumplimiento
de la cuota de género, pues el resultado no sería igual o superior a
30%, sino inferior a razón del 29,41%. (…). [D]e las pruebas obrantes

316
en el plenario se tiene que el partido Alianza Verde inscribió la (…) lista
de candidatos al Concejo de Tunja, periodo 2020-2023, la cual no sufrió
ningún tipo de alteración o modificación. (…). Por lo que, teniendo en
cuenta que el 30% de la cuota de género aplicable sobre el total de
la lista registrada por dicho movimiento político [17 personas] arroja
como resultado cinco punto uno (5.1), el número mínimo de mujeres
que debía inscribir, a fin de cumplir con lo dispuesto en el artículo 28 de
la Ley 1475 de 2011, era seis (6). (…). Así las cosas, dado que el partido
Alianza Verde inscribió seis (6) mujeres en una lista de diecisiete
(17) candidatos, aplicando la fórmula matemática, tenemos que sí se
allanó al cumplimiento del artículo 28 de la Ley 1475 de 2011. (…). De
lo anterior, se concluye que la colectividad cumplió con la obligación
de incluir en su lista de candidatos al Concejo de Tunja un mínimo
de 30% de uno de los géneros, según lo dispuesto en la citada ley,
como quiera que inscribió un total de 35,29% de mujeres. En ese orden
de ideas, la Sala considera que el recurrente no logró demostrar las
censuras expuestas en el recurso de alzada, esto, dentro del contexto
delimitado del acto de llamamiento, cuya legalidad fue cuestionada por
la supuesta infracción al deber legal de incluir el porcentaje mínimo
de la cuota de género en la inscripción de la lista del partido Alianza
Verde al Concejo de Tunja, devenida de la declaratoria de nulidad de
la elección de una cabildante que participó en las justas electorales y
logró una curul en la respectiva corporación. En consecuencia, no se
avizora que el acto acusado haya vulnerado el ordenamiento superior
ni a las normas en que debería fundarse, en especial, lo dispuesto en
el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, por tanto, habrá de confirmarse
la providencia recurrida.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 43
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 107 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 28 /
LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 30 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 31

317
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL CONCEJAL MUNICIPAL, INTERVENCIÓN DE TERCEROS
PROCESALES, INHABILIDADES DEL CONCEJAL MUNICIPAL POR
PARENTESCO CON REPRESENTANTE LEGAL DE ENTIDADES
DE SEGURIDAD SOCIAL EN SALUD DEL RÉGIMEN SUBSIDIADO,
TRASHUMANCIA ELECTORAL

EXTRACTO NO. 46

RADICADO: 70001-23-33-000-2020-00005-01
FECHA: 21/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Alberto Carlos Vergara Sierra
DEMANDADO: Andy José Ruíz Serna – Concejal de Sincelejo,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el recurso


de apelación interpuesto por el demandado contra la sentencia de 2
de marzo de 2021, por medio de la cual el Tribunal Administrativo de
Sucre declaró la nulidad del acto de elección de Andy José Ruíz Serna
como concejal de Sincelejo para el periodo 2020-2023, el cual se acusa
de estar viciado de nulidad, por violación al régimen de inhabilidades
previsto en el artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el
artículo 40 de la Ley 617 de 2000, o por violación a los dispuesto en el
numeral 5 del artículo 45 de la Ley 136 de 1994.

TESIS 1: [E]l Partido Liberal, por intermedio de apoderado judicial,


presentó escrito en calidad de tercero impugnador para respaldar la
defensa de Andy José Ruíz serna, a quien le otorgó el aval. Solicitó
que se de aplicación al artículo 271 del CPACA “y proceder a someter
el reparto del presente asunto, dada su importancia jurídica, social y
por la necesidad de sentar jurisprudencia frente a las divergencias
en la interpretación de otras sentencias y la aplicación del derecho,
para que expida una sentencia que unifique jurisprudencia…”. [L]a Sala
precisa que el Partido Liberal no ha sido reconocido como impugnador
de modo que carece de legitimación para la petición de que se dicte
sentencia de unificación, dado que según el artículo 271 del CPACA,

318
dichas providencias se dictarán i) cuando el conocimiento del asunto
se asuma de oficio por el Consejo de Estado; ii) por remisión de las
secciones o subsecciones de dicha Corporación o de los tribunales o iii)
por solicitud de las partes, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del
Estado o al Ministerio Público. Por tanto, aun de haber sido admitido
como tercero, dicha organización política no corresponde a los sujetos
procesales habilitados para elevar una solicitud de esta naturaleza, de
modo que no es procedente el estudio de su petición.

TESIS 2: Las inhabilidades están erigidas como especiales


condiciones objetivas que pueden recaer sobre una persona y que
tienen como único fin que quienes accedan o estén en la función
pública, desempeñen su cargo bajo los criterios de igualdad, eficiencia,
moralidad e imparcialidad, garantizando de esta forma la prevalencia
de los intereses generales de la comunidad sobre los personales.
En este sentido, las diferentes circunstancias que configuran una
inhabilidad examinan la órbita personal del aspirante o servidor en
ejercicio, de manera que “auscultan en los antecedentes personales,
las relaciones familiares, el ejercicio profesional y las actividades
lucrativas del interesado”. (…). [A]l constituir las inhabilidades una
restricción al derecho de acceso a cargos públicos, la Constitución
de 1991 dispuso que el desarrollo de su régimen jurídico tiene una
cláusula de reserva legal, lo cual ha sido enfatizado por parte de
esta Corporación, estableciéndose en diferentes oportunidades que
el único facultado para estructurar las circunstancias especiales que
limitan el referido derecho es el legislador. (…). [T]ratándose de los
concejales municipales y distritales, fue con la Ley 136 de 1994 que
se enlistaron las causales inhabilitantes de estos servidores públicos
para inscribirse o ser elegidos como tales.

TESIS 3: Es de recordar que esta Sala ha sostenido que para comprender


esta causal se impone hacer una breve mención a la forma como está
estructurado el Sistema General de Seguridad Social en Salud. (…).
Dentro de los organismos que integran el sistema de seguridad social en
salud, están las Empresas Promotoras de Salud, EPS, las cuales, según
el artículo 14 de la Ley 100 de 1993, en cada régimen, esto es, tanto en el
contributivo como en el subsidiado, son las responsables de cumplir con
las funciones indelegables del aseguramiento, referida a la afiliación y el
registro de la población objeto, las cuales cuando operan en el régimen
subsidiado, se identifican con la sigla como EPS-S. (…). Del contenido
normativo [artículo 29 de la Ley 1438 de 2011] expuesto la Sala observa

319
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

que se consagran 4 hipótesis que constituyen inhabilidades autónomas


o independientes: (i) Aquella relativa al ejercicio de autoridad civil,
política, administrativa o militar por parte de parientes del candidato. (ii)
La referida a que el cónyuge, compañero (a) permanente o pariente del
candidato se haya desempeñado como representante legal de entidades
que administren tributos, tasas o contribuciones, o de entidades
que presten servicios públicos domiciliarios o de seguridad social de
salud en el régimen subsidiado en el municipio. (iii) La relacionada con
coexistencia de inscripciones. Para este proceso interesa la segunda,
es decir, aquella que se genera por el parentesco con quien ha sido
representante legal de una entidad que preste servicios públicos de
seguridad social en el respectivo municipio o distrito. Frente a esta
causal la Sala identifica los siguientes elementos: a. Vínculo: exige que
exista parentesco -hasta en tercer grado de consanguinidad, primero
de afinidad o único civil- o matrimonio o unión libre con el candidato.
b. Material: consiste en que el pariente, cónyuge o compañero (a)
permanente haya sido representante legal de una de las entidades
que indica la norma. c. Orgánico: se refiere a que la entidad sea de
aquellas que (i) administren tributos, tasas o contribuciones o (ii) presten
servicios públicos domiciliarios o (iii) de seguridad social en salud
que pertenezca al régimen subsidiado. d. Temporal: según el cual, la
representación legal debe haberse ejercido en el periodo inhabilitante,
esto es, durante el año anterior a las elecciones. e. Espacial: impone
que la entidad administre tributos, tasas o contribuciones, o preste sus
servicios en el respectivo municipio o distrito. Reitera la Sala, en punto
a la naturaleza de las instituciones que integran el sistema de salud y
la finalidad de la inhabilidad especial relacionada con la representación
legal de entidades de la seguridad social en salud, esta Corporación
acotó lo siguiente: (…). Se concluye entonces, que la teleología de esta
inhabilidad está fundada en la necesidad de salvaguardar el proceso
eleccionario de las influencias de quienes administran estos cuantiosos
dineros pertenecientes al régimen subsidiado en salud, vinculado a la
población más necesitada y vulnerable del país, en detrimento de la
igualdad de los participantes en las elecciones.

TESIS 4: Precisa la Sala que el estudio que efectuará se circunscribirá


al aspecto orgánico y territorial de la causal de inhabilidad referida a
la representación legal de una empresa que presta servicios públicos
domiciliarios, puesto que, en relación con el vínculo y los elementos
material y temporal no existe controversia alguna, dado que los mismos
se dieron por acreditados en primera instancia, sin que al respecto el

320
apelante planteara algún reproche. En cuanto al elemento orgánico, (…),
se debe considerar como entidades que presten servicios públicos de
seguridad social en el régimen subsidiado, tanto a las EPS como a las
IPS, dado que se trata de evitar que quienes representan legalmente
a entidades que disponen de los recursos del régimen subsidiado de
seguridad social en salud (EPS) y tienen el deber y la facultad de prestar
los servicios que impone el POS (IPS), puedan incidir en el electorado
vulnerable, propiciando desigualdad entre los contendores. (…). [C]
ontrario a lo afirmado por el demandado, el entendimiento del Tribunal
no desconoció el carácter restrictivo de la interpretación del régimen
de inhabilidades, o establecido una inhabilidad no contemplada en la
norma, tampoco es cierto que haya invadido el ámbito de competencias
del legislador, pues, se insiste, la ley se refiere a la prestación del
servicio de seguridad social en el régimen subsidiado. (…). Para la Sala,
no es cierto que el Tribunal haya realizado una interpretación extensiva
y analógica de la causal en cuestión [inhabilidad por parentesco con
representante legal de entidades que presten servicios de seguridad
social en el régimen subsidiado], dado que, como se dijo recientemente,
el criterio de esta Sección, es que las entidades que prestan servicios
públicos de seguridad social en el régimen subsidiado, son tanto a
las EPS como las IPS. (…). Observa la Sala que en las sentencias que
invocó el apoderado del demandado [sentencias C-064 de 2008 y T-880
de 2009], la Corte [Constitucional] resaltó que las IPS son organizadas
para la prestación de los servicios de salud a los afiliados del Sistema
General de Seguridad Social en Salud en una EPS -régimen contributivo-
o en una EPS-S -régimen subsidiado-. Además, hizo énfasis en que las
EPS no solo tienen a cargo la administración del respectivo régimen
a quienes se afilien, sino que también prestan los servicios del plan
obligatorio de salud. Por tanto, (…), se refuerza la tesis de esta Sección
según la cual, tanto las EPS como las IPS son entidades que prestan
servicios de salud, de manera que la apreciación del apelante no es de
recibo. En ese orden, se impone concluir que la IPS Clínica Especializada
La Concepción S.A.S. prestó servicios de salud en el régimen subsidiado
en Sincelejo y, por ende, se satisface esta premisa de la inhabilidad
atribuida al señor Ruíz Serna. Como lo planteó el Ministerio Público,
la Sala entiende que cuando el apelante alegó que los contratos que
celebró la IPS Clínica Especializada La Concepción S.A.S. contienen
cláusulas que impiden tener certeza del municipio de donde provendrá
la población objeto de cobertura y que atienden a usuarios provenientes
de diversos municipios de Sucre, cuestionó la configuración del
elemento territorial de la inhabilidad. Sin embargo, dicho reproche

321
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

no está llamado a prosperar pues, (…), este elemento exige que la


prestación de los servicios se lleve a cabo en el respectivo municipio
o distrito, lo cual está acreditado. (…). En este punto, conviene destacar
que el apelante reconoció que los servicios de salud se debían prestar
a usuarios del régimen subsidiado de varios municipios de Sucre, entre
ellos, Sincelejo, municipio en el que Andy José Ruíz Serna resultó elegido
como concejal. (…). Como se ve, dichos acuerdos contractuales para la
atención de usuarios del régimen subsidiado -aspecto no discutido en
esta etapa- se ejecutaron en Sincelejo, es decir, el servicio se prestó en
el ente territorial en el cual el demandado resultó elegido concejal. (…).
[L]a Sala considera que el apelante confunde la inhabilidad del artículo
43-4 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617
de 2000 que se enmarca en la causal de nulidad del artículo 275-5 del
CPACA con aquella consagrada en el numeral 7, esto es, “Tratándose de
la elección por voto popular por circunscripciones distintas a la nacional,
los electores no sean residentes en la respectiva circunscripción”. (…). [L]
a trashumancia, como vicio electoral, se ha entendido como la “acción
de inscribir la cédula para votar por un determinado candidato u opción
política en un lugar distinto al que se reside o en el que se encuentre un
verdadero arraigo o interés”. Es claro entonces que, si bien la inhabilidad
atribuida al demandado y la trashumancia son causales de nulidades,
se materializan a partir de supuestos muy distintos. En el presente caso,
no hay duda de que la pretensión de nulidad de la elección de Andy
José Ruíz Serna se fundamentó en el hecho de haber estado incurso
en una causal de inhabilidad -subjetiva- y no en la causal objetiva de
trashumancia. Finalmente, se debe recordar que la declaratoria de
nulidad de un acto electoral, no tiene naturaleza sancionatoria dado
que, se insiste, “El juez solo debe confrontar la disposición que se dice
vulnerada con el acto de elección o designación, para determinar si el
mismo se aviene o no a los supuestos exigidos por la disposición que
se dice desconocida, juicio meramente objetivo que protege la voluntad
popular del electorado”. De acuerdo con lo expuesto, la Sala considera
que los elementos de la inhabilidad atribuida al demandado no fueron
desvirtuados y, en consecuencia, se impone la confirmación del fallo que
anuló su elección.

NORMATIVA APLICADA
LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 43 NUMERAL 4 / LEY 100 DE 1993 - ARTÍCULO 14 /
LEY 617 DE 2000 - ARTÍCULO 40 / LEY 1438 DE 2011 - ARTÍCULO 29

322
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
REPRESENTANTE PRINCIPAL DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS
ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE CORPORINOQUIA, DIVERSIDAD
CULTURAL, DERECHOS DEL PUEBLO INDÍGENA, PLURALISMO
JURÍDICO, IDENTIDAD CULTURAL, AUTONOMÍA INDÍGENA,
COMUNIDAD INDÍGENA, ENFOQUE DIFERENCIAL ÉTNICO, CABILDO
INDÍGENA, RESGUARDO INDÍGENA, CONVOCATORIA A ELECCIONES,
EXPEDICIÓN IRREGULAR DEL ACTO ADMINISTRATIVO DE ELECCIÓN,
FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL, INFRACCIÓN DE NORMA
SUPERIOR, FACULTADES DE CORPORINOQUIA, PRINCIPIO DE
EFICACIA DEL VOTO, PRESUNCIÓN DE LEGALIDAD DEL ACTO

EXTRACTO NO. 47

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00048-00
FECHA: 27/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Óscar Javier Vargas Urrego
DEMANDADA: Sofía Consuelo Lombana Ketshinei –
Representante principal de las Comunidades Indígenas ante
el Consejo Directivo de Corporinoquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si la elección de


la señora Sofía Consuelo Lombana Ketshinei, como representante
principal de las comunidades indígenas ante el Consejo Directivo de
CORPORINOQUIA, contenida en el Acta No. 001 del 6 de septiembre de
2019, se encuentra o no viciada de nulidad por las causales genéricas
del inciso 2º del artículo 137 del CPACA, por infracción de las normas
en que debía fundarse y expedición irregular, así como las especiales
consagradas en los numerales 3 y 4 del artículo 275 ejusdem, por
falsedad en los documentos electorales y violación del sistema
adoptado para el cómputo de la votación.

TESIS 1: La Carta Política de 1991 significó el punto de partida para


la construcción de un Estado Social y Democrático de Derecho en el
país, caracterizado por la reivindicación del pluralismo, la diferencia
y la participación como valores que enriquecen la nación, los cuales

323
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

imponen a las autoridades un deber genérico de neutralidad ante las


identidades culturales existentes, que a la vez plantea tensiones con el
cumplimiento de sus fines, la concepción individualista de los derechos
fundamentales y la forma unitaria del Estado. (…). En virtud de lo
anterior, dentro del articulado superior que se aprobó fueron incluidas
varias cláusulas que integran lo que se conoce como la «Constitución
Multicultural», las cuales son contundentes al declarar que Colombia
es un Estado democrático, participativo y pluralista (artículo 1), basado
en el reconocimiento y protección de la diversidad étnica de la nación
(artículo 7), así como de sus riquezas culturales (artículo 8), en sus
distintas manifestaciones que conviven en el país con igual dignidad
y derechos (artículo 70). Con base en estas premisas, se consagraron
a favor de las comunidades indígenas una serie de prerrogativas de
vital importancia para la conservación y reproducción de sus usos,
costumbres y tradiciones, como aceptar que sus lenguas y dialectos
son el idioma oficial en sus territorios (artículo 10) y que sus tierras
de resguardo son inalienables, imprescriptibles e inembargable
(artículo 63), la creación de la jurisdicción especial indígena (artículo
246), circunscripciones electorales especiales para Senado y
Cámara de Representantes (artículos 171 y 176) y los territorios
indígenas, concebidos como una forma de propiedad y organización
comunitaria, fundada en la autonomía para la gestión de sus intereses
y administración de sus recursos, así como el autogobierno para
designar sus autoridades y tomar sus decisiones (artículos 286-289 y
329 y 330). (…). Una vez que tales disposiciones entraron a regir, la Corte
Constitucional asumió la labor de interpretarlas sistemáticamente
para definir su contenido y alcance al ser aplicadas a casos concretos,
destacando la importancia de consolidarlas como guía de la actividad
de las autoridades y los particulares para prevenir y corregir
cualquier forma de discriminación, marginación o sometimiento de
las personas o grupos culturales con base en sus diferencias. (…).
Esta nueva categorización [pluralismo] que sustenta nuestro actual
sistema democrático favoreció el diálogo entre el derecho interno y
el derecho Internacional de los derechos humanos y, en ese orden,
se tradujo en la incorporación del bloque de constitucionalidad, como
perspectiva global de interpretación y aplicación de los derechos
fundamentales, y del control de convencionalidad, como ius commune
interamericano. En esa medida, las referidas prescripciones genéricas
de respeto y garantía por la diversidad étnica y cultural, así como las
específicas de protección a las comunidades indígenas se encuentran
también incorporadas en diferentes tratados internacionales de

324
los que el Estado colombiano es parte y, por ende, tiene el deber de
cumplirlas. (…). A partir de este marco normativo, constitucional y (sic)
internacional, se reitera que los principios del pluralismo, la diferencia
y la participación son los pilares en que se sustenta la sociedad abierta
que reconoció y amparó el Constituyente de 1991, en la cual se estima
la heterogeneidad cultural como un valor que enriquece al pueblo
y fortalece su soberanía; por tanto, las tensiones que se produzcan
entre aquellos y otros principios, valores o derechos fundamentales
se deben resolver siguiendo la clásica fórmula Kantiana de procurar
la pacífica convivencia de las libertades de todos, respetando las
diferentes cosmogonías y cosmovisiones existentes y garantizando los
derechos de las minorías étnicas.

TESIS 2: [L]a implementación de este modelo de Estado es un desafío


permanente para las autoridades en cuanto la heterogeneidad cultural
es fuente de conflictos que deben resolver manteniendo su neutralidad,
principalmente entre: (i) los derechos individuales o de libertad, propios
de la tradición liberal ilustrada, consagrados en la parte dogmática
de la Constitución de 1991 frente a los usos y costumbres colectivos
de las minorías étnicas, anclados en sus tradiciones ancestrales
y cosmovisiones autóctonas; y (ii) la forma de Estado unitario con
centralización política y sistema de gobierno presidencial con sus
frenos y contrapesos, desarrollados en la parte orgánica del Estatuto
Superior, frente a otras formas alternativas de derecho, derivadas de
la diversidad y autonomía culturales, como expresión de los derechos
de autogobierno de las comunidades indígenas. (…). Así entonces,
se construyó una línea jurisprudencial para analizar los problemas
jurídicos que afectan los derechos de las comunidades indígenas
con enfoque diferencial, la cual se funda en el reconocimiento de sus
saberes y prácticas ancestrales como parte de la riqueza cultural de
la nación, merecedora de amparo superior para su conservación y
reproducción, lo que significa que cualquiera de las normas jurídicas
que tienen impacto en sus prerrogativas, necesidades e intereses
como grupos minoritarios debe ser interpretada de modo tal que en
su aplicación se otorgue el mayor ámbito de protección a su dignidad
y autonomía, en beneficio de su identidad cultural. (…). [D]entro del
conjunto de decisiones judiciales que se ha venido consolidando a
favor la autonomía cultural que reivindica a los pueblos amerindios,
existen varias sentencias hito que han fijado las pautas para su debida
tutela judicial, proferidas principalmente durante los primeros años
de vigencia de la Carta Política de 1991 y reiteradas hasta la fecha,

325
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

justamente por tratarse de uno de los desarrollos más novedosos de


los principios del pluralismo, la diferencia y la participación, pilares
del Estado Social de Derecho que plantean grandes dificultades
teórico-prácticas para su implementación. (…). En ese orden, si
bien su evolución no ha sido pacífica porque existen precedentes
encontrados sobre la materia, en la medida en que fluctúan entre los
extremos axiológicos del individualismo y la unidad política -por un
lado- y la diversidad cultural y autogobierno -por el otro-, la balanza
se ha inclinado hacia este último en salvaguarda de la identidad,
autodeterminación y digna subsistencia de los grupos étnicos. (…).
En síntesis, para la interpretación y aplicación de los problemas
jurídicos en que se encuentren involucradas las prerrogativas,
necesidades e intereses de las comunidades indígenas, se debe seguir
el siguiente decálogo de estándares jurisprudenciales como criterios
de interpretación de las normas aplicables: * El Estado debe obrar
con neutralidad ante las distintas cosmogonías y cosmovisiones que
hacen para de su sistema de creencias, sin imponer los de la cultura
hegemónica occidental. * Tales colectivos son sujeto constitucional
de derecho, diferenciado de otros grupos y de sus propios miembros
individualmente considerados. * La base de su existencia está en
el autoreconocimiento y la autoidentificación de sus integrantes,
ante lo cual surge la obligación del Estado de reconocerlos. * Las
comunidades indígenas son titulares de los derechos fundamentales
a la subsistencia y a no ser objeto de desaparición o desplazamiento
forzado, a la integridad étnica, cultural y social, la propiedad colectiva
y aprovechamiento de los recursos naturales de sus territorios (con
excepción del subsuelo que pertenece a la nación), a elegir sus propias
autoridades y regirse por sus normas especiales sin interferencias
externas, a participar y ser consultados en la toma de decisiones que
los afectan, a vivir en paz y a la reparación integral como víctimas del
conflicto armado, entre otros. * Las autoridades deben promover la
efectividad de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de los
pueblos indígenas y tribales, tales como la etnoeducación, vivienda
digna, salud y soberanía alimentaria, entre otros, teniendo en cuenta
su carácter indivisible e interdependiente con los fundamentales, a fin
de garantizar su vida en condiciones dignas. * En caso de conflictos
entre las prerrogativas en cabeza de estos colectivos y otros derechos,
principios o valores superiores, la ponderación se debe resolver a
partir de la maximización de la autonomía cultural para favorecer
la conservación y reproducción de sus saberes, usos y costumbres
ancestrales y la minimización de sus restricciones bajo un criterio de

326
proporcionalidad e igualdad estricto. * Su libre autodeterminación no
puede ser absoluta sino que admite límites relacionados básicamente
con el núcleo esencial de algunos derechos fundamentales individuales
e intereses colectivos de la sociedad, las normas de orden público
y el principio de unidad política de la nación. * Los referidos límites
se aplican bajo la premisa de: a mayor conservación de la identidad
cultural, mayor autonomía y viceversa. * La conducta de los integrantes
de las comunidades indígenas está sometida a un sistema jurídico
multinivel, integrado por los siguientes órdenes como expresión del
pluralismo jurídico: (i) las normas jurídicas imperativas y dispositivas
que rigen en todo el territorio nacional con carácter general, impersonal
y abstracto (derecho occidental o común); (ii) las disposiciones creadas
a su favor por las autoridades del Estado y aceptadas por ellos, con
base en sus especificidades (derecho occidental resignificado o
especial); y (iii) las reglas que gobiernan al interior de cada comunidad
en su libre autodeterminación, según sus saberes, usos, costumbres y
autoridades tradicionales, las que en principio predominan sobre todas
las demás (ley de origen, derecho mayor o propio). El enfoque étnico es
una herramienta metodológica que se debe utilizar para determinar el
contenido y alcance de las normas jurídicas que afectan los derechos
de las comunidades indígenas, según el cual: entre las distintas
interpretaciones admisibles de aquellas se debe preferir la que mejor
protege su autonomía cultural o, en su defecto, su inaplicación por vía
de excepción de inconstitucionalidad o contraconvencionalidad, a fin
de reforzar las garantías institucionales del pluralismo, la tolerancia
y la participación, con el doble propósito de abolir los patrones de
discriminación, marginación y sometimiento en su contra y promover
acciones afirmativas para su empoderamiento y autodeterminación
con diálogo interno e intercultural.

TESIS 3: A partir de la noción de «pueblos indígenas» consignada


en el artículo 1.b) del Convenio 169 de 1989 de la OIT, adoptado por
Colombia mediante la Ley 21 de 1991, el artículo 2º del Decreto 2001
de 1988 define las «comunidades indígenas» como: (…) el conjunto
de familias de ascendencia amerindia que comparten sentimientos
de identificación con su pasado aborigen y mantienen rasgos y
valores propios de su cultura tradicional como formas de gobierno
y control social internos que las distinguen de otras comunidades
rurales. (…). A su vez, la misma disposición legal en cita incluye
la definición de cabildo como la «Entidad pública especial, cuyos
miembros son indígenas elegidos y reconocidos por una parcialidad

327
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

localizada en un territorio determinado, encargado de representar


legalmente a su grupo y ejercer las funciones que le atribuye la ley
y sus usos y costumbres. Los cabildantes deben ser miembros de la
comunidad que los elige y la elección se hará conforme a lo dispuesto
en el artículo 3º de la Ley 89 de 1890 o por sus propias formas de
organización tradicional». Se trata entonces del órgano colegiado de
gobierno en cada comunidad indígena, conformado por algunos de
sus integrantes que son designados de conformidad con la ley y su
derecho mayor, para ejercer su representación legal y cumplir las
demás funciones que le sean asignadas de acuerdo con su autonomía.
Dicha norma delimita además, el concepto de resguardo como «(…)
institución legal y sociopolítica de carácter especial, conformada por
una comunidad o parcialidad indígena, que con un título de propiedad
comunitaria, posee su territorio y se rige para el manejo de éste y de
su vida interna, por una organización ajustada al fuero indígena o a
sus pautas y tradiciones culturales». Es decir, más que una entidad
territorial o división político-administrativa, constituye una forma de
propiedad colectiva de la tierra de carácter inalienable, imprescriptible
e inembargable (artículos 67 y 229 de la Constitución Política), creada
a favor de las comunidades indígenas para proteger su identidad,
subsistencia y forma de vida, inspirada en lo regulado por el Título II
sobre «Tierras» del Convenio 169 (artículos 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19).
Ahora bien, de conformidad con la Constitución Política, los territorios
indígenas en Colombia son de tres clases: resguardos ordinarios
(artículo 329), resguardos con rango de municipio para efectos fiscales
(artículo 357) y las entidades territoriales indígenas (artículo 286).
Las comunidades amerindias a favor de las que son reconocidos (sic)
gozan de autonomía para la administración de sus asuntos (artículo
287) y, en tal virtud, tienen potestad para determinar las reglas,
autoridades y procedimientos para la toma de decisiones sobre la
explotación y aprovechamiento de los recursos naturales que existen
en su interior (artículo 229 y 230), con excepción del subsuelo y los
no renovables, que son propiedad del Estado (artículo 332) y siempre
dentro del marco del interés público o social (Artículo 58). De esta
manera, la Corte Constitucional enfatizó que esta figura, resignificada
del derecho colonial de la conquista española, es actualmente una
manifestación legítima de la propiedad privada, en su doble dimensión
de derecho-deber. (…). Adicionalmente, la jurisprudencia destacó que el
reconocimiento del derecho a la propiedad colectiva de los resguardos
en favor de las comunidades indígenas comprende el dominio sobre
los recursos naturales existentes en su territorio. (…). En aplicación

328
de estos mandatos superiores [artículo 15 del Convenio 169 de 1989
de la OIT y 330 de la Constitución Política] se otorgó representación
política a las comunidades indígenas ante el Consejo Directivo de las
Corporaciones Autónomas Regionales, a través de lo dispuesto en
el literal f) del artículo 26 de la Ley 99 de 1993, «Por la cual se crea
el Ministerio del Medio Ambiente y se organiza el Sistema Nacional
Ambiental», que reservó un asiento en la composición de este órgano
directivo para «Un (1) representante de las comunidades indígenas o
etnias tradicionalmente asentadas en el territorio de jurisdicción de
la Corporación, elegido por ellas mismas». Con fundamento en dicha
norma, el Gobierno Nacional expidió la Resolución 128 de 2000 «Por
medio de la cual se reglamenta el literal f) del artículo 26 de la ley 99 de
1993, y se adoptan otras disposiciones», que fija las reglas atinentes al
procedimiento para la designación de estos representantes.

TESIS 4: [S]e aclara que esta fase final del contencioso-electoral


[etapa de alegatos] no es una nueva oportunidad para revivir aquellas
que se perdieron en su curso por la inactividad de las partes. No
obstante, luego de constatar que el contenido del memorial interpuesto
por dicha entidad [Corporinoquia] el 13 de julio del año en curso no
plantea elementos de juicio distintos a los que trabaron en la Litis sino
que coinciden con el sentido y alcance de las excepciones de mérito
que sustentó en el plenario la apoderada de la señora Sofía Consuelo
Lombana Ketshinei, se valorarán en conjunto como garantía del
derecho de defensa y contradicción. Por otra parte, se evidencia que
la agente del Ministerio Público se refiere, en su intervención final, a
que la publicidad de la convocatoria fue insuficiente porque no tuvo en
cuenta el multiculturalismo de sus destinatarios, cuestión que no fue
parte del concepto de la violación desarrollado en el libelo introductorio
y que, por tanto, tampoco se incorporó en la fijación del litigo ni en el
problema jurídico actual, de modo que no será objeto de examen en
particular, por exceder el objeto del proceso. No obstante, se recuerda
que sobre la materia existe un pronunciamiento previo de esta Sección
en el que se enfatizó el deber de las CAR de difundir las invitaciones
públicas a este tipo de «(…) procesos eleccionarios que conciernen a
las comunidades indígenas de su jurisdicción en las lenguas oficiales
en los territorios de estas, empleando, además, canales de difusión
que sean más acordes con las características propias de estos grupos,
a efectos de potenciar su participación en tales espacios, considerando
la posibilidad de coordinar previamente con ellas los mecanismos que
les resulten de mayor idoneidad.»

329
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

TESIS 5: En orden a resolver este cargo [vicio de expedición irregular],


es menester empezar por revisar lo que dispone el artículo 1 de la
Resolución 128 de 2000, frente al aparte de su inciso segundo que se
alega como infringido. (…). Esta disposición contiene un mandato dirigido
al director general de la CAR, a quien se le atribuye el deber de llevar a
cabo la invitación pública con miras a la elección de los representantes
de las comunidades indígenas o etnias ante el Consejo Directivo de la
entidad, con la finalidad de propiciar la participación de aquellas que
se encuentran asentadas dentro del área de su jurisdicción, para que
se inscriban como electores y postulen candidatos para integrar dicho
órgano directivo. Con este propósito prescribe que la «convocatoria»
debe publicarse en un diario de amplia circulación nacional o regional
en dos oportunidades y, en lo posible, difundirse también en un medio
radial o televisivo. (…). Ahora bien, en lo que se refiere a los plazos de 30
y 20 días que deben transcurrir entre la primera y segunda publicación
de la convocatoria, respectivamente, y la reunión de elección, coincide
la Sala con la interpretación sistemática de tal disposición que sugieren
la parte actora y el Ministerio Público. En efecto, el cumplimiento de
dicho precepto debe partir de su lectura armónica con el artículo 62
de la Ley 4ª de 1913, que establece que cuando una norma se refiere
a «días» debe entenderse que estos son hábiles, salvo que el mismo
dispositivo prevea lo contrario. (…). Conforme a lo anterior, se tiene
que frente a los términos legales o reglamentarios que, como los que
aquí se analizan, están formulados en «días», se debe entender que se
trata de días completos y que, al computarlos, no se pueden incluir los
feriados o vacantes, salvo disposición legal en contrario; a diferencia
de aquellos plazos que se fijan en «meses» o «años» en los que es
preciso contarlos según el calendario. (…). Esta es la interpretación
que se impone, también, en aplicación del enfoque diferencial étnico
y del principio de maximización de la autonomía cultural, en cuanto
es la que mejor garantiza los derechos de participación política de las
comunidades indígenas o etnias asentadas en el área de jurisdicción
de CORPORINOQUIA, al concederles un periodo de enteramiento más
amplio para adelantar el diálogo interno e intercultural necesario a fin
de concertar las condiciones de su inscripción, postulación y promoción
de candidatos para la elección de sus representantes ante el Consejo
Directivo de la entidad, según sus usos y costumbres, y en consideración
a las barreras que enfrentan en su cotidianidad para llevar a cabo
este tipo de procedimientos de toma de decisión, como consecuencia
de las condiciones de marginación, discriminación y sometimiento
que las aquejan. Con base en lo anterior, la Sala concluye que en el

330
presente asunto no se cumplieron los términos fijados en el artículo 1
de la Resolución 128 de 2000, comoquiera que de conformidad con el
Oficio No. 11019 del 20 de septiembre de 2019 y sus anexos, expedido
por la Secretaría General de la entidad, el correspondiente aviso de
convocatoria se publicó en el diario El Espectador, los días 5 y 15 de
agosto de 2019 y, a su vez, se difundió en las carteleras de sus sedes
principal, Arauca (Arauca), La Primavera (Vichada) y en la Unidad
Ambiental de Cáqueza, en su página web y perfiles de Facebook y
twitter así como en el canal de televisión regional SURAM TV, mientras
que la reunión de elección tuvo lugar el 6 de septiembre siguiente, en el
auditorio del Agua de la corporación, por lo que se advierte, fácilmente,
que los treinta (30) días, se tomaron como calendario, no como hábiles.
Así las cosas, de haberse contabilizado ambos plazos bajo estricto
apego a la disposición que los rige, es decir, excluyendo los días feriados
o vacantes, los comicios habrían tenido lugar el 19 de septiembre
de 2019, al suprimir también tanto el día de la publicación de la
convocatoria como el de la reunión de elección -por no tratarse de días
completos-. En consecuencia, la segunda publicación de la convocatoria
se realizó con 3 días hábiles de anticipación, mientras que la reunión
de elección tuvo lugar 9 días antes de la fecha correspondiente. (…).
En gracia de discusión, conviene tener presente también que, según
el artículo 4 de la referida normativa: «La elección (…) se efectuará
dentro de los quince (15) primeros días del mes de septiembre del año
anterior a la iniciación del período respectivo», de manera que para
que se cumplieran los tiempos establecidos en ambas disposiciones
de la reglamentación en cita, la convocatoria debió publicarse como
mínimo el 31 de julio, la primera vez, y el 15 de agosto, la segunda.
Finalmente, se debe aclarar que el desconocimiento de los términos
constatado no basta por sí mismo para declarar la nulidad del acto de
elección demandado, pues es necesario que se demuestre, además,
su incidencia en el resultado desde el enfoque diferencial étnico, en
virtud del principio de efectividad del voto interpretado en armonía con
el de autonomía de las comunidades indígenas. Esto como expresión
del deber estatal de brindarles especial protección a fin de preservar
su identidad cultural y la integridad de sus territorios, mediante la
garantía de su participación en la designación de sus representantes,
lo cual se estudiará en el acápite final de este fallo, al concluir el estudio
sustantivo de los cargos restantes.

TESIS 6: A fin de resolver este segundo cargo [presunta falsedad en


los documentos electorales de inscripción], es procedente citar el

331
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

artículo 2 de la Resolución 128 de 2000, que fija los requisitos para


participar en el procedimiento de elección y postular candidatos. (…).
Con base en esta disposición se tiene que los llamados a participar en
la convocatoria como electores, con derecho a postular candidatos,
son específicamente las «comunidades indígenas» o «etnias». El
significado de la primera expresión se encuentra consagrado en el
artículo 2º del Decreto 2001 de 1988 en los siguientes términos:
«Entiéndese por parcialidad o comunidad indígena al conjunto de
familias de ascendencia amerindia que comparten sentimientos de
identificación con su pasado aborigen, manteniendo rasgos y valores
propios de su cultura tradicional, así como formas de gobierno y
control social internos que los distinguen de otras comunidades
rurales». Por su parte, la palabra «etnias» no tiene definición jurídica
taxativa, sin embargo, de conformidad con su significado gramatical,
su uso en la reglamentación en cita y su interpretación sistemática con
el artículo 1.b) del Convenio 169 de 1989 de la OIT, aprobado por
Colombia mediante la Ley 21 de 1991, se concluye que se refiere a los
«pueblos indígenas» identificados en tal normativa: «(…) por el hecho
de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región
geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la
colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales
y que, cualquiera que sea su situación jurídica, conservan todas sus
propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o
parte de ellas». Para aportar mayor claridad a este asunto, se puede
sostener que el concepto de etnia o pueblo es más amplio y, en tal
virtud, comprende al de comunidades indígenas, en una relación de
género-especie, en la medida que estas últimas son un fragmento de
aquel. Así entonces, a partir de la inclusión del enfoque diferencial
étnico en la operación del Censo Nacional de Población y Vivienda del
año 2018 se identificaron 115 pueblos nativos a partir de su auto-
reconocimiento, 102 debidamente registrados y 13 en trámite de
registro ante la autoridad gubernamental mencionada, que reúnen una
población global de 1.905.617 personas, equivalente al 4,4% de los
habitantes del país, y sin haber censado a los que se encuentran en
aislamiento voluntario (Jurumi, Passe y Yuri). Estos son los invitados a
participar en el presente procedimiento de elección, a través de las
comunidades que los integran dentro del área de jurisdicción de la
CAR, como garantía de transparencia e igualdad entre sus candidatos.
Por tanto, es menester destacar que la Resolución 128 de 2000 en
modo alguno menciona o contempla a los resguardos como sus
destinatarios y tampoco podría hacerlo en cuanto son los pueblos y

332
comunidades indígenas quienes fueron constitucionalmente
reconocidos como sujetos colectivos de derechos, amparados de
forma especial en su identidad y autonomía cultural, a partir de su
derecho a la diferencia, derivado del principio pluralista del Estado,
mientras que los resguardos son una forma de propiedad colectiva
establecida a favor de tales grupos étnicos, sin personería jurídica y, en
consecuencia, sin representante legal. (…). En efecto, como lo ha
sostenido la Corte Constitucional (…), el resguardo es un bien de
propiedad colectiva que implica básicamente los mismos derechos y
deberes que tiene todo propietario, con excepciones como la prohibición
de venderlo y límites como el dominio estatal del subsuelo y los
recursos naturales no renovables (artículo 332 C.P.), la libertad de
locomoción (artículo 24 C.P.) y el interés público o social y su función
ecológica (artículo 58 C.P.). Por tal motivo, a los grupos originarios a
favor de las (sic) cuales son constituidos se les concede el derecho de
autogobierno para regirse por sus propias autoridades y normas,
reglar los uso del suelo y administrar y conservar el ambiente (artículos
329 y 330 C.P.), teniendo en cuenta la estrecha relación entre el
territorio con su cosmogonía y cosmovisión y con la conservación y
reproducción de sus usos y costumbres tradicionales, debido a que es
el lugar en que se encuentran sus sitios sagrados, se desenvuelve su
forma de vida y además es fuente de identidad, subsistencia, desarrollo
e integración de sus habitantes. En este orden, como se destacó en la
intervención del candidato en cita [Óscar Javier Vargas Urrego], existen
resguardos reconocidos a favor de una única o de varias comunidades
indígenas, las cuales a su vez pueden pertenecer a una misma o a
distintas etnias o pueblos, sin que en uno u otro caso pierdan su
distintividad y autonomía, en cuanto cada una de ellas tiene sus propios
gobernantes, reglas y procedimientos de toma de decisiones, más allá
de que compartan su historia, tradiciones, características, necesidades,
intereses y expectativas por su origen y realidad concomitantes. Por
ende, esta forma de propiedad colectiva inalienable, imprescriptible e
inembargable no puede llegar a subsumir a los grupos étnicos que la
integran, a la manera de un instrumento de alienación que los
homogeneiza sino justo lo contrario: favorece su unidad en la diversidad
y la diferencia como algo valioso, protegiendo sus respectivas
identidades. De esta manera, la legitimación para integrar el cuerpo
electoral y postular candidatos en el presente procedimiento
eleccionario, en los términos del artículo 2 de la Resolución 128 de
2000, interpretado con enfoque étnico, está en cabeza de las
comunidades indígenas y etnias o pueblos asentados en el área de

333
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

jurisdicción de CORPORINOQUIA, mas no de los resguardos que ellas


habitan. Ahora, la falsedad documental que se alegó en la demanda se
funda específicamente en que si bien la señora Sofía Consuelo
Lombana Ketshinei, en efecto, fue postulada por 9 comunidades
indígenas que se encuentran asentadas en el resguardo de Caño
Mochuelo, en criterio del actor, solo podía serlo por parte de aquella a
la cual pertenece, por lo que concluye que al menos 8 de los registros
de su inscripción como candidata son apócrifos. Al respecto, la Sala
estima necesario enfatizar que el literal b) de la norma sub examine
reza como requisito, que se debe allegar a la CAR: «Copia del acta de
la reunión en la cual conste la designación del miembro de la comunidad
o etnia postulado como candidato. El candidato podrá ser el
representante legal u otro miembro de la comunidad o etnia», lo que
significa en principio que cada comunidad amerindia interesada en
participar, al momento de inscribirse, puede presentar como aspirante
a uno de sus integrantes, en particular, o a un miembro de la misma
etnia o pueblo del que es parte, en general. Sin embargo, se debe tener
presente que el enunciado normativo incluye una oración final que
tiene por verbo rector «podrá», el cual denota una facultad, no una
obligación, o acudiendo a la tradicional clasificación de las normas
jurídicas kelseniana, entre normas de mandato -que prescriben o
prohíben una conducta-, de derogación -que anulan la validez de
otras-, de autorización -que permiten una conducta, corresponde
precisamente a estas últimas, por lo que se equivoca el señor Óscar
Javier Vargas Urrego en su lectura con la que pretende atribuirle el
carácter imperativo que el lenguaje en que está formulada le niega.
Adicionalmente, tal interpretación propuesta por el demandante reñiría
con el enfoque diferencial étnico porque en lugar de maximizar,
limitaría desproporcionadamente la autonomía de aquellas
colectividades para elegir a sus autoridades y representantes. En
consecuencia, para su debido empoderamiento y autodeterminación,
con diálogo interno e intercultural, se impone darle alcance dispositivo
a la norma, por ser el que mejor garantiza la libertad para decidir,
como expresión de su voluntad colectiva, si presentan un candidato de
su propia comunidad o etnia o inclusive de otra distinta, que bien puede
pertenecer al mismo resguardo o no, lo cual favorece además la
creación de alianzas programáticas con base en convicciones y
proyectos en común para el beneficio de toda la población de origen
amerindio del área de jurisdicción de la CAR, fortaleciendo sus lazos
de unión y solidaridad para la defensa coordinada de sus intereses
culturales y medioambientales. De igual forma, esta potestad así

334
entendida ampara su derecho a no postular ningún candidato y
registrarse entonces únicamente como electores como una forma
legítima de participación política que implica su apoyo a otra
candidatura o a ninguna en concreto y, en tal virtud, su apertura a
elegir entre las distintas opciones que se enfrentan en la contienda
electoral la que mejor representa sus intereses colectivos. Por tanto,
se deduce que no es posible la configuración de la falsedad documental
invocada, en cuanto el reglamento de la elección no excluye la
posibilidad de que distintas comunidades indígenas postulen a un
mismo aspirante de su propia etnia o de otro pueblo originario diferente,
siempre que se autoreconozca como tal y se encuentre asentado en el
área de jurisdicción de CORPORINOQUIA, tal como sucedió en el
presente asunto con la señora Sofía Lombana Ketshinei, quien fue
postulada por las comunidades indígenas de Cuiva, Guahibo, Saliva,
Tsiripu, Masiguare, Mariposos, Amorua, Piapoco y Wipigui del resguardo
de Caño Mochuelo, en el departamento de Casanare, que ella habita
según el listado censal vigente desde el 7 de noviembre de 2018,
allegado al proceso por el Ministerio del Interior. Distinto es que las
actas en las que consta su designación como candidata de estos 9
grupos étnicos postulantes, allegadas a la CAR como anexo a sus
correspondientes registros de inscripción del 6 de septiembre de 2019
fueron expedidas el mismo día y hora, esto es, el 18 de agosto anterior
a las 10:00 am y están suscritas por las mismas autoridades, lo que
pareciera constituir una irregularidad de no ser porque la parte pasiva
demostró que en realidad se convocó y celebró una única reunión por
parte de la Junta del Cabildo del resguardo, en la que están
representadas todas las comunidades que lo integran, justamente con
el propósito de escoger un único aspirante en común, de lo que
extendieron actas separadas para poder inscribirse como comunidades
y no como resguardo, como era menester para dar cumplimiento al
pluricitado artículo 2 de la Resolución 128 de 2000.

TESIS 7: [P]ara decidir esta acusación [infracción de norma superior]


es preciso entrar a revisar la información consignada en el Acta No. 1
del 6 de septiembre de 2019, sobre lo acontecido en esa oportunidad,
en relación con las distintas intervenciones de los asistentes, a la luz
de lo reglamentado en el artículo 6 ejusdem, sobre el rol que deben
cumplir las autoridades de la CAR en la referida actuación. (…). [E]
xisten unas obligaciones formales en cabeza del director general de la
CAR, que fueron observadas en el presente asunto. (…). A partir de este
enunciado normativo, se deduce que existen unas obligaciones

335
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

formales en cabeza del director general de la CAR, que fueron


observadas en el presente asunto, a saber: (i) Instalar la sesión; (ii) dar
lectura al informe sobre el cumplimiento de los requisitos del artículo
2 ejusdem por parte de los inscritos, realizada a través de la subdirectora
administrativa y financiera, como integrante del Comité Evaluador; y
(iii) suscribir el acta de la reunión. (…). También se prevé, en el parágrafo,
el deber genérico de la entidad de: (iv) prestar apoyo logístico para
llevar a buen término la reunión, referido a los aspectos técnicos
necesarios para su normal desarrollo. (…). Ahora bien, el artículo en
cita contempla además, ya no una obligación formal o deber general,
sino una facultad material y particular en cabeza del director general
de la entidad o sus asesores, quienes: (v) «podrán» intervenir en la
sesión para exponer los aspectos que estimen pertinentes, lo cual
significa que les está permitido pronunciarse sobre asuntos varios
siempre que guarden relación con el objeto y fin de aquella para
asegurar de forma preventiva su trámite conforme a derecho, lo que
incluye la posibilidad de orientar, aconsejar, sugerir, recomendar,
proponer, advertir, instruir, informar o consultar, entre otras acciones
que no impliquen imposición, coerción ni manipulación sobre las
condiciones de forma y fondo para elegir a sus representantes de
manera libre, informada, autónoma, dialógica y legalmente válida. [S]i
bien del lenguaje en que fue formulada esta potestad [podrán
intervenir] se desprende un amplio margen de interpretación sobre su
alcance, observa la Sala que los principios de pluralismo, participación
y autodeterminación, sumados a la regla de neutralidad del Estado y
maximización de la autonomía cultural de las comunidades o etnias
amerindias, se erigen como límites para su debido ejercicio, impidiendo
que tales funcionarios [de la CAR] se inmiscuyan en asuntos que son
propios de la identidad cultural y el derecho mayor de las colectividades
participantes. Por tanto, sus intervenciones se rigen no solo por el
criterio de la pertinencia sino también por los de neutralidad y auto-
restricción, que se derivan del deber de las autoridades de no interferir
en la toma de decisiones y formas de autogobierno de las minorías
étnicas. (…). Con base en (…) la reunión de elección, desde su instalación
hasta su cierre, según consta en el Acta No. 01 del 6 de septiembre de
2019, la Sala estima oportuno llamar la atención sobre las implicaciones
jurídicas, en materia electoral, del contenido de las intervenciones de
la señora Diana Carolina Mariño Mondragón, como secretaria general
de CORPORINOQUIA, en ejercicio de la facultad material que le otorga
el inciso final del artículo 6.a) de la Resolución 128 de 2000, como
asesora del director general de la entidad, a la luz del marco normativo

336
y jurisprudencial que protege la identidad y autonomía cultural de los
grupos indígenas, como sujetos de especial protección del Estado. Así,
lo primero que merece la pena destacar es la complejidad del asunto
que fue objeto de debate en esa oportunidad, referido a la legitimación
para asistir a la reunión de elección como representantes de las
colectividades habilitadas para votar. Al respecto, la posición asumida
por la funcionaria de la corporación fue la de procurar apegarse a la
reglamentación de aquel procedimiento y otras normas de carácter
general que rigen las relaciones entre el Estado y las comunidades
indígenas, motivada en gran medida por el temor a ser objeto de
sanciones en caso de inaplicarlas o interpretarlas más allá de su
literalidad por darle prelación al derecho mayor de aquellas. (…). Para
la Sala, esta es una interpretación razonable teniendo en cuenta que la
Oficina de Asuntos Indígenas, Rom, y Minorías de dicho órgano de
gobierno es la encargada de registrar y certificar a las autoridades
propias de todos los grupos étnicos del país, de modo tal que, en
principio, solo las reconocidas como tales por el Estado pueden
comprometer la voluntad de aquellas colectividades tanto en su mundo
interior como en el exterior, en ejercicio de su derecho al autogobierno.
En consecuencia, las comunidades indígenas son libres de elegir a sus
dirigentes según sus usos y costumbres mientras que a las autoridades
públicas solo les está permitido reconocerlas, inscribirlas y dar fe de
su existencia, como interlocutores válidos, a partir de una base de
datos nacional, centralizada y actualizada. Así entonces, en principio,
la secretaria general realizó una exigencia proporcionada al pedir a los
asistentes que certificaran su condición de representantes legales o
autoridades tradicionales debidamente inscritos ante el Ministerio del
Interior, de las colectividades indígenas habilitadas para participar en
la reunión de elección, o constancia de obrar como sus delegatarios,
en concordancia con el artículo 6.a) de la Resolución 128 de 2000. (…).
Sin embargo, lo que no resulta razonable es (…) restarle cualquier
relevancia jurídica en el caso particular al derecho mayor de los grupos
originarios participantes para determinar el contenido y alcance de la
normativa en cita, cuando en virtud del enfoque diferencial étnico
aquel tiene prevalencia sobre el derecho nacional u occidental como
expresión del pluralismo jurídico que los ampara. (…). En este sentido,
erró al no escuchar y ponderar los argumentos expuestos
razonablemente por los candidatos sobre la incertidumbre jurídica
que generó la decisión de la CAR de habilitar indistintamente como
electores a resguardos y comunidades indígenas, cuando se trata de
categorías distintas y no asimilables, por lo que se requería fijar reglas

337
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

especiales para garantizar su participación en la reunión de elección


en condiciones de igualdad, como parte del núcleo esencial de su
derecho a elegir libremente a sus autoridades y representantes. Para
tal efecto, solicitaron insistentemente un espacio a fin de tomar
decisiones colectivas sobre la materia, el cual no se les brindó
oportunamente, restringiendo de forma desproporcionada su
empoderamiento y diálogo intercultural en el ejercicio de su autonomía
política en esta fase final del procedimiento eleccionario. (…). Así, al
examinar con enfoque diferencial étnico, el contenido de las
intervenciones reseñadas por parte de la secretaria general en la
reunión del 6 de septiembre de 2019, se deduce, más que una labor de
acompañamiento, incurrió en interferencia en el derecho de las
colectividades participantes a elegir a sus representantes. (…). Además,
porque el trámite de cada una de estas designaciones se rige por sus
propias normas especiales que, si bien pueden coincidir parcialmente,
no resultan asimilables por el enfoque diferencial aplicable a la
Resolución 128 de 2000, teniendo en cuenta que las comunidades
indígenas son un sujeto de derechos de especial protección
constitucional en razón de las condiciones de discriminación,
marginación y sometimiento a las que históricamente han estado
sometidas, en su calidad de minorías étnicas, por lo que tienen un
margen de autonomía política y cultural mucho más amplio,
jurídicamente protegido, que les permite adoptar sus propias formas
de representación y participación según sus autoridades, usos y
costumbres tradicionales, debidamente registrados. Ahora bien, la
Sala no es ajena a la alta dificultad que implica interpretar dicha
normativa en clave étnica, para efectos de resolver los conflictos
normativos y tensiones axiológicas que se presentan entre los distintos
sistemas jurídicos que rigen la conducta de los grupos amerindios, en
particular, la que se presenta entre unidad y diversidad cultural, tal
como lo reconoció el propio demandante en una de sus intervenciones
como candidato, de la que se dejó constancia en el acto acusado. (…).
No obstante, resulta inexcusable que ante la situación atípica que se
presentó en esa sesión, la cual ameritaba la adopción de medidas de
acción afirmativa a favor de la igualdad entre los participantes, la
señora Diana Carolina Mariño no usó el criterio de maximización de la
autonomía de las colectividades habilitadas y tampoco realizó una
interpretación con perspectiva étnica del referido reglamento, tal como
lo indica la jurisprudencia constitucional reseñada en este fallo que,
incluso, la autorizaba a su inaplicación para salvaguardar el núcleo
esencial de su autodeterminación, en el que se encuentra el derecho a

338
elegir a sus autoridades y representantes. Por el contrario, sin atender
a estas circunstancias excepcionales como lo reclamaban los
candidatos, optó por negar el espacio de diálogo y reflexión colectiva
solicitado (…), para trasladar directamente las consecuencias negativas
que, en materia de igualdad entre candidatos y transparencia en la
elección, generó el error de la CAR al habilitar como electores y
postulantes a los resguardos, cuando estos derechos de participación
con protección especial del Estado están en cabeza de las comunidades
indígenas y etnias que los habitan, a quienes las autoridades de la
entidad dejaron sin participación efectiva en la sesión final. (…). Por
tanto, se configuró la acusación bajo estudio, en la medida en que las
autoridades de la corporación, en lugar de facilitar una solución
ponderada, a partir del diálogo interno e intercultural entre los
asistentes, les cerró la posibilidad de tomar sus propias decisiones
para restablecer el equilibrio entre los aspirantes inscritos, así como
entre las colectividades habilitadas para participar del departamento
del Casanare y las del Vichada, lo que trajo como consecuencia el
abandono de la reunión por parte de ellos con la única excepción de la
candidata del resguardo de Caño Mochuelo y el gobernador de la Junta
de su Cabildo, que a la postre fue la ganadora, aspecto que será objeto
de estudio en el acápite final dedicado a su incidencia en el resultado
de los comicios, para efectos de determinar si acarrea o no la
declaratoria de nulidad del acto acusado.

TESIS 8: Observa la Sala que esta disposición [artículo 5 de la


Resolución 128 de 2000] es una manifestación directa del principio
de autonomía de las comunidades indígenas, específicamente en
su modalidad política o de autogobierno, en la medida en que la
reglamentación en lugar de imponerles una forma de elección
específica, las faculta para definirla libre y de forma consensuada en
la reunión de elección, según sus saberes y prácticas tradicionales,
de modo tal que los representantes de las comunidades y etnias
habilitadas para participar tienen la potestad de deliberar y decidir
sobre el sistema de votación y escrutinio a seguir o, inclusive,
prescindir de aquel para optar por otro mecanismos distinto como, por
ejemplo, algún tipo de sorteo o ritual de toma de decisiones. (…). [C]
onstata la Sala en el acta de la reunión [del 6 de septiembre de 2019],
que el sistema de votación fue establecido a satisfacción del único
participante que fue reconocido como sufragante en su desarrollo
por parte de la secretaria general de CORPORINOQUIA, es decir, el
señor Alexánder Tudupai Tabutju, quien obrando como gobernador

339
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de la Junta del Cabildo del resguardo de Caño Mochuelos expidió un


voto público, al llamado de dicha funcionaria, por cada uno de los
grupos originarios asentados en su territorio y que, al momento de su
inscripción, postularon concertadamente a la demandada, de acuerdo
con el informe de verificación de requisitos elaborado por el Comité
Evaluador con base en el artículo 2 de la Resolución 128 de 2000.
En otras palabras, la votación se hizo por comunidades indígenas
participantes, como lo prevé expresamente la Resolución 128 de 2000,
por lo que no se halla irregularidad alguna en tal forma de elección,
en cuanto se reitera que aquellos colectivos, junto a las etnias a que
pertenecen corresponden a minorías culturales y, en tal virtud, han
sido reconocidos como sujetos constitucionales de derechos con
amplias potestades de autodeterminación y autogobierno, a partir del
principio pluralista que protege sus diferencias y, por tanto, ostentan
capacidad de goce y ejercicio de prerrogativas tales como el derecho
a elegir a sus autoridades y representantes. Esta interpretación es
también la que mejor garantiza o maximiza su autonomía política y
libre autodeterminación en la medida en que, como bien manifestaron
algunos candidatos, cada comunidad indígena tiene una identidad
propia con sus gobernantes, saberes, usos y costumbres distintivos,
aun las que comparten resguardo o las que pertenecen a un mismo
pueblo amerindio. En consecuencia, de acuerdo con el mandato de
protección especial a la diversidad que las ampara, a las autoridades
occidentales les está vedado desconocer, menospreciar o reprimir sus
diferencias, en cuanto ellas se consideran parte de la riqueza cultural
de la nación y, por tal razón, configura un trato discriminatorio cualquier
conducta tendientes a homogeneizarlas negando sus especificidades.
(…). Asimismo destaca la Sala que de conformidad con la jurisprudencia
constitucional (…), las comunidades indígenas son libres de elegir a sus
propios dirigentes y representantes sin interferencias de terceros para
determinar su vida política autónomamente y, en consecuencia, no está
dado a las autoridades públicas, incluidos los jueces, «(…) imponerles
determinada forma de organización ni arrogarse las funciones de
levantar censos electorales, adelantar escrutinios, y escoger cuáles
autoridades se registran y cuáles no», de modo tal que su ámbito de
competencias se restringe a reconocer los dirigentes debidamente
registrados que tales grupos étnicos se dan a sí mismos, según sus
propios usos y costumbres. En este orden, no es válido ejercer ningún
tipo de presión o autoridad externa para transformar sus estructuras
políticas, sociales y culturales, en cuanto que ningún funcionario,
organización o persona que no pertenezca a estas comunidades «(…)

340
puede decidir cuáles son las autoridades de ese pueblo. La Alcaldía y
el Ministerio del Interior, sólo están habilitados por la ley para llevar
el registro de las decisiones que esas comunidades adopten, y para
certificar lo que ellas quieran que figure en sus archivos», como
información oficial que sirve de guía para identificar y acreditar a
sus interlocutores válidos sin entrar a cuestionar su legitimidad. En
consecuencia, este último cargo no está llamado a prosperar.

TESIS 9: En el asunto sub judice, la Sala encontró acreditadas dos de


las cuatro acusaciones formuladas por el señor Óscar Javier Vargas
Urrego contra el acto de elección de (…) representante de las
comunidades indígenas y etnias ante el Consejo Directivo de
CORPORINOQUIA, periodo 2020-2023, con base en las causales de
nulidad genéricas consagradas en el artículo 137, inciso segundo del
CPACA, por infracción de normas superiores y expedición irregular, en
la medida en que: (i) la convocatoria se publicó en dos oportunidades
sin cumplir con los términos de 30 y 20 días de antelación a la elección,
señalados en el artículo 1 de la Resolución 128 de 2000 para tal efecto,
en cuanto se computaron según los días del calendario cuando lo
procedente era hacerlo teniendo en cuenta solo los hábiles, lo que trajo
como consecuencia que el plazo de enteramiento para las comunidades
y etnias interesadas disminuyera; y (ii) en la reunión de elección, las
autoridades de la CAR y específicamente su secretaria general,
intervino más allá de las facultades que otorga el artículo 6 ejusdem en
contra de la autonomía cultural de las colectividades habilitadas para
votar, a quienes les negó la posibilidad de hacerlo a través de sus
candidatos, en una aplicación de dicha normativa sin enfoque
diferencial étnico. No obstante, tales irregularidades en el presente
procedimiento eleccionario no implican de forma automática la
declaratoria de nulidad del acto demandado, puesto que para tal efecto
es menester demostrar además su incidencia trascendental y directa
en el resultado final, a las voces del artículo 287 del CPACA, según los
lineamientos que esta Sección ha edificado y viene iterando sobre el
principio de la eficacia del voto como la «piedra angular» del
contencioso-electoral, el cual se considera como el punto de inflexión
de la presunción de legalidad de los actos de designación en general.
Así entonces, ha entendido la Sala que tal decisión anulatoria debe ser
entendida como la última medida de la que dispone el juez electoral
para restablecer el ordenamiento jurídico y es por ello que la regla
general es la prevalencia de la presunción de legalidad del acto
correspondiente, como garantía de la voluntad de los electores y los

341
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

derechos del elegido. Este requisito cobra aun más relevancia en


aplicación del enfoque diferencial étnico en procura de salvaguardar la
autonomía de las comunidades indígenas y etnias para elegir a sus
autoridades y representantes, según sus usos y costumbres y libres de
la interferencia de terceros, más aun de las autoridades del Estado,
que tienen un deber de neutralidad y un mandato de protección
especial frente a aquellas, por lo que cuando se encuentra
comprometida su diversidad y derecho a la diferencia el estudio de
incidencia debe ser no solo cuantitativo sino también cualitativo. (…).
Así, desde el punto de vista cuantitativo, la disminución del plazo de
enteramiento para los interesados se tradujo en una escasa respuesta
a la convocatoria, al punto que de los 79 resguardos constituidos en el
área de jurisdicción de CORPORINOQUIA con los respectivos pueblos
que los habitan, (…), solamente las comunidades y etnias pertenecientes
a 7 de ellos se inscribieron en este procedimiento de elección, a saber:
Caño Mochuelo, Guacamayas Maipore, Suspiro, Caño Hormiga,
Achagua, Bachaco y Cachicamo, lo que no alcanza a representar ni
siquiera un 10% de porcentaje de participación. (…). En el mismo,
sentido, se tiene que luego de la intervención de la secretaria general
de la entidad en la reunión de elección, quien de forma intransigente le
negó el derecho al voto a los candidatos presentes en representación
de sus respectivas colectividades postulantes, los participantes se
redujeron de 6 resguardos y 9 comunidades habilitadas por el Comité
Evaluador de requisitos a solo estas últimas que, a su vez, pertenecen
a un mismo resguardo. (…). Ahora bien, cualitativamente se evidencia
que en la medida en que CORPORINOQUIA omitió la doble publicación
de la convocatoria con la mínima antelación prevista en el artículo 1 de
la Resolución 128 de 2000 e intervino, por medio de su secretaria
general, en la autonomía de las colectividades participantes para
decidir la forma de elección, dejando sin voto en la reunión de elección
a las comunidades que habitan los resguardos que fueron
indebidamente habilitados para elegir y postular candidatos, se
comprometieron valores y principios de raigambre constitucional
como el pluralismo, la participación política y la igualdad material, en
cuanto se les restringió desproporcionadamente el derecho a tomar
las decisiones que los afectan en su vida política, económica, social,
cultural y ecológica, según sus usos y costumbres. Esto es aún más
evidente, teniendo en cuenta su especial conexión con el ambiente y la
riqueza natural de sus resguardos, muchos de ellos ubicados en zonas
estratégicas para el desarrollo regional, por lo que suelen presentarse
conflictos entre su derecho a administrar y aprovechar sus tierras de

342
forma autónoma y el interés general de la sociedad en explotar los
recursos naturales no renovables y construir obras de infraestructura
para el crecimiento económico del país, por lo que su presencia en el
Consejo Directivo de la respectiva CAR, a través de representantes
legítimos es esencial para su digan supervivencia y el mantenimiento
y reproducción de sus tradiciones. Por lo anterior, para la Sala resulta
lógico deducir que existió una relación de conexidad entre la
disminución del plazo de treinta (30) y veinte (20) días hábiles, en cuyo
lapso debió efectuarse la publicidad de la convocatoria y la reunión de
elección, frente a la muy escasa participación de las comunidades y
etnias que habitan los resguardos ubicados en el área de jurisdicción
de CORPORINOQUIA, puesto que no es lo mismo que se otorgue un
amplio margen para que esas colectividades hagan sus reuniones
internas, promuevan sus postulaciones y reúnan la documentación
que deben acreditar para la inscripción en este proceso, que establecer
un término estrecho para tales efectos. (…). Asimismo, resulta claro
que la interferencia de las autoridades de la CAR en la toma de las
decisiones propias de su autonomía en la reunión de elección, sin
asumir la responsabilidad de sus propios errores, ni considerar
razones provenientes del derecho mayor ni consultar otras alternativas
menos gravosas de sus derechos de participación política, como por
ejemplo haber suspendido la reunión para que se reanudara en otra
oportunidad con los representantes debidamente acreditados ante las
autoridades competentes por cada una de las colectividades habilitadas
para sufragar, condicionó de forma determinante el resultado a favor
de la demandada. Lo anterior, en cuanto implicó dejar sin voto a
quienes postularon a otros candidatos distintos a ella y, en consecuencia,
dejar que el cuerpo electoral quedara integrado por un solo elector, el
señor Alexánder Tudupial Tabatju, como gobernador de la Junta del
Cabildo de Caño Mochuelo a la que pertenecen las 9 comunidades que
postularon a quien terminó siendo la única candidata, ante el retiro de
la reunión de sus contendientes, por esta misma causa. No sobra decir,
que el manejo ambiental del país, conforme a la Constitución Política
es descentralizado, democrático y participativo y que las comunidades
indígenas, en tanto, propietaria de territorios colectivos, tiene derecho
a decidir sobre su destino. En ello se ven seriamente comprometido
sus valores, creencias y costumbres, cuando el nivel de participación
de las comunidades indígenas y etnias, como ocurrió en el presente
caso, no se garantiza de manera amplia y efectiva. Por lo anterior,
queda demostrada la incidencia de la infracción de los artículos 1, 5 y
6 de la Resolución No. 128 de 2000, en el derecho a la participación

343
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

política de las comunidades y pueblos indígenas asentados en


resguardos ubicados en el área de jurisdicción de CORPORINOQUIA, el
pluralismo, la protección de la diversidad y riqueza cultural de la
nación y la igualdad material, que constituyen la finalidad última de los
plazos consagrados en la norma.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: No [se comparten] (…) [las] últimas conclusiones, ni la


prosperidad del cargo [sobre la violación de la autonomía de las
comunidades indígenas y etnias para elegir a sus representantes
por parte de las autoridades de CORPORINOQUIA], puesto que si
bien en el artículo 5 de la Resolución 128 de 2000 dispone que las
comunidades indígenas o etnias en la reunión pertinente adoptarán de
acuerdo a sus propias normas y procedimientos, la forma de elección
del representante y su suplente, lo cierto es que esta norma debe
interpretarse en concordancia con las demás y en el artículo 6 ibídem.
(…). De acuerdo con esta norma, es claro que tendrán voz y voto en la
reunión, las comunidades indígenas o etnias que hayan cumplido los
requisitos consignados en esta resolución. (…). Así las cosas [conforme
el artículo 2 de la Resolución 128 de 2000], las comunidades indígenas
o etnias que quieran participar en la elección de sus representantes
ante el Consejo Directivo con una antelación mínima de 15 días a la
elección, deben allegar el certificado expedido por la Dirección General
de Asuntos Étnicos del Ministerio del Interior en el que conste su
representación legal, para que pueda ejercer su voz y voto en la misma.
En este contexto, si bien es cierto que cada comunidad indígena o
étnica tiene su propio derecho ancestral, el cual no solo es reconocido
por el Estado sino debidamente protegido, lo cierto es que no se
puede desconocer que también es un derecho de esas comunidades
participar en la elección de sus representantes, caso en el cual si
deciden hacerlo, deben acogerse a los requisitos establecidos en la ley
y en la Resolución 128 de 2000, para poder llevar a cabo tal elección
con todas garantías constitucionales. En consecuencia, [se considera]
que la secretaria general de la Corporación no se excedió al exigir esa
certificación a todos los participantes, toda vez que el artículo 6 de la
mencionada resolución es claro en indicar que tienen voz y voto solo
aquellas comunidades que hayan cumplido con todos los requisitos
para participar. Ahora, si bien es cierto que en este caso se habilitó

344
indistintamente a comunidades indígenas y a resguardos, cuando la
norma solo habla de comunidades, lo cierto es que los resguardos
están compuestos por comunidades indígenas, las cuales pueden
elegir al gobernador del respectivo resguardo como su representante,
el cual puede votar por cada una, tal como lo hizo el señor Alexander
Tudupial Tabutju, gobernador del cabildo del resguardo de Caño
Mochuelo, quien al haber cumplido con los requisitos exigidos en la
norma, fue habilitado para votar por cada una de las comunidades que
conformaban su respectivo resguardo, de manera que no se hizo una
exigencia desproporcionada ni desigualitaria, puesto que todos los
participantes eran gobernadores de resguardos indígenas. Tampoco se
encuentra como justificación para la inaplicación de la norma, que en
anteriores ocasiones se hubiera dejado votar a una persona diferente
a los representantes, como los candidatos, puesto que los errores
previos no tienen la virtualidad de cambiar la normatividad vigente, la
cual es clara y debidamente conocida por las comunidades indígenas.
Por lo anterior, [se considera] que el cargo no debía prosperar.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS 1: [L]a labor de los operadores judiciales se encuentra


delimitada por (i) las disposiciones invocadas en la demanda
y (ii) el concepto de violación que es elaborado por el accionante,
proscribiendo el examen de situaciones no propuestas en los
escritos iniciales, que de ser analizadas conllevan una importante
vulneración del debido proceso y, en particular, de la congruencia,
como manifestación irrestricta de éste. (…). [L]a justicia rogada se
constituye en referente axiológico del juez electoral, el cual solo
podrá sustentar sus pronunciamientos en aquellas anomalías
debidamente identificadas por los demandantes, salvaguardando la
presunción de legalidad que cobija también a los actos electorales.
Así, el operador contencioso–administrativo tiene proscrito proferir
fallos que aborden temáticas no alegadas por los accionantes
(sentencias extra-petita) o exceder los límites del debate judicial que
subyace a alguna causa (sentencias ultra-petita). (…). [U]na lectura
detenida de la demanda permite sostener que la vulneración del
artículo 5° ejusdem fue sustentada por el demandante sobre la base
de que las autoridades de CORPORINOQUIA que participaron en la
reunión de designación censurada –adelantada el 6 de septiembre de

345
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

2019– no permitieron a las comunidades indígenas escoger la forma


de elección de su representante, a la manera como lo preceptuaba
esa norma, impidiendo a los candidatos ejercer el derecho al
sufragio y reservándolo tan solo a los representantes legales de
las comunidades.(…). [A] pesar de lo anterior, y con el propósito de
soportar la decisión anulatoria en este sentido, el fallo de 27 de
octubre de 2021 manifestó que el desconocimiento del artículo 5°
de la Resolución N°. 128 de 2000 tenía como principal justificación
el hecho de que CORPORINOQUIA había generado confusiones en
el procedimiento eleccionario acusado, comoquiera que permitió la
intervención no solo de comunidades indígenas, sino igualmente de
resguardos que, en principio, no disponían de un representante legal
identificado. (…). [E]l fallo que motiva este voto concurrente partió
de una situación no alegada dentro del expediente y referida a una
confusión atribuida a CORPORINOQUIA, como autoridad regente
del trámite eleccionario, contrastando con la postulación inicial del
demandante, en el sentido de que la vulneración del artículo 5° de
la Resolución N°. 128 se desprendía de la negativa de sufragio para
los candidatos, y no por confusiones o engaños generados por dicha
autoridad estatal. Es decir que, mientras el accionante invocó como
concepto de violación del artículo 5° ibidem la obstrucción para que las
comunidades participantes en el procedimiento escogieran la forma
de elección de su representante, el fallo de 27 de octubre de 2021
resaltó una especie de “engaño” imputable a CORPORINOQUIA, que
no fue ventilado en el proceso. Por ello, advertimos respetuosamente
que el mismo pudo ir más allá de los linderos que caracterizaban
esta causa, en total contravía del principio de jurisdicción rogada
que, como se vio en párrafos previos, distingue a la Jurisdicción
de lo Contencioso Administrativo. Sin embargo, no se trata del
único argumento que [conlleva a apartarse] en este aspecto de la
providencia suscrita el 27 de octubre pasado, pues igualmente [se
considera] que la decisión adoptada por la corporación autónoma
regional consistente en excluir a los candidatos de la votación
del representante de las comunidades indígenas fue totalmente
respetuosa de los parámetros erigidos en la Resolución N°. 128 de
2000, por lo que su legalidad debió mantenerse.

TESIS 2: Como quedó acreditado dentro del proceso, la secretaria


general de CORPORINOQUIA, en el marco de la reunión de elección
del representante de las comunidades indígenas ante el Consejo
Directivo de esa corporación, reservó el derecho al sufragio a los

346
representantes legales de las comunidades presentes, y lo negó a
los candidatos que no ostentaban esa calidad. (…). [L]a providencia
reprochada en esta oportunidad encontró que la conducta asumida por
CORPORINOQUIA había vulnerado la autonomía de las comunidades
para elegir la forma de elección de su representante –artículo 5° de
la Resolución N°. 128 de 2000– lo que hubiera permitido sin duda la
intervención de los candidatos, como legitimados para votar en la
referida actuación. No obstante, se trata de una conclusión discutible.
(…). Es cierto, como lo indica la sentencia, que para garantizar los
derechos de autorreconocimiento de las comunidades indígenas al
interior del procedimiento de designación de su representante, el
artículo 5° permite que ellas libremente estructuren el mecanismo
de elección que mejor se adecúe a su cosmovisión del mundo. (…). Lo
anterior significa que las comunidades determinarán autónomamente
los procedimientos para la elección, sin la intervención de ninguna
autoridad. Ahora bien, el interrogante que resulta es el de saber quién
representa a las comunidades en la reunión de elección de que trata
el artículo 5° de la Resolución N°. 128 de 2000. (…). [L]as comunidades
indígenas que cumplan con los requisitos de participación tendrán
derecho a voz y voto en el procedimiento de elección, mientras
que los candidatos gozarán tan solo de la facultad para “intervenir
en la reunión, con el fin de exponer los aspectos que consideren
pertinentes.”. De lo anterior se deriva una primera conclusión: en
principio, los candidatos postulados por las comunidades indígenas
solo tienen derecho a voz, pero no a voto en el desarrollo de esta
reunión, motivo por el que no podrán intervenir en la estructuración
de la forma de elección, reservada a quienes ostentan la prerrogativa
de elegir, esto es, a los legitimados para sufragar en esa contienda.
(…). La lectura detenida de la norma [artículo 2° de la Resolución N°.
128 de 2000] lleva a afirmar que para la intervención en el certamen
de escogencia del representante de las comunidades indígenas ante
el consejo directivo de las corporaciones autónomas regionales,
éstas deberán acreditar su representación legal, que podrá recaer
en el candidato postulado o en otro miembro de la comunidad o
etnia. (…). En este contexto, la decisión de CORPORINOQUIA de excluir
del derecho al voto a los candidatos que no demostraron ser los
representantes de las comunidades indígenas que representaban,
no puede ser tenida, como lo consideró el fallo de 27 de octubre de
2021, como ilegal, pues la revisión de las normas que lo gobernaban,
conllevaba establecer que el derecho al sufragio se encontraba
limitado a su representante legal o tradicional, única autoridad capaz

347
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de comprometer la voluntad de éstas. (…). Por lo anterior, y a modo de


conclusión, [se acompañó] la sentencia anulatoria de 27 de octubre
de 2021 por considerar que la elección de la demandada transgredió
el artículo 1° de la Resolución N°. 128 de 2000 –por el incumplimiento
de los términos de publicación de la convocatoria–, pero no por el
desconocimiento del artículo 5° ejusdem que, (…), no fue transgredido
en el proceso eleccionario examinado en esta oportunidad por esta
Sala de Sección.

NORMATIVA APLICADA
CONVENIO 169 DE 1989 - ARTÍCULO 1 INCISO B / CONVENIO 169 DE 1989 -
ARTÍCULO 15 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 330 / DECRETO 2001 DE 1988
- ARTÍCULO 2 / LEY 4 DE 1913 - ARTÍCULO 62 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 88
/ LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 149 NUMERAL 3

348
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE DESIGNACIÓN DE LA
RECTORA DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR, ELECCIÓN
DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR, CONSULTA
ESTAMENTARIA, VALIDEZ DE LA VOTACIÓN VIRTUAL PARA LA
CONSULTA ESTAMENTARIA, INFRACCIÓN DE NORMA SUPERIOR,
EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS CANDIDATOS A RECTOR,
EXPERIENCIA ADMINISTRATIVA EN CARGOS DEL NIVEL DIRECTIVO
O EJECUTIVO, TRÁMITE DE LAS RECUSACIONES CONTRA LOS
INTEGRANTES DEL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO

EXTRACTO NO. 48

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00047-00 (2020-00023-00,


2020-00033-00, 2020-00040-00, 2020-00041-00 y 2020-00048-00)
FECHA: 27/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Yeiner José Daza Caro y otros
DEMANDADA: Darling Francisca Guevara Gómez –
Rectora Universidad Popular del Cesar (UPC), período 2019-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala definir si el acto


acusado infringió las normas en que debió fundarse, fue expedido
irregularmente, incurrió en falsa motivación o soslayó al momento de
su verificación el incumplimiento de requisitos de la demandada para
ocupar el cargo de rectora de la Universidad Popular del Cesar.

TESIS 1: El artículo 69 de la Constitución Política consagra la


autonomía universitaria como un principio que permite a las
universidades generar en la academia los espacios de intercambio,
debate y discusión libre de las ideas y pensamientos, que propendan, a
su vez, por la formación profesional y el crecimiento personal de los
estudiantes. (…). [U]na de las manifestaciones de la autonomía
universitaria se concreta en la facultad de las universidades de darse
sus directivas y regirse por sus propios estatutos. Al respecto, el
artículo 62 de la Ley 30 de 1992 asigna la dirección de aquellas
estatales u oficiales al consejo superior, al consejo académico y al
rector. En lo que atañe al rector, el artículo 66 ibídem le otorga la calidad

349
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de representante legal y primera autoridad ejecutiva del ente, al tiempo


que asigna al consejo superior la competencia para su designación,
cuyas reglas, junto con los requisitos y calidades para el cargo, deberán
estar contenidas en los estatutos. Con base en las facultades legales
reseñadas, el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar
reglamentó el proceso de designación del rector mediante el Acuerdo
038 de 2004. Para el efecto, los artículos 1º y 4º contemplaron una lista
con cinco (5) candidatos designables integrada mediante consulta
estamentaria. (…). Así mismo, el mencionado acuerdo dispuso en el
artículo 6º, modificado por el artículo primero del Acuerdo 005 de 21
de marzo de 2019, la participación en la consulta de los siguientes
estamentos: “1. Estudiantes de programas académicos de pregrado y
postgrados de la modalidad presencial y a distancia, con matrícula
vigente, según información expedida por el centro de Admisiones,
Registro y Control Académico. 2. Docentes de planta, ocasionales y
catedráticos, según información expedida por la Coordinación del
Grupo de Gestión de Desarrollo Humano. 3. Egresados de pregrado o
de postgrados, titulados o no titulados, según información emitida por
el Centro de Admisiones, Registro y Control Académico y la Secretaría
General respectivamente”. (…). Adicionalmente, el Acuerdo 036 de
2004, “Por medio del cual se reglamenta el proceso de escogencia de
la lista de elegibles al cargo de rector”, señala en el artículo sexto que
las votaciones para la integración de la lista de elegibles al cargo de
rector de la universidad se realizarán durante doce (12) horas
continúas, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche en una de
las sedes académicas, en la fecha que determine el calendario. (…). En
cuanto a las votaciones, aunque inicialmente se contemplaron de
forma exclusiva en la modalidad presencial tradicional, en la actualidad
el Acuerdo 029 de 6 de noviembre de 2019, aclarado por el Acuerdo
031 de 22 de noviembre de 2019, prevé una consulta mixta, es decir, en
puestos de votación con urnas y cubículos para los estamentos de
estudiantes y docentes, y a través del voto virtual para egresados. (…).
De lo reseñado se advierte, sin lugar a dudas, que la UPC reguló
autónomamente un procedimiento democrático interno para la
escogencia del rector, que involucra a la comunidad universitaria y que
determina la decisión atribuida en última instancia al Consejo Superior.
Esta regla es consecuente con el principio de participación que tiene
origen en los artículos 1º y 2º de la Constitución Política y que se
reproduce de forma concreta en el ámbito educativo cuando el artículo
68 de la Carta advierte que “La comunidad educativa participará en la
dirección de las instituciones de educación”. Por lo tanto, la consulta en

350
comento se enmarca en las dimensiones del principio de participación
ciudadana. (…). De modo que la Universidad, (…) ha plasmado en sus
estatutos el compromiso de consultar a los estamentos universitarios
acerca de los candidatos de los que el Consejo Superior debe designar
al rector. Adicionalmente, no se observa que los reglamentos revisados
contemplen, siquiera de forma excepcional, la posibilidad de prescindir
de dicha etapa del proceso ni mucho menos establecen cuáles serían
los lineamientos para escoger al rector sin contar con la lista de
designables que se debe conformar a partir de la votación de los
estudiantes, egresados y docentes. Siendo así, se advierte (…) que la
consulta estamentaria para la designación del rector de la UPC es una
actividad obligatoria para que el Consejo Superior Universitario pueda
válidamente ejercer la atribución electoral que consagran los estatutos
y reglamentos internos. (…). [L]as pruebas que obran en el plenario
demuestran que, ante dos intentos fallidos de votaciones presenciales
y virtuales, tanto el Tribunal de Garantías Electorales como el Consejo
Superior Universitario optaron por prescindir de la consulta
estamentaria y defienden esta decisión en circunstancias de fuerza
mayor. (…). [P]ara la Sala Electoral es claro que en el curso del proceso
de designación del rector de la UPC no acontecieron circunstancias
que configuren casos de fuerza mayor. Si bien están documentados
disturbios al orden público y ataques informáticos a la plataforma de
voto virtual en los certámenes de 16 de octubre y 28 de noviembre de
2019, que incluso derivaron en denuncias ante las autoridades penales,
también es cierto que para cada una de las consultas estamentarias,
tanto el Consejo Superior como el Tribunal de Garantías Electorales,
tenían la responsabilidad de proceder de forma diligente y consecuente
con las actividades previstas en los estatutos y en la convocatoria
inicial del proceso de selección. En otras palabras, lo acontecido no
responde a hechos ajenos o situaciones que estuvieran por fuera del
control de la Universidad. Por el contrario, consta en el expediente que
para la consulta del 16 de octubre de 2019, que fue llevada a cabo en
la modalidad virtual para todos los estamentos universitarios, existían
advertencias sobre la falibilidad y ausencia de controles al sistema
que sería implementado. (…). Por su parte, para la consulta estamentaria
del 28 de noviembre de 2019 se insistió en utilizar la plataforma de
voto virtual para los egresados, a pesar de la experiencia fallida del
evento realizado el 16 de octubre de 2019. (…). [S]in desconocer la
premura que enfrentaba el Consejo Superior, todavía era posible
adoptar medidas para superar las dificultades que hasta el momento
habían impedido culminar con éxito la actividad democrática que se

351
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

echa de menos, necesaria y obligatoria para conformar la lista de


designables de la cual debió escogerse al rector universitario. Ante ese
panorama, resulta inaceptable que los directamente responsables del
proceso de selección, valga reiterar, el Tribunal de Garantías Electorales
y el Consejo Superior Universitario, aleguen situaciones irresistibles y
por fuera de su control. Así mismo, se insiste en que no se demostró
que la UPC se cerciorara acerca del funcionamiento en óptimas
condiciones de la plataforma de voto virtual a través de pruebas piloto
o simulacros cuyos resultados quedaran debidamente documentados
antes de su operación en los certámenes democráticos en que fue
utilizada. Con base en lo expuesto, no puede válidamente la Sala
cohonestar la solución adoptada por la Universidad Popular del Cesar,
a través de su Consejo Superior y Tribunal de Garantías Electorales,
quienes prefirieron omitir de forma definitiva la etapa de consulta
estamentaria, con el pretexto de evaluar a todos los candidatos, cuando
justamente la actividad obviada está prevista en los reglamentos
internos para que sean los estamentos quienes definan a los aspirantes
que deben ser votados por el máximo órgano de gobierno universitario.
Se observa, entonces, que entre dos opciones posibles, esto es, intentar
una nueva consulta estamentaria después de la convocada el 28 de
noviembre de 2019, con las debidas medidas de seguridad y contención
de amenazas al orden público y a los instrumentos de votación
presencial y virtual, y prescindir de la misma, la Universidad escogió
aquella que sacrificaba la participación democrática. (…). De esta forma
se concluye con la prosperidad del cargo fundado en la infracción de
las normas en que debió fundarse el acto acusado.

TESIS 2: [U]na de las manifestaciones de la autonomía universitaria


que consagra la Constitución Política y desarrolla la ley es la posibilidad
de organizar el gobierno interno de la institución y definir reglas
estatutarias propias, a cargo del consejo superior. Por lo mismo, es
legítimo que el máximo órgano de dirección de la universidad regule
las condiciones para la escogencia del rector, desde lo relacionado
con sus calidades, hasta los aspectos de detalle del procedimiento de
selección. En tal virtud, el Consejo Superior de la UPC ha hecho lo propio
a través de una serie de reglamentaciones que contemplan, entre otros
aspectos, la realización de una consulta a los estamentos académicos
—valga decir, estudiantes, docentes y egresados— que constituye
una etapa previa y obligatoria para designar al rector. (…). [L]a Sala
considera que la implementación de la virtualidad para adelantar la
consulta de algunos de los estamentos de la comunidad universitaria,

352
como parte del proceso de selección del rector, es una medida que
se aviene, no solo a la autonomía universitaria, que ampara la forma
en que se escogen las directivas, sino también a la modernización
de las actuaciones de los órganos del Estado por la que propende el
ordenamiento jurídico. (…). [E]n el caso concreto se advierte que la
virtualidad en la consulta estamentaria, como etapa del proceso de
selección del rector, fue incorporada cuando el cronograma ya estaba
en curso. En efecto, atendiendo a la cronología de las modificaciones
del Acuerdo 038 de 2004 y lo argumentado en la parte considerativa
del Acuerdo 002 de 27 de febrero de 2019, el paso al voto virtual se hizo
de forma intempestiva, sobre la marcha y sin una debida socialización
ni ensayos de los sistemas que podrían ser adoptados para realizar
una votación de esa naturaleza. (…). [P]ara la Sala, la migración a la
modalidad de votación con apoyo en las tecnologías de la información
y las comunicaciones en la UPC, aunque es válida, en el caso concreto
fue dispuesta en medio de un calendario que ya había iniciado con
unas reglas preestablecidas vinculantes, tanto para la institución
universitaria, como para quienes participarían en la calidad de electores
y de candidatos. Además, según se ha reseñado, el Ministerio Público
y la comunidad académica manifestaron a las directivas universitarias
su preocupación acerca de la implementación de la consulta virtual
y la necesidad de conocer con antelación las condiciones en que
la misma se llevaría a cabo. Así mismo, se insiste en que no existe
evidencia en el expediente de que el sistema de votación que sería
utilizado tuviera la suficiente socialización previa al interior de la
comunidad universitaria, ni la Universidad demostró los resultados de
los simulacros que alega haber realizado. A falta de estos elementos de
convicción, no es posible para la Sala concluir que el ente universitario
adoptó todas las medidas necesarias para generar confianza entre los
electores y cerciorarse del óptimo funcionamiento de la plataforma
de votación antes de su uso, máxime cuando, por el contrario, hay
evidencia de que el sistema falló en los dos eventos eleccionarios que
fueron intentados. (…). Con apoyo en lo discurrido, concluye la Sala que
el cargo prospera, estructurado en la infracción de normas superiores
por parte del acto acusado, en particular el artículo 1º del Acuerdo
001 de 7 de febrero de 2019, con el cual se aprobó el calendario para
la designación del rector del periodo 2019-2023 y que contemplaba
la actividad de la consulta estamentaria originalmente conforme
al artículo 7º del Acuerdo 038 de 2004, es decir, mediante votación
presencial. (…). [S]i bien la incorporación de la modalidad virtual de
votación se encuentra en armonía con la legislación colombiana y no

353
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

implicó la extralimitación de las facultades estatutarias del Consejo


Superior Universitario, en cuanto a su competencia para establecer el
procedimiento de elección del rector, lo cierto es que se hizo cuando
el calendario electoral ya estaba en marcha, desconociendo las reglas
propias inicialmente fijadas para orientar todo el proceso de selección
del rector.

TESIS 3: Al amparo de dicha prerrogativa [autonomía universitaria],


la UPC previó en el artículo 2º del Acuerdo 038 de 2004 los requisitos
para ocupar el cargo de rector, especialmente los relacionados con
el título profesional y la acreditación de experiencia administrativa
mínima de 3 años en cargos del nivel directivo o ejecutivo, que es
objeto de debate en el sub judice. También se entiende comprendida
en la autonomía universitaria la función atribuida al Tribunal de
Garantías Electorales de verificar el cumplimiento de los requisitos
de los candidatos. (…). En el caso concreto, está en entredicho la
verificación de dos requisitos de la demandada, a saber, la profesión
y la experiencia. (…). Se concluye, entonces, (…) que en el proceso se
encuentra demostrado el cumplimiento por parte de la señora Darling
Guevara del requisito de contar con título profesional universitario,
considerando los términos en que el mismo fue contemplado en las
normas propias de la Universidad y la naturaleza del cargo en el que
fue designada, el cual no implicaba que estuviera habilitada para
el ejercicio profesional como instrumentadora quirúrgica, que es el
propósito de la norma que versa sobre la tarjeta profesional, como
tampoco se advierte que dentro de la reglamentación estatutaria
la entidad universitaria así lo haya fijado en las normas que
autonómicamente lo rigen. Al no advertirse contradicción a norma
superior ni existencia de disposición estatutaria alusiva a la exigencia
de la tarjeta profesional, impone a la Sala denegar el cargo. (…). De
acuerdo con el artículo 2.2.2.3.7 del Decreto 1083 de 2015, según
el cual “Se entiende por experiencia los conocimientos, habilidades
y las destrezas adquiridas o desarrolladas mediante el ejercicio de
una profesión, arte u oficio”. En esa misma norma, para efectos del
acceso a cargos en la Rama Ejecutiva, la experiencia se clasifica en: (i)
profesional, (ii) relacionada, (iii) laboral y (iv) docente. Adicionalmente,
el artículo 2.2.2.2.1. ibídem ofrece una descripción de los empleos que
responden al nivel directivo, que comprende aquellos en los cuales
se desempeñan funciones de dirección general, de formulación de
políticas institucionales y de adopción de planes, programas y proyectos.
(…). [C]onsidera la Sala que, particularmente, los cargos de jefe de

354
cirugía en la Clínica Erasmo y Valledupar resultan suficientemente
demostrativos del desempeño de funciones administrativas de
dirección, pues estuvo a cargo de un área de las instituciones, con las
responsabilidades que ello implica en cuanto a gestión de resultados
y supervisión para su adecuado funcionamiento. Así mismo, estas
experiencias ascienden a cinco (5) años, un (1) mes y veintinueve (29)
días, las cuales, sumadas al tiempo que no ha sido cuestionado por
los demandantes, la demandada excede el mínimo de tres (3) años
de experiencia administrativa en cargos del nivel directivo, según lo
exige el reglamento universitario. Adicionalmente, debe enfatizarse
en que el Acuerdo 038 de 2004 no exige experiencia profesional,
sino administrativa, razón por la cual resultan válidos los cargos que
ocupó antes de la obtención del título profesional. (…). Conforme a
lo discurrido, para la Sala, no resultan aplicables los conceptos de
“experiencia profesional” previstos en el Decreto 1083 de 2015 ni
puede ser homologada a las que requiere la Universidad para proveer
el cargo de rector, frente a los cuales se insiste que hacen referencia
a una experiencia administrativa. (…). [L]as funciones del rector de
la UPC, conforme a sus estatutos (Acuerdo 001 de 1994), consisten
en liderar el proceso de planeación de la universidad, suscribir
contratos, designar y remover a los vicerrectores, secretario general
y otras autoridades académicas, elaborar el proyecto de presupuesto
y otra serie de responsabilidades de naturaleza administrativa, que
no guardan relación alguna con la experiencia que, como profesional
de la salud, exigen los demandantes en este asunto. En conclusión,
los documentos aportados al expediente respaldan la verificación que
hizo el Tribunal de Garantías Electorales respecto del tiempo mínimo
de experiencia administrativa y del desempeño de cargos del nivel
directivo por parte de la señora Darling Guevara.

TESIS 4: En punto a las recusaciones, (…) los demandantes


plantean su trámite irregular, en la medida en que fueron decididas
directamente por el mismo Consejo Superior de la UPC, en lugar
de disponer su remisión para trámite a la Procuraduría General de
la Nación, en aplicación de lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley
1437 de 2011. (…). [E]s claro que las recusaciones sí que afectaban
el quórum para sesionar y deliberar por parte del Consejo Superior
Universitario, por lo que debieron suspender la actuación y ser
decididas por la Procuraduría General de la Nación. En efecto, por regla
general, las recusaciones contra miembros de órganos colegiados sin
superior jerárquico corresponden ser decididas al interior del mismo

355
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

y tratándose de universidades oficiales, la autonomía universitaria


impone aplicar las propias reglas que existan para decidir las
recusaciones y solo a falta de normas internas, procede acudir al
trámite previsto en el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011. Igualmente,
se recuerda que en el caso de impedimentos o recusaciones
masivos, se debe disponer su remisión a la Procuraduría General
de la Nación. (…). Aplicados estos lineamientos al caso concreto, se
advierte que, de acuerdo con el recuento probatorio realizado antes
en esta providencia, las recusaciones cumplieron con los requisitos
formales. Además, dos (2) de los cuatro (4) escritos de recusación
presentados para decidir sobre la designación del rector afectaban
el quórum. En tal sentido, se observa que el artículo 64 de la Ley
30 de 1992 establece la conformación de los consejos superiores
universitarios con diez (10) integrantes, nueve (9) de ellos con voz y
voto. A su turno, el Acuerdo 009 de 2016, que contiene el reglamento
del Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar, señala en el
artículo 29 que el quórum para sesionar y deliberar será de la mitad
más uno de sus integrantes, incluido el rector, y que las decisiones se
tomarán con la mayoría de los asistentes con derecho a voto. Por lo
tanto, en la forma en que se concluyó en la etapa de admisión de la
demanda, resulta claro para la Sala que “los miembros del Consejo
Directivo (sic) no podían resolver las recusaciones, pues conforme a lo
ya explicado, todos fueron recusados por la misma causa y con base
en fundamentos fácticos idénticos o por lo menos probatorios muy
similares, que en últimas imposibilitan al juzgador de la recusación de
otro, decidir sobre el tema similar al que versa su impeditivo propio
y peor aun cuando dichas solicitudes afectan el quórum. (…). Así las
cosas, prospera el cargo de infracción del artículo 12 del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
aplicable a las actuaciones del Consejo Superior de la UPC ante la
inexistencia de reglas estatutarias o reglamentarias propias para
tramitar las recusaciones contra sus integrantes.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 68 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 69 /
LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 62 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 66 / LEY 527 DE 1999
/ DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.2.3.3 / LEY 1164 DE 2007 – ARTÍCULO 10 /
LEY 1164 DE 2007 – ARTÍCULO 23 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12

356
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO DE
LA COMISIONADA DE LA SESIÓN DE COMISIÓN DE CONTENIDOS
AUDIOVISUALES DE LA COMISIÓN DE REGULACIÓN DE
COMUNICACIONES CRC, EXPEDICIÓN IRREGULAR, PRINCIPIO DE
PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL, FALSA MOTIVACIÓN,
EXPERIENCIA PROFESIONAL, EXPERIENCIA RELACIONADA,
EXPERIENCIA ESPECÍFICA

EXTRACTO NO. 49

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00059-00
FECHA: 04/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Danesis Arce Ramírez
DEMANDADA: Mariana Viña Castro - Comisionada de la Sesión
de Comisión de Contenidos Audiovisuales de la Comisión
de Regulación de Comunicaciones (CRC)
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si el acto de elección


de la señora Mariana Viña Castro, como Comisionada de la Sesión de
Comisión de Contenidos Audiovisuales de la Comisión de Regulación
de Comunicaciones –CRC-, es nulo por estar incurso en la causal
de expedición irregular, falsa motivación, violación del régimen de
inhabilidades e incompatibilidades e infracción de norma superior, en
tanto, estima el demandante, que i) se desconoció el trámite adoptado
para el desarrollo de este proceso eleccionario ii) se vulneró el régimen
de inhabilidades e incompatibilidades y iii) se omitieron las exigencias
legales relacionadas con los requisitos para acceder a dicho cargo.

TESIS 1: Las Comisiones de Regulación fueron creadas por la Ley


142 de 1994, por la cual se establece el régimen de los servicios
públicos, para garantizar la competencia y la defensa de los derechos
de los usuarios de dichos servicios, en el marco del Estado social y
democrático de derecho. (…). Con la expedición de la Constitución
de 1991, al haberse establecido en el artículo 365 superior, que los
servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado y que
pueden prestarse directamente o indirectamente por el Estado, por

357
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

particulares y por comunidades organizadas, se dispuso que el Estado


mantendría la “regulación, el control y la vigilancia”, de los servicios
públicos lo que explica la creación de estos organismos de carácter
regulatorio y de inspección para la suprema vigilancia de los servicios
públicos. En punto a la Comisión de Regulación de Comunicaciones,
-CRC-, establecida mediante la Ley 1341 de 2009, que vino a reemplazar
la extinta Comisión de Regulación de Telecomunicaciones -CRT, creada
en la Ley 142 de 1994, (Art. 69.3), se tiene que este organismo sufrió una
importante modificación en su objeto y estructura interna, con ocasión
de la expedición de la Ley 1978 de 2019. Así, en el artículo 17 se señaló
que este organismo estaría integrado por dos instancias para atender,
de forma separada, los asuntos misionales a su cargo: i) La Sesión
de Comisión de Contenidos Audiovisuales, y ii) La Sesión de Comisión
de Comunicaciones.” Así mismo, en relación con su composición
señaló que la Sesión de Comisión de Contenidos Audiovisuales estaría
integrada por tres (3) comisionados de dedicación exclusiva elegidos
respectivamente por i) la sociedad civil, ii) el sector audiovisual y iii)
los operadores públicos regionales de televisión. A su turno, indicó
que La Sesión de Comisión de Comunicaciones, estaría compuesta por
el Ministro de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, y
cuatro (4) comisionados de dedicación exclusiva. Estos comisionados
serían elegidos para períodos institucionales de cuatro (4) años, no
reelegibles. En cuanto al Comisionado de la Sesión de Comisión de
Contenidos Audiviosuales, elegido por los operadores de los canales
públicos regionales de televisión, los artículos 1.2.3.1.7. y 1.2.3.1.9. del
Decreto 1570 de 2019, por el cual, se adiciona el Decreto 1078 de 2015,
único reglamentario del sector de Tecnologías de la Información y
Comunicaciones, dispuso las (…) etapas del proceso. (…). Así mismo, en
el artículo 1.2.3.1.2. ibidem se indicó que dichos operadores públicos
regionales, regularían autónomamente “el procedimiento y reglamento
aplicable para la elección” y procederían a publicarlo a través de la
página web de la CRC, con la previsión de que únicamente se entendería
vigente y aplicable “el procedimiento que se encuentre publicado en la
página web de la CRC.” En ese sentido, el artículo 1.2.3.1.3. de la citada
norma, estableció que dentro de los tres (3) meses siguientes a la fecha
de entrada en vigencia de la Ley 1978 de 2019, los operadores públicos
regionales procederían a informar al Director Ejecutivo de la Comisión
de Regulación de Comunicaciones, a través de comunicación suscrita
por ellos, el nombre de la persona elegida para el cargo de Comisionado
de la Sesión de Contenidos Audiovisuales y procedería a allegar las
evidencias que acreditasen el cumplimiento de los requisitos legales,

358
como también, el documento en donde consta la decisión de elección,
en aplicación del procedimiento y reglamento definido para dicho fin,
con el propósito de que la CRC proceda a realizar su nombramiento.

TESIS 2: Señala el actor que el acto de elección está afectado de


expedición irregular, en razón a que i) la votación y elección de la
comisionada se realizó a la 01:00 p.m. del día 24 de septiembre de
2019, cuando, según el cronograma, estaba prevista entre las 03:00
p.m. y las 05:00 p.m. de ese mismo día; ii) se remitió el acta de sesión
de elección, el mismo día del certamen electoral, a la directora
ejecutiva de la CRC, a las 3:01 p.m., cuando ha debido remitirse el día
siguiente, conforme al cronograma. (…). [L]a expedición irregular es
un vicio de nulidad de los actos administrativos que se materializa
cuando se vulnera el procedimiento determinado para su formación,
es decir, cuando la actuación administrativa adolece de anomalías
o se desarrolla con desconocimiento del trámite previsto en el
ordenamiento jurídico. Ahora bien, no cualquier irregularidad puede
afectar la validez del acto administrativo, pues, las formas no son un
fin en sí mismo, sino un medio para materializar el derecho objetivo, lo
anterior, con fundamento en el artículo 228 de la Carta que consagra
la prevalencia del derecho sustancial sobre el procesal o adjetivo. Por
lo tanto, debe tratarse de irregularidades en el trámite de carácter
sustancial, que puedan afectar el sentido de la decisión o que generen
una grave lesión a los derechos fundamentales de los intervinientes en
la actuación. (…). [L]a Sala estima que la alteración horaria presentada
en el procedimiento de elección no constituye una irregularidad, sino
una anticipación del certamen electoral, habida cuenta que ya habían
agotado, de forma temprana, todas las etapas consagradas en el
cronograma y solo restaba la votación. En todo caso, esta anticipación
horaria, carece de sustancialidad e incidencia en el resultado definitivo,
puesto que, aun, si las mismas se hubieran desarrollado conforme al
horario o fecha estrictamente establecidos, el resultado sería el mismo,
esto es, que la señora Mariana Viña Castro habría sido elegida como
miembro de la Sesión de Comisión de Contenidos Audiovisuales de la
CRC. (…). En este orden, a pesar del cambio de horario en la elección,
no observa la Sala, que esta omisión hubiere tenido la magnitud y
entidad suficiente para cambiar el sentido de la decisión, pues, como
se anotó, el proceso eleccionario fue efectuado por unanimidad por
parte de los operadores regionales de televisión. Además, no se
violaron los derechos políticos de los candidatos. (…). Así mismo, los
electores tuvieron la posibilidad de deliberar y decidir, sin apremio

359
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

alguno, por lo que, al no haber ninguna otra etapa posterior por agotar,
se colige que el procedimiento se desarrolló con normalidad, sin
que se hubiere pretermitido fases o etapas que afectaren el derecho
político de elegir y ser elegido. En esa misma línea, estima la Sala que
en tanto el cronograma no consagraba la participación ciudadana en
ninguna de sus etapas, la alteración horaria de estas no provocó la
vulneración de derechos de terceros externos al proceso de elección.
Igual reflexión suscita la remisión del acta de sesión de elección a la
directora ejecutiva de la CRC, el mismo día del certamen electoral, (…),
cuando ha debido remitirse al día siguiente, pues, esta circunstancia
tampoco tiene la virtualidad de afectar la validez de la elección, en
la medida que constituye una diligencia posterior que tiene como
único propósito enterar a la CRC del nombre de la persona que ha
sido elegida para efectos de la publicación del acta respectiva y la
expedición del acto de nombramiento consecuencial, como lo prevé el
artículo 1.2.3.1.3 del Decreto 1570 de 2019. De otra parte, en punto a la
falsa motivación, es menester recordar que según la jurisprudencia de
esta Corporación, para que este vicio de la estructura interna del acto
prospere, es necesario que se demuestre una de dos circunstancias:
a) que los hechos que la Administración tuvo en cuenta como motivos
determinantes de la decisión no estuvieron debidamente probados
dentro de la actuación administrativa; o b) que la Administración
omitió tener en cuenta hechos que sí estaban demostrados y que
si hubiesen sido considerados habrían conducido a una decisión
sustancialmente diferente. Conforme a lo anterior, la Sala no advierte la
configuración de esta causal de nulidad, en tanto, los hechos acaecidos
y los fundamentos fácticos y jurídicos expresados en el acto acusado,
están en armonía con la realidad y fueron probados fehacientemente
en el trámite administrativo. Por lo tanto, los cargos propuestos de
expedición irregular, falsa motivación no están llamados a prosperar.

TESIS 3: El demandante señala que la señora Mariana Viña Castro violó


el régimen de incompatibilidades de que trata el artículo 9 de la Ley
1507 de 2012, en tanto, ostentó el cargo de directora de la ANTV entre los
meses de febrero y julio de 2019, tiempo durante el cual, ejerció funciones
de inspección control y vigilancia sobre los Canales Públicos Regionales,
los cuales, posteriormente, la eligieron como comisionada en la CRC.
Además, indica que la demandada actualmente ejerce la “representación”
de los canales regionales de televisión, lo cual, la hace incurrir en la
incompatibilidad señalada en el artículo 35 numeral 22 de la Ley 734 de
2002, modificado por el 3º de la Ley 1474 de 2011. (…). [S]ea lo primero

360
señalar que la jurisprudencia de la Sección ha distinguido entre las
inhabilidades, incompatibilidades y prohibiciones, las cuales, tienen
naturaleza, fines, alcance y consecuencias jurídicas distintas. Así, las
inhabilidades son “circunstancias fácticas previstas en el ordenamiento
jurídico que impiden que una persona tenga acceso a un cargo público o
permanezca en él”. Estas responden a dos propósitos fundamentales:
“(i) garantizar la transparencia, imparcialidad, igualdad y moralidad en el
acceso y la permanencia en el servicio público; y (ii) asegurar la primacía
del interés general sobre el interés particular del aspirante”. Las
incompatibilidades, por su parte, “comportan una prohibición dirigida al
titular de una función pública a quien, por ese hecho, se le impide
ocuparse de ciertas actividades o ejercer, simultáneamente, otras
labores, en guarda del interés superior que puede verse afectado por
una indebida acumulación de funciones o por la confluencia de intereses
irreconciliables que pueden afectar la imparcialidad y la independencia
que debe guiar las actuaciones de quien ejerce la autoridad en nombre
del Estado.” A su turno, las prohibiciones constituyen limitaciones, que
de forma expresa, señala el legislador para los servidores públicos, es
decir, que las más de las veces, las prohibiciones se quedan en el ámbito
del derecho sancionador. No obstante, en algunos casos, por su finalidad,
contenido y naturaleza, también se erigen en prohibiciones inhabilitantes.
En punto a esta censura, recuerda la Sala que las incompatibilidades, no
constituyen causal de nulidad del acto de elección, por cuanto estas se
predican de quien ocupa el cargo y no de situaciones previas o anteriores
a la vinculación, que son las que tienen la virtualidad de afectar el acto
de elección o un nombramiento. Como se indicó, en algunos casos, la
jurisprudencia ha reconocido que ciertas situaciones, a pesar de que se
califican como incompatibilidad, pueden tener la categoría de una
prohibición inhabilitante, caso en el cual, sí constituye causal de nulidad
de la elección. (…). De la norma transcrita [artículo 9 de la Ley 1507 de
2012, derogado por la Ley 1978 de 25 de julio de 2019] se colige que el
cargo de miembro de la Junta Nacional de Televisión o de Director de la
Autoridad Nacional de Televisión -ANTV es incompatible con todo cargo
de “elección popular” y con el ejercicio de cualquier “actividad profesional
o laboral” diferente a la cátedra universitaria, además de las
incompatibilidades establecidas en la Ley 1474 de 2011, a cuyo estatuto
remite la norma, lo que supone que no se pueden ejercer,
simultáneamente. Así entonces, se trata de una típica “incompatibilidad”
atinente al ejercicio coetáneo de funciones, con el fin de asegurar que
quien ejerce la función de miembro de la Junta Nacional de Televisión o
Director de la ANTV, no ocupe su atención en otros asuntos, como puede

361
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

ser una representación política o el ejercicio de su profesión o cualquier


otro trabajo, que puedan sacrificar la misión institucional o erigirse en
una clara colisión entre los intereses públicos y privados. Por lo tanto,
por tratarse de una incompatibilidad y no de inhabilidad este supuesto
no constituye causal de nulidad de la elección. Pero en gracia de
discusión, si no fuera una incompatibilidad sino una verdadera
inhabilidad, está demostrado en el proceso que la señora Mariana Viña
Castro se desempeñó el cargo de directora en la ANTV hasta el 25 de
julio de 2019 (fl. 551) y, posteriormente, fue elegida miembro de la Sesión
de Comisión de Contenidos Audiovisuales de la CRC el 24 de septiembre
de 2019, es decir, no ejerció los dos empleos de forma simultánea. De
otro lado, también se debe precisar que esta disposición fue expresamente
derogada por el artículo 51 de la Ley 1978 de 2019, que entró en vigor el
25 de julio de 2019, justamente, cuando la demandante terminó su
vinculación con el organismo del cual se predicaba esta incompatibilidad.
En segundo término, se señala que la demandada incurrió en la
incompatibilidad del artículo 35 numeral 22 de la Ley 734 de 2002
modificado por el 3º de la Ley 1474 de 2011, normas que, al verificarse,
en realidad consagran unas “prohibiciones”, más no conductas
constitutivas de inhabilidad o incompatibilidad, cuya consecuencia,
como se anotó, es de tipo punitivo disciplinario. (…). Por lo tanto, concluye
la Sala, que como el artículo 35 numeral 22 de la Ley 734 de 2002
modificado por el 3º de la Ley 1474 de 2011, consagra una “prohibición”,
dirigida a quien se retira de un organismo estatal, en el sentido de que
no puede prestar “asesoría, representación o asistencia” respecto de las
funciones atendidas en su antiguo cargo, durante el término subsiguiente
de dos (2) años a su desvinculación, ni prestar los mismos servicios a
“organismos que estuvieron sujetos a su vigilancia”, este supuesto
fáctico de la norma, no constituye causal de nulidad que vicie el acto de
elección, pues, dicho reproche hace parte del régimen sancionatorio
disciplinario, mas no del ámbito de validez del acto de elección. Igual que
ocurre con la hipótesis antes descrita, el supuesto fáctico tampoco
encaja en la situación de la demandada, habida cuenta que la señora
Viña Castro, una vez se retiró del servicio, como Directora de la ANTV, no
asumió la prestación de servicios de “asesoría, representación o
asistencia”, en relación con el organismo al cual prestó sus servicios
respecto de “funciones propias del cargo”, ni actualmente, está prestando
los mismos servicios de “asesoría, representación o asistencia”, a alguna
persona privada natural o jurídica que estuvo sujeta a la “inspección,
vigilancia, control o regulación” de la Autoridad Nacional de Televisión. A
este respecto, cabe precisar que la calidad de Comisionado de la sesión

362
de Comisión de Contenidos Audiovisuales de la CRC, dista de una simple
“asesoría, representación o asistencia”, ejercida a título personal o
interés privado, pues, se trata de una función pública ejercida de forma
autónoma y permanente, con dedicación exclusiva para un periodo de
cuatro (4) años, en una de las instancias que estructuran de la Comisión
de Regulación de Comunicaciones, CRC, como lo señala el artículo 17 de
la Ley 1978 de 2019, sujeta al régimen legal de todo servidor público. Así
mismo, no puede afirmarse, como lo indica el demandante, que la señora
Viña Castro, está “representando” a los canales públicos regionales de
televisión, y en esa medida, está incursa la prohibición del artículo 3º de
la Ley 1474, pues, si bien, el Comisionado es elegido por los representantes
de dichos canales, la responsabilidad, una vez superada la elección,
trasciende al plano del ejercicio objetivo e impersonal de las funciones
públicas, máxime cuando el artículo 20.1 de la Ley 1341 de 2009,
modificado por el artículo 17 de la Ley 1978 de 2019 señala que las
funciones de “los Comisionados de la Sesión de Comisión de Contenidos
Audiovisuales representarán exclusivamente el interés de la Nación”.
Como epílogo de lo anterior, estima la Sala que la señora Mariana Viña
Castro, al ser elegida como comisionada de la Sesión de Comisión de
Contenidos Audiovisuales de la CRC, no incurrió en violación de ninguna
norma que consagre una inhabilidad, ni las que se acabaron de estudiar,
que solo constituyen incompatibilidades y prohibiciones, que no vician
su elección, sino que tiene alcances punitivos, por lo que este cargo no
está llamado a prosperar.

TESIS 4: [E]n punto a la experiencia, las censuras se concretan en


dos situaciones a saber: a) que se hubiera contabilizado la experiencia
de la señora Viña Castro, desde la terminación de materias y no desde
la obtención del título de abogada; b) que las certificaciones allegadas
como soportes para acreditar la experiencia “profesional relacionada”
y la experiencia específica en temas de “regulación, supervisión y
control”, no tienen que ver con las funciones del cargo de comisionado
y, consecuentemente, los tiempos acreditados no alcanzan a sumar el
tiempo exigido. (…). De la disposición transcrita [artículo 17 de la Ley
1978 de 2019, que modificó el artículo 20 de la Ley 1341 de 2009] se
colige que son varios los requisitos para ocupar el cargo de Comisionado,
entre los que se distinguen los relacionados con la calidad de ciudadano,
la edad, los títulos de formación académica y la experiencia profesional.
(…). En el caso bajo examen, debe tenerse presente que la señora
Viña Castro acreditó el título de abogada egresada de la Universidad
Externado de Colombia y especialización en Derecho Económico de la

363
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

misma institución universitaria. (…). Por lo tanto, debía acreditar ocho (8)
años de experiencia mínima relacionada y diez (10) años de experiencia
profesional específica en temas de “regulación, control o supervisión”
en el sector audiovisual. (…). Aduce el actor que la Comisión especial
encargada de la verificación de las hojas de vida contabilizó la experiencia
profesional de la señora Viña Castro, desde la terminación de materias y
no desde la obtención del grado, desconociendo lo dispuesto en el artículo
2.2.2.3.7 del Decreto 1083 de 2015, por lo que se vulneró este mandato
reglamentario. Al respecto, es menester señalar que, contrario a lo que
afirma el actor, el artículo 2.2.2.3.7 del Decreto 1083 de 2015, Decreto
Único Reglamentario de la Función Pública, como el artículo 229 del
Decreto Ley 019 de 2012, ley antitrámites, prescriben que la experiencia
profesional se computa a partir del momento en que se haya culminado
el pénsum académico o terminado los estudios correspondientes del
programa de formación. (…). En ese mismo sentido quedó regulada
la experiencia profesional en el artículo 2.2.2.3.7 del Decreto 1083 de
2015, Único Reglamentario del Sector de la Función Pública. (…). Por lo
tanto, hizo bien la Comisión de Verificación al computar la experiencia
profesional a partir de la terminación del pensum académico del
programa de derecho que cursó la señora Mariana Viña Castro en la
Universidad Externado de Colombia, cuya definición conceptual, está
limitada al “plan de estudios de una carrera universitaria”, esto es, a la
terminación de las materias académicas.

TESIS 5: Agrega el actor que los certificados de experiencia allegados


por la demandada no fueron contrastados con las funciones del cargo a
proveer, previstas en los numerales 25, 26, 27, 28 y 30 del artículo 22 de
la Ley 1341 de 2009, modificado por el artículo 19 de la Ley 1978 de 2019.
(…). En lo atinente a la definición de “Experiencia Relacionada”, el Decreto
1083 de 2015, en su artículo 2.2.2.3.7 establece que esta es “la adquirida
en el ejercicio de empleos o actividades que tengan funciones similares
a las del cargo a proveer”. En este sentido, la locución “similares”, otorga
un amplio espectro a la definición, en tanto, supone que las funciones
pueden ser parecidas, semejantes o análogas con las funciones propias
del cargo. En otros términos, no se requiere que sean idénticas, a las
propias del cargo a proveer. (…). Es decir, basta que la experiencia se
inscriba en ese conjunto amplio de funciones similares, de manera que
se advierta afinidad, conexidad o parecido con las funciones propias
del cargo al que se aspira. Así mismo, la Sección Segunda de esta
Corporación ha indicado que la “experiencia relacionada” descrita en
las normas vigentes no puede ser considerada como la “directamente

364
relacionada con las funciones del cargo”, ya que esta última corresponde
a una “experiencia específica”. (…). Por lo tanto, no se necesita que las
funciones sean exactas o encajen, rigurosamente, en las mismas
funciones propias del cargo a proveer, pues, esto implicaría que la única
manera de acreditar experiencia relacionada, sería con el desempeño
del empleo al que se aspira, por lo que lo “relacionado” terminaría por
convertirse en idéntico, desdibujando, de esta manera, estos conceptos
jurídicos fundamentales. (…). En orden a resolver este cargo, se impone
señalar (…) que la experiencia profesional, tanto relacionada como
específica, debe tomarse a partir del 2 de diciembre de 2000, fecha en
que la demandada terminó materias del programa de derecho, o en los
términos de las normas vistas “a partir de la terminación y aprobación
del pénsum académico de la respectiva formación profesional”. (…). [E]
ncuentra la Sala que carece de fundamento la censura expuesta por
la parte actora, en relación con la supuesta experiencia en la Policía
Nacional, pues, esta no se anotó en la hoja de vida, ni tampoco se
aportó mediante certificado alguno. En consecuencia, esta no fue
estudiada ni tenida en cuenta por el grupo especial conformado para
la verificación a la hora de comprobar el cumplimiento de los requisitos
de la señora Mariana Viña Castro. (…). Al respecto debe señalar la Sala,
en primer lugar, en punto a la experiencia profesional, que la Ley 1978
de 2019, no estableció ninguna restricción en cuanto a si la misma,
para efectos de acreditar los requisitos para ser Comisionado de la
Sesión de Comisión de Contenidos Audiovisuales de la CRC, debía ser
acreditada con certificaciones de “empresas públicas o privadas” dado
que se limitó a establecer el tiempo y los tipos de experiencia con la
cual debía demostrarse esta exigencia. (…). [De] una lectura sistemática
y finalística de la norma [artículo 2.2.2.3.8. del Decreto 1083 de 2015],
se arriba a la conclusión de que, si es posible admitir una certificación
proveniente del propio interesado, nada obsta para que se tenga en
cuenta aquella expedida por una persona natural, distinta al mismo.
Además, debe recordarse que, en el presente caso, esta certificación no
fue cuestionada por el demandante, por lo que esta prueba tiene plena
validez y está dotada de veracidad en su contenido. En este orden, no
puede desecharse esta certificación por el solo hecho de haber sido
signada por una persona natural. (…). En este orden, tenemos que la
“experiencia relacionada” que no fue objeto de censura es de 6 años y
6 días; la experiencia censurada corresponde a un total de 3 años, 10
meses y 26 días, lo que sumadas corresponde a 9 años, 11 meses y 2
días y la experiencia en la ANTV que la Sala considera es computable
como relacionada es de 5 años y 23 días. Esto arroja un total 14 años, 11

365
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

meses y 25 días. (…). Por lo tanto, la Sala concluye que la señora Mariana
Viña Castro acreditó más de ocho (8) años de experiencia relacionada,
necesaria para acceder al cargo de Comisionada de la sesión de
Comisión de Contenidos Audivisuales de la CRC.

TESIS 6: Señala el demandante que la señora Mariana Viña Castro no


acreditó los diez (10) años de experiencia profesional en temas de
regulación, control o supervisión, como lo exige el artículo 17 de la Ley
1978 de 2019, en el sector audiovisual, como quiera que, a pesar de
aportar certificaciones de experiencias adquiridas en la Comisión
Nacional de Televisión-CNTV- y la Autoridad Nacional de Televisión
-ANTV-, solo desarrolló actividades en áreas de apoyo. (…). Sea lo primero
señalar que el estudio de la experiencia específica en temas de
regulación, control o supervisión en el sector audiovisual, a diferencia de
la experiencia relacionada, exige que haya un mayor grado de conexión
entre las labores desarrolladas por el aspirante y las que corresponden
a este tipo de funciones, análisis que debe tener como fundamento dos
parámetros, a saber: (i) el objeto de la entidad que certifica las funciones,
con el fin de determinar su cercanía o la posición que ocupa frente a las
potestades de “regulación, vigilancia y control”, bien sea cómo órgano
que detenta las mentadas facultades o como sujeto pasivo de dichas
competencias de control que el Estado ejerce sobre los diferentes
actores del sector audiovisual y, (ii) las actividades desarrolladas por el
aspirante, en dicha entidad u organismo, comoquiera que tales labores
deben tener una estrecha relación en relación con las atribuciones a las
que se hizo referencia. Hecha la anterior precisión, se impone para la
Sala delimitar conceptualmente estas potestades de “regulación,
vigilancia y control”, que tienen su fuente en el artículo 365 de la Carta,
según el cual, los servicios públicos, pueden ser prestados por el Estado
o por particulares, pero su regulación, inspección y vigilancia, está
reservada al Estado. (…). De conformidad con esta norma constitucional
[artículo 365], es claro que las funciones, de regulación, control y
vigilancia de los servicios públicos, no pueden ser cumplidas por
particulares, pues, por virtud del constituyente, estas fueron deferidas,
de forma exclusiva, al Estado, como garante del interés general. (…). [L]a
labor de “regulación” supone el poder de expedir normas de carácter
imperativo para asegurar que el servicio público cumpla los fines y
cometidos estatales. La función de “inspección y vigilancia”, constituyen
mecanismos leves de intervención estatal que comporta actuaciones de
verificación permanente, solicitud de información, seguimiento a la
ejecución de las políticas públicas, planes y programas, con el fin de

366
precaver la distorsión del mercado, el uso eficiente de los recursos y la
atención continua y permanente del servicio. La función de “control”,
tiene una connotación correctiva y sancionadora, la cual se ejerce
cuando se afectan gravemente los derechos, valores y principios que
afectan a los usuarios o destinatarios del servicio y la libre competencia
del mercado. Aunque la función de regulación, inspección y control de
los servicios públicos corresponde exclusivamente al Estado, para
efectos de la experiencia específica de que trata el artículo 17 de la Ley
1978 de 2019, no puede entenderse que la misma solo pueda originarse
en entidades públicas, pues, tal y como está redactada la norma, es
posible acreditar dicha experiencia cuando estas labores se cumplen en
el sector privado, verbi gracia, aquella que cumple el “defensor del
televidente” en un canal privado de televisión, o la que desarrolla la
oficina de vigilancia o inspección o su equivalente de la empresa
audiovisual privada de que se trate. En efecto, el artículo 17 de la ley
ibidem [1978 de 2019], señala que, para ser Comisionado de la Sesión de
Comisión de Contenidos Audiovisuales, sino se posee título de Maestría
o Doctorado, es necesario acreditar, además de los 8 años experiencia
relacionada, 10 años de experiencia en “temas de regulación, control o
supervisión en el sector audiovisual”, lo cual es distinto a la titularidad de
la regulación, control y supervisión del servicio público, que, en todo
caso, está reservada al Estado. Conforme a esta disposición, al decir la
norma, experiencia en “temas” de regulación, control y supervisión
amplía las posibilidades, la cual, no solo puede acreditarse en entidades
u organismos del Estado, como aquellas que por mandato constitucional
y legal tiene por objeto ejercer, de manera general, el control, la
inspección y vigilancia de todos los sectores administrativos, incluido el
sector audiovisual, como la Contraloría General de la República o la
Procuraduría General de la Nación, o el propio órgano de regulación y
vigilancia del sector, como lo es la actual Comisión de Regulación de
Comunicaciones, y particularmente la Sesión de Comisión de Contenidos
Audiovisuales, sino que comprende también, todo aquel ejercicio
profesional, conforme al cual, se haya alcanzado conocimientos en esos
tópicos, independientemente de la naturaleza jurídica de la entidad,
organismo o corporación, siempre y cuando pertenezca al sector
audiovisual. Descendiendo al caso sub judice, encuentra la Sala que la
señora Mariana Viña Castro, aportó certificados que acreditan que prestó
sus servicios en la Comisión Nacional de Televisión - CNTV y en la
Autoridad Nacional de Televisión - ANTV, organismo este último que
reemplazó a la antigua CNTV, los cuales mientras estuvieron existieron,
hicieron parte del sector audiovisual como órganos reguladores y

367
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

controladores del servicio de televisión. (…). [C]on la expedición de la Ley


1507 de 2012, se puede advertir que se redistribuyeron las tareas entre
la Autoridad Nacional de Televisión -ANTV-, la Agencia Nacional del
Espectro -ANE- y la Comisión de Regulación de Comunicaciones -CRC-,
para asumir esta última, finalmente, todas las funciones regulatorias, de
inspección control y vigilancia del sector, a partir de la Ley 1978 de 2019.
En suma, tanto la extinta Comisión Nacional de Televisión -CNTV- como
la liquidada -ANTV-, fueron entidades que cumplieron funciones de
“regulación, control o supervisión”, en el sector audiovisual, cuyo objeto
corresponde, perfectamente, a lo exigido en el artículo 17 de la Ley 1978
de 2019, en punto a la experiencia específica para ser Comisionado de la
Sesión de Comisión de Contenidos Audiovisuales. (…). En suma, de las
experiencias estudiadas, se colige que la demandada acreditó seis (6)
años, ocho (8) meses y once (11) días de experiencia profesional en
temas de “regulación, vigilancia y control”. (…). Así las cosas, de
conformidad con las pruebas que obran en el expediente, observa la
Sala que el tiempo de experiencia específica no satisface el requisito de
diez (10) años exigido por el artículo 17 de la Ley 1978 de 2019. En
consecuencia, la señora Viña Castro no cumple con este presupuesto de
elegibilidad. En ese orden de ideas, encuentra la Sala que con la elección
de Mariana Viña Castro se violó el ordeamiento superior, pues se
desconocieron los requisitos establecidos en el artículo 17 de la Ley
1978 de 2019, habida cuenta que la demandada solamente acreditó seis
(6) años, ocho (8) meses y once (11) días de experiencia profesional en
temas de regulación, control y supervisión en el sector audiovisual, de
los diez (10) que exige la citada disposición normativa, en ausencia del
título de Maestría o Doctorado. En total, la señora Mariana Viña Castro
acreditó 18 años, 10 meses y 8 días de experiencia, de la cual doce (12)
años, un (1) mes y veintisiete (27) días es relacionada, resultado de la
suma de 8 años, 6 meses y 4 días, estudiados en el acapite 3.3.3.1, y 3
años, 7 meses y 23 días de las certificaciones computables, como tal, al
servicio de ANTV y, de otra parte, seis (6) años, ocho (8) meses y once (11)
días de experiencia profesional en temas de regulación, control y
supervisión. Colorario de lo anterior, estima la Sala que el cargo expuesto
en la demanda se encuentra probado y, en consecuencia, se impone
declarar la nulidad de la elección de la señora Mariana Viña Castro como
Comisionada de la Sesión de Contenidos Audiovisuales de Comisión de
Regulación de Comunicaciones, contenida en (i) el Acta de reunión de los
gerentes generales de los canales públicos regionales de televisión
fechada el 24 de septiembre de 2019 y, (ii) la Resolución 340 de 5 de
noviembre de 2019, por medio de la cual, el director ejecutivo de la CRC

368
profirió el respectivo nombramiento. Finalmente, observa la Sala que el
demandante en sus pretensiones solicitó que se ordene adelantar
nuevamente “la votación” para elegir al comisionado de la Sesión de
Contenidos Audiovisuales de la CRC a cargo de los canales públicos
regionales en este organismo, respetando “el derecho de los candidatos
inscritos”, que cumplieron con los requisitos correspondientes. Al
respecto, precisa la Sala que el juez de la nulidad electoral tiene la
potestad de modular los efectos de las sentencias, de conformidad con
la sentencia de unificación del 26 de mayo de 2016, rad. 2015-00029-00,
M.P. Carlos Enrique Moreno Rubio, en la cual se señaló que ante la
ausencia de norma que los establezca, corresponde al juez fijar los
efectos de sus decisiones anulatorias. En esa oportunidad se refirió a los
casos de expedición irregular del acto y desde entonces, en tales eventos,
la Sección Quinta ha indicado en sus fallos, la etapa a partir de la cual, la
selección objetiva debe ser retrotraída y rehecha. Así las cosas, encuentra
la Sala que en el trámite de elección fueron propuestos para el cargo de
comisionado de la Sesión de Contenidos Audiovisuales de la CRC: (i) la
demandada Mariana Viña Castro y (ii) el señor Juan Carlos Garzón
Barreto, en consecuencia, no es posible acceder a la solicitud de la parte
actora, consistente en retrotraer el proceso y ordenar su reinicio desde
la etapa de “votación”, pues como resultado de la anulación de la elección
de la señora Viña Castro de conformidad con el presente fallo, no habría
posibilidad de elección, sino que quedaría un único candidato quedando
definitivamente conformada por el señor Garzón Barreto en solitario. En
consecuencia, estima la Sala que los operadores públicos regionales del
servicio de televisión deben adelantar nuevamente el proceso desde el
inicio, mediante el mecanismo que autónomamente determinen, según
lo establecido en el artículo 20 de la Ley 1341 de 2009, modificado por el
artículo 17 de la Ley 1978 de 2019.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 365 / LEY 1341 DE 2009 – ARTÍCULO 20 /
LEY 1341 DE 2009 - ARTÍCULO 22 NUMERAL 25 / LEY 1978 DE 2019 – ARTÍCULO
17 / LEY 1978 DE 2019 - ARTÍCULO 39 NUMERAL 4 / DECRETO 1083 DE 2015
- ARTÍCULO 2.2.2.3.7 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.2.3.8 / DECRETO
1570 DE 2019 - ARTÍCULO 1.2.3.1.2 / DECRETO 1570 DE 2019 - ARTÍCULO 1.2.3.1.3
/ DECRETO 1570 DE 2019 - ARTÍCULO 1.2.3.1.7 / DECRETO 1570 DE 2019 -
ARTÍCULO 1.2.3.1.9 / DECRETO LEY 019 DE 2012 – ARTÍCULO 229 / LEY 182 DE
1995 – ARTÍCULO 1 / LEY 142 DE 1994

369
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONTRALOR MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONTRALOR
MUNICIPAL POR INTERVENCIÓN EN CELEBRACIÓN DE CONTRATOS,
ELEMENTO OBJETIVO, ELEMENTO SUBJETIVO, EXCEPCIÓN DE
FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA, PRINCIPIO
PRO ELECTORATEM, EFECTOS DE LA SENTENCIA, EFECTOS EX NUNC

EXTRACTO NO. 50

RADICADO: 05001-23-33-000-2021-00312-02
FECHA: 18/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Óscar Ignacio Castaño Correa
y Jhon Fredy Osorio Pemberty
DEMANDADA: Sandra Iuldana Landínez Cárdenas –
Contralora municipal de Rionegro, período 2021-2022
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a decidir los recursos de


apelación interpuestos por el apoderado judicial de la demandada y
del Concejo de Rionegro contra la sentencia de 30 de agosto de 2021,
corregida mediante providencia de 8 de septiembre del mismo año,
por medio de la cual el Tribunal Administrativo de Antioquia declaró
la nulidad del acto de elección de Sandra Iuldana Landínez Cárdenas
como Contralora de Rionegro, el cual se acusa de estar viciado de
nulidad, por estar incurso la causal de inhabilidad del artículo 95.3 de
la Ley 136 de 1994, por haber celebrado contratos con el Municipio de
Rionegro, dentro del año anterior a la elección.

TESIS 1: El régimen de inhabilidades para ser elegido contralor en


el nivel territorial se encuentra consagrado en el artículo 272 de la
Constitución Política, reformado por el artículo 4 del Acto Legislativo 04
de 2019, que en palabras de la Corte Constitucional configura el mínimo
de prohibiciones para acceder a dicho cargo, el cual se encuentra
integrado, en ejercicio de la libertad de configuración legislativa
que rige sobre la materia, por el artículo 163 de la Ley 136 de 1994,
subrogado por el artículo 9 de la Ley 177 de 1994. (…). Este último

370
literal [c] remite directamente a las inhabilidades establecidas para la
elección de alcaldes, las cuales extiende a los contralores «en lo que
sea aplicable» con el propósito de asegurar la idoneidad y probidad
de quienes aspiran a ocupar ese cargo y que, en tal virtud, «no se
confunda el interés privado del funcionario con los intereses públicos,
evitando así que éste obtenga, en uso de las influencias inherentes a
su función, alguna ventaja o beneficio particular», más aun, al tratarse
del ejercicio de una función pública especializada por su objeto de
vigilar la gestión fiscal de la Administración y los particulares o de las
entidades que manejan fondos o bienes de la Nación, para efectos de
velar por la protección del patrimonio público. En este marco legal, el
numeral 3 del artículo 95 de la Ley 136 de 1994 consagra la causal
relacionada con la celebración de contratos, con carácter autónomo e
independiente de los demás supuestos de hecho enunciados en dicha
norma, la cual se dirige a garantizar el equilibrio entre los candidatos
en pugna por ser elegidos, así como la transparencia, imparcialidad
y moralidad en el acceso a la función pública. (…). Así mismo, la
jurisprudencia electoral ha identificado los elementos configurativos
de esta causal, que describe para efectos metodológicos bajo estos
rótulos: (i) temporal, referido al periodo inhabilitante: dentro del
año anterior a la elección; (ii) material u objetivo, relacionado con la
conducta activa que se prohíbe: celebrar o suscribir contratos con
entidades públicas; (iii) geográfico o espacial, en cuanto al lugar en el
que aquellos se deben cumplir o ejecutar: en el mismo municipio en
que se va a ejercer el cargo; y (iv) subjetivo, sobre la motivación que se
persigue: en interés propio o de terceros.

TESIS 2: La demandada sostuvo que la demanda de nulidad electoral


debió presentarse contra el Municipio de Rionegro y no contra la persona
elegida como contralora por el concejo, por lo que no se integró en
debida forma el contradictorio y la Sección debe inhibirse para emitir
sentencia. En similar sentido, se pronunció el concejo de Rionegro. (…).
Como se advierte, el Tribunal omitió pronunciarse sobre la excepción
de falta de legitimación en la causa por pasiva, antes de la sentencia,
como era su deber. Sin embargo, dado que es uno de los argumentos de
la apelación, la Sala observa que no está probada, pues basta recordar
que: i) En los procesos de nulidad electoral, el nombrado o elegido
siempre se ha tenido como parte demandada, por la potísima razón, de
que es a quien, primeramente, le compete defender la legalidad del acto
electoral, por medio del cual, se le ha escogido para el respectivo cargo
público. Además, como el acto genera para el elegido o nombrado, una

371
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

situación personal y subjetiva al colocarlo en la vocación de ingresar


a la función pública, en tanto acepte dicha designación, esta persona
una vez posesionada, está en la posición de concurrir al proceso a
integrar el contradictorio, como parte demandada, pues, en él concurre
el interés legítimo de permanecer en el cargo. Advierte la Sala que,
acertadamente, en el presente proceso se tuvo como demandada a
Sandra Iuldana Landínez Cárdenas por haber sido la persona elegida
como contralora del municipio de Rionegro. ii) Esta Sección ha sostenido
en forma reiterada que, en materia electoral, la autoridad que profirió
el acto tiene la capacidad para comparecer al proceso por autorización
expresa de la ley, así no tenga personería jurídica, lo que faculta a los
concejos municipales para acudir de manera directa sin que se requiera
intermediación para ello. En consecuencia, si bien es cierto el concejo
de Rionegro carece de personería jurídica, está habilitado por la ley
para intervenir directamente en el presente medio de control de nulidad
electoral, como en efecto lo hizo, porque tiene capacidad para ser sujeto
procesal, atribuida por el numeral 2 del artículo 277 del CPACA y, por
tanto, el ente territorial no debe comparecer en este proceso. Por las
mismas razones, el argumento de falta de imparcialidad planteado por
la demandada según el cual los actores nunca quisieron subsanar el
vicio procesal para que se vinculara al Municipio de Rionegro como
persona jurídica legitimada para conformar el contradictorio, también
debe desestimarse.

TESIS 3: El apoderado judicial de la demandada hizo énfasis, en varios


acápites del escrito contentivo del recurso, en que no se efectuó el juicio
de adecuación o de aplicabilidad que impone el artículo 163 de la Ley
136 de 1994. (…). El juicio de adecuación o aplicabilidad fue objeto de
estudio por la Sala al resolver la apelación contra el auto que decretó
la suspensión provisional del acto acusado y sus consideraciones
resultan igualmente válidas en esta etapa del proceso. Se dijo en
aquella ocasión que los elementos “jurídico referencial” y “de la debida
adecuación” corresponden a una construcción dogmática de autoría
del apoderado de la señora Landínez Cárdenas, que no hacen parte
ni se desprenden directamente del texto del artículo 95.3 de la Ley
136 de 1994. Además, dado que no se advierte alguna razón nueva o
diferente que conlleve a su rectificación o variación, la Sala reitera lo
dicho en esa oportunidad frente al “elemento jurídico referencial” que,
para el apelante, consiste en que “la elección” corresponda al hecho
jurídico de referencia para determinar el lapso o rango cronológico
en el cual aplica la inhabilidad, a partir de la distinción entre cargos

372
de elección popular, como el de alcalde. (…). Asimismo, en cuanto
a la extensión del régimen de inhabilidades de los alcaldes a los
contralores, “en lo que sea aplicable” es necesario hacer énfasis en
que, la Corte Constitucional, en la sentencia C-126 de 2018, avaló la
complementariedad de las causales de inelegibilidad establecidas en
la ley para los contralores con las del inciso 7º del artículo 272 superior,
modificado por el artículo 4 del Acto Legislativo 04 de 2019. (…). Así,
en sentencias recientes, la Sección mantuvo la tesis según la cual el
hecho de que el artículo 272 de la Carta Política contenga causales
de inhabilidad de rango constitucional respecto de los contralores
no es incompatible con la existencia de situaciones de inelegibilidad
de tipo legal, como las previstas en el artículo 95 de la Ley 136 de
1994, (modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000). Es decir, el
régimen de inhabilidades para los contralores no solo es de carácter
constitucional, sino también legal. En consecuencia, al Tribunal
Administrativo de Antioquia le correspondía observar lo dispuesto en
el artículo 163 literal c) de la Ley 136 de 1994 y, en tal virtud, extender
la causal del artículo 95 numeral 3 ejusdem al cargo de contralor,
como en efecto lo hizo, por la presunción de constitucionalidad que
reviste a ambas disposiciones en los términos de la jurisprudencia
reseñada, sin que se evidencie una eventual antinomia, laguna o
violación de derechos fundamentales que impidiera darle aplicación.
(…). [E]stima la Sala que la inhabilidad en cuestión [intervención en
celebración de contratos] pretende impedir la connivencia de intereses
públicos y privados en la elección de los funcionarios responsables de
la vigilancia y el control fiscal, así como la destinación de los recursos
públicos a propósitos clientelistas que privilegien a algún contendiente
en razón a la proximidad con la administración local respecto de la cual
deberá cumplir sus funciones, incluso respecto de los contratos en los
que fue parte, lo que, sin duda, lesionaría la igualdad, transparencia,
imparcialidad, y efectividad en el acceso y ejercicio de la función
pública. Desde esa perspectiva, la norma resulta útil en tanto propende
por la protección eficaz de dichos principios, de modo que se cumple
el parámetro que habilita la remisión que hace el literal c) del artículo
163 de la Ley 136 de 1994 al artículo 95.3 idem, pues la expresión “en
lo que sea aplicable” supone la compatibilidad de la inhabilidad para
ser alcalde, con la finalidad de la regla en cuestión respecto del cargo
de contralor, lo cual ya se evidenció.

TESIS 4: En la apelación del Concejo de Rionegro se invocó la


sentencia SU566 de 2019 para sostener que entre dos interpretaciones

373
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

alternativas posibles de una norma que regula una inhabilidad, se


debe preferir aquella que menos limita el derecho de las personas
a acceder igualitariamente a los cargos públicos. En consecuencia,
el Acto Legislativo mencionado [04 de 2019], que reguló el régimen
de inhabilidades para ser contralor municipal, dejó sin efectos los
argumentos del fallo de primera instancia, en cuanto a la explicación
extensiva de la inhabilidad. (…). [S]e impone reiterar las siguientes
consideraciones válidas para el presente asunto: (…). No existe la
posibilidad de que el juzgador, bajo el criterio de interpretación
restrictiva ignore la remisión legal a que se refiere el literal c) del
artículo 163 de la Ley 136 de 1994, pues no es facultativo aplicar o no
las causales de inhabilidad a los destinatarios de los preceptos legales
y constitucionales. (…). Ahora, si bien ante dos interpretaciones posibles,
se debe dar aplicación a la que menos restrinja el derecho de acceder
a los cargos públicos, en el caso particular no se encuentran las dos
posibilidades a que aducen los apelantes, sino que se advierte solo
una posible, que corresponde con el principio pro electoratem o por el
electorado, según la cual el derecho del electorado ha de prevalecer
sobre el de una persona para postularse y ser elegida para el empleo
estatal, toda vez que la remisión que el artículo 163 de la Ley 136 de
1994 hace al artículo 95 ibídem, es clara, al igual que el contenido de la
causal de inelegibilidad, pues no evidencia ninguna dificultad ni duda
en su interpretación y aplicación, por esta razón no resulta pertinente
invocar los principios de proporcionalidad o pro homine. (…). Así lo
viene sosteniendo pacíficamente esta Sala, en el sentido de señalar
que la finalidad del régimen electoral, indistintamente de si se trata de
elecciones por voto popular o por corporaciones o entidades públicas,
consiste en evitar que los intereses personales se antepongan a
los públicos, en donde prevalecen los principios de transparencia,
imparcialidad, igualdad y moralidad propios de la función pública, por
encima del interés particular del nombrado o elegido; lo que valga
aclarar no se predica únicamente de los comicios populares, ya que
la posibilidad de demandar la nulidad de un acto electoral se hace
extensiva a todas las elecciones, bajo la necesidad de proteger los
mismos principios constitucionales. Por lo expuesto, este reproche
deber ser despachado desfavorablemente.

TESIS 5: El apoderado de la demandada adujo que es deber de los


accionantes precisar y no refundir las causales de inhabilidad que
plantean en su demanda. No obstante, se invocaron 2 inhabilidades
diferentes como si fueran una sola, es decir, la aplicación fusionada de

374
las 2 primeras causales previstas en el numeral 3 del artículo 95 de la
Ley 136 de 1994. Este planteamiento de la apelación no está llamado
a prosperar pues, si bien los actores citaron el artículo 95.3 de la Ley
136 de 1994 sin entrar a distinguir entre uno y otro supuesto de hecho
en relación con el elemento objetivo, lo cierto es que cuando abordaron
su demostración a nivel argumentativo y probatorio, relacionaron,
explicaron y adjuntaron copia del (i) contrato 034, celebrado el 31 de
enero de 2020 con EDESO; y (ii) el contrato 0422, celebrado el 24 de
agosto de 2020 con MASORA, en los que la demandada obró como
contratista, lo que no admite dudas en relación con que la causal que
se alegó y que fue objeto de estudio por el juez de primera instancia, es
la de celebración de contratos. Si bien el problema jurídico identificado
en el fallo recurrido se refiere de manera genérica a la causal
consagrada en el artículo 95.3 idem [Ley 136 de 1994], el estudio del
caso concreto se centró en la celebración de contratos, en consonancia
con los argumentos de la demanda.

TESIS 6: La parte demandada afirmó que no se abordaron todos


los elementos previstos por el legislador para que la inhabilidad del
alcalde pueda ser aplicada a los contralores municipales, pues no
se examinaron: i) el jurídico referencial; ii) el causal subjetivo (que la
intervención en la celebración de contratos sea “en interés propio o de
terceros”); iii) el geográfico (que los contratos en que haya intervenido el
elegido deban ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio); y iv)
el de la debida adecuación. (…). Observa la Sala que el Tribunal identificó
como elementos de la inhabilidad por celebración de contratos los
siguientes: “(i) temporal, que se define como el periodo inhabilitante
dentro del año anterior a la elección del contralor; (ii) material u
objetivo, hace referencia a la conducta causal de la inhabilidad, celebrar
o suscribir contratos con entidades públicas; (iii) geográfico o espacial,
referente al lugar en que aquellos se deben cumplir o ejecutar, en el
mismo municipio en que se va a ejercer el cargo y; (iv) subjetivo, sobre
la motivación que se persigue en interés propio o de terceros”. Estos
parámetros coinciden, como se expuso en (…) las consideraciones de
esta providencia, de modo que no se advierte que el análisis del a quo
haya sido incompleto. (…). [P]ara la Sala es claro que, en criterio del
juez de primera instancia, el criterio geográfico se acreditó en tanto
los contratos (i) 034 de 31 de enero de 2020 celebrado con EDESO; y (ii)
0422 de 24 de agosto de 2020 suscrito con MASORA, se ejecutaron en
el Municipio de Rionegro, conclusión que no fue controvertida en esta
etapa procesal. Ahora bien, (…), el elemento jurídico referencial y el

375
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

juicio de adecuación, no son parámetros de la inhabilidad en cuestión,


de modo que no era procedente su estudio. Frente al elemento
subjetivo, conviene recordar que se refiere a la motivación que se
persigue: en interés propio o de terceros procura principalmente evitar
que se confundan los intereses públicos y privados en la elección de
los contralores y que los recursos del Estado se utilicen con fines
clientelistas para favorecer a unos candidatos a ocupar el cargo por
sobre otros, de acuerdo con su afinidad o cercanía con el gobierno local
en el cual recaerá el control fiscal que deberá llevar a cabo quien resulte
elegido, en detrimento de la igualdad, transparencia, imparcialidad,
y efectividad en el acceso y ejercicio de la función pública. En ese
sentido, dijo la Sala en la providencia que confirmó la suspensión
provisional del acto de elección de la demandada como contralora de
Rionegro y que ameritan ser reiterados ante la ausencia de elementos
que desvirtúen dicha conclusión: “si bien es cierto que todo contrato
estatal encierra necesariamente un interés general, precisamente por
su carácter público, esto no puede llevar a desconocer que siempre va
a existir también un interés propio de parte del contratista, al menos
de carácter pecuniario, que puede desequilibrar la contienda electoral.
(…). Dicho interés también se hace evidente, en el artículo 5 de la Ley
80 de 1993, según la cual, es derecho de los contratistas, “recibir
oportunamente la remuneración pactada y a que el valor intrínseco de
la misma no se altere o modifique durante la vigencia del contrato. (…)”.
(…). Por lo anterior, este argumento de la alzada no es de recibo.

TESIS 7: En criterio de la demandada, no se agotó en debida forma


el procedimiento establecido para verificar el régimen de excepción
de las inhabilidades porque se citaron providencias ajenas al tema
objeto de análisis sobre la inhabilidad de los contralores municipales.
En este punto, resulta suficiente indicar que los elementos de la
inhabilidad fueron analizados en debida forma. (…). Ahora, que las
providencias que el Tribunal invocó hayan sido proferidas en un
juicio de pérdida de investidura, o en procesos de nulidad electoral
adelantados contra servidores distintos de los contralores, no
supone que sean impertinentes, pues la primera se trajo a colación
para mencionar que existen asimetrías de poder que se presentan en
la contienda electoral que se derivan de los beneficios que obtenga
el candidato en virtud de gestiones o contratos celebrados con la
administración, lo que sin duda, guarda relación con la presente
litis; y las otras, se mencionaron para ilustrar los elementos de la
inhabilidad por celebración de contratos que también está prevista

376
para otros servidores públicos, por lo que aportan en la resolución
del caso. En todo caso, aun si las referencias jurisprudenciales fueran
ajenas al litigio, dicha circunstancia no tendría la entidad suficiente
para revocar el fallo apelado puesto que la ratio decidendi atañe al
análisis del caso concreto efectuado por el Tribunal. Por lo expuesto,
este reproche de la apelación debe ser desestimado. El concejo de
Rionegro manifestó que la parte resolutiva de la sentencia tiene una
precisión que limita los alcances de su cumplimiento pues se declaró
la nulidad del acto de elección de Sandra Iuldana Landínez Cárdenas
como concejal de Rionegro, situación que contraría lo debatido en el
proceso. Al respecto, basta señalar que dicho planteamiento no tiene
asidero, puesto que mediante providencia de 8 de septiembre de 2021
se corrigió dicha decisión en el sentido de precisar que se declaró la
nulidad de la elección como contralora de Rionegro. (…). Por último,
dado que en este caso la anulación tuvo lugar por una causal de tipo
subjetivo, en tanto que la demandada estaba inhabilitada, encuentra
esta Sala que los efectos del presente fallo deben ser hacia el futuro
-ex nunc-. De manera que, para todos los supuestos legales, se tiene
que la demandada ostentó la calidad de contralora de Rionegro,
desde su posesión en tal dignidad y la mantendrá hasta la ejecutoria
de la sentencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 272 INCISO 7 / ACTO LEGISLATIVO 04 DE
2019 - ARTÍCULO 4 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 277 NUMERAL 2 / LEY 136 DE
1994 - ARTÍCULO 95 NUMERAL 3 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 163 LITERAL C /
LEY 177 DE 1994 - ARTÍCULO 9 / LEY 617 DE 2000 - ARTÍCULO 37

377
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR
INTERVENCIÓN EN GESTIÓN DE NEGOCIOS, VALORACIÓN
PROBATORIA EN EL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL

EXTRACTO NO. 51

RADICADO: 41001-23-33-000-2019-00555-01
FECHA: 18/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Luis Eduardo Plaza Devia
DEMANDADO: Juan Diego Amaya Palencia - Concejal de Neiva,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar


si confirma, modifica o revoca la sentencia de 11 de diciembre de
2020, proferida por el Tribunal Administrativo del Huila, que negó las
pretensiones de la demanda de nulidad electoral frente al acto de
declaratoria de elección del señor Juan Diego Amaya Palencia, como
concejal del municipio de Neiva, para el periodo 2020-2023, el cual se
acusa de estar viciado de nulidad y estar incurso en la causal prevista
en el numeral 3o del artículo 43 de la Ley 617 de 2000, debido a que el
demandado en el año inmediatamente anterior a su elección intervino
en la gestión de un convenio de asociación con la Alcaldía de Neiva.

TESIS 1: El artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo


40 de la Ley 617 de 2000, establece la [mencionada] causal de inhabilidad
para ser concejal municipal o distrital. (…). Como puede observarse,
dicha causal contiene en su redacción tres prohibiciones, de forma
tal que, a grandes rasgos, no podrán ser elegidos concejales: Quienes
hayan intervenido en la gestión de negocios ante entidades públicas
en interés propio o de terceros. Quienes hayan celebrado contratos
con entidades públicas en interés propio o en el de terceros. Hayan
sido representantes legales de entidades que administren tributos o
contribuciones o que presten servicios públicos o de seguridad social
en el régimen subsidiado en la respectiva circunscripción territorial.

378
Así mismo, se establece un término en el tiempo para que la causal de
inelegibilidad se configure, que es dentro del año anterior a la elección
para los tres casos mencionados. De acuerdo con la jurisprudencia de
la Corporación, estas causales de inhabilidad persiguen como objetivo
común, preservar la igualdad entre los candidatos, sobre el supuesto
de existencia de una relación relevante con el Estado potencialmente
ventajosa para alguno de ellos. (…). Ahora, a pesar de la identidad
de propósito y que, por lo general, las gestiones ante las entidades
públicas apunten a la celebración de contratos, es importante no
perder de vista que se trata de causales de inhabilidad autónomas
e independientes, referidas a conductas que ocurren en diferentes
momentos y se manifiestan de formas distintas. (…). Respecto de la
inhabilidad por intervención en la gestión de negocios ante entidades
públicas, la jurisprudencia ha identificado cuatro (4) presupuestos
para su configuración: Un elemento temporal, referente a la fecha de la
elección y que se extiende durante el año que la precede. Un elemento
geográfico, que dirige la atención al lugar donde se gestionaron los
negocios lo cual debe coincidir con el municipio o distrito de la elección
respectiva. Un elemento material u objetivo, referido a las actuaciones
concretas y comprobadas del demandado ante la entidad pública para
lograr un fin patrimonial o extra patrimonial, independientemente de
su éxito. Un elemento subjetivo, relacionado con el interés propio o
de terceros que motiva las gestiones adelantadas. (…). [R]especto del
elemento material u objetivo, la intervención en la gestión de negocios
se ha relacionado con una conducta personal y activa del futuro
candidato ante una entidad pública con la que aspira a celebrar un
negocio jurídico u obtener una respuesta favorable frente a un interés
un interés patrimonial o extrapatrimonial. Ahora bien, no toda diligencia
que se adelante con una autoridad pública configura la causal, pues
debe tratarse de una conducta útil, trascendente y potencialmente
efectiva, para cuya valoración también interesa el móvil, causa o
aspecto modal. (…). Con base en estos lineamientos conceptuales, se
ha considerado como “intervención en la gestión de negocios” ante
entidades públicas, por ejemplo, la influencia que ejerció un candidato
al concejo para obtener la vinculación de un tercero por contrato con
el municipio, la participación de un candidato en la autorización que
dio la junta directiva de una empresa para postularse como contratista
de entidad pública, y las instrucciones impartidas por el candidato al
mandatario de una sociedad sobre el alcance de su oferta en el marco
de un proceso de contratación. En contraste, se ha descartado como
conducta inhabilitante el evento en que un servidor público obra en

379
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

ejercicio de sus atribuciones legales, pues en este escenario sus


actuaciones no persiguen un interés propio ni de terceros particulares,
sino que buscan satisfacer el interés general. Tampoco se ha dado
este alcance a la sola calidad de socio de la persona jurídica que
actúa como proponente u oferente en un proceso de selección con
una entidad pública. A la misma conclusión se ha llegado frente al
administrador de la sucursal o gerente administrativo de la empresa
contratista, ni a quien actuó por poder en una audiencia de sorteo de
adjudicatario ocurrida con posterioridad a la selección del contratista.
(…). En tales condiciones, es crucial para el juez electoral analizar
una posible intervención en la gestión de negocios ante una entidad
pública cuando el demandado no figura entre quienes suscribieron
el contrato estatal obtenido, pues por este cauce corre el riesgo de
vaciar de contenido la primera causal, omitiendo el debido estudio de
las conductas que pudieran desplegarse en la etapa precontractual.
Comoquiera que en este caso la parte actora planteó la inhabilidad
en la gestión de negocios para la posible celebración de un convenio
con la administración pública de Neiva, sin referirse a las otras dos
modalidades contenidas en el numeral 3º del artículo 40 de la Ley 617
de 2000, como lo es la celebración de contratos o la representación legal
de entidades que administren tributos o contribuciones parafiscales, la
Sala no ahondara en su estudio y procederá a señalar los parámetros
de la valoración probatoria en los procesos de nulidad electoral.

TESIS 2: [L]a Sección considera necesario señalar que las pruebas


obrantes en el plenario se analizaran de acuerdo con las reglas de la
sana crítica, por cuanto han sido sometidas a los principios de
contradicción y defensa de las partes. (…). [S]alvo las particularidades
probatorias existentes en materia contencioso-administrativa, el
sistema de valoración de la prueba, imperante en derecho procesal
común, resulta, sin duda alguna, aplicable al control jurisdiccional de
los actos proferidos por la administración pública. (…). [B]ajo el amparo
de este sistema de valoración probatoria, el operador jurídico efectuará
un análisis razonado y en conjunto del material probatorio, para lo cual
dispondrá de una cierta libertad de apreciación, que lo faculta a acudir
a preceptos decantados de la experiencia, de la lógica, de la sociología,
de la psicología y demás, a fin de que se forme su convencimiento. Sin
embargo, dicha libertad se ve atemperada, pues es obligación del juez
exponer las razones que explican su convicción en relación con la masa
probatoria existente en el proceso. (…). En consonancia con las
anteriores consideraciones, el estudio a efectuarse, en el sub judice, se

380
enfocará a determinar si lo aducido por el apelante encuentra algún
sustento, esto es, si el Tribunal desconoció las pruebas documentales y
algunas testimoniales que demostrarían que el demandado gestionó
negocios con la Alcaldía de Neiva en representación de la Asociación y
Unidad Defensora de Animales y Medio Ambiente de Neiva – Ayúdame,
dentro del periodo prohibitivo y lo llevó a estar incurso en la casual de
inhabilidad del artículo 40 numeral 3 de la Ley 617 de 2000. (…). En este
punto se evidencia [en relación con la valoración de las actas del 4 de
abril y 12 de julio de 2019] que (…) el Tribunal Administrativo, dentro de
los parámetros de la sana crítica, el estudio ponderado de la prueba
documental, le permitió concluir con contundencia que el accionado no
intervino en la gestión de negocio alguno, pues no toda intervención por
si sola es acreedora de ser tenida como gestión de negocios, más aun
teniendo en cuenta las fases y el control ciudadano que se permite en
esta clase de actuaciones contractuales, pero continuó auscultando las
circunstancias probadas y se dio a la tarea de extender el análisis a
todos aquellos medios de convicción recaudados, ya que era posible
que de lo sucinto de las actas pudiera advertirse otra hermenéutica que
apoyara los planteamientos del demandante. En esa línea, el fallador de
primera instancia, recurrió a los otros medio de prueba como lo fueron
(i) el Oficio No. 329 del 7 de octubre de 2020 expedido por la Alcaldía de
Neiva, adosado por el jefe de la oficina de contratación de la
administración municipal en respuesta al requerimiento probatorio
realizado por el a quo en el auto del 13 de julio de 2020, con el que se
probó que la motivación de la reunión del 12 de julio de 2019, fue
comprobar el cumplimiento de los compromisos que se fijaron el 4 de
abril, los cuales se traducen en las acciones que desarrollaría la Alcaldía
para construir el Centro de bienestar animal y (ii) los testimonios de (…)
Secretario de Ambiente y Desarrollo Rural y (…) [el] jefe de contratación
del municipio, representantes del municipio en las reuniones con los
animalistas, recaudados judicialmente el día 6 de octubre de 2020,
afirmaron que en esa fecha no se llegó a un acuerdo con los animalistas
para suscribir un convenio de asociación. (…). [E]s claro que las
declaraciones reseñadas fueron rendidas por testigos presenciales de
las reuniones en las que, según el actor, el demandado gestionó un
convenio en favor de la Asociación Ayúdame; que el informe dado por la
administración se rindió con base en la información que reposa en sus
archivos y que ninguno de los anteriores fue tachado de falso. A partir
de tales testimonios, es posible concluir que: i) las reuniones se
originaron por las protestas de la comunidad animalista ante el estado
de los animales del municipio, ii) se intentó realizar un convenio con la

381
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

asociación Ayúdame para el cuidado de los animales, pero no fue


posible por falta de presupuesto; iii) el demandado estuvo presente en
dichas diligencias como animalista y que iv) Asoanimales era uno de los
grupos animalistas que buscaban la protección de los animales. Por
ende, todo converge en una misma consigna y es que el accionado no
intervino en la gestión de negocio alguno, por lo que, al contrario, estas
pruebas refuerzan de manera contundente el contenido de las actas de
las reuniones, siendo unívocos las documentales (actas y oficio) y las
manifestaciones de los declarantes. (…). [E]s claro entonces que el
Tribunal Administrativo del Huila sí analizó las actas del 4 de abril y 12
de julio de 2019, estudio que complementó con los testimonios dados
por los funcionarios de la Alcaldía de Neiva, quienes estuvieron
presentes en las dos reuniones, así como por el informe rendido por la
municipalidad, y fue la unión de todas estas piezas probatorias lo que le
permitió concluir que el demandado no ejerció alguna gestión de
negocios a favor de él o de algún tercero. Por lo que, es claro que este
cargo no tiene vocación de prosperidad. (…). [S]eñala el apelante que la
Asociación Ayúdame y Asoaminales son la misma persona jurídica
pues el correo electrónico dado en la propuesta de convenio y en el
comunicado a la opinión pública es asoanimalesneivapag@gmail.com.
(...). [E]ste es un cargo nuevo que no fue alegado en la demanda ni en el
trámite de la primera instancia, pues si bien el actor desde el inicio hizo
mención al convenio y al comunicado solo hasta el recurso de apelación
es que alega que Asoanimales y Ayúdame son la misma persona
jurídica por utilizar esta última dicha dirección de correo electrónico,
por lo que, era imposible que el Tribunal se concentrara en analizar un
argumento que no hacía parte de la fijación del litigio, el cual consistió
en determinar “si por los cargos expuestos en la demanda, debe
declararse nula la elección del [demandado] como Concejal del
Municipio de Neiva para el periodo constitucional comprendido entre el
año 2020 al año 2023, en razón que, según lo expuesto, el demandado
en el año inmediatamente anterior a su elección intervino en la gestión
de un convenio de asociación con la Alcaldía de Neiva, recayendo así en
la inhabilidad descrita en el numeral 3° del artículo 43 de la Ley 617 de
2000”. (…). Es claro que el actor al no ver prosperidad en el cargo
planteado al inicio del proceso, decidió, en la apelación, dar un giro
argumentativo de fondo, ajeno a la demanda, siendo un cargo nuevo
que la Sección no estudiará. Alega el demandante que el Tribunal de
primera instancia asume como ciertos los dichos del demandado en el
interrogatorio de parte, sin analizar lo parcializado que pueda estar. En
su criterio, lo mismo ocurre con los otros dos testigos quienes son

382
compañeros animalistas y seguidores políticos del demandado,
desconociendo las actas de las reuniones. (…). Analizado el fallo
cuestionado, se encuentra que el Tribunal Administrativo del Huila
valoró el interrogatorio de parte en conjunto con las demás pruebas,
encontrando que el mismo coincidía con lo plasmado en las actas de
las reuniones y lo señalado con los testigos, en especial con la
declaración de (…), quien asistió a la reunión del 12 de julio de 2019, y
señaló que la actuación del demandado se concretó en cuestionar a la
administración sobre el cumplimiento del plan de desarrollo y en
manifestar su total desaprobación en la suscripción de convenios de
asociación o cualquier figura contractual con la Alcaldía, pues, para él,
esto afectaría a las asociaciones en cuanto el periodo del Alcalde ya iba
a finalizar y los animales quedarían a cargo de las fundaciones, quienes
no cuentan con los recursos suficientes para garantizar su bienestar.
Evidencia la Sala que, contrario a lo dicho por el apelante, fue gracias al
análisis de todas las pruebas que el a quo pudo llegar a la conclusión
que el [demandado], en lugar de gestionar algún tipo de contrato para
un tercero, lo que propendió fue por oponerse a cualquier vinculación
contractual con la Alcaldía, por lo que, no era posible hablar de gestión
de negocios cuando la intervención del [demandado] en nada definió el
rumbo de una posible negociación entre la Alcaldía de Neiva y la
Asociación Ayúdame, ni sus actuaciones influyeron en que se adoptara
alguna postura contractual. (…). Alega el apelante que el Tribunal
Administrativo del Huila no le da la trascendencia que merecen los
testimonios rendidos, por (…) funcionarios del Gobierno Municipal que
participaron de las reuniones, pues de la declaración del primero es
posibles concluir que la Asociación Ayúdame y Asoanimales son la
misma empresa, por lo que, cuando el demandado firmó las actas
diciendo que participa en representación de Asoanimales, implícitamente
dice que está actuando desde la persona jurídica que presentó propuesta
para celebrar el convenio, es decir, por la Asociación Ayúdame. Para la
Sala, tampoco le asiste razón al recurrente frente a este particular, por
cuanto la valoración probatoria que se observa en la providencia
apelada, se advierte que fue del conjunto y la totalidad del acervo
probatorio, el que una vez evaluado por el a quo, le llevó a concluir que
la censura sobre la presunta inhabilidad del demandado no se
encontraba probada. (…). [D]e cara a lo indicado por el a quo esta Sala de
Sección considera que la decisión del Tribunal estuvo basada en el
criterio de la sana crítica, pues se observa una valoración conjunta de
las piezas probatorias allegadas al proceso, a partir de las que encontró
que no se acreditaba el cumplimiento de los elementos relacionados

383
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

con la causal de inhabilidad consistente en gestionar negocios dentro


de los 12 meses anteriores a la elección del [demandado] como concejal
del municipio de Neiva. (…). Así las cosas, tal y como lo concluyó la
autoridad de primera instancia, se encuentra que el [demandado] no
está incurso en la inhabilidad endilgada, pues no hay prueba que
demuestre que hubiera realizado acercamientos tendientes a obtener
un negocio jurídico con el municipio, como tampoco que personas
alguna se viera favorecida por su presunta gestión.En consecuencia,
frente a los reproches mencionados por la parte actora, esta Sala
Electoral considera que los argumentos de la apelación no tienen la
capacidad para generar la revocación o modificación de la sentencia de
primera instancia, comoquiera que de las pruebas aportadas y la
jurisprudencia de esta Sección sobre la configuración de la causal
endilgada, están acordes en su análisis con lo concluido por el a quo,
razón por la cual se mantendrá la decisión denegatoria.

NORMATIVA APLICADA
LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 NUMERAL 3 /
LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 176

384
EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA, ACTO DE
INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL, OBJETO DEL MEDIO
DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL, NULIDAD ELECTORAL
CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE DISTRITAL,
POSTULACIÓN DE LA CANDIDATURA ELECTORAL, INSCRIPCIÓN
DE CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR, AVAL ELECTORAL

EXTRACTO NO. 52

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01223-01
FECHA: 18/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTES: Gustavo Adolfo Prado Cardona y otros
DEMANDADO: Jorge Iván Ospina Gómez – Alcalde de Cali,
período 2020–2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección decidir, en esta


oportunidad, si debe confirmarse, modificarse o revocarse la decisión
adoptada por el a quo, que negó la nulidad de la elección del señor
Jorge Iván Ospina Gómez como alcalde del distrito de Santiago de
Cali, para el periodo constitucional 2020 – 2023. En este orden, a partir
del marco trazado por la sentencia de primera instancia y el recurso
de apelación, la Sala estima que el problema jurídico se contrae
a determinar si el aval expedido por el partido Alianza Verde, que
acompañó la inscripción del candidato por coalición, fue expedido de
conformidad con las normas constitucionales, legales y estatutarias
que gobiernan la materia. Para tal fin, previo a resolver el caso
concreto, la Sala hará un breve esbozo sobre el derecho de postulación
de las organizaciones políticas, para luego resolver los planteamientos
expresados en el recurso de apelación.

TESIS 1: [L]a Sala observa que el Tribunal a quo omitió pronunciarse


sobre el argumento esgrimido por el apoderado del demandado para
fundamentar la excepción previa de ineptitud sustantiva de la demanda,
consistente en que en el libelo se incluyó como pretensión la nulidad
del formulario E-6 AL, que contiene la inscripción del [demandado].
(…). En tales condiciones, resulta necesario reiterar la jurisprudencia

385
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de esta Sección, en la que se ha precisado que el acto de inscripción


del candidato es un acto preparatorio o de trámite, que hace parte
de la etapa preelectoral y permite la continuación del procedimiento
eleccionario. (…). [E]l acto definitivo susceptible de ser demandado a
través del contencioso electoral es aquel que declara la elección, pues
con este acto termina la actuación que se desarrolla a través de las
distintas etapas que deben surtirse conforme al calendario electoral.
En ese sentido, el artículo 139 del CPACA es claro en identificar el objeto
del medio de control de nulidad electoral, cual es, entre otros, “los actos
de elección por voto popular”, sin perjuicio de que puedan demandarse,
junto con este, las decisiones adoptadas por las autoridades electorales
que resuelvan reclamaciones o irregularidades respecto de la votación
o los escrutinios. Adicionalmente, la jurisprudencia de la Sección ha
destacado la posibilidad de plantear con la demanda electoral, de forma
indirecta, el estudio de actos de la etapa preelectoral –por ejemplo, la
inscripción del candidato– a través del análisis de legalidad del acto
definitivo que declara la elección y que puedan afectar la validez de este
último, dependiendo de la entidad del vicio que llegare a constatarse.
Por ello, el juicio de legalidad que emprende la Sala debe entenderse
circunscrito, únicamente, al Formulario E-26AL, para lo cual exhorta
al Tribunal Administrativo del Valle del Cauca a atender esta exigencia
procesal y, en lo sucesivo, desde la etapa inicial del proceso, proceda a
excluir todo acto de trámite que se pretenda demandar, autónomamente,
a través de este medio de control, como ocurrió en el presente caso, con
el Formulario E-6 de inscripción del candidato.

TESIS 2: [N]uestra Constitución crea las bases de un esquema en el


que las organizaciones políticas son las titulares de la prerrogativa
de postular candidatos. Esto se traduce en que los ciudadanos no
están habilitados para presentar su aspiración de forma autónoma o
individual, sino que deben acudir a la intermediación de los sujetos
legitimados, conforme con las siguientes reglas: a) La inscripción de
candidatos se realiza a través de los partidos y movimientos políticos
con personería jurídica y los grupos significativos de ciudadanos. b)
En el caso de los partidos y movimientos políticos con personería
jurídica, la inscripción debe estar acompañada de un aval otorgado a
los candidatos a través de sus representantes legales o quienes estos
deleguen. c) Los candidatos de los partidos y movimientos políticos con
personería jurídica se escogen mediante consultas internas, populares
o interpartidistas, u otros mecanismos democráticos. d) Los estatutos
de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica deben

386
regular las condiciones para el otorgamiento de los avales y los
mecanismos de democracia interna para escoger a sus candidatos. e)
Para las candidaturas independientes de los grupos significativos es
necesario conformar y registrar ante la autoridad electoral un comité
inscriptor de tres (3) ciudadanos, acreditar un mínimo de firmas de apoyo
equivalentes al 20% del respectivo censo electoral o máximo 50.000 y
otorgar una póliza de seriedad. f) Las organizaciones políticas podrán
suscribir acuerdos de coalición para inscribir candidatos a cargos
uninominales y corporaciones públicas. (…). [El aval] es el acto jurídico
producto de la voluntad de los corporativos políticos, manifestada por
medio de los representantes legales o las personas autorizadas por
estos, en virtud del cual se presenta ante la Organización Electoral y
el electorado en general a determinado candidato como la persona
seleccionada para llevar su plataforma ideológica a un cargo o
corporación de elección popular, con todas las consecuencias que este
compromiso acarrea. Por esta vía, se ha distinguido el otorgamiento
del aval de la selección misma del candidato, referida esta última a un
acto político sustancial que se canaliza a través de los mecanismos
democráticos previstos en la Constitución, la ley y los estatutos. (…).
[E]l aval cumple una doble función, una sustancial o finalística y
otra de naturaleza instrumental. Frente a lo primero, se reconoce su
importancia en cuanto demuestra la militancia de los candidatos, la
disciplina partidista y la moralización de la actividad política. Desde
la misma óptica, cumple el propósito de garantizar que previamente
fueron verificadas por parte de la organización política las condiciones
de idoneidad del candidato para desempeñar el cargo. Ahora, frente a
su carácter adjetivo o instrumental, (…). El aval constituye un requisito
ad substantiam actus de la inscripción de los candidatos de los partidos
y movimientos políticos con personería jurídica, que debe ser expedido
por las personas que se encuentren registradas ante el Consejo
Nacional Electoral como representantes legales, o por quienes funjan
como sus delegatarios debidamente constituidos. (…). [C]on relación
a las coaliciones, la Sala las ha definido como la decisión libremente
adoptada por las organizaciones políticas de juntar esfuerzos para
lograr un fin común en el campo de lo político, especialmente con fines
electorales, en el marco de una campaña proselitista a favor de un
candidato, sin perjuicio de aquellas alianzas que pueden surgir con
fines poselectorales, por ejemplo, para designar a los integrantes del
Consejo Nacional Electoral o implementar programas de gobierno.
(…). Así mismo, la jurisprudencia ha hecho énfasis en que al momento
de la inscripción es indispensable dejar claro la filiación política del

387
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

candidato, es decir, a qué organización pertenece de entre las que


suscriben el acuerdo, la cual corresponde a aquella que dio el “aval
principal”. Además, (…) que la inscripción debe acompañarse con el
respectivo aval cuando en la coalición sólo intervienen organizaciones
con personería jurídica, y que podrán allegarse las firmas de apoyo y la
garantía de seriedad, en el caso de que participe un grupo significativo
de ciudadanos. Igualmente, la Sala ha advertido que la facultad de
modificar las inscripciones por cuenta de las causales previstas en la
ley debe ser ejercida por la coalición y no por el mismo candidato ni
por una sola de las organizaciones políticas que conforman el acuerdo.

TESIS 3: El [demandante] presentó recurso de apelación contra la


decisión del Tribunal de instancia de negar la nulidad de la elección
del alcalde de Santiago de Cali, (…), pues insiste en que hubo
irregularidades en el otorgamiento del aval por parte del partido
Alianza Verde. (…). [S]egún los estatutos del partido Alianza Verde,
cuya prueba se acompañó al expediente, se tiene que las reglas
relativas al otorgamiento de avales fueron establecidas internamente
en los artículos 22, 52, 53, 57 y 66 de dicha normatividad. En
particular, en lo que interesa al asunto, los artículos 22, numeral 6º
y 52 consagraron la atribución de la Dirección Nacional para aprobar
la solicitud de avales o inscripción por coaliciones que formulen
por los aspirantes interesados en participar con el respaldo de este
partido en los certámenes electorales. (…). Así las cosas, observa la
Sala que el procedimiento interno adoptado por el partido Alianza
Verde para el otorgamiento de avales a sus candidatos o para efectos
de autorizar coaliciones con otros partidos debe cumplirse a través
de dos etapas, a saber: (i) Etapa de aprobación: Consiste en que la
solicitud del ciudadano, la cual puede ser efectuada a través de las
direcciones departamental, distrital o municipal, debe someterse,
previamente, a la autorización de un cuerpo plural, que, en este caso,
es la Dirección Nacional del partido, máximo órgano de dirección
política y administrativa, conformado por cuarenta (40) integrantes
principales elegidos por el Congreso Nacional. (…). (ii) Etapa de
expedición: Es la suscripción o firma del documento que contiene el
aval, el cual debe ser expedido por el representante legal, en este
caso, por las dos (2) personas, que tienen la representación legal de
la colectividad, según las voces del artículo 22 numeral 23 y conforme
lo disponen los artículos 52 y 57 de los estatutos. (…). [S]e destaca
que la “Comisión Nacional de Avales” fue una instancia interna creada
por el partido Alianza Verde para las elecciones del 27 de octubre

388
de 2019, según el artículo 13 de la misma resolución, conformada,
de una parte, por el “Comité Ejecutivo Nacional” y de otra, por “los
integrantes del Congreso de la República”, entiéndase, quienes
actualmente ostentan dicha representación en el órgano legislativo,
cuya finalidad no era otra que la aprobación o autorización de las
solicitudes efectuadas por los interesados, previo a la expedición del
aval respectivo por parte de los representantes legales del partido. En
otras palabras, fue el órgano plural establecido en dichas elecciones
para actuar como filtro previo de orden político, ético y programático
para el otorgamiento de avales. (…). En suma, el aval controvertido
en el caso concreto fue suscrito directamente por los representantes
legales del partido Alianza Verde, es decir, sin acudir a la figura de
la delegación, tal y como se contempla desde el artículo 108 de la
Constitución Política, en concordancia con lo previsto en el artículo
52 de los estatutos de dicha organización y según fue reiterado en los
artículos 3 y 19 de la Resolución 01 de 2019. Además, se cumplió con
el filtro previo de tipo ético-político por parte de la “Comisión Nacional
de Avales”, instancia creada para dichas elecciones, con mayor
representatividad política, dado que no solo la integraba el “Comité
Ejecutivo Nacional”, en el que tienen asiento seis (6) miembros de
la Dirección Nacional, sino además, los congresistas elegidos por el
partido, cuya vocería, seguramente, resultaba importante para dicha
colectividad. De esta manera, se garantizó que la aprobación de los
avales fuera ejercida por instancias con poder decisorio dentro de la
estructura de la colectividad, como mecanismo de deliberación previa
en orden a asegurar que los candidatos inscritos fueran examinados
desde la óptica personal y programática en las elecciones del 27
de octubre de 2019. En consecuencia, se confirmará la sentencia
apelada, que negó las pretensiones de la demanda, por las razones
previamente desarrolladas.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40
NUMERAL 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 108 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 139 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 4 NUMERAL 10 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 320 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 328 / ESTATUTOS PARTIDO
ALIANZA VERDE – ARTÍCULO 22 / ESTATUTOS PARTIDO ALIANZA VERDE –
ARTÍCULO 52 / ESTATUTOS PARTIDO ALIANZA VERDE – ARTÍCULO 57 / ESTATUTOS
PARTIDO ALIANZA VERDE – ARTÍCULO 66

389
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA, NULIDAD


ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR
GENERAL ENCARGADO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL
DE RISARALDA, ESTATUTO INTERNO DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL, CAUSALES DE IMPEDIMENTO Y
RECUSACIÓN EN EL ORDENAMIENTO ADMINISTRATIVO, CONSEJO
DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, OBJETO
DE LA RECUSACIÓN, REQUISITOS DE LA RECUSACIÓN, TRÁMITE
DE LA RECUSACIÓN, EXTRALIMITACIÓN DE LAS ATRIBUCIONES
DEL GOBERNADOR, EXTRALIMITACIÓN DE FACULTADES DEL
MINISTERIO PÚBLICO, CONDENA EN COSTAS

EXTRACTO NO. 53

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00056-00
FECHA: 25/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: María Aleyda Valencia Rojas
DEMANDADO: Julio César Isaza Rodríguez – Director general
encargado de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala procederá a establecer si el acto


electoral acusado está viciado por las causales genéricas de nulidad
del artículo 137 del CPACA por infracción de norma superior y
expedición irregular, a partir de las censuras formuladas en su contra
por la parte actora, consistentes en que: (i) no se dio trámite a las
recusaciones presentadas contra los miembros del Consejo Directivo
de la CARDER por el candidato Gabriel Antonio Penilla Sánchez; (ii) no
se suspendió la sesión del 3 de febrero de 2020 en la que se llevó a
cabo la designación del demandado como director general encargado,
hasta tanto se resolvieran las recusaciones formuladas para entonces;
(iii) el gobernador de Risaralda presidió la reunión de elección, como
cabeza de aquel cuerpo colegiado, cuando ha debido apartarse por
estar recusado y, en su lugar, nombrar un presidente ad hoc para
continuar con la actuación; (iv) el quórum decisorio se vio afectado
por las recusaciones presentadas, las cuales han debido remitirse,
en consecuencia, a la Procuraduría General de la Nación para su

390
decisión; y (v) en el marco del procedimiento censurado, el gobernador
de Risaralda y el procurador delegado para asuntos ambientales y
agrarios, se extralimitaron en el ejercicio de sus funciones.

TESIS 1: Teniendo en cuenta que el demandado tomó posesión del


cargo de director general encargado de la CARDER el 3 de febrero de
2020 y, posteriormente, se profirió el Acuerdo No. 015 de 25 de julio de
2020, mediante el cual se eligió al señor Julio César Gómez Salazar como
director general en propiedad de la entidad, quien se posesionó el 27 de
julio de 2020, se deberá determinar si en el presente asunto se configura
el fenómeno de la carencia actual de objeto por sustracción de materia
y, por ende, habría lugar a proferir un fallo inhibitorio, de conformidad
con la fijación del litigio. (…). [L]a Sala encuentra procedente destacar
que este asunto ya fue resuelto en el auto del 9 de abril de 2021, que
declaró no probada dicha hipótesis, propuesta como excepción previa
por la parte pasiva, en su contestación de la demanda, de conformidad
con lo establecido en la sentencia de unificación del 24 de mayo de
2018. (...). En efecto, el juicio de legalidad a cargo de esta jurisdicción es
autónomo y se dirige específicamente a controlar el apego de los actos
administrativos a la normativa vigente, desde un enfoque objetivo e
integral, teniendo en cuenta que su validez se configura desde su
formación mientras que su efectividad viene dada por situaciones
posteriores a su nacimiento, razón por la cual esta corporación ha
admitido, por ejemplo, su control judicial desde su expedición aun sin
haber sido notificados. En consecuencia, la derogatoria, modificación,
subrogación o suspensión de un acto administrativo no es motivo per
se para abstenerse de estudiar su legalidad, bajo la declaratoria de
carencia actual de objeto por sustracción de materia, en la medida en
que la eficacia del acto administrativo solo hace que sea inoponible a
los administrados -de pleno derecho-, pero no impide que el juez de lo
contencioso administrativo estudie su validez.

TESIS 2: La Ley 99 de 1993, en su Título VI, fija el régimen de las


Corporaciones Autónomas Regionales, como entes corporativos
de carácter público, compuesto por los entes territoriales que
constituyen geográficamente un mismo ecosistema o una unidad
geopolítica o hidrogeográfica, dotados de personería jurídica y con
autonomía administrativa, financiera y patrimonio propio en el
cumplimiento de su función de conservar el ambiente, administrar
los recursos naturales renovables y propender por el desarrollo
sostenible en el área de su jurisdicción, según las directrices sobre

391
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

la materia de la cartera ministerial sobre la materia. En cuanto a


su organización interna, el artículo 24 señala que sus autoridades
internas son: (i) La Asamblea Corporativa; (ii) el Consejo Directivo;
y (iii) el Director General. La primera, como el órgano principal de
dirección, integrado por los representantes legales de las entidades
territoriales de su jurisdicción (artículo 25), y el segundo, como el
órgano de administración (…) (artículo 26). (…). Por último, es el
director general quien obra como su representante legal y primera
autoridad ejecutiva. (…). De acuerdo con lo anterior [artículo 28 de
la Ley 99 de 1993 (modificado por el artículo 1º de la Ley 1263 de
2008)], el director de las Corporaciones Autónomas Regionales
es elegido por el Consejo Directivo de la entidad para un período
institucional de cuatro (4) años y puede ser reelegido por una única
vez. (…). Ahora bien, en el caso específico de la CARDER, mediante el
Acuerdo No. 005 del 26 de febrero de 2010, su Asamblea Corporativa
adoptó los estatutos, en los que dispuso que la entidad está integrada
por el departamento de Risaralda y los municipios de Pereira, Santa
Rosa, Dosquebradas, La Virginia, Belén de Umbría, Guática, Quinchía,
Mistrató, Pueblo Rico, Santuario, Apía, La Celia, Balboa y Marsella
(artículo 3). Por su parte, en el Capítulo IV, reglamentó lo relacionado
con sus órganos de dirección y administración, especificando que su
Consejo Directivo está conformado por 13 miembros. (…). En cuanto a
su director general, precisó que se trata de un empleado público con
régimen especial que, si bien obra como representante legal y primera
autoridad ejecutiva de la entidad, no es un agente de los integrantes
del Consejo Directivo sino que actúa con autonomía a nivel regional,
aunque consultando la política nacional ambiental y las orientaciones
de los entes territoriales, los representantes de la comunidad y del
sector privado dadas a través de los órganos de dirección (artículo
50). En este orden, enlistó las calidades o requisitos positivos que
se deben acreditar para ejercer el cargo (artículo 51) así como los
negativos, al señalar que se encuentra sometido al régimen de
inhabilidades e incompatibilidades de los directores de las entidades
descentralizadas del orden nacional (artículo 58), al tiempo que
reiteró que su designación corresponde al Consejo Directivo, para un
periodo institucional de 4 años, a partir del año 2012, reelegible por
una única vez (artículo 52 en concordancia con el artículo 37.9) y
reglamentó la forma de suplir sus faltas temporales o absolutas (…)
(artículo 53). (…). Por último, esta misma norma aclara que cuando se
produce una vacancia absoluta en el referido empleo, por cualquiera
de las causales legales para su cesación definitiva (artículo 56), que

392
incluyen orden o decisión judicial, se procederá a proveerlo a través
de encargo por el periodo restante, el cual concluirá con la posesión
del nuevo director general (parágrafo segundo).

TESIS 3: Los impedimentos y recusaciones son instituciones de


naturaleza jurídica mixta en cuanto, por una parte, se trata de mecanismos
procesales que operan en todos los procedimientos y jurisdicciones
(aunque con diferentes alcances) a favor de las partes, terceros y el
Ministerio Público para garantizar la independencia e imparcialidad de
las autoridades del Estado en la toma de las decisiones que los afectan,
dentro del marco de sus respectivas competencias; mientras que, por la
otra, configuran un derecho subjetivo, de carácter sustantivo, en cabeza
de todos los ciudadanos, de velar por el recto, probo y transparente
ejercicio de la función pública (artículo 209 de la C.P.) y el cumplimiento
efectivo de los fines del Estado (artículo 2 de la C.P.) con estricto apego
a la legalidad (artículo 6 C.P.). (…). [A]mbas figuras representan una
garantía del derecho fundamental al debido proceso, aplicable a toda
clase de actuaciones judiciales y administrativas, en virtud del artículo
29 de la Constitución Política, 8 de la Convención Americana de Derechos
Humanos- CADH y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos- PIDCP; y en el segundo, constituyen una expresión del modelo
de democracia participativa, que promueve la intervención pública en los
procedimientos deliberativos y decisorios de interés general relacionados
con la conformación, ejercicio y control del poder político, de conformidad
con el artículo 40 superior, 23 de la CADH y 25 del PIDCP. En tal virtud,
si bien su desarrollo normativo y jurisprudencial se ha centrado en
el ámbito de la función jurisdiccional, esto es, en el rol de los jueces y
tribunales como directores de los procesos judiciales, por involucrar el
respeto y garantía de tales derechos de rango superior como la tutela
judicial efectiva y los derechos políticos, sus estándares nacionales e
internacionales de protección resultan aplicables mutatis mutandi a los
demás manifestaciones de la función pública, incluidas la administrativa y
la electoral. (…). Y sobre su distinción, se debe aclarar que el impedimento
tiene lugar cuando el servidor o particular que ejerce funciones públicas
motu propio declina su competencia para conocer de un asunto
específico por existir serios motivos de duda o temor sobre su integridad
para resolverlo y, en su defecto, procede la recusación, a instancia de
la persona afectada o interesada en la decisión a tomar por aquel, para
que se separe de la actuación correspondiente. (…). En este orden, se
concluye que ambas instituciones garantizan a los administrados, en
consideración a su ciudadanía integral, que sus servidores públicos no

393
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

solamente sean imparciales sino que además lo parezcan, en el marco


de las actuaciones bajo su conocimiento y decisiones de su competencia,
es decir, que no debe haber lugar para ninguna dubitación razonable
sobre su ecuánime criterio jurídico, en cuanto cada funcionario «(…) debe
aparecer como actuando sin estar sujeto a influencia, aliciente, presión,
amenaza o intromisión, directa o indirecta, sino única y exclusivamente
conforme a –y movido por- el Derecho».

TESIS 4: En razón del carácter excepcional que reviste a estas dos


instituciones jurídicas, las causales que habilitan su procedencia
tienen reserva de ley, son taxativas y de interpretación restrictiva, con
el fin de impedir su uso caprichoso por parte de los ciudadanos o la
evasión del cumplimiento de sus funciones, por parte de los servidores
públicos. (…). Lo anterior, ha sido reiterado por la Sala Plena de esta
Corporación, al considerar también que, por tratarse de prohibiciones
que alteran el ejercicio de competencias legales, no pueden ser objeto
de indeterminación o interpretación extensiva, lo que permitiría su
abuso en detrimento del principio de legalidad, la igualdad formal
ante la ley, la participación en el ejercicio de la función pública y su
eficacia en la satisfacción de los fines del Estado. Ahora bien, en
líneas generales, se puede sostener que las normas que regulan las
situaciones que pueden afectar la imparcialidad e independencia de
los servidores públicos en los diferentes procesos y ámbitos de toma
de decisiones dentro del Estado coinciden en advertir sobre cuestiones
relacionadas básicamente con el interés de ellas en los asuntos bajo
su conocimiento, bien sea directo o indirecto, material, intelectual o
moral, por razones económicas, de afecto, antipatía, parentesco o de
amor propio, como lo ha reconocido la jurisprudencia constitucional.
(…). En este orden, cabe resaltar como elemento común a todas estas,
amén de su mencionado carácter taxativo e interpretación restrictiva, la
necesidad de que las situaciones en que se fundan estén debidamente
comprobadas para que se acepte el impedimento o recusación, si
bien la forma de acreditarlas varía entre una y otra clase de causales
porque las primeras versan sobre situaciones objetivas fácilmente
demostrables por distintos medios de convicción, con prevalencia del
documental, que dejan muy poco margen para la apreciación subjetiva
o la contradicción, más allá de su tacha de falsedad o regla de
exclusión por inconstitucionalidad, por lo que su análisis básicamente
se limita a establecer su existencia, autenticidad y validez. (…). En
cambio las segundas, estas son, «el interés particular y directo»
y «la enemistad grave o amistad íntima» son de difícil acreditación

394
porque se refieren a las emociones, pasiones, sentimientos, deseos,
intenciones, pensamientos y demás elementos volitivo-afectivos que
hacen parte de la intimidad de las personas humanas y que, en tal
virtud, dependen predominantemente del criterio del fallador, más
todavía cuando el legislador las cualificó con adjetivos que admiten
distintos grados de intensidad, por lo que están atadas directamente
a la manifestación del impedido o recusado acompañada de distintos
medios probatorios tendientes a confirmarla o desvirtuarla, según el
caso. (…). [R]esulta evidente que, en principio, el recusante tiene la carga
de probar las causales que invoca para controvertir la independencia
e imparcialidad de los servidores públicos y, en consecuencia, solicitar
su separación de la actuación administrativa correspondiente. Tanto
así, que en caso de no demostrar argumentativa y probatoriamente
su dicho y, por tanto, utilizar este mecanismos de forma abiertamente
improcedente o infundada incurriría en una conducta temeraria
o de mala fe objeto de responsabilidades subjetivas, en el marco
de los principios y garantías superiores del debido proceso, a fin
de sancionar las maniobras dilatorias de la toma de decisiones a
cargo de las autoridades, necesarias para la realización de sus fines
constitucionales y la protección de los derechos de los administrados.

TESIS 5: Con el propósito de evitar abusos en la interposición


de recusaciones que pretenden acomodar las actuaciones y
procedimientos administrativos a intereses particulares o incidir
negativamente en su desarrollo para obtener un beneficio o ventaja
o simplemente para obstruirlos ante la inminencia de una decisión
desfavorable, la jurisprudencia ha enfatizado que este no es un
mecanismo o derecho absoluto sino que encuentra límites en los
principios de proporcionalidad y razón suficiente, que reivindican
la economía, celeridad, eficacia y buena fe que orientan el ejercicio
de la función pública hacia la satisfacción del interés general de los
administrados. (…). Tales restricciones operan, entonces, como formas
de interdicción de la arbitrariedad para evitar que este instituto
procesal se aplique para separar del conocimiento del asunto a
quien en derecho le corresponde resolverlo, no con argumentos
jurídicos sino por razones de conveniencia subjetiva; o paralizar el
funcionamiento de la Administración demorando el ejercicio de las
competencias y la toma de decisiones por parte de sus autoridades,
lo que acarrea problemas de estabilidad, gobernabilidad, legitimidad,
transparencia y efectividad institucionales, que se traducen en
corrupción estatal e inequidad social. (…). Lo anterior, sin perder de

395
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

vista que existen otros medios que permiten controlar el apego a la


ley de las decisiones de las autoridades para que no se desvíen hacia
intereses privados, como es el caso de los recursos en su contra, los
medios de control ordinarios y las acciones constitucionales, dentro
de un conjunto articulado de mecanismos administrativos y judiciales
que salvaguardan las garantías del debido proceso y la igualdad ante
la ley, velando por la rectitud, probidad, honestidad, imparcialidad e
independencia de los servidores públicos, amén de permitir que se
establezcan las responsabilidades personales a que haya lugar. En
este contexto, la Sección ha venido recopilando los requisitos mínimos
que debe satisfacer toda recusación para ser tenida como tal en sede
administrativa y, en consecuencia, darle el trámite previsto en el
CPACA, es decir, que strictu sensu se trata de los presupuestos para
su procedibilidad. (…). Es decir, que efectivamente la consecuencia
jurídica del incumplimiento de tales presupuestos no es otra que su
rechazo de plano, sin que haya lugar a darle el trámite previsto en el
artículo 12 del CPACA. (…). En resumen, se tiene que (…) los requisitos
de procedibilidad que debe cumplir cualquier escrito de recusación
en el ámbito administrativo son: (i) individualización del solicitante
o justificación verosímil para mantener en reserva su identidad; (ii)
individualización del servidor público o particular que ejerce funciones
públicas contra quien se dirige; y (iii) Debida sustentación, que consiste
en exponer los elementos de juicio fácticos, jurídicos y probatorios
necesarios para su examen y decisión de fondo, lo que implica: (a)
Identificar la causal invocada; (b) describir de forma particularizada
los hechos; (c) exponer las razones jurídicas por las que se estima que
existe un conflicto entre el interés particular del recusado y el general;
y (d) la carga dinámica de ilustrar probatoriamente el supuesto de
hecho que configura la causal correspondiente, teniendo en cuenta
que la imparcialidad e independencia de las autoridades se presume
hasta tanto no se demuestre lo contrario.

TESIS 6: En cuanto al trámite de las recusaciones contra los


integrantes del Consejo Directivo de tales corporaciones es importante
aclarar que, por falta de norma especial que lo regule, se aplica lo
dispuesto en el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011. (…). [A]dvierte la
Sala que en los estatutos de la Corporación Autónoma de Risaralda –
CARDER-, contenidos en el Acuerdo No. 005 del 26 de febrero de 2010,
no hay regulación expresa sobre el trámite de los impedimentos y las
recusaciones, por lo que entonces se aplica lo dispuesto en el artículo
12 de la Ley 1437 de 2011.

396
TESIS 7: [L]as acusaciones que versan sobre el trámite de las
recusaciones dentro del procedimiento de elección del demandado
como director general encargado de la CARDER giran en torno del
escrito presentado por el candidato Gabriel Antonio Penilla Sánchez
en la sesión del 3 de febrero de 2020, al punto que es el único
documento con este tipo de petición aportado como anexo al libelo
inicial, en la medida en que los reproches de la accionante se dirigen
específicamente a los presuntos vicios de nulidad en que incurrió el
Consejo Directivo de la entidad al resolverla. (…). [D]e acuerdo con la
documentación que obra en el plenario, las únicas [recusaciones]
que estaban sin decidirse para entonces eran las presentadas por el
candidato en mención [Gabriel Antonio Penilla Sánchez] en esa
misma fecha, (…), o bien se presentaron en una actuación diferente,
esto es, la designación del director general en propiedad, o bien se
dirigían contra personas distintas, es decir, contra los integrantes del
Consejo Directivo anterior, en cuanto explicó que 8 de sus 13
miembros se renovaron el 1 de enero de 2020. En el primer evento,
tal como lo ha sostenido la Sección recientemente, cada procedimiento
eleccionario tiene su propia especificidad e independencia, en cuanto
a reglas, tiempos, candidatos, electores, etc. aun cuando puedan
existir ciertas condiciones generales y coincidencias particulares.
Por tanto, el trámite de las recusaciones elevadas en el marco de la
designación de aquel cargo en propiedad, no tenía por efecto
suspender la actuación para designar al encargado, como
erradamente lo entiende la [demandante] «por tratarse de decisiones
disímiles, además sin exponer causal de impedimento o conflicto de
interés que se configura en este último caso». En el segundo
escenario, se debe atender a lo dicho por la jurisprudencia
constitucional sobre el carácter personal, mas no institucional, del
mecanismo de los impedimentos y recusaciones, que conlleva a que
cuando se produce un cambio del funcionario recusado porque dejó
de ejercer el cargo, el reproche formulado contra su imparcialidad no
se extiende automáticamente a quien lo reemplaza, por tratarse de
personas diferentes. (…). [R]esulta menester empezar por constatar
si aquellas [recusaciones] cumplían con los requisitos de
procedibilidad exigidos por la ley y la jurisprudencia para ser tenidas
como tales y, en ese orden, darle aplicación al procedimiento
establecido en el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011. (…). Para tal
efecto, es necesario revisar con base en la literalidad del escrito que
las contiene si se observaron tales presupuestos, uno a uno, en los
términos que esta Sección los ha interpretado en consonancia con la

397
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Corte Constitucional, (…), así: (i) Identificación e individualización del


peticionario: Requisito satisfecho. (…). (ii) Identificación e
individualización de los servidores públicos o particulares que
ejercen funciones públicas contra quienes se dirige: Requisito
satisfecho. (iii) Debida sustentación: Requisito insatisfecho. Valga
aclarar que este último requisito tiene varios componentes que se
deben examinar en conjunto, de forma sistemática, por la relación de
conexidad que existe entre estos, a saber: * Identificación de la causal
de recusación El peticionario señala expresamente una única causal
de recusación, citando la norma que la consagra, a saber: «Tener un
interés particular y directo en la (…) decisión del asunto» (artículo 11,
numeral 1º del CPACA), por lo que cumple con esta carga. * Descripción
particularizada de los hechos. (…). [S]e evidencia que en lugar de
describir los hechos que sirven de fundamento fáctico a la causal
invocada contra los recusados, el peticionario realiza una serie de
apreciaciones subjetivas y juicios de valor en su contra, en relación
con unos supuestos móviles ilegales tras su decisión de reemplazar
a quien venía ejerciendo el cargo de directora general encargada,
pero sin relatar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que
basa tales afirmaciones, lo que resulta indispensable para verificar si
se configura o no el supuesto de hecho previsto en el artículo 11.1 del
CPACA, esto es «el interés particular y directo en (…) la decisión del
asunto» por parte de aquellos. Asimismo, se observa que tales
aseveraciones no se encuentran particularizadas, tal como era
debido en los términos de la ley y la jusriprudencia, en razón del
carácter personal que reviste las causales de impedimento y
recusación, sino que se refieren de forma general y conjunta a la
alegada parcialidad de los 11 consejeros en cuestión, pero sin
mención alguna a las condiciones propias de su fuero interno que,
por su propia definición, es individual y, en tal virtud, era preciso
describir las situaciones que configuraban el interés directo de ellos
desde su especificidad como seres humanos, por tratarse de una
causal de naturaleza subjetiva, para permitirles manifestar a
conciencia si la aceptaban o no. En consecuencia, se concluye que no
se observó esta carga argumentativa, desde el punto de vista fáctico.
* Exposición de las razones jurídicas. (…). Sobre este punto, la Sección
destaca que si bien, a diferencia de lo sucedido con los hechos, el
solicitante hace un esfuerzo por personalizar los argumentos de
derecho que sustentan sus recusaciones, no lo logra en cuanto
termina repitiendo las mismas dos censuras contra la imparcialidad
de cada uno de ellos pero sin desarrollarlas hermenéuticamente. (…).

398
Adicionalmente, se evidencia que ninguna de las dos afirmaciones
referidas, con base en las que se cuestiona la imparcialidad de tales
consejeros, se corresponde con la causal invocada, por lo que
resultaban abiertamente improcededentes en la medida en que: (i)
los cargos directivos de las entidades del orden nacional, como es el
caso de las Corporaciones Autónomas Regionales, por sus funciones
de gobierno y mando, son también de naturaleza política, mas no
solo técnica o administrativa, por lo que la confianza es, junto al
mérito, un criterio válido para elegirlos; y (ii) convocar a sesión
extraordinaria del Consejo Directivo para llevar a cabo la designación
de director general encargado de la entidad es función del gobernador
de Risaralda como presidente de ese cuerpo colegiado y, a su vez,
asistir a esta es un deber de sus integrantes, de modo tal que ninguna
de tales censuras guardan relación con el interés particular y directo
alegado. En ese orden, la solicitud tampoco cumple con la carga
argumentativa desde el punto de vista jurídico. * Ilustración probatoria.
(…). Sobre este punto, la Sección ha señalado que el peticionario tiene
el deber de ilustrar probatoriamente la causal en que sustenta la
recusación, lo que se traduce en una carga dinámica de aportar,
solicitar o señalar los elementos de convicción para demostrar el
supuesto de hecho que la configura, teniendo en cuenta la naturaleza
subjetiva u objetiva de aquella, en los términos de la jurisprudencia
constitucional reseñada. (…). [S]e observa que en este caso la
recusación que se interpuso contra los 11 consejeros es la del
artículo 11. 1 del CPACA, de modo tal que es de aquellas de carácter
subjetivo en las que la carga ilustrativa, a nivel probatorio, para el
peticionario es mínima. En consecuencia, los 5 documentos que
anexó a su solicitud bastan para tenerla por satisfecha en este caso.
Así las cosas, de la lectura sistemática de la solicitud presentada por
el candidato Gabriel Antonio Penilla Sánchez, a partir de la interacción
entre estos cuatro elementos que componen el tercer requisito para
su procedibilidad, referido a su «debida sustentación», la Sala
concluye que el interés particular y directo en la decisión, consistente
en aquella expectativa por la posible utilidad patrimonial, intelectual
o moral, que la designación del demandado en reemplazo de la
señora Martha Mónica Restrepo Gallego, acarrearía a los consejeros
recusados, no podía entrar a ser estudiado de fondo por el Consejo
Directivo de la CARDER, en la medida en que no aparece respaldado
por elementos de juicio serios, a nivel argumentativo y probatorio
necesarios para tal efecto. (…). Por lo anterior, se tiene que tales
recusaciones no superaban el examen de procedibilidad, por lo que

399
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

no había lugar a darles el trámite establecido en el artículo 12 de la


Ley 1437 de 2011, para que no se dilatara injustificadamente la
designación del director general encargado de la entidad ante la
vacante del titular que persistía en el cargo, por lo que acertó ese
cuerpo colegiado al rechazarlas de plano sin que esto configurara
ninguna de las irregularidades alegadas por la demandante y, en tal
virtud, este grupo de acusaciones en su contra no tiene mérito para
anular la elección acusada.

TESIS 8: En este punto, la Sala destaca que lo pretendido por la parte


actora es que se compruebe la eventual vulneración de las normas
penales y disciplinarias que invoca por parte de los dos funcionarios
mencionados [gobernador de Risaralda y el procurador delegado para
asuntos ambientales] lo que conllevaría el ejercicio de la potestad
sancionatoria de la que esta Sala carece, en cuanto tales infracciones
si bien pueden dar lugar al ejercicio de la acción disciplinaria por
parte del Estado, en principio no configuran una causal para anular
la elección del demandado, pues el objeto del contencioso electoral
es revisar la legalidad objetiva de los actos electorales, mas no la
conducta subjetiva de quienes intervienen en estos. Es por ello que
se afirma que cuando el juez que conoce de la acción de nulidad
electoral, se encuentra frente a un examen objetivo, pues solo se
requiere constatar la existencia de sus componentes para arribar a
la conclusión que un determinado sujeto no puede acceder al cargo
público al que aspira, en la medida que el Constituyente o legislador
al establecerla analizaron su proporcionalidad y razonabilidad frente
al interés público que se buscaba proteger con su consagración. En
ese orden de ideas, para la Sala es evidente que una infracción al
Código Disciplinario Único, como la que a juicio de la demandante fue
cometida por el gobernador de Risaralda y el procurador delegado
para asuntos ambientales esto es, la contenida en el artículo 34,
numeral 28 de la Ley 734 de 2002 o una al Código Penal, como la del
artículo 413 sobre el delito de prevaricato por acción son extrañas a
la competencia del juez electoral y, por tanto, escapan al objeto de
control de la nulidad electoral, por lo que este cargo tampoco tiene
vocación de prosperar.

TESIS 9: Finalmente, sobre la solicitud de la CARDER de condenar en


costas a la señora María Aleyda Valencia Rojas, es pertinente advertir
que el artículo 188 del CPACA regula que, tratándose de costas en
la jurisdicción de lo contencioso administrativo, en la sentencia el

400
juez tiene la obligación de pronunciarse sobre dicho aspecto, con
excepción de los asuntos en los que se ventile un interés público.
Como lo ha sostenido la Sala «en los procesos que se adelantan en
ejercicio de las acciones públicas, no podrá condenarse en costas
a la parte vencida en el proceso; y como la acción de nulidad de
carácter electoral es pública, es fácil concluir que el Tribunal no
podía condenar en costas al demandante», por lo que no se accederá
a esta petición.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 11 NUMERAL 1 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 12
/ LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 188 / LEY 99 DE 1993 - ARTÍCULO 28 / LEY 1263
DE 2008 - ARTÍCULO 1 / LEY 734 DE 2002 - ARTÍCULO 34 NUMERAL 28 / CÓDIGO
PENAL - ARTÍCULO 413

401
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


DIRECTOR GENERAL DE CORPOAMAZONÍA, RÉGIMEN LEGAL
Y ESTATUTARIO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
CAUSALES DE IMPEDIMENTO, CAUSALES DE RECUSACIÓN,
PRINCIPIO DE TAXATIVIDAD, IMPEDIMENTOS DE LOS INTEGRANTES
DEL CONSEJO DIRECTIVO DE LAS CORPORACIONES AUTÓNOMAS
REGIONALES

EXTRACTO NO. 54

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00072-00
FECHA: 07/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Guillermo Arturo Guerrero Luna
DEMANDADO: Luis Alexánder Mejía Bustos-
Director general de Corpoamazonía
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Establecer si el acto electoral acusado, esto es,


el Acuerdo No. 08 del 14 de noviembre de 2019, por medio del cual se
designó al director general de la Corporación para el desarrollo Sostenible
del Sur de la Amazonía – CORPOAMAZONIA, infringió los artículos 13, 29
y 126 de la Constitución Política y 11, 12 y 275.5 de la Ley 1437 de 2011
y, en tal virtud, es contrario a las garantías del funcionario imparcial y
de transparencia e igualdad, propias del debido proceso aplicable a las
actuaciones administrativas, por cuanto a dicho del actor algunos de
los miembros del Consejo Directivo de CORPOAMAZONÍA que eligieron
al demandado (gobernadora del Putumayo, alcalde de San Vicente del
Caguán, representantes de las comunidades negras, indígenas y ONGs
ambientales y el director del Instituto Alexánder Von Humbolt) omitieron
su deber de declararse impedidos dentro de la actuación, a pesar de
estar incursos en las causales previstas en los numerales 1, 5, 6, 8 y 16
del artículo 11 del CPACA; mientras que el demandado se encontraba
inhabilitado por esta última causal.

TESIS 1: La Ley 99 de 1993, en su Título VI, fija el régimen de las


corporaciones autónomas regionales, como entes corporativos de
carácter público, compuesto por los entes territoriales que constituyen

402
geográficamente un mismo ecosistema o una unidad geopolítica
o hidrogeográfica, dotados de personería jurídica y con autonomía
administrativa, financiera y patrimonio propio en el cumplimiento de su
función de conservar el ambiente, administrar los recursos naturales
renovables y propender por el desarrollo sostenible en el área de
su jurisdicción, según las directrices sobre la materia de la cartera
ministerial sobre la materia. En cuanto a su organización interna, el
artículo 24 señala que sus autoridades internas son: (i) La Asamblea
Corporativa; (ii) el Consejo Directivo; y (iii) el Director General. La primera,
como el órgano principal de dirección, integrado por los representantes
legales de las entidades territoriales de su jurisdicción (artículo 25); el
segundo, como el órgano de administración (artículo 26); y el tercero,
como su representante legal y primera autoridad ejecutiva. (…). [E]l
director de las corporaciones autónomas regionales es elegido por el
Consejo Directivo de la entidad para un período institucional de cuatro
(4) años y puede ser reelegido por una única vez. (…). [E]n relación con
el cargo de director general de la entidad, los estutos de la corporación
señalan, en su artículo 40, en concordancia con el artículo 2.2.8.4.1.20,
21 y 22 del Decreto 1076 de 2015, que se trata de un empleado público
con régimen especial, quien no es un agente de los integrantes del
Consejo Directivo sino que actúa con autonomía a nivel regional, aunque
consultando la política nacional ambiental y las orientaciones de los
entes territoriales, los representantes de la comunidad y del sector
privado dadas a través de los órganos de dirección. En este orden,
enlistó las calidades que se deben acreditar para ejercer como tal, así
como los requisitos negativos, al señalar que se encuentra sometido al
régimen de inhabilidades e incompatibilidades de los directores de las
entidades descentralizadas del orden nacional, al tiempo que reiteró
que su designación corresponde al Consejo Directivo, para un periodo
institucional de 4 años, reelegible por una única vez y reglamentó la
forma de suplir sus faltas temporales o absolutas. Finalmente, sobre
el procedimiento de elección del director general de CORPOAMAZONÍA,
periodo 2020-2023, ese cuerpo colegiado expidió el Acuerdo 01 del
1º de octubre de 2019 que lo reglamentó, con base en el cual su
presidente realizó la convocatoria 004, que se desarrolló a través de
sus distintas etapas.

TESIS 2: Los impedimentos y recusaciones son instituciones


de naturaleza jurídica mixta en cuanto, por una parte, se trata de
mecanismos procesales que operan en todos los procedimientos y
jurisdicciones (aunque con diferentes alcances) a favor de las partes,

403
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

terceros y el Ministerio Público para garantizar la independencia e


imparcialidad de las autoridades del Estado y particulares que ejercen
funciones públicas en la toma de las decisiones, dentro del marco de
sus respectivas competencias; mientras que, por la otra, configuran
un derecho subjetivo en cabeza de todos los ciudadanos, de velar por
el recto, probo y transparente ejercicio de la función pública (artículo
209 de la C.P.) y el cumplimiento efectivo de los fines del Estado
(artículo 2 de la C.P.) con estricto apego a la legalidad (artículo 6 C.P.).
(…). En el primer escenario, ambas figuras representan una garantía
del derecho fundamental al debido proceso, aplicable a toda clase de
actuaciones judiciales y administrativas, en virtud del artículo 29 de
la Constitución Política, 8 de la Convención Americana de Derechos
Humanos- CADH y 14 del Pacto Internacional de derechos Civiles y
Políticos- PIDCP; y en el segundo, constituyen una expresión del modelo
de democracia participativa, que promueve la intervención pública
en los procedimientos deliberativos y decisorios de interés general
relacionados con la conformación, ejercicio y control del poder político,
de conformidad con el artículo 40 superior, 23 de la CADH y 25 del
PIDCP. En tal virtud, si bien su desarrollo normativo y jurisprudencial se
ha centrado en el ámbito de la función jurisdiccional, esto es, en el rol
de los jueces y tribunales como directores de los procesos judiciales,
(…) sus estándares nacionales e internacionales de protección resultan
aplicables mutatis mutandi a las demás manifestaciones de la función
pública, incluidas la administrativa y la electoral. (…). [S]e debe aclarar
que el impedimento tiene lugar cuando el servidor o particular que
ejerce funciones públicas motu propio declina su competencia para
conocer de un asunto específico por existir serios motivos de duda
o temor sobre su integridad para resolverlo y, en su defecto, procede
la recusación, a instancia de la persona afectada o interesada en
la decisión a tomar por aquel, para que se separe de la actuación
correspondiente. (…). Por último, es menester ahondar en su objeto y fin,
teniendo en cuenta que de antaño la jurisprudencia de esta Corporación
ha sostenido que los impedimentos y recusaciones advierten sobre
situaciones que comprometen la independencia e imparcialidad de las
autoridades y particulares en contra de la equidad, rectitud y moralidad
que deben orientar el ejercicio de la función pública a su cargo.

TESIS 3: En razón del carácter excepcional que reviste a estas dos


instituciones jurídicas, las causales que habilitan su procedencia
tienen reserva de ley, son taxativas y de interpretación restrictiva, con
el fin de impedir su uso caprichoso por parte de los ciudadanos o la

404
evasión del cumplimiento de sus funciones, por parte de los servidores
públicos. Por tanto, el Congreso de la República goza de una amplia
libertad de configuración legislativa para establecerlas, como normas
de orden público, en los distintos ordenamientos procesales dentro
de cada jurisdicción, a partir de los principios de proporcionalidad
y razonabilidad y de las «(…) consideraciones socio-políticas de
conveniencia y oportunidad», propias de sus funciones de interpretar,
reformar y derogar las leyes o expedir y reformar los códigos en todos
los ramos del derecho (artículo 150, numerales 1 y 2 C.P.). (…). [H]a
sido reiterado por la Sala Plena de esta Corporación, al considerar
también que, por tratarse de prohibiciones que alteran el ejercicio
de competencias legales, no pueden ser objeto de indeterminación o
interpretación extensiva, lo que permitiría su abuso en detrimento del
principio de legalidad, la igualdad formal ante la ley, la participación en
el ejercicio de la función pública y su eficacia en la satisfacción de los
fines del Estado. (…). [S]e puede sostener que las normas que regulan
las situaciones que pueden afectar la imparcialidad e independencia de
los servidores públicos en los diferentes procesos y ámbitos de toma
de decisiones dentro del Estado coinciden en advertir sobre cuestiones
relacionadas básicamente con el interés de ellas en los asuntos bajo
su conocimiento, bien sea directo o indirecto, material, intelectual o
moral, por razones económicas, de afecto, antipatía, parentesco o de
amor propio. (…). En particular, el Título 1, Capítulo II, artículo 11 del
CPACA enumera 16 causales de impedimento y recusación que rigen
la conducta oficial de las autoridades administrativas de las cuales
13 corresponden a supuestos de hecho objetivos o empíricamente
verificables, 2 subjetivos o del fuero interno y 1 mixto. (…). En este
orden, cabe resaltar como elemento común a todas estas, amén
de su mencionado carácter taxativo e interpretación restrictiva, la
necesidad de que las situaciones en que se fundan estén debidamente
comprobadas para que se acepte el impedimento o recusación. Si
bien la forma de acreditarlas varía entre una y otra clase de causales
porque las primeras versan sobre situaciones objetivas fácilmente
demostrables por distintos medios de convicción, con prevalencia del
documental, que dejan muy poco margen para la apreciación subjetiva
o la contradicción, más allá de su tacha de falsedad o regla de exclusión
por inconstitucionalidad, por lo que su análisis básicamente se limita
a establecer su existencia, autenticidad y validez. (…). En cambio las
segundas, estas son, «el interés particular y directo» y «la enemistad
grave o amistad íntima» son de difícil acreditación porque se refieren
a las emociones, pasiones, sentimientos, deseos, intenciones,

405
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

pensamientos y demás elementos volitivo-afectivos que hacen parte


de la intimidad de las personas humanas y que, en tal virtud, dependen
predominantemente del criterio del fallador, más todavía cuando el
legislador las cualificó con adjetivos que admiten distintos grados de
intensidad, por lo que están atadas directamente a la manifestación
del impedido o recusado acompañada de distintos medios probatorios
tendientes a confirmarla o desvirtuarla, según el caso. (…). Por lo
anterior, resulta evidente que, en principio, quien las invoca tiene la
carga de demostrarlas para efectos de controvertir la independencia
e imparcialidad de los servidores públicos o particulares que ejercen
funciones públicas, en el marco de los principios y garantías superiores
del debido proceso.

TESIS 4: En el sub judice, el [demandante] pretende que se


declare la nulidad del acto de elección del (…) director general de
CORPOAMAZONÍA, al considerar que (…) algunos de los miembros del
Consejo Directivo de la entidad que designaron al demandado omitieron
su deber de declararse impedidos dentro de la actuación, a pesar de
estar incursos en las prohibiciones previstas en los numerales 1, 5,
6, 8 y 16 del artículo 11 del CPACA, mientras que el demandado se
encontraba inhabilitado por esta última causal. (…). [S]i bien las
censuras del actor recaen sobre 6 de los 14 consejeros, se observa
que solo 3 de ellos sufragaron a favor del demandado y 1 por quien
le sigue en la votación, el candidato John Jairo Arbeláz (6 a 4), único
con el potencial de llegar a superarlo ante la eventual prosperidad de
los cargos de la demanda, por lo que la Sala se relevará de estudiar
las acusaciones restantes ante su evidente falta de inciencia en el
resultado de la elección, teniendo en cuenta además que tampoco se
afectaría el quórum para decidir. (…). [S]i quien se encuentra incurso
en cualquiera de los supuestos de hecho enumerados en el artículo
11 del CPACA, guarda silencio al respecto en sede administrativa, se
configura una irregularidad que puede llegar a afectar la validez del
acto así expedido, lo que activa la competencia del juez electoral para
revisar su legalidad, a fin de verificar si se encuentran debidamente
acreditados por quien los alegó, al que le corresponde la carga de
demostrarlos argumentativa y probatoriamente, teniendo en cuenta
su carácter taxativo y de interpretación restrictiva, con base en el
onus probandi que rige en sede contencioso-administrativa. (…). Sorrel
Parisa Aroca Rodríguez, gobernadora de Putumayo. Frente a esta
consejera, el actor invoca 3 causales de impedimento distintas, estas
son, las de los numerales 5, 6 y 8 de la referida disposición. (i) Litigio o

406
controversia judicial o administrativa. En relación con los dos procesos
disciplinarios que invoca el actor como sustento de esta acusación,
se tiene que (…) en principio, su sola existencia no basta para tener
por configurada la causal en comento. (…). Ahora bien, señala el
demandante que hay varios procesos sancionatorios de naturaleza
ambiental, actualmente en curso en CORPOAMAZONÍA contra el
departamento de Putumayo, en los que la consejera en mención obra
como su representante legal, en calidad de gobernadora (…) pero
no aporta prueba que acredite la existencia de ninguno de ellos. En
este orden, no se logró acreditar conflicto o controversia jurídica, en
sede administrativa o judicial, que con carácter cierto y real afectara
la imparcialidad de la gobernante para participar en la presente
elección. (ii) Denuncia penal. (…). [D]e los dos requisitos señalados
por la jurisrpudencia en cita, solo se tiene acreditado el cumplimiento
del primero, esto es, que su materia sea anterior o distinta a la que
es objeto de la presente decisión, mas no del segundo, que también
debía demostrar la parte actora, de modo que no se puede tener por
materializada esta causal. (iii) Enemistad grave. (…). Manifiesta el
actor que, como consecuencia, de (…) acciones disciplinarias y de tipo
penal que involucran a la consejera Aroca Rodríguez y la candidata
Rodríguez Bermeo, se produjo una enemistad grave entre ellas, ante
lo cual, la primera expresó en la reunión de elección, (…) que no siente
animadversión de ningún tipo por la segunda y que las disputas entre
ellas son propias de la actividad política. (…). Al respecto, (…) se le
debe dar credibilidad al dicho de la persona presuntamente impedida,
por cuanto se trata de un asunto que pertenece exclusivamente a su
fuero interno, es decir, al ámbito protegido de su intimidad. (…) [P]ara
desvirtuarla se deben aportar elementos argumentativos y probatorios
que la desacrediten. En este asunto, tales elementos de juicio se echan
de menos porque solo se tiene el dicho del señor Guillermo Arturo
Guerrero Luna, que parte de suponer, que tales pocesos sancionatorios
denotan una enemistad grave entre ellas, frente al cual prevalece, en
principio, la declaración hecha por la gobernadora de Putumayo, en el
sentido de negarla. (…). Por tanto, se concluye que esta última causal
de impedimento invocada contra la consejera en mención tampoco fue
demostrada. Omar Antonio Jojoa Chantre, representante de las ONGs
ambientalistas. En relación con este consejero, se elevaron las causales
de impedimento establecidas en los numerales 1 y 8 del artículo 11
del CPACA. (i) Interés subjetivo y directo. (…). [N]o basta con la sola
manifestación de su existencia según el arbitrio del peticionario, pues
se estaría ante un marco indeterminado de decisión, que afectaría el

407
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

debido proceso y específicamente el derecho de defensa de la parte


pasiva. Por su parte, (…) el señor Alberto Muñoz no era integrante del
Consejo Directivo de CORPORINOQUIA y, por ende, no participó en el
presente procedimiento eleccionario, de forma que materialmente no
podría recaer sobre él esta ni cualquier otra causal de impedimento.
(ii) Amistad entrañable. Con base en esa misma relación de socios que
se predica entre los señores Jojoa Chantre y Mejía Bustos, el actor
alega la existencia de una amistad entrañable entre ellos que obligaba
al primero a marginarse de la elección. (…). [S]e debe precisa que una
cosa es la relación de socios y otra muy distinta la de amistad, sin
que una y otra puedan equipararse automáticamente. (…). En tal virtud,
no es razonable pretender que todos los miembros históricos de una
ONG, por ese solo hecho, sean amigos entre sí y, menos aun, en forma
entrañable. (…). En consecuencia, tampoco se encuentra demostrada
esta causal de impedimento (…) pues no se aportaron elementos de
juicio, argumentativos y probatorios, que denoten la alegada amistad
íntima entre ambos. Luis Alberto López Jamioy, representante de las
comunidades indígenas. (…). [E]xisten diferentes circunstancias que
impiden la materialización de los requisitos (…) para que se tenga por
acreditada esta causal [interés subjetivo y directo], por cuanto: (i) no
se demostró la relación de parentesco entre ambos; (ii) el convenio
no fue suscrito por este útimo sino por el representante legal, señor
Fernando Piaguaje Ron; (iii) si bien fue firmado por el señor Luis
Alexánder Mejía Bustos, lo hizo en la calidad de presidente de la
corporación, que ostentaba para entonces, y en cumplimiento legítimo
de sus funciones. Hernando García Martínez, director del Instituto
Alexánder Von Humbolt. (…). Alega el accionante que, en razón a que
el director del Instituto Von Humbolt (quien sufragó por el candidato
John Jairo Arbeláez, segundo en la votación) hace parte del Consejo
Directivo de CORPOAMAZONÍA, y el director general de esta última, a
su vez, hace parte de la Junta Directiva de la primera, se configuró la
presente causal de impedimento [interés directo] en cabeza del señor
García Martínez. (…). [E]n nada afecta la imparcialidad y autonomía del
referido consejero para elegir al candidato de su preferencia, al punto
que su voto no fue por el demandado sino por el señor Jonh Jairo
Arbeláez, por lo que esta causal no tiene vocación de prosperidad. La
presunta inhabilidad del señor Luis Alexánder Mejía Bustos. Con base
en la referida causal del numeral 16 del artículo 11 de la Ley 1437 de
2011, el demandante alega que se configuró una inhabilidad para el
señor Luis Alexánder Mejía Bustos, quien en consecuencia no podía ser
candidato a la reelección como director general de CORPOAMAZONÍA, lo

408
que a su juicio configura la causal de nulidad electoral del artiuclo 275.5
del CPACA. Sobre esta última acusación, basta mencionar que estas
causales de impedimento recaen sobre los electores, mientras que las
de inhabilidad lo hacen sobre los aspirantes al cargo correspondiente,
por lo que tienen causales y condiciones propias y no asimilables, por
tratarse de regímenes de prohibiciones distintos y autónomos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 6 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 209 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 24 / LEY
99 DE 1993 - ARTÍCULO 26 / LEY 99 DE 1993 - ARTÍCULO 28 / LEY 99 DE 1993 -
ARTÍCULO 35 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.4.1.20 / DECRETO 1076
DE 2015 - ARTÍCULO 21 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 22 / LEY 1263 DE
2008 - ARTÍCULO 1

409
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO
CON FUNCIONARIO QUE EJERCE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA,
ELEMENTOS SUBJETIVO Y MODAL, CALIDAD DE EMPLEADO
PÚBLICO

EXTRACTO NO. 55

RADICADO: 20001-23-33-000-2019-00374-02
FECHA: 07/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Armando Valera Sarmiento
DEMANDADO: Thelma Gómez Strauch - Concejal de Valledupar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala a establecer si debe


confirmar, revocar o modificar el fallo proferido el 12 de agosto de
2021 por el Tribunal Administrativo de Cesar, mediante el cual se negó
la nulidad de la elección de la concejal de Valledupar, Thelma Gómez
Strauch, para lo cual se debe determinar si el acto de elección está
incurso en la causal de nulidad de que trata el numeral 4 del artículo
40 de la Ley 617 de 2000 por cuanto su compañero permanente señor
Yesid Triana Amaya había ejercido autoridad política y administrativa
al haber sido, dentro del año anterior de la elección de la accionada,
Concejal del Municipio de Valledupar y presidente de dicha Corporación.

TESIS 1: Las inhabilidades están erigidas como especiales condiciones


objetivas que pueden recaer sobre una persona y que tienen como único
fin que quienes accedan o estén en la función pública, desempeñen su
cargo bajo los criterios de igualdad, eficiencia, moralidad e imparcialidad,
garantizando de esta forma la prevalencia de los intereses generales de
la comunidad sobre los personales. (…). [A]l constituir las inhabilidades
una restricción al derecho de acceso a cargos públicos, la Constitución de
1991 dispuso que el desarrollo de su régimen jurídico tiene una cláusula
de reserva legal, lo cual ha sido enfatizado por parte de esta Corporación,
estableciéndose en diferentes oportunidades que el único facultado para
estructurar las circunstancias especiales que limitan el referido derecho
es el legislador. (…). [L]a Sala Electoral ha establecido que el tenor

410
literal del aparte destacado de la norma en cita [numeral 4 del artículo
43 de la Ley 136 de 1994] brinda a su intérprete unos elementos que,
desde una perspectiva ontológica, constituyen la esencia del supuesto
inhabilitante y sin cuya acreditación no podría erigirse el límite impuesto
al derecho a ser elegido del inscrito o electo, a saber: 1. Parentesco: que
exista un vínculo por matrimonio o unión permanente o parentesco en
segundo grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil con
funcionario. 2. Elemento temporal: que se haya constatado el ejercicio
de autoridad en cualquier momento dentro de los 12 meses anteriores
a la elección. 3. Elemento espacial: que la autoridad se haya ejercido en
el respectivo municipio o distrito por el cual se inscribió o resultó electo
el concejal. 4. Elemento objetivo: que haya un ejercicio de autoridad
civil, política, administrativa o militar, conforme a las tres primeras
condiciones. 5. Elemento modal: que la persona con quien se ostenta el
vínculo sea funcionario. Frente a lo anterior, esta Sección ha sido pacífica
en precisar que estos elementos deben ser concurrentes, esto es, que
para que se configure la causal inhabilitante no basta con que uno de
ellos se acredite, pues todos estos constituyen un conjunto inescindible.
(…). Ahora bien, la causal de inelegibilidad prevista en el numeral 4º del
artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 40 de la Ley
617 de 2000, está circunscrita únicamente a los empleados públicos.

TESIS 2: De conformidad con lo consagrado en el artículo 312 de la


Constitución Política, los concejales no tienen la calidad de empleados
públicos. (…). Bajo esta premisa, es lo cierto que si bien los concejales
son considerados, de acuerdo con lo prescrito en el artículo 123 de la
Constitución Política, como servidores públicos, también es cierto que
tal calidad no les otorga el calificativo de empleados públicos, más aún
cuando por expresa prohibición constitucional no hacen parte de tal
categoría. Los conceptos de empleado público y trabajador oficial tienen
una clara diferencia en la ley, pues los primeros son los que se vinculan
mediante una relación legal y reglamentaria previa al nombramiento
y posesión y los segundos son quienes presten sus servicios en virtud
de un contrato de trabajo. Los empleados públicos son una categoría
de servidores públicos que en el orden municipal, regula el Decreto
Ley 1333 de 1986. (…). Ahora bien, en diferentes oportunidades esta
Corporación ha reiterado la autonomía conceptual, como categoría
jurídica, de los “miembros de las corporaciones públicas”, Congreso, las
Asambleas, los Concejos y las Juntas Administradoras Locales, para
distinguirlos de los demás servidores públicos, esto es, los empleados
públicos y de los trabajadores oficiales. En este orden de ideas, a

411
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

los concejales no pueden hacérseles extensivas las limitaciones


y prohibiciones que se predican de los empleados públicos y, por
consiguiente, es necesario observar, en cada caso en concreto, cuál es
el régimen de inhabilidades que le es aplicable.

TESIS 3: En el presente caso, la parte apelante pretende que se revoque


el fallo de primera instancia y en su lugar se declare la nulidad de la
elección de la (…) concejal del municipio de Valledupar, pues considera
que se encontraba inhabilitada de conformidad con el numeral 4º
del artículo 43 de la Ley 136 de 1994, toda vez que su compañero
permanente, (…) en su condición de concejal y presidente del Concejo
Municipal de Valledupar ejerció autoridad civil y administrativa dentro
de los doce meses anteriores a la elección. Ahora bien, para determinar
si, en efecto, en el caso objeto de estudio, está configurada la causal
de inhabilidad invocada es necesario determinar sí están demostrados
los presupuestos que quedaron reseñados en líneas anteriores. Así las
cosas, la norma que proscribe a quien tenga vínculo por matrimonio, o
unión permanente, o de parentesco en segundo grado de consanguinidad,
primero de afinidad o único civil, con funcionarios. Siendo este el punto
de partida para estudiar la causal de inelegibilidad establecida en el
numeral 4 del artículo de la Ley 617 de 2000, dado que es de aquella
condición que se desprende el ejercicio de autoridad dentro del lapso y el
territorio señalado. Para determinar si en el caso en concreto se cumple
con el elemento subjetivo, se debe acudir a lo normado en el artículo
123 de la Carta Política de 1991, en el que se estableció el concepto de
servidor público del cual se desagregan i) los empleados públicos, ii)
miembros de corporaciones públicas y iii) trabajadores del Estado. (…).
[L]a calidad de servidor público es el género y los empleados públicos,
trabajadores del Estado y los miembros de las corporaciones públicas
es la especie de esa gran categoría. (…). [E]n lo que respecta al empleado
público el artículo 122 Superior en consonancia con el artículo 123 de
la misma norma, enuncia ciertos requisitos con los que debe contar
este tipo de vinculación, como lo es que i) las funciones se encuentren
detalladas en la ley o reglamento, ii) tengan remuneración, iii) hagan parte
de la respectiva planta de personal de la entidad, iv) sus emolumentos
se encuentren previstos en el presupuesto correspondiente y, v) su
vinculación se efectué por un acto de nombramiento. A su vez, el inciso
3° del artículo 1 de la Ley 909 de 2004, definió cuáles eran las clases
de empleos públicos: (...) a) Empleos públicos de carrera; b) Empleos
públicos de libre nombramiento y remoción; c) Empleos de período fijo;
d) Empleos temporales”. (…). En síntesis, el empleado público es aquel

412
que está vinculado a la administración mediante una relación legal y
reglamentaria, nombrado y posesionado en los respectivos empleos que
han sido creados, de conformidad con la nomenclatura, clasificación,
funciones, requisitos y grado salarial, expresamente previstos en las
normas pertinentes. (…). [L]os trabajadores oficiales son aquellos que se
encuentran vinculados mediante contrato de trabajo, cuyas condiciones
en cuanto a modo, lugar, tiempo de duración, remuneración, entre
otros aspectos, son establecidas a través de un acuerdo de voluntades
entre la entidad y el trabajador y complementadas con lo previsto en
los respectivos reglamentos internos de trabajo, pactos o convenciones
colectivas y lo señalado en la ley. (…). De conformidad con lo normado
de forma expresa en el artículo 312 de la Constitución Política, los
concejales no tienen la calidad de empleados públicos y, por tal razón,
no les es aplicable la causal de inhabilidad en cuestión. (…). [S]i bien los
concejales son considerados como servidores públicos de acuerdo con
en el artículo 123 de la Constitución Política, dicha calidad no les confiere
la condición de empleados públicos, más aún cuando expresamente la
norma superior ha establecido que no hacen parte de tal categoría. En
esa medida, bajo el amparo del artículo 312 de la Carta, a los concejales
de ninguna manera se les pueden hacer extensivas las limitaciones y
prohibiciones que se predican de los mismos y, por consiguiente, es
necesario observar, en cada caso en concreto, cuál es el régimen de
inhabilidades que le es aplicable. (…). Bajo el amparo de las premisas
normativas y jurisprudenciales, es pertinente inferir que los concejales
no son empleados públicos, pues hacen parte de una categoría
denominada miembros de una corporación político-administrativa,
elegidos popularmente, con funciones, competencias específicas,
régimen especial de honorarios y seguridad social. Por lo tanto, si el
juez electoral los tratara dentro de esa condición, como lo pretende el
demandante, se estaría desconociendo de manera flagrante y palmaria
la carta constitucional la cual es de obligatorio cumplimiento. (…). [A]
unque los empleados públicos y los miembros de las corporaciones
públicas se identifican como servidores públicos, unos y otros registran
diferencias sustanciales. Los empleados públicos, identificados por
el artículo 122 de la Constitución, presentan como peculiaridad estar
vinculados con la administración a través de una relación legal y
reglamentaria, a la cual acceden previa expedición de acto administrativo
de nombramiento, seguido de la posesión juramentada; por el contrario,
los miembros de las corporaciones públicas se caracterizan porque
su arribo a ellas no obedece a la expedición de un acto administrativo
producto de la voluntad unilateral de la administración, sino a uno que

413
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

recoge la voluntad de las mayorías ciudadanas expresadas en las urnas.


(…). En consecuencia, de conformidad con las normas constitucionales
citadas, fundamentalmente los artículos 123 y 312, es dable concluir
que los miembros de las corporaciones públicas son parte de la gran
categoría de los servidores públicos pero no tienen la calidad de
empleados públicos, por lo que conforme a la reiterada jurisprudencia
del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional sobre el tema,
no resulta procedente una interpretación como la que pretende el
demandante, atinente a considerar que los concejales son empleados
públicos, con el fin de endilgarle la causal de inhabilidad contenida en
el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994. (…). Por lo anterior, para la Sala la
decisión apelada es acertada, en primer lugar, porque para el caso falla
el elemento subjetivo de la inhabilidad, ciertamente, como se expuso en
acápite anterior de esta providencia y según lo advirtieron el Tribunal
de instancia y el Ministerio Público, dicha causal exige que la autoridad
sea ejercida por un empleado público, calidad que no ostentan los
concejales, atendiendo a las categorías de servidores públicos previstas
en el artículo 123 de la Constitución Política y reseñadas en párrafos
anteriores. Tampoco ostenta dicha calidad el presidente del cabildo, por
cuanto las funciones administrativas que desempeña en razón de esa
dignidad las ejerce a título de concejal. (…). Por lo tanto, si bien el señor
Yesid Triana Amaya fungió como presidente del Concejo Municipal de
Valledupar, lo cierto es que lo hizo en ejercicio de sus atribuciones y
desde la condición de miembro de una corporación pública de elección
popular, que corresponde a una categoría distinta a la de empleado
público. Ante tales circunstancias, queda relevada la Sala de evaluar
los demás presupuestos de la inhabilidad referida, pues la causal se
configura cuando concurren todos los elementos normativos que ha
identificado la jurisprudencia. (…). De este modo, la Sala concluye que
la demandada no se encontraba inhabilitada para ser elegida concejal
de Valledupar a partir de la unión permanente que mantiene con el
señor Yesid Triana Amaya, quien se desempeñó como presidente del
Concejo Municipal de Valledupar dentro del año anterior a la elección y
en consecuencia, se confirmará el fallo apelado.

NORMATIVA APLICADA
CONTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 122 / CONTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 123 /
CONTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 312 / LEY 909 DE 2004 - ARTÍCULO 1 INCISO 3 / LEY
136 DE 1994 - ARTÍCULO 43 NUMERAL 4 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 95 NUMERAL 2
/ LEY 617 DE 2000 ARTÍCULO 40 / DECRETO 1333 DE 1986 - ARTÍCULO 292

414
RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN, NULIDAD ORIGINADA
EN LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 56

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00011-00
FECHA: 15/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Gilberto Santos Mahecha
DEMANDADO: Sentencia del 16 de diciembre de 2020, proferida
por la Sala Cuarta Oral del Tribunal Administrativo del Meta
– Nulidad Electoral - Concejo Municipal de Fuentedeoro
(Meta) y Gilberto Santos Mahecha (Personero Municipal)
MEDIO DE CONTROL: Recurso extraordinario de revisión

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si es


procedente infirmar la sentencia dictada el 16 de diciembre de 2020,
por la Sala Cuarta Oral del Tribunal Administrativo del Meta, que
confirmó la providencia del 29 de septiembre de 2020, proferida por el
Juzgado Primero Administrativo Oral de Villavicencio que accedió a las
pretensiones del medio de control de nulidad electoral que promovió
la Procuraduría General de la Nación contra el Concejo Municipal y el
alcalde del municipio de Fuentedeoro (Meta) y el señor Gilberto Santos
Mahecha (personero municipal para el periodo 2020 - 2024).

TESIS 1: El recurso extraordinario de revisión, constituye un medio


de impugnación excepcional contra la sentencia, el cual, permite el
rompimiento del principio de cosa juzgada y su finalidad se contrae
a restablecer tanto el imperio de la justicia, como la vigencia del
ordenamiento jurídico, que pueden resultar quebrantados por
decisiones injustas. Este recurso, está regulado en los artículos
248 y siguientes del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, y su ámbito de acción está restringido
a las causales previstas por el legislador, las cuales no admiten
interpretaciones extensivas dado que comportan situaciones
excepcionales a la institución jurídico procesal de la cosa juzgada. Las
causales de revisión están previstas en el artículo 250 del CPACA, y en
síntesis se refieren a hechos como la falsedad, el fraude, el error, la

415
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

aparición de documentos decisivos que hubieren modificado el sentido


de la decisión o incluso la violación al debido proceso, y se trata de
causales que no aluden a errores sustanciales que puedan derivarse
de la falta de aplicación, la aplicación indebida o la interpretación
errónea de una norma sustancial, es decir, como lo ha precisado esta
Corporación, “No es un recurso que proceda por violación de la ley”. En
otras palabras, “el recurso extraordinario de revisión no da cabida a
cuestionamientos sobre el criterio con que el juez interpretó o aplicó
la ley en la sentencia.” (…). De manera que, como lo ha indicado esta
Corporación, el recurso extraordinario de revisión no constituye una
tercera instancia dentro del proceso, en la que se puede intentar una
nueva valoración de la prueba para replantear el litigio o provocar una
interpretación adicional de las normas aplicables al caso concreto.

TESIS 2: De conformidad con el numeral 5º del artículo 250 del Código


de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
“Son causales de revisión: “5. Existir nulidad originada en la sentencia
que puso fin al proceso y contra la que no procede recurso de
apelación”. Según lo ha entendido la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativo los hechos que configuran la causal denominada
nulidad originada en la sentencia son los que constituyen las causales
de nulidad procesal, esto es, las causales del artículo 133 del Código
General del Proceso (CGP), pero no son figuras procesales idénticas.
(…). [S]e trata entonces de vicios procesales que surgen al momento
de la expedición de la sentencia, pero no los acaecidos en etapas
anteriores. Es decir, la nulidad o vicio surge de la propia sentencia y
eso habilita la procedencia del recurso extraordinario de revisión. (…).
Por otra parte, se ha dicho que, la violación del debido proceso puede
derivar en la causal de nulidad originada en la sentencia en los casos
en los que existe denegación de justicia, esto es, cuando el juez, sin
fundamento válido y razonable, dicta una decisión inhibitoria. De todos
modos, el juez administrativo deberá ser cauteloso para identificar si
en el caso concreto la sentencia vulnera los derechos de acceso a la
administración de justicia y particularmente la tutela judicial efectiva.
(…). La parte recurrente solicita que se infirme la sentencia proferida
el 16 de diciembre de 2020 por el Tribunal Administrativo del Meta, por
considerar que la decisión censurada atenta contra el debido proceso,
el derecho al trabajo y acceso a la administración de justicia y, por
tanto, está viciada de nulidad conforme el numeral 5 del artículo 250
del CPACA. En este orden, advierte la Sala, a partir de un esfuerzo
interpretativo de la demanda de revisión, que los argumentos del

416
recurso de manera alguna están relacionados con los supuestos de
hecho que configuran la causal de nulidad originada en la sentencia. En
efecto, el propósito del recurso extraordinario promovido por Gilberto
Santos Mahecha es propiciar una instancia adicional del proceso
de nulidad electoral para demostrar que cumplió íntegramente los
requisitos para ser elegido por el Concejo Municipal de Fuentedeoro
como personero municipal, para el periodo 2020-2024. (…). Si bien
se aduce una violación al debido proceso no se evidencia argumento
alguno encaminado a acreditar el desconocimiento del derecho de
acceso a la administración de justicia y/o a la tutela judicial efectiva,
como tampoco se cuestiona la competencia de la Sala que dictó la
providencia, la violación del derecho de audiencias y de defensa, la
motivación y congruencia del fallo, la validez y controversia de las
pruebas, aspectos que constituyen el contenido constitucionalmente
vinculante de este derecho. En este punto es importante reiterar que
los eventos de nulidad originada en la sentencia, que ha desarrollado
el Consejo de Estado para definir la causal, son de aplicación restrictiva
y no admiten interpretación o aplicación extensiva a otros supuestos.
Así las cosas, como los argumentos de hecho y de derecho del
recurso extraordinario de revisión no guardan relación ni cumplen los
presupuestos que configuran la causal 5 del artículo 250 CPACA, esto
es, la de “nulidad originada en la sentencia”, el cargo no prospera.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 133 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO
248 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 250 NUMERAL 5

417
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DE LOS EXRECTORES ANTE EL
CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR
DE CUNDINAMARCA, ELECCIÓN DE LAS DIRECTIVAS DE
LA UNIVERSIDAD OFICIAL, DESIGNACIÓN DE MIEMBROS
PARTICULARES EN EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD,
PARTICULARES QUE EJERCEN LA FUNCIÓN PÚBLICA, RECUSACIÓN
CONTRA MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO

EXTRACTO NO. 57

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00031-00
FECHA: 15/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: Yezid Octavio Barbosa Forero
DEMANDADO: Lombardo Rodríguez López – Representante
de los exrectores ante el Consejo Superior de la
Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si el acto


acusado debe anularse porque infringió las normas en que debía
fundarse y si fue proferido con desviación de poder por parte del órgano
colegiado que lo expidió. Así mismo, la Sala se ocupará de resolver el
caso concreto a partir de los cargos propuestos, a saber, i) la aplicación
del artículo 126 de la Constitución Política en la designación de los
miembros particulares que integran los Consejos Superiores de los
entes universitarios, ii) las conductas de manipulación y favoritismo
que se endilgan en la designación del demandado y iii) la formulación
de las recusaciones planteadas en este trámite.

TESIS 1: Las instituciones de educación superior oficiales son una


categoría de entidades públicas de origen constitucional, con prerrogativas
especiales justificadas por el servicio público que tienen encomendado.
Por lo tanto, deben asegurar el interés general de formación académica
de las personas, la libertad de pensamiento, la generación de nuevo
conocimiento y el desarrollo libre de las ideas. (…). Dada la relevancia
para la sociedad y en orden a cumplir los objetivos anteriores, resulta

418
crucial asegurar un gobierno universitario democrático, que propenda
por la correcta administración de los recursos públicos y la gestión de
los programas y proyectos de la institución. En tal sentido, el artículo
68 de la Constitución Política ordena la participación de la comunidad
educativa en la dirección de las instituciones de educación. Así mismo, el
artículo 69 ibídem instituye la autonomía universitaria como una garantía
institucional en virtud de la cual las universidades pueden darse sus
estatutos, designar sus autoridades administrativas y académicas y
formular sus planes y programas de formación profesional, de acuerdo
con la ley. (…). En particular, sobre el derecho a designar a sus directivas
administrativas y académicas, los estatutos de las universidades oficiales
contemplan varios mecanismos de democracia interna para elegirlas,
que incluyen el voto directo de los diferentes estamentos universitarios,
sin la intervención de ninguna autoridad, la conformación de ternas
de candidatos por parte de sectores, estamentos o grupos de interés
académico para que el consejo superior ejerza su función electoral y
la designación directa por parte de dicho consejo, en su condición de
máximo órgano administrativo y de gobierno de la universidad, entre
otras formas de selección. (…). Debido a la variedad de actores que
intervienen en estos procesos, es natural que surjan tensiones, con
especial impacto sobre la provisión de sus directivas. (…). Así, en este
escenario judicial, (…) se han atacado las calidades de los elegidos, su
periodo y la posibilidad de su reelección, la idoneidad de los electores,
irregularidades en el procedimiento de convocatoria, votaciones
presenciales y no presenciales, omisión de consultas estamentarias
previas, quórum en los órganos colegiados electores y la presentación
de recusaciones, conformación de ternas y escrutinios. Así mismo, se
han planteado distintas causales de nulidad que van desde la desviación
de poder de la autoridad competente al expedir el acto de elección, como
favorecimientos o conflicto de intereses en beneficio de determinado
candidato, la modificación de las reglas de elección y la violación al
debido proceso, entre otras motivaciones informadas en las demandas.
A partir de estas inconformidades, corresponde al juez electoral hacer
el estudio de convencionalidad, constitucionalidad y legalidad, al igual
que su conformidad con los estatutos, sobre los actos de elección de las
autoridades administrativas y académicas de las universidades oficiales,
en el marco de las causales generales y específicas de nulidad electoral.

TESIS 2: El señor Yezid Octavio Barbosa Forero considera en su


demanda que con la expedición del Acuerdo 009 del 13 de abril de
2021, por medio del cual el Consejo Superior de la Universidad Colegio

419
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Mayor de Cundinamarca designó al señor Lombardo Rodríguez López


como representante de los exrectores para un periodo de dos (2) años,
dicho órgano incurrió en infracción de normas superiores y desviación
de poder por (i) haberse violado el artículo 126 de la Constitución
Política, (ii) presentarse actos de manipulación y favoritismo en el
proceso de elección y (iii) haber concurrido causales de recusación en
los consejeros electores. (…). El precepto transcrito [artículo 126 de la
C.P.] contiene una prohibición cuyos destinatarios son los “servidores
públicos” que gozan de atribuciones de nominación o postulación,
quienes no pueden designar, también como “servidor público”, a
aquella persona que ha participado o intervenido en su designación.
Esta práctica se conoce como el carrusel o intercambio de favores,
bajo la premisa de “yo te elijo, tú me eliges”, cuyos contornos y
propósitos han sido delineados por la Corte Constitucional. (…). Por
consiguiente, el objetivo de esta restricción constitucional es depurar
el ingreso a la función pública y dotar de legitimidad a las autoridades
e instituciones que dirigen los destinos de la sociedad, de tal suerte
que se estimule para ello el mérito, la transparencia y la igualdad
de los ciudadanos, en el ejercicio del derecho político de acceder a
los cargos públicos. (…). Así, entonces, en virtud de esta prohibición
inhabilitante, los funcionarios no podrán designar –lo cual, según la
jurisprudencia, involucra elegir, participar e intervenir– a personas
que, a su turno, ejercieron estas competencias en la postulación o
designación de aquellos. (…). En el sub judice, el demandante considera
que la designación del señor Lombardo Rodríguez López representa
un caso de favorecimiento electoral, en los términos del artículo 126
de la Constitución Política. (…). [L]a prohibición debe ser interpretada
de forma restrictiva, en la medida en que limita el ejercicio de derechos
y garantías fundamentales, como la participación y el acceso a cargos
públicos. En consecuencia, los sujetos a quienes va dirigida la norma
son los “servidores públicos”, bien en la posición de nominadores, o
bien como nombrados o elegidos en determinado empleo o cargo.
Para estos fines, es importante precisar las categorías de servidores
públicos previstas en el artículo 123 de la Constitución Política, a
saber, miembros de corporaciones públicas, empleados y trabajadores
del Estado. En esta disposición se establece, además, que la ley
determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente
desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio, justamente,
porque se trata de sujetos diferenciados a quienes no se aplican, en
su totalidad, las reglas jurídicas de los servidores públicos. A su turno,
el artículo 210 ibídem establece que los particulares pueden cumplir

420
funciones administrativas, en las condiciones que señale la ley. (…). Ello
ocurre también con los particulares que son miembros de las juntas y
los consejos directivos de los establecimientos públicos. Al respecto, el
artículo 74 de la Ley 489 de 1998, que contiene el estatuto básico de la
organización y funcionamiento de la administración pública nacional.
(…). En el caso específico de los miembros de los consejos superiores
universitarios, es necesario distinguir que allí tienen asiento algunos
sujetos con la calidad de empleados públicos y otros particulares que,
por ese solo hecho, no adquieren dicha condición. (…). [L]os integrantes
de los consejos superiores de las universidades oficiales ejercen
funciones públicas, pero no todos tienen la calidad de empleados
públicos. Por lo mismo, la norma distingue el régimen de impedimentos,
inhabilidades e incompatibilidades establecidos en la ley para cada
uno de estos sujetos. (…). Sin perjuicio de lo anterior, existirán casos
en que, en virtud de la autonomía universitaria, los estatutos de las
instituciones de educación superior extiendan a los particulares que
integran sus órganos colegiados algunas causales de inelegibilidad o
prohibiciones propias de los servidores públicos. (…). [D]esde el punto
de vista de la naturaleza del vínculo jurídico con el Estado, los consejos
superiores universitarios de las instituciones oficiales de educación
superior están integrados por personas que tienen la calidad de
empleados públicos, como el gobernador y el delegado del ministro
de Educación Nacional; el rector, que tiene voz, pero no voto; y los
representantes de los docentes y directivas académicas, estos últimos
en virtud de los cargos que ocupan en la planta de la universidad.
A su turno, dentro de los particulares que integran estos consejos
superiores pueden encontrarse los representantes de los estamentos
de egresados, estudiantes, el sector productivo y los exrectores, lo
mismo que el designado por el presidente de la República. (…). En otras
palabras, no es la pertenencia o la membresía en el consejo superior
lo que le otorga la condición de servidor público a quien es designado
en este órgano de administración y gobierno de la universidad, sino la
calidad con la que llegan a tomar asiento en dicho órgano corporativo
universitario. (…). Aplicados estos parámetros, no cabe duda que el
artículo 126 de la Constitución Política no es una norma que gobierne
la designación del representante de los exrectores ante el Consejo
Superior de la UCMC, quien no tiene la condición de servidor público ni
ocupa un cargo o empleo de la universidad o alguna otra entidad estatal,
por cuanto se trata de un particular que ejerce funciones públicas. A
su vez, tampoco son servidores públicos los representantes de los
egresados y del sector productivo, a quienes se les censura haber

421
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

intervenido en la designación del representante de los exrectores ante


el Consejo Superior de la UCMC, efectuada en la sesión del 13 de abril
de 2021, por cuenta de haber votado o participado en el estudio de las
hojas de vida de los candidatos, entre ellos, el elegido, señor Lombardo
Rodríguez López. Ahora bien, esta apreciación no se traduce en que
deban prohijarse conductas de favorecimiento electoral, conflicto de
intereses o clientelismo político cuando, en el desempeño de funciones
públicas, les corresponde a los particulares cumplir la función
electoral. Lo que se indica es que circunstancias como las descritas no
se analizan bajo el prisma de la prohibición constitucional del artículo
126 de la Constitución Política, sino que deben valorarse en clave del
respeto a los principios de transparencia, igualdad e imparcialidad
que orientan el ejercicio de funciones públicas. Con tal precisión, se
abordará la siguiente censura, teniendo en cuenta que dentro de las
funciones del Consejo Superior de la Universidad Colegio Mayor de
Cundinamarca se encuentra la designación de los representantes de
los egresados, el sector productivo y los exrectores.

TESIS 3: Seguidamente, la Sala examinará las conductas que la


parte actora califica de actos de manipulación y favoritismo en la
designación del demandado como consejero universitario. De acuerdo
con lo relatado por el demandante y los argumentos presentados
en su concepto de violación, en la designación del señor Lombardo
Rodríguez López hubo maniobras que facilitaron su elección como
representante de los exrectores. Estas censuras se pueden agrupar en
dos (2) tipos de actuaciones: (i) la reforma estatutaria, presuntamente
promovida por el demandado, a los literales g), h) e i) del artículo 10 del
Acuerdo 011 de 2000, relacionados con las reglas de designación de los
representantes del sector productivo, los egresados y los exrectores
y (ii) las propuestas debatidas al interior del Consejo Superior para
asegurar la permanencia en dicho órgano de los representantes de
los egresados y del sector productivo, cuyos periodos (2018 – 2020)
ya estaban vencidos, consistentes, en su orden, en prorrogar su
vinculación y mantener su presencia a título de invitado. Veamos cada
uno de estos reproches. La reforma estatutaria a la que se ha hecho
referencia, como maniobra previa a la designación del demandado,
se centra en las modificaciones a los literales g), h) e i) del artículo
10 del Acuerdo 011 de 2000, que contiene el Estatuto General de la
Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. (…). Para el actor, esta
reforma aprobada por el Consejo Superior estuvo determinada por el
demandado, con el objetivo de facilitar su propia reelección y la del

422
representante del sector productivo, señor Marco Antonio Pinzón, quien
estaría interesado en votar por él, una vez reelegido, sin necesidad de
terna del Consejo Académico. La Sala observa que la reforma estatutaria
aprobada mediante el Acuerdo 042 del 30 de noviembre de 2020, fue
ampliamente explicada por algunos miembros del Consejo Superior y
la ex secretaria general, quienes obraron como testigos en esta causa
judicial. Así mismo, constan sus antecedentes en las actas aportadas
al expediente, conforme con las cuales se trató de una actuación que
se venía gestando varios años atrás, que contó con la participación de
diferentes actores de la comunidad académica y sometida a un amplio
debate, bajo la óptica de modernizar y actualizar varias instituciones a
nivel del Estatuto Estudiantil y del Estatuto General de la Universidad.
(…). Así, entonces, los motivos relacionados con la competencia y
jerarquía del Consejo Superior dentro del gobierno universitario, como
la necesidad de dotar de una mayor flexibilidad la elección de estos
dignatarios, no se consideran irrazonables ni antidemocráticos, pues,
como se indicó, en el desarrollo de estas modificaciones hubo una
amplia participación de diversos actores y, más bien, se inscribe en el
ejercicio de la autonomía universitaria, postulado fundamental en estas
instituciones de educación superior. Adicionalmente, en sentir de la
Sala, los cambios no fueron relacionados únicamente con la supresión
de la terna para elegir a los representantes del sector productivo y
exrector, sino que se extendieron a otros aspectos que hacen más
preciso el período y los requisitos de los postulados. (…). De esta forma,
se observa que la reforma no buscaba, por sí misma, un favorecimiento
directo en la designación del señor Lombardo Rodríguez López ni del
señor Marco Antonio Pinzón, pues más allá de la eliminación de la
terna por parte del Consejo Académico, nada permite asegurar que
este nuevo mecanismo anule la autonomía del Consejo Superior para
elegir a quienes considere que mejor representan los destinos de la
institución. Así, el fin ilegítimo y sesgado al que alude el actor no se
encuentra probado, sino que se trata, entonces, de deliberaciones
propias de los órganos colegiados de gobierno universitario. (…).
Propuestas para la permanencia en el Consejo Superior Universitario
de los representantes de los egresados y del sector productivo del
periodo 2018 – 2020. Como se ha relatado por el demandante, el
señor Lombardo Rodríguez López, propuso la prórroga del período de
la señora Edna Rocío Pulido Olaya y la invitación a las sesiones del
señor Marco Antonio Pinzón, pese a haberse vencido sus periodos. La
intención que le atribuye la parte actora a esta actuación es que el
demandado buscaba que dichos representantes pudieran mantenerse

423
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

en el Consejo Superior y, una vez reelegidos, pudieran votar por él. (…).
[E]sta no fue una iniciativa atribuible de forma categórica y exclusiva
al señor Lombardo Rodríguez López, como lo indica el demandante,
sino que su intervención se produjo en el marco de la discusión de esta
propuesta, basada en la imposibilidad de efectuar las convocatorias y
desarrollar sesiones presenciales para hacer elecciones de directivas,
como se lee en el acta, por las medidas adoptadas durante el año 2020
con ocasión de la emergencia sanitaria declarada en todo el territorio
nacional por la pandemia del coronavirus, COVID-19. Además, se
acreditó que la mayoría de los consejeros abogaban por realizar esas
designaciones con las nuevas reglas estatutarias que estaban en
trámite de reforma. (…). Considerando todo lo anterior, la Sala encuentra
que las discusiones y decisiones que se dieron al interior del Consejo
Superior Universitario en torno a la participación de los consejeros Edna
Rocío Pulido y Marco Antonio Pinzón no son demostrativas de actos
de manipulación ni favoritismo hacia la designación del demandado
en la plaza correspondiente, como tampoco lo fueron las solicitudes
sobre la suspensión de dichas convocatorias. En primer lugar, el
panorama por todos conocidos, ocasionado por la pandemia, denota
las preocupaciones generalizadas que tenían los consejeros en torno a
las funciones y las dificultades para asegurar una amplia participación
en el desarrollo de estos procesos, al igual que la posible afectación al
quórum del colegiado. Frente al mismo tópico, del material probatorio
analizado se puede comprender la motivación de los consejeros
para solicitar a la rectora la suspensión de las convocatorias de los
representantes del sector productivo y de los egresados, con el fin de
realizarlas bajo las reglas de postulación que se estaban modificando.
De otro lado, los integrantes del Consejo Superior Universitario
que rindieron testimonios coinciden en defender la autonomía e
independencia de sus deliberaciones y votaciones respecto de todos
los asuntos que son sometidos a consideración. (…). En esa medida,
no existen elementos de juicio que comprueben que hubo actos de
manipulación, favoritismo o indebida injerencia realizados por el
demandado en procura de favorecer la elección de algunos integrantes
del Consejo Superior, como de la suya misma, razón por la cual debe
despacharse desfavorablemente este cargo propuesto.

TESIS 4: La última censura que resta abordar tiene que ver con
las recusaciones a las que hace referencia el demandante en varios
puntos de la demanda. Al respecto, se recuerda que, según el relato
de la parte actora, fueron presentadas recusaciones contra todos

424
los miembros del Consejo Superior por presuntamente manipular la
reelección de los representantes de los exrectores, egresados y del
sector productivo, a través de la reforma estatutaria propuesta a los
literales g), h) e i) del artículo 10 del Acuerdo 011 de 2000. Frente
a este aspecto, la Sala observa que, de acuerdo con el material
probatorio, las recusaciones no fueron presentadas con ocasión de
la designación del demandado, sino en el marco de las discusiones
de la reforma a los estatutos generales y otras normas internas de
la Universidad, durante la sesión del 29 y 30 de abril de 2020, según
consta en el Acta 9 de esa fecha. (…). Siendo así, no le asiste razón al
demandante cuando relaciona estas recusaciones con la designación
del señor Rodríguez López, ocurrida el 13 de abril de 2021. A su turno,
es pertinente mencionar que, en esta última sesión, es decir, en la que
se eligieron a los representantes del sector productivo y exrectores,
no fueron presentadas recusaciones, de acuerdo con el Acta 06 de esa
fecha, aportada al expediente. Conforme con lo discurrido, se concluye
que ninguno de los argumentos expuestos por la parte actora logra
desvirtuar la legalidad del acto de designación del señor Lombardo
Rodríguez López como representante de los exrectores ante el Consejo
Superior de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, lo que
conduce a la Sala a negar la pretensión de nulidad de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 68 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 69
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 123 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
126 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 210 / LEY 30 DE 1992 - ARTÍCULO 4 /
LEY 30 DE 1992 - ARTÍCULO 28 / LEY 30 DE 1992 - ARTÍCULO 64 / LEY 30 DE 1992
- ARTÍCULO 67 / LEY 489 DE 1998 - ARTÍCULO 74 / LEY 805 DE 2003 - ARTÍCULO 8

425
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

CONTROL JURISDICCIONAL DEL ACTO ADMINISTRATIVO


DEROGADO, DECAIMIENTO DEL ACTO ADMINISTRATIVO,
INSCRIPCIÓN IRREGULAR DE CÉDULA DE CIUDADANÍA, FACULTAD
REGLAMENTARIA DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL,
PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY ESTATUTARIA, NOTIFICACIÓN
DEL ACTO ADMINISTRATIVO

EXTRACTO NO. 58

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00036-00
FECHA: 15/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Luis Alberto Álvarez Parra
DEMANDANTE: César Hernando Rodríguez Ramos
DEMANDADO: Consejo Nacional Electoral
MEDIO DE CONTROL: Nulidad simple

PROBLEMA JURÍDICO: Determinar si las Resoluciones 215 de 22


de marzo de 2007, 957 de 12 de julio de 2011, 300 de 5 de marzo
de 2015, Resolución 0333 de 16 de marzo de 2015 y 2857 de 30 de
octubre de 2018 del CNE, resultan contrarias a derecho, con cargo a
las censuras de (i) violación a las normas superiores; (ii) expedición
irregular por no respetar el procedimiento administrativo común
previsto en el CPACA; (iii) vicios de forma, comoquiera que el CNE no
podía atribuirse la competencia para regular un procedimiento breve
y sumario, en tanto carece de potestad reglamentaria (art. 189 num.
11 Superior); (iv) falsa motivación por cuanto la reglamentación del
proceso breve y sumario para dejar sin efecto la inscripción irregular
carece de relación con la regulación contenida en los artículos 34
y 66 a 69 del CPACA; (v) violación del debido proceso, el derecho de
audiencia y de defensa previstos en el artículo 29 de la Constitución
Política y en los artículos 67 a 69 del CPACA, al omitir la notificación
personal del acto que declara ineficaz la inscripción de la cédula de
ciudadanía, comoquiera que se trata de un acto particular y concreto
que finaliza la actuación administrativa, razón que sustenta la censura
atinente a que las resoluciones demandadas no brindan dichas
garantías, precisamente al no incluir la notificación personal del acto
ya referido. Aunado a que esta permite la oportunidad de defenderse
y probar el lugar de residencia para el afectado con la decisión y,

426
por ende, no puede producir efectos legales, no queda en firme y no
adquiere fuerza ejecutoria (art. 87 num. 2 CPACA) si no hay lugar a la
notificación personal.

TESIS 1: [E]n el auto que negó la suspensión provisional proferido por


la Sala, el 30 de septiembre de 2021, se advirtió sobre la imposibilidad
de decretar la cautela ante la derogatoria escalonada de los actos
demandados. (…). No obstante lo anterior, como lo ha reconocido
la jurisprudencia de esta Corporación, la derogatoria de un acto
administrativo, no es óbice para que se decida de mérito sobre la
legalidad de aquellas, bajo el entendido de que los actos administrativos
tuvieron existencia y mientras no fueron retirados del ordenamiento
jurídico, pudieron haber producido efectos jurídicos, caso en el cual,
la nulidad resulta ser el único el mecanismo para limpiar los efectos
espurios, en virtud de la declaratoria ex tunc, es decir, desde su origen,
como si jamás se hubiere expedido. (…). Estas son las razones por las
cuales la Sala se pronunciará sobre el cuestionamiento de legalidad
de los actos impugnados, que no gozan de vigencia, y por lo mismo, no
hacen parte del ordenamiento jurídico.

TESIS 2: [P]ara el ejercicio de la facultad reglamentaria del CNE,


se requiere un factor de génesis o de origen consistente en que
mediante la Constitución o la ley se haya deferido, de forma precisa,
la competencia de reglamentación a dicho órgano, esto es, que “las
disposiciones legales establezcan criterios inteligibles, claros y
orientadores dentro de los cuales ha de actuar la administración de
tal forma que se preserven los principios básicos de un estado social
y democrático de derecho…”; y un factor temático o de objeto y es que
las materias a reglamentar no abarquen el núcleo del asunto que
está reservado a la ley, por ello, ha indicado la jurisprudencia que la
atribución corresponde a aspectos de carácter técnico y operativo, de
ahí la necesidad de aplicar el factor de subordinación y residualidad,
para que no se adentre en las funciones propias del legislador o de
la potestad reglamentaria que le corresponde por regla general al
Presidente de la República. Ahora bien, “la reserva de ley”, a la que
se hace alusión cuando se trata de distinguir la competencia para
regular determinadas materias, que para el caso objeto de estudio
resulta relevante, debe partir del artículo 152 Superior, en cuanto
allí se establece que es reserva de ley estatutaria lo que atañe a la
“función electoral”. (…). A su turno, el Consejo de Estado, también ha
abordado el estudio de las competencias de regulación del Consejo

427
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Nacional Electoral. En efecto, mediante sentencia de 30 de noviembre


de 2001, al pronunciarse sobre el acto general por medio del cual el
CNE reglamentó “la realización y divulgación de encuestas de opinión
política y de carácter electoral”, si bien, reconoció la competencia
para la expedición de normas generales y abstractas en cabeza
del Congreso, en virtud de la cláusula general de competencia (art.
150 C.P.) y del Presidente de la República el ejercicio de la potestad
reglamentaria (Art. 189 numeral 11) consideró que con la entrada en
vigencia de la Carta de 1991, se dio génesis a un sistema especial de
reglamentación dando cabida a otros entes constitucionales, entre
ellos, el CNE. (…). Tal consideración le permitió a la Sala Electoral
concluir que es la propia Constitución, la llamada a otorgar la facultad
de regulación especial para un específico y determinado asunto, pero
dentro de las reglamentaciones que sean objeto de estudio, se debe
determinar, por el juez electoral, si ha de entenderse que, en esos
casos, todo tema relacionado con aquellos previstos en el artículo
152 Superior, imposibilitan cualquier reglamentación y, por ende, no
se le permitiría al CNE, en el caso concreto, dictar reglamentación
alguna. En este orden, concluyó que el entendimiento de la reserva
de ley estatutaria no puede ser llevado a extremos que anquilosen el
correcto desenvolvimiento e implementación de los asuntos que se
relacionen con los temas delimitados en dicho mandato superior. (…).
Así pues, la facultad reglamentaria de la autoridad electoral, cuando
es objeto de análisis, debe superar el crisol de los factores antes
relacionados, a fin de determinar si lo reglamentado ha excedido o no
las esferas competenciales concedidas por el constituyente. (…). [L]a
Sala encuentra que, en efecto, siendo la ley 163 de 1994, una norma
de estirpe estatutaria, implica que el procedimiento breve y sumario
mediante el cual se comprueba la inscripción irregular de cédula,
cuenta con el debido soporte constitucional previsto en el artículo
152 Superior y que la Corte Constitucional avaló al pronunciarse en
vía de revisión frente al entonces proyecto de ley que dio génesis
a la regulación en cita. Por otra parte, la Sala llama la atención de
que la norma del artículo 4 de la referida ley estatutaria, indica, que
además de contar con un procedimiento breve y sumario, el “Consejo
Nacional Electoral declarará sin efecto la inscripción”, por lo que,
además de fijar estatutariamente la naturaleza del trámite, en forma
expresa impartió la orden a la autoridad electoral de dejar ineficaz el
registro respectivo, cuando se desconozca la residencia electoral y se
incurre trashumancia. Como se vio, definidos los supuestos básicos
y sustanciales del asunto por la Constitución y la ley estatutaria,

428
esto es, el factor de génesis y el temático o de objeto, no podría
aceptarse la censura afincada en la falta de competencia del CNE para
reglamentar el procedimiento creado por la normativa estatutaria,
dado que este reglamento, es el instrumento operativo necesario para
dar eficacia a la atribución asignada en la ley 163 de 1994. (…). [L]a
Corte Constitucional ha interpretado el artículo 265 como fuente de
potestades de regulación en cabeza del Consejo Nacional Electoral,
advirtiendo que dicha potestad se limita a la expedición de normas de
naturaleza operativa y administrativa, destinadas a regular los temas
propios de su competencia. (…). Todo lo anterior es indicativo de que las
resoluciones demandadas expedidas por el CNE, mediante las cuales
se establece el procedimiento breve y sumario para dejar sin efectos
la inscripción irregular de la cédula de ciudadanía de un votante, (i)
deviene de la jerarquía superior del mandato 316, (ii) en armonía de la
ley estatutaria 163 de 1994, norma génesis del trámite que ese mismo
legislador calificó de necesariamente célere y pronto y cuya decisión
asignó a dicho ente como suprema autoridad electoral administrativa
y (iii) que se nutre, dentro de una interpretación sistemática, de normas
de menor rango como aquellas reguladoras de la residencia electoral,
la presunción de la misma y las que proscriben y combaten el vicio de
la trashumancia. Es por ello que se estima que la reglamentación del
CNE en materia de cancelación de cédulas de ciudadanía derivada de la
inscripción irregular comprobada, sí es un asunto de su competencia,
ante la jerarquía normativa que da cuenta que no estaba reservada
de manera exclusiva al Congreso, comoquiera que resulta ser un
aspecto técnico y operativo que puede reglamentar el CNE, según
el mismo marco teórico expuesto atinente a que así lo asignaron
y determinaron normas constitucionales, legales, estatutarias y
reglamentarias de mayor jerarquía. Además, si la entidad tiene la
responsabilidad de verificar la debida inscripción de los documentos
de identidad, también tiene la competencia de establecer los
parámetros procedimentales para cumplir con dicha tarea, los cuales,
en principio, no implica determinar aspectos relativos al alcance de
los derechos fundamentales, que sí impondría un desarrollo por vía
de ley. (…). Resta aclarar que, si bien, con buen criterio, se ha sostenido
por la Sala Electoral, que la previsión del artículo 265 Superior sobre
las atribuciones del CNE de ejercer la suprema inspección, vigilancia
y control de la organización electoral, le otorga varias facultades,
ello no es patente de corso para desbordar el límite de la facultad
reglamentaria que tiene a su cargo, como sucedió en casos anteriores
frente a la facultad oficiosa de revisar los escrutinios y a la inscripción

429
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

de candidatos, entre otras. En efecto, en el presente caso lo indicado


dentro del desarrollo normativo que es sustento de las resoluciones
impugnadas, dan cuenta que se ha respetado el límite de la facultad
reglamentaria dentro de los estándares residuales normativos, que
no han vulnerado ni el poder legislativo propio del Congreso como
tampoco la potestad reglamentaria en cabeza del Presidente de
la República. (…). Por lo expuesto, la Sala estima que no hay razón
suficiente para declarar la prosperidad de este cargo general con el
que el actor bajo el ropaje de vicios de forma, glosó la incompetencia
del CNE para expedir los actos demandados.

TESIS 3: La segunda censura tiene que ver con (i) violación a las
normas superiores; (ii) expedición irregular; (iii) falsa motivación y (iv)
violación del debido proceso, el derecho de audiencia y de defensa. Se
trata de las censuras específicas y focalizadas en el articulado
contenido en los actos impugnados, dentro del contexto alegado por el
actor y que giran en torno a glosas como expedición irregular por no
respetar el procedimiento administrativo común previsto en el CPACA;
falsa motivación por cuanto la reglamentación del proceso breve y
sumario para dejar sin efecto la inscripción irregular carece de relación
con la regulación contenida en los artículos 34 y 66 a 69 del CPACA; la
violación del debido proceso, el derecho de audiencia y de defensa
previstos en el artículo 29 de la Constitución Política y en los artículos
67 a 69 del CPACA, al omitir la notificación personal del acto que
declara ineficaz la inscripción de la cédula de ciudadanía. (…).
Recuérdese que la parte actora demandó las Resoluciones (…) pero en
forma concreta todos los cargos específicos mencionados los focalizó
en un único aspecto, como lo es la notificación del acto definitivo, que
considera debe ser indefectiblemente el enteramiento personal. (…).
En efecto, el sustento de las censuras aunque escindidas en distintas
causales, se soportan en un supuesto fáctico único y es que, a juicio del
memorialista, las resoluciones demandadas no brindan dichas
garantías, precisamente al no incluir la notificación personal del acto
ya referido. Pero como los actos demandados contienen en sus textos
un sinnúmero de ejes temáticos, no todos alusivos a la notificación que
el libelista echa de menos frente al acto que decide revocar la
inscripción irregular, impone a la Sala advertir que aunque la parte
actora no especificó dentro de todo el contenido de los actos
administrativos a cuál o cuáles de los artículos que integran las
resoluciones hacía referencia, es claro que sí resulta determinable, a
partir de los argumentos y planteamientos de la violación. (…). Esas

430
dos normas [artículo 44 del C.C.A y artículo 70 de la Ley 1437 de 2011]
en su texto y alcance dan cuenta que la hermenéutica fijada por la
jurisdicción constitucional desde 1985 y hasta el año 2002, evidencian,
de una parte, que no se requiere indefectiblemente de la notificación
personal, cuando es el propio legislador quien ha impuesto una
modalidad de enteramiento diferente y, de otra, que tampoco se genera
una violación normativa constitucional o legal cuando dentro de un
trámite y de cara a un acto registral, no se determina que la notificación
sea personal. Ello se refuerza incluso con la parte final del artículo 70
del CPACA invocado en las resoluciones 300 de 2015, 333 de 2015 y
2857 de 2018, que a la letra indica que en materia de actos registrales
al titular del derecho se le comunica por cualquier medio idóneo,
cuando la inscripción la hubiere solicitado una entidad o personal
distinta a aquel, lo que resulta evidencia que la notificación personal no
es la forma de enteramiento única e indefectible como lo pretende la
parte actora. (…). [L]a Sala Electoral, quiere destacar dos aspectos que
en más de las veces pasan desapercibidos, uno, frente a la tensión del
derecho fundamental de información y sufragio y, otro, respecto de una
carga que el elector que concurre en el derecho a votar le asiste, cual
es, el “deber de ver o de consultar”, más tratándose de un acto de
carácter registral electoral. En cuanto a lo primero, es claro que se
encuentran en tensión dos manifestaciones del mismo derecho a
sufragar, de elegir y ser elegido, pues por una parte está la arista del
votante a quien se le declara ineficaz la inscripción de su cédula, al
evidenciar y comprobar la irregularidad de trashumancia y que se
queda para el lugar sin vínculo habitacional, negocial, profesional etc,
comoquiera que se le da la posibilidad para que concurra a las urnas
del lugar donde se inscribió para los anteriores comicios, con lo que no
se afecta en forma absoluta su derecho. Por otra, está la posición del
derecho a elegir del conglomerado social, local o seccional, municipal
o departamental, que merece la garantía de que las elecciones de su
autogobierno como ente territorial sean transparentes y fidedignas a
su voluntad popular, a su derecho fundamental de decidir por la
persona que quiere asuma la dirección, haciendo frente y combatiendo
al supuesto trashumante. (…). Así las cosas, al elector o votante se le
reconoce su derecho a sufragar, pero también su deber de consultar la
página de la RNEC la vigencia o no de su cédula de ciudadanía y de su
inscripción para sufragar, lo cual no resulta novedoso de cara a
conductas que el electorado debe revisar, tales como la búsqueda de si
se fue nombrado jurado de votación en las páginas web oficiales de la
organización electoral o la consulta del puesto y mesa de votación al

431
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

revisar el E-10 en la cartelera del lugar de votación, manifestaciones


muy concretas y reales del ejercicio del “deber de ver” que se menciona.
(…). [S]e denota en forma clara que la resolución 2857 demandada no
es acto primigenio o génesis del asunto de la trashumancia electoral ni
del procedimiento breve y sumario, comoquiera que como se ha visto
existen normas de mayor rango y jerarquía que regularon y
reglamentaron la sustancialidad de la medida para combatir aquella
de manera célere e inmediata y, por ello el decreto presidencial
reglamentó que la decisión correspondiente se adopta dentro del
contexto de un derecho de carácter “policivo administrativo” que
implica su inmediato cumplimiento, haciendo que el trámite previo y el
posterior con los recursos sean el afincamiento de la garantía del
debido proceso y del derecho de defensa, por lo que no se observa, ni
es de recibo la supuesta violación a dichas garantías fundamentales.
(…). [D]ebido a las características y necesidades de corregir el censo
electoral local, no es posible dar espera a los términos y plazos
comunes del trámite administrativo ordinario, en cuanto los plazos
perentorios del calendario electoral se verían superados, haciendo
inane la medida de ineficacia del registro irregular, por lo cual la
supuesta falsa motivación, no se advierte con la regulación examinada.
(…). Por ello, no es de recibo el argumento con el que se sustenta la
falsa motivación, como tampoco se encuentra probada la expedición
irregular dado que al acogerse la forma de notificación de los actos
registrales para dar a conocer el acto definitivo que resuelve la solicitud
de inscripción irregular de cédulas de ciudadanía se está adoptando
un mecanismo, de los tantos previstos en la ley, para la notificación de
los actos administrativos, consagrados en el antiguo CCA y el actual
CPACA. Todo lo anterior, evidencia que el CNE sí observó el bloque de
legalidad que sustentó el procedimiento respectivo de cara a la forma
de notificar la decisión (…). En efecto, se advierte que con el
procedimiento breve y sumario que se lleva a cabo, bajo la previsión
que sobre el punto hiciera la ley 163 de 1994, en su artículo 4°, en
desarrollo del mandato constitucional 316 y aupado en la normativa
reglamentaria como el 78 del Código Electoral y en la connotación del
acto registral electoral, se cumple con el objetivo de dar publicidad a la
decisión definitiva y la eficacia de la depuración del censo de cara a las
elecciones populares. Mientras que para la Resolución 2857 de 2018
demandada, el apoyo se refuerza y complementa con los instrumentos
adicionales que la misma norma prevé como la publicación en la
página web de la Registraduría Nacional del Estado Civil y el CNE y el
envío de mensaje de datos a quien suministre correo electrónico, como

432
con los Decretos 1066 y 1294 de 2015. En consecuencia, los argumentos
de la parte actora no tienen la virtualidad de generar la nulidad de las
Resoluciones 215 del 22 de marzo de 2007, 597 del 12 de julio de 2011,
300 de 5 de marzo de 2015, 0333 del 16 de marzo de 2015 y 2857 del
30 de octubre de 2018, expedidas por el Consejo Nacional Electoral, lo
cual conlleva a denegar su nulidad.

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: Aunque [se comparte] la mayoría de las razones expuestas


en el fallo que negaron las pretensiones de la demanda, me aparto del
análisis emprendido para resolver el motivo de inconformidad atinente
al desconocimiento del debido proceso por los actos acusados, por
el hecho que establecen respecto de la notificación de las decisiones
que dejan sin efecto la inscripción de cédulas de ciudadanía, que
debe realizarse conforme con lo previsto en los artículos 44 inciso
4° del C.C.A y/o 70 del CPACA, esto es, mediante la anotación en el
registro correspondiente y no mediante un mecanismo eficaz, como
la notificación personal, que garantice el derecho de audiencia y
defensa de las personas afectadas. (…). [E]l fallo respecto del cual
[se salva] parcialmente [el] voto, no prestó debida atención frente
a los términos en que se estimó ajustado al ordenamiento jurídico
colombiano la forma de dar a conocer las decisiones susceptibles de
registro. En efecto, en lo que respecta a la validez de una notificación
de una decisión susceptible de registro el día en que se realice la
inscripción correspondiente, consiste en que el CCA en varias
normas establecía como carga de la administración y garantía de los
ciudadanos, la vinculación de éstos al trámite administrativo objeto
de anotación; es decir, antes de que se adopte la decisión definitiva,
de allí que estimara que la referida forma de notificación no es
contraria al derecho a la defensa, en tanto el sujeto de la decisión
participó en el trámite previo al registro. (…). [F]rente a cada uno de
los actos acusados y, no de forma general, debió la Sala analizar
si garantizan o no que las personas afectadas antes de la decisión
definitiva estén vinculadas al trámite respectivo, y en caso afirmativo,
si la comunicación que se hace de la apertura del procedimiento, en
realidad, garantiza el conocimiento del asunto oportunamente, que
puede afectar sus derechos fundamentales como es el de elegir y ser
elegido. (…). La falta de análisis de las anteriores circunstancias y por

433
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

ende, de la condición para garantizar que las personas destinatarias


de una decisión sean vinculadas efectivamente al trámite en el que se
discutirán sus derechos, que dentro del mismo tendrán la posibilidad
material de ejercer su derecho a la defensa, para estimar que la
aludida forma de notificación es válida, [le lleva] a salvar [el] voto
parcialmente, en especial cuando en el procedimiento de que tratan
los actos cuestionados, se están definiendo aspectos directamente
relacionados con el derecho al voto para un momento específico, e
inclusive, que algunos electores supuestamente de manera incorrecta
registraron su cédula de ciudadanía para incidir en comicios locales
en los que no podían participar.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 150 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
152 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 189 NUMERAL 11 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 265 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 316 / DECRETO
01 DE 1984 - ARTÍCULO 44 / LEY 1437 DE 2011 ARTÍCULO 70 / DECRETO 1066
DE 2015 / DECRETO 1294 DE 2015 / CÓDIGO ELECTORAL - ARTÍCULO 78 / LEY
ESTATUTARIA 163 DE 1994 – ARTÍCULO 4

434
ÍNDICE ANALÍTICO
A

ACTO ADMINISTRATIVO DEROGADO


Control jurisdiccional 426
ACTO DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL 385
AUTONOMÍA UNIVERSITARIA 167
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA
Criterios orgánico y funcional 101
AVAL ELECTORAL 385

CALIDAD DE EMPLEADO PÚBLICO 410


CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR
Requisitos de inscripción 139
CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA 390
COMUNIDAD INDÍGENA
Identidad cultural 323
CONCURSO DE MÉRITOS
Para la elección del personero municipal. Entrevista 207
CONDENA EN COSTAS 390
CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
Facultad reglamentaria 426
CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO
Designación de miembros particulares
Recusación contra sus miembros 418

435
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

CONSULTA ESTAMENTARIA
Validez de la votación virtual 349
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD 25
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL
Competencia de los miembros del Consejo Directivo 70
Estatuto interno 390
Impedimento de los integrantes del Consejo Directivo 402
Régimen legal y estatutario 402
CUOTA DE GÉNERO
En elección de concejal municipal 307
En elección de ediles de la Junta Administradora Local 135

DECAIMIENTO DEL ACTO ADMINISTRATIVO 426


DEMANDA DE RECONVENCIÓN 247
DEMANDA ELECTORAL
Individualización del acto acusado 167
DERECHO DE ACCESO A CARGO PÚBLICO EN LA ESFERA
CONVENCIONAL 25
DERECHOS DEL PUEBLO INDÍGENA 323
DERECHOS POLÍTICOS DE LA MUJER 135, 307
DESAFILIACIÓN AUTOMÁTICA DE PARTIDO POLÍTICO 178
DIVERSIDAD CULTURAL 323
DOBLE VOTACIÓN DE LOS JURADOS 297
E
EFECTOS DE LA SENTENCIA DE NULIDAD
Efectos ex nunc 190, 370

436
ELECCIÓN DE LAS DIRECTIVAS DE LA UNIVERSIDAD OFICIAL 418
EMPRESA SOCIAL DEL ESTADO
Reelección del gerente 262
ENFOQUE DIFERENCIAL ÉTNICO 323
EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA
275, 370
EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA 385
EXCLUSIÓN DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN 118
EXPERIENCIA ADMINISTRATIVA
En cargos del nivel directivo o ejecutivo 349
EXPERIENCIA ESPECÍFICA 357
EXPERIENCIA PROFESIONAL 357
EXPERIENCIA PROFESIONAL DE LOS CANDIDATOS A RECTOR 349
EXPERIENCIA RELACIONADA 357

FACULTADES DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL 323


FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL 323
Diferencia entre el formulario E-14 y el formulario E-24 108, 161, 184,
247
FALTA DE COMPETENCIA ADMINISTRATIVA 167
FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL 139
FORMULARIO E-14
Valor probatorio 161

INCOMPATIBILIDADES DEL PERSONERO MUNICIPAL 226


INHABILIDAD DEL ALCALDE MUNICIPAL
Por intervención en celebración de contratos 118

437
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Por intervención en gestión de negocios 118


Por parentesco con empleado público que ejerce autoridad 190
INHABILIDAD DEL CONCEJAL MUNICIPAL
Por intervención en gestión de negocios 378
Por parentesco con funcionario que ejerce autoridad administrativa
95, 410
Por parentesco con representante legal de Entidad de Seguridad
Social en Salud del Régimen Subsidiado 318
INHABILIDAD DEL CONTRALOR MUNICIPAL
Por intervención en celebración de contratos 370
INHABILIDAD DEL DIPUTADO
Por parentesco con representante legal de Empresa de Servicios
Públicos Domiciliarios 290
INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA A LA GOBERNACIÓN 139
INSCRIPCIÓN IRREGULAR DE CÉDULA DE CIUDADANÍA 426
L
LIBERTAD POLÍTICA 178
LÍMITES DEL JUEZ DE SEGUNDA INSTANCIA 207, 243

MÉTODOS PARA LA SELECCIÓN DEL CANDIDATO DEL PARTIDO


POLÍTICO 118
MODIFICACIÓN DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL 307

NOTIFICACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO 426


NULIDAD ELECTORAL
Contra acto de designación de la directora de la Corporación Autónoma
Regional 25
Contra acto de designación de rectora de la universidad 349
438
Contra acto de designación del director general de la Corporación
Autónoma Regional 70
Contra acto de elección de alcalde distrital 385
Contra acto de elección de alcalde local 155, 243
Contra acto de elección de alcalde municipal por incurrir en la
prohibición de doble militancia 118
Contra acto de elección de alcalde municipal por parentesco con
empleado público que ejerce autoridad 190
Contra acto de elección de concejal municipal por incurrir en la
prohibición de doble militancia 178, 235
Contra acto de elección de concejal municipal por intervención en
contratación 215
Contra acto de elección de concejal municipal por intervención en
gestión de negocios 215, 378
Contra acto de elección de concejal municipal por irregularidades en
el proceso de escrutinio 161, 184
Contra acto de elección de concejal municipal por parentesco con
funcionario que ejerce autoridad administrativa 95, 101, 410
Contra acto de elección de concejal municipal por parentesco con
representante legal de Entidad de Seguridad Social en Salud del
Régimen Subsidiado 318
Contra acto de elección de concejal municipal por vulneración a la
cuota de género 307
Contra acto de elección de contralor municipal por intervención en
celebración de contratos 370
Contra acto de elección de diputado a la asamblea por irregularidades
en el proceso de escrutinio 108, 247
Contra acto de elección de diputado por parentesco con representante
legal de Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios 290
Contra acto de elección de director general de la Corporación
Autónoma Regional 402
Contra acto de elección de director general encargado de la
Corporación Autónoma Regional 390
Contra acto de elección de edil de Junta Administradora Local 135

439
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 1B

Contra acto de elección de gobernador del departamento por


irregularidades en el proceso de escrutinio 297
Contra acto de elección de gobernador por incurrir en la prohibición
de doble militancia 139
Contra acto de elección de personera municipal 207
Contra acto de elección de personero municipal transitorio 226
Contra acto de elección de representante principal de las Comunidades
Indígenas ante el Consejo Directivo de Corporación Autónoma
Regional 323
Contra acto de elección de representantes principal y suplente de los
exrectores ante el Consejo Superior de la Universidad 167
Contra acto de elección del gerente de la Empresa Social del Estado
262
Contra acto de elección del representante de los exrectores ante el
Consejo Superior de la Universidad 418
Contra acto de nombramiento de la comisionada de la Sesión de
Comisión de Contenidos Audiovisuales de la Comisión de Regulación
de Comunicaciones CRC 357
Contra acto de nombramiento del gerente general del Canal Regional
de Televisión del Caribe Ltda - Telecaribe 130
NULIDAD ORIGINADA EN LA SENTENCIA 415

PARTICULARES QUE EJERCEN LA FUNCIÓN PÚBLICA, 418


PARTIDO POLÍTICO
Circunscripción especial para las minorías políticas 275
Personería jurídica 275
Umbral 275
PRETENSIÓN DE RESARCIMIENTO 101
PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO 108, 184, 323
PRINCIPIO DE JUSTICIA ROGADA 130
PRINCIPIO DE LEGALIDAD 167

440
PRINCIPIO DE PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANCIAL 357
PRINCIPIO DE RESERVA DE LEY ESTATUTARIA 426
PRINCIPIO DE TAXATIVIDAD 402
PRINCIPIO PRO ELECTORATEM 370
PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA
En la modalidad de participación de consultas internas o interpartidistas
118
PROYECCIÓN DE LAS RECUSACIONES CONTRA MIEMBROS DEL
CONSEJO DIRECTIVO SOBRE SUS DELEGATARIOS 25
PRUEBA INDICIARIA 235

R
RECUENTO DE VOTOS 297
RECURSO DE APELACIÓN
Límites 207
RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN 415
RECUSACIÓN
Contra miembros del consejo directivo de la Corporación Autónoma
Regional 70
Requisitos y trámite 390
Trámite contra integrantes del Consejo Superior Universitario 349
RENUNCIA A PARTIDO POLÍTICO 178, 235
REPRESENTACIÓN LEGAL DE LA PERSONA JURÍDICA 290
REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD
Falta de agotamiento de la conciliación 275
REQUISITOS DE LA SOLICITUD DE RECUSACIÓN 25

S
SUBROGACIÓN DE LA NORMA 262
SUPLANTACIÓN DE ELECTORES 297

441
T
TRASHUMANCIA ELECTORAL 318
Residencia electoral 297
V
VALOR PROBATORIO
De la prueba en video 139
Del mensaje de datos 139
VALORACIÓN PROBATORIA
En el medio de control de nulidad electoral 378
TOMO I PARTE 1B
SECCIÓN QUINTA
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 B

2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 1 B
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 2

SECCIÓN QUINTA
TOMO I PARTE 2
2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 2
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 2

2021
Diseño e impresión
Imprenta Nacional de Colombia
www.imprenta.gov.co
Bogotá D. C., Colombia

ISSN: 2538-9564
Publicación realizada con el apoyo
del Consejo Superior de la Judicatura
REPÚBLICA DE COLOMBIA
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN QUINTA
ASUNTOS ELECTORALES Y CONSTITUCIONALES 2021

Rocío Araújo Oñate


Presidente

Luis Alberto Álvarez Parra


Magistrado

Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez


Magistrada

Carlos Enrique Moreno Rubio


Magistrado

Pedro Pablo Vanegas Gil


Magistrado
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

4
CONTENIDO

AGRADECIMIENTOS.......................................................................... 19

DESPACHOS........................................................................................20

PRESENTACIÓN..................................................................................25

MAGISTRADA
ROCÍO ARAÚJO OÑATE
AUTOS

CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA, FACTOR


DE COMPETENCIA TERRITORIAL.....................................................................31

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ


SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE
DESIGNACIÓN DE CONTRALOR MUNICIPAL, REQUISITOS DE
PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, PRECEDENTE
JUDICIAL, INHABILIDAD DEL CONTRALOR POR EJERCICIO DE
AUTORIDAD ADMINISTRATIVA COMO CONTRALOR ENCARGADO..........33

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA DECISIÓN QUE NEGÓ


LAS EXCEPCIONES DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA
DEMANDA Y FALTA DE COMPETENCIA DEL JUEZ ELECTORAL,
COALICIÓN POLÍTICA...........................................................................................37

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN


DE LOS REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE
LAS COMUNIDADES NEGRAS ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO
CORPOGUAJIRÁ, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL, CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, COMUNIDAD NEGRA,
CONSEJO COMUNITARIO DE LA COMUNIDAD NEGRA, TRÁMITE
DE TITULACIÓN COLECTIVA O DE ADJUDICACIÓN DE TIERRAS.............45

5
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ


PARCIALMENTE LA REFORMA DE LA DEMANDA DEL ACTO QUE
DECLARÓ EL DERECHO PERSONAL A OCUPAR UNA CURUL EN
LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, REFORMA DE LA DEMANDA,
SANEAMIENTO DE IRREGULARIDAD PROCESAL.......................................53

MEDIDAS CAUTELARES, REVOCATORIA DE LA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL........................................................................................................58

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE ORDENÓ REMITIR EL


EXPEDIENTE POR COMPETENCIA AL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO
DE CUNDINAMARCA, COMPETENCIA DEL CONSEJO DE ESTADO,
COMPETENCIA DEL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO, ACTO DE
ELECCIÓN DEL MINISTRO DEL INTERIOR.....................................................61

ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE LA SENTENCIA................................................70

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO


EN ENCARGO DE LA DIRECTORA GENERAL DE CARDER,
REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
TRÁMITE DE LAS RECUSACIÓN EN EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE RISARALDA...........................72

PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA, DECRETO DE PRUEBAS


DE OFICIO...............................................................................................................77

RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ LA


SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE LA DESIGNACIÓN DE LA
DIRECTORA GENERAL ENCARGADA DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL DE RISARALDA CARDER, REQUISITOS
DE LA RECUSACIÓN............................................................................................81

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO POR


PRESUNTAMENTE HABER PARTICIPADO EN LA EXPEDICIÓN DEL
ACTO ENJUICIADO, IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO
PÚBLICO POR HABER CELEBRADO CONTRATO DE PRESTACIÓN
DE SERVICIOS CON LA CONTRALORÍA DE BOGOTÁ, CUYO
REPRESENTANTE ERA EL DEMANDADO......................................................85

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA EL AUTO QUE RECHAZÓ POR


EXTEMPORÁNEO EL RECURSO DE APELACIÓN.........................................88

6
REQUISITOS PARA LA REVOCATORIA O MODIFICACIÓN
DE LA MEDIDA CAUTELAR................................................................................91

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO


DE ELECCIÓN DE MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN
NACIONAL DE DISCIPLINA JUDICIAL, PROCESO
DE ELECCIÓN DE LOS MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN
NACIONAL DE DISCIPLINA JUDICIAL, CONCURSO
DE MÉRITOS Y CONVOCATORIA PÚBLICA.....................................................95

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ


PROBADA LA EXCEPCIÓN DE INEPTA DEMANDA Y LA
TERMINACIÓN DEL PROCESO ACUMULADO, EXCEPCIÓN
DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA POR FALTA
DE LOS REQUISITOS FORMALES, DERECHO DE ACCESO
A LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA, PRINCIPIO DE
LA COMUNIDAD DE LA PRUEBA, INTERPRETACIÓN
DE LA DEMANDA.......................................................................................... 104

APELACIÓN DEL AUTO QUE NIEGA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE
LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL............................................................... 111

SOLICITUD DE NULIDAD DE LA SENTENCIA, EJECUTORIA


DE LA SENTENCIA............................................................................................ 114

RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA EL AUTO QUE NEGÓ


LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO
DE ELECCIÓN DE LOS MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL
DE DISCIPLINA JUDICIAL, CONVOCATORIA PÚBLICA PARA
LA CONFORMACIÓN DE TERNAS EN EL PROCESO DE ELECCIÓN
DE LOS MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL DE
DISCIPLINA JUDICIAL................................................................................. 117

SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL, SUPUESTOS


PARA SENTAR JURISPRUDENCIA................................................................ 123

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 129

ADICIÓN A LA SENTENCIA.............................................................................. 132

7
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE ACEPTÓ


DESISTIMIENTO DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO
CONTRA SENTENCIA, LA DECLARÓ EN FIRME Y SE ABSTUVO
DE DAR TRÁMITE A LOS ESCRITOS PRESENTADOS POR LOS
RECURRENTES AL NO TENERLOS COMO SUJETOS PROCESALES,
INTERVENCIÓN DE TERCEROS PROCESALES, PRINCIPIO
DE PRECLUSIÓN................................................................................................ 136

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE


DESIGNACIÓN DE LA REPRESENTANTE DE LAS DIRECTIVAS
ACADÉMICAS ANTE EL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ DIEGO LUIS CÓRDOBA,
INTERVENCIÓN Y LÍMITES DEL TERCERO INTERVINIENTE.................. 140

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ


LA DEMANDA POR CADUCIDAD, CADUCIDAD DEL MEDIO
DE CONTROL, CONTABILIZACIÓN DEL TÉRMINO EN LA
ELECCIÓN DEL PERSONERO......................................................................... 147

AUTO QUE ORDENA LA PRÁCTICA DE PRUEBA DE OFICIO,


TRASHUMANCIA ELECTORAL....................................................................... 153

ADICIÓN A LA SENTENCIA.............................................................................. 156

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ


LA PRÁCTICA DE PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA, MEDIOS
DE PRUEBA, PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN, SOLICITUD
DE PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA..................................................... 160

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO


DE ELECCIÓN DEL REPRESENTANTE POR EL SECTOR
PRODUCTIVO ANTE EL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO
DE LA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ
“DIEGO LUIS CÓRDOBA”.................................................................................. 163

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE ADMITIÓ DEMANDA


Y NEGÓ SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, INTERVENCIÓN
DE TERCEROS PROCESALES, EDAD DE RETIRO FORZOSO,
REINTEGRO DEL PENSIONADO AL SERVICIO, AUTONOMÍA
UNIVERSITARIA................................................................................................. 166

8
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA DECISIÓN QUE NEGÓ
LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO
DE DESIGNACIÓN DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD
FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, REINTEGRO DE
PENSIONADOS Y MAYORES DE 70 AÑOS AL SERVICIO
PÚBLICO, AUTONOMÍA UNIVERSITARIA..................................................... 172

SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DEL SECTOR PRODUCTIVO ANTE EL
CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DE LA AMAZONÍA............ 181

MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,


SUSTENTACIÓN DE LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN
PROVISIONAL, MEDIDA CAUTELAR DE URGENCIA,
RESPONSABILIDAD DEL PARTIDO POLÍTICO,
SELECCIÓN DEL CANDIDATO DEL PARTIDO POLÍTICO,
PERJUICIO IRREMEDIABLE............................................................................ 186

SENTENCIAS

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN


DE LOS REPRESENTANTES DE LAS ENTIDADES SIN ÁNIMO
DE LUCRO ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE CORPONOR,
POSTULACIÓN PARA REPRESENTAR A LAS ENTIDADES
SIN ÁNIMO DE LUCRO EN EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL.................................................. 193

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO QUE DECLARÓ DERECHO


PERSONAL A OCUPAR CURUL EN EL CONCEJO MUNICIPAL,
DECRETO DE PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA, DERECHO
A LA OPOSICIÓN POLÍTICA............................................................................. 205

NULIDAD ELECTORAL CONTRA NOMBRAMIENTO DEL


DIRECTOR DEL PROGRAMA DE SEGURIDAD Y SALUD
EN EL TRABAJO DE LA UNIVERSIDAD DEL QUINDÍO,
AUTONOMÍA UNIVERSITARIA, FORMA DE PROVEER
VACANTES ABSOLUTAS RESPECTO DE LOS DIRECTORES
DE PROGRAMA DE LA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO,
DEROGATORIA DE LA LEY............................................................................... 220

9
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


MUNICIPAL, INHABILIDAD DE ALCALDE POR INTERVENCIÓN EN
CELEBRACIÓN DE CONTRATOS, RESCISIÓN DEL CONTRATO.............. 225

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN


DEL DIRECTOR GENERAL DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL DEL CESAR CORPOCESAR,
RÉGIMEN LEGAL DE LAS FALTAS ABSOLUTAS DE LAS
COMUNIDADES INDÍGENAS O ETNIAS Y DE LAS
COMUNIDADES NEGRAS, TRÁMITE DE LAS RECUSACIONES
EN LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, QUORUM
DELIBERATORIO Y DECISORIO, REQUISITO DE EXPERIENCIA
EN ASUNTOS AMBIENTALES PARA ACCEDER AL CARGO
DE DIRECTOR GENERAL............................................................................. 235

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJALES MUNICIPALES, CUOTA DE GÉNERO, INSCRIPCIÓN
DE LISTAS........................................................................................................... 246

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LOS


REPRESENTANTES PRINCIPALES Y SUPLENTES DEL SECTOR
PRIVADO ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE CARDER, FACULTAD
REGLAMENTARIA RESIDUAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL........................................................................................................... 250

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR PARENTESCO CON
FUNCIONARIO QUE EJERCE AUTORIDAD CIVIL ....................................... 254

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL


PERSONERO, ACUMULACIÓN DE PROCESOS, DEBERES DEL
JUEZ, FALLO INHIBITORIO, VARIACIÓN DE LOS TÉRMINOS DE
LA CONVOCATORIA EN CONCURSO DE MÉRITOS, CRITERIO DE
INCIDENCIA......................................................................................................... 259

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LOS


REPRESENTANTES DE LAS ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO
ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL CARDER, PRINCIPIO DE PUBLICIDAD EN TORNO AL
ACTO DE ELECCIÓN.......................................................................................... 269

10
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE LA
DIRECTORA ENCARGADA DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL DEL CESAR CORPOCESAR, REQUISITOS PARA EL
CARGO DE DIRECTOR ENCARGADO............................................................. 275

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LA


CONTRALORA DEPARTAMENTAL DE BOYACÁ, INHABILIDAD
CONSTITUCIONAL DEL CONTRALOR DEPARTAMENTAL,
ESTRUCTURA DEL ESTADO, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN
DE PODERES, CARGO DE PERSONERO MUNICIPAL Y SU
PERTENENCIA O NO A LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL
DE LOS MUNICIPIOS.................................................................................... 282

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO A LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, CUOTA DE GÉNERO,
DERECHO DE POSTULACIÓN DE LAS COLECTIVIDADES POLÍTICAS,
PROCESO DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURAS DE LOS PARTIDOS
POLÍTICOS, REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN...................................... 297

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LA


CONTRALORA DEPARTAMENTAL DE BOYACÁ, COMPETENCIA
FUNCIONAL DEL AD QUEM AL RESOLVER EL RECURSO DE
APELACIÓN, HECHO NOTORIO, MODIFICACIÓN DE LOS TÉRMINOS
DE UNA CONVOCATORIA EN ELECCIÓN DEL CONTRALOR
DEPARTAMENTAL............................................................................................. 305

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE LOS


DIPUTADOS A LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL POR CAUSALES
OBJETIVAS, SUPLANTACIÓN DE ELECTORES, DIFERENCIA
ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO E-24, ERROR
ARITMÉTICO, TRASHUMANCIA ELECTORAL, PRINCIPIO DE
EFICACIA DEL VOTO.................................................................................... 313

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJAL MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE
MILITANCIA POLÍTICA EN LA MODALIDAD DE PERTENECER
SIMULTÁNEAMENTE A DOS COLECTIVIDADES, RENUNCIA
A PARTIDO O MOVIMIENTO POLÍTICO, OPORTUNIDAD PARA
SOLICITAR, DECRETAR Y PRACTICAR LA PRUEBA, ESTATUTOS
DEL PARTIDO POLÍTICO COMO PRUEBA................................................ 325

11
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN, GENERALIDADES


Y REQUISITOS DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN,
FINALIDAD DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN,
CAUSAL DE NULIDAD ORIGINADA EN LA SENTENCIA, PRINCIPIO
DE CONVALIDACIÓN, CONDENA EN COSTAS............................................. 331

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE LLAMAMIENTO


DE SENADORA DE LA REPÚBLICA, VACANCIA ABSOLUTA
DEL CONGRESISTA, ELEMENTOS DE LA COSA JUZGADA,
FENÓMENO DE LA SILLA VACÍA, PRINCIPIO DE NON BIS IN
IDEM, FALSA MOTIVACIÓN, EXPEDICIÓN IRREGULAR
DEL ACTO DECLARATORIO DE LA ELECCIÓN, CONTROL
JUDICIAL DEL ACTO DE POSESIÓN.............................................................. 340

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GOBERNADOR, VIOLACIÓN DE LA NORMA, CAMPAÑA ELECTORAL,
FINALIDAD DE LA CAMPAÑA ELECTORAL, PROPAGANDA
ELECTORAL, VOTO ELECTRÓNICO, IMPLEMENTACIÓN DE NUEVAS
TECNOLOGÍAS EN PROCESOS Y PROCEDIMIENTOS ELECTORALES,
RECLAMACIÓN ADMINISTRATIVA ELECTORAL......................................... 362

ALCANCE DEL RECURSO DE APELACIÓN, NULIDAD ELECTORAL


CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL,
FALTAS TEMPORALES Y ABSOLUTAS DE LOS PERSONEROS
MUNICIPALES..................................................................................................... 374

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


DIPUTADO, INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR DOBLE MILITANCIA
EN MODALIDAD DE APOYO, RESPONSABILIDAD DEL PARTIDO
POLÍTICO, OBJECIÓN DE CONCIENCIA, AVAL ELECTORAL..................... 380

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


MUNICIPAL, PRÁCTICAS DE CORRUPCIÓN COMO CAUSAL DE
NULIDAD, DEFICIENCIA PROBATORIA, FINANCIACIÓN DE LA
CAMPAÑA ELECTORAL.................................................................................... 395

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA AL
CONCEJO MUNICIPAL, REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE
CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR............................................................. 403

12
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, DERECHO PERSONAL A ACCEDER A
UNA CURUL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR HABER EJERCIDO
AUTORIDAD DENTRO DEL AÑO ANTERIOR A LA ELECCIÓN,
REQUISITOS DEL EMPLEADO PÚBLICO, TRABAJADOR OFICIAL,
MIEMBROS DE LA CORPORACIÓN PÚBLICA, INCOMPATIBILIDADES
DEL CONCEJAL.................................................................................................. 408

MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD CONTRA ACTO PARTICULAR,


SISTEMAS PARA LA FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL,
LEY ESTATUTARIA, OMISIÓN LEGISLATIVA................................................ 422

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJAL MUNICIPAL, ORGANIZACIÓN POLÍTICA,
AVAL ELECTORAL............................................................................................. 430

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE PERSONERO MUNICIPAL, SOLICITUD DE UNIFICACIÓN
JURISPRUDENCIAL, INHABILIDADES DEL PERSONERO MUNICIPAL,
PERTENENCIA O NO DEL PERSONERO MUNICIPAL A LA RAMA
EJECUTIVA DEL PODER PÚBLICO................................................................ 437

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GOBERNADOR, COALICIÓN POLÍTICA, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA
EN LA MODALIDAD DE APOYO, VALORACIÓN DE LA PRUEBA,
LIBERTAD PROBATORIA.................................................................................. 449

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL DISTRITAL, VACANTE EN LA CORPORACIÓN PÚBLICA
DE ELECCIÓN POPULAR, DESVIACIÓN DE PODER, DERECHO AL
DEBIDO PROCESO............................................................................................. 480

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN


DEL REPRESENTANTE DE LOS EX RECTORES DE LA
UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA ANTE EL CONSEJO
SUPERIOR UNIVERSITARIO, MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR
UNIVERSITARIO, ELECCIÓN DEL REPRESENTANTE DE LOS
EXRECTORES ANTE EL CONSEJO SUPERIOR, PRINCIPIO
DE INTERPRETACIÓN JURÍDICA, INTERVENCIÓN DE
TERCEROS EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO...................... 489

13
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN


DE DIPUTADA, SOLICITUD DE UNIFICACIÓN
JURISPRUDENCIAL, INHABILIDAD DEL DIPUTADO
POR PARENTESCO CON AUTORIDAD ADMINISTRATIVA,
EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD, INCIDENCIA
DE LAS DECISIONES EN SEDE ADMINISTRATIVA DEL
CNE EN SEDE JUDICIAL............................................................................. 498

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN


DE LA DIRECTORA GENERAL ENCARGADA DE
LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, RECUSACIÓN,
QUORUM REQUERIDO POR EL CONSEJO DIRECTIVO
PARA DELIBERAR, CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO, TRÁMITE DE LA RECUSACIÓN................................ 508

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL DISTRITAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA............................ 518

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE LOS REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE
DE LAS COMUNIDADES NEGRAS ANTE EL CONSEJO
DIRECTIVO DE CORPOGUAJIRA, DIFERENCIA ENTRE
COMUNIDAD NEGRA Y CONSEJOS COMUNITARIOS................................ 521

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONTRALOR MUNICIPAL, INHABILIDAD CONSTITUCIONAL
DEL CONTRALOR MUNICIPAL, ELECCIÓN DEL CONTRALOR
MUNICIPAL, ACCESO A CARGO PÚBLICO................................................... 530

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS,
JURISPRUDENCIA ANUNCIADA, CONCURSO DE MÉRITO
PARA ACCESO A CARGO PÚBLICO............................................................... 542

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJAL MUNICIPAL, EJERCICIO DE LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR
EJERCICIO DE AUTORIDAD............................................................................. 552

14
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN
DE CONCEJAL MUNICIPAL, EJERCICIO DE LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR
PARENTESCO CON AUTORIDAD ADMINISTRATIVA................................. 559

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJAL MUNICIPAL, EXCEPCIÓN DE FALTA
DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA,
COMPETENCIA FUNCIONAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA
EN LA MODALIDAD DE APOYO, MEDIOS DE PRUEBA, DERECHO A
LA INTIMIDAD, MERA EXPECTATIVA DE DERECHOS
DE LA PERSONA, VALORACIÓN PROBATORIA,
REDES SOCIALES, EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD.............. 562

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE ALCALDE LOCAL DEL DISTRITO CAPITAL, INTERVENCIÓN
EN GESTIÓN DE NEGOCIOS, INTERVENCIÓN EN CELEBRACIÓN
DE CONTRATOS............................................................................................ 582

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DE LOS EGRESADOS ANTE
EL CONSEJO DIRECTIVO DEL INSTITUTO TOLIMENSE
DE FORMACIÓN TÉCNICA PROFESIONAL ITFIP, FALSEDAD
EN DOCUMENTO ELECTORAL, CORRUPCIÓN DEL ELECTOR,
VALOR PROBATORIO DE LA PRUEBA EN VIDEO, TACHA
DE FALSEDAD EN DOCUMENTO, ESCRUTINIO, ANTECEDENTES
DEL ACTO ADMINISTRATIVO, DOBLE VOTO............................................... 587

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL
DE DISCIPLINA JUDICIAL, PROCESO DE SELECCIÓN
DE FUNCIONARIO PÚBLICO, TERNA, PRINCIPIO
DE SEPARACIÓN DE PODERES, COMISIÓN NACIONAL
DE DISCIPLINA JUDICIAL, CONCURSO DE MÉRITOS,
CONVOCATORIA AL CARGO PÚBLICO, PRINCIPIO
DE MÉRITO, DEBIDO PROCESO ADMINISTRATIVO................................... 594

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN, NULIDAD


ORIGINADA EN LA SENTENCIA, CONDENA EN COSTAS......................... 606

15
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONTRALOR MUNICIPAL, INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA
DE LA LEY, TAXATIVIDAD DE LAS CAUSALES DE NULIDAD,
CAUSALES DE INHABILIDADES SEGÚN LA CONSTITUCIÓN,
INHABILIDADES DEL CONTRALOR MUNICIPAL, CONCURSO
DE MÉRITOS Y LA CONVOCATORIA PÚBLICA, INHABILIDAD
CONSTITUCIONAL DEL CONTRALOR MUNICIPAL, INHABILIDAD
DEL CONTRALOR MUNICIPAL POR EJERCICIO DE AUTORIDAD........... 612

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GOBERNADOR DE LA GUAJIRA, SENTENCIA DE REEMPLAZO,
COALICIÓN POLÍTICA, COALICIÓN DEL PARTIDO POLÍTICO,
PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN LA MODALIDAD
DE APOYO, CANDIDATOS DE COALICIÓN, VALORACIÓN DE LA
PRUEBA, JURISPRUDENCIA ANUNCIADA.................................................. 625

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE DIPUTADA, COSA JUZGADA, IDENTIDAD DE CAUSA,
EFECTO ERGA OMNES..................................................................................... 660

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE PERSONERO MUNICIPAL, SOLICITUD DE UNIFICACIÓN
JURISPRUDENCIAL, CONCURSO DE MÉRITOS, PRINCIPIO
DE DEMOCRATIZACIÓN, ACCESO A LA FUNCIÓN PÚBLICA,
ENTREVISTA EN EL CONCURSO DE MÉRITOS,
DISCRECIONALIDAD, PRECEDENTE CONSTITUCIONAL,
INAPLICACIÓN DEL PRECEDENTE JURISPRUDENCIAL,
SOLICITUD DE INTERVENCIÓN DEL COADYUVANTE............................... 663

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE ALCALDE MUNICIPAL, EXPEDICIÓN IRREGULAR,
PACTO DE ADHESIÓN, COALICIÓN POLÍTICA, ACTO
ADMINISTRATIVO PREPARATORIO, VIOLENCIA PSICOLÓGICA,
FALSA MOTIVACIÓN ........................................................................................ 677

NULIDAD ELECTORAL DEL ACTO DE ELECCIÓN


DEL REPRESENTANTE DEL SECTOR PRODUCTIVO
ANTE EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD
PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA, AUTONOMÍA
UNIVERSITARIA, CONVOCATORIA A ELECCIONES................................... 686

16
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN
DE ALCALDE MUNICIPAL, RESIDENCIA ELECTORAL,
PRETENSIONES ADICIONALES EN SEGUNDA INSTANCIA,
CARGO NUEVO, TRASHUMANCIA ELECTORAL, CENSO
ELECTORAL, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO,
INCIDENCIA DE LAS IRREGULARIDADES................................................... 693

SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL, NULIDAD


ELECTORAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL PERSONERO
MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS PARA LA ELECCIÓN DEL
PERSONERO MUNICIPAL, ALCANCE DEL CONCURSO DE MÉRITOS,
PRINCIPIO DEMOCRÁTICO, ACCESO A LA FUNCIÓN PÚBLICA,
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD, ATRIBUCIONES DEL CONCEJO
MUNICIPAL, IMPROCEDENCIA DE LA ANALOGÍA, CADENA DE
CUSTODIA DE LA PRUEBA, PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA, USO
DE NUEVAS TECNOLOGÍAS, OBJETO DEL MEDIO DE CONTROL
DE NULIDAD ELECTORAL, OBJETO DEL MEDIO DE CONTROL DE
CONTROVERSIAS CONTRACTUALES....................................................... 710

ÍNDICE ANALÍTICO......................................................................... 725

17
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

18
AGRADECIMIENTOS

El contenido de la publicación que hoy nos sentimos honrados


de presentar es el resultado del trabajo de los Magistrados que
integran la Sección Quinta del Consejo de Estado, quienes con ello
honran el compromiso de garantizar los principios de publicidad y
transparencia de sus decisiones.

Este trabajo fue posible gracias a la invaluable colaboración de


los integrantes de cada despacho, del grupo interdisciplinario y la
Secretaría de nuestra Sección, que acompaña las labores y revisa los
altos estándares de calidad que las rigen y, muy especialmente, de
las Relatorías de la Sala Electoral y la de Asuntos Constitucionales
del Consejo de Estado.

El reconocimiento que hoy le brindamos a tan excelso equipo


obedece al apoyo incondicional que, con ocasión del trabajo realizado
con excelencia, permite esta divulgación jurisprudencial, la cual se
erige en un nuevo pilar para la protección de principios democráticos
y derechos fundamentales.

19
SECCIÓN QUINTA TOMO IIBPARTE 2

2021

DESPACHOS

ROCÍO ARAÚJO OÑATE

Magistrados Auxiliares: Nancy Ángel Müller, María Cecilia del Río Baena,
María José Penen Lastra
Profesionales Especializados: Clara Inés Moreno Salazar, Ana Isabel
Baquero Barriga, Julián Camilo Bazurto Barragán, Laura Victoria Cruz
Ochoa, Diego Fabián Monje
Sustanciadores: Mónica Patricia Bayter Orlando, Juan Camilo Redondo
Maestre, María Josefina Quintero Daza, Diego Orlando Cediel Salas
Oficial Mayor: Lina María Ocampo Suárez
Auxiliares Judiciales: Juan Nicolás Gómez Ronsería, Fabio Edison Barrera Gil
Conductor: Luis Orlando Urrutia Figueredo

LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ


ROCÍO ARAÚJO OÑATE (E)
PEDRO PABLO VANEGAS GIL

Magistrados Auxiliares: Fabio Jiménez Bobadilla, Paula Robledo Silva,


Sergio Alejandro Fernández Parra
Profesionales Especializados: Wilmar David Chaves Ramos, Jorge Rafael
Gómez Ortiz, María Camila Cervera Osorio, Carlos Andrés Vásquez Isaza,
Carlos Andrés Gómez Párraga
Sustanciadores: Diego Fernando Perdomo Rojas, Marco Felipe Chacón
Uribe, Juan David Aponte González, Rafael Bernardo Fernández Gómez
Oficial Mayor: Lizeth Dayani Ávila Poveda
Auxiliares Judiciales: Mónica María Pedraza Morales, Susan Lorena
Martínez Ocampo
Conductor: Mauricio Ávila Niño

CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

Magistrados Auxiliares: Germán Suárez Castillo, Ángela María Arbeláez


Cortés, Sonia Milena Vargas Gamboa
Profesionales Especializados: Johalys Matute Fuentes, María Alejandra Páez
Ibáñez, Yenifer Andrea Polanco Sánchez, Mery Ortiz Romero, Oderlei Núñez Castro

20
Sustanciadores: Katerine Venegas Rozo, Adriana Mejía Romero, Wilson
Jair Correa Barragán, Luis Fernando Balaguera Soto
Oficial Mayor: Miguel Alfredo Pinedo Murgas
Auxiliar Judicial: Wilson Jair Correa Barragán
Conductor: Armando Benítez Ramírez

LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

Magistrados Auxiliares: Claudia Patricia Molano Moncada, Elizabeth


Becerra Cornejo, Fabián Enrique Salazar Cárdenas
Profesionales Especializados: Laura Victoria del Pilar Sterling Sterling,
Katia Alexandra Domínguez Garcés, Ana Carolina Osorio Calderín, Ronald
Eliécer Van-Griecken, Astrid Carolina Sánchez Calderón
Sustanciadores: Arbey Cárdenas Ramírez, Andrea del Pilar Castellanos
García, Sandra Milena Tibaduiza Pulido
Oficial Mayor: Estefanía Robayo Cuervo
Auxiliares Judiciales: Ángela María del Pilar Luna Montero y Nelly
Stephany Mancera Gómez
Conductor: José Boris Estrella Gordillo

EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
SECCIÓN QUINTA
Magistrado Auxiliar: Ángela Natalia Prieto Vargas
Profesionales Especializados: Marco Fidel Rojas Guarnizo, Andrea
Fernanda Arévalo Álvarez, Diego Enrique Segura Alfonso, Leonardo
Ernesto Corredor Ramírez, Sebastián Ávila Riaño
Sustanciadores: Leonardo José Navarro Pinto, Daniel Alberto Beltrán
Romero, Flor Nirsa Muñoz, Sindy Milena Cuervo Quintero
Auxiliares Judiciales: Carolina Mesa De la Ossa, Jairo Nelson Casteblanco
Beltrán, Camila Díaz González, Didier Giovanni Pérez Chacón, Ángela María
Guerrero Guerrero

SECRETARÍA SECCIÓN QUINTA


Secretaria: Ethel Sariah Mariño Mesa
Oficial Mayor: Gregory Enrique de Antonio Rojas, Efraín Alberto Cortés Gordo
Auxiliares Judiciales: Efrain Alberto Cortés Gordo, María del Pilar Clavijo
Gaitán, Bertha Cecilia Huérfano Molano, Ángela María Hernández Baquero

21
SECCIÓN QUINTA TOMO IIBPARTE 2

2021

Escribiente: Néstor Antonio Rodríguez Higuera, María Camila Núñez


Martínez
Citador: Katherinn Andrea Rojas Vargas

SECRETARÍA GENERAL
Secretario General: Juan Enrique Bedoya Escobar
Equipo de Trabajo: Juliana Mosquera Correal, Heidy Yurani Barreto Cruz,
Blanca Lilia Vela Suárez, Javier Eduardo Vergara Hernández, Amanda
Cristina Cerón Rodríguez, Blanca Isabel Rodríguez Uribe, Diego Mario
Gómez Torres, Jeimy Tatiana Casas Mora, Zaida Yurani Duitama Guio,
Iván Mauricio Lizarazo Solano, Diana Lizeth León Lozada, María Doris
Buitrago Bermúdez, Javier Emilio Castellanos Sotelo, Juan Sebastián
Gómez Aristizabal, Jesús Hernando Padilla Guerrero, Alexander Guillermo
Pineda Vanegas, Mónica Eliana López Madarriaga, Miller Andrés Vásquez
Rodríguez, Jhon Jairo Rueda Bonilla, Lorena Carmona Villamarín, Jeimmy
Carolina Guerrero Baracaldo, María Alejandra Hernández Mejía, Luisa
Fernanda Pardo Salamanca, Cecilia Esperanza Vega Valcárcel, Carolina
Guzmán Quiñones, Juliana Andrea de los Ángeles Sterling Sterling, Diana
Marcela Mateus Cobos, Juan Carlos Valenzuela Pedraza, Linda Mairena
Mojica Alvarado, Jeimy Liliana Noriega Pedraza, Katherin Andrea Barrera
Valencia, Cindy Paola Mendoza Tique, Myriam Yolanda Jiménez Parra,
Anna María Fierro Osejo, Juan Sebastián Cano Rico, Jeyson Andrés Forero
Sierra, Oscar Javier Miranda Rueda, Thelmo Julián Bolaños Liscano, Neyl
Alejandro Vacca Bermúdez, Heidy Lizeth Bobadilla Pinzón, Carolina Mora
Hernández, Fabio Díaz Ruíz

RELATORÍAS
Relator Sección Quinta: Wadith Rodolfo Corredor Villate
Auxiliares Judiciales: Ana Teresa Niño Rojas, Daniela Pamela Quiñonez
Sánchez*, Erik Ferney Hernández Acosta
Relatores de Asuntos Constitucionales: Pedro Javier Barrera Varela,
Leonardo Vega Velásquez*, Camilo Augusto Bayona Espejo, Jacqueline
Contreras Parra*, Juan Alejandro Suárez Salamanca
Profesionales: Darwin Alexis Goyeneche Ortiz, Lorenza Cortés Rozo,
Melissa Amaya Galeano, Leonardo Vega Velásquez, Jenifer Alexandra
Ochoa Salcedo, Lucero Valois

22
Auxiliares Judiciales: Lucero Valois, Melissa Amaya Galeano, Daniela
Mayorquín Mayorquín, Jenifer Alexandra Ochoa Salcedo, María Camila
Vega Torres, Jessica Paola Delgado Escobar
Escribientes: Jessica Paola Delgado Escobar, Vanessa Millán Paramo,
María Camila Vega Torres, Diego Felipe Torres Castañeda, José Salvador
Jiménez Pérez

OFICINA DE SISTEMAS
Jefe de Sistemas: Pablo Enrique Moncada Suárez
Profesional Especializado 33: Paola Andrea Alzate Lozano
Profesional Universitario Grado 20: Carolina Álvarez López
Profesional Universitario Grado 18: Oscar Elías Herrera Bedoya, Camilo
Ernesto Losada Burbano, Jorge Eduardo Coral Torres
Operador de Sistemas Grado 18: Leslie Rocío Cruz Chacón, Camilo
Ernesto Losada Burbano, José Fernando Bejarano Peña
Técnico Grado 13: Luis Carlos Cardozo Saavedra, Nancy González Vanegas,
Julián Alberto Amaya Céspedes
Grupo de Apoyo: Jaime Armando Meneses, Mateo Aza Bustos, David
Santiago Uribe, María Isabel Aguilar Moya, Steven Leonardo Sierra Pardo

OFICINA DE PRENSA
Jefe de Prensa: Juliana María Cadena Casas
Profesional Universitario: Giovanni González Arango, César Augusto
Álvarez López, Diego Rodríguez Saza
Asistente Administrativo: Fredy Ernesto Vergara Hernández

COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Coordinador Administrativo: Antonio Guillermo Guarín Rojas
Profesional Universitario Grado 18: Gloria Patricia Mejía Bravo
Escribiente Nominado: Rafael Antonio Garzón Verano
Asistentes Administrativos: John Jairo Caro Ramírez, Maryhat Yessell
Parra Cantor, Yineth Viviana Molina Triana

* Servidores que acompañaron parte del año al grupo de trabajo

23
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

24
P RESENTACIÓN1

El numeral 1º del artículo 237 de la Constitución Política define al Consejo


de Estado como el “tribunal supremo de lo contencioso administrativo” y,
con ello, le confiere la potestad de determinar el alcance, los efectos
y la interpretación de normas, conceptos e instituciones relevantes y
aplicarlos para resolver los casos concretos, en el contexto delimitado
por los supuestos fácticos y jurídicos planteados.

Por su parte, la Ley 14 de 1998 integró, en forma permanente,


la Sección Quinta del Consejo de Estado y le asignó competencias
en materia electoral, que actualmente se encuentran consagradas
en la Ley 1437 de 2011 y en el Acuerdo 80 de 2019, contentivo del
Reglamento Interno del Consejo de Estado, consistentes en resolver
sobre la legalidad de los actos que se expiden en el proceso electoral,
los actos electorales, los de contenido electoral y los de llamamiento.

Los medios de control cuyas competencias han sido asignadas a


esta Sala especializada tienen como objetivo proteger el sistema
democrático, el principio de legalidad en el ejercicio de las funciones
electorales y de la facultad nominadora, así como garantizar la
transparencia de las elecciones en los organismos del Estado y en las
entidades y corporaciones de elección popular.

Es allí donde cobra relevancia el ejercicio oportuno y eficaz del control


judicial sobre los actos objeto de examen, para comprobar el cumplimiento
de los requisitos de validez y ello comprende la observancia del deber
de proferir oportunamente las decisiones y de darlas a conocer a la
ciudadanía, constituyéndose este último en uno de los mecanismos a
través de los cuales se garantiza el principio de transparencia.

Para ello, hemos efectuado una selección de los más importantes


pronunciamientos efectuados en el año 2021, que reflejan el estado de
la jurisprudencia de la Sección, con el fin de dar claridad a instituciones

1 Nancy Ángel Müller – Magistrada auxiliar

25
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

jurídicas procesales y sustanciales que se han interpretado en todos los


casos para proteger los principios superiores de nuestro ordenamiento.

En relación con los primeros, los lectores podrán encontrar claridad,


entre otros aspectos, sobre los requisitos que debe contener la demanda
para ser admitida y dar lugar a un pronunciamiento de fondo, evitando
con ello el desgaste innecesario de la administración de justicia con la
adopción de decisiones que no resuelvan de fondo la controversia debido
a la ausencia de los presupuestos procesales exigidos.

Se precisa el alcance de figuras como la aclaración y la adición de


sentencias en sede de nulidad electoral y la integración normativa
que corresponde realizar en tales casos, pronunciamientos sobre la
oportunidad en el ejercicio de los medios de control, la legitimación en
la causa por activa y por pasiva, la debida integración del contradictorio,
la reforma de la demanda y su régimen especial.

Se destacan pronunciamientos sobre la procedencia de las medidas


cautelares en sede de nulidad electoral y, especialmente, de los requisitos
argumentativos y probatorios que deben concurrir para que sea posible
decretar la suspensión provisional del acto censurado, como también de
aquellos que deben concurrir para la revocatoria de las medidas.

Al abordar tales ejes temáticos, el contenido de esta publicación


refleja los cambios que se han introducido en la legislación que
pretenden armonizar las reglas procesales con los valores, principios
y derechos fundamentales que inspiran la Carta de 1991.

Lo anterior, en consideración a que el 25 de enero de 2021 entró a


regir la Ley 2080, por la cual se reformó el Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, según iniciativa
que tuvo su origen en el Consejo de Estado, pretendiendo no solo la
distribución armónica de las competencias entre esta Corporación,
los tribunales administrativos y los juzgados administrativos del
circuito, sino también el fortalecimiento de su función unificadora y
la modificación de normas que generaban diversas interpretaciones
o contenían antinomias, brindando igualmente herramientas para la
implementación y transformación digital de la justicia.

En aspectos sustanciales, haciendo referencia solo al contenido y


alcance de algunas de las providencias, se aclaran los efectos jurídicos

26
de las decisiones dictadas en los procesos de nulidad electoral, según la
necesidad de salvaguardar el procedimiento o una determinada etapa, lo
que dependerá de las condiciones especiales que se adviertan en cada caso.

En términos generales los extractos publicados reflejan las


especificidades propias de esta especialidad del derecho administrativo,
que surgen del contenido de los artículos 275 y siguientes de la Ley
1437 de 2011, así como de la Ley 1475 de 2011 y las normas especiales,
constituyéndose esta recopilación en una verdadera herramienta en la
especialidad del derecho electoral en Colombia.

Se destacan decisiones encaminadas a promover condiciones para


que la igualdad de las mujeres sea real y efectiva, en cumplimiento
de una de las obligaciones de las autoridades, que surgió en razón
de la historia de discriminación, sometimiento y marginación que
han padecido, con miras a revertirla para alcanzar el desarrollo del
país con paz, equidad y justicia social, tema sobre el cual se advierten
importantes pronunciamientos, como el contenido en la sentencia del
3 de junio de 2021, que se encuentra en el extracto 142.

Se indican los presupuestos necesarios para que sea posible


seleccionar un asunto para unificación de jurisprudencia, con el fin de
lograr la unidad y coherencia del ordenamiento y, por lo tanto, asegurar
el tratamiento igualitario de los asuntos que cuentan con identidad o
similitud fáctica y jurídica.

En ejercicio de la potestad-deber de unificación, por motivos de


importancia jurídica la Sala Electoral dictó el fallo del 12 de agosto
del 2021, en el que reiteró que los concejos municipales tienen la
competencia exclusiva para determinar los lineamientos generales de la
forma en la que se adelantarán las etapas del concurso de méritos para
la escogencia de personeros, siendo los responsables de su dirección.
Señaló que ni los concejos ni las entidades que estos contraten para
operar los concursos pueden limitar la inscripción de los aspirantes a
un solo concurso y deben garantizar la amplia participación ciudadana.

En punto de lo anterior, la Sección advirtió que el desconocimiento de


este principio invalida la elección, por desconocimiento de las normas

2 Con ponencia del magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, Rad, 08001-23-33-
000-2021-00012-01

27
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que regulan la elección y por falta de competencia, causales de


nulidad que se configuran sin que se tenga que examinar la incidencia,
esto es, si el resultado electoral sería el mismo o no, dado que esta
circunstancia únicamente se estudia en los casos de expedición
irregular del acto.
Por otra parte, el Consejo de Estado investido de potestades como juez
constitucional tiene, igualmente, a su cargo la resolución de acciones de
tutela (artículo 86 de la C.P.), la selección para su eventual revisión de las
sentencias o de las demás providencias que determinen la finalización
o el archivo del proceso en los medios de control de protección de
derechos e intereses colectivos y de reparación de los perjuicios
causados a un grupo (artículo 36 A de la Ley 270 de 1996 – Estatutaria
de la Administración de Justicia)1, así como de cumplimiento de normas
con fuerza material de ley o de actos administrativos2.
En ese orden, esta publicación igualmente contiene las decisiones
más significativas que se han dictado en las acciones constitucionales
citadas.
En consecuencia, el lector va a encontrar una línea de pensamiento
y aplicación del derecho que propende por el cumplimiento efectivo
de las condiciones de ejercicio de los derechos y la delimitación del
núcleo constitucionalmente vinculante de estos, a través de ejercicios
de ponderación y aplicación del test de proporcionalidad que determina
el fin legítimo que corresponde alcanzar según los supuestos fácticos
analizados.
Se destaca que, del examen de las demandas de tutela que se
presentan, la gran mayoría de ellas pretenden la protección de los
derechos al debido proceso y de acceso a la administración de justicia
que consideran vulnerados con ocasión del proferimiento de decisiones
judiciales, cuya razonabilidad y carencia de arbitrariedad es objeto de
estudio a fondo para evitar la vulneración de tales prerrogativas.
Cabe destacar que la Sala ha realizado importantes pronunciamientos
para evitar la mora judicial y administrativa, propender por el cumplimiento
efectivo de las sentencias judiciales y de los actos administrativos que
reconocen derechos, garantizado que los conflictos que se someten a
consideración de los jueces sean efectiva y oportunamente resueltos,

1 Ley 472 de 1998 y artículos 144 y 145 de la Ley 1437 de 2011.


2 Ley 393 de 1997 y artículo 146 de la Ley 1437 de 2011.

28
reconociendo que únicamente una administración de justicia oportuna y
eficaz posibilita la construcción de paz.
La Sección se ha preocupado por aplicar las sentencias de unificación
de jurisprudencia proferidas por la Corte Constitucional, como
corporación de cierre en materia de derechos fundamentales, con el
fin de que la garantía de la seguridad jurídica sea real y efectiva.
También le ha aclarado a los accionantes cuándo una acción de
tutela contra providencia judicial tiene relevancia constitucional, esto
es, cuando transciende el ámbito meramente legal, se ha referido
ampliamente a la figura de la carencia actual de objeto, en todas las
modalidades reconocidas jurisprudencialmente, ha determinado
los casos en el que recurso extraordinario de revisión, constituye un
mecanismo idóneo y eficaz de protección de los derechos, a la hora de
analizar la subsidiariedad, entre otros importantes aspectos.
En forma transversal, ha precisado cada una de las causales tanto
genéricas como especiales de procedibilidad de la acción de tutela,
aplicándolas de tal manera y con tan detallado análisis jurídico y
probatorio que en todos los casos amplíen el ámbito de protección de
los derechos fundamentales.
Se van a encontrar importantes lineamientos sobre la procedencia de
la acción de tutela contra laudos arbitrales y contra las sentencias que
resuelven el recurso de anulación.
En esta oportunidad se va a notar un importante avance en la
redacción de las providencias en un lenguaje claro, comprensible para
toda la ciudadanía y no que da lugar a equívocos a la hora de interpretar
lo que la Sala pretendió al momento de dictar las sentencias o para dar
alcance a las órdenes impartidas.
Se resalta igualmente una significativa protección al derecho
al debido proceso en incidentes de desacato, pero también unas
decisiones contundentes encaminadas a que lo dispuesto en amparo
de los derechos fundamentales se cumpla estricta y oportunamente.
Esperamos, en consecuencia, que esta publicación, que contiene la
aplicación de los principios y las normas a casos concretos y que llena
de contenido prácticamente todas las figuras jurídicas procesales y
sustantivas, se erija en un referente obligatorio de consulta para
profesionales, usuarios de la administración de justicia y para todas las
personas que tengan interés en temas electorales y constitucionales,
que se han tratado con profundidad.

29
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

2021
30
MAGISTRADA
ROCÍO
ARAÚJO OÑATE
SECCIÓN QUINTA

AUTOS
CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA, FACTOR DE
COMPETENCIA TERRITORIAL

EXTRACTO NO. 1

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00098-00
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Sindicato de Procuradores Judiciales
DEMANDADO: Jorge Alexander Castañeda Enciso – Procurador 13
Judicial II para Asuntos de Restitución de Tierras de Santa Marta
en provisionalidad
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el conflicto


negativo de competencias suscitado entre el Tribunal Administrativo
de Cundinamarca, Sección Primera, Subsección B y su homólogo del
Magdalena, para conocer de la demanda de nulidad electoral radicada
contra el nombramiento del señor Jorge Alexander Castañeda Enciso,
como procurador judicial II para asuntos de restitución de tierras de
Santa Marta, con funciones en la Procuraduría Delegada para Asuntos
Agrarios y de Restitución de Tierras, en el nivel central de la Procuraduría
General de la Nación en Bogotá, teniendo en cuenta el factor territorial
de competencia establecido en el artículo 151.12 de la Ley 1437 de 2011.
TESIS: La normativa adjetiva, prevé criterios que permiten determinar
a qué funcionario judicial le corresponde el conocimiento de cada asunto

31
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en particular. Para el caso en concreto, el factor territorial, para asignar la


competencia es aquella designación del juez que, de entre los que están
en su mismo grado, su sede lo haga el más idóneo o natural para el caso
en concreto. Como elementos para establecer la competencia de un
operador judicial por el factor territorial, se hace necesario determinar
el (i) foro personal: que es la presencia de las partes en el lugar, (ii) foro
real: que es la presencia del bien motivo del litigio o inspección o (iii) foro
instrumental, atinente a la facilidad probatoria. Esto quiere decir, que
al momento de verificar el factor espacial, se debe tener en cuenta el
domicilio del demandante o de la entidad demandada o el lugar donde
se expidió el acto o donde ocurrió el hecho objeto de reclamación de
conformidad con los parámetros que se plasmen para cada medio
de control. (…). Por manera que, en materia de nulidad electoral, para
determinar el juez que le corresponde decidir la cuestión litigiosa puesta
en su conocimiento, se debe tener claro el lugar donde el demandado
preste o deba prestar sus servicios. (…). [A]l tenerse demostrado que el
nombramiento cuestionado fue como procurador judicial II para asuntos
de restitución de tierras de Santa Marta, cuyas funciones deben cumplirse
en la Procuraduría Delegada para Asuntos Agrarios y de Restitución
de Tierras, en el nivel central de la Procuraduría General de la Nación
en Bogotá, queda claro que corresponde al Tribunal Administrativo
de Cundinamarca, Sección Primera, Subsección B el conocimiento
del presente medio de control, conforme lo ordena el artículo 152.12
idem [de la Ley 1437 de 2011]. (…). [S]e debe aclarar, que el trámite que
adelanta el Tribunal Administrativo del Magdalena, recae sobre un acto
diferente al que es objeto de análisis en el presente conflicto negativo
de competencias, razón por la cual, el demandado ante la presente
situación, si considera que la demanda que cursa contra el artículo 82
del Decreto 1987 de 1 de octubre de 2019, es de competencia de un
operador judicial diferente, puede hacer uso de los medios establecidos
en las normas procedimentales, como por ejemplo la proposición de
excepciones –artículo 100 del CGP- respetando las ritualidades de cada
etapa procesal, para que se estudie por el magistrado instructor su
petición. Así las cosas, esta Sala se abstiene de pronunciarse sobre la
competencia del Tribunal Administrativo del Magdalena, para conocer
de la legalidad del artículo 82 del Decreto 1987 de 1 de octubre de 2019,
por no ser el acto electoral objeto del presente conflicto.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 151 NUMERAL 12 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
158 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 100

32
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ SOLICITUD
DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE DESIGNACIÓN
DE CONTRALOR MUNICIPAL, REQUISITOS DE PROCEDENCIA
DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, PRECEDENTE JUDICIAL,
INHABILIDAD DEL CONTRALOR POR EJERCICIO DE AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA COMO CONTRALOR ENCARGADO

EXTRACTO NO. 2

RADICADO: 66001-23-33-000-2020-00499-01
FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: John Jairo Bello Carvajal
DEMANDADO: Juan David Hurtado Bedoya - Contralor municipal
de Pereira, período 2020-2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala precisar con fundamento


en el recurso de apelación y las pruebas allegadas al plenario, si hay
lugar a confirmar, revocar o modificar la providencia del Tribunal
Administrativo de Risaralda que negó la petición cautelar, para lo cual
se precisará si en esta etapa del proceso se advierte mérito suficiente
para suspender provisionalmente el acto de elección del señor Juan
David Hurtado Bedoya como contralor municipal de Pereira, para el
período 2020-2021, por la presunta configuración de las inhabilidades
de los numerales 2 y 5 del artículo 95 de la Ley 136 de 1994.

TESIS 1: [E]l artículo 229 de la Ley 1437 de 2011 consagró la facultad,


en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para decretar las
medidas cautelares que considere necesarias para proteger y garantizar,
provisionalmente, el objeto del proceso y la efectividad de la sentencia.
(…). Dentro de tales medidas, se encuentra consagrada entre otras,
la suspensión provisional de los efectos de los actos administrativos,
de acuerdo con las voces del numeral 3° del artículo 230 de la Ley
1437 de 2011. Esta institución se configura además, como una de
las causales de pérdida de fuerza ejecutoria del acto administrativo,
teniendo incidencia particularmente respecto de su carácter ejecutorio.
(…). A partir de las normas citadas [artículo 231 y 277 de la Ley 1437

33
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de 2011], se colige respecto de la suspensión provisional del acto


en materia electoral que: (i) la solicitud del accionante procede por
violación de las disposiciones normativas constitucionales o legales
invocadas en el escrito correspondiente; es decir, se funda en el
principio de legalidad, que significa que los actos y comportamientos
de la administración deben estar justificados en una ley previa, que
preferible pero no necesariamente ha de ser de carácter general, lo
que se ha catalogado como el “bloque de la legalidad” o principio de
juridicidad de la administración; (ii) dicha violación surge del análisis
del acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas o
del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud; (iii) dicha petición
debe resolverse en el mismo auto admisorio de la demanda. (…). [E]
n atención a los términos perentorios para la formulación de cargos
contra los actos susceptibles de revisión a través del medio de control
de nulidad electoral, la solicitud de suspensión provisional de aquéllos
debe formularse dentro del término de caducidad. (…). En lo atinente
a los requisitos consistentes en que la violación surja del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas y/o
del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud del estudio, vale la
pena precisar, que implican la posibilidad de pretender la suspensión
provisional por la configuración de las causales de nulidad de los actos
administrativos, en la medida que éstas consagran distintos tipos de
situaciones que dan cuenta del desconocimiento del ordenamiento
jurídico que se pretenden proteger. (…). [B]asta que se presente
una violación a las disposiciones señaladas como desconocidas,
que representa la violación del principio de legalidad aducidas en la
demanda o en escrito separado antes de la admisión de la misma,
contravención que debe surgir del análisis por parte del juez, del acto
demandado con las normas esgrimidas como violadas o, del estudio de
las pruebas aportadas por el accionante con su solicitud para que sea
procedente la medida precautelar. Así las cosas, el juez de lo contencioso
administrativo debe efectuar un estudio y análisis de los argumentos
expuestos por el demandante y confrontarlos con los argumentos y
pruebas sumarias presentadas en esta etapa del proceso para efectos
de proteger la efectividad de la sentencia. Además, la apreciación
jurídica que se hace al decidir sobre la medida cautelar, que por
supuesto es provisional, no constituye prejuzgamiento ni impide que al
fallar el caso, el operador judicial asuma una posición distinta, dado que
con el transcurrir de la actuación procesal es factible que el arribo de
nuevas pruebas o la presentación de nuevos argumentos, persuadan al
juez de resolver en sentido contrario al que ab initio se adoptó.

34
TESIS 2: [D]adas las similitudes fácticas y jurídicas entre el caso
de autos y el que se tramita dentro del proceso 2020-00494-01,
(…), constituye precedente para resolución del problema jurídico
planteado en esta oportunidad. En ese orden de ideas, se transcriben
a continuación las consideraciones del auto del 21 de enero de 2021,
a través de las cuales la Sección reiteró (I) que el hecho de que el
artículo 272 Superior contenga causales de inhabilidad de rango
constitucional respecto de los contralores, no es incompatible con el
hecho que para éstos también existan situaciones de inelegibilidad
de rango legal, como las previstas en el artículo 95 de la Ley 136
de 1994 y; (II) que aunque se haya declarado inexequible del literal
a) del artículo 163 de la Ley 136 de 1994, la expresión que indicaba
que quien haya desempeñado en encargo el empleo de contralor
no puede ser elegido para el mismo cargo, no significa que dejen
de aplicarse las demás circunstancias de inhabilidad, verbigracia,
el numeral 2 del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, que pueden
predicarse respecto de los ciudadanos que en encargo ocuparon el
cargo de contralor. (…). Esclarecido por las anteriores razones, que
quienes desempeñaron en encargo el empleo de contralor sí le son
aplicables las inhabilidades de que trata el artículo 95 de la Ley 136
de 1994, particularmente la prevista en el numeral 2°, se destacó
de un lado, que mediante la Resolución N° 223 del 15 de octubre de
2019 se encargó al señor Juan David Hurtado Bedoya como contralor
de Pereira, ante la vacancia absoluta del cargo por fallecimiento del
titular, hasta que se llevara a cabo el trámite para proveer aquélla de
manera definitiva, lo que ocurrió el 10 de septiembre de 2020. Y de
otro, se relacionaron las funciones del contralor municipal, previstas
en el artículo 4 de la Resolución No 221 del 23 de diciembre de 2014,
que contiene el manual de funciones de la Contraloría Municipal de
Risaralda. (…). Todo esto para concluir, que 12 meses antes de la
elección controvertida el señor Hurtado Bedoya, en su condición de
contralor encargado, ejerció autoridad administrativa en el municipio
de Pereira, por lo que están acreditados todos los elementos de la
causal de inhabilidad del numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136
de 1994, lo que justifica que se acceda a la petición de suspensión
provisional. Se ha efectuado una descripción detallada de las
consideraciones más relevantes del auto del 21 de enero de 2021
proferido por esta Sección en el proceso 2020-00494-01, en tanto
las mismas son totalmente aplicables para desvirtuar en esta etapa
del proceso, los argumentos que expuso el demandado dirigidos a
ilustrar que su situación particular no puede ser analizada a la luz de

35
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

las causales de inhabilidad previstas en el artículo 95 de la Ley 136


de 1994. Lo anterior, teniendo en cuenta la reciente jurisprudencia
de la Sección, según la cual las situaciones de inhabilidad descritas
por la norma antes señalada [artículo 95 de la Ley 136 de 1994] (en
especial la del numeral 2°) son complementarias a las establecidas
en el artículo 272 Superior y pueden resultar aplicables a las personas
que ejercieron el empleo de contralor en encargo. (…). Dilucidado lo
anterior, también se observa que prima facie en el presente trámite
están acreditadas las circunstancias constitutivas de la segunda
causal de inhabilidad de que trata el precepto antes señalado, esto
es, el ejercicio de autoridad administrativa por parte del demandado
en el municipio en el que fue elegido como contralor (Pereira),
dentro de los 12 meses antes de esta designación. (…). Las funciones
enunciadas de los contralores municipales [artículo 165 de la Ley
136 de 1994], dan cuenta que el demandado, sin perjuicio del análisis
que se efectúe en la sentencia, cuando desempeñó dicho empleo en
encargo, (…), ejerció autoridad administrativa. (…). En ese orden de
ideas, (…), en principio se advierte la configuración de la causal de
inhabilidad consagrada en el numeral 2° del artículo 95 de la Ley
136 de 1994, lo que justifica la suspensión provisional del acto de
elección acusado, para lo cual se requiere al tenor del artículo 231 de
la Ley 1437 de 2011, que se evidencie la violación de las disposiciones
invocadas, sin que se exija como lo afirmó el demandado en su
intervención, la existencia de un perjuicio irremediable o que de no
otorgarse la medida los efectos de la sentencia serían nugatorios,
pues tales condiciones según la norma antes señalada, se predican
respecto de otro tipo de medidas cautelares.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 272 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 95
NUMERAL 2 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 163 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231

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RECURSO DE APELACIÓN CONTRA DECISIÓN QUE NEGÓ LAS
EXCEPCIONES DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA
Y FALTA DE COMPETENCIA DEL JUEZ ELECTORAL, COALICIÓN
POLÍTICA

EXTRACTO NO. 3

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00002-01
FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Fernando David Murgueitio Cárdenas
DEMANDADO: Jhon Jairo Santamaría Perdomo - Alcalde de Yumbo –
Valle del Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si es


ajustada a derecho la decisión de primera instancia de declarar no
probadas las excepciones de i) ineptitud sustantiva de la demanda,
por la presunta omisión del demandante de aportar con su libelo
introductorio las decisiones proferidas por las comisiones escrutadoras
en el curso del proceso electoral y, ii) falta de competencia del juez
contencioso para conocer de la legalidad del acuerdo de adhesión.

TESIS 1: El 4 de junio de 2020, el presidente de la República, en el


marco del Estado de la emergencia económica, social y ecológica, dictó
el Decreto Legislativo 806, con la finalidad de adoptar medidas para
implementar las tecnologías de la información y las comunicaciones
en las actuaciones judiciales, agilizar los procesos judiciales y
flexibilizar la atención a los usuarios del servicio de justicia. (…). [P]ara
el presente asunto en esta etapa del proceso, resultan relevantes las
innovaciones introducidas por el artículo 12 del Decreto 806 de 2020,
en lo concerniente a la resolución de las excepciones previas, de cosa
juzgada, transacción, conciliación, falta de legitimación en la causa y
prescripción extintiva en la jurisdicción de lo contencioso administrativo,
en la medida que estableció que deben formularse, tramitarse y
resolverse en los términos de los artículos 100, 101, 102 y 110 del
Código General del Proceso. (…). El establecer que las excepciones
previas y las mixtas (cosa juzgada, transacción, conciliación, falta de

37
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

legitimación en la causa y prescripción extintiva) en la jurisdicción de


lo contencioso administrativo deban resolverse bajo las anteriores
pautas, implica que todos los sujetos procesales procuren que dicho
asunto sea materia de análisis y resolución antes de la audiencia
inicial, salvo que se requiera el decreto de pruebas en las condiciones
antes señaladas. E incluso, que antes de la misma se superen las
situaciones que pueden afectar el adecuado transcurso y finalización
del proceso, o pueden dar lugar a su terminación de manera inmediata,
lo que contribuye a un trámite más expedito y eficaz de la controversia.
Ahora bien, las reglas del Código General del Proceso en materia de
excepciones, que resultan aplicables a los asuntos que se tramitan en
la jurisdicción de lo contencioso administrativo, en virtud del Decreto
806 de 2020, debe procurar la garantía y protección de los derechos
e intereses públicos que de manera especial la Constitución y la ley
le han encomendado su guarda al juez administrativo, esto es, a un
funcionario especializado en el conocimiento de las controversias de
naturaleza pública, al que se le han conferido atribuciones especiales
para la adecuada tutela de aquéllos. Se realiza esta precisión, porque
el CGP es una normativa en la que en la mayoría de los eventos se está
ante la resolución de controversias entre particulares por la protección
de derechos e intereses de la misma naturaleza, a diferencia de lo que
ocurre en el ámbito del derecho administrativo, en el que además de
intereses particulares, frecuentemente está en discusión la protección
del interés general, lo que justifica por parte del juez un mayor margen
de intervención, de oficiosidad en sus actuaciones, en contraste con
lo que ocurre frente a conflictos entre particulares que prima facie
están en igualdad de condiciones y en los que no está en entredicho la
garantía de intereses públicos, por lo que la intervención oficiosa del
juez es limitada. Precisamente, esa lógica en un contexto del derecho
privado da lugar a que los artículos 100 a 102 del Código General
Proceso en materia de excepciones contemplen de manera restringida
la posibilidad de decretarlas de oficio, y por el contrario, que se haga
énfasis en su resolución en los términos propuestos por el demandado
y con fundamento en las pruebas que el mismo aportó, a diferencia de
lo que ocurre con lo establecido en la Ley 1437 de 2011 aplicable en la
jurisdicción de lo contencioso administrativo, en la que por la naturaleza
pública de los asuntos que se someten a discusión, se contempla con
toda claridad la alternativa de declarar excepciones previas o mixtas de
oficio antes de la sentencia (art. 180.6). Bajo ese entendido, el hecho de
que en virtud del Decreto 806 de 2020 las excepciones previas y las de
cosa juzgada, transacción, conciliación, falta de legitimación en la causa

38
y prescripción extintiva deban formularse, tramitarse y resolverse en
los términos de los artículos 100, 101, 102 y 110 del Código General
del Proceso, implica la posibilidad de decretar de oficio las mismas por
el juez administrativo, en especial en asuntos de naturaleza e interés
público como los que se tramitan por el medio de control de nulidad
electoral, en el que se pretende un control objetivo de legalidad del
acto electoral. Añádase a lo expuesto, que, en garantía del derecho a la
defensa de las partes, el Decreto 806 de 2020 (artículo 12) previó que
contra la providencia que resuelva las excepciones previas o mixtas
procede el recurso de apelación si se profirió en primera instancia o de
súplica si se dictó en única.

TESIS 2: Alegó el recurrente, que la demanda objeto de estudio es


inepta, por cuanto con ella, la parte accionada no aportó las decisiones
que se adoptaron al interior del proceso electoral por las comisiones
escrutadoras al resolver las diferentes solicitudes de reclamación o
saneamiento de nulidades. (…). Sea lo primero señalar que el inciso
2° del artículo 139 [de la Ley 1437 de 2011] impone unas cargas al
demandante, cuando pretende la nulidad de un acto electoral de voto
popular, a saber: i) la de demandar junto con el acto que declara la
elección las decisiones adoptadas por las autoridades electorales
que resuelvan sobre reclamaciones o irregularidades respecto de
la votación o de los escrutinios y, ii) deberá precisar en qué etapas
o registros electorales se presentan las irregularidades o vicios que
inciden en el acto de elección. El primer evento hace referencia a la
necesidad de señalar en los procesos de carácter objetivo, esto es,
aquellas que versen sobre irregularidades en la votación o escrutinio,
las decisiones adoptadas en sede administrativa por la respectiva
autoridad electoral, que a juicio del demandante puedan afectar la
verdad electoral, por no haberse resuelto conforme con las normas
que rigen dicho procedimiento. La norma señala el deber para el
actor de informar al juez cuáles fueron las decisiones al interior del
trámite electoral, en las cuales se produjo la irregularidad que se
pretende sea declarada conforme a la causal de nulidad alegada. De
acuerdo con lo anterior, esta exigencia es predicable de las demandas
cuyo fundamento sea la revisión de las decisiones adoptadas por
el respectivo escrutador, que como consecuencia de la indebida
interpretación de las normas electorales pudieron modificar o
desconocer la verdad electoral. Esta obligación, se sustenta en
el deber que tiene quien acude a la jurisdicción de determinar con
claridad el acto que contiene la irregularidad y, cómo éste incide en el

39
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

acto definitivo. (…). En lo que hace a la segunda parte, esto es, el deber
de precisar las etapas o registros electorales en que se presentan las
irregularidades o vicios que inciden en el acto de elección emana como
necesario. (…). Por lo anterior, corresponde a la parte que pretende la
nulidad de un acto de elección popular determinar concretamente el
cargo y las pruebas que pretende hacer valer para ello. Quiere decir
ello, que el demandante que pretenda probar una de las causales
previstas en los artículos 137 y 275 de la Ley 1437 de 2011, debe
cumplir con una carga probatoria suficiente, como lo es demostrar
en qué fase, registro o decisión, ocurrió la irregularidad, para que el
Juez Electoral pueda analizar de manera concreta su petición. (…).
Por lo anterior, al no versar la demanda en irregularidades en el
trámite de escrutinio, concretamente en la falta o indebida decisión
de las reclamaciones propuestas ante las comisiones escrutadoras
competentes, se impone confirmar la decisión de primera instancia
frente a este argumento, de no hacer exigible el enjuiciamiento de las
decisiones relatadas, dado que no guardan relación con el presente
medio de control. En lo que respecta al segundo requisito, esto es,
señalar el registro, etapa o fase en que se materializó el vicio, se
tiene que, si bien uno de los cargos de la demanda se sustenta en
la presunta existencia de violencia sicológica, en tanto se engañó al
electorado que votó por el señor Santamaría Perdomo, por cuanto se
les hizo creer que estaba válidamente apoyado por el Partido de la
U, esta misma situación fue planteada como fundamento del cargo
de falsa motivación, dado que a juicio del demandante, la elección
se dio bajo la falsa égida del respaldo válidamente otorgado por un
acuerdo de adhesión expedido de forma irregular. Al respecto, se debe
aclarar que para el estudio de la violencia como causal de nulidad
consagrada en el artículo 275.1 de la Ley 1437 de 2011, quien pretende
la prosperidad del cargo debe demostrar: i) las circunstancias de
tiempo, modo y lugar que demuestren su existencia, ii) que los
constreñidos ejercieron su derecho al voto, iii) que su existencia tuvo
como finalidad mermar la voluntad de los sufragantes y, iv) que tiene
la potencialidad de mutar el resultado. (…). Del libelo genitor, se puede
concluir que no deviene en inepto por cuanto el estudio de legalidad
propuesto por el demandante, no se refiere a la violencia sicológica
clásica, sino al decantado en la jurisprudencia citada y producida por
la Sección Quinta, del cual el juez de primera instancia, al momento de
dictar sentencia deberá determinar si es predicable al caso concreto
y, de serlo, si el accionante logró demostrar la participación directa o
indirecta del elegido en la actividad irregular.

40
TESIS 3: Esta excepción, se fundamentó en la imposibilidad de la
jurisdicción de lo contencioso administrativo, para conocer de los
actos privados entre particulares como lo son los Partidos Políticos de
la U y Liberal, quienes de acuerdo con la autonomía de sus voluntades
firmaron un acuerdo de adhesión que al no ser registrado ante la
Organización Electoral no fue fundamente para la expedición del acto.
(…). [E]l Partido de la U y el demandado comparten en sus argumentos
de defensa el mismo fundamento frente a la naturaleza del acto
de adhesión y con éste, la incompetencia del juez contencioso para
analizar su legalidad, aspecto común que demuestra la legitimación
para recurrir la decisión que desestimó su tesis exceptiva. Por otra
parte, el artículo 320 del CGP establece que podrá interponer el
recurso de apelación, la parte a quien le haya sido desfavorable la
providencia, elemento que se encuentra satisfecho en el presente
asunto, dado que es innegable que la decisión de no encontrar
probada la falta de competencia, es una determinación que afecta
directamente al demandado, (…), argumento adicional para activar su
legitimación. (…). Si bien, el sustento de la demanda es que el acuerdo
de adhesión se expidió sin competencia y ello desencadena en la
nulidad del acto electoral, ello no comporta la falta de competencia del
juez para conocer del presente medio de control, dado que este medio
de defensa, no recae en alguno de los factores que la componen. (…).
En este caso, no puede aducirse falta de competencia del juez, toda
vez que lo que otorga este atributo, es la pretensión de nulidad contra
el acto de elección, el cual a la luz del artículo 152.8 del CPACA, es
competencia del Tribunal Administrativo en primera instancia, por
lo que, se encuentran acreditados los factores objetivos y subjetivos
que la determinan. Ahora bien, en cuanto al acuerdo de coalición, si
bien es un acto privado como bien lo ha señalado la parte pasiva, se
debe recordar que no por ello pueden ser ajenos a las previsiones
constitucionales y legales, razón por la cual tratándose de la elección
de mandatarios por voto popular, no le es permitido a las colectividades
políticas desconocer los mandatos Superiores o estatutarios, que fijan
límites a su autonomía, toda vez que éstos son imperativos de forzoso
cumplimiento, por el fin que protegen contenido en la Constitución
Política cuya motivación es el fortalecimiento de la democracia. Así
las cosas corresponderá al estudio que se haga en la sentencia,
determinar si el acuerdo de adhesión fue suscrito en contraposición
de las normas que componen el ordenamiento jurídico que tienen el
carácter de ser de orden público, las que no pueden ser desobedecidas
por ninguna clase de convenio, acto o declaración unilateral adoptada

41
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

o expedida por organizaciones de carácter particular. Por manera que,


al no existir prueba que determine la falta de competencia del juez
electoral, se negará el argumento de apelación.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: En efecto, [se estima] que, a la manera como lo consideró el


a quo a través de la decisión impugnada, los argumentos exceptivos
formulados por el demandado en su contestación al libelo introductorio
no disponían de vocación de prosperidad, toda vez que la alegación
de causales de nulidad neutras –para el caso en particular, la de
expedición irregular del acto acusado– no imponía al demandante
la carga de censurar judicialmente actos administrativos distintos
al de la designación democrática; como si se tratare de demandas
fundadas en cuestionamientos de legalidad de tipo objetivo, referidos
a irregularidades en el desarrollo de la votación y escrutinios, de
conformidad con el inciso 2° del artículo 139 de la Ley 1437 de 2011.
Igualmente, [se encuentra] que tampoco existían fundamentos para
tener por probada la falta de competencia del juez electoral, pues
aunque las anomalías que cimentaban el escrito genitor del proceso
tenían como origen un acto de naturaleza privada, a saber, el acuerdo
programático suscrito por los Partidos Liberal y de la “U” para apoyar
la campaña del accionado a la Alcaldía de Yumbo, las inconsistencias
allí acaecidas se reflejaban sobre el acto de elección; base fundante
del proceso de nulidad electoral a cargo de la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo y, por consiguiente, de la competencia de
este operador judicial. Empero, la corrección de las determinaciones
judiciales acogidas en el auto de 4 de febrero de 2021, no (…) han
impedido detectar –si la expresión (…) es permitida– algunas
“falencias” en su parte considerativa que motivan la edificación de
este voto concurrente, que tiene como principales propósitos “suplir”
la providencia en aspectos que, a pesar de haber sido propuestos por
las partes durante el trámite, no fueron objeto de pronunciamiento
en la providencia; así como “precisar” el alcance de ciertas de las
afirmaciones contenidas, que vistas por un lector desprevenido,
podrían llevar a pensar que, en la actualidad, las reclamaciones
administrativas ante las autoridades electorales resultan necesarias
para acceder a la jurisdicción. (…). [E]l principio de congruencia cuenta
con diversos fundamentos normativos que pasan por el artículo 29

42
constitucional y el 281 del Código General del Proceso, aplicable en
los trámites de lo contencioso administrativo, como consecuencia de
la integración normativa que autoriza el artículo 306 del C.P.A.C.A.
Igualmente, su desconocimiento ha sido sistematizado en una
tipología de situaciones que se extienden desde las providencias
“ultra petita”, en las que los operadores otorgan mayor derecho del
reclamado; “extra petita”, cuando se reconocen pretensiones que
van más allá de las pedidas; hasta las “minuspetita”, en los eventos
en los que se prescinde de dar solución al conglomerado de las
circunstancias fáctico–jurídicas que son elevadas por las partes.
(…). [L]a providencia que genera esta aclaración de voto omitió
pronunciarse acerca de los argumentos que fueran propuestos por
el demandante de esta causa durante el traslado del recurso de
apelación, a pesar de que con ellos el accionante pretendió enervar
la fuerza persuasiva de las consideraciones plasmadas en la
impugnación incoada contra la decisión de 12 de noviembre de 2012,
adoptada por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca. En otros
términos, el auto de 4 de febrero de 2021 se inscribe dentro de la
categoría de decisiones “minuspetita”, producto de las pretermisiones
en las que pudo incurrir a la hora de resolver el recurso, que si bien
no “manchan” las determinaciones acogidas –habida cuenta de las
pocas chances de prosperar–, sí debieron ser tenidas en cuenta
para desatar la impugnación presentada por el accionado, de cara
a la congruencia que resulta connatural a la actividad judicial que
se proyecta en las providencias de los operadores jurídicos. (…).
Pero a pesar de la pretermisión que se comenta, [se estima] que su
existencia no debía llevar a la presentación de una salvedad de cara
a la decisión de 4 de febrero de 2021, pues lo cierto es que, de haber
sido tenida en cuenta en su parte considerativa, la cuerda empleada
por el demandante habría sido despachada negativamente por la
Sala; pudiendo entonces abordar sin problema alguno la esencia
misma de la apelación. (…). EL PROPÓSITO “ACLARATIVO” DEL VOTO
CONCURRENTE. En este punto, [las] observaciones guardan relación
con precisiones que debieron ser hechas por el auto de 4 de febrero
de 2021 a la hora de resolver la excepción de inepta demanda elevada
por el demandado. (…). [E]l auto de 4 de febrero de 2021 debió fijar
el alcance de la carga procesal descrita en el inciso 2° del artículo
139 del C.P.A.C.A. para que sus implicaciones no fueran confundidas
con el agotamiento del requisito de procedibilidad erigido en el
parágrafo único del artículo 237 de la C.P., que actualmente no resulta
obligatorio. De acuerdo con el artículo 139 ejusdem: “en elecciones por

43
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

voto popular, las decisiones adoptadas por las autoridades electorales


que resuelvan sobre reclamaciones o irregularidades respecto de la
votación o de los escrutinios, deberán demandarse junto con el acto
que declara la elección”. No obstante esta obligación, no supone
que, de manera previa, los demandantes hayan debido someter a
consideración de las autoridades electorales las anomalías ocurridas
durante los procedimientos democráticos, pues se trata tan solo de la
identificación de las decisiones administrativas en las que pudieron
tener lugar las inconsistencias alegadas; pero no la prueba de que
dichas alegaciones fueron conocidas anticipadamente por el órgano
administrativo que direcciona el trámite eleccionario, comoquiera que
esto último no resulta exigible en nuestros días.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
139 INCISO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 244 / DECRETO 806 DE 2020 –
ARTÍCULO 12 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 100 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 101 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
- ARTÍCULO 102 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 110 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 320

44
SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LOS
REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE LAS COMUNIDADES
NEGRAS ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO CORPOGUAJIRÁ,
REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL, COMUNIDAD NEGRA, CONSEJO COMUNITARIO DE LA
COMUNIDAD NEGRA, TRÁMITE DE TITULACIÓN COLECTIVA O DE
ADJUDICACIÓN DE TIERRAS

EXTRACTO NO. 4

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00094-00
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Jorge Mario Deluque Rivadeneira
DEMANDADOS: Representantes principal y suplente
de las comunidades negras ante el Consejo Directivo
de Corpoguajira, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a pronunciarse sobre la


admisibilidad de la demanda presentada contra el acto de elección de
los representantes principal y suplente de las comunidades negras
ante el Consejo Directivo de CORPOGUAJIRA, período 2020-2023 y, la
solicitud de suspensión provisional de los efectos de dicha decisión,
la cual se sustenta en: i) la indebida exclusión de los miembros de
los consejos comunitarios inscritos para el proceso de elección, por
la errada interpretación de la exigencia contemplada en el artículo
2.2.8.5.1.2. literal b) del Decreto 1076 de 2015, ii) se permitió la votación
de personas que no pertenecen a la comunidad, en desconocimiento
del literal c) del artículo 2 del Decreto 1523 de 2003 y, iii) se consintió
el ejercicio del voto de los presidentes de los consejos comunitarios
cuando esta facultad radica en sus representantes legales de
conformidad con la regla establecida en el artículo 2.5.1.3.4 del Decreto
1066 de 2015.

TESIS 1: [E]l artículo 229 de la Ley 1437 de 2011 consagró la facultad,


en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para decretar

45
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

las medidas cautelares que considere necesarias para proteger y


garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la efectividad de
la sentencia. (…). Dentro de tales medidas, se encuentra consagrada
entre otras, la suspensión provisional de los efectos de los actos
administrativos, de acuerdo con las voces del numeral 3° del artículo
230 de la Ley 1437 de 2011. Esta institución se configura además,
como una de las causales de pérdida de fuerza ejecutoria del acto
administrativo, teniendo incidencia particularmente respecto de su
carácter ejecutorio. (…). A partir de las normas citadas [artículo 231 y 277
de la Ley 1437 de 2011], se colige respecto de la suspensión provisional
del acto en materia electoral que: (i) la solicitud del accionante procede
por violación de las disposiciones normativas constitucionales o
legales invocadas en el escrito correspondiente; es decir, se funda en
el principio de legalidad, que significa que los actos y comportamientos
de la administración deben estar justificados en una ley previa, que
preferible pero no necesariamente ha de ser de carácter general, lo
que se ha catalogado como el “bloque de la legalidad” o principio de
juridicidad de la administración; (ii) la violación surge del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas o
del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud; (iii) dicha petición
debe resolverse en el mismo auto admisorio de la demanda. (…). En
lo atiente a los requisitos consistentes en que la violación surja del
análisis del acto demandado y su cotejo con las normas superiores
invocadas y/o del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud, vale
la pena precisar, que implican la posibilidad de pretender la suspensión
provisional por la configuración de las causales de nulidad de los actos
administrativos, en la medida que éstas consagran distintos tipos de
situaciones que dan cuenta del desconocimiento del ordenamiento
jurídico que se pretenden proteger. (…). Con la expedición de la Ley
1437 de 2011, basta que se presente una violación a las disposiciones
señaladas como desconocidas, que representa la violación del principio
de legalidad aducidas en la demanda o en escrito separado antes de la
admisión de la misma, contravención que debe surgir del análisis por
parte del juez, del acto demandado con las normas esgrimidas como
violadas o, del estudio de las pruebas aportadas por el accionante
con su solicitud para que sea procedente la medida precautelar. Así
las cosas, el juez de lo contencioso administrativo debe efectuar un
estudio y análisis de los argumentos expuestos por el demandante y
confrontarlos con los argumentos y pruebas sumarias presentadas
en esta etapa del proceso para efectos de proteger la efectividad de
la sentencia. Además, la apreciación jurídica que se hace al decidir

46
sobre la medida cautelar, que por supuesto es provisional, no
constituye prejuzgamiento ni impide que al fallar el caso, el operador
judicial asuma una posición distinta, dado que con el transcurrir de
la actuación procesal es factible que el arribo de nuevas pruebas o la
presentación de nuevos argumentos, persuadan al juez de resolver en
sentido contrario al que ab initio se adoptó.

TESIS 2: Con la creación del Ministerio del Medio Ambiente y la


reordenación del Sector Público encargado de la gestión y conservación
de los recursos naturales renovables ordenada por la Ley 99 de 1993,
se fijó la política ambiental colombiana y se determinó la naturaleza
jurídica y los órganos de dirección y administración de las corporaciones
autónomas regionales. El artículo 26 de esta norma dispuso que el
consejo directivo sería el órgano de administración de la corporación y
estaría conformado, entre otros miembros, por 1 representante de las
comunidades étnicas tradicionalmente asentadas en el territorio de
jurisdicción de la Corporación, elegido por ellas mismas. En garantía
de los derechos fundamentales de las comunidades negras, el artículo
56 de la Ley 70 de 1993, estableció que las corporaciones autónomas
regionales que tengan jurisdicción sobre las áreas donde se adjudiquen
las propiedades colectivas de que trata el artículo transitorio 55 de
la Constitución, tendrán un representante en sus consejos directivos
en los términos que defina el reglamento que expida el Gobierno
Nacional. Estos preceptos fueron reglamentados por los decretos
1066 y 1076 de 2015, en donde se estableció el proceso de elección del
representante de las comunidades negras ante el Consejo Directivo de
las Corporaciones Autónomas Regionales o de Desarrollo Sostenible.

TESIS 3: La decisión [de exclusión de los consejos comunitarios


del proceso de elección] se fundamentó en la falta de acreditación
del requisito contemplado en el literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2
del Decreto 1076 de 2015, esto es, no tener un título o por no
haber iniciado el trámite de titulación colectiva de tierras de las
comunidades negras. (…). Literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto
1076 de 2015: La norma establece como requisito que deben cumplir
los consejos comunitarios que aspiren a participar en la elección
del representante y suplente, ante el Consejo Directivo, lo siguiente:
b) Certificación expedida por el Instituto Colombiano de Desarrollo
Rural, lncoder, sobre la existencia de territorios colectivos legalmente
titulados o en trámite de adjudicación a las comunidades negras de
la respectiva jurisdicción; La norma contempla dos eventos, i) que ya

47
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

esté titulado, que no es el asunto que incumbe el estudio actual y, ii)


que se encuentre en trámite. Es ante este último requisito el que se
presenta la discrepancia de criterios, es decir, si debe haberse admitido
formalmente la petición por la ANT (entendimiento de CORPOGUAJIRA)
o si la sola radicación ante la correspondiente agencia es suficiente
para determinar la existencia del trámite (demandante). Para solventar
el cuestionamiento planteado, es necesario acudir al Decreto 1745
de 1995, por medio del cual se reglamentó la Ley 70 de 1993 en
lo que hace al procedimiento para el reconocimiento del derecho
a la propiedad colectiva de las tierras de las comunidades negras.
El artículo 20 de la normativa señalada, contempla lo concerniente
a la solicitud de titulación, en donde se extrae de forma expresa
que: “Para iniciar el trámite de titulación colectiva de Tierras de las
Comunidades Negras, la comunidad presentará por escrito la solicitud
respectiva ante la regional del Incora correspondiente, a través de su
representante legal, previa autorización de la Asamblea General del
Consejo Comunitario. (…). [E]s claro que el trámite de adjudicación
inicia no con el auto admisorio de la autoridad de tierras, sino con
la sola radicación de la solicitud por parte de la comunidad negra.
(…). Al respecto se debe señalar, que no se comparte la interpretación
normativa efectuada por el ente medio ambiental del Decreto 1745
de 1995, dado que desconoce que las normas objeto de análisis, son
complementarias y regulan dos supuestos diferentes, esto es, el inicio
del trámite de titulación (artículo 20) y el otro, es el de las diligencias
administrativas (artículo 21). El primero hace referencia al inicio del
trámite propiamente dicho, que se materializa con la radicación de la
petición, escrito que bajo el amparo del artículo 23 de la Constitución
Política, busca el reconocimiento de un derecho, la intervención de
una entidad para la resolución de una situación jurídica, mientras
que el auto que ordena iniciar diligencias, es el segundo paso como
consecuencia de la solicitud, con el que se da inicio a la actuación
administrativa y se dirige a que satisfechas todas las cargas de los
solicitantes, se proceda a la siguiente etapa legalmente establecida
para impulsar la petición y culminar con la declaración o no del derecho
materializado en el título de las tierras. (…). Así las cosas, mientras
el artículo 20 del Decreto 1745 de 1995, regula lo concerniente a la
solicitud para iniciar el trámite de adjudicación colectiva de tierras,
el artículo 21 ídem, señala el inicio de las diligencias tendientes a la
efectiva titulación, las cuales son: i) publicación de la solicitud, ii) visita
a la comunidad, iii) la expedición del informe técnico de la visita, iv)
oposición al trámite de adjudicación, v) revisión previa del concepto de

48
la comisión técnica, vi) evaluación de las solicitudes y determinación de
los límites del territorio, vii) la expedición de la resolución constitutiva
y, viii) la publicación y registro del territorio titulado. (…). De lo anterior
se puede concluir, que el trámite de adjudicación de tierras, inicia con
la solicitud de titulación, la cual permite poner en marcha el aparato
administrativo y con esta el inicio de las actuaciones para lograr la
entrega de las tierras a las comunidades negras, trámite que no puede
tener decisión administrativa sin que se radique la debida petición,
con la que se activan las competencias de la ANT para proceder
a cumplir con el procedimiento, el cual debe ser atendido bajo los
parámetros legalmente establecidos so pena de vulnerar derechos
fundamentales. (…). Por manera que, entender para el proceso de
elección del representante principal y suplente que el requisito
del literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015, se
satisface solamente cuando la ANT admite formalmente la petición,
no solo desconoce el debido proceso administrativo en cabeza de las
comunidades negras, quienes se inscribieron en el presente proceso
electoral con una certificación de la autoridad competente en la que
se da fe que el proceso de titulación se encuentra en trámite, sino
que haría nugotario su derecho fundamental a elegir y ser elegido en
tanto la efectividad de éstos, estaría supeditada al pronunciamiento
de la administración, decisión que en algunos casos puede tardar
años, barrera que se erige como desconocedora de los derechos
de estas comunidades. (…). En lo que hace al presente motivo de la
petición cautelar, se encuentra ab initio que los consejos comunitarios
[detallados] (…), sí cumplen con el requisito establecido en el literal
b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015, por lo que no
debieron ser excluidos del proceso electoral, decisión que en este
estado del proceso y con el material probatorio obrante, se erige como
desconocedora de los derechos fundamentales a elegir y ser elegidos
de las comunidades negras que se relacionan. (…). De otra parte, no
se advierte la necesidad de acoger la petición del demandante de
inaplicar el requisito establecido en el literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2.
del Decreto 1076 de 2015, dado que éste no refirió de manera precisa
las razones de su solicitud, además, la Sala no encuentra razones
que ameriten un estudio oficioso para no exigir este requisito en la
presente elección.

TESIS 4: El demandante sostuvo que los consejos comunitarios de


Cascajalito, Los Morenos de Morenero, Rio Tapia, La Nueva Esperanza
de los Negros, Los Palenques de Juan y Medio, Predio el Carmen, no

49
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

designaron a un miembro de la comunidad a la que pertenecen, sino


a una persona ajena a la misma, lo cual es contrario a lo dispuesto en
el literal c) del artículo 2 del Decreto 1523 de 2003, norma contenida
en el artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015 que reza: “allegar
original o copia del documento en el cual conste la designación
del miembro de la comunidad postulado como candidato”. (…). De
conformidad con lo decidido por la Sección en sede cautelar, se tiene
que del contenido normativo presuntamente desconocido [literal
c) del artículo 2 del Decreto 1523 de 2003, norma contenida en el
artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015], no se desprende
que los consejos comunitarios al hacer sus postulaciones, éstas
no puedan recaer en miembros de la comunidad afrodescendiente
asentada en la jurisdicción de CORPOGUAJIRA, sin importar que se
trate o no de uno de los integrantes de estos consejos, motivo por el
cual se negará la suspensión provisional del acto en lo que hace a
este cargo.

TESIS 5: El accionante adujo, que los 7 consejos comunitarios


habilitados que participaron en la elección de la señora Johanis Mejía
Mendoza como principal y al señor Francisco Miranda Serpa como
suplente, desconocieron en su actuar el artículo 4 del Decreto 1523 de
2003, toda vez que participaron con voz y voto quien los preside y no
los representantes legales. (…). La norma [artículo 4 del Decreto 1523
de 2003] señala que la elección del representante y su suplente ante
el Consejo Directivo de las Corporaciones Autónomas Regionales, se
hará por los representantes legales de los Consejos Comunitarios.
(…). Se debe recordar que los consejos comunitarios son una persona
jurídica que ejerce la máxima autoridad de administración interna
dentro de las tierras de las comunidades negras, de acuerdo con
los mandatos constitucionales y legales que lo rigen y los demás
que le sean asignados por el sistema de derecho propio de cada
comunidad. En reconocimiento de su autodeterminación, se les
otorgó el atributo de la personería jurídica y con éste la figura de
la representación legal, la cual les permite presentar ante la ANT la
solicitud de titulación, de aprovechamiento de tierras, exploración y
explotación de los recursos naturales en beneficio de la comunidad
y, la de elegir al representante de la comunidad al interior de las
corporaciones autónomas regionales. Concordante con lo anterior, el
artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015 estableció en su literal
a) la necesidad de aportar al proceso electoral, una certificación
expedida por el alcalde municipal correspondiente, en la que conste

50
la ubicación del Consejo Comunitario, la inscripción de la Junta y de
su representante legal. Visto lo anterior, es claro que corresponde
al representante legal ejercer el derecho de participación del
consejo comunitario al que representa al interior de los entes
medioambientales. (…). [Q]uienes participaron en la contienda
están acreditados como miembros de cada uno de los consejos
participantes de lo que se puede extraer que no se permitió la
votación de personas ajenas a éstas o que se irrespetara su voluntad,
dado que, de la misma acta se extrae que postularon a los candidatos
que resultaron electos y, del acto enjuiciado se puede observar que
éstos fueron elegidos por unanimidad, por lo que tampoco se puede
advertir el desconocimiento del querer del elector. No obstante lo
anterior, será en la sentencia la etapa en la que la Sección Quinta
del Consejo de Estado, determine una vez se cuente con el material
probatorio necesario, si existe algún vicio que deba ser declarado por
el ejercicio del voto del presidente y no del representante legal de las
comunidades señaladas, por lo que se debe establecer si es posible
la delegación en personas ajenas a las contempladas en la norma
con fundamento en la libertad de autoregulación de las comunidades
afrodescendientes. (…). Teniendo en cuenta que, si bien quien ejerció el
derecho al voto de las (…) comunidades fue el presidente de éstas y no
su representante legal, de las actas se pudo constatar que se respetó
la voluntad de los consejos comunitarios y, quienes materializaron
dicha opción, fueron personas integrantes de puestos directivos
debidamente registradas, situación que ab-initio no se advierte como
suficiente para decretar la suspensión provisional de los efectos del
acto por esta causa. (…). Se debe anticipar, que este argumento de
defensa [en el año 2016 la Sección Quinta del Consejo de Estado,
hizo el estudio de legalidad y encontró legítimo el acto de elección
del representante principal y suplente de las comunidades negras
ante el Consejo Directivo de CORPOGUAJIRA] no tiene vocación de
prosperidad porque no existe temeridad alguna en el presente medio
de control, ya que no comparten identidad de sujetos, de causas y de
actos enjuiciados. (…). [N]o se puede señalar que existe identidad de
actos, partes y causa que permitan determinar la existencia de cosa
juzgada, que impida el conocimiento del medio de control puesto a
consideración de la Sala Electoral del Consejo de Estado, razón para
negar el presente argumento de defensa. (…). Teniendo en cuenta los
argumentos esbozados a los largo del presente proveído, se impone
decretar la suspensión provisional del acto de elección del 2 de
octubre de 2020, por medio del cual se eligió a la representante y

51
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

suplente de los miembros de las comunidades negras ante el Consejo


Directivo de CORPOGUAJIRA, por no haber permitido la participación
de los consejos comunitarios i) Afropeña, ii) Juana Aragón, iii) Negros
y Cimarrones de la gran vía de los remedios, iv) Celina Arévalo, v)
La Cimarrona, vi) Las Palmas -Rafael María Gómez, vi) Ancestral de
Cerro Peralta, vii) Los Santanas, viii) Camino hacia el desarrollo, ix)
Caminos hacia el desarrollo, x) La punta de los Remedios –Laureano
Moscote y, xi) Comunidad Lourdes Muñiz, que cumplían con el requisito
establecido en el literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de
2015. Por lo tanto, al cumplirse los requisitos del artículo 231 de la
Ley 1437 de 2011, la medida cautelar debe ser decretada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 NUMERAL
3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY
70 DE 1993 - ARTÍCULO 56 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 55 TRANSITORIO
/ DECRETO 1066 DE 2015 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.2 LITERAL
B / DECRETO 1745 DE 1995 - ARTÍCULO 20 / DECRETO 1745 DE 1995 - ARTÍCULO
21 / DECRETO 1523 DE 2003 - ARTÍCULO 2 LITERAL C / DECRETO 1523 DE 2003 -
ARTÍCULO 4

52
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ
PARCIALMENTE LA REFORMA DE LA DEMANDA DEL ACTO QUE
DECLARÓ EL DERECHO PERSONAL A OCUPAR UNA CURUL EN
LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, REFORMA DE LA DEMANDA,
SANEAMIENTO DE IRREGULARIDAD PROCESAL

EXTRACTO NO. 5

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00003-02
FECHA: 04/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Blanca Inés Prieto Sandoval
DEMANDADA: Griselda Janeth Restrepo Gallego – Diputada
del departamento del Valle del Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si es


ajustada la decisión de primera instancia de rechazar parcialmente la
reforma de la demanda contra el acto que declaró el derecho personal
a ocupar una curul en la asamblea departamental del Valle del Cauca
de la señora Griselda Janeth Restrepo Gallego, para el período 2020-
2023, al considerar que se propuso un cargo por fuera del término de
caducidad del presente medio de control.

TESIS 1: El artículo 278 de la Ley 1437 de 2011, establece lo relativo


a la reforma a la demanda en materia de nulidad electoral. (…). La
norma especial, se ocupó de reglamentar la posibilidad de reformar el
libelo inicial para adicionar cargos y el término en que ello es posible,
no obstante, no determinó lo referente a la modificación, adición o
aclaración de los hechos, pruebas y pretensiones; así como tampoco,
el límite para que no se entienda sustituida. En razón de lo anterior
y conforme la regla establecida en el artículo 296 ídem, el operador
judicial podrá acudir a lo normado en el artículo 173 del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
para resolver las peticiones de reforma y los términos en que puede
admitirse cuando versen sobre asuntos no contemplados en la
norma procedimental de carácter electoral. Alegó la recurrente que
la decisión de instancia, por medio de la cual se rechazó parcialmente

53
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la reforma de la demanda, debe ser revocada ya que la inclusión del


artículo 263 de la Constitución Política como norma desconocida, no
pretende adicionar un nuevo cargo de nulidad, sino que se entienda
en concordancia con la admisión que se hiciera de la reforma de
las pretensiones, en donde se solicitó que de declararse la nulidad,
se aplique la regla general de distribución de curules allí prevista.
(…). [S]e debe señalar, que no es posible adicionar cargos nuevos de
nulidad en este estado del proceso, dado que el derecho personal
que se aduce ilegal, fue declarado el 14 de noviembre de 2019, por lo
que resulta de bulto la materialización del término de caducidad que
impide la presentación de nuevas imputaciones frente al acto electoral.
(…). Resulta del caso precisar, que una cosa es la consecuencia del
fallo anulatorio, (…) en donde el legislador previó, tratándose de las
sentencias donde se estudien demandas de actos electorales por voto
popular, la factibilidad de realizar nuevos escrutinios como resultado
de la decisión judicial y otra muy diferente, la de incluir para el estudio
de legalidad un nuevo precepto normativo. Frente al primero de los
eventos, se encuentra que el a quo admitió la reforma de la demanda,
en lo que hace referencia a las pretensiones de aplicar el artículo
263 Superior al caso concreto, bajo el entendido que dicho precepto
regula la forma en que ha de proveerse el cargo que quede vacante
en el caso de prosperar la nulidad deprecada (…). [P]ara determinar
si el planteamiento respecto del desconocimiento del artículo 263
Constitucional es un cargo nuevo, (…) se debe verificar si en el libelo
genitor en el que se estructuró la causal de nulidad por la presunta
falsa motivación en el reconocimiento del derecho personal a la
demandada, en tanto el voto en blanco fue la segunda opción más
votada, incluyó alguna motivación que conlleve a determinar si existe
mención a la normativa superior, si a este estado se está fortaleciendo
el mismo, o, si por el contrario, se está proponiendo por primera vez
y resulta ser un argumento nuevo en contra del acto demandado. (…).
A este punto resulta pertinente aclarar, que la demandante reiteró
en su escrito de reforma el argumento a través del cual pretende
la aplicación de la regla general de distribución de curules, como
consecuencia de la posible nulidad del acto de elección, dado que, a
su juicio, al estar inmerso en falsa motivación por el desconocimiento
que el voto en blanco fue la segunda opción más votada, aspecto que
impedía descontar un escaño de los que legalmente componen la
Asamblea Departamental del Valle de Cauca para ser entregado a
la demandada y, conforme a ello este debía ser para quien obtuvo
la mayor votación en orden descendente de los candidatos a la

54
mencionada duma conforme la regla constitucional ya mencionada.
Es decir, el escrito de reforma de la demanda no consagra un cargo
nuevo frente a la petición de la demandante de aplicar el artículo
263 Superior en caso de prosperar las pretensiones, por el contrario,
lo que se precisa es que al tenor de la regla Constitucional el juez
electoral determine las consecuencias de la eventual declaratoria de
nulidad del derecho personal enjuiciado. (…). Así las cosas, resulta
innegable la relación inescindible existente entre los artículos 263
Constitucional y 25 de la Ley 1909 de 2018, normas que se erigen como
el fundamento de la decisión en caso de prosperar las pretensiones,
por lo que en sí mismas no pueden ser entendidas como un cargo
nuevo al tenor de los reglado en el artículo 187 del CPACA, sino una
pretensión consecuencial de la sentencia que declare la ilegalidad
del acto, planteamiento que, en todo caso fue estructurado desde el
inicio de la demanda, por lo que no puede hablarse de nuevo cargo
sino de un argumento más ordenado del concepto de la violación,
mejora que en nada excede el límite legalmente establecido para
la proposición de esta figura procesal. Adicional a lo relatado, no
puede entenderse que la mención del artículo superior se erige como
un nuevo cargo de nulidad contra el acto electoral, toda vez que la
accionante al momento de proponerlo no cumplió con los requisitos
establecidos para su concreción, esto es, que quien pretende la nulidad
de un acto debe: i) relacionar la norma que se aduce desconocida
[norma violada] y, ii) fundamentar cómo esta se desconoció con la
expedición del acto atacado [concepto de la violación]. De la lectura
del texto reformatorio (…), se puede colegir sin duda alguna, que
la accionante se limitó a pedir su aplicación sin detallar concepto
vulneratorio, situación que determina la inexistencia de un nuevo
cargo. Por lo anterior, resulta innegable que lo referente al artículo
263 de la Constitución Política, en nada se erige como una acusación
diferente contra el acto demandado, lo que impone su admisibilidad
dado que no contraría el término de caducidad al no ser un cargo
nuevo sujeto al mismo. (…). Por lo señalado, si bien la reforma de
la demanda permite aclarar o modificar el escrito inicial, ello no
puede implicar la inclusión de nuevas acusaciones respecto de las
que operó el fenómeno de caducidad, aspecto último que no ocurrió
en el caso concreto, toda vez que el escrito modificatorio se limitó
a organizar los argumentos de impugnación del acto que ya habían
sido mencionados en el concepto de la violación, por lo que se impone
revocar la decisión adoptada por el Tribunal Administrativo del Valle
del Cauca.

55
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 2: En primer lugar, es de anotar que el auto que rechazó


parcialmente la reforma de la demanda debió ser expedido por la
Sala del Tribunal del Valle del Cauca y no por el magistrado ponente,
en consideración a que como se señaló de forma pretérita, esta
decisión es semejante al rechazo mismo del libelo genitor, por lo que
procesalmente debe seguirse la regla de competencia establecida en
el artículo 125 del CPACA. (…). [L]a competencia para la expedición
de providencias dependerá de si quien conoce del proceso es un
juez o un magistrado integrante de un cuerpo colegiado. Como regla
general, el juez o el magistrado ponente, tiene la facultad para dictar
los autos interlocutorios y de trámite. Sin embargo, la misma norma
precisa que en el caso de jueces colegiados, como son los tribunales
administrativos y el Consejo de Estado, ciertas decisiones específicas,
para nuestro caso, la reseñada en el numeral 1 del artículo 243 CPACA,
referente al rechazo de la demanda y con ello al de su reforma, deberá
ser adoptada por la correspondiente Sala de decisión, salvo que, por
disposición legal, el asunto que se tramite sea de única instancia. No
obstante ello, esta irregularidad al no haber sido alegada por ningún
sujeto procesal se estima saneada conforme lo consagra el parágrafo
del artículo 133 del CGP.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LOS MAGISTRADOS


ROCÍO ARAÚJO OÑATE Y LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: La razón de [esta] aclaración se fundamenta en que la Sala


de forma mayoritaria dictó la misma, al considerar previamente que el
auto que rechaza la reforma a la demanda es susceptible de recursos,
aunque dicha providencia tratándose del medio de control de nulidad
electoral, por mandato legal no es impugnable. (…). En efecto, al tenor
literal de lo dispuesto en el precepto normativo señalado [artículo
278 de la Ley 1437 de 2011], se tiene que contra el auto que resuelve
sobre la admisión de la reforma de la demanda dentro del medio de
control de nulidad electoral, no procede recurso alguno, lo que implica
que al consagrar como verbo rector, el de resolver, abarca cualquier
decisión que se adopte sobre la petición de reforma a la demanda,
como puede ser: i) admitir, ii) inadmitir o iii) rechazar la misma. (…).
[E]l precepto normativo arriba mencionado reguló de manera integral
lo concerniente a la procedencia de recursos contra la decisión que
resuelve sobre la reforma a la demanda en el medio de control de
nulidad electoral, dada su naturaleza abreviada y célere, por lo que

56
resulta desacertado que en la materia se haga remisión a otras normas
para llegar a una conclusión diferente, como ocurrió en la providencia
de la que nos apartamos al citar el artículo 276 de la Ley 1437 de
2011. En efecto, no resulta admisible para este caso en concreto
aplicar analógicamente lo consagrado en el inciso 4° del artículo 276
de la Ley 1437 de 2011, por cuanto esta disposición regula el trámite
de la demanda y, para la reforma de la misma, existe norma especial
en relación con el medio de control de nulidad electoral, la cual es
precisamente el artículo 278 ídem, disposición que no fue atendida en
el presente caso. Nótese además que en el proceso de nulidad electoral,
al tenor del artículo 276 de la Ley 1437 de 2011, no proceden recursos
contra el auto que resuelve la admisión o inadmisión de la demanda,
sólo proceden recursos contra el que la rechaza, con lo que se infiere
el ánimo del legislador de dotar de celeridad al proceso de naturaleza
electoral, contrario lo que ocurre en el proceso ordinario contencioso,
en el cual de conformidad con el artículo 170 de la misma obra, contra
el auto que inadmite la demanda procede el recurso de reposición. En
ese orden de ideas, respetuosamente [se considera] que el ejercicio
argumentativo propuesto por la providencia de la referencia, no se
acompasa con la norma especial en materia de nulidad electoral, que
de manera clara, sencilla y precisa cerró la posibilidad de controvertir
el auto que resuelve sobre la admisión de la reforma de la demanda.
No obstante ello, teniendo en cuenta que la Sala mantiene la postura
respecto de la procedibilidad del recurso de alzada, [se acoge] la
decisión respetando las mayorías, no obstante ello [se deja sentada la]
posición respecto de su improcedencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 263 / LEY 1909 DE 2018 - ARTÍCULO 25 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 125 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 170 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 173 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 243 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 276 INCISO 4 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 278 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 288 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 296 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 133

57
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

MEDIDAS CAUTELARES, REVOCATORIA DE LA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL

EXTRACTO NO. 6

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00076-00
FECHA: 11/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Michel Wadih Kafruni Marín
DEMANDADO: Julio César Gómez Salazar - Director general
de CARDER, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala decidir sobre la solicitud


de revocatoria de la medida cautelar decretada al interior del medio
de control de la referencia, presentada por el apoderado especial del
Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda
-en adelante CARDER-, precisando que es necesario efectuar el estudio
en el contexto del uso indiscriminado y sin fundamento de la figura de
la recusación al interior de la actuación administrativa que finalizó con
el acto demandado.

TESIS: La Ley 1437 del 2011 consagró la facultad en cabeza del juez
de lo contencioso administrativo para el decreto de las medidas previas
que considere necesarias y pertinentes para proteger y garantizar, de
forma provisional, el objeto del proceso y la efectividad de la decisión.
En materia de nulidad de actos administrativos, el artículo 231 de la
misma normativa, precisa los requisitos para la suspensión de sus
efectos, conllevando la pérdida de su fuerza ejecutoria. (…). Acogiendo
dichos criterios en el marco de la suspensión de los efectos de los
actos de elección, nombramiento o llamamiento, se puede concluir
entonces que ella procede (i) por violación de las disposiciones de orden
constitucional o legal y (ii) siempre y cuando ello surja del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas o
del estudio de las pruebas allegadas hasta esa instancia del proceso.
(…). Lo dicho tiene influencia en el asunto que se decide, a efectos de
entender el alcance de la posibilidad de revocatoria o modificación
de las medidas cautelares. Al respecto, el artículo 235 del Código de

58
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
consagra los eventos en que esto es posible. (…). Efectuando un análisis
de la norma en comento se observa entonces que frente a las medidas
cautelares, es procedente solicitar su (i) levantamiento, (ii) modificación
o (iii) revocatoria. Por ser del interés del asunto que se resuelve en el
presente, se hablará de los últimos dos eventos antes descritos (…). Es
claro que en concordancia con el papel proactivo asignado al juez, la Ley
1437 del 2011 consagra la posibilidad para que las medidas cautelares
sean objeto de revisión para su modificación o revocatoria, ante la
circunstancias cambiantes de hecho y de derecho que sustentaron el
decreto inicial de las mismas; más también lo es que la norma concretó
los eventos en los que ello es procedente, por lo que la ocurrencia de
los mismos deberá verificarse frente a cada caso en particular. Así las
cosas, en punto de la revocatoria o modificación de la suspensión de los
efectos del acto de nulidad electoral, se deberá acreditar que el fallador
no contó con los elementos necesarios para establecer su procedencia
(en los términos de los requisitos señalados en forma precedente; o
que en determinados eventos, se presentan circunstancias posteriores
y novedosas que implican la superación de aquellos aspectos que la
sustentaron en un inicio; o la necesidad de una modificación de su
alcance a efectos de garantizar el cumplimiento de la misma. (…). En el
escrito allegado, se sustenta la petición de revocatoria de la decisión de
suspender los efectos de la elección del Director General de CARDER
precisando que es necesario efectuar el estudio en el contexto del uso
indiscriminado y sin fundamento de la figura de la recusación al interior
de la actuación administrativa que finalizó con el acto demandado. (…).
Así las cosas, de una revisión de lo argumentado por el apoderado del
Consejo Director de la CARDER, se tiene que su petición no se encuadra
en alguno de los eventos que permiten la revocatoria de una medida
cautelar como la decretada en la admisión del presente medio de
control del asunto, puesto que (i) no se expone la falta de requisitos para
la adopción de la misma, siendo que, por el contrario, el peticionario
aceptó expresamente que fueron atendidos por esta Sección; así como
(ii) no se evidencia que las circunstancias que motivaron al fallador
se consideren como superadas o inexistentes en atención a nuevos
desarrollos o situaciones tras el auto de admisión. Frente a este último
punto, se resalta que a la ratio de la providencia dictada por esta Sala
de Decisión, evidencia que a dicha instancia del proceso, en un cotejo
del acto con las normas invocadas como desconocidas y de las pruebas
que hasta dicho momento fueron aportadas, fue posible determinar de
forma preliminar que el quorum para deliberar al interior del órgano

59
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

elector se vio afectado con la interposición de las recusaciones en


contra de sus miembros, lo que implicó la falta de competencia del
mismo para decidir sobre este particular y la obligatoriedad de remitir
la actuación a la Procuraduría General de la Nación, aspecto sobre el
cual no se presentan elementos de juicio que permitan considerarlo
como superado a efectos de la resolución del sub judice. Bajo este
entendido, es claro que los elementos de juicio que se exponen en el
escrito de solicitud de la revocatoria, relacionados con la uso indebido
de las recusaciones al interior del trámite eleccionario, no fueron parte
de la razón principal de la decisión que se adoptó por esta Sección al
momento de la admisión del medio de control de nulidad electoral, por
lo que es procedente concluir que la misma -la falta de competencia
del órgano elector para decidir sobre las recusaciones- se mantiene
incólume dado que el peticionario no demostró cómo esta circunstancia
resulta relevante para modificar la orden cautelar. Con estas
precisiones, sin desconocer la importancia que se predica del correcto
devenir institucional de las entidades públicas, es claro entonces que
dichos aspectos deberán ser evaluados en el estudio de la legalidad
del acto de elección, para determinar si la figura del abuso del derecho
puede constituirse en una causal de rechazo de las recusaciones.
Adicionalmente, esta judicatura no evidencia que la suspensión de los
efectos del Acuerdo 015 del 25 de julio del 2020, implique una afectación
desproporcionada respecto de la autoridad ambiental y el normal
desarrollo de sus importantes funciones en el marco del sistema de
gestión y protección de los recursos naturales, toda vez que la decisión
circunscribe su alcance al acto de elección acusado en el medio de
control, sin impactar directamente sus competencias constitucionales y
legales en la materia. Finalmente, es importante mencionar que (…), no
se observan elementos que conlleven a pensar que la argumentación
adoptada por esta Sala Especializada sea contraria a los principios
de razonabilidad y proporcionalidad que guían la función judicial al
momento de adoptar una cautela preventiva respecto de los efectos de
un acto demandado. Así las cosas, entendiendo que no se establecieron
de forma clara y precisa los motivos que conllevan a una modificación o
revocatoria de la medida cautelar decretada en el auto del 29 de octubre
del 2020, se procederá a negar la solicitud elevada en tal sentido.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235

60
RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE ORDENÓ REMITIR EL
EXPEDIENTE POR COMPETENCIA AL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO
DE CUNDINAMARCA, COMPETENCIA DEL CONSEJO DE ESTADO,
COMPETENCIA DEL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO, ACTO DE
ELECCIÓN DEL MINISTRO DEL INTERIOR

EXTRACTO NO. 7

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00007-00
FECHA: 11/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Juan Pablo Alvis Andrade y otros
DEMANDADO: Daniel Andrés Palacios Martínez - Ministro del interior
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala resolver los recursos


de súplica propuestos por la parte demandante, demandada y la
Presidencia de la República, contra el auto del 26 de febrero de 2021,
por medio del cual el Magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, remitió por
competencia el asunto de la referencia, al Tribunal Administrativo de
Cundinamarca – Sección Primera, por considerar que es la autoridad
competente para resolver en primera instancia el presente medio de
control, de conformidad con la regla de competencia establecida en el
numeral 9° del artículo 152 de la Ley 1437 de 2011

TESIS 1: El artículo 246 de la Ley 1437 de 2011, modificado por el


artículo 66 de la Ley 2080 del 25 de enero de 2021, establece que
el recurso de súplica es procedente en 4 eventos a saber: “1. Los
que declaren la falta de competencia o de jurisdicción en cualquier
instancia. 2. Los enlistados en los numerales 1 a 8 del artículo 243 de
este código cuando sean dictados en el curso de la única instancia, o
durante el trámite de la apelación o de los recursos extraordinarios.
3. Los que durante el trámite de la apelación o de los recursos
extraordinarios, los rechace o declare desiertos. 4. Los que rechacen
de plano la extensión de jurisprudencia.” (…). De conformidad con la
anterior disposición, la providencia dictada el 26 de febrero de 2021,
es susceptible del recurso de súplica, comoquiera que a través de
la misma el magistrado ponente declaró la falta de competencia del

61
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Consejo de Estado para conocer del presente asunto, al considerar que


ésta radica en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca – Sección
Primera. (…). [L]a controversia consiste en establecer, entre los artículos
149.5 y 152.9 de la Ley 1437 de 2011, cuál es la norma que resulta
pertinente y en especial, consonante con el ordenamiento jurídico, a
fin de precisar si es el Tribunal Administrativo de Cundinamarca en
primera instancia o el Consejo de Estado en única, el competente para
conocer la demanda de nulidad contra el acto de elección del ministro
del interior. (…). [E]l legislador reservó para el Consejo de Estado, esto
es, el Supremo Tribunal de lo Contencioso Administrativo (art. 237 de
la C.P.), el conocimiento en única instancia, de las demandas contra
los actos de elección popular que mayor representatividad tienen en
el país, respecto de los cuales por su importancia en el ordenamiento
jurídico colombiano, tienen la posibilidad de intervenir todos los
ciudadanos habilitados para ejercer el derecho al voto o al menos
una parte significativa de los mismos, se hace especial referencia,
al Presidente y el Vicepresidente de la República, los Congresistas y
el Alcalde Mayor de Bogotá. En este punto debe aclararse, que esta
Sala de Decisión ha considerado, que también le corresponde conocer
en única instancia, de las demandas de nulidad contra los actos de
elección de los gobernadores, respecto de los cuales la Ley 1437 de
2011 (a diferencia de la Ley 2080 de 2021) no estableció una regla de
competencia expresa, por lo que se ha hecho uso de la cláusula residual
prevista en el numeral 14 del artículo 149 del CPACA. (…). Asimismo,
teniendo como derrotero para la asignación de las competencias el
criterio de jerarquía del cargo sobre el que recaen las designaciones
controvertidas, y por ende, la importancia que tienen las mismas para
el adecuado funcionamiento de las instituciones del orden nacional,
el legislador estableció que el Máximo Tribunal de lo Contencioso
Administrativo, conocerá en única instancia, de la nulidad de los actos
de nombramiento de “los miembros de la Junta Directiva o Consejo
Directivo de las entidades públicas del orden nacional, de los entes
autónomos del orden nacional y de las Comisiones de Regulación”.
(…). (art. 149.3). En ese mismo orden de ideas, se determinó que el
Consejo de Estado conoce en única instancia de la nulidad contra los
actos de elección del Congreso de la República y de las altas cortes
del país, es decir, de los órganos más representativos de las ramas
legislativa y judicial del poder público. También de las designaciones
efectuadas por las juntas directivas o consejo directivos de los
entes autónomos del orden nacional y las comisiones de regulación
(art. 149.4). Finalmente, con el ánimo que el Tribunal Supremo de lo

62
Contencioso Administrativo conozca de las designaciones relacionadas
con el cargo de mayor jerarquía al interior de las entidades del
orden nacional, se le asignó el estudio de legalidad de “…los actos
de nombramiento de los representantes legales de las entidades
públicas del orden nacional”, esto es, de los funcionarios por medio de
las cuales éstas pueden ejercer sus derechos y adquirir obligaciones,
quienes están llamados por excelencia, a velar por sus intereses y son
los principales responsables de las respectivas personas jurídicas,
por lo que constituyen los servidores públicos más representativos de
las mismas. Que los anteriores asuntos sean asignados al Consejo de
Estado en única instancia, garantiza que conocerán de los mismos el
órgano de cierre de la jurisdicción de lo contencioso administrativo, por
ende, la autoridad de mayor jerarquía con el conocimiento requerido
y la autonomía necesaria para tomar las decisiones correspondientes
de manera definitiva (sin perjuicio de los recursos extraordinarios),
lo que a su vez propicia que la definición acerca de legalidad de las
designaciones en cuestión, se resuelva en una sola instancia judicial y
de la forma más expedita posible.

TESIS 2: En primer lugar se destaca, que el numeral 8° y la segunda


parte del 9° del artículo 152 [de la Ley 1437 de 2011], principalmente
hacen énfasis en las designaciones relativas a cargos pertenecientes a
entidades del orden territorial y/o que están llamados a ejercer las
funciones en el departamento, distrito o municipio respectivo, esto es,
en una parte del territorio nacional, no en su totalidad. Además, se
advierte que la mayoría de las elecciones o nombramientos referidos,
provienen de la voluntad de electorado a nivel local o de autoridades del
mismo nivel. De allí, que el numeral 8° haga referencia a las elecciones
del contralor departamental, de los diputados a las asambleas
departamentales, de concejales del Distrito Capital de Bogotá, de los
alcaldes, personeros, contralores municipales y miembros de
corporaciones públicas de los municipios y distritos y demás autoridades
municipales con 70.000 o más habitantes, o que sean capital de
departamento; y que la segunda parte del numeral 9 bajo similar lógica,
incluya a los nombramiento de empleados públicos del nivel directivo
efectuados por autoridades por autoridades distritales, departamentales
o municipales, en municipios con más de 70.000 habitantes o que sean
capital de departamento, sin perder de vista, que en el numeral 9° el
factor a destacar es el nivel del cargo respectivo, a fin de resaltar que
se trata del de mayor rango en la entidad correspondiente. (…). [E]l
numeral 9° también establece, que son asuntos asignados a los

63
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

tribunales administrativos en primera instancia, aquellos en los que se


persiga la nulidad de los nombramiento de los empleados públicos del
nivel directivo o su equivalente, efectuados por autoridades del orden
nacional. Es decir, el legislador les otorgó competencia a los tribunales,
para conocer de la legalidad de cierto tipo de designaciones, cuyos
efectos se extienden más allá del departamento, distrito o municipio en
los que comúnmente aquéllos ejercen jurisdicción. (…). [L]a intención
del legislador fue asignarle al Consejo de Estado en única instancia, el
conocimiento de las controversias de nulidad electoral relativas a las
designaciones de carácter nacional, ya sea porque en ellas participan
todos los ciudadanos habilitados para votar en el país, porque son
realizadas por autoridades nacionales y/o porque los elegidos o
nombrados podrán ejercer sus funciones en buena parte del territorio
colombiano. Y de otro lado, hizo énfasis en que dichas elecciones o
nombramientos investirán a sus destinatarios, como las máximas
autoridades y principales responsables en las respectivas entidades,
que se itera, tienen alcance nacional. En consecuencia, por regla
general, se dejó en cabeza de los tribunales administrativos en primera
instancia, las controversias de nulidad electoral relativas a las
designaciones de carácter territorial, en atención a los ciudadanos o
autoridades que a nivel local efectúan el nombramiento o elección, y al
ámbito geográfico en el que los designados ejercerán sus funciones.
(…). [E]n términos generales los anteriores parámetros se infieren de
los artículos 149 y 152 del CPACA, porque frente a los mismos existen
algunas excepciones, entre las que se destaca para el caso de autos, la
contenida en el numeral 9° del artículo 152, que le asignó a los tribunales
en primera instancia, el conocimiento de las controversia relativas a un
tipo de designación de carácter nacional, concretamente, el
“nombramiento de los empleados públicos del nivel directivo o su
equivalente efectuado por autoridades del orden nacional”. Se destaca
el anterior apartado del numeral 9° del artículo 152 del CPACA, porque
debido a su generalidad, a partir de una lectura aislada podría
considerarse que todas las demandas de nulidad electoral contra actos
de nombramientos de empleados público del nivel directivo o su
equivalente, efectuadas por autoridades del orden nacional, deben ser
conocidas por los tribunales administrativos en primera instancia,
aunque el artículo 149 de la Ley 1437 de 2011, también hace referencia
a designaciones de empleados públicos que son del nivel directivo, cuya
revisión le corresponde de manera exclusiva al Consejo de Estado en
única instancia. Se llega a la anterior conclusión, teniendo en cuenta
que los empleos del nivel directivo son aquellos que les “corresponden

64
funciones de dirección general, de formulación de políticas
institucionales y de adopción de planes, programas y proyectos” (art. 4
del decreto 785 de 2005), tareas que desde luego, desempeñan la
mayoría de los servidores públicos señalados en el artículo 149 de la
Ley 1437 de 2011, por tratarse como se expuso con anterioridad, de los
servidores que ostentan la mayor jerarquía en las entidades respectivas
del orden nacional, y por consiguiente, en cabeza de quienes de manera
colegiada o uninominal les corresponde adoptar las decisiones más
importante para el adecuado funcionamiento de aquéllas, atribución
que sólo está en cabeza de quienes están en el mencionado nivel. (…).
[E]l ordenamiento jurídico ha catalogado bajo la denominación de
empleos del nivel directivo, el de gobernador, alcalde, director de
departamento administrativo, gerente de unidad administrativa
especial; director, gerente o presidente de entidades descentralizadas;
rector de universidad, gerente de empresa social del estado,
superintendente, ministro, personero, contralor (arts. 5.2 (literal a) de la
Ley 909 de 2004; 4 y 16 del Decreto 785 de 2005; 2 del Decreto 2489 de
2006), integrante de asamblea, consejo directivo y director de
corporación autónoma regional (art. 24 de la Ley 99 de 1993) o de ente
autónomo, entre otros, que tienen asignadas funciones de dirección
general, formulación de políticas institucionales y adopción de planes,
programas y proyectos. Por lo tanto, de aplicarse de manera aislada el
numeral 9° del artículo 152 del CPACA, conllevaría a predicar que
asuntos que ordinariamente se ha tramitado en única instancia ante el
Consejo de Estado al amparo del artículo 149 del CPACA, (…), debieron
ser decididos en primera instancia por los tribunales administrativos, lo
que vaciaría de contenido buen parte del artículo 149 ibidem y por
contera, la intención del legislador de establecer como regla general,
que le corresponde al Máximo Tribunal de lo Contencioso Administrativo,
la revisión en única instancia de la legalidad de las elecciones y
nombramientos de quienes ostentan las más altas responsabilidades
en las entidades públicas del orden nacional. Por supuesto, bajo un
criterio sistemático de interpretación, esto es, que tenga en cuenta
todas las normas que eventualmente serían aplicables frente al control
de legalidad de los actos de nombramiento de empleados públicos del
orden nacional, el entendimiento del numeral 9° del artículo 152 de la
Ley 1437 de 2011 no puede ser el antes expuesto, sino aquel que
armonice su contenido con el artículo 149 del CPACA, propósito que en
criterio de la Sala, se logra aplicando el criterio de especialidad, según
la cual “la disposición relativa a un asunto especial prefiere a la que
tenga carácter general” (art. 5 de la Ley 57 de 1887), que según la Corte

65
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Constitucional, tiene lugar entre disposiciones de la misma jerarquía y


“permite reconocer la vigencia de una norma sobre la base de que
regula de manera particular y específica una situación, supuesto o
materia, excluyendo la aplicación de las disposiciones generales”. En
ese orden de ideas se estima, que el artículo 149 del CPACA a diferencia
del 152.9, en lo que se refiere a la designación de servidores públicos
del orden nacional, es mucho más específico, pues para identificar los
asunto que conoce el Consejo de Estado en única instancia, denomina
los cargos sobre los que recae el nombramiento o la elección (numeral
3°), indica qué autoridades en concreto realizan la designación (numeral
4°) o de qué potestad o calidad se inviste al destinatario de aquélla,
como lo hace el numeral 5° al indicar, que se trata de “los representantes
legales de las entidades públicas del orden nacional”, los cuales por
virtud de ley, pueden identificarse y distinguirse claramente respecto
de los demás servidores públicos vinculados a aquéllas, incluso, de los
que también son del nivel directivo. En contraste, de manera más
general, el artículo 152.9 se refiere a los nombramientos de los
empleados públicos del nivel directivo, (…), situación que también se
predica de las autoridades nominadoras, respecto de las cuales sólo
indica que sean del orden nacional (en lo que concierne para el presente
asunto). Así las cosas, en aplicación del criterio de especialidad, en el
evento que frente a un caso específico pueda predicarse la aplicación
de los artículos 149 o 152.9 del CPACA, debe preferirse el primero, con
lo cual a su vez se preserva la intención del legislador de definir con
claridad, qué asuntos debido a su importancia, deben ser conocidos en
única instancia por el Tribunal Supremo de lo Contencioso Administrativo.
Dicho de otro modo, desde una perspectiva sistemática del ordenamiento
jurídico y bajo el criterio de especialidad, resulta más acorde con aquél,
primero revisar si el asunto objeto de análisis se enmarca en alguno de
los supuestos del artículo 149 del CPACA, y en caso contrario, aplicar
respecto de la revisión de legalidad de los nombramientos del orden
nacional, el artículo 152.9 del mismo estatuto. Ahora bien, podría
argumentarse que ante la eventual discusión que se presente entre la
aplicación de las normas en comento, debe preferirse el artículo 152.9,
porque en virtud de él las partes tendrán la oportunidad de ejercer su
derecho a la defensa en dos instancias, la segunda de ellas, ante el
Consejo de Estado, lo que no ocurre si se aplica el artículo 149. Se
estima que al anterior argumento no es de recibo, en la medida que
como lo ha reconocido la Corte Constitucional, el legislador dentro del
margen de autonomía que le asiste, salvo regla superior en contrario,
tiene la facultad de determinar qué procesos deben tramitarse en dos

66
instancias o en una sola, sin que por el hecho de establecer esta última
alternativa, se estén desconocimiento los derechos fundamentales de
las partes. Sostener lo contrario, equivaldría a considerar contrarios a
la Constitución Política, todos los procedimientos de única instancia, y
por ende, que las normas que consagran éstos tendrían que inaplicarse
por los operadores judiciales. (…). [E]l ministro del interior es el
representante legal del correspondiente Ministerio, esto es, de una
entidad pública del orden nacional, comoquiera que tal situación
encuadra perfectamente dentro de los elementos característicos del
numeral 5° del artículo 149 del CPACA, por lo que debe preferirse su
aplicación frente al artículo 152.9 del mismo estatuto, por las razones
hasta aquí desarrolladas. Dicho de otro modo, si bien podría considerarse,
como lo ha hecho esta Sección en otras oportunidades, que frente a las
demandas contra los actos de elección de los ministros, que son
empleados del nivel directivo, que resulta aplicable el artículo 152.9, no
puede perderse de vista como nota distintiva de aquéllos, su condición
de representantes legales, la cual no se predica de todos los empleados
del referido nivel, y que es destacada por la norma especial, el artículo
149.5 el CPACA, lo que justifica que las controversias alrededor de los
nombramientos de los colaboradores más cercanos del presidente la
República, que podrían tener incidencia en el funcionamiento de varias
entidades del orden nacional, sean conocidas en única instancia por el
Consejo de Estado. Esto en atención, a que es la ley la que otorga un
tratamiento diferenciado a los empleados públicos del nivel directivo
que son representantes legales de entidades públicas del orden
nacional, respecto de los empleados del mismo nivel que no tienen la
responsabilidad de representar legalmente a la entidad a la que
pertenecen, es decir, ser los principales responsables frente al ejercicio
de los derechos y obligaciones de las correspondientes personas
jurídicas. (…). La distinción entre el representante legal de una entidad
pública del orden nacional y los empleados del nivel directivo de ésta,
sin lugar a dudas justifica que frente a las controversias atinentes a la
legalidad del nombramiento del primero, la Ley 1437 de 2011 en su
artículo 149.5, haya indicado que deben adelantarse en procesos de
única instancia ante el Consejo de Estado, mientras que frente a los
segundos, dicho trámite se inicie en primera instancia ante los
Tribunales Administrativos por mandato del artículo 152.9 del CPACA,
como ocurre de manera más o menos frecuente, con los ministros
plenipotenciarios. (…). Asimismo, tal distinción confirma (…) que la
intención del legislador con el artículo 149 del CPACA, es que el Consejo
de Estado en su condición de órgano de cierre de la jurisdicción de lo

67
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

contencioso administrativo, conozca en única instancia de las


controversias de nulidad electoral que involucran las elecciones y
nombramientos de las máximas autoridades de las entidades estatales,
en especial del orden nacional, en aras de propiciar un pronunciamiento
autónomo, acertado y célebre, respecto de la legalidad de designaciones
de las cuales depende el adecuado funcionamiento de aquéllas, y por
consiguiente, la prestación de sus servicios en el territorio colombiano
o en buena parte de él. Bajo las consideraciones que anteceden, se
impone revocar la providencia controvertida, a fin de que el asunto
continúe el trámite correspondiente en única instancia en esta
Corporación, por lo que se dispondrá su devolución al despacho del
magistrado al que fue repartido para lo de su competencia.

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: No [se comparte] la tesis de la ponencia toda vez que [se


considera] que debió privilegiarse la posibilidad de la doble instancia
y no limitar el conocimiento del asunto a una única. (…). [S]i bien [se
concuerda] con que la intención primigenia del legislador ha sido que
el Consejo de Estado conozca de las demandas de nulidad electoral
presentadas contra los altos dignatarios del Estado, no puede dejarse
de lado que la tendencia constitucional y convencional ha sido que estos
funcionarios tengan la garantía de la doble instancia o por lo menos la
doble conformidad. Es así como, por ejemplo, en el caso de las pérdidas
de investidura la Ley 1881 de 2018 consagró la doble instancia y en
pronunciamientos recientes de la Corte Constitucional se ha destacado
la importancia de que este tipo de servidores públicos cuenten con
esta garantía a la luz de la jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos. Por lo tanto, aunque efectivamente la misma
Corte Constitucional ha avalado la libertad legislativa para determinar
qué asuntos deben ser conocidos en única y en primera instancia, tal
y como se expone en el proyecto, lo cierto es que en el caso concreto,
existe una norma que permite que el asunto goce de la garantía de
doble instancia, concretamente el artículo 152.9 de la Ley 1437 de
2011, que establece que los Tribunales Administrativos conocerán en
primera instancia de las demandas de nulidad electoral presentadas
contra el nombramiento de empleados públicos del nivel directivo o
su equivalente efectuado por autoridades del orden nacional. En este
evento, los recurrentes reconocen que los ministros son empleados

68
públicos del nivel directivo y que son designados por el presidente de
la República, concretamente por el presidente de la República, por lo
que el supuesto de hecho encuadra perfectamente en la disposición
normativa, con la ventaja de que, además, garantiza la materialización
del debido proceso de los demandados en la esfera de la doble instancia.
(…). Además, si bien se manifiesta en la providencia que las normas de
competencia en la Ley 1437 de 2011 se dirigen para que, en su mayoría,
las elecciones y nombramientos del orden nacional sean conocidos
por esta Corporación y los del orden territorial por los Tribunales
Administrativos, no por ello puede dejarse de aplicar el principio de
la doble instancia, máxime, se repite cuando existe una norma que
consagra esta posibilidad. Es decir, el legislador no fue específico en el
caso de los ministros y directores de departamento administrativo al
indicar que las demandas de nulidad electoral presentadas en contra
de sus nombramientos debían ser de única instancia, por el contrario,
contempló la posibilidad que fueran conocidas en primera instancia por
los tribunales y en segunda, por esta Sección, por lo que el argumento
esgrimido en el proyecto frente a la autonomía del legislador para
determinar los asuntos que deben ser conocidos en única instancia debe
tener en cuenta las particularidades de este tipo de asuntos, máxime
cuando se trata de puntos diferentes. (…). En tales condiciones, al hacer
una interpretación no sólo sistemática sino además teleológica del
conjunto de normas que actualmente distribuyen las competencias en
materia de nulidad electoral, a la luz de los principios constitucionales,
procesales y los pronunciamientos del máximo órgano constitucional
sobre la materia, debe concluirse que constitucional y jurídicamente
la competencia para conocer de estas demandas debe radicarse en
cabeza del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Primera
-que también se especializa en temas electorales- para así garantizar
el principio superior de la doble instancia. (…). En este orden de ideas,
[se considera] que la decisión del 26 de febrero de 2021 a través de
la cual el Dr. Luis Alberto Álvarez Parra como ponente del asunto de
la referencia lo remitió por competencia al Tribunal Administrativo de
Cundinamarca, debió ser confirmada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 246 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 66 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 149 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152
NUMERAL 8 Y 9

69
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 8

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00001-00
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Gonzalo Raúl Gómez Soto
DEMANDADO: John Valle Cuello - Director general de
la Corporación Autónoma Regional del Cesar - CORPOCESAR
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver las solicitudes


de aclaración y adición formuladas por el apoderado de la parte
demandada y el señor Sergio Rafael Araújo Castro, como representante
del Presidente de la República ante el Consejo Directivo de la
Corporación Autónoma Regional del Cesar “CORPOCESAR”, respecto
de la sentencia del 4 de marzo de 2021, por medio de la cual la Sección
declaró la nulidad de la elección del señor John Valle Cuello como su
Director General.

TESIS: De conformidad con los preceptos normativos (…) [artículo


290 de la Ley 1437 de 2011 y artículos 285 y 287 de la Ley 1564
de 2012], para la procedencia de la adición y aclaración de las
sentencias deben concurrir los siguientes requisitos: i) oportunidad, ii)
legitimación y, iii) motivación, esto es, que en tratándose de la figura de
la aclaración exista en la providencia conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidas en la parte
resolutiva de la sentencia o influyan en ella y respecto de la adición
cuando se omita resolver sobre cualquiera de los extremos de la litis
o algún otro punto que de conformidad con la ley debía ser objeto de
pronunciamiento. (…). Previo a decidir las peticiones elevadas por el
demandado y el representante del Presidente de la República ante
el Consejo Directivo de CORPOCESAR, se debe aclarar que, si bien
éste último solicitó la adición de la sentencia, su fundamento fue del
mismo tenor que el de aclaración, en razón de ello, se hará su análisis
en conjunto y, solo en caso que sea procedente ésta, se determinará
la necesidad de adicionar el fallo que puso fin al presente problema

70
jurídico. Las solicitudes de aclaración y adición presentadas, van
encaminadas a que se module la decisión del 4 de marzo de 2021, esto
es, que se determine las consecuencias del fallo de nulidad decidido
por la Sala Electoral en el presente asunto. Al respecto es pertinente
señalar que en la providencia SU-2015-00029-00, se indicaron los
efectos de las sentencias que declaran la nulidad del acto de elección
por expedición irregular, como en el sub judice. (…). En este orden de
ideas, la sentencia de unificación de la Sección Quinta del Consejo de
Estado estableció que en los eventos en que la decisión que pone fin
al proceso no haga pronunciamiento expreso sobre los efectos de la
declaración de nulidad, quien se sujeta a ella, bien puede continuar
el proceso inicial en lo no afectado por los vicios que devinieron en
la declaratoria de ilegalidad del acto o abrir una nueva convocatoria.
Así las cosas, al estar consagrados los efectos de las decisiones
anulatorias en materia electoral en una sentencia de unificación, en
donde se interpretó el artículo 288 del CPACA, cuando ésta deviene de
una expedición irregular se impone su aplicación por ser vinculante.
Por lo anterior, no les resulta obligatorio a los operadores contenciosos
en materia electoral, determinar expresamente los efectos de la
decisión, en tanto su alcance ya fue definido por el órgano de cierre.
Por manera que al no advertir que la providencia contenga conceptos
o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, ni que afecten la
parte resolutiva, así como tampoco la necesidad de adicionarla, se
estima suficiente para negar el acceso a las solicitudes de aclaración
y/o adición presentadas.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 288 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY
1564 DE 2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 302 / DECRETO 806 DE 2020 – ARTÍCULO 8

71
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO


EN ENCARGO DE LA DIRECTORA GENERAL DE CARDER,
REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
TRÁMITE DE LAS RECUSACIÓN EN EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE RISARALDA

EXTRACTO NO. 9

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00003-00
FECHA: 25/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Michel Wadih Kafruni Marin
DEMANDADA: Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados –
Directora general (E) de CARDER
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala pronunciarse


sobre la admisibilidad de la demanda presentada contra el acto de
nombramiento de la señora Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados
como Directora General (E) de la Corporación Autónoma Regional de
Risaralda “CARDER” y, la solicitud de suspensión provisional de sus
efectos, para lo cual se debe determinar: (i) si hubo violación directa
de la Constitución y la ley al transgredir los artículos 29 Superior,
11 y 12 de la Ley 1437 de 2011 y 42 de los Estatutos de la CARDER;
(ii) expedición irregular porque el consejo directivo no dio trámite en
forma legal a las recusaciones presentadas, al no suspender en forma
inmediata toda la actuación; (iii) falta de competencia, pues a pesar
de que los 13 miembros tenían suspendidas transitoriamente sus
facultades, 7 de éstos sin quórum para deliberar y decidir continuaron
con la actuación administrativa de designación del director general
encargado; (iv) otras irregularidades, que en la sesión extraordinaria
del 11 de noviembre de 2020 se permitió al representante de los
gremios señor Diego Alonso Mejía Vásquez, actuara como presidente
ad hoc, sin haberse expedido formalmente el acuerdo que así lo
catalogara; (v) desconocimiento del derecho de audiencia y defensa;
y, (vi) discutir las recusaciones dentro de la sesión sin estar incluidas
en el orden del día..

72
TESIS 1: La regla específica de la suspensión provisional en el proceso
de nulidad electoral consiste en que dicha petición debe resolverse en
el mismo auto admisorio de la demanda. Igualmente, esta institución se
configura como una de las causales de pérdida de fuerza ejecutoria del
acto administrativo, teniendo incidencia particularmente respecto de su
carácter ejecutorio. Los requisitos para decretar esta medida cautelar,
fueron consagrados expresamente por el legislador en el artículo 231
de la Ley 1437 de 2011. (…).De lo anterior se colige respecto de la
suspensión provisional del acto en materia electoral que: (i) la solicitud
del accionante procede por violación de las disposiciones normativas
constitucionales o legales invocadas en el escrito correspondiente;
(ii) dicha violación surge del análisis del acto demandado y su cotejo
con las normas superiores invocadas o del estudio de las pruebas
allegadas con la misma. (…). Con la expedición de la Ley 1437 de 2011,
basta que se presente una violación a las disposiciones señaladas
como desconocidas, en la demanda o en escrito separado antes de la
admisión de la misma, contravención que debe surgir del análisis por
parte del juez, del acto demandado con las normas esgrimidas como
violadas o, del estudio de las pruebas aportadas por el accionante con
su escrito de demanda para que sea procedente la medida cautelar.
Así las cosas, el juez de lo contencioso administrativo debe efectuar un
estudio y análisis de los argumentos expuestos por el demandante y
confrontarlos con los argumentos y pruebas presentadas en esta etapa
del proceso para efectos de proteger la efectividad de la sentencia.

TESIS 2: En cuanto al trámite de las recusaciones en los consejos


directivos de las corporaciones autónomas regionales, es importante
señalar que por mandato del artículo 2 de la Ley 1437 de 2011, ante la
falta de norma expresa para su instrucción, se aplica lo dispuesto en la
parte primera del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, en su Título I, Capítulo I, artículo 12. (…). [L]
os estatutos de la corporación autónoma de Risaralda – CARDER se
encuentran contenidos en el Acuerdo No. 005 del 26 de febrero de
2010 y en ellos no hay regulación expresa sobre el trámite de los
impedimentos y las recusaciones, por lo que de acuerdo con lo previsto
en el artículo 2 resulta aplicable el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011.
(…). [E]l Consejo Directivo está conformado por 13 personas y para
deliberar requiere la mitad más uno de sus integrantes. (…). [P]ara la
designación de la directora general encargada el quórum deliberatorio
fue de siete consejeros presentes (…), por lo que en este estado del
proceso se puede concluir que numéricamente existió quórum. (…). La

73
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

jurisprudencia (…) ha reconocido la facultad de las corporaciones


autónomas para decidir sobre las recusaciones que se presenten
contra los integrantes del consejo directivo en virtud de la autonomía
que les ha reconocido la ley; no obstante, se ha señalado de forma
reiterada por la Sección Quinta del Consejo de Estado, que la anterior
competencia se puede ejercer siempre que no esté afectado el quórum
para deliberar y decidir en garantía de la democracia, transparencia y
objetividad que deben revestir las decisiones que en estos casos se
adopten. El argumento del demandante sobre el que sustenta la
solicitud de suspensión provisional se basa en que el Consejo Directivo
de CARDER carecía de competencia para decidir las recusaciones, por
la afectación del quórum dado que fueron los 13 miembros que integran
el consejo directivo los recusados. (…). En primer lugar se precisa que
los impedimentos y las recusaciones son instituciones concebidas
para asegurar el cumplimiento de los principios de la función pública,
previstos en el artículo 209 Superior y garantizar condiciones de
imparcialidad y transparencia de quien tiene a su cargo el trámite y
decisión de un asunto, para hacer efectivo el postulado de igualdad en
aplicación de la Ley. (…). Así mismo, la Sección Quinta del Consejo de
Estado se ha pronunciado indicando que los escritos de recusación
deben cumplir mínimamente con los siguientes requisitos: i)
Identificación del solicitante, a menos de que exista una justificación
seria y creíble del peticionario para mantener la reserva de su identidad,
de conformidad con lo establecido en la sentencia C-951 de 2014 de la
Corte Constitucional. ii) El señalamiento del servidor público o particular
que ejerce función pública, sobre el que recae el reproche y, iii) Las
razones por las que se estima que respecto de aquél existe un conflicto
entre el interés particular y el general, las cuales deben estar
encaminadas a ilustrar jurídica y probatoriamente si es del caso, la
configuración de las causales de impedimento legalmente establecidas.
(…). En este orden de ideas, se advierte que si bien en el caso concreto
se identifica a los recusantes y que los servidores censurados son
todos los 13 miembros del consejo directivo, no ocurre lo mismo en
relación con el tercer aspecto, (…) pues no se cumple con la debida
fundamentación jurídica y adecuación a una causal taxativa de
recusación, para que pueda producir la pretendida suspensión del
trámite eleccionario, pues los solicitantes se limitaron a exponer unos
supuestos fácticos, sin demostrar por qué los hechos anunciados dan
lugar a la configuración de determinada causal de recusación. (…). En
torno a estos fundamentos fácticos se evidencia lo siguiente: i) el
procedimiento no debía suspenderse pese a la presentación de las 3

74
recusaciones conforme el mandato del artículo 12 del CPACA, en
cuanto no se cumplieron los requisitos, esto es, no fundamentaron ni
se precisaron las causales de recusación; ii) la autoridad competente,
esto es, la PGN estimó que las recusaciones no cumplían con los
requisitos para su presentación por lo que le solicitó al ente
medioambiental abstenerse de remitirlas y, iii) su resolución fue
posterior al nombramiento en encargo. Si bien la autoridad en estricto
sentido no actuó conforme con el imperativo del artículo 12 ídem, no se
debe pasar por alto que los escritos de recusación fueron desestimados
de plano por el ente de control; en ese orden de ideas a juicio de la Sala
resulta desproporcionado y contrario al principio de eficacia de voto, a
esta instancia del proceso, suspender provisionalmente el acto
acusado, en tanto las recusaciones que dieron origen al cargo de
nulidad por expedición irregular fueron rechazadas por el competente.
En todo caso, le corresponderá a la Sala Electoral determinar en la
sentencia, si en este asunto ha habido abuso del derecho por la
presentación reiterada de recusaciones conforme lo manifestó la
demandada y de acreditarse dicha situación si es constitutiva de
justificación de la actuación del ente medioambiental. (…). El actor
consideró que se vulneró el artículo 40 de los Estatutos porque allí se
dispone que en las sesiones extraordinarias solo se podrán tratar los
temas para el cual fue convocado. (…). En este punto se debe señalar
que el trámite de las recusaciones es un aspecto que se encuentra
directamente relacionado con la decisión final de elección de director
general; por lo tanto, no se debe entender en principio, que la discusión
y resolución de ellas, cuando el Consejo no ve afectado su quórum
deliberatorio y decisorio, es ajeno a los puntos previstos para tratar en
el orden del día, de manera que en este estado del proceso no se
advierte vulneración a la norma impetrada. (…). El demandante
consideró que se vulneraron los artículos 29 de la Constitución Política
y 47 de los Estatutos, porque se designó como presidente ad hoc al
Consejero Diego Alonso Mejía Vásquez, sin la competencia para actuar
y sin la expedición de acuerdo alguno que de cuenta de la decisión
adoptada. Del tenor literal de los artículos 44 y 47, se advierte una
irregularidad toda vez que la designación de un presidente ad hoc,
implica la adopción de una decisión, la cual no se plasmó en un
“acuerdo”. No obstante, en este estado del proceso, el actor no demostró
la incidencia que esta irregularidad tiene en el acto de elección, como
sí lo hizo con el cargo por el trámite irregular de las recusaciones. (…).
Argumentó el actor que el Acuerdo 021 del 11 de noviembre de 2020,
por el cual se designó como directora general encargada a la señora

75
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados, fue suscrito por el Consejero


Diego Alonso Mejía Vásquez en calidad de presidente sin haber
expedido el Consejo Acuerdo alguno que haya materializado su
designación como tal. Este aspecto carece de objeto, toda vez que ya
se indicó en el capítulo respectivo al trámite de las recusaciones, que
el Consejo Directivo tenía competencia para deliberar y decidir, en
tanto que no se afectó el quórum, al concluirse que estaban presentes
7 consejeros, es decir numéricamente existió quórum. (…). Para el actor
se vulneró el debido proceso porque el Consejo Directivo no le dio
respuesta a la solicitud que presentaron los señores Juan Carlos
Barrero Grisales, Marha Vigadid Benavides Meconó y Diego Andrés
Hincapié Moreno, respecto a la forma en que se tramitaron las
recusaciones. Sobre este aspecto, no se cuenta con el material
probatorio que permita afirmar de manera tajante, que la entidad no le
informó a los recusantes [respecto a la forma en que se tramitaron las
recusaciones], por lo tanto se definirá en la sentencia si la Corporación
omitió su deber de contestar la petición formulada. (…). Se observa que
la decisión de nombrar en encargo a la directora general de CARDER
realizada el 11 de noviembre de 2020, mediante Acuerdo 021 de la
misma fecha, no amerita la suspensión del acto, en tanto no se acreditó
el desconocimiento del trámite dispuesto en el artículo 12 de la Ley
1437 de 2011, en el entendido que no se afectó el quórum, pues de los
13 miembros del consejo directivo, 7 participaron en la designación de
la directora general encargada de la CARDER. En cuanto a los cargos
por infracción de las normas en que debería fundarse, en este estado
del proceso no se demostró la incidencia que algunas irregularidades
le generan al acto definitivo. Lo anterior, sin perjuicio de que una vez
surtidas las demás etapas procesales se llegue a una conclusión
diferente, toda vez que, como se advirtió la decisión sobre el decreto o
no de una medida cautelar, en manera alguna implica prejuzgamiento.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231

76
PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA, DECRETO DE PRUEBAS DE
OFICIO

EXTRACTO NO. 10

RADICADO: 44001-23-40-000-2020-00004-01
FECHA: 08/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Daniel Elías Ceballos Brito
DEMANDADOS: Diputados a la Asamblea de La Guajira,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala, previo al fallo,


establecer si existe o no la necesidad de practicar de oficio una prueba
decretada en primera instancia frente al cargo de trashumancia que
no obra en el plenario por no haberse remitido de forma completa por
el Consejo Nacional Electoral.

TESIS: [E]l a quo estimó que la etapa correspondiente debía ser


cerrada, en tanto el material probatorio decretado estaba completo,
precisando concretamente lo referente al cargo de trashumancia. No
obstante ello, al momento de dictar sentencia, negó la prosperidad del
cargo por no contar con los soportes que acreditaran su ocurrencia.
Revisados estos documentos, es claro que no se dio respuesta en
debida forma a la prueba decretada por el Tribunal, puesto que no se
remitió la información en forma completa toda vez que no se aportó
el estudio de trashumancia electoral del departamento de La Guajira,
concretamente lo relacionado con las (…) cédulas de ciudadanía,
las cuales como se puede observar ejercieron efectivamente su
derecho al voto en la localidad de Urumita, lo que impone a esta Sala
de decisión el deber de esclarecer el presente asunto. (…) Así las
cosas, y toda vez que las certificaciones pedidas son necesarias para
poder resolver el asunto aquí estudiado, se ordenará nuevamente
la práctica de esta prueba, en virtud de lo dispuesto en el artículo
213 del CPACA. (…). Entonces, toda vez que ya se agotó la etapa de
alegaciones y teniendo en cuenta que es necesario establecer si las
personas relacionadas fueron declaradas trashumantes por el CNE,

77
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

será practicada nuevamente esa prueba para obtener la información


con el fin de esclarecer este punto.

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: En la providencia de la cual [se salva el voto], se puso de


presente que el Tribunal denegó el cargo de trashumancia porque una
de las pruebas decretadas se allegó de manera incompleta, entonces
la mayoría de la Sala, ordenó oficiar al CNE para que “…certifique de
manera detallada y pormenorizada si las personas relacionadas en
el numeral 50 de este proveído fueron declaradas trashumantes y si
en consecuencia, se les excluyó del censo electoral de Urumita en las
elecciones locales del año 2019”, por considerar que resulta necesaria
para “…esclarecer el presente asunto”. [Bajo este] criterio, de acuerdo
con lo expuesto en la providencia de 8 de abril de 2021 y de la revisión
del expediente, [se considera] que no [se está] ante el escenario de
un punto oscuro de la controversia sino ante la falta de diligencia del
actor y de su apoderado judicial para procurar por la debida obtención
de dicha prueba, a lo que [se debe] agregar la evidente omisión de la
interposición del recurso que impidiera el cierre del debate probatorio.
(…). Como se puede advertir, contrario a la existencia de “punto oscuro
o difuso de la contienda”, al que refiere el inciso segundo del artículo
213 del CPACA, en este caso, lo que se evidencia es que la parte que
solicitó el decreto y la práctica de la prueba nunca advirtió que lo
allegado venía incompleto. Lo anterior, a pesar de que el Tribunal lo
señaló y que la apoderada del CNE informó que ya estaba aportada
en debida forma. Tampoco el apoderado del demandante esgrimió
objeción alguna ni se opuso o cuestionó la decisión de tener por
finalizada la etapa probatoria. A tal punto que solo, luego de que
el tribunal lo expusiera en el fallo, la parte actora en su recurso de
apelación refirió que el CNE no aportó la prueba de manera completa,
etapa claramente extemporánea para señalar el presunto defecto.
Así las cosas, con [esta] salvedad [se quiere] exponer que [bajo este]
criterio esa circunstancia no se enmarca en el escenario previsto por
el inciso 2º del artículo 213 del CPACA, que permite el decreto oficioso
de pruebas en segunda instancia, como se concluyó en la providencia
de la cual [se aparta], pues [se debe] insistir que lo realmente acaecido
es el interesado por la prueba y en quien recae la carga probatoria no
asumió en debida forma dicha exigencia.

78
TESIS 2: [E]l auto para apoyar sus argumentos refiere a providencias
de esta Sala Electoral que datan del 2016 pero que, [bajo este]
criterio, no guardan relación con la situación expuesta en el presente
asunto. En efecto, revisado el auto del 4 de agosto de 2016, M.P:
Carlos Enrique Moreno Rubio, Radicado No. 23001-23-33-000-2015-
00461-02, se advierte que se ordenó que se “…certifique de manera
detallada y precisa los proyectos y obras civiles a su cargo, en el área
de saneamiento básico y ambiental, dentro del proyecto denominado
“asesoría, acompañamiento, y seguimiento a los proyectos de aguas
y saneamiento básico para la prosperidad en el departamento
de Córdoba” durante la vigencia de 2015”. (…). Nótese que, en esa
oportunidad, fue el juez de la segunda instancia quien advirtió dicha
falencia probatoria y concluyó que le impedía resolver el recurso de
apelación formulado, sin que dicha omisión fuera del conocimiento
de las partes o del tribunal de primera instancia, circunstancia que
difiere de la acaecida en el proceso de la referencia, en la medida que
el Tribunal en varias oportunidades puso de presente que la prueba se
allegó de manera incompleta y la parte interesada, no procuró por la
revisión del expediente para verificar dicha situación y tampoco acudió
a los recursos que el ordenamiento pone a su disposición en procura
de que el debate probatorio finalizara con el debido recaudo de las
pruebas decretadas. La providencia también alude al auto de 27 de
octubre de 2016, M.P: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez, Radicado
No. 7600123330002015-01577-02. (…). [E]n ese asunto, la Sala se
limitó a ordenar la incorporación de una prueba ya decretada por el
tribunal, con la finalidad que en el expediente obrara el video al que
se aludió en la demanda y no solo el link aportado por la parte actora.
En ese orden de ideas, es evidente que ese caso difiere del que ocupó
la atención de la Sala, pues no se trajo una nueva prueba al proceso,
tampoco se completó las ya aportadas, sino que se incorporó un
elemento probatorio ya conocido y controvertido por las partes, lo que
claramente resulta ajeno de la debida diligencia que le correspondía
al demandante asumir para procurar por el completo recaudo de las
pruebas que pidió y le fueron decretadas, muy a pesar de que el juez de
la primera instancia le indicó que las mismas devenían incompletas.
Por último, se refiere a la providencia de 1º de marzo de 2018, M.P:
Alberto Yepes Barreiro, Radicado No. 08001-23-33-000-2016-00067-
01, empero, en este asunto lo único que se hizo fue incorporar una
prueba que hacía parte de los antecedentes administrativos del acto
acusado pero que no reposaba en el expediente sino en la página web
oficial de la Registraduría Nacional del Estado Civil, lo que tampoco

79
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

se compadece de la situación expuesta en el proceso de la referencia,


que se itera se trata de la omisión del actor de revisar todo el material
probatorio decretado y allegado, a pesar de que esta irregularidad
fue puesta en consideración en diferentes etapas de la primera
instancia. Para finalizar [se debe] manifestar que con [esta] postura
lo que [se quiere] destacar es la inexistencia de un punto oscuro de
la controversia que merezca la intervención de este juez electoral en
segunda instancia, sin que con ello quiera desconocer que en su labor
el operador judicial debe procurar por el “esclarecimiento de la verdad”,
como lo exige el artículo 213 del CPACA, pero esta labor oficiosa exige
que “se deberán decretar y practicar conjuntamente con las pedidas
por las partes”, instancia que en este caso ya tuvo ocurrencia y razón
por la cual se tuvo acudir a la hipótesis del inciso segundo del mismo
precepto que sí refiere “esclarecer puntos oscuros o difusos de la
contienda”, la que [se considera] tampoco se configura.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213

80
RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DE LA DESIGNACIÓN DE LA
DIRECTORA GENERAL ENCARGADA DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL DE RISARALDA CARDER, REQUISITOS DE
LA RECUSACIÓN

EXTRACTO NO. 11

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00003-00
FECHA: 22/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Michel Wadih Kafruni Marín
DEMANDADA: Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados – Directora
general (E) de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda Carder
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse respecto


del recurso de reposición interpuesto por la parte demandante, contra
el auto del 25 de marzo de 2021, en relación con la decisión que negó
el decreto de la suspensión provisional del Acto No. 021 del 11 de
noviembre de 2020 “Por medio del cual se designa director general
encargado de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda –
CARDER, y se toman otras determinaciones”.

TESIS: El impugnante afirma que la Sala desconoció que no había


quórum deliberatorio y decisorio para designar a la directora general
encargada de la CARDER, en cuanto existían 3 recusaciones contra
todos los miembros del consejo directivo, que fueron puestas
en conocimiento de los 13 consejeros de la CARDER, por tanto no
tenían competencia para actuar. (…). No comparte la Sala la anterior
postura, pues se recuerda que los impedimentos y las recusaciones
son instituciones concebidas para asegurar el cumplimiento de los
principios de la función pública, previstos en el artículo 209 Superior
y garantizar condiciones de imparcialidad y transparencia de quien
tiene a su cargo el trámite y decisión de un asunto, para hacer
efectivo el postulado de igualdad en aplicación de la Ley, por lo que se
revisó la legalidad de la actuación en la discusión de las solicitudes
de recusación presentadas, verificando si éstas se ajustaban a los

81
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

requisitos establecidos por esta Sección. Los escritos de recusación


presentados (…), si bien identifica a quienes los suscriben y los
consejeros censurados al señalar que son todos los 13 miembros
del consejo directivo, no se cumple con la debida fundamentación
jurídica y adecuación a una causal taxativa, para que pueda producir
la pretendida suspensión del trámite eleccionario, en razón a que los
solicitantes se limitaron a exponer unos supuestos fácticos que no
permiten determinar la configuración de alguna causal de recusación.
Por otra parte, el 16 de diciembre de 2020 la Procuradora General de la
Nación (E), sostuvo que las recusaciones antes referidas, no cumplían
los requisitos, por lo que las rechazó y solicitó a la Secretaría General
de la CARDER que hasta tanto se acreditara interés por parte del
recusante, así como su legitimación, debía abstenerse de tramitar
y remitir a ese ente de control las recusaciones que se promuevan
para la elección de su director en cualquier calidad y condición, ya
sea en propiedad, encargo o interinidad. Así, se evidenció que (i) el
procedimiento no debía suspenderse, a pesar de la presentación de
3 recusaciones (…), porque no cumplieron los requisitos, pues no
se fundamentaron ni se precisaron las causales de recusación; (ii)
la Procuraduría General de la Nación al tramitar las recusaciones
concluyó que éstas no atendían las exigencias para su presentación,
solicitándole a la CARDER abstenerse de remitirlas y, (iii) su
resolución fue posterior al nombramiento del encargo. Se precisó
que si bien el ente medioambiental en estricto sentido no actuó
conforme lo prevé el artículo 12 ídem, lo cierto es que los escritos
de recusación fueron desestimados de plano por el ente de control;
por tanto, suspender provisionalmente el acto acusado, resultaría
desproporcionado y contrario al principio de eficacia de voto, en esta
instancia del proceso, en tanto las recusaciones que dieron origen
al cargo de nulidad por expedición irregular como se indicó fueron
rechazadas por el competente. En este orden de ideas, como se
evidencia, esta Sección ha indicado que los escritos de recusación
deben ajustarse a unas exigencias mínimas y al desatenderse alguna
de ellas, como en el sub lite, no hay lugar a suspender la actuación,
máxime que los miembros del consejo directivo una vez tuvieron
conocimiento de las recusaciones las rechazaron por improcedentes
y continuaron con la sesión; no obstante lo anterior, se remitieron a
la Procuraduría General de la Nación, entidad que advirtió que éstas
no cumplían los requisitos y las rechazó, por lo que resulta suficiente
destacar que en el caso analizado, a los cuestionamientos contra los
integrantes del mencionado Consejo debían aplicarse las normas que

82
las regulan, y como consecuencia de ello, también pudo establecerse
en virtud de aquéllas, que el quorum del cuerpo colegiado no estuvo
comprometido, razones que impiden reconsiderar la decisión
objeto de recurso. Por otra parte, en relación con el argumento de
que el pronunciamiento del Procurador deslegitima el proceder de
cualquier ciudadano a recusar una actuación, como en este caso
por presuntamente no cumplir con los requisitos esbozados por ese
ente de control, se precisa que éste fue enfático en aclarar que no
toda persona está habilitada para recusar, toda vez que el artículo 12
de la Ley 1437 de 2011, hace referencia es al individuo que tenga y
acredite interés directo en el trámite correspondiente, ya sea por ser
parte de la actuación, por resultar personal y directamente afectado
por ella, por formar parte del consejo o por actuar en cumplimiento
de un deber legal. (…). [F]rente al argumento de que no había quórum
deliberatorio y decisorio, en cuanto debían estar presentes ocho
miembros del consejo y no siete, se reitera que conforme con los
estatutos vigentes de CARDER, el consejo directivo está conformado
por 13 personas y para deliberar se requiere la mitad más uno de sus
integrantes y como se trata de seres humanos no podemos hablar
de cifras fraccionadas, esto es seis punto cinco (6.5), de forma que
“más de la mitad” ha de entenderse simplemente como el entero
superior a la mitad. Para el caso, equivaldría a la presencia de
siete (7) integrantes, como ha sido reiterado por la jurisprudencia
de la Corte Constitucional en sentencias de control abstracto de
constitucionalidad, que al tenor del artículo 243 de la Carta tienen
un carácter obligatorio para todos los operadores jurídicos. Así, pudo
concluirse que para la designación de la directora general encargada
el quórum deliberatorio fue de siete consejeros presentes quienes
votaron a favor de la señora Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados,
es decir que numéricamente existió quórum. (…). Por manera que,
al advertir que en la decisión de nombrar en encargo a la directora
general de CARDER realizada el 11 de noviembre de 2020, mediante
Acuerdo 021 de la misma fecha, no se acreditó el desconocimiento
del trámite dispuesto en el artículo 12 de la Ley 1437 de 2011, en
el entendido que no se afectó el quórum, pues de los 13 miembros
del consejo directivo, 7 participaron en la designación de la directora
general encargada de la CARDER, por lo que se impone confirmar la
decisión de no decretar la suspensión provisional del acto acusado.
No se advierte por parte de la Sala vulneración al principio de igualdad
ante la ley, debido proceso, prevalencia del derecho sustancial sobre
lo adjetivo y tutela judicial efectiva, pues se ha garantizado a todos

83
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

los sujetos procesales los derechos previstos en la normativa vigente


y las decisiones de la entidad se encuentran fundamentadas en las
pruebas y de acuerdo con los precedentes.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA- ARTÍCULO 209 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA- ARTÍCULO
243 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12

84
IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO POR
PRESUNTAMENTE HABER PARTICIPADO EN LA EXPEDICIÓN DEL
ACTO ENJUICIADO, IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO
PÚBLICO POR HABER CELEBRADO CONTRATO DE PRESTACIÓN
DE SERVICIOS CON LA CONTRALORÍA DE BOGOTÁ, CUYO
REPRESENTANTE ERA EL DEMANDADO

EXTRACTO NO. 12

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00006-00
FECHA: 22/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares Sayago
DEMANDADOS: Magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial,
período 2021-2029
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el impedimento


manifestado por la señora procuradora Séptima Delegada ante el
Consejo de Estado, por cuanto consideró que se encontraba incursa en
las causales establecidas en los numerales 1 y 4 del artículo 130 de la
Ley 1437 de 2011. Para sustentar su manifestación frente al numeral
1° del artículo 130 ídem, adujo que participó en la convocatoria pública
que adelantó el Consejo Superior de la Judicatura para integrar las
ternas de candidatos a magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial, la cual culminó con el acto demandado proferido por
el Congreso de la República. Respecto de la segunda causal, señaló que
el 13 de febrero de 2019 suscribió contrato de prestación de servicios
profesionales 830167-2019 con la Contraloría de Bogotá, cuyo titular
era Juan Carlos Granados, quien es uno de los demandados en el
proceso de la referencia, para lo cual anexó copia de una certificación
en la que se puede extraer la existencia de instrumento referido.

TESIS 1: El trasfondo de las recusaciones y los impedimentos, es el de


asegurar la independencia e imparcialidad de quienes de acuerdo con
la ley deben intervenir o adoptar una decisión y por ello separarse del
proceso por la configuración de alguna de las causales taxativamente
señaladas en la ley. Ello significa que se persigue el ejercicio probo

85
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la función. Por ello, como lo ha manifestado la Sala, estas figuras


procesales se han instituido como una garantía de rectitud de la
autoridad, a quien dentro de sus competencias tiene la potestad de tomar
o participar en la adopción de medidas de naturaleza administrativa,
electoral o judicial, pues el ejercicio de tales competencias implica el
respeto de los principios de transparencia, imparcialidad y moralidad,
como improntas que caracterizan el desempeño de las atribuciones en
favor del interés general y de los derechos de los particulares y que
evitan que circunstancias ajenas inclinen de forma ilegítima su postura
en la resolución del problema jurídico. (…). [L]os artículo 133 y 134 de
la Ley 1437 de 2011, establecieron en su orden, que las causales de
recusación y de impedimento previstas en el mencionado compendio
para los magistrados del Consejo de Estado son aplicables a los agentes
del ente de control y, ante la presencia de una de éstas el procurador
correspondiente deberá declararse impedido expresando la causal y los
hechos en que se fundamente mediante escrito dirigido a la sección ante
la cual actúa quien la resolverá de plano. (…). En el caso de la referencia,
la señora procuradora Séptima Delegada ante el Consejo de Estado pidió
ser separada del conocimiento del asunto por haberse inscrito como
precandidata para la escogencia de los magistrados de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial, aspecto que a su juicio le impide actuar
en el vocativo de la referencia. (…). De conformidad con los presupuestos
sustanciales, para que se pueda predicar la materialización de la situación
planteada en la norma procesal, se requiere: i) que se haya expedido
un acto; ii) que el magistrado o en este caso la agente del Ministerio
Público haya participado en la expedición del mismo; y iii) que el acto así
expedido, esto es, con su participación en los términos de la demanda
presentada, sea el que se enjuicie. En este asunto, el acto demandado
es el expedido por el Congreso de la República en pleno, donde consta
la elección de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, elección en la que intervino el Consejo Superior de la Judicatura
y el presidente de la República en la elaboración de las ternas. Así las
cosas, es evidente que la causal de impedimento invocada no resulta
ser predicable de la situación fáctica propuesta, en tanto la agente del
Ministerio Público no fue la autoridad que expidió el acto ni participó en
su elaboración, dado que no fue una integrante de la duma electoral,
ni mucho menos de los órganos que integraron las ternas. Además de
lo anterior, el sustento de su manifestación de impedimento no radicó
en el hecho de haber participado de alguna forma en la expedición del
acto, sino en que se inscribió en el proceso que se adelantó para tal
fin, supuesto que no es el que rige la norma invocada y por ello no es

86
procedente su separación. Al respecto, se debe recordar que la finalidad
de la causal transcrita tiene como fundamento que el juez o quien ejerce
como ministerio público no procure el juzgamiento o la defensa desde
su envestidura de su propio acto, esto es, para el caso que nos ocupa,
evitar que en uso de las facultades constitucionalmente conferidas no
defienda y proteja los intereses de la sociedad sino los propios que
serían los que primarían en su actuación como sujeto procesal, al
intervenir en un medio de control donde se estudie la legalidad de un
acto en el que participó. En conclusión, al no estar en este asunto, ante
un acto expedido o en el que intervino la agente del Ministerio Público,
no se advierte la configuración de la causal invocada y por estas razones
se declarará infundada la solicitud bajo examen.

TESIS 2: La manifestación respecto de esta causal [De la causal 4° del


artículo 130 de la Ley 1437 de 2011] se sustentó en que celebró contrato de
prestación de servicios con la Contraloría de Bogotá, cuyo representante
era el señor Juan Carlos Granados Becerra, quien ahora funge como
demandado. (…). Este impedimento se configura cuando concurren los
siguientes elementos: -Parentesco: la relación parental que señala la
norma, esto es, (i) cónyuge, (ii) compañero o compañera permanente,
o (iii) alguno de los parientes del agente del Ministerio Público hasta el
segundo grado de consanguinidad, (iv) segundo de afinidad o (v) único
civil. -Calidad: debe ser predicable del pariente la calidad de (i) asesor, (ii)
persona natural contratista, (iii) representante legal de la persona jurídica
contratista o (iv) socio de tal persona jurídica. - Temporalidad: esa calidad
del pariente debe ser actual, pues la norma en todos los casos emplea el
vocablo “tengan”, que responde a la conjugación en tiempo presente del
verbo “tener”.- Sujeto procesal: tal vínculo del pariente debe constituirse
en relación como alguien que funja como (i) parte o (ii) tercero interesado.
(…). Tampoco se acredita el factor temporal, en tanto éste hace referencia
a la actualidad y, del documento anexo se tiene que el mismo terminó el
15 de diciembre de 2019, circunstancia adicional para entender como no
configurada la causal de impedimento aludida. En ese orden de ideas,
para la Sala es claro que no se configuran las causales de impedimento
invocadas por lo que se declararán infundadas.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 130 NUMERAL 1 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
130 NUMERAL 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 133 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 134

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA EL AUTO QUE RECHAZÓ POR


EXTEMPORÁNEO EL RECURSO DE APELACIÓN

EXTRACTO NO. 13

RADICADO: 13001-23-33-000-2019-00597-01
FECHA: 22/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Departamento de Bolívar
DEMANDADA: Luz Enith Hernández Duque –
Notaria Única del Círculo de Río Viejo - Bolívar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el recurso de


súplica propuesto por la parte demandante contra el auto del 24 de
marzo de 2021, por medio del cual se rechazó por extemporáneo el
recurso de apelación presentado por el ente territorial accionante. En
el asunto objeto de debate, la recurrente afirma puntualmente que al
no compartir lo dispuesto por el Tribunal Administrativo de Bolívar
que rechazó la demanda por caducidad, interpuso el recurso de
apelación en el que explicó por qué no procedía la acción de nulidad
electoral, impugnación que fue rechazada por extemporánea, frente
a lo cual afirmó que el ´termino que debía tener en cuenta para la
presentación del recurso de apelación no puede ser el señalado
en el inciso final del artículo 276 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, sino el numeral 2º
del artículo 244 ejusdem.

TESIS 1: De conformidad con lo normado en el artículo 246 de la


Ley 1437 de 2011, modificado por el artículo 66 de la Ley 2080 de
2021, prevé en el numeral 3º que son susceptibles de súplica los
autos dictados por el magistrado ponente, “durante el trámite de la
apelación o de los recursos extraordinarios, los rechace o declare
desiertos.”. De la anterior disposición, se puede concluir que el recurso
de súplica es un medio de impugnación creado con el fin de que las
partes que integran la litis al interior de un proceso dictado por el
magistrado ponente durante el trámite de la apelación y que sea otro
miembro de la Sala o Sección el que realice un nuevo estudio sobre

88
el asunto recurrido, ello con el fin de garantizar el debido proceso en
una actuación judicial. Así, la providencia dictada el 24 de marzo de
2021, es susceptible del recurso de súplica, comoquiera que a través
de la misma el magistrado ponente la rechazó por extemporánea al
advertir que se radicó por fuera del término legal previsto. En cuanto
a la oportunidad para interponer el mentado medio de impugnación, el
artículo 246 de la Ley 1437 de 2011, modificado por el artículo 66 de la
Ley 2080 de 2021, que en su literal c) señala, que cuando la providencia
controvertida se dicta en el medio de control de nulidad electoral y
se notifica por estado, el recurso de súplica debe interponerse y
sustentarse en el término de 2 días siguientes a su notificación. Se
advierte que el recurso fue interpuesto oportunamente, toda vez que
el artículo 52 de la Ley 2080 de 2021, que modificó el artículo 205 de la
Ley 1437 de 2011, establece que cualquier notificación que se haga por
medios electrónicos, se entenderá surtida una vez transcurridos 2 días
hábiles siguientes al envío. En este caso la notificación del auto que
rechazó la demanda se envió por correo electrónico el 26 de marzo de
2021, por lo que se entiende realizada el 5 de abril de 2021, razón por
la cual el ente demandante tenía hasta el 9 de abril para interponer
el recurso de súplica en tiempo, y éste lo radicó el 6 de abril de 2021,
conforme con la respectiva constancia secretarial del 6 de abril del
año en curso.

TESIS 2: En el asunto objeto de debate, la recurrente afirma


puntualmente que al no compartir lo dispuesto por el Tribunal
Administrativo de Bolívar que rechazó la demanda por caducidad,
interpuso el recurso de apelación en el que explicó por qué no procedía
la acción de nulidad electoral, impugnación que fue rechazada por
extemporánea, frente a lo cual afirmó que el ´termino que debía tener
en cuenta para la presentación del recurso de apelación no puede ser el
señalado en el inciso final del artículo 276 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, sino el numeral 2º
del artículo 244 ejusdem. (…). [S]e considera necesario resaltar que el
artículo 244 del CPACA, modificado por el 64 de la Ley 2080 de 2021,
describe el trámite general que debe adelantarse en los recursos de
apelación contra autos, para lo cual concede 3 días para interponerse la
apelación; no obstante, advierte que en tratándose del medio de control
electoral, el término es de dos días. En el caso del artículo 276 del CPACA
que contiene el trámite de la demanda, indica que el auto que rechace
la demanda en los procesos de primera instancia, es susceptible de
apelación y el término para ejercerlo es de dos días; con lo cual se precisa

89
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

con nitidez que esta es una disposición especial que corresponde al


trámite y decisión de las pretensiones de contenido electoral, es decir
que es la norma que debe aplicarse cuando el medio de control es
de nulidad electoral. Así las cosas, se evidencia que en la providencia
recurrida, esto es el auto del 24 de marzo de 2021, el magistrado
ponente al estudiar la oportunidad para interponer la apelación, aplicó
el artículo 276 ejusdem, en razón a que la pretensión de la demanda es
de contenido electoral, y esta norma establece que cuando hay rechazó
de la demanda en primera instancia lo procedente es la apelación que
debe ejercerse dentro de los dos días siguiente a la notificación, y como
la decisión se notificó por estado el 14 de septiembre de 2020, los dos
días transcurrieron el 15 y 16 del mismo mes y anualidad, sin embargo,
el departamento de Bolívar presentó la apelación el 17 de septiembre
de 2020, cuando el término ya estaba vencido, razón por la que procedía
el rechazo del recurso por extemporáneo. Adicionalmente, es necesario
destacar que el artículo 296 de la Ley 1437 de 2011, prevé que en lo no
regulado en el “Título VIII Disposiciones para el trámite y decisión de
las pretensiones de contenido electoral” se aplicarán las disposiciones
del proceso ordinario en tanto sean compatibles con la naturaleza del
proceso electoral, no obstante, atendiendo que nos encontramos ante
un asunto de contenido electoral que determina con precisión que la
apelación se ejercen dentro de los dos días siguientes a la notificación,
no hay duda que la parte demandante, presentó en forma extemporánea
el recurso de apelación. En este orden de ideas, no le asiste razón al
ente territorial recurrente, al pretender que se aplique una norma de
carácter general a un trámite especial que se encuentra reglado y en
el cual no se presentan vacíos que amerite recurrir al procedimiento
general, por el contrario, se aplicó el criterio de especialidad, a un caso
específico contemplado en las disposiciones especiales. De manera que
al presentarse el recurso por fuera del término previsto en la normativa
especial, lo que procedía era su rechazo por extemporáneo como en
efecto lo hizo el magistrado ponente. En consecuencia, de acuerdo con
lo expuesto la decisión suplicada habrá de confirmarse en su integridad.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 244 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 246 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 276 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 296 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 52 / LEY 2080 DE 2021 –
ARTÍCULO 64 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 66

90
REQUISITOS PARA LA REVOCATORIA O MODIFICACIÓN DE LA
MEDIDA CAUTELAR

EXTRACTO NO. 14

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00094-00
FECHA: 06/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Jorge Mario Deluque Rivadeneira
DEMANDADOS: Yohanis Beatriz Mejía Mendoza y Francisco Miranda
Serpa - Representantes principal y suplente por las comunidades
negras ante el Consejo Directivo de Corpoguajira, período 2020 - 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala decidir sobre la


solicitud de revocatoria de la medida cautelar decretada al interior del
medio de control de la referencia, elevada al momento de presentarse
la contestación de la demanda por el apoderado de los señores Yohanis
Beatriz Mejía Mendoza y Francisco Miranda Serpa, aduciendo que la
medida es desproporcionada dado que se deja sin representación a las
comunidades afrodescendientes del departamento de La Guajira en el
órgano directivo de la corporación ambiental de dicha jurisdicción, lo
que afecta su derecho de participación en las importantes decisiones
que se toman al interior de la misma y que extienden sus efectos a
los territorios colectivos de estos grupos poblacionales. Así mismo,
indicó que bajo su criterio, no es lo mismo que la adjudicación esté
en trámite, a que la solicitud de adjudicación se encuentre en trámite,
siendo el primero de los eventos el requerido por el artículo 2.2.8.5.1.2
del Decreto 1076 del 2015.

TESIS 1: En esta oportunidad, resulta importante resaltar algunos


aspectos que ya fueron señalados al interior de este proceso al
momento de la adopción de la medida cautelar de la elección aquí
demandada. Ello tiene que ver con los requisitos para la procedencia
de esta cuando lo que se pretende ante la jurisdicción es la suspensión
de los efectos de un acto administrativo y aquellos elementos que
caracterizan el análisis que realiza el juez al estudiar una solicitud en
tal sentido. La Ley 1437 del 2011 consagró la facultad en cabeza del

91
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

juez de lo contencioso administrativo para el decreto de las medidas


previas que considere necesarias y pertinentes para proteger y
garantizar, de forma provisional, el objeto del proceso y la efectividad
de la decisión. En materia de nulidad de actos administrativos, el
artículo 231 de la misma normativa, precisa los requisitos para
la suspensión de sus efectos, conllevando la pérdida de su fuerza
ejecutoria. (…). Acogiendo dichos criterios en el marco de la suspensión
de los efectos de los actos de elección, nombramiento o llamamiento,
se puede concluir entonces que ella procede (i) por violación de las
disposiciones de orden constitucional o legal y (ii) siempre y cuando
ello surja del análisis del acto demandado y su cotejo con las normas
superiores invocadas o del estudio de las pruebas allegadas hasta
esa instancia del proceso. (…). Lo dicho tiene influencia en el asunto
que se decide, a efectos de entender el alcance de la posibilidad de
revocatoria o modificación de las medidas cautelares. (…). Efectuando
un análisis de la norma en comento se observa entonces que frente a
las medidas cautelares, es procedente solicitar su (i) levantamiento,
(ii) modificación o (iii) revocatoria. (…). Es claro que en concordancia
con el papel proactivo asignado al juez, así como una facultad expresa
en cabeza de las partes, la Ley 1437 del 2011 consagra la posibilidad
para que las medidas cautelares sean objeto de revisión para su
modificación o revocatoria, ante las circunstancias cambiantes de
hecho y de derecho que sustentaron el decreto inicial de las mismas;
mas también es cierto que la norma concretó los eventos en los que
ello es procedente, por lo que la ocurrencia de los mismos deberá
verificarse frente a cada caso en particular. Así las cosas, en punto
de la revocatoria o modificación de la suspensión de los efectos del
acto de nulidad electoral, se deberá acreditar que el fallador no contó
con los elementos necesarios para establecer su procedencia (en los
términos de los requisitos señalados en forma precedente), (…); o que
en determinados eventos, se presentan circunstancias posteriores y
novedosas que implican la superación de aquellos aspectos que la
sustentaron en un inicio; o la necesidad de una modificación de su
alcance a efectos de garantizar el cumplimiento de la misma.

TESIS 2: [D]e una revisión de lo argumentado por el solicitante,


(…), se tiene que así sea de forma somera, el peticionario cuestionó
la conclusión a la que se arribó en el auto admisorio con suspensión
provisional. Así las cosas, es claro que la situación antes descrita,
no se enmarca dentro de las causales que, como se precisó en el
acápite precedente, permiten que el juez de conocimiento proceda a

92
la revocatoria o modificación de una medida cautelar. Esta judicatura
considera que en el auto del 18 de febrero del 2021, se atendieron
de forma concreta los requisitos de orden legal que habilitan a la
suspensión de los efectos de un acto administrativo, pues como
puede concluirse de los antecedentes descritos en la presente
providencia, se realizó una confrontación del acto demandado junto
con las pruebas aportadas al expediente y bajo una interpretación de
las normas que se consideran aplicables al trámite eleccionario de
los representantes de las comunidades afrodescendientes al consejo
directivo de las corporaciones autónomas regionales. Este punto en
particular, no fue cuestionado por el apoderado de los demandados
en su escrito, dado que, se reitera, se limitó a presentar motivos por
los que consideró la ratio de la Sala es, a su juicio, equivocada, punto
sobre el cual, se resalta, las partes contaban en su momento con los
mecanismos de impugnación que la ley consagra para cuestionar
una decisión de esta naturaleza. De otra parte, del sustento de la
solicitud de revocatoria, son ausentes las razones que conlleven a
pensar que las circunstancias que sustentaron la motivación de esta
magistratura, fueron inexistentes o se encuentran superadas por
alguna situación en particular. Adicionalmente, esta judicatura no
evidencia que la suspensión de los efectos del Acta 002 de octubre 20
del 2020, implique una afectación desproporcionada de la posibilidad
de participación de las comunidades afrodescendientes en el marco
de las importantes funciones que en materia ambiental se le asignan
a las corporaciones autónomas regionales, y que eventualmente,
pueden afectar sus territorios colectivos. Sin desconocer la relevancia
de las disposiciones de orden constitucional y legal que se citan
por el apoderado de los demandados, es claro que los efectos de la
decisión judicial no incluyen eliminar el espacio que por ley se tiene
reservado para las organizaciones que representan a las comunidades
afrodescendientes, por lo que resulta claro que, en cabeza de
CORPOGUAJIRA, ahora se radica el deber de, en aplicación de las
normas legales y estatutarias pertinentes que regulen lo relacionado
con la suplencia de faltas absolutas o temporales, garantizar que
en efecto dicho asiento sea ocupado y la intervención sea efectiva.
Finalmente, es importante mencionar que con el escrito de parte que
motiva la presente decisión, no se evidencian elementos que conlleven
a pensar que la argumentación adoptada por esta Sala Especializada
sea contraria a los principios de razonabilidad y proporcionalidad que
guían la función judicial al momento de adoptar una cautela preventiva
respecto de los efectos de un acto demandado. Así las cosas,

93
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

entendiendo que los motivos expuestos por el solicitante no encuadran


dentro de las causales establecidas para decretar la revocatoria de
la medida cautelar decretada en el auto 18 de febrero del 2021, en
tanto se limitan a cuestionar las razones de fondo de la decisión allí
adoptada, la petición en tal sentido será negada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 235 / DECRETO
1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.2

94
SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN
DE MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL DE DISCIPLINA
JUDICIAL, PROCESO DE ELECCIÓN DE LOS MAGISTRADOS DE LA
COMISIÓN NACIONAL DE DISCIPLINA JUDICIAL, CONCURSO DE
MÉRITOS Y CONVOCATORIA PÚBLICA

EXTRACTO NO. 15

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00006-00
FECHA: 27/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares Sayago
DEMANDADOS: Magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, período 2021-2029
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala, además de


pronunciarse sobre: la admisibilidad de la demanda, resolver la
solicitud de suspensión provisional de los efectos del acto de elección
de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial,
período 2021-2029, sustentada en el desconocimiento de los artículos:
i) 125 de la Constitución Política, en tanto no se implementó la
selección de los demandados por concurso público, ii) 126 debido a
que no se contemplaron criterios de méritos en el trámite de selección,
iii) 40.7 por parte del presidente de la República y el Consejo Superior
de la Judicatura, al escoger discrecionalmente a los integrantes de las
ternas, iv) 113 al conformarse unas de las ternas por el ejecutivo y
estar sometida la elección al legislativo, lo cual rompe la separación de
poderes y autonomía e independencia de los magistrados y, v) 29.1 por
desconocimiento del debido proceso administrativo que debió regir el
trámite en tanto no se respetaron los anteriores mandatos superiores.

TESIS 1: [E]l artículo 229 de la Ley 1437 de 2011 consagró la facultad,


en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para decretar
las medidas cautelares que considere necesarias para proteger y
garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la efectividad de
la sentencia. (…). [L]a suspensión provisional de los efectos de los actos
administrativos, de acuerdo con las voces del numeral 3° del artículo

95
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

230 de la Ley 1437 de 2011. Esta institución se configura además,


como una de las causales de pérdida de fuerza ejecutoria del acto
administrativo, teniendo incidencia particularmente respecto de su
carácter ejecutorio. A partir de las normas citadas [artículo 231 y 277
de la Ley 1437 de 2011], se colige respecto de la suspensión provisional
del acto en materia electoral que: (i) la solicitud del accionante procede
por violación de las disposiciones normativas constitucionales o
legales invocadas en el escrito correspondiente; es decir, se funda en
el principio de legalidad, que significa que los actos y comportamientos
de la administración deben estar justificados en una ley previa, que
preferible pero no necesariamente ha de ser de carácter general, lo
que se ha catalogado como el “bloque de la legalidad” o principio de
juridicidad de la administración; (ii) la violación surge del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas o
del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud; (iii) dicha petición
debe resolverse en el mismo auto admisorio de la demanda. (…). [E]
n atención a los términos perentorios para la formulación de cargos
contra los actos susceptibles de revisión a través del medio de control
de nulidad electoral, la solicitud de suspensión provisional de aquéllos
debe formularse dentro del término de caducidad. (…). En lo atinente
a los requisitos consistentes en que la violación surja del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas
y/o del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud, vale la pena
precisar, que implican la posibilidad de pretender la suspensión
provisional por la configuración de las causales de nulidad de los actos
administrativos, en la medida que éstas consagran distintos tipos de
situaciones que dan cuenta del desconocimiento del ordenamiento
jurídico que se pretenden proteger. En tal sentido, puede constatarse
que esta Corporación ha conocido de fondo peticiones de suspensión
provisional en las que se invoca como fundamento que el acto acusado
incurrió en expedición irregular, falta de competencia, violación al
debido proceso, falsa motivación y/o desviación de poder. (…). Con la
expedición de la Ley 1437 de 2011, basta que se presente una violación
a las disposiciones señaladas como desconocidas, que representa
la violación del principio de legalidad aducidas en la demanda o en
escrito separado antes de la admisión de la misma, contravención que
debe surgir del análisis por parte del juez, del acto demandado con
las normas esgrimidas como violadas o, del estudio de las pruebas
aportadas por el accionante con su solicitud para que sea procedente
la medida precautelar. Así las cosas, el juez de lo contencioso
administrativo debe efectuar un estudio y análisis de los argumentos

96
expuestos por el demandante y confrontarlos con los argumentos y
pruebas sumarias presentadas en esta etapa del proceso para efectos
de proteger la efectividad de la sentencia. Además, la apreciación
jurídica que se hace al decidir sobre la medida cautelar, que por
supuesto es provisional, no constituye prejuzgamiento ni impide que al
fallar el caso, el operador judicial asuma una posición distinta, dado que
con el transcurrir de la actuación procesal es factible que el arribo de
nuevas pruebas o la presentación de nuevos argumentos, persuadan
al juez de resolver en sentido contrario al que ab initio se adoptó.

TESIS 2: El Acto Legislativo No. 01 de 2015, tuvo como propósito


principal dejar el gobierno y administración de la Rama Judicial a cargo
del Consejo de Gobierno Judicial y su Gerencia, en lugar del Consejo de
Superior de la Judicatura. (…). [E]l referido Acto Legislativo a través de
su artículo 18 señaló que el Gobierno Nacional debería presentar, antes
del 1° de octubre de 2015, un proyecto de ley estatutaria para regular
el funcionamiento de los órganos de gobierno y administración judicial,
y mediante el artículo 19 creó la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial. (…). La implementación de la reforma suponía un cambio
estructural tanto en el gobierno y administración de la Rama Judicial,
como en la función jurisdiccional disciplinaria ejercida sobre los
funcionarios y empleados. (…). [E]n lo que respecta a la elección de los
Magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, se tiene que
el Constituyente estableció un año para su elección. (…). [C]on ocasión
a la sentencia C-285 de 2015 de la Corte Constitucional, cuya decisión
más importante consistió en declarar inexequibles las disposiciones
relacionadas con la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura
– Sala Administrativa- y la creación del Consejo de Gobierno Judicial
y la Gerencia de la Rama Judicial, que establecían: (i) que el Gobierno
Nacional debía presentar antes de 1° de octubre de 2015 un proyecto
de ley estatutaria para regular el funcionamiento de los nuevos
órganos de gobierno y administración judicial, (ii) el tiempo en el que
debía elegirse a los funcionarios que conformarían los mismos y (iii)
que el Consejo de Gobierno Judicial reglamentaría provisionalmente
los procesos de convocatoria pública que debía adelantar la Gerencia
de la Rama Judicial, en síntesis, porque el modelo de administración
que quiso implementar del Acto Legislativo 02 de 2015, suprimió el
principio de autogobierno judicial como expresión de la autonomía de
la Rama, la independencia judicial y la separación de poderes. Por otra
parte, en lo atinente a la creación de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, la Corte Constitucional determinó que los cargos formulados

97
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

contra las normas que dispusieron su creación y por ende la supresión


de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la
Judicatura, carecían de los requisitos mínimos para su estudio, de
manera tal, que frente a las mismas se inhibió para pronunciarse por
ineptitud sustantiva de la demanda, lo que significó que permanecieran
en el ordenamiento jurídico las disposiciones relacionadas con dicha
Comisión, entre otras, el parágrafo transitorio introducido al artículo
257A, por el artículo 19 del Acto Legislativo 02 de 2015, según el cual
los Magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial deberán
ser elegidos en el término de un año a partir de la entrada en vigencia
de la norma constitucional. Todas estas modificaciones, en lo que atañe
al artículo 257A de la Constitución Política, que consagró la creación
de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, implicaron una nueva
redacción del precepto (…). [E]l cambio más significativo consistió
en que, la conformación de las cuatro ternas que inicialmente debía
conformar el Consejo de Gobierno Judicial, previa convocatoria pública
reglada adelantada por la Gerencia de la Rama Judicial, fue asignada
en su totalidad al Consejo Superior de la Judicatura y al presidente lo
referente a las 3 restantes.

TESIS 3: Sostuvo el accionante, que en el presente asunto se


desconoció la norma aducida [artículo 125 de la Constitución Política],
en tanto, el sistema de nombramiento de los Magistrados de la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial, está determinado por la
Constitución, en donde se sostiene que las autoridades postulantes
–presidente de la República y Consejo Superior de la Judicatura-,
elaborarán las ternas de candidatos y, su elección corresponde al
Congreso de la República. (…). Para resolver la presente cuestión,
se debe analizar el contenido normativo del artículo 125 Superior y
determinar para el caso concreto si resulta ser aplicable. Al respecto
se debe reseñar, que la regla constitucional resulta aplicable en los
casos en que no existe régimen especial de designación. (…). [S]
e puede advertir a este estado del proceso, que la norma que rige
la regla general de acceso a los cargos públicos consagrada en el
artículo 125 de la Constitución Política no cobija la selección de los
magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial, dado que el sistema
de nombramiento de éstos se encuentra detallado de forma expresa
en la Carta de Derechos, situación que conforme el mismo precepto
constitucional lo excluye de la regla general de ingreso a la función
pública. Así las cosas, al no advertirse desconocimiento de la norma
que se advirtió vulnerada se negará la suspensión provisional por este

98
cargo. (…). Para sustentar el desconocimiento del artículo 126 ibídem
[Constitución Política], el demandante insistió en que con el trámite
de elaboración de las 7 ternas que se surtió al interior del Consejo
Superior de la Judicatura y en la Presidencia de la República, se eligió
a discrecionalmente a sus integrantes, dado que quedó sujeta a la
voluntad de los miembros de la Corporación y de la primera autoridad
administrativa, sin que se cumplan los criterios de méritos, que deben
aprobar los aspirantes por mandato del inciso 4 del artículo 126 de la
Carta Política. Para resolver este planteamiento, se debe recabar en lo
determinado en el artículo 257A ejúsdem [Constitución Política], en el
que se establece que las ternas sin importar qué autoridad la elabore,
debe provenir de una convocatoria pública reglada. (…). Nuevamente
se establece el régimen especial existente para la elección de los
magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial, en el cual, el mérito
debe ser un criterio en este proceso, por ser un mandato superior de
obligatorio cumplimiento. Dentro de la facultad otorgada por la norma
Superior el Consejo Superior de la Judicatura profirió el Acuerdo No.
PCSJA20-11633 del 30 de septiembre de 2020, “Por medio del cual se
expiden las reglas de la convocatoria pública para integrar las ternas
de candidatos a magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial”.
El texto del reglamento contempla: i) Su objeto: establecer las reglas
de la convocatoria pública. ii) Principios: publicidad, transparencia,
participación ciudadana, equidad de género, mérito, y los reseñados
en el artículo 3 del CPACA. iii) Requisitos de participación. iv)
Criterios de Selección. v) Fases de la convocatoria: a. invitación
pública, b. inscripción, c. publicación de inscritos y observaciones, d.
preselección, e. entrevista, d. integración de ternas. De la regulación de
la convocatoria pública, se puede advertir que existe el establecimiento
de reglas claras y precisas para la selección de los magistrados de
la Comisión de Disciplina Judicial frente a las ternas que provienen
del Consejo Superior de la Judicatura, reglamento sobre el cual el
actor manifiesta que aun cuando se estableció frente al mérito que se
tendrían en cuenta factores cuantitativos y cualitativos, ello no ocurrió
en el presente evento dado que no se ponderó la historia laboral de
cada aspirante para la postulación de las mencionadas ternas. En lo
que respecta a las ternas del presidente de la República, el Decreto
1323 de 2020, “Por el cual se definen reglas para la convocatoria
pública para integrar las ternas de candidatos a magistrados de la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial, a cargos del presidente de la
República”, estableció en su regulación lo siguiente: i) Objeto: Establecer
las reglas de la convocatoria. ii) Principios: publicidad, transparencia,

99
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

participación ciudadana, equidad de género y mérito. iii) Calidades


de los ternados: requisitos de participación. iv) Fases del proceso
de selección: a. convocatoria pública, b. inscripción, c. publicación, d.
recepción de observaciones ciudadanas, e. preselección, f. entrevista
preseleccionados, g. envío de listas, conformación y remisión de ternas.
Al igual que en el caso del Consejo Superior de la Judicatura, se puede
señalar, que el presidente de la República reglamentó el proceso de
selección de las ternas basado en el principio de méritos [Decreto
1323 de 2020], entre otros. Ahora corresponderá determinar si prima
facie en el proceso de escogencia de las 4 ternas que le correspondían
al Consejo Superior de la Judicatura, no se hubiese basado en criterios
de mérito para su elaboración, tópico que se analizará igualmente
respecto de las que debía elaborar el presidente de la República.

TESIS 4: El motivo de insatisfacción, recae en que los miembros


del Consejo Superior de la Judicatura, al momento de conformar las
ternas no cumplieron con los criterios establecidos en el artículo
126 Superior, sino que basados en su discrecionalidad, escogieron
a quienes las componían a su arbitrio, perdiéndose el fin perseguido
en el acuerdo reseñado. Esta misma crítica surge de las ternas del
presidente. (…). Volviendo al caso concreto, se tiene que el acuerdo
PCSJA20-11633 del 30 de septiembre de 2020, establece en su
artículo 5 las fases de la convocatoria (…). [E]fectivamente, luego
de las inscripciones al proceso de selección se profirió una lista
de preseleccionados el 4 de noviembre de 2020; posteriormente
se citó a entrevista para los días 12, 13 y 14 de noviembre del año
que cursó a 80 ciudadanos, luego de la cual se profirió el Acuerdo
PCSJA20-11676 del 17 de noviembre de 2020, por el que se
formularon ante el Congreso de la República las pluricitadas ternas.
Por lo tanto, antes de la realización de la entrevista se profirió una
lista de preseleccionados luego de oídos los pronunciamientos
ciudadanos, por lo que sólo después de que se llevó el mencionado
procedimiento, fue que se valoraron las hojas de vida y se culminó
con la respectiva entrevista que desencadenó en las referidas ternas.
De otra parte, de la regla del proceso de selección, se tiene que el
Consejo Superior de la Judicatura tenía la obligación de entregar el
nombre de mínimo 48 y máximo 96 ciudadanos para el proceso para
la preselección, situación que se observa cumplida con la decisión
del 4 de noviembre de 2020. A este punto se debe recordar, que en
criterio del demandante se desconoció el principio del mérito por
cuanto los preseleccionados no se conformaron con los aspirantes

100
que tuvieran el mayor puntaje y la mejor hoja de vida. Al respecto,
se ha de indicar que no obra prueba en el expediente que acredite
que quienes conformaron las ternas no fueron las personas que
tuvieran las hojas de vidas cualificadas ni que de la entrevista fueran
los mejores ponderados. No obstante ello, se debe recordar que
este proceso está precedido de una convocatoria pública y no de un
concurso de méritos, conceptos que se diferencian: “…en el grado de
discrecionalidad con la que cuenta la Corporación Pública que elige
en el primero de los casos, discrecionalidad que está completamente
ausente en el segundo, que es un proceso enteramente objetivo, cuyo
resultado depende únicamente de los puntajes obtenidos por los
aspirantes durante el desarrollo del mismo. Es decir, en el concurso
público el ganador será el concursante mejor calificado durante todo
el proceso, mientras que en la convocatoria pública, será el votado
por la corporación correspondiente, del listado de aspirantes que
hayan superado todo el proceso, sin que necesariamente sea el mejor
puntuado en las etapas anteriores”. (…). En tales condiciones, no emana
diáfano que el Consejo Superior de la Judicatura en la elaboración de
las 4 ternas que por mandato Constitucional le correspondía elaborar,
podía conformarlas con base en el resultado conjunto del análisis de
las hojas de vida, las observaciones ciudadanas y las entrevistas, sin
que fuera obligatorio para ella atender un determinado orden por
puntajes obtenidos por los aspirantes. Para finalizar, si bien en la
convocatoria se estableció como criterio para la elección el mérito,
igualmente se señaló que para su consecución, se podría determinar
cuantitativa o cualitativamente, no se advierte, como se reseñó que
los ternados no tuvieran las calidades para serlo ni que no estuvieran
entre los mejores calificados respecto a su hoja de vida. Así las
cosas, la Sala no advierte que en este estado del proceso se hubiese
probado el desconocimiento de la norma que se aduce desconocida.
(…). De lo reseñado [Decreto 1323 de 2020] se puede concluir, que
en el caso de las ternas provenientes del presidente de la República,
se surtió similar trámite que en las emanadas del Consejo Superior
de la Judicatura, que culminó con la elección de los magistrados
de la Comisión de Disciplina Judicial. De otra parte, el demandante
adujo en su escrito que el primer mandatario no acogió el criterio de
mérito en el trámite de su competencia, no obstante ello, no existe
prueba a este estado de proceso que acredite tal afirmación, por el
contrario, se advierte la expedición del mencionado decreto, en el
cual estableció la convocatoria pública a él exigida por el artículo 257
A Superior.

101
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 5: [E]l actor considera que la Rama Judicial es un órgano


autónomo e independiente del legislativo, por lo que sus miembros no
pueden ser escogidos o designados en sus funciones, directamente
por el Congreso de la República, ni mucho menos ser elegido por
ésta. Este procedimiento de postulación por parte del presidente de la
República y por “el gobierno del Consejo Superior de la Judicatura” en
cada una de las ternas y la elección por el parlamento, desconocen la
autonomía y la independencia que consagra el artículo 113 de la Carta
Política. (…). Como se estableció en precedencia, la Constitución Política
se encargó de regular el procedimiento de elección de los magistrados
de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial en el artículo 257 A en 2
instancias a saber: a. conformación de las ternas: que se encuentran
a cargo del Consejo Superior de la Judicatura y del presidente de la
República y, b. la elección por parte del Congreso de la República. De
lo anterior se puede colegir, que la parte actora reprocha la forma en
que supuestamente la primera autoridad administrativa elaboró las
ternas que puso a consideración del órgano elector, entendiéndolos
como sus agentes al no mediar mérito alguno en su selección. Al
respecto, se debe reseñar, que en la conformación de estas ternas se
expidió el Decreto 1323 de 2020, que como se estableció fue el que
reguló la convocatoria pública exigida por la Constitución Política, la
cual en su tenor literal señala el mérito como uno de sus principios
rectores. De otra parte, el demandante no demostró en esta etapa del
proceso, que la escogencia de los ternados hubiera sido producto de
la arbitrariedad y no del uso de la facultad legítimamente establecida
por la Carta de Derechos, razón suficiente para negar la cautelar
deprecada. (…). En lo que hace al soporte del presente reproche por
parte del Consejo Superior de la Judicatura, se debe recordar que su
creación es constitucional y se encuentra dentro del Título VIII referente
a la Rama Judicial, desarrollado en su capítulo 7 que comprende el
Gobierno y Administración de la Rama Judicial, cuyas funciones se
encuentran en los artículos 256, 257 y 257A ídem. Así las cosas no se
advierte cómo la elaboración de las ternas por parte de este órgano
se constituye en el desconocimiento del precitado principio. (…). Para
finalizar, sostuvo que las convocatorias públicas para la elección de
los integrantes de las 7 ternas resultan ser falaces, dado que al final
los postulantes escogen a dedo a sus candidatos, circunstancia que
es desconocedora del inciso 1 del artículo 29 de la Constitución, en
tanto no se respetan las normas que lo rigen como lo es el inciso
4 del artículo 126 ibídem [Constitución Política] que conlleva a la
proscripción de la discrecionalidad omnímoda de cualquier autoridad.

102
(…). [L]a presente actuación no se rige por el artículo 126 Superior
toda vez que existe mandato especial en el que se provee cómo debe
elegirse a los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, aspecto que no implica de suyo que las convocatorias públicas
expedidas en la materia no deban estar irradiadas de mérito como
principio transversal de selección. (…). A este punto del proceso, no
se tiene prueba alguna que demuestre que el proceso de selección
no respetó el mérito dado que no se logró acreditar prima facie que
con las ternas seleccionadas no se salvaguardara el mentado principio
toda vez que no se extrae que los seleccionados no cumplan con las
condiciones de capacidad e idoneidad que les permitan atender con
solvencia las necesidades propias del cargo, aspectos que de suyo
implican el respeto por los valores consagrados en el artículo 126
ejúsdem [Constitución Política]. (…). Teniendo en cuenta los argumentos
esbozados a lo largo del presente proveído, se impone negar el decreto
de la suspensión provisional del acto de elección de los magistrados
de la Comisión Nacional del Disciplina Judicial, al no cumplirse con
los requisitos del artículo 231 de la Ley 1437 de 2011, en cuanto a que
de la valoración de los supuestos fácticos y probatorios con que se
cuentan en este estado incipiente del proceso no denotan la infracción
de las normas que se aducen desconocidas. Lo anterior, sin perjuicio
que una vez surtidas las demás etapas procesales se llegue a una
conclusión diferente, toda vez que, como se advirtió la decisión sobre
la medida cautelar, en manera alguna implica prejuzgamiento.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 INCISO 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 125 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 126 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 257A / ACTO
LEGISLATIVO 01 DE 2015 – ARTÍCULO 15 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2015 –
ARTÍCULO 16 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2015 – ARTÍCULO 18 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2015 – ARTÍCULO 19 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 230 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 277 / DECRETO 1323 DE 2020

103
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ PROBADA


LA EXCEPCIÓN DE INEPTA DEMANDA Y LA TERMINACIÓN DEL
PROCESO ACUMULADO, EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA
DE LA DEMANDA POR FALTA DE LOS REQUISITOS FORMALES,
DERECHO DE ACCESO A LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA,
PRINCIPIO DE LA COMUNIDAD DE LA PRUEBA, INTERPRETACIÓN
DE LA DEMANDA

EXTRACTO NO. 16

RADICADO: 66001-23-33-000-2020-00499-02 (2020-00494-00)


FECHA: 27/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: César David Grajales Suárez y otro
DEMANDADO: Juan David Hurtado Bedoya - Contralor municipal
de Pereira, periodo 2020-2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar a través


del recurso de apelación, si la decisión del a quo contenida en el
auto de 1 de febrero de 2021 de dar por terminado el proceso con
radicado No. 66001-23-33-000-2020-00494-00 por declarar probada
la excepción de “inepta demanda”, toda vez que el Acta No. 130 del 10
de septiembre de 2020 proferida por el Concejo Municipal de Pereira,
no es susceptible de ser demandada por cuanto no constituye un
acto definitivo, se encuentra ajustada a las normas procesales que
rigen la materia.

TESIS 1: [E]l artículo 100 numeral 5 del Código General del Proceso,
dispone que entre las excepciones previas se encuentra la “Ineptitud
de la demanda por falta de los requisitos formales”, que se configura
cuando el escrito introductorio no cumple con los requisitos de forma
señalados por el legislador, lo que genera que no pueda tramitarse
válidamente el proceso. (…). Por otro lado, dentro de las disposiciones
especiales para el trámite del proceso contencioso administrativo,
el legislador estableció en el artículo 163 de la Ley 1437 de 2011,
la individualización de las pretensiones. La mencionada disposición
establece “Individualización de las pretensiones. Cuando se pretende

104
la nulidad de un acto administrativo se debe individualizar con toda
precisión. …”, siendo este uno de los requisitos que se debe cumplir
por quien busca un pronunciamiento judicial, dado que este acto es
sobre el cual recaerá el respectivo estudio de legalidad.

TESIS 2: El derecho fundamental de acceso a la administración


de justicia dispuesto en el artículo 229 de la Constitución, establece
que las autoridades judiciales deben garantizar la plenitud de las
garantías procesales de los involucrados velando por mantener
vigentes los principios, derechos y deberes constitucionales,
orientando sus actuaciones hacia el logro de impartir justicia
respetando el ordenamiento jurídico. Es así como, el acceso a
la administración de justicia comprende, la posibilidad de que
cualquier persona solicite a los jueces competentes la protección y
el restablecimiento de los derechos que consagran la Constitución y
la ley, que presente sus pretensiones en las respectivas instancias
judiciales, que los órganos que administran justicia tramiten el
proceso con las debidas garantías procesales y sean efectivos en la
actuación procesal, debiendo por consiguiente el juez independiente
y autónomo dar un trato igualitario a las partes, analizar las pruebas,
evitar dilaciones injustificadas, llegar a un libre convencimiento,
aplicar la Constitución y la ley, y, si resulta pertinente en el caso
particular y concreto, proclamar la vigencia y la realización de
los derechos amenazados o vulnerados dentro de los marcos
legales respectivos. De igual manera, la jurisprudencia de la Corte
Constitucional ha señalado la necesidad de no extremar el estudio
de los requisitos formales dentro del trámite de la demanda, pues,
una postura muy rigorista podría llegar a quebrantar dicha garantía
constitucional. (…). En la misma línea, esta Corporación, en distintos
fallos de tutela como en procesos ordinarios, ha destacado “la
necesidad de que la jurisdicción de lo contencioso-administrativo
encamine sus actuaciones a la garantía y el respeto de los derechos
constitucionales y legales que le asisten a los interesados y no se
apegue en forma enceguecida a las ritualidades procedimentales
en detrimento del derecho sustancial”. (…). Este principio en el
derecho probatorio [comunidad] se enmarca en el escenario en el
que la prueba no pertenece a quien la aporta al proceso, puesto
que, una vez introducida legalmente a él, debe considerarse para
determinar la existencia o inexistencia del hecho al que se refiere,
independientemente de la parte que resulte beneficiada con ella.
(…). Lo anterior, permite establecer que dicho principio conlleva a

105
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que la prueba debidamente aportada al proceso pueda beneficiar


a cualquiera de las partes, pertenezca como tal al proceso, y
se encuentra estrechamente relacionado con el principio de la
valoración de las pruebas en conjunto por parte del juzgador.

TESIS 3: Alegó el recurrente que la decisión de instancia por


medio de la cual se terminó el proceso con radicado No. 66001-
23-33-000-2020-00494-00 por declarar probada la excepción
de “inepta demanda” en razón de que el Acta No. 130 del 10 de
septiembre de 2020 proferida por el Concejo Municipal de Pereira,
no es susceptible de ser demandada por cuanto no constituye un
acto definitivo, no procede toda vez que la demanda debió haber
sido en principio inadmitida para luego ordenar corregir el defecto
formal, y sanear el trámite. (…). Para resolver el presente asunto, es
indispensable atender que el proceso con radicado No. 66001-23-
33-000-2020-00494-00 fue acumulado al radicado No. 66001-23-
33-000-2020-00499-00, mediante auto de 18 de diciembre de 2020
proferido por el Tribunal Administrativo de Risaralda, teniendo en
cuenta que en los dos se pretende la nulidad de la elección del (…)
contralor municipal de Pereira para el período 2020- 2021. (…). En
el caso objeto de estudio, se observa que los procesos cumplen con
los requisitos requeridos para acumularse, por lo anterior, es labor
del Tribunal de conocimiento interpretar la demanda de la misma
forma como en su momento le permitió concluir que debía ligar los
dos procesos, pues el demandante del proceso con radicado No.
66001-23-33-000-2020-00494-00 siempre ha tenido como objetivo
la nulidad de la elección del [contralor], al igual que el actor del
proceso identificado con el No. 66001-23-33-000-2020-00499-
02. Ahora bien, es de reconocer que el acto acusado, entendido
como el acto administrativo definitivo, que expresa la voluntad de
la administración y el que debió ser demandado en su momento
para acatar los requisitos formales de la demanda, es la Resolución
No. 161 del 11 de septiembre de 2020, acto de nombramiento del
demandado y no el Acta No. 130 del 10 de septiembre de 2020 que
acredita la plenaria del Concejo Municipal de Pereira, comoquiera
que fue el primero el que formalizó y materializó la designación
del (…) contralor de Pereira, en tanto el segundo constituye un
documento que da fe de las principales circunstancias que tuvieron
lugar en la sesión del concejo municipal en la que se adoptó
la decisión electoral. (…). Del tenor literal de lo pretendido por la
parte actora [en la demanda 2020-00494-00], se extrae sin lugar a

106
dudas, que intenta la nulidad del acto que contiene la elección del
demandado, sin embargo, al momento de individualizarlo, incurrió
en el error de entender que es Acta No. 130 del 10 de septiembre de
2020 en la que consta la votación en favor del actual del contralor,
y no la Resolución No. 161 del 11 de septiembre de 2020 de la
duma donde se centra y consolida la voluntad del órgano elector,
que es el que realmente devine como enjuiciable por ser el acto
definitivo electoral. A este punto, resulta relevante señalar, que le
compete al juez como director del proceso ser garante del derecho
fundamental de acceso efectivo a la administración de justicia,
para lo cual, la ley lo dotó de la potestad de interpretar de manera
integral el escrito de demanda extrayendo el verdadero sentido
de las pretensiones deprecadas por quien acude a la jurisdicción.
Así, corresponde a quien instruye un proceso verificar con detalle
y detenimiento los elementos estructuradores de la causa petendi
de la mano con los razonamientos jurídicos y las pruebas con lo
pretendido, los cuales deben ser analizados de manera armónica,
de modo tal, que pueda desentrañar el sentido del problema litigioso
puesto a su consideración. Para ello, puede inadmitir el medio de
control y mostrar a quien acude ante la jurisdicción los yerros
cometidos en su libelo introductorio, para que los corrija y así lograr
una definición de fondo de sus pretensiones. En este caso, el juez
instructor no inadmitió la demanda, ni advirtió yerro alguno del
escrito genitor a esa etapa del proceso, no obstante ello, estando en
el trámite de resolución de las excepciones propuestas, determinó
la ineptitud del medio de control reseñado, al considerar que: i) se
pretende la nulidad de un acto de trámite y, ii) no se demandó el
acto definitivo. Ante esta situación, quien dirigía el proceso, debió
en aras de garantizar el acceso a la justicia, verificar la causa
petendi para concluir que se dirigía a la nulidad del acto que declaró
electo al (…) contralor municipal y, que se incurrió en un error en la
determinación del acto, ello con el fin de armonizar las pretensiones
de nulidad que desde el inicio fueron claras en dirigirse contra el
acto que definió la situación electoral del demandado y el documento
en donde ello consta, que es como ya se señaló la Resolución No.
161 del 11 de septiembre de 2020. No obstante, no pasa por alto la
Sala que cuando el Tribunal Administrativo de Risaralda admitió la
demanda 2020-000494-00 solo contaba con el Acta No. 130 de 10
de septiembre de 2021, que da cuenta de la elección del contralor
municipal de Pereira y no la Resolución No. 161 del 11 de septiembre
de 2020, por lo que para ese instante razonablemente considero

107
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que el primer documento materializaba el acto de designación;


sin embargo posteriormente con la acumulación de los procesos
tuvo conocimiento de la referida Resolución. Por tanto, como para
el momento en que declaró la mencionada excepción, los aludidos
procesos se encontraban acumulados, y por consiguiente, para ese
instante se tenía claridad de que el acto definitivo era la mencionada
resolución, que ya se había incorporado al plenario (en virtud de
la actuación del demandante del trámite 2020-00499-00), podría
superarse la deficiencia en que incurrió el demandante del asunto
2020-00494-00, que en todo momento ha sido claro en señalar que
pretende la nulidad del acto de elección del contralor y que ha dirigido
todos sus reproches a dicha decisión por violación del régimen de
inhabilidades. (…). [A]l decretarse la acumulación de los procesos,
se entiende que los documentos junto con sus antecedentes que
reposan en el expediente pertenecen a este como una unidad,
respetando el principio de la comunidad de la prueba, de manera tal
que deben ser analizados y valorados por el juez de manera conjunta
e integral, independientemente de quién los haya aportado, razón
por la cual, para el momento que se declaró la excepción, se contaba
con la Resolución No. 161 del 11 de septiembre de 2020, esto es,
el acto definitivo demandado, contentivo de la decisión electoral,
contra la cual los dos demandantes expusieron sus motivos de
inconformidad, y por ende, se contaba con tal presupuesto formal
para continuar con la controversia judicial. Así las cosas, el Tribunal
en el mencionado análisis no se percató, de que la pretensión de la
demanda presentada siempre estuvo encaminada en conseguir la
nulidad de la elección del (…) contralor municipal de Pereira, como
incluso lo aceptó al admitir la demanda, aunque luego advirtió que se
incurrió en una imprecisión en identificar el acto contentivo de dicha
decisión, para un momento en el que con ocasión de la acumulación
de procesos, ya se había aportado y claramente identificado el acto
administrativo definitivo. En ese orden de ideas, la Sala concluye
que la decisión del a quo, de dar por terminado el proceso con
radicado No. 66001-23-33-000-2020-00494-00 al entender que no
se ha satisfecho el requisito formal en discusión, se puede superar
al realizar una interpretación razonable de la pretensión anulatoria,
a la luz de la prevalencia del derecho sustancial sobre el formal y
a una lectura sistemática, coherente e integral del escrito inicial ya
que se puede determinar que las pretensiones se encausan sobre el
acto definitivo.

108
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO
LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: En el sub lite, el Tribunal Administrativo de Risaralda mediante


auto de 1° de febrero de 2021, resolvió declarar probada la excepción
de inepta demanda y dar por terminado el proceso con radicado No.
66001-23-33-00-2020-00494-00, en el que se pidió la nulidad del Acta
No. 130 de 10 de septiembre de 2020, mediante la cual, el concejo
municipal de Pereira eligió al demandado como Contralor Municipal.
(…). Ahora bien, como hubo una acumulación de procesos, el a quo
consideró que el medio de control seguiría su curso únicamente en
cuanto a la solicitud de nulidad de la Resolución No. 161 de 11 de
septiembre de 2020, la cual se había demandado en el proceso con
radicado No. 66001-23-33-00-2020-00499-00, que se acumuló al
proceso principal. Inconforme con esta decisión, el demandante del
proceso No. 66001-23-33-00-2020-00494-00 interpuso recurso
de apelación, argumentando que el a quo erró al considerar que la
Resolución No. 161 de 11 de septiembre de 2020, expedida por la
mesa directiva del concejo municipal de Pereira y en la que consta el
nombramiento del demandado, constituye el acto definitivo de elección,
pues, en su sentir, la elección del contralor la realizó la plenaria del
concejo municipal en sesión extraordinaria, la cual fue consignada en
el Acta No. 130 de 10 de septiembre de 2020. En este orden, la referida
acta constituye el acto definitivo y, por ende, el único pasible de control
judicial. En el presente caso, la Sala revocó el auto proferido por el
Tribunal a quo, decisión que comparto; sin embargo, [se discrepa] de
algunos razonamientos que resultan problemáticos y contradictorios,
como pasa a explicarse. (…). [N]o constituye un error, haber demandado
el acta de la sesión al que se ha hecho mención [Acta No. 130 de 10 de
septiembre de 2020]. (…). De igual forma, no se comparte el siguiente
razonamiento, en tanto, parte del equívoco de insistir en que el acta
de la sesión del concejo municipal, no es el acto pasible de control
judicial. (…). No sobra recordar que, el artículo 163 del CPACA, trae
como requisito formal de la demanda, que cuando se pretenda la
nulidad de un acto administrativo, “este se debe individualizar con
toda precisión”. (…). Por lo tanto, el único acto administrativo pasible de
control judicial en el contencioso electoral de la referencia, es el acto
definitivo, a través del cual, el concejo municipal de Pereira, en Sesión
Plenaria Extraordinaria del 10 de septiembre de 2020 [Acta No. 130],
declaró electo al contralor municipal y no los actos previos a la elección

109
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ni los actos subsiguientes, sino el que decide de manera definitiva


la designación del servidor público. En el sub judice, la Resolución
No. 161 de 11 de septiembre de 2020, por medio de la cual la mesa
directiva decide “nombrar al [demandado] (…)”, es un acto subsiguiente
a la elección, que resulta meramente protocolario, pero que no puede
erigirse en el acto de elección, dado que por mandato del artículo 272
de la Carta Política, esta designación corresponde al concejo municipal
y no a la mesa directiva de dicha corporación. En este orden, conviene
enfatizar que la Resolución No. 161 del 11 de septiembre de 2020, no
es un acto enjuiciable, por cuanto no decidió la elección del contralor,
ni era necesaria para la designación de este funcionario, habida cuenta
que, la ley no exige un acto de confirmación posterior que, de ser así,
constituiría un acto complejo, lo cual resulta contrario al ordenamiento
jurídico. En suma, [se considera] que, como la demanda es explícita en
dirigirse contra el acto definitivo contenido el Acta No. 130 de Sesión
Plenaria Extraordinaria del concejo municipal de Pereira del 10 de
septiembre de 2020, por el cual se declaró la elección del contralor
municipal, resulta claro que el juicio de legalidad está circunscrito a
dicha acta y no frente al acto posterior -Resolución No. 161 de 11 de
septiembre de 2020-, como equivocadamente lo indicó el Tribunal a quo
en el auto apelado. Así las cosas, advierto una absoluta incongruencia
entre los razonamientos anteriores y la decisión que se adoptó en
este proveído, en el sentido de revocar el auto apelado, con cuya parte
resolutiva estoy de acuerdo, pues, considero que, en efecto, el a quo,
debió negar la excepción de ineptitud sustantiva de la demanda y
continuar con el trámite del proceso frente a la pretensión de nulidad
del Acta No. 130 de 10 de septiembre de 2020.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 229 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO –
ARTÍCULO 100 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163

110
APELACIÓN DEL AUTO QUE NIEGA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL

EXTRACTO NO. 17

RADICADO: 68001-23-33-000-2021-00156-01
FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Carlos Arturo Guevara Villacorte
DEMANDADO: José Agustín Quencho Angarita - Secretario
de Talento Humano del Distrito de Barrancabermeja
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si,


conforme a los argumentos expuestos en el escrito de alzada, procede
revocar, modificar o confirmar la decisión del Tribunal Administrativo
de Santander que negó la medida cautelar solicitada en la demanda
de la referencia, en la que se alega que hubo un desconocimiento del
artículo 122 Superior alusivo a que no habrá empleo público que no
tenga funciones detalladas en ley o reglamento, toda vez que el cargo
no había sido creado con anterioridad al nombramiento.

TESIS: La Ley 1437 del 2011 consagró la facultad en cabeza del juez
de lo contencioso administrativo para el decreto de las medidas previas
que considere necesarias y pertinentes para proteger y garantizar, de
forma provisional, el objeto del proceso y la efectividad de la decisión.
En materia de nulidad de actos administrativos, el artículo 231 de la
misma normativa, precisa los requisitos para la suspensión de sus
efectos, conllevando la pérdida de su fuerza ejecutoria. (…). Acogiendo
dichos criterios en el marco de la suspensión de los efectos de los
actos de elección, nombramiento o llamamiento, se puede concluir
entonces que ella procede (i) por violación de las disposiciones de orden
constitucional o legal y (ii) siempre y cuando ello surja del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas o del
estudio de las pruebas allegadas hasta esa instancia del proceso. (…).
[L]a Sala considera pertinente citar la norma que conforme al alegato
del demandante y como fundamento de la solicitud de medida cautelar,
se considera como desconocida con la expedición del acto acusado,

111
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

a saber el artículo 122 constitucional. (…). [D]e la literalidad de dicho


canon superior, es posible concluir que para proveer todo empleo
público este deberá tener, en forma previa, determinadas de forma
específica sus funciones -en la ley o el reglamento correspondiente-,
siendo necesario que, en el caso de aquellos remunerados, aquel se
contemple en la planta de personal y se encuentren debidamente
presupuestados los egresos en que se incurrirá respecto del mismo.
(…). [C]onforme fue concluido por el tribunal a quo, a esta instancia
del proceso y sin que ello constituya un prejuzgamiento respecto
del fondo del asunto, obran elementos de convicción que permiten
razonar que, previo al nombramiento del demandado en el cargo de
Secretario de Talento Humano efectuado mediante el Decreto 032
del 27 de enero del 2021, se llevó a cabo la creación e incorporación
del mismo, lo que tal como se lee del contenido del Acuerdo 013 del
2020, pero más aún, del Decreto 016 del 2021, en donde expresamente
su artículo 5º dispone en tal sentido, e incluso, con posterioridad,
fija de forma específica las funciones de dicha dependencia. Es de
resaltar que incluso, uno de los fundamentos jurídicos del último de
los actos antes referidos, es aquel en que el demandante sustenta
su apelación, pues se hace referencia al contenido del numeral 7º del
artículo 315 de la Constitución, norma que radica en cabeza del alcalde
la competencia para la creación, supresión y fusión de empleos. Por
ello, esta judicatura arriba a la misma conclusión presentada en la
providencia impugnada, toda vez que de la revisión del acto demandado
y sus necesarios antecedentes (Acuerdo 013 del 2020 y Decreto 016
del 2021), frente a la norma que se alegó como desconocida, no se
observa un desconocimiento protuberante de la misma que conlleve la
configuración de los requisitos para el decreto de la medida cautelar
de suspensión de los efectos del nombramiento demandado. De otra
parte, el demandante señaló en su apelación, que en la decisión de
instancia no se consideró el contenido del Decreto 017 del 2021, frente
al publicado en la Gaceta Distrital, en donde se puede comprobar la
omisión en la creación de varios cargos, entre ellos, aquel en que fue
nombrado el aquí demandado. Resulta claro que de la revisión de estos
documentos, específicamente en el artículo 3º relativo a la creación de
cargos, no se observa de forma expresa que allí se haya dispuesto en
tal sentido respecto de la Secretaría de Talento Humano. A pesar de
ello, también es cierto que el demandado y la entidad que expidió el
acto señalaron la existencia de errores en la digitalización de aquel, lo
que conllevó a la expedición de constancias secretariales en que estos
fueron puestos de presente, e incluso, a la suscripción del Decreto 100

112
del 2021. (…). Bajo las anteriores consideraciones, encuentra esta Sala
de Sección, (…), lo que se vislumbra es un problema en la publicidad
del acto, que afecta su oponibilidad más no su validez, aspecto que
deberá ser dilucidado en forma expresa en la sentencia que sobre el
fondo se dicte al final de la actuación. En conclusión, se tiene entonces
que: De la revisión conjunta de las pruebas aportadas a esta instancia,
el acto demandado y la norma que se alega como desconocida, no se
evidencia una vulneración a la misma, toda vez que (i) el cargo fue
creado -Acuerdo 013 del 2020 y Decreto 016 del 2021- en la planta
de personal del Distrito de Barrancabermeja y (ii) sus funciones
fueron detalladas por el mismo Decreto 016 del 2021, así como por el
Decreto 018 del 2021, en donde se actualizó el manual de funciones y
competencias laborales. Es necesario dilucidar, en el correspondiente
fallo y tras el debate probatorio propio del medio de control, si las
irregularidades respecto de la publicación del Decreto 017 del 2021,
afectan la legalidad del mismo. (…). Por las razones señaladas, se
procederá a confirmar la providencia impugnada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 122 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
315 NUMERAL 7 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231

113
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

SOLICITUD DE NULIDAD DE LA SENTENCIA, EJECUTORIA DE LA


SENTENCIA

EXTRACTO NO. 18

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00034-00
FECHA: 10/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Helmer Ramiro Silva Rodríguez
DEMANDADO: Juan Guillermo Zuluaga Cardona - Gobernador
del Meta, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a decidir la petición elevada


por el demandante el 27 de mayo de 2021, a través de la cual solicita
la nulidad de la sentencia proferida por la Sección Quinta del Consejo
de Estado, el 13 del mismo mes y año, por la que se denegó en un
proceso de única instancia la nulidad del acto de elección contenido
en el formulario E-26 GOB del 15 de noviembre de 2019, a través del
que la comisión escrutadora general declaró al señor Juan Guillermo
Zuluaga Cardona como Gobernador del Departamento del Meta, para
el periodo constitucional 2020 – 2023.

TESIS: [L]a solicitud de nulidad de la sentencia electoral debe


impetrarse dentro de la ejecutoria de la misma, pues vencido dicho
término las partes tendrán a su disposición, según el numeral 5º del
artículo 250 del CPACA, el recurso extraordinario de revisión y no ya
este mecanismo procesal. Claro lo anterior, se debe reseñar que la
norma especial del proceso contencioso electoral, aparte de regular
las causales que originan la nulidad de la sentencia, no estableció las
reglas procesales aplicables para resolver este tipo de solicitudes,
en especial su oportunidad; así las cosas, en aplicación del artículo
296 de la Ley 1437 de 2011, se procederá a verificar este requisito
adjetivo en la presentación de la solicitud que ocupa la atención de
la Sala. El artículo 289 ídem, consagra que la sentencia se notificará
personalmente, el día siguiente a su expedición, a las partes y al
agente del Ministerio Público. Transcurridos 2 días sin que se haya
hecho notificación personal, se notificará por edicto, que durará

114
fijado por 3 días. Una vez ejecutoriada, se comunicará de inmediato
por el secretario a las entidades u organismos correspondientes.
Del texto anterior se extrae: i) el deber de notificar personalmente
el fallo, ii) en caso de no lograrse se hará por edicto, iii) lapso que
una vez trascurra se entenderá ejecutoriada la sentencia. Entonces,
corresponderá determinar el término de notificación de la sentencia
para contabilizar el de su ejecutoria. Para verificar el primero de ellos,
debemos acudir en una interpretación sistemática de las normas
procesales, a la parte general del CPACA, en donde encontramos que
de conformidad con el artículo 205 ibídem, la notificación electrónica
personal de providencias se entenderá realizada trascurridos 2 días
hábiles siguientes al envío del mensaje y los términos de ejecutoria,
empezarán a correr a partir del día siguiente al de la notificación.
En el caso concreto, se tiene que la decisión objeto de solicitud de
nulidad se notificó el 14 de mayo de 2021 (…). Entonces, al tener
este como el punto de partida para contar el término de notificación
personal de la misma, se tiene que: Los 2 días que trata el artículo
205 ejúsdem, trascurrieron entre el martes 18 y miércoles 19 de
mayo de 2021. Lapso en donde se entiende surtida la notificación. (…).
[C]orresponde ahora verificar el término de su ejecutoria, concepto
que conforme el artículo 306 de la Ley 1437 de 2011, se desprende
de lo normado en el artículo 302 del CGP, que las providencias que
sean proferidas por fuera de audiencia quedan ejecutoriadas 3 días
después de notificadas cuando carecen de recursos, como es el caso
tramitado por esta Sala de Decisión (…). Por manera que, para la
presentación de la solicitud de nulidad originada en la sentencia, la
parte actora contaba hasta el 24 de mayo de 2021, fecha en la cual
quedó ejecutoriada la providencia, no obstante, el escrito se radicó
ante la secretaría de la Sección Quinta del Consejo de Estado el 27 de
mayo de la anualidad que trascurre. Así las cosas, no cabe duda que la
providencia del 13 de mayo de 2021 cuya nulidad hoy se solicita habría
quedado ejecutoriada el 24 del mismo mes y año, siendo claro que la
solicitud de nulidad se propuso de forma posterior de dicha data, (…),
se estima extemporánea. De otra parte, el accionante señala que el
término de ejecutoria debe contarse a partir de la notificación que se
le hiciera de la aclaración de voto que del fallo se presentara, la cual
se surtió el 21 de mayo de 2021, por lo que entiende que el presente
requerimiento es oportuno si es contabilizado a partir de la misma
por ser esta parte integral de la decisión que se solicita su nulidad.
Este argumento no puede ser tenido en cuenta para contabilizar el
término de ejecutoria de la sentencia, en tanto del tenor literal del

115
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

artículo 129 de la Ley 1437 de 2011, que define el procedimiento para


la presentación de las aclaraciones o salvamentos de voto, no se extrae
el condicionamiento de la firmeza de la providencia a su expedición y
mucho menos a su comunicación. (…). Nótese que el artículo trascrito
[129 de la Ley 1437 de 2011] parte de la notificación de la providencia
para empezar a correr el término que tiene el magistrado disidente
para manifestar su posición, pero no señala que es a partir de ella que
deba surtirse su enteramiento a los sujetos procesales ni condiciona
su vinculatoriedad a su expedición. Esta misma conclusión se puede
extraer de lo consagrado en el ya mencionado artículo 302 del CGP,
en donde se condicionó la ejecutoria de la sentencia a tres eventos:
i) cuando se pida aclaración o complementación de una providencia
solo quedará en firme una vez resuelta la solicitud, ii) cuando contra
ella se interpongan recursos y, iii) cuando siendo notificadas, no
proceda impugnación contra ella. En este caso al no proponerse
solicitudes de adición o aclaración del fallo, este quedó en firme el 24
de mayo de 2021, sin que pueda predicarse la extensión de tal término
por consideraciones ajenas a las procesalmente establecidas. En
conclusión, al haber propuesto el escrito de nulidad originada en la
sentencia de forma extemporánea, le corresponde a la Sala rechazar
la petición conforme lo previamente señalado.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 129 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 250 NUMERAL
5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 289 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 296 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 302

116
RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA EL AUTO QUE NEGÓ LA
SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE
ELECCIÓN DE LOS MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL
DE DISCIPLINA JUDICIAL, CONVOCATORIA PÚBLICA PARA LA
CONFORMACIÓN DE TERNAS EN EL PROCESO DE ELECCIÓN DE
LOS MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL DE DISCIPLINA
JUDICIAL

EXTRACTO NO. 19

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00006-00
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares Sayago
DEMANDADOS: Magistrados de la Comisión Nacional
de Disciplina Judicial, período 2021-2029
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre el


recurso de reposición propuesto por la parte demandante, contra el
auto del 27 de mayo de 2021, por medio del cual la Sección Quinta
de Consejo de Estado admitió la demanda contra la elección de los
magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, y negó la
solicitud de suspensión provisional de los efectos del acto declarativo
de la designación cuestionada.

TESIS 1: El primer motivo inconformidad que expone el demandante


contra la providencia que negó la solicitud de suspensión provisional, es
que supuestamente de manera incongruente no se tuvo en cuenta que
en la demanda “se solicita la nulidad del Acuerdo No PCSJA20-11633,
fechado 30 de septiembre de 2020” del Consejo Superior de la
Judicatura, por violación directa de las normas invocadas, pero que
los cargos se analizaron bajo la perspectiva de la violación indirecta
de éstas. Se destaca esta situación, porque al revisar las pretensiones
de la demanda, no se evidencia que el demandante haya solicitado
como lo indica en el recurso de reposición, la nulidad del acuerdo
antes señalado, mediante el cual el Consejo Superior de la Judicatura
expidió las reglas de la convocatoria pública para integrar las ternas

117
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de candidatos a magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial. Por


lo anterior, lo que resulta incorrecto es que el demandante extrañe
en el recurso de reposición, un pronunciamiento relativo a la nulidad
de un acto cuya anulación no solicitó, más aún, cuando el medio de
control que empleó es el previsto en el artículo 139 de la Ley 1437
de 2011, dirigido a establecer la legalidad de los actos de elección,
nombramiento y/o llamamiento, que en este caso se circunscriben a
la designación de los magistrados del Comisión Nacional de Disciplina
Judicial. Cuestión distinta es que el fundamento de tal pretensión
constituya la presunta comisión de irregularidades con anterioridad
a la elección, verbigracia, en los actos de convocatoria. En este punto
se recuerda, que la admisión de la demanda de la referencia tuvo
lugar en consideración a que se persigue la anulación de la referida
designación, asunto respecto del cual el medio de control idóneo es la
nulidad electoral, en el que en estricto sentido no corresponde decidir
si debe o no excluirse del ordenamiento jurídico el referido acuerdo.
Por lo tanto, como el proceso de la referencia tuvo como génesis una
demanda de nulidad contra el acto de elección de los magistrados de
la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, los pronunciamientos que
se efectúen estarán dirigidos a determinar si tal designación debe
permanecer o excluirse del ordenamiento jurídico, sin perjuicio desde
luego, como en reiterada jurisprudencia lo ha expuesto esta Sección,
que se estudie la legalidad de las actuaciones previas a la elección, pues
pueden estar relacionadas con las razones por las cuales se estima
ésta debe anularse. En suma, no resulta pertinente que el demandante
solicite y exija en el asunto de la referencia, un pronunciamiento sobre
la nulidad del mentado acuerdo, pues se insiste, tal no constituye la
decisión definitiva y principal sobre la que gira la controversia. En
ese orden también se evidencia, que la parte actora en su recurso
expone que el mentado acuerdo no debió establecer las pautas de la
convocatoria que debía adelantar el Consejo Superior de la Judicatura
para conformar 4 ternas destinadas a la elección de los magistrados de
la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, pues a su juicio tal asunto
es de reserva legal. Sobre este argumento, se estima por una parte,
que es expuesto en la lógica de exigir un análisis sobre la petición de
nulidad del Acuerdo No PCSJA20-11633 del 30 de septiembre de 2020,
asunto que no es dable decidir a través del medio de control de nulidad
electoral; y por otra, constituye una razón que tampoco fue expuesta o
desarrollada en la demanda, ni siquiera, para relacionarla en cuanto a
la validez de la elección acusada, como una irregularidad previa a ésta
o para invocar la excepción de inconstitucionalidad o ilegalidad, por

118
ende, constituye un cargo nuevo, que no se planteó como fundamento de
la solicitud de suspensión provisional, y por consiguiente, respecto del
cual la providencia controvertida no tenía que pronunciarse. (…). Ahora
bien, sin perder de vista la finalidad del medio de control de nulidad
electoral, se evidencia que el demandante en su recurso insiste en que
la elección de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial fue contraria a los artículos 40, 29.1, 125.2 y 126.4 de la
Constitución, porque no se permitió que accedieran a tales dignidades
y en respeto del debido proceso, quienes mayor mérito demostraron
para tal efecto, por el contrario, las designaciones se realizaron “a
dedo” en virtud de la discrecionalidad de los nominadores, lo cual fue
propiciado porque las convocatorias respectivas (del presidente de La
República y el Consejo Superior de la Judicatura) no establecieron de
manera clara y precisa los factores cuantitativos y cualitativos para
calificar a los participantes, admitirlos y/o excluirlos. En este punto se
insiste, sin perjuicio de lo que pueda establecerse durante el curso de
la actuación judicial, el fundamento normativo del demandante para
exigir que la elección de los magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial debe estar precedida de un proceso netamente
objetivo, en el que se proscriba cualquier margen de discrecionalidad,
a la manera de un concurso de méritos, son los artículos 125-2 y 126-4
de la Constitución.

TESIS 2: El inciso segundo del artículo 125 superior indica, que


la designación en virtud de concurso de méritos aplica para “los
funcionarios, cuyo sistema de nombramiento no haya sido determinado
por la Constitución o la ley”, por lo que si dicho sistema está previsto
en normas especiales, debe seguirse lo dispuesto en ellas, lo que
forzosamente implica respecto de los magistrados de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial, que se aplique el artículo 257A de la
Constitución, que no contempló como condición celebración de un
concurso de méritos, sino la existencia de convocatorias públicas (que
es distinto) para la conformación de las ternas respectivas, de las cuales
el Congreso de la República en Pleno dentro del margen de autonomía
que le asiste, adopta la decisión electoral correspondiente. Por lo tanto,
prima facie se tiene que el artículo 125.2 de la Carta Política no resulta
pertinente para el caso de autos. (…). Se recuerda que la jurisprudencia
de la Sección ha distinguido entre designación como resultado de un
concurso de méritos, de la que estuvo precedida de una convocatoria
pública, reconociendo válidamente frente a esta última un “grado de
discrecionalidad con la que cuenta la Corporación Pública que elige”,

119
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el cual está ausente del concurso, “que es un proceso enteramente


objetivo, cuyo resultado depende únicamente de los puntajes obtenidos
por los aspirantes durante el desarrollo del mismo. Es decir, en el
concurso público el ganador será el concursante mejor calificado
durante todo el proceso, mientras que en la convocatoria pública, será
el votado por la corporación correspondiente, del listado de aspirantes
que hayan superado todo el proceso, sin que necesariamente sea el
mejor puntuado en las etapas anteriores”. Por lo tanto, a esta etapa
del proceso no resulta dable que el demandante reproche que las
designaciones no se llevaron a cabo en virtud de un concurso de
méritos, o que en las mismas no podía existir margen alguno de
discrecionalidad, pues la norma especial que rige las elecciones
no exige adelantar un concurso de méritos, sino una convocatoria
pública para la conformación de las ternas, que luego serán puestas a
disposición del Congreso en Pleno, reconociendo de esta manera, que
en tales etapas (conformación de las ternas y elección propiamente
dicha) existe un margen de discrecionalidad que el constituyente
reconoció. (…). En cuanto al artículo 126.4 de la Constitución Política se
reitera el criterio según el cual, la exigencia de convocatorias públicas
reglamentada por la ley, respecto de la elección de servidores públicos
a cargo de corporaciones públicas de elección popular, aplica para
las designaciones que no se rigen por normas especiales, lo que no
acontece en el caso de los magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial, respecto de quienes el artículo 257 A ibidem exige
que se adelante una convocatoria pública, pero (a) no para la elección,
sino para una etapa previa, la conformación de las ternas, y además,
(b) cuya regulación no está a cargo del legislador, por lo que se infiere
que le corresponde a las autoridades convocantes. Por consiguiente, en
escrito sentido la norma aplicable para la conformación de la anterior
alta corte no es el artículo 126.4, sino el 257ª. (…). Es más, como lo
anunció en su impugnación el demandante, el anterior criterio también
ha sido aplicado en casos como el de autos, en los que se alega el
desconocimiento del artículo 126 constitucional, respecto de elecciones
que se rigen por normas especiales, verbigracia, las correspondientes
a los magistrados de la Corte Constitucional. (…). En todo caso, si lo
que el demandante pretende es que la Sección replantee el criterio
que ha desarrollado sobre la aplicación del artículo 126 Superior,
respecto de designaciones que se rigen por normas especiales, pone
sobre la mesa un asunto que debe ser analizado en la sentencia,
luego de surtidas todas las etapas legalmente previstas, mas no al
momento de decidir sobre la suspensión provisional del acto acusado,

120
instante en el que se concluyó razonablemente de conformidad con
la normatividad especial para las elecciones de los magistrados de la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial y la jurisprudencia vigente de
la Sección Quinta del Consejo de Estado y la Corte Constitucional, que
no resultan aplicables los artículos 125.2 y 126.4 de la Carta Política en
los términos expuestos en la demanda.

TESIS 3: [E]n la providencia impugnada de forma clara se indicó,


que el hecho de que la designación de los magistrados de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial no se rija por los artículos 125 y 126
de la Constitución, sino por el 257A superior, no conlleva a predicar
que el principio del mérito no está presente en la conformación de
las respectivas ternas, para lo cual prima facie se resaltó, que en la
regulación de la convocatoria que llevó a cabo el Consejo Superior
de la Judicatura y la desarrollada por el presidente de La República,
se establecieron etapas con el fin de evaluar a los candidatos, para
revisar el cumplimiento de los requisitos establecidos y valorar su
trayectoria profesional, tales como la recepción de observaciones
ciudadanas sobre los aspirantes inscritos, la conformación de listas
de preseleccionados y las entrevistas, todas ellas para propiciar
espacios en los que se ponderen las calidades personales y labores
de quienes aspiran a integrar una de las altas cortes del país, que una
vez ternados también serán sujetos de escrutinio por el Congreso de
la República, exigencias que están relacionadas con el principio del
mérito. En ese orden, a partir de la regulación de tales convocatorias
se consideró (sin perjuicio de lo que se defina en la sentencia) que
no se evidencia el desconocimiento del criterio de mérito, respecto
del cual no puede perderse de vista, que en tratándose de elecciones
precedidas de convocatorias públicas no presenta el mismo desarrollo
que tiene lugar en el contexto de un concurso de méritos, por lo
que no resulta pertinente exigir como lo hizo la parte demandante,
que las designaciones cuestionadas hayan sido resultado de un
trámite enteramente objetivo, desprovisto de cualquier grado de
discrecionalidad, pues la existencia de ésta en principio caracteriza
las designaciones con ocasión de convocatorias públicas, en las que
los elegidos pueden ser aquellos que cumplieron todos los requisitos
establecidos, aunque no hayan obtenido los puntajes más altos, desde
luego, salvo que la convocatoria haya establecido tal condición, lo que
no ocurrió en el caso de autos. Añádase a lo expuesto, que aunque
el demandante sostiene que en la conformación de las ternas se
desconoció el principio del mérito por cuanto los preseleccionados

121
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

no son los aspirantes con el mayor puntaje y la mejor hoja de vida,


en forma alguna acreditó tal circunstancia, esto es, no probó en esta
etapa del proceso, que las listas de preseleccionados y en especial
las ternas, fueron compuestas con personas con hojas de vidas
no cualificadas, o que en las entrevistas no fueron los mejores
ponderados, de allí que se haya concluido que no se advierte mérito
suficiente para acceder a la solicitud de suspensión provisional, sin
perjuicio del análisis que se realice la momento de dictar la sentencia,
luego de surtida la etapa probatoria correspondiente. (…). Así las cosas,
en esta etapa no se observa que las elecciones acusadas hayan sido
producto del desconocimiento del procedimiento constitucionalmente
establecido para la designación de los magistrados de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial, que no corresponde al que hace
alusión el actor al citar los artículos 125.2 y 126-4 de la Constitución, ni
tampoco que el Consejo Superior de la Judicatura o la Presidencia de
la República al seguir las pautas del artículo 257A de la Carta Política,
hayan vulnerado el derecho de los ciudadanos de aspirar y acceder
a tales cargos, conclusión a la que llegó la providencia impugnada y
que no logró desvirtuarse a través de los argumentos desarrollados
en el recurso de reposición por las razones hasta aquí expuestas. (…).
Teniendo en cuenta los argumentos esbozados a lo largo del presente
proveído, se impone confirmar la providencia del 27 de mayo de 2021,
por medio de la cual la Sección Quinta de Consejo de Estado negó la
solicitud de suspensión provisional de los efectos del acto declarativo
de la designación cuestionada, al no advertir en esta etapa inicial del
proceso, desconocimiento de las normas invocadas.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 125 NUMERAL 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 126 NUMERAL 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 257 LITERAL
A / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205
NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 242 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
277 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 52

122
SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL, SUPUESTOS
PARA SENTAR JURISPRUDENCIA

EXTRACTO NO. 20

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00030-00
FECHA: 24/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Stefania Giraldo González
DEMANDADO: Gustavo Adolfo Gómez Naranjo - Personero
municipal de Aranzazu (Caldas) – período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala decidir si existe mérito


suficiente para avocar el conocimiento del presente asunto y dictar
sentencia de unificación, con fundamento en la existencia de criterios
divergentes en relación con la procedencia o no de la limitación
del número de inscripciones de un solo candidato en los trámites
de selección de personeros municipales convocados por distintos
concejos.

TESIS 1: De conformidad con el artículo 271 de la Ley 1437 de 2011,


modificado por la Ley 2080 del 2021, se advierte que la solicitud
presentada por la parte demandada reúne los presupuestos legales
exigidos, por las siguientes razones: Elemento subjetivo: El pedimento
fue realizado el apoderado del demandado en el vocativo de la
referencia, a saber, (…) como Personero Municipal de Aranzazu (Caldas)
– Período 2020-2024, motivo por el cual cumple con lo previsto en el
inciso primero de la mencionada disposición, que establece los sujetos
procesales habilitados para elevar una solicitud de esta naturaleza,
entre ellos, la partes. Elemento objetivo: El proceso se encuentra para
dictar fallo de segunda instancia, por ende, se cumple con la condición
establecida en el artículo 271 de la Ley 1437 de 2011. Elemento
modal: La solicitud fue debidamente motivada, por cuanto a lo largo
del escrito, se observan los elementos argumentativos que, a juicio
del peticionario, implican que el presente asunto sea fallado por esta
Corporación mediante una sentencia de unificación, por razones de
importancia jurídica y la necesidad de sentar jurisprudencia sobre

123
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el debate del sub judice. (…). La función de unificación jurisprudencial


del Consejo de Estado, en su condición de Tribunal Supremo de lo
Contencioso Administrativo, se sustenta en la necesidad de garantizar
los principios de igualdad y seguridad jurídica. En tanto algunas
normas tienen cierto grado de indeterminación, resulta necesario
que los operadores jurídicos y la ciudadanía en general tengan
certeza respecto del alcance, interpretación y aplicación de estas, de
conformidad con las situaciones fácticas que las dotan de contenido.
Así pues, la unificación de jurisprudencia hace posible la unidad y
coherencia del ordenamiento y por tanto, asegura el tratamiento
igualitario de los asuntos que cuentan con identidad o similitud
fáctica y jurídica, pues existiendo una regla de unificación sobre un
determinado aspecto normativo, el juez, al momento de interpretar la
ley, no puede otorgarle un sentido diferente al que se le ha conferido en
punto de la unificación, salvo que, para ello, en virtud de la autonomía
e independencia judicial de la que goza, motive y justifique, de manera
transparente y suficiente, las distinciones que tiene el caso concreto
y que permiten al fallador separarse de la regla unificadora. De suyo,
para garantizar la seguridad jurídica y la igualdad de tratamiento
ante la ley dentro del Estado Social de Derecho, es necesario que las
decisiones se fundamenten en la interpretación uniforme y consistente
del ordenamiento jurídico y, para ello, ha sido instituida la función
unificadora de los órganos de cierre jurisdiccional, como lo es el Consejo
de Estado. El artículo 271 de la Ley 1437 de 2011, modificado por la Ley
2080 del 2021, brinda un abanico de posibilidades o supuestos bajo los
cuales la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo puede avocar
el conocimiento de un determinado asunto para dictar la decisión
de unificación que corresponda. (…). Como se observa, la necesidad
de sentar jurisprudencia como hipótesis que sustenta un fallo de
unificación proviene, entre otras posibilidades, de la existencia de
divergencias, contraposiciones o contradicciones, por ejemplo: i) entre
normas jurídicas aplicables a un mismo asunto, por lo que resulta
indispensable determinar cuál de ellas lo resuelve de mejor manera; o
ii) entre diversas interpretaciones sobre temas jurídicos que resultan
conexos o transversales a las Salas o Secciones de la Corporación; o
iii) en el alcance de la interpretación y aplicación dados a una misma
norma por diferentes jurisdicciones o por distintas instancias dentro
de la misma jurisdicción. En atención a lo anterior, cuando se presentan
pronunciamientos judiciales que acogen interpretaciones divergentes
o discordantes frente a una misma norma, punto de derecho o tema
jurídico, se hace necesaria la adopción de una decisión unificadora que

124
elimine la discrepancia, como garantía de los principios de igualdad
y seguridad jurídica, así como de la coherencia y univocidad del
ordenamiento. Ahora bien, frente a los criterios de importancia jurídica
y trascendencia social y económica, se resalta que se han emitido una
serie de pronunciamientos en relación con la forma en que dichos
aspectos deben entenderse. Con respecto a la importancia jurídica, se
ha precisado que se presenta ante la “alta connotación que tiene un
asunto dentro del mundo jurídico, en la medida en que es capaz de
incidir en él de forma transversal y determinante, bien sea porque toca
bienes o instituciones materiales o inmateriales que figuran dentro de
la más elevada escala de protección estatal, demanda la construcción
de un parámetro de interpretación que resulta necesario para el orden
normativo mismo, propugna por un avance significativo en la tradición
jurídica nacional o internacional, el Constituyente o Legislador le
han dado esa connotación, o porque el desarrollo jurisprudencial
así lo sugiere”. En cuanto a la trascendencia económica y social, se
hace referencia a “la órbita que impacta la decisión concerniente
al asunto a examinar, en este caso, la económica –en punto a la
magnitud de la afectación que pueda recibir el patrimonio público, o
el privado, según el caso– o la social –dado el alcance que pudiera
tener en el conglomerado social, tanto en términos cuantitativos como
cualitativos (…) Así las cosas, la trascendencia económica o la social
están determinadas por un factor subjetivo, en cuanto se refieren a la
importancia del resultado, pero claramente objetivable en la medida
en que los criterios de priorización no pueden ser otros que los que
desprenden de la vigencia del orden constitucional y, principalmente,
todos aquellos que, de alguna forma, obstruyen o promueven la
realización de los fines del Estado”.

TESIS 2: De la petición elevada por el apoderado del señor Gustavo


Adolfo Gómez Naranjo se observa que la solicitud para que esta
Corporación avoque el conocimiento del proceso de la referencia, se
fundamenta básicamente en la existencia de criterios divergentes
en relación con la procedencia o no de la limitación del número de
inscripciones de un solo candidato en los trámites de selección de
personeros municipales convocados por distintos concejos. En primer
lugar, se señala que en el Departamento de Caldas, a través de los
juzgados administrativos de Manizales y del Tribunal Administrativo
de Caldas -ver supra. Párrafo 23-, se han fallado una serie de medios
de control de nulidad electoral, en los cuales el criterio sobre el asunto,
en los jueces a quo, ha sido negar las pretensiones de la demanda al no

125
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

encontrar configurada nulidad alguna respecto de los actos de elección


de los personeros municipales cuando se estableció por la ESAP la
figura de la “uniinscripción”; siendo que el superior, por su parte, ha
indicado que las mismas son procedentes, al encontrar como irregular
tal situación. Adicionalmente, se precisa que la disparidad de criterios
alegada por el peticionario al interior de la jurisdicción contencioso-
administrativa, se ha presentado al resolver acciones judiciales
distintas al medio de control de nulidad electoral, específicamente,
en peticiones de tutela, (…). A pesar de lo anterior, la Sala encuentra
que dicha situación no es óbice para abstenerse de resolver de
fondo la solicitud que se atiende con el presente proveído, en tanto
la norma que consagra el mecanismo procesal de la unificación de
jurisprudencia, a saber, el artículo 271 del CPACA, no precisa que la
divergencia interpretativa se deba presentar en medios de control de
igual naturaleza, entendiéndose que lo importante es que el asunto
amerite un pronunciamiento unificado -por alguno de los criterios
de la referida norma, como son importancia jurídica, trascendencia
económica o social, necesidad de sentar jurisprudencia o precisar su
alcance- respecto de alguno de los temas que corresponde a esta rama
especializada del Poder Judicial. En suma a lo anterior, la Sala encuentra
que de todas maneras, los aspectos que han sido estudiados en las
acciones constitucionales referidas por el solicitante tocan aspectos
propios del derecho electoral, en tanto refiere al procedimiento de
selección de los personeros municipales, trámite cuyo acto definitivo
-es decir, en el cual se elige a dicho funcionario-, es pasible de control
por intermedio del mecanismo procesal consagrado en el artículo
139 del CPACA. Por otra parte, es claro que los fallos dictados por
los jueces de tutela, han tenido un efecto dentro de los procesos
eleccionarios de dichas dignidades, prueba de ello es que, conforme se
reseñó en los antecedentes, solamente en el Departamento de Caldas
se registran un total de siete actuaciones judiciales en los cuales se
cuestiona la decisión de los concejos municipales con fundamento en
las circunstancias que se generaron por las ordenes de amparo. (…). Es
de resaltar, que conforme a (…) las decisiones mencionadas, la ESAP
procedió a revocar las inscripciones a otras convocatorias, que habían
sido habilitadas en cumplimiento del primero de los fallos reseñados,
tal y como se observa en la Resolución No. SC-3694 del 15 de noviembre
del 2019, suscrita por el Subdirector Administrativo y Financiero de
dicha entidad. Así las cosas, se tiene que al interior de la jurisdicción
de lo contencioso administrativo, en asuntos de tutela y ante lo
evidenciado en los juzgados administrativos de Manizales y el Tribunal

126
Administrativo de Caldas, se han presentado criterios divergentes
en relación con la posibilidad de los operadores contratados por los
concejos municipales para apoyar la celebración de los concursos de
mérito para la elección de los personeros, en relación con la posibilidad
o no de la multiinscripción. De una parte, algunos jueces han precisado
que la competencia para ello, se radica de forma exclusiva en las
corporaciones de elección, por lo que ni siquiera, por intermedio de las
obligaciones a consagrar en un convenio o contrato, puede aceptarse
que el operador pueda determinar una restricción en el sentido en que
se ha señalado. En el extremo argumental opuesto, se ha señalado por
otras autoridades judiciales, que esta situación no está prohibida por
la constitución o la ley, e incluso, de la obligación contractual de diseño
de la convocatoria derivan la posibilidad para que los operadores
logísticos contratados determinen la limitación de la “uniinscripción”.
Es menester precisar que de una revisión de las decisiones adoptadas
por esta Sección, como juez especializado y corporación de cierre en
materia electoral, no se registra fallo alguno -en el marco del medio
de control consagrado en el artículo 139 del CPACA- en el cual se
haya abordado de fondo un problema jurídico como el propuesto en
la demanda del sub judice. El sistema de relatoría, arroja el reporte de
dos acciones constitucionales falladas por esta Sala, en las cuales se
pretendió por parte de los accionantes que se abordara dicho asunto,
más sin embargo, en ambas decisiones, se optó por la improcedencia
de la tutela por la existencia de otros mecanismos de defensa judicial.
Adicionalmente, aunque es cierto que la Sección Segunda ha dictado
pronunciamientos en los cuales ha establecido que la uniinscripción
no deviene en irregularidad alguna, debe señalarse que estos se
han efectuado en el marco de procesos contra concursos de méritos
para cargos de carrera administrativa, lo que implica que se regulan
por disposiciones diferentes de aquellas que rigen la elección de los
personeros municipales. Por todo lo dicho en precedencia, entiende esta
Sala que existen elementos para concluir que en efecto, es necesario
adoptar una decisión que determine si, en el marco constitucional,
legal y jurisprudencial vigente que rige los procesos de mérito para
la elección de los personeros municipales, es posible o no limitar la
postulación de los interesados a un solo concurso, y si, de encontrar
que ello es irregular, determinar si ello tiene la incidencia suficiente
como para afectar la presunción de legalidad del acto definitivo
de dicho trámite eleccionario. Lo anterior, de conformidad con lo
establecido en el artículo 271 del CPACA, que determina la procedencia
de esta Corporación -como organismo judicial de cierre- para avocar

127
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el conocimiento y dictar sentencia, cuando se observe la necesidad de


sentar jurisprudencia sobre un asunto. Se precisa que, toda vez que
parte del fundamento de la divergencia jurisprudencial expuesta se
ha presentado en sede de tutela, la decisión que se adopta en el este
proveído no implica abrogarse la competencia de corte de cierre que
sobre dicha acción, por disposición del Texto Superior, corresponde a
la Corte Constitucional. La finalidad de la unificación en el sub judice,
se limitará, no en el alcance o extensión de los derechos o garantías
fundamentales involucradas, sino en la necesidad de analizar, bajo un
estudio abstracto y objetivo de legalidad, el problema jurídico que se
deriva de la demanda del vocativo de la referencia, y con fundamento
en ello, fijar la jurisprudencia sobre dicho asunto.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 271

128
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 21

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00018-00
FECHA: 22/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Esteban Camilo Marín Maldonado
DEMANDADO: Nemesio Raúl Roys Garzón - Gobernador de
La Guajira, periodo 2020 – 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre la


solicitud elevada el 9 de julio de 2021 por el apoderado de la parte
demandada, consistente en que se aclare la sentencia del 1° de julio
del año en curso, por medio de la cual la Sección Quinta del Consejo de
Estado, declaró la nulidad de la elección del señor Nemesio Raúl Roys
Garzón como gobernador de La Guajira.

TESIS: L]a aclaración de una sentencia, no debe dirigirse a modificar,


alterar o reformar lo decidido en aquella, es decir, no puede proponerse
una controversia respecto a los fundamentos jurídicos de la decisión,
ni plantear argumentos nuevos a fin de condicionar o modificar la
decisión adoptada. En cuanto a la oportunidad y legitimidad para
solicitar que una sentencia dictada en el medio de control de nulidad
electoral, debe tenerse en cuenta el artículo 290 de la Ley 1437 de
2011. (…). En cuanto a la legitimidad de la solicitud de aclaración de
la sentencia en el medio de control previsto en el artículo 139 de la
ley 1437 de 2011, se advierte que la petición fue elevada por la parte
demandada, a quien de conformidad con el artículo 290 ibídem le
asiste tal prerrogativa. Frente a la oportunidad, se tiene la sentencia
que le puso fin al presente proceso fue dada a conocer a los sujetos
procesales por correo electrónico, motivo por el cual la misma se
entiende notificada a los 2 días hábiles siguientes al envío del mensaje
de datos correspondientes. Por tal razón, como los correos respectivos
se enviaron el 2 de julio de 2021, la providencia quedó notificada a
los 2 días hábiles siguientes, es decir, el 7 de julio del mismo año.
En ese orden, los 2 días siguientes para solicitar la aclaración de la

129
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

sentencia transcurrieron el 8 y 9 de julio de 2021, última data en la


que el demandado de forma oportuna a través de apoderado presentó
la petición objeto de estudio. Verificada la legitimidad y oportunidad
de la solicitud, en cuanto al fondo de ésta la Sala no evidencia que
se haga alusión a motivos de duda que se encuentren en la parte
resolutiva de la sentencia o influyan en ella, esto es, a circunstancias
que imperiosamente deban esclarecerse so pena que no haya claridad
en lo resuelto por la Sección Quinta del Consejo de Estado; es decir,
que el demandado incurrió en la prohibición de doble militancia, que
es aplicable, sin excepción alguna, a todos los candidatos que aspiran
a un cargo de elección popular, como es el caso del gobernador de La
Guajira, y que por tal circunstancia se declaró la nulidad de su elección.
Por el contrario, lo que se evidencia del escrito de aclaración es que el
apoderado del [demandado], pretende insistir en la tesis que expuso
durante todo el proceso, consistente en que la legislación colombiana
no prevé con claridad que la prohibición de doble militancia se predica
de los candidatos de coalición, para lo cual reiteró parte de los
argumentos que desarrolló sobre el entendimiento que a su juicio debe
dársele a los artículos 2 y 29 de la Ley 1475 de 2011, asunto que no
es dable seguir discutiendo a través de la figura de la aclaración de la
providencia, máxime cuando fue claramente analizado en la sentencia
que le puso fin al proceso. En efecto, el fallo del 1° de julio de 2020 fue
absolutamente claro tanto en la exposición de la parte teórica, como
en la resolución del caso concreto, en especial, en el análisis de las
razones argüidas para entender no configurada la doble militancia, que
esta prohibición, sin lugar a duda, es aplicable también a los candidatos
de coalición, como se desprende de la interpretación armónica y
sistemática de artículos como el 107 de la Constitución, 2° y 29 de la
Ley 1475 de 2011. Es más, la providencia dedicó todo un capítulo (ver
particularmente los párrafos 337 a 362) a estudiar los argumentos que
expuso el demandante y su coadyuvante para predicar que la mentada
prohibición no le aplicaba, los cuales fueron desvirtuados entre otras
razones, porque la excepción planteada resultaría contraria a los fines
que constitucional y legalmente se persiguen con la doble militancia,
que no pueden dejarse de garantizar cuando en la contienda electoral
hay candidatos de coalición. Bajo ese entendido, no es de recibo que
el demandado invocando la posibilidad de aclarar una sentencia,
manifieste su inconformidad con los argumentos que fueron expuestos
para no aceptar el planteamiento que desarrolló durante el proceso
judicial. (…). Todo esto para destacar, que el apoderado del demandado
con sus argumentos más que pretender esclarecer razones de la

130
sentencia que podrían tener incidencia en lo resuelto por la misma, la
nulidad de la elección del [demandado] como gobernador de La Guajira,
en realidad busca controvertir indebidamente el fallo, dando cuenta
de supuestos errores en que incurrió, en aspectos que valga la pena
subrayar, fueron presentados y desarrollados con toda claridad para
llegar a conclusiones distintas a las defendidas por la parte vencida
durante la actuación judicial. Así las cosas, al no existir argumentos de
la parte solicitante tendientes a esclarecer razones oscuras que obren
en la parte motiva de la sentencia o influyan en ella, se impone negar
la petición aclaratoria en tanto lo que pretende es la reapertura del
debate procesal

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY
1475 DE 2011 – ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 290 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285

131
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ADICIÓN A LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 22

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00018-00
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
FECHA: 05/08/2021
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Esteban Camilo Marín Maldonado
DEMANDADO: Nemesio Raúl Roys Garzón - Gobernador de
La Guajira, periodo 2020 - 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre la


solicitud elevada el 29 de julio de 2021 por el apoderado de la parte
demandada, consistente en que se adicione la sentencia del 1° de julio
del año en curso, por medio de la cual la Sección Quinta del Consejo de
Estado, declaró la nulidad de la elección del señor Nemesio Raúl Roys
Garzón como gobernador de La Guajira.

TESIS: De conformidad con el precepto transcrito [artículo 287 del


Código General del Proceso], para la procedencia de la adición de las
sentencias deben concurrir los siguientes requisitos: (I) oportunidad, (II)
legitimación y (III) motivación. En cuanto a la oportunidad, la norma de
manera clara y precisa señala que la solicitud tiene lugar durante la
ejecutoria de la providencia objeto de la adición. Respecto de la
legitimidad, prescribe que puede efectuarse (a) por la autoridad judicial
que la dictó o (b) solicitud de parte. En lo atinente a la motivación, se hace
referencia a las razones que ilustren que la providencia omitió resolver
sobre (a) cualquiera de los extremos de la litis u (b) otro punto que de
conformidad con la ley debía ser objeto de pronunciamiento, es decir,
que el juez olvidó decidir sobre uno o varios de los aspectos fundamentales
de la controversia, lo que justifica que se dicte una decisión adicional en
aras de administrar justicia de forma integral, lo que implica considerar
a todos los sujetos procesales debidamente reconocidos y los temas
que por disposición del legislador deben ser abordados por la autoridad
judicial. Sobre el particular, esta corporación indicó que la adición “brinda
al juez la posibilidad de que corrija lo que se conoce como un fallo citra
petita; en otras palabras, se faculta al operador judicial para que, ante la

132
verificación de la ausencia de una manifestación en relación con un
determinado tópico de la controversia, realice un pronunciamiento a
través de una sentencia complementaria, en la que se resuelvan los
supuestos que no fueron objeto de análisis y de decisión”. Respecto de
este instrumento también se ha advertido que “no le es dado a las partes
o al juez abrir nuevamente el debate probatorio o jurídico propio de la
providencia que se corrige, aclara o adiciona”, pues se trata de decidir
sobre asuntos esenciales de la controversia que no fueron abordados,
no de modificar y/o rectificar las determinaciones adoptadas, pues para
tal efecto existen otros mecanismos como los recursos o las nulidades
procesales, de los cuales debe hacerse uso en las oportunidades y
condiciones legalmente establecidas. En cuanto a la legitimidad de la
solicitud de adición de la sentencia en el medio de control previsto en el
artículo 139 de la ley 1437 de 2011, se observa que la petición fue
elevada por la parte demandada, a quien de conformidad con el artículo
287 del Código General del Proceso le asiste tal prerrogativa. Frente a la
oportunidad, se recuerda que durante el término de ejecutoria de la
sentencia, el apoderado del demandante solicitó su aclaración, petición
que fue negada mediante providencia del 22 de julio de 2021, respecto
de la cual se envió a los sujetos procesales los correos electrónicos
correspondientes para darla a conocer el 26 del mismo mes y año. Se
destaca esta circunstancia, porque el auto que negó la solicitud de
aclaración proferido por esta Sección se entiende notificado a los 2 días
hábiles siguientes al envío del mensaje de datos respectivo, al tenor del
numeral 2° del artículo 205 de la Ley 1437 de 2011. Por tal razón, como
los correos electrónicos respectivos se enviaron el 26 de julio de 2021, la
providencia quedó notificada a los 2 días hábiles siguientes, es decir, el
28 de julio del mismo año. Quiere decir que el término de ejecutoria de
la providencia que negó la solicitud de aclaración de la sentencia, contra
la cual no proceden recursos, transcurrió durante los 3 días hábiles
siguientes a su notificación, es decir, del 29 de julio al 2 de agosto de la
presente anualidad. Ahora bien, durante el anterior lapso, el 29 de julio
de 2021, el apoderado del demandado solicitó la adición de la sentencia.
Las situaciones descritas son relevantes, porque de conformidad con los
incisos 2° y 3° del artículo 302 del Código General del Proceso: (I) cuando
se pida la aclaración o complementación de una providencia, solo
quedará ejecutoriada una vez resuelta la solicitud. (II) Las providencias
que sean proferidas por fuera de audiencia (verbigracia, el auto que
niega una solicitud de aclaración) quedan ejecutoriadas 3 días después
de notificadas, cuando carecen de recursos o han vencido los términos
sin haberse interpuesto los recursos que fueren procedentes, o cuando

133
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

queda ejecutoriada la providencia que resuelva los interpuestos. Como


se desprende del anterior artículo, las peticiones de aclaración o adición
de una sentencia pueden afectar la ejecutoria de ésta, y a su vez, las
providencias que resuelven tales solicitudes tienen su término de
ejecutoria, lo que conlleva que para establecer la firmeza de un fallo,
debe considerarse el momento en que quedó en firme la decisión judicial
que decide sobre su adición y/o aclaración. (…). Volviendo al caso
concreto, en aplicación del artículo 302 del Código General del Proceso,
la firmeza de la sentencia proferida por esta Sección dentro del presente
proceso, solo puede predicarse cuando se resuelvan las solicitudes de
aclaración y/o adición realizadas respecto del fallo, lo que a su vez
implica, la firmeza de las providencias que se pronuncien sobre las
peticiones de adición y/o aclaración. Esto quiere decir, que en un primer
momento la ejecutoria del fallo del 1° de julio de 2021 quedó condicionada
a la ejecutoria del auto (del 22 de julio) que negó la solicitud de aclaración,
periodo que transcurrió dentro de los 3 días hábiles siguientes a su
notificación, esto es, del 29 de julio al 2 de agosto del año en curso. Dicho
de otro modo, el término de ejecutoria de la sentencia se extendió
durante el término de ejecutoria del auto que negó la solicitud de
aclaración, lapso durante el cual el apoderado del demandado presentó
una petición de adición del fallo, concretamente, el 29 de julio de 2021.
En suma, como el periodo de ejecutoria del fallo, por el hecho de la
negativa de la petición de aclaración, inicialmente transcurrió del 29 de
julio al 2 de agosto de la presente anualidad, la solicitud de adición se
realizó de manera oportuna, es decir, dentro del término de ejecutoria de
la sentencia, cumpliendo así el requisito temporal de que trata el artículo
287 del Código General del Proceso. Verificada la legitimidad y
oportunidad de la solicitud, en cuanto al fondo de ésta la Sala no evidencia
que se haga alusión a una omisión de (I) cualquiera de los extremos de
la litis o (II) de la resolución de un punto que de conformidad con la ley
debía ser objeto de pronunciamiento, esto es, a las circunstancias que
hacen procedente la adición de la sentencia. Se llega a la anterior
conclusión, en atención a que el apoderado del demandado lo que hace
es manifestar su inconformidad con el hecho de que de que el fallo del
1° de julio de 2020 haya declarado expresamente, como puede
corroborarse del numeral primero de la parte resolutiva, la nulidad de la
elección del [demandado] con efectos “ex nunc”, es decir, hacía futuro,
aunque a su juicio tal determinación no se acompasa con el criterio de la
Sala Plena de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado y le
impide al anterior ciudadano volver a aspirar al cargo de gobernador de
La Guajira para el siguiente periodo constitucional, sin desconocer la

134
prohibición de reelección inmediata contenida en el artículo 303 Superior.
Así las cosas, el demandado no está reprochando que el fallo omitió
resolver un asunto de la controversia que resulta de imperativo
pronunciamiento en virtud de la ley, sino controvirtiendo, buscando la
modificación de una decisión, concretamente, los efectos hacia futuro de
la declaratoria de nulidad de la elección, porque estima que no es
ajustada al ordenamiento jurídico, propósito resulta improcedente
ventilar invocado el artículo 287 del Código General del Proceso y la
alternativa de adicionar las providencias. A la misma conclusión se llega
sobre el argumento consistente en que debe adicionarse la sentencia
para indicar que la nulidad con efectos hacía futuro se predica respecto
de las actuaciones del demandado como gobernador, pues tal argumento
pierde de vista que el objeto del proceso de la referencia por disposición
de la ley (artículo 139 del CPACA), única y exclusivamente versó sobre la
validez de la elección del [demandado] como primera autoridad
administrativa de la Gobernación de La Guajira, de ninguna manera
sobre los actos, contratos, hechos, omisiones u operaciones
administrativas en las que pudo haber intervenido el demandado bajo
tal dignidad, cuyo control de legalidad debe realizarse en las
oportunidades y a través de los mecanismos judiciales pertinentes, y
que en momento alguno fue planteado por las partes e intervinientes,
por lo que no es uno de los temas sobre los que debía pronunciarse el
fallo del 1° de julio del año en curso. Todo esto para subrayar, que el
apoderado del demandado con sus argumentos más que adicionar la
sentencia, en realidad busca controvertirla, como también de manera
improcedente lo hizo con anterioridad al solicitar su aclaración, petición
que fue negada mediante providencia del 22 de julio de 2021, proceder
que ha afectado la firmeza del fallo de única instancia que declaró la
nulidad de la elección del [demandado] Garzón como gobernador de La
Guajira, y por ende, ha impedido injustificadamente la culminación de la
controversia judicial. Así las cosas, se impone negar la solicitud de
adición de la sentencia del 1° de julio de 2021, en tanto lo que pretende
es su modificación respecto a los efectos hacia futuro de la nulidad
decretada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 NUMERAL
2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 243 A / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY
1564 DE 2012 – ARTÍCULO 302

135
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE ACEPTÓ DESISTIMIENTO


DEL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO CONTRA SENTENCIA,
LA DECLARÓ EN FIRME Y SE ABSTUVO DE DAR TRÁMITE A
LOS ESCRITOS PRESENTADOS POR LOS RECURRENTES AL NO
TENERLOS COMO SUJETOS PROCESALES, INTERVENCIÓN DE
TERCEROS PROCESALES, PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN

EXTRACTO NO. 23

RADICADO: 52001-23-33-000-2019-00613-01
FECHA: 05/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: José Manuel Abuchaibe Escolar
DEMANDADA: María Emilsen Angulo Guevara -
Alcaldesa de Tumaco - Nariño
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala procede a resolver el recurso de súplica


propuesto por los señores Ever Eliécer Castillo Solís, Francisco Cornejo
y Víctor Fernando Stanford Viveros, contra el auto del 14 de julio de 2021,
por medio del cual el magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, (I) aceptó
el desistimiento del recurso de apelación que interpuso la parte actora
contra la sentencia del 22 de julio de 2020 del Tribunal Administrativo
de Nariño, que negó las pretensiones de la demanda contra el acto de
elección de la señora María Emilsen Angulo Guevara como alcaldesa de
Tumaco; (II) declaró en firme la anterior providencia y; (III) se abstuvo
de darle trámite a los escritos presentados por los recurrentes al no
tenerlos como sujetos procesales, después de que el demandante
desistiera de la impugnación contra el fallo de primera instancia.
TESIS: [S]on 3 los motivos de inconformidad de los impugnantes.
Primero, que la providencia que terminó el proceso debió dictarse por la
Sala y no solo por el magistrado ponente. Segundo, que no han sido
reconocidos como partes o intervinientes en el presente asunto. Tercero,
que el proceso debe continuar hasta que se profiera sentencia de segunda
instancia. La Sala comenzará con el análisis del segundo asunto, por
cuanto sólo en el evento de establecer que le asiste a los recurrentes el
derecho de intervenir como sujetos procesales en la presente actuación,

136
resultaría procedente analizar de fondo (I) las razones expuestas para
controvertir la decisión de aceptar el desistimiento del recurso de
apelación contra el fallo del Tribunal Administrativo de Nariño y (II) el
hecho de que la providencia impugnada no se haya dictado por el pleno de
la Sección Quinta del Consejo de Estado. Sobre el particular, se evidencia
que el libelo genitor fue suscrito por (…), quien no manifestó representar a
otras personas. Tampoco se advierte a partir de los documentos que
conforman el expediente, algún poder conferido a dicho ciudadano para
que presentara la demanda, teniendo en cuenta que es profesional del
derecho. Teniendo en cuenta las anteriores circunstancias, el señor (…)
desde la admisión de la demanda ha sido reconocido en la presente
actuación como la parte demandante, condición que ratificó pese a las
declaraciones realizadas (…), consistentes en que contrataron al primero
para promover el presente medio de control, aunque reconocieron que
sobre el particular no se perfeccionó un documento por escrito, empero,
allegaron archivos relativos a presuntos pagos de tiquetes aéreos para los
trayectos Bogotá – Pasto y viceversa, y pantallazos de conversaciones por
WhatsApp con fotografías de consignaciones y conversaciones
supuestamente relativas a la relación contractual. Ante tal disyuntiva, se
estima necesario distinguir que un asunto consiste en identificar a la
persona que formal y materialmente hizo ejercicio del medio de control de
nulidad electoral, que en el caso de autos corresponde al señor (…), que en
nombre propio presentó la demanda y bajo dicha condición intervino
durante toda la actuación judicial y fue reconocido como tal; y que otro
tema concierne a la supuesta contratación de los servicios profesionales
del demandante por parte de los ciudadanos (…), que sólo intervinieron en
el trámite de la referencia luego del desistimiento del recurso de apelación
contra el fallo de primera instancia. Se realiza dicha diferenciación, porque
no es objeto del medio de control de nulidad electoral, resolver la discusión
atinente a la existencia de un contrato de prestación de servicios
profesionales y/o de mandato (…); tampoco del cumplimiento o no de las
eventuales obligaciones contractuales o de los deberes que les asisten a
los profesionales del derecho con sus clientes. En ese orden de ideas,
como no le corresponde a la Sección pronunciarse sobre los anteriores
asuntos, sino simplemente respecto de la demanda nulidad electoral
contra la [demandada] como alcaldesa de Tumaco, de las circunstancias
hasta aquí descritas la que cobra relevancia consiste en quiénes son los
sujetos procesales debidamente reconocidos dentro del proceso de la
referencia, entre los que se encuentra únicamente como demandante el
señor (…), que presentó la demanda en nombre propio, sin que pueda
atribuirse tal condición a los señores (…), pues no se evidencia que el libelo

137
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

genitor haya sido presentado por ellos o en su favor. (…) Precisada la


condición de terceros intervinientes de los impugnantes, resulta necesario
destacar que aunque el medio de control de nulidad puede ser ejercido
por cualquier persona según el artículo 139 de la Ley 1437 de 2011, debido
a los asuntos de interés público que se discuten a través de aquél, y que
por tal circunstancia según el artículo 228 de la misma ley “cualquier
persona puede pedir que se le tenga como impugnador o coadyuvante”,
también es cierto que el legislador estableció en el anterior precepto un
límite para intervenir en la actuación judicial, señalando sin equívocos,
“hasta el día inmediatamente anterior a la fecha de la celebración de la
audiencia inicial”. La limitación temporal para la intervención de los
terceros en un proceso de naturaleza pública, constituye una
materialización del debido proceso, y por consiguiente de las reglas que el
legislador consagró para que las controversias se desarrollen de manera
ordenada y con garantía de los derechos fundamentales de los sujetos
procesales, para lo cual entre otras condiciones se requiere, establecer
antes de dictar las decisiones de fondo relevantes para los asuntos objeto
de análisis, por ejemplo, la fijación de litigio, la resolución de las pruebas
solicitadas, entre otros, que están llamados a abordarse en la audiencia
inicial, cuáles son las personas con derecho a ser escuchadas durante la
actuación judicial y que tiene la posibilidad de ejercer los recursos y demás
mecanismos de protección con las condiciones establecidas por el
ordenamiento jurídico. De no existir dicha limitación, el adecuado
desarrollo del proceso judicial podría verse constantemente interrumpido
por la intervención de terceros en cualquier etapa de la controversia
judicial, lo que podría ir en detrimento de la celeridad y eficacia de la
administración de justicia, e inclusive, del derecho a la defensa de los
demás sujetos procesales, pues en todas las etapas del proceso cabría la
posibilidad de que se sumara intervinientes, respecto de los cuales de
forma ininterrumpida tendrían que estar atentos para ejercer la
contradicción. Las anteriores consideraciones están estrechamente
relacionadas con la preclusión, que “es uno de los principios fundamentales
del derecho procesal y que en desarrollo de éste se establecen las diversas
etapas que han de cumplirse en los diferentes procesos, así como la
oportunidad en que en cada una de ellas deben llevarse a cabo los actos
procesales que le son propios, trascurrida la cual no pueden adelantarse.
En razón a éste principio es que se establecen términos dentro de los
cuales se puede hacer uso de los recursos de ley, así mismo, para el
ejercicio de ciertas acciones o recursos extraordinarios, cuya omisión
genera la caducidad o prescripción como sanción a la inactividad de la
parte facultada para ejercer el derecho dentro del límite temporal

138
establecido por la ley. En ese orden de ideas, salta a la vista como lo
destacó la providencia recurrida, que las intervenciones de los señores
(…), en el trámite de la segunda instancia, luego de que el demandante
desistiera del recurso de apelación que interpuso, resultan extemporáneas
a la luz del artículo 228 de la Ley 1437 de 2011, norma especial del proceso
de nulidad electoral, razón por la cual no pueden tenerse en cuenta en el
proceso de la referencia, sin que constituya una excepción a la limitación
temporal de la intervención de los terceros, la naturaleza pública del
medio de control de que trata el artículo 139 del CPACA, por lo que resulta
procedente confirmar la decisión del magistrado ponente de negar su
participación. Corolario de lo expuesto, no resulta dable analizar las
razones que expusieron para justificar que la controversia judicial debe
continuar, o para ilustrar que el auto controvertido debió dictase por la
Sala Electoral del Consejo de Estado, pues acudieron extemporáneamente
a la actuación judicial para ser reconocidos como sujetos procesales,
concretamente, terceros intervinientes. Añádase a lo expuesto, abundando
en razones sobre la imposibilidad de analizar la petición de referidos
ciudadanos para que se deje sin efecto la providencia que declaró en firme
el fallo de primera instancia, que de conformidad con los artículos 223 de
la Ley 1437 de 2011 y 71 del Código General del Proceso, la participación
de terceros intervinientes se encuentra limitada (I) a aquellas actuaciones
permitidas a la parte a la que adhiere, (II) no se deben oponer a los que
realice la parte que coadyuva y (III) no deben implicar disposición del
derecho en litigio, lo que le ha permitido esta Sección considerar
“improcedente que un tercero interviniente asuma posturas que son
propias de la parte a la cual adhiere y, por tanto, que al coadyuvante solo
le es dable nutrir argumentativamente al sujeto procesal que apoya. Se
recuerdan tales limitaciones respecto de la intervención de los terceros
intervinientes, porque en el caso de autos el demandante desistió del
recurso de apelación contra el fallo de primera instancia y la demandada
no se opuso a tal solicitud ni a la providencia que la aceptó, por lo que las
partes del presente proceso no desean que la controversia continúe en
segunda instancia, de manera tal que no resulta válido que los terceros se
opongan a tal manifestación que implica disposición del derecho al litigio.
Las consideraciones que anteceden imponen negar el recurso de súplica
y confirmar el auto recurrido.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCUO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCUO 223 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCUO 228 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 243 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCUO 246 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 62

139
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE


DESIGNACIÓN DE LA REPRESENTANTE DE LAS DIRECTIVAS
ACADÉMICAS ANTE EL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA
UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ DIEGO LUIS CÓRDOBA,
INTERVENCIÓN Y LÍMITES DEL TERCERO INTERVINIENTE

EXTRACTO NO. 24

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00033-00
FECHA: 19/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Dhorton Pino Serna
DEMANDADA: Ana Silvia Rentería Moreno, Representante de las
directivas académicas ante el Consejo Superior Universitario de
la Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis Córdoba”
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre: (I)


la admisibilidad del medio de control de nulidad electoral propuesto
por el ciudadano Dhorton Pino Serna contra el acto de elección de la
señora Ana Silvia Rentería Moreno como representante de las directivas
académicas ante el Consejo Superior de la Universidad Tecnológica del
Chocó Diego Luis Córdoba y (II) la solicitud de suspensión provisional
de los efectos de dicha decisión.

TESIS 1: Al verificarse el cumplimiento de los requisitos para la


admisión de la demanda en los anteriores términos, resulta necesario
pronunciarse sobre la intervención del señor (…), que coadyuvó la
petición de suspensión provisional del acto cuya nulidad se pretende.
En cuanto a la oportunidad de la intervención no existe inconveniente
alguno, en tanto según el artículo 228 de la Ley 1437 de 2011, en los
procesos de nulidad electoral los terceros pueden acudir hasta el día
inmediatamente anterior a la celebración de la audiencia inicial, plazo
máximo que no ha tenido lugar, motivo por el cual el señor Palacio
Berrio será reconocido como coadyuvante de la parte demandada. No
obstante, sobre esta intervención se recuerda a partir de la lectura
sistemática de los artículos 223 de la Ley 1437 de 2011 y 71 de la Ley
1564 de 2012, que en el proceso de nulidad electoral la participación de

140
terceros se encuentra limitada a: (I) aquellas actuaciones permitidas a
la parte a la que adhiere, (II) no se deben oponer a los que realice la
parte que coadyuva y (III) no deben implicar disposición del derecho
en litigio. Debido a esta limitación, la Sección Quinta del Consejo de
Estado ha considerado improcedente que un tercero interviniente
asuma posturas que son propias de la parte a la cual adhiere y, por
tanto, que al coadyuvante solo le es dable nutrir argumentativamente
al sujeto procesal que apoya. En ese entendido, la Sala Electoral del
Consejo de Estado ha rechazado peticiones de terceros intervinientes
como las consistentes en la aclaración de providencias, que se
declaren nulidades procesales, se remita el asunto a la Sala Plena de
lo Contencioso Administrativo para que dicte sentencia de unificación,
se expongan cargos nuevos o se solicite la terminación del proceso
por abandono (según el literal g) del artículo 227.1 del CPACA), cuando
tales peticiones no fueron realizadas en primera medida por alguna
de las partes. Se hace énfasis en las limitaciones de la intervención
de los terceros intervinientes, porque el señor (…) para apoyar la
procedencia de la medida cautelar, hizo alusión a cargos que no fueron
planteados en la demanda y a asuntos ajenos al control de legalidad
del acto de elección de la [demandada] como representante de las
directivas académicas. Se destacan las anteriores circunstancias de la
intervención del señor Palacios Berrio como coadyuvante, en aras de
precisar desde el inicio de la actuación judicial a los sujetos procesales
y a la ciudadanía, los asuntos que serán materia de análisis en la
presente actuación y los que no pueden abordarse por ser ajenos al
medio de control de nulidad electoral o ir más allá de lo planteado por
el demandante como razones para declarar la nulidad de la elección
de la señora [demandada].

TESIS 2: La Ley 1437 de 2011, a diferencia del Decreto-Ley 01 de


1984 derogado, superó la concepción tradicional de la protección
cautelar como mera garantía del control de la legalidad de las
actuaciones de la Administración, tal y como se circunscribió en su
momento a una sola: la suspensión provisional. En su lugar, consagró
la facultad en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para
decretar las medidas cautelares que considere necesarias para
proteger y garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la
efectividad de la sentencia, antes de ser notificado el auto admisorio
de la demanda o en cualquier estado del proceso. (…) La regla específica
de la suspensión provisional en el proceso de nulidad electoral consiste
en que dicha petición debe resolverse en el mismo auto admisorio de

141
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la demanda. Igualmente, esta institución se configura como una de las


causales de pérdida de fuerza ejecutoria del acto administrativo,
teniendo incidencia particularmente respecto de su carácter ejecutorio.
Los requisitos para decretar esta medida cautelar, fueron consagrados
expresamente por el legislador en el artículo 231 de la Ley 1437 de
2011. (…). De lo anterior se colige respecto de la suspensión provisional
del acto en materia electoral que: (I) la solicitud del accionante procede
por violación de las disposiciones normativas constitucionales o
legales invocadas en el escrito correspondiente; (II) dicha violación
surge del análisis del acto demandado y su cotejo con las normas
superiores invocadas o del estudio de las pruebas allegadas con la
misma. (…). Con la expedición de la Ley 1437 de 2011, basta que se
presente una violación a las disposiciones señaladas como
desconocidas, en la demanda o en escrito separado antes de la
admisión de la misma, contravención que debe surgir del análisis por
parte del juez, del acto demandado con las normas esgrimidas como
violadas o, del estudio de las pruebas aportadas por el accionante con
su escrito de demanda para que sea procedente la medida cautelar.
Así las cosas, el juez de lo contencioso administrativo debe efectuar un
estudio de las razones expuestas por el demandante y confrontarlas
con los argumentos y pruebas presentadas en esta etapa del proceso
para efectos de proteger la efectividad de la sentencia. Además, la
apreciación jurídica que se hace al decidir sobre la medida cautelar,
que por supuesto es provisional, no constituye prejuzgamiento ni
impide que al fallar el caso, el operador judicial asuma una posición
distinta, dado que con el transcurrir de la actuación procesal es factible
que el arribo de nuevas pruebas o la presentación de argumentos
adicionales, persuadan al juez de resolver en sentido contrario al que
ab initio se adoptó. (…). En cuanto a la falta de publicación de la
designación controvertida como acto definitivo que es, se recuerda sin
perjuicio de lo que se defina en la sentencia, que las causales de
nulidad de los actos de elección, nombramiento y llamamiento están
relacionadas con circunstancias anteriores o concomitantes a su
expedición, esto es, con las condiciones necesarias para que surja a la
vida jurídica cumpliendo las condiciones de validez que exige el
ordenamiento jurídico. En consecuencia, no constituyen causales de
nulidad de los actos de elección, situaciones posteriores al momento
en que son dictados, por ejemplo, la presunta comisión de
irregularidades en la publicación de la designación, por cuanto en
estricto sentido no tienen relación con la validez de ésta (con las
condiciones necesarias para reputar que se dictó cumpliendo las

142
exigencias legalmente establecidas para tal efecto), sino con su
eficacia, con los requisitos necesarios para predicar que surte efectos
ante sus destinatarios y terceros, que es oponible a éstos, para la cual
se necesita que se les dé a conocer. (…). Ahora bien, que las anteriores
consideraciones resultan pertinentes respecto de presuntas
irregularidades en la publicación del acto definitivo, por cuanto la
omisión en la publicidad de decisiones que antecede a éste y que
constituyen condiciones relevantes para predicar la legalidad de la
elección, llamamiento o nombramiento, podrían constituir causal de
nulidad, por ejemplo, por desconocimiento del debido proceso o
expedición irregular, situación que no se evidencia en esta oportunidad,
por cuanto el motivo de inconformidad del demandante radica en la
falta de publicación del acto designación en las condiciones previstas
por el artículo 65 de la Ley 1437 de 2011, que en principio, por las
razones antes señaladas, no constituye una circunstancia atinente a la
validez de la decisión enjuiciada, y por ende, que pueda justificar que
se acceda a la medida cautelar. Añádase a lo expuesto, que en atención
al principio de autonomía universitaria que cobija a instituciones como
la Universidad Tecnológica de Chocó, como lo ha indicado la Sección
Electoral del Consejo de Estado en casos similares, en cuanto a la
publicación de sus decisiones, por ejemplo los actos de designación,
primero debe revisarse la regulación interna y sólo ante algún vacío en
la materia recurrirse a la normatividad general, razonamiento que no
se evidencia por parte del accionante frente al aludido cargo de nulidad.
En cuanto a los motivos de inconformidad relativos a la conformación
y publicación del censo electoral, el demandante (…) considera
vulneradas las anteriores disposiciones, en especial el artículo 22 [del
Acuerdo N° 0021 de 2011, por medio del cual el Consejo Superior
profirió el Estatuto Electoral], en cuanto establecen que el censo
electoral deberá publicarse con 3 días de anticipación a las elecciones
por parte del Comité Electoral, plazo que no fue respetado por el
Acuerdo de convocatoria (N° 0007 de 2021), y además porque el censo
lo publicó sin competencia el secretario general de la Universidad. En
cuanto a la publicación del censo con la antelación de 3 días que señala
el Estatuto Electoral, se evidencia que no fue contemplada por el
Acuerdo de convocatoria, comoquiera que en el artículo 20 estableció
que aquél se publicaría el 20 mayo de 2021 y las elecciones se
realizarían al día siguiente. (…). Aunque a partir del cronograma de
actividades salta a la vista que no se respetó la antelación
correspondiente para la publicación del censo, también lo es a partir
del siguiente documento que aportó el accionante, y sin perjuicio de lo

143
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que se establezca luego de recaudar todos los elementos de juicio, que


eventualmente podría afirmarse que aquél en realidad se publicó el 18
del mismo mes, es decir, respetando los 3 días de que trata el artículo
22 de los Estatutos Electorales. (…). Sin embargo, para verificar si la
fecha del señalado documento corresponde o no a la data en que se
publicó se requieren más elementos de juicio, lo que significa que a
instancia de la actuación judicial no hay certeza sobre la situación
expuesta por el actor, por lo que no resulta procedente decretar por tal
circunstancia la medida cautelar. Ahora bien, no desconoce la Sala que
el peticionario en el relato de los hechos y en relación con el mencionado
motivo de inconformidad aseveró, que el 20 de mayo de 2021, un día
antes de las elecciones, presentó una reclamación relativa a la debida
conformación del censo electoral que no fue respondida, lo que denota
que no se otorgó el plazo necesario para que los interesados analizaran
la conformación del listado de personas habilitadas para votar,
presentaran las objeciones a que hubiere lugar y éstas se resolvieran.
Sobre este hecho se observa que el demandante aportó un documento
en formato Word, dirigido al Comité Electoral, en el que se expresan
motivos de inconformidad sobre la conformación el censo y la falta de
competencia del funcionario que lo publicó, sin embargo, no se advierte
algún sello de radicación ante la Universidad o la constancia de envío
del correo electrónico correspondiente, a fin de constatar si fue
allegado a la mencionada autoridad en la referida fecha, y por ende,
confirmar o desvirtuar el presunto desconocimiento del plazo previsto
para presentar reclamaciones relativas al censo, la falta de respuesta
a la presentada por el actor y de haber acaecido tales circunstancias,
si tienen o no incidencia en la legalidad de la elección. Dicho de otra
manera, a esta instancia del proceso no se cuenta con los suficientes
elementos de juicio para verificar las situaciones irregulares que
expone del demandante, lo que a su vez impide que se decrete
provisionalmente la suspensión provisional del acto acusado. De otro
lado, en cuanto al hecho de que el censo se hubiere publicado por el
secretario general de la Universidad y no por el Comité Electoral como
lo establece el artículo 22 del Estatuto Electoral, en principio se
evidencia que le asiste razón al actor. (…). A esta circunstancia debe
agregarse, que según el artículo 6°, literal e) del referido Estatuto, al
Comité Electoral le corresponde “avalar los listados de sufragantes
habilitados para cada elección”, de allí que de manera concordante el
mismo cuerpo normativo indique que es el encargado de publicar el
censo. No obstante, también debe considerarse de conformidad con el
artículo 20 de los señalados estatutos, que el censo se determina a

144
partir de la información suministrada por el jefe de talento humano, lo
que resulta lógico, pues conoce de primera mano los servidores
públicos de la Universidad que pueden intervenir en las distintas
jornadas electorales. En ese punto se observa, que el documento
invocado por el actor para acreditar que el censo fue publicado por el
secretario general de la Universidad, hace referencia a un certificado
adjunto, respecto del cual el demandante también allegó una constancia
del jefe de talento humano y servicios administrativos de la Universidad
Tecnológica del Chocó del 14 de mayo de 2021, en la que se identifican
con nombre y número de documento de identidad a los 3 vicerrectores,
los 8 decanos y los 8 directores de programa que hacen parte de las
directivas académicas, esto es, a quienes de conformidad con el
artículo 10° del Acuerdo N° 0007 de 2021, conforman el censo para
elegir a su representante. Esto quiere decir, sin perjuicio de lo que se
establezca durante el transcurso de proceso luego de contar con la
totalidad de las pruebas recaudadas, que si bien el censo no fue
publicado por el Comité Electoral, la delimitación e identificación de las
personas que podían elegir al representante de las directivas
académicas, fue establecida a partir de la información suministrada
por el funcionario competente. En este aspecto no puede perderse de
vista, que la finalidad de la intervención de determinadas autoridades,
en virtud de las competencias asignadas, en la conformación del censo
electoral, es garantizar que las designaciones sean el reflejo de la
voluntad mayoritaria de las personas legalmente habilitadas para
votar, esto es, de las reconocidas por el ordenamiento jurídico como
las legitimadas para definir quién las representará, de manera tal que
las irregularidades en la conformación del censo están relacionadas
con la indebida exclusión de ciudadanos habilitados para votar o la
inclusión de otros a los que no les asiste el derecho de intervenir en los
comicios, pues una u otra situación podría afectar el resultado de los
comicios. En ese orden de ideas, para considerar que la falta de
intervención de la autoridad competente o el desconocimiento de las
atribuciones de ésta en la conformación del censo resultó determinante
respecto de la validez de la designación, estima la Sala, sin perjuicio de
lo que se defina en la sentencia, que debe acreditarse quiénes fueron
incluidos o excluidos indebidamente del censo y qué incidencia tuvo
esta circunstancia en el resultado electoral, de lo contrario no podría
desvirtuarse que la elección fue producto de la voluntad mayoritaria
de las personas habilitadas por el ordenamiento jurídico, esto es, no
habría mérito suficiente para suspenderla provisionalmente. (…). Bajo
tal perspectiva, sin pasar por alto que en los procesos electorales

145
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

(sean o no de carácter popular), pudo incurrirse en irregularidades


como la omisión o el desconocimiento de exigencias previamente
establecidas, debe evaluarse si transcendieron al resultado de la
designación y/o implicaron el desconocimiento de presupuestos
indispensables para predicar su legalidad, porque en caso contrario,
en aplicación del principio de la eficacia del voto, no habría razón
suficiente para excluir el nombramiento o elección del ordenamiento
jurídico. (…). La situación antedicha es significativa, porque a partir de
las resoluciones de nombramiento, cuya presunción de legalidad no es
objeto de controversia en esta oportunidad, como se explicó líneas
atrás al precisar los términos en que se admitía la demanda, en esta
etapa del proceso puede considerarse que sus beneficiarios ostentaron
la condición de decanos y directores de programa, por ende, de
personas habilitadas para elegir a su representante en el Consejo
Superior, por lo que no se evidencia que su inclusión en el censo
electoral resulte inadecuada, tampoco que pueda válidamente alegarse
que el haberlos tenido como personas aptas para votar, obedeció a que
aquél fue publicado por el secretario general de la Universidad, en
lugar del Comité Electoral como correspondía según el artículo 22 del
Acuerdo N° 0021 de 2011. Por lo tanto, al no advertirse alguna
irregularidad en la conformación del censo electoral, es decir, que
personas que no ostentan la condición de directivos académicos hayan
sido incluidos en el mismo, tampoco hay lugar a considerar que como
aquél no se publicó por la autoridad competente (el Comité Electoral),
se configuró una circunstancia constitutiva de nulidad que amerite la
suspensión provisional de la designación de la señora Ana Silvia
Rentería Moreno, desde luego, sin perjuicio de lo que se determine al
dictar la sentencia que le ponga fin a la controversia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 65 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 162 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 164 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 223 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 227 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 228 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 71 / LEY
2080 DE 2021 – ARTÍCULO 35

146
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA
DEMANDA POR CADUCIDAD, CADUCIDAD DEL MEDIO DE
CONTROL, CONTABILIZACIÓN DEL TÉRMINO EN LA ELECCIÓN DEL
PERSONERO

EXTRACTO NO. 25

RADICADO: 08001-23-33-000-2021-00275-01
FECHA: 26/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Javier Francisco Lizcano Rivas y otros – Procuradores
15, 117 y 118 judiciales II para asuntos administrativos de Barranquilla
DEMANDADO: Miguel Ángel Álzate Salcedo - Personero distrital
de Barranquilla, período 2021-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sala decidir si existen


argumentos suficientes para confirmar, modificar o revocar el auto
del 1º de junio del 2021, por medio del cual el Tribunal Administrativo
del Atlántico dispuso el rechazo de la demanda presentada por los
señores Javier Francisco Lizcano Rivas, Welfran de Jesús Mendoza
Osorio y Juan Antonio Spirko Payares, con fundamento en la ocurrencia
del fenómeno de la caducidad, es decir, que la misma no fue allegada
dentro del término de 30 días hábiles consagrado en el literal a) del
numeral 2º del artículo 164 de la Ley 1437 del 2011.

TESIS 1: Esta ha sido entendida [la caducidad] como el plazo de


obligatorio cumplimiento para el ejercicio de un derecho o el inicio
de una actuación judicial, el cual transcurre sin necesidad de alguna
acción concreta por parte del operador jurídico o de las partes. En otras
palabras: la caducidad es un límite temporal fijado por el legislador en
días, meses o años, el cual debe ser atendido por los interesados en
obtener la resolución de un conflicto por parte de los jueces, pues de lo
contrario, se consideraría que su demanda no fue allegada en tiempo
y puede ser objeto de rechazo. La caducidad así entendida, tiene una
finalidad específica, consistente en evitar que las situaciones jurídicas
permanezcan de manera indefinida sin solución en el tiempo -como
una materialización, a su vez, del principio de seguridad jurídica-,

147
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

por lo que resulta procedente la imposición de una carga o deber de


conducta dirigido a los usuarios de la administración de justicia, con la
que se procure que este acudirá a la misma en un plazo razonable y
proporcional para que su pretensión sea estudiada y decidida. (…). Es de
resaltar que el corto plazo de 30 días para la presentación de la demanda
de nulidad de los actos electorales, ha sido validado en sede de control
abstracto de constitucionalidad, al encontrar que el mismo responde a
una finalidad específica: la necesidad de determinar la certeza de los
actos de elección, nombramiento o llamamiento, en tanto en ellos se ven
involucrados el respeto y garantía del principio democrático, así como
la materialización de los derechos políticos, especialmente, el relativo
al acceso a la función pública y a la participación en la conformación
y ejercicio del poder público. (…). [D]e la lectura de la norma antes
señalada [artículo 164 del CPACA], se tienen entonces las siguientes
características: (i) Por disposición expresa del legislador, la caducidad
del medio de control de nulidad electoral se contabiliza en días. (ii) El
inicio de dicho término, depende de la forma en que se haya llevado a
cabo la elección, así: a) Si la elección se declara en audiencia pública, los
30 días empiezan a contar a partir del día hábil siguiente a la celebración
de la misma. b) En los demás casos de elecciones y nombramientos,
dicho plazo se contabiliza a partir del día hábil siguiente de aquel en
que se efectuó la publicación del acto, efectuada en la forma prevista en
el inciso primero del artículo 65 de la Ley 1437 del 2011. c) Cuando se
requiera la confirmación de la elección o nombramiento, se dará inicio al
término de caducidad, a partir del día hábil siguiente en que ello ocurra.

TESIS 2: [C]uando una norma utiliza la expresión “días”, tal como


sucede con el artículo 164, ordinal 2°, literal a) del CPACA, debe
entenderse que se tratan de “días hábiles”, por lo que la contabilización
del término allí previsto no puede incluir las fechas feriadas, de vacancia
judicial o en las que no se adelanten labores por las oficinas judiciales
por alguna razón. (…). En ese orden de ideas, se colige entonces que en
el contencioso electoral: (i) el término caducidad para ejercer el medio
de control, regulado en el artículo 164, ordinal 2°, literal a) del CPACA,
se deben contabilizar en días hábiles y no calendario y, (ii) dicho plazo,
a diferencia de los medios de control cuya caducidad se cuenta en
meses o años, no puede fenecer en época de la vacancia judicial o
en aquellos en los cuales se compruebe que el despacho judicial se
encontraba cerrado, cualquiera sea la circunstancia que motive dicha
situación, en tanto estos deben ser excluidos del conteo que se realice
por el operador jurídico.

148
TESIS 3: [L]as normas procesales son de orden público y, por lo tanto,
su aplicación resulta ajena de la voluntad de las partes o los funcionarios
judiciales encargados de su verificación, siendo que en todo momento
se deben garantizar sus postulados al ser garantías del debido proceso
judicial. (…). Se considera entonces necesario precisar el momento a
partir del cual comienza la contabilización del término de caducidad
para interponer el medio de control de nulidad electoral en contra del
acto que designó al señor [demandado] como Personero Distrital de
Barranquilla. (…). En cuanto al primero de los puntos señalados en el
párrafo precedente, se tiene entonces que la elección del personero
distrital se llevó a cabo en sesión plenaria virtual del 18 de marzo del
2021. Como fue precisado en la consideración 28 de esta providencia,
si bien es cierto las reuniones de los concejos municipales -ordinarias
o extraordinarias- tienen la característica de ser públicas, incluidas
aquellas en las que se eligen funcionarios conforme a sus competencias
electorales, lo cierto es que ello no implica necesariamente que las
mismas sean consideradas como audiencias públicas, pues no se
observa en ellas la participación directa de la ciudadanía, tal como ha
sido precisado por la jurisprudencia de esta Sección. Con fundamento
en ello, la elección de los personeros no es de aquellas que se celebra
en audiencia pública, por lo que no resulta procedente dar aplicación al
primer evento que consagra la norma para contabilizar la caducidad
del medio de control de nulidad electoral. Ante dicha realidad, la
conclusión que se impone entonces es aquella que permite señalar
que el plazo debe ser estudiado a partir del momento en que el acto de
elección o nombramiento, es publicado de conformidad con lo dispuesto
en el inciso 1º del artículo 65 de la Ley 1437 del 2011. De la revisión de
los documentos aportados por los demandantes, no se observa la
constancia correspondiente en la que se indique que el Concejo Distrital
de Barranquilla procedió con la publicación del acto de elección
contenido en el acta de la sesión plenaria virtual. Del escrito inicial, se
tiene que dentro de los soportes allegados con este, se arrimó copia
del acta de posesión del [demandado], así como se menciona, más no
se encuentra, copia del acto de contenido electoral en que se realiza la
designación en comento, la cual, como se indicó en líneas anteriores, lo
constituye el acta de la sesión correspondiente. Adicional a lo anterior,
en el link https://drive.google.com/drive/folders/1Ky1TRxHBc4iKwqyB
y7xvseYsLcnBdM3X?usp=sharing, en el cual los accionantes mencionan
se encuentran todos los antecedentes de la actuación administrativa
que culminó con el acto demandado, es ausente la constancia de la
publicación del mismo. Así las cosas, lo cierto es que, en el caso

149
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

concreto, no se cuenta con el elemento de prueba que permita


establecer el extremo temporal inicial a partir del cual resulta
procedente efectuar el análisis de la caducidad respecto de la demanda
presentada por los señores Procuradores Judiciales II de Barranquilla.
Ante ello, y en una interpretación que garantice el acceso a la
administración de justicia y el carácter público del medio de control de
nulidad electoral, se tiene entonces que el plazo de caducidad frente a
la designación efectuada por el Concejo Distrital de Barranquilla no ha
iniciado, en la medida en que no se ha atendido la obligación de publicar
el mismo en los términos del artículo 65 inciso 1º del Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. La
razón expuesta en forma precedente sería suficiente para revocar la
decisión cuestionada. Sin embargo, esta Sala observa un yerro en la
forma en que el Tribunal Administrativo del Atlántico efectuó la
contabilización del término de caducidad que no puede dejar pasar por
alto. En su proveído, la referida autoridad judicial dispuso que no era
procedente excluir del mismo, los días en que dicho despacho estuvo
cerrado por disposición del Consejo Seccional de la Judicatura del
Atlántico, en la medida en que ante la posibilidad de presentar la
demanda por medios virtuales, no se observa una “imposibilidad
material” de allegar la misma en tiempo. Esta Sección considera que el
razonamiento efectuado por el tribunal no es acertado. Como fue
expuesto en el título 2.4 de esta providencia, es claro que cuando el
legislador dispone que los términos sean analizados en días, respecto
de los mismos no es posible incluir aquellos que son días no hábiles
-como la vacancia judicial- o en los que por cualquier circunstancia no
se desarrollan labores en los despachos. Se resalta que esta situación
ha sido establecida a nivel legal, tal y como se desprende del inciso
final del artículo 118 del Código General del Proceso, en el cual se
dispone que “[e]n los términos de días no se tomarán en cuenta los de
vacancia judicial ni aquellos en que por cualquier circunstancia
permanezca cerrado el juzgado”. Es de indicar que la norma antes
mencionada, con toda claridad dispone los eventos en que “por
cualquier circunstancia” se presente el cierre de las instalaciones en
donde funcionan las autoridades jurisdiccionales. Conforme al dicho de
los demandantes, así como fue aceptado por el Tribunal Administrativo
del Atlántico en la providencia apelada, es claro que durante los
siguientes días se dispuso el cierre extraordinario de la oficinas de
aquel, por ocasión del traslado de sus instalaciones -lo que a todas
luces se incluye dentro de la redacción “cualquier circunstancia”.(…).
Adicional a lo anterior, es claro que, desde la decisión del 25 de marzo

150
del 2021, la cual fue prorrogada con los dos actos posteriores, se
incluyó, no solo el cierre extraordinario de la secretaría y los despachos
que integran el Tribunal Administrativo del Atlántico, sino que también
se dispuso la suspensión de los términos, lo que vincula, no solo al
operador judicial, sino también a todo aquel interesado en acceder a la
administración de justicia para la resolución de sus pretensiones.
Conforme a lo señalado, se tiene entonces que el Tribunal Administrativo
del Atlántico, con su decisión del 1º de junio del 2021, desconoció no
solamente las normas procesales de orden público que le obligaban a
descontar los días en que se presentó el cierre extraordinario de sus
instalaciones, sino que también desatendió la disposición de los
acuerdos del Consejo Seccional de la Judicatura del Atlántico, al
señalar que durante dichos días, también se encontraban suspendidos
los términos. La razón expuesta por el tribunal en su decisión,
consistente en la posibilidad de presentar la demanda por medios
virtuales, no deviene en suficiente para enervar el yerro en que incurrió
en el auto apelado. Se debe señalar que, si bien es cierto que con la
expedición del Decreto Ley 806 del 2020 y con las reformas introducidas
por la Ley 2080 del 2021, se estableció la posibilidad del mensaje de
datos para la presentación de la demanda, de una lectura integral de
dichas normas, no se observa disposición alguna que permita
desconocer el contenido del artículo 118 del C.G.P., en cuanto establece
la forma de contar los términos en días. En otras palabras: las normas
procesales actuales que permiten la interposición del escrito inicial
por medios virtuales, no contemplan excepción alguna a la necesidad
de descontar del término de caducidad, aquellos días de vacancia
judicial o en los cuales se presenta el cierre de los despachos por
cualquier circunstancia. La falta de una disposición expresa que así lo
permita, implica entonces que se debe dar aplicación a la norma, tal y
como se encuentra vigente hoy en día, de conformidad con lo señalado
en el artículo 13 del C.G.P., que dispone la obligatoria observancia de
las normas procesales. Adicionalmente, considera esta Sección que
resulta acertada la observación de los apelantes al señalar que la
interpretación prohijada en el auto impugnado, conllevaría a pensar
que, como a los medios virtuales se puede acceder en todo momento,
entonces en lo sucesivo, respecto del término de caducidad no tienen
efecto los días sábados, domingos, festivos, o incluso, la vacancia
judicial, consecuencia que no está permitida por el ordenamiento
jurídico actual. Adicionalmente, la posibilidad de acudir a canales
virtuales para arrimar la demanda ante una autoridad judicial, no es
razón suficiente para desconocer la suspensión de términos decretada

151
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

por el Consejo Seccional de la Judicatura, en atención a que por


definición, dicha situación implica que durante los días en que aquella
medida se aplica, no es posible contabilizar el plazo que esté corriendo
para el ciudadano o para la autoridad judicial. Considera esta judicatura,
que si bien es cierto el interesado en acceder a la administración de
justicia puede hacer uso de los medios virtuales durante días no hábiles
o aquellos en los cuales se haya decretado la suspensión de términos
correspondiente, pues en últimas, en aquellos se encuentran
disponibles, lo cierto es que ello no conlleva a la conclusión que sostiene
el tribunal en su decisión de incluir esa fecha para la contabilización
del término de caducidad, pues es claro que estos deben ser excluidos
por el operador judicial al momento de tomar su determinación. Así las
cosas, si bien no se observa una imposibilidad material de presentar la
demanda, como bien se señala en la providencia recurrida, también es
cierto que existen disposiciones jurídicas -inciso final del artículo 118
del C.G.P.- y restricciones legales -suspensión de términos- que
conllevan a que los días señalados por los apelantes sean descontados.
[Se] concluye que es procedente revocar la decisión del 1º del junio del
2021, en la cual se dispuso el rechazo de la demanda por acaecimiento
de la caducidad del medio de control de nulidad electoral de la
referencia, considerando que al interior del expediente, no se tiene
constancia de la publicación del acto demandado de conformidad con
lo dispuesto en el inciso 1º del artículo 65 de la Ley 1437 del 2011,
como elemento necesario para establecer el extremo temporal inicial
a partir del cual es procedente la contabilización del plazo con el que
contaban los accionantes para la interposición oportuna de la misma.
Adicional a lo anterior, se observa que el Tribunal Administrativo del
Atlántico, en desconocimiento de lo señalado por el inciso final del
artículo 118 del C.G.P., en concordancia con el artículo 13 del mismo
cuerpo normativo, incluyó en los días contabilizados en el auto
impugnado, aquellos en los que se presentó cierre extraordinario de
sus despachos y Secretaria, así como suspensión de términos durante
los mismos, siendo que el acceso a los medios virtuales no es razón
suficiente para desconocer dicha circunstancia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 152 / LEY 4 DE 1913 – ARTÍCULO 62 /
DECRETO LEY 2241 DE 1986 – ARTÍCULO 1 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 65 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 13 / LEY 1564
DE 2012 – ARTÍCULO 118

152
AUTO QUE ORDENA LA PRÁCTICA DE PRUEBA DE OFICIO,
TRASHUMANCIA ELECTORAL

EXTRACTO NO. 26

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01203-01
FECHA: 09/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Luis Ángel Velásquez Millán
DEMANDADO: Andrés Felipe Ramírez Restrepo -
Alcalde de Jamundí, Valle del Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Estando el expediente para fallo, se advierte


la necesidad de practicar de oficio una prueba relacionada con el cargo
principal de la demanda, debido a que la información requerida en
primera instancia no fue allegada de manera integral.

TESIS: De la información remitida [relacionada con la trashumancia


en el municipio de Jamundí] se advierte, de un lado, que la orden
del Tribunal fue cruzar la información de las personas que según
la demanda son trashumantes con las bases de datos oficiales
que permiten establecer la residencia electoral, para confirmar o
desvirtuar uno de los principales fundamentos de la petición de
nulidad, empero, la Registraduría Nacional del Estado Civil en lugar
de analizar la información contenida en el libelo introductorio, estudió
la contenida en la Resolución N° 5365 de 2019 del CNE que dejó
sin efecto la inscripción de cédulas de ciudadanía en Jamundí, la
cual puede o no coincidir con los datos suministrados por la parte
demandante y con fundamento en los cuales se edificó una de las
razones de la petición de nulidad. Por lo tanto, salta a la vista que
la Registraduría Nacional del Estado Civil no atendió en estricto
sentido la orden del juez de primera instancia, y por ende, analizó
información distinta a la descrita en la demanda, razón por la cual
la referida prueba no fue debidamente practicada, y por ende, no se
cuenta con información clara, concreta y precisa de las personas que
a juicio del demandante no tenían al 27 de octubre de 2019 residencia
electoral en el municipio de Jamundí. Añádase a lo expuesto, que

153
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la información contenida en las bases de datos oficiales en cuanto


a la presunta existencia de trashumancia resulta pertinente, si
permite establecer para el momento en que tuvieron lugar las
votaciones, el 27 de octubre de 2019 o con poca antelación a dicha
fecha, si los ciudadanos identificados por el demandante tenían o no
algún vínculo con Jamundí, a efectos de configurar o desvirtuar la
causal de nulidad invocada. (…). [L]a información suministrada por la
Registraduría no corresponde a la solicitada en primera instancia en
el decreto de pruebas, y por ende, que en estricto sentido no resulta
la pertinente para analizar uno de los cargos de la demanda, que
según el escrito de apelación no fue abordado en debida forma por el
Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, lo que justifica a juicio de
la Sala, que en esta instancia de la actuación, en aras de establecer la
verdad, se haga uso de la facultad oficiosa en materia probatoria de
conformidad con el artículo 213 de la Ley 1437 de 2011. En ese orden
de ideas, se requerirá a la Registraduría Nacional del Estado Civil,
para que en el término de 10 días siguientes a la notificación de esta
providencia, realice una experticia técnica sobre el listado de las 3571
personas señaladas como trashumantes en la demanda, contrastado
con las bases de datos establecidas para determinar la verdadera
residencia de los referidos electores, para el mes de octubre de 2019,
en especial para el 27 de dicho mes. En cuanto a la segunda solicitud
probatoria, tendiente realizar una experticia técnica para determinar si
las personas excluidas del censo electoral por disposición del Consejo
Nacional Electoral del censo electoral de Jamundí pudieron ejercer
en éste el derecho al voto el 27 de octubre de 2019, se tiene que la
Registraduría Nacional del Estado Civil aportó una base de datos en
la que relacionó las cédulas de ciudadanías que fueron analizadas
mediante Resolución N° 5365 del 30 de septiembre de 2019, en la
que precisó respecto de los ciudadanos cuya residencia electoral
se mantuvo en el referido municipio, si votaron o no, para lo cual
tuvo en cuenta los formularios E-11 correspondientes. (…). Advierte
la Sala que a través de la referida base de datos la Registraduría
Nacional del Estado Civil no precisó respecto de las personas que
el Consejo Nacional Electoral determinó mediante la Resolución
N° 5365 del 30 de septiembre de 2019 que inicialmente tenían su
residencia electoral en Jamundí, pero que no debían votar allí según
el estudio emprendido, si el 27 de octubre de 2019 ejercieron o no
su derecho al voto en dicho municipio, aunque esa fue la razón que
justificó el requerimiento realizado, en especial teniendo en cuenta
que otro de los motivos de inconformidad del accionante consiste en

154
que a ciudadanos cuyos documentos de identidad fueron excluidos
del censo de Jamundí a través del anterior acto administrativo, el día
de los comicios se les permitió votar en la entidad territorial, lo que
da cuenta de la existencia de trashumancia que afectó la legalidad
de la elección. Es decir, la cuestión a dilucidar mediante la referida
prueba es si los ciudadanos relacionados en la demanda, que fueron
excluidos del censo electoral de Jamundí a menos de un mes de las
elecciones, ejercieron o no su derecho a voto en el anterior municipio,
porque en caso afirmativo se habría desconocido lo decidido por el
Consejo Nacional Electoral a través de la Resolución N° 5365 el 30
de septiembre de 2019. (…). Así las cosas, a juicio de la Sala no se
cumplió la finalidad con la que fue decretada la mencionada prueba a
petición del Ministerio Público, pues se itera, la Registraduría Nacional
del Estado Civil no precisó a través de la información enviada, si las
personas que fueron excluidas del censo de Jamundí mediante la
Resolución N° 5365 el 30 de septiembre de 2019, ejercieron o no su
derecho al voto en dicho municipio. (…). En ese orden de ideas, para
resolver con todos los elementos de juicio necesarios el mentado
motivo de inconformidad, en ejercicio de la facultad oficiosa del juez
de decretar pruebas para esclarecer la verdad, reconocida por el
artículo 213 de la Ley 1437 de 2011, se requerirá a la Registraduría
Nacional del Estado Civil, para que en el término de 10 días siguientes
a la notificación de esta providencia, realice una experticia técnica
(…). Toda vez que los estudios solicitados son necesarios para poder
resolver el asunto aquí estudiado, se ordenará la práctica de las (…)
pruebas, en virtud de lo dispuesto en el artículo 213 del CPACA. (…).
Entonces, toda vez que ya se agotó la etapa de alegaciones y teniendo
en cuenta que es necesario establecer si las personas relacionadas
por el actor son trashumantes y en caso afirmativo, si votaron en el
Municipio de Jamundí el 27 de octubre de 2019, serán practicadas
las pruebas en la forma antes descrita para obtener la información,
con el fin de resolver una de las principales razones del recurso de
apelación contra el fallo de primera instancia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213

155
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ADICIÓN A LA SENTENCIA

EXTRACTO NO. 27

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-02946-01 (2019-03113-01,


2019-03268-01, 2019-03296-01 Y 2019-03004-01)
FECHA: 16/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Luis Humberto Guidales García y otros
DEMANDADO: Carlos Alberto Zuluaga Díaz - Concejal
de Medellín, periodo 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala resuelve la solicitud de adición


formulada por el demandado respecto de la sentencia de 26 de agosto
de 2021, por medio de la cual la Sección Quinta del Consejo de Estado
confirmó la declaratoria de nulidad del acto de elección del señor
Carlos Alberto Zuluaga Díaz, como concejal del Municipio de Medellín,
periodo 2020-2023.

TESIS 1: Sobre el particular, la Ley 1437 de 2011 únicamente dispone


en su artículo 291 que “Contra el auto que niegue la adición no procede
recurso alguno”. En tal sentido, en relación con su formulación y
trámite, es menester acudir a las glosas del artículo 287 del Código
General del Proceso, bajo la integración normativa instituida en el
artículo 306 del C.P.A.C.A. (…). [P]ara la procedencia de la adición de las
sentencias deben concurrir los siguientes requisitos: (i) oportunidad,
(ii) legitimación y (iii) motivación. En cuanto a la oportunidad, la norma
de manera clara y precisa señala que la solicitud tiene lugar durante
la ejecutoria de la providencia objeto de la adición. Por su parte,
respecto de la legitimidad, prescribe que puede efectuarse (a) por la
autoridad judicial que la dictó o (b) a solicitud de parte. En lo atinente
a la motivación, se hace referencia a las razones que ilustren que
la providencia omitió resolver sobre (a) cualquiera de los extremos
de la litis u (b) otro punto que de conformidad con la ley debía ser
objeto de pronunciamiento, es decir, que el juez olvidó decidir sobre
uno o varios de los aspectos fundamentales de la controversia, lo que
justifica que se dicte una decisión adicional en aras de administrar

156
justicia de forma integral, lo que implica considerar a todos los sujetos
procesales debidamente reconocidos y los temas que por disposición
del legislador deben ser abordados por la autoridad judicial.

TESIS 2: La Sala encuentra que la solicitud de adición formulada


por el [demandado] fue radicada oportunamente dentro del término
de ejecutoria del fallo de 26 de agosto de 2021, por medio de la cual
esta Sección confirmó la declaratoria de nulidad de su elección como
concejal de Medellín para el periodo constitucional 2020-2023. (…).
[E]l demandado encuentra que la Sala no apreció que la declaración
aparecida en el video subido a su cuenta oficial de Twitter fue
producida en el marco de una discusión en la que se debatían las
consecuencias de la solicitud de revocatoria de la inscripción del señor
Juan Camilo Restrepo Gómez adelantada ante el Consejo Nacional
Electoral –candidato del Partido Conservador– y en la que, al final,
las palabras pronunciadas por el [demandado] fueron rectificadas,
brindando un apoyo total al aspirante de su organización política a la
Gobernación de ese departamento. (…). La sentencia de 26 de agosto
de 2021 sí estimó las condiciones modales del acto político registrado
el 26 de octubre de 2019, estableciendo que si bien su desarrollo
tuvo lugar en discusiones que rodearon las repercusiones de la
solicitud de revocatoria de inscripción propuesta contra el candidato
Restrepo Gómez a la Gobernación de Antioquia, esta circunstancia no
habilitaba al demandado a apoyar a un candidato distinto al inscrito
por el Partido Conservador, como organización política que avalaba su
empresa proselitista al Concejo de Medellín. (…).[A]unque la Sección
Quinta del Consejo de Estado encontró demostrado que para el
momento de la reunión de 26 de octubre de 2019 estaba pendiente
de decisión el recurso de reposición presentado frente a la decisión
que había primigeniamente negado la solicitud de revocatoria de
inscripción [un] aspirante del Partido Conservador a la Gobernación
de Antioquia, las referidas condiciones fácticas no se traducían en una
autorización para desconocer los mandatos normativos desprendidos
del artículo 2.2 de la Ley 1475 de 2011 en materia de doble militancia
por apoyo, como prescripción jurídica de imperativo cumplimiento. A
ello se aúna el hecho de que, contrario a lo prohijado por el solicitante,
las rectificaciones y los posibles apoyos dados al final de la reunión
al señor Restrepo Gómez como candidato del conservatismo a la
Gobernación, también fueron asuntos tratados por la sentencia de 26
de agosto de 2021. (…). Se deriva de lo reproducido que cualquier tipo
de corrección o enmienda a las declaraciones iniciales del demandado

157
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

–que lo motivaron de acuerdo con lo expresado en su declaración de


parte y en el testimonio de (…) administrador de sus redes sociales
durante la campaña al Concejo de Medellín, a brindar un auxilio
político (…) durante el acto de 26 de octubre de 2019– no excluyeron
que en esa reunión el accionado había también brindado apoyo a un
candidato ajeno a su partido, mediante la toma de una videograbación
que fue posteada al día siguiente en Twitter, en la que se presentó
a Aníbal Gaviria Correa, inscrito por la coalición “Es el momento de
Antioquia”, como su fórmula a la Gobernación de ese Departamento.
En otros términos, la rectificación no supuso la supresión del registro
foto–fílmico, sino, por el contrario, su publicación en las plataformas
digitales pertenecientes [al demandado] por parte de personas
que de entrada disponían de habilitación para su manejo y cuyo
contenido debía ser siempre vigilado de cerca por el demandado,
siéndole, en principio, imposible el reproche de su contenido. (…). A
la manera como se consignó en los antecedentes de este proveído, el
[demandado] considera que la providencia de 26 de agosto de 2021
omitió la resolución de uno de los cargos propuestos en la alzada,
relacionado con las presuntas irregularidades en que habría incurrido
el Tribunal Administrativo de Antioquia para proferir el fallo de primera
instancia, producto de las anomalías ocurridas en la reconformación
de su Sala de Decisión tras la aceptación de impedimento de uno de
sus magistrados y la renuncia de otra. (…). [L]a Sección Quinta del
Consejo de Estado excluyó inmiscuirse en asuntos tocantes con la
incompetencia funcional propuesta contra la Sala de Decisión del
Tribunal Administrativo de Antioquia, pues revisado el expediente
se trataba de aspectos que habían sido previamente resueltos en el
marco del incidente de nulidad elevado por el demandado ante el a
quo, a través de autos de 26 de abril y 10 de mayo de 2021. Ahora bien,
el demandado sostiene en su solicitud de adición que las providencias
proferidas por el fallador de primera instancia para absolver el cargo
por incompetencia funcional –autos de 26 de abril y 10 de mayo de
2021–, no podían haber restringido el pronunciamiento de esta Sección
en la materia, comoquiera que en ellas el Tribunal Administrativo de
Antioquia emitió una determinación parcial que permitía un análisis
complementario por parte de esta Judicatura. (…). En primer lugar,
esta Judicatura encuentra que en las providencias del Tribunal
Administrativo de Antioquia los alegatos de nulidad de la sentencia
de 23 de marzo de 2021, elevados por el accionado –referidos a la
configuración del supuesto anulativo establecido en el artículo 29
constitucional, en concordancia con lo prescrito en el artículo 133.7

158
del C.G.P.– fueron despachados de fondo, bajo consideraciones que
se relacionaron con la no materialización del supuesto en el caso
concreto, y no con fundamento en consideraciones formalistas, como
busca mostrarlo el hoy solicitante. En segundo lugar, la Sala observa
que, revisado el expediente, la totalidad de cargos propuestos en el
contexto del incidente de nulidad propuesto contra el fallo de 23 de
marzo de 2021 fueron tratados de manera integral por el fallador de
primera instancia en las providencias de 26 de abril y 10 de mayo
de 2021, por lo que las irregularidades elevadas en el recurso de
apelación presentado contra la sentencia de 23 de marzo de esa
misma anualidad, habían sido decididas previamente a través de
providencias que hicieron tránsito a cosa juzgada –al resolverse los
recursos judiciales procedentes– motivo que impedía a este juez de
segunda instancia entrar a decidir asuntos imbuidos con este efecto,
pudiéndose amparar, por sustracción de materia, en las decisiones
adoptadas por el Tribunal Administrativo de Antioquia. Así, la Sala
denegará la petición aditiva formulada por el accionado, ya que, lejos
de existir omisiones en los extremos de la Litis planteados con la
alzada radicada contra el fallo de primera instancia, la sentencia de
26 de agosto de 2021 las abordó en su totalidad.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1475
DE 2011 – ARTÍCULO 2 INCISO 2 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 133 NUMERAL
7 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 302 / LEY
2080 DE 2021 – ARTÍCULO 52

159
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA


PRÁCTICA DE PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA, MEDIOS DE
PRUEBA, PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN, SOLICITUD DE PRUEBAS EN
SEGUNDA INSTANCIA

EXTRACTO NO. 28

RADICADO: 70001-23-33-000-2020-00005-01
FECHA: 16/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Alberto Carlos Vergara Sierra
DEMANDADO: Andy José Ruiz Serna - Concejal del
municipio de Sincelejo, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre el


recurso de súplica interpuesto por el apoderado del demandado en
contra del auto proferido el 19 de julio de 2021, mediante el cual el
magistrado ponente rechazó la petición probatoria solicitada por el
señor Andy José Ruiz Serna.

TESIS: Corresponde determinar si conforme los argumentos


de súplica es procedente revocar la decisión a través de la cual se
rechazaron los medios de convicción solicitados por el demandado
para ser decretados ante el ad-quem, por ser, a juicio del solicitante,
conducentes para demostrar que en este caso no se materializó la
causal de inhabilidad consagrada en el artículo 43.4 de la Ley 136
de 1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000. (…). El
tema de la prueba, lo constituyen aquellos hechos que de acuerdo
con el particular y concreto carácter del respectivo proceso es
necesario acreditar para llevar certeza de ellos al funcionario judicial,
lo cual es la base de los conceptos de conducencia, pertinencia
y utilidad de la prueba. (…). En suma, el juez debe verificar que la
prueba guarde relación con los hechos que se pretende demostrar,
que el medio probatorio sea adecuado para llegar a la verdad y que
no sea ni superflua ni haya sido obtenida con violación de derechos
fundamentales, con esto se predica el cumplimiento de los requisitos
sustantivos para el decreto de los medios de convicción. El artículo

160
164 del CGP dispone que las decisiones judiciales deben fundarse en
las pruebas regular y oportunamente allegadas al proceso, es decir,
que estas sean pedidas dentro de las etapas que la ley adjetiva prevé
para su postulación y en virtud de tal requerimiento, el juez ordene su
incorporación en las fases previstas para ello. (…).[E]l artículo 212 de la
Ley 1437 de 2011 establece que para que sean apreciadas por el juez,
las pruebas deberán i) solicitarse, ii) practicarse e iii) incorporarse
al proceso dentro de los términos y oportunidades señalados en el
mencionado compendio normativo [L]a ley procesal previó las etapas
en las que se deben solicitar, decretar y practicar las pruebas, fases
que resultan ser de carácter preclusivo, entendiendo este pilar, como
uno de los principios fundamentales del derecho procesal, a través del
cual se establecen los diversos momentos que han de cumplirse en los
diferentes procesos y la oportunidad en que en cada uno de ellos deben
llevarse a cabo los actos procesales que le son propios, trascurridos
los cuales no pueden revivirse, es decir, parte de la premisa de que
el proceso se desarrolla en fases y supone la clausura de una para
pasar a la siguiente, de modo que una vez cumplidos, quedan en firme
y no se puede volver sobre ellos. Por manera que, la preclusividad
se erige como una garantía mínima propia del derecho fundamental
al debido proceso, a fin de garantizar el equilibrio entre los sujetos
procesales y el respeto por el derecho de contradicción y defensa, al
conocer todos los intervinientes de manera clara, las oportunidades
en que se pueden solicitar y aportar pruebas y las etapas en las
que se decretan y practican. A partir de lo anterior se concluye, que
corresponde al juez contencioso administrativo, verificar al momento
de adoptar una decisión frente al requerimiento probatorio, que éste
cumpla en primera medida, con el requisitos adjetivo de oportunidad
el cual, una vez satisfecho, deberá analizar los sustantivos y así
proceder a su decreto y posterior práctica, so pena de quebrantar las
ritualidades del proceso, irregularidad que conlleva a que no se pueda
resolver de la mejor manera el objeto litigioso (cuando no se respetan
los principios de necesidad, conducencia, pertinencia y utilidad),
o que deban ser excluidas por obtenerse en etapas no previstas en
desmedro de uno de los sujetos procesales y por ello, desconociendo
su derecho fundamental del debido proceso. (…). [E]l recurso de
súplica se sustenta en dos argumentos, esto es, la conducencia de la
prueba y el supuesto contemplado en el artículo 212.3 de la Ley 1437
de 2011, que detalla la factibilidad de decretar pruebas en segunda
instancia cuando se tratan de hechos acaecidos con posterioridad
a las oportunidades legalmente previstas para solicitarlas. (…). La

161
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

parte demandada, adujo que se encuentra satisfecho este requisito, al


señalar que se solicitó en segunda instancia, debido a que versa sobre
hechos acaecidos después de transcurrida la oportunidad para pedir
pruebas en primera instancia, como lo fue, el argumento del a quo de
encontrar acreditada la inhabilidad del numeral 4 del artículo 43 de la
Ley 136 de 1994, en donde consideró que son las EPS las que prestan
servicios en el régimen subsidiado en salud, dadas las atribuciones
legales para su administración y afiliación de la población beneficiaria.
(…). [L]as pruebas solicitadas referentes a la residencia de los usuarios
de los servicios de salud a que se refiere, resultan ser elementos
con los cuales el demandado pretende demostrar que el ámbito de
cobertura de los servicios de salud no eran la jurisdicción en la cual
resultó electo, elemento que no se aviene a un hecho nuevo acaecido
con posterioridad. (…). [E]mana claro que no existe un hecho nuevo
posterior a las etapas procesales pertinentes para solicitar pruebas,
por lo que, al no encuadrar la misma en los eventos consagrados en
la norma procesal, se impone negar su decreto y práctica conforme lo
estimó el magistrado conductor de la Sala Electoral en el auto del 19
de julio de 2021, objeto de la presente impugnación. En conclusión, al
no tener la petición probatoria sustento en el supuesto establecido en
el numeral 3° del artículo 212 de la Ley 1437 de 2011, se impone su
negativa y por ende, la confirmación del auto recurrido

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 212 / LEY
1564 DE 2012 – ARTÍCULO 164.

162
SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN
DEL REPRESENTANTE POR EL SECTOR PRODUCTIVO ANTE
EL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD
TECNOLÓGICA DEL CHOCÓ “DIEGO LUIS CÓRDOBA”

EXTRACTO NO. 29

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00046-00
FECHA: 23/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Dhorton Pino Serna
DEMANDADO: Abrahán Ruiz - Representante por el sector
productivo ante el Consejo Superior Universitario de la
Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis Córdoba”
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a pronunciarse sobre: (i) la


admisibilidad del medio de control de nulidad electoral propuesto
por el ciudadano Dhorton Pino Serna contra el acto de elección del
señor Abrahán Ruiz como representante del sector productivo ante el
Consejo Superior de la Universidad Tecnológica del Chocó “Diego Luis
Córdoba” y (ii) la solicitud de suspensión provisional de los efectos de
dicha decisión.

TESIS: La Ley 1437 de 2011, a diferencia del Decreto-Ley 01 de 1984


derogado, superó la concepción tradicional de la protección cautelar
como mera garantía del control de la legalidad de las actuaciones
de la Administración, tal y como se circunscribió en su momento a
una sola: la suspensión provisional. En su lugar, consagró la facultad
en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para decretar
las medidas cautelares que considere necesarias para proteger y
garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la efectividad de la
sentencia, antes de ser notificado el auto admisorio de la demanda o en
cualquier estado del proceso. (…). La regla específica de la suspensión
provisional en el proceso de nulidad electoral consiste en que dicha
petición debe resolverse en el mismo auto admisorio de la demanda.
Igualmente, esta institución se configura como una de las causales
de pérdida de fuerza ejecutoria del acto administrativo, teniendo

163
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

incidencia particularmente respecto de su carácter ejecutorio. (…).


[S]e colige respecto de la suspensión provisional del acto en materia
electoral que: (I) la solicitud del accionante procede por violación de
las disposiciones normativas constitucionales o legales invocadas en
el escrito correspondiente; (II) dicha violación surge del análisis del
acto demandado y su cotejo con las normas superiores invocadas o del
estudio de las pruebas allegadas con la misma. (…). Con la expedición
de la Ley 1437 de 2011, basta que se presente una violación a las
disposiciones señaladas como desconocidas, en la demanda o en
escrito separado antes de la admisión de la misma, contravención que
debe surgir del análisis por parte del juez, del acto demandado con
las normas esgrimidas como violadas o, del estudio de las pruebas
aportadas por el accionante con su escrito de demanda para que sea
procedente la medida cautelar. Así las cosas, el juez de lo contencioso
administrativo debe efectuar un estudio de las razones expuestas
por el demandante y confrontarlas con los argumentos y pruebas
presentadas en esta etapa del proceso para efectos de proteger la
efectividad de la sentencia. (…).El demandante propone como cargo
el consistente en la falta de competencia del Secretario General de
la Universidad Tecnológica del Chocó para depurar el censo electoral
con el que se identifican a los votantes de la convocatoria para elegir
al representante del sector productivo ante el Consejo Superior de
dicha entidad, lo que conllevó a una limitación en la participación del
sector elector que afectó el acto definitivo electoral. En ese orden de
ideas, como lo que se cuestiona es una presunta irregularidad en el
procedimiento adelantado para la elección del representante del sector
productivo, se observa que dentro del material probatorio allegado con
la demanda no se aportaron pruebas que demuestren que el secretario
general fue el que depuró el censo electoral. (…). Conforme con lo
anterior, se tiene que en esta instancia de la actuación, si bien es cierto
el censo electoral fue presentado por el secretario general al Comité
Electoral, no se tiene la certeza que la depuración se hubiese realizado
por éste, por lo que ante la ausencia de dicho medio de convicción, no
se cuentan con los elementos necesarios para el decreto de la medida
de suspensión provisional solicitada. (…). En ese orden de ideas, para
considerar que la falta de intervención de la autoridad competente o
el desconocimiento de las atribuciones de ésta en la conformación del
censo resultó determinante respecto de la validez de la designación,
estima la Sala, sin perjuicio de lo que se defina en la sentencia, que
debe acreditarse quiénes fueron incluidos o excluidos indebidamente
del censo y qué incidencia tuvo esta circunstancia en el resultado

164
electoral, de lo contrario no podría desvirtuarse que la elección fue
producto de la voluntad mayoritaria de las personas habilitadas por
el ordenamiento jurídico, esto es, no habría mérito suficiente para
suspenderla provisionalmente. (…). Por lo tanto, al no advertirse
alguna irregularidad en la conformación del censo electoral, es decir,
que personas que no ostentan la condición de integrantes del sector
productivo hayan sido incluidos en el mismo, no hay lugar a considerar
que se configuró una circunstancia constitutiva de nulidad que amerite
la suspensión provisional de la designación del señor Abrahán Ruiz
Murillo, desde luego, sin perjuicio de lo que se determine al dictar la
sentencia que le ponga fin a la controversia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 162 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 163 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 35

165
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE ADMITIÓ DEMANDA Y


NEGÓ SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL, INTERVENCIÓN
DE TERCEROS PROCESALES, EDAD DE RETIRO FORZOSO,
REINTEGRO DEL PENSIONADO AL SERVICIO, AUTONOMÍA
UNIVERSITARIA

EXTRACTO NO. 30

RADICADO: 54001-23-33-000-2021-00195-01
FECHA: 21/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Jorge Heriberto Moreno Granados
DEMANDADO: Héctor Miguel Parra López - Rector de la Universidad
Francisco de Paula Santander, período 2021-2025
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Inicialmente, la Sala analiza lo correspondiente


a los límites de los coadyuvantes en el contencioso electoral, para
luego, centrarse en determinar si el auto de 10 de septiembre de 2021,
proferido por el Tribunal Administrativo de Norte de Santander, debe
ser revocado, modificado o confirmado, a la luz de los argumentos
expuestos en el escrito de impugnación, que conllevan establecer: (i)
Si la posición asumida por el a quo para denegar prosperidad de la
solicitud de suspensión provisional del acto declarativo de la elección
del rector de la UFPS se basó en argumentos formalistas que no
atienden el espíritu de esta medida bajo el régimen jurídico concebido
por la Ley 1437 de 2011; (ii) Si la petición de suspensión provisional
formulada contra el acto acusado cumple para su decreto con los
requisitos contemplados en el artículo 231 del C.P.A.C.A., esto es, si el
acto demandado viola las disposiciones normativas contenidas en los
incisos 1°s de los artículos 2.2.11.1.5 y 2.2.11.1.7 del Decreto N°. 1083
de 2015, en el artículo 1° de la Ley 1821 de 2016, así como en el artículo
19 de la Ley 344 de 1996, a la manera como lo estima el accionante.

TESIS 1: De manera pacífica y recurrente, y amparada en la descripción


normativa del artículo 228 del C.P.A.C.A., la Sección Quinta del Consejo
de Estado ha destacado el carácter subsidiario de las actuaciones que
pueden ser desplegadas por coadyuvantes e impugnadores en el marco

166
de los procesos de nulidad electoral, ya que su intervención siempre
dependerá del comportamiento procesal asumido por la parte a la que
apoyan –trátese de demandante o demandado–. (…). En la práctica, la
distinción comentada ha llevado a la Sección a rechazar las peticiones
elevadas por los coadyuvantes e impugnadores, cuando no siguen los
derroteros procesales de las partes, disponiendo del derecho de acción
que ha sido empleado por ellas. En ese orden, el máximo Tribunal de
lo Contencioso Administrativo ha desestimado los recursos ordinarios
propuestos de manera independiente por los terceros intervinientes,
luego de que el demandante o demandado se abstiene de hacerlo. (…).
Descendiendo estas premisas al caso concreto, se tiene que con escrito
suscrito el 25 de agosto de 2021, el señor (…) pidió ser tenido como
coadyuvante del accionante en este trámite judicial, añadiendo, como
sustento de la suspensión provisional deprecada por el demandante,
un cargo nuevo que supera, desde la perspectiva de esta Sala de
Decisión, los cuestionamientos que fundamentaron originariamente
la medida cautelar solicitada por el actor. (…). [Se] denota claramente
la distancia entre las postulaciones presentadas por el accionante
y el coadyuvante –el primero fundando su acusación en motivos de
naturaleza subjetiva; en cambio, el segundo trayendo a colación
argumentos anulatorios de esencia objetiva–, lo que motiva a la Sala
a excluir de cualquier tipo de análisis las objeciones del último, pues
al final con ellas se apropia del derecho ejercido de forma principal
por el actor, hoy solicitante de la cautela. En consonancia, la Sección
Quinta rechazará por improcedente el cuestionamiento esgrimido
por el señor (…), circunscribiendo el estudio de esta providencia a los
reproches que cimentaron primigeniamente la solicitud de suspensión
provisional elevada por el demandante.

TESIS 2: Como un aspecto novedoso –y emulando otro tipo de


codificaciones–, el artículo 229 de la Ley 1437 de 2011 consagró la
facultad en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para
decretar las medidas cautelares que considere necesarias para
proteger y garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la
efectividad de la sentencia. (…). Dentro de tales medidas, se encuentra
consagrada, entre otras, la suspensión provisional de los efectos de
los actos administrativos, de acuerdo con las voces del numeral 3° del
artículo 230 de la Ley 1437 de 2011. Esta institución se configura
además como una de las causales de pérdida de fuerza ejecutoria del
acto administrativo, teniendo incidencia particularmente respecto de
su carácter ejecutorio. Los requisitos para decretar esta medida

167
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

cautelar fueron consagrados expresamente por el legislador en el


artículo 231 de la Ley 1437 de 2011. (…). Particularmente, en relación
con el proceso de nulidad electoral, el artículo 277 establece una regla
específica respecto de la suspensión provisional. (…). Así las cosas, el
juez de lo contencioso administrativo debe efectuar un estudio y
análisis de los argumentos expuestos por el demandante y
confrontarlos con los argumentos y pruebas sumarias presentadas
en esta etapa del proceso para efectos de proteger la efectividad de la
sentencia. (…). En términos llanos: si para establecer la transgresión
alegada por el demandante en su solicitud de suspensión provisional,
el operador judicial debía desarrollar una cuerda argumental, la
medida sería rechazada, por cuanto, un actuar como el descrito, se
relacionaba con los estudios connaturales del fallo definitivo. (…). En
efecto, esta Judicatura reitera que esta medida cautelar autoriza
provisoriamente a explorar los ejes sobre los que, en principio, se
desarrolla el debate judicial, pudiendo los jueces hilvanar premisas
resultantes de las primeras aproximaciones al caso que, como se dijo,
no se presentan como actuaciones que denotan prejuzgamiento. A
pesar de ello, la Sección Quinta del Consejo de Estado encuentra que
la decisión denegatoria del Tribunal Administrativo de Norte de
Santander debe ser confirmada, comoquiera que las violaciones
normativas ventiladas por el accionante no aparecen absolutamente
refrendadas en esta fase procesal. (…). En este punto, las acusaciones
parecen bien conocidas: el demandado fue elegido rector de la UFPS
para el periodo estatutario 2021-2025, a pesar de estar pensionado y
superar la edad de retiro forzoso, en contravía, presuntamente, de las
disposiciones normativas consagradas en los incisos 1° de los
artículos 2.2.11.1.5 y 2.2.11.1.7 del Decreto N°. 1083 de 2015, en el
artículo 1° de la Ley 1821 de 2016, así como en el artículo 19 de la Ley
344 de 1996. (…). [L]a edad de retiro forzoso –conclusión igualmente
extensible al estatus de pensionado– se presenta como un instrumento
de política normativa con el que se pretende modernizar, transformar
y, en general, ofrecer “nuevos aires” a la estructura orgánica de las
autoridades, excluyendo de la prestación del servicio a ciudadanos
que por razón de su edad y condición prestacional, deben dar relevo a
las fuerzas laborales que surgen con el paso del tiempo. (…). De esta
manera, se construye una regla prohibitiva que impide que los
ciudadanos mayores de 70 años y/o retirados con derecho a la pensión
vuelvan a hacer parte del recurso humano empleado por el Estado
para llevar a cabo sus cometidos esenciales, imponiendo a través
suyo una regeneración constante del entramado de funcionarios que

168
prestan sus labores a la Nación. Sin embargo, lejos de tratarse de una
regla absoluta, la proscripción de reintegración ha sido acompañada
de una serie de eventos exceptivos que, valorando la experticia
adquirida, habilitan la reincorporación de pensionados y personas
que superan la edad de retiro forzoso, autorizando nuevos vínculos
públicos para éstos, en cargos debidamente identificados que
requieren del conocimiento madurado por el paso de los años para su
ejercicio. En lo que se relaciona con la última de las situaciones –
rector de ente universitario autónomo–, la Sala precisa que su
inclusión fue producto de la modificación aportada al artículo
2.2.11.1.5 del Decreto N°. 1083 de 2015 por parte del artículo 1° del
Decreto N°. 1037 de 2018, que ha sido objeto de análisis en la
jurisprudencia de la Sección Quinta. (…). Sin perjuicio de lo dicho, la
Sección Quinta del Consejo de Estado recuerda que la resolución de
este cargo en esta fase previa del proceso pasa por ahondar en el
telón de fondo que acompaña cualquier tipo de discusión relacionada
con órganos educativos superiores, a saber, el concepto de autonomía
universitaria sobre el cual – respetando siempre los límites
constitucionales y legales–, las universidades oficiales pueden
construir regímenes propios u ofrecer elementos para la determinación
del espectro normativo que les resulta aplicables. (…). En desarrollo
de lo anterior, los entes autónomos universitarios cuentan con la
facultad de estructurar el régimen jurídico que envuelve la figura del
rector, prescribiendo las calidades y requisitos necesarios para
acceder al cargo, su naturaleza, el procedimiento para su designación,
la forma de proveer las faltas temporales y absolutas y, en general,
todos aquellos aspectos que pueden rodear la existencia y el desarrollo
de este empleo. (…). No obstante, las circunstancias descritas no se
constituyen en este estadio del proceso en elementos que denoten la
existencia de la vulneración alegada por el accionante, toda vez que,
en sentir de esta Judicatura, se encuentran en el plenario medios de
convicción que permiten entrever que, de conformidad con la
jurisprudencia de esta Sala de Sección –desarrollada en el apartado
2.4.2.3 de esta providencia–, la designación del demandado como
rector de la UFPS podía estar orientada por los postulados del artículo
19 de la Ley 344 de 1996, extendiendo la posibilidad de que un jubilado
con más de 70 años accediera a la rectoría de ese ente universitario.
(…). [L]as decisiones de la Sección Quinta han avalado la aplicación de
la Ley 344 de 1996 –de manera preponderante al régimen general de
retiro del servicio–, cuando el empleo es comprendido como
académico–administrativo, producto de la cercanía con las labores de

169
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

los docentes universitarios, primeros destinatarios de ese mandato


normativo; negando, en cambio, su aplicación cuando los estatutos
dotan tan solo de una naturaleza administrativa al cargo. De esta
manera, del expediente brota que por medio del Acuerdo N°. 017 de
28 de mayo de 2020, el Consejo Superior Universitario de la UFPS
portó modificaciones a los artículos 27 y 38 del Acuerdo N°. 048 de 27
de julio de 2007, compilatorio de su estatuto general, consagrando
que el cargo de rector es de naturaleza académico–administrativa,
siendo el responsable, por consiguiente, de la dirección y coordinación
de la gestión académica, científica, tecnológica, cultural y artística de
ese plantel. De lo anterior se tiene que, vista esta alteración desde la
perspectiva de la jurisprudencia de la Sección Quinta que en el pasado
ha tratado la temática, la legalidad de la elección del demandado se
encuentra respaldada –por lo menos en esta fase del proceso y sin
perjuicio de las conclusiones a las que pueda llegar el Tribunal
Administrativo de Norte de Santander en su fallo correspondiente–
por las previsiones normativas que componen el mandato contenido
en el artículo 19 de la Ley 344 de 1996, que faculta a que un ciudadano
jubilado mayor de 70 años –y hasta los 80– pueda desempeñar la
rectoría de la UFPS. (…). [E]sta Judicatura destaca que si bien otro de
los argumentos fundantes para decidir la inaplicabilidad del artículo
19 ejusdem en el fallo de 11 de julio de 2019 se relacionó con el hecho
de que el señor Héctor Miguel Parra López, lejos de seguir vinculado
al servicio público como docente de planta de la UFPS, optó por su
pensión de vejez, reconocida en el mes de abril de 2016 por
COLPENSIONES, en la actualidad –y desde el mes de agosto de 2018–
se trata de una prestación que se encuentra suspendida de pago,
como lo certifica en este proceso la referida autoridad. Por lo anterior,
y aunque al demandado le haya sido reconocido su estatus de jubilado,
el derecho a la pensión no se encuentra en disfrute –“…el servidor
público que adquiera el derecho a disfrutar de su pensión de vejez o
jubilación podrá optar por dicho beneficio…”– como requisito
indispensable para entender que materialmente el accionado se
inclinó en definitiva por la primera de las alternativas del artículo 19
de la Ley 344 de 1996. Lo anterior, no supone, en principio, un
desconocimiento de la literalidad de esta disposición, si se comprende
que la finalidad última del mandato que se comenta –artículo 19
ibidem– es la de impedir que, además de su remuneración por el
desempeño del servicio –cuando la relación laboral-administrativa se
mantiene–, un empleado público pueda adicionalmente obtener los
beneficios económicos que se desprenden de su estatus de

170
pensionado. (…). [L]a Sala confirmará la providencia de 10 de
septiembre de 2021 del Tribunal Administrativo de Norte de Santander,
pero por las razones expuestas en este auto, tendientes a señalar que
en el asunto de autos no se reúnen las condiciones para el decreto de
la suspensión provisional de los efectos del acto demandado, pues, en
principio, –y sin que ello suponga prejuzgamiento para el a quo– la
designación censurada se encuentra respaldada por el artículo 19 de
la Ley 344 de 1996, y el tratamiento jurisprudencial que esta Sección
ha ofrecido a éste.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCION POLÍTICA – ARTÍCULO 69 / DECRETO 01 DE 1984 / LEY 30 DE 1992
– ARTÍCULO 28 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 29 / LEY 344 DE 1996 – ARTÍCULO
19 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 228 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 244 NUMERAL 3 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.11.1.5 /
DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.11.1.7 / LEY 1821 DE 2016 – ARTÍCULO 1
/ DECRETO 1037 DE 2018 – ARTÍCULO 1

171
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA DECISIÓN QUE NEGÓ LA


SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE
DESIGNACIÓN DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD FRANCISCO DE
PAULA SANTANDER, REINTEGRO DE PENSIONADOS Y MAYORES
DE 70 AÑOS AL SERVICIO PÚBLICO, AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

EXTRACTO NO. 31

RADICADO: 54001-23-33-000-2021-00199-01
FECHA: 21/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Carlos Alberto Bolívar Corredor
DEMANDADO: Héctor Miguel Parra López - Rector de la Universidad
Francisco de Paula Santander, período 2021-2025
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se centran en determinar si el auto de 16


de septiembre de 2021, proferido por el Tribunal Administrativo de
Norte de Santander, debe ser revocado, modificado o confirmado,
a la luz de los argumentos expuestos en el escrito de impugnación,
que conllevan establecer: (i) Si la posición asumida por el a quo
para denegar prosperidad a la solicitud de suspensión provisional
del acto declarativo de la elección del rector de la UFPS se basó en
argumentos formalistas que no atienden el espíritu de esta medida
bajo el régimen jurídico concebido por la Ley 1437 de 2011; (ii) Si la
petición de suspensión provisional formulada contra el acto acusado
cumple para su decreto con los requisitos contemplados en el artículo
231 del C.P.A.C.A., esto es, si el acto demandado viola las disposiciones
normativas contenidas en los incisos 1°s de los artículos 2.2.11.1.5 y
2.2.11.1.7 del Decreto N°. 1083 de 2015, en el artículo 1° de la Ley 1821
de 2016, así como en el artículo 1° del Acuerdo N°. 113 de 2007, a la
manera como lo estima el accionante.

TESIS 1: Como un aspecto novedoso –y emulando otro tipo de


codificaciones–, el artículo 229 de la Ley 1437 de 2011 consagró la
facultad en cabeza del juez de lo contencioso administrativo, para
decretar las medidas cautelares que considere necesarias para
proteger y garantizar, provisionalmente, el objeto del proceso y la

172
efectividad de la sentencia. (…). Dentro de tales medidas, se encuentra
consagrada, entre otras, la suspensión provisional de los efectos de
los actos administrativos, de acuerdo con las voces del numeral 3°
del artículo 230 de la Ley 1437 de 2011. Esta institución se configura
además como una de las causales de pérdida de fuerza ejecutoria del
acto administrativo, teniendo incidencia particularmente respecto de
su carácter ejecutorio. (…). A partir de las normas citadas [artículos 231
y 277 del CPACA], se colige respecto de la suspensión provisional del
acto en materia electoral que: (i) la solicitud del accionante procede
por violación de las disposiciones normativas constitucionales o
legales invocadas en el escrito correspondiente; es decir, se funda en
el principio de legalidad, que significa que los actos y comportamientos
de la administración deben estar justificados en una ley previa, que
preferible –pero no necesariamente– ha de ser de carácter general,
lo que se ha catalogado como el “bloque de la legalidad” o principio
de juridicidad de la administración; (ii) dicha violación puede surgir del
análisis del acto demandado y su cotejo con las normas superiores
identificadas o del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud; (iii)
la petición debe resolverse en el mismo auto admisorio de la demanda.
Añádase a lo anterior, que en atención a los términos perentorios para
la formulación de cargos contra los actos susceptibles de revisión
a través del medio de control de nulidad electoral, la solicitud de
suspensión provisional de aquéllos debe formularse dentro del término
de caducidad. (…). Así las cosas, el juez de lo contencioso administrativo
debe efectuar un estudio y análisis de los argumentos expuestos por el
demandante y confrontarlos con los argumentos y pruebas sumarias
presentadas en esta etapa del proceso para efectos de proteger la
efectividad de la sentencia. Además, la apreciación jurídica que se hace
al decidir sobre la medida cautelar, que por supuesto es provisional, no
constituye prejuzgamiento ni impide que al fallar el caso, el operador
judicial asuma una posición distinta, dado que con el transcurrir de
la actuación procesal es factible que el arribo de nuevas pruebas o la
presentación de nuevos argumentos, persuadan al juez de resolver en
sentido contrario al que ab initio se adoptó. (…). En términos llanos: si para
establecer la transgresión alegada por el demandante en su solicitud
de suspensión provisional, el operador judicial debía desarrollar una
cuerda argumental, la medida sería rechazada, por cuanto, un actuar
como el descrito, se relacionaba con los estudios connaturales del fallo
definitivo. Pues bien, la Ley 1437 de 2011 suprimió esta particularidad,
habilitando al juez a efectuar un análisis riguroso y, por consiguiente,
cercano a los aspectos nodales que distinguen la discusión propuesta

173
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ante la Jurisdicción, sin que lo anterior suponga prejuzgamiento,


habida cuenta de que las alteraciones sustanciales y probatorias
experimentadas en el trámite, pueden llevar a conclusiones diversas en
el fallo. (…). Por lo anterior, para esta Judicatura, en el contexto normativo
y jurisprudencial vigente en la actualidad, la suspensión provisional
obliga a realizar un análisis concienzudo de las consideraciones
concebidas por los solicitantes, que conlleva adentrarse en el examen
de sus fundamentos, sin que se trate de una práctica que atente contra
la dinámica que caracteriza la elaboración y adopción de las sentencias
en la especialidad de lo contencioso–administrativo. (…). [L]a Sección
Quinta del Consejo de Estado encuentra que la decisión denegatoria del
Tribunal Administrativo de Norte de Santander debe ser confirmada,
comoquiera que las violaciones normativas ventiladas por el accionante
no aparecen absolutamente refrendadas en esta fase procesal.

TESIS 2: En este punto, las acusaciones parecen bien conocidas: el


demandado fue elegido rector de la UFPS para el periodo estatutario
2021-2025, a pesar de estar pensionado y superar la edad de retiro
forzoso, en contravía, presuntamente, de las disposiciones normativas
consagradas en los incisos 1° de los artículos 2.2.11.1.5 y 2.2.11.1.7 del
Decreto N°. 1083 de 2015, en el artículo 1° de la Ley 1821 de 2016, así
como en el artículo 1° del Acuerdo N°. 113 de 2007 de la UFPS. (…). [L]a
edad de retiro forzoso –conclusión igualmente extensible al estatus de
pensionado– se presenta como un instrumento de política normativa
con el que se pretende modernizar, transformar y, en general, ofrecer
“nuevos aires” a la estructura orgánica de las autoridades, excluyendo
de la prestación del servicio a ciudadanos que por razón de su edad y
condición prestacional, deben dar relevo a las fuerzas laborales que
surgen con el paso del tiempo. (…). [L]a jurisprudencia de la Sección
Quinta del Consejo de Estado ha expuesto que su incumplimiento
puede llevar a la nulidad de la elección o nombramiento censurado,
no bajo el cariz de las inhabilidades –pues en realidad no pertenece a
éstas–, sino bajo el prisma de un requisito que se hace necesario para
la posesión del funcionario. (…). Pero más allá de lo anterior, y en aras
de postular las premisas que permitirán resolver preliminarmente
este asunto, la Sala reitera que la edad de retiro forzoso y la condición
de pensionado se erigen como causales de retiro del servicio que
proscriben, en principio, la reintegración o reincorporación de quien se
encuentra en cualquiera de estas situaciones. (…). Sin embargo, lejos
de tratarse de una regla absoluta, la proscripción de reintegración ha
sido acompañada de una serie de eventos exceptivos que, valorando

174
la experticia adquirida, habilitan la reincorporación de pensionados y
personas que superan la edad de retiro forzoso, autorizando nuevos
vínculos públicos para éstos, en cargos debidamente identificados que
requieren del conocimiento madurado por el paso de los años para
su ejercicio. (…). Finalmente, las excepciones se complementan con
aquella plasmada en el artículo 19 de la Ley 344 de 1996, que –en el
marco de un mandato general dirigido a la totalidad de los servidores
públicos– permite a los docentes universitarios que hubieren
alcanzado el derecho a disfrutar su pensión de vejez, la continuidad en
el servicio por diez años adicionales a la edad de retiro forzoso, esto es,
hasta los 80. (…). [E]l docente universitario que reúna los presupuestos
para obtener una pensión de vejez o jubilación podrá optar por ese
beneficio –opción 1– o, por el contrario, continuar vinculado al servicio
por diez años más a la edad máxima establecida por el ordenamiento
para la puesta en marcha de funciones públicas –opción 2–. En todo
caso, indica el aparte final de la norma, que la asignación pensional
solo se disfrutará luego de que se produzca la terminación absoluta
de sus tareas.

TESIS 3: La Constitución Política de 1991, en su artículo 69, dispone


que se debe garantizar la autonomía universitaria y, en tal virtud, las
universidades podrán darse sus directivas y regirse por sus propios
estatutos, de acuerdo con la ley. Adicionalmente, prevé que la ley
establecerá un régimen especial para las universidades del Estado,
se fortalecerá la investigación científica en las universidades oficiales
y privadas y facilitará mecanismos financieros que hagan posible el
acceso de todas las personas aptas a la educación superior. (…). [L]os
entes autónomos universitarios cuentan con la facultad de estructurar
el régimen jurídico que envuelve la figura del rector, prescribiendo las
calidades y requisitos necesarios para acceder al cargo, su naturaleza,
el procedimiento para su designación, la forma de proveer las faltas
temporales y absolutas y, en general, todos aquellos aspectos que
pueden rodear la existencia y el desarrollo de este empleo. (…). [A]l
tenor de la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado,
la naturaleza ofrecida al cargo de rector por los estatutos universitarios
se constituye en el punto de inflexión que permite determinar si a este
empleo le resultan aplicables los mandatos normativos contenidos en
el artículo 19 de la Ley 344 de 1996 –que como se vio excepcionan los
postulados generales del Decreto N°. 1083 de 2015–, autorizando a
personas mayores de 70 años y con el estatus de pensionado a ocupar
la referida dignidad.

175
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 4: En dos oportunidades específicas, la jurisprudencia de la


Sección Quinta del Consejo de Estado ha tenido la oportunidad de
establecer los derroteros que guían la aplicación del artículo 19 de la
Ley 344 de 1996 a los rectores de las universidades oficiales. (…). (i)
Sentencia de 7 de septiembre de 2015, Rad. 13001-23-33-000-2014-
00343-02. (…). En su decisión confirmatoria de 7 de septiembre de
2015, el Consejo de Estado explicó que en materia de edad de retiro
forzoso el ordenamiento positivo prescribía dos tipos de regímenes.
Por un lado, el general estatuido en el Decreto N°. 2400 de 1960,
aplicable al personal del servicio civil de la Rama Ejecutiva. Por otro,
el especial erigido a partir de los mandatos normativos del artículo
19 de la Ley 344 de 1996, cuyos destinatarios eran, en principio, los
docentes universitarios, y desde el cual el retiro forzoso se extendía
por diez años más, alcanzando los 75. (…). [P]artiendo de la naturaleza
académico–administrativa del empleo de rector y de los requisitos que
lo relacionaban con el cargo de docente, la Sección Quinta del Consejo
de Estado admitió que para el caso del rector de la Universidad de
Cartagena la edad de retiro forzoso era de 75 años, de conformidad
con la norma exceptiva plasmada en el artículo 19 de la Ley 344 de
1996. (…). (ii) Sentencia de 11 de julio de 2019, rad. 54001-23-33-
000-2018-00220-02 (Acum.). (…). Siguiendo la línea jurisprudencial
trazada en la decisión de 7 de septiembre de 2015, la Sala sostuvo
que la aplicabilidad del artículo 19 de la Ley 344 de 1996 al rector
de la UFPS pendía, en grado sumo, de la naturaleza ofrecida al cargo
por parte de los estatutos de la universidad. (…). [L]a Sección Quinta
consideró que, de una revisión detallada de los estatutos de la UFPS
–contenidos en el Acuerdo N°. 048 de 2007 del Consejo Superior
del establecimiento–, el empleo de rector disponía de una esencia
“eminentemente administrativa” que, aunque relacionada con el
ejercicio de la docencia como consecuencia de los requisitos exigidos
para llegar al cargo, no podía ser asimilada a la naturaleza académico–
administrativa que se le había otorgado en normas internas de otras
universidades a dicho empleo. Puesto en términos prácticos, la Sala
desechó la aplicabilidad de la sentencia de 7 de septiembre de 2015,
toda vez que, contrario a lo sucedido con el rector de la Universidad
de Cartagena, la primera autoridad de la UFPS no contaba con
naturaleza académico–administrativa que viabilizara la gobernanza
del artículo 19 de la Ley 344 de 1996 para ese caso concreto, sino tan
solo administrativa que habilitaba entonces la aplicación del régimen
establecido en el Decreto N°. 1083 de 2015. (…). Recapitulando: el fallo
de 11 de julio 2019 desaprobó la aplicación del artículo 19 de la Ley

176
344 de 1996 a la elección del demandado para el periodo 2018-2021,
por cuanto: (i) el empleo de rector de la UFPS era administrativo, y no
académico–administrativo, como ocurría para otras universidades; (ii)
el accionado –señor Héctor Miguel Parra López– había optado por la
primera de las opciones que otorgaba esa norma, a saber, el beneficio
de la pensión de vejez, y no por la segunda de ellas que consistía en
haber pretendido la continuidad en el servicio. A pesar de lo anterior,
la Sala Electoral del Consejo de Estado revocó la decisión anulatoria
del Tribunal Administrativo de Norte de Santander, ya que, teniendo
en cuenta las modificaciones aportadas por el Decreto N°. 1037 de
2018 al artículo 2.2.11.1.5 del Decreto N°. 1083 de 2015, la rectoría
de las universidades oficiales podía estar ocupada por pensionados
menores de 70 años. (…). A modo de conclusión, y con el propósito de
abordar el fondo de este asunto, la Sección Quinta destaca que, del
recorrido jurisprudencial hecho, una idea resulta clara: la aplicación
del régimen exceptivo consagrado en el artículo 19 de la Ley 344 de
1996 a los rectores de las universidades públicas ha estado sujeto a las
determinaciones autorregulatorias fijadas por éstas en sus estatutos,
esto es, al carácter académico o no que atribuyen al empleo de rector.

TESIS 5: En este punto, el acto de designación censurado es


cuestionado de transgredir no solo normas de raigambre nacional,
sino, a la vez, disposiciones que hacen parte de la normativa interna de
la UFPS. (…). Un estudio de las pruebas allegadas con la demanda y los
escritos de contestación de la medida cautelar, permite advertir que,
a la manera como lo sostiene la parte actora, el señor [demandado]
participó en el procedimiento de elección y fue escogido rector de
la UFPS para el periodo 2021-2025, disponiendo de la calidad de
pensionado y ciudadano mayor de 70 años, como lo reconoció en su
intervención procesal. No obstante, las circunstancias descritas no se
constituyen en este estadio del proceso en elementos que denoten la
existencia de la vulneración alegada por el accionante, toda vez que,
en sentir de esta Judicatura, se encuentran en el plenario medios
de convicción que permiten entrever que, de conformidad con la
jurisprudencia de esta Sala de Sección –desarrollada en el apartado
2.4.2.3 de esta providencia–, la designación del demandado como
rector de la UFPS podía estar orientada por los postulados del artículo
19 de la Ley 344 de 1996, extendiendo la posibilidad de que un jubilado
con más de 70 años accediera a la rectoría de ese ente universitario.
(…). En primer lugar, (…) la jurisprudencia de la Sala especializada en
asuntos electorales del Consejo de Estado ha supeditado la aplicación

177
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

del régimen exceptivo contenido en el artículo 19 ejusdem a los


rectores de las universidades públicas de acuerdo con el carácter
que a este cargo brindan sus propios estatutos. En ese orden, las
decisiones de la Sección Quinta han avalado la aplicación de la Ley
344 de 1996 –de manera preponderante al régimen general de retiro
del servicio–, cuando el empleo es comprendido como académico–
administrativo, producto de la cercanía con las labores de los docentes
universitarios, primeros destinatarios de ese mandato normativo;
negando, en cambio, su aplicación cuando los estatutos dotan tan solo
de una naturaleza administrativa al cargo. (…). De lo anterior se tiene
que, vista esta alteración desde la perspectiva de la jurisprudencia de
la Sección Quinta que en el pasado ha tratado la temática, la legalidad
de la elección del demandado se encuentra respaldada –por lo menos
en esta fase del proceso y sin perjuicio de las conclusiones a las que
pueda llegar el Tribunal Administrativo de Norte de Santander en su
fallo correspondiente– por las previsiones normativas que componen
el mandato contenido en el artículo 19 de la Ley 344 de 1996, que
faculta a que un ciudadano jubilado mayor de 70 años –y hasta los
80– pueda desempeñar la rectoría de la UFPS. Así, la modificación de
la naturaleza del empleo de rector –de administrativa a académico–
administrativa– se presenta como un punto de inflexión que sirve
para soportar esta primera aproximación al asunto de autos, así como
elemento de distinción para apartarse de algunas de las consideraciones
hechas en el fallo de 11 de julio de 2019, que ahora son traídas por el
demandante para solicitar la suspensión de la designación del señor
[demandado] como rector de la UFPS para el periodo 2021-2025. (…).
[L]as particularidades que rodearon esa situación fueron modificadas
y, en ese orden, sin desmedro de las conclusiones a las que pueda
arribar el Tribunal de instancia, desde la perspectiva que ofrece hasta
ahora la discusión subyacente a este caso, el artículo 19 de la Ley 344
de 1996 es justificativo de la designación reprochada, permitiendo la
vinculación al servicio de un pensionado que supera la edad de retiro
forzoso erigida en el artículo 1° de la Ley 1821 de 2016. (…). En segundo
lugar, esta Judicatura destaca que si bien otro de los argumentos
fundantes para decidir la inaplicabilidad del artículo 19 ejusdem en
el fallo de 11 de julio de 2019 se relacionó con el hecho de que el
señor [demandado], lejos de seguir vinculado al servicio público como
docente de planta de la UFPS, optó por su pensión de vejez, reconocida
en el mes de abril de 2016 por COLPENSIONES, en la actualidad –y
desde el mes de agosto de 2018– se trata de una prestación que se
encuentra suspendida de pago, como lo certifica en este proceso la

178
referida autoridad. Por lo anterior, y aunque al demandado le haya
sido reconocido su estatus de jubilado, el derecho a la pensión no se
encuentra en disfrute –el precepto consagra: “…el servidor público que
adquiera el derecho a disfrutar de su pensión de vejez o jubilación
podrá optar por dicho beneficio…”– como requisito indispensable para
entender que materialmente el accionado se inclinó en definitiva por
la primera de las alternativas del artículo 19 de la Ley 344 de 1996.
(…). En ese sentido, la suspensión en el pago de la mesada pensional
impide hablar del goce efectivo del derecho que reclama la norma,
llevando entonces a desestimar la argumentación del recurrente y, por
ende, a despachar desfavorablemente –en esta etapa preliminar del
trámite– el primero de los cargos relacionados con el fondo del asunto,
lo que no impide que el Tribunal Administrativo de Norte de Santander,
habida cuenta del desarrollo de esta causa judicial, pueda arribar a
conclusiones diferentes en su fallo definitorio del asunto.

TESIS 6: [E]l accionante considera que el acto de elección del señor


Héctor Miguel Parra López como rector de la UFPS, periodo 2021-
2025, transgrede el parágrafo único del artículo 1° del Acuerdo N°. 113
de 2007, que prohíbe que los pensionados que prestan sus servicios
a la universidad en calidad de docentes catedráticos ocupen cargos
del nivel administrativo o académico. (…). Bajo el panorama descrito,
esta Judicatura negará prosperidad al argumento del demandante,
ante la persistencia de dudas en cuanto al alcance de la norma
presuntamente transgredida, como consecuencia de la existencia de
dos interpretaciones razonables que, enfrentadas, impiden crear la
certeza de la vulneración del precepto, como requisito sine qua non
para el decreto de la suspensión provisional erigida en el artículo 238
constitucional. (…). En palabras simples, la norma de proscripción busca
salvaguardar la racionalidad en el gasto público de funcionamiento
del Estado, evitando que mesadas pensionales y remuneraciones
laborales puedan ser concomitantemente percibidas por una misma
persona. En ese sentido, si el mandato normativo del parágrafo único
del artículo 1° del Acuerdo N°. 113 de 2007 persigue este propósito,
¿podría sostenerse que existe vulneración de su teleología cuando
un pensionado que no percibe el fruto económico de esta condición
accede al cargo de rector disponiendo de la calidad de catedrático
suscriptor de un contrato con la UFPS? Para la Sala, la contestación
a este interrogante, por lo menos en este momento procesal, es
negativa, pues sin mesada, no se presenta la incompatibilidad que
busca erradicar esa norma. Así, la disposición tiene como propósito

179
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

último descartar una doble asignación monetaria, sin que pueda ser
comprendida como un obstáculo para el pensionado que, contando con
la calidad de catedrático dentro de la UFPS –y teniendo su mesada
suspendida–, es elegido rector de esa institución, a la manera como lo
esboza el demandante en los alegatos sobre los que soporta su solicitud
de suspensión provisional. Ahora bien, esta Judicatura destaca que, en
esta fase preliminar del proceso, tampoco se desprende la existencia
de un antagonismo entre los honorarios recibidos por el demandado
por concepto de las horas cátedras que dispensa con los dineros que
perciba en su condición de rector. En efecto, los honorarios derivados
del ejercicio de la catedra universitaria se constituyen en una de las
excepciones fijadas por el ordenamiento al artículo 128 superior,
tal y como se pregona en el artículo 19 de la Ley 4 de 1992. (…). En
consonancia con lo anterior, la Sala confirmará la providencia de 16 de
septiembre de 2021 del Tribunal Administrativo de Norte de Santander,
pero por las razones expuestas en este auto, tendientes a señalar que
en el asunto de autos no se reúnen las condiciones para el decreto de
la suspensión provisional de los efectos del acto demandado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCION POLÍTICA – ARTÍCULO 69 / DECRETO 01 DE 1984 / LEY 30 DE 1992
– ARTÍCULO 28 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 29 / LEY 344 DE 1996 – ARTÍCULO
19 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 228 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 230 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 244 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
277 / DECRETO 1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.11.1.5 / DECRETO 1083 DE 2015 –
ARTÍCULO 2.2.11.1.7 / LEY 1821 DE 2016 – ARTÍCULO 1 / DECRETO 1037 DE 2018
– ARTÍCULO 1

180
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL
REPRESENTANTE DEL SECTOR PRODUCTIVO ANTE EL CONSEJO
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DE LA AMAZONÍA

EXTRACTO NO. 32

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00055-00
FECHA: 02/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Yescica Lorena Ramírez Garzón
DEMANDADA: Nayla Milena Imbachi Murillo - Representante
del sector productivo ante el Consejo Superior Universitario
de la Universidad de la Amazonia -UNIAMAZONIA
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si se debe


acceder a la solicitud de suspensión provisional del acto de elección
de la representante del sector productivo ante el Consejo Superior
Universitario de la Universidad de la Amazonia -UNIAMAZONIA,
conforme a las siguientes razones: a) Desconocimiento del artículo 6º
del Estatuto Electoral -Acuerdo 032 del 2009- así como del carácter
universal y expansivo del principio democrático, en tanto la elección se
llevó a cabo en el auditorio de la Sede Florencia de la Universidad de la
Amazonia, en lugar de hacerlo por todas sus sedes, que se encuentran
en los departamentos de Huila y Amazonas. b) Exceso ritual manifiesto
al exigir que la inscripción de candidatos se realizara de manera
personal en la Secretaría General de la institución educativa, ubicada
en la ciudad de Florencia, lo que conlleva a que se deba inaplicar por
vía de la excepción de constitucionalidad, el artículo 16 del Acuerdo 032
de 2009 y del artículo 2º de la Convocatoria No. 001 de 2021, al limitar
la participación de aspirantes cuya sede sea otro municipio diferente a
la capital del Caquetá. c) Violación del principio de confianza legítima,
junto con el tenor literal de los artículos 3º y 6º del Acuerdo 032 de 2009,
que se refieren a la universalidad del voto y su legítimo ejercicio dentro
del campus universitario, sin distinguir si se trata de la sede principal
o no. d) Desconocimiento del principio de capacidad electoral -literal
d) del artículo 2º del Estatuto Electoral-. e) Desatención del carácter
de entidad del orden nacional de la Universidad de la Amazonia y de

181
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la estrategia de regionalización de la misma. f) Violación al debido


proceso administrativo, por las mismas razones antes señaladas.
g) Rompimiento del principio de publicidad ante la falta de registro
de votantes de la reunión electoral. h) Desviación de poder por parte
del quien efectuó la convocatoria, en la medida en que limitó las
postulaciones al gremio agropecuario, en su condición de decano de la
Facultad de Ciencias Agropecuaria de la universidad.

TESIS 1: La regla específica de la suspensión provisional en el proceso


de nulidad electoral consiste en que dicha petición debe resolverse en
el mismo auto admisorio de la demanda. Igualmente, esta institución
se configura como una de las causales de pérdida de fuerza ejecutoria
del acto administrativo, teniendo incidencia particularmente respecto
de su carácter ejecutorio. (…). [S]e colige respecto de la suspensión
provisional del acto en materia electoral que: (I) la solicitud del
accionante procede por violación de las disposiciones normativas
constitucionales o legales invocadas en el escrito correspondiente;
(II) dicha violación surge del análisis del acto demandado y su cotejo
con las normas superiores invocadas o del estudio de las pruebas
allegadas con la misma. (…). Así las cosas, el juez de lo contencioso
administrativo debe efectuar un estudio de las normas invocadas
por el demandante y confrontarlas con los argumentos y pruebas
presentadas en esta etapa del proceso, para efectos de proteger la
efectividad de la sentencia. Además, la apreciación jurídica que se hace
al decidir sobre la medida cautelar, que por supuesto es provisional, no
constituye prejuzgamiento ni impide que al fallar el caso, el operador
judicial asuma una posición distinta, dado que con el transcurrir de
la actuación procesal es factible que el arribo de nuevas pruebas o la
presentación de argumentos adicionales, persuadan al juez de resolver
en sentido contrario al que ab initio se adoptó.

TESIS 2: A efectos de resolver la petición cautelar, la Sala precisa que


su análisis se llevará a cabo frente a las razones que se presentaron por
la demandante en el escrito separado. Se destaca esta circunstancia,
en tanto, como se desprende de los artículos 229 a 234 de la Ley 1437
de 2011, estas medidas tienen lugar en virtud de solicitud de parte, de
allí que las razones de hecho y derecho en las que se fundamentan,
constituyen los aspectos centrales que el juez administrativo debe
valorar al momento de decidir si las decreta o niega. (…). [L]a Sala
encuentra que, de conformidad con lo señalado en el artículo 24 del
Acuerdo 062 del 2002 -Estatuto General-, así como el literal d) del artículo

182
3 del Acuerdo 031 del 2010 -, es una exigencia que el representante del
sector productivo sea elegido por una asamblea, la cual se constituye
por integrantes de las ternas presentadas por los representantes de
dicho estamento. Entiende esta Corporación que dicho mecanismo de
elección, en principio y salvo reglamentación que disponga lo contrario,
implica la reunión presencial de quienes son los electores -es decir,
aquellos con derecho a votar- de su representante ante el máximo
órgano del ente educativo. (…). [S]e tiene entonces que el procedimiento
electoral determinado a nivel interno en la Universidad de la Amazonia,
a efectos de la elección del representante del sector productivo ante el
Consejo Superior Universitario, implica entonces la celebración de una
asamblea que deberá llevarse a cabo en el campus de la institución
educativa. La pregunta que surge entonces, es si la determinación
efectuada en la convocatoria, de llevar a cabo dicha reunión electoral
en el auditorio de la sede ubicada en la ciudad de Florencia (Caquetá),
implica un desconocimiento de la exigencia dispuesta en el Acuerdo
032 del 2009, antes señalada. La Sala observa que la irregularidad
alegada por la demandante en su escrito de medida cautelar, carece de
la entidad necesaria para ordenar la suspensión de los efectos del acto
demandado, toda vez que de entrada no resulta evidente la contradicción
entre este y las normas de orden superior que fundamentan tal petición.
Ello es así, en la medida en que de conformidad con los elementos de
juicio aportados a esta instancia del proceso -y sin que ello implique un
prejuzgamiento-, es razonable concluir que respecto de lo consagrado
en el artículo 6º del Acuerdo 032 del 2009, son plausibles dos
interpretaciones razonables: una que exige que la elección se lleve a
cabo en el campus de la Universidad de la Amazonia, entendiendo por
esto una de las sedes físicas de la misma, en tanto estas integran el
concepto de campus, buscando que los procesos electorales siempre se
desarrollen en ella; y de otra parte, aquella que propende por entender
la acepción “campus” por todas las localidades y departamentos en
donde la institución tenga presencia académica. Entiende la Sala que
la segunda de las posturas (…), es aquella que defiende la parte actora
en su escrito cautelar. A pesar de ello, no se pasa por alto la existencia
de otras posibles hermenéuticas respecto de la forma en que debe ser
aplicado el estatuto electoral en este aspecto. Bajo esta perspectiva,
resulta posible concluir, que dicha duda debe ser resuelta una vez se
concluya el debate probatorio y argumentativo al interior de la actuación
judicial y se conozcan las condiciones particulares de la forma en que
se llevó la elección, determinar de forma razonable, si dicha disposición
fue o no desconocida por el ente universitario.

183
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: De otra parte, al menos a esta instancia del proceso,


esta judicatura no encuentra elementos de juicio suficientes para
considerar que en efecto, con la forma en que fue adelantado el proceso
de elección, fueron desconocidos los principios de universalidad y
capacidad electoral, que consagra el Estatuto Electoral, en tanto en
principio y sin perjuicio a lo que resulte tras el correspondiente debate
probatorio, no se observa la existencia de restricciones que hayan
impedido el voto efectivo, o la posibilidad de ser elegido, respecto
de aquellos que fueren habilitados para participar en la elección del
representante del estamento en cuestión. (…). [L]a Sala estima que el
análisis de la aplicación de las normas del Estatuto Electoral, así como
las presuntas circunstancias que implicaron una restricción indebida
del derecho al voto de los integrantes del sector productivo, requieren
del debate probatorio y argumentativo propio de las instancias
procesales posteriores a esta decisión, y por lo tanto, se considera que
el estudio correspondiente debe ser diferido a la sentencia de fondo
que se adopte al final del trámite correspondiente.

TESIS 4: El artículo 16 del Acuerdo 032 del 2009 -Estatuto Electoral-


determina que la inscripción de ternas de candidatos debe realizarse
de manera presencial, en la Secretaría General de la Universidad de
la Amazonia. Ello fue señalado en forma literal por la Convocatoria
001 del 19 de marzo del 2021, esta última relativa a la elección del
representante del sector productivo, la cual culminó con el acto aquí
demandado. De una lectura de la norma, la Sala no encuentra, en esta
primigenia etapa procesal, la contradicción de esta frente al acto, como
elemento que se requiere a efectos de proceder con la suspensión de
los efectos del acto de elección, en la medida en que se observa que
la disposición de permitir la inscripción de ternas de candidatos en la
Secretaría General de la Universidad de la Amazonia, atiende de forma
estricta y literal la exigencia del Estatuto Electoral, como disposición
interna que rige los procedimientos de elección al interior del ente
universitario. (…). [L]a Sala considera que se requiere entonces, en el
marco de la actuación judicial, recabar los elementos de convicción,
tanto probatorios como jurídicos, que permitan establecer si en
efecto se limitó la concurrencia de los interesados en participar en
el proceso electoral, así como cuál sería su incidencia respecto del
acto de elección aquí demandado. (...). De esta manera, esta Sala, en
esta primigenia etapa procesal, no cuenta con los elementos de juicio
suficientes para acceder a la suspensión provisional de los efectos
de la elección cuestionada por la razón estudiada en precedencia, y

184
por lo tanto, el resultado definitivo del análisis de esta, se difiere a la
sentencia de fondo correspondiente. (…).

TESIS 5: En relación con [la falta del registro de votantes] (...) la Sala
evidencia que con la demanda, se aportó el contenido del Acta del
28 de mayo de 2021, la cual contiene el desarrollo de la asamblea
de elección que culminó con el acto aquí cuestionado. (...). [L]a Sala
evidencia que el mencionado documento electoral -acta de asamblea-,
contiene el registro que la actora extraña según sus consideraciones.
Así las cosas, en esta etapa procesal, son ausentes los elementos
de convicción que conlleven a señalar que en efecto, la irregularidad
alegada se presentó y cuál sería su incidencia respecto del acto de
elección. Por ello, se indica, será el desarrollo del debate probatorio
el que determine con certeza lo anterior, por lo que en la providencia
que resuelva respecto del fondo de las pretensiones, este aspecto será
abordado. (…). [C]on el escrito de medida cautelar, no se aportaron
pruebas que conlleven a entender como debidamente configurada la
desviación de poder alegada, en la medida en que las manifestaciones
de la actora se fundamentan en situaciones que ella misma asume,
como por ejemplo, que las ternas postuladas corresponden al
sector agropecuario y el funcionario que convocó ostenta la calidad
de decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, mas no aporta
elementos que conlleven a concluir que en efecto, en un abuso de
las competencias por parte de este último cuando ostentó la calidad
de rector encargado, se buscó un favorecimiento a un determinado
integrante del estamento que elegía a su representante. (…). Conforme
a todo lo dicho en precedencia, encuentra la Sala que la solicitud de
suspensión de los efectos del acto de elección de la [demandada]
como representante del sector productivo ante el Consejo Directivo de
la Universidad de la Amazonia -UNIAMAZONIA, no se enmarca dentro
de los presupuestos normativos para tal efecto, ante la falta a esta
instancia del proceso de elementos de convicción que lleven a esta
judicatura a evidenciar la ocurrencia de las irregularidades alegadas,
por lo que dicha solicitud será denegada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DEL 2011 - ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DEL 2011 - ARTÍCULO 277

185
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,


SUSTENTACIÓN DE LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
MEDIDA CAUTELAR DE URGENCIA, RESPONSABILIDAD DEL
PARTIDO POLÍTICO, SELECCIÓN DEL CANDIDATO DEL PARTIDO
POLÍTICO, PERJUICIO IRREMEDIABLE

EXTRACTO NO. 33

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00061-00
FECHA: 07/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Partido Alianza Social Independiente
DEMANDADO: Consejo Nacional Electoral
MEDIO DE CONTROL: Nulidad y restablecimiento del derecho

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala establecer si debe


acceder o no a la solicitud de suspensión provisional de los actos
demandados, esto es, las resoluciones 2317 y 2900 de 2021 proferidas
por el CNE mediante las cuales se dejó sin efectos la resolución 034
del 15 de noviembre de 2020, por medio de la cual el partido ASI
reglamentó y convocó la XII Convención Nacional Ordinaria de la
colectividad, y de las resoluciones 2318 y 4714 de 2021, proferidas por
el CNE, mediante las cuales negó el reconocimiento e inscripción de
los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, del Tribunal Disciplinario
y de Ética Nacional y del veedor nacional, elegidos en la XII Convención
Nacional Ordinaria del partido ASI, actos a partir de los cuales derivan
la imposibilidad de avalar candidatos para que participen en las
siguientes elecciones, y por ende, tener la posibilidad material de
contar con los votos necesarios para mantener la personería jurídica.

TESIS 1: [L]a normativa actual establece expresamente la finalidad de


tales medidas cautelares, cuales son, la necesidad de garantizar el objeto
del proceso y la efectividad de la sentencia, superando de esta forma la
concepción tradicional de mera garantía de control de la legalidad de
las actuaciones de la Administración, tal y como se circunscribió en su
momento la única de aquéllas: la suspensión provisional. Ello, sin duda
alguna, repercute favorablemente en la búsqueda de la materialización
del denominado derecho fundamental a la tutela judicial efectiva. (…).

186
Dentro de tales medidas se encuentra la suspensión provisional del
acto enjuiciado, para la cual se requiere conforme al artículo 231 de
la Ley 1437 de 2011, (I) la solicitud del accionante ya sea en el escrito
de la demanda o en documento separado; (II) que la violación surja del
análisis del acto demandado y su cotejo con las normas superiores
invocadas y/o (III) del estudio de las pruebas allegadas con la petición. En
lo atiente a los 2 últimos requisitos, vale la pena precisar, que implican la
posibilidad de pretender la suspensión provisional por la configuración
de las causales de nulidad de los actos administrativos, en la medida
que éstas consagran distintos tipos de situaciones que dan cuenta del
desconocimiento del ordenamiento jurídico que se pretenden proteger.
En tal sentido, puede constatarse que esta Corporación ha conocido
de fondo peticiones de suspensión provisional en las que se invoca
como fundamento que el acto acusado incurrió en expedición irregular,
falta de competencia, violación al debido proceso, falsa motivación y/o
desviación de poder. (…). En cuanto al procedimiento de la adopción de
las medidas cautelares, debe acudirse principalmente al artículo 233
de la Ley 1437 de 2011, que en síntesis establece la posibilidad de
solicitarlas desde la presentación de la demanda o en cualquier etapa
del proceso, garantizando el derecho de defensa de la contraparte, por
lo que antes de su resolución se corre traslado de la petición. (…). [E]l
propósito del artículo 234 de la Ley 1437 de 2011 al incluir las medidas
cautelares de urgencia, es hacerle frente de manera efectiva y eficaz
a circunstancias de tal inminencia y gravedad que hacen imperativa e
impostergable la intervención del juez, al punto que debe prescindirse
del traslado previo de las mismas, so pena que por el transcurso del
tiempo y las particularidades de los casos sub judice, se torne inane
cualquier actuación tendiente a proteger y garantizar, provisionalmente,
el objeto del proceso y la efectividad de la sentencia.

TESIS 2: Del estudio del escrito mediante el cual se solicitó la medida


cautelar de urgencia, salta a la vista que su fundamento central
consiste en que en virtud de las resoluciones 2317 y 2318, confirmadas
por las resoluciones 2900 y 4714 respectivamente, según se explicó en
el oficio CNE-JERR-185-2021 del 3 de agosto de 2021, hasta que no se
acaten las órdenes contenidas aquéllas, como celebrar convenciones
municipales y departamentales antes de llevar a cabo la de orden
nacional, el Comité Ejecutivo del Partido ASI no puede adelantar las
gestiones pertinentes para otorgar avales para las próximas elecciones
al Congreso de la República, que son cruciales para que la colectividad
mantenga su personería jurídica (art.108 superior). El anterior es el

187
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

único motivo de inconformidad que se expone en el memorial que


contiene la solicitud de suspensión de los actos acusados, sin que se
realice alguna remisión o explicación alusiva a los demás cargos de
nulidad que se expusieron en el escrito de la demanda de nulidad y
restablecimiento del derecho.

TESIS 3: De la existencia de una situación de urgencia que justifica


un pronunciamiento inmediato. La Resolución 2098 del 12 de marzo
de 2021 de la RNEC, “por la cual se fija el calendario electoral para
las elecciones de Congreso de la República que se realizarán el 13 de
marzo de 2022”, citado como fundamento el artículo 30 de la Ley 1475
de 2011, estableció que el periodo de inscripción de candidaturas tendrá
lugar entre el 13 de noviembre de 2021 al 13 de diciembre del mismo
año. Por lo tanto, el anterior periodo es el único con el que cuentan las
agrupaciones políticas para inscribir sus candidatos al Congreso de la
República, lo que significa que para su vencimiento tan solo faltan 6
días. En ese orden de ideas, salta a la vista que de ser cierto que con
las resoluciones acusadas se le impide al Comité Ejecutivo Nacional del
partido ASI reunirse con el fin de establecer cuáles son sus candidatos y
otorgar los avales correspondientes, dicha colectividad se encuentra en
una situación urgente, que requiere un pronunciamiento inmediato del
juez, a fin de garantizar que antes de finalización del plazo establecido,
pueda inscribir sus aspirantes al Congreso de la República, condición
necesaria para que materialmente durante la campaña electoral y los
comicios puedan materializarse derechos como el de participar en la
conformación, ejercicio y control del poder político; elegir y ser elegido;
tomar parte en elecciones; formar parte de movimientos y agrupaciones
políticas y difundir libremente sus ideas y programas; tener iniciativa
en las corporaciones públicas y; acceder al desempeño de funciones y
cargos públicos, previstos en los numerales 1, 2, 3, 5 y 7 del artículo
40 Superior y que justifican la existencia y funcionamiento de las
colectividades políticas. (…). Por lo tanto, al estar ad portas el vencimiento
del término para inscribir candidatos a las siguientes elecciones, y ante
la necesidad de contar inmediatamente con un pronunciamiento judicial
sobre la supuesta violación o amenaza de los derechos antes señalados,
resulta imperativo prescindir del traslado de 5 días de la medida cautelar
a la parte demandada, previsto en el artículo 233 de la Ley 1437 de
2011, pues de efectuarse no podría dictarse y notificarse una decisión
oportuna y eficaz frente a la situación de urgencia invocada, comoquiera
que el período de un mes de inscripción de candidaturas vence el 13
de diciembre de 2021, fecha antes de la cual el Partido ASI tiene que

188
adelantar las gestiones pertinentes para decidir quiénes serán su
candidatos, por ejemplo, efectuar un análisis de la posible configuración
de inhabilidades, porque en el evento que sus aspirantes esté incursos
en éstas, las respectivas candidaturas pueden ser revocadas y la
colectividad podría ser sancionada con multas, devolución de los
recursos públicos percibidos mediante el sistema de reposición de votos,
cancelación de la personería jurídica y/o hasta perder las curules que
eventualmente alcance (ver artículos 265.12 y 107 de la Constitución
Política). Así las cosas, se encuentra acreditada una eventual situación
de urgencia que requiere un pronunciamiento impostergable del juez,
de manera tal que se está en el supuesto de que trata el artículo 234 de
la Ley 1437 de 2011, razón por la cual la Sala procederá al estudio de
fondo de la petición, prescindiendo del traslado de la medida cautelar.

TESIS 4: De la responsabilidad del Comité Ejecutivo Nacional del


partido ASI en la definición de candidaturas. De los estatutos del Partido
ASI aportados al presente trámite, que también están contenidos en la
Resolución 2279 de 2019 del CNE, se destacan los artículos 34.20, 54.3,
99 y 100, de los cuales se evidencia con claridad que frente a los cargos
de elección popular de carácter nacional, el Comité Ejecutivo del mismo
nivel es el que decide quiénes son los candidatos, para que posteriormente
el aval correspondiente lo otorgue el representante legal de la
colectividad. (…). Alega el partido ASI que con los actos acusados se le
prohíbe al Comité Ejecutivo Nacional, hasta que no acate éstos, reunirse
para efectos de definir quiénes serán sus candidatos a las próximas
elecciones al Congreso de la República y, por ende, que reciban el aval
correspondiente para ser inscritos en la contienda electoral. (…). Al
analizar con detenimiento las circunstancias que rodearon la expedición
de los actos acusados, sus consideraciones y las decisiones adoptadas
por los mismos, no se evidencia en esta etapa del proceso, que hayan
significado una prohibición al Comité Ejecutivo Nacional del partido ASI,
de reunirse para tratar temas distintos a dar cumplimiento a las órdenes
impartidas por el CNE. En especial, no se observa que se le haya indicado
que no podía determinar cuáles sería sus candidatos para las próximas
elecciones hasta tanto no cumpliera con lo ordenado en las resoluciones
2317, 2318, 2900 y 4714 de 2021. Lo anterior, porque a través de estos
actos administrativos, en especial los números 2317 y 2318 de 2021, en
síntesis se dejó sin efectos la resolución que reglamentó y convocó la XII
Convención Nacional del partido, así como las decisiones adoptadas en
ésta, y en su lugar se le ordenó al Comité Ejecutivo Nacional que celebrara
una nueva reunión para efectos de convocar a la mencionada convención,

189
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

citando a todos sus integrantes (sin que resulte válido argumentar que
se encuentran suspendidos de los cargos por decisiones del Tribunal
Disciplinario y de Ética, por cuanto tal medida cautelar se estimó ilegal);
respetando el quorum decisorio; teniendo en cuenta que la
reglamentación de la convención nacional es indelegable y; que antes de
llevar a cabo ésta debe celebrarse las del nivel municipal y territorial.
Asimismo, se observa que aunque la resoluciones 2317, 2318, 2900 y
4714 de 2021 tienen como fundamento las consideraciones y
determinaciones contenidas en la Resolución 183 de 2021 del CNE, que
como se expuso con anterioridad, se pronunció sobre los procesos
disciplinarios adelantados contra algunos integrantes del Comité
Ejecutivo Nacional (los mismos que no fueron convocados a la XII
Convención Nacional), en este acto administrativo tampoco se evidencia
la prohibición a la que hace alusión la parte demandante. Por lo tanto,
sin perjuicio de lo que se establezca en la sentencia, no se evidencia que
de los actos administrativos antes señalados, se derive en los términos
expuestos en el escrito de la medida cautelar, una restricción de los
derechos políticos del partido ASI y sus integrantes, de cara a las
elecciones del Congreso de la República. Dicho de otro modo, de las
consideraciones y decisiones contenidas en los mismos no se advierte
que al Comité Ejecutivo Nacional de la colectividad se le haya impuesto
alguna restricción para determinar quiénes serán sus candidatos e
inscribirlos dentro del periodo de un mes establecido por el artículo 30
de la Ley 1475 de 2011. Ahora bien, no desconoce la Sala que la parte
demandante justifica la supuesta imposición de la concesión de avales
hasta que se cumpla lo ordenado en las resoluciones acusadas, en el
oficio del 3 de agosto de 2021, dictado en respuesta a un derecho de
petición que presentó el secretario general de la colectividad, con el fin
de establecer los efectos de las resoluciones 2317 y 2318 de 2021,
específicamente en cuanto señaló: “lo ordenado por esta Corporación es
específico y puntual, es decir, que los miembros del Comité Ejecutivo
Nacional, no podrán tomar decisiones diferentes a lo que el Consejo
Nacional Electoral les ordenó en las ampliamente evocadas
Resoluciones”. (…). En ese orden de ideas, en principio, de la anterior
expresión no se desprende como al parecer lo estima la representante
legal del partido ASI, que se le prohibió al Comité Ejecutivo determinar
quiénes serán sus candidatos para las próximas elecciones y/o adoptar
cualquier otra decisión ateniente a la existencia o funcionamiento de la
agrupación (…) simplemente se le indicó que debía acatar en estricto
sentido las órdenes que le fueron impartidas, prestando especial
atención a las consideraciones y determinaciones de las resoluciones

190
acusadas. (…). Ahora bien, con las anteriores consideraciones no
pretende la Sala establecer la validez de la referida respuesta, sino
simplemente ilustrar en esta etapa del proceso y de cara a la medida
cautelar solicitada, que con ella no se advierte que se le haya prohibido
al partido ASI otorgar avales o inscribir candidaturas para las próximas
elecciones, toda vez que el CNE simplemente indicó que los integrantes
del Comité Ejecutivo Nacional son los que aparecen registrados como
tales y que deben dar estricto cumplimiento a las resoluciones 2317,
2318, 2900 y 4714 de 2021, de cuyo análisis en principio tampoco se
evidencia la prohibición sobre la que se edifica la situación de riesgo que
fundamenta la petición cautelar. No obstante lo expuesto, tampoco se
pasa por alto, que según el artículo 31 de los estatutos del partido ASI,
“el Comité Ejecutivo Nacional se elegirá para un periodo de cuatro (4)
años”, y que los integrantes de éste que se encuentran registrados ante
el CNE. (…). Esto quiere decir, que a la fecha el periodo de 4 años de los
integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del partido ASI feneció, lo que
a su vez motivó que la colectividad celebrara la XII Convención, en la que
se eligieron a otros miembros de dicho cuerpo colegiado, designaciones
que se dejaron sin efectos por el CNE mediante la Resolución 2318 del 8
de julio de 2021. La anterior circunstancia significa, que el periodo de los
miembros actualmente inscritos del Comité Ejecutivo Nacional (…)
finalizó en enero de 2021, es decir, que la elección que les permitió tener
asiento en el anterior cuerpo colegiado perdió vigencia, y por ende, en
principio no podrían tomar decisiones bajo tal condición. (…). Bajo la
anterior perspectiva, en principio resulta razonable la preocupación que
manifiesta el partido ASI en cuanto a quiénes conforman el Comité
Ejecutivo Nacional y quiénes pueden adoptar decisiones, porque de un
lado, respecto los inscritos como tales su periodo feneció, es más, frente
a 2 de ellos señaló que renunciaron a sus cargos, y por otro, que se
dejaron sin efectos por el CNE las designaciones de reemplazo. (…). Esta
situación de incertidumbre frente a la composición del Comité Ejecutivo
Nacional del partido ASI, y por ende, de las personas que tendrían
competencia para proponer las candidaturas al Congreso de la República
que recibirán el aval correspondiente por el representante legal de la
colectividad, puede representar una situación de riesgo frente al ejercicio
de los derechos políticos de ASI y sus militantes en las siguientes
elecciones, por ejemplo, ante la falta de certeza de la competencia de
quiénes se encuentran inscritos como directivos ante el CNE para definir
las candidaturas. (…). Bajo ese entendimiento, se advierte una situación
grave que podría derivar en un perjuicio irremediable, en el evento que
se llegare a entender que el Comité Ejecutivo Nacional está imposibilitado

191
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

para definir sus candidaturas a las siguientes elecciones, circunstancia


que requiere ser esclarecida de manera inmediata, pues tan solo faltan
6 días para que finalice el periodo de inscripciones. Es decir, la Sala
considera que se está ante una situación que requiere la adopción de
medidas inmediatas, que no pueden esperar a la resolución de la
controversia frente la legalidad de los actos acusados, entre ellos, el que
dejó sin efectos las designaciones que tuvieron lugar en la XII Convención
Nacional del partido ASI. Dicho de otro modo, que resulta procedente
adoptar una medida cautelar de urgencia en los términos del artículo
234 de la Ley 1437 de 2011, concretamente, la de declarar que las
personas que aparecen inscritas ante el CNE como integrantes del
Comité Ejecutivo Nacional del partido ASI, tienen la posibilidad de
reunirse para establecer todo lo atinente a las próximas elecciones al
Congreso de la República, como conceder avales, inscribir candidaturas
y modificar éstas en las oportunidades legamente previstas, a fin de que
la discusión relativa a la legalidad de los actos administrativos del CNE
cuestionados en esta oportunidad, no impida que la colectividad inscriba
a sus aspirantes, y por ende, pueda ejercer los derechos consagrados en
los numerales 1, 2, 3, 5 y 7 del artículo 40 de la Constitución Política. (…).
[C]on la referida declaración, se garantiza de manera inmediata la
protección de los derechos antes señalados, al esclarecer la posibilidad
que tienen los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional inscritos ante el
CNE de definir sus candidatos, dada la situación particular en la que se
encuentra la colectividad y con el fin de evitar un daño irremediable, sin
perjuicio desde luego, de la resolución de la controversia atinente a la
legalidad de los actos administrativos que dejaron sin efectos la XII
Convención Nacional Ordinaria del partido ASI y las decisiones adoptadas
en la misma. (…). Valga la pena resaltar, que si bien la parte demandante
sustentó la anterior medida en un argumento que no resultó idóneo para
tal efecto, lo que finalmente persigue es que la controversia sobre la
composición del citado Comité, generada con ocasión de la expedición
de los actos acusados, no le prive de la oportunidad de reunirse para
definir sus candidatos, circunstancia que a juicio de la Sala se supera
mediante la declaración realizada en esta oportunidad.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
265 NUMERAL 12 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 30 / LEY 1437 DE 2011 -
ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO
233 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 234

192
SENTENCIAS
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DE LOS
REPRESENTANTES DE LAS ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO
ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE CORPONOR, POSTULACIÓN PARA
REPRESENTAR A LAS ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO EN EL
CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL

EXTRACTO NO. 1

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00012-00 (2019-00095-00)


FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Diego Mauricio Rueda Cáceres y Carlos Enrique
Gómez Ascanio
DEMANDADOS: Jorge Eliécer Soto Maldonado y Yair Eduardo Cuéllar
Villamizar - Representantes de las entidades sin ánimo de lucro
ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional
de la Frontera Nororiental –Corponor-, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Teniendo en cuenta los argumentos


expuestos por las partes y el Ministerio Público, que la elección de los
demandados es acusada por varias circunstancias, algunas de ellas
dirigidas a uno de éstos y, la delimitación de litigio que se efectuó en la
audiencia inicial, se estima que los problemas jurídicos se contraen a
determinar: (I) Si las postulaciones de los señores Jorge Eliécer Soto
Maldonado y Yair Eduardo Cuéllar Villamizar como representantes de
las entidades sin ánimo de lucro en el Consejo Directivo de CORPONOR,
acreditaron al momento del cierre de la etapa de entrega de
documentos, el requisito previsto en el numeral 3° del parágrafo 1° del
artículo 2° de la Resolución 606 de 2006 del Ministerio de Ambiente,
consistente en allegar “copia del documento de la Junta Directiva o
el órgano que haga sus veces, en el cual conste la designación del
miembro de la entidad sin ánimo de lucro postulado como candidato”, y
en caso negativo, si dicha circunstancia tiene la virtualidad de anular la
elección acusada. (II) Si puede entenderse que la postulación del señor
Jorge Eliécer Soto Maldonado como representante de las entidades sin

193
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ánimo de lucro en el Consejo Directivo de CORPONOR, cumplió o no con


el requisito de que trata el numeral 1° del parágrafo 1° del artículo 2°
de la Resolución 606 de 2006 del Ministerio de Ambiente, consistente
en aportar “hoja de vida del candidato con sus soportes de formación
profesional y/o capacitación y experiencia en materia de recursos
naturales renovables y medio ambiente”, por el hecho que al momento
del cierre de la etapa de entrega de documentos, sólo allegó el título
profesional y algunas certificaciones laborales, y/o teniendo en cuenta
que la hoja de vida de dicho candidato reposaba con anterioridad a
la convocatoria en los archivos de CORPONOR, última circunstancia
respecto de la cual se invocó la aplicación del artículo 9° del Decreto
019 de 2012. En caso negativo, si dicha circunstancia tiene la virtualidad
de anular la elección acusada. (III) Si resultaba o no válido que el señor
Jorge Eliécer Soto Maldonado, contara con el voto de la empresa sin
ánimo de lucro que lo postuló, la Asociación Ecológica Los Oitíes de
Cúcuta, y además, con el de la Asociación de Personas con Diversidad
Funcional que el mismo demandado representa, y en caso de que dicha
situación constituya una irregularidad, si la misma tiene la virtualidad
de anular la elección acusada. (IV) Si las presuntas irregularidades en
que se incurrió en el acta del 15 de octubre de 2019 que da cuenta de
la elección controvertida, consistentes en que no aparece suscrita por
CORPONOR, ni registra un radicado ante dicha entidad o su Consejo
Directivo, en supuesto desconocimiento del Manual del Sistema de
Cadena de Custodia de la Fiscalía General de la Nación aportado con
la demanda (capítulos 5.2 y 5.3.) y las normas de gestión de calidad
y gestión documental ISO 9001, tienen la virtualidad de anular la
designación de los señores Jorge Eliécer Soto Maldonado y Yair
Eduardo Cuéllar Villamizar como representantes de las entidades sin
ánimo de lucro en el Consejo Directivo de la mencionada corporación
autónoma regional.

TESIS 1: Con la creación del Ministerio del Medio Ambiente y la


reordenación del sector público encargado de la gestión y conservación
del medio ambiente y los recursos naturales renovables ordenada por
la Ley 99 de 1993, se fijó la política ambiental colombiana y se determinó
la naturaleza jurídica y los órganos de dirección y administración de
las corporaciones autónomas regionales. El artículo 26 de esta norma
dispuso que el consejo directivo sería el órgano de administración de
la corporación y estaría conformado, entre otros miembros, por dos
(2) representantes de las entidades sin ánimo de lucro, con domicilio
en el área de jurisdicción de la Corporación y cuyo objeto principal es

194
la protección del medio ambiente y los recursos naturales renovables,
elegidos por ellas mismas en los términos del parágrafo primero
que dispuso: “Los representantes de los literales f y g, se elegirán de
acuerdo a la reglamentación que sobre el particular expida el Ministerio
del Medio Ambiente”. En virtud de este mandato, el Ministerio de Medio
Ambiente expidió la Resolución No. 606 de 2006, “Por medio del cual
se reglamenta el procedimiento de elección de los representantes
y suplentes de las entidades sin ánimo de lucro ante los consejos
directivos de las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo
Sostenible, y se adoptan otras disposiciones.” Esta normatividad
estableció que el director general de la corporación realizará una
invitación pública en la que se fijará el lugar, fecha y hora en la que se
recibirá la documentación requerida así como el lugar, fecha y hora
para la celebración de la reunión en la cual se hará la elección (art.
1). El artículo segundo de esta resolución prevé los documentos que
deben allegar las entidades sin ánimo de lucro que aspiren a participar
en la elección de sus representantes ante el consejo directivo, entre los
cuales se encuentran: certificado de existencia y representación legal,
expedido por la Cámara de Comercio donde conste su constitución por
lo menos con cuatro (4) años de anterioridad a la fecha de la elección,
la ejecución de mínimo tres proyectos y/o actividades en protección
del medio ambiente y los recursos naturales renovables en el área
de jurisdicción de la corporación y un informe con sus respectivos
soportes respecto de actividades que haya desarrollado en el área
de jurisdicción de la corporación. Si adicionalmente la entidad
sin ánimo de lucro está interesada en postular candidato, deberá
manifestarlo presentando según el parágrafo 1° del artículo 2° los
siguientes documentos, entre los que se destacan los señalados en los
numerales 1 y 3, comoquiera que sobre ellos versa buena parte de la
presente controversia.“1. Hoja de vida del candidato con sus soportes
de formación profesional y/o capacitación y experiencia en materia
de recursos naturales renovables y medio ambiente. 2. Diagnóstico,
análisis y propuesta de acciones ambientales para el respectivo período
trienal que tenga en cuenta la problemática regional y la Política
Ambiental Nacional. 3. Copia del documento de la Junta Directiva o
el órgano que haga sus veces, en el cual conste la designación del
miembro de la entidad sin ánimo de lucro postulado como candidato. 4.
Las entidades sin ánimo de lucro que aspiren a ser reelegidas, deberán
presentar un informe por escrito sobre la gestión realizada en el
período que culmina”. El artículo 3° prevé que la revisión y evaluación
de la documentación de las entidades sin ánimo de lucro estará a

195
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

cargo de un comité constituido para tal fin por el director general, que
elaborará un informe de resultados que será divulgado en un lugar
visible de la sede y subsedes de la respectiva corporación, en la página
web y en la reunión de las entidades sin ánimo de lucro el día señalado
para la elección. Asimismo, señala que la corporación invitará a la
sesión de revisión y evaluación de la documentación, a la Procuraduría
Judicial Agraria y Ambiental del área de su jurisdicción. El artículo 4
consagra los plazos en los que debe efectuarse la elección y cómo
procederse en el evento que con ocasión de la primera convocatoria
no se logre la designación. El mencionado precepto también establece
que la forma de elección será adoptada por las entidades sin ánimo
de lucro, salvo en el caso de las corporaciones a que se refieren los
artículos 34, 35, 38, 39 y 40 de la Ley 99 de 1993, esto es, para los
comicios en la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte
y el Oriente Amazónico, la Corporación para el Desarrollo Sostenible
del Sur de la Amazonía, la Corporación para el Desarrollo Sostenible
de la Macarena, la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo
Sostenible del Chocó y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del
Urabá, que se rigen por normas especiales. El artículo 5°regula algunos
aspectos que deben tenerse en cuenta durante la sesión de la elección,
tales como que el director general de la corporación la instalará; que
el comité evaluador presentará el informe de evaluación y revisión
de la documentación aportada por las entidades sin ánimo de lucro;
que sólo tendrán voz y voto los representantes legales de éstas que
hayan cumplido los requisitos consignados en la referida resolución,
cuya participación es indelegable; que éstos elegirán al presidente y
secretario de la reunión; que los candidatos intervendrán para exponer
brevemente su propuesta de las acciones ambientales que impulsarán
en caso de ser elegidos; que de lo ocurrido se levantará un acta en la
que consten los resultados de la designación, que será suscrita por
el presidente y el secretario; y que la corporación prestará el apoyo
logístico necesario para llevar a buen término la sesión.

TESIS 2: El primer problema jurídico planteado consiste en establecer


si los señores Jorge Eliécer Soto Maldonado y Yair Eduardo Cuéllar
Villamizar, acreditaron al momento del cierre de la etapa de entrega de
documentos dentro del trámite en el que fueron favorecidos, el
requisito previsto en el numeral 3° del parágrafo 1° del artículo 2° de
la Resolución 606 de 2006 del Ministerio de Ambiente, esto es, allegar
“copia del documento de la Junta Directiva o el órgano que haga sus
veces, en el cual conste la designación del miembro de la entidad sin

196
ánimo de lucro postulado como candidato”, y en caso negativo, si dicha
circunstancia tiene la virtualidad de anular la elección acusada. Lo
anterior, respecto del señor Jorge Eliécer Soto Maldonado, porque la
parte accionante reprocha que en incumplimiento de la anterior
exigencia, (I) no es miembro de la entidad sin ánimo de lucro que lo
postuló, a saber, la Asociación Ecológica Los Oitíes de Cúcuta y (ii)
porque la postulación no fue efectuada por la Junta Directiva de ésta
sino por la Asamblea General. En cuanto al demandado Yair Eduardo
Cuéllar Villamizar, sólo se aduce la segunda circunstancia antes
señalada. (…). En cuanto al demandado Soto Maldonado, (…) se observa
que la correspondiente postulación fue realizada mediante el acuerdo
N° 002 del 7 de septiembre de 2019, por la Asamblea General. El
anterior acto fue suscrito por el presidente y la secretaria de la
Asamblea General de la Asociación Ecológica Los Oitíes de Cúcuta. (…).
Asimismo, se evidencia de la documentación que aportó al proceso
electoral la Asociación de Personas con Diversidad Funcional, que
participó en el trámite electoral como puede apreciarse en el acta de
cierre de la etapa de entrega de documentos, en el informe de
verificación de cumplimiento de la información allegada por las
entidades sin ánimo de lucro del 7 de octubre de 2019 y del acta en el
que consta la elección controvertida, que su representante legal para
ese momento era el señor Jorge Eliécer Soto Maldonado, según el
certificado de existencia y representación allegado. (…). [L]a Sala
considera que la interpretación que más se compagina con el ejercicio
de los derechos antes señalados y que es consonante con el numeral
3° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución 606 de 2006 del
Ministerio de Ambiente y el literal g) del artículo 26 de la Ley 99 de
1993, es aquella según la cual, los aspirantes a representar a las
entidades sin ánimo de lucro que tienen por objeto la protección del
medio ambiente y los recursos naturales renovables, en el consejo
directivo de la corporación autónoma regional respectiva, pueden o no
pertenecer a la entidad que lo postula, pero en todo caso debe
constatarse que son integrantes de al menos una de las que tiene su
domicilio en el área de jurisdicción de la respectiva corporación.
Teniendo en cuenta este parámetro de interpretación, el hecho de que
el demandado al momento de realizar su postulación no haya sido
miembro de la entidad sin ánimo de lucro que lo nominó, no es
impedimento para aspirar al cargo en el que finalmente fue elegido,
más aún, cuando está probado que durante el trámite electoral
pertenecía en su condición de represente legal a la Asociación de
Personas con Diversidad Funcional, que participó en el procedimiento

197
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de designación, a una entidad sin ánimo de lucro con domicilio en la


jurisdicción de CORPONOR. Lo anterior da cuenta en criterio de la Sala,
que el demandado pertenecía a una entidad sin ánimo de lucro con
domicilio en la jurisdicción de CORPONOR (la Asociación de Personas
con Diversidad Funcional), y que su postulación fue hecha por otra
asociación (Ecológica Los Oitíes de Cúcuta), que también participó en el
proceso eleccionario y fue tenida como habilitada para tal fin, en el
marco de la Ley 99 de 1993 y la Resolución 606 de 2006 del Ministerio
de Ambiente, por lo que no se advierte violación del numeral 3° del
parágrafo 1° del artículo 2°de esta última. En cuanto a la norma antes
señalada, la parte accionante reprocha que la mencionada postulación
no la haya efectuado la Junta Directiva, sino la Asamblea General como
ocurrió, circunstancia que estima constituye una irregularidad en
aquélla que afecta la legalidad de la elección. Sobre el particular se
recuerda, que el precepto en comento establece que la postulación
debe realizarse por “la Junta Directiva o el órgano que haga sus veces”,
última expresión que responde a la amplia facultad que reconoce el
ordenamiento jurídico para definir la composición y funcionamiento
las entidades sin ánimo de lucro. (…). Hecha la anterior precisión y
luego de revisar los estatutos de la Asociación Ecológica Los Oitíes de
Cúcuta, (…) se tiene que sólo establecieron un órgano de dirección, la
“Asamblea de Asociados”, pues los restantes son de administración (el
comité ejecutivo cuyo presidente es el representante legal), control (un
fiscal) y disciplina (un tribunal de asociación), de manera tal que resulta
razonable predicar que dicha Asamblea es la competente para postular
a los candidatos al Consejo Directivo de COPORNOR en el marco del
artículo 26 de la Ley 99 de 1993 y la Resolución 606 de 2006 del
Ministerio de Ambiente. (…). Por lo tanto, teniendo en cuenta la
estructura organizativa de la asociación que postuló al señor Soto
Maldonado y el hecho que su candidatura fue promovida por el único y
máximo órgano directivo de la entidad sin ánimo de lucro, se estima
que la misma se ajusta a lo previsto en el numeral 3° del parágrafo 1°
del artículo 2°, cuando hace referencia a la postulación de “la Junta
Directiva o el órgano que haga sus veces”. (…). Por las razones
expuestas, la postulación del demandado se ajusta a lo exigido por el
numeral 3° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución 606 de
2006 del Ministerio de Ambiente. La parte accionante de manera
similar como ocurrió respecto del señor Soto Maldonado, reprochó
que la postulación de señor Yair Eduardo Cuéllar Villamizar por la
Asociación Ambientalista Fuerza Verde no fue realizada por la Junta
Directiva, sino por la Asamblea General. (…). Bajo ese entendido, se

198
comparte la perspectiva desarrollada por la parte demandada y el
Ministerio Público, según la cual la postulación efectuada si bien es
cierto no la efectuó la Junta Directiva, sí la realizó la Asamblea General
de la entidad sin ánimo de lucro, con lo cual puede considerarse que es
producto de un consenso, al interior de un órgano directivo, en este
caso el de mayor jerarquía, y por ende, que se cumple el propósito que
persigue la norma que se invoca, de allí que no se avizore su
desconocimiento, o un vicio de tal entidad que ponga entredicho la
elección, en especial cuando en materia electoral sólo las
irregularidades de significativa incidencia son las que pueden afectar
la validez y efectos de las decisiones del electorado. (…). Así las cosas,
como la postulación del señor Yair Eduardo Cuéllar Villamizar, fue
efectuada por la Asamblea General de la entidad sin ánimo de lucro
que respaldó su candidatura, significa que tal determinación fue
producto del consenso en el máximo nivel directivo de la misma. Por
ende, no hay lugar a predicar el desconocimiento del fin perseguido
por el numeral 3° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución 606
de 2006 del Ministerio de Ambiente, respecto del cual también salta a
la vista, el demandado es integrante de la Asociación Ambientalista
Fuerza Verde, dada su condición de representante legal, esto es, uno
de los principales responsables de una de las entidades sin ánimo de
lucro con domicilio en la jurisdicción de CORPONOR y que tiene por
objeto la protección del medio ambiente y los recursos naturales, por
lo que prima facie tiene conocimiento de los asuntos llamados analizar
en el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional, que
precisamente, es uno de los objetivos que persigue la disposición antes
citada. Por las razones expuestas, la Sala considera que los señores
Jorge Eliécer Soto Maldonado y Yair Eduardo Cuéllar Villamizar,
acreditaron al momento del cierre de la etapa de entrega de documentos
dentro del trámite en el que fueron favorecidos, el requisito previsto en
el numeral 3° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución 606 de
2006 del Ministerio de Ambiente.

TESIS 3: El segundo problema jurídico consiste establecer si el señor


Jorge Eliécer Soto Maldonado, cumplió o no con el requisito de que
trata el numeral 1° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución
606 de 2006 del Ministerio de Ambiente, consistente en aportar “hoja
de vida del candidato con sus soportes de formación profesional
y/o capacitación y experiencia en materia de recursos naturales
renovables y medio ambiente”. (…). Al revisar la Resolución 606 de 2006
del Ministerio de Ambiente, que contiene la exigencia de aportar la

199
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

hoja de vida de los candidatos con sus soportes, se observa que éstos
deben versar sobre (i) la formación profesional y/o capacitación y la
(ii) experiencia en materia de recursos naturales renovables y medio
ambiente, con el propósito que los electores conozcan la formación
académica y trayectoria laboral de los aspirantes con el mencionado
perfil, en tanto constituyen aspectos relevantes a tener en cuenta para
efectuar las designaciones. Si el propósito de la hoja de vida es el antes
señalado, como en efecto lo considera la Sala, el mismo puede tenerse
por cumplido a través de los documentos que la Asociación Los Oítes
de Cúcuta allegó oportunamente, pues los mismos contienen el detalle
de la formación académica y la experiencia profesional del candidato
en materia de recursos naturales renovables y medio ambiente, de
manera tal que a través ellos los electores pudieron tener acceso a
la información, de allí que tampoco haya lugar a considerar que la
designación enjuiciada es contraria al numeral 1° del parágrafo 1° del
artículo 2° de la Resolución 606 de 2006 del Ministerio de Ambiente,
pues se insiste, con la postulación se cumplió el objetivo del precepto
citado, que no se ve defraudado porque en un primer momento no se
haya aportado un documento que manera organizada presentara el
recorrido laboral y académico del demandado. En todo caso, (…) la hoja
vida, (…) fue incorporada al proceso en cumplimiento del artículo 9° del
Decreto 019 de 2012, según el cual, “cuando se esté adelantando un
trámite ante la administración, se prohíbe exigir actos administrativos,
constancias, certificaciones o documentos que ya reposen en la entidad
ante la cual se está tramitando la respectiva actuación”. (…). Por lo tanto,
se estima que la entidad al aplicar el Decreto 019 de 2012 e incorporar
un documento que se encontraba en sus archivos para facilitar el
trámite que se estaba adelantando, simplemente dio cumplimiento a
un mandato superior y procuró atender las obligaciones que le asisten
frente al trámite de designación de los representantes de las entidades
sin ánimo de lucro en el Consejo Directivo.

TESIS 4: El tercer problema jurídico planteado hace referencia


al cargo consistente en que el señor Jorge Eliécer Soto Maldonado,
supuestamente obtuvo el voto de la entidad sin ánimo de lucro que
lo postuló, la Asociación Ecológica Los Oitíes de Cúcuta, y el de la
Asociación de Personas con Diversidad Funcional que el demandado
representa, asegurando de manera irregular una doble votación. (…).
[A]ún en el evento de aceptar que las 2 últimas entidades sin ánimo
de lucro respaldaron al señor Jorge Eliécer Soto Maldonado, debido
a la relación que tenía con las mismas, esto es, candidato postulado y

200
representante legal respectivamente, la parte accionante no invoca ni
la Sala evidencia, alguna norma que impida a las referidas asociaciones
por las mencionadas circunstancias, votar por el demandado, por lo que
no hay razón para considerar que tales sufragios son inválidos y mucho
menos para anular la elección. Dicho de otro modo, ante la inexistencia
de norma que prohíba a la entidad que postula a un candidato a votar
por el mismo o por su representante legal, las asociaciones Ecológica
Los Oitíes de Cúcuta y de Personas con Diversidad Funcional, en el
ejercicio de la autonomía que les asiste, podían a través del sufragio
respaldar la candidatura del Jorge Eliécer Soto Maldonado, motivo por
el cual, en el evento que así hubiere ocurrido, no se incurrió en una
irregularidad.

TESIS 5: Finalmente, se tiene que la parte accionante inicialmente


consideró como vicio de las designaciones cuestionadas, que el acta
que da cuenta de las mismas (I) no aparece suscrita por CORPONOR y
(II) no registra un radicado ante dicha entidad o su Consejo Directivo,
en supuesto desconocimiento del Manual del Sistema de Cadena de
Custodia de la Fiscalía General de la Nación aportado con la demanda
(…) y las normas de gestión de calidad y gestión documental ISO 9001.
Sobre tales asuntos se evidencia, que el Manual del Sistema de Cadena
de Custodia de la Fiscalía General de la Nación, que fue aportado para
sustentar el motivo de inconformidad, está dirigido “a los funcionarios
públicos y particulares que con ocasión al desarrollo de sus funciones
entren en contacto con los EMP (elementos materiales probatorios) y
EF (evidencia física)”, haciendo mención especial a las funciones que
pueden desarrollar instituciones como la Fiscalía, la Procuraduría
General de la Nación, la Contraloría General de la República, la
Policía Nacional y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias
Forenses, sin que en modo alguno haga referencia a las corporaciones
autónomas regionales o a las entidades sin ánimo de lucro que eligen
a sus representantes en los consejos directivos, respecto de las cuales
la normatividad pertinente no prevé como obligación para el trámite
eleccionario en cuestión, tener en cuenta como parámetro de validez
dicho manual o las normas de gestión de calidad y gestión documental
ISO 9001. (…). Asimismo, no puede perderse de vista que la elección
cuestionada le corresponde a las entidades sin ánimo de lucro, que (…)
son las que por regla general establecen la forma en que se llevará
a cabo la elección (salvo en el caso de algunas corporaciones) (art.
4) y las que nombran al presidente y secretario de la reunión en la
que se llevará a cabo la designación, quienes suscribirán el acta

201
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

correspondiente (art. 5). Por lo tanto, en dicha sesión la corporación


autónoma regional ni sus funcionarios son los que adoptan las
decisiones ni conducen el procedimiento, de manera tal que tampoco
están en la obligación de suscribir el acta que se elabore, pues como
lo señala la resolución en comento, el director general sólo interviene
para instalar la sesión, el comité conformado por éste presenta el
informe de evaluación de las postulaciones y la autoridad ambiental
presta un apoyo logístico para el debido desarrollo de aquélla (art. 5).
Esto para indicar, que las normas especiales aplicables al proceso de
elección de los representantes de las entidades sin ánimo de lucro
en los consejos directivos de las corporaciones autónomas regionales,
no exigen que el acta esté registrada por éstas o que cuenten con un
radicado ante las mismas, en especial, sus consejos directivos.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: [Se acompañó] la decisión que negó las pretensiones de


la demanda contra el acto de elección de los dos representantes
de las entidades sin ánimo de lucro ante el consejo directivo de
la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, sin
embargo me permito aclarar el voto frente a la consideración hecha
sobre improcedencia de la acumulación de causales objetivas y
subjetivas en los procesos electorales. (…). [Se considera] que la
improcedencia de acumulación de causales objetivas y subjetivas en
los procesos electorales, a cargo de esta jurisdicción, no es aplicable
solo a las demandas relacionadas con elecciones por voto popular sino
a cualquier clase de elecciones. (…). La norma [artículo 281 del CPACA]
no incluyó distinción frente a la improcedencia de la acumulación de
las causales objetivas y subjetivas, por lo cual no puede restringirse
su alcance únicamente a las demandas contra elecciones por voto
popular, por cuanto implicaría omitir la exclusión que necesariamente
debe hacerse respecto de parte de esos cargos de la demanda en
virtud de dicho mandato legal. En las elecciones distintas a las de
voto popular, como por ejemplo las que hace un cuerpo colegiado,
podrían presentarse demandas basadas en externos jurídicos como
la ausencia de requisitos para el cargo (causal subjetiva) y las posibles
irregularidades en el procedimiento de elección (causal objetiva), cuya
admisión en tales condiciones lleva al desconocimiento de la regla
prevista en el artículo 281 del CPACA. No obstante, es preciso señalar

202
que el hecho de presentarse la acumulación de causales no implica
la nulidad de la actuación procesal, pues simplemente se trata de
una irregularidad que no genera violación del debido proceso, ni del
derecho de defensa.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: De entrada, [se manifiesta] que [se acompaña] la decisión de


negar las pretensiones de la demanda pero considero necesario señalar
que todas las situaciones supuestamente irregulares planteadas no
solo no se constituyen en infracciones a las normas, ni afectaron el
proceso de elección, sino que corresponden a diferentes circunstancias
que se quieren presentar como anómalas y violaciones a las normas
pero no lo son y debió ser así planteado en el fallo frente a cada una
de las irregularidades y problemas jurídicos: (I) Si las postulaciones
de los señores Jorge Eliécer Soto Maldonado y Yair Eduardo Cuellar
Villamizar como representantes de las entidades sin ánimo de lucro
en el Consejo Directivo de CORPONOR, acreditaron al momento del
cierre de la etapa de entrega de documentos, el requisito previsto en
el numeral 3° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución 606
de 2006 del Ministerio de Ambiente, consistente en allegar “copia del
documento de la Junta Directiva o el órgano que haga sus veces, en el
cual conste la designación del miembro de la entidad sin ánimo de lucro
postulado como candidato”, y en caso negativo, si dicha circunstancia
tiene la virtualidad de anular la elección acusada. (…). Frente a este
cargo sin mayores elucubraciones, [conforme a lo probado] (…) los
demandados Jorge Eliécer Soto Maldonado y Yair Eduardo Cuellar
Villamizar, acreditaron al momento del cierre de la etapa de entrega
de documentos dentro del trámite en el que fueron favorecidos, el
requisito previsto en el numeral 3° del parágrafo 1° del artículo 2°
de la Resolución 606 de 2006 del Ministerio de Ambiente y no existió
ninguna vulneración a las normas por las situaciones alegadas. (II)
Si puede entenderse que la postulación del señor Jorge Eliécer Soto
Maldonado como representante de las entidades sin ánimo de lucro
en el Consejo Directivo de CORPONOR, cumplió o no con el requisito de
que trata el numeral 1° del parágrafo 1° del artículo 2° de la Resolución
606 de 2006 del Ministerio de Ambiente, consistente en aportar “hoja
de vida del candidato con sus soportes de formación profesional y/o
capacitación y experiencia en materia de recursos naturales renovables

203
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

y medio ambiente”. (…). No es posible que por el hecho de haberse


incorporado la hoja de vida del demandado, al amparo del artículo
del 9° del Decreto 019 de 2012, se haya incurrido en irregularidad
alguna. (III) Si resultaba o no válido que el señor Jorge Eliécer Soto
Maldonado, contara con el voto de la empresa sin ánimo de lucro que
lo postuló, la Asociación Ecológica Los Oitíes de Cúcuta, y además, con
el de la Asociación de Personas con Diversidad Funcional que el mismo
demandado representa, y en caso de que dicha situación constituya
una irregularidad, si la misma tiene la virtualidad de anular la elección
acusada. Que las asociaciones Ecológica Los Oitíes de Cúcuta y de
Personas con Diversidad Funcional, en el ejercicio de su autonomía,
votaran por la candidatura del Jorge Eliécer Soto Maldonado, no se
constituye en irregularidad alguna, puesto que no existe norma o
disposición que lo prohíba. (IV) Si las presuntas irregularidades en que
se incurrió en el acta del 15 de octubre de 2019 (…) tienen la virtualidad
de anular la designación de los señores Jorge Eliécer Soto Maldonado
y Yair Eduardo Cuellar Villamizar como representantes de las entidades
sin ánimo de lucro en el Consejo Directivo de la mencionada corporación
autónoma regional. (…). Las normas aplicables al proceso de elección de
los representantes de las entidades sin ánimo de lucro en los consejos
directivos de las corporaciones autónomas regionales, no exigen que
el acta esté registrada por éstas o que cuenten con un radicado ante
las mismas, en especial, sus consejos directivos. También, como se
señala en el fallo, en el Manual del Sistema de Cadena de Custodia
de la Fiscalía General de la Nación está dirigido “a los funcionarios
públicos y particulares que con ocasión al desarrollo de sus funciones
entren en contacto con los EMP (elementos materiales probatorios)
y EF (evidencia física)”, específicamente a la Fiscalía, la Procuraduría
General de la Nación, la Contraloría General de la República, la Policía
Nacional y el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses,
y (…) no existe normatividad que prevea como obligación para el trámite
eleccionario aquí cuestionado, tener en cuenta como parámetro de
validez dicho manual o las normas de gestión de calidad y gestión
documental ISO 9001, que además fueron mencionadas genéricamente
como desatendidas.

NORMATIVA APLICADA
LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 26 / RESOLUCIÓN No. 606 DE 2006 DEL MINISTERIO
DE MEDIO AMBIENTE / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 281 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 287 / DECRETO 019 DE 2012 – ARTÍCULO 9

204
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO QUE DECLARÓ DERECHO
PERSONAL A OCUPAR CURUL EN EL CONCEJO MUNICIPAL,
DECRETO DE PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA, DERECHO A LA
OPOSICIÓN POLÍTICA

EXTRACTO NO. 2

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01066-02
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Yeiny Grajales Carmona
DEMANDADO: Roberto Ortiz Urueña – Concejal del municipio de
Santiago de Cali, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: El problema jurídico consiste en determinar,


de conformidad con el recurso de apelación interpuesto, si existe
mérito suficiente para mantener incólume la decisión del Tribunal
Administrativo del Valle del Cauca, mediante la cual denegó las
pretensiones de la demanda contra el acto que declaró el derecho
personal del señor Roberto Ortiz Urueña a ocupar una curul en el
Concejo de Santiago de Cali, para el período 2020-2023, al no encontrar
probado el desconocimiento de los artículos 112 Superior y 25 de
la Ley 1909 de 2018, en lo que hace al otorgamiento del escaño al
demandado por pertenecer al grupo significativo de ciudadanos firmes
con el Chontico.

TESIS 1: La parte actora, en su escrito de apelación, solicitó se tuvieran


en cuenta los oficios del 17 de septiembre de 2020, expedidos por el CNE
y el del 4 de septiembre del mismo año del concejo municipal de Cali.
(…). [D]e acuerdo con el artículo 212 de la Ley 1437 de 2011, aplicable
al proceso de nulidad electoral por remisión expresa del artículo 296
ibídem, las oportunidades para aportar o solicitar pruebas, son la
demanda y su contestación; la reforma de la misma y su respuesta;
la demanda de reconvención y su contestación; las excepciones y la
oposición a las mismas; y los incidentes y su respuesta, en este último
evento, limitado a las circunscritas planteadas en la cuestión; es decir,
de acuerdo con esta norma, la postulación de pruebas en los procesos

205
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de doble instancia que se haga en cualquier otra oportunidad resulta


ser extemporánea. Excepcionalmente, cuando se trate de la apelación
de sentencia, en el término de ejecutoria del auto que admite el
recurso, las partes podrán pedir pruebas, con fundamento en los casos
enumerados en el inciso 4 del artículo 212 de la Ley 1437 de 2011 y que
habilitan al operador judicial a decretarlas cuando se refieran a: i) una
petición conjunta de los sujetos procesales, ii) prueba decretada que
no se practicó, iii) hechos nuevos, iv) caso fortuito y fuerza mayor, que
impidió la petición oportuna y, v) para desvirtuar los numerales iii y iv.
(…). La petición del accionante, fue hecha en el escrito de apelación de
la sentencia de primera instancia, siendo reiterada en los argumentos
de oposición de la legalidad del acto demandado ante el ad-quem.
Razón suficiente para tenerla como oportuna. De otra parte, sustentó
su petición en que la prueba es sobreviniente, esto es, un hecho nuevo,
toda vez que la documental requerida data del 4 y 17 de septiembre
de 2020, por lo que cumple con el fundamento legal para su estudio.
En este caso, se analizará la petición probatoria advirtiendo desde ya
su inconducencia. La parte actora pretende demostrar con los oficios
relatados, que el demandado por pertenecer a un grupo significativo
de ciudadanos, no puede acceder a los derechos que otorga declararse
como opción de oposición por carecer de personería jurídica. Es del
caso señalar, que uno de los requisitos para el decreto de una prueba
es que sea conducente, esto es, que tenga aptitud legal o jurídica
para demostrar o desvirtuar el hecho que se pretende demostrar. En
el presente caso, la negativa de otorgar los derechos de oposición a
una agrupación política carente de personería jurídica, no deviene de
ninguna decisión del CNE o autoridad electoral, ésta radica en la propia
Constitución Política que establece quienes son los acreedores de los
beneficios que esta opción concede, normativa que excluyó a los grupos
significativos de ciudadanos por carecer del mencionado atributo.
Esta limitación, fue reproducida en la Ley 1909 de 2018. Por manera
que, al no tener los documentos que aduce la parte actora la aptitud
legal para demostrar que los grupos significativo de ciudadanos no
pueden constituirse conforme el artículo 7 de la Ley 1909 de 2018 en
organizaciones de oposición, resultan inconducentes para demostrar
el hecho que pretende demostrar.

TESIS 2: Consultado el artículo 112 que regula la materia objeto de


discusión, se tiene que su inciso cuarto, establece que el candidato
que le siga en votos a quien la autoridad electoral declare elegido en
el cargo de presidente y vicepresidente de la república, gobernador

206
de departamento, alcalde distrital y alcalde municipal tendrá el
derecho personal a ocupar una curul en el senado, cámara de
representantes, asamblea departamental, concejo distrital y concejo
municipal, respectivamente, durante el período de la correspondiente
corporación. (…). La finalidad de la norma superior en su modificación,
fue privilegiar el voto otorgándole mayores niveles de efectividad,
es decir, concedió a quien resulta segundo en una contienda
electoral a Presidente, Vicepresidente de la República, Gobernador
de departamento, Alcalde distrital y Alcalde municipal, la opción de
aceptar una curul en la duma correspondiente acatando el respaldo
popular obtenido en las urnas. Este derecho personal, reconoce el
valor del voto ciudadano por determinado programa de gobierno,
que si bien no obtuvo la mayoría necesaria para ser el que rige los 4
años del período institucional del cargo correspondiente, si puede ser
determinante para su mejoramiento, ya que recoge las voces de otras
opciones altamente representativas en el respectivo territorio. (…). Este
apoyo ciudadano también se puede erigir como una voz de oposición,
si es del caso con la bancada correspondiente, al considerar que el
primer mandatario en la implementación de sus políticas no consulta,
por ejemplo, los problemas de la comunidad o en su contenido existen
errores o deficiencias que lo hacen inviable. (…). [S]e denomina derecho
personal en tanto que para acceder a la mencionada prerrogativa, el
candidato solo debe acreditar ser el que le siga en votos al electo y,
conforme el inicio 6 del artículo 112 Constitucional, aceptar de manera
expresa la curul así reconocida. Es decir, es una decisión propia y no
depende de la bancada, partido o de la colectividad a la que pertenece.
Este ejercicio, se materializa con el acto que declara la elección del
cargo uninominal, pues es allí donde se cristaliza la voluntad popular
a través del escrutinio público, en el que se establece el orden de
votación obtenido por cada opción política. Previo a la declaratoria de
la elección de las corporaciones públicas, el ciudadano que no resultó
electo por ser la segunda alternativa más votada debe manifestar a
la comisión escrutadora competente, su intención de ser miembro
del ente territorial, para que quien tiene la función de contabilizar los
sufragios proceda a descontar una curul, que es la que se refiere al
derecho propio y, posterior a ello, proceder conforme el mandato 263
superior respecto de los demás escaños.

TESIS 3: [E]l ejercicio de este derecho fundamental [el derecho a


participar en la conformación del poder político] ha sido reglamentado
a través de disposiciones que buscan crear condiciones de equilibrio

207
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

para que quienes por sus circunstancias se encuentren en situación


de desigualdad u oposición, puedan participar en el debate político en
paridad de condiciones y con las debidas garantías que los demás. (…).
[A]l ser considerado como derecho fundamental la misma Carta les
reconoce ciertas prerrogativas a favor de las agrupaciones políticas
con personería jurídica, que se declaran en oposición a efecto que
su voluntad no sea mermada por las posiciones mayoritarias o de
gobierno. En virtud de ello, se ocupó de manera directa de otorgar
garantías para su ejercicio y expresión libre de la función crítica, como
las de plantear, desarrollar y dar a conocer su opinión disidente, se
les debe garantizar el acceso a la información y a la documentación
oficial, con las restricciones constitucionales y legales; el uso de los
medios de comunicación social del Estado o en aquellos que hagan
uso del espectro electromagnético de acuerdo con la representación
obtenida en las elecciones para Congreso inmediatamente anteriores;
la réplica en los mismos medios de comunicación, entre otros.

TESIS 4: Manifiesta la accionante, que con la expedición del acto


que declaró el derecho personal a ocupar una curul en el Concejo
de Santiago de Cali, del señor Roberto Ortiz Urueña para el período
2020-2023, se desconocieron los artículos 112 Superior y 25 de la Ley
1909 de 2018 toda vez que, al pertenecer el demandado a un grupo
significativo de ciudadanos carente de personería jurídica, no tenía
derecho a ocupar un espacio en la duma municipal por cuanto dicha
prerrogativa se le otorga a quienes ostentan el mencionado atributo
por ser colectividades en oposición. (…). Frente a ello, se debe señalar
que en la sentencia de primera instancia, (…) la ratio decidendi se
fundamentó en que no se advirtió que fuera requisito para acceder a la
correspondiente duma en virtud del derecho personal consagrado en
el artículo 112 Superior, ostentar la colectividad política que inscribió
al demandado, el atributo de la personalidad jurídica. (…). Del fallo, se
extrae que el juez de primera instancia lo que concluyó es que declararse
o no en oposición es un asunto que trasciende el estudio de legalidad
planteado, dado que esto es una circunstancia que es ajena al ejercicio
del derecho personal, en tanto es posterior a que se materialice esta
circunstancia en el acto electoral demandado, pero no circunscribió
su decisión a que la demanda no encuadró en debida forma la causal
con la que pretendía la nulidad del acto definitivo. Concuerda esta Sala
Electoral con lo señalado en primera instancia, en tanto acceder o no a
constituirse en una colectividad de oposición, conforme el artículo 6 de
la Ley 1909 de 2018, es un asunto que corresponde a las colectividades,

208
manifestación que debe hacerse al mes siguiente al inicio del gobierno,
circunstancia que al no anteceder a la elección no puede ser analizada
como causal de nulidad, toda vez que no es el fundamento de la propia
elección, designación, llamamiento, ejercicio del derecho personal o
cualquier otro acto susceptible de ser controlado a través de la nulidad
electoral. Se debe recordar, que el medio especial de nulidad electoral,
controla los actos señalados en el artículo 139 del CPACA, cuando éstos
se encuentran inmersos en alguna o algunas de las causales previstas
en los artículos 137 y 275 de la mencionada codificación, las cuales se
refieren a circunstancias anteriores o concomitantes (275.4 ejusdem) a
la elección, pero no posteriores a ella, por lo que no es posible centrar el
debate procesal en cuestiones que trascienden la órbita de control del
operador judicial. (…). En lo que hace al presente argumento de alzada
[que el acto demandado contraría el pronunciamiento de CNE], la Sala
advierte que el mismo será desestimado, dado que su fundamento
es la prueba que solicitó fuera decretada en segunda instancia y le
fuera negada en el acápite 2.2.1 de este proveído, esto es, el oficio
CNE-AIV-2097-2020 del 17 de septiembre de 2020. No obstante lo
anterior, se debe recordar que los jueces se encuentran sometidos en
sus decisiones al imperio de la ley, en virtud de lo consagrado en el
artículo 230 de la Constitución, por lo que las decisiones del CNE si
bien pueden servir como criterios auxiliares de interpretación, no son
pronunciamientos vinculantes para los operadores judiciales.

TESIS 5: Esta inconformidad radicó en que, para el actor, el a-quo


interpretó las normas en que se sustenta el derecho personal de
forma exegética y no sistemática, toda vez que no tuvo en cuenta que
el artículo 112 Constitucional hace parte del capítulo de oposición que
reconoce a las agrupaciones políticas con personería como únicas
acreedoras del derecho personal. (…). Del tenor literal de la norma
constitucional, se puede observar que en su texto no solo reguló lo
concerniente a la oposición política, también materializó los derechos
que tienen los partidos minoritarios a participar en las mesas directivas.
Es decir, en este caso, la norma superior estableció prerrogativas para
las minorías políticas y para la oposición siendo estos dos términos
disímiles en cuanto a la esfera de protección. (…). Es decir, no todos
los contenidos normativos del precepto constitucional se relacionan
directamente con el derecho de participación de quienes se declaren
en oposición, por ende, no es dable predicar que para el ejercicio de
uno se requiera pertenecer al partido opositor. Partiendo del anterior
supuesto, en lo que hace al inciso 4º que contempla el derecho personal

209
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de quienes les sigan en voto -en este caso- al alcalde municipal, a


ocupar una curul en el respectivo concejo durante el período de la
correspondiente corporación; no se observa condicionamiento alguno
que conlleve a determinar que quien así resulte favorecido deba
ejercer como opositor del gobierno territorial y, por ende, ostentar
la personería jurídica requerida para ello. No se encuentra, que para
el ejercicio del derecho personal antes relatado, se deba estar en
oposición a quien resultó electo, ello por cuanto, como se señaló en
precedencia, el artículo 112 ídem reguló dos materias diferentes, esto
es, la oposición y las minorías; y, con la expedición del AL 02 de 2015
que lo adicionó, se reguló el derecho personal que les asiste a quienes
tuvieron un importante apoyo ciudadano que los llevó a obtener el
segundo lugar en las contiendas electorales y que merece, a juicio del
legislador, ser reconocido a través de la entrega de una curul en la
respectiva corporación. (…). [Q]uien resulte favorecido con una curul
como consecuencia del supuesto consagrado en el inciso 4 del artículo
112 Superior y 25 de la Ley 1909 de 2018, depende de la decisión de su
colectividad política de si se declara en la correspondiente duma como
miembro de la oposición, así como también le resulta válido mantenerse
independiente o ser adepto al gobierno, posiciones últimas de las que
no se predica la exigencia de contar con personería jurídica y de las
que cuentan protección en el marco de la presente ley estatutaria,
concretamente en su artículo 1º. (…). Por lo anterior, se puede concluir
que quien accede a un concejo municipal como consecuencia del
derecho personal consagrado en el artículo 1º del A.L 02 de 2015, lo
hace en ejercicio de la facultad otorgada en la Constitución y la ley sin
más condicionamientos que los allí establecidos. Diferente es, la forma
en que éste va a ejercer su función al interior de la duma, ya sea, en
oposición, independiente o adepto al gobierno, cuestiones que resultan
ajenas al presente estudio de legalidad. Estas razones, llevan a la Sala
a negar la prosperidad del argumento de impugnación.

TESIS 6: Este argumento, se sustenta en la presunta tensión que


existe entre el artículo 40 Superior que invoca el demandante, frente
al derecho que consagra en favor del demandado el artículo 112 ídem.
Tradicionalmente, se ha aplicado la ponderación como método para
solucionar colisiones entre derechos y principios fundamentales. Sea
lo primero señalar, que en este caso concreto, no se advierte tensión
alguna entre derechos, toda vez que, el artículo 40 Constitucional
señala el derecho de todo ciudadano a elegir y ser elegido, mientras
que su artículo 112 consagra una de las formas para acceder a una

210
corporación de elección popular. (…). En razón de ello, no puede
entenderse en este caso, la existencia de tensión alguna, dado que la
Constitución Política, en su carácter normativo, se encargó de regular
algunos de los contenidos que materializan el derecho de elegir y ser
elegido, condición que en este caso no genera tensión sino claridad en
cómo se puede acceder a los cargos de elección popular, al establecer
reglas generales para todos. (…). Expuso que, en el fallo señalado,
[M.P. William Hernández Gómez, Proceso No. 11001-03-15-000-
2019-03079-01] se amparó el derecho fundamental autónomo de la
oposición, por lo que, con éste, se entendió que la curul a que hace
referencia el artículo 112 Constitucional es únicamente para esa opción.
Previo al estudio de este cargo, se debe señalar que las decisiones de
tutela, solo tiene efectos para el caso concreto en el que se deciden,
por lo que no resultan predicables al asunto que se analiza al interior
de esta Sala, no solo por la limitación mencionada sino porque que su
contenido difiere del problema jurídico planteado. (…). La cuestión que
resulta relevante del fallo de tutela con el presente medio de control,
es que el juez constitucional protegió los derechos de la accionante por
ser “de oposición”, sin importar su condición de pertenecer a un grupo
significativo de ciudadanos, que por su naturaleza no tiene personería
jurídica, garantizándole el acceso a la Cámara de Representantes
en virtud del artículo 112 ídem y la sentencia C-018 de 2018 de la
Corte Constitucional, sin limitar su derecho o condicionarlo a que su
colectividad ostentara el mencionado atributo. Es por ello que, este
argumento de impugnación tampoco tiene vocación de prosperidad.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: El soporte constitucional de las curules que se otorgan en


Senado, Cámara de Representantes, asamblea departamental,
concejo distrital y concejo municipal para los candidatos que ocupen
el segundo lugar en las elecciones presidenciales y de mandatarios
territoriales está dado por el artículo 112 de la Constitución Política,
modificado por el Acto Legislativo 02 de 2015 (Equilibrio de Poderes).
(…). No cabe duda de que la adición que se realizó al artículo 112 de la
Constitución Política fue más allá de la mera asignación de una curul.
Ciertamente, se trató de un intento entusiasta por otorgarle contenido
material al ejercicio de la oposición en Colombia, en el marco del
sistema de pesos y contrapesos, bajo la premisa de que quien ocupa

211
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la segunda posición en la carrera por la presidencia y vicepresidencia


de la República, una gobernación departamental o una alcaldía
distrital o municipal asume un liderazgo natural de control en los
distintos niveles del gobierno. (…). [L]a Sala ha entendido que, además
de ser una prerrogativa para la oposición, el derecho personal se
constituye en una forma de dotar de eficacia el voto de quienes
optaron por una opción política o programa que, pese a su
representatividad, no logró salir vencedor en las urnas. (…). A partir de
la literalidad de dicha disposición y de la jurisprudencia (…), surgen
una serie de ingredientes que definen su contenido, a saber: (i) una
condición subjetiva, haber sido candidato a alguno de los cargos
uninominales enlistados en dicho artículo; (ii) una causa, obtener el
segundo lugar como candidato en esos comicios; (iii) una consecuencia,
el surgimiento de un derecho personal en la respectiva curul durante
el período de la correspondiente corporación; (iv) una relación con el
número de escaños ordinarios esa corporación, dependiendo de si se
trata del Congreso de la República o de las demás corporaciones
públicas; y (v) las implicaciones frente al supuesto de no ejercicio del
derecho personal. (…). Sí merecen especial consideración las
siguientes cosas: que se trate de un “derecho personal”, que estas
curules en el Congreso de la República sean “adicionales”, mientras
que las de asamblea departamental y concejo municipal no, y que se
consagre la posibilidad de “no aceptación de la curul”. (…). Con estas
claridades y con miras a contextualizar con mayor exactitud el
derecho personal de que trata el artículo 112 de la Carta Política,
conviene señalar que los artículos 24 y 25 de la Ley Estatutaria 1909
de 2018 (Por medio de la cual se adoptan el Estatuto de la Oposición
Política y algunos derechos a las organizaciones políticas
independientes) desarrollan la norma constitucional respecto de los
congresistas y miembros de corporaciones públicas territoriales. (…).
[D]el marco jurídico-político en el que se inscriben ambas previsiones
normativas (constitucional y legal) y de sus antecedentes emerge con
meridiana claridad que tienen por objeto estimular y dotar de
garantías y derechos verdaderos a las fuerzas políticas que, en
principio –pues el ejercicio del derecho personal depende de la
postura asumida por la respectiva bancada a la que se adhiere quien
acepta tal curul–, realizan oposición o control político –que no son
sinónimos–, según sea el caso, al Gobierno, tanto a nivel nacional
como territorial para coadyuvar el control político que emerge del
sistema de pesos y contrapesos. (…). [L]a Ley 1909 de 2018 ratifica los
postulados constitucionales definidos para la curul que deriva del

212
estudiado derecho personal concedido al individuo que lograr
acaparar la segunda votación más alta al respectivo cargo uninominal,
sometiendo su ejercicio, en todos los casos, al régimen de bancadas;
concretando, para el caso de los Congresistas, su asiento “adicional”
en las respectivas comisiones primeras constitucionales; y definiendo,
para los miembros de corporaciones públicas territoriales, el
procedimiento de aceptación o rechazo de su curul “fundamental” (no
adicional). Esto último resulta de cardinal importancia, pues constituye
uno de los elementos diferenciales respecto de las curules que se
obtienen por los mecanismos ordinarios que tienen por objeto las
elecciones parlamentarias o las territoriales a través de las cuales se
conforma la base de las referidas instituciones. Poder rehusar la
curul es una consecuencia de la tipología del derecho adquirido por
ser el siguiente en votos respecto del candidato electo a alguno de los
cargos uninominales de que trata el artículo 112 Superior. En otras
palabras, la no aceptación a la que se hace referencia deviene de que
se trate de un “derecho personal”, que al ser catalogado de la misma
manera para la curul del Congreso de la República y para las demás,
opera para ambas de la misma manera, independientemente del tipo
de colectividad o agrupación de la que provenga el candidato
favorecido con ella. Cuando la reputada norma estipula que “en caso
de no aceptación de la curul en las corporaciones públicas de las
entidades territoriales, la misma se asignará de acuerdo con la regla
general de asignación de curules prevista en el artículo 263”, lo que
realmente hace es definir un parámetro de orden democrático, habida
cuenta que, en virtud de lo señalado en el inciso inmediatamente
anterior, para las corporaciones públicas territoriales esta curul
especial no incrementa el número de asientos en la correspondiente
duma departamental o concejo distrital o municipal. (…). [L]o que se
busca con la invocación del artículo 263 Superior es que esa curul de
la asamblea o concejo que queda vacante por la no aceptación del
candidato que ocupó el segundo lugar en la pugna por ser el primer
mandatario del ente territorial en el que opera esa corporación
pública, sea ocupada por la persona a la que le hubiera correspondido
según el reparto ordinario que se hizo en las elecciones en las que
resultaron electos los demás miembros de esta última. (…). [M]ás allá
del aval que se recibe de la agrupación política para ocupar el cargo
unipersonal, el derecho a la curul que se logra por el candidato que
ocupa el segundo lugar en la elección de gobernador o alcalde es del
candidato individualmente considerado, es un “derecho personal”, no
un derecho sobre el que pueda disponer –por lo menos en cuanto a su

213
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

aceptación se refiere– el partido, movimiento o grupo significativo de


ciudadanos. Exactamente lo mismo ocurre con la curul que la fórmula
de presidente y vicepresidente de la República que sigue en votos a la
ganadora obtiene en el Senado de la República y en la Cámara de
Representantes, respectivamente. La única diferencia estriba en que
por tratarse de curules “adicionales” no es necesario efectuar alguna
suerte de redistribución, ya que esta no quitó espacio a alguna persona
que tuviera el derecho bajo el voto popular inserto en el marco de las
elecciones propiamente parlamentarias. Así, la consecuencia de no
aceptar la curul de que trata el artículo 112 Superior en el Congreso
de la República no conlleva la posibilidad de que esta sea ocupada por
otro, precisamente por la naturaleza personalista del derecho a
ocuparla, lo cual no se puede confundir con el deber de ejercicio
partidista o de bancada una vez aceptada. (…). [L]a noción de
“oposición”, (…) se inscribe dentro de un marco de reconocimiento
institucional, que otorga prerrogativas a las fuerzas legítimamente
constituidas. Se es oposición, dentro de ese contexto jurídico particular,
cuando se es parte de un partido o movimiento con personería jurídica
que así se declare con las formas que establece la Ley 1909 de 2018
respecto del Gobierno. Lo anterior, se insiste, desde una perspectiva
global del tema. Desde un plano un poco más específico, que es el del
“derecho personal” a la curul otorgada al candidato que ocupó el
segundo lugar en las justas por el cargo unipersonal de que se trate,
–que no se puede confundir con el ejercicio de la oposición que tiene
lugar una vez se adquiere la investidura con la toma de posesión del
cargo–, otras son las consideraciones que se deben mirar, pues no se
puede considerar opositor al candidato que ocupa el segundo lugar en
las elecciones presidenciales, de gobernador o de alcalde, por ese
solo resultado electoral, pues una cosa es tener el “derecho personal”
a ocupar el cargo, y otra la manera como debe ejercerse en caso de
que se acepte la curul. (…). El hecho de que el derecho a la curul en
cuestión sea “personal” debe dimensionarse desde por lo menos tres
puntos de vista: (i) el de la simple distinción propia del derecho civil
entre derechos reales y personales; (ii) el de que no se trata de un
derecho de la agrupación política, sino de la persona en quien recae; y
(iii) el que su configuración no se supedita al sistema de fórmula, lo
que quiere decir, que tanto el excandidato a la presidencia como el ex
candidato a la vicepresidencia –dicotomía a la que no se enfrentan los
aspirantes a la gobernación o alcaldía, pero que bien vale mencionar
por razones de pedagogía jurídica y desarrollo jurisprudencial– son
autónomos para definir, por separado, si aceptan la curul que les

214
correspondería en el Congreso. (…). [Q]ue la norma permita a los
beneficiarios de la referida curul rehusarse a ser congresistas,
diputados o concejales en virtud del derecho personal adquirido,
implica, de por sí, una diferencia sustancial entre la naturaleza del
acto por medio del cual se materializa el acceso a la curul (voto
indirecto) y la que se deriva del sistema de designación ordinario (voto
directo). (…). Es por ello que la posibilidad de aceptar el cargo,
entendida como un derecho personal, responde a una dinámica
completamente distinta, por cuanto en este evento no se busca
asegurar la voluntad electoral directa de los sufragantes frente a la
elección de una determinada dignidad –que votaron por un candidato
a un cargo uninominal, no por un aspirante a corporación pública–,
sino de hacer valer, de forma indirecta, ese respaldo a la fuerza
política en cuestión identificada en términos cuantitativos (por el
número de votos) de constituirse en un instrumento de la
representación en otro espacio democrático y deliberativo.
Básicamente, no se puede obligar al candidato vencido en la elección
de presidente, vicepresidente, gobernador o alcalde a aceptar el cargo
de congresista, diputado o concejal, pues ello es una consecuencia
indirecta de su derrota, siempre que le haya significado el segundo
lugar en esa carrera por la silla de primer mandatario. Y es que no
puede ser otra la interpretación, por cuanto lo contrario supondría
aceptar que los candidatos enfrentados en una contienda se
encuentran privados de la potestad de reconciliar sus posiciones una
vez finalizados los comicios; o que la persona vencida electoralmente
tenga la obligación de asumir una curul a la que no aspiró y, por
contera, desempeñar unas funciones para las que podría no estar
preparado; o que, contra todo pronóstico, el Gobierno no pueda operar
sin la existencia de fuerzas que le hagan oposición política –deseable
en toda democracia, mas no indispensable–desde las corporaciones
populares. (…). En estos eventos, en los que hay lugar a la curul
consagrada en el artículo 112 de la Carta en concordancia con los
artículos 24 y 25 del Estatuto de la Oposición, el pueblo vota por una
fórmula presidencial o por un mandatario territorial, no por un
aspirante a alguna corporación pública. (…). [U]na cosa es el respeto
por el sistema de bancadas durante el desempeño del cargo, y otra,
muy distinta, la titularidad del derecho a acceder al mismo. En
condiciones normales (voto directo), el derecho a la curul es del
partido que recibió los votos para la elección de la respectiva
corporación; en el contexto del mencionado derecho personal (voto
indirecto), es propio de quien ocupó el segundo lugar en las elecciones

215
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

correspondientes para primer mandatario nacional o local, el cual, de


aceptarlo se somete a los deberes y obligaciones democráticas y
partidistas que le son inherentes. (…). [E]n estos eventos, la posibilidad
de acceder al cargo no es de la agrupación política o para la defensa
de los intereses que a esta le asisten, sino de la persona que ocupó el
segundo lugar en la carrera a los reputados cargos unipersonales y
dentro del marco de un esquema de roles que opera bajo la dinámica
tríplice de “oficialismo”, “independencia” y “oposición”. Es tanto así
que para el caso del congreso no se prevé fórmula para proveer tal
vacante si su depositario no la acepta; mientras que en el caso de
corporaciones territoriales (asamblea departamental o concejo
municipal), esta se provee por el mecanismo ordinario previsto en el
artículo 263 de la Constitución, entre todas las listas presentadas
para los comicios en los que normalmente se eligen tales dignatarios.
(…). [E]l hecho de que el Congreso de la República sea el órgano
representativo por excelencia –consideraciones que, guardadas las
proporciones se hace extensiva a las corporaciones públicas del orden
territorial–, y la democracia el vehículo para su configuración, no
quiere decir que bajo toda circunstancia deba entenderse que el voto
popular es la única fuente catalizadora del acceso a dichas
corporaciones, o a otras. (…). Por ende, no debe sorprender que se
confieran prorrogativas democráticas, bajo esquemas de designación
especiales, a las candidaturas alcanzaron la segunda votación más
alta de una determinada elección a cargos uninominales en comicios
autónomos y tradicionalmente concurridos, que ameriten una lectura
distinta por parte del juez de lo electoral. De conformidad con lo
señalado en el artículo 171 de la Constitución Política, el Senado de la
República estará integrado por 100 miembros elegidos por
circunscripción nacional y 2 adicionales elegidos por la circunscripción
nacional especial por comunidades indígenas. Y a ellos se suman las
sendas curules de aceptación potestativa creadas por el artículo 112
Superior a las que se ha hecho alusión. (…). Se trata de un sistema de
designación que conjuga elementos de elección directa con otros
factores que podrían llamarse de designación nominativa, en signo de
metáfora con el derecho cambiario que confiere un beneficio que solo
puede ser cobrado por la agrupación política en nombre de la cual se
expide. Lo llamativo, por decir lo menos, de esta figura es que se
imbuye de matices carentes de contenido eleccionario, que recae
sobre los actos de elección por voto popular, pues en el caso de
configurarse esa “designación nominativa” no habría electores que
defraudar por el hecho dimitir, como si sucede con las curules que se

216
provee bajo el sistema de “elección directa”. (…). Claramente no se
trata de una “elección directa”, toda vez que la contienda electoral que
le precede tiene por objeto la provisión de cargos unipersonales,
entiéndase presidente y vicepresidente de la República, gobernador
departamental y alcalde distrital o municipal. Tampoco se subsume
en la tipología que he resuelto llamar “designación nominativa”,
porque no se perfila hacia la ocupación de curules que la Constitución
reserva a una determinada agrupación política, habida cuenta que la
curul que nace del derecho personal tiene nombre propio, y emerge
del reconocimiento de la representatividad de una fuerza política
encarnada por el ciudadano que se ve aupado por un hecho político,
como es la calidad factual que denota obtener la segunda votación
más alta para un candidato en la pugna por alguna de las reputadas
representaciones unipersonales.

TESIS 2: Como se vio, el derecho personal nace del hecho electoral


consistente en el resultado de los comicios por el cargo uninominal
de que se trate. Empero, de cualquier manera, su concreción se
encuentra supeditada a la condigna aceptación por parte del titular,
circunstancia de la que depende la fórmula o regla de distribución de
curules a asignar, específicamente en el caso de las corporaciones
territoriales, en las que no se trata de una curul adicional, como sí
ocurre para su equivalente en Senado y Cámara de Representantes.
El fundamento normativo de la aceptación y las condiciones de
modo tiempo y lugar viene dado, en esencia, a partir de tres niveles
jerárquicos: constitucional, legal y reglamentario. (…). Dos elementos
definitorios surgen de la anotada regla constitucional [artículo 112].
La primera, es que el derecho personal se tiene a partir del momento
en que se “declara” la elección del primer mandatario nacional o
territorial, según el caso; la segunda, que existe una consecuencia
para la no aceptación de la curul en el caso de las asambleas
departamentales, así como en los concejos distritales y municipales,
cual es la aplicación de la formula distributiva del artículo 263 de la
Carta. (…). [E]l espectro regulatorio en el ámbito legislativo es mucho
más concreto en lo que tiene que ver con la aceptación de la Curul.
A primera vista, se observa que, en el ámbito nacional, es decir, en
cuanto a los escaños concedidos en el Senado de la República y la
Cámara de Representantes para la fórmula presidencial que ocupó
el segundo lugar en votación, la expedición de las credenciales es
prácticamente automática, dado que se prevé en el artículo 24 ibidem
que, “terminados los escrutinios electorales, la autoridad electoral les

217
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

expedirá las respectivas credenciales”, es como si mediara una suerte


de presunción de aceptación. Una razón para que ello sea así deviene
de que las asignadas son plazas “adicionales”, de ahí que el rehusar
el derecho personal no tenga mayores implicaciones prácticas frente
a las expectativas eleccionarias de quienes se presentaron a las
elecciones de Congreso de la República. En cambio, en tratándose
del ámbito territorial, el panorama adquiere otros matices. En efecto,
a los candidatos a una gobernación departamental, alcaldía distrital
o alcaldía municipal que obtuvieron el segundo lugar en votación se
les exige que para hacer efectivo su derecho personal a una curul en
la correspondiente asamblea o el concejo, manifiesten “por escrito”
su “aceptación” o “no aceptación”, lo cual “debe” ocurrir –pues en
esos términos imperativos se redactó la norma–entre la declaratoria
de elección del cargo uninominal y la declaratoria de elección de la
corporación pública respectiva, so pena de que, ante el silencio del
potencial beneficiario, se estime rehusada, consecuencia que se
deduce de lo estipulado en el inciso final del artículo 25, en cuanto
refiere que “si no hay aceptación” –conducta que bajo el párrafo que
le precede se entiende como la manifestación escrita en ese sentido–,
“se aplicará la regla prevista en el artículo 263 de la Constitución
Política”. La existencia de una formalidad (escrita) y de un plazo
(entre declaratorias) para la “aceptación” resulta apenas coherente
con las repercusiones que ese hecho tiene de cara a las expectativas
de los genuinos (directos) aspirantes a las dumas departamentales y
municipales, y para la suerte de toda la contienda y las agrupaciones
políticas mismas, que no puedan quedar en suspenso indefinidamente
o hasta que el titular del derecho personal aclare su situación. Por el
hecho de no tratarse de curules adicionales, el artículo 25 ejusdem
previene que, “previa aceptación” de la curul derivada del aludido
derecho personal se aplique “la regla general prevista en el artículo
263 de la Constitución para la distribución de las curules restantes”.
Ello se traduce en que la curul, así aceptada, tornará más exigentes
tanto el umbral como la cifra repartidora, al ser menor el número de
escaños por asignar en la asamblea o concejo en cuestión. (…). En el
último nivel regulatorio se destaca la Resolución 2276 expedida el
11 de junio de 2019 por el Consejo Nacional Electoral. En su artículo
segundo se prefija lo concerniente a la oportunidad para aceptar
la curul en la corporación pública territorial. (…). A diferencia de lo
estatuido en las normas de mayor jerarquía, la resolución en cita fijó
un plazo perentorio para la manifestación escrita de la “aceptación”,
comprendido en las 24 horas siguientes a la declaratoria de la

218
elección del cargo uninominal en cuya carrera se ocupa la segunda
plaza como candidato, y previo a la declaratoria de elección de las
respectivas corporaciones públicas, so pena de que se presuma la “no
aceptación”. En retrospectiva, se tiene frente al momento de aceptar
la curul que pende del anotado derecho personal: (i) la Constitución
Política –aunque sí define cuándo surge el derecho personal– guarda
silencio sobre el momento de manifestar la aceptación. (ii) La ley
contempla la entrega de credenciales, en el caso de las que se asigna
en el Congreso de la República, una vez terminados los escrutinios
electorales; y en el caso de las corporaciones públicas territoriales, la
sujeción a la manifestación escrita con posterioridad a la declaratoria
de elección de los cargos uninominales, pero previa a la declaratoria
en tales corporaciones. Y (iii) los actos generales del CNE, precisan algo
similar a la ley, pero circunscribiéndolo a las 24 horas siguientes a la
declaratoria de elección de gobernadores y alcaldes. En los anteriores
términos [se dejan] expuestas las razones que (…) llevaron a aclarar
el voto, que han pretendido enriquecer y, connaturalmente, dotar de
mayores elementos la resolución del asunto puesto a consideración
de la Sala de la que hago parte.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
112 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 263 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
212 / LEY 1909 DE 2018 – ARTÍCULO 3 / LEY 1909 DE 2018 – ARTÍCULO 7 / LEY
1909 DE 2018 – ARTÍCULO 25

219
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA NOMBRAMIENTO DEL DIRECTOR


DEL PROGRAMA DE SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO DE
LA UNIVERSIDAD DEL QUINDÍO, AUTONOMÍA UNIVERSITARIA,
FORMA DE PROVEER VACANTES ABSOLUTAS RESPECTO DE LOS
DIRECTORES DE PROGRAMA DE LA UNIVERSIDAD DEL QUINDIO,
DEROGATORIA DE LA LEY

EXTRACTO NO. 3

RADICADO: 63001-23-33-000-2020-00341-01
FECHA: 11/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Fabio Cagua Castellanos
DEMANDADO: John James Pérez Penagos - Director del programa
en seguridad y salud en el trabajo de la Universidad de Quindío
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si el fallo


de primera instancia debe mantenerse incólume o si por el contrario,
debe ser revocado, teniendo en cuenta que a juicio del actor es nula la
Resolución 7070 del 11 de marzo de 2020, por medio de la cual el rector
nombró de forma directa al señor John Pérez Penagos, como director
del programa de seguridad y salud en el trabajo de la Universidad del
Quindío, por el hecho de que dicha designación no estuvo precedida de
una convocatoria a elecciones en desconocimiento del artículo 56 del
Acuerdo 05 del 28 de febrero de 2005, el cual dispone que cuando se
presenta una falta absoluta del 50% o más del período previsto para
el mencionado empleo, se deberá convocar nuevamente a elecciones
para el tiempo restante.

TESIS 1: La Constitución Política de 1991, en su artículo 69 dispone


que se debe garantizar la autonomía universitaria y en tal virtud las
universidades podrán darse sus directivas y regirse por sus propios
estatutos, de acuerdo con la ley. Adicionalmente, prevé que la ley
establecerá un régimen especial para las instituciones de educación
superior del Estado, se fortalecerá la investigación científica en las
universidades oficiales y privadas y facilitará mecanismos financieros
que hagan posible el acceso de todas las personas aptas a la educación

220
superior. (…). [E]l grado de autonomía [conforme a lo dispuesto en los
artículos 28 y 29 de la Ley 30 de 1992] estaría reflejado en aspectos
tales como: (a) darse y modificar sus estatutos; (b) designar sus
autoridades académicas y administrativas; (c) crear, organizar y
desarrollar programas académicos; (d) definir y organizar labores
formativas, académicas, docentes, científicas y culturales; (e) conferir
los títulos a sus egresados; (f) seleccionar los profesores; (g) admitir
a los alumnos y adoptar sus regímenes; y, (h) establecer, arbitrar y
aplicar sus recursos para el cumplimiento de su misión social y la
función institucional. (…). De acuerdo con la jurisprudencia y las normas
superiores que garantizan la autonomía universitaria, es necesario
revisar en las normas internas que regulan el funcionamiento de la
Universidad del Quindío, para determinar la forma de proveer las
vacantes absolutas en el cargo de director de programa. (…). El artículo
53 del Acuerdo 005 del 28 de febrero de 2005 (Estatuto general), definió
y estableció el período de los directores de programa de la siguiente
forma, “el director de programa es la máxima autoridad ejecutiva del
programa, responsable de la dirección académica administrativa, y
será designado por el rector con base en los lineamientos del Estatuto
General, para un período de 3 años”. Ese mismo compendio normativo,
en el artículo 54 se establecieron los requisitos para el mencionado
empleo. (…). Así mismo, en lo referente a las faltas temporales y
absoluta, el artículo 56 reguló que “si se presentara falta temporal o
absoluta de un director, el encargo o nombramiento lo hará el rector.
Si la falta absoluta es del 50% o más del período, se convocará
nuevamente a elección”. Por otra parte, en complemento de la anterior
normatividad, el Consejo Superior Universitario de la Universidad del
Quindío, profirió el Acuerdo No. 011 del 19 de agosto de 2010, mediante
la cual se expide el estatuto elector de la institución, regulación que
en su artículo 12 indicó que “el rector de la Universidad del Quindío
convocará a consultas de opinión y elecciones con fundamento en el
numeral 9 del Artículo 38 del Estatuto General dentro de los términos
y fechas establecidos en el presente estatuto electoral, mediante los
actos administrativos necesarios para su organización general, con
el propósito de proveer los cargos o representaciones establecidos
en los estatutos institucionales”. En cuanto período de los directores
de programa, el parágrafo 1 del artículo 26 del estatuto electoral,
precisó que “el período del rector, representantes del Consejo Superior,
Decanos, Directores de Programa, representantes del Consejo
Académico, de Facultad y Curriculares será de cuatro (4) años.” En lo
que concierne a la elección, el artículo 52 del estatuto electoral, indicó

221
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que “el rector designará como Director de Programa al candidato


que obtenga mayor porcentaje en un proceso de selección que tenga
en cuenta los siguientes factores: un 20% la hoja de vida, un 20% de
la opinión del rector, un 20% de la opinión del decano de la facultad
respectiva, un 20% de la opinión de los profesores y un 20% de la
opinión de los estudiantes del respectivo programa”. Adicionalmente
el parágrafo 1 del mismo precepto estableció los requisitos para ser
director de programa. Por último, en lo referente al tema de las faltas
absolutas y temporales el artículo 35 de estatuto electoral, dispuso
que “en el evento de que se presente falta temporal o absoluta o
inhabilidades o incompatibilidades sobrevinientes que conlleve a
separación transitoria o definitiva para los cargos de Rector, Decano,
Director de Programa y representantes a los distintos consejos a que
hace referencia el presente estatuto, la autoridad competente para
cada casa tendrá la facultad de convocar a elecciones o de designar
para el cargo o representación por el tiempo que resta del período
siempre y cuando cumpla con los requisitos exigidos para el mismo”.
(…). El Código Civil, en el artículo 71, prevé que la derogatoria de las leyes
puede ser expresa o tácita, la primera se presenta “cuando la nueva ley
dice expresamente que deroga la antigua”, y la segunda “cuando la
nueva ley contiene disposiciones que no puede conciliarse con las de
la ley anterior”; además, indica que esta figura jurídica puede ser total
o parcial. En cuanto a los efectos de la derogación tácita, el artículo 72
de la misma regulación, dispone que esta “deja vigente en las leyes
anteriores, aunque versen sobre la misma materia, todo aquello que
no pugna con las disposiciones de la nueva ley”.

TESIS 2: En el presente caso, es necesario tener en cuenta que


el actor insiste en su recurso de alzada, sobre las pretensiones y
el concepto de violación de la demanda, esto es, que se encuentra
viciada de nulidad la resolución No. 7070 del 11 de marzo de 2020, por
medio del cual se nombró al señor John James Pérez Penagos como
Director de Programa de seguridad y salud en el trabajo, por cuanto
de una parte, se inobservó el artículo 56 del acuerdo No. 005 de 28
de febrero de 2005 (estatuto general de la Universidad del Quindío),
que contempla la forma de proveer una vacante en el mencionado
cargo cuando se presenta una falta absoluta y faltare el 50% o más
de tiempo para finalizar el período y de otro, se aplicó erróneamente
el artículo 35 del Acuerdo No. 011 del 19 de agosto de 2010 (estatuto
electoral), el cual permite suplir la vacante de forma directa. (…). En
suma, el estatuto general y el electoral partiendo del efecto útil de

222
las normas y una interpretación sistemática, deben entenderse en
lo atinente a la manera de proveer las vacancias absolutas de los
directores de programa, que son complementarias, ello por cuanto
ambas regulaciones permanecen vigentes. En esa medida, es claro que
el acuerdo 11 de 2010 establece que la autoridad competente tendrá
la facultad, bien para convocar a elecciones o designar directamente
el reemplazo del director de programa, sin embargo, deberá colegirse
que se deberá convocar a elecciones cuando la vacancia absoluta del
mencionado empleo se presente faltando el 50% o más del periodo del
cago, de manera concordante con el acuerdo 005 de 2010. De acuerdo
con lo señalado, el artículo 35 del Acuerdo 005 de 2005 y el 56 del
Acuerdo 011 de 2010, pueden coexistir, dado que la segunda norma
reitera la facultad que tiene el rector de efectuar una convocatoria
o nombrar directamente cuando se presente una vacancia absoluta
en el cargo de director de programa, sin embargo, es la primera de
las reseñadas la que dispone cuando se debe proceder de una forma
u otra. Adicionalmente, para la Sala entender que el artículo 35 del
Acuerdo No. 011 de 2010 derogó tácitamente el 56 del Acuerdo No.
005 de 2005, podría significar que se afecte el carácter democrático
que pretende preservar el proceso de la convocatoria, en tanto
siempre quedaría a disposición del nominador la facultad de nombrar
al director de programa, independientemente del tiempo que faltare
para que se cumpla el periodo institucional, que precisamente fue
lo que consideró el estatuto general, al consagrar que si falta más
de la mitad de dicho periodo, se cuenta con el tiempo suficiente
para procurar que la designación esté precedida de un proceso en
el que puedan participar los distintos estamentos de la universidad,
garantizando de esta manera una mayor legitimidad de la elección,
margen de protección que podría resultar más “costoso” o innecesario,
teniendo en cuenta el poco tiempo que falta para que se finalice
el periodo institucional. (…). En ese orden de ideas, para la Sala es
imperioso concluir que en el presente caso no existe una derogatoria
tácita, teniendo en cuenta lo previsto en los artículos 70 y 71 del
Código Civil, dado que en cuanto a la provisión de una falta absoluta de
un director de programa, el artículo 56 del Acuerdo No. 005 de 2005
y el 35 del Acuerdo 011 de 2010 son complementarios, contario a lo
indicado por el a quo. (…). En ese orden de ideas, teniendo en cuenta
que el parágrafo 1 del artículo 26 del estatuto electoral, dispuso que
““el período del rector, representantes del Consejo Superior, Decanos,
Directores de Programa, representantes del Consejo Académico, de
Facultad y Curriculares será de cuatro (4) años.” En aplicación del

223
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

artículo 56 del Acuerdo 005 de 2005, incumbe a la Sala determinar


si cuando se presentó la falta absoluta (en el momento que se
desvinculó a la señora Hilda Clemencia Marín Valencia) faltaba el 50%
o más del tiempo para terminar el período. (…). De lo anterior es dable
concluir, que como el período de los directores de programa es de 4
años, lo que equivale a 48 meses, y al momento de presentarse la
vacancia absoluta solamente había trascurrido 9 meses y 3 días, para
la Sala es claro que se configuró el evento previsto en el artículo 56
del Acuerdo No. 005 de 2005, en tanto hacía falta mucho más del 50%
para culminar el período, por lo que se debió citar nuevas elecciones.
En esa medida, haber desconocido el rector la norma antes referida,
vulneró el principio democrático, pues desconoció la participación de
los diferentes estamentos como lo son, los estudiantes, docentes y
el decano de la facultad, quienes, tiene el derecho a intervenir en el
proceso electoral para la escogencia de un director de programa.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 69 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 28 / LEY 30
DE 1992 – ARTÍCULO 29 / CÓDIGO CIVIL – ARTÍCULO 71 / CÓDIGO CIVIL – ARTÍCULO
72 / LEY 153 DE 1887 – ARTÍCULO 3

224
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE
MUNICIPAL, INHABILIDAD DE ALCALDE POR INTERVENCIÓN EN
CELEBRACIÓN DE CONTRATOS, RESCISIÓN DEL CONTRATO

EXTRACTO NO. 4

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-02852-02
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Daniela González Meneses
DEMANDADO: Leiderman Ortiz Berrio - Alcalde del municipio
de Caucasia - Antioquia, periodo 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, de conformidad con


los argumentos expuestos en el recurso de apelación, si existe mérito
suficiente para revocar, modificar o confirmar la decisión del Tribunal
Administrativo de Antioquia de declarar la nulidad del acto de elección
acusado, para lo cual se debe establecer si el señor Leiderman Ortiz
Berrio, en su candidatura por la alcaldía del municipio de Caucasia,
periodo 2020-2023, incurrió o no en la inhabilidad contenida en el
artículo 95.3 de la Ley 136 de 1994, por haber celebrado dentro de los
12 meses anteriores a las elecciones, el contrato de suministro No.
CSMC-046-2018 con la referida entidad territorial y/o varios contratos
de publicidad con la ESE Hospital César Uribe Piedrahita.

TESIS 1: Alega el recurrente que la autoridad judicial efectuó una


interpretación “exegética” de la causal de inhabilidad citada por la
parte actora, sin efectuar valoraciones sistemáticas o teleológicas
de la misma, en desconocimiento de los derechos de participación
política -artículo 40 Constitucional- así como del artículo 23 de la
Convención Americana de Derechos Humanos. (…). Ha señalado
esta Sección, que son derechos fundamentales de acuerdo con el
artículo 40 de la Constitución Política, el de ser elegido y acceder al
desempeño de funciones y cargos públicos, prerrogativas que no tiene
el carácter de ser absolutas, dado que la propia Constitución y la ley
contemplan restricciones al ejercicio de tales derechos, motivadas en
otras garantías -también constitucionales- como el interés general, la

225
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

igualdad y el ejercicio eficiente de la función pública, tal como es el


caso de las inhabilidades para ocupar cargos de elección popular. (…).
[E]l acceso a los cargos públicos, entre ellos los de elección popular,
se encuentran sometidos a una serie de condiciones que buscan la
realización del interés general, las cuales, conforme a lo dispuesto
por la Corte Constitucional, en sede de control abstracto, pueden
ser de dos tipos, a saber: “(…) una primera clase agrupa los casos
en que se establecen limitaciones para acceder a cargos públicos
con fundamento en conductas jurídicamente reprochables llevadas a
cabo por el inhabilitado; al paso que en la segunda clase la limitación
para acceder a un cargo no se vincula con ninguna conducta previa
de quienes resultan inhabilitados, sino que aquí simplemente se
consagran requisitos que persiguen lograr la efectividad de los
principios y valores constitucionales.” Considerando lo mencionado
en forma precedente, atendiendo a las limitaciones a los derechos
políticos que se derivan de las inhabilidades e incompatibilidades, se
ha establecido entonces que respecto de su aplicación, es necesario
atender criterios de interpretación restrictiva y no analógica ni
extensiva. (…). Bajo dichos presupuestos, entendiendo el criterio
de interpretación restrictiva como aquel busca la aplicación de la
norma a casos concretos, los operadores jurídicos al momento de
determinar la ocurrencia de una inhabilidad o incompatibilidad
respecto de quien pretende ocupar un cargo público, deben limitarse
de forma específica al alcance los verbos rectores empleados por el
legislador -por ejemplo, la gestión de negocios-, a las situaciones de
orden jurídico que la originan y su prueba plena -vr. gr. el parentesco-,
así como a los límites de orden temporal -ejemplo, durante el año
anterior a la elección-, espacial -vr.gr. a la jurisdicción donde se
llevará a cabo la elección- y a las calidades respecto de quienes se
predican. (…). Bajo la perspectiva de lo descrito, es necesario entonces
precisar al recurrente, que aunque en ocasiones es posible auscultar
por la finalidad pretendida por la inhabilidad o incompatibilidad
-interpretación teleológica-, o establecer un entendimiento de ella en
relación con el cuerpo normativo al cual pertenecen -interpretación
sistemática-, lo cierto es que, al momento de establecer su
configuración, prima el criterio interpretativo restrictivo, por lo que, de
ninguna medida el estudio que emprenda el operador judicial puede
implicar que se realicen extensiones, analogías o interpretaciones
amplias, que conlleven a la aplicación del presupuesto normativo
a situaciones diversas a las previstas por el constituyente y/o el
legislador, o a vaciar de contenido las mismas en detrimento de su

226
eficacia. (…). [E]l criterio de interpretación restrictivo que se predica
respecto de inhabilidades e incompatibilidades busca maximizar
la eficacia y vigencia dichas garantías constitucionales respecto de
quienes aspiran a ocupar cargos públicos, pues solamente en los
eventos y bajos las condiciones que ellas consagran y no en otros
-que se pueden generar de interpretaciones extensivas o analógicas-
es procedente predicar su configuración. De otra parte, también puede
concluirse, conforme a la jurisprudencia mencionada al inicio del
presente acápite, que el régimen de inhabilidades e incompatibilidades
ha sido concebido como un límite legítimo y válido a los derechos
políticos, por lo tanto, evidenciar la configuración de alguna de ellas,
no implica per se una vulneración estas prerrogativas superiores,
sino que por el contrario, conlleva a concluir un desconocimiento de
los intereses superiores que se buscan proteger respecto de quienes
ocupan dignidades públicas.

TESIS 2: [C]omo nota distintiva del medio de control de que trata el


artículo 139 de la Ley 1437 de 2011, respecto de otros mecanismos
que también se ocupan de asuntos de naturaleza electoral, como la
pérdida de investidura y la pérdida del cargo, que “el juez está llamado
a hacer un juicio sobre la legalidad del acto de elección, es decir, su
correspondencia o no con el orden jurídico, sin efectuar calificación
alguna sobre las razones o el contexto en que se configuró la causal
de nulidad invocada. Es por ello que se habla de un control objetivo de
legalidad, en tanto se analiza el acto de elección o designación frente
al ordenamiento jurídico. El juzgador no puede hacer examen diverso
a la confrontación acto-norma. (…).”Se realiza esta precisión sobre
el medio de control de nulidad electoral, (…) porque en el escrito de
apelación se reprocha que el juez de primera instancia en el análisis de
la inhabilidad invocada no tuvo [en cuenta] aspectos como el contexto
de la relación contractual que de antaño sostiene el demandado con
la ESE Hospital César Uribe Piedrahita; la intención de éstos en los
negocios jurídicos que celebraron; la manera leal, transparente y
honesta en la que actuó el señor Ortiz Berrio durante su candidatura,
en las relaciones contractuales y en el presente proceso; (…) con lo
cual se pretenden introducir asuntos de naturaleza subjetiva, ajenos
al medio de control de nulidad electoral, en el que se insiste, el
estudio se circunscribe a la correspondencia o no de la elección con
el ordenamiento jurídico, en punto a la presunta violación del régimen
de inhabilidades, y por ende, si objetivamente se configuraron o no,
las situaciones de hecho y derecho descritas en el numeral 3° del

227
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

artículo 95 la Ley 136 de 1994, que por las razones expuestas líneas
atrás, deben ser verificadas bajo una perspectiva restrictiva.

TESIS 3: En el escrito de impugnación, el apoderado de la parte


demandada señaló que el Tribunal Administrativo de Antioquia no
se detuvo en el hecho de que el Consejo Nacional Electoral -CNE-
estableció por las mismas circunstancias expuestas en el libelo
introductorio, que no se incurrió en la causal de inhabilidad invocada,
aunque el fallo apelado haya llegado la conclusión contraria. (…). Frente
a la facultad antes descrita [atribución de revocar la inscripción de
aquellos aspirantes incursos en causal de inhabilidad], es procedente
señalar que la misma tiene una diferencia respecto del medio de
control de nulidad electoral, que permite concluir con toda claridad, que
no existe una codependencia o prejudicialidad entre un trámite y otro,
como lo pretende hacer ver el actor. En primer lugar, el procedimiento
para la revocatoria de la inscripción de candidatos a corporaciones
públicas o cargos de elección popular, se trata de un trámite de
índole administrativo, que busca materializar la competencia que
constitucionalmente ha sido asignada al CNE, en el sentido de verificar,
entre otras circunstancias, la posible configuración de inhabilidades,
evitando así que los ciudadanos que fehacientemente se encuentren
en tal situación de inelegibilidad (plena prueba) participen del evento
democrático. Bajo esta lógica, el acto objeto de control en tal sede,
se corresponde con el acto de inscripción que realizan los partidos o
movimientos políticos. Por otra parte, el medio de control de nulidad
electoral, busca verificar por excelencia la legalidad de los actos
de elección, nombramiento o llamamiento, por aspectos derivados
del proceso de elección -causales objetivas-, como de las calidades
exigidas respecto del elegido, nombrado o llamado -causales
subjetivas-, realizando, como se precisó con anterioridad, un análisis
objetivo del contenido de la norma frente a las demás que regulan la
actividad electoral, a efectos de determinar la ocurrencia de algunas
de las causales que expresamente se han consagrado en los artículos
137 y 275 del CPACA. Esto sin perder de vista, que el análisis del acto de
designación, no excluye el estudio de validez de las actuaciones previas
al que declaró la elección, nombramiento o llamamiento, en especial
cuando a partir de éstas se edifican los motivos de inconformidad.
Asimismo debe considerarse, que el Consejo Nacional Electoral actúa
en el trámite de revocatoria como entidad de inspección, vigilancia
y control de la actividad electoral de los partidos políticos, es decir,
ejerce una función pública de orden administrativo respecto de las

228
colectividades políticas; mientras que en la nulidad electoral deviene
de una función jurisdiccional cuya decisión tiene el carácter de cosa
juzgada, que buscan el control de legalidad de los actos susceptibles
de la misma, buscando con ello el control de la administración, que
para el caso de las elecciones de carácter popular, se traduce en las
autoridades que declaran la elección, estudio que vale la pena aclarar,
puede involucrar la revisión de las actuaciones de las colectividades
políticas, por ejemplo, en materia de avales o de las listas de
candidatos que conforman, comoquiera que tales actuaciones deben
cumplir con los parámetros legalmente establecidos y hacen parte
del procedimiento que se adelanta para la conformación del acto de
designación. (…). Si bien es cierto, en ambas actuaciones es procedente
la revisión de asuntos en común, como lo es la posible configuración
de una inhabilidad respecto del candidato o el elegido, según se trate,
también lo es que dicha situación se presenta de esa manera, en la
medida en que tanto la Constitución Política -en el artículo 265- como
la Ley 1437 del 2011 -en el artículo 275-, así lo consagraron, sin que
se observe desde el punto de vista normativo la existencia de un
condicionamiento mutuo frente a dichos trámites. Bajo esta lógica, no
resulta contrario a derecho que en sede jurisdiccional, se solicite la
nulidad del acto de elección por causal del artículo 275.5 del CPACA,
aunque dicho aspecto haya sido revisado en sede administrativa ante
el CNE, dado que, no sólo se presentan las diferencias descritas en
los numerales precedentes, sino que también, es válido desde el
punto de vista legal. Aunado a lo expuesto debe considerarse, que en
sede administrativa y debido al poco tiempo que transcurre entre la
inscripción de los candidatos y las elecciones, el ejercicio de la facultad
del CNE de revocar aquéllas, debe estar soportado en la existencia
de “plena prueba”, con lo cual quiso advertir el constituyente, que se
está ante un palmaria violación del régimen de inhabilidades, porque
en caso contrario, esto es, de existir duda, debe optarse por permitir
la participación en el certamen electoral, so pena de restringir bajo
una situación de incertidumbre el ejercicio de los derechos políticos.
En cambio, en sede de nulidad electoral, la controversia tiene lugar
luego de finalizados los comicios, que se ha materializado la voluntad
popular, por lo que se están ante un escenario menos mediático (sin
perjuicio del carácter célere del referido medio de control) en el que
se puede apreciar con mayor detenimiento y más oportunidades de
contradicción, las pruebas aportadas y los argumentos de hecho
y derecho, lo que en principio reduce el margen de error y abre la
posibilidad a que se llegue a una conclusión diferente a la planteada en

229
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

sede administrativo por el Consejo Nacional Electoral. (…). Conforme


a lo dicho, es claro que una decisión previa del Consejo Nacional
Electoral, en proceso de revocatoria de inscripción con fundamento en
las funciones que constitucional y legalmente le han sido asignadas a
dicho organismo, no limita, condiciona, instruye o guía el análisis que en
sede jurisdiccional a través de la acción de nulidad electoral realizan los
jueces administrativos, quienes bajo el principio de autonomía judicial,
adoptarán las decisiones que razonablemente sean procedentes en
derecho. Razón por la cual resulta inane el argumento expuesto por
el apelante, en el sentido de cuestionar la decisión instancia por no
profundizar en el estudio previo que sobre el asunto emprendió el CNE
en el trámite administrativo.

TESIS 4: La inhabilidad que se considera en el caso concreto [del


artículo 95.3 de la Ley 136 de 1994] (…) contiene en su redacción
tres proscripciones dirigidas a quienes pretendan ser elegidos como
alcaldes, así: i) Hayan intervenido durante el año anterior a la elección
en la gestión de negocios en interés propio o favor de terceros en
entidades públicas del nivel municipal. ii) Durante ese mismo lapso
[el año anterior a la elección] hayan celebrado, con un interés propio o
favor de terceros, contratos con entidades públicas de cualquier orden
siempre que el contrato se haya ejecutado en la respectiva entidad
territorial. iii) Hayan sido representantes legales de entidades que
administren tributos, tasas y contribución o entidades que presenten
servicios públicos domiciliarios o de seguridad social en el respectivo
municipio. En el caso concreto, la inhabilidad que se considera
materializada es la relativa a la celebración de contratos. Ahora bien,
de la lectura de la norma trascrita se pueden extraer los elementos que
la integran, de forma tal que se puede afirmar que está conformada
por: i) Un elemento temporal limitado al año anterior a la fecha de la
elección. ii) Un elemento material u objetivo consistente en intervenir
en la celebración de contratos con entidades públicas de cualquier
nivel. iii) Un elemento territorial, que hace referencia a que el contrato
se ejecute o cumpla en el municipio o distrito para el cual resultó
electo. iv) Un elemento subjetivo relacionado con que dicha celebración
se realice en interés (patrimonial o extrapatrimonial) del candidato o
de terceros. (…). [L]a conducta que materializa la inhabilidad objeto de
estudio, es la de intervenir en la celebración de contratos, razón por la
que se ha entendido que aquella se configura con la celebración efectiva
del respectivo contrato dentro del lapso contemplado por la norma,
independiente del momento de su ejecución o liquidación, sin que ello

230
implique dejar de lado el elemento territorial. (…). [S]u configuración
no está sujeta al cumplimiento o no de las obligaciones o que se reciba
la contraprestación por el servicio prestado, por cuanto, la ejecución
del respectivo contrato es ajena a la inhabilidad en materia de nulidad
electoral, ello se debe a que se estructura a partir de la configuración
de unos elementos objetivos claramente establecidos en la norma que
la contiene, por lo que basta demostrar la celebración del contrato
para así predicar la inelegibilidad del sujeto.

TESIS 5: No discute el demandado (…) la configuración del elemento


temporal de la situación de inelegibilidad. A la misma conclusión se
llega frente al elemento territorial, que el Tribunal Administrativo
de Antioquia dio por cumplido. (…). No ocurre lo mismo frente a los
elementos objetivo y subjetivo de la causal de inhabilidad, que el
impugnante estima no pueden tenerse por configurados, porque
el 29 de noviembre de 2018, esto es, a los 2 días siguientes del
perfeccionamiento del contrato, las partes de común acuerdo lo
rescindieron. (…). Siguiendo el mismo razonamiento argumentó, que
como el contrato no se ejecutó, tampoco puede sostenerse que de él
se derivó algún provecho patrimonial o extrapatrimonial, por lo que
tampoco se configuró el elemento subjetivo de la inhabilidad. Frente
a los motivos de inconformidad, lo primero que debe considerarse (…)
es que la causal de inelegibilidad por la celebración de contratos en el
periodo inhabilitarte, se configura con ocasión del perfeccionamiento
de éstos, es decir, como resultado del acuerdo de voluntades
(respetando las formalidades que exige la ley) entre la entidad estatal
y el ciudadano que con posterioridad resultó elegido, y no por el hecho
de que el pacto se ejecutó. Bajo el mismo razonamiento, no constituye
uno de los elementos de la causal de inhabilidad, que el contrato
en cuestión haya surtido los efectos esperados, sino simplemente
(en cuanto el elemento objetivo) que se haya suscrito entre quien a
la postre resultó designado en un cargo de elección popular y una
entidad estatal. (…). En ese punto vale la pena precisar, (…) que la
rescisión de los contratos no tiene la virtualidad de devolver las cosas
al estado anterior a su perfeccionamiento; de manera tal que el señor
Ortiz Berrio y el municipio de Caucasia hayan desistido de común
acuerdo de las obligaciones adquiridas, en forma alguna significa que
el pacto es inexistente, ni siquiera porque el mutuo disenso haya tenido
lugar al poco tiempo del perfeccionamiento de aquél y/o sin que se
hubiere ejecutado. Todo lo contrario, la rescisión parte de reconocer
que el contrato nació a la vida jurídica con todo lo que ello conlleva.

231
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

(…). En virtud de las razones expuestas, que el municipio de Caucasia


y el demandado hayan rescindido el contrato que suscribieron y/o que
éste no se haya ejecutado, en modo alguno impide considerar que el
mismo se celebró, (…) por lo que también se advierte la configuración
del elemento objetivo de la causal de inhabilidad invocada. (…). [R]
esta establecer si también está acreditado el [elemento] subjetivo, en
virtud del cual debe advertirse frente a la celebración del contrato la
existencia de un interés (patrimonial o extrapatrimonial) del candidato
o de terceros. (…) [T]ampoco puede pasarse por alto que aunque el
contrato no se ejecutó, en el momento en que se suscribió, el interés
patrimonial del demandado era evidente, pues perseguía como
contraprestación la suma de $16.998.000 (cláusula tercera). (…). [P]
uede afirmarse en el caso de autos respecto del demandado, una vez
logró celebrar con el municipio de Caucasia el contrato de suministro,
que por cierto, estableció como obligación en cabeza del señor Ortiz
Berrio, la entrega de una cartilla institucional en la que se informaba la
gestión de la entidad territorial durante el año 2018, lo que le permitía
al demandado además de acreditar su capacidad de negociación
ante la entidad territorial para la cual aspiraría a ser su alcalde, que
podría tener conocimiento de la misma, lo que confirma que del pacto
suscrito sí se derivaba un interés en su favor, independiente de la
contraprestación económica que se pactó y que no alcanzó a percibir
en virtud de la resciliación. (…). En ese orden de ideas, se encuentran
acreditados a partir de la suscripción del contrato de suministro No.
CSMC-046-2018, todos los elementos de la causal de inhabilidad de
que trata el artículo 95.3 de la Ley 136 de 1994.

TESIS 6: A la misma conclusión se llega a partir de la relación


contractual que sostuvo el demandado con la referida entidad pública
(elemento objetivo), vínculo respecto del cual el a quo precisó que la
ESE se rige por un régimen de contratación privado, en virtud del cual
podía predicarse la existencia de contratos los días 28 de diciembre
de 2018, 14 de marzo, 10 de abril y 7 de junio de 2019, es decir,
dentro de los 12 meses anteriores a la elección (elemento temporal);
negocios jurídicos con ocasión de los cuales el señor Ortiz Berrio, a
cambio de una contraprestación económica (elemento subjetivo),
incluía publicidad relativa a los servicios que presta la institución de
salud, en el periódico La Verdad del Pueblo, que circulaba entre otros
lugares, en Caucasia, esto es, en el municipio en el que resultó electo
el demandado (elemento territorial). En primer lugar, se tiene que en
la apelación no se controvirtió la existencia de los referidos contratos,

232
ni las fechas en que fueron celebrados, esto es, los elementos objetivo
y temporal de la causal de inhabilidad, por lo que no hay lugar a
profundizar sobre los mismos. Tampoco que dada su condición de
propietario del referido periódico durante el periodo inhabilitante, era
quien suscribía y presentaba las facturas, recibos de cajas y cuentas
de cobro, para recibir la contraprestación por las pautas publicitarias
en el señalado medio de comunicación. (…). Aunque la existencia de
los referidos contratos en el periodo inhabilitante no fue controvertida
por el demandado en el recurso de apelación, se estima pertinente
destacar algunos aspectos sobre el particular. (…). [C]omo lo destacó
el a quo, (…) el Hospital César Uribe Piedrahita es una empresa social
del Estado del orden departamental, por consiguiente, es una entidad
estatal (según el artículo 194 de la Ley 100 de 1993), pero en cuanto a
su régimen de contratación, se rige por el derecho privado, conforme
a los artículos 195.6 de la Ley 100 de 1993 y 16 del Decreto 1876 de
1994. Esto para señalar, que los contratos que celebra la anterior
entidad son estatales, debido a su naturaleza, pero por regla general
se rigen por las normas del derecho privado, salvo que incluya
cláusulas exorbitantes, como lo señala el artículo 16 ibidem. (…). En
efecto, el reproche se centró en poner en duda los elementos subjetivo
y territorial, para lo cual de un lado argumentó, que lo publicado en el
periódico únicamente y exclusivamente pretendió beneficiar a la ESE
en cuanto a la difusión de sus servicios se refiere, por lo que las sumas
de dinero canceladas simplemente eran para sufragar los costos de
las publicaciones, y de otro, que “si bien el periódico La Verdad del
Pueblo se emite en la ciudad de Caucasia, su circulación es regional”,
por lo que va más allá de este municipio, circunstancia que a su juicio
genera duda en cuanto a la configuración del mencionado elemento,
lo que supone que debe optarse por la opción interpretativa que
favorezca al demandado. En cuanto al argumento relativo al propósito
por la cual se efectuaron las publicaciones en el referido medio de
comunicación, (…) se recuerda que no es objeto de la controversia la
buena o mala intención que tuvo el demandado al mantener durante
el periodo inhabilitante relaciones contractuales con una entidad
pública o qué tanto provecho económico obtuvo de las mismas, sino
exclusivamente verificar en términos objetivos, si se desconoció el
régimen inhabilidades, perspectiva desde la cual salta a la vista, (…)
que los contratos de publicidad representaron un interés patrimonial
para el demandado, pues recibió una contraprestación económica por
las publicaciones que efectuaba en el medio de comunicación. (…). Se
hace énfasis en que para la configuración del elemento subjetivo de la

233
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

causal de inhabilidad en comento, (…) la norma no entra a calificar si el


beneficio es o no cuantioso, si merece reconocimiento o reproche por
parte de la sociedad, si generó o no impacto en la campaña electoral, en
tanto tales asuntos son ajenos al análisis objetivo que en sede de nulidad
electoral el operador judicial debe realizar. Finalmente, en cuanto al
elemento territorial, (…) por una parte se tiene, de las copias del referido
periódico aportadas al proceso, que en el espacio correspondiente al
lugar y fecha de emisión se indica “Caucasia - Antioquia”, información
que también está consignada en los documentos que se presentaron
ante la ESE para efectuar los cobros correspondientes; y de otra, que
el demandado (…) reconoció, durante el interrogatorio de parte que se
le efectuó el 11 de febrero de 2020, que el diario circulaba entre otros
lugares, en el señalado municipio, esto es, en la entidad territorial en
la que se llevó a cabo la elección cuestionada. (…). De conformidad
con los argumentos expuestos, existe mérito suficiente para confirmar
la decisión del Tribunal Administrativo de Antioquia de declarar la
nulidad del acto de elección acusado, pues se evidencia que el señor
Leiderman Ortiz Berrio, en su candidatura por la alcaldía del municipio
de Caucasia, periodo 2020-2023, incurrió en la inhabilidad contenida
en el artículo 95.3 de la Ley 136 de 1994, por haber celebrado dentro de
los 12 meses anteriores a las elecciones, el contrato de suministro No.
CSMC-046-2018 con la referida entidad territorial y varios contratos
de publicidad con la ESE Hospital César Uribe Piedrahita.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
108 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 – ARTÍCULO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
139 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 95 NUMERAL 3 / LEY 100 DE 1993 – ARTÍCULO
194 / LEY 100 DE 1993 – ARTÍCULO 195 NUMERAL 6 / DECRETO 1876 DE 1994-
ARTÍCULO 16

234
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR
GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DEL CESAR
CORPOCESAR, RÉGIMEN LEGAL DE LAS FALTAS ABSOLUTAS DE
LAS COMUNIDADES INDÍGENAS O ETNIAS Y DE LAS COMUNIDADES
NEGRAS, TRÁMITE DE LAS RECUSACIONES EN LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL, QUORUM DELIBERATORIO Y DECISORIO,
REQUISITO DE EXPERIENCIA EN ASUNTOS AMBIENTALES PARA
ACCEDER AL CARGO DE DIRECTOR GENERAL

EXTRACTO NO. 5

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00001-00 FECHA:


04/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Gonzalo Raúl Gómez Soto
DEMANDADO: John Valle Cuello - Director general de la
Corporación Autónoma Regional del Cesar - Corpocesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: El problema jurídico en el asunto sub júdice se


centra en determinar: ¿Es nulo el Acuerdo No. 009 del 24 de octubre
de 2019 por vulnerar los artículos 29 y 209 constitucionales artículos
2 y 12 de la Ley 1437 de 2011, el Decreto 1076 de 2016, el artículo 42
de la Resolución 1308 del 13 de septiembre de 2005, el artículo 48
literal c del Acuerdo 001 del 2005, por la forma en que se decidieron
las recusaciones y faltas absolutas y, si hubo el incumplimiento de
los requisitos legales para ser director general? De acuerdo con lo
anterior y, en consonancia con los cargos de la demanda se abordarán
los siguientes sub problemas: A.- ¿Es nulo el Acuerdo No 009 del 24 de
octubre de 2019 por la forma en que se decidieron las solicitudes de
vacancia absoluta y las recusaciones? B.- ¿Hubo afectación del quórum
deliberatorio y del decisorio? C.- ¿Es nulo el Acuerdo No. 009 del 24 de
octubre de 2019, porque el demandado no cumple con el requisito de
experiencia específica en asuntos ambientales?

TESIS 1: El consejo directivo de las corporaciones autónomas


regionales, es el órgano de administración que se encuentra
conformado por las autoridades y sujetos dispuestos en el artículo 26

235
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la Ley 99 de 1993, entre los cuales se encuentra un representante


de las comunidades indígenas o etnias tradicionalmente asentadas
en el territorio de la jurisdicción de la corporación, elegido por ellas
mismas y un representante de las comunidades negras, de acuerdo
con el artículo 56 de la Ley 70 de 1993. Tanto en la Ley 99 de 1993
como en la Ley 70 de 1993, se atribuye la forma de elección de los
citados miembros del consejo directivo a los reglamentos, que para
tal efecto expida el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Es así como la Resolución 128 de 2000 regula el procedimiento para
las comunidades indígenas, mientras que el Decreto 1076 de 2015,
hace lo propio para los representantes de las comunidades negras.
(…). Con las anteriores disposiciones, se estableció la garantía de
participación de las comunidades indígenas y negras en el órgano
colegiado, permitiendo su representación ante cualquier vacancia que
se pueda presentar al interior del consejo directivo a través de la figura
del suplente, con la que se garantiza que éstas sean siempre tenidas
en cuenta al momento de adoptar las decisiones en el ente medio
ambiental. De las normas que rigen la materia, se puede extraer sin
lugar a dudas, que la falta absoluta se erige como una consecuencia
cuando se determina con certeza el acaecimiento de algún o algunos
de los eventos descritos en las reglas anteriormente señaladas; es
decir, una vez se comprueba su materialización ésta opera ipso iure,
por lo que no requiere declaración de alguna autoridad. (…). [D]e las
causales de vacancia absoluta, algunas tienen el carácter objetivo,
como lo son, la muerte, la renuncia, la declaratoria de nulidad de la
elección, la condena privativa, la interdicción judicial y la incapacidad
física permanente, eventos en que solo se requiere su materialización
para que se entienda que el escaño al interior del consejo directivo se
encuentra vacante y debe suplirse conforme lo establece el mecanismo
legal. Sin embargo, no existe en la normativa reseñada, una disposición
que determine el procedimiento que debe seguirse frente a los hechos
constitutivos de falta absoluta cuando su configuración depende de
un elemento subjetivo como lo es la inasistencia a las sesiones sin
justa causa. Para la configuración de la causal de falta absoluta por
inasistencia injustificada a más de dos sesiones, se debe analizar la
conducta del consejero para establecer si existe alguna razón que
justifique su ausencia a las reuniones del órgano colegiado dado
que su declaratoria no procede automáticamente al verificarse dicha
situación. Esta justa causa, debe referirse a situaciones realmente
excepcionales, que interfieran en el cumplimiento del deber del
miembro del consejo directivo de asistir cumplidamente a las sesiones

236
a las que es citado, toda vez que esa es la vocación de su elección. (…). [P]
revio a decidir la falta absoluta, el miembro que se encuentre inmerso
en ella por su inasistencia a las sesiones correspondientes, tiene el
derecho de presentar a su favor, en caso que exista, la justificación de
las mismas, para no ser excluido como miembro del corporado. (…). Se
erige claro, luego de analizadas las funciones del consejo directivo y
de sus miembros, que cuando se presente una situación [como lo es la
configuración de una falta absoluta en cabeza de uno de sus miembros]
que pueda impedir el desarrollo normal de las sesiones, quienes
componen el cuerpo colegiado deben adoptar las medidas necesarias
para hacer cumplir las normas relativas a su funcionamiento, entre las
que se encuentran, dilucidar si existe causa justificada para exculpar
la falta de asistencia de sus miembros, el respeto por la participación
de cada uno de los representantes de cada sector, etnia o comunidad
que comprende la circunscripción pertinente, entre otros. Así las
cosas, corresponderá al consejo directivo, velar ante la presencia de
una falta absoluta, que el sector en el que se presentó mantenga su
representatividad en la adopción de las decisiones, primero decidiendo
si la excusa se encuentra o no justificada y si se ve representada la
materialización de la falta absoluta, convocar a su suplente. (…). En
conclusión, corresponde al consejo directivo en cumplimiento de su
función de velar por el acatamiento de las disposiciones que los rige,
el verificar la ocurrencia de situaciones que impliquen faltas absolutas
o temporales, respecto de algunos de sus miembros y en caso de
presentarse la ausencia permanente conformar el quorum con los
representantes suplentes que para ello se hubiesen elegido, esto en
respeto del derecho de participación de los diferentes sectores que
componen el cuerpo colegiado.

TESIS 2: El trasfondo de las recusaciones y los impedimentos,


es el de asegurar la independencia e imparcialidad de quienes de
acuerdo con la ley deben adoptar una decisión y deben separarse del
proceso por la configuración de alguna de las causales taxativamente
señaladas en la ley. Ello significa que se persigue el ejercicio probo de
la función. Por ello, como lo ha manifestado la Sala, los impedimentos
y recusaciones se han instituido como una garantía de la imparcialidad
de la autoridad, quien dentro de sus competencias tiene potestad de
tomar decisiones de naturaleza administrativa, electoral o judicial, pues
el ejercicio de tales competencias implica el respeto de los principios
de transparencia, imparcialidad y moralidad, como improntas que
caracterizan el desempeño de las atribuciones en garantía del interés

237
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

general que evitan que circunstancias ajenas inclinen de forma ilegítima


su decisión. (…). [L]a jurisprudencia de la Sección Quinta, ha indicado
que en el trámite de las recusaciones en los consejos directivos, por
mandato del artículo 2 de la Ley 1437 de 2011 y ante la falta de norma
expresa en sus estatutos, se aplica lo dispuesto en la parte primera
del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, en su Título I, Capítulo I, artículo 12, que establece el
procedimiento para su resolución. (…). [Q]uien se encuentra en una
causal de impedimento o recusación, es separado del proceso para
imprimirle transparencia a la actuación y dotarla de imparcialidad.
En razón de estos principios, quien resulta recusado no puede más
que separarse de cualquier asunto relativo a la sustanciación de
las actuaciones administrativas, realizar investigaciones, practicar
pruebas o pronunciar decisiones definitivas. Teniendo en cuenta que
la ley adjetiva, ordenó a quien se encuentre recusado o impedido el
deber de separarse de la actuación administrativa y el único derecho
que le asiste es pronunciarse sobre la recusación, lo cual implica que
no puede participar en la decisión o trámite de los impedimentos y
recusaciones de personas que se encuentren en su misma situación,
toda vez que, resulta innegable, que dicha decisión se adopta al interior
de la actuación que proscribe su participación, por virtud de la norma
establecida.

TESIS 3: La Corte Constitucional ha establecido que el quórum es


indispensable en un Estado Social y Democrático de Derecho, en el
que el debate es necesario, por ello define el quórum deliberatorio
como el número mínimo de miembros que deben hallarse presentes
en el recinto, para que se pueda entrar válidamente a discutir sobre
los temas objeto de atención; por su parte indica que el quórum
decisorio supone el número de miembros con el que se pueden
adoptar decisiones, que ordinariamente es de la mitad más uno de los
miembros de una corporación. (…). [L]a presencia de las mayorías no
se erigen necesarias únicamente con el fin de adoptar la decisión de
fondo, ellas también son requeridas para deliberar, entendido como la
capacidad real para manifestar la voluntad y para resolver los asuntos
sometidos a estudio en el respectivo cuerpo colegiado. (…). [L]a Corte
Constitucional ha dispuesto que el único efecto de la aceptación del
impedimento es inhabilitar al miembro del cuerpo colegiado para votar
el asunto que por disposición legal le corresponde decidir, por lo que,
en ningún momento, dicha decisión supone la afectación del quórum
deliberatorio, salvo en aquellos casos en que los impedimentos son

238
aceptados, y el número de los mismos tienen la entidad suficiente para
comprometer el quórum decisorio, por lo que emana como necesario,
llamar a los miembros que siguen en la lista para garantizar su debida
complementación, a título de fuerza mayor, en aquellos casos en que
ello sea admisible. De la misma forma, ha sido unívoca la jurisprudencia
de la Sección respecto del carácter objetivo que ostenta el quórum, lo
que impide que pueda ser objeto de interpretaciones subjetivas. (…).
[L]as mayorías para la toma de decisiones la determina el número
mínimo de votos que se requieren para adoptar una resolución, lo
cual supone que es un concepto diferente al quórum, en tanto este
último, se erige como la proporción o el número de asistentes que se
requieren para que una sesión de un cuerpo colegiado pueda comenzar
o adoptar una decisión formalmente válida. Dicho en otras palabras,
el quorum deliberatorio es el número mínimo de miembros de la
respectiva comisión que deben hallarse presentes para que el cuerpo
colegiado pueda entrar válidamente a discutir sobre los temas objeto
de atención. El quorum decisorio, corresponde al número mínimo
de miembros de un cuerpo colegiado que deben estar presentes
durante todo el proceso de votación para que aquélla pueda resolver
válidamente cualquiera de los asuntos sometidos a su estudio.

TESIS 4: En cuanto a las calidades para ser nombrado Director


General, el artículo 21 del Decreto 1768 de 1994, (…) dispuso que deberá
cumplir los siguientes requisitos: “a) Título profesional universitario;
b) Título de formación avanzada o de posgrado, o, tres (3) años de
experiencia profesional; Experiencia profesional de 4 años adicionales
a los requisitos establecidos en el literal anterior de los cuales por
lo menos uno debe ser en actividades relacionadas con el medio
ambiente y los recursos naturales renovables o haber desempeñado el
cargo de director general de corporación, y (…) e) Tarjeta profesional en
los casos reglamentados por la ley”. (…). Sobre el requisito específico,
referente a las actividades relacionadas con el medio ambiente y los
recursos naturales renovables, ha indicado la Sección que este no
implica la exclusividad en el ejercicio de una determinada función ni
debe tener un el carácter principal.

TESIS 5: A juicio de la Sala, (…) la valoración de los elementos para


que se configure la falta absoluta, le compete al Consejo Directivo por
tratarse de un asunto propio de organización interna y por ser la
dependencia que puede acreditar la asistencia de los respectivos
miembros a las sesiones; no obstante ello, no le compete determinar

239
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

o censurar el derecho fundamental del voto de ninguno de los


miembros de éste, dado que dicha facultad no se encuentra en la ley.
Si la excusa es injustificada en dichas ausencias, la única consecuencia
es que se declara la falta absoluta y en su reemplazo se habilita al
suplente para asistir y gozar de todos los derechos en garantía de la
participación del correspondiente sector. (…). [D]ado que las solicitudes
de falta absoluta fueron recibidas el 23 de octubre de 2019, se debió
correr traslado de las mismas junto con el informe de la secretaría de
las sesiones a las que no se había asistido a cada uno de los
representantes implicados, disponiendo de un término breve y
sumario para que presentara sus descargos y pruebas, suspendiendo
el proceso de elección hasta tanto el Consejo Directivo determinara la
procedencia de declaratoria o no de las respectivas faltas absolutas y,
en consecuencia, se estableciera el suplente, con quién debía
continuar la participación en el cuerpo colegiado; esto es, la comunidad
que se representa a través de su vocero principal o el suplente según
el caso. En el caso de autos, en el acta se aprecia que se escuchó a
quienes se les podría declarar la falta absoluta; no obstante, el Consejo
Directivo, sin ningún fundamento legal, decidió privarlos del derecho
al voto, es decir les cercenó su derecho político a elegir, aplicando una
sanción, la cual se trata de una consecuencia desfavorable que limita
sus derechos y los de las comunidades que representan, consecuencia
que no se encuentra prevista en ninguna norma, con lo que también
cercenó el derecho al debido proceso y afectó el quórum decisorio. (…).
Con los antecedentes antes mencionados, es claro para la Sala que el
Consejo Directivo de CORPOCESAR, no tenía ningún fundamento legal
para privar del derecho al voto a los señores José Tomás Márquez
Fragozo y Pedro Daza Cáceres, quienes además representan a las
minorías étnicas en el corporado. (…). Por manera que, al resultar
ilegal la decisión adoptada al interior del Consejo Directivo de
CORPOCESAR, emana claro que el quorum seguía siendo de 13 y no
de 11 miembros, como erróneamente lo precisó el presidente del
corporado, la parte demandada y la agente del ministerio público en
sus alegatos de conclusión y concepto, respectivamente. (…). [E]n la
decisión de la recusación de cada uno de los seis miembros, votaron
sus compañeros que a su turno se encontraban recusados, lo cual
afecta el principio de imparcialidad como lo indicó la Sala cuando
decidió el recurso de reposición contra la determinación de decretar
la suspensión provisional del acto electoral demandado; sin embargo,
la sola comisión de esta irregularidad no es suficiente para decidir la
nulidad del acto electoral, pues ya se ha señalado por esta Corporación

240
que ella debe tener una incidencia de tal magnitud que afecte de
forma directa el sentido de la decisión. En el caso de autos se debe
estudiar el quórum deliberatorio y el decisorio, con el fin de establecer
si este se vio afectado. (…). [E]l Consejo Directivo de la Corporación
Autónoma está conformado por 13 personas; para deliberar requiere
la mitad más uno de sus integrantes y como se trata de seres humanos
no podemos hablar de cifras fraccionadas, esto es seis punto cinco
(6.5), de forma que “más de la mitad” ha de entenderse simplemente
como el entero superior a la mitad. Para el caso equivaldría a la
presencia de siete (7) integrantes, como ha sido reiterado por la
jurisprudencia de la Corte Constitucional en sentencias de control
abstracto de constitucionalidad, que al tenor del artículo 243 de la
Carta tienen un carácter obligatorio para todos los operadores
jurídicos. (…). [D]e acuerdo con el artículo 42 de los estatutos, las
decisiones se adoptan con la mitad más uno de los asistentes, por lo
tanto, como en la sesión del 24 de octubre de 2019, asistieron 13
miembros, se podrían adoptar decisiones solamente si 7 tenían la
facultad de manifestar su voluntad y resolver válidamente, a su turno,
la mayoría se fija sobre el número de asistentes, no se deben excluir
quienes tienen una situación de impedimento o recusación, pues ello
supone que la decisión se deja en la minoría, por ello no es de recibo
la tesis del Ministerio Público, cuando establece que la mayoría en el
caso de autos es de 4 votos. (…). [A] la sesión del 24 de octubre de
2019, asistieron los 13 miembros que componen el Consejo Directivo;
sin embargo 6 miembros fueron recusados, y a dos se les solicitó que
se les declarara la falta absoluta, no obstante en un miembro – el
señor Pedro Daza Cáceres – representante de las comunidades
indígenas, concurría una recusación y la petición de vacancia por falta
absoluta. Contra el consejero José Tomás Márquez Fragozo, solamente
se presentó la solicitud de falta absoluta y la respuesta del Consejo
Directivo a tal petición, fue privarlo del derecho al voto, por lo tanto,
este miembro nunca tuvo la posibilidad de manifestar su voluntad y
resolver válidamente el asunto puesto a consideración, de manera
que aunque formalmente hizo parte del quórum deliberatorio, lo
cierto es que al limitar sus derechos políticos no podía señalarse
válidamente que pudiera deliberar sobre el asunto, pues su asistencia
corporal quedó plasmada en las actas pero sin posibilidad de
participación real, lo que materialmente se traduce en la ausencia del
sector al que representa. Por ende, al no existir quorum deliberatorio,
no se podía conformar quórum decisorio, ni mucho menos hacer
mayoría. Con ello, se presentó no sólo una irregularidad en la

241
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

composición del mínimo requerido para deliberar, pues si estaban en


causal de falta absoluta debieron ser reemplazados por los suplentes
no solo para que lo conformaran, sino también para completar el
mínimo requerido para el decisorio. Con ello, se descarta la
interpretación absolutamente inaceptable de la parte demandada
relativa a la composición subjetiva del quorum. De otro lado, la
actuación del trámite de las recusaciones, realizada por el Consejo
Directivo de CORPOCESAR en la sesión del 24 de octubre de 2019, no
corresponde al procedimiento previsto en el artículo 12 de la Ley 1437
de 2011 y hace inane el sentido de las peticiones de separación de los
consejeros, como también quebranta el principio de imparcialidad. Lo
anterior, por cuanto lo que establece el artículo mencionado, es que se
suspenda la sesión, se corra traslado a él o los recusados, para poder
entonces decidir si haya o no quórum y de no haberlo enviarlo a la
Procuraduría General de la Nación, en caso de que se descomplete el
mismo. En el caso particular, los miembros recusados debían
abstenerse de participar en las decisiones de las recusaciones y solo
podían proceder a ejercitar sus competencias cuando la decisión de
su recusación fuera resuelta, no resultando legalmente admisible que
el recusado participara de la decisión de recusación de su compañero,
estando recusado y sin que previamente se le hubiese resuelto tal
solicitud. (…). Por lo que, se reitera ningún recusado puede actuar sin
que antes se resolviera su propia recusación. (…). [De lo anterior] se
evidencia que no se tenía el quórum decisorio y por tanto la mayoría
prevista en los artículos 42 y 43 de los Estatutos de CORPOCESAR,
motivo por el cual se ha debido suspender el procedimiento y primero
resolver las solicitudes de vacancia absoluta para determinar si quien
continuaba actuando era el miembro principal o el suplente de cada
uno de los representantes cuestionado. Posteriormente, determinar
cuántos de los consejeros fueron recusados, con el fin de establecer
si se afectaba el quórum decisorio y las mayorías y, por ello, se debía
enviar el trámite a la Procuraduría General de la Nación, al tenor del
artículo 12 inciso 1 de la Ley 1437 de 2011, debido a que las
Corporaciones Autónomas Regionales no hacen parte de ningún
sector administrativo. (…). De lo anterior se deriva que, como seis
miembros del Consejo Directivo estaban recusados y uno fue privado
del derecho al voto, lo cual le impedía adoptar decisiones, la resolución
de las recusaciones solo contó con el voto de un número de miembros
habilitados inferior al establecido en los Estatutos, el cual es de seis
de los asistentes, por lo tanto, no queda dudas que se afectó el quórum
decisorio, razón por la cual el cargo prospera.

242
TESIS 6: El segundo cargo de la demanda, se fundamenta en la
violación de las normas superiores, porque a juicio del actor el señor
Jhon Valle Cuello no cumple con el requisito de un año de experiencia
en actividades relacionadas con el medio ambiente y los recursos
naturales, dado que ninguna de las funciones que relacionó en su hoja
de vida, era de dedicación exclusiva, ni sobresalía sobre cualquier otra,
como para considerarla principal. (…). De las 25 funciones descritas
[en las certificaciones allegadas], encuentra la Sala que hay seis que
corresponden a asuntos ambientales, son ellas la de los numerales 1,
3, 7, 10, 11 y 19, las cuales se desarrollaron en un lapso temporal de 1
año y 29 días, por lo tanto, con esta certificación y teniendo en cuenta
que esta corporación ha determinado que las funciones ambientales
no deben ser exclusivas o de carácter principal, se encuentra cumplido
el requisito, de manera que el cargo no prospera.

SALVAMENTO PARCIAL VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [Se discrepa] de la conclusión de la Sala según la cual la


adecuada interpretación del contenido del artículo 12 del CPACA
impone que ante la recusación de algún funcionario se debe
suspender el procedimiento adelantado y no podrá participar ni
siquiera actuar para resolver otros impedimentos, tesis que atiendo
por ser la postura aceptada por la mayoría de la Sección, pero que no
comparto por las razones que paso a exponer. [E]l que dicho precepto
imponga suspender la actuación administrativa no conlleva la
prohibición de que los recusados participen de la resolución de otras
recusaciones siempre y cuando las causales y los fundamentos no lo
involucren su particular caso. (…). [Se considera] que la suspensión de
la actuación, ante la presentación de impedimentos o recusaciones,
no implica la imposibilidad del funcionario –impedido o recusado–
para participar en la resolución de dichas situaciones cuando
recaigan en otro servidor diferente, claro está siempre y cuando
la causal y los fundamentos fácticos no guarden relación con su
particular caso porque en este evento estaría refiriendo y resolviendo
su propia situación. (…). [D]e la lectura adecuada del contenido del
artículo 12 del CPACA se desprende que lo correspondiente a la
resolución de impedimentos y recusaciones no guarda relación con
el adelantamiento o la sustanciación del proceso iniciado para elegir
director de la corporación autónoma, pues se trata de un trámite

243
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

si se quiere accesorio, al punto que ante la falta de regulación por


parte de la respectiva autoridad administrativa, es necesario acudir
a lo dispuesto en este materia por la Ley 1437 de 2011. (…). Así las
cosas, cuando el artículo 12 del CPACA dispone la suspensión de
la actuación administrativa, dicha disposición lo que realmente
impone es que el funcionario que manifieste su impedimento o sea
recusado, se aparte de las sesiones y actuaciones previstas para la
respectiva designación, pues se considera que recae sobre él alguna
circunstancia que impone que no pueda hacer parte del colegiado
que debe adoptar dicha decisión eleccionaria. Sin embargo, no es
posible extender dicha suspensión al trámite de las recusaciones e
impedimentos, pues, se itera, es una circunstancia que, si bien acaece
durante el curso del procedimiento eleccionario, en realidad no hace
parte de las actuaciones que deben adelantarse para tal finalidad.
Es por lo anterior que [se considera] que no deviene ilegal que un
funcionario recusado intervenga en la sesión en la que se discuta
y decida otra recusación, insisto, siempre y cuando la causal y la
situación fáctica expuesta no guarde relación con la que cursa en su
contra, pues en esas circunstancias claramente deberá ser apartado,
pero no en razón del trámite previsto en el artículo 12 del CPACA, sino
porque su situación al asimilarse a la que será estudiada y decida
puede devenir en la ocurrencia de un posible conflicto de intereses.
[Se pone de] presente que en el fallo del cual [se discrepa] la Sala
demostró que, de a acuerdo con la interpretación de la mayoría de
la Sala del contenido del artículo 12 del CPACA, en la sesión en la
cual se resolvieron las recusaciones no existía el quorum legalmente
requerido para su discusión y aprobación, lo cual no acaecería de
acogerse la postura que [se expone] en la presente salvedad de voto,
según [se pasa a exponer]. (…). En efecto, como lo expone la sentencia
de los 4 recusados 3 lo fueron con el mismo fundamento de la señora
Díaz Hamburger, lo que deriva en que uno de ellos, en realidad, no
tenía ninguna limitación para estudiar y decidir esa petición porque
la causal y la situación fáctica expuesta no guardaba relación con la
que cursó en su contra. Así las cosas, según la interpretación que [se
expone] respecto del contenido del artículo 12 del CPACA, para fundar
[este] disenso, sí existiría el quorum de 7 miembros, que no encontró
probado la Sala, para deliberar pues de los 10 consejeros asistentes,
solo 3 estaban realmente impedidos para analizar y resolver la
recusación que se presentó contra la señora Patricia Díaz Hamburger.
(…). A pesar de lo anterior, [se señala] que [se acompañó] la decisión
anulatoria, a la que arribó la mayoría de la Sala, pues [se comparte]

244
la conclusión según la cual el Consejo Directivo de CORPOCESAR, no
tenía ningún fundamento legal para privar del derecho al voto a los
señores José Tomás Márquez Fragozo y Pedro Daza Cáceres y que
el demandado acreditó en debida forma la experiencia en materia
ambiental de mínimo 1 año.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 243 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 24 / LEY
99 DE 1993 – ARTÍCULO 26 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 28 / LEY 70 DE 1993 –
ARTÍCULO 56 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.9 / DECRETO 1076 DE
2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.10 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.21 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12 / DECRETO 1768 DE 1994 – ARTÍCULO 21

245
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJALES MUNICIPALES, CUOTA DE GÉNERO, INSCRIPCIÓN
DE LISTAS

EXTRACTO NO. 6

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01076-01
FECHA: 04/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Gustavo Adolfo Prado Cardona y otros
DEMANDADOS: Concejales de Buenaventura, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si el fallo


de primera instancia debe mantenerse incólume o si por el contrario,
tendría que ser revocado o modificado, en consideración a que según el
juicio del actor es nula la elección de los concejales que se postularon
por los partidos políticos Liberal, Conservador, Cambio Radical, ADA,
Partido Alianza Social Independiente ASI, Partido de Reivindicación
Étnica PRE y el Partido Colombia Humana-Unión Patriota, por el hecho
de haber desconocido el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, pues a
su criterio, la cuota de género de que trata la disposición señalada
debe calcularse en razón a las curules a proveer y no del número de
integrantes de cada lista, como lo arguyen las colectividades políticas.

TESIS 1: La Constitución Política de 1991, en su artículo 40 enuncia


que “todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación,
ejercicio y control del poder político”, disposición que es fundamento
primordial de los derechos políticos en Colombia, otorgando a los
ciudadanos la posibilidad de hacer parte de las instituciones del
Estado. Así mismo la citada norma establece en su último inciso la
obligación de garantizar “la adecuada y efectiva participación de la
mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública”; en
consonancia con ello, el artículo 43 superior refiere que “la mujer y
el hombre tienen iguales derechos y oportunidades”. Normativas que
propiciaron que en la Ley Estatutaria No. 581 de 2000, se consignaran
diversos mecanismos para que la mujer pudiera acceder al poder
público, y se eliminara cualquier clase de discriminación. Con la

246
modificación constitucional del artículo 107, efectuada mediante el
artículo 1 del Acto Legislativo No. 01 de 2009, se estableció que “los
partidos y movimientos políticos se organizarán democráticamente
y tendrán como principios rectores la transparencia, objetividad,
moralidad, la equidad de género, y el deber de presentar y divulgar
sus programas políticos”, bajo esa óptica y con el propósito de
desarrollar los parámetros constitucionales, el artículo 28 de la
Ley 1475 de 2011 consagró un obligación clara para los partidos,
movimientos políticos y los grupos significativos de ciudadanos,
consistente en que en la integración de sus listas a corporaciones
públicas se debería respetar un porcentaje mínimo del 30% de
participación de cualquiera de los géneros (…). [L]a cuota de género
es un concepto que tiene como finalidad equiparar la representación
de los hombres y las mujeres en las corporaciones públicas de
elección popular, (…), lo que se traduce en una acción afirmativa
que persigue la participación política de la mujer. (…). [L]as acciones
afirmativas tendientes a garantizar la equidad de género, no
vulneran la autonomía que gozan los partidos, movimientos políticos
o grupos significativos de ciudadanos, de ceñirse a los límites que
les imponga el legislador, sino que buscan garantizar la participación
igualitaria de ambos géneros en la conformación del poder público,
en especial al femenino que históricamente ha sido menoscabado,
en cuanto al ejercicio y conformación del poder. (…). En el presente
caso, el debate se centra en la aplicación del inciso 1º del artículo
28 de la Ley 1475 de 2011, que dispone que las listas inscritas a
corporaciones públicas de elección popular, donde se elijan 5 o más
curules o las que se sometan a consulta, “deberán conformarse por
mínimo un 30% de uno de los géneros”. (…) [E]l recurrente plantea
la inquietud de si ese porcentaje debe ser calculado respecto de las
curules a proveer en la corporación o mas bien teniendo en cuenta
el número de los integrantes de las listas que inscriban cada partido,
movimiento político o grupo significativo de ciudadanos. (…). [P]ara
la Sala en consonancia con lo discurrido por la Corte Constitucional
en el análisis que efectuó al artículo 28 de la Ley 1475 de 2011
[sentencia C-490 de 2011], es claro que el legislador al incluir el
mínimo de 30% del género femenino, se refirió a este porcentaje en
relación con la conformación de las listas de candidatos y, de ninguna
manera, se observa que haya considerado que el referido valor
debería calcularse respecto del número de curules a proveer. En ese
orden de ideas, el criterio acertado respecto de la interpretación de
la norma es el expuesto de manera reiterada por la Sala, en tanto la

247
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

disposición analizada debe ser entendida en el sentido de que el 30%


de la cuota de género deberá calcularse en relación con el número de
candidatos inscritos y no de conformidad con el número de curules
a proveer.

TESIS 2: En el presente asunto, es necesario tener en cuenta que el


actor insiste en su recurso de alzada, en que la aplicación de la cuota
de género a que se refiere el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011 debe
cumplirse en consideración al número cantidad de curules a proveer
en cada corporación de elección popular. (…). En lo que concierne
la aplicación del 30% de cuota de género contenida en el artículo
28 de la Ley 1475 de 2011, entiende la Sala, en consonancia con lo
manifestado por la Corte Constitucional y la literalidad de la norma,
que la misma se debe calcular teniendo en cuenta el contenido de la
lista y no a los cargos a proveer, (…), pues es claro que las listas de
candidatos que inscriban los partidos, movimientos políticos o grupos
significativos de ciudadanos a corporaciones de elección popular,
deberán estar compuestos por un mínimo de 30% de mujeres. (…).
Así mismo dicho porcentaje, tiene aplicación cuando se deban elegir
5 o más curules, teniendo en cuenta la limitación que de acuerdo con
el contenido del artículo 262 de la Constitución Política, dispone que
la lista no puede sobrepasar la cantidad de las curules a proveer,
a menos que se trate de una situación en la que se deban proveer
como máximo 2 escaños, caso en el cual, las colectividades podrán
inscribir hasta 3 aspirantes. (…). En ese sentido, debe concluirse que
la lista de candidatos a corporaciones públicas que inscriban las
agrupaciones políticas, pueden estar conformadas por un número
inferior a las curules a proveer, pero no mayor a ésta, salvo cuando
se deban elegir máximo dos escaños. Lo señalado, sustenta la
conclusión de la Sala sobre la aplicación del porcentaje de la cuota de
género en consideración a la lista y no sobre la cantidad de curules a
proveer, dado que al permitir la inscripción de un número inferior de
candidatos que las curules ofertadas, la referida cuota debe estimarse
sobre número de aspirantes inscritos, de lo contrario, si aquélla se
calcula respecto de las curules, implicaría que las colectividades
políticas deban inscribir una cifra mínima de candidatos, aunque tal
restricción no tiene asidero constitucional o legal. Adicionalmente, la
Sección frente a casos similares ha considerado, que entender que
el 30% de la cuota de género se determina con relación al número
de curules a proveer, podría en algunos eventos llegar a menoscabar
la inclusión masculina y desatender la participación y conformación

248
igualitaria del poder público. (…). En este orden, como en el recurso
de alzada el actor se limitó a cuestionar el entendimiento respecto
de la aplicación de la cuota de género de que trata el artículo 28 de la
Ley 1475 de 2011, para la Sección no le asiste razón al demandante
por cuanto dicho pedimento fue descartado, por consiguiente no hay
lugar a realizar consideraciones adicionales.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 43
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
262 / LEY ESTATUTARIA 581 DE 2000 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 - ARTÍCULO
1 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28

249
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LOS


REPRESENTANTES PRINCIPALES Y SUPLENTES DEL SECTOR
PRIVADO ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE CARDER, FACULTAD
REGLAMENTARIA RESIDUAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL

EXTRACTO NO. 7

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00032-00 (2019-00035-00)


FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Carlos Manuel Grajales Adarve
y Carlos Alfredo Crosthwaite Ferro
DEMANDADOS: Diego Alonso Mejía (Principal), Germán Calle
(Suplente), Sebastián Mejía Gaviria (Principal) y Lina María
Álvarez (Suplente) - Representantes principales y suplentes
del sector privado ante el Consejo Directivo de la Corporación
Autónoma Regional de Risaralda Carder, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se impone determinar si es procedente la


nulidad, del acto de elección de los señores Diego Alonso Mejía, Sebastián
Mejía Gaviria, Germán Calle y Lina María Álvarez como representantes
principal y suplente, respectivamente, de las organizaciones del sector
privado ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional
de Risaralda CARDER, por haberse establecido en la convocatoria un
plazo para subsanar la carencia de requisitos formales, vulnerando
los artículos 29 y 125 Superior, 1.1.8.5A.1.2 del decreto 1067 de 2015,
adicionado por el Decreto 1856 de 2015, el 26 de la Ley 99 de 1993 y el
30 del Acuerdo 005 de 2010.

TESIS 1: Con la creación del Ministerio del Medio Ambiente y la


reordenación del Sector Público encargado de la gestión y conservación
de los ecosistemas y los recursos naturales renovables ordenada por la
Ley 99 de 1993, se fijó la política ambiental colombiana y se determinó
la naturaleza jurídica y los órganos de dirección y administración de
las corporaciones autónomas regionales. El artículo 26 de esta norma

250
dispuso que el consejo directivo sería el órgano de administración de
la corporación y estaría conformado, entre otros miembros, por dos (2)
representantes del sector privado. Este precepto fue modificado por la
Ley 1263 de 2008 que en el parágrafo 3 del artículo 1° de la Ley 1263
de 2008 previó que: “El proceso de elección de los representantes
del sector privado, ante el Consejo Directivo de las Corporaciones
Autónomas Regionales o de Desarrollo Sostenible, deberán realizarlo
los integrantes de su mismo sector”. En virtud de este mandato se
expidió el Decreto 1850 de 2015, por el cual se adiciona el 1076 de 2015,
Único Reglamentario del Sector Ambiente y Desarrollo Sostenible,
en lo relacionado con el trámite de elección de los representantes
del Sector Privado ante el Consejo Directivo de las Corporaciones
Autónomas Regionales, disposición que estableció el procedimiento
para la elección de los representantes del sector privado ante los
consejos directivos de las corporaciones. El artículo 2.2.8.5A.1.2 del
Decreto 1850 de 2015 prescribió los parámetros del aviso en el que
se formula la invitación pública para la realización de la designación
de los interesados en participar en la elección de los representantes
del sector privado ante el consejo directivo de las corporaciones
autónomas regionales. (…). [L]a norma [realiza] una enumeración de
los elementos que son necesarios para permitir la mayor cantidad de
participación en la elección de los representantes del sector privado,
en un órgano de decisión fundamental de una Corporación Autónoma
Regional, como lo es el Consejo Directivo.

TESIS 2: En el presente caso alegan los actores, que el acto de


elección de los (…) representantes de las organizaciones del sector
privado ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma Regional
de Risaralda CARDER, se encuentra viciado de nulidad, por cuanto
la referida entidad en el cronograma previsto en la convocatoria,
estableció un plazo para subsanar requisitos formales. (…). A juicio de
los demandantes, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda no
podía establecer una fase para subsanar documentos formales, toda
vez que el artículo 2.2.8.5A.1.2 del Decreto 1850 de 2015 no la consagra
expresamente y al hacerlo, se vulneraron los derechos a la igualdad, al
debido proceso, a la transparencia y en general los principios que rigen
las actuaciones administrativas. Al respecto, encuentra la Sala que al
confrontar la Ley 99 de 1993 y el Decreto Reglamentario 1850 de 2015,
no advierte la violación alegada por el demandante, toda vez que la
Corporación es titular de una facultad reglamentaria residual, pues la
última norma mencionada estableció unos parámetros mínimos para

251
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el proceso electoral, por lo que está habilitada para precisar aquellos


aspectos encaminados a materializar la convocatoria, con el objeto de
“facilitar la adecuada participación del sector privado”. En este punto
no debe perderse de vista que los representantes del Sector Privado
ante el Consejo Directivo de las Corporaciones Autónomas Regionales
o de Desarrollo Sostenible, son elegidos por ellos mismos, de manera
que el decreto se ocupa de reglamentar algunos asuntos del trámite
de la susodicha elección. Es así como, la Sala comparte el criterio
expuesto por el Ministerio Público referido al establecimiento de esta
etapa de subsanación prevista desde la misma convocatoria, aspecto
que fue dispuesto previo a la entrega de los documentos, espacio que
fue conocido y aplicado para todos los participantes en el proceso
electoral y que contrario a restringir la intervención, lo que propugnó
fue por ampliar la cantidad de sujetos que harían parte de la gesta
democrática, toda vez que se le brindó al 100% de los postulantes la
posibilidad de subsanar los requisitos formales para efectos de no
excluir por éstos a los candidatos. (…). En esa medida resulta claro que
la CARDER no vulneró las normas que invocaron como desconocidas
los actores, por el contrario, al establecer una etapa de subsanación,
permitió una mayor participación en el proceso eleccionario, lo que
da cuenta que la entidad antes de infringir una disposición normativa,
buscó la materialización del principio democrático. (…). En la demanda,
se invocó como desconocida la providencia mencionada [sentencia de
tutela del 24 de febrero de 2014 con Radicado 08001-23-33-000-2013-
00350-01, M.P. Luis Rafael Vergara Quintero, de la Sección Segunda
del Consejo de Estado], al estimar que en la misma el Consejo de
Estado dejó claro que en los procesos de selección de personal, solo se
tendrán en cuenta los documentos presentados al momento del cierre
de la convocatoria, en ese orden de ideas, la CARDER con su proceder,
es decir, al establecer una etapa de subsanación de las postulaciones,
pasó por alto el mencionado fallo. (…). [N]o resulta aplicable la sentencia
de la Sección Segunda del Consejo de Estado, en primer lugar, porque
la decisión se fundamentó en que en el concurso público de méritos,
se encontró acreditado que el actor no adjuntó el documento requerido
para valorar la experiencia, sino una certificación bancaria, alegando
que se trató de un error del sistema. En segundo lugar, porque para
el juez lo pretendido era que con la tutela se le permitiera acreditar
el requisito con un documento allegado de forma posterior a la etapa
correspondiente, es decir, subsanar un error que se debió a su falta
de cuidado y que de permitirse, vulneraría el derecho a la igualdad
de quienes entregaron todo dentro de los términos del concurso.

252
Igualmente, las reglas de las convocatorias varían dependiendo la
clase del proceso eleccionario. En tercer lugar, el concurso de méritos
de que trata la acción de tutela exigía aportar los soportes en una sola
etapa, a diferencia de la llevada a cabo por la CARDER que estableció
un espacio de subsanación de los documentos. Es decir, en ese caso
se determinó la extemporaneidad en la presentación de documentos,
supuesto de hecho que difiere del objeto del presente medio de control,
en tanto, lo que se analiza en esta oportunidad es la posibilidad de
crear una etapa de subsanación de documentación para permitir una
mayor concurrencia de los interesados y con ello mejores niveles de
democracia participativa y, en el fallo constitucional, lo que se estudia
es, el no respeto de las reglas de la convocatoria para la presentación
de los respectivos soportes.

NORMATIVA APLICADA
LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 26 / LEY 1263 DE 2008 – ARTÍCULO 1 PARÁGRAFO 3 /
DECRETO 1850 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5A.1.2 / DECRETO 1076 DE 2015

253
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR PARENTESCO CON
FUNCIONARIO QUE EJERCE AUTORIDAD CIVIL

EXTRACTO NO. 8

RADICADO: 23001-23-33-000-2019-00465-01
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Carlos Enrique Vasconez Montalvo
DEMANDADO: José Luis Sakr Galeano - Concejal del municipio
de Cereté – Córdoba, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, de conformidad con


el recurso de apelación interpuesto, si existe mérito suficiente para
mantener incólume o no la decisión del Tribunal Administrativo de
Córdoba, mediante la cual denegó las pretensiones de la demanda
contra el acto que declaró la elección del José Luis Sakr Galeano
como concejal municipal de Cereté, para el período 2020-2023, al
considerar la errónea interpretación del elemento objetivo de la causal
de inhabilidad consagrada en el artículo 40.4 de la Ley 617 de 2000.

TESIS 1: Ha señalado esta Sección, que son derechos fundamentales


de acuerdo con el artículo 40 de la Constitución Política, el de ser
elegido y acceder al desempeño de funciones y cargos públicos,
prerrogativas que no tiene el carácter de ser absolutas, por lo
que la propia Constitución y la ley contemplan restricciones al
ejercicio de tales derechos, motivadas en otras garantías -también
constitucionales- como el interés general, la igualdad y el ejercicio
eficiente de la función pública, tal como es el caso de las inhabilidades
para ocupar cargos de elección popular. Así pues, es abundante la
jurisprudencia sobre la justificación de las inhabilidades electorales,
entre lo cual ha dicho la Corte Constitucional que tales regímenes
persiguen “impedir o limitar el ejercicio de la función pública a los
ciudadanos que no ostentan las condiciones y cualidades que han
sido estatuidas para asegurar la idoneidad y probidad del que aspira
a ingresar o está desempeñando un cargo público.” (…). En este mismo

254
sentido, la Sección Quinta ha señalado que las inhabilidades “buscan
preservar los principios de moralidad, transparencia e imparcialidad
de la función administrativa y la garantía del derecho de igualdad de
oportunidades.” Es así, como para cada cargo de elección popular se
tiene previsto un régimen de inhabilidades, que enlista actuaciones
que no pueden observarse durante un plazo determinado anterior a
la inscripción o a la elección -según el caso- so pena de impedir la
aspiración política, proscripciones estas que, a su vez, constituyen
causales de nulidad de los actos de elección popular, en virtud de lo
dispuesto en el numeral 5 del artículo 275 del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo.

TESIS 2: A partir de lo reiterado recientemente por esta Sala,


se pueden concluir los siguientes elementos que integran esta
inhabilidad en específico: i) Un elemento temporal limitado a los doce
meses anteriores a la fecha de la elección, es decir, se toma como
punto de referencia el día de la elección y se cuenta un año hacia
atrás. ii) Un elemento subjetivo consistente en la existencia del vínculo
por matrimonio, unión marital o de parentesco en segundo grado
de consanguinidad, primero de afinidad o único de afinidad, entre el
elegido y el funcionario. iii) Un elemento material que hace referencia
a que el pariente sea funcionario público. iv) Un elemento objetivo
que determina el ejercicio de autoridad civil, política, administrativa o
militar en el desempeño de la función. v) Un elemento territorial que
implica que las funciones se adelanten en el respectivo ente territorial,
esto es, donde resultó electo el concejal. Con miras a analizar la
configuración de esta causal de inelegibilidad, en todo caso se debe
examinar que los elementos anteriormente señalados se presenten de
manera concurrente y, en caso que no sea así se entenderá que no se
materializó el cargo de nulidad planteado.

TESIS 3: [E]l objeto de estudio recaerá conforme los argumentos de


apelación, sobre la materialización del requisito de carácter objetivo,
toda vez que, según la parte actora, es donde radica su inconformidad
con la decisión adoptada por el fallador de primera instancia. (…). Para
el recurrente, el elemento objetivo no solo lo configura las funciones
establecidas en el manual de competencias laborales, sino también las
ejercidas materialmente como inspector de precios, pesos y medidas.
En torno a lo anterior, se analizará lo relativo a las funciones detalladas
en el manual respectivo y, de forma posterior, las ejecutadas como
inspector, previo el estudio del concepto de autoridad civil que es el que

255
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

atañe el objeto del presente problema jurídico. (…). [L]a autoridad civil
“…es una especie de la autoridad pública –como lo es la jurisdiccional,
la política, la militar, la administrativa, entre otras, y consiste en el
ejercicio de actos de poder y mando, que se desarrollan mediante típicos
actos de autoridad, así como a través de la definición de la orientación
de una organización pública, y de sus objetivos y tareas, la cual ejerce
un servidor público o un particular que cumple función pública;
poder que se expresa tanto sobre los ciudadanos y la comunidad en
general -expresión exógena de la autoridad civil- como al interior de
la organización estatal -expresión endógena de la autoridad civil.” En
otras palabras, implica la posibilidad de tomar decisiones en materia
de policía administrativa, materializarlas en actos administrativos y
hacerlas cumplir incluso en contra de la voluntad de los destinatarios. El
apelante sustentó el ejercicio de autoridad, en el hecho que el hermano
del concejal demandado en el marco de sus funciones genera confianza
en el público dado que con su ejecución garantiza el cumplimiento de
las normas correspondientes al control de los precios y medidas que
deben tener los bienes y servicios sujetos de seguimiento estatal. (…).
De las funciones de empleo [cargo de técnico administrativo código
367 grado 1 de la Secretaría de Gobierno y Seguridad Ciudadana], no se
observa que pueda ejercer el poder público en función de mando que
obligue el acatamiento de los particulares y en caso de desobediencia,
que pueda compeler a su cumplimiento, tampoco ejerce facultad
nominadora y menos aún potestad sancionatoria, conforme lo señala
el artículo 188 de la Ley 136 de 1994. No obstante ello, para la parte
apelante las funciones relativas a apoyar las actividades de control de
precios, pesas y medidas para los bienes y servicios del municipio y la
de verificación permanente del sistema mencionado (…) comprende
de suyo el acatamiento de los particulares de las medidas adoptadas
y en caso de desacato la facultad de compulsión. Al respecto se debe
señalar, que del tenor literal de las funciones que se aluden como
constitutivas del ejercicio de autoridad civil, no pueden tener el alcance
que pretende la parte demandante, dado que ellas se sustentan en
los verbos apoyar y verificar, acciones que se fundamentan en labores
secundarias que le permiten, basándose en el sistema de medición,
comprobar que en la prestación del servicio, los particulares cumplen
con las normas respectivas referentes a las medidas de los bienes
que venden a la comunidad. Es decir, le compete simplemente cotejar,
que los establecimientos de comercio al momento de ofrecer un bien,
cumplan con los estándares previamente referidos en cuanto a su peso
o medida según corresponda, (…) su labor radica en un control objetivo

256
de tales condiciones según las normas que regentan la materia. De otra
parte, no se advierte que en cabeza del señor Richard Sakr Galeano, se
encuentre la función de ordenar el cumplimiento de los particulares de
las normas que establecen los estándares de medición relacionados,
(…) simplemente (…) a éste le compete (…) la toma de datos (…),
pero, de ninguna manera se observa que le competa la adopción de
medidas correccionales, sancionatorias o de cualquier otra índole que
obligue su acatamiento. A este punto, no se debe confundir el deber
legal que tienen los ciudadanos de acatar las leyes, concretamente
las relacionadas con el estatuto del consumidor, con las labores que
desarrollan los funcionarios in situ de verificación, dado que éstos
últimos lo que determinan es que el consumidor final obtenga lo justo
por el precio cobrado sin que por ello se observe que ante la presencia
de incumplimiento le competa a éste la adopción de medidas de
restablecimiento, correctivas o sancionatorias del caso. A esto último
es lo que se refiere la autoridad civil. Para finalizar, del manual de
funciones –Decreto No. 080 de 2017-, se extrae que corresponde al
Secretario de Gobierno y Seguridad Ciudadana, la función de dirigir
las actividades de control de precios, pesas y medidas para los bienes
y servicios sometidos al control del municipio, actividad que denota
potestad de mando por el diseño jerárquico del cargo dada la capacidad
de dirección con autonomía decisoria en la materia; es decir, radica en
este funcionario y no en el empleo de técnico administrativo el ejercicio
de autoridad civil.

TESIS 4: El presente argumento de inconformidad con la sentencia


de primera instancia, radica en que materialmente el hermano del
señor Skar Galeano ejerció autoridad civil, en tanto al hacer visitas en
lugares concurridos generó en los ciudadanos la percepción de mando
en cabeza de éste en beneficio de los intereses electorales del concejal
electo. (…). De la revisión del contenido del documento de visita, se
puede concluir que el mismo hace referencia a la medición por islas, de
gasolina corriente, extra, diésel y diésel supreme que realizó el señor
Sakr Galeano, sin que de este reporte se pueda extraer la existencia
de resolución alguna frente al establecimiento de comercio como
consecuencia de esta labor. A su turno, de la misma solo se observa la
toma de datos conforme la función que ostenta el señor Sakr Galeano
de verificar y controlar el sistema de precios, pesas y medidas para
los bienes y servicios sometidos al control del municipio, circunstancia
que como ya se señaló no es constitutiva de ejercicio de autoridad civil.
Ahora bien, el impugnante relaciona el ejercicio de autoridad civil con

257
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el hecho que las funciones propias del empleo deban ejecutarse en


lugares públicos y no en las oficinas de la Secretaría de Gobierno (…)
circunstancia que en nada puede ser tenida en cuenta al momento de
valorar este elemento, en tanto el legislador no lo hizo depender de un
espacio, lo que realmente lo materializa es el poder de mando, con el
que se dota a un funcionario público o particular en ejercicio de éstas,
para adoptar decisiones lograr su acatamiento aún por vía coercitiva,
atribución que no depende si se hace a instancias de oficina o ante
un espacio público. A ello se debe agregar, que en este caso nada
importa si el pariente del demandado tuvo la intención de generar
en los ciudadanos la falsa idea de su potestad de autoridad civil al
acudir a estas estaciones, ello por cuanto la misma definición que
se ha implementado de ésta parte que se ejerza bajo el concepto de
capacidad legal y reglamentaria que ostenta un empleado, elemento
que (…) no se predica del empleo de técnico administrativo objeto de
análisis, por lo que no puede el operador judicial extender la inhabilidad
a cuestiones no comprendidas en la norma dado que las mismas son
de interpretación restrictiva

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275
NUMERAL 5 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 NUMERAL 4 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 188 / DECRETO 080 DE 2017

258
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL PERSONERO,
ACUMULACIÓN DE PROCESOS, DEBERES DEL JUEZ, FALLO
INHIBITORIO, VARIACIÓN DE LOS TÉRMINOS DE LA CONVOCATORIA
EN CONCURSO DE MÉRITOS, CRITERIO DE INCIDENCIA

EXTRACTO NO. 9

RADICADO: 81001-23-33-000-2020-00023-01
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Lodwil Duván Torres Arteaga
DEMANDADO: Alexander Rivera Andrade - Personero del
municipio de Arauca – período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver los siguientes


interrogantes: (i) ¿Es procedente la solicitud de acumulación de
procesos a esta instancia de la actuación? (ii) ¿Se debe dictar un
pronunciamiento sobre los eventos en que procede la acumulación
de procesos por causales subjetivas de nulidad electoral? (iii) ¿Sería
del caso adoptar una sentencia inhibitoria conforme a lo solicitado
por el Ministerio Público? (iv) Superado lo anterior y precisados los
argumentos de alzada que serán analizados, se requiere responder
¿se confirma o se revoca la decisión de primera instancia por medio
de la cual se decretó la nulidad del acto demandado, al encontrarse
que en el concurso de méritos previo se presentaron irregularidades
respecto de los temas evaluados en la prueba de conocimientos
correspondiente? ¿Dicha irregularidad tiene la entidad suficiente para
afectar la elección del personero municipal de Arauca?

TESIS 1: [M]ediante escrito del 11 de diciembre del 2020, se


presentó escrito en el que el demandado solicitó se disponga la
acumulación de los procesos de nulidad electoral con radicación
81001-23-33-000-2020-00018-01 y 81001-23-33-000-2020-00023-
01, a efectos de ser decididos, en segunda instancia, bajo un solo
pronunciamiento de esta Corporación. (…). De la revisión de la norma
[artículo 282 del CPACA], se tiene (…) que la acumulación de procesos
en las demandas que se conocen en cuerpos colegiados, procederá

259
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

tras el informe que presente el Secretario General de la Corporación


en comento, una vez “vencido el término para contestar la demanda
en el proceso que llegue primero a esta etapa”. Por ello, se puede
concluir respecto de la solicitud elevada por la parte demandada lo
siguiente: Le asiste razón al precisar que en efecto, toda vez que en el
sub judice se alegaron causales de nulidad objetivas, lo cierto es que
el Tribunal Administrativo de Arauca debió acumular los dos procesos
referidos, a efectos de tramitarlos bajo una sola cuerda procesal y
adoptar una sola sentencia, en los términos de inciso primero del
artículo 282 del CPACA. A pesar de lo anterior, también se observa
que el momento procesal para el efecto, es el vencimiento para la
contestación de la demanda, razón por la cual es viable concluir, que
en segunda instancia, encontrándose el expediente para dictar el fallo
que corresponda, la norma adjetiva no previó esta oportunidad. A su
vez, se puede señalar que la regla tiene una finalidad clara, y es la de
imponer la necesidad de un solo fallo en procesos sobre los cuales
proceda la acumulación, lo que en sana interpretación conlleva a
pensar que ello debe ocurrir antes del fallo de única o del de primera
instancia, según sea el caso, y no una vez ello haya ocurrido. (…). [A]
unque se considera que el razonamiento para negar lo solicitado en
tal sentido no se corresponde con una correcta interpretación de la
norma del artículo 281 del CPACA e incluso la petición se elevó por
fuera de la oportunidad procesal correspondiente, lo cierto es que
dicho asunto corresponde a una decisión que ya se encuentra en
firme en la actuación, esto es, la de tramitar las dos demandas por
separado. Así las cosas, toda vez que la decisión se adoptó en ejercicio
del control de legalidad que consagra en el artículo 207 ídem, ello
implica que sobre este asunto no puede volverse con posterioridad.
Por ello, así como los demás argumentos aquí expuestos, se rechazará
por extemporánea la solicitud elevada por la parte demandante.

TESIS 2: [E]l Ministerio Público indicó que en el trámite del asunto


no era procedente adoptar un fallo de fondo sobre la apelación
interpuesta, toda vez que la decisión cuestionada con la misma,
acogió de forma expresa los argumentos que fundamentaron la
decisión anulatoria en el proceso 2020-00018-01, lo que implica que
se deben resolver las apelaciones interpuestas contra esta última y,
en el sub judice, declararse inhibida la Sala para decidir. (…). Es la
función propia y natural de los jueces, el adoptar decisiones de fondo
que resuelvan de manera concreta los conflictos que son sometidos a
su conocimiento y permitan la materialización del derecho de acceso

260
a la administración de justicia de quienes acuden a ella. (…). Por otro
lado, esta Sección, acogiendo criterios expuestos al interior de esta
Corporación, señaló que el CPACA consagra al principio de eficacia
como elemento rector de las actuaciones contencioso administrativas,
del cual se deriva la obligación de remover todos los obstáculos
meramente formales y evitar decisiones inhibitorias, ello con el fin
de que los procedimientos logren su finalidad. En igual sentido, se
señaló que, conforme a razonamientos de la Corte Constitucional,
los fallos inhibitorios son la antítesis de la función judicial, por lo que
en aplicación de los artículos 228 y 229 constitucionales, existe la
obligación de adoptar la sentencia de fondo respecto de los asuntos
que se deciden en sede jurisdiccional, y de manera excepcional, sólo
cuando no exista otra alternativa, procede una decisión inhibitoria.
Revisado el fallo que se cuestiona en sede de impugnación, la Sala
no encuentra razón en el dicho del Ministerio Público que solicitó
el uso de la excepcionalísima figura de la sentencia inhibitoria. (…).
De la lectura de las consideraciones expuestas en la decisión del 16
de octubre del 2020, el Tribunal Administrativo de Arauca decidió
estudiar de fondo los cargos alegados por la parte demandante. Ello
implica que su verdadera intención, más allá de estarse a lo resuelto
en la providencia del proceso 2020-00018-01 -la cual ni siquiera
se encuentra ejecutoriada y sobre la cual no puede predicarse
cosa juzgada-, fue la de asumir como propios para el asunto de la
referencia, los argumentos allí expuestos, toda vez que el cargo de
nulidad expuesto en ambas demandas era el mismo, por lo que se
requería, como es su obligación, fallar en igualdad ambos medios de
control. Bajo estas consideraciones, es claro que desde el punto de
vista procesal, no existe condicionamiento alguno que permita decidir
la apelación del presente proceso, pues lo que sucedió es que, ante la
falta de acumulación procesal en primera instancia, se asumió una
misma argumentación para declarar la nulidad contra de un mismo
acto. (…). Adicionalmente, es claro también que (…) fue adoptada una
sentencia, dado que en ella, con la motivación correspondiente, se
efectuó un “análisis crítico de las pruebas y de los razonamientos
legales, de equidad y doctrinarios estrictamente necesarios para
fundamentar las conclusiones, exponiéndolos con brevedad y
precisión y citando los textos legales que se apliquen.” Por ello, en
forma independiente a que al final de su decisión, ordenara estarse
a lo resuelto en el expediente 2020-00018-01, (…) sobre la sentencia
aquí impugnada puede predicarse que realizó un pronunciamiento de
fondo, y con ello un fallo desde el punto de vista formal y sustancial.

261
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: El señor Alexander Rivera Andrade reiteró que no se


demandaron los actos que, conforme a los reparos elevados, debían
ser objeto de control de legalidad, esto es aquellos que dieron origen
a la convocatoria, así como aquel que contiene la lista de elegibles al
cargo, toda vez que consagra la decisión de la administración respecto
de quienes, en orden descendente, hayan obtenido los mayores
puntajes. (…). [A] través de este medio de control se conoce la nulidad
que se alega contra el acto de elección, es decir, aquel que contiene
la voluntad popular o de un determinado cuerpo electoral, respecto
de elegir a un ciudadano para ocupar un cargo. Dicha razón resulta
suficiente entonces para indicar que, en el líbelo introductorio del
proceso, sólo se requiere indicar con suficiencia determinar el acto
que contienen dicha decisión y sobre la cual se alega alguna de las
irregularidades consagradas, bien sea en el artículo 137 del CPACA
o en el artículo 275 del mismo cuerpo normativo. Cuestión diferente
es que, respecto del acto de elección, se aleguen la existencia de
irregularidades que afectaron su formación derivadas de etapas
previas al mismo, aspecto que de todas maneras no implica que
procesalmente sea necesario que estos últimos se incluyan como
actos demandados, dado que su legalidad será expuesta al estudiar el
acto definitivo. En consideración a lo dicho, no prospera la impugnación
presentada en tal sentido.

TESIS 4: En decisión reciente, esta Sala de Sección, reiterando


criterios previamente establecidos, precisó que como regla general
una convocatoria pública es inmodificable y de obligatorio acatamiento
para la entidad convocante, para quienes participan en ella y para
otros terceros interesados en la misma. A pesar de ello, se indicó
que la modificación de dichos términos es procedente en alguno de
los siguientes eventos: “Cuando el cronograma expresamente así lo
autorice (…). Cuando el reglamento de la entidad así lo autoriza. (…).
En caso de fuerza mayor o caso fortuito. (…)”. Revisando la decisión
de instancia que se impugna, respecto de la posibilidad de modificar
de forma excepcional los términos de la convocatoria a un concurso
público de méritos, no se observa en ella argumento alguno que
pretenda desconocer dicha facultad y, por consiguiente, predicar su
inmutabilidad. Así mismo, la Sala resalta que en los argumentos del
apelante, no se observa que se precise de forma específica en cuál
de las circunstancias descritas por la jurisprudencia, se enmarcaría
la discusión del sub lite. Ahora bien, se quiere hacer énfasis en
que la modificación de los términos de la convocatoria, es posible

262
en los eventos que la jurisprudencia ha señalado, por parte de la
entidad que convoca y no de los operadores que se contratan para la
aplicación de las pruebas de conocimiento, pues el actuar de estos
últimos está limitado por el marco que inicialmente se haya expedido
por el órgano que efectuará la elección, en términos del cronograma
allí establecido y de las condiciones de la evaluación que se realizará
a quienes participen. Ello es así por cuanto, de una revisión de los
motivos que se han precisado por las decisiones de esta Sección,
(i) la entidad que convoca es la que expide el cronograma y, por lo
tanto, la habilitada para modificarlo; (ii) en el segundo evento se hace
referencia al reglamento de la convocante y (iii) el hecho de fuerza
mayor o caso fortuito se predica de la administración, o su defecto, de
los operadores, pero siempre validado por la primera. (…). [E]l vínculo
de la Fundación Unitrópico en el proceso de selección en comento,
nace de lo contenido en el Convenio Interadministrativo 08 de 2019,
suscrito entre esta y el Concejo Municipal de Arauca, de cuyo objeto
se resalta que busca la contratación de “SERVICIOS DE SELECCIÓN
DE PERSONAL EN LA CONVOCATORIA PÚBLICA DE MÉRITOS No.
200.10.021 PARA LA ELECCIÓN DEL PERSONERO (…)” y se especificó
que el mismo era para “1. Prueba de conocimientos académicos (…)
2. Prueba de competencias laborales (…) 3. Valoración de estudios y
experiencia”; por lo que se reitera que el actuar de la operadora se
limita a la aplicación de las pruebas, sin ostentar facultades para
modificar los términos de las convocatorias. De otro lado, en la
decisión impugnada, se evidencia que la razón de la declaratoria de la
nulidad fue la inclusión de preguntas en la prueba de conocimientos
que no debieron incorporarse, aspecto que en nada toca la posibilidad
de modificación a que se ha hecho referencia en forma precedente,
por tanto, al interior del sub lite no se presentó o discutió decisión
alguna del Concejo Municipal de Arauca en el sentido de modificar
expresamente las condiciones marco del concurso de méritos. Por
lo dicho, el argumento de apelación mencionado no tiene vocación
de prosperidad.

TESIS 5: La Sala estudiará estos dos argumentos de alzada, al


considerar que al tener igual sustento, se resuelve bajo la misma
consideración. Sobre este punto, sin pretender desconocer los
derechos que el artículo 40 de la Constitución Política consagra
a efectos del acceso a cargos públicos por parte de todos los
ciudadanos, (…) lo cierto es que lo pretendido por el accionante escapa
de la naturaleza del control que se ejerce en materia de nulidad

263
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

electoral. (…). [D]e encontrarse que la decisión del fallador de primera


instancia es acertada en cuanto a la ocurrencia de la nulidad invocada
por el demandante, lo cierto es que esta instancia no puede efectuar
apreciaciones adicionales a efectos de sopesar los intereses del
elegido frente a la entidad de la irregularidad evidenciada, buscando
determinar con ello la viabilidad o no decretar la ilegalidad del acto
acusado, pues es claro que, al ser un análisis meramente objetivo, la
sola configuración de la causal de nulidad que se alegue tiene como
consecuencia la expulsión del ordenamiento jurídico de la decisión
de la administración, siempre y cuando, como será expuesto en un
acápite posterior, se evidencie la incidencia de la irregularidad en el
acto de elección. En atención a lo dicho, la impugnación propuesta en
tal sentido no prospera.

TESIS 6: En su escrito de apelación, el demandado señaló que era


improcedente revocar el contenido del literal b) del artículo 3 Resolución
REC 207 del 2019, por medio de la cual se establecieron los temas
sujetos a evaluación en la correspondiente prueba de conocimientos,
toda vez que, al ser un acto particular y concreto, dirigido a quienes
mediante ella había sido convocados, se requería consentimiento de
los interesados, lo que a su juicio deja en pie la inclusión de las pruebas
de ofimática. De otra parte, señaló que el demandante no agotó la etapa
de reclamaciones contra el acto que comunicó los resultados de las
pruebas. (…). El apelante pretende indicar que, ante la improcedencia
de la revocatoria del literal b) del artículo 3º de la Resolución REC
207 de 2019, se debe entender que la inclusión de las preguntas
relacionadas con las competencias en ofimática se realizó en debida
forma, por lo que no puede predicarse entonces la irregularidad que
se plasmó en la providencia hoy impugnada. Contrario a dicho aspecto,
esta Corporación considera que dicho argumento no tiene vocación de
prosperidad, pues es claro que la no inclusión del tema denominado
como ofimática, como se presentó por tribunal a quo y se confirmará
en un acápite posterior de esta decisión, proviene de las reglas del
concurso público de méritos que fueron establecidas en la Resolución
200.100.021 del 7 de noviembre del 2019. Así las cosas, determinar
si era o no viable la revocatoria directa del acto mencionado por el
demandado, resulta inane frente a la realidad probatoria descrita,
es decir, la improcedencia de incluir las preguntas en comento,
deviene de lo fijado por el órgano elector frente a las normas del
proceso de selección del personero municipal. Igual apreciación
puede efectuarse para concluir que la falta de agotamiento de la

264
reclamación por parte del demandante frente al acto que comunicó el
resultado de las pruebas, pues de encontrarse que ello era necesario,
se mantiene incólume el fundamento de la irregularidad encontrada,
es decir, la inclusión de asuntos en la prueba de conocimientos que
no hacían parte de los núcleos a evaluar. De todas maneras, se debe
resaltar que el aquí demandante no participó en el concurso público
de méritos para la elección del personero municipal de Arauca, por
lo que se puede considerar que no le era exigible, por falta de interés
jurídico, presentar las reclamaciones que extraña el demandado. De
esta manera, los argumentos de impugnación por estas razones, no
tiene vocación de prosperidad.

TESIS 7: [L]a apoderada judicial de la Fundación Unitrópico, en


su escrito de apelación, reiteró que a través de las resoluciones en
mención, la intención del operador del concurso de méritos no fue
desconocer las normas fijadas por el Concejo Municipal de Arauca,
especialmente, las contenidas en la Resolución 200.10.021 del 7 de
noviembre del 2020. (…). [L]os actos proferidos por el operador del
concurso de méritos siempre hicieron referencia a las normas que
sobre el mismo se expidieron en forma previa por parte de la entidad
convocante. A pesar de ello, la Sala resalta que la argumentación del
fallo de instancia fue la de precisar que la irregularidad al interior
del trámite de selección, se presentó al momento de la aplicación
de la prueba de conocimientos, en tanto fue incluido un tema que se
encontraba por fuera de los núcleos a evaluar, determinados por la
entidad convocante; lo anterior, muy a pesar de las manifestaciones
formales de la Fundación Unitrópico de acoger a plenitud lo dispuesto
por el concejo municipal en las normas marco por este adoptadas.
Así las cosas, contrario a lo expresado por la recurrente, es claro que
la irregularidad no devino de la expedición de las Resoluciones REC
207 y 215 del 2019, dado que, al menos formalmente, en ellas se hizo
referencia a la Resolución No. 200.10.021 de fecha 7 de noviembre de
2019. La nulidad evidenciada se concreta en que, como bien lo señala
el fallo impugnado “(…) el Concejo Municipal de Arauca, a través del
operador que escogió (…) vulneró la Resolución No. 200.10.021 (…)
al incluir preguntas en la prueba de conocimientos que le presentó
a los concursantes, que no estaban en la convocatoria regla del
concurso”. Ante ello, deviene en innecesario realizar el análisis de si
las resoluciones adoptadas por la Fundación Unitrópico, implicaron o
no una modificación directa de los términos de la convocatoria, razón
por la cual el cargo en tal sentido no tiene vocación de prosperidad.

265
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 8: Sobre este punto de la impugnación presentada por la


apoderada judicial de la Fundación Unitrópico, si bien no es posible
desconocer el amplio margen que hoy ocupan en el desarrollo
de las funciones públicas las tecnologías de la información y
las comunicaciones, lo cierto es que el ordenamiento jurídico,
especialmente el Decreto 1083 del 2015, han establecido de forma
directa en cabeza de los concejos municipales la posibilidad de
reglamentar en forma directa los concursos de méritos a través de
los cuales se lleva a cabo la conformación de la lista de elegibles
para el cargo de personero municipal. Bajo este entendido, es dicha
corporación administrativa la que determina, entre otros aspectos, qué
temas serán objeto de evaluación en la prueba de conocimiento que se
realiza al interior de dicho proceso meritocrático. (…). De esta forma,
si bien le asiste razón a la impugnante al precisar que las diversas
normas que tienen un impacto en la función pública, consagran el uso
de las TIC como un elemento fundamental, dicho aspecto no tiene la
entidad suficiente para desconocer que, los temas a evaluar en un
concurso de méritos, se deben determinar de forma previa y expresa
al momento de establecer su convocatoria, por lo que de acogerse el
argumento expuesto en la impugnación, ello implicaría una habilitación
para incluir temas sorpresivos, diferentes a los previstos en las reglas
fijadas por la entidad convocante. Bajo estas precisiones, el argumento
de alzada en tal sentido, no tiene la entidad suficiente para proceder a
revocar la decisión de primera instancia.

TESIS 9: Sobre este punto, es importante traer a colación el


contenido de la Resolución No. 200.10.021 del 7 de noviembre del
2019, especialmente en sus artículos 21 y 24, mediante el cual Concejo
Municipal determinó el contenido de las pruebas de conocimiento
y de competencias laborales que serían aplicadas por el operador
a contratar. (…). Por lo visto, el Concejo Municipal de Arauca, en su
facultad de establecer de forma discrecional los aspectos que serían
objeto de evaluación al interior del concurso de méritos, no consagró
de forma expresa los conocimientos en ofimática para dicho fin en
particular. A su vez, es claro que el Decreto 1083 del 2015, norma que
reglamenta este tipo de convocatorias, en su artículo 2.2.27.2, literal
c), tampoco expresa la inclusión de dichos temas como elementos
que deban ser evaluados, pues se limita a precisar cuál debe ser
el porcentaje mínimo de cada una de las pruebas a aplicar frente
al ponderado total. Aterrizando lo previsto en el caso concreto, se
tiene que, conforme a la prueba documental decretada al interior

266
del presente proceso, (…) a folio 134 se observa el cuadernillo de la
prueba de conocimiento, el cual, en su componente de núcleo común,
evidencia que las preguntas 1 a 15 correspondieron a conocimientos
en ofimática. Así mismo, el Tribunal Administrativo de Arauca,
determinó que las siguientes 10 preguntas -16 a 25- tampoco tenía
relación con dicho núcleo, aspecto que no fue cuestionado por los
aquí apelantes. Bajo estas consideraciones, se tiene que un total de
25 preguntas no atendían los parámetros de los temas evaluables
conforme a las reglas de la convocatoria. Bajo estas consideraciones,
se encuentra demostrado para esta Sección que, en efecto, la prueba
de conocimiento, incluyó aspectos evaluables que no se consideraron
por la norma marco del concurso de méritos, ni son exigibles por
normas de orden reglamentario que regulan el mismo. Ello bastaría
para considerar en efecto, demostrada la nulidad del acto de elección,
de no ser porque esta Corporación ha precisado que, en estos casos,
debe establecerse con suficiencia el criterio de incidencia de la
irregularidad en el acto de elección. (…). [L]a prueba de conocimientos
tenía el carácter eliminatorio, lo que de conformidad con el parágrafo
del artículo 19 ídem, implicaba que quienes no la superen, “(…) no
continuarán en el concurso de méritos (…) y por tanto serán excluidos
de la convocatoria”. Bajo estos parámetros, la correcta realización
de la prueba de conocimientos, tiene una influencia directa respecto
de los resultados del concurso, la posterior conformación de la lista
de elegibles y la elección que realice la corporación electora. (…).
[A]ún en el evento de la exclusión de las preguntas de la prueba de
conocimientos, y en el hipotético en que las personas identificadas con
las cédulas 1.128.278.416, 79.280.041, 1.010.171.761, 1.116.787.387,
52.966.181, 1.015.418.259 y 1.094.958.144 hubieren obtenido el
máximo puntaje en la prueba de competencias laborales, la valoración
de la experiencia y la entrevista, lo cierto es que el señor Alexander
Rivera Andrade, hubiera continuado en el primer lugar de la lista de
elegibles, aspecto que permite concluir que en el presente caso, la
irregularidad que se demostró al interior de la convocatoria pública, no
tiene una incidencia importante como para concluir que el resultado
eleccionario hubiera sido diferente. (…). [E]n el caso de la elección
de personeros municipales o distritales, sólo aquel participante que
obtenga la mayor puntuación luego de consolidadas las etapas del
proceso de selección, es el llamado a ocupar el empleo ofertado a
través de la convocatoria pública, de manera que, forzoso se torna
concluir que la exclusión de las 15 preguntas relacionadas con
ofimática y las otras 10 de temática no vinculada a los ejes evaluativos

267
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

definidos en el reglamento, no tiene incidencia en la elección del señor


Alexander Rivera Andrade como Personero Municipal de Arauca, dado
que ninguno de los otros concursantes tenía la posibilidad matemática
de ostentar el primer lugar. Ante lo anterior, observa la Sala que no
existe mérito jurídico suficiente para mantener la decisión de primera
instancia, por lo que se impone la revocatoria del numeral 1º de la
misma, para en su lugar negar las pretensiones de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 187 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 281 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 282 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 42 NUMERALES 1, 5 Y 6 / DECRETO 2485 DE
2014 – ARTÍCULO 4

268
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LOS
REPRESENTANTES DE LAS ENTIDADES SIN ÁNIMO DE LUCRO
ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL CARDER, PRINCIPIO DE PUBLICIDAD EN TORNO AL
ACTO DE ELECCIÓN

EXTRACTO NO. 10

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00005-00 (2020-00027-00


Y 2020-00045-00)
FECHA: 25/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Jaime Ríos Hincapié, Jefferson Espinosa Saldana
y Juan Manuel Venegas Acevedo
DEMANDADOS: Laura Andrea Ramos y Luis Carlos Ordoñez -
Representantes de las entidades sin ánimo de lucro ante el Consejo
Directivo de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda Carder
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Teniendo en cuenta los argumentos de las


demandas, se impone determinar si es procedente declarar la nulidad
del acto de elección de los señores Laura Andrea Ramos y Luis Carlos
Ordoñez como representantes principales de las entidades sin ánimo
de lucro- ESAL ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma
Regional de Risaralda CARDER por: i) presuntamente haberse omitido
la publicación de la fecha de la reunión de elección, ii) la exclusión
irregular del participante Mario Jiménez Jiménez por la ONG
Corporación para el Desarrollo Ambiental, CODEAL y, iii) escoger a la
señora Ramos como principal, cuando su postulación fue de suplente.
Las anteriores circunstancias, a juicio de los demandantes desconocen
los artículos 2, 3, 6, 126 y 209 Superiores, numerales 8 y 9 del Artículo
3 de la Ley 1437 de 2011, artículo 1 de la Resolución 606 de 2006 y el
Decreto 019 de 2012.

TESIS 1: Con la creación del Ministerio del Medio Ambiente y la


reordenación del sector encargado de la gestión y conservación
del ambiente y los recursos naturales renovables ordenada por
la Ley 99 de 1993, se fijó la política en la materia y se determinó la

269
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

naturaleza jurídica y los órganos de dirección y administración de las


corporaciones autónomas regionales. El artículo 26 de esta norma
dispuso que el consejo directivo sería el órgano de administración
de la corporación y estaría conformado, entre otros miembros, por
2 representantes de las entidades sin ánimo de lucro que tengan su
domicilio en el área de jurisdicción de la corporación. Este precepto fue
desarrollado por la Resolución 606 de 2006 en la que “(…) se reglamenta
el procedimiento de elección de los representantes y suplentes de
las entidades sin ánimo de lucro ante los consejos directivos de las
Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, y se
adoptan otras disposiciones”, normativa en la que se establecieron los
parámetros para el mencionado proceso electoral. (…). De acuerdo con
la anterior disposición [artículo 1 de la Resolución 606 de 2006], las
corporaciones autónomas regionales deben atenerse al cumplimiento
de los siguientes aspectos: a) Publicación del lugar, fecha y hora para
recibir la información requerida. b) Publicación del lugar, fecha y
hora en la que se realiza la reunión de elección. c) Deber de publicar
el aviso en un diario de amplia circulación regional o nacional, en un
medio radial, en las carteleras de la sede, subsedes de la entidad y
en su página web. d) El aviso se debe dar a conocer mínimo 30 días
antes de la reunión de elección. (…). [L]as entidades sin ánimo de lucro
con domicilio en la jurisdicción de la respectiva corporación pueden
postular un candidato para que en su representación ocupe un escaño
ante el consejo directivo de la entidad, los cuales deberán cumplir con
los requisitos de conocimiento y experiencia en temas de recursos
naturales y del medio ambiente.

TESIS 2: Para efectos de resolver las pretensiones formuladas en los


libelos genitores y de conformidad con lo explicado en precedencia,
es importante indicar según las normas invocadas con la demanda,
cuáles son los parámetros que se deben cumplir para la reunión de
elección de los representantes de las entidades sin ánimo de lucro,
ello en la medida en que la parte actora critica el incumplimiento del
principio de publicidad respecto de la elección del 11 de diciembre
de 2019. Al respecto, la Resolución 606 de 2006 de Minambiente en
su artículo 5 reguló la materia estableciendo cuál será el trámite a
seguir para la jornada en que se celebrará la reunión de elección de
las entidades sin ánimo de lucro. (…). De la anterior norma se evidencia
que la designación de los representantes de las entidades sin ánimo
de lucro se hará por medio de una reunión, la cual será instalada por el
director de la corporación autónoma regional respectiva, dentro de los

270
parámetros de la convocatoria, en la cual se presentarán los resultados
de la evaluación aportada por el comité evaluador; se nombrará un
presidente y un secretario y, posteriormente se designará a los 2
candidatos como representantes del sector ante el consejo directivo,
procedimiento que debe constar en un acta debidamente suscrita.

TESIS 3: [L]os demandantes (…) argumentaron que la Corporación


Autónoma Regional de Risaralda actuó de manera secreta y oculta
en lo que corresponde a la reunión definitiva de elección de los
demandados, ya que la misma se llevó a cabo el 11 de diciembre de
2019, sin ser publicada o divulgada en ningún medio de comunicación
o página web, desconociendo algunas disposiciones constitucionales,
pero en específico lo dispuesto en el artículo 1 de la Resolución 606 de
2006 del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, ya
que con ello se generó que CODEAL no pudiera ejercer control político
y participar en el proceso de elección demandado al que tenía derecho
a través de un candidato. (…). [O]bserva la Sala que el 15 de octubre de
2020 se llevó a cabo la reunión de elección como se había estipulado
en el aviso inicial de la convocatoria y del cual se predica el deber de
publicación en medios masivos de comunicación. De las documentales
se puede extraer, que esta fue aplazada por la Resolución A-1073 de la
misma fecha para continuarse el 21 del mismo mes y año, atendiendo
la solicitud que hiciera la Procuraduría Judicial Agraria y Ambiental
con el propósito de que los aspirantes tuvieran un plazo razonable
para subsanar las deficiencias de su postulación. Posteriormente, en el
curso de la reanudación de la reunión de elección la directora (E) de la
CARDER ratificó los candidatos habilitados. (…). De otra parte, se tiene
que en el curso de la sesión, el demandante Jefferson Espinosa solicitó
el aplazamiento de la reunión de elección hasta que se resolviera la
acción de tutela interpuesta por el candidato Mario Jiménez, quien
no había sido habilitado por falta de requisitos, teniendo en cuenta
que solo habían dos entidades habilitadas para el proceso electoral,
acotación que fue aceptada «de acuerdo a la votación efectuada por
los Representantes de las Entidades sin Ánimo de Lucro con una
votación de 15 frente a 4 (…)». De conformidad con lo anterior, una vez
fue decidida la acción de tutela, el 9 de diciembre de 2020, vía correo
electrónico se hizo la citación para la elección que se llevaría a cabo
el 11 de diciembre de 2019. Así las cosas, se observa que la reunión
de elección fue aplazada por común acuerdo en dos ocasiones por
solicitud del Ministerio Público y los asistentes, es decir obedeció a una
decisión mayoritaria de las entidades participantes, en ejercicio de su

271
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

autonomía para determinar la forma de su selección (artículo 4 de la


Resolución 606 de 2006). Así mismo, se observa que frente al segundo
aplazamiento, no se fijó fecha y hora para su continuación, debido a que
esta quedó sometida a una condición, que no es otra que la expedición
del fallo dentro de la acción tutela, de modo que una vez cumplida, la
CARDER procedió efectivamente a citar a las 29 ONGs habilitadas, tal
como lo demuestran las pruebas documentales citadas, en ejercicio
de su función de prestar apoyo logístico para llevar a buen término
la reunión (artículo 5, parágrafo 1° de la Resolución 606 de 2006).
Además, que la citación a la continuación de la misma se efectuó por
correo electrónico a cada una de las entidades habilitadas para votar.
Es por ello que para Sala no se advierte irregularidad alguna por el
hecho de haber utilizado el mencionado medio de publicidad, pues el
demandante, quien solicitó el aplazamiento, conocía que una vez se
decidiera la acción constitucional se reanudaría la referida elección. En
esa medida, se insiste que el artículo 1º de la Resolución 606 de 2006
establece la forma en que se debe publicar la convocatoria, y no lo
referente a la reanudación por aplazamiento de la sesión, circunstancia
que no tiene regulación específica, por lo que, no se evidencia
infracción alguna de esa norma y del principio de publicidad invocado
por el demandante, pues es claro que se le remitió correo electrónico
a la dirección registrada por CODEAL en cámara de comercio y no se
demostró que el mismo no fuera recibido. De otra parte, si bien en
el acto de convocatoria se publica ampliamente la fecha en que se
celebrará la sesión eleccionaria, también es cierto que en esa fase
inicial, su amplia difusión se debe a la etapa de reclutamiento en
donde se busca la mayor concurrencia de los miembros del sector
referido para lograr masivamente su participación. Distinto es lo que
ocurre en este caso, en donde la amplia difusión se cumplió, por lo
que la continuación de la sesión de votación, debía ser comunicada a
los miembros ya identificables que aprobaron las fases previas de la
convocatoria. De igual forma, (…) se observa que a las 29 entidades
habilitadas para participar en el proceso electoral se les remitió la
información relativa a la reanudación, lo que permitió la comparecencia
de 16 ESAL de las cuales, de forma unánime, eligieron a los señores
Laura Ramos y Luis Ordoñez como sus representantes ante el Consejo
Directivo de la CARDER.

TESIS 4: El segundo reproche (…) consiste en que la CARDER no


permitió la participación del ciudadano Mario Jiménez Jiménez por
incumplimiento del requisito relativo a exigencia de contar con la

272
capacitación en medio ambiente y recursos naturales, a pesar de que
en la entidad reposaban los soportes que acreditaban su cumplimiento,
con lo que se vulneró el Decreto 019 de 2012, que establece la prohibición
de exigir documentos que reposen en la entidad. (…). La documental
con la que pretende la parte actora acreditar el mencionado requisito
señala que el curso al que asistió fue de 60 horas, lo cual, conforme
con lo establecido en el artículo 2.6.6.8 del Decreto 1075 de 2015, por
su intensidad horaria solo da lugar a que se refrende su asistencia
al mismo, mas no que efectivamente fue capacitado en temas
medioambientales, dado que su alcance solo puede ser el que el decreto
reglamentario del sector le confirió. De otra parte, de la certificación
aportada al expediente, ni siquiera se logra extraer cuál es el sistema
de educación que ofrece la sociedad Kike Ltda., pues en el documento
simplemente se hizo referencia a un seminario taller realizado por
el señor Mario Jiménez, sin que se aportara otro elemento de juicio
que permitiera dilucidar que la referida empresa estuviera avalada
por la respectiva secretaría de educación, esto es cuente con un acto
administrativo en donde se disponga que se encuentre habilitada como
institución de educación para el trabajo y el desarrollo humano, antes
denominado educación no formal. En ese orden de ideas, resulta para la
Sala necesario estimar que la certificación aportada a la convocatoria
no satisface los requisitos contenidos en el artículo 2 de la Resolución
606 de 2006 en consonancia con el Decreto 1075 de 2015, en la
medida que no demuestran una capacitación en materia de recursos
naturales renovables y medio ambiente, por lo que se concluye que el
señor Jiménez Jiménez incumplió con unos de los requisitos previstos
para la presentación de la propuesta, situación que conllevó a que su
candidatura fuera descartada. (…). [L]a apreciación hecha por el comité
evaluador al señalar que el folio allegado por el señor Jiménez era una
constancia de asistencia, cobra validez en la medida en que conforme
con el decreto reglamentario aducido, lo único que podía efectuar Kike
Ltda, era validar que la persona había participado en un seminario taller,
pero para poder generar una certificación en estricto sentido, tenía que
haberlo realizado una entidad reconocida, lo cual no se demostró en el
presente caso, sin embargo, aun si la mencionada sociedad se hubiera
acreditado conforme a la normatividad mencionada, la intensidad
horaria (60 horas) de la constancia aportada lo que demuestra es que
no puede entenderse como capacitación en medio ambiente, acorde
con lo dispuesto en el numeral 1 del artículo 2.6.2.3 del Decreto 1075
de 2015. Así mismo, si bien el prenombrado certificado expedido por
Kike Ltda. en pretéritas oportunidades fue tenido en cuenta para que

273
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el señor Jiménez presentara su candidatura como representante de


las ESAL ante el Consejo Directivo de la CARDER, en la actualidad, ello
no resulta válido por cuando se trata de una capacitación informal que
conforme a las reglas establecidas no es constitutiva de ser entendida
como de capacitación y por ello su efecto es el de acreditar asistencia.

TESIS 5: Por último, argumentaron los accionantes que con el acto de


elección se desconoció lo referente a los requisitos para la designación
de los miembros de las ESAL, pues se eligió a la señora Laura Ramos
como representante principal, cuando había sido postulada como
suplente. (…). [E]l acto administrativo de carácter general que rige el
presente proceso de selección, - Resolución 606 de 2006- dispone que
las organizaciones sin ánimo de lucro con domicilio en la jurisdicción
de la corporación autónoma podrán presentar candidatos. Sin
embargo, de las disposiciones que contiene la mentada normatividad
se observa que no efectúa una distinción que determine que éstos
deban ser inscritos de una u otra forma (principal o suplente), por lo
que no se advierte que el tipo de postulación incida en la participación
de la candidatura mencionada, máxime cuando una vez analizados
los documentos aportados por los participantes solo quedaron dos
personas aptas para ocupar el escaño como representante de las
ESAL ante el Consejo Directivo de la CARDER, dentro de las cuales
se encontraba la señora Laura Andrea Ramos. Además, debe tenerse
en cuenta que en la reunión del 21 de octubre de 2019 se ratificó la
candidatura de los señores Laura Ramos y Luis Ordoñez, sin que los
actores en esa oportunidad hiciera algún reproche, pues solamente
se limitó a solicitar el aplazamiento de la misma. Adicionalmente, fue
el querer mayoritario de los electores escoger a la demandada como
su representante principal, decisión que consulta el fin de la norma
referente a que sean éstos los que decidan quiénes los representarán
ante el órgano medioambiental.

NORMATIVA APLICADA
LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 26 / RESOLUCIÓN 606 DE 2006 / DECRETO 1075 DE
2015 – ARTÍCULO 2.6.1.1 / DECRETO 1075 DE 2015 – ARTÍCULO 2.6.2.2 / DECRETO
1075 DE 2015 – ARTÍCULO 2.6.2.3

274
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE LA
DIRECTORA ENCARGADA DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL DEL CESAR CORPOCESAR, REQUISITOS PARA EL
CARGO DE DIRECTOR ENCARGADO

EXTRACTO NO. 11

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00071-00
FECHA: 15/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Hugo Mendoza Guerra
DEMANDADA: Yolanda Martínez Manjarrez - Directora encargada
de la Corporación Autónoma del Cesar - Corpocesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si


es procedente declarar la nulidad del acto de nombramiento en
encargo de la señora Yolanda Martínez Manjarrez como directora de
CORPOCESAR, del cual se aduce que se encuentra viciado de nulidad
por presuntamente, haberse expedido irregularmente y con infracción
de los artículos 12 de la Ley 87 de 1993, 48 de la Resolución 1308 de
2005 (estatutos CORPOCESAR), 24 de la Ley 909 de 2004 y el literal c)
del artículo 2.2.8.4.1.21 del Decreto 1076 de 2015. Esto dado que según
dice la demanda: (I) en la reunión de designación participaron personas
que no estaban habilitas para ese fin, (II) la demandada no podía ser
nombrada, al estar inmersa en una incompatibilidad; por cuanto se
encontraba desempeñando el empleo de jefe de control interno de
la misma entidad y, (III) porque no cumplía con los requisitos para
ostentar el cargo, específicamente el referido a un año de experiencia
en temas ambientales.

TESIS 1: Con la expedición de la Constitución de 1991, en el numeral


7 del artículo 150, se le atribuyó al legislador la competencia para
«reglamentar la creación y funcionamiento de las corporaciones
autónomas regionales dentro de un régimen de autonomía». Con
fundamento en ello, el Congreso de la República expidió la Ley 99 de
1993, por medio de la cual se creó el Ministerio del Medio Ambiente
y se dictaron otras disposiciones, entre ellas, la normatividad que

275
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

regula la naturaleza jurídica, las funciones y los órganos de dirección


y administración de las CAR. De esta manera, el artículo 24 de la Ley
99 de 1993 dispuso que las corporaciones autónomas regionales
tendrán tres órganos principales de dirección y de administración:
a. La Asamblea Corporativa, b. El Consejo Directivo y c. El director
general. (…). De la norma (artículo 28 de la Ley 99 de 1993) es claro
que el director general es designado por el Consejo Directivo para un
periodo de cuatro años y que puede ser reelegido por una sola vez. (…).
En consonancia con la jurisprudencia de la Corte Constitucional, esta
Sección determinó que el cargo de director general de Corporación
Autónoma Regional no es de carrera administrativa, igualmente, hizo
precisión en torno a que los principios constitucionales del mérito, la
igualdad y la publicidad, no son suficientes para colegir que en todos
los casos la elección de dicho dignatario debe estar precedida de un
proceso de selección, pues tratándose de una competencia propia del
legislador, solamente éste puede determinarlo. (…). En suma, ha sido
constante la línea jurisprudencial del Consejo de Estado en determinar
que: i) el cargo de director de una corporación autónoma regional, no
es de carrera, sino de período fijo; ii) su designación compete al consejo
directivo de la entidad y iii) no existe un mandato legal que imponga
una forma determinada a efectos de realizar el nombramiento.

TESIS 2: Para efectos de dar respuesta a los argumentos presentados


por el demandante en su escrito genitor, es necesario delimitar de
acuerdo con las disposiciones invocadas, cuáles son los parámetros
que se deben atender para la designación de un director encargado
de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, en la medida en que
el actor critica el incumplimiento de dicha normatividad. Mediante
la Resolución 1308 del 13 de septiembre de 2005, el Ministerio de
Ambiente aprobó los estatutos de CORPOCESAR, regulación que en
su artículo 49 dispuso que “el director general tiene la calidad de
empleado publico, sujeto al régimen de la Ley 99 de 1993, el decreto
1768 de 1994, y en lo que sea compatible con las disposiciones
aplicables a los servidores públicos de orden nacional”. De igual
forma, la citada reglamentación en consonancia con al artículo 28
de la Ley 1263 de 2008, refirió que la autoridad mencionada, será
designada por el consejo directivo, por el período establecido en la
ley. Posteriormente, el artículo 51 estableció que el consejo directivo
de la corporación podrá remover al director general, entre otras
circunstancias, por orden o decisión judicial. En el mismo sentido,
el literal o) del artículo 34, indicó que el referido órgano tiene como

276
función, “designar el encargado durante las ausencias del Director
General de la Corporación, entre el personal Directivo (…)”.

TESIS 3: Ahora bien, es importante destacar que el actor como


fundamento de la demanda, argumentó que la corporación autónoma
regional expidió de manera irregular el acto demandado, debido a que
actuaron en la reunión electoral en el consejo directivo de la entidad, por
un lado, el señor Oswaldo Aharon Porras Vallejo en representación del
Ministerio del Medio Ambiente, y por otro, Juan Aurelio Gómez Osorio
como representantes de las comunidades negras, ambos sin un acto que
legitimará su intervención. Para resolver el asunto en cuestión, vale la
pena recordar que de conformidad con los estatutos de la corporación
-artículo 23-, el consejo directivo está conformado, entre otros, por un
representante del ministro de Ambiente o su delegado y uno de las
comunidades indígenas o etnias tradicionales asentadas en el territorio
donde tiene jurisdicción. (…). Teniendo en cuenta lo anterior, observa
la Sala que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en uso
de sus facultades legales, realizó dos actos de delegación, el primero,
en cabeza del señor Jairo Orlando Homez Sánchez cuya participación
es permanente, y el segundo, a favor Oswaldo Aharon Porras Vallejo,
este último a quien se le delegó para participar exclusivamente en la
reunión del 9 de julio de 2020, según consta en el acta de la misma
fecha y el video de la reunión aludida, circunstancia que no denota una
inconsistencia que permita concluir que el acto demandado adolezca
de algún vicio, por el contrario, demuestra que la cartera ministerial
actuó por medio de su representante, el cual estaba plenamente
facultado para actuar según consta en la Resolución 0555 del 8 de
julio de 2020. (…). Por otra parte, en el acta de reunión extraordinaria
No. 005 del 9 de julio de 2020 y el video de la misma, consta que el
señor Juan Aurelio Gómez Osorio, asistió como representante de las
comunidades negras ante el Consejo Directivo de CORPOCESAR. (…).
A la luz de la anterior norma (artículo 2.2.8.5.1.10 del Decreto 1076
de 2017), se considera que el señor Juan Aurelio Gómez Osorio, quien
fue elegido como representante suplente de las comunidades negras
ante el Consejo Directivo de CORPOCESAR, válidamente participó en la
reunión electoral del 9 de julio de 2020, por cuanto para esa fecha el Juez
Promiscuo Municipal del Becerril, mediante providencia del 9 de junio
de 2020, había declarado la nulidad de la elección del representante
principal de dicha comunidad, decisión que si bien fue nulitada -13
de agosto siguiente-, para el momento de la elección demandada se
encontraba surtiendo plenos efectos. (…). En ese sentido, ante la falta

277
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

del señor Márquez Fragozo, debía actuar su suplente para que las
comunidades negras no quedaran sin representación en el proceso de
designación controvertido. Adicionalmente, es pertinente recordar que
en sede de nulidad electoral, no es dable entrar a revisar la validez de
las decisiones de tutela, pues para ello, el proceso constitucional tiene
sus propios mecanismos, contemplados en la referida regulación.

TESIS 4: De otra parte, el actor en su libelo genitor, precisó que la


demandada al encontrarse ejerciendo el empleo de jefe de control
interno de la entidad, que tiene el carácter de directivo, no podía ser
designada en el cargo de libre nombramiento y remoción como es el de
director encargado de CORPOCESAR, por cuanto el parágrafo del artículo
12 de la Ley 87 de 1993, “advierte una manifiesta incompatibilidad
para un asesor, coordinador, auditor interno o quien haga sus veces,
para ejercer otras funciones de otro empleo por encargo”. (…). En este
punto, se reitera que el artículo 51 de los estatutos de la entidad,
estableció que el consejo directivo de la corporación podrá remover
al director general, entre otras razones, por orden o decisión judicial.
En el mismo sentido, el literal o) del artículo 34 de la regulación indicó,
que el referido órgano tiene como función, “designar el encargado
durante las ausencias del Director General de la Corporación, entre el
personal Directivo (…)”. Teniendo el cuenta el reproche del demandante,
es pertinente resaltar que el artículo 9 de la Ley 87 de 1993, aplicable
al caso, define a la unidad u oficina de coordinación de control interno,
como “uno de los componentes del Sistema de Control Interno, de nivel
gerencial o directivo (…)”. En complemento de lo anterior, el artículo
11 de la citada regulación, que trata de la designación del jefe del
referido órgano, indica que “el asesor, coordinador, auditor interno o
quien haga sus veces será un funcionario del libre nombramiento y
remoción, designado por el representante legal o máximo directivo
del organismo respectivo (…)”. De las normas referidas se extrae con
claridad, que las oficinas de control interno de las entidades publicas,
ostentan el nivel directivo y que será ejercida por un funcionario de
libre nombramiento y remoción, es por ello que el Consejo Directivo de
CORPOCESAR, en aplicación de sus estatutos y en vista de la ausencia
de su director general, procedió a nombrar como encargada a la señora
Yolanda Martínez Manjarrez, quien venía desempeñándose como tal
en la entidad. Una vez efectuadas las precisiones anteriores, se tiene
que el actor invocó la supuesta incompatibilidad que se encuentra en
el parágrafo del artículo 12 de la Ley 87 de 1993, el cual enuncia que
“en ningún caso, podrá el asesor, coordinador, auditor interno o quien

278
haga sus veces, participar en los procedimientos administrativos de
la entidad a través de autorizaciones y refrendaciones”, disposición
de la cual no se puede extraer una situación de inhabilidad que
impida a la demandada ser nombrada como directora encargada de
CORPOCESAR, por el hecho de haberse desempeñado como jefe de
la oficina de control interno, lo cual amerite la intervención del juez
electoral. (…). Adicionalmente, la disposición tampoco consagra alguna
circunstancia que imposibilite a un empleado que ejerza como jefe de
control interno, poder ser encargado como director de CORPOCESAR.
(…). En esa medida, no encuentra la Sala demostrada la inhabilidad que
pretende el actor endilgar a la demandada.

TESIS 5: En el último de los reproches del accionante en la demanda,


refirió que la demandada no cumplía con los requisitos para ocupar
el cargo de directora encargada de CORPOCESAR, específicamente, el
de tener un año de experiencia en temas relacionados con el medio
ambiente. (…). De la norma (artículo 48 de los estatutos, en consonancia
con el artículo 2.2.8.4.1.21 del Decreto 1076 de 2015) se evidencia que,
para ser director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, es
necesario contar con una experiencia profesional de 4 años, de los
cuales por lo menos uno debe ser en actividades relacionadas con el
medio ambiente y recurso naturales renovables, o en su defecto, haber
sido director general de una corporación. (…). De conformidad, con los
elementos de juicio que obran en el plenario, se observa que la señora
Yolanda Martínez Manjarrez, postuló su hoja de vida, para el cargo de
directora encargada de la Corporación Autónoma Regional del Cesar,
para dicho efecto presentó las certificaciones antes mencionadas,
con las que pretendió demostrar el año de experiencia en temas
ambientales y recursos naturales renovables, los cuales fueron
admitidos por el consejo directivo de la citada autoridad, aunado al
hecho de que se venía desempeñando como jefe de control interno
de la misma entidad desde el 25 de enero de 2018. En virtud de lo
anterior, la Sala estima que de acuerdo con la jurisprudencia de la
Corporación la señora Martínez cumplió con el requisito aludido, toda
vez que coordinó y ejecutó actividades tendientes a la conservación
y educación del medio ambiente, circunstancias que demuestran el
cumplimiento de las exigencias normativas para ostentar el cargo de
directora encargada de CORPOCESAR. (…). La Sala considera que en el
presente caso no se desvirtuó la presunción de legalidad del Acuerdo
No. 007 del nueve (09) de julio de 2020, por el cual se designó a la
señora Yolanda Martínez Manjarrez, como directora encargada de la

279
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Corporación Autónoma Regional del Cesar-CORPOCESAR., dado que no


se demostró que éste resultara contrario a las normas que regulan el
referido proceso democrático.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS: [A]l interior del proceso administrativo de designación


enjuiciado, esto es, en la reunión electoral del 9 de julio de 2020, en
representaión de las comunidades negras ante el Consejo Directivo de
CORPOCESAR, acudió el suplente (…), lo anterior, por cuanto el 9 de junio
del año que cruzó, el Juzgado Promiscuo Municipal de Becerril (Cesar),
declaró la nulidad de la elección del señor (…), como representante
principal de éstas ante el Consejo Directivo de CORPOCESAR. Sobre
dicho aspecto la Sala consideró, que en sede de nulidad electoral, no
es dable entrar a revisar la validez de las decisiones de tutela, pues
para ello, el proceso constitucional tiene sus propios mecanismos
contemplados en el Decreto 2591 de 1991; sin embargo, [se advierte]
que la legislación colombiana, facultó a la jurisdicción contenciosa
administrativa para el conocimiento del proceso de nulidad electoral,
que es un medio de control ordinario y tiene como objeto la revisión
de la legalidad del acto de elección, nombramiento, llamamiento o
designación, como en el caso concreto, se trata del acto de designación
del señor (…). Dicho medio de control consagrado en el artículo 139 de
la Ley 1437 de 2011 es eficaz para garantizar la protección de los
derechos fundamentales en las controversias de dicha especialidad.
(…). [E]n el presente caso el Juzgado Promiscuo Municipal de Becerril
(Cesar) através de una acción de tutela resolvió declarar la nulidad
de la elección del señor (…), como representante principal de las
comunidades negras ante el Consejo Directivo de CORPOCESAR,
excediendo de manera grosera el marco de sus competencias
como juez constitucional pues como se explicó anteriormente, este
determinación la debe adoptar el juez administrativo que conoce de
la nulidad electoral, pues el legislador instauró dicha competencia en
la jurisdicción contenciosa administrativa. Por lo anterior, no se debe
olvidar que la acción de tutela, es un mecanismo de carácter residual
y subsidiario que procede únicamente cuando no existen otros medios
de defensa judicial idóneos. (…). En suma, conforme con lo expuesto,
el Juzgado Promiscuo Municipal de Becerril (Cesar), no debió usurpar
la competencia de la jurisdicción contenciosa administrativa, en

280
específico de la Sala Electoral del Consejo de Estado y decidir la
legalidad del acto de elección del (…) representante principal de las
comunidades negras ante el Consejo Directivo de CORPOCESAR,
dado que como se explicó ampliamente, el legislador previó un
mecanismo jurídico para tal fin y por ende no era procedente que el
juez constitucional usurpara dicha competencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 150 NUMERAL 7 / LEY 99 DE 1993 –
ARTÍCULO 24 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 28 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO
2.2.8.4.1.21 / DECRETO 1076 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.10 / LEY 87 DE 1993 –
ARTÍCULO 9 / LEY 87 DE 1993 – ARTÍCULO 12 / LEY 1263 DE 2008 – ARTÍCULO 28

281
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LA


CONTRALORA DEPARTAMENTAL DE BOYACÁ, INHABILIDAD
CONSTITUCIONAL DEL CONTRALOR DEPARTAMENTAL,
ESTRUCTURA DEL ESTADO, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE
PODERES, CARGO DE PERSONERO MUNICIPAL Y SU PERTENENCIA
O NO A LA ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE LOS MUNICIPIOS

EXTRACTO NO. 12

RADICADO: 15001-23-33-000-2020-00120-01
FECHA: 22/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Henry Olimpo Plazas Pinto
DEMANDADA: Martha Bigerman Ávila Romero —
Contralora general de Boyacá, período 2020-2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en establecer a partir de los


argumentos desarrollados por la parte demandante, en especial los
expuestos al impugnar la sentencia que negó las pretensiones de
la demanda, si la señora Martha Bigerman Ávila Romero, contralora
departamental de Boyacá para el período 2020 – 2021, incurrió en
la causal de inhabilidad contenida en el inciso 10° del artículo 272
de la Constitución Política, por el hecho de haberse desempeñado
como personera del municipio de Tuta durante el año anterior a su
designación como contralora.

TESIS 1: Alega el recurrente que la autoridad judicial efectuó una


interpretación restrictiva de la causal de inhabilidad invocada,
desprovista de su finalidad, consistente en evitar que quien es elegido
contralor pueda ejercer control fiscal sobre sus propias actuaciones,
particularmente, las adelantadas antes de su designación como éste.
(…). [C]onsidera procedente esta Corporación, recordar la asentada
jurisprudencia en relación con los criterios de interpretación que
deben utilizarse a efectos de analizar las causales de inhabilidad e
incompatibilidad consagradas en la Constitución o la ley. Ha señalado
esta Sección, que son derechos fundamentales de acuerdo con el
artículo 40 de la Constitución Política, el de ser elegido y acceder al

282
desempeño de funciones y cargos públicos, prerrogativas que no tiene
el carácter de ser absolutas, dado que la propia Constitución y la ley
contemplan restricciones al ejercicio de tales derechos, motivadas en
otras garantías -también constitucionales- como el interés general,
la igualdad y el ejercicio eficiente de la función pública, tal como es
el caso de las inhabilidades para ocupar cargos de elección popular.
(…). [E]s claro entonces que el acceso a los cargos públicos, entre
ellos los de elección popular, se encuentran sometidos a una serie
de condiciones que buscan la realización del interés general. (…).
Considerando a lo mencionado en forma precedente, y en atención
a las limitaciones a los derechos políticos que se derivan de las
inhabilidades e incompatibilidades, se ha establecido entonces que
respecto de su aplicación, es necesario observar los criterios de
interpretación restrictiva y no la analógica extensiva. (…). Bajo dichos
presupuestos, entendiendo el criterio de interpretación restrictiva
como aquel que busca la aplicación de la norma a casos concretos,
los operadores jurídicos al momento de determinar la ocurrencia de
una inhabilidad o incompatibilidad respecto de quien pretende ocupar
un cargo público, deben limitarse de forma específica al alcance los
verbos rectores empleados por el legislador -por ejemplo, la gestión
de negocios-, a las situaciones de orden jurídico que la originan y su
prueba plena -v. gr. el parentesco-, así como a los límites de orden
temporal -ejemplo, durante el año anterior a la elección-, espacial -v.gr.
a la jurisdicción donde se llevará a cabo la elección- y a las calidades
respecto de quienes se predican. Dicha línea de argumentación
logra que estos condicionamientos se apliquen de forma concreta
a las situaciones o eventos que el constituyente y/o el legislador
determinaron como circunstancias de inelegibilidad, sin que para el
efecto puedan considerarse otros eventos. Bajo la perspectiva de lo
descrito, es necesario entonces precisar al recurrente, que aunque
en ocasiones es posible auscultar por la finalidad pretendida por la
inhabilidad o incompatibilidad -interpretación teleológica-, o establecer
un entendimiento de ella en relación con el cuerpo normativo al cual
pertenecen -interpretación sistemática-, lo cierto es que, al momento
de establecer su configuración, prima el criterio interpretativo
restrictivo, por lo que, de ninguna medida el estudio que emprenda
el operador judicial puede implicar que se realicen extensiones,
analogías o interpretaciones amplias, que conlleven a la aplicación del
presupuesto normativo a situaciones diversas a las previstas por el
constituyente y/o el legislador, o a vaciar de contenido las mismas en
detrimento de su eficacia. (…). Lo que sucede es que precisamente,

283
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

por un lado, el criterio de interpretación restrictivo que se predica


respecto de inhabilidades e incompatibilidades busca maximizar la
eficacia y vigencia de dichas garantías constitucionales respecto de
quienes aspiran a ocupar cargos públicos, pues solamente en los
eventos y bajos las condiciones que ellas consagran y no en otros -que
se pueden generar de interpretaciones extensivas o analógicas- es
procedente predicar su configuración. De otra parte, también puede
concluirse, (…) que el régimen de inhabilidades e incompatibilidades
ha sido concebido como un límite legítimo y válido a los derechos
políticos, por lo tanto, evidenciar la configuración de alguna de ellas,
no implica per se una vulneración de estas prerrogativas superiores,
sino que por el contrario, conlleva a evitar un desconocimiento de los
intereses superiores que se buscan proteger respecto de quienes
ocupan dignidades públicas. Por lo dicho, (…), se puede observar
que el Tribunal Administrativo de Boyacá acudió correctamente al
criterio de interpretación que reiteradamente ha sido plasmado por
la jurisprudencia en materia de inhabilidades e incompatibilidades, en
la medida en que se limitó de forma específica a las circunstancias
de orden fáctico y jurídico que se describen en la inhabilidad alegada
como causal de nulidad en la demanda, teniendo en cuenta los
argumentos expuestos por los sujetos procesales, en especial la parte
demandante, a quien le corresponde la carga de desvirtuar la legalidad
del acto de elección acusado y cuyos reproches permiten delimitar
sobre qué versará la controversia judicial, so pena de añadir asuntos
ajenos o que van más allá del libelo genitor respecto de los cuales
la parte demandada no tuvo la oportunidad de ejercer plenamente
derecho a la defensa, como ocurriría por ejemplo, si se verificara la
configuración de situaciones de inelegibilidad distintas a las invocadas
como sustento de la pretensión anulatoria.

TESIS 2: La jurisprudencia de la Sección Quinta se pronunció


señalando que, de acuerdo con la Constitución, no podía ser contralor
quien en el último año hubiese ocupado un cargo público tanto del
orden departamental, municipal o distrital en el respectivo ente
territorial, pues la finalidad del precepto era evitar que se obtuvieran
beneficios indebidos o ventajas por el antecedente de desempeñar un
cargo donde pudieran influir para hacerse elegir. Así mismo, prevenir
que en el desempeño de la atribución fiscal surgiera para el contralor
electo un conflicto de intereses, en relación con las actividades que
desarrolló en un empleo público del correspondiente departamento,
distrito o municipio. De acuerdo con lo anterior, la Corporación en su

284
momento consideró que la anterior inhabilidad dada su naturaleza
especial, era la única que debía considerarse respecto de situaciones
relacionadas con el desempeño de empleos públicos en el lugar donde
los contralores ejercerían las funciones, descartando de esta manera
la situación de inelegibilidad prevista en el numeral 2 del artículo 95 de
la Ley 136 de 1994, que prima facie debía tener en cuenta en virtud del
literal c) del artículo 163 de la misma ley. Llama la atención que el
artículo 272 constitucional en su versión original de manera bastante
amplia incluyó como situación de inhabilidad, que quienes aspiraran a
ser elegidos contralores no podían haber desempeñado en el lugar en
el que ejercería sus funciones, un cargo del orden departamental,
distrital o municipal, salvo la docencia, sin distinguir respecto de éstos
algún nivel jerárquico o el ejercicio de ciertas potestades que
permitieran predicar una situación excepcional para no incurrir en la
causal de inelegibilidad. Ahora bien, la referida inhabilidad
constitucional se modificó a través del Acto Legislativo 2 de 2015, con
el ánimo de distinguir entre los cargos de orden departamental,
distrital o municipal, cuáles eran los que generaba la situación de
inelegibilidad por haber sido desempeñados durante el año anterior a
la elección de contralor, circunscribiendo tal limitación a los de mayor
jerarquía, lo que significa hacer menos restrictiva una de las condiciones
para la designación de aquél. (…). Frente a esta modificación, la Sección
en aras de preservar el efecto útil de la norma constitucional y por
consiguiente la intención del constituyente de incluir en la causal de
inhabilidad los cargos de mayor rango del orden departamental,
distrital o municipal, precisó que si el precepto incluyó los de nivel
ejecutivo, también debían entenderse incluidos superiores a éste,
como los de los niveles asesor y directivo. De otro lado, por virtud de la
aludida reforma, la Sala dispuso que la inhabilidad del artículo 95-2 de
la Ley 136 de 1994 es complementaria de la constitucional, en cuanto
cada una cubre un ámbito diferente en el objetivo común de protección
de los principios de igualdad, imparcialidad, transparencia y moralidad,
razonamiento que la Corte Constitucional también aceptó. (…). Una de
las modificaciones se produjo en el artículo 272 [a través del Acto
Legislativo 4 de 18 de septiembre de 2019], en relación con la
inhabilidad para el ejercicio de cargos públicos, estableciendo una
redacción más clara así: “No podrá ser elegido quien sea o haya sido
en el último año miembro de la Asamblea o Concejo que deba hacer la
elección, ni quien haya ocupado cargo público en la rama ejecutiva del
orden departamental, distrital o municipal”. De acuerdo con lo anterior,
se encuentra previsto que se genera la inhabilidad: i) por haber sido

285
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

miembro de la asamblea o concejo que deba hacer la elección (la cual


ya se encontraba en el texto anterior) y ii) para quien haya ocupado
cargo público en la rama ejecutiva del orden departamental, distrital o
municipal. (…). La modificación que se introdujo supone que la
inhabilidad constitucional respecto del ejercicio de cargos públicos
para contralores se amplió en cuanto al nivel jerárquico, pues ya éste
no importa, toda vez que se extendió a todos los niveles y ya no sólo a
los de carácter ejecutivo y superiores. Sin embargo, tal y como quedó
la redacción de la disposición constitucional, esta limitación para el
acceso al puesto de contralor territorial solo es aplicable a los cargos
públicos de la rama ejecutiva del respectivo nivel. Por lo tanto, esta
inhabilidad no es extensible a los empleos de las ramas legislativa y
judicial ni a los órganos de control o de otra organización autónoma.
(…). Asimismo, esta Sección ha precisado que el Acto Legislativo No. 4
de 2019 que subrogó el artículo 272 Superior, no modificó la
jurisprudencia del Consejo de Estado que supone la coexistencia de la
inhabilidad constitucional, con la dispuesta en el artículo 95.2 de la Ley
136 de 1994 para los contralores, para lo cual se han tenido cuenta
entre otros, los fallos C–126 de 2018 y SU 566 de 2019 de la Corte
Constitucional. En el caso de autos la designación acusada se produjo
por la Asamblea Departamental de Boyacá el 10 de enero de 2020,
esto es, con posterioridad a la modificación del artículo 272
constitucional por el Acto Legislativo N° 4 de 2019, por consiguiente,
en los estrictos términos en que se previó la causal de inhabilidad, por
el hecho de haber desempeñado con anterioridad de la elección, algún
cargo en el lugar en donde el contralor ejercerá las funciones, que
debe verificarse si se configuró o no la situación de inelegibilidad, lo
que forzosamente lleva analizar, si el empleo que antes de la
designación controvertida desempeñó la demandada, pertenece o no a
la rama ejecutiva del orden departamental, distrital o municipal, pues
fue esa la condición que estableció el constituyente, y por ende, la que
bajo un criterio restrictivo de interpretación debe tenerse en cuenta.
Se realiza esta precisión, porque el recurrente hace un recuento de las
modificaciones que ha sufrido la anterior causal de inhabilidad, con el
propósito de que se aplique de manera amplia y flexible en el sentido
de considerar que siempre el propósito ha sido evitar que el contralor
elegido pueda ejercer control sobre las actuaciones en las que él
participó con anterioridad, sin detenerse a estudiar que con tales
modificaciones se ha buscado precisar que el ejercicio de cualquier
tipo de cargo en el orden departamental, distrital o municipal no resulta
suficiente para la configuración de la situación de inelegibilidad, por lo

286
que en un momento se precisó que sólo eran los del nivel ejecutivo y
superiores (con el Acto Legislativo 02 de 2015), y actualmente, de
forma exclusiva respecto los miembros de las asamblea o concejo que
deba hacer la elección y los empleos pertenecientes a la rama ejecutiva
de los señalados órdenes, lo que da cuenta de la intención del
constituyente de delimitar con mayor claridad la situación de
inelegibilidad, lo que a su vez implica que la mentada inhabilidad no
pueda extenderse a empleos de las ramas legislativa y judicial ni a los
órganos de control o de otras organizaciones autónomas. (…). Bajo ese
entendido, comparte la Sala la precisión que hizo el Ministerio Público
en su concepto, consistente en que parte de las providencias en las
que soporta su inconformidad el recurrente, fueron proferidas antes
de la reforma del artículo 272 constitucional por el Acto Legislativo N°
04 de 2019, como la providencia del 19 de julio de 2018, en la que se
reiteró el criterio según el cual, si la causal de inhabilidad (bajo la
vigencia del Acto Legislativo N° 02 de 2015) incluyó los cargos de nivel
ejecutivo, también debían entenderse incluidos los niveles superiores,
con fundamento en consideraciones que en estricto sentido no resultan
aplicables al caso de autos, pues como se expuso líneas atrás, la causal
de inhabilidad invocada, para el momento de la designación
cuestionada, dejó de hacer cualquier referencia al nivel de los empleos,
para en su lugar precisar que se trata de los que pertenece a la rama
ejecutiva del orden departamental, distrital o municipal.

TESIS 3: [D]ebe hacerse referencia al artículo 113 de la Constitución


Política que establece que son ramas del poder público, la legislativa,
la ejecutiva y la judicial, y que a renglón seguido enuncia, por una
parte, que además de los órganos que integran éstas existen otros
autónomos e independientes para el cumplimiento de las demás
funciones del Estado, y de otra, que todos ellos aunque tienen
atribuciones separadas, colaboran armónicamente para la realización
de los fines del Estado. Este artículo como lo ha destacado la Corte
Constitucional y el Consejo de Estado, es producto del desarrollo que
a nivel teórico se ha presentado sobre (I) la división tripartida del
poder con el propósito de evitar la arbitrariedad de los gobernantes
y (II) el control y colaboración recíprocos que deben existir entre las
distintas entidades estatales. Asimismo, el citado precepto da cuenta
de autoridades que no pueden clasificarse dentro de las tradicionales
ramas del poder, pero que cumplen dentro de la organización estatal
funciones de significativa importancia para el alcance de los fines del
Estado. (…). [S]e destaca a propósito de la estructura del Estado, el

287
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

reconocimiento constitucional de entidades que no hacen parte de


las ramas legislativa, ejecutiva y judicial del poder, que gozan de
autonomía e independencia, entre las que se encuentran las que
ejercen el Ministerio Público. (…). Como puede apreciarse, los
personeros se encuentran dentro de las autoridades que ejercen el
Ministerio Público, y por ende, que velan por la guarda y promoción
de los derechos humanos, la protección del interés público y la
vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones
públicas, condición que es ratificada por el artículo 169 de la Ley 136
de 1994 que consagra la naturaleza del cargo de personero municipal
y distrital. En cuanto al nombramiento de los personeros, el artículo
313.8 de la Constitución indica que está a cargo de los concejos
municipales, cuya decisión según el artículo 170 de la Ley 136 de
1994, luego de su modificación por el artículo 35 de la Ley 1551 de
2012, está precedida de un concurso público de méritos, lo que
garantiza que tales empleos serán desempeñado por personas
idóneas luego de un trámite de selección objetivo, lo que contribuye
al ejercicio autónomo e independiente de sus funciones de Ministerio
Público. Asimismo, de conformidad con los numerales 2 y 8 del
artículo 32 de la Ley 136 de 1994, relativos a las funciones de los
concejos, se encuentran las de exigir informes escritos o citar entre
otros funcionarios al personero, para que hagan “declaraciones
orales sobre asuntos relacionados con la marcha del municipio” y la
de organizar la personería y dictar las normas necesarias para su
funcionamiento. En cuanto a la citación que puede realizar los
concejos a los personeros y otros funcionarios, el artículo 39 de la ley
antes señalada estableció que las corporaciones públicas pueden
adoptar moción de observaciones, facultad que la Corte Constitucional
mediante la sentencia C-405 de 1998 a la que se hará referencia con
posterioridad, declaró exequible condicionadamente, en el entendido
que tales observaciones respecto del personero, “sólo puede recaer
sobre funciones que le fueron conferidas por el propio concejo”, y
además, que la remisión de las mismas al alcalde, “no faculta al jefe
de la administración local a tomar medidas en contra del personero”.
En relación con la facultad que tienen los concejos municipales de
organizar las personerías y dictar las normas necesarias para su
funcionamiento, consagrada en el artículo 32.8 ibídem, se encuentra
el artículo 180 de la Ley 136 de 1994, según el cual, “los concejos, a
iniciativa de los personeros y previo concepto favorable de la
Procuraduría Delegada para Personeros podrán crear Personerías
Delegadas de acuerdo con las necesidades del municipio”. Ahora

288
bien, pese a que los anteriores aspectos dan cuenta del papel que
tienen las autoridades locales sobre las personerías, no debe pasarse
por alto el reconocimiento legal de su autonomía administrativa y
presupuestal. (…). También debe considerarse (…). las funciones que
ejercerán los personeros en los respectivos municipios, aclarando de
una parte, que tal listado es adicional a las que determine “la
Constitución, la Ley, los Acuerdos”, y de otra, que se desarrollarán
bajo “la dirección suprema del Procurador General de la Nación”. (…).
Los anteriores preceptos normativos, que dan cuenta que los
personeros ejercen en los respectivos municipios funciones del
Ministerio Público, bajo la dirección suprema del Procurador General
de la Nación, pero cuyos salarios y prestaciones están a cargo de la
entidad territorial, son elegidos por los concejos municipales (previo
concurso de méritos), quienes les puede asignar funciones, realizar
respecto de éstas moción de observaciones y dictar las normas
relativas a la organización y funcionamiento de las personerías, que
en todo caso cuentan con autonomía administrativa y presupuestal,
lo que facilita que puedan ejecutar de manera independiente las
labores de control respecto de las autoridades de la entidad territorial,
han suscitado en la jurisprudencia de la Corte Constitucional y del
Consejo de Estado, pronunciamientos disimiles sobre la pertenencia
o no de los personeros a la estructura organizacional de los
municipios, lo que a su vez podría tener incidencia en la configuración
de la causal de inhabilidad invocada, como lo revelan las posiciones
de la parte demandante por un lado y la demandada, el juez de
primera instancia y el Ministerio Público por el otro. (…). [S]e resalta
el fallo C-223 de 1995 de la Corte Constitucional, que se pronunció
sobre el artículo 177 de la Ley 136 de 1994 que establece cómo se
calcula la asignación mensual de los personeros, que en su versión
original contemplaba que los que trabajaban en municipios y distritos
de primera y segunda categoría ganaban igual que los alcaldes de
éstos, mientras los que ejercían sus funciones en los categorías
menores sólo percibía el 70% del salario de los respectivos
burgomaestres, distinción que fue considerada contraria al principio
de igualdad, pues no se advirtió justificación suficiente para establecer
el referido tratamiento diferenciado, por lo que se eliminaron del
precepto analizado las expresiones que permitían este, para que en
su lugar todos recibieran el mismo tratamiento. (…). A partir del
análisis antes expuesto, la Sección Segunda del Consejo de Estado
ha considerado, por ejemplo, en materia de modificación de las
estructuras administrativas y plantas de personal de las personerías

289
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

municipales, así como de la supresión de los cargos pertenecientes a


estas, que orgánicamente hacen parte de la administración municipal,
precisión que también se ha tenido en cuenta en el ámbito pensional,
a fin de establecer si los funcionarios pertenecientes a tales entidades
son o no destinatarios del régimen especial para los servidores de la
rama judicial y el Ministerio Público. En cuanto a los pronunciamientos
según los cuales los personeros no hacen parte de la administración
municipal, se destacan entre otros, los fallos C-405 de 1998 y C-365
de 2011, en los que se llegó a tal conclusión, en atención a la forma
autónoma en la ejercen sus funciones de control como parte del
Ministerio Público. En el primer fallo se revisó la constitucionalidad
de los artículos 38 y 39 de la Ley 136 de 1994, que establecen la
facultad de los concejos de citar entre otros funcionarios a los
personeros y contralores y realizar respecto de los mismos moción
de observaciones, en tanto la parte accionante consideró que tal
potestad vulnera la autonomía e independencia con la que ejercen
las funciones de control a nivel local. La Corte declaró la exequibilidad
condicionada de los mencionados preceptos, indicando que debían
permanecer en el ordenamiento jurídico en consideración a que era
válido que los concejos puedan realizar un reproche público sobre la
forma en que el contralor y el personero ejercen sus funciones en la
entidad territorial, pero aclaró que ello no implica que en virtud de
dicho juicio y la moción de observaciones que pudiere efectuarse, se
estaba habilitando al alcalde a tomar medidas contra tales
funcionarios, por cuanto ellos no son subordinados del burgomaestre,
entre otras razones porque no hacen parte de la administración
municipal. Añadió, que en tratándose de los personeros, debido a que
adelantan funciones de Ministerio Público, no se advierte un interés
directo de los concejos en reprochar públicamente el ejercicio de la
labor de aquéllos, por lo que por regla general no pueden ser sujetos
de moción de observaciones, salvo respecto de aquellas tareas que
por disposición del artículo 178 de la Ley 136 de 1994, fueron
asignadas por la corporación de elección popular, en tanto frente a
las desarrolladas como Ministerio Público no tenía injerencia alguna.
(…). Posteriormente, la Corte Constitucional en la sentencia C-365 de
2011, al estudiar una demandada contra los artículos 108 y 110 del
Decreto 111 de 1996, porque a juicio del demandante les reconocía a
las personerías distritales y municipales autonomía presupuestal,
aunque en su criterio como órganos del nivel local no tienen tal
atribución, la Corte subrayó en los siguientes términos que dicha
autoridades de control “no hacen parte de la administración

290
municipal, porque se trata de entidades que por mandato superior
gozan de la debida autonomía administrativa y presupuestal para el
cumplimiento de su función de fiscalización de la actividad
administrativa”. (…). Este criterio de interpretación también puede
apreciarse en algunos conceptos de la Sala de Consulta y Servicio
Civil del Consejo de Estado, y decisiones de la Sección Quinta del
Consejo de Estado, según los cuales “los órganos de control, como
las contralorías y personerías no pertenecen al sector central o
descentralizado de la Administración, pues no hacen parte de la
Rama Ejecutiva del Poder Público”, precisión que en materia de
inhabilidades ha sido relevante para desvirtuar la configuración de
algunas de las causales de inelegibilidad, cuando se alega que en
virtud de ejercicio de los referidos empleos, con anterioridad a la
designación controvertida, se ocupó algún cargo o empleo público
dentro del sector central o descentralizado del municipio el que
ejercerá sus funciones el elegido o nombrado. (…). Nótese como para
llegar a las referidas conclusiones se procuró armonizar las
principales consideraciones de los fallos de constitucionalidad C-223
de 1995 y C-365 de 2001, esto es, dos de las principales providencias
sobre las que se han construido las tesis sobre la pertenencia o no de
los personeros a la administración municipal.

TESIS 4: [A]unque en materia inhabilidades la jurisprudencia de la


Sección ha sido clara en precisar que el cargo de personero no pertenece
al sector central o descentralizado de la administración en la que ejerce
sus funciones, pese a la estrecha relación que tiene con el mismo, en
esta oportunidad también se hizo alusión a los pronunciamientos de
los cuales puede derivarse una tesis contraria, incluyendo los que
invocó la parte demandante, con el propósito de ilustrar de manera
integral los distintos puntos de vista, pero aún más importante, que de
la revisión de las providencias que han defendido una u otra posición,
en ninguna de ellas se ha concluido que las personerías y quienes las
presiden pertenecen a la rama ejecutiva, en tanto existe consenso en
reconocer que el artículo 113 de la Constitución destacó que además
de las autoridades que pertenece a las ramas del poder público,
existen otras que no integran éstas y que de manera independiente
ejercen sus funciones, dentro de las cuales por mandato del artículo
118 Superior se encuentra el Ministerio Público, que está conformado
entre otros, por los personeros, que precisamente dada la autonomía
reconocida legal y constitucionalmente, les corresponde la guarda y
promoción de los derechos humanos, la protección del interés público

291
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

y la vigilancia de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones


públicas, entre quienes se encuentran las entidades de la rama
ejecutiva del nivel local en el que tienen competencia. Todo esto para
subrayar, que más allá de la discusión sobre la pertenencia o no de
los personeros a la administración de los municipios en que ejercen
sus funciones, inclusive, aún teniendo en cuenta la providencia que
sostiene que sí lo son, no hay lugar a considerar que aquéllos hacen
parte de la rama ejecutiva del poder público, por consiguiente, en lo
que se refiere a la causal de inhabilidad invocada, no se cumple con
uno de los elementos esenciales de la misma luego de su modificación
por el Acto Legislativo 04 de 2019. (…). Vale la pena aclarar, que el
fallo antes señalado cita en extenso varios apartes de la sentencia
C-736 de 2007, en la que se explica por qué el artículo 115 Superior
no contiene un listado taxativo de las entidades que pertenecen a la
rama ejecutiva, pero también establece la estrecha relación de este
concepto con los de gobierno y administración pública central, en
los que se observa como nota distintiva la existencia de vínculos de
dependencia con las autoridades que son cabeza de ésta, relación que
no puede predicarse respecto de quienes pertenecen a otras ramas
del poder y a los órganos autónomos constitucionales, lo que impide
clasificarlos en la rama ejecutiva. En el caso de los personeros, como
lo ha destacado la jurisprudencia constitucional a la que se ha hecho
referencia, pese a la relación que tienen con autoridades municipales,
dado que sus salarios y prestaciones se pagan con cargo a presupuesto
de la entidad territorial y que son nombrados por los concejos, quienes
también tiene la facultad de organizar las personerías y dictar las
normas relacionas con su funcionamiento, se advierte que ejercen de
forma autónoma sus funciones respecto de las autoridades que hacen
parte de la administración pública central, lo que permite considerar
que no hacen parte de la rama ejecutiva del poder público, lo que se
ve reflejado en aspecto como:- Respecto del debido ejercicio de sus
funciones no dependen del alcalde, que por prescripción constitucional
(art. 115) sí hace parte de la rama ejecutiva. Lo anterior, en atención
a que los personeros están bajo la suprema dirección del Procurador
General de la Nación (art. 178 de la Ley 136 de 1994). -Aunque su
designación la realiza el concejo municipal, no debe olvidarse que
está precedida de un concurso público de méritos, en virtud del cual
“la elección debe recaer sobre quien ocupó el primer lugar en la lista
de elegibles, salvo que medien razones objetivas y debidamente
fundadas que impidan confirmar tal determinación, verbigracia
la violación del régimen de inhabilidades”, garantizando así que

292
aquella está regida por criterios objetivos y antecedida de un trámite
reglado y transparente que contribuye al ejercicio autónomo de las
respectivas funciones respecto de sus electores. - La jurisprudencia
de la Corte Constitucional y de esta Corporación ha precisado, que
aunque no hay duda que los concejos municipales (al igual que las
asambleas departamentales) son corporaciones de elección popular
del nivel territorial, ni constitucional ni legalmente se las ha definido
como pertenecientes a la administración central o descentralizada
municipal, por lo que no es preciso afirmar que la designación del
personero la efectuó una entidad de aquélla. - Al revisar las funciones
legalmente establecidas para el cargo de personero, se verifica
contrario a lo que al parecer pretende dar a entender el demandante,
que sí ejercen labores de vigilancia y control, relacionadas con
su pertenencia al Ministerio Público, lo que reafirma su carácter
autónomo e independiente respecto de las autoridades del nivel local,
y que a juicio de la Sala impide catalogarlos como pertenecientes a
la rama ejecutiva del poder público. (…). De acuerdo con lo decidido
en la sentencia C-1067 de 2001, es pertinente concluir que en dicha
providencia el alto Tribunal al definir el planteamiento de la demanda
estimó que no era posible exigir a los personeros las calidades y
requisitos previstos para los cargos de jueces y magistrados, sin
embargo, revisada la decisión judicial se tiene que la misma dispuso,
por un lado, que no se desconocía que los personeros ejercían labores
de ministerio público, y por otro, no precisó que éstos pertenecen a la
rama ejecutiva, ello significa que los personeros ejercen su función de
forma autónoma frente a las autoridades locales, por manera que no
es dable extraer del fallo citado que hagan parte del ejecutivo como lo
considera el actor.

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: La Sala coincide con los argumentos expresados por el


a quo, al señalar que, aunque los personeros tienen relación con el
municipio dado que sus salarios y prestaciones se pagan con cargo a
presupuesto de la entidad territorial, son nombrados por los concejos,
quienes también tiene la facultad de organizar las personerías y
dictar las normas relacionas con su funcionamiento, se advierte que
ejercen sus funciones de forma autónoma y hacen parte del ministerio
público, según el artículo 118 de la Constitución Política, lo que permite

293
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

considerar que no hacen parte de la rama ejecutiva del poder público.


Al respecto, [se señala] que la noción de “ministerio público”, no es
una categoría orgánica, como lo entiende la sala, sino funcional, tal
como se deriva del artículo 118 constitucional, en cuanto dispone
que el ministerio público “será ejercido” por el Procurador General
de la Nación, el Defensor y los Personeros municipales. Así, es una
potestad que se asigna a estos organismos del Estado consistente
en la “la guarda y promoción de los derechos humanos, la protección
del interés público y la vigilancia de la conducta oficial de quienes
desempeñan funciones públicas”. Por lo tanto, no puede confundirse
la integración o estructura de la rama ejecutiva del orden nacional,
departamental y municipal con una función que constitucionalmente
le ha sido atribuida a varios organismos entre estos a las personerías
municipales, para concluir que estos organismos no hacen parte
de la rama ejecutiva del nivel municipal. (…). En este orden, afirmar
que, como la personería no hace parte del “sector central” ni
“descentralizado” del municipio, no pertenece a la rama ejecutiva,
es confundir los sistemas de organización administrativa, entendida
como técnica de reparto, trasferencia o racionalización de la función
administrativa a las cuales responde las nociones de centralización,
descentralización, desconcentración y delegación, con la estructura
orgánica del municipio. Esta afirmación, nos llevaría a afirmar, también,
que las asambleas y los concejos no hacen parte de la rama ejecutiva,
lo cual resulta a todas luces un desacierto. Ahora bien, el hecho de que,
dentro de la estructura de la Procuraduría General de la Nación, no se
encuentren las personerías, tal como se puede constatar del artículo
2º del Decreto 262 de 2000; es una razón más para entender que una
cosa es el diseño institucional del Estado desde el punto de orgánico
y otro desde el punto de vista funcional. Bástenos decir, que la función
administrativa, legislativa y jurisdiccional, se cumple, principalmente,
por los órganos que integran la rama ejecutiva, legislativa y judicial,
respectivamente, pero no de forma exclusiva, en la medida que, por
el principio de colaboración armónica previsto en el artículo 113, se
puede compartir dichas funciones. (…). Así entonces, es indudable
que las personerías municipales, si bien deben ejercer sus funciones
conforme a una articulación técnica frente a la Procuraduría General de
la Nación y la Defensoría del Pueblo es claro que, desde el punto de vista
orgánico, no pertenece a ninguna de esas entidades; por el contrario,
su naturaleza jurídica es que es un organismo del ámbito local, que
cumple una función constitucional de forma independiente, dada su
estrecha relación con el municipio, lo que se evidencia en aspectos

294
como la forma de elección de los personeros, su presupuesto, el
control que puede ejercer otra autoridad municipal sobre estas. En este
sentido, bien puede entenderse que las personerías son organismos
que, junto con la contraloría municipal y el concejo municipal, hace
parte de la estructura del municipio. Conforme a lo anterior, al haber
ocupado la demandada el cargo de personera municipal del municipio
de Tuta - Boyacá, en el año inmediatamente anterior a su elección como
Contralora del Departamento de Boyacá, se concluye que incurrió en
la inhabilidad constitucional contemplada en el artículo 272, inciso
decimo de la Constitución Política. (…).Por consiguiente, [se considera
que] debió declararse la nulidad de la elección demandada.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: [A] solicitud del Ministerio Público, se hace un análisis sobre


la posibilidad de acumulación en un mismo proceso, de causales de
nulidad subjetivas y objetivas, en elecciones que no sean por voto
popular. En la sentencia, después de hacer un estudio del artículo
281 de la Ley 1437 de 2011, y de una providencia de la Sección, se
concluye lo siguiente: “Por lo tanto, teniendo en cuenta que la elección
cuestionada no es producto de un proceso democrático de elección
popular, por lo que era viable acumular el presente proceso subjetivo
con el 2020-00100-00 (objetivo), por estarse debatiendo la legalidad
del mismo acto de elección.” No [se comparte] la anterior afirmación.
(…). Del tenor literal de la norma [artículo 281 de la Ley 1437 de 2011],
se tiene que en cualquier proceso, de manera indistinta a si la persona
es elegida o nombrada, no se pueden acumular causales de nulidad
relativas a vicios en las calidades, requisitos e inhabilidades (causales
subjetivas), con las que se funden en irregularidades en el proceso
de votación y escrutinio (causales objetivas). Entonces, es claro que
al hacer referencia al elegido o nombrado, se incluyen todos los
procesos de elección, esto es, por voto popular, elección realizada por
Corporaciones Públicas, o cualquier nombramiento. Así las cosas, en
ningún proceso pueden acumularse causales de nulidad objetivas y
subjetivas, esto es, no hay lugar a hacer diferenciación alguna entre
si la persona es elegida por voto popular o no. En este contexto,
[se difiere] de la posición que ha adoptado la Sala, en el sentido de
interpretar que la prohibición que trae la norma solo es aplicable a
las demandas de elecciones por voto popular, puesto que debe primar

295
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el principio general de interpretación jurídica según el cual donde la


norma no distingue, no le corresponde hacerlo al intérprete. (…). [S]
i bien la acumulación de causales subjetivas y objetivas en estricto
sentido no genera nulidad, por cuando esta situación constituye
una simple irregularidad procesal, lo cierto es que esa actuación
desconoce el mandato expreso del citado artículo 281 de la Ley 1437
de 2011.

NORMATIVA APLICADA
CONVENCIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO 23 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 272 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / ACTO
LEGISLATIVO 02 DE 2015 / ACTO LEGISLATIVO 04 DE 2019 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 188 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 32 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
39 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 95 NUMERAL 2 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
169 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 177 / LEY
136 DE 1994 – ARTÍCULO 178 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 180 / LEY 136 DE
1994 – ARTÍCULO 181 / LEY 909 DE 2004 – ARTÍCULO 3.1 / LEY 1551 DE 2012 –
ARTÍCULO 35

296
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
DIPUTADO A LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, CUOTA DE
GÉNERO, DERECHO DE POSTULACIÓN DE LAS COLECTIVIDADES
POLÍTICAS, PROCESO DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURAS DE
LOS PARTIDOS POLÍTICOS, REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN

EXTRACTO NO. 13

RADICADO: 50001-23-33-000-2019-00467-01
FECHA: 22/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Carlos Arturo Fernández Trujillo
DEMANDADO: Harold Augusto Rodríguez Gaitán -
Diputado del Departamento de Guainía, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar de conformidad con


el recurso de apelación interpuesto, si existe mérito suficiente para
mantener incólume o no la decisión del Tribunal Administrativo del
Meta, mediante la cual denegó las pretensiones de la demanda contra
el acto que declaró la elección del señor Harold Augusto Rodríguez
Gaitán como diputado de la Asamblea departamental del Guainía, para
el período 2020-2023, al considerar que la lista de su colectividad no
cumplía con la cuota de género establecida en el artículo 28 de la Ley
1475 de 2011.

TESIS 1: La Constitución Política de 1991, en su artículo 40 enuncia


que “…todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación,
ejercicio y control del poder político”, disposición que es fundamento
primordial de los derechos políticos en Colombia, otorgando a los
ciudadanos la posibilidad de hacer parte de las instituciones del
Estado. Así mismo la citada norma establece en su último inciso la
obligación de garantizar “…la adecuada y efectiva participación de
la mujer en los niveles decisorios de la Administración Pública”; en
consonancia con ello, el artículo 43 Superior refiere que “…la mujer y
el hombre tienen iguales derechos y oportunidades”; normativas que
propiciaron que en la Ley Estatutaria No. 581 de 2000, se consignaran
diversos mecanismos para que la mujer pudiera acceder al poder

297
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

público, y se eliminara cualquier clase de discriminación. Con la


modificación constitucional del artículo 107 efectuada mediante el
artículo 1° del Acto Legislativo No. 01 de 2009, se estableció que “…los
partidos y movimientos políticos se organizarán democráticamente
y tendrán como principios rectores la transparencia, objetividad,
moralidad, la equidad de género, y el deber de presentar y divulgar sus
programas políticos”, bajo esa óptica y con el propósito de desarrollar
los parámetros constitucionales, el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011
consagró una obligación clara para los partidos, movimientos políticos
y los grupos significativos de ciudadanos, consistente en que en la
integración de sus listas a corporaciones públicas se debería respetar
un porcentaje mínimo del 30% de participación de cualquiera de los
géneros. (…). [A]flora evidente que la cuota de género es un concepto
que tiene como finalidad equiparar la representación de los hombres
y las mujeres en las corporaciones públicas de elección popular, con
el propósito de materializar el “cumplimiento de mandatos de carácter
internacional contenidos en: el Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación
contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem do Pará-”, lo
que se traduce en una acción afirmativa que persigue la participación
política femenina. De acuerdo con lo señalado en la jurisprudencia
constitucional que se referencia, las acciones afirmativas tendientes
a garantizar la equidad de género, no vulneran la autonomía que
gozan los partidos, movimientos políticos o grupos significativos
de ciudadanos, dado que éstas deben ceñirse a los límites que les
imponga el legislador, en tanto esta prerrogativa busca garantizar
la participación igualitaria en la conformación del poder público, en
especial al femenino que históricamente ha sido menoscabado, en
cuanto al ejercicio y conformación de las corporaciones públicas de
elección popular y en general en su participación en los cargos en
donde se adoptan decisiones trascendentales. (…). En el presente caso,
el debate se centra en la aplicación del inciso 1º del artículo 28 de la
Ley 1475 de 2011, que dispone que las listas inscritas a corporaciones
públicas de elección popular, donde se elijan 5 o más curules o las
que se sometan a consulta, “deberán conformarse por mínimo un 30%
de uno de los géneros”. De los apartes referenciados, es pertinente
destacar que el recurrente plantea la inquietud de si ese porcentaje
debe mantenerse aún en los casos en que existe revocatoria de la
inscripción de una de las candidatas inscritas y como consecuencia

298
de ello, se reduce el mismo a un guarismo que conlleva a un término
inferior al estatutariamente establecido. Para la Sección, partiendo
de una interpretación meramente gramatical de la norma, se observa
que la misma hace referencia al número de candidatos a inscribirse
en la lista que presenten los partidos, movimientos políticos o grupos
significativos de ciudadanos, pues señala que las listas “deberán
conformarse por mínimo un 30% de uno de los géneros”. (…). [P]ara la
Sala en consonancia con lo discurrido por la Corte Constitucional en el
análisis que efectuó al artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, es claro que
el legislador al incluir el mínimo de 30%, se refirió a este porcentaje en
relación con la conformación de las listas de candidatos y, de ninguna
manera, se observa que haya considerado que el referido valor debería
calcularse respecto del número de curules a proveer. En ese orden de
ideas, el criterio acertado respecto de la interpretación de la norma es
el expuesto de manera reiterada por la Sala, en tanto la disposición
analizada debe ser entendida en el sentido de que el 30% de la cuota
de género deberá calcularse en relación con el número de candidatos
inscritos y no de conformidad con el número de curules a proveer.

TESIS 2: El proceso de inscripción de candidaturas para los cargos


de elección popular, (…) es un derecho ciudadano consagrado en el
artículo 40 Superior, en el cual se estableció la prerrogativa para
participar en la conformación, ejercicio y control del poder político. Este
ejercicio se materializa en el derecho a elegir y ser elegidos, a tomar
parte en elecciones, plebiscitos, referendos, consultas populares y
otras formas de participación ciudadana; así como también a construir
partidos, movimientos y agrupaciones políticas, a formar parte de ellos
libremente y a difundir sus ideas. Como fundamento de lo anterior,
la Carta de derechos en su artículo 108 inciso 3° estableció que los
partidos y movimientos políticos con personería Jurídica reconocida
podrán inscribir candidatos, la cual deberá ser avalada para los
mismos efectos por el respectivo representante legal del partido
o movimiento o por quien él delegue; respecto de los movimientos
sociales y grupos significativos de ciudadanos estableció que también
podrán inscribir candidatos, no obstante ello el proceso de registro
es diferente conforme los parámetros establecidos en las Leyes
130 de 1994 y 1475 de 2011. (…). De la norma [Ley 1475 de 2011
artículo 28] se puede establecer que existen 3 formas de participar
activamente en la contienda electoral, esto es, i) por una colectividad
política con personería jurídica, para lo cual solo se requiere el aval del
representante legal o de su delegado, ii) por una agrupación carente del

299
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

mencionado atributo y en razón de ello se debe inscribir previamente


un comité, recoger firmas o apoyos ciudadanos en la proporción
requerida y contar con una póliza de seriedad y, iii) promoviendo el
voto en blanco. Con todo, “…la verificación de los requisitos positivos
de elegibilidad, así como aquellos negativos para acceder a la función
pública, debe ser efectuada en relación con todos aquellos ciudadanos
que aspiren a cargos uninominales, o a corporaciones públicas de
elección popular, independientemente de que su postulación esté
respaldada por un partido o movimiento político, con o sin personería
jurídica, un grupo social o un grupo significativo de ciudadanos. La
verificación de requisitos de elegibilidad, de ausencia de inhabilidades
e incompatibilidades para el acceso a la función pública, promueve el
cumplimiento de valiosos principios y valores constitucionales como
son los de rodear de condiciones de transparencia, imparcialidad,
igualdad y moralidad el acceso y la permanencia en el servicio público,
creando un escenario propicio para que las decisiones públicas sean
objetivas, se orienten al adecuado cumplimiento de los fines del
Estado, aseguren la convivencia pacífica, la vigencia de un orden justo,
y la realización del interés general, al margen de intereses personales
o particulares…”.

TESIS 3: El artículo 30 de la Ley 1475 de 2011, establece el período


perentorio a través del cual los partidos, movimientos políticos y grupos
significativos de ciudadanos pueden inscribir candidatos, el cual es,
para el caso que nos ocupa, de 1 mes, el cual inicia 4 meses antes de
la fecha de la correspondiente elección. En este lapso, la autoridad
electoral deberá verificar que las candidaturas cumplan con los
requisitos formales [aval, firmas, pólizas, certificación de acreditación
de apoyos, etc.], caso en el cual aceptará la inscripción suscribiendo el
correspondiente formulario. Esta se rechazará mediante acto motivado
cuando: i) se inscriban candidatos distintos a los seleccionados
mediante consultas populares o internas, ii) cuando los candidatos
hayan participado en la consulta de un partido, movimiento político
o coalición, distinto al que los inscribe. En todo caso, contra esta
decisión procede el recurso de apelación. Las postulaciones una vez
se encuentren en firme sólo pueden ser modificadas dentro de los 5
días hábiles siguientes al cierre del período, cuando: - No se acepte
la candidatura. - Exista renuncia a la misma. También es viable su
modificación hasta 1 mes antes de la fecha de la correspondiente
elección cuando: - Se trate de revocatoria de la inscripción por causas
constitucionales o legales. - Inhabilidad sobreviniente o evidenciada

300
con posterioridad a la inscripción. Por último, es posible reformar
la inscripción hasta 8 días antes de la votación, sin perjuicio de lo
establecido en el artículo 190 de la Constitución Política en: - Caso de
muerte. - Incapacidad física permanente. Efectuadas las candidaturas,
la Registraduría Nacional del Estado Civil, dentro de los 2 días
calendario, siguientes al vencimiento del término para la modificación
de la lista o cargo, publicará en un lugar visible y en la web la relación
de los postulados aceptados. En este mismo lapso, las remitirá a los
organismos competentes para que certifiquen si sobre alguno recae
una causal de inhabilidad que deba ser informada al Consejo Nacional
Electoral, dentro de los 3 días hábiles siguientes a su recibo, con el
fin que estudie la viabilidad de revocarla previo adelantamiento de
un proceso que respete las garantías del inscrito. En conclusión, el
proceso de inscripción de candidatos es un mecanismo reglado
a través del cual los ciudadanos pueden participar en la contienda
política luego de cumplir las reglas establecidas para cada caso,
exigencias que incluyen el no estar inhabilitados para el ejercicio
del empleo al que se postulan, verificación que debe hacerla no solo
la colectividad política a la que pertenece sino el Consejo Nacional
Electoral, como se procederá a explicar. (…). El inciso 4 del artículo
108 de la Constitución Política en concordancia con el artículo 265.12
ídem, establecen que toda inscripción de candidatos incursos en
causal de inhabilidad, será revocada por el Consejo Nacional Electoral
con respeto al debido proceso y con plena prueba de la existencia
de la causal de inelegibilidad. Esta norma, que en lo sustantivo
materializa la protección constitucional del elector, consistente en
que a las urnas acudan personas que no tengan alguna condición que
pueda impedir la transparencia en el sufragio o que incline de manera
inadecuada la votación en su favor. Consiente el legislador estatutario
de estas vicisitudes, permitió a las colectividades políticas que, ante
la revocatoria de la inscripción de sus candidatos por inhabilidades,
pudieran recomponer sus listas o cargos en un determinado período,
el cual debería ser coincidente con las decisiones que adopte el CNE
al respecto, ello con fundamento en lo establecido en el artículo 31
de la Ley 1475 de 2011. No obstante ello, no se debe olvidar que
las etapas establecidas en el proceso electoral, son preclusivas,
es decir, no pueden ser extendidas ni reaperturadas dado que sus
tiempos se encuentran reglados, como ya se señaló, en las normas
que los rigen los cuales son de obligatorio acatamiento por la fecha
constitucional y legalmente estipulada en la que se debe celebrar la
contienda electoral. En ese mismo sentido, se debe tener en cuenta

301
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que el cruce de información por parte de la Organización Electoral


con los entes de control, ocurre una vez vencido el término de
inscripción de candidaturas y culminado el plazo de modificación de
las listas, sumado el tiempo que tienen éstos últimos para remitir la
información, evento que en el mejor de los casos conlleva a que el
CNE tenga para definir la situación de los candidatos presuntamente
inhabilitados, en un lapso de un mes y medio, descontando el
término para modificación de las listas por inhabilidad o por causas
constitucional y legalmente establecidas, que es de un mes antes
de la elección, término en el cual, con respeto al debido proceso y
derecho de contradicción, deberá recolectar la plena prueba de la
fuente de inelegibilidad que lo excluya de la contienda y frente a ello
otorgar los recursos de ley. Fuerza aclarar que la revocatoria no recae
únicamente sobre inhabilidades, ésta procede también en los casos
en que se materialice una prohibición como lo es la doble militancia, el
incumplimiento de los resultados de las consultas y el no acatamiento
de la cuota de género, dado que son causas legalmente establecidas
en donde la ley previó expresamente su consecuencia que no es otra
que la expulsión de quien incumple la ley electoral. Este procedimiento
de revocatoria de las inscripciones, en la actualidad se rige por la
parte general de la Ley 1437 de 2011, actuación que se surte con
apego de las etapas de contradicción, recolección de los medios de
convicción, descargos y decisión de mérito. El acto que pone fin al
proceso contencioso administrativo cuando accede a la petición de
revocatoria, debe ser comunicado a las colectividades políticas para
que hagan uso de su derecho de recomposición de la lista o cargo
según sea el caso, al revocado para que interponga los recursos si
a bien lo tiene, a la Registraduría Nacional del Estado Civil para que
ejecute la orden y los excluya de la tarjeta electoral y, a la comunidad
en general, para que conozcan los resultados del proceso y que éstos
no harán parte de la contienda.

TESIS 4: El asunto que ocupa la atención de la Sala Electoral, es el


estudio de legalidad del acto de elección del señor Harold Augusto
Rodríguez Gaitán, como diputado de la Asamblea de Guainía por
presuntamente estar viciado de nulidad al pertenecer a una lista que
presuntamente incumple con la cuota de género. (…). Del resumen
del material probatorio existente en el proceso se puede concluir sin
duda alguna que la lista inscrita cumplió ab initio con el precepto legal
de la cuota de género en tanto de 10 candidatos 3 fueron mujeres lo
que representa el 30% de su conformación. (…). Del tenor literal de las

302
normas invocadas se tiene que el artículo 67 de la Ley 1437 de 2011
establece en su numeral segundo que la notificación en estrados se
surtirá verbalmente en la audiencia pública y, a partir del día siguiente
a la misma se contarán los términos para la interposición de recursos.
En este caso, conforme el artículo 74 ídem procede el recurso de
reposición, el cual debe interponerse por escrito en la diligencia de
notificación personal o dentro de los 10 días siguientes a ella según
la regla del artículo 76 ibídem. Así las cosas, la decisión por medio
de la cual el CNE revocó la candidatura de la señora Clara Isabel
Sánchez Aponte a la Asamblea departamental de Guainía, avalada
por el Polo Democrático, al momento en que se adelantó el proceso
democrático no se encontraba en firme, por lo que al 27 de octubre de
2019, la misma permaneció intacta. De otra parte, no obra prueba en
el expediente de la interposición o no de recursos y de su constancia
de ejecutoria. (…). [S]e puede extraer, de una parte, que la decisión
en firme del CNE que revoca una candidatura conlleva a la exclusión
del ciudadano del formulario E-8 o lista definitiva de candidatos y de
otra, cuando ello ocurre, el legislador previó para las colectividades la
oportunidad de recomponerla con el fin que puedan participar en las
condiciones iniciales en el proceso electoral, esto es, completar sus
postulaciones ya sea para sí a bien lo tienen inscribir tantos candidatos
como curules a proveer [reemplazando al excluido], o ajustándola
para cumplir con la cuota de género. (…). Del análisis sistemático de
las normas que regulan el proceso de inscripción de candidaturas, la
jurisprudencia constitucional y la contencioso administrativa se tiene
que, la modificación de éstas solo procede por causas excepcionales,
implica que se de en un lapso perentorio, este término conlleva una
triple protección y es para el elector, las colectividades políticas y la
democracia propiamente dicha, en los que se mantiene la pluralidad
de opciones, se garantiza la participación política de las agrupaciones
y se incrementan los niveles democráticos de selección. Así las cosas,
en este evento, al decidir el CNE la exclusión de la señora Sánchez
Aponte por fuera de término de modificación de las listas establecido
en el artículo 31 de la Ley 1475 de 2011, se estima por el juez
electoral, que la reducción de la cuota de género no puede acarrear
la nulidad del acto de elección demandado, en tanto la colectividad
inscriptora no tuvo la oportunidad de modificar su lista para dar cabal
cumplimiento al mandato de artículo 28 ídem, prerrogativa que como
lo señaló la Corte Constitucional emana como un derecho fundamental
en favor de éstas para garantizar su participación. Entonces, al no
habérsele permitido a la colectividad política recomponer la lista

303
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

por las situaciones fácticas señaladas, no se puede predicar que la


decisión del CNE de revocar la inscripción aludida, conlleve de suyo la
exclusión de la lista del Polo Democrático Alternativo para la Asamblea
departamental de Guainía, dado que ello es factible solamente cuando
teniendo la oportunidad para recomponerla no se actúa conforme el
ordenamiento jurídico, posibilidad que en este caso no se tuvo y en
consecuencia, no se puede derivar su supresión de la tarjeta electoral
o de la propia contienda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 43
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
108 INCISO 3 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 NUMERAL 12 / LEY
ESTATUTARIA 581 DE 2000 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 - ARTÍCULO 1 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 67 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 74 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 76 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 / LEY 1475
DE 2011 – ARTÍCULO 30 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 31

304
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE LA
CONTRALORA DEPARTAMENTAL DE BOYACÁ, COMPETENCIA
FUNCIONAL DEL AD QUEM AL RESOLVER EL RECURSO DE
APELACIÓN, HECHO NOTORIO, MODIFICACIÓN DE LOS TÉRMINOS
DE UNA CONVOCATORIA EN ELECCIÓN DEL CONTRALOR
DEPARTAMENTAL

EXTRACTO NO. 14

RADICADO: 15001-23-33-000-2020-00100-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Juan José Pedraza Vargas
DEMANDADA: Martha Bigerman Ávila Romero —
Contralora general de Boyacá, período 2020 – 2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver los siguientes


interrogantes: (i) ¿Se presenta un nuevo cargo en el escrito de
apelación? De ser así, ¿Es la Sala competente para conocer y adoptar
una decisión sobre el mismo? (ii) Superado lo anterior y precisados los
argumentos de alzada que serán analizados, se requiere responder
¿se confirma, revoca o modifica la decisión de primera instancia por
medio de la cual se despacharon desfavorablemente las pretensiones
anulatorias elevadas en el escrito inicial, fundamentadas en la presunta
ocurrencia de un vicio o irregularidad del trámite previo con incidencia
directa a la elección demandada?
TESIS 1: [E]n el escrito contentivo del recurso de apelación, el
demandante, al parecer, presentó un cargo nuevo que pretende sea
estudiado y decidido en esta instancia. Aquel, se corresponde con
los argumentos que se señalaron en el sentido de indicar que, las
modificaciones que se efectuaron sobre la Resolución 429 del 2019,
no fueron debidamente comunicadas a los interesados inscritos en el
proceso de selección para la elección del Contralor Departamental de
Boyacá. (…). Esta judicat476

ura resalta que, de la revisión del líbelo introductorio, se evidencia


que el demandado referenció que el acto demandado fue expedido con
vulneración del derecho de audiencia. Sin embargo, en el desarrollo

305
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de este cargo, no se observan argumentos que se acompasen


con lo que ahora se expone en sede de la apelación. Al respecto, al
momento de elevar dicho reparo, se limita a señalar que tal garantía
fue desconocida, toda vez que no se revocó o modificó la Resolución
458 de 2019. (…). Como se observa, de manera concreta el apoderado
del señor Pedraza Vargas, en su escrito inicial, no presentó los
argumentos que pretende sean estudiados ahora en sede de la
apelación de la sentencia, lo que implica que, (…) se introduce un nuevo
cargo que no puede ser analizado por esta Corporación. Lo anterior
es así, en tanto, por un lado, ello implicaría un desconocimiento de
las garantías al debido proceso de los integrantes del extremo pasivo
de la relación procesal -para el caso concreto, la elegida y la duma
departamental- ya que desde la génesis de la actuación no garantizó
que estos pudieran controvertir los fundamentos de la irregularidad
alegada, así como aportar o solicitar el decreto de las pruebas que se
consideren pertinentes y conducentes para defenderse de la misma.
De otra parte, es de resaltar que conforme al artículo 320 del Código
General del Proceso, la finalidad del recurso de apelación se centra en
“que el superior examine la cuestión decidida, únicamente en relación
con los reparos concretos formulados por el apelante, para que el
superior revoque o reforme la decisión.”, aspecto que a su vez delimita
la competencia funcional del ad quem, quien en principio, no podrá
actuar más allá del marco normativo descrito en precedencia. (…). En
conclusión, se tiene que el argumento de apelación centrado en señalar
que las modificaciones a la convocatoria para el proceso de elección
del Contralor Departamental de Boyacá no fueron debidamente
comunicadas a los interesados mendiante las publicaciones del
caso, no puede ser estudiado por esta Sección, por lo que el debate
se centrará de forma concreta en aquellos aspectos que, presentados
desde el inicio de la presente litis, fueron estudiados y decididos por el
Tribunal Administrativo de Boyacá.

TESIS 2: El artículo 272 constitucional, determina que la vigilancia


fiscal en los entes territoriales en donde se encuentre constituida
una contraloría, será ejercida por estas de forma concurrente con la
Contraloría General de la República. De otra parte, se determina por
el mismo canon superior, que los funcionarios encargados de esta
importante función a nivel departamental, distrital o municipal “serán
elegidos por las Asambleas Departamentales, Concejos Municipales
y Distritales, de terna conformada por quienes obtengan los mayores
puntajes en convocatoria pública conforme a la ley, siguiendo los

306
principios de transparencia, publicidad, objetividad, participación
ciudadana y equidad de género, para un periodo de cuatro años que
no podrá coincidir con el periodo del correspondiente gobernador y
alcalde.” La forma de escogencia a que se hizo referencia, la cual fue
introducida por el artículo 4º del Acto Legislativo 4 de 2019, implicó
un cambio sustancial en la materia, dado que previamente, la referida
disposición consideraba que el responsable del control fiscal sería
elegido de terna constituida por dos integrantes postulados por el
tribunal superior de distrito judicial correspondiente y uno por el
tribunal contencioso administrativo. De esta manera, se dio un vuelco
importante, que implica que el contralor departamental será elegido
de aquellos que integren la terna conformada -por quienes obtengan
los mayores puntajes-, previo un procedimiento de orden meritocrático
que garantice la libre concurrencia y participación en igualdad de
condiciones de los interesados. Es importante resaltar varios aspectos
de este procedimiento. En primer lugar, esta Sección ha señalado que
al haberse dispuesto que se trata de una convocatoria pública, ello
conlleva a que sea un procedimiento más flexible que el concurso de
méritos, por lo que la administración goza de un mayor margen de
discrecionalidad para realizar la selección, todo ello siempre en el
marco de los principios del artículo 126 y 272 constitucional. De otra
parte, el constituyente derivado, en el mismo acto modificatorio del
texto superior a que se hizo referencia en forma precedente, radicó
en cabeza de la Contraloría General de la Nación la competencia para
desarrollar los términos generales del proceso de convocatoria pública
requerida para estos efectos por el artículo 272 ya mencionado. Esta
entidad, adoptó el referido marco normativo a través de la Resolución
0728 del 18 de noviembre del 2019, del cual, para efectos del sub judice,
es importante mencionar lo siguiente: i. En su artículo 1º, al momento
de fijar el objeto de la regulación allí consagrada, determinó que el
procedimiento de convocatoria pública para la elección de contralores
a nivel territorial, se encuentra vinculado bajo los parámetros del
artículo 272 Superior y de la Ley 1904 del 2018, en los aspectos que
sean pertinentes. (…). Es de resaltar, que las reglas para el desarrollo de
las etapas antes mencionadas, serán aquellas fijadas en la resolución
adoptada por la Contraloría General de la República y las determinadas
a su vez por la corporación electora -asamblea o concejo-, con sus
modificaciones y aclaraciones, las cuales serán vinculantes para
quienes manifiesten su interés en la etapa de inscripción (art. 2º, literal
a), Resolución 728 del 2019). ii. La convocatoria, se define como el aviso
público mediante el cual se invita a todos los ciudadanos interesados

307
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en participar en el proceso de elección del contralor departamental,


distrital y municipal (art. 3º, Resolución 728 del 2019). A su vez,
respecto de este acto se predica que “(…) es norma reguladora de todo
el proceso de selección y obliga tanto a la administración, como a la
entidad contratada para su realización y a los participantes. Contendrá
el reglamento de la convocatoria pública, las etapas que deben surtirse
y el procedimiento administrativo orientado a garantizar los principios
de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y
publicidad en el proceso de elección.” (numeral 1º, inciso 4º, artículo
6º, Ley 1904 del 2018).iii. La etapa concreta de inscripción, se define
como aquella en que serán registrados los aspirantes que cumplan
con los requisitos de orden constitucional y legal para ocupar el cargo,
allegando para el efecto la correspondiente hoja de vida junto con los
soportes y certificaciones con los que se pretende la acreditación de la
experiencia y los estudios, todo ello, en los términos que para el efecto
se establezcan en la convocatoria (numeral 3º, artículo 6º, Ley 1904 del
2018). iv. Para efectos del asunto que se debate en el presente, también
es importante resaltar que la resolución bajo estudio determinó
un régimen de transición, considerando que algunos procesos de
escogencia de contralores territoriales habían iniciado en forma
previa a que fuera expedida la misma. (…). Finalmente, un aspecto
importante a resaltar, es que el artículo 272 constitucional determinó
que el proceso para la elección de los mencionados funcionarios, debe
estar guiado en todo momento por los principios de transparencia,
publicidad, objetividad, participación ciudadana y equidad de género.
Al respecto, se tiene el texto constitucional, en su artículo 40 numeral
7º consagró como garantía de orden fundamental el acceso a los
cargos públicos, como un componente de los denominados derechos
políticos. En punto de esta prerrogativa de orden constitucional,
se ha entendido que el núcleo esencial la misma, se traduce en la
protección con la que cuenta el ciudadano ante decisiones arbitrarias
de cualquier autoridad estatal que (i) impida el ingreso a un cargo
público; (ii) tenga como consecuencia la desvinculación del mismo
o (iii) impidan injustificadamente el cumplimiento efectivo de las
funciones derivadas de aquel. Por ello, resulta relevante la aplicación
efectiva de los derroteros que el artículo 272 impone para la elección
de los contralores territoriales, toda vez que bajo ellas, se garantiza, no
solamente una amplia participación ciudadana, sino el desarrollo de
procedimientos realmente fundamentados en el mérito y por razones
objetivas, lo que extiende a su vez sus efectos en la escogencia de
personas capacitadas para el ejercicio de la relevante función y

308
competencias que se consagran a nivel constitucional y legal respecto
del control fiscal de los recursos públicos.

TESIS 3: En relación con el primero de los argumentos expuestos en


el escrito de apelación, en el que el recurrente señala su inconformidad
respecto de la conclusión a la que arribó el fallador de instancia al
señalar que no se encontraron acreditadas las causales de nulidad
por falsa motivación y desviación de poder, toda vez que a su juicio,
es un “hecho notorio” que las modificaciones a la convocatoria se
efectuaron para beneficiar a un grupo de candidatos, entre ellos, la
aquí demandada, esta Sección considera que el mismo no tiene
vocación de prosperidad, por lo siguientes aspectos: La jurisprudencia
ha señalado que un hecho notorio es aquel que puede invocarse
sin necesidad de prueba alguna, por ser conocido directamente por
cualquiera que se halle en la posibilidad de observarlo. Ello es así, por
cuanto las condiciones en que el mismo ocurre, permiten considerar
que, en efecto, los miembros de la colectividad, están en la capacidad
de evidenciarlo, sin importar su ubicación territorial, grado de cultura
o conocimiento. Y es precisamente este aspecto el que implica que
no requiera de medio convicción alguno, pues no se trata de que sea
imposible de demostrar, sino que resulta superfluo hacerlo, ya que
se entiende conocido de forma general. Bajo este concepto, es claro
que la razón de inconformidad del apelante carece del fundamento
necesario para revocar la decisión de primera instancia, toda vez que,
en línea con lo señalado por el Ministerio Público, esta Sala de Decisión
considera que las razones que fundamentaron los cargos, centradas
en un presunto favorecimiento a determinados candidatos, no pueden
ostentar la categoría de hecho notorio, dado que precisamente por su
naturaleza, requiere de las pruebas pertinentes y conducentes que
permitan al fallador arribar a dicha conclusión, dado que no se pueden
entender como conocidos por la generalidad. Es de señalar que,
precisamente, dicho aspecto fue el que llevó al Tribunal Administrativo
de Boyacá a denegar las pretensiones anulatorias, pues resaltó que los
argumentos expuestos en la demanda no eran suficientes, así como
tampoco se allegaron elementos de prueba que permitieran concluir
la ocurrencia de la irregularidad en tal sentido, es decir, de la presunta
intención indebida de la asamblea departamental al momento de
modificar las condiciones de la convocatoria o de la inclusión en el
acto demandado de aspectos alejados de la realidad fáctica que lo
fundamentó. Así mismo, el que la demandada haya integrado la terna
de la cual fue finalmente elegida como contralora departamental, en

309
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ninguna medida le otorga el carácter de hecho notorio al dicho del


recurrente, dado que de esta situación no es posible predicar, al menos
con el acervo aportado al plenario por la misma parte demandante,
que ella hubiere sido favorecida con la decisión de ampliar los plazos
para la inscripción en la convocatoria correspondiente. Por el contrario
la inclusión en la terna implica que la señora Ávila Romero, junto con
otras dos personas, obtuvo uno de los mayores puntajes, aspecto que
la habilitó para ser incorporada en la misma, mas no, que la asamblea
departamental desvió su poder en el ejercicio de su función electoral.
Bajo estas consideraciones, la razón de inconformidad en tal sentido,
se despacha de forma desfavorable.

TESIS 4: [L]a convocatoria para la elección del contralor departamental


de Boyacá, inició en forma previa a la fecha en que la Contraloría
General de la República, en ejercicio de su facultad constitucional,
hubiere proferido la regulación sobre las condiciones mínimas que
debían seguir este tipo de actuaciones. Bajo este parámetro, es claro
que la duma en el presente caso, se encontraba en la obligación -art.
16 - de adaptar las condiciones de su proceso, a efectos de cumplir
con los requerimientos de la Resolución 728 del 18 de noviembre
del 2019. Es de resaltar que, desde el inicio del trámite, la asamblea
efectuó la correspondiente advertencia sobre la posibilidad de futuros
cambios a los términos de la convocatoria, tal como se determina
del citado artículo 5º de la Resolución 429 del 2019 (…), ello con el fin
de ajustar las etapas y plazos a lo que eventualmente determinare
la Contraloría General de la República, al expedir la reglamentación
de las convocatorias públicas. Bajo estas consideraciones, es claro
que la Asamblea Departamental de Boyacá actuó con fundamento en
las normas de orden superior que le conminaban a expedir los actos
necesarios para revocar, modificar o suspender las normas de su
procedimiento de selección, en lo que la duma optó por la segunda,
esto es, adecuando su procedimiento, como pudo evidenciarse del
relato de los antecedentes. (…). El argumento principal del recurrente,
en concordancia con el fundamento de su escrito inicial, consiste en
señalar que no se revocó o modificó la Resolución 458 del 2019, por
lo que, a su juicio, la ampliación del plazo de inscripciones efectuado
mediante la Resolución 474 de la misma anualidad, conllevó a la
existencia de dos cronogramas, siendo el único válido el fijado en la
primera de las señaladas normativas. A juicio de esta Sección, dicha
situación no es constitutiva de irregularidad alguna y menos tener
incidencia para viciar el acto de elección. Al respecto, es de señalar

310
que no se considera que se haya presentado la concomitancia de dos
cronogramas vigentes en la convocatoria pública adelantada para la
elección del Contralor Departamental de Boyacá. Es claro para esta
judicatura, que con la decisión adoptada mediante la Resolución 474
del 2019, lo que se produjo por parte de la corporación electora, es
una ampliación del plazo de inscripciones que inicialmente se había
consagrado en la Resolución 429, confirmada mediante la Resolución
458. En otras palabras, analizando en forma integral el contenido de
los actos mencionados, se debe considerar que en la práctica, se contó
con un solo cronograma, por lo que resulta irrelevante determinar si
era necesario que la Resolución 474 del 2019 modificara o revocara el
contenido de la Resolución 458 del 2019, en tanto se trata en realidad
de actos complementarios que conllevaron a que, finalmente, el plazo
para las inscripciones, fuera extendido hasta el 28 de noviembre del
referido año. Si bien es cierto dicha ampliación se llevó a cabo con
posterioridad al cierre del plazo inicialmente establecido para reclutar
ciudadanos en el marco de proceso de selección, para esta Sala es
claro que dicho actuar no resulta contrario a derecho, si se tiene en
cuenta lo siguiente: En primer lugar, no existe límite alguno para el
número de modificaciones que pueden llevarse a cabo a los términos
de una convocatoria inicialmente establecida. A ello se suma, que esta
Sección ha señalado que los términos de una convocatoria pública
pueden ser modificados (i) cuando el cronograma así lo autorice; (ii)
cuando el reglamento de la entidad lo determine en forma clara o (ii)
en casos de fuerza mayor o caso fortuito. (…). En el caso concreto, como
ya fue debidamente reseñado (…), está demostrado que la Asamblea
Departamental de Boyacá, desde el momento mismo en que elaboró la
convocatoria, precisó que los términos de la misma podrían ser sujetos
de modificaciones, siendo las condiciones originales, como aquellas
que resulten de posteriores decisiones, igualmente vinculantes para
todos los interesados. De otra parte, no se observa que la modificación
se hubiere efectuado durante una etapa que implicara la evaluación
de las hojas de vida o la aplicación de las pruebas de conocimiento,
o cualquier otra diligencia con fines clasificatorios o eliminatorios,
pues es claro que se encontraba el proceso en etapa de recepción de
inscripciones de los interesados, aspecto que permite concluir que no
se afectó alguna situación particular y concreta, o que la decisión se
adoptó para favorecer potenciales participantes, en tanto a ese estado
del proceso no se conocían las hojas de vidas y menos el puntaje a
otorgar sobre cada una de ellas. Adicionalmente, (i) las normas que
regulan el procedimiento de selección, no establecen un término

311
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

para la inscripción de candidatos, por lo que se entiende que dicho


aspecto responde a la necesidad de la entidad electora -asamblea
o concejo- para garantizar los fines del mismo, que no es otro que
elegir al representante del ente de control y, (ii) dicha facultad debe
ejercerse -entre otros- bajo la garantía del principio de participación
ciudadana, por lo que es clara la posibilidad para que la corporación
pública considere ampliar los plazos de inscripción, precisamente en
acatamiento del mismo, siempre y cuando la elección resulte oportuna.
Frente a este último aspecto, se tiene probado que (i) mediante acta
del 27 de noviembre 2019, se dio apertura a la “ampliación de la
etapa de inscripción dentro del proceso de convocatoria pública”; (ii)
este aspecto fue publicado en un diario de amplia circulación local y,
finalmente (iii) mediante acta 003 del 28 de noviembre del 2019, se
dejó constancia de la entrega de 74 hojas de vidas de interesados
en el proceso. Es decir, incrementó la participación en 22 personas.
Resueltos los argumentos expuestos por la parte recurrente, evidencia
esta Sala de Sección que no existen razones de peso para proceder
a revocar la decisión de primera instancia, por lo que se procederá a
confirmar la misma.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 NUMERAL 7 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 126 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 272 / ACTO LEGISLATIVO
04 DE 2019 - – ARTÍCULO 4 / LEY 1904 DE 2018 – ARTÍCULO 6 / CÓDIGO GENERAL
DEL PROCESO – ARTÍCULO - 320

312
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE LOS
DIPUTADOS A LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL POR CAUSALES
OBJETIVAS, SUPLANTACIÓN DE ELECTORES, DIFERENCIA
ENTRE EL FORMULARIO E-14 Y EL FORMULARIO E-24, ERROR
ARITMÉTICO, TRASHUMANCIA ELECTORAL, PRINCIPIO DE
EFICACIA DEL VOTO

EXTRACTO NO. 15

RADICADO: 44001-23-40-000-2020-00004-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Daniel Elías Ceballos Brito
DEMANDADOS: Diputados de la Asamblea de La Guajira,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, de conformidad con


el recurso de apelación interpuesto, si existe mérito suficiente para
mantener incólume la decisión del Tribunal Administrativo de La Guajira,
mediante la cual denegó las pretensiones de la demanda contra el acto
que declaró la elección de los diputados de ese departamento, para el
período 2020-2023, al no encontrar incidencia en los vicios alegados
por el demandante. Para ello, teniendo en cuenta los argumentos de
impugnación, se estudiará: i) las causales de nulidad consagradas en
los numerales 3 y 7 del artículo 275 de la Ley 1437 de 2011, relativas
a los vicios de nulidad por falsedad y trashumancia, ii) las presuntas
falsedades en los formularios E-14 del municipio de Fonseca originadas
las diferentes tachaduras y enmendaduras que se presentaron con el
fin de mutar la verdad electoral, iii) estudio de legalidad completo del
proceso de elección en el municipio de El Molino, partiendo del estudio
del E-14 de la zona 00, puesto 00 mesa 10 de la cabecera municipal
con el E-24 y el AGE, iv) estudio de suplantaciones en los municipios
de Urumita, Fonseca y Barrancas, v) estudio de trashumancia en el
departamento de la Guajira, a este punto se debe analizar si es dable
extender este análisis a todo el ente territorial o corresponde limitarlo
al municipio de Urumita conforme al cargo de la demanda y, vi) violación
del debido proceso materializado en la actuación de la CED por la falta

313
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de exclusión de los votos en las mesas de votación en donde encontró


probadas las irregularidades.

TESIS 1: El fenómeno de la suplantación de electores se enmarca


en la causal de nulidad electoral consagrada en el numeral 3 del
artículo 275 de la Ley 1437 de 2011 relativa a que los documentos
electorales contienen datos contrarios a la verdad o falsos, con el fin
último de mutar el resultado del certamen electoral. Este fenómeno se
configura cuando i) una persona deposita su voto en nombre de otra, ii)
los jurados de votación diligencian las casillas del E-11 simulando que
la persona allí registrada se acercó a ejercer su derecho al voto, o, iii)
cuando en el formulario E-11 se registra como votante a una persona
cuyo cupo numérico no se encuentra vigente por haber pertenecido a
una persona fallecida. La Sala Electoral, desde el año 2009, ha referido
las diferentes modalidades de suplantación de electores, así: “(…) 1.
Cuando una persona que no es titular del documento de identificación
que aparece preimpreso en el formulario E-11 logra depositar el voto
a nombre del verdadero titular. 2. Puede acontecer que nadie haya
concurrido a votar a nombre de otro, sino que los jurados de votación
motu proprio llenaron las casillas correspondientes con nombres
ficticios. 3. Cuando frente al número de la cédula preimpresa se
encuentran anotaciones o trazos ilegibles, signos, número de cédula o
cualquier otra anotación similar que no permite identificar al titular del
documento de identificación. 4. Cuando el titular de la cédula ejerce el
derecho al voto doble vez, frente al número de cédula del cual es titular
y a su vez frente a otro número de cédula que no le corresponde. (…)”.
Nótese que en el caso de la suplantación, los documentos electorales
contienen datos contrarios a la verdad, debido a que en ellos, reposa
información que no se encuentra conforme con la realidad, por
cuanto quien aparece ejerciendo el derecho al voto no era el que
legalmente podía ejercerlo. Muestra de lo anteriormente señalado,
es que en el registro de votantes o formulario E-11, aparecerá un
número de sufragantes que dista de la verdad, dado que, en realidad,
no comparecieron a ejercer su derecho todas aquellas personas que
aparecen en éste como votantes, materializándose la alteración de los
resultados, debido a que en el escrutinio se contabilizarán votos que
no fueron depositados en las urnas por el titular del derecho, lo cual se
traduce en marcaciones espurias que van a ser sumadas en el acta E-14
y posteriormente en los formularios E-24 y E-26, siendo éste último en
el que consta la declaratoria de la elección. Para ser estudiada por la
jurisdicción de lo contencioso administrativo, esta causal de anulación

314
debe cumplir con los siguientes requisitos, con miras a lograr que el
cargo así planteado respete el principio de especificidad que irradia el
deber que debe cumplir quien pretende un pronunciamiento de fondo
frente a éstas. Al respecto se debe tener en cuenta: “No obstante, para
que el cargo de suplantación de electores se considere debidamente
formulado, es necesario no sólo que el demandante suministre la
zona, el puesto y la mesa donde la irregularidad tuvo ocurrencia, sino
que es imprescindible que individualice a los presuntos suplantados
identificándolos con su cédula de ciudadanía y señale quienes figuran
como suplantadores mediante la indicación de sus nombres y apellidos.
Lo anterior, por cuanto para establecer la veracidad de esa irregularidad
y si es constitutiva de falsedad, se examina si existe inconsistencia
entre el nombre que aparece consignado en el formulario E-11 y el del
titular de la cédula que figura en el Archivo Nacional de Identificación
(ANI) o con el censo electoral”. (…). En conclusión, sólo procederá el
estudio de fondo de los cargos referentes a la modalidad de falsedad
por suplantación de electores, cuando exista determinación del mismo
al momento de presentación de la demanda, lo anterior, debido a que
al ser esta jurisdicción de carácter rogado, le impide al Juez Electoral,
entrar a subsanar las omisiones probatorias de las partes, o peor aún
asumir de oficio estudios frente a registros que no fueron propuestos
por los sujetos procesales. Para finalizar, resulta pertinente aclarar
que no toda irregularidad puede ser entendida como suplantación, es
así como en el trascurso del proceso de elección, los jurados cometen
errores al momento de diligenciar el E-11 tal y como puede ser: i) que
equivocan la casilla en la que se debe escribir el nombre del votante,
ii) al digitar el nombre del votante no se hace en debida forma ya que
se modifica su orden o por variación de alguno de ellos, iii) trastocan el
orden del número de cédula y, iv) se detalla en dos casillas el mismo
nombre pero se deja la salvedad. Por manera que, no todo error en el
diligenciamiento del registro de votantes, debe ser tenido como una
irregularidad configuradora de la causal de nulidad consagrada en el
numeral 3 del artículo 275 de la Ley 1437 de 2011, dado que al ser
una actuación humana puede estar precedida de inconsistencias que
son claramente identificables como tal por no tener como finalidad
adulterar los resultados de la mesa.

TESIS 2: Esta causal de anulación de los actos se encuentra


igualmente consagrada en el artículo 275 numeral 3 de la Ley 1437
de 2011. Es conocida como falsedad y consiste en la alteración u
ocultación de la verdad en los registros, anomalía determina la

315
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

mutación del resultado electoral, por cuanto no existe certeza de cuál


fue la real manifestación de la voluntad del ciudadano que acudió a las
urnas. (…) [L]a alteración en el consolidado del escrutinio contenido
en el formulario E-24, que conlleva a una diferencia sin justificación
del documento antecedente, esto es, del E-14, vicia de nulidad el acto
de elección siempre y cuando se advierta que la anomalía es de tal
magnitud y relevancia que necesariamente distorsiona el resultado,
toda vez que se entienden elegidos ciudadanos que no obtuvieron
el respaldo ciudadano suficiente para serlo. Lo anterior tiene su
fundamento, en que al ser el escrutinio un proceso escalonado de
consolidación de guarismos, en principio, la información contenida en
ambos formularios debe ser coincidente, a menos que la autoridad
electoral hubiera realizado algún recuento o revisión de los votos y
decidiera que al existir irregularidades se debe proceder a modificar
el número de votos registrado en el E-14, justificación que entonces
debe reflejarse en el acta general de escrutinios y materializarse
en el E-24. Este es el procedimiento y la forma de entender como
justa la diferencia que pueda existir entre uno y otro. Dentro de este
mismo estudio, se debe revisar si las tachaduras, enmendaduras o
errores aritméticos se enmarcan en esta causal de anulación. (…).
Entonces, el error aritmético se configura por dos circunstancias:
(i) por una equivocación en la que incurren los jurados de votación
o los miembros de las comisiones escrutadoras al sumar los votos,
esto es, que consista en un error en una de las operaciones básicas
de las matemáticas, y, (ii) que la equivocación en la suma de votos
ocurra en una misma acta. De otra parte, en cuanto a las tachaduras y
enmendaduras esta Corporación ha explicado que “la alegación sobre
la existencia de tachaduras, enmendaduras o borrones en las actas de
escrutinio es otra clase de reclamación que difiere del error aritmético
y su origen se deriva de las alteraciones materiales al contenido de
los documentos electorales, pero que por lo mismo, no constituyen
causales de nulidad de la elección sino vicios dentro de la actuación
administrativa electoral que permite a las Comisiones Escrutadoras
realizar el recuento oficioso de los votos en los términos del artículo
163 del Código Electoral”. (…). Por lo que, cuando la demanda se funde
en causales de reclamación por errores aritméticos o tachaduras y
enmendaduras, es necesario solicitar el estudio de legalidad del acto
de elección y el de los actos administrativos proferidos en respuesta
a las mismas, ello por cuanto conforme el inciso 2° del artículo 139
de la Ley 1437 de 2011, el análisis, en primera fase, se realiza frente
a las resoluciones que resuelven tales reclamaciones, y solo en caso

316
de que se declare la nulidad de las mismas, se entra a hacer una
verificación de las mesas y los formularios en que se sustenta la
información en ella. Así las cosas, corresponderá determinar en cada
caso, si la atención debe centrarse en si se alegan situaciones relativas
a la causal de reclamación (artículo 192 del Código Electoral) que
presuntamente no fueron corregidas en debida forma por la autoridad
electoral y se mantuvieron hasta el resultado de la elección, o si tales
errores se mantuvieron y mutaron los resultados para que puedan
ser estudiadas bajo la causal especial de nulidad del numeral 3º del
artículo 275 del CPACA, por la presencia de diferencias injustificadas
entre guarismos.

TESIS 3: Este fenómeno se presenta como una causal autónoma de


nulidad electoral, consagrada en el artículo 275.7 de la Ley 1437 de
2011. Para su estudio, se debe tener en cuenta que en las votaciones
para elegir las autoridades locales: “…con fundamento en el artículo
316 ídem, (…) solo pueden participar los ciudadanos que residan en
el respectivo municipio, (dado) que lo pretendido por el Constituyente
con la citada norma es evitar que en los comicios locales participen
personas ajenas a éstos toda vez que influyen en las decisiones que
deban adoptarse a nivel político - administrativo, convirtiéndose en un
obstáculo para el desarrollo de los entes territoriales…”. A este punto
es de vital importancia precisar qué aspectos a juicio de la Sección
Quinta del Consejo de Estado deben acreditarse para predicar la
existencia de trashumancia electoral, para lo cual es necesario hacer
alusión a algunos pronunciamientos en la materia, partiendo de la
presunción contenida en el artículo 4° de la Ley 163 de 1994, esto es,
que la residencia electoral de una persona corresponde al lugar en el
que tiene inscrita su cédula para votar, presunción que de una parte
se construye a partir del hecho que los ciudadanos para registrar
dicho documento a fin de ejercer el derecho al voto deben presentarse
personalmente ante la autoridad electoral del lugar en el que se desean
sufragar, como lo señala el artículo 78 del Código Electoral, y de otra,
del principio constitucional de buena fe que irradia las actuaciones
de los ciudadanos ante la administración (art. 83 de la Constitución
Política), en virtud del cual prima facie debe tenerse por cierta la
manifestación que hace el votante sobre el lugar en el que reside,
motivo por el cual si se busca desvirtuar tal afirmación, debe cumplirse
con una carga probatoria exigente. (…). En primer lugar, del análisis
de la jurisprudencia se tiene que en los primeros pronunciamientos
dictados por la Sección Quinta del Consejo de Estado, luego de

317
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

reconocer que la trashumancia constituye una conducta que puede


dar lugar a anular los actos de elección, precisó que la presunción de
residencia electoral se desvirtúa mediante “prueba convincente de que
los sufragantes incusados moran en otro municipio”. Posteriormente,
la Sección especificó que la residencia electoral se puede establecer
no sólo a partir del lugar en que se habita, sino también en el que
de manera regular se tiene asiento, se ejerce la profesión u oficio o
posee algún negocio o empleo, motivo por el cual para desvirtuar
la presunción de residencia, debe demostrarse que el inscrito no se
encuentra en alguna de las situaciones antes señaladas, respecto del
lugar en el que ejerce su derecho al voto. De allí se derivan diferentes
relaciones con el municipio, vistas de manera positiva. Poco tiempo
después en providencia del 14 de diciembre de 2001, la Sección Quinta
indicó que la residencia electoral no sólo puede establecerse a partir
del lugar en que se habita, sino también tiene en cuenta el lugar en
que de manera regular se está de asiento, se ejerce su profesión u
oficio o se posee algún negocio o empleo. Además, indicó que para
desvirtuar la mentada presunción se debe demostrar que el ciudadano
no tiene alguna de las relaciones antes señaladas en la dirección que
suministró al momento de inscribir su cédula de ciudadanía para
ejercer el derecho al voto, porque resultaría desproporcionado o de
imposible demostración, acreditar que la persona en cuestión no
reside, no trabaja, no posee negocio o empleo en el municipio en el
que tiene inscrito su documento. (…). Posteriormente la Sección Quinta
del Consejo de Estado determinó que para desvirtuar la mentada
presunción, debe demostrarse que el inscrito no está en alguna de las
situaciones que permiten establecer la residencia electoral a partir de
los vínculos con el territorio antes citados. (…). De las consideraciones
hasta aquí expuestas, se tiene que un ciudadano es trashumante
cuando se demuestra que: (i) no es morador del respectivo municipio,
(ii) no tiene asiento regular en el mismo, (iii) no ejerce allí su profesión
u oficio y (iv) tampoco posee algún negocio o empleo en la entidad
territorial. Lo anterior conlleva al análisis sobre la forma como pueden
acreditarse las anteriores situaciones, en especial teniendo en cuenta
las funciones atribuidas a la Registraduría Nacional del Estado Civil y
al Consejo Nacional Electoral en materia de trashumancia. Entonces,
cuando un ciudadano que no se encuentra habilitado para ejercer su
derecho al voto en la circunscripción electoral en la cual pretende
hacerlo, es que se materializa la causal de nulidad electoral enunciada.
Igualmente, frente a ella se debe demostrar su incidencia en el
resultado para determinar la legalidad del acto demandado.

318
TESIS 4: En el presente caso, se tiene que el actor adujo que en
el proceso de escrutinios se presentaron irregularidades que
presuntamente no fueron corregidas en debida forma por la autoridad
electoral y se mantuvieron hasta el resultado de la elección, por lo
que ahora, en esta instancia, bajo la causal especial del numeral
3º del artículo 275 del CPACA, arguye la presencia de diferencias
injustificadas entre los datos que aparecen en los formularios
electorales que mutan la verdad electoral. (…). Conforme el estudio
de cada una de las mesas objeto del presente medio de control en
el municipio de Fonseca, se tiene que no existe razón alguna para
proceder a su exclusión dado que la norma electoral prevé en qué
eventos las comisiones escrutadoras deben proceder a la exclusión
de la votación o a su recuento [artículos 122, 135, 164, 166 y 192],
decisiones que no se encuentran a su arbitrio dado que es el carácter
reglado del proceso electoral el que impone la consecuencia a
cada irregularidad que se pueda presentar en el curso del mismo.
Esta misma razón rige el trámite contencioso electoral, en donde el
juez en su rol de controlar la legalidad del acto, no puede variar la
voluntad popular sobre la existencia de cualquier error, irregularidad,
divergencia o contrariedad en el curso de la actuación administrativa
y menos aún, proceder a desconocer el apego a las ritualidades en
que se sustentaron las autoridades administrativas para sanear
las vicisitudes del proceso en aras de preservar la eficacia del voto.
Actuar de forma diferente sería restar el poder de la voluntad popular
expresado en las urnas ante defectos que no tienen incidencia en
el resultado, dando prioridad a lo formal sobre lo sustancial. En
conclusión, no se encontró fundamento alguno que amerite revocar
el estudio realizado por el a quo frente a las mesas que componen
este cargo.

TESIS 5: [E]l cargo sustentado en la demanda fue la mutación de


los resultados electorales por la indeterminación de los guarismos
en el formulario E-14 cuya finalidad fue modificar el consolidado
en favor del candidato 51 del partido ASI. (…). Del detalle de las
actuaciones, se puede concluir que la parte actora lo que pretende
en sede de apelación es el estudio de un nuevo cargo de nulidad ante
la inexistencia de vicio alguno en el formato E-14, ya no sustentado
en las posibles irregularidades acaecidas en el diligenciamiento del
mismo, que es la base del escrutinio, en donde supuestamente se
mantuvo indeterminado el número de votantes y se alteraron los
guarismos con tachaduras, de donde el a quo coligió que no existió

319
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

irregularidad alguna y por ello negó el cargo, para ahora buscar los
vicios que se pudieron generar en la consolidación materializada
en los formatos E-24 [actuación posterior] para lo cual requiere se
contrasten con el acta general para determinar su existencia. Al
respecto se debe señalar, que la parte actora en su escrito genitor
fundamentó el cargo de falsedad en el hecho que en el E-14 se omitió
consolidar el número de sufragantes, aunado a la existencia de
tachones con lo que se quiso alterar la votación en este documento,
aspecto que fue objeto de pronunciamiento por parte del a quo quien
no encontró irregularidad alguna en el diligenciamiento del acta de
escrutinio, argumento ante el cual el demandante guardó silencio
en su escrito de alzada, para ahora solicitar no la determinación
de irregularidades en la conformación del mencionado formulario,
sino en su consolidación en el respectivo E-24, lo cual a todas
luces deviene en un nuevo cargo dado que la irregularidad ya no se
sustenta en los tachones y omisiones del E-14 sino en la alteración
existente en la información del E-24 frente a su documento base. En
este caso, la falsedad aducida ab initio no fue una mayor votación o
mejor, un incremento injustificado en la votación del candidato 51
ocurrida en la consolidación de formularios, dado que para ello debió
proponer desde su escrito inicial, la manifestación clara de verificar
la sumatoria de la votación en uno y otro documento, por el contrario,
es claro que adujo la alteración de la votación no en la operación
matemática que acontece en la formación del E-24, es decir, en la
diferencia entre documentos, sino en la alteración manifiesta del E-14
y con ello la manipulación de la voluntad popular, al omitirse en su
diligenciamiento el número real de votantes sumada a la alteración
presunta de los guarismos en el registrados, aspectos que, como se
reseñó no fueron demostrados. Teniendo en cuenta que se trata de un
cargo nuevo de nulidad contra el acto de elección de los Diputados a la
Asamblea departamental de La Guajira, la Sala se abstendrá de hacer
el estudio, dado que el mismo excede el objeto del litigio inicialmente
planteado, el cual se erige como el marco de la actuación judicial,
elemento esencial en el que los sujetos procesales se deben centrar
para demostrar con las pruebas y demás argumentos de defensa,
las razones por las cuales se debe mantener o no la legalidad del
acto enjuiciado. Así las cosas, pretender agregar a esta instancia del
proceso un nuevo reproche, a todas luces es vulneratorio del derecho
de contradicción y defensa de los demandados, quienes no han tenido
la oportunidad de presentar argumentos para sustentar su defensa.
Como si lo anterior no fuera suficiente, las ritualidades que rigen el

320
medio de control de nulidad electoral proscribe el estudio de vicios
que se expongan por fuera del término de caducidad, el cual para el
caso concreto se encuentra más que excedido. Por manera que, al
no existir reproche alguno frente a la decisión de primera instancia
respecto de la legalidad del escrutinio realizado en el municipio de El
Molino en la zona 00, puesto 00 mesa 10 de la cabecera municipal, se
impone mantener incólume lo resuelto.

TESIS 6: Del estudio de suplantaciones realizado por el juez de


primera instancia, se advierte que no existe reproche alguno por
el apelante. Por el contrario, éste solicita que se extienda a los
municipios de Barrancas y Fonseca. (…). En este punto, se debe
recordar, que en escrito del 20 de febrero de 2020, el apelante
presentó reforma de la demanda la cual fue rechaza parcialmente
frente a los nuevos cargos alegados, entre los que se encontraban los
referentes a las suplantaciones en El Molino, Hatonuevo, la Jagua del
Pilar, Villanueva y Barrancas, al considerar que al momento en que
se radicó la petición había acaecido la oportunidad para presentar
nuevas alegaciones contra el acto de elección enjuiciado. De otra
parte, frente al municipio de Fonseca, se erige como un cargo nuevo
que no se presentó en el libelo genitor, por lo no puede ser estudiado
por el ad quem. Por lo anterior, forzoso se torna en concluir, que al
no haberse impugnado y por ello, estar en firme la decisión adoptada
en el curso del proceso electoral respecto del rechazo parcial de la
reforma de la demanda, en donde se sustentaba la petición de estudio
de los señalados entes territoriales y, al agregarse un cargo nuevo,
no le compete a esta instancia hacer pronunciamiento alguno de la
existencia o no de suplantaciones diferentes a aquellas que fueron
debidamente admitidas por el a quo y que fueron el sustento de la
sentencia. No obstante lo anterior, al revisar la decisión impugnada,
se encuentra que ante los casos comprobados de suplantaciones, la
Sala Electoral del Tribunal Administrativo de La Guajira no ordenó
la compulsa de copias, por lo que ante la posible existencia de
reproches tipificados como delitos o faltas al deber funcional, se
ordenará remitir con carácter urgente esta decisión y los documentos
que soportaron el estudio de legalidad del presente cargo, para que
sea la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría General de
la Nación las que determinen si la conducta de los ciudadanos y
jurados de votación se enmarca en algún tipo disciplinario o penal.
En conclusión, al no existir reparo alguno en el estudio de legalidad
se mantiene su conclusión.

321
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 7: Teniendo en cuenta que en el fallo de primera instancia


se determinó que: “…Acorde con los datos antes relacionados se
corrobora que, en efecto, los ciudadanos individualizados por el actor
en la demanda bajo el segundo cargo de nulidad ejercieron su derecho
al voto,…” determinación de la cual ninguno de los sujetos procesales
presentó objeción alguna, se tiene que, al encontrarse plenamente
demostrado que estos ciudadanos sufragaron en el municipio de
Urumita habiendo sido declarada irregular su inscripción por el CNE,
se encuentra que se materializó el vicio de nulidad consagrado en
el numeral 7 del artículo 275 de la Ley 1475 de 2011, referente a la
trashumancia electoral. Es decir, frente a este cargo, se encuentra
probada su materialización, toda vez que de lo certificado por la
autoridad electoral competente, quedó plenamente demostrado que
los ciudadanos que se detallan en el cuadro antecedente, sufragaron
en el municipio de Urumita cuando habían sido expulsados del censo
desde el 18 de septiembre de 2019 y, sólo en 2 casos [renglones 2 y
11] quedaron en firme el 16 de octubre de 2019 con la Resolución No.
6049. Por lo anterior, corresponde a la Organización Electoral crear
mecanismos para que se cumplan las decisiones adoptadas en procura
de la transparencia de los procesos de voto popular, los cuales buscan
dotar de eficacia el sufragio, finalidad que no se observa cuando se
adoptan decisiones de depuración del censo y ellas no se materializan
en los documentos electorales, concretamente en los formularios E-10
y E-11. La anterior circunstancia hace ineficaz la decisión del CNE, en
tanto el jurado de mesa al constatar en el registro de votantes que
la persona se encuentra habilitada para votar en la mesa le permite
ejercer su derecho sin más limitaciones restándole efectos a la
exclusión del mismo por inscripción irregular. Así las cosas, en aras
de brindar mayores niveles de transparencia al proceso, se exhortará
a la Organización Electoral para que de manera mancomunada y
bajo un trabajo armónico creen los mecanismos necesarios que para
que la depuración de censo sea real y efectiva, pero sobretodo, que
al momento de las elecciones se garantice que los votantes son los
llamados a elegir en su circunscripción sus propias autoridades. (…).
De otra parte, esta Sección ordenará ante la posible existencia de
reproches tipificados como delitos o faltas al deber funcional, remitir
con carácter urgente esta decisión y los documentos que soportaron
el estudio de legalidad del presente cargo, para que sea la Fiscalía
General de la Nación y la Procuraduría General de la Nación las que
determinen si la conducta de los ciudadanos y jurados de votación se
enmarca en algún tipo disciplinario o penal.

322
TESIS 8: [L]a parte demandante adujo (…) que la comisión
escrutadora departamental de La Guajira, mediante Resolución No.
3 de 5 de noviembre 2019, resolvió las solicitudes de saneamiento
y reclamaciones presentadas en las mesas No. 8, 10, 11, 17 y 33,
zona 00, puesto 00 correspondientes al municipio de Barrancas,
determinando que en estas existieron errores aritméticos en la
consignación de la información debido a que se realizaron de manera
errada las sumatorias de los votos consignados en los formularios
E-14 correspondientes a las mesas escrutadas, por lo que concluyó
que hubo un actuar doloso por parte de las comisiones escrutadoras
municipales de cada uno de estos municipios. (…). Del tenor literal
de la decisión objeto de reproche, se tiene que la misma contiene la
decisión de la comisión escrutadora general de resolver de fondo unas
solicitudes de saneamiento, rechazar por extemporáneas las peticiones
de recuento y compulsar copias por las irregularidades advertidas al
momento de materializar el saneamiento solicitado. (…). De la actuación
de la comisión escrutadora no se observa irregularidad alguna que
denote la violación del debido proceso dado que la decisión se adoptó
en audiencia con participación de quienes se encuentran legitimados,
actuación dentro de la cual obró conforme las normas que rigen el
procedimiento electoral y sus ritualidades, dado que, como escrutador
verificó la verdad electoral, la cual fue mutada no al consolidar los
guarismos en el E-14, sino al hacer la sumatoria en el E-24 mutación
que no encontró justificada en recuento alguno por lo que procedió
a la recomposición de los mismos. Así las cosas, no se encuentra
con el proceder del órgano electoral transitorio sea desconocedor de
derecho fundamental alguno como lo es el de defensa dado que ante
esta causal de saneamiento no corresponde la exclusión de la mesa en
que se presente la irregularidad dado que no existe norma que así lo
establezca, lo anterior en concordancia con el principio de eficacia del
voto, sino como bien lo hizo el escrutador su competencia se limita a
la corrección de irregularidades. (…). Así las cosas, al haber procedido
conforme lo señala el procedimiento electoral y la jurisprudencia, no
se advierte vicio alguno que conlleve la nulidad del acto demandado.

TESIS 9: Para determinar la nulidad del acto electoral, en el evento


de encontrar acreditadas las anomalías puestas de presente por
la demandante, la Sala deberá descender al análisis concerniente
al principio de eficacia del voto, que conlleva a establecer si la
irregularidad aquí advertida tiene la virtualidad de alterar el resultado
objeto de cuestionamiento. (…). De acuerdo con la tesis (…), la anulación

323
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

del acto de elección está condicionada a que las irregularidades de los


documentos electorales, debidamente acreditadas, tengan la magnitud
suficiente para alterar el resultado electoral. (…). En el presente proceso
se encontró acreditado que 6 personas ejercieron el voto en condición
de suplantadores y 11 en condición de trashumantes, para un total de 17
votos depositados de forma espuria. Contrastando la votación obtenida
por entre las colectividades que superaron el umbral y entre la última
de éstas con las que no lo hicieron, se puede observar que la diferencia
entre una y otra excede los mencionados sufragios ilegítimos por lo
que éstos no podrían variar de manera alguna el cálculo señalado, lo
que implica que sus valores se mantendrían incólumes. De otra parte,
al hacer la verificación de la distribución de curules entre los partidos,
movimientos y grupos significativos de ciudadanos se tiene que al
igual que en el evento anterior, la votación entre uno y otro que les
mereció el número de escaños referido en el E-26 ASA, al interior de la
duma no puede variar, en tanto de la operación aritmética es imposible
que aquella tenga la envergadura para mutar su cálculo. Por último,
al momento de restar los 17 votos irregulares, se debe recordar que
los mismos se depositaron en urnas de diferentes mesas, por lo que
la afectación debe hacerse frente a las colectividades que obtuvieron
allí apoyos ciudadanos, operación que implica que al restar la misma,
la diferencia no tendría la posibilidad de mutar el resultado ya que
aún en el evento extremo de afectar una misma colectividad no habría
forma que se alterara el resultado interna o externamente por cada
agrupación. (…). Así las cosas, la Sala concluye que no obstante a que
se presentaron algunas inconsistencias durante el proceso de elección
de los diputados a la Asamblea de La Guajira, estas no tienen incidencia
en la votación que permita acceder a las pretensiones de la demanda
y, por ello, habrán de negarse.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 83 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275
NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 7 / LEY 163 DE
1994 – ARTÍCULO 4 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 78 / CÓDIGO ELECTORAL
– ARTÍCULO 122 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 135 / CÓDIGO ELECTORAL
– ARTÍCULO 163 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 164 / CÓDIGO ELECTORAL –
ARTÍCULO 192

324
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA EN LA MODALIDAD DE PERTENECER SIMULTÁNEAMENTE
A DOS COLECTIVIDADES, RENUNCIA A PARTIDO O MOVIMIENTO
POLÍTICO, OPORTUNIDAD PARA SOLICITAR, DECRETAR Y
PRACTICAR LA PRUEBA, ESTATUTOS DEL PARTIDO POLÍTICO
COMO PRUEBA

EXTRACTO NO. 16

RADICADO: 08001-23-33-000-2019-00820-01
FECHA: 06/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Roberto Rafael Cervantes Barraza
DEMANDADO: Jairo Eduardo Echeverría Altamar - Concejal
del municipio de Sabanalarga - Atlántico, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en establecer a partir de los


argumentos desarrollados por la parte demandante, en especial los
expuestos al impugnar la sentencia que negó las pretensiones de la
demanda, si el señor Jairo Echeverría Altamar, al ser elegido como
concejal del municipio de Sabanalarga (Atlántico), por el partido
Centro Democrático el pasado 27 de octubre de 2019, incurrió en la
prohibición de doble militancia contenida en los artículos 107 Superior
y 2 de la Ley 1475 de 2011, por el hecho de haber sido candidato a la
misma dignidad por el partido de la U en las elecciones realizadas
para el período 2016-2019, sin que hubiese mediado aceptación de la
renuncia a la condición de militante de esta última colectividad antes
de su inscripción en el año 2019.

TESIS 1: Así las cosas, puede observarse que el ordenamiento


jurídico [artículo 275 numeral 8 de la Ley 1437 de 2011], prevé una
consecuencia clara y expresa cuando el candidato incurra en la
prohibición de doble militancia la cual, vale la pena aclarar, ha sido
definida por esta Sección, como una prohibición que no puede leerse
de forma aislada, pues para determinar cuándo una persona está
inmersa o no en la causal de inelegibilidad es necesario recurrir al

325
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

texto del artículo 107 Superior y al artículo 2º de la Ley 1475 de 2011,


que se alegan vulnerados en este caso. (…). De la transcripción de la
norma Superior se desprende con claridad que está prohibido: i) a los
ciudadanos pertenecer de manera simultánea, a dos o más partidos o
movimientos políticos y ii) a los miembros de corporaciones públicas,
presentarse a la siguiente elección por una organización política
distinta por la cual resultaron electos en el citado órgano, salvo que
renuncien a la curul 12 meses antes del inicio del plazo de inscripciones
de candidatos. Por su parte, la Ley Estatutaria citada, en su artículo
2º, no solo replica las modalidades de doble militancia previstas en la
norma constitucional, sino que además incluye otros eventos en los
cuales la prohibición se materializa. Bajo tal marco, la Sección Quinta
del Consejo de Estado, haciendo un análisis armónico de las normas
en cita, ha entendido que en la actualidad existen cinco modalidades
en las que se puede materializar la prohibición de doble militancia.
(…). Conforme con lo anterior, se ha definido que estas modalidades
apuntan a la consecución del propósito común de “crear un régimen
severo de bancadas en el que esté proscrito el transfuguismo
político”, pues su finalidad es, precisamente, dar preponderancia a los
partidos y movimientos políticos sobre los intereses personales de los
candidatos. Finalmente, es de anotar que se ha entendido que la figura
de doble militancia incluye a todas las agrupaciones políticas, sin
importar que aquellas tengan o no personería jurídica. Sin embargo,
no se puede perder de vista que esta afirmación no es absoluta, dado
que el artículo 2° de la Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo
una excepción en esta materia, para los casos en que un partido es
disuelto o pierde su personería jurídica, que es aplicable a cualquiera
de los eventos en los que ésta pueda presentarse.

TESIS 2: [E]s pertinente concluir que en este caso se atribuye al


demandado la primera de las modalidades de la doble militancia, la
cual se refiere a que: “En ningún caso se permitirá a los ciudadanos
pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento político.
La militancia o pertenencia a un partido o movimiento político, se
establecerá con la inscripción que haga el ciudadano ante la respectiva
organización política, según el sistema de identificación y registro
que se adopte para tal efecto el cual deberá establecerse conforme a
las leyes existentes en materia de protección de datos. (Inciso 1º del
artículo 2 de la Ley 1475 de 2011). Ahora bien, la modalidad de doble
militancia que, a juicio de la parte actora, se materializó en el caso
concreto se compone, si se quiere, de los siguientes elementos: i) un

326
sujeto activo: los ciudadanos; ii) una conducta prohibitiva consistente
en pertenecer a más de una organización política y, iii) un elemento
temporal, según el cual la pertenencia a más de una agrupación debe
ser simultánea, concurrente o concomitante. Así las cosas, para que
sea procedente decretar la nulidad del acto acusado por la causal
contemplada en el numeral 8º del artículo 275 del CPACA es menester
que en el expediente se encuentren acreditados, todos y cada uno de
los elementos descritos en precedencia. (…). Como se explicó en el
acápite que precede, para que se materialice la modalidad de doble
militancia atribuida al demandado, es necesario que la pertenencia
a más de un partido o movimiento político se realice de forma
simultánea o concomitante, es decir, que la persona al mismo tiempo
sea miembro de más de una organización política. En ese orden de
ideas, aflora evidente que para que la renuncia tenga la potencialidad
de enervar la prohibición de doble militancia estudiada, debe romper
con la simultaneidad de la conducta, de forma que debe presentarse
ante la organización política respectiva antes de la inscripción al nuevo
partido o movimiento político. (…). Así las cosas, la Sala encuentra que
el argumento de la parte actora carece de asidero jurídico, porque
para entender que una persona ya no milita en determinado partido,
únicamente, es necesario que el militante de manera expresa, clara,
inequívoca y a través de cualquier medio, informe a la organización
política que es su deseo libre y espontáneo dejar de pertenecer a ese
partido o movimiento político. Esto es así, debido a que los efectos de
la renuncia a la militancia a un determinado conglomerado político
no pueden estar supeditada a que la dimisión sea aceptada por la
organización, pues lo cierto es que la carga del militante se agota
cuando informa su deseo abandonar la colectividad, de forma que la
aceptación de la renuncia se erige como un trámite meramente formal.
En consecuencia, es evidente que la renuncia a un partido o movimiento
político surte efectos desde el momento mismo en el que el militante
informa a la organización política que es su deseo abandonarla.

TESIS 3: [L]a Sala Electoral observa que en el plenario existen


varios elementos probatorios tendientes a acreditar que el
demandado, previo a su inscripción como candidato al Concejo de
Sabanalarga por el Partido Centro Democrático, renunció al de la
Unidad Nacional. En ese orden de ideas, es claro que el demandado
mediante escrito del 25 de julio de 2019, formuló su renuncia
irrevocable a la militancia en el partido Social de la Unidad Nacional.
(…). Bajo este panorama y si se tiene en cuenta que el demandado se

327
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

inscribió como candidato al concejo municipal de Sabanalarga por


el partido Centro Democrático el 26 de julio de 2019 a las 15:50, es
decir horas más tarde a su renuncia como militante del Partido de
la U, la Sala Electoral considera que no se materializó la modalidad
de doble militancia endilgada, toda vez que está acreditado que el
[demandado] no perteneció de forma concomitante, simultánea o
concurrente a dos partidos políticos. (…). En consecuencia, si se tiene
en cuenta que uno de los elementos configurativos de la prohibición
de doble militancia alegada en el caso concreto, es precisamente que
la conducta prohibitiva se desarrolle dentro del elemento temporal
previsto en la ley, esto es, la simultaneidad, siendo claro que no se
probó este supuesto, no queda sino colegir que en lo que atañe a este
punto la sentencia debe ser confirmada. Adicionalmente, el apelante
indicó que la doble militancia se configuró por cuanto la renuncia
a la militancia al Partido de la U no fue aceptada como lo expone
el numeral 1 de artículo 109 de los estatutos el cual establece que
“la calidad de militante del Partido Social de Unidad Nacional de
pierde: 1. Por renuncia expresa presentada por escrito y aceptada
por las autoridades del Partido”. Respecto a esto, la Sala anticipa
que no resulta posible efectuar un estudio de tales documentos,
pues la Corporación no cuenta con el citado compendio para poder
valorarlo, dado que el mismo no fue aportado al expediente en las
oportunidades probatorias previstas en la ley. De acuerdo con ello,
la Sala considera pertinente recordar que el artículo 164 del CGP
dispone que las decisiones judiciales deben fundarse en las pruebas
regular y oportunamente allegadas al proceso, es decir, que estas
sean pedidas o aportadas dentro de las oportunidades que la ley
adjetiva prevé para su postulación y en virtud de tal requerimiento,
el juez ordene su incorporación en las etapas previstas para ello. Del
anterior entendimiento, se desprenden obligaciones para los sujetos
procesales y los operadores judiciales. Así, las partes y demás
intervinientes podrán postular pruebas dentro de las oportunidades
previstas y, los jueces deberán decretarlas y practicarlas en las
etapas procesales correspondientes, ello con el fin de dotar de
garantías al proceso, para que quienes en él intervienen conozcan y
puedan controvertir en debida forma los medios de convicción que
se plantean y, el fallador logre la verdad procesal. Conforme con lo
anterior, el artículo 212 de la Ley 1437 de 2011 establece que para
que sean apreciadas por el juez, las pruebas deberán i) solicitarse,
ii) practicarse e (iii) incorporarse al proceso dentro de los términos
y oportunidades señalados en el mencionado compendio normativo,

328
lo que significa: i. Frente a la solicitud: es una carga de los sujetos
procesales, quienes, si quieren hacer valer los medios de convicción
que tienen a su alcance, deberán postularlos con la demanda y su
contestación; la reforma de la misma y su respuesta; la demanda
de reconvención y su contestación; las excepciones y la oposición a
las mismas; y los incidentes y su respuesta, en este último evento,
circunscritas a la cuestión planteada y, en segunda instancia, cuando
se trate de apelación de sentencia, en el término de ejecutoria del
auto que admite el recurso. ii. El juez tiene la potestad de decretar
pruebas de oficio, ante lo cual, dentro del término de ejecutoria del
auto que las decrete, las partes podrán aportar o solicitar, por una
sola vez, nuevas pruebas, siempre que fueren indispensables para
contraprobar aquellas decretadas de oficio. iii. Frente a la práctica
e incorporación: El Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, en su artículo 179 consagra las etapas de
los medios de control que no tienen previsto una ritualidad especial.
Esta norma consagra 3 fases, a saber: 1) desde la presentación
de la demanda hasta la audiencia inicial, 2) desde la finalización
de la anterior hasta la culminación de la audiencia de pruebas, y
3) la audiencia de alegaciones y juzgamiento, que culmina con la
notificación de la sentencia. (…). Así las cosas, la ley procesal previó
las etapas en las que se deben solicitar, decretar y practicar las
pruebas, etapas que resultan ser de carácter preclusivo, entendiendo
este pilar, como uno de los principios fundamentales del derecho
procesal, a través del cual se establecen las diversas etapas que han
de cumplirse en los diferentes procesos y la oportunidad en que en
cada una de ellas deben llevarse a cabo los actos procesales que le
son propios, trascurrida la cual no pueden revivirse, es decir, parte
de la premisa de que el proceso se desarrolla por etapas y supone
la clausura de una para pasar a la siguiente, de modo que los actos
procesales cumplidos quedan en firme y no se puede volver sobre
ellos. La preclusividad se erige entonces, como una garantía mínima
propia del derecho fundamental al debido proceso, a fin de garantizar
el equilibrio entre los sujetos procesales y el respeto por el derecho
de contradicción y defensa, al conocer todos los intervinientes de
manera clara, las oportunidades en que se pueden solicitar y aportar
pruebas, y las etapas en las que se decretan y practican. En ese orden
de ideas, queda vedado a la Sala realizar un estudio de los estatutos
del partido de la U, cuando los mismos no fueron allegados en las
oportunidades probatorias antes descritas, so pena de vulnerar el
debido proceso de las partes en el presente asunto. (…). La Sala

329
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

considera que el actor no desvirtuó la presunción de legalidad del


acto de elección del [demandado] como concejal del municipio de
Sabanalarga (Atlántico) para el período 2020 – 2023, por tanto, se
confirmará sentencia de primer grado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 212 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 8 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2
/ CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 164

330
RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN, GENERALIDADES
Y REQUISITOS DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN,
FINALIDAD DEL RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN,
CAUSAL DE NULIDAD ORIGINADA EN LA SENTENCIA, PRINCIPIO
DE CONVALIDACIÓN, CONDENA EN COSTAS

EXTRACTO NO. 17

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00012-00
FECHA: 06/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: David de La Torre Vargas, Municipio de Aipe (Recurrente)
DEMANDADO: Luis Bayardo Charry Medina - Personero de Aipe – Huila
MEDIO DE CONTROL: Recurso extraordinario de revisión

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si es


procedente infirmar la sentencia dictada el 16 de octubre de 2020 por
el Tribunal Administrativo del Huila, por medio de la cual se confirmó
el fallo del 21 de julio de 2020 del Juzgado Tercero Administrativo del
Circuito Judicial de Neiva, que había accedido a las pretensiones de
la demanda de nulidad del acto de elección del señor Luis Bayardo
Charry Medina, como Personero del municipio de Aipe para el periodo
2020 - 2024. El problema jurídico que subyace al caso concreto
consiste en establecer si se configuran en el sub examine las causales
de revisión referidas a la existencia de prueba recobrada y de nulidad
originada en la sentencia, por la presunta omisión del ad quem del
proceso de nulidad electoral de dar trámite a la solicitud presentada
por el presidente del concejo del municipio de Aipe de invalidar la
actuación y de apreciar las providencias dictadas por la Sección Quinta
del Consejo de Estado que se incorporaron a la actuación las que, a
juicio del recurrente, tienen la calidad de pruebas documentales, en
consideración a que la desvinculación que se hizo de oficio por el a quo
de la duma municipal.

TESIS 1: Este recurso, regulado en los artículos 248 y siguientes


del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, es un medio de impugnación excepcional que permite
revisar determinadas sentencias amparadas por la intangibilidad

331
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la cosa juzgada e infirmarlas, ante la demostración inequívoca


de ser decisiones injustas, por incurrir en alguna de las causales
taxativamente consagras la ley. Las sentencias susceptibles del
recurso son “(i) las dictadas por las Secciones y Subsecciones de la
Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado; (ii) las
dictadas en única, primera o segunda instancia por los Tribunales
Administrativos y (iii) las dictadas en primera o segunda instancia por
los Jueces Administrativos, cuya naturaleza permita la interposición
de tal recurso.” Para la interposición del recurso deben atenderse los
requisitos de las demandas ordinarias indicados en el artículo 252
de la Ley 1437 de 2011, especialmente, el recurrente debe señalar,
justificar y acreditar en grado de plenitud probatoria el supuesto de
hecho de la causal o causales consagradas en el artículo 250 ejusdem
en que las que considera incurrió la sentencia cuya infirmación
depreca. En este orden, la técnica del recurso exige correspondencia
entre los argumentos en que se fundamenta, la causal o causales
invocadas y las alegaciones expuestas por el recurrente, de forma tal
que no le es dable a éste realizar elucubraciones dirigidas a atacar las
motivaciones jurídicas o los juicios de valor que soportaron la decisión
adoptada en la sentencia recurrida ni pretender subsanar o corregir
errores u omisiones de la propia parte en el ejercicio del derecho
de contradicción y el agotamiento de los mecanismos ordinarios de
defensa, como si se tratara de una nueva instancia. En otras palabras,
el recurso extraordinario de revisión no da cabida a cuestionamientos
sobre el criterio con que el juez interpretó o aplicó la ley en la sentencia,
siendo riguroso en cuanto a su procedencia, pues se restringe a las
causales enlistadas. Por ello, en este escenario, la labor del juez no
puede exceder la demarcación impuesta por el recurrente al explicar
la causal de revisión de la sentencia, que deberá ser examinada dentro
de un estricto y delimitado ámbito interpretativo. (…). En virtud de lo
expuesto, se advierte que este recurso tiene como finalidad principal
la revisión de las decisiones por vicios in procedendo, es decir, no es
procedente para tratar de enmendar los errores judiciales como los
casos de inadecuada valoración de las pruebas (error de hecho), falta
de aplicación de la norma correspondiente, o indebida aplicación de
esta (error de derecho).

TESIS 2: El numeral 1º del artículo 250 de la Ley 1437 de 2011


consagra como causal de revisión “Haberse encontrado o recobrado
después de dictada la sentencia documentos decisivos, con los cuales
se hubiera podido proferir una decisión diferente y que el recurrente

332
no pudo aportarlos al proceso por fuerza mayor o caso fortuito o por
obra de la parte contraria.”. De la redacción de la norma es posible
dilucidar los ingredientes normativos y las exigencias que deben
concurrir para encontrar acreditada la causal objeto de análisis, la
cual, por un lado, hace relación únicamente a la prueba documental
preexistente a la sentencia objeto de revisión, por lo que, por regla
general, no se ha admitido la configuración de dicha causal cuando se
trata de otro tipo de pruebas (como testimonios, experticias, informes
técnicos o exámenes médicos especializados), tampoco cuando ésta
es producida u obtenida de manera posterior a la sentencia que se
revisa. La causal requiere la comprobación de los siguientes requisitos:
i) La prueba debe ser documental, lo cual se deduce del aparte del
precepto que textualmente establece “documentos decisivos”. ii) La
prueba documental se debe haber recobrado con posterioridad a
la sentencia objeto de revisión, lo cual se ha interpretado por esta
Corporación señalando que, al emplear la norma el verbo ‘recobrar’
quiere decir que el medio de convicción existía pero que no fue posible
aportarlo oportunamente al proceso. Por ello, son inadmisibles en
este recurso extraordinario documentos creados con posterioridad
al fallo, como tampoco es válido edificar la causal con aquellos que,
aun siendo anteriores pudieron haber sido aportados o solicitados
en las oportunidades procesales correspondientes, toda vez que este
medio de impugnación no puede aprovecharse para subsanar errores
o actitudes negligentes de las partes respecto a la carga probatoria. iii)
Las razones para no aportar la prueba documental durante el proceso
son expresamente consagradas por el precepto, esto es, fuerza mayor,
caso fortuito u obra de la parte contraria y deben acreditarse en el
recurso. iv) La prueba documental debe ser de tal entidad que pueda
sustentar una decisión distinta a la impugnada, esto debe incidir
directamente en el sentido de la decisión. Los requisitos referidos
deben ser concurrentes, de tal manera que la ausencia de uno de ellos
conlleva a que deba declararse infundada la causal primera de revisión.
(…). Con fundamento en el marco legal y jurisprudencial expuesto, la
Sala encuentra que ninguno de los requisitos exigidos por la norma se
configura en el caso concreto, toda vez que los documentos aportados
no tienen la calidad de pruebas recobradas. (…). A esta conclusión se
llega al examinar su concurrencia a partir del argumento del recurrente
referido a que la sentencia censurada desconoció dos providencias
que allegó el presidente del Concejo de Aipe, el 29 de septiembre de
2020, esto es, en el trámite de la segunda instancia del proceso de
nulidad electoral, que corresponden a las dictadas el 26 de mayo de

333
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

2016 y el 17 de junio de la misma anualidad, por la Sección Quinta


del Consejo de Estado, en los procesos radicados bajo los números
63001-23-33-000-2016-00042-02 y 15001-23-33-000-2016-00119-
01, respectivamente, en las cuales la Sección especializada en materia
electoral precisó que las asambleas departamentales y los concejos
municipales tienen legitimación en la causa por pasiva en los procesos
de nulidad electoral, con independencia de que carezcan de personería
jurídica, cuando hayan expedido el acto, al tenor de lo dispuesto por el
numeral 2º del artículo 277 de la Ley 1437 de 2011, que les confiere
a estas autoridades una habilitación legal expresa. (…). Cabe destacar
que, de conformidad con la definición y clases de documentos a que se
refiere el artículo 243 del Código General del Proceso, las providencias
judiciales tendrían la calidad de documentos públicos, no obstante,
estas únicamente tienen carácter probatorio cuando se pretende
demostrar la existencia misma de la sentencia o el derecho reconocido
o declarado por esta en el caso concreto y para efectos del mismo,
como cuando se aduce al proceso como título ejecutivo o se allega
a una entidad para hacer efectiva la condena impuesta, entre otras
circunstancias. Por el contrario, cuando las providencias judiciales
se utilizan como antecedente o precedente para que los argumentos
expuestos en las consideraciones o la ratio sea aplicada en otro caso
que guarde similitud fáctica y jurídica, como sucede en el sub lite, no
puede predicarse la existencia de una prueba documental, por lo que
no es dable fundamentar, en dichos motivos, la causal de revisión de
sentencias prevista en el numeral 1º del artículo 250 de la Ley 1437
de 2011, pues más que la existencia de una “prueba documental”,
de lo que se trata es del desconocimiento de lo que la parte actora
considera constituye un precedente judicial aplicable a su caso. (…). En
consecuencia, no concurre el primero de los requisitos exigidos por la
norma, lo cual resultaría suficiente para declarar infundado el recurso
por esta causal, pero la Sala considera pertinente adicionar que
tampoco se cumplen las demás exigencias, toda vez que no se trata
de documentos recobrados, en tanto fueron aportados al proceso en el
trámite del mismo y no con posterioridad al fallo, no le fue imposible
aportarlas por fuerza mayor, caso fortuito u obra de la parte contraria
y no se cumplió con la carga de establecer la incidencia en el sentido
de la decisión anulatoria.

TESIS 3: Este supuesto corresponde a la causal consagrada en el


numeral 5º del artículo 250 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo, en virtud de la cual “Son causales

334
de revisión: “5. Existir nulidad originada en la sentencia que puso fin
al proceso y contra la que no procede recurso de apelación”. La causal
en estudio ha sido objeto de diversos pronunciamientos que buscan
circunscribir su alcance, para evitar que ella se emplee con la única
finalidad de que el juez de la revisión se convierta en uno de instancia.
Por ello, la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo ha delimitado
las circunstancias que pueden configurar la causal de revisión en
estudio, para lo cual analizó cada uno de los supuestos consagrados
en el artículo 140 del Código de Procedimiento Civil -hoy 133 del
Código General del Proceso-, y precisó aquellas no consagradas en
esta normatividad que igualmente permiten interponer el medio de
impugnación. En efecto, sobre la nulidad originada en la sentencia
como causal de revisión, esta corporación, en sentencia del 5 de abril
de 2016, explicó que, igualmente, se ha aceptado que pueden existir
otros motivos no contemplados en los códigos procesales como
causales de nulidad, pero que surgen de la vulneración directa del
artículo 29 Constitucional, evento en el cual corresponderá al juez
determinar si el hecho que se dice contrario a este derecho, puede
configurar la causal de revisión en comento, circunstancia que se
deriva de la exigencia de actuar como juez de constitucionalidad y
de convencionalidad en garantía de los derechos fundamentales de
quienes intervienen en un proceso judicial. (…). Es importante aclarar
que en estos casos, el juez no está creando una causal diferente a las
legalmente reconocidas, en la medida en que la nulidad originada en
el fallo se deriva del desconocimiento de un mandato constitucional,
en donde el operador judicial es el encargado de determinar si
lo que se alega tiene la entidad suficiente para invalidar el fallo de
instancia, pues no toda irregularidad tiene la capacidad de afectar
la inmutabilidad de la providencia que ha puesto fin al proceso, sino
únicamente aquellas que tengan un carácter sustancial en la medida
en que incidan en el sentido de la decisión, por afectar el núcleo
esencial o contenido constitucionalmente vinculante del derecho al
debido proceso. (…). La parte actora sustentó esta causal en que en
la sentencia cuya infirmación reclama se desconoció el escrito que
contenía la solicitud de declaratoria de nulidad que remitió el Concejo
de Aipe, el 29 de septiembre de 2020, en el cual hacía referencia al
precedente contenido en autos interlocutorios dictados por la Sección
Quinta del Consejo de Estado, en los que se considera que los concejos
municipales y las asambleas departamentales gozan de capacidad
jurídica para actuar en procesos en los que se discute la validez de sus
actos, en tratándose de juicios de nulidad electoral. Sobre esta causal,

335
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

lo primero que advierte la Sala es que el supuesto fáctico que se trae


como sustento por la parte recurrente no acaeció en la sentencia ni
con ocasión de esta, como tampoco se trata de una circunstancia que
la recurrente no hubiera podido alegar con antelación, por haberse
realizado con desconocimiento de sus derechos y que le hubiera
sido imposible poner de presente en el proceso. Lo anterior, por
cuanto tanto la alcaldía de Aipe como el concejo municipal del ente
territorial fueron vinculados al juicio de nulidad electoral en el auto
admisorio de la demanda, tuvieron la oportunidad de presentar escrito
de contestación y solicitar las pruebas que pretendían hacer valer y
fueron convocados a la audiencia inicial, siendo esta la oportunidad
procesal en la que se declaró probada de oficio la excepción de falta
de legitimación en la causa por pasiva con respecto a la corporación
de elección popular y se decretó la terminación del proceso con
efectos para esta. (…). Es así como la intervención absolutamente
extemporánea del presidente del concejo, radicada en la segunda
instancia del proceso, esto es, con posterioridad a la ejecutoria de
la decisión que decidió sobre la falta de legitimación en la causa no
puede constituir el fundamento de la causal de nulidad originada en
la sentencia, toda vez que el recurso extraordinario de revisión no
constituye una tercera instancia ni fue consagrado para revivir etapas
procesales que se dejaron vencer por la incuria de la parte actora,
quien omitió interponer el recurso de apelación y, con ello, feneció la
oportunidad para que el superior funcional revisara la decisión y la
adecuara al ordenamiento jurídico y al precedente de la Sección Quinta
del Consejo de Estado. Adicionalmente, no le asiste razón al recurrente
cuando afirma que en la sentencia de segunda instancia no se hizo
referencia a la solicitud de nulidad de lo actuado con fundamento
en la exclusión del concejo municipal, toda vez que la lectura de la
providencia permite concluir que el ad quem del proceso de nulidad
electoral sí se pronunció haciendo énfasis en la preclusión de la etapa
de resolución de las excepciones previas y la imposibilidad de revivirla,
tal como se consignó en el acápite de antecedentes de esta decisión.
De lo expuesto en precedencia se puede concluir que no se configura
la causal de nulidad originada en la sentencia, por cuanto el supuesto
fáctico que se trajo como sustento de la misma acaeció en una etapa
anterior del proceso y la presunta irregularidad quedó subsanada,
en aplicación del principio de convalidación que informa el régimen
de nulidades procesales, por no haber sido alegada por la entidad
afectada, no obstante haber contado con los mecanismos puestos a
su disposición por el legislador para hacerlo que en el presente caso

336
correspondían al recurso de apelación cuya interposición omitió. El
principio de convalidación referido, que excluye el caso concreto la
causal de nulidad originada en la sentencia, se encuentra consagrado
en el artículo 136 del Código General del Proceso, en virtud del cual, las
nulidades quedan saneadas, entre otras razones, cuando la parte que
podía alegarla no lo hizo o actuó sin proponerla, pero adicionalmente
encuentra norma especial aplicable al juicio de nulidad electoral en
el artículo 284 de la Ley 1437 de 2011 que remite al 207 del mismo
ordenamiento, en virtud del cual cuando se ejerce el control de
legalidad para sanear los vicios que acarrean nulidades, no es posible
alegarlos en etapas subsiguientes, tampoco es traerlos como sustento
del recurso extraordinario de revisión que constituye un proceso nuevo
pero que exige que la nulidad se haya originado en la sentencia. (…). La
Sala no encontró acreditadas las causales primera y quinta de revisión
consagradas en el artículo 250 de la Ley 1437 de 2011, referidos a la
existencia de prueba recobrada y de nulidad originada en la sentencia,
invocadas por la parte actora, toda vez que, no se acreditaron en
el caso concreto los requisitos concurrentes necesarios para su
configuración, las providencias judiciales traídas como precedentes
aplicables al caso no constituyen pruebas documentales y la presunta
irregularidad alegada no se originó en la sentencia sino en una etapa
procesal anterior y no fue alegada en el proceso de nulidad electoral,
operando al interior del mismo el principio de convalidación.

TESIS 4: Sobre la procedencia de condenar en costas en el recurso


extraordinario de revisión, la Sala advierte que el inciso final del
artículo 255, con la modificación introducida por el 70 de la Ley
2080 de 2021, aplicable al sub examine, por haberse tramitado
íntegramente en vigencia de esta normativa, establece que “si se
declara fundado el recurso, se condenará en costas y perjuicios al
recurrente”. Sin embargo, al no contener este precepto íntegramente
las reglas aplicables a la condena en costas, corresponde realizar la
integración normativa con el Código General del Proceso, que regula
la procedencia de estas en el artículo 365, canon que en el numeral
8º establece que “Sólo habrá lugar a costas cuando en el expediente
aparezca que se causaron y en la medida de su comprobación.”
Con fundamento en lo expuesto, en el presente caso, en principio,
correspondería condenar en costas y perjuicios a la parte recurrente,
no obstante, la Sala se abstendrá de hacerlo, en consideración a
que, si bien se declaró infundado el recurso, la parte pasiva está
representada por el Ministerio Público, quien actúa en interés de la

337
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

legalidad en abstracto y no acreditó las expensas o gastos en los


que hubiera tenido que incurrir con ocasión del trámite, con lo cual
resulta evidente que aquellas no se causaron. Tampoco se evidencian
perjuicios para la parte en favor de quien se dicta esta sentencia, por
lo que no se condenará al recurrente por este concepto.

SALVAMENTO PARCIAL DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: Frente a estos cargos [prueba recobrada y nulidad originada


en la sentencia], comparto el tratamiento que la mayoría de mis
compañeros ofrecieron al cuestionamiento de la prueba recobrada,
manifestando que para el asunto de autos no se cristalizaban los
supuestos erigidos por la jurisprudencial del Consejo de Estado,
toda vez que, a decir verdad, el pedimento de nulidad presuntamente
olvidado por el Tribunal Administrativo del Huila se sustentaba
en providencias judiciales que, lejos de disponer para el caso
concreto de naturaleza documental, pretendían ventilar un presunto
desconocimiento del precedente judicial allí esbozado. (…). [C]
ontrario a lo razonablemente defendido por los demás integrantes
de la Sección Quinta, [se estima] que la Sala no era competente
para pronunciarse respecto de la causal de nulidad originada en la
sentencia, comoquiera que el supuesto fáctico que la fundamentó no
se avenía a las circunstancias descritas en el artículo 294 del C.P.A.C.A.
(…). De cara a la nulidad originada en la sentencia, la providencia que
da origen a este salvamento parcial de voto consideró que no había
lugar a su materialización, toda vez que la desvinculación procesal
del Concejo de Aipe había tenido lugar en una fase previa del trámite,
que no afectaba la validez del pronunciamiento judicial, ya que no se
trató de una actuación censurada por las partes y sujetos procesales
participantes. (…). Sin embargo, (…) [se estima] que las elucubraciones
que llevaron a pronunciarse sobre el fondo del asunto prescindieron
de un importante elemento dentro de la contienda, que junto al
análisis del artículo 250 del C.P.A.C.A., habrían llevado a la Sección a
despachar el cargo mediante auto del magistrado sustanciador del
proceso. (…). [L]a nulidad originada en la sentencia podrá servir de
fundamento para infirmar las sentencias proferidas en el desarrollo
de los procesos jurisdiccionales de corte electoral, siempre y cuando
los supuestos alegados por los impugnantes guarden relación exacta
con los postulados fácticos erigidos en el inciso 1° del artículo 294

338
del C.P.A.C.A. (…). Así, teniendo en cuenta que el cuestionamiento
propuesto por el Municipio de Aipe –inadecuada desvinculación de
la corporación edilicia que había expedido el acto demandado– no
se identificaba con (i) la incompetencia funcional; (ii) la indebida
notificación del auto admisorio al demandado o a su representante;
(iii) la pretermisión de la etapa de alegaciones o (iv) la adopción de
la sentencia por un número inferior de magistrados; lo adecuado era
rechazar esta postulación a través de auto de ponente, comoquiera
que la Sala no contaba, desde mi perspectiva, con la competencia
para adoptar decisión de fondo en esta materia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 180 / LEY
1437 DE 2011 - ARTÍCULO 207 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 248 / LEY 1437 DE
2011 - ARTÍCULO 249 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 250 NUMERAL 1 / LEY 1437
DE 2011 - ARTÍCULO 250 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 251 / LEY
1437 DE 2011 - ARTÍCULO 252 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 277 NUMERAL 2 /
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 254 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 255 / LEY 1437
DE 2011 - ARTÍCULO 284 / LEY 2080 DE 2021 - ARTÍCULO 70 / CÓDIGO GENERAL
DEL PROCESO - ARTÍCULO 133 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO
136 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 243 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO - ARTÍCULO 365

339
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE LLAMAMIENTO


DE SENADORA DE LA REPÚBLICA, VACANCIA ABSOLUTA DEL
CONGRESISTA, ELEMENTOS DE LA COSA JUZGADA, FENÓMENO
DE LA SILLA VACÍA, PRINCIPIO DE NON BIS IN IDEM, FALSA
MOTIVACIÓN, EXPEDICIÓN IRREGULAR DEL ACTO DECLARATORIO
DE LA ELECCIÓN, CONTROL JUDICIAL DEL ACTO DE POSESIÓN

EXTRACTO NO. 18

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00024-00 (2019-00034-00)


FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Óscar Rodríguez Ortiz y otro
DEMANDADA: Soledad Tamayo Tamayo - Senadora de
la República, período 2018-2022
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar si el acto de


llamamiento de la señora Soledad Tamayo Tamayo como Senadora de
la República, para lo que resta del período constitucional 2018-2022,
que consta en el oficio de 28 de mayo de 2019, es nulo por contrariar
lo normado en los artículos 134 de la Constitución Política y 278 de la
Ley 5 de 1992, y/o incurrir en falsa motivación por tener presuntamente
como fundamento la sentencia de nulidad electoral proferida el 16 de
mayo de 2019 por la Sección Quinta del Consejo de Estado dentro del
radicado 11001-03-28-000-2018-00084-00. En cuanto a la violación del
artículo 134 Superior deben resolverse varios interrogantes a saber: (A)
Si frente a la posibilidad de predicar o no respecto de la curul al Senado
de la República en que fue elegida la señora Aída Merlano Rebolledo,
existen pronunciamientos con fuerza de cosa juzgada que condicionen
el juicio de legalidad sobre el acto de llamamiento de la señora Soledad
Tamayo Tamayo para ocupar el mencionado cargo. (B) Si respecto de
la curul a la que fue llamada la demandada, operó o no la prohibición
de que trata el artículo 134 Superior, por la orden de captura o medida
de aseguramiento contra la ex congresista Aída Merlano Rebolledo,
que tuvo como sustento la presunta comisión de delitos contra los
mecanismos de participación democrática. De otra parte, establecer si
el acto demandado incurrió en falsa motivación y/o expedición irregular.

340
TESIS 1: El artículo 134 original de la Constitución se ocupó de
regular cómo debían suplirse las vacancias absolutas generadas
por los congresistas, indicando simplemente que lo serían “por
los candidatos no elegidos, según el orden de inscripción en la
lista correspondiente”. Posteriormente, con el Acto Legislativo
Nº 01 de 1993, se amplió el ámbito de aplicación de la norma, al
hacer referencia no sólo al Congreso, sino a los miembros de las
corporaciones públicas. Además, estimó que “era necesario establecer
con mayor detalle cómo debía escogerse a la persona que supliría la
falta absoluta, para lo cual se consagró la figura de los suplentes”.
En el año 2009 a través del Acto Legislativo 01, se estipuló que los
miembros de las corporaciones públicas de elección popular no
tendrían suplentes; se previó una regulación más específica en cuanto
a las faltas temporales y absolutas de los miembros de aquéllas y;
se implementó un mecanismo para depurar la composición de las
mismas y sancionar a las colectividades políticas que respaldaron
a candidatos involucrados en investigaciones de carácter penal
relacionadas “con la pertenencia, promoción o financiación a/o
por grupos armados ilegales, de narcotráfico, delitos contra los
mecanismos de participación democrática o de lesa humanidad”. (…).
A las anteriores consideraciones resulta necesario agregar como se
indicó en providencia del 5 de septiembre de 2013, que el inciso 4°
del artículo 134 Superior (en virtud de la aludida reforma) precisó
que “las renuncias no justificadas con ocasión a la vinculación formal
por delitos relacionados con la pertenencia, promoción o financiación
a/o por grupos armados ilegales, de narcotráfico o delitos contra los
mecanismos de participación democrática o de lesa humanidad, la
cual trae como consecuencia la pérdida de su calidad de congresista,
diputado, concejal y edil y la imposibilidad de ser reemplazado. Con
este aparte de la norma el constituyente quiso evitar que los partidos
eludieran su responsabilidad para ser objeto de la sanción de la silla
vacía, esto es, con o sin dimisión en razón a las acciones graves
anteriormente señaladas no hay lugar al reemplazo, por lo tanto, los
efectos son para el acusado y para la colectividad a la que pertenece”.
(…). Finalmente, en el año 2015 [Acto Legislativo N° 02] se llevó a
cabo la más reciente reforma al artículo 134 Superior, en la que se
establecieron algunas reglas para la provisión de faltas absolutas y
temporales de los miembros de las corporaciones públicas, mientras
el legislador regula el régimen de reemplazos, y además, en lo
referente a la silla vacía, por un lado, se incluyeron los delitos dolosos
contra la administración pública, y de otro, se subrayó que en ningún

341
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

caso la curules que se encuentren en la situación de que trata la


misma norma podrán ser provistas con otros candidatos, esto en aras
de destacar el carácter autónomo y estricto de la referida prohibición.

TESIS 2: [E]l artículo 303 del Código General del Proceso aplicable
por remisión del artículo 306 de la Ley 1437 de 2011, señala que se
configura la cosa juzgada cuando el nuevo proceso presenta identidad
de partes, objeto y causa petendi, elementos respecto de los cuales
esta corporación ha precisado: “(…) se configura la cosa juzgada
cuando el nuevo litigio presenta identidad en los siguientes tres
elementos, a saber: i) Partes. Quienes concurren al nuevo proceso
deben ser idénticas personas, naturales o jurídicas, que figuraban
como sujetos procesales en el anterior. ii) Objeto. Las pretensiones
elevadas en el nuevo proceso son iguales a las reclamadas en el
primero ya decidido. iii) Causa petendi. El motivo o razón que fundamentó
la primera demanda se corresponde con el invocado en la segunda”. Se
recuerda en qué consiste la cosa juzgada, en consideración a que la
parte demandada la invocó para argumentar que se han proferido 2
pronunciamientos que definieron que respecto de la curul a la que fue
llamada no aplica la sanción de la silla vacía, es decir, la prohibición de
proveerla porque la persona que fue elegida para la misma con
anterioridad, fue capturada por delitos contra los mecanismos de
participación democrática. La primera providencia a la que se hace
alusión, es la sentencia del 16 de mayo de 2019, proferida por la
Sección Quinta del Consejo de Estado dentro del proceso de nulidad
electoral 2018-00084-00, que anuló la elección como senadora de la
señora Aída Merlano Rebolledo para el período 2018-2022. (…). [E]n
modo alguno se evidencia que se haya planteado como problema a
resolver, si respecto de la curul para la que fue elegida la señora Aída
Merlano como senadora para el período 2018-2022, había lugar o no a
predicar la silla vacía, en consecuencia, tampoco se efectuaron
consideraciones o adoptaron decisiones sobre tal asunto, pues las
únicas determinaciones giraron alrededor de (I) la legalidad de la
elección de la anterior ciudadana y (II) la imposibilidad revisar en sede
de nulidad electoral, la validez de la resolución del CNE que negó la
solicitud elevada por la Procuraduría General de la Nación de no
declarar la designación cuestionada en dicho proceso. Además, (…),
salta la vista que en el proceso que dio lugar al fallo del 16 de mayo de
2019, la parte demandada fue la señora Aída Merlano y tenía por objeto
la anulación de su elección como senadora de la República, porque su
designación se produjo con desconocimiento de principios democráticos

342
que deben regir los procesos electorales y por tanto, de las normas
que consagran éstos, como los artículos 40 y 258 de la Constitución
Política, es decir, se trató de un trámite judicial con partes, objeto y
causa petendi distintos al asunto de la referencia, por lo que es
incorrecto considerar que existe cosa juzgada. Es más, revisada con
detenimiento la referida providencia, que guarda relación con la
presente controversia, en la medida que analizó la legalidad de la
elección de la persona que reemplazó la señora Soledad Tamayo
Tamayo, se observa que no realizó ni adoptó decisión alguna respecto
a si la curul para la que fue elegida la señora Aída Merlano Rebolledo
le era o no aplicable la prohibición de que trata el artículo 134 de la
Constitución Política, pues tal asunto no fue incluido en la fijación de
litigio. A la misma conclusión se llega respecto de la segunda
providencia invocada por la parte demandada, el fallo del 3 de
septiembre de 2018 dictado dentro del proceso 2018-01294, mediante
el cual la Sala 23 Especial de Decisión de la Sala Plena del Consejo de
Estado declaró la pérdida de investidura a la señora Aída Merlano
Rebolledo, que valga decir, fue confirmado por la Sala Plena de la
misma Corporación mediante sentencia del 22 de octubre de 2019. Lo
anterior en la medida que según estos fallos, la controversia se
circunscribió a establecer si había o no lugar a declarar la pérdida de
investidura de la señora Aída Merlano Rebolledo, como senadora
elegida para el período constitucional 2018-2022, cuestión que a la
que se respondió afirmativamente, al comprobarse con ocasión de la
investigación y el proceso penal adelantado en su contra, relacionado
con hechos de corrupción para ser elegida en la anterior dignidad, que
se violaron los topes máximos de financiación de las campañas
electorales y que la mencionada ciudadana “obró con la intención, el
querer o la voluntad de quebrantar la ley o que fue negligente o
descuidada y no tomó las medidas necesarias para evitar que ello
ocurriera, es decir, que su actuación estuvo prevalida de dolo o culpa,
según los precisos términos del artículo 1 de la Ley 1881 de 2018”, por
lo que se configuró la causal de pérdida de investidura prevista en los
artículos 109 de la Constitución Política y 26 de la Ley 1475 de 2011.
Por lo tanto, en el proceso que dio lugar a la pérdida de investidura de
la señora Aída Merlano Rebolledo, tampoco se realizó consideración
alguna sobre la aplicación de la silla vacía y mucho menos se tomó
alguna decisión sobre el particular, en razón a que tales asuntos ni
siquiera fueron puestos de presente en la discusión correspondiente,
por lo que no puede considerarse que constituyan pronunciamientos
que condicionen el análisis de los aspectos determinantes de la

343
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

controversia de la referencia, y mucho menos, que existe cosa juzgada


frente a la misma, pues entre las partes, el objeto y la causa petendi de
los procesos en cuestión no hay coincidencia. Ahora bien, en ese
acápite se ha estimado pertinente incluir la sentencia del 27 de mayo
del 2020 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia,
que confirmó la condena a la ex congresista Aída Merlano Rebolledo,
por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al
sufragante y porte o tenencia ilegal de armas de fuego de defensa
personal, cometidos con ocasión de su campaña electoral al Senado
de la República para el período 2018-2022, en razón a que en dicha
sentencia luego de establecerse la responsabilidad de la anterior
ciudadana, se realizaron (…) consideraciones sobre la imposibilidad de
llamar a otro candidato para que ocupara la curul, las cuales tuvieron
lugar porque el Ministerio Público solicitó que se revocara la decisión
de primera instancia en cuanto se abstuvo de remitir copia del fallo
condenatorio al Congreso para que se aplicara la figura de la silla
vacía. (…). [E]l fallo de la Corte Suprema de Justicia a diferencia de las
providencias invocadas por la parte demandante para justificar la
supuesta existencia de cosa juzgada, sí realizó un pronunciamiento
claro y expreso sobre la aplicación del artículo 134 de la Constitución y
la discusión atinente a la provisión o no de la vacante para la que fue
elegida Aída Merlano Rebolledo para el Senado de la República, período
2018-2022. Empero, sin perjuicio de la autonomía a partir de la cual el
Máximo Tribunal de la Jurisdicción Ordinaria realizó las anteriores
consideraciones, que fueron en su motivación indispensables para
garantizar la aplicación directa de la Constitución, e incluso, de los
efectos que tuvo frente a la permanencia de la demandada en el
Congreso de la República, estima la Sala necesario aclarar que dicha
providencia no constituye cosa juzgada respecto de la controversia del
proceso de la referencia, atinente al acto de llamamiento que se le hizo
a la ciudadana Soledad Tamayo Tamayo, y tampoco implica que el fallo
que le ponga fin aquél carezca de objeto. En cuanto a la inexistencia de
cosa juzgada, (…) en el presente proceso los demandantes son los
señores Óscar Rodríguez Ortiz y David Ricardo Racero Mayorca y la
parte demandada la conforman la ciudadana Soledad Tamayo Tamayo
y el Senado de la República que dictó el acto censurado. En cuanto al
objeto de los procesos, en el de naturaleza penal se persiguió la
condena de la señora Merlano Rebolledo por la comisión en su
condición de autora, de los delitos de concierto para delinquir agravado,
retención de cédulas de ciudadanía, corrupción al sufragante y porte
ilegal de armas de fuego de defensa personal; entretanto en el de

344
nulidad electoral se busca la exclusión del ordenamiento jurídico del
llamamiento de Soledad Tamayo Tamayo como senadora de la
República. En cuanto a la causa petendi, en el trámite penal se arguyó
la comisión de tales delitos por la acusada durante su aspiración a ser
elegida como congresista de la República; mientras que en el
procedimiento electoral se alega la violación de los artículos 134 de la
Constitución Política y 278 de la Ley 5 de 1992 y la existencia de falsa
motivación de la designación controvertida. Todo esto para ilustrar, que
no existe identidad de partes, objeto, ni causa petendi, por lo que no hay
lugar a predicar la existencia de cosa juzgada, y también que las
consideraciones efectuadas por la Corte Suprema de Justicia alrededor
de la silla vacía se realizaron en el marco de un proceso penal, en el
que no se estaba controvirtiendo la legalidad del acto de llamamiento
de la señora Soledad Tamayo Tamayo, y por ende, en el que no eran
objeto de estudio las razones que expuso ésta y el Senado de la
República para defender la legalidad de la designación cuestionada,
asuntos de los cuales sí debe ocuparse el Consejo de Estado en virtud
del ejercicio que se hizo del medio de control de nulidad electoral, por
lo que le corresponde a éste de manera autónoma y exclusiva en virtud
de los artículos 237.7 de la Constitución y 149.3 de la Ley 1437 de
2011, definir la legalidad del señalado llamamiento. Asimismo, debe
precisarse que las consecuencias que haya tenido la decisión de la
Corte Suprema de Justicia de enviar copia del fallo al Senado de la
República, con el fin de que se diera aplicación al artículo 134 de la
Constitución Política, tampoco implican que la sentencia que se dicte
en el presente trámite carezca de objeto, comoquiera en virtud del
llamamiento que se le hizo a la ciudadana Soledad Tamayo Tamayo, la
misma tomó posesión como senadora de la República y por
consiguiente, ostentó tal condición, lo que significa que el acto
censurado produjo efectos, de manera tal que resulta necesario y
pertinente el juicio de legalidad con el fin de establecer su validez,
como lo ha precisado esta Sección.

TESIS 3: [E]n el proceso penal al que fue vinculada y finalmente


condenada la señora Aída Merlano Rebolledo, (…), se juzgó su conducta
principalmente, por hechos de corrupción para ser elegida senadora
de la República para el período 2018-2022, y que la orden de captura
y medida de aseguramiento se profirieron en el mes de abril de
2018, momento para el cual la señora Aída Merlano Rebolledo era
integrante de la Cámara de Representantes. Para la Sala es claro que
en aplicación del inciso 2° del artículo 134 constitucional, al proferirse

345
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la orden de captura relacionada con un delito contra los mecanismos


de participación democrática, contra la entonces representante a la
Cámara Aída Merlano Rebolledo, la curul en la que fue elegida no podía
ser provista mediante la figura del reemplazo, porque así lo prohíbe
la norma antes señalada, con el fin de depurar la conformación del
Congreso de la República excluyendo a los ciudadanos contra los
que existe medida privativa de la libertad o condena por los punibles
establecidos en la misma, y sancionar a la agrupación política que
respaldó a dicho candidato, impidiéndole proveer la curul con otro
militante. (…). [L]as medidas privativas de la libertad se produjeron
después de las elecciones al Congreso de la República, pero antes
de que la señora Aída Merlano Rebolledo fuera declarada electa,
y también, que la situación penal de ésta se definió hasta el 27 de
mayo de 2020, ante lo cual surge la inquietud si durante el tiempo
en que permanecieron las decisiones relacionadas con la privación
de su libertad y en discusión la comisión del delito de corrupción al
sufragante, podía llamarse en reemplazo para la curul del Senado a
otro candidato del Partido Conservador, interrogante que a juicio de la
Sala, a la luz del inciso 2° del artículo 134 de la Constitución Política
debe responderse de manera negativa, en atención a que el mismo,
luego de su reforma por el Acto Legislativo 02 de 2015, prescribe
de manera categórica, sin contemplar excepciones, que “en ningún
caso” pueden ser reemplazados los miembros de corporaciones
públicas contra los cuales se profiera orden de captura (con más
razón los condenados) entre otros, por delitos contra los mecanismos
de participación democrática, lo que quiere decir, que hasta que no
se definiera la situación penal del elegido, la curul de manera alguna
podía ser provista, inclusive, como lo indica la misma norma desde el
Acto Legislativo 01 de 2009, aunque el miembro de la corporación de
elección popular investigado o juzgado renuncie, pues se recuerda, la
norma superior no sólo busca excluir como miembros de aquélla a las
personas que estén involucradas por tales punibles, sino también exigir
de las agrupaciones políticas que los respaldan, una revisión rigurosa
de los requisitos y calidades de sus principales integrantes, so pena
de ver disminuida su representación en el órgano de representación
popular, sin que sirva de excusa o justificación para conservar la
curul, que el integrante contra el cual se inició el proceso judicial de
naturaleza penal renunció al cargo. La exigencia que realiza el artículo
134 de la Constitución Política, que busca salvaguardar la legitimidad
de las corporaciones de elección popular y exigir de las agrupaciones
políticas que asuman la cuota de responsabilidad que les asiste

346
respecto de las curules que obtuvieron, por permitir la militancia de
personas con nexos con grupos al margen de ley o actividades del
narcotráfico, que de manera dolosa afectaron a la administración
pública, cometieron delitos de lesa humanidad y/o desconocieron las
reglas constitucional o legalmente prevista de la contienda electoral,
cobra especial relevancia en el caso de la exsenadora Aída Robledo
Rebolledo, comoquiera que se comprobó tanto en el proceso penal
adelantado en su contra, como en el juicio de la legalidad de su
elección, e inclusive se destacó en sede de pérdida de investidura, que
llegó al Senado de la República gracias a una organización criminal
que lideraba para la compra de votos, es decir, por hechos de suma
gravedad respecto de los cuales el partido político que inscribió su
candidatura debía estar atento, en virtud de la exigencia que realiza la
Constitución a las agrupaciones políticas respecto sus militantes, en
especial, los que se presentan al electorado como personas idóneas
para desempeñar las dignidades más importantes en el país. (…). En ese
orden de ideas, sería contrario a la lógica del artículo 134 Superior, a
las decisiones judiciales en virtud de las cuales se privó de la libertad a
la señora Aída Robledo Rebolledo y se le halló responsable penalmente
por conductas directamente relacionadas con la curul que obtuvo en el
Senado de la República, que el partido que la apoyó en su candidatura
no asuma ningún tipo de responsabilidad frente a su participación en
la anterior cámara, y por ende, que pueda proveer con otro integrante
la curul, aunque se insiste, el Constituyente fue enfático al indicar que
ante tales eventos, en ningún caso había lugar acudir a la figura del
reemplazo, en tanto la consecuencia constitucionalmente prevista
es lo que se ha denominado la silla vacía, que impacta la capacidad
de decisión de la agrupación política correspondiente, e inclusive,
como expresamente lo reconoce el inciso 3° del artículo 134 ibidem,
afecta el quorum de la corporación. En este punto no puede olvidarse
en cuanto a la responsabilidad que le asiste al Partido Conservador
Colombiano, que primero avaló y mantuvo en sus filas a la señora
Robledo Rebolledo cuando aspiró y fue elegida representante a la
Cámara, y posteriormente apoyó a dicha ciudadana en su aspiración al
Senado, por lo que es respecto de los dos respaldos que brindó frente
a las curules obtenidas en una y otra cámara, que la figura de la silla
vacía tuvo y debe tener lugar. Dicho de otro modo, aunque la privación
de la libertad de la señora Aída Robledo Rebolledo por la comisión de
un delito contra los mecanismos de participación democrática, tuvo
lugar cuando pertenecía a la Cámara de Representantes período 2014-
2018, y por tal razón acertadamente respecto de la curul que ocupaba

347
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

se aplicó la silla vacía, el hecho de que su situación penal continuara


abierta y sólo fuera decidida confirmando la comisión del delito de
corrupción al sufragante, hasta el 27 de mayo del 2020, implicó que
la prohibición de proveer la curul se materializara respecto de la
que obtuvo en el Senado de la República para el período 2018-2022,
transitoriamente, mientras permanecían vigentes las providencia que
ordenaron la privación de su libertad y luego de manera definitiva al ser
condenada, con la consecuencia de que el partido político que la avaló
tanto en su aspiración a la Cámara de Representante como al Senado
y que se vio beneficiado por los votos obtenidos por dicha candidata,
no tuviera la posibilidad de reemplazarla. Bajo ese entendido, le asiste
razón a la parte demandante al considerar que el llamamiento que se
le hizo a la señora Soledad Tamayo Tamayo el 28 de mayo de 2019,
para ocupar el cargo para el que fue elegida la señora Aída Merlano
Bedolla es contrario a la prohibición de que trata el inciso 2° del
artículo 134 de la Constitución, pues para esa fecha continuaba vigente
la restricción de su libertad en virtud de un proceso en el que se le
atribuían entre otros, la comisión de delitos contra los mecanismos de
participación democrática en su aspiración al Senado período 2018-
2022, por lo que el partido que la apoyó mientras no se dictara una
decisión que levantara la medida de aseguramiento o se confirmara la
inocencia de dicha ciudadana, no podía hacer uso de la curul mediante
otro candidato en reemplazo.

TESIS 4: Ahora bien, frente a esta situación tanto la demandada


como el Senado argumentan que no se desconoció el artículo 134
Superior, porque el llamamiento se dio con ocasión a la vacante que
se generó con la sentencia del 16 de mayo de 2019 que declaró la
nulidad de la elección de la señora Aída Merlano Rebolledo, lo que
implica considerar que la prohibición de suplir aquélla debido a la
privación de la libertad que venía desde año el anterior, se vio
interrumpida por el fallo que excluyó del ordenamiento jurídico el
acto elección, circunstancia que a la luz del parágrafo del señalado
artículo 134 es una falta absoluta que da lugar al reemplazo. El
anterior razonamiento no es de recibo, porque a través del mismo lo
que se está indicando es que la prohibición de disponer de la curul
por las situaciones de trata el artículo 134 Superior, no sólo cesa
cuando se revoca la orden de captura contra el miembro de la
corporación de elección popular procesado por los delitos señalados
en la misma disposición o cuando es absuelto de toda responsabilidad
frente a los mismos, sino también, cuando existen otras circunstancias

348
que pueden acontecer durante el juicio penal, de las cuales puede
predicarse una situación de vacancia, como el fallo que declara la
nulidad de la elección. Esta tesis claramente desconoce que el
Constituyente de manera categórica prescribió que “en ningún caso”
mientras el miembro de la corporación pública elegido tenga orden
de captura o sea condenado por los referidos punibles, puede
proveerse la curul correspondiente, inclusive, que debe restarse para
la conformación del quorum de la corporación, de lo cual se evidencia
la clara intención de no establecer excepciones en la materia, para lo
cual de forma también diáfana el texto constitucional indicó, que ni
siquiera la manifestación libre y voluntaria del servidor público
involucrado de cesar cualquier vínculo con la corporación, habilita a
que de la colectividad a la cual pertenece se nombre un reemplazo,
lo cual como se ha destacado a lo largo de esta providencia, obedece
a que la norma en mayor medida persigue responsabilizar a las
agrupaciones políticas que apoyaron a un candidato que por su
proceder puede afectar la legitimidad de la corporación y que con su
respaldo se presentó a la contienda electoral como una persona
idónea para representar a la ciudadanía, pero que posteriormente se
vio envuelta en conductas graves como delitos de lesa humanidad,
nexos con grupos armados ilegales o narcotraficantes, actuaciones
contra la administración pública y/o los mecanismos de participación
democrática. Por lo tanto, si el Constituyente indicó que mientras
permanezca la orden de captura o condena por los referidos delitos,
la curul correspondiente no es susceptible de reemplazo “en ningún
caso”, incluso descartando que de la corporación se aparte
voluntariamente el servidor involucrado, no es dable por vía de
interpretación establecer excepciones, como la propuesta por la
parte demandada a partir del fallo de nulidad electoral, que en este
caso tiene la particularidad, de haber concluido que la entonces
candidata del Partido Conservador Colombiano para llegar al Senado
de la República incurrió en práctica corruptas, por lo que sería un
contrasentido que a partir de la misma sentencia se predique que
éste conserva el derecho a que otro de sus integrantes sea llamado a
una curul que en parte fue obtenida por los votos que la señora Aída
Merlano Rebolledo logró atentando contra los mecanismos de
participación democrática, hecho que le mereció ser privada de su
libertad antes de ser elegida senadora y condenada con posterioridad,
y aún más importante para el caso de auto, que dio lugar a la silla
vacía de conformidad con el artículo 134 de la Constitución Política.
Añádase a lo expuesto, (I) que los términos en que fue establecida la

349
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

prohibición, de la cual el presupuesto de su aplicación es la orden de


captura o condena por los referidos delitos; (II) la aclaración de que la
renuncia del servidor involucrado no la enerva y; (III) el énfasis que
hace al indicar que en ningún caso habrá lugar al reemplazo, dan
cuenta del carácter autónomo de la silla vacía, y por consiguiente,
que sólo un cambio de sentido de las decisiones de naturaleza penal
que le dan origen haría cesar sus efectos, independientemente de las
circunstancias que entretanto pudieren generar una vacante con
posibilidad de llamamiento. Conclusión que se extrae del hecho que
el artículo 134 constitucional separa las situaciones de vacancia
susceptibles de reemplazo, de los únicos eventos en que éste no
tiene lugar, esto es, la existencia de orden de captura o la condena
contra los elegidos por los delitos señalados en dicho precepto,
asunto respecto del cual además de que el servidor público sea
apartado del cargo, se pretende que la colectividad a la que pertenece
asuma la responsabilidad que le corresponde en cuanto a la selección
y respaldo de sus integrantes en las corporaciones de elección
popular, responsabilidad que no finaliza porque éstos fallezcan,
padezcan una incapacidad física absoluta, se les declare de nulidad
de la elección, renuncien, se les sancionen disciplinariamente con
destitución, pierdan la investidura, etc. Sostener lo contrario
implicaría considerar que el único propósito de la silla vacía es
separar de la corporación al miembro que es procesado, y que
respecto de éste la agrupación política que lo apoyó sólo responde
mientras permanezca en aquélla, lo que haría inane el llamado que
les hizo el Constituyente de verificar con rigor el cumplimiento de los
requisitos establecidos por el ordenamiento jurídico para ser y
desempeñarse como servidores públicos de elección popular, so
pena de ver afectada su participación en los respectivos órganos
colegiados, esto es, se desvirtuaría el propósito fundamental que
inspiró la reforma constitucional en lo atinente a la responsabilidad
de las colectividades con sus militantes. Por lo tanto, no es posible
predicar que la sentencia de nulidad electoral del 16 de mayo de
2019 con radicado 11001-03-28-000-2018-00084-00, evitó o
interrumpió que respecto de la curul en el Senado de la República
2018-2002 en la que fue elegida la señora Aída Merlano Rebolledo y
llamada la ciudadana Soledad Tamayo Tamayo, se materializara la
prohibición consagrada en el artículo 134 Superior, pues ésta se
generó desde el momento en que se ordenó la captura de la primera,
permaneció durante todo el tiempo en que estuvo vigente el
fundamento de la privación de la libertad y se confirmó con la

350
condena entre otros, por delitos contra los mecanismos de
participación democrática, lo que implicaba que el referido cargo en
ningún momento ha sido ni será (esto último mientras permanezca el
fallo condenatorio) susceptible de ser provisto mediante la figura del
llamamiento. Ahora bien, se hace énfasis en que cuando el artículo
134 de la Constitución establece como uno de los eventos de la silla
vacía la orden de captura, implica que la prohibición de proveer la
vacante respectiva se aplica mientras siga vigente la decisión judicial
que justifica la privación de la libertad, lo que quiere decir que si en
virtud de una orden judicial se recobra el goce de este derecho, lo que
puede ocurrir antes del fallo o como consecuencia de una sentencia
absolutoria, el partido político recupera la curul, sin que la alternativa
de contar nuevamente con ésta devenga por ejemplo, de un fallo de
nulidad electoral, esto es, de una providencia dictada en un medio de
control ajeno e independiente al proceso penal, pues sólo en éste por
disposición de la Constitución, se producen las decisiones que
permiten la materialización de la silla vacía o que cesen sus efectos.
Bajo este entendimiento, en ningún momento debe olvidarse que son
decisiones de naturaleza penal las que dan lugar a la silla vacía y por
ende, que sólo las providencias que modifiquen el sentido de éstas
tienen la virtualidad de hacer cesar la prohibición de proveer la
respectiva curul, atribución que no se predica de las decisiones que
se profieran en sede de nulidad electoral, ni siquiera del fallo que
anula la elección. Una conclusión en contrario, desconocería el
carácter autónomo de la acción penal y del medio de control de
nulidad electoral, y por consiguiente las significativas diferencias
entre estos medios de acceso a la administración de justicia y el
alcance de las decisiones que adoptan en virtud de los mismos. Por
lo tanto, aunque la declaratoria de nulidad de una elección genera
una vacante susceptible de proveerse como lo indica el artículo 134
de la Constitución (inciso 1° y parágrafo transitorio), cuando sobre la
curul en cuestión operó la figura de la silla vacía, la prohibición de
proveerla se mantiene mientras permanezca la orden de captura o la
sentencia condenatoria (inciso 2°), en especial teniendo en cuenta,
que la vigencia de las decisiones de carácter penal permiten el juicio
de reproche que se le hace a la agrupación política por haber
respaldado al servidor público involucrado y dan lugar a que se le
sancione con la pérdida del escaño, sanción que como se ha indicado
a lo largo de esta providencia, es independiente de que aquél rompa
cualquier vínculo con la corporación popular, pues ante todo se
pretende castigar a la colectividad.

351
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 5: A primera vista pareciera cierto que de aplicarse la figura


de la silla vacía a la curul a la que fue llamada la ciudadana Soledad
Tamayo Tamayo, se estaría privando por segunda vez al Partido
Conservador de la posibilidad de contar con una curul con fundamento
en los mismos hechos, la captura de la señora Aída Merlano Rebolledo
por delitos contra los mecanismos de participación democrática.
Empero, tal razonamiento pasa por desapercibidas dos circunstancias
que a juicio de la Sala impiden considerar que el derecho al non bis in
ídem se está vulnerado. La primera, que la prohibición de proveer la
vacante se materializó durante el tramo final del periodo en la Cámara
de Representantes (hasta el 19 de julio de 2018) y durante la totalidad
del correspondiente al Senado de la República (del 20 de julio de 2018
al 19 de julio de 2022). Y la segunda y más importante, que el juicio de
reproche que le cabe al Partido Conservador, no sólo se predica por el
apoyo y la permanencia que le otorgó en sus filas a la ciudadana Merlano
Rebolledo cuando fue representante a la Cámara, sino también por el
brindado cuando se postuló y resultó electa senadora, lo que justifica
que frente a las dos curules obtenidas asuma la responsabilidad que
como colectividad le corresponde de conformidad con el artículo 134
Superior. En cuanto a la primera situación, no debe olvidarse (…), que
la prohibición de proveer las vacantes para las que fue elegida la
señora Merlano, no sólo comprendió el momento en que se ordenó la
privación de su libertad y la culminación del periodo para el cual fue
designada representante a la Cámara, esto es, hasta el 19 de julio de
2018, sino que continuó durante todo el tiempo en que estuvo vigente el
fundamento de la privación de la libertad y se consolidó con la condena
en su contra, última decisión en virtud de la cual no hay posibilidad de
que el cargo sea provisto a través de reemplazo hasta que culmine
el periodo institucional. Esta circunstancias es relevante, porque
de considerarse que la referida prohibición sólo podía mantenerse
durante el tiempo en que fue representante a la Cámara, significaría a
su vez afirmar, que respecto de su elección al Senado de la República
no hay silla vacía, es decir, que lo que hubo fue una simple vacante
por el hecho de su captura, que se podía proveer sin inconveniente
alguno mediante un acto de llamamiento, aunque es innegable que
para el momento en que inicio el período de los senadores elegidos el
11 de marzo de 2018, se estaba adelantado el proceso penal contra
la señora Aída Merlano por la comisión entre otros, de delitos contra
los mecanismos de participación democrática, es más, que por tales
conductas se restringió su libertad, es decir, estaban acreditados todos
los elementos de juicio para aplicar el artículo 134 constitucional.

352
Confirma esta situación, que del 20 de julio de 2018 (fecha en la que
inició el primer periodo de sesiones en el Congreso) al 29 de mayo
de 2019, esto es, durante casi un año, no se nombró reemplazo en la
mencionada curul, debido a la prohibición que se encontraba vigente,
que de manera incorrecta (…), se entendió interrumpida por el fallo de
nulidad electoral del 16 de mayo de 2019. Adicionalmente, se subraya
que la aplicación de la referida prohibición impide considerar que todo
lo acontecido con la situación judicial de la señora Merlano Rebolledo
única y exclusivamente tuvo lugar antes de que finalizara el período
para el que fue elegida representante a la Cámara, es decir, hasta el
19 de julio de 2018, así como tampoco afirmar que resultaba contrario
al principio de non bis in ídem que por tales hechos, se le volviera a
impedir al Partido Conservador Colombiano hacer uso de una curul
en el Senado, en tanto se reitera, el referido proceso judicial continuó
su curso más allá de la anterior fecha, durante pleno funcionamiento
del Congreso conformado para los años 2018 – 2022, lapso durante
el cual la elegida siguió privada de su libertad y finalmente fue
condenada mediante sentencias del 12 de septiembre de 2019 y 27
de mayo del 2020, circunstancias que impedían e impiden proveer
mediante remplazo la curul en aplicación del artículo 134 Superior,
y que no se circunscribieron al estado de cosas para el momento en
que se declaró vacante el cargo en la Cámara de Representantes.
De otra parte, en lo que atañe al Partido Conservador, (…) cuando se
declaró por primera vez la silla vacía, recayó respecto a la colectividad
política, por la responsabilidad que le asistía frente a los candidatos
que respaldó para que llegaran y permanecieran en el Congreso de
la República durante el período 2014-2018, circunstancia que le
atañe por avalar y apoyar a los candidatos que fueron elegidos como
senadores para el período 2018-2022, que de verse incursos en las
situaciones previstas en el inciso 2° del artículo 134 constitucional,
tiene como consecuencia la configuración de la silla vacía. Por lo tanto,
en estricto sentido el juicio de reproche que se le ha hecho al Partido
Conservador Colombiano en relación con las conductas delictivas de la
señora Aída Merlano Rebolledo, no se limita a la responsabilidad que
asumió al incluirla en sus filas para que hiciera parte de la Cámara
de Representantes, sino también por el apoyo que posteriormente
le otorgó al inscribirla como candidata al Senado, por lo que resulta
incorrecto afirmar que de aplicar la silla vacía respecto de la curul
a la que fue llamada la demandada se desconoce el non bis in ídem,
pues lo expuesto da cuenta que esta figura tendría lugar por hechos
distintos en cuanto a la actuación de la colectividad se refiere, los

353
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

cuales en un primer momento justificaron que perdiera la curul en la


Cámara de Representantes y luego al respaldar la candidatura de la
señora Merlano al Senado, que resulte imperativo aplicar el artículo
134 Superior frente la curul que se le reconoció en éste. (…). Por las
razones expuestas, se concluye que el acto de llamamiento que se hizo
de la señora Soledad Tamayo Tamayo al Senado de la República para
el período 2018-2022, se realizó respecto de una curul que conforme
al artículo 134 de la Constitución Política no era ni es susceptible de
reemplazo, en atención a que para la misma fue elegida una ciudadana
respecto de la cual se ordenó su captura y fue condenada entre otros,
por la comisión del delito de corrupción al sufragante, un punible
contra los mecanismos de participación democrática, lo que da cuenta
que el acto controvertido es contrario a la norma superior invocada,
que en su aplicación ni se vio afectada por el fallo de nulidad de la
elección de la señora Aída Merlano Rebolledo del 16 de mayo de 2019,
ni resulta contrario al principio de non bis in ídem respecto del Partido
Conservador Colombiano.

TESIS 6: Esta causal de nulidad [falsa motivación] fue invocada


por la parte demandante porque el secretario general del Senado
justificó el llamamiento controvertido en la sentencia del 16 de mayo
de 2019 de la Sección Quinta del Consejo de Estado, que declaró la
nulidad de la elección de la señora Aída Merlano Rebolledo, aunque tal
providencia nada dijo sobre el reemplazo de la anterior exsenadora.
(…). Como puede apreciarse, del tenor literal del acto acusado no se
advierte que haya hecho referencia expresa al referido fallo de nulidad,
aunque no desconoce la Sala, que en virtud de dos peticiones que
elevaron los demandantes, relativas a la motivación del llamamiento,
el secretario general del Senado de la República mediante los oficios
SGE-CS-2072-2019 y SGE-CS-2074-2019 del 20 de junio de 2019,
sí hizo alusión a la sentencia del 16 de mayo de 2019 de la Sección
Quinta del Consejo de Estado, como circunstancia en virtud de la cual
era procedente llamar al candidato no elegido en la lista del partido
Conservador Colombiano según el orden de inscripción, razón que en
el presente trámite la mencionada corporación de elección popular
invocó como fundamento principal de la decisión cuya nulidad se
pretende. No obstante lo anterior, al revisar el acto objeto estudio, sobre
el que recae el juicio de legalidad, no se observa que haya incluido
dentro de su motivación la sentencia 16 de mayo de 2019 de la Sección
Quinta del Consejo de Estado y mucho menos el alcance que se le dio,
sino simplemente la existencia de una vacante que debía proveerse. En

354
ese orden de ideas, en estricto sentido no puede afirmarse que dentro
de las razones que arguyó para su expedición está la aludida decisión
judicial y sus efectos, por lo que resulta impertinente construir a
partir de ésta el cargo de falsa motivación, esto es, que al hacerse el
llamamiento se expusieron razones engañosas o simuladas, pues en
realidad las motivaciones desarrolladas atinentes a la providencia que
declaró la nulidad de la elección de la señora Aída Merlano Rebolledo,
están contenidas en otros pronunciamientos, como los mentados
oficios y el escrito de contestación de la demanda del Senado de la
República, que no hacen parte de la decisión enjuiciada. Por lo tanto,
no se configura la causal de nulidad alegada.

TESIS 7: Finalmente, resta analizar el motivo de inconformidad según


el cual, en el trámite de expedición del acto acusado se desconoció el
artículo 278 de la Ley 5 de 1992, según el cual en los eventos que
hay lugar a realizar el llamado a ocupar vacantes en el Congreso de
la República, previamente debe constatarse por la autoridad electoral
competente, cuál es el candidato que le corresponde suplir la vacante,
exigencia que se asevera en este caso no se cumplió, en atención a que
la señora Soledad Tamayo Tamayo fue llamada a ocupar la curul el 28
de mayo de 2019, aunque el Consejo Nacional Electoral sólo hasta el
día siguiente profirió la mentada certificación. Sobre el particular la
Sala constata que la certificación que exige la anterior norma para
tener certeza de quién es el candidato no elegido que según el orden
de inscripción debe llamarse en el evento de vacantes que pueden
ser provistas mediante reemplazo en el Congreso de la República,
fue proferida el 29 de mayo de 2019, es decir, después de que se
dictó el acto acusado, aunque el propósito del artículo 278 ibidem es
que no se incurra en errores al realizar el llamamiento, como puede
ocurrir cuando no se respeta el orden de elegibilidad, circunstancia
que por ejemplo, podría acaecer si sólo se tiene en cuenta el acto
administrativo que declaró la elección y no las decisiones judiciales
posteriores que precisaron el número de votos de los candidatos, las
curules que deben reconocerse a las distintas agrupaciones políticas
o el orden en que deben asignarse éstas, lo que justifica que antes de
hacer el llamamiento se consulte a la autoridad electoral competente
sobre el candidato no elegido que debe ser llamado, con fundamento
en información actualizada que garantice que la curul será ocupada
por la persona que tiene derecho a la misma. Así las cosas, salta a la
vista que sí se incurrió en una irregularidad en el trámite de expedición
del acto de llamamiento, que no es excusable por el hecho que el

355
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Senado de la República haya consultado el orden de elegibilidad de


la resolución que declaró elección, pues el artículo 278 de la Ley 5 de
1992 es claro al identificar que la fuente que debe examinarse para
tal determinación es la certificación que expida la autoridad electoral
competente, debido a los cambios que puede presentarse (por las
situaciones legalmente establecidas) frente al orden de elegibilidad
después de la declaratoria inicial de los resultados electorales. No
obstante lo anterior, esta omisión desde la perspectiva de la causal de
nulidad de expedición irregular carece de la trascendencia necesaria
para que a partir de la misma puede sustentarse la ilegalidad del
acto de llamamiento, comoquiera que la certificación que expidió el
Consejo Nacional Electoral señaló que la candidata no elegida que
seguía en orden de elegibilidad del Partido Conservador era la señora
Soledad Tamayo Tamayo, esto es, a quien se le realizó el llamamiento
controvertido en esta oportunidad, por lo que la pretermisión
de la exigencia del artículo 278 de la Ley 5 de 1992 no significó el
desconocimiento del orden de elegibilidad.

TESIS 8: Como se desprende del análisis que antecede, resulta


procedente declarar la nulidad del acto de llamamiento acusado,
únicamente por desconocimiento del de la prohibición contenida en el
inciso segundo del artículo 134 de la Constitución. (…). En cuanto a la
pretensión de declarar ilegal la posesión de la señora Soledad Tamayo
Tamayo se recuerda, que de conformidad con artículo 139 de la Ley 1437
de 2011, son susceptibles del medio de control de nulidad electoral (I) los
actos de elección por voto popular o por cuerpos electorales, (II) los actos
de nombramiento que expidan las entidades y autoridades públicas y (III)
los de llamamiento para proveer vacantes en las corporaciones públicas,
razón por cual cuando se hace ejercicio del mentado medio de control,
la pretensión de nulidad debe estar dirigida contra tales decisiones, lo
que no excluye que en el análisis correspondiente se efectúe un análisis
de legalidad de las actuaciones previas al acto que declaró la elección,
nombramiento o llamamiento. Se hace la anterior precisión, porque uno
de los demandantes solicitó que se declare sin valor jurídico el acto de
posesión de la señora Soledad Tamayo Tamayo, aunque el mismo no es
susceptible de control judicial a través del medio de control de nulidad
electoral, como de manera reiterada lo ha indicado esta Sección, en tanto
no se trata del acto de elección, nombramiento o llamamiento. (…). Por lo
tanto, por resultar improcedente en el medio de control la formulación
de referida petición conforme a la jurisprudencia de la Sección, no hay
lugar a acceder a la misma.

356
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: Si bien el fallo contiene las fechas de la orden de captura, de


cuándo se profirió la sentencia de nulidad electoral y cuándo la Corte
Suprema dictó fallo condenatorio contra la señora Aída Merlano, [se
considera] que más allá de la mención que se hace, la decisión no
dimensionó el alcance de cada decisión en la particularidad de las
circunstancias que rodearon el caso. En este asunto se parte de una
orden de captura que siempre se ha considerado un hecho constitutivo
de vacancia temporal, en tanto no es la decisión definitiva y, en últimas,
puede ser revocada por la autoridad penal y si bien conforme al mandato
del artículo 134 superior no puede ser objeto de reemplazo cuando se
trata de delitos contra los mecanismos de participación democrática, la
medida sigue siendo para efectos electorales de vacancia temporal,
pero y qué sucede cuando aparece en este interregno una decisión
judicial que implica la vacancia definitiva del cargo, como lo es la
decisión de nulidad de la elección de la señora Aída Merlano y es con
base en ésta, que el Congreso inicia la labor de llamamiento, que había
cumplido absteniéndose de suplir mientras estaba sometido a la
vacancia temporal por la orden de captura. Lo cierto es que la sentencia
de nulidad del Consejo de Estado implica un quiebre en la continuidad
de la clase de vacancia que se imposibilitaba cubrir, por mérito del
artículo 134 constitucional con la mera orden de captura, pero que se
finiquitó, electoralmente hablando –no en lenguaje penal- con la
mutación de vacancia temporal por la orden de captura a vacancia
definitiva con la decisión de nulidad electoral de la Sección Quinta. (…).
[L]a vacancia definitiva implica para la autoridad nominadora o electora
en los cargos por voto popular el desplegar la actividad de llamamiento,
pues es claro que a diferencia de los particulares, el sector público tiene
un margen muy reducido para justificar su quietud u omisión en lo que
debe proceder a ejecutar. Y es que la no suplencia del vacío desde la
orden de captura, en el caso concreto, fue cumplida por el Congreso
como autoridad llamante, pero cuando la vacancia temporal pasó a ser
definitiva procedió al llamamiento respectivo. No se advierte por parte
del Constituyente que se pretenda que con la orden de captura la medida
se vuelva permanente a la espera de un fallo penal definitivo, no solo
porque la norma superior no lo contempla de esa forma, sino porque
conforme al entendimiento de la convencionalidad, los derechos
políticos, en este punto de lo penal, solo pueden restringirse en esta

357
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

materia con decisión penal condenatoria (“condena, por juez competente,


en proceso penal” artículo 23 de la CADH) y la orden de captura no lo es.
Y es que no se puede desconocer que el medio de control de nulidad
electoral es de naturaleza pública y universal, lo que significa que puede
ser incoado por cualquier persona, y tiene por objeto preservar el orden
jurídico en abstracto, mediante un juicio desprovisto de todo tipo de
componentes sancionatorios. Asimismo, se tiene que esta disposición
de orden interno, es un desarrollo de esa posibilidad de restricción a
ciertos derechos y libertades –los del elegido– en defensa de otros –los
del elector, los no elegidos y los del sistema democrático en general–
atendiendo a razones de interés público, que entran en perfecta
sincronía con ella en tanto existe la posibilidad de consagrar medidas
judiciales –penales y no penales– siempre que en estas se respeten las
garantías propias del ejercicio del debido proceso, bajo el tamiz de la
infracción al ordenamiento jurídico. De otro lado, en el marco
internacional existe un compendio normativo que, por tratarse de una
incorporación al bloque de constitucionalidad, resulta imperante de ser
observado en el ejercicio de la función pública. Al respecto quiero
referirme a dos de ellos específicamente: (i) la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, suscrito por el Estado colombiano y aprobado
a través de la Ley 16 de 1972, propiamente los artículos 23 y 30,
atinentes a los derechos políticos y a las restricciones de a los derechos
y libertades allí reconocidas; y (ii) la Convención de las Naciones Unidas
contra la Corrupción, incorporada a nuestro ordenamiento mediante la
Ley 970 de 2005, en concreto el artículo 30, numerales 7 y 8, relacionados
con la facultad estatal de establecer procedimientos para inhabilitar a
personas condenadas, sin que ello implique un desconocimiento del
proceso disciplinario al que hubiere lugar. Estas disposiciones resultan
un claro complemento al contexto del medio electoral, pues,
precisamente dentro del control de convencionalidad que existe para la
administración de justicia y con ello el reconocimiento, entre otros, del
Sistema Interamericano de Derechos Humanos, las señaladas normas
no pretenden desplazar el régimen interno, sino ser un complemento a
este a partir de la interpretación sistemática que debe tener el juez
como garante de derechos de la ciudadanía. Así, este conjunto de
prerrogativas internacionales tiene una finalidad específica y es que,
aun cuando existan estas, medie un respeto por la libertad normativa de
los ordenamientos internos, fungen como elementos guía para que,
tratándose de la administración de justicia, se adopten decisiones con
plenas garantías al debido proceso y con ello, a los diferentes derechos
de las partes, con apego a los principios de legalidad, finalidad, necesidad

358
y proporcionalidad. Con este panorama resulta imperante traer a
colación lo acontecido con el ex alcalde mayor de Bogotá Gustavo
Francisco Petro Urrego (elegido popularmente), que si bien tuvo que ver
con la sanción disciplinaria impuesta por la Procuraduría General de la
Nación, en el desarrollo argumentativo la Corte Interamericana de
Derechos Humanos termina exigiendo que la restricción del derecho
político de una persona elegida por voto popular tenga origen únicamente
en una sentencia condenatoria. (…). [Se estima] que este análisis hubiera
nutrido la providencia de la cual presento esta divergencia, con respecto
a la mera orden de captura como parámetro indicativo de imposibilidad
del llamamiento congresual, pues no puede olvidarse que la
convencionalidad exige la sentencia condenatoria, cualificación que no
se predica de la medida de captura. Aunado a que si la vacancia temporal
devenida de la orden de captura fuera el parámetro permanente que
imposibilita el llamamiento, así se hubiera previsto en la norma
indicando alguna expresión similar de “independientemente de que
resulte condenado o no” y, en esa línea de interpretación amplia,
entonces tampoco el juez de la nulidad electoral podría dictar sentencia
de nulidad electoral, al quedar sometido a la prejudicialidad penal,
debiendo esperar a que la jurisdicción penal resolviera en forma
definitiva la situación del sujeto con orden de captura. En más de las
veces, cuando las normas se redactan, se tiene en mente principios
loables y de gran envergadura axiológica -cómo no reconocerlo frente a
la sanción a la colectividad que abrazó y apoyó a un delincuente, como
acontece en este caso- pero que en la realidad al momento de darle
aplicación práctica son varios los escollos que se encuentran y que se
deben analizar con cuidado para no terminar transgrediendo otras
normas. A partir de lo anterior, más allá de las generalidades y
fundamento teórico que se pueda exponer, la pregunta que se debe
resolver es qué se debe hacer, cuando luego de la vacancia temporal la
situación varía a vacancia definitiva y, por ende, insisto en que el análisis
debe enfocarse en parámetros de dónde inicia y dónde termina cada
situación que está comprobada, teniendo cuidado en no ir a transgredir
otras normas e incluso la convencionalidad; en no desconocer la
importancia del juez de la nulidad electoral pues eso es y a eso se debe
la Sección Quinta; en no generar jurisprudencialmente entendimientos
de prejudicialidad que por años se ha decantado la jurisprudencia
contencioso administrativo de superar a otros derechos que así lo han
pretendido y de no otorgar mayor alcance que el Constituyente ni
siquiera pareció tener en mente, como al parecer se pretende con la
figura de la orden de captura. Determinar si a partir de la vacancia

359
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

definitiva generada, el Congreso podía y debía legal y constitucionalmente


dejar de ejecutar la medida de llamamiento, porque desandando lo
dicho, se le atribuye al Congreso que su actuación inconstitucional
deviene de haber llamado a un cargo que no podía proveer porque
estaba bajo orden de captura, con lo cual incurrió en violación del
artículo 134 Superior, no resultaba tan evidente y menos cuando en la
cronología de los hechos el fallo de nulidad electoral generó una
vacancia definitiva. Es más era viable y de mayor garantía para los
derechos políticos en tratándose de un cargo de elección por voto
popular considerarse que solo a partir de la ejecutoria de la sentencia
penal condenatoria, se sancionara al partido político postulante de la
condenada con la imposibilidad de que continuara ocupando la curul,
pues ese es el punto o parámetro de inflexión en el que con certeza
podría aplicarse la figura llamada coloquialmente “silla vacía”.

TESIS 2: Pero (…) la situación no se detiene ahí, pues luego se profiere


la sentencia penal. Qué alcances o qué efectos tiene esa sentencia
penal sobre la situación que ya había quedado definida atrás por el
Consejo de Estado. Considero que ese es uno de los puntos que hay
que definir realmente. (…). Si se decanta la tesis de la primacía de
la decisión de la Corte Suprema de Justicia esto lleva a colegir que,
a futuro, el juez de la nulidad electoral, en los eventos en que existe
orden de captura, debe esperar a qué resuelve el juez penal para
definir la situación jurídica. Entonces, hasta qué punto es vinculante
la decisión de la Corte Suprema de Justicia. Si la opción es que la
decisión de la nulidad electoral, se continúe predicando autónoma e
independiente, qué acontece con la curul de cara a la figura de la silla
vacía si habiéndose negado la pretensión tendiente nulitar la elección,
se decide por fallo que el capturado es culpable penalmente. De ahí
[la] insistencia en la discusión y debate en Sala del entonces proyecto,
para que se estudiaran todas las variables que se generaban con la
decisión a adoptar y que estaban quedando sin solución pasible de
entendimiento.

TESIS 3: [V]arios aspectos surgían como matices en el asunto que


ocupaba la atención de la Sala, que debieron ser tenidos en cuenta
y analizados, pues desde todo punto de vista debió resaltarse la
importancia de la decisión adoptada por esta Sala Electoral, aunado
a que no es tan claro que en la praxis sea viable indicar que desde
la orden de captura “en ningún caso” contenida en el artículo 134
Superior, implique tan solo con orden de captura que no se pueda

360
reemplazar el cargo vacante, porque itero nos encontraríamos con
el muro de la convencionalidad, cuyo padecimiento más cercano y
que remeció a toda la administración de justicia fue el caso Petro
en la CIDH, que incluso contenido en el artículo 134 constitucional
en la previsión que se contenía en el parágrafo del derecho interno
constitucional “la sanción disciplinaria consistente en destitución” y
con las explicaciones de la Corte Constitucional de tener norma en el
derecho interno, tuvo eco a oídos de la CIDH y que entrelíneas y más
allá de que el asunto se haya ventilado por el lado de una decisión
administrativa disciplinaria, termina exigiendo al Estado Colombiano
que la restricción de derechos políticos, frente al elegido por voto
popular, devenga de sentencia o fallo condenatorio. (…) [Por eso la
iteración] manifestada a la Sala, en lo que [se considera] era más una
controversia devenida de la aplicación en el tiempo de todo lo que
aconteció: orden de captura de la autoridad penal, nulidad electoral
por parte de la Sección Quinta y decisión condenatoria definitiva
por parte de la Corte Suprema de Justicia, en qué tiempo sucedió y
realmente cuál es el efecto de ese íter cronológico y de cada una de
ellas dentro del asunto particular en controversia, que un asunto que
permitiera estructurar aspectos teóricos de aplicación general. En
efecto, [se estima] que este análisis hubiera nutrido la providencia,
atendiendo a la situación particular que rodeó el asunto, al rol de juez
de convencionalidad difusa que le asiste al Consejo de Estado – lo
que lo habilita para emplear el bloque de constitucionalidad en sus
decisiones –, a los señalamientos de la CIDH respecto al reproche de
que un derecho político frente a una elección por voto popular solo
puede devenir de una sentencia penal condenatoria –lo que excluye
a la orden de captura-, habrían fortalecido los planteamientos allí
consignados, de ahí que durante el debate previo hubiera insistido en
que el hoy fallo se hubiera detenido en consideraciones alusivas a los
temas planteados en precedencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 134 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
237 NUMERAL 7 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 1993 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009
/ ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2015 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 139 / LEY 1437
DE 2011 - ARTÍCULO 149 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 288 / LEY
5 DE 1992 – ARTÍCULO 278 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 303

361
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


GOBERNADOR, VIOLACIÓN DE LA NORMA, CAMPAÑA ELECTORAL,
FINALIDAD DE LA CAMPAÑA ELECTORAL, PROPAGANDA
ELECTORAL, VOTO ELECTRÓNICO, IMPLEMENTACIÓN DE NUEVAS
TECNOLOGÍAS EN PROCESOS Y PROCEDIMIENTOS ELECTORALES,
RECLAMACIÓN ADMINISTRATIVA ELECTORAL

EXTRACTO NO. 19

RADICADO: 11001-03-25-000-2020-00034-00
FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Helmer Ramiro Silva Rodríguez
DEMANDADO: Juan Guillermo Zuluaga Cardona -
Gobernador del Meta, período 2020- 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: El asunto puesto en conocimiento de la


Sección Quinta del Consejo de Estado se limitará a establecer si la
elección del señor Juan Guillermo Zuluaga Cardona como gobernador
del Meta debe o no ser anulada, al haber presuntamente desconocido
las normas que rigen el procedimiento administrativo electoral.
Para la resolución del problema planteado se deberá establecer lo
siguiente: A) ¿El desconocimiento del artículo 34 de la Ley 1475 de
2011, referente al incumplimiento del término en que debe iniciar la
campaña electoral es constitutivo de nulidad electoral? En caso de
ser afirmativa la respuesta, se deberá determinar, si el demandado
infringió el mencionado precepto de conformidad con las pruebas legal
y oportunamente allegadas al proceso. B) ¿La falta de implementación
del voto electrónico por parte de la Organización Electoral conlleva a
la nulidad del acto de elección enjuiciado por contrariar el artículo 39
de la Ley 1475 de 2011? C) Constituye una irregularidad con la entidad
suficiente para generar la nulidad de la elección enjuiciada, el hecho que
la Registraduría Nacional del Estado Civil, en el diseño del formulario
E-11 no acatara las indicaciones de la Resolución No. 1076 de 2019,
expedida por el Consejo Nacional Electoral. D) Hubo desconocimiento
del derecho de defensa del actor, al omitir la comisión escrutadora
departamental, incluir en el acta general las reclamaciones presentadas

362
por éste y no dar trámite ante el Consejo Nacional Electoral del recurso
de apelación presentado. E) Como consecuencia de lo anterior, existe
violación del debido proceso al haberse declarado la elección sin que
se resolviera el recurso de alzada propuesto, lo que hace que el E-27
sea ilegal. F) Finalmente, el acto consignado en el E-26 GOB adolece
de motivación y es contrario a la verdad al haber sido mutilado, lo que
materializa la causal de falsedad consagrada en el artículo 275.3 de la
Ley 1437 de 2011.

TESIS 1: La causal de nulidad invocada [artículo 137 de la Ley 1437


de 2011], referida a la infracción de las normas en las que ha debido
fundarse o también conocida como violación de una norma superior,
se centra en la contravención del acto electoral con las disposiciones
normativas que componen su marco jurídico. Este vicio se presenta
cuando el acto: i) Omite su aplicación: la autoridad o elegido ignora su
existencia, o conociéndola decide no aplicarla ya sea por considerar
que fue derogada o estima que no se subsume al caso concreto. ii)
Aplicación indebida: cuando el precepto o preceptos jurídicos que se
hacen valer se usan o se aplican a pesar de no ser los pertinentes para
resolver el asunto que es objeto de decisión. iii) Interpretación errónea:
consistente en el entendimiento desatinado del precepto o preceptos
que sustentan el asunto por resolver.

TESIS 2: La norma que se acusa infringida [artículo 34 de la Ley


1475 de 2011] contiene la definición de la campaña electoral. (…). Del
tenor literal de la regla estatutaria se puede extraer: i) que es una
actividad que se materializa en el período prelectoral, ii) su finalidad
es convocar a los ciudadanos a votar, iii) promueve masivamente los
proyectos electorales o una forma de participación, iv) la conforman
varias actividades, entre ellas la propaganda, la recaudación de
contribuciones y los gastos y, v) puede hacerse por las colectividades
políticas y los candidatos dentro de los lapsos legalmente establecidos.
(…). Para el caso que convoca a la Sala, es dable concluir de la definición
misma del concepto de campaña electoral, que los candidatos deben
cumplir en su implementación con un fin legítimo, que no es otro que la
consecución de apoyos ciudadanos, objeto que solo puede alcanzarse a
través de actos masivos que le permitan promover las ideas en que se
fundamenta la misma, esto es, los proyectos democráticos con lo que
busca lograr captar la atención ciudadana, los cuales deben ejecutarse
con los recursos y los medios de financiación legalmente establecidos,
en los montos permitidos y en un determinado período, que no es otro

363
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

distinto a su inscripción formal como candidato. Esta normativa [artículo


34 de la Ley 1475 de 2011] en lo que hace al reproche de la demanda
–propaganda extemporánea-, contempla el límite que deben tener en
cuenta las colectividades políticas y en este caso, los candidatos, la
cual es su inscripción –límite temporal inicial-. Este mandato debe ser
concordado con el artículo 35 del mismo compendio normativo, el cual
reguló la propaganda como actividad que comprende el mencionado
concepto. (…). Esta forma de publicidad para recabar el apoyo
ciudadano, establece el otro factor temporal –límite final- a los actos
de campaña, concretamente a la propaganda, lo cual se establece el
inciso segundo de la norma trascrita, que contempla que aquella que se
haga a través de los medios de comunicación social únicamente podrá
realizarse dentro de los 60 días anteriores a la fecha de la respectiva
votación y, que la que se realiza empleando el espacio público, podrá
llevarse a cabo dentro de los 3 meses anteriores a la misma fecha.
(…). Es innegable que existe un lapso en que les es permitido a los
candidatos ejecutar actos constitutivos de campaña electoral, el cual
resulta ser razonable en tanto busca mantener la paridad entre las
colectividades políticas así como la protección del sufragio por medio
de normas que eviten que el elector esté sometido a presiones que
coarten su libertad y autonomía, con lo que se quiere lograr mayores
niveles de democracia participativa reales promoviendo la puridad del
proceso-administrativo que culmina con el acto que declara la elección.
Por manera que, todos los candidatos a cargos y corporaciones de
elección popular, en el marco de la etapa preelectoral, deben guardar
el mandato estatutario referente a la campaña electoral definido por
las Leyes 130 de 1994 y 1475 de 2011.

TESIS 3: La norma transcrita [artículo 34 de la Ley 1475 de 2011]


establece un límite para el ejercicio de actos de campaña electoral.
Entonces, contiene un mandato general de prohibición de actividades
proselitistas por fuera del lapso legal, que revela unos fines mediatos
relacionados con lograr la probidad y la transparencia y la igualdad
en las condiciones para el ejercicio del derecho fundamental a
participar en la conformación del poder político consagrado en
el artículo 40 Superior. No obstante ello, la norma que se aduce
desconocida, no establece en su redacción un mandato prohibitivo
que afecte alguno de los actos preparatorios (inscripción) del proceso
electoral, por el contrario de las normas que rigen la materia, se
establece que corresponde al Consejo Nacional Electoral investigar
y sancionar aquellas conductas contrarias a las disposiciones

364
electorales. (…). Una muestra de ello, es la consecuencia prevista
en los artículos 109 de la Constitución Política y 26 de la Ley 1475
de 2011, que establecieron las sanciones de pérdida de investidura
para los miembros de las corporaciones públicas y de pérdida del
cargo para quienes ocupen las dignidades de alcalde o gobernador,
por la violación de los topes máximos fijados para la financiación de
las campañas de partidos y movimientos políticos. (…). [E]n el caso
del desconocimiento de los límites de financiación por parte de los
mandatarios de elección popular, las normas electorales previeron
una consecuencia a su actuar, la cual es la sanción de desinvestidura
por incurrir en conductas incompatibles con la dignidad que detentan.
En este caso, las citadas disposiciones, contienen unas limitantes
para los candidatos en el ejercicio de actos de campaña o para
desarrollar prácticas proselitistas en un determinado lapso, omisión
sancionable por el Consejo Nacional Electoral en la forma prevista en
la Ley 130 de 1994 en sus artículos 39 y 40. Teniendo en cuenta que
el desconocimiento del artículo 34 de la Ley 1475 de 2011 no se erige
como causal de nulidad, la Sala se releva del estudio de este reproche
contra el acto de elección del [demandado].

TESIS 4: Este cargo se sustenta, en que no se implementó para el


proceso electoral de elección de mandatarios locales celebrado en
2019, el mecanismo de voto electrónico; por el contrario se mantuvo
la manualidad del proceso a través de la utilización de tarjetas
electorales en un claro desconocimiento del imperativo legal del
uso de las nuevas tecnologías. (…). El texto Superior [artículo 258 de
la Constitución Política] contempló la posibilidad de implementación
del uso de medios electrónicos o informáticos, así como también el
voto electrónico en las elecciones por voto popular. Dicha potestad
fue regulada a través de la Ley 892 de 2004 por medio de la cual se
establecieron mecanismos de votación e inscripción para garantizar el
libre ejercicio de este derecho. En su articulado contempló: i) la facultad
para que la Organización Electoral señale los mecanismos necesarios
para el voto electrónico en igualdad de condiciones, ii) determinó que
este mecanismo sustituiría las tarjetas electorales por terminales
electrónicos que garanticen la identificación de los candidatos, iii) el
reemplazo de urnas por registros en base de datos, iv) mantuvo el
concepto de cubículos individuales de consolidación de la información,
v) aceptación de los 3 tipos de cédulas existentes, vi) captura de huella
para identificar al elector plenamente, vii) certificado electoral vía
web, viii) mecanismo electrónico de inscripción de ciudadanos, ix)

365
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

determinó su implementación antes de 5 años previa presentación de


planes piloto permitiéndose en todo caso la coexistencia del sistema
convencional. (…). [L]a implementación de nuevas tecnologías en los
procesos y procedimientos electorales, genera gasto público tal y como
lo reconoció la Corte Constitucional, fallo en el cual determinó que el
Congreso de la República está habilitado para tramitar por su propia
iniciativa leyes que comporten gasto para la adopción de mecanismos
que garanticen mejores niveles democráticos, siempre y cuando se
cumplan los estándares constitucionalmente establecidos. [S]e tiene
que la entidad encargada de la organización de las elecciones en
el marco del uso de sus atribuciones legales y constitucionales ha
actuado bajo los lineamientos legales para lograr la implementación
del voto electrónico, esfuerzos que deben ser entendidos no como
una actuación unilateral de la entidad, sino con el concurso de las
instancias que legalmente se han establecido para tal fin, las cuales
por diferentes circunstancias no han podido avanzar en el logro de tal
fin. Tampoco se debe pasar por alto, el tema presupuestal y la falta de
recursos para su implementación total. Se califica como total, dado que
se debe reconocer que en los últimos procesos se han implementado
varios mecanismos electrónicos en el curso del proceso electoral,
como lo es la biometría, la consolidación de los datos, el aplicativo
de información al votante y consulta de designación como jurado,
inscripción automatizada de cédulas, entre otros que han permitido
agilizar en efectividad, transparencia y mejoramiento continuo de los
procedimientos que componen el proceso electoral.

TESIS 5: No se observa en este caso, cómo la falta de implementación


total del voto electrónico haga nulo el acto de elección del gobernador
del Meta, en tanto la imposibilidad de lograrlo no puede ser un
ingrediente que pueda imputársele a este. Nuevamente se hace
referencia no a la falta de implementación, sino a que no se lograra
en su totalidad, dado que del contenido del artículo 39 de la Ley 1475
de 2011, se extrae que éste lo compone: i) la identificación del elector,
elemento que conforme las pruebas que obran en el expediente, se ha
puesto en marcha si bien no en la totalidad del territorio si en aquellas
poblaciones de alto índice de riesgo de fraude, ii) la consolidación
de datos a través de software y la publicación de los mismos, iii) la
digitalización de las actas que aún se mantienen manuales para la
consulta y presentación de reclamaciones y saneamientos, iv) la
apertura del sistema para que los entes de control y auditores de
sistemas puedan hacer seguimiento del escrutinio en tiempo real,

366
entre otras herramientas que si bien no han materializado estaciones
de votación (entendidas como aquellas terminales que reemplacen
la tarjeta electoral), ello no quiere decir que sea el único mecanismo
de tecnificación válido para tener que la Organización Electoral no ha
implementado medios informáticos de tecnificación del proceso. En
todo caso, es el fin Constitucional del Estado Colombiano que el voto
se ejerza sin ningún tipo de coacción y en forma secreta, por lo que lo
realmente importante es que se garantice tal cometido, dado que, si
bien para ello se puede hacer uso de los medios tecnológicos, estos
como su nombre lo indica son medios para lograr el fin último y es
la concreción de la democracia participativa. (…). Entonces, si bien en
el trámite de implementación total del voto electrónico en nuestro
país ha tenido que superar varias barreras de índole presupuestal,
logístico y de organización, ello no puede conllevar como pareciera
entenderlo el demandante a que no se realicen las elecciones de
forma regular hasta tanto se logre su consecución, en tanto ello haría
ineficaz nuestra democracia participativa y conllevaría a la limitación,
por no decir la negación del ejercicio al derecho fundamental de
elegir y ser elegido. Así, al no centrar el demandante su reproche en
aspectos concretos en donde se pueda derivar que en el marco del
proceso eleccionario se desconocieron los principios fundantes del
ejercicio al voto, como lo es que sea libre y secreto, no se concluir la
existencia de vicio alguno que haga nula la elección objeto de estudio
por lo que se negará su prosperidad.

TESIS 6: Al respecto, indicó que la RNEC desconoció la directriz


impartida por el CNE frente al diseño del formulario E- 11,
concretamente en la incorporación de la huella y firma del sufragante.
(…). Se debe resaltar, que la adopción de mecanismos para fortalecer
la transparencia del proceso electoral, fue expedida por el CNE el 8
de mayo de 2019, es decir, cuando el calendario electoral para las
elecciones de autoridades locales ya había iniciado sus actividades.
(…). Si bien en este caso se intentaron ejecutar acciones tendientes
a minimizar los riesgos electorales por suplantación de electores,
también es cierto que ante la imposibilidad material de lograr el
cumplimiento del diseño del formulario, hay que tener en cuenta
que la decisión fue adoptada en el curso del proceso, lo cual fue
un ingrediente determinante para su inaplicación por falta de
contemplación en la planeación de la logística del proceso electoral.
No obstante ello, al igual que en el estudio del cargo anterior, la parte
actora no demostró cómo esta situación impactó el proceso electoral

367
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

cuestionado, es decir, no se logra determinar la existencia de nulidad


bajo la falta de implementación de la medida mencionada, con un
vicio de legalidad que conlleve inexorablemente a la exclusión del
ordenamiento jurídico del E-26 GOB del Meta, por lo que se impone
bajo el mismo racero del planteamiento aducido en el numeral 2.3.2
de este proveído, negar su prosperidad.

TESIS 7: Este reproche [desconocimiento del derecho de defensa


del actor, al omitir la comisión escrutadora departamental, incluir
en el acta general las reclamaciones presentadas por éste y no dar
trámite ante el Consejo Nacional Electoral del recurso de apelación
presentado] se fundamentó, en la presunta vulneración de los artículos
53 y 228 Constitucional porque (…) no se dio prevalencia al derecho
sustancial al no darle trámite a la reclamación y la posterior apelación
que el impugnante presentó en la audiencia de escrutinios de forma
oral, aunado a que no se realizó grabación magnetofónica de ninguna
naturaleza, que considera es lo mínimo que se debe hacer cuando hay
audiencias orales. (…). [E]n materia de reclamaciones, el artículo 192
del Decreto 2241 de 1986, establece que los candidatos inscritos, sus
apoderados o los testigos electorales legalmente constituidos son
los facultados para poner en conocimiento de las correspondientes
autoridades electorales los errores en que éstas pudieron incurrir,
entre otros, al momento de realizar el conteo y la consolidación de
la votación. En un primer acercamiento, (…) el sujeto activo de las
reclamaciones es calificado, limitándose únicamente a los candidatos
inscritos, sus apoderados o los testigos electorales, estos últimos
definidos en el artículo 45 de la Ley 1475 de 2011, con lo cual quedaría
excluido el Ministerio Público. Sin embargo, esta normativa debe ser
interpretada a la luz de la Constitución Política de 1991, la cual otorgó
un rol especial a la Procuraduría General de la Nación, a quien le
corresponde intervenir en los procesos adelantados por la autoridades
administrativas en defensa del orden jurídico, del patrimonio público,
o de los derechos y garantías fundamentales, lo que se concreta
en su función de intervención que se traduce en la presentación de
reclamaciones motivado en defensa del interés general y la verdad
electoral y no en un interés partidista o particular en favor de un
candidato o campaña política. Por lo que estas reclamaciones las puede
instrumentar a través de solicitudes que pueden ser denominadas
derechos de petición, constancias, solicitudes de revisión, etc., con
la única condición, para que sean procedentes, que cualquiera que
sea su denominación se subsuma en las causales de reclamación,

368
se presente por escrito y dentro de la oportunidad correspondiente.
De otra parte, esta solemnidad en el trámite de escrutinio, no deviene
de la mera liberalidad de los miembros de la comisión escrutadora,
sino de la voluntad del legislador estatutario, quien en el trámite
de las normas puede imponer condiciones razonables frente a la
presentación de peticiones, las cuales para este caso es que sean
por escrito, por quien se encuentra habilitado para ello, dentro de la
oportunidad legalmente establecida. (…). Si bien es cierto, en el trámite
de diligenciamiento de las peticiones alegadas por el actor pudieron
dejarse las constancias de rigor, también es cierto que aun cuando la
audiencia de escrutinio se adelante de forma oral, ello no excluye el
acatamiento de las reglas legalmente establecidas y que deben ser
conocidas por quienes en ella intervienen, más aún cuando esto fue
objeto de reiteración por las autoridades que en ella intervienen en
acatamiento de las ritualidades del proceso electoral. De otra parte, no
se observa que el accionante haya aducido una circunstancia especial
que le impidiera radicar por escrito su petición ante los miembros
de la comisión escrutadora, esto es, un hecho de fuerza mayor que
le impidiera de forma razonada hacer uso de tal mecanismo. Así
mismo, en el caso de existir medios de grabación de la diligencia,
ellos demostrarían que hubo intervención, pero no podrían validarse
como pruebas de la existencia del planteamiento de defensa, en tanto
se reitera es una condición sine qua non de las reclamaciones que
consten por escrito. De lo anterior se extrae que, al no acreditarse los
elementos propios para la presentación de reclamaciones conforme lo
establece el artículo 192 del Código Electoral, no se advierte omisión
alguna que pueda devenir en nulidad del acto de elección.

TESIS 8: Este cargo [violación del debido proceso al haberse declarado


la elección sin que se resolviera el recurso de alzada propuesto, lo que
hace que el E-27 sea ilegal] se deriva del anterior, en tanto el hecho
de no haberse tramitado su reclamación por ser presentada de forma
oral, hace que la elección sea espuria en tanto el competente para su
declaración fuera el CNE. Al igual que en el caso anterior, este cargo
ha de ser despachado de forma negativa en tanto al no presentar de
forma escrita la reclamación deviene en inexistente un recurso sobre
un trámite que no nació a la vida jurídica. Es importante resaltar,
que la necesidad de presentar por escrito las reclamaciones, surge
de la necesidad de contrastar que éstas coincidan con las causales
taxativamente establecidas en los artículos 122, 164 y 192 del Código
Electoral, normativa que, como se reseñó, establece que las mismas

369
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

deban quedar plasmadas en un documento físico escrito para poder


ser tramitadas. A este punto, resulta oportuno mencionar, que no le
compete a los miembros que componen las comisiones escrutadoras,
modificar las reglas legalmente establecidas para la recepción y trámite
de las peticiones de los legitimados en el marco del proceso electoral,
dado que ello podría devenir en sanciones de tipo disciplinario y hasta
penal, por el desconocimiento de las reglas que rigen su actuación. De
cara a lo anterior, al igual que el cargo estudiado en el capítulo anterior,
se negará la prosperidad de la presente solicitud.

TESIS 9: Este cargo [el acto consignado en el E-26 GOB adolece de


motivación y es contrario a la verdad al haber sido mutilado, lo que
materializa la causal de falsedad consagrada en el artículo 275.3
de la Ley 1437 de 2011] tiene como fundamento, que al cotejar el
folio penúltimo con el antepenúltimo existe una incoherencia en su
contenido. (…). A su turno, no se observa que no exista coherencia en lo
allí consignado frente al folio que le sigue, por el contrario el argumento
de consolidación de información es consecuencial. Respecto del vicio
de falta de motivación, insistió que no tiene un soporte idóneo de su
generación, creación, expedición y notificación en estrados. Conforme
las normas que rigen el proceso electoral, se tiene que el mismo, es
el producto escalonado del proceso de escrutinio que se adelanta
conforme las siguientes etapas preclusivas, así: Escrutinio de mesa
o de los jurados de votación (…) en él se contempla que cuando
finalice la jornada de votación, corresponde a los jurados de mesa
abrir las urnas y proceder al conteo de la votación. De la sumatoria
total de la votación de cada mesa, debe quedar constancia en el acta
correspondiente, esto es, el formulario E-14, en el cual debe reposar de
manera clara y sin tachaduras el número de votos obtenidos por cada
opción (candidato, partido, en blanco, no marcados y nulos). De igual
forma en dicho formulario debe quedar constancia de la nivelación
de la mesa, este procedimiento es el resultado de contabilizar el
número de sufragantes que se encuentra registrado en el formulario
E-11 con los votos depositados y existentes en la urna de votación, el
cual debe coincidir. Finalmente luego de plasmar cada una de estas
actuaciones en el formulario E-14 los jurados de votación deberán
firmar todos los ejemplares. Comisiones escrutadoras auxiliares y
de los municipios no zonificados: corresponde a estas autoridades
verificar el formulario E-14 proveniente de los jurados de votación,
esto con el fin de verificar si éstos tienen tachaduras o enmendaduras,
caso en el cual deberán proceder al recuento de la votación y, de no

370
estar suscrito ningún ejemplar, por al menos dos jurados de votación,
proceder a la exclusión de la mesa. Los resultados obrantes en el
formulario E-14 se procede a trascribirlos en el formulario E-24, acta
que contiene la información mesa a mesa de cada puesto de votación
que comprende el escrutinio de la comisión respectiva. El resultado de
la consolidación de la información que reposa en los formularios E-24
genera el formulario E-26 que declara la respectiva elección. De todas
las circunstancias ocurridas en el marco del proceso de escrutinio,
se deja constancia en un acta general. Comisiones escrutadoras
distritales y de los municipios zonificados: Para este escrutinio se
debe verificar el formulario E-26 parcial de la comisión predecesora,
los cuales son la fuente de generación del E-24 distrital o municipal
y posterior E-26. Este mismo procedimiento se debe seguir para la
comisión escrutadora departamental o general que es la que en este
caso declaró la elección. Esta actuación por instancias es la motivación
del acto enjuiciado, la cual se muestra de forma consolidada ilustrando
quien fue el candidato con el mayor número de votos que merece
la credencial de gobernador, en este caso se muestra que es el
[demandado]. En el caso del acto electoral, su motivación la hace el
respaldo popular expresado en las urnas, caso en el cual, solo podrá
ser envestido de la condición de mandatario cuando a su nombre le
corresponde el mayor número de votos, como ocurren en este caso.
Por manera que, no se advierte el vicio alegado por la parte actora
en lo que hace al E-26 GOB del gobernador del Meta. (…). Así las
cosas, al no prosperar alguno de los argumentos expuestos por el
demandante para desvirtuar la presunción de legalidad del acto que
declaró la elección del [demandado] como Gobernador del Meta, se
impone mantener incólume el E-26 GOB del 15 de noviembre de 2019,
proferido por la comisión escrutadora general.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [A]unque [se acompaña] el razonamiento que sustentó la


decisión denegatoria de las suplicas de este medio de control de nulidad
electoral, [se considera] que, teniendo en cuenta los pormenores del
caso debatido, relacionados, entre otros, con el presunto ejercicio
de actuaciones electorales por fuera del término de campaña, le
correspondía a la providencia desarrollar una cuerda argumentativa
más robusta en torno a esta temática habida cuenta del carácter

371
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

trascendental de este tópico. En ese orden, [el] voto concurrente busca


suplir, (…) el vacío considerativo identificado, a la manera como en otras
oportunidades [se ha] defendido, siguiendo para ello el derrotero que
[se presenta] enseguida: (…). Como figura relacionada con la actividad
política y electoral, la definición de “campaña” no encuentra desarrollo
expreso en los contenidos normativos de la Constitución Política
de 1991. Sin embargo, no son pocas las veces que el Constituyente
alude a ese vocablo para efectuar precisiones relativas al orden
democrático, y la manera en la que se ejercen los derechos que lo
materializan, especialmente asociados a los principios de participación
y representación. Así, por ejemplo, el artículo 107 del texto Superior
prescribe que “en el caso de las consultas populares se aplicarán las
normas sobre financiación y publicidad de campañas”. Lo anterior
significa que las campañas se insertan en un marco jurídico reglado
que se extiende a certámenes previos a la elección de los miembros a
cargos uninominales y de corporaciones públicas, como es el caso de
la elección que recae sobre precandidatos a una contienda electoral e,
inclusive, a la toma de decisiones que no recaen sobre candidaturas
propiamente dichas, tal y como ocurre con los casos que son pasibles
de ser abordados popularmente a través de los diversos mecanismos
de participación ciudadana. Por su parte, el artículo 109 de la Carta
dispone que “las campañas electorales que adelanten los candidatos
avalados por partidos y movimientos con Personería Jurídica o por
grupos significativos de ciudadanos, serán financiadas parcialmente
con recursos estatales”. Más allá del origen parcial de los recursos
económicos que sirven a la campaña, es lo cierto que la construcción
del citado mandato permite entrever que esta figura constituye una o
varias actividades, desplegadas por un sujeto: el candidato que ha sido
avalado o respaldado por una de las distintas formas de organización
política de la que allí se habla. Más adelante, en el precepto ejusdem se
precisa que la ley “podrá limitar el monto de los gastos que los partidos,
movimientos, grupos significativos de ciudadanos o candidatos puedan
realizar en las campañas electorales”; con lo cual reluce todavía más
el carácter autónomo que tiene la CAMPAÑA frente a otras categorías
nominales que la propia Constitución reconoce, como lo son las
organizaciones políticas o los candidatos a cargos de elección popular
individualmente considerados. De hecho, la transgresión de uno de los
aspectos cardinales a la regulación de la CAMPAÑA, en su componente
de financiación, encuentra como drástico castigo el que establece el
mismo artículo 109 superior, en cuanto contempla que “la violación
de los topes máximos de financiación de las campañas, debidamente

372
comprobada, será sancionada con la pérdida de investidura o del
cargo”. Nótese cómo, entonces, su configuración es tan autónoma que
no depende del sujeto responsable de la misma, sino de la forma en
la que esta se configure de cara a los límites financieros establecidos
por el orden jurídico; más allá de que la consecuencia de su infracción
se vea reflejada en la persona del candidato, pues es apenas natural
que si el instrumento empleado es opuesto a la legalidad, también lo
será la finalidad lograda a través de este. Aunque en otros artículos
constitucionales, como el 263 se establecen reglas que redundan
en la forma en que se realizan estas prácticas electorales, los
anteriores ejemplos resultan suficientemente ilustrativos de que el
vocablo CAMPAÑA cuenta con contenido propio y auténtico para el
Constituyente, y que no resulta, a priori, confundible con otros que,
aunque asociados, disponen de caracteres diferenciables de aquel. El
panorama se esclarece con la Ley 1475 de 2011, (…), que en su artículo
34 establece una definición contundente de lo que debe entenderse por
campaña electoral, y que responde en forma armónica a la definición o
concepto que se tiene en el lenguaje común, al entenderlo como periplo
de actividades escalonadas (factor de acción) tendientes a lograr un fin
(factor teleológico) dentro de un período temporal (factor temporal). (…).
Visto así, la campaña se inscribe en el conjunto de actividades tendientes
a persuadir a los electores, por medio del uso de la información, de
las bondades de una determinada opción política –en el sentido amplio
del término que refiere a los diferentes contextos que plantean los
mecanismos de participación ciudadana–; definición que se soporta en
principios democráticos, de publicidad y transparencia, que mejoran la
calidad del debate público. En los anteriores términos dejo expuestas
las razones que me llevaron a aclarar mi voto respecto del fallo de 6 de
mayo de 2021 que, como lo manifesté tienden a profundizar uno de las
nociones trascendentales en esa providencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 109 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
258 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 26
/ LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 34 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 35 / LEY
1475 DE 2011 – ARTÍCULO 39 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 40 / LEY 1475 DE
2011 – ARTÍCULO 42 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 45 / CÓDIGO ELECTORAL
– ARTÍCULO 136 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 170 / CÓDIGO ELECTORAL –
ARTÍCULO 192 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 39 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO
40 / LEY 892 DE 2004

373
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ALCANCE DEL RECURSO DE APELACIÓN, NULIDAD ELECTORAL


CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL,
FALTAS TEMPORALES Y ABSOLUTAS DE LOS PERSONEROS
MUNICIPALES

EXTRACTO NO. 20

RADICADO: 68001-23-33-000-2020-00608-01
FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Roberto Ardila Cañas
DEMANDADA: Jasbleydi Tapias Soto - Personera
en encargo de Bucaramanga
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver los siguientes


interrogantes: (i) Conforme al dicho del Ministerio Público en su
intervención, ¿se presenta un nuevo cargo en el escrito de apelación?
De ser así, ¿Es la Sala competente para conocer y adoptar una decisión
sobre el mismo? (ii) Superado lo anterior y precisados los argumentos
de alzada que serán analizados, se requiere responder ¿se confirma,
revoca o modifica la decisión de primera instancia por medio de la
cual se despacharon desfavorablemente las pretensiones anulatorias
elevadas en el escrito inicial?

TESIS 1: En primer lugar, se quiere resaltar que conforme al artículo


320 del Código General del Proceso, la finalidad del recurso de
apelación se centra en “que el superior examine la cuestión decidida,
únicamente en relación con los reparos concretos formulados por el
apelante, para que el superior revoque o reforme la decisión”, aspecto
que a su vez delimita la competencia funcional del ad quem, quien
en principio, no podrá actuar más allá del marco normativo descrito
en precedencia. Adicionalmente, la redacción de la norma permite
entender que el estudio en segunda instancia, se remite de forma
concreta a la “cuestión decidida”, es decir, los asuntos de hecho y de
derecho que han sido presentados al funcionario judicial previo a que
se adopte la decisión que en derecho corresponda, por lo que en sana
lógica debe concluirse también, que los argumentos de quien recurre,

374
deben también limitarse a estos. Bajo esta perspectiva, es claro
entonces que no es procedente que mediante el escrito de alzada,
se propongan cargos o hechos nuevos sobre los cuales el decisor
de primera instancia no tuvo la oportunidad de analizar, así como,
se insiste, los interesados no contaron con la posibilidad material de
presentar sus razones en contra. Precisado lo anterior, encuentra esta
judicatura que no le asiste razón a la Vista Fiscal, al señalar que en el
escrito del recurso de apelación, se pretende la inclusión de aspectos
novedosos en el debate, pues como se observa del contenido del
mismo -reseñado en supra. par. 40 a 43-, el ahora recurrente se limitó
a cuestionar la decisión de primera instancia. (…). Estos argumentos,
concluye la Sala, no se encuentran por fuera del debate que desde
la génesis de la actuación judicial fue propuesto por el demandante
y respecto de las cuales los demás vinculados a la misma tuvieron
las correspondientes oportunidades para pronunciarse. Desde esta
perspectiva, entiende la Sala que se encuentra plenamente habilitada
para conocer los argumentos expuestos en el recurso de alzada.

TESIS 2: Conforme al numeral 8º del artículo 313 constitucional,


corresponde a los concejos municipales la elección del personero
de su correspondiente jurisdicción, por el período que, para el efecto,
determine la ley. Desde el punto de vista legal, en la actualidad, se
cuenta con lo regulado en la Ley 1551 del 2012, la cual efectuó algunas
modificaciones a la Ley 136 de 1994 sobre dicho particular. En punto
de la elección de este funcionario, el artículo 35 de la primera de las
normas mencionadas, modificó el artículo 170 de la segunda. (…). Del
texto normativo, se puede concluir que de forma clara, el legislador
determinó que la competencia electoral del concejo municipal
respecto de los personeros, se ejecuta una vez se haya adelantado el
correspondiente concurso público de méritos, en el cual se establecen
las calidades y competencias de los interesados en ocupar dicho cargo.
También es claro que la designación del funcionario, se realiza por el
término de cuatro (4) años. De una revisión de la Ley 1551 del 2012,
se tiene que la misma mantuvo la redacción original del artículo 172
de la Ley 136 de 1994, la cual regula lo relativo a las faltas absolutas
y temporales del personero municipal. (…). Bajo esta perspectiva, es
claro que las faltas absolutas (i) se suplen con una nueva elección y
(ii) las faltas temporales se proveen con el funcionario que le siga en
jerarquía que reúna las mismas calidades exigidas para el cargo; en
caso contrario, se procederá con la designación por parte del concejo
o el alcalde, este último, si aquél no se encuentra reunido. Es de

375
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

resaltar que estas situaciones -faltas absolutas o temporales- son las


mismas que corresponde, conforme a la Ley 136 del 1994, al alcalde,
por disposición expresa del artículo 176 de dicho cuerpo normativo.
(…). Aunque no se consagra expresamente en las normas referidas en
forma previa, es claro que la terminación del período constitucional
de quien ostenta la calidad de personero, sin que exista un reemplazo
debidamente escogido conforme a la ley -por suspensión o retrasos
en el concurso público de méritos-, genera una falta absoluta del
cargo. Esta última situación presenta una dificultad, pues en estricto
tenor literal del mencionado artículo 172, sería necesario llevar a cabo
una elección nueva para suplir la vacancia generada; sin embargo, es
claro que el trámite meritocrático se encuentra en curso, sólo que por
diversas razones no ha sido posible concluirlo en forma exitosa. (…).
Bajo estas consideraciones, es claro que para suplir la vacancia que se
genera en el cargo mientras se logra la culminación del concurso público
correspondiente y la corporación administrativa adopta la decisión
electoral, es posible entonces acudir a la posibilidad del encargo
que se consagra en el inciso 2º del artículo 172, en casos de faltas
temporales, especialmente, frente a quien ocupa la segunda posición
en la jerarquía interna de la entidad. Ahora bien, en atención a lo que
se debate en el sub judice, la pregunta que surge es si el procedimiento
para ello debe atender lo señalado en el artículo 35 de la Ley 136 de
1994, que determina la necesidad de publicar con una antelación de
tres (3) días hábiles a la fecha de la reunión, la convocatoria efectuada
para adelantar el correspondiente procedimiento eleccionario. (…).
Una interpretación de la norma conlleva a esta Sala a concluir que la
respuesta a lo anterior es negativa. Ello es así, por cuanto en estricto
sentido no se lleva a cabo una elección como forma definitiva de
provisión del cargo, la cual constituye el evento que se regula en la
disposición en comento. (…). [L]a elección del personero municipal,
por expresa disposición legal, debe estar precedida de un concurso
público de méritos, lo que no puede predicarse del encargo que se
adelanta para suplir temporalmente la vacancia mientras se elige a
quien ocupará la posición de manera definitiva, aspecto que, como
se indicó con anterioridad, se adelanta conforme a lo que de forma
específica consagró el legislador de 1994 (supra. par. 63). De otra parte,
precisamente, el inciso segundo del artículo 172 de la Ley 136 de 1994
determina la forma en que se procede con la designación para cubrir
una determinada ausencia temporal de los personeros municipales, sin
que se observe que expresamente se hubiere consagrado la necesidad
de publicar la convocatoria a la sesión de la corporación electora con

376
una anticipación determinada, cuando sea ella la llamada al ejercicio
de dicha competencia. Se reitera que, en atención a las diferencias
sustanciales respecto de una y otra determinación -elección y
encargo-, no es posible, a juicio de esta judicatura, efectuar una suerte
de interpretación extensiva que implique exigir en el último de los
eventos, los requisitos de publicación que sólo se han consagrado para
el primero.

TESIS 3: Si bien es cierto, en los razonamientos del fallador de


instancia no se desarrolla en mayor medida el contenido de los
artículos 95 parágrafo 1º y 176 del Acuerdo 031 del 2018, lo cierto
es que, de una revisión de su contenido, de forma material, el mismo
reproduce lo señalado en el artículo 35 de la Ley 136 de 1994, norma
de orden superior y de obligatorio acatamiento por los concejos
municipales al momento de elegir a quien desempeñará un cargo
correspondiente. (…). Bajo esta perspectiva, resulta entonces claro
que al haberse determinado que el artículo 35 de la Ley 136 de 1994,
en cuanto hace referencia a la publicación de la convocatoria con
tres días de antelación a la fecha de la sesión, no resulta aplicable
para el trámite de encargo que se consagró en el acto demandado –
en tanto regulan en forma expresa el procedimiento de elección de
funcionarios-, dichas consideraciones se extienden respecto de aquellas
disposiciones del reglamento, sobre las cuales el apelante manifestó
extrañar consideraciones al respecto. Así las cosas, aunque en esta
instancia estas últimas decidieran estudiarse más a fondo, lo cierto
es que la conclusión a la que se arribaría sería idéntica. Así las cosas,
como todos los presupuestos normativos regulan idéntica situación,
no deviene entonces en un argumento con la entidad suficiente para
revocar la decisión de instancia, el que el Tribunal Administrativo de
Santander hubiere desconocido o no efectuado mayores desarrollos
en relación con las normas que a nivel interno regulan el proceso de
elección de funcionarios para el Concejo Municipal de Bucaramanga.
Por lo tanto, el argumento de apelación, no prospera.

TESIS 4: Indicó el apelante que en el fallo cuestionado el tribunal


a quo hizo referencia a pronunciamientos judiciales que no estudian
cuál es el procedimiento propio de los concejos municipales para
la elección de dignatarios. (…). [L]a Sala encuentra que no le asiste
razón al recurrente. Si bien es cierto, de forma directa, en dichos
pronunciamientos [concepto de la Sala de Consulta y Servicio Civil
del 16 de febrero del 2016 y el auto del 19 de noviembre del 2020

377
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la Sección Quinta de esta Corporación] no se hizo referencia


a las disposiciones que internamente adoptan las corporaciones
municipales en el marco de su autonomía para, entre otros aspectos,
regular el trámite eleccionario, lo cierto es que en ambas se abordaron
precisamente circunstancias de hecho que conllevaron a la expedición
del acto acusado, a saber, la falta absoluta generada por la terminación
del período constitucional del titular, sin que se contara con su
reemplazo dadas las demoras o la suspensión del concurso de méritos
para el efecto. En ambas providencias se avaló la posibilidad de acudir
a la figura del encargo, en el funcionario que le siga en jerarquía al
personero, para cubrir esa vacante, hasta tanto culminara el proceso
meritocrático. Siendo precisamente esa posibilidad -encargo del
cargo- la que conlleva a concluir que no se requiere la publicidad que
se exige en el artículo 35 de la Ley 136 de 1994, la cual se reproduce en
los artículos 95 parágrafo 1º y 176 de Acuerdo 031 del 2018, es claro
entonces que, para la resolución del problema jurídico, era necesario
acudir a las consideraciones que las autoridades judiciales efectuaron,
las cuales, por decir lo menos, resultan pertinentes. Por lo dicho, el
argumento en tal sentido, no tiene vocación de prosperidad.

TESIS 5: La Sala precisa que, de forma específica, no se encuentra


en el recurso de alzada argumento alguno que conlleve a debatir
la decisión del Tribunal Administrativo de Norte de Santander, al
negar el cargo correspondiente. Lejos de la intención expresamente
manifestada en el mismo, el apelante no precisó las razones por las
cuales el citado artículo 15 [del Acuerdo 031 del 2018] resulta aplicable
-de forma directa o por analogía- a la designación de la personera
encargada. Así las cosas, la Sala entiende que, si bien el actor insiste en
la configuración de la irregularidad por la presunta falta de mayorías,
lo cierto es que aún en esta instancia se evidencia que se fundamentó
la misma en una norma no aplicable, sin que se expongan razones que
permitan concluir lo contrario. Sobre este particular, se debe resaltar,
como bien se indica en la sentencia impugnada, que el desarrollo del
concepto de violación y la precisión de las normas en que el mismo se
sustenta, son una carga que corresponde cumplir a quien acude a la
jurisdicción, y si bien es cierto, el juez electoral cuenta con un amplio
margen de interpretación de la demanda, ello no puede conllevar a
suplir la misma, entendiendo que también es función del operador
judicial garantizar la igualdad de armas en el marco del proceso a
su cargo. (…). Por las razones expuestas, la razón de inconformidad
señalada será despachada en forma desfavorable.

378
ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA
LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [Se precisa] que [se acompañó] la decisión porque [se


considera] que no era lo procedente anular el acto de elección que se
acusaba de ilegal pues como se demostró no incurría en los vicios que
se expusieron en la demanda. No obstante, (…) resulta relevante insistir
en [la] postura según la cual no se presenta falta temporal durante el
lapso comprendido entre cuando el personero termina su periodo y el
transcurrido hasta la finalización del procedimiento adelantado para
elegir a su sucesor. (…). [C]on [la] aclaración [se busca] hacer énfasis en
que, (…) cuando el personero termina su periodo y el proceso adelantado
para elegir a su reemplazo no ha fenecido, por cualquier circunstancia,
esta circunstancia no deviene en una falta temporal, pues no hace
parte de las circunstancias establecidas en los artículos 99 y 176 de la
Ley 136 de 1994, que regulan la materia. Por último, no sobra advertir
que, en este caso, el debate giró en torno a establecer si era necesario
publicar la convocatoria de la sesión del concejo municipal en la cual
se nombró en encargo a la demandada, en atención al artículo 95 del
Acuerdo 031 del 2018 -Reglamento Interno del cabildo-, norma que,
como en debida forma se demostró, no aplicaba al caso sometido a
estudio por parte de esta Sala Electoral pues tiene como destinatario
“…el proceso de elección de funcionarios para el Concejo Municipal de
Bucaramanga”, y no el de personero municipal como el que se juzgó en
el proceso de la referencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / LEY 1551 DE 2012 –
ARTÍCULO 35 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 35 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
99 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 172
INCISO 2 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 176 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
– ARTÍCULO 320

379
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


DIPUTADO, INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR DOBLE MILITANCIA
EN MODALIDAD DE APOYO, RESPONSABILIDAD DEL PARTIDO
POLÍTICO, OBJECIÓN DE CONCIENCIA, AVAL ELECTORAL

EXTRACTO NO. 21

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-03141-01 (2019-03248-00


y 2020-00002-00)
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Santiago Manuel Martínez Mendoza, Luis
Humberto Guidales García y Gustavo Adolfo Prado Cardona
DEMANDADOS: Rodrigo Alberto Mendoza Vega y Jairo
Enrique Ruiz Tamayo - Diputados de la Asamblea
Departamental de Antioquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en establecer a partir de los


argumentos desarrollados por los demandantes y el Ministerio
Público, en especial los expuestos al impugnar la sentencia que negó
las pretensiones de la demanda, si los actos de elección de los señores
Rodrigo Alberto Mendoza Vega y Jairo Enrique Ruiz Tamayo como
diputados de Antioquia, para el período 2020-2023, se encuentran
viciados de nulidad, el primero, por haber incurrido en la prohibición
de doble militancia en la modalidad de apoyo, y ambos, porque quien
les confirió los avales no se encontraba facultado para dicho fin.

TESIS 1: [E]l ordenamiento jurídico [numeral 8º del artículo 275 de la


Ley 1437 de 2011], prevé una consecuencia clara y expresa cuando el
candidato incurra en la prohibición de doble militancia la cual, vale la
pena aclarar, ha sido definida por esta Sección, como una prohibición
que no puede leerse de forma aislada, pues para determinar cuándo una
persona está inmersa o no en la causal de inelegibilidad es necesario
recurrir al texto del artículo 107 Superior y al artículo 2º de la Ley 1475
de 2011, que se alegan vulnerados en este caso. (…). De la transcripción
de la norma Superior [artículo 107] se desprende con claridad que
está prohibido: i) a los ciudadanos pertenecer de manera simultánea,

380
a dos o más partidos o movimientos políticos y ii) a los miembros
de corporaciones públicas, presentarse a la siguiente elección por
una organización política distinta por la cual resultaron electos en el
citado órgano. Por su parte, la Ley Estatutaria citada [1475 de 2011],
en su artículo 2º, no solo replica las modalidades de doble militancia
previstas en la norma constitucional, sino que además incluye otros
eventos en los cuales la prohibición se materializa. Bajo tal marco, la
Sección Quinta del Consejo de Estado, haciendo un análisis armónico
de las normas en cita, ha entendido que en la actualidad existen
cinco modalidades en las que se puede materializar la prohibición de
doble militancia. (…). [E]stas modalidades apuntan a la consecución
del propósito común, de “crear un régimen severo de bancadas en
el que esté proscrito el transfuguismo político”, pues su finalidad
es, precisamente, dar preponderancia a los partidos y movimientos
políticos sobre los intereses personales de los candidatos. Finalmente,
es de anotar que se ha entendido que la figura de doble militancia
incluye a todas las agrupaciones políticas sin importar que aquellas
tengan o no personería jurídica. Sin embargo, no se puede perder de
vista que esta afirmación no es absoluta, dado que el artículo 2° de la
Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo una excepción en esta
materia, que es aplicable a cualquiera de los eventos en los que ésta
pueda presentarse.

TESIS 2: Entrando al análisis del caso en concreto, es evidente


que las acusaciones refieren a la materialización de la prohibición
de doble militancia en la modalidad de apoyo, esto es, la cuarta de
las cinco modalidades descritas jurisprudencialmente, en las que
se puede concretar la causal de inelegibilidad. (…). En este sentido,
corresponde aclarar que la modalidad de doble militancia atribuida en
este caso, está consagrada en el inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475
de 2011, de la cual, (…), se pueden extraer los siguientes elementos
configurativos de la prohibición, a saber: “i) Un sujeto activo, según
el cual deben abstenerse de realizar la conducta prohibitiva, de un
lado, los que detenten algún tipo de cargo directivo, de gobierno,
administración o control dentro de la organización política, y de otro,
los que hayan sido o aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones
de elección popular. ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar
a un candidato distinto al inscrito por la organización política a la que
se encuentren afiliadas las personas descritas anteriormente. Ahora
bien, no se puede perder de vista que la Sección Quinta del Consejo de
Estado ha señalado que esta modalidad de doble militancia incluso se

381
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

materializa en los casos en los que la colectividad política, por alguna


circunstancia, no tiene candidato político para el respectivo cargo
uninominal, pero de manera libre, voluntaria expresa y pública decide
brindar su apoyo a determinado candidato inscrito por otro grupo
político, pues ha entendido que esos eventos el conglomerado político
opta por secundar a cierto candidato, pese a no tener uno propio. Así
las cosas, no cabe duda que lo que esta modalidad de doble militancia
proscribe es la ayuda, asistencia, respaldo o acompañamiento de
cualquier forma o en cualquier medida a un candidato distinto al avalado
o apoyado por la respectiva organización política. iii) Un elemento
temporal, aunque no está expreso en la redacción de la norma, una
interpretación sistemática y con efecto útil de esta disposición impone
colegir que la modalidad de apoyo de doble militancia solo puede
ejercerse en época de campaña electoral, la cual comprende desde
el momento en el que la persona inscribe su candidatura hasta el día
de las elecciones.” (…). En este caso, está plenamente demostrado y
aceptado por las partes, que el diputado electo del departamento de
Antioquia, (sujeto activo), apoyó (conducta prohibida) al candidato del
partido Centro Democrático a la gobernación del citado ente territorial,
(elemento modal) cuando su colectividad coavaló al señor Aníbal
Gaviria Correa (territorial) al mismo cargo, y esto se desarrolló durante
el lapso de la campaña (elemento temporal). Siendo que, en este caso,
se demostró que todos los elementos que materializan la prohibición
de doble militancia en la modalidad de apoyo, se encuentran probados,
se procederá a hacer el estudio de las razones de apelación.

TESIS 3: [E]l apoderado judicial del demandado señaló que mediante


la Resolución No. 063 de 2 de julio de 2019, se le concedió el derecho
a disentir, por objeción de conciencia, al senador de la República (…)
y a todo su equipo de trabajo, integrado por el [demandado], entre
otros. (…). Es claro, que la autorización otorgada [mediante Resolución
063 de 2019] por el Director Único del Partido de la U para apoyar
a candidatos diferentes a los de la mentada agrupación, tuvo como
motivación, la discrepancia que existe entre dos fuerzas políticas
dentro de la colectividad. Este argumento contrasta con la regla
general que soporta la doble militancia, prevista en el artículo 107 de
la Constitución y que consiste en la prohibición absoluta dirigida a los
ciudadanos, quienes no pueden pertenecer de manera simultánea a
dos o más agrupaciones políticas, mandato Superior desarrollado en
el artículo 2 de la Ley 1475 de 2011. Bajo el amparo de la Resolución
No. 063 de 2019, la defensa del demandado, pretende restarle a la

382
Constitución su poder normativo, al crear una excepción que no
encuentra soporte legal y mucho menos constitucional, dejando de
lado la máxima que solo el legislador puede establecer el régimen
de prohibiciones para los mandatarios de elección popular y con ello
las excepciones aplicables a cada una de ellas. Olvida que, la Carta de
Derechos se erige como la norma de normas, es decir, su naturaleza
normativa es la fuente de sujeción no solo del orden jurídico en
general, sino de las actuaciones particulares que deban someterse en
su ejercicio a las cláusulas en ella establecidas, como ocurre con las
agrupaciones políticas, de tal suerte, que al ser la Carta de Derechos la
fuente primera del sistema interno es innegable su carácter vinculante
el cual no puede ser desconocido por reglas infraconstitucionales así
como tampoco por pactos o acuerdos entre particulares cuando tienen
una sujeción especial a ella por la actividad que desarrollan. (…). Sin
duda alguna, la prohibición de la doble militancia, es una restricción
genérica que busca mantener la vigencia de nuestro sistema político
democrático, por lo que adquiere una importancia mayúscula, que debe
ser observada como herramienta de fortalecimiento de los partidos
y movimientos políticos, por expreso mandato Constitucional, cuyo
fin último es eliminar el personalismo y aumentar los estándares de
disciplina de sus miembros e integrantes. Más aún, con la mencionada
prohibición se buscó proteger la soberanía popular, toda vez que quien
incurre en la práctica de doble militancia afecta dicho principio, ya
que la obtención de la investidura en la corporación pública se deriva
de la voluntad democrática de los electores, lo que implica que quien
apoya a un candidato distinto al de su colectividad no solo defrauda
al votante, sino que de facto cuestiona la legitimidad democrática
de su mandato representativo basado en el aval que le permitió ser
diputado. (…). De todo lo anterior, forzoso se torna en concluir, que no
le es permitido a las colectividades políticas desconocer los mandatos
Superiores o estatutarios, que fijan límites a su autonomía, toda vez
que éstos son imperativos y de obligatorio cumplimiento, por el fin
que protegen contenido en la Constitución Política cuya motivación es
el fortalecimiento de la democracia. (…). Así las cosas, emana claro,
que la Resolución No. 063 de 2019, no es un acuerdo interno del
Partido de la U que surja como suficiente para relevar al diputado de
las consecuencias establecidas en el artículo 275.8 de la Ley 1437 de
2011, toda vez que ésta no puede contrariar la Constitución Política
ni la ley. Ahora bien, la anterior conclusión no significa que se esté
valorando la legalidad o validez de la Resolución No. 63 de 2019, dado
que simplemente, el análisis partió de la base de considerar que dicho

383
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

acto interno del partido no puede desconocer prerrogativas de carácter


superior como las que se refirieron, las cuales tiene supremacía en el
ordenamiento jurídico.

TESIS 4: En este caso en concreto, el demandado adujo asuntos de


conciencia para separarse de su deber de apoyar al candidato (…), y
con base en ello secundó las aspiraciones de otro candidato diferente.
Si bien, esta no es la instancia para determinar si la objeción de
conciencia expuesta cumple con los postulados exigidos de ser
profunda, fija y sincera, toda vez que ella fue analizada al interior de la
colectividad quien la encontró ajustada a sus reglas internas, en este
caso, surge como necesario determinar el alcance de la objeción de
conciencia frente a la doble militancia. Como se señaló (…), nadie puede
ser obligado a actuar contra su conciencia, por lo que, la objeción
protege al ciudadano de cumplir un deber a él encomendado, en este
caso, el deber recae en acompañar a los candidatos inscritos por su
colectividad política, deber del que fue relevado conforme los
fundamentos de su petición. Hasta aquí, la Sala Electoral no encuentra
ninguna dificultad en el reconocimiento de su derecho a disentir de las
posturas y programas de gobierno presentados por el candidato a la
gobernación coavalado por el Partido de la U, toda vez que, se le brindó
al diputado demandado, la oportunidad de disentir de éstas como es
su derecho. En este caso, la objeción de conciencia no se limitó a
salvaguardar su derecho de disentir, es decir de no actuar contra sus
creencias, sino que le permitió proceder a contrariar las normas
Constitucionales, es decir, su cobertura se amplió más allá del ámbito
de protección de mencionado derecho fundamental, porque no solo se
le protegió de proceder en contra de sus condiciones (apoyo al
candidato de la U) sino que se extendió a permitirle secundar otra
candidatura. El sentido de objetar, no es otro diferente a la negativa a
realizar actos o servicios invocando motivos éticos, es decir en una
conducta negativa, es el no hacer, lo cual en este caso se materializó
en el no apoyo al candidato de la colectividad, postulado que le fuera
permitido al interior de su partido; pero, el hecho de apoyar a otra
candidatura (acción positiva), no se comprende dentro de este mismo
ámbito de protección, toda vez que el ideario por el que fue creado el
Partido de la U y que le permite ser al demandado candidato a la
asamblea de Antioquia, es el vínculo que no puede desconocerse y
mucho menos ser objetado, porque ello sería tanto como decir que su
colectividad política no lo representa. De otra parte, en la denominada
objeción de conciencia, la posibilidad de actuar en contra de alguna

384
norma en particular, no es desde luego absoluto y, por tanto, debe
ponderarse con el bien jurídico protegido por la norma que se desacata.
De manera que las personas no están autorizadas constitucionalmente
para desatender cualquier norma por el solo hecho de que ella se
enfrente a su conciencia. En este caso, el enfrentamiento entre su
conciencia y el deber impuesto, fue el de no acompañar el ideario
político plasmado por el candidato (…), pero de éste no se puede derivar
válidamente la infracción directa de los mandatos Constitucionales y
estatutarios, referentes a doble militancia, por cuanto no es una
prerrogativa que se derive del derecho fundamental de objeción, en los
términos expuestos por la Corte Constitucional. En conclusión, el acto
de ponderación entre la norma que se va a desconocer y la objeción, es
la concerniente al deber de apoyar a los suyos, pero no existe relación
alguna entre el desconocimiento de la prohibición de la doble militancia
y el que el demandado no comparta el programa de gobierno del
candidato coavalado por su colectividad. A este punto se reitera, que
una decisión particular no puede desconocer el carácter vinculante de
la Constitución Política, al crear reglas que pretendan hacer nugatorios
sus efectos y los fines democráticos que con sus instituciones se
persigue. En razón de ello, se ordenará al Consejo Nacional Electoral,
para para que dentro del marco de sus funciones investigue al partido
político de Unidad Nacional, Partido de la U y los directivos que
expidieron este tipo de directrices totalmente inconstitucionales, por
las presuntas faltas en que pudieron incurrir, de conformidad con los
artículos 8 y 10 de la Ley 1475 de 2011, así como se les exhortará para
que en el futuro se abstenga de repetir esta conducta. Así mismo es
pertinente recordar al demandado que el artículo 4º de la Ley 1475 de
2011 señaló que en los estatutos de los partidos y movimientos
políticos deberán contener cláusulas o disposiciones que ilustren los
principios consagrados en la Constitución –artículo 107- y en la ley. (…).
Esto quiere decir, que dentro del grado de autonomía que la Constitución
reconoce a partidos, movimientos y demás formas de representación
política, es que deben ser garantes ante sus electores del cumplimiento
de la Constitución y las leyes y del fortalecimiento de la democracia,
razón por la cual se constituyen en el primer bastión para evitar las
malas prácticas electorales. En esta medida, en cabeza de las
diferentes agrupaciones políticas se encuentra la función de ejercer de
manera preventiva control y, de constatarse la incursión de alguno de
sus miembros en malas prácticas electorales, proceder conforme lo
indiquen sus estatutos con el fin de materializar el fortalecimiento de
éstos así como la disciplina que se predica de las organizaciones

385
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

políticas. Entonces como primera medida se debe tener que son los
partidos, movimientos políticos con o sin personería jurídica, grupos
significativos de ciudadanos y demás agrupaciones las llamadas a
ejercer un primer control frente al fenómeno de doble militancia. (…).
Sin embargo, si estas medidas se tornan insuficientes, el legislador
previó en el parágrafo del artículo 2º de la Ley Estatutaria 1475 de
2011 que: “el incumplimiento de estas reglas constituye doble
militancia, que será sancionada de conformidad con los estatutos, y en
el caso de los candidatos será causal para la revocatoria de la
inscripción.” (…). Es así como, se materializa en este caso en concreto
la función del Consejo Nacional Electoral de vigilar y controlar toda la
actividad electoral de los partidos y movimientos políticos, de los
grupos significativos de ciudadanos, de sus representantes legales,
directivos y candidatos, garantizando el cumplimiento de los principios
y deberes que a ellos corresponden. De esta forma, y en ejercicio de
sus funciones como autoridad administrativa que debe velar por el
cumplimiento de los cometidos democráticos, es que la Constitución
Política le confirió la potestad en sede administrativa de revocar las
inscripciones cuando exista plena prueba de que aquellos están
incursos en causal de inhabilidad prevista en la Constitución y la ley.
En ningún caso podrá declarar la elección de dichos candidatos. Por su
parte, el artículo 31 de la Ley 1475 de 2011 señaló que habrá lugar a la
revocatoria de la inscripción de las candidaturas por causas
constitucionales o legales, siendo la doble militancia una causa
concreta de procedencia de la revocatoria de la inscripción por
mandato expreso del artículo 2º ídem. Entonces, corresponde al
Consejo Nacional Electoral, en sede administrativa, mediante
procedimientos que garanticen el derecho de defensa de los candidatos,
adoptar las decisiones correspondientes ante la materialización de la
doble militancia, revocando la inscripción del candidato que se
encuentre inmerso en ella. (…). El supuesto normativo (…), parte del
hecho que ya se hubiesen celebrado las elecciones y, que como
resultado de las mismas, el candidato inmerso en doble militancia
resultare electo, supuesto de hecho completamente diferente al
contemplado en sede administrativa, que como ya se dijo, lo que busca
es contribuir de manera previa –etapas prelectoral y electoral-, con la
puridad de las elecciones en cuanto a que quienes sean candidatos no
hagan incurrir en error al electorado por su conducta irregular. La
labor judicial, es la de última ratio en caso que ninguna de las anteriores
medidas de control hubiese sido suficiente, en la que debe determinar
si quien resultó electo se encuentra incurso en la causal de nulidad

386
electoral por doble militancia. Entonces, la doble militancia sólo se
estructura como causal de anulación electoral en los términos del
artículo 275.8 del CPACA, en aquellos casos en los que el candidato a
quien se endilga tal situación haya resultado efectivamente elegido. Y
De ello resulta, que no es cierto, que la doble militancia sea un tema
ajeno al juez electoral y se predique únicamente de la disciplina interna
de cada colectividad, toda vez que, fue el propio legislador, el que la
determinó como causal autónoma y específica de nulidad de todos los
actos de elección popular. Así las cosas, en este caso se debe
diferenciar, las consecuencias al interior de la colectividad por dar
apoyo a otra candidatura, toda vez que allí, se podrá determinar que la
Resolución No. 063 de 2019, lo exonera del reproche disciplinario
interno, (medida diferente a la que se persigue a través del presente
medio de control) y, las que se deriven del proceso de nulidad electoral,
que es un control abstracto de legalidad. Por lo expuesto, la sentencia
de primera instancia, en este aspecto será revocada, puesto que el
demandado incurrió en doble militancia en modalidad de apoyo, en la
medida en la objeción de conciencia, no lo exonera de incurrir en la
mentada prohibición.

TESIS 5: Bajo este precepto normativo [artículo 2 de la Ley 130 de 1994],


es pertinente entender que los partidos, movimientos políticos y los
grupos significativos de ciudadanos, son organizaciones permanentes
dedicadas a promover y encauzar la actividad política, además
constituidos para materializar el goce efectivo de ciertos derechos, de
los cuales podemos destacar la conformación, ejercicio y control del
poder político, tal atribución sustentada en las facultades tendientes
a establecer programas de gobierno, escoger e inscribir candidatos,
organizar campañas y realizar consultas internas. (…). Conforme
con la norma (…) trascrita [artículo 107 de la Constitución Política de
1991], se habilita a todas las organizaciones políticas para que puedan
instituirse de forma democrática, sujetarse a lo que contemplen sus
estatutos y a la ley, esto en aras de tomar algunas decisiones propias
o efectuar la postulación de sus candidatos. (…). [S]i bien el sistema
normativo colombiano dotó de autonomía a los partidos y movimientos
políticos, también refirió que dicha facultad no es absoluta, sino que
debía sujetarse a la ley y la Constitución, para tal efecto, las Leyes
130 de 1994 y 1475 de 2011 indicaron que las agrupaciones políticas
debían otorgarse sus propios estatutos como normas y disposiciones
dirigidas a guiar su funcionamiento y organización, además revestirlas
de la capacidad jurídica para inscribir candidatos a través de

387
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

instrumentos de selección de carácter democrático. En ese orden de


ideas, podemos determinar que las decisiones o designaciones de
los candidatos al interior de los partidos o movimientos políticos, no
pueden ser reflejo de un actuar arbitrario e impositivo, sino que por
el contrario todas sus actuaciones deben atender a la aplicación del
principio democrático fijado en sus estatutos. (…). En consecuencia, los
estatutos de los partidos y movimientos políticos deben garantizar a
través de la efectiva participación de todos sus miembros, en lo que
concierne a la de toma decisiones internas, actuación que se debe
ver reflejada sobre todo en la escogencia de los candidatos que los
representarán en los respectivos comicios, los cuales deberán contar
con los requisitos legales exigidos para ese propósito. Igualmente,
hará lo propio el Consejo Nacional Electoral conforme con la atribución
contenida en el artículo 265 de la Constitución Política de 1991 y
finalmente el juez administrativo por medio de la acción de nulidad
electoral. Ahora en lo que concierne al aval, podemos decir que de
acuerdo con el ordenamiento jurídico colombiano constituye uno de
los requisitos que existen para que los ciudadanos puedan presentarse
como candidatos para cargos de elección popular por una colectividad
política con personería jurídica, procedimiento que es llevado a cabo al
interior de la colectividad y además constituye un trámite previo a la
inscripción de una candidatura. (…). En esa medida se puede concluir
que la importancia del aval se traduce en que, 1) indica la militancia
en un partido político, 2) garantiza el acatamiento de las normas
estatutarias dentro de éste, respetando las formas de intervenir en
las corporaciones (bancadas), y 3) moraliza la actividad política, bajo
el entendido de que avalar a un candidato implica que el interesado
cuenta requisitos y calidades para ejercer el cargo. Adicionalmente,
la finalidad que tiene el aval dentro del ordenamiento jurídico, es
servir como i) requisito de inscripción de candidatos de un partido o
movimiento político con personería jurídica; ii) ser una garantía para
la comunidad en general de que las personas inscritas por un partido
o movimiento político pertenecen al mismo; y por último iii) constituye
un parámetro para determinar que el inscrito reúne las condiciones
en cuanto hace a los requisitos para desempeñar el cargo y que se
encuentra libre de inhabilidades para su acceso.

TESIS 6: Del tenor literal de los artículos mencionados [artículo 108


de la Constitución Política y 9 de la Ley 130 de 1994], es claro que
los partidos y movimientos políticos tienen la posibilidad de inscribir
candidatos; sin embargo, de manera previa la colectividad deberá

388
otorgar un aval al respectivo interesado con el fin de habilitarlo y
permitirle inscribirse a un cargo de elección popular, facultad que está
a cargo del representante legal o en quien éste delegue. Es pertinente
precisar que en la etapa de inscripción, la agrupación política deberá
revisar las calidades y requisitos del candidato, en aras de que no
se encuentre inmerso en una causal de inhabilidad o que no cumpla
con los requisitos de acceso al cargo que aspira (artículo 28 de la Ley
1475 de 2011). (…). [D]e acuerdo con los estatutos de los partidos o
movimientos políticos, en consonancia con lo establecido en el artículo
108 Constitucional, su regulación legal y el desarrollo jurisprudencial
antes mencionado, queda claro que al interior de un partido o
movimiento político con personería jurídica, quien otorga los avales es
su representante legal o su delegado para tal fin, y dicho instrumento
(aval) debe ser presentado ante la autoridad electoral correspondiente
quien debe dejar constancia del mismo en el formulario de inscripción.
De otra parte, bajo lo considerado por la Sala, para la inscripción de una
candidatura es necesario el cumplimiento de requerimientos formales
y materiales, los primeros se refieren a la competencia, es decir quién
está facultado para expedir el aval (el represente legal o a quien
este delegue), y los segundos, hacen alusión a la constatación de las
calidades, requisitos y la revisión efectuada por el partido respeto de
las causales de inhabilidades e incompatibilidades de los candidatos.
Asimismo, en refuerzo de lo anterior según el inciso tercero del artículo
108 de la Constitución Política, fue necesario instituir el otorgamiento
del mismo en una sola persona (representante legal o su delegado)
de manera privativa y restringida, en aras de poder ejercer control
concentrado sobre este procedimiento.

TESIS 7: Como se señaló (…), el otorgamiento de avales al interior de


una colectividad política con personería jurídica puede ser conferido
única y exclusivamente por el representante legal o su delegado
conforme la regla constitucional establecida en el artículo 107 Superior
y desarrollada por el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011. Sin embargo,
ante el interrogante de saber si quien otorga el aval es el representante
legal de la colectividad política, el artículo 3º de la Ley 1475 de 2011
trae una regla de publicidad consistente en que se deben registrar
por parte de tales agrupaciones ante el Consejo Nacional Electoral i)
los estatutos y sus reformas, ii) los documentos relacionados con la
plataforma ideológica o programática, iii) la designación y remoción
de sus directivos, iv) el registro de sus afiliados. Teniendo en cuenta lo
anterior, se debe señalar que cualquier inconformidad que se presente

389
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

frente al acto de elección de los directivos de las agrupaciones políticas


de acuerdo con lo normado en el artículo 9° de la Ley 1475 de 2011,
debe ventilarse ante el CNE a quien le corresponde controlar los actos
de designación de los mismos en los términos que la norma señala. Por
ende, se entenderá que quienes ostenten dicha condición (directiva)
dentro de una colectividad política mantendrán su investidura y así
se presumirá hasta tanto no sea impugnada su elección conforme
las reglas que la ley establece para tal fin, sin que sea pasible de ser
controlado dicho acto de elección de manera directa o indirecta por la
Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo a través del medio de
control de nulidad electoral, sin que ello impida que la determinación
que adopte la autoridad electoral en la materia pueda ser revisada en
sede judicial. Entonces, siendo necesario el registro de los directivos
y sin que medie impugnación de su designación, se tiene que quienes
los representan legalmente gozan de dicha condición al interior del
partido o movimiento político con personería jurídica, por ende, le
corresponderá a cada registrador del estado civil, según sea el caso, al
momento de inscribir la candidatura constatar con el Consejo Nacional
Electoral, que quien despliega la condición de ser el que representa
a la colectividad es el que otorgó el aval o quien profirió el acto de
delegación según las reglas estatutarias establecidas en cada caso.
Por manera que, dicha herramienta creada por la norma estatutaria
de dotar de publicidad la designación y remoción de los directivos
de los partidos y movimientos con personería jurídica se erige como
un instrumento que permite a la Organización Electoral verificar
que se cumpla el cometido constitucional establecido en el artículo
107 y de otra parte, que la ciudadanía en general en uso del derecho
fundamental consagrado en el artículo 40 Superior pueda ejercer el
control social respecto de quienes se inscriben sin que dicho requisito
sea otorgado en debida forma.

TESIS 8: Del material probatorio y las normas estatutarias referidas,


es pertinente concluir que la facultad para expedir avales la tiene su
director quien a su vez es el representante legal de la entidad, sin
embargo, en el presente caso la primera autoridad de la agrupación, en
uso de sus atribuciones mediante Resolución 024 de 2017, formalizada
ante el CNE por la Resolución 2954 de 2017 se delegó esta última
atribución en el Secretario General del Partido de la U, entendiéndose
por ello que asume todas las competencias y prerrogativas
establecidas estatutariamente. (…). Analizado el acto administrativo
referido [Resolución 2954 de 2019], la Sala encuentra que el mismo

390
corresponde al registro efectuado por el CNE de la designación que hizo
el director único de la agrupación política mediante la Resolución 024
de 15 de noviembre de 2017, del secretario general y representante
legal del Partido de la U. (…). [E]stima la Sección que la Resolución 2954
de 2019, no se contrapone a la Carta Política, dado que la inscripción
del (…) como representante legal del Partido de la U, fue efectuada
por el CNE, con la observancia del cumplimento de requisitos de
índole legal para proceder al registro de dicho acto. Precisamente,
la autoridad electoral, verificó la atribución expresa que tiene el
director de la colectividad para delegar la representación legal, en
otros directivos del partido, como en este caso se hizo en el secretario
general. Adicionalmente, no observa la Sala que la Resolución 2954
de 2017 expedida por el CNE haya desconocido el artículo 108 de la
Constitución, puesto que la norma superior determinó la posibilidad
que tiene el representante legal para delegar la facultad para expedir
los avales de los candidatos.

TESIS 9: Respecto de este reproche [indebida actuación del secretario


general del partido de la U Álvaro Echeverry Londoño al otorgar por
medio de un poder dado a un tercero la facultad de expedir avales de
quienes se postularon como candidatos a las corporaciones públicas
en el departamento de Antioquia], es necesario advertir que en el
expediente se demostró que el 14 de junio de 2019, el señor Álvaro
Echeverry Londoño confirió poder especial al señor Miguel Antonio
Yepes Para, para expedir los avales e inscribir a los candidatos a las
elecciones territoriales del 27 de octubre del referido año. (…). [L]a Sala
no encuentra ninguna vulneración, por el hecho de que el señor Álvaro
Echeverry Londoño haya otorgado un poder, para la emisión de los
avales, por el contrario, era una actuación que él podía efectuar por el
hecho de ostentar la representación legal del Partido de la U. (…). [N]o se
demostró la incompetencia del representante legal para la expedición
de los avales, ni la delegación de la delegación para cumplir esa función,
por lo que en este aspecto la sentencia del Tribunal Administrativo de
Antioquia debe ser confirmada. (…). La Sala considera que los actores
desvirtuaron la presunción de legalidad del acto de elección del señor
Rodrigo Alberto Mendoza Vega, teniendo en cuenta que ni la objeción
de conciencia ni la autorización que otorguen las colectividades
políticas, pueden ser patentes para librar al demandado de incurrir en
doble militancia en la modalidad de apoyo, que prohíben los artículos
107 Superior y 2 de la Ley 1475 de 2011, sin embargo, no ocurrió lo
mismo respecto del demandado Javier Enrique Ruiz Tamayo, puesto

391
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que como se indicó fue avalado por una persona que estaba legal,
constitucional y estatutariamente habilitada para dicho fin, por tanto,
se revocará parcialmente la sentencia de primer grado y en su lugar
se declarará la nulidad de la elección del primero de los demandados.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: La Resolución 63 de 2019 del Partido de La U y la objeción de


conciencia no están dirigidas al accionado (…), pues verificadas en su
contenido, recayeron sobre la situación y circunstancias del Senador
(…) y, aunque así lo indicó el fallo en uno de sus párrafos, luego lleva
al lector a entender que es para el accionado (…) (Diputado). Lo que se
logra observar de los antecedentes del proyecto es que la resolución 63
de 2019 solo estaba enfocada en el senador de La U, (…) y a su objeción
de conciencia y lo cierto es que, [bajo este] juicio, las objeciones de
conciencia no son extensibles, pues corresponde al íntimo de cada
objetor dependiendo de sus propias y particulares convicciones y de
su fuero interno, pues como bien lo ha indicado la Corte Constitucional,
en sentencia SU-108 de 3 de marzo de 2016 “descansa en el respeto,
en la coexistencia de las creencias morales de cada quien y se funda
en la idea de la libertad humana como principio fundamental de la
ética contemporánea. En estos términos, se concibe al hombre
como sujeto moral, capaz de emitir un juicio sobre un determinado
comportamiento. Por ello, la libertad de conciencia incluye la facultad
de emitir juicios morales internos y de actuar conforme a ellos. La
forma abierta en que el constituyente concibió la libertad de conciencia
y el consecuente derecho de objeción, esto es, la garantía de que nadie
puede ser obligado a actuar en contra de su conciencia, plantea entre
otros, el dilema de si esta salvaguarda lleva consigo el derecho de
objetar el cumplimiento de un deber jurídico por razones de orden
ético o moral. En efecto, el enfrentamiento entre los dictados de la
conciencia individual y los imperativos de la norma positiva es cada
vez más frecuente en una sociedad pluralista, que además defiende la
autonomía personal, el libre desarrollo de la personalidad…”. [Se itera]
que si los extremos que se discutieron en el campo de la objeción de
conciencia, tuvieron su causa primigenia en argumentos que le eran
propios al fuero interno y convicción de un Senador, como se determina
del contenido de la Resolución 063 de 2019, resulta ajeno a la causa,
que terminen analizándose respecto a los Diputados demandados. Por

392
ello, [bajo este ] juicio, también resultaba por demás extraño que si no
se está juzgando la validez de la Resolución 63 de 2019 que dio curso
y decisión a la objeción de conciencia que el Senador (…) presentara a
su colectividad, el fallo contuviera la decisión de compulsar copias al
CNE para que se investigue la conducta del partido y de sus directivas
y se le exhorte al Partido para que en lo futuro se abstenga de proferir
decisiones que contraríen la Constitución Política y las normas que
rigen los procesos electorales, siendo que dicho acto está focalizado o
dirigido a un tercero (senador) que no ha hecho parte de este proceso
y que no constituye tema de la decisión que recae sobre la elección de
los Diputados de Antioquia.

TESIS 2: [S]e evidencia que el Partido de La U no tenía candidato propio


a la gobernación de Antioquia y por lo que se advierte, el apoyo a Aníbal
Gaviria no fue decisión de bancada, de ahí que posiblemente permitiera
a sus militantes separarse del deber de apoyo. En efecto, en esa línea
se indica sobre la imposibilidad de que reglas infra constitucionales o
pactos transgredan la Constitución o la norma superior, lo cual es una
verdad obvia e ineluctable, pero por el contexto del asunto lo cierto es
que este planteamiento no se morigeró desde el hecho de que La U
no tenía su propio candidato a la Gobernación, conforme al contenido
de la resolución 63 de 2019, pues tal unidad partidista al parecer no
acontecía, como se lee de los (…) considerandos de la propia Resolución
en cita. (…). Esas las razones por las cuales [se considera] que la causal
de doble militancia dejaba varias inquietudes frente precisamente a
la modalidad de apoyo. (…). En la facultad de otorgamiento del aval,
que corresponde al segundo cargo de violación que se analizó por la
Sala, el fallo menciona el antecedente jurisprudencial de 18 de febrero
de 2021, expediente 76001-23-33-000-2019-01204-01, M.P. Carlos
Enrique Moreno Rubio, aludiendo a la tesis mayoritaria de la Sala y,
enseguida, indica que la magistrada Araujo Oñate salvó el voto. El
Despacho, al verificar la mención de la disidencia indicada, encuentra
que si bien fue anunciada en la antefirma o rúbrica del fallo por parte
de la Magistrada Araújo Oñate, lo cierto es que el escrito contentivo del
salvamento de voto no se encuentra registrado, en la oportunidad legal
debida, en las plataformas oficiales Samai y Consulta de procesos del
Consejo de Estado, siendo imposible su consulta, aunado al hecho
de que el expediente ya se devolvió al Tribunal. Así las cosas, valga
recordar que conforme a las normas que determinan las reglas para
el estudio de proyectos, el CPACA en su artículo 129, existe la figura
de la pérdida de derecho a la disidencia cuando este no se rinde

393
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en oportunidad. (…). La consecuencia de la pérdida del derecho a la


divergencia, derivada del principio de preclusión también es predicable
respecto del operador judicial, como acontece en este caso frente a las
disidencias que no se presenten o se adosen en forma extemporánea,
que considero fue lo acontecido en este caso, que se invoca como
antecedente y del que se pretende anunciar un salvamento de voto
que tuvo la consecuencia prevista en la normas legal y de reglamento,
es decir que procesalmente pasó en silencio.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 18 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
108 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
129 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 8 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 2 INCISO 2 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 3 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 4 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 8 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO
9 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 10 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 / LEY
1475 DE 2011 – ARTÍCULO 31 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 2 / LEY 130 DE 1994
– ARTÍCULO 7 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 9

394
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE
MUNICIPAL, Ó, DEFICIENCIA PROBATORIA, FINANCIACIÓN DE LA
CAMPAÑA ELECTORAL

EXTRACTO NO. 22

RADICADO: 50001-23-33-000-2019-00473-01
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Carlos Julio Plata Becerra y otro
DEMANDADO: Eduardo Cortés Trujillo - Alcalde de Acacías –
Meta, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar si el demandante


acreditó que el acto de elección del señor Eduardo Cortés Trujillo como
alcalde de Acacías, período 2020-2023, incurrió en la causal de nulidad
establecida jurisprudencialmente, consistente en “prácticas corruptas
adelantadas directa o indirectamente por candidatos a cargos de
elección que afecten la pureza y libertad del voto de los electores”
que “desconoce los artículos 40 numeral 1 y 258 de la Constitución
Política”, o en la causal de nulidad de infracción de norma superior por
violación del numeral 2º del artículo 27 de la Ley 1475 de 2011.

TESIS 1: Esta causal fue precisada por la Sección Quinta del Consejo
de Estado en sentencia del 16 de mayo de 2019, frente a un caso de
nulidad electoral en el que se alegaba que la congresista demandada
incurrió en prácticas corruptas que afectaron la pureza y libertad
del sufragio, debido a que se acreditó que lideraba una organización
criminal para la compra de votos con el fin de ser elegida senadora
de la República para el período 2018-2022. En dicha oportunidad,
la Sección concluyó que conductas como la antes señaladas
desconocían directamente los artículos 40 numeral 1 y 258 de la
Constitución Política, normas en que deben fundarse las elecciones
de carácter popular, empero, aclaró que dada la naturaleza objetiva
del medio de control de nulidad electoral, en el análisis de la conducta
del demandado no se realizaba un juicio de culpabilidad propio de
otros mecanismos de control como la pérdida de investidura o la

395
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

acción penal, sino simplemente se verifica o desvirtúa la comisión


de las prácticas corruptas con la participación directa o indirecta del
candidato al cargo de elección popular. Además, se destacó que la
referida causal de nulidad, cuyo sustrato es el desconocimiento de
las normas antes señaladas es de naturaleza subjetiva, en razón a
que está relacionada con la conducta del candidato, por lo que era
independiente en su configuración y consecuencias a la causal de
nulidad de carácter objetivo de violencia contra el elector prevista
en el artículo 275.1 de la Ley 1437 de 2011. (…). Además, se precisó
que como la comisión de prácticas corruptas adelantada por los
candidatos de elección popular no es una causal de nulidad de orden
objetivo, no hay lugar a estudiar la incidencia de los votos comprados
en el resultado electoral. (…). Se han descrito los principales aspectos
del fallo del 16 de mayo de 2019 de esta Sección, porque a partir de lo
considerado en él los demandantes alegaron que existieron prácticas
corruptas relacionadas con la compra de votos para lograr la elección,
perspectiva de análisis que también se evidencia al momento de fijar el
litigo, en el que se hizo énfasis en la supuesta existencia de conductas
contra la libertad del sufragio que cambiaron la voluntad democrática,
las cuales el Tribunal Administrativo del Meta no encontró acreditadas,
conclusión que no comparte la parte actora como puede apreciarse
en el escrito de apelación. Por lo tanto, será en el marco de la referida
causal de nulidad electoral, que se analizarán los argumentos y
pruebas expuestos por los sujetos procesales, causal de nulidad de
carácter subjetivo distinta a la violencia contra las personas, y que
tiene como fundamento principal los artículos 40 numeral 1 y 258 de
la Constitución Política, en cuanto consagran el voto libre y secreto y
el derecho a elegir y ser elegido sin coacción alguna.

TESIS 2: El principal reproche que hace el demandante contra el fallo


de primera instancia es que el Tribunal Administrativo del Meta incurrió
en una indebida valoración del acervo probatorio que da cuenta de las
irregularidades que precedieron la elección cuestionada, relacionadas
con la compra de votos en las que estaría involucrado el señor Eduardo
Cortés Trujillo y la forma irregular en que realizó su campaña política
con el respaldo de funcionarios de la administración municipal. (…).
Con el propósito de confirmar o desvirtuar el motivo de inconformidad
del demandante, se procederá a analizar las pruebas que aportó para
sustentar sus pretensiones, en especial las invocadas en el recurso de
apelación, a efectos de establecer si le asiste o no razón al Tribunal al
considerar que de ellas no se desprende que el demandado haya

396
participado en hechos de corrupción tendientes a tergiversar la
voluntad del electorado. (…). En efecto, [las denuncias] no relata
circunstancias claras y concretas que permitan relacionar al
[demandado] con la supuesta contratación de pregoneros y la compra
de votos. Tampoco se evidencia que haya sido acompañado de
elementos de juicio que soportaran las acusaciones realizadas, por lo
que la denuncia en sí misma es insuficiente para dar por probado los
hechos que relata. (…). Pese a la gravedad de las denuncias y la forma
coincidente en que relacionan la campaña electoral del [demandado],
no se evidencian en el presente proceso elementos probatorios
adicionales que respalden las acusaciones realizadas. (…). [L]as
denuncias que involucran al demandado en presuntos hechos de
corrupción contrarios al voto libre y secreto y al derecho a elegir y ser
elegido sin coacción alguna, en sí mismas son insuficientes para dar
por probadas las circunstancias a que hacen alusión, y aún más, para
predicar la participación directa o indirecta del [demandado]. Desde
luego, aunque las denuncias aisladamente son insuficientes para
acreditar los hechos a que hacen referencia y la configuración de la
causal de nulidad de comisión de práctica corruptas adelantada por
los candidatos de elección popular, no puede olvidarse que deben
valorarse con las demás pruebas aportadas al presente trámite,
ejercicio en virtud del cual podría arribarse a una conclusión distinta,
por lo que se continuará con el estudio de los demás elementos de
juicio que conforman el expediente. (…). Frente a las notas periodísticas
(…), no debe perderse de vista que en sí mismas como medio de prueba
no acreditan la existencia o veracidad de la situación que narran y/o
describen, pues en estricto sentido hacen referencia a la percepción de
los hechos por las personas que presentan la noticia, cuyas
declaraciones tampoco pueden considerarse como testimonios, pues
no son efectuadas dentro de un proceso judicial con todas la exigencias
legalmente previstas para la práctica de éstos, como el juramento, la
advertencia de faltar a la verdad y el interrogatorio por los distintos
sujetos procesales, de allí que se haya considerado que su eficacia
dependerá de su conexidad y coincidencia con otros elementos
probatorios que obren en el expediente, que confirmen o desvirtúen el
contenido de las publicaciones correspondientes. (…). Así las cosas, las
notas periodísticas que presentó el demandante, por sí solas tampoco
tienen la entidad suficiente para acreditar la configuración de la causal
de nulidad alegada, esto es, que el demandado directamente o
indirectamente estuvo involucrado en hechos de corrupción para
obtener su elección, entre los cuales se destacan según el libelo

397
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

genitor, la supuesta contratación de pregoneros y la compra de votos,


pues para llegar a tal conclusión se requerirían otros medios de
convicción que corroboren la existencia y veracidad de la información
publicada en dicho canal de comunicación, verbigracia, los documentos
recaudados y las declaraciones de las personas que realizaron las
denuncias o tomaron los registros fotográficos, videos y audios
expuestos, elementos de juicio que de haberse aportado habrían sido
sometidos al principio de contradicción y a la valoración respectiva a
fin de establecer su autenticidad y valor de convicción, pero que
advierte la Sala, no fueron allegados ni decretados como pruebas, lo
que impide tener como cierto todo lo relatado por el canal denominado
“Visión Noticias FM”. La misma conclusión se predica de las notas
periodísticas que se realizan sobre el apoyo indebido que recibió el
demandado del entonces alcalde de Acacías, pues tampoco hacen
parte de la presente actuación la decisión disciplinaria que contra éste
último dictó la Procuraduría General de la Nación, o las pruebas que
permitirían establecer que en actividades de la administración
municipal se permitió que el demandado ejerciera campaña, o que
funcionarios de aquélla y empresarios fueron presionados para apoyar
al [demandado]. Asimismo, debe precisarse que tales señalamientos
principalmente están dirigidos a reprochar el proceder del anterior
burgomaestre o de contratistas y servidores públicos de Acacías,
asuntos que en estricto sentido no son objeto del presente asunto.
Desde luego, no desconoce la Sala que algunas noticias hacen
referencia concreta a la presunta compra de votos y a la contratación
de pregoneros en los que se afirma está involucrado el demandado.
(…). Respecto a la tercera nota periodística se tiene que su contenido es
coincidente con las denuncias aportadas a esta actuación, sin embargo,
como se explicó líneas atrás, respecto de éstas tampoco se cuenta con
otras pruebas que respalden las declaraciones efectuadas, que a juicio
de la Sala no resultan suficientes para concluir con grado certeza que
el demandado incurrió directa o indirectamente en actos de corrupción
y por ende, que su elección debe anularse. En ese orden de ideas se
itera, sin desconocer la gravedad de las declaraciones realizadas en la
mencionada noticia y en las demás que puso de presente el demandante,
a partir de ellas no es procedente acceder a las pretensiones de la
demanda, como también lo señaló el Tribunal Administrativo del Meta
en el fallo impugnado. (…). Otra de las pruebas aportadas al proceso es
el audio. (…). De este audio no es posible identificar quiénes fueron las
personas que participaron en la conversación, cuándo tuvo lugar, quién
lo grabó, si se desarrolló en un escenario público, privado o semiprivado,

398
y si los partícipes dieron o no su consentimiento para ser grabados y
difundir el contenido de su dialogo, aspectos que tampoco fueron
precisados por la parte demandante, por lo que no hay certeza de su
autenticidad en los términos de los artículos 243 y 244 del CGP, ni si
fue recaudado en debida forma, por lo tanto, no pueden considerarse
probadas las circunstancias a las que hizo alusión, como también lo
señaló el a quo. (…). Tampoco se observa alguna circunstancia de la
cual pudiera razonablemente inferirse que el evento tuvo relación con
la campaña electoral que adelantó el demandado y la contratación de
pregoneros durante la contienda electoral en Acacías, aunque la parte
actora indique lo contrario. (…). En cuanto a los testimonios, la Sala
limitará su análisis a los dos que según el escrito de apelación no
fueron adecuadamente valorados por el a quo, aunque dieron cuenta
de circunstancias relevantes relativas a la compra de voto para
favorecer al demandado. (…). [A] juicio de la Sala de la declaración
rendida por el señor Perdomo no se desprende la existencia de alguna
situación que afectara la pureza del voto, mucho menos alguna
circunstancia irregular durante los comicios que involucre al
demandado. A la misma conclusión se llega frente a la declaración del
señor (…), Coordinador del CTI en Acacías, que afirmó el día de las
elecciones no tuvo conocimiento de alguna denuncia contra el
demandado, y que si bien manifestó que con posterioridad se enteró
de algunas quejas por la presunta entrega de dádivas a cambio de
votos, no recordaba si en ellas estaba involucrado el entonces candidato
[demandado], por lo que a partir de tal declaración no puede
desprenderse alguna irregularidad imputable a éste a su equipo de
trabajo. Finalmente, el testigo declaró que el día de las elecciones tuvo
conocimiento de personas que portaban prendas alusivas a las
campañas y realizaban arengas, situaciones que motivaron la
imposición de los comparendos correspondientes, empero sobre el
particular no hizo alusión al demandado, al partido que lo apoyó o a su
equipo de trabajo. En suma, le asiste razón al Tribunal Administrativo
del Metal al concluir que los aludidos testimonios tampoco acreditan
las circunstancias en las que se fundamenta la petición de nulidad de
la elección, contrario a lo indicado en el escrito de apelación. (…).
Analizadas en detalle las pruebas aportadas, comparte la Sala la
conclusión a la que llegó el Tribunal Administrativo del Meta, consistente
en que resultan insuficientes para dar por cierto que el demandado
durante su campaña electoral a la Alcaldía de Acacías incurrió directa
o indirectamente en prácticas de corrupción, pues pese a que las
denuncias y noticias de prensa coinciden con la tesis que plantea, no

399
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

se allegaron elementos de juicio que de manera contundente acrediten


las acusaciones realizadas, por lo que no puede darse por probada la
causal de nulidad alegada, de manera tal que el acto acusado conserva
su presunción de legalidad. (…). No desconoce la Sala que conforme al
artículo 213 de la Ley 1437 de 2011 el juez administrativo cuenta con
la potestad de decretar de oficio para el esclarecimiento de la verdad,
en especial frente a puntos oscuros o difusos de la contienda, pero
también que la persona que acude a la administración de justicia para
desvirtuar la presunción de legalidad de una decisión, tiene la carga de
acreditar los hechos en que sustenta su reclamo, los supuestos
fácticos de las normas que estima desconocidas, debido a la presunción
de legalidad de los actos controvertidos, que en materia electoral
constituyen la voluntad de la ciudadanía o de las autoridades
legalmente constituidas, en la mayoría de los casos, luego de surtido
un procedimiento reglado que busca garantizar la legitimidad y validez
de las designaciones cuya nulidad se pretende. Bajo ese entendido, si
bien el operador judicial tiene la potestad de decretar pruebas de
oficio, en ejercicio de la misma debe ser prudente so pena de liberar a
las partes de las cargas probatorias que les conciernen, en especial a
la que pretende la anulación de una decisión amparada por la
presunción de legalidad, o incluso, de subsanar los errores en que
incurrieron para acreditar los supuestos de hecho de las pretensiones
y excepciones invocadas, lo que a su vez podría tener incidencia en
ejercicio del derecho a la defensa de la parte contraria. (…). En este
caso advierte, que la parte demandante fundamentalmente sustentó la
existencia de prácticas de corrupción que supuestamente involucran
al demandado, en denuncias y noticias de prensa, sin que se advierta
en la presentación del libelo genitor un esfuerzo por recaudar los
elementos de juicio que tuvieron en cuenta aquéllas o que permitan
corroborar su contenido. Tampoco solicitó en la oportunidad
correspondiente, esto es, al presentar la demanda, que se oficiara a las
autoridades que han conocido de las presuntas irregularidades, por
ejemplo, a la Fiscalía y a la Procuraduría General Nación para que
trasladaran a la presente actuación los elementos de juicios que han
recaudado o inclusive, para que aportaran las decisiones que han
proferido sobre el particular, omisión que respecto de la información
disponible en la autoridad penal antes señalada se intentó subsanar
durante la audiencia inicial, solicitándole al Tribunal Administrativo del
Meta que hiciera ejercicio de su facultad oficiosa. (…). Todas estas
circunstancias dan cuenta que la parte actora no hizo un uso adecuado
de las oportunidades que la ley prevé (art. 212 del CPACA) para solicitar

400
pruebas, y que dicha situación no está llamada a suplirse en virtud del
ejercicio de la facultad oficiosa del juez, por lo que no le asiste razón al
recurrente al indicar que el Tribunal Administrativo del Meta incurrió
en un defecto fáctico o procedimental por no hacer uso del tal potestad
y/o sólo adoptar la decisión teniendo en cuenta las pruebas decretadas.
Por el contrario, se estima que el a quo de manera razonada explicó
durante el trámite judicial por qué no hacía uso de la referida potestad
y valoró adecuadamente los elementos de juicio que fueron aportados
en las etapas legalmente previstas, concluyendo que son insuficientes
para desvirtuar la presunción de legalidad del acto de designación. Por
las anteriores razones, a juicio de la Sala no se acreditó que el acto de
elección del [demandado] como alcalde de Acacías, período 2020-
2023, incurrió en la causal de nulidad establecida jurisprudencialmente,
consistente en “prácticas corruptas adelantadas directa o
indirectamente por candidatos a cargos de elección que afecten la
pureza y libertad del voto de los electores”, que “desconoce los artículos
40 numeral 1 y 258 de la Constitución Política”.

TESIS 3: Otro de los motivos de inconformidad contra el acto


de elección consistió en el desconocimiento de la norma antes
señalada [numeral 2º del artículo 27 de la Ley 1475 de 2011], debido
a las actividades que se adelantaron de manera irregular durante
la campaña electoral por el demandado para conseguir votos, por
ejemplo, la contratación de pregoneros. (…). Al analizar el artículo 27 de
Ley 1475 de 2011 se observa, que enunció las fuentes de financiación
contrarias al ordenamiento jurídico para el funcionamiento de
los partidos y movimientos políticos y para el desarrollo de las
campañas electorales, (…), desde luego, con el fin garantizar los
principios de transparencia, igualdad, pluralidad política y moralidad
pública en los escenarios democráticos, y evitar que las decisiones
adoptadas en éstos sean cuestionadas en su validez y legitimidad
debido a las fuentes ilegales de financiación que las propiciaron.
Por lo tanto, cuando se señala que se violó el artículo 27 de la Ley
1475 de 2011, se está haciendo alusión a que la campaña electoral
o las agrupaciones políticas que respaldaron al candidato elegido,
desarrollaron actividades con fuentes de financiación proscritas por el
ordenamiento jurídico. En ese orden de ideas, si la parte demandante
pretendía demostrar la violación del mencionado artículo, debió dirigir
sus argumentos de hecho y derecho a ilustrar que el demandado
financió su campaña electoral con dineros provenientes de algunas
de las fuentes enunciadas en aquél, empero como acertadamente lo

401
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

indicó el a quo, en estricto sentido la argumentación no se dirigió a tal


fin, esto es, a cuestionar el origen de los recursos que permitieron el
desarrollo de la campaña electoral del demandado, sino a la forma
y los métodos presuntamente irregulares para obtener el respaldo
ciudadano, situación que se itera tampoco fue acreditada en el presente
trámite. Ahora bien, eventualmente podría considerarse, como al
parecer lo entiende la parte demandante, que la contratación de los
pregoneros y/o la compra de votos se logró a partir de dinero obtenido
de actividades ilícitas o aportado con el propósito de alterar el orden
público, la campaña electoral y el normal desarrollo de los comicios,
sin embargo, si no se acreditaron las circunstancias relacionadas
con la corrupción o constreñimiento al elector, más complejo resulta
inferir que las irregularidades denunciadas tuvieron alguna de las
fuentes contrarias al ordenamiento jurídico previstas en el artículo 27
de la Ley 1475 de 2011. Con todo, se estima pertinente aclarar, como
recientemente lo precisó esta Sección, que el desconocimiento de
las normas relativas al financiamiento de las campañas electorales,
más que erigirse como causal de nulidad electoral, corresponde a
conductas que pueden dar lugar a la imposición de sanciones por el
Consejo Nacional Electoral, a la pérdida de la investidura o del cargo,
según se desprende de los artículos 39 de la Ley 130 de 1994, 109 de
la Constitución Política y 26 de la Ley 1475 de 2011.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 NUMERAL 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 109 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 258 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 212 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 275 NUMERAL 1 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 39 / LEY 1475 DE 2011
– ARTÍCULO 26 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 27 NUMERAL 1 Y 2 / LEY 1475 DE
2011 – ARTÍCULO 53 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 243 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 244

402
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJAL MUNICIPAL, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA AL
CONCEJO MUNICIPAL, REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE
CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR

EXTRACTO NO. 23

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-03297-01
FECHA: 27/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Partido Social de Unidad Nacional – Partido de la U
DEMANDADO: Jhon Jairo Arcila Echeverri - Concejal del municipio
de Copacabana – Antioquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, si de conformidad


con los argumentos expuestos en el recurso de apelación, existe
mérito suficiente para revocar, modificar o confirmar la decisión del
Tribunal Administrativo de Antioquia que negó las pretensiones de la
demanda, para lo cual se debe establecer si los votos obtenidos por el
candidato al que le fue revocada la inscripción son válidos o no y por
ende si procedía la decisión de la Comisión Escrutadora del municipio
de Copacabana, Antioquia de trasladarlos al Partido Cambio Radical.

TESIS 1: El proceso de inscripción de candidaturas para los cargos


de elección popular, como se reseñó en precedencia es un derecho
ciudadano consagrado en el artículo 40 Superior, en el cual se
estableció la prerrogativa para participar en la conformación, ejercicio
y control del poder político, que se materializa en el derecho a elegir
y ser elegidos, a tomar parte en elecciones, plebiscitos, referendos,
consultas populares y otras formas de participación ciudadana; así
como también a construir partidos, movimientos y agrupaciones
políticas, a formar parte de ellos libremente y a difundir sus ideas. Como
fundamento de lo anterior, la Carta de derechos en su artículo 108 inciso
3° estableció que los partidos y movimientos políticos con personería
jurídica reconocida podrán inscribir candidatos, la cual deberá ser
avalada para los mismos efectos por el respectivo representante
legal del partido o movimiento o por quien él delegue; respecto de los

403
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

movimientos sociales y grupos significativos de ciudadanos estableció


que también podrán inscribir candidatos, no obstante ello el proceso
de registro es diferente conforme los parámetros establecidos en
las Leyes 130 de 1994 y 1475 de 2011. (…). De la norma transcrita
[artículo 28 de la Ley 1475 de 2011] se puede establecer que existen
3 formas de participar activamente en la contienda electoral, esto es,
i) por una colectividad política con personería jurídica, para lo cual
solo se requiere el aval del representante legal o de su delegado, ii)
por una agrupación carente del mencionado atributo y en razón de
ello se debe inscribir previamente un comité, recoger firmas o apoyos
ciudadanos en la proporción requerida y contar con una póliza de
seriedad y, iii) promoviendo el voto en blanco. (…). El artículo 30 de
la Ley 1475 de 2011, establece el período perentorio a través del
cual los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de
ciudadanos pueden inscribir candidatos, el cual es, para el caso que
nos ocupa, de 1 mes, el cual inicia 4 meses antes de la fecha de la
correspondiente elección. En este lapso, la autoridad electoral deberá
verificar que las candidaturas cumplan con los requisitos formales
[aval, firmas, pólizas, certificación de acreditación de apoyos, etc.],
caso en el cual aceptará la inscripción suscribiendo el correspondiente
formulario. Esta se rechazará mediante acto motivado cuando: i) se
inscriban candidatos distintos a los seleccionados mediante consultas
populares o internas, ii) cuando los candidatos hayan participado en
la consulta de un partido, movimiento político o coalición, distinto al
que los inscribe. Las postulaciones una vez se encuentren en firme
sólo pueden ser modificadas dentro de los 5 días hábiles siguientes
al cierre del período, cuando: - No se acepte la candidatura; - Exista
renuncia a la misma. También es viable su modificación hasta 1 mes
antes de la fecha de la correspondiente elección cuando: - Se trate
de revocatoria de la inscripción por causas constitucionales o legales.
- Inhabilidad sobreviniente o evidenciada con posterioridad a la
inscripción. Por último, es posible reformar la inscripción hasta 8 días
antes de la votación, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 190
de la Constitución Política en: - Caso de muerte; - Incapacidad física
permanente. Efectuadas las candidaturas, la Registraduría Nacional del
Estado Civil, dentro de los 2 días calendario, siguientes al vencimiento
del término para la modificación de la lista o cargo, publicará en un
lugar visible y en la web la relación de los postulados aceptados. En
este mismo lapso, las remitirá a los organismos competentes para que
certifiquen si sobre alguno recae una causal de inhabilidad que deba
ser informada al Consejo Nacional Electoral, dentro de los 3 días hábiles

404
siguientes a su recibo, con el fin que estudie la viabilidad de revocarla
previo adelantamiento de un proceso que respete las garantías del
inscrito. En conclusión, el proceso de inscripción de candidatos es un
mecanismo reglado a través del cual los ciudadanos pueden participar
en la contienda política luego de cumplir las reglas establecidas para
cada caso, exigencias que incluyen el no estar inhabilitados para el
ejercicio del empleo al que se postulan, verificación que debe hacerla
no solo la colectividad política a la que pertenece sino el Consejo
Nacional Electoral.

TESIS 2: El inciso 4 del artículo 108 de la Constitución Política


en concordancia con el artículo 265.12 ídem, establecen que toda
inscripción de candidatos incursos en causal de inhabilidad,
será revocada por el Consejo Nacional Electoral con respeto al
debido proceso y con plena prueba de la existencia de la causal
de inelegibilidad. Esta norma, que en lo sustantivo materializa la
protección constitucional del elector, consistente en que a las urnas
acudan personas que no tengan alguna condición que pueda impedir
la transparencia en el sufragio o que incline de manera inadecuada
la votación en su favor. Consciente el legislador estatutario de
estas vicisitudes, permitió a las colectividades políticas que, ante la
revocatoria de la inscripción de sus candidatos por inhabilidades,
pudieran recomponer sus listas o cargos en un determinado período,
el cual debería ser coincidente con las decisiones que adopte el CNE
al respecto, ello con fundamento en lo establecido en el artículo 31
de la Ley 1475 de 2011. No obstante ello, no se debe olvidar que
las etapas establecidas en el proceso electoral, son preclusivas,
es decir, no pueden ser extendidas ni reaperturadas dado que sus
tiempos se encuentran reglados, como ya se señaló, en las normas
que los rigen los cuales son de obligatorio acatamiento por la fecha
constitucional y legalmente estipulada en la que se debe celebrar la
contienda electoral. En ese mismo sentido, se debe tener en cuenta
que el cruce de información por parte de la Organización Electoral
con los entes de control, ocurre una vez vencido el término de
inscripción de candidaturas y culminado el plazo de modificación de
las listas, sumado el tiempo que tienen éstos últimos para remitir la
información, evento que en el mejor de los casos conlleva a que el
CNE tenga para definir la situación de los candidatos presuntamente
inhabilitados, en un lapso de un mes y medio, descontando el
término para modificación de las listas por inhabilidad o por causas
constitucional y legalmente establecidas, que es de un mes antes

405
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la elección, término en el cual, con respeto al debido proceso y


derecho de contradicción, deberá recolectar la plena prueba de la
fuente de inelegibilidad que lo excluya de la contienda y frente a
ello otorgar los recursos de ley. Fuerza aclarar que la revocatoria
no recae únicamente sobre inhabilidades, ésta procede también en
los casos en que se materialice una prohibición como lo es la doble
militancia, el incumplimiento de los resultados de las consultas
y el no acatamiento de la cuota de género, dado que son causas
legalmente establecidas en donde la ley previó expresamente su
consecuencia que no es otra que la expulsión de quien incumple la
ley electoral. Este procedimiento de revocatoria de las inscripciones,
en la actualidad se rige por la parte general de la Ley 1437 de 2011,
actuación que se surte con apego de las etapas de contradicción,
recolección de los medios de convicción, descargos y decisión de
mérito. El acto que pone fin al proceso contencioso administrativo
cuando accede a la petición de revocatoria, debe ser comunicado
a las colectividades políticas para que hagan uso de su derecho de
recomposición de la lista o cargo según sea el caso, al revocado para
que interponga los recursos si a bien lo tiene, a la Registraduría
Nacional del Estado Civil para que ejecute la orden y los excluya de la
tarjeta electoral y, a la comunidad en general, para que conozcan los
resultados del proceso y que éstos no harán parte de la contienda.
(…). Así las cosas y conforme a estos lineamientos se encuentra que,
independientemente que el candidato revocado haya sido inscrito en
una lista abierta o cerrada el voto deberá ser calificado como válido
para la colectividad, sin perjuicio que el candidato no pueda ser
declarado electo conforme lo establece el artículo 265.12 Superior.
Para finalizar, no se puede señalar que la regla a que hace referencia
el artículo 134 de la Constitución Política sea la norma que regule
el presente problema jurídico, en tanto como bien lo reseñó la parte
actora, ella se circunscribe a determinar cómo deben suplirse las
vacancias al interior de las corporaciones públicas de elección
popular, supuesto que parte del normal funcionamiento de las
mismas para garantizar sus quórums y mayorías, aspectos que por
su naturaleza rigen en los casos en que se ha declarado una elección
y no como en el que corresponde ahora, que es el de determinar
la validez y forma de escrutar los votos por candidatos revocados.
De conformidad con los argumentos expuestos, se advierte que los
votos depositados por un candidato inhabilitado no vician de nulidad
las actas de escrutinio, ni mucho menos conlleva a que se materialice
la causal de nulidad consagrada en el artículo 275.4 de la Ley 1437

406
de 2011 por no respetar el sistema constitucional de distribución
de curules, razón por la que hay lugar a confirmar la decisión del
Tribunal Administrativo de Antioquia que negó las pretensiones de la
demanda, pero por las razones expuestas en este proveído.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
108 NUMERAL 3 Y 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 NUMERAL 12 /
LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 30 / LEY 1475
DE 2011 – ARTÍCULO 31 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 32 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 275 NUMERAL 4

407
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, DERECHO PERSONAL A ACCEDER A UNA CURUL,
INHABILIDAD DE CONCEJAL POR HABER EJERCIDO AUTORIDAD
DENTRO DEL AÑO ANTERIOR A LA ELECCIÓN, REQUISITOS DEL
EMPLEADO PÚBLICO, TRABAJADOR OFICIAL, MIEMBROS DE LA
CORPORACIÓN PÚBLICA, INCOMPATIBILIDADES DEL CONCEJAL

EXTRACTO NO. 24

RADICADO: 08001-23-33-000-2019-00805-01
FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Armando de Jesús Torregrosa Cabrera
DEMANDADO: Yair Rafael de La Cruz Valera - Concejal de Malambo -
Atlántico, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar de conformidad


con el recurso de apelación interpuesto, si existe mérito suficiente
para mantener incólume o no la decisión del Tribunal Administrativo
del Atlántico, mediante la cual se denegaron las pretensiones de la
demanda contra el acto que declaró la elección del señor Yair Rafael
de la Cruz Valera como concejal municipal de Malambo, para el período
2020-2023, al considerar que su inscripción como candidato a la
alcaldía de Malambo se encontraba viciada de nulidad en virtud de la
inhabilidad consagrada en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994 y por
lo normado por el artículo 39 de la Ley 734 de 2011.

TESIS 1: Consultada la fuente constitucional, se tiene que el artículo


112 tiene 6 incisos y un parágrafo transitorio, de los cuales interesan
a este caso en concreto los incisos 4 y 6 que regulan la materia objeto
de discusión [señalan] (i) El inciso cuarto, establece que el candidato
que le siga en votos a quien la autoridad electoral declare elegido en
el cargo de presidente y vicepresidente de la República, gobernador de
departamento, alcalde distrital y alcalde municipal tendrá el derecho
personal a ocupar una curul en el senado, cámara de representantes,
asamblea departamental, concejo distrital y concejo municipal,
respectivamente, durante el período de la correspondiente corporación.

408
(ii) El inciso sexto señala que, en caso de no aceptación de la curul
en las corporaciones públicas de las entidades territoriales, la misma
se asignará de acuerdo con la regla general de repartición de curules
prevista en el artículo 263. (…). La finalidad de la norma superior en
su modificación, fue privilegiar el voto otorgándole mayores niveles
de efectividad, es decir, concedió a quien resulta segundo en una
contienda electoral a Presidente, Vicepresidente de la República,
Gobernador de departamento, Alcalde distrital y Alcalde municipal, la
opción de aceptar una curul en la duma correspondiente acatando el
respaldo popular obtenido en las urnas. (…). Es así como este derecho
personal propende por mayores niveles de democracia bajo la égida de
que quien acepta la curul en las condiciones del artículo 112 Superior,
podrá verificar entre otras funciones, la correspondencia de los planes
de desarrollo con los de gobierno, su articulación y armonización
con las obligaciones constitucionales y legales, pero por sobre todo,
que efectivamente se propenda por atender las necesidades de las
comunidades, de la entidad territorial y que se garantice su normal
funcionamiento así como el cumplimiento de los fines estatales.

TESIS 2: Con la expedición de la Ley Estatutaria 1909 de 2018 se


reglamentó, entre otras cosas, el derecho personal consagrado en el
artículo 112 de la Constitución Política. (…). De la norma estatutaria se
extrae [artículo 25 de la Ley 1909 de 2018], que se denomina derecho
personal en tanto que, para acceder a la mencionada prerrogativa, el
candidato solo debe acreditar ser el que le siga en votos al electo y,
conforme el inciso 6 del artículo 112 Constitucional aceptar de manera
expresa la curul así reconocida. Es decir, es una decisión propia y no
depende de la bancada, partido o colectividad a la que pertenece.
Este ejercicio se materializa con el acto que declara la elección del
cargo uninominal, pues es allí donde se cristaliza la voluntad popular
a través del escrutinio público, en el que se establece el orden de
votación obtenido por cada opción política. (…). Por manera que, le
corresponderá a las comisiones escrutadoras contabilizar y declarar
la elección del Presidente y su fórmula, gobernadores, y alcaldes,
de forma anticipada a la de las corporaciones públicas, con el fin de
poder garantizar el derecho fundamental de los candidatos bajo las
condiciones previstas en los artículos 112 Superior y 25 de la Ley
1909 de 2018, el cual se concreta con la elección de los primeros
mandatarios del nivel nacional o territorial y se ejerce con la
aceptación del candidato y su posterior inclusión en la corporación
pública que se declare con posterioridad.

409
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: Pretende la parte actora que se revoque la sentencia apelada


y en su lugar se concedan las pretensiones de la demanda, debido a
que considera que el [demandado] incurrió en la causal de inhabilidad
especial prevista para quienes se inscriben como candidatos a una
alcaldía municipal, consagrada en el artículo 95.2 de la Ley 136 de
1994. (…). Del tenor literal de la norma arriba transcrita, se puede
concluir que esta causal contempla tres inhabilidades que determinan
que no podrán ser elegidos alcaldes quienes, dentro del año anterior
a la elección hayan: i) ejercido autoridad civil, política, administrativa
o militar; ii) intervenido como ordenadores del gasto en la ejecución
de recursos de inversión, o iii) en la celebración de contratos. En este
caso, se analizará conforme las pretensiones el contenido del numeral
2º del artículo 95 de la Ley 134 de 1994, en lo que hace referencia
a que no podrá ser inscrito como candidato ni elegido, ni designado
alcalde municipal: “…Quien dentro de los doce (12) meses anteriores
a la fecha de la elección haya ejercido como empleado público,
jurisdicción o autoridad política, civil, administrativa o militar, en el
respectivo municipio…”. (…). [A] partir de lo reiterado recientemente por
esta Sala, se pueden concluir los siguientes elementos que integran
esta inhabilidad en específico: i) Un elemento temporal limitado al año
anterior a la fecha de la elección, es decir, se toma como punto de
referencia el día de la elección y se cuenta un año hacia atrás. ii) Un
elemento material u objetivo consistente en el ejercicio de autoridad
civil, política, administrativa o militar. (iii) Un elemento condicional o
del sujeto y es que hubiese sido empleado público; (iv) Un elemento
territorial que implica que el ejercicio de la autoridad se ejecute en el
municipio o distrito para el cual resultó electo.

TESIS 4: En la demanda se atribuye al concejal que accedió a la


duma en virtud del derecho personal consagrado en los artículos
112 Superior y 25 de la Ley 1909 de 2018, la causal de inhabilidad
consagrada en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994 al considerar que
al haber sido concejal para el período 2016-2019, ejerció autoridad
administrativa, lo que lo hacía inelegible como primer mandatario del
municipio de Malambo, situación que afectó su acto de inscripción con
el que ingresó al concejo municipal por ser la segunda opción más
votada, situación que le impide ocupar un escaño en la corporación
pública. En este punto, resulta oportuno aclarar, que la inhabilidad que
se analiza [artículo 95 numeral 2 de la Ley 136 de 1994] es la propuesta
por el demandante para los alcaldes en tanto no se debe olvidar, que el
demandado inscribió su candidatura como aspirante al primer cargo

410
del municipio de Malambo, pero, en virtud del derecho personal (…)
resultó nominado como concejal del mismo ente territorial. (…). De la
misma manera se debe precisar, si el acto de inscripción se reputa
irregular este vicio indefectiblemente se traslada al acto de elección
en donde se reconoce el derecho personal y al definitivo que es en
este caso el E-26 CO donde se materializó su acceso a la respectiva
duma. (…). Así las cosas, en este caso resulta acorde analizar el vicio de
nulidad endilgado al concejal demandado, bajo la égida de las causales
de nulidad que se predican para los alcaldes, en tanto fue la aspiración
que le permitió concretar la prerrogativa consagrada en el artículo
112 Superior. (…). Así las cosas, la norma que proscribe la inscripción,
elección o designación como alcalde de un ciudadano, tiene como
sustento el hecho que éste hubiese sido empleado público. Este es el
punto de partida para estudiar la causal de inelegibilidad establecida en
el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, dado que es de aquella condición
que se desprende el ejercicio de autoridad dentro del lapso y el territorio
señalado. Para desentrañar el elemento subjetivo, se debe acudir a lo
normado en el artículo 123 de la Carta Política de 1991, en el que se
estableció el concepto de servidor público del cual se desagregan i)
los empleados públicos, ii) miembros de corporaciones públicas y iii)
trabajadores del Estado. (…). [E]n lo que respecta al empleado público
el artículo 122 Superior en consonancia con el artículo 123 de la misma
norma, enuncia ciertos requisitos con los que debe contar este tipo de
vinculación, como lo es que i) las funciones se encuentren detalladas
en la ley o reglamento, ii) tengan remuneración, iii) hagan parte de
la respectiva planta de personal de la entidad, iv) sus emolumentos
se encuentren previstos en el presupuesto correspondiente y, v) su
vinculación se efectué por un acto de nombramiento. (…). En síntesis,
el empleado público es aquel que está vinculado a la administración
mediante una relación legal y reglamentaria, nombrado y posesionado
en los respectivos empleos que han sido creados, de conformidad
con la nomenclatura, clasificación, funciones, requisitos y grado
salarial, expresamente previstos en las normas pertinentes. (…). [L]
os trabajadores oficiales son aquellos que se encuentran vinculados
mediante contrato de trabajo, cuyas condiciones en cuanto a modo,
lugar, tiempo de duración, remuneración, entre otros aspectos, son
establecidas a través de un acuerdo de voluntades entre la entidad
y el trabajador y complementadas con lo previsto en los respectivos
reglamentos internos de trabajo, pactos o convenciones colectivas y lo
señalado en la ley. (…). De conformidad con lo normado de forma expresa
en el artículo 312 de la Constitución Política, los concejales no tienen

411
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la calidad de empleados públicos y, por tal razón, no les es aplicable


la causal de inhabilidad en cuestión. (…). Es necesario indicar que si
bien los concejales son considerados como servidores públicos de
acuerdo con en el artículo 123 de la Constitución Política, dicha calidad
no les confiere la condición de empleados públicos, más aún cuando
expresamente la norma superior ha establecido que no hacen parte de
tal categoría. En esa medida, bajo el amparo del artículo 312 de la Carta,
a los concejales de ninguna manera se le pueden hacer extensivas
las limitaciones y prohibiciones que se predican de los mismos y, por
consiguiente, es necesario observar, en cada caso en concreto, cual
es el régimen de inhabilidades que le es aplicable. (…). Bajo el amparo
de las premisas normativas y jurisprudenciales, es pertinente inferir
que los concejales no son empleados públicos, pues hacen parte de
una categoría denominada miembros de una corporación político-
administrativa, elegidos popularmente, con funciones, competencias
específicas, régimen especial de honorarios y seguridad social. Por
lo tanto, si el juez electoral los tratara dentro de esa condición, como
lo pretende el demandante, se estaría desconociendo de manera
flagrante y palmaria la carta constitucional la cual es de obligatorio
cumplimiento. (…). En consecuencia, de conformidad con las normas
constitucionales citadas, fundamentalmente los artículos 123 y 312,
es dable concluir que los miembros de las corporaciones públicas son
parte de la gran categoría de los servidores públicos pero no tienen
la calidad de empleados públicos, por lo que conforme a la reiterada
jurisprudencia del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional
sobre el tema, no resulta procedente una interpretación como la que
pretende el demandante, atinente a considerar que los concejales son
empleados públicos, con el fin de endilgarle la causal de inhabilidad
contenida en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994. De otra parte, en el
escrito de apelación, el impugnante agrega como reproche el presunto
ejercicio del demandado de autoridad política, cargo que excede el
límite del recurso de alzada, en tanto es un cargo nuevo que no fue
objeto del libelo inicial y por ello no puede ser resuelto en esta instancia
del proceso toda vez que ello devendría en detrimento del debido
proceso del demandado, quien no ha tenido las oportunidades que la
ley adjetiva consagra para ejercer su derecho de defensa frente a ella.
Esto último sin contar con la caducidad de este nuevo planteamiento.

TESIS 5: Por último, frente al reproche de la infracción del artículo 39 de


la Ley 734 de 2002, se tiene que el mismo contiene una incompatibilidad
para desempeñar cargos públicos para los gobernadores, diputados,

412
alcaldes, concejales y miembros de las juntas administradoras locales,
en el nivel territorial donde hayan ejercido jurisdicción, desde el
momento de su elección y hasta cuando esté legalmente terminado
el período. La norma en cuestión señala que lo anterior recae en:
i) la posibilidad de intervenir en nombre propio o ajeno en asuntos,
actuaciones administrativas o actuación contractual en los cuales
tenga interés el departamento, distrito o municipio correspondiente,
o sus organismos y, ii) para actuar como apoderados, gestores ante
entidades o autoridades disciplinarias, fiscales, administrativas o
jurisdiccionales. Al respecto, la Sección anticipa que dicho aspecto no
está llamado a prosperar, porque esta normativa se dirige a quien se
encuentra activo en el cargo de elección popular y, a quien habiendo
sido investido dejó tal condición dado que la norma señala que la
misma se extiende a la duración del período. Para quien se encuentra
en el ejercicio del empleo, se erigió claramente como una causal de
incompatibilidad, dentro de la que se le proscribe intervenir en asuntos
en que tenga interés el departamento o actuar como apoderado o
gestor ante las entidades previamente establecidas, aspectos que no
son predicables del demandado en tanto medió renuncia a su curul. La
segunda posibilidad, podría encuadrarse en el caso concreto, esto es,
que aun dejando la condición de concejal desempeñara cargo público
en dicho lapso o interviniera en las gestiones o actividades prohibidas.
En este asunto, podría predicarse la inhabilidad para acceder al cargo
público dentro del período del cual resultó electo, no obstante ello,
esa condición no se predica en el presente evento, en tanto para esa
vigencia 2015-2019 no se declaró su derecho personal, es decir, su
acceso a la corporación pública no fue para el mencionado lapso, por
lo que no es posible cuestionar el acto electoral por el que resultó
electo concejal, porque como de su contenido se desprende, esto es,
para el 2020-2023. De otra parte, si el demandado hubiese actuado
contrario el ordenamiento jurídico, es decir, hubiese sido designado en
un cargo en la vigencia 2019, el acto que era cuestionable sería aquel
que le permitió el ingreso a la función pública en aquella oportunidad
y no el de concejal, que, como ya se explicó no se encuadra en ninguno
de los supuestos de la norma aducida. De lo anterior se denota, que
no existe la concurrencia que predica el demandante para negar el
acceso del [demandado] al escaño de elección popular por tanto su
nueva posición no ocurrió en el lapso prohibido, esto es desde enero
de 2015 a diciembre de 2019. Por otro lado, no puede aducirse que el
demandado no podía postularse como candidato a la alcaldía bajo la
égida de la norma en mención, dado que lo que ella contempla es la

413
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

proscripción de acceso y con ello simultaneidad de empleos más no la


de inscripción como aspirante al primer cargo de elección popular del
municipio. (…). Conforme lo expuesto, se tiene que en el presente caso
no se estructura la causal de anulación aludida por la parte actora al
tener en cuenta que no se predica el elemento subjetivo frente a lo
normado en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994 y la concurrencia de
empleos que se predica del artículo 39 de la Ley 734 de 2020.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS 1: [C]ontrario a lo que sostuvo el apelante, el acto de elección


enjuiciado no está viciado de nulidad por la alegada violación del
régimen de inhabilidades e incompatibilidades, pues el demandado
no incurrió en alguno de los supuestos contemplados en los artículos
39.1 del CUD o 37.2 de la Ley 617 de 2000, invocados por el censor.
Y aunque [se comparte] la mayoría de las razones esbozadas en la
sentencia frente a la cual [se aclara el voto], especialmente en cuanto
a que los concejales no son “empleados públicos”, [se considera]
que en punto al supuesto señalado en la normativa disciplinaria era
importante acotar, además, en lo que respecta a la norma disciplinaria,
que esta no se erigía en circunstancia de inelegibilidad aplicable al
asunto examinado, más allá que el período del cargo demandado no
fuera coincidente.

TESIS 2: El soporte constitucional de las curules que se otorgan en


Senado, Cámara de Representantes, asamblea departamental, concejo
distrital y concejo municipal para los candidatos que ocupen el segundo
lugar en las elecciones presidenciales y de mandatarios territoriales
está dado por el artículo 112 de la Constitución Política, modificado por
el Acto Legislativo 02 de 2015 (Equilibrio de Poderes). (…). El alcance
que le dieron los ponentes al reputado esquema de asignación de
curules, se afincó en importantes principios democráticos y de
legitimidad pública, pues no se trató únicamente de reconocer una
forma de representación política, sino también de aupar el ejercicio del
control político, en el marco del sistema de pesos y contrapesos, a
partir de un hecho electoral conocido –el resultado de la contienda
electoral–, que busca dar fuerza operativa a una idea de gobierno que
remarque en las corporaciones públicas el principio de separación de
poderes. (…). No cabe duda de que la adición que se realizó al artículo

414
112 de la Constitución Política fue más allá de la mera asignación de
una curul. Ciertamente, se trató de un intento entusiasta por otorgarle
contenido material al ejercicio de la oposición en Colombia, en el marco
del sistema de pesos y contrapesos, bajo la premisa de que quien
ocupa la segunda posición en la carrera por la presidencia y
vicepresidencia de la República, una gobernación departamental o una
alcaldía distrital o municipal asume un liderazgo natural de control en
los distintos niveles del gobierno. Sobre este particular, cabe decir que
la Sala ha entendido que, además de ser una prerrogativa para la
oposición, el derecho personal se constituye en una forma de dotar de
eficacia el voto de quienes optaron por una opción política o programa
que, pese a su representatividad, no logró salir vencedor en las urnas.
(…). A partir de la literalidad de dicha disposición y de la jurisprudencia
esbozada previamente, surgen una serie de ingredientes que definen
su contenido, a saber: (i) una condición subjetiva, haber sido candidato
a alguno de los cargos uninominales enlistados en dicho artículo; (ii)
una causa, obtener el segundo lugar como candidato en esos comicios;
(iii) una consecuencia, el surgimiento de un derecho personal en la
respectiva curul durante el período de la correspondiente corporación;
(iv) una relación con el número de escaños ordinarios esa corporación,
dependiendo de si se trata del Congreso de la República o de las demás
corporaciones públicas; y (v) las implicaciones frente al supuesto de no
ejercicio del derecho personal. El hecho de que sea el candidato que
siga en votos a quien la autoridad electoral declare elegido en el cargo
de Presidente y Vicepresidente de la República, gobernador de
Departamento, alcalde distrital y alcalde municipal es lo suficientemente
claro. Sí merecen especial consideración las siguientes cosas: que se
trate de un “derecho personal”, que estas curules en el Congreso de la
República sean “adicionales”, mientras que las de asamblea
departamental y concejo municipal no, y que se consagre la posibilidad
de “no aceptación de la curul”. Entre las dos últimas existe un vínculo
indisoluble de cara a su análisis. (…). Con estas claridades y con miras
a contextualizar con mayor exactitud el derecho personal de que trata
el artículo 112 de la Carta Política, conviene señalar que los artículos
24 y 25 de la Ley Estatutaria 1909 de 2018 (Por medio de la cual se
adoptan el Estatuto de la Oposición Política y algunos derechos a las
organizaciones políticas independientes) desarrollan la norma
constitucional respecto de los congresistas y miembros de
corporaciones públicas territoriales. (…). Como se dijo, del marco
jurídico-político en el que se inscriben ambas previsiones normativas
(constitucional y legal) y de sus antecedentes emerge con meridiana

415
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

claridad que tienen por objeto estimular y dotar de garantías y derechos


verdaderos a las fuerzas políticas que, en principio –pues el ejercicio
del derecho personal depende de la postura asumida por la respectiva
bancada a la que se adhiere quien acepta tal curul–, realizan oposición
o control político –que no son sinónimos–, según sea el caso, al
Gobierno, tanto a nivel nacional como territorial para coadyuvar el
control político que emerge del sistema de pesos y contrapesos. (…).
Pues bien, la Ley 1909 de 2018 ratifica los postulados constitucionales
definidos para la curul que deriva del estudiado derecho personal
concedido al individuo que lograr acaparar la segunda votación más
alta al respectivo cargo uninominal, sometiendo su ejercicio, en todos
los casos, al régimen de bancadas; concretando, para el caso de los
Congresistas, su asiento “adicional” en las respectivas comisiones
primeras constitucionales; y definiendo, para los miembros de
corporaciones públicas territoriales, el procedimiento de aceptación o
rechazo de su curul “fundamental” (no adicional). Esto último resulta
de cardinal importancia, pues constituye uno de los elementos
diferenciales respecto de las curules que se obtienen por los
mecanismos ordinarios que tienen por objeto las elecciones
parlamentarias o las territoriales a través de las cuales se conforma la
base de las referidas instituciones. Poder rehusar la curul es una
consecuencia de la tipología del derecho adquirido por ser el siguiente
en votos respecto del candidato electo a alguno de los cargos
uninominales de que trata el artículo 112 Superior. En otras palabras,
la no aceptación a la que se hace referencia deviene de que se trate de
un “derecho personal”, que al ser catalogado de la misma manera para
la curul del Congreso de la República y para las demás, opera para
ambas de la misma manera, independientemente del tipo de
colectividad o agrupación de la que provenga el candidato favorecido
con ella. (…). [L]o que se busca con la invocación del artículo 263
Superior es que esa curul de la asamblea o concejo que queda vacante
por la no aceptación del candidato que ocupó el segundo lugar en la
pugna por ser el primer mandatario del ente territorial en el que opera
esa corporación pública, sea ocupada por la persona a la que le hubiera
correspondido según el reparto ordinario que se hizo en las elecciones
en las que resultaron electos los demás miembros de esta última. (…).
Esto refuerza la idea de que, más allá del aval que se recibe de la
agrupación política para ocupar el cargo unipersonal, el derecho a la
curul que se logra por el candidato que ocupa el segundo lugar en la
elección de gobernador o alcalde es del candidato individualmente
considerado, es un “derecho personal”, no un derecho sobre el que

416
pueda disponer –por lo menos en cuanto a su aceptación se refiere– el
partido, movimiento o grupo significativo de ciudadanos. Exactamente
lo mismo ocurre con la curul que la fórmula de presidente y
vicepresidente de la República que sigue en votos a la ganadora obtiene
en el Senado de la República y en la Cámara de Representantes,
respectivamente. La única diferencia estriba en que por tratarse de
curules “adicionales” no es necesario efectuar alguna suerte de
redistribución, ya que esta no quitó espacio a alguna persona que
tuviera el derecho bajo el voto popular inserto en el marco de las
elecciones propiamente parlamentarias. Así, la consecuencia de no
aceptar la curul de que trata el artículo 112 Superior en el Congreso de
la República no conlleva la posibilidad de que esta sea ocupada por
otro, precisamente por la naturaleza personalista del derecho a
ocuparla, lo cual no se puede confundir con el deber de ejercicio
partidista o de bancada una vez aceptada, que en lo sucesivo se pasa
a explicar. (…). Desde un plano un poco más específico, que es el del
“derecho personal” a la curul otorgada al candidato que ocupó el
segundo lugar en las justas por el cargo unipersonal de que se trate,
–que no se puede confundir con el ejercicio de la oposición que tiene
lugar una vez se adquiere la investidura con la toma de posesión del
cargo–, otras son las consideraciones que se deben mirar, pues no se
puede considerar opositor al candidato que ocupa el segundo lugar en
las elecciones presidenciales, de gobernador o de alcalde, por ese solo
resultado electoral, pues una cosa es tener el “derecho personal” a
ocupar el cargo, y otra la manera como debe ejercerse en caso de que
se acepte la curul, tal y como se detallará. (…). Para el caso de la curul
consagrada en el artículo 112 de la Carta, tal renuncia al derecho, o
como lo dispone la norma, la “no aceptación”, apareja una suerte de
extinción de la curul en cuanto al Congreso de la República concierne,
y la aplicación del esquema de distribución del artículo 263 de la Carta
Política en tratándose de las demás corporaciones públicas, como
garantía de respeto por el sistema democrático y por el mejor derecho
a partir de la representación que concierne a las distintas agrupaciones
políticas enfrentadas en la contienda electoral que sirvió para definir la
base de las respectivas asambleas y concejos. Pasando a otro punto
focal, que la norma permita a los beneficiarios de la referida curul
rehusarse a ser congresistas, diputados o concejales en virtud del
derecho personal adquirido, implica, de por sí, una diferencia sustancial
entre la naturaleza del acto por medio del cual se materializa el acceso
a la curul (voto indirecto) y la que se deriva del sistema de designación
ordinario (voto directo). (…). Por eso la comprensión del “derecho

417
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

personal” al que se refiere el artículo 112 de la Constitución Política


tiene que armonizarse con el contexto de las garantías de la oposición;
muy distinto al del derecho a elegir y ser elegido (art. 40 C. P.) que se
concreta en este caso en la aspiración presidencial, vicepresidencial,
de gobernador departamental o de alcalde distrital o municipal. En
estos eventos, en los que hay lugar a la curul consagrada en el artículo
112 de la Carta en concordancia con los artículos 24 y 25 del Estatuto
de la Oposición, el pueblo vota por una fórmula presidencial o por un
mandatario territorial, no por un aspirante a alguna corporación
pública. Cada voto depositado tiene la intención de poner en el primer
lugar a su destinatario, y el hecho de que ello lo sitúe en un segundo
escaño es apenas una “contingencia electoral” que activa una
prerrogativa individual, que con sus particularidades, valga decir, nace
del sufragio. (…). En ese orden de cosas, es menester precisar que, en
estos eventos, la posibilidad de acceder al cargo no es de la agrupación
política o para la defensa de los intereses que a esta le asisten, sino de
la persona que ocupó el segundo lugar en la carrera a los reputados
cargos unipersonales y dentro del marco de un esquema de roles que
opera bajo la dinámica tríplice de “oficialismo”, “independencia” y
“oposición”. Es tanto así que para el caso del congreso no se prevé
fórmula para proveer tal vacante si su depositario no la acepta;
mientras que en el caso de corporaciones territoriales (asamblea
departamental o concejo municipal), esta se provee por el mecanismo
ordinario previsto en el artículo 263 de la Constitución, entre todas las
listas presentadas para los comicios en los que normalmente se eligen
tales dignatarios, tal y como se explicó en líneas previas. Para finalizar,
conviene poner de presente que el hecho de que el Congreso de la
República sea el órgano representativo por excelencia –consideraciones
que, guardadas las proporciones se hace extensiva a las corporaciones
públicas del orden territorial–, y la democracia el vehículo para su
configuración, no quiere decir que bajo toda circunstancia deba
entenderse que el voto popular es la única fuente catalizadora del
acceso a dichas corporaciones, o a otras. (…). Por último, se reconoce
la existencia de la designación de curules que se realiza en ejercicio
del “derecho personal” que ahora convoca a esta Sala, embebido en los
artículos 112 Constitucional y 24-25 de la Ley 1909 de 2018 (Estatuto
de la Oposición). Claramente no se trata de una “elección directa”, toda
vez que la contienda electoral que le precede tiene por objeto la
provisión de cargos unipersonales, entiéndase presidente y
vicepresidente de la República, gobernador departamental y alcalde
distrital o municipal. Tampoco se subsume en la tipología que he

418
resuelto llamar “designación nominativa”, porque no se perfila hacia la
ocupación de curules que la Constitución reserva a una determinada
agrupación política, habida cuenta que la curul que nace del derecho
personal tiene nombre propio, y emerge del reconocimiento de la
representatividad de una fuerza política encarnada por el ciudadano
que se ve aupado por un hecho político, como es la calidad factual que
denota obtener la segunda votación más alta para un candidato en la
pugna por alguna de las reputadas representaciones unipersonales.
Es así como la configuración del mentado “derecho personal”, a lo
sumo podría ser el producto de una consecuencia indirecta, cuya
materialización en el seno de la corporación pública de ninguna
manera puede ser entendida como la expresión unívoca de la voluntad
popular, sino como el otorgamiento de una garantía del control político
y en el sistema de pesos y contrapesos que conjuga oficialismo,
independencia y oposición legítimamente constituida.

TESIS 3: [E]l derecho personal nace del hecho electoral consistente


en el resultado de los comicios por el cargo uninominal de que se trate.
Empero, de cualquier manera, su concreción se encuentra supeditada
a la condiga aceptación por parte del titular, circunstancia de la que
depende la fórmula o regla de distribución de curules a asignar,
específicamente en el caso de las corporaciones territoriales, en las que
no se trata de una curul adicional, como sí ocurre para su equivalente
en Senado y Cámara de Representantes. El fundamento normativo
de la aceptación y las condiciones de modo tiempo y lugar viene
dado, en esencia, a partir de tres niveles jerárquicos: constitucional,
legal y reglamentario. (…). Dos elementos definitorios surgen de la
anotada regla constitucional [artículo 112]. La primera, es que el
derecho personal se tiene a partir del momento en que se “declara” la
elección del primer mandatario nacional o territorial, según el caso;
la segunda, que existe una consecuencia para la no aceptación de la
curul en el caso de las asambleas departamentales, así como en los
concejos distritales y municipales, cual es la aplicación de la formula
distributiva del artículo 263 de la Carta. (…). [L]a Constitución no señala
“cuándo” se debe aceptar la curul especial, y tampoco estipula algún
parámetro similar para la no aceptación; solo se limita a señalar el
momento en el que nace a la vida jurídica el derecho personal. (…).
Como puede verse, el espectro regulatorio en el ámbito legislativo es
mucho más concreto en lo que tiene que ver con la aceptación de la
Curul. A primera vista, se observa que, en el ámbito nacional, es decir,
en cuanto a los escaños concedidos en el Senado de la República y la

419
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Cámara de Representantes para la fórmula presidencial que ocupó


el segundo lugar en votación, la expedición de las credenciales es
prácticamente automática, dado que se prevé en el artículo 24 ibidem
que, “terminados los escrutinios electorales, la autoridad electoral les
expedirá las respectivas credenciales”, es como si mediara una suerte
de presunción de aceptación. Una razón para que ello sea así deviene
de que las asignadas son plazas “adicionales”, de ahí que el rehusar
el derecho personal no tenga mayores implicaciones prácticas frente
a las expectativas eleccionarias de quienes se presentaron a las
elecciones de Congreso de la República. En cambio, en tratándose
del ámbito territorial, el panorama adquiere otros matices. En efecto,
a los candidatos a una gobernación departamental, alcaldía distrital
o alcaldía municipal que obtuvieron el segundo lugar en votación se
les exige que para hacer efectivo su derecho personal a una curul en
la correspondiente asamblea o el concejo, manifiesten “por escrito”
su “aceptación” o “no aceptación”, lo cual “debe” ocurrir –pues en
esos términos imperativos se redactó la norma–entre la declaratoria
de elección del cargo uninominal y la declaratoria de elección de la
corporación pública respectiva, so pena de que, ante el silencio del
potencial beneficiario, se estime rehusada, consecuencia que se deduce
de lo estipulado en el inciso final del artículo 25. (…). La existencia
de una formalidad (escrita) y de un plazo (entre declaratorias) para
la “aceptación” resulta apenas coherente con las repercusiones que
ese hecho tiene de cara a las expectativas de los genuinos (directos)
aspirantes a las dumas departamentales y municipales, y para la
suerte de toda la contienda y las agrupaciones políticas mismas, que
no puedan quedar en suspenso indefinidamente o hasta que el titular
del derecho personal aclare su situación. (…). Ello se traduce en que
la curul, así aceptada, tornará más exigentes tanto el umbral como la
cifra repartidora, al ser menor el número de escaños por asignar en
la asamblea o concejo en cuestión. (…). A diferencia de lo estatuido en
las normas de mayor jerarquía, la resolución en cita [2276 expedida
el 11 de junio de 2019 por el Consejo Nacional Electoral] fijó un
plazo perentorio para la manifestación escrita de la “aceptación”,
comprendido en las 24 horas siguientes a la declaratoria de la
elección del cargo uninominal en cuya carrera se ocupa la segunda
plaza como candidato, y previo a la declaratoria de elección de las
respectivas corporaciones públicas, so pena de que se presuma la “no
aceptación”. En retrospectiva, se tiene frente al momento de aceptar
la curul que pende del anotado derecho personal: (i) la Constitución
Política –aunque sí define cuándo surge el derecho personal– guarda

420
silencio sobre el momento de manifestar la aceptación. (ii) La ley
contempla la entrega de credenciales, en el caso de las que se asigna
en el Congreso de la República, una vez terminados los escrutinios
electorales; y en el caso de las corporaciones públicas territoriales, la
sujeción a la manifestación escrita con posterioridad a la declaratoria
de elección de los cargos uninominales, pero previa a la declaratoria
en tales corporaciones. Y (iii) los actos generales del CNE, precisan
algo similar a la ley, pero circunscribiéndolo a las 24 horas siguientes
a la declaratoria de elección de gobernadores y alcaldes.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 112 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
123 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 263 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 312 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 175 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
275 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 100 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 101 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 102 /
LEY 1909 DE 2018 – ARTÍCULO 25 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 95 NUMERAL 2 /
LEY 909 DE 2004 - ARTÍCULO 1 INCISO 3 / LEY 734 DE 2002 – ARTÍCULO 39

421
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD CONTRA ACTO PARTICULAR,


SISTEMAS PARA LA FINANCIACIÓN DE LA CAMPAÑA ELECTORAL,
LEY ESTATUTARIA, OMISIÓN LEGISLATIVA

EXTRACTO NO. 25

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00070-00
FECHA: 10/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Amado Gutiérrez Velásquez
DEMANDADO: Consejo Nacional Electoral - CNE
MEDIO DE CONTROL: Nulidad simple

PROBLEMA JURÍDICO: De conformidad con los planteamientos de


la demanda, así como las razones de defensa expuestos por la parte
demandada y demás vinculados a la presente actuación, corresponde
a esta Sala dar respuesta a los siguientes interrogantes: (i) Determinar
si, considerando que la regulación de la financiación estatal de las
campañas electorales ha sido un asunto reservado al legislador a
través de la expedición de leyes estatutarias, la prescripción extintiva
de dichas obligaciones debe a su vez estar debidamente consagrada
en una disposición normativa de dicha entidad. (ii) De responderse
en forma negativa al evento anterior, ¿prescribió en el presente caso
la obligación en cabeza del Consejo Nacional Electoral y a favor del
Partido Cambio Radical, en cuanto al reconocimiento de la reposición
de los gastos de campaña en que este último incurrió en la contienda
al Senado de la República para el período constitucional 2014-2018?

TESIS 1: De una lectura de la disposición antes transcrita [artículo


137 de la Ley 1437 del 2011], se tiene que si bien el medio de control
de simple nulidad procede por regla general contra actos de contenido
abstracto e impersonal, el mismo puede ser presentado contra aquellos
de contenido particular y concreto, siempre y cuando se trate de alguna
de las excepciones que el legislador determinó en los numerales 1 a
4 de la referida norma. Así las cosas, entiende esta Sección que en
el presente caso, si bien la Resolución 2124 del 2020 se considera
como un acto administrativo de carácter particular y concreto, en
tanto determina la procedencia del derecho a reposición de gastos de

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campañas electorales respecto del Partido Cambio Radical, también lo
es que de la lectura de la demanda no puede predicarse la existencia
de un restablecimiento automático a favor del demandante o de un
tercero, dado que lo pretendido por el actor es el control abstracto
de legalidad de la decisión de la administración en tal sentido. Ello
es así, en cuanto con la decisión que se adopte respecto del fondo
del asunto, no se observa intereses diferente a la defensa del orden
público, así como tampoco se vislumbra una consecuencia directa o
indirecta respecto de otras colectividades políticas. Por lo dicho, la
Sala entiende que el medio de control de nulidad simple, en el caso
concreto, es procedente.

TESIS 2: Desde el punto de vista constitucional, toda regulación de


las funciones y del procedimiento electoral – lo que incluye aquellas
cuestiones relacionadas con el financiamiento de las actividades
proselitistas - procura alcanzar, como fin último, la igualdad de
oportunidades de los competidores en una contienda determinada,
lo que se traduce en un principio-derecho fundamental para la
legitimidad en la consecución y el ejercicio del poder político. (…). [E]s
claro que tanto el Constituyente como el legislador han hecho especial
énfasis en este asunto, estableciendo un marco normativo que busca
regular la forma en que las organizaciones políticas financian su
actividad. (…). Constitucionalmente, el Estado tiene la obligación de
concurrir en la financiación de los partidos y movimientos políticos,
así como de los grupos significativos de ciudadanos, tanto en (i) su
funcionamiento como (ii) en las campañas que estos llevan a cabo.
Es importante resaltar que la disposición normativa del artículo 109
Superior, hace mención al verbo “concurrirá”, lo que permite concluir
que el modelo adoptado en Colombia responde a una coparticipación
entre lo público y lo privado. (…). En punto de la financiación de las
campañas electorales, resalta la Sala que el mecanismo consagrado
por el legislador a nivel constitucional y legal, se corresponde con
el denominado como de reposición de gastos por votos válidamente
obtenido. De esta manera, se tiene entonces que por regla general, la
entrega de recursos se realiza de manera posterior al desarrollo del
certamen electoral -esto, sin perder de vista la posibilidad de solicitar
anticipos, conforme lo dispone la literalidad del artículo 26 de la Ley
1475 del 2011-. (…). Es necesario precisar que para el reconocimiento
de este derecho, además de atender los parámetros normativos antes
señalados [artículo 21 de la Ley 1475 de 2011], se requiere de la
presentación de los correspondientes informes por los responsables

423
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la administración de los recursos utilizados. (…). [D]e forma


posterior se determinó que dichos reportes deberán ser entregados a
la autoridad electoral en un plazo de dos meses siguientes a la fecha
en que se lleva a cabo la correspondiente elección.

TESIS 3: De una revisión del texto constitucional, es posible derivar


la existencia de diferentes tipologías de leyes, dentro de las cuales
se resalta lo referido a las denominadas como estatutarias. (…). [L]
as leyes estatutarias son disposiciones que gozan de una especial
jerarquía dentro del sistema normativo colombiano, ello en atención a
que buscan salvaguardar la relevancia y entidad de los temas que se
regulan a través de aquellas. (…). Respecto de su trámite, adicional a las
exigencias propias de una ley ordinaria, se exige respecto de aquellas
[leyes estatutarias] el cumplimiento de los siguientes requisitos: (i)
haber sido aprobadas por mayoría absoluta; (ii) que el iter legislativo
se cumpla en una sola legislatura; y (iii) el control automático y previo
a la sanción presidencial de constitucionalidad por parte de la Corte
Constitucional. (…). En términos concretos, las leyes estatutarias se
enfocan en desarrollar y complementar derechos fundamentales
-administración de justicia, estados de excepción, régimen de partidos
políticos, mecanismos de participación ciudadana, entre otros
aspectos-, siendo criterio generalizado en la jurisprudencia, que a
través de las mismas no se requiere de agotar de forma exhaustiva
la regulación de estos. (…). Es por ello que, se ha aceptado que la
forma de interpretar los asuntos que deben ser dispuestos por este
mecanismo legislativo, debe ser restrictivo, a efectos de garantizar
que la regla general del procedimiento de adopción de normas se
respete. Sin embargo, dicha forma hermenéutica encuentra una
excepción en la competencia del Congreso de la República para regular
lo que se ha denominado como funciones electorales, dentro de las
que se encuentra lo correspondiente a la financiación de campañas
electorales. (…). De lo dicho, se puede concluir entonces: (i) La legislación
de nivel estatutario, responde a una necesidad de garantizar un mayor
desarrollo de los fines del Estado, del principio democrático y de los
derechos fundamentales que se complementan y desarrollan a través
de ella, lo que se alcanza con la determinación de un procedimiento
reforzado y un análisis previo de su constitucionalidad. (ii) Si bien se
ha aceptado que no todos los aspectos relacionados con las materias
que se encuentran reservadas al trámite de ley estatutaria deben
ser desarrollados a través de él, porque ello vaciaría la competencia
ordinaria del legislador, lo cierto es que en asuntos electorales existe

424
una reserva reforzada amplia, pues conforme al criterio de la Corte
Constitucional y de esta Corporación, en punto de las funciones
electorales -lo que incluye la financiación estatal del funcionamiento y
las campañas adelantadas por los partidos políticos-, se requiere una
regulación exhaustiva por este medio. (iii) Esto último sin desconocer
que, aspectos meramente instrumentales y operacionales que tengan
relación con la función electoral, sí pueden ser objeto del trámite
legislativo ordinario.

TESIS 4: En síntesis, con su demanda, el accionante pretende la


nulidad del acto administrativo acusado, al considerar que respecto
de la obligación en cabeza del Consejo Nacional Electoral -que para
el caso concreto, se deriva de la reposición de gastos de campaña
del Partido Cambio Radical-, acaeció el fenómeno jurídico de la
prescripción, la cual contabilizó en tres (3) años de conformidad con
las normas civiles vigentes. Por su parte, tanto la entidad demandada
como la referida colectividad política, afirmaron que dicha forma
de extinción de las obligaciones no puede aplicarse respecto de
los derechos de financiación derivados de la Constitución, en tanto
se requiere de ley estatutaria que así lo determine, señalando que
frente a ello se presenta una omisión legislativa. Para esta Sala de
Sección, (…), se concluye que respecto de la posibilidad de aplicar
la prescripción extintiva del derecho a la reposición de gastos de
campañas, en cabeza del Consejo Nacional Electoral y a favor de
las organizaciones con o sin personería jurídica, se requiere de ley
estatutaria que así lo determine y por lo tanto, al evidenciarse que la
legislación de dicha jerarquía que actualmente regula las funciones
electorales relacionadas con la financiación estatal de la actividad
proselitista no consagran este aspecto sobre este punto, no es posible
derivar actuación irregular alguna de la autoridad en el sub judice.
(…). La función electoral de financiación de campañas electorales, es
un asunto especialísimo, que (…), tiene efecto amplio en la forma en
que se regula la entrada de dineros a las contiendas democráticas y
la garantía de igualdad en las mismas respecto de las organizaciones
que participan en aquellas. Así las cosas, es un aspecto específico
y concreto del régimen de partidos y movimientos políticos, en
relación con su funcionamiento y la forma en que estos llevan a cabo
su vital función en la democracia. (…). Es por este aspecto que es
posible concluir que imponer una sanción extintiva del derecho a
reposición de gastos frente a los partidos que no acuden en tiempo
a reclamar el mismo frente a la organización electoral, es un asunto

425
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que dista de ser considerado meramente operativo, accesorio o


instrumental, pues claramente, ello tiene un efecto directo respecto
de la exigibilidad de un derecho constitucionalmente reconocido a
las organizaciones políticas. En este punto, la Sala resalta que bajo
esta figura, se buscaría la limitación en el reconocimiento de esta
garantía de orden constitucional, cuyo desarrollo, (…), corresponde
por disposición constituyente al legislador por la vía de las normas
de nivel estatutario. Así las cosas, no se estaría en el marco de los
asuntos electorales que pueden ser abordados a través de leyes
ordinarias, que como fue señalado, corresponden a aquellos que si
bien tienen relación con estos, son meramente instrumentales. En el
caso de la prescripción extintiva del derecho a la reposición de gastos
por votos válidamente depositados, se estaría en el campo del núcleo
esencial del mismo, al regular la forma en que ya no sería exigible
ante la organización electoral por el paso del tiempo sin el actuar de la
colectividad política. Así las cosas, por tratarse de un aspecto que haría
parte esencial de la forma en que el Estado determina la regulación
del acceso de las colectividades políticas a los dineros públicos
destinados a las actividades proselitistas, se requiere entonces que
sea el legislador, por medio del trámite estatutario, el que determine
la aplicabilidad de dicha forma de extinción de las obligaciones,
tanto desde el punto de vista sustancial como adjetivo. (…). Ahora
bien, entendiendo que desde el punto de vista constitucional, estos
asuntos de la vida y funcionamiento de los partidos y movimientos
políticos, por vía constitucional, ha sido reservada a la expedición
de normas con la referida jerarquía, no puede concluirse entonces
que estas situaciones específicas, relacionadas con el nacimiento,
exigibilidad y fenecimiento del derecho a la reposición de gastos
de campaña, puedan ser regulados por leyes ordinarias o con la
aplicación de las mismas, dado que precisamente se busca que
en un cuerpo normativo específico y previo a un trámite legislativo
calificado, se determinen de forma clara y expresa las reglas de las
cuales serán destinatarios los actores políticos en su búsqueda de
acceder a los recursos que el Estado destina para el desarrollo de
la actividad política. (…). Para esta Sección, la predeterminación de
la referida forma de extinción de un derecho [prescripción extintiva
de las obligaciones] no implica que se pueda obviar el iter legislativo
especial determinado por el texto superior para regular de forma
detallada la función electoral. En su momento, la referida institución
jurídica fue establecida desde la codificación civil y comercial para
las relaciones que surjan en el tráfico de bienes y contratos que

426
se presenta entre particulares, aspecto que si bien es importante
en el marco de las sociedades actuales, desde el punto de vista
constitucional, el mismo no es equiparable frente a la necesidad de
determinar de forma clara y concreta la forma en que se desarrolla
la democracia partidista. Así las cosas, concluye la Sala que en la
actualidad, respecto de la posibilidad de aplicar la prescripción
como una forma de extinción de las obligaciones derivadas de la
reposición de los gastos de campaña, se presenta una suerte de
omisión legislativa, toda vez que a nivel estatutario -Ley 130 de 1994
y Ley 1475 del 2011-, no se consagra de forma expresa que se pueda
aplicar dicha sanción a los partidos, movimientos políticos o grupos
significativos de ciudadanos que desconozcan el procedimientos o
los tiempos que se han determinado para estos efectos. Por esta
razón, las razones de ilegalidad predicadas en la demanda de la
referencia, no tienen vocación de prosperidad. Así mismo, si bien es
cierto que el artículo 25 de la Ley 1475 del 2011 determina que los
informes de ingresos y gastos para efectos de la reposición de estos
últimos deben ser presentados dentro de los dos meses siguientes a
la fecha de celebración de la correspondiente elección, de la lectura
de esta disposición se entiende que esta determina la forma de
nacimiento del derecho y los requisitos a cumplir para el efecto,
más no es posible derivar que se haya fijado como consecuencia
de incumplir dicho plazo la prescripción de la obligación en cabeza
del CNE y a favor de las colectividades políticas. A su vez, el artículo
17 de la Ley 130 de 1994, determina que la reposición de gastos
debe efectuarse dentro del mismo término antes señalado, sin que
de ella se pueda derivar la consecuencia jurídica antes señalada
y que sustenta la pretensión anulatoria, siendo que incluso en
el apartado subsiguiente, se radica la posibilidad de solicitar el
reconocimiento de intereses si la autoridad electoral desatiende lo
anterior. Es de resaltar que en el marco de la Ley 1475 del 2011,
se consagra en cabeza del Consejo Nacional Electoral la posibilidad
de imponer sanción a los directivos de las colectividades de los
cuales se verifique el incumplimiento de “los deberes de diligencia
en la aplicación de las disposiciones constitucionales o legales
que regulan la organización, funcionamiento y/o financiación de
los partidos y movimientos políticos.” (numeral 1º, artículo 10), lo
que a juicio de esta Sección se aplicaría respecto de aquellos en
los que se verifique dichas condiciones al no cumplir los términos y
requerimientos que se efectúen en el trámite para el reconocimiento
de los derechos de financiación.

427
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [Se considera] que la negativa de las súplicas del medio de


control impetrado debió sustentarse más en el examen preliminar
de la procedibilidad de la acción utilizada por el accionante que
en argumentaciones que cuestionaran el fondo del debate. En
otros términos, la no prosperidad de la demanda de nulidad debió
responder a razonamientos de tipo adjetivo y no a consideraciones
sustantivas, comoquiera que en el asunto de marras no se cumplían
con los requisitos indispensables para ello, producto de la indebida
escogencia del medio de control con el que se buscó fiscalizar el acto
administrativo expedido por el Consejo Nacional Electoral. (…). [E]n el
marco de los procesos contenciosos–administrativos, la expedición
de una determinación definitiva pende de la adecuada elección del
mecanismo judicial a través del cual el demandante canaliza sus
pretensiones; como sustrato sine qua non para la resolución sustantiva
de los litigios y controversias que se someten al conocimiento de los
operadores judiciales que integran esta jurisdicción. Pues bien, (…)
en el evento desatado por la Sección Quinta del Consejo de Estado
en esta oportunidad, el medio de control de nulidad –estatuido en el
artículo 137 del C.P.A.C.A.– no era el apto para fustigar la legalidad
de la resolución demandada, habida cuenta de que se trataba de
un acto administrativo de carácter particular y concreto sobre el
que resultaba imposible aplicar la teoría de fines y móviles, hoy
positivizada en los numerales 1, 2, 3 y 4 del artículo137 ejusdem. (…).
[T]eniendo en cuenta la naturaleza del acto administrativo escrutado
–con el que se reconocía el derecho de Cambio Radical a la restitución
de los gastos de su campaña al Senado de la República–, la Sala
debió advertir que como consecuencia de su carácter particular
su juridicidad tan solo podía ser excepcionalmente examinada a
través de la acción de nulidad, siempre y cuando se configuraran los
supuestos que habilitaban su procedencia. (…). En el caso del que
conoció la Sala ninguna de las situaciones descritas se materializaba,
pues: (i) la hipotética nulidad del acto supondría la devolución de los
dineros que previamente había empleado la organización política
para el desarrollo de su campaña; (ii) no se trataba de la recuperación
de bienes de uso público –como parques, playas etc.– ; (iii) no se
avizoraba una afectación grave al orden económico, social o político
con la expedición del acto demandado, que implicara una amenaza a

428
la existencia del propio Estado; (iv) no existía norma que habilitara la
posibilidad de perseguir la anulación de estos actos administrativos
–el que reconoce el derecho de restitución de gastos a los partidos
políticos– a través de la acción de nulidad simple. En ese orden, y
sin poder recurrir a la acción de simple nulidad, el medio de control
adecuado era el de la nulidad y el restablecimiento del derecho;
situación que debía llevar a la Sala a desestimar las pretensiones de
la demanda por la indebida escogencia de la acción.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 109 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
152 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 243 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
137 NUMERAL 1 A 4 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 16 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 17 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 20 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO
21 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 25 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 26 / LEY
130 DE 1994 – ARTÍCULO 17

429
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, ORGANIZACIÓN POLÍTICA, AVAL ELECTORAL

EXTRACTO NO. 26

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01151-01
FECHA: 10/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTES: Gustavo Adolfo Prado Cardona y otros
DEMANDADOS: Concejales de Palmira, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver si confirma,


revoca o modifica la sentencia de primera instancia, para lo cual
deberá establecer si el aval conferido a los demandados fue otorgado
por quien tenía la facultad de hacerlo, si el poder conferido para tales
efectos es válido y si la Resolución 2954 de 2017 es inaplicable por ser
contraria a la Constitución.

TESIS 1: Bajo este precepto normativo [artículo 2 de la Ley 130


de 1994], es pertinente entender que los partidos, movimientos
políticos y los grupos significativos de ciudadanos, son organizaciones
permanentes dedicadas a promover y encauzar la actividad política,
además constituidos para materializar el goce efectivo de ciertos
derechos, de los cuales podemos destacar la conformación, ejercicio
y control del poder político, tal atribución sustentada en las facultades
tendientes a establecer programas de gobierno, escoger e inscribir
candidatos, organizar campañas y realizar consultas internas. (…).
Conforme con la norma [artículo 107 de la Constitución Política de 1991]
(…), se habilita a todas las organizaciones políticas para que puedan
instituirse de forma democrática, sujetarse a lo que contemplen sus
estatutos y a la ley, esto en aras de tomar algunas decisiones propias o
efectuar la postulación de sus candidatos. (…). En este punto es posible
establecer que si bien el sistema normativo colombiano [artículo 7° de
la Ley 130 de 1994] dotó de autonomía a los partidos y movimientos
políticos, también refirió que dicha facultad no es absoluta, sino que
debía sujetarse a la ley y la Constitución, para tal efecto, las Leyes 130
de 1994 y 1475 de 2011 indicaron que las agrupaciones políticas debían

430
otorgarse sus propios estatutos como normas y disposiciones dirigidas
a guiar su funcionamiento y organización, además revestirlas de la
capacidad jurídica para inscribir candidatos a través de instrumentos
de selección de carácter democrático. En ese orden de ideas, podemos
determinar que las decisiones o designaciones de los candidatos al
interior de los partidos o movimientos políticos, no pueden ser reflejo
de un actuar arbitrario e impositivo, sino que por el contrario todas sus
actuaciones deben atender a la aplicación del principio democrático
fijado en sus estatutos. (…). En consecuencia, los estatutos de los
partidos y movimientos políticos deben garantizar a través de la efectiva
participación de sus miembros la adopción de las decisiones internas,
actuación que se debe ver reflejada sobre todo en la escogencia de los
candidatos que los representarán en los respectivos comicios, los cuales
deberán contar con los requisitos legales exigidos para ese propósito.
Igualmente, hará lo propio el Consejo Nacional Electoral conforme con
la atribución contenida en el artículo 265 de la Constitución Política
de 1991 y finalmente el juez administrativo por medio de la acción de
nulidad electoral. Ahora en lo que concierne al aval, podemos decir
que de acuerdo con el ordenamiento jurídico colombiano constituye
uno de los requisitos que existen para que los ciudadanos puedan
presentarse como candidatos para cargos de elección popular por
una colectividad política con personería jurídica, procedimiento que es
llevado a cabo al interior de la colectividad y además constituye un
trámite previo a la inscripción de una candidatura. (…). En esa medida
se puede concluir que la importancia del aval se traduce en que, (1)
indica la militancia en un partido político, (2) garantiza el acatamiento
de las normas estatutarias dentro de éste, respetando las formas de
intervenir en las corporaciones (bancadas), y (3) moraliza la actividad
política, bajo el entendido de que avalar a un candidato implica que el
interesado cuenta con los requisitos y calidades para ejercer el cargo.
Adicionalmente, la finalidad que tiene el aval dentro del ordenamiento
jurídico, es servir como (I) requisito de inscripción de candidatos de
un partido o movimiento político con personería jurídica; (II) ser una
garantía para la comunidad en general de que las personas inscritas
por un partido o movimiento político pertenecen al mismo; y por último
(III) constituye un parámetro para determinar que el inscrito reúne las
condiciones en cuanto hace a los requisitos para desempeñar el cargo
y que se encuentra libre de inhabilidades para su acceso.

TESIS 2: Del tenor literal de los artículos (…) [108 de la Constitución


Política y 9 de la Ley 130 de 1994], es claro que los partidos y movimientos

431
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

políticos tienen la posibilidad de inscribir candidatos; sin embargo, de


manera previa la colectividad deberá otorgar un aval al respectivo
interesado con el fin de habilitarlo y permitirle inscribirse a un cargo
de elección popular, facultad que está a cargo del representante
legal o en quien éste delegue. (…). [B]ajo lo considerado por la Sala,
para la inscripción de una candidatura es necesario el cumplimiento
de requerimientos formales y materiales, los primeros se refieren
a la competencia, es decir quién está facultado para expedir el aval
(el represente legal o a quien este delegue), y los segundos, hacen
alusión a la constatación de las calidades, requisitos y la revisión
efectuada por el partido respecto de las causales de inhabilidades
e incompatibilidades de los candidatos. Asimismo, en refuerzo de lo
anterior según el inciso tercero del artículo 108 de la Constitución
Política, fue necesario instituir el otorgamiento del mismo en una sola
persona (representante legal o su delegado) de manera privativa y
restringida, en aras de poder ejercer control concentrado sobre este
procedimiento.

TESIS 3: [E]l otorgamiento de avales al interior de una colectividad


política con personería jurídica puede ser conferido única y
exclusivamente por el representante legal o su delegado conforme
la regla constitucional establecida en el artículo 107 Superior y
desarrollada por el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011. (…). [A]nte el
interrogante de saber si quien otorga el aval es el representante legal
de la colectividad política, el artículo 3º de la Ley 1475 de 2011 trae una
regla de publicidad consistente en que se deben registrar por parte de
tales agrupaciones ante el Consejo Nacional Electoral (I) los estatutos
y sus reformas, (II) los documentos relacionados con la plataforma
ideológica o programática, (III) la designación y remoción de sus
directivos, (IV) el registro de sus afiliados. (…). [C]ualquier inconformidad
que se presente frente al acto de elección de los directivos de las
agrupaciones políticas de acuerdo con lo normado en el artículo 9° de
la Ley 1475 de 2011, debe ventilarse ante el CNE, a quien le corresponde
controlar los actos de designación de los mismos en los términos
que la norma señala (como también lo destacó el a quo). Por ende, se
entenderá que quienes ostenten dicha condición (directiva) dentro de
una colectividad política mantendrán su investidura y así se presumirá
hasta tanto no sea impugnada su elección conforme las reglas que la
ley establece para tal fin. (…). Entonces, siendo necesario el registro de
los directivos y sin que medie impugnación de su designación, se tiene
que quienes los representan legalmente gozan de dicha condición

432
al interior del partido o movimiento político con personería jurídica,
por ende, le corresponderá a cada registrador del estado civil, según
sea el caso, al momento de inscribir la candidatura constatar con el
Consejo Nacional Electoral, que quien despliega la condición de ser el
que representa a la colectividad es el que otorgó el aval o quien profirió
el acto de delegación según las reglas estatutarias establecidas en
cada caso. Por manera que, dicha herramienta creada por la norma
estatutaria de dotar de publicidad la designación y remoción de los
directivos de los partidos y movimientos con personería jurídica se
erige como un instrumento que permite a la Organización Electoral
verificar que se cumpla el cometido constitucional establecido en el
artículo 107 y de otra parte, que la ciudadanía en general en uso del
derecho fundamental consagrado en el artículo 40 Superior pueda
ejercer el control social respecto de quienes se inscriben sin que dicho
requisito sea otorgado en debida forma.

TESIS 4: No es la primera vez que ante esta Sección se controvierte la


legalidad de las elecciones de los miembros de corporaciones públicas
de elección popular del Partido de la U, período 2020-2023, porque los
avales respectivos fueron otorgados por un apoderado del señor Álvaro
Echeverry Londoño. (…). Respecto de tales casos se encuentra, por una
parte, la sentencia del 18 de febrero de 2021 dictada dentro del proceso
76001-23-33-000-2019-01204-01, en la que se controvirtió la elección
de los concejales de Buenaventura, con ocasión de la demanda que
presentaron (…) los mismos ciudadanos que promovieron la presente
controversia. De otra parte, está el fallo del 20 mayo del año en curso,
dictado dentro de los procesos acumulados 2019-03141-01, 2019-
03248-01 y 2020-00002-00, que tenía como fin anular la elección de
los diputados de la Asamblea Departamental de Antioquia. En ambas
providencias se abordaron los reproches dirigidos a acreditar que las
elecciones cuestionadas debían anularse porque los avales fueron
concedidos por personas que recibieron tal facultad del señor Álvaro
Echeverry Londoño, que consideraban no podía ostentar la condición
de representante legal del Partido de la U, así la misma haya sido
reconocida por el CNE mediante la señalada resolución [Resolución N°
2954 del 29 de noviembre de 2017], comoquiera que según los estatutos
de la colectividad política, su representante sólo es el director único,
el señor Aurelio Irragorri Valencia. Por consiguiente, para la resolución
del presente asunto se tendrán en cuenta las anteriores providencias
como antecedente jurisprudencial, en especial, respecto de la
resolución de los dos primeros motivos de inconformidad expuestos

433
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en el escrito de alzada (a los que antes se hizo alusión), frente a los


cuales la Sala se pronunció de fondo. (…). En cuanto al tercero, esto
es, el relativo a la inexistencia de alguna norma que le permita al
secretario general de la referida agrupación política, otorgarle poder
al señor Elbert Díaz Lozano para emitir avales, debe precisarse al
igual que se hizo en el caso que fue objeto de estudio en la providencia
del 18 de febrero de 2021, que tal motivo de inconformidad contra
el acto de elección acusado, no fue expuesto en la demanda, como
tampoco el argumento que se desarrolló alrededor del mismo, sobre
la interpretación que debe hacerse del artículo 16 de la Resolución N°
12 de 2019 del Partido de la U, entre el (I) otorgamiento del aval y la (II)
elaboración o suscripción del mismo, para señalar que el secretario de
la colectividad no puede lo primero. La anterior precisión es relevante,
en la medida que la parte demandante empleó el recurso de apelación
para incluir aspectos que no fueron objeto de la demanda que instauró
oportunamente, razón por la cual no es procedente su análisis so pena
de aceptar la formulación de un cargo nuevo por fuera de las etapas
legalmente establecidas y respecto del cual la parte demandada no
tuvo la oportunidad de ejercer el derecho de contradicción. A la misma
conclusión se llega sobre la supuesta falta de oponibilidad y carácter
ejecutorio de la Resolución N° 2954 de 2017 del CNE ante su ausencia
de publicidad. (…). [S]e estima que el planteamiento realizado sobre el
anterior asunto en el escrito de apelación, resulta contradictorio con la
tesis central del libelo genitor que gira alrededor de la inaplicación de
la resolución antes señalada.

TESIS 5: [L]a facultad para expedir avales la tiene su director, quien


a su vez es el representante legal de la entidad, sin embargo, en el
presente caso la primera autoridad de la agrupación, en uso de sus
atribuciones mediante Resolución 024 de 2017, formalizada ante el
CNE por la Resolución 2954 de 2017, delegó esta última atribución en el
secretario general del Partido de la U, entendiéndose por ello que asume
todas las competencias y prerrogativas establecidas estatutariamente.
(…). Analizado el acto administrativo referido [Resolución 2954 de 29
de septiembre de 2017], la Sala encuentra que el mismo corresponde
al registro efectuado por el CNE de la designación que hizo el director
único de la agrupación política mediante la Resolución 024 de 15 de
noviembre de 2017, del secretario general y representante legal del
Partido de la U. (…). [D]icha designación se sustentó en el literal v)
del artículo 34 de los estatutos de la organización política, en donde
se estableció la atribución del director general para nombrar el

434
secretario general y en el 29 que consagró la posibilidad de delegar la
representación legal en cualquier órgano directivo. Bajo las anteriores
consideraciones, estima la Sección que la Resolución 2954 de 2017,
no se contrapone a la Carta Política, dado que la inscripción del
Álvaro Echeverry Londoño como representante legal del Partido de
la U, fue efectuada por el CNE, con la observancia del cumplimento
de requisitos de índole legal para proceder al registro de dicho acto.
(…). Adicionalmente, no observa la Sala que la Resolución 2954 de
2017 expedida por el CNE haya desconocido el artículo 108 de la
Constitución, puesto que la norma superior determinó la posibilidad
que tiene el representante legal para delegar la facultad para expedir
los avales de los candidatos. (…). [E]n anterior oportunidad la Sección
en un caso similar al de autos, también consideró que no se advertía
que la mentada resolución fuera contraria al artículo 108 Superior,
y además precisó que no resulta procedente invocar respecto de la
misma, la excepción de inconstitucionalidad por una supuesta falta
de oponibilidad del señalado acto administrativo. (…). En suma, se
considera que el a quo acertadamente descartó la procedibilidad de la
excepción de inconstitucionalidad de la Resolución 2954 de 2017, en el
análisis de legalidad del acto de elección de los concejales de Palmira
del Partido de la U.

TESIS 6: [L]a parte actora en su demanda y en el recurso de alzada


cuestionó la actuación del secretario general del partido de la U, el
señor Álvaro Echeverry Londoño, de otorgar a un tercero a través de
un poder, la facultad de expedir avales a quienes se postularon como
candidatos al Concejo Municipal de Palmira, dentro de los cuales se
encuentran los demandados. (…). [E]s necesario advertir que en el
expediente se demostró que el 26 de junio de 2019, el señor Álvaro
Echeverry Londoño confirió poder especial al señor Elbert Díaz Lozano,
para expedir los avales e inscribir a los candidatos al Concejo de
Palmira para las elecciones territoriales del 27 de octubre del referido
año. Para resolver este aspecto del proceso, es pertinente indicar que
la Sala de forma mayoritaria en fallo del 18 de febrero de 2021, cuyo
criterio fue reiterado y acogido de manera unánime en sentencia del
20 de mayo del mismo año, precisó que el otorgamiento de poderes
por parte de señor Álvaro Echeverry Londoño, con el fin de otorgar
avales resultaba válido, pues independientemente de la condición de
secretario general que para ese entonces ostentaba, los mandatos
fueron conferidos en ejercicio de las funciones que le fueron concedidas
por el director único como representante legal de la colectividad, y por

435
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ende, como competente para tomar las decisiones correspondientes


en materia de avales, sin que pudiera entenderse que con los poderes
que otorgó incurrió en una delegación de la delegación. (…). [L]a Sala
no encuentra ninguna vulneración, por el hecho de que el señor Álvaro
Echeverry Londoño haya otorgado un poder, para la emisión de los
avales, por el contrario, era una actuación que él podía efectuar por
el hecho de ostentar la representación legal del Partido de la U. En
esa medida, no se demostró la incompetencia del representante legal
para la expedición de los avales, ni la delegación de la delegación para
cumplir esa función, por lo que la sentencia del Tribunal Administrativo
del Valle del Cauca será confirmada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 108 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 265 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 2 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO
7 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 9 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 3 / LEY 1475
DE 2011 – ARTÍCULO 4 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 9 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 28

436
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN
DE PERSONERO MUNICIPAL, SOLICITUD DE UNIFICACIÓN
JURISPRUDENCIAL, INHABILIDADES DEL PERSONERO
MUNICIPAL, PERTENENCIA O NO DEL PERSONERO MUNICIPAL A
LA RAMA EJECUTIVA DEL PODER PÚBLICO

EXTRACTO NO. 27

RADICADO: 19001-23-33-000-2020-00067-01
FECHA: 24/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araújo Oñate
DEMANDANTE: Alejandro Zúñiga Bolívar
DEMANDADO: Jaime Andrés López Tobar - Personero
municipal de Popayán, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en establecer a partir de los


argumentos desarrollados por la parte demandante, en especial los
expuestos al impugnar la sentencia que negó las pretensiones de la
demanda, si a los personeros le es aplicable la causal de inhabilidad
prevista en el numeral 2 del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, por
remisión del literal b) del artículo 174 de la misma regulación, y
además, si dicho cargo hace parte de la administración municipal.
De ser afirmativa la respuesta al anterior interrogante, si hay lugar
a determinar que el señor Jaime Andrés López Tobar, personero
municipal de Popayán para el período 2020 – 2024, incurrió en las
causales de inhabilidad contenidas en el numeral 2 del artículo 95
de la Ley 136 de 1994. Adicionalmente, es necesario establecer si se
presentan los elementos de la causal de inelegibilidad la contemplada
en el literal b) del artículo 174 de la misma regulación, por el hecho
de haberse desempeñado como personero delegado para asuntos
administrativos del municipio de Popayán durante el año anterior a su
designación como personero del citado ente territorial.

TESIS 1: Respecto a la solicitud [de unificación de jurisprudencia], sea


lo primero señalar que, según el artículo 271 de la Ley 1437 de 2011
modificado por el 70 de la Ley 2080 de 2021, es procedente solicitar
que se profiera un auto o sentencia de unificación de jurisprudencia.

437
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

(…). Así las cosas, de la solicitud efectuada en el recurso de alzada


y de una lectura de la norma antes señalada, permite concluir que
aunque nominalmente el recurrente manifestó las causales de
importancia jurídica y trascendencia económica, lo cierto es que su
argumentación se dirige a que la Sala Plena proceda a efectuar una
unificación jurisprudencia, en ese orden de ideas y en atención a lo
normado en el artículo 271 de la ley 1437 de 2011, se estima que la
competencia para resolver el asunto antes señalado radica en esta
Sección, ello por cuanto se trata de un proceso que proviene de un
tribunal administrativo, que goza de doble instancia. Así mismo, versa
sobre un asunto electoral, el cual por dicha naturaleza ha sido asignado
a esta Sala, en donde además no se debate un tema trasversal que
implique una divergencia de criterios entre las diferentes Secciones
de la Corporación.

TESIS 2: De acuerdo con lo anterior sea lo primero señalar se han


establecido unos criterios para la procedencia adjetiva de la solicitud,
los cuales se encuentran previstos en el artículo 271 de la Ley 1437 de
2011, modificado por el 79 de la Ley 2080 de 2021y son los siguientes:
Elemento subjetivo: El pedimento fue realizado por el apoderado de
la demandada; motivo por el cual cumple con lo previsto en el inciso
primero de la mencionada disposición, que autoriza a las partes para
formular la solicitud. Elemento objetivo: El proceso se encuentra para
dictar fallo y cursa en el seno de la Sección Quinta del Consejo de Estado;
por ende, se cumple con la condición establecida en el artículo 271 de
la Ley 1437 de 2011. Elemento modal: En relación con la motivación
de la solicitud, es de resaltar que cuando esta proviene de las partes,
la norma exige que “(…) la petición deberá formularse mediante una
exposición sobre las circunstancias que imponen el conocimiento
del proceso y las razones que determinan la importancia jurídica o
trascendencia económica o social o a necesidad de unificar o sentar
jurisprudencia”. Como se observa, el legislador impone a las partes del
proceso judicial, el cumplimiento de una carga argumentativa mínima
que se circunscribe a exponer las circunstancias y razones que
sustenta la petición de unificación jurisprudencial, a efectos de elevar
la solicitud para que un determinado proceso sea asumido por quien
sería el máximo órgano de cierre de la jurisdicción de lo contencioso
administrativo. Entiende esta Corporación, que dicha carga se entiende
cumplida cuando el peticionario determina y expone la circunstancias
que imponen el conocimiento del proceso y las razones que determinan,
i) la importancia jurídica, ii) su trascendencia económica o (iii) social,

438
o iv) la necesidad de unificar o v) de sentar jurisprudencia sobre un
tema en particular. Además, se debe tener en cuenta que la petición de
unificación deberá formularse antes de registrar la ponencia de fallo.
(…). [E]l recurrente, edificó su petición de unificación en supuestas
justificaciones de importancia jurídica y trascendencia social, los
cuales se han definido de la siguiente manera: La importancia jurídica,
se ha precisado que se presenta ante la “alta connotación que tiene
un asunto dentro del mundo jurídico, en la medida en que es capaz de
incidir en él de forma transversal y determinante, bien sea porque toca
bienes o instituciones materiales o inmateriales que figuran dentro de
la más elevada escala de protección estatal, demanda la construcción
de un parámetro de interpretación que resulta necesario para el orden
normativo mismo, propugna por un avance significativo en la tradición
jurídica nacional o internacional, el Constituyente o Legislador le
han dado esa connotación, o porque el desarrollo jurisprudencial
así lo sugiere”. En cuanto a la trascendencia económica y social, se
hace referencia a “la órbita que impacta la decisión concerniente
al asunto a examinar, en este caso, la económica –en punto a la
magnitud de la afectación que pueda recibir el patrimonio público, o
el privado, según el caso– o la social –dado el alcance que pudiera
tener en el conglomerado social, tanto en términos cuantitativos como
cualitativos (…) Así las cosas, la trascendencia económica o la social
están determinadas por un factor subjetivo, en cuanto se refieren a la
importancia del resultado, pero claramente objetivable en la medida
en que los criterios de priorización no pueden ser otros que los que
desprenden de la vigencia del orden constitucional y, principalmente,
todos aquellos que, de alguna forma, obstruyen o promueven la
realización de los fines del Estado”. Con base en los argumentos
del recurrente, es claro su argumentación se dirige a solicitar la
unificación de jurisprudencia basada en una supuesta divergencia que
existe entre dos posturas adoptadas por la Sala Electoral, respecto
de la aplicabilidad o no de la inhabilidad prevista en el numeral 2 del
artículo 95 de la Ley 136 de 1994, a quienes aspiren a ser personero
municipal, para lo cual enuncia las providencia antes referidas, sin
embargo, en primer lugar, no se advierte un verdadero motivo concreto
de importancia jurídica y trascendencia social, que permitan a esta
Sala Especializada realizar alguna consideración adicional al respecto,
en segundo lugar, el recurrente no presentó un estudio profundo sobre
la presunta dicotomía en cuanto al punto objeto de controversia, es
decir la aplicación de la causal de inhabilidad referida. Adicionalmente
se precisa que, la Sección Quinta del Consejo de Estado, observando

439
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

los pronunciamientos del máximo tribunal constitucional, contrario a


lo dicho por el recurrente, de manera reiterada ha sentado una línea
jurisprudencial, en la cual ha indicado los numerales 2 y 5 del artículo
95 de la Ley 136 de 1994, que se refieren a situaciones de inhabilidad
para los alcaldes, relacionadas con el hecho de haber ocupado con
anterioridad cargos públicos, no aplican a la elección de personeros,
ello en la medida en que el legislador se encargó de regular de manera
especial las situaciones de inelegibilidad frente a estos, en el literal b)
del artículo 174 de la misma regulación, es por ello que no es necesario
hacer uso de la remisión normativa, pues ello solo tiene asidero en lo
que le sea aplicable, so pena de realizar una interpretación extensiva
prohibida en estos temas.

TESIS 3: [C]onsidera procedente esta Corporación, recordar el ya


asentado criterio jurisprudencial en relación con los criterios de
interpretación que deben utilizarse a efectos de analizar las causales de
inhabilidad e incompatibilidad consagradas en la Constitución o la ley.
Ha señalado esta Sección, que son derechos fundamentales de acuerdo
con el artículo 40 de la Constitución Política, el de ser elegido y acceder
al desempeño de funciones y cargos públicos, prerrogativas que no
tiene el carácter de ser absolutas, dado que la propia Constitución y la
ley contemplan restricciones al ejercicio de tales derechos, motivadas
en otras garantías -también constitucionales- como el interés
general, la igualdad y el ejercicio eficiente de la función pública, tal
como es el caso de las inhabilidades para ocupar cargos de elección
popular. (…). [E]s claro entonces que el acceso a los cargos públicos,
se encuentran sometidos a una serie de condiciones que buscan la
realización del interés general, las cuales, conforme a lo dispuesto por
la Corte Constitucional, en sede de control abstracto, pueden ser de
dos tipos, a saber: “La Corte ha distinguido dos tipos de inhabilidades
atendiendo al bien jurídico protegido o a la finalidad de la limitación:
una primera clase agrupa los casos en que se establecen limitaciones
para acceder a cargos públicos con fundamento en conductas
jurídicamente reprochables llevadas a cabo por el inhabilitado; al paso
que en la segunda clase la limitación para acceder a un cargo no se
vincula con ninguna conducta previa de quienes resultan inhabilitados,
sino que aquí simplemente se consagran requisitos que persiguen
lograr la efectividad de los principios y valores constitucionales.”
Considerando a lo mencionado en forma precedente, y en atención
a las limitaciones a los derechos políticos que se derivan de las
inhabilidades e incompatibilidades, se ha establecido entonces que

440
respecto de su aplicación, es necesario observar los criterios de
interpretación restrictiva y no la analógica extensiva. (…). Bajo dichos
presupuestos, entendiendo el criterio de interpretación restrictiva
como aquel que busca la aplicación de la norma a casos concretos,
los operadores jurídicos al momento de determinar la ocurrencia de
una inhabilidad o incompatibilidad respecto de quien pretende ocupar
un cargo público, deben limitarse de forma específica al alcance los
verbos rectores empleados por el legislador -por ejemplo, la gestión
de negocios-, a las situaciones de orden jurídico que la originan y su
prueba plena -vr. gr. el parentesco-, así como a los límites de orden
temporal -ejemplo, durante el año anterior a la elección-, espacial -vr.
gr. a la jurisdicción donde se llevará a cabo la elección- y a las calidades
respecto de quienes se predican. Dicha línea de argumentación
logra que estos condicionamientos se apliquen de forma concreta a
las situaciones o condiciones que el constituyente y/o el legislador
determinaron como condiciones de inelegibilidad, sin que para el
efecto puedan considerarse otros eventos. En atención la perspectiva
de lo descrito, es necesario entonces precisar al recurrente, que
aunque en ocasiones es posible auscultar por la finalidad pretendida
por la inhabilidad o incompatibilidad -interpretación teleológica-,
o establecer un entendimiento de ella en relación con el cuerpo
normativo al cual pertenecen -interpretación sistemática-, lo cierto
es que, al momento de establecer su configuración, prima el criterio
interpretativo restrictivo, por lo que, de ninguna medida el estudio
que emprenda el operador judicial puede implicar que se realicen
extensiones, analogías o interpretaciones amplias, que conlleven a
la aplicación del presupuesto normativo a situaciones diversas a las
previstas por el constituyente y/o el legislador, o a vaciar de contenido
las mismas en detrimento de su eficacia. Lo anterior sin perjuicio de
entender que, en toda medida, los postulados de orden constitucional,
como el consagrado en el artículo 40 del texto fundamental, así como
aquellos derivados de instrumentos internacionales de protección de
derechos humanos, como la reseñada por el recurrente -Convención
Interamericana de Derechos Humanos, art. 23-, deben ilustrar la
función del juez en el caso como el sub-lite. Lo que sucede es que
precisamente, por un lado, el criterio de interpretación restrictivo
que se predica respecto de inhabilidades e incompatibilidades busca
maximizar la eficacia y vigencia dichas garantías constitucionales
respecto de quienes aspiran a ocupar cargos públicos, pues solamente
en los eventos y bajos las condiciones que ellas consagran y no en otros
-que se pueden generar de interpretaciones extensivas o analógicas-

441
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

es procedente predicar su configuración. De otra parte, también puede


concluirse, (…), que el régimen de inhabilidades e incompatibilidades
ha sido concebido como un límite legítimo y válido a los derechos
políticos, por lo tanto, evidenciar la configuración de alguna de ellas,
no implica per se una vulneración de estas prerrogativas superiores,
sino que por el contrario, conlleva a concluir un desconocimiento de
los intereses superiores que se buscan proteger respecto de quienes
ocupan dignidades públicas. Por lo dicho, (…), se puede observar
que el Tribunal Administrativo de Cauca acudió correctamente al
criterio de interpretación que reiteradamente ha sido plasmado por
la jurisprudencia en materia de inhabilidades e incompatibilidades, en
la medida en que se limitó de forma específica a las circunstancias de
orden fáctico y jurídico que se describen en la inhabilidad alegada como
causal de nulidad en la demanda, teniendo en cuenta los argumentos
expuestos por los sujetos procesales, en especial la parte demandante,
a quien le corresponde la carga de desvirtuar la legalidad del acto de
elección acusado y cuyos reproches permiten delimitar sobre qué
versará la controversia judicial, so pena de añadir asuntos ajenos
o que va más allá del libelo genitor respecto de los cuales la parte
demandada no tuvo la oportunidad de ejercer plenamente derecho a la
defensa, como ocurría por ejemplo, si se verificara la configuración de
situaciones de inelegibilidad distintas a las invocadas como sustento
de la pretensión anulatoria.

TESIS 4: El demandante en su libelo genitor y en el recurso de alzada


estimó que el señor Jaime Andrés López se encontraba incurso en las
causales de inhabilidad antes señaladas, porque dentro de los doce
meces anteriores a su elección en el cargo de personero Municipal
de Popayán se desempeñó como personero delegado en asuntos
administrativos en dicha entidad, y por consiguiente, desde dicho
empleo ejerció en la ciudad de Popayán autoridad civil dentro del
período inhabilitante. (…). [E]n el proceso se demostró que el señor
Jaime Andrés López Tobar, se encontraba vinculado en la Personería
Municipal de Popayán como personero delegado para Asuntos
Administrativos, así mismo la posesión del demandado como personero
de la citada entidad territorial para el período 2020-2024. Ahora bien,
sobre las normas invocadas para justificar la configuración de la
supuesta inhabilidad, en primer lugar debe considerarse que el artículo
174 de la Ley 136 de 1994 es el que contiene las inhabilidades para
ser elegido personero, y que dicha norma en su literal a) estipula que
también deben considerarse las causales establecidas para el alcalde

442
municipal, en lo que sea aplicable, lo que ha justificado que la parte
demandada haya acudido al numeral 2° del artículo 95 de la misma ley.
(…). Sobre la aplicación de la anterior causal de inhabilidad, así como
la contenida en el numeral 5° del artículo 95 ibídem, consistente en
“haber desempeñado el cargo de contralor o personero del respectivo
municipio en un periodo de doce (12) meses antes de la fecha de la
elección”, la Sección Quinta del Consejo de Estado, teniendo en cuenta
pronunciamientos de la Corte Constitucional en la materia, de manera
diáfana y reiterada ha precisado que los numerales 2 y 5 del artículo
95 de la Ley 136 de 1994, que se refieren a situaciones de inhabilidad
para los alcaldes, relacionadas con el hecho de haber ocupado con
anterioridad cargos públicos, no resultan aplicables a la elección de
personeros, toda vez que el legislador se ocupó de manera especial
frente a éstos en el literal b) del artículo 174 de la misma ley, motivo por
el cual no resulta necesaria la remisión a otras normas, pues la misma
solo tiene lugar como lo señala el literal a) del artículo 174 ibídem, “en
lo que sea aplicable”, so pena de realizar interpretaciones extensivas
en materia de inhabilidades, lo cual está proscrito por el ordenamiento
jurídico, pues las mismas al igual que las incompatibilidades implican
limitación de derechos. (…). Con fundamento en las consideraciones que
anteceden, carecen de objeto los argumentos desarrollados por la parte
demandante, tendientes a demostrar que el [demandado] (…) ejerció
autoridad civil en el Municipio de Popayán, así como los reproches en
materia probatoria que en el punto se le hicieron al a quo, pues los
mismos están construidos sobre la premisa incorrecta de la aplicación
del numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, que es el que hace
alusión al mencionado tipo de autoridad como elemento de la causal de
inhabilidad. Si bien el recurrente invocó las sentencias proferidas el 19
de noviembre de 1998, con radicados internos 2088 y del 11 de marzo
de 1999, 2201, para sustentar aplicabilidad de la causal señalada, lo
cierto es que la primera de las mencionadas, es una decisión aislada, a
la postura antes expuesta, que ha sido la sostenida por Sala respecto
del punto. Dicho de otro modo, no resulta viable el análisis que propone
la parte demandante de la situación del [demandado] (…) a la luz del
artículo 95 de la Ley 136 de 1994, pues se desconocería la intención
del legislador de regular de manera clara y específica las inhabilidades
para la elección de personeros, en relación con el desempeño en
cargos públicos con anterioridad, situación que fue regulada de manera
especial en el literal b) del artículo 174 de la misma ley. (…). La norma
(…) hace referencia a aquella situación consistente en que durante el
año anterior a la elección de personero, el candidato haya ocupado un

443
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

empleo o cargo público en la administración central o descentralizada


del distrito o municipio en el que está llamado a desempeñarse el
personero, lo que constituye una causal de inhabilidad debido al provecho
que podría derivar quien ocupó tales posiciones en el respectiva
entidad territorial de cara a su aspiración, lo que podría propiciar una
situación de desigualdad frente a los demás aspirantes, y además, la
posibilidad de que se haga uso indebido del ejercicio del cargo en aras
de alcanzar un beneficio particular en lugar del interés público que
debe prevalecer. Ahora bien, si en gracia de discusión se pretendiera
aplicar esta última causal, nótese también, que los empleos respecto
de los cuales se consagró la causal de inhabilidad son aquellos que
pertenecen a la administración central o descentralizada del respectivo
municipio o distrito, motivo por el cual (en virtud de una interpretación
restrictiva) si se trata de cargos que no hace parte del mismo, no hay
lugar a predicar la configuración de dicha causal, en esa medida, la Sala
procederá a establecer si el cargo de personero delegado para asuntos
administrativos, de la Personería de Popayán puede ser considerado
como parte de la estructura del municipio.

TESIS 5: En primer lugar, debe hacerse referencia artículo 113 de la


Constitución Política que establece que son ramas del poder público, la
legislativa, la ejecutiva y la judicial, y que a renglón seguido establece,
por una parte, que además de los órganos que integran éstas existen
otros autónomos e independientes para el cumplimiento de las demás
funciones del Estado, y de otra, que todos ellos aunque tienen funciones
separadas pero colaboran armónicamente para la realización de los
fines del Estado. (…). [S]e destaca a propósito de la estructura del
Estado, el reconocimiento constitucional de entidades que no hacen
parte de las ramas legislativa, ejecutiva y judicial del poder, que gozan
de autonomía e independencia, entre las que se encuentran las que
ejercen el Ministerio Público. (…). Como puede apreciarse [artículo 118
de la Constitución Política], los personeros se encuentran dentro de las
autoridades que ejercen el Ministerio Público, y por ende, que velan por
la guarda y promoción de los derechos humanos, la protección del
interés público y la vigilancia de la conducta oficial de quienes
desempeñan funciones pública, condición que ratificada por el artículo
169 de la Ley 136 de 1994 que consagra la naturaleza del cargo de
personero municipal y distrital. En cuanto al nombramiento de los
personeros, el artículo 313.8 de la Constitución indica que está a cargo
de los concejos municipales, cuya decisión según el artículo 170 de la
Ley 136 de 1994, luego de su modificación por el artículo 35 de la Ley

444
1551 de 2012, está precedida de un concurso público de méritos, lo
que garantiza que tales empleos serán desempeñados por personas
idóneas luego de un trámite de selección objetivo, lo que contribuye al
ejercicio autónomo e independiente de sus funciones de Ministerio
Público. (…). Ahora bien, pese a que los anteriores aspectos dan cuenta
del papel que tienen autoridades locales sobre las personerías, no
debe pasarse por alto el reconocimiento legal de su autonomía
administrativa y presupuestal, como se desprende entre otros, de los
artículos 181 de la Ley 136 de 1994, 108 y 110 del 111 de 1996. (…).
Finalmente, se estima pertinente destacar que la Ley 909 de 2004, que
tiene por objeto la regulación del sistema de empleo público y el
establecimiento de los principios básicos que deben regular el ejercicio
de la gerencia pública, en su artículo 3.1 describe los servidores
públicos respecto de los cuales dicha ley se aplica en su integridad,
identificando 4 grupos. (…). [L]os personeros ejercen en los respectivos
municipios funciones del Ministerio Público, bajo la dirección suprema
del Procurador General de la Nación, pero cuyos salarios y prestaciones
están a cargo de la entidad territorial, son elegidos por los concejos
municipales (previo concurso de méritos), quienes les puede asignar
funciones, realizar respecto de éstas moción de observaciones y dictan
las normas relativas a la organización y funcionamiento de las
personerías, que en todo caso cuentan con autonomía administrativa y
presupuestal, lo que facilita que puedan ejecutar de manera
independiente las labores de control respecto de las autoridades de la
entidad territorial. Lo anterior, han suscitado en la jurisprudencia de la
Corte Constitucional y del Consejo de Estado, pronunciamientos
disimiles sobre la pertenencia o no de los personeros a la estructura
organizacional de los municipios, lo que a su vez podría tener incidencia
en la configuración de la causal de inhabilidad invocada, como lo
revelan la posiciones de la parte demandante por un lado y la
demandada, el juez de primera instancia y el Ministerio Público por el
otro. (…). [E]n tratándose de los personeros, debido a que adelantan
funciones de Ministerio Público, no se advierte un interés directo de los
concejos en reprochar públicamente el ejercicio de la labor de aquéllos,
por lo que por regla general no pueden ser sujetos de moción de
observaciones, salvo respecto de aquellas tareas que por disposición
del artículo 178 de la Ley 136 de 1994, fueron asignadas por la
corporación de elección popular, en tanto frente a las desarrolladas
como Ministerio Público no tenía injerencia alguna. Para llegar a las
anteriores conclusiones, se expusieron entre otras las siguientes
razones, a través de las cuales la Corte al interpretar armónicamente

445
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

las disposiciones que relacionan a los personeros con las entidades


territoriales en las que ejercen sus funciones y el Ministerio Público,
aclaró que no hacen parte de la administración municipal debido a la
autonomía que le es consustancial para realizar la labor que les
corresponde: (…). Ahora bien, aunque en materia inhabilidades la
jurisprudencia de la Sección ha sido clara en precisar que el cargo de
personero no pertenece al sector central o descentralizado de la
administración en la que ejerce sus funciones, pese a la estrecha
relación que tiene con el mismo, en esta oportunidad también se hizo
alusión a los pronunciamientos de los cuales puede derivarse una
tesis contraria, con el propósito de ilustrar de manera integral los
distintos puntos de vista, pero aún más importante, que de la revisión
de las providencias que han defendido una u otra posición, en ninguna
de ellas se ha concluido que las personerías y quienes las presiden
pertenecen a la rama ejecutiva, en tanto existe consenso en reconocer
que el artículo 113 de la Constitución destacó que además de las
autoridades que pertenece a las ramas del poder público, existen otras
que no integran éstas y que de manera independiente ejercen sus
funciones, dentro de las cuales por mandato del artículo 118 Superior
se encuentra el Ministerio Público, que está conformado entre otros,
por los personeros, que precisamente dada la autonomía reconocida
legal y constitucionalmente, les corresponde la guarda y promoción de
los derechos humanos, la protección del interés público y la vigilancia
de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas,
entre quienes se encuentran las entidades de la rama ejecutiva del
nivel local en el que tienen competencia. Todo esto para subrayar, que
más allá de discusión sobre la pertenencia o no de los personeros a la
administración de los municipios en que ejercen sus funciones,
inclusive, aún teniendo en cuenta la providencia que sostiene que sí lo
son, no hay lugar a considerar que aquéllos hacen parte de la rama
ejecutiva del poder público, por consiguiente, en lo que se refiere a la
causal de inhabilidad invocada, no se cumple con uno de los elementos
esenciales de la misma luego de su modificación por el Acto Legislativo
04 de 2019. En el caso de los personeros, como lo ha destacado la
jurisprudencia constitucional a la que se ha hecho referencia, pese a la
relación que tienen con autoridades municipales, dado que sus salarios
y prestaciones se pagan con cargo a presupuesto de la entidad
territorial y que son nombrados por los concejos, quienes también
tienen la facultad de organizar las personerías y dictar las normas
relacionas con su funcionamiento, se advierte que ejercen de forma
autónoma sus funciones respecto de las autoridades que hacen parte

446
de la administración pública central, lo que permite considerar que no
hacen parte de la rama ejecutiva del poder público. (…). De acuerdo a lo
decidido [por la Corte Constitucional] en la sentencia C-1067 de 2001,
es pertinente concluir que en dicha providencia el alto Tribunal al
definir el planteamiento de la demanda estimó que no era posible
exigir a los personeros las calidades y requisitos previstos para los
cargos de jueces y magistrados, sin embargo, revisada la decisión
judicial se tiene que la misma dispuso, por un lado, que no se desconocía
que los personeros ejercían labores de ministerio público, y por otro,
que no se decidió que éstos pertenecían a la rama ejecutiva, ello
significa que los personeros ejercen su función de forma autónoma
frente a las autoridades locales, por manera que no es dable extraer
del fallo citado que hagan parte del ejecutivo como lo considera el
actor. En ese orden de ideas teniendo en cuenta que los personeros no
hacen parte del sector central o descentralizado de la administración
municipal, no hay lugar a considerar que por el hecho de que el
[demandado] (…) se haya desempeñado como personero delegado
para Asuntos Administrativos, se encuentre inhabilitado a la luz del
literal b) del artículo 174 de la Ley 136 de 1994, para ser elegido
personero del municipio de Popayán, en esa medida habrá lugar a
confirmar la decisión recurrida. (…). La Sala considera que el actor no
desvirtuó la presunción de legalidad del acto de elección del señor
Jaime Andrés López Tobar Romero como personero del municipio de
Popayán para el período 2020 – 2024, por tanto, se confirmará
sentencia de primer grado.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: [S]e precisa que, tal como lo entiende el recurrente, el


artículo 174, literal b) de la Ley 136 de 1994, está estructurado bajo
el supuesto inhabilitante de que el aspirante o elegido personero
“haya ocupado durante el año anterior, cargo o empleo público en
la administración central o descentralizada del distrito o municipio”.
Conforme a la literalidad de la norma, bastaba con determinar si,
en el presente caso, el cargo de personero delegado para asuntos
administrativos, desempeñado por el demandante durante el año
anterior a su elección, pertenecía o no a la administración central
o descentralizada del municipio de Popayán, esto es, sin necesidad
de abordar el estudio de si la personería municipal de esa entidad

447
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

territorial, a la cual pertenece el empleo que ejerció el demandado,


hacía parte de la rama ejecutiva o no, pues, dicho aspecto desborda la
censura propuesta por el apelante, así como el supuesto de hecho de
la causal de nulidad alegada. En este orden de ideas, lo que se debió
hacer en este caso fue verificar la estructura de la administración
municipal de Popayán en sus sectores central y descentralizado,
contenida en los Acuerdos 16 de 2011, 29 de 2012, 7 de 2013 y 24
de 2018, expedidos por el Concejo Municipal de Popayán, en los
cuales no se menciona a la personería municipal como un organismo
perteneciente a los órdenes central y descentralizado del citado ente
local. Por supuesto, vale la pena precisar que lo anterior no desprovee
a la personería de su carácter de organismo del ámbito local, que
cumple una función constitucional de forma independiente, dada su
estrecha relación con el municipio, lo que se evidencia en aspectos
como la forma de elección de los personeros, su presupuesto y el
control que puede ejercer otra autoridad municipal sobre estas.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
313 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 271 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 292 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 70 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
95 NUMERAL 2 Y 5 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 169 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 170 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 174 LITERAL B / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 177 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 178 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
180 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 181 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 37 / LEY
1551 DE 2012 – ARTÍCULO 35

448
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL
GOBERNADOR, COALICIÓN POLÍTICA, DOBLE MILITANCIA
POLÍTICA EN LA MODALIDAD DE APOYO, VALORACIÓN DE LA
PRUEBA, LIBERTAD PROBATORIA

EXTRACTO NO. 28

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00018-00
FECHA: 01/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Esteban Camilo Marín Maldonado
DEMANDADO: Nemesio Raúl Roys Garzón - Gobernador de
La Guajira, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en establecer, si la elección del


señor Nemesio Raúl Roys Garzón como gobernador de La Guajira debe
o no ser anulada, al haber presuntamente incurrido en la prohibición
de doble militancia estatuida en los artículos 107 de la Constitución
Política, 2° de la Ley 1475 de 2011 y 275.8 de la Ley 1437 de 2011, toda
vez que, durante la campaña electoral que precedió su designación,
supuestamente apoyó, acompañó y/o ayudó a las candidaturas de
los señores Gerardo Abel Cujia Mendoza y Euclides Manuel Redondo
Peralta, a las alcaldías de Uribia y Riohacha respectivamente.

TESIS 1: [A]un cuando la ley y la Constitución reconocen la existencia


de las coaliciones, lo cierto es que sin que se hubiera regulado su
conformación, esto es, lo concerniente al acuerdo de coalición ni su
funcionamiento, el derecho a coaligarse emana de la voluntad libre de
las agrupaciones políticas reconociendo su existencia sin necesidad
de desarrollo legislativo específico. (…). Con el Acto Legislativo 2 de
2015 se constitucionalizaron dos puntos específicos en materia de
coaliciones, así: i) Impuso al legislador el deber de regular aspectos
propios del funcionamiento de las coaliciones. ii) De manera autónoma
e independiente consagró y reguló el derecho a presentar lista de
candidatos en coalición para corporaciones públicas bajo condiciones
específicas. (…). [L]a norma en comento [Acto Legislativo 2 de 2015]

449
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

independiente al hecho de imponer un deber al legislador, reconoce


de manera clara el derecho de “presentar lista de candidatos en
coalición para corporaciones públicas”, bajo ciertas condiciones, por
cuanto: 1. Prevé como titulares del derecho los partidos y movimientos
políticos. 2. Exige la verificación de la personería jurídica. 3. Impone la
verificación del atributo relativo a que los entes coaligados, sumados
hayan obtenido una votación de hasta el quince por ciento (15%)
de los votos válidos. 4. Lo anterior, en la respectiva circunscripción.
En este sentido, es importante señalar que la norma constitucional
[artículo 262 de la Constitución Política] consignó los requisitos de
existencia propios de la coalición a la cual le es dable proceder con
la presentación de listas de candidatos a elecciones de corporaciones
públicas, en ejercicio de un derecho reconocido de manera específica
por el constituyente. Por lo tanto, de manera independiente al deber
del legislador de regular aspectos propios del funcionamiento de las
coaliciones, las cuales no resultan novedosas ni ajenas al ejercicio de
la democracia, resulta innegable que se reconoció como un mandato
autónomo y específico, un derecho en el orden constitucional. (…). [C]
on la citada norma constitucional se impuso el deber al legislador
en materia de coaliciones, de regular aspectos propios de su
funcionamiento y, por otra parte, de manera autónoma y específica
se consagró el derecho a presentar listas de candidatos en coalición
para corporaciones públicas, bajo ciertas condiciones, dispuestas de
manera específica por el Constituyente derivado, avanzando así en el
marco de protección que estableció la Ley 1475 de 2011 que sólo se
refirió a las coaliciones para cargos uninominales (art. 29). Corolario de
lo expuesto puede apreciarse, que el concepto de coalición deviene de
tiempo atrás a su inclusión en la Constitución Política de 1991 a través
de los actos legislativos 02 de 2002, 01 de 2009 y 2 de 2015. Empero,
que su constitucionalización ha permitido que se afianzase como una
alternativa de participación política para el acceso a cargos de elección
popular y, por consiguiente, que su regulación constituya un asunto
de especial interés para el legislador, desde luego, teniendo en cuenta
los parámetros mínimos establecido por el Constituyente derivado.
(…). Desde la perspectiva de esta Sala de decisión, se tiene que el
legislador con el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, previó los aspectos
básicos de la coalición en cargos uninominales. (…). Además, desde el
punto de vista temporal, se evidencia que el legislador estableció los
aspectos básicos que deben tenerse en cuenta antes de la inscripción
del candidato de coalición, después de esta circunstancia y luego de
elección. (…). [S]e puede concluir, que la norma estatutaria [Ley 1475

450
de 2011] reguló el contenido mínimo que debe tener el acuerdo de
coalición, eso sí, dejando claro que es vinculante para quienes lo
suscriben, no sólo en el momento de signarlo, por el contrario, las
cargas en él contempladas deben honrarse aún después de elegido el
candidato, dado que allí es donde se materializa el voto programático,
principio que como puede verse es trasversal al mencionado acuerdo o
pacto de voluntades políticas, razón por la que al contar con un mayor
respaldo popular por la unión de las fuerzas debe ser claro y ajeno a
cualquier vicio que pueda alterar el cometido constitucional de pureza
del sufragio. (…). Por lo tanto, no puede válidamente estar constituida
sobre un pilar que no sea democrático, ajeno a los fundamentos
constitucionales y legales que rigen la contienda electoral, dado
que las normas que regulan la materia buscan de forma unívoca
mantener la vigencia del sistema político democrático participativo.
(…).De las consideraciones expuestas (…), a manera de conclusión se
tiene que: - El derecho de las agrupaciones políticas a coaligarse ha
sido reconocido aun antes de que la Constitución hiciera referencia al
término coalición a través de los actos legislativos 02 de 2002, 01 de
2009 y 2 de 2015, por ejemplo, en los artículos 9 y 13 de Ley 130 de
1994. Empero, su constitucionalización ha permitido que se afianzase
como una alternativa de participación política para el acceso a cargos
de elección popular y, por consiguiente, que su regulación constituya un
asunto de especial interés para el legislador. En tal sentido se destaca
lo preceptuado en los artículos 107, 262, 303 y 314 de la Constitución.
- En tratándose de las coaliciones para cargos de elección popular
en corporaciones públicas, el constituyente (art. 262) consignó los
requisitos de existencia propios de la coalición, y estableció el deber
del legislador de regular aspectos propios del funcionamiento, materia
que aún no ha sido desarrollada en detalle por aquél. - Más prolijo ha
sido el desarrollo legal de las coaliciones para la elección de cargos
uninominales, respecto de los cuales se cuenta de manera especial con
los artículos 5, 7 y 29 de la Ley 1475 de 2011, constituyendo este último
una norma completa en cuanto a los aspectos básicos de la coalición
frente a su legitimación, finalidad, vinculatoriedad y solemnidad, que
además previó los aspectos fundamentales a tener en cuenta antes,
durante y después de la inscripción del candidato.

TESIS 2: En relación con la causal de nulidad que podría verse


materializada en el caso concreto, debemos remitirnos al numeral
8º del artículo 275 de la Ley 1437 de 2011. (…). Así las cosas, puede
observarse que el ordenamiento jurídico, prevé una consecuencia

451
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

clara y expresa cuando el candidato incurra en la prohibición de doble


militancia la cual, vale la pena aclarar, ha sido definida por esta Sección
como una prohibición que no puede leerse de forma aislada, pues para
determinar cuándo una persona está inmersa o no en la causal de
inelegibilidad es necesario recurrir al texto del artículo 107 Superior y
al artículo 2º de la Ley 1475 de 2011, que se alegan vulnerados en este
caso. (…). De la transcripción de la norma Superior [artículo 107 de la
Constitución Política] se desprende con claridad que está prohibido: (I) a
los ciudadanos, pertenecer de manera simultánea a dos o más partidos
o movimientos políticos y, (II) a quienes aspiren a ser elegidos en cargos
o corporaciones de elección popular, apoyar candidatos distintos a los
inscritos por el partido o movimiento político al cual se encuentren
afiliados. Por su parte, la ley estatutaria citada [Ley 1475 de 2011],
en su artículo 2º, no solo replica las modalidades de doble militancia
previstas en la norma constitucional, sino que además incluye otros
eventos en los cuales la prohibición se materializa. Bajo tal marco, la
Sección Quinta del Consejo de Estado, haciendo un análisis armónico
de las normas en cita, ha entendido que en la actualidad existen
cinco modalidades en las que se puede materializar la prohibición de
doble militancia. (…). [E]stas modalidades apuntan a la consecución
del propósito común, de “crear un régimen severo de bancadas en
el que esté proscrito el transfuguismo político”, pues su finalidad
es, precisamente, dar preponderancia a los partidos y movimientos
políticos sobre los intereses personales de los candidatos. Finalmente,
es de anotar que se ha entendido que la figura de doble militancia
incluye a todas las agrupaciones políticas sin importar que aquellas
tengan o no personería jurídica. Sin embargo, no se puede perder de
vista que esta afirmación no es absoluta, dado que el artículo 2° de la
Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo una excepción en esta
materia, que es aplicable a cualquiera de los eventos en los que ésta
pueda presentarse. Finalmente, en atención a que en el caso de autos
se invoca la configuración de la modalidad consistente en miembros de
organizaciones políticas que apoyan a candidatos de otra organización,
se estima pertinente reiterar los elementos que la configuran, que
han sido destacados en varias oportunidades por la Sección: “i) Un
sujeto activo, (…). ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar
a un candidato distinto al inscrito por la organización política a la que
se encuentren afiliadas las personas descritas anteriormente. iii) Un
elemento temporal, (…), la cual comprende desde el momento en el
que la persona inscribe su candidatura hasta el día de las elecciones.
(…).” En cuanto el elemento de la conducta prohibitiva, resultan

452
ilustrativas las siguientes consideraciones del fallo del 3 de diciembre
de 2020 de esta Sala de decisión, a través de las cuales a partir de
la jurisprudencia de la Sección, se precisaron aspecto tales como:
(I) la estructuración del apoyo exige necesariamente la ejecución de
actos positivos y concretos en favor del candidato perteneciente a otro
partido político. (II) Los actos de acompañamiento político no requieren
ser actos de tracto sucesivo o continuo, sino instantáneos, de donde
se colige que la configuración de la situación de inelegibilidad puede
probarse a través de una sola manifestación de apoyo en el contexto
de la campaña política. (III) El apoyo indebido se configura de manera
independiente al resultado electoral obtenido por el candidato asistido.
(IV) La probanza del comportamiento prohibido debe aflorar de
manera evidente o de bulto, es decir, revistiendo al operador judicial
de elementos de juicio que permitan superar toda duda razonable. (V)
El actuar objeto de sanción se centra en el ofrecimiento de apoyos, y no
en el recibimiento de respaldos por parte de un candidato. (…). De otra
parte, se estima pertinente reiterar, que la doble militancia en nuestro
ordenamiento jurídico es tridimensional, es decir, no solo irradia la
disciplina partidista, sino que también protege al elector y al sistema
democrático en materias de decisión de las bancadas por ejemplo.
En el caso de autos tiene especial importancia la protección de los
derechos constitucionales del elector, respecto de la cual vale la pena
destacar que desde 1991 el Estado colombiano optó por estructurarse
como un Estado Social de Derecho. (…). En efecto, a la democracia
representativa se le suma de manera trascendente la democracia
directa o participativa. (…). [E]n un Estado Social y Democrático de
Derecho la libertad del elector debe ser amparada con el fin de poder
hacer válida la democracia. (…). En este orden de ideas, hace parte
de esas reglas de protección de la libertad del elector la pretensión
consistente en que en el proceso electoral, el que sea, se comporte
bajo la doble exigencia de lealtad y claridad. (…). Por eso la necesidad
imperiosa que en momento alguno se induzca al elector a engaños,
manipulaciones, artilugios o equívocos, que alteren su convencimiento
al momento de ejercer su derecho fundamental. De tal suerte, que en
las elecciones unipersonales, por ejemplo, el elector debe gozar de
la claridad del programa político expuesto por el candidato, así como
de su lealtad en que dicho contenido ideológico y programático no
será alterado ni cambiado por otro, ni por circunstancias electorales
meramente coyunturales y con miras a transformar un resultado
electoral. Precisamente es dicha doble exigencia la que permite
radicar la confianza democrática en cabeza del elector, como director

453
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

soberano del Estado. En consecuencia, la doble exigencia proporciona


legitimidad a los procesos electorales y permite sostener el sistema
democrático. (…). Una de las formas que garantizan constitucionalmente
la salvaguarda y protección de la libertad del elector, es la prohibición
de doble militancia. En efecto, en variada jurisprudencia la Corte
Constitucional ha precisado que la prohibición a los ciudadanos de
pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento político,
tiene origen constitucional. En consecuencia, no es una determinación
que provenga solamente del legislador, sino que este la desarrolla
por devenir directamente de la Constitución. Así pues, la prohibición
constitucional de doble militancia, surge de la confianza depositada
por el elector en un determinado y específico plan de acción política.
Confianza que no puede verse estropeada y arruinada, por la decisión
personalista y egoísta del candidato o elegido de no honrar el acuerdo
tácito – tanto programático como ideológico -con su elector.

TESIS 3: [D]el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, (…), si bien no emplea


el término “doble militancia”, sí contiene mandatos claros e inequívocos
de los principios y fundamentos que justifican dicha prohibición, tales
como el fortalecimiento de las bancadas, la disciplina de partido, el
derecho del electorado de contar con información clara y concreta
sobre la militancia de los aspirantes a los cargos de elección popular,
y desde luego, evitar el proselitismo y el transfuguismo, todo con el
propósito de brindar condiciones mínimas de coherencia, transparencia
y lealtad en la carrera por obtener el apoyo ciudadano. (…). Ahora bien,
al analizar el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, que se insiste, contiene
mandatos directamente relacionados con los fines que justifican la
prohibición de doble militancia, en principio podría considerarse que
sólo establece obligaciones en cabeza de las colectividades políticas y
sus directivos con el candidato de coalición, pero no al contrario, esto
es, deberes u obligaciones del aspirante del cargo de elección popular
con las agrupaciones que lo respaldan, pues no hace alusión de manera
expresa a conductas que estén permitidas o prohibidas para el candidato
de coalición, particularmente, respecto a su relación con los demás
aspirantes a cargos de elección popular. No obstante, al ahondar en el
artículo 29 ibidem no puede perderse de vista, que constituyen aspectos
de la esencia del acuerdo de coalición, (I) el candidato que representará
a las colectividades involucradas y (II) el programa de gobierno que
presentará el aspirante a alcalde o gobernador, que es producto del
consenso al que llegaron aquéllas, por lo que resulta evidente que el
candidato sobre el cual recae el acuerdo de voluntades tiene un deber

454
de fidelidad, de lealtad con las agrupaciones políticas que lo respaldan,
en tanto las representa en la contienda electoral, (…), motivo por el cual
resultaría totalmente ilógico considerar que está habilitado para actuar
en contra los intereses de quienes inscribieron su candidatura. (…). La
anterior norma [artículo 2 de la Ley 1475 de 2011] a juicio de la Sala
claramente resulta aplicable a los candidatos de coalición, pues en
virtud de tal condición aspiran a un cargo de elección popular, y para tal
efecto están afiliados a una colectividad política (…), por lo que tienen
el deber de no atentar contra los intereses de la misma, de actuar en
el marco de los lineamientos de la agrupación a la que pertenecen,
motivo por el cual se les prohíbe brindar su apoyo a aspirantes que
no hacen parte de su partido, movimiento político o grupo significativo
de ciudadanos. Desde luego, no puede olvidarse que esta prohibición
tiene lugar cuando los candidatos de elección popular no están en
libertad de apoyar a aspirantes que no pertenecen a sus colectividades,
lo que ocurre cuando (I) para un cargo determinado hay candidatos
respaldados por su agrupación o en caso contrario, (II) cuando ésta
impartió a sus integrantes la directriz de no brindar apoyo alguno, so
pena de actuar en contra de sus principios y/o intereses e incurrir en
doble militancia. Por lo tanto, una interpretación sistemática de las
normas sobre el derecho a coaligarse y la atinente a la doble militancia,
permiten considerar que los candidatos de coalición no son ajenos a
las obligaciones que deben cumplir todas las personas que aspiran a
cargos de elección popular. (…). Por supuesto, no se pasa por alto que
el candidato de coalición, además de tener un deber de fidelidad con
el partido en el que milita, también se debe a las colectividades que
apoyaron su candidatura, respecto de las cuales aceptó representarlas
en la contienda electoral y presentar en su nombre un programa de
gobierno (art. 29 de la Ley 1475 de 2011), por lo que si la agrupación a
la que se encuentra afiliado no inscribió o respaldó a un candidato para
determinado cargo y respecto de éste dejó en libertad a sus militantes,
resulta válido que el aspirante de coalición brinde su respaldo a una
de las candidaturas de las colectividades que a su vez apoyaron su
aspiración electoral. En ese orden de ideas, a partir de las anteriores
consideraciones, que parten de la aplicación e interpretación sistemática
de los artículos 107 Superior, 2 y 29 de la Ley 1475 de 2011, la Sección
Quinta del Consejo de Estado (…), en materia de doble militancia ha
indicado que el candidato de coalición, en su intención de manifestar
apoyo a otros candidatos, (I) lo debe hacer en primer lugar, en favor de
los que pertenecen a la colectividad en la que se encuentra afiliado, y
(II) en caso de que su partido para un cargo específico no haya inscrito o

455
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

respaldado a algún aspirante, lo puede hacer en favor de los candidatos


que hacen parte de la coalición o los que militan en la colectividades
que adhirieron o apoyaron su campaña (la del candidato de coalición),
(III) sin establecer entre unos u otros algún grado de preferencia y, (IV)
siempre y cuando haya sido dejado libre para brindar ese apoyo por
parte de la colectividad de origen.

TESIS 4: De la revisión de la jurisprudencia en la materia, se


destacan 6 tipos de casos en los que se ha alegado la presunta
configuración de la causal de nulidad de doble militancia, en los que
estuvieron involucrados candidatos en coalición. Tales eventos pueden
identificarse así: 1. Presunta configuración de doble militancia por la
inscripción de candidaturas en nombre de varias agrupaciones políticas
y el desarrollo de actividades proselitistas que involucran a éstas. 2.
Supuesta materialización de doble militancia porque el candidato de
una agrupación política que en una consulta interpartidista no salió
favorecido, se inscribió como fórmula vicepresidencial del ganador
de aquélla. 3. Posible estructuración de doble militancia porque el
miembro de una corporación de elección popular, sin haber renunciado
a su curul con 12 meses de antelación a la elección, se inscribió
como fórmula vicepresidencial de un candidato en coalición. 4. Doble
militancia porque el demandado apoyó presuntamente a un candidato
de coalición respaldado por organizaciones políticas distintas a la del
primero. 5. Realización de actos constitutivos de doble militancia porque
el demandado, un candidato de coalición, presuntamente apoyó a otro
que milita en una agrupación política que no hace parte de aquélla. 6.
Supuesta materialización de doble militancia porque el demandado,
un candidato de coalición, recibió apoyo de otro que milita en una
colectividad que no hace parte de aquélla. (…). Varias conclusiones
pueden extraerse del (…) recuento jurisprudencial, de las cuales para el
caso de autos se destacan las siguientes: (…). 1. Respecto del candidato
de coalición puede distinguirse, la colectividad de origen, esto es, en
la que se encuentra afiliado, de aquellas que respaldan de manera
coaligada su aspiración electoral para un cargo determinado. 2. En
atención a que las coaliciones están permitidas por el ordenamiento
jurídico, no constituye un hecho constitutivo de doble militancia, que
una candidatura se inscriba con el respaldo de varias agrupaciones
políticas. 3. La prohibición de doble militancia se predica sin distinción,
sin excepción, respecto de quienes aspiren a ser elegidos en cualquier
cargo de elección popular, incluidos los candidatos a la presidencia
y vicepresidencia de la República, los que hicieron uso del derecho

456
personal de que trata el artículo 112 Superior y los que en virtud de
una coalición inscribieron su candidatura y adelantaron una campaña
electoral. 4. La exigencia de no incurrir en alguna de las modalidades
de la prohibición de doble militancia, que también es aplicable a los
candidatos de coalición, deviene de la Constitución (art.107) y la ley
(arts. 2 y 7 de la Ley 1475 de 2011), por lo que “el único facultado
para estructurar las circunstancias especiales que limitan esta figura
como causal de inelegibilidad es el legislador”, de manera tal que los
pactos de las agrupaciones políticas tendientes a limitar o precisar su
alcance carecen de validez. En este punto se insiste, los candidatos
de coalición como (I) ciudadanos que (II) que aspiran a ser elegidos en
cargos de elección popular, les resulta plenamente aplicable el inciso
2° del artículo 107 de la Constitución Política, en cuanto prescribe de
manera categórica que “en ningún caso se permitirá a los ciudadanos
pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento político”,
regla que es reproducida y desarrollada por el artículo 2° de la Ley
1475 de 2011, al indicar que quienes “aspiren ser elegidos en cargos
o corporaciones de elección popular, no podrán apoyar candidatos
distintos a los inscritos por el partido o movimiento político al cual se
encuentren afiliados”, exigencias que deben interpretarse de manera
armónica con el artículo 29 de la misma ley, que da cuenta que los
candidatos de coalición son en primer lugar, de la agrupación política
en la que militan, pero también de los demás miembros de la coalición
e incluso de los partidos y movimientos políticos que se adhieran o
apoyen su candidatura. Por esta razón, la jurisprudencia de la Sala
Electoral del Consejo de Estado nunca ha excluido a las coaliciones de la
prohibición de doble militancia, por lo que se ha emprendido el análisis
de fondo de los casos planteados, a efectos de precisar si durante la
campaña electoral se presentó o no el apoyo denunciado, porque en
caso afirmativo debe declararse la nulidad del acto de elección y, de lo
contrario deben negarse las pretensiones de la demanda. 5. En virtud
de la interpretación sistemática de los artículos 107 de la Constitución,
2 y 29 de la Ley 1475 de 2011, un candidato de coalición en primera
medida se debe a la organización política en la que milita y luego a las
colectividades que apoyan su candidatura por coalición o adhesión, por
ello, en su intención de manifestar apoyo a otros candidatos, (I) lo debe
hacer en primer lugar, en favor de los que pertenecen a la colectividad
en la que se encuentra afiliado, y (II) en caso de que su partido para un
cargo específico no haya inscrito o respaldado a algún aspirante, lo
puede hacer en favor de los candidatos que hacen parte de la coalición
o de los que militan en las colectividades que adhirieron o apoyaron

457
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

su campaña (la del candidato de coalición), (III) sin establecer entre


unos u otros algún grado de preferencia y, (IV) siempre y cuando haya
sido dejado libre para brindar ese apoyo por parte de la colectividad
de origen. 6. La conducta prohibida, en materia de doble militancia,
en la modalidad de apoyo, que también se aplica para los candidatos
de coalición, consiste en apoyar candidatos distintos a los propios
del partido o movimiento político al cual se encuentran afiliados, no
recibir apoyo de agrupaciones políticas diferentes a la que inscribe a
un aspirante a un cargo de elección popular.

TESIS 5: Antes de entrar a valorar las pruebas practicadas relativas a


los mencionados apoyos [de otras candidaturas], estima la Sala
necesario pronunciarse sobre los reparos (…), comenzando por reiterar,
que en la audiencia inicial celebrada el 25 de noviembre de 2020, se
ordenó tener como prueba los documentos y demás medios probatorios
allegados por el demandante, entre los que se encuentran las
direcciones electrónicas relacionadas en el libelo genitor y los
documentos adjuntos a éste, sin que la parte demandada en las
oportunidades correspondientes, esto es, al momento de contestar la
demanda y en la audiencia que ordenó tenerlos como tales (art. 269 del
CGP), haya efectuado alguna tacha de falsedad en los precisos términos
del artículo 270 de la Ley 1564 de 2012 (aplicable al proceso de nulidad
electoral según los artículos 296 y 306 de la Ley 1437 de 2011). (…).
Añádase a lo expuesto, que resulta incorrecto que la parte demandada
le endilgue al actor la carga de probar la autenticidad de los documentos
aportados, aunque las normas adjetivas parten de presumir que éstos
son auténticos mientras no hayan sido tachados de falsos o desconocidos
(arts. 215 del CPACA y 244 del CGP), de manera tal que el reproche
sobre el incumplimiento de la carga procesal, en realidad debe dirigirse
contra la parte pasiva, que se insiste, en modo alguno desvirtuó en las
etapas correspondiente la referida presunción. Ahora bien, en atención
a que las fotografías y videos en los que fundamentó su alegato el
accionante, provenientes de las redes sociales twitter, Instagram,
Facebook y de la página YouTube, fueron aportados señalando su
ubicación en la web a través de las direcciones o links correspondientes,
lo que permite su consulta en línea, observa la Sala que corresponden
a mensajes de datos, a la luz del artículo 247 del CGP. (…). Teniendo en
cuenta las consideraciones que anteceden [sentencia del 3 de diciembre
de 2020] y las pruebas aportadas con el libelo introductorio,
particularmente los mensajes de datos, (…), la Sala estima que cumplen
con los requisitos legalmente establecidos para ser examinados. (…).

458
[D]ebe advertirse es que ni las normas correspondientes al proceso
ordinario en la jurisdicción de lo contencioso administrativo ni las
atinentes al trámite de nulidad electoral, o incluso, las relativas a los
demás procedimientos especiales que se adelantan en ésta, establecen
incompatibilidades de los medios probatorios con los asuntos que se
debaten al interior de los mismos, lo que constituye una clara
manifestación del principio de libertad probatoria, consagrado en el
artículo 165 del Código General del Proceso, que resulta aplicable en
materia de lo contencioso administrativo, en virtud de la remisión
normativa del artículo 211 del CPACA. (…). Se subraya con fundamento
en el anterior precepto la libertad con la que cuenta el juez para decretar
los citados medios probatorios, que son desarrollados en detalle por
las normas adjetivas, pero también cualesquiera otros que estime le
pueden resultar útiles para la formación del convencimiento, esto es,
para lograr la mejor comprensión de los hechos sobre los que versa la
controversia, el esclarecimiento de los mismos a fin de adoptar
decisiones justas y que se armonicen en la mejor medida posible con
los valores, principios y normas que conforman el ordenamiento
jurídico. Así las cosas, el operador judicial dependiendo de las
particularidades de cada caso, es a quien le corresponde establecer
cuál medio de prueba resulta útil, necesario, conducente y pertinente
para probar o desvirtuar los enunciados fácticos realizados por las
partes, motivo por el cual no se comparte la apreciación del Ministerio
Público, que de antemano, de manera abstracta y general, afirma que el
interrogatorio de parte y la confesión pueden resultar incompatibles
con el medio de control de nulidad electoral. (…). [C]oncuerda la Sala con
la afirmación consistente en que el proceso de nulidad electoral se lleva
a cabo un juicio objetivo de legalidad, en el que se confronta el acto de
designación con el ordenamiento jurídico, sin que sea necesario
constatar circunstancias subjetivas, como la culpabilidad, para adoptar
la decisión correspondiente, pues tal aspecto debe verificarse frente a
otros mecanismos de control como la pérdida de investidura y la
pérdida del cargo. Empero, no se comparte que por dicha circunstancia
de entrada deban descartarse los señalados medios de prueba, pues
dependiendo de las particularidades del asunto sub examine, a través
de los mismos pueden esclarecerse la configuración o no de
circunstancias de hecho y de derecho que la ley define como causales
de nulidad electoral. (…). Por lo tanto, son las características de los
casos sometidos a consideración del juez, en los que juega un papel
relevante la actividad probatoria de las partes, los elementos de juicio
con los que se cuenta al momento de adoptar la decisión, los hechos

459
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que no son objeto de discusión y sobre los que existe controversia, la


posibilidad o imposibilidad de recaudar información mediante
determinado medio de prueba, entre otras circunstancias, las que el
operador judicial debe evaluar para decretar o no un prueba, por lo que
sería incorrecto plantear, como al parecer lo pretende el Ministerio
Público, que de antemano, en un plano general y abstracto se determine
la pertinencia del interrogatorio de parte y la confesión en los procesos
de nulidad electoral, máxime cuando el legislador consagró el principio
de libertad probatoria, en aras de que el juez establezca en la medida
de lo posible la verdad de los hechos y con fundamento en los mismos
adopte la decisión que en derecho corresponda, principio cuya aplicación
es totalmente compatible con el trámite de nulidad electoral, de allí que
no se comparta que en éste no tienen cabida el interrogatorio de parte
y la confesión, pues se insiste, en virtud de los mismos en un caso
concreto, podrían establecerse objetivamente, elementos de las
causales de nulidad frente a los actos de designación. (…). Aunque
resulta válida la preocupación del Ministerio Público por garantizar la
espontaneidad de los testimonios en el marco de la celebración de las
audiencias virtuales, posibilidad que en la actualidad se ha impuesto
debido a los desafíos que ha planteado la pandemia por Covid-19 para
la administración de justicia, como lo revelan la normatividad
recientemente proferida para implementar las tecnologías de la
información y las comunicaciones en las actuaciones judiciales, la Sala
no puede imponer a través del presente pronunciamiento alguna de las
alternativas arriba señaladas, pues ambas están amparadas por el
ordenamiento jurídico, con lo cual el legislador dejó en criterio del juez
instructor del caso en concreto, funcionario que tiene conocimiento
pormenorizado de la controversia judicial, la responsabilidad de adoptar
la decisión que estime más conveniente para el desarrollo adecuado de
la diligencia, la protección de los derechos de las partes y la finalización
del proceso, dada su condición de director de éste (art. 42 del CGP).
Finalmente, advierte la Sala que le asiste razón a la agente del Ministerio
Público al señalar en su intervención, que de la revisión de las normas
procesales atinentes al interrogatorio de parte y los testimonios, no se
advierte disposición alguna que imponga a las partes que serán
interrogadas, que no pueden escuchar las declaraciones de quienes les
precedan, pues tal exigencia sólo se predica de los testigos según el
artículo 220 del CGP. Empero, se estima que dicha situación no constituye
una irregularidad que afecte la validez de las pruebas practicadas,
comoquiera que durante la diligencia compareció el apoderado judicial
del señor Nemesio Raúl Roys Garzón, a través del cual éste ejerció en

460
todo momento su derecho de contradicción frente a los testimonios
practicados, objetando preguntas, interrogando y contrainterrogado a
los deponentes, como puede corroborarse en el video que contiene los
pormenores de la audiencia. (…). Al analizar individualmente las pruebas
(…), no se desprende más allá de cualquier duda razonable, de manera
evidente, de bulto, como corresponde en estos casos y lo ha destacado
la jurisprudencia de la corporación, un acto de apoyo manifiesto por
parte del demandado a la candidatura del señor Cujia Mendoza. (…). En
este punto vale la pena destacar, como lo ha hecho en anteriores
oportunidades esta Sección, que de la simple presencia de un candidato
en la actividad de otro, no puede inferirse que el primero está
acompañando al segundo, en especial durante la época de campaña, en
la que en un mismo lugar y de forma simultánea pueden adelantarse
varias actividades proselitistas, en un contexto en el que es frecuente
que los aspirantes a los cargos de elección popular compartan algunos
escenarios para difundir sus programas de gobierno, desarrollen
debates, entre otras actividades, a partir de las cuales sería precipitado
concluir que la mera asistencia de los candidatos es una clara
manifestación de apoyo. (…). Por lo tanto, a partir de las pruebas que el
demandante aduce para acreditar la existencia de una manifestación
de apoyo en la actividad del 18 de octubre de 2019, y su confrontación
con los demás elementos de juicio, no puede concluirse la existencia de
un acto de respaldo por parte del demandado a la candidatura del señor
Gerardo Cujia Mendoza. (…). Finalmente, el actor hace alusión a la
participación del demandado el 3 de agosto de 2019, en un evento
denominado “Ruta de la Lealtad” convocado por el señor Gerardo Abel
Cujia Mendoza, para dar apertura a su campaña. (…). De las pruebas (…)
llama la atención el último de los videos, (…), en lo que se refiere a las
declaraciones de los ciudadanos antes señalados permite comprender
sin dificultad alguna su contenido, sin que advierta alteración en sus
palabras o recortes que impidan comprender el sentido de las mismas,
declaraciones que como se desprende de los demás elementos
probatorios, fueron efectuadas durante el acto de apertura de la
candidatura del señor Gerardo Cujia Mendoza el 3 de agosto de 2019,
como se corroboró durante la audiencia de pruebas celebrada dentro
del expediente de la referencia, razón por la cual se reitera, el
mencionado documento está amparado por la presunción de
autenticidad que no fue desvirtuada por la parte demandada, por lo que
puede ser valorado sin inconveniente a la luz de las reglas de la sana
crítica. (…). A juicio de la Sala, a partir de las declaraciones de los
ciudadanos antes señalados durante la audiencia de pruebas se

461
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

encuentra acreditado que el señor Cujia Mendoza en la contienda


electoral manifestó su apoyo a la candidatura a la Gobernación del
señor Nemesio Raúl Roys Garzón, por lo que resultaba lógico que éste
último expresara su agradecimiento con el respaldo recibido, e incluso,
que tal manifestación en principio hiciera parte de la cordialidad y las
buenas maneras que deben caracterizar las campañas electorales, a
pesar de que varios candidatos y colectividades compitan por obtener
la mayoría de votos a fin de acceder a los cargos de elección popular.
Sin embargo, entrándose de las reglas que deben atender los candidatos
durante la jornada de campaña electoral, es claro que las expresiones
de agradecimiento y los actos de cordialidad entre los candidatos de
distintas organizaciones políticas tienen como límite las exigencias
establecidas en la Constitución y en la Ley, entre las cuales se encuentra
no incurrir en alguna de las modalidades de doble militancia (…),
respecto de las cuales no se ha establecido ninguna excepción. (…). En
criterio de la Sala, no resulta plausible del análisis de la referida
manifestación, inferir que única y exclusivamente se refiere al apoyo
que recibió el demandado en su aspiración electoral, porque aún
aceptando en gracia de discusión que a partir de la expresión
“agradecido con el pueblo de Uribia por este gran recibimiento”, el señor
Roys Garzón se refirió al respaldo que él había recibido, no puede
omitirse que a tal afirmación le sigue “de este apoyo para sacar a
Gerardo como alcalde de Uribia”, que de pretermitirse cambiaria
totalmente el sentido de la oración, inclusive, implicaría un análisis
parcializado y erróneo de la misma. En ese orden de ideas, al estudiar
de manera integral la oración “agradecido con el pueblo de Uribia por
este gran recibimiento, de este apoyo para sacar a Gerardo como
alcalde de Uribia”, se evidencia que no se hace alusión a la aspiración
del demandado como candidato a la Gobernación de La Guajira, sino a
la candidatura del señor Gerardo Cujia a la alcaldía del señalado
municipio, por lo que a dicha aseveración bajo las reglas de lógica y la
sana crítica no puede dársele el entendimiento consistente en que
única y exclusivamente constituye una expresión de agradecimiento
con el pueblo de Uribia por respaldo concedido a fin de que el señor
Roys Garzón fuera elegido gobernador de La Guajira, toda vez que
cuando se hizo alusión a “este apoyo”, se hizo mención al propósito de
“sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”. En suma, no resulta aceptable
interpretar que con la manifestación “agradecido con el pueblo de
Uribia por este gran recibimiento, de este apoyo para sacar a Gerardo
como alcalde de Uribia”, en realidad se quiso indicar agradecido con el
pueblo de Uribia por el apoyo que me brinda para ser gobernador de La

462
Guajira, pues esta segunda lectura cambiaría totalmente el sentido de
la oración que fue realizada, de las palabras empleadas, respecto de las
cuales tampoco puede perderse de vista que fueron pronunciadas en el
evento que dio apertura a la campaña electoral del candidato del Partido
Liberal a la alcaldía del mencionado municipio. Desde luego, no
desconoce la Sala que después de dicha manifestación de
agradecimiento, el demandado hizo referencia a Uribia como “una tierra
que merece todo el trabajo, todo el esfuerzo, todo el empeño” y a su
intención de ser gobernador de La Guajira para adelantar en el municipio
“los programas sociales que tanto se necesita”, empero la alusión que
se hizo a estos aspectos, tampoco tiene el alcance de entender que con
la afirmación “agradecido con el pueblo de Uribia por este gran
recibimiento, de este apoyo para sacar a Gerardo como alcalde de
Uribia”, en realidad se quiso indicar agradecido con el pueblo de Uribia
por el apoyo que me brinda para ser gobernador, pues se insiste, a la
expresión de agradecimiento inmediatamente le sigue el apoyo que se
ha brindado para sacar avante la aspiración del candidato del Partido
Liberal, al que se hizo alusión de manera expresa e inequívoca,
circunstancia que no puede obviarse aunque el demandado y el señor
Cujia Mendoza durante la audiencia de pruebas hayan hecho énfasis en
que lo aseverado por el primero única y exclusivamente tiene relación
con la candidatura del señor Nemesio Raúl Roys Garzón a la Gobernación.
Descartada por las razones expuestas que la referida manifestación se
refiere al apoyo que recibió el demandado en su aspiración electoral,
corresponde establecer si de ella se infiere como lo afirma el
demandante, una declaración de apoyo a la aspiración electoral del
señor Gerardo Cujia Mendoza. Para tal efecto, lo primero que se destaca
de la afirmación objeto de estudio, es que el demandado expresó su
agradecimiento, ante lo cual surgen las siguientes preguntas: (I) qué
motivó la acción de dar gracias y (II) quiénes son los destinatarios de
dicha acción, interrogantes frente a los cuales la misma alocución
indica (I) “con el pueblo de Uribia” (II) “por este gran recibimiento, de
este apoyo para sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”, declaración
que, en ningún momento debe perderse de vista, se realizó en un evento
al que asistió un número significativo de personas que acompañaron al
candidato del Partido Liberal para la mencionada alcaldía. Por lo tanto,
del sentido lógico y obvio de la aludida manifestación puede inferirse
que el demandado expresó su agradecimiento a un número significativo
de habitantes de Uribia, por el apoyo que le estaban brindado al señor
Gerardo Cujia Mendoza en su aspiración electoral, de manera tal que el
apoyo a que hace alusión proviene del electorado que comulgó y

463
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

acompañó la apertura de la mencionada candidatura. (…). A juicio de la


Sala la respuesta a la anterior cuestión es afirmativa, porque de la
señalada afirmación el demandado en un evento que tenía como
objetivo central dar apertura a la aspiración electoral del señor Cujia
Mendoza, le dio las gracias a todos aquellos que querían contribuir a
que fuera elegido burgomaestre, sumándose de esta manera a dicha
intención, esto es, a “sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”, palabras
que estuvieron precedidas de su presencia en la mencionada actividad,
en la que a la vista de un número significativo de personas compartió
tarima y caminó al lado del candidato del Partido Liberal, como lo
revelan las demás fotos y videos, de manera tal que con la referida
alocución el señor Nemesio Raúl Roys Garzón, en su condición de
candidato a la gobernación de La Guajira, ante la ciudadanía que lo
escuchó (cuando hizo la declaración o la que tuvo acceso al video
publicado en redes sociales) terminó alineándose con el propósito de
quienes acudieron a dicha actividad para respaldar la candidatura del
señor Cujia Mendoza. (…). Con lo anterior no se desconoce que en la
actividad de apertura de la campaña electoral del señor Gerardo Cujia
Mendoza se le haya podido expresar apoyo al señor Nemesio Raúl Roys
Garzón, ni que éste estuviera agradecido por tal circunstancia y
correspondiera tal gesto con su presencia y participación en el evento;
empero, como líneas atrás se indicó, ello no le exoneraba del deber de
respetar las reglas de la campaña electoral, como la prohibición de
doble militancia, en especial cuando para la alcaldía de Uribia el Partido
Conservador Colombiano, en el que milita el demandado, inscribió la
candidatura del señor Bonifacio Henríquez Palmar, por lo que las
señaladas palabras de agradecimiento no favorecían a éste, sino a uno
de sus contendientes, el perteneciente al Partido Liberal Colombiano, al
que acompañó en la apertura de su campaña y respecto del cual a viva
voz indicó estar agradecido por el apoyo para “sacar a Gerardo como
alcalde de Uribia”. Es que la participación del demandado en el referido
evento y particularmente las palabras de gratitud para quienes
respaldaron al señor Cujia Mendoza, terminaron materializando ante el
electorado una manifestación apoyo a la aspiración de éste último,
mostraron complacencia, satisfacción, acuerdo con el objetivo de que
aquél fuera elegido alcalde, aunque para tal cargo sólo una persona
podía lograr tal fin, y más relevante aún, aunque en dicha carrera el
Partido Conservador, al que le debe fidelidad el demandado, tenía su
aspirante, hecho que exigía del señor Nemesio Raúl Roys Garzón ser
prudente e imparcial en su trato con las demás candidaturas, inclusive,
con las que lo apoyaban, pues se insiste, ni legal ni constitucionalmente

464
constituye una excepción a la prohibición de doble militancia, que una
vez se recibe un respaldo político, sin limitación alguna puede
corresponderse de la misma forma, pues esa lógica proselitista rompe
la disciplina de partido y hace más confuso para el electorado identificar
la ideología de los aspirantes a los cargos de elección popular, pues en
este caso en una maniobra para lograr el triunfo el demandado del
Partido Conservador estaba agradecido por el apoyo ciudadano al
aspirante del Partido Liberal a la Alcaldía de Uribia, entidad territorial
para la cual la primera colectividad tenía su candidato, el señor Bonifacio
Henríquez Palmar. Lo anterior es de la mayor importancia, en tanto el
agradecimiento otorgado por el demandado fue a los ciudadanos en
general; es decir, este no recayó en la gratitud a quien lo acoge en su
campaña sino que se dirigió a quienes los seguían en la contienda, y fue
por el apoyo que éstos le brindaron al señor Cujia Mendoza, actuación
que hace pensar al colectivo que quien fungiría como gobernador
respaldaba la candidatura de quien lo acogió en sus huestes, situación
que excede el marco de la cordialidad para devenir en prohibida. Bajo
ese entendimiento, de la expresión “agradecido con el pueblo de Uribia
por este gran recibimiento, de este apoyo para sacar a Gerardo como
alcalde de Uribia”, no puede advertirse algo distinto a una clara e
inequívoca manifestación de apoyo en favor de este último por parte del
demandado, de la que necesariamente se desprende que se alineó con
el deseo que tenían varios ciudadanos de que el candidato Cujia
Mendoza saliera victorioso en el certamen electoral, aunque el señor
Nemesio Raúl Roys Garzón se empeñe en indicar que de ella sólo se
desprende que dio las gracias a quienes estaban apoyando su
candidatura. Se desprende de ello, una forma de falseamiento de la
representación política del candidato a la Alcaldía de Uribia, pues quien
lo apoyó pertenecía a una coalición donde no tenía asiento el partido
Liberal, conducta que debilita el sistema de partidos, perjudica la
gobernabilidad y deteriora la cultura político democrática. (…). No se
trata de catalogar como traición política o mirar con sospecha las
buenas maneras, los elogios, la cercanía o la proximidad que válidamente
puede existir entre candidatos de distintos partidos; tampoco de
fomentar durante el debate electoral una lógica de violencia o total
oposición entre las distintas alternativas, sino de subrayar el respeto de
las reglas de la contienda electoral, en virtud de las cuales los candidatos
no deben caer en conductas que traspasen la barrera de la lealtad
frente a su partido. Lo que se desprende de la prohibición de la doble
militancia es la representación de una línea de comportamiento diáfano,
que coadyuve al proceso de la formación de la voluntad política del

465
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

elector, el fortalecimiento de la democracia y la disciplina partidista,


todo con el propósito de brindar condiciones mínimas de coherencia,
transparencia y honestidad en la carrera por obtener el apoyo ciudadano,
que deben ser garantizadas con absoluta convicción por los particulares
y las autoridades. En conclusión, a juicio de la Sala se encuentra
acreditado que el demandado el 3 de agosto de 2019, durante la
apertura de la campaña del señor Gerardo Abel Cujia Mendoza,
candidato del Partido Liberal a la alcaldía de Uribia, con su participación
y la señalada manifestación, apoyó la aspiración electoral de aquél. (…).
A juicio de Sala, de la (…) prueba [del presunto apoyo del demandado a
la candidatura del señor Euclides Manuel Redondo Peralta a la alcaldía
de Riohacha] sólo se desprende la participación conjunta de los
referidos candidatos en la comuna 8 de Riohacha, respecto de la cual es
el señor Euclides Manuel Redondo Peralta en su cuenta de twitter, quien
manifiesta que acompañó “al próximo Gobernador de la Guajira”@
NemesioRoys”, sin que pueda desprenderse por parte del demandado
alguna manifestación o acto inequívoco de apoyo a la candidatura del
señor Redondo Peralta. (…). Por lo tanto, a partir de las pruebas (…), y su
confrontación con los demás elementos de juicio, no puede concluirse
la existencia de un acto de respaldo por parte del demandado a la
candidatura del señor Euclides Manuel Redondo Peralta [a la Alcaldía
de Riohacha]. (…). A juicio de la Sala, de los (…) elementos de juicio salta
a la vista la existencia de actos claros e inequívocos de apoyo por parte
del señor Euclides Manuel Redondo Peralta, a la candidatura del
demandado, como puede apreciarse en los mensajes y en el video que
publicó en su cuenta de twitter y lo ratificó en el testimonio que rindió
en el presente trámite, reiterando que fue él quien buscó al demandado,
quien se adhirió a su candidatura y lo invitó a algunas actividades, sin
que el señor Roys Garzón correspondiera tal respaldo apoyando su
candidatura a la Alcaldía de Riohacha. (…). No obstante las anteriores
circunstancias, de las que se desprende que la firma y presentación del
(…) pacto [por la transformación Riohacha] constituyeron
manifestaciones de apoyo del señor Redondo al demandado, considera
la Sala que de las mismas también se coligen manifestaciones públicas
de respaldo del señor Roys Garzón al candidato del Partido de
Reivindicación Étnica por el municipio de Riohacha. (…). En efecto,
aunque los mencionados ciudadanos y los terceros impugnadores de la
demanda de manera reiterada indicaron que el pacto en mención fue
una simple muestra de apoyo del señor Euclides Manuel Redondo al
demandado y la aceptación por parte de éste de la adhesión a su
candidatura, el referido documento va más allá, esto es, no es la mera

466
aquiescencia de un candidato con el programa de gobierno de otro, sino
una propuesta de trabajo construida a dos manos, en la que los
firmantes asumieron ante electorado compromisos puntales en el
evento que ambos, no sólo uno de ellos, fueran elegidos, con lo cual se
insiste, salta a la vista el propósito de obtener votos para las dos
candidaturas, no sólo para una de ellas como lo quieren hacer ver. (…).
Por lo tanto, cuando los candidatos exponen ante la ciudadanía aspectos
concretos de las acciones que emprenderían en el caso de ser elegidos,
están dando a conocer parte de sus programas de gobierno, asuntos de
la esencia de sus candidaturas, por lo que el referido pacto no constituyó
un documento sin valor en la contienda electoral, todo lo contrario, dio
cuenta de la construcción conjunta de propuestas para convencer al
electorado, que fueron diseñadas y presentadas de manera
mancomunada por aspirantes de diferentes colectividades políticas del
nivel municipal y departamental. (…). Todo esto para subrayar, que no
resulta acertado predicar que el pacto por la transformación por
Riohacha suscrito por el demandado y el señor Euclides Manuel
Redondo Peralta constituye un mero documento sin transcendencia en
la carrera por obtener el respaldo para ser elegidos gobernador de La
Guajira y alcalde de la mencionada ciudad. (…). Así la cosas, al elaborar,
firmar y presentar el demandado el referido pacto [por la transformación
Riohacha] con un candidato diferente al de su colectividad, emana claro
la intención de obtener para los dos el respaldo ciudadano, y por tanto,
de apoyarse mutuamente en su aspiración electoral, desconociendo el
señor Roys Garzón que en su intención de manifestar respaldo a alguna
candidatura, tenía un deber de lealtad con su colectividad, que inscribió
su propio candidato para la Alcaldía de Riohacha, con quien tenía la
posibilidad de trabajar de la mano para elaborar su futuro plan de
desarrollo y así mostrarlo ante la comunidad y no, suscribir documentos
relacionados con los acuerdos programáticos con candidatos ajenos a
su agrupación. En conclusión, a juicio de la Sala se encuentra acreditado
que el demandado con la suscripción y presentación del “Pacto por la
Transformación de Riohacha, entre Euclides “Quille” Redondo” y
Nemesio Roys Garzón”, apoyó la candidatura del primero a la alcaldía
del señalado municipio.

TESIS 6: [L]a modalidad de doble militancia atribuida en este caso,


está consagrada en el inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011.
(…). Por manera que, corresponde ahora a la Sala determinar si en el
caso concreto se encuentran acreditados los elementos enunciados. (…).
En cuanto al sujeto activo, está acreditado dentro del presente trámite

467
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que el demandado aspiró a la dignidad de gobernador de La Guajira,


registrando en el formulario correspondiente su pertenencia al Partido
Conservador Colombiano y además, las colectividades que de manera
coaligada respaldaron su candidatura, (…), motivo por el cual, al señor
Nemesio Raúl Roys Garzón en su condición de aspirante a un cargo
de elección popular le era exigible no incurrir en la referida causal de
inelegibilidad. Frente a la conducta prohibitiva, consistente en apoyar a
un candidato distinto al inscrito por la organización política a la que se
encuentre afiliado, se tiene (…), que éste en primera medida se debe a
la organización política en la que milita y luego a las colectividades que
apoyan su candidatura por coalición o adhesión, por ello, en su intención
de manifestar apoyo a otros candidatos, (I) lo debe hacer en primer lugar,
en favor de los que pertenecen a la colectividad en la que se encuentra
afiliado, y (II) en caso de que su partido para un cargo específico no haya
inscrito o respaldado a algún aspirante, lo puede hacer en favor de
los candidatos que hacen parte de la coalición o los que militan en las
colectividades que adhirieron o apoyaron su campaña (la del candidato
de coalición), (III) sin establecer entre unos u otros algún grado de
preferencia y, (IV) siempre y cuando haya sido dejado libre para brindar
ese apoyo por parte de la colectividad de origen. (…). En este punto vale la
pena aclarar, que sin perjuicio de la forma respetuosa y constructiva en
la que se deben llevar a cabo las campañas electorales y el hecho de que
las coaliciones y adhesiones políticas pueden propiciar que aspirantes
de distintas orillas en lugar de actuar como adversario se esfuercen
por encontrar puntos común, en el desarrollo de dicha dinámica los
candidatos deben ser especialmente cuidadosos en el sometimiento a
la ideología y disciplina del partido, a la necesidad de actuar como un
colectivo, atendiendo los lineamientos de éste y obrando con lealtad y
transparencia frente a sus copartidarios; pues tales exigencias además
de brindar un escenario idóneo para la contienda electoral, propician
que el electorado identifique fácilmente las distintas opciones políticas,
en lugar de confundirlo para ganar adeptos, a través de conductas
proselitistas, que precisamente, dada la realidad del escenario político
colombiano, se quieren evitar. Bajo esa perspectiva, aunque en el caso de
autos también está acreditado que los candidatos Gerardo Cujia Mendoza
y Euclides Manuel Redondo apoyaron la candidatura del demandado a la
Gobernación de La Guajira, tal circunstancia no eximía a éste del deber
de atender la disciplina de partido, y por consiguiente considerar en sus
actuaciones, que la colectividad a la que pertenece para las alcaldías de
Uribia y Riohacha tenía candidatos propios, por lo que era respecto de
ellos y no de sus contendientes, que podían válidamente realizarse las

468
manifestaciones de apoyo, so pena de incurrir en la prohibición de doble
militancia. Sostener lo contrario, significaría predicar que sin restricción
alguna los candidatos a cargos de elección popular pueden corresponder
con manifestaciones de apoyo el respaldo que recibieron, aunque dicha
circunstancia no fue contemplada por el legislador con una excepción
a la doble militancia, y por el contrario, podría poner en tela de juicio su
efectividad. (…). En este orden de ideas, correspondía al candidato Roys
Garzón velar de manera prioritaria por la dignificación de esa relación
entre su candidatura de coalición y sus electores. Es a través de esta
relación que el Estado puede verificar la efectiva libertad del elector al
momento de tomar su decisión. No puede desatenderse de la máxima,
que solamente la libertad del elector es la que garantiza la existencia de
la democracia. Si el elector no es libre no puede pregonarse la presencia
de un evento democrático. Así las cosas, los actos desplegados por el
señor Roys Garzón vulneraron el concepto de democracia moderno,
consistente este en la trascendencia y valoración constitucional de
los procedimientos previos, concomitantes y posteriores a un proceso
de elección; procedimientos donde se resalta de manera especial la
verificación de las condiciones de ejercicio de la libertad del elector.
(…). Ciertamente, los comportamientos desarrollados por Roys Garzón
afectaron la claridad y lealtad – exigidas constitucionalmente- en cabeza
de sus electores. Los equívocos, las confusiones, las ambigüedades,
las puestas en escena meramente coyunturales e inclusive las
indeterminaciones ideológicas que produce la doble militancia, alteran
el convencimiento del elector al momento de la toma de su decisión.
La prohibición constitucional de la doble militancia, en la que incurrió
Roys Garzón, restó la claridad exigida en su programa político y
socavó la lealtad con su elector, en el sentido que la ideología política
expresada por la colectividad a la que pertenece, era una y no otra.
Sin dudas, este tipo de manifestaciones hacen mella en la confianza
democrática que debe tender a salvaguardar el Estado a través de su
juez electoral. En consecuencia, el señor Roys Garzón al incurrir en doble
militancia, deshonró el acuerdo tácito que existía con su elector, acuerdo
ampliamente protegido por la democracia actual y respaldado en la
Constitución. Finalmente, en cuanto el elemento temporal, se constata
que las conductas objeto de reproche (…) tuvieron lugar en el mes de
agosto de 2019, esto es, después de que el demandado inscribió su
candidatura (el 26 de julio de 2019) y antes de las elecciones celebradas
el 27 de octubre de la misma anualidad, esto es, en plena campaña
electoral. Así las cosas, se encuentran acreditados todos los elementos
de la prohibición de doble militancia por parte del demandado.

469
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 7: No obstante, el señor Nemesio Raúl Roys Garzón y los


terceros impugnadores de la demandada (…), expusieron argumentos
de distinto orden para concluir que los candidatos de coalición no
pueden incurrir en doble militancia. (…). De un lado, se destacan de las
anteriores normas [inciso 2 del artículo 107 de la Constitución Política,
y, artículo 2 de la Ley 1475 de 2011] las expresiones los ciudadanos y
quienes aspiren a ser elegidos, porque desde luego en las mismas
están incluidos los candidatos de coalición, que son ciudadanos
militantes de una organización política que con un acuerdo de coalición
buscan el apoyo de varias colectividades para ser designados en
cargos de elección popular. De otro lado, se subrayan de los referidos
preceptos, el mandato de no pertenecer a más de una colectividad
política y la prohibición de no apoyar a candidatos distintos a los
inscritos por la agrupación al que se encuentre afiliado, porque con
fundamento en ellos la organización electoral y esta Corporación como
(…), tratándose del candidato de coalición, ha precisado que (I) está
afiliado a una sola colectividad política, so pena de desconocer el inciso
2° del artículo 107 Superior, (II) pero que por virtud de la ley (art. 13 de
la Ley 130 de 1994 y 29 de la Ley 1475 de 2011) en su aspiración
electoral válidamente es apoyado por varias agrupaciones. En efecto,
en atención a dicha distinción, cuando se inscribe la candidatura de un
candidato de coalición a través del formulario E-6, en una casilla se
debe precisar la colectividad a la que pertenecen, con el fin de que la
organización electoral y toda la ciudadanía conozca la agrupación
política de origen, en la que militan, a la que se encuentra afiliado, y en
otro espacio se deben incluir las colectividades que apoyan su
aspiración electoral para el respectivo cargo. Asimismo, tal distinción
que ha sido destacada en varias oportunidades por la Sección Quinta
del Consejo de Estado, es la que ha permitido considerar en sede de
nulidad electoral, que el candidato de coalición en su intención de
manifestar apoyo a otros candidatos, (I) lo debe hacer en primer lugar,
en favor de los que pertenecen a la colectividad en la que se encuentra
afiliado, y (II) en caso de que su partido para un cargo específico no
haya inscrito o respaldado a algún aspirante, lo puede hacer en favor
de los candidatos que hacen parte de la coalición o los que militan en
la colectividades que adhirieron o apoyaron su campaña (la del
candidato de coalición), (III) sin establecer entre unos u otros algún
grado de preferencia y, (IV) siempre y cuando haya sido dejado libre
para brindar ese apoyo por parte de la colectividad de origen. (…).
Frente al señalado entendimiento del artículo 29 de la Ley 1475 de
2019, vale la pena de recordar que él, en concordancia con los artículos

470
28 del mismo estatuto, 108 y 262 de la Constitución Política, señalan
que son los partidos políticos, los movimientos sociales y los grupos
significativos de ciudadanos los que inscriben candidatos, en atención
a que hacen parte de tales colectividades, cuestión distinta es que
éstas efectúen tal inscripción de manera individual o en coalición, sin
que respecto de la segunda alternativa la ley o la Constitución le
confieran a la concurrencia de voluntades constituirse como una nueva
agrupación política con la posibilidad de tener afiliados como ocurre
con las que sí son reconocidas como tales por el ordenamiento jurídico,
ni tampoco, que en virtud de la coalición el candidato de un partido se
desafilie automáticamente del mismo para pasar a una nueva
agrupación que es distinta a la suma de organizaciones que
contribuyeron a su creación, con el fin de no vulnerar el mandato
constitucional [artículo 107]. (…). En ese orden de ideas, cuando el
artículo 29 de la Ley 1475 de 2019 señala que el candidato de coalición
“será el candidato único de los partidos, movimientos y grupos
significativos de ciudadanos que participen en ella”, denota su carácter
vinculante, lo que significa que para una contienda electoral específica,
varias colectividades están respaldando en virtud de un acuerdo de
coalición al candidato que pertenece a una de ellas, comprometiéndose
de esta manera a no inscribir más aspirantes al cargo correspondiente,
so pena que las que se realicen se hagan defraudando el pacto y por
ello pueden ser revocadas o en caso de resultar electos declarados
nulos los actos de elección, como se desprende del parágrafo 2° del
artículo 29, en aras de hacer prevaler el carácter vinculante que tiene
el acuerdo y también reiterar la regla general según la cual los partidos
y movimientos políticos presentarán listas y candidatos únicos (art.
262 de la C.P.). (…). La Sala insiste en que la distinción de la colectividad
de origen de un candidato, esto es, de la cual es militante, respecto de
las demás que respaldan su aspiración electoral, fue la que permitió
considerar frente a las primeras demandas de nulidad electoral contra
candidatos de coalición por la presunta configuración de doble
militancia, que éstos al inscribir su candidatura no incurren en una
multiafiliación. (…). Por lo tanto, el anterior entendimiento de los
artículos 2 y 29 de la Ley 1475 de 2011 no constituye una novedad
como lo quiere hacer ver la parte demandada, en especial cuando la
jurisprudencia de la Sala frente a los casos en los que se alega la
configuración de doble militancia en las que están involucrados
candidatos de coalición, no ha señalado que están exentos de incurrir
en tal prohibición, por el contrario, de manera enfática ha sostenido
que se predica sin distinción respecto de quienes aspiren a ser elegidos

471
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en cualquier cargo de elección popular, lo que incluye a quienes


inscriben su candidatura respaldados por varias colectividades
políticas, circunstancia que ha posibilitado que contra los mismos se
conozcan de fondo demandas de nulidad electoral, respecto de la
cuales la Sección Quinta del Consejo de Estado ha negado las
pretensiones de las demandas cuando no se acredita la existencia de
la doble militancia, pero también anulado las designaciones cuando se
demuestra la configuración de ésta. (…). Ahora bien, subraya la Sala
que el año pasado dentro de los procesos de nulidad electoral 11001-
03-28-000-2019-00074-00, 11001-03-28-000-2019-00075-00 y
68001-23-33-000-2019-00867-02, se dictaron 2 fallos relevantes en
los que frente a los candidatos de coalición se explicó con claridad por
qué podían incurrir en doble militancia, para lo cual se recurrió a los
artículos 107 de la Constitución, 2 y 29 de la Ley 1475 de 2011 y a
algunos antecedentes en la materia, por consiguiente, a las fuentes de
derecho a partir de las cuales la Sección ha reiterado que (I) en “ningún
caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a
más de un partido o movimiento político con personería jurídica”; (II)
que la referida prohibición se predica sin distinción, respecto de
quienes aspiren a ser elegidos en cualquier cargo de elección popular
y; (III) que respecto del candidato de coalición puede distinguirse la
colectividad de la cual es militante de las demás que respaldan de
manera coaligada su aspiración electoral, asumiendo el compromiso
de no inscribir más candidatos; reglas que tienen sustento en las
normas antes señaladas y que desde su publicación deben ser
atendidas por quienes hacen ejercicio del derecho a elegir y ser elegido.
Por lo tanto, si bien las providencias dictadas en los procesos antes
señalados tienen la virtud de explicar algunos aspectos de la doble
militancia tratándose de candidatos de coalición, en estricto sentido no
representan la formulación de reglas novedosas, como para considerar
que únicamente pueden aplicarse para las futuras elecciones. (…). [E]s
necesario precisar, que si bien esta Sala de decisión destacó la
existencia de la señalada prohibición en el acuerdo de coalición,
también lo es que indicó que tiene como sustento el artículo 2° de la
Ley 1475 de 2011, que desarrolla el artículo 107 Superior. Por lo tanto,
aún si el pacto no hubiere hecho referencia al deber de fidelidad que
tienen los candidatos de elección popular con las colectividades a las
que pertenecen, el mismo se seguiría predicando, pues se insiste, tiene
como fundamento un mandato constitucional y otro legal. Asimismo,
tampoco puede olvidarse como lo ha subrayado esta Sala de decisión,
que la exigencia de no incurrir en alguna de las modalidades de la

472
prohibición de doble militancia deviene de la Constitución (art.107) y la
ley (arts. 2 y 7 de la Ley 1475 de 2011), por lo que “el único facultado
para estructurar las circunstancias especiales que limitan esta figura
como causal de inelegibilidad es el legislador”, de manera tal que los
pactos de las agrupaciones políticas tendientes a limitar o precisar su
alcance carecen de validez. Esto también quiere decir, que la aplicación
de la prohibición no depende como al parecer lo quiere dar a entender
el tercero impugnador, si la coalición le permitió o no a su candidato
apoyar sin restricción a otros que no pertenecen a la colectividad en la
que milita. (…). En conclusión, las consideraciones que anteceden
reafirman que (I) existen normas que exigen de los candidatos de
coalición no incurrir en doble militancia; (II) que partir del artículo 29
de la Ley 1475 de 2011 no pueden predicarse excepciones a dicha
prohibición, como ocurriría al considerar que pertenecen a varias
agrupaciones políticas o a ninguna de ellas y; (III) que la Sección Quinta
del Consejo de Estado en su jurisprudencia ha precisado los aspectos
relevantes frente a la configuración de la señalada causal de
inelegibilidad, en casos de candidatos coaliciones. (…). Añádase a lo
expuesto, que si bien es cierto que las coaliciones son la verificación
del pluralismo político que defiende la Constitución, también es cierto
que estas no pueden desconocer el mandato superior de protección de
los derechos constitucionales del elector y de la confianza depositada
por este en dicho tipo de ligazón política. De allí, el carácter vinculante
de la coalición. Entenderse que las normas de doble militancia no
tocan con las coaliciones políticas, es comprender de manera
asistemática e incoherente todo el andamiaje de protección
constitucional del elector. Teniendo carácter vinculante las coaliciones
no pueden ser vistas de manera minimalista. Ciertamente, cuando la
coalición política pretende acceder a varios cargos públicos a través de
ella misma o por medio de sus partidos componentes, se parte de la
base que los programas e ideologías que pregona la ligazón se
materializarán al obtener el favor popular. Así las cosas, el elector –
como sujeto a proteger cuando de doble militancia se trata - debe
observar una univocidad de políticas, programas, apoyos,
acompañamientos; que le permitan evidenciar que su elección es o no
es la que se ajusta a su interés. Por el contrario, cuando la coalición no
es clara ni leal con su elector, produce en éste la dispersión de su
interés, lo desestimula a participar, le crea confusión; precisamente
todo aquello que pretende evitar una democracia sana y en ejercicio.
Democracia, como se ha avizorado atrás, altamente protegida por la
Constitución. Mal puede entenderse que la aplicación de estos

473
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

principios sea flexible o laxo, por el contrario, el verdadero cambio que


pretendió resaltar la Constitución de 1991 era la depuración de las
costumbres políticas, muchas de las veces vulneradoras de los
derechos del elector. De allí, que sobre los candidatos y elegidos
recaiga una diligencia extrema en respetar la confianza depositada por
el ciudadano. Así las cosas, ninguno de los argumentos expuestos por
éstos desvirtúa que el señor Nemesio Raúl Roys Garzón en su
aspiración a la Gobernación de La Guajira incurrió en la causal de
nulidad de doble militancia en la modalidad de apoyo, consagrada en
los artículos 2° de la Ley 1475 de 2011 y 275.8 de la Ley 1437 de 2011.

TESIS 8: Asimismo, tampoco hay lugar a considerar que esta es la


primera vez que se aplican a los candidatos de coalición las normas
relativas a la prohibición de incurrir en doble militancia, o que esta
Corporación nunca ha anulado por la configuración de ésta una
elección, pues los criterios alrededor de la misma han sido reiterados
en la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado y
construidos a partir de los artículos 107 de la Constitución, 2, 7 y 29
de la Ley 1475 de 2011 y normas concordantes, que han tenido la
oportunidad de conocer los ciudadanos que en los pasados comicios
aspiraron a ocupar un cargo de elección popular, respecto de quienes
sin distinción se ha indicado que pueden incurrir en la referida causal
de inelegibilidad. Por lo tanto, no hay lugar en aplicación de la figura de
la jurisprudencia anunciada a negar las pretensiones de la demanda,
pues se itera, con la presente decisión no se están establecido
parámetros novedosos de interpretación sobre la doble militancia, por
el contrario, en aplicación de los mismos se advierte la ilegalidad de la
elección enjuiciada.

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS 1: Sea lo primero indicar que, para declarar la nulidad de una


elección, el juez debe contar con la evidencia suficiente y ponderar todas
las situaciones que comporta el caso, en la medida que se van afectar
derechos del elegido y, de paso, truncar el anhelo de una comunidad
que ha otorgado un mandato popular a quien, según su voluntad,
merece la confianza pública. Con todo respeto, [se estima] que, en el
presente caso, no existe la suficiencia probatoria para concluir que
estamos ante una clara, inequívoca e incontrastable vulneración de

474
la prohibición de la doble militancia; por el contrario, existe una duda
razonable que no permite llegar a la convicción íntima para declarar
la nulidad de la elección. (…). En primer lugar, una lectura de conjunto
de la ponencia, permite advertir una clara incongruencia en la forma
como se valoran las pruebas, en tanto, de un lado, se desestima la
configuración de la causal de doble militancia política, a partir de
algunas fotografías, videos, declaraciones de testigos e interrogatorio
de parte, que conforman el material probatorio, justamente, por no
ofrecer certeza de que el entonces candidato a la gobernación de la
Guajira otorgó apoyo a algunos candidatos a la alcaldía y, de otro lado,
se le da relevancia y contundencia a dos (2) sucesos, que (…), también
están signados de los mismos elementos de incertidumbre. En este
orden, en el proyecto se propone declarar la nulidad de la elección por
dos razones: i) La pronunciación de una frase ambigua y polisémica
que emitió el candidato en el marco de un evento de apoyo a su
candidatura y ii) y la suscripción un documento denominado “Pacto
por la transformación de Riohacha”, cuyo contenido es estrictamente
programático. (…). De los demás sucesos analizados en la ponencia, a
partir de los cuales se llega a la conclusión de que el señor Nemesio
Raúl Roys Garzón, no incurrió en la doble militancia, se parte de la
base de que el candidato a la gobernación, recibió apoyo o adhesión
de los candidatos a las alcaldías de los municipios Uribia y Riohacha.
(…). Sin embargo, [se estima] que, con el mismo entendimiento,
debió contextualizarse los dos (2) eventos que se censuran, pues, la
expresión o frase de la cual se pretende derivar el supuesto apoyo,
como más adelante se explicará, no resulta clara e inequívoca y porque
el otro suceso que se le endilga, hace relación a la suscripción de un
documento programático, que solo tiene como finalidad la ejecución de
acciones en favor del progreso y desarrollo del municipio de Riohacha.
Así mismo, debe tenerse presente que cuando se ha decretado la
nulidad de la elección por esta causa, la Sección ha sido enfática
en señalar que se debe contar con la prueba suficiente, absoluta e
incontrastable de que el candidato ha desplegado actos positivos
dirigidos a tributar el referido apoyo político.

TESIS 2: La señora ponente, en relación con este evento, señala


que existe un video, en el que el demandado realizó una declaración
en favor del señor Gerardo Cujia Mendoza, candidato a la alcaldía
del municipio de Uribia, perteneciente a un partido distinto a su
militancia. (…). De esta manifestación, se concluye que se configuró
la doble militancia en la modalidad de apoyo y, en consecuencia, que

475
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

se debe declarar la nulidad de la elección, del señor Nemesio Raúl


Roys, decisión con la cual no [se puede] estar de acuerdo, pues, no
basta con que el candidato emita una expresión cualquiera, sino que
es necesario evaluarla a la luz del contexto en que se produjo. (…).
Así, para determinar el verdadero sentido de una frase o una palabra,
se debe analizar el conjunto de circunstancias que le otorgan alcance
semántico, en tanto cada término lingüístico, cada vocablo, fija una
idea que se refleja en la mente de quien la emite y quien la escucha.
Solo de esa manera se puede dar una correcta comprensión de lo
que se expresa, lo que se dice o lo que se quiso decir. Bajo esta línea
de argumentación, [se estima], que la frase “sacar a Gerardo como
alcalde de Uribia”, ofrece por lo menos dos interpretaciones posibles:
i) la que le asigna la ponente, consistente en que el demandado está
haciendo una clara e inequívoca manifestación de apoyo al candidato
Gerardo Abel Cujia Mendoza y ii) aquella, según la cual, en el marco
de una manifestación de agradecimiento expresado por el candidato
a la gobernación, Nemesio Raúl Roys, la misma no va más allá de
subrayar el respaldo que, en ese acto multitudinario, le expresó la
comunidad allí presente, al candidato Cujia Mendoza, quien fue quien
convocó a su electorado y frente al cual se le ofreció el respaldo al
candidato a la gobernación en dicha reunión. En efecto, nótese que
la expresión ““agradecido con el pueblo de Uribia por este gran
recibimiento, de este apoyo para sacar a Gerardo como alcalde de
Uribia”, no implica, inexorablemente, un respaldo de quien pronuncia
la frase en favor del señor Cujia Mendoza, sino la mera constatación
del apoyo que la comunidad allí reunida, le viene brindando al señor
Cujia Mendoza y que se hace evidente con la nutrida participación del
pueblo que lo respalda. Por lo tanto, una interpretación indubitable,
categórica y unidireccional como la que plantea la ponencia, acoge la
más gravosa y restrictiva del derecho político a elegir y ser elegido
que, por demás, contraría principios cardinales como el principio pro
homine, y pro sufragium. (…). Así entonces, la expresión referida a sacar
adelante a Gerardo Cujia, tiene como marco de referencia, como bien
lo indica la ponencia, una lógica elemental, cual es, la manifestación
de agradecimiento expresada por Roys Garzón al candidato Cujia
Mendoza, quien acababa de ofrecerle su respaldo a la gobernación de
la Guajira, por lo que en ese contexto debió analizarse la frase emitida
por el candidato. Si extraemos el sentido de la expresión “agradecido
con el pueblo de Uribia por este gran recibimiento, de este apoyo para
sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”, como la simple constatación
del apoyo que brinda la comunidad al candidato Cujia Mendoza, o del

476
respaldo que le expresa dicho conglomerado social a su candidatura,
otra es la conclusión a la que se puede arribar, esto es, que la frase
que se le censura al gobernador elegido, no tiene un claro e inequívoco
propósito de respaldar a Cujia Mendoza, como lo señala la ponencia.
En este orden, estimo, que otorgar un único sentido a las palabras que
expresó el señor Nemesio Raúl Roys en dicho acto político, lesiona el
principio de la eficacia del voto, según el cual, las autoridades preferirán
aquella interpretación o solución que reconozca la validez al voto y no
aquella que lo desconozca y contraviene los postulados de la buena fe
y confianza legítima, que imponen que las autoridades deben presumir
un entendimiento de la expresión aludida, acorde con el derecho. Si a
ello le agregamos la forma como termina dicha alocución, (…), cobra
mayor fuerza, el carácter polisémico de aquella expresión, referida
a sacar adelante a Gerardo Cujia, pues, la teleología del texto en su
conjunto, permite señalar que hay un acto fedante y de constatación
unida a una expresión de agradecimiento, que lo torna, por lo menos
dubitable y carente de univocidad. De otra parte, la ponencia parte
de un equívoco de contexto, al señalar que esta frase se pronunció
delante de los concurrentes a la manifestación, prácticamente en
la tarima, desde donde se pronunciaron los discursos, lo cual no
corresponde a las versiones que se recogieron de los testimonios, ni
del video que sirve de prueba. (…). Así entonces, la idea que refleja este
párrafo es que el mencionado candidato en el acto público de apertura,
pronunció la mencionada frase, cuando, según el video que se allegó
como prueba, se advierte que se pronunció por fuera del acto público,
por fuera de tarima, en un lugar distinto, al parecer a un lado del
escenario, como se puede constatar en el video. Así mismo, este video
no fue subido por el demandado (…) sino en la cuenta de Facebook
del (…) una persona totalmente distinta, que son circunstancias que
deben tenerse en cuenta para ubicar la verdadera teleología de dicho
pronunciamiento. Si a estos elementos, le sumamos la versión rendida
por el señor Cujia Mendoza, como del propio gobernador, los cuales, son
claros y contestes en afirmar el propósito de la presencia del entonces
candidato a la gobernación en dicho evento, la contundencia con la
cual se califica la frase pronunciada, entra en un terreno de la duda
razonable, que aconseja que no prospere la nulidad impetrada. Para
que ese examen de conjunto sea eficiente, debe formarse, un cuadro
esquemático de los diversos elementos de prueba, clasificándolos de la
manera más lógica, relacionándolos entre sí, debido a sus conexiones
más o menos estrechas, comparando los elementos de cargo con los
de descargo respecto de cada hecho, a fin de comprobar si los unos

477
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

neutralizan a los otros o cuáles prevalecen, de manera que al final se


tenga un conjunto sintético, coherente y concluyente; todo eso antes de
sacar conclusiones de ellos, de acuerdo con la gran regla cartesiana de
proceder objetivamente, sin ideas preconcebidas.

TESIS 3: En relación con esta declaración conjunta [Suscripción del


“Pacto de transformación por Riohacha”, junto con el candidato a la
alcaldía de Riohacha], tampoco [se estima] que se trató de un respaldo
directo, puntual y concreto al candidato a la alcaldía de Riohacha, (…),
pues, como puede examinarse, en su texto, no hay ninguna expresión
de apoyo personal, subjetivo, individual, en favor de dicha candidatura,
sino una coincidencia programática que tiene por finalidad concretar
en el futuro, si llegaren a ser elegidos, varias iniciativas de gobierno,
para promover el desarrollo y el progreso de la ciudad. (…). Esta
aseveración [de la ponencia] no solo resulta equivocada, sino que
convierte un “acuerdo programático”, cuyo propósito es expresar la
coincidencia con una agenda de gobierno, materializada en acciones
dirigidas al bien común y al interés general de la comunidad, en un
instrumento irregular, cuando lo que siempre se ha censurado, es ese
apoyo individual y egoísta basado en acuerdos puramente burocráticos
o clientelistas, que suelen otorgar los candidatos, lo cual envilece y
desnaturaliza la actividad de los partidos y movimientos políticos, en
detrimento de la democracia. Así entonces, recibir un respaldo político,
cuando existe identidad con el programa de quien brinda dicho respaldo,
no puede ser objeto de reproche, ni mucho menos constitutivo de doble
militancia política, pues, es desconocer que, en la contienda política,
la lucha por las ideas son las que deben primar sobre los intereses
personales. Ahora bien, visto este asunto desde la óptica de la praxis
política, lo mínimo que aspira un candidato a la alcaldía que ofrece un
respaldo a un candidato a la gobernación, sobre la base de un apoyo
programático, es que el futuro burgomaestre cumpla lo acordado,
incorporando las distintas iniciativas en su plan de desarrollo, lo cual,
bien puede hacerse bajo una promesa verbal de que así se hará en el
futuro, o con la suscripción de un documento por ambos, que fue lo
que aconteció en el presente caso. De ahí que, la firma del documento
programático, denominado “Pacto por la transformación de Riohacha”,
no puede interpretarse como un respaldo personal del señor
Nemesio Raúl Roys, al señor Euclides Manuel Redondo, sino como
una coincidencia sobre un conjunto de acciones gubernamentales en
favor del progreso social y el desarrollo del municipio, que trasciende
toda individualidad y el interés de los candidatos. (…). En este orden,

478
todo el discurso sobre el voto programático, nada tiene que ver con
la conclusión a la que se arribó en esta providencia, cual es, que se
configuró la doble militancia y que, por tanto, debe procederse a
anular la elección. Se insiste en que la firma del documento “Pacto
por la transformación de Riohacha” no contiene ninguna expresión
de respaldo personal, directo y específico al candidato a Euclides
Manuel Redondo y, más bien, se estructuró como una forma de honrar
la palabra y asegurar que, las ideas del candidato a la alcaldía no
serían burladas, en tanto, tendrían cabida en el programa de gobierno
del futuro gobernador. Tampoco comparto, la apreciación de que la
única posibilidad de entender que no hay doble militancia, es que el
acuerdo programático ha debido suscribirse con todos los candidatos
a la alcaldía, pues ello anularía el pluralismo político, sobre el cual,
se edifica nuestra democracia (Art. 1º de la CP). Por lo tanto, lo que la
ponencia descalifica, al referirse a dicho pacto, en tanto, “da cuenta de
la construcción conjunta de propuestas para convencer al electorado,
que fueron diseñadas y presentadas de manera mancomunada” (…),
nada tiene que ver con transfuguismo político, pues, por el contrario,
es la expresión más seria de los candidatos en el actuar político, de
cara a la necesidad de asumir compromisos de gobierno en beneficio
de la ciudad y no en beneficio propio. Por lo tanto, como la conducta
prohibida, en materia de doble militancia, consiste en apoyar candidatos
distintos a los de su partido o movimiento político al cual se encuentra
afiliado y no en recibir apoyos, como tantas veces, se ha indicado en la
jurisprudencia, [se estima] que, en el presente caso, no se configura la
causal endilgada, por los dos eventos que se reseñan, conforme a las
razones [expuestas].

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 INCISO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 262 INCISO 5 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 303 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 314 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2002 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2009 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2015 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2
INCISO 2 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 5 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 7 /
LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL
8 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 42 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 165 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 220 /
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 247 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO
9 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 13 / LEY 131 DE 1994 – ARTÍCULO 1 / LEY 131
DE 1994 – ARTÍCULO 3

479
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL DISTRITAL, VACANTE EN LA CORPORACIÓN PÚBLICA
DE ELECCIÓN POPULAR, DESVIACIÓN DE PODER, DERECHO AL
DEBIDO PROCESO

EXTRACTO NO. 29

RADICADO: 13001-23-33-000-2019-00264-03
FECHA: 01/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Dagoberto Macías Cabrera
DEMANDADO: Wilson Ernesto Toncel Ochoa -
Concejal de Cartagena, período 2016-2019
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: En aras de dilucidar si el fallo de primera


instancia se debe confirmar, modificar o revocar, estima la Sala a partir
de los argumentos desarrollados en el escrito de impugnación, que son
tres los problemas jurídicos a resolver: En primer lugar, si el Concejo
Distrital de Cartagena al recomponer la lista de los miembros del
cabildo por el Partido Cambio Radical mediante la Resolución 063 del
5 de abril de 2019, que permitió la expedición del acto de llamamiento
del señor Wilson Ernesto Toncel Ochoa, en primer lugar, realizó: Una
interpretación y consecuente aplicación indebida de la sentencia T-132
de 2019 de la Corte Constitucional, porque la misma se circunscribió
a la situación de los candidatos Carlos Alberto Barrios Gómez y
Wilson Ernesto Toncel Ochoa, al referirse orden alguna respecto de la
recomposición de la lista de candidatos del Partido Cambio Radical del
Concejo Distrital de Cartagena, aunado al hecho de no haber sido parte
del proceso de tutela correspondiente. Desconoció los artículos 2 y 3 de
la Resolución N° 063 de 2019 del Concejo Distrital de Cartagena, 134 y
262 de la Constitución Política y 63 de la Ley 136 de 1994. Incurrió en
falsa motivación al hacer alusión a la vacante que por renuncia dejó el
señor concejal Vicente Blel Scaff, aunque ello no tenía relación alguna
con el asunto materia de decisión por la mencionada resolución, que a
su juicio se circunscribía a la aplicación de la sentencia T-132 de 2019,
la cual resultaba vinculante únicamente para los señores Carlos Alberto
Barrios Gómez y Wilson Ernesto Toncel Ochoa. Terminó materializando

480
una actuación constitutiva de desviación de poder, para excluirlo de la
corporación de elección popular y favorecer al señor Wilson Ernesto
Toncel Ochoa. En segundo lugar, corresponde establecer si con el acto
acusado se vulneró el derecho al debido proceso al demandante, pues
aquél se expidió, aunque no había vencido la oportunidad concedida al
accionante para pronunciarse sobre la ejecución de la sentencia T-132
de 2019 de la Corte Constitucional. Finalmente, el evento de verificarse
alguna(s) de las circunstancias antes señaladas, debe la Sala precisar
si tiene(n) o no la virtualidad de anular el acto de llamamiento
controvertido en esta oportunidad.

TESIS 1: [U]n acto electoral es pasible de control judicial, cuando


aun habiendo sido retirado del ordenamiento jurídico o cesado en sus
efectos los produjo, contrario sensu, si éste existió pero no se puede
predicar que cumplió el fin para el cual fue expedido, se impone
decretar su sustracción de materia y con ello la imposibilidad de ser
enjuiciado. En el presente caso, se tiene que el período constitucional
para el cual fue proferida la Resolución No. 063 de 5 de abril de 2019,
estaba comprendido entre el 01 de enero de 2016 y el 31 de diciembre
de 2019, de ello, resulta claro que el acto cesó en sus efectos por
vencimiento del período, no obstante ello, se encuentra demostrado
que produjo efectos, toda vez que el demandado con la resolución
cuestionada fue investido de la dignidad de concejal; por tanto,
conforme con la jurisprudencia unificada de esta Sección, no opera la
carencia de objeto y por consiguiente es susceptible de control judicial,
en esa medida, el ad quem mantiene su competencia para conocer de
la legalidad del mismo.

TESIS 2: [E]l artículo 134 constitucional [reformado], reiteró la


eliminación las suplencias de los miembros de las corporaciones
públicas, y además precisó las situaciones de falta temporal o
absoluta que dan lugar al reemplazo, destacando que éste se provee
con “los candidatos no elegidos que según el orden de inscripción
o votación obtenida, le sigan en forma sucesiva y descendente en
la misma lista electoral”, garantizando de esta manera que los
llamamientos correspondientes recaerán en ciudadanos que en su
momento obtuvieron un significativo respaldo popular, y por ende, que
se respetará la voluntad del electorado teniendo en cuenta de forma
irrestricta el número de sufragios que obtuvieron los miembros de la
colectividad política que logró escaños en la respectiva corporación
pública. (…). [L]a norma relativa a la forma de proveer las vacancias

481
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

absolutas en el caso de los concejales [artículo 63 de la Ley 136 de


1994], guardando coherencia con el artículo 134 constitucional,
establece que debe tenerse en cuenta el orden elegibilidad
correspondiente para llamar al candidato que ocupará la curul, lo que
está en consonancia con el principio democrático y el respeto de la
voluntad popular. Vale la pena destacar que la exigencia de respetar el
orden de elegibilidad para proveer los reemplazos está en consonancia
con los incisos 2° y 3° del artículo 262 de la Constitución Política, que
de manera inequívoca establecen que la asignación de las curules
se efectúa teniendo en cuenta el número de votos obtenidos por las
correspondientes colectividades, hayan hecho uso o no del mecanismo
del voto preferente.

TESIS 3: La sentencia de revisión tuvo su génesis en la acción de


tutela que interpuso el señor Carlos Alberto Barrios Gómez en contra
el Concejo Distrital de Cartagena, al considerar que se vulneraron sus
derechos al debido proceso administrativo y a desempeñar cargos
públicos, teniendo en cuenta que el cabildo distrital al proferir las
resoluciones 047 y 052 de 2017 lo retiró de su cargo como miembro de
la corporación, por incurrir en una inhabilidad sobreviniente derivada
de un fallo de responsabilidad fiscal en su contra. A juicio del señor
Barrios, se ignoró que había cancelado la totalidad de las sanciones
impuestas por la Contraloría de Cartagena, lo que generaba que la
situación que dio origen al asunto fiscal se superara plenamente. (…).
[E]l demandante reprocha que el Consejo Distrital de Cartagena efectuó
una interpretación y aplicación indebida de la sentencia T-132 de 2019
de la Corte Constitucional, porque ésta se circunscribió a la situación
de los candidatos Carlos Alberto Barrios Gómez y Wilson Ernesto
Toncel Ochoa, no emitió orden alguna para la recomposición de la lista
de candidatos del Partido Cambio Radical al cabildo y porque no hizo
parte del proceso de tutela correspondiente. (…). Sobre el particular es
pertinente subrayar, que escapa a la competencia de la Sala entrar a
revisar la validez de las actuaciones de los jueces de tutela, incluida
la Corte Constitucional, respecto de las vinculaciones en el referido
asunto, pues ello implicaría entrar a cuestionar las providencias que se
dictaron dentro del mismo y que están llamadas a hacer tránsito a cosa
juzgada. Además, no puede perderse de vista que el análisis del medio
de control de nulidad electoral se circunscribe al estudio de legalidad
del acto de llamamiento del señor Wilson Ernesto Toncel Ochoa a ocupar
una curul en el citado cabildo, para lo que restaba del período 2016-
2019, materializado a través de la Resolución N° 063 de 2019. Por lo

482
tanto, cualquier reparo por parte del demandante contra la sentencia
de la Corte Constitucional estaba llamado efectuarse y resolverse ante
la misma en las oportunidades y términos legalmente establecidos,
y no por vía indirecta a través del presente medio de control, que en
forma alguna constituye el mecanismo idóneo para aclarar, modificar,
revocar o confirmar las decisiones de tutela, máxime cuando el
amparo transitorio que se otorgó, no se condicionó a lo decidido en
el proceso de la referencia, sino a la resolución de las controversias
judiciales relativas a la legalidad de los actos que excluyeron al señor
Barrios Gómez de la corporación de elección popular. (…). En este
punto se evidencia, que el fallo de revisión de la Corte Constitucional
no le indicó pormenorizadamente al Concejo Distrital de Cartagena
cómo debía efectuar el reintegro, pues simplemente prescribió que
debía realizarse en el término de 48 horas. (…). En efecto, al analizar la
referida sentencia se tiene que la controversia respecto de la cual se
ocupó la Corte Constitucional, giró alrededor de la curul que ocupaba
el señor Barrios Gómez, en la que se designó en reemplazo al señor
Toncel Ochoa, sin que se evidencie tuviera información adicional sobre
la composición de la corporación (…), y por consiguiente, de cambios
en el orden de elegibilidad a tener en cuenta, de manera tal que dicha
aseveración se efectuó a partir de los elementos de juicio con los que
contaba la Corte. Por la anterior circunstancia, no se advierte que la
sentencia de tutela haya establecido, por ejemplo, que para reintegrar
al señor Carlos Alberto Barrios Gómez debía excluirse de la corporación
al señor Wilson Ernesto Toncel Ochoa, respecto del cual sólo se afirmó
que el hecho de haber sido llamado al Concejo en virtud de una acción
de tutela, no significaba que permanecería incuestionablemente en la
entidad, pues simplemente amparó los derechos fundamentales del
primero y de manera transitoria dispuso que en el término de 48 horas
debía regresar a la corporación de elección popular, de manera tal que
ésta debía evaluar conforme a las reglas legal y constitucionalmente
establecidas cómo acatar la decisión constitucional. Se destaca
esta situación, porque el demandante al hacer énfasis en el referido
fallo, en sus efectos y en que no fue vinculado al trámite que dio
lugar mismo, sugiere que para cumplir con la orden de reintegro
única y exclusivamente debía disponerse de la curul que ocupaba
el señor Wilson Ernesto Toncel Ochoa, presupuesto a partir del cual
considera que el Concejo Distrital de Cartagena interpretó y aplicó
incorrectamente la sentencia de revisión, premisa que a juicio de la
Sala es incorrecta, pues se insiste, el fallo no estableció tal parámetro,
simplemente ordenó el reintegro. De allí que la corporación de elección

483
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

popular debía acatarlo siguiendo las reglas para la asignación de las


curules, contenidas por cierto, en las normas que se estiman violadas,
los artículos 134 y 262 de la Constitución Política y 63 de la Ley 136
de 1994, y desde luego, la composición del Concejo para el momento
en que se dictó la providencia T-132 de 2019, en especial respecto de
las curules del Partido Cambio Radical, al que pertenece el ciudadano
cuyos derechos fueron amparados. En ese orden de ideas, se observa
que después del mencionado fallo, el Concejo Distrital de Cartagena
profirió las resoluciones N° 062 y 063 del 5 de abril de 2019, respecto
de las cuales en cuanto a la sentencia T-132 de 2019, simplemente
indicaron que debían suspenderse los efectos de los actos
administrativos mediante los cuales el señor Carlos Alberto Barrios
Gómez fue retirado de la corporación porque debía volver a ésta,
argumentos y decisiones que no se advierten contrarios a la sentencia
de revisión, por el contrario, que se apegan a la misma, sin que
evidencie algún error de aplicación o interpretación, pues se reitera, la
Corte no se precisó los términos en que debía efectuarse el reintegro.
Ahora bien, no pasa por alto la Sala que la inconformidad principal
del demandante es que en relación con el mencionado reintegro se
recompuso la lista del Partido Cambio Radical al Concejo Distrital de
Cartagena, aunque la Corte no dio alguna orden sobre el particular,
lo cual obedeció como se ha indicado, a que la alta corporación no
precisó las actuaciones administrativas que debían adelantarse para
tal efecto. Por lo tanto, lo que a continuación corresponde establecer,
es si debía o no revisar la referida lista, lo que nos lleva a la segunda
cuestión planteada, esto es, el presunto desconocimiento entre otros,
de los artículos 134 y 262 de la Constitución Política y 63 de la Ley 136
de 1994, que establecen los parámetros básicos para la asignación de
curules en las corporaciones de elección popular.

TESIS 4: Es pertinente reiterar, que el artículo 134 de la Constitución,


indicó las situaciones de falta temporal o absoluta que dan lugar al
reemplazo, destacando que ante éstas las vacantes se proveen con “los
candidatos no elegidos que según el orden de inscripción o votación
obtenida, le sigan en forma sucesiva y descendente en la misma lista
electoral”. Esto se traduce en una garantía para que la asignación de
curules y los llamamientos se efectúen respetando irrestrictamente
la voluntad popular, de la cual emerge el derecho a participar con
voz y voto en la respectiva corporación. En el mismo sentido, se
encuentran los numerales 2 y 3 del artículo 262 constitucional y el
63 de la Ley 136 de 1994. (…). Ahora bien se resalta, que si bien el

484
a-quo no citó de manera textual las disposiciones referidas en las
resoluciones 062 y 063 de 2019, sí efectuó un análisis completo de los
documentos allegados con el expediente, y como consecuencia de ello
enunció los actos administrativos proferidos por el Concejo Distrital
de Cartagena que dieron lugar a las vacancias absolutas al interior
del cabildo, así como las certificaciones de la Registraduría Nacional
del Estado Civil que reflejaban el orden de elegibilidad respecto de las
curules que obtuvo el Partido Cambio Radical. (…). Por lo tanto, una vez
expedido y notificado el fallo que ordenó el reintegro del señor Carlos
Alberto Barrios Gómez perteneciente al Partido Cambio Radical, debía
establecerse en qué curul debía materializarse el amparo concedido,
para lo cual en aplicación de los artículos 134 y 262 de la Constitución
Política y 63 de la Ley 136 de 1994, debía tenerse en cuenta el orden
de elegibilidad de la lista de la agrupación política para la anterior
corporación pública, en otras palabras, precisar de qué manera
quedaría conformada al incluir al señor Barrios Gómez. (…). Dicho
de otro modo, no podía pretender el demandante que en virtud de la
orden de reintegró no se viera afectada su permanencia en el Concejo
Distrital, pues era el candidato que para el momento del fallo de tutela
tenía la menor votación de aquellos que ocupaban una curul, y por
ende, el que en aras de respetar la voluntad popular y el fallo judicial,
debía ceder su lugar para garantizar que los escaños fueran ocupados
por quienes obtuvieron el respaldo del electorado. (…). Proceder en
contrario implicaría desconocer la voluntad popular permitiendo que
una persona que no obtuvo el número de votos para permanecer en
el Concejo siguiera en el mismo, lo que sería totalmente contrario
a los artículos 134 y 262 de la Constitución Política y 63 de la Ley
136 de 1994, que como se ha indicado, establecen como parámetro
fundamental para la provisión de las curules y los remplazos, el
número de votos obtenidos. (…). Se precisa que con el artículo 3° de la
anterior resolución [N° 063 de 2019 del Concejo Distrital de Cartagena]
(que se controvierte en este proceso), se formalizó el hecho de que
el candidato Toncel Ochoa debía ocupar la cuarta curul del Partido
Cambio Radical y no la tercera (que venía desempeñando), porque a
ésta regresó el señor Barrios Gómez. De acuerdo con lo anterior, lo
cierto es que, en consideración a la decisión constitucional reseñada,
la única curul a proveer en el cabildo municipal era la de Vicente Blel
Scaff y quien debía ocuparla era el señor Wilson Toncel Ochoa, por
haber obtenido la siguiente votación en orden de elegibilidad, respecto
de quienes conformaban inicialmente la bancada del Cambio Radical
en el concejo distrital referido. En suma, la Sala no observa que el

485
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Tribunal Administrativo de Bolívar haya incurrido en un defecto al


momento de proferir el fallo de primer grado, por el contrario, basó
sus argumentos en los artículos referidos, cuyo contenido fue aplicado
en debida forma, por lo que no hay lugar a la prosperidad del cargo de
desconocimiento de las normas en que debía fundarse.

TESIS 5: [L]a Sala encuentra que contrario a lo dicho por el apelante


para darle cumplimento al fallo constitucional T-132 de 2019, (…) el
Concejo Distrital de Cartagena resultó necesario [analizar] todas las
situaciones de vacancia que se presentaron a raíz de la mentada
decisión judicial, y en efecto retrotraer la composición del cabildo a su
estado inicial para poder suplir las curules respetado los postulados de
los artículos 134 y 262 Superior y el 63 de la Ley 136 de 1994, en aras
de poder efectuar el llamamiento a la persona que tiene ese derecho,
teniendo en cuenta el número de votos obtenidos en el certamen
electoral respectivo. De acuerdo con lo indicado, para la Sección es claro
que la única forma de garantizar la voluntad popular era efectuando
la recomposición de la lista, pues haber considerado solo afectar, la
posición de Wilson Toncel Ochoa por ser quien reemplazo al señor
Carlos Alberto Barrios Gómez, hubiera desconocido el derecho que
tenía el primero de los mencionados a ocupar una curul en el concejo
distrital de Cartagena por ser quien había obtenido el apoyo popular
para ser miembro de la citada entidad. Adicionalmente, el recurrente,
indicó que con el acto demandado, el Concejo Distrital de Cartagena,
terminó materializando una actuación constitutiva de desviación de
poder, para excluirlo de la corporación de elección popular y favorecer
al señor Wilson Ernesto Toncel Ochoa. De conformidad con el artículo
275 de la Ley 1437 de 2011, los actos de elección o de nombramiento
son nulos, entre otros eventos, cuando se expiden con infracción de
las normas en que deberían fundarse, o sin competencia, o en forma
irregular, o con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa,
o mediante falsa motivación, o con desviación de las atribuciones
propias de quien los profirió, situaciones previstas en el artículo 137
ídem. Así las cosas, es procedente el estudio de legalidad de un acto
electoral, bajo la égida de las causales generales de nulidad de los
actos administrativos, entre las que se encuentra la desviación de
poder, entendida como un vicio que surge en la expedición del acto
y que radica en que quien actúa, si bien lo hace en el marco de sus
competencias, cumpliendo las formalidades de procedimiento y sin
incurrir en violación de la ley, utiliza sus poderes o atribuciones con
el propósito de buscar una finalidad contraria a los intereses públicos

486
o sociales, en general, o los específicos y concretos, que el legislador
buscó satisfacer al otorgar la respectiva atribución. Conforme con la
anterior definición, la desviación de poder radica en la finalidad del
acto electoral, elemento teleológico que se erige como un requisito
fundante de validez del mismo, por cuanto debe sustentarse en los
fines que constitucional y legalmente se encuentran establecidos para
su expedición. Es por ello que, cuando un acto se profiere, con una
intención particular, personal o arbitraria, que persigue un fin opuesto
a las normas a las que debe someterse, es que se materializa el vicio
analizado. (…). [P]ara que se materialice esta infracción, se debe llevar
al juzgador a la convicción plena, que la intención de quien profirió
el acto se alejó de la finalidad del buen servicio y se usó con fines
distintos a los previstos por la norma. (…). Teniendo clara la noción
del vicio denominado desviación de poder y los requisitos para su
configuración, que no son otros que demostrar, que las autoridades
que intervinieron en la elección cuestionada persiguen un fin distinto
al que la ley establece, de las pruebas allegadas por las partes no se
advierte de forma alguna la configuración de esta causal de nulidad,
por el contrario, como se explicó con anterioridad, la expedición del
acto enjuiciado obedeció al respeto irrestricto del orden de elegibilidad
de la lista del Partido Cambio Radical al Concejo de Cartagena, y a las
consecuencias que se derivaron de la sentencia de revisión de la Corte
Constitucional, frente a la cual no se observa una aplicación arbitraria
o caprichosa por la corporación de elección popular.

TESIS 6: Analizadas las normas que regulan las formas de suplir


las vacancias absolutas, esto los artículos 134 y 262 superior y 63
de la Ley 136 de 1994, es claro que el legislador no ha establecido
un trámite o procedimiento que indique como efectuarlas, más allá
del fundamento constitucional y legal el cual refiere que las curules,
deben asignarse, de acuerdo con el número de votos obtenidos en un
determinado certamen electoral. (…). Una vez advertido que si bien el
Concejo Distrital de Cartagena, no permitió la intervención del señor
Dagoberto Macías Cabrera, en el procedimiento para el acatamiento de
la sentencia, T-132 de 2019, la Sala estima que, en realidad se presentó
la mentada irregularidad, carece de incidencia para afectar el acto de
llamamiento, en la medida en que no representaría ninguna variación
en los resultados electorales que son el fundamento para suplir las
vacancias absolutas que se presente en las corporaciones públicas
de elección popular, de allí que no se avizore un desconocimiento, o
un vicio de tal entidad que ponga entredicho la elección, en especial

487
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

cuando en materia electoral sólo las irregularidades de significativa


incidencia son las que pueden afectar la validez y efectos de las
decisiones del electorado, como se desprende por ejemplo, del
artículo 287 de la Ley 1437 de 2011. (…). Así las cosas, de lo descrito,
se reitera que si bien se presentó un desconocimiento normativo, éste
no tiene la entidad para afectar los resultados electorales, que son el
fundamento para suplir las vacancias absolutas que se presenten en
el Concejo Distrital de Cartagena. Al margen de lo anterior, se precisa
que el demandante tenía a su alcance el respectivo medio de control,
para cuestionar la forma como se excluyó al actor del cabildo distrital,
situación que escapa el análisis de la nulidad electoral. (…). La Sala
considera que el actor no desvirtuó la presunción de legalidad de
los artículos 2 y 3 de la Resolución No. 63 del 5 de abril de 2019,
mediante la cual el Concejo Distrital de Cartagena de Indias D.T. y C.
llamó al señor Wilson Ernesto Toncel Ochoa a ocupar una curul en el
citado cabildo, para lo que resta del período 2016-2019, por tanto, se
confirmará sentencia de primer grado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 134 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
262 NUMERAL 2 Y 3 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE
2015 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 287 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 63

488
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DEL
REPRESENTANTE DE LOS EX RECTORES DE LA UNIVERSIDAD
MILITAR NUEVA GRANADA ANTE EL CONSEJO SUPERIOR
UNIVERSITARIO, MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR
UNIVERSITARIO, ELECCIÓN DEL REPRESENTANTE DE LOS
EXRECTORES ANTE EL CONSEJO SUPERIOR, PRINCIPIO DE
INTERPRETACIÓN JURÍDICA, INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN EL
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

EXTRACTO NO. 30

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00096-00
FECHA: 08/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate.
DEMANDANTE: Eduardo Antonio Herrera Berbel
DEMANDADO: Augusto Pradilla Giraldo - Representante
de los ex rectores ante el Consejo Superior de
la Universidad Militar Nueva Granada
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Estima la Sala que los siguientes son los


problemas jurídicos a resolver frente a la legalidad de la elección del
señor Augusto Pradilla Giraldo como representante de los ex rectores
en el Consejo Superior de la Universidad Militar Nueva Granada. (i) Si el
demandado por el hecho de haber desempeñado en encargo el cargo de
rector de la Universidad Militar, no podía ser elegido representante de
los ex rectores en el Consejo Superior Universitario. (ii) Si por la misma
circunstancia el señor Augusto Pradilla Giraldo no podía participar en la
elección del representante de los ex rectores ante el Consejo Superior
Universitario, al igual que el señor Jesús Armando Arias Cabrales,
pero éste por el hecho de haber sido condenado como coautor del
delito de desaparición forzada por hechos relacionados con la toma
del Palacio de Justicia en el mes de noviembre de 1985, a pena de 35
años de prisión y accesoria de inhabilitación del ejercicio de derechos y
funciones pública por el término de 20 años, aunque en relación con tal
condena la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la Jurisdicción
Especial para la Paz mediante la Resolución N° 1571 del 15 de mayo de
2020, aceptó el sometiendo del señor Arias Cabrales a dicha jurisdicción

489
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

y le concedió libertad transitoria, condicionada y anticipada. (iii) Si la


elección enjuiciada es contraria al artículo 32 del Acuerdo 03 de 2016,
por el hecho de que los votos que permitieron la designación se enviaron
mediante correo electrónico. (iv) Si la participación del secretario del
Consejo Superior Universitario, la representante de las directivas
académicas, la representante de los egresados, la representante de los
estudiantes, la jefe de la Oficina Asesora Jurídica y la jefe de la Oficina
de Control Interno de Gestión, en la sesión del 10 de noviembre de
2020, es contraria a las normas que rigen el proceso de elección del
representante de los exrectores de la Universidad.

TESIS 1: Reprochó el accionante, que el demandado no cumple


el requisito para ser rector, (…) porque en su condición de coronel
desempeñó en encargo la dignidad, de manera tal que nunca la ostentó
en propiedad y por consiguiente, no podía ser elegido representante
de los ex rectores ante el Consejo Superior Universitario. (…). Sobre la
trayectoria del demandado en la Universidad Militar Nueva Granada,
de los documentos aportados al presente trámite (…), se subrayó que
fue encargado varias veces de la Rectoría de la Universidad. (…). Por
lo tanto, en aplicación del principio de interpretación jurídica, según
el cual donde no distingue la ley no le corresponde distinguir al
interprete, si las normas relativas a las calidades del representante
de los ex rectores de la Universidad, no exigen que el cargo de rector
se haya desempeñado como titular, ni prohíben que la representación
de tal sector en el Consejo Superior sea ejercida por una persona
que ocupó en encargo dicho empleo, (I) no es de recibo que el actor
sostenga que el ordenamiento jurídico estableció como condición
que la mencionada dignidad haya sido ejercida en propiedad, (II) ni
que se califique de ilegal la designación del señor Augusto Pradilla
Giraldo objeto del presente proceso, porque fue encargado de la
representación legal de la institución educativa. Añádase a lo expuesto,
que la elección controvertida es la del demandado como representante
de los ex rectores en el Consejo Superior Universitario, para la cual se
insiste, en cuanto a las calidades sólo se exigen ser ex rector y no estar
en alguna de las inhabilidades para ocupar un asiento en el referido
cuerpo colegiado, más no es materia de análisis, la validez de los
actos administrativos mediante los cuales se designó al señor Augusto
Pradilla Giraldo como rector, puesto que no corresponde establecer si
podía o no ser encargado de tal dignidad aunque no ostentara el grado
“Oficial General o de Insignia de las Fuerzas Militares de Colombia”,
que exige el artículo 28 de los estatutos. En ese orden de ideas, como

490
la condición de ex rector del demandado tiene como sustento actos
administrativos que gozan de presunción de legalidad, entre los que se
destaca el Acuerdo 009 del 6 de agosto de 1998 del Consejo Superior
Universitario, del cual se infiere que en anterior oportunidad fue
designado para ser rector de la institución educativa ante la vacancia
definitiva que en su momento se presentó de dicho empleo, en criterio
de la Sala, el [demandado] (…) cumplió con la calidad exigida por la
normatividad especial para representar en el mencionado cuerpo
colegiado a quienes fueron rectores de la Universidad..

TESIS 2: Otro de los motivos de inconformidad es el atinente a la


indebida participación de los señores Augusto Pradilla Giraldo y Jesús
Armando Arias Cabrales en el trámite de expedición del acto acusado,
el primero, porque no fue rector en propiedad de la Universidad, y el
segundo, porque está inhabilitado al haber sido condenado penalmente,
razones que se invocaron en el libelo genitor para predicar que no
podían votar para la elección del representante de los ex rectores ante
el Consejo Superior Universitario. En cuanto a la situación del señor
Pradilla Giraldo, se reiteran las consideraciones expuestas en el anterior
acápite, consistentes en que ostentó la condición de rector, y que las
normas atinentes a la elección del representante de los ex rectores ante
el Consejo Superior Universitario, no distinguen que el cargo de rector
se haya desempeñado en propiedad o encargo, condición que tampoco
contempla la regulación atinente al procedimiento para la designación de
dicho representante, que simplemente indica que para ésta participarán
los ex rectores (art. 32 del Acuerdo 03 del 30 de marzo de 2016). (…).
Respecto del señor Jesús Armando Arias Cabrales, la parte demandante
aportó como fundamento de la presunta inhabilidad en que se encontraba
para votar por el representante de los ex rectores ante el Consejo
Superior Universitario, una copia de la sentencia del 23 de septiembre de
2019 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, que
resolvió no casar el fallo del 24 de octubre de 2014 del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogotá, que confirmó la condena de 35 años de
prisión y 20 de inhabilidad para el ejercicio de derechos y funciones
públicas, impuesta al señalado ciudadano mediante providencia del 28
de abril de 2011 por el Juzgado 51 Penal del Circuito de Bogotá, por la
comisión del delito de desaparición forzada, que tuvo lugar con ocasión
de la toma del Palacio de Justicia en el mes de noviembre de 1985. (…). En
este punto resulta indispensable aclarar, que la participación del señor
Arias Cabrales se limitó a indicar a su juicio quién debía representar a
los ex rectores en el Consejo Superior de la Universidad Militar Nueva

491
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Granada, sin que se observe que tal manifestación la haya realizado en


virtud de una vinculación laboral o contractual con el Estado de la que
pudiera predicarse que su intervención constituyó el ejercicio de una
función pública. (…). Se trató simplemente del derecho al voto, debido
a que hace varios años fue rector de una institución educativa, y como
tal está legitimado para participar en la elección del ex rector que debe
ocupar un lugar en el órgano colegiado de mayor jerarquía, siendo este
último junto con otras personas legalmente investidas como integrantes
del Consejo Superior, quienes adopten decisiones que pueden constituir
función pública, que en modo alguno pueden atribuírsele al señor
Arias Cabrales, que participó en un estadio anterior, circunscribiendo
su proceder al ejercicio del derecho a elegir que le es reconocido por
el ordenamiento jurídico dada la condición que ostentó, más no en
consideración a facultades o calidades actuales de las cuales pudiere
aseverarse que ejecutó actividades encaminadas a cumplir los fines del
Estado, por lo que resultaría incorrecto sostener que por el hecho de
votar haya ejercido una función pública en contravención de la condena
decretada. Ahora bien, también es cierto que la pena no privativa de
la libertad impuesta al señor Jesús Armando Arias Cabrales, como se
desprende del artículo 44 de Código Penal, también implica restricción
a sus derechos políticos, entre los que se encuentra el de elegir. Frente
a esta circunstancia, el Consejo Superior Universitario destacó que el
señor Jesús Armando Arias Cabrales fue aceptado en la Jurisdicción
Especial para la Paz mediante la Resolución N° 1571 del 15 de mayo de
2020 de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, que en el mismo
acto le concedió libertad transitoria, condicionada y anticipada, por lo
que desde ese momento y de conformidad con el artículo 2° del Acto
Legislativo 01 de 2017, podía hacer parte del trámite de expedición de
la designación cuestionada. (…). De la norma transcrita [parágrafo al
artículo 122 de la Constitución Política] se destacan los apartes según
los cuales, a los miembros de la fuerza pública que se sometan a la
Jurisdicción Especial Para la Paz, se les otorgará el beneficio de ser
empleados públicos, trabajadores oficiales o contratistas del Estado,
cuando no estén efectivamente privados de su libertad, aunque (I) no
puede reincorporarse al servicio activo de conformidad con la Ley 1820
de 2016 (parágrafo 2° del artículo 51), (II) ni hacer parte de organismos
de seguridad, defensa del Estado, Rama Judicial u órganos de control,
cuando fueron sancionados por graves violaciones a los derechos
humanos o graves infracciones al derecho internacional humanitario.
(…). Precisamente, fue la decisión proferida dentro de la Jurisdicción
Especial para la Paz, la que le permitió gozando de su libertad,

492
intervenir en el trámite de designación del representante de los ex
rectores ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad Militar
Nueva Granada, actuación que valga la pena destacar, no se evidencia
contraria a las restricciones que estableció el parágrafo del artículo
122 de la Constitución Política, respecto la relación que pueden tener
con entidades estatales, los miembros de la fuerza pública condenados
por la comisión de delitos relacionados con el conflicto armado interno.
Lo anterior, porque la Universidad Militar Nueva Granada, según lo
establece el artículo 1 de la Ley 805 de 2003, es un ente universitario
autónomo vinculado al Ministerio de Educación Nacional, de manera
tal que la relación que tiene el señor Jesús Armando Arias Cabrales
como ex rector con la institución educativa y que le permitió participar
en la designación de un integrante del Consejo Superior Universitario,
en manera alguna significó que volvió a pertenecer a un organismo de
seguridad o de defensa del Estado. Es más, la participación del señor
Jesús Armando Arias Cabrales en el trámite electoral, que se subraya,
simplemente se hizo en su condición de ex rector, tampoco representó
que contractual o laboralmente retornara a la institución educativa
(lo que prima facie sería viable en el marco del artículo 122 Superior)
y mucho menos, que se reincorporara al servicio activo en el Ejército
Nacional. (…). Es más, se advierte que la parte actora para sustentar
la presunta inhabilidad del señor Arias Cabrales para participar en el
trámite electoral, hizo referencia al artículo 13 del del reglamento del
Consejo Superior Universitario, esto es, del Acuerdo 03 del 30 de marzo
de 2016, que como lo señaló el Ministerio Público en su intervención,
resulta impertinente, pues se ocupa de consagrar algunas inhabilidades
para los miembros del anterior cuerpo colegiado, es decir, para quienes
ocupan un asiento en el mismo, más no respecto de quienes eligen a
éstos. En este caso, el señor Jesús Armando Arias Cabrales no fue elegido
representante de los ex rectores en el Consejo Superior Universitario,
cuestión distinta es que participó en el trámite de designación de éste,
razón por la cual el artículo 13 ibidem que no está dirigido a regular las
situaciones de inhabilidad de quienes eligen a dicho representante, no
constituye una norma aplicable a la situación del anterior ciudadano,
por lo que tampoco hay lugar a considerar que fue desconocido. En
conclusión, se descartan las razones expuestas por el demandante
para reprochar la intervención de los señores Augusto Pradilla Giraldo
y Jesús Armando Arias Cabrales en el trámite de expedición del acto
acusado, por el contrario, se advierte que como ex rectores estaban
facultados para tal fin, sin que se advierta sobre el particular alguna
situación de inhabilidad.

493
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: Otro de los motivos de inconformidad consiste, en que según


el artículo 32 del Acuerdo 03 de 2016, para la elección del representante
de los exrectores ante el Consejo Superior Universitario se requiere
celebrar una reunión, que no se llevó a cabo presencial o virtualmente,
porque en su lugar se requirió el voto de aquéllos a través de correos
electrónicos y simplemente se hizo una sesión para escrutar los
sufragios, situación que la parte demandante consideró una irregularidad
que afecta la validez de la designación cuestionada. (…). Como puede
apreciarse, la norma transcrita [artículo 32 del Acuerdo 03 de 2016] es
clara en establecer que la mencionada elección [de representante de
los ex rectores en el Consejo Superior Universitario] debe efectuarse
en una reunión con la participación de los ex rectores, que tienen hasta
dos sesiones para materializar la designación, de lo contrario estará
a cargo del Consejo Superior Universitario, a partir del listado de ex
rectores elegibles, presentado por el secretario del cuerpo colegiado.
En contraste con los anteriores parámetros, se advierte a partir de las
pruebas aportadas al proceso, que la reunión que se realizó para la
elección del representante de los ex rectores ante el Consejo Superior,
no tuvo como fin que éstos votaran, sino que se contabilizaran los
sufragios enviados mediante correos electrónicos. (…). [S]e tiene que en
el inicio del trámite eleccionario y con ocasión de la situación sanitaria
por la pandemia por Covid-19, se descartó la alternativa de celebrar
una reunión presencial para la elección de los representantes de los
ex rectores ante el Consejo Superior. Asimismo, se evidencia según el
acta que contiene la elección acusada, que se planteó la alternativa de
una sesión virtual, pero la misma fue descartada porque 2 ex rectores
manifestaron no manejar las herramientas tecnológicas para participar
a través de dicha modalidad, por lo que, por directriz del presidente del
señalado órgano colegiado, se estableció que los ex rectores votarían
mediante correo electrónico, como en efecto ocurrió. (…). [S]e evidencia,
que la actuación de la institución educativa ante la situación sanitaria
por la pandemia por Covid-19 no fue clara, porque en primer lugar se
descartó la realización de una sesión presencial con la participación
de los ex rectores para elegir a su representante, pero finalmente se
les invitó a las instalaciones de la universidad para que contabilizaran
los votos. Se destaca esta circunstancia, porque tal forma de proceder
revela que no existió coherencia en la directriz atinente a la celebración
o no de reuniones presenciales con participación de los ex rectores,
para el trámite de elección de su representante ante el Consejo Superior
Universitario. (…). [C]omoquiera que el anterior precepto [artículo 32 del
Acuerdo 03 de 2016] no impone que la celebración de la reunión de

494
los ex rectores para elegir a su representante debe llevarse a cabo de
manera presencial, considera la Sala que deja abierta la posibilidad de
celebrarla de forma virtual, alternativa que se descartó bajo una razón
insuficiente, consistente en que dos de los ex rectores manifestaron
no manejar las herramientas tecnológicas para tal fin, aunque dicha
situación no se advierte insuperable. (…). A partir de las consideraciones
expuestas salta a la vista, que al no celebrarse la reunión de que trata
el artículo 32 del reglamento del Consejo Superior Universitario, se
incurrió en una irregularidad en el proceso eleccionario, pues se pasó
por alto una de las exigencias de que trata el anterior precepto. (…)..
Desde este punto de vista, debe tenerse presente que el fin esencial de
la reunión de que trata el artículo 32 del Acuerdo 03 de 2016, es que
los ex rectores voten para elegir a su representante ante el Consejo
Superior, que lleguen a una decisión mayoritaria sobre el particular,
para lo cual tienen hasta 2 sesiones, so pena de que la designación la
realice el anterior cuerpo colegiado. A juicio de la Sala tal finalidad se
cumplió. (…). Por consiguiente, está acreditado que la mayoría de los ex
rectores que fueron involucrados al trámite eleccionario, expresaron
su deseo de ser representados por el señor Augusto Pradilla Giraldo,
motivo por el cual la finalidad que persigue el artículo 32 ibidem se
cumplió, sin desconocer desde luego, que no se atendió la exigencia de
la reunión que se previó para tal efecto. (…). En relación con la situación
antedicha se itera, el demandante no explicó de qué manera la referida
irregularidad afectó el resultado de la elección, ni aportó elementos de
juicio a partir de los cuales razonablemente pudiera sostenerse que
de haberse llevado a cabo la reunión de manera presencial o virtual,
se habría llegado a una decisión distinta a la controvertida en esta
oportunidad. Por el contrario, a partir de las pruebas aportadas se tiene,
que si bien es cierto la mentada reunión no se celebró, los electores
tuvieron la oportunidad de manifestar la opción de su preferencia,
constatar el sentido de los votos y por ende, que quien los represente
en el Consejo Superior sea la persona que mayor respaldo obtuvo. En
conclusión, pese a que en el proceso de objeto de análisis no se celebró
una reunión para que los ex rectores votaran por su representante ante
el anterior órgano colegiado, debido a la forma en que se llevó a cabo el
trámite electoral, tal circunstancia no resulta suficiente para anular la
designación cuestionada.

TESIS 4: De otra parte, reprocha el accionante que en el trámite de la


elección, concretamente en la sesión del 10 de noviembre de 2020, en la
que se verificaron los votos efectuados, asistiera el secretario del Consejo

495
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Superior Universitario, la representante de las directivas académicas,


la representante de los egresados, la representante de los estudiantes,
la jefe de la Oficina Asesora Jurídica y la jefe de la Oficina de Control
Interno de Gestión, aunque la normatividad pertinente no contemplan
la participación de tales sujetos, o que deban cumplir alguna labor de
supervisión y/o control. (…). [L]e asiste razón al actor al considerar,
que el artículo 32 del Acuerdo 03 de 2016, que contempla el trámite de
elección del representante de los ex rectores, no prevé la intervención
de los representantes de las directivas académicas, de los egresados,
de los estudiantes, o de los jefes de las oficinas Asesora Jurídica y de
Control Interno, por lo que prima facie su participación no era necesaria o
indispensable para la adopción de una decisión, que en primera instancia
le corresponde a los ex rectores y subsidiariamente al Consejo Superior
Universitario. No obstante lo anterior, la anterior disposición tampoco
prohíbe que en el trámite respectivo se pueda contar con la intervención
de personas distintas a los ex rectores de la institución educativa,
verbigracia, los integrantes de algunos de los órganos y dependencias
de apoyo, asesoramiento y control de la institución educativa, o los
pertenecientes a la dirección institucional y académica de la Universidad,
los cuales hacen parte de la estructura de ésta según el artículo 17 de
los estatutos, y que eventualmente podrían facilitar que los ex rectores
o el Consejo Superior, según el caso, adopten la decisión definitiva.
Por lo tanto, aunque cierto es que la intervención de la mayoría de los
sujetos identificados por la parte accionante no está contemplada en las
normas que rigen el trámite electoral objeto de estudio, también lo es
que la normatividad universitaria no proscribe que para la elección del
representante de los ex rectores se cuente con el apoyo, acompañamiento
y/o asesoría de otros integrantes de la institución educativa, que desde
luego, deben respetar la competencia de los facultados para ejercer el
derecho al voto. (…). Especial consideración merece la participación del
secretario general del Consejo Superior Universitario, porque a diferencia
de lo que indicó el demandante, sí está contemplada en el artículo 32 del
Acuerdo 03 de 2016. (…). A juicio de la Sala, que la normatividad pertinente
[artículo 32 del Acuerdo 03 de 2016] le haya asignado al secretario del
Consejo Superior las anteriores facultades, justificó su intervención en
el trámite electoral, en aras de facilitar que los ex rectores eligieran a su
representante, en especial, dadas las dificultades que se presentaron con
ocasión de la pandemia por Covid-19. En ese sentido también se observa,
que aunque la parte accionante califica la intervención del secretario
como una “intromisión indebida, una usurpación, una simulación”, no se
advierte de las pruebas aportadas, que su participación haya significado

496
el desconocimiento del sentido de los votos de los ex rectores, de la
voluntad mayoritaria y/o de la competencia que les fue atribuida para
ser quienes adoptaban la decisión correspondiente. (…). Por el contrario,
las pruebas aportadas dan cuenta que la intervención del secretario tuvo
como fin propiciar la participación de los ex rectores para que eligieran
a su representante, dar fe de la voluntad de los mismos y respetar la
decisión mayoritaria, que en esencia corresponden a los intereses
que buscan garantizar las normas relativas a la aludida elección. No
desconoce la Sala que el principal reproche que hizo el demandante a la
intervención del secretario está relacionada con el hecho de que en virtud
de los correos que envió, no se realizó la reunión presencial o virtual de los
ex rectores para la señalada elección, situación que como líneas atrás se
indicó, no constituye una irregularidad que tenga la virtualidad de afectar
la validez del acto enjuiciado, pues se itera, pese a la omisión en que se
incurrió, los electores manifestaron su voluntad, esta no fue tergiversada,
no se advierte que se hayan vulnerado sus garantías fundamentales, ni
se acreditó que de haberse celebrado dicha sesión otro sería el resultado
de la elección. En ese orden de ideas, tampoco se evidencia frente a
dicho funcionario alguna conducta que justifique remitir copia de la
presente actuación a las autoridades competentes para que adelanten
las investigaciones pertinentes, como lo solicita el demandante, desde
luego, sin perjuicio de lo que establezcan éstas y de la posibilidad que
tiene el actor de acudir directamente a ellas, en especial, cuando no es
materia del presente proceso realizar un análisis subjetivo de la conducta
de quienes participaron el proceso electoral, pues una de las notas
distintivas del medio de control de nulidad electoral, es realizar un juicio
objetivo de legalidad del acto de elección. En suma, tampoco le asiste
razón al demandante al considerar que la intervención del secretario del
Consejo Superior Universitario, de las representantes de las directivas
académicas, de los egresados, de los estudiantes y de las jefes de las
oficinas Asesora Jurídica y de Control Interno de Gestión, puso entredicho
la validez de la designación objeto de estudio. (…). Esclarecido que el acto
de elección del señor Augusto Pradilla Giraldo como representante de
los ex rectores ante el Consejo Superior de la Universidad Militar Nueva
Granada mantiene su presunción de legalidad, se negarán todas las
pretensiones de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 122 PARÁGRAFO / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 149 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 276 INCISO 3

497
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADA, SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL,
INHABILIDAD DEL DIPUTADO POR PARENTESCO CON AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD,
INCIDENCIA DE LAS DECISIONES EN SEDE ADMINISTRATIVA DEL
CNE EN SEDE JUDICIAL

EXTRACTO NO. 31

RADICADO: 85001-23-33-000-2020-00007-02
FECHA: 8/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Ángela Jimena Valencia Mariño
DEMANDADA: Lady Patricia Bohórquez Cuevas - Diputada de
la Asamblea Departamental del Casanare, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver si procede


confirmar, revocar o modificar la decisión del fallo adoptado por
el tribunal a quo, al acceder a las pretensiones de la demanda,
considerando para el efecto, los argumentos expuestos por el apelante
en su recurso de alzada, los cuales se soportan en los siguientes
argumentos: (i) No existe contradicción entre los artículos 179 y 299 de
la Constitución con el parágrafo del artículo 6º de la Ley 1871 de 2017;
(ii) Interpretación legislativa válida a través del parágrafo del artículo
6 de la Ley 1871 de 2017; (iii) El tema debe ser analizado a la luz de la
Ley Estatutaria 1475 del 2011 y su interpretación constitucional; (iv) El
criterio territorial que prevé el parágrafo del artículo 6 de la Ley 1871,
no es nuevo, porque ya en materia de incompatibilidades existe ley con
el mismo alcance; y, (v) Inexistencia de presupuestos para aplicar la
excepción de inconstitucionalidad. Inaplicar la citada norma significa
desconocer derechos fundamentales.

TESIS 1: [E]n su escrito de apelación el impugnante solicitó, de forma


somera, que ante lo que denominó como una discrepancia de criterios
respecto de la interpretación y alcance del elemento territorial de la
inhabilidad que fundamenta el pedido de nulidad de la parte actora,
se proceda a emitir una decisión de unificación sobre el tema, y de ser

498
el caso, se proceda a dar aplicación a la figura de la jurisprudencia
anunciada. Sobre este particular, es de resaltar que decisiones
recientes adoptadas por la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo,
así como por esta Sección, han precisado que en relación con las
solicitudes por medio de las cuales se pretende la adopción de un
fallo de unificación, conforme al artículo 271 de la Ley 1437 del 2011,
modificado por la Ley 2080 del 2021, se deben cumplir una serie de
requisitos de procedencia adjetiva, especialmente, cuando la petición
en tal sentido proviene de alguna de las partes. Respecto de estos,
se resalta el correspondiente al elemento modal, el cual se relaciona
de forma directa con la debida argumentación y sustentación de la
misma. (…). Así las cosas, encuentra esta judicatura que en el recurso
de apelación, únicamente al final de su intervención, el apoderado
de la parte demandante se limitó a solicitar, sin presentar sustento
alguno, que en el sub judice fuera adoptado un fallo de unificación
jurisprudencial, e incluso, requirió que respecto del mismo se hiciera
uso de la figura de la jurisprudencia anunciada. Ante ello, es claro que
la parte no atiende la obligación que le exige la norma procedimental
-artículo 271 del CPACA-, la cual es clara en demandar de la solicitud
para adoptar una decisión con dichos efectos, una carga argumentativa
suficiente que permita evidenciar la configuración de los criterios que
la misma disposición normativa establece para su procedencia. De
esta manera, al no acreditarse un requisito de procedibilidad adjetiva,
se procederá a rechazar la solicitud elevada en tal sentido por el
apoderado de la señora Lady Patricia Bohórquez Cuevas.

TESIS 2: Se considera importante resaltar en este punto, que bajo


el entendido de la inexistencia de derechos absolutos, se predica
que las garantías políticas -art. 40 constitucional- pueden ser objeto
de restricciones razonables y proporcionales, establecidas por el
texto fundamental o el legislador -arts. 123 y 150 numeral 23 de la
Constitución- y que por lo tanto, se contraponen directamente al
interés del ciudadano de participar en el ejercicio, conformación
y control del poder político. Es de resaltar que estas limitaciones
también encuentran su fundamento en la finalidad de la función
pública, que busca la satisfacción de los intereses de la población, bajo
los específicos criterios que guían su ejercicio, como son la igualdad y
la moralidad, ello conforme al artículo 209 Superior. (…). De la lectura
de la norma transcrita [numeral 5º del artículo 33 de la Ley 617 del
2000] en forma precedente, es posible entonces resaltar los siguiente
elementos, a saber: i) El relacionado con el parentesco -hasta el tercer

499
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

grado de consanguinidad, primero de afinidad o único civil- o el vínculo


por unión permanente o matrimonio. ii) Un aspecto objetivo referido al
ejercicio de autoridad civil, política, administrativa o militar, por parte
del pariente, cónyuge o compañero permanente. iii) Un límite temporal,
reflejado en que lo expuesto en el numeral anterior, debe presentarse
dentro de los 12 meses anteriores a la elección. iv) Un elemento
espacial, pues hace referencia a que el criterio objetivo se presente
“en el respectivo departamento”. Se debe mencionar que para efectos
de la determinación de la configuración de la causal de inhabilidad
en comento, es necesaria la concurrencia de todos y cada uno de los
elementos antes señalados, en tanto la jurisprudencia de esta Sección
ha sido pacífica en manifestar que todos ellos constituyen un conjunto
inescindible. (…). En punto de los elementos descritos, se resalta que
conforme a los argumentos expuestos en el escrito de apelación, que
guardan identidad con la defensa desplegada desde el escrito de
contestación de la demanda, la discusión en el caso concreto, se centra
en el aspecto espacial de la inhabilidad deprecada contra la aquí
demandada, es decir, que el ejercicio de autoridad se haya presentado
departamento. (…). En línea con lo anterior, esta Sección en decisión
reciente, realizó una precisión sobre dicho factor territorial de la
expresión “en el respectivo departamento” contenida en la literalidad
del numeral 5º del artículo 33 de la Ley 617 del 2000.

TESIS 3: El artículo 4º de la Constitución Política, consagra el


principio de supremacía del texto constitucional, bajo el aforismo de
la “norma de normas”, fijando a su vez una consecuencia práctica del
mismo: en todo caso de incompatibilidad entre la Constitución y la ley
u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales.
(…). Lo expuesto es el reflejo de la existencia de un sistema mixto de
control de constitucionalidad como nota característica de nuestro
ordenamiento jurídico, pues por un lado, se tiene la posibilidad que
por la vía de acción o del carácter automático establecido por el
constituyente, se realice un control abstracto de las normas por parte
de la Corte Constitucional, con efecto erga omnes y de cosa juzgada
-en los términos del artículo 243 Superior-. Pero a su vez, es viable que
con efectos inter partes y en casos concretos, los operadores realicen
este control por vía de excepción, siendo esta última posibilidad en
la que se enmarca al instrumento estudiado en este acápite. (…). [L]
a procedencia de la excepción de inconstitucionalidad en procesos
judiciales en lo que se discute la legalidad de los actos electorales, se
deriva de la posibilidad, incluso oficiosa, que se radica en cabeza del

500
operador judicial de buscar en todo momento la garantía del poder
normativo de la Constitución cuando se observe una discordancia
entre esta y normas de inferior jerarquía, sin que sea relevante, al
menos en principio, verificar de forma clara la afectación o amenaza
a un derecho fundamental. Concluir lo contrario, cercenaría de forma
considerable el alcance de este mecanismo, que como se expuso,
se deriva directamente del artículo 4º constitucional e impediría
que el juez electoral, ante una evidente contradicción entre normas
de inferior rango -leyes, decretos, resoluciones, decisiones internas
de los partidos- y la Constitución Política de 1991, pueda acudir
dicho control difuso a efectos de garantizar la supremacía de este
último cuerpo normativo. Así la cosas, de entrada, esta Sala señala
que no son de recibo los argumentos expuestos por la delegada del
Ministerio Público, al cuestionar la procedencia de la utilización de la
excepción de inconstitucionalidad por parte del tribunal de primera
instancia, al señalar que no se evidenció que un derecho o garantía
fundamental estuviera en riesgo de ser desconocido o transgredido.
Por el contrario, dada la naturaleza pública del medio de control de
nulidad electoral, el carácter objetivo del control de legalidad que allí
se realiza y la importante función que este cumple en relación con
los fines democráticos establecidos por el constituyente, es claro
que la excepción de inconstitucionalidad cobra, quizá, una relevancia
fundamental en la labor del operador judicial que conoce de estos
asuntos para garantizar, en todo momento, la vigencia de los postulados
constitucionales aplicables.

TESIS 4: [C]ontrario a lo expuesto por el recurrente, es claro que la


norma [artículo 179 de la Constitución Política] determina un
parámetro objetivo específico en relación con el elemento territorial
de la inhabilidades para ser congresistas, lo que permite, dar aplicación
a lo dispuesto en el artículo 299 constitucional -que establece que las
inelegibilidades de los diputados no podrán ser menos severas de las
establecidas para aquellos-, y por consiguiente, realizar el
correspondiente juicio de severidad. (…). [L]a interpretación por vía
legislativa efectuada en dicha disposición [parágrafo del artículo 6º de
la Ley 1871 del 2017], implica considerar que el departamento se
asimila a la “entidad pública y sus institutos descentralizados”,
descartando el elemento territorial. Es decir, que para efectos de la
configuración de las inhabilidades previstas para los diputados en el
artículo 33 de la Ley 617 el 2000, sería necesario entender que el
aspecto espacial se verifique, necesariamente, en todo el ente

501
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

departamental -como entidad administrativa-. (…). Dicha hermenéutica,


a todas luces, contravía la exigencia del artículo 299 constitucional,
que determina que “[e]l régimen de inhabilidades e incompatibilidades
de los diputados será fijado por la ley. No podrá ser menos estricto
que el señalado para los congresistas en lo que corresponda”. Lo
anterior, por cuanto para efectos de los Congresistas, específicamente,
los Representantes a la Cámara cuya elección se realiza en la misma
circunscripción territorial de los diputados, la configuración de la
inhabilidad por ejercicio de autoridad de pariente se aplicaría respecto
de situaciones que se presenten en la correspondiente “circunscripción”,
lo que incluye toda la extensión del territorio departamental y de
forma inescindible en los municipios que lo componen; mientras que
para los diputados, la expresión “departamento” se asimilaría
únicamente a la organización administrativa y no a su geografía,
haciendo entonces más flexible el régimen de estos últimos. (…). [E]s
evidente la contradicción entre la interpretación que vía legislativa se
adelantó en la norma del 2017 y las exigencias que de orden
constitucional se derivan frente al contenido del régimen de las
condiciones de inelegibilidad de los diputados. Esta dicotomía, que
surge del necesario análisis de las disposiciones bajo estudio, permite
entonces dar aplicación a la figura de la excepción de
inconstitucionalidad que fundamentó el fallo de primera instancia y
que será confirmado en esta providencia. (…). [C]onsidera entonces la
Sala, que para el caso concreto, resulta procedente la inaplicación de
la norma dispuesta en el parágrafo del artículo 6º de la Ley 1871 del
2017, en tanto conlleva a una disminución de las exigencias o criterios
para la configuración de los diputados respecto de aquellas (os)
determinados para los congresistas. (…). Esta Sala precisa que, en
atención a los efectos inter partes de la excepción de
inconstitucionalidad, la decisión adoptada en tal sentido se limita a la
resolución del sub judice, siendo importante resaltar que, frente a
cada causal de inhabilidad en la que se pueda predicar la aplicación
del parágrafo 6º de la Ley 1871 del 2017, se debe efectuar un análisis
independiente con el fin de establecer si procede o no inaplicar la
misma a cada situación de inelegibilidad. (…). Tampoco resulta
pertinente el argumento expuesto en la apelación bajo estudio, la cual
señala que el criterio orgánico para definir la expresión departamento,
ya había sido utilizado en la Ley 1148 del 2007, pues dicha norma no
hace parte del objeto del debate planteado en la presente litis y la
misma consagra eventos diferentes de la causal de inhabilidad
estudiada, por lo que no puede ser presentada como un criterio o

502
parámetro interpretativo en este asunto. De otra parte, es claro que el
juicio de legalidad realizado respecto del acto electoral acusado, no
implica una valoración de la carrera o proyección profesional de quien
fue declarada electa como diputada. (…). [E]l objeto del medio de
control de nulidad electoral, se aleja de apreciaciones de orden
subjetivo como las mencionadas por el recurrente, para enfocarse de
forma exclusiva en la legalidad objetiva del acto, es decir, su validez
respecto de la norma que, como en el presente caso, consagra una
causal de inelegibilidad respecto de quien aspira a un cargo de
elección popular. (…). En otras palabras, los derechos subjetivos de
quien pretende el acceso a un cargo de elección popular, ceden frente
a las garantías que bajo el sistema democrático se han establecido a
favor de los electores, entre las cuales se encuentran, la de contar con
elecciones justas, libres de factores que las distorsionen o nuliten el
principio de igualdad que debe caracterizarlas, finalidades que se
predican del régimen de inhabilidades fijado en la Constitución y la ley,
el cual finalmente se garantiza, entre otros medios, con el control de
legalidad que se radicó en cabeza de los jueces contencioso
administrativos. Es por ello que no resulta de recibo lo expuesto en la
apelación que se resuelve por el presente proveído, en tanto lo que
pretende el apoderado de la parte demandada, pues busca a través de
su razonamiento dar una prevalencia absoluta a las garantías que
constitucionalmente se reconocen a su representada -conforme al
artículo 40 Superior-, desconociendo que estos pueden ser limitados
en forma legítima y proporcional a finalidades igual de relevantes y
sobre las cuales corresponde a los jueces procurar su efectividad.
Adicionalmente, el recurrente solicita se de aplicación al criterio de
interpretación útil de las normas. (…). Frente a ello, la Sala indica que
la tesis fundamental prohijada en esta providencia, la cual concuerda
con la expuesta por el fallo impugnado, precisamente busca garantizar,
no solamente la primacía del texto fundamental, sino también la
eficacia de las disposiciones que componen el régimen de inhabilidades
de los diputados, siendo que una posición en contrario, pone en riesgo
la efectividad del mismo en la garantías de los altos intereses que se
busca proteger con el mismo. (…). Uno de los elementos de los
principios que se invocan por el impugnante, es que el soporte de las
expectativas generadas por las entidades públicas, tenga un soporte
acorde con la Constitución y con la ley. Así las cosas, ante dicha
características de legalidad, es claro que no se puede predicar la
existencia de una confianza legítima por el actuar previo de la
administración, cuando el mismo se sustenta en interpretaciones que

503
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

resultan contrarias al ordenamiento. En conclusión, toda vez que los


actos de los cuales se pretende predicar la aplicación de la buena fe,
confianza legítima y seguridad jurídica, presentan una interpretación
contraria al ordenamiento vigente, no resulta aceptable predicar la
materialización de aquellos en favor de la demandada. (…). [E]l
procedimiento para la revocatoria de la inscripción de candidatos a
corporaciones públicas o cargos de elección popular, se trata de un
trámite de índole administrativo, que busca materializar la competencia
que constitucionalmente ha sido asignada al CNE, en el sentido de
verificar, entre otras circunstancias, la posible configuración de
inhabilidades, evitando así que los ciudadanos que fehacientemente
se encuentren en tal situación de inelegibilidad (plena prueba)
participen del evento democrático. Bajo esta lógica, el acto objeto de
control en tal sede, se corresponde con el acto de inscripción que
realizan los partidos o movimientos políticos. Por otra parte, el medio
de control de nulidad electoral, busca verificar por excelencia la
legalidad de los actos de elección, nombramiento o llamamiento, por
aspectos derivados del proceso de elección -causales objetivas-,
como de las calidades exigidas respecto del elegido, nombrado o
llamado -causales subjetivas-, realizando, (…), un análisis objetivo del
contenido de la norma frente a las demás que regulan la actividad
electoral, a efectos de determinar la ocurrencia de algunas de las
causales que expresamente se han consagrado en los artículos 137 y
275 del CPACA. Esto sin perder de vista, que el análisis del acto de
designación, no excluye el estudio de validez de las actuaciones
previas al que declaró la elección, nombramiento o llamamiento, en
especial cuando a partir de éstas se edifican los motivos de
inconformidad. Asimismo debe considerarse, que el Consejo Nacional
Electoral actúa en el trámite de revocatoria como entidad de
inspección, vigilancia y control de la actividad electoral de los partidos
políticos, es decir, ejerce una función pública de orden administrativo
respecto de las colectividades políticas; mientras que en la nulidad
electoral deviene de una función jurisdiccional cuya decisión tiene el
carácter de cosa juzgada, que buscan el control de legalidad de los
actos susceptibles de la misma, buscando con ello el control de la
administración, que para el caso de las elecciones de carácter popular,
se traduce en las autoridades que declaran la elección, estudio que
vale la pena aclarar, puede involucrar la revisión de las actuaciones de
las colectividades políticas, por ejemplo, en materia de avales o de las
listas de candidatos que conforman, comoquiera que tales actuaciones
deben cumplir con los parámetros legalmente establecidos y hacen

504
parte del procedimiento que se adelanta para la conformación del
acto de designación. Es claro entonces que, a través de la actuación
del CNE, se busca la protección del certamen electoral en sede
administrativa, es decir, en los momentos previos a este y bajo la
posibilidad de controlar el accionar de los partidos políticos, en cuanto
al cumplimiento de los requisitos legales de sus candidatos. Mientras
que en otro estadio, la jurisdicción de lo contencioso administrativo,
mediante la nulidad electoral, busca el control de las decisiones
administrativas que se expidan con posterioridad a las votaciones,
comprendiendo los actos derivados de escrutinios y la posterior
declaratoria de la elección, así como de las calidades de quienes
resultasen elegidos, estudio en el que se insiste, también tiene lugar
la revisión de la validez de las actuaciones previas al acto de
designación. En conclusión a ello, el sistema responde a una lógica de
buscar que todos los actos que se derivan de la celebración de las
elecciones, tengan algún mecanismo de control, que permita la
eficacia de los derechos de participación política de los ciudadanos.
(…). Si bien es cierto, en ambas actuaciones es procedente la revisión
de asuntos en común, como lo es la posible configuración de una
inhabilidad respecto del candidato o el elegido, según se trate, también
lo es que dicha situación se presenta de esa manera, en la medida en
que tanto la Constitución Política -en el artículo 265- como la Ley 1437
del 2011 -en el artículo 275-, así lo consagraron, sin que se observe
desde el punto de vista normativo la existencia de un condicionamiento
mutuo frente a dichos trámites. Bajo esta lógica, no resulta contrario
a derecho, o los principios de confianza legítima o seguridad jurídica,
que en sede jurisdiccional, se solicite la nulidad del acto de elección
por causal del artículo 275.5 del CPACA, aunque dicho aspecto haya
sido revisado en sede administrativa ante el CNE, dado que, no sólo se
presentan las diferencias descritas en los numerales precedentes,
sino que también, es válido desde el punto de vista legal. (…). [D]ebe
considerarse, que en sede administrativa y debido al poco tiempo que
transcurre entre la inscripción de los candidatos y las elecciones, el
ejercicio de la facultad del CNE de revocar aquéllas, debe estar
soportado en la existencia de “plena prueba”, con lo cual quiso advertir
el constituyente, que se está ante un palmaria violación del régimen
de inhabilidades, porque en caso contrario, esto es, de existir duda,
debe optarse por permitir la participación en el certamen electoral, so
pena de restringir bajo una situación de incertidumbre el ejercicio de
los derechos políticos. Y es que el análisis que tiene lugar en sede
judicial, obedece tanto a la naturaleza de las autoridades competentes

505
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

y a las normas procesales y sustanciales que deben aplicar, como al


hecho que cuando el asunto es sometido a la jurisdicción, se está ante
un acto electoral con presunción de legalidad, es más, que representa
la voluntad popular, por lo que su estudio merece el más exhaustivo
análisis, dada la incidencia que tienen para el sistema democrático las
decisiones que se profieran, contexto que difiere al que se ve
enfrentado el CNE en sede administrativa, sin desconocer con ello, la
trascendencia de las determinaciones que adopta antes, durante la
campaña electoral y en los comicios. (…). [E]s claro que una decisión
previa del Consejo Nacional Electoral, en proceso de revocatoria de
inscripción con fundamento en las funciones que constitucional y
legalmente le han sido asignadas a dicho organismo, no limita,
condiciona, instruye o guía el análisis que en sede jurisdiccional a
través de la acción de nulidad electoral realizan los jueces
administrativos, quienes bajo el principio de autonomía judicial,
adoptarán las decisiones que razonablemente sean procedentes en
derecho. Por lo dicho, es claro que emitir un pronunciamiento contrario
a lo que se haya decidido en sede administrativa por parte del Consejo
Nacional Electoral, no implica desconocer los principios de confianza
legítima, buena fe o seguridad jurídica, pues una conclusión en
contrario, dejaría sin contenido el control de legalidad que realizan los
jueces sobre los actos de la administración, entre ellos los electorales,
así como conllevaría a pensar que existe una especie de
condicionamiento respecto de las decisiones que se puede adoptar
por el operador judicial en sede de nulidad electoral, lo cual a todas
luces resulta atentatorio del principio de independencia judicial y de la
posibilidad de control jurisdiccional de los actos expedidos por las
autoridades públicas. Finalmente, se debe resaltar que para efectos
de la configuración de la inhabilidad deprecada contra la demandada
y que soporta la solicitud de nulidad de su elección, resulta irrelevante
demostrar si su familiar ejerció su autoridad en favor de su aspiración
a la Asamblea Departamental del Casanare, pues dicho criterio no
hace parte de la configuración normativa y literal del numeral 5º del
artículo 33 de la Ley 617 del 2000, lo que permite concluir que su
ocurrencia es irrelevante frente a los elementos que permiten
configurar la inhabilidad reseñada. A lo anterior se suma que esta
Sección ha señalado para efectos de determinar la materialización de
la misma, no es necesario que se concrete o lleven a cabos actos que
impliquen el ejercicio de la autoridad que se predica respecto del
pariente, toda vez que basta con verificar que la misma se ostentó
dentro del período inhabilitante, alejándose el análisis del juez

506
electoral de criterios subjetivos que pretendan desentrañar si se
buscaba o no obtener réditos manifestados en votos a favor de una
postulación determinada. (…). Conforme a lo dicho en precedencia,
esta Sala concluye que es procedente confirmar el fallo de primera
instancia, en tanto resulta claro que todos los elementos de la
inhabilidad deprecada contra la demandada se configura. Se resalta
que los relativos al parentesco, al calificativo de autoridad civil, política,
administrativa o militar que se predica de las funciones de alcalde
municipal -cargo que ostentaba el familiar (sic) de la señora Bohórquez
Cuevas- y el elemento temporal, no fueron cuestionados por el
apelante, por lo que se entiende que la configuración de los mismos,
demostrada en el fallo del a quo, no es objeto de controversia. En punto
del elemento territorial, la Sala evidencia que toda vez que el familiar
de la [demandada] (…), en su calidad de Alcalde de Pore (Casanare) -lo
que tampoco fue debatido o controvertido-, ejerció la autoridad
administrativa, civil y política derivada de dicho cargo, en un municipio
que hace parte del departamento que integra la circunscripción por la
cual resultó elegida como diputada. Sobre este particular, en razón a
la vigencia del parágrafo del artículo 6º del Ley 1871 del 2017, esta
Sala comparte la conclusión expuesta por el tribunal, al indicar que
toda vez que dicha disposición interpretativa resulta contraria a las
exigencias del artículo 299 constitucional, es procedente su
inaplicación, con fundamento en el artículo 4º Superior. Toda vez que
esto último no fue expuesto en la parte resolutiva en el proveído
recurrido, esta Sección así lo dispondrá en esta oportunidad, decisión
que limita sus efectos a lo decidido en el caso concreto (inter partes).
En consideración a que los demás argumentos de la apelación no
tienen vocación de prosperidad por las razones expuestas en el
acápite anterior, se impone la forzosa conclusión de mantener la
declaratoria de la nulidad del acto de elección de la señora Lady
Patricia Bohórquez Cuevas, contenido en el formulario E-26 ASA del
09 de noviembre del 2019, expedido por la Comisión Escrutadora
Departamental del Casanare

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 108 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
179 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 299 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 /
LEY 1871 DE 2017 – ARTÍCULO 6 / LEY 617 DEL 2000 - ARTÍCULO 33

507
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DE


LA DIRECTORA GENERAL ENCARGADA DE LA CORPORACIÓN
AUTÓNOMA REGIONAL, RECUSACIÓN, QUORUM REQUERIDO POR
EL CONSEJO DIRECTIVO PARA DELIBERAR, CONSEJO DIRECTIVO
DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL, PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO, TRÁMITE DE LA RECUSACIÓN

EXTRACTO NO. 32

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00003-00
FECHA: 22/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Michel Wadih Kafruni Marín
DEMANDADA: Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados –Directora
general (E) de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda – Carder
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme se estableció en la fijación de litigio,


el problema jurídico se limita a: “determinar, si el acto demandado
es nulo, por presuntamente vulnerar los artículos 29 Superior, 11 y
12 de la Ley 1437 de 2011, 42 de los estatutos de la CARDER y los
antecedentes de Sección Quinta del Consejo de Estado, por el hecho
de haber sido expedido en forma irregular, con falta de competencia,
con desconocimiento de la Constitución y la Ley y el derecho de
audiencia y defensa”. Para la resolución del interrogante planteado se
establecerá lo siguiente: i) Si hubo violación directa de los artículos
29 de la Constitución Política, 11 y 12 de la Ley 1437 de 2011 y 42
de los Estatutos de la CARDER; ii) Si se configura expedición irregular
del acto electoral porque el consejo directivo no tramitó en legal
forma a las recusaciones presentadas al no suspender la actuación
administrativa eleccionaria; iii) Si se incurre en falta de competencia
porque los trece miembros del consejo directivo de la CARDER tenían
suspendidas transitoriamente sus facultades por la presentación de
las recusaciones iv) Si la elección se dictó sin el quorum requerido
para deliberar y; iv) Si en la sesión extraordinaria del 11 de noviembre
de 2020 se permitió al representante de los gremios señor Diego
Alonso Mejía Vásquez, que actuara como presidente ad hoc, sin

508
haberse expedido formalmente el acuerdo que así lo catalogara; v) Si
se incurrió en desconocimiento del derecho de audiencia y defensa; y,
vi) Si la discusión y decisión de las recusaciones estaban incluidas en
el orden del día de la sesión en la que se resolvieron.

TESIS 1: En los términos del artículo 23 de la Ley 99 de 1993 “…


las Corporaciones Autónomas Regionales son entes corporativos
de carácter público, creados por la ley, integrado por las entidades
territoriales que por sus características constituyen geográficamente
un mismo ecosistema o conforman una unidad geopolítica,
biogeográfica o hidrogeográfica, dotados de autonomía administrativa
y financiera, patrimonio propio y personería jurídica, encargados por
la ley de administrar, dentro del área de su jurisdicción, el medio
ambiente y los recursos naturales renovables y propender por su
desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones legales y
las políticas del Ministerio del Medio Ambiente”. De conformidad con el
artículo 24 de la misma ley estas corporaciones tienen como órganos
principales de dirección y administración a la i) asamblea corporativa;
ii) al consejo directivo y; iii) al director general. Respecto del consejo
directivo de las corporaciones autónomas regionales, se tiene que es
el órgano de administración que se encuentra conformado por las
autoridades y sujetos dispuestos en el artículo 26 de la Ley 99 de
1993 y entre sus funciones tiene a cargo la de nombrar o remover al
director general (art. 27, literal j) de acuerdo con lo estipulado en los
estatutos de la correspondiente corporación autónoma regional. En
el caso de la CARDER, mediante el Acuerdo No. 005 del 26 de febrero
de 2010, se adoptaron sus estatutos. (…). En lo referente a las faltas
temporales del director general de la CARDER, en el artículo 53 de los
estatutos se dispone que: “En caso de faltas temporales del Director
General, el Consejo Directivo designará un funcionario del Nivel
Directivo o asesor de la Corporación como Director encargado”. (…).
En cuanto al trámite de las recusaciones en los consejos directivos
de las corporaciones autónomas regionales, es importante señalar
que por mandato del artículo 12 de la Ley 1437 de 2011, ante la falta
de norma expresa para su instrucción, se aplica lo dispuesto en la
parte primera del CPACA. (…). [A]dvierte la Sala que los estatutos
de la Corporación Autónoma de Risaralda –CARDER- se encuentran
contenidos en el Acuerdo No. 005 del 26 de febrero de 2010 y en ellos
no hay regulación expresa sobre el trámite de los impedimentos y
las recusaciones, por lo que resulta aplicable el artículo 12 de la Ley
1437 de 2011. En consecuencia, se impone el estudio del presente

509
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

trámite de conformidad con lo establecido en el CPACA, es decir, se


debe contrastar el procedimiento que se dio a las recusaciones, para
determinar si se observó lo previsto en la ley.

TESIS 2: Esta Sala Electoral ya ha reconocido la facultad de las


corporaciones autónomas para decidir sobre las recusaciones que
se presenten contra los integrantes del consejo directivo en virtud de
su autonomía; no obstante, se ha señalado de forma reiterada, que la
anterior competencia se puede ejercer siempre que no esté afectado
el quorum para deliberar y decidir en garantía de la democracia,
transparencia y objetividad que deben revestir las decisiones
que en estos casos se adopten. (…). [L]os escritos de recusación
al ser manifestaciones que buscan separar del conocimiento de
un determinado asunto a la autoridad que por ley le corresponde
sustanciarlo y/o decidirlo, debe, al tenor del artículo 12 de la Ley 1437
de 2011, guardar una carga mínima de seriedad que se materializa
en el escrito motivado que exige la ley, en determinar el sujeto que
lo propone y sobre el que recae, las razones de hecho en que se
fundamenta y la causal taxativa en la que se subsume. Dicha suficiencia,
deviene de la necesidad de mantener en cabeza de los funcionarios
y demás autoridades, el cabal cumplimiento de sus funciones, sin
dilación alguna, por lo que, cuando deben ser separados del ejercicio
de ellas, éstas razones deben enmarcarse en la defensa del interés
general, la trasparencia, eficiencia, imparcialidad y demás principios
que rigen la función pública. Es por ello que, cuando se verifica que
falta alguno de los elementos formales, atrás aludidos, que cualifican
la existencia precisa de la recusación, el trámite administrativo debe
seguir su curso, dado que no puede dotarse de efectos a una petición
que no cumple con los requisitos que el legislador previó para su
materialización, por lo que de suyo deviene que no debe suspenderse
la actuación y menos separarse de su función a sujeto alguno, lo que
conlleva a que en los cuerpos colegiados no se afecte su quorum.

TESIS 3: Como puede observarse de los artículos citados [27 y 42] de


los estatutos vigentes de CARDER, el consejo directivo está conformado
por 13 miembros y para deliberar requiere la mitad más uno de sus
integrantes y como se trata de seres humanos no podemos hablar de
cifras fraccionadas, esto es seis punto cinco (6.5), de forma que “más
de la mitad” debe entenderse simplemente como el entero superior a
la mitad que para el presente caso equivaldría a la presencia de siete
(7) integrantes. (…). Por manera que, el quórum al estar contenido en

510
una norma de carácter general, se predica su carácter objetivo, por lo
que al estar definido en los estatutos de la Corporación no se puede
cambiar por la voluntad de los miembros del Consejo Directivo ni por
las interpretaciones que de ellos hagan los sujetos procesales.

TESIS 4: Verificado el quorum, se estableció que, de acuerdo al orden


del día, se socializarían las demandas de nulidad electoral iniciadas
en contra de la elección del señor Julio Cesar Gómez Salazar como
director general de la CARDER, periodo 2020-2023, porque el Consejo
de Estado en el trámite de las mismas ordenó la suspensión provisional
de los efectos jurídicos de dicho acto electoral. Por lo anterior, quienes
componen el consejo directivo decidieron que era lo procedente nombrar
director general encargado, para lo cual se presentó la certificación
de la secretaría general que daba cuenta de los funcionarios del nivel
directivo o asesor de la CARDER que cumplían con los requisitos para
dicho cargo. La sesión culminó con la aprobación del acto que designó
a la demandada como directora general encargada de la CARDER.
(…). Para la Sala, las manifestaciones expuestas por el señor Barrero
Grisales carecen de la motivación y sustento mínimo requerido para
dársele la connotación de recusación. Lo primero, porque alude a la
presunta falta de respuesta de la recusación presentada el 24 de agosto
de 2020 por un tercero dentro del proceso de selección del director
general titular y no en el presente asunto, sin que se haya detallado las
causales allí descritas y que sirvieron de fundamento y las razones por
las cuales ellas se mantienen en la designación del director encargado.
(…). En este orden de ideas, resulta necesario concluir que el escrito
presentado por señor Juan Carlos Barrero Grisales, carece de la debida
fundamentación que permita tenerla como una recusación y, por tanto,
era lo procedente decidir su rechazo y negarse su respectivo trámite,
conforme lo decidió el consejo directivo de la CARDER en la sesión del
11 de noviembre de 2020, en la cual estuvieron presentes sus trece
miembros integrantes. (…). Así las cosas, la Sala encuentra que antes
de producirse la elección que se pide anular, el consejo directivo se
ocupó del estudio de la recusación presentada por el señor Juan Carlos
Barrero Grisales y decidió su rechazo, por considerar que no cumplía
con las exigencias requeridas para su trámite misma conclusión a la
cual arriba este juez de lo electoral pues, como ya se demostró si, bien
su petición, atiende el requisitos de identificación del solicitante y de
los recusados, no ocurre lo mismo frente a la carga argumentativa
mínima que debe contener su solicitud para que sea impartido el
trámite previsto en el artículo 12 del CPACA. (…). [L]a recusante [Martha

511
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Vigadid Benavides Mecón] alude a la presunta falta de competencia de


los miembros del consejo directivo de la CARDER porque considera
que el director encargado debe ser elegido por el procurador General
de la Nación. Además, pretende derivar un presunto interés particular
y directo de la supuesta incompetencia para nombrar el director
encargado de dicha corporación autónoma regional. No obstante,
debe precisar esta Sala Electoral que no encuentra que el escrito de la
señora Martha Vigadid Benavides Mecón, tenga la motivación fáctica y
jurídica mínima necesaria para ser tenida en consideración como una
recusación contra la totalidad de los miembros del consejo directivo de
la CARDER. En efecto, más allá de mencionar el artículo 11 del CPACA
y señalar su finalidad, su argumentación, se limita a manifestar que
dichos consejeros carecen de competencia para decidir la designación
del director encargado de la CARDER, situación completamente alejada
de la realidad y que convierte su reparo en una expresión carente de
un debido fundamento jurídico. Como antes se precisó, los estatutos
de la CARDER prevén el trámite que debe surtirse a fin de suplir la
vacante temporal que se genere de su director general titular, en este
caso devenida por la suspensión provisional de los efectos jurídicos
del acto de elección del señor Julio César Gómez Salazar. (…). Así las
cosas, salta a la vista que manifestar que los consejeros de la CARDER
carecen de competencia, sin exponer razón fáctica ni jurídica que
sustente su dicho, deviene insuficiente cuando los propios estatutos de
la corporación, le impone dicha función al consejo directivo. No sobra
precisar que también resulta desertado señalar que la elección del
director general encargado es una atribución del procurador General
de la Nación, situación que de suyo desconocería la autonomía que
la Constitución Política y la Ley 99 de 1993 les reconoció a los entes
medioambientales. En este orden de ideas, queda en evidencia que
el escrito de la señora Martha Vigadid Benavides Mecón, carece de
la motivación fáctica y jurídica mínima necesaria para ser tenida en
consideración como una recusación contra los miembros del consejo
directivo de la CARDER; por tanto, era lo procedente, como ocurrió en
sede administrativa, proceder a su rechazo. (…). Debe la Sala reiterar
que, si bien el escrito [de Diego Andrés Hincapié Moreno] cuenta con la
identificación de las partes, dichas manifestaciones resultan escasas a
la hora de presentar una recusación, pues se tratan de consideraciones
personales del peticionario que no encuentran asidero fáctico y jurídico
que permitan impartirle el trámite previsto en el artículo 12 del CPACA
y, en realidad, se tratan de acusaciones que no están dirigidas a los
miembros del consejo directivo de la CARDER. (…). Conviene resaltar

512
que el rechazo de su petición, permitió que los miembros del consejo
directivo no perdieran su competencia para elegir el director general
encargado, la cual valga reiterar es otorgada por los estatutos de la
CARDER y que en ningún caso le es atribuible al procurador General de
la Nación. Así las cosas, es lo procedente concluir que la petición del
señor Hincapié Moreno, omite dar cumplimiento al requisito de mínima
argumentación para ser tenida en cuenta como recusación. Tal y como
ocurre con las demás solicitudes allegadas en sede administrativa.
(…). No es dable desconocer que es lo cierto que la respuesta de la
procuraduría fue proferida con posterioridad a la elección que se pide
anular, pero tampoco puede este juez de lo contencioso obviar que, (…), la
decisión de los miembros del consejo directivo de la CARDER, adoptada
en lo referente a los escritos de los señores Barrero Grisales, Hincapié
Moreno y Benavides Mecón, de rechazarlas, por incumplimiento de los
requisitos para impartirles trámite de recusaciones, se trata de una
determinación ajustada a los lineamientos jurisprudenciales de esta
Sección e incluso al lineamiento fijado por la Procuraduría General de
la Nación. En concordancia con lo señalado la Sala denegará el cargo
relacionado con el presunto trámite ilegal surtido a las peticiones
presentadas (…), pues como se explicó con suficiencia, era lo procedente
no impartirles el trámite de recusaciones al carecer del fundamento
fáctico y jurídico que se requiere para que merezcan ser analizadas
de fondo. (…). Es decir, no se advierte la vulneración de los artículos
29 de la Constitución Política, 11 y 12 de la Ley 1437 de 2011 y 42 de
los Estatutos de la CARDER y mucho menos la expedición irregular
del acto electoral porque el consejo directivo, realmente, no tramitó en
ilegal forma las recusaciones presentadas.

TESIS 5: Así las cosas, teniendo con consideración que el artículo


12 del CPACA señala que “…la actuación administrativa se suspenderá
desde la manifestación del impedimento o desde la presentación de
la recusación, hasta cuando se decida…”, encuentra la Sala que se
atendió dicho requerimiento normativo. Lo anterior porque antes de
discutir y analizar lo referente a la escogencia del director en encargo
de la CARDER, el consejo directivo decidió que debían rechazarse
las peticiones de los recusantes, lo cual atiende el contenido del
artículo 12 del CPACA, pues, no se adelantó ninguna actuación que
se relacione con la elección que se acusa de ilegal hasta que no se
definió lo relacionado con las recusaciones elevadas, tal y como lo
dispone el legislador en la norma en comento. Ahora bien, también
carece de vocación de prosperidad el dicho de la parte actora según

513
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el cual se incurrió en falta de competencia en la expedición del acto


acusado porque entiende que los 13 miembros del consejo directivo
de la CARDER tenían suspendidas transitoriamente sus facultades
por la presentación de las recusaciones, pues como se manifestó
previo a resolver lo referente a la elección del director encargado de la
corporación autónoma, el colegiado decidió, en debida forma, que era
lo procedente rechazarlas, con lo cual quedaron resueltas de manera
definitiva en lo concerniente con la elección que debía dictarse,
actuación que como se reseñó deviene en legítima y con ella se
habilitaban para proseguir a la designación dado que se encontraban
investidos de facultades legales y estatutarias para la designación.
En este orden de ideas, reitera esta Sala que no se incumplió con
el contenido del artículo 12 del CPACA, en lo referente a la presunta
omisión de suspender el procedimiento adelantado, y tampoco es
cierto que los miembros del consejo directivo de la CARDER carecían
de competencia para proceder con la elección del director en encargo
ya que cuando se analizó y decidió la designación que se acusa de
ilegal, ya estaba definido el rechazo de las recusaciones y no había
lugar a suspender dicha actuación administrativa.

TESIS 6: [R]ecordando que ya está definido que los escritos que


se anunciaron como recusaciones no cumplían con el requisito de
motivación requerido para que se le impartiera el trámite que la Ley
1437 de 2011 impone para este tipo de actuaciones, resta a la Sala
manifestar que la decisión de rechazo fue debatida y decidida por el
total de los trece miembros que componen el consejo directivo de la
CARDER, lo cual demuestra con suficiencia el cumplimiento de las
mayorías estatutarias exigidas. Ahora en lo relacionado con la elección
que se acusa de ilegal, como ya se manifestó, la misma fue objeto de
estudio y de decisión de 7 de los 13 consejeros de la CARDER, mayoría
suficiente para cumplir con lo dispuesto en el artículo 42 del Acuerdo
No. 005 del 26 de febrero de 2010, antes transcrito pues, todos los
miembros presentes votaron a favor de la señora Tatiana Margarita
Martínez Díaz Granados, a lo que debe reiterarse que ninguno de ellos
estaba recusado, como ya quedó expuesto con anterioridad. Por lo
anterior, no hay duda que se trata de un cargo que carece de vocación
de prosperidad para anular la elección que se acusa de ilegal.

TESIS 7: Para resolver este cargo de nulidad, es lo primero comenzar


por repetir que ninguno de los miembros del consejo directivo de la
CARDER carecía de competencia para proceder con la elección la

514
señora Tatiana Margarita Martínez Díaz Granados, como directora
encargada de esa corporación porque como ya se explicó las
recusaciones fueron debidamente rechazadas. (…). No comparte la
Sala el reparo que expone el actor, según el cual el nombramiento de
un presidente ad hoc en una sesión como la que se cuestiona, requiera
que dicha decisión conste en un acuerdo del consejo directivo. (…). [E]
xigir que la decisión de nombrar un presidente ad hoc deba conllevar
la expedición de un acuerdo, en los términos del artículo 47 de los
Estatutos de la CARDER, no resulta procedente en este preciso
caso, pues contrario a procurar por el célere trámite del reemplazo
del presidente de la sesión, se convertiría en una situación que solo
alteraría el desarrollo de la reunión al punto de incluso poder llegar
a su aplazamiento y con ello hacer inane el procedimiento estatutario
que da cuenta el artículo 44 antes transcrito. (…). [E]n la medida que
la parte actora no precisó cómo esa presunta irregularidad incide en
la legalidad de la decisión de elegir a Tatiana Margarita Martínez Díaz
Granados, como directora encargada de la CARDER, pues la misma
fue dictada por el órgano competente, con el quorum deliberatorio y
decisorio requerido estatutariamente. En ese orden de ideas, por las
razones antes expuestas la Sala concluye que este cargo también
debe ser denegado.

TESIS 8: En este sentido debe recordarse que las peticiones a las


que alude el demandante [recusaciones], no dieron inicio a ninguna
actuación administrativa, pues como ya se expuso las mismas
fueron rechazadas por no cumplir los requisitos necesarios para
tramitarse como recusaciones, además, valga recordar que los
escritos fueron remitidos a la Procuraduría General de la Nación
y el 16 de diciembre de 2020, decidió su rechazo, como ya fue
explicado con anterioridad. Entonces, el rechazo manifestado por los
integrantes del consejo directivo de la CARDER a los escritos con los
cuales se pretendía recusarlos, al no tratarse de una decisión que
puso fin a la actuación eleccionaria que se adelantaba, no requería
de su notificación pues no hace parte de las determinaciones a
las que alude el artículo 67 del CPACA. Sumado a lo anterior, debe
destacarse que dichas peticiones, en realidad, no tuvieron incidencia
en la sesión extraordinaria celebrada para definir el encargo de la
dirección general de la CARDER, lo que impone concluir que, contrario
al dicho del actor, no era necesario comunicar y tampoco notificar su
rechazo antes de dictar la respectiva elección, razones que sirven
de fundamento a este juez electoral para denegar este reparo. No

515
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

obstante, conviene destacar que la corporación autónoma decidió


hacer su sesión de forma pública, (…), situación que demuestra la
publicidad de las actuaciones del ente medioambiental en torno al
proceso de designación del director encargado, que contempla la
resolución de plano de los escritos de recusación.

TESIS 9: Finalmente, señala el actor que se vulneró el artículo


40 de los Estatutos de la CARDER que dispone que en las sesiones
extraordinarias solo se podrán tratar los temas para el cual fueron
convocadas, pues la discusión y decisión de las recusaciones no estaban
incluidas en el orden del día de la sesión en la que se resolvieron. (…).
Ahora, es necesario señalar que el trámite de las recusaciones es un
aspecto que se encuentra directamente relacionado y es inescindible
al acto de designación de director general en encargo pues, con
las mismas se pretendía que los miembros del consejo directivo
no participaran en la respectiva deliberación y decisión. Con ello lo
que se pretende dejar en claro es que la debida interpretación del
artículo 40 de los estatutos de la CARDER, para este preciso asunto,
impone concluir que la designación de la directora encargada de la
corporación es el tema que debía hacer parte de la convocatoria de
la sesión extraordinaria a la cual se citó al consejo directivo, razón
por la cual los aspectos accesorios a dicha actuación como lo son las
recusaciones que se presentaron en contra de los miembros de ese
colegiado no resultan ser de obligatoria enunciación, en tanto como
se reseñó son actuaciones que deben ser resueltas para culminar con
la decisión que avocó el llamamiento del órgano electoral. Nótese que
el mismo artículo 40 señala que las sesiones extraordinarias deberán
ser citadas “con antelación no inferior a tres (3) días calendario”,
así las cosas, teniendo en consideración que los escritos de [las
recusaciones] (…) fueron presentados el mismo día para el cual se
citó la sesión, no puede pretender la parte actora que su radicación
imponga el levantamiento de la sesión para nuevamente realizar
una convocatoria y luego sí abordar su estudio y decisión. Por el
contrario, lo anterior sirve para ratificar que en la convocatoria lo que
debía estar mencionado era que se resolvería la elección del director
general en encargo y no la resolución de unas recusaciones que para
la fecha de la sesión extraordinaria eran inexistentes. En conclusión,
las consideraciones que anteceden demuestran que las súplicas
de la parte actora serán denegadas porque el acto electoral de la
[demandada] (…), como directora encargada de la CARDER, no padece
los yerros que se le enrostraron pues como se demostró no incurre

516
en la vulneración de los artículos 29 de la Constitución Política; 11
y 12 de la Ley 1437 de 2011, 42 de los estatutos de la CARDER, ya
que como se demostró no se expidió de manera irregular, ni con falta
de competencia y tampoco en desconocimiento de los derechos de
audiencia y defensa. Todo lo anterior en la medida que los escritos
que se presentaron con la finalidad de recusar a los miembros del
consejo directivo, fueron debidamente rechazados, la elección que
se acusa fue dictada por el órgano competente y en atención a las
mayorías legalmente exigidas por los estatutos de la CARDER.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 11 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 12

517
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL DISTRITAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA

EXTRACTO NO. 33

RADICADO: 25000-23-41-000-2020-00207-01
FECHA: 29/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Alejandro Cortés Zamudio
DEMANDADO: Ati Seygundiba Quigua Izquierdo - Concejal de Bogotá,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si hay lugar a


confirmar, revocar o modificar el fallo de primera instancia. En tal
sentido, se debe establecer, a partir de los argumentos plasmados
en la alzada, si el acto de elección acusado se encuentra viciado
de nulidad, en los términos de la causal contemplada en el artículo
275.8 del CPACA, por la presunta simultaneidad en la militancia de la
demandada al partido Alianza Social Indígena (ASI) y al Movimiento
Alternativo Indígena (MAIS), en contravía de lo dispuesto en el inciso 2
del artículo 107 de la Constitución Política.

TESIS 1: El artículo 275.8 del CPACA establece: “(…). Causales de


anulación electoral. Los actos de elección o de nombramiento son nulos
en los eventos previstos en el artículo 137 de este Código y, además,
cuando: (…) 8. Tratándose de la elección por voto popular, el candidato
incurra en doble militancia política…”. La Corte Constitucional, en
sentencia C-334 de 2014, con base en los postulados del artículo 107
de la Carta Política y del artículo 2 de la Ley 1475 de 2011, determinó
que la doble militancia tiene lugar “específicamente al momento de la
inscripción”, y no al momento de la elección propiamente; lo cual no
obsta para que el vicio trascienda al acto electoral. En fallo de 20 de
noviembre de 2015, esta Sección esbozó aspectos concernientes a la
naturaleza y fines de la doble militancia. (…). A su turno, en sentencia
de 1º de noviembre de 2012, reiterada hasta la actualidad, la Sala
resumió las modalidades de doble militancia, así: “… la figura de “doble
militancia” tiene cinco modalidades, las tres primeras previstas por el

518
artículo 107 de la Constitución Política y las dos subsiguientes por el
legislador estatutario en la Ley 1475 de 2011. Están dirigidas a: i) Los
ciudadanos: “En ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer
simultáneamente a más de un partido o movimiento político con
personería jurídica.” (Inciso 2º del artículo 107 de la Constitución
Política) ii) Quienes participen en consultas: “Quien participe en
las consultas de un partido o movimiento político o en consultas
interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo proceso
electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política) iii)
Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de una
corporación pública decida presentarse a la siguiente elección, por
un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones. (Inciso 12 del artículo
107 de la Constitución Política) iv) Miembros de organizaciones
políticas para apoyar candidatos de otra organización: “Quienes
se desempeñen en cargos de dirección, gobierno, administración
o control, dentro de los partidos y movimientos políticos, o hayan
sido o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección
popular, no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por
el partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados. Los
candidatos que resulten electos, siempre que fueren inscritos por un
partido o movimiento político, deberán pertenecer al que los inscribió
mientras ostenten la investidura o cargo, y si deciden presentarse a
la siguiente elección por un partido o movimiento político distinto,
deberán renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del
primer día de inscripciones.” (Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475
de 2011) v) Directivos de organizaciones políticas: “Los directivos
de los partidos y movimientos políticos que aspiren ser elegidos
en cargos o corporaciones de elección popular por otro partido o
movimientos políticos o grupo significativo de ciudadanos, o formar
parte de los órganos de dirección de estas, deben renunciar al cargo
doce (12) meses antes de postularse o aceptar la nueva designación
o ser inscritos como candidatos” (Inciso 3º del artículo 2º de la Ley
1475 de 2011)”. De estas cinco modalidades, como se explicará, la
que incumbe al sub judice es la primera, esto es, la de ciudadanos,
que se concreta con la simultaneidad de militancias en agrupaciones
políticas al momento de la inscripción de la candidatura”.

TESIS 2: [D]entro de los límites de congruencia impuestos por


los artículos 281 y 320 del CGP, la Sala circunscribirá su examen
a la configuración de la doble militancia de ciudadanos, descrita

519
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en el inciso 2 del artículo 107 de la Constitución Política y no a la


consagrada para otros sujetos como directivos o elegidos, en tanto
tal circunstancia no fue el motivo de inconformidad expuesto por
el demandante en su impugnación. (…). El apelante cuestiona que
el fallador de primera instancia no haya considerado las presuntas
inconsistencias que advirtió (…), concretamente: la renuncia que la
demandada radicó ante ASI, y las dos certificaciones remitidas por la
representante legal de esa colectividad en el trámite de revocatoria
de su inscripción ante el CNE. (…). [E]s menester precisar que esta
Sección, en pronunciamiento del 6 de mayo y del 22 de julio de 2021,
explicó que la renuncia es un acto voluntario, libre, espontáneo y
formal que, por no estar supeditado a la aceptación por parte de la
organización política, en consonancia con el derecho fundamental
consagrado en el numeral 3 del artículo 40 Superior, surte efectos
desde su presentación. (…). Como quedó visto, la renuncia está
consignada en un documento asible, y que fue radicado ante esa
agrupación política; cosa distinta es que existieran dudas sobre la
fecha en que tuvo lugar su efectiva presentación, las cuales han sido
dilucidadas en el vocativo de la referencia en favor de la tesis prohijada
por la defensa. (…). En retrospectiva, la accionada renunció al partido
ASI el 23 de noviembre de 2018 y se inscribió al movimiento MAIS
el 4 de abril de 2019, esto es, con posterioridad. Ergo, para el 27 de
julio de 2019, cuando inscribió su candidatura al concejo de Bogotá,
no estaba incursa en la causal de doble militancia alegada por la
parte accionante, pues es claro que estuvo libre de los apremios de la
prohibición de doble militancia consagrada en el inciso 2 del artículo
107 de la Constitución Política. Así las cosas, al carecer de vocación
de prosperidad los planteamientos de la alzada, para esta Sala es
imperativo confirmar la sentencia proferida el 4 de febrero de 2021
por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Primera,
Subsección “A”, que denegó las súplicas de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 INCISO 2 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO
86 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 8

520
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
LOS REPRESENTANTES PRINCIPAL Y SUPLENTE DE LAS
COMUNIDADES NEGRAS ANTE EL CONSEJO DIRECTIVO DE
CORPOGUAJIRA, DIFERENCIA ENTRE COMUNIDAD NEGRA Y
CONSEJOS COMUNITARIOS

EXTRACTO NO. 34

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00094-00
FECHA: 05/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Jorge Mario Deluque Rivadeneira
DEMANDADOS: Johanis Mejía Mendoza y Francisco Miranda Serpa
- Representantes principal y suplente de las comunidades negras
ante el Consejo Directivo de Corpoguajira, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme se estableció en la fijación de


litigio, el problema jurídico se limita a determinar: “si es nulo el acto de
elección de la representante principal y su suplente de las comunidades
negras ante el Consejo Directivo de CORPOGUAJIRA para el período 2020-
2023, contenido en el acta del 2 de octubre de 2020”. Para la resolución
del interrogante planteado se establecerá lo siguiente: “i) La presunta
exclusión de forma irregular de los miembros de los consejos comunitarios
inscritos para el proceso de elección, por la errada interpretación de la
exigencia contemplada en el artículo 2.2.8.5.1.2. literal b) del Decreto 1076
de 2015. En este caso, se analizará la petición de inaplicar el mencionado
precepto por considerarlo excluyente de los derechos de las comunidades
afro al exigírseles ostentar un título colectivo de adjudicación de tierras.
ii) Permitir la votación de personas que no pertenecen a la comunidad,
en desconocimiento del literal c) del artículo 2 del Decreto 1523 de 2003
y, iii) Haber consentido el ejercicio del voto de los presidentes de los
consejos comunitarios cuando esta facultad se encuentra radicada en
sus representantes legales, de conformidad con la regla establecida en el
artículo 2.5.1.3.4 del Decreto 1066 de 2015”.

TESIS 1: Con la creación del Ministerio del Medio Ambiente (hoy


Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible) y la reordenación

521
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

del sector público encargado de la gestión y conservación de los


recursos naturales renovables ordenada por la Ley 99 de 1993, se fijó
la política ambiental colombiana y se determinó la naturaleza jurídica
y los órganos de dirección y administración de las corporaciones
autónomas regionales. El artículo 26 de esta norma dispuso que el
consejo directivo sería el órgano de administración de la corporación y
estaría conformado, entre otros miembros, por (un) 1 representante de
las comunidades étnicas tradicionalmente asentadas en el territorio
de jurisdicción de la corporación, elegido por ellas mismas. En garantía
de los derechos fundamentales de las comunidades negras, el artículo
56 de la Ley 70 de 1993, estableció que las corporaciones autónomas
regionales que tengan jurisdicción sobre las áreas donde se adjudiquen
las propiedades colectivas de que trata el artículo transitorio 55 de
la Constitución Política, tendrán un (1) representante en sus consejos
directivos en los términos que defina el reglamento que expida el
Gobierno Nacional. Estos preceptos fueron reglamentados por los
Decretos Nos. 1066 y 1076 de 2015, en donde se estableció el proceso
de elección del representante de las comunidades negras ante el
consejo directivo de las corporaciones autónomas regionales o de
desarrollo sostenible.

TESIS 2: [E]l director general de CORPOGUAJIRA convocó a los


consejos comunitarios de las comunidades negras del área de la
jurisdicción de esa corporación autónoma a la reunión que se llevaría
a cabo el 23 de septiembre de 2019 con la finalidad de elegir un (1)
representante principal y un (1) suplente ante su consejo directivo,
para el periodo 2020-2023. En dicha convocatoria se precisó que los
aspirantes deberían cumplir las exigencias contenidas en el artículo
2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015, para lo cual tenían que allegar las
certificaciones del: i) alcalde municipal que diera cuenta de la ubicación
del consejo comunitario, la inscripción de la junta y su representante
legal; ii) del INCODER (hoy Agencia Nacional de Tierras) respecto de la
existencia de territorios colectivos legalmente titulados o en trámite
de adjudicación a las comunidades negras y; iii) el documento donde
conste la designación del miembro de la comunidad postulado como
candidato. Así mismo, se informó que CORPOGUIAJIRA revisaría la
anterior documentación y dictaría el informe respectivo que sería
presentado el día de la reunión. Según el acta de cierre de inscripción
para el proceso de elección de los mencionados representantes, que
data del 22 de enero de 2020, se inscribieron un total de 19 consejos
comunitarios. (…). [M]ediante Resolución No. 0310 de 12 de febrero

522
de 2020 CORPOGUAJIRA suspendió el proceso de elección hasta que
“…tenga claridad suficiente sobre el estado del proceso de titulación
de territorios colectivos de cada uno de los consejos comunitarios
inscritos”. [A] través de la Resolución No. 01175 de 24 de agosto de
2020 CORPOGUAJIRA, se reanudó el proceso de elección. En virtud
de ello, el 11 de septiembre de 2020, según consta en el Acta No.
002, se reunieron los representantes de los consejos comunitarios
de las comunidades negras, el director y la secretaria general de
CORPOGUAJIRA, el Procurador 12 Judicial II Ambiental – Agrario y un
miembro del comité de evaluación y verificación, con la finalidad de
llevar a cabo la elección de los representantes principal y suplente de
las comunidades negras ante el consejo directivo de dicha corporación
autónoma. A la reunión asistieron 16 consejos comunitarios, se refirió
al trámite previsto en el artículo 2.2.8.5.1.6. del Decreto 1076 de 2015,
para realizar la elección, se dio lectura al informe rendido por la
comisión evaluación y verificación de la documentación aportada por
los consejos comunitarios, a la certificación de la Agencia Nacional de
Tierras y se concluyó que “…los consejos que están habilitados para
aspirar a la elección (…) según lo emitido por la ANT…”, son: i) Comunidad
Negra Cascajalito; ii) Los Morenos de Moreneros; iii) Los Palenques de
Juan y Medio; iv) La Nueva Esperanza de los Negros; v) Río Tapia; vi)
Predio el Carmen y; vii) La Diáspora del Tablazo. (…). Se dejó constancia
que el señor Uldaris Rafael Palmezano [y otros] interpuso recurso de
reposición y, en subsidio de apelación (…) generó la suspensión de
la reunión. El 2 de octubre de 2020, se dio continuación a la reunión
con la asistencia de 17 consejos comunitarios y de los candidatos
Yohanis Mejía Mendoza, Francisco Miranda Serpa, Asleidis Ojeda
Gómez y Uldaris Rafael Palmezano. En su desarrollo se dio lectura
del acta de sesión del 11 de septiembre de 2020 y de la Resolución
1410 de 2 de octubre de 2020, “por medio de la cual se resuelven
recursos de reposición contra el informe de revisión de cumplimiento
de los requisitos legales exigidos a los consejos comunitarios para
su participación en la reunión de elección del representante principal
y suplente de las comunidades negras en el consejo directivo de
CORPOGUAJIRA 2020-2023”, en la cual se confirmó el informe
recurrido y se rechazó por improcedente la apelación presentada.
Finalmente se mencionan los consejos comunitarios habilitados
para votar y procede a la votación, en donde resultaron elegidos los
señores Yohanis Mejía Mendoza y Francisco Miranda Serpa, como
representantes principal y suplente respectivamente, con 6 votos a
favor y 1 en blanco.

523
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: En este caso, se demostró que los doce (12) consejos


comunitarios que fueron excluidos del proceso eleccionario, según
certificación de la Agencia Nacional de Tierras, se encuentran en el
segundo de los escenarios previstos en el literal b) del artículo
2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015. (…). Así las cosas, la discrepancia
de criterios radica en si la exigencia del literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2.
del Decreto 1076 de 2015, se cumple cuando se haya admitido
formalmente la petición por parte de la Agencia Nacional de Tierras o
con la mera radicación ante la correspondiente agencia pues, con ello
se entiende la existencia del trámite en curso. Al respecto, debemos
tener presente que el artículo 20 del Decreto 1745 de 1995 señala que
“Para iniciar el trámite de titulación colectiva de Tierras de las
Comunidades Negras, la comunidad presentará por escrito la solicitud
respectiva ante la regional del Incora correspondiente, a través de su
representante legal, previa autorización de la Asamblea General del
Consejo Comunitario”. En sentencia del 2 de octubre de 2020, esta
Sección en relación con el artículo antes trascrito estableció que: “…es
claro que la actuación administrativa dirigida a la obtención del título
sobre los territorios colectivos para esos grupos inicia con la solicitud
escrita que haya radicado su representante legal ante la citada entidad,
que actualmente corresponde a la Agencia Nacional de Tierras…”. (…).
En la misma sentencia, esta Sala Electoral, se refirió a la debida
interpretación que debe darse al contenido del requisito establecido en
el literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015. (…). [E]s
claro que la postura de este juez de lo contencioso es que el trámite de
adjudicación no inicia con el auto admisorio dictado por la Agencia
Nacional de Tierras, sino con la sola radicación de la solicitud por parte
de la comunidad que la presentó. (…). Así las cosas, es necesario
ratificar que los consejos comunitarios de i) Afropeña; iii) Juana Aragón;
iii) Negros y Cimarrones de la Gran Vía de Los Remedios; iv) Comunidad
Negra de Matitas Celinda Arévalo; v) La Cimarrona; vi) Las Palmas –
Rafael María Gómez; vii) Ancestral de Cerro Peralta; viii) Comunidad
Negra por la reivindicación de los afrodescendientes del corregimiento
de Palomino -Coreafro ix) Los Santanas; x) Camino Hacia el Desarrollo;
xi) La Punta de los Remedios – Laurenao Moscote y; xii) Comunidad
Lourdes Muñiz, sí cumplieron con el requisito establecido en el literal b)
del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015, por lo que no debieron
ser excluidos del proceso electoral. (…). Al respecto se debe señalar,
que no se comparte la interpretación normativa efectuada por el ente
medio ambiental [CORPOGUAJIRA] del Decreto 1745 de 1995, dado que
desconoce que las normas objeto de análisis, son complementarias y

524
regulan dos supuestos diferentes, esto es, el inicio del trámite de
titulación (artículo 20) y el otro, es el de las diligencias administrativas
(artículo 21). (…). Así las cosas, mientras el artículo 20 del Decreto 1745
de 1995, regula lo concerniente a la solicitud para iniciar el trámite de
adjudicación colectiva de tierras, el artículo 21 ídem, señala el inicio de
las diligencias tendientes a la efectiva titulación, las cuales son: i)
publicación de la solicitud, ii) visita a la comunidad, iii) la expedición del
informe técnico de la visita, iv) oposición al trámite de adjudicación, v)
revisión previa del concepto de la comisión técnica, vi) evaluación de
las solicitudes y determinación de los límites del territorio, vii) la
expedición de la resolución constitutiva y, viii) la publicación y registro
del territorio titulado. (…). [E]l trámite de adjudicación de tierras, inicia
con la solicitud de titulación, la cual permite poner en marcha el aparato
administrativo y con esta se da comienzo a las actuaciones para lograr
la entrega de las tierras a las comunidades negras, trámite que no
puede tener decisión administrativa sin que se radique la debida
petición, con la que se activan las competencias de la ANT para proceder
a cumplir con el procedimiento, el cual debe ser atendido bajo los
parámetros legalmente establecidos so pena de vulnerar derechos
fundamentales. (…). En conclusión, entender para el proceso de elección
del representante principal y suplente el requisito del literal b) del
artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015, se satisface solamente
cuando la ANT admite formalmente la petición, no solo desconoce el
debido proceso administrativo en cabeza de las comunidades negras
de quienes se inscribieron al procedimiento eleccionario con una
certificación de la autoridad competente en la que se da fe que el
proceso de titulación se encuentra en trámite, además, haría nugatorio
su derecho fundamental a elegir y ser elegido en tanto la efectividad de
éstos, estaría supeditada al pronunciamiento de la administración,
decisión que en algunos casos puede tardar años, barrera que se erige
como desconocedora de los derechos de estas comunidades. Sin
perjuicio de lo anterior, resulta conviene reiterar que en el caso de la
Comunidad Negra por la Reivindicación de los Afrodescendientes del
corregimiento de Palomino, debe mantenerse la situación de excluido
pero no por incumplir la exigencia del literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2.
del Decreto 1076 de 2015, si no porque su participación fue rechazada
por la falta de cumplimiento del requisito establecido en el literal a) del
artículo 2.2.8.5.1.2. del mismo decreto, lo cual no es materia de debate
de la presente controversia. (…). En este sentido, además, de manifestar
que la parte actora omitió argumentar en debida forma su petición,
pues no expuso las razones por las cuales se debe inaplicar el requisito

525
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

contenido literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015,


considera esta Sala que no existe fundamento alguno para acceder a
su solicitud. Como ya se determinó, la debida interpretación y aplicación
de dicha exigencia normativa consiste en entender que el trámite de
adjudicación no inicia con el auto admisorio dictado por la Agencia
Nacional de Tierras, sino con la sola radicación de la solicitud por parte
de la comunidad que la presentó. Lo que conlleva que para cumplir con
este requisito bastará con aportar el certificado de la ANT que de
cuenta de que dicha petición de adjudicación esté en trámite. (…). [N]o
advierte la Sala circunstancia que haga necesario inaplicar el contenido
del literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015, pues
será suficiente con obedecer el criterio de interpretación antes
expuesto para no atentar contra los derechos de las comunidades que
buscan hacer parte de los procesos eleccionarios que adelanta
CORPOGUAJIRA. En conclusión, según las pruebas allegadas al plenario
y las razones antes expuestas es lo cierto que los consejos comunitarios
de i) Afropeña; iii) Juana Aragón; iii) Negros y Cimarrones de la Gran Vía
de Los Remedios; iv) Comunidad Negra de Matitas Celinda Arévalo; v)
La Cimarrona; vi) Las Palmas – Rafael María Gómez; vii) Ancestral de
Cerro Peralta; viii) Comunidad Negra por la reivindicación de los
afrodescendientes del corregimiento de Palomino -Coreafro ix) Los
Santanas; x) Camino Hacia el Desarrollo; xi) La Punta de los Remedios
– Laurenao Moscote y; xii) Comunidad Lourdes Muñiz, sí cumplieron
con el requisito establecido en el literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del
Decreto 1076 de 2015, por lo que, por esta circunstancia, no debieron
ser excluidos del proceso electoral, lo que conlleva anular la elección
que se acusa de ilegal pues, claramente se trata de un yerro que tiene
incidencia respecto del resultado de la votación que terminó con la
designación de los demandados como representantes de las
comunidades negras ante el consejo directivo de CORPOGUAJIRA. (…).
Dicha situación bien pudo ser diferente con la participación de las
comunidades indebidamente apartadas del certamen electoral, lo cual
permite a este juez de lo electoral anular la elección de los
representantes principal y suplente de las comunidades negras ante el
consejo directivo de CORPOGUAJIRA. No obstante, como ya se precisó
no encuentra la Sala que existan fundamentos suficientes para ordenar
que CORPOGUAJIRA inaplique en sus procesos electorales la exigencia
establecida en literal b) del artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de
2015, si no que atienda la interpretación que debe darse al mismo en
procura del goce real y efectivo de los derechos fundamentales de la
comunidad afrodescendiente.

526
TESIS 4: En criterio de esta Sala el reparo del demandante parte de
que entiende que cuando el artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de
2015 refiere a miembro de la comunidad, el mismo debe entenderse
como perteneciente al consejo comunitario, sin embargo, esta
interpretación resulta contraria al sentido de la norma. Para resolver
su argumento conviene precisar las definiciones legales establecidas
a los conceptos de consejo comunitario y comunidad negra para lo cual
debemos acudir al numeral del artículo 2º de la Ley 70 de 1993, según
el cual: “5. Comunidad negra. Es el conjunto de familias de ascendencia
afrocolombiana que poseen una cultura propia, comparten una historia
y tienen sus propias tradiciones y costumbre dentro de la relación
compo-poblado, que revelan y conservan conciencia de identidad que
las distinguen de otros grupos étnicos”. Por su parte, la misma ley en
su artículo 5º señala que los consejos comunitarios son una “forma
de administración interna” de la comunidad. A su vez, el artículo 3º
del Decreto 1745 de 1995 precisa que el “…Consejo Comunitario (…)
como persona jurídica ejerce la máxima autoridad de administración
interna dentro de las Tierras de las Comunidades Negras, de acuerdo
con los mandatos constitucionales y legales que lo rigen y los demás
que le asigne el sistema de derecho propio de cada comunidad”. En
este orden de ideas, queda clara la diferencia conceptual existente
entre comunidad negra (familias de ascendencia afrocolombiana) y
consejo comunitario (forma de administración de las comunidades).
Según lo expuesto, resulta evidente que cuando el artículo 2.2.8.5.1.2
del Decreto 1076 de 2015 refiere a miembro de la comunidad alude a
una persona que haga parte de alguna de las familias de ascendencia
afrocolombiana y no se limita, como lo entiende el demandante, a su
pertenencia a la comunidad que integra, requisito que tiene como
finalidad que quien representa a la comunidad negra sea uno de
integrantes y no alguien ajeno no a su consejo comunitario sino a la
población de la cual pretende ser su vocero en el consejo directivo
de CORPOGUAJIRA. Para mayor claridad conviene precisar que se
incurriría en desconocimiento de la exigencia al “…allegar original o
copia del documento en el cual conste la designación del miembro
de la comunidad postulado como candidato”, solo en el evento de
que el aspirante no haga parte de la comunidad afrodescendiente,
sin que implique irregularidad alguna que los consejos comunitarios
postulen a personas que no integra la comunidad que representa,
siempre y cuando, pertenezca a alguna de las familias de ascendencia
afrocolombiana. (…). De acuerdo con lo expuesto y toda vez que los
consejos comunitarios postularon como candidatos a la señora Yohanis

527
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Mejía Mendoza y Francisco Miranda, de los cuales no se predica que


no hagan parte de la comunidad negra que reside en la jurisdicción
de CORPOGUAJIRA sino que el reparo recae que pertenecen a otro
consejo comunitario, resulta ser una censura que carece de vocación
de prosperidad pues no infringe el contenido del literal c) del artículo
2 del Decreto 1523 de 2003, norma contenida en el artículo 2.2.8.5.1.2
del Decreto 1076 de 2015, en los términos ya precisados.

TESIS 5: Se debe recordar que los consejos comunitarios son una


persona jurídica que ejerce la máxima autoridad de administración
interna dentro de las tierras de las comunidades negras, de acuerdo
con los mandatos constitucionales y legales que lo rigen y los demás
que le sean asignados por el sistema de derecho propio de cada
comunidad. En reconocimiento de su autodeterminación, se les
otorgó el atributo de la personería jurídica y con éste la figura de la
representación legal, la cual les permite presentar ante la ANT la
solicitud de titulación, de aprovechamiento de tierras, exploración y
explotación de los recursos naturales en beneficio de la comunidad
y, la de elegir al representante de la comunidad al interior de las
corporaciones autónomas regionales. Concordante con lo anterior, el
artículo 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015 estableció en su literal a)
la necesidad de aportar al proceso electoral, una certificación expedida
por el alcalde municipal correspondiente, en la que conste la ubicación
del Consejo Comunitario, la inscripción de la Junta y de su representante
legal. (…). Visto ello, es claro que corresponde al representante legal
ejercer el derecho de participación del consejo comunitario al que
representa al interior de los entes medioambientales. (…). [E]sta
sala no encuentra la configuración de yerro alguno por el hecho de
que los consejos comunitarios de Río Tapias y de Los Palenques de
Juan y Medio hayan ejercido su derecho al voto por conducto de sus
presidentes y no de los representantes legales pues para este juez de
lo electoral, esa actuación deriva de la autonomía constitucionalmente
otorgada a estas comunidades que implican que cuentan con libertad
de autorregulación. (…). En este orden de ideas, no se advierte que
por el hecho de que el respectivo consejo comunitario disponga
que a efectos de participar en la reunión en la cual se elegirán a los
representantes principal y suplente de las comunidades negras ante
el consejo directivo de CORPOGUAJIRA, designen a su presidente y
no al representante legal derive en una irregularidad que afecte la
legalidad de la elección, por el contrario se trata de la materialización
de su garantía constitucional a la autonomía con la que cuentan para

528
garantizar su participación en procesos electorales como el analizado
en esta oportunidad. (…) [D]ebe reiterarse que quienes participaron en
el procedimiento electoral fueron acreditados como miembros de cada
uno de los consejos participantes de lo que se puede concluir que no
se permitió la votación de personas ajenas a éstas o que se irrespetara
su voluntad, dado que, de la misma acta se extrae que postularon
a los candidatos que resultaron electos y, del acto enjuiciado se
puede observar que éstos fueron elegidos por unanimidad. (…). [L]as
consideraciones que anteceden demuestran que el acto electoral de
los (…) representantes principal y suplente, (…), de las comunidades
negras ante el consejo directivo de CORPOGUAJIRA debe ser anulado
por no haber permitido la participación de los consejos comunitarios:
i) Afropeña; iii) Juana Aragón; iii) Negros y Cimarrones de la Gran Vía
de Los Remedios; iv) Comunidad Negra de Matitas Celinda Arévalo;
v) La Cimarrona; vi) Las Palmas – Rafael María Gómez; vii) Ancestral
de Cerro Peralta; viii) Comunidad Negra por la reivindicación de los
afrodescendientes del corregimiento de Palomino -Coreafro ix) Los
Santanas; x) Camino Hacia el Desarrollo; xi) La Punta de los Remedios
– Laurenao Moscote y; xii) Comunidad Lourdes Muñiz,, los cuales sí
cumplieron con el requisito establecido en el literal b) del artículo
2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de 2015. Así mismo, debe concluirse que el
acto electoral demandado no incurre en los vicios alegados por el acto
relacionados con i) permitir la votación de personas que no pertenecen
a la comunidad, en desconocimiento del literal c) del artículo 2 del
Decreto 1523 de 2003 y, ii) haber consentido el ejercicio del voto de
los presidentes de los consejos comunitarios cuando esta facultad se
encuentra radicada en sus representantes legales, de conformidad
con la regla establecida en el artículo 2.5.1.3.4 del Decreto 1066 de
2015, conforme las razones señaladas.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 55 TRANSITORIO / DECRETO 1066 DE 2015
- ARTÍCULO 2.5.1.2.20 / DECRETO 1066 DE 2015 - ARTÍCULO 2.5.1.3.4 / DECRETO
1076 DE 2015. - ARTÍCULO 2.2.8.5.1.2 LITERAL A Y B / DECRETO 1523 DE 2003 -
ARTÍCULO 2 LITERAL C / LEY 70 DE 1993 - ARTÍCULO 2 NUMERAL 5 / LEY 70 DE
1993 – ARTÍCULO 56 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 26 / DECRETO 1745 DE 1995
- ARTÍCULO 3 / DECRETO 1745 DE 1995 - ARTÍCULO 20 / DECRETO 1745 DE 1995
- ARTÍCULO 21

529
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONTRALOR MUNICIPAL, INHABILIDAD CONSTITUCIONAL DEL
CONTRALOR MUNICIPAL, ELECCIÓN DEL CONTRALOR MUNICIPAL,
ACCESO A CARGO PÚBLICO

EXTRACTO NO. 35

RADICADO: 70001-23-33-000-2020-00035-02
FECHA: 05/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Elkin Monterroza Gómez
DEMANDADA: Vivian María Montaño González -
Contralora municipal de Sincelejo, período 2020-2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si resultaba


o no aplicable a la demandada señora Vivian María Montaño González,
la inhabilidad contenida en el numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136
de 1994 o si, por el contrario, solo le rige lo dispuesto en el artículo
272 Superior. Para resolver el problema planteado, la Sala encuentra
que los siguientes son los interrogantes que deben absolverse: i) ¿es o
no compatible la inhabilidad prevista en el numeral 2° del artículo 95
de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de
2000 en la selección de contralores territoriales?; ii) ¿resulta aplicable
para la resolución del caso concreto la sentencia SU-566 de 2019 de la
Corte Constitucional, en cuanto sostuvo que “la inhabilidad consistente
en el ejercicio de cargos o empleos públicos en la respectiva entidad
territorial, prevista en el artículo 95 para los alcaldes, no es aplicable
a los contralores, porque en tales casos, se aplica de preferencia la
causal especial prevista en la Constitución para ellos”?; iii) ¿aplicar la
inhabilidad del artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994 a la elección de
los contralores, resulta contrario a los principios de interpretación
restrictiva, proporcionalidad y pro homine?; y iv) ¿respecto de los
contralores, resulta predicable el entendimiento dado por esta
Sección y por la Corte Constitucional al caso de los personeros donde
se reseñó que a éstos no le es aplicable la inhabilidad del numeral 2°
del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 37 de
la Ley 617 de 2000?

530
TESIS 1: Ha señalado esta Sección, que de acuerdo con el artículo
40 de la Constitución Política, son derechos fundamentales el de
ser elegido y de acceder al desempeño de funciones y cargos
públicos, prerrogativas que no tienen el carácter de ser absolutas,
dado que la propia Constitución y la ley contemplan restricciones al
ejercicio de tales derechos, motivadas en otras garantías -también
constitucionales- como el interés general, la igualdad y el ejercicio
eficiente de la función pública, tal como es el caso de las inhabilidades
para ocupar cargos de elección popular. (…). Como lo viene señalando
esta Sala Electoral, el acceso a los cargos públicos se encuentra
sometido a una serie de condiciones que buscan la realización del
interés general, las cuales, conforme a lo dispuesto por la Corte
Constitucional, en sede de control abstracto, pueden ser de dos tipos,
“atendiendo al bien jurídico protegido o a la finalidad de la limitación”, a
saber: i) casos en que se establecen limitaciones para acceder a cargos
públicos con fundamento en conductas jurídicamente reprochables
llevadas a cabo por el inhabilitado; y ii) casos en que la limitación para
acceder a un cargo no se vincula con ninguna conducta previa, sino
que consagra requisitos que persiguen lograr la efectividad de los
principios y valores constitucionales. Por lo anterior, ha entendido la
Sala que en atención a las limitaciones a los derechos políticos que se
derivan de las inhabilidades e incompatibilidades, se ha establecido
entonces que, respecto de su aplicación, es necesario observar los
criterios de interpretación restrictiva y no la analógica o extensiva.
(…). Así, entendiendo el criterio de interpretación restrictiva como
aquel que busca la aplicación de la norma a casos concretos, los
jueces, al momento de determinar la ocurrencia de una inhabilidad o
incompatibilidad respecto de quien pretende ocupar un cargo público,
deben limitarse al alcance de los verbos rectores empleados por
el legislador. (…). Esta línea de interpretación conlleva a que dichos
condicionamientos se apliquen de forma concreta a las situaciones o
eventos que el constituyente y en su desarrollo el legislador, según
el caso, determinaron como circunstancias de inelegibilidad, sin que
para el efecto puedan considerarse otros distintos. Así entonces, al
momento de establecer la configuración de una inhabilidad, prima
el criterio interpretativo restrictivo, entendido en la forma como se
señaló en precedencia y, de ninguna manera, el estudio que emprenda
el operador judicial puede conllevar extensiones, analogías o
interpretaciones amplias, que conlleven a la aplicación del presupuesto
normativo a situaciones diversas a las previstas por el constituyente
y/o el legislador, o a vaciar de contenido las mismas en detrimento de

531
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

su eficacia. Este criterio de interpretación restrictivo que se predica


respecto de inhabilidades e incompatibilidades busca entonces,
aumentar la eficacia y vigencia de las garantías constitucionales
respecto de quienes aspiran a ocupar cargos públicos, pues solamente
en los eventos y bajo las condiciones que ellas consagran, es
procedente predicar su configuración, máxime si se tiene en cuenta
que, en todo caso, el régimen de inhabilidades e incompatibilidades ha
sido concebido como un límite legítimo y válido a los derechos políticos,
conforme al cual si se advierte la configuración de alguna causal, ello no
conlleva a que de allí se predique la vulneración de estas prerrogativas
superiores, sino que, por el contrario, evita el desconocimiento de los
intereses superiores respecto de quienes ocupan cargos públicos.
Así, para esta Sala Electoral, la interpretación restrictiva, como se
viene diciendo, implica que el operador judicial se limite a los verbos
rectores que el legislador o el constituyente emplearon en la redacción
de la causal, sin extender su interpretación a otros distintos que no se
encuentren contenidos en la norma.

TESIS 2: El artículo 272 original de la Constitución Política, en el inciso


8°, en relación con los contralores municipales y departamentales,
disponía la inhabilidad referente al ejercicio de cargos públicos. (…).
[L]a versión original de la referida norma constitucional [artículo
272] consagraba que quienes aspiraran a ser elegidos contralores
no podían haber desempeñado en el lugar en el que ejercería sus
funciones, un cargo del orden departamental, distrital o municipal,
salvo la docencia; pero esta inhabilidad no distinguía respecto de
éstos algún nivel jerárquico o el ejercicio de ciertas potestades que
permitieran predicar una situación excepcional para no incurrir en la
causal de inelegibilidad. No obstante, la normativa superior referida,
fue reformada mediante el Acto Legislativo 02 de 2015, modificación
con la que fueron disminuidas las restricciones para ser elegido
contralor territorial, pues con tal acto, se precisó entre los cargos
de orden departamental, distrital o municipal, cuáles eran los que
generaba la situación de inelegibilidad por haber sido desempeñados
durante el año anterior a la elección de contralor, con la especificación
de que no lo serían los de mayor jerarquía. (…). [E]n aras de preservar
el efecto útil de la norma y la intención del constituyente de incluir
en la causal de inhabilidad los cargos de mayor rango del orden
departamental, distrital o municipal, la Sala precisó que, si el precepto
incluyó los de nivel ejecutivo, también debían entenderse incluidos sus
superiores, como los de los niveles asesor y directivo y se dispuso que

532
la inhabilidad del numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994,
modificado por el 37 de la Ley 617 de 2000, era complementaria de la
constitucional y que cada una cubría un ámbito diferente en el objetivo
común de protección de los principios de igualdad, imparcialidad,
transparencia y moralidad, razonamiento que la Corte Constitucional
también aceptó, como se evidencia en la sentencia C-126 de 2018. Más
adelante, con el Acto Legislativo 4 del 18 de septiembre de 2019, se
implementó otra reforma a la señalada normativa superior que, como
lo viene sosteniendo la Sala, tenía como propósito facilitar a los entes de
control fiscal el cumplimiento del mandato constitucional de combatir
la corrupción y generar espacios para la renovación institucional y el
fortalecimiento de su legitimidad. (…). A partir de esta modificación, la
Sala ha considerado que la normativa constitucional actual prevé que
se genera la inhabilidad bajo los siguientes 2 supuestos: i) por haber
sido miembro de la asamblea o concejo que deba hacer la elección
y ii) para quien haya ocupado cargo público en la rama ejecutiva del
orden departamental, distrital o municipal. (…). De esta manera, se
viene diciendo que, a partir de la reforma introducida mediante el
Acto Legislativo 04 de 2019, la inhabilidad constitucional respecto del
ejercicio de cargos públicos para contralores se amplió, en tanto ya
no importa el nivel jerárquico del cargo, sino que se extendió a todos
los niveles y no sólo a los del ejecutivo y superiores. Pero también
debe considerarse, de acuerdo con la redacción de la normativa
constitucional, que para el acceso al puesto de contralor territorial la
limitación solo es aplicable a los empleos públicos de la rama ejecutiva
del respectivo nivel, por lo que no es extensible a los concernientes
a las ramas legislativa y judicial ni a los órganos de control o de otra
organización autónoma.

TESIS 3: Para resolver este punto, la Sala considera pertinente


remitirse al contenido de las normas que regulan la materia. Así, se
evidencia que el artículo 163 de la Ley 136 de 1994, establece que no
puede ser contralor quien esté incurso en las siguientes inhabilidades,
dentro de las que se incluyen las contenidas en el artículo 95, para
alcaldes. (…). Así, la remisión expresa de la norma a las inhabilidades
establecidas para los alcaldes en el artículo 95 de la Ley 136 de 1994
a los contralores, es específicamente en lo que les sean aplicables
y, sobre el particular, la Sala encuentra que la del numeral 2º, (…), sí
lo es, (…), en tanto resulta consecuente con la función de prevalencia
del interés general y en garantía de los principios que rigen la función
pública, dentro de los que se exalta la igualdad e imparcialidad. Para la

533
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Sala, este enfoque, además de ser acorde con la protección de dichos


principios que son precisamente los que sirvieron de fundamento en el
antecedente analizado, configura una posición que de manera pacífica
ha sostenido la Sala, entre otras, en las siguientes providencias: auto
del 15 de octubre de 2020, rad. 70001-23-33-000-2020-00035-01; auto
del 21 de enero de 2021, rad. 66001-23-33-002-2020-00494-01; auto
del 4 de febrero de 2021, rad. 66001-23-33-000-2020-00499-01; las
cuales constituyen precedente para el asunto que se analiza. (…). [E]l
hecho de que el artículo 272 Superior contenga causales de inhabilidad
de rango constitucional respecto de los contralores no es incompatible
con la existencia de situaciones de inelegibilidad de tipo legal, como
las previstas en el artículo 95 de la Ley 136 de 1994, (modificado por
el artículo 37 de la Ley 617 de 2000) y que, aunque se haya declarado
inexequible la expresión “o como encargado” del literal a) del artículo
163 de la Ley 136 de 1994, ello no implica que dejen de aplicarse las
demás circunstancias de inhabilidad, como la que ahora se le endilga
a la demandada, que también se predica respecto de quienes en
encargo ocuparon el cargo de contralor dentro del año anterior a la
elección. Sobre este aspecto, conviene precisar, que la declaratoria de
inexequibilidad de la expresión referida, obedeció a que el Alto Tribunal
Constitucional, encontró desproporcionado imponer como causal de
inelegibilidad un aspecto temporal en los casos en que, faltando un
lapso considerable para que se produzca la elección, ejercieren como
encargados los aspirantes a ocupar el cargo en titularidad, pues el
alcance de la inhabilidad resultaba desproporcionadamente extenso,
al punto que no respondía a los fines perseguidos. De esta manera, la
razón de la declaratoria de inexequibilidad obedeció a que hacía más
gravoso el término que duraría la inhabilidad, pero la misma Corte
encontró compatible la norma, en lo restante. Es importante precisar,
que si bien pareciera haber un vacío legal en la remisión que realiza el
artículo 163 de la Ley 136 de 1994 al 95 ibidem, en tanto lo hace bajo
el supuesto de en lo que es aplicable, sin precisar qué asuntos lo son
y cuáles no, la Corte Constitucional, en sentencia C-126 de 2018, al
estudiar la constitucionalidad del mencionado artículo 163, encontró
ajustado a la carta la aplicación el numeral 2° del artículo 95 de la
Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000,
como limitación en la elección de contralores municipales, lo que
refuerza la posición que viene sosteniendo esta Sala sobre el asunto.
A este punto resulta relevante reseñar, que la expresión “compatible”
a la que hace referencia la norma de reenvío, debe hacerse bajo la
lógica de la interpretación restrictiva aducida por la Sala Plena de esta

534
Corporación, a que el texto dispositivo se encuentre en consonancia
con la finalidad o propósito de la norma inhabilitante, es decir, que
responda a su poder normativo, eficacia inmediata y salvaguarde su
utilidad. Para el caso concreto, la utilidad de la norma se ve reflejada en
la efectividad que se tiene en la protección de los derechos del elegido,
pero también del elector y, sobre todo, de los ciudadanos en general.
En efecto, para el caso de los contralores, la Corte Constitucional
estableció: “En cuanto trata de los contralores municipales en encargo,
con arreglo a la reforma que sufrió el inciso 8º del artículo 272 de la
Carta por virtud del Acto Legislativo 02 de 2015, tales funcionarios se
encontrarían inhabilitados para ser elegidos como contralores cuando,
dentro de los doce meses anteriores a la elección, hubieren fungido
como contralores municipales o como meros empleados públicos
del respectivo municipio. Lo anterior, con arreglo a lo previsto en los
numerales 2 y 5 del artículo 37 de la Ley 617 de 2000, que reformaron
el artículo 95 de la Ley 136 de 1994 a que remite el literal c) del artículo
163 de dicha ley como causales de inhabilidad para ser elegido contralor
municipal; inhabilidades estas que encuentran mayor apoyo en la
contingente situación de conflicto de intereses ya advertida en esta
providencia…”. (…). [C]uando la norma refiere a que sea “compatible”, lo
que permite cobijar es el propósito de la regla en que se fundamenta,
sin que ello suponga perder su carácter restrictivo o se confunda
con la interpretación analógica, o con la interpretación expansiva.
(…). Por manera que, al llenar de contenido la expresión “compatible”
con el hecho que se pueda predicar la causal de inelegibilidad de los
contralores por el ejercicio de autoridad administrativa, en últimas lo
que busca esta Sección es que no se utilice dicha prerrogativa para
garantizar la elección o el acceso a un empleo, finalidad que persigue
mantener la igualdad, transparencia e imparcialidad entre los
participantes, en aras de garantizar el no vaciamiento de contenido de
dichos principios rectores de nuestro Estado Social y Democrático de
Derecho. (…). Luego, ante el interrogante planteado, la Sala encuentra
que sí es aplicable al caso de contralor, la inhabilidad descrita en el
numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, por remisión expresa
del 163 ibidem.

TESIS 4: [L]a Corte Constitucional no descartó de manera absoluta


la aplicación del contenido normativo del artículo 95 de la Ley 136
de 1994, sino que, precisó que, en cada caso particular, correspondía
analizar si había lugar a ello o no, en aras de evitar un uso abusivo de
las funciones públicas en beneficio de intereses particulares propios

535
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

o de terceros, rompiendo la igualdad e imparcialidad en detrimento


del interés público. Además, debe resaltarse que los efectos de las
sentencias de constitucionalidad obligan a todos los intérpretes a su
implementación en los términos allí establecidos bajo el principio de
cosa juzgada constitucional, por lo que bajo la ratio establecida en
sede de constitucionalidad a través de la sentencia C-126 de 2018, se
encontró exequible la remisión prevista en el artículo 163 de la Ley
136 de 1994, en lo que fuera aplicable, siempre que se respeten los
postulados constitucionales, (…). Así, la posición que viene sosteniendo
esta Sala, no es opuesta a la señalada por la Corte Constitucional en
la SU-566 de 2019, en tanto ésta se profirió bajo la perspectiva de
control concreto de constitucionalidad, mientras que, en la C-126 de
2018 se determinó la protección al interés general bajo la perspectiva
sistemática de sostenimiento de los principios rectores de la función
pública. (…). En respuesta al segundo interrogante, se tiene que sí hay
lugar a dar aplicación a la decisión de la Corte Constitucional, pero bajo
los razonamientos previamente reseñados, lo que en nada implica que
se deba concluir en el mismo sentido, pues como se viene diciendo,
depende del análisis de cada caso particular.

TESIS 5: [E]s pertinente señalar que el derecho de acceder a


cargos públicos, si bien es fundamental, no es absoluto por lo que,
aunque con la reforma de 2019, la Constitución se refiere al hecho
de haber ocupado empleos en la rama ejecutiva, de la que, en efecto,
no hacen parte los órganos de control, ello no es excluyente de la
normativa legal del artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, modificado
por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000, en tanto es compatible con
el anterior precepto. (…). Sobre este particular, encuentra la Sala
que, aunque para el caso de los contralores esta Sección en un inicio
consideró que la inhabilidad consagrada en el numeral 2º del artículo
95 de la Ley 136 de 1994, no era aplicable a los contralores, debido
a que su situación fue regulada por el artículo 272 constitucional; la
misma Sala precisó que este precepto al ser modificado por el Acto
Legislativo 02 de 2015, cambió el supuesto fáctico de la inhabilidad;
en consecuencia, dicho antecedente no resulta aplicable, pues, a partir
de la precitada reforma, la inhabilidad quedó circunscrita a los cargos
desempeñados en el nivel ejecutivo del orden departamental, distrital
o municipal, dejando al descubierto otros aspectos que claramente
devendrían en contrarios a los principios constitucionales de
transparencia e igualdad. (…). [C]on la reforma introducida mediante
el Acto Legislativo 04 de 2019, la inhabilidad respecto del ejercicio de

536
cargos públicos se amplió y ya no importaba el carácter jerárquico
del cargo, sino que se extendió a todos los niveles y, puntualmente,
para el acceso al cargo de contralor territorial, la limitación solo es
aplicable a los cargos públicos de la rama ejecutiva del respectivo
nivel, modificación que no varió la jurisprudencia del Consejo de
Estado que supone la coexistencia de la inhabilidad constitucional,
con la dispuesta en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, para
éstos, en tanto su ámbito de protección es diferente. De lo anterior
se pude concluir que, con las modificaciones introducidas por los
diferentes actos legislativos, el juez electoral de la mano con el juez
de control abstracto de constitucionalidad, en sentencia C-126 de
2018, determinaron como factible hacer compatible la inhabilidad
establecida en el numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994,
modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000, a los contralores,
para garantizar como ya se reseñó, la pureza de los procesos
eleccionarios; pues se trata de una sentencia de constitucionalidad
a la que ha dado estricta aplicación esta Sala Electoral, como
corresponde. Así, la Sala descarta la posibilidad de retomar la posición
que se había asumido con anterioridad a la reforma introducida por
el Acto Legislativo 02 de 2015 al artículo 272 de la Constitución, en
tanto la inhabilidad se aplica por expresa remisión del artículo 163 de
la Ley 136 de 1994, y las razones que exponen los apelantes, no son
suficientes para determinar que la norma constitucional excluya la
legal, por el contrario, se considera que la una respetando su rango
es complementaria de la otra. Lo anterior, para esta Sala Electoral
no comporta un desconocimiento del principio de interpretación
restrictiva de la inhabilidad, entendida como lo señaló la Sala Plena
de la Corporación, como la que busca la aplicación de la norma a
casos concretos o a los eventos establecidos por el constituyente o el
legislador como circunstancias de inelegibilidad, sin lugar a analogías,
extensiones, o interpretaciones amplias, siempre que, su aplicación
se limita a los verbos rectores que el legislador o el constituyente
emplearon en la redacción de la causal y sin extender su interpretación
a otros distintos que no se encuentren contenidos en la norma. (…).
Para este operador judicial, mal podría entenderse que la aplicación
de una norma legal que contiene una inhabilidad comporte una forma
de aplicación extensiva, cuando su remisión se encuentra expresa en
la misma ley, lo cual equivale a que su contenido sea el de aplicación
directa, pero además obligatoria. Fue precisamente el legislador el
que de manera expresa dispuso para la elección de contralores, la
remisión a la inhabilidad establecida para alcaldes en lo pertinente y

537
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la Corte Constitucional, la que precisó que el numeral 2° del artículo


95 de la Ley 136 de 1994 les era aplicable. Si bien el legislador pudo
transcribir el contenido de la normativa dispuesta como causal de
inelegibilidad para los alcaldes y adecuar su redacción a la elección
que se acusa en esta oportunidad, el efecto de expresar una remisión
en el contenido legal es exactamente el mismo; por manera que no
es un capricho del juez ni es una manera arbitraria la aplicación
de la causal, sino que constituye una disposición legal. No existe
la posibilidad de que el juzgador, bajo el criterio de interpretación
restrictiva ignore la remisión legal a que se refiere el literal c) del
artículo 163 de la Ley 136 de 1994, pues no es facultativo aplicar o
no las causales de inhabilidad a los destinatarios de los preceptos
legales y constitucionales. Ahora, si bien ante dos interpretaciones
posibles, se debe dar aplicación a la que menos restrinja el derecho de
acceder a los cargos públicos, en el caso particular no se encuentran
las dos posibilidades a que aducen los apelantes, sino que se advierte
solo una posible, que corresponde con el principio pro electoratem
o por el electorado, según la cual el derecho del electorado ha de
prevalecer sobre el de una persona para postularse y ser elegida para
el empleo estatal, toda vez que la remisión que el artículo 163 de la
Ley 136 de 1994 hace al artículo 95 ibídem, es clara, al igual que el
contenido de la causal de inelegibilidad, pues no evidencia ninguna
dificultad ni duda en su interpretación y aplicación, por esta razón
no resulta pertinente invocar los principios de proporcionalidad o pro
homine. (…). En consecuencia, no se encuentra que la aplicación de la
inhabilidad en el asunto de la referencia constituya una interpretación
inadecuada y no se advierten razones para retomar la tesis que fue
modificada con ocasión de la entrada en vigencia del Acto Legislativo
02 de 2015.

TESIS 6: [C]onsideran los recurrentes que la Sala tiene un criterio


desigual al momento de estudiar la misma situación para los
personeros que para los contralores, pues, mientras que para estos
últimos aplica la inhabilidad establecida para los alcaldes en el
artículo 95 de la Ley 136 de 1994, a los primeros no se les efectúa
dicha remisión en tanto ya se encuentra regulada la inhabilidad en
la normativa constitucional, tesis que, a su juicio, debería extenderse
a los contralores por ser la que en mayor medida, garantiza los
derechos fundamentales de quienes pretenden acceder a cargos
públicos. Para la Sala, no les asiste la razón a los recurrentes en tanto
la situación en uno y otro caso no son exactamente iguales, ya que, si

538
bien el literal a) del artículo 174 de la Ley 136 de 1994, efectúa una
remisión, en lo aplicable, al numeral 2° del artículo 95 de la misma
ley, el resultado del análisis al que ha llegado la Sala es que, en tal
caso, no existe la mencionada compatibilidad. Si bien lo anterior,
a simple vista, pareciera contradictorio, acudiendo al contenido
normativo de cada situación y al desarrollo jurisprudencial de esta
Sala Electoral, se concluye que no lo es y que la posición frente a una y
otra remisión no es vulneradora de la igualdad, sino que obedece a las
particularidades de cada precepto. Así, el artículo 174 de la Ley 136 de
1994, que contiene las inhabilidades para ser elegido personero, en
su literal a) preceptúa que también deben considerarse las causales
establecidas para el alcalde municipal, en lo que sea aplicable, lo que
ha justificado que la parte demandada haya acudido al numeral 2° del
artículo 95 de la misma ley, modificado por el artículo 37 de la Ley 617
de 2000, del que ya se conoce su contenido en esta providencia. Para
esta Sala Electoral, acogiendo el criterio de la Corte Constitucional,
la aplicación de la causal de inhabilidad del artículo 95.2 de la Ley
136 de 1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000, (así
como la contenida en el numeral 5° ibídem), sobre el hecho de haber
ocupado con anterioridad cargos públicos, no resultan aplicables a
la elección de personeros, en tanto el legislador se ocupó de manera
especial frente a éstos, en el literal b) del artículo 174 de la misma
ley, de modo que resultaba innecesaria la remisión a otras normas.
El mencionado literal, establece que no podrá ser elegido personero
quien: haya ocupado durante el año anterior, cargo o empleo público
en la administración central o descentralizada del distrito o municipio,
por lo que, frente a la elección de personeros, no resulta viable la
remisión a los numerales 2 y 5 artículo 95 de la Ley 136 de 1994,
ya que la misma norma especial para la elección de personeros,
contenida en el artículo 174 de la misma Ley, se ocupó de las causales
de inelegibilidad por el hecho de haber ocupado cargos públicos. Por
otro lado, se trata de cargos disímiles por lo que no se encuentra viable
señalar los requisitos, presupuestos, condiciones de elegibilidad ni el
régimen de inhabilidades e incompatibilidades de un cargo a otro,
salvo cuando así lo prevea el legislador y, en este caso, fue el mismo
constituyente que en el artículo 272 Superior hizo referencia a los
contralores y en el 174 ib., a personeros, independiente de que en
uno y otro caso se haga una remisión a las causales de inelegibilidad
establecidas para los alcaldes, en lo aplicable; pues corresponderá
analizar su contenido en cada caso en particular. (…). [P]ara la Sala
no hay lugar a realizar la misma afirmación que se ha hecho en

539
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

relación con la remisión a las causales de inelegibilidad de alcaldes


cuando se censura la elección de personeros, en tanto las razones
que se expresaron para no acudir a la inhabilidad de alcaldes no son
predicables de los contralores territoriales, en tanto para aquellos la
normativa se planteó de forma muy amplia que hace innecesaria la
remisión a las causales de inhabilidad de los alcaldes y en ese sentido
por ello se estimó que ésta no era compatible; mientras que, para el
caso de los contralores, con las modificaciones de los actos legislativos
de 2015 y 2019, las inhabilidades resultan más específicas y concretas,
lo que conlleva, bajo el concepto de compatibilidad, a la aplicación de
las inhabilidades de los alcaldes, por remisión expresa del artículo
163 de la Ley 136 de 1994, pues se insiste, sí son concurrentes y en
consecuencia, no resultan excluyentes sino como un complemento
acorde con los principios de la función pública en aras de evitar algún
provecho de los participantes en el trámite de acceder a los cargos
públicos. (…). Así, toda vez que la elección que se acusa se produjo por
el Concejo municipal de Sincelejo, el 10 de enero de 2020, es decir, con
posterioridad a la modificación introducida por el Acto Legislativo N°
4 de 2019 al artículo 272 constitucional y, teniendo en cuenta que se
mantiene para el caso particular, la aplicación del artículo 95.2 de la
Ley 136 de 1994, como inhabilidad para ocupar el cargo de contralor
territorial, se tiene que, en los estrictos términos en que se previó
la causal de inhabilidad, sí se configuró la situación de inelegibilidad
en cabeza de la demandada. A esta conclusión se llega, por el hecho
de haber desempeñado con anterioridad a la elección, un cargo que
implica ejercicio de autoridad administrativa, en el lugar en donde
ejercería las funciones de contralora, pues antes de la designación
controvertida, la demandada, como contralora encargada, por la
entonces renuncia de su titular, ejerció tal autoridad, situación que
fue analizada en detalle y que no fue objeto de apelación, ya que la
censura, como se indicó, se encaminó a pretender que se declarara
que a la demandada no le era aplicable la causal del artículo 95.2
de la Ley 136 de 1994, modificado por el 37 de la Ley 617 de 2000,
pero no se discutieron las razones que llevaron al primer fallador
a concluir el ejercicio de dicha autoridad en razón de su encargo
como contralora municipal de Sincelejo. Por manera que, aunque
las variaciones en la jurisprudencia han obedecido a la necesidad de
ajustar la interpretación conforme a los cambios constitucionales; la
posición de la Sección ha sido constante, en el entendido de valorar
y contrastar la finalidad de la inhabilidad constitucional y la posible
subsunción con la prevista legalmente, siempre con miras a proteger

540
los principios de igualdad, moralidad, transparencia e imparcialidad y,
en esta ocasión, se concluye que la inhabilidad del artículo 95 de la Ley
136 de 1994, modificado por el artículo 37 de 2000, es complementaria
de la constitucional y, por consiguiente, resulta aplicable a la elección
de contralores territoriales. En ese orden, la Sala considera que
los apelantes no desvirtuaron la incursión en inhabilidad de la
demandada, al momento de su elección como contralora municipal
de Sincelejo, para el período 2020-2021, por tanto, se confirmará
sentencia de primer grado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
272 INCISO 8 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2015 / ACTO LEGISLATIVO 04 DE 2019 /
LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 95 NUMERAL 2 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 163 /
LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 174 LITERAL A Y B / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 37

541
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DEL PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS,
JURISPRUDENCIA ANUNCIADA, CONCURSO DE MÉRITO PARA
ACCESO A CARGO PÚBLICO

EXTRACTO NO. 36

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00030-00
FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Stefanía Giraldo González
DEMANDADO: Gustavo Adolfo Gómez Naranjo - Personero
municipal de Aranzazu – Caldas, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala considera que los problemas jurídicos


a resolver son los siguientes: En el marco de la normatividad legal,
reglamentaria y jurisprudencial actual, ¿es procedente establecer
por parte de los operadores logísticos contratados por los concejos
municipales una limitación para la inscripción de los aspirantes
al cargo de personeros municipales, en el sentido de permitir la
participación de estos en una sola convocatoria? De ser negativa
la respuesta al interrogante anterior, ¿incide dicha circunstancia
respecto del acto de elección?

TESIS 1: La Constitución Política de 1991 consagró en cabeza de los


concejos municipales la facultad para la elección de los personeros, tal
y como se deriva de la lectura del artículo 313 numeral 8º de dicho
cuerpo normativo. En desarrollo de esta disposición constitucional, el
legislador de 1994 reguló el asunto, a través de la Ley 136 de 1994
[artículo 170], la cual fue modificada posteriormente en 2012 -Ley
1551-. (…). Varias conclusiones pueden obtenerse de (…) la norma
antes mencionada. Desde la competencia asignada desde el texto
fundamental, se indica que la elección de los personeros municipales
se realizará para un período institucional de 4 años, el cual iniciará el
1º de marzo siguiente a su designación y terminará el último día de
febrero del cuarto año. Así mismo, se dispone que el concejo elegirá
dentro de los 10 primeros días de haber iniciado su período

542
constitucional. La modificación más importante respecto del proceso
antes descrito, es la necesidad de adelantar en forma previa a la
reunión de elección, un concurso público y abierto de méritos. Ello es
relevante, en tanto en las disposiciones originales de la Ley 136 de
1994 no se establecía un parámetro específico respecto de la forma en
que ello debería llevarse a cabo, lo que implicaba una amplia
discrecionalidad del órgano de elección en punto de la escogencia de
dicho funcionario. (…). Ahora bien, de una lectura de las normas que
posteriormente desarrollaron la reforma introducida en el año 2012,
específicamente de lo contenido en el Decreto 2485 del 2014, el cual
fue posteriormente recogido por el Decreto 1083 de 2015
-específicamente en su título 27-, se tiene que para el ejercicio de la
referida función electoral, los concejos municipales deben atender los
(…) parámetros que fijan la estructura básica del concurso de méritos
para la elección del funcionario. (…). En primer lugar, la reglamentación
expedida por el Gobierno Nacional parte de reconocer que la inclusión
a nivel legislativo de la exigencia de un concurso de méritos implica
que las corporaciones de elección popular se ven avocadas a las
cuestiones de orden técnico, administrativo y logístico que implican
adelantar el mismo. Ya la Corte Constitucional, en sentencia C-105 del
2013, al estudiar la reforma legislativa del año 2012, estableció una
serie de herramientas que permiten entender la forma en que dicho
requisito -concurso de méritos- deberá de ser atendido por los
concejos municipales. (…). De la sentencia antes mencionada, se tiene
entonces una regla clara: los concejos municipales, como órganos de
elección, tienen la competencia exclusiva y excluyente para la
determinación de los lineamientos generales de la forma en que se
adelantarán las etapas y parámetros mínimos del concurso de méritos
antes descritos siendo responsables de su dirección en todo momento,
lo cual se concreta con la suscripción y posterior publicación de la
correspondiente convocatoria. A pesar de ello, se reconoce que ante
las dificultades que dicha labor puede conllevar, es posible que dichas
entidades acudan a “terceras instancias” que presten su apoyo logístico
en la realización de una o todas las etapas del proceso meritocrático.
Así las cosas, esta última posibilidad permite acudir al apoyo logístico
y técnico de universidades o instituciones de educación superior
públicas o privadas o con entidades especializadas en procesos de
selección de personal. De esta manera, es claro que la actuación de
estos terceros -operadores logísticos, si se quiere-, se enmarca en los
claros parámetros que fija la convocatoria para los efectos de la
realización del concurso, especialmente, por cuanto como se indicó en

543
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

forma previa, es dicho documento, y no otro, el que determina las


condiciones de obligatorio cumplimiento para el desarrollo del mismo.
[E]s importante resaltar que tras la expedición de la correspondiente
convocatoria, en la cual, (…), se deben establecer los parámetros
mínimos del procedimiento, viene con posterioridad una etapa de
reclutamiento, la cual tiene una finalidad muy específica: atraer y
permitir la inscripción del mayor número de participantes que cumplan
con los requisitos del cargo a proveer. Lo anterior, debe ser leído en
conjunto con lo señalado en el artículo 2.2.27.3 del Decreto 1083 del
2015. (…). Así las cosas, se tiene entonces que con el fin de garantizar
la mayor inscripción de aspirantes -quienes desde el punto de vista
normativo tienen como única limitante el cumplimiento de los
requisitos exigidos para el cargo- debe atenderse (i) los medios de
publicidad idóneos que permitan la libre concurrencia, siendo aquellos
determinados por la entidad convocante y por la Ley 1437 del 2011, y
(ii) efectuarse a publicación de la convocatoria con una antelación no
inferior a 10 días calendario antes del inicio de la fecha de inscripciones.
En relación con la libre concurrencia, es de resaltar que esta se
encuentra amparada de forma expresa los derechos a elegir y ser
elegido, así como de acceso al desempeño de funciones y cargos
públicos. No sobra indicar que, en virtud del bloque de constitucionalidad
consagrado en los incisos 1º y 2º de artículo 93 de la Constitución, el
reconocimiento de esta garantía incorporado en diversos tratados
internacionales hace parte de nuestro ordenamiento interno, por lo
que es importante referenciar igualmente al contenido del artículo 21
de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el artículo 25 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como el artículo
23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. En punto
del acceso al ejercicio de funciones públicas, se ha entendido que el
núcleo esencial de este derecho de carácter fundamental, se traduce
en la protección con la que cuenta el ciudadano ante decisiones
arbitrarias de cualquier autoridad estatal que (i) impida el ingreso a un
cargo público; (ii) tenga como consecuencia la desvinculación del
mismo o (iii) limiten injustificadamente el cumplimiento efectivo de las
funciones derivadas de aquel. Finalmente, es importante resaltar que
la normativa que regula este concurso de méritos, permite que los
concejos municipales acudan a la figura de los convenios
interadministrativos asociados o conjuntos. (…). Así las cosas, [del
artículo 2.2.27.6 del Decreto 1083 de 2015] se tiene que los cabildos
municipales para adelantar el concurso público y abierto de méritos
pueden: (i) Adelantar de forma directa y en uso de sus propios recursos

544
el trámite. (ii) Acudir de forma individual a una institución de educación
superior pública o privada o terceros especializados en procesos de
selección de personal. (iii) Firmar convenios interadministrativos
conjuntos o colectivos, en los cuales municipios de igual categoría,
pueden contratar con organismos especializados dentro de la
Administración Pública para los fines previstos en la norma citada en
el párrafo precedente. (…). [S]e tienen entonces las siguientes
conclusiones. (…). En primer lugar, la convocatoria, expedida en debida
forma por el concejo municipal o distrital, se convierte en el marco de
acción de todas las entidades e interesados en el concurso de méritos,
en tanto la misma establece, desde las reglas para la inscripción, hasta
la forma en que se adelantarán cada una de sus etapas y demás
circunstancias relevantes. Incluso en el caso de la contratación de un
tercero -institución de educación superior, pública o privada, o empresa
especializada en procesos de selección de personal-, las funciones de
este último se limitan al apoyo logístico, administrativo y técnico
necesarios para el desarrollo de la actuación, más no se reemplaza
con dicha decisión las competencias propias de la duma
correspondiente. Los términos de la convocatoria, así como la
publicidad de la misma, deben garantizar en todo momento la libre
concurrencia que permita cumplir con la finalidad de la etapa de
reclutamiento, la cual se centra, en permitir la inscripción del mayor
número de interesados que cumplan con los requisitos del cargo a
proveer. Todo lo anterior, puede ser desarrollado mediante tres
modalidades, de conformidad con lo descrito.

TESIS 2: En un primer lugar, considera la Sala que es necesario


precisar que el principio democrático, como elemento o nota
característica de nuestro sistema constitucional, no solamente
propende por la materialización del voto como manifestación de la
voluntad popular y con ello procurar la conformación de los espacios
deliberativos colectivos o la designación de mandatorios en los distintos
niveles -democracia procedimental y representativa-, sino que también,
tiene un elemento relevante en la participación de todos los asociados
en la conformación del poder público y la gestión directa de los
intereses colectivos y la dinámica política, social y económica
-democracia deliberativa y participativa-. (…). Es bajo el (…) parámetro
axiológico [de la Corte Constitucional] que debe ser estudiada la
determinación de establecer un concurso público y abierto de méritos
para la selección de los personeros municipales. Es claro que dicho
procedimiento conlleva la concreción del derecho de participación que

545
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

tienen todos los colombianos, como ciudadanos en ejercicio, de


intervenir en la conformación del poder público, pues se garantiza a
través de este, que todos aquellos que acrediten el cumplimiento de los
requisitos necesarios pueda presentarse con iguales oportunidades de
acceder al cargo en cuestión, determinándose frente a todos ellos el
cumplimiento de los criterios del mérito e idoneidad, en condiciones
objetivas y previamente establecidas por la autoridad con la
competencia electoral. (…). Entendiendo que a través del concurso
público de méritos para la selección de los personeros municipales, se
concreta la participación ciudadana en la designación de este
importante funcionario – quien de acuerdo con los artículos 118 y 277
de la Carta Política, le corresponde la promoción, la divulgación y la
defensa de los derechos humanos, y la veeduría y vigilancia de la
conducta de los servidores públicos municipales y distritales- (…)
¿resulta procedente que se imponga una limitante para la presentación
de los aspirantes, en el sentido de poder inscribirse únicamente a una
convocatoria, sin que se puedan habilitar para participar en otras
efectuadas por concejos municipales diferentes? La respuesta al
interrogante anterior, a juicio de esta judicatura, es negativa. (…). En
primer lugar, se considera que las notas características del principio de
la democracia participativa, (…), impiden considerar como procedente
la referida limitación [de inscripción a una convocatoria]. Precisamente,
en concreción de aquel, la libre concurrencia que se establece como
finalidad de la etapa de reclutamiento y como criterio orientador de la
publicidad de la convocatoria efectuada por el concejo municipal,
permite considerar que en todo momento se debe garantizar la efectiva
participación de aquellos interesados, siendo claro que la única
restricción que a nivel normativo se impone -ello de la lectura del literal
b), artículo 2.2.27.2- es el cumplimiento de los requisitos constitucionales
y legales para el ejercicio del cargo. De esta forma, a juicio de esta Sala
de Sección, la referida norma consagra un parámetro de acción expreso
que limita la forma en que los concejos municipales materializan su
competencia de fijar las condiciones de la convocatoria, pues en todo
momento, la etapa de reclutamiento debe permitir la participación de
los interesados que cumplan los requisitos para el cargo. De otra parte,
es claro que las normas que actualmente regulan el procedimiento de
elección de los personeros municipales, no establecen de forma directa
y expresa la posibilidad de fijar dicha limitante, por el contrario, en
forma positiva -y como fue señalado en precedencia- aquellas imponen
la obligación de permitir la mayor participación de interesados que
cumplan con el requisito del cargo, bajo el parámetro de la libre

546
concurrencia. Así las cosas, entendiendo que bajo el principio de
legalidad, las autoridades públicas sólo pueden adelantar aquellos
actos que expresamente le están permitidos y autorizados por el
ordenamiento jurídico, es claro entonces que una decisión en tal
sentido, sería contrario a dicho parámetro de conducta de quien ejerce
una función pública, entre ellas, la electoral. En línea con lo anterior, los
particulares pueden llevar a cabo todos aquellos actos que se deriven
de su libertad y autonomía, siempre y cuando no se encuentren
expresamente prohibidos por las leyes -en un sentido amplio, es decir,
aquellas normas de rango constitucional, legal o reglamentario-. De
esta manera, si un ciudadano acredita el cumplimiento de los requisitos
para el cargo de personero, y al no existir prohibición expresa dirigida
a este que le imponga una limitante de participar solamente en un
concurso público de méritos, es posible concluir que puede entonces
presentarse a tantas convocatorias como considere procedente. Las
consideraciones anteriores, a juicio de esta Sección, son las que más
se acompasan con el contenido de los derechos políticos a elegir y ser
elegidos, así como de acceso a cargos y funciones públicas, los cuales
sólo pueden ser restringidos (i) mediante expresa disposición jurídica,
la cual a su vez (ii) razonables, proporcionales y necesarias para el
cumplimiento de los fines que persiguen. (…). Dicha garantía de acceso,
se predica de todas y cada una de las modalidades bajo las cuales los
concejos municipales deciden adelantar el concurso de méritos, (…).
Así las cosas, bien sea que se decida por parte de los concejos llevar a
cabo en forma directa el concurso, acudir a terceros o suscribir
convenios asociativos o colectivos, lo cierto es que en todas ellas es
improcedente imponer a los ciudadanos interesados en el acceso al
cargo de personeros, que solo pueden presentarse a una convocatoria,
cuando lo cierto es que independiente de la modalidad, una restricción
en tal sentido no ha sido autorizada por el ordenamiento jurídico.
Conforme a lo dicho, es claro que ello es improcedente, tanto al
momento de la fijación de las condiciones de la convocatoria que
adopten los órganos de elección, así como por parte de los operadores
logísticos que se contraten o de los organismos especializados al
interior de la Administración Pública a los que se acuda para la firma
de convenios colectivos. En primer lugar, los concejos municipales no
pueden imponer dicha restricción, en tanto, se reitera, no se ha
establecido como una posibilidad en el marco normativo actual que
regula la elección de personeros, así como hacerlo conllevaría un
desconocimiento de la libre concurrencia como parámetro que debe
guiar su actuar, así como ir en contravía de la finalidad de la etapa de

547
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

reclutamiento establecida en el literal b) del artículo 2.2.27.2 del


Decreto 1083 del 2015, e incluso, implicaría una intromisión en las
competencias de otros concejos municipales o distritales que no la
establezcan. Si ello se predica de quienes tienen la competencia y
función electoral, con mayor razón se puede concluir respecto de los
terceros que intervengan en la prestación de servicios de apoyo para la
realización del concurso de méritos, pues en últimas, estos actúan bajo
la condición de estar supeditados a las directrices de quien convoca al
mismo. Bajo estas consideraciones, esta Sección, con fundamento en
el artículo 271 de la Ley 1437 del 2011, modificado por la Ley 2080 del
2021, sienta jurisprudencia en los siguientes términos: En aplicación
de los principios de democracia participativa y libre concurrencia, así
como de conformidad con lo señalado en el literal b), artículo 2.2.27.2
del Decreto 1083 del 2015, es improcedente que los concejos
municipales en sus convocatorias para la elección de personero
municipal o distrital, así como los terceros o entidades especializadas
de la Administración Pública que se contraten para el apoyo logístico
en el desarrollo del concursos públicos de mérito para dichos efectos,
establezcan como restricción para las aspirantes a dicho cargo, que
sólo pueden inscribirse para una sola convocatoria, siendo que en todo
momento se debe garantizar la amplia participación ciudadana,
siempre que se acredite el cumplimento de los requisitos para el
acceso a dicha dignidad. Finalmente, es importante señalar que el
desconocimiento de lo anterior, a juicio de esta judicatura, extiende sus
efectos en el acto electoral, en tanto restringir la posibilidad de acceso
al concurso de méritos para la selección de los personeros municipales
mediante la prohibición de la denominada multiafiliación, implica
desconocer las normas en las cuales debe fundarse la decisión del
órgano que lleva a cabo tal elección, especialmente, lo dispuesto en el
literal b), artículo 2.2.27.2 que consagra la etapa de reclutamiento como
aquella en la cual se busca la mayor participación, con la única limitante
relativa al cumplimiento de las calidades exigidas para el cargo. Lo
anterior, sin desconocer que esta disposición del nivel reglamentario, a
su vez es concreción de otros principios constitucionales relevantes,
como lo son la democracia participativa, el derecho de acceso a cargos
públicos, la igualdad de oportunidades en la conformación y ejercicio
del poder, así como el parámetro normativo de la libre concurrencia.
Así mismo, si dicha condición se impone por parte de los concejos
municipales o de los terceros que se contraten para el apoyo logístico,
es claro que se adelantaría una actuación sin competencia, lo que
claramente a su vez, incide en la legalidad de las decisiones que

548
posteriormente se adopten. Es de indicar que en estos casos – falta de
competencia y desconocimiento de normas de orden superior-, no es
necesario efectuar un análisis de incidencia a efectos de determinar si
el resultado electoral sería el mismo o no, pues conforme se ha
dispuesto por decisiones recientes de esta Sala, dicho estudio se
efectúa en los casos en que se alega la expedición irregular. (…). [E]l
establecimiento de la restricción denominada “uniinscripción”, en el
caso específico del concurso para la elección de personeros
municipales, implica un desconocimiento de normas de orden superior
-constitucionales y reglamentarias-, que implican una afectación a la
participación ciudadana, lo que de evidenciarse, de por sí, extiende sus
efectos sobre toda la convocatoria efectuada con dicha condición, por
lo que resulta inane determinar si la decisión del órgano electoral sería
diferente. Adicional a ello, de considerarse que el análisis de incidencia
es procedente, se contaría con una dificultad adicional, consistente en
la imposibilidad de determinar el número de personas interesadas a
las cuales dicha limitación les impidió participar. Ahora bien, es
importante resaltar que al interior de esta Corporación, específicamente
en la Sección Segunda, se cuenta con una serie de decisiones que
exponen, como razón de las mismas, que las entidades convocantes a
concursos de méritos pueden establecer la restricción a que se ha
hecho mención en párrafos precedentes, en tanto se señala que la
misma resulta razonable y proporcional, sin representar una afectación
a garantías de orden constitucional. Para esta Sala, es importante
señalar que la tesis que se sostiene en esta providencia, no resulta
contraria a la expuesta por la referida autoridad judicial, en tanto es
posible evidenciar que la misma se aplica en escenarios diferentes. Así
las cosas, se tiene que dichas decisiones han sido emitidas en sede del
control de legalidad que se ejerce a los actos expedidos en el marco de
concursos públicos de mérito para cargos de carrera administrativa,
los cual, de entrada, conlleva a que la normatividad aplicable a los
mismos difiere de aquella que regula la elección de los personeros
municipales -el cual no es un cargo de carrera-. Adicionalmente, en
aquellos casos, es una entidad pública ofreciendo dentro de su planta
de personal una cantidad de cargos para ser proveídos en propiedad
una vez agotadas las etapas del concurso, mientras que en punto de la
elección que se aborda en esta sentencia, se trata de una sola entidad
-concejo municipal- ofreciendo un solo cargo -personero-, por lo que
resulta razonable concluir, que la dinámica es diferente y las
consideraciones frente a la posibilidad o no de la multiinscripción
varían conforme a ello.

549
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: Esta Sala considera importante señalar, que la posición que


se adopta en esta providencia, no solamente constituye precedente
vinculante para todos los operadores judiciales, en los términos del
artículo 270 de la Ley 1437 del 2011, modificado por el artículo 78 de
la Ley 2080 del 2021, sino que también tiene aplicación hacia el futuro,
es decir, a partir de la próxima vez que se convoque, por cualquier
motivo, a la celebración de un concurso público de méritos para elegir
a un personero municipal y/o distrital. Lo anterior, con fundamento
en las siguientes consideraciones: Si bien es cierto, la normatividad
aplicable para este trámite electoral data del 2015, también lo es
que para los concursos de personeros adelantados en el 2019, se
presentó al interior de la jurisdicción de lo contencioso administrativo
una disparidad de criterios en relación con la viabilidad de limitar
la inscripción de los interesados a una sola convocatoria. Como
fue expuesto por esta Sección en el auto del 24 de junio del 2021
-por medio del cual se avocó el conocimiento del asunto para dictar
sentencia que siente jurisprudencia sobre el tema-, en dicha anualidad
se presentaron una serie de acciones de tutela que abordaron el
asunto desde diferentes perspectivas. (…). De otra parte, en la misma
providencia antes señalada, que (sic) de una revisión de las decisiones
adoptadas por esta Sección, como juez especializado y corporación de
cierre en materia electoral, no se registra fallo alguno -en el marco del
medio de control consagrado en el artículo 139 del CPACA- en el cual
se haya abordado de fondo un problema jurídico como el propuesto en
la demanda del sub judice. El sistema de relatoría, arroja el reporte de
dos acciones constitucionales falladas por esta Sala, en las cuales se
pretendió por parte de los accionantes que se abordara dicho asunto,
sin embargo, en ambas decisiones, se optó por la improcedencia
de la tutela por la existencia de otros mecanismos de defensa
judicial. Así mismo, aunque se contaba con las decisiones referidas
en forma previa dictadas por la Sección Segunda, las mismas, se
reitera, no constituían un precedente aplicable, ni por los jueces ni
por los demás operadores jurídicos. Así las cosas, entendiendo que
solamente con la expedición de la presente sentencia, se sientan las
bases jurisprudenciales para la comprensión del alcance del principio
de libre concurrencia en el marco del concurso de méritos para la
elección de los personeros municipales y su consecuencia práctica
derivada de la improcedencia de la limitar el número de inscripciones
a las cuales un ciudadano, que acredite requisitos para el cargo, puede
realizar, se considera necesario fijar que los efectos de la regla aquí
establecida, se prediquen a futuro. Lo anterior con el fin de procurar

550
la conservación de los actos adoptados en procesos de elección
adelantados conforme a una determinada decisión judicial que guió
el actuar de las autoridades administrativas y terceros intervinientes
en las mismas.

TESIS 4: De la lectura de los antecedentes descritos en esta decisión,


se tiene que al interior del plenario se demostró que en efecto,
la ESAP, en calidad de operador logístico, impuso al momento de
permitir la inscripción de los interesados en el concurso de méritos
para la elección del personero municipal de Aranzazu, que ellos sólo
podían presentarse a una convocatoria, lo que implicaba que quien
manifestara su interés en la misma, ya no podía poner a consideración
su nombre en otras efectuadas por distintos concejos municipales.
(…). Así las cosas, dicha situación sería suficiente para entender
que el acto de elección aquí cuestionado, es decir, aquel de nombró
al [demandado] como Personero Municipal de Aranzazu (Caldas)
– período 2020-2024, estaría, en un principio, afectado de nulidad,
en atención al desconocimiento de normas de orden superior y a la
actuación que sin competencia se desplegó por parte de la ESAP. Sin
embargo, como se precisó en el acápite precedente, la actuación de
la ESAP en dicha oportunidad, estuvo avalada por las consideraciones
efectuadas en una decisión judicial, que le permitió continuar el
proceso con la limitante de la “uninscripción”, a lo que se suma que
solamente hasta esta oportunidad se realiza un pronunciamiento
sobre el asunto en sede del medio de control de nulidad electoral, el
cual, como ya se indicó tiene efectos a futuro. Es por estas razones
que, la conclusión que se impone, es proceder a revocar la decisión
adoptada por el Juzgado 7º Administrativo de Manizales, para en su
lugar, negar las pretensiones de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
277 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / LEY 270 DE 1996
– ARTÍCULO 37 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 111 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 271 / LEY 2080 DE 2021 –
ARTÍCULO 78 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 1551 DE 2012 – ARTÍCULO
35 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.2 LITERAL B / DECRETO 1083 DE
2015 - ARTÍCULO 2.2.27.3 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.6

551
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJAL MUNICIPAL, EJERCICIO DE LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR EJERCICIO
DE AUTORIDAD

EXTRACTO NO. 37

RADICADO: 50001-23-33-000-2020-00012-02 (2020-00022-00)


FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Alejandro Hernández Betancourt y otro
DEMANDADO: David Fernando Barbosa Posada - Concejal
del municipio de Villavicencio, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, de conformidad con


el recurso de apelación interpuesto si hay lugar a confirmar, modificar
o revocar la decisión del Tribunal Administrativo del Meta, mediante la
cual denegó las pretensiones de la demanda contra el acto que declaró
la elección del señor David Fernando Barbosa Posada como concejal
municipal de Villavicencio, para el período 2020-2023. Para tal efecto
corresponde establecer si el señor Barbosa Posada al ocupar el
cargo de director técnico de la Dirección de Apoyo a la Gestión, ejerció
autoridad administrativa en el municipio de Villavicencio, configurando
así el elemento modal de la causal de inhabilidad consagrada en el
artículo 40.2 de la Ley 617 de 2000.

TESIS 1: Ha señalado esta Sección, que son derechos fundamentales


de acuerdo con el artículo 40 de la Constitución Política, el de ser
elegido y acceder al desempeño de funciones y cargos públicos,
prerrogativas que no tiene el carácter de ser absolutas, por lo
que la propia Constitución y la ley contemplan restricciones al
ejercicio de tales derechos, motivadas en otras garantías -también
constitucionales- como el interés general, la igualdad y el ejercicio
eficiente de la función pública, tal como es el caso de las inhabilidades
para ocupar cargos de elección popular. (…). En este mismo sentido, la
Sección Quinta ha señalado que las inhabilidades “buscan preservar
los principios de moralidad, transparencia e imparcialidad de la función

552
administrativa y la garantía del derecho de igualdad de oportunidades.”
Es así, como para cada cargo de elección popular se tiene previsto
un régimen de inhabilidades, que enlista actuaciones que no pueden
observarse durante un plazo determinado anterior a la inscripción o
a la elección -según el caso- so pena de impedir la aspiración política,
proscripciones estas que, a su vez, constituyen causales de nulidad de
los actos de elección popular, en virtud de lo dispuesto en el numeral
5 del artículo 275 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo.

TESIS 2: La Sección Quinta del Consejo de Estado ha aceptado que a


la noción de autoridad administrativa puede arribarse a través de un
criterio funcional que, a partir del análisis casuístico de las competencias
atribuidas a un cargo, permita obtener la certeza de que el titular de
la función detenta la autonomía decisoria requerida; o mediante el uso
de un criterio orgánico que se ocupa de desentrañar, tomando como
base la ubicación jerárquica del empleo, el ejercicio de la dirección
administrativa que la caracteriza, cristalizada, se itera, en poderes
de mando. (…). Así, desde el enfoque funcional, la jurisprudencia ha
admitido que comportan autoridad administrativa, de conformidad con
el artículo 190 ibidem: - La celebración de contratos o convenios. - La
ordenación de gastos u horas extras. - La autorización de comisiones,
licencias no remuneradas, el decreto de vacaciones y su suspensión. -
El traslado horizontal o vertical de los funcionarios subordinados. - La
vinculación de personal supernumerario o el establecimiento de una
nueva sede al personal de planta. - Hacer parte de las unidades de
control interno o investigar las faltas disciplinarias. Sin que se trate
de un listado taxativo, pues el catálogo de funciones que implican el
ejercicio de este tipo de autoridad, puede verse ampliado, siempre y
cuando, las competencias analizadas cumplan con las condiciones
hasta aquí referidas, esto es, que se constituyan en manifestaciones
propias de la facultad decisoria atribuida al cargo, y cuyo propósito sea
el cumplimiento de los fines esenciales del órgano administrativo al
que se encuentra adscrito, ya que, como lo ha advertido la Sala Plena
de esta Corporación, la autoridad administrativa es: “…aquella que
ejercen quienes desempeñan cargos de la administración nacional,
departamental y municipal o de los órganos electorales y de control
que impliquen poderes decisorios de mando o imposición sobre los
subordinados o la sociedad. La autoridad administrativa, comprende,
entonces, las funciones administrativas de una connotación como la
descrita y excluye las demás que no alcanzan a tener esa importancia.”.

553
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

(…). Es menester recordar que la inhabilidad prevista en la ley supone la


configuración de cuatro elementos, de tal manera que de faltar alguno
no estaría tipificada: A. Objetivo. Ejercer como empleado público, B.
Modal: en tal virtud ostentar jurisdicción o autoridad política, civil,
administrativa o militar, C. Temporal. Se adelante dentro de los doce
meses anteriores a la fecha de elección. D. Territorial. Que lo anterior
se cumpla en el mismo municipio en el que se es elegido. Con miras
a analizar la configuración de esta causal de inelegibilidad, en todo
caso se debe examinar que los elementos anteriormente señalados
se presenten de manera concurrente y, en caso que no sea así se
entenderá que no se materializó el cargo de nulidad planteado.

TESIS 3: Según el Decreto No. 1000-21/158 de 2017, el cargo que


desempeñó el accionado, del nivel directivo, como se deprende del
correspondiente acto de nombramiento, pertenece a la Dirección de
Apoyo a la Gestión, dependencia de la Secretaría de Desarrollo
Institucional. Por ende, salta a la vista que dentro la estructura de la
Alcaldía de Villavicencio, el demandado no ocupó el empleo de alcalde
o secretario de despacho, investiduras de las cuales por disposición
del artículo 190 de la Ley 136 de 1994, se desprende el ejercicio de
autoridad administrativa. (…). En ese orden de ideas, orgánicamente
no se evidencia que el demandado dentro de la estructura del
municipio haya desempeñado alguno de los cargos de mayor jerarquía
de la entidad territorial, de los cuales pueda desprenderse prima facie
el ejercicio de autoridad administrativa. (…). Empero, (…), también debe
emprenderse el análisis del desempeño de dicha autoridad desde el
punto de vista funcional, para lo cual se traen a colación las tareas
que tenía asignadas el [demandado] (…) como director técnico 009,
grado 01, de la Dirección de Apoyo a la Gestión. (…). De las funciones
enunciadas el recurrente hace énfasis en las que implican dirección,
porque estima que de ellas se desprende per se, la capacidad de
mando que caracteriza a las autoridades administrativas. En este
punto vale la pena destacar, sin desconocer la importancia del
propósito principal del empleo que desempeñó el demandado y de las
funciones (…), cuya nota distintiva está en asumir responsabilidades
que implica liderazgo en lo relacionado con la administración y
mantenimiento de los recursos físicos y tecnológicos (en menor
medida) de la Alcaldía de Villavicencio, la gestión documental y la
atención de algunos servicios básicos para apoyar la gestión misional
de la administración, que para predicar el ejercicio de autoridad
administrativa debe advertirse que las funciones se ejerzan con

554
autonomía, con un amplio margen de facultad decisoria. (…). En
consonancia con lo anterior, la Sección ha establecido que si las
funciones y el diseño jerárquico del cargo le otorgan a su titular
potestad de mando y de dirección con autonomía decisoria, solo de
esa manera se podría concluir que el servidor público ejerce autoridad
administrativa, situación que no se presenta en este caso: (…). Sobre
la relación entre el ejercicio de autoridad administrativa y la autonomía
con poder en función de mando, se ha considerado necesario revisar
si el desempeño de las funciones objeto de análisis está o no
condicionado a las potestades de otras autoridades de mayor
jerarquía. (…). De lo anterior se desprende que la labor del director
técnico de la Dirección de Apoyo a la Gestión, la cual hace parte de la
Secretaría de Desarrollo Institucional de la alcaldía de Villavicencio
tampoco tenía independencia, pues es razonable sostener que sus
actuaciones estaban sujetas a las determinaciones del secretario de
despacho como titular de la Secretaría mencionada y este a su vez del
alcalde del municipio. Es de anotar que independencia debe entenderse
en términos de jerarquía, lo cual quiere decir, (…), que el demandado
en su cargo de director técnico no gozaba de dicha atribución pues
dependía de otros funcionarios en el sentido de dirección, regulación
y control en el desarrollo de sus funciones, por lo que dicha potestad
solo le es inescindible únicamente al cargo de alcalde, quien funge
como primera autoridad política municipal y es quien debe velar por
garantizar la gestión administrativa en su municipio. (…). [S]e advierte
que la facultad consistente en coordinar y controlar lo relacionado
con el mantenimiento, custodia de los bienes muebles e inmuebles de
la Administración, no supuso per se para el demandado el
reconocimiento de la potestad de contratación o de ordenador del
gasto, sino simplemente el desarrollo de tareas de coordinación que
contribuyan a la debida administración y conservación de los bienes
que la dirección a la que perteneció requirió para cumplir con su
cometidos. (…). En efecto, el artículo 315.9 de la Constitución Política
señala, que el alcalde tiene la facultad de ordenar los gastos
municipales de acuerdo con el plan de inversión y el presupuesto. (…).
A su turno, aportó la Resolución No. 174 de mayo 31 de 2012, que en
su artículo quinto ordenó la desconcentración en cabeza del jefe de la
oficina de contratación código 006, grado 02, la competencia para
suscribir todos los contratos y convenios que celebra el municipio de
Villavicencio, lo que permite concluir sin lugar a dudas, que el
demandado no ostentó frente a estas actividades la autoridad
deprecada, pues ni fue ordenador del gasto ni suscribió contratos

555
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

según las pruebas aportadas. Por el contrario, como se desprende de


los elementos de juicio, el señor Barbosa Posada simplemente ejerció
la supervisión de contratos. (…). Es decir, la supervisión si bien conlleva
a la posibilidad que se impartan instrucciones al contratista, ello no
puede implicar sustituir las obligaciones contractuales previamente
pactadas ni mucho menos generar direccionamientos contrarios al
objeto contractual, por el contrario, sus lineamientos deben buscar la
ejecución exitosa del acuerdo de voluntades, sin que esto implique
disposición de los recursos que es una función propia del ordenador
del gasto. (…). En lo que respecta al Plan Anual de Compras, según lo
prevé el Manual de Funciones descrito en el Decreto 1000-21/158 de
2017, el secretario de despacho de la Secretaría de Desarrollo
Institucional en coordinación de la Secretaría de Hacienda son los
principales responsables, motivo por el que las facultades del director
técnico se limitan a la preparación de estos instrumentos, sin que de
allí se desprenda el ejercicio de autoridad administrativa. (…). [O]tros
de los motivos de inconformidad con la sentencia de primera instancia
radican en que materialmente el señor Barbosa Posada ejerció
autoridad administrativa, en tanto concedió permisos, vacaciones,
realizó evaluaciones de desempeño a los empleados bajo su mando y
tenía la facultad de imponer sanciones disciplinarias en la Alcaldía de
Villavicencio. (…). [L]as normas prescriben que será el director de
personal el responsable de autorizar o negar los permisos a los
empleados y que el señor Barbosa Posada como director técnico solo
iniciaba el trámite como jefe inmediato, pero el formulario debía estar
suscrito por los responsables de su aprobación. (…). [R]evisado el
material probatorio, se observa que si bien el demandado viabilizó la
ausencia de la sede laboral a algunos funcionarios como consecuencia
de permisos médicos y compensatorios, tales circunstancias no
conllevan al ejercicio de autoridad administrativa, ya que no se
observa potestad nominadora ni el otorgamiento de comisiones de
servicios, licencias no remuneradas, autorización y suspensión de
vacaciones de los empleados, traslados, horas extras y la vinculación
de supernumerarios a la entidad, fijar sede a personal de planta o
tener asignada la potestad disciplinaria frente a aquellos, a la luz de
lo establecido por el inciso segundo del artículo 190 de la Ley 136 de
1994. En este punto, se resalta que, (…), la competencia de los
servidores del Estado debe ser, en todos los casos, expresa, y no
puede derivarse de interpretaciones que excedan, en principio, la
gramática de las disposiciones examinadas. De otra parte, el
recurrente afirma que la función de realizar la evaluación del

556
desempeño laboral y la productividad de los servidores públicos
vinculados a las entidades lleva implícita la autoridad administrativa,
pues en su calidad de director técnico el demandado evaluó a varios
de los funcionarios en aspectos como el tiempo que efectivamente
certificaban como laborado, los compromisos propios de su cargo y
competencias comportamentales. (…). Bajo este entendimiento, la
Sala Electoral del Consejo de Estado ha determinado que la labor de
evaluación no constituye el ejercicio de una facultad subjetiva, sino el
cumplimiento de una obligación periódica, objetiva y transparente,
conforme la metodología previamente establecida, de manera tal que
el evaluador no cuenta en estricto sentido con autonomía decisoria, y
por ende, no puede considerarse que ejerce autoridad administrativa,
a lo que se añade, que su decisión puede ser revisada por su superior
jerárquico de interponerse el recurso de apelación. (…). Ahora bien,
respecto al argumento (…) que el señor Barbosa Posada en su cargo
como director técnico autorizó comisiones, licencias no remuneradas,
el decreto de vacaciones y su suspensión, se destaca, como lo detalló
en su escrito de apelación, que era deber del demandado luego de
iniciar dichos trámites, informar a la directora de personal de la
Alcaldía municipal, lo que da cuenta de que aquél no era autónomo en
tal determinación. (…). [L]a facultad de conceder comisiones, licencias
y vacaciones que corresponde inicialmente al alcalde, en virtud del
Decreto anteriormente mencionado [No. 1000-21/136 de 2017], fue
trasladada a la Secretaría de Desarrollo Institucional, de quien es
titular el secretario de despacho correspondiente. (…). Es así como, se
puede evidenciar que el titular de la dependencia es el responsable de
toda acción u omisión frente a las facultades otorgadas en virtud de la
delegación y que debe presentar un informe al alcalde sobre dichas
gestiones, motivo por el cual la potestad de conceder o no licencias o
vacaciones no se encontraba en cabeza del señor Barbosa Posada,
sino de quien en su momento estaba designado como secretario de
despacho. Por último, el apelante sostiene que el accionado contaba
con la capacidad de imponer sanciones disciplinarias a los funcionarios
de la alcaldía, circunstancia que lo envestía de autoridad administrativa.
(…). [C]ontrario a lo dicho por el apelante, respecto a que el demandado
desempeñando su cargo como director técnico cuando firma un
documento junto al jefe de personal o jefe de contratación en asuntos
de manejo de personal o de contratación, está ejerciendo la autoridad
administrativa de una manera conjunta con los anteriores, esta Sala
advierte según lo dispuesto en el Decreto No. 1000-21/136 de 2017,
que la decisión que va a definir el asunto, valedera e importante será

557
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la del secretario de despacho como titular de la Secretaria de


Desarrollo Institucional y su superior jerárquico, o en el caso de los
contratos al jefe de la oficina de contratación por cuanto son los
responsables de toda acción u omisión que tenga relación con las
funciones delegadas y son quienes deben presentar un informe
semestral al alcalde sobre dicha gestión, de igual manera, se resalta
que el ejercicio de funciones y la autoridad administrativa que emane
de ellas no lo confiere firmar un documento sino el manual de
funciones o el acto de delegación, según fuere el caso. A ello se debe
agregar, que nada importa si el demandado generó aparentemente en
los ciudadanos la falsa idea de su potestad de autoridad administrativa
firmando dichos documentos, ello por cuanto la misma definición que
se ha implementado bajo el concepto de capacidad legal y
reglamentaria que ostenta un empleado, supone que no se puede
predicar una función aparente del empleo de director técnico objeto
de análisis y no puede el operador judicial extender la inhabilidad a
cuestiones no comprendidas en la norma dado que las mismas son de
interpretación restrictiva. En suma, la Sala estima que, contrario a lo
sostenido por la parte actora, no se evidencia el ejercicio de autoridad
administrativa en el análisis de las funciones asignadas al director
técnico, código 009, grado 01, de la Dirección de Apoyo a la Gestión,
dependiente de la Secretaría de Desarrollo Institucional de la Alcaldía
de Villavicencio, de cara a los cuestionamientos elevados a través de
la demanda. Por las anteriores consideraciones, la Sala Electoral del
Consejo de Estado determina que no existe consideración alguna para
revocar la decisión de primera instancia. (…). Conforme lo expuesto, se
tiene que en el presente caso no se estructura el elemento modal de
la inhabilidad endilgada al demandado, comoquiera que el señor
David Fernando Barbosa Posada no ejerció autoridad administrativa
en el municipio de Villavicencio en el lapso que contempla el artículo
40.2 de la Ley 617 de 2000.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 315 NUMERAL 9 / LEY 617 DE 2000 -
ARTÍCULO 40 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 5 /
LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43 NUMERAL 2 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
190 / DECRETO 111 DE 1996 – ARTÍCULO 110 / LEY 80 DE 1993 – ARTÍCULO 32
NUMERAL 3 / LEY 1150 DE 2007 – ARTÍCULO 4 LITERAL H / DECRETO 1082 DE
2015 – ARTÍCULO 2.2.1.2.1.4.9

558
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE CON-
CEJAL MUNICIPAL,EJERCICIO DE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA,
INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR PARENTESCO CON AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA

EXTRACTO NO. 38

RADICADO: 70001-23-33-000-2019-00284-03 (2020-00007-00)


FECHA: 12/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Sandra Paola Anillo Díaz, Juan Carlos Garrido Díaz
y Oscar David Canchila Barboza
DEMANDADA: Diana Lucía Arbeláez Hernández - Concejal
del municipio de Sincelejo - Sucre, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: El problema jurídico consiste en determinar,


de conformidad con el recurso de apelación interpuesto si hay lugar a
confirmar, modificar o revocar la decisión del Tribunal Administrativo
de Sucre, mediante la cual denegó las pretensiones de la demanda
contra el acto que declaró la elección de la señora Diana Lucia Arbeláez
Hernández como concejal municipal de Sincelejo, para el período 2020-
2023. Para tal efecto corresponde establecer si la señora Angélica María
Arbeláez Hernández hermana de la demandada al ocupar el cargo de
subdirectora Administrativa y Financiera de la E.S.E. San Francisco
de Asís de Sincelejo, ejerció autoridad administrativa en el municipio
mencionado, configurando así el elemento modal de la causal de
inhabilidad consagrada en el artículo 40.4 de la Ley 617 de 2000

TESIS 1: Ha señalado esta Sección, que son derechos fundamentales


de acuerdo con el artículo 40 de la Constitución Política, el de ser
elegido y acceder al desempeño de funciones y cargos públicos,
prerrogativas que no tiene el carácter de ser absolutas, por lo
que la propia Constitución y la ley contemplan restricciones al
ejercicio de tales derechos, motivadas en otras garantías -también
constitucionales- como el interés general, la igualdad y el ejercicio
eficiente de la función pública, tal como es el caso de las inhabilidades
para ocupar cargos de elección popular. (…). [L]as inhabilidades

559
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

“buscan preservar los principios de moralidad, transparencia e


imparcialidad de la función administrativa y la garantía del derecho
de igualdad de oportunidades.”. (…).En este mismo sentido, la Sección
Quinta ha señalado que las inhabilidades “buscan preservar los
principios de moralidad, transparencia e imparcialidad de la función
administrativa y la garantía del derecho de igualdad de oportunidades.”
Es así, como para cada cargo de elección popular se tiene previsto
un régimen de inhabilidades, que enlista actuaciones que no pueden
observarse durante un plazo determinado anterior a la inscripción o
a la elección -según el caso- so pena de impedir la aspiración política,
proscripciones estas que, a su vez, constituyen causales de nulidad de
los actos de elección popular, en virtud de lo dispuesto en el numeral
5 del artículo 275 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo

TESIS 2: La Sección Quinta del Consejo de Estado ha aceptado que


a la noción de autoridad administrativa puede arribarse a través
de un criterio funcional que, a partir del análisis casuístico de las
competencias atribuidas a un cargo, permita obtener la certeza de
que el titular de la función detenta la autonomía decisoria requerida; o
mediante el uso de un criterio orgánico que se ocupa de desentrañar,
tomando como base la ubicación jerárquica del empleo, el ejercicio
de la dirección administrativa que la caracteriza, cristalizada, se
itera, en poderes de mando. (…). Así, desde el enfoque funcional, la
jurisprudencia ha admitido que comportan autoridad administrativa,
de conformidad con el artículo 190 ibidem: * La celebración de
contratos o convenios. * La ordenación de gastos u horas extras.
* La autorización de comisiones, licencias no remuneradas, el
decreto de vacaciones y su suspensión. * El traslado horizontal
o vertical de los funcionarios subordinados. * La vinculación de
personal supernumerario o el establecimiento de una nueva sede al
personal de planta. * Hacer parte de las unidades de control interno
o investigar las faltas disciplinarias. Sin que se trate de un listado
taxativo, pues el catálogo de funciones que implican el ejercicio de
este tipo de autoridad, puede verse ampliado, siempre y cuando, las
competencias analizadas cumplan con las condiciones hasta aquí
referidas, esto es, que se constituyan en manifestaciones propias
de la facultad decisoria atribuida al cargo, y cuyo propósito sea el
cumplimiento de los fines esenciales del órgano administrativo al
que se encuentra adscrito, ya que, como lo ha advertido la Sala Plena
de esta Corporación, la autoridad administrativa es: “…aquella que

560
ejercen quienes desempeñan cargos de la administración nacional,
departamental y municipal o de los órganos electorales y de control
que impliquen poderes decisorios de mando o imposición sobre los
subordinados o la sociedad. La autoridad administrativa, comprende,
entonces, las funciones administrativas de una connotación como la
descrita y excluye las demás que no alcanzan a tener esa importancia.”
(…). Es menester recordar que la inhabilidad prevista en la ley supone
la configuración de tres elementos, de tal manera que de faltar alguno
no estaría tipificada: A. Objetivo. Ejercer como empleado público, B.
Modal: en tal virtud ostentar jurisdicción o autoridad política, civil,
administrativa o militar, C. Temporal. Se adelante dentro de los doce
meses anteriores a la fecha de elección. D. Territorial. Que lo anterior
se cumpla en el mismo municipio en el que se es elegido. Con miras
a analizar la configuración de esta causal de inelegibilidad, en todo
caso se debe examinar que los elementos anteriormente señalados
se presenten de manera concurrente y, en caso de que no sea así se
entenderá que no se materializó el cargo de nulidad planteado.

NORMATIVA APLICADA
LEY 617 DE 2000 - ARTÍCULO 40 NUMERAL 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275
NUMERAL 5 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43 NUMERAL 4 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 190

561
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN
EN LA CAUSA POR PASIVA, COMPETENCIA FUNCIONAL, DOBLE
MILITANCIA POLÍTICA EN LA MODALIDAD DE APOYO, MEDIOS
DE PRUEBA, DERECHO A LA INTIMIDAD, MERA EXPECTATIVA DE
DERECHOS DE LA PERSONA, VALORACIÓN PROBATORIA, REDES
SOCIALES, EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD

EXTRACTO NO. 39

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-02946-01 (2019-03113-01,


2019-03268-01, 2019-03296-01 y 2019-03004-01)
FECHA: 26/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Luis Humberto Guidales García y otros
DEMANDADO: Carlos Alberto Zuluaga Díaz -
Concejal de Medellín, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sección Quinta fijará si la sentencia de 23 de


marzo de 2021 debe ser revocada, modificada o confirmada, a la luz de
los argumentos expuestos en el escrito de impugnación, que conllevan
establecer: (i) Si las deficiencias identificadas por el demandado en
el informe técnico de oposición sobre evidencia digital obrante en el
plenario permiten contrariar las conclusiones plasmadas en el estudio
presentado por el señor Lucas Cañas Jaramillo, demandante en el
proceso 2019-03113-01, tenidas en cuenta por el fallador de primera
instancia. (ii) Si el video sobre el que el Tribunal Administrativo de
Antioquia soporta el fallo de 23 de marzo de 2021 debe ser excluido
del trámite judicial, al ser nulo de pleno derecho, pues su grabación y
publicación en las redes sociales se efectuó sin el consentimiento del
accionado, violando sus derechos a la imagen, intimidad y habeas data,
tal y como esta Sección lo ha estimado, entre otras, en decisión de 6
de octubre de 2016, rad. 05001-23-33-000-2016-00077-01. (iii) Si en la
sentencia impugnada, el a quo valoró indebidamente el testimonio de
Nicolás Ruiz Gaviria y la declaración de parte del acusado, pruebas de
las que se desprenderían las circunstancias de modo, tiempo y lugar en
que se desarrolló la reunión de 26 de octubre de 2019, que analizadas

562
en conjunto impiden la configuración de la causal de nulidad atribuida
al demandado. (iv) Si los actos de respaldo indebidos que censura la
doble militancia por apoyo pueden tener lugar el día de las elecciones
habida cuenta de la imposibilidad de realizar proselitismo y, en
general, campaña política para esa fecha. (v) Si procede la solicitud de
excepción de inconstitucionalidad respecto de las normas que regulan
la competencia de los jueces en segunda instancia, con el propósito
de buscar de forma oficiosa inconsistencias que lleven a desvirtuar la
presunción de corrección del fallo de primera instancia.

TESIS 1: La revisión detallada de los antecedentes que gobiernan esta


causa judicial, permite a la Sección Quinta advertir que en el desarrollo
de la primera instancia, el Tribunal Administrativo de Antioquia omitió
decidir la excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva
propuesta por la RNEC. (…). Bajo ese panorama, la Sala destaca que
en el marco de los juicios de nulidad electoral la ubicación procesal
de la RNEC resulta ser especial, de conformidad con el artículo
277.2 del C.P.A.C.A., y se vincula a la relevancia de sus actuaciones
en el procedimiento de adopción del acto enjuiciado, así como a la
imputabilidad que le corresponde en relación con los cuestionamientos
de ilegalidad que se ventilan en cada proceso. (…). En efecto, ninguna
de las situaciones fácticas y jurídicas propuestas por los demandantes
busca desvirtuar la juridicidad de la conducta pública de este órgano
electoral, centrando su inconformidad en el desconocimiento de los
artículos 107 constitucional y 2.2 de la Ley 1475 de 2011, producto de
los apoyos indebidos otorgados por el accionado en beneficio de un
candidato a la Gobernación de Antioquia inscrito por una agrupación
política distinta al Partido Conservador, que avaló su candidatura.
De esta manera, la Sala resalta que las acusaciones que cimientan
las demandas sobrepasan las competencias constitucionales y
legales de la RNEC (…), teniendo en cuenta que el poder sancionatorio
administrativo en punto de la configuración de la doble militancia
reposa en el Consejo Nacional Electoral, a la luz de las prescripciones
normativas del inciso final del artículo 2° de la Ley 1475 de 2011, en
armonía con el artículo 265.12 de la Constitución. (…). Así las cosas, se
declarará probada la excepción propuesta por esa entidad, a la manera
como se plasma en la parte resolutiva de esta providencia.

TESIS 2: [E]n consideración de esta Judicatura, los reclamos de la


incompetencia funcional de la Sala Tercera de Oralidad del Tribunal
Administrativo de Antioquia no deben ser objeto de revisión al

563
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

desatar el recurso propuesto contra el fallo de 23 de marzo de 2021,


por tratarse de aspectos que han sido zanjados en el desarrollo
del trámite incidental de nulidad iniciado por el demandado con
fundamento en estos motivos, mediante decisiones que han hecho
tránsito a cosa juzgada. De esta manera, se recuerda que con auto de
26 de abril de 2021, el fallador de primera instancia resolvió negar los
cuestionamientos de invalidez presentados por el accionado contra
la sentencia, explicando, entre otros, que para el momento de su
adopción, la Sala disponía de quorum decisorio –ante la designación
de la doctora Velásquez Bedoya por parte de la Sala Plena de esta
Corporación–, sin que se identificaran circunstancias que hubieren
vulnerado el derecho al debido proceso de las partes. La decisión de
26 de abril fue confirmada al resolver la reposición presentada en
su contra, adquiriendo inmutabilidad luego del rechazo del recurso
de apelación. (…). Dicho ello, esta Sección excluye cualquier tipo de
pronunciamiento en ese sentido, al corresponder a una discusión
que cuenta con una determinación judicial definitiva, debidamente
ejecutoriada.

TESIS 3: [E]l ordenamiento jurídico [numeral 8º del artículo 275 de la


Ley 1437 de 2011], prevé una consecuencia clara y expresa cuando el
candidato incurra en la prohibición de doble militancia la cual, vale la
pena aclarar, ha sido definida por esta Sección como una prohibición
que no puede leerse de forma aislada, pues para determinar cuándo
una persona está inmersa o no en la causal de inelegibilidad es
necesario recurrir al texto del artículo 107 Superior y al artículo 2º
de la Ley 1475 de 2011, que se alegan vulnerados en este caso. (…).
De la transcripción de la norma Superior [artículo 107] se desprende
con claridad que está prohibido: (i) a los ciudadanos, pertenecer de
manera simultánea a dos o más partidos o movimientos políticos y,
(ii) a quienes aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones de
elección popular, apoyar candidatos distintos a los inscritos por el
partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados. Por su
parte, la ley estatutaria citada [Ley 1475 de 2011], en su artículo 2º, no
solo replica las modalidades de doble militancia previstas en la norma
constitucional, sino que además incluye otros eventos en los cuales la
prohibición se materializa. Bajo tal marco, la Sección Quinta del Consejo
de Estado, haciendo un análisis armónico de las normas en cita, ha
entendido que en la actualidad existen cinco modalidades en las que
se puede materializar la prohibición de doble militancia, a saber: “i) Los
ciudadanos: “En ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer

564
simultáneamente a más de un partido o movimiento político.” (Inciso 1º
del artículo 2 de la Ley 1475 de 2011). ii) Quienes participen en consultas:
“Quien participe en las consultas de un partido o movimiento político o
en consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo
proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política).
iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de
una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección,
por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones”. (Inciso 12 del artículo
107 de la Constitución Política e Inciso 2º del artículo 2º de la Ley
1475 de 2011). iv) Miembros de organizaciones políticas para apoyar
candidatos de otra organización: “Quienes se desempeñen en cargos
de dirección, gobierno, administración o control, dentro de los partidos
y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser elegidos en cargos
o corporaciones de elección popular, no podrán apoyar candidatos
distintos a los inscritos por el partido o movimiento político al cual
se encuentren afiliados. Los candidatos que resulten electos, siempre
que fueren inscritos por un partido o movimiento político, deberán
pertenecer al que los inscribió mientras ostenten la investidura o
cargo, y si deciden presentarse a la siguiente elección por un partido o
movimiento político distinto, deberán renunciar a la curul al menos doce
(12) meses antes del primer día de inscripciones.” (Inciso 2º del artículo
2º de la Ley 1475 de 2011). v) Directivos de organizaciones políticas:
“Los directivos de los partidos y movimientos políticos que aspiren
ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular por otro
partido o movimientos políticos o grupo significativo de ciudadanos,
o formar parte de los órganos de dirección de estas, deben renunciar
al cargo doce (12) meses antes de postularse o aceptar la nueva
designación o ser inscritos como candidatos” (Inciso 3º del artículo 2º
de la Ley 1475 de 2011)”,. (…). [S]e ha definido que estas modalidades
apuntan a la consecución del propósito común, de “crear un régimen
severo de bancadas en el que esté proscrito el transfuguismo
político”, pues su finalidad es, precisamente, dar preponderancia a los
partidos y movimientos políticos sobre los intereses personales de
los candidatos. Finalmente, es de anotar que se ha entendido que la
figura de doble militancia incluye a todas las agrupaciones políticas sin
importar que aquellas tengan o no personería jurídica. Sin embargo,
no se puede perder de vista que esta afirmación no es absoluta, dado
que el artículo 2° de la Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo
una excepción en esta materia, que es aplicable a cualquiera de los
eventos en los que ésta pueda presentarse.

565
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 4: En atención a que en el caso de autos se invoca la configuración


de la modalidad consistente en miembros de organizaciones políticas
que apoyan a candidatos de otra organización, se estima pertinente
reiterar los elementos que la configuran, que han sido destacados en
varias oportunidades por la Sección: “i) Un sujeto activo, según el cual
deben abstenerse de realizar la conducta prohibitiva, de un lado, los
que detenten algún tipo de cargo directivo, de gobierno, administración
o control dentro de la organización política, y de otro, los que hayan
sido o aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones de elección
popular. ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar a un
candidato distinto al inscrito por la organización política a la que se
encuentren afiliadas las personas descritas anteriormente. Ahora
bien, no se puede perder de vista que la Sección Quinta del Consejo
de Estado ha señalado que esta modalidad de doble militancia incluso
se materializa en los casos en los que la colectividad política, por
alguna circunstancia, no tiene candidato político para el respectivo
cargo uninominal, pero de manera libre, voluntaria expresa y pública
decide brindar su apoyo a determinado candidato inscrito por otro
grupo político, pues ha entendido que esos eventos el conglomerado
político opta por secundar a cierto candidato, pese a no tener uno
propio. Así las cosas, no cabe duda de que lo que esta modalidad
de doble militancia proscribe es la ayuda, asistencia, respaldo o
acompañamiento de cualquier forma o en cualquier medida a un
candidato distinto al avalado o apoyado por la respectiva organización
política. iii) Un elemento temporal, aunque no está expreso en la
redacción de la norma, una interpretación sistemática y con efecto
útil de esta disposición impone colegir que la modalidad de apoyo de
doble militancia solo puede ejercerse en época de campaña electoral,
la cual comprende desde el momento en el que la persona inscribe
su candidatura hasta el día de las elecciones. Esto es así, porque
solo durante ese lapso se puede hablar de candidatos en el sentido
estricto de la palabra, y por ende, solo en este espacio de tiempo se
podría ejecutar la conducta que la norma reprocha, es decir, el apoyo
a las candidaturas.”. En cuanto el elemento de la conducta prohibitiva,
resultan ilustrativas las siguientes consideraciones del fallo del 3 de
diciembre de 2020 de esta Sala de Decisión, a través de las cuales a
partir de la jurisprudencia de la Sección, se precisaron aspectos tales
como: (i) la estructuración del apoyo exige necesariamente la ejecución
de actos positivos y concretos en favor del candidato perteneciente a
otro partido político. (ii) Los actos de acompañamiento político pueden
provenir de una sola actuación, de una sola manifestación de apoyo

566
o de actividades concatenadas; (ii) El apoyo indebido se configura de
manera independiente al resultado electoral obtenido por el candidato
asistido. (iv) La probanza del comportamiento prohibido debe aflorar
de manera evidente o de bulto, es decir, revistiendo al operador judicial
de elementos de juicio que permitan superar toda duda razonable. (v)
El actuar objeto de sanción se centra en el ofrecimiento de apoyos, y no
en el recibimiento de respaldos por parte de un candidato. (…). De otra
parte, se estima pertinente reiterar que la doble militancia en nuestro
ordenamiento jurídico es tridimensional, es decir, no solo irradia la
disciplina partidista, sino que también protege al elector y al sistema
democrático en materias de decisión. (…). En el caso de autos tiene
especial importancia la protección de los derechos constitucionales
del elector, respecto de la cual vale la pena destacar que desde 1991
el Estado colombiano optó por estructurarse como un Estado Social
de Derecho. (…). En efecto, a la democracia representativa se le suma
de manera trascendente la democracia directa o participativa. En este
contexto, el pueblo en calidad de soberano adquiere un mayor realce,
a partir del conjunto de derechos que hace posible la participación. En
esa medida, la Constitución Política advierte que todo ciudadano tiene
derecho a participar de la conformación, ejercicio y control del poder
político; para tal efecto cuenta con la posibilidad de “elegir y tomar
parte en elecciones participando políticamente” y en los escenarios
civiles, como puede ser los mecanismos de democracia participativa
y en todos los asuntos, de cualquier índole, que les afecte. (…). Se
establece que la organización electoral debe suministrar a los votantes
instrumentos que les permitan identificar con claridad los movimientos,
partidos políticos y candidatos. En consecuencia, la ley puede
implantar mecanismos de votación que tiendan siempre a “garantizar”
el libre ejercicio del derecho del elector. (…). En consecuencia, en un
Estado Social y Democrático de Derecho la libertad del elector debe
ser amparada con el fin de poder hacer válida la democracia; de allí
que se rechace de manera enfática la manipulación del elector, propia
de los regímenes autoritarios, y se dirija el accionar del Estado a fin
de garantizar “la correcta y libre formación de la voluntad política de
la ciudadanía”. (…). En este orden de ideas, hace parte de esas reglas
de protección de la “libertad del elector” la pretensión consistente en
que en el proceso electoral, el que sea, se comporte bajo la “doble
exigencia de lealtad y claridad”. (…). De tal suerte, que en las elecciones
unipersonales, por ejemplo, el elector debe gozar de la claridad del
programa político expuesto por el candidato, así como de su lealtad
en que dicho contenido ideológico y programático no será alterado

567
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

ni cambiado por otro, ni por circunstancias electorales meramente


coyunturales y con miras a transformar un resultado electoral. (…).
En consecuencia, la “doble exigencia” proporciona legitimidad a los
procesos electorales y permite sostener el sistema democrático. (…).
Una de las formas que garantizan constitucionalmente la salvaguarda
y protección de la libertad del elector, es la prohibición de doble
militancia. En efecto, en variada jurisprudencia la Corte Constitucional
ha precisado que la prohibición a los ciudadanos de pertenecer
simultáneamente a más de un partido o movimiento político tiene
origen constitucional. En consecuencia, no es una determinación
que provenga solamente del legislador, sino que este la desarrolla
por devenir directamente de la Constitución. Así pues, la prohibición
constitucional de doble militancia surge de la confianza depositada
por el elector en un determinado y específico plan de acción política.
Confianza que no puede verse estropeada y arruinada, por la decisión
personalista y egoísta del candidato o elegido de no honrar el acuerdo
tácito –tanto programático como ideológico– con su elector.

TESIS 5: [L]a Sala resalta que no asiste razón al impugnante, pues


ninguna de las irregularidades erigidas desvanece las conclusiones
del informe, de cara al material probatorio practicado dentro del
trámite judicial acumulado –y en particular del testimonio del señor
Nicolás Ruiz Gaviria–, que permite claramente entender que las
videograbaciones capturadas en el dispositivo móvil de la señora
Daniela Martínez Gaviria guardaban identidad con el video publicado
en Twitter por el administrador de las redes sociales del accionado
durante su campaña al Concejo de Medellín para el periodo 2020-2023.
En efecto, con el propósito de preservar la prueba –y previendo su futura
supresión de la web–, el informe técnico allegado por el demandante
Cañas Jaramillo tuvo como objeto proteger la integridad del video
descrito, a partir del estudio del dispositivo celular en que había sido
capturado en aras de ser presentado ante la Justicia de lo Contencioso
Administrativo. (…). [E]l informe ratificó la existencia de la prueba en
el teléfono escrutado, así como su fuente relacionada con la cuenta
personal de Twitter @carlosazuluaga. (…). Para la Sección Quinta, la
certeza en cuanto a la identidad entre la prueba localizada en el teléfono
y lo subido efectivamente a la red del accionado no se encuentra sujeto
a hesitación alguna, comoquiera que las declaraciones rendidas por
algunos testigos (…) permiten entrever que el registro fílmico (…) fue
aquel posteado en el Twitter del demandado el 27 de octubre de 2019,
aceptando que el medio de convicción que da origen a este debate fue

568
publicado en la página del hoy demandado. (…). Así las cosas, para esta
Judicatura es claro que para el día de las elecciones territoriales de
2019, en el perfil personal de Twitter del demandado, fue publicada
la videograbación a la base de esta causa judicial acumulada, que
acto seguido fue descargada y capturada en el dispositivo celular de
la señora Martínez Arias, sometido al examen técnico del Laboratorio
de Informática Forense DPHIR S.A.S., resultando de esa valoración
la existencia del registro fílmico. (…). Lo anterior significa que si
bien los análisis se desarrollaron días después a la publicación del
registro fílmico, el video (…) fue subido al espacio digital algunas horas
antes al cierre de las urnas en las justas de 2019, esto es, durante
el desarrollo de la etapa electoral, sin que el desarrollo ulterior de
las experticias pueda conllevar comprender que la videograbación
no tuvo lugar en el marco de las referidas elecciones territoriales,
como buscan hacerlo entender el accionando y su coadyuvante.
Finalmente, la Sección Quinta del Consejo de Estado destaca que el
vacío respecto de las circunstancias de tiempo, modo y lugar que
rodearon la reunión filmada el 26 de octubre de 2019 –y difundida un
día después– no supone una inconsistencia del informe radicado por el
señor Lucas Cañas Jaramillo, si se toma en cuenta que los detalles que
caracterizaron este acto político no fueron objeto del referido medio
de convicción, que limitó su alcance a la identificación del video en el
teléfono en que previamente había sido capturado. (…). Ahora bien, la
Sala no pasa por alto que el contexto de la reunión de 26 de octubre
de 2019 es un asunto suplido mediante otras pruebas practicadas en
el expediente, y cuya efectividad probatoria se establecerá en acápites
posteriores, sin que sobre las condiciones modales del acto filmado
exista alguna ausencia, pues, se itera, se trata de aspectos que son
ratificados a través de otros medios de convicción. En suma, el cargo
no prospera, puesto que nada impedía que el Tribunal Administrativo
de Antioquia ofreciera mérito probatorio al informe técnico inicial
arrimado con la demanda radicada bajo el número 2019-03113-01 por
parte del demandante Lucas Cañas Jaramillo, con la que se persiguió
–y se persigue aún– la nulidad del acto declarativo de la elección del
señor Carlos Alberto Zuluaga Díaz como concejal de Medellín por el
Partido Conservador, y que fuera acumulada con los trámites que hoy
son conocidos por esta Judicatura.

TESIS 6: [E]l accionado solicita la aplicación de la regla de exclusión


de una presunta prueba ilícita. (…). En ese orden, la Sala se interesará
en determinar si la elaboración y divulgación de la reproducción de voz

569
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

e imagen del [demandado] (…) –que soportó el fallo de 23 de marzo de


2021– vulneró los derechos fundamentales alegados por este y, en
especial, el de la intimidad, como situación que deba llevar a la
exclusión de esta prueba en el contexto del proceso acumulado que se
adelanta en su contra. Pues bien, en lo que respecta al derecho a la
intimidad, como sustrato esencial de los Estados Democráticos en la
actualidad, su transgresión se presenta como un asunto que no puede
ser diagnosticado “ex ante”, pues pende del análisis de los rasgos
definitorios de los casos puestos en consideración de la Judicatura y,
por consiguiente, del despliegue de exámenes casuísticos que tomen
en cuenta si, de cara a las particularidades, el solicitante de la
protección “…en realidad podía suponer o confiar que las informaciones
o contenidos [que lo conciernen] no podrían circular”. (…). [L]a
“expectativa de privacidad” busca establecer si las condiciones de
injerencia en los diferentes planos de la vida de las personas pueden
ser tenidas como constitucionales o, si por el contrario, deben ser
descartadas de pleno derecho por irrumpir ilegalmente en su órbita
más íntima, conectada con el principio fundante de la dignidad humana.
En su concreción práctica, el parámetro que se comenta [expectativa
de privacidad] se distingue por la realización de 2 fases de estudio. En
un primer momento, los análisis se centrarán en conocer si el
ciudadano que depreca la salvaguarda de la intimidad “…puede
considerar válidamente que su actividad se encuentra resguardada de
la interferencia de otros”, para, posteriormente, juzgar si dicha
valoración resulta o no oponible a los terceros que pretenden acceder
a la información o a difundirla. (…). De esta manera, se ha comprendido
que los sucesos ocurridos en ubicaciones espaciales privadas o semi–
privadas –cuando han sido retratados en fotografías, grabados o
puestos en forma de mensaje de datos– requieren para su elaboración
y divulgación de la autorización expresa de quienes aparecen allí,
requisito sin el cual las pruebas deben ser desestimadas en los
procedimientos administrativos y procesos judiciales de acuerdo a las
prescripciones normativas plasmadas en el inciso final del artículo 29
la Carta Política de 1991. (…). [L]a jurisprudencia construida por la Sala
especializada en asuntos electorales de esta Corporación ha admitido
que los actos registrados en espacios públicos o semi–públicos tienen
valía probatoria –sin importar la existencia de consentimiento–,
producto de que bajo estas circunstancias la “expectativa de privacidad”
de quienes se ven involucrados se reduce, de cara a la situación a la
que se encuentran expuestos. (…). De ello se desprende que la toma y
difusión de videos que muestran el desarrollo de actos políticos en

570
lugares públicos o semi–públicos se tienen como válidas y no
desconocedoras del derecho a la intimidad, pues, se itera, no
comprenden, en principio, manifestaciones de la vida privada de
quienes se encuentran concernidos. (…). Pero además de lo anterior, la
“expectativa de privacidad” ha sido igualmente sometida al carácter
público o privado de la información que se registra en los videos,
siendo menor la protección ofrecida por el derecho a la intimidad en
tanto más se aleja de asuntos pertenecientes a la órbita privada de las
personas. (…). Para la Sala, la descripción del escenario en el que tuvo
lugar el evento permite concluir que, lejos de tratarse de un sitio
privado o semi–privado, el marco en el que fuera tomado el registro
foto–fílmico correspondió a un espacio semi–público en el que un
grupo de personas se dio cita con el propósito de dialogar asuntos
relativos a la campaña electoral que rodeó la elección territorial de
2019 en el Departamento de Antioquia. En efecto, del análisis de la
videograbación no se advierte que su elaboración hubiere sido
efectuada en un recinto que permitiera al demandado desarrollar
plena o parcialmente su vida íntima sin la interferencia de terceros –
rasgo indeleble de la privacidad de un lugar–, pues, por el contrario, su
intervención se inscribió en el ambiente de un encuentro plural de
ciudadanos pertenecientes al Partido Conservador Colombiano que,
coyunturalmente, fueron convocados para sondear aspectos políticos
de la jornada electoral del día siguiente. (…). En este punto, se resalta
que, de conformidad con la jurisprudencia de la Corte Constitucional,
los lugares semi–privados reúnen comúnmente a personas cuyos
comportamientos y conductas están reguladas por códigos de
convivencia y reglas preestablecidas –v. gr., sedes de trabajo,
establecimientos educativos y religiosos–, diferenciándose de los
espacios semi–públicos por la vocación de permanencia de las labores,
pues para el caso de estos últimos la confluencia se produce para la
puesta en marcha de una actividad puntual y no de actividades
cotidianas como sucede con los primeros. (…). [L]a Sala debe tener por
acreditado que el registro fílmico examinado fue grabado en un espacio
semi–público en el cual, el demandado no podía considerar válidamente
que su actividad estuviere completamente resguardada del escrutinio
ajeno, puesto que el grado de exposición al que estuvo sometido
reducía paralelamente su “expectativa de privacidad” y, por
consiguiente, el amparo de su derecho a la intimidad frente a las
intromisiones experimentadas que, para el caso particular, provinieron
del interior de su campaña. De esta manera, esta Judicatura considera
que, contrario a lo defendido por el recurrente, el contexto en el que

571
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

fuera recobrada la videograbación impide que su valoración probatoria


se supedite a la existencia o no de un consentimiento para su
elaboración y/o difusión, al no haber sido ejecutada en el ámbito
privado o semi–privado del accionado, sino tan solo en su esfera semi–
pública, dando constancia de declaraciones dirigidas a un conjunto
nutrido de personas. (…). Ahora bien, en segundo lugar, (…) la Sala
resalta que una observación detenida del registro analizado conlleva
concluir que el [demandado] (…) conoció de primera mano su
elaboración durante el desarrollo del acto político filmado, como
consecuencia de la cercanía de la cámara empleada, que incluso
motivó a muchos de sus acompañantes a fijar la mirada en ella –(…)–,
sin que dentro de la toma se pueda corroborar la desaprobación del
demandado al gesto desplegado por su administrador de
comunicaciones. (…). Ahora bien, y aunque el testigo refiere igualmente
que el accionado no percibió que estaba siendo grabado, la Sala
desestima el dicho, pues un análisis detenido del medio de convicción
referenciado –video subido a Twitter– permite corroborar que, habida
cuenta de la aproximación de la cámara y el espacio en el que se
estaba desarrollando el acto–, el acusado debió percibir la grabación,
a la manera como lo hicieron sus demás acompañantes. (…). En ese
sentido, y más allá de lo referido por el testigo, lo cierto es que para la
Sala, con base en las reglas de la sana crítica, el registro fílmico sí fue
conocido en ese momento por el accionado que no se opuso a él, como
se colige también de la cinta que no muestra una actitud negacionista
atribuible al accionado. (…). En tercer lugar, la Sala no pasa por alto que
la videograbación arrimada con las demandas de nulidad electoral
formuladas contra el accionando no contiene declaraciones vinculadas
a informaciones del ámbito privado de éste, comoquiera que éstas se
relacionan con aspectos de trascendencia democrática. (…). [L]a
videograbación no plasmó datos personalísimos del acusado –que por
ese hecho hubieren requerido de autorización para su tratamiento–
comoquiera que correspondieron a informaciones con una relevancia
colectiva, expresadas por quien postuló su nombre en el certamen
democrático, proyectándose en el ámbito territorial como una figura
pública, susceptible de ser grabada en su voz e imagen, particularmente
en aquellos pronunciamientos hechos por fuera de su propia intimidad.
En cuarto lugar, esta Judicatura considera que si bien, de acuerdo con
el testimonio del señor Nicolás Ruiz Gaviria, la administración de la red
social Twitter fue completamente delegada por la parte accionada a él,
ello no obsta para entender que la titularidad siempre reposó en el
demandado –comoquiera que las funciones eran desarrolladas en su

572
nombre– y que cualquier tipo de falencia en el control del manejo
responde a un asunto interno de su campaña que no puede ser utilizado
para justificar el quebrantamiento del ordenamiento jurídico electoral.
(…). Así, se entiende que la delegación en la gerencia y gobierno de las
plataformas digitales y, por ende, del contenido subido a ellas, no
exime de responsabilidad a sus titulares, toda vez que les resulta
siempre imputable, al emplear su identidad, por lo que la información
posteada no puede ser reprochada bajo el argumento de la no
administración de la red social en la que se genera o por la ausencia
de su consentimiento, comoquiera que es obligación del delegante
velar por el adecuado uso de sus redes sin desprenderse completamente
de la gestión de éstas. (…). En otras palabras, el encargo ofrecido
imponía al accionado un correcto seguimiento “ex ante” y “ex post” al
contenido publicado por su administrador digital, por lo que, en
principio, las deficiencias ocurridas en este actuar no puedan servir
como eximente de responsabilidad para desconocer el imperio
normativo del instituto de la doble militancia política. En ese mismo
orden, y frente a la cadena de autorizaciones que regían el vínculo
contractual entre el demandado y el señor Ruiz Gaviria, la Sala
encuentra que, más allá de sus dichos, en el expediente no reposa
prueba que los valide, siendo de su carga probatoria demostrar a
través de los medios pertinentes –contratos– las condiciones a las que
estaba sujeto ese pacto obligacional. En quinto lugar, se destaca que la
decisión de no excluir la videograbación de 26 de octubre de 2019,
adoptada por el fallador de primera instancia y esta Sección, no vulnera
el precedente judicial establecido en la sentencia de 6 de octubre de
2016, dictada por esta Sala en la radicación 50001-23-33-000-2016-
00077-01, puesto que, por el contrario, lo ratifica. (…). En ese orden, se
colige que, lejos de transgredir la regla jurisprudencial decantada, esta
providencia la respeta, aduciendo que, por tratarse de un video tomado
en un escenario semi–público, este merece ser valorado, a la manera
como lo afirmó el Tribunal Administrativo de Antioquia en su fallo de
23 de marzo de 2021. (…). La Sala manifiesta que la diferenciación en
el tratamiento responde al escenario en el que recayó cada uno de los
referidos medios probatorios, pues mientras para el caso de la señora
Martínez Arias el objeto del informe comprendía el estudio de su
celular –ámbito personalísimo de su existencia–, la videograbación del
demandado fue tomada en un espacio semi–público en el que su
“expectativa de privacidad” era reducida por las anotaciones
previamente hechas. Finalmente, esta Judicatura manifiesta que, más
allá de las discusiones que rodean la existencia del consentimiento

573
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

para la toma y publicación del video referido, lo cierto es que el mensaje


de respaldo existió en la realidad y fue dirigido a lo menos a los 20
acompañantes que en el marco de la reunión de 26 de octubre de 2019,
se hicieron presentes en el sector de San Juan de la Comuna 13 de la
ciudad antioqueña. En términos simples, los actos de apoyo fueron
puestos en marcha en la realidad sin que las elucubraciones jurídicas
en punto del consentimiento puedan ocultar lo sucedido. En suma, y en
respuesta al segundo de los interrogantes erigido en el marco de esta
sentencia, esta Sección afirma que, en contravía del accionado, el video
de 26 de octubre de 2019, posteado el 27 siguiente en su cuenta oficial
de Twitter, no debe ser excluida de este trámite judicial.

TESIS 7: La Sección destaca que se trata de una prueba [el video]


sobre la que no existen discusiones relativas a su autenticidad, toda vez
que su autoría está ciertamente acreditada dentro del plenario, siendo
atribuida al señor Nicolás Ruiz Gaviria en su calidad de administrador
de las redes sociales del accionado en el desarrollo de la campaña
política que precedió su elección como concejal de Medellín para el
periodo 2020-2023. Una lectura detenida de la declaración permite
sostener que, tal y como fuera concluido por el fallador de primera
instancia, en las justas electorales de 27 de octubre de 2019, el
demandado acompañó, en reunión adelantada con miembros del grupo
“Conservadores de vida”, la aspiración política del señor Aníbal Gaviria
Correa a la Gobernación de Antioquia, a pesar de que su colectividad,
esto es, el Partido Conservador Colombiano, había inscrito un candidato
propio a la referida elección uninominal. En efecto, la visualización de la
candidatura de Gaviria Correa como la “propia, la única…” y la convicción
en el apoyo ofrecido, motivó al Tribunal Administrativo de Antioquia a
establecer que, en el asunto de autos, el señor Carlos Alberto Zuluaga
Díaz había incurrido en la conducta prohibida por el inciso 2° del
artículo 2° de la Ley 1475 de 2011, que proscribe la ayuda y, en general
el respaldo, de aspiraciones no avaladas por el partido, movimiento
o grupo significativo de ciudadanos al cual se pertenece. Bajo este
panorama, la Sala encuentra que ninguna de las alegaciones erigidas
en el recurso de apelación –(…)– enervan las conclusiones a las cuales
arribó el a quo. (…). Para la Sala, revisado el expediente se tiene que
como lo señala el demandado la aspiración de Juan Camilo Restrepo
Gómez fue objeto de una solicitud de revocatoria de inscripción ante el
CNE, identificada con el número 17274-19, que fuera negada mediante
Resolución N°. 5096 de 24 de septiembre de 2019, confirmada a
través de decisión N°. 1181 de 3 de marzo de 2020. (…). [L]a Sección

574
Quinta del Consejo de Estado considera que la simple existencia de
una solicitud de revocatoria de inscripción no permitía al demandado
apoyar la candidatura –mediante el pronunciamiento de un mensaje
de respaldo–avalada por una agrupación política distinta a la suya,
máxime si se comprende que, tal y como ocurrió en el caso particular,
la decisión que denegó primigeniamente la revocatoria fue adoptada
con más de un mes de anticipación a la realización de las elecciones de
27 de octubre de 2019, dando claras muestras de certidumbre respecto
de la solidez de la aspiración de Juan Camilo Restrepo Gómez por el
Partido Conservador. La coyuntura política vivida en el Departamento
de Antioquia –como consecuencia de la no participación de las
autoridades políticas regionales en la designación del candidato único
del conservatismo a la Gobernación (Juan Camilo Restrepo Gómez)– no
puede servir de excusa para desconocer los mandatos imperativos de
una norma de orden público –artículo 2.2. de la Ley 1475 de 2011– que,
de manera contundente, exige el respeto de la disciplina partidista como
sustrato del principio democrático acogido en la Carta Política de 1991,
como en otras oportunidades lo ha sostenido esta Sección, cuando
la prohibición ha querido ser exceptuada mediante determinaciones
adoptadas al interior de los partidos. (…). [E]sta Judicatura esgrime
que esta circunstancia –apoyo dado a Juan Camilo Restrepo Gómez,
candidato a la Gobernación de Antioquia por el Partido Conservador–
no dispone de la prosperidad para neutralizar las conclusiones de
respaldo halladas por el fallador de primera instancia, toda vez que
lo cierto es que, además de los presuntos apoyos que se pretendieron
dar al candidato oficial del Partido Conservador, el demandado declaró
su respaldo a la aspiración del señor Aníbal Gaviria Correa, mediante
un mensaje contundente que lo presentó frente a su electorado –por lo
menos a sus seguidores en la red de Twitter– como su fórmula política
a la Gobernación del Departamento de Antioquia. En términos llanos, la
ayuda ofrecida a un candidato extraño no se desvanece por los apoyos
paralelos que se conceden al propio. (…). El acto de publicación se
constituye (…) un gesto de auxilio político que es reprochado a la luz
de las previsiones del ordenamiento jurídico electoral. (…). Si bien la
manifestación expresada por el demandado no se constituye en una
invitación directa a votar por el señor Aníbal Gaviria Correa, esta Sección
reconoce que el favorecimiento –exigido por la jurisprudencia de esta
Sala– se deriva en esta oportunidad de un respaldo o adhesión que
catapultó esta aspiración como aquella que representaba los intereses
del accionado de cara a sus seguidores en Twitter, sin importar que
de forma explícita no solicitara ejercer el derecho al sufragio activo

575
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en beneficio de ese candidato0. En ese orden, se itera, cualquier acto


positivo y concreto que denote apoyo –lo que trasciende el hecho de
invitar a votar por una aspiración determinada– (v. gr., la demostración
de un respaldo económico), transgrede la prescripción constitucional
y estatutaria que impone la disciplina de partido en este contexto. (…).
Para la Sala basta con remitirse al testimonio del señor Nicolás Ruiz
Gaviria para despachar negativamente este alegato, puesto que, en su
condición de testigo y autor del video, ratificó el contenido del mismo,
pretendiéndolo justificar en los argumentos que en la actualidad se
estudian. En este punto, se indica que la declaración de este testigo
–lejos de estar circunscrita a demostrar la autenticidad del video–,
fue solicitado por los demandantes para que depusiera sobre todas
aquellas circunstancias que le constaren en relación con los hechos de
los libelos genitores. (…). En ese orden, no es cierto que las imágenes y
reproducciones de la documental analizada no cuenten con refrendación
probatoria adicional en el expediente. (…). La Sección estima que esta
premisa resulta desconocedora de los avances tecnológicos y de la
manera como se han empleado para efectuar proselitismo partidista. En
consonancia, la Sala estima que las plataformas digitales son campos
en los que pueden desarrollarse apoyos políticos, a la manera como
lo ha reconocido entre otros asuntos en decisiones de 3 de diciembre
de 2020, 1° de julio de 2021 y 29 de julio de la presente anualidad,
en las que los mensajes de datos y capturas de pantalla desprendidas
de las redes sociales adquieren la valía de actos susceptibles del
respaldo que censura la doble militancia en su modalidad de apoyo.
(…). Esta Judicatura recuerda que la causal de prohibición estudiada
no se supedita a la potencialidad de las voluntades que pudieron ser
convencidas a través del acto de respaldo, toda vez que no se trata
de un requisito exigido por la normatividad electoral; requiriéndose tan
solo la existencia del apoyo. En este punto, se esgrime que la nulidad
electoral busca proteger desde una órbita objetiva las prescripciones
normativas que hacen parte de este subsistema jurídico, sin interesarse
en aspectos como la antijuridicidad de la conducta que desconocen
la esencia misma de este medio de control, como punto nodal que lo
diferencia de otros mecanismos judiciales. Finalmente, la Sala resalta
que el apoyo brindado por el accionado a la candidatura de Aníbal
Gaviria Correa está igualmente acreditado mediante una captura de
pantalla que, además de la videograbación de 26 de octubre de 2019,
fue posteada en su cuenta oficial de Twitter el 27 de octubre de 2019
–sin que exista en su contra tacha de falsedad. (…). De todo lo anterior,
se desprende que para las elecciones territoriales de 27 de octubre

576
de 2019, el [demandado] (…) acompañó una aspiración distinta a la
inscrita por el Partido Conservador a la Gobernación de Antioquia, que
había avalado su postulación democrática al Concejo de Medellín para
el periodo constitucional 2020-2023.

TESIS 8: Desde la perspectiva de este cuestionamiento, la doble


militancia por apoyo no puede tener lugar el día de las elecciones, al
tratarse de una fecha en la que el ordenamiento –específicamente
el artículo 10° de la Ley 163 de 1994– prohíbe la puesta en marcha
de actos de propaganda política, únicos comportamientos a través
de los cuales puede llegarse a incurrir en esa causal de nulidad. (…).
Pues bien, bajo el contexto descrito, la Sala expresa que no asiste
razón al accionado por las razones que puntualmente se explican. (…).
Un estudio de la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de
Estado permite aseverar que el día de las elecciones se constituye en
el extremo final en que puede tener lugar la conducta prohibida que
se pretende evitar mediante la institucionalización constitucional y
estatutaria de la doble militancia en su modalidad de apoyo. (…). Se
decanta de lo reproducido que si bien el inciso 2° del artículo 2° de
la Ley 1475 de 2011 no hace referencia expresa al periodo o plazo en
el que deben producirse los apoyos, una interpretación sistemática y
con efecto útil de la norma conlleva aceptar que la configuración de
la asistencia indebida debe suceder en el contexto de la campaña
política, toda vez que “…solo durante ese lapso se puede hablar de
candidatos en el sentido estricto de la palabra”; término que se
extiende desde el momento en el que el ciudadano acusado inscribe
su aspiración y hasta la fecha de la elección. Lejos de corresponder
a una hermenéutica caprichosa, la extensión del elemento temporal
hasta la fecha de la elección, incluido este día, responde a una filosofía
que respeta la finalidad para la cual fue estatuida esta proscripción por
parte del legislador de 2011, consistente en salvaguardar la disciplina
partidista durante todo el procedimiento eleccionario, que supone no
solo honrar las candidaturas inscritas por su partido o movimiento
durante el desarrollo de la campaña, sino a la vez, respetarlas el día de
la elección, cuando los ciudadanos acuden a las urnas para ejercer su
derecho al voto. Una interpretación distinta llevaría a contradicciones
insalvables, que admitirían que aunque a los candidatos les está vedado
con anterioridad a la elección apoyar o respaldar aspiraciones inscritas
por colectividades políticas diferentes a las suyas, dicha prohibición
desaparecería el día de la elección, en el clímax mismo del trámite
democrático, habilitando los acompañamientos ilegítimos que busca

577
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

depurar el sistema jurídico electoral a través de esta causal de nulidad.


En ese orden, la Sección se ha decantado por construir una regla que
comprende toda la actuación democrática –desde la inscripción del
candidato y hasta la fecha en que tiene lugar la elección, incluida esta–
con el propósito de velar por la teleología de la prohibición comentada
y la coherencia del orden jurídico interno que para su eficacia exige
la supresión de intelecciones discordantes que lleven a vaciar de
contenido las normas que lo componen. (…). De ello se deriva que una
hermenéutica armónica entre el dicho de la Corte [Constitucional] y las
reglas erigidas por esta Judicatura, lleva a comprender que la doble
militancia en su modalidad de apoyo –además de cristalizarse durante
la campaña electoral (“ratio decidendi” de la sentencia del alto Tribunal
constitucional)– puede igualmente tener lugar el día de la elección,
cuando el desconocimiento de la previsión se produce allí, beneficiando
mediante la puesta en marcha de actos positivos y concretos –como
sucede en esta oportunidad– empresas proselitistas avaladas por otras
corrientes políticas. Establecido ello, resta a la Sala esclarecer que,
como se ha sostenido hasta aquí, la conducta cristalizadora de la doble
militancia podrá consistir en cualquier comportamiento con el que se
favorezca “…los intereses del otro candidato en el debate electoral”,
postulando un concepto jurídico indeterminado que deberá ser
completado en cada caso sometido al estudio de los jueces electorales.
Así, la doble militancia puede materializarse en acompañamientos,
auxilios, promociones, ayudas, ventajas que, sin importar la naturaleza
–dineraria o no, de dar o hacer– se dirigen a apoyar candidaturas
ajenas a las del partido del que se es militante. Por consiguiente,
trascendiendo la discusión de si la grabación y publicación del video
se presentan como actos de propaganda electoral –proscritos el día de
la elección, a las voces del artículo 10° de la Ley 193 de 1994–, dichos
actos se constituyen en suma en actos de respaldo que buscaron
posicionar la aspiración del señor Aníbal Gaviria Correa por la coalición
“Es el momento de Antioquia”, como la fórmula política del demandado
a falta de algunas horas para el cierre de las urnas en contravía de
los intereses del Partido Conservador Colombiano, adhiriendo a una
candidatura ajena a la auxiliada por esa colectividad. En otros términos,
no solo la propaganda electoral conlleva doble militancia, sino cualquier
conducta que se muestre como provechosa de candidatos extraños a la
agrupación matriz del acusado. Precisado lo anterior, el cargo se niega.

TESIS 9: La Sección no accederá a la inaplicación de los postulados


del artículo 328 del C.G.P., rector de la competencia de los operadores

578
judiciales en segunda instancia, teniendo en cuenta la fuerza normativa
del principio de la justicia rogada que orienta el funcionamiento de la
Jurisdicción Contencioso–Administrativa –que impone que las partes
esbocen las razones por las cuales debe desvirtuarse la presunción
de legalidad de los actos administrativos (para este caso de los actos
electorales)– y porque no se advierte que con la aplicación de esa
norma se transgredan previsiones de orden constitucional que hagan
necesaria su entrada en el presente escenario contencioso. Así las
cosas, la petición será desestimada. (…). De acuerdo con lo expuesto,
para la Sala especializada en asuntos electorales del Consejo de
Estado la decisión de 23 de marzo de 2021 debe ser confirmada, al
configurarse la totalidad de los presupuestos de la doble militancia
por apoyo contenida en el artículo 2.2. de la Ley 1475 de 2011, al
encontrarse demostrado que: (i) el demandado fue un candidato
avalado por el Partido Conservador Colombiano al Concejo de Medellín
en el contexto de las elecciones territoriales de 27 de octubre de 2019
–elemento subjetivo, acreditado con los formularios E-6 CON obrantes
en el expediente–. (ii) el Partido Conservador Colombiano inscribió la
candidatura de Juan Camilo Restrepo a la Gobernación de Antioquia
–elemento modal de la conducta probado a través de los formularios
E26 allegados al trámite–. (iii) el demandado apoyó la candidatura
de un aspirante distinto al inscrito por el Partido Conservador en el
marco de la contienda electoral que caracterizó la designación del
Gobernador de Antioquia para el periodo 2020-2023, a saber, la del
señor Aníbal Gaviria Correa a través de la grabación y publicación de
un video de adherencia a su candidatura el 27 de octubre de 2019, a
través de su red social Twitter como se vio.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ALVAREZ PARRA

TESIS 1: [S]i bien las conceptualizaciones ayudan a comprender


el asunto objeto de debate, no puede abusarse de ella y traer a
colación todas las materias colaterales, pues, se corre el riesgo
de desarticular la sentencia y tornar ininteligible el fallo. (…). [L]a
temática de este segmento son consideraciones que hacen referencia
a los cargos uninominales por voto popular, a su sometimiento al
voto programático, y a la manipulación del elector, todas situaciones
ajenas a los supuestos fácticos que acompañan la causa de nulidad
electoral contra la elección del [demandado]. Debe recordarse que

579
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

conforme al artículo 280 del Código General del Proceso, la sentencia


debe limitarse al examen crítico de las pruebas, y a los razonamientos
constituciones, legales, de equidad y doctrinarios “estrictamente
necesarios” para fundamentar las conclusiones, exponiéndolos con
“brevedad y precisión”, sin demeritar la justa y adecuada decisión.

TESIS 2: Al respecto impera señalar que la sentencia de segundo


grado, tiene unos límites claramente previstos en la ley procesal. En
primer lugar, debe respetarse el principio de congruencia consagrado
en el artículo 320 del CGP, aplicable por virtud del artículo 306 del
CPACA, según el cual, el recurso de apelación tiene por objeto que
el superior examine la cuestión decidida “únicamente en relación
con los reparos concretos formulados por el apelante” para que el
superior revoque o reforme la decisión. En segundo lugar, en razón al
principio de la no reformatio in pejus, el juez ad quem no puede hacer
más gravosa la situación del apelante único, que se enmarca dentro
de los principios procesales a que hace alusión el artículo 103 y la
regla consignada en el artículo 187 del CPACA. De igual manera, hace
parte de estos límites procesales, el principio de preclusión, descrito
en el artículo 207 del CPACA que dispone que, agotada cada etapa
del proceso, el juez ejercerá dicho control para sanear los vicios que
acarrean nulidades, los cuales, salvo que se trate de hechos nuevos no
se pueden alegar en las etapas siguientes. Así, por ejemplo, según las
voces del artículo 102 del CGP, los hechos que configuran excepciones
previas, no pueden ser alegados como causal de nulidad por el
demandante, ni por el demandando que tuvo oportunidad de proponer
dichas excepciones. Estos postulados orientan la labor del juez ad
quem, quien no puede arrogarse competencias adicionales, salvo que
el legislador procesal así lo prevea, tal como lo dispone el artículo
328 inciso 1º del CGP. En el presente caso, está claro que la RNEC no
propuso esta excepción en el momento oportuno, como lo señala el
artículo 172 del CPACA, esto es, dentro del término para descorrer
el traslado de la demanda, sino que presentó la excepción de “falta
de legitimación en la causa”, en los alegatos de conclusión, durante
el trámite de la primera instancia que, como bien se sabe, tiene por
objeto que las partes se pronuncien sobre las pruebas recaudadas
en el proceso y no para proponer excepciones. (…). [La] aclaración de
voto, va dirigida únicamente a señalar que, en casos como el presente,
el pronunciamiento del juez de segundo grado, debe entenderse como
excepcional, dado que el trámite de la segunda instancia está sujeto
a limitaciones procesales, como las que quedaron anteriormente

580
reseñadas, especialmente la referida a que este asunto no fue
propuesto en el recurso de apelación, por lo que esta decisión, debe
entenderse, i) procedente ante la omisión del tribunal de instancia
de pronunciarse al respecto, independientemente, de que se haya
formulado en los alegatos de conclusión ii) como consecuencia del
ejercicio del poder oficioso del juez previsto en el artículo 187 del
CPACA y iii) en tanto, se encuentre demostrada su configuración en
el proceso.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 29 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
107 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 243 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO - ARTÍCULO 328 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 211 / LEY 1437 DE
2011 - ARTÍCULO 292 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 2 NUMERAL 2 / LEY 527 DE
1999 - ARTÍCULO 16

581
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE


LOCAL DEL DISTRITO CAPITAL, INTERVENCIÓN EN GESTIÓN DE
NEGOCIOS, INTERVENCIÓN EN CELEBRACIÓN DE CONTRATOS

EXTRACTO NO. 40

RADICADO: 25000-23-41-000-2020-00347-02
FECHA: 09/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: José Ángelo Ortiz García
DEMANDADA: Yeimi Carolina Agudelo Hernández - Alcaldesa de
la Localidad de Kennedy - Bogotá D.C., período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala resolverá si el fallo impugnado debe


ser revocado, modificado o confirmado, a la luz de los argumentos
expuestos en el escrito de impugnación, que conllevan establecer: Si el
cumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato de prestación
de servicios profesionales N°. 092 de 2019 entre el Fondo de Desarrollo
Local de la alcaldía de Tunjuelito y la demandada, supusieron para ésta
una intervención inadecuada en la actividad contractual del Distrito
Capital de Bogotá, como factor inhabilitante de su nombramiento como
alcaldesa local de Kennedy, a las voces del ordinal 4° del artículo 66
del Decreto–Ley N°. 1421 de 1993.

TESIS 1: Además de lo establecido en la Constitución, la norma


transcrita [artículo 84 del Decreto-Ley 1421 de 1993] plasmó una serie
de condicionamientos al trámite de designación de los alcaldes locales,
prescribiendo el sistema que debía –y debe– ser observado por las
juntas administradoras para la elaboración de la terna –sistema del
cociente electoral– y el periodo en el que ello debe ocurrir. Así, estos
funcionarios son encargados de la administración del sector local del
Distrito Capital –que junto a los sectores central y descentralizado
conforman la estructura administrativa de la ciudad de Bogotá–,
cumpliendo principalmente competencias que, (…), se relacionan con la
tarea de articulación y coordinación de las políticas distritales en cada
una de las localidades en las que se divide el territorio capitalino. De
acuerdo con el Decreto–Ley N°. 1421 de 1993, quienes aspiren a ser

582
escogidos alcaldes locales deberán ser (i) ciudadanos en ejercicio y (ii)
haber residido o desempeñado actividades profesionales, industriales,
comerciales y/o laborales en la respectiva localidad “durante los dos
años anteriores a la fecha de la elección o del nombramiento”, a las voces
del artículo 65 ejusdem. (…). [El inciso 4° del artículo 84 del Decreto–
Ley N°. 1421 de 1993] significa que no podrán ser alcaldes locales las
personas que se encuentran cobijadas por cualquiera de las causales de
inhabilidad que el legislador extraordinario de 1993 ha consagrado para
los ediles, edificando entonces un régimen de inelegibilidad taxativo
y expreso para estos funcionarios, que distingue al Decreto–Ley N°.
1421 de otros cuerpos normativos que regulan la existencia de esta
figura –alcalde local– en entidades territoriales como, v. gr., el Distrito
Turístico y Cultural de Cartagena de Indias, en los que no se plasma un
listado específico de inhabilidades para los referidos servidores. Por
consiguiente, el mandato del artículo 84 ejusdem conlleva la aplicación
de los motivos de inhabilidad establecidos en el artículo 66 del Decreto–
Ley N°. 1421 de 1993 y, particularmente, del contenido en el ordinal 4°
de la norma. (…). Una lectura detenida de la disposición [ordinal 4 del
artículo 66 del Decreto Ley 1421 de 1993] permite advertir claramente la
estructura gramatical del mandato, en el que se conjuga, además de un
presupuesto temporal, una serie de calidades y conductas –presupuesto
modal–, que impiden que quien se encuentre en las situaciones descritas
pueda acceder al cargo de alcalde local en cualquiera de las localidades
creadas por el Concejo Distrital.

TESIS 2: En este punto, se recuerda que para la delegada del


Ministerio Público en esta instancia el presupuesto temporal de la
norma erigida en el artículo 66.4 del Decreto–Ley N°. 1421 de 1993
debe tener como extremo temporal para su cómputo la fecha de
nombramiento del alcalde local, y no el día de la inscripción de su
candidatura, pues no corresponde a un servidor elegido popularmente,
que deba registrar su postulación para acceder a la dignidad. Pues bien,
para esta Judicatura, la redefinición propuesta por la Vista Fiscal no
resulta adecuada. (…). En primer lugar, si bien los alcaldes locales son
funcionarios designados por el alcalde mayor de la ciudad de Bogotá
–respecto de los que no media directamente la voluntad popular–, lo
cierto es que el procedimiento para la conformación de las ternas de
las que resulta su escogencia –a cargo de las juntas administradoras
locales– supone una inscripción para el postulante que pretende ser
nombrado alcalde local. (…). De conformidad con ello [artículo 2° del
Decreto Distrital N°. 1350 de 2005], la inscripción de los aspirantes

583
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

–como hecho equivalente al registro de candidaturas populares–


se presenta como una de las etapas del trámite que precede a la
escogencia de estos funcionarios, existiendo entonces un extremo
claro para el conteo de los tres meses que consagra el artículo 66.4
del Decreto–Ley N°. 1421 de 1993, sin que su entendimiento deba
extraviarse. En segundo lugar, se trata de una interpretación que ha
sido hasta aquí ratificada por la jurisprudencia de la Sección Quinta del
Consejo de Estado, la cual ha considerado que la fecha de inscripción
determina el momento a partir del cual deben contabilizarse los
tres meses a los que se refiere la disposición normativa analizada
para el caso de los alcaldes locales. (…). Finalmente, y a la luz del
principio de taxatividad que pregona una hermenéutica restrictiva de
las causales de inhabilidad en el ordenamiento colombiano –y sin que
existan, en principio, fundamentos totalmente claros para desconocer
la literalidad de la norma–, la Sala encuentra que los tres meses
descritos en la arquitectura gramatical del artículo 66.4 del Decreto–
Ley N°. 1421 de 1993 deben tener como punto nodal la inscripción
de la candidatura del postulante al empleo de alcalde local, por
así disponerlo la norma y adecuarse a las condiciones propias del
procedimiento que caracteriza su escogencia.

TESIS 3: La intervención en la gestión de negocios es una de las


constantes en los regímenes de inhabilidad que busca impedir
que aquellos sujetos que han desplegado conductas tendientes
a establecer aproximaciones con órganos estatales –en aras de
obtener beneficios patrimoniales o extrapatrimoniales para sí o para
terceros– accedan a los cargos del Estado. (…). En definitiva, se trata
del conjunto de actuaciones que allanan el camino para la obtención
de consecuencias jurídicas provechosas en favor del posteriormente
elegido o nombrado, sin importar que las mismas se materialicen.
Resta destacar que, para el caso de los alcaldes locales de Bogotá,
las diligencias de aproximación deberán ocurrir dentro de los 3 meses
anteriores a la postulación de la candidatura a instancias de cualquier
autoridad que haga parte del organigrama del Distrito Capital.

TESIS 4: [L]o que interesa para la cristalización de la intervención


en la celebración de contratos es la fecha de suscripción del negocio
y que el evento referido se hubiere cumplido dentro de los 3 meses
anteriores a la presentación de la candidatura del aspirante a alcalde
local. En este punto, la Sala advierte que, como lo ha sostenido en
pronunciamientos pretéritos, la ejecución de los contratos no es

584
tenida en cuenta para la configuración de este motivo inhabilitante,
comoquiera que, se itera, su estudio recae exclusivamente en el día en
que tuvo lugar el perfeccionamiento de las voluntades que llevaron a
la existencia del vínculo contractual, de conformidad con los requisitos
que para el efecto erige la Ley. (…). De acuerdo con el derecho pretor
del alto tribunal de lo Contencioso–Administrativo, esta circunstancia
[Quienes “...dentro de los tres (3) meses anteriores a la inscripción de
la candidatura (…) hayan ejecutado en la localidad contrato celebrado
con organismo público de cualquier nivel…”] se produce luego de que
existe prueba de: (i) la celebración de un contrato entre el accionado
y un organismo público de cualquier orden –no solo del Distrito
Capital–; (ii) que su ejecución ha tenido lugar dentro de los tres meses
anteriores a la inscripción de la candidatura; (iii) que la ejecución ha
ocurrido en la localidad en la que el demandado ha sido nombrado
alcalde local. Es decir, a la luz de este motivo, la ejecución de las
obligaciones contractuales se presenta como el punto trascendental
que se prohíbe, condicionado a presupuestos no solo de naturaleza
temporal –ejecución en los 3 meses anteriores a la postulación de la
candidatura–, sino también a elementos territoriales –ejecución en la
localidad para la que fue designado–.

TESIS 5: [L]a Sala destaca que la sentencia de 3 de junio de 2021 debe


ser confirmada por las [siguientes] razones. (…). [T]omando en cuenta
la suscripción del contrato –como punto nodal de la jurisprudencia
construida por esta Sección en torno a la inhabilidad consistente en
la intervención en la celebración de contratos–, el fallador de primera
instancia determinó que la firma del vínculo contractual sobrepasaba
de manera evidente el término de los tres meses plasmado en el
ya tantas veces mencionado artículo 66.4 ejusdem. Es decir que,
el Tribunal, lejos de fijarse en la ejecución del contrato –que no
corresponde a un punto que deba ser visto desde la perspectiva de la
intervención en la celebración de contratos– explicó que para el caso
concreto el elemento temporal de la causal de inelegibilidad endilgada
a la demandada no tenía lugar. Así las cosas, la Sección Quinta revela
que no es cierto que el a quo hubiere omitido por completo la presunta
intervención en la celebración de contratos en la que habría incurrido
la demandada, sino tan solo que el apelante centra su atención en un
hecho que no debe ser analizado a la hora de emprender el análisis de
esta causal, a saber, la ejecución del convenio N°. 092 de 28 de febrero
de 2019. (…). [L]a Sala recuerda que, a la manera como lo ha expuesto la
jurisprudencia de esta Sección, la ejecución de un contrato no conlleva

585
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

intervención en la gestión de negocios –que se refiere tan solo a la


puesta en marcha de conductas precontractuales–, ni mucho menos
la intervención en la celebración de contratos, fenómeno desde el cual,
la suscripción del acuerdo se presenta como el único punto adecuado
para determinar la materialización de ese motivo inhabilitante. (…). Por
todo lo anterior, y no existiendo prueba en el plenario que acredite que
dentro de los tres meses anteriores a la inscripción de su candidatura
a la Alcaldía Local de Kennedy –ocurrida el 4 de febrero de 2020–,
la demandada hubiere suscrito contratos con el Distrito Capital o
intervenido en la gestión de negocios (…), la Sección Quinta confirmará
el fallo de 3 de junio de 2021, proferido por el Tribunal Administrativo
de Cundinamarca

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 323 / CONSTITUCIÓN NACIONAL DE 1886 -
ARTÍCULO 5 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 1945 - ARTÍCULO 1 / LEY 1437 DE 2011
- ARTÍCULO 292 / DECRETO 3640 DE 1954 - ARTÍCULO 9 / DECRETO LEY 1421 DE
1993 - ARTÍCULO 66 NUMERAL 4 / DECRETO-LEY 1421 DE 1993 - ARTÍCULO 84 /
DECRETO DISTRITAL 1350 DE 2005 - ARTÍCULO 2

586
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL
REPRESENTANTE DE LOS EGRESADOS ANTE EL CONSEJO
DIRECTIVO DEL INSTITUTO TOLIMENSE DE FORMACIÓN TÉCNICA
PROFESIONAL ITFIP, FALSEDAD EN DOCUMENTO ELECTORAL,
CORRUPCIÓN DEL ELECTOR, VALOR PROBATORIO DE LA PRUEBA
EN VIDEO, TACHA DE FALSEDAD EN DOCUMENTO, ESCRUTINIO,
ANTECEDENTES DEL ACTO ADMINISTRATIVO, DOBLE VOTO

EXTRACTO NO. 41

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00026-00
FECHA: 23/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Adriana Marcela Mora Aránzazu
DEMANDADO: Juan Carlos Uribe Cortés - Representante
de los egresados ante el Consejo Directivo del Instituto
Tolimense de Formación Técnica Profesional – Itfip-
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala considera que en la presente sentencia


se deben atender los siguientes problemas jurídicos: ¿Se presentaron,
en el marco del proceso de elección del representante de los egresados
al Consejo Superior del Instituto Tolimense de Formación Técnica
Profesional – ITFIP-, irregularidades en el trámite de la votación de
los egresados habilitados, por la presunta contabilización doble de
los votos a favor del candidato ganador?, ¿Se ofrecieron dádivas a los
electores con el fin de obtener sufragios que sumaran a la candidatura
que finalmente resultó electa? De comprobarse la ocurrencia de lo
anterior, ¿tienen dichas irregularidades incidencia respecto del acto
de elección?

TESIS 1: El legislador, en su libertad de configuración, determinó


que los actos de elección o de nombramiento, son susceptibles de
ser anulados por la jurisdicción de lo contencioso administrativo en
dos circunstancias particulares: (i) en primer lugar, bajo las causales
genéricas de nulidad de los actos administrativos, de conformidad con
lo consagrado en el artículo 137 de la Ley 1437 del 2011; (ii) y de otra
parte, en los eventos específicos y especiales que se determinan en el

587
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

artículo 275 de la misma disposición legal. Así las cosas, los ciudadanos,
en ejercicio del medio de control de nulidad electoral que se dispone
en el artículo 139 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, pueden cuestionar la legalidad de los actos
de dicha naturaleza, cuando consideran que los mismos: (i) Incurren en
un desconocimiento de normas de orden superior, o fueron expedidos
sin competencia por parte de quien lo adopta o bajo la ocurrencia de una
expedición irregular, así como cuando se considera que se vulneró del
derecho de audiencia y defensa, con falsa motivación o desviación de
poder (art. 137). (ii) Se presentan circunstancias que afectan al elegido
como tal (conocidas como causales de orden subjetivo, básicamente
relacionadas con incumplimiento de los requisitos legales para ocupar
el cargo o que la persona se encuentra incursa en causal de inhabilidad,
así como los eventos de doble militancia política) o aspectos que implican
irregularidades en el proceso de votación y escrutinio (referidas a
causales objetivas, relacionadas en los numerales 1, 2, 3,4, 6, y 7 del
artículo 275 del CPACA). (…). En un primer lugar, es importante resaltar
que la redacción de la norma en mención, refiere dos situaciones
claramente disímiles: aquellos eventos en que se presentan diferencias
no justificadas entre formularios electorales que se relacionan entre sí,
y que presentan entonces, irregularidades en el proceso de escrutinio
de los votos depositados en un certamen democrático determinado.
De otra parte, se tienen aquellas situaciones en las que se evidencia
una intención deliberada de alteración del documento contentivo de los
resultados, con lo que se busca la alteración de la voluntad popular. (…).
Considerando que, bajo el concepto antes señalado, es posible que se
presenten diversas situaciones que conlleven a la configuración de la
irregularidad en comento dentro de las cuales esta Sala ha reconocido
la suplantación de electores y las diferencias entre formularios E-14 y
E-24 en elecciones por voto popular que se rigen por el Código Electoral.

TESIS 2: En primer lugar, quiere esta Sala Electoral señalar, que


si bien es cierto en su escrito de demanda, la parte actora sustentó
dicho cargo en la causal contenida en el artículo 275 numeral 1º
del CPACA, referido a la violencia sobre el elector, lo cierto es que
se interpreta del fundamento del mismo, que lo que realmente se
pretende probar al interior del presente proceso, es que se incurrió
en la práctica de corrupción conocida como compra de votos, en tanto
se señaló que presuntamente, profesores y personal administrativo
del ITFIP, ofrecieron dádivas a los votantes con el fin de conseguir
apoyos a favor del aquí demandado. (…). Esta causal fue precisada por

588
la Sección Quinta del Consejo de Estado en sentencia del 16 de mayo
de 2019, frente a un caso de nulidad electoral en el que se alegaba
que la congresista demandada incurrió en prácticas corruptas que
afectaron la pureza y libertad del sufragio, debido a que se acreditó
que lideraba una organización criminal para la compra de votos con
el fin de ser elegida senadora de la República para el período 2018-
2022. En dicha oportunidad, la Sección concluyó que actos como los
antes señalados, desconocían directamente los artículos 40 numeral
1 y 258 de la Constitución Política, normas en que deben fundarse las
elecciones de carácter popular, empero, aclaró que dada la naturaleza
objetiva del medio de control de nulidad electoral, en el análisis de
la conducta del demandado no se realizaba un juicio de culpabilidad
propio de otros mecanismos de control como la pérdida de investidura
o la acción penal, sino simplemente se verifica o desvirtúa la comisión
de las prácticas corruptas con la participación directa o indirecta
del candidato al cargo de elección popular. Además, se destacó que
la referida causal de nulidad, cuyo sustrato es el desconocimiento
de las normas antes señaladas es de naturaleza subjetiva, en razón
a que está relacionada con la conducta del candidato, por lo que era
independiente en su configuración y consecuencias a la causal de
nulidad de carácter objetivo de violencia contra el elector prevista en el
artículo 275.1 de la Ley 1437 de 2011. (…). Se precisa que si bien es cierto
la referida decisión [fallo del 16 de mayo de 2019 de esta Sección] se
hizo referencia a las prácticas corruptas adelantadas por candidatos
a cargos de elección popular -como corporaciones públicas o cargos
uninominales con dicho origen-, lo cierto es que esta Sala no osberva
(sic) impedimento alguno para hacer extensivas sus consideraciones a
otros eventos en los que el principio democrático de elección mediante
el voto directo de un estamento o grupo poblacional determinado -como,
en el caso concreto, los egresados de una institución de educación
superior, o los exrectores, o el sector productivo- es la forma en que
se escogen representantes a una instancia superior. En últimas, es
necesario considerar que el fundamento de la elección es el sufragio,
que también debe ser ejercido bajo las mismas características a que
se ha hecho referencia, es decir, ser libre y secreto.

TESIS 3: El Acuerdo No. 21 del 18 de junio 2018, el cual contiene


el Estatuto General del Instituto Tolimense de Formación Técnica
Profesional -ITFIP-, dispone en su artículo 13, que el Consejo Directivo
es la máxima autoridad de dirección y gobierno de la institución
universitaria, la cual estará integrada, entre otros, por un representante

589
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de los egresados. El parágrafo 2º de dicha norma, dispone a su vez


que dicho estamento “convocará y reglamentará mediante acuerdo
los procesos electorales, en todos sus aspectos, donde deban elegirse
representantes (…) debiendo hacerse la elección dentro de los tres
meses anteriores al vencimiento del respectivo período y por lo menos
con un mes de anticipación al vencimiento del mismo.” Para el caso que
ahora ocupa la atención de la Sala, se tiene que el Consejo Directivo
del ITFIP, adoptó el Acuerdo 03 del 14 de enero del 2021, “por medio
del cual se reglamenta la elección del representante de los egresados
graduados (…)”. (…). Tras la celebración del certamen convocado por
el Consejo Directivo del ITIFP, se tiene que el señor Juan Carlos Uribe
Cortés, resultó favorecido con la mayoría de los votos depositados en
el mismo, tal y como consta en el Acta General de Escrutinio aportada
al plenario, siendo dicha elección comunicada al elegido con oficio
de fecha 26 de marzo del corriente año y celebrándose su acto de
posesión el 15 de abril del 2021.

TESIS 4: De la lectura de las irregularidades alegadas en la


demanda, se tiene que se cuestiona la legalidad del acto de elección
del representante de los egresados al Consejo Directivo del ITFIP,
señor Juan Carlos Uribe Cortés, en tanto a juicio de la accionante
se presentó una doble votación por parte de algunas personas
habilitadas para el efecto. (…). Ante ello, resulta claro que se cumple
con la carga argumentativa requerida para el estudio del cargo, toda
vez que se señala de forma específica la mesa en la cual se presentan
las irregularidades que presuntamente afectan el escrutinio llevado a
cabo por la autoridad electoral correspondiente. Resulta importante
señalar que, de conformidad con los antecedentes del acto acusado,
se tiene que en Flandes, se ubicó por la organización del certamen una
única mesa.

TESIS 5: [E]s claro que el medio de convicción aportado por la


demandante [video], dista de la finalidad probatoria por ella señalada,
pues del mismo es imposible concluir que en efecto se estuviere
presentado una doble votación por parte de los egresados y que esta
fuera contabilizada, y mucho menos, lograr determinar cuál fue la
magnitud de la misma a efectos de determinar su incidencia respecto
del resultado electoral. (…). Así las cosas, este medio de convicción
puede dar lugar a considerar la existencia de la falta de un control
adecuado de los sufragantes que han ejercido el derecho al voto por
parte de los jurados de votación, pero no de la materialización como

590
tal del vicio de nulidad endilgado, toda vez que ello no tiene la entidad
suficiente para concluir que se presentó un doble sufragio por parte de
egresados en la mesa del municipio de Flandes.

TESIS 6: A juicio de esta Sección, los (…) oficios, más allá de demostrar
que se presentaron las correspondientes quejas ante las autoridades
inspección y vigilancia y que las mismas fueron trasladadas a otras
autoridades -como por ejemplo, la Fiscalía General de la Nación-, en
realidad no contienen elementos suficientes que permitan comprobar
la configuración de la causal de nulidad alegada en el caso concreto,
pues se insiste, de los mismos no se puede concluir que en efecto los
votos fueron depositados dos veces por parte de integrantes del censo
electoral y, mucho menos, permite evidenciar cuántos de estos fueron
efectivamente contabilizados para soportar el escrutinio reflejado en
las actas correspondientes. No obstante, del mismo [video] y de lo
consignado en el acta, no se puede extraer que tal irregularidad se
hubiese concretado en la jornada electoral, pues se reitera, se requiere
acreditar que una persona efectivamente depositó su voto en más de
una oportunidad y que la totalidad de los sufragios adicionales, una vez
excluidos del escrutinio, cambiarían el resultado eleccionario. (…). [S]
e tiene entonces que aquello que la demandante pretende hacer ver
como una irregularidad referida al depósito y contabilización doble de
votos en el proceso de elección del representante de los egresados
ante el Consejo Directivo del ITFIP, realmente refleja es una actuación
llevada a cabo por dos personas habilitadas para votar -en la mesa
única de Flandes y en una de las mesas del muncipio de Espinal-,
con lo que buscaban demostrar la falta de controles de los jurados
de votación, más no implican concluir, de forma contundente, que en
efecto en el proceso de escrutinio, los sufragantes depositaron su voto
en más de una oportunidad. Adicionalmente, se puede resaltar, que el
proceso de votación y su escrutinio fue objeto de controles posteriores,
como pasa a explicarse a continuación. (…). [D]e las documentales (…),
se tiene entonces que la manifestación efectuada por la señora Adriana
Marcela Mora Aránzazu, carece del soporte probatorio necesario para
establecer que en efecto, a favor del aquí demandado, se presentó
una doble votación por los egresados habilitados para sufragar, en la
que medida en que, lo que se evidencia, son situaciones de “control y
veeduría ciudadana”, en los que se buscaba poner de presente la falta
de control de los jurados de votación, más no llevan a la convicción de
la ocurrencia de la irregularidad alegada [tacha de falsedad]. Por el
contrario, se tienen afirmaciones del ITFIP, que no fueron controvertidas

591
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

por la demandante, en donde se señala la realización de un cruce de


información que reportó sólo un registro doble, que igual, de todas
maneras, de conformidad con lo obrante en otros elementos de prueba,
se corresponde con el voto que no fue depositado por el votante que
aparece en el video aportado con la demanda.

TESIS 7: [D]ebe señalarse que en atención la cantidad de sufragios


depositados en la mesa única ubicada en Flandes, de comprobarse
que todos o parte de ellos fueron depositados por egresados que ya
habían ejercido su derecho en el municipio del Espinal, se tiene que
de excluirlos, de todas maneras el señor Juan Carlos Uribe Cortés,
seguiría siendo el elegido como representante de dicho estamento
ante el consejo directivo de la institución universitaria. De encontrarse
como demostrado el peor escenario, es decir, que la totalidad de los
90 votos a favor del aquí demandado, depositados en la mesa única de
Flandes deben ser excluidos del escrutinio por desconocer el principio
“una persona, un voto”, es claro que ello conllevaría que la ventaja del
señor Uribe Cortés sobre la candidata Mora Aránzazu se mantendría,
pues como se indicó en forma previa, se requiere que el número de
sufragios irregularmente depositados, sea superior a la diferencia
que inicialmente se consagró en el acta general de escrutinio, es
decir, 898 votos. Así las cosas, esta judicatura entiende, que de los
elementos de convicción aportados al plenario, se puede concluir con
toda certeza que, la posible ocurrencia de la doble votación que se
alegó en el escrito inicial respecto de la mesa de votación ubicada en la
sede Flandes del ITFIP, no tendría la vocación de cambiar el resultado,
elemento que resulta indispensable para una eventual declaratoria de
nulidad de la elección cuestionada, en los términos del artículo 287
del CPACA. (…). Se tiene entonces, que de conformidad con las pruebas
documentales obrantes en el expediente, la irregularidad alegada en
la demanda no se tiene demostrada. Como fue reportado por el ente
universitario, se tiene que sobre el escrutinio se adelantaron diversos
controles concomitantes -vigilancia del Ministerio de Educación y de
la Personería Municipal del Espinal- y posteriores -como el cruce de
información efectuado respecto del software y los votantes, efectuado
por la oficina de sistemas- que permitieron concluir que no se
presentó doble votación. Si bien, es posible que se hubiere presentado
una falta de controles por parte de los jurados de votación, a juicio
de esta Sección, lo anterior es insuficiente a efectos de la causal de
nulidad consagrada en el numeral 3º del artículo 275 del CPACA, en la
medida en que claramente, no se tiene constancia del depósito efectivo

592
de votos en desconocimiento del principio “una persona, un voto”; ni
mucho menos, de su magnitud a efectos de determinar la incidencia.
De otra parte, de la revisión de los antecedentes del acto demandado,
se considera de igual manera, que de un (sic) demostrarse que el total
de los votos obtenidos por el demandado en la mesa única de Flandes
son contrarios al referido principio, lo cierto es que la exclusión de
dicha votación no tiene la incidencia suficiente para cambiar el
resultado electoral. De esta manera, el cargo de la demanda elevada
por esta situación, no está llamado a prosperar.

TESIS 8: [E]s de precisar que el video (…), si bien puede ser la prueba
de una situación irregular ante la violación del principio de voto secreto
-dado que se observa que la votante muestra su marcación y se toma
una foto-, el mismo carece de la entidad suficiente que permita señalar
que en efecto se estaba presentando una compra de votos a cambio
de las dádivas que se relacionaron por la accionante en su escrito.
Aunque en el mismo se manifiesta que se lleva a cabo tal acción a
efectos de demostrar que el voto fue efectivamente depositado, de por
sí eso no permite concluir con el nivel de certeza necesario, que como
consecuencia de ello se obtuvo una contraprestación determinada, y
mucho menos, que la misma fue ofrecida por el aquí demandado o
personas afines a su propuesta política buscando favorecerlo, pues
en últimas, no es posible verificar por quién votó. (…). De lo dicho, lo
que observa la Sala, es que las afirmaciones de la señora Adriana
Marcela Mora Aránzazu, carecen del soporte probatorio necesario
para entender como plenamente configurados los actos de corrupción
expuestos en la demanda, pues no se tiene demostrado que de parte
del candidato o personas afines a su campaña se hubieren desplegados
dichos actos, así como si en efecto, las presuntas dádivas prometidas,
fueron dirigidas a quienes se encontraban habilitados para sufragar.
Bajo estas consideraciones, el cargo en mención no tiene vocación de
prosperidad. Por manera que, al no prosperar ninguno de los cargos
propuestos en la demanda, se impone mantener incólume la legalidad
el acto de elección cuestionado.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 149 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO
275 NUMERAL 1 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE
2011 - ARTÍCULO 287

593
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


MAGISTRADOS DE LA COMISIÓN NACIONAL DE DISCIPLINA
JUDICIAL, PROCESO DE SELECCIÓN DE FUNCIONARIO PÚBLICO,
TERNA, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE PODERES, COMISIÓN
NACIONAL DE DISCIPLINA JUDICIAL, CONCURSO DE MÉRITOS,
CONVOCATORIA AL CARGO PÚBLICO, PRINCIPIO DE MÉRITO,
DEBIDO PROCESO ADMINISTRATIVO

EXTRACTO NO. 42

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00006-00
FECHA: 30/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares Sayago
DEMANDADOS: Magistrados de la Comisión Nacional
de Disciplina Judicial, período 2021-2029
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme se estableció en la fijación de litigio,


el problema jurídico se limita a determinar si es procedente declarar
la nulidad del acto de elección de los señores Magda Victoria Acosta
Walteros, Juan Carlos Granados Becerra, Mauricio Fernando Rodríguez
Tamayo, Diana Marina Vélez Vásquez, Alfonso Cajiao Cabrera, Carlos
Arturo Ramírez Vásquez y Julio Andrés Sampedro Arrubla como
magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, período
2021-2029 por presuntamente vulnerar los artículos 29.1, 113,
125.2, 126.4 y 40.7 superiores y el Acuerdo PCSJA20-11633 de 30 de
septiembre de 2020.

TESIS 1: El Acto Legislativo No. 02 de 2015, tuvo como propósito


principal dejar el gobierno y administración de la Rama Judicial a cargo
del Consejo de Gobierno Judicial y su Gerencia, en lugar del Consejo
Superior de la Judicatura. (…). La implementación de la reforma
suponía un cambio estructural tanto en el gobierno y administración
de la Rama Judicial, como en la función jurisdiccional disciplinaria
ejercida sobre los funcionarios y empleados de aquella, motivo por el
cual el Acto Legislativo anunció varias medidas en sus artículos 18 y 19,
donde se destacaba, que el Gobierno Nacional debía presentar, antes

594
de 1 de octubre de 2015, un proyecto de ley estatutaria para regular el
funcionamiento de los órganos de gobierno y administración judicial.
De igual manera, para la conformación de las ternas de candidatos a
magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, a cargo
del Consejo de Gobierno Judicial y el presidente de la República, se
hizo referencia a una convocatoria pública reglada, sin precisar que
esta debía adoptarse por ley. Adicionalmente, para la elección de los
magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, se requería
que previamente estuviera funcionando el Consejo de Gobierno
Judicial y la Gerencia de la Rama Judicial, y que los mencionados
funcionarios judiciales deberían ser elegidos dentro del año siguiente
a la vigencia del Acto Legislativo, esto es, a más tardar el 1° de julio
de 2016, teniendo en cuenta que dicha reforma se publicó en el diario
oficial el 1° de julio de 2015. Al analizar las anteriores circunstancias,
y en lo que respecta a la elección de los Magistrados de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial, se tiene que el Constituyente estableció
un año para ello. Ahora bien, la sentencia C-285 de 2016 de la Corte
Constitucional, decidió declarar inexequibles las disposiciones
relacionadas con la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura
– Sala Administrativa- y la creación del Consejo de Gobierno Judicial
y la Gerencia de la Rama Judicial, que establecían: (I) que el Gobierno
Nacional debía presentar antes de 1° de octubre de 2015 un proyecto de
ley estatutaria para regular el funcionamiento de los nuevos órganos
de gobierno y administración judicial, (II) el tiempo en el que debía
elegirse a los funcionarios que conformarían los mismos y (III)  que
el Consejo de Gobierno Judicial reglamentaría provisionalmente los
procesos de convocatoria pública que debía adelantar la Gerencia
de la Rama Judicial, en síntesis, porque el modelo de administración
que quiso implementar el Acto Legislativo 02 de 2015, suprimió el
principio de autogobierno judicial como expresión de la autonomía
de la Rama, la independencia judicial y la separación de poderes.
Por otro lado, en lo atinente a la creación de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial, la Corte Constitucional determinó que los cargos
formulados contra las normas que dispusieron su creación y por
ende la supresión de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo
Superior de la Judicatura, carecían de los requisitos mínimos para
su estudio, de manera tal, que frente a las mismas se inhibió para
pronunciarse por ineptitud sustantiva de la demanda, lo que significó
que permanecieran en el ordenamiento jurídico las disposiciones
relacionadas con dicha Comisión, entre otras, el parágrafo transitorio
introducido al artículo 257A, por el artículo 19 del Acto Legislativo 02

595
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de 2015, según el cual los magistrados de la Comisión Nacional de


Disciplina Judicial deberán ser elegidos en el término de un año a
partir de la entrada en vigencia de la norma constitucional. (…). Con la
sentencia SU 355 de 2020 definió la Corte Constitucional que se trata
de una competencia que le corresponde a las autoridades convocantes
el cambio más significativo consistió en que, la conformación de
las cuatro ternas que inicialmente debía conformar el Consejo de
Gobierno Judicial, previa convocatoria pública reglada adelantada
por la Gerencia de la Rama Judicial, fue asignada en su totalidad al
Consejo Superior de la Judicatura y al presidente lo referente a las 3
restantes. También definió la Corte Constitucional en dicha sentencia
que el artículo 126-4 superior, al ser una norma constitucional que
establece reglas de carácter general para concursos no reglados por
la ley, no prevalece sobre las disposiciones superiores que definen
competencias concretas en favor de ciertos órganos constitucionales
o que establecen mecanismos particulares para la elección de sus
miembros, ni tampoco frente a reglas especiales como las fijadas
en la Ley Estatutaria de la Administración de Justicia -Ley 270 de
1996-, que son el desarrollo de normas constitucionales concretas.
Con ello, dejó sentando con suficiente claridad que el artículo 126
(4) de la Constitución no aplica para las convocatorias, que en virtud
del artículo 257 A de la Carta debían realizarse. Profundizando en
la anterior, la Corte Constitucional determinó que el mismo artículo
126 (4) de la Carta, no obstante irradiar todo el ordenamiento jurídico
reconoce el carácter supletorio de las reglas que él mismo establece
en materia de convocatorias, al precisar en su texto, que las premisas
que propone de manera general operan en todos los casos, “salvo” en
los “concursos regulados por la ley”. Es decir, si existen concursos o
procesos de selección ya debidamente regulados por el Legislador,
el artículo 126-4 constitucional no deroga automáticamente aquellos
ya configurados, acorde con su contenido literal. Esta precisión es
absolutamente importante para el presente proceso, porque si la
norma no puede incidir directamente en aquellos concursos ya
regulados de manera general por la ley, difícilmente puede operar
de manera automática en procesos de designación o elección de
funcionarios consagrados en la Carta, o regulados ya, por ley especial.
Sin embargo, remarca la Corte Constitucional que los principios
o criterios de publicidad, transparencia, participación ciudadana,
equidad de género y criterios de mérito previstos en el artículo 126 de
la Carta rigen para los procesos de selección de los magistrados de la
Comisión de Disciplina Judicial.

596
TESIS 2: [L]la Constitución Política se encargó de regular el
procedimiento de elección de los magistrados de la Comisión Nacional
de Disciplina Judicial en el artículo 257 A, en 2 instancias, a saber: a.
conformación de las ternas: que se encuentran a cargo del Consejo
Superior de la Judicatura y del presidente de la República y, b. la
elección por parte del Congreso. (…). [L]a Sala estima que el hecho
de que en la elección de los magistrados de la Comisión Nacional
de Disciplina Judicial intervengan las tres ramas del poder público,
contrario a lo indicado por el demandante, corresponde al principio
de pesos y contrapesos que soporta el principio de la separación
del poder del Estado. Así las cosas, la elaboración de las ternas
por parte del presidente de la República y el Consejo Superior de la
Judicatura, y la posterior elección por el Congreso, (I) fue introducida
por una reforma constitucional (Acto Legislativo 02 de 2015) que el
demandante en su momento tuvo la oportunidad de cuestionar en los
términos establecidos por la norma superior y la ley; (II) hace parte
de una regla que integra la Constitución Política, por lo tanto, en esta
materia como se explicó atrás hay certeza constitucional, no sólo
porque nos asiste el deber de respetar los postulados constitucionales
sino porque el artículo 257 A de la Carta fue interpretado por la Corte
Constitucional en sentencia de constitucionalidad que al tenor del
artículo 243 superior obliga.; (III) constituye un presupuesto de validez
del diseño institucional de las altas corporaciones del Estado, producto
del sistema de pesos y contrapesos, propio de la separación del poder
del estado. (IV) No es procedente cuestionar dicha norma en sede de
nulidad electoral. Por las razones que anteceden, en modo alguno se
advierte por parte del acto de elección acusado el desconocimiento
del artículo 113 de la Constitución, pues se insiste, la intervención
del presidente de la República y el Consejo Superior de la Judicatura
en la conformación de las ternas y la designación final en cabeza del
Congreso, tiene fundamento constitucional, el artículo 257A Superior,
vigente en los términos expuestos en el acápite 2.3. de esta decisión

TESIS 3: Para resolver la presente cuestión, se debe analizar el


contenido normativo del artículo 125 Superior y determinar para el
caso concreto si resulta ser aplicable. (…). Del tenor literal de esta
norma se evidencia que la regla constitucional resulta aplicable
únicamente en los casos en que no existe régimen especial de
designación. La suposición del actor implica sobre esta base que no
existe norma especial para la designación de los magistrados de la
Comisión de Disciplina Judicial y, a la vez, desconoce la existencia

597
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de la norma especial para este procedimiento de escogencia para


estos servidores, prevista en el artículo 257 A de la Carta. El artículo
257 A ídem, determinó expresamente el sistema de designación,
así: I) su conformación será de 7 magistrados, II) elegidos por el
Congreso en Pleno, III) por ternas enviadas por el Consejo Superior
de la Judicatura, a quien le corresponde la elaboración de 4 de ellas
y 3 serán remitidas por el presidente de la República, IV) previa
convocatoria pública reglada por estas autoridades, según lo ya
explicado, v) tendrán períodos personales de ocho años y, vi) deberán
cumplir con los mismos requisitos exigidos para ser magistrado de
la Corte Suprema de Justicia. La Sala precisa por consiguiente que
la norma que rige la regla general de acceso a los cargos públicos
consagrada en el artículo 125 de la Constitución Política no cobija la
selección de los magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial,
dado que el sistema de designación de éstos se encuentra detallado
por norma constitucional expresa y especial, situación que conforme
con el artículo 125 de la Constitución lo excluye de la regla general, que
regula el ingreso a la función pública por concurso público, por lo que
no hay desconocimiento de esta disposición. Se concluye pues, que
el actor desconoce las reglas especiales que rigen la materia y que
predican una convocatoria pública y confunde, a la vez, la convocatoria
con el concurso público, instituciones que son totalmente diferentes.

TESIS 4: [L]a jurisprudencia de la Sección ha distinguido entre


(I) designación como resultado de un concurso de méritos, (II) de la
que estuvo precedida de una convocatoria pública, reconociendo
válidamente frente a esta última un “grado de discrecionalidad con la
que cuenta la Corporación Pública que elige”, aspecto que se encuentra
ausente del concurso, “que es un proceso enteramente objetivo, cuyo
resultado depende únicamente de los puntajes obtenidos por los
aspirantes durante el desarrollo del mismo. Es decir, en el concurso
público el ganador será el concursante mejor calificado durante todo
el proceso, mientras que en la convocatoria pública, será el votado por
la corporación correspondiente, del listado de aspirantes que hayan
superado todo el proceso, sin que necesariamente sea el mejor puntuado
en las etapas anteriores”. (…). [A] pesar de que existan similitudes entre
la convocatoria pública y el concurso de mérito, la primera contiene un
mayor grado de discrecionalidad, que principalmente se ve reflejado (I)
en la regulación de los parámetros que deben tener en cuenta quienes
aspiren a ser parte del trámite de designación, que desde luego deben
respetar los límites constitucionales y legales, y sobre todo (II) en la

598
designación de las personas que resultan favorecidas, margen que no
tiene lugar entrándose de los concursos públicos, en el que la selección
correspondiente obedece a criterios netamente objetivos. Ahora bien,
el hecho de que en el marco de una convocatoria pública exista el
referido margen de discrecionalidad, no significa que las reglas que
rigen dicha convocatoria no sean de obligatorio cumplimiento tanto
para las autoridades competentes como para los que participan de
la misma. Tampoco significa que la discrecionalidad que existe en
la misma pueda constituir una fuente de arbitrariedad, pues esta
debe regirse por los fines constitucionales, materializados en la
convocatoria pública. (…). Los concursos de méritos, surgen a partir de la
responsabilidad del Estado de garantizar la igualdad de oportunidades
y la estabilidad en el empleo. Lo anterior implica que la selección de
los funcionarios públicos se basa en el mérito y la demostración de
sus calidades. La convocatoria pública realizada por parte del Consejo
Superior de la Judicatura y el Presidente de la República y la posterior
elección por parte del Congreso de la República de los magistrados
de la Comisión de Disciplina Judicial no corresponde a ese criterio de
estabilidad del empleo sino principalmente es una forma de elección
de los magistrados de dicha corporación que administra justicia en
asuntos disciplinarios de los servidores de la rama judicial, con lo cual
se detiene en el cumplimiento de las calidades, de un mérito especial
que se desprende de especial perfil para administrar justicia y que
de acuerdo con la convocatoria reglada deben cumplir los aspirantes.
En efecto, tratándose de trámites de elección en el contexto de una
convocatoria pública, especial atención debe prestarse a los términos
de la regulación de ésta, de donde se deduce con un amplio margen
de discrecionalidad en la evaluación y selección de los candidatos.
En este caso, las convocatorias efectuadas por el presidente de
la República y el Consejo Superior de la Judicatura contenidas en
Acuerdo PCSJA20-11633 del 30 de septiembre de 2020 y el Decreto
1323 de 1 de octubre de 2020, no establecieron la oportunidad de
controvertir los actos mediante los cuales se seleccionaban entre
todos los aspirantes, se desprende del margen de discrecionalidad con
el que cuenta para tal efecto, reconocido por la misma Constitución por
el artículo 257 A de la Carta. (…). [E]l demandante no ilustró de manera
clara y precisa, qué incidencia tuvo el hecho de que las convocatorias
no establecieran la oportunidad de presentar recurso o reclamaciones
contra las decisiones adoptadas, en el resultado de las designaciones
controvertidas. (…). [E]ra indispensable que el actor lo demostrara, pues
al no tratarse de un concurso público, la convocatoria no establecía

599
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que el resultado de la escogencia de las ternas y de la elección que


el que además de reunir las calidades y presentara el mayor mérito
debía ser necesariamente ternado o elegido, pues otros elementos
en el mérito podían ser tenidos en cuenta por las autoridades en
cuestión. Ello implicaba que dichas autoridades válidamente podían
escoger entre dos o más alternativas, todas ellas válidas y justas,
en la medida en que determinara el cumplimiento de los elementos
reglados. También debía demostrar el demandante la medida en que
cada decisión resultaba ser arbitraria y por tanto ilegal, comparando
cada una de las actuaciones con los parámetros reglados por la
Constitución, las sentencias de la Corte Constitucional, antes referidas,
y las convocatorias públicas. En suma, se tiene que los argumentos
expuestos por el demandante para justificar el desconocimiento del
articulo 125 Superior, parten de un lado, de la confusión del actor en el
significado y contenido de la convocatoria pública y el concurso público
de méritos, y de otro lado, de no tener en cuenta que es la primera
la modalidad establecida por el artículo 257A para la conformación
de las ternas destinadas a la elección de los magistrados de la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial. Por lo tanto, no se evidencia
desconocimiento alguno del artículo 125 de la Constitución Política,
que no aplica al caso que se analiza.

TESIS 5: Como puede apreciase esta norma [numeral 4 del


artículo 126 de la Constitución Política] indica que (I) la elección de
servidores que le corresponde a las corporaciones de elección
popular, debe estar precedida por una convocatoria pública, (II) cuya
reglamentación debe ser objeto de una ley, respecto de la cual se
indica (III) que debe ocuparse de los requisitos y procedimientos que
garanticen los principios de publicidad, transparencia, participación
ciudadana, equidad de género y criterios de mérito para la selección
correspondiente. Se reitera (…) que artículo 126 de la Carta no es la
norma aplicable a este caso, pues se aplica la norma constitucional
especial establecida en el artículo 257 A de la Carta para proveer los
cargos de los magistrados de la Comisión de Disciplina Judicial, salvo
en lo atinente a los criterios orientadores de la citada convocatoria.
(…). Como puede apreciarse, entre la convocatoria pública a la que
se refieren los artículos 126 y artículo 257A constitucionales existen
varias diferencias, la primera y más importante, en que la segunda
disposición es la regla especial para la elección de los magistrados de
la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, en cambio, el artículo 126
contiene el lineamiento general para la escogencia de los servidores

600
por parte de corporaciones públicas, aplicable en casos de ausencia
de norma especial. No obstante lo anterior, llama la atención que
aunque la Corte Constitucional indicó que tratándose de la elección
de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial en
cuanto a la convocatoria pública debe atenderse las particularidades
de la norma especial, el artículo 257A, también lo es que se deben
respetar los criterios orientadores de la convocatoria previstos en el
126 de la Constitución y que se refieren a que aquélla debe respetar
los principios de “publicidad, transparencia, participación ciudadana,
equidad de género y criterios de mérito”, pues en lo demás, serán los
convocantes los responsables de elaborar su reglamentación bajo los
anteriores parámetros. Por lo tanto, la elección controvertida en esta
oportunidad debe sujetarse al artículo 257A superior que define cómo
debe elegirse a los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, lo que no implica que las convocatorias públicas respectivas
para la conformación de las ternas, no deban estar irradiadas de los
principios previstos en el artículo 126.4 constitucional, entre los que
se encuentran publicidad, transparencia, participación ciudadana,
equidad de género y criterios de mérito.

TESIS 6: Para responder a la inconformidad del demandante en


cuanto a si las convocatorias para la elección de los magistrados de
la Comisión de Disciplina Judicial buscan materializar el principio de
mérito, la Sala Electoral estima necesario describir algunos de los
aspectos de aquéllas. El Decreto 1323 de 1 de octubre de 2020, (…),
estableció el procedimiento correspondiente. (…). [E]l presidente de
la República para realizar la convocatoria con el objeto de conformar
las tres ternas, tenía presente como uno de sus pilares el principio
del mérito, y respecto de éste hizo énfasis en la experiencia
profesional relacionada y en cargos directivos, formación académica,
probidad, independencia, imparcialidad, responsabilidad, idoneidad,
transparencia, prudencia, carácter, entre otros, que demuestre el
especial perfil y las competencias que se requieren para el desempeño
del cargo de magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial. Para dicho fin, la primera autoridad previó la conformación
de un comité técnico, conformado por servidores del Departamento
Administrativo de la Presidencia de la República y el Departamento
Administrativo de la Función Pública, que se ocupó de la preselección
de las hojas de vida presentadas por los inscritos, a fin de identificar
de manera objetiva a los aspirantes con el perfil antes señalado. En
relación con la convocatoria realizada por el Consejo Superior de la

601
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Judicatura para la conformación de las 4 ternas a través del Acuerdo


PCSJA20-11633 del 30 de septiembre de 2020, se estableció el
procedimiento correspondiente. (…). [E]l Consejo Superior de la
Judicatura estableció unos parámetros estrechamente relacionados
con la aplicación del principio del mérito en la convocatoria realizada.
Del mismo modo, subrayó que los aspirantes deben cumplir los
requisitos constitucionales y legales para ejercer el cargo, haciendo
énfasis en los previstos en el artículo 232 constitucional.
Adicionalmente, el acuerdo previó que la conformación de las ternas
se realizaría a través del estudio de los perfiles de cada uno de los
aspirantes, dentro del marco de la independencia, probidad,
transparencia, solvencia académica y profesional que fuese
acreditada. Por las razones anteriormente explicadas, la Sala
encuentra que las convocatorias efectuadas por las dos autoridades
buscaron desde su publicación que en la conformación de las ternas
se verificara el cumplimiento de los requisitos mínimos para ocupar
el cargo y las calidades personales, profesionales y comportamentales
necesarias para desempeñarse de manera transparente, objetiva,
idónea y suficiente como magistrados de alta corte. (…). Por lo tanto,
no es dable confundir o estudiar con un mismo racero conceptos
como el mérito y las exigencias del cargo, pues el primero pretende
dar cuenta de calidades personales, académicas, profesionales y
hasta sociales de los candidatos pero, no desde la perspectiva de
criterios cuantitativos como lo es establecer, como condición del
acceso al cargo, una experiencia profesional de no menos de 15 años,
el cual claramente lo fija, para este caso, la propia Constitución
Política en su artículo 257A. (…). Así las cosas, de la exposición de los
términos en que se planteó por la Presidencia de la República y el
Consejo Superior de la Judicatura la conformación de la ternas y de
las consideraciones efectuadas en torno al alcance del mérito, se
tiene que éste sí se reflejó en las convocatorias respectivas, como un
principio que debía orientar el análisis de las hojas de vida de los
distintos aspirantes, trámite en el que no puede olvidarse, a diferencia
de lo que ocurre en los concursos públicos, los nominadores cuentan
con un amplio margen de discrecionalidad, reconocido por la
Constitución y la ley. En este tópico vale la pena destacar, que el actor
se limitó a realizar en la demanda afirmaciones generales sobre la
desatención del referido principio, sin concretar de qué manera, en
qué momento o respecto de qué designaciones se desconoció el
mismo, y mucho menos, dio cuenta a partir de los elementos de juicio
recaudados, en cuál de ellos razonablemente podía soportar su

602
dicho. En suma, no cumplió con la carga argumentativa y probatoria
necesaria para desvirtuar la presunción de legalidad del acto de
elección de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial. Asimismo, debe considerarse que no se pueden vulnerar los
derechos de los demandados, a partir de un cargo genérico que alude
al mérito, en general, y no determina en qué medida cada uno de los
aspirantes cumplió no sólo las calidades para ser magistrado en
dicha corporación sino también los criterios que definen en el caso
particular el mérito trazado en las convocatorias, como ya se expuso.
La revisión oficiosa del cumplimiento de los requisitos exigidos para
ocupar el cargo de magistrado de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, no es procedente realizarlo al juez, pues implica la violación
del debido proceso y de las garantías del derecho de contradicción de
las personas que participaron del proceso y de las que resultaron
elegidas. Así mismo, el mérito implica otras capacidades o habilidades
requeridas y que fueron evaluadas para el buen desempeño de las
funciones, las que deberán juzgarse de manera particular respecto
de cada uno de los demandados. En efecto, no es admisible que
vagamente se afirme un presunto desconocimiento del principio del
mérito sin aterrizar al incumplimiento en cada caso particular de las
calidades y los elementos que para este caso constituía el mérito
definido por las autoridades convocantes, de tal manera que frente a
dicho cuestionamiento el afectado pueda ejercer su derecho
fundamental de defensa. (…). Para profundizar en ello se señala que
este principio fue tenido en consideración pues fue incluido en las
convocatorias, que no podemos desconocer que en este escenario
los nominadores cuentan con mayor grado de discrecionalidad para
la conformación de sus ternas porque así lo establece la propia
Constitución Política, contrario a lo que sucede en los concursos de
méritos y que, finalmente, no se probó por qué los demandados
incurren en dicho yerro. Analizar el incumplimiento del principio del
mérito no se puede limitar a exponerlo de manera abstracta, sino que
debería implicar que se acredite la desatención de las condiciones
personales, académicas, profesionales, la experticia, el
relacionamiento social, las características de la personalidad de los
candidatos que puedan afectar el debido desarrollo de sus funciones.
Ahora bien, no desconoce la Sala que el demandante en el libelo
genitor y con el fin de acreditar la supuesta forma arbitraria en que
se conformaran las ternas, solicitó todos los antecedentes
administrativos relacionados con el trámite adelantado en la
Presidencia de la República y el Consejo Superior de la Judicatura,

603
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

documentos que fueron incorporados al proceso, conforme al


parágrafo 1° del artículo 175 de la Ley 1437 de 2011. Sin embargo,
también se tiene que después de aportada tal documentación, en las
oportunidades legalmente establecidas, el actor no realizó alguna
valoración de ésta, encaminada a demostrar lo dicho en la demanda.
(…). [E]n cumplimiento del auto del 30 de julio de 2021 la totalidad de
los antecedentes administrativos de las designaciones controvertidas.
Por tanto, se recopiló el 100% de la documentación relativa a los
antecedentes administrativos, pruebas frente a las cuales el
demandante guardó silencio. (…). Cuestión distinta ocurrió con la
apoderada de la señora Diana Marina Vélez Vásquez, que con
posterioridad al auto del 30 de julio de 2021, solicitó que no se
tuvieran en cuenta los documentos de trabajo del Consejo Superior
de la Judicatura, según los cuales no cumple con los 15 años de
experiencia profesional en derecho, que fueron allegados como parte
de los antecedentes administrativos por solicitud de la magistrada
ponente. (…). Resulta imperativo señalar que el asunto atinente a si la
señora Vélez Vásquez cumple o no con el requisito de experiencia es
un punto que no corresponde a la Sección dilucidar en el proceso de
la referencia, teniendo en cuenta que tal situación no fue formulada
expresamente en la demanda, pues el actor simplemente cuestionó
de forma abstracta y general cómo se conformaron las ternas para
acceder al cargo de magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, pero no ofreció ningún motivo ni cargo alguno que edificara
el incumplimiento de los requisitos que corresponde a las calidades
legalmente establecidos por la Constitución. Además, se insiste, en
que resultaría oficioso por parte de esta Sección, estudiar si la
accionada Vélez Vásquez cumple o no con el requisito de experiencia
profesional, en razón a que tal análisis iría más allá de lo expuesto
por el demandante y vulneraría el derecho de defensa de la
magistrada, que no tuvo la oportunidad de oponerse a la mencionada
situación. Así mismo, es importante resaltar que efectuar un análisis
sobre dicho tema, vulneraria el principio de justicia rogada que rige
este tipo de procesos, se itera, porque no fue un cargo planteado por
el actor. (…). [L]a Sala solo puede pronunciarse respecto de los
argumentos expuestos por el demandante en el libelo genitor, de
carácter netamente objetivo, y no frente a situaciones relativas a los
requisitos para elegir a los magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial, que para ser estudiados debieron ser alegados
como causal de nulidad subjetiva (art. 275.5 de la Ley 1437 de 2011),
con la correspondiente carga argumentativa y probatoria, lo que no

604
ocurrió en el caso de autos. En suma, por las razones expuestas no
se evidencia que en la conformación de las ternas que posteriormente
dieron lugar a las designaciones enjuiciadas, se haya vulnerado el
principio del mérito.

TESIS 7: [E]l artículo antes señalado [numeral 4 del artículo 126


de la Constitución Política] es aplicable al proceso de designación
de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial,
únicamente respecto de los principios allí consagrados. Así las cosas,
no se observa que las elecciones acusadas hayan sido producto del
desconocimiento del procedimiento constitucionalmente establecido
para la designación de los magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial, ni tampoco que el Consejo Superior de la Judicatura
o la Presidencia de la República al seguir las pautas del artículo 257A
de la Carta Política, hayan vulnerado el derecho de los ciudadanos
de aspirar y acceder a tales cargos. En ese orden de ideas, de las
consideraciones que anteceden, la Sala corroboró que respecto de
todos los demandados se adelantó el procedimiento correspondiente
para incluirlos en las ternas, por lo que frente a su designación no hay
lugar a predicar la violación al debido proceso.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 125 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
126 NUMERAL 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 232 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA - ARTÍCULO 257A / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2015 - ARTÍCULO 19

605
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN, NULIDAD ORIGINADA


EN LA SENTENCIA, CONDENA EN COSTAS

EXTRACTO NO. 43

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00044-00
FECHA: 30/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Luz Stella Serna Moreno y otro
DEMANDADO: Moises Córdoba Ramos - Alcalde del
municipio de Lloró – Chocó, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Recurso extraordinario de revisión

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si es


procedente infirmar la sentencia dictada el 21 de enero de 2021 por
el Tribunal Administrativo del Chocó, por medio de la cual se negó la
pretensión de nulidad del acto de elección del señor Moisés Córdoba
Ramos, en su calidad de alcalde del municipio de Lloró – Chocó. En
consecuencia, con fundamento en el examen de la situación fáctica
expuesta por la parte actora, del material probatorio recaudado, de la
causal de revisión invocada y de los argumentos expuestos en el libelo
introductorio y en la contestación de la demanda, el problema jurídico
que subyace al caso concreto consiste en establecer si se configuran
en el sub examine la nulidad originada en la sentencia, por la presunta
omisión del Tribunal Administrativo del Chocó de pronunciarse
sobre todas las causales de nulidad invocadas en la demanda y por
la valoración irrazonable de las pruebas que se incorporaron en el
proceso, circunstancia que se trajo como sustento de la violación
del derecho al debido proceso consagrado en el artículo 29 de la
Constitución Política.

TESIS 1: En el escrito de contestación de la demanda, el funcionario


cuyo acto de elección es objeto de la demanda solicitó que en el presente
trámite se profiriera auto que rechace de plano por improcedente la
solicitud de nulidad de la sentencia, en los términos del artículo 294
de la Ley 1437 de 2011, sobre la base de considerar que la parte
recurrente sustentó la petición en causales diferentes a las previstas
en el inciso primero de la norma en cita. (…). [L]a figura de la nulidad

606
procesal originada en la sentencia a la que se refiere este precepto
[artículo 294 de la Ley 1437 de 2011] es aquella que se presenta en el
trámite del proceso de nulidad electoral, en el término de ejecutoria de
la sentencia que defina la litis que difiere desde las ópticas sustancial
y procesal del recurso extraordinario de revisión. En esa medida, si
la solicitud se radica en esa oportunidad procesal, se reitera en el
trámite del proceso de nulidad electoral, y la misma no se sustenta en
las causales de incompetencia funcional, indebida notificación del auto
admisorio de la demanda a la parte demanda o a su representante,
omisión de la etapa de alegaciones y cuando la sentencia haya sido
adoptada por un número inferior de magistrados al previsto por la
ley, le corresponde al juez o magistrado ponente rechazar de plano la
solicitud en auto no susceptible de recurso alguno. (…). [E]n este caso,
nos encontramos en una sede procesal distinta de la contemplada
en la norma citada por el demandado [artículo 294 de la Ley 1437 de
2011] y es el recurso extraordinario de revisión, (…), que constituye
un proceso nuevo, independiente del de nulidad electoral en el que se
dictó la sentencia cuya infirmación se solicita. (…). En efecto, el recurso
extraordinario de revisión –que sin lugar a dudas procede para solicitar
que se dejen sin efectos fallos proferidos en sede de nulidad electoral–
constituye una figura jurídico procesal diferente de la solicitud de
nulidad que es dable presentar en el proceso de nulidad electoral por
considerar que se incurrió en irregularidad originada en la sentencia
y, en esa medida, el análisis del caso se realiza con fundamento en el
procedimiento especial consagrado en el artículo 253 de la Ley 1437
de 2011 y corresponde decidirlo en la providencia de Sala que pone
fin al proceso. En virtud de lo expuesto, se negará la petición objeto de
examen bajo el presente acápite y se adoptará la decisión de fondo en
el presente fallo que define el recurso extraordinario interpuesto.

TESIS 2: Este recurso, regulado en los artículos 248 y siguientes


del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, es un medio de impugnación excepcional que permite
revisar determinadas sentencias amparadas por la intangibilidad
de la cosa juzgada e infirmarlas, ante la demostración inequívoca
de ser decisiones injustas, por incurrir en alguna de las causales
taxativamente consagras la ley. (…). Para la interposición del recurso
[extraordinario de revisión] deben atenderse los requisitos de las
demandas ordinarias indicados en el artículo 252 de la Ley 1437
de 2011, especialmente, el recurrente debe señalar, justificar y
acreditar en grado de plenitud probatoria el supuesto de hecho de

607
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la causal o causales consagradas en el artículo 250 ejusdem en que


las que considera incurrió la sentencia cuya infirmación depreca. En
este orden, la técnica del recurso exige correspondencia entre los
argumentos en que se fundamenta, la causal o causales invocadas
y las alegaciones expuestas por el recurrente, de forma tal que no
le es dable a éste realizar elucubraciones dirigidas a atacar las
motivaciones jurídicas o los juicios de valor que soportaron la decisión
adoptada en la sentencia recurrida ni pretender subsanar o corregir
errores u omisiones de la propia parte en el ejercicio del derecho
de contradicción y el agotamiento de los mecanismos ordinarios de
defensa, como si se tratara de una nueva instancia. En otras palabras,
el recurso extraordinario de revisión no da cabida a cuestionamientos
sobre el criterio con que el juez interpretó o aplicó la ley en la sentencia,
siendo riguroso en cuanto a su procedencia, pues se restringe a las
causales enlistadas. Por ello, en este escenario, la labor del juez no
puede exceder la demarcación impuesta por el recurrente al explicar
la causal de revisión de la sentencia, que deberá ser examinada dentro
de un estricto y delimitado ámbito interpretativo. (…). En virtud de lo
expuesto, se advierte que este recurso tiene como finalidad principal
la revisión de las decisiones por vicios in procedendo, es decir, no es
procedente para tratar de enmendar los errores judiciales como los
casos de inadecuada valoración de las pruebas (error de hecho), falta
de aplicación de la norma correspondiente, o indebida aplicación de
esta (error de derecho).

TESIS 3: La causal en estudio [numeral 5º del artículo 250 de la


Ley 1437 de 2011] ha sido objeto de diversos pronunciamientos que
buscan circunscribir su alcance, para evitar que se emplee con la única
finalidad de que el juez de la revisión se convierta en uno de instancia.
Por ello, la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo ha delimitado
las circunstancias que pueden configurar la causal de revisión en
estudio, para lo cual analizó cada uno de los supuestos consagrados
en el artículo 140 del Código de Procedimiento Civil -hoy 133 del
Código General del Proceso-, y precisó aquellas no consagradas en
esta normatividad que igualmente permiten interponer el medio de
impugnación. En efecto, sobre la nulidad originada en la sentencia
como causal de revisión, esta corporación, en sentencia del 5 de abril de
2016, explicó que, igualmente, se ha aceptado que pueden existir otros
motivos no contemplados en los códigos procesales como causales
de nulidad, pero que surgen de la vulneración directa del artículo 29
Constitucional, evento en el cual corresponderá al juez determinar si el

608
hecho que se dice contrario a este derecho, puede configurar la causal
de revisión en comento, circunstancia que se deriva de la exigencia
de actuar como juez de constitucionalidad y de convencionalidad en
garantía de los derechos fundamentales de quienes intervienen en
un proceso judicial. (…). Es importante aclarar que, en estos casos
[artículo 142 del Código de Procedimiento Civil y 29 de la Constitución
Política] el juez no está creando una causal diferente a las legalmente
reconocidas, porque la nulidad originada en la sentencia se deriva del
desconocimiento de un mandato constitucional, en donde el operador
judicial es el encargado de determinar si lo que se alega tiene la
entidad suficiente para invalidarlo, pues no toda irregularidad tiene la
capacidad de afectar la inmutabilidad de la providencia que ha puesto
fin al proceso, sino únicamente aquellas que tengan un carácter
sustancial, en la medida en que incidan en el sentido de la decisión, por
afectar el núcleo esencial o contenido constitucionalmente vinculante
del derecho al debido proceso.

TESIS 4: Sobre el primer argumento relacionado con la ausencia


de pronunciamiento y de análisis sobre los cargos de nulidad que se
sustentaron en las causales descritas en el artículo 137 de la Ley 1437
de 2011, la Sala advierte que, tal como lo argumentó la representante
del Ministerio Público, la parte actora contó en el juicio de nulidad
electoral con las oportunidades procesales correspondientes para
que se subsanara esta falencia y, no obstante, no hizo uso de ellas,
pretendiendo en esta oportunidad enmendar su omisión. (…). Es claro
que el legislador consagró las figuras procesales que deben ser
utilizadas por las partes e intervinientes de conformidad con cada uno
de los supuestos que ellas consagran, de tal manera que estas deben
hacer un uso adecuado de ellos en las oportunidades señaladas, frente
al principio de preclusión de las etapas del juicio. En ese orden el
recurso extraordinario de revisión no se diseñó para solicitar la adición
de la sentencia y mucho menos para que sea el juez de la revisión
el que la complemente en aquellos aspectos que no hayan sido
resueltos, pues con ello invadiría el ámbito de competencia del juez
electoral y tal no fue el objetivo para el cual diseñó e implementó este
mecanismo especial. Sobre este aspecto la Sala reitera que el recurso
extraordinario no constituye la oportunidad para subsanar los errores
en que hayan incurrido las partes en el trámite de los procesos al no
hacer uso adecuado de los instrumentos de defensa y de controversia
de las decisiones que caben en cada oportunidad en un juicio que se
desarrolla por audiencias y etapas preclusivas.

609
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 5: Cabe destacar que ninguno de los reparos expuestos por


los recurrentes tiene la entidad para afectar el debido proceso, por
cuanto lo que presentan es un desacuerdo con la valoración de los
medios de convicción y con la aplicación al caso de las normas legales
que se trajeron como sustento de la decisión, más no una anomalía en
el procedimiento o en la sentencia que constituya causal de nulidad,
pues no encuadra en alguno de los supuestos que la Sala Plena de
esta Corporación han admitido como constitutivas de nulidad. No se
evidencia, en consecuencia, argumento alguno encaminado a acreditar
la existencia de una irregularidad que se hubiera presentado al
momento de dictarse el fallo de única instancia que definió la litis, en
la medida en que no se cuestiona la competencia de la Sala que dictó
la providencia, la violación del derecho de audiencias y de defensa,
la motivación y congruencia del fallo, la validez y controversia de las
pruebas, aspectos que constituyen el contenido constitucionalmente
vinculante de este derecho. Por ello la Sala reitera que el recurso
extraordinario de revisión no constituye una tercera instancia ni fue
consagrado para revivir etapas procesales que se dejaron vencer por la
incuria de la parte actora. No es posible que el juez de la revisión valore
nuevamente las pruebas incorporadas a la actuación. De lo expuesto
en precedencia se puede concluir que no se configura la causal de
nulidad originada en la sentencia, por cuanto los argumentos que se
trajeron como sustento de esta no constituyen circunstancia capaz de
invalidar el fallo. (…). La Sala no encontró acreditada la causal quinta
de revisión consagrada en el artículo 250 de la Ley 1437 de 2011,
referida a la existencia de nulidad originada en la sentencia, invocada
por la parte actora, toda vez que, no se acreditaron en el caso concreto
los requisitos concurrentes necesarios para su configuración y las
presuntas irregularidades no fueron alegadas en el proceso de nulidad
electoral, operando al interior de este el principio de convalidación.

TESIS 6: Sobre la procedencia de condenar en costas en el recurso


extraordinario de revisión, la Sala advierte que el inciso final del
artículo 255, con la modificación introducida por el 70 de la Ley 2080
de 2021, aplicable al sub examine, por haberse tramitado íntegramente
en vigencia de esta normativa, establece que “si se declara infundado
el recurso, se condenará en costas y perjuicios al recurrente”. Al
no contener este precepto íntegramente las reglas aplicables a la
condena en costas, corresponde realizar la integración normativa con
el Código General del Proceso, que regula la procedencia de estas en
el artículo 365, canon que en el numeral 8º establece que “Sólo habrá

610
lugar a costas cuando en el expediente aparezca que se causaron y
en la medida de su comprobación.” Con fundamento en lo expuesto,
en el presente caso, en principio, corresponde condenar en costas y
perjuicios a la parte recurrente, no obstante, solo lo hará por concepto
de agencias en derecho, por encontrarse acreditado que la parte pasiva
tuvo que ejercer el derecho de defensa a través de apoderado judicial.
(…). Lo anterior teniendo en cuenta la naturaleza, calidad y duración
de la gestión, que correspondió a la contestación de la demanda
y el seguimiento a este trámite extraordinario. No se incluirá suma
alguna por concepto de gastos y expensas por no aparecer causadas.
Tampoco se evidencian perjuicios para la parte en favor de quien se
dicta esta sentencia, por lo que no se condenará a los recurrentes por
este concepto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 248 / LEY
1437 DE 2011 - ARTÍCULO 250 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 252 /
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 253 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 254 / LEY 1437
DE 2011 - ARTÍCULO 255 / LEY 2080 DE 2021 - ARTÍCULO 68 / LEY 2080 DE 2021
- ARTÍCULO 69 / LEY 2080 DE 2021 - ARTÍCULO 70 / CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO
CIVIL - ARTÍCULO 140 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 133 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 365 NUMERAL 8

611
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONTRALOR MUNICIPAL, INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA DE LA
LEY, TAXATIVIDAD DE LAS CAUSALES DE NULIDAD, CAUSALES
DE INHABILIDADES SEGÚN LA CONSTITUCIÓN, INHABILIDADES
DEL CONTRALOR MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS Y LA
CONVOCATORIA PÚBLICA, INHABILIDAD CONSTITUCIONAL
DEL CONTRALOR MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONTRALOR
MUNICIPAL POR EJERCICIO DE AUTORIDAD

EXTRACTO NO. 44

RADICADO: 66001-23-33-000-2020-00499-03 (2020-00494-01)


FECHA: 30/09/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Jhon Jairo Bello Carvajal y otros
DEMANDADO: Juan David Hurtado Bedoya - Contralor
municipal de Pereira, período 2020-2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si hay lugar


a confirmar, revocar o modificar la decisión de primera instancia, para
lo cual habrá de indicarse si, dadas las particularidades por las que
fue designado contralor el demandado, le resultaba o no aplicable al
demandado la inhabilidad contenida en el numeral 2° del artículo 95
de la Ley 136 de 1994 o si, por el contrario, solo le regía lo dispuesto
en el artículo 272 Superior. Para resolver el problema planteado, la
Sala encuentra que los siguientes son los interrogantes que debe
absolver: i) ¿la selección del contralor municipal de Pereira, a través de
convocatoria y la consecuente conformación de la terna por quienes
obtuvieron los mayores puntajes, hace que no le sea predicable la
causal de inelegibilidad contenida en el artículo 95.2 de la Ley 136
de 1994? ii) ¿resulta compatible con el artículo 272 de la Constitución
Política la inhabilidad prevista en el numeral 2° del artículo 95 de la
Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000 en
la selección de contralores territoriales?; iii) ¿resulta aplicable para la
resolución del caso concreto la sentencia SU-566 de 2019 de la Corte
Constitucional, en tanto precisó que la inhabilidad para el ejercicio de
cargos o empleos públicos en la respectiva entidad territorial, prevista

612
en el artículo 95 ídem, no es compatible con el empleo de contralores?
y iv) ¿aplicar la inhabilidad del artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994 a la
elección de los contralores, resulta contradictorio con la jurisprudencia
de la Sección Quinta del Consejo de Estado, así como vulnera los
principios de interpretación restrictiva, proporcionalidad y pro homine?

TESIS 1: [L]a Sección Quinta, (…), ha señalado que, de acuerdo con


el artículo 40 de la Constitución Política, son derechos fundamentales
el de ser elegido y de acceder al desempeño de funciones y cargos
públicos, prerrogativas que no tienen el carácter de absolutas,
dado que la propia Constitución y la ley contemplan restricciones al
ejercicio de tales derechos, motivadas en otras garantías -también
constitucionales- como el interés general, la igualdad y el ejercicio
eficiente de la función pública, tal como es el caso de las inhabilidades
para ocupar cargos de elección popular. Esta Sala Electoral insiste
en que el acceso a los cargos públicos se encuentra sometido a una
serie de condiciones que buscan la realización del interés general,
que conforme con lo dispuesto por la Corte Constitucional, en sede
de control abstracto, pueden ser de dos tipos, “atendiendo al bien
jurídico protegido o a la finalidad de la limitación”, a saber: i) casos
en que se establecen limitaciones para acceder a cargos públicos con
fundamento en conductas jurídicamente reprochables llevadas a cabo
por el inhabilitado; y ii) casos en que la limitación para acceder a un
cargo no se vincula con ninguna conducta previa, sino que consagra
requisitos que persiguen lograr la efectividad de los principios y
valores constitucionales. Por lo anterior, la Sala considera que, en
atención con las limitaciones a los derechos políticos que se derivan de
las inhabilidades e incompatibilidades, se ha establecido que, respecto
de su aplicación, es necesario observar los criterios de interpretación
restrictiva y no la analógica o extensiva. (…). Así, entendiendo el criterio
de interpretación restrictiva como aquel que busca la aplicación de
la norma a casos concretos, los jueces, al momento de determinar
la ocurrencia de una inhabilidad o incompatibilidad respecto de
quien pretende ocupar un cargo público, deben limitarse al alcance
de los verbos rectores empleados por el legislador. (…). Esta línea de
interpretación conlleva a que dichos condicionamientos se apliquen
de forma concreta a las situaciones o eventos que el constituyente
y en su desarrollo el legislador, según el caso, determinaron como
circunstancias de inelegibilidad, sin que para el efecto puedan
considerarse otros distintos. (…). De acuerdo con lo expuesto, (…), se
puede observar que el Tribunal Administrativo de Risaralda acudió

613
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

correctamente al criterio de interpretación de las inhabilidades,


previamente señalado, teniendo en cuenta los argumentos expuestos
por los sujetos procesales y atendiendo la norma aplicable al caso.

TESIS 2: La Sala en reciente pronunciamiento analizó la inhabilidad


constitucional del artículo 272 para los contralores territoriales, en
donde luego de realizar un examen de la jurisprudencia en la materia,
determinó la compatibilidad de dicha disposición constitucional con
en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, por remisión del literal c) del
artículo 136 ibídem. (…). En primera medida, utilizó el criterio de la
ponderación para solucionar colisiones entre derechos y principios
fundamentales, como una pauta metodológica racional que permite
analizar la relación entre las libertades fundamentales y sus posibles
limitaciones. En el caso de contralores territoriales, la ponderación
aplicada busca equilibrar la libertad de acceso a cargos públicos y la
inhabilidad del artículo 272 Superior, con la referida en el artículo
95.2 de la Ley 136 de 1994. Para el efecto, se determinó la línea
jurisprudencial existente en la materia, teniendo como parámetro, los
cambios constitucionales que desde 1991 hasta la fecha se han
implementado para el proceso de selección de los empleos de
contralor en sus diferentes niveles. (…). Con base en este texto
Constitucional [artículo 272], la jurisprudencia de la Sección Quinta se
pronunció señalando que, de acuerdo con la Constitución, no podía
ser contralor quien en el último año hubiese ocupado cargo público
tanto del orden departamental, municipal o distrital en el respectivo
ente territorial, pues la finalidad del precepto es evitar que se obtengan
beneficios indebidos o ventajas por el antecedente de desempeñar un
cargo donde pueda influir para hacerse elegir. Lo anterior por cuanto
la Corporación encontró que la inhabilidad prevista en el numeral 2°
del artículo 95 de la Ley 136 de 1994 no tenía aplicación para los
contralores, puesto que lo allí normado se encontraba contenido en la
disposición constitucional, de manera que se debía preferir la norma
constitucional especial frente a la disposición general. (…). Con
fundamento en la nueva norma constitucional [artículo 272 inciso 8,
modificado por el Acto Legislativo 2 de 2015], la Sala interpretó que la
inhabilidad del artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994 complementa la
inhabilidad constitucional, en cuanto cada una cubre un ámbito
diferente en el objetivo común de protección de los principios de
igualdad, imparcialidad, transparencia y moralidad. La posición de la
Sección ha sido constante, en el sentido de contrastar la finalidad de
la inhabilidad constitucional y la posible subsunción o no con la

614
prevista en la extensión legal, siempre, en aras de proteger los
mencionados principios, concluyendo que no se afecta el criterio de
ponderación cuando la libertad para acceder a un cargo público, que
no es absoluta, se encuentra limitada por una restricción que tiene
como finalidad legítima y razonable evitar que se obtenga una ventaja
o beneficio indebido por el hecho de ostentar un cargo que implica el
ejercicio de prerrogativas propias de la autoridad, con el señalamiento
de que debe constatarse en cada caso si es procedente o su aplicación.
(…). Esta modificación [reforma constitucional de 2019] supone
entonces, que la inhabilidad constitucional [artículo 272] respecto del
ejercicio de cargos públicos para contralores se amplió en cuanto al
nivel jerárquico, pues éste deja de importar y se extiende a todos los
cargos en tanto no detalló la escala funcional de la cual se predica.
Sin embargo, tal y como quedó la redacción de la disposición
constitucional, esta limitación para el acceso al puesto de contralor
territorial pareciera que solo es aplicable a los cargos públicos de la
rama ejecutiva del respectivo nivel. (…). [L]a Sala Electoral entró a
analizar la decisión que profirió la Corte Constitucional en la sentencia
SU 566 de 2019 sobre la aplicación de la inhabilidad del artículo 95.2
de la Ley 136 de 1994 a los contralores. (…). Al analizar esta sentencia
de unificación, la Sala encontró que la decisión se refería a un caso
particular en sede de tutela, que no podía ser descontextualizada;
pues, en ella, el Alto Tribunal señaló que el cargo de Defensor Regional
del Pueblo que desempeñó el demandado en nulidad electoral, dentro
del año anterior a su elección, no era del orden departamental y, por
lo mismo, no se configuraba uno de los presupuestos de la inhabilidad
por ocupación de cargos públicos prevista en el inciso octavo del
artículo 272 de la Constitución. Adicionalmente, precisó la Corte que,
además de las inhabilidades señaladas por el Constituyente, el
legislador, en ejercicio del amplio margen de configuración de que
goza en materia de inhabilidades de los servidores públicos del nivel
territorial, podía establecer otras, siempre que lo hiciera de manera
razonable y proporcional, de acuerdo con los principios, valores y
derechos consagrados en la Constitución y resaltó que, por ello, se
extienden las específicas del artículo 95 de la Ley 136 de 1994. (…).
Además, el Alto Tribunal Constitucional, validó la constitucionalidad
de la remisión prevista en el artículo 163 de la Ley 136 de 1994 para
los contralores territoriales en la sentencia C-126 de 2018. (…). De
esta forma, la Sala concibe la existencia de normas de rango legal
que consagren otras inhabilidades para ser elegido contralor,
diferentes a la existente en el artículo 272 Superior, siempre que se

615
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

respeten los postulados constitucionales, dentro los cuales se


encuentran los derechos fundamentales, por lo que en el caso de la
causal que encuentra prevista en la Ley 136 de 1994, que señala la
remisión allí prevista a las causales de inhabilidad de los alcaldes “en
lo que sea aplicable” por remisión del artículo 163 c) ídem, se
considera conforme a tales postulados, como lo dispuso la Corte
Constitucional. (…). Así, se estableció que quien ejerce el cargo de
contralor municipal en la condición de titular o de encargado, tiene la
efectiva capacidad de utilizar los poderes inherentes a sus funciones
para incidir en beneficio propio sobre el concejo municipal como
órgano encargado de la elección del nuevo contralor, por ello
adicionalmente, se prohibió constitucionalmente su reelección. La
Sala reitera la posición de la Corte Constitucional en el sentido que no
existe un vacío legal en la remisión que realiza el artículo 163 de la
Ley 136 de 1994 al 95 ibidem, al hacerse bajo el supuesto de “en lo
que es aplicable”, no obstante, el máximo Tribunal constitucional no
especificó qué asuntos lo son y cuáles no en la sentencia C-126 de
2018 de la Corte Constitucional, al estudiar la constitucionalidad del
mencionado artículo 163 ejúsdem, en donde encontró ajustada a la
Carta la aplicación del numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de
1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000, como
limitación del derecho a ser elegido de los candidatos a contralores
municipales, lo que refuerza la posición que viene sosteniendo esta
Sala sobre el asunto. Por manera que resulta de gran importancia
reseñar que la expresión “compatible” a lo que hace referencia la
norma de reenvío debe hacerse bajo la lógica de la interpretación
restrictiva aducida por la Sala Plena de esta Corporación, esto es, a
que el texto dispositivo se encuentre en consonancia con la finalidad
o propósito de la norma inhabilitante, es decir, que responda a su
poder normativo, eficacia inmediata y salvaguarde su utilidad, como
se ve reflejado en la efectividad que se tiene en la protección de los
derechos del elegido, pero también del elector y, sobre todo, de los
ciudadanos en general. (…). En tal sentido, al llenar de contenido la
expresión “compatible” con el hecho de que se pueda predicar la
causal de inelegibilidad de los contralores por el ejercicio de autoridad
administrativa, incluso en encargo, lo que busca la Sala es que no se
utilice dicha prerrogativa para garantizar la elección o el acceso a un
empleo. Con este propósito, se busca mantener la igualdad,
transparencia e imparcialidad entre los participantes y, con ello,
garantizar el no vaciamiento de contenido de dichos principios
rectores del Estado Social y Democrático de Derecho.

616
TESIS 3: La Sala advierte en primer lugar que el contralor de Pereira
era inelegible por estar incurso en la inhabilidad prevista en el numeral
2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, pues dentro de los doce (12)
meses anteriores a la fecha de la elección ejerció como empleado
público, jurisdicción o autoridad administrativa en el respectivo
municipio. (…). En segundo lugar, el hecho de haber participado en la
convocatoria pública, no obstante obrar en él la señalada inhabilidad,
no purga la causal de inhabilidad que obra en su contra. En tercer
lugar, pareciera confundir el recurrente la convocatoria pública con el
concurso de méritos, como si se tratara de lo mismo; no obstante, como
se explicará a continuación, estos conceptos presentan significativas
diferencias de suma importancia, en tanto la elección de contralores,
como se indicó, se realiza en el marco de convocatorias públicas y
no de concurso público. (…). Sea lo primero distinguir las diferencias
específicas entre la designación como resultado i) de un concurso de
méritos, ii) de la que estuvo precedida de una convocatoria pública.
(…). [E]n cuanto a la forma de elegir a los contralores territoriales, la
Sala de Consulta y Servicio Civil conceptuó que, si bien es anterior
a la reforma de 2019, se considera aplicable en tanto analiza la
convocatoria misma que subsiste en la más reciente reforma de la
norma Superior. Sobre el punto que se analiza, la mencionada Sala
señaló, entre otros argumentos, que la convocatoria pública comparte
en lo sustancial los elementos propios del concurso público de
méritos, a excepción de que no existe un orden de elegibilidad dentro
de la lista de seleccionados; por lo que, aunque para el caso de los
concursos se impone la elección por meritocracia de quien o quienes
hayan obtenido la mayor calificación, ello no es así en lo que respecta
a las convocatorias, en las que, a diferencia de aquellos, el nominador
puede o no proveer el cargo con estricto apego a la clasificación de los
aspirantes. (…). [S]e concluye que la convocatoria pública constituye
un mecanismo de selección que se diferencia de éste en que para la
selección la corporación pública, en este caso el Concejo Municipal,
conserva una libertad de escogencia del aspirante que considere entre
los candidatos que han sido preseleccionados por ser los mejores
calificados, sin que sea imposición o haya algún aspecto que privilegie
a quien haya obtenido el mejor puntaje. (…). [E]l mérito que se evalúa
en la convocatoria pública es uno de los elementos propios de ella, con
fundamento en él, el Concejo Municipal, que es el que tiene la facultad
para designar al contralor, cuenta con su potestad discrecional y por
ende subjetivo en la elección, por cuanto no está obligado a escoger
al que mejor desempeño tuvo en la convocatoria sino que una vez

617
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

corrobore cumple con las calidades, corrobore que no se encuentre


en causal de inhabilidad, elije al que le parezca cumple el mejor perfil
para el ejercicio del cargo. El ejercicio de esta discrecionalidad que le
compete al Concejo municipal implica para el caso particular que la
elección no resulta ser totalmente objetiva, como ocurre en el concurso
público, que es propio por ejemplo de la elección de los personeros.
Al haberse acreditado en el expediente que el contralor durante el
año anterior a su designación ejerció en encargo el mismo cargo y
no tal materializó actos de autoridad administrativa, para la Sala ese
hecho implicó la concreción de funciones de vigilancia y control sobre
sus nominadores, por lo que su elección contrarió los principios de
imparcialidad, trasparencia y moralidad, pues con el ejercicio de sus
funciones desequilibró las bases de la convocatoria, que se refiere
a una elección por mérito y no a un escenario donde participe con
una posición privilegiada por el ejercicio de autoridad administrativa
en comparación con los demás participantes de la convocatoria
pública. (…). [L]a Sala considera que no hace falta acreditar que, en
efecto, el elegido hubiera utilizado su empleo para beneficiarse con
la elección en titularidad, sino que resulta suficiente con evidenciar
tal desequilibrio y por tanto la inhabilidad del participante en la
convocatoria, que no necesita una prueba diferente al hecho de que,
en el año inmediatamente anterior, ejercitara autoridad administrativa
la facultad y el deber de vigilar a los miembros del Concejo Municipal
que lo eligió, lo que por sí solo aparta el criterio de imparcialidad,
transparencia y moralidad de los electores frente a un grado de
discrecionalidad al momento de optar por uno de los aspirantes, pues
bien sea de manera directa o indirecta, es ostensible que su labor tuvo
la potencialidad de ser definitiva en la escogencia. (…). [D]ebe señalar
la Sala que la acreditación de los requisitos por parte de quien resultó
elegido no es un elemento que se encuentre en discusión en esta litis,
ni frente al que deba realizarse algún estudio, pues no fue objeto de
censura en la demanda, ni se puso en duda en el fallo de la primera
instancia para que hubiera lugar a desvirtuar algún ataque frente a sus
requisitos y experiencia profesionales. En este aspecto se concluye
que lo que se censura no tiene que ver con la idoneidad para ocupar
el cargo, sino con el hecho de haber ejercido autoridad administrativa
dentro de los 12 meses anteriores a su designación, por cuanto ello
tiene la potencialidad de incidir en un provecho para la obtención del
cargo, en detrimento de los derechos de los demás participantes y en
contravía de los principios que rigen la función pública, de modo que
no existe lugar en este juicio para pronunciarse sobre la idoneidad del

618
demandado para el ejercicio del cargo de contralor municipal de Pereira.
La inhabilidad endilgada, (…), no obedece a que se le hubiera dado a
la vinculación del demandado un tratamiento de cargo en propiedad,
cuando lo fue en encargo, al contrario, como se precisó, de acuerdo con
la sentencia de constitucionalidad de la norma expuesta en detalle en
los antecedentes de este fallo, la inhabilidad contenida en su numeral
2° aplica para el funcionario más allá de su tipo de vinculación (encargo
o titularidad), ejerció autoridad administrativa dentro del año anterior
a su designación, pues la decisión de inconstitucionalidad del aparte
“en encargo”, se sustentó en que no había lugar a mantener una causal
de inelegibilidad específica para la reelección de quien fungió como
encargado ya que a éste lo cobijaban los mismos supuestos aplicables
a quien ejerció como titular, puntualmente, y para lo que resulta de
interés en el asunto que se analiza, en lo referente al ejercicio de
autoridad dentro de un factor temporal equivalente a 12 meses antes
de la designación. Por las razones expuestas, el más firme argumento
del recurrente no prospera.

TESIS 4: De acuerdo con las generalidades de las inhabilidades y


puntualmente la contenida en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994,
para los contralores territoriales, la Sala se mantiene en la posición
conforme con la cual la remisión expresa de la norma a las inhabilidades
establecidas para los alcaldes, es específicamente en lo que les sean
aplicables y, puntualmente, en lo que respecta su numeral 2º, resulta
consecuente con las circunstancias creadas por la Constitución y la ley
que imposibilitan que una persona sea elegida, para un cargo público
y con el objetivo primordial lograr la moralización, idoneidad, probidad,
imparcialidad y eficacia de quienes van a a desempeñar un empleos
público. Para la Sala, este enfoque, además de ser acorde con la
protección de dichos principios, configura una posición que de manera
pacífica ha sostenido. (…). Luego, ante el interrogante planteado, la
Sala se mantiene en la posición pacífica sobre el particular, y reitera
que sí es aplicable al caso de contralor la inhabilidad descrita en el
numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, por remisión expresa
del 163 ibidem.

TESIS 5: Para la Sala, en lo que respecta a la petición de los apelantes,


encaminada a que se aplique la sentencia de unificación SU-566 de
2019, proferida por la Corte Constitucional, al régimen de inhabilidades
de los contralores territoriales, hay lugar a reiterar igualmente lo
señalado en la providencia del 5 de agosto de 2021, referente a que

619
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

a ello hay lugar entendiendo que en dicha decisión no se descartó de


manera absoluta la aplicación del contenido normativo del artículo 95
de la Ley 136 de 1994, sino que el Alto Tribunal precisó que, en cada
caso particular, correspondía analizar si había lugar a ello, por lo que se
mantiene la posición de esta Sección, dado que no se advierte alguna
razón nueva o diferente que conlleve a su rectificación o variación. (…).
[S]e evidencia que la Corte Constitucional no descartó la aplicación del
contenido normativo del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, sino que
precisó que, en cada caso particular, correspondía analizar si había lugar
a ello o no, en aras de evitar un uso abusivo de las funciones públicas
en beneficio de intereses particulares propios o de terceros, rompiendo
la igualdad e imparcialidad en detrimento del interés público. (…). [D]
ebe resaltarse que los efectos de las sentencias de constitucionalidad
obligan a todos los intérpretes a su implementación en los términos
allí establecidos bajo el principio de cosa juzgada constitucional, por lo
que bajo la ratio establecida en sede de constitucionalidad a través de
la sentencia C-126 de 2018, se encontró exequible la remisión prevista
en el artículo 163 de la Ley 136 de 1994, en lo que fuera aplicable,
siempre que se respeten los postulados constitucionales. Por manera
que la posición que viene sosteniendo esta Sala no es opuesta a la
tesis de la Corte Constitucional, en tanto la sentencia SU-566 de 2019
se profirió bajo la perspectiva de control concreto, mientras que en
la C-126 de 2018 se determinó la protección al interés general bajo
la perspectiva sistemática de sostenimiento de los principios rectores
de la función pública; en razón de ello, la Sección al momento de
resolver cada asunto tiene en cuenta las circunstancias particulares
y, dependiendo de ello, establece la aplicabilidad de la remisión, en
búsqueda de atender la necesidad de garantizar la imparcialidad,
transparencia y moralidad que rigen los procesos de selección. (…). [N]
o resulta cierto, como lo pretenden hacer ver los accionantes que en la
sentencia de unificación se haya fijado como regla de decisión la total
inaplicabilidad de la referida condición de inelegibilidad -95.2-. (…). [A]
juicio de esta judicatura, la sentencia ahora apelada aplicó la decisión
fijada en el fallo SU-566 de 2019, en tanto el demandado ocupó el cargo
de contralor municipal encargado, y ello implica injerencia sobre el
órgano con la competencia para elegirlo posteriormente en propiedad
en dicha dignidad, lo cual desequilibró el proceso electoral, restándole
transparencia e imparcialidad al cuerpo electoral. (…). [S]e puede
concluir que la Corte Constitucional avaló la aplicación del referido
artículo 95.2 ídem y precisó que en cada caso particular correspondía
analizar si había lugar a ello o no, en aras de evitar un uso abusivo de

620
las funciones públicas en beneficio de intereses particulares, tal y como
fue acogido por esta Sección en el fallo de 5 de agosto de 2021, tantas
veces referido. En ese sentido, se insiste que la inhabilidad contenida
en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, sí resulta compatible con la
elección de contralores, por lo que tampoco habría lugar a revocar la
decisión de primera instancia, por este aspecto.

TESIS 6: Sobre este particular, encuentra la Sala que, aunque para


el caso de los contralores esta Sección en un inicio consideró que la
inhabilidad consagrada en el numeral 2º del artículo 95 de la Ley 136
de 1994 no era aplicable a los contralores, debido a que su situación fue
regulada por el artículo 272 constitucional, en tesis que fue replicada,
entre otras, en la decisión de 2009 a que alude el recurrente, la misma
Sala precisó que este precepto, al ser modificado por el Acto Legislativo
02 de 2015, cambió el supuesto fáctico de la inhabilidad, por lo que
estos antecedentes ya no resultan aplicables, ya que, a partir de la
precitada reforma, la inhabilidad quedó, para entonces, circunscrita a
los cargos desempeñados en el nivel ejecutivo del orden departamental,
distrital o municipal, dejando al descubierto otros aspectos que,
claramente, devendrían en contrarios a los principios constitucionales
de transparencia e igualdad. Tesis que más adelante, tuvo que volverse
a estudiar, con ocasión de la reforma introducida mediante el Acto
Legislativo 04 de 2019, teniendo en cuenta que con ésta, la inhabilidad
respecto del ejercicio de cargos públicos se amplió y ya no importaba el
carácter jerárquico del cargo, sino que se extendió a todos los niveles
y, puntualmente, para el acceso al cargo de contralor territorial, la
limitación solo resulta aplicable a los cargos públicos de la rama ejecutiva
del respectivo nivel. Sin embargo, el estudio de la Sala arrojó que en esa
oportunidad la modificación que introdujo el mencionado acto no variaba
la jurisprudencia del Consejo de Estado que supone la coexistencia
de la inhabilidad constitucional, con la dispuesta en el artículo 95.2
de la Ley 136 de 1994 para éstos, en tanto su ámbito de protección
es diferente. Por manera que, con las modificaciones introducidas
por los diferentes actos legislativos, el juez electoral, de la mano con
el juez de control abstracto de constitucionalidad, en sentencia C-126
de 2018, determinaron como factible hacer compatible la inhabilidad
establecida en el numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994,
modificado por el artículo 37 de la Ley 617 de 2000, a los contralores,
para garantizar, la pureza de los procesos eleccionarios, pues se trata
de una sentencia de constitucionalidad a la que esta Sala Electoral, le
ha dado estricta aplicación, como corresponde. (…). Para la Sala, (…),

621
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

no puede desconocerse que fue precisamente el legislador el que de


manera expresa dispuso para la elección de contralores territoriales la
remisión a la inhabilidad establecida para alcaldes en lo pertinente y la
Corte Constitucional, la que precisó que el numeral 2° del artículo 95
de la Ley 136 de 1994 les era aplicable. (…). Adicionalmente, la Sala, de
forma igualmente pacífica, ha considerado que la finalidad del régimen
electoral, indistintamente de si se trata de elecciones por voto popular
o por corporaciones o entidades públicas, se funda en evitar que los
intereses personales se antepongan a los públicos, en donde prevalecen
los principios de transparencia, imparcialidad, igualdad y moralidad,
propios de la función pública, por encima del interés particular del
nombrado o elegido, lo que, valga aclarar, no se predica únicamente de
los comicios populares, ya que la posibilidad de demandar la nulidad
de un acto electoral se hace extensiva a todas las elecciones, bajo la
necesidad de proteger los mismos principios constitucionales. (…). [L]
a Sala concluye que, contrario a lo manifestado por los apelantes,
la aplicación de la inhabilidad a los contralores territoriales no es
contradictoria con la posición de la Sección Quinta del Consejo de Estado
ni con los principios de interpretación restrictiva, proporcionalidad y
pro homine; como tampoco, que su aplicación al caso de la referencia
constituya una interpretación inadecuada, y no se encuentran razones
que conllevaran a cambiar la posición pacífica de la Sala, en el sentido
de retomar la tesis que fue modificada con ocasión de la entrada
en vigencia del Acto Legislativo 02 de 2015. En tal sentido, con las
modificaciones de los actos legislativos de 2015 y 2019, las inhabilidades
para contralores territoriales resultan más específicas y concretas, lo
que conlleva, bajo el concepto de compatibilidad, a la aplicación de las
inhabilidades de los alcaldes, por remisión expresa del artículo 163 de
la Ley 136 de 1994, pues se insiste, sí son concurrentes y no resultan
excluyentes, sino como un complemento acorde con los principios de la
función pública, en aras de evitar algún provecho de los participantes en
el trámite de acceder a los cargos públicos. De otro lado, en este caso no
existen diversas interpretaciones sobre la aplicabilidad de las normas
señaladas y la jurisprudencia de la Corte que coincide con la posición de
la Sala Electoral, que pudieran conllevar a la aplicación de los principios
pro homine y pro electoratem, sino que se trata de la aplicabilidad de la
inhabilidad en el caso concreto. Por ello, no se advierte lugar a revocar el
fallo de primera instancia y, en consecuencia, se confirmará.

TESIS 7: Finalmente, encuentra la Sala que la representante del


Ministerio Público consideró necesario que, a pesar de existir una

622
postura pacífica de la Sala Electoral, en el sentido de que la modificación
introducida por el Acto Legislativo 04 de 2019 al artículo 272 Superior no
varió la tesis que señala la coexistencia de la inhabilidad constitucional
con la dispuesta en el artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, debía
profundizarse respecto de la compatibilidad entre la norma superior
y la de tipo legal, ya que, aunque la expresión “compatible” a la que
hace referencia la norma de reenvío debe hacerse bajo la lógica de la
interpretación restrictiva aducida por la Sala Plena, según la cual, el
texto se encuentre en consonancia con la finalidad o propósito de la
norma inhabilitante, queda la duda de si la interpretación teleológica
puede llegar a extremos de inaplicar la norma Superior. Esta Sala de
asuntos electorales no encuentra lugar a dictar un pronunciamiento
específico sobre el particular, en tanto, como claramente lo señaló
la procuradora delegada en asuntos electorales, la posición de la
Sala es pacífica, la que por demás comparte ese ministerio público,
como lo afirmó, pero además, en ningún momento ha considerado la
inaplicación de la norma Superior, sino que se ha esforzado en señalar
la coexistencia de la norma constitucional y legal en asuntos como
el que ahora se estudia, pues es precisamente esa compatibilidad la
que permite la aplicación de la norma contenida en el artículo 95.2
de la Ley 136 de 1994, establecida para alcaldes, a los contralores
territoriales. Esto, y frente a lo que no ha dejado duda la Sala, implica
que la concomitancia de la inhabilidad legal con la constitucional para
el caso de los contralores territoriales obedece a que ambas resultan
consecuentes con la función de la prevalencia del interés general, con
sustento en los principios que gobiernan la función pública de igualdad,
imparcialidad, transparencia y moralidad, sin que de ello pueda
deducirse que se puedan desconocer los preceptos constitucionales
del numeral 8° del artículo 272 Superior.

TESIS 8: Así, toda vez que la elección que se acusa se produjo por el
Concejo Municipal de Pereira, el 10 de septiembre de 2020, es decir,
con posterioridad a la modificación introducida por el Acto Legislativo
N° 4 de 2019 al artículo 272 constitucional y, teniendo en cuenta que
se mantiene para el caso particular la aplicación del artículo 95.2 de
la Ley 136 de 1994 como causal de inelegibilidad para ocupar el cargo
de contralor territorial, se tiene que, en los estrictos términos en que
se previó, ésta se configuró en cabeza del demandado. Lo anterior,
con sustento en el hecho de haber desempeñado con anterioridad a la
elección un cargo que implicó el ejercicio de autoridad administrativa,
en el mismo lugar en donde ejercería las funciones de contralor, en

623
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

concreto, al haber ejercido tal autoridad, como contralor encargado,


por muerte del titular, como se analizó en detalle y que no fue objeto
de apelación, ya que la censura, como se indicó, se encaminó a su vez,
a pretender que se declarara que al demandado no le era aplicable la
causal del artículo 95.2 de la Ley 136 de 1994, modificado por el 37 de
la Ley 617 de 2000, pero no se discutieron las razones que llevaron al
primer fallador a concluir el ejercicio de dicha autoridad en razón de
su encargo como contralor municipal de Pereira. Esta decisión resulta
consecuente con la actual posición de la Sección, adoptada a partir de
las reformas introducidas con los Actos Legislativos de 2015 y 2019 a
la norma Superior contenida en su artículo 272 y, desde entonces, ha
sido constante, en el entendido de valorar y contrastar la finalidad de
la inhabilidad constitucional y la posible subsunción con la prevista
legalmente, siempre con miras a proteger los principios de igualdad,
moralidad, transparencia e imparcialidad y, en esta ocasión, se concluye,
como se viene haciendo, que la inhabilidad del numeral 2° del artículo
95 de la Ley 136 de 1994, modificado por el artículo 37 de la Ley 617
de 2000, es complementaria de la constitucional y, por consiguiente,
resulta aplicable a la elección de contralores territoriales. En ese
orden, no encuentra la Sala que los apelantes hubieran desvirtuado
la incursión en inhabilidad por parte del demandado, al momento
de su elección como contralor municipal de Pereira, para el período
2020-2021, por lo que se confirmará el fallo proferido por el Tribunal
Administrativo de Risaralda, que declaró la nulidad de la elección del
demandado como contralor municipal de Pereira.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 272 NUMERAL 8 / ACTO LEGISLATIVO 2 DE
2015 / ACTO LEGISLATIVO 4 DE 2019 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 95 NUMERAL
2 / LEY 617 DE 2000 - ARTÍCULO 37

624
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL
GOBERNADOR DE LA GUAJIRA, SENTENCIA DE REEMPLAZO,
COALICIÓN POLÍTICA, COALICIÓN DEL PARTIDO POLÍTICO,
PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN LA MODALIDAD
DE APOYO, CANDIDATOS DE COALICIÓN, VALORACIÓN DE LA
PRUEBA, JURISPRUDENCIA ANUNCIADA

EXTRACTO NO. 45

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00018-00
FECHA: 14/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Esteban Camilo Marín Maldonado
DEMANDADO: Nemesio Raúl Roys Garzón - Gobernador
de La Guajira, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme se estableció en la fijación de litigio,


el “problema jurídico consiste en establecer, si la elección del señor
Nemesio Raúl Roys Garzón como gobernador de La Guajira debe o
no ser anulada, al haber presuntamente incurrido en la prohibición
de doble militancia estatuida en los artículos 107 de la Constitución
Política, 2° de la Ley 1475 de 2011 y 275.8 de la Ley 1437 de 2011, toda
vez que, durante la campaña electoral que precedió su designación,
supuestamente apoyó, acompañó y/o ayudó a las candidaturas de
los señores Gerardo Abel Cujia Mendoza y Euclides Manuel Redondo
Peralta, a las alcaldías de Uribia y Riohacha respectivamente”.

TESIS 1: [E]n el ordenamiento jurídico colombiano a pesar de no estar


definido el concepto de coalición como tal, existe mención de la figura
en la legislación desde la promulgación de la Ley 130 de 1994 [artículo
13]. (…). Así mismo, la jurisprudencia de esta Sección entendió en su
momento como la definición de coalición, la consagrada, aunque no
explícitamente, en el artículo 9º de la misma Ley 130 de 1994, cuando
se refiere a las asociaciones de todo orden. (…). Aunado a lo anterior,
la Sala Electoral también ha aludido a la jurisprudencia de la Sección
Primera del Consejo de Estado, que consideró que las coaliciones
son alianzas propias del proceso democrático no prohibidas por las

625
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

leyes electorales. (…). Así las cosas, aun cuando la ley y la Constitución
reconocen la existencia de las coaliciones, lo cierto es que sin que se
hubiera regulado su conformación, esto es, lo concerniente al acuerdo
de coalición ni su funcionamiento, el derecho a coaligarse emana de la
voluntad libre de las agrupaciones políticas reconociendo su existencia
sin necesidad de desarrollo legislativo específico. Frente a lo anterior,
llama la atención que si bien desde los actos legislativos 02 de 2002
y 01 de 2009 se hizo mención a la figura de coalición, lo cierto es que
ello reiteró el continuo reconocimiento de las coaliciones dentro del
ejercicio democrático, aunque para ese momento no existiera ley que
de manera específica regulara la materia. (…). [C]on la expedición de
la Ley 1475 de 2011, se regularon de manera más específica algunos
aspectos de las coaliciones. Por ejemplo, el artículo 5°, atendiendo lo
dispuesto en el artículo 107 Superior, indicó que las consultas populares
o internas o interpartidistas pueden ser empleadas para escoger
candidatos de coalición a cargos de elección popular, precisando en su
inciso 3°, que dicho mecanismo de participación democrática se lleva
a cabo para “cargos uninominales”. En consonancia con lo anterior,
en el artículo 7° relativo al carácter obligatorio de las consultas, se
prescribió que son vinculantes “para el partido, movimiento, grupo
significativo de ciudadanos o coalición, que las hubiere convocado,
así como para los precandidatos que hubieren participado en ellas”,
por lo que éstos últimos quedarán inhabilitados para inscribirse
como candidatos en cualquier circunscripción dentro del mismo
proceso electoral, por partidos, movimientos, grupos significativos de
ciudadanos o coaliciones distintos a los que participaron en la consulta.
A la vez estableció que las colectividades que hicieron parte de ésta no
podrán “inscribir ni apoyar candidatos distintos a los seleccionados en
dicho mecanismo, con excepción de los casos de muerte o incapacidad
absoluta del candidato así seleccionado”, so pena de la nulidad o
revocatoria de la inscripción del aspirante que se apoye, diferente al
elegido en la consulta. (…). Ahora bien, el aporte más significativo que
realizó la Ley 1475 de 2011 en materia de coaliciones está en el artículo
29. (…). [D]e la regulación atinente a las coaliciones, debe tenerse en
cuenta el inciso 5º del artículo 262 de la Constitución Política. (…).
Con el Acto Legislativo 2 de 2015 [artículo 20] se constitucionalizaron
dos puntos específicos en materia de coaliciones, así: i) Impuso al
legislador el deber de regular aspectos propios del funcionamiento
de las coaliciones. ii) De manera autónoma e independiente consagró
y reguló el derecho a presentar lista de candidatos en coalición
para corporaciones públicas bajo condiciones específicas. (…). [E]s

626
importante señalar que la norma constitucional consignó los requisitos
de existencia propios de la coalición a la cual le es dable proceder con
la presentación de listas de candidatos a elecciones de corporaciones
públicas, en ejercicio de un derecho reconocido de manera específica
por el constituyente. Por lo tanto, de manera independiente al deber
del legislador de regular aspectos propios del funcionamiento de las
coaliciones, las cuales no resultan novedosas ni ajenas al ejercicio de
la democracia, resulta innegable que se reconoció como un mandato
autónomo y específico, un derecho en el orden constitucional. Conforme
con lo anterior, con la citada norma constitucional se impuso el deber
al legislador en materia de coaliciones, de regular aspectos propios de
su funcionamiento y, por otra parte, de manera autónoma y específica
se consagró el derecho a presentar listas de candidatos en coalición
para corporaciones públicas, bajo ciertas condiciones, dispuestas de
manera específica por el Constituyente derivado, avanzando así en el
marco de protección que estableció la Ley 1475 de 2011 que sólo se
refirió a las coaliciones para cargos uninominales (art. 29).

TESIS 2: [C]on el fin de precisar el marco normativo constitucional


y legal que rige este derecho, en virtud del cual a manera de síntesis
se tiene: (I) A nivel constitucional - Los artículos 303 y 314 de la
Constitución, luego de su reforma por el Acto Legislativo No. 02 de 2002,
al establecer que ante la vacante absoluta de los cargos de alcalde
o gobernador faltando menos de 18 meses del período respectivo,
debe ser provista respetando el partido, grupo político o coalición
por el cual fue inscrito el servidor público elegido, reconoció que la
alianza entre colectividades políticas constituye una forma válida
para lograr la elección para un cargo de elección popular, modalidad
de participación que (…), inclusive desde la Ley 130 de 1994 se viene
aceptado. - El inciso 4° del artículo 107 de la Constitución, luego de su
reforma por el Acto Legislativo 1 de 2009, expresamente indicó que
las colectividades políticas pueden celebrar consultas populares o
internas o interpartidistas, para la escogencia de sus candidatos por
coalición. - El inciso 5° del artículo 262 Superior, desde la reforma
introducida por el Acto Legislativo 2 de 2015, por una parte, le impuso
al legislador el deber de regular aspectos propios del funcionamiento
de las coaliciones para corporaciones públicas, y de otra, de manera
autónoma e independiente consagró y reguló el derecho de presentar
lista de candidatos de tales coaliciones bajo condiciones específicas.
(…). (II) A nivel legal - El artículo 9 de la Ley 130 de 1994 relativo a la
designación y postulación de candidatos a cargos de elección popular,

627
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en su inciso 3° reconoce tal atribución a “las asociación de todo orden”,


expresión a partir de la cual la Sección Quinta del Consejo de Estado ha
considerado que se está hablando de “las comúnmente denominadas
coaliciones”, lo que resulta consonante con el último inciso del artículo
13 de la misma ley, que [a] propósito de la financiación de las campañas
consagra que “los partidos y movimientos que concurran a las
elecciones formando coaliciones determinarán previamente la forma
de distribución de los aportes estatales a la campaña. De lo contrario,
perderán el derecho a la reposición estatal de gastos”. - La Ley 1475
de 2011 constituye la norma a través de la cual se han regulado los
aspectos fundamentales de las coaliciones, en especial para cargos
uninominales, particularmente, en los artículos 5, 7 y 29. - El artículo 5°,
en consonancia con el artículo 107 Superior, reiteró que las consultas
pueden ser empleadas para escoger candidatos de coalición a cargos
de elección popular, precisando en su inciso 3°, que dicho mecanismo de
participación democrática se lleva a cabo para “cargos uninominales”.
- El artículo 7° subrayó que las consultas son vinculantes “para el
partido, movimiento, grupo significativo de ciudadanos o coalición, que
las hubiere convocado, así como para los precandidatos que hubieren
participado en ellas”, por lo que éstos últimos quedarán inhabilitados
para inscribirse como candidatos en cualquier circunscripción dentro
del mismo proceso electoral, por partidos, movimientos, grupos
significativos de ciudadanos o coaliciones distintos a lo que participaron
en la consulta. A la vez estableció que las colectividades que hicieron
parte de ésta no podrían “inscribir ni apoyar candidatos distintos a
los seleccionados en dicho mecanismo, con excepción de los casos
de muerte o incapacidad absoluta del candidato así seleccionado”,
so pena de la nulidad o revocatoria de la inscripción del candidato
que se apoye, diferente al elegido en la consulta. - El artículo 29 (…),
estableció los aspectos mínimos que deben considerar las coaliciones
conformadas para cargos uninominales, en cuanto a (I) su creación, (II)
funcionamiento y (III) en el evento que deba reemplazarse al candidato
elegido de aquéllas. (…). Desde la perspectiva de esta Sala de decisión,
se tiene que el legislador con el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011,
previó los aspectos básicos de la coalición en cargos uninominales,
los cuales son: (I) Legitimación: Los partidos y movimientos políticos
con personería jurídica entre sí y/o con grupos significativos de
ciudadanos. (II) Finalidad: Inscribir candidatos de coalición para cargos
uninominales. (III) Vinculatoriedad: El candidato de coalición será el
candidato único de los partidos, movimientos y grupos significativos de
ciudadanos que participen en ella. Igualmente será el candidato único

628
de los partidos y movimientos con personería jurídica que aunque
no participen en la coalición decidan adherir o apoyar al candidato
de la coalición. En el caso de las campañas presidenciales también
formarán parte de la coalición los partidos y movimientos políticos que
públicamente manifiesten su apoyo al candidato. La suscripción del
acuerdo de coalición tiene carácter vinculante y por tanto, los partidos
y movimientos políticos y sus directivos, y los promotores de los grupos
significativos de ciudadanos no podrán inscribir, ni apoyar candidato
distinto al que fue designado por la coalición. Su inobservancia será
causal de nulidad o revocatoria de la inscripción del candidato que se
apoye, diferente al designado en la coalición. (IV) Solemnidad: En el
formulario de inscripción se indicarán (a) los partidos y movimientos
que integran la coalición y (b) la filiación política de los candidatos.
Además, desde el punto de vista temporal, se evidencia que el legislador
estableció los aspectos básicos que deben tenerse en cuenta antes de la
inscripción del candidato de coalición, después de esta circunstancia y
luego de elección. (…). [S]e puede concluir, que la norma estatutaria [ley
1475 de 2011] reguló el contenido mínimo que debe tener el acuerdo
de coalición, eso sí, dejando claro que es vinculante para quienes lo
suscriben, no sólo en el momento de signarlo, por el contrario, las
cargas en él contempladas deben honrarse aún después de elegido el
candidato, dado que allí es donde se materializa el voto programático,
principio que como puede verse es trasversal al mencionado acuerdo o
pacto de voluntades políticas, razón por la que al contar con un mayor
respaldo popular por la unión de las fuerzas debe ser claro y ajeno a
cualquier vicio que pueda alterar el cometido constitucional de pureza
del sufragio. (…). Por lo tanto, no puede válidamente estar constituida
sobre un pilar que no sea democrático, ajeno a los fundamentos
constitucionales y legales que rigen la contienda electoral, dado que
las normas que regulan la materia buscan de forma unívoca mantener
la vigencia del sistema político democrático participativo.

TESIS 3: [A] manera de conclusión se tiene que: - El derecho de


las agrupaciones políticas a coaligarse ha sido reconocido aun
antes de que la Constitución hiciera referencia al término coalición a
través de los actos legislativos 02 de 2002, 01 de 2009 y 2 de 2015,
por ejemplo, en los artículos 9 y 13 de Ley 130 de 1994. Empero,
su constitucionalización ha permitido que se afianzase como una
alternativa de participación política para el acceso a cargos de elección
popular y, por consiguiente, que su regulación constituya un asunto
de especial interés para el legislador. En tal sentido se destaca lo

629
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

preceptuado en los artículos 107, 262, 303 y 314 de la Constitución.


- En tratándose de las coaliciones para cargos de elección popular
en corporaciones públicas, el constituyente (art. 262) consignó los
requisitos de existencia propios de la coalición, y estableció el deber
del legislador de regular aspectos propios del funcionamiento, materia
que aún no ha sido desarrollada en detalle por aquél. - Más prolijo ha
sido el desarrollo legal de las coaliciones para la elección de cargos
uninominales, respecto de los cuales se cuenta de manera especial con
los artículos 5, 7 y 29 de la Ley 1475 de 2011, constituyendo este último
una norma completa en cuanto a los aspectos básicos de la coalición
frente a su legitimación, finalidad, vinculatoriedad y solemnidad, que
además previó los aspectos fundamentales a tener en cuenta antes,
durante y después de la inscripción del candidato.

TESIS 4: En relación con la causal de nulidad que podría verse


materializada en el caso concreto, debemos remitirnos al numeral 8º
del artículo 275 de la Ley 1437 de 2011. (…). Así las cosas, puede
observarse que el ordenamiento jurídico, prevé una consecuencia
clara y expresa cuando el candidato incurra en la prohibición de doble
militancia la cual, vale la pena aclarar, ha sido definida por esta Sección
como una prohibición que no puede leerse de forma aislada, pues para
determinar cuándo una persona está inmersa o no en la causal de
inelegibilidad es necesario recurrir al texto del artículo 107 Superior y
al artículo 2º de la Ley 1475 de 2011. (…). De la transcripción de la
norma Superior [artículo 107] se desprende con claridad que está
prohibido: (I) a los ciudadanos, pertenecer de manera simultánea a dos
o más partidos o movimientos políticos y, (II) a quienes aspiren a ser
elegidos en cargos o corporaciones de elección popular, apoyar
candidatos distintos a los inscritos por el partido o movimiento político
al cual se encuentren afiliados. Por su parte, la ley estatutaria citada,
en su artículo 2º, no solo replica las modalidades de doble militancia
previstas en la norma constitucional, sino que además incluye otros
eventos en los cuales la prohibición se materializa. Bajo tal marco, la
Sección Quinta del Consejo de Estado, haciendo un análisis armónico
de las normas en cita [artículo 107 Superior y al artículo 2º de la Ley
1475 de 2011], ha entendido que en la actualidad existen cinco
modalidades en las que se puede materializar la prohibición de doble
militancia, a saber: “i) Los ciudadanos: “En ningún caso se permitirá a
los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un partido o
movimiento político.” (Inciso 1º del artículo 2 de la Ley 1475 de 2011).
ii) Quienes participen en consultas: “Quien participe en las consultas

630
de un partido o movimiento político o en consultas interpartidistas, no
podrá inscribirse por otro en el mismo proceso electoral.” (Inciso 5º del
artículo 107 de la Constitución Política) iii) Miembros de una corporación
pública: “Quien siendo miembro de una corporación pública decida
presentarse a la siguiente elección, por un partido distinto, deberá
renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del primer día de
inscripciones”. (Inciso 12 del artículo 107 de la Constitución Política e
Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011) iv) Miembros de
organizaciones políticas para apoyar candidatos de otra organización:
“Quienes se desempeñen en cargos de dirección, gobierno,
administración o control, dentro de los partidos y movimientos políticos,
o hayan sido o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de
elección popular, no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos
por el partido o movimiento político al cual se encuentren afiliados. Los
candidatos que resulten electos, siempre que fueren inscritos por un
partido o movimiento político, deberán pertenecer al que los inscribió
mientras ostenten la investidura o cargo, y si deciden presentarse a la
siguiente elección por un partido o movimiento político distinto,
deberán renunciar a la curul al menos doce (12) meses antes del
primer día de inscripciones.” (Inciso 2º del artículo 2º de la Ley 1475 de
2011) v) Directivos de organizaciones políticas: “Los directivos de los
partidos y movimientos políticos que aspiren ser elegidos en cargos o
corporaciones de elección popular por otro partido o movimientos
políticos o grupo significativo de ciudadanos, o formar parte de los
órganos de dirección de estas, deben renunciar al cargo doce (12)
meses antes de postularse o aceptar la nueva designación o ser
inscritos como candidatos” (Inciso 3º del artículo 2º de la Ley 1475 de
2011)”,. Conforme con lo anterior, se ha definido que estas modalidades
apuntan a la consecución del propósito común, de “crear un régimen
severo de bancadas en el que esté proscrito el transfuguismo político”,
pues su finalidad es, precisamente, dar preponderancia a los partidos
y movimientos políticos sobre los intereses personales de los
candidatos. Finalmente, es de anotar que se ha entendido que la figura
de doble militancia incluye a todas las agrupaciones políticas sin
importar que aquellas tengan o no personería jurídica. Sin embargo,
no se puede perder de vista que esta afirmación no es absoluta, dado
que el artículo 2° de la Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo
una excepción en esta materia, que es aplicable a cualquiera de los
eventos en los que ésta pueda presentarse. Finalmente, en atención a
que en el caso de autos se invoca la configuración de la modalidad
consistente en miembros de organizaciones políticas que apoyan a

631
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

candidatos de otra organización, se estima pertinente reiterar los


elementos que la configuran, que han sido destacados en varias
oportunidades por la Sección: “i) Un sujeto activo, según el cual deben
abstenerse de realizar la conducta prohibitiva, de un lado, los que
detenten algún tipo de cargo directivo, de gobierno, administración o
control dentro de la organización política, y de otro, los que hayan sido
o aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular.
ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar a un candidato
distinto al inscrito por la organización política a la que se encuentren
afiliadas las personas descritas anteriormente. Ahora bien, no se
puede perder de vista que la Sección Quinta del Consejo de Estado ha
señalado que esta modalidad de doble militancia incluso se materializa
en los casos en los que la colectividad política, por alguna circunstancia,
no tiene candidato político para el respectivo cargo uninominal, pero
de manera libre, voluntaria expresa y pública decide brindar su apoyo
a determinado candidato inscrito por otro grupo político, pues ha
entendido que esos eventos el conglomerado político opta por secundar
a cierto candidato, pese a no tener uno propio. Así las cosas, no cabe
duda que lo que esta modalidad de doble militancia proscribe es la
ayuda, asistencia, respaldo o acompañamiento de cualquier forma o
en cualquier medida a un candidato distinto al avalado o apoyado por
la respectiva organización política. iii) Un elemento temporal, aunque
no está expreso en la redacción de la norma, una interpretación
sistemática y con efecto útil de esta disposición impone colegir que la
modalidad de apoyo de doble militancia solo puede ejercerse en época
de campaña electoral, la cual comprende desde el momento en el que
la persona inscribe su candidatura hasta el día de las elecciones. Esto
es así, porque solo durante ese lapso se puede hablar de candidatos en
el sentido estricto de la palabra, y por ende, solo en este espacio de
tiempo se podría ejecutar la conducta que la norma reprocha, es decir,
el apoyo a las candidaturas.” En cuanto el elemento de la conducta
prohibitiva, resultan ilustrativas las siguientes consideraciones del
fallo del 3 de diciembre de 2020 de esta Sala de decisión, a través de
las cuales a partir de la jurisprudencia de la Sección, se precisaron
aspecto tales como: (I) la estructuración del apoyo exige necesariamente
la ejecución de actos positivos y concretos en favor del candidato
perteneciente a otro partido político. (II) Los actos de acompañamiento
político no requieren ser actos de tracto sucesivo o continuo, sino
instantáneos, de donde se colige que la configuración de la situación
de inelegibilidad puede probarse a través de una sola manifestación de
apoyo en el contexto de la campaña política. (III) El apoyo indebido se

632
configura de manera independiente al resultado electoral obtenido por
el candidato asistido. (IV) La probanza del comportamiento prohibido
debe aflorar de manera evidente o de bulto, es decir, revistiendo al
operador judicial de elementos de juicio que permitan superar toda
duda razonable. (V) El actuar objeto de sanción se centra en el
ofrecimiento de apoyos, y no en el recibimiento de respaldos por parte
de un candidato. (…). De otra parte, se estima pertinente reiterar, que la
doble militancia en nuestro ordenamiento jurídico es tridimensional,
es decir, no solo irradia la disciplina partidista, sino que también
protege al elector y al sistema democrático en materias de decisión de
las bancadas por ejemplo. (…). En consecuencia, en un Estado Social y
Democrático de Derecho la libertad del elector debe ser amparada con
el fin de poder hacer válida la democracia; de allí que se rechace de
manera enfática la manipulación del elector, propia de los regímenes
autoritarios, y se dirija el accionar del Estado a fin de garantizar “la
correcta y libre formación de la voluntad política de la ciudadanía”. (…).
Como pilar fundamental del Estado Colombiano y de la democracia, se
erige el pluralismo político, contrario en esencia al unanimismo. En el
juego democrático se parte de la base de la existencia de diferentes
tendencias ideológicas, claramente diferenciables. (…). En este orden
de ideas, hace parte de esas reglas de protección de la libertad del
elector la pretensión consistente en que en el proceso electoral, el que
sea, se comporte bajo la doble exigencia de lealtad y claridad. La Corte
Constitucional, al fijar los parámetros anotados en punto de los
referendos, sentó las bases aplicables a cualquier proceso democrático
respecto de la lealtad y claridad que deben arropar a los electores en
cualquier trámite de toma de decisión. (…). Por ende, como lo indica la
Corte Constitucional, no tendría sentido que el ordenamiento
constitucional y legal colombiano propendiera por la libertad del
elector y al mismo tiempo aceptara la validez de procesos electorales
que violenten o defrauden la voluntad de este, que lo conduzcan a
equívocos, que los engañen en su consentimiento o que, por
consiguientes, no sean claros ni leales. De este modo, se puede
aseverar que la libertad del sufragio se debe constituir en una
constatación mínima previa a su ejercicio. Una de las formas que
garantizan constitucionalmente la salvaguarda y protección de la
libertad del elector, es la prohibición de doble militancia. En efecto, en
variada jurisprudencia la Corte Constitucional ha precisado que la
prohibición a los ciudadanos de pertenecer simultáneamente a más de
un partido o movimiento político, tiene origen constitucional. En
consecuencia, no es una determinación que provenga solamente del

633
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

legislador, sino que este la desarrolla por devenir directamente de la


Constitución. Así pues, la prohibición constitucional de doble militancia,
surge de la confianza depositada por el elector en un determinado y
específico plan de acción política. Confianza que no puede verse
estropeada y arruinada, por la decisión personalista y egoísta del
candidato o elegido de no honrar el acuerdo tácito – tanto programático
como ideológico -con su elector.

TESIS 5: Del análisis del artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, que


constituye uno de los bastiones del derecho de las agrupaciones
jurídicas a coaligarse, si bien no emplea el término “doble militancia”,
sí contiene mandatos claros e inequívocos de los principios y
fundamentos que justifican dicha prohibición, tales como el
fortalecimiento de las bancadas, la disciplina de partido, el derecho del
electorado de contar con información clara y concreta sobre la
militancia de los aspirantes a los cargos de elección popular, y desde
luego, evitar el proselitismo y el transfuguismo, todo con el propósito
de brindar condiciones mínimas de coherencia, transparencia y lealtad
en la carrera por obtener el apoyo ciudadano. (…). [E]l artículo 29 de la
Ley 1475 de 2011, (…) contiene mandatos directamente relacionados
con los fines que justifican la prohibición de doble militancia, en
principio podría considerarse que sólo establece obligaciones en
cabeza de las colectividades políticas y sus directivos con el candidato
de coalición, pero no al contrario, esto es, deberes u obligaciones del
aspirante del cargo de elección popular con las agrupaciones que lo
respaldan, pues no hace alusión de manera expresa a conductas que
estén permitidas o prohibidas para el candidato de coalición,
particularmente, respecto a su relación con los demás aspirantes a
cargos de elección popular. No obstante, al ahondar en el artículo 29
ibidem no puede perderse de vista, que constituyen aspectos de la
esencia del acuerdo de coalición, (I) el candidato que representará a las
colectividades involucradas y (II) el programa de gobierno que
presentará el aspirante a alcalde o gobernador, que es producto del
consenso al que llegaron aquéllas, por lo que resulta evidente que el
candidato sobre el cual recae el acuerdo de voluntades tiene un deber
de fidelidad, de lealtad con las agrupaciones políticas que lo respaldan,
en tanto las representa en la contienda electoral, como lo indica la
misma disposición, motivo por el cual resultaría totalmente ilógico
considerar que está habilitado para actuar en contra los intereses de
quienes inscribieron su candidatura, por ejemplo, apoyando a los
candidatos de partidos y movimientos políticos que no hacen parte o

634
no se adhirieron a la coalición y que están compitiendo con los que
pertenece a ésta. Ahora bien, tampoco puede pretenderse que el
artículo antes señalado contenga todos y cada uno de los deberes de
los candidatos de coalición, por lo que en el entendimiento del tal
asunto resulta imperativo interpretar de manera sistemática el
ordenamiento jurídico, y por ende, integrar las disposiciones normativas
que resultan aplicables, verbigracia, los artículos 107 de la Constitución
y 2° de la Ley 1475 de 2011, que contienen obligaciones que se predican
para (I) todos los ciudadanos y (II) para quienes aspiran a ser elegidos
en cargos de elección popular, categorías que no son ajenas a los
candidatos de coalición. Efectivamente, en primer lugar se recuerda,
que el inciso 2° del artículo 107 de la Constitución Política de manera
categórica señala que “en ningún caso se permitirá a los ciudadanos
pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento
político”, con lo cual el Constituyente proscribió la posibilidad de
pertenencia simultánea a dos o más agrupaciones políticas, sin
contemplar como excepción los candidatos de coalición, respecto de
los cuales para ser coherente con tal mandato, el inciso 3° del artículo
29 de la Ley 1475 de 2011 consagró como solemnidad de la inscripción
de la candidatura, señalar (I) la filiación política del candidato, esto es,
la colectividad a la que se encuentra afiliado y separadamente, (II) los
partidos o movimientos políticos que integran la coalición, con lo cual
se logra diferenciar que un asunto es la colectividad en la que milita el
aspirante, que solo puede ser una por mandado de la Constitución, y
otra cosa las demás agrupaciones que deciden apoyar una aspiración
electoral determinada. Añádase a lo expuesto, que la posibilidad
consagrada en el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, de inscribir un
candidato de coalición, debe interpretarse en concordancia con los
artículos 28 del mismo estatuto, 108 y 262 de la Constitución Política,
que señalan que son los partidos políticos, los movimientos sociales y
los grupos significativos de ciudadanos los que inscriben candidatos,
cuestión distinta es que éstas efectúen tal inscripción de manera
individual o en coalición, sin que respecto de la segunda alternativa la
ley o la Constitución le confieran a la concurrencia de voluntades
constituirse como una nueva agrupación política con la posibilidad de
tener afiliados como ocurre con las que sí son reconocidas como tales
por el ordenamiento jurídico, ni tampoco, que en virtud de la coalición
el candidato de un partido se desafilie automáticamente del mismo
para pasar a una nueva agrupación que es distinta a la suma de
organizaciones que contribuyeron a su creación, con el fin de no
vulnerar el mandato constitucional, según el cual, “en ningún caso se

635
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

permitirá a los ciudadanos pertenecer simultáneamente a más de un


partido o movimiento político” (art. 107 de la CP). (…). La anterior norma
a juicio de la Sala claramente resulta aplicable a los candidatos de
coalición, pues en virtud de tal condición aspiran a un cargo de elección
popular, y para tal efecto están afiliados a una colectividad política
como se acaba de explicar, por lo que tienen el deber de no atentar
contra los intereses de la misma, de actuar en el marco de los
lineamientos de la agrupación a la que pertenecen, motivo por el cual
se les prohíbe brindar su apoyo a aspirantes que no hacen parte de su
partido, movimiento político o grupo significativo de ciudadanos. Desde
luego, no puede olvidarse que esta prohibición tiene lugar cuando los
candidatos de elección popular no están en libertad de apoyar a
aspirantes que no pertenecen a sus colectividades, lo que ocurre
cuando (I) para un cargo determinado hay candidatos respaldados por
su agrupación o en caso contrario, (II) cuando ésta impartió a sus
integrantes la directriz de no brindar apoyo alguno, so pena de actuar
en contra de sus principios y/o intereses e incurrir en doble militancia.
Por lo tanto, una interpretación sistemática de las normas sobre el
derecho a coaligarse y las atinente a la doble militancia, permiten
considerar que los candidatos de coalición no son ajenos a las
obligaciones que deben cumplir todas las personas que aspiran a
cargos de elección popular, entre las que se encuentra no incurrir en la
prohibición de que trata el inciso 2° del artículo 2 de la Ley 1475 de
2011. (…). Por supuesto, no se pasa por alto que el candidato de
coalición, además de tener un deber de fidelidad con el partido en el
que milita, también se debe a las colectividades que apoyaron su
candidatura, respecto de las cuales aceptó representarlas en la
contienda electoral y presentar en su nombre un programa de gobierno
(art. 29 de la Ley 1475 de 2011), por lo que si la agrupación a la que se
encuentra afiliado no inscribió o respaldó a un candidato para
determinado cargo y respecto de éste dejó en libertad a sus militantes,
resulta válido que el aspirante de coalición brinde su respaldo a una de
las candidaturas de las colectividades que a su vez apoyaron su
aspiración electoral. En ese orden de ideas, a partir de las anteriores
consideraciones, que parten de la aplicación e interpretación
sistemática de los artículos 107 Superior, 2 y 29 de la Ley 1475 de
2011, se estima que en materia de doble militancia el candidato de
coalición, en su intención de manifestar apoyo a otros candidatos, (I) lo
debe hacer en primer lugar, en favor de los que pertenecen a la
colectividad en la que se encuentra afiliado, y (II) en caso de que su
partido para un cargo específico no haya inscrito o respaldado a algún

636
aspirante, lo puede hacer en favor de los candidatos que hacen parte
de la coalición o de los que militan en las colectividades que adhirieron
o apoyaron su campaña (la del candidato de coalición), (III) sin
establecer entre unos u otros algún grado de preferencia, y (IV) siempre
y cuando haya sido dejado libre para brindar ese apoyo por parte de la
colectividad de origen (porque puede ocurrir por ejemplo, que la
agrupación expresamente determine no apoyar algunas de las
candidaturas, de manera tal que los respaldos concedidos por sus
integrantes serían contrarios a la disciplina del partido). (…). Bajo el
entendimiento expuesto de las normas relativas del derecho a
coaligarse y la doble militancia, procederá analizarse las circunstancias
del caso en concreto, pero antes de ello y en aras ilustrar la aplicación
de la referida prohibición cuando han estado involucrados candidatos
de coalición, se hará una descripción de la tipología de controversias
respecto de las cuales se ha pronunciado esta Sección.

TESIS 6: Con posterioridad a la expedición de la Ley 1437 de


2011, en el artículo 275 numeral 8 de este estatuto se consagró
expresamente como causal de nulidad de los actos de elección por
voto popular, que “el candidato incurra en doble militancia política”.
En no pocas oportunidades, la Sección Quinta del Consejo de Estado
se ha pronunciado frente a casos en los que los aspirantes a los
cargos de elección popular involucrados en la configuración de la
mencionada situación de inhabilidad, han acudido a los comicios a
través de coaliciones. De la revisión de la jurisprudencia en la materia,
se destacan 6 tipos de casos en los que se ha alegado la presunta
configuración de la causal de nulidad de doble militancia, en los que
estuvieron involucrados candidatos en coalición. Tales eventos pueden
identificarse así: 1. Presunta configuración de doble militancia por la
inscripción de candidaturas en nombre de varias agrupaciones políticas
y el desarrollo de actividades proselitistas que involucran a éstas. 2.
Supuesta materialización de doble militancia porque el candidato de
una agrupación política que en una consulta interpartidista no salió
favorecido, se inscribió como fórmula vicepresidencial del ganador
de aquélla. 3. Posible estructuración de doble militancia porque el
miembro de una corporación de elección popular, sin haber renunciado
a su curul con 12 meses de antelación a la elección, se inscribió
como fórmula vicepresidencial de un candidato en coalición. 4. Doble
militancia porque el demandado apoyó presuntamente a un candidato
de coalición respaldado por organizaciones políticas distintas a la
del primero. 5. Realización de actos constitutivos de doble militancia

637
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

porque el demandado, un candidato de coalición, presuntamente


apoyó a otro que milita en una agrupación política que no hace parte
de aquélla. 6. Supuesta materialización de doble militancia porque el
demandado, un candidato de coalición, recibió apoyo de otro que milita
en una colectividad que no hace parte de aquélla.

TESIS 7: Se trata de aquellos casos en los que se demanda la nulidad


de las elecciones, porque los destinatarios de éstas (I) se inscribieron
para la contienda electoral con el respaldo de varias agrupaciones
políticas y porque (II) durante la campaña realizaron actividades que
involucraron a éstas, lo que a juicio de los demandantes acredita que
los aspirantes en desatención de la prohibición de doble militancia,
estaban afiliados simultáneamente a varias colectividades. Frente a
tales reproches, que en su momento se dirigieron contra la elección
del alcalde de Soacha y de los entonces presidente y el vicepresidente
de la República, la Sección aclaró que en el ordenamiento jurídico
colombiano las coaliciones están permitidas y que en virtud de las
mismas resulta válido que se inscriba una candidatura con el respaldo
de varias agrupaciones políticas, hecho que no es constitutivo de doble
militancia, sino la materialización de una aspiración debidamente
respaldada por varias colectividades; por lo que tampoco hay lugar
a considerar que se incurre en la señalada prohibición, cuando
el candidato de la coalición asiste o participa en actividades de las
agrupaciones que de manera coaligada lo apoyan. Adicionalmente,
frente a los referidos casos la Sala Electoral aclaró, que el candidato
que es respaldado por una coalición, es militante de una agrupación
política, pero su aspiración además de ser apoyada por ésta, es
respaldada por las demás que hacen parte de aquélla.

TESIS 8: Se trató de una demanda nulidad electoral contra la elección


de la señora Martha Lucía Ramírez Blanco como vicepresidente
de la República, teniendo en cuenta que participó en la consulta
interpartidista celebrada el 11 de marzo de 2018, en representación
del grupo significativo de ciudadanos “Por una Colombia Honesta y
Fuerte Martha Lucía”, junto con los señores Iván Duque Márquez del
Partido Centro Democrático y Alejandro Ordóñez Maldonado que se
presentó por el grupo significativo de ciudadanos “La Patria de Pie”,
con el fin de definir el candidato a la Presidencia de la República. En
concreto, se reprochó que a pesar de que el ganador fue el señor Iván
Duque Márquez, la señora Martha Lucía Ramírez Blanco se inscribió
como la fórmula vicepresidencial del primero, desconociendo a juicio

638
de la parte demandada, el inciso 5° del artículo 107 Constitucional,
que prohíbe que quien participe en las consultas de un partido o
movimiento político o en consultas interpartidistas, se inscriba por
otro en el mismo proceso electoral.

TESIS 9: En sentencia del 25 de abril de 2019, la Sección conoció


de una demanda de nulidad electoral contra la representante a la
Cámara Ángela María Robledo Gómez, periodo 2018-2022, que obtuvo
un lugar en la corporación pública al haber obtenido la segunda
votación más alta en las elecciones presidenciales en las que fue
candidata a la Vicepresidencia, en virtud del derecho personal de que
trata el inciso 4° del artículo 112 de la Constitución. (…). En el referido
pronunciamiento la Sección reiteró en los siguientes términos, que la
prohibición de doble militancia es aplicable sin distinción, a quienes
aspiren a ser elegidos en las corporaciones públicas y en los demás
cargos de elección popular, incluidos los que aspiran a la presidencia
y vicepresidencia de la República, sean elegidos en dichos empleos o
hagan uso del derecho personal de que trata el artículo 112 Superior
y decidan ocupar una curul en el Congreso de la República. (…). Vale
la pena destacar que la providencia antes descrita inicialmente fue
dejada sin efectos en sede tutela por la Sección Segunda, Subsección
A del Consejo de Estado, exponiendo entre otros argumentos, que
se debió advertir la inexistencia de un “precedente judicial pacífico,
estable y claro alrededor de los artículos 107 y 112 de la Carta Política,
porque, precisamente, son las primeras elecciones presidenciales y
vicepresidenciales a las que se aplica el Acto Legislativo 02 de 2015”,
esto es, el que consagró el ejercicio del derecho personal al que se
ha hecho alusión. No obstante lo anterior, y que en cumplimiento de
la orden del juez de tutela la Sección Quinta del Consejo de Estado
dictó sentencia de reemplazo del 2 de abril de 2020, negando las
pretensiones de la demanda porque era la primera vez que se
analizaba la transgresión de la prohibición de doble militancia frente
a candidatos que aspiran a un cargo uninominal y ocupaban una curul
en la corporación de elección popular respectiva, forzoso resulta
precisar, que el asunto fue conocido por la Corte Constitucional a
través de la sentencia SU-209 del 1° de julio de 2021, de la cual solo
se ha publicado el comunicado 24 de la misma fecha. En la anterior
providencia, el Tribunal Constitucional revocó el fallo del 10 de marzo
de 2020 de la Sección Segunda, Subsección A del Consejo de Estado,
para en su lugar confirmar la sentencia de primera instancia de la
Subsección A de la Sección Tercera del Consejo de Estado, que negó

639
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el amparo de los derechos invocados por la señora Robledo Gómez.


Según el comunicado de prensa, la Corte Constitucional aunque
resaltó la ausencia de precedente para el caso concreto, compartió la
interpretación y aplicación que hizo la Sección Quinta del Consejo de
Estado de los artículos 107 superior y 2 de la Ley 1475 de 2011, según
los cuales la prohibición de doble militancia aplica a cualquier elección
popular. En ese orden, la Corte concluyó que, ante el incumplimiento
del requisito de renunciar doce meses antes de la inscripción a la
siguiente elección, la señora Robledo Gómez violó la prohibición de
doble militancia. Quiere decir lo anterior, que el órgano de cierre de
la jurisdicción constitucional, no aceptó la tesis según la cual, para
predicar los efectos de las normas relativas a la doble militancia en
casos novedosos, debe esperarse a la interpretación de las mismas
por las autoridades judiciales, so pena de afectar a los destinatarios
de los preceptos normativos y al electorado. Se trae a colación
lo ocurrido en el caso de la elección de representante a la Cámara
Ángela María Robledo Gómez, en aras de destacar la rectificación que
se hizo del criterio expuesto en sede de tutela respecto a la aplicación
de las normas relativas a la doble militancia, frente a casos que no
se han decidido con anterioridad en la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, comoquiera que la Sección Segunda del Consejo
de Estado reiteró el mismo como se expuso en el numeral 1.15 de
esta decisión, a pesar de lo concluido sobre el particular en sede de
revisión por la Corte Constitucional. En suma, como consecuencia del
fallo SU-209 del 1° de julio de 2021, recobró plenos efectos jurídicos
la sentencia del 25 de abril de 2019 de la Sección Quinta del Consejo
de Estado, según la cual la prohibición de doble militancia es aplicable
sin distinción, a quienes aspiren a ser elegidos en las corporaciones
públicas y en los demás cargos de elección popular.

TESIS 10: En esta tipología se encuentran la mayoría de casos que ha


conocido la Sección que involucran candidatos de coalición. Se trata de
aquellos eventos en los que se acusa que el demandado apoyó a otro
ciudadano que de manera coaligada acudió a la campaña electoral,
respaldado por organizaciones políticas distintas a las que inscribieron
o acompañaron la candidatura del primero. (…). [N]o se advierte de
la jurisprudencia de la Sala Electoral del Consejo de Estado, alguna
consideración tendiente a señalar que la existencia de la coalición
constituye una circunstancia que impida predicar la configuración de la
prohibición de doble militancia, por lo que se ha emprendido el análisis
de fondo de los casos planteados, en especial en el ámbito probatorio,

640
a efectos de precisar si durante la campaña electoral se presentó o
no el apoyo denunciado, porque en caso afirmativo debe declararse
la nulidad del acto de elección, de lo contrario deben negarse las
pretensiones de la demanda. Entre las sentencias proferidas se destaca
la del 10 de diciembre de 2020, que se pronunció frente a un asunto
en el que la colectividad del demandado (Partido de la U) había dejado
en libertad a sus militantes de apoyar para la alcaldía de Popayán, al
candidato que el partido inscribió o a cualquier otro, circunstancia que
invocó el demandado en su condición de concejal del mismo municipio,
para argumentar que no incurrió en doble militancia por acompañar
la candidatura a la alcaldía del aspirante de los partidos Alianza Verde
y Colombia Renaciente. En esa oportunidad y en atención a que la
prohibición de doble militancia tiene respaldo constitucional como
legal, se concluyó que el acto por medio del cual del Partido de la U
permitió que sus integrantes no apoyaran al candidato de la misma
colectividad, carecía por completo de validez.

TESIS 11: Se trata de aquellos casos en los que se acusa que un


candidato de coalición apoyó a aspirantes a cargos de elección popular,
que fueron inscritos por colectividades distintas de las que hacen parte
del señalado pacto. (…). Debe precisarse que la sentencia de reemplazo
en cumplimiento del fallo de tutela de la Sección Tercera del Consejo
de Estado aún no se ha notificado, por lo que en estricto sentido no
constituye antecedente de la Sección Quinta para la presente decisión.
Empero, se estimó pertinente destacar la existencia de la referida
controversia, de una parte, porque el primer fallo que se dictó sobre
la misma, del 3 de diciembre de 2020, fue tenido en cuenta en la
providencia del 1° de julio de 2021 proferido en la presente actuación,
que se dejó sin efectos en sede de tutela por la Sección Segunda del
Consejo de Estado (como se expuso en el numeral 1.15); y de otra,
porque ésta determinó que al proferirse la sentencia de reemplazo (en
el proceso de la referencia), en cuanto a la legalidad de la designación
del gobernador de La Guajira, no podían aplicarse las consideraciones
desarrolladas sobre los candidatos de coalición, contenidas en el
entonces fallo del 3 diciembre de 2020.

TESIS 12: Finalmente, resta hacer alusión a los casos en que se


acusa que un candidato de coalición incurrió en doble militancia,
por haber aceptado el apoyo de militantes y candidatos de partidos
políticos que inicialmente decidieron apoyar a otro candidato. Reproche
respecto del cual la Sección reiteró, que “la conducta prohibida, en

641
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

materia de doble militancia, consiste en apoyar candidatos distintos


a los propios del partido o movimiento político al cual se encuentran
afiliados, no recibir apoyo de agrupaciones políticas diferentes a la
que inscribe a un aspirante a un cargo de elección popular (…) Por
lo que el hecho de que, como lo afirma la actora en sus alegatos de
conclusión, el demandado no haya desvirtuado las pruebas aportadas
con la demanda que presuntamente demuestran que recibió apoyo por
parte de personas ajenas a su colectividad política, no tiene injerencia
alguna en el asunto”.

TESIS 13: Varias conclusiones pueden extraerse del anterior recuento


jurisprudencial, de las cuales para el caso de autos se destacan las
siguientes: 1. Respecto del candidato de coalición puede distinguirse,
la colectividad de origen, esto es, en la que se encuentra afiliado, de
aquellas que respaldan de manera coaligada su aspiración electoral
para un cargo determinado. 2. En atención a que las coaliciones están
permitidas por el ordenamiento jurídico, no constituye un hecho
constitutivo de doble militancia, que una candidatura se inscriba con
el respaldo de varias agrupaciones políticas. 3. La prohibición de doble
militancia se predica sin distinción, sin excepción, respecto de quienes
aspiren a ser elegidos en cualquier cargo de elección popular, incluidos
los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, los
que hicieron uso del derecho personal de que trata el artículo 112
Superior y los que en virtud de una coalición inscribieron su candidatura
y adelantaron una campaña electoral. 4. La exigencia de no incurrir
en alguna de las modalidades de la prohibición de doble militancia,
que también es aplicable a los candidatos de coalición, deviene de la
Constitución (art.107) y la ley (arts. 2 y 7 de la Ley 1475 de 2011), por lo
que “el único facultado para estructurar las circunstancias especiales
que limitan esta figura como causal de inelegibilidad es el legislador”,
de manera tal que los pactos de las agrupaciones políticas tendientes
a limitar o precisar su alcance carecen de validez. (…). 5. En virtud de
la interpretación sistemática de los artículos 107 de la Constitución,
2 y 29 de la Ley 1475 de 2011, un candidato de coalición en primera
medida se debe a la organización política en la que milita y luego a las
colectividades que apoyan su candidatura por coalición o adhesión, por
ello, en su intención de manifestar apoyo a otros candidatos, (I) lo debe
hacer en primer lugar, en favor de los que pertenecen a la colectividad
en la que se encuentra afiliado, y (II) en caso de que su partido para un
cargo específico no haya inscrito o respaldado a algún aspirante, lo
puede hacer en favor de los candidatos que hacen parte de la coalición

642
o de los que militan en las colectividades que adhirieron o apoyaron su
campaña (la del candidato de coalición), (III) sin establecer entre unos u
otros algún grado de preferencia. 6. La conducta prohibida, en materia
de doble militancia, en la modalidad de apoyo, que también se aplica
para los candidatos de coalición, consiste en apoyar candidatos distintos
a los propios del partido o movimiento político al cual se encuentran
afiliados, no recibir apoyo de agrupaciones políticas diferentes a la que
inscribe a un aspirante a un cargo de elección popular.

TESIS 14: En consonancia con el artículo 93 del Código Electoral,


según el cual al inscribirse una candidatura para un cargo de elección
popular, los aspirantes al aceptar ésta mediante su firma, también
dan fe bajo la gravedad del juramento, del partido o movimiento
político al que pertenecen. (…). [S]e tiene que el Partido Conservador
inscribió candidato para la Gobernación de La Guajira, la Alcaldía de
Uribia y la Alcaldía de Riohacha, respecto de los 2 primeros cargos
mediante coalición y frente al tercero sin que mediara acuerdo alguno.
De otra parte, se observa según el formulario E-6 AL radicado ante la
Registraduría municipal el 26 de julio de 2019, que el Partido Liberal
Colombiano inscribió al señor Gerardo Abel Cujia Mendoza como
candidato a la Alcaldía de Uribia, periodo 2020-2023; y lo propio hizo el
Partido de Reivindicación Étnica con el señor Euclides Manuel Redondo
Peralta, frente a la Alcaldía de Riohacha, periodo 2020-2023, según
consta en el formulario E-26 AL, radicado ante el ente electoral el 27
de julio de 2019.

TESIS 15: [E]stima la Sala necesario pronunciarse sobre los reparos


antes enunciados, comenzando por reiterar, que en la audiencia
inicial celebrada el 25 de noviembre de 2020, se ordenó tener como
prueba los documentos y demás medios probatorios allegados por el
demandante, entre los que se encuentran las direcciones electrónicas
relacionadas en el libelo genitor y los documentos adjuntos a éste, sin
que la parte demandada en las oportunidades correspondientes, esto
es, al momento de contestar la demanda y en la audiencia que ordenó
tenerlos como tales (art. 269 del CGP), haya efectuado alguna tacha de
falsedad en los precisos términos del artículo 270 de la Ley 1564 de
2012 (aplicable al proceso de nulidad electoral según los artículos 296
y 306 de la Ley 1437 de 2011), esto es, (I) señalando en qué consiste
la falsedad y (II) pidiendo las pruebas para su demostración, requisitos
indispensables para tal fin, en tanto se limitó a aseverar que el actor
no acreditó la autenticidad e inalterabilidad de los elementos de juicio

643
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

allegados sin que mediara sustento alguno de su manifestación.


Añádase a lo expuesto, que resulta incorrecto que la parte demandada
le endilgue al actor la carga de probar la autenticidad de los documentos
aportados, aunque las normas adjetivas parten de presumir que
éstos son auténticos mientras no hayan sido tachados de falsos o
desconocidos (arts. 215 del CPACA y 244 del CGP), de manera tal que
el reproche sobre el incumplimiento de la carga procesal, en realidad
debe dirigirse contra la parte pasiva, que se insiste, en modo alguno
desvirtuó en las etapas correspondiente la referida presunción. (…). [L]
o primero que debe advertirse es que ni las normas correspondientes
al proceso ordinario en la jurisdicción de lo contencioso administrativo
ni las atinentes al trámite de nulidad electoral, o incluso, las relativas
a los demás procedimientos especiales que se adelantan en ésta,
establecen incompatibilidades de los medios probatorios con los
asuntos que se debaten al interior de los mismos, lo que constituye una
clara manifestación del principio de libertad probatoria, consagrado en
el artículo 165 del Código General del Proceso, que resulta aplicable
en materia de lo contencioso administrativo, en virtud de la remisión
normativa del artículo 211 del CPACA. (…). [C]oncuerda la Sala con la
afirmación consistente en que el proceso de nulidad electoral se lleva
a cabo un juicio objetivo de legalidad, en el que se confronta el acto
de designación con el ordenamiento jurídico, sin que sea necesario
constatar circunstancias subjetivas, como la culpabilidad, para adoptar
la decisión correspondiente, pues tal aspecto debe verificarse frente
a otros mecanismos de control como la pérdida de investidura y la
pérdida del cargo. Empero, no se comparte que por dicha circunstancia
de entrada deban descartarse los señalados medios de prueba,
pues dependiendo de las particularidades del asunto sub examine, a
través de los mismos pueden esclarecerse la configuración o no de
circunstancias de hecho y de derecho que la ley define como causales
de nulidad electoral. (…). Por lo tanto, son las características de los casos
sometidos a consideración del juez, en los que juega un papel relevante
la actividad probatoria de las partes, los elementos de juicio con los que
se cuenta al momento de adoptar la decisión, los hechos que no son
objeto de discusión y sobre los que existe controversia, la posibilidad
o imposibilidad de recaudar información mediante determinado medio
de prueba, entre otras circunstancias, las que el operador judicial
debe evaluar para decretar o no un prueba, por lo que sería incorrecto
plantear, como al parecer lo pretende el Ministerio Público, que de
antemano, en un plano general y abstracto se determine la pertinencia
del interrogatorio de parte y la confesión en los procesos de nulidad

644
electoral, máxime cuando el legislador consagró el principio de libertad
probatoria, en aras de que el juez establezca en la medida de lo posible
la verdad de los hechos y con fundamento en los mismos adopte la
decisión que en derecho corresponda, principio cuya aplicación es
totalmente compatible con el trámite de nulidad electoral, de allí que no
se comparta que en éste no tienen cabida el interrogatorio de parte y la
confesión, pues se insiste, en virtud de los mismos en un caso concreto,
podrían establecerse objetivamente, elementos de las causales de
nulidad frente a los actos de designación. (…). Aunque resulta válida la
preocupación del Ministerio Público por garantizar la espontaneidad de
los testimonios en el marco de la celebración de las audiencias virtuales,
posibilidad que en la actualidad se ha impuesto debido a los desafíos
que ha planteado la pandemia por Covid-19 para la administración de
justicia, como lo revelan la normatividad recientemente proferida para
implementar las tecnologías de la información y las comunicaciones
en las actuaciones judiciales, la Sala no puede imponer a través del
presente pronunciamiento alguna de las alternativas arriba señaladas,
pues ambas están amparadas por el ordenamiento jurídico, con lo cual
el legislador dejó en criterio del juez instructor del caso en concreto,
funcionario que tiene conocimiento pormenorizado de la controversia
judicial, la responsabilidad de adoptar la decisión que estime más
conveniente para el desarrollo adecuado de la diligencia, la protección
de los derechos de las partes y la finalización del proceso, dada su
condición de director de éste (art. 42 del CGP). Finalmente, advierte la
Sala que le asiste razón a la agente del Ministerio Público al señalar
en su intervención, que de la revisión de las normas procesales
atinentes al interrogatorio de parte y los testimonios, no se advierte
disposición alguna que imponga a las partes que serán interrogadas,
que no pueden escuchar las declaraciones de quienes les precedan,
pues tal exigencia sólo se predica de los testigos según el artículo
220 del CGP. Empero, se estima que dicha situación no constituye
una irregularidad que afecte la validez de las pruebas practicadas,
comoquiera que durante la diligencia compareció el apoderado judicial
del señor Nemesio Raúl Roys Garzón, a través del cual éste ejerció en
todo momento su derecho de contradicción frente a los testimonios
practicados, objetando preguntas, interrogando y contrainterrogado a
los deponentes, como puede corroborarse en el video que contiene los
pormenores de la audiencia.

TESIS 16: [V]ale la pena destacar, (…) que de la simple presencia de un


candidato en la actividad de otro, no puede inferirse que el primero está

645
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

acompañando al segundo, en especial durante la época de campaña, en


la que en un mismo lugar y de forma simultánea pueden adelantarse
varias actividades proselitistas, en un contexto en el que es frecuente
que los aspirantes a los cargos de elección popular compartan
algunos escenarios para difundir sus programas de gobierno,
desarrollen debates, entre otras actividades, a partir de las cuales
sería precipitado concluir que la mera asistencia de los candidatos es
una clara manifestación de apoyo. (…). [A] partir de las pruebas que el
demandante aduce para acreditar la existencia de una manifestación
de apoyo en la actividad del 18 de octubre de 2019, y su confrontación
con los demás elementos de juicio, no puede concluirse la existencia
de un acto de respaldo por parte del demandado a la candidatura del
señor Gerardo Cujia Mendoza. A la misma conclusión se llega frente a
la participación del demandado el 27 de septiembre de 2019, en una
caminata con el candidato Cujia Mendoza ante un número significativos
de simpatizantes. (…). A juicio de la Sala, a partir de las declaraciones
de los ciudadanos antes señalados durante la audiencia de pruebas
se encuentra acreditado que el señor Cujia Mendoza en la contienda
electoral manifestó su apoyo a la candidatura a la Gobernación del
señor Nemesio Raúl Roys Garzón, por lo que resultaba lógico que éste
último expresara su agradecimiento con el respaldo recibido, e incluso,
que tal manifestación en principio hiciera parte de la cordialidad y las
buenas maneras que deben caracterizar las campañas electorales,
a pesar de que varios candidatos y colectividades compitan por
obtener la mayoría de votos a fin de acceder a los cargos de elección
popular. Sin embargo, entrándose de las reglas que deben atender los
candidatos durante la jornada de campaña electoral, es claro que las
expresiones de agradecimiento y los actos de cordialidad entre los
candidatos de distintas organizaciones políticas tienen como límite
las exigencias establecidas en la Constitución y en la Ley, entre las
cuales se encuentra no incurrir en alguna de las modalidades de doble
militancia (…), respecto de las cuales no se ha establecido ninguna
excepción. (…). En criterio de la Sala, no resulta plausible del análisis
de la referida manifestación, inferir que única y exclusivamente se
refiere al apoyo que recibió el demandado en su aspiración electoral.
(…). En suma, no resulta aceptable interpretar que con la manifestación
“agradecido con el pueblo de Uribia por este gran recibimiento, de este
apoyo para sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”, en realidad se
quiso indicar agradecido con el pueblo de Uribia por el apoyo (…) para
ser gobernador de La Guajira, pues esta segunda lectura cambiaría
totalmente el sentido de la oración que fue realizada, de las palabras

646
empleadas, respecto de las cuales tampoco puede perderse de vista
que fueron pronunciadas en el evento que dio apertura a la campaña
electoral del candidato del Partido Liberal a la alcaldía del mencionado
municipio. (…). Para tal efecto, lo primero que se destaca de la afirmación
objeto de estudio, es que el demandado expresó su agradecimiento,
ante lo cual surgen las siguientes preguntas: (I) qué motivó la acción
de dar gracias y (II) quiénes son los destinatarios de dicha acción,
interrogantes frente a los cuales la misma alocución indica (I) “con el
pueblo de Uribia” (II) “por este gran recibimiento, de este apoyo para
sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”, declaración que, en ningún
momento debe perderse de vista, se realizó en un evento al que asistió
un número significativo de personas que acompañaron al candidato
del Partido Liberal para la mencionada alcaldía. (…). A juicio de la Sala
la respuesta a la anterior cuestión es afirmativa, porque de la señalada
afirmación el demandado en un evento que tenía como objetivo central
dar a apertura a la aspiración electoral del señor Cujia Mendoza, le dio
las gracias a todos aquellos que querían contribuir a que fuera elegido
burgomaestre, sumándose de esta manera a dicha intención, esto es,
a “sacar a Gerardo como alcalde de Uribia”, palabras que estuvieron
precedidas de su presencia en la mencionada actividad, en la que a
la vista de un número significativo de personas compartió tarima y
caminó al lado del candidato del Partido Liberal, como lo revelan las
demás fotos y videos, de manera tal que con la referida alocución el
señor Nemesio Raúl Roys Garzón, en su condición de candidato a la
gobernación de La Guajira, ante la ciudadanía que lo escuchó (cuando
hizo la declaración o la que tuvo acceso al video publicado en redes
sociales) terminó alineándose con el propósito de quienes acudieron
a dicha actividad para respaldar la candidatura del señor Cujia
Mendoza. (…). [L]a participación del demandado en el referido evento
y particularmente las palabras de gratitud para quienes respaldaron
al señor Cujia Mendoza, terminaron materializando ante el electorado
una manifestación apoyo a la aspiración de éste último, mostraron
complacencia, satisfacción, acuerdo con el objetivo de que aquél
fuera elegido alcalde, aunque para tal cargo sólo una persona podía
lograr tal fin, y más relevante aún, aunque en dicha carrera el Partido
Conservador, al que le debe fidelidad el demandado, tenía su aspirante,
hecho que exigía del señor Nemesio Raúl Roys Garzón ser prudente e
imparcial en su trato con las demás candidaturas, inclusive, con las que
lo apoyaban, pues se insiste, ni legal ni constitucionalmente constituye
una excepción a la prohibición de doble militancia, que una vez se recibe
un respaldo político, sin limitación alguna puede corresponderse de la

647
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

misma forma, pues esa lógica proselitista rompe la disciplina de partido


y hace más confuso para el electorado identificar la ideología de los
aspirantes a los cargos de elección popular, pues en este caso en una
maniobra para lograr el triunfo el demandado del Partido Conservador
estaba agradecido por el apoyo ciudadano al aspirante del Partido
Liberal a la Alcaldía de Uribia, entidad territorial para la cual la primera
colectividad tenía su candidato, el señor Bonifacio Henríquez Palmar.
Lo anterior es de la mayor importancia, en tanto el agradecimiento
otorgado por el demandado fue a los ciudadanos en general; es decir,
este no recayó en la gratitud a quien lo acoge en su campaña sino que
se dirigió a quienes los seguían en la contienda, y fue por el apoyo
que éstos le brindaron al señor Cujia Mendoza, actuación que hace
pensar al colectivo que quien fungiría como gobernador respaldaba la
candidatura de quien lo acogió en sus huestes, situación que excede
el marco de la cordialidad para devenir en prohibida. (…). Lo que se
desprende de la prohibición de la doble militancia es la representación
de una línea de comportamiento diáfano, que coadyuve al proceso de
la formación de la voluntad política del elector, el fortalecimiento de la
democracia y la disciplina partidista, todo con el propósito de brindar
condiciones mínimas de coherencia, transparencia y honestidad en la
carrera por obtener el apoyo ciudadano, que deben ser garantizadas
con absoluta convicción por los particulares y las autoridades.
En conclusión, a juicio de la Sala se encuentra acreditado que el
demandado el 3 de agosto de 2019, durante la apertura de la campaña
del señor Gerardo Abel Cujia Mendoza, candidato del Partido Liberal a
la alcaldía de Uribia, con su participación y la señalada manifestación,
apoyó la aspiración electoral de aquél.

TESIS 17: [A] partir de las pruebas que el demandante aduce para
acreditar la existencia de un presunto apoyo en la actividad del 11 de
octubre de 2019, y su confrontación con los demás elementos de juicio,
no puede concluirse la existencia de un acto de respaldo por parte
del demandado a la candidatura del señor Euclides Manuel Redondo
Peralta. (…). A juicio de la Sala, de los (…) elementos de juicio salta
a la vista la existencia de actos claros e inequívocos de apoyo por
parte del señor Euclides Manuel Redondo Peralta, a la candidatura
del demandado, como puede apreciarse en los mensajes y en el video
que publicó en su cuenta de twitter y lo ratificó en el testimonio que
rindió en el presente trámite, reiterando que fue él quien buscó al
demandado, quien se adhirió a su candidatura y lo invitó a algunas
actividades, sin que el señor Roys Garzón correspondiera tal respaldo

648
apoyando su candidatura a la Alcaldía de Riohacha. (…). [N]o se advierte
que el señor Euclides Manuel Redondo de manera pura y simple
manifestara que se adhería a la campaña del señor Nemesio Raúl
Roys Garzón. Tampoco puede calificarse como una mera declaración
del primero hacía el segundo, seguida de la escueta aprobación de
este último. (…). [A]unque el pacto por la transformación por Riohacha
fue suscrito con posterioridad a que los señores Euclides Manuel
Redondo y Nemesio Raúl Roys Garzón inscribieran sus candidaturas,
que constituye uno de los momentos clave para presentar sus
programas de gobierno, tal acuerdo está estrechamente relacionado
con éstos, pues su contenido da cuenta de acciones concretas que
dichos candidatos se comprometieron ejecutar conjuntamente en
el evento ser elegidos, constituyeron razones que presentaron a la
ciudadanía para que depositara en ambos su confianza a través del
ejercicio del derecho al voto. (…). Así la cosas, al elaborar, firmar y
presentar el demandado el referido pacto con un candidato diferente
al de su colectividad, emana claro la intención de obtener para los dos
el respaldo ciudadano, y por tanto, de apoyarse mutuamente en su
aspiración electoral, desconociendo el señor Roys Garzón que en su
intención de manifestar respaldo a alguna candidatura, tenía un deber
de lealtad con su colectividad, que inscribió su propio candidato para
la Alcaldía de Riohacha, con quien tenía la posibilidad de trabajar de la
mano para elaborar su futuro plan de desarrollo y así mostrarlo ante la
comunidad y no, suscribir documentos relacionados con los acuerdos
programáticos con candidatos ajenos a su agrupación. En conclusión,
a juicio de la Sala se encuentra acreditado que el demandado con
la suscripción y presentación del “Pacto por la Transformación de
Riohacha, entre Euclides “Quille” Redondo” y Nemesio Roys Garzón”,
apoyó la candidatura del primero a la alcaldía del señalado municipio.

TESIS 18: [C]orresponde aclarar que la modalidad de doble militancia


atribuida en este caso, está consagrada en el inciso 2º del artículo 2º
de la Ley 1475 de 2011. (…). Por manera que, corresponde ahora a
la Sala determinar si en el caso concreto se encuentran acreditados
los elementos (…) y, en caso de ser afirmativo, analizar conforme a
los argumentos de la parte demandada y los terceros impugnadores
de la demanda, si existe causal alguna de exoneración. En cuanto
al sujeto activo, está acreditado dentro del presente trámite que
el demandado aspiró a la dignidad de gobernador de La Guajira,
registrando en el formulario correspondiente su pertenencia al Partido
Conservador Colombiano y además, las colectividades que de manera

649
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

coaligada respaldaron su candidatura, (…), motivo por el cual, al señor


Nemesio Raúl Roys Garzón en su condición de aspirante a un cargo
de elección popular le era exigible no incurrir en la referida causal de
inelegibilidad. Frente a la conducta prohibitiva, consistente en apoyar a
un candidato distinto al inscrito por la organización política a la que se
encuentre afiliado, se tiene conforme al recuento de la jurisprudencia
de la Sección Quinta del Consejo de Estado sobre la doble militancia
y candidatos de coalición y en especial, la interpretación sistemática
de las normas que rigen estas materias, que éste en primera medida
se debe a la organización política en la que milita y luego a las
colectividades que apoyan su candidatura por coalición o adhesión, por
ello, en su intención de manifestar apoyo a otros candidatos, (I) lo debe
hacer en primer lugar, en favor de los que pertenecen a la colectividad
en la que se encuentra afiliado, y (II) en caso de que su partido para un
cargo específico no haya inscrito o respaldado a algún aspirante, lo
puede hacer en favor de los candidatos que hacen parte de la coalición
o de los que militan en las colectividades que adhirieron o apoyaron
su campaña (la del candidato de coalición), (III) sin establecer entre
unos u otros algún grado de preferencia y, (IV) siempre y cuando haya
sido dejado libre para brindar ese apoyo por parte de la colectividad de
origen. (…). En este punto vale la pena aclarar, que sin perjuicio de la
forma respetuosa y constructiva en la que se deben llevar a cabo las
campañas electorales y el hecho de que las coaliciones y adhesiones
políticas pueden propiciar que aspirantes de distintas orillas en lugar de
actuar como adversario se esfuercen por encontrar puntos común, en el
desarrollo de dicha dinámica los candidatos deben ser especialmente
cuidadosos en el sometimiento a la ideología y disciplina del partido, a
la necesidad de actuar como un colectivo, atendiendo los lineamientos
de éste y obrando con lealtad y transparencia frente a sus copartidarios;
pues tales exigencias además de brindar un escenario idóneo para la
contienda electoral, propician que el electorado identifique fácilmente
las distintas opciones políticas, en lugar de confundirlo para ganar
adeptos, a través de conductas proselitistas, que precisamente, dada
la realidad del escenario político colombiano, se quieren evitar. Bajo
esa perspectiva, aunque en el caso de autos también está acreditado
que los candidatos Gerardo Cujia Mendoza y Euclides Manuel Redondo
apoyaron la candidatura del demandado a la Gobernación de La Guajira,
tal circunstancia no eximía a éste del deber de atender la disciplina
de partido, y por consiguiente considerar en sus actuaciones, que la
colectividad a la que pertenece para las alcaldías de Uribia y Riohacha
tenía candidatos propios, por lo que era respecto de ellos y no de sus

650
contendientes, que podían válidamente realizarse las manifestaciones
de apoyo, so pena de incurrir en la prohibición de doble militancia.
Sostener lo contrario, significaría predicar que sin restricción alguna
los candidatos a cargos de elección popular pueden corresponder con
manifestaciones de apoyo el respaldo que recibieron, aunque dicha
circunstancia no fue contemplada por el legislador con una excepción
a la doble militancia, y por el contrario, podría poner en tela de juicio su
efectividad. (…). En este orden de ideas, correspondía al candidato Roys
Garzón velar de manera prioritaria por la dignificación de esa relación
entre su candidatura de coalición y sus electores. (…). Así las cosas, los
actos desplegados por el señor Roys Garzón vulneraron el concepto de
democracia moderno, consistente este en la trascendencia y valoración
constitucional de los procedimientos previos, concomitantes y
posteriores a un proceso de elección; procedimientos donde se resalta
de manera especial la verificación de las condiciones de ejercicio de
la libertad del elector. En efecto, al evidenciarse la doble militancia
del señor Roys Garzón, se alteraron las condiciones de ejercicio de
libertad del elector del departamento de La Guajira. No puede llegarse
al extremo de aseverarse que un candidato no pueda recibir los apoyos
de otros sectores políticos (lo cual implicaría una mirada constitucional
desde arriba). Sin embargo, lo que sí es indispensable verificar, es que
no se hayan afectado los derechos constitucionales del elector (lo
cual implica una mirada constitucional desde abajo). Ciertamente, los
comportamientos desarrollados por Roys Garzón afectaron la claridad
y lealtad – exigidas constitucionalmente- en cabeza de sus electores.
Los equívocos, las confusiones, las ambigüedades, las puestas en
escena meramente coyunturales e inclusive las indeterminaciones
ideológicas que produce la doble militancia, alteran el convencimiento
del elector al momento de la toma de su decisión. La prohibición
constitucional de la doble militancia, en la que incurrió Roys Garzón,
restó la claridad exigida en su programa político y socavó la lealtad
con su elector, en el sentido que la ideología política expresada por
la colectividad a la que pertenece, era una y no otra. Sin dudas, este
tipo de manifestaciones hacen mella en la confianza democrática que
debe tender a salvaguardar el Estado a través de su juez electoral.
En consecuencia, el señor Roys Garzón al incurrir en doble militancia,
deshonró el acuerdo tácito que existía con su elector, acuerdo
ampliamente protegido por la democracia actual y respaldado en
la Constitución. Finalmente, en cuanto el elemento temporal, se
constata que las conductas objeto de reproche (descritas líneas atrás)
tuvieron lugar en el mes de agosto de 2019, esto es, después de que

651
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el demandado inscribió su candidatura (el 26 de julio de 2019) y antes


de las elecciones celebradas el 27 de octubre de la misma anualidad,
esto es, en plena campaña electoral. Así las cosas, se encuentran
acreditados todos los elementos de la prohibición de doble militancia
por parte del demandado.

TESIS 19: [D]el artículo 29 de la Ley 1475 de 2019, vale la pena de


recordar que él, en concordancia con los artículos 28 del mismo
estatuto, 108 y 262 de la Constitución Política, señalan que son los
partidos políticos, los movimientos sociales y los grupos significativos
de ciudadanos los que inscriben candidatos, en atención a que hacen
parte de tales colectividades, cuestión distinta es que éstas efectúen
tal inscripción de manera individual o en coalición, sin que respecto de
la segunda alternativa la ley o la Constitución le confieran a la
concurrencia de voluntades constituirse como una nueva agrupación
política con la posibilidad de tener afiliados como ocurre con las que sí
son reconocidas como tales por el ordenamiento jurídico, ni tampoco,
que en virtud de la coalición el candidato de un partido se desafilie
automáticamente del mismo para pasar a una nueva agrupación que
es distinta a la suma de organizaciones que contribuyeron a su
creación, con el fin de no vulnerar el mandato constitucional, según el
cual “en ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer
simultáneamente a más de un partido o movimiento político” (art. 107
de la CP). (…). En ese orden de ideas, cuando el artículo 29 de la Ley
1475 de 2019 señala que el candidato de coalición “será el candidato
único de los partidos, movimientos y grupos significativos de
ciudadanos que participen en ella”, denota su carácter vinculante, lo
que significa que para una contienda electoral específica, varias
colectividades están respaldando en virtud de un acuerdo de coalición
al candidato que pertenece a una de ellas, comprometiéndose de esta
manera a no inscribir más aspirantes al cargo correspondiente, so
pena que las que se realicen se hagan defraudando el pacto y por ello
pueden ser revocadas o en caso de resultar electos declarados nulos
los actos de elección, como se desprende del parágrafo 2° del artículo
29, en aras de hacer prevaler el carácter vinculante que tiene el
acuerdo y también reiterar la regla general según la cual los partidos
y movimientos políticos presentarán listas y candidatos únicos (art.
262 de la C.P.), como lo precisó en los siguientes términos la Corte
Constitucional en la sentencia C-490 de 2011 al analizar el artículo 29
ibidem [ley 1475 de 2011]. (…). (…). La Sala insiste en que la distinción
de la colectividad de origen de un candidato, esto es, de la cual es

652
militante, respecto de las demás que respaldan su aspiración electoral,
fue la que permitió considerar frente a las primeras demandas de
nulidad electoral contra candidatos de coalición por la presunta
configuración de doble militancia, que éstos al inscribir su candidatura
no incurren en una multiafiliación. (…). Por lo tanto, (…) los artículos 2 y
29 de la Ley 1475 de 2011 no constituye una novedad como lo quiere
hacer ver la parte demandada, en especial cuando la jurisprudencia de
la Sala frente a los casos en los que se alega la configuración de doble
militancia en las que están involucrados candidatos de coalición, no ha
señalado que están exentos de incurrir en tal prohibición, por el
contrario, de manera enfática ha sostenido que se predica sin distinción
respecto de quienes aspiren a ser elegidos en cualquier cargo de
elección popular, lo que incluye a quienes inscriben su candidatura
respaldados por varias colectividades políticas, circunstancia que ha
posibilitado que contra los mismos se conozcan de fondo demandas
de nulidad electoral para confirmar o desvirtuar la existencia de doble
militancia. (…). Ahora bien, subraya la Sala que el año pasado dentro
del proceso de nulidad electoral 11001-03-28-000-2019-00074-00 y
11001-03-28-000-2019-00075-00, explicó con claridad a partir de los
artículos 107 de la Constitución, 2 y 29 de la Ley 1475 de 2011, respecto
de la prohibición de doble militancia, que el candidato de coalición (I)
debe apoyar a los demás aspirantes de la agrupación política en la que
milita, pero en el evento que ésta no inscriba candidatos para
determinado cargo de elección popular, (II) puede apoyar a los
aspirantes que pertenecen a las agrupaciones políticas que hacen
parte de la coalición o a los que militan en las colectividades que
adhirieron o apoyaron su campaña (la del candidato de coalición), sin
establecer entre unos u otros algún grado de preferencia. Postura
interpretativa que fue reiterada por la Sección dentro del expediente
68001-23-33-000-2019-00867-02 en providencia del 3 de diciembre
de 2020, aunque fue dejada sin efectos en virtud de un fallo de tutela.
Por lo tanto, si bien las providencias dictadas en los procesos antes
señalados tuvieron la virtud de explicar algunos aspectos de la doble
militancia tratándose de candidatos de coalición, en estricto sentido no
representan la formulación de reglas novedosas. Asimismo, tampoco
puede olvidarse como lo ha subrayado esta Sala de decisión, que la
exigencia de no incurrir en alguna de las modalidades de la prohibición
de doble militancia deviene de la Constitución (art.107) y la ley (arts. 2
y 29 de la Ley 1475 de 2011), por lo que “el único facultado para
estructurar las circunstancias especiales que limitan esta figura como
causal de inelegibilidad es el legislador”, de manera tal que los pactos

653
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de las agrupaciones políticas tendientes a limitar o precisar su alcance


carecen de validez. Esto también quiere decir, que la aplicación de la
prohibición no depende como al parecer lo quiere dar a entender el
tercero impugnador, si la coalición le permitió o no a su candidato
apoyar sin restricción a otros que no pertenecen a la colectividad en la
que milita. Con todo, no se debe olvidar, que las normas constitucionales
y estatutarias referidas a la doble militancia, no pierden su poder
normativo cuando se aplican a los primeros casos que se presentan,
por lo que tampoco es de recibo exigir respecto de ellas, la existencia
de jurisprudencia sólida en la materia, so pena de desconocer el
carácter vinculante de los actos a través de los cuales por excelencia
se manifiesta el constituyente y el legislador. (…). Bajo ese entendimiento,
el contenido normativo de los artículos 107 de la Constitución, 2 y 29
de la Ley 1475 de 2011, de aplicación inmediata, plena validez y
eficacia, era conocido y debió ser considerado por todos los ciudadanos
que durante el año 2019 tenían una aspiración electoral, incluidos los
que recurrieron a la figura de la coalición. En ese orden de ideas, si la
obligación de no incurrir en doble militancia es exigible a todas las
personas que pretenden ser elegidos en cargos de elección popular, de
conformidad con los artículos 107 de la Constitución, 2 y 29 de la Ley
1475 de 2011, el señor Roys Garzón para el año 2019 debía conocer y
acatar las anteriores reglas de la campaña electoral, por consiguiente,
su exigibilidad a juicio de la Sección no constituye una violación del
principio de confianza legítima, ni a los derechos fundamentales al
debido proceso, igualdad y acceso a la administración de justicia. (…).
No obstante las anteriores consideraciones, (…), la Sección Segunda,
Subsección A del Consejo de Estado en sede de tutela determinó,
frente a la primera sentencia que se dictó dentro del proceso de la
referencia (del 1° de julio de 2021), que se vulneró el principio de
confianza legítima y los derechos fundamentales al debido proceso,
igualdad y acceso a la administración de justicia, al tener en cuenta
para la resolución de la demanda de nulidad electoral contra el señor
Roys Garzón, pronunciamientos judiciales dictados en el año 2020, que
versaron sobre la aplicación de la doble militancia en la modalidad de
apoyo respecto de candidatos de coalición, aunque la elección
enjuiciada tuvo lugar en el año 2019, hecho que consideró contrario al
ordenamiento jurídico, bajo el entendido que se realizó una aplicación
retroactiva del precedente, y por ende, que las consideraciones
desarrolladas por la Sala Electoral del Consejo de Estado, solo podían
tener efectos vinculantes para las siguientes elecciones. Lo anterior,
bajo el entendido de la Sala Laboral del Consejo de Estado, que la

654
norma por excelencia que debía revisarse para establecer si los
candidatos de coalición podían incurrir en doble militancia es el artículo
2° Ley 1475 de 2011, y que como la misma no hacía referencia expresa
a ellos (aunque hace alusión a quienes aspiren a cargos de elección
popular), es razonable considerar que existe un vacío en la materia,
que a juicio del juez de tutela, sólo fue colmado “mediante las sentencias
de la Sección Quinta de 20 de agosto, 24 de septiembre y 3 de diciembre
de 2020 que, como ya se dijo, hicieron extensiva la aplicación de esa
prohibición a los candidatos respaldados por una coalición política”. En
consecuencia, el juez de tutela le ordenó a la Sección Quinta de esta
corporación, “dictar una decisión de reemplazo en la que se abstenga
de aplicar los criterios jurisprudenciales contenidos en las sentencias
de 20 de agosto, 24 de septiembre y 3 de diciembre de 2020 emanadas
de esa sala de decisión”. Respecto al cumplimiento de la anterior orden,
se estima pertinente aclarar: El fallo del 20 de agosto de 2020, que fue
relacionado en la providencia del 1° de julio de 2021 que se dejó sin
efectos, se refirió a una supuesta materialización de doble militancia
porque el demandado, un candidato de coalición, recibió apoyo de otro
que militaba en una colectividad que no hacía parte de aquélla, por lo
que no corresponde a la tipología de casos como el analizado en esta
oportunidad, según el cual el candidato de coalición es el que otorgó el
apoyo, aspecto que sí fue abordado en las providencias del 24 de
septiembre y 3 de diciembre de 2020. El fallo del 3 de diciembre de
2020, fue dejado sin efectos mediante providencia de tutela del 30 de
agosto de 2021 de la Sección Tercera del Consejo de Estado, es decir, a
través de una decisión dictada con anterioridad a que la Sección
Segunda del Consejo de Estado en fallo del 9 de septiembre de 2021,
infirmara la primera providencia que se profirió (el 1° de julio de 2021)
dentro del proceso de la referencia respecto de la designación del
gobernador de La Guajira. El fallo del 24 de septiembre de 2020 se
encuentra vigente y a través de él (…), se analizó de fondo un caso en el
que se alegó que un candidato de coalición incurrió en doble militancia
en la modalidad de apoyo, concluyendo que aunque éste debe atender
tal prohibición, en el caso concreto no se advirtió que el demandado
haya incurrido en la señalada situación de inelegibilidad. Con las
anteriores precisiones y en acatamiento del fallo de tutela del 9 de
septiembre de 2021, no es posible considerar que la tesis según la cual
los candidatos de coalición pueden incurrir en doble militancia, debe
aplicarse a las elecciones que se celebraron el 27 de octubre de 2019,
entre las que se encuentra la enjuiciada. Por lo tanto, aunque se
acreditó dentro del proceso que el señor Nemesio Raúl Roys Garzón,

655
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

militante del Partido Conservador Colombiano, apoyó las candidaturas


de los señores Gerardo Abel Cujia Mendoza del Partido Liberal y
Euclides Manuel Redondo Peralta del PRE, para las alcaldías de Uribia
y Riohacha respectivamente, no hay lugar a concluir que el demandado
incurrió en doble militancia, en consideración a que según el fallo de
tutela de 9 de septiembre de 2021 de la Sección Segunda del Consejo
de Estado, la tesis según la cual los candidatos de coalición pueden
incurrir en la anterior prohibición, no es exigible para las elecciones
que se celebraron el 27 de octubre de 2019, lo que impone negar las
pretensiones del libelo genitor.

TESIS 20: Asimismo, acatando el pronunciamiento de tutela, se


anuncia jurisprudencia en el sentido de precisar que desde las
siguientes elecciones los candidatos de coalición no están exentos de
la prohibición de doble militancia, como se desprende de la lectura de
los artículos 107 de la Constitución, 2 y 29 de la Ley 1475 de 2011 y
normas concordantes.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: Sea lo primero indicar que, para declarar la nulidad de una


elección, el juez debe contar con la evidencia suficiente y ponderar
todas las situaciones que comporta el caso, en la medida que se van
afectar derechos del elegido y, de paso, truncar el anhelo de una
comunidad que ha otorgado un mandato popular a quien, según su
voluntad, merece la confianza pública. Con todo respeto, [se estima]
que, en el presente caso, pese a negarse las pretensiones anulatorias
de la demanda, se insiste en un equivocado análisis probatorio
del cual se concluye que estamos ante una clara, inequívoca e
incontrastable vulneración de la prohibición de la doble militancia;
por el contrario, existe una duda razonable que no permite llegar a
la convicción íntima de la ocurrencia de dicha conducta prohibida.
(…). [U]na lectura de conjunto de la ponencia, permite advertir una
clara incongruencia en la forma como se valoran las pruebas, en
tanto, de un lado, se desestima la configuración de la causal de
doble militancia política, a partir de algunas fotografías, videos,
declaraciones de testigos e interrogatorio de parte, que conforman
el material probatorio, justamente, por no ofrecer certeza de que el
entonces candidato a la gobernación de la Guajira otorgó apoyo a

656
algunos candidatos a la alcaldía y, de otro lado, se le da relevancia
a dos (2) sucesos, que (…), también están signados de los mismos
elementos de incertidumbre, cuales son: i) La pronunciación
de una frase ambigua y polisémica que emitió el candidato en el
marco de un evento de apoyo a su candidatura y, ii) la suscripción
de un documento denominado “Pacto por la transformación de
Riohacha”, cuyo contenido es estrictamente programático. De los
demás sucesos analizados en la ponencia, a partir de los cuales se
llega a la conclusión de que el [demandado], no incurrió en la doble
militancia, se parte de la base de que el candidato a la gobernación,
recibió apoyo o adhesión de los candidatos a las alcaldías de los
municipios Uribia y Riohacha, y no a la inversa, según las pruebas
que obran en el plenario. Sin embargo, [se estima] que, con el mismo
entendimiento, debió contextualizarse los dos (2) eventos que se
censuran, pues, la expresión o frase de la cual se pretende derivar
el supuesto apoyo, (…), no resulta clara e inequívoca y porque el
otro suceso que se le endilga, hace relación a la suscripción de un
documento programático, que solo tiene como finalidad la ejecución
de acciones en favor del progreso y desarrollo del municipio de
Riohacha. Así mismo, debe tenerse presente que cuando se ha
decretado la nulidad de la elección por esta causa, la Sección ha
sido enfática en señalar que se debe contar con la prueba suficiente,
absoluta e incontrastable de que el candidato ha desplegado actos
positivos dirigidos a tributar el referido apoyo político. (…). Para que
ese examen de conjunto sea eficiente, debe formarse, un cuadro
esquemático de los diversos elementos de prueba, clasificándolos
de la manera más  lógica, relacionándolos entre sí, debido a sus
conexiones más o menos estrechas, comparando los elementos
de cargo con los de descargo respecto de cada hecho, a fin de
comprobar si los unos neutralizan a los otros o cuáles prevalecen,
de manera que al final se tenga un conjunto sintético, coherente
y concluyente; todo eso antes de sacar conclusiones de ellos, de
acuerdo con la gran regla cartesiana de proceder objetivamente, sin
ideas preconcebidas. (…). [T]ampoco [se estima] que se trató de un
respaldo directo, puntual y concreto al candidato a la alcaldía de
Riohacha, Euclides Manuel Redondo, pues, como puede examinarse,
en su texto [Suscripción del “Pacto de transformación por Riohacha”],
no hay ninguna expresión de apoyo personal, subjetivo, individual, en
favor de dicha candidatura, sino una coincidencia programática que
tiene por finalidad concretar en el futuro, si llegaren a ser elegidos,
varias iniciativas de gobierno, para promover el desarrollo y el

657
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

progreso de la ciudad. (…). Esta aseveración [“los señores Redondo


y Roys Garzón le dieron a conocer a los habitantes de la referida
ciudad una propuesta unívoca de trabajo, esto es, se presentaron
como alternativa en bloque para el mejoramiento de la capital
de departamento, buscando de esta forma conseguir votos para
ambas candidaturas, no sólo para una de ellas”] no solo resulta
equivocada, sino que convierte un “acuerdo programático”, cuyo
propósito es expresar la coincidencia con una agenda de gobierno,
materializada en acciones dirigidas al bien común y al interés
general de la comunidad, en un instrumento irregular, cuando lo
que siempre se ha censurado, es ese apoyo individual y egoísta
basado en acuerdos puramente burocráticos o clientelistas, que
suelen otorgar los candidatos, lo cual envilece y desnaturaliza la
actividad de los partidos y movimientos políticos, en detrimento de
la democracia. Así entonces, recibir un respaldo político, cuando
existe identidad con el programa de quien brinda dicho respaldo, no
puede ser objeto de reproche, ni mucho menos constitutivo de doble
militancia política, pues, es desconocer que, en la contienda política,
la lucha por las ideas son las que deben primar sobre los intereses
personales. (…). [L]a firma del documento programático, denominado
“Pacto por la transformación de Riohacha”, no puede interpretarse
como un respaldo personal del señor Nemesio Raúl Roys, al señor
Euclides Manuel Redondo, sino como una coincidencia sobre un
conjunto de acciones gubernamentales en favor del progreso social
y el desarrollo del municipio, que trasciende toda individualidad y el
interés de los candidatos. (…). Tampoco [se comparte] la apreciación
de que la única posibilidad de entender que no hay doble militancia,
es que el acuerdo programático ha debido suscribirse con todos los
candidatos a la alcaldía, pues ello anularía el pluralismo político,
sobre el cual, se edifica nuestra democracia (Art. 1º de la CP). Por
lo tanto, lo que la ponencia descalifica, al referirse a dicho pacto, en
tanto, “da cuenta de la construcción conjunta de propuestas para
convencer al electorado, que fueron diseñadas y presentadas de
manera mancomunada” (…), nada tiene que ver con transfuguismo
político, pues, por el contrario, es la expresión más seria de los
candidatos en el actuar político, de cara a la necesidad de asumir
compromisos de gobierno en beneficio de la ciudad y no en beneficio
propio. Por lo tanto, como la conducta prohibida, en materia de doble
militancia, consiste en apoyar candidatos distintos a los de su partido
o movimiento político al cual se encuentra afiliado y no en recibir
apoyos, como tantas veces, se ha indicado en la jurisprudencia, no

658
[se comparte] el análisis probatorio en el que se insiste en esta
nueva decisión de reemplazo, puntualmente frente a los dos eventos
que se reseñan.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 107
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 262 INCISO 5 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
- ARTÍCULO 303 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 314 / ACTO LEGISLATIVO
2 DE 2002 / ACTO LEGISLATIVO 1 DE 2009 - ARTÍCULO 1 / ACTO LEGISLATIVO 2
DE 2015 - ARTÍCULO 20 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 2 INCISO 2 / LEY 1475
DE 2011 - ARTÍCULO 5 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 7 / LEY 1475 DE 2011 -
ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 275 NUMERAL 8 / LEY 130 DE 1994
- ARTÍCULO 9 / LEY 130 DE 1994 - ARTÍCULO 13 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
- ARTÍCULO 165 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 220

NOTA DE RELATORÍA: La Relatoría advierte que la presente providencia


corresponde a una sentencia de reemplazo proferida en cumplimiento a lo
ordenado en fallo de tutela del 9 de septiembre de 2021, de primera instancia,
proferido dentro del expediente 11001-03-15-000-2021-05205-00 por la Sección
Segunda, Subsección A de esta Corporación que, dejó sin efectos la sentencia
proferida por la Sala el 1° de julio de 2021.

659
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADA,


COSA JUZGADA, IDENTIDAD DE CAUSA, EFECTO ERGA OMNES

EXTRACTO NO. 46

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00003-03
FECHA: 14/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Blanca Inés Prieto Sandoval
DEMANDADA: Griselda Janeth Restrepo Gallego - Diputada
Asamblea Departamental del Valle del Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Consiste en determinar, de conformidad con


el recurso de apelación interpuesto, si existe mérito suficiente para
mantener incólume la decisión del Tribunal Administrativo del Valle
del Cauca, mediante la cual se declaró probada la excepción de cosa
juzgada y en consecuencia, se negaron las súplicas de la demanda, al
encontrar probado que tanto en el proceso con radicado 2019-01102-
00 como en el asunto de la referencia, existe identidad de partes y
la causa y objeto son los mismos, en cuanto en ambas se discute el
derecho personal de la señora Griselda Janeth Restrepo Gallego a
ocupar la curul de diputada del departamento del Valle del Cauca que
reconoce el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018.

TESIS: La demandante (…) reiteró (…) que hubo falsa motivación


del acto acusado, causal sustentada en que la Comisión Escrutadora
Departamental con la expedición del acto del 14 de noviembre de
2019 que declaró la elección de la señora Griselda Janeth Restrepo
Gallego, como diputada de la Asamblea departamental del Valle del
Cauca, desconoció los artículos 25 de la Ley 1909 de 2018 y 137 de la
Ley 1437 de 2011, por interpretación errónea del mandato estatutario,
toda vez que, el voto en blanco fue la opción que tuvo la segunda
votación en la contienda electoral de gobernador del Valle del Cauca,
por ende, la demandada no tenía derecho personal alguno a ocupar
la curul en la duma departamental. (…). La parte pasiva de la presente
controversia, (…) al contestar la demanda formuló la excepción de
cosa juzgada, al considerar que frente al juicio de legalidad de la

660
elección de la demandada ya hubo pronunciamiento en otro proceso
de idéntica naturaleza que negó la nulidad pretendida con base en
el mismo argumento esgrimido en esta oportunidad. (…). Respecto
al fenómeno de la cosa juzgada, la jurisprudencia del Consejo de
Estado, ha sostenido que “…el objeto de la cosa juzgada es que los
hechos y conductas que se han resuelto judicialmente no puedan ser
debatidos nuevamente en un proceso posterior. Lo anterior por cuanto
lo decidido por el juez adquiere las características de vinculante,
obligatorio y, por lo tanto, de inmutable (…) según lo prevé el artículo
303 del Código General del Proceso, los elementos constitutivos de
la cosa juzgada, son: (i) identidad de objeto; (ii) identidad de causa y,
(iii) identidad jurídica de partes”. (…). [E]n el asunto objeto de estudio
se analizarán los elementos que el C.G.P. refiere para la existencia de
la cosa juzgada, esto es, que el nuevo proceso verse sobre el mismo
objeto, se funde en la misma causa que el anterior y en los dos
procesos haya identidad jurídica de partes. (…). Del cuadro anterior
[comparativo de los dos procesos], puede evidenciarse que sí existe
identidad de causa entre los procesos 2019-01102-00 y 2020-00003-
03, en razón a que los motivos que los sustentan son los mismos,
en la medida en que se plantearon de manera exacta, pues en las
dos demandas se alegó la violación del artículo 25 de la Ley 1909
de 2018. (…). Adicionalmente, advierte la Sala que conforme con las
previsiones del artículo 189 de la Ley 1437 de 2011, los efectos de
la providencia que niegue la nulidad pedida producirá efectos de
cosa juzgada erga omnes, pero solo en relación con la causa petendi
juzgada, como lo fue en este caso, la de determinar si la demandada
tenía derecho o no a ocupar un escaño en la duma departamental
como consecuencia del derecho personal consagrado en el artículo
25 de la Ley 1909 de 2018, con lo cual da la opción de demandar
nuevamente un acto electoral ya sometido a control judicial, si los
argumentos son diferentes a los previamente analizados por el
juez. (…). En ese orden de ideas, se configura el supuesto en cuanto
en el expediente 76001-23-33-000-2019-01102-00, el Tribunal
Administrativo del Valle del Cauca, profirió sentencia de primera
instancia el 12 de marzo de 2020 en la que negó las pretensiones
de la demanda, decisión que fue confirmada por la Sección Quinta
del Consejo de Estado el 5 de noviembre de 2020, al advertir que la
señora Griselda Janeth Restrepo Gallego es la candidata que siguió
en votación a la gobernadora electa, por lo que, en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018, tiene derecho a
ocupar una curul en la Asamblea Departamental del Valle del Cauca.

661
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Así, no hay duda que las decisiones adoptadas en el proceso 2019-


01102-00 tienen efectos de cosa juzgada erga omnes, respecto de la
causa petendi de la presente demanda.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 189 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 292 / LEY 1909
DE 2018 - ARTÍCULO 25

662
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE PER-
SONERO MUNICIPAL, SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDEN-
CIAL, CONCURSO DE MÉRITOS, PRINCIPIO DE DEMOCRATIZACIÓN,
ACCESO A LA FUNCIÓN PÚBLICA, ENTREVISTA EN EL CONCUR-
SO DE MÉRITOS, DISCRECIONALIDAD, PRECEDENTE CONSTITU-
CIONAL, INAPLICACIÓN DEL PRECEDENTE JURISPRUDENCIAL,
SOLICITUD DE INTERVENCIÓN DEL COADYUVANTE

EXTRACTO NO. 47

RADICADO: 17001-23-33-000-2020-00054-01
FECHA: 27/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Andrés Felipe Henao Herrera y otros – Procuradores 70,
179, 180 Y 181 Judiciales I para Asuntos Administrativos de Manizales
DEMANDADO: Fernando Arcila Castellanos - Personero de Manizales,
período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: En atención al contenido de los escritos de


impugnación presentados en contra de la sentencia dictada por el
tribunal a quo, corresponde a esta Sección determinar si procede
confirmar, modificar o revocar la misma, para lo cual, se deberá
dar respuesta a los siguientes interrogantes: (i) ¿Incurrió en un
yerro la decisión apelada, al fundamentar su razonamiento en las
consideraciones expuestas por la Corte Constitucional en la providencia
SU-613 del 2002, específicamente, los criterios y parámetros allí
determinados para el desarrollo y aplicación de la prueba de entrevista
en un concurso público de méritos? (ii) Precisado lo anterior, ¿resulta
entonces nulo el acto de elección demandado, considerando para ello
la forma en que fue aplicada la fase de entrevista por parte del Concejo
Municipal de Manizales?

TESIS 1: De conformidad con el artículo 271 de la Ley 1437 de 2011,


modificado por el artículo 79 de la Ley 2080 del 2021, por razones
de importancia jurídica, trascendencia económica o social, o ante la
necesidad de unificar o sentar jurisprudencia o resolver divergencias
respecto de su aplicación o interpretación o precisar su alcance,

663
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el Consejo de Estado podrá asumir el conocimiento de los asuntos


pendientes de fallo o decisión interlocutoria, trámite que podrá
darse de oficio, a petición de parte, del Ministerio Público o de la
Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado. (…). [L]a norma en
comento refiere a la posibilidad para que, tanto la Sala Plena de lo
Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, como las Secciones
Especializadas que la conforman, asuman el conocimiento del asunto
pendiente de fallo o de adopción de una decisión interlocutoria. Es
decir, que la norma parte, en principio, de reconocer que el trámite
del expediente no se radica de forma primigenia en alguna de dichas
instancias judiciales. Bajo esta perspectiva, considera la Sala necesario
precisar qué sucede en aquellos eventos, donde el asunto, por
disposición legal expresa, ya es de conocimiento de la Sección Quinta,
en tanto se trata de un tema cuya segunda instancia, le corresponde
tramitar y decidir. (…). [E]llo no obsta para que, ante la manifestación
de alguna de las partes o intervinientes antes señalados, o incluso de
oficio, la Sala de Sección correspondiente, determine si existe mérito
suficiente para que el fallo que se dicte al interior de un proceso que
ya se encuentra en el ámbito de su competencia, tiene las condiciones
de ser una sentencia de unificación jurisprudencial, en relación con
la importancia jurídica, trascendencia social o económica, o ante la
necesidad de sentar o unificar la jurisprudencia, precisar su alcance
o resolver divergencias en punto de su aplicación o interpretación. Así
las cosas, en estricto sentido, en el presente caso esta Sala de Sección
no puede adoptar una providencia o decisión en la que determine si
avoca o no el conocimiento del asunto de la referencia, en la medida en
que el mismo, por ser un asunto de doble instancia, ya es competencia
de la Sección Quinta.

TESIS 2: La función de unificación jurisprudencial del Consejo de


Estado, en su condición de Tribunal Supremo de lo Contencioso
Administrativo, se sustenta en la necesidad de garantizar los principios
de igualdad y seguridad jurídica. En tanto algunas normas tienen
cierto grado de indeterminación, resulta necesario que los operadores
jurídicos y la ciudadanía en general tengan certeza respecto del
alcance, interpretación y aplicación de estas, de conformidad con
las situaciones fácticas que las dotan de contenido. Así pues, con
ella se hace posible la unidad y coherencia del ordenamiento y por
tanto asegura el tratamiento igualitario de los asuntos que cuentan
con identidad o similitud fáctica y jurídica, pues existiendo una regla
de unificación sobre un determinado aspecto normativo, el juez,

664
al momento de interpretar la ley, no puede otorgarle un sentido
diferente al que se le ha conferido, salvo que, para ello, en virtud
de la autonomía e independencia judicial de la que goza, motive y
justifique, de manera transparente y suficiente, las distinciones que
tiene el caso concreto y que permiten al fallador separarse de la regla
unificadora. De suyo, para garantizar la seguridad jurídica y la igualdad
de trato ante la ley dentro del Estado Social de Derecho, es necesario
que las decisiones se fundamenten en la interpretación uniforme y
consistente del ordenamiento jurídico y, para ello, ha sido instituida
la función unificadora de los órganos de cierre jurisdiccional, como lo
es el Consejo de Estado. Sobre la necesidad de sentar jurisprudencia,
el Consejo de Estado, en auto del 26 de marzo de 2015, señaló que
dicha expresión contenida en el artículo 271 ejusdem, como causal
que la faculta para proferir sentencias de unificación, “(…) pretende
establecer criterios uniformes sobre el entendimiento de cierta
problemática jurídica cuando se ha podido verificar una disparidad
de razonamientos sobre un mismo asunto en los diversos niveles de
la jurisdicción. Mediante esta causal se revalida una de las funciones
más relevantes del precedente judicial cual es el de generar seguridad
jurídica pues la Sala se ocupará de interpretar de manera unificada el
ordenamiento sobre determinado tema o problema jurídico y a partir
de allí, vía aplicación del precedente de una sentencia de unificación,
se impondrá a los demás partícipes de la práctica jurídica seguir
este criterio de interpretación”. Como se observa, dicha hipótesis que
sustenta un fallo de unificación proviene, entre otras posibilidades,
de la existencia de divergencias, contraposiciones o contradicciones,
por ejemplo: i) entre normas jurídicas aplicables a un mismo
asunto, por lo que resulta indispensable determinar cuál de ellas lo
resuelve de mejor manera; o ii) entre diversas interpretaciones sobre
temas jurídicos que resultan conexos o transversales a las Salas o
Secciones de la Corporación; o iii) en el alcance de la interpretación
y aplicación dados a una misma disposición por distintas instancias
dentro de la misma jurisdicción. Ahora bien, frente a los criterios de
importancia jurídica, trascendencia social y económica ofrecidos
por el demandante, se resalta que esta Sala de Decisión ha emitido
una serie de pronunciamientos, en relación a la forma en que dichos
aspectos deben entenderse. Con respecto a la importancia jurídica, se
ha precisado que se presenta ante la “alta connotación que tiene un
asunto dentro del mundo jurídico, en la medida en que es capaz de
incidir en él de forma transversal y determinante, bien sea porque toca
bienes o instituciones materiales o inmateriales que figuran dentro de

665
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la más elevada escala de protección estatal, demanda la construcción


de un parámetro de interpretación que resulta necesario para el orden
normativo mismo, propugna por un avance significativo en la tradición
jurídica nacional o internacional, el Constituyente o Legislador le
han dado esa connotación, o porque el desarrollo jurisprudencial
así lo sugiere”. En cuanto a la trascendencia económica y social, se
hace referencia a “la órbita que impacta la decisión concerniente
al asunto a examinar, en este caso, la económica –en punto a la
magnitud de la afectación que pueda recibir el patrimonio público, o
el privado, según el caso– o la social –dado el alcance que pudiera
tener en el conglomerado social, tanto en términos cuantitativos como
cualitativos (…) Así las cosas, la trascendencia económica o la social
están determinadas por un factor subjetivo, en cuanto se refieren a la
importancia del resultado, pero claramente objetivable en la medida
en que los criterios de priorización no pueden ser otros que los que
desprenden de la vigencia del orden constitucional y, principalmente,
todos aquellos que, de alguna forma, obstruyen o promueven la
realización de los fines del Estado”.

TESIS 3: A juicio de la señora agente del Ministerio Público, se


hace necesario dictar una sentencia de unificación jurisprudencial,
alegando los criterios de importancia jurídica y trascendencia
social, con el fin de precisar el contenido de la fase de entrevista
en el concurso público y abierto de méritos para la elección de los
personeros municipales y/o distritales, entendiendo que sobre dicho
tema, existen pronunciamientos disímiles. Sobre este particular, es
importante señalar que, esta Sala Especializada Electoral, en relación
con la fase de entrevistas en procesos electorales ha mantenido
una posición pacífica, que (…) ha consistido en resaltar el aspecto
subjetivo de la misma y por lo tanto atada a la discrecionalidad de
los evaluadores, sin que ello implique arbitrariedad, pues en todo
momento se deben atender los parámetros que rigen el concurso
-como el mérito, la objetividad, imparcialidad, publicidad, debido
proceso-, así como se ha indicado que se debe atender el criterio de
la razonabilidad respecto de las preguntas efectuadas y la evaluación
de las respuestas. Así mismo, se ha resaltado que tal característica,
no implica, de entrada, la nulidad del acto electoral posterior. De esta
manera, esta Sala encuentra que sobre el aspecto sobre el cual llama
la atención la representante del Ministerio Público en el sub lite, se han
proferido pronunciamientos, algunos de ellos en el marco de elección
de personeros tras la modificación en el mecanismo de su elección,

666
que han fijado parámetros específicos a tener cuenta al momento
de la entrevista. Por ello, no se evidencia la necesidad de unificar
jurisprudencia sobre el asunto, siendo también importante resaltar
que la señora Agente del Ministerio Público, no desarrolló, frente al
caso concreto, por qué se encuentran acreditados los criterios de
importancia jurídica, trascendencia social o económica.

TESIS 4: La Constitución Política de 1991 consagró en cabeza de los


concejos municipales la facultad para la elección de los personeros,
tal y como se deriva de la lectura de su artículo 313 numeral 8º. En
desarrollo de esta disposición constitucional, el legislador de 1994
reguló el asunto, a través de la Ley 136 de 1994, la cual fue modificada
posteriormente en 2012 -Ley 1551-, fijando en su artículo 170 los
parámetros para el ejercicio de dicha función electoral. (…). Desde
la competencia asignada en el texto fundamental, se indica que la
elección de los personeros municipales se realizará para un período
institucional de 4 años, el cual iniciará el 1º de marzo siguiente a su
designación y terminará el último día de febrero del cuarto año. Así
mismo, se dispone que el concejo elegirá dentro de los 10 primeros
días de haber iniciado su período constitucional. La modificación más
importante respecto del proceso antes descrito, es la necesidad de
adelantar en forma previa a la reunión electoral, un concurso público
y abierto de méritos. Ello es relevante, en tanto en las disposiciones
originales de la Ley 136 de 1994 no se establecía un procedimiento
específico respecto de la forma en que ello debería llevarse a cabo,
lo que implicaba una amplia discrecionalidad del órgano competente
para ello. (…). Esta norma fue desarrollada posteriormente a nivel
reglamentario, específicamente con lo contenido en el Decreto 2485
del 2014, el cual fue incorporado por el Decreto 1083 de 2015 -título
27-, del cual se deriva que para el ejercicio de la referida función
electoral, los concejos municipales deben atender los siguientes
parámetros que fijan la estructura básica del concurso de méritos para
la elección del funcionario. (…). De la sentencia antes mencionada [C-
105 del 2013 de la Corte Constitucional], se tiene entonces una regla
clara: los concejos municipales, como órganos de elección, tienen
la competencia exclusiva y excluyente para la determinación de los
lineamientos generales de la forma en que se adelantarán las etapas
y parámetros mínimos del concurso de méritos antes descritos siendo
responsables de su dirección en todo momento, lo cual se concreta
con la suscripción y posterior publicación de la correspondiente
convocatoria. A pesar de ello, se reconoce que ante las dificultades

667
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que dicha labor puede conllevar, es posible que dichas entidades


acudan a “terceras instancias” que presten su apoyo logístico en la
realización de una o todas las etapas del proceso meritocrático. Así
las cosas, esta última posibilidad permite acudir al apoyo logístico
y técnico de universidades o instituciones de educación superior
públicas o privadas o con entidades especializadas en procesos de
selección de personal.

TESIS 5: La Sala reitera que el principio democrático, como elemento


o nota característica de nuestro sistema constitucional, no solamente
propende por la materialización del voto como manifestación de la
voluntad popular y con ello procurar la conformación de los espacios
deliberativos colectivos o la designación de mandatorios en los
distintos niveles -democracia procedimental y representativa-, sino
que también tiene un elemento relevante en la participación de todos
los asociados en la conformación del poder público y la gestión directa
de los intereses colectivos y la dinámica política, social y económica
-democracia deliberativa y participativa-. (…). Es bajo el anterior
parámetro axiológico que debe ser estudiada la determinación de
establecer un concurso público y abierto de méritos para la selección de
los personeros municipales. Dicho procedimiento conlleva la concreción
del derecho de participación que tienen todos los colombianos, como
ciudadanos en ejercicio, de intervenir en la conformación del poder
público, pues se garantiza a través de este que todos aquellos que
acrediten el cumplimiento de los requisitos necesarios puedan
presentarse con iguales oportunidades de acceder al cargo en
cuestión, determinándose frente a todos ellos el cumplimiento de los
criterios del mérito e idoneidad, en condiciones objetivas y previamente
establecidas por la autoridad con la competencia electoral. (…). [S]e
considera importante señalar, que el concurso de méritos como regla
general de acceso a la función pública, ha sido concebido por excelencia
como el mecanismo de selección para la provisión de los cargos que se
rigen bajo el sistema de la carrera administrativa. (…). [E]n la sentencia
C-105 del 2013, se avaló la constitucionalidad de la decisión legislativa
de determinar al concurso público de méritos para la provisión de un
cargo de período, como lo es el de personero, indicando que con ello
no se desconoce la lógica deliberativa, democrática y política de los
concejos municipales y/o distritales con la competencia para elegirlo.
De esta manera, el concurso público de méritos encuentra en esta
situación, una validación expresa desde el orden constitucional, en la
medida se busca con aquel la identificación de la persona que cumple

668
con el perfil óptimo para el ejercicio de las importantes funciones
que se asignan a este funcionario del nivel local, así como, en tanto
mecanismos abiertos, reglados y formalizados, con pausas objetivas
para cada una de sus etapas, se garantiza en una mayor medida el
derecho de acceso a la función pública -con las implicaciones sobre
el principio democrático señaladas al inicio de este acápite- así como
al debido proceso de los aspirantes. Bajo esta medida, esta Sala
considera entonces que el concurso público de méritos, se constituye
en el mecanismo general de acceso a la función pública, incluso para
algunos cargos que no son de carrera, salvo para aquellos casos en los
que expresamente se determina un procedimiento específico a nivel
constitucional o legal.

TESIS 6: Esta Sala de Sección, ha reconocido que la fase de entrevistas


en un proceso de elección de un funcionario de período fijo, como lo es
el personero municipal y/o distrital, tiene un elemento subjetivo que
no conlleva necesariamente al reconocimiento de una arbitrariedad
respecto de su práctica por parte del órgano electoral, pues en todo
momento los principios del mérito objetividad, trasparencia, igualdad,
debido proceso que se predican de los aspirantes, deben primar, y al
efectuarse la evaluación correspondiente, debe atenderse el criterio
de razonabilidad de la pregunta efectuada y la respuesta a la misma.
(…). Debe resaltarse que la posición expuesta en precedencia, responde
a los criterios que desde la sentencia de constitucionalidad C-105
del 2013, en donde se indicó que el mérito debe ser el parámetro
preponderante en todas las etapas del concurso, de tal manera
que mecanismos que se caracterizan por ser subjetivos -como la
entrevistas-, juegan un papel secundario respecto de la valoración
total que se realiza de los aspirantes. (…). De lo visto hasta el momento,
se puede señalar entonces que esta Corporación, en su calidad de
órgano de cierre en materia electoral, ha precisado que respecto
de la etapa de entrevistas, en concursos de méritos y convocatorias
públicas que se adelantan para elegir cargos de período, tienen un
elemento subjetivo importante, en atención a la discrecionalidad
que se predica respecto de quienes constituyen el órgano evaluador,
más ello no implica en ninguna medida la arbitrariedad en el
ejercicio de dicha atribución o un desconocimiento del criterio de
razonabilidad que debe guiar la forma en que la misma se lleva
a cabo. Es la intención de esta Sala Electoral mantener la posición
señalada en forma precedente. Al respecto, no se observan cambios
en la regulación aplicable al caso de la elección de los personeros

669
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

municipales, que conlleven a rectificar o variar la jurisprudencia que,


hasta el momento, ha sido pacífica sobre el tema. Más se considera
necesario precisar algunos aspectos del contenido de la misma. (…).
En un primer lugar, (…) el Decreto 1083 del 2015, específicamente
en el literal c) del artículo 2.2.27.2, señala respecto de las pruebas
a desarrollar dentro del concurso de méritos para la elección de
los personeros municipales, que estas “(…) tienen como finalidad
apreciar la capacidad, idoneidad y adecuación de los aspirantes, así
como establecer una clasificación de los candidatos respecto a las
calidades requeridas para desempeñar con efectividad las funciones
del empleo.” (…). Lo dicho en precedencia, sustenta la necesidad de que
incluso en el marco de la entrevista -fase consagrada en el numeral 4º
del referido literal c)-, en todo momento sea la capacidad, idoneidad y
calidades requeridas para el desempeño efectivo de las funciones del
cargo de personero, los criterios que deben ser atendidos por el órgano
electoral al momento de ejercitar su función. (…). La Sala precisa que,
para efectos de la materialización de los parámetros antes señalados,
los concejos municipales o distritales, en uso de la facultad que les
otorga el ordenamiento jurídico, específicamente, el artículo 2.2.27.2
del Decreto 1083 del 2015, deberán establecer los mecanismos
que considere procedentes, pertinentes y eficaces para ello. (…). [C]
obra especial relevancia el correspondiente a la razonabilidad, como
elemento esencial para prevenir que la facultad discrecional de los
concejales, devenga en una arbitrariedad que afecte la finalidad y
postulados constitucionales que soportan el concurso de méritos en
este caso concreto. En relación con ello, se tiene que aquella es un
concepto elástico o flexible, que se adapta a las particularidades de
la situación a la cual debe ser aplicado, el cual permite concluir que
una decisión será razonable, siempre y cuando atienda dos criterios, a
saber (i) la adecuación a la norma jurídica que presupone el ejercicio
de una competencia o la forma en que se adopta una decisión
-con lo que se ata dicho concepto al juicio de constitucionalidad
y de legalidad- y (ii) a los valores, principios, finalidad y o criterios
orientadores del ordenamiento constitucional que lo inspira. (…). Así
las cosas, atiende lo anterior, aquello que encuentra y se fundamenta
en una razón suficiente, no sólo frente a los aspectos fácticos de una
situación en concreto, sino que también responde a la norma y a los
principios y valores constitucionales que la inspiran. Aterrizando lo
anterior al caso concreto del desarrollo de la entrevista en el proceso
de selección de los personeros municipales y/o distritales, será
entonces razonable, y en consecuencia no arbitraria, la formulación

670
de preguntas y la asignación del puntaje respecto de las respuestas
a las mismas que busquen en todo momento la valoración del mérito
como criterio objetivo de selección, así como que pretenda determinar,
en condiciones de igualdad, las capacidades y la idoneidad de los
aspirantes para el debido y eficaz desempeño de las funciones que
se asignan a dicho funcionario al nivel local, como representante del
Ministerio Público en dicha esfera. (…). Así mismo, se debe señalar
la falta de motivación respecto de la calificación que se otorga en la
entrevista, constituye una irregularidad específica del acto de elección
de los personeros. (…). Frente este último punto, la Sala considera
necesario precisar, que la sola falta de manifestación expresa de los
motivos que conllevan a la asignación de un puntaje en la entrevista,
no implican, per se, la existencia de una irregularidad respecto del acto
electoral. Ello así, por cuanto esta Sección entiende, que en principio,
la calificación otorgada a los aspirantes se enmarca dentro de las
finalidades de la prueba (…), así como que la misma atiende el criterio
de razonabilidad, por lo que al interior del proceso, deberá demostrarse
con total contundencia, la desatención de dichos parámetros de orden
constitucional, legal y reglamentario, para encontrar acreditada la
falta de motivación. (…). Finalmente, la Sala estima pertinente precisar
que las irregularidades que se atribuyen a la entrevista se enmarcan
en la causal de nulidad de expedición irregular del acto de elección.
(…). Así las cosas, conforme a la jurisprudencia adoptada por esta
Corporación, se tienen entonces las siguientes conclusiones: (i) La
entrevista constituye una fase subjetiva del concurso de méritos,
que se guía básicamente por la discrecionalidad de los integrantes
del órgano elector, sin que ello conlleve, per se, a la nulidad del acto
electoral. (ii) A pesar de lo anterior, ello no implica que dicha facultad
sea arbitraria, omnímoda y ajena a controles, pues es claro que en todo
momento, la garantía del mérito, la finalidad de la prueba -conforme al
literal c) del artículo 2.2.27.2 del Decreto 1083 del 2015- y el principio
de razonabilidad deben ser garantizados. (iii) Al respecto, considera la
Sección que los concejos distritales y/o municipales, deberán atender,
como mínimo, los parámetros esenciales descritos en el párrafo 150,
literales a) al g). (iv) La falta de motivación de los resultados asignados
en la fase de entrevista, constituye irregularidad en el acto de elección
de los personeros municipales y/o distritales, con la salvedad y
precisión efectuada en el párrafo 158 de esta providencia. (v) Las
situaciones anormales en el desarrollo de la entrevista, constituyen
vicio de nulidad por expedición irregular, y sobre el mismo, deberá
estar acreditada la incidencia respecto del resultado electoral.

671
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 7: La decisión de primera instancia se fundamenta en una


decisión no aplicable para resolver el problema jurídico. Considera
el apoderado del demandado, así como del Concejo Municipal de
Manizales y el coadyuvante de los terceros reconocidos al interior de
la actuación, que el fallo del Tribunal Administrativo de Caldas, tiene
como soporte una decisión que estudió un caso relacionado con el
acceso a la carrera judicial, lo que implica de entrada que no deviene
en aplicable al caso concreto del acto aquí demandado. (…). [E]s claro
que las razones de decisión allí señaladas [en sentencias C-372 de
1999 y C-478 de 2005 de la Corte Constitucional] no resultan aplicables
de manera directa a la elección de los personeros municipales, en
tanto respecto de estos últimos, se cuenta con norma especial que
se deriva de lo dispuesto en las Leyes 136 de 1994, 1551 de 2012 y el
Decreto 1083 del 2015 -título 27-. (…). En primer lugar, sin desconocer
el carácter de cosa juzgada constitucional de las decisiones tipo “C”, así
como el importante referente en cuanto al contenido de los derechos
fundamentales que se predica de las sentencia de unificación de la
Corte Constitucional, es claro para esta Sala de Sección que las
consideraciones de dicho tribunal en las providencias mencionadas, se
adoptaron en el marco de reglamentaciones específicas que se aplican
a los concursos de mérito que se siguen para efectos de proveer cargos
de carrera administrativa. Esta circunstancia, contrario a lo sostenido
por la Vista Fiscal en su concepto, marca una diferencia sustancial
en relación con la aplicación de las razones de la decisión contenidas
en las providencias del tribunal constitucional, pues es claro que la
obligatoriedad o vinculatoriedad de estas, depende directamente
del contexto normativo y fáctico que sustentó las mismas. En otras
palabras, las razones de decisión allí expuestas, se enmarcan en las
disposiciones jurídicas que se estudiaron o aplicaron, así como en
los hechos que soportan el fallo correspondiente. (…). De otro lado, es
claro que la misma circunstancia antes descrita, conlleva a señalar,
que los concursos de méritos que fueron analizados por la Corte
Constitucional, se corresponden con aquellos que son adelantados por
entidades especializadas y técnicas en la materia -como por ejemplo, la
Comisión Nacional del Servicio Civil-, y no cuando el proceso se radica,
en principio, en cabeza de un órgano que tiene un origen político y
una función eminentemente deliberativa y democrática, como lo es un
concejo municipal y/o distrital, el cual, a pesar de dicha característica,
de todas manera deberá respetar unos parámetros mínimos, como
por ejemplo, los establecidos en el Decreto 1083 del 2015 -título 27- y
los fijados convocatoria. Este último aspecto resulta relevante, más

672
aún, cuando se entiende que la actuación de la corporación pública se
entiende enmarcada en parámetros de orden constitucional, legal y
reglamentarios expresos, que deben guiar su actuación, muy a pesar
del aspecto subjetivo de esta fase del concurso. (…). [E]ncuentra la
Sala que la decisión del Tribunal Administrativo de Caldas, incurrió en
un yerro en el sustento de su parte considerativa, en tanto la misma
se fundamentó en consideración de una sentencia de unificación, que
atendió criterios fácticos y normativos que difieren de aquellos que
rigen el caso concreto. Sin embargo, a pesar de la anterior conclusión,
resulta procedente analizar (…), el desarrollo de la entrevista llevada
a cabo respecto del proceso de elección del personero municipal de
Manizales, pues en todo caso, la decisión del a quo, también refirió la
existencia de irregularidades que se enmarcan en los parámetros que
esta Sala ha definido como naturales al proceso de entrevista, como
son, la falta de criterios previos, la no motivación de la puntuación
asignada, e incluso, la imposibilidad de impugnar los resultados de
dicha fase, entre otros.

TESIS 8: [E]s claro que previo al desarrollo del concurso y mediante


un acto de contenido general previamente conocido por todos los
interesados -tanto participantes como electores- se determinaron los
aspectos que serían objeto de la evaluación en la etapa de entrevistas,
lo que a su vez permite a esta Sala concluir, que los mismos devienen
en criterios para el tipo de preguntas que podían realizarse. Todo lo
anterior sin olvidar, que conforme al literal c) del artículo 2.2.27.2 del
Decreto 1083 del 2015, existen también unos parámetros específicos
que orientan esta prueba. (…). [D]esde el punto de vista reglamentario,
no es exigible que el concejo determine el número de preguntas que
se realizará, salvo que, en ejercicio de su atribución, así lo determine
en el acto de convocatoria. Desde esta perspectiva, es claro que no
es reprochable dicha situación. Adicionalmente, desconoció el fallo
de primera instancia que en el desarrollo de la sesión plenaria, se
determinaron unos parámetros de tiempo con el que contaba cada
concejal, previa inscripción, para efectuar las preguntas. (…). De esta
forma, se tiene que la directiva de la corporación pública, adoptó
parámetros objetivos, conocidos por todos los asistentes a la sesión,
incluidos los aspirantes, lo que implica que, si bien no había una
directriz en cuanto al número de preguntas, pues debe entenderse
que se refiere al total que se puedan hacer en dichos 3 minutos. (…).
De otra parte, es claro que la convocatoria indicó que la entrevista se
realizaría por la “plenaria del Concejo de Manizales”, correspondiente

673
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

a la conformación del período constitucional que inició en el año


2020, por lo que carece de soporte el argumento del tribunal, al
referir que no se conocía quién adelantaría dicha fase. A juicio de
esta Sección, la conformación de un concejo municipal, es un acto
público, y por lo tanto, de fácil acceso para quien resulte interesado
en el proceso. Adicionalmente, es claro que la convocatoria no podía
determinar el nombre específico de cada uno de los integrantes del
concejo, pues para el 2020, se trataba del inicio de un nuevo período
constitucional y por lo tanto, la posibilidad de contar con nuevos
concejales en el mismo. Así las cosas, dicha exigencia, resulta
irrazonable. (…). A juicio de esta Sección, la consideración efectuada
por el Tribunal Administrativo de Caldas, pretende entonces señalar
una irregularidad respecto de la razonabilidad al momento de la
asignación de los puntajes. Sin embargo, se observa que la misma
se fundamentó en la mera diferencia numérica de aquellos, y no en
confrontar el efectivo cumplimiento de las finalidades de la entrevista
-fijadas en el literal c) del artículo 2.2.27.2 del Decreto 1083 del
2015-, así como los mismos parámetros que el Concejo Municipal
de Manizales determinó en la convocatoria. En otras palabras: es
posible que, en desarrollo de la entrevista, una persona tenga un
comportamiento o desempeño más destacado respecto de los demás
participantes, y obtenga entonces una puntuación considerablemente
mejor, siempre y cuando ello se sustente razonablemente en una
apreciación concreta de los criterios a que se ha hecho referencia.
(…). Lo que extraña esta judicatura respecto de la consideración del
juez colegiado de primera instancia, son los argumentos y pruebas
presentados por los accionantes, que más allá de la mera diferencia
numérica -que puede ser un indicio inicial-, permitan señalar que
la decisión es irrazonable por desatender la finalidad de la prueba
de entrevista y razonabilidad de la calificación asignada. A juicio
de esta Sección, la sola diferencia numérica no es razón suficiente,
ya que la misma puede estar sustentada. Se requiere demostrar
el incumplimiento de los parámetros de orden constitucional y
reglamentario que guían el actuar del concejo municipal y/o distrital,
aspecto que no se acreditó por los demandantes en el caso concreto.
Así mismo, en relación con la falta de motivación respecto de los
puntajes de las entrevistas, observa la Sala que si bien, en efecto,
al momento de la consolidación de los mismos no se presentó por
parte de cada uno de los concejales las razones para la asignación
de la calificación -(…)-, dicha situación no implica que se incurra en
dicha irregularidad. (…). [E]s claro que para efectos de demostrar la

674
falta de motivación, se requiere que la decisión del concejo municipal
y/o distrital se aleje de los parámetros del Decreto 1083 del 2015,
el principio de razonabilidad y los mismos criterios que se hubieren
fijado en la convocatoria, demostrándose la asignación de un puntaje
que no consulta tales fines, determinación que al no sustentarse
conlleva a la falta de motivación alegada como defecto. (…). [E]n el
caso concreto, la demostración de dicha circunstancia es ausente.
Lo anterior, en tanto se reitera, tanto los demandantes como el
tribunal de primera instancia, no se enfocaron en señalar de manera
concreta en qué medida fueron desconocidos dichos aspectos.
Adicionalmente, no se acreditó por parte de los demandantes, cuál
es la incidencia de dicha irregularidad respecto del acto de elección.
Finalmente, se debe señalar que contrario a precisado por el tribunal
en su decisión, los aspirantes en el concurso de méritos para elegir
al personero municipal de Manizales, sí contaron con la posibilidad
de cuestionar el resultado de la entrevista. Si bien es cierto, el acto
de convocatoria, de forma expresa no determina de manera concreta
que dicha actuación sea objeto reclamación y la oportunidad para
ello, a juicio de esta Sección ello era posible, desde el punto de vista
material, cuestionando la lista de elegibles, por lo que se tiene que
dicha situación, en sí misma y para el caso concreto, no comporta una
irregularidad de orden sustancial que conlleve a la anulación del acto
demandado. (…). Así las cosas, al ser la evaluación de la parte subjetiva
-entrevista- uno de los motivos para proceder a determinar el orden
de elegibilidad de los aspirantes, es claro y razonable señalar que la
calificación a ella otorgada, puede ser cuestionada con la decisión que
se adopta en este acto administrativo. A su vez, es claro que sobre la
decisión de la mesa directiva del Concejo de Manizales respecto de
lo anterior, se dio la oportunidad para que ella fuera cuestionada. (…).
Así las cosas, se tiene a través de la etapa de reclamaciones sobre
la lista de elegibles, era procedente entonces cuestionar el resultado
de la entrevista, entendiendo que este es un elemento necesario a
efectos de la decisión del orden de los resultados de los aspirantes,
en forma previa al desarrollo de la reunión electoral por parte del
concejo municipal. (…). Conforme con lo dicho en precedencia, se tiene
entonces que la decisión del Tribunal Administrativo de Caldas, no
solamente acudió a criterios jurisprudenciales que no eran aplicables
al caso concreto, en tanto refieren a circunstancias normativas y
de hecho diferentes, sino que también desconoció que, conforme a
lo probado en este proceso, la actuación del Concejo de Manizales
atendió los parámetros constitucionales, legales y reglamentarios

675
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

aplicables directamente a la elección de los personeros municipales.


Es por lo anterior, que esta Sala Especializada Electoral, considera
procedente revocar la decisión adoptada por la primera insta, para en
su lugar, negar las pretensiones de la demanda.

TESIS 9: Aunque la Sala considera que lo señalado en los párrafos


precedentes, constituye la razón de decisión que soporta la parte
resolutiva de esta providencia, a efectos de atender todos los
argumentos señalados por los impugnantes, se considera necesario
hacer referencia a la inconformidad presentada por el representante
de los terceros coadyuvantes, en el sentido de manifestar que el
Tribunal Administrativo de Caldas no tuvo en cuenta el que 3.156
ciudadanos defendieron la legalidad del acto, lo que consideró un
desconocimiento del derecho al debido proceso de aquellos. (…). Como
bien se desprende de su intervención, se busca por aquellos cuestionar
la motivación del fallo de primera instancia, con fundamento en el
considerable número de ciudadanos que solicitaron ser reconocidos
como intervinientes en la actuación de la referencia, más directamente
no se cuestiona la motivación que soportó la decisión anulatoria. Si
bien el medio de control de nulidad electoral es de naturaleza pública,
lo que implica que todo ciudadano está en la facultad de intervenir, lo
cierto es que una mera apreciación numérica respecto de la cantidad
de personas que acuden a este, no tiene la entidad jurídica necesaria
para fundamentar una modificación, revocatoria o confirmación de la
sentencia que adopte el juez electoral. Así las cosas, la manifestación
efectuada por el representante de la colectividad reconocida como
tercero interviniente, no constituye motivo para considerar la
existencia de una vulneración al debido proceso, así como tampoco
representan una razón suficiente para fundamentar la revocatoria
que se ordena en este proveído. Por lo dicho, este argumento no tiene
vocación de prosperidad.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 -
ARTÍCULO 271 / LEY 2080 DE 2021 - ARTÍCULO 78 / LEY 1551 DE 2012 - ARTÍCULO
170 / DECRETO 1083 DEL 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.2 LITERAL C

676
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE
MUNICIPAL, EXPEDICIÓN IRREGULAR, PACTO DE ADHESIÓN,
COALICIÓN POLÍTICA, ACTO ADMINISTRATIVO PREPARATORIO,
VIOLENCIA PSICOLÓGICA, FALSA MOTIVACIÓN

EXTRACTO NO. 48

RADICADO: 76001-23-33-000-2020-00002-02
FECHA: 27/10/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Fernando David Murgueitio Cárdenas
DEMANDADO: Jhon Jairo Santamaría Perdomo - Alcalde de Yumbo,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Teniendo en cuenta los términos en que


fue fijado el litigio, las razones para negar en primera instancia las
pretensiones de la demanda y los argumentos expuestos contra
el fallo del Tribunal Administrativo del Valle del Cauca, se estima
que los problemas jurídicos a resolver en esta oportunidad son
los siguientes: (i) Si la suscripción del pacto de adhesión entre los
partidos Liberal Colombiano y de Unidad Nacional, para respaldar la
candidatura del señor Jhon Jairo Santamaría Perdomo a la Alcaldía
de Yumbo, con la presunta falta de competencia de ambos o alguno
de los representantes de las colectividades antes señaladas, puede
constituir en el marco de la causal de nulidad de expedición irregular,
una circunstancia que afecte la legalidad del acto de elección
enjuiciado. (ii) De ser afirmativa la respuesta al anterior interrogante,
si el referido pacto fue suscrito sin competencia por alguno o ambos
signatarios y, si dicha irregularidad tiene la virtualidad de afectar la
legalidad de la elección del señor Jhon Jairo Santamaría Perdomo
como alcalde de Yumbo. (ii) Si alrededor de la suscripción del referido
pacto de adhesión, se encuentran o no acreditados los elementos de la
violencia psicológica como causal de nulidad electoral contra el acto
de elección enjuiciado. (iv) De ser negativa la respuesta a la anterior
interrogante, si la elección enjuiciada adolece de falsa motivación, en
los términos expuestos por la parte demandante.

677
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 1: En el marco de esta causal de nulidad [expedición irregular],


que también se puede alegar respecto de los actos de elección popular,
de conformidad con el inciso 1° del artículo 275 de la Ley 1437 de
2011, arguyó la parte accionante que el pacto de adhesión entre los
partidos Liberal Colombiano y de Unidad Nacional para apoyar la
candidatura del demandado, fue suscrito sin competencia por quienes
actuaron en nombre de las anteriores colectividades, y que dicha
irregularidad contenida en un acto previo a la elección afectó la
legalidad de ésta. Cuando se hace referencia a la mencionada causal
de nulidad [expedición irregular], se alude a irregularidades en el
trámite de expedición del acto definitivo, en la omisión o desconocimiento
de las etapas y/o exigencias procedimentales para que pueda surgir a
la vida jurídica, es decir, en el irrespeto de las formas propias de cada
procedimiento, que tienen como propósitos garantizar a los
destinatarios de la decisión final el derecho de audiencia y defensa, la
posibilidad de conocer y participar en las actuaciones previas a aquélla,
así como establecer condiciones mínimas que contribuyan a una
manifestación definitiva de la voluntad la administración acorde con el
ordenamiento jurídico y la debida valoración de los supuestos de
hecho. (…). [E]l Consejo de Estado, especialmente la Sección Quinta, ha
distinguido entre actos electorales y actos de contenido electoral, a fin
de precisar que los primeros son los contentivos de la elección,
nombramiento o llamamiento, es decir, de la decisión final, mientras
los segundos son los que establecen las competencias de las
autoridades que intervienen en el trámite, aquellos que regulan el
proceso de designación, los que prevén las condiciones mínimas que
deben respetarse, y desde luego, los dictados en el procedimiento
antes de la decisión definitiva, es decir, los que propician, impulsan y
allanan el camino a la designación. (…). [A]l revisar la normatividad
pertinente al trámite que precede a la formación del acto que declara
una elección de carácter popular, no se advierte que la existencia de un
pacto de adhesión constituya un requisito para tal efecto, como sí lo es,
por ejemplo, la inscripción de la candidatura o el otorgamiento de
avales en tratándose de partidos políticos. Desde luego, no se
desconoce que la posibilidad de que una agrupación política decida
apoyar a un candidato de otra, está prevista en el ordenamiento
jurídico, como puede apreciarse en la Ley 130 de 1994 (art. 9 y 13), los
artículos 107, 303 (último inciso), 314 (segundo inciso) y 262 de la
Constitución Política y la Ley 1475 de 2011 (art. 5, 7 y 29), que de forma
más amplia se ocupan de la figura de la coalición y de manera más
exigua de la adhesión (solamente el artículo 29 de la Ley 1475 de

678
2011). En cuanto a la coalición, el constituyente y legislador han
establecido tal alternativa de participación política para que las
agrupaciones políticas interesadas inscriban candidatos para cargos
uninominales y para corporaciones públicas, y por ende, para que de
manera mancomunada desde el inicio de la campaña electoral, se
presenten como una asociación que busca convencer al electorado
para ocupar los respectivos cargos de elección popular. (…). Bajo ese
entendido, por ejemplo, respecto de coaliciones para cargos
uninominales se exige a las colectividades involucradas que antes de
la inscripción del candidato precisen el mecanismo mediante el cual
se efectúa la designación de éste; el programa de gobierno que el
aspirante a presidente, gobernador o alcalde presentará; cómo se
financiará la campaña y distribuirán entre los distintos partidos y
movimientos coaligados, la reposición estatal de los gastos; el sistemas
de publicidad y auditoría interna y; la forma mediante la cual formarán
la terna en los casos en que hubiere lugar a reemplazar al elegido (art.
29 de la Ley 1475). Es decir, el legislador consagró una serie de
requisitos que deben cumplirse para que las colectividades interesadas
puedan inscribir de manera coaligada a sus candidatos. En cuanto a
las coaliciones para presentar listas de candidatos para corporaciones
públicas, el constituyente difirió al legislador el deber de regular
aspectos propios de su funcionamiento, no obstante, también previó en
el artículo 262, los requisitos esenciales para su existencia, que a saber
son: 1. Prevé como titulares del derecho los partidos y movimientos
políticos. 2. Exige la verificación de la personería jurídica. 3. Impone la
verificación del atributo relativo a que los entes coaligados, sumados
hayan obtenido una votación de hasta el quince por ciento (15%) de los
votos válidos. 4. Lo anterior, en la respectiva circunscripción. En
contraste con las exigencias para las coaliciones, en especial, para que
puedan inscribir sus candidatos, actuación sin la cual no pueden
considerarse como tales y por ende participar de la campaña electoral
que finalizará con el acto de designación, el legislador no estableció
mayores requisitos frente a la adhesión, como otra de las formas en
que pueden materializarse en el proceso electoral alianzas entre
agrupaciones políticas. Sobre esta última modalidad de participación
política, el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011 simplemente indica que
los candidatos de coalición, es decir, respecto de los que fueron
inscritos en nombre de una colectividad, en asocio con otras
agrupaciones políticas, luego de cumplir las exigencias constitucional
y legalmente establecidas, también serán los candidatos de los
partidos y movimientos con personería jurídica que aunque no

679
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

participaron en la coalición, decidan apoyar o adherirse a éstos. Es


decir, del tenor de la norma estatutaria, se puede colegir que la
adhesión se presenta durante la campaña electoral pero con
posterioridad a una candidatura formalizada, y se materializa con el
hecho de que un partido o movimiento político manifieste su apoyo a
un candidato de otra colectividad para un cargo de elección popular en
el que no tiene aspirante propio, sin que se establezca que tal
declaración debe ser por escrito o de manera verbal, que requiera la
aceptación por la colectividad de origen y/o la coalición del aspirante
inscrito, y mucho menos presentada, revisada y/o aceptada para su
validez ante las autoridades electorales. A juicio de la Sala, la ausencia
de regulación en materia de adhesión obedece no a una omisión
legislativa, sino a que hace parte del margen de autonomía con el que
gozan las colectividades políticas, y por ende, a la alternativa que
tienen durante la campaña electoral de apoyar o no determinada
candidatura (dentro de los límites legalmente establecidos, verbigracia
no incurrir en la prohibición de doble militancia), de establecer de qué
forma procederán frente a las contiendas que se llevan a cabo para los
cargos de elección popular en el país, sin que se exija a las agrupaciones
involucradas el cumplimiento de alguna carga administrativa ante las
autoridades electorales y mucho menos alguna validación de éstas, de
manera tal que si bien es cierto la adhesión se presenta durante la
campaña electoral, no hace parte de los requisitos o las etapas
necesarias y/o legalmente establecidas para habilitar la participación
de un ciudadano en la contienda o para la declaratoria de la elección,
por lo que en estricto sentido no puede considerarse como acto previo
o preparatorio de ésta. En ese orden de ideas, desde la perspectiva de
la causal de expedición irregular, atinente al irrespeto de las formas
propias de cada procedimiento a fin de que se dicte el acto definitivo,
en este caso el que declara la elección, el pacto mediante el cual el
Partido de la U se adhirió a la campaña del demandado perteneciente
al Partido Liberal, no puede catalogarse como una acto de trámite o
preparatorio de la designación acusada, de manera tal que las
eventuales irregularidades que se prediquen del referido acuerdo, por
ejemplo, que no fue suscrito por las personas competentes, no están
llamadas a afectar la legalidad de la designación. (…). Sostener lo
contrario implicaría considerar que durante cualquier momento de la
campaña electoral, todo tipo de manifestación de respaldo que haga
una colectividad política a la aspiración electoral de un candidato
perteneciente a otra agrupación o apoyo a una coalición de la que no
forma parte la primera, hace parte de los actos previos o preparatorios

680
de la elección, y por ende, constituirían decisiones que condicionan el
acto de designación; lo que a su vez podría generar que las expresiones
de apoyo provenientes de personas ajenas a la colectividad de origen
del elegido, afecten la legalidad de su designación, aunque el
ordenamiento jurídico no les atribuye tal atribución, pues se itera, si
bien tienen lugar durante la contienda, es decir, en el proceso previo a
la designación, no hacen parte de los requisitos o condiciones para que
ésta nazca a la vida jurídica. Ahora bien, las anteriores consideraciones
no significan que en los juicios de nulidad electoral las adhesiones
carezcan de relevancia, o que no puedan ser analizadas, pues
dependiendo de los supuestos de hecho planteados y los cargos
formulados podrían jugar un papel importante en el debate acerca de
la legalidad de las elecciones acusadas. (…). Empero, en el caso de
autos el juicio de reproche fue construido bajo el supuesto incorrecto
de considerar que la adhesión es un acto previo a la elección enjuiciada,
que de conformidad con el ordenamiento jurídico hizo parte del proceso
formación de la misma, y por ende, que sus irregularidades afectan la
validez de la decisión definitiva, conclusión que acertadamente
descartó el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca. En suma, desde
la perspectiva de la causal de nulidad invocada por el demandante
[expedición irregular] y los argumentos expuestos por él, las
irregularidades del pacto de adhesión entre los partidos Liberal
Colombiano y de Unidad Nacional, no pueden considerarse como una
circunstancia que afecte el trámite de expedición de la elección
enjuiciada, que implique el desconocimiento de las formas del
procedimiento para la declaratoria de la designación, esto es, de las
condiciones procesales necesarias para que ésta surja a la vida
jurídica. Como consecuencia de lo anterior, en el marco de la causal de
expedición irregular, carece de objeto determinar si el referido pacto
fue o no suscrito por personas que tenían competencia para
comprometer a las colectividades antes señaladas, en tanto no es una
actuación preparatoria o de trámite del acto de elección cuestionado.

TESIS 2: A juicio del demandante esta causal de nulidad se configuró


porque a los electores de Yumbo se les hizo creer que el demandado
del Partido Liberal, contaba con el apoyo del Partido Social de Unidad
Nacional, aunque la adhesión de éste en su criterio es ilegal y a la
misma se opuso un número significativo de aspirantes al Concejo de
la misma entidad territorial del Partido de la U. (…). Este motivo de
inconformidad fue enmarcado bajo la causal de violencia sobre los
electores, prevista en el numeral 1° del artículo 275 de la Ley 1437 de

681
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

2011. (…). Como nota característica de esta causal, la jurisprudencia


de la Sala Electoral del Consejo de Estado ha destacado el elemento
de la fuerza, que tiene la virtualidad de afectar la voluntad libre de
los ciudadanos, que les impide decidir conforme a sus convicciones
personales, pues terminan actuando en virtud de la coerción, la
coacción ilegítima y antijurídica de terceros. El énfasis en la fuerza,
la coerción, la coacción como característica de la violencia sobre las
personas como causal de nulidad electoral, ha permitido distinguirla
de otras situaciones que afectan la legalidad de las designaciones,
como el sabotaje, “que no involucran el uso de la fuerza sino que
obedecen a maniobras subrepticias que buscan destruir u obstruir
el proceso eleccionario”. (…). [P]ara la prosperidad de la violencia
psicológica sobre las personas como situación que afecta la legalidad
de la elección, se ha exigido la demostración de los siguientes
elementos, que tienen como propósito verificar la existencia de
actos que influyeron en la voluntad libre de los ciudadanos al ejercer
el derecho al voto, constatar cuántos sufragios pudieron verse
afectados y qué incidencia tuvieron en el resultado de los comicios: “i)
Las circunstancias de tiempo, modo y lugar que permitan demostrar
que existió la violencia alegada, lo cual además del factor objetivo
que incluye que los constreñidos ejercieron el voto en determinadas
zonas, puestos y mesas, tiene un factor subjetivo, es decir que dicho
voto se dio como consecuencia de las dádivas ofrecidas y/o recibidas;
ii) Que, en caso de violencia sicológica, las dádivas fueron otorgadas
por los demandados con el propósito señalado por el demandante, es
decir, para constreñir la voluntad del elector, iii) Cuántos ciudadanos
votaron en razón de haber recibido un pago o una promesa de dádiva;
y iv) Que el fraude de esos votantes tuvo la potencialidad de modificar
el resultado electoral.” Asimismo, debe resaltarse de conformidad con
el artículo 288.1 de la Ley 1437 de 2011, que en caso de declararse la
nulidad de la elección por esta causal se ordenará repetir la elección
en el puesto o puestos de votación afectados; y si se afectó más del
25% de los ciudadanos inscritos en el censo electoral, se ordenará
repetir aquélla en la circunscripción electoral respectiva. (…). En este
punto vale la pena precisar, que el hecho que el Partido de la U se
haya adherido a la candidatura del demandado militante del Partido
Liberal, en manera alguna implicaba que los integrantes de la primera
colectividad estaban obligados a votar por este último; tampoco que
de manera imperativa debían realizar manifestaciones de apoyo
al aspirante que su colectividad decidió respaldar, pues ningún
precepto normativo le atribuye tales consecuencias a las alianzas

682
políticas, e incluso, de existir las mismas, constituirían una restricción
desproporcionada a los derechos del voto secreto y libre y a la libertad
de consciencia. En ese orden de ideas se recuerda, la única restricción
que se predica para los integrantes de una colectividad política
cuando ésta decide apoyar una candidatura específica, es la ejecución
de actos positivos que demuestren favorecimiento al candidato de
otra colectividad, toda vez que tal actuación sería constitutiva de la
prohibición de doble militancia, consagrada en los artículos 107 de
la Constitución, 2 y 7 de la Ley 1475 de 2011, que de ningún modo se
configura porque los integrantes de un partido, movimiento político
o grupo significativos de ciudadanos se abstengan de apoyar al
aspirante de la colectividad a la que pertenecen, como en anteriores
oportunidades lo ha precisado esta Sección. Así las cosas, contrario
a lo expresado por el demandante, no hay lugar a considerar a partir
de la existencia del pacto de adhesión, que se ejerció violencia, fuerza,
coacción, coerción sobre los integrantes del Partido de la U, a fin de
obligarlos a ejercer su derecho al voto por un candidato distinto al de
su preferencia, esto es, que psicológicamente hayan sido apremiados
a votar en contra de su voluntad. (…). En segundo lugar, como también
lo destacó el juez de primera instancia, no existe fundamento legal
y mucho menos probatorio para sostener, que todas y cada una de
las personas que votaron por los candidatos al Concejo de Yumbo del
Partido de la U que se opusieron al pacto de adhesión, debían votar
por el aspirante a la alcaldía respaldado por la misma colectividad,
pues si bien contaron con tal posibilidad, también pudieron ejercer
su sufragio para las elecciones de alcalde y gobernador que se
celebraron el mismo día, seleccionando la opción en blanco o
acompañando a los aspirantes de partidos, movimientos y/o grupos
significativos distintos, en ejercicio legítimo de su derecho al voto libre
y secreto. (…). Por las anteriores razones, también resulta incorrecto
formular como tesis que como algunos candidatos al referido Concejo
del Partido de la U, por ejemplo los identificados en el escrito de
apelación, manifestaron que en virtud de la adhesión debieron dejar
de apoyar al demandante en su aspiración a la alcaldía de Yumbo,
todos y cada uno de los ciudadanos que votaron por éstos siguieron
el mismo patrón, y aún más, que dicha conducta generalizada (que
tampoco está probada) influyó en el resultado de la designación.
(…). Esto no solo porque la adhesión no implica para los militantes
o simpatizantes de las colectividades involucradas la imposición
del sentido en que deben ejercer el voto, tampoco la obligación de
efectuar manifestaciones de apoyo al candidato del partido, sino

683
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

también, porque el razonamiento de la parte demandante en lugar


de partir de que los ciudadanos ejercen el sufragio de manera libre,
individual, secreta y consciente, presume que se limitan a seguir la
instrucción de la agrupación política al que pertenecen, con la que
tienen cierta afinidad, o de los líderes de ésta. En suma, a partir de los
argumentos expuestos por el demandante y las pruebas aportadas al
proceso, no se advierte que la existencia del pacto adhesión en favor
de la candidatura del demandado, haya implicado un uso de la fuerza,
un ejercicio de coacción, engaño, coerción sobre los electores a la hora
de decidir quién sería el alcalde de Yumbo. Ni siquiera se identificaron
con claridad quiénes fueron los constreñidos, pues para tal efecto se
realizaron deducciones que carecen de sustento legal y probatorio.
Como consecuencia lo anterior, el ejercicio de la supuesta incidencia
de la violencia, de los 4.473 votos involucrados, también carece de
sustento, de manera tal que no se advierte el cumplimiento de las
condiciones jurisprudencialmente establecidas para la configuración
de la causal de nulidad invocada, como también lo señaló el Tribunal
Administrativo del Valle del Cauca.

TESIS 3: Bajo el amparo de esta causal de nulidad [falsa motivación],


arguyó el actor que la causa eficiente por la que el demandado resultó
electo, fue el pacto de adhesión que estima contrario al ordenamiento
jurídico, por ende, que el acto juzgado está construido sobre una
circunstancia “espuria”, contraria a la realidad, en la medida que no
debió aceptarse la adhesión del Partido de la U a la candidatura del
señor Jhon Jairo Santamaría Perdomo a la Alcaldía de Yumbo. (…).
Sobre el particular los únicos elementos de juicio que se recaudaron
fueron algunas declaraciones de los aspirantes al Concejo de Yumbo,
verbigracia, los coadyuvantes de la demanda, y las fotografías
alusivas a la publicidad de la campaña electoral del demandado, de
los cuales en estricto sentido únicamente se confirma que éste ante
la ciudadanía en su aspiración contó con el respaldo del Partido de la
U, pese a que algunos integrantes de la colectividad no compartían
la propuesta de gobierno del hoy alcalde, situación de la cual puede
inferirse que dicho respaldo contribuyó a todo el trabajo que se
adelantó para que el señor Santamaría Perdomo fuera elegido. Sin
embargo, de tales pruebas no puede extraerse cuál fue el impacto
que tuvo la adhesión en el resultado de los comicios y/o cuántos
ciudadanos votaron por aquél principalmente motivados por el apoyo
del Partido de Unidad Nacional, de manera tal que no puede concluirse
como lo hace el libelo genitor y el escrito de apelación, que la causa

684
eficiente o primordial del acto acusado fue el aludido acuerdo. (…).
Por lo tanto, como no está acreditado que el pacto de adhesión sea
la causa eficiente del acto enjuiciado, es decir, la razón principal
por la que el demandado fue elegido, tampoco puede considerarse
que las irregularidades de aquél tengan la virtualidad de afectar la
motivación del acto de elección, máxime cuando la manifestación
de una agrupación política de respaldar al candidato debidamente
inscrito de otra, como se expuso al resolver el primer interrogante
planteado, no puede considerarse como un acto previo de la decisión
definitiva, esto es, la que declara la designación. Así las cosas, no
hay razón alguna para revocar la decisión de primera instancia, que
acertadamente descartó la configuración de las causales de nulidad
invocadas en la demanda de la referencia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 275 NUMERAL 1 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO
288 NUMERAL 1 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 29

685
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

NULIDAD ELECTORAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL


REPRESENTANTE DEL SECTOR PRODUCTIVO ANTE EL CONSEJO
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA
DE COLOMBIA, AUTONOMÍA UNIVERSITARIA, CONVOCATORIA A
ELECCIONES

EXTRACTO NO. 49

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00038-00
FECHA: 11/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Bryan Danilo Mejía Sierra
DEMANDADO: Sergio Armando Tolosa Acevedo - Representante
del sector productivo ante el Consejo Superior de la Universidad
Pedagógica y Tecnológica de Colombia, período 2021-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se deberá determinar si la designación


del demandado infringió el régimen jurídico que gobernaba el acto
de convocatoria de su elección y sus posibles implicaciones en el
procedimiento democrático censurado.

TESIS 1: La autonomía universitaria es tal vez el rasgo característico


más importante con el que cuenta la educación superior en Colombia,
pues permite a las universidades la gestión independiente de sus
asuntos administrativos y académicos sin interferencias públicas y
privadas que distorsionen sus altos propósitos constitucionales, lo que
no se traduce en la inexistencia de límites para su puesta en marcha.
Dentro de las manifestaciones que se derivan de la autonomía, el
artículo 69 de la Carta Política de 1991 prescribe que las universidades
podrán darse sus propios estatutos, concediendo un amplio margen
de maniobra que lleva a reconocer en esta cláusula una prerrogativa
de autogobierno, que se complementa con la facultad de elegir a sus
directivas, a la manera como lo expresa el artículo 29 de la Ley 30 de
1992. (…). [S]obre la base de esta habilitación constitucional, la UPTC
expidió en el año 2005 el Acuerdo N°. 066, contentivo de su Estatuto
General, en el que se compendian las reglas dogmáticas, orgánicas y
procedimentales que rigen los destinos de la institución, y que fija una

686
estructura clara para la jefatura universitaria en cabeza de 3 autoridades,
así: el Consejo Superior, el Consejo Académico y el rector-. (…). [E]l
Consejo Superior de la UPTC se constituye en el máximo órgano de
administración y gobierno de la universidad, encargado de la adopción
de las políticas transversales de naturaleza administrativa y financiera
que marcan el derrotero a seguir por parte del establecimiento. Así, este
órgano tiene dentro de sus funciones la aprobación del presupuesto, la
creación y supresión de los programas académicos y formativos que
se ofrecen a la comunidad, la designación del rector, la elaboración de
los estatutos, entre otras, que explican su jerarquía trascendental en el
campo de la gerencia universitaria. Por la importancia de sus labores,
el legislador y, consecuentemente los Estatutos de esa universidad, han
dotado al Consejo Superior de la UPTC de una variada composición que
se extiende desde los representantes de la Rama Ejecutiva –ministro
de Educación y delegado del Presidente de la República–, pasando por
aquellos que encarnan los intereses de los docentes y estudiantes,
hasta la representación de los sectores productivos que tienen asiento
en la región en la que opera la universidad, a saber, el departamento
de Boyacá. (…). [L]a presencia de este representante [del sector
productivo] en el Consejo Superior responde a la intención de concebir
políticas educacionales que atiendan las necesidades para el progreso
estatal, sobre la base de la interacción de los diferentes sectores
que conforman el conglomerado social, y que crea las condiciones
propicias para el ofrecimiento de conocimientos multidisciplinarios.
(…). [L]a resolución del sub judice pasa por el estudio normativo de
los presupuestos que rodean la elección del representante del sector
productivo en la UPTC, regulados primordialmente en el literal f) del
artículo 8° del Acuerdo N°. 066 de 2005. (…). Se resalta de lo anterior
la existencia no solo de las calidades –título universitario y ejecutivo
de una empresa legalmente constituida y vigente en Boyacá– e
inhabilidades –sin vínculo laboral ni contractual con la universidad–
para acceder al cargo, sino a la vez un esquema de escogencia propia,
en el que a través del voto directo de los miembros del sector se
elige a su representante ante el Consejo Directivo Universitario. Las
características de este modelo eleccionario son precisadas por el
artículo 18.6 de la Resolución N°. 5693 de 2018, por medio de la cual
se unifican en la UPTC las reglas de los procedimientos democráticos
que se adelantan en la institución. (…). Una lectura armónica de las
disposiciones plasmadas permite evidenciar diversas reglas en torno
a la elección del representante del sector productivo que se describen,
así: (i) Postulación de los candidatos: que corresponderá a los consejos

687
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

de facultad de la UPTC, los cuales podrán inscribir los nombres de hasta


tres aspirantes provenientes del sector productivo, que demuestren su
deseo de participar en la elección, a través del envío electrónico de la
documentación requerida. (…). (ii) Derecho al voto: que recae sobre los
candidatos registrados en el proceso de elección. (iii) Reglamentación
del procedimiento: que compete al Comité Electoral de la UPTC que,
de acuerdo con el artículo 37 del Acuerdo N°. 066 de 2005, se erige
como un órgano de control y verificación en el organigrama de la UPTC,
encargado de corroborar el correcto desarrollo de los certámenes
eleccionarios de carácter institucional.

TESIS 2: [L]os artículos 41 del Acuerdo N°. 066 de 2005 y 9° de


la Resolución N°. 5683 de 2018 guardan una identidad, al prever
un mandato que gobierna la totalidad de los certámenes que son
llevados a cabo al interior de la UPTC y, por consiguiente, cobija la
designación democrática del representante del sector productivo ante
el Consejo Superior. (…). Se colige de lo reproducido la existencia de
prescripciones normativas que imponen al presidente del Comité
Electoral de la universidad una obligación de hacer, consistente en
convocar –en determinados espacios de tiempo– los procedimientos
eleccionarios que se desarrollan en la UPTC, como punto de partida
de los trámites a través de los que se provee la representación de
algunos estamentos en los órganos colegiados de este ente autónomo.
(…). Bajo este panorama, la Sala advierte que diversas son las razones
que permiten apartarse de la interpretación del Ministerio Público. (…).
Visión teleológica de las disposiciones: Este enfoque se interesa por
desentrañar la finalidad de los mandatos analizados a fin de establecer
el momento desde el cual se contabiliza el plazo de 60 días prescrito
en los artículos 41 del Acuerdo N°. 066 de 2005 y 9° de la Resolución
N°. 5683 de 2018. (…). [L]as disposiciones examinadas imponen al
presidente del Comité Electoral la realización de la convocatoria de los
procedimientos democráticos “…con sesenta (60) días de antelación,
cuando haya vencimiento de periodos” y “…dentro de los treinta (30)
días siguientes, cuando se produzca un retiro forzoso”, en aras de
que la institucionalidad universitaria no se vea gravemente afectada
por la ocurrencia de cualquiera de estas contingencias, ofreciendo
los elementos necesarios para que la elección del reemplazante se
produzca de forma expedita. (…). Dicho lo anterior, y teniendo claro la
medida normativa, ¿cuál es el extremo temporal desde el cual deben
contabilizarse los 60 días plasmados en la disposición? Para la Sala
no resulta ser otro que la finalización del periodo del representante

688
saliente –(…)– que marca la “piedra de toque” para el conteo que,
como se ha dicho hasta aquí, pretende anticiparse a la llegada de este
acontecimiento. Es decir que, aproximándose el cumplimiento del
periodo del representante del sector productivo saliente –que es de 2
años desde la toma de la posesión–, el presidente del Comité Elector
convocará a este estamento con una antelación no menor a 60 días
en aras de proveer democráticamente la vacante. Visión exegética
de las disposiciones: Ahora bien, (…) de su estudio gramatical, (…) se
desprende que la convocatoria tendrá lugar “con no menos de sesenta
(60) días de antelación, cuando haya vencimiento de periodos”, sin
que la fecha de la elección –como dice entenderlo la Vista Fiscal– se
constituya en elemento objetivo de las prescripciones analizadas. (…).
Ahora bien, en este punto, la Sala destaca que el término de los 60
días de antelación para la apertura de la convocatoria de la elección
del representante del sector productivo ante el Consejo Superior de la
UPTC no responde a un plazo en el que se deban adelantar la totalidad
de fases que caracterizan a este procedimiento, al mostrarse tan solo
como un parámetro temporal que impone el momento en el que el
trámite debe iniciarse. En otras palabras, el artículo 41 del Acuerdo
N°. 066 de 2005 contempla el instante en el que la actuación debe ser
inaugurada, pero no la obligación de desarrollar integralmente en su
transcurso este certamen democrático, como punto de diferenciación,
que permite distinguirlo de algunos otros eventos conocidos por la
Sala, en los que los límites temporales definidos por las normas se
imponen como el marco en el que deben adelantarse imperativamente
las elecciones. (…). Así, la sustancialidad de los términos en situaciones
como la que viene de ser descrita dista del carácter formal –aunque no
por ello menos importante– del plazo referido en el Estatuto General de
la UPTC, como extremo que marca la génesis del proceso, pero no su
final, el cual podrá suceder incluso con posterioridad a la finalización
del periodo del representante del sector productivo que deja su cargo.
(…). [R]esta a la Sala destacar, (…), que los 60 días mencionados por
los artículos 41 del Acuerdo N°. 066 de 2005 y 9° de la Resolución
N°. 5683 de 2018 deben entenderse como hábiles, al amparo de la
interpretación sistemática ofrecida por esta colegiatura al artículo 62
de la Ley 4ª de 1913. (…). De lo transcrito se colige que ante la ausencia
de previsión normativa que determine el carácter ordinario de los
términos contabilizados en días, éstos se computarán como hábiles,
excluyendo por consiguiente “los feriados y de vacantes”, a la manera
como ocurre en el presente asunto, en el que los estatutos estudiados
no refieren nada al respecto.

689
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

TESIS 3: El demandante cuestiona la legalidad del acto declarativo


de la elección del señor Sergio Armando Tolosa Acevedo como
representante del sector productivo de la UPTC para el periodo 2021-
2023, sobre la base del presunto desconocimiento de los artículos 41
del Acuerdo N°. 066 de 2005 y 9° de la Resolución N°. 5683 de 2018.
(…). [E]l actor estima que la escogencia del señor Tolosa Acevedo debe
ser anulada, ya que su elección, lejos de producirse con anterioridad
al cumplimiento del periodo del representante saliente –12 de abril
de 2021, como se vio–ocurrió con posterioridad a ésta, a saber, el
9 de junio de esta misma anualidad. (…). [L]a Sección resalta que
el reproche formulado por el demandante parte de una intelección
errada de la normatividad tenida como presuntamente transgredida,
que no exige que la elección –o su convocatoria como lo afirma en el
escrito de demanda– se produzca con mínimo 60 días de anticipación
a la terminación del periodo del representante del sector productivo,
pues lo que se encuentra sujeto a dicho plazo es la apertura del
proceso democrático, pero no la fecha de escogencia. (…). [L]a norma
[artículo 41 del Acuerdo N°. 066 de 2005] establece que el presidente
del Comité Electoral convocará a los procesos de elección democrática
en un plazo no menor a 60 días cuando los cargos a proveer sean
aquellos de periodo al interior del ente autónomo universitario, sin
que de ella se desprenda la interpretación prohijada por el accionante
de acuerdo con la cual, con anterioridad a dicho término debe
acaecer la elección del representante que reemplazará al saliente.
Por lo anterior, que la elección del demandado hubiere ocurrido con
posterioridad a la finalización del periodo del señor Roosevelt Mesa
Martínez –con fecha 12 de abril de 2021– no vicia de ilegalidad la
escogencia del acusado, toda vez que, se itera, el mandato se dirige a
dar apertura al procedimiento democrático, mediante la publicación de
la convocatoria en un plazo no inferior a 60 días a la dejación del cargo
por parte del representante saliente, pero nunca a que la selección del
entrante ocurra con anterioridad a ese término. Este solo argumento
niega prosperidad a las alegaciones del accionante, lo que no impide,
sin embargo, efectuar un estudio en torno de la debida aplicación de
los artículos 41 del Acuerdo N°. 066 de 2005 y 9° de la Resolución N°.
5683 de 2018 en el trámite de elección objetado por la parte actora –
(…) – lo cual supone detallar las diferentes actuaciones adelantadas
en él. (…). [L]a Sección Quinta avanza las siguientes conclusiones
preliminares: (…). En ese orden, y teniendo claro el acto de apertura
de la convocatoria –que se insiste se produjo el 12 de febrero de
2021–, el interrogante que resulta es aquel de saber si esta actuación

690
–el llamado a este proceso democrático– respetó o no el parámetro
normativo contenido en los artículos 41 del Acuerdo N°. 066 de 2005
y 9° de la Resolución N°. 5683 de 2018, que obligaban a convocar
la elección con no menos de 60 días al vencimiento del periodo del
representante saliente. La respuesta a este cuestionamiento es
negativa, si se tiene en cuenta que entre el 12 de febrero de 2021
y el 12 de abril de la misma anualidad –fecha de terminación del
periodo del representante del sector productivo elegido para los años
2019-2021– no transcurrieron 60 días hábiles, sino tan solo 38, lo
que se muestra, en principio, como desconocedor de los postulados
estatutarios que gobernaban esta elección en el seno de la UPTC. No
obstante, como ha sido reconocido por la jurisprudencia electoral
del Consejo de Estado, no cualquier irregularidad en el trámite
comporta la nulidad del acto de elección, toda vez que, además de
ello, se requiere que la anomalía fracture ciertamente su juridicidad,
afectando, por ejemplo, su resultado o derechos fundamentales de
electores, candidatos y/o comunidad en general, según sea el caso.
(…). De conformidad con lo dicho, se tiene que la deficiencia debe
estar imbuida de potencialidad, perjudicando los derechos políticos
que salvaguarda el ordenamiento en los procesos eleccionarios
que se llevan a cabo en el ordenamiento jurídico nacional, sin que
sea el caso en el asunto puesto en conocimiento de la Sala, en
el que el derecho sustancial debe privilegiarse a un término de
naturaleza formal, a la manera como lo enseña el artículo 228 de la
Constitución Política de 1991. (…). Dicho ello, esta Judicatura resalta
a continuación las razones por las cuales en el asunto de autos la
juridicidad de la elección demandada debe ser mantenida: En primer
lugar, la reducción del término para la apertura de la convocatoria no
transgredió el derecho de postulación de los miembros pertenecientes
al sector productivo, como se concluye del análisis de participación de
aspirantes inscritos por parte de los consejos de facultad, puesto que
de los 11 que existen al interior de la UPTC, 9 de ellos registraron
candidatos. (…). Es decir que del 100 % de las facultades existentes
en ese autónomo universitario, el 81 % de ellas participó inscribiendo
aspirantes venidos de los sectores productivos del Departamento
de Boyacá, por lo que la convocatoria cumplió con su finalidad. (…).
Pero no se trató de un porcentaje exclusivo del trámite seguido por la
Resolución N°. 1666 de 13 de abril de 2021 –que convocó la elección
de este representante tras la terminación del primer proceso–, pues
conforme a la Resolución N°. 1478 de 17 de marzo del mismo año,
en el procedimiento primigenio participaron el mismo número de

691
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

facultades. En segundo lugar, la anomalía identificada tampoco dispone


de la entidad para modificar el resultado de la elección censurada, si
se toma en cuenta que la elección del demandado fue mayoritaria
–19 de los 20 votos posibles– y la demora en dictar la convocatoria
no impidió el derecho al sufragio por parte de los candidatos que,
como se explicó en el aparte de generalidades de esta providencia,
tenían también esta facultad al interior del proceso, interviniendo
materialmente 20 de los 24 que disponían de la posibilidad para
hacerlo. (…). Finalmente, esta Judicatura desea destacar que la
reducción en el término de apertura de la convocatoria no afectó
derechos políticos de la ciudadanía en general, que no contaba, de
acuerdo con los parámetros de la convocatoria establecidos en las
Resoluciones N°. 1191 de 12 de febrero de 2021 y 1666 de 13 de
abril de esa misma anualidad, con espacios de intervención, toda vez
que dentro de ella solo se habilitaba a participar a los integrantes
del sector productivo debidamente acreditados ante la Cámara de
Comercio. (…). En ese orden, encontrándose la Sala frente a una
irregularidad que no presenta un carácter de gravedad y afectación de
derechos fundamentales, esta Judicatura denegará las pretensiones
de la demanda.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 69 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
228 / LEY 30 DE 1992 - ARTÍCULO 29 / LEY 4 DE 1913 - ARTÍCULO 62

692
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
ALCALDE MUNICIPAL, RESIDENCIA ELECTORAL, PRETENSIONES
ADICIONALES EN SEGUNDA INSTANCIA, CARGO NUEVO,
TRASHUMANCIA ELECTORAL, CENSO ELECTORAL, PRINCIPIO DE
EFICACIA DEL VOTO, INCIDENCIA DE LAS IRREGULARIDADES

EXTRACTO NO. 50

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01203-01
FECHA: 18/11/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTE: Luis Ángel Velásquez Millán
DEMANDADO: Andrés Felipe Ramírez Restrepo -
Alcalde de Jamundí- Valle del Cauca, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: El único cargo que es procedente analizar


en segunda instancia es la trashumancia ya que no está en discusión
que 13 jurados votaron dos veces, por lo que los problemas jurídicos
a resolver a efectos de confirmar o revocar el fallo impugnado son
los siguientes: (i) Si las 3.575 personas (relacionadas en el anexo 1
de esta providencia) que a juicio del demandante según las bases
de datos SISBEN, ANSPE y ADRES no tienen su residencia electoral
en el municipio de Jamundí y votaron en esa municipalidad para la
elección del alcalde el 27 de octubre de 2019, se materializa la causal
de nulidad establecida en el artículo 275.7 del CPACA. (ii) Por parte
de las 1.203 (relacionadas en el anexo 2 de la providencia) que a
juicio del demandante votaron en el municipio de Jamundí para la
anterior elección, a pesar de que el CNE mediante la Resolución No.
5.367 de 2019, revocó la inscripción de sus documentos de identidad
en el citado ente territorial. (iii) De comprobarse la existencia de
trashumancia, si los sufragios involucrados en esta causal de nulidad
sumados a los 13 espurios por doble votación de los jurados que
fueron acreditados en el presente trámite, harían que el resultado de
la contienda electoral fuese distinto.

TESIS 1: Analizados los argumentos de alzada y en especial las


tablas que aportó para identificar las personas que presuntamente

693
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

fueron trashumantes en el municipio de Jamundí, Valle del Cauca, se


encontró que en el recurso de apelación se agregaron 228 nombres
que inicialmente no se mencionaron en el libelo introductorio. (…).
[S]olo procederá el estudio de fondo de los cargos referentes a la
modalidad de falsedad por suplantación de electores, cuando exista
determinación del mismo al momento de la presentación de la demanda
o su reforma siempre y cuando no haya operado la caducidad, en
atención al carácter rogado de esta jurisdicción, que le impide al Juez
Electoral entrar a subsanar las omisiones probatorias de las partes,
o peor aún, asumir de oficio estudios frente a registros que no fueron
propuestos por los sujetos procesales o que habiéndolo sido fueron
extemporáneos. De acuerdo con la exigencia argumentativa antes
indicada necesaria para que la Sala pueda estudiar el cargo, se tiene
que el actor en su libelo inicial para sustentar su petición anulatoria
respecto de este punto, elaboró un listado en el que hizo mención de la
zona, puesto, y mesa donde ocurrieron las presuntas irregularidades,
sin embargo, omitió individualizar las personas que supuestamente
fueron suplantadas, dado que no mencionó sus nombres y apellidos
a fin de que el operador judicial pudiera analizar la existencia del
reproche. (…). En suma, producto de la comparación de la demanda con
el escrito de alzada, de manera concreta el apelante está solicitando
el estudio de la presunta trashumancia de 228 personas que no
fueron mencionadas en su escrito inicial, así como solo hasta ahora
detalla las que presuntamente fueron suplantadas, lo que implica que,
está introduciendo, de una parte nuevos cargos y, de otra, adicionando
elementos para estructurar de mejor manera el reproche de nulidad
referente a las 130 personas presuntamente suplantadas por no
coincidir su nombre con el número del documento en aras de subsanar
su yerro argumentativo y concreción del reproche elevado, aspectos
que no pueden ser analizados por esta Corporación, dado que se
materializan como nuevas circunstancias a tener en cuenta contra la
legalidad del acto enjuiciado. Lo anterior es así, en tanto, por un lado,
ello implicaría un desconocimiento de las garantías al debido proceso
de los integrantes del extremo pasivo de la relación procesal -para
el caso concreto, -el elegido- ya que desde la génesis de la actuación
no se garantizó que estos pudieran controvertir los fundamentos de
las irregularidades alegadas, así como aportar o solicitar el decreto
de las pruebas que se consideren pertinentes y conducentes para
defenderse de las mismas. De otra parte, es de resaltar que conforme
al artículo 320 del Código General del Proceso, la finalidad del recurso
de apelación se centra en “que el superior examine la cuestión decidida,

694
únicamente en relación con los reparos concretos formulados por el
apelante, para que el superior revoque o reforme la decisión”, aspecto
que a su vez delimita la competencia funcional del juez de segunda
instancia, quien, en principio, no podrá actuar más allá del marco
normativo descrito en precedencia. Adicionalmente, la redacción de
la norma permite entender que el estudio en segunda instancia se
remite de forma concreta a la “cuestión decidida”, es decir, los asuntos
de hecho y de derecho que han sido presentados al funcionario judicial
previo a que se adopte la decisión que en derecho corresponda, por lo
que en sana lógica debe concluirse también, que los argumentos de
quien recurre, deben también limitarse a estos. Bajo esta perspectiva,
es claro entonces que no es procedente que mediante el escrito
de alzada, se propongan cargos o hechos nuevos sobre los cuales
el decisor de primera instancia no tuvo la oportunidad de analizar,
así como, se insiste, los interesados no contaron con la posibilidad
material de presentar sus razones en contra. En conclusión, se tiene
que los nombres introducidos como suplantadores y trashumantes en
esta etapa procesal no fueron puestos debidamente en conocimiento
de los sujetos procesales, a fin de que respecto de los mismos se
ejerciera el derecho de defensa desde la primera instancia, razón
por la cual frente a ellos no puede esta Sección realizar el estudio de
legalidad que se solicita, por lo que el debate se centrará de forma
concreta en aquellos aspectos que, presentados desde el inicio de la
presente litis, estudiados y decididos por el Tribunal Administrativo
del Valle del Cauca.

TESIS 2: La referencia al concepto residencia electoral, hace alusión


al lugar en el que se encuentra registrado un ciudadano habilitado
por la Constitución y la ley para ejercer su derecho al voto. Tratándose
de la residencia electoral, de forzosa mención resulta el artículo 316
de la Constitución Política, según el cual “en las votaciones que se
realicen para la elección de autoridades locales y para la decisión de
asuntos del mismo carácter, sólo podrán participar los ciudadanos
residentes en el respectivo municipio”, en tanto de manera inequívoca
revela la intención del constituyente que las elecciones de carácter
local constituyan la manifestación de la voluntad de las personas
que realmente tienen un vínculo con la entidad territorial respectiva.
La norma constitucional en comento [artículo 316], estableció como
criterio para establecer qué personas son las llamadas a participar
en las votaciones locales, “los ciudadanos residentes en el respectivo
municipio”, sin precisar qué debía entenderse por residentes, o,

695
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

dicho de otro modo, de qué manera puede establecerse para efectos


electorales si una persona reside o no en la entidad territorial. (…). De
la lectura del anterior precepto [artículo 183 de la Ley 136 de 1994],
se tiene que el concepto de residencia contenido en el artículo 316
constitucional, fue circunscrito a 4 situaciones a saber, (I) el lugar
donde un individuo habita, (II) en el que una persona de manera
regular está de asiento, (III) donde un ciudadano ejerce su profesión
u oficio, o (IV) en el que un sujeto posee alguno de sus negocios o
empleo. Con el artículo 183 de la Ley 136 de 1994 resulta clara la
intención del legislador de no limitar la extensión del concepto de
residencia para efectos de establecer qué personas pueden participar
en las votaciones de carácter local, a aquellas que habitan en la
entidad territorial, pues también cobijó a quienes tienen una relación
de carácter laboral, profesional y/o comercial con el territorio,
considerando así que a todos ellos les asiste el legítimo interés de
participar en las elecciones de las autoridades regionales y/o en
la votaciones relativas a la resolución de asuntos que incumben a
la entidad territorial. (…). Respecto al artículo trascrito [artículo 4°
de la Ley 163 de 1994], la Sección Quinta del Consejo de Estado ha
destacado tres aspectos relevantes, a saber: El primero, que introdujo
la presunción legal (que admite prueba en contrario) de residencia
electoral, consistente en que se presume para efectos del artículo 316
constitucional, que es aquella en la que se encuentra registrado el
votante en el censo electoral, pues mediante dicha inscripción bajo
la gravedad del juramento declara residir en el municipio en el que
se lleva a cabo aquélla. El segundo, que de la mencionada norma se
desprende que la residencia electoral es única, relacionada con “el
municipio en donde se encuentre registrado el votante, en el entendido
de que, al hacerlo, manifiesta residir en ese municipio”, lo que le ha
permitido precisar a esta Sección que “el ciudadano debe escoger uno
–y solo uno– de estos lugares para inscribir su cédula, pues no se
puede tener más de una residencia electoral”. En consonancia, con el
hecho que la residencia electoral es única, no puede olvidarse que el
artículo 76 del Código Electoral (Decreto 2241 de 1886 (sic) prescribe
que “el ciudadano sólo podrá votar en el lugar en que aparezca su
cédula de ciudadanía conforme al censo electoral” (destacado fuera de
texto), y que el artículo 80 del mismo estatuto de manera inequívoca
señala que “cuando un ciudadano inscriba su cédula dos o más veces,
la última inscripción anula las anteriores”, confirmando así que sólo
puede escogerse un lugar para inscribir el documento de identidad
a fin de ejercer el derecho al voto. El tercer aspecto, consiste en que

696
cuando el Consejo Nacional Electoral mediante un procedimiento
breve y sumario “compruebe que el inscrito no reside en el respectivo
municipio”, deberá declarar sin efecto el registro correspondiente.
(…). Las consideraciones (…) hechas permiten concluir respecto
a la residencia electoral lo siguiente: (I) Hace referencia al lugar
en el que se encuentra registrado un ciudadano habilitado por la
Constitución y la ley para ejercer el derecho al voto. (II) En el marco
del artículo 316 de la Constitución, el concepto residencia tiene como
propósito garantizar que las personas que efectivamente tiene un
vínculo con la entidad territorial, sean las llamadas a participar en
las votaciones para las elecciones de las autoridades locales y/o la
resolución de asuntos que incumben al territorio, y por ende, evitar
que la democracia participativa local sea afectada por la injerencia
de sujetos políticos ajenos a la realidad del respectivo departamento
o municipio. (III) Puede predicarse por la relación del votante con el
lugar en el que (a) habita, (b) en el que de manera regular está de
asiento, (c) ejerce su profesión u oficio y/o (d) en el posee alguno
de sus negocios o empleo. (IV) En ese orden de ideas, el hecho que
una persona no habite en el lugar en que votó no puede concluirse
con grado de certeza que ésta no sea su residencia electoral, pues
la misma también puede establecerse por otro tipo de relación del
ciudadano con el territorio, verbigracia, el ejercicio de una profesión,
oficio, poseer algún negocio, empleo o ser el lugar en cuestión en el
que de manera regular está de asiento. (V) No obstante lo anterior,
tiene la connotación de ser única, motivo por el cual el ciudadano
debe escoger solo un lugar para inscribir su documento de identidad
a fin ejercer el derecho al voto, teniendo en cuenta los criterios de
relación ciudadano - territorio antes señalados. (VI) De conformidad
con el artículo 4° de la Ley 163 de 1994, se presume legalmente para
efectos del artículo 316 constitucional, que la residencia es aquella en
la que se encuentra registrado el votante en el censo electoral, pues
mediante dicha inscripción bajo la gravedad del juramento declara
residir en el municipio en el que se lleva a cabo aquélla.

TESIS 3: [E]l concepto de trashumancia electoral, que según lo ha


precisado esta Sección, corresponde a “la acción de inscribir la cédula
para votar por un determinado candidato u opción política en un lugar
distinto al que se reside o en el que se encuentre un verdadero arraigo
o interés”. Con el fin de prevenir y combatir la anterior conducta, que
sin duda alguna atenta contra la democracia participativa local, se han
implementado diversos mecanismos. (…). [E]l artículo 389 del Código

697
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Penal Colombiano, (…) reprocha la inscripción irregular de documentos


o cédulas de ciudadanía desconociendo la relación que deben tener
los votantes con el territorio, puede mediante tal conducta se pretende
obtener indebidamente una ventaja en los comicios y/o un provecho
ilícito para sí o para terceros. (…). Vale la pena destacar que con la
modificación introducida por el artículo 4  de la Ley 1864 de 2017 al
anterior tipo penal, no solo se sanciona a quien logra que personas
habilitadas para votar inscriban sus documentos de identidad en
lugares en los que no les corresponde, sino a quienes inscriben aquéllos
para votar en tales condiciones, en tanto da cuenta de la intención del
legislador de hacer consciente al ciudadano de las consecuencias de
su conducta cuando no realiza un ejercicio honesto del derecho al voto,
cuando con el objeto de obtener un provecho ilícito para él o un tercero,
se presta para interferir en decisiones de carácter local en las cuales
no está legitimado, pues no tiene relación con el territorio en el que
se llevan a cabo los comicios. Por otra parte, para la Jurisdicción de
lo Contencioso Administrativo, en el numeral 7° del artículo 275 de la
Ley 1437 de 2011 se encuentra una causal específica de nulidad de los
actos elección o nombramiento relacionado con la trashumancia. (…).
Sin perjuicio de las consideraciones que más adelante se efectúen, es
importante tener presente que el Consejo de Estado en sede nulidad
electoral ha considerado de manera más o menos uniforme, que “para
desvirtuar la presunción de residencia electoral se debe probar, de
forma concurrente y simultánea, (i) que el presunto trashumante no es
morador del respectivo municipio, (ii) que no tiene asiento regular en
el mismo, (iii) que no ejerce allí su profesión u oficio y (iv) que tampoco
posee algún negocio o empleo.”. Asimismo, que “para que prospere el
cargo de trashumancia se debe acreditar (i) qué personas no residentes
en el respectivo municipio se inscribieron para sufragar en él, (ii)
que estas efectivamente hayan votado y que (iii) sus votos tuvieron
incidencia en el resultado de la contienda electoral”. Finalmente, entre
los mecanismos para prevenir y combatir la trashumancia electoral,
se encuentra la facultad concedida al Consejo Nacional Electoral por
el artículo 4° de la Ley 163 de 1994, consistente en que mediante
un procedimiento breve y sumario (i) compruebe si el inscrito no
reside en el respectivo municipio, y en caso afirmativo (ii) declare sin
efecto la inscripción correspondiente, con lo cual se logra evitar que
personas ajenas a una entidad territorial tengan injerencia en los
comicios locales. El Decreto 1294 del 17 de junio de 2015, mediante
el cual se adicionó el capítulo 8° al Decreto 1066 de 2015, titulado
“Trashumancia Electoral”, comprendido entre los artículos 2.3.1.8.1 a

698
2.3.1.8.8., prevén la facultad y el deber en cabeza de la Registraduría
Nacional del Estado Civil, de cruzar la información suministrada por
los ciudadanos al momento de inscribir su cédula de ciudadanía para
votar en los distintos procesos electorales, con “cualquier base datos
pública o privada que se considere útil para establecer la residencia
electoral” (parágrafo del artículo 2.3.1.8.3.), aunque el Decreto 1066 de
2015 en sus artículos 2.3.1.8.1 a 2.3.1.8.3 hace referencia a las bases
más relevantes para tal efecto, todo con el propósito de entregar los
resultados del cruce realizado al Consejo Nacional Electoral, a fin de
que adopte las decisiones correspondientes frente a la inscripción
irregular de cédulas de ciudadanía, y por ende, que se ofrezcan de
manera oportuna y eficaz garantías para el proceso electoral, como
lo indica la parte motiva del Decreto 1294 de 2015. (…). Se hace
énfasis en que todo el procedimiento administrativo para combatir la
trashumancia electoral debe ser oportuno y eficaz, en tanto se espera
que producto del mismo puedan propiciarse elecciones en las que
efectivamente participen las personas relacionadas con el territorio,
y no sujetos ajenos al mismo que interfieren indebidamente en la
democracia participativa a nivel local. Tan es así, que el Decreto 1066
de 2015 en su artículo 2.3.1.8.5 (adicionado por el Decreto 1294 de
2015), previó plazos concretos para que la Registraduría Nacional del
Estado Civil entregue el resultado del cruce de información al Consejo
Nacional Electoral, a fin de que éste adopte las decisiones a que haya
lugar. Sobre el particular no puede perderse de vista que la revisión
eficaz y oportuna del censo electoral, también obedece a que la Ley
1475 de 2011 en su artículo 49 previo que este se cerrará 2 meses antes
de la respectiva jornada electoral, de manera tal que la depuración
que se emprenda en aras propiciar comicios transparentes, debe
adelantarse antes del plazo antes señalado y de forma permanente
como lo establece el artículo 48 de la misma ley, pues el propósito no
es otro que el registro de las cédulas de ciudadanía correspondientes
a los ciudadanos colombianos, residentes en el país y en el exterior,
habilitados por la Constitución y la ley para participar en las elecciones
y concurrir a los mecanismos de participación ciudadana, corresponda
a la realidad, garantizando así que cada vez que se emprenda un
ejercicio de participación democrática, concurran quienes están
habilitados para tal efecto por el ordenamiento jurídico, que como se
expuso con anterioridad, exige el respeto de la residencia electoral.
Adicionalmente, en cuanto al procedimiento administrativo que se
viene explicando, resulta pertinente traer a colación el artículo 2.3.1.8.8
del decreto en mención [Decreto 1066 de 2015], que hace referencia

699
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

a la posibilidad de que el CNE efectúe análisis de trashumancia


histórica. (…). En el entender de la Sala, cuando se hace referencia a
la trashumancia histórica, se hace alusión al traslado de ciudadanos
de lugar distinto a aquel en que residen o encuentran un verdadero
arraigo o interés, y que influyeron en anteriores procesos electorales
de carácter local, de manera tal que históricamente personas ajenas a
la realidad territorial han incidido en decisiones relativas a la misma,
por lo que resulta necesario identificarlas en aras de dejar constancia
de dicho fenómeno y por supuesto tomar los correctivos a que haya
lugar. Sobre el particular resulta interesante que con el Decreto
1294 de 2015, no solo se pretende que los análisis de trashumancia
electoral se circunscriban a las elecciones que están por celebrarse,
sino también que el estudio de dicho fenómeno se emprenda respecto
de procesos electorales que finalizaron, en criterio de la Sala, con el
propósito de aprender de las experiencias pasadas e identificar los
lugares en los que la trashumancia ha tenido significativa incidencia,
a fin de implementar procedimientos eficaces que permitan combatir
dicha práctica en territorios en los que históricamente se ha arraigado.

TESIS 4: Frente a cualquier discusión atinente a la trashumancia


electoral, tanto en sede judicial como administrativa, se parte de la
presunción contenida en el artículo 4° de la Ley 163 de 1994, esto
es, que la residencia electoral de una persona corresponde al lugar
en el que tiene inscrita su cédula para votar, presunción que de
una parte se construye a partir del hecho que los ciudadanos para
registrar dicho documento a fin de ejercer el derecho al voto deben
presentarse personalmente ante la autoridad electoral del lugar
en el que desean sufragar, como lo señala el artículo 78 del Código
Electoral; y de otra, del principio constitucional de buena fe que irradia
las actuaciones de los particulares ante la administración (art. 83 de
la Constitución Política), en virtud del cual en principio debe tenerse
por cierta la manifestación que hace el votante sobre el lugar en el
que reside, motivo por el cual si se busca desvirtuar tal afirmación,
debe cumplirse con una carga probatoria exigente. Del análisis de
la jurisprudencia se tiene que en los primeros pronunciamientos
dictados por la Sección Quinta del Consejo de Estado, luego de
reconocer que la trashumancia constituye una conducta que puede
dar lugar a anular los actos de elección, se precisó que la presunción
de residencia electoral se desvirtúa mediante “prueba convincente de
que los sufragantes incursados moran en otro municipio”, que habitan
en un lugar distinto a aquel en el que registraron al momento de su

700
inscripción. Posteriormente, la Sección especificó que la residencia
electoral se puede establecer no sólo a partir del lugar en que se
habita, sino también en el que de manera regular se tiene asiento, se
ejerce la profesión u oficio o posee algún negocio o empleo, motivo
por el cual, para desvirtuarla debe demostrarse que el inscrito no se
encuentra en alguna de las situaciones antes señaladas, respecto del
lugar en el que ejerce su derecho al voto. Poco tiempo después, (…), la
Sección Quinta indicó que para desvirtuar la mentada presunción se
debe demostrar que el ciudadano no tiene alguna de las relaciones
antes señaladas en la dirección que suministró al momento de
inscribir su cédula de ciudadanía para ejercer el derecho al voto,
porque resultaría desproporcionado o imposible de probar, acreditar
que la persona en cuestión no reside, no trabaja, no posee negocio
o empleo en el municipio en el que tiene inscrito su documento. (…).
La Sección Quinta del Consejo de Estado mantuvo su posición en
la que determinó que para desvirtuar la residencia electoral, debe
demostrarse que el inscrito no está en alguna de las situaciones que
permiten establecerla a partir de los vínculos con el territorio. (…). [S]e
tiene que un ciudadano es trashumante cuando se demuestra que está
inscrito para votar en un lugar del que: (I) no es morador del respectivo
municipio, (II) no tiene asiento regular en el mismo, (III) no ejerce allí su
profesión u oficio y (IV) tampoco posee negocio o empleo en la entidad
territorial. (…). [S]e advierte que implica un desafío gigantesco en
sociedades complejas, dinámicas y densas demográficamente como
las actuales, especialmente en nuestro país, donde por su geografía
es posible que un ciudadano labore en un municipio diferente al
que habita, por lo que para probar que una persona por ejemplo,
no es habitante de un municipio, en principio se tendría que contar
con un medio que permita certificar con total exactitud cuáles son
verdaderos moradores de dicha entidad territorial, para así por
exclusión, concluir que un determinado ciudadano no tiene el arraigo
requerido. Lo mismo se predica si se tiene como propósito probar
que una persona en un municipio determinado no ejerce su profesión
o no tiene allí algún empleo o negocio, pues para tal fin tendría que
existir un mecanismo que permita precisar geográficamente por
cada persona si desempeña una actividad laboral y/o mercantil, lo
que en principio escapa a la realidad de las entidades territoriales
del país, en tanto se requerirían mecanismos y procedimientos
realmente sofisticados de información, así como una cultura de
empadronamiento profundamente arraigada en los habitantes, que
puedan responder a todos los fenómenos de movilidad, por ejemplo,

701
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

el desplazamiento forzado, que dificulta predicar con certeza en


qué lugar una persona habita, trabaja, tiene un negocio, ejerce su
profesión u oficio, etc. Frente a los anteriores argumentos también
debe considerarse que si bien resulta bastante complejo probar que
una persona no tiene las mencionadas relaciones con el territorio,
sí es posible acreditar que tales vínculos existen respecto de otro
lugar, dicho de otro modo, que se habita, se tiene asiento regular, se
trabaja o tiene algún negocio en un lugar diferente al relacionado con
la residencia electoral. (…). [Q]uien pretende desvirtuar la presunción
de residencia electoral en los términos que actualmente lo exige la
jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de Estado, en estricto
sentido tiene la posibilidad material de probar los vínculos que un
ciudadano tiene con un territorio distinto al registrado para efectos
electorales, más no la posibilidad de acreditar que dicho ciudadano
no es morador del respectivo municipio, no tiene asiento regular en
el mismo, no ejerce allí su profesión u oficio y que tampoco posee
algún negocio o empleo, salvo que aquél confesara de manera clara
y precisa tales circunstancias. Esto aunado a que el hecho que una
persona regularmente permanezca y/o habite en un lugar, no conlleva
necesariamente a que no pueda permanecer o habitar en otro, y ni qué
decir frente a los vínculos de ejercer la profesión u oficio o poseer algún
negocio o empleo, pues tales relaciones también puede presentarse
de una persona respecto de varios lugares, por lo que se insiste,
que se pruebe frente un ciudadano y un territorio la existencia de un
vínculo para la constitución de una residencia electoral, no conlleva
necesariamente a la inexistencia del mismo tipo de vínculo con otro
espacio. Las consideraciones hasta aquí hechas dan cuenta de las
significativas dificultades de desvirtuar la presunción de residencia
electoral bajo las condiciones que ha establecido de manera más o
menos uniforme la jurisprudencia de la Sección Quinta del Consejo de
Estado, condiciones que a su vez obedecen a las distintas alternativas
que ha reconocido el ordenamiento jurídico para constituir la residencia
electoral. Por otro lado, tampoco puede perderse de vista que cada vez
que se discute sobre la eventual existencia de trashumancia electoral,
inescindiblemente se habla del ejercicio del derecho fundamental
a participar en la conformación del poder político con todas sus
manifestaciones (art. 40 de la Constitución), motivo por el cual deben
existir suficientes elementos de juicio para considerar que una
persona debe ser retirada del censo electoral del distrito o municipio
en el que se inscribió, y por ende, que allí no puede ejercer su derecho
al voto porque no corresponde a su residencia electoral.

702
TESIS 5: [F]rente a los mecanismos para prevenir y combatir la
trashumancia electoral, (…), se encuentra la facultad concedida al
Consejo Nacional Electoral por el artículo 4° de la Ley 163 de 1994,
consistente en que mediante un procedimiento breve y sumario (I)
compruebe si el inscrito no reside en el respectivo municipio, y en caso
afirmativo (II) declare sin efecto la inscripción correspondiente, con
lo cual se logra evitar que personas ajenas a una entidad territorial
tengan injerencia en los comicios locales. (…). [E]l Consejo Nacional
Electoral dictó la Resolución 2857 del 6 de noviembre de 2018, por la
cual estableció el procedimiento orientado a dejar de oficio o a petición
de parte, sin efectos la inscripción irregular de cédulas de ciudadanía
por trashumancia. (…). [U]n grupo interdisciplinario del Consejo
Nacional Electoral, que con el apoyo de la Registraduría Nacional
del Estado Civil, realiza una confrontación de las bases de datos
pertinentes “para determinar la residencia electoral de los ciudadanos
cuya inscripción sea impugnada” (art. 14). (…). Prescribe el artículo 9
de la señalada resolución, que con base en resultado de los cruces de
las bases datos y los demás elementos de juicio aportados, el Consejo
Nacional Electoral puede comisionar servidores públicos vinculados
o adscritos a la organización electoral, para que practiquen pruebas,
“incluidas visitas especiales a las direcciones registradas al momento
de la inscripción”. (…). [E]l Consejo Nacional Electoral determina las
cédulas de ciudadanía que fueron inscritas irregularmente para votar,
respecto de las cuales sus titulares, no podrán volver a inscribir el
documento de identidad para el mismo proceso electoral en el lugar
en el que fueron excluidos, ni tampoco ser designados para ejercer
como jurados de votación de la respectiva entidad territorial (art. 10).
Finalmente, se subraya que contra la decisión que deja sin efectos la
inscripción de cédulas de ciudadanía procede el recurso de reposición
(art. 12). Es pertinente añadir, que el propósito de la valoración de
la información que en sede administrativa realizan las autoridades
electorales sobre posibles casos de trashumancia, se deben
atender los siguientes parámetros que podrían facilitar el análisis
correspondiente, construidos a partir de (I) la forma como se registra la
residencia electoral, (II) el amplio concepto de ésta y (III) la posibilidad de
recopilar información atinente a los vínculos de habitación, prestación
del servicio de salud, ejercicio laboral y/o profesional, entre otros,
que pueden construir los ciudadanos con una entidad territorial: (…).
[P]ara establecer si un ciudadano es o no trashumante, debido a las
múltiples alternativas que legalmente existen para fijar la residencia
electoral, se requiere un estudio complejo de la información relativa a

703
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

las personas involucradas, que incluye el cruce de diversas bases de


datos, y eventualmente confirmar la dirección que fue suministrada
al inscribir el documento de identidad para un momento específico,
en aras de establecer si en la actualidad tiene o no relación con el
titular de éste, como lo indica el artículo 9° de la Resolución N° 2857
de 2018 del CNE. Además se observa, que el cruce de información que
realizan las autoridades electorales puede confirmar si un ciudadano
tiene relación con el territorio en el que está inscrito su documento de
identidad para ejercer el derecho al voto, o si tal vínculo se mantiene
con otro municipio, lo que equivale a probar situaciones afirmativas,
concretas y delimitadas. Sin embargo, dicho análisis en principio no
revela de manera directa y certera, si un ciudadano (I) no es morador
del municipio que aparece como habilitado para ejercer el sufragio, (II)
que no tiene asiento regular en el mismo, (III) no ejerce allí su profesión
u oficio y/o (IV) no posee algún negocio o empleo en dicha entidad
territorial, pues las anteriores situaciones corresponden a negaciones
indefinidas, de imposible demostración, que únicamente podrían
probarse a través de sistemas de identificación realmente sofisticados
y actualizados, que permitan precisar geográficamente por cada
persona en un momento determinado, la totalidad de los anteriores
vínculos, a fin de corroborar por confirmación o descarte la existencia
o inexistencia de los mismos, lo que escapa a la capacidad actual de
las entidades del país, por lo que su exigencia sería desproporcionada.
Debido a esta compleja situación, cuando en sede administrativa
o judicial como ocurrió en el proceso de la referencia, se plantea la
presunta existencia de trashumancia, el análisis de la información
recaudada debe ser especialmente cuidadoso, así como la forma
en que se solicita y obtiene ésta, pues de ello depende el grado de
probabilidad o certeza de las conclusiones a las que se llegue sobre
la residencia electoral de una persona, y por consiguiente, si para
determinados comicios participaron o no trashumantes. Verbigracia, si
se pretende demostrar que la participación de presuntos trashumantes
influyó en el resultado electoral, la información correspondiente,
como la recopilada a través de las bases de datos, debe ser lo más
cercana posible al día de los comicios, en aras de confirmar o infirmar
si un ciudadano para el día de las elecciones tenía o no alguno de
los vínculos legalmente establecidos con el territorio en el que
votó, en especial cuando éstos pueden cambiar súbitamente ante la
modificación del lugar de habitación o de trabajo, por ejemplo. (…).
Asimismo, tratándose del medio de control de nulidad electoral, no
solo se requiere el cruce de información entre entidades, pues emana

704
como requisito esencial que el ciudadano haya votado, dado que esta
causal de anulación busca acreditar que determinados ciudadanos,
presuntamente trashumantes, influyeron en unas elecciones, por lo
que un primer derrotero, es determinar a través de la confrontación
con el E-11 o E-12 según sea el caso si participaron de forma activa en
la contienda, en caso contrario, no puede señalarse que se concreta la
causal de nulidad objeto de estudio ya que no hay lugar a predicar que
influyeron en el resultado de la designación.

TESIS 6: Frente al listado de las 3.575 personas presuntamente


trashumantes, de conformidad con los criterios antes desarrollados,
la Sala procedió a verificar con fundamento en los formularios E-11
para las elecciones del alcalde de Jamundí, aportados a la presente
actuación, quiénes ejercieron su derecho al voto y quiénes no. (…). [A]
los 3.575 ciudadanos enlistados en la demanda como trashumantes, se
les debe restar los 123 ciudadanos que no ejercieron su derecho al voto,
por lo que el estudio de legalidad se centrará en determinar si 3.452
ciudadanos restantes que se comprobó votaron para las elecciones de
alcalde de Jamundí. (…). [L]a Sala encuentra que si bien el actor adujo
que no pertenecían a Jamundí como consecuencia de la información
reportada (…) del cruce de las bases de datos institucionales, con lo
que podía concluirse que eran trashumantes, por tener relaciones
con municipios distintos a donde votaron, del cotejo efectuado por la
RNEC, no se evidencia ningún registro, es decir, reportes positivos por
parte de SISBEN, ADRES y ANSPE. En ese orden de ideas, respecto
de 20 ciudadanos no existen elementos que permitan desvirtuar la
presunción de residencia electoral en el municipio de Jamundí en el
que inscribieron sus documentos de identidad, por lo que respecto de
ellos no hay lugar a predicar que incurrieron en trashumancia. (…). De
los 3.432 ciudadanos de los que se predica la presunta trashumancia,
515 tuvieron relación con Jamundí al hacer el cruce de información,
pero, simultáneamente (para el 27 de octubre de 2019) se registra que
estaban vinculados con otros municipios. (…). En esa medida, se tiene
que existen elementos de juicio para predicar que prima facie que no se
configura la trashumancia, pues uno de los registros es coincidente en
determinar que los referidos ciudadanos tienen relación con el municipio
de Jamundí, lo que a su vez en principio permite considerar que esta
entidad territorial válidamente puede ser su residencia electoral. (…). Del
análisis emprendido se advirtió que 2917 ciudadanos, a 27 de octubre
de 2019, no reportaban según las bases de datos reseñadas, relación
alguna con Jamundí sino con entidades territoriales distintas, por lo

705
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

que a primera vista podría considerarse que existen elementos de juicio


para desvirtuar la presunción de residencia en el citado ente territorial,
y por consiguiente, para confirmar la existencia de trashumancia.
Frente a esta situación, (…) el hecho que las bases de datos no arrojen
información que permita establecer la relación del ciudadano con el
lugar en el que tiene inscrito su documento de identidad, sino con
otras entidades territoriales, constituye un indicio para predicar que
la residencia electoral registrada es incorrecta. Empero, para llegar
de manera fehaciente a tal conclusión, estrechamente relacionada
con la trashumancia, que es una conducta sancionada electoral y
penalmente, debe contarse con elementos de juicio adicionales, por
ejemplo, que se haya comprobado que los ciudadanos involucrados
no tienen relación alguna con la dirección que suministraron al
momento de inscribir su documento de identidad. En el caso de autos
se tiene, que si bien las bases de datos no reportaron alguna relación
de estas personas con el municipio de Jamundí, no existen elementos
de juicio que permitan considerar que los mismos al 27 de octubre
de 2019 no tenían relación con las direcciones que suministraron al
inscribir sus documentos de identidad en la anterior municipalidad. Se
recuerda que como lo ha dicho la jurisprudencia de la Sala, el cruce de
información que realizan las autoridades electorales, puede confirmar
si un ciudadano tiene relación con el territorio en el que está inscrito su
documento de identidad para ejercer el derecho al voto, o si tal vínculo
se mantiene con otro municipio, lo que equivale a probar situaciones
afirmativas, concretas y delimitadas. Sin embargo, dicho análisis en
principio no revela de manera directa y certera, si un ciudadano (I) no
es morador del municipio que aparece como habilitado para ejercer
el sufragio, (II) que no tiene asiento regular en el mismo, (III) no ejerce
allí su profesión u oficio y/o (IV) no posee algún negocio o empleo en
dicha entidad territorial. En ese orden de ideas, del hecho que de que
una persona tenga relación con uno o varios municipios distintos aquel
en el que ejerce su derecho al voto, no puede concluirse sin elementos
de juicio adicionales, que no tenga un vínculo laboral, profesional,
de habitación, etc., con otra entidad territorial en la que ejerce el
sufragio, por lo que en el caso de autos el cruce de las bases datos
resulta insuficiente para concluir que los 2.917 ciudadanos (…) son
trashumantes. (…). [E]l CNE para dotar de certeza su determinación, y
establecer de manera efectiva la residencia electoral de un ciudadano,
podrá acudir a las diferentes autoridades para esclarecer las dudas
que tenga en la respectiva investigación o también efectuar visitas
dentro de las cuales podrá verificar, en donde un ciudadano tiene un

706
arraigo permanente y en efecto determinar el lugar donde éste puede
ejercer su derecho al voto. En conclusión, del listado 3575 personas
que a juicio del demandante según las bases de datos SISBEN, ANSPE
y ADRES no tienen su residencia electoral en el municipio de Jamundí,
pero con su voto influyeron en la elección enjuiciada, se comprobó
que 123 no acudieron a las urnas el 27 de octubre de 2019; 20 no
reportan información en las anteriores bases de datos; 515 según
éstas reportaron relación con la anterior entidad territorial y; frente
a los 2917 restantes, el cruce de información es insuficiente para
considerar por las razones expuestas, que fueron trashumantes en las
anteriores elecciones. Por lo tanto, no se evidencia la configuración de
la causal de nulidad de que trata el numeral 7° del artículo 275 de la
Ley 1437 de 2011.

TESIS 7: A partir de la información suministrada por la RNEC y el CNE,


frente al listado de 1203 ciudadanos que supuestamente votaron para
las elecciones del alcalde de Jamundí, a pesar de que fueron declarados
previamente trashumantes por el Consejo Nacional Electoral, mediante
una decisión que se presume legal y está precedida del procedimiento
de que trata el Decreto 1294 de 2015 y la Resolución 2857 del 6
de noviembre de 2018 (…), la Sala logró identificar las siguientes
situaciones relevantes: (…). Una vez efectuado el anterior análisis, al
encontrarse plenamente demostrado que los 1051 ciudadanos antes
mencionados sufragaron en el municipio de Jamundí habiendo sido
declarada irregular su inscripción por el CNE mediante una decisión
cuya presunción de legalidad de lo probado en el proceso no ha
sido desvirtuada, se encuentra que se materializó el vicio de nulidad
consagrado en el numeral 7 del artículo 275 de la Ley 1475 de 2011,
referente a la trashumancia electoral. Es decir, frente a este cargo, se
encuentra probada su materialización, toda vez que de lo certificado
por la autoridad electoral competente, quedó plenamente demostrado
que los ciudadanos que se detallan en el anexo 9, sufragaron en el
municipio de Jamundí cuando habían sido expulsados del censo desde
el 19 de septiembre de 2019. Esclarecidos en los anteriores términos
que ciudadanos declarados trashumantes respecto del municipio de
Jamundí ejercieron su voto en el municipio, se ordenará ante la posible
existencia de conducta que tipifiquen delitos o faltas disciplinarias,
remitir con carácter urgente esta decisión y copia del expediente de
la referencia, a la Fiscalía General y a la Procuraduría General de la
Nación para que adelanten las investigaciones pertinentes. La misma
decisión se predica respecto de los ciudadanos que el juez de primera

707
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

instancia determinó votaron dos veces para la elección del Alcalde de


Jamundí, situación respecto de la cual el Tribunal no dispuso informar
a las autoridades antes señaladas para que adopten dentro de su
competencia las decisiones a que haya lugar. (…). Lo expuesto por la
RNEC [mediante oficio RDE-DCE- 4055 de 23 de septiembre de 2021],
da cuenta de la necesidad de la organización electoral de implementar
un mecanismo eficaz para que se cumplan las decisiones proferidas en
procura de la transparencia de los procesos de voto popular, finalidad
que no se observa cuando se adoptan decisiones de depuración del
censo de conformidad con el artículo 49 de Ley 1475 de 2011 y ellas
no se materializan en los documentos electorales, concretamente en
el formulario E-11. Lo señalado, en tanto resulta totalmente ajeno
a la realidad del día de los comicios, que los jurados de votación
además de tener en cuenta los anteriores formularios para establecer
qué ciudadanos pueden y no votar, se les exija tener conocimiento
pormenorizado de las resoluciones que después del cierre del censo
modifican éste, decisiones que contienen listados de ciento o miles de
ciudadanos, esto es, información densa que razonablemente no puede
pretenderse que el día las votaciones conozcan y contrasten con la
contenida en el formulario E-11, a fin de establecer si lo señalado
por éste se vio o no modificado por lo dicho por el CNE en materia
de trashumancia, y a la vez, cumplan las demás funciones que ese
día deben desempeñar. La anterior circunstancia hace inoperante la
decisión del CNE en materia de trashumancia, pues la misma en el caso
de autos no se alcanzó a materializar respecto de 1051 ciudadanos,
de los cuales los jurados de votación al parecer no tuvieron acceso
real, oportuno, efectivo, eficaz a la decisión que adoptó la anterior
autoridad electoral. Así las cosas, en aras de brindar mayores niveles
de transparencia al proceso, se exhortará al CNE y a la RNEC para que
de manera mancomunada implementen los mecanismos necesarios
que para que la depuración de censo sea real y efectiva, en especial,
que las decisiones relativas a la existencia de trashumancia puedan
materializarse el día de los comicios, por ende, que los jurados de
votación de manera eficiente y eficaz, cuenten con las herramientas
para identificar a los ciudadanos que se consideren trashumantes.
Asimismo, resulta pertinente que las autoridades electorales antes
señaladas adopten las medidas pertinentes para evitar que los jurados
de votación ejerzan frente a una misma elección, su derecho al voto
en la mesa en que desempeñan sus funciones y también en la que
está registrado su documento de identidad, como ocurrió en el caso de
autos respecto de 13 ciudadanos que votaron doble vez.

708
TESIS 8: [E]l análisis de incidencia de las irregularidades identificadas
está estrechamente relacionado con el principio de eficacia del voto,
respecto cual esta Sección se ha pronunciado. (…). De acuerdo con la
tesis (…), la anulación del acto de elección está condicionada a que
las irregularidades de los documentos electorales, debidamente
acreditadas, tengan la magnitud suficiente para alterar el resultado
electoral. (…). De acuerdo con lo analizado hasta el momento, se
encontró que 1051 personas ejercieron su derecho al voto para las
elecciones del alcalde de Jamundí, aunque no podían participar en los
comicios y que 13 ejercieron su voto dos veces, de manera tal que
solo uno de ellos puede tener validez. Lo anterior quiere decir, que
las irregularidades acreditadas se predican frente a 1064 sufragios,
respecto de los cuales no hay certeza de los candidatos que resultaros
favorecidos, por lo que en principio resultaría procedente efectuar una
afectación ponderada de los sufragios para determinar de qué manera
inciden en el resultado de los comicios. Sin embargo, la Sala advierte
que la diferencia en sufragios entre el demandado (elegido 17.349
votos) y el segundo candidato con más alta votación (15.872), fue de
1.477 votos, lo cual implica que, así se le restaran al señor Ramírez
Restrepo los 1.064 sufragios respecto de los cuales se identificaron
irregularidades, el resultado de los comicios sería el mismo. Dicho de
otro modo, las irregularidades acreditadas no tienen la virtualidad de
cambiar el resultado de la elección, por lo que en aplicación del principio
de eficacia del voto, ésta debe permanecer en el ordenamiento jurídico.
Por la misma situación, como no resulta útil en esta oportunidad
aplicar la metodología de la afectación ponderada, se considera que
esta no es la oportunidad para sentar jurisprudencia como lo solicita
el Ministerio Público, sobre la aplicación de aquélla frente a cargos de
elección popular de carácter uninominal.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 316 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 150 /
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO
275 NUMERAL 7 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 133 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 320 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 183 / LEY
163 DE 1994 - ARTÍCULO 4 / DECRETO 2241 DE 1986 - ARTÍCULO 76 / DECRETO
2241 DE 1986 - ARTÍCULO 78 / CÓDIGO PENAL COLOMBIANO - ARTÍCULO 389 / LEY
1475 DE 2011 - ARTÍCULO 49 / LEY 1864 DE 2017 - ARTÍCULO 4 / DECRETO 1066
DE 2015 - ARTÍCULO 2.3.1.8.1 / DECRETO 1066 DE 2015 - ARTÍCULO 2.3.1.8.2 /
DECRETO 1066 DE 2015 - ARTÍCULO 2.3.1.8.3 / DECRETO 1066 DE 2015 - ARTÍCULO
2.3.1.8.5 / DECRETO 1066 DE 2015 - ARTÍCULO 2.3.1.8.8 / DECRETO 1294 DE 2015

709
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL, NULIDAD


ELECTORAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL PERSONERO
MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS PARA LA ELECCIÓN DEL
PERSONERO MUNICIPAL, ALCANCE DEL CONCURSO DE MÉRITOS,
PRINCIPIO DEMOCRÁTICO, ACCESO A LA FUNCIÓN PÚBLICA,
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD, ATRIBUCIONES DEL CONCEJO
MUNICIPAL, IMPROCEDENCIA DE LA ANALOGÍA, CADENA DE
CUSTODIA DE LA PRUEBA, PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA, USO
DE NUEVAS TECNOLOGÍAS, OBJETO DEL MEDIO DE CONTROL
DE NULIDAD ELECTORAL, OBJETO DEL MEDIO DE CONTROL DE
CONTROVERSIAS CONTRACTUALES

EXTRACTO NO. 51

RADICADO: 44001-23-40-000-2020-00029-01
FECHA: 15/12/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Rocío Araujo Oñate
DEMANDANTES: Germán Gutiérrez Frías y otros – Procuradores 152
Judicial II, 202 Judicial I y 91 Judicial I para Asuntos Administrativos
DEMANDADO: Carlos Alberto Rangel Camacho - Personero municipal
de Uribia (La Guajira) - período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a esta Sección determinar


si procede confirmar, modificar o revocar la sentencia de primera
instancia, para lo cual, se deberá dar respuesta al siguiente interrogante:
¿Se incurrió en las causales de nulidad de expedición irregular e
infracción de norma superior con la expedición del acto de elección
del señor Carlos Alberto Rangel Camacho como personero municipal
de Uribia (La Guajira) para el período 2020-2024, con fundamento en
las circunstancias fácticas y jurídicas alegadas por los apelantes?,
teniendo como sustento los siguientes cargos: (i) Violación de los
principios de trasparencia y publicidad ante la falta de publicación del
aviso de convocatoria; (ii) El plazo de inscripción fue inferior al mínimo
legalmente establecido; (iii) Se pretermitió regular el procedimiento
de cadena de custodia de las pruebas; (iv) Desproporcionalidad de
la exigencia contenida en la Resolución 070 de 2019, en cuanto la
inscripción debía realizarse personalmente; (v) Falta de técnica o

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idoneidad en la elaboración de las pruebas; (vi) Inviabilidad jurídica del
Convenio No. 001 de 2019 y vulneración de los principios de trasparencia
y economía; y, (vii) Violación de los principios de escogencia objetiva.

TESIS 1: Antes de plantear los problemas jurídicos a resolver en


esta oportunidad, considera la Sala necesario pronunciarse sobre la
solicitud que efectuaron los demandantes en el recurso de alzada para
que esta Sección dicte una sentencia de unificación jurisprudencial,
con fundamento en el artículo 271 de la Ley 1437 del 2011, teniendo en
cuenta la necesidad de sentar jurisprudencia en virtud de la disparidad de
criterios existentes entre tribunales administrativos, sobre la posibilidad
de aplicar por analogía las normas que rigen los procesos de selección
llevados a cabo por la CNSC. (…). De conformidad con el artículo 271 de
la Ley 1437 de 2011, modificado por el artículo 79 de la Ley 2080 del
2021, por razones de importancia jurídica, trascendencia económica o
social, o ante la necesidad de unificar o sentar jurisprudencia o resolver
divergencias respecto de su aplicación o interpretación o precisar su
alcance, el Consejo de Estado podrá asumir el conocimiento de los
asuntos pendientes de fallo o decisión interlocutoria, trámite que podrá
darse de oficio, a petición de parte, del Ministerio Público o de la Agencia
Nacional de Defensa Jurídica del Estado. La misma norma señala, que
cuando el asunto provenga de una de la Secciones, corresponderá
dictar la providencia de unificación a la Sala Plena de lo Contencioso
Administrativo, siendo que en los demás eventos -cuando se remita
de una subsección o de un tribunal administrativo- dicha competencia
se radica en la Sala de la Sección correspondiente. Como se observa,
la norma en comento refiere a la posibilidad para que, tanto la Sala
Plena de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado, como las
Secciones Especializadas que la conforman, asuman el conocimiento del
asunto pendiente de fallo o de adopción de una decisión interlocutoria.
Es decir, que la norma parte, en principio, de reconocer que el trámite
del expediente no se radica de forma primigenia en alguna de dichas
instancias judiciales. Bajo esta perspectiva, considera la Sala necesario
precisar qué sucede en aquellos eventos, donde el asunto, por
disposición legal expresa, ya es de conocimiento de la Sección Quinta,
en tanto se trata de un tema cuya segunda instancia, le corresponde
tramitar y decidir. Entendiendo dicha circunstancia, para esta judicatura
es claro que en los eventos en que se solicita dictar una sentencia de
unificación jurisprudencial, más el asunto de por sí ya es competencia
del Consejo de Estado en una de sus secciones, el mismo no puede
ser tramitado en los términos del artículo 271 de la Ley 1437 del

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

2011, como si de una petición de parte, del Ministerio Público o de la


Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado se tratara. A pesar de
lo anterior, ello no obsta para que, ante la manifestación de alguna de
las partes o intervinientes antes señalados, o incluso de oficio, la Sala
de Sección correspondiente, determine si existe mérito suficiente para
que el fallo que se dicte al interior de un proceso que ya se encuentra en
el ámbito de su competencia, tiene las condiciones de ser una sentencia
de unificación jurisprudencial, en relación con la importancia jurídica,
trascendencia social o económica, o ante la necesidad de sentar o
unificar la jurisprudencia, precisar su alcance o resolver divergencias
en punto de su aplicación o interpretación. Así las cosas, en estricto
sentido, en el presente caso esta Sala de Sección no puede adoptar una
providencia o decisión en la que determine si avoca o no el conocimiento
del asunto de la referencia, en la medida en que el mismo, por ser un
asunto de doble instancia, ya es competencia de la Sección Quinta.

TESIS 2: La función de unificación jurisprudencial del Consejo de


Estado, en su condición de Tribunal Supremo de lo Contencioso
Administrativo, se sustenta en la necesidad de garantizar los principios
de igualdad y seguridad jurídica. En tanto algunas normas tienen
cierto grado de indeterminación, resulta necesario que los operadores
jurídicos y la ciudadanía en general tengan certeza respecto del
alcance, interpretación y aplicación de estas, de conformidad con
las situaciones fácticas que las dotan de contenido. Así pues, con
ella se hace posible la unidad y coherencia del ordenamiento y por
tanto asegura el tratamiento igualitario de los asuntos que cuentan
con identidad o similitud fáctica y jurídica, pues existiendo una regla
de unificación sobre un determinado aspecto normativo, el juez,
al momento de interpretar la ley, no puede otorgarle un sentido
diferente al que se le ha conferido, salvo que, para ello, en virtud
de la autonomía e independencia judicial de la que goza, motive y
justifique, de manera transparente y suficiente, las distinciones que
tiene el caso concreto y que permiten al fallador separarse de la regla
unificadora. De suyo, para garantizar la seguridad jurídica y la igualdad
de trato ante la ley dentro del Estado Social de Derecho, es necesario
que las decisiones se fundamenten en la interpretación uniforme y
consistente del ordenamiento jurídico y, para ello, ha sido instituida
la función unificadora de los órganos de cierre jurisdiccional, como
lo es el Consejo de Estado. (…). [La] hipótesis que sustenta un fallo
de unificación proviene, entre otras posibilidades, de la existencia de
divergencias, contraposiciones o contradicciones, por ejemplo: i) entre

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normas jurídicas aplicables a un mismo asunto, por lo que resulta
indispensable determinar cuál de ellas lo resuelve de mejor manera; o
ii) entre diversas interpretaciones sobre temas jurídicos que resultan
conexos o transversales a las Salas o Secciones de la Corporación; o
iii) en el alcance de la interpretación y aplicación dados a una misma
disposición por distintas instancias dentro de la misma jurisdicción.

TESIS 3: En atención a la petición de unificación planteada [por los


demandantes], en primer lugar, es necesario precisar que la Sección
Quinta del Consejo de Estado ha reconocido la facultad de los Concejos
Municipales para dictar la convocatoria de conformidad con lo dispuesto
en el numeral 8 del artículo 313 de la Carta Política, atendiendo para ello,
los términos mínimos que se consagran en el Decreto 1083 del 2015.
Así mismo, la jurisprudencia de este alto tribunal, ha señalado que la
facultad mencionada, fue regulada inicialmente por el artículo 170 de
la Ley 136 de 1994, posteriormente modificada por la por la Ley 1551
de 2012 y finalmente desarrollada por el Decreto 2485 de 2014, que se
incorporó en el compilatorio 1083 de 2015. Así las cosas, el proceso de
elección de los personeros municipales y/o distritales está claramente
regulado en la ley y el reglamento, adicionalmente se resalta que
esta Sección ha indicado que las normas antes mencionadas son de
aplicación preferente y de forma posterior será tenido en cuenta lo que
determine en la convocatoria elaborada por el cabildo. En consonancia
con lo anterior, se debe precisar que el cargo de personero municipal es
de período fijo y de elección, no de carrera administrativa, lo que implica
que necesariamente ostenta una naturaleza diferente de estos últimos.
Así mismo es pertinente acotar que la designación mediante concurso
del empleo antes mencionado fue avalado por la Corte Constitucional
en la sentencia C-105 de 2013 aunque no sea un cargo de carrera
administrativa, por cuanto: (i) “facilita y promueve la consecución de
los fines estatales, en la medida en que su objeto es justamente la
identificación de las personas que reúnen las condiciones para ejercer
óptimamente el respectivo cargo, y que por tanto, pueden contribuir
eficazmente a lograr los objetivos y metas de las entidades públicas”;
(ii) “por tratarse de procedimientos abiertos, reglados y formalizados,
en los que las decisiones están determinadas por criterios y pautas
objetivas, garantizan los derechos fundamentales de acceso a la función
pública, el debido proceso en sede administrativa, y al trabajo”; y (iii) “por
excluir las determinaciones meramente discrecionales y ampararse en
criterios imparciales relacionados exclusivamente con la idoneidad para
ejercer los cargos en las entidades estatales, aseguran la transparencia

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

en la actuación del Estado y el principio de igualdad”, lo que debe a su vez


ser leído con los parámetros que esta Sección ha determinado respecto
de la especial naturaleza de este trámite, que al final, no cambia la
naturaleza del cargo a uno de carrera administrativa. De lo anteriormente
reseñado, es pertinente establecer que no existe una razón para unificar
jurisprudencia sobre el presente asunto, puesto que el criterio de la
Sección ha sido pacífico en determinar que respecto de las normas
aplicables el proceso eleccionario de los personeros, no existen criterios
jurisprudenciales dispares, pues se insiste, que la Sala especializada en
lo electoral ha sido constante en determinar que estas corresponden al
artículo 170 de la Ley 136 de 1994, posteriormente modificada por la por
la Ley 1551 de 2012 y finalmente desarrollada por el Decreto 2485 de
2014, que se incorporó en el compilatorio 1083 de 2015. Por lo expuesto,
la solicitud elevada por los recurrentes será negada en la medida en que
no existen razones para unificar jurisprudencia.

TESIS 4: La Constitución Política de 1991 consagró en cabeza de los


concejos municipales la facultad para la elección de los personeros, tal y
como se deriva de la lectura de su artículo 313 numeral 8º. En desarrollo
de esta disposición constitucional, el legislador de 1994 reguló el asunto,
a través de la Ley 136 de 1994, la cual fue modificada posteriormente
en 2012 -Ley 1551-, fijando en su artículo 170 los parámetros para el
ejercicio de dicha función electoral. (…). Desde la competencia asignada
en el texto fundamental, se indica que la elección de los personeros
municipales se realizará para un período institucional de 4 años, el cual
iniciará el 1º de marzo siguiente a su designación y terminará el último
día de febrero del cuarto año. Así mismo, se dispone que el concejo
elegirá dentro de los 10 primeros días de haber iniciado su período
constitucional. La modificación más importante respecto del proceso
antes descrito, es la necesidad de adelantar en forma previa a la reunión
electoral, un concurso público y abierto de méritos. Ello es relevante,
en tanto en las disposiciones originales de la Ley 136 de 1994 no se
establecía un procedimiento específico respecto de la forma en que ello
debería llevarse a cabo, lo que implicaba una amplia discrecionalidad
del órgano competente para ello. (…). Esta norma fue desarrollada
posteriormente a nivel reglamentario, específicamente con lo contenido
en el Decreto 2485 del 2014, el cual fue incorporado por el Decreto
1083 de 2015 -título 27-, del cual se deriva que para el ejercicio de la
referida función electoral, los concejos municipales deben atender los
siguientes parámetros que fijan la estructura básica del concurso de
méritos para la elección del funcionario. (…). En la sentencia C-105 del

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2013, al estudiar la reforma legislativa del año 2012, se establecieron
una serie de herramientas que permiten entender la forma en que dicho
requisito -concurso de méritos- deberá ser atendido por los concejos
municipales. (…). [L]os concejos municipales, como órganos de elección,
tienen la competencia exclusiva y excluyente para la determinación de
los lineamientos generales de la forma en que se adelantarán las etapas
y parámetros mínimos del concurso de méritos antes descritos siendo
responsables de su dirección en todo momento, lo cual se concreta con la
suscripción y posterior publicación de la correspondiente convocatoria.
A pesar de ello, se reconoce que ante las dificultades que dicha labor
puede conllevar, es posible que dichas entidades acudan a “terceras
instancias” que presten su apoyo logístico en la realización de una o
todas las etapas del proceso meritocrático. Así las cosas, esta última
posibilidad permite acudir al apoyo logístico y técnico de universidades o
instituciones de educación superior, públicas o privadas o con entidades
especializadas en procesos de selección de personal.

TESIS 5: La Sala reitera que el principio democrático, como elemento


o nota característica de nuestro sistema constitucional, no solamente
propende por la materialización del voto como manifestación de la
voluntad popular y con ello procurar la conformación de los espacios
deliberativos colectivos o la designación de mandatarios en los distintos
niveles -democracia procedimental y representativa-, sino que también
tiene un elemento relevante en la participación de todos los asociados
en la conformación del poder público y la gestión directa de los intereses
colectivos y la dinámica política, social y económica -democracia
deliberativa y participativa-. (…). Es bajo el anterior parámetro axiológico
que debe ser estudiada la determinación de establecer un concurso
público y abierto de méritos para la selección de los personeros
municipales. Dicho procedimiento conlleva la concreción del derecho
de participación que tienen todos los colombianos, como ciudadanos
en ejercicio, de intervenir en la conformación del poder público, pues
se garantiza a través de este que todos aquellos que acrediten el
cumplimiento de los requisitos necesarios puedan presentarse con
iguales oportunidades de acceder al cargo en cuestión, determinándose
frente a todos ellos el cumplimiento de los criterios del mérito e
idoneidad, en condiciones objetivas y previamente establecidas por la
autoridad con la competencia electoral. (…). Dicho lo anterior, se considera
importante señalar, que el concurso de méritos como regla general de
acceso a la función pública, ha sido concebido por excelencia como el
mecanismo de selección para la provisión de los cargos que se rigen

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

bajo el sistema de la carrera administrativa. A pesar, de lo anterior, la


Corte Constitucional, ha reconocido que de la redacción del artículo 125
del Texto Fundamental, se observa que esta forma de escogencia no ha
sido vedada para la provisión de otras posiciones que no se enmarquen
bajo dicho esquema. Así las cosas, en la sentencia C-105 del 2013, se
avaló la constitucionalidad de la decisión legislativa de determinar al
concurso público de méritos para la provisión de un cargo de período,
como lo es el de personero, indicando que con ello no se desconoce la
lógica deliberativa, democrática y política de los concejos municipales y/o
distritales con la competencia para elegirlo. De esta manera, el concurso
público de méritos encuentra en esta situación, una validación expresa
desde el orden constitucional, en la medida en que se busca con aquel
la identificación de la persona que cumple con el perfil óptimo para el
ejercicio de las importantes funciones que se asignan a este funcionario
del nivel local, así como, en tanto mecanismos abiertos, reglados y
formalizados, con pausas objetivas para cada una de sus etapas, se
garantiza en una mayor medida el derecho de acceso a la función pública
-con las implicaciones sobre el principio democrático señaladas al inicio
de este acápite- así como al debido proceso de los aspirantes. Bajo
esta medida, esta Sala considera entonces que el concurso público de
méritos, se constituye en el mecanismo general de acceso a la función
pública, incluso para algunos cargos que no son de carrera, salvo para
aquellos casos en los que expresamente se determina un procedimiento
específico a nivel constitucional o legal. (…). [E]s importante resaltar
que tras la expedición de la correspondiente convocatoria, en la cual,
como se indicó, se deben establecer los parámetros mínimos del
procedimiento, viene con posterioridad una etapa de reclutamiento, la
cual tiene una finalidad muy específica: atraer y permitir la inscripción
del mayor número de participantes que cumplan con los requisitos del
cargo a proveer. (…). Así las cosas, se tiene entonces que con el fin de
garantizar la mayor inscripción de aspirantes -quienes desde el punto
de vista normativo tienen como única limitante el cumplimiento de
los requisitos exigidos para el cargo- debe atenderse (i) los medios de
publicidad idóneos que permitan la libre concurrencia, siendo aquellos
determinados por la entidad convocante y por la Ley 1437 del 2011, y
(ii) efectuarse la publicación de la convocatoria con una antelación no
inferior a 10 días calendario antes del inicio de la fecha de inscripciones.
En relación con la libre concurrencia, es de resaltar que esta se encuentra
amparada de forma expresa los derechos a elegir y ser elegido, así
como de acceso al desempeño de funciones y cargos públicos. No sobra
indicar que, en virtud del bloque de constitucionalidad consagrado en

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los incisos 1º y 2º de artículo 93 de la Constitución, el reconocimiento
de esta garantía incorporado en diversos tratados internacionales hace
parte de nuestro ordenamiento interno. (…). En punto del acceso al
ejercicio de funciones públicas, se ha entendido que el núcleo esencial
de este derecho de carácter fundamental, se traduce en la protección
con la que cuenta el ciudadano ante decisiones arbitrarias de cualquier
autoridad estatal que (i) impida el ingreso a un cargo público; (ii)
tenga como consecuencia la desvinculación del mismo o (iii) limiten
injustificadamente el cumplimiento efectivo de las funciones derivadas
de aquel. Adicionalmente, es importante resaltar que la normativa que
regula este concurso de méritos, permite que los concejos municipales
acudan a la figura de los convenios interadministrativos asociados o
conjuntos. (…). Así las cosas, se tiene que los cabildos municipales para
adelantar el concurso público y abierto de méritos pueden: (i) Adelantar
de forma directa y en uso de sus propios recursos el trámite. (ii) Acudir
de forma individual a una institución de educación superior pública o
privada o terceros especializados en procesos de selección de personal.
(iii) Firmar convenios interadministrativos conjuntos o colectivos, en los
cuales municipios de igual categoría, pueden contratar con organismos
especializados dentro de la Administración Pública para los fines
previstos en la norma citada en el párrafo precedente. Finalmente, la
Sala estima pertinente precisar que cuando la convocatoria no atiende
las disposiciones que regulan el proceso de elección de personero
implica desconocer las normas en las cuales debe fundarse la decisión
del órgano que lleva a cabo tal elección.

TESIS 6: Sobre la falta de publicación del aviso de convocatoria. [L]a


parte actora en su recurso de alzada reprocha que si bien se publicó la
Resolución No. 060 de 2019, este acto no es el mismo que el aviso de la
convocatoria el cual debió ponerse en conocimiento de la comunidad,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 65 de la Ley 1437 de 2011.
(…). [E]s claro que la mesa directiva del Concejo Municipal de Uribia,
estableció que la convocatoria sería objeto de publicación en los medios
determinados en el (…) numeral 2.1 de la Resolución 060 del 2019,
siendo que el aviso, sería el mecanismo a utilizar para la divulgación por
medio de las emisoras radiales. Así las cosas, se puede determinar con
toda claridad, que el órgano de elección, en uso de sus competencias
y facultades constitucionales, legales y reglamentarias, adoptó dos
formas para atender la obligación de publicidad y transparencia que
le asistía. Por ello, considera esta Sección, la distinción que pretenden
efectuar los apelantes, para el caso concreto, no resulta adecuada, en

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

la medida en que las reglas del proceso electoral que culminó con el
acto aquí demandado, sí acudieron a la figura del aviso, solamente que
la misma se estableció para la difusión radial del proceso de elección.
Adicionalmente, resulta procedente señalar, que el argumento de los
recurrentes resulta artificioso, pues en últimas lo que se pretende es
que la ciudadanía conozca (i) de la apertura del proceso de selección,
(ii) las condiciones en que el mismo se llevará a cabo, y la publicación
de una u otra manera, atiende la finalidad buscada que es garantizar
la libre concurrencia. (…). Adicionalmente, si bien no se observa en
el plenario que se haya aportado prueba sobre la publicación en la
cartelera de la Secretaría del Concejo Municipal de Uribia, la personería
del ente territorial y el aviso como lo dispone la regulación antes
mencionada en consonancia con el artículo 65 de la Ley 1437 de 2011,
ello no fue óbice para impedir la participación de ciudadana. (…). La
Sala considera que, per se y sin la existencia de medios de convicción
que demuestren lo contrario, lo que los apelantes consideran como
una baja participación, no resulta ser un indicio suficiente y necesario
para entender que la finalidad perseguida por la forma en que fue
publicitado el procedimiento electoral, se haya desatendido y afectar
con ello la presunción de legalidad del acto demandado. Por otra parte,
se indica que la sentencia del 1º de septiembre de 2016 proferida la
Sección Quinta del Consejo de Estado con ponencia de la Doctora Rocío
Araújo Oñate, dentro del proceso 5001-23-33-000-2016-00299-01, que
invocaron los demandantes no es aplicable al presente asunto, pues
allí se debatió la elección del personero del municipio de Copacabana-
Antioquia, en donde se declaró la nulidad de la elección teniendo en
cuenta que se acreditó la expedición irregular por cuanto no se cumplió
con el término de publicidad de la convocatoria previsto en el proceso
eleccionario, circunstancia que es distinta a la que ahora se debate que,
es que el aviso de la convocatoria no se ha publicado. En conclusión,
de lo discurrido para la Sala no se evidencia que se hubiera incurrido
en una vulneración de los principios de publicidad y trasparencia,
teniendo en cuenta que la comunidad se enteró de la convocatoria
para elegir al cargo de personero de Uribia a través de la publicación
de la Resolución No. 060 de 2019 que es el acto de convocatoria, a
través del medio radial El Informador y la publicación efectuada en la
página web de la alcaldía del mencionado ente territorial.

TESIS 7: Es pertinente acotar que el título 27 del Decreto 1083 de 2015


regula lo atinente a los parámetros mínimos del proceso eleccionario
de personeros municipales, reglamentación que en cuanto términos

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temporales solo en el parágrafo del artículo 2.2.27.3, estableció un plazo
de 10 días que deben mediar entre la publicación de la convocatoria y
la fecha de inscripciones, situación que permite determinar que sobre
los demás asuntos que no se contempló ninguna exigencia temporal.
Es por ello que la Honorable Corte Constitucional en la sentencia C-105
de 2013, en su desarrollo jurisprudencial, creó una regla clara en la que
indica que los concejos municipales, como órganos de elección, tienen
la competencia exclusiva y excluyente para la determinación de los
lineamientos generales de la forma en que se adelantarán las etapas y
parámetros mínimos del concurso de méritos, siendo responsables de
su dirección en todo momento, lo cual se concreta con la suscripción
y posterior publicación de la correspondiente convocatoria. Lo anterior
indica que los cabildos municipales y distritales como encargados
de realizar la elección para proveer el empleo de personero, tienen
un margen de discrecionalidad en la realización del mismo, sin
embargo, en las etapas se deberán garantizar los principios de
igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad,
libre concurrencia y publicidad en el proceso de elección. A pesar de
la regulación y las actuaciones realizadas por el concejo de Uribia,
los actores en su reproche pretenden la aplicación del parágrafo del
artículo 2.2.6.7 del Decreto 1083 de 2017, disposición que se encuentra
en el título 6 del mencionado compendio normativo y que se encarga
de regular los procesos de selección y concurso para proveer los
empleos de carrera administrativa. Es por ello que la Sala precisa en
que ello no es aplicable al caso objeto de debate, en la medida en que
el asunto que se aborda, se trata de un proceso eleccionario que si bien
se respeta el mérito, tiene un carácter especial, en la medida en que la
normatividad solamente, regula unos aspectos mínimos y lo demás lo
deja a cargo de nominador que para el caso es el concejo municipal o
distrital. (…). [T]ampoco resulta oportuno la aplicación del parágrafo del
artículo 2.2.6.7 del Decreto 1083 de 2017, toda vez que no existe vacío,
por cuando desde la constitución, la ley y el reglamento, es claro que los
concejos pueden regular autónomamente -más no discrecionalmente-
los términos de la convocatoria, siempre y cuando se respeten los
principios básicos que el ordenamiento legal les impone. En conclusión,
no es posible aplicar por medio de la analogía, el parágrafo del artículo
2.2.6.7 del Decreto 1083 de 2017, teniendo en cuenta que se previó un
proceso especial para proveer los cargos de personeros municipales
y distritales, que si bien se adelantan a través de concurso público de
méritos, ello no cambia su naturaleza a uno de carrera administrativa,
pues la normatividad avalada por la Corte Constitucional, dio un amplio

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

margen de autonomía a los cabildos municipales y distritales para


establecer una regulación del mencionado proceso electoral.

TESIS 8: [L]a cadena de custodia es un instrumento que permite


establecer una garantía de autenticidad, identidad e integridad de los
actos realizados en las actuaciones judiciales o administrativas, en
donde se tracen previamente la forma en que se van a atender futuras
contingencias que se puedan advertir con el fin de asegurar que no se
afecte el objetivo concreto de un elemento de juicio. De esa manera la
Sala admitió que la cadena de custodia, debe aplicarse en los procesos
de elección de los personeros, a pesar de que no está prevista en las
normas que regulan dicho trámite, en aras de garantizar el principio de
trasparencia. (…). Así las cosas, la cadena de custodia debe respetarse
para el desarrollo de las pruebas a practicar en el proceso de elección
de personeros, es según el artículo 2.2.27.2 del Decreto No. 1083 de
2015, la de conocimiento y las competencias laborales. En el presente
asunto, analizado las pruebas que obran en el plenario, advierte la Sala
que en el acto administrativo de convocatoria, esto es la Resolución
No. 060 de 2019, no se hizo referencia sobre la reglamentación de
este aspecto; sin embargo, en el convenio de cooperación institucional
suscrito entre la Corporación Universitaria de la Costa (CUC) y el
Concejo Municipal de Uribia (…), en su cláusula segunda se dispuso
como obligación de la CUC, “(…) diagramar, custodiar y conservar la
integridad de las pruebas de conocimientos y pruebas de competencias
laborales a su cargo (…)”. A su vez, revisando el plenario se encontró
que la CUC adjuntó el “protocolo de custodia y manejo de pruebas
de conocimiento y pruebas de competencias laborales concursos
de personeros municipales y distritales período 2019-2024” (…), sin
embargo, este no fue tenido como prueba dentro del proceso, dado que
el a quo, en la cuestión previa del fallo de primera instancia, advirtió
que fue allegado cuando se había cerrado el período probatorio,
circunstancia que no fue cuestionada en el recurso de alzada. De lo
anterior, la Sala observa que no se encuentra acreditado el reproche de
los impugnantes sobre la pretermisión de implementar la cadena de
custodia en las pruebas de conocimientos y competencias laborales,
toda vez que es claro que quedó en obligación de la CUC custodiar y
conservar la integridad de las mismas, dado que no se demostró que
se hubiera presentado alguna irregularidad en la realización de los (…)
exámenes, adicionalmente se destaca que el reproche de los actores
es sustentado en que solo una persona los superó, circunstancia que
no desvirtúa que se hubiera dejado de velar por la preservación de los

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documentos referidos. Ahora bien, si en gracia de discusión se aceptara
como comprobada la mencionada omisión, teniendo en cuenta la
causal de nulidad de expedición irregular alegada por los recurrentes,
para la Sala no es suficiente con la demostración del vicio alegado, sino
que también se deberá acreditar que tiene incidencia en la designación
demandada. (…). [L]a Sala encuentra que en el proceso de elección
cuestionado, no se materializó alguna conducta que permita indicar que
se desconoció el principio de transparencia. (…). Tampoco se evidencia
en el plenario algún intento de frustración por actos de corrupción o
hechos que permitieran alterar el curso normal de la realización de las
pruebas, por lo que no se demostró una conducta atípica que permitirá
observar algún desequilibrio en cuanto a los participantes al momento
de presentar los exámenes de conocimiento y competencias laborales.
En conclusión, es indiscutible que para los procesos de elección de
personeros es indispensable establecer una cadena de custodia en
cuanto a las pruebas de conocimientos y competencias laborales, que
para el caso dicha obligación se encontraba en cabeza del operador
que apoyó la realización de las mismas, si bien no se pudo valorar
el protocolo efectuado para tal fin, no se logró demostrar, con otros
medios de convicción que ocurrieran circunstancias que atentaran
contra la integridad y confidencialidad de las pruebas, sin embargo, de
considerarse lo contrario, no se probó ningún acto que alterara el curso
normal del proceso eleccionario en lo referente al mencionado aspecto.

TESIS 9: [L]os actores, afirmaron que la actuación del Concejo


Municipal de Uribia fue desproporcionada al indicar que la inscripción
de los participantes solo podía realizarse personalmente, además
advirtieron que, si bien la Ley no establece de manera concreta la
utilización de medios electrónicos, contiene pautas que podrían ser
utilizadas en este tipo procesos de elección. En esa medida con el fin
de garantizar los principios de publicidad, objetividad, transparencia y
la participación pública y objetiva en el concurso era dable aplicar los
medios electrónicos, para propender por el reclutamiento de un mayor
número de participantes, lo que se vio afectado en el presente caso
por no establecer la mencionada posibilidad. (…). De las anteriores
disposiciones se destaca por una parte que el período de reclutamiento,
busca permitir la libre concurrencia al proceso eleccionario de
personeros municipales y distritales, y por otra se observa que el
Concejo Municipal de Uribia, únicamente previó que la inscripción de los
aspirantes fuera de manera presencial. Si bien es cierto, en el estatuto
de procedimiento administrativo y de lo contencioso, hay sendas

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

disposiciones normativas (…) esto es 3, 5, 7, 53, 54 y 60 de la Ley 1437


de 2011, en donde se propende por el uso de los medios tecnológicos,
dicha circunstancia no es óbice para considerar que se presentó
alguna irregularidad, en primer lugar, porque se insiste (…), que los
concejos municipales y/o distritales tienen la facultad para regular
la designación de los personero, atribución que ha sido ampliamente
desarrollada en la ley y el reglamento; en segundo lugar, si bien es
cierto que el ordenamiento antes referido propende por la utilización
de los medios electrónicos en las actuaciones adelantadas por la
administración, en aras de facilitar los trámites que se adelanten en su
interior, ello no es obligatorio, puesto que su aplicabilidad dependerá
de cómo cada entidad haya puesto en marcha los programas para la
implementación de las tecnologías de la información de acuerdo con sus
posibilidades presupuestales. En esa medida, aunque los recurrentes
aducen como obligatorio el uso de medios electrónicos, lo cierto es
que dependerá de las realidades de cada entidad su implementación,
además, se recuerda que en el marco de competencias autónoma
del concejo, podía establecer si las inscripciones se debían hacer de
forma presencial, y de considerarlo por medio de las tecnologías de la
información. En conclusión, el hecho de haber considerado por parte
del cabildo municipal que las inscripciones se hicieran de manera
presencial no crea una irregularidad en el proceso de designación, en
la medida en que el uso de los medios electrónicos es potestativo y se
implementarán de acuerdo con las posibilidades de cada entidad.

TESIS 10: Los recurrentes, aseguraron que el convenio celebrado


entre el Concejo Municipal de Uribia y la Corporación Universitaria de
la Costa CUC por medio de contratación directa, no era viable dado
que debía efectuarse por medio de licitación pública, lo que conllevó a
su vez a la vulneración de los principios de trasparencia, economía y
selección objetiva. (…). [S]e observa que en el expediente obra prueba
de que el concejo de Uribia, realizó una invitación a tres instituciones,
de las cuales una presentó su interés y la cual resultó favorecida
para la realización de las pruebas de conocimientos y competencias
laborales. Así mismo, se recuerda que como se mencionó en el marco
teórico de la presente providencia los cabildos municipales, pueden
acudir de forma individual a una institución de educación superior
pública o privada o terceros especializados en procesos de selección
de personal. Ahora, sin perjuicio de lo anterior, conviene precisar
que los asuntos relacionados con el contrato, el cumplimiento de
requisitos, forma de adjudicación, tipo de vinculación, etc., escapan del

722
ámbito del juez del medio de control de nulidad electoral, quien para
el caso objeto de controversia, tiene la facultad de valorar si existió
una presunta expedición irregular del acto de elección, pero sin que
le sea dable adentrarse a las competencias del juez de controversias
contractuales. En este orden de ideas, los aspectos que pudieron
ocurrir al interior del proceso contractual, como lo son la falta de
entrega oportuna de la propuesta, la indebida calificación de la misma
y los factores subjetivos para la escogencia de la CUC, son argumentos
que no son propios del medio de control de nulidad electoral, en el
cual corresponde verificar la legalidad de los actos de elección, y no el
trámite de contratación surtido al interior de las entidades estatales,
sujetos a las normas que rigen la contratación estatal, casos para los
cuales, el legislador previó un mecanismo autónomo de control, como
es el de controversias contractuales. Por último, si bien los recurrentes
reprochan que el a quo se apartó de su antecedente del 9 de febrero
de 2020 M.P Carmen Plata Jiménez expediente 44-001-23-40-00-20-
00022-00, lo cierto es que el mismo no fue aportado al plenario, por
lo que hace imposible su estudio en esta oportunidad. En conclusión,
de las pruebas que obran en el plenario no se observa per se que se
haya presentado algún desconocimiento de los principios alegados
por la parte apelante, y además se advierte que no es competencia
del juez electoral adentrase en las cuestiones propias del proceso de
contratación por cuando para eso existen otros medios jurídicos para
proponer las supuestas irregularidades en se presenten.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 125 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO
93 INCISOS 1 Y 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 313 NUMERAL 8 /
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS - ARTÍCULO 21 / PACTO
INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS - ARTÍCULO 25 / CONVENCIÓN
AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS - ARTÍCULO 23 / DECRETO 1083 DE
2015 - ARTÍCULO 2.2.6.7 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.2 LITERAL
B / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.3 PARAGRAFO / DECRETO 1083 DE
2015 - ARTÍCULO 2.2.27.6 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 3 / LEY 1437 DE 2011
- ARTÍCULO 5 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 7 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
53 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 54 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 60 / LEY
1437 DE 2011 - ARTÍCULO 65 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 271 / LEY 136 DE
1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 1551 DE 2012 ARTÍCULO 35 / DECRETO 2485 DE 2014
/ DECRETO 1083 DE 2015 / LEY 2080 DEL 2021 - ARTÍCULO 79

723
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

724
ÍNDICE ANALÍTICO
A
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA 129
ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE LA SENTENCIA 70
ADICIÓN A LA SENTENCIA 132, 156
AUTONOMÍA UNIVERSITARIA 166, 220, 686
AVAL ELECTORAL 380, 430

C
CADENA DE CUSTODIA DE LA PRUEBA 710
CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL
Contabilización del término en la elección del personero 147
CAMPAÑA ELECTORAL
Finalidad 362
Financiación 395
Sistemas para la financiación 422
CARGO DE PERSONERO MUNICIPAL Y SU PERTENENCIA O NO A LA
ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL DE LOS MUNICIPIOS 282
CENSO ELECTORAL 693
COALICIÓN POLÍTICA 37, 449, 625, 677
COMISIÓN NACIONAL DE DISCIPLINA JUDICIAL
Convocatoria pública para la conformación de ternas en el proceso
deelección de sus magistrados 95
Proceso de elección de sus magistrados 117
COMPETENCIA DEL CONSEJO DE ESTADO
Respecto de acto de elección del ministro del interior 61
COMPETENCIA DEL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO
Respecto de acto de elección del ministro del interior 61
COMPETENCIA FUNCIONAL 562

725
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

COMPETENCIA FUNCIONAL DEL AD QUEM AL RESOLVER EL RECURSO


DE APELACIÓN 305
COMUNIDAD NEGRA
Trámite de titulación colectiva o de adjudicación de tierras 45
CONCURSO DE MÉRITOS
Para acceso a cargo público 542
Para la elección del personero municipal 710
Variación de los términos de la convocatoria 259
CONCURSO DE MÉRITOS Y CONVOCATORIA PÚBLICA 95
CONDENA EN COSTAS 331, 606
CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA 31
CONSEJO COMUNITARIO DE LA COMUNIDAD NEGRA 45
CONTROL JUDICIAL DEL ACTO DE POSESIÓN 340
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL
Facultad reglamentaria residual, 250
COSA JUZGADA 660
CRITERIO DE INCIDENCIA 259
CUOTA DE GÉNERO
En elección de concejal municipal, 246
D
DEBERES DEL JUEZ 259
DECRETO DE PRUEBAS DE OFICIO 77
DECRETO DE PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA 205
DERECHO A LA INTIMIDAD 562
DERECHO A LA OPOSICIÓN POLÍTICA 205
DERECHO DE POSTULACIÓN DE LAS COLECTIVIDADES POLÍTICAS
297
DERECHO PERSONAL A ACCEDER A UNA CURUL 408
DEROGATORIA DE LA LEY 220

726
DIFERENCIA ENTRE COMUNIDAD NEGRA Y CONSEJOS COMUNITARIOS
521
DOBLE VOTO 587
E
EDAD DE RETIRO FORZOSO
Reintegro del pensionado al servicio 166
EJECUTORIA DE LA SENTENCIA 114
ESTATUTOS DEL PARTIDO POLÍTICO COMO PRUEBA 325
EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 498, 562
EXCEPCIÓN DE INEPTITUD SUSTANTIVA DE LA DEMANDA 104
F
FACTOR DE COMPETENCIA TERRITORIAL 31
FALLO INHIBITORIO 259
FENÓMENO DE LA SILLA VACÍA 340
H
HECHO NOTORIO 305
I
IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO
Por haber celebrado contrato de prestación de servicios con la
Contraloría de Bogotá cuyo representante era el demandado, 85
Por presuntamente haber participado en la expedición del acto
enjuiciado 85
IMPLEMENTACIÓN DE NUEVAS TECNOLOGÍAS EN PROCESOS Y
PROCEDIMIENTOS ELECTORALES 362
INCIDENCIA DE LAS DECISIONES EN SEDE ADMINISTRATIVA DEL CNE
EN SEDE JUDICIAL 498
INCOMPATIBILIDADES DEL CONCEJAL 408
INHABILIDAD CONSTITUCIONAL DEL CONTRALOR DEPARTAMENTAL
282
INHABILIDAD CONSTITUCIONAL DEL CONTRALOR MUNICIPAL 530,
612

727
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

INHABILIDAD DEL ALCALDE LOCAL


Por intervención en gestión de negocios o en celebración de contratos
582
INHABILIDAD DEL ALCALDE MUNICIPAL
Por intervención en celebración de contratos 225
INHABILIDAD DEL CONCEJAL MUNICIPAL
Por haber ejercido autoridad dentro del año anterior a la elección
408, 552
Por parentesco con funcionario que ejerce autoridad administrativa,
559
Por parentesco con funcionario que ejerce autoridad civil 254
INHABILIDAD DEL CONTRALOR MUNICIPAL
Por ejercicio de autoridad 612
INHABILIDAD DEL DIPUTADO
Por doble militancia en modalidad de apoyo 380
Por parentesco con autoridad administrativa 498
INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA AL CONCEJO MUNICIPAL 403
INSCRIPCIÓN DE LISTAS 246
INTERPRETACIÓN DE LA DEMANDA 104
INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA DE LA LEY 612
INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO 489
INTERVENCIÓN DE TERCEROS PROCESALES 136, 166
J
JURISPRUDENCIA ANUNCIADA 542, 625
L
LIBERTAD PROBATORIA 449
M
MEDIDA CAUTELAR DE URGENCIA 186
MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD CONTRA ACTO PARTICULAR 422

728
MODIFICACIÓN DE LOS TÉRMINOS DE UNA CONVOCATORIA EN
ELECCIÓN DEL CONTRALOR DEPARTAMENTAL 305

N
NULIDAD ELECTORAL
Contra acto de designación de la directora general encargada de la
Corporación Autónoma Regional 508
Contra acto de designación de los representantes de las entidades sin
ánimo de lucro ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma
Regional 193
Contra acto de designación del representante de los ex rectores ante
el Consejo Superior Universitario 489
Contra acto de elección de alcalde local del Distrito Capital 582
Contra acto de elección de alcalde municipal 225, 395, 677, 693
Contra acto de elección de concejal distrital 480, 518
Contra acto de elección de concejal municipal 254, 325, 403, 408,
430, 552, 559, 562
Contra acto de elección de concejales municipales 246
Contra acto de elección de contralor municipal 530, 612
Contra acto de elección de diputada 498, 660
Contra acto de elección de diputado 297, 380
Contra acto de elección de la contralora departamental de Boyacá
282, 305
Contra acto de elección de la directora encargada de la Corporación
Autónoma Regional 275
Contra acto de elección de los diputados a la Asamblea Departamental
por causales objetivas 313
Contra acto de elección de los representantes de las entidades sin
ánimo de lucro ante el Consejo Directivo de la Corporación Autónoma
Regional 269
Contra el acto de elección de los representantes principal y suplente
de las comunidades negras ante el consejo directivo de Corpoguajira,
diferencia entre comunidad negra y consejos comunitarios 521

729
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Contra acto de elección de los representantes principales y suplentes


del sector privado ante el consejo directivo de la Corporación
Autónoma Regional 250
Contra acto de elección de magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial 594
Contra acto de elección de personero municipal 437, 663
Contra acto de elección del director general de la Corporación
Autónoma Regional 235
Contra acto de elección del gobernador 362, 449, 625
Contra acto de elección del personero municipal 259, 374, 542, 710
Contra acto de elección del representante de los egresados ante
el Consejo Directivo del Instituto Tolimense de Formación técnica
Profesional ITFIP 587
Contra acto de elección del representante del sector productivo ante
el Consejo superior de la universidad 686
Contra acto de llamamiento de senadora de la República 340
Contra acto que declaró derecho personal a ocupar curul en el
Concejo Municipal 205
Contra nombramiento del director del programa de seguridad y salud
en el trabajo de la Universidad del Quindío 220

O
OBJECIÓN DE CONCIENCIA 380
OMISIÓN LEGISLATIVA 422
P
PARTIDO POLÍTICO
Responsabilidad 380
PERJUICIO IRREMEDIABLE 186
PERSONERO MUNICIPAL
Faltas temporales y absolutas, 374
Pertenencia o no a la Rama Ejecutiva del Poder Público 437

730
POSTULACIÓN PARA REPRESENTAR A LAS ENTIDADES SIN ÁNIMO DE
LUCRO EN EL CONSEJO DIRECTIVO DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA
REGIONAL 193
PRÁCTICA DE PRUEBA DE OFICIO 153
PRÁCTICAS DE CORRUPCIÓN COMO CAUSAL DE NULIDAD 395
PRINCIPIO DE CONVALIDACIÓN 331
PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO 313, 693
PRINCIPIO DE LA COMUNIDAD DE LA PRUEBA 104
PRINCIPIO DE MÉRITO 594
PRINCIPIO DE PRECLUSIÓN 136, 160
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD 269, 710
PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA 710
PRINCIPIO DEMOCRÁTICO 710
PROCESO DE INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURAS DE LOS PARTIDOS
POLÍTICOS 297
PROHIBICIÓN DE DOBLE MILITANCIA POLÍTICA
En la modalidad de apoyo 449, 562, 625
En la modalidad de pertenecer simultáneamente a dos colectividades
325, 518
PROPAGANDA ELECTORAL 362
PRUEBAS EN SEGUNDA INSTANCIA 77, 160
Q
QUORUM DELIBERATORIO Y DECISORIO 235
R
RECURSO DE APELACIÓN
Alcance 374
Contra auto que admitió demanda y negó solicitud de suspensión
provisional 166
Contra auto que declaró probada la excepción de inepta demanda y la
terminación del proceso acumulado 104

731
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Contra auto que negó la solicitud de suspensión provisional del


acto de elección del secretario de Talento Humano del Distrito de
Barrancabermeja 111
Contra auto que negó la suspensión provisional del acto de designación
de contralor municipal 33
Contra auto que rechazó la demanda por caducidad 147
Contra auto que rechazó parcialmente la reforma de la demanda
del acto que declaró el derecho personal a ocupar una curul en la
asamblea departamental 53
Contra providencia que negó la solicitud de suspensión provisional
del acto de designación del rector de la universidad 172
Contra providencia que negó las excepciones de ineptitud sustantiva
de la demanda y falta de competencia del juez electoral 37
RECURSO DE REPOSICIÓN
Contra auto que negó la solicitud de suspensión provisional del acto
de elección de los magistrados de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial 117
Contra auto que negó la suspensión provisional de la designación de
la directora general encargada de la Corporación Autónoma Regional
81
RECURSO DE SÚPLICA
Contra auto que aceptó desistimiento del recurso de apelación
interpuesto contra sentencia, la declaró en firme y se abstuvo de dar
trámite a los escritos presentados por los recurrentes al no tenerlos
como sujetos procesales 136
Contra auto que ordenó remitir el expediente al Tribunal Administrativo
de Cundinamarca por falta de competencia 61
Contra auto que rechazó la práctica de pruebas en segunda instancia
160
Contra auto que rechazó por extemporáneo el recurso de apelación
61
RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN
Generalidades y requisitos 331

732
Nulidad originada en la sentencia 331, 606
RECUSACIÓN
Contra miembros del consejo directivo de la Corporación Autónoma
Regional 508
Requisitos 81
Trámite contra integrantes del Consejo Directivo de la Corporación
Autónoma Regional 72, 235
REDES SOCIALES 562
REFORMA DE LA DEMANDA 53
RÉGIMEN LEGAL DE LAS FALTAS ABSOLUTA
De las comunidades indígenas o etnias y de las comunidades negras
235
REINTEGRO DE PENSIONADOS Y MAYORES DE 70 AÑOS AL SERVICIO
PÚBLICO 172
RENUNCIA A PARTIDO O MOVIMIENTO POLÍTICO 325
REQUISITO DE EXPERIENCIA EN ASUNTOS AMBIENTALES PARA
ACCEDER AL CARGO DE DIRECTOR GENERAL 235
REQUISITOS PARA EL CARGO DE DIRECTOR ENCARGADO 275
RESCISIÓN DEL CONTRATO 225
RESIDENCIA ELECTORAL 693
REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN
POPULAR 297, 403
S
SOLICITUD DE NULIDAD DE LA SENTENCIA 114
SOLICITUD DE UNIFICACIÓN JURISPRUDENCIAL
Supuestos para sentar jurisprudencia 123
SUPLANTACIÓN DE ELECTORES 313
SUSPENSIÓN PROVISIONAL
Del acto de designación de la representante de las Directivas
Académicas ante el Consejo Superior Universitario 140

733
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 2

Del acto de elección de los representantes principal y suplente de


las Comunidades Negras ante el Consejo Directivo de la Corporación
Autónoma Regional 45
Del acto de elección de magistrados de la Comisión Nacional de
Disciplina Judicial 95
Del acto de elección del representante del sector productivo ante el
Consejo Superior Universitario 181
Del acto de elección del representante por el sector productivo ante
el Consejo Superior Universitario 163
Del acto de nombramiento en encargo de la directora general de la
Corporación Autónoma Regional 72
Requisitos para su revocatoria o modificación 91
Revocatoria 58
T
TACHA DE FALSEDAD EN DOCUMENTO 587
TERCERO INTERVINIENTE
Intervención y límites 140
TRASHUMANCIA ELECTORAL 313, 693
U
USO DE NUEVAS TECNOLOGÍAS 710
V
VACANCIA ABSOLUTA DEL CONGRESISTA 340
VACANTE EN LA CORPORACIÓN PÚBLICA DE ELECCIÓN POPULAR 480
VACANTES ABSOLUTAS
Forma de proveerlas respecto de los directores de programa de la
Universidad del Quindio 220
VALOR PROBATORIO
De la prueba en video 587
VIOLENCIA PSICOLÓGICA 677
VOTO ELECTRÓNICO 362

734
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 2

SECCIÓN QUINTA
TOMO I PARTE 2
2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 2
SECCIÓN QUINTA
TOMO I PARTE 3
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 3

2021
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 3
S E C C I Ó N Q U I N TA T O M O I PA R T E 3

2021
Diseño e impresión
Imprenta Nacional de Colombia
www.imprenta.gov.co
Bogotá D. C., Colombia

ISSN: 2538-9564
Publicación realizada con el apoyo
del Consejo Superior de la Judicatura
REPÚBLICA DE COLOMBIA
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN QUINTA
ASUNTOS ELECTORALES Y CONSTITUCIONALES 2021

Rocío Araújo Oñate


Presidente

Luis Alberto Álvarez Parra


Magistrado

Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez


Magistrada

Carlos Enrique Moreno Rubio


Magistrado

Pedro Pablo Vanegas Gil


Magistrado
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

2021
4
CONTENIDO
AGRADECIMIENTOS.......................................................................... 15

DESPACHOS........................................................................................ 16

PRESENTACIÓN.................................................................................. 21

MAGISTRADA
LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ
AUTOS

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ LA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DE CONTRALOR MUNICIPAL,
RECURSOS QUE PROCEDEN CONTRA EL AUTO QUE RESUELVE
LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, REQUISITOS DE PROCEDENCIA
DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, NOMBRAMIENTO EN ENCARGO,
INHABILIDAD DE CONTRALOR MUNICIPAL POR EJERCICIO
DE CARGO PÚBLICO............................................................................................27

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECRETÓ LA


SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE DESIGNACIÓN DE
PERSONERA TRANSITORIA, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE
LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, INHABILIDAD DEL PERSONERO
MUNICIPAL POR INTERVENCIÓN EN CONTRATACION...............................33

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA DECISIÓN QUE NEGÓ


LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO
DE ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL...............................................37

RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA DECISIÓN QUE ORDENÓ


ESTARSE A LO RESUELTO EN AUTO QUE ACCEDIÓ A LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR
GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE
RISARALDA, REVOCATORIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL...........43

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ


TERMINADO EL PROCESO POR ABANDONO................................................47

5
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


REPRESENTANTE DE LAS DIRECTIVAS ACADÉMICAS ANTE
EL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD
POPULAR DEL CESAR, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL.............................................................................50

ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE AUTO..................................................................56

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN


DE REPRESENTANTE DE LOS DOCENTES ANTE EL CONSEJO
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR..........................59

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE MAGISTRADA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, REQUISITOS
DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL............................61

ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE LA SENTENCIA................................................69

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO POR


PARENTESCO / IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO
PÚBLICO DADA LA CALIDAD DE CONTRATISTA..........................................72

RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ LA


SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DE
MAGISTRADA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL..........................................75

RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ


LA DEMANDA POR CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL
DE NULIDAD DEL ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO, CADUCIDAD
DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL.................................77

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO


DEL SECRETARIO DE AGRICULTURA, PESCA Y DESARROLLO RURAL
DEL DISTRITO TURÍSTICO Y CULTURAL DE BARRANCABERMEJA,
REQUISITOS DE LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DEL EMPLEO PÚBLICO.......................81

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA


DEMANDA, CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA.....86

APELACIÓN DEL AUTO QUE RESUELVE SOBRE LA SUSPENSIÓN


PROVISIONAL, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN

6
PROVISIONAL, NOMBRAMIENTO DE EMPLEO PÚBLICO, REQUISITOS
PARA EL EJERCICIO DEL EMPLEO PÚBLICO................................................89

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA


APELACIÓN INTERPUESTA CONTRA LA SENTENCIA, COMPETENCIA
DEL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO, FACTOR DE COMPETENCIA,
ELECCIÓN DE LA MESA DIRECTIVA DEL CONCEJO MUNICIPAL,
NULIDAD POR FALTA DE COMPETENCIA FUNCIONAL...............................94

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


RECTOR DE UNIVERSIDAD PÚBLICA, REQUISITOS DE PROCEDENCIA
DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, MIEMBROS DEL CONSEJO
SUPERIOR UNIVERSITARIO, PARTICIPACIÓN DE SUPLENTES EN
LA DESIGNACIÓN DEL RECTOR, FALSA MOTIVACIÓN............................. 100

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 108

SOLICITUD DE NULIDAD DE LA SENTENCIA, NOTIFICACIÓN


DEL AUTO ADMISORIO DE LA DEMANDA, NULIDAD ORIGINADA
EN LA SENTENCIA, DILACIÓN DEL PROCESO........................................... 111

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 116

ADICIÓN A LA SENTENCIA.............................................................................. 118

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA.................................................................. 121

INCOMPETENCIA FUNCIONAL COMO CAUSAL DE NULIDAD ORIGINADA


EN LA SENTENCIA, DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS, PRINCIPIO
CONSTITUCIONAL DE LA NO REFORMATIO IN PEJUS............................ 125

SENTENCIAS

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJALES MUNICIPALES POR CAUSALES OBJETIVAS,
VALOR PROBATORIO DE DOCUMENTOS ELECTORALES........................ 133

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE

CONCEJALES MUNICIPALES, CUOTA DE GÉNERO, INSCRIPCIÓN


DE LISTAS........................................................................................................... 137

7
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE POR


ACTOS DE CORRUPCIÓN, ACUMULACIÓN DE CAUSALES OBJETIVAS Y
SUBJETIVAS, NOTIFICACIÓN A PARTIDOS, MOVIMIENTOS POLÍTICOS O
GRUPOS SIGNIFICATIVOS DE CIUDADANOS DE LA DEMANDA, TACHA
DE TESTIGO, NUEVAS CENSURAS EN ALEGATOS DE CONCLUSIÓN,
VALOR PROBATORIO DE GRABACIÓN MAGNETOFÓNICA, PRUEBA
TESTIMONIAL, LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA................... 141

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONTRALORA


DEPARTAMENTAL, NOMBRAMIENTO EN ENCARGO, JERARQUÍA DE
CARGOS EN LA CONTRALORÍA DEPARTAMENTAL.................................. 153

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE DESIGNACIÓN DE


MAGISTRADO DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL, FALSA
MOTIVACIÓN, DESVIACIÓN DE PODER, CIFRA REPARTIDORA, FORMA
DE SUPLIR LOS REEMPLAZOS DE LOS CARGOS DE MIEMBROS DEL
CONSEJO NACIONAL ELECTORAL, DERECHO DE POSTULACIÓN....... 157

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


GOBERNADORA, AVAL ELECTORAL............................................................. 165

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DEL


DIRECTOR GENERAL DE CORPOCALDAS, REELECCIÓN DEL
DIRECTOR GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY ................................................................... 169

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJALES


MUNICIPALES, FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA,
ACTO ADMINISTRATIVO DEFINITIVO, CAUSALES OBJETIVAS Y
SUBJETIVAS DE LA NULIDAD ELECTORAL, DIFERENCIAS ENTRE
FORMULARIOS E 14 Y E 24, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO,
REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD.................................................................. 174

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJALES


MUNICIPALES, CUOTA DE GÉNERO, INSCRIPCIÓN DE LISTAS............. 181

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN MODALIDAD DE APOYO.... 185

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR


GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL PARA LA
DEFENSA DE LA MESETA DE BUCARAMANGA, TRÁMITE DE LAS

8
RECUSACIONES EN LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO.............................................................. 190

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL FISCAL


GENERAL DE LA NACIÓN, FINALIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE
NULIDAD ELECTORAL, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE PODERES,
PERIODOS INSTITUCIONALES Y PERSONALES DE CARGOS PÚBLICOS,
PRECEDENTE JUDICIAL, FINALIDAD DE LA RATIO DECIDENDI,
PROVIDENCIA JUDICIAL Y CONCEPTO DE LA SALA DE CONSULTA Y
SERVICIO CIVIL, COSA JUZGADA CONSTITUCIONAL, PRINCIPIO DE
CONFIANZA LEGÍTIMA..................................................................................... 199

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR INTERVENCIÓN EN
CONTRATACIÓN, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR INTERVENCIÓN EN
GESTIÓN DE NEGOCIOS.................................................................................. 220

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONTRALORA MUNICIPAL, CONTRADICCIÓN ENTRE INTERVENCIONES
DE AGENTES DEL MINISTERIO PÚBLICO, CARENCIA DE OBJETO POR
SUSTRACCIÓN DE MATERIA, ACTO DE POSESIÓN Y DE ELECCIÓN.... 225

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR PARENTESCO CON
FUNCIONARIO QUE EJERCE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA................ 229

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE DESIGNACIÓN DE


PERSONERO MUNICIPAL, CARGOS NUEVOS EN ALEGATOS DE
CONCLUSIÓN, CONCURSO DE MÉRITOS, ENTIDADES ESPECIALIZADAS
EN SELECCIÓN DE PERSONAL..................................................................... 235

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE SENADORES


DE LA REPÚBLICA POR CAUSALES OBJETIVAS, CAUSALES
GENERALES DE NULIDAD DEL ACTO ELECTORAL, CAUSALES
DE NULIDAD ESPECÍFICAS DEL ACTO ELECTORAL, FALSEDAD
POR DIFERENCIA INJUSTIFICADA ENTRE FORMULARIOS E-14 Y
E-24, AVANCE JURISPRUDENCIAL: UTILIZACIÓN DEL E-24 TXT O
ARCHIVO PLANO EN LUGAR DEL FORMULARIO E-24 EN EL CARGO
DE DIFERENCIAS CON EL E-14, SABOTAJE CONTRA LOS SISTEMAS
DE VOTACIÓN, INFORMACIÓN, TRANSMISIÓN O CONSOLIDACIÓN DE
LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES, DIFERENCIACIÓN ENTRE
VIOLENCIA Y SABOTAJE, DIFERENCIAS INJUSTIFICADAS ENTRE EL

9
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

TOTAL DE LOS VOTOS POR PARTIDO RESPECTO DE LA SUMA DE


LOS VOTOS POR CANDIDATOS Y VOTOS POR LA LISTA DEL MISMO
PARTIDO, AVANCE JURISPRUDENCIAL EN EL CARGO DE MÁS VOTOS
QUE VOTANTES: UTILIZACIÓN DEL E-24 TXT O ARCHIVO PLANO
EN LUGAR DEL FORMULARIO E-14 AL CONFRONTARLO CON EL
E-11, SISTEMAS DE VOTACIÓN CON AUTENTICACIÓN BIOMÉTRICA,
CONSOLIDACIÓN DE VOTOS A CANDIDATOS REVOCADOS POR EL
CNE, PROCEDIMIENTO DE REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE
CANDIDATOS, FORMULARIO E-14 CON MENOS DE DOS FIRMAS DE
LOS JURADOS DE VOTACIÓN, CARGO DE FRAUDE POR CANDIDATO
INHABILITADO PARA OBTENER VOTACIÓN DE MANERA FALSA EN
FAVOR DE UN PARTIDO POLÍTICO, CARGO DE RECUENTO INDEBIDO
POR PARTE DEL CNE, DIFERENCIAS INJUSTIFICADAS ENTRE
FORMULARIOS E14 CLAVEROS Y E14 DELEGADOS, IMPROCEDENCIA
DE RECUENTO DE VOTOS POR ROMPIMIENTO DE LA CADENA
DE CUSTODIA, CREACIÓN DE GRUPOS DE TRABAJO EN LOS
ESCRUTINIOS, ROMPIMIENTO DE LA CADENA DE CUSTODIA DEL
MATERIAL ELECTORAL, INCIDENCIA Y AFECTACIÓN ............................. 244

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO,


EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD, ADJUDICACIÓN DE
CURUL POR DERECHO PERSONAL, PRINCIPIO DE CONFIANZA
LEGÍTIMA............................................................................................................. 290

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR


DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE LA FRONTERA
NORORIENTAL, TRÁMITE DE LAS RECUSACIONES EN LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL...................................................... 304

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE PERSONERA


MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, EFECTOS VINCULANTES
DE LA LISTA DE ELEGIBLES.......................................................................... 310

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


POR CAUSALES OBJETIVAS, FALSEDAD DE DOCUMENTOS
ELECTORALES................................................................................................... 317

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO


DE LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE
MILITANCIA POLÍTICA EN MODALIDAD DE APOYO, VALORACIÓN
DE PRUEBAS...................................................................................................... 322

10
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE PERSONERO
MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, IDONEIDAD DE LAS
ENTIDADES QUE APOYAN EL CONCURSO DE MÉRITOS........................ 328

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE,


AVAL ELECTORAL, CANDIDATO ELECTORAL, EXCEPCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD................................................................................ 339

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA, PROHIBICIÓN DE
PERTENECER SIMULTÁNEAMENTE A MÁS DE UN PARTIDO O
MOVIMIENTO POLÍTICO.................................................................................... 347

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, IDONEIDAD
DE LAS ENTIDADES QUE APOYAN EL CONCURSO DE MÉRITOS,
PRUEBA INDIRECTA, INDICIO, CADENA DE CUSTODIA DE LA
PRUEBA............................................................................................................... 351

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN....... 360

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, CUOTA DE GÉNERO, REQUISITOS DE INSCRIPCIÓN DE
CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR, REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN
DE CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR, MODIFICACIÓN DE LA
INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR, PRINCIPIO
DE EFICACIA DEL VOTO................................................................................... 364

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL


PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN, FUNCIONES DEL
PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN, INFRACCIÓN DE NORMA
SUPERIOR COMO CAUSAL DE NULIDAD, INTERPRETACIÓN
RESTRICTIVA DE LAS INHABILIDADES, ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
DE LA DESVIACIÓN DE PODER, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN
DE PODERES, VALOR PROBATORIO DE LAS PUBLICACIONES
PERIODÍSTICAS, HECHO NOTORIO............................................................... 371

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE MAGISTRADO


DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE
PODERES............................................................................................................. 387

11
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE GOBERNADOR,


INHABILIDADES DEL GOBERNADOR, SELECCIÓN DEL CANDIDATO
DEL PARTIDO POLÍTICO, MECANISMOS DEMOCRÁTICOS PARA LA
SELECCIÓN DE CANDIDATOS A CARGOS DE ELECCIÓN POPULAR,
COALICIÓN, DOBLE MILITANCIA.................................................................... 395

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL


REPRESENTANTE DE LAS COMUNIDADES NEGRAS ANTE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE CESAR, CONSEJO
COMUNITARIO DE LA COMUNIDAD NEGRA, GRUPO ÉTNICO,
AFRODESCENDIENTE, ENFOQUE DIFERENCIAL...................................... 407

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


ALCALDE DISTRITAL, DEMOCRACIA POLÍTICA, DERECHO DE
PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA, GRUPO SIGNIFICATIVO DE
CIUDADANOS Y DIFERENCIA CON PARTIDOS Y MOVIMIENTOS
POLÍTICOS, INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL
MEDIANTE FIRMAS DE APOYO...................................................................... 423

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS PARA
LA ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL, LISTA DE
ELEGIBLES EN EL CONCURSO DE MÉRITOS, CONVOCATORIA A
CONCURSO DE MÉRITOS, MODIFICACIONES A LA CONVOCATORIA..... 431

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO DE LA


GERENTE DE LA ESE CAMU SAN RAFAEL, LÍMITES DEL RECURSO
DE APELACIÓN, TRASLADO DE LAS EXCEPCIONES PROCESALES,
FIJACIÓN DEL LITIGIO...................................................................................... 444

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


DIPUTADO, EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA
CAUSA POR PASIVA, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN LA
MODALIDAD DE APOYO, MENSAJE DE DATOS, PRINCIPIO DE
LA COMUNIDAD DE LA PRUEBA, LIBRE APRECIACIÓN DE
LA PRUEBA, FOTOGRAFÍAS, MEDIOS DE PRUEBA.................................. 450

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, INHABILIDAD DE LOS CONCEJALES
POR EJERCICIO DE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA POR SUS
PARIENTES, FACTOR TERRITORIAL............................................................. 470

12
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN
DE CONCEJAL MUNICIPAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA
EN LA MODALIDAD DE APOYO...................................................................... 477

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, FALSA
MOTIVACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO, FALTA DE
COMPETENCIA, EXPEDICIÓN IRREGULAR, DESVIACIÓN
DE PODER........................................................................................................... 486

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL


RECTOR DE LA UNIVERSIDAD, RECUSACIÓN CONTRA
MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO,
TRÁMITE DE LA RECUSACIÓN, REPRESENTANTE DE
PROFESORES ANTE CONSEJO SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD....... 493

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, NULIDAD DE LA ELECCIÓN POR VÍNCULO
DE PARENTESCO DEL CANDIDATO CON JURADO DE VOTACIÓN O
CON MIEMBRO DE LA COMISIÓN ESCRUTADORA, FALSEDAD EN
DOCUMENTO ELECTORAL, RECLAMACIÓN ANTE LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA, INFRACCIÓN DE NORMA SUPERIOR, ENTREGA
EXTEMPORÁNEA DE DOCUMENTOS ELECTORALES.............................. 501

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN


DE CONCEJAL MUNICIPAL, INHABILIDAD POR CONTRATACIÓN,
MUTUO DISENSO CONTRACTUAL, DESCONOCIMIENTO DEL
PRECEDENTE..................................................................................................... 509

NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE


CONCEJAL MUNICIPAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN LA
MODALIDAD DE DIRECTIVO, VALORACIÓN DE LA PRUEBA................... 513

ÍNDICE ANALÍTICO............................................................................................ 519

13
2021
AGRADECIMIENTOS

El contenido de la publicación que hoy nos sentimos honrados


de presentar es el resultado del trabajo de los Magistrados que
integran la Sección Quinta del Consejo de Estado, quienes con ello
honran el compromiso de garantizar los principios de publicidad y
transparencia de sus decisiones.

Este trabajo fue posible gracias a la invaluable colaboración de


los integrantes de cada despacho, del grupo interdisciplinario y la
Secretaría de nuestra Sección, que acompaña las labores y revisa los
altos estándares de calidad que las rigen y, muy especialmente, de
las Relatorías de la Sala Electoral y la de Asuntos Constitucionales
del Consejo de Estado.

El reconocimiento que hoy le brindamos a tan excelso equipo


obedece al apoyo incondicional que, con ocasión del trabajo realizado
con excelencia, permite esta divulgación jurisprudencial, la cual se
erige en un nuevo pilar para la protección de principios democráticos
y derechos fundamentales.

15
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

DESPACHOS
ROCÍO ARAÚJO OÑATE
Magistrados Auxiliares: Nancy Ángel Müller, María Cecilia del Río Baena,
María José Penen Lastra
Profesionales Especializados: Clara Inés Moreno Salazar, Ana Isabel
Baquero Barriga, Julián Camilo Bazurto Barragán, Laura Victoria Cruz
Ochoa, Diego Fabián Monje
Sustanciadores: Mónica Patricia Bayter Orlando, Juan Camilo Redondo
Maestre, María Josefina Quintero Daza, Diego Orlando Cediel Salas
Oficial Mayor: Lina María Ocampo Suárez
Auxiliares Judiciales: Juan Nicolás Gómez Ronsería, Fabio Edison
Barrera Gil
Conductor: Luis Orlando Urrutia Figueredos

LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ


ROCÍO ARAÚJO OÑATE (E)
PEDRO PABLO VANEGAS GIL
Magistrados Auxiliares: Fabio Jiménez Bobadilla, Paula Robledo Silva,
Sergio Alejandro Fernández Parra
Profesionales Especializados: Wilmar David Chaves Ramos, Jorge Rafael
Gómez Ortiz, María Camila Cervera Osorio, Carlos Andrés Vásquez Isaza,
Carlos Andrés Gómez Párraga
Sustanciadores: Diego Fernando Perdomo Rojas, Marco Felipe Chacón
Uribe, Juan David Aponte González, Rafael Bernardo Fernández Gómez
Oficial Mayor: Lizeth Dayani Ávila Poveda
Auxiliares Judiciales: Mónica María Pedraza Morales, Susan Lorena
Martínez Ocampo
Conductor: Mauricio Ávila Niño

CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

Magistrados Auxiliares: Germán Suárez Castillo, Ángela María Arbeláez


Cortés, Sonia Milena Vargas Gamboa
Profesionales Especializados: Johalys Matute Fuentes, María Alejandra
Páez Ibáñez, Yenifer Andrea Polanco Sánchez, Mery Ortiz Romero, Oderlei
Núñez Castro
Sustanciadores: Katerine Venegas Rozo, Adriana Mejía Romero, Wilson
Jair Correa Barragán, Luis Fernando Balaguera Soto

16
Oficial Mayor: Miguel Alfredo Pinedo Murgas
Auxiliar Judicial: Wilson Jair Correa Barragán
Conductor: Armando Benítez Ramírez

LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA


Magistrados Auxiliares: Claudia Patricia Molano Moncada, Elizabeth
Becerra Cornejo, Fabián Enrique Salazar Cárdenas
Profesionales Especializados: Laura Victoria del Pilar Sterling Sterling,
Katia Alexandra Domínguez Garcés, Ana Carolina Osorio Calderín, Ronald
Eliécer Van-Griecken, Astrid Carolina Sánchez Calderón
Sustanciadores: Arbey Cárdenas Ramírez, Andrea del Pilar Castellanos
García, Sandra Milena Tibaduiza Pulido
Oficial Mayor: Estefanía Robayo Cuervo
Auxiliares Judiciales: Ángela María del Pilar Luna Montero y Nelly
Stephany Mancera Gómez
Conductor: José Boris Estrella Gordillo

EQUIPO INTERDISCIPLINARIO
SECCIÓN QUINTA
Magistrado Auxiliar: Ángela Natalia Prieto Vargas
Profesionales Especializados: Marco Fidel Rojas Guarnizo, Andrea
Fernanda Arévalo Álvarez, Diego Enrique Segura Alfonso, Leonardo
Ernesto Corredor Ramírez, Sebastián Ávila Riaño
Sustanciadores: Leonardo José Navarro Pinto, Daniel Alberto Beltrán
Romero, Flor Nirsa Muñoz, Sindy Milena Cuervo Quintero
Auxiliares Judiciales: Carolina Mesa De la Ossa, Jairo Nelson Casteblanco
Beltrán, Camila Díaz González, Didier Giovanni Pérez Chacón, Ángela María
Guerrero Guerrero

SECRETARÍA SECCIÓN QUINTA


Secretaria: Ethel Sariah Mariño Mesa
Oficial Mayor: Gregory Enrique de Antonio Rojas, Efraín Alberto Cortés
Gordo
Auxiliares Judiciales: Efrain Alberto Cortés Gordo, María del Pilar Clavijo
Gaitán, Bertha Cecilia Huérfano Molano, Ángela María Hernández Baquero

17
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Escribiente: Néstor Antonio Rodríguez Higuera, María Camila Núñez


Martínez
Citador: Katherinn Andrea Rojas Vargas

SECRETARÍA GENERAL
Secretario General: Juan Enrique Bedoya Escobar
Equipo de Trabajo: Juliana Mosquera Correal, Heidy Yurani Barreto Cruz,
Blanca Lilia Vela Suárez, Javier Eduardo Vergara Hernández, Amanda
Cristina Cerón Rodríguez, Blanca Isabel Rodríguez Uribe, Diego Mario
Gómez Torres, Jeimy Tatiana Casas Mora, Zaida Yurani Duitama Guio,
Iván Mauricio Lizarazo Solano, Diana Lizeth León Lozada, María Doris
Buitrago Bermúdez, Javier Emilio Castellanos Sotelo, Juan Sebastián
Gómez Aristizabal, Jesús Hernando Padilla Guerrero, Alexander Guillermo
Pineda Vanegas, Mónica Eliana López Madarriaga, Miller Andrés Vásquez
Rodríguez, Jhon Jairo Rueda Bonilla, Lorena Carmona Villamarín, Jeimmy
Carolina Guerrero Baracaldo, María Alejandra Hernández Mejía, Luisa
Fernanda Pardo Salamanca, Cecilia Esperanza Vega Valcárcel, Carolina
Guzmán Quiñones, Juliana Andrea de los Ángeles Sterling Sterling, Diana
Marcela Mateus Cobos, Juan Carlos Valenzuela Pedraza, Linda Mairena
Mojica Alvarado, Jeimy Liliana Noriega Pedraza, Katherin Andrea Barrera
Valencia, Cindy Paola Mendoza Tique, Myriam Yolanda Jiménez Parra,
Anna María Fierro Osejo, Juan Sebastián Cano Rico, Jeyson Andrés Forero
Sierra, Oscar Javier Miranda Rueda, Thelmo Julián Bolaños Liscano, Neyl
Alejandro Vacca Bermúdez, Heidy Lizeth Bobadilla Pinzón, Carolina Mora
Hernández, Fabio Díaz Ruíz

RELATORÍAS
Relator Sección Quinta: Wadith Rodolfo Corredor Villate
Auxiliares Judiciales: Ana Teresa Niño Rojas, Daniela Pamela Quiñonez
Sánchez*, Erik Ferney Hernández Acosta
Relatores de Asuntos Constitucionales: Pedro Javier Barrera Varela,
Leonardo Vega Velásquez*, Camilo Augusto Bayona Espejo, Jacqueline
Contreras Parra*, Juan Alejandro Suárez Salamanca
Profesionales: Darwin Alexis Goyeneche Ortiz, Lorenza Cortés Rozo,
Melissa Amaya Galeano, Leonardo Vega Velásquez, Jenifer Alexandra
Ochoa Salcedo, Lucero Valois

18
Auxiliares Judiciales: Lucero Valois, Melissa Amaya Galeano, Daniela
Mayorquín Mayorquín, Jenifer Alexandra Ochoa Salcedo, María Camila
Vega Torres, Jessica Paola Delgado Escobar
Escribientes: Jessica Paola Delgado Escobar, Vanessa Millán Paramo,
María Camila Vega Torres, Diego Felipe Torres Castañeda, José Salvador
Jiménez Pérez

OFICINA DE SISTEMAS
Jefe de Sistemas: Pablo Enrique Moncada Suárez
Profesional Especializado 33: Paola Andrea Alzate Lozano
Profesional Universitario Grado 20: Carolina Álvarez López
Profesional Universitario Grado 18: Oscar Elías Herrera Bedoya, Camilo
Ernesto Losada Burbano, Jorge Eduardo Coral Torres
Operador de Sistemas Grado 18: Leslie Rocío Cruz Chacón, Camilo
Ernesto Losada Burbano, José Fernando Bejarano Peña
Técnico Grado 13: Luis Carlos Cardozo Saavedra, Nancy González Vanegas,
Julián Alberto Amaya Céspedes
Grupo de Apoyo: Jaime Armando Meneses, Mateo Aza Bustos, David
Santiago Uribe, María Isabel Aguilar Moya, Steven Leonardo Sierra Pardo

OFICINA DE PRENSA
Jefe de Prensa: Juliana María Cadena Casas
Profesional Universitario: Giovanni González Arango, César Augusto
Álvarez López, Diego Rodríguez Saza
Asistente Administrativo: Fredy Ernesto Vergara Hernández

COORDINACIÓN ADMINISTRATIVA
Coordinador Administrativo: Antonio Guillermo Guarín Rojas
Profesional Universitario Grado 18: Gloria Patricia Mejía Bravo
Escribiente Nominado: Rafael Antonio Garzón Verano
Asistentes Administrativos: John Jairo Caro Ramírez, Maryhat Yessell
Parra Cantor, Yineth Viviana Molina Triana

* Servidores que acompañaron parte del año al grupo de trabajo

19
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

2021
20
P RESENTACIÓN1

El numeral 1º del artículo 237 de la Constitución Política define al Consejo


de Estado como el “tribunal supremo de lo contencioso administrativo” y,
con ello, le confiere la potestad de determinar el alcance, los efectos
y la interpretación de normas, conceptos e instituciones relevantes y
aplicarlos para resolver los casos concretos, en el contexto delimitado
por los supuestos fácticos y jurídicos planteados.

Por su parte, la Ley 14 de 1998 integró, en forma permanente, la Sección


Quinta del Consejo de Estado y le asignó competencias en materia
electoral, que actualmente se encuentran consagradas en la Ley 1437
de 2011 y en el Acuerdo 80 de 2019, contentivo del Reglamento Interno
del Consejo de Estado, consistentes en resolver sobre la legalidad de los
actos que se expiden en el proceso electoral, los actos electorales, los de
contenido electoral y los de llamamiento.

Los medios de control cuyas competencias han sido asignadas a esta


Sala especializada tienen como objetivo proteger el sistema democrático,
el principio de legalidad en el ejercicio de las funciones electorales y
de la facultad nominadora, así como garantizar la transparencia de
las elecciones en los organismos del Estado y en las entidades y
corporaciones de elección popular.

Es allí donde cobra relevancia el ejercicio oportuno y eficaz del


control judicial sobre los actos objeto de examen, para comprobar
el cumplimiento de los requisitos de validez y ello comprende la
observancia del deber de proferir oportunamente las decisiones y de
darlas a conocer a la ciudadanía, constituyéndose este último en uno
de los mecanismos a través de los cuales se garantiza el principio de
transparencia.

Para ello, hemos efectuado una selección de los más importantes


pronunciamientos efectuados en el año 2021, que reflejan el estado de
la jurisprudencia de la Sección, con el fin de dar claridad a instituciones

1 Nancy Ángel Müller – Magistrada auxiliar

21
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

jurídicas procesales y sustanciales que se han interpretado en todos los


casos para proteger los principios superiores de nuestro ordenamiento.

En relación con los primeros, los lectores podrán encontrar claridad,


entre otros aspectos, sobre los requisitos que debe contener la demanda
para ser admitida y dar lugar a un pronunciamiento de fondo, evitando
con ello el desgaste innecesario de la administración de justicia con la
adopción de decisiones que no resuelvan de fondo la controversia debido
a la ausencia de los presupuestos procesales exigidos.

Se precisa el alcance de figuras como la aclaración y la adición de


sentencias en sede de nulidad electoral y la integración normativa
que corresponde realizar en tales casos, pronunciamientos sobre la
oportunidad en el ejercicio de los medios de control, la legitimación en la
causa por activa y por pasiva, la debida integración del contradictorio, la
reforma de la demanda y su régimen especial.

Se destacan pronunciamientos sobre la procedencia de las medidas


cautelares en sede de nulidad electoral y, especialmente, de los requisitos
argumentativos y probatorios que deben concurrir para que sea posible
decretar la suspensión provisional del acto censurado, como también de
aquellos que deben concurrir para la revocatoria de las medidas.

Al abordar tales ejes temáticos, el contenido de esta publicación refleja


los cambios que se han introducido en la legislación que pretenden
armonizar las reglas procesales con los valores, principios y derechos
fundamentales que inspiran la Carta de 1991.

Lo anterior, en consideración a que el 25 de enero de 2021 entró a


regir la Ley 2080, por la cual se reformó el Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, según iniciativa
que tuvo su origen en el Consejo de Estado, pretendiendo no solo la
distribución armónica de las competencias entre esta Corporación,
los tribunales administrativos y los juzgados administrativos del
circuito, sino también el fortalecimiento de su función unificadora y
la modificación de normas que generaban diversas interpretaciones
o contenían antinomias, brindando igualmente herramientas para la
implementación y transformación digital de la justicia.

En aspectos sustanciales, haciendo referencia solo al contenido y


alcance de algunas de las providencias, se aclaran los efectos jurídicos
de las decisiones dictadas en los procesos de nulidad electoral, según la
necesidad de salvaguardar el procedimiento o una determinada etapa,

22
lo que dependerá de las condiciones especiales que se adviertan en
cada caso.

En términos generales los extractos publicados reflejan las


especificidades propias de esta especialidad del derecho administrativo,
que surgen del contenido de los artículos 275 y siguientes de la Ley
1437 de 2011, así como de la Ley 1475 de 2011 y las normas especiales,
constituyéndose esta recopilación en una verdadera herramienta en la
especialidad del derecho electoral en Colombia.

Se destacan decisiones encaminadas a promover condiciones para que


la igualdad de las mujeres sea real y efectiva, en cumplimiento de una
de las obligaciones de las autoridades, que surgió en razón de la historia
de discriminación, sometimiento y marginación que han padecido,
con miras a revertirla para alcanzar el desarrollo del país con paz,
equidad y justicia social, tema sobre el cual se advierten importantes
pronunciamientos, como el contenido en la sentencia del 3 de junio de
2021, que se encuentra en el extracto 142.

Se indican los presupuestos necesarios para que sea posible


seleccionar un asunto para unificación de jurisprudencia, con el fin de
lograr la unidad y coherencia del ordenamiento y, por lo tanto, asegurar
el tratamiento igualitario de los asuntos que cuentan con identidad o
similitud fáctica y jurídica.

En ejercicio de la potestad-deber de unificación, por motivos de


importancia jurídica la Sala Electoral dictó el fallo del 12 de agosto
del 2021, en el que reiteró que los concejos municipales tienen la
competencia exclusiva para determinar los lineamientos generales de la
forma en la que se adelantarán las etapas del concurso de méritos para
la escogencia de personeros, siendo los responsables de su dirección.
Señaló que ni los concejos ni las entidades que estos contraten para
operar los concursos pueden limitar la inscripción de los aspirantes a
un solo concurso y deben garantizar la amplia participación ciudadana.

En punto de lo anterior, la Sección advirtió que el desconocimiento de


este principio invalida la elección, por desconocimiento de las normas
que regulan la elección y por falta de competencia, causales de nulidad
que se configuran sin que se tenga que examinar la incidencia, esto es,

2 Con ponencia del magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, Rad, 08001-23-33-
000-2021-00012-01

23
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

si el resultado electoral sería el mismo o no, dado que esta circunstancia


únicamente se estudia en los casos de expedición irregular del acto.

Por otra parte, el Consejo de Estado investido de potestades como juez


constitucional tiene, igualmente, a su cargo la resolución de acciones de
tutela (artículo 86 de la C.P.), la selección para su eventual revisión de las
sentencias o de las demás providencias que determinen la finalización
o el archivo del proceso en los medios de control de protección de
derechos e intereses colectivos y de reparación de los perjuicios
causados a un grupo (artículo 36 A de la Ley 270 de 1996 – Estatutaria
de la Administración de Justicia)3, así como de cumplimiento de normas
con fuerza material de ley o de actos administrativos4.

En ese orden, esta publicación igualmente contiene las decisiones


más significativas que se han dictado en las acciones constitucionales
citadas.

En consecuencia, el lector va a encontrar una línea de pensamiento


y aplicación del derecho que propende por el cumplimiento efectivo
de las condiciones de ejercicio de los derechos y la delimitación del
núcleo constitucionalmente vinculante de estos, a través de ejercicios
de ponderación y aplicación del test de proporcionalidad que determina
el fin legítimo que corresponde alcanzar según los supuestos fácticos
analizados.

Se destaca que, del examen de las demandas de tutela que se


presentan, la gran mayoría de ellas pretenden la protección de los
derechos al debido proceso y de acceso a la administración de justicia
que consideran vulnerados con ocasión del proferimiento de decisiones
judiciales, cuya razonabilidad y carencia de arbitrariedad es objeto de
estudio a fondo para evitar la vulneración de tales prerrogativas.

Cabe destacar que la Sala ha realizado importantes pronunciamientos


para evitar la mora judicial y administrativa, propender por el cumplimiento
efectivo de las sentencias judiciales y de los actos administrativos que
reconocen derechos, garantizado que los conflictos que se someten a
consideración de los jueces sean efectiva y oportunamente resueltos,
reconociendo que únicamente una administración de justicia oportuna y
eficaz posibilita la construcción de paz.

3 Ley 472 de 1998 y artículos 144 y 145 de la Ley 1437 de 2011.


4 Ley 393 de 1997 y artículo 146 de la Ley 1437 de 2011.

24
La Sección se ha preocupado por aplicar las sentencias de unificación de
jurisprudencia proferidas por la Corte Constitucional, como corporación
de cierre en materia de derechos fundamentales, con el fin de que la
garantía de la seguridad jurídica sea real y efectiva.

También le ha aclarado a los accionantes cuándo una acción de


tutela contra providencia judicial tiene relevancia constitucional, esto
es, cuando transciende el ámbito meramente legal, se ha referido
ampliamente a la figura de la carencia actual de objeto, en todas las
modalidades reconocidas jurisprudencialmente, ha determinado
los casos en el que recurso extraordinario de revisión, constituye un
mecanismo idóneo y eficaz de protección de los derechos, a la hora de
analizar la subsidiariedad, entre otros importantes aspectos.

En forma transversal, ha precisado cada una de las causales tanto


genéricas como especiales de procedibilidad de la acción de tutela,
aplicándolas de tal manera y con tan detallado análisis jurídico y
probatorio que en todos los casos amplíen el ámbito de protección de
los derechos fundamentales.

Se van a encontrar importantes lineamientos sobre la procedencia de


la acción de tutela contra laudos arbitrales y contra las sentencias que
resuelven el recurso de anulación.

En esta oportunidad se va a notar un importante avance en la redacción


de las providencias en un lenguaje claro, comprensible para toda la
ciudadanía y no que da lugar a equívocos a la hora de interpretar lo que
la Sala pretendió al momento de dictar las sentencias o para dar alcance
a las órdenes impartidas.

Se resalta igualmente una significativa protección al derecho al debido


proceso en incidentes de desacato, pero también unas decisiones
contundentes encaminadas a que lo dispuesto en amparo de los
derechos fundamentales se cumpla estricta y oportunamente.

Esperamos, en consecuencia, que esta publicación, que contiene la


aplicación de los principios y las normas a casos concretos y que llena
de contenido prácticamente todas las figuras jurídicas procesales
y sustantivas, se erija en un referente obligatorio de consulta para
profesionales, usuarios de la administración de justicia y para todas las
personas que tengan interés en temas electorales y constitucionales,
que se han tratado con profundidad.

25
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

2021
26
MAGISTRADA
LUCY JEANNETTE
BERMÚDEZ BERMÚDEZ
SECCIÓN QUINTA

AUTOS
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DE
CONTRALOR MUNICIPAL, RECURSOS QUE PROCEDEN CONTRA
EL AUTO QUE RESUELVE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
NOMBRAMIENTO EN ENCARGO, INHABILIDAD DE CONTRALOR
MUNICIPAL POR EJERCICIO DE CARGO PÚBLICO

EXTRACTO No. 1

RADICADO: 66001-23-33-002-2020-00494-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: César David Grajales Suárez
DEMANDADO: Juan David Hurtado Bedoya - Contralor municipal de
Pereira, período 2020-2021
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala resolverá si con base en el recurso


de apelación y las pruebas allegadas al plenario, existe mérito para
revocar, modificar o confirmar la decisión proferida por el Tribunal de
lo Contencioso Administrativo de Risaralda, Sala Segunda de Decisión,
mediante el cual negó la medida cautelar de suspensión de los efectos
del Acta No. 130 de 10 de septiembre de 2020 por medio de la cual
se eligió al señor JUAN DAVID HURTADO BEDOYA como contralor
municipal de Pereira, período 2020-2021, expedida por el Concejo
Municipal de Pereira, Risaralda.

27
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

TESIS 1: En atención a la solicitud presentada en el escrito de


respuesta al recurso objeto de estudio, en el cual la apoderada del
señor Juan David Hurtado Bedoya propone la improcedencia de la
apelación contra el auto que niega la medida cautelar de suspensión
provisional, la Sala precisa lo siguiente: En tratándose de providencias
con las que se deciden las solicitudes de suspensión provisional en
materia electoral, sea que acceda o niegue la medida cautelar en
los términos del inciso final del artículo 277 del CPACA, norma de
carácter especial para aquellos trámites que se adelantan bajo el
procedimiento del medio de control de nulidad electoral, procede en
caso de haberse pedido, y atendiendo la instancia en que se profiera, el
recurso de apelación, cuando es de doble instancia y, el de reposición,
en única instancia. (…). Por contera, ante la regulación especial del
medio de control de nulidad electoral y en atención al Reglamento del
Consejo de Estado que atribuye a la Sección Quinta el conocimiento de
los procesos electorales contra los actos de elección, nombramiento
y llamamiento, la Sala es competente para conocer de la apelación
de las decisiones de los Tribunales Administrativos, y en tal sentido la
petición del demandado dirigida a que se declare la improcedencia del
mentado recurso no tiene vocación de prosperidad.

TESIS 2: La fuerza ejecutiva y ejecutoria que tienen los actos


administrativos una vez queden en firme como prerrogativa y pilar
fundamental de la actuación pública, determinan su impostergable
cumplimiento así sean demandados judicialmente; pero al mismo
tiempo como contrapartida y garantía de los administrados implica
que éstos puedan solicitar ante el juez la suspensión de sus efectos
mientras se tramita el correspondiente proceso donde se cuestiona
su legalidad. (…). [L]as disposiciones [artículo 229 y 231 de la Ley
1437 de 2011] precisan que la medida cautelar i) se debe solicitar con
fundamento en el mismo concepto de violación de la demanda, o en lo
que el demandante sustente al respecto en escrito separado -siempre
que se encuentre en término para accionar- o en la misma demanda,
pero en todo caso que sea específica y propia para la procedencia
de la medida excepcional, o una expresa remisión a que el apoyo de
la medida se soporta en el concepto de violación y ii) al resolver se
debe indicar si la violación de las disposiciones invocadas surge de
la confrontación entre el acto demandado y las normas superiores
invocadas como violadas o del estudio de las pruebas allegadas con
la solicitud. (…). Por otra parte, en el proceso de nulidad electoral, de
conformidad con el inciso final del artículo 277 del CPACA, la decisión

28
de otorgar o no la medida cautelar se toma en el auto admisorio, lo
cual evidencia la misma efectividad de aquellas medidas catalogadas
como de urgencia por el artículo 234 del CPACA.

TESIS 3: [E]l encargo es una modalidad de provisión temporal de


empleos públicos. (…). Esta particularidad permite, en principio,
parangonar esta figura jurídica al nombramiento, forma típica de
acceso a la función pública. Sin embargo, es menester indicar que
no en todas las ocasiones los encargos deben ser comprendidos
como una forma de proveer los empleos públicos, pues, no en pocas
ocasiones, se encargan las funciones, pero no el cargo, eventos en
los cuales dicha situación administrativa no puede ser equiparada
a un nombramiento. En otros términos, el encargo del cargo implica
un reemplazo del titular del mismo, mientras que en el contexto del
encargo de funciones éste continúa ocupándolo, a pesar de que por
alguna situación administrativa no puede desempeñar el catálogo
de funciones asignado a su empleo. (…). [E]l “encargo” no comporta,
ipso facto, una modalidad de provisión de los empleos públicos, toda
vez que no conlleva, en principio, reemplazo de quien dispone del
vínculo legal y reglamentario, razón por la que puede concluirse que,
bajo esta situación, el encargo deberá ser entendido como relativo
exclusivamente a las funciones del empleo. De allí que esta figura
jurídica –encargo– no pueda ser, en todos los casos, comprendida
como un nombramiento. (…). En este caso se tiene que, por medio de la
Resolución No. 223 de 15 de octubre de 2019, el Concejo Municipal de
Pereira encargó como contralor municipal al demandado por vacancia
absoluta de su titular mientras se llevaba a cabo el concurso para
proveer el cargo de manera definitiva. De esta manera es claro, que
no nos encontramos ante una situación administrativa de encargo
de funciones, por cuanto lo ocurrido en el presente asunto fue que
se realizó un encargo remunerado por vacancia absoluta en el cargo
de contralor municipal de Pereira. Se realizan estas consideraciones,
a fin de tener claridad del encargo que aceptó el demandado con
anterioridad a que fuera designado de manera definitiva a través del
acto acusado como contralor departamental (última decisión que en
estricto sentido es sobre la que versa el presente proceso), toda vez
que, con fundamento en la referida situación administrativa, se edifica
la presunta configuración de las causales de inhabilidad invocadas.

TESIS 4: El objeto de debate se centra en establecer si con el acto


acusado se desconocieron las normas previstas en el numeral 2° del

29
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

artículo 95 y literales a) y c) del artículo 163 de la Ley 136 de 1994,


por cuanto el señor Hurtado Bedoya desempeñó, dentro de los 12
meses anteriores a su elección como contralor municipal de Pereira,
Risaralda previa convocatoria pública, en calidad de encargo y si con
ello, ejerció autoridad administrativa. (…). [D]el análisis efectuado por la
Sección se resaltan las siguientes premisas respecto a la inhabilidad
del numeral 2 del artículo 95 de la Ley 136 de 1994: (i) Resulta
aplicable de forma complementaria, con la inhabilidad descrita en el
artículo 272 Superior por cuanto se trata de causales de inelegibilidad
que satisfacen finalidades diversas. (ii) Opera para el caso de los
contralores encargados sobre la base de las previsiones contenidas en
el literal c) del artículo 163 de la Ley 136 de 1994, de conformidad con
los considerandos de principio plasmados por la Corte Constitucional
en la sentencia C-126 de 2018 que legitimó esta integración normativa.
Ello, sin perjuicio de la declaratoria de inconstitucionalidad parcial
del literal a) del artículo 163, adoptada por ese Alto Tribunal en la
sentencia a la que se hace referencia producto del carácter atemporal
del que adolecía el supuesto inhabilitante que contenía la norma. Ahora
bien, por otro lado, la Sección dispuso que con el Acto Legislativo No.
4 de 2019 que subrogó el artículo 272 “no modificó la jurisprudencia
del Consejo de Estado que supone la coexistencia de la inhabilidad
constitucional, con la dispuesta en el artículo 95 de la Ley 136 de 1994
para los contralores”. (…). Añádase a lo expuesto, que si bien la Corte
Constitucional en la sentencia C-126 de 2018, declaró inexequible
del literal a) del artículo 163 de la Ley 136, la expresión que indicaba
que quien haya desempeñado en encargo el empleo de contralor no
puede ser elegido en el mismo cargo, pues se estableció de manera
intemporal tal situación de inelegibilidad, expresamente indicó que
ello no significa que quien fue encargado como contralor y aspire ser
nombrado en propiedad, no le sean aplicables otras inhabilidades, como
las previstas en el artículo 95 de la Ley 136 de 1994, en especial, cuando
se evidencia que estuvo en esa situación administrativa poco tiempo
antes de la designación en propiedad. (…). [L]a inhabilidad que es objeto
de debate en esta providencia supone la configuración de los elementos
que se relacionan a continuación: “a) Objetivo. Ejercer como empleado
público, jurisdicción o autoridad política, civil, administrativa o militar.
b) Temporal. Ejercer el cargo dentro de los doce meses anteriores a la
fecha de elección. c) Territorial. Ejercer el cargo en el mismo municipio
en el que se aspira quedar elegido. (…). [E]l señor Juan David Hurtado
Bedoya fue nombrado como contralor municipal de Pereira encargado,
dada la falta absoluta del titular por fallecimiento ocurrido el 6 de

30
octubre de 2019, mediante Resolución No. 223 del 15 de octubre de
2019, hasta que se llevara a cabo el concurso para proveer de manera
definitiva el cargo. Esto sucedió, el 10 de septiembre de 2020 mediante
Acta No. 130 cuando el mismo señor Hurtado Bedoya fue nombrado
y posesionado mediante Acta No. 131 del 11 de septiembre de 2020
como contralor municipal de Pereira, Risaralda. Estos supuestos
fácticos, demuestran el cumplimiento del elemento temporal dado que
el demandado fungió como contralor municipal de Pereira en encargo
durante el período comprendido entre 15 de octubre de 2019 al 10
de septiembre de 2020, fecha en la cual el mismo funcionario fue
nombrado como titular, es decir, dentro de los 12 meses antes de la
elección. (…). [S]e evidencia que de acuerdo con las citadas funciones
y la gestión realizada por el señor Hurtado Bedoya como contralor
municipal en encargo, durante el periodo inhabilitante ya mencionado,
realizó distintas actividades que demuestran sin duda alguna el
ejercicio de autoridad administrativa pues contó con facultades de
autonomía decisoria y determinación para abordar asuntos propios de
la entidad y de esta forma propender por su adecuada administración.
Esto cobra mayor fuerza, si se tiene en cuenta que en la estructura de
la entidad es el cargo con mayor rango de jerarquía y por tal motivo, se
atribuyen funciones de direccionamiento del ejercicio del control fiscal,
la fijación de políticas y programas, representación legal, ordenar el
gasto, imposición de sanciones, delegar y desconcertar funciones,
dirigir el sistema de control interno, expedir actos administrativos
y celebrar contratos, entre otras. (…). Finalmente, el elemento
territorial también está acreditado pues es claro que las funciones
las desempeñó en el municipio de Pereira, Risaralda mismo en el
que posteriormente fue elegido como titular. (…). [P]ara esta Sala se
encuentran configurados en su totalidad los elementos contenidos en
el numeral 2° del artículo 95 de la Ley 136 de 1994, es decir, los factores
objetivo, temporal y territorial y en tal sentido, la medida cautelar
de suspensión provisional del acto acusado, (…), tiene vocación de
prosperidad, en este momento procesal, de conformidad con el estudio
efectuado dada la confrontación realizada con las normas invocadas
y el acervo probatorio disponible en el expediente digital. Finalmente,
con relación al argumento expuesto por el demandado respecto a la
inexistencia de un perjuicio irremediable que habilite la procedencia
de la medida de suspensión provisional, se precisa que este requisito
no se contempla dentro de aquellos previstos en la norma, pues como
se indicó en la generalidades de esta providencia, la prosperidad del
decreto de la suspensión de los efectos del acto censurado estará

31
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

sujeta a la violación de las disposiciones invocadas por el petente,


que podrá surgir (i) de la confrontación del acto demandado con las
normas superiores traídas a colación en la demanda o en el escrito
separado; (ii) del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud –
art. 231 CPACA– y para el caso que nos ocupa quedaron demostrados
debidamente para que la misma sea decretada. (…). Con base en lo
anterior, la Sala revocará la providencia de 5 de noviembre de 2020,
en lo que respecta al artículo 3°, que negó el decreto de la medida
cautelar de suspensión provisional del acto acusado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 272 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 95
NUMERAL 2 / LEY 136 DE 1994 - ARTÍCULO 163 LITERAL A Y C / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 234 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277

32
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECRETÓ LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE DESIGNACIÓN DE
PERSONERA TRANSITORIA, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE
LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, INHABILIDAD DEL PERSONERO
MUNICIPAL POR INTERVENCIÓN EN CONTRATACION

EXTRACTO No. 2

RADICADO: 20001-23-33-000-2020-00418-01
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Carlos Alberto Uribe Sandoval
DEMANDADA: Johana Caviedes Pabón - Personera transitoria del
municipio de Aguachica - Cesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar, con base


en los argumentos esgrimidos en el recurso de apelación, si en este
caso hay lugar a confirmar, revocar o modificar la decisión de decretar
la medida cautelar de suspensión provisional de los efectos del Acta
de Sesión Ordinaria No. 051 del 6 de agosto de 2020, por medio del
cual, el Concejo Municipal de Aguachica designó a la señora JOHANA
CAVIEDES PABÓN, como Personera transitoria del municipio, conforme
los argumentos de impugnación, según los cuales “el Tribunal
interpretó de forma errada la norma y no tuvo en cuenta lo contemplado
por la Corte Constitucional en el sentencia SU- 566 de 2019, pues el
elemento territorial, hace referencia al “orden departamental, distrital
o municipal”, esto es, al nivel territorial de pertenencia del cargo
ocupado” y, por cuanto, “el cargo que la demandada desempeñó en la
Defensoría del Pueblo, dentro del año anterior a su designación, no es
del orden municipal, y, por lo mismo, no se configuró el presupuesto
territorial de la inhabilidad relativo al orden del cargo.”

TESIS: De la interpretación armónica de las normas que rigen la


figura [artículo 231 y 277 de la Ley 1437 de 2011], se tiene que para
que se pueda decretar la suspensión provisional de un acto en materia
electoral debe realizarse un análisis del acto demandado frente a
las normas superiores invocadas como vulneradas en la demanda
o en la solicitud, según corresponda, para así verificar si hay una

33
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

violación de aquellas con apoyo en el material probatorio con el que


se cuente. No obstante, resulta del caso precisar que no cualquier
desconocimiento normativo implica per se la suspensión provisional
del acto acusado por cuanto es claro que debe analizarse en cada
caso concreto la implicación del mismo con el fin de determinar si
tiene o no la entidad suficiente para afectar la aplicabilidad del acto
y en últimas su legalidad. (…). [E]l pronunciamiento que se emita con
ocasión de una solicitud de medida cautelar en manera alguna implica
prejuzgamiento, por lo que nada obsta para que la decisión adoptada
varíe en el curso del proceso y para que incluso, la decisión definitiva
sea diferente. (…). La prohibición de esta norma [literal g) del artículo
174 de la Ley 136 de 1994], para quien pretenda inscribirse como
candidato a ser elegido Personero, encierra tres aspectos: * Elemento
objetivo: Que la persona haya celebrado por sí o por interpuesta
persona contrato de cualquier naturaleza con entidades u organismos
del sector central o descentralizado de cualquier nivel administrativo. *
Elemento temporal: Que el contrato se celebre durante el año anterior
a la elección del personero. * Elemento espacial: Que el contrato deba
ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio. Pues bien, la causal
de inhabilidad que invoca el demandante exige para su configuración
i) la participación personal y activa de la demandada en los actos
conducentes a la consolidación de un contrato, ii) que la celebración
del contrato se dé con una entidad pública de cualquier nivel y que su
ejecución se desarrolle en la respectiva entidad territorial municipal y,
iii) que el contrato se haya celebrado en interés particular y propio del
elegido o de un tercero, todo lo cual debe probarse por el demandante
que alega la situación. (…). Esta Sala, una vez revisada la sentencia
que cita el apoderado de la apelante [SU-566 de 2019 de la Corte
Constitucional], considera que la misma no puede ser aplicada al
asunto que nos ocupa pues la inhabilidad alegada en dicho caso es
diferente a la invocada en este, no solo respecto a la normativa que
la contiene sino a la redacción de la misma. (…). En el caso estudiado
por la Corte Constitucional se invoca la inhabilidad contenida en
el inciso octavo del artículo 272 de la Constitución ,donde se regula
lo concerniente a la Contraloría General de la República y a los
contralores departamentales, distritales y municipales. (…). En esta, el
constituyente contempló tres elementos para su configuración: i) la
conducta proscrita, ocupar un “cargo público”, ii) elemento territorial
“en la rama ejecutiva del orden departamental, distrital o municipal” y,
iii) elemento temporal “en el último año” Mientras que la alegada en el
proceso que nos ocupa, es la señalada en el literal g) del artículo 174

34
de la Ley 136 de 1994, que regula las inhabilidades para acceder al
cargo de Personero. (…). Por su parte, el legislador señaló los siguientes
requisitos para la estudiada inhabilidad: i) elemento objetivo: que la
persona haya celebrado por sí o por interpuesta persona contrato de
cualquier naturaleza con entidades u organismos del sector central o
descentralizado de cualquier nivel administrativo, ii) elemento temporal
“durante el año anterior a su elección” y, iii) elemento espacial, que el
contrato “deba ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio”, sin
que el Legislador la haya restringido de manera expresa a aquéllos
suscritos con entidades del orden municipal. (…). [Del inciso octavo del
artículo 272 de la Constitución Política y el literal g) del artículo 174 de
la Ley 136 de 1994] se concluye que la inhabilidad para ser personero
no está limitada a que el contrato sea suscrito entre el elegido y una
entidad u organismo del orden departamental, distrital o municipal
sino a que sean del sector central o descentralizado de cualquier nivel
administrativo. Lo anterior resulta coherente con el elemento espacial
de la inhabilidad, según el cual, independientemente de la naturaleza
jurídica de la entidad contratante, lo relevante es el lugar de ejecución
del contrato. De acuerdo con las anteriores razones es infundada
la interpretación de la inhabilidad realizada por el apoderado de la
demandada, por lo que, al estar probado en el proceso que la señora
JOHANA CAVIEDES PABÓN suscribió contrato de prestación de servicios
No. DP-4456-2019 con la Defensoría del Pueblo, la Sala encuentra
demostrado el elemento objetivo, compartiendo la interpretación
dada por el Tribunal en la decisión apelada. (…). Del sentido literal de
la norma que contiene la inhabilidad en discusión, se observa que el
literal g) del artículo 174 de la Ley 136 de 1994 dispone que no podrá
ser elegido personero quien haya celebrado contrato “dentro del año
anterior a la elección”, por lo que en este caso, la Sala encuentra que
el elemento temporal de la inhabilidad está demostrado, toda vez que
la designación de la Personera transitoria del municipio de Aguachica
se realizó el 6 de agosto de 2020, y la demandada celebró el contrato
No. DP-4456-2019 con la Defensoría del Pueblo el 16 de diciembre de
2019. (…). [En cuanto al elemento espacial] le corresponde a la Sala
determinar si el referido contrato de prestación de servicios celebrado
entre la demandada y la Defensoría del Pueblo debía ejecutarse o
cumplirse en el municipio de Aguachica - Cesar. Del análisis de la (…)
prueba documental [contrato de prestación de servicios No. DP-4456-
2019], la cual no fue controvertida ni tachada por la parte demandada,
se desprende con toda claridad que el contrato debía ejecutarse en
el municipio de Aguachica Cesar Por lo anterior, la Sala concluye

35
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que en este estado del proceso se acreditó la materialización de los


elementos de la inhabilidad consagrada en el literal g) del artículo 174
de la Ley 136 de 1994, por consiguiente, la providencia impugnada
será confirmada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 272 INCISO 8 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO
174 LITERAL G / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
244 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277

36
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA DECISIÓN QUE NEGÓ LA
SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE
ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL

EXTRACTO No. 3

RADICADO: 08001-23-33-000-2020-00106-01
FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Kevin Javier Polo Herrera
DEMANDADO: Luis Fernando Moreno Llinás - Personero municipal de
Sabanalarga – Atlántico
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre el


recurso de apelación interpuesto por el demandante contra la decisión
del Tribunal Administrativo del Atlántico, Sala de Decisión Oral,
“Sección B”, contenida en el auto de 31 de agosto de 2020, mediante la
cual negó la solicitud de la medida cautelar de suspensión provisional
del acto de elección del señor LUIS FERNANDO MORENO LLINÁS, como
personero municipal de Sabanalarga – Atlántico, período 2020-2024,
de quien se adujo que no cumplió con la totalidad de los requisitos
para su designación, puntualmente, en lo que respecta al establecido
en el numeral 1.9 de la Resolución N°. 023 del 30 de agosto de 2019,
expedida por la Mesa Directiva del concejo municipal de Sabanalarga,
conforme al cual, “las certificaciones para acreditar el ejercicio de
la docencia, deberán ser expedidas por las respectivas entidades de
educación superior oficialmente reconocidas, en las que conste la
cátedra o cátedras dictadas y las fechas exactas de vinculación y retiro
y la dedicación (tiempo completo, medio tiempo y cátedra)”.

TESIS 1: La fuerza ejecutiva y ejecutoria de los actos administrativos,


entendidas como prerrogativas y pilares fundamentales de la
actuación pública, determinan su impostergable cumplimiento,
incluso cuando han sido sometidos al escrutinio jurisdiccional. Por lo
anterior, los administrados cuentan con una garantía que les permite
solicitar la suspensión provisional de los efectos de los actos, en los
trámites contencioso–administrativos en los que se cuestiona su
legalidad. (…). Las exigencias para su formulación y prosperidad se

37
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

encuentran establecidas en el Título XVII, Libro cuarto de la Ley 1437


de 2011, que en sus artículos 229 y siguientes determina los rasgos
característicos de esta institución cautelar, los cuales se explican de la
siguiente manera: (i) La suspensión provisional de los efectos del acto
demandado podrá ser solicitada “en todos los procesos declarativos
que se adelanten ante esta jurisdicción” –artículo 229 CPACA–. (ii)
El decreto de esta medida cautelar requerirá de “…petición de parte
debidamente sustentada” –artículo 229 ejusdem– para lo cual el
solicitante podrá fundarse en el concepto de violación efectuado en la
demanda o en escrito separado –art. 231 ejusdem–. (iii) La suspensión
provisional de los efectos del acto persigue la protección y garantía
“del objeto del proceso y la efectividad de la sentencia” –artículo 229
ejusdem-. (iv) La decisión que se emita respecto de su procedencia
no comporta prejuzgamiento, en la medida en que no se define allí la
legalidad del acto demandado –que se reserva a la sentencia–, sino la
suspensión de los efectos que, hacia futuro, puede producir el mismo –
artículo 229 ejusdem–. (v) La prosperidad del decreto de la suspensión
de los efectos del acto censurado estará sujeta a la violación de las
disposiciones invocadas por el petente, que podrá surgir (i) de la
confrontación del acto demandado con las normas superiores traídas
a colación en la demanda o en el escrito separado y (ii) del estudio
de las pruebas allegadas con la solicitud –artículo 231 CPACA–. (vi)
La solicitud de suspensión provisional no requerirá prestar caución –
artículo 232 CPACA–. (…). [R]evisados los argumentos y probanzas de
la medida pretendida, junto con el recurso presentado en contra de la
decisión de primera instancia, se encuentra que el material probatorio
allegado oportunamente por el recurrente, con el que pretende
acreditar la falta de competencia de la Comisión Accidental para llevar
a cabo las tareas asignadas por la Mesa Directiva, es insuficiente para
acceder a la cautelar peticionada. (…). [N]o se evidencia la censura
endilgada por el apelante, relacionada con la falta de competencia de
la mesa directiva del concejo municipal para realizar las entrevistas,
pues ninguno de los [documentos] aportados permiten dilucidar que
en efecto, quien realizó el trámite indicado, no tenía competencia para
ello, como tampoco se advierte de las normas que rigen la materia,
por lo que frente a este aspecto y, a partir de ello, habría lugar a
confirmar la decisión del Tribunal de no acceder a la medida cautelar
pretendida. Ahora bien, adicional a lo anterior, la Sala encuentra que si
bien el apelante se refirió al Acta N°. 030 de 20 de agosto de 2019, para
acreditar la presunta falta de competencia de quienes realizaron las
entrevistas, se observa que la pretensión de valoración de tal probanza

38
al interior de este trámite cautelar, resulta extemporáneo, pues el acta
fue allegada solo hasta la alzada de la providencia de 31 de agosto de
2020, sin ser un momento procesal habilitado para la recepción de
nuevas pruebas, lo que imposibilita la realización de un enjuiciamiento
sobre el cargo, con respecto a ésta, siendo menester para la decisión,
contar con todos los insumos probatorios que le permitieran a la Sala
arribar a la conclusión que inducía el apelante y así, dilucidar con
claridad, en este caso lo referente a la presunta falta de competencia
de la Mesa Directiva, lo que no se encontró a partir de los documentos
analizados. (…). En otras palabras, indica que las pruebas que permiten
al juez clarificar los cuestionamientos del solicitante cautelar,
corresponden a aquellas que se presentan al momento de allegar la
petición de la suspensión provisional, lo que no ocurrió en su totalidad
en lo que respecta al asunto objeto de análisis y, de las probanzas
restantes, es decir, de las que sí fueron aportadas, no puede concluirse
censura invocada. (…). Para la Sala, la decisión referida [medio de
control a través del cual se declaró la nulidad del personero municipal
de Copacabana – Antioquia], a pesar de que aparentemente constituye
el mismo aspecto censurado por el recurrente, no resulta aplicable al
caso particular. (…). Por lo que la censura referida no tiene vocación de
prosperidad en lo que respecta a la declaratoria de la medida cautelar
pretendida.

TESIS 2: Para la Sala, a partir de la información obrante en el


expediente, relacionada con la censura que se analiza [inexistencia
de experiencia profesional docente del demandado], y de la que se
extractó lo pertinente, no es dable concluir, sin asomo de duda, que
la experiencia docente del demandado como catedrático universitario
en la CUC, fuera de 18 meses, como lo asegura el apelante; no
obstante, tampoco es evidente que no lo sea, pues la información de
la certificación es ambigua y no contiene los parámetros necesarios
para establecer los extremos temporales de la labor como catedrático
del concursante. (…). No obstante, para la Sala tal evidencia de falta
de requisitos en el mencionado documento, no conlleva a suspender
per se, de manera provisional, el acto de la declaratoria de elección
del demandado como personero municipal de Sabanalarga - Atlántico,
toda vez que, aún ante la consecuencia más extrema de la falta de
requisitos de la certificación, que sería la de no tenerla en cuenta dentro
del concurso público, se observa que el demandado habría obtenido
150 puntos de calificación por los demás aspectos, mientras que sus
contendores concluyeron esa etapa con 140 cada uno, por lo que la

39
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

disminución del puntaje que se le otorgó al señor MORENO LLINÁS, no


incidiría en el resultado de las calificaciones, pues continuaría estando
en el primer lugar, con una diferencia de 10 puntos en relación con los
restantes. Ahora, si bien la censura se fundamentó en la causal de falsa
motivación por haberse sustentado en una certificación que no tenía
el lleno de los requisitos para ser tenida como tal, no se encuentra que
la consecuencia, al menos en sede cautelar, sea la de dejar sin efectos
el acto en su totalidad, pues por mucho, habría lugar a disminuir los
puntos dados por tal concepto. (…). De esta manera, no encuentra la
Sala que, en esta etapa preliminar pueda advertirse una flagrante falsa
motivación del acto que conlleve a la decisión de suspenderlo, pues
como se dijo, la motivación se basó en el contenido de la certificación,
de la que, de alguna manera, podrían deducirse 18 meses y, en todo
caso, la supresión de ese concepto en la calificación del demandado
no modificaría su primer lugar, como el mayor calificado. Motivación
que si bien no resultó falsa en esta instancia, bien podría deducirse en
la sentencia a partir de un estudio más profundo y de otros elementos
probatorios que se obtengan legal y oportunamente dentro del trámite,
pues se reitera que la decisión que sobre el particular se toma en esta
providencia, no constituye prejuzgamiento, situación que habilita al
Tribunal a decidir de manera diferente, en el estudio de fondo que
deba realizar como juez de la primera instancia dentro del medio de
control de nulidad electoral, tras ahondar en la información aportada y
controvertida a lo largo del proceso, pues en esta instancia cautelar, se
tiene que los documentos aportados no permiten inferir la ilegalidad
del acto enjuiciado, que conllevara a suspender desde ahora sus
efectos.

TESIS 3: La Sala comparte el argumento del recurrente en lo que


concierne a que, ante la posesión del candidato, esto no imposibilita
al juez para pronunciarse sobre la solicitud de la medida, pues en
efecto, aún con que dicha diligencia se hubiera llevado a cabo, es
posible ordenar la suspensión provisional del acto de elección; no
obstante, ya no podría serlo como medida de urgencia y, en todo caso,
su declaratoria en cualquier caso, dependerá de lo que se evidencie
en el proceso, dentro del ámbito de acción del juez cautelar. Ahora, si
bien no es razón definitiva para negar la suspensión provisional, el solo
hecho de que hubiera cesado la inminencia de su declaratoria, sí es un
fundamento, que, aunado a otros, podrá llevar a que no se acceda a
ella. Lo anterior significa que en cualquier caso, deben analizarse los
elementos de la solicitud, de acuerdo con lo preceptuado en los artículos

40
229 y siguientes del CPACA, conforme a los cuales, es viable decretar
las medidas cautelares que se consideren necesarias para proteger y
garantizar provisionalmente el objeto del proceso y la efectividad de
la sentencia, lo cual, se insiste, no implica prejuzgamiento y, para que
proceda la medida de suspensión por violación de las disposiciones
invocadas en la demanda o en la respectiva petición, es menester
que la irregularidad alegada surja del análisis del acto demandado
contrastándolo con las normas superiores invocadas como vulneradas
o del estudio de las pruebas allegadas con el pedimento tal y como lo
menciona el artículo 231 del CPACA. Ahora, no puede perderse de vista
que, con la medida deprecada en el caso particular, se pretendía – con
carácter urgente – que no se le diera posesión al demandado en el
cargo de personero municipal de Sabanalarga bajo las censuras ya
expuestas. (…). [S]e observa que el a quo resolvió declarar la carencia
de objeto de la medida de urgencia solicitada por el recurrente,
precisamente, por haber ocurrido la posesión del demandado como
personero municipal de Sabanalarga, situación que para la Sala,
resulta acorde con lo probado dentro del trámite cautelar. (…). La Sala
comparte la posición del Tribunal a quo, en relación con la censura
que se analiza, por cuanto la urgencia que manifestó como sustento
de la petición cautelar, versó sobre la inminencia de la posesión del
demandado, actuación que, a su juicio, debía evitarse; no obstante, ya
había ocurrido para el momento en que, sobre la misma, se pronunció
el juez de la primera instancia.

TESIS 4: Sobre este particular y habiéndose verificado la solicitud de


la medida cautelar, así como la providencia recurrida, encuentra la Sala
que le asiste razón al apelante en que el Tribunal omitió pronunciarse
sobre lo referente a la presunta desviación de poder dentro del acto
acusado, a pesar de obrar solicitud en el escrito cautelar. (…). [L]
a Sala reconoce el valor probatorio de la copia simple del contrato
aportado al datar de 2 de marzo de 2020, fecha posterior a la de
presentación de la demanda y la solicitud de suspensión provisional
(19 de febrero de 2020); sin embargo, no sucede lo mismo en lo que
concierne a la relación entre el señor Berdugo Salas y el demandado,
por cuanto la prueba que solicitó ser tenida en cuenta (formulario
E-26), fue aportada en la segunda instancia sin que resultara ser
un hecho sobreviniente a la presentación cautelar, siendo imposible
emitir pronunciamiento sobre este último, a efectos de establecer una
posible suspensión provisional del acto acusado. Así, con relación al
vínculo contractual entre el señor MORENO LLINÁS y la señora Grau

41
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Acuña, la Sala estima que en esta etapa preliminar y con el material


probatorio obrante con la solicitud cautelar encaminado a demostrar
que existieron acciones de favorecimiento a la elección del demandado
y actuaciones preponderantes a la desviación de poder, no es posible
arribar a tal conclusión por cuanto, por un lado, lo reprochado por
el demandante, tuvo lugar con posterioridad al momento en que se
surtió tanto la etapa del concurso de méritos como la designación del
señor LUIS FERNANDO MORENO LLINÁS, como personero municipal
de Sabanalarga – Atlántico y, por el otro, de manera alguna se observa
que ello hubiera derivado en una desviación de poder por parte del
órgano calificador. Adicionalmente, además de acreditarse o no la
relación que se aduce, no encuentra la Sala que el vínculo que señala
el actor entre el demandado, por un lado, y la exconcejal Grau Acuña y
el señor Jorge Enrique Berdugo Salas, por el otro, implique que hubiera
existido un interés directo y particular en la elección del señor MORENO
LLINÁS. Pues el solo hecho de aspirar a un cargo en una misma lista,
haber sido concejal o ser contratista de la personería, a simple vista,
no constituye razón suficiente para concluir que la decisión del uno
respecto del otro contiene favoritismo o que necesariamente exista un
conflicto de interés; la argumentación del recurrente no refleja que el
presunto vínculo del personero con dos de los integrantes del concejo
municipal desencadenara necesariamente en una desviación de
poder en aras de favorecer al candidato elegido; para concluirse en tal
sentido, debió demostrarse que la calificación y elección no ocurrió de
forma transparente con base en las calidades y requisitos adquiridos
por el concursante, sino que obedeció a intereses particulares, lo que
no se advierte de los documentos allegados para tal fin. Al menos,
dentro del trámite de la medida cautelar y a partir de los documentos
obrantes, no es dable concluir en tal sentido, para suspender el acto
de declaratoria de elección, por lo que se negará la medida por este
aspecto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 / LEY 1551 DE 2012 – ARTÍCULO 35 /
LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 170 / DECRETO 2485 DE 2014 / DECRETO 1083 DE
2015 - ARTÍCULO 2.2.2.3.8 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 231

42
RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA DECISIÓN QUE ORDENÓ
ESTARSE A LO RESUELTO EN AUTO QUE ACCEDIÓ A LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DEL
DIRECTOR GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL
DE RISARALDA, REVOCATORIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL

EXTRACTO No. 4

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00075-00
FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Juan Manuel Álvarez Villegas
DEMANDADO: Julio César Gómez Salazar - Director general de la
Corporación Autónoma Regional de Risaralda Carder
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver i) los recursos


de reposición, interpuestos por la parte demandada, por el Consejo
Directivo de CARDER y por CARDER contra el auto de 19 noviembre de
2020, en lo relacionado con la decisión de estarse a lo resuelto en auto
de 29 de octubre de 2020 que accedió a la suspensión provisional del
Acuerdo No. 015 de 25 de julio de 2020, contentivo de la elección de
Julio César Gómez Salazar como Director General de la Corporación
Autónoma Regional de Risaralda, y ii) la solicitud de revocatoria de la
medida cautelar presentada por el apoderado del Consejo Directivo de
CARDER el 18 de diciembre de 2020.

TESIS 1: [E]s necesario precisar que esta Sala ya se encargó del


análisis y decisión de las irregularidades acá formuladas, pues los tres
escritos de reposición son idénticos en su totalidad a los formulados
contra la providencia de 29 de octubre de 2020, dictada en el Rad. No.
11001-03-28-000-2020-00076-00, y como la decisión recurrida fue la
de estarse a la resuelto en la mentada providencia, serán reiterados
los argumentos expuestos en el auto de 3 de diciembre de 2020, en
el que se decidió el recurso de reposición interpuesto contra el auto
del 29 de octubre de 2020 dentro del proceso 2020-00076. (…). En
pronunciamientos anteriores ha indicado la Sala que las figuras de los
delegados y suplentes en los órganos corporativos como los consejos

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

directivos de las corporaciones autónomas, permiten la recomposición


de quórum para los eventos en que se vea afectado por la formulación
de recusaciones o la declaración de impedimentos de todos o parte de
sus integrantes, no obstante, dispuso como necesario la previsión de
(…) aristas para garantizar y preservar la objetividad y pureza de las
decisiones que tomen estas entidades: (…). Por lo tanto, no es cierto que
la Sección dispuso como un requisito de la recusación la identificación
del servidor público o particular que ejerce función pública que es objeto
de reproche, pues basta con señalarlos, con lo cual la sola mención del
cargo es suficiente y, dependiendo de la causal de recusación, así como
de las razones por la cuales se estima que existe un conflicto entre el
interés particular y el general, ella aplicaría solo al titular del cargo o
también se podría extender al delegado o al suplente según el caso.
(…). [C]ontrario a la apreciación de los memorialistas, el análisis de la
Sala no fue en lo absoluto ligero o leve, puesto que es el resultado de la
revisión minuciosa de todas las pruebas obrantes en el proceso, con las
cuales se pudo determinar en este momento, que el Consejo Directivo
de CARDER, asumió la competencia de la Procuraduría General de la
Nación, en la decisión de las recusaciones presentadas el 24 de julio de
2020, toda vez que se vio afectado el quórum decisorio, pues no tuvo
en cuenta que cuando se recusó al servidor o particular titular y a su
delegado o suplente, se afectó a todo el estamento de representación
en el Consejo, dejando sin posibilidades la recomposición del quórum,
hasta tanto el competente decidiera y por supuesto de encontrar
actuaciones temerarias, fraudulentas y dilatorias, sancionar de ser el
caso. (…). [E]l Consejo Directivo debía, de conformidad con el artículo
12 de la Ley 1437 de 2011, suspender la sesión, correr traslado a él o
los recusados para entonces decidir si había quórum decisorio. Como
se pudo advertir, por las siete recusaciones presentadas, el quorum se
vio afectado, lo que implicaba el envío de las mismas a la Procuraduría
General de la Nación. En consecuencia, es lo procedente estarse a lo
resuelto por esta Sala Electoral en auto de 3 de diciembre de 2020 que
encontró cumplidos los requisitos del artículo 231 de la Ley 1437 de
2011, por lo que, ratificó la medida cautelar de suspensión provisional,
sin perjuicio de que una vez surtidas las demás etapas procesales se
llegue a una conclusión diferente.

TESIS 2: El artículo 235 del CPACA establece los eventos en los que
procede el levantamiento, modificación y revocatoria de la medida
cautelar. (…). Se trata de tres supuestos distintos. El “levantamiento”
opera a instancia de la persona sobre la que recae el gravamen

44
impuesto, que generalmente es el demandado, quien, en principio,
deberá prestar caución para atender las consecuencias que deriven
de esta decisión, salvo que se esté ante alguno de los supuestos de
que trata el artículo 232 del CPACA, esto es, “cuando se trate de la
suspensión provisional de los efectos de los actos administrativos, de
los procesos que tengan por finalidad la defensa y protección de los
derechos e intereses colectivos, de los procesos de tutela, ni cuando la
solicitante de la medida cautelar sea una entidad pública”, caso en que
tal garantía no es exigible. Este dispositivo se constituye en una forma
en la que el sujeto pasivo de la orden precautelativa puede librarse
de su influjo, a pesar de haberse constituido todos los requisitos
legales que se requerían para su imposición. Bajo ese entendido, el
“levantamiento” se extiende sobre los efectos de las determinaciones
preventivas, conservativas, anticipativas o de suspensión que se
haya adoptado, sin cuestionar su permanencia en el mundo jurídico.
A su turno, la modificación o revocatoria de la decisión judicial en
cuestión procede de oficio o a petición de parte, y conlleva un estudio
de sus fundamentos o de su efectividad, según el caso, dado que se
circunscribe a (i) la verificación del cumplimiento de los requisitos al
momento de su otorgamiento –los cuales dependen del tipo de medida
cautelar de que se trate–, (ii) la constatación del carácter actual de
su sustento o (iii) la variación de su alcance a fin de asegurar que se
acate. Así, estos instrumentos recaen sobre aspectos sustantivos de
la consabida orden jurisdiccional que se orientan por principios de
validez, especialmente cuando procede su revocación, y de eficacia, si
se procura su modificación. Finalmente, conviene acotar que, al tenor de
lo prefijado por el artículo 236 del CPACA, las decisiones relacionadas
con el levantamiento, la modificación o revocatoria de las medidas
cautelares no serán susceptibles de recurso alguno. (…). De entrada, hay
que advertir que el debate propuesto excede la órbita de los supuestos
prefijados por el legislador para que proceda la “revocatoria” de la
medida cautelar, en razón a que no se cuestiona el cumplimiento de
los requisitos para su otorgamiento como lo ordena el inciso segundo
del artículo 235 del CPACA. Al tratarse de la suspensión provisional
de los efectos del acto administrativo electoral, el juzgador estaba
llamado a atender las exigencias singularizadas en el inciso primero
del artículo 231 ejusdem, que se contraen a evidenciar la “violación
de las disposiciones invocadas en la demanda o en la solicitud que
se realice en escrito separado, cuando tal violación surja del análisis
del acto demandado y su confrontación con las normas superiores
invocadas como violadas o del estudio de las pruebas allegadas con la

45
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

solicitud”. (…). En lugar de cuestionar los requisitos (confrontación del


acto con las normas invocadas y pruebas examinadas) que sirvieron
a la medida cautelar, bien fuera porque no se cumplieron al momento
de su otorgamiento o porque ya no se presentan o fueron superados,
el memorialista se ocupó de precisar el uso desmedido e injustificado
que, en su criterio, se ha hecho de la institución jurídica de la recusación
dentro del proceso de elección del Director General de la CARDER. Mal
haría la Sala, al pasar por alto las irregularidades que evidenció, del
material probatorio allegado en esta etapa procesal, por el simple
hecho de que la Corporación ha tenido múltiples directores. No puede
pretender el solicitante que se desconozca que el Consejo Directivo
perdió competencia para pronunciarse sobre las recusaciones, toda
vez que se afectó el quórum en tanto los reparos sobre la imparcialidad
y el posible conflicto de interés se realizó sobre siete de los trece
miembros, y por ende, se debía surtir el trámite previsto en el artículo
12 de la Ley 1437 de 2011. En efecto, en virtud de la seguridad jurídica,
la confianza legítima, la buena fe y la coherencia del ordenamiento
jurídico, es clara la regla que cuando se afecta el quórum, la actuación
se debe suspender para que sea el Procurador General de la Nación
el que determine si el escrito de recusación resulta fundado o no. De
conformidad con los anteriores planteamientos, la Sala considera que
no existe mérito para revocar la medida de suspensión provisional de
los efectos del Acuerdo No. 015 de 25 de julio de 2020, contentivo de
la elección de Julio César Gómez Salazar como Director General de la
Corporación Autónoma Regional de Risaralda, CARDER, razón por la
que se denegará el pedido elevado en tal sentido por el apoderado del
Consejo Directivo de CARDER.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 12 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 231 / LEY 1437
DE 2011 - ARTÍCULO 232 / LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 235 / LEY 1437 DE 2011
- ARTÍCULO 236

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RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE DECLARÓ
TERMINADO EL PROCESO POR ABANDONO

EXTRACTO No. 5

RADICADO: 13001-23-33-000-2020-00053-01
FECHA: 04/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Andrés Enrique Alzate Coneo
DEMANDADO: Sergio Andrés Mendoza Castro - Concejal de Cartagena,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a establecer si, de acuerdo con los


argumentos de la alzada, se debe confirmar, modificar o revocar el auto
de 6 de octubre de 2020, por medio del cual se declaró la terminación
del proceso por abandono y se ordenó el archivo del expediente, en
tanto la publicación y el anexo al expediente de la constancia de las
mismas, se realizaron de forma extemporánea.

TESIS: [P]ara determinar la naturaleza e incidencia de la conducta


procesal pasiva, el legislador es quien debe en forma explícita generar
la consecuencia de extinción de la relación procesal, como en efecto
acontece con la previsión del abandono del proceso por falta de las
publicaciones que ordena el literal g) del numeral 1º del artículo 277
del CPACA. (…). Como la norma pretranscrita es remisoria a todas las
notificaciones por aviso que contiene en su texto, la Sala observa que la
notificación por aviso en la nulidad electoral, se refleja en tres eventos,
a saber: a) Para el elegido o nombrado en cargo unipersonal que no se
ha podido notificar en forma personal dentro de los 2 días siguientes
a la expedición del auto admisorio (literales a) y b) del numeral 1 del
artículo 277 del CPACA). b) Para el elegido por voto popular a cargos
de corporaciones públicas al que le ha sido demandada la elección
por las causales 1ª (violencia contra nominadores, electores o
autoridades electorales), 2ª (violencia contra documentos, elementos
o material electoral, sistemas de votación, información, transmisión
o consolidación de resultados), 3ª (falsedades), 4ª (indebido cómputo),
6ª (parentesco candidatos y testigos electorales y autoridades

47
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

escrutadoras) y 7ª (no residencia en la respectiva circunscripción) del


artículo 275 del CPACA relacionadas con las irregularidades objetivas
(del proceso eleccionario o de escrutinios). Véase literal d) del numeral
1º del artículo 277 del CPACA. c) Para el elegido cuando se demande
la elección por las causales 5 (falta de calidades y requisitos) y 8
del artículo 275 ib (doble militancia) que no se ha podido notificar
en forma personal dentro de los 2 días siguientes a la expedición
del auto admisorio. (literal a) numeral 1º ejusdem). (…). [S]egún lo
impone el artículo 13 del CGP, aplicable en materia contenciosa por
la remisión normativa dispuesta en el artículo 306 del CPACA, “Las
normas procesales son de orden público y, por consiguiente, de
obligatorio cumplimiento, y en ningún caso podrán ser derogadas,
modificadas o sustituidas por los funcionarios o particulares, salvo
autorización expresa de la ley”. (…). Es claro el legislador al señalar que
esta exigencia debe ser atendida dentro de los 20 días siguientes a la
notificación al Ministerio Público, tal como se encuentra consagrado en
el literal g) del numeral 1° del artículo 277 del CPACA. (…). [E]l precepto
transcrito no admite duda alguna acerca del término dentro del cual
deben comprobarse las publicaciones en la prensa, ni del momento a
partir del cual comienza a contarse el plazo. Asimismo, encuentra la
Sala que la consecuencia del mentado incumplimiento es imperativa y
categórica, en tanto se reduce a que “se declarará terminado el proceso
por abandono y se ordenará archivar el expediente”, pues así lo manda
el artículo 277.1.g). El auto admisorio de la demanda fue notificado al
agente del Ministerio Público el 4 de febrero de 2020, y a partir del 5
de febrero el demandante contó con 20 días para publicar el aviso y
anexar la constancia al proceso, los que se cumplieron el 3 de marzo
del mismo año; mientras que las publicaciones se realizaron el 10 de
marzo siguiente, y el actor las demostró el día 23 de julio de 2020 (fl.
24), en las dos circunstancias, ampliamente vencido el plazo que la
ley señaló para tales efectos. (…). [P]oco importa que el demandante
haya adelantado otras actuaciones en el proceso, o si estas se dieron
a instancia del demandado cuando el 20 de agosto de 2020, solicitó
el archivo por abandono, pues la mentada extemporaneidad conlleva,
ope legis, el agotamiento de la competencia funcional de la autoridad
judicial en el caso concreto, dado que implicaría un vicio insaneable,
en virtud del carácter imperativo con el que la norma describe la
consecuencia del incumplimiento del término para realizar las
anotadas publicaciones; máxime cuando es evidente que los 20 días
a que refiere el aludido artículo, habían sido más que excedidos. En
cuanto al argumento del apelante, fundamentado en que aportó de

48
forma tardía las constancias de publicación por causa de la suspensión
de términos, por parte del Consejo Superior de la Judicatura, con motivo
de la pandemia, la Sala precisa que el actor tenía plazo para cumplir
dicho requerimiento normativo hasta el de 3 marzo de 2020, cuando
aún no habían suspendidos términos judiciales. Pues fue, desde el
15 de marzo de 2020, mediante el Acuerdo PCSJA20-11517, que el
Consejo Superior de la Judicatura, con base en la emergencia sanitaria
declarada por el Ministerio de Salud en el Decreto 385 del 13 de marzo
de 2020, que suspendió los términos judiciales en todo el país, a partir
del 16 de marzo siguiente, es decir, cuando ya había vencido el término
para aportar las constancias de publicación, por lo que dicho alegato
no justifica la extemporaneidad. Así las cosas, la Sala concluye que el
recurso de apelación interpuesto carece de vocación de prosperidad y,
en tal sentido, se confirmará el auto de 6 de octubre de 2020 proferido
por el Tribunal Administrativo de Bolívar, por medio del cual se declaró
terminado el proceso por abandono.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 - ARTÍCULO 277 NUMERAL 1 LITERAL A, B Y G / DECRETO 385
DE 2020 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 13

49
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


REPRESENTANTE DE LAS DIRECTIVAS ACADÉMICAS ANTE
EL CONSEJO SUPERIOR UNIVERSITARIO DE LA UNIVERSIDAD
POPULAR DEL CESAR, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL

EXTRACTO No. 6

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00100-00
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ricardo Andrés Mejía Tariffa
DEMANDADA: Ailem Patricia Fernández Beleño - Representante de
las directivas académicas ante el Consejo Superior Universitario de la
Universidad Popular Del Cesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la admisión de la demanda presentada por el señor RICARDO
ANDRÉS MEJÍA TARIFFA contra el acto de elección de AILEM PATRICIA
FERNÁNDEZ BELEÑO, Representante de las Directivas Académicas
ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad Popular del
Cesar y respecto de la solicitud de suspensión provisional del acto
de elección que se califica de ilegal, expedido con falsa motivación
y desviación de poder, porque: i) El Acuerdo 019 de 2020 revocó el
calendario electoral y al día siguiente -20 de noviembre- se llevaron a
cabo los comicios que terminaron con la elección que se pide anular.
ii) No se resolvió la reclamación presentada por Leonardo Enrique
Martínez Arredondo. iii) El actor recurrió, vía reposición y, en subsidio,
de apelación, el Acuerdo 016 de 23 de noviembre de 2020 dictado
por el Tribunal de Garantías Electorales, sin que se resolvieran sus
recursos. iv) Mediante Resolución No. 2038 de 20 de noviembre del
2020, el Rector (E) José Rafael Sierra Lafaurie, declaró insubsistente al
vicerrector administrativo, Jaime Andrés González Mejía, empero, este
último al día siguiente suscribió el Acta de Escrutinios Finales como
representante de las directivas de la universidad. v) Los formularios
E-14, “contienen enmendaduras que contradicen la voluntad del
elector”, como da cuenta la mesa No. 2 de Aguachica. vi) No se publicó

50
el “…acuerdo que declara ganador al integrante de las directivas
académicas…”, como lo dispone los artículos 15 y 16 del Acuerdo 032
de 1993.

TESIS: Tal como ha sido señalado por esta Sala Electoral la fuerza
ejecutiva y ejecutoria que tienen los actos administrativos una
vez quedan en firme como prerrogativa y pilar fundamental de la
actuación pública, determinan su impostergable cumplimiento así
sean demandados judicialmente; pero al mismo tiempo y como
contrapartida y garantía de los administrados implica que éstos
puedan solicitar ante el juez la suspensión de sus efectos mientras se
tramita el correspondiente proceso donde se cuestiona su legalidad.
(…). [L]as disposiciones [artículo 229 y 231 de la Ley 1437 de 2011]
precisan que la medida cautelar: i) se debe solicitar con fundamento
en el mismo concepto de la violación de la demanda, o en lo que el
demandante sustente al respecto en escrito separado -siempre que se
encuentre en término para accionar- o en la misma demanda, pero en
todo caso que sea específica y propia para la procedencia de la medida
excepcional, o una expresa remisión a que el apoyo de la medida se
soporta en el concepto de la violación y; ii) al resolver se debe indicar
si la violación de las disposiciones invocadas surge de la confrontación
entre el acto demandado y las normas superiores alegadas como
violadas o del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud. De esta
manera, (…), a la luz del artículo 231 del CPACA, el operador judicial
puede analizar la transgresión bien sea con la confrontación entre el
acto y las normas superiores invocadas o con el estudio de las pruebas
allegadas con la solicitud, sin que ello implique prejuzgamiento.
(…). En síntesis, los reparos de la parte actora se resumen en que,
presuntamente, se incurrió en los anteriores cargos de anulación
porque: i) El Acuerdo 019 de 2020 revocó el calendario electoral y al
día siguiente -20 de noviembre- se llevaron a cabo los comicios que
terminaron con la elección que se pide anular. ii) No se resolvió la
reclamación presentada por Leonardo Enrique Martínez Arredondo. iii)
El actor recurrió, vía reposición y, en subsidio, de apelación, el Acuerdo
016 de 23 de noviembre de 2020 dictado por el Tribunal de Garantías
Electorales, sin que se resolvieran sus recursos. iv) Mediante Resolución
No. 2038 de 20 de noviembre del 2020, el Rector (E) José Rafael Sierra
Lafaurie, declaró insubsistente al vicerrector administrativo, Jaime
Andrés González Mejía, empero, este último al día siguiente suscribió
el Acta de Escrutinios Finales como representante de las directivas
de la universidad. v) Los formularios E-14, “contienen enmendaduras

51
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que contradicen la voluntad del elector”, como da cuenta la mesa No.


2 de Aguachica. vi) No se publicó el “…acuerdo que declara ganador al
integrante de las directivas académicas…”, como lo dispone los artículos
15 y 16 del Acuerdo 032 de 1993. (…). En este orden de ideas, debe la
Sala manifestar que resolver de fondo la petición cautelar invocada
por la parte actora implica pronunciarse también de los argumentos
expuestos por la defensa, los cuales señalan que el acuerdo que
revocó el calendario electoral y ordenó que no se llevaran a cabo las
elecciones que se juzgan, no resultan de obligatorio cumplimiento.
No obstante, en esta precaria etapa del proceso no se cuenta con las
pruebas necesarias para resolver estos aspectos, pues al expediente
se allegó comunicación de la decisión adoptada el 19 de noviembre de
2020 por el CSU, en sesión virtual, pero no se anexó copia de dicho acto
y tampoco de sus antecedentes administrativos, los que se requieren
para poder pronunciarse respecto de los cargos y reparos formulados
en esta instancia inicial del trámite electoral. (…). En conclusión, las
anteriores censuras no tienen la entidad suficiente para que esta Sala
pueda suspender los efectos del acto de elección que se juzga, pues
como se dio cuenta existen muchos aspectos por resolver respecto
de los cuales no se cuenta con los elementos probatorios necesarios
para su resolución. (…). Procede la Sala a referirse respecto del reparo
según el cual: i) no se resolvió la reclamación presentada por Leonardo
Enrique Martínez Arredondo y; ii) el actor recurrió, vía reposición
y, en subsidio, de apelación, el Acuerdo 016 de 23 de noviembre de
2020 dictado por el Tribunal de Garantías Electorales, sin que se
resolvieran sus recursos. (…). [E]ncuentra la Sala que le asiste razón
a la demandada cuando expone que esa petición ya fue resuelta
por el Tribunal de Garantías Electorales, pues (…) se atendieron las
peticiones y se resolvieron de fondo a las reclamaciones elevadas por
Leonardo Enrique Martínez Arredondo. De la lectura de dichos actos
administrativos se advierte que el señor Martínez Arredondo, presentó
escritos, en diferentes mesas de votación, pero con el mismo contenido
y peticiones, que fueron denegadas por los acuerdos antes citados, lo
que permite a este Juez Electoral concluir que no se advierte la falta
de respuesta a la que alude la parte demandante y en la cual funda su
petición de suspender provisionalmente los efectos jurídicos del acto
acusado, lo cual demuestra el fracaso de su solicitud. (…). [S]e advierte
[en relación con el recurso de reposición y, en subsidio apelación]
que la presentación del recurso contra, entre otros, el Acuerdo 016
acaeció fuera del término establecido por el Acuerdo 032 de 1994, lo
cual demuestra que, contrario al dicho del demandante, su petición fue

52
resuelta y deviene en la falta de prosperidad de este cargo. Finalmente,
en lo que tiene que ver con el hecho de que los formularios E-14,
“contienen enmendaduras que contradicen la voluntad del elector” (…)
Basta con advertir que no se demostró como dichos presuntos yerros
pueden afectar la legalidad del acto de elección que se pide anular.
En efecto, de la revisión del acto que declara la elección se tiene que
la demandada obtuvo un total de 31 votos, y así los 7 sufragios que
critica el demandante deban anularse, esto no afectaría el resultado
del certamen electoral que la declaró ganadora, lo que impone
concluir que su reparo, incluso en la hipótesis que resulte procedente,
no cambiaría por sí solo, el hecho que la demandada deba seguir
ejerciendo la representación de las directivas docentes ante el CSU
de la UPC, a lo cual debe ponerse de presente que su candidatura era
única. En lo referente a la falta de publicidad del acto electoral, que se
pide anular, resulta suficiente recordar que el incumplimiento de este
requisito no conlleva un vicio de nulidad, sino que se constituye en
una circunstancia de oponibilidad frente a terceros, pues se trata de
una exigencia de eficacia y no de validez, porque incluso debe decirse
que tendría ocurrencia luego de su materialización, al punto que las
anomalías subsiguientes relativas a la publicidad contarán para efectos
de eficacia y oponibilidad, nunca para efectos de validez o legalidad.
(…). En conclusión, según lo demostrado, la Sala negará la petición de
suspender provisionalmente los efectos jurídicos del acto de elección
de elección de AILEM PATRICIA FERNÁNDEZ BELEÑO, Representante
de las Directivas Académicas ante el Consejo Superior Universitario
de la Universidad Popular del Cesar, contenido en el Acuerdo 030 de
2020 dictado por el Tribunal de Garantías Electorales de la UPC, pues
no se advierte que incurra en los vicios alegados por la parte actora y
esbozados para fundar su solicitud cautelar.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

Aunque [se comparten] las razones de fondo expuestas en la anterior


providencia, [se estima] necesario aclarar [el] voto respecto a la forma
como la Sala resolvió dos de los cargos que fueron formulados contra
el acto de elección. [Se hace] referencia a que, durante el trámite
electoral, presuntamente no se resolvieron (i) las reclamaciones
presentadas por el señor Leonardo Enrique Martínez Arredondo, ni
(ii) el recurso de reposición y en subsidio apelación, que interpuso el

53
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

demandante contra el Acuerdo 016 de 23 de noviembre de 2020, dictado


por el Tribunal de Garantías Electorales. (…): [L]a providencia frente a
tales motivos de inconformidad no expone (i) en qué consistieron las
peticiones que elevó el señor Leonardo Enrique Martínez Arredondo
durante el trámite electoral; (ii) cuál es el contenido de los acuerdos que
resolvieron aquéllas; (iii) qué determinó el Acuerdo 016 de 2020 del TGE
que controvirtió el actor; (iv) por qué razones éste impugnó el anterior
acto administrativo; (v) cuándo presentó el recurso de reposición
y en subsidio apelación y; (vi) con fundamento en qué precepto
normativo se estimó que dicha impugnación fue extemporánea. [Se
considera] que el auto respecto del cual [se aclara el] voto debió
precisar, así sea de manera breve, los anteriores aspectos, porque al
no exponer con precisión el contenido de las solicitudes elevadas y las
respuestas proferidas, en estricto sentido, no se cumple con el deber
de motivación y por tanto no puede concluirse que se resolvieron de
fondo las señaladas peticiones. La anterior conclusión tiene como
premisa, que el derecho fundamental de petición, en virtud del cual
se elevaron las solicitudes durante el trámite electoral por parte
del señor Leonardo Enrique Martínez Arredondo y los recursos del
demandante contra el Acuerdo 016 de 23 de noviembre de 2020, como
reiteradamente lo ha expuesto la Corte Constitucional, no se garantiza
por el hecho de que la entidad o persona requerida simplemente
realice una manifestación, profiera un acto administrativo, sino
cuando la respuesta correspondiente es oportuna, clara, precisa,
congruente con lo solicitado, de fondo y se da a conocer. Por ende,
aunque es cierto que los cargos formulados simplemente reprochan
que las autoridades electorales de la Universidad Popular del Cesar
no se pronunciaron sobre las peticiones y recursos interpuestos y que
la Sala corroboró que frente a los mismos se dictaron algunos actos
administrativos, también lo es, que desde una perspectiva que tenga
en cuenta el núcleo esencial del derecho de petición debe analizarse la
petición y si las decisiones se corresponden con lo solicitado, así como
también si aquéllos constituyeron o no una respuesta clara, precisa,
congruente y de fondo. (…). De otro lado, por la verificación preliminar
que hizo la Sala de las respuestas proferidas por el ente educativo,
habría sido deseable que expusiera su contenido para dar cuenta del
estudio emprendido. Finalmente, porque a esta etapa del proceso,
prima facie no se advierte que por la forma en que se resolvieron las
referidas peticiones o recursos, se justifique la suspensión provisional
del acto acusado, sin perjuicio del estudio que se realice en la
sentencia luego de surtido el debate probatorio. [Se estimó] necesario

54
realizar las anteriores consideraciones, en aras de propiciar que en
futuras oportunidades cuando se pone de presente como motivo de
inconformidad la no resolución de solicitudes o recursos, tal cargo
sea abordado con mayor detalle desde la perspectiva del contenido
esencial del derecho fundamental de petición, máxime que en los
procesos de nulidad electoral somos jueces de constitucionalidad.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 13 INCISO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231

55
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE AUTO

EXTRACTO No. 7

RADICADO: 20001-23-33-000-2020-00418-01
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Carlos Alberto Uribe Sandoval
DEMANDADA: Johana Caviedes Pabón - Personera transitoria del
municipio de Aguachica - Cesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver sobre las


solicitudes de aclaración y adición -presentadas por los apoderados
de la demandada y del Concejo Municipal de Aguachica- de la
providencia de 28 de enero de 2021 por medio de la cual la Sección
Quinta del Consejo de Estado, confirmó el auto de 12 de noviembre
de 2020 mediante el cual el Tribunal Administrativo del Cesar, ordenó
la suspensión provisional de los efectos del acto de designación de
la señora JOHANA CAVIEDES PABÓN como Personera transitoria de
Aguachica - Cesar.

TESIS: Por un lado, la demandada solicitó adicionar la citada


providencia, pues considera que el alegato, relacionado con que no era
posible aplicarle la inhabilidad contenida en el literal g) del artículo
174 de la Ley 136 de 1994 para ser designada como personera no fue
estudiado en el auto del 28 de enero de 2021, toda vez que la Defensoría
del Pueblo no es un organismo del sector central o descentralizado
de cualquier nivel administrativo. Por su parte, el Concejo Municipal
de Aguachica solicitó que se adicione y aclare la mentada providencia
con el fin de incluirlos como parte demandada y por ende declarar la
nulidad de todo lo actuado. Las normas del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo que rigen el trámite
especial de los procesos electorales no incluyeron la regulación sobre la
aclaración y adición de los autos dictados en esta clase de actuaciones.
Entonces, lo procedente en estos casos es acudir a las disposiciones
del Código General del Proceso, cuyos artículos 285 y 287 regulan los
aspectos correspondientes a la aclaración y adición de los autos y

56
resultan aplicables al proceso electoral en virtud de lo dispuesto en los
artículos 296 y 306 de la Ley 1437 de 2011. (…). Como se aprecia de la
lectura del artículo 285 del Código General del Proceso, no procede la
aclaración de la providencia, puesto que no se está alegando que tenga
conceptos o frases dudosas, que se encuentren en la parte resolutiva o
influyan en ella. De otra parte, en cuanto a la adición, dicha figura solo
procede cuando se haya omitido resolver sobre cualquier punto que
debía ser objeto de pronunciamiento, y lo alegado por el apoderado
del Concejo de Aguachica no está encaminado a lograr tal fin, pues lo
pretendido, es que se adicione el auto para ordenar su vinculación y
como consecuencia la nulidad de todo actuado, para que, pueda ser
tenido en cuenta el escrito con el que descorrió el traslado de la medida
cautelar. Precisa la Sección que el auto, del cual se pide la adición y
aclaración, no resolvió la apelación sobre la admisión de la demanda,
decisión que no es susceptible de recursos, sino sobre la suspensión
provisional del acto demandado, por lo que, la competencia de este
juez en segunda instancia solo versa sobre ese punto y por ende solo
puede pronunciarse sobre dicho tema; pues la admisibilidad de la
misma no es un tema del que pueda pretender que se adicione. Pero,
además, en este punto valga señalar que el Concejo sí fue vinculado
al proceso desde el inicio del proceso, lo anterior está demostrado con
la notificación personal del auto que admitió la demanda, por lo que,
su intervención puede hacerla en las siguientes etapas del proceso,
como autoridad que intervino en la producción del auto demandado,
respetando los términos estipulados en la ley para tal fin. (…). Es claro
que lo pretendido por el apoderado de la autoridad administrativa que
expidió el acto demandado es justificar la extemporaneidad con la
que presentó sus objeciones a la solicitud de suspensión provisional,
propósito que se aleja de la finalidad de esta actuación procesal y que,
por ende, no puede ser considerado como generador de nulidad alguna
que sea necesario subsanar. Por lo anterior, las solicitudes del Concejo
Municipal de Aguachica serán negadas. (…). [E]ncuentra la Sala que
la solicitud [de adición de la demandada] será negada, toda vez que,
dicho alegato fue estudiado en el auto 28 de enero de 2021 como se
pasa a demostrar. (…). Es claro para la Sala que, lo pretendido por el
apoderado de la demandada es atacar el fondo del asunto, utilizando
la figura de la adición como un recurso adicional contra el auto que
confirmó la suspensión provisional del acto demandado, desvirtuando
el fin con el que fue creada, el cual consistente, en resolver argumentos
que fueron pasados por alto, situación que, en el presente caso, no se
configura, razón suficiente para denegar la solicitud de adición. Por

57
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

lo anterior, debe concluirse que quedó debidamente demostrado que


los argumentos que dicen fundamentar la adición del auto en realidad
denotan sus cuestionamientos con lo decidido en segunda instancia y
no aspectos que hayan dejado de resolverse por parte de este cuerpo
colegiado.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 287 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 302

58
SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN
DE REPRESENTANTE DE LOS DOCENTES ANTE EL CONSEJO
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR

EXTRACTO No. 8

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00004-00
FECHA: 04/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ricardo Andrés Mejía Tariffa
DEMANDADO: Rafael Ricardo Corrales Arzuaga - Representante de los
docentes ante el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar,
período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la admisión de la demanda de nulidad electoral y respecto de la
solicitud de suspensión provisional, presentada por el señor RICARDO
ANDRÉS MEJÍA TARIFFA contra la elección del señor RAFAEL RICARDO
CORRALES ARZUAGA, como representante de los docentes ante el
Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar, para el período
2020 a 2024, la cual se acusa de ilegal y de haberse expedido con falsa
motivación y desviación de poder.

TESIS: La fuerza ejecutiva y ejecutoria de los actos administrativos,


entendidas como prerrogativas y pilares fundamentales de la
actuación pública, determinan su impostergable cumplimiento,
incluso cuando han sido sometidos al escrutinio jurisdiccional. Así, los
administrados cuentan con una garantía que les permite solicitar la
suspensión provisional de los efectos de los actos administrativos en
los trámites contenciosos administrativos en los que se cuestiona su
legalidad. (…). (…). [L]as exigencias para su formulación y prosperidad
se encuentran establecidas en el título V, libro undécimo de la Ley 1437
de 2011, que en sus artículos 229 y siguientes determina los rasgos
característicos de esta institución cautelar, los cuales se explican de
la siguiente manera: - La suspensión provisional de los efectos del
acto administrativo demandado podrá ser solicitada “en todos los
procesos declarativos que se adelanten ante esta jurisdicción.” –art.

59
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

229 CPACA–. - El decreto de esta medida cautelar requerirá de “…


petición de parte debidamente sustentada” –art. 229 ejusdem– para
lo cual el solicitante podrá fundarse en el concepto de violación
efectuado en la demanda o en escrito separado –art. 231 ejusdem–. - La
suspensión provisional de los efectos del acto administrativo persigue
la protección y garantía “del objeto del proceso y la efectividad de la
sentencia” –art. 229 ejusdem–. - La decisión que se emita respecto de
su procedencia no comporta prejuzgamiento, en la medida en que no
se define allí la legalidad del acto demandado –que se reserva a la
sentencia–, sino la suspensión de los efectos que, hacia futuro, puede
producir el mismo –art. 229 ejusdem–. - La prosperidad del decreto de
la suspensión de los efectos del acto administrativo censurado estará
sujeta a la violación de las disposiciones invocadas por el solicitante,
que podrá surgir (i) de la confrontación del acto demandado con las
normas superiores traídas a colación en la demanda o en el escrito
separado; (ii) del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud –
art. 231 CPACA–. - La solicitud de suspensión provisional no requerirá
prestar caución –art. 232 CPACA–. (…). La Sala negará la solicitud
de suspensión provisional del Acuerdo No. 29 del 26 de noviembre
de 2020, proferido por el Tribunal de Garantías Electorales de la
Universidad Popular del Cesar, por medio de la cual declaró al señor
RAFAEL RICARDO CORRALES ARZUAGA representante de los docentes
ante el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar, para
el período 2020 a 2024, toda vez que las censuras plateadas (…) no
tienen la entidad suficiente para que esta Sala pueda suspender los
efectos del acto de elección que se juzga, pues como se dio cuenta
existen muchos aspectos por resolver respecto de los cuales no se
cuenta con los elementos probatorios necesarios para su resolución.
(…). De acuerdo con las consideraciones de esta providencia, la Sala,
por un lado, admitirá la demanda propuesta contra el señor RAFAEL
RICARDO CORRALES ARZUAGA, como representante de los docentes
ante el Consejo Superior de la Universidad Popular del Cesar, [y] De
otro lado, (…) negará la solicitud de suspensión de los efectos del acto
acusado al no encontrar demostradas, en este estadio primigenio del
trámite, las irregularidades propuestas por el demandante.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 232

60
SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
MAGISTRADA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, REQUISITOS DE
PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL

EXTRACTO No. 9

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00009-00
FECHA: 04/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares
DEMANDADA: Paola Andrea Meneses Mosquera - Magistrada de la
Corte Constitucional
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala pronunciarse sobre


la admisión de la demanda, presentada en nombre propio por el
ciudadano RAMIRO BASILI COLMENARES, en ejercicio del medio de
control de nulidad electoral previsto en el artículo 139 del CPACA, contra
el acto de elección de la señora PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA,
en calidad de MAGISTRADA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, adiado el
10 de diciembre de 2020 y contra la PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA,
la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA y el CONSEJO DE ESTADO, en calidad
de autoridades encargadas de elaborar las ternas para dicha elección,
contra el SENADO DE LA REPÚBLICA, como órgano elector del cargo
y sobre la solicitud de suspensión provisional de los efectos del acto
de elección, el cual se acusa de transgredir normas constitucionales,
“en concreto, los artículos 40 numeral 7, 113, 125 inciso 2 y parágrafo,
que fue adicionado con el artículo 6 del Acto Legislativo 01 de 2003,
239 y 126 inciso 4 y, según la modificación del 2 del Acto Legislativo 02
de 2015, grosso modo porque las ternas elaboradas por el Presidente
de la República, el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia
no respetaron el espíritu democrático de participación popular en el
que se inspira la Constitución Política, ni el sistema de elección, ya
que emplearon una discrecionalidad que no les otorgó el constituyente
y que invalidan el acto de elección de la Magistrada demandada, el
primero, porque la terna la conformó postulando libremente a los
candidatos que consideró y las dos Altas Cortes, porque aunque
convocaron públicamente a la presentación de las hojas de vida, sin

61
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

criterios selectivos procedieron a incluir o a excluir la hojas de vida


y así conformaron la terna que cada una envió al Senado para la
elección.”

TESIS 1: La fuerza ejecutiva y ejecutoria que tienen los actos


administrativos una vez quedan en firme como prerrogativa y pilar
fundamental de la actuación pública, determinan su impostergable
cumplimiento así sean demandados judicialmente; pero al mismo
tiempo y como contrapartida y garantía de los administrados, implica
que éstos puedan solicitar ante el juez la suspensión de sus efectos
mientras se tramita el correspondiente proceso donde se cuestiona su
legalidad. (…). De la interpretación armónica de las normas que rigen
la figura [artículo 231 y 277 de la Ley 1437 de 2011], se tiene que para
que se pueda decretar la suspensión provisional de un acto en materia
electoral debe realizarse un análisis del acto demandado frente a las
normas superiores invocadas como vulneradas en la demanda o en la
solicitud, según corresponda, para así verificar si hay una violación de
aquellas con apoyo en el material probatorio con el que se cuente. (…).
[L]as disposiciones precisan sobre la medida cautelar, lo siguiente: i) al
resolver se debe indicar si la violación de las disposiciones invocadas
surge de la confrontación entre el acto demandado y las normas
superiores alegadas como violadas, o del estudio de las pruebas
allegadas con la solicitud y (ii) se debe solicitar con fundamento en el
mismo concepto de violación de la demanda, o en lo que el demandante
sustente al respecto en escrito separado -siempre que se encuentre en
término para accionar- o en la misma demanda, pero en todo caso, que
sea específica y propia para la procedencia de la medida excepcional,
o por una expresa remisión a que el apoyo de la medida se soporta en
el concepto de violación. (…). No obstante, resulta del caso precisar que
no cualquier desconocimiento normativo implica per se la suspensión
provisional del acto acusado por cuanto es claro que debe analizarse en
cada caso concreto la implicación del mismo con el fin de determinar
si tiene o no la entidad suficiente para afectar la aplicabilidad del acto
y en últimas, su legalidad. Además, se hace necesario reiterar que el
pronunciamiento que se emita con ocasión de una solicitud de medida
cautelar en manera alguna implica prejuzgamiento, por lo que nada
obsta para que la decisión adoptada varíe en el curso del proceso y
para que incluso, la decisión definitiva sea diferente.

TESIS 2: La parte demandante sustentó el cargo en que todo


ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio

62
y control del poder político y para hacerlo efectivo puede acceder al
desempeño de funciones y cargos públicos. En tal sentido, consideró
que el artículo 40, numeral 7 de la Constitución Política fue vulnerado
toda vez que el señor Presidente de la República discrecionalmente
elabora la terna, pretermitiendo la participación ciudadana, pues no
existe procedimiento público que así la permita. (…). En concreto, el
demandante señala que la autonomía e independencia que prevé
la norma [artículos 40 y 113 de la Constitución Política] se ven
vulneradas porque la Magistrada electa, al ser ternada y postulada
discrecionalmente por el Presidente de la República, estará
comprometida con el Gobierno, eliminando la separación de poderes, lo
que conlleva inestabilidad en las decisiones de la Corte Constitucional,
quien vigila y controla las actuaciones del Gobierno. Para la Sala, esta
censura cautelar no está llamada a prosperar, en tanto los mandatos
superiores previstos en los artículos 40 y 113, son contenidos que se
deben descender al caso concreto y cotejarse con otras normas, como
las propias de integración de la Corte Constitucional y la elección de
sus Magistrados miembros. En efecto, el artículo 40 Superior contiene
el catálogo de derechos políticos, que para el asunto que ocupa la
atención de la Sala se vería vulnerado si no se observara la normativa
aplicable a la elección de los Magistrados de la Corte Constitucional,
circunstancia que a priori no se advierte haya acontecido, por cuanto el
texto de la norma en cita no prevé si la escogencia de la terna por parte
del Presidente debe responder a estrictos parámetros de selección
objetiva o puede constituirse desde presupuestos discrecionales,
tampoco de las pruebas que obran en el expediente se evidencia la
conclusión esbozada por el solicitante. (…). Por otra parte, en relación
con el mandato del artículo 113 Constitucional, la censura que hace la
parte demandante se enfoca en realidad en cuestionar y suponer que
la Magistrada será una agente del gobierno por haber sido postulada
por el Presidente de la República, sin tener en cuenta que conforme a
las mismas normas constitucionales la elección de los Magistrados de
la Corte Constitucional está precedida de ternas que envían otras dos
ramas del poder público, entre ellas, el Primer mandatario, por lo que
dada la existencia de una norma del mismo rango y otra legal que así
lo consagran, a saber, el artículo 239 Superior y el artículo 44 de la Ley
270 de 1994, se advierte que solo se exige que el Primer mandatario
presente terna, sin que se observe que deba hacerlo por convocatoria
pública y desarrollando un concurso de méritos. Así las cosas, es claro,
para esta Judicatura que, en últimas se advierte, que en principio
al parecer, el cuestionamiento recae sobre la constitucionalidad

63
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de la norma que previó la elección de los Magistrados de la Corte


Constitucional y sus actos previos de conformación de ternas, razón
por la cual no se evidencia en forma clara la vulneración al contenido de
la norma atinente a la separación de poderes y sustento de la solicitud
cautelar. Sin perjuicio de lo anterior, lo cierto es que de los textos
transcritos no se logra determinar, a priori, que el señor Presidente
de la República en la conformación de la terna haya incurrido en la
violación de estos dos artículos, por cuanto para concluirlo se hace
necesario cotejarlos con otra normativa, que permita tener certeza
sobre la tensión entre mandatos o su contradicción, análisis que
corresponde al fondo del asunto, en tanto no se evidencia en esta
etapa temprana del proceso. Debe quedar claro que en el caso de la
medida cautelar de suspensión provisional su aspecto de la flagrante
violación de la norma superior no es que haya desaparecido, sino que
ahora se nutre con las pruebas obrantes en el proceso, por lo que ante
un mayor margen de hermenéutica y de integración normativa, es
claro que la decisión del operador de suspender los efectos del acto se
imposibilite en esta etapa temprana, porque se requiere de un estudio
de fondo propio del fallo. Y es que afirmar que la manera como el señor
Presidente integró la terna conlleva a que la elegida sea un agente
del Gobierno que desmedre la autonomía e independencia de la Corte
Constitucional o que se vulneró el principio de separación de poderes,
resulta imposible de avizorar, por lo menos, en esta etapa temprana
del proceso. En consecuencia, la censura cautelar no es de recibo.

TESIS 3: Este mandato [artículo 125 inciso 2 de la Constitución


Política que aduce el actor como vulnerado] dispone: “Los funcionarios,
cuyo sistema de nombramiento no haya sido determinado por la
Constitución o la Ley, serán nombrados por concurso público”. Indicó
el cautelante que conforme al artículo 239 Superior, la elección de
los Magistrados de la Corte Constitucional corresponde al Senado de
la República, con base en las ternas enviadas por el Presidente de
la República, el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia, y
como el sistema de nombramiento está definido por la Constitución,
se debe dar cumplimiento al artículo 40 Constitucional. Por lo tanto,
los órganos responsables de la elaboración de las ternas deberán dar
participación a todos los ciudadanos, sin exclusión, conforme ordena
dicha norma, por medio de la convocatoria pública reglada por la ley,
como lo estatuye el inciso 4, del artículo 126 de la Carta Política. (…).
Para el actor, en el caso concreto, la elaboración de la terna diseñada
por el Presidente estuvo motivada por una discrecionalidad absoluta

64
que la Constitución no le confirió, al omitir el proceso de la convocatoria
pública y la selección por meritocracia, excluyendo del proceso los
principios de publicidad, transparencia, participación ciudadana,
equidad de género y debido proceso administrativo. (…). [I]ndicó el
solicitante de la suspensión que el Presidente haciendo uso de una
discrecionalidad omnímoda, escoge y postula los candidatos ternados,
entre quienes posteriormente eligió el Senado de la República. Para
la Sección Quinta esta censura cautelar tampoco es de recibo, no
solo porque existe normativa especial que le es propia a la elección
de los Magistrados de la Corte Constitucional (artículo 239 Superior
y artículo 44 de la Ley 270 de 1994), sino también porque la norma
principal con la que sustenta la petición, esto es, el artículo 125 inciso
2 de la Constitución Política, con la que el actor armoniza y empalma
los otros tres dispositivos, prevé el supuesto que impone la realización
de un concurso público a que el sistema de nombramiento no haya
sido determinado, lo cual, en principio, no es lo que acontece en
realidad en el campo de la designación de los Magistrados de la Corte
Constitucional, que sí se encuentra positivizado en la Constitución
y en la Ley, lo cual impide en esta etapa entender que se está bajo
los supuestos del inciso 4 del artículo 126 Superior que impone una
convocatoria pública reglada por la ley, dada la especialidad normativa
que permea la elección de los miembros de la Alta Corte. Por contera,
la solicitud cautelar apoyada en forma principal en el artículo 125
inciso 2 de la Constitución y que se enlaza a los artículos 40, inciso 4
del 126 e inciso 1 del 29 Superiores, cae por su peso al apartarse de
la ausencia o la falta de determinación de la regulación del sistema de
nombramiento.

TESIS 4: El demandante considera que la disposición en cita


[artículo 125 de la Carta Política, adicionado por el artículo 6 del
Acto Legislativo 01 de 2003] ha sido ignorada completamente por la
autoridad postulante de los candidatos ternados, de quienes resultó
elegida la demandada, como también expresamente por el órgano
elector, toda vez que la Magistrada electa fue postulada y elegida para
el cargo por el período institucional 2020-2028, sin observar, que la
elegida venía en continuidad del período del doctor CARLOS BERNAL
PULIDO, quien se posesionó en mayo de 2017, cuyo período vence
en mayo de 2025, razón suficiente para que la elección de la doctora
MENESES MOSQUERA se haya excedido en el periodo establecido por
la Constitución, dando lugar a la invalidez del acto que hiciera el Senado
de la República el 10 de diciembre de 2020, objeto de impugnación.

65
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

La Sala observa que nuevamente el solicitante de la medida cautelar


trae a colación una norma que se desliga del espectro propio de la
causa en análisis, por cuanto, en contraste, para los magistrados de
la Corte Constitucional la normativa (art. 239 C.P.) ha previsto que
en materia de período este se reputa individual, o lo que es igual, de
índole personal, calificación y alcance que lo aleja de los supuestos
predicables para entender que se trata de período institucional y que
impide que se indique que la Magistrada demandada solo estaba para
completar el período del Magistrado que dejó vacante el cargo. Valga
recordar que la previsión contenida en el parágrafo del artículo 125
Superior en cita se refiere a los cargos de período institucional, que por
la especificidad y características legales y constitucionales del cargo
de Magistrado de la Corte Constitucional no resulta aplicable. Ello hace
que la medida cautelar no sea viable, ante la existencia de esa norma
que otorga un panorama diferente al que pretende el actor le sirva
para su propósito de suspender los efectos del acto. En consecuencia,
en esta etapa inicial, la Sala no encuentra mérito para dar viabilidad a
la solicitud cautelar de la parte actora.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS 1: Aunque [se comparten] las razones de fondo expuestas en


la anterior providencia, [se estima] necesario aclarar [el] voto respecto
a la forma en que la Sala se pronunció sobre dos situaciones, a saber:
(…). Frente al primer asunto [la resolución de la recusación contra los
magistrados del Consejo de Estado, que intervinieron en el proceso
de conformación de la terna para la elección de la magistrada de la
Corte Constitucional], el auto del 4 de marzo de 2021 estimó que no
había lugar a la recusación efectuada, a impartir el trámite de que trata
el artículo 132 del CPACA, exponiendo para tal efecto, las razones de
fondo por las que sustenta la clara improcedibilidad de separar a los
integrantes de la Sala del conocimiento del asunto, y además, porque
la parte demandante no determinó la causal en la cual sustentó su
pedimento. (…). [Se considera] que la providencia debió expresamente
invocar el artículo 142 del Código General del Proceso, según el
cual cuando la recusación se sustente en situaciones distintas a las
previstas en la ley, debe rechazarse de plano, esto es, sin necesidad
de correr traslado a los recusados y efectuar un pronunciamiento de
fondo sobre los argumentos desarrollados. En ese orden de ideas,

66
resultaba suficiente con fundamento en la norma antes señalada,
rechazar de plano la recusación propuesta, sin necesidad de exponer,
como lo hizo el auto del 4 de marzo de 2021, las razones por las que
no hay lugar a separar a los integrantes de la Sección del conocimiento
de la controversia judicial.

TESIS 2: El segundo fundamento de [la] aclaración [la inadmisión del


libelo introductorio en cuanto se refiere a tener como demandados al
Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia], radica en que la
providencia antes señalada, consideró que el libelo genitor cumplía con
los requisitos legalmente establecidos, simultáneamente inadmitió la
demanda, sin otorgar la posibilidad de subsanarla al accionante, en
cuanto se refiere a tener como demandados a la Corte Suprema de
Justicia y al Consejo de Estado. (…). [Se llama] la atención sobre la
forma en que se definió que el demandante incurrió en un error, al
considerar que las corporaciones judiciales antes señaladas deben
fungir como demandadas, porque si pretendía destacarse dicha
situación desde el inicio de la actuación procesal, para tal efecto debió
dictarse un auto que inadmitiera la demanda, en el que se le explicara
a la parte actora, las razones por las cuales el escrito introductorio
no se pudiera aceptar en la forma presentada y, en consecuencia,
se le hubiera concedido la posibilidad de subsanarlo en el término
legalmente establecido. E incluso, que en el evento, que el demandante
considerara que no incurrió en yerro alguno, luego de que se rechazara
la demanda por no corregirla, impugnara esta última decisión, mediante
el recurso de súplica. Lo anterior, de conformidad con los artículos
169, 170, 243, 246 y 276 de la Ley 1437 de 2011, que establecen el
trámite a seguir cuando una demanda no cumple con los requisitos
legalmente establecidos, cuando no se subsana y los mecanismos
de defensa con los que cuentan los demandantes para hacer valer
su posición, frente a un asunto de significativa importancia, como los
términos en los que ejercen el derecho de acceso a la administración
de justicia. Aunque las normas procesales son claras sobre cómo
proceder cuando el libelo genitor no reúnen los requisitos legalmente
previstos, la providencia respecto de la cual aclaro mi voto, a la vez
que admitió la demanda, resolvió de manera definitiva, sin posibilidad
de subsanación, que no se tramitaría controversia alguna respecto
de la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado - autoridades
que el actor identificó como demandados-, aunque dicha posibilidad,
no está contemplada en la Ley 1437 de 2011 o el Código General del
Proceso. Es más, tratándose del trámite de nulidad electoral, en el que

67
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

en una sola providencia, que debe dictar el juez, Sala o Sección, se


resuelve admitir la demanda y la solicitud de suspensión provisional,
(art. 277 del CPACA), cualquier inconveniente con el libelo genitor tuvo
que haberse surtido y solucionado con anterioridad De lo contrario,
se corre el riesgo de resolver sobre medidas cautelares respecto de
asuntos que no tienen vocación de ser tramitados en debida forma en
la jurisdicción, lo que representaría un desgaste innecesario para la
administración de justicia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29 INCISO 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 40 NUMERAL 7 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 113 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 125 INCISO 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 126 INCISO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 239 / ACTO
LEGISLATIVO 01 DE 2003 - ARTÍCULO 6 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2015- ARTÍCULO
2 / LEY 270 DE 1994 – ARTÍCULO 44

68
ACLARACIÓN Y ADICIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO No. 10

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01126-01
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Luz Lanery Montoya Restrepo
DEMANDADO: Milton Fabián Castrillón Rodríguez - Concejal de
Santiago de Cali, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver la solicitud


de aclaración y adición de la sentencia de 18 de febrero de 2021
presentada por la parte demandada.

TESIS 1: [S]e sigue [que] tal instrumento [la solicitud de aclaración


de la sentencia] no constituye un mecanismo de impugnación de las
providencias o un escenario en el que los sujetos procesales puedan
plantear sus inconformidades o disensos respecto del fallo, que
se entiende inmutable. Se trata de una figura con la que se busca
desentrañar frases o conceptos dudosos que dificulten el cumplimiento
de la orden judicial, dadas las ambigüedades o vaguedades del
lenguaje. En el caso concreto, la sentencia de 18 de febrero de 2021,
cuya aclaración se pide, fue notificada “personalmente” al accionado
al día siguiente de su expedición, según lo ordena el artículo 289 del
CPACA. Comoquiera que esto se cumplió frente al accionado a través
de correo electrónico del viernes 19 de febrero de 2021, se colige que
el término de 2 días para solicitar la aclaración feneció el jueves 25
de febrero de 2021. Ergo, al haberse allegado el escrito contentivo del
pedido aclaratorio el 24 de febrero de 2021 se entiende que cumple
con el presupuesto de oportunidad señalado en el artículo 290 del
CPACA. Ahora bien, revisados los motivos que sustentan los cuatro
cuestionamientos elevados por el memorialista, se observa que
ninguno de ellos recae sobre conceptos o frases que ofrezcan verdadero
motivo de duda contenidas en la parte resolutiva de la sentencia
o que influyan en ella. Más bien se evidencia que los interrogantes
planteados entrañan un cuestionamiento sobre los aspectos abordados

69
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

por la Sala en la sentencia del 18 de febrero de 2021, especialmente


en lo que tiene que ver con el alcance dado a los factores territorial
y objetivo de la denominada causal de inhabilidad por parentesco
confrontada con el acto de elección enjuiciado. Precisamente la
superposición de circunscripciones funcionales bajo el enfoque
territorial, que se opone al meramente administrativo propuesto por
la defensa en el sub judice a partir de la naturaleza y atribuciones de
las contralorías departamentales y municipales, fue el objeto principal
de la disertación ofrecida por esta colegiatura en el fallo objeto de la
solicitud de aclaración, sin que sea del caso profundizar en ello dentro
del presente proveído en el que la competencia de la Sala se reduce a
la verificación de frases o conceptos dudosos, que en este caso no se
verifican, pues la resolución judicial del vocativo de la referencia fue
lo suficientemente clara en el sentido de confirmar el fallo de primera
instancia. (…). Así las cosas, se niega la aclaración solicitada por la
parte demandante respecto del fallo contencioso electoral de segunda
instancia.

TESIS 2: [L]a adición de la sentencia debe solicitarse dentro del


término de ejecutoria, a cuyo respecto señala el artículo 302 del CGP
que las providencias “… que sean proferidas por fuera de audiencia
quedan ejecutoriadas tres (3) días después de notificadas”. Su
contenido debe orientarse a la resolución de algún aspecto que se
haya dejado de resolver en la sentencia, a pesar de ser un extremo de
la litis o un punto que legalmente debía ser evacuado. En el caso de la
referencia, de acuerdo con lo explicado en el acápite inmediatamente
anterior de este proveído, la presentación de la solicitud de adición fue
radicada el 24 de febrero de 2021, siendo oportuna hasta el día 26 del
mismo mes y año. En lo que toca al fondo del asunto, se observa que
el consabido petitorio recae sobre la presunta omisión de la Sala al no
estudiar en el fallo de 18 de febrero de 2021 la “materialización” del
ejercicio de autoridad administrativa, especialmente si se considera
que la hermana del demandado no tenía a su cargo la ordenación
del gasto en la Contraloría Departamental del Valle del Cauca; lo que
técnicamente se avendría al supuesto del desconocimiento de un
extremo de la litis, señalado en el artículo 287 del CGP. Sin embargo,
aterrizada su postulación al detalle del asunto, se advierte que no le
asiste razón al memorialista, en la medida en que no se presentó tal
omisión. Y para sustentar este aserto, basta señalar que en el fallo
objeto de la solicitud de adición la Sección explicó que el ejercicio de
autoridad administrativa se entiende en términos de “potencialidad”,

70
por lo que basta ostentar la función de la que se deriva tal atributo, sin
que haga falta su materialización, como equivocadamente lo defiende
la parte accionada. Del mismo modo, se destaca que la razón por la que
se concluyó el ejercicio de autoridad por parte de la señora Castrillón
Rodríguez fue porque se probó que tenía a su cargo la atribución
específica de “autorizar comisiones de servicio y ordenar el gasto de
viáticos”, y no la competencia genérica para ser ordenadora del gasto
a cargo del Subcontralor. En ese orden de ideas, queda descartado
que esta colegiatura hubiera dejado de pronunciarse sobre uno de
los extremos de la litis, en tanto los temas que echa de menos el
peticionario fueron abordados; cosa distinta es que no bajo el enfoque
que pretende. De ello se deduce que su postulación frente al presente
asunto entraña, más bien, una disconformidad o censura respecto del
análisis probatorio desplegado por la Sala, no siendo la adición de
sentencia el mecanismo ni el espacio para ello. Visto así, se denegará
la solicitud de adición presentada por la parte demandada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 289 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 1564 DE 2012
– ARTÍCULO 302 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 86 / DECRETO 806 DE 2020 –
ARTÍCULO 8

71
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO POR


PARENTESCO / IMPEDIMENTO DE AGENTE DEL MINISTERIO
PÚBLICO DADA LA CALIDAD DE CONTRATISTA

EXTRACTO No. 11

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00078-00 (2020-00086-00,


2020-00080-00 y 2020-00082-00)
FECHA: 25/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: David Ricardo Racero Mayorca y otros
DEMANDADO: Carlos Ernesto Camargo Assis – Defensor del Pueblo
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Decide la Sala el impedimento manifestado


por la señora Procuradora Séptima Delegada ante el Consejo de
Estado, por cuanto consideró que se encontraba incursa en la causal
establecida en el numeral 4 del artículo 130 del CPACA, en atención
a que el 16 de junio de 2019 suscribió el contrato de prestación de
servicios profesionales FND 418.2020 con la Federación Nacional de
Departamentos, cuya copia anexó, representada entonces por el hoy
demandado Carlos Ernesto Camargo Assís.

TESIS: [E]l régimen de impedimentos y recusaciones tiene como objeto


garantizar la transparencia e imparcialidad de las actuaciones que se
surten al interior del proceso. En este caso, quien presenta la solicitud
es la señora agente del Ministerio Público, quien interviene como
sujeto procesal especial en defensa del orden jurídico, del patrimonio
público y de los derechos y garantías fundamentales, según lo previsto
en el artículo 277 de la Constitución Política, en armonía con el artículo
303 del CPACA. (…). De lo anterior [artículos 133 y 134 del CPACA] se
desprende, frente a los impedimentos de los agentes del Ministerio
Público, que (i) las causales aplicables son las mismas previstas para
los funcionarios de la jurisdicción contenciosa, (ii) se deben presentar
debidamente sustentadas ante la respectiva autoridad judicial
unipersonal o colegiada de la causa, (iii) que se ocupará de resolverla,
(iv) la cual, en caso de aceptarla, dispondrá su reemplazo, según las
reglas que establece la citada norma. En el caso de la referencia, la

72
señora Procuradora Séptima Delegada ante el Consejo de Estado
pidió ser separada del conocimiento del asunto por haber suscrito el
contrato de prestación de servicios profesionales FND 418.2020. del
16 de junio de 2019 con la Federación Nacional de Departamentos,
organización que en ese momento se encontraba representada por
quien ahora funge como demandado en el contencioso electoral de la
referencia (…); situación que adecuó a la causal prefijada en el numeral
4º del artículo 130 del CPACA. (…). [E]xtrapolada la causal invocada al
supuesto de la señora agente del Ministerio Público al vocativo de la
referencia, lo primero que se observa es el incumplimiento del factor
“parentesco”. Esto, comoquiera que la doctora (…) no alude a la relación
de alguno de sus parientes en los grados que señala la norma, sino
a la suya propia respecto del demandado. Podría pensarse que una
interpretación teleológica de la causal de impedimento conduciría a
que, si existe afectación a la objetividad e imparcialidad por el vínculo
jurídico que existe entre uno de parientes del agente del Ministerio
Público y un sujeto procesal, con más veras se produciría cuando
el asesor o contratista es el propio delegado del Procurador. No
obstante, se trata de una comprensión que, por lo menos en principio,
resulta inviable de cara al ejercicio de la función jurisdiccional, para
la cual fue prevista la causal de impedimento, que el legislador hizo
extensiva a los agentes del Ministerio Público. Ello es así porque, (…)
se parte de la idea de que los jueces y magistrados están dedicados
de forma exclusiva –salvo contadas excepciones– a la función
jurisdiccional, razonamiento que, mutatis mutandi, comprende a los
respectivos procuradores (…). De ahí que no cobijara el legislador
la calidad propia de asesor, contratista (directo o indirecto) bajo la
mera idea del conflicto de interés, que desarrollan las causales de
impedimento y recusación, cuando tal circunstancia pudiera erigirse
en escenarios más drásticos como el de la incompatibilidad. (…). Se
itera, entonces, que no se cumple con el “parentesco” que precisa la
causal de impedimento alegada por la señora Procuradora Séptima
Delegada ante el Consejo de Estado. En similar sentido, si bien media
la existencia de un contrato, del cual puede derivarse alguna calidad de
persona natural “contratista”, tampoco se verifica la concurrencia del
factor de “temporalidad” porque, visto el contrato anexado por dicha
servidora, se aprecia que el plazo del mismo comprendió “DESDE EL
DIECISÉIS (16) DE JUNIO DE 2020, AL QUINCE (15) DE SEPTIEMBRE
DE 2020”, con lo cual se descarta que se trate, salvo mejor prueba, de
un vínculo actual. En ese orden de ideas, para la Sala es claro que no
se configura la causal de impedimento invocada, razón por la que se

73
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

declarará infundada la solicitud bajo examen, sin perjuicio de que en


lo sucesivo puedan ser objeto de estudio manifestaciones sustentadas
en otro tipo de motivos que la señora agente del Ministerio Público
considere que puedan afectar su imparcialidad, lo cual, desde luego,
hace parte de su fuero interno.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 277 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 130
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 133 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 134 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 303 / LEY 270 DE 1996 – ARTÍCULO 151

74
RECURSO DE REPOSICIÓN CONTRA AUTO QUE NEGÓ LA
SUSPENSIÓN PROVISIONAL DEL ACTO DE ELECCIÓN DE
MAGISTRADA DE LA CORTE CONSTITUCIONAL

EXTRACTO No. 12

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00009-00
FECHA: 08/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares
DEMANDADA: Paola Andrea Meneses Mosquera - Magistrada de la
Corte Constitucional
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el recurso


de reposición interpuesto por el demandante contra la negativa de
suspender de manera provisional los efectos jurídicos del acto de
elección de la doctora PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA, como
magistrada de la Corte Constitucional, contenida en el auto dictado el
4 de marzo de 2021.

TESIS: De entrada, advierte la Sala que el actor, contrario a cumplir


con el propósito del recurso interpuesto de cuestionar y exponer los
argumentos tendientes a demostrar que la negativa recurrida debe
ser revocada, se dedica a reiterar los argumentos que le sirvieron de
fundamento para pedir la suspensión provisional del acto electoral
acusado y de los cuales precisamente se ocupó la Sala al momento
de decidir sobre este pedimento. (…). [L]a Sala (…) no comparte las
(…) afirmaciones del recurrente pues precisamente, como se anunció
en la providencia que denegó la cautelar solicitada, sus argumentos
no permitían declarar la suspensión provisional porque requieren de
un estudio propio de la sentencia, lo que conduce a afirmar que este
colegiado no adoptó postura en relación con la controversia formulada,
se insiste, ante la insuficiencia de los argumentos y las pruebas en que
se fundó la petición cautelar, todo lo cual derivó en la necesidad de
agotar las respectivas instancias procesales y abordar dicho análisis
en el respectivo fallo. (…). Debe reiterar la Sala que la existencia de
la referida regulación [reglamentación constitucional y legal existente

75
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

para la elección de los magistrados de la Corte Constitucional], a la que


se alude en la reposición, como se expuso en la providencia recurrida
trae consigo que, al menos en esta inicial etapa del proceso, el artículo
125 de la Constitución Política no encuadre en el reparo formulado
por el demandante, pero que ello podrá ser asumido en profundidad
al momento de proferir el respectivo fallo. En efecto, el precepto
constitucional impone la realización de un concurso público siempre y
cuando el nombramiento no haya sido determinado, lo que, en principio,
no sucede respecto de los magistrados de la Corte Constitucional, pues
como se demostró su elección cuenta con regulación constitucional
y legal, sin que en este momento sea posible establecer si la misma
resulta insuficiente, como pretende hacerlo ver el demandante, lo que
conlleva que no sea posible acceder a su petición cautelar y mucho
menos que se trate de un cargo con vocación de prosperidad para
revocar la negativa recurrida, que se profiere en la incipiente etapa
de admisibilidad de la demanda. En conclusión, salta a la vista que el
recurrente no expuso la argumentación debida tendiente a demostrar
los presuntos yerros de la decisión adoptada por este colegiado, por
el contrario, se limitó a insistir, con las mismas razones expuestas en
su demanda, que es lo procedente acceder a la cautelar deprecada, lo
cual necesariamente impone concluir que no exista razón alguna para
reponer la decisión recurrida.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 125 LITERAL F / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 242
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 61 / CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO - ARTÍCULO 318

76
RECURSO DE APELACIÓN CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA
DEMANDA POR CADUCIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE NULIDAD
DEL ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO, CADUCIDAD DEL MEDIO
DE CONTROL DE NULIDAD ELECTORAL

EXTRACTO No. 13

RADICADO: 05001-23-33-000-2020-03780-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Carolina Agudelo Zuleta
DEMANDADO: Daflis Enrique Romaña Mena - Diputado del
departamento de Antioquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver el recurso


de apelación presentado por la señora CAROLINA AGUDELO ZULETA,
contra la providencia del 26 de febrero de 2021, por medio de la cual, el
Tribunal Administrativo de Antioquia rechazó la demanda por caducidad
del medio de control de nulidad contra la elección del señor DAFLIS
ENRIQUE ROMAÑA MENA, en calidad de diputado del departamento de
Antioquia, para el período constitucional 2020 a 2023.

TESIS 1: [E]l medio de control de nulidad electoral se trata de un


mecanismo judicial público, que dispone de rango constitucional,
que legitima a cualquier persona para su ejercicio, sin necesidad de
apoderado judicial, para acudir ante la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo en aras de que se examine la legalidad de los actos
de elección, en este caso, aquella designación devenida del voto
popular. Para ello quien acude a la administración de justicia dentro
del vocativo de nulidad electoral (artículo 139 de la Ley 1437 de 2011)
propiamente dicha y con fundamento en las causales del artículo 137,
como también en las causales objetivas o subjetivas, establecidas
en el artículo 275 del CPACA, podrá pedir la nulidad de los actos de
elección por voto popular o por cuerpos electorales, así como de los
actos de nombramiento o de llamamiento para proveer vacantes en
las corporaciones públicas. (…). Pero más allá de las exigencias que
deberán ser observadas por quienes accionan a través de este medio

77
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de control, lo cierto es que cuando se enjuician los actos electorales,


producto de la voluntad popular, los fundamentos de la demanda
podrán ampararse tanto en las causales generales de anulación de
los actos administrativos (art. 137 del CPACA) como en las específicas
y propias de los actos electorales (art. 275 ejusdem). (…). Así las cosas,
se tiene que el medio de control de nulidad electoral es una acción
pública, toda vez que permite a cualquier persona demandar, por lo
que cuenta con la llamada legitimación universal, respecto, entre
otros, al acto de elección producto del voto popular; pero se diferencia
de aquella, porque está sometida a un término de caducidad (30 días),
aspecto que se ha visto ajeno al medio de control de estirpe público y,
su ejercicio implica cargas para el demandante, de las cuales carece la
nulidad simple, ya que en algunos asuntos, éste deberá dirigirse contra
el acto de elección y los actos previos que resuelven las reclamaciones
o irregularidades frente a la votación o los escrutinios. (…). Para la Sala,
teniendo en cuenta lo anterior y, si bien, la señora CAROLINA AGUDELO
ZULETA en la demanda presentada, en subsanación y en la apelación
en estudio, insistió que el medio de control promovido era el de nulidad,
consagrado en el artículo 137 del CPACA, lo cierto es que esa es una
vía procesal inadecuada para su ataque judicial. Lo anterior, porque la
pretensión promovida en su demanda (…) se trata de un acto electoral
propiamente dicho, para cuya controversia el legislador estableció un
medio de control especial, como ya se explicó, esto es, el de nulidad
electoral, establecido en el artículo 139 de la Ley 1437 de 2011, frente
al cual, incluso se prevé pueda ser cuestionado con fundamento en las
causales específicas de nulidad electoral previstas en el artículo 275 del
CPACA y por las consagradas en el artículo 137 ibidem para atacar actos
administrativos. Así que nada obsta para que el interesado postule en
el libelo genitor causales de aquellas que se ventilan en los juicios de
nulidad, en tanto es el legislador quien, con buen criterio, ha permitido
dicha mixtura. Pero ello no significa que el vocativo se desdibuje de
la égida y procedimiento del medio de control de la nulidad electoral
del artículo 139 para transpolarlo al de la nulidad del artículo 137, en
tanto ambos mecanismos judiciales tienen sus propios presupuestos,
elementos, procedimiento, teleología y alcance. Valga recordar que
en contraste, el acto de contenido electoral, aquel que se predica con
características generales, para ser discutido cuenta con el medio de
control de la nulidad, de antaño conocida como “nulidad simple” y que
se regenta exclusivamente por el artículo 137 precitado. En conclusión,
esta Sala no encuentra ningún yerro en el auto cuestionado del
Tribunal Administrativo de Antioquia, quien en cumplimiento del deber

78
consagrado en el artículo 171 del CPACA, adecuó la acción promovida
a la de nulidad electoral, pues con la demanda se pretendió expulsar
del mundo jurídico el acto electoral propiamente dicho, contenido en el
formulario E-26 ASA del 8 de noviembre de 2019, que contiene el acta
general de los escrutinios de los votos para la asamblea departamental
de Antioquia y estableció los diputados elegidos en las elecciones del
27 de octubre del mismo año, siendo uno de ellos el hoy demandado
y frente a quien conforme a la postulación de la demanda se focalizó
la censura en el hecho particular y concreto de la supuesta incursión
del señor DAFLIS ENRIQUE ROMAÑA MENA en la causal constitutiva
de nulidad electoral prevista en el artículo 275 numeral 8 del CPACA,
consistente en la doble militancia.

TESIS 2: La caducidad es un presupuesto procesal que establece


un plazo extintivo del derecho de acción, bajo este entendido, el
legislador contempla un límite temporal para la presentación de
la demanda, so pena de que dicha facultad fenezca. Este fenómeno
permite la materialización de los principios de seguridad y certeza
jurídica, debido proceso y derecho de defensa. La configuración de
dicho postulado es el resultado del paso del tiempo y de la inactividad
o inacción de la parte interesada, quien omite realizar la conducta
procesal a la que tenía derecho dentro del término previsto en el
ordenamiento jurídico. (…). De modo que, el (…) medio de control [de
nulidad electoral] pese a su carácter público, cuenta con un término
perentorio para su ejercicio de 30 días, contabilizados a partir del día
siguiente de la audiencia pública en la que se declara su elección o de
la publicación de la elección o designación correspondiente, con el fin
de proteger la estabilidad institucional y, el correcto, eficiente y eficaz
funcionamiento de los organismos estatales. (…). Según lo señalado
(…), para establecer si en el caso concreto se configuró el fenómeno de
la caducidad, se requiere contabilizar el tiempo que transcurrió entre
el día siguiente de la audiencia pública en la que se declaró la elección
-toda vez que de acuerdo con el artículo 1º del Código Electoral, el
escrutinio es público-, y la fecha en la que se presentó la demanda,
advirtiendo que en dicho análisis se deben suprimir los días feriados,
vacantes o aquellos en los que no hubo atención al público en los
despachos judiciales. En el presente caso, el acto declaratorio de la
elección del diputado DAFLIS ENRIQUE ROMAÑA MENA se advierte
expedido el viernes 8 de noviembre de 2019, (…), de manera que, el
extremo temporal inicial para contabilizar el término previsto por el
legislador, era el martes 12 de noviembre de 2019, toda vez que ese

79
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

lunes fue festivo, siendo aquel el día siguiente hábil. Ahora bien, no se
tendrán en cuenta para la contabilización del término, los siguientes
días: 1) El martes, 17 de diciembre de 2019, en el que se llevó a cabo
la celebración del «Día de la Justicia», según lo previsto en el Decreto
2766 de 1980. 2) Entre el 20 de diciembre de 2019 y 10 de enero de
2020, en atención a la vacancia judicial dispuesta en los artículos 1 de
la Ley 31 de 1971 y 146 de la Ley 270 de 1996. Por consiguiente, los
30 días establecidos por el literal a) del numeral 2º del artículo 164 de
la Ley 1437 de 2011, para la presentación oportuna corrieron desde el
martes 12 de noviembre de 2019 hasta el miércoles 15 de enero de 2020
y la señora CAROLINA AGUDELO ZULETA radicó su demanda, mediante
correo electrónico, el 27 de octubre del año pasado, es decir, luego de
más de 9 meses de que hubiese operado el fenómeno jurídico de la
caducidad, como lo concluyó el Tribunal Administrativa de Antioquia
en el auto apelado y, lo que motivó el rechazo de la acción como lo
establece el numeral primero del artículo 169 del CPACA. Finalmente,
se pone de presente que la caducidad del medio de control promovido
ya había operado, para cuando el Gobierno Nacional suspendió dicho
término, al proferir el Decreto Legislativo 546 del 15 de abril de 2020.
(…). Para la Sala no existe mérito para revocar la decisión apelada, toda
vez que el acto demandado por la señora AGUDELO ZULETA es un acto
electoral propiamente dicho, por lo tanto, la vía procesal adecuada para
cuestionar su legalidad es el medio de control de nulidad electoral y su
ejercicio se dio por fuera del término perentorio de 30 días establecido
en el CPACA, por lo que la demanda debía ser rechazada como lo hizo
el Tribunal Administrativo de Antioquia y, en consecuencia de ello, se
confirmará el auto del 26 de febrero de 2021.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
164 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 243 NUMERAL 1 / LEY 2080
DE 2021 – ARTÍCULO 62 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 118 /
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 171 / DECRETO 2766 DE 1980 / LEY
4ª DE 1913 – ARTÍCULO 62 / LEY 31 DE 1971 – ARTÍCULO 1 / LEY 270 DE 1996 –
ARTÍCULO 146 / DECRETO LEGISLATIVO 546 DE 2020

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SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA EL ACTO DE NOMBRAMIENTO
DEL SECRETARIO DE AGRICULTURA, PESCA Y DESARROLLO RURAL
DEL DISTRITO TURÍSTICO Y CULTURAL DE BARRANCABERMEJA,
REQUISITOS DE LA SOLICITUD DE SUSPENSIÓN PROVISIONAL,
REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DEL EMPLEO PÚBLICO

EXTRACTO No. 14

RADICADO: 68001-23-33-000-2021-00151-01
FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Carlos Arturo Guevara Villacorte
DEMANDADO: Cristian Mauricio Ramírez Arias - Secretario de
Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural del Distrito Turístico y Cultural de
Barrancabermeja
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si existe


mérito suficiente para revocar, modificar o confirmar la decisión
del Tribunal Administrativo de Santander mediante la cual denegó
el decreto de la suspensión provisional del acto de nombramiento
del señor CRISTIAN MAURICIO RAMÍREZ ARIAS como secretario de
Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural del Distrito Turístico y Cultural
de Barrancabermeja y que se contiene en el Decreto No. 019 del 22 de
enero de 2021, expedido por el alcalde distrital de Barrancabermeja,
por la presunta irregularidad fundada en que el decreto en menció,
se expidió desconociendo lo regulado por el Constituyente para el
nombramiento de empleados públicos (inciso 1° del artículo 122 de
la Carta).

TESIS 1: La fuerza ejecutiva y ejecutoria de los actos administrativos,


entendidas como prerrogativas y pilares fundamentales de la actuación
pública, determinan su impostergable cumplimiento, incluso cuando
han sido sometidos al escrutinio jurisdiccional, pero al mismo tiempo y
como contrapartida y garantía de los administrados, implica que estos
puedan solicitar ante el juez la suspensión de sus efectos mientras se
tramita el correspondiente proceso donde se cuestiona su legalidad.
(…). El Estado de derecho supone por antonomasia el acatamiento de

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

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las normas jurídicas tanto por parte de la administración como de los


particulares y nuestra tradición jurídica nos reconduce al cumplimiento
de estas reglas jurídicas a través de la coherencia y congruencia
normativa que implica, dentro del sistema jerárquico y piramidal,
la no contradicción entre unas y otras y en caso de presentarse tal
fenómeno, la posibilidad de desactivar, definitiva o transitoriamente, la
disposición transgresora en garantía del principio de legalidad. Pues
es precisamente esa posibilidad de dejar sin efecto temporal la norma,
el objeto de la denominada “suspensión provisional”. En el (…) Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
se consagró la posibilidad de decretar medidas cautelares dentro de
todos los procesos declarativos que se adelanten ante esta jurisdicción,
sin que dicho acto implique prejuzgamiento alguno. (…). De manera
concreta, en materia de nulidad electoral el artículo 277 de la precitada
normativa estableció que la solicitud de suspensión provisional debe
elevarse en la demanda y que aquella debe resolverse en el auto
admisorio. Sin embargo, esta misma Sala de Decisión ha aceptado
que no necesariamente la medida cautelar debe presentarse en el
texto mismo de la demanda sino que, tal y como se permite en los
procesos ordinarios puede ser presentada en escrito anexo a esta, pero
siempre y cuando se haga dentro del término de caducidad. (…). De la
interpretación armónica de las normas que rigen la figura, se tiene
que para que se pueda decretar la suspensión provisional de un acto
en materia electoral debe realizarse un análisis del acto demandado
frente a las normas superiores invocadas como vulneradas en la
demanda o en la solicitud, según corresponda, para así verificar si
hay una violación de aquellas con apoyo en el material probatorio
con el que se cuente. (…). Entonces, las disposiciones precisan sobre
la medida cautelar, lo siguiente: (i) al resolver se debe indicar si la
violación de las disposiciones invocadas surge de la confrontación
entre el acto demandado y las normas superiores alegadas como
violadas, o del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud y (ii) se
debe solicitar con fundamento en el mismo concepto de violación de
la demanda, o en lo que el demandante sustente al respecto en escrito
separado -siempre que se encuentre en término para accionar- o en la
misma demanda, pero en todo caso, que sea específica y propia para
la procedencia de la medida excepcional, o por una expresa remisión
a que el apoyo de la medida se soporta en el concepto de violación.
(…). Así las cosas, corolario es que las exigencias para su formulación
y prosperidad se encuentran establecidas (…) en sus artículos 229 y
siguientes determina los rasgos característicos de esta institución

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cautelar, los cuales se explican de la siguiente manera: - La suspensión
provisional de los efectos del acto demandado podrá ser solicitada
“en todos los procesos declarativos que se adelanten ante esta
jurisdicción” –artículo 229 CPACA–. - El decreto de esta medida cautelar
requerirá de “…petición de parte debidamente sustentada” –artículo
229 ejusdem– para lo cual el solicitante podrá fundarse en el concepto
de violación efectuado en la demanda o en escrito separado –art. 231
ejusdem–. - La suspensión provisional de los efectos del acto persigue
la protección y garantía “del objeto del proceso y la efectividad de la
sentencia” –artículo 229 ejusdem-. - La decisión que se emita respecto
de su procedencia no comporta prejuzgamiento, en la medida en que
no se define allí la legalidad del acto demandado –que se reserva a la
sentencia–, sino la suspensión de los efectos que, hacia futuro, puede
producir el mismo –artículo 229 ejusdem-. - La prosperidad del decreto
de la suspensión de los efectos del acto censurado estará sujeta a la
violación de las disposiciones invocadas por el petente, que podrá
surgir (i) de la confrontación del acto demandado con las normas
superiores traídas a colación en la demanda o en el escrito separado
y (ii) del estudio de las pruebas allegadas con la solicitud –artículo 231
CPACA–. - La solicitud de suspensión provisional no requerirá prestar
caución –artículo 232 CPACA–. (…). Además, se hace necesario reiterar
que el pronunciamiento que se emita con ocasión de una solicitud de
medida cautelar en manera alguna implica prejuzgamiento, por lo que
nada obsta para que la decisión adoptada varíe en el curso del proceso
y para que incluso, la decisión definitiva sea diferente.

TESIS 2: [L]a Sala encuentra que el debate se centra en establecer


si el acto de designación del demandado como secretario de
Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural del Distrito Turístico y Cultural
de Barrancabermeja, debe ser suspendido de manera provisional,
por la presunta irregularidad fundada en que el Decreto 019 de 2021,
se expidió desconociendo lo regulado por el Constituyente para el
nombramiento de empleados públicos (inciso 1° del artículo 122 de
la Carta). (…). De la lectura atenta de la norma encontramos que el
Constituyente contempló que se deben cumplir una serie de requisitos
antes de poder nombrar a alguien en un empleo público, precisando
que para que se pueda ejercer la competencia de nominación, dicho
cargo debe: (i) tener sus funciones de forma detallada, ya sea en la
ley o en el reglamento de la entidad y, (ii) si dicho empleo público es
remunerado, debe estar incluido en la planta de personal, así como en
el presupuesto de la entidad. (…). La Sala ha verificado el link que se

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

indica en la anterior constancia y no resulta accesible, por lo que al


verificar la página oficial de la entidad territorial sí reposa el Decreto
017 de 2021. No obstante, en este estadio del proceso la Sala observa
que las vicisitudes planteadas por las partes respecto a la publicación
de dicho acto, atinente al intercambio o repetición de folios, no se
advierte tenga incidencia que en esta etapa temprana del proceso,
pues emerge más como un tema que permanece en el campo de
la oponibilidad, más aun, teniendo en cuenta que al Decreto que se
demanda lo soportan y concurren en su estructura otros fundamentos.
(…). Retomando entonces lo consagrado en el artículo 122 Superior,
en el que se precisaron unos requisitos que se tienen que cumplir
antes de poder nombrar a alguien en un empleo público, los cuales
son: i) tener sus funciones de forma detallada, ya sea en la ley o en el
reglamento de la entidad, este requisito se cumple con el Decreto 016 y
018 del 22 de enero de 2021 en los que se señalaron las funciones y se
incluyeron en el manual de funciones del Distrito de Barrancabermeja
y, ii) si dicho empleo público es remunerado, debe estar incluido en la
planta de personal, así como en el presupuesto de la entidad, este se
cumple con la expedición de los Decreto 016, con el que se incorporó
a la nueva estructura orgánica de la Administración Central Distrital,
adoptada mediante Acuerdo 013 de 2020, la Secretaría de Agricultura,
Pesca y Desarrollo Rural, solo que con el Decreto 017 de 2021 se
incluyó en la planta de empleos o de personal. Se tiene entonces que
con uno se creó (Decreto 016 de 2021) y con otro se incorporó a la
planta de personal (Decreto 017 de 2021). Acorde con lo anterior, la
Sala precisa que la primera instancia no señaló que con el Acuerdo
No. 013 de 2020, como lo alega el actor en el escrito de alzada, se
haya creado el empleo de Secretario de Agricultura, Pesca y Desarrollo
Rural, sino que precisó que dicho acto administrativo ordenó su
creación e incorporación a la planta de personal de la Alcaldía, dando
como resultado la expedición de los Decreto 016 y 017 de 2021, con
los que se crean y se incorporan, respectivamente, los nuevos cargos
a la administración distrital. En este punto, es necesario recordar lo
indicado párrafos atrás sobre el Decreto 017 de 2021, cuya incidencia
en la legalidad del acto demandado y conforme a los planteamientos
de la demanda respecto a la situación fáctica glosada de repetición e
intercambio de páginas corresponde realizarla en el estudio de fondo
propio de la sentencia en la que el fallador a quo, luego de verificar las
pruebas aportadas legal y oportunamente al expediente, resuelva lo
que a este acto atañe de cara al acto demandado, que no es otro sino el
Decreto 019 de 2021. Para la Sala, a partir de la información obrante en

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el expediente, relacionada con la censura que se analiza, y de la que se
extractó lo pertinente, no es dable concluir que el Decreto 019 de 2021
desconoció el inciso primero del artículo 122 de la Constitución, como
lo asegura el apelante. De esta manera, no encuentra la Sala que, en
esta etapa preliminar pueda advertirse un desconocimiento flagrante
de la Carta Magna con la expedición del acto demandado que conlleve
a la decisión de suspenderlo, pues como se dijo, a primera vista, con
los Decretos 016 y 018 de 2021 se cumplió a priori con los requisitos
señalados por el Constituyente. (…). En conclusión, se confirmará la
decisión dictada por el Tribunal Administrativo de Santander, en el
auto de 6 de abril de 2021, respecto a no decretar la medida cautelar
de suspensión provisional del acto de nombramiento del señor (…)
como Secretario de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural del Distrito
Turístico y Cultural de Barrancabermeja.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 122 INCISO 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 238 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 232 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA DEMANDA,


CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA

EXTRACTO No. 15

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00097-00
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Omar Andrés Pérez Sierra y otro
DEMANDADO: Jairo Miguel Torres Oviedo - Rector de la Universidad de
Córdoba, período 2020 - 2025
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le compete a la Sala resolver el recurso de


súplica presentado por la parte demandante contra el auto proferido
en Sala Unitaria por la magistrada Rocío Araújo Oñate, calendado el 15
de abril de 2021, por medio del cual rechazó la demanda de nulidad
electoral promovida contra el Acuerdo No. 065 del 2 de septiembre de
2020, por el cual se designó al señor JAIRO MIGUEL TORRES OVIEDO,
en calidad de rector de la Universidad de Córdoba, para el período 2020
a 2025, por haber operado la carencia actual de objeto y, por lo tanto no
era susceptible de control judicial de conformidad con el numeral 3°
del artículo 169 de la ley 1437 de 2011.

TESIS: En el presente caso, la magistrada Rocío Araújo Oñate, con


auto del 15 de abril de 2021, rechazó la demanda de nulidad electoral
promovida (…) contra el Acuerdo No. 065 del 2 de septiembre de 2020,
por el cual fue designado el señor (…), como rector de la Universidad
de Córdoba, para el período 2020 a 2025, bajo el argumento que al no
haber surtido efectos jurídicos el acto demandado, el que también fue
derogado, había operado la carencia actual de objeto y, por lo tanto, no
era susceptible de control judicial, por lo que se configuró la causal de
rechazo de la demanda. (…). Para la Sala a partir del estudio en conjunto
de las (…) pruebas se concluye que no le asiste razón al recurrente.
Ello por cuanto, esta colegiatura considera como punto medular que al
tratarse de una elección cuyo período daría inicio el 18 de diciembre de
2020, lo cierto es que la dirección del ente universitario estaba a cargo
del rector anterior y el accionado estaría ajeno a sus competencias

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rectorales, cuando se reunieran en forma concurrente aspectos como
el inicio del período y claro el hecho de la posesión, se diría entonces
que el Acuerdo 065 del 2 de septiembre de 2020 nació a la vida jurídica,
pero sus efectos quedaron suspendidos en el tiempo por razones del
período a regir, los cuales se vieron truncados con la manifestación
del beneficiado y la aceptación del corporativo superior universitario
de la renuncia al nombramiento. En efecto, la realidad probada fue
que el señor (…) un día antes a iniciar el ejercicio del período para el
que fue designado, presentó su «decisión irrevocable de renunciar a
la designación realizada a través del mencionado acuerdo», la que
fue aceptada el mismo día por el Consejo Superior de la Universidad
de Córdoba mediante el Acuerdo 106 del 17 de diciembre de 2020.
Finalmente, dicha autoridad universitaria como máxima autoridad de
dirección y gobierno de esta, mediante Acuerdo 129 del 29 de diciembre
de 2020 derogó el 065 de septiembre de ese mismo año. Así las cosas,
para esta Sala se han demostrado los presupuestos para declarar la
carencia de objeto por sustracción de materia, pues como se evidenció
1) el Acuerdo 065 de 2 de septiembre de 2020, por medio del cual
se designó al demandado como Rector de la Universidad de Córdoba
nunca produjo efectos jurídicos y 2) el mismo no se encuentra vigente,
toda vez que el mismo fue derogado por el Consejo Superior de ese
establecimiento educativo. Por otra parte, los argumentos centrales
del recurso de súplica giran en torno a los siguientes ejes temáticos: 1)
El demandado no podía haber renunciado y el Consejo Superior de la
Universidad de Córdoba haberla aceptado, pues aquél no había tomado
posesión del cargo. En este punto siguiendo la línea argumentativa
que se ha planteado, es claro que la renuncia presentada lo fue con
respecto al acto de elección, que como se indicó, consideraciones
atrás, sí nació a la vida jurídica y se contiene en el Acuerdo 065 de 2 de
septiembre de 2020 –acto demandado-, pero lo que aconteció fue que
entre su existencia y su vigencia corría el interregno causado por la
“condición suspensiva” del inicio del período para el cual fue designado
el rector entrante, y que recayó en el accionado. Y es esa «condición
suspensiva» en concurrencia con la renuncia a la designación como
rector, las situaciones que truncan o interrumpen la entrada en vigor
de los efectos del acto. Así las cosas, el argumento del recurrente de
imposibilitar la renuncia ante la falta de posesión tendría su razón
de ser, en principio, si lo acontecido no estuviera sometido a las
particularidades de asunción posterior que se da en las designaciones
con efecto futuro en el tiempo. (…). Por contera, se aboga por la figura
de la sustracción de materia, que conforme a lo decantado permitirá

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

al operador jurídico la implementación de dos soluciones dependiendo


de la etapa en la que el proceso se encuentre, a saber: rechazar la
demanda, cuando el asunto judicializado esté en su etapa inicial o
declarar la terminación del mismo, cuando ya se encuentra avanzado y
alguna circunstancia altera su fundamento e imponga estar dentro del
espectro de la figura de la sustracción de materia, por lo que la Sala
encuentra que la decisión de rechazar la demanda por dicha causa
sí era procedente. Ahora bien, respecto del restante argumento de la
súplica, atinente a que para el 17 de diciembre de 2020, el Consejo
de Estado ya había decretado la suspensión provisional del Acuerdo
065 de 2020, dentro del vocativo No. 11001-03-28-000-2020-00088-
00, por lo cual al estar suspendido, a juicio del suplicante, el accionado
no podía presentar renuncia, la Sala considera pertinente evidenciar
que si bien cursaba otro proceso bajo ese radicado, lo cierto es que
con auto del 15 de marzo de 2021, en Sala Unitaria con ponencia del
magistrado Carlos Enrique Moreno Rubio declaró la terminación del
proceso por carencia actual de objeto por sustracción de materia, por
lo que el argumento del suplicante carece de recibo. (…). Así las cosas,
el argumento del memorialista sobre la providencia que suspendió el
acto demandado como obstáculo para haber presentado la renuncia
carece de recibo, no solo porque como ya se explicó aquella se dio
frente a la designación como rector, sino porque las circunstancias
del vocativo 2020-00088 han variado y porque no logra quebrar la
legalidad del auto recurrido, el que mantiene su acierto en rechazar
la demanda de nulidad, con fundamento en el numeral tercero del
artículo 169 de la Ley 1437 de 2011, al considerar que no es pasible de
control judicial, a partir de la sustracción de materia comprobada. Por
las anteriores razones, la Sala confirmará el auto recurrido, en razón
a que el Acuerdo N°. 065 del 2 de septiembre de 2020 del Consejo
Superior de la Universidad de Córdoba no produjo efectos jurídicos,
por cuanto el demandado señor (…) si bien fue designado como rector,
aún no daba inicio su período para el cual había sido elegido y el día
anterior a ello y sin haberse posesionado presentó renuncia a esta, la
cual le fue aceptada por el órgano directivo competente.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 149 NUMERAL 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
169 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 246 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 66 / LEY
2080 DE 2021 – ARTÍCULO 86

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APELACIÓN DEL AUTO QUE RESUELVE SOBRE LA SUSPENSIÓN
PROVISIONAL, REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN
PROVISIONAL, NOMBRAMIENTO DE EMPLEO PÚBLICO,
REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DEL EMPLEO PÚBLICO

EXTRACTO No. 16

RADICADO: 68001-23-33-000-2021-00152-01
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Carmelo José Castilla Rojas
DEMANDADO: Adith Rafael Romero Polanco - Subsecretario de Gestión
del Riesgo del Distrito Turístico y Cultural de Barrancabermeja
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Debe la Sala determinar si existe mérito


suficiente para revocar, modificar o confirmar la decisión del Tribunal
Administrativo de Santander, contenida en providencia de 13 de abril de
2021, mediante la cual denegó el decreto de la suspensión provisional
del acto de nombramiento del señor Adith Rafael Romero Polanco, en
calidad de subsecretario de Gestión del Riesgo del Distrito Turístico y
Cultural de Barrancabermeja y que se contiene en el Acuerdo Decreto
N°. 019 del 22 de enero de 2021, por la presunta irregularidad fundada
en que dicho decreto se expidió desconociendo lo regulado por el
Constituyente para el nombramiento de empleados públicos (inciso 1°
del artículo 122 de la Carta).

TESIS 1: La fuerza ejecutiva y ejecutoria de los actos administrativos,


entendidas como prerrogativas y pilares fundamentales de la actuación
pública, determinan su impostergable cumplimiento, incluso cuando
han sido sometidos al escrutinio jurisdiccional, pero al mismo tiempo y
como contrapartida y garantía de los administrados, implica que éstos
puedan solicitar ante el juez la suspensión de sus efectos mientras se
tramita el correspondiente proceso donde se cuestiona su legalidad.
(…). El Estado de derecho supone por antonomasia el acatamiento de
las normas jurídicas tanto por parte de la administración como de los
particulares y nuestra tradición jurídica nos reconduce al cumplimiento
de estas reglas jurídicas a través de la coherencia y congruencia

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

normativa que implica, dentro del sistema jerárquico y piramidal,


la no contradicción entre unas y otras y en caso de presentarse tal
fenómeno, la posibilidad de desactivar, definitiva o transitoriamente, la
disposición transgresora en garantía del principio de legalidad. Pues
es precisamente esa posibilidad de dejar sin efecto temporal la norma,
el objeto de la denominada “suspensión provisional”. En el (…) Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
se consagró la posibilidad de decretar medidas cautelares dentro de
todos los procesos declarativos que se adelanten ante esta jurisdicción,
sin que dicho acto implique prejuzgamiento alguno. En materia de
suspensión provisional, en su artículo 231 la Ley 1437 de 2011 fijó
una serie requisitos. (…). De manera concreta, en materia de nulidad
electoral el artículo 277 de la precitada normativa estableció que la
solicitud de suspensión provisional debe elevarse en la demanda
y que aquella debe resolverse en el auto admisorio. Sin embargo,
esta misma Sala de Decisión ha aceptado que no necesariamente la
medida cautelar debe presentarse en el texto mismo de la demanda,
sino que, tal y como se permite en los procesos ordinarios puede ser
presentada en escrito anexo a esta, pero siempre y cuando se haga
dentro del término de caducidad. (…). De la interpretación armónica
de las normas que rigen la figura, se tiene que para que se pueda
decretar la suspensión provisional de un acto en materia electoral
debe realizarse un análisis del acto demandado frente a las normas
superiores invocadas como vulneradas en la demanda o en la solicitud,
según corresponda, para así verificar si hay una violación de aquellas
con apoyo en el material probatorio con el que se cuente. (…). Entonces,
las disposiciones precisan sobre la medida cautelar, lo siguiente: (i) al
resolver se debe indicar si la violación de las disposiciones invocadas
surge de la confrontación entre el acto demandado y las normas
superiores alegadas como violadas, o del estudio de las pruebas
allegadas con la solicitud y (ii) se debe solicitar con fundamento
en el mismo concepto de violación de la demanda, o en lo que el
demandante sustente al respecto en escrito separado -siempre que
se encuentre en término para accionar- o en la misma demanda, pero
en todo caso, que sea específica y propia para la procedencia de la
medida excepcional, o por una expresa remisión a que el apoyo de
la medida se soporta en el concepto de violación. (…). Así las cosas,
corolario es que las exigencias para su formulación y prosperidad
se encuentran establecidas en (…) la Ley 1437 de 2011, que en sus
artículos 229 y siguientes determina los rasgos característicos de esta
institución cautelar, los cuales se explican de la siguiente manera: - La

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suspensión provisional de los efectos del acto demandado podrá ser
solicitada “en todos los procesos declarativos que se adelanten ante
esta jurisdicción” –artículo 229 CPACA–. - El decreto de esta medida
cautelar requerirá de “…petición de parte debidamente sustentada” –
artículo 229 ibidem – para lo cual el solicitante podrá fundarse en el
concepto de violación efectuado en la demanda o en escrito separado –
art. 231 id–. - La suspensión provisional de los efectos del acto persigue
la protección y garantía “del objeto del proceso y la efectividad de la
sentencia” –artículo 229 ibid. - La decisión que se emita respecto de
su procedencia no comporta prejuzgamiento, en la medida en que no
se define allí la legalidad del acto demandado –que se reserva a la
sentencia–, sino la suspensión de los efectos que, hacia futuro, puede
producir el mismo –artículo 229 ejusdem-. La prosperidad del decreto
de la suspensión de los efectos del acto censurado estará sujeta a la
violación de las disposiciones invocadas por el petente, que podrá surgir
(i) de la confrontación del acto demandado con las normas superiores
traídas a colación en la demanda o en el escrito separado y (ii) del
estudio de las pruebas allegadas con la solicitud –artículo 231 CPACA–.
-La solicitud de suspensión provisional no requerirá prestar caución
–artículo 232 CPACA–. No obstante, resulta del caso precisar que no
cualquier desconocimiento normativo implica per se la suspensión
provisional del acto acusado por cuanto es claro que debe analizarse en
cada caso concreto la implicación del mismo con el fin de determinar
si tiene o no la entidad suficiente para afectar la aplicabilidad del acto
y en últimas, su legalidad. Además, se hace necesario reiterar que el
pronunciamiento que se emita con ocasión de una solicitud de medida
cautelar en manera alguna implica prejuzgamiento, por lo que nada
obsta para que la decisión adoptada varíe en el curso del proceso y
para que incluso, la decisión definitiva sea diferente.

TESIS 2: [E]l Constituyente contempló que se debe cumplir una


serie de requisitos antes de poder nombrar a alguien en un empleo
público, precisando que para que se pueda ejercer la competencia
de nominación, dicho cargo debe: (i) tener sus funciones de forma
detallada, ya sea en la ley o en el reglamento de la entidad y, (ii) si
dicho empleo público es remunerado, debe estar incluido en la planta
de personal, así como en el presupuesto de la entidad. (…) [A]corde
con lo alegado por el demandado y el Distrito de Barrancabermeja,
se cometió un error al momento de digitalizar el documento, lo que
causó que la página 2 se repitiera y reemplazara la N°. 7 del decreto
en comento, en donde se enumeraban las dependencias creadas, y

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

por ende no salió en la primera versión que fue publicada el cargo del
demandado, así como otros varios, por lo que, el 28 de enero de 2021
se emitió constancia secretarial señalando el problema y remitiendo
el decreto digitalizado de forma correcta para que se volviera a surtir
su publicación y divulgación. (…). La Sala ha verificado el enlace que
se indica en la anterior constancia y no resulta asequible, por lo que al
constatar la página oficial de la entidad territorial sí reposa el Decreto
017 de 2021. No obstante, en este estadio del proceso la Sala observa
que las vicisitudes planteadas por las partes respecto a la publicación de
dicho acto, atinente al intercambio o repetición de folios, no se advierte
que tenga incidencia en esta etapa temprana del proceso, pues emerge
más como un tema que permanece en el campo de la oponibilidad, más
aún, teniendo en cuenta que al decreto que se demanda lo soportan
y concurren en su estructura otros fundamentos, como se explica a
lo largo de las consideraciones de esta providencia. (…). Ahora bien,
el 22 de enero de 2021, con el Decreto 019 de 2021, se nombró al
demandado en el cargo de Subsecretario de Gestión del Riesgo del
Distrito de Barrancabermeja, quien se posesionó el mismo día, como
consta en el Acta N°. 13, prestó el juramento de rigor ordenado en el
inciso segundo del artículo 122 de la Constitución Política de Colombia
y manifestó, no estar incurso en ninguna causal general de inhabilidad,
incompatibilidad o prohibición para el ejercicio del mencionado cargo.
(…). Retomando entonces lo consagrado en el artículo 122 Superior, en
el que se precisaron unos requisitos que se tienen que cumplir antes de
poder nombrar a alguien en un empleo público, los cuales son: i) tener
sus funciones de forma detallada, ya sea en la ley o en el reglamento
de la entidad, este requisito se cumple con el Decreto 016 y 018 del 22
de enero de 2021 en los que se señalaron las funciones y se incluyeron
en el manual de funciones del Distrito de Barrancabermeja y, ii) si
dicho empleo público es remunerado, debe estar incluido en la planta
de personal, así como en el presupuesto de la entidad, este se cumple
con la expedición de los Decreto 016, con el que se incorporó a la nueva
estructura orgánica de la Administración Central Distrital, adoptada
mediante Acuerdo 013 de 2020, la Subsecretaría de Gestión del Riesgo,
solo que con el Decreto 017 de 2021 se incluyó en la planta de empleos
o de personal. Se tiene entonces que con uno se creó (Decreto 016
de 2021) y con otro se incorporó a la planta de personal (Decreto 017
de 2021). En este punto, es necesario recordar lo indicado párrafos
atrás sobre el Decreto 017 de 2021, cuya incidencia en la legalidad
del acto demandado y conforme a los planteamientos de la demanda
respecto a la situación fáctica glosada de repetición e intercambio de

92
páginas corresponde realizarla en el estudio de fondo propio de la
sentencia en la que el fallador a quo, luego de verificar las pruebas
aportadas legal y oportunamente al expediente, resuelva lo que a este
acto atañe de cara al acto demandado, que no es otro sino el Decreto
019 de 2021. Para la Sala, a partir de la información obrante en el
expediente, relacionada con la censura que se analiza, y de la que se
extractó lo pertinente, no es dable concluir que el Decreto 019 de 2021
desconoció el inciso primero del artículo 122 de la Constitución, como
lo asegura el apelante. De esta manera, no encuentra la Sala que, en
esta etapa preliminar pueda advertirse un desconocimiento flagrante
de la Carta Magna con la expedición del acto demandado que conlleve
a la decisión de suspenderlo, pues como se dijo, a primera vista, con
los Decretos 016 y 018 de 2021 se cumplió a priori con los requisitos
señalados por el Constituyente. (...). En conclusión, se confirmará la
decisión dictada por el Tribunal Administrativo de Santander, en el auto
de 13 de abril de 2021, respecto a no decretar la medida cautelar de
suspensión provisional del acto de nombramiento del señor (...) como
subsecretario de Gestión del Riesgo del Distrito Turístico y Cultural de
Barrancabermeja, por las razones aquí expuestas.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 122 INCISO 1 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 238 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 9 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 277

93
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

RECURSO DE SÚPLICA CONTRA AUTO QUE RECHAZÓ LA


APELACIÓN INTERPUESTA CONTRA LA SENTENCIA, COMPETENCIA
DEL TRIBUNAL ADMINISTRATIVO, FACTOR DE COMPETENCIA,
ELECCIÓN DE LA MESA DIRECTIVA DEL CONCEJO MUNICIPAL,
NULIDAD POR FALTA DE COMPETENCIA FUNCIONAL

EXTRACTO No. 17

RADICADO: 85001-23-33-000-2020-00026-01
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: José Luis Avendaño Ortiz
DEMANDADO: José Humberto Barrios Chaparro - Presidente del
Concejo Municipal de Yopal
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver los recursos


de súplica presentados por el CONCEJO MUNICIPAL DE YOPAL y el
demandado señor JOSÉ HUMBERTO BARRIOS CHAPARRO, contra el
auto proferido por la magistrada Rocío Araújo Oñate, calendado el 20
de abril de 2021, por medio del cual rechazó la apelación contra la
sentencia dictada por el Tribunal Administrativo de Casanare el 8 de
octubre de 2020 y proveer lo necesario ante la inminente ocurrencia
de un hecho constitutivo de nulidad procesal por falta de competencia
funcional.

TESIS 1: Como los recursos de súplica fueron presentados el 26 de


abril de 2021, es decir en vigencia de la Ley 2080 de 25 de enero de 2021
y conforme lo prevé el artículo 86 contentivo del régimen de vigencia
y transición de la nueva regulación, salvo en lo que a competencias se
refiere, aquellos se deben tramitar conforme a lo señalado en la ley
modificatoria del CPACA. Distinto resulta entonces con el tema de la
competencia, en tanto la reforma introducida por la Ley 2080 de 25 de
enero de 2020, en lo referente a las competencias regirán tan solo 1
año después de la publicación de la referida Ley, conforme a las voces
del régimen de transición que consagra el artículo 86, razón por la cual
este tema competencial sí debe analizarse con base en la Ley 1437 de
2011 sin la reforma actual. (...). Así las cosas, teniendo en cuenta que

94
la regla general es que el Tribunal Administrativo en primera instancia
conoce sobre los asuntos de las autoridades locales, aunado al factor
poblacional certificado por el DANE, resulta pertinente determinar el
aspecto competencial bajo la égida de la Ley 1437 de 2011 en su texto
primigenio y original y en el que de cara a la providencia objeto de
súplica, se enfrentan dos dispositivos, a saber: de una parte, el numeral
10 del artículo 151 de y, de otra, el numeral 8 del artículo 152, ambos
del CPACA sin reforma. (…). Siguiendo la mixtura de la aplicación de la
nueva regulación procesal, en tanto estamos en presencia del tránsito
de legislación, se tiene que el artículo 246 del CPACA, modificado por
el 66 de la Ley 2080 de 2021, reguló el recurso de súplica (…). Para
la Sala, conforme a las anteriores pautas y los antecedentes de este
proceso, se tiene que el auto del 20 de abril de 2021, por medio del cual
el auto dictado en Sala Unitaria por la magistrada Rocío Araújo Oñate
rechazó el recurso de apelación presentado por el Concejo municipal
de Yopal, contra la sentencia del 8 de octubre de 2020, dictada por el
Tribunal Administrativo de Casanare, se notificó a las partes mediante
correo electrónico, el jueves 22 abril del año en curso. El lunes 26 del
mismo mes y año, el Concejo municipal de Yopal y el [demandado], por
el mismo medio, radicaron sus recursos de súplica. Para la Sala, en
vista que estos se presentaron dentro del término establecido en la
mencionada norma y debidamente sustentados, concluye que estos
fueron ejercidos oportunamente.

TESIS 2: El auto de 20 de abril de 2021 que se escruta, rechazó


el recurso de apelación presentado el Concejo municipal de Yopal
contra la sentencia proferida el 8 de octubre de 2020 por el Tribunal
Administrativo de Casanare, mediante la cual se accedieron a las
pretensiones de la demanda. (…). Para la Sala, una vez estudiados los
argumentos dados por los recurrentes, evidencia que los mismos no
tienen vocación de prosperidad, como pasa a explicarse. (…). Como
se desprende de la anterior norma de competencia [numeral 8º del
artículo 152 del CPACA], establece que los Tribunales Administrativos
del país conocerán en primera instancia de las demandas contra el
ACTO DE ELECCIÓN: 1. De Contralor departamental. 2. De Diputados a
las asambleas departamentales. 3. De Concejales de Bogotá D.C. 4. De
Alcaldes municipales. 5. De Personeros municipales. 6. De Contralores
municipales. 7. De Miembros de corporaciones públicas de los
municipios. 8. De Miembros de corporaciones públicas de los distritos
y 9. De las demás autoridades municipales. (i) Con 70.000 o más
habitantes que se acredita con la información oficial del DANE o (ii) que

95
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

sean capital de departamento. Del anterior contenido de la norma es


claro que se estructura en dos factores competenciales, de una parte, el
factor objeto atinente a que se trate del acto de elección o declaratorio
de elección de cada una de las autoridades que se mencionan; de
otra parte, el factor poblacional a razón de 70.000 o más habitantes,
incluido el factor geográfico de capital de departamento. En contraste
el numeral 10 del artículo 151 de la Ley 1437 de 2011, coincide con su
homólogo en la utilización de los factores poblacional y geográfico, en
oposición, es decir con menos de 70.000 habitantes y que no sea capital
de departamento. Siendo el punto de inflexión entre ambas normas,
para determinar la competencia, el factor objeto que se contempla en
concurrencia con el factor de autoría, en tanto se focaliza en el acto
de elección expedido por: (i) Las asambleas departamentales. (ii) Los
concejos municipales. Indicando además que la competencia por factor
territorial corresponde al tribunal con jurisdicción en el respectivo
departamento. Corolario es que desde la regulación procesal, de cara
a los artículos 152 numeral 8 y 151 numeral 10 del CPACA, no puede
equiparse ni encuadrarse la elección por voto popular a aquella que
se lleva a cabo dentro de un corporativo y que da lugar a las llamadas
elecciones corporativas, como tampoco pueden analizarse desde la
misma óptica los actos declaratorios de elección por voto popular a
los actos de elección expedidos por autoridad. Es claro que las mesas
directivas de los concejos municipales no están mencionadas en las
categorías enunciadas en el artículo 152 numeral 8 del CPACA porque
no se trata de la elección propiamente dicha de los servidores que se
relacionan, aunado con que dichas directivas constituyen un órgano
de «ORIENTACIÓN Y DIRECCIÓN» del Concejo municipal de Yopal, como
lo establece el artículo 24 del Acuerdo No. 4 del 9 de marzo de 2020,
por medio del cual se adoptó el reglamento interno del corporativo.
(…). En efecto, no se reúne el factor competencial de objeto porque
no se trata de la elección o de la declaratoria de elección de los
concejales que, como lo refiere el artículo 312 constitucional y leyes
posteriores, son elegidos por voto popular que es lo que les permite
tomar asiento en la curul de cabildante. En contraste, la elección de la
Mesa Directiva del cabildo es ajena al voto popular, pues se soporta, en
principio para los municipios, en los artículos 28 y 31 de la Ley 136 de
1994, que disponen que aquella se compondrá de un presidente y dos
Vicepresidentes elegidos separadamente para el período de un año;
que la oposición tiene por derecho propio la primera vicepresidencia
del Concejo y que será el reglamento interno en el que se disponga lo
atinente al funcionamiento del cabildo. De suerte que la conformación

96
de la Mesa Directiva corresponde a una elección netamente corporativa
realizada al interior del cabildo por parte de los concejales, es decir, se
reúne el factor objeto y autoría que prevé el artículo 151 numeral 10,
al indicar que se trate de un acto de elección expedido por el Concejo
municipal, pero esta disposición es clara en asignar la competencia
«en municipios de setenta mil (70.000) habitantes o más que no sean
capital de departamento», lo que no corresponde al presente caso.
(…). Descendiendo al asunto electoral que se juzga, la Sala considera
necesario detenerse en un asunto que cobra medular importancia y es
que la demanda recae sobre el acta de sesión plenaria de 2 de enero
de 2020 en la que quienes ya eran concejales por haber sido elegidos
por voto popular, eligieron a los integrantes de la mesa directiva
del cabildo, a saber: el concejal (…) como Presidente del Concejo,
la concejala (…) como Primer Vicepresidente, el Concejal (…) como
Segundo Vicepresidente del Cabildo de Yopal para el período 2020, por
lo que encuentra que el asunto no es del conocimiento ni del Consejo de
Estado y, por ahora, tampoco del Tribunal Administrativo respectivo, en
tanto emerge, la previsión contenida en el artículo 155 numeral 9. (…). Y
es que el artículo 151 numeral 10 idem, si bien se refiere a los actos de
elección popular expedidos, entre otros, por los concejos municipales,
se focaliza en la concurrencia de dos presupuestos, a saber: que se
trate de un municipio con una población igual o mayor a 70.000 y que
no sea capital de departamento. Es claro que el municipio de Yopal,
como quedó visto en precedencia supera el límite poblacional fijado en
la norma pero es capital de departamento de Casanare, por lo que el
asunto no es del conocimiento del Tribunal en única instancia, al tener
vocación de doble instancia, primero ante el Juzgado Administrativo
Yopal y luego, en segunda instancia, ante el Tribunal Administrativo de
Casanare, por aplicación del artículo 155 numeral 9.

TESIS 3: Para la Sala el legislador colombiano al regular las


competencias en la jurisdicción de lo contencioso administrativo,
previó que el conocimiento residual de los asuntos electorales, salvo
lo atinente al voto popular, como lo indicaron las providencias, en
las que precisamente se estudiaron demandas contra la elección
de mesas directivas de concejos municipales de ciudades capital de
departamento, con caudal poblacional mayor de 70.000 habitantes.
Para esta Sala de Decisión (…), las mesas directivas de los concejos
municipales no son elegidas por voto popular, por lo tanto, se itera la
regla de competencia no corresponde a la indicada por los recurrentes,
como lo es la establecida en el numeral 8º del artículo 152 del CPACA.

97
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Pero tampoco, corresponde a la indicada en el auto recurrido como fue


la establecida en el numeral décimo del artículo 151 de la Ley 1437
de 2011, porque ella establece la única instancia de los Tribunales
Administrativo de la nulidad de los actos de elección expedidos por
«los concejos municipales en municipios de setenta mil (70.000)
habitantes o más que no sean capital de departamento. El número de
habitantes se acreditará con la información oficial del Departamento
Administrativo Nacional de Estadísticas -DANE». Se observa que dicha
regla competencial está fijada para los municipios con más de 70.000
habitantes que no sean capital de departamento, presupuesto bífido
que no se cumple en el caso bajo estudio, pues Yopal si bien es cierto
cuenta con 168.433 habitantes, también lo es que es la capital del
departamento de Casanare y, por ello, dicha normativa no puede ser
usada para resolver la situación de competencia puesta en discusión
por los recurrentes. Así las cosas, para esta Sala se dan los elementos
para aplicar la regla de competencia residual del artículo 155 numeral
9, ya aludida, y que sea aplicable al caso de autos, por lo siguiente: 1. La
demanda se dirige contra la elección del señor (…) como presidente del
concejo municipal de Yopal - Casanare, para el período 2020 (miembro
de mesa directiva del cabildo). 2. Es una elección distinta a las de voto
popular. 3. Es una demanda de nulidad de actos de elección que no tiene
asignada una competencia específica. Por todo lo anterior, esta Sala de
Decisión advierte la existencia de una incompetencia funcional en el
trámite del presente proceso, toda vez que el control de legalidad del
acto de elección del señor (…) como presidente del concejo municipal
de Yopal - Casanare, para el período 2020; pues resulta trascendental
recordar que las mesas directivas de los concejos municipales no
poseen el carácter de autoridades municipales y, por ende, no encuadran
en la competencia prevista para los Tribunales Administrativos en
primera instancia que atribuye a ellos, en el artículo 152 numeral
octavo de la Ley 1437 de 2011, la competencia para conocer del acto
de elección de varios dignatarios, a saber: contralores departamental
y municipal, diputados, concejales distritales y municipales y «demás
autoridades municipales», ni en única instancia numeral décimo del
artículo 151 del CPACA. En consecuencia, corresponde direccionar el
trámite conforme al numeral noveno del artículo 155 idem, por ser un
proceso en el que se demanda una elección distinta a la de voto popular:
presidente de la mesa directiva, realizada por un concejo municipal
de ciudad capital: Yopal y, que al no tener asignada otra competencia,
debe conocer el proceso el juzgado administrativo del Circuito Judicial
de Yopal, en primera instancia y, en segunda, le corresponde al Tribunal

98
Administrativo de Casanare. En vista de lo anterior y, con fundamento
en los artículos 207 y 208 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo, en concordancia, con los artículos
133 numeral 1° y 138 del Código General del Proceso, la Sala declarará
de oficio la nulidad de todo lo actuado por incompetencia funcional
desde el fallo proferido por el Tribunal Administrativo de Casanare
y ordenará la remisión del expediente, conservando la validez de lo
actuado, a los juzgados administrativos del Circuito Judicial de Yopal –
reparto, para lo de su competencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 312 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 151
NUMERAL 10 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 155 NUMERAL 9 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 208 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 246 / LEY 2080
DE 2021 – ARTÍCULO 66 / LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 86 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 28 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 31 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
– ARTÍCULO 133 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 138

99
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


RECTOR DE UNIVERSIDAD PÚBLICA, REQUISITOS DE PROCEDENCIA
DE LA SUSPENSIÓN PROVISIONAL, MIEMBROS DEL CONSEJO
SUPERIOR UNIVERSITARIO, PARTICIPACIÓN DE SUPLENTES EN
LA DESIGNACIÓN DEL RECTOR, FALSA MOTIVACIÓN

EXTRACTO No. 18

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00020-00
FECHA: 27/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Rafael Ricardo Cogollo Pitalua y Joaquín Felipe
Negrette Sepúlveda
DEMANDADO: Jairo Miguel Torres Oviedo - Rector de la Universidad de
Córdoba, período 2021-2026
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala, además de


pronunciarse sobre la admisión de la demanda, resolver la solicitud de
suspensión provisional presentada en ejercicio del medio de control de
nulidad electoral por los señores RAFAEL RICARDO COGOLLO PITALUA
y JOAQUÍN FELIPE NEGRETTE SEPÚLVEDA, contra el Acuerdo 20 de
5 de marzo del 2021, por medio del cual el Consejo Superior de la
Universidad de Córdoba designó al señor JAIRO MIGUEL TORRES
OVIEDO en calidad de Rector de la institución, para un período de 5
años, por la presunta irregularidad fundada en que el Acuerdo 20 del
5 de marzo de 2021 de se expidió i) desconociendo lo regulado por el
legislador en el artículo 64 de la Ley 30 de 1992 sobre la elección en la
que participaron tres suplentes de los representantes de los distintos
estamentos que conforman el CSU, como órgano elector del Rector;
ii) que el Gobernador del departamento de Córdoba no debe hacer
parte del Consejo Superior de dicha universidad; iii) que se desconoció
que los estatutos establecen un período institucional para el rector de
la Universidad de Córdoba y, finalmente y iv) que existía inhabilidad
conforme a la sentencia C-393 de 2019 de la Corte Constitucional.

TESIS 1: La fuerza ejecutiva y ejecutoria de los actos administrativos,


entendidas como prerrogativas y pilares fundamentales de la

100
actuación pública, determinan su impostergable cumplimiento, incluso
cuando han sido sometidos al escrutinio jurisdiccional, pero al mismo
tiempo y como contrapartida y garantía de los administrados, implica
que éstos puedan solicitar ante el juez la suspensión de sus efectos
mientras se tramita el correspondiente proceso donde se cuestiona su
legalidad. (…). De la interpretación armónica de las normas que rigen
la figura [artículo 231 y 277 de la Ley 1437 de 2011], se tiene que para
que se pueda decretar la suspensión provisional de un acto en materia
electoral debe realizarse un análisis del acto demandado frente a las
normas superiores invocadas como vulneradas en la demanda o en
la solicitud, según corresponda, para así verificar si hay una violación
de aquellas con apoyo en el material probatorio con el que se cuente.
(…). Entonces, las disposiciones [artículo 229 de la Ley 1437 de 2011]
precisan sobre la medida cautelar, lo siguiente: (i) al resolver se
debe indicar si la violación de las disposiciones invocadas surge de
la confrontación entre el acto demandado y las normas superiores
alegadas como violadas, o del estudio de las pruebas allegadas con la
solicitud y (ii) se debe solicitar con fundamento en el mismo concepto
de violación de la demanda, o en lo que el demandante sustente al
respecto en escrito separado -siempre que se encuentre en término
para accionar- o en la misma demanda, pero en todo caso, que sea
específica y propia para la procedencia de la medida excepcional, o
por una expresa remisión a que el apoyo de la medida se soporta en el
concepto de violación. (…). No obstante, resulta del caso precisar que
no cualquier desconocimiento normativo implica per se la suspensión
provisional del acto acusado, por cuanto es claro que debe analizarse
en cada caso concreto la implicación del mismo con el fin de determinar
si tiene o no la entidad suficiente para afectar la aplicabilidad del acto
y en últimas, su legalidad. Además, se hace necesario reiterar que el
pronunciamiento que se emita con ocasión de una solicitud de medida
cautelar en manera alguna implica prejuzgamiento, por lo que nada
obsta para que la decisión adoptada varíe en el curso del proceso y
para que incluso, la decisión definitiva sea diferente.

TESIS 2: Los [demandantes] solicitaron la suspensión provisional del


acto de designación pues en la sesión en que ocurrió esta, participaron
3 suplentes de representantes del Consejo Superior de la Universidad
de Córdoba, figura que no está contemplada en el artículo 64 de las Ley
30 de 1992, norma de carácter superior que debía ser observada para
la expedición del Acuerdo nro. 20 del 5 de marzo de 2021. (…). [L]a Sala
observa que el legislador a través de la Ley 30 del 28 de diciembre de

101
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

1992, organizó el servicio público de la Educación Superior y al regular la


organización de la directivas de las universidades estatales y oficiales,
estableció en su artículo 64 que el Consejo Superior Universitario
es el máximo órgano de dirección y gobierno de la universidad. (…).
Para la Sala de la lectura del artículo 64 de la mencionada Ley [30
de 1992] (…), se observa que si bien el legislador habilitó únicamente
a algunos miembros en específico a contar con delegados para las
actuaciones en las que toman asiento por ser miembros del CSU de
una entidad universitaria, concretamente al ministro de Educación,
lo cierto es que la norma guarda silencio sobre más posibilidades de
delegación en cuanto hace a los demás funcionarios públicos, que de
hecho está permitida y se regenta por otras normas, entre ellas, la
Ley 489 de 1998, y menos aún hace referencia a suplencias para los
restante miembros integrantes del CSU, incluidos claro está, aquellos
que contiene el literal d) del artículo 64 en cita de la Ley de Educación,
como son el «representante de las directivas académicas, uno de los
docentes, uno de los egresados, uno de los estudiantes, uno del sector
productivo y un ex-rector universitario». (…). [L]os entes autónomos,
como se predica de las instituciones universitarias del nivel público,
se nutren de una mixtura de regulaciones incluidas las propias o
estatutarias, que si bien deben ir acorde con las normas superiores
van aparejadas de la garantía del estándar autonómico de los entes
universitarios de resolver sus asuntos sin la interferencia de otra
autoridad y que se refleja en la posibilidad de que establezcan sus
propias normas dentro del límite constitucional y legal general que
le sea aplicable. (…). Y es que esa máxima devenida del principio de
autonomía tiene uno de sus soportes en su homólogo el principio de
legalidad, establecido en el artículo 6º de la Constitución Política. (…).
Con fundamento en dicha preceptiva constitucional [artículo 6], es
que los particulares pueden desarrollar todas las actuaciones que no
estén expresamente prohibidas por la ley, mientras que los servidores
públicos deben sujetar siempre su actuar a lo que la ley o el reglamento
dispongan. (…). En consecuencia, para el caso, los miembros del
Consejo Superior Universitario pueden tener suplentes, no porque la
Ley 30 no lo prohíba, sino porque sus estatutos así lo establecen y
en este punto no riñen, en principio, con ninguna norma en contrario.
Descendiendo al caso concreto, en atención a que no se determinó en
la norma superior en cita, esto es el artículo 64 de la Ley 30 de 1992
la imposibilidad o prohibición de contar con suplentes, no se advierte
que el contar con ellos emerja per se como transgresora de aquella e
incida en la posibilidad de afectar en la legalidad del acto declaratorio

102
de elección. Esa consideración se ve reforzada en el hecho de que las
normas estatutarias de donde el acto de elección también deriva su
sustento desde el Acuerdo 270 de 2017, prevé para los estamentos
que hacen parte del CSU que la elección del representante respectivo
incluya la de su respectivo suplente, sin que ello, por lo menos en esta
etapa del proceso se advierta transgresor de la norma superior, que
como se indica en su texto guarda silencio sobre la posibilidad o no
de contar con suplentes. En ese punto, la Sala llama la atención que
la parte actora indica que la única previsión que contiene la norma
en cita es que existan delegados para determinados miembros, pero
olvida que el punto de inflexión de ese argumento es que la delegación
y la suplencia, resultan figuras disímiles, cada una con sus propios
escenarios y presupuestos, siendo el más evidente, que la primera
se deja reservada, por regla general, para los asuntos que tocan con
la función administrativa y la suplencia para los ámbitos restantes,
sobre todo en lo que tienen que ver con las actuaciones que se reputan
privadas, como a lo que atañe al sector público. Esas circunstancias
que rodean el asunto, a saber: de una parte, que el contenido del
artículo 64 de la Ley 30 de 1992 no se advierte proscriptor de la
figura de la suplencia dentro de la dinámica del Consejo Superior
Universitario como órgano directivo y elector del Rector y, de otra, que
conforme a la postulación cautelar que las figuras de la delegación y
de la suplencia son asuntos perfectamente escindidos, entre otros, por
concepto o significado, elementos constitutivos y campo de aplicación,
impiden encontrar con certeza que el acto demandado declaratorio de
la elección sea violatorio de la norma invocada.

TESIS 3: [L]o que se evidencia (…), es que la doctrina que la Sala de


Consulta y Servicio Civil, para la época de su expedición, además de
ser una posición de ilustración, con visos de aporte doctrinario, mas
no vinculante, no indica que la figura de la suplencia esté prohibida o
no sea permitida, lo que indica es que conforme al texto de la Ley de
Educación no está prevista, por lo que emerge de nuevo la aplicación
del principio de autonomía universitaria, de cara al principio de
legalidad, para los aspectos en los que se le reputa un ente autónomo
del nivel universitario. Por lo tanto, para la Sala es claro que en el
caso concreto no se cumplen los requisitos del artículo 231 de la Ley
1437 de 2011, pues el artículo 64 de la Ley 30 de 1992, no contiene
en su texto prohibición o indicación de no permisión de la figura de
los suplentes para los miembros de los Consejos Superiores de las
Universidades y, que se itera, es ajena al asunto de la delegación, toda

103
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

vez que, dentro de la autonomía que se le ha dado a las instituciones


de educación superior y como se ha explicado, en el Estatuto General
de la Universidad de Córdoba (Acuerdo 270 de 2017), se reguló la
figura de los suplentes de los miembros de su Consejo Superior. (…).
No puede desconocerse, porque así se mencionó por algunos de los
sujetos procesales, que existen normas estatutarias sustento del
acto declaratorio de elección, en el tema subyacente de quiénes son
los miembros del órgano elector, que se encuentran vigentes, que no
han sido ni suspendidas ni anuladas y que contienen reglamentación
propia para el ente universitario. Se hace referencia a los Acuerdos
nros. 103 de 2014 –Reglamento del CSUC- y 270 de 2017 –Estatuto
General- expedidos ambos por el Consejo Superior de la Universidad
de Córdoba y que (…) contienen la figura de las suplencias. (…). [C]
omo en el reglamento interno del Consejo Superior (Acuerdo nro.
103 de 2014) y en el Estatuto General de la Universidad de Córdoba
(Acuerdo nro. 270 de 2017), se reguló y reglamentó la elección tanto
del representante principal y suplente de las directivas académicas,
de los docentes, de los egresados, de los estudiantes, del sector
productivo y exrector universitario, lo que en principio no riñe con lo
establecido en la Ley 30 de 1994, por lo tanto, la participación de los
suplentes en la designación del rector de dicha entidad de educación
superior, para el período 2021 a 2026, no es un hecho que ofrezca
la contundencia suficiente en esta etapa procesal para decretar la
medida de suspensión provisional elevada. Finalmente, si bien, tanto
el demandado como la Universidad de Córdoba, afirmaron que esta
Sección ya se había pronunciado sobre la figura de los suplentes, en
la sentencia del 15 de septiembre de 2016, radicado nro. 11001-03-
28-000-2016-00014-00, al revisar la misma, el problema jurídico que
allí se resolvió no giró en torno al artículo 64 de la Ley 30 de 1992,
sino al 67 de esta y al artículo 31 del Acuerdo 21 de 1994 o Estatutos
Universitarios, vigente para aquella época, normas que regulaban lo
relacionado con los impedimentos, inhabilidades e incompatibilidades
de los integrantes de los Consejos Superior y Directivo de la entidad
educativa.

TESIS 4: Valga tener en cuenta que la sentencia C-589 de 1997, no


tuvo por objeto establecer si los gobernadores podían o no ser parte
de los consejos superiores de universidades nacionales, como lo
interpretaron los demandantes. Conforme el argumento del cautelante,
lo cierto es que determinar si el Gobernador puede o no tomar asiento
en el Consejo Superior de una universidad nacional no resulta evidente

104
en esta etapa de la suspensión provisional frente al acto eleccionario
que es el que se juzga, en tanto, valga recordar que tiene fundamento
en el Acuerdo universitario 270 de 2017, que estableció que el Consejo
Superior Universitario es el máximo órgano de dirección y gobierno de
la Universidad. (…). De todos modos, la duda que se ha planteado, de si
los gobernadores deben hacer o no parte de los Consejo Superiores de
Universidades del orden nacional, no permite decretar la suspensión
provisional del acto, pero será un aspecto de mérito que se deberá
analizar en la sentencia.

TESIS 5: Para la Sala, este planteamiento no tiene la suficiencia


para acceder a la solicitud de suspensión provisional, pues al revisar
el Acuerdo nro. 270 de 2017 o Estatutos de dicho establecimiento
de educación superior, en ningún lado establece dicho período
institucional. Por el contrario, indica que el Consejo Superior designa
rector para un ciclo de 5 años. (…). Por su parte la Ley 30 de 1992,
tampoco hace la distinción de si el período es institucional o personal.
(…). [E]n atención a que el acto de elección que se analiza es fiel al
contenido de las normas legal y estatutaria que lo regentan, no resulta
viable para el juez de la medida cautelar determinar si el período para
el cual fue elegido el demandado fue personal o institucional, pues en
esta etapa temprana del proceso y como se lee en el Estatuto General
de la Universidad de Córdoba, el [demandado] fue designado por un
término de 5 años que se cuentan desde que tome posesión. Este
aspecto también será estudiado en la sentencia que ponga fin a esta
litis.

TESIS 6: Finalmente, como se dejó plasmado en los antecedentes


sobre este punto, los demandantes simplemente indicaron en «lo
referente a la inhabilidad objetiva del ciudadano [demandado], que
esa es una situación ya dilucidada por la Corte Constitucional en
su sentencia C-393 de 2019» a la que se remiten como soporte del
planteamiento, pero no dieron las razones por las cuales quien fue
designado a dicho cargo se encontraba inhabilitado para ejercer como
rector de la Universidad de Córdoba. Por todo lo anterior, la Sala
negará la solicitud de suspensión provisional de los efectos del acto
demandado, al no concurrir los presupuestos para ello. Valga aclarar
que lo considerado se da dentro del marco de la medida cautelar, sin
perjuicio de que una vez surtidas las subsiguientes etapas del proceso
se arribe a una conclusión diferente, toda vez que, como se advirtió,
la decisión sobre el decreto o no de una medida cautelar, en manera

105
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

alguna implica prejuzgamiento. (…). Para la Sala no resulta evidente


la censura de falsa motivación alegada por los demandantes, por
cuanto, la nueva convocatoria al proceso de rector para la Universidad
de Córdoba se fundó en el hecho de la renuncia que se dio frente a
designación como rector contenida en el Acuerdo nro. 65 de 2020.
(…). En vista de lo anterior, el Consejo Superior de la Universidad de
Córdoba motivó el acto en situaciones ciertas y comprobadas, así
como en sus normas internas, las razones para convocar a un nuevo
proceso de selección de su rector. De tal suerte que la discusión que
surja de cara al Acuerdo nro. 130, como acto preparatorio, no es viable
determinarla en esta etapa temprana del proceso.

SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: Con el respeto que merecen los integrantes de la Sala


mayoritaria, [se expresan] las razones por las cuales no [se comparte]
lo resuelto en el ordinal tercero del auto de 27 de mayo de 2021, que
negó la solicitud de suspensión provisional de los efectos del acto de
elección demandado en el sub judice. (…) Al respecto, [se estima] que la
composición de los consejos superiores de las universidades oficiales
fue establecida por el legislador, razón por la cual no es posible alterar
su estructura sin quebrantar el orden jurídico. (…). Nótese que esta
norma [artículo 64 de la Ley 30 de 1992] no contempla la presencia
de “suplentes” de los representantes de los estudiantes, del sector
productivo y de las directivas académicas, pues solamente prevé la
posibilidad de transferir la representación vía “delegación”, tratándose
del ministro de Educación Nacional. En otros términos, al no establecer
dicha posibilidad, el legislador consideró que, salvo el ministro, los
demás miembros son irreemplazables, es decir, no pueden sustraerse
de la obligación de concurrir a las sesiones, dada su condición de
miembros insustituibles. Además, el parágrafo segundo del artículo
64 ibídem circunscribe la facultad de reglamentación del consejo
superior en los estatutos de la universidad respecto de las “calidades,
elección y periodo de permanencia” de los miembros de este cuerpo
directivo, lo cual traduce que la “elección” se refiera a los aspectos
operativos, logísticos, pero no a la variación del diseño institucional
del consejo superior, previsto en la Ley. (…). En tales condiciones, es
indispensable recordar que la autonomía universitaria encuentra su
límite en la Constitución y la ley, y esta prerrogativa, según lo indican

106
con claridad los artículos 28 y 29 de la Ley 30 de 1992, significa
para las instituciones de educación superior de carácter oficial,
entre otros derechos, poder “designar sus autoridades académicas y
administrativas”, siempre que estas decisiones se adopten dentro de
la estructura orgánica fijada por el propio legislador. En consecuencia,
[se considera] que en el caso concreto se encontraba acreditado el
presupuesto de procedencia establecido en el artículo 231 de la Ley
1437 de 2011 para decretar la suspensión provisional del Acuerdo
20 del 5 de marzo de 2021 del Consejo Superior de la Universidad
de Córdoba, toda vez que, cotejado con el artículo 64 de la Ley 30 de
1992, surge la violación normativa por cuenta de la participación en la
elección del rector de tres (3) suplentes, cuya existencia misma no está
respaldada por la disposición legal que diseñó la conformación de los
consejos superiores de las universidades públicas. En estos términos
[se deja] consignado [el] salvamento de voto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 6 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 125
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA - ARTÍCULO 238 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 164
NUMERAL 2 LITERAL A / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 229 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 231 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 489 DE 1998 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 278 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 28 / LEY 30 DE 1992
– ARTÍCULO 29 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 64 / LEY 30 DE 1992 – ARTÍCULO 66

107
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO No. 19

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00012-01
FECHA: 27/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Luis Alfredo Vargas Torres
DEMANDADO: Luis Alejandro Castellanos Cárdenas - Concejal del
Municipio de San José de Cúcuta, período 2020 -2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le compete a la Sala resolver la solicitud de


aclaración presentada por la parte demandada respecto a la sentencia
del 6 de mayo de 2021, por medio de la cual esta Sección confirmó
la nulidad de la elección del señor LUIS ALEJANDRO CASTELLANOS
CÁRDENAS como concejal del municipio de San José de Cúcuta, período
2020 a 2023, al encontrar comprobada la inhabilidad por celebración
de contratos, establecida en el numeral tercero del artículo 43 de la
Ley 136 de 1994, modificado por el art. 40 de la Ley 617 de 2000.

TESIS: El instituto de la aclaración de sentencias para efectos del


medio de control de nulidad electoral quedó consagrado en el CPACA,
en el artículo 290. (…). Dentro de los extremos para tener en cuenta
la oportunidad de la solicitud es uno de los aspectos que se deben
verificar, en cumplimiento del principio de preclusión procesal, que
la norma impone que se presente dentro de los 2 días posteriores
a su notificación, como lo indica el artículo 290 de la Ley 1437 de
2011, atrás transcrito. Ahora bien, la sentencia de 6 de mayo de 2021
fue notificada personalmente al demandado al día siguiente de su
expedición por correo electrónico, según lo ordena el artículo 289 del
CPACA. En consecuencia, como la decisión se notificó el viernes 7 de
mayo de 2021 y la solicitud de aclaración se presentó el martes 11
siguiente, esta se hizo de forma oportuna y hace procedente asumir el
estudio correspondiente. (…). Según el precepto transcrito [artículo 285
del Código General del Proceso], la aclaración sólo es permitida para
disipar conceptos o enmendar frases que ofrezcan verdaderas dudas,
siempre que integren la parte resolutiva o influyan directamente en

108
ella, sin que esto signifique que el juez pueda reformar o revocar
la providencia o que dicha solicitud constituya una oportunidad
procesal para que las partes reclamen una evaluación diferente del
caudal probatorio o una posición hermenéutica jurídico-normativa
distinta. Los presupuestos de fondo para su procedencia, son: * Que la
providencia contenga conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo
de duda. * Que aparezcan en la parte resolutiva de la sentencia. * O que
influyan en el sentido de la misma. (…). [P]ara la Sala una vez revisados
los motivos que sustentan la solicitud de aclaración presentada por el
[demandado], se observa que ninguno de ellos recae sobre conceptos
o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda contenidas en la parte
resolutiva de la sentencia o que influyan en ella. Más bien se evidencia
que los interrogantes planteados entrañan un cuestionamiento sobre
los aspectos abordados por la Sala en la sentencia del 6 de mayo de
2021, pues corresponde a los fundamentos que sostuvo como defensa
durante la primera instancia y que reiteró al apelar la providencia
del Tribunal Administrativo de Norte de Santander. (…). [E]l asunto
que en esta oportunidad ocupó la atención de la Sala giró en torno a
un concejal, ajeno al contenido del artículo 179 Superior, de ahí que
nuevamente la realidad probatoria en el caso concreto y las normas
propias del servidor local, como se dijo en el fallo, mostró que los
contratos generadores de la causal de inhabilidad cumplieron los
factores que se analizan en esos casos, en aspectos como la fecha
de celebración del contrato y su perfeccionamiento y que conllevaron
a tener por demostrados los presupuestos de la causal inhabilitante.
Así mismo, esta Sección al estudiar los argumentos de su apelación
y al analizar en conjunto todas las pruebas aportadas al proceso,
encontró probados los elementos establecidos en el numeral tercero
del artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el 40 de la Ley
617 de 2000, para que se configurara la inhabilidad planteada por el
señor (…), demandante, como son: a) temporal, b) material, objetivo o
territorial, c) subjetivo y, finalmente, d) parte contractual cualificada,
toda vez que el concejal [demandado], dentro del año anterior a su
elección como concejal del municipio de San José de Cúcuta (27 de
octubre de 2019), celebró dos contratos de prestación de servicios (31
de octubre de 2018 y 25 de enero de 2019) con una entidad pública (…)
y los mismos se debían cumplir en la misma jurisdicción. Así las cosas,
no existió mérito en los planteamientos del apelante, por lo explicado
en la providencia, se impuso confirmar la sentencia de 14 de enero
de 2021, por medio de la cual, el Tribunal Administrativo de Norte de
Santander declaró la nulidad de la elección demandada. En esa línea,

109
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

el planteamiento del memorialista en este punto lo que denota es su


inconformidad con las consideraciones de fondo, pero no frente a un
aspecto que haya quedado oscuro o dudoso, precisamente porque fue
con base en lo probado que los acuerdos de voluntades fueron evaluados
por la Sala. (…). [V]istos los planteamientos de la parte demandada, es
evidente para la Sala, que tiene tan claro el alcance de la providencia
de la cual pretende se aclare, que logra plantear su disconformidad
con la argumentación jurídica. Sus afirmaciones denotan que no es
que haya puntos dudosos sino que por vía de la aclaración se replantee
la discusión jurídica de fondo como si se tratara de otro medio de
impugnación. (…). [v]alga recordar que la consideración de la Sala en el
fallo objeto de aclaración, simplemente se basó en la naturaleza de la
inhabilidad, en la conducta prevista en ella y en los hechos probados,
en aplicación directa la normativa establecida a los concejales; lo
que conllevó a la confirmación de la sentencia de primera instancia.
Esta herramienta no constituye un mecanismo de impugnación de la
sentencia, ni es un escenario en el que el sujeto del procedimiento
pueda emitir opiniones u objeciones de fondo frente aquella, la cual
es invariable. La aclaración procede ante la existencia de ambigüedad
del lenguaje. Esta es una institución que intenta desentrañar frases o
conceptos sospechosos que son difíciles de cumplir con las órdenes
judiciales. Así las cosas, se negará la aclaración solicitada respecto del
fallo contencioso electoral de segunda instancia dictado el 6 de febrero
de 2021, ya que el mismo no contiene conceptos o frases que generen
un verdadero motivo de duda, frente a las razones y a lo allí decidido,
presupuesto necesario para que proceda aquella, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 285 del Código General del Proceso.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 285 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
289 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290

110
SOLICITUD DE NULIDAD DE LA SENTENCIA, NOTIFICACIÓN DEL
AUTO ADMISORIO DE LA DEMANDA, NULIDAD ORIGINADA EN LA
SENTENCIA, DILACIÓN DEL PROCESO

EXTRACTO No. 20

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00012-01
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Luis Alfredo Vargas Torres
DEMANDADO: Luis Alejandro Castellanos Cárdenas - Concejal del
municipio de San José de Cúcuta, período 2020 -2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver la solicitud de


nulidad de la sentencia presentada por la parte demandada respecto
a la proferida por esta Sección el 6 de mayo de 2021, por medio de
la cual confirmó la nulidad de la elección del señor LUIS ALEJANDRO
CASTELLANOS CÁRDENAS como concejal del municipio de San José de
Cúcuta, período 2020 a 2023, al encontrar comprobada la inhabilidad
por celebración de contratos, establecida en el numeral tercero del
artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el art. 40 de la Ley
617 de 2000.

TESIS 1: La Sala es competente para definir sobre la solicitud de


nulidad de la sentencia del 6 de mayo de 2021, de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 125 de la Ley 1437 de 2011, modificado
por el artículo 20 de la Ley 2080 de 2021, en concordancia con el
294 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo. (…). Por lo anterior, es la Sala especializada en lo
electoral, con fundamento en los artículos 125 y 294 del CPACA y como
se desprende de la propia lectura de esta última normativa, cuando
se presenta una solicitud de nulidad de la sentencia como la que está
en estudio, pues valga recordar que el memorialista indica sobre la
falta de notificación del auto admisorio de la demanda, corresponde
sea resuelta en todos los casos por la Sala y no únicamente por el
Ponente, pues este último solo tendrá competencia en caso de que la
solicitud se funde en causales distintas a las enunciadas en la norma.

111
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

En efecto, de conformidad con los artículos 150 y 152 numeral 8 del


CPACA (modificados por los artículos 26 y 28 de la Ley 2080 de 2021,
respectivamente), así como también el Acuerdo 080 del 12 de marzo
de 2019 de la Sala Plena del Consejo de Estado, esta Corporación
conoció en segunda instancia, de la apelación interpuesta contra el
fallo proferido por el Tribunal Administrativo de Norte de Santander y
es la Sección Quinta, en este caso, quien debe asumir del asunto porque
se refiere al fallo que accedió a las pretensiones de una demanda de
nulidad electoral contra la elección de un concejal municipal, materia
que es la especialidad de la Sala Electoral (art. 13 del Reglamento)
y de la cual se pide su anulación, aunado a que se itera la nulidad
contra la sentencia se planteó desde la indebida notificación del auto
admisorio. (…). La Sección Quinta del Consejo de Estado en auto del
28 de julio de 2016, explicó que la solicitud de nulidad de la sentencia
electoral debe impetrarse dentro de la ejecutoria de la misma, toda
vez que vencido dicho término las partes tendrán a su disposición, el
recurso extraordinario de revisión, según el numeral 5º del artículo 250
del CPACA y no ya este mecanismo procesal. En el caso concreto, la
providencia cuya nulidad se solicita fue notificada personalmente a las
partes por correo electrónico el día 7 de mayo de 2021. El demandado
requirió la aclaración de la sentencia del 6 de mayo de 2021, la que fue
negada por la Sección Quinta en auto del 27 de mayo del presente año,
el cual fue notificado por correo electrónico el 31 de mayo de 2021.
Sobre el punto, vale la pena recordar que el inciso segundo del artículo
302 del CGP dispone: «cuando se pida aclaración o complementación
de una providencia, solo quedará ejecutoriada una vez resuelta la
solicitud» lo que implica que el término de ejecutoria de la sentencia
electoral está vinculado al del auto que resuelve la aclaración. Por lo
tanto, no cabe duda de que la solicitud que ocupa la atención de la Sala
fue radicada en forma oportuna, toda vez que la sentencia del 6 de
mayo de 2021, quedó ejecutoriada el 3 de junio del año en curso y la
nulidad procesal se presentó el día anterior, esto es el 2 de junio.

TESIS 2: Dar a conocer las decisiones judiciales, entre ellas, la que


da inicio al proceso, como lo es el auto admisorio de la demanda, hace
parte del núcleo esencial del debido proceso. Así lo recordó al reiterar
su jurisprudencia la Corte Constitucional en sentencia T-489 del 29
de junio de 2006, en la que explicó de cara a las normas procesales
vigentes para la época, algunas generalidades sobre el tema. (…). Como
se observa, la indebida notificación del auto admisorio de la demanda
se erige en una grave situación que afecta todo el trámite judicial,

112
toda vez que perjudica el núcleo esencial del derecho fundamental al
debido proceso, pues ante la ocurrencia de tal supuesto, el demandado
no podrá ejercer en correcta forma su defensa y contradicción, pilares
fundantes de la recta y adecuada administración de justicia. Ahora
bien, el legislador previó que dentro de la ejecutoria de una sentencia,
como causales de nulidad originada en esta, conforme al artículo 294
del CPACA, se pueden plantear las siguientes: 1) Por incompetencia
funcional. 2) Indebida notificación del auto admisorio de la demanda
al demandado o a su representante. 3) Por omisión de la etapa de
alegaciones. 4) Cuando la sentencia haya sido adoptada por un número
inferior de magistrados al previsto por la ley. También, como ya se
explicó, la indebida notificación del auto admisorio de la demanda,
al generar una nulidad originada en la sentencia, activa el recurso
extraordinario de revisión, conforme lo establece el numeral quinto del
artículo 250 del CPACA. Ahora, el artículo 133 del CGP, aplicable por la
remisión que hace el artículo 306 de la Ley 1437 de 2011, establece que
el proceso es nulo, en todo o en parte, dependiendo de la nulidad que
se alegue, pero tratándose de indebida notificación del auto admisorio
de la demanda (causal 8ª), en este caso, todo el proceso es nulo.

TESIS 3: Revisado el trámite dado al proceso por el Tribunal


Administrativo de Norte de Santander, la Sala no observa que la
nulidad por indebida notificación del auto admisorio de la demanda se
hubiese presentado en la realidad procesal comprobada del vocativo
de la referencia. (…). Esta Sala advierte que no le asiste razón al
demandado en su dicho, por cuanto la demanda le fue notificada en
debida forma, como se concluye del desenvolvimiento del proceso:
(…). Una vez admitida la demanda con auto del 24 de enero del 2020
por el Tribunal Administrativo de Norte de Santander, este se notificó
mediante estado electrónico del 28 de ese mismo mes y año, y por
correo electrónico el 4 de febrero de 2020 a los respectivos sujetos
procesales, también se observa el acta de notificación personal de
dicha calenda, como los informes del citador del Tribunal, del 7 y 10
de febrero de 2020, donde indicó que se presentó ante el concejal
demandado, en su lugar de trabajo los días 6, 7 y 10 de ese mismo
mes y año, a quien le puso de presente el objeto de la diligencia y
el señor (…) siempre le manifestó que debía esperar a su abogado,
pero luego se desaparecía para eludir la notificación (véase el
expediente digital en el índice 3 de la plataforma Samai). En vista de
lo anterior, el 11 de febrero siguiente, se fijó el aviso ordenado por el
artículo 277 del CPACA, para la notificación del demandado, el que fue

113
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

publicado en los periódicos La Opinión y el Tiempo, conforme con los


soportes aportados al proceso por la parte demandante. Cumplidas
las respectivas ritualidades procesales de ley, el señor (…) contestó
la demanda por correo electrónico el 25 de junio de 2020, sin haber
hecho cuestionamiento alguno frente a la notificación hecha, con esta
conducta procesal entra en plena aplicación la consecuencia prevista
en el artículo 207 del CPACA. En efecto, valga recordar que de acuerdo
al llamado control de legalidad del proceso que el legislador de 2011
previó en la Ley 1437 como una herramienta novedosa, que “agotada
cada etapa del proceso, el juez ejercerá el control de legalidad para
sanear los vicios que acarrean nulidades, los cuales, salvo que se trate
de hechos nuevos, no se podrán alegar en las etapas subsiguientes”
(art. 207 CPACA), a menos que se demuestre como una circunstancia
nueva del trámite que existió una indebida notificación del auto
admisorio de la demanda al demandado o a su representante, como lo
establece el artículo 294 del Código de Procedimiento Administrativo
y de lo Contencioso Administrativo, lo que no ocurrió en el caso bajo
estudio. Ahora bien, aunque la anterior consideración bastaría para
denegar la solicitud, la Sala discurre pertinente despejar cualquier
duda respecto de las presuntas pruebas que el demandado sostuvo
no le fueron notificadas. En ese punto, tampoco le asiste razón, toda
vez que las piezas probatorias obrantes en el proceso lo contradicen,
como pasa a explicar la Sala: (…). Después, conforme al dosier del
expediente, el demandado presentó sus alegatos de conclusión el 7
de diciembre de 2020 y el 8 de febrero de 2021 remitió por correo
electrónico el recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia. Revisados nuevamente estos memoriales, en ninguno
de ellos se planteó la indebida notificación del auto admisorio de la
demanda, que como se verificó en precedente procesalmente se
hizo de conformidad al procedimiento contencioso administrativo.
Lo mismo ocurre en los alegatos de conclusión de segunda instancia
del 8 de abril de 2021 y en la solicitud de aclaración de la sentencia
de esta instancia, del 10 de mayo del presente año, en ellos tampoco,
se insiste, se planteó la indebida notificación del auto admisorio de la
demanda. Sintetizando, como se observa del trámite impartido, el auto
admisorio de la demanda fue debidamente notificado y las pruebas
adecuadamente incorporadas en el proceso, sin que el (…) demandado,
manifestara cuestionamiento alguno en las etapas procesales
pertinentes y oportunas. Las pruebas documentales fueron aportadas
al proceso antes de la audiencia inicial y en esta se prescindió de su
práctica toda vez que el demandante ya las había allegado ante la

114
respuesta que le dio el Centro de Diagnóstico Automotor de Cúcuta
– CEDAC a la petición hecha por el señor (…), es decir, desde dicha
audiencia el demandado ya tenía conocimiento claro de que esas
probanzas hacían parte del proceso y podía ejercer su contradicción,
pero enfocó su defensa en otros aspectos. Por todo lo anterior, para
esta Sala no se dan los presupuestos para acceder a la solicitud de
nulidad de la sentencia del 6 de mayo de 2021, por medio de la cual,
esta Sección confirmó la sentencia de 14 de enero de 2021, con la que
el Tribunal Administrativo de Norte de Santander declaró la nulidad de
la elección del señor (…), en calidad de concejal del municipio de San
José de Cúcuta, para el período 2020 a 2023, por la presunta indebida
notificación del auto admisorio y, por lo tanto, la negará.

TESIS 4: [L]a Sección no accederá a la petición elevada por el (…),


demandante, de la aplicación del artículo 295 del CPACA, por cuanto
revisado el trámite del proceso, en primera y segunda instancia, se
evidencia que es la primera solicitud que en este sentido ha elevado
el demandado. (…). Sin perjuicio de lo anterior, se le informa al
[demandado], el cuidado que debe predicarse frente a la observancia
de la lealtad procesal que cada sujeto y parte debe tener con el proceso
judicial, al punto que conforme al artículo 295 del CPACA, la presentación
de peticiones impertinentes así como la interposición de recursos y
nulidades improcedentes serán consideradas como formas de dilatar
el proceso y son sancionables con multa. En consecuencia, se le indica
al memorialista que en caso de insistir en elevar solicitudes en las
condiciones que establece el artículo precitado, se acudirá a la aplicación
de los correctivos dispuestos en la mencionada normativa. (…). Así las
cosas, se negará la solicitud de anulación del fallo contencioso electoral
de segunda instancia dictado el 6 de mayo de 2021, elevada por el señor
(…), demandado, al no darse los elementos necesarios para declarar la
nulidad de la sentencia por indebida notificación del auto admisorio de
la demanda que dio origen a este proceso.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 125 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 150 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207
/ LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 250 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
277 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 294 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 295 /
LEY 2080 DE 2021 – ARTÍCULO 20 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO
133 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 302 INCISO 2

115
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO No. 21

RADICADO: 19001-23-33-000-2020-00084-01
FECHA: 08/07/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate (E)
DEMANDANTE: Alejandro Zúñiga Bolívar
DEMANDADO: Jaime Andrés López Tobar - Personero del municipio de
Popayán, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Procede la Sala a resolver las solicitudes de


aclaración formuladas por los apoderados de la parte demandada y
del municipio de Popayán, respecto de la sentencia del 17 de junio de
2021, por medio de la cual la Sección Quinta revocó la decisión del 4 de
marzo de la presente anualidad, proferida por el Tribunal Administrativo
del Cauca, que accedió a las pretensiones de la demanda de nulidad
contra el ordinal segundo de la Resolución 20201110000075 de 10 de
enero de 2020, a través de la cual se conformó la lista definitiva de
elegibles del concurso público y abierto méritos para la elección del
Personero Municipal de la misma entidad territorial, para en su lugar,
declarar la nulidad de la totalidad del acto de elección del señor JAIME
ANDRÉS LÓPEZ TOBAR, para el periodo 2020 – 2024.
TESIS 1: De conformidad con los preceptos normativos arriba
transcritos [artículos 290 de la Ley 1437 de 2011 y 285 del Código
General del Proceso], para la procedencia de la aclaración de las
sentencias deben concurrir los siguientes requisitos: i) oportunidad,
ii) legitimación y, iii) motivación, esto es, que el peticionario señale
la existencia en la providencia de conceptos o frases que ofrezcan
verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidas en la parte
resolutiva o influyan en ella.
TESIS 2: Para resolver el desistimiento de la solicitud de desistimiento
de la solicitud de aclaración de la sentencia del 17 de junio de
2021, es menester tener en cuenta que dentro de las disposiciones
especiales para el trámite y decisión de las demandas de contenido
electoral no existe ninguna norma relativa a este asunto. En tal
virtud, procede dar aplicación a la remisión normativa prevista en el
artículo 296 de la Ley 1437 de 2011 que refiere al proceso ordinario,

116
en tanto este sea compatible con la naturaleza del medio de control
electoral. Por su parte, el Título V de la Ley 1437 de 2011 que regula
el proceso contencioso administrativo ordinario tampoco contiene
ninguna norma relativa al trámite y resolución de las solicitudes de
desistimiento de actos procesales, por lo que se aplica el artículo
306 de este mismo compendio normativo, el cual dispone que en los
aspectos no regulados se deberá acudir al Código General del Proceso
(C.G.P). Sobre el particular el artículo 316 del C.G.P señala quienes
podrán desistir de los recursos interpuestos y de los incidentes, las
excepciones y los demás actos procesales que se hayan promovido en
el transcurso del proceso, además de prever que no procede esta figura
en referencia a las pruebas practicadas. Igualmente, preceptúa que
como consecuencia del desistimiento queda en firme la providencia
materia del mismo, respecto de quien lo hace. En el caso en estudio
se tiene que el apoderado del municipio de Popayán presentó solicitud
de aclaración de la sentencia del 17 de junio de 2021; sin embargo, el
24 de junio de 2021, por correo electrónico dirigido a la secretaría de
la Sala, radicó petición de desistimiento. Teniendo en cuenta que el
presente se trata del desistimiento de la solicitud de aclaración de la
sentencia de segunda instancia, acorde con lo dispuesto en el artículo
316 del C.G.P., el mismo será aceptado.
TESIS 3: El apoderado de la parte demandada radicó por correo
electrónico del 23 de junio de 2021, escrito en el que solicitó la aclaración
de la sentencia proferida el 17 de junio de 2021. (…). La solicitud de
aclaración va encaminada a que se precise si el demandado conserva
el puntaje que obtuvo en las pruebas de: “1. Competencias Laborales,
2. Valoración de estudios y experiencia y 3. Entrevista Personal, las
cuales se realizaron con posterioridad a la prueba de conocimiento”.
(…). Es claro que la Sección determinó que el proceso de selección debe
repetirse desde la prueba de conocimientos, precisión que se hizo no
solo en la parte considerativa del fallo, sino también en la resolutiva.
(…). Acorde con lo anterior, y al no advertir que la providencia contenga
conceptos o frases que ofrezcan verdadero motivo de duda, ni que
afecten la parte resolutiva, se estima suficiente para negar la solicitud
de aclaración presentada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 296 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 285 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 316

117
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ADICIÓN A LA SENTENCIA

EXTRACTO No. 22

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-02965-01
FECHA: 05/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate (E)
DEMANDANTE: Dany Alexander Quintero Gómez
DEMANDADO: Jhon Jaime de Jesús Moncada Ospina - Concejal de
Medellín - Antioquia, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Decide la Sala la solicitud de adición presentada


por la parte demandada respecto de la sentencia de segunda instancia
proferida el 22 de julio de 2021, en la que insistió en que el pariente del
demandado nunca ejerció autoridad administrativa porque manifestó
impedimentos en temas relacionados con Medellín y, por ende, no se
configuró la inhabilidad, que debe interpretarse restrictivamente; de ahí
que la providencia entrañe, a su juicio, una sanción por responsabilidad
objetiva, proscrita por el ordenamiento jurídico.

TESIS 1: Sobre el particular, la Ley 1437 de 2011 únicamente dispone


en su artículo 291 que “Contra el auto que niegue la adición no procede
recurso alguno”. En tal sentido, en relación con su formulación y
trámite, es menester acudir a las glosas del artículo 287 del CGP, bajo la
integración normativa instituida en el artículo 306 del CPACA. (…) Como
se vio, la adición de la sentencia debe solicitarse dentro del término
de ejecutoria, a cuyo respecto señala el artículo 302 del CGP que las
providencias “… que sean proferidas por fuera de audiencia quedan
ejecutoriadas tres (3) días después de notificadas. Su contenido debe
orientarse a la resolución de algún aspecto que se haya dejado de
resolver en la sentencia, a pesar de ser un extremo de la litis o un
punto que legalmente debía ser evacuado. La sentencia cuya adición se
solicita fue notificada el 23 de julio de 2021. Esto significa que, tomando
en consideración los dos días de que tratan los artículos 201 y 205 del
CPACA frente a notificación electrónica, el término de ejecutoria de la
providencia transcurrió entre el 28 y el 30 de julio de 2021 y, por ende,
al haberse presentado en ese interregno, se entiende como oportuna.

118
TESIS 2: En cuanto versa sobre el fondo del asunto, se observa que el
petitorio, antes que la dilucidación de un extremo de la litis pendiente de
resolver, entraña una serie de cuestionamientos o interrogantes sobre
la forma en que debe darse alcance a la comprensión del factor objetivo
de la inhabilidad por parentesco por el ejercicio potencial de autoridad
administrativa, incluso desde el punto de vista de la responsabilidad
objetiva; el por qué debería o no enervarse bajo una interpretación
restrictiva que contemple los impedimentos manifestados por el
pariente del demandado y la fecha en que fueron presentados, y que,
supuestamente, al no contemplarse, condujeron a una especie de
“sentencia anticipada”. De ahí que deba complementarse la sentencia
para abordar tales puntos. En ese sentido, se advierte que existe un uso
inadecuado del instrumento de la adición, que no ha sido consagrado
para controvertir o descalificar las razones que sostienen la decisión
adoptada en la sentencia de 22 de julio de 2021, como en efecto lo hace
el memorialista. De su ruego, no es posible extraer la existencia de un
extremo de la litis que se haya dejado de resolver, ni de algún punto
que, de acuerdo con la ley, debiera ser objeto de pronunciamiento.
Contrario a lo sostenido por el solicitante, en la sentencia se expusieron
claramente los derroteros que delimitaron la comprensión del factor
objetivo de la inhabilidad por parentesco, fundados, en este caso,
en el ejercicio de autoridad administrativa derivado de que el señor
(…) ostentara, por vía de delegación, facultades contractuales en
Indeportes, independientemente de que las haya materializado o no.
Así como también se explicó lo inherente a la imbricación territorial
del ámbito competencial de Indeportes Antioquia sobre el municipio
de Medellín, en el que el accionado resultó electo como concejal. Todo
lo anterior, bajo el marco teleológico de la causal, que busca evitar
el nepotismo y ventajas asociadas a posiciones de poder en el sector
público. De tal manera que la propuesta del solicitante de que la Sala
entre a calificar estos contenidos, para determinar si hubo en ellos
una violación del principio de interpretación restrictiva o una especie
de imputación de responsabilidad objetiva excede el marco definido
por el legislador para la adición; máxime cuando salta a la vista que el
contencioso electoral responde a un examen crítico de la legalidad del
acto de elección y no de la responsabilidad de los implicados directa
o indirectamente en su formación. Por último, no sobra recordar que,
en la sentencia del 22 de julio de 2021 dictada dentro del vocativo de
la referencia, aun cuando la potencialidad del ejercicio de autoridad
resultaba suficiente para probar el punto defendido por la Sala, en el
párrafo 116, se visibilizaron las comunicaciones de 1º de noviembre,

119
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

3 de noviembre y 21 de diciembre de 2018, así como la de 19 de julio


de 2019, todas suscritas por el señor (…) dentro del año anterior a la
elección demandada, en las que pidió ser apartado del conocimiento
de asuntos relacionados con las competencias de Indeportes en
Medellín, con los cuales se demostró que sí podía tener influencia
sobre ese municipio. Cosa distinta es que el solicitante estime que
esos mismos documentos soportaban precisamente la ausencia de
inhabilidad; disertación que responde realmente a una discrepancia
de criterios que no puede ser salvada a través de la figura de la adición
de sentencia, por no avenirse a su auténtico propósito. Así las cosas,
se denegará la solicitud de adición presentada por la parte demandada
mediante escrito del 28 de julio de 2021.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 201 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 205 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 291 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 306 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 287 / LEY 1564 DE 2012 – ARTÍCULO 302

120
ACLARACIÓN DE LA SENTENCIA

EXTRACTO No. 23

RADICADO: 05001-23-33-000-2020-00006-01
FECHA: 05/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate (E)
DEMANDANTE: Dina María Ardila Sánchez
DEMANDADO: Juan Camilo Callejas Tamayo - Diputado de Antioquia,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver la solicitud de


aclaración formulada por la parte accionada respecto de la sentencia
de 1° de julio de 2021, por medio de la cual la Sección Quinta del
Consejo de Estado declaró la nulidad de la elección del señor Juan
Camilo Callejas Tamayo, como diputado del Departamento de Antioquia
para el periodo constitucional 2020-2023, en relación con: (i) el hecho
de recibir apoyos por parte de otros partidos políticos, como había
sucedido con el demandado, configuraba la causal de inelegibilidad
de doble militancia, comoquiera que, al tenor de la jurisprudencia
construida hasta el momento por esta Sección, la conducta reprochable
consistía en ofrecer respaldos a candidaturas de partidos políticos
diferentes a los del accionado, y no a recibir ayuda por parte de éstos,
como ocurrió con el señor Callejas Tamayo. (ii) si la doble militancia
política podía materializarse por la concesión de ayudas y, en general,
auxilios brindados a Grupos Significativos de Ciudadanos, teniendo en
cuenta sus diferencias con los partidos y movimientos políticos. (iii) si
la declaratoria de nulidad implicaba para el demandado alguna clase
de inhabilidad para el ejercicio de otros cargos o sanción en su contra.

TESIS 1: De conformidad con los preceptos normativos [artículo 290


de la Ley 1437 de 2011 y artículo 285 del Código General del Proceso]
(…), para la procedencia de la aclaración de las sentencias deben
concurrir los siguientes requisitos: (i) oportunidad, (ii) legitimación y,
(iii) motivación, esto es, que exista en la providencia conceptos o frases
que ofrezcan verdadero motivo de duda, siempre que estén contenidas
en la parte resolutiva de la sentencia o influyan en ella. (…). En lo que

121
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

refiere al estudio de los presupuestos de oportunidad y legitimación


de la petición de aclaración de la sentencia de 1° de julio de 2021, esta
Judicatura encuentra que deben tenerse por superados de conformidad
con los argumentos que se exponen enseguida. Oportunidad: Al tenor
de lo dispuesto por el artículo 290 del C.P.A.C.A., las solicitudes de
aclaración serán procedentes cuando sean interpuestas dentro de los
dos días siguientes a aquel en el cual se notifica el fallo objeto de la
petición. Adicionalmente, de conformidad con el artículo 8º del Decreto
806 de 4 de junio de 2020, las notificaciones personales efectuadas a
través del envío de mensajes de datos, se entenderá realizadas una
vez transcurridos dos días hábiles siguientes a la remisión del correo,
y los términos empezarán a correr a partir del día siguiente al de la
notificación. De acuerdo con las constancias secretariales obrantes en
el expediente digital, la providencia de 1° de julio de 2021 fue notificada
al día siguiente de su expedición –2 de julio de esta misma anualidad–,
por lo que las partes y el Ministerio Público tenían hasta el 9 de
julio de 2021 para elevar solicitudes aclarativas de la decisión. En el
asunto de autos, la petición propuesta por el demandado fue radicada
el 8 de julio del año en curso, de donde se deriva su oportunidad.
Legitimación: Igualmente, el artículo 290 de la Ley 1437 de 2011
prescribe que las aclaraciones de las sentencias en materia electoral
podrán ser incoadas por las partes y los agentes de la Procuraduría
General de la Nación, delegados para actuar ante esta Jurisdicción.
En lo que corresponde al sub-judice, se tiene que aquél tiene como
origen la petición de aclaración elevada por la parte demandada en
este proceso, razón suficiente para dar por sentado el cumplimiento
de este requisito, dando paso así al estudio de las motivaciones que
sustentan la solicitud.

TESIS 2: Tal y como quedó consignado en el vértice inicial de esta


providencia, el [demandado], por conducto de apoderada judicial, eleva
solicitud de aclaración respecto de la sentencia de 1° de julio de 2021
con el propósito de precisar algunos aspectos del fallo que, desde
su perspectiva, no ofrecen claridad. Puntualmente, el demandado
manifiesta que la sentencia anulatoria dictada contra el acto de su
elección como diputado de Antioquia no estableció si (i) la nulidad
decretada tuvo igualmente como fundamento los apoyos dados a su
candidatura por otros partidos políticos, distintos del Conservador,
modificándose así la línea jurisprudencial construida por el Consejo de
Estado que reprochaba el dar auxilio pero no el recibirlo; (ii) la doble
militancia por apoyo podía predicarse de los respaldos brindados

122
a los grupos significativos de ciudadanos; y, finalmente, (iii) si la
nulidad decretada implicaba para él una inhabilidad que le impidiera
desempeñar otros cargos o una sanción en su contra. A la manera
como se vio en el capítulo de fundamentos jurídicos, el instituto de
la aclaración de sentencias persigue el esclarecimiento de los puntos
oscuros de las providencias, como consecuencia de la inclusión de
conceptos o frases que generan ambigüedades, siempre que las dudas
de tipo intelectivo se concentren en su parte resolutiva o influyan en ella.
Se colige de lo anterior que la inmutabilidad de las decisiones para el
juez que las profiere solo puede ser exceptuada cuando la providencia
–para el caso concreto el fallo de 1° de julio de 2021– ostenta en su
contenido resolutivo –o considerativo cuando se proyectan en él–
locuciones y, en general, descripciones gramaticales, que generen en
sus destinatarios verdaderas confusiones o anfibologías que hagan
incierto su alcance, lo que supone para éstos –partes y Ministerio
Público en tratándose del Proceso Electoral– la obligación de identificar
–o a lo menos descifrar– las expresiones y frases de donde ello resulta.
Descendiendo al caso concreto, la Sala evidencia que el demandado,
lejos de advertir la presencia de declaraciones y enunciados creadores
de incertidumbre, persigue la reviviscencia del debate surtido en la
segunda instancia desatada por esta Corporación, postulando, por un
lado, argumentos ya decididos en la sentencia, y formulando, de otro,
cuerdas considerativas que exceden el propósito de las peticiones
aclarativas de los fallos. En ese orden, esta Judicatura destaca que el
recibimiento de los apoyos dados a la candidatura del accionado por
parte de las agrupaciones políticas que respaldaron las aspiraciones
(…) como consideración fundante de la apelación interpuesta contra
la providencia de 7 de abril de 2021 del Tribunal Administrativo de
Antioquia– fue uno de los asuntos que ocupó la atención de la Sala
especializada en la sentencia de 1° de julio de 2021, en la que sostuvo
que, a pesar de esta circunstancia –respaldos recibidos– nada
facultaba para que el demandado, en contraprestación, promocionara
políticamente las aspiraciones de los referidos ciudadanos. (…). De esta
manera, se resalta que con su escrito aclarativo, el accionado busca el
replanteamiento de líneas argumentativas plasmadas en el recurso de
apelación resuelto con la providencia censurada –que se itera fueron
objeto de desarrollo argumentativo en el fallo de 1° de julio de 2021–,
vinculando además a su dicho proposiciones que pretenden enervar
en esta oportunidad las consideraciones empleadas por la Sección
para fundar el fallo anulatorio –respaldos brindados por el demandado
al Grupo Significativo de Ciudadanos “Vamos Guatapé”, a pesar de

123
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que su partido (Conservador Colombiano) había inscrito candidato


particular para la alcaldía de ese municipio–, mediante interrogantes
que giran en torno a saber si la doble militancia puede configurarse
cuando los apoyos se dirigen a agrupaciones proselitistas como los
grupos significativos de ciudadanos que, de otro lado, fueron aspectos
debidamente tratados en esa decisión. (…). Se decanta de ello, la
existencia de una dinámica que persigue la reapertura de discusiones
ya cerradas con ocasión de la sentencia de 1° de julio de 2021,
desbordando los propios alcances del instituto de la aclaración de
providencias, gobernada en materia electoral por las previsiones del
artículo 290 de la Ley 1437 de 2011. (…). Finalmente, se advierte que
con su memorial de aclaración, el accionado propone cuestionamientos
que pretenden suplir vacíos en la intelección que el demandado
tiene respecto de las consecuencias que genera la nulidad electoral
en relación con su derecho de acceso a nuevos cargos públicos –si
la anulación conlleva inhabilidades o sanciones futuras–, sin que las
apreciaciones que se postulan se dirijan a demostrar verdaderas
confusiones contenidas en la parte resolutiva del fallo de 1° de julio
de 2021, o que influyan en ella. En ese sentido, huelga manifestar que
los efectos jurídicos que se desprenden de la anulación de los actos de
elección se encuentran expresamente plasmados en el ordenamiento
legal –ver, por ejemplo, artículo 288 del C.P.A.C.A.–y que, en principio,
no es objeto de las decisiones jurisdiccionales en la materia orientar a
las partes sobre las consecuencias que puedan derivarse de ello.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 290 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 288 / DECRETO
806 DE 2020 – ARTÍCULO 8

124
INCOMPETENCIA FUNCIONAL COMO CAUSAL DE NULIDAD
ORIGINADA EN LA SENTENCIA, DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS,
PRINCIPIO CONSTITUCIONAL DE LA NO REFORMATIO IN PEJUS

EXTRACTO No. 24

RADICADO: 05001-23-33-000-2020-00006-01
FECHA: 26/08/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Auto
PONENTE: Rocío Araújo Oñate (E)
DEMANDANTE: Dina María Ardila Sánchez
DEMANDADO: Juan Camilo Callejas Tamayo - Diputado de Antioquia,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se centra en determinar si, a la manera


como lo afirma el demandado, la Sala era incompetente desde una
perspectiva funcional para adoptar la sentencia de 1° de julio de 2021,
a través de la cual se confirmó la nulidad de su elección como diputado
de Antioquia para el periodo constitucional 2020-2023.

TESIS 1: Frente a la incompetencia funcional, se tiene que, como se


ha sostenido, se trata de nulidad que puede conllevar la invalidez de
las sentencias electorales, prevista de manera especial por el artículo
294 del C.P.A.C.A. y alude a aquella atribución que le es asignada a los
jueces de segunda instancia, a fin de que la labor que les compete
sea desarrollada de acuerdo con las facultades que les asigna el
ordenamiento. (…). Puntualmente, las competencias funcionales del
juez de la apelación, cuando el apelante es único, no son irrestrictas,
pues están limitadas, en primer lugar, por el principio de la “non
reformatio in pejus”, introducido como precepto en el artículo 31 de la
Constitución y, en segundo orden, por el objeto mismo del recurso de
apelación (revocar o modificar la providencia), cuyo marco está definido,
a su vez, por las razones de inconformidad o juicios de reproche
elevados por el apelante en relación con la situación creada por el fallo
de primera instancia. Así, al juez de segundo grado le está vedado, en
principio, –y salvo las excepciones hechas por el legislador– revisar
temas del fallo de primer grado que son aceptados por el recurrente
pues éstos quedan excluidos del siguiente debate y, por lo mismo, debe

125
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

decirse que, frente a dichos aspectos, fenece por completo el litigio o


la controversia. (…).

TESIS 2: Una lectura detallada (…) permite observar una estructura


normativa en la que, además de las manifestaciones de los derechos
políticos de los que gozan los ciudadanos de los Estados parte del
Sistema Interamericano de Derechos Humanos, se gobiernan una
serie de restricciones que vienen a moldear su ejercicio en función de
la edad, la nacionalidad, la residencia, el idioma, la instrucción, la
capacidad civil o mental, e incluso los procesos judiciales en los que
pueden ser limitados, haciendo referencia directa a las causas penales.
De allí que una primera aproximación al mandato convencional lleve a
conclusiones categóricas –como la que se defiende por el accionado–,
en el sentido de que los derechos de esencia propiamente democrática
–para el caso concreto, el derecho al sufragio pasivo del demandado–
solo pueden ser limitados por jueces penales, y no por autoridades que
dispongan de otro tipo de naturaleza, a la manera como sucedería con
la nulidad electoral tramitada por esta Jurisdicción. No obstante, para
la Sala, este acercamiento exegético a la norma merece ser neutralizado
mediante la explicación de una serie de argumentos que han sido
decantados desde el momento mismo en el que la Sección ha conocido
de estas alegaciones, resaltando que, lejos de ser incompatibles, la
nulidad electoral y, por consiguiente, la competencia de la Jurisdicción
de lo Contencioso Administrativo para conocerla, se presenta como
respetuosa de los parámetros normativos derivados del artículo 23 de
la Convención, fijados en gran parte por el derecho pretor de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, como guardiana de ese
instrumento internacional que en el ordenamiento colombiano se
vincula al concepto de bloque de constitucionalidad por mandato del
artículo 93 de la Carta Política de 1991. En consonancia, esta Judicatura
despachará negativamente el cargo de nulidad elevado a la luz de las
consideraciones que se esbozan enseguida: Primera idea de
compatibilidad: Las restricciones del artículo 23.2 no son taxativas y
posibilitan la edificación de otros trámites judiciales en los que puedan
limitarse derechos políticos. Como se decanta de la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ha sido igualmente
ratificada por esta Corporación, las limitaciones que se desprenden de
la literalidad del ordinal 2° del artículo 23 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos no se constituyen en un listado cerrado que
impida a los Estados miembros el establecimiento de otro tipo de
condicionamientos, siempre y cuando las medidas cumplan con tres

126
tipos de presupuestos, a saber: (i) legalidad; (ii) finalidad convencional
de la medida; y, finalmente, (iii) su proporcionalidad y necesidad de
cara a ese instrumento internacional. En ese sentido, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos se pronunció en el caso
Castañeda Gutman Vs. México de 6 de agosto de 2008, en el marco de
un proceso contencioso en el que la candidatura de la parte actora a la
presidencia de ese país se había visto truncada al impedírsele su
inscripción, por cuanto no fue avalado por ningún partido político. (…).
Con base en lo anterior, el Tribunal Internacional determinó que la
responsabilidad del Estado mexicano no podía ser comprometida,
teniendo en cuenta que la restricción que impedía que candidatos
particulares registraran su aspiración a la presidencia –sin el apoyo de
un partido político– se mostraba como una medida razonable que
dotaba de seriedad la elección de la máxima autoridad política de ese
país centroamericano. Las enseñanzas del derecho pretor de la Corte
llevan así a aseverar que, más allá de las limitaciones erigidas en el
numeral 2° del artículo 23 de la Convención, cada Estado miembro
dispone dentro de su margen de maniobra de la capacidad para
estatuir restricciones a los derechos políticos que sobrepasen el texto
mismo de la Convención, sin olvidar que las medidas así adoptadas
deben ser respetuosas de la esencia misma que explica la existencia
del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. En consonancia,
para la Sala no cabe duda de que la competencia de la Jurisdicción de
lo Contencioso Administrativo y, en especial del Consejo de Estado,
para decidir y definir el medio de control de nulidad electoral con el
que pueden llegar a limitarse los derechos políticos de los elegidos
democráticamente, se presenta como una medida adecuada,
respetuosa de los parámetros exigidos por la Corte Interamericana
para ese propósito. En ese sentido, se tiene que la facultad jurisdiccional
de los jueces administrativos en este sentido se encuentra establecida
tanto en la Constitución Política –artículos 237 y 264– como en la ley
–artículos 149 y siguientes de la Ley 1437 de 2011–, cumpliéndose
entonces con el requisito de legalidad, que pretende que las limitaciones
a los derechos políticos no resulten arbitrarias y presas de las
coyunturas sociales y políticas de cada país. Igualmente, la competencia
de la Jurisdicción para adelantar los procesos de nulidad electoral –en
los que pueden restringirse el ejercicio de los derechos políticos–
persigue una finalidad legítima en los términos que plantea la
Convención Americana de Derechos Humanos, al buscar que los
procedimientos y los ciudadanos que accedan a cargos de elección
popular ingresen en total transparencia y probidad, como sustratos

127
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

esenciales para la “buena salud” de la institucionalidad colombiana. De


esta manera, la normatividad interna se presenta como una justa
exigencia “…del bien común, en una sociedad democrática”, a las voces
del artículo 32 de la Convención Americana de Derechos Humanos. En
cuanto a la necesidad y proporcionalidad, la facultad judicial del
Consejo de Estado –y de la Jurisdicción que representa– resulta
indispensable para garantizar un desarrollo democrático ajustado
como base fundamental para el ejercicio de los demás y derechos y
libertades que concede el ordenamiento y, por consiguiente, como
sustrato de un orden justo. En punto de la proporcionalidad, las
determinaciones que puedan ser acogidas por la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo en el desarrollo de los procesos de nulidad
electoral restringe tan solo el derecho al sufragio pasivo del elegido –
luego de corroborar la existencia de vulneraciones graves en el acceso
al cargo, por causas como transgresiones a las reglas de juego que
caracterizan el procedimiento eleccionario o violaciones de los
requisitos, calidades y del régimen de inhabilidades–, que no suponen
para el elegido la imposibilidad de ejercer su derecho al voto o, en
principio, sus futuras postulaciones a otro tipo de empleos de elección
popular, comoquiera que se trata tan solo de depurar el sistema
democrático de la ocurrencia de prácticas insanas que agrietan sus
propias bases. Por lo anterior, puede considerarse que la competencia
de esta Corporación y, en general, de la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo se constituye en una medida que observa a cabalidad
los presupuestos de convencionalidad que se desprenden de la
jurisprudencia de la Corte Interamericana y del Sistema de Derechos
Humanos del cual se hace cargo. Segunda idea de compatibilidad: La
locución “…condena por juez competente, en proceso penal…”, contenida
en el artículo 23.2 de la Convención, no puede ser entendida desde un
enfoque orgánico, sino material. En efecto, la Sección Quinta del
Consejo de Estado ha tenido la oportunidad de efectuar algunas
reflexiones en torno de la expresión que, de acuerdo con el demandado,
enerva la competencia de la Jurisdicción para conocer, a través del
medio de control de nulidad electoral, demandas que puedan llevar a
limitar derechos políticos, exponiendo que el aparte normativo “…
condena por juez competente, en proceso penal…” debe ser visto desde
la sustancialidad y no simplemente desde la formalidad que indica su
construcción gramatical –juez penal–. En ese sentido, se ha prohijado
una intelección que lleva a comprender que cuando el apartado del
artículo 23.2 se refiere al “proceso penal” no significa que los derechos
políticos solo puedan ser restringidos en el desarrollo de estos

128
trámites, sino en causas judiciales en las que se observen en debida
forma las garantías que los caracterizan, relacionadas con el respeto
del derecho a la defensa y a la contradicción, a la doble instancia, a la
legalidad, al juez competente, etc. Así las cosas, la jurisprudencia de la
Sección ha privilegiado un argumento material para el entendimiento
de esa prescripción que revela que entre la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y las funciones y facultades ejecutadas por
la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en el desarrollo de la
nulidad electoral existe una compatibilidad irrestricta, con fundamento
en la observancia –dentro de lo posible– de las salvaguardas de tipo
procesal y sustancial que pueden ser identificadas en los procesos
penales.(…). Se deriva de lo anterior que, lejos de ser vista desde una
perspectiva estrictamente gramatical, la especialidad penal a la que
hace referencia el artículo 23.2 de la Convención es tomada a partir de
la sustancialidad del concepto, homologándolo con las garantías que
son naturales a quienes se encuentran vinculados a aquellos trámites.
De esta manera, la competencia del Consejo de Estado y de la
Jurisdicción para la limitación de derechos políticos se sujeta a las
nociones de legalidad –comoquiera que la declaratoria de nulidad no
puede ser decretada por causales o motivos no previstos en la ley o en
la Constitución–; juez natural –como se anticipó su facultad
jurisdiccional se encuentra previamente establecida en la ley–;
contradicción y defensa –al ofrecer durante el trámite del proceso las
oportunidades para que las partes rebatan sus argumentos en los
términos erigidos por el legislador; non bis in idem –mediante el
establecimiento de institutos como el de cosa juzgada que impiden
que un elegido pueda ser juzgado a través de la nulidad electoral dos
veces por los mismos hechos; publicidad –mediante un actuación
procesal abierta y transparente en la que pueden incluso participar
cualquier tipo de persona–; celeridad y plazo razonable –que en estos
casos no supera en principio los 6 meses o el año, según sea de única
o de doble instancia el proceso–; la imparcialidad, –que implica que el
juez decida “con fundamento en los hechos, de acuerdo con los
imperativos del orden jurídico, sin designios anticipados ni
prevenciones, presiones o influencias ilícitas”, lo que se asegura con el
carácter autónomo e independiente de la Rama Judicial, que en
términos generales es ajena a las dinámicas políticas de otras ramas
y órganos del poder público–; doble instancia. Así, partiendo de este
entendimiento material, se tiene que la actividad jurisdiccional del
Consejo de Estado –como órgano de cierre en los procesos de nulidad
electoral– es puesta en marcha con total observancia de los referentes

129
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

axiológicos que distinguen los procesos penales, de donde se deviene


su compatibilidad con la Convención que, más que interesarse en la
denominación del juez, se interesa en el respeto de un cúmulo de
garantías que hacen del proceso electoral un proceso justo en el que
pueden igualmente limitarse derechos políticos. Tercera regla de
compatibilidad: La Corte Interamericana no tiene un precedente fijado
en materia de limitación de derechos políticos por parte de autoridades
judiciales. En ese orden, se pretende resaltar que los fallos en los que
la Corte Interamericana ha valorado la limitación de derechos políticos
por autoridades distintas a un juez penal se han distinguido por el
hecho de que la restricción proviene de autoridades administrativas, y
no de órganos judiciales ante los que, como sucede con el proceso
electoral, se respeten las garantías de ese tipo de trámites, como se
vio. En términos llanos, las sanciones impuestas a los Estados en el
marco del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, ha tenido
como justificación la limitación originada en decisiones administrativas
impuestas por autoridades de esa misma naturaleza, pero no en
determinaciones judiciales –como la que se desprenden de la nulidad
electoral– derivada del ejercicio de la competencia de la que dispone
esta Sala de Sección y, en general, la Jurisdicción Contenciosa
Administrativa, para el efecto. En ese orden, los dos paradigmas
conocidos en el Sistema Interamericano se relacionan con sanciones
de corte administrativo. El primero de los casos –López Mendoza vs.
Venezuela de 1° de septiembre de 2011– se cimentó en las inhabilidades
impuestas por la Contraloría General de la República de ese país contra
el referido ciudadano que le impidieron presentarse en las elecciones
territoriales como candidato a la Alcaldía de Caracas. (…). Este mismo
considerando de principio fue empleado por el Tribunal Internacional
para definir que el Estado colombiano era responsable por las
violaciones de los derechos políticos del exalcalde de Bogotá Gustavo
Francisco Petro Urrego, como consecuencia de la destitución e
inhabilidad pronunciada por la Procuraduría General de la Nación –
autoridad administrativa–, que conllevaron para él el apartamiento de
ese cargo. (…). En ese contexto, se destaca que la locución “…condena
por juez competente, en proceso penal…” ha sido interpretada por la
Corte para significar que en ningún caso una autoridad administrativa
puede restringir derechos políticos, pero no ha sido utilizada para
sostener que las autoridades judiciales no pueden hacerlo, máxime en
eventos como el de la nulidad electoral en el que se cumplen con los
parámetros convencionales requeridos en ese sentido. En ese orden,
la Sala resalta que su competencia no ha sido desvirtuada a la luz de

130
las previsiones que conforman el Sistema Regional de Derechos
Humanos al que pertenece el Estado colombiano, en su calidad de
órgano judicial, tribunal supremo de la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativa en materia de derechos políticos a través del trámite y
la decisión de la nulidad electoral. Todo ello lleva entonces a despachar
negativamente el cargo propuesto que pretendía enervar la
competencia funcional de esta Sección para adoptar, en segunda
instancia, la sentencia de 1° de julio de 2021.

TESIS 3: A la manera como se explicó en acápites previos, una de


las restricciones a la competencia funcional de los jueces en segunda
instancia se refiere a la imposibilidad de estos operadores judiciales
de agravar la situación de los apelantes únicos. (…). Bajo este contexto,
el demandado asegura que la sentencia de 1° de julio de 2021, por
medio de la cual esta Sección confirmó la declaratoria de nulidad de
su elección como diputado de Antioquia, violentó el principio de la
reformatio in pejus al ir más allá de los supuestos propuestos en la
apelación, como lo acreditaría la valoración probatoria plasmada en
el fallo censurado. En consonancia, la Sala se aparta de la petición
anulatoria por dos razones fundamentales. En primer lugar, la presunta
transgresión del límite propuesto a la competencia funcional del juez
de segunda instancia se inscribe en un alegato abstracto que no
precisa a ciencia cierta cuáles son los aspectos nodales que la Sección
Quinta del Consejo de Estado habría superado a la hora de resolver el
recurso de alzada. En efecto, el demandado tan solo refiere al análisis
probatorio de la sentencia de 1° de julio de 2021, sin establecer las
posibles circunstancias modales –tiempo, modo y lugar– en las que la
apreciación de los medios de convicción existentes en el expediente
habría transgredido los aspectos “ventajosos por el juez de primera
instancia.” En segundo lugar, esta Judicatura destaca que, en contravía
de las postulaciones del accionado, la providencia cuestionada fue
respetuosa del “hilo argumentativo” del memorial de apelación, con el
que se pretendió controvertir el fallo de 7 de abril de 2021 del Tribunal
Administrativo de Antioquia, fundamentado en la inexistencia de apoyos
positivos en favor de las candidaturas de los aspirantes a las alcaldías
de Abejorral y Guatapé por los partidos AICO y el Grupo Significativo
de Ciudadanos “Vamos Guatapé”, respectivamente. En ese orden, la
Sala, partiendo del material probatorio sobre el que el a quo había
determinado la declaratoria de nulidad –consistente en fotografías y
un video relacionado con posibles respaldos ocurridos en las páginas
de Facebook e Instagram del demandado, tomados y grabados durante

131
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

el desarrollo de eventos políticos en Guatapé y Abejorral– y amparado


en el principio de la comunidad de la prueba, encontró que, en las
antípodas de lo defendido por el accionado, éste acompañó y auxilió
campañas políticas que no habían sido avaladas por el conservatismo
en el departamento de Antioquia, al cual pertenecía. Por lo anterior,
atendiendo la falta de carga argumentativa del cargo y que el análisis
probatorio fue respetuoso de los puntos debatidos con el recurso de
apelación a partir de las elucubraciones que el Tribunal Administrativo
de Antioquia hizo en su providencia de 7 de abril de 2021, la Sala
encuentra que el cargo de nulidad no está llamado a prosperar.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 31 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
237 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 264 / CONVENCIÓN AMERICANA
SOBRE DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO 23 / CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO 32 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 149 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 250 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 294 / LEY 1564 DE
2012 – ARTÍCULO 302

132
SENTENCIAS
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJALES MUNICIPALES POR CAUSALES OBJETIVAS, VALOR
PROBATORIO DE DOCUMENTOS ELECTORALES

EXTRACTO No. 1

RADICADO: 05001-23-33-000-2019-03240-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Sebastián Tobón López
DEMANDADOS: Concejales del municipio de Rionegro - Antioquia,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala en el marco del recurso


de apelación interpuesto por el demandante contra la sentencia que
negó las pretensiones de la demanda, determinar lo relacionado con las
presuntas diferencias injustificadas existentes entre los Formularios
E-14 y E-24, porque para el demandante se dejaron de revisar todas
las mesas que invocó en su demanda y del resultado de dicho ejercicio
se advertirá, afirma, la incidencia que extrañó el Tribunal.

TESIS: [D]el contenido del recurso interpuesto se determina que el


único aspecto objeto de cuestionamiento es el relacionado con las
presuntas diferencias injustificadas existentes entre los Formularios
E-14 y E-24, porque para el demandante se dejaron de revisar todas las
mesas que invocó en su demanda y del resultado de dicho ejercicio se
advertirá, afirma, la incidencia que extrañó el Tribunal. En conclusión,
la Sala limitará su análisis al cargo referido al numeral 3º del artículo
275 del CPACA, para lo cual se abordarán la generalidad de la causal
de diferencias injustificadas existentes entre los Formularios E-14 y
E-24, sus requerimientos probatorios y, finalmente, el caso concreto.
Señala el numeral 3º del artículo 275 del CPACA que se configura y
conlleva la nulidad de los actos de elección cuando “[l]os documentos
electorales contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido
alterados con el propósito de modificar los resultados electorales”. (…).

133
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Así, la falsedad es una irregularidad que se presenta en el proceso


de elección y escrutinio consistente en la alteración de los resultados
electorales, que conlleva a que se afecte la verdad electoral, pues la
anomalía contenida en los formularios E-24 sin la debida justificación
de su diferencia con el formulario E-14, falsea al final la voluntad del
electorado, plasmada en el acto que declara la elección. Sin embargo,
se advierte que, para la prosperidad de la nulidad pretendida por
esta causal no basta con demostrar la existencia de la falsedad en
los documentos electorales, sino que se requiere que la modificación
sea de tal magnitud que afecte sustancialmente los resultados de los
escrutinios, es decir, que se alteren o cambien; dicho de otra manera,
que los haga mutar al punto que sean otras las personas que resulten
elegidas. (…). [L]os documentos electorales son formatos elaborados
por la Registraduría Nacional del Estado Civil para ser diligenciados y
suscritos por los jurados de votación y las corporaciones escrutadoras
electorales dentro del proceso de elección y escrutinios de votos.
(…). Así las cosas, la RNEC elabora, entre otros, los formularios E-14
y E-24 y, las actas generales de escrutinio, documentos electorales
que son los que interesan para el análisis de la irregularidad. (…). [L]
a Sección ha establecido que, aunque los 3 son válidos, el documento
que ofrece mayores garantías para el análisis es el formulario E-14
dirigido a Claveros, en razón a la rigurosidad de la cadena de custodia
al cual está sujeto. (…). El formulario E-14 Claveros, es uno de los
medios de prueba idóneos para el estudio del cargo, pues su valor
probatorio permite evidenciar en ese primer escrutinio, la voluntad
del electorado, registrada por los jurados de votación frente a cada
una de las mesas demandadas y es el primer insumo en toda la
cadena progresiva del proceso de escrutinios. No obstante, lo anterior
es importante dejar claro que la preferencia probatoria otorgada
al formulario E-14 Claveros, derivada de la cuidadosa cadena de
custodia que se le otorga en sede administrativa, no lo convierte en
documento electoral exclusivo a la hora de analizar el cargo objeto
de estudio pues, en los casos que así se requiera se podrá acudir a la
información consignada en el formulario E-14 delegados. En lo que
correspondiente al formulario E-24 es el documento electoral que da
cuenta de los resultados del escrutinio efectuado por las respectivas
comisiones, en el cual se detalla el número de votos obtenidos por cada
partido y candidato, así como la cantidad de sufragios nulos, blancos y
las tarjetas no marcadas, es decir, se trata de un cuadro de resultados
de la votación, discriminado por mesas, puestos o zonas, según sea el
caso. Es pertinente destacar que en el formulario E-24 mesa a mesa,

134
la respectiva comisión escrutadora consolida los votos registrados
en el E-14, por los jurados de votación. Quiere decir lo anterior que
la información contenida en ambos formularios, en principio, debe
ser coincidente, salvo que, la autoridad electoral realice un recuento
de votos en el que se adviertan irregularidades que conlleven a la
modificación del número de votos registrado del E-14 y que debe
reflejarse en el E-24; situación que, en todo caso, deberá constar con
claridad en la respectiva acta general de escrutinio. De esa forma se
concreta una diferencia justificada (arts. 163 y 164 del CE). (…). Así las
cosas, cuando se genera una diferencia entre los formularios E-14
y E-24 sin que medie justificación, se configura la causal especial
objetiva establecida en el 275.3 de la Ley 1437 de 2011. (…). Por su
parte, el Acta General de Escrutinio es un documento electoral que
contiene el resumen del desarrollo de los escrutinios a instancia
de las comisiones escrutadoras y del Consejo Nacional Electoral o
sus delegados, según sea el caso. En ella, se deja constancia de lo
acontecido en la audiencia pública, con la información: i) del estado
de los sobres que contienen los pliegos de las mesas de votación y de
las actas de escrutinio, como tachaduras, enmendaduras o borrones,
si están firmadas por los jurados de votación y si fueron introducidas
en el arca triclave dentro del término legal o extemporáneamente, tal
como lo prevé el artículo 163 del Código Electoral y; ii) de los recuentos
que se hayan efectuado de oficio o a petición de parte, así como el
resultado de las posibles modificaciones (art. 163 y 164 CE). (…). Según
la demanda y reitera el escrito de apelación, la diferencia injustificada
que se alega se presentó respecto del total de votos obtenidos por
el Partido Alianza Social Independiente ASI. (…). [D]el estudio del
acta general de escrutinio no se advierte justificación alguna frente
a la discrepancia encontrada [117 votos] en las mesas analizadas.
Entonces, conforme con las exigencias fijadas para la configuración
de este cargo -diferencias injustificadas E-14 y E-24-, es momento de
establecer si los 117 votos hallados en la revisión anterior, tienen la
entidad suficiente para modificar la elección que se pide anular, para lo
cual la Sala acudirá a la información que reposa en el formulario E-26.
(…). Salta a la vista que la diferencia injustificada que asciende a 117
votos, no puede modificar el resultado de la elección, pues claramente
es menor a la votación que separa a ambas colectividades políticas. (…).
Expuesto lo anterior, no hay lugar a duda que, si bien, se encontraron
algunas diferencias entre los formularios analizados y que las mismas
devienen injustificadas, también lo es que la cantidad avizorada no
modifica los resultados de los escrutinios, lo que equivale a no mutar

135
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

la decisión de los votantes, circunstancia que como lo decidió el


Tribunal conlleva la negativa del cargo y con ello la confirmación de la
no prosperidad de las pretensiones de la parte actora.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO
41 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 143 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 144
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 155 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 156 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 163 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 164 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 203

136
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJALES MUNICIPALES, CUOTA DE GÉNERO, INSCRIPCIÓN
DE LISTAS

EXTRACTO No. 2

RADICADO: 50001-23-33-000-2019-00488-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Salomón Macías Peña
DEMANDADOS: Concejales de Puerto Carreño, período 2020-2023.
Partidos políticos: Cambio Radical, Alianza Social Independiente – ASI-,
Movimiento Alternativo Indígena y Social -MAIS- y Social de la Unidad
Nacional –De la U-
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si


confirma, modifica o revoca la decisión del Tribunal Administrativo
del Meta que negó las pretensiones de la demanda, para lo cual debe
establecer si el cumplimiento de la cuota de género en la inscripción de
listas por parte de los partidos y movimientos políticos a que se refiere
el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, debe calcularse en razón a las
curules a proveer o con base en la cantidad de candidatos a inscribir.

TESIS 1: Como norma base y fundamental de los derechos políticos


en Colombia, como lo es el referente al de elegir y ser elegido, así como
el de formar parte de las corporaciones públicas, la Sala considera
pertinente partir del artículo 40 de la Carta Política, conforme al cual,
además de lo anterior, es obligación de las autoridades garantizar
“la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles
decisorios de la Administración Pública”. A partir de este imperativo,
el legislador dictó la Ley Estatutaria Nº. 581 de 2000, en la que se
crearon herramientas para el acceso de la mujer a todas las ramas
del poder público y con el fin de eliminar la discriminación, así como
el otorgamiento a éstas, de los mismos derechos y oportunidades de
los hombres. Por su parte, el artículo 1º del Acto Legislativo Nº. 01 de
2009 modificó el 107 de la Constitución Política y, entre otros aspectos,
estableció la equidad de género como principio rector de la organización

137
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

democrática de los partidos y movimientos políticos y, con el objeto


de desarrollar dichos postulados constitucionales, en el artículo 28
de la Ley 1475 de 2011, se estableció como parámetro obligatorio
para los partidos, movimientos políticos o grupos significativos de
ciudadanos, la integración de listas con un porcentaje mínimo del
30% de participación de cualquiera de los géneros, en las contiendas
electorales en las que se elijan cinco o más curules para corporaciones
de elección popular o las que se sometan a consulta. (…). [L]a cuota
género es un presupuesto que materializa propósitos de rango
constitucional y legal, que tienen por objeto lograr una representación
equitativa entre los distintos géneros en las corporaciones públicas de
elección popular; pero más allá de eso, como se indicó en la decisión
que ahora se reitera, “también persigue el cumplimiento de mandatos
de carácter internacional contenidos en: el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem do
Pará-”, por lo que inicialmente ésta se constituye en acción afirmativa
para buscar mayor participación de la mujer en la vida política de la
Nación. (…). Para esta Sala de Decisión, de lo consignado en el inciso 1º
del artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, se tiene que: i) le corresponde
a los partidos, movimientos políticos y grupos significativos de
ciudadanos, previa inscripción de sus candidatos, verificar que éstos
cumplan a cabalidad las calidades y requisitos exigidos y, la ausencia
de inhabilidades o incompatibilidades y; ii) tratándose de listas donde
se elijan cinco o más curules para corporaciones de elección popular
es obligatorio que se conformen por el 30% de uno de los géneros. (…).
Así mismo, el artículo 262 de la Carta Política, establece un límite de
candidatos a inscribir, por parte de los partidos, movimientos y grupos
significativos de ciudadanos, el cual no puede exceder el de curules
a proveer en la respectiva circunscripción, salvo que se elijan hasta
2 miembros, caso en el cual, podrá estar integrada hasta por tres
candidatos. (…). Así, existe un tope máximo de candidatos a inscribir en
una lista, que corresponde al de curules a proveer, salvo que se elijan
máximo dos, caso en el que esta regla tiene una variación consistente
en que se podrán inscribir hasta tres en ese evento, pero no existe un
número mínimo de candidatos a incluir ya que ello no lo contempla la
norma, por lo que se entiende que el límite es solo para establecer un
tope máximo, pero por debajo puede ser cualquier cantidad, pues la
normativa no se refiere a “igual número de candidatos al de curules a

138
proveer”, sino a “no podrá exceder”, por lo que es dable concluir que la
norma admite incluir menos candidatos en la lista, pero no excederse.

TESIS 2: [E]l debate dentro de la apelación se centra en establecer, en


primer lugar, si la cuota de género a que se refiere el artículo 28 de la
Ley 1475 de 2011 debe cumplirse en razón del número de candidatos
a inscribir o, como lo señala el apelante, respecto de la cantidad de
curules a proveer; análisis dentro del que corresponde verificar si es
pertinente o no la aplicación del artículo 262 constitucional, y si éste
otorga la libertad a los partidos de inscribir en las listas un número
inferior de candidatos al de curules a proveer. Se precisa que dentro
de la apelación no se presentan argumentos relacionados con que las
listas inscritas por los partidos a que se refiere la demanda, hubieran
cumplido con el 30% de los candidatos del género femenino en relación
con su contenido, por cuanto contenían 10 candidatos de los cuales 3
eran mujeres, siendo 3 el equivalente al 30% de 10; lo que se discute es
que la porción debió calcularse frente al número de curules a proveer y
no sobre las listas. (…). Para la Sala, no hay duda de que la normativa se
refiere al número de candidatos a inscribirse en la lista que presenten
los partidos y movimientos políticos, y no al número de curules a
proveer; lo que se concluye en primera medida, del tenor literal de la
norma. (…). De ninguna manera se observa que la norma hubiera hecho
referencia alguna a que el porcentaje de género corresponda al número
de curules a proveer, pues el texto normativo leído de otra forma, sin
alterar su literalidad, señala que las listas deberán conformarse por
mínimo un 30% de uno de los géneros, donde se elijan 5 o más curules
para corporaciones de elección popular. (…). Es claro que las listas de
candidatos que inscriban los partidos, movimientos políticos o grupos
significativos de ciudadanos a cargos y corporaciones de elección
popular, deben estar compuestos por un mínimo de 30% de mujeres,
cuando se elijan 5 o más curules y de acuerdo con el contenido del
artículo 262 de la Constitución Política, no pueden sobrepasar la
cantidad de éstas a proveer, a menos que se trate de máximo 2, caso
en el cual, se podrán inscribir 3. (…). Así, habiéndose establecido la
relación que en efecto tiene la norma constitucional con la disposición
de género en tanto la segunda contempla un porcentaje que en todo
caso debe calcularse teniendo en cuenta los parámetros de la primera;
es dable concluir que las listas de candidatos a corporaciones públicas
que inscriban las colectividades, pueden estar conformadas por un
número inferior al de curules a proveer, pero no mayor, salvo cuando se
elijan máximo dos. Lo anterior refuerza la conclusión previa, referente

139
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

a que el porcentaje de la cuota de género debe aplicarse sobre la


lista y no sobre el número de curules a proveer, pues si se permite un
número inferior de candidatos, no podría efectuarse el equilibrio entre
femenino y masculino. Para la Sala, en el mismo sentido que lo expuso
la agente del Ministerio Público, las listas que se inscriban deben
tener un equilibrio entre el 30% y el 70% de género, cómo un mínimo
para hacer válida la conformación de los candidatos. (…). Por todo
lo anterior, la Sala concluye que la cuota de género, debe cumplirse
respecto de la lista a inscribir y no sobre las curules a proveer, por lo
que no se encuentran infringidas las normas señaladas por el actor
como vulneradas y, por lo mismo, como se precisó desde el inicio del
análisis, no hay lugar a establecer si las listas cumplieron o no ese
porcentaje calculado sobre la cantidad de candidatos a inscribir, por
cuanto no hubo disconformidad alguna al respecto.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 262 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009
/ LEY 581 DE 2000 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 31

140
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE
POR ACTOS DE CORRUPCIÓN, ACUMULACIÓN DE CAUSALES
OBJETIVAS Y SUBJETIVAS, NOTIFICACIÓN A PARTIDOS,
MOVIMIENTOS POLÍTICOS O GRUPOS SIGNIFICATIVOS DE
CIUDADANOS DE LA DEMANDA, TACHA DE TESTIGO, NUEVAS
CENSURAS EN ALEGATOS DE CONCLUSIÓN, VALOR PROBATORIO
DE GRABACIÓN MAGNETOFÓNICA, PRUEBA TESTIMONIAL,
LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA

EXTRACTO No. 3

RADICADO: 66001-23-33-000-2019-00777-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Catalina Ocampo Morales y Emerson Edilberto Jaimes
DEMANDADO: Carlos Alberto Maya López - Alcalde del municipio de
Pereira, período 2020- 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si hay lugar a


confirmar, revocar o modificar el fallo de primera instancia. En tal
sentido, se debe establecer, a partir de los argumentos plasmados
en los escritos de alzada, (i) si el acto enjuiciado se encuentra viciado
de ilegalidad por la violación del principio de libertad del voto en los
términos de la causal subjetiva desarrollada por el Consejo de Estado
en sentencia del 16 de mayo de 2019 , por las presuntas presiones
realizadas desde la alcaldía de Pereira con la anuencia del demandado
a empleados y contratistas con miras a que suministraran “referidos”
para la aplicación “Kontacto”. Y así mismo, (ii) si la Registraduría
Nacional del Estado Civil se encuentra legitimada en la causa por
pasiva.

TESIS 1: En su escrito de alegaciones, el demandante (…) pidió tener


como prueba lo adjuntado por la Fiscalía General de la Nación en
oficio del 16 de septiembre de 2020. (…). El auto admisorio del recurso
de apelación fue proferido el 13 de octubre de 2020, y notificado por
estado del 14 de octubre de 2020, por lo que su ejecutoria, más allá
del término concedido para alegar de conclusión, acaeció el 19 de

141
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

octubre de 2020. Ergo, comoquiera que el pedido de la parte actora se


elevó con escrito radicado el día 16 del mismo mes y año, se entiende
oportuno. Igualmente, se observa que la prueba decretada por el a
quo no pudo acopiarse por razones ajenas a la parte demandante,
como lo fue la Emergencia Sanitaria por Covid-19. Sería del caso,
entonces, considerar dicha grabación. No obstante, advierte la Sala
que se trata de una prueba trasladada. (…). En este caso, la prueba se
aduce en contra del demandado CARLOS ALBERTO MAYA LÒPEZ, y se
sabe el proceso en el que reposa el audio allegado corresponde a la
investigación penal que en principio se adelanta contra el ex alcalde de
Pereira Juan Pablo Gallo Maya. En tal sentido, no existen elementos que
brinden certeza en el expediente –por el contrario, la parte accionada
desdice de ello– en cuanto a que dichas grabaciones hayan sido
solicitadas por el aquí encartado, y mucho menos que “en el proceso
de origen” se hubieran practicado con su audiencia. Bajo ese entendido,
pese a tratarse de una prueba que habría sido decretada en primera
instancia, y que dejó de practicarse, esta colegiatura considera que, en
aras de salvaguardar el debido proceso de la parte en contra de la cual
se aducen, las grabaciones que informó la Fiscalía 35 Especializada
haber remitido en cadena de custodia no serán tenidas en cuenta para
los fines del sub lite; máxime cuando no puede hablarse de “pruebas”
en una actuación penal en fase de indagación.

TESIS 2: El artículo 281 del CPACA proscribe la acumulación de


causales objetivas y subjetivas de nulidad electoral en una misma
demanda. (…). Tal restricción opera respecto de las elecciones por
voto popular, pues la Sala ha descartado su aplicabilidad frente a
otro tipo de designaciones. (…). Esto significa que, en el asunto de
la referencia, en el que se demanda la elección por voto popular de
un alcalde municipal es plenamente exigible tal prohibición. (…). El
mismo demandante cataloga los dos primeros reparos como causales
subjetivas, y el tercero como objetiva, por lo que, en principio, sería
viable examinar la improcedencia de su acumulación. No obstante,
en esta etapa del proceso la discusión resulta irrelevante, y sin la
entidad suficiente para invalidar lo actuado, por el hecho de haberse
proferido el fallo apelado. Se debe tener presente que el contencioso
electoral se rige por normas especiales, una de ella el artículo 294
del CPACA [alusivo a las nulidades originadas en la sentencia]. Bajo
ese entendido, por tratarse de una causal diferente a la incompetencia
funcional, la indebida notificación del auto admisorio de la demanda al
demandado o a su representante, la omisión de la etapa de alegaciones

142
o la adopción de la sentencia por un número inferior de Magistrados
al previsto por la ley, no es posible derivar el efecto anulatorio
antedicho. Aunado a lo anterior, es importante tener en cuenta que el
propósito de la prohibición establecida en el artículo 281 del CPACA
“se encamina a dotar de mayor celeridad los procesos electorales en
los que se pretendía desvirtuar la validez de las elecciones populares
con sustento en causales objetivas y subjetivas, atando la complejidad
de los reproches basados en las irregularidades en la votación y los
escrutinios a la resolución expedita de asuntos relativos a vicios en
las calidades, requisitos e inhabilidades del elegido”; situación que no
puede conducir a la invalidez del trámite contencioso, en la medida
en que, como se dijo, tiene un fin de celeridad que, en este caso, se
cumplió con la existencia del fallo en el que fueron resueltos todos los
cargos planteados en la demanda.

TESIS 3: El recurrente insistió en que se atendiera lo normado en el


literal e) del artículo 277 del CPACA, que, afirma, impone el deber de
notificar la admisión también a los partidos, movimientos políticos o
grupos significativos de ciudadanos que otorgaron el aval al candidato
cuya elección se demanda, en este caso el Partido Liberal. Pues bien, al
respecto, se debe decir que dicho literal no puede ser mirado de forma
aislada, sobre todo por las particularidades del sub judice. (…). Como
puede verse, la norma no obliga a la publicación por aviso cuando el
demandado fue elegido para un cargo uninominal, de tal manera que,
dicho medio de publicación no se requiere para enterar a la agrupación
política que avaló al accionado –incluso de publicarse, a falta de
notificación personal del accionado, en este caso tal aviso tampoco iría
dirigido al respectivo partido o movimiento–, lo cual no obsta para que,
atendiendo a la naturaleza pública de la acción de nulidad electoral,
concurra en calidad de tercero en la defensa de sus intereses, para
cuyo enteramiento basta la regla señalada en el numeral 6 ibídem
alusiva al enteramiento de la comunidad a través “del sitio web de
la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo o, en su defecto, a
través de otros medios eficaces de comunicación, tales como radio
o televisión institucional, teniendo en cuenta el alcance o ámbito de
aplicación del acto de elección demandado”. (…). No desconoce la
Sala el interés que podría tener la agrupación política en cuanto se
debate un tema relacionado con actos de corrupción, con eventuales
consecuencias frente a su capacidad de otorgar avales en la respectiva
circunscripción. (…). Sin embargo, a falta de una notificación a la que
no obligó el legislador, el Partido Liberal contaba con la posibilidad

143
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de presentar su respectiva intervención, como coadyuvante o


impugnador, según los intereses que buscara defender, hasta el día
inmediatamente anterior a la fecha de celebración de la audiencia
inicial, según lo prevenido por el artículo 228 del CPACA, la cual se
tuvo lugar el 14 de febrero de 2020, sin que hasta entonces mediara
pronunciamiento alguno de la agrupación política. Ello denota que la
irregularidad remarcada por el apelante en punto a los intereses de
dicha agrupación, que por demás no está legitimado para representar,
no tiene cabida en este caso.

TESIS 4: La defensa del señor CARLOS ALBERTO MAYA LÓPEZ


descalifica la credibilidad e imparcialidad del testimonio rendido
por el señor Luis Carlos Rúa Sánchez, por estimar que esconde
móviles políticos que se yerguen en torno a su posible cercanía con el
ciudadano Mauricio Salazar, a través de la esposa de este último (Irma
Noreña), rival político del demandado en la carrera por las elecciones
a la alcaldía de Pereira celebradas el 27 de octubre de 2019. (…). En
su alzada, el recurrente se limitó a señalar que tal testimonio era
inapreciable por el hecho de que el deponente obtuvo grabaciones de
manera ilícita, que serían las que, a la larga, terminarían sustentando
las denuncias y quejas presentadas ante diversos entes de control y
en sede de nulidad electoral, de la que veladamente sería accionante.
A la luz de las reglas de la sana crítica que gobierna la apreciación
de las pruebas, según lo instruye el artículo 176 del CGP, la Sala no
encuentra viable descartar el testimonio del señor Luis Carlos Rúa
Sánchez o entender minada su imparcialidad y credibilidad por el
hecho aducido por el apelante, comoquiera que el audio aportado y
el testimonio rendido constituyen dos medios de prueba autónomos y
perfectamente escindibles. (…). [N]o es ajena la Sala al hecho de que,
en los alegatos de conclusión presentados por la parte demandada en
el trámite de la segunda instancia, insistió en la tacha por sospecha
a partir de los supuestos nexos políticos del mencionado testigo.
Sin embargo, estas razones no pueden ser atendidas por cuanto no
fueron presentadas en la oportunidad debida, esto es, en el recurso
de apelación. La etapa de alegación no es un escenario en el que las
partes puedan presentar o exponer nuevas censuras, comoquiera que,
a voces de lo normado en el artículo 292 del CPACA, dicho recurso
debe acompañarse de los motivos que lo sustentan. (…). Se trata de
nociones [sobre los alegatos] que gozan de amplia aceptación en la
comunidad jurídica y que contrastan con el principio de preclusión y
eventualidad que imponen el agotamiento del proceso por fases, no

144
siendo posible sorprender en los alegatos de conclusión con asuntos
que debieron ser plasmados en la apelación, pues con aquellos solo
busca conectar lo planteado con lo demostrado; aceptar la tesis
inversa implicaría obrar en desmedro del derecho de defensa de la
contraparte. En ese orden de ideas, no es viable para la Sala atender el
segundo grupo de argumentos, relacionados con la militancia política
del testigo, por cuanto se ofrecieron fuera del término legal, razón por
la que, en conjunto con las disertaciones plasmadas párrafos atrás, se
desestima la tacha por sospecha examinada en el presente acápite, y
se anuncia que se valorará el dicho del señor Luis Carlos Rúa Sánchez,
de acuerdo con el mérito que le asista frente a los hechos declarados
y las demás pruebas que obran en el plenario.

TESIS 5: El sustento jurídico de la sentencia apelada, en cuanto atañe


al cargo por el cual se declaró la nulidad del acto de elección enjuiciado,
viene dado por la aplicación de la tesis decantada por la Sección Quinta
del Consejo de Estado en la sentencia hito del 16 de mayo de 2019.
(…). Pues bien, en aquella oportunidad, la Sala examinó la viabilidad de
declarar la nulidad del acto de elección de la ex senadora Aida Merlano
Rebolledo por la ocurrencia de prácticas de corrupción a partir de la
causal genérica de infracción de norma superior consagrada en el
artículo 137 del CPACA, en contraposición a las causales objetivas
contempladas en el artículo 275 ibidem. (…). Se recordó que la compra
de votos ha sido considerada como una forma de violencia psicológica
y que, en este caso en particular, no se debía mirar el tema desde el
análisis de las “causales objetivas” de nulidad, sino desde el “punto de
vista subjetivo” al estar probada la directa vinculación de la candidata
con los hechos censurados, que trasciende a la directa violación
del orden jurídico bajo las causales genéricas contempladas en el
artículo 137 del CPACA (y no las del 275 ibídem). (…). Aunque lo que
importa al sub judice son las subreglas que se desprenden de dicho
antecedente jurisprudencial [sentencia del 16 de mayo de 2019 en la
que se declaró la nulidad del acto de elección de la ex senadora Aida
Merlano Rebolledo por la ocurrencia de prácticas de corrupción]. Estas
se contraen a que, para la configuración de la corrupción como causal
subjetiva de nulidad electoral fincada en la infracción de los artículos
40 y 258 de la Constitución Política se requiere la concurrencia de
varios elementos, a saber: (i) la existencia de una práctica corrupta
y antidemocrática, (ii) la finalidad de coartar por cualquier medio la
libertad de los votantes para obtener beneficios electorales y (iii) el
ejercicio directo o indirecto de la práctica irregular o su conocimiento

145
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

acompañado por la anuencia del candidato. De cualquier modo, hay


que decir que la violencia, el fraude y otras formas de corrupción
electoral como causales de nulidad electoral pertenecen al espectro
de nociones inacabas, en permanente construcción, pero que en todo
caso se inscriben dentro de un contexto constitucional y democrático
claramente definido. (…). [C]uando se habla de (i) la existencia de una
práctica corrupta y antidemocrática, la Sala se refiere a cualquiera
que atente contra la libertad del elector, sin importar si fue ejercida
en el plano físico o en el psicológico. Para ello resulta como un norte
inexorable, a título enunciativo, el catálogo de conductas tipificadas
por el legislador como delitos contra los mecanismos de participación
democrática en el título XIV del Código Penal. (…). Ahora, desde luego
que ello tiene que ser puesto en consonancia con las particularidades
del proceso de nulidad electoral, de tal manera que cualquiera de estas
conductas podría entenderse como forma de corrupción relevante
para los fines del proceso, siempre que de las particularidades del
caso se desprenda que suponen un vicio que afecta el acto electoral
que se demanda. Por otro lado, cuando la Sala habla de que la
configuración de la causal subjetiva de nulidad se acompaña de (ii)
la finalidad de coartar por cualquier medio la libertad de los votantes
para obtener beneficios electorales, se refiere a la existencia de un
propósito demostrable de dirigir indebidamente el sentido del sufragio
para determinar el resultado de los comicios, en desmedro de los
valores democráticos. En otras palabras, la corrupción debe tener
como instrumento y punto de mira al mismo tiempo la pulcritud con
la capacidad del sufragante de actuar bajo su propia voluntad, exenta
de apremios o estímulos contrarios al orden jurídico, al momento de
depositar su voto. Y para terminar el supuesto del (iii) ejercicio directo
o indirecto de la práctica irregular o su conocimiento acompañado por
la anuencia del candidato, lo que en definitiva traduce es la condición
ulterior que justifica la existencia de la corrupción como motivo de
infracción de norma superior (art. 137 CPACA) –en contraste con las
causales objetivas de nulidad electoral fundadas en la violencia y otras
formas de corrupción– que se desmarca de la incidencia como factor
cuantitativo, para hacer el tránsito hacia una perspectiva cualitativa,
pues quien está llamado a encarnar los más caros bastiones de la
democracia no puede simultáneamente ser prenda de su antítesis: la
corrupción. Así, la caracterización realizada por la Sección Quinta del
Consejo de Estado en la sentencia hito del 16 de mayo de 2019 se
aposta en la idea de que es necesaria la participación consciente del
demandado en el hecho que da lugar a la censura en el contencioso

146
electoral, a título de determinador, autor material, cómplice, partícipe o
cualquier otra modalidad afín. Cabe recordar que lo que se censura en
estos eventos es la realización objetiva de la conducta, comoquiera que
aspectos propios de la culpabilidad escapan a la órbita del contencioso
objetivo de legalidad evacuado a través de la nulidad electoral, de tal
manera que su examen es totalmente independiente de lo que se
evalúa en el marco de un proceso penal o cualquier otra expresión del
ius puniendi. (…). En ese orden de ideas, queda claro que el análisis
efectuado desde la órbita del proceso electoral, por sus especiales
características, se abstrae de la culpabilidad del demandado como
factor nulitante del acto de elección y, en cambio, se contrae a la
verificación objetiva de los elementos de configuración de la causal de
nulidad invocada, pues el control de legalidad del acto no contempla
la voluntad del funcionario designado –ni otros aspectos como la
tipicidad o antijuridicidad propios de la esfera penal, por ejemplo–, por
no ser este el objeto del respectivo trámite jurisdiccional, aunque sus
efectos puedan, circunstancialmente, impactar los intereses de aquel;
en contraposición a lo que ocurre en otro tipo de procesos.

TESIS 6: Junto con la demanda, fue aportado un audio denominado


“Gallo habla de Kontacto”. (…). Claramente se trata de una conversación
privada entre dos interlocutores: el que se identifica con la “VOZ
NÚMERO 2” es –según él mismo- el testigo Luis Carlos Rúa Sánchez
quien se atribuye la grabación, pues así lo reconoce en el testimonio
rendido dentro del vocativo de la referencia; y el otro, “VOZ NÚMERO 1”
se dice que es el ex alcalde de Pereira, Juan Pablo Gallo, así lo afirma
también el testigo, pero se carece de cualquier prueba que permita
aseverarlo categóricamente. (…). Para la Sala, su valor probatorio es
nulo porque, del mismo relato del autor se obtiene que fue obtenido
de manera ilícita, en tanto no contó con el consentimiento de la otra
persona involucrada en la conversación, lo cual entraña una vulneración
del derecho a la intimidad de la persona concernida. (…). Desde luego
que lo anterior debe ser contrastado con el hecho de que hay registros
que se logran en el ámbito de relaciones o espacios públicos o semi-
públicos –que no es lo que ocurre en el sub lite– en los que cabe
posibilidad de admitir ese tipo de medios de prueba, atendiendo a los
diferentes grados de protección que la jurisprudencia constitucional
confiere al derecho a la intimidad en relación con los espacios en los
que pretenden hacerse oponibles, pues a mayor grado de publicidad
de las actuaciones, por su naturaleza o propósito, menores los límites
o restricciones oponibles de una eventual esfera reservada. Así, por

147
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ejemplo, guardadas las proporciones, no podría decirse que se vulnera


el derecho a la intimidad de un político grabado durante un discurso de
campaña, lo cual, claramente no es lo que ocurre en el presente caso,
en el que se examina una grabación que, al parecer, solo involucra al
ex alcalde Gallo y al testigo Rúa. En consonancia con lo anterior fuerza
recabar en que la prueba obtenida con violación de los derechos
fundamentales es nula de pleno derecho, lo que lleva a tenerla por
inexistente dentro del proceso, aun cuando el afectado reconozca su
contenido. (…). Bajo esas consideraciones, una grabación obtenida
sin consentimiento de uno de los implicados, en lo que supone es el
espacio semi-privado del despacho del entonces alcalde, en el ámbito
de una conversación presuntamente reservada, no podría traerse como
prueba a este proceso de nulidad electoral; mucho menos cuando la
calidad del audio y el contexto del diálogo parcialmente transcrito, si
bien podría –en criterio de algunos- merecer ciertos reproches, no
revela con claridad la existencia de una conducta punible que ameritara
sobrepasar los límites del derecho a la intimidad de quien fue grabado
sin mediar su autorización o la de una autoridad judicial, cuestión
ius fundamental que debe ser precavida por el operador jurídico, de
ser el caso, incluso de oficio. (…). En suma, por haberse realizado la
grabación en un espacio semi-privado y sin el consentimiento de uno
de los interlocutores involucrados, cuyo comportamiento pretende
ser censurado en un espacio judicial, con fines de trascender a la
nulidad del acto de elección del demandado, la Sala estima que no
es posible atribuirle mérito probatorio; máxime cuando, amén de lo
que, en principio, podría ser una errada y censurable participación en
política, no hay nada que sugiera en dicho audio la existencia de un
constreñimiento encaminado a favorecer al señor CARLOS ALBERTO
MAYA LÓPEZ, pues su nombre no salió a relucir con el alcance endilgado
por los accionantes.
TESIS 7: En la audiencia de pruebas (…) se recaudaron los testimonios
de los señores Luis Carlos Rúa Sánchez, Jhon Alexander Rico Marín,
Fredy Eduardo Ruano López y Diego Fernando Bonilla Ríos, los cuales
resultan relevantes para resolver la cuestión litigiosa de fondo porque
en ellos se fundamentó la decisión de primera instancia. (…). La Sala
encuentra imperioso destacar que, muy a pesar de las profesiones y
cualificaciones de los deponentes, estos no pueden ser tenidos como
especialistas, al punto que el testimonio se transforme en una suerte
de “experticia”, ya que ello se surte a través del “dictamen pericial”,
como producto de ese conocimiento profundo, sujetos a sus propias

148
reglas de práctica y contradicción, que conjugan las reglas decantadas
en los artículos 219 y siguientes del CPACA, en concordancia con los
artículos 226 y siguientes del CGP, que entrañan medidas exhaustivas
de verificación de su objetividad, imparcialidad, de la metodología
empleada y de las fuentes que sustentan su aserto, entre otros
elementos. De ahí que, por más formado que se repute el testigo, no
puede trascender su relato sobre los hechos, al punto de convertirse en
juicios y opiniones que demarquen la senda valorativa de la actividad
jurisdiccional, so pena de extralimitar y trastocar el régimen probatorio,
la confianza legítima en las actuaciones judiciales, y el debido proceso
de las partes involucradas o afectadas con la deposición. (…). Bajo
una línea de interpretación cruzada de los testimonios reseñados, se
tiene que únicamente el del señor Luis Carlos Rúa Sánchez se enfila a
descalificar la legalidad del acto de elección censurado, al propugnar
por la participación del demandado en una supuesta empresa criminal
de aquel, en connivencia con funcionarios de la administración
municipal. Sin embargo, sus denuncias no se acompañan de respaldos
documentales que le den fuerza a su aserto; lo que no significa que
por ser testimonio solitario desmerezca credibilidad, pues el alcance
probatorio de una declaración no se mide en función de su cantidad
sino de su calidad; lo que sucede es que, bajo la comprensión de las
evidencias hasta ahora examinadas la demostración de su relato se
reduce a su propia narrativa, la cual se ve enfrentada con declaraciones
que la controvierten en lo sustancial. (…). Para esta colegiatura, debe
reconocerse, estas últimas tres declaraciones, y el relato subyacente
no son contundentes para desvirtuar a plenitud las aseveraciones
del testigo Luis Carlos Rúa Sánchez, pero sí son lo suficientemente
coherentes entre sí para poder desdibujar que, más allá de toda
duda razonable, surjan las certezas que precisa la enervación de la
presunción de legalidad que reviste el acto de elección censurado,
en tanto niegan con vehemencia la existencia de constreñimiento
o estímulos indebidos en pro del demandado. Aún de aceptarse el
hecho de que surgieron presiones indebidas desde la alcaldía de
Pereira para beneficiar la candidatura del aquí encartado, nada, del
dicho del señor Rúa Sánchez, sugiere que ello hubiera acaecido con
la participación (directa o indirecta) o con la anuencia de aquel. (…). Se
está en ese caso ante la negación de la conducta sistemática por parte
de tres funcionarios que descartaron tanto presiones o dádivas para
sí como haber conocido de terceros que se hallaran en esa posición;
contrastada con la de un testigo que afirma la existencia generalizada
de esas injerencias indebidas, a partir de su experiencia individual en el
encuentro con el referido ex mandatario, pero sin demostrar que a otro
le hubiera pasado lo mismo. Con todo, que no sea posible denotar la

149
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

sistematicidad de la conducta (constreñimiento) que reprocha el testigo


Rúa Sánchez, no significa que el hecho de que pudiera probarse al
menos la recaída sobre él no merezca la censura de este ad quem; lo que
ocurre es que su eventual verificación no da cuenta de la participación
o el conocimiento del candidato CARLOS ALBERTO MAYA LÓPEZ de la
aplicación de esa coacción, y mucho menos demuestra que esta se
aplicara para coartar la libertad del voto, pues según su propio dicho,
la consigna no era votar por aquel, sino conseguir “referidos”, frente a
los cuales no existe prueba del constreñimiento siquiera potencial. (…).
[L]o que se observa de los 4 testimonios es que la actividad proselitista
censurada se volcó al suministro de información con fines políticos, es
decir, a la forma de hacer campaña, con participación indebida o no de
servidores públicos, y no a la determinación del sentido del voto del
destinatario final. En ese orden de ideas, contrario a lo sostenido por
el Tribunal Administrativo de Risaralda, los testimonios recaudados
no tienen la fuerza suficiente para desnudar las prácticas corruptas
que dijo haber, pues no basta la sospecha o inferencia razonable al
respecto, ya que la anulación del acto electoral precisa de la certeza
absoluta que justifique soslayar el quantum reflejado en las urnas, y
ello, se itera, no se logra nada más con las declaraciones ponderadas
como insumos estelares por parte del a quo.
TESIS 8: Aun cuando las publicaciones periodísticas y el informe de
Qurium presentados por la parte demandante fueron desestimados por
el colegiado de primera instancia como demostrativos de la corrupción
endilgada al demandado CARLOS ALBERTO MAYA LÓPEZ, en su escrito
de alzada, la defensa recaba en su contenido, en especial el de este
último documento, para dimensionar la magnitud o alcance real del
aplicativo conocido dentro del proceso como “Kontacto”. (…). La Sala
no solo comparte sino que además hace suyos los planteamientos
esbozados por el a quo en los apartes transcritos, y resalta que por
el hecho de no existir una carga argumentativa suficiente tendiente
a desvirtuarlos no hay lugar a variar en esta segunda instancia
la acertada comprensión brindada por el Tribunal Administrativo
de Risaralda en relación con el valor de las notas periodísticas y el
informe de la ONG Quirium, que no cumple las exigencias formales
para ser considerado un dictamen pericial. (…). Bajo tales glosas, la
postura de la Sección Quinta frente al asunto examinado se contrae a
la ausencia de un documento técnico referido al detalle de la aplicación
“Kontacto”, que, se recuerda, por razones de índole procedimental no
puede estar atado tampoco a la opinión de los testigos que rindieron su
declaración en la audiencia de pruebas celebrada dentro del vocativo
de la referencia.

150
TESIS 9: Como corolario de la conclusión vertida en el capítulo
inmediatamente anterior, se tiene que el proceso adolece en absoluto
de falta de una prueba técnica que permita determinar a ciencia cierta
los reales impactos de la denotada aplicación empleada durante el
período de campaña electoral por parte del demandado CARLOS
ALBERTO MAYA LÓPEZ. Tal y como se evidencia, lo más próximo a ello
serían los testimonios recaudados. Sin embargo, estos solo tienen
la virtualidad de rendir cuenta del uso dado por cada uno de los
operadores que depuso en el sub lite, pero no de su impacto real de cara
al electorado. Es del caso reiterar que no hay material idóneo que dé
fe de los aspectos técnicos que se echan de menos para vislumbrar el
impacto que “Kontacto” tuvo en los comicios que se erigieron en torno
a la carrera por la silla de primer mandatario de Pereira. (…). Llevada
la discusión a un plano eminentemente teórico y dialéctico, no existe
el mayor atisbo de duda para la Sala, pues los hechos evidenciados
en el proceso de la referencia así lo revelan, que una cosa es la
consolidación de una base de datos con fines de propaganda electoral,
en el que la injerencia de servidores públicos –cuya coacción no fue
demostrada en grado de certeza– podría acarrearles consecuencias
disciplinarias individuales por el hecho de la participación en política;
y otra, muy distinta el que esa recolección de datos se tenga por sí sola
como la demarcación de la suerte del voto de quienes figuran en tales
listados. En todo caso, la Corporación acepta por lo menos la existencia
de la base de datos, pues nadie la ha negado; empero, de la misma
forma, y atendiendo la valoración integral de los hechos narrados por
los testigos, incluyendo el señor Rúa Sánchez, quien manifestó nunca
haber registrado referidos, ese listado lo que hacía era facilitar los
datos por medio de los cuales la campaña del accionado pretendía
establecer comunicación con parte del electorado pereirano, de formas
que no se demostraron como atentatorias de su libertad. Este aspecto
se debe juzgar con mucha delicadeza, pues mal haría este colegiado
en pasar por alto que la actividad proselitista es connatural a todo
proceso eleccionario; la novedad de un determinado instrumento no
puede servir de insumo para su proscripción a priori, (…) lo deseable es
que las ideas y proyectos de cualquier candidato sean dadas a conocer,
sin importar si esto sucede en un una tarima, en una plaza pública, en
una cadena radial, en un espacio de televisión, en ventanas de internet
o, como parece ser la tendencia actual, en redes sociales. Del mismo
modo, la situación en sí misma de que un candidato sea propietario de
la plataforma virtual por la cual se canaliza determinada información
no merece reproche de esta Sala, pues no existe mandato legal alguno
que lo prohíba. (…). Se reitera, entonces, que la existencia de la base
de datos no es un aspecto que corresponda censurar al juez de lo

151
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

contencioso electoral, al que, para los fines de lo examinado en el


presente proveído, o en cualquier otro asunto de contornos fácticos
similares, lo que importa es la verificación del respeto por el ejercicio
libre del derecho a votar. (…). [N]o existen elementos de prueba idóneos,
que permitan demostrar que a la base de datos que corresponde al
aplicativo “Kontacto” se le hubiese dado un uso con el potencial de
viciar el derecho al ejercicio del voto por parte de los pereiranos
exento de apremios indebidos imputables directa o indirectamente
al demandado CARLOS ALBERTO MAYA LÓPEZ; muchísimo menos
cuando no se tiene ningún tipo de certeza en torno a si el presunto
segmento del electorado enlistado en dicho aplicativo por los comicios
a la alcaldía en cuestión –calidad que tampoco está acreditada– realizó
el tránsito efectivo hacia la fila de los electores, o en otras palabras, si
depositaron su voto en las urnas, que es el componente teleológico que
se exige en el precedente sentado por la Sección Quinta del Consejo de
Estado en el fallo de 16 de mayo de 2019.
TESIS 10: En punto al recurso de apelación propuesto por dicha
entidad, es menester precisar que su inconformidad se contrae a
que, en el numeral segundo del fallo apelado, se hubiese negado la
excepción de falta de legitimación en la causa por pasiva propuesta por
aquella. (…). [L]a vinculación de la Registraduría Nacional del Estado
Civil no se da en calidad de demandada, sino como sujeto especial
llamado a concurrir en el ámbito del contencioso electoral cuando se
alegan causales objetivas, connotación que compartió el sub judice en
el que uno de los cargos endilgados al acto objeto de censura fue el
de sabotaje electoral (art. 275.2 del CPACA), circunstancia o interés
que no se desvanece por la situación contingente derivada de la
falta de prosperidad de dicho reparo ni por la naturaleza de las otras
causales alegadas en la demanda, aspecto que solo puede dilucidarse
al momento de la sentencia, y no de la notificación del auto admisorio
que le es notificado. Bajo ese entendido, es claro que la apelación
interpuesta por la mentada entidad no está llamada a prosperar, razón
por la que opera la confirmación del numeral segundo del fallo apelado
que declaró no probada la excepción propuesta.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 212 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 281 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 294 / CÓDIGO GENERAL
DEL PROCESO – ARTÍCULO 174 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO
211 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 212 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 221

152
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
CONTRALORA DEPARTAMENTAL, NOMBRAMIENTO EN ENCARGO,
JERARQUÍA DE CARGOS EN LA CONTRALORÍA DEPARTAMENTAL

EXTRACTO No. 4

RADICADO: 85001-23-33-000-2020-00024-01
FECHA: 21/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Robinson Luna Parra
DEMANDADA: Carmen Lucía Bernal Niño - Contralora departamental
de Casanare
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si hay lugar a


confirmar, revocar o modificar el fallo de primera instancia, para lo
cual se debe establecer, a partir de los argumentos plasmados en la
alzada, si el acto cuestionado incurrió en las causales de infracción en
la norma en que debía fundarse y expedición irregular, al desconocer
el contenido del artículo 5 de la Ley 330 de 1996 con violación al debido
proceso del demandante.

TESIS 1: Sobre esta causal [expedición con infracción de las normas


en que debería fundarse], la Sección Quinta ha precisado que “…consiste
en el desconocimiento de las disposiciones normativas que componen
el marco jurídico del acto administrativo…” y que, para su configuración
se deben presentar dos elementos: (i) El primero, demostrar que la
normativa que se señala como vulnerada por parte de la autoridad
pública a través de las acciones u omisiones en la expedición del acto
administrativo enjuiciado, regula “la materia que es objeto de decisión
administrativa”. (ii) El segundo elemento, consiste en demostrar que
dicho acto, en efecto, quebranta el precepto normativo que se alega
como vulnerado. En ese sentido, la Sección ha caracterizado diversos
eventos en los cuales puede tener configuración el desconocimiento de
las normas en que deberían fundarse los actos administrativos, dentro
de los cuales pueden mencionarse: “(i) Falta de aplicación de la norma,
situación que se presenta luego de que la autoridad que profiere el
acto ignora la existencia del presupuesto normativo, o conociéndolo,

153
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

no lo aplica en el asunto que la ocupa; (ii) Aplicación indebida de la


norma, la cual se presenta luego de que las reglas jurídicas empleadas
por la autoridad para fundar el acto, no se conforman a la situación
fáctica del caso a tratar, como consecuencia de una equivocación en la
valoración y escogencia de la disposición normativa; (iii) Interpretación
errónea de la norma, consistente en el entendimiento desatinado
del precepto o preceptos que sustentan el asunto por resolver.” De
allí que el método para establecer si en el asunto de autos los actos
demandados contrarían el ordenamiento jurídico superior sobre el
cual debieron fundarse, deba consistir en cotejar las normas invocadas
como infringidas frente al acto electoral acusado. Se materializa [la
expedición irregular] cuando en el trámite de expedición de un acto
administrativo se ostenta un vicio en su formación, es decir, se vulnera
el debido proceso. Ahora bien, en materia electoral, la Sección en
sentencia de 6 de octubre de 2016, indicó que no solo se debe probar
que hubo una irregularidad en la expedición del acto, sino que, además,
se debe demostrar que ésta “fue de tal magnitud que afectó de forma
directa el sentido de la decisión. En otras palabras la irregularidad que
se presente debe ser sustancial, trascendental y con incidencia directa
en el contenido y/o sentido del acto definitivo”. (…). [E]l vicio de nulidad
se cristaliza cuando el procedimiento que la autoridad administrativa
empleó para la expedición del acto electoral del cual se cuestiona su
legalidad, está inmerso en omisiones de formalidad determinantes
en el resultado electoral y, por eso con buen criterio, se ha indicado
que la entidad del vicio no puede ser cualquiera, pues debe revestir tal
importancia que debe sobrepasar el calificativo de insignificante o de
poco calado.

TESIS 2: [E]l encargo es una modalidad de provisión temporal


de empleos públicos, de conformidad con lo preceptuado por la
jurisprudencia de la Sección Segunda de esta Corporación. Esta
particularidad permite, en principio, parangonar esta figura jurídica al
nombramiento, forma típica de acceso a la función pública. Sin embargo,
es menester indicar que no en todas las ocasiones los encargos deben
ser comprendidos como una forma de proveer los empleos públicos,
pues, no en pocas ocasiones, se encargan las funciones, pero no el
cargo, eventos en los cuales dicha situación administrativa no puede
ser equiparada a un nombramiento. En otros términos, el encargo del
cargo implica un reemplazo del titular del mismo, mientras que en el
contexto del encargo de funciones éste continúa ocupándolo, a pesar
de que por alguna situación administrativa no puede desempeñar

154
el catálogo de funciones asignado a su empleo. (…). [E]l “encargo”
no comporta, ipso facto, una modalidad de provisión de los empleos
públicos, toda vez que no conlleva, en principio, reemplazo de quien
dispone del vínculo legal y reglamentario, razón por la que puede
concluirse que, bajo esta situación, el encargo deberá ser entendido
como relativo exclusivamente a las funciones del empleo. De allí
que esta figura jurídica –encargo– no pueda ser, en todos los casos,
comprendida como un nombramiento.

TESIS 3: Descendiendo al caso concreto se tiene que, por medio de la


Resolución No. 006 de 7 de enero de 2020, la Asamblea Departamental
nombró a la señora Carmen Lucía Bernal como contralora
Departamental de Casanare en encargo, mientras se llevaba a cabo la
elección correspondiente del contralor departamental para el período
2020-2021. De esta manera es claro, que no nos encontramos ante
una situación administrativa de encargo de funciones, por cuanto lo
ocurrido en el presente asunto fue que el Contralor Departamental
de Casanare terminó su periodo y al no poder continuar en el cargo
se hizo necesario efectuar un nombramiento de manera transitoria
para cubrir la vacancia definitiva entre tanto se llenaba con el nuevo
titular. (…). En consideración a que el contralor no podrá continuar en
el ejercicio de sus funciones, la norma [artículo 5 de la Ley 330 de
1996] establece que deberá ser reemplazado por el funcionario que le
siga en jerarquía. Si bien el artículo en su segundo inciso contempló
que las faltas absolutas serán llenadas de acuerdo con lo previsto
en la Constitución y en la Ley, no es menos cierto que, cuando el
funcionario termina su periodo nos encontramos frente a una falta
absoluta que genera una vacancia definitiva, pero la misma disposición
se encargó de establecer cómo debe reemplazarse al funcionario,
esto es, con aquel que le siga en jerarquía. (…). La Sala comparte la
postura del a quo en la medida en que la asignación salarial puede
ser un criterio para determinar el nivel de jerarquización de cargos
dentro de Contraloría Departamental, sin embargo, no corresponde
al único aspecto que puede evaluarse para arribar a esa decisión.
Lo anterior, por cuanto el Gobierno Nacional cuando fijó el régimen
salarial y prestacional de los empleados públicos en la Ley 4 de 1992,
entre ellos, los pertenecientes a la Contraloría General de la República,
estipuló en el artículo 2 algunos de los criterios a tener en cuenta
para efectuar esta fijación esto es, la naturaleza de las funciones,
las responsabilidades y las calidades exigidas de desempeño, así
como los diferentes rangos de remuneración para los cargos de nivel

155
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

profesional, asesor, ejecutivo y directivo. (…). [L]a Controlaría está


conformada por dependencias y debajo del despacho del contralor se
encuentra el del vicecontralor, seguido de las direcciones de vigilancia
fiscal, responsabilidad fiscal y administrativa, de forma que el artículo
no señala una jerarquía en estricto sentido, pero sí se encuentran
enumeradas en un orden descendente dejando en primer lugar, al
contralor y en segundo lugar, al vicecontralor. De otra parte, si se hace
una lectura de las funciones del vicecontralor se puede concluir de
forma clara que por la importancia de las mismas y responsabilidades
es el segundo al mando, dado que debe brindar apoyo administrativo
y misional que demande la entidad, lo que resalta que tiene injerencia
en todas las áreas de la Contraloría e inclusive está en la obligación
de supervisarlas. No ocurre lo mismo con las funciones asignadas a la
Dirección Administrativa, pues estas dan cuenta que su radio de acción
se circunscribe a las tareas administrativas financieras y de talento
humano, lo que refleja un menor campo de responsabilidades si se
comparan con las atribuidas al despacho de vicecontralor. Aunado
a lo expuesto, otra razón indicativa que el vicecontralor es superior
jerárquico, tiene que ver con que el mismo artículo 5 de la Ley 330
de 1996 cuando reguló las faltas temporales señaló, en primer lugar,
al vicecontralor y a falta de éste contempló la posibilidad que fueran
llenadas por el funcionario de mayor jerarquía lo que salta a la vista
que en primer término está el vicecontralor. (…). De manera que,
para la Sala es evidente que quien debió ser nombrado en encargo
mediante la Resolución 006 del 7 de enero de 2020 era el vicecontralor,
pues seguía en jerarquía al contralor, para remplazarlo en el cargo
mientras se elegía al titular para el periodo 2020-2021, pero como ello
no ocurrió, en tanto se tuvo en cuenta fue a la Directora Administrativa,
el acto cuestionado se expidió con infracción en la norma en que debía
fundarse en tanto desconoció lo previsto en el artículo 5 de la Ley 330
de 1996.

NORMATIVA APLICADA
LEY 330 DE 1996 – ARTÍCULO 5 / LEY 4 DE 1992 – ARTÍCULO 2 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 212

156
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE DESIGNACIÓN DE
MAGISTRADO DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL, FALSA
MOTIVACIÓN, DESVIACIÓN DE PODER, CIFRA REPARTIDORA,
FORMA DE SUPLIR LOS REEMPLAZOS DE LOS CARGOS DE
MIEMBROS DEL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL, DERECHO DE
POSTULACIÓN

EXTRACTO No. 5

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00014-00
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: David Ricardo Reyes Castro
DEMANDADO: Virgilio Almanza Ocampo - Magistrado del Consejo
Nacional Electoral
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si el


acto de elección del miembro del CNE VIRGILIO ALMANZA OCAMPO,
realizada en sesión del Congreso en pleno de 13 de noviembre de
2019 es nulo por (i) violar los artículos 20, 134 y 264 de la Constitución
Política, materializado en el evento principal de saber si ante la
vacancia absoluta por muerte de uno de los integrantes del CNE,
correspondía al Congreso llamar al siguiente no elegido, en orden
sucesivo y descendente, postulado por la plancha eleccionaria de la
que hacía parte el fallecido (Art. 134 C.P.); o citar a una nueva elección
implementándola desde su inicio (Art. 264 C.P.); (ii) por transgredir
el artículo 40 de la Constitución Política, circunscribiendo esta
censura al acto declaratorio de elección y no a aspectos de derechos
subjetivos políticos, en tanto las pretensiones segunda y cuarta no
fueron admitidas en el auto admisorio que se encuentra en firme y
(iii) falsa motivación y desviación de poder en el acto preparatorio
de convocatoria RESOLUCIÓN N°. 097 DE 30 DE OCTUBRE DE 2019,
siempre que incida en el acto declaratorio de elección.

TESIS 1: [L]a elección del reemplazo del doctor Heriberto Sanabria,


miembro del Consejo Nacional Electoral que falleció en ejercicio del
cargo, motivando la causal de vacancia absoluta, estuvo precedida de

157
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

un proceso de convocatoria pública, cuyo cronograma se determinó


en la resolución de marras [Resolución 097 de 2019]. La parte actora
censura el acto preparatorio al considerar que fue expedido con falsa
motivación y desviación de poder. (…). El demandante indicó que la
solicitud del concepto a la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo
de Estado por parte del Congreso, por intermedio del Ministerio del
Interior, fue inconstitucional, ilegal y acomodaticia, para violentar
los derechos de una minoría política. Aunado a que dicho concepto
fue dado a conocer a la Plenaria del Senado, un día antes de la
elección, por lo que el criterio y alcance del mismo no fue difundido
con la suficiente anticipación. Destacó que dicha doctrina es para las
autoridades administrativas y no para el legislativo. Contrario sensu,
se omitió dar a conocer el concepto de la Procuraduría General de
la Nación, referente a que la vacante debía suplirse con el postulado
que sigue en forma descendente y sucesiva. Tampoco se enteró a los
Congresistas electores sobre la posesión extraordinaria ante notaría
del señor HOLLMAN IBÁÑEZ PARRA, postulado en la plancha de la
coalición de la que resultara electo el causante Sanabria Astudillo
y era quien seguía en orden descendente y sucesivo. (…). [L]a Sala
encuentra que la Resolución 097 de 2019, versó sobre el cronograma
para la designación del reemplazo por vacancia absoluta del cargo,
para lo cual fácticamente, se indicó sobre el deceso del Consejero
elegido en el año 2018 y en la doctrina de la Sala de Consulta y
Servicio Civil ya mencionada, que indicó sobre la necesidad de citar
a una nueva elección y descartó la designación por llamamiento,
lo cual no se opone al marco de legalidad –entendido en sentido
amplio- ni resulta arbitrario o irracional y, menos contra derecho,
bajo los supuestos de la falsa motivación o de la desviación de poder.
Lo primero, porque el acto sí contó con el soporte necesario, no solo
por la existencia de la comprobada causal de vacancia absoluta, sino
porque era claro que debía procederse al reemplazo de la persona que
ejerciera el cargo, atribución de convocatoria que el Presidente del
Congreso aupó en los numerales 1 y 4 del artículo 19 de la Ley 5 de
1992, que a la letra disponen sobre las funciones que le competen para
convocar, presidir y dirigir las sesiones del Congreso en pleno y la de
coordinar el trabajo y las buenas relaciones entre las Cámaras y sus
miembros. (…). Por otra parte, el acto trajo a colación el artículo 264
constitucional que consagra la composición del CNE, período del cargo
de miembro del CNE, sistema de adjudicación de cargos, legitimación
para la postulación de candidatos, naturaleza jurídica de esos cargos,
sus requisitos y el régimen de inhabilidades e incompatibilidades.

158
Doctrinalmente, hizo uso del concepto de la Sala de Consulta y Servicio
Civil del Consejo de Estado y fácticamente, contó con la probanza del
deceso del magistrado fallecido. De todos esos extremos ninguno es
falaz, arbitrario o acomodaticio, como tampoco ha roto con la realidad
de los hechos ni de los supuestos previstos en las normas que regentan
la materia. Ahora bien, carece de alcance por las razones que se
exponen a continuación indicar la falsedad de la motivación del acto de
convocatoria, por no haber mencionado el concepto de la Procuraduría
ni el hecho de la posesión ante dos testigos del señor Hollman Ibáñez
Parra, en el cargo de miembro del CNE, en reemplazo del consejero
Heriberto Sanabria. Lo primero porque incluso el artículo 22 de la
Ley 5 de 1992, armonizado con el 21 ibidem ya precitado, dispone que
para los casos de vacancia definitiva, se proceda a una nueva elección
con las postulaciones de candidatos por las corporaciones políticas e
indica la norma, dentro de un esquema de derecho, que la convocatoria
guardará razonables términos. (…). [L]a Sala no encuentra de recibo
la censura de falsa motivación, en tanto los supuestos fácticos y
normativos no fueron desdibujados ni alejados de la realidad porque
sí tienen un sustrato idóneo que correspondió a la escogencia de una
opción conceptual (concepto previo de la Procuraduría General en
su función de acompañamiento y doctrina de la Sala de Consulta y
Servicio Civil en ejercicio de su función consultiva) y a la no incidencia
de un hecho que si bien está comprobado –el de la posesión ante
notario y dos testigos- no incide en el panorama del caso concreto,
por no adecuarse a los presupuestos de la Ley que habilitaba para
protocolizar mediante escritura pública el hecho de una posesión, pues
grosso modo no se avenía a los supuestos de la norma sustento, es
decir, al artículo 269 de la Ley 4 de 1913. (…). Por contera, la motivación
del acto no emerge falsa, desdibujando la realidad, como lo planteó la
parte actora, por lo que no es de recibo el cargo de falsa motivación.

TESIS 2: [E]sta Judicatura se limitará a indicar sobre su no


prosperidad [frente al cargo de desviación de poder], en tanto frente a
esta parte de la censura, la demanda glosa (…) de cara a la desviación
de poder: “...en el afán de conculcar los derechos de Colombia Justa
Libres como minoría política, no solo no se le dio a conocer de la
posesión extraordinaria de Hollman Ibáñez Parra, induciendo a la Sala
de Consulta y Servicio Civil del H. Consejo de Estado en error, sino
que además se acudió a iniciarse el trámite del lleno de la vacancia
a través de un acto administrativo de cúmplase, de ahí la desviación
de poder”. Valga recordar que la desviación de poder alude a la

159
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

finalidad del acto, no propiamente a su motivación, por ello supone


que el funcionario tiene la competencia para darle génesis a la
decisión, e incluso el acto cumple con los aspectos de forma, pero su
deslegitimación y anulación proviene de que la decisión se aparta del
fin que el ordenamiento jurídico le ha establecido, por lo que emerge
un desajuste con su propia finalidad del acto, aquella determinada por
su derecho genitor, por lo que en principio el acto puede verse legal,
acorde a sus formas, consistente en su motivación fáctica y normativa,
pero resquebrajado de manera importante en su teleología, aquella a
la que debe su existencia, al haberse expedido para un fin distinto y
ajeno a los intereses por los que debe propender. Así las cosas, por
ninguno de los eventos fácticos y argumentativos que se indican en
la demanda, se advierte que el acto se haya apartado de sus fines
supremos, por el contrario, tuvo como propósito proveer el remplazo
de la vacante del cargo, sin que se advierta que haber empleado la
figura del llamamiento a quien seguía en turno descendente y sucesivo
dentro de la plancha fuera lo que en realidad correspondía y que no
haber optado por esto, desajustara la finalidad de la provisión del
reemplazo, que en últimas fue postulado por uno de los partidos que
hicieron parte de la coalición y obtuvo la votación requerida por amplio
margen, lográndose así la conformación completa de los miembros
del CNE (2018-2022). Se reitera que la Resolución 097 de 2018 fue
un acto que se comunicó y no de mero cúmplase y del cual fueron
enterados los electores congresistas, esto para dar respuesta a uno
de los argumentos que la parte actora esboza como constitutivos de
desviación de poder.

TESIS 3: [E]sta censura [violación de los artículos 20, 134 y 264 de


la constitución política] se centra en que, conforme a lo planteado por
la parte actora, el CNE representa en su composición a los partidos
y movimientos políticos con asiento en el Congreso de la República,
que conforme a las actuales normas se materializa en la postulación –
individual o coaligada- que realizan aquellos corporativos políticos que
integran el legislativo, por lo que el reemplazo de la vacante definitiva de
uno de sus miembros impone la designación por llamamiento a quien
en orden sucesivo y descendente dentro de la misma plancha o lista de
la cual el hoy ausente fue elegido, por cuanto el potencial llamado tiene
la vocación de ser convocado a ocupar el cargo, conforme a las voces
del artículo 134 Superior. (…). Cada uno de los precitados temas que
como se vio, en principio, fueron pensados por el Constituyente primario
únicamente para la elección de Congresistas y que luego, fue ampliado

160
en términos más integradores al hablar de corporaciones públicas de
elección popular, abriendo el espectro de la norma, no pretendió incluir
a ninguna otra clase de elección que no sea las de voto popular para
corporaciones públicas. (…). Es claro que si el constituyente hubiera
pretendido que el CNE, para efectos de su integración hubiera sido
reputado, en forma análoga, con las corporaciones por voto popular,
hubiera redactado la norma en cita [artículo 134 de la Carta Política]
en dichos términos o por lo menos habría remitido a la regulación
aplicable a aquellas. En contraste, solo aludió, se itera, a la provisión
de cargos por la figura de la cifra repartidora. (…). Valga recordar que la
cifra repartidora es uno de los tantos métodos o fórmulas dentro de los
sistemas electorales –entendidos en sentido amplio-, consistente en la
asignación proporcional de cargos dependiendo de la votación obtenida.
Así pues, ese total de votos, permitirá con la convergencia del número
de cargos a proveer encontrar la referida cifra repartidora, por cuanto
resulta de dividir la votación válida total sucesivamente entre 1, 2 o más
–que coincide con el número de escaños, curules o cargos a proveer y
ordenar los resultados en forma decreciente hasta que se llegue a un
resultado igual al número de cargos a designar, siendo el menor, esto
es, el ultimo de cara a los cargos a proveer, la llamada cifra repartidora.
De ahí que cada participante en el proceso eleccionario, que se supone
son corporativos o grupos integrados según lo disponga la norma,
obtendrá tantos cargos como veces se contenga la cifra repartidora
en el total de los votos que obtuvo hasta terminar de llenar el número
de curules, cargos o escaños ofertados. (…). En esa línea explicativa de
la cifra repartidora es que la Sala encuentra el punto de inflexión del
asunto analizado, por cuanto es errado sostener que por estar bajo
el influjo de este sistema de asignación proporcional de cargos, ello
conlleve a que la provisión de reemplazos por vacancia definitiva en el
cargo sea la misma de asignación sucesiva y descendente, por cuanto
si bien la cifra repartidora utiliza las mismas expresiones, estas se
refieren a la operación matemática de provisión de cargos o curules
empleadas luego de obtenidos los resultados electorales. (…). No es de
recibo entonces predicar que siendo la cifra repartidora un factor de
adjudicación de curules o cargos, ello implique sostener que lo debido
e idóneo es que los reemplazos por vacancia definitiva se surtan por
la designación por llamamiento en el orden sucesivo y descendente de
la lista o plancha que hacía parte del cargo vacante, pues tal como se
explicó de la regulación que contiene el Acto Legislativo 01 de 2003,
coloquialmente conocido como reforma política de dicha anualidad, la
figura de la cifra repartidora no pende ni indefectiblemente conlleva la

161
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

designación por llamamiento ni la expectativa o vocación eleccionaria


que sí prevé el artículo 134 constitucional pero para las elecciones por
voto popular y no todas, solo las que tienen que ver con corporaciones
públicas. (…). Corolario es que no existe norma que prevea la forma de
suplir los reemplazos de los cargos de miembro del Consejo Nacional
Electoral y que el artículo 134 constitucional no es aplicable al caso,
porque su designación no deviene del voto popular, así que la posibilidad
de reemplazos no comparte la complejidad en que se ven abocados
cuando se trata de reemplazar a un servidor que ha sido elegido por
voto popular dentro de un corporativo público (elección plurinominal),
pues realizar una nueva elección, ya se sabe es un proceso bastante
largo, en tanto se requiere convocar a todos los votantes que hacen
parte de la circunscripción electoral respectiva, por ello se advierte
razonable que el constituyente haya implementado para estos la
regulación de reemplazos del artículo 134 de la Constitución Política.
Tampoco se previó para el asunto que ocupa la atención de la Sala,
la figura del llamamiento o de la designación por llamamiento, que
también responde a la previsión expresa dentro del marco legal o
constitucional, por lo que tampoco es viable conectar la figura de la
cifra repartidora como factor que imponga u obligue a la designación
por llamamiento. Así las cosas, el espectro de posibilidades mixtas se
advierte cada vez más ajeno a la norma constitucional que regenta al
CNE, por lo que si la plancha no tiene la potencialidad de generar la
figura del llamamiento, por no haber previsión al respecto ni opción de
aplicación por analogía del artículo 134 superior como ya se explicó,
menos tiene el alcance de una lista de elegibles, pues es ajena a
cualquier proceso concursal o de selección objetiva, es claro que se
imponía la realización de una nueva elección, como en efecto se llevó a
cabo en el caso de la referencia y que incluso estuvo precedido de una
convocatoria. (…). De otra parte, resulta menos evidente que aunque el
CNE es un órgano que de hace tiempo se determina de origen político,
precisamente por la injerencia de los partidos y movimientos políticos
en su conformación, por la regulación que lo regenta y a la que debe
su nacimiento y ejercicio, es ajeno a su naturaleza ser entendido como
un organismo que se elige por voto popular, pues hace parte del gran
continente de elecciones, pero aquellas que se nominan como elección
de corporación, es decir, la que se surte en el interior de un grupo,
entidad, corporativo o conglomerado específico o determinado, y en el
que no converge el caudal electoral del pueblo. Son las anteriores, las
razones por las cuales no se advierte la transgresión normativa que
indicó la demanda, razón por la cual la censura no prospera.

162
TESIS 4: A juicio de la PARTE ACTORA se impidió que el PARTIDO
COLOMBIA JUSTA LIBRES participara en la conformación del poder
público, ya que con la resolución de la convocatoria y el acto de
elección, fue ignorado el derecho de dicha agrupación política a ocupar
un escaño al interior del CNE. (…). La elección del miembro del CNE que
falleció se llevó a cabo mediante el sistema de cifra repartidora. (…).
En ese sentido, la coalición de partidos de la que hizo parte COLOMBIA
JUSTA LIBRES postuló los integrantes de la lista para la designación de
los miembros del CNE, elegidos de forma sucesiva y descendente; por
lo que en esa misma línea, ante una vacante por falta absoluta, lo lógico
es que ésta se supliera de igual manera. (…). La Sala no encuentra la
transgresión que la parte actora indica frente a los derechos políticos
previstos en el artículo 40 de la Constitución Política, como tampoco
de afectación a las minorías. Se afirma de ese modo porque son los
mismos partidos y movimientos integrantes de la coalición que llevó
a cabo la postulación que permitió al doctor Heriberto Sanabria
Astudillo (de las huestes del Partido Conservador), ser designado como
miembro del CNE, quienes al responder al requerimiento informativo
del Consejo de Estado y que hace parte de acervo probatorio, contestan
en forma unívoca que no existió acuerdo de coalición, más allá de
un pacto verbal para efectos de la postulación. (…). Ese derecho de
postulación lo tuvieron todos y cada uno de los partidos y movimientos
con asiento en el Congreso y, por ende, los que integraron la coalición
para las elecciones de 2018 y que dieron composición a la llamada
Plancha N° 1. Distinto es que la parte actora pretenda predicar un
efecto vinculante para la vocación o expectativa eleccionaria, al partir
de la tesis que era aplicable la designación por llamamiento, como
se explicó en precedencia, descartó la Sala y no es de recibo, ante la
ausencia de norma que así lo prevea. Por otra parte, es claro que en
las coaliciones, el sentido partidista cerrado cede espacio a la alianza
o acuerdo que se pacta, precisamente como mecanismo democrático,
con el fin principal –mas no único- de lograr un mejor resultado
electoral y mayor representatividad, pero no por ello se predica que
lo que es de la coalición, a su vez, pertenece individualmente a cada
coaligado, lo cual sería impensable porque daría al traste con la
intencionalidad de la coalición. En este punto, lo que se advierte es que
la parte actora considera viable extender el propósito de la coalición
mencionado a la cifra repartidora, con el fin de dar razones de efecto
vinculante a la plancha para dar expectativa eleccionaria permanente
a la relación continua y sucesiva de candidatos, para que se avale la
designación por llamamiento, alcance que aunque resulta interesante

163
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

no encuentra respaldo en norma alguna ni en principio democrático,


pues la participación de los corporativos políticos fue garantizada
y respondió al contexto de la regulación existente y posible para la
designación de los integrantes del CNE, como tampoco vulneró el
derecho de las minorías, en tanto el cargo vacante no se reputa de
ningún partido o movimiento sino del cuerpo plural de la coalición. (…).
Las anteriores razones llevan a afirmar a la Sala que las censuras de
la demanda no encuentran prosperidad en el propósito de anular la
elección del demandado en calidad de miembro del CNE, pues en la
generalidad de la argumentación no es aplicable al caso el artículo
134 de la Constitución Política, inexiste la figura de designación por
llamamiento para el CNE, las planchas o las listas eleccionarias que
contienen los candidatos postulados por los movimientos y partidos
políticos con personería jurídica que tengan asiento en el Congreso
no es de vocación permanente ni está hecha para imponer un orden
sucesivo y descendente, manteniendo la expectativa eleccionaria
de quienes no lograron cargo, procediendo entonces efectuar nueva
elección para proveer el reemplazo del cargo vacante.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 20 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
134 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 264 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2003
– ARTÍCULO 13 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 65 PARÁGRAFO / LEY 5 DE 1992 –
ARTÍCULO 19 NUMERALES 1 Y 4 / LEY 5 DE 1992 – ARTÍCULO 21 / LEY 4 DE 1913
– ARTÍCULO 269

164
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
GOBERNADORA, AVAL ELECTORAL

EXTRACTO No. 6

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00022-00
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Gustavo Adolfo Prado Cardona
DEMANDADA: Clara Luz Roldán González - Gobernadora del Valle del
Cauca, periodo 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si


el acto de elección de la Gobernadora del Departamento del VALLE
DEL CAUCA del Cauca, CLARA LUZ ROLDÁN GONZÁLEZ, contenido en
el formulario E-26GO, es nulo por encuadrar en la causal contenida
en el numeral 5° del artículo 275 del C.P.A.C.A, esto es, por no contar
con los presupuestos de elegibilidad para el cargo, toda vez que (i) el
aval de la coalición que le fuera otorgado por el Partido de la “U” es
espurio, en atención a que no fue concedido por el representante legal
de dicho Corporativo y, en forma consecuencial, (ii) porque ello hizo
que la demandada incurriera en doble militancia, pues su inscripción
habría quedado tan solo avalada por el otro partido coaligado, a saber,
Cambio Radical, del cual ella no es militante y menos directiva, como sí
lo es del Partido de La U.

TESIS 1: En razón de que el principal de los reproches de la parte actora


contra el acto de elección de la actual Gobernadora del Valle del Cauca
se dirige a cuestionar la legalidad del aval que le fuera otorgado por
el Partido de La U, resulta pertinente precisar los siguientes aspectos:
El artículo 108 de la Constitución Política y el 9º de la Ley 130 de 1994,
disponen que los partidos y movimientos políticos, con personería
jurídica reconocida podrán inscribir candidatos a elecciones populares,
la cual deberá ser avalada por el respectivo representante legal del
partido o movimiento o por quien él delegue, sin que el ejercicio de esta
atribución adquiera el carácter de función pública pues se trata de la
realización de una actividad que no desarrolla ningún órgano estatal y

165
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

tampoco ayuda a la realización de sus fines. En efecto, el otorgamiento


del aval no implica el ejercicio de función pública y por lo mismo en
su desarrollo no tienen aplicación los principios contenidos en el
artículo 2º de la Ley 909 de 2004, por el contrario, dicha labor se puede
asumir directamente, o a través de otros, por mandato o decisión del
propio partido político o por delegación de su representante legal. De
acuerdo con lo anterior, (…) se tiene que la inscripción de candidatos a
cargos de elección popular debe ser avalada de manera expresa por
el representante legal o su delegado de las agrupaciones políticas con
personería jurídica. Cuando el trámite descrito no cumple con estas
condiciones se considera efectuado de manera irregular y puede
acarrear la nulidad de la elección. (…). [L]a importancia del aval se funda
en que da cuenta de: i) La militancia de los candidatos; ii) la disciplina
partidista; y iii) la moralización de la actividad política. De este modo es
entendible por qué el aval se encuentra reservado constitucionalmente
para que sea el propio representante legal o su delegado del partido o
movimiento político, quienes de manera privativa y exclusiva puedan
otorgarlo. Ahora, en reciente decisión, esta Sección destacó que el aval
también tiene como finalidad “…servir como i) requisito de inscripción
de candidatos de un partido o movimiento político con personería
jurídica; ii) ser una garantía para la comunidad en general de que las
personas inscritas por un partido o movimiento político pertenecen al
mismo; y por último iii) constituye un parámetro para determinar que
el inscrito reúne las condiciones en cuanto hace a los requisitos para
desempeñar el cargo y que se encuentra libre de inhabilidades para su
acceso”. (…). En conclusión, no hay duda que el aval de una agrupación
política con personería jurídica constituye uno de los requisitos para
la inscripción de candidatos que se postulen para cargos de elección
popular, el cual debe ser otorgado por el representante legal de la
organización política, o por su delegado, quien deberá estar registrado
ante el CNE.

TESIS 2: Comienza la Sala por resolver, (…) si la elección de la


demandada CLARA LUZ ROLDÁN GONZÁLEZ, incurre en la causal
de nulidad contenida en el numeral 5° del artículo 275 del CPACA,
porque el aval de la coalición que le fuera otorgado por el Partido
de la “U” es espurio ya que no fue concedido por el representante
legal de dicho Corporativo. (…). [L]a coalición de la que hizo parte la
demandada finalmente fue suscrita por Álvaro Echeverry Londoño,
Representante Legal del Partido Social de Unidad Nacional -Partido
de La U-, Germán Córdoba Ordoñez, Representante Legal del Partido

166
Cambio Radical y Cesar Augusto Gaviria Trujillo Presidente y Miguel
Ángel Sánchez Vásquez, Representante Legal del Partido Liberal
Colombiano. Por su parte, se debe mencionar que el aval otorgado
a CLARA LUZ ROLDÁN GONZÁLEZ, data del 14 de junio de 2019 y
da cuenta que lo suscribe Álvaro Echeverry Londoño actuando como
“Secretario General en representación del Partido Social de Unidad
Nacional -Partido de La U-”. En razón que el reparo de la parte actora
recae en quien suscribió el anterior aval, al considerar que carece de
la facultad para expedirlo, debe la Sala revisar este aspecto. (…). [N]
o hay lugar a duda que el Partido de La U designó como su Director
Único a Aurelio Iragorri Valencia, y a Álvaro Echeverri Londoño
como Secretario General y Representante Legal y también está
acreditado que dichos nombramientos fueron comunicados al CNE
para su debido registro y publicidad, lo cual también acaeció como
se advierte del contenido de la Resolución No. 2954 de 2017, sin que
se haya demostrado que fueron cuestionados en sede administrativa
o judicial, lo que equivale a que se trata de un acto administrativo
investido de presunción de legalidad y que mantiene vigente sus
efectos jurídicos. (…). En este orden de ideas, debe la Sala concluir
que el aval otorgado el 14 de junio de 2019 a CLARA LUZ ROLDÁN
GONZÁLEZ, para ser candidata a la Gobernación del Valle del Cauca
para las elecciones de octubre de 2019, por Álvaro Echeverri Londoño
en Representación y como Secretario General del Partido de la U,
no deviene viciado porque como ya se explicó fue suscrito por la
autoridad que según el artículo 108 de la Constitución Política, sus
estatutos y la reglamentación dictada para regular lo respectivo a
los avales de dicha colectividad política así lo dispone. En efecto, no
hay lugar a dudas de la calidad de Director Único de Aurelio Iragorri
Valencia, del Partido de la U, como tampoco que Álvaro Echeverri
Londoño, para el momento de otorgar el cuestionado aval, era el
Secretario General y Representante Legal de dicha colectividad.
También es cierto que Aurelio Iragorri Valencia, siendo Director Único
del Partido de La U, delegó la Representación Legal de la colectividad
en el Secretario General Álvaro Echeverri Londoño, como consta en
el artículo 2º de la Resolución No. 24 de 2017, situación que de la
revisión de los estatutos es perfectamente procedente, como antes
se demostró. En corolario, el cargo de nulidad fundado en que la
demandada carece de los requisitos exigidos para ser Gobernadora
del Valle del Cauca, porque su aval deviene irregular al haber sido
otorgado por una persona que carecía de la potestad para hacerlo,
debe ser denegado, pues como ya se explicó con suficiencia dicha

167
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

exigencia se cumplió en debida forma y atendiendo normativa


Constitucional, legal y estatutaria que rigen la materia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 108 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 9 / LEY
909 DE 2004 – ARTÍCULO 2 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 3 / LEY 1475 DE 2011
– ARTÍCULO 9 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 29 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
275 NUMERAL 5

168
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE DESIGNACIÓN DEL
DIRECTOR GENERAL DE CORPOCALDAS, REELECCIÓN DEL
DIRECTOR GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY

EXTRACTO No. 7

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00052-00
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Carlos Alberto Arias Jiménez
DEMANDADO: Juan David Arango Gartner - Director de la Corporación
Autónoma Regional de Caldas Corpocaldas, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si: “…el acto


de elección del señor JUAN DAVID ARANGO GARTNER, como Director
de la Corporación Autónoma Regional de Caldas –CORPOCALDAS–,
periodo 2020-2023, contenido en el Acuerdo N°. 033 de 2019, es nulo,
al infringir las previsiones del artículo 1° de la Ley 1263 de 2008, lo que
supone examinar, de un lado, el alcance temporal de la prohibición allí
descrita para, seguidamente, establecer si la designación efectuada en
favor del demandado para el periodo 2007-2009 debe ser cobijada por
dicha circunstancia de inelegibilidad”.

TESIS 1: [C]orresponde en este caso determinar si hay lugar a


declarar o no la nulidad del acto de designación del señor JUAN DAVID
ARANGO GARTNER como director general de la Corporación Autónoma
Regional de Caldas. Para el efecto, se debe analizar, con base en los
argumentos esgrimidos por las partes y el Ministerio Público, así como
el material probatorio obrante en el expediente si el acto demandado
infringió las previsiones del artículo 1° de la Ley 1263 de 2008, lo que
supone examinar, de un lado, el alcance temporal de la prohibición
allí descrita para, seguidamente, establecer si la designación
efectuada en favor del demandado para el periodo 2007-2009 debe
ser cobijada por dicha circunstancia de inelegibilidad. (…). En principio,
el artículo 28 de la Ley 99 de 1993 permitía la reelección indefinida
de los directores generales de las corporaciones, disposición que fue

169
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

declarada exequible por la Corte Constitucional en sentencia C-1345


de 2000, dado que esta situación no se encontraba expresamente
prohibida en la Constitución de 1991. (…). Luego, el Decreto 141 de
2011, modificó la norma señalada sin que se prohibiera expresamente
la reelección de los directores generales de las CAR, pero el decreto
que contenía esta disposición, el cual había sido expedido en virtud
del estado de emergencia económica, social y ecológica declarado
mediante el Decreto 20 de 2011, fue declarado inexequible por la Corte
Constitucional mediante sentencia C-276 de 2011. Posteriormente,
esto es el 26 de diciembre de 2008, este artículo fue modificado por la
Ley 1263 de 2008. (…). Por último, el Decreto 3565 de 2011 adicionó un
parágrafo transitorio a esta disposición pero fue declarado inexequible
por la Corte Constitucional mediante C-366 de 2012. El principio de
irretroactividad de la ley, fundamental para la seguridad jurídica en el
Estado Social de Derecho, se encuentra establecido en el ordenamiento
jurídico colombiano desde la Ley 153 de 1887, así ha sido previsto por
el legislador como regla general, que las leyes rigen hacia futuro y no
pueden regular las situaciones jurídicas del pasado “los efectos de la
ley en el tiempo la regla general es la irretroactividad, entendida como
el fenómeno según el cual la ley nueva rige todos los hechos y actos
que se produzcan a partir de su vigencia.” Sólo existe una excepción a
este principio en materia penal, por la prevalencia de la ley permisiva
o favorable, según lo dispone el artículo 58 en concordancia con el
29 de la C.P. (…). Las partes como el ministerio público refieren el
antecedente proferido por esta Sección en sentencia del 13 de octubre
de 2016, en el que se resolvió declarar la nulidad del acto de elección
del Director de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda
periodo 2016 a 2019 al haberse demostrado que el demandado, con
anterioridad a la expedición del acto acusado, fue elegido en dos
ocasiones como director general de CARDER bajo la vigencia de la Ley
1263 de 2008, por lo tanto se materializó la prohibición contenida en
la norma invocada como infringida. (…). [E]n dicha providencia no se
estableció como lo señalan el ministerio público y la parte demandante
la retroactividad de la prohibición, puesto que a pesar de afirmarse
que no existe limitación temporal de la misma, esta se refiere a la
fecha del cambio del término del periodo de los directores, esto es el
1 de enero de 2012, pero en ningún caso a la vigencia de la ley en el
tiempo. Frente a este punto de discusión se debe hacer una lectura
completa y coherente del antecedente referido y no interpretaciones
aisladas de algunas afirmaciones allí contenidas, que resulten en
señalar que esta Sala Electoral indicó que es posible la retroactividad

170
de la norma mencionada como infringida, lo cual no corresponde a la
verdad. Así las cosas, es claro que cuando la sentencia mencionada
se refiere a que no hay limitaciones en el tiempo de la prohibición, se
trata de la fecha en que se cambia el periodo pero nunca se cuestiona
la aplicación desde la fecha de su vigencia.

TESIS 2: [S]i bien el demandado ha sido designado como Director


de la Corporación Autónoma Regional de Caldas en 3 oportunidades,
la primera se dio el 20 de diciembre de 2006, esto es, antes de la
vigencia de la Ley 1263, que fue promulgada y de conformidad con
su artículo 4o entró a regir el 26 de diciembre de 2008. (…). En este
caso se pretende que la prohibición consagrada en el artículo 1º. de
la Ley 1263 de 2008, que entró en vigencia el 26 de diciembre de ese
mismo año, se aplique para la designación efectuada como director
de la Corporación Autónoma Regional del demandado realizada el
20 de diciembre de 2006, esto es, casi dos años antes de la entrada
en vigencia de la ley que estableció la prohibición, lo que vulneraría
el derecho fundamental del aquí demandado a elegir y ser elegido y
resulta violatorio del principio de irretroactividad de la ley consagrado
en nuestro ordenamiento jurídico desde la expedición de la Ley 153
de 1887. Por lo tanto, esta designación no puede ser tenida en cuenta
para efectos de la prohibición, puesto que se trata de una situación
consolidada antes de la entrada en vigencia de la norma prohibitiva.
De otro lado, (…) el antecedente señalado en la sentencia de 13 de
octubre de 2016, (…) cuando se refiere a la aplicación de la prohibición
en el tiempo, claramente señala que esta opera desde su vigencia
y frente a hechos posteriores a esta y cuando menciona que no
existe limitación alguna en el tiempo, hace referencia al argumento
planteado en el asunto que ahí se discutió que tenía que ver con la
fecha en la que iniciaba a operar el cambio de periodo de los directores
de la corporaciones autónomas, que era el 1o de enero de 2012.
Por lo anterior, esta Sala Electoral considera que a pesar de que el
demandado ha sido elegido tres veces, esta primera designación se
encuentra por fuera de la vigencia de la norma prohibitiva y por el
principio de irretroactivad de la ley no puede ser tenida en cuenta para
determinar la incursión en la prohibición. Así las cosas, se considera
que en este caso no se incurrió en la prohibición consagrada en el
artículo 1º de la Ley 1263 de 2008, por lo tanto, no hay lugar a decretar
la nulidad de la designación.

171
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

SALVAMENTO DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAUJO OÑATE

TESIS 1: [S]e imponía hacer el estudio de legalidad de la vigencia de


la [Ley 1263 de 2008] y sus efectos para determinar su aplicabilidad al
caso en concreto, elemento que de haberse tenido en cuenta se habría
llegado a una conclusión diferente, dado que cuando fue expedido el
artículo (…) [1°], el cual dispuso que la reelección de los directores
de las corporaciones autónomas regionales sería por una sola vez,
el señor Juan David Arango, se encontraba ocupando dicho empleo
en CORPOCALDAS, para el período 2007-2009, esto quiere decir que
le era aplicable la mencionada norma, dado que entró a regir en el
trascurso del ejercicio de su función para el primer período, por lo
que era menester contabilizar este lapso por estar en vigencia de
la normativa alegada, por lo que no resultaba posible excluir este
ejercicio para no incurrir en la mencionada prohibición, dado que, no
se había concretado o consolidado el desempeño de sus funciones en
su primera postulación; por el contrario, se encontraba a mediados de
la misma. Así las cosas, el demandado era conocedor de las reglas de
juego eleccionarias para futuras postulaciones, lo que lo hacía sujeto
de la prohibición que se le acusa. En ese orden de ideas, el señor
Arango Gartner al ser reelegido en dos ocasiones, esto es para el
período 2016-2019 y 2020-2023, incurrió en la prohibición contenida
en el artículo 1 de la Ley 1263 de 2008, la cual dispone que el director
general de las corporaciones autónomas regiones podrá ser reelegido
por una única vez.

TESIS 2: [E]n la misma sentencia se negó por extemporánea la


intervención ciudadana de la señora Natalia Andrea Arías Quintero. Esta
decisión, de acuerdo con el artículo 226 de la Ley 1437, en consonancia
con el numeral 7 del artículo 243 de la misma regulación, enuncia
que el auto que niega la intervención de los terceros será susceptible
de recurso de apelación; sin embargo, como el proceso que aquí se
decidió es de única instancia, el medio de impugnación procedente es
el de súplica, según lo previsto el artículo 246 ibidem. Atendiendo lo
antes señalado, no se comparte la forma de negar la intervención de
la tercera, puesto que de conformidad con las normas señaladas, la
misma debió ser resuelta en un auto previo y no en la sentencia, dado
que al ser el presente proceso de única instancia era susceptible de
ser controvertida por medio del recurso de súplica, y al hacerlo en

172
el fallo se tradujo en el desconocimiento el derecho de la ciudadana,
que le negó el acceso al recurso, constituyéndose esta actuación
en el quebranto del debido proceso. (…). [A]sí mismo, al negar en la
sentencia la intervención de un tercero se le cercenó la posibilidad de
controvertir esa decisión, según lo previsto en los artículos 226, 243 y
246 de la Ley 1437 de 2011.

NORMATIVA APLICADA
LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 28 / DECRETO 141 DE 2011 / LEY 1263 DE 2008 –
ARTÍCULO 1 / DECRETO 3565 DE 2011

173
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJALES


MUNICIPALES, FALTA DE LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA POR PASIVA,
ACTO ADMINISTRATIVO DEFINITIVO, CAUSALES OBJETIVAS Y
SUBJETIVAS DE LA NULIDAD ELECTORAL, DIFERENCIAS ENTRE
FORMULARIOS E 14 Y E 24, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO,
REQUISITO DE PROCEDIBILIDAD

EXTRACTO No. 8

RADICADO: 19001-23-33-000-2020-00010-01
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Luis Eduardo Trujillo Solarte
DEMANDADOS: Concejales del municipio de Popayán, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala resolverá si la providencia impugnada


debe ser revocada, modificada o confirmada, de conformidad con los
argumentos expuestos en el recurso de apelación formulado, que
conllevan solucionar los siguientes interrogantes: (i) ¿Incurrió o no en
error el Tribunal Administrativo del Cauca al vincular como demandados
en este proceso a la totalidad de los ciudadanos elegidos concejales de
Popayán para el periodo constitucional 2020-2023, y desestimar que la
demanda, lejos de buscar la nulidad del acto declarativo de la elección
de éstos, perseguía la anulación de los registros contenidos en los
formularios E-24? (ii) ¿Procede el estudio del cargo de las presuntas
diferencias injustificadas entre los formularios E-14 y E-24, a pesar
de su postulación abstracta? De llegar a ser afirmativa la respuesta
anterior ¿la diferencia de sufragios encontrada para la “Coalición
Popayán Somos Todos” es de 50 votos y no 44, como equivocadamente
lo habría aducido el Tribunal? ¿Procede la revisión de los formularios
E-14 en lo que refiere a la totalidad de candidatos que conformaron
la lista de dicha coalición en las elecciones territoriales celebradas
el 27 de octubre de 2019? (iii) ¿Incurrió o no en error el Tribunal
Administrativo del Cauca al traer a colación en su sentencia el principio
de la eficacia del voto y así restarle efectos a las irregularidades
cuantitativas encontradas en la sentencia de primera instancia?

174
TESIS 1: [L]a RNEC depreca la falta de legitimación en la causa por
pasiva con fundamento en que las irregularidades en que hubiere
podido incurrir la Comisión Escrutadora en el conteo y totalización de
los resultados para la elección de los concejales de Popayán, periodo
2020-2023, no pueden serle imputables, toda vez que las comisiones
no hacen parte de la estructura orgánica de esa entidad, ni mucho
menos participa en la designación de sus miembros, la cual compete
a los Tribunales Superiores, de acuerdo con la legislación electoral.
(…). [L]a Sala desestima los razonamientos traídos a colación por ese
órgano electoral, recordando que su ubicación procesal en las acciones
de nulidad electoral resulta ser especial, a las voces del artículo 277.2
del C.P.A.C.A., y que su vinculación en los trámites pende del hecho de
que las censuras de la demanda objeten a su vez el desarrollo de las
actuaciones administrativas a su cargo, como de manera recurrente
lo ha admitido esta Corporación. (…). Así las cosas, teniendo en cuenta
que las irregularidades que cimientan este proceso electoral, referidas
a la presunta existencia de diferencias injustificadas entre los
formularios E-14 y E-24, guardan un nexo con las labores que la RNEC
desempeña al interior de las comisiones escrutadoras, que la llevan
en su función secretarial a “…declarar abierto el escrutinio, presentar a
los miembros de la comisión, informar a los testigos electorales sobre
el procedimiento que se va a emplear para el escrutinio, dar lectura al
registro de los documentos introducidos en el arca triclave, abrir los
sobres que contiene los pliegos y dejar constancia de su estado; y, leer
en voz alta la votación consignada en el acta de escrutinios (arts. 148,
182, 183 y 184 del C.E.)” , esta Judicatura estima que su vinculación a
esta cuerda procesal se hacía –y se hace– necesaria con el propósito
de que defienda la legalidad de los procedimientos puestos en marcha
por ella, descartando la prosperidad del sustento exceptivo expuesto
por dicha autoridad electoral.

TESIS 2: [E]l recurrente censura con su impugnación la vinculación


procesal de los concejales de Popayán para el periodo constitucional
2020-2023, pues, en su sentir, se trató de un acto deliberado imputable
al a quo, que no atendió su pretensión principal consistente en
modificar los sufragios obtenidos por la “Coalición Popayán Somos
Todos” en el contexto del certamen desarrollado el 27 de octubre de
2019. En ese mismo sentido, manifiesta que no buscó la declaratoria
de nulidad del acto de designación democrática de los concejales,
sino, por el contrario, la anulación de los registros contenidos en los
formularios E-24, habida cuenta de sus diferencias injustificadas con

175
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

las actas de escrutinio suscritas por los jurados de votación. (…). [L]
a Sección Quinta del Consejo de Estado encuentra que el Tribunal
Administrativo del Cauca no incurrió en yerro alguno al vincular
como demandados a los concejales de la ciudad de Popayán, periodo
2020-2023, habida cuenta de la naturaleza objetiva de la causal de
nulidad que sustenta la demanda, ni mucho menos al tomar como acto
censurado el acto de elección de estos cabildantes que, como pasa a
explicarse, constituye el eje central del medio de control de nulidad
electoral. (…). [L]a jurisprudencia de la Sección Quinta ha catalogado
como definitivos los actos que declaran la elección en votaciones
populares o de cuerpos colegiados, los de nombramiento, e incluso
los de llamamiento a proveer vacantes en las corporaciones públicas,
de conformidad con el artículo 139 del C.P.A.C.A; por el contrario, ha
considerado como preparatorios o de trámite, todos aquellos que se
producen “en el devenir del procedimiento electoral, distintos de los de
elección, nombramiento o llamamiento”; los que pueden materializarse
sin duda en los formularios E-14 y E-24 expedidos por las autoridades
electorales que allí intervienen. Lejos de tratarse de una distinción
baladí, la separación que se comenta determina la procedibilidad del
medio de control de nulidad electoral que tan solo podrá formularse
directamente contra los actos que ponen punto final a los trámites
electorales –actos de elección, nombramiento y llamamiento–. Lo
anterior, no significa que los actos preparatorios estén excluidos de
control judicial, sino que su fiscalización por parte del juez electoral
se desarrollará siempre al amparo de las demandas que se dirigen
contra los actos definitivos. (…). [L]as acciones de nulidad electoral
deberán estar siempre dirigidas contra el acto declarativo de la
elección que se cuestiona, aunque la sustentación de la pretensión
anulatoria esté fundada en irregularidades que pudieron tener
lugar en el transcurso de la actuación que antecedió la designación
democrática –en tratándose de certámenes populares–, como puede
serlo la presunta existencia de diferencias injustificadas entre los
formularios E-14 y E-24 de una elección. Por lo anterior, la Sala
señala que no debe tenerse como incorrecta la decisión del Tribunal
Administrativo del Cauca de considerar como acto demandado el acto
de elección de los concejales de Popayán para el periodo constitucional
2020-2023, contenido en el formulario E-26 CON de 31 de octubre de
2019, a pesar de que las pretensiones de la demanda elevada por
el recurrente persiguieran la anulación de los registros electorales
plasmados en los formularios E-24, en los que, en su sentir, de forma
arbitraria se dejaron de adicionar sufragios recibidos por la “Coalición

176
Popayán Somos Todos” y su candidatura a dicha corporación pública
de elección popular. La conclusión que precede sirve igualmente
para desestimar la prosperidad del segundo de los argumentos
que sustentan este cargo de acuerdo con el cual, el a quo erró en el
trámite de la demanda al vincular como demandados en este proceso
a la totalidad de los ciudadanos elegidos concejales de la capital del
Departamento del Cauca, cuando ello, en palabras del impugnante, no
fue solicitado con el libelo introductorio. Pues bien, la Sala destaca que
la juridicidad de los actos de elección popular –como punto nodal del
medio de control de nulidad electoral– puede ser atacada mediante
el empleo de causales subjetivas, objetivas y neutras, de conformidad
con los motivos de ilegalidad erigidos en los artículos 275 y 137 de
la Ley 1437 de 2011. En lo que respecta a las causales subjetivas,
esta Judicatura ha resaltado que recaen sobre las condiciones
particulares de quien resulta electo, nombrado o llamado y, que dentro
de sus modalidades pueden identificarse, la falta de requisitos o
calidades para desempeñar los cargos públicos y las inhabilidades.
(…). En tratándose de las causales objetivas, se ha dicho que guardan
relación con posibles irregularidades e inconsistencias acaecidas
en el procedimiento de votación y escrutinio –v. gr. la destrucción de
documentos, elementos o del material electoral y las injustificadas
indiferencias entre los formularios E-14 y E-24, comprendida como
una falsedad en los registros, de acuerdo con el derecho pretor
de esta Sala, (…) – y que su prosperidad cuenta con el potencial de
afectar a la totalidad de quienes han sido elegidos. (…). Sobre la base
de esta afectación general, el C.P.A.C.A. instituyó la presunción de que
en estos eventos –alegación de causales objetivas– los demandados
deben entenderse como todos aquellos ciudadanos elegidos que
constan en el acto que se pide anular, como garantía de su derecho de
defensa y contradicción dentro de los procesos electorales en los que
la decisión definitiva puede perjudicar su permanencia en el servicio
público. (…). Entonces, (…) la Sala manifiesta que fue correcto el actuar
del Tribunal Administrativo del Cauca, luego de que decidió vincular
en el presente trámite a los cabildantes elegidos en el Municipio de
Popayán para el periodo 2020-2023, con base en la esencia objetiva
de los cuestionamientos formulados por el demandante. Ahora bien,
bajo esta misma cuerda argumentativa, la Sección Quinta deniega
la prosperidad de la excepción de falta de legitimación en la causa
por pasiva propuesta por los concejales OYTHER MANUEL CANDELO
RIASCOS y JOSÉ ALEXANDER CAMPO MONTENEGRO, comoquiera
que su participación en el presente proceso judicial no pende de la

177
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

capacidad legal o no de que disponen para satisfacer las súplicas


elevadas con el escrito introductorio –revisión de los formularios E-14
y E-24–, sino de su calidad de demandados, como miembros electos del
Concejo de Popayán, de conformidad con las previsiones del artículo
277 del C.P.A.C.A.

TESIS 3: [E]sta Judicatura destaca que, (…) el cargo de la disparidad


entre los formularios E-14 y E-24 ha sido comprendido como una
de las manifestaciones en las que puede configurarse el motivo de
nulidad erigido en el numeral 3° del artículo 275 del C.P.A.C.A., en el
que se advierte de la ilegalidad de los actos electorales cuando los
documentos en los que se sustenta su expedición contienen datos
contrarios a la verdad o han sido alterados con el propósito de
transfigurar los resultados de las contiendas. (…). Por su naturaleza
objetiva y su esencia particular –decantada de la posibilidad que tienen
las partes de fijar “…con exactitud en dónde está el vicio y a quien afecta
–candidato o partido–“, la postulación de las situaciones diferenciales
que se comentan han sido sometidas a condicionamientos, de los
que incluso pende su prosperidad en las causas judiciales en las que
el debate se centra en este tipo de desavenencias, como factores
centrales para emprender el estudio de su configuración en los casos
concretos. Los condicionamientos son de dos clases, aunque su
acreditación resulte ser conjuntiva. De un lado, los hay cualitativos,
cuya verificación se sujeta a la identificación del demandante del
departamento, el municipio, la zona, el puesto, la mesa, el partido y
el candidato respecto del cual se produce la diferencia. De otro, los
hay cuantitativos, pues será obligación de quien lo alega demostrar
la disimilitud entre los resultados plasmados en los formularios E-14
y E-24, sobre la base de que no existe una justificación para estas
alteraciones en las actas generales de escrutinio. En este último
caso, el accionante deberá probar las disparidades que surgen para
el partido y/o candidato de la comparación de los datos numéricos
registrados por los jurados en los formularios E-14 con las cifras de
las mesas en las que éstos ejercieron su actividad, plasmadas en los
formularios E-24, que contienen el resultado aritmético de cada una
de las mesas existentes en la circunscripción electoral en la que se
desarrolló el certamen. De lo anterior se tiene que lo que se equipara,
a la luz de este cargo, son las cantidades de votos que para las mesas
impugnadas son anotadas en los formularios E-14 –jurados– y E-24
–escrutadores–; tratándose así de un cuestionamiento de “mesa”, y no
de consolidados generales por cada zona o municipio, según sea el

178
caso. (…). De conformidad con la norma en cita [artículo 139 de la Ley
1437 de 2011], los accionantes están obligados a identificar en qué
fases o documentos electorales tienen lugar las inconsistencias que
fundan sus demandas anulatorias que, para el caso de las diferencias
injustificadas entre los registros plasmados en los formularios E-14
y E-24, pasa por la detección de la mesa en la que ocurre la presunta
irregularidad y el valor numérico que sustenta la disconformidad en
ella. (…). Ahora, al contrastar las notas jurisprudenciales que preceden
con las particularidades del sub-lite, la Sección Quinta del Consejo
de Estado detecta un incumplimiento de éstas, a lo menos, en dos
aspectos fundamentales, a saber: (i) Las diferencias ventiladas por el
demandante no identifican el puesto y la mesa en que presuntamente
tuvieron lugar, privando al juez de los presupuestos necesarios para el
estudio del cargo, por flagrante desconocimiento del condicionamiento
cualitativo, que de superarse, impondría el examen oficioso de la
totalidad de los formularios E-14 suscritos por los jurados en cada
una de las mesas establecidas en las zonas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 90 y
99 de la circunscripción electoral de Popayán, para posteriormente
ser comparados con los formularios E-24; y, de llegar a encontrarse
diferencias, determinar si las mismas se encuentran justificadas en las
respectivas actas generales de escrutinio; supliendo una carga procesal
que debió ser desarrollada por la parte actora desde la presentación
de la demanda. (ii) En consonancia con ello, el actor tampoco precisó
las desavenencias numéricas detectadas entre los formularios E-14 y
E-24 para cada una de las mesas impugnadas, en desmedro no solo
del condicionamiento cuantitativo erigido por la jurisprudencia, sino
también del derecho de defensa de los demandados, como se comentó
en párrafos previos. La Sala no pasa por alto que con su demanda, el
accionante refirió las diferencias globales que podían hallarse entre
los formularios E-14 y E-24 para la totalidad de las zonas censuradas
que, aunque corresponde a un ejercicio aritmético loable, no respeta
sin embargo la naturaleza del cargo alegado en el libelo introductorio,
con el que se busca investigar si existe o no una justificación para
las alteraciones matemáticas que se encuentran en el tránsito de los
resultados obtenidos por los partidos y candidatos del formulario E-14
al formulario E-24, a nivel de mesas, pero no a nivel de zonas. En ese
orden, para la Sección se trata de un cargo abstracto y general que
impide el análisis de fondo deprecado por el demandante, por lo que
esta Judicatura confirmará la negativa del Tribunal Administrativo del
Cauca, pero por las consideraciones expuestas en esta providencia;
conclusión que adquiere aún más valía si se tiene en cuenta que

179
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

la generalidad no solo es propia de la demanda formulada por el


accionante, sino también del recurso de apelación incoado, al no indicar
en éste cuáles de las mesas estudiadas por el a quo en la sentencia de
primera instancia, presentan, según su dicho, un análisis erróneo que
permitiría, llegado a este juez, desarrollar el estudio respectivo en esta
instancia procesal.
TESIS 4: De otro lado, debe advertirse que, aunque con su recurso
de apelación, el demandante cuestionó la utilización por parte del
a quo del principio de la eficacia del voto y de la regla de incidencia
en los resultados de la votación, que habrían dejado sin efectos las
irregularidades detectadas por el fallador de primera instancia, la
Sección encuentra que, ante la imposibilidad sustancial para conocer
la censura diferencial, cualquier tipo de referencia a ella –la incidencia–
pierde sentido, al tratarse de un análisis posterior a la identificación de
las diferencias injustificadas que, para el caso concreto, no pueden ser
adelantadas, como consecuencia de la generalidad de las postulaciones
hechas por el accionante. (…). Es decir que, sin irregularidades que
identificar de cara al incumplimiento de los requisitos para ello,
la incidencia es un aspecto accesorio que no cuenta en ese orden
con importancia alguna. Por último, la Sala destaca que la alzada
formulada contra el fallo de 17 de septiembre de 2020 del Tribunal
Administrativo del Cauca hace referencia a la inexigibilidad del requisito
de procedibilidad descrito en el parágrafo único del artículo 237 de la
Constitución Política, se trata de un asunto que, en verdad, no enfrenta
la decisión judicial objetada con los argumentos del recurrente, pues
el a quo no lo exigió en el trámite puesto en marcha. Sin embargo, esta
Judicatura se permite recordar que la exigibilidad de este presupuesto
de la reclamación previa para la alegación de causales objetivas en
el marco de los procesos electorales no se presenta como necesaria,
no tanto por la avenencia entre el contenido de la irregularidad y los
motivos de reclamación erigidos en el artículo 192 del Código Electoral,
sino porque, en la actualidad, no existe norma estatutaria que dote
de eficacia normativa la disposición constitucional en comento,
determinando las situaciones en que los cuestionamientos proceden
ante las autoridades electorales y el procedimiento que debe seguirse.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 43 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277
NUMERAL 1 LITERAL D / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 287

180
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
CONCEJALES MUNICIPALES, CUOTA DE GÉNERO, INSCRIPCIÓN
DE LISTAS

EXTRACTO No. 9

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01061-01
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Gustavo Adolfo Prado Cardona, Félix Noel Chaverra
Cuesta y Jhon James Castro Castillo
DEMANDADOS: Alexandra Hernández Cedeño y otros - Concejales de
Santiago de Cali, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Conforme a lo decidido por el Tribunal


Administrativo del Valle del Cauca y los argumentos de la apelación,
encuentra la Sala que el problema jurídico en esta instancia, se contrae
a determinar si la Sala confirma, modifica o revoca su decisión, y en
tal sentido, se debe establecer, a partir de los argumentos plasmados
en la alzada, si la elección de los demandados como concejales de
Cali es nula y, para el efecto, se considera pertinente establecer los
siguientes aspectos: i) Si el cumplimiento de la cuota de género en la
inscripción de listas por parte de los partidos y movimientos políticos a
que se refiere el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, debe calcularse en
razón de las curules a proveer o con base en la cantidad de candidatos
a inscribir. Dentro de este análisis, de acuerdo a los argumentos del
recurrente deberá estudiarse si el Tribunal a quo interpretó que el
amparo por igualdad de género a que se refiere la normativa que los
demandantes consideran infringida protege tanto a hombres como a
mujeres y, de ser así, si esa interpretación es o no la adecuada. ii) Si la
presentación de la lista radicada el 27 de septiembre de 2019 para la
elección que se enjuicia fue oportuna.

TESIS 1: Como norma base y fundamental de los derechos políticos


en Colombia, como lo es el referente al de elegir y ser elegido y el
de formar parte de las corporaciones públicas, la Sala considera
pertinente partir del artículo 40 de la Carta Política, conforme al cual,

181
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

además de lo anterior, es obligación de las autoridades garantizar


“la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles
decisorios de la Administración Pública”. A partir de este imperativo, el
legislador dictó la Ley Estatutaria Nº. 581 de 2000, en la que se crearon
herramientas para el acceso de la mujer a todas las ramas del poder
público y con el fin de eliminar la discriminación, así como otorgarles
los mismos derechos y oportunidades de los hombres. Por su parte,
el artículo 1º del Acto Legislativo Nº. 01 de 2009 modificó el 107 de la
Constitución Política y, entre otros aspectos, estableció la equidad de
género como principio rector de la organización democrática de los
partidos y movimientos políticos y, con el objeto de desarrollar dichos
postulados constitucionales, en el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, se
estableció como parámetro obligatorio para los partidos, movimientos
políticos o grupos significativos de ciudadanos, la integración de listas
con un porcentaje mínimo del 30% de participación de cualquiera de
los géneros, en las contiendas electorales en las que se elijan cinco
o más curules para corporaciones de elección popular o las que se
sometan a consulta. (…). [L]a cuota de género es un presupuesto que
materializa propósitos de rango constitucional y legal, que tienen por
objeto lograr una representación equitativa entre los distintos géneros
en las corporaciones públicas de elección popular; pero más allá de
eso, como se indicó en la decisión que ahora se reitera, “también
persigue el cumplimiento de mandatos de carácter internacional
contenidos en: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención
sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra
la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem do Pará-” , por lo que
inicialmente esta se constituye en acción afirmativa para buscar mayor
participación de la mujer en la vida política de la Nación. (…). Para esta
Sala de Decisión, de lo consignado en el inciso 1º del artículo 28 de
la Ley 1475 de 2011, se tiene que: i) le corresponde a los partidos,
movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos, previa
inscripción de sus candidatos, verificar que éstos cumplan a cabalidad
las calidades y requisitos exigidos y, la ausencia de inhabilidades o
incompatibilidades y; ii) tratándose de listas donde se elijan cinco o
más curules para corporaciones de elección popular es obligatorio
que se conformen por el 30% de uno de los géneros. (…). [E]xiste un
tope máximo de candidatos a inscribir en una lista, que corresponde
al de curules a proveer, salvo que se elijan máximo dos, caso en el
que esta regla tiene una variación consistente en que se podrán

182
inscribir hasta tres en ese evento, pero no existe un número mínimo
de candidatos a incluir ya que ello no lo contempla la norma, por lo que
se entiende que el límite es solo para establecer un tope máximo, pero
por debajo puede ser cualquier cantidad. Así mismo, se tiene que el
período de inscripción de candidatos dura un mes, el cual inicia cuatro
meses antes de la fecha de las votaciones, con algunas excepciones
referentes a los casos de nueva elección o de elección complementaria
y cuando los candidatos a la Presidencia de la República se seleccionen
mediante consulta, situación que es ajena al asunto que ahora ocupa
la atención de la Sala. La mencionada ley establece la posibilidad de
modificar las inscripciones de acuerdo con el articulado transcrito,
norma que contempla esta actuación, entre otros, para los eventos que
versen sobre revocatoria de inscripciones, por causas constitucionales
o legales, y habilita en ese caso a “modificarse las inscripciones hasta
un (1) mes antes de la fecha de la correspondiente votación”; es decir,
que si la autoridad electoral profiere una decisión mediante la cual
disponga la revocatoria de una inscripción, sustentada en causas
legales, los inscriptores podrán modificar su inscripción hasta un mes
antes de las votaciones.

TESIS 2: [E]l debate dentro de la apelación se centra en establecer,


en primer lugar, si la cuota de género a que se refiere el artículo
28 de la Ley 1475 de 2011 debe cumplirse en razón del número de
candidatos a inscribir o, como lo señala el apelante, respecto de la
cantidad de curules a proveer. Se precisa que dentro de la apelación no
se presentan argumentos relacionados con que las listas inscritas por
los partidos a que se refiere la demanda, hubieran cumplido con el 30%
de los candidatos del género femenino, sino que, lo que se discute es
que la porción debió calcularse frente al número de curules a proveer
y no sobre las listas, por lo que solo de hallársele la razón en este
aspecto al recurrente, habría lugar a realizar los cálculos aritméticos
respecto de si se cumplió o no con el aspecto establecido en lo que
tiene que ver con las curules; de lo contrario, se da por cierto que se
cumplió con ese 30%, al interior de las listas, ya que, se insiste, no
hubo censuras que lleven a concluir que alguna de las listas tenga un
número inferior de mujeres inscritas. Para la Sala, no hay duda que la
normativa se refiere al número de candidatos a inscribirse en la lista
que presenten los partidos y movimientos políticos, y no al número
de curules a proveer. (…). Así, la Sala insiste en que la norma es clara
frente a la determinación del requisito de incluir un mínimo de 30% del
género femenino, calculado sobre el contenido de la listas, por lo que

183
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

aquellas que inscriban los partidos, movimientos políticos o grupos


significativos de ciudadanos a cargos y corporaciones de elección
popular, deben estar compuestos por un mínimo de 30% de mujeres,
cuando se elijan 5 o más curules y no pueden sobrepasar la cantidad
de éstas a proveer, a menos que se trate de máximo dos, caso en el
cual, podrán inscribir 3, sin que se hubiera establecido, en ningún caso,
un número mínimo para la composición de las listas. (…). Así las cosas,
para la Sala, la cuota de género, debe cumplirse respecto de la lista
a inscribirse y no frente a las curules a proveer, por lo que no hay
lugar a declarar la nulidad por este aspecto y, por lo mismo, como se
precisó desde el inicio del análisis, no hay lugar a establecer si las
listas cumplieron o no ese porcentaje calculado sobre la cantidad de
candidatos a inscribir, por cuanto no hubo disconformidad alguna al
respecto.

TESIS 3: Como segundo aspecto, la Sala se pronunciará sobre la


oportunidad de la lista presentada por el Partido Cambio Radical, con
los candidatos a la elección que se demanda, pues a juicio del apelante,
una lista revocada, no puede inscribirse nuevamente con posterioridad
al cierre de las inscripciones, la que, como se señaló, en principio se
realiza durante un mes que inicia 4 meses antes de la fecha de las
votaciones. (…). La Sala encuentra que el Tribunal acertó al reafirmar la
oportunidad de la presentación de dicha lista, teniendo en cuenta que
el artículo 31 de la Ley 1475 de 2011 posibilitaba al Partido Cambio
Radical a modificarla, toda vez que había sido revocada por causas
legales, derivadas precisamente del incumplimiento de la cuota
de género, establecida en el artículo 28 de la misma ley, por lo que,
contaba con un plazo de hasta un mes antes de las votaciones para
modificarla, el que vencía el 27 de septiembre de 2019 y la misma,
como se acreditó, fue radicada en oportunidad. (…). Así las cosas, se
impone para la Sala, desestimar las pretensiones de la demanda y, en
consecuencia, confirmar el fallo de primera instancia, mediante el cual
el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca las negó, de acuerdo con
las razones expuestas en esta providencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
262 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 NUMERAL 12 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2009 / LEY 581 DE 2000 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 / LEY 1475 DE
2011 – ARTÍCULO 30 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 31

184
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL
MUNICIPAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA EN MODALIDAD DE
APOYO

EXTRACTO No. 10

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01089-01
FECHA: 28/01/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Julio César Ortiz Gutiérrez
DEMANDADA: Diana Carolina Rojas Atehortúa - Concejal del municipio
de Santiago de Cali, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad y restablecimiento del derecho

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si la decisión de


primera instancia debe ser confirmada, modificada o revocada, para
lo cual es menester establecer si el acto demandado se encuentra
viciado de nulidad por configurarse la causal contenida en el numeral
8° del artículo 275 del CPACA, en tanto, de acuerdo con el recurrente, la
demandada incurrió en de doble militancia en la modalidad de apoyo.

TESIS 1: [L]a causal de nulidad que se considera materializada,


en el caso concreto, se encuentra establecida en el numeral 8º del
artículo 275 de la Ley 1437 de 2011. (…). Sin embargo, la causal de
nulidad no puede leerse de forma aislada, pues para determinar
cuándo una persona está inmersa o no en la prohibición es necesario
recurrir al texto del artículo 107 Superior y al artículo 2º de la Ley
1475 de 2011. (…). De la transcripción de la norma constitucional se
desprende con claridad que está prohibido: i) a los ciudadanos estar
formalmente inscritos, de manera simultánea, en más de dos partidos
o movimientos políticos y ii) a los miembros de corporaciones públicas,
presentarse a la siguiente elección por una organización política
distinta por la cual resultaron electos en la corporación pública, si no
se ha presentado renuncia 12 meses antes de la inscripción. (…). [L]
a ley estatutaria [1475 de 2011] no solo replica las modalidades de
doble militancia previstas en la norma constitucional, sino que además
desarrolla la Carta Política incluyendo otros eventos en los cuales la
prohibición se materializa. Así las cosas, la Sección Quinta del Consejo

185
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de Estado, haciendo un análisis armónico de los artículos en cita, ha


entendido que en la actualidad existen cinco circunstancias en las que
se puede concretar la prohibición de doble militancia, a saber: i) Los
ciudadanos: “En ningún caso se permitirá a los ciudadanos pertenecer
simultáneamente a más de un partido o movimiento político.” (Inciso 1º
del artículo 2 de la Ley 1475 de 2011). ii) Quienes participen en consultas:
“Quien participe en las consultas de un partido o movimiento político o
en consultas interpartidistas, no podrá inscribirse por otro en el mismo
proceso electoral.” (Inciso 5º del artículo 107 de la Constitución Política).
iii) Miembros de una corporación pública: “Quien siendo miembro de
una corporación pública decida presentarse a la siguiente elección,
por un partido distinto, deberá renunciar a la curul al menos doce (12)
meses antes del primer día de inscripciones”. (Inciso 12 del artículo
107 de la Constitución Política e Inciso 2º del artículo 2º de la Ley
1475 de 2011). iv) Miembros de organizaciones políticas para apoyar
candidatos de otra organización: “Quienes se desempeñen en cargos
de dirección, gobierno, administración o control, dentro de los partidos
y movimientos políticos, o hayan sido o aspiren ser elegidos en cargos
o corporaciones de elección popular, no podrán apoyar candidatos
distintos a los inscritos por el partido o movimiento político al cual
se encuentren afiliados. Los candidatos que resulten electos, siempre
que fueren inscritos por un partido o movimiento político, deberán
pertenecer al que los inscribió mientras ostenten la investidura o
cargo, y si deciden presentarse a la siguiente elección por un partido
o movimiento político distinto, deberán renunciar a la curul al menos
doce (12) meses antes del primer día de inscripciones.” (Inciso 2º del
artículo 2º de la Ley 1475 de 2011). v) Directivos de organizaciones
políticas: “Los directivos de los partidos y movimientos políticos que
aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular
por otro partido o movimientos políticos o grupo significativo de
ciudadanos, o formar parte de los órganos de dirección de estas,
deben renunciar al cargo doce (12) meses antes de postularse o
aceptar la nueva designación o ser inscritos como candidatos” (Inciso
3º del artículo 2º de la Ley 1475 de 2011). Todas estas modalidades
apuntan a la consecución de un propósito común, esto es, “crear un
régimen severo de bancadas en el que esté proscrito el transfuguismo
político”, pues su intención es, precisamente, dar preponderancia a los
partidos y movimientos políticos sobre los intereses personalísimos
de los candidatos. Finalmente, es de anotar que se ha entendido que la
figura de doble militancia incluye a todas las agrupaciones políticas sin
importar que aquellas tengan o no personería jurídica. Sin embargo, no

186
se puede perder de vista que esta afirmación no es absoluta, dado que
el artículo 2° de la Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo una
excepción en materia de doble militancia que es aplicable a cualquiera
de los eventos en los que ésta pueda presentarse.
TESIS 2: A la señora DIANA CAROLINA ROJAS ATEHORTÚA se le
atribuyen la modalidad de doble militancia relativa a apoyar un
candidato diferente al que su partido inscribió y avaló para la Alcaldía
de Cali. (…). Para la parte actora se materializó, la cuarta modalidad
de doble militancia toda vez que, contrario a lo afirmado por el juez
de primera instancia, se demostró que la demandada no apoyó al
candidato a la alcaldía inscrito por el Partido Liberal, esto es al señor
Jorge Iván Ospina, sino al inscrito por el Movimiento Compromiso
Ciudadano, esto es al señor Alejandro Eder Garcés. La modalidad
de doble militancia atribuida está consagrada en el inciso 2º del
artículo 2º de la Ley 1475 de 2011, el cual establece que: “Quienes
se desempeñen en cargos de dirección, gobierno, administración o
control, dentro de los partidos y movimientos políticos, o hayan sido
o aspiren ser elegidos en cargos o corporaciones de elección popular,
no podrán apoyar candidatos distintos a los inscritos por el partido o
movimiento político al cual se encuentren afiliados (…)” De la norma
transcrita se pueden extraer los siguientes elementos configurativos
de la prohibición a saber: i) Un sujeto activo, según el cual deben
abstenerse de realizar la conducta prohibitiva, de un lado, los que
detenten algún tipo de cargo directivo, de gobierno, administración
o control dentro de la organización política, y de otro, los que hayan
sido o aspiren a ser elegidos en cargos o corporaciones de elección
popular. ii) Una conducta prohibitiva consistente en apoyar a un
candidato distinto al inscrito por la organización política a la que se
encuentren afiliadas las personas descritas anteriormente. En otras
palabras, lo que esta modalidad de doble militancia proscribe es la
ayuda, asistencia, respaldo o acompañamiento de cualquier forma
o en cualquier medida a un candidato distinto al avalado por la
respectiva organización política. iii) Un elemento temporal, aunque
no está expreso en la redacción de la norma, una interpretación
sistemática y con efecto útil de esta disposición impone colegir que la
modalidad de apoyo de doble militancia solo puede ejercerse en época
de campaña electoral, la cual comprende desde el momento en el que
la persona inscribe su candidatura hasta el día de las elecciones. Esto
es así, porque solo durante ese lapso se puede hablar de candidatos
en el sentido estricto de la palabra, y por ende, solo en este espacio de

187
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

tiempo se podría ejecutar la conducta que la norma reprocha, es decir,


el apoyo a las candidaturas. (…). La demandada como sujeto activo de
la prohibición de doble militancia en la modalidad de apoyo. En el caso
concreto, está demostrado que la demandada aspiró a ser elegida
Concejal Municipal de Cali, así consta no solo en el acto de elección, sino
también en: i) la certificación aportada por la Registraduría Nacional
del Estado Civil en la que se precisa que la señora DIANA CAROLINA
ROJAS ATEHORTÚA se inscribió el 26 de julio de 2019 con el aval del
Partido Liberal, y ii) el formulario de inscripción E-6. (…). Por lo anterior,
es claro que la demandada sí es destinataria de la prohibición de doble
militancia en la modalidad de apoyo. En otras palabras, el primer
elemento configurativo de la prohibición sí se encuentra acreditado.
¿La demandada incurrió en doble militancia al apoyar a un candidato
distinto al inscrito por su partido? Decantado lo anterior, es menester
establecer si la señora DIANA CAROLINA ROJAS ATEHORTÚA incurrió
en la conducta prohibitiva que se le atribuye y si la misma se ejerció en
época de campaña electoral (elemento temporal). Para resolver sobre
este punto se deben analizar si de las pruebas obrantes en el expediente
se desprende que en efecto, apoyó a un candidato a la alcaldía distinto
al avalado por su partido. (…). Del análisis anterior [de las pruebas
aportadas al proceso], es claro que la señora DIANA CAROLINA ROJAS
ATEHORTÚA deseaba que su partido avalara la candidatura para la
alcaldía de Cali del señor Alejandro Eder Garcés, por lo que, antes
del otorgamiento de los avales y con miras a demostrar el respaldo
ciudadano del que gozaba el señor Eder Garcés, participó activamente
en actividades políticas a su favor. Sin embargo, dicha circunstancia no
se enmarca en una conducta prohibitiva, pues la misma consistente en
apoyar a un candidato distinto al inscrito por la organización política a
la que se encuentre afiliada la demandada, y en este caso, los hechos
indilgados ocurrieron cuando los avales aún no habían sido otorgados,
y por ende, las candidaturas no se habían inscrito, por lo que ninguno
era candidato y era posible que el señor Alejandro Eder Garcés
recibiera el aval del partido Liberal. En consonancia con lo anterior,
solo es posible que se configure una conducta prohibitiva si la misma
tiene ocurrencia entre la inscripción de la candidatura hasta el día de
las elecciones (elemento temporal), cualquier tipo de apoyo antes o
después de dichas fechas no será constitutivo de doble militancia en
la modalidad de apoyo, teniendo claro lo anterior, en el caso que nos
ocupa sería desde el 26 de julio de 2019 día en el que la señora DIANA
CAROLINA ROJAS ATEHORTÚA realizó la inscripción de su candidatura
hasta el 27 de octubre de 2019, cuando se realizaron las elecciones.

188
Por lo que, la única prueba de alguna conducta ejercida en época de
campaña electoral, es la imagen del tweet del 27 de octubre de 2019,
retwitiado por la demandada, en el cual un usuario anuncia su voto a
favor de los señores DIANA CAROLINA ROJAS ATEHORTÚA, Juan David
Cruz y Alejandro Eder Garcés. Para la Sala, lo anterior no se enmarca
en una conducta prohibitiva, pues con la misma la demandada no
buscaba respaldar de forma activa la candidatura del señor Alejandro
Eder Garcés, sino compartir el apoyo que tenía de sus votantes. (…).
Por lo que, se comparte la postura del Tribunal, que consideró que ello
no significaba promoción de algún candidato de otro partido, sino, más
bien, la intención de invitar a sus adeptos a depositar su voto en favor
de la opción política que ella representaba, demostrando que varios
seguidores en las redes sociales ya habían votado por ella. Por ello no
es admisible darle al citado mensaje la connotación de acto positivo
y concreto que demuestre el favorecimiento político del que se acusa
a la demandada, más aún porque el mismo no es de su autoría, sino
que contiene la voluntad y opinión de un tercero. Conforme las razones
expuestas en los capítulos que preceden para la Sección Quinta del
Consejo de Estado, la prohibición de doble militancia en la modalidad
de apoyo no se encuentra materializada, y por eso así será declarado en
la parte resolutiva de esta providencia que confirmará el fallo apelado.
TESIS 3: Frente al reparo formulado por el accionante, consistente
en que la señora DIANA CAROLINA ROJAS ATEHORTÚA incurrió en la
prohibición de doble militancia por no apoyar al candidato a la alcaldía
de Cali de partido Liberal, organización política que le otorgó el aval a
su candidatura al concejo, se tiene que la conducta que configura la
prohibición de esta causal en la modalidad de apoyo, es la referente
a promocionar candidatos distintos a los inscritos por la agrupación
política a la cual pertenece; nótese que la conducta prohibitiva que
trae el artículo 2 de la Ley 1475 de 2011, consistente en ejercer una
posición activa al momento de apoyar a candidatos de distintos partidos,
movimientos políticos o grupo significativo de ciudadanos al cual se
encuentren afiliados, en ella no se advierte que esté proscrito el evento
de ausencia de apoyo. (…). Por lo anterior, no es de recibo para esta Sala
que el no apoyo por parte de la demandada a la candidatura del señor
Jorge Iván Ospina, a la alcaldía de Cali, deba ser interpretada como un
acto positivo y concreto constitutivo de la prohibición de doble militancia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275
NUMERAL 8 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
– ARTÍCULO 247

189
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR


GENERAL DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL PARA LA
DEFENSA DE LA MESETA DE BUCARAMANGA, TRÁMITE DE LAS
RECUSACIONES EN LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL,
PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO

EXTRACTO No. 11

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00079-00 (2019-00097-00)


FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Leonardo Fabio Vásquez Pinto y Roberto Ardila Cañas
DEMANDADO: Juan Carlos Reyes Nova - Director General de la
Corporación Autónoma Regional para la defensa de la Meseta de
Bucaramanga - CDMB, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala determinar si el


Acuerdo 1382 de octubre 21 de 2019 proferido por el Consejo Directivo
de la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta
de Bucaramanga (CDMB) se encuentra viciado de nulidad, de acuerdo
con la causal establecida en el artículo 137 del CPACA, por haber sido
expedido “en forma irregular”, al margen de los principios de moralidad,
imparcialidad, igualdad y, transparencia, dada la configuración del
conflicto de intereses en el trámite eleccionario que le precedió, bajo
las causales establecidas en los numerales 16, 1, 8 y 4 del artículo
11 del CPACA, respectivamente, porque (i) el demandado actuó como
presidente del Consejo Directivo de la CDMB dentro del año anterior; y (ii)
porque el entonces gobernador de Santander, actuó como Presidente
y miembro del Consejo Directivo durante la sesión respectiva y votó
su elección sin manifestar impedimento, pese a tener interés directo
en el resultado, (iii) aunado a la existencia de una amistad entrañable
con aquel, (iv) así como una relación de dependencia. Igualmente,
examinará la Sala si la aludida dependencia dio lugar a la (v) “infracción
de las normas en que debía fundarse el acto”.
TESIS 1: [L]as Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo
Sostenible, fueron instituidas como órganos independientes del orden
nacional con competencia en el área de su jurisdicción. (…). De esta

190
manera, en la Ley 99 de 1993 se creó un sistema de protección regional
del medio ambiente, teniendo en cuenta criterios técnicos, culturales,
políticos, ecológicos y geográficos, a partir de los cuales se dotó de
jurisdicción a estas entidades dentro de un cerco territorial expresamente
consignado en el artículo 33 ibídem, en el que les corresponde ejecutar
las directrices trazadas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, en coordinación con las entidades territoriales. Aunado
a lo anterior, el ámbito dentro del cual se desenvuelven se definió a
partir de la división político-administrativa del territorio nacional y
tomando en consideración el concepto de región contemplado en el
artículo 306 de la Constitución Política, que hace alusión a la unión
de dos o más departamentos con el fin de lograr un mayor desarrollo
social y económico. Así, se evidencian una serie de factores que fueron
analizados por el legislador para determinar la zona dentro de la cual
cada una de las Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo
Sostenible pueden ejercer sus funciones, como lo veremos enseguida,
en algunos casos se acompasan perfectamente con la organización
política del país y, en otros, se consideraron áreas de exclusión
atendiendo: su importancia específica, el contexto demográfico y la
extensión de los territorios. (…). [L]a distribución de competencias de las
Corporaciones Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible tiene
por objeto focalizar sus facultades en una región permitiéndoles lograr
una mejor administración y cumplimiento de sus fines, atendiendo los
parámetros dispuestos por el sector del medio ambiente que está
representado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en
el marco de un modelo de participación democrática y pluralista en el
que converge el Estado y la comunidad.
TESIS 2: [G]rosso modo se alude a la concurrencia de hechos
constitutivos de impedimentos frente al Gobernador elector,
materializados en la llamada figura del conflicto de interés, por
conductas como la amistad estrecha entre elector y elegido y la
relación de subordinación y dependencia que en algún momento
tuvieron, incluso dentro del año antes a la fecha de la elección el
entonces Gobernador de Santander DIDIER ALBERTO TAVERA AMADO
y el elegido –hoy demandado- JUAN CARLOS REYES NOVA. (…). [E]sta
Sección ya ha concluido que ante la falta de regulación del trámite
de las recusaciones presentadas contra los integrantes del Consejo
Directivo de las Corporaciones Autónomas Regionales tanto en la
Ley 99 de 1993 como en los estatutos de la respectiva Corporación
Autónoma, es lo procedente acudir al previsto en el CPACA. (…). Así
también y para el caso de los entes autónomos Corporaciones

191
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Autónomas Regionales, la Sección se decantó por una aplicación


integral del CPACA sobre la materia, por lo que conforme a las voces
del artículo 12, se impone que las recusaciones presentadas contra
miembros de los Consejos Directivos de la corporaciones autónomas
“…al no existir superior” o “cabeza del respectivo sector administrativo
que pueda resolver los impedimentos o recusaciones presentadas en
relación con uno de los integrantes del Consejo Directivo, se colige
que a quien corresponde resolver tal circunstancia es, justamente,
al resto de los integrantes del señalado cuerpo colegiado. Con
ello se garantiza que estas entidades resuelvan sus asuntos sin
la interferencia de otra autoridad administrativa, preservando la
autonomía constitucionalmente consagrada”. No obstante lo anterior,
resaltó la Sala, en esa oportunidad que dicha regla aplica siempre y
cuando “…no se afecte el quórum para decidir, la recusación debe ser
resuelta por los demás miembros del cuerpo colegiado, todo con el fin
de evitar, de un lado, que se comprometa la objetividad que se pide en
una actuación administrativa electoral y, de otro, que se sacrifique la
autonomía de la Corporación Autónoma Regional”.

TESIS 3: [L]a demanda se estructura en dos causales generales


contra el acto administrativo, a saber: la expedición irregular y la
violación de las normas en que debía fundarse el acto, pero en mayor
o menor medida se conectan a la imputación de ilegalidad devenida
del conflicto de interés generador de las causales de impedimento. Esa
convergencia sobre los dos mismos hechos generales del conflicto
de interés y el impedimento que no se manifestó es irrefutable si la
lectura se detiene en la formulación de los cargos. (…). Expedición
irregular y violación de las normas en las que debería fundarse, al
incurrir en violación del numeral 4 del artículo 11: por haberse omitido
la necesaria declaración de impedimento por parte del gobernador de
Santander, DIDIER ALBERTO TAVERA AMADO, derivada de la relación
de dependencia laboral por haber ocupado el demandado el cargo
de “director técnico 01 del departamento de Santander”. [L]a Sala
considera que el demandado REYES NOVA sí tenía una relación de
subordinación y dependencia con respecto al gobernador de turno,
que implicaba dos opciones: 1) la manifestación de impedimento del
entonces gobernador o 2) la recusación por parte del demandado
contra éste a fin de separarlo de la votación y elección, dando en
ambos casos –impedimento o recusación- el trámite que prevé el
artículo 12 ejusdem. (…). Siendo más que evidente que en el caso
que ocupa la atención de la Sala por el interregno entre la elección

192
del Director General (21 de octubre de 2019) y la aceptación de
la renuncia del demandado al cargo del nivel directivo adscrito
al despacho del Gobernador (29 de octubre de 2019) la relación de
dependencia y subordinación, en calidad de subalterno del Gobernador
quien es superior jerárquico y funcional, estaba latente dentro de las
circunstancias históricas que rodearon el asunto de la elección. (…).
[R]esta a la Sala auscultar si el nombramiento del entonces aspirante
al cargo de director por parte del gobernador generaba la calidad
de “dependiente”, porque si bien es cierto el entonces Gobernador
de Santander nombró y aceptó la renuncia del ahora demandado,
no lo es menos que conforme al organigrama de CDMB, el cargo de
Director Técnico, Nivel Directivo, que ejercía el demandado depende de
la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y es a esta a quien le
correspondía rendir cuentas de su labor y actividades como servidor
público. Son los mismos actos de nominación en armonía con los
contenidos de las actas de posesión los que evidencian tal condición
de dependencia y subordinación, cuando indican que quien nomina,
suscribe y firma los actos de nombramiento (Resolución 033 y el
Decreto 314) es el Gobernador de Santander, en uso de sus facultades
legales, considerando que el empleo que se provee es el de Director
Técnico, Nivel directivo de la Dirección de Desarrollo Rural y Ambiental
de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, empleo de libre
nombramiento y remoción de la planta de empleos del Despacho
del Gobernador y en las actas de posesión 0025 y 121, convergen
en la misma información sobre todo en cuanto a que dependen del
Gobernador, ante quien incluso tomó juramento de posesión. Incluso
verificada por parte de la Sala la normativa estatutaria interna del
ente autónomo, luego de consultar la página oficial, advierte que en
Decretos como el 111 de 30 de mayo de 2018 “por el cual se expide el
manual específico de funciones y de competencias laborales para los
empleos de la planta de personal de la Administración Departamental
y se dictan otras disposiciones”, o el 266 de 3 de octubre de 2012
por el cual se modificó la planta de empleos de la administración
central de la Gobernación de Santander, asignan expresamente para
el despacho del Gobernador 18 cargos de Director Técnico (Código
009, grado 01), fijando en forma clara que la dependencia a la que
pertenecen es el despacho del Gobernador y que el jefe inmediato
es quien ejerza la supervisión directa, independientemente de las
connotaciones que legalmente se predican, en la generalidad, para los
cargos que se califican de directivos y el alcance misional de su mayor
o menor posibilidad discrecional de adoptar decisiones de liderazgo, a

193
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

fin de descartar que el demandado ejerciera en forma autónoma sus


funciones y competencias, por el solo hecho de ser directivo o que solo
dependiera a su vez de otra oficina de la administración departamental
diferente al Despacho del Gobernador. (…). Al presentarse como una
verdad ineluctable la subordinación dentro de una selección no
concursada, se impone a la Sala encontrar fundada esta parte de la
censura devenida de la relación de dependencia que acompañaba y se
predicaba del elector TAVERA AMADO, en calidad de Gobernador y, por
ende, Presidente del Consejo Directivo de la CDMB y miembro con voz
y voto para efectos de todo lo concerniente a las decisiones que adopte
la entidad , entre ellas, la elección de Director General de la entidad,
respecto de su elegido y subalterno REYES NOVA.

TESIS 4: Expedición irregular porque se incurrió en el conflicto de


interés consagrado en el numeral 16 artículo 11 del CPACA, en el
entendido para la parte actora que se expidió al margen de los principios
de moralidad, imparcialidad, igualdad y transparencia, porque el
ciudadano JUAN CARLOS REYES NOVA actuó como presidente del
Consejo Directivo de la CDMB dentro del año anterior. (…). Los extremos
indicados por la norma sustento de esta parte de la censura son: (i) el
factor temporal, dentro o durante el año anterior al asunto objeto de
definición; (ii) factor de intención, por haber tenido interés directo en
el asunto a definir; (iii) factor de sujeto (primera modalidad), al actuar
como representante, asesor, presidente, gerente, director, miembro de
Junta Directiva interesado en el asunto objeto de definición y (iv) factor
de sujeto (segunda modalidad), al actuar como socio de gremio, de
sindicato, sociedad, asociación o grupo social o económico interesado
en el asunto objeto de definición. En principio, el factor temporal, en
el asunto que ocupa la atención de la Sala, está cumplido porque la
supuesta sesión comprometedora de la imparcialidad aconteció el 21
de febrero de 2019 y la elección que se discute se efectuó el 21 de
octubre de 2019, es decir, dentro del año a que el asunto fue objeto de
definición. No se observa el mismo encuadramiento a los supuestos
de la norma en cita, en relación con el interés directo en el asunto a
definir, por cuanto en el caso sub júdice, este parámetro, es la elección
de Director General y para ese entonces no puede evidenciarse interés
alguno, como tampoco de los ejes temáticos del orden del día de la
sesión de 21 de febrero de 2019, que versaron sobre asuntos financieros
y presupuestales de la CDMB. (...). [S]u función como Presidente del
Consejo Directivo no era de ejercicio directo si no de competencia
delegada, en tanto su calidad subyacente, como lo muestra el mismo

194
relato del acta, es como Director Técnico de la Dirección de Desarrollo
Rural y es en esos dos aspectos, el de la delegación y de en realidad
contar con la calidad de otro servidor público, donde se advierte el
punto de inflexión con respecto a lo que pretende la norma y es que
el cargo directivo como Presidente del Corporativo no sea materia
de desvío, manipulación y utilización torticera de ese poder para
afincarse en la Dirección General de la entidad. En efecto, al estar de
por medio el acto único de delegación del titular de la competencia,
el Gobernador de Santander, lo que en realidad aconteció es que el
señor REYES NOVA era Director Técnico de la planta del Despacho del
Gobernador, pero estaba temporal para ejercer el papel de la autoridad
titular delegante de la función y específicamente limitado o afecto a
esa sola reunión, que se recaba, en nada aludía en sus temáticas a
aspectos relacionados con la elección del Director. (…). [L]a Sala no
evidencia interés cierto y particular por parte del demandado REYES
NOVA que le “hubiera impedido adoptar una decisión imparcial o que
haya influido utilizando su condición de delegado del Gobernador
y de presidente delegado en el Consejo Directivo para obtener una
determinada actuación o decisión, tampoco que la haya ejercido para
una finalidad distinta” o que denotara aprovechamiento de ese fugaz
ejercicio en aras de lograr su designación como Director General. En
consecuencia, esta parte de la censura no es de recibo.

TESIS 5: Expedición irregular porque se incurrió en la prohibición


establecida en el numeral 1 del artículo 11 del CPACA, en atención
a que el entonces gobernador de Santander, DIDIER ALBERTO
TAVERA AMADO, presidió y votó la elección en cuestión a pesar de
estar impedido por tener interés particular y directo en el resultado,
teniendo en cuenta los acuerdos políticos que lo motivaron. Esta
acusación carece de sustento probatorio, en tanto observada el acta
de elección, (…) quien propuso el nombre del demandado REYES NOVA,
fue el miembro del Consejo Directivo ELISEO OSORIO SUÁREZ, quien
tomaba asiento como representante del Presidente de la República y
presentó la hoja de vida respectiva describiéndolo como una persona
con experiencia en el sector público, en calidad de subsecretario de
Agricultura, docente universitario, con alto nivel académico y con
magister en administración de empresas. Aunado a que la votación
obtenida por el demandado fue unánime, sin que se hubiera presentado
alguna acotación sobre supuestos acuerdos políticos. No desconoce la
Sala las noticias de prensa que fueron adjuntadas con la demanda,
en las que se hace referencia a los movimientos políticos tendientes

195
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

a lograr la elección del Director General de la Corporación Autónoma,


lo cierto es que el valor probatorio de las mismas debe ser reforzado
con otras probanzas que la Sala no encuentra y, se itera, en el acta de
sesión no se hizo referencia alguna.

TESIS 6: Expedición irregular por contravenir el supuesto previsto en


el numeral 8 del artículo 11 ejusdem, toda vez que gobernador TAVERA
AMADO, a pesar de estar impedido por su amistad entrañable con el
elegido, presidió y votó la elección. Al igual que la censura anterior, no
existe prueba que convenza a la Sección Quinta, como operador de
nulidad electoral, de la relación de amistad y menos con connotación
de entrañable, entre el Gobernador elector y el elegido. Ahora bien, el
que hubiera resultado probado que el demandado REYES NOVA, (…)
resultara dependiente y subalterno del Gobernador de Santander, no
necesariamente permite concluir la relación de amistad entrañable.
(…). Por otra parte, el demandante pretendía establecer con un
dossier de relación de cargos desempeñados por REYES NOVA, (…)
que siempre el ex Gobernador TAVERA AMADO tenía injerencia en
dichos nombramientos, para así poner en evidencia la supuesta
amistad entrañable, pero tanto la prueba para que la Cámara de
Representantes certificara si REYES NOVA hizo parte del personal de
la UTL cuando aquel fue parlamentario como la del desempeño como
Gerente de Fertilizantes Colombianos S.A. no llegaron a materializarse,
por diferentes circunstancias procesales, lo cierto es que de por sí era
una situación relacional débil para demostrar el supuesto factor de
amistad entrañable.

TESIS 7: Retomando lo antes expuesto en el capítulo previo de


impedimentos y recusaciones en cuanto a la aplicación del principio
del efecto útil de la norma, que encuentra su manifestación dentro del
derecho electoral en el principio de la eficacia del voto, para así dar
validez preferente y prevalente a la voluntad del elector, encuentra la
Sala que de la lectura de los estatutos de la corporación autónoma
(…) que el Director General es designado por el Consejo Directivo. (…).
[L]a jurisprudencia de la Sala en materia de censura de expedición
irregular, como factor determinante para la nulidad el acto electoral
demandado, ha indicado que no es viable el quebrantamiento de la
presunción de legalidad del acto, si aun cuando probada la irregularidad
o anomalía en la formación del acto, esta no tiene la virtualidad de
afectar la decisión adoptada, por cuanto su existencia anómala no fue
determinante en la génesis o desarrollo de lo que finalmente terminó

196
siendo una manifestación de voluntad con efectos jurídicos, por lo que
bajo parámetros del principio de razonabilidad debe propenderse por el
mantenimiento del acto electoral. Ahora bien, visto lo ya mencionado, no
puede desconocerse o pasarse por alto que el demandado fue elegido
en el cargo de Director General, de manera unánime por el Consejo
Directivo elector y, (…) de la revisión del acta de la sesión ordinaria
371 del 21 de octubre de 2019, en la cual se declaró la elección del
director ahora demandado, se tiene que asistieron y votaron once (11)
miembros integrantes del Consejo Directivo. (…). Retomando las normas
estatutarias, se encuentra que (…) la designación no se vería afectada
con la irregularidad que la Sala encontró demostrada. (…). De tal suerte
que dentro del contexto de la realidad de la elección que ocupa la
atención de la Sala, aun cuando se restara el voto irregular de los once
obtenidos, esto es, el del Gobernador, siendo una elección unánime con
asistencia casi todos los miembros que integran el consejo elector,
el demandado JUAN CARLOS REYES NOVA, aún tendría en su haber
diez votos, lo que conforme a las normas estatutarias pretranscritas,
concretamente, al inciso segundo del artículo 43 estatutario, aún
mantiene a su favor voto de la mayoría absoluta de los integrantes del
Consejo elector, es decir, incluso supera las voces que trae la norma de
la mitad más uno de sus miembros. Por lo que incluso eliminando el
voto del gobernador DIDIER ALBERTO TAVERA AMADO, lo cierto es que
tal modificación carece de entidad para afectar de nulidad el acto de
elección por la censura de expedición irregular. (…). En este orden de
ideas, resulta fácil concluir que ni el quórum deliberatorio y tampoco el
decisorio, como tampoco la mayoría eleccionaria se verían afectados
incluso habiéndose encontrado probada la irregularidad de causal de
impedimento por la relación de dependencia, que se vio acreditada
dentro del contexto y alcance del numeral 4° del artículo 11 del CPACA
y que imponía una manifestación de impedimento o una postulación de
recusación, dependiendo de a quién se haga alusión. Por las razones
antes expuestas, la Sala denegará las pretensiones de la demanda de
nulidad electoral.

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


LUIS ALBERTO ÁLVAREZ PARRA

TESIS: [Se] aclara el voto por estimar que la condición de


“dependiente”, que el legislador introdujo en el supuesto de hecho
impeditivo que contempla el artículo 11, numeral 4º de la Ley 1437
de 2011, dista mucho de la calidad que se predica del empleado y su

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

patrono, respecto del cual subyace una relación de “subordinación”, a


la luz de los elementos que componen dicho vínculo jurídico, que la
hace distinta, en cuanto al régimen jurídico que la rige, el sistema de
protección social y el linaje de los derechos concernidos. En contraste,
[se considera] que el término “dependiente” a que hace alusión la
norma, se ubica en el ámbito del derecho civil y comercial, cuando
los sujetos tienen una relación de sujeción gobernada por derechos y
deberes distintos, como por ejemplo, el que tienen los hijos frente a sus
padres; el pupilo ante su tutor; los alumnos frente a los directores de
las instituciones educativas, mientras estén bajo su cuidado (Art. 2347
del Código Civil), la cual genera un estrecho vínculo y unos lazos de
proximidad más fuertes, razón por la cual, el legislador la erigió como
causal de impedimento. Así entonces, pretender darle a la expresión
“dependiente”, la del carácter “subordinado” no solo cambia el sentido
del vínculo que el legislador quiso distinguir, en la medida que no
contempló expresamente la relación de “subordinación”, sino que
amplifica el contexto del impedimento, pues, según la tesis expuesta
por la sala mayoría, todos los empleados del departamento, por laborar
en esa entidad territorial, sin importar su jerarquía, estarían impedidos
para aspirar a ser director de la CAR, en tanto el gobernador como jefe
de la administración seccional y presidente del Consejo Directivo de la
corporación autónoma regional, no podría elegir a un “subordinado”.
Lo propio ocurre con el alcalde que hace parte del Consejo Directivo,
quien tampoco podría elegir a un empleado del municipio, lo cual
creo que desborda el querer del legislador. En este orden de ideas, el
entendimiento que le dio la Sala a la expresión en comento, estaría
afectando el derecho a ser elegido del interesado al desproveer a su
órgano electoral – consejo directivo – de un integrante que bien podría
representar un voto objetivo, cuya imparcialidad no se puede presumir
por el solo hecho de trabajar en la correspondiente entidad pública, el
aspirante a ser director general de la CAR.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 306 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 23 / LEY
99 DE 1993 – ARTÍCULO 33 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 11 / LEY 734 DE 2002
– ARTÍCULO 40

198
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DEL FISCAL
GENERAL DE LA NACIÓN, FINALIDAD DEL MEDIO DE CONTROL DE
NULIDAD ELECTORAL, PRINCIPIO DE SEPARACIÓN DE PODERES,
PERIODOS INSTITUCIONALES Y PERSONALES DE CARGOS
PÚBLICOS, PRECEDENTE JUDICIAL, FINALIDAD DE LA RATIO
DECIDENDI, PROVIDENCIA JUDICIAL Y CONCEPTO DE LA SALA DE
CONSULTA Y SERVICIO CIVIL, COSA JUZGADA CONSTITUCIONAL,
PRINCIPIO DE CONFIANZA LEGÍTIMA

EXTRACTO No. 12

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00058-00
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Esneider René Mateus Forero y Gina Paola Ávila
Sierra
DEMANDADO: Francisco Roberto Barbosa Delgado - Fiscal General de
la Nación
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala conforme al litigio


fijado, “…determinar si la expresión `de 4 años que se cuentan a partir
de su posesión´, referida al período constitucional y legal del cargo de
Fiscal General de la Nación, contenida en el ACUERDO 1383 DEL 30 DE
ENERO DE 2020 dictado por la honorable Corte Suprema de Justicia,
por medio del cual se designó para ocuparlo al ciudadano FRANCISCO
ROBERTO BARBOSA DELGADO –acto que fue confirmado en sesión de
Sala Plena de esa misma Corporación llevada a cabo el 6 de febrero
de 2020– debe ser anulada por materializar el vicio de ilegalidad
contenido en el artículo 137 del CPACA, consistente en haberse
expedido el acto con `infracción de las normas en que debía fundarse´.
Lo anterior con fundamento en el presunto desconocimiento (i) del
principio de equilibrio de poderes y el sistema de pesos y contrapesos,
consagrados en el artículo 113 de la Constitución Política, y (ii) de la
regla general sobre el carácter institucional de los cargos establecida
en el artículo 125 de la Carta Política, reparos que conllevarían la
revisión del precedente decantado por el Consejo de Estado y la Corte
Constitucional sobre la materia, la cosa juzgada constitucional, la

199
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

confianza legítima y las demás instituciones jurídicas y procesales a


que ella lugar (sic), a partir del concepto de violación reseñado en el
vértice inicial del presente auto, junto con las razones de hecho y de
derecho presentadas oportunamente por las partes e intervinientes,
las cuales también fueron esbozadas en el capítulo de antecedentes
de esta misma providencia”.

TESIS 1: La acción de nulidad electoral en términos de la Constitución


Política artículo 237, o el medio de control de nulidad electoral
como lo denomina el artículo 139 del CPACA, tiene como propósito
reestablecer el orden jurídico en abstracto y preservar la legalidad
–en la comprensión amplia de este principio, que incluye no solo la
legislación sino toda norma de orden superior–, cuandoquiera que
haya sido trastocada en actos de elección por voto popular–e inclusive
decisiones que reflejan el resultado en el ejercicio de los mecanismos de
participación ciudadana –, llamamiento o nombramiento. Los motivos
por los que se consideran viciados de nulidad los actos electorales, que
pueden ser “propios”, porque contienen la declaratoria de la voluntad
de un determinado electorado (electoral propio), o “impropios” porque
contienen la decisión de la administración de designar a un servidor
o dignatario, se encuentran contenidas en el artículo 275 de la Ley
1437 de 2011, que positivizó la postura jurisprudencial acogida por
la Sección Quinta de esta Corporación, en cuanto estableció que,
además de los motivos especiales definidos por el legislador, también
podían ser atacados por las causales generales previstas para
demandar la nulidad de los actos administrativos comunes. (…). Es
claro entonces, que la anulación de los actos de elección, llamamiento
y nombramiento puede sustentarse en los supuestos del artículo
137 ejusdem. (…). En relación con la causal de nulidad de los actos
administrativos consistente en la infracción de las normas en que
debían fundarse –también conocida genéricamente como “violación de
norma superior”–, en el que se sustenta el único cargo de la demanda
que da lugar al vocativo de la referencia, es menester precisar, tal y
como lo señaló la Sala en sentencia del 27 de octubre de 2016, que
consiste en el desconocimiento de las disposiciones normativas que
componen el marco jurídico del acto administrativo-electoral. Dicho de
otro modo, el cargo de nulidad se estructura en los eventos en que el
acto enjuiciado se aparta de las normas superiores a las cuales “debía
respeto y acatamiento en la medida en que éstas le imponen (…) su
objeto y finalidad”. De allí que se admita por parte de esta Sala Electoral
la existencia de dos elementos de configuración en relación con el

200
mentado motivo de anulación. Por una parte, es preciso demostrar
que los preceptos normativos que se aducen como vulnerados hacen
parte del grupo de prescripciones normativas que reglan “la materia
que es objeto de decisión administrativa.” En este orden, en tratándose
del medio de control de nulidad electoral, dicha causal puede fundar la
solicitud de anulación de un acto de elección o nombramiento cuando
los preceptos normativos presuntamente infringidos pertenecen “a
la regulación aplicable a esa elección o nombramiento. (…). Así las
cosas, no se trata de cualquier manifestación del poder ordenador de
la voluntad del Estado el que tiene la vocación de constituir un vicio
atentatorio de la legalidad que debe revestir todo acto administrativo,
sino de una que se de en una relación bidireccional y asimétrica en
la que el objeto del examen judicial recaiga sobre el dispositivo de
menor rango visto en perspectiva con la singularidad o el conjunto
de elementos, según se trate, reflejada en locaciones jerárquicas que
lo sobrepasen. De ahí que sea inadmisible enfrentar en examen de
legalidad dos normas de igual jerarquía, o pretender la nulidad de un
acto que se opone a previsiones de una preceptiva situada en un nivel
inferior. (…). Por otra parte, resulta indispensable para la prosperidad
de este cargo que se acredite la no avenencia del acto bajo censura
a las normas que constituyen su marco jurídico de referencia. De allí
que se deba probar que la prescripción jurídica que integra el concepto
de violación alegado debía imbuir la expedición y contenido del acto,
y que, contrario a ello, el acto terminó constituyendo una oposición
directa o indirecta de aquel; disconformidad que puede tener lugar en
las siguientes hipótesis: (i) Falta de aplicación de la norma, situación
que se presenta luego de que la autoridad que profiere el acto ignora la
existencia del presupuesto normativo, o conociéndolo, no lo aplica en
el asunto que la ocupa; (ii) Aplicación indebida de la norma, la cual se
presenta luego de que las reglas jurídicas empleadas por la autoridad
para fundar el acto, no se conforman a la situación fáctica del caso
a tratar, como consecuencia de una equivocación en la valoración y
escogencia de la disposición normativa; (iii) Interpretación errónea de
la norma, consistente en el entendimiento desatinado del precepto
o preceptos que sustentan el asunto por resolver. De lo anterior se
decanta que su materialización resulta del cotejo entre las normas
invocadas como infringidas y el acto electoral acusado; peculiaridad
propia de los vicios contenidos en el artículo 137 del CPACA.

TESIS 2: La separación de poderes se presentó así como una


cortapisa a la arbitrariedad del ejercicio de la autoridad pública que,

201
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

por otro lado, garantizaba la eficacia de los derechos y libertades de


la ciudadanía, al establecer límites concretos y exactos para la puesta
en marcha del poder, que permitían, por contera, la existencia de
espacios en los que el administrado podía desarrollarse libremente,
sin ninguna interferencia estatal. El principio no solo racionalizó
la actividad del Estado, sino que la hizo igualmente más efectiva,
especializándola mediante la atribución de competencias específicas
que llevaron al perfeccionamiento de los encargos efectuados. La
separación pasó entonces por distinguir que mientras la creación
del Derecho correspondía a la Rama Legislativa; la administración de
los asuntos públicos dependía de las labores de una Rama Ejecutiva;
que en muchos de los casos era representada por un Presidente. La
resolución de las controversias y litigios fue asignada a los jueces,
quienes deberían ostentar autonomía e independencia frente a las
demás ramas del Poder, como sustrato para su funcionamiento. De
esta manera, el principio de separación de poderes contó con tres
significados diversos. En primer lugar, como elemento restrictor del
abuso del poder, que impedía su concentración. En segundo lugar, como
garantía de los derechos de los asociados, mediante la imposición de
amojonamientos a las autoridades. Por último, como presupuesto que
catalizó el correcto desempeño de las funciones públicas, a través de
la especialización de las labores del Estado. (…). Así, el artículo 113
de la Carta Política de 1991 abrigó en su redacción el principio de la
separación de poderes. (…). [L]a Constitución Política de 1991 se aparta
de la concepción clásica de la separación de poderes –en la que el
desarrollo de las competencias de los órganos estatales se realiza de
forma independiente y autónoma, sin mediar relación alguna entre
éstos–, para imponer una visión un tanto más dinámica, conocida
como el sistema de frenos y contrapesos, en el cual la fiscalización
mutua entre las autoridades y la cooperación para la materialización
de los propósitos estatales, se constituye en la “piedra angular” de la
estructura emergente. (…). Sin pretender la exhaustividad, una lectura
detallada de la Norma Superior permite destacar como expresiones
del sistema de frenos y contrapesos, la fiscalización judicial y
política de la declaratoria de los estados de excepción por parte del
Gobierno Nacional; las citaciones y requerimientos a ministros, jefes
de departamentos administrativos y superintendentes venidas del
Congreso; las investigaciones y juzgamientos penales de congresistas
adelantados por la Corte Suprema de Justicia; el control de las leyes
por parte de la Corte Constitucional; la fiscalización de la legalidad y
juridicidad, de los actos administrativos expedidos por la administración

202
pública a cargo de los jueces administrativos. (…). En suma, el núcleo
esencial de la separación de poderes, en su voz de pesos y contrapesos,
es debidamente observado cuando el cumplimiento de las funciones
estatales otorgadas a un órgano se desenvuelve en un ambiente de
(i) independencia que excluya cualquier tipo de injerencia externa
en los diferentes dominios que encubren la entidad –v.gr. funcional,
organizativo, etc.–; y (ii) autonomía, en el sentido de poder desplegar su
actividad por sus propios medios y autogobernándose.

TESIS 3: En palabras de la Corte Constitucional existen dos tipos de


períodos: los objetivos o institucionales y los subjetivos o personales,
resaltado que su diferencia radica en que, en los periodos personales,
se elige o designa el reemplazo de quien incurra en causal de falta
absoluta antes de la terminación del período correspondiente,
mientras que en el período institucional, el reemplazo es elegido o
designado por el resto del período hasta que se cumpla el lapso que le
faltaba a su antecesor. A su vez destaca que en el período personal el
elegido o designado se vincula al servicio público para todo el período
señalado en la Constitución Política o la ley, que las elecciones de
funcionarios de período institucional se realizan en la misma fecha y los
nombramientos o elecciones de cargos de período personal se llevan
a cabo cuando el titular culmine su período. Al respecto el Consejo de
Estado, desde vieja data, señaló que el periodo personal se cuenta a
partir de la posesión del elegido, se ejerce el cargo durante el tiempo
que señala la norma correspondiente y la falta absoluta del funcionario
da lugar a una nueva elección para un nuevo período y el institucional
es señalado por la norma, parte “…de una fecha determinada y por
consiguiente debe finalizar en una fecha determinable”. En este caso la
falta absoluta del principal se llena automáticamente con el suplente, o
en ocasiones por medio de nueva elección, pero siempre por el tiempo
que resta para completar el período. Como lo dejó sentado el Consejo
de Estado, Sección Quinta, en providencia de 12 de agosto de 2013, con
el Acto Legislativo No. 2 de 2002 se estableció el período institucional
para alcaldes, gobernadores, concejales, diputados y ediles y todos los
cargos de elección popular quedaron sujetos a periodo institucional,
los que se vinieron a sumar a el del Presidente -artículo 190-, el
Vicepresidente de la República -artículo 202- y los congresistas que
el artículo 132 constitucional señala que su período inicia el 20 de
julio siguiente a la elección. En lo referente a la naturaleza del período
de los cargos de elección diferentes a la popular, se concluyó que la
postura de la jurisprudencia, constitucional y contenciosa, resultaba

203
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

coincidente, en señalar que eran individuales salvo que expresamente


se hubiera instituido su carácter institucional

TESIS 4: El reconocimiento del carácter vinculante de las decisiones


judiciales –que para el caso colombiano se circunscribe a aquellas
proferidas por las Altas Cortes– no significó –ni significa aún– una
desvalorización de la ley, comprendida en un sentido lato, en la pirámide
de las fuentes formales del Derecho, que en un orden normativo
como el nacional, sigue ocupando una ubicación preponderante
que irradia la totalidad del actuar público. No. El derecho de origen
judicial tan solo demuestra que las disposiciones legislativas, (…)
deben ser interpretadas y “complementadas”, mediante el trabajo
hermenéutico de los jueces, con el propósito de que adquieran su
fuerza normativa, conjugando sus prescripciones con lo factual que
caracteriza a cada una de las causas sometidas a su escrutinio. Y es
que como lo ha admitido la jurisprudencia de la Corte Constitucional,
la literalidad de los textos legales solo adquiere sentido y vivencia,
cuando son objeto de interpretación por parte de los operadores
judiciales. (…). En su acepción más simple, el precedente judicial ha
sido definido por esta Sección, con apoyo en la jurisprudencia de la
Corte Constitucional, como “aquella sentencia anterior y pertinente
cuya ratio conduce a una regla - prohibición, orden o autorización-
determinante para resolver el caso, dados unos hechos y un problema
jurídico, o una cuestión de constitucionalidad específica, semejantes”.
De lo anterior se desprende que la idea de precedente, así planteada,
apareja un carácter vinculante para los operadores jurídicos, lo que
quiere decir que las sentencias que anteceden la resolución de un caso
particular constituyen un importante factor a considerar, que estimula
la coherencia y congruencia del sistema, como base de su legitimidad
frente a sus asociados. Luego, en ese marco, cobra total importancia la
discriminación entre el decisum, la ratio decidendi y los obiter dicta. De
ellos, sólo los dos primeros tienen fuerza vinculante para los operadores
jurídicos. Así, mientras el carácter vinculante de las sentencias, en lo
que tiene que ver con el decisum, se comprende desde la óptica de las
consecuencias jurídicas que la providencia irradia sobre los asuntos
puestos a consideración del juez y la posible modulación de ellos
; en lo que atañe a la ratio decidendi, su vinculatoriedad cristaliza la
teoría del precedente judicial. (…). [L]a ratio dedicendi es la formulación
general, más allá de las particularidades irrelevantes del caso, del
principio, regla o razón general que constituyen la base de la decisión
judicial específica. Es, si se quiere, el fundamento normativo directo

204
de la parte resolutiva” (negrillas propias). Se trata de un elemento
que constituye el factor determinante para dar respuesta al problema
jurídico que entraña la sentencia y que marida en una prescripción
judicial los aspectos normativos y fácticos que han servido de base
al juez para desatar los cuestionamientos que le fueron propuestos.
Este elemento resulta de crucial importancia para el ejercicio de la
actividad jurisdiccional, principalmente el de las altas cortes, en la
medida en que de él derivan los presupuestos que deberán tener
en cuenta los jueces y magistrados en los subsiguientes fallos. (…).
Ahora, si bien en dicha providencia la Corte se refirió a la ratio de las
sentencias de constitucionalidad, es lo cierto que las mismas pautas
se pueden aplicar, mutatis mutandi, a cualquier tipo de providencia,
bajo la estructura lógica conformada por (i) un presupuesto fáctico
que pueda plantearse de forma genérica y (ii) una interpretación
normativa que ofrezca solución a los cuestionamientos de iure que
subyacen al expediente. Esa conjugación entre el presupuesto fáctico
genérico y su consecuencia, conforman la ratio decidendi, esto es,
el porqué de la decisión. Entonces, cuando se alude a una razón de
la decisión planteada de forma genérica, realmente, se apunta a
una regla jurisprudencial que pueda ser comprendida, aun sin las
especificidades del caso concreto. (…). [L]a observancia del precedente
(…) cuenta igualmente con la virtud de servir como mecanismo de
reducción de la complejidad del ordenamiento, no solo al precisar
el entendimiento particular de las normas y postulados jurídicos en
un marco fáctico particular, sino al facilitar la sustanciación de las
causas judiciales que se encuentran cobijadas por la ratio decidendi
de una providencia previa, pues, en estos asuntos, el juez limitará su
actuación a determinar de manera exclusiva si las semejanzas que se
presentan entre los asuntos comparados, conllevan la aplicación de
las enseñanzas que fueron compiladas en una decisión judicial que
antecede al caso sometido a estudio. (…). En fin, al precedente subyace
un deber de acatamiento que solo en circunstancias excepcionales
puede ser desatendido, como es propuesto y perseguido por los
demandantes respecto de las decisiones de 16 de abril de 2013 de la
Sala Plena del Consejo de Estado, C-037 de 1996 y C-166 de 2014 de
la Corte Constitucional, en cuanto al carácter personal dado al periodo
del Fiscal General de la Nación.

TESIS 5: En lo que respecta a la providencia de 16 de abril de 2013,


la Sala fija desde ya que se trata de una sentencia que dispone al
interior de este cuerpo colegiado de una envergadura especial, (…)

205
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

por lo que de antemano las elucubraciones allí propuestas orientan la


labor judicial de las secciones y subsecciones de la Corporación, pues,
de una u otra forma, señalan la posición unívoca del órgano de cierre
en la Jurisdicción Contenciosa frente a la temática particular de este
expediente, constituyendo, en principio, precedente vinculante; sino
a la vez, porque su existencia responde a las exigencias del artículo
270 del CPACA, lo que permite considerarla como una sentencia de
unificación jurisprudencial. (…). Ahora bien, su trascendencia no
es óbice para considerar que, lejos de ser inmutable y perpetuo, el
precedente fijado pueda ser objeto de modificaciones, de llegarse a
presentar las situaciones que habilitan dichas alteraciones, siempre
y cuando los cambios estén expresamente referidos y motivados y
su aplicación se produzca para los casos venideros, proscribiendo
sus efectos retroactivos. En lo que corresponde a los supuestos
fáctico-normativos que pueden llevar a un viraje jurisprudencial,
esta alta Corporación judicial ha establecido, haciendo uso de la
doctrina decantada por la Corte Constitucional en sus fallos, que ello
podrá ocurrir en los eventos que se describen enseguida: A. Cuando
surjan razones convincentes que permitan advertir de manera clara
y resuelta que las interpretaciones condensadas en la ratio decidendi
de una sentencia se muestran como equivocadas, pues desfiguran el
alcance normativo de las reglas, principios o valores que sustentaron
la decisión. (…). B. Luego de que los parámetros normativos que
sustentaban la ratio decidendi de la providencia examinada son
derogados, modificados o subrogados, a través de los procedimientos
establecidos para ello, desarrollados por las autoridades competentes,
pues la validez del cambio jurisprudencial dependerá igualmente de
la legitimización operada en el ordenamiento. (…). C. Cambios de las
condiciones sociales y económicas que exijan una respuesta adecuada
a las expectativas de la comunidad. Así, los supuestos descritos
configuran las causas lícitas que deben conllevar las alteraciones
del precedente, siendo su entendimiento restrictivo como elemento
protector del derecho de los jueces contra las veleidades que, bajo
un tono positivo, pretendan modificar los puntos nodales de las
subreglas jurisprudenciales construidas por los operadores jurídicos.
Pero, más allá de estos condicionamientos, la Sala Especializada en
Asuntos Electorales del Consejo de Estado destaca que cualquier tipo
de modificación recaída sobre el derecho pretor debe ser expresa y
debidamente motivada, a las voces del artículo 103 del CPACA, y la
irradiación de sus efectos solo podrá producirse, por regla general,
hacia el futuro, eso sí anticipando su aplicabilidad a través del instituto,

206
denominado como el de la jurisprudencia anunciada, que matiza las
consecuencias de las alteraciones interpretativas de las disposiciones
constitucionales, legales y reglamentarias, comoquiera que propugna
por una aplicación modulada en el tiempo –hacia el futuro – de las
nuevas previsiones hermenéuticas. (…). Lo anterior, se presenta no
sólo como una garantía en favor de los administrados, que se sitúan en
los extremos de la Litis que origina el cambio, sino también como una
salvaguarda en beneficio de los ciudadanos que encuentran en ésta,
un periodo de transición, en el cual podrán adecuar sus actuaciones
a las nuevas vicisitudes que caracterizan la realidad jurídica. (…).
De esta forma, la jurisprudencia anunciada debe ser entendida
como una figura que permite hacer mella a los traumatismos que
acarrean las trasformaciones de las posiciones jurisprudenciales, en
garantía siempre de los derechos de quienes pretenden acceder a la
administración de justicia. (…). [E]l Consejo de Estado cuenta, además
de la Sala de lo Contencioso Administrativo, con la Sala de Consulta y
Servicio Civil, que de acuerdo con las previsiones de la Constitución
Política de 1991 se erige como “el cuerpo supremo consultivo del
Gobierno en asuntos de administración”. (…). La función consultiva
desempeñada por sus miembros no puede ser equiparada con el
ejercicio de la función judicial que compete a la Sala de lo Contencioso
Administrativo, y prueba de ello lo constituye las consecuencias que
se desprenden de cada uno de los actos que éstas producen, pues
mientras las providencias de los jueces resultan ser obligatorias, al
hacer tránsito a cosa juzgada –trascendiendo en ciertos aspectos las
características fácticas de los asuntos en que son proferidas, cuando
se constituyen en precedente judicial–, los conceptos de la Sala de
Consulta y Servicio Civil son facultativos para sus destinatarios, como
manifestación adicional de la prohibición de coadministración, que
impide a ese órgano definir las directrices de dirección, organización
y gestión que son competencia propia de cada una de las autoridades
públicas. (…). Así, mientras las providencias de los operadores judiciales
pueden llegar, por la fuerza de sus argumentos y la pertinencia para la
resolución de casos posteriores, a constituir precedente, los conceptos
adquirirán la naturaleza de doctrina administrativa, excepción hecha
de que la ley prescriba una solución diferente.

TESIS 6: [L]a tesis vigente respecto del periodo que aplica para el
cargo de Fiscal General de la Nación se encuentra en la sentencia de
la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado,
signada el 16 de abril de 2013. (…). En ese orden, al amparo de las

207
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

elucubraciones elaboradas por el Pleno de la Sala de lo Contencioso


Administrativo del Consejo de Estado en aquella oportunidad, la
Sección Quinta destaca la existencia de los siguientes elementos que,
sin duda, permiten resolver el cuestionamiento de infracción a normas
superiores propuesto por los demandantes, así: a. Dentro del sistema
de frenos y contrapesos moldeado por el Constituyente de 1991, la
independencia y autonomía en el desarrollo funcional y organizativo
de la Fiscalía General de la Nación fue garantizado, mediante el
establecimiento de un procedimiento eleccionario que involucra,
además del Presidente de la República, a la Corte Suprema de Justicia,
en una manifestación certera del principio de colaboración institucional
erigido en el inciso final del artículo 113 Superior. De esta manera,
la postulación política del Fiscal General de la Nación fue menguada
por la participación efectiva de un órgano colegiado perteneciente a la
Rama Judicial del Poder Público, como estabilizador de los intereses
proselitistas que pudieran surgir en su elección. b. El Constituyente de
1991 no incluyó, en aras de evitar cualquier tipo de injerencia externa
en la puesta en marcha de las competencias del ente acusador, la
coincidencia exacta de los periodos del Fiscal General de la Nación y
el Presidente de la República, sin que la coincidencia parcial pudiera
ser vista como ilegal, pues, en todo caso, su correcto funcionamiento
dentro del engranaje constitucional colombiano es asegurado por un
procedimiento de designación que, desde su propio origen, pretende
depurar la parcialidad política proveniente de la postulación hecha por
parte del titular de la Rama Ejecutiva en el orden nacional. c. El alcance
de la reforma operada por el Acto Legislativo N°. 01 de 2003 al artículo
125 constitucional no se extiende a la designación del Fiscal General
de la Nación por tratarse de una reforma de origen político y, en ese
orden, constituirse en un precepto general, cuya aplicación resulta
secundaria frente a la eficacia normativa del artículo 249 Superior;
prescripción especial que regula la elección de este funcionario. e. En
su sentencia C-037 de 5 de febrero de 1996, la Corte Constitucional
estudió la juridicidad del inciso 3° del artículo 29 de la Ley Estatutaria
de Administración de Justicia, determinando que la interrupción
absoluta del periodo del Fiscal –por ejemplo, por renuncia al cargo– no
puede conllevar que la elección de su sucesor se produzca por el lapso
que le faltare a éste, sino por un nuevo periodo de 4 años contados a
partir de su posesión. En ese sentido, el alto Tribunal Constitucional
erigió una regla judicial que se encuentra amparada en el concepto de
cosa juzgada constitucional, lo que motiva el análisis de este instituto
jurídico.

208
TESIS 7: [L]la cosa juzgada constitucional busca satisfacer los
mandatos normativos que se desprenden de los principios de buena
fe y seguridad jurídica, y sus efectos irradian las decisiones que
adopta ese tribunal en materia de control abstracto, gozando de un
carácter inmutable, vinculante y definitivo, lo que significa que cuando
la constitucionalidad de una norma ha sido objeto de estudio y decisión
de fondo, surge una prohibición para volver a conocer y decidir sobre
lo resuelto. (…). En consonancia, la Sección Quinta resalta que, de
acuerdo con las enseñanzas reproducidas, el análisis jurisprudencial
adelantado por la Corte Constitucional en la sentencia C-037 de 5 de
febrero de 1996, con base en las facultades atribuidas por el ordinal
8° del artículo 241 Superior, presenta visos de cosa juzgada absoluta
que, excluye, en principio, cualquier tipo de debate interpretativo en
relación con el carácter personal del periodo del Fiscal General de
la Nación. (…). [L]a Corte Constitucional expuso, para sustentar la
esencia subjetiva del periodo en el que el Fiscal General de la Nación
desempeña sus funciones, 3 tipos de argumentos que se sintetizan
enseguida: En primer lugar, la inexistencia de un condicionamiento por
parte del Constituyente a la hora de concebir la literalidad del artículo
249 Superior y, en especial, la de su periodo, fijado en 4 años. (…). En
segundo lugar, la ausencia de concomitancia entre los periodos del
Fiscal General de la Nación y aquel del Presidente de la República,
que imponía la existencia de un periodo personal para el primero, en
contraste del institucional que caracterizaba las labores del segundo.
(…). Por último, el hecho de que la autonomía e independencia de la
Fiscalía General de la Nación eran mayormente salvaguardadas por la
existencia de un de periodo personal que redundaba en beneficio del
desarrollo funcional y organizativo del ente acusador.

TESIS 8: [L]a confianza legítima propende por la evolución del


ciudadano en un medio jurídico estable y previsible, del cual pueda
fiarse. La Corte Constitucional ha enseñado que la confianza legítima
rige la relación entre las autoridades estatales –lo que incluye a
los jueces– y las personas, naturales o jurídicas. Su fundamento se
encuentra en el principio de seguridad jurídica, establecido en los
artículos 1° y 4º de la Constitución Política, en el respeto del acto
propio y el principio de la buena fe. (…). Lo anterior implica que se
debe actuar con lealtad respecto de la relación jurídica vigente entre la
administración y el administrado, lo que a su vez comporta la expectativa
de la misma lealtad y respeto de la otra parte. En este sentido, una
faceta de la buena fe es el respeto por el acto propio que se traduce

209
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

en el deber de comportarse de forma coherente con las actuaciones


anteriores, por lo que le está prohibido al sujeto que ha despertado
en otra confianza con su actuación sorprender a la otra parte con un
cambio intempestivo que defrauda lo que legítimamente se esperaba.
Entonces, bajo el principio de confianza legítima, la administración
está obligada a respetar las expectativas legítimas de las personas
sobre una situación que modifica su posición de forma intempestiva.
No obstante, las expectativas deben ser serias, fundadas y provenir de
un periodo de estabilidad que permita concluir razonablemente que
efectivamente se esperaba un determinado comportamiento por parte
de la administración. (…). En este orden de ideas para el caso concreto
no hay duda de que la base objeto del principio de confianza legítima
en el asunto objeto de debate, está materializada en las decisiones
del Consejo de Estado y de la Corte Constitucional, ya referenciadas
y que determinan que el periodo del Fiscal General de la Nación tiene
carácter personal.

TESIS 9: [P]ara la parte actora y sus coadyuvantes, el acto de elección


del señor FRANCISCO ROBERTO BARBOSA DELGADO, en calidad de
FISCAL GENERAL DE LA NACIÓN, contenido en el ACUERDO N°. 1383
DE 30 DE ENERO DE 2020, expedido por la Corte Suprema de Justicia,
incurre parcialmente en la causal de nulidad de infracción de norma
superior. Lo anterior al considerar que la expresión “…de 4 años que se
cuentan a partir de su posesión”, plasmada en el acto que piden anular,
resulta violatoria del principio constitucional de la separación de
poderes y del sistema de frenos y contrapesos que rigen nuestro
ordenamiento jurídico, planteado en el artículo 113 de la Constitución
Política; así como del artículo 125 Superior que consagra que “…
quienes sean designados o elegidos para ocupar tales cargos, en
reemplazo por falta absoluta de su titular, lo harán por el resto del
período para el cual este fue elegido”. (…). Así las cosas, para la Sección
Quinta del Consejo de Estado se tiene que la primera de las exigencias
del cargo formulado, que impone demostrar que la normativa que se
cita como vulnerada es aquella que regula “la materia que es objeto de
decisión administrativa”, se encuentra satisfecha, pues es lo cierto que,
por su naturaleza constitucional, los artículos 113 y 125 Superiores
resultan ser prescripciones normativas a las cuales debe someterse la
producción de los actos administrativos y, para el caso concreto, el
acto de designación del Fiscal General de la Nación; máxime cuando
contienen en su literalidad principios axiales que sustentan la propia
existencia del Estado Social y Democrático de Derecho, implantado

210
tras la aparición de la Carta Política de 1991. Pero no basta la
circunstancia descrita para tener por configurado el único cargo
propuesto contra el acto de elección del demandado, puesto que, como
fuera expuesto en las consideraciones generales de esta providencia,
la causal de nulidad de infracción de las normas superiores exige la
demostración exacta de la transgresión que se alega por los
accionantes. Dicho ello, con el propósito de definir si la decisión
administrativa que se acusa de ilegal quebranta, en efecto, los
preceptos constitucionales erigidos en los artículos 113 y 125 de la
Carta Política de 1991, la Sala Electoral desarrollará, teniendo en
cuenta que la materia ha sido definida por el Consejo de Estado y la
Corte Constitucional en pretéritas ocasiones, un estudio que le permita
establecer si existen nuevos cargos o situaciones que habiliten la
realización de un nuevo examen de transgresión sobre las normas
presuntamente desconocidas, en el sentido en el que lo defiende la
parte actora. En aras de lo expuesto, esta Judicatura recuerda que para
la parte actora el periodo del fiscal no debe ser considerado personal
sino institucional porque: 1. En procura de la defensa del principio de
frenos y contrapesos, la elección por 4 años del señor FRANCISCO
ROBERTO BARBOSA DELGADO, como FISCAL GENERAL DE LA NACIÓN,
entorpece la vigilancia y colaboración recíprocas de quienes ejercen
diversas funciones estatales, de lo que concluyen que su permanencia
en el cargo no debe ser coincidente con el periodo institucional del
Presidente de la República. En este sentido, la Sala destaca que, en
este preciso caso, la coincidencia parcial de los periodos del demandado
en el cargo de Fiscal General de la Nación con el actual Presidente de
la República, quien lo incluyó en la terna que remitió a la Corte Suprema
de Justicia y terminó con la designación que se acusa de ilegal, resulta
ser una circunstancia derivada de la renuncia de quien venía
desempeñando el referido empleo, sin que por esta circunstancia
resulte válido afirmar que esta concurrencia entre el ejercicio del
cargo por uno y otro funcionario devenga en que el Consejo de Estado
y la Corte Constitucional deban revaluar su postura de que el periodo
del fiscal es personal. (…). [L]a máxima instancia jurisdiccional de lo
contencioso administrativo estimó que el equilibrio de poderes que
debía caracterizar la relación institucional entre estas dos autoridades
públicas, se encontraba salvaguardada por un trámite eleccionario
particular que, al amparo de la colaboración armónica de los poderes ,
garantizaría el correcto funcionamiento del aparato estatal, incluso en
los eventos en los que los periodos presidenciales y aquellos del fiscal
concurrían en el tiempo, a través de la Corte Suprema de Justicia,

211
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

como órgano autónomo e independiente en el marco del procedimiento


de designación del regente de la Fiscalía. (…). Así las cosas, las acciones
que realmente dispuso el constituyente, como lo determinó la Sala
Plena del Consejo de Estado, para que la elección del Fiscal General de
la Nación respete el sistema de pesos y contrapesos, carezca de
vínculo o cercanía con lo político y sea garantía de su autonomía e
independencia, radica en que en el proceso de su designación tengan
injerencia el Ejecutivo y la Rama Judicial y no como pretende
demostrarlo la parte demandante, que sea dable afirmar que la
coincidencia en el ejercicio del cargo de quien terna y el elegido Fiscal
resulte un acto que vicie de ilegalidad el acto de elección de este último.
(…). Ahora bien, esta Judicatura tampoco comparte el hecho de que el
carácter personal del periodo del Fiscal General de la Nación, que
puede llegar a concurrir con el institucional del Presidente de la
República, deba ser comprendido como una amenaza a la “ingeniería
constitucional” diseñada por la Carta Política, si se toman en cuenta
dos aspectos principales: En primer lugar, frente a las posibles
“abstenciones” en que posiblemente podría incurrir el Fiscal en el
desarrollo de sus funciones investigativas y acusatorias respecto del
Presidente de la República. (…). [L]a investigación, acusación y
juzgamiento del Presidente de la República y de los magistrados de la
Corte Suprema de Justicia –que intervienen en la elección del Fiscal–
fue asignada al Congreso, de donde resulta que el carácter personal
del periodo del Fiscal que puede llevar a la concomitancia censurada
por los accionantes, no resulta ser un aspecto que irradie amenaza o
ponga en peligro el control mutuo y recíproco; que caracteriza el
sistema de frenos y contrapesos esculpido por el Constituyente de
1991, pues en todos los eventos las funciones del Fiscal no disponen
de injerencia alguna en estas materias. (…). En segundo lugar, la Sala
encuentra que las “abstenciones” o posibles “extralimitaciones” que
hipotéticamente podrían resultar del ejercicio concomitante de las
funciones del Presidente y el Fiscal General de la Nación, como
consecuencia del carácter personal del periodo del último, deben ser
descartadas, si se entiende que, las actuaciones de la Fiscalía resultan
ser absolutamente regladas y sometidas al control jurídico–normativo
que sobre ellas es efectuado por la Rama Judicial. (…). En efecto, lejos
de poder ser considerado como un juez, la Fiscalía actúa, sin perjuicio
de los pocos procesos que seguramente se tramitan en la actualidad
bajo la cuerda del antiguo régimen procesal penal, como una verdadera
parte en un juicio adversarial que tiene por tercero imparcial al juez,
único habilitado por el ordenamiento para la toma de decisiones que

212
puedan llevar a la restricción de la libertad. En ese sentido, los jueces
penales se presentan como titulares de las herramientas que vigilan,
inspeccionan y examinan las tareas del ente investigador, precaviendo
cualquier tipo de desbordamiento competencial que pueda afectar el
equilibrio de poderes; por lo que la rigidez y seriedad se constituye en
la garantía de la separación de poderes, en su manifestación de pesos
y contrapesos. (…). De allí que las consideraciones expuestas por los
demandantes puedan ser inscritas en el escenario de lo hipotético,
pues las presuntas irregularidades en que podría incurrir el Fiscal
General de la Nación, como consecuencia del reconocimiento del
carácter personal de su periodo, no encuentran apoyo en prueba
alguna, sino en suposiciones que desconocen que el ordenamiento
jurídico contiene diferentes medios que permiten controlar los actos y
omisiones del funcionario demandado; lo que se extiende incluso a la
composición administrativa y, por consiguiente, organizacional de la
Fiscalía a través de los mecanismos judiciales pertinentes. (…). Así las
cosas, en este aspecto debe insistirse que se trata de una problemática
ya expuesta y solucionada por el pleno de esta Corporación e incluso
por la Corte Constitucional, sin que del contenido de la demanda se
advierta la existencia de nuevas circunstancias que al menos den visos
de la necesidad de abordar este reparo ante la presencia de
circunstancias fácticas o jurídicas disimiles a las ya referenciadas. (…).
Por otro lado, esta Judicatura tampoco identifica la existencia de
cambios normativos que lleven a un viraje jurisprudencial en el asunto,
comoquiera que los extremos de la pugna jurídica a la que puso punto
con la decisión de 16 de abril de 2013 –artículos 125 y 249 de la
Constitución Política– no han sido objeto de variaciones que hayan
limitado, extendido o modificado sus alcances; autorizando una
alteración jurisprudencial al respecto. Tampoco se identifican cambios
sociales o económicos que alteren el entendimiento de las normas en
cita y hagan dables mutaciones en el derecho pretor del Consejo de
Estado. (…). 2. En acápite diferente la parte actora señala lo que
denomina “…debilidades argumentativas del precedente judicial
vigente”, en el cual se encarga de señalar que la conclusión a la cual
arribó la Corte Constitucional en la sentencia C-037 de 1996, según la
cual el periodo del Fiscal General es personal porque así lo dispone la
Constitución Política, es “equívoco”, pues entienden que la función del
Fiscal no puede ser asimilable a la de Magistrado de Alta Corte. (…).
Como quedó expuesto a lo largo de esta decisión, los argumentos a los
que aluden los demandantes ya fueron objeto de análisis por parte no
solo del Consejo de Estado sino también de la Corte Constitucional,

213
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

concluyendo que los mismos carecen de vocación de prosperidad. Las


peticiones anulatorias tampoco proponen argumentos adicionales,
sean estos normativos, fácticos o jurídicos, diferentes a los ya
analizados que adviertan o sirvan de fundamento para nuevamente
abordar un estudio respecto de la necesidad de una modificación de la
actual tesis según la cual el periodo del Fiscal General de la Nación es
personal. Por el contrario, este juez de lo electoral advierte que el
escenario constitucional y legal es el mismo que fuese objeto de
análisis cuando esta Corporación judicial dictó la sentencia en abril de
2013, pues las normas que se citan como infringidas no han sido objeto
de reforma alguna.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS 1: Si bien [se comparte] la decisión de que en el presente


asunto los demandantes no reunieron una carga argumental suficiente
para que la Sección Quinta se apartara de la jurisprudencia de la Sala
Plena de lo Contencioso Administrativo que ha tenido como personal
el periodo del Fiscal General, no [se concuerda] en que las sentencias
de la Corte Constitucional hayan agotado cualquier debate sobre el
carácter personal o institucional de ese periodo, en tanto este no fue
definido de manera expresa en el artículo 249 de la Carta Política. (…).
La sentencia C-037 del 7 de febrero de 1996, dictada en ejercicio del
control automático de constitucionalidad de la Ley 270 de 1995, fue
anterior a que se introdujera la modificación constitucional del artículo
125 de la Constitución Política mediante el Acto Legislativo 01 de 2003,
que previó el carácter institucional del periodo de todos los cargos de
elección del Estado; razón por la cual, en esa oportunidad, la Corte
Constitucional no tenía un parámetro normativo distinto del artículo
249 superior para concluir la inexequibilidad del inciso 3 del artículo
29 de la ley 270 del 15 de marzo de 1999. En él se disponía “En caso
de falta absoluta del Fiscal antes de la terminación del periodo, quien
sea designado en su reemplazo lo será para terminar el periodo.” La
corporación arribó a esa conclusión de que es personal el periodo de 4
años previsto en el artículo 249 superior para el cargo de Fiscal General
de la Nación e inicia a correr con la posesión del mismo, porque: i) el
artículo 249 no previó fechas de inicio y culminación del cargo y por
tanto debe tenerse como personal ii) la Fiscalía General de la Nación
integra la Rama Judicial siendo una de sus cabezas y, respecto ellas

214
el periodo consagrado en la Constitución -artículos 233 y 239- es
personal, sin que el artículo 249 superior lo exceptuara de la aplicación
de dicha regla iii) el diseño institucional previsto por el Constituyente
de 1991 garantiza la autonomía e independencia de la Fiscalía General,
en tanto cuenta con un procedimiento eleccionario en el que participan
la tres ramas del poder público; funcionalmente hace parte de la Rama
Judicial y cuenta con autonomía administrativa y presupuestal para
ejercer sus funciones. De suyo, como se advierte, ninguna apreciación
hizo la Corte Constitucional en lo relativo a la incidencia que tiene en el
principio de separación y equilibrio del poder, tener como personal el
periodo del Fiscal General. Ello se explica esencialmente, en el hecho
de que, para ese momento, ninguna otra disposición constitucional
permitía inferir que la voluntad del Constituyente de 1991 hubiera sido
distinta, y porque, para ese momento, la elección de ese funcionario
no había sufrido desajustes temporales que conllevaran a la
coincidencia de aquel por más de la mitad del periodo institucional de
4 años con el Presidente de la República que había ternado al Fiscal.
Consecuentemente, la decisión de la Corte Constitucional no requería,
en ese momento, pronunciarse sobre una realidad fáctica inexistente
y su posible incidencia en el equilibrio del poder. (…). Por su parte, en
la sentencia C-166 de 19 de marzo de 2014, la Corte Constitucional
resolvió una demanda de inconstitucionalidad contra el artículo 9 de la
Ley 938 del 31 de diciembre de 2004 “por la cual se expide el Estatuto
Orgánico de la Fiscalía General de la Nación”, que disponía: “Período. El
Fiscal General de la Nación es elegido para un período institucional de
cuatro (4) años.” El demandante consideró que la expresión acusada
desconoce el artículo 243 de la Constitución, en cuanto se opone a
los efectos de la cosa juzgada constitucional, porque reproduce el
texto normativo del artículo 29 de la Ley 270 de 1996, expulsado del
ordenamiento en la sentencia C-037 de 1996. En esa oportunidad, la
Corte dejó sentado que “La expresión “institucional” es inexequible
al desconocer la cosa juzgada constitucional” porque reproduce un
contenido normativo declarado inexequible por razones de fondo, sin
que se haya modificado el parámetro de control de constitucionalidad.
En consecuencia, decidió estarse a lo resuelto en la sentencia C-037
de 1996 y declarar inexequible la expresión acusada. (…). Con ello, [se
advierte] que en lo relativo al principio de separación de poderes y
el sistema de frenos y contrapesos, la Corte tan sólo indicó que esa
Corporación ha insistido en “la trascendencia jurídica que para la
estabilidad institucional y para garantizar el derecho de acceso a los
cargos públicos tienen los períodos señalados en la Constitución o en la

215
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ley cuando fuere el caso. (…)”, debido a su incidencia en la organización


de la arquitectura del Estado, y en que “(…) La variación intempestiva
del período en curso es un asunto muy sensible desde el punto de vista
constitucional, por sus eventuales implicaciones sobre la organización
de la estructura del Estado.”. De allí que deba optarse por la plena
efectividad del mandato contenido en el artículo 249 de la carta y
dentro de la hermenéutica que sobre el mismo determinó la Corte en
la sentencia C-037/96. La ausencia de ese razonamiento, en mi criterio
se debe a: La insuficiente valoración del criterio histórico que nutre la
expedición del Acto Legislativo 01 de 2003, por cuanto la Corte señaló
sin mayores explicaciones, que dicha reforma era de carácter político
electoral en tanto fue dictada en el marco del fortalecimiento de los
partidos y de las elecciones por voto popular, concluyendo con sustento
en lo decidido por la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo,
en la sentencia del 16 de abril de 2013, que el artículo 125 era una
norma general no aplicable al Fiscal General por ausencia de unidad
de materia entre lo allí regulado y los asuntos relativos a la estructura
y funcionamiento de la Rama Judicial, de la que hace parte la Fiscalía.

TESIS 2: La sentencia C-166 de 2014 se ocupó de señalar que la


inalterabilidad del artículo 249 superior con fundamento en la cosa
juzgada constitucional contenida en la sentencia C-037 de 1996,
señalando además la inexistencia de cambios sociales o políticos que
condujeran a dicha variación. Sobre este punto, [se advierte] que la
Corte Constitucional pasó por alto dos cambios en el ordenamiento
constitucional que requerían ser analizados desde la órbita de la
incidencia del periodo personal o institucional del Fiscal General en el
equilibrio del poder. El primero, referido al Acto Legislativo 02 de 2002,
que se ocupó, precisamente, de señalar periodos institucionales para
todos los cargos de elección popular, es decir, fue esta reforma y no la
del Acto Legislativo 01 de 2003 la que se circunscribió a temas políticos
electorales de carácter popular. El segundo, consiste en la reelección
presidencial introducida al ordenamiento mediante el Acto Legislativo
02 de 2004, producto del cual fueron reelectos dos Presidentes de la
República. El primero de ellos ternó un Fiscal General cuyo periodo
coincidió en 3 años con el periodo presidencial de quien lo ternó. Por
su parte, el segundo Presidente reelegido tuvo oportunidad de ternar
en su primer periodo a un Fiscal cuyo periodo de 4 años coincidió
en 2 años con el suyo presidencial que culminaba en 2014 y empató
con los dos primeros años de su nuevo mandato presidencial 2014-
2018. Como la coincidencia de los periodos del Presidente y del Fiscal

216
General fue el evento que precisamente el Constituyente primario no
quiso prever, y las que se presentaron ocurrieron con posterioridad a
la expedición de los Actos Legislativos 01 de 2003 y 02 de 2004 y con
anterioridad a la expedición de la sentencia C-166 del 19 de marzo
de 2014 -la primera de ellas acaeció para el periodo del Presidente
Uribe Vélez en los años 2006 a 2009 y los periodos presidenciales
consecutivos de Santos Calderón -2010 a 2014 y 2014 a 2018-
, se requería establecer si tales circunstancias, vistas de manera
holística e integral, introdujeron cambios normativos y políticos con
la entidad suficiente para revisar si el parámetro constitucional que
sirvió de sustento a la sentencia C-037 de 1996 había sido modificado
y si por cuenta de ello resultaba afectada la ecuación del equilibrio
del poder diseñada por el Constituyente de 1991 y consagrada en
el artículo 113 constitucional. (…). [Se reitera] que no [se encuentra]
agotada, en términos absolutos como lo indicó esta Sala electoral,
la discusión constitucional sobre el carácter personal o institucional
del periodo del Fiscal General de la Nación. Ello, porque esa discusión
se ha abstraído de revisar cómo los cambios del ordenamiento
constitucional y sus consecuencias fácticas en cuanto a la coincidencia
de periodos presidencial y del Fiscal por lapsos superiores a dos años,
inciden positiva o negativamente en la concreción del equilibrio del
poder, máxime cuando la elección de ese cargo ha demostrado que
el querer del Constituyente, de evitar la coincidencia de los periodos
del Presidente y del Fiscal, queda alterada por razones extraordinarias
y materiales cuya ocurrencia no era previsible para los asambleístas
constituyentes. (…). Consecuentemente, es en razón de la ausencia de
argumentos contundentes y debidamente acreditados que hay lugar a
negar en este asunto la nulidad demandada, en el sentido de tener la
elección del fiscal Barbosa Delgado por un periodo institucional hasta
la fecha en que culminara la del Fiscal renunciante Martínez Neira,
más no porque desde la perspectiva normativa y material, la discusión
se encuentre agotada de manera plena y absoluta.

TESIS 3: El argumento central de la demanda se relaciona con la


posible “abstención” del ejercicio de funciones por parte del Fiscal
General, respecto del Presidente y del Gobierno nacional. (…). No
obstante, en forma complementaria, [se considera] que el argumento
de los demandantes queda a su vez descartado, por la potísima razón
de que tanto en el evento de considerarse el periodo del fiscal como
uno de carácter institucional o como uno de carácter personal, persiste
la coincidencia del periodo de ambos funcionarios. De esta manera, el

217
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

hecho de que la coincidencia suceda por un periodo mayor no supone,


por sí misma y ante la incipiente carga argumentativa de la demanda,
una mayor o menor posibilidad de abstención u omisión del ejercicio
de funciones respecto de la investigación y acusación a cargo de la
Fiscalía General de la Nación, máxime cuando al interior de dicha
entidad, los fiscales que investigan y acusan posibles actos delictivos
cometidos por funcionarios gubernamentales del orden nacional,
cuentan con independencia y autonomía en el ejercicio de esas
funciones y por su ejercicio no responden funcionalmente ante el fiscal
general como máxima autoridad que dirige la entidad. De otra parte,
debe considerarse que si bien el artículo 125 introduce una regla sobre
el carácter institucional del periodo de todos los cargos de elección y
el del Fiscal es uno de ellos, lo cierto es que existe en el ordenamiento
una disposición estatutaria cuya vigencia y constitucionalidad no ha
sido tocada, en la que se dispone que el periodo del Fiscal es individual.
Se trata del artículo 130 de la Ley Estatutaria de Administración de
Justicia. (…). Con lo anterior [se señala] que antes que la jurisprudencia
incompleta e inacabada referida sobre el tema del período del Fiscal,
existe una norma estatutaria que define el carácter del período del
Fiscal General de la Nación, que se encuentra vigente y que se aplica
en virtud del principio de legalidad.

TESIS 4: La forma en que quedó fijado el tema del litigio se constituye


en este caso en una limitante para estudiar la necesidad o plantear
la posibilidad de modificar la jurisprudencia dictada en la sentencia
del 16 de abril de 2013 por la Sala Plena, cuestión que resulta
contraria a la doctrina del derecho viviente y puede tener un efecto de
petrificación del derecho, amén de que en él se expresó también que
el objeto del litigio era la revisión de la cosa juzgada constitucional,
cuestión que, como expuse a lo largo de este documento, resultaba
posible si se reconoce que han existido cambios normativos y políticos
que conllevan la necesidad de revisar si el equilibrio del poder y el
sistema de pesos y contrapesos resultan afectados y si ello tiene
para inaplicar el artículo 130 de la LEAJ, aspecto respecto del cual los
demandantes no realizaron argumentación o pedido alguno. En estos
términos quedan expuestas las razones por las que [se aclara el] voto,
estimando que es posible, bajo una carga argumentativa suficiente y
necesaria que no fue cumplida en este caso, que el Consejo de Estado
revise su propia jurisprudencia, incluyendo la que queda contenida en
este fallo, porque ni las sentencias de la Corte Constitucional C-037
de 1996 y C-166 de 2014, ni tampoco la dictada por la Sala Plena de

218
lo Contencioso Administrativo el 16 de abril de 2013 ni la que ahora
nos ocupa, han estudiado y desarrollado cuál es la incidencia de tener
por personal o institucional el periodo del Fiscal General a la luz de
las reformas constitucionales introducidas por los Actos Legislativos
01 de 2002, 01 de 2003, y 02 de 2004 y los efectos de ellas en la
funcionalidad del sistema de pesos y contrapesos, particularmente en
lo relativo a la coincidencia por más de dos años de los periodos del
Presidente que terna al Fiscal elegido, por razones extraordinarias que
como la renuncia, no cuentan con una previsión constitucional y legal
aplicable a los casos concretos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
125 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 230 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 237 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 249 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 250 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2002 / LEY 1437 DE 2011 –
ARTÍCULO 112 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 270 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275

219
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR INTERVENCIÓN EN
CONTRATACIÓN, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR INTERVENCIÓN
EN GESTIÓN DE NEGOCIOS

EXTRACTO No. 13

RADICADO: 63001-23-33-000-2019-00260-03
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Marco Antonio Caro Castellanos
DEMANDADO: Ulises Uribe Puentes - Concejal de Armenia, período
2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala en el marco de los


argumentos expuestos en la apelación, determinar si confirma,
modifica o revoca la sentencia de 29 de octubre de 2020, proferida
por la sala primera de decisión del Tribunal Administrativo del Quindío,
que negó las pretensiones de la demanda de nulidad electoral parcial
frente al acto de declaratoria de elección del señor ULISES URIBE
PUENTES, como concejal del municipio de Armenia, para lo cual se
debe establecer de acuerdo con el recurso de alzada, si: i) la decisión
de primera instancia estuvo parcializada, debido a que se le vulneró a
la parte actora su derecho de acceso a la administración de justicia,
al no permitírsele participar en el desarrollo de la audiencia inicial; ii)
la decisión estuvo apartada del criterio de la sana crítica, al afirmar
que no había prueba documental que acreditara la condición de gestor
del demandado, siendo que se probó con las declaraciones de los
testimonios solicitados por el actor y si fue indebida la valoración de
éstos y al presuntamente dejar de valorar los contratos a que hizo
referencia el actor en la demanda; y iii) la decisión estuvo parcializada,
al darle valor al testimonio del señor Sergio Gutiérrez Bustos, quien no
es imparcial ni veraz.

TESIS 1: De la causal de inhabilidad por la que se enjuicia la


declaratoria de elección. Se trata de la contenida en el numeral 3º del
artículo 40 de la Ley 617 de 2000 que respecto de las inhabilidades

220
de los concejales. (…). Dicha causal contiene en su redacción tres
prohibiciones de forma tal que a grandes rasgos, no podrán ser
elegidos concejales: (i) Quienes hayan intervenido en la gestión
de negocios ante entidades públicas. (ii) Quienes hayan celebrado
contratos con entidades públicas en interés propio o en el de terceros.
(iii) Quienes hayan sido representantes legales de entidades que
administren tributos o contribuciones parafiscales. Así mismo, se
establece un término en el tiempo para que la causal de inelegibilidad
se configure, que es de un año antes de la elección para los tres casos
mencionados. (…). Los presupuestos señalados en la norma para la
configuración de la causal de inhabilidad, contemplan dos situaciones
que se deben diferenciar: la gestión de negocios y la celebración
de contratos, aspecto frente al cual la Sala ha emitido múltiples
pronunciamientos con el fin además, de fijar los elementos necesarios
para su materialización. En cuanto a los elementos de la celebración
se requiere: “i) Un elemento temporal limitado al año anterior a la
fecha de la elección, es decir, se toma como punto de referencia el día
de la elección y se cuenta un año hacía atrás. ii) Un elemento material
u objetivo consistente en intervenir en la celebración de contratos con
entidades públicas de cualquier nivel, siempre y cuando el contrato se
ejecute o cumpla en el municipio o distrito para el cual resultó electo
(elemento territorial). (…) iii) Un elemento subjetivo relacionado con el
interés propio o de terceros. Ahora bien no es suficiente con que se
pruebe el elemento temporal, material y territorial de la inhabilidad,
sino que además es necesario que se acredite que la intervención en el
contrato estatal aportó beneficios patrimoniales o extrapatrimoniales
a sí mismo, es decir, al candidato o a terceros”. Esta Sala Electoral
también ha definido la gestión de negocios como “(…) las tratativas
precontractuales sin que se requiera en efecto la culminación o logro
de la celebración del contrato o negocio jurídico de que se trate (…)”. (…).
Así mismo, es importante tener en cuenta que, para su configuración se
hace necesaria la presencia concurrente de los siguientes elementos a
saber: i) “Elemento temporal: desde la fecha de la elección, se cuenta
un año hacia atrás. ii) Elemento material u objetivo: la realización
de diligencias encaminadas a obtener un beneficio de lucro o uno
extra patrimonial de parte de una entidad del Estado o participar en
trámites negociales ante autoridades públicas en interés propio o de
terceros. iii) Elemento territorial: que la situación haya acaecido en la
circunscripción en la cual debe efectuarse la elección. iv) Elemento
subjetivo: la gestión tiene que ser potencialmente efectiva, valiosa,
útil y trascendente.” (…). A partir de lo expuesto, se tiene que para la

221
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

configuración de la inhabilidad por la que se enjuicia la declaratoria


de elección del demandado, se requiere la concurrencia de todos
los elementos anteriormente expuestos, bien sea en el ámbito de
celebración de contratos o de la gestión de negocios y, por lo mismo,
la falta de uno solo de ellos hace que la inhabilidad correspondiente
no se materialice. (…). [E]s oportuno, precisar que la jurisprudencia
ha establecido que: i) el término “negocios” conlleva de suyo un fin
lucrativo en las gestiones; ii) la gestión se materializa únicamente en
la etapa pre negocial, de forma que los actos posteriores no inciden en
la configuración de la inhabilidad y la materialización de la prohibición
no está atada a que el negocio, efectivamente, se concrete y iii) la
gestión debe ser determinante y directa, pues una diligencia inane en
el negocio no materializa la inhabilidad. Es decir, se debe acreditar
que la persona que funge como demandada participó “en diligencias
conducentes al logro de un negocio con entidad pública”.

TESIS 2: i) En cuanto a la censura sobre la presunta parcialidad


en la decisión de primera instancia por vulneración del derecho
de acceso a la administración de justicia, de la parte actora, al no
permitírsele al actor participar en el desarrollo de la audiencia
inicial. (…). Revisados los documentos que obran en el aplicativo
SAMAI, no se encuentra constancia alguna de que la parte actora
hubiera presentado con antelación a la audiencia, alguna prueba
que acreditara su aplazamiento por constituir justa causa; de hecho,
no obra algún memorial que ameritara valorar si constituía o no
justa causa, pues no se evidencia manifestación previa ni dentro de
los 3 días posteriores a la diligencia, en la que el ahora recurrente
indicara las razones de su ausencia, por lo que de acuerdo con la
normativa que rige, la diligencia debió realizarse, como en efecto se
hizo. Adicionalmente, analizado su contenido, se observa que en ella
se surtieron las etapas correspondientes de saneamiento, resolución
de excepciones previas, fijación del litigio y decreto de pruebas; cada
una con los traslados y garantías procesales dispuestos de todos los
sujetos procesales respecto de cada una de las decisiones adoptadas
por el operador judicial. Tampoco se evidencia que el juez hubiera
obrado de manera parcializada en contra de los intereses del actor,
pues la decisión de negar algunas de las pruebas solicitadas por éste,
no fue caprichosa sino que estuvo debidamente motivada; así mismo,
corrió traslado de la decisión y permitió la interposición de recursos,
los que hubiera podido presentar el actor de haber estado presente en
la diligencia a la que fue citado de acuerdo a lo que establece la ley.

222
Así, para la Sala, no le asiste razón al apelante en este aspecto, por
cuanto no se observa que la actuación del magistrado sustanciador del
trámite de la primera instancia, hubiera estado parcializada. (…). ii) En
cuanto al enjuiciamiento referente a que la decisión del a quo estuvo
apartada del criterio de la sana crítica, al afirmar que no había prueba
documental que acreditara la condición de gestor del demandado, (…).
La Sala observa que la censura del actor se sintetiza en una presunta
indebida valoración probatoria por parte del a quo, al determinar que
no había prueba documental que acreditara la censura presentada en
contra del señor ULISES URIBE PUENTES lo que a su juicio, descartaba
la prueba testimonial practicada y obrante en el expediente. Para la
Sala, tampoco le asiste razón al recurrente frente a este particular,
por cuanto la valoración probatoria que se observa en la providencia
apelada, se advierte que fue tanto de las documentales como las
testimoniales, las que una vez evaluadas por el a quo, conllevaron a
que se concluyera que la censura sobre la presunta inhabilidad del
demandado no se encontraba probada. (…). Esta Sala de Sección
considera que la decisión del Tribunal a quo no estuvo apartada del
criterio de la sana crítica, contrario a ello, se observa una valoración
conjunta de las piezas probatorias allegadas al proceso, a partir de las
que encontró que no se acreditaba el cumplimiento de los elementos
relacionados con la causal de inhabilidad consistente en gestionar
negocios dentro de los 12 meses anteriores a la elección del señor
URIBE PUENTES como concejal del municipio de Armenia. (…). iii) En
cuanto a que la decisión estuvo parcializada, al darle valor al testimonio
del señor Sergio Gutiérrez Bustos, quien no es imparcial ni veraz. (…).
Revisado el dicho del testigo y la valoración que del mismo realizó el a
quo, no se advierte que se le hubiera dado una acreditación diferente a
la que correspondía; contrario a ello, se observa que lo mencionado por
el Tribunal coincide plenamente con las afirmaciones del declarante y,
el hecho de que dentro de éstas, el señor Gutiérrez Bustos hubiera
señalado que el demandado no actuó como “delegado” de la sociedad,
y que la decisión de la primera instancia hubiera sido en el sentido
de concluir que el señor URIBE PUENTES no incurrió en gestión de
negocios, para nada implica que el fallo hubiera sido consecuencia
solo de esa afirmación o que estuviera inclinado a favor de un extremo
procesal o de alguna corriente política. La Sala observa que el dicho
de todos los testigos fue tenido en cuenta equitativa y objetivamente;
además, que ninguno de ellos por sí solo tuvo la virtualidad de ser la
razón única de la negativa a accederse a las pretensiones de la demanda
sino que para ello, el a quo acudió a las demás piezas procesales

223
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

restantes y, de alguna manera, la afirmación del referido testigo sobre


la no gestión por parte del demandado en los negocios de la sociedad,
aunado a la falta de prueba documental que así lo acreditara, llevó al
juez a la certeza de que el señor URIBE PUENTES no estaba incurso
en la inhabilidad por la que se demandó su elección, pero, se repite,
en conjunto con la falta de otras pruebas que acreditaran gestión por
parte del acusado. Así las cosas, tal y como lo concluyó la autoridad
de primera instancia, esta Sala encuentra que el señor ULISES URIBE
PUENTES no está incurso en la inhabilidad endilgada, pues no hay
prueba que demuestre que el demandado hubiera sido el responsable
de realizar los acercamientos tendiente a obtener un negocio jurídico
con el municipio ni que alguna vinculación se hubiera dado con el
fin de respaldar su campaña política, como tampoco que personas
distintas a él, se vieran favorecidas por su presunta gestión. (…). En
consecuencia, frente a los reproches mencionados por la parte actora,
esta Sala Electoral considera que de conformidad con las normas
acusadas como violadas, las pruebas aportadas y la jurisprudencia
de esta Sección sobre la configuración de la causal endilgada, no hay
lugar a revocar la decisión de primera instancia.

NORMATIVA APLICADA
LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 NUMERAL 3 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 180

224
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN
DE CONTRALORA MUNICIPAL, CONTRADICCIÓN ENTRE
INTERVENCIONES DE AGENTES DEL MINISTERIO PÚBLICO,
CARENCIA DE OBJETO POR SUSTRACCIÓN DE MATERIA, ACTO DE
POSESIÓN Y DE ELECCIÓN

EXTRACTO No. 14

RADICADO: 73001-23-33-000-2020-00045-01
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ernesto Jesús Espinosa Jiménez
DEMANDADA: Leidy Yulieth Perea Ramírez, Contralora municipal de
Ibagué
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: La Sala resolverá si la providencia impugnada


debe ser revocada, modificada o confirmada, de conformidad con los
argumentos expuestos en el recurso de apelación formulado, que
conlleva solucionar los siguientes interrogantes: ¿Resulta viable el
escrutinio judicial del Acta N°. 008 de 9 de enero de 2020, declarativa
de la elección de la demandada como Contralora Municipal de Ibagué,
ante la no posesión de la acusada en el cargo?

TESIS 1: El seguimiento detenido de los antecedentes que vienen de


ser descritos muestra una seria contradicción entre las intervenciones
efectuadas por los delegados del Ministerio Público en primera y
segunda instancia en punto de la corrección jurídica de la sentencia
de 30 de octubre de 2020. Así, mientras para el Procurador 27 Judicial
II en lo Administrativo de Ibagué el fallo debe ser revocado para, en su
lugar, acceder parcialmente a las pretensiones de la demanda elevada
contra el acto declarativo de la elección de la Contralora de esa ciudad;
para la Procuradora Séptima Delegada ante esta Corporación la
providencia impugnada debe ser confirmada, en el sentido de declarar
la carencia actual de objeto por sustracción de materia, a la manera
como fuera hecho por el Tribunal Administrativo del Tolima. (…). La
actual función de intervención ante autoridades judiciales que le
compete a la Procuraduría General de la Nación encuentra sustento
constitucional en lo dispuesto por el artículo 277.7 de la Carta Política.

225
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

(…). Así, en la actualidad se reconoce al Ministerio Público como un


sujeto procesal especial, por cuanto su intervención debe estar
motivada en alguno de los tres supuestos que el Constituyente le
señaló y porque su participación dentro de las actuaciones judiciales
es institucional, quien interviene no es la persona que ocupa el cargo,
es el Ministerio Público; y, por ello, considera la Sala, su participación
debe ser coherente, consecuente y siempre motivada en alguna
de las ya referidas circunstancias constitucionalmente señaladas,
debiendo entonces el Jefe Supremo del Ministerio Público tomar las
determinaciones internas que permitan que tal función misional se
ajuste a tal marco. Sobre la actuación institucional del Ministerio Público,
que persigue la univocidad de la participación judicial de sus agentes
(…) se coligen las siguientes premisas: (i) La intervención judicial de
la Procuraduría General de la Nación es institucional y no personal, lo
que impone a sus agentes el desarrollo de actuaciones coordinadas
en defensa y procura del orden jurídico, el patrimonio público y/o los
derechos y garantías fundamentales. (ii) A la luz de este postulado, los
jueces y, en general los operadores judiciales, deben ser garantes de
la univocidad del ejercicio de las competencias del Ministerio Público,
lo que supone para ellos desatar los posibles conflictos que puedan
producirse entre los delegados del señor Procurador General de la
Nación en el marco de los trámites jurisdiccionales. (iii) La resolución
de las posibles contradicciones que surjan entre los integrantes del
Ministerio Público deberán estar siempre guiadas por la garantía
del derecho de acceso a la administración de justicia, cuyo corolario
convencional puede ser detectado en la tutela judicial efectiva que
salvaguardan los artículos 8° y 25 de la Convención Americana
Sobre Derechos Humanos. (iv) Aplicadas al caso que conoce en esta
oportunidad la Sala, las enseñanzas que preceden conllevan tener
por posición institucional de la Procuraduría General de la Nación
el recurso de apelación presentado por el Procurador 27 Judicial
II en lo Administrativo de Ibagué por ser la línea argumentativa que
sustentó la primera intervención del órgano en el proceso judicial –
que debió ser observada subsiguientemente–, sino también porque se
trata de la tesis que salvaguarda en mayor envergadura el derecho
de impugnación en cabeza del Ministerio Público, en el marco de los
procesos electorales.

TESIS 2: [L]a carencia de objeto por sustracción de materia es


concebida como aquella circunstancia en la que las causas que
originan los procesos judiciales experimentan modificaciones o
alteraciones –que incluso llevan a su desaparición–, que hacen fútiles
las determinaciones que puedan ser adoptadas ante la ausencia de un

226
“thema decidendum” sobre el que puedan recaer. En el plano electoral,
la declaratoria de la carencia de objeto ha sido autorizada en los
eventos en los que el operador judicial advierte que el acto sometido a
escrutinio, a pesar de su expedición, no ha producido efectos, ni puede
llegar a hacerlo, por lo que no existe materia que pueda ser analizada por
parte del juez de la legalidad. Se trata de una construcción que parte de
la distinción clásica que diferencia los elementos de existencia del acto
con los de validez, que tienen como principal propósito identificar su
avenencia o no con el ordenamiento. (…). De conformidad con lo anterior
[sentencia de unificación de la Sección sobre la carencia de objeto por
sustracción de materia], se establecieron reglas jurisprudenciales que
tienen como punto de inflexión la producción de efectos por parte de
la decisión administrativa o electoral que se escruta, manifestando
que –es lo que interesa para la solución de este asunto– que cuando
ello no suceda lo procedente será, en todos los eventos, la declaratoria
de carencia de objeto por sustracción de materia, evitando con ello
el desgaste del aparato jurisdiccional. Igualmente, la sentencia de
unificación de 24 de mayo de 2018 reconoció, de forma indirecta, que
una de las circunstancias en las que los actos electorales pueden verse
desprovistos de efectos jurídicos enjuiciables, se materializa luego de
que el elegido no toma posesión del empleo para el cual fue designado
y que, por el contrario, cuando ello tiene lugar, la Jurisdicción puede
emprender el estudio propio del medio de control de nulidad electoral.

TESIS 3: El acto de posesión ha sido concebido por la jurisprudencia


del Consejo de Estado como “una diligencia solemne en la que el
servidor público elegido, nombrado, llamado o, en general, designado
para ejercer un cargo, jura formalmente cumplir con la Constitución
Política, la ley, los reglamentos, las funciones y los deberes del
respectivo cargo. Así, se trata de un formalismo impuesto por el
ordenamiento jurídico del cual pende la materialización del derecho
político de acceso a los cargos públicos. (…). En ese sentido, la posesión
fue vista –y sigue siéndolo– como un acto material de juramentación
que marca el punto de entrada del designado al ejercicio de la función
pública y que determina el momento a partir del cual la dignidad es
ocupada por quien se ha visto favorecido por la voluntad electoral o
administrativa, según sea el caso. (…). [L]a Ley 136 de 1994 consagró
en su artículo 160 que la toma de posesión del cargo de contralor se
adelantaría, por regla general, ante el Concejo y solo, excepcionalmente,
ante el juez civil o promiscuo; e incluso ante el alcalde. En lo que
respecta a los plazos para la prestación del juramento, el mismo
cuerpo normativo contempló en su artículo 36 que la posesión de los
funcionarios elegidos por los concejos debe materializarse dentro de

227
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

los 15 días calendarios siguientes a su elección, prorrogables por un


término igual. (…). [L]a jurisprudencia de esta Sala Especializada ha
sostenido que, a pesar de su importancia, la posesión no se constituye
en un acto pasible de control judicial, pues aunque fija la entrada en
el cumplimiento de funciones del elegido, nombrado o llamado, no se
trata de un acto administrativo o electoral. (…). Se concluye entonces
que, los efectos jurídicos del acto de elección no dependen solo de su
notificación o publicación sino también de que el elegido, nombrado o
designado haya tomado posesión del cargo, pues es solo con esta que
la persona es investida de la función pública y puede desempeñar las
funciones que el ordenamiento jurídico le atribuye al cargo. (…). Una
lectura detenida de la alzada propuesta por el Procurador 27 Judicial II
en lo Administrativo de Ibagué permite establecer que en el asunto de
marras no se encuentra en discusión el hecho de que la demandada,
señora LEYDY YULIETH PEREA RAMÍREZ, no tomó posesión del cargo
de Contralora Municipal de Ibagué, tras su elección el 9 de enero de
2020, en los términos establecidos en el artículo 36 de la Ley 136 de
1994. (…). En ese orden, la Sala observa que, a la manera como fuera
sostenido por el Tribunal Administrativo del Tolima, el acto electoral
enjuiciado jamás produjo efectos, ni puede producirlos a futuro ante
la pérdida de vigencia, como consecuencia de una nueva designación
de Contralor de Ibagué. (…). [E]l apelante alega circunstancias extrañas
para censurar la determinación del Tribunal que, a juicio de esta
Sala Electoral, no enervan el carácter objetivo de la declaratoria de
carencia de objeto por sustracción de materia, pues, sin importar las
particularidades factuales que puedan rodear, en principio, las causas
judiciales puestas a consideración de los jueces electorales, lo cierto
es que la posesión no tuvo lugar y, por consiguiente, el acto demandado
nunca produjo efectos. (…). En consecuencia, al estar probado en el
proceso que la demandada no tomó posesión del cargo y que el acto de
elección no fue eficaz y, por ende, no produjo efectos, se confirmará la
decisión del Tribunal Administrativo del Tolima, que resolvió declarar
probada la excepción de “carencia actual de objeto por sustracción de
materia” y, por ende, ordenó la terminación del proceso.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 NUMERAL 7 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 122 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 277 NUMERAL 7 / LEY 4
DE 1913 – ARTÍCULO 251 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 36 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 160

228
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL
MUNICIPAL, INHABILIDAD DE CONCEJAL POR PARENTESCO CON
FUNCIONARIO QUE EJERCE AUTORIDAD ADMINISTRATIVA

EXTRACTO No. 15

RADICADO: 76001-23-33-000-2019-01126-01
FECHA: 18/02/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Luz Lanery Montoya Restrepo
DEMANDADO: Milton Fabián Castrillón Rodríguez - Concejal de
Santiago de Cali, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si hay lugar a


confirmar, revocar o modificar el fallo de primera instancia, para lo
cual se debe establecer, a partir de los argumentos plasmados en la
alzada, si el demandado incurrió en la causal de inelegibilidad, en los
términos del artículo 275.5 del CPACA, por haberse configurado los
factores de ejercicio de autoridad administrativa, territorial y funcional
de la causal de inhabilidad contenida en el artículo 43.4 de la Ley 136
de 1994, en razón del desempeño del cargo de Secretaria General
de la Contraloría Departamental del Valle del Cauca por parte de su
hermana Martha Rosmery Castrillón Rodríguez.

TESIS 1: Para el cargo de concejal, el artículo 43 de la Ley 136 de


1994, modificado por el artículo 40 de la Ley 617 de 2000, consagra
las siguientes causales de inhabilidad. (…). Dentro de los supuestos del
numeral 4 ibidem se encuentra la llamada “inhabilidad por parentesco”.
En efecto, “el ejercicio de autoridad por parte de pariente es una de
las prohibiciones para el acceso a casi todos los cargos de elección
popular. En tal escenario, y aun cuando no se trate de la elección de la
persona que detenta y ejerce la autoridad civil, política, administrativa
o militar, su propósito es el de evitar que el candidato se valga de las
prerrogativas de su pariente, so pena de comprometer la igualdad
en la contienda electoral frente a los demás candidatos”. (…). Se trata
entonces de un límite al nepotismo y un freno a la desigualdad que
deriva del aprovechamiento potencial de las posiciones de autoridad

229
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

del familiar de quien aspira en este caso a la duma municipal,


en detrimento de otras candidaturas que no cuentan con apoyos
similares. Esta Sala de lo Electoral ha sostenido que requiere para
su configuración, en el caso de los aspirantes al respectivo concejo,
la presencia de los siguientes elementos que deben verificarse de
manera individual y ser concurrentes: i) Parentesco: vínculo por
matrimonio o unión permanente o parentesco en segundo grado de
consanguinidad, primero de afinidad o único civil con un funcionario del
municipio por el cual resultó electo el concejal. ii) Elemento temporal:
que el funcionario haya ejercido autoridad en cualquier momento
dentro de los 12 meses anteriores a la elección. iii) Elemento espacial:
que la autoridad se haya ejercido en el respectivo municipio o distrito
por el cual resultó electo el concejal. iv) Elemento objetivo: que haya
un ejercicio de autoridad civil, política, administrativa o militar en las
condiciones anteriores. (…). El contenido normativo de esta autoridad
[administrativa] lo encontramos en el artículo 190 de la Ley 136 de
1994. (…). Esta Sala electoral, en no pocas ocasiones, se ha referido
al contenido y elementos que se requieren para la configuración de
este tipo de autoridad esto de acuerdo con el desempeño de actos
de dirección, lo que implica un grado de autonomía decisoria con el
que se ejercen las funciones legalmente establecidas en cada caso
particular. Cabe advertir que del contenido de la anterior disposición se
establece claramente que no todo servidor público tiene la virtualidad
de ejercer actos de autoridad y mando pues se requiere de un grado
específico otorgado por la estructura de cada entidad, a partir del cual
se puedan tomar decisiones y lograr su cumplimiento. (…). [E]l ejercicio
de autoridad administrativa así entendido “se refiere al desempeño
de un cargo público que otorga a su titular poder de mando, facultad
decisoria y dirección de asuntos propios de la función administrativa
que se dirigen al funcionamiento del aparato administrativo”, lo cual
se examina en razón de la naturaleza del cargo (criterio orgánico) o de
las funciones asignadas (criterio funcional), de tal manera se entiende
que, bajo este último enfoque, el servidor facultado, por ejemplo,
para ordenar gastos y conferir comisiones, se entiende investido de
autoridad administrativa.

TESIS 2: El punto focal del disenso del accionado estriba en el análisis


del Tribunal que se concentra en el apartado que se transcribe: “Si
bien de un análisis detallado a las funciones contenidas en el Manual
para el cargo de Secretaria General, no se entrevé que las mismas
ostenten la entidad suficiente para ser consideradas como ejercicio de

230
autoridad administrativa, la Sala encuentra acreditado dicho ejercicio
a partir de la autorización que el entonces Contralor Departamental le
otorgó a la señora Martha Rosmery Castrillón para ORDENAR GASTO y
CONFERIR COMISIONES.” (…). Cuestiona básicamente que el análisis de
la autoridad administrativa bajo el “criterio funcional” comprendiera un
acto de delegación, en vez de recabar exclusivamente en el manual de
funciones del cargo. (…). [T]al y como lo ha evidenciado la jurisprudencia
de esta Corporación, es posible derivar la [autoridad administrativa]
de “… los empleados oficiales autorizados para celebrar contratos o
convenios, ordenar gastos, conferir comisiones, licencias, vacaciones,
trasladar funcionarios subordinados, reconocer horas extras, vincular
personal supernumerario o fijar nueva sede de trabajo…”. (…). Así, se
trata de un atributo que, bajo el criterio funcional, es explicable con
base en el impacto de las funciones, y no en el origen. Ello significa
que no importa si la función no aparece en el respectivo manual de
funciones, siempre que se acredite que se ostentan legítimamente,
pues bien podrían derivar de la Constitución o de la ley misma o, como
en el sub judice, de un acto de delegación. (…). Visto así, es viable derivar
el ejercicio de autoridad administrativa de la Resolución No. 011 del 13
de marzo de 2017 “Por la cual se delega en un directivo la función
de autorizar comisiones de servicio y ordenar el gasto de viáticos”,
respecto de la cual si bien no hacía falta que fuera materializada por
la señora Martha Rosmery Castrillón Rodríguez, obran el expediente
centenares de actos administrativos suscritos por ella, que atienden a
la denotada atribución.

TESIS 3: Asegura el demandado, que tales actos [resoluciones


015 y 016 del 6 de julio de 2016] fueron revocados a través de las
resoluciones 008 y 009 del 13 marzo de 2017, y que, por ende, no
podían ser valorados. Independientemente de la vigencia de los actos
mencionados, observa la Sala que no existió mención a ellos más
allá del texto transcrito. Así mismo, se evidencia que estos actos no
trascendieron en el examen del fallador de primer grado, que cimentó
sus conclusiones en el ejercicio de autoridad administrativa que
relacionó a la Resolución No. 011 del 13 de marzo de 2017 “Por la
cual se delega en un directivo la función de autorizar comisiones de
servicio y ordenar el gasto de viáticos”. En tal sentido, es palmario
que la censura que se estudia en este capítulo carece de la entidad
suficiente para afectar la intangibilidad de la sentencia recurrida, en
tanto no se dirige a controvertir sus fundamentos, motivo por el cual
se desestimará tal motivo.

231
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

TESIS 4: Dada la inescindible relación que existe entre los reproches


de la apelación reseñados bajo los ordinales (iii) y (iv) del capítulo 1.9.
del presente proveído, la Sala pasará a abordarlos de manera conjunta.
Uno tiene que ver con la supuesta mención indebida por parte del
Tribunal de antecedentes jurisprudenciales que el libelista consideró
que no eran aplicables al caso, por fundarse en supuestos disímiles, ser
autos que resuelven medidas cautelares o tratarse de sentencias de
primera instancia; el otro, con los precedentes que, al parecer, habría
dejado de aplicar el a quo. (…). Estima el censor que ninguno de los
mencionados autos o sentencias podía ser empleado por el Tribunal
Administrativo del Valle del Cauca para dar solución al problema jurídico
planteado. Sin embargo, no es posible para este ad quem derivar de las
consideraciones del juzgador de primer grado un motivo de reproche
que conduzca, por ese solo hecho, a invalidar su razonamiento, pues,
en términos generales las providencias referenciadas por aquel no
fueron exhibidas a modo de “precedente judicial”, sino de obiter dictums
que ayudaron a hilvanar o construir la tesis que se propuso defender
tal colegiado. (…). En suma, no observa de momento esta Sección que
el Tribunal hubiese extrapolado indebidamente alguna ratio de los
pronunciamientos que citó para aplicarlos con valor de “precedente
judicial”; y, por el contrario, lo que se infiere es que las construcciones
dogmáticas en las que se apoyó en ningún momento fueron sacadas de
contexto, al punto que pueda decirse que aplicó. Pretender –como en el
fondo lo hace la parte accionada– que el operador judicial solo pueda
acudir a la jurisprudencia cuando encuentre una sub regla concreta
que aplicar desde la institución del precedente judicial, prescindiendo
del valor dogmático y de construcción argumentativa subyacente a la
producción jurídica dispersa en todo el contenido de autos y sentencias
–de la misma forma que se encierra en otros tipo de referentes como la
doctrina–, supondría un límite inaceptable a la actividad de los jueces
unipersonales y colegiados, que en manera alguna podría conducir en
esta sede a revocar el fallo apelado. (…). Queda por abordar, entonces,
lo relativo al presunto desconocimiento de las providencias que, a juicio
del extremo demandado, sí constituían precedente judicial aplicable al
caso. (…). En ese orden de ideas, refulge notorio que ninguno de los
tres pronunciamientos reseñados constituía un precedente judicial
vinculante para el caso de autos, pues sus respectivas ratios decidendi
prefijaban subreglas incontrastables con los supuestos evacuados en
primera instancia por el Tribunal Administrativo del Valle del Cauca
en el fallo objeto de la apelación. Ergo, ninguno de los reproches
abordados en el presente acápite está llamado a prosperar.

232
TESIS 5: Asegura el demandado que dicha resolución [resolución
reglamentaria No. 019 del 28 de junio de 2017] evidencia que la
Contraloría Departamental del Valle del Cauca no tiene influencia
alguna sobre el municipio de Santiago de Cali, sobre el cual no puede
ejercer control fiscal, por contar con su propia contraloría municipal.
(…). No se trata de dilucidar la competencia genérica de las contralorías
departamentales sobre el ente territorial denominado municipio
de Cali o sus organismos descentralizados, sino de establecer la
relación entre pariente que estructura la condición inhabilitante
para el concejal demandado y la dirección hacia la cual se aposta la
autoridad de la que se encuentra revestido. Bajo ese prisma y acorde
con la jurisprudencia de la Sección Quinta (…) resulta diáfano que
quien ejerce la autoridad administrativa en el departamento lo hace
también en el municipio, por la imbricación o superposición que existe
entre ambos, pues aquel no cuenta con territorio propio, sino el de las
municipalidades que lo integran. (…). Sobre ese entendido, se concluye
que no hay lugar a perfilar la discusión desde el plano de la autonomía
y el carácter excluyente de las contralorías territoriales de distinto
nivel, y mucho menos a supeditarla a la ocupación de cargos en la
Rama Ejecutiva, comoquiera que ello responde al criterio organicista
que la jurisprudencia electoral antedicha estima incompatible con la
Constitución y la ley, motivo por el cual ha de correr la misma suerte el
conjunto de reparos abordados en el actual capítulo; máxime cuando,
se insiste, no se debate la validez de la designación de un contralor
departamental o municipal.

TESIS 6: En un último apartado del escrito de apelación, el


recurrente se ocupa de presentar una disertación sobre los alcances
y la importancia de aplicar el principio de interpretación restrictiva
respecto de las causales de inhabilidad. Sin embargo, no concreta las
razones por las que, a su juicio, ese parámetro hermenéutico no fue
atendido por el Tribunal de primera instancia. Así las cosas, no siendo
dable al ad quem desbordar los límites de la postulación ejercida a
través de el reputado mecanismo de impugnación, se encuentra que no
existe carga argumentativa que permita a esta colegiatura adentrarse
en su estudio. Con todo, se resalta que el proceso de nulidad electoral
tiene como principal objetivo salvaguardar la legalidad de los actos
de elección frente a los taxativos eventos que señala la ley, que
pueden guardar relación con el proceso de elección mismo o con las
calidades que debe reunir el funcionario nombrado o electo. Dentro
de las exigencias negativas predicables del servidor designado se

233
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

encuentran las que versan sobre el régimen de inhabilidades del


cargo ocupado o a ocupar. (…). Claramente, se trata de exigencias [las
inhabilidades] que limitan o condicionan la garantía constitucional de
igualdad de acceso a los cargos públicos, pero por motivos inspirados
en el bien común y el interés general. (…). Según quedó demostrado
en el curso de ambas instancias judiciales, la señora Martha Rosmery
Castrillón Rodríguez se desempeñó como Secretaria General de la
Contraloría Departamental del Valle del Cauca dentro de los 12 meses
anteriores a la elección del ciudadano MILTON FABIÁN CASTRILLÓN
RODRÍGUEZ en segundo grado de consanguinidad. Desde dicho cargo
ejerció autoridad administrativa de acuerdo con el criterio funcional, al
haberle sido delegadas las atribuciones de “autorizar comisiones de
servicio y ordenar el gasto de viáticos” –aspecto que, valga recordar,
no fue debidamente controvertido– con la Resolución No. 011 del 13
de marzo de 2017, la cual ejerció en el departamento del Valle del
Cauca, sobre el que proyecta su espectro operativo la entidad a la que
pertenece, en virtud de lo normado en el artículo 272 Superior y que,
por contera, abarca al municipio de Santiago de Cali, para el cual fue
elegido concejal el accionado, en razón del enfoque geográfico acogido
por la Sala respecto del ámbito espacial de la mentada circunstancia de
inelegibilidad. Bajo esas glosas, (…) se concluye que los planteamientos
de la parte accionada no logran desvirtuar la decisión adoptada por el
Tribunal Administrativo del Valle del Cauca en la sentencia del 22 de
octubre 2020, motivo por el cual será confirmada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 / LEY 136
DE 1994 – ARTÍCULO 43 / LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 190 / LEY 617 DE 2000 –
ARTÍCULO 40

234
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE DESIGNACIÓN DE
PERSONERO MUNICIPAL, CARGOS NUEVOS EN ALEGATOS
DE CONCLUSIÓN, CONCURSO DE MÉRITOS, ENTIDADES
ESPECIALIZADAS EN SELECCIÓN DE PERSONAL

EXTRACTO No. 16

RADICADO: 25000-23-41-000-2020-00409-01
FECHA: 04/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Juan Carlos Rojas Cortés - Procurador 199 Judicial I
para Asuntos Administrativos de Girardot
DEMANDADO: Hollmann Herman Espitia Sanabria - Personero
municipal de Girardot
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: De acuerdo con lo decidido por el Tribunal


Administrativo de Cundinamarca, Sección Primera, Subsección A
y los argumentos de la apelación, en los que grosso modo el actor
entroniza en el presunto incumplimiento del requisito de idoneidad
y especialidad de las instituciones FENACON y CREAMOS TALENTOS
para acompañar el proceso de selección del concurso de méritos,
así como la presunta extralimitación de sus funciones en la labor de
acompañamiento y apoyo al Concejo Municipal de Girardot para esta
elección, encuentra la Sala que el problema jurídico en esta instancia
se contrae a determinar si se confirma, modifica o revoca la decisión
denegatoria de pretensiones, y en tal sentido, si la elección del
señor HOLLMANN HERMAN ESPITIA SANABRIA como Personero del
Municipio de Girardot para el periodo 2020 - 2024 es nula.

TESIS 1: Encuentra la Sala que el señor Espitia Sanabria manifestó


en sus alegaciones dentro de la segunda instancia que la indebida
representación por parte del Concejo de Girardot podía conllevar a
una imposibilidad de cumplimiento de la sentencia en la eventualidad
de que la decisión fuera revocada. Al respecto es pertinente antes de
abordar el asunto de fondo, despejar cualquier inquietud procesal que
pueda generar el planteamiento extemporáneo de la parte demandada,
ante dos circunstancias, una de trámite y la otra del entendimiento de

235
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

la nulidad electoral. En primer término, procesalmente, la etapa de los


alegatos de conclusión no es la oportunidad para plantear situaciones
que habiendo sido conocidas por los sujetos procesales no se pusieron
de presente mediante recursos o memoriales, toda vez que, en estricto
rigor, el propósito de las alegaciones finales es, entre otras, el de
servir como última oportunidad para que los sujetos procesales se
pronuncien sobre las pruebas obrantes en el proceso. (…). Por contera,
si el Concejo Municipal fue notificado del auto admisorio y contestó
la demanda, (…) la desvinculación a la que refiere el demandado
debió ser alegada en el momento oportuno, que claramente ya no
era los alegatos de conclusión. Un segundo aspecto, responde al
alcance del medio de control de nulidad electoral, en tanto la parte
demandada propiamente dicha es el designado, entiéndase elegido,
nombrado o llamado, en este caso, el señor Personero Municipal de
Girardot, HOLLMANN HERMAN ESPITIA SANABRIA, sin perjuicio de que
concurran al proceso quienes de una u otra forma, en mayor o menor
medida convergieron en el acto electoral cuya presunción de legalidad
se pretende quebrar. Por ello es que el CPACA, en su artículo 277,
normativa propia y exclusiva del medio de control de nulidad electoral
prevé la vinculación al proceso de sujetos especiales, tales como la
autoridad que expidió el acto y la que intervino en su adopción, en una
diferencia que resulta sutil pero necesaria por la calidad de los sujetos:
autor o solo interventor, este último por lo general, conexo a quienes
realizan los preparatorios necesarios para la expedición del definitivo
que es el declaratorio de la designación. (…). Así las cosas, el proceso de
nulidad electoral puede surtirse y tener continuidad sin la aquiescencia
ni presencia de los sujetos especiales indicados, siendo esta una de las
características propias y diferenciales con los otros medios de control
(…) por lo que la entidad autora o quien intervino en su formación
puede concurrir al proceso o no, sin causar mella ni generar nulidad
procesal alguna, en tanto se trata de un sujeto que interviene en forma
facultativa. Descendiendo al caso concreto, (…) el Concejo Municipal
de Girardot, (…) contestó la demanda y esgrimió sus planteamientos
con el propósito de mantener la legalidad del acto de elección, así que
la presunta desvinculación como demandado al Cabildo Municipal
por parte del a quo, en forma correcta o no, esgrimiendo un aspecto
de representación legal de la entidad territorial, que de suyo resulta
ajena a los procesos de nulidad electoral, no vulnera el procedimiento
ni impide su continuidad y menos imposibilita el proferir una decisión
de mérito. (…). [C]ontrario a la interpretación del a quo, los Concejos
Municipales podrán comparecer al proceso al gozar de capacidad

236
procesal habilitante así no cuenten con personería jurídica o funjan la
representación legal de la entidad territorial, pero también contrario a
lo expuesto por el demandado, su desvinculación como sujeto especial
interventor, permite advertir una indebida representación judicial, y
con ello, esbozar algún hecho constitutivo de nulidad procesal, pues
como se ha expuesto consideraciones atrás y así lo ha estudiado esta
Sección, la calidad que ostenta es de interviniente.

TESIS 2: [E]n la Carta de 1991, se le incluyó dentro del gran


continente del Ministerio Público como función del ente controlador,
al consagrar que “el Ministerio Público será ejercido por el Procurador
General de la Nación, por el Defensor del Pueblo, por los procuradores
delegados y los agentes del ministerio público, ante las autoridades
jurisdiccionales, por los personeros municipales (…). En cuanto a
la elección del personero municipal, ha sido una constante desde
el espíritu del Constituyente de 1991, que estuviera a cargo de los
concejos municipales, competencia que en su base y sustancialidad se
mantiene hasta nuestros días consagrada en el artículo 313 Superior.
(…). Pero no fue sino hasta la Ley 136 de 1994 que se advirtió un
despliegue bastante amplio para la entidad de la personería que se
concebía como un ente con autonomía presupuestal y administrativa
y con planta de personal, la naturaleza del cargo de personero, su
elección, posesión, las faltas absolutas y temporales, las calidades,
el régimen de inhabilidades e incompatibilidades, el régimen salarial,
prestacionales y de seguridad social, las funciones y las facultades
entre otras (ver título X, de los artículos 168 a 182). Posteriormente
la Ley 617 de 2000 modificó algunas de estas normas. Ya para ese
entonces, la elección el Personero estaba a cargo de los concejos
municipales, designación de amplio margen discrecional, por cuanto
solo se requería que el elegido cumpliera las calidades, requisitos y
condiciones legales, previstos en el artículo 173 ejusdem, como ser
colombiano de nacimiento y ciudadano en ejercicio y dependiendo
de la categoría del municipio, se requería ser abogado titulado (para
los municipios de primera y segunda categoría) o haber terminado
los estudios de derecho, para los demás. Posteriormente, la Ley 1031
de 22 de junio de 2006 (…) realizó algunas modificaciones a la Ley
136 de 1994, pero sostuvo la competencia eleccionaria en el concejo
municipal, con los mismos parámetros de la Ley de 1994. (…). Es claro
entonces que no existía un procedimiento claro y uniforme con el
cual el concejo pudiera escoger y elegir personero, manteniéndose
así el margen de discrecionalidad en el corporativo administrativo

237
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

elector. Tampoco se avizoraba ningún parámetro de selección objetiva


ni de meritocracia y así se mantuvo hasta el año 2012, cuando el
Legislador expidió la Ley 1551 de 6 de julio de esa anualidad (…)
que si bien mantuvo la competencia de la elección del personero en
cabeza del concejo municipal, cambió el paradigma de selección,
limitando el espectro amplio de discrecionalidad a las condiciones y
presupuestos de un concurso de méritos. (…). Así las cosas, la elección
del personero dejó de estar al arbitrio, discrecionalidad y liberalidad
del concejo municipal o distrital, según el caso, aunque sin afectarse
su competencia eleccionaria o de nominación, al establecerse que
la designación se haría por medio de un procedimiento objetivo y
reglado, orientado en la meritocracia y sin perder la capacidad de
dirigir los aspectos tendientes a estructurar el proceso de selección
y de elección, dentro de los márgenes legales. (…). La reglamentación
en cita [decreto reglamentario 2485 de 2014] impuso que la elección
seguía en cabeza del concejo municipal, pero que se efectuaría de una
lista de elegibles que resultaría de un proceso de selección de carácter
público y abierto (art. 1). En este ítem se especifica que el proceso de
selección, es en realidad un concurso (…) cuya ratio iuris no es otra que
resulta razonable apoyarse en otros, por cuanto el concejo (municipal
o distrital, según sea el caso) no es ni por finalidad ni por misión ni por
objeto, un corporativo especializado en la selección objetiva de personal
para otra entidad, dado que ello no hace parte de las competencias
asignadas legal y constitucionalmente a los cabildos. La norma en cita
destaca y trae los principios que son impronta de toda selección, a
saber: objetividad, transparencia, imparcialidad y publicidad, teniendo
en cuenta la idoneidad de los aspirantes, de cara al ejercicio de las
funciones que deben asumir en caso de resultar elegidos. Determinó
como etapas del concurso las siguientes: a) Convocatoria. Entendida
como la norma reguladora del concurso, con efectos vinculantes y
obligatorios para la administración, los participantes y las entidades que
se contraten para el apoyo en la implementación, desarrollo y ejecución
del concurso. Es el reglamento o bitácora del concurso y en ella deben
quedar claramente determinadas las etapas y el procedimiento que
garanticen los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía,
celeridad, imparcialidad y publicidad. (…). b) Reclutamiento. Esta etapa
tiene como objetivo atraer e inscribir el mayor número de aspirantes
que reúna los requisitos para el desempeño del empleo objeto del
concurso. Esta fase es la concreción de las características de que la
selección es pública y abierta y que ello va en triple vía, por cuanto por
una parte se busca que las personas potencialmente calificadas para

238
el empleo ofertado participen; por otra, que el órgano elector tenga
un abanico de posibilidades y opciones que garanticen una buena y
correcta escogencia del ganador y que la administración y la comunidad
cuenten con la persona idónea para el ejercicio del cargo, lo que en
últimas redunda en el interés general. c) Pruebas. Tan necesarias
como indispensables para determinar la idoneidad de los aspirantes o
candidatos; por ahora, constituyen el instrumento más utilizado para
decretar los estándares de cualidades de quienes buscan ser elegidos.
Asimismo, son los instrumentos de selección por excelencia, pues
como lo indica la norma en cita, se implementan con el fin de apreciar
la capacidad, idoneidad y adecuación de los aspirantes, así como para
establecer una clasificación de los candidatos respecto a las calidades
requeridas para desempeñar con efectividad las funciones del empleo.
Y consagra las siguientes clases, que deben concurrir en el proceso
de selección del personero: (i) Prueba de conocimientos académicos
(constituye el 60% o más del total del concurso); (ii) Prueba que
evalúe las competencias laborales; (iii) Valoración de los estudios y
experiencia que sobrepasen los requisitos del empleo, la cual tendrá el
valor que se fije en la convocatoria y (iv) Entrevista (constituye máximo
el 10% del total del concurso). (…). Otro aspecto tan importante como
la convocatoria, es que la lista de elegibles se concibió con efectos
vinculantes estrictos de orden de mérito descendente, lo que impone
al órgano elector elegir y designar a quien ocupe el primer puesto del
concurso de méritos que se concreta en el orden riguroso de la lista
de elegibles por puntajes de calificación. Luego, el Decreto 1083 de
26 de mayo de 2015 “Por medio del cual se expide el Decreto Único
Reglamentario del Sector de Función Pública”, calificado como decreto
compilatorio, recogió el Decreto 2485 de 2014

TESIS 3: [L]a Corte Constitucional consideró en la sentencia


C-105 de 6 de marzo de 2013 que el concurso de méritos “facilita
y promueve la consecución de los fines estatales”, “garantiza los
derechos fundamentales de acceso a la función pública” y “asegura
la transparencia en la actuación del Estado y el principio de igualdad”.
Sobre la constitucionalidad del concurso público de méritos, indicó que
este no coarta la dinámica de decisiones que debe tomar la corporación
pública como entidad electora, por cuanto con base en las tesis
jurisprudenciales decantadas por esa Alta Corporación, la Constitución
de 1991 “propende por un sistema meritocrático de vinculación de las
personas al servicio público” y en lo que avizoró al concurso de méritos
como el mecanismo obligatorio para ello y pasible de aplicarse a los

239
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

cargos que no son de carrera, exceptuando los elegidos por voto popular
o sufragio. (…). Por esas razones [La Corte Constitucional al estudiar los
concursos para la elección de personeros] rescata el contenido de la
regulación y normativa aplicable, para indicar que los corporativos de
elección popular no tienen materialmente que ejecutar o intervenir en
cada una de las etapas del concurso, porque en realidad la competencia
legalmente atribuida a ellos, es la de dirigir el concurso, por lo que
consideró viable deferir la realización parcial de este a terceros, pero
advirtiendo que en estos casos, esos terceros deben contar “con las
herramientas humanas y técnicas para este efecto. Así por ejemplo,
pueden realizar convenios con organismos especializados técnicos e
independientes dentro de la propia Administración Pública, para que
sean éstos quienes materialicen estas directrices bajo su supervisión,
tal como ha ocurrido con los concursos realizados por la ESAP.”.

TESIS 4: Vistas las generalidades y el panorama normativo propio


de la elección de personeros y la realización previa del concurso de
méritos, para el caso que ocupa la atención de la Sala, se considera
pertinente establecer: (i) si FENACON y CREAMOS TALENTOS pueden
ser categorizadas como entidades especializadas en procesos de
selección de personal, requisito exigido por el artículo 2.2.27.1 del
Decreto 1083 de 2015, para llevar a cabo el concurso de méritos de
la elección en cuestión. Y de superarse lo anterior (ii) si las mentadas
entidades se excedieron en su rol y ejecutaron tareas de supervisión,
dirección y conducción del proceso de selección aquí controvertido.
Como primera medida es importante recordar que la Ley 1551 de 2012
fijó la regla de que los concejos municipales eligen a sus personeros,
luego de superado un concurso de méritos. (…). [U]na de las directrices
más claras que la Corte Constitucional determinó en la sentencia
C-105 de 2013, es que era factible que los concejos municipales
pudieran adelantar el concurso de méritos, directamente o a través
de un tercero contratado para el efecto. (…). Por tanto, tratándose
del concurso de méritos para la elección del personero, el concejo
municipal puede apoyarse en: (i) universidades, (ii) instituciones
de educación superior ya sean públicas o privadas o (iii) entidades
especializadas en la selección de personal. Pues bien, esta Sala
Electoral, en pronunciamientos previos ha traído a colación el artículo
2.2.27.1 del Decreto 1083 de 2015 para dilucidar qué se entiende
por “entidad especializada en procesos de selección de personal”,
arribando a la conclusión de que la cualificación de especializada se
decanta y se materializa en “aquella persona jurídica privada o pública,

240
que tenga dentro de su objeto social la realización, apoyo o gestión a
procesos de selección de personal”. (…). De lo anterior [las pruebas
obrantes en el expediente y conforme al certificado de existencia y
representación] se colige que, como bien lo indicó el demandante – y
hasta lo reconoció el a quo en su decisión de instancia –, la Federación
Nacional de Concejos FENACON no tiene dentro de su objeto social, la
actividad de llevar a cabo procesos de selección de personal. Aunado
al hecho que, distinto a los señalamientos del Tribunal, la experiencia
por haber adelantado otros concursos de méritos no suple la exigencia
legal de la cualificación de especializada que debe predicarse respecto
de quien pretende apoyar al cabildo con el desarrollo e implementación
del concurso. (…). [F]rente a la Federación Nacional de Concejos –
FENACON, se pretende acreditar la calificación de especializada con
el hecho de haber participado en otros procesos administrativos, que
como se explicó en consideración anterior, la experiencia no significa
necesariamente que se tenga la calidad de “…entidad especializada en
procesos de selección de personal”; aunado a que es determinante que
en su configuración misional que se contiene en la descripción del objeto
social la especialidad en la selección de personal esté contenida o por
lo menos sea deducible de lo que se indica en la constitución y registro.
(…). En esa línea, la Sala considera que para el correcto entendimiento
del objeto social que refleje la condición de persona jurídica o empresa
especializada, se exige que esté contenida en su objeto social, pues de
lo contrario sería dable señalar que ha llevado a cabo una labor ajena a
las actividades que la sociedad desarrolla o debe adelantar. (…). Todo lo
anterior permite arribar a la conclusión de que FENACON, al no contar
con una disposición expresa en su objeto social respecto de ser una
entidad especializada en procesos de selección de personal, no podía
brindarle este servicio al Concejo Municipal de Girardot, de tal suerte
que quedó acreditado el vicio alegado por el demandante. Por su parte,
con relación al segundo participante que apoyó al Concejo Municipal
de Girardot en la implementación del concurso de méritos, esto es,
CREAMOS TALENTOS (…) esta Magistratura encuentra [conforme a las
pruebas que obran en el expediente] que las actividades relacionadas
con el suministro de recurso humano o agencias de empleo no
pueden asimilarse a la realización de un concurso público y abierto de
méritos, por cuanto, como bien lo indicó la Corte Constitucional en la ya
mencionada sentencia C-105 de 2013, este requiere de la disposición
y utilización de sofisticadas herramientas humanas, informáticas,
administrativas y financieras. (…). En oportunidades anteriores la
Sección Quinta, (…) dejó entrever la importancia de la acreditación de

241
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

unos requisitos específicos tratándose de una “entidad especializada


en procesos de selección de personal” – siendo aquella la que ayuda
al Concejo Municipal en el concurso público de méritos para elegir
al Personero – a saber: (i) que sea una persona jurídica privada o
pública y; (ii) que tenga dentro de su objeto social la realización, apoyo
o gestión a procesos de selección de personal. Por tanto, dado que
CREAMOS TALENTOS no ostenta las calidades necesarias para ser
categorizada como entidad especializada, pues, por un lado, no cuenta
en sus actividades con elementos determinantes que permitan así
considerarla, y por otro, carece de persona jurídica, lo que conlleva
a la Sala a ratificar la configuración del primer vicio invocado por
el demandante, referente a que el concurso de méritos no fue
apoyado por una corporación idónea. Con fundamento en las razones
expuestas, la Sala Electoral del Consejo de Estado concluye que
FENACON y CREAMOS TALENTOS no se encontraban facultadas para
llevar las labores de asesoría, acompañamiento y apoyo al Concejo de
Girardot dentro del concurso de méritos para la elección del Personero
Municipal, por cuanto no cumplen con los lineamientos fijados tanto en
el artículo 2.2.27.1 del Decreto 1083 de 2015 como en la jurisprudencia,
para ser categorizadas como entidades que puedan ser calificadas
como especializadas en procesos de selección de personal, motivo
suficiente para declarar la nulidad de la elección acusada.

TESIS 5: [S]obre la presunta extralimitación de sus funciones


en la labor de acompañamiento y apoyo al Concejo Municipal de
Girardot para esta elección (…) la Magistratura hará unas breves
consideraciones. (…). En el caso concreto, y respaldándose en la
normativa referida, el Cabildo Municipal de Girardot, optó por la
asesoría de entidades que, en su momento, consideró especializadas
e idóneas en materia de concursos de méritos -FENACON y CREAMOS
TALENTOS-. Es importante recordar que las distintas fases de este
proceso de selección, tratándose de la convocatoria, deben ser
adelantadas de manera directa por la Corporación, lo cual se evidencia
era claro para el Concejo de Girardot, como lo refleja la literalidad del
artículo 2° la Resolución N°. 024 de 21 de noviembre de 2019, “Por
medio de la cual se convoca y reglamenta el concurso público y abierto
de méritos para proveer el cargo de personero municipal de Girardot,
Cundinamarca, 2020-2024”. (…). [E]sta Magistratura encuentra que,
si bien hubo participación de las entidades FENACON y CREAMOS
TALENTOS, lo cierto es que cada una de las actuaciones reseñadas
(…) fueron suscritas y adoptadas por el Concejo Municipal de Girardot.

242
Es decir, aunque los operadores en comento realizaron actividades
dentro de las diferentes etapas concursales, quien decidió sobre ellas
fue la corporación cabildante: cada uno de los actos administrativos
concernientes al proceso de selección fueron emitidos por el ente
municipal quien, finalmente, ponderó y resolvió directamente lo que
estimó necesario para llevar a cabo el concurso de méritos en cuestión,
por lo que, distinto a los planteamientos del demandante, queda claro
que la entidad municipal sí ejerció directamente las funciones propias
dentro del proceso de selección del Personero Municipal, sin que pueda
entenderse que las instituciones que le sirvieron de apoyo hubiesen
usurpado su competencia.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
313 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 207 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 277 / LEY
136 DE 1994 – ARTÍCULO 170 / LEY 617 DE 2000 / LEY 1031 DE 2006 – ARTÍCULO
35 / LEY 1551 DE 2012 / DECRETO REGLAMENTARIO 2485 DE 2014 / DECRETO
1038 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.1 / CÓDIGO DE COMERCIO – ARTÍCULO 515

243
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE SENADORES


DE LA REPÚBLICA POR CAUSALES OBJETIVAS, CAUSALES
GENERALES DE NULIDAD DEL ACTO ELECTORAL, CAUSALES
DE NULIDAD ESPECÍFICAS DEL ACTO ELECTORAL, FALSEDAD
POR DIFERENCIA INJUSTIFICADA ENTRE FORMULARIOS E-14
Y E-24, AVANCE JURISPRUDENCIAL: UTILIZACIÓN DEL E-24
TXT O ARCHIVO PLANO EN LUGAR DEL FORMULARIO E-24 EN
EL CARGO DE DIFERENCIAS CON EL E-14, SABOTAJE CONTRA
LOS SISTEMAS DE VOTACIÓN, INFORMACIÓN, TRANSMISIÓN O
CONSOLIDACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES,
DIFERENCIACIÓN ENTRE VIOLENCIA Y SABOTAJE, DIFERENCIAS
INJUSTIFICADAS ENTRE EL TOTAL DE LOS VOTOS POR PARTIDO
RESPECTO DE LA SUMA DE LOS VOTOS POR CANDIDATOS Y VOTOS
POR LA LISTA DEL MISMO PARTIDO, AVANCE JURISPRUDENCIAL
EN EL CARGO DE MÁS VOTOS QUE VOTANTES: UTILIZACIÓN
DEL E-24 TXT O ARCHIVO PLANO EN LUGAR DEL FORMULARIO
E-14 AL CONFRONTARLO CON EL E-11, SISTEMAS DE VOTACIÓN
CON AUTENTICACIÓN BIOMÉTRICA, CONSOLIDACIÓN DE VOTOS
A CANDIDATOS REVOCADOS POR EL CNE, PROCEDIMIENTO DE
REVOCATORIA DE LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATOS, FORMULARIO
E-14 CON MENOS DE DOS FIRMAS DE LOS JURADOS DE
VOTACIÓN, CARGO DE FRAUDE POR CANDIDATO INHABILITADO
PARA OBTENER VOTACIÓN DE MANERA FALSA EN FAVOR DE UN
PARTIDO POLÍTICO, CARGO DE RECUENTO INDEBIDO POR PARTE
DEL CNE, DIFERENCIAS INJUSTIFICADAS ENTRE FORMULARIOS
E14 CLAVEROS Y E14 DELEGADOS, IMPROCEDENCIA DE
RECUENTO DE VOTOS POR ROMPIMIENTO DE LA CADENA
DE CUSTODIA, CREACIÓN DE GRUPOS DE TRABAJO EN LOS
ESCRUTINIOS, ROMPIMIENTO DE LA CADENA DE CUSTODIA DEL
MATERIAL ELECTORAL, INCIDENCIA Y AFECTACIÓN

EXTRACTO No. 17

RADICADO: 11001-03-28-000-2018-00081-00
FECHA: 11/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: José Manuel Abuchaibe Escolar y otros
DEMANDADOS: Senadores de la República, período 2018-2022
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

244
PROBLEMA JURÍDICO: A partir de la fijación del litigio, en relación con
las demandas y las contestaciones presentadas, la Sala encuentra que
en el presente caso, el asunto a decidirse consiste en: (i) Determinar
si es nulo el acto de elección de los SENADORES DE LA REPÚBLICA,
período constitucional 2018-2022, contenido en la Resolución No. 1596
del 19 de julio de 2018 y en el E-26 de la misma fecha (que hace parte
integral de la primera), ambos proferido por el CNE. (ii) Determinar si
son nulos los actos enlistados en el punto “2.1.2. De los demás actos
acusados”, proferidos por el Consejo Nacional Electoral y la Comisión
Escrutadora Distrital de Bogotá D.C., con los que las autoridades
electorales resolvieron las peticiones, solicitudes de saneamiento de
nulidad, reclamaciones y recursos formulados por los interesados.

TESIS 1: De manera enunciativa, las causales de nulidad general, en


los términos del artículo 137 del CPACA, están encaminadas a que se
revise la legalidad del conjunto de actos administrativos proferidos por
las autoridades públicas, e incluso por particulares en ejercicio de
funciones estatales, luego de que son expedidos con algún o algunos
de los siguientes vicios en su formación: i) infracción de las normas en
que deberían fundarse; ii) sin competencia; iii) en forma irregular; iv)
con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa; v) mediante
falsa motivación; y vi) con desviación de las atribuciones propias de
quien los profirió. (…). Sobre esta causal [expedición con infracción de
las normas en que debería fundarse], la Sección Quinta ha precisado
que “… consiste en el desconocimiento de las disposiciones normativas
que componen el marco jurídico del acto administrativo…” y que, para
su configuración se deben presentar dos elementos, consistentes en
demostrar que: (i) La normativa que se señala como vulnerada por
parte de la autoridad pública a través de las acciones u omisiones en
la expedición del acto administrativo enjuiciado, regula “la materia que
es objeto de decisión administrativa”. (ii) Dicho acto, en efecto,
quebranta el precepto normativo que se alega como vulnerado. En ese
sentido, esta Sección ha caracterizado diversos eventos en los que
puede tener configuración el desconocimiento de las normas en que
deberían fundarse los actos administrativos, dentro de los cuales
pueden mencionarse: (i) Falta de aplicación de la norma, situación que
se presenta luego de que la autoridad que profiere el acto ignora la
existencia del presupuesto normativo, o conociéndolo, no lo aplica en
el asunto que la ocupa; (ii) Aplicación indebida de la norma, la cual se
presenta luego de que las reglas jurídicas empleadas por la autoridad
para fundar el acto, no se conforman a la situación fáctica del caso a

245
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

tratar, como consecuencia de una equivocación en la valoración y


escogencia de la disposición normativa; (iii) Interpretación errónea de
la norma, consistente en el entendimiento desatinado del precepto o
preceptos que sustentan el asunto por resolver. De allí que el método
para establecer si en el asunto de autos los actos demandados
contrarían el ordenamiento jurídico superior sobre el cual debieron
fundarse, deba consistir en cotejar las normas invocadas como
infringidas frente al acto electoral acusado, normativa que, en todo
caso, tendrá que ser aplicable al caso concreto. Frente a esta
irregularidad [expedición sin competencia] debe señalarse que, para
esbozar ideas sobre la expedición de un acto con este vicio, se hace
necesario fijar los contornos del principal ingrediente que caracteriza
este motivo de ilegalidad que es precisamente la competencia. (…). [E]
n materia electoral puede entenderse ésta, como la aptitud atribuida
por la Constitución y la Ley a las entidades electorales, al interior de
cada una de las etapas del procedimiento electoral, en el marco de las
cuales se adelantan las actuaciones necesarias que finalizan con la
expedición de un acto de elección popular o de contenido electoral.
Tales etapas corresponden a la preelectoral, electoral y poselectoral,
es decir, i) a la inscripción y aceptación de candidatos a la elección (art.
88 a 98 CE), ii) a las votaciones o elecciones propiamente dichas (art.
99 a 133 CE) y a los escrutinios (art. 134 a 193), respectivamente y iii)
a aquella en la cual se desarrolla el proceso de escrutinio, que
comprende la proposición y resolución de reclamaciones y solicitudes
de recuento, la revisión de irregularidades ocurridas en la votación y el
escrutinio propiamente dicho, así como la declaratoria de elección y la
consecuente expedición de credenciales (Títulos VII y VIII del Código
Electoral y Acto Legislativo 01 de 2009). Esta última etapa inicia con el
escrutinio de los votos depositados en las urnas y culmina con el
resultado del escrutinio nacional. Las autoridades electorales que
intervienen son: i) los jurados de mesa, ii) las comisiones escrutadoras
zonales, municipales y distritales, iii) los delegados del CNE y iv) el
CNE. Los elementos para determinar la competencia, (…) al tratarse de
las causales de nulidad de tipo general, son: “(i) Competencia Material:
cuando no se tiene atribución sustancial para la expedición de un acto
jurídico. (ii) Competencia Territorial: cuando este no puede dictarse
sino dentro de determinada jurisdicción. (iii) Competencia temporal:
cuando solo se cuenta con un tiempo determinado para su expedición.”
(…). Es decir, que la causal de nulidad denominada “sin competencia”
se materializa siempre y cuando la autoridad que expide el acto
carezca de la facultad legal e incluso constitucional para hacerlo. (…).

246
Se materializa [la expedición en forma irregular] cuando en el trámite
de expedición de un acto, se ostenta un vicio en su formación, es decir,
que se vulnera el debido proceso. (…). No solo se debe probar que hubo
una irregularidad en la expedición del acto, sino que además, es
necesario demostrar que ésta “fue de tal magnitud que afectó de forma
directa el sentido de la decisión. En otras palabras la irregularidad que
se presente debe ser sustancial, trascendental y con incidencia directa
en el contenido y/o sentido del acto definitivo”. (…). [E]ste vicio de
nulidad se presenta cuando el procedimiento que la autoridad electoral
empleó para la expedición del acto del cual se cuestiona su legalidad,
está inmerso en omisiones de formalidad determinantes en el
resultado electoral y, por eso con buen criterio, se ha indicado que la
entidad del vicio no puede ser cualquiera, sino que se requiere que
revista tal importancia que debe sobrepasar el calificativo de
insignificante o “de poco calado”. [E]ste motivo de ilegalidad [expedición
con desconocimiento del derecho de audiencia y defensa] está
relacionado con la garantía constitucional del debido proceso, pues “a
través de éste se garantiza el derecho de audiencia y defensa…”,
derivados de ese referente axiológico. Sabido es que la actividad de las
autoridades administrativas (en general), se circunscribe tanto a los
mandatos legales como a aquellos que se desprenden de la propia
Constitución, por lo que, en principio, se presume que las
manifestaciones que realizan se encuentran amparadas de legalidad
(artículo 83 C.P.), la cual deberá ser desvirtuada por los accionantes en
ejercicio del derecho de defensa “…contra aquellos actos (…) que sean
violatorios de la Ley o la Constitución”, y que pretendan que se retiren
del ordenamiento jurídico. (…). Por otro lado, en lo que respecta al
derecho de audiencia y defensa, éste ha sido caracterizado como el
conjunto de facultades y garantías previstas en el ordenamiento
jurídico, con el fin de brindar protección al ciudadano sometido a
cualquier proceso, de manera que, durante el trámite se puedan hacer
valer sus derechos sustanciales y se logre el respeto de las formalidades
propias del juicio, asegurando con ello una recta y cumplida
administración de justicia. (…). [E]l referente axiológico de audiencia y
de defensa, entendido como una de las garantías compiladas al interior
del debido proceso, es un derecho constitucional fundamental,
aplicable a toda clase de actuaciones administrativas y judiciales, en
procura de que los habitantes del territorio nacional puedan acceder a
mecanismos justos, claros, transparentes, conocibles y ordenados,
que permitan cumplir con los fines esenciales del Estado dentro de
estadios organizados que confluyan en la seguridad y confianza que el

247
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

actuar de la función pública -entendida en sentido amplio- está


obligada a garantizar a la comunidad en general. (…). Frente a la causal
de falsa motivación, la Sala ha enfatizado, que se configura cuando el
acto acusado ha sido proferido en flagrante incongruencia con las
razones, motivos y pensamientos que en la realidad debieron fundar el
acto. (…). La Sección Quinta señaló que para la prosperidad de la casual
en comento es necesario demostrar una de las siguientes dos
situaciones: (i) Que los hechos que, en este caso, la autoridad electoral
tuvo en cuenta como motivos determinantes de la decisión, no
estuvieron debidamente probados dentro de la actuación electoral; (ii)
Que la autoridad, en este caso, electoral, omitió tener en cuenta hechos
que sí estaban demostrados y que si hubiesen sido considerados
habrían conducido a una decisión sustancialmente diferente. De allí
que estas irregularidades presentadas en la expedición de un acto, del
que se pone en tela de juicio su legalidad, acarrean el surgimiento de
la incongruencia y la sinrazón de la autoridad que profiere el acto, que
por supuesto afecta su validez. (…). Con fundamento en la jurisprudencia
del Consejo de Estado, un acto puede estar inmerso en esta causal de
nulidad [expedición con desviación de las atribuciones propias de
quien los profirió], de dos formas: (i) “… desviación hacia fines ajenos al
interés general, que se materializa cuando los fines buscados (…) están
encaminados a obtener un interés particular, los cuales están
motivados por móviles personales, interés estrictamente privado y
preferencias políticas entre otros, y por supuesto en contra del interés
general. (ii) … desviación hacia fines públicos: Esta forma de desviación
está dirigida a cumplir con fines públicos diferentes a los que el
ordenamiento jurídico le ha señalado” De allí, que un acto, en este caso
el electoral, es nulo cuando se compruebe “…que las razones que tuvo
en cuenta la administración para proferir el acto… acusado, no son
aquellas que le están expresamente permitidas por el ordenamiento
jurídico superior, sino otras distintas, con las cuales desvía de su fin
legítimo la competencia a ella atribuida…”, por lo que esta causal se
concibe como una de las más complejas, en tanto en su dimensión
práctica se recubre o disfraza bajo el velo competencial acorde al
funcionario, que la hace de difícil detección, aunado a que se debe
profundizar y enfocar sobre el actuar ilegal o injusto de éste, para
descubrirlo y para que la censura encuentre prosperidad. (…). En
conclusión, la nulidad de un acto, por la causal de desviación de poder
se configura en el momento en que el funcionario competente, en uso
de sus facultades legales y/o constitucionales, lo expide, con fines
diferentes a los que quiso el legislador o el constituyente, actuando

248
directamente la esfera volitiva de quien lo profiere, en atención a un
interés particular.

TESIS 2: [L]a nulidad de los actos de elección, (…) puede fundarse


también en las causales especiales propias de este tipo de actos
-y concurrir o no con las censuras generales-, las cuales denotan
la especificidad que redunda a esta manifestación de la autoridad
pública, cuando al expedirlos se incurra en alguno o algunos de los
eventos señalados en el artículo 275 ejusdem. (…). En este punto, es
menester precisar, que estas causales de nulidad especial se clasifican
en dos grupos a saber: i) aquellas con las que se cuestionan calidades
y requisitos de quien ha sido designado para el ejercicio de un cargo,
motivo por el que han recibido una denominación de subjetivas,
pues su sustrato es contra la persona y sus condiciones propias y
connaturales; ii) las que abordan aspectos de índole objetivo, que se
traducen en los vicios dentro de los procesos de votación y escrutinios.
Dentro de la primera categoría, pueden identificarse los motivos de
ilegalidad contenidos en los numerales 5º y 8º; en lo que corresponde
a la segunda, los ordinales 1º al 4º, 6º y 7º, siendo estas últimas, las
que ocupan la atención de la Sala en el proceso sub examine. De esta
manera, la Sala ha explicado que en ejercicio del medio de control
de nulidad electoral “…una decisión administrativa contentiva de una
elección (…) [podrá ser demandada] por causales especiales objetivas,
relacionadas con los procesos de votación y de escrutinio de votos
y, especiales subjetivas, relacionadas con el cumplimiento de los
requisitos legales para acceder a un destino público o la inelegibilidad
de un elegido”. (…). [E]l desarrollo del procedimiento electoral, se
circunscribe a tres etapas que van desde los actos previos a la
elección, hasta la expedición del acto por medio del cual la autoridad
electoral declara la elección. Dentro de los momentos que singularizan
este trámite, se identifican los siguientes: el preelectoral, el electoral
y el postelectoral, cuyo desarrollo está principalmente a cargo de la
organización electoral, aunque en algunos casos, incluso de la Rama
Judicial. La etapa preelectoral, surge de manera previa a las elecciones
y se enmarca en los siguientes grupos de actividades de manera
general: i) cedulación; ii) censo electoral, verificación de ausencia de
trashumancia electoral e inscripción de cédulas; iii) fijación del número
de sufragantes por mesa; iv) zonificación de los municipios que cuenten
con más de 20.000 cédulas aptas para votar; v) aval, revocatoria del aval,
inscripción, revocatoria, modificación y aceptación de candidaturas;
vi) verificación de la causales de inhabilidades o incompatibilidades

249
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de los funcionarios de elección popular; vii) sorteo para la ubicación


de los candidatos en la tarjeta electoral; viii) presentación de listas y
candidatos únicos; ix) establecimiento de los lugares de votación; x)
integración de los jurados de mesa; xi) designación de las Comisiones
Escrutadoras y acreditación de los testigos electorales; es decir, que
en esta etapa se surte la conformación de todos los actos previos a
las elecciones, consistentes en la formación y registro de quienes
ostentan como votantes, candidatos, testigos, jurados y comisiones,
así como la disposición de los lugares en los cuales se efectuará la
votación. La segunda, la etapa electoral, que empieza con la instalación
de las mesas por parte de los jurados de votación (7:30 a.m.), así como
el inicio y desarrollo de las votaciones y termina con el cierre de las
mismas (8:00 a.m. a 4:00 p.m.). La tercera y última etapa, la poselectoral
comprende i) los escrutinios de mesa, es decir, el primer escrutinio,
donde se destaca la participación de los electores y jurados de
votación y ii) los escrutinios zonales, municipales, distritales (art. 122,
157 y 158 ibidem de la Ley 1475 de 2011, artículos 41 y 42), generales
y nacionales, efectuados por las respectivas comisiones escrutadoras
y los delegados del CNE; en ese sentido, sería el desarrollo de los
escrutinios en cabeza de las comisiones y del CNE o sus delegados
(dependiendo del tipo de elección), que termina una vez esté en firme
la declaratoria de elección.

TESIS 3: La parte actora de los diferentes procesos acumulados que


se analizan, planteó en las demandas, la existencia de falsedad en los
documentos electorales conforme a la causal del artículo 275.3 de la
Ley 1437 de 2011, al considerar que (…) se presentaron diferencias
injustificadas, (…) entre los datos de los formularios E-14 y los del E-24,
lo que constituye una irregularidad. Dicha causal consiste en que los
actos de elección son nulos cuando: “los documentos electorales
contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido alterados con el
propósito de modificar los resultados electorales. (…). Así, la falsedad
es una irregularidad que se presenta en el proceso de escrutinio
consistente en la alteración de los resultados electorales, que conlleva
a que se afecte la verdad electoral, pues la anomalía plasmada en los
datos definitivos consignados en el E-24 evidencia que, sin justificación,
difieren de los incluidos en el formulario E14, lo cual falsea al final, la
voluntad del electorado, plasmada en el acto que declara la elección.
Este vicio entonces puede ocasionarse cuando los documentos
pertinentes contienen datos contrarios a la verdad electoral, ya sea por
errores cometidos por parte de los escrutadores al momento de

250
contabilizar la votación o cuando ha mediado alguna conducta dañina,
malintencionada que haya alterado los guarismos de los documentos,
con datos falsos sobre el verdadero resultado electoral. Sin embargo,
se reitera que, para la prosperidad de la nulidad pretendida por esta
causal, no basta con demostrar la mera existencia de la falsedad en
los documentos electorales, pues ello está condicionado a que la
tergiversación sea de tal magnitud que afecte sustancialmente los
resultados electorales, es decir, que se alteren o modifiquen de tal
manera, que los haga mutar. Vale la pena precisar, que esta causal de
anulación electoral se enmarca en las denominadas de tipo objetivo,
como lo ha señalado la Sala, por tratarse de una irregularidad que
surge en el proceso de escrutinio. (…). Ahora, aunque la Sala considera
que ello [criterio de falsedad por diferencia injustificada entre
formularios E14 y E24] debe continuar siendo así; es decir, que no
puede haber variaciones entre uno y otro formulario que no se
encuentren justificadas en un recuento o revisión por parte de las
autoridades electorales, porque ello reflejaría una falsedad; desde el
análisis que se realizó en la sentencia de 8 de febrero de 2018 , se
viene advirtiendo una situación que conlleva a realizar un avance
jurisprudencial al respecto; pues se viene observando que con
posterioridad al diligenciamiento de los formularios E-24, también se
presentan variaciones en los datos inicialmente registrados en el
formulario E-14, que con justificación o sin ella, solo podrían detectarse
hasta antes de la declaratoria de la elección pero que, por lo mismo
(ser posteriores), no alcanzaron a registrarse en éste. Adicionalmente,
porque no existe una obligación para la Comisión Escrutadora, que le
imponga diligenciar un nuevo formulario E-24 mesa a mesa, y es por
ello que la autoridad electoral no expide sino el primero y la información
definitiva mesa a mesa, con cambios o sin ellos, queda registrada en
un E-24 en archivo plano que no tiene las características de un
formulario, que es el que se denomina E-24 txt o E-24 en archivo plano,
el cual, para el caso que nos ocupa, está a cargo del CNE, como máxima
autoridad electoral. (…). [E]n últimas el valor registrado en el formulario
E-24 no es necesariamente el definitivo con el que se declaró la
elección y a pesar de contener en algunos casos una variación respecto
del formulario E-14, con justificación o no, el análisis de si hay lugar o
no a modificar el de la declaratoria de la elección, solamente podrá
realizarse a partir del valor registrado en el E-24 en archivo plano o txt
y será respecto de éste que se analizará si existe diferencia justificada
o no, por lo que el valor del formulario E-24 pierde importancia para el
estudio del cargo y, en principio, ni siquiera deberá tenerse en cuenta;

251
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

pues de nada sirve advertir diferencias entre los formularios E-14 y


E-24 y buscar si hay o no justificación, si finalmente no es el dato de
este último el que se tuvo en cuenta en la declaratoria de elección,
aunque en algunos casos coincida. Es por ello, que para la Sala, el
análisis del cargo en comento, siempre que el E-24 en archivo plano
exista, ya no deberá realizarse entre formularios sino entre datos, pues
como se indicó, el E-24 txt que no es un formulario electoral, es el que
contiene la información mesa a mesa con que se declaró la elección.
(…). A partir de las precisiones realizadas previamente sobre la nueva
forma de analizar el cargo de la referencia, dadas las particularidades
del caso concreto y la existencia del E-24 txt, es menester mencionar
que (…) los documentos electorales son: i) aquellos formatos que están
diseñados por los organismos electorales para adelantar la votación y,
ii) aquellos que fueron suscritos por los funcionarios competentes
para concretar el resultado electoral y por ende la voluntad popular.
(…). Lo anterior, que a juicio de esta Sala, aunque no puede extenderse
directamente al E-24 txt, por ser un dato y no un documento, para
efectos prácticos, dentro de esta decisión, la Sala encuentra que podrá
hacerse referencia a éste dentro de la categoría de documentos
electorales, pero entendiéndolo como el dato del documento electoral
E-26, por tratarse del archivo plano base del documento de la
declaratoria, el que, en todo caso, es diseñado por la organización
electoral y contiene los guarismos definitivos mesa a mesa que, se
insiste, sirven de sustento para la declaratoria de la elección, por lo
que, para los efectos del asunto en discusión, se tratará el E-24 en
archivo plano dentro de los documentos electorales, con la aclaración
realizada previamente y, tendrá plena validez mientras no se acredite
alguna irregularidad o falsedad relacionada con su contenido. (…). Así
las cosas, teniendo en cuenta que dicha entidad elabora, entre otros, el
formulario E-14, las actas generales de escrutinio y el formato del
E-24 txt, de acuerdo con lo expuesto, se advierte que éstos conforman
los documentos electorales (con la precisión realizada respecto del
E-24 txt), que interesan para el análisis de la irregularidad que se
estudia, alegada por la parte actora, por ser el medio de prueba idóneo
para dilucidar el cargo en comento. (…). En lo que atañe al acta de
escrutinio de los jurados de votación o formulario E-14, la Sala reitera
que, se trata del documento electoral en el cual dichos jurados
consignan los resultados del escrutinio de la mesa donde fungieron
como tales. Inmediatamente después de cerrada la votación, los
jurados, en cada una de las mesas, hacen constar: i) El número de
sufragantes; ii) El número de votos cuando estos excedan el número de

252
sufragantes; iii) El número de votos emitidos en favor de cada lista o
candidato; iv) Los resultados del cómputo de votos expresando los
obtenidos por cada lista o candidato; v) De las reclamaciones y vi) La
incineración de votos si la hubo. El formulario en comento, se compone
de tres ejemplares idénticos: el primero, con destino al arca triclave,
denominado o conocido como E-14 Claveros (art. 142 CE, modificado
por el art. 12, Ley 6 de 1990), el segundo, dirigido a los Delegados de la
RNEC (ibídem) y, el tercero, el de transmisión , ejemplar que debe ser
entregado al delegado de puesto de votación (encargado de su
recolección) para que proceda a trasmitir la información allí contenida,
al correspondiente centro de procesamiento, conforme a lo estipulado
en los artículos 155 y 156 del Código Electoral. Así, por ser ejemplares
similares, la Sección ha señalado que los 3 son válidos, y aunque se ha
dicho que en principio, el documento que ofrece mayores garantías
para el análisis es el formulario E-14 dirigido a Claveros, en razón a la
rigurosidad de la cadena de custodia al cual está sujeto, la Sala
encuentra que darle mayor valor a alguno dependerá de las
circunstancias que se acrediten en cada caso en particular. (…). Aunque
se indicó que, en la práctica, este formulario [E-24] no se requería para
el análisis del cargo bajo la nueva perspectiva previamente expuesta,
su explicación se hace necesaria, para poder referirnos al E-24 txt o
archivo plano. Así, señala la Sala que el formulario E-24 o acta de
resultados es el dato del documento electoral, en el que se hacen
constar los resultados del escrutinio efectuado por las respectivas
comisiones escrutadoras. En éste se detalla, entre otros aspectos, el
número de votos obtenido por cada partido y candidato, por lo que
prácticamente se trata de un cuadro de resultados de la votación, el
cual se discrimina mesa a mesa, puesto a puesto, o por zonas según
sea el caso. No obstante, es en el formulario E-24 mesa a mesa que la
respectiva comisión escrutadora consolida los votos registrados en el
E-14, por los jurados de votación. Luego entonces, la información
contenida en ambos formularios, en principio, debe ser coincidente,
salvo que, la autoridad electoral realice un recuento de votos en el que
se adviertan irregularidades que conlleven a la modificación del
número de votos registrado del E-14 y que debe reflejarse en el
formulario E-24; situación que en todo caso, deberá constar con
claridad en la respectiva acta general de escrutinio, que de estarlo,
conllevaría a que esa diferencia se encuentre justificada (arts. 163 y
164 del CE). (…). También denominado txt [E24 en archivo plano], el cual
al igual que el formulario E-24, previamente descrito, contiene el
registro del número de votos de cada mesa de votación (con partido y

253
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

candidato), pero a diferencia de aquél, no es un formulario sino un dato


que reposa en la base del sistema de escrutinio y que es suministrada
por la RNEC, en archivo plano con dicha información, y es en éste, en el
que se soporta el acto que contiene la declaratoria de la elección. Es
menester precisar que el único formulario que no se genera por el
sistema de escrutinio es el E-14, pues su diseño está para su
diligenciamiento manual por parte de los jurados de votación,
información que posteriormente, se traslada al sistema de escrutinio
por el centro de acopio a cargo de la RNEC. En seguida, las
correspondientes comisiones escrutadoras, a través del aplicativo,
generan entre otros documentos, los formularios: E-24, E-26 y el AGE,
con la inclusión en ellos de los datos obtenidos a partir de la información
que reposa previamente en la base de datos del sistema de escrutinio,
por lo que, en principio, la información tanto del formulario E-14 como
la del E-24 debe ser coincidente y, esta a su vez, con la del E-24 txt, a
menos de que exista una justificación por recuento o verificación, la
cual, en todo caso, debe constar en el acta general de alguno de los
distintos niveles de escrutinio. (…). [S]e destaca que el sistema solo
genera un formulario E-24 mesa a mesa (es decir, aquél en el que se
discrimina la votación de cada partido y candidato en la mesa), mientras
que los restantes formularios E-24, se consolidan conforme al nivel
del escrutinio en el que se genere, esto es por zona, municipio o
departamento y su detalle, en consecuencia, no va hasta el dato de la
mesa. La información del primero de los mencionados (mesa a mesa)
puede variar respecto de aquel que reposa en el sistema de escrutinio
denominado E24 txt, por cuanto, en los diferentes niveles de escrutinios
se puede presentar recuento o verificación con variaciones en la
votación, lo cual implica que los datos modificatorios no van a quedar
consignados en el formulario E-24 mesa a mesa, pues como se indicó
su registro se realiza con antelación. (…). Por lo anterior, para la Sala,
el análisis del cargo en cuestión, deberá realizarse teniendo en cuenta
los datos registrados en el formulario E-14 y los del E-24 txt contentivo
de todas las modificaciones realizadas a nivel de escrutinio, con el
detalle mesa a mesa, y el AGE, para concluir si existen o no diferencias
injustificadas entre el valor señalado por los jurados de votación y el
que se tomó en cuenta para la declaratoria de la elección. (…). En este
orden de ideas, el nuevo planteamiento de la Sala respecto del medio
de prueba (txt) en este asunto, no invalida la actuación surtida por las
autoridades electorales, con relación a las decisiones que deba asumir
en la revisión y el recuento de los votos, como sí ocurre en esta
instancia, donde el operador judicial se encuentra limitado por el

254
contenido de la demanda para adoptar una decisión. Así, es menester
subrayar que en la etapa de escrutinios será necesario acudir a tales
formularios y actas para poder dar por justificada una diferencia; sin
embargo, no ocurre lo mismo en los trámites que se realicen ante esta
jurisdicción a través del medio de control de nulidad electoral, pues no
basta con acreditar que la referida diferencia no contenía una
justificación válida, sino que se requiere que dicha irregularidad se
haya trasladado al acto de declaratoria de elección el que, como se
dijo, se sustenta en la consolidación E-24 txt. Es por ello que en el
evento en el que se alegue una diferencia entre los formularios
mencionados, en la que se pretenda prevalecer el dato del E-14,
corresponderá primero verificar que la cantidad que dice el actor, no
coincida con aquella con la que fue declarada la elección, pues de ser
así, aun habiendo diferencias durante el trámite, para la Sala ello
obedece a que ya fue corregida la presunta falla, y que en todo caso no
se trasladó al resultado final, lo que hace innecesario de analizar en
esta instancia, pues no tiene sentido determinar la existencia de una
diferencia que, no llegó a producir efectos. (…). Así las cosas, se
realizará la comparación de los totales de la declaratoria de la elección,
con los del E-24 txt, y si se advierte un solo dato que no coincida, se
descartará para el estudio el dato del txt y, como consecuencia de ello,
se realizaría el análisis del cargo de la forma como se venía haciendo
con anterioridad, con la trazabilidad completa desde el escrutinio de la
mesa, pues solo si son exactamente iguales los registros de los totales
por partido y candidato, se podrá entender que el txt contiene la
información detallada mesa a mesa de los registros incluidos en el
E-26 de la declaratoria. (…). Se trata del documento electoral que
contiene el resumen del desarrollo de los escrutinios a cargo de las
comisiones escrutadoras y el CNE, según sea el caso; en el acta de
escrutinio, se deja constancia de lo acontecido en la audiencia pública,
con la información de: i) el estado de los sobres que contienen los
pliegos de las mesas de votación y de las actas de escrutinio, como
tachaduras, enmendaduras o borrones, si están firmadas por los
jurados de votación y si fueron introducidas en el arca triclave dentro
del término legal o extemporáneamente, tal como lo prevé el artículo
163 del Código Electoral (modificado por el artículo 11 de la Ley 62 de
1988 y ii) los recuentos que se hubieran efectuado de oficio o a petición
de parte, así como el resultado de las posibles modificaciones (art. 163
y 164 CE). (…). De todo lo anterior, se concluye que cuando se genere
una diferencia entre los datos del formulario E-14 y los del E-24 txt, sin
que medie la correspondiente justificación en el acta de escrutinios, se

255
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

configura la mencionada causal especial objetiva, establecida en el


artículo 275.3 de la Ley 1437 de 2011. Por ende, el acta general de
escrutinios de las diferentes comisiones escrutadoras es otro medio
probatorio idóneo para establecer la mentada irregularidad.

TESIS 4: Si bien es cierto que de la anterior transcripción [numeral 2


del artículo 275 de la Ley 1437 de 2011] se obtiene que dicha causal
comprende los conceptos de violencia y sabotaje, la parte demandante
apoya su censura solamente en este último vocablo, por lo tanto, el
estudio del cargo propuesto [únicamente en el expediente 2018-000-
00115-00] se realizará solo en tal sentido. (…). En el trámite de los
procesos de nulidad electoral que se adelantan por la causal 2ª del
artículo 275 del CPACA, en el cargo de sabotaje, la Sala ha considerado
que es menester diferenciar la violencia del sabotaje por cuanto
constituyen dos hipótesis diferentes, a pesar de que comparten un
mismo esquema de redacción. (…). Como se viene indicando, la Sección
ha entendido la violencia en los términos de la tercera y cuarta
hipótesis [3. adj. Que implica una fuerza e intensidad extraordinarias. 4.
adj. Que implica el uso de la fuerza, física o moral.] de las definiciones
transcritas, razón por la cual, “… no sería posible asumir que este
concepto y el de ‘sabotaje’ sean sinónimos”. (…). Recabó [la Sala] en los
conceptos de ‘violencia’ y ‘sabotaje’, y afirmó que el primero “está
determinada en términos de la fuerza –y cualquiera de sus variantes-
física o moral que se ejerza sobre un determinado objeto” y que el
segundo, “tendría que ser concebido como el daño, deterioro,
obstrucción u oposición que, de manera simulada –por decir lo menos-,
se hace sobre las ‘cosas’ que, en su conjunto, permiten materializar el
proceso electoral” y se adujo que la diferencia, entonces, podría estar
determinada por la presencia o no de la fuerza. (…). En lo concerniente
a este aspecto, la Sala (…) retoma la alusión a la modificación de la
normativa electoral, a partir de la introducción del numeral 2º del
artículo 275 del CPACA, que estableció como bienes objeto de protección
y cuya afectación podría viciar la legalidad del acto electoral: “los
sistemas de votación, información, transmisión o consolidación de los
resultados de las elecciones”. (…). [E]s pertinente precisar que en las
elecciones aquí demandadas, se usaron dos aplicaciones del software:
“Kronos Voting V.0.9.1.5.0.8. y TVote V.1.136”, los cuales se encontraban
instalados en los computadores de las comisiones escrutadoras
conformadas en todas las zonas del territorio nacional, y que hacen
parte de la categoría de ‘software de aplicación’, que fueron
desarrollados por contratistas externos de la RNEC, con el fin de

256
ejecutar, controlar y consolidar la información de los escrutinios. (…).
Es de resaltar, que para el análisis que convoca a esta Sala de decisión,
la prueba idónea para resolver el cargo es principalmente el dictamen
pericial, el que se analizará eventualmente con el acompañamiento de
otros documentos electorales que obren en el plenario y que de alguna
manera sirvan de apoyo a la experticia mencionada, para resolver el
presente asunto. (…). Este medio de prueba se sustenta normativamente,
en los artículos 218 a 222 del CPACA y 226 a 235 del CGP, que preceptúan
sobre la probanza como un informe, rendido por peritos expertos con
objetividad e imparcialidad, de forma clara y precisa, que debe ser
presentado con las respectivas declaraciones e informaciones respecto
de quienes lo rinden, garantizando el derecho de contradicción y
defensa de la contraparte, y que puede ser decretado de oficio o a
petición de parte. Una vez rendido, el juez hará su valoración de acuerdo
con las reglas de la sana crítica. (…). Bajo esta censura [sabotaje contra
los sistemas de votación, información, transmisión o consolidación de
los resultados de las elecciones de 11 de marzo de 2018], el PARTIDO
POLÍTICO MIRA puso en tela de juicio la legalidad de la Resolución 1596
del 19 de julio de 2018, “por medio de la cual, el Consejo Nacional
Electoral declaró la elección de Senadores de la República para el
período 2018-2022 y se ordena la expedición de las respectivas
credenciales”, así como el formulario E-26 SE, bajo las siguientes
imputaciones fácticas, que se exponen frente a cada uno de los
subcargos en los que se concretó la presente censura. (…). La no
aplicación de los protocolos de seguridad de obligatorio cumplimiento.
Explicó que en el contrato mencionado y en el oficio GSE-900-26 de
marzo de 2018, se encuentran los criterios de seguridad informática
aplicables al proceso de escrutinio de la elección acusada y que en
dicho contrato se acordaron algunas obligaciones referentes a los
parámetros y protocolos de seguridad informática y de la información
que debía cumplir el software utilizado por las comisiones escrutadoras.
Agregó que, adicional a lo convenido en el citado negocio jurídico el
software de escrutinios debía cumplir con los estándares de seguridad
informática y de la información de la norma técnica internacional ISO
27001, por expresa remisión de la Resolución No. 4173 de 20 de mayo
de 2016 de la RNEC. (…). Manifestó que los LOG generados por las
aplicaciones del software “TVote” y “Kronos Voting”, no contienen los
parámetros de seguridad que se debían garantizar. (…). Concluyó que
lo narrado ocasionó diferencias injustificadas entre el formulario E-14
y el E-24, por sabotaje. La presunta irregularidad recae sobre 4.467
mesas que equivalen a 15.342 registros. Alteración del número de

257
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

sufragantes que consta en los LOG. Afirmó que con ocasión del sabotaje
contra el software de escrutinios, el número de votantes registrado en
los archivos LOG superó el máximo de votación permitido para
cualquier mesa. La presunta irregularidad recae sobre 111 mesas que
equivalen a 111 registros. Alteración tanto de la votación como del
número de sufragantes. En este punto, afirmó que el Partido político
MIRA presentó solicitudes de saneamiento de irregularidades ante el
CNE, respecto de actos de sabotaje, puntualmente, sobre la alteración
de los resultados de las votaciones, como del número de sufragantes,
sin obtener respuesta satisfactoria por parte de esa entidad. (…). La
presunta irregularidad recae sobre 2.437 mesas que equivalen a 6.052
registros. La presencia de más votos en el E-24 que número de tarjetas
depositadas en la urna según el formulario E-14. Puntualmente, frente
a esta censura, manifestó que, en el análisis de lo ocurrido, el partido:
i) “identificó mesas en las que los jurados de votación registraron en el
E-14, que para nivelar la mesa, fue necesario incinerar ‘tarjetones’
(sic)” y ii) “las comisiones escrutadoras incluyeron datos contrarios a
la verdad, registrando un número de votos superior al número de
sufragantes”. La presunta irregularidad recae sobre 266 mesas que
equivalen a 266 registros. (…). Para la Sala, (…) la falta de registro en el
Log de auditoría, no conlleva a inferir, ni si quiera a manera de indicio,
que se hubiera incurrido en el sabotaje señalado, pues aunque se
presentó esa falencia en el sistema, el aplicativo sí permitió el cargue
de los archivos de la DIVIPOL, muestra el nivel del software y el avance
de ese cargue de los archivos, tal como se concluyó en el dictamen
pericial. (…). [L]a Sala encuentra que si bien el dictamen pericial
determinó que hubo ingresos al sistema por fuera de los horarios
establecidos en el artículo 41 de la Ley 1475 de 2011, también lo es
que el sistema no contaba con el límite de horario que impidiera el
ingreso al software por fuera de las horas que preceptúa la ley, lo que
evidentemente pudo obedecer a que en el Contrato No. 55 de 2017
celebrado entre la RNEC y la UT-SIE 2017, y en los parámetros
contemplados en la Resolución No. 4173 de 20 de mayo de 2016 no se
pactó el control para impedir la modificación de los registros fuera de
los horarios en mención, lo que significa que tales ingresos no
corresponden a una evidencia de la ocurrencia de la vulneración de los
protocolos de seguridad establecidos, pues al no contar el software
con una restricción contractual que le impidiera a las Comisiones
Escrutadoras efectuar en tal sentido, ello significa que su realización
no se hizo saboteando el sistema. (…). [A]l no contener el software un
bloqueo que impidiera acceder al sistema en horarios no establecidos

258
en la ley, a partir del cual se pudiera concluir un ingreso inadecuado al
mismo en tales tiempos, la Sala encuentra que de ninguna manera
puede concluirse que el registro de datos por fuera de dicho horario
constituya un sabotaje, pues precisamente, al no existir tal restricción
en el aplicativo, la digitalización de información fuera del tiempo
permitido por la ley, evidentemente no se hizo de manera subrepticia.
(…). Sin embargo, a pesar de no haberse configurado la irregularidad
descrita en el cargo, la Sala considera pertinente exhortar a la autoridad
electoral, para que, en adelante, dentro de las especificaciones del
software, se incluya algún parámetro que conlleve a que el sistema
presente las limitantes correspondientes, de acuerdo con la normativa
que esté vigente, como aquella que hace referencia a los horarios en
comento, bajo los lineamientos fijados actualmente, en el artículo 41
de la Ley 1475 de 2011. De lo anterior, concluye la Sala que el punto 1
consistente en “Determinar si el software contratado en sus dos
versiones (kronos y ConVoto) incumplió y en qué forma, los protocolos
de seguridad establecidos en el Contrato No. 55 de 2017 (…), no fue
probado por el partido actor, pues contrario a ello, se determinó que se
cumplió con los protocolos establecidos, así las cosas, en lo relativo a
esta primera determinación, el cargo no prosperará. Respecto de los
puntos 2 al 6 del decreto de la prueba, en relación con las dos versiones
del software (Kronos y Tvote) (…) la Sala concluye que no se configuraron
las causales de nulidad especial contenidas en los numerales 2° y 3°
del artículo 275 del CPACA, referentes a la existencia de un presunto
sabotaje contra los sistemas de votación, información, transmisión o
consolidación de los resultados de las elecciones y a contener datos
contrarios a la verdad o alterados con el propósito de modificar los
resultados electorales, respectivamente, pues no se probó que, en
efecto, se hubiera vulnerado el sistema en comento, habida
consideración que del análisis de los puntos 1 al 5 del decreto del
dictamen pericial, se evidenció que no hubo desconocimiento de los
protocolos de seguridad, circunstancia sobre la cual se sustentó el
presente cargo, y que abarca los 4 subcargos; en consecuencia, lo que
refiere a este particular, no se demostró, por lo tanto, el cargo de
sabotaje, no está llamado a prosperar. La parte actora planteó la causal
general de infracción de las normas en que debería fundarse; en
general, por la presunta vulneración permanente del software utilizado
para los escrutinios al ser objeto de diferentes manipulaciones
orientadas a alterar y/o modificar, de manera injustificada, los
resultados electorales, como consecuencia de la no aplicación de los
protocolos establecidos para el manejo de la seguridad informática.

259
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

(…). Para la Sala, esta causal general debe seguir la misma suerte de la
especial, es decir, la de su no prosperidad, ello, por cuanto su
fundamento consistió básicamente, en la presunta vulneración de los
protocolos contenidos en el contrato 55, así como de la Resolución No.
4173 de 2016, por lo que, al acreditarse que no existió tal transgresión,
se caen los argumentos en que se sustenta la causal general, pero
más allá de esto, la Sala debe resaltar que, en todo caso, no se cumplió
con la exigencia de acreditar en detalle la normativa que se dice
infringida y si su desconocimiento se dio por falta de aplicación,
aplicación indebida o interpretación errónea, en este caso de la
Resolución 4173, toda vez que es la normativa que se señala como
quebrantada. Así las cosas, por un lado, se evidencia falta de carga
argumentativa en relación con la presunta vulneración de las normas
en que debería fundarse el acto, (…) y, por otro, los argumentos
expuestos por la parte demandante, además de no cumplir con las
exigencias de la causal, fueron desvirtuados en el estudio de la causal
especial y, por ello no pueden trascender para realizar un estudio igual
dentro del mismo contexto que evidentemente llevaría a exactas
conclusiones, en virtud de ello, la causal en comento, no tiene vocación
de prosperidad.

TESIS 5: [L]os planteamientos de este cargo se asimilan a la


hipótesis de la causal de reclamación preceptuada en el numeral 11
del artículo 192 del CE, denominada error aritmético, en el entendido
que se trata de una diferencia entre el resultado real de la sumatoria
de los votos por candidatos o lista y el que se refleja en el formulario
E-14, pero estos dos aspectos difieren cuando las circunstancias se
preceden de una intención maliciosa de alterarlo y cuando se trata de
un error aritmético al totalizar, que al ser una operación matemática
realizada por una persona, puede presentar errores involuntarios que
conllevan a que se plasme un resultado distinto al real. (…). Así, para el
caso que ocupa la atención de la Sala, corresponderá determinar si la
declaratoria de la elección se basó en registros no reales por indebida
totalización o por maniobras fraudulentas en el formulario, casos en
los cuales deberá efectuarse la correspondiente corrección ya que
más allá de las decisiones tomadas por las autoridades electorales
al respecto, las que en todo caso se analizarán de acuerdo con la
causal en que se sustente la censura, el resultado electoral debe ser
el que corresponda a la voluntad del elector, al menos el que más se
acerque a ello conforme a los cargos de las demandas y a lo que se
pruebe en ellas. (…). [P]ara la Sala es claro que aunque en principio

260
la irregularidad en estudio correspondería a la mencionada causal
de reclamación, lo cierto es que el fundamento de la alegación del
partido actor obedece a que los errores advertidos en las sumatorias
dentro del mismo formulario trascendieron al resultado de la elección,
alterando los resultados y muy posiblemente, la conformación del
Congreso. Así, descendiendo al caso que ocupa la atención de la
Sala, se tiene que el Partido actor, en el proceso de escrutinios alegó
situaciones relativas a la causal de reclamación de error aritmético
(artículo 192.11 del CE) que presuntamente no fueron corregidas en
debida forma por la autoridad electoral y se mantuvieron hasta el
resultado de la elección, por lo que ahora, en esta instancia, bajo la
causal especial del numeral 3º del artículo 275 del CPACA, arguye la
presencia de diferencias injustificadas entre el total de los votos por
partido respecto de la suma de los votos por candidatos y votos por
la lista del mismo partido en el formulario E-14. (…). Para el efecto, el
estudio versará sobre los formularios E-14 de los registros enjuiciados
ya que es frente a este que recae el reparo de la parte actora, pues alude
a unas diferencias injustificadas entre el total de los votos por partido
respecto de la sumatoria de los votos por candidatos y votos por la lista
del mismo partido, en el mencionado formulario. (…). Ahora bien, para
determinar si es irregular la existencia de diferencias entre el total
de votos por partido y la sumatoria de cada uno, para los efectos del
medio de control que ahora ocupa la atención de la Sala, es importante
determinar si dicho error trascendió a la declaratoria de elección,
frente a lo cual, para este caso en particular, se considera necesario,
que anticipadamente se determine si el valor de la sumatoria efectuada
por los jurados de mesa, se traslada o no al formulario E-24 mesa
a mesa, pues si solo consta en el inicial, aunque en estricto sentido
no correspondería a la verdad, en todo caso, no causaría efectos en
la consolidación de los resultados de las mesas y, por consiguiente,
tampoco en la declaratoria de la elección. Así, se analizará la estructura
de cada uno de los formularios relacionados con la censura, con el
fin de determinar de qué manera dicho yerro en la sumatoria puede
afectar la veracidad de la información de los consolidados siguientes
y, solamente de resultar trascendental en el trámite de los escrutinios,
se realizará la trazabilidad desde la declaratoria hacia el escrutinio de
mesa, en aras de establecer el resultado real respecto de cada uno
de los registros enjuiciados. (…). Así las cosas, para la Sala no resulta
necesario estudiar en detalle cada una de las mesas señaladas por el
actor con esta censura, pues de existir un error en la totalización del
formulario E-14, sustentado en una diferencia entre el total de votos

261
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

por la lista y el total de votos por el partido, por una presunta duplicidad
al totalizar; éste no tuvo injerencia en los datos con que se declara la
elección, debido a que los registros de los formularios se consolidan
por candidato y, en ninguna instancia, se toma para el escrutinio el total
de votos del partido que se encuentra en el formulario E-14, sino que
éste es solo un valor de referencia de interés únicamente dentro del
mismo formulario de jurados, que por demás es diligenciado a mano y
totalizado por ellos mismos; mientras que el total de los votos de cada
partido que se refleja en la declaración de la elección, es el resultado
de la suma de los votos de cada candidato en cada mesa incluidas ya,
todas las variaciones que pudo haber tenido cada uno en las diferentes
etapas del proceso de elección y con ocasión de las diferentes
solicitudes, reclamaciones, resoluciones u otros actos administrativos
que pudieron haber modificado dicho valor. Por lo tanto, para la Sala,
aunque físicamente es posible determinar si hubo diferencias en el
mismo formulario y establecer si son adecuadas o no, no hay lugar
a ello ya que de existir, no desembocan en afectación alguna para el
resultado de la elección, pues como se dijo, este dato no se traslada de
formulario en formulario y no trasciende al acto de elección; por lo que
al no encontrarse que el valor que se pretendiera prevalecer fuera el
duplicado, sino que precisamente se hace énfasis en que estuvo mal
totalizado el formulario E-14, ello no puede reflejarse en una diferencia
de votos a sumar o restar en el resultado final.

TESIS 6: La irregularidad que sustenta el cargo en comento, se


configura cuando el número de votos depositados en una mesa de
votación, excede el de ciudadanos que sufragaron en ella, situación
que puede sanearse en la etapa de escrutinios ya que el Código
Electoral habilita a los testigos electorales, para que, entre otras cosas,
“formulen reclamaciones escritas cuando el número de sufragantes
de una mesa exceda el número de ciudadanos que podían votar en
ella” (artículo 122), frente a lo cual, como ocurre ante a cualquier
reclamación, le corresponde a los jurados de mesa adjuntarla a los
documentos electorales, para que sobre ellas resuelvan las comisiones
escrutadoras, a menos que el objeto de ellas sea solicitar el recuento
de las tarjetas electorales, caso en el cual, la petición deberá ser
atendida en forma inmediata por dichos jurados, quienes deberán
dejar constancia en el acta del recuento practicado. Por su parte, el
artículo 134 del mismo Código establece que una vez cerrada la
votación y de manera inmediata, uno de los miembros del jurado debe
leer en voz alta el número total de sufragantes y que dicho dato

262
constará en el acta de escrutinio y en el registro general de votantes,
luego de lo cual, se abrirá públicamente la urna en que fueron
depositados los sobres que serán contados uno a uno por uno de los
jurados conforme al artículo 135 ibídem y, si llegare a haber un número
mayor de votos que de sufragantes, lo correspondiente es introducir
las tarjetas marcadas de nuevo en la urna y después de removerlas
para alterar ubicación, sacar al azar tantos votos como fueran los
excedentes y, sin abrirlos, quemarlos de manera inmediata, situación
que deberá constar en el acta, con la expresión del número de sobres
excedentes. A su vez, el artículo 192 del Código Electoral le otorga
plena y total competencia al CNE o a sus Delegados, para apreciar
cuestiones de hecho o de derecho y ante reclamaciones escritas que
les presenten durante los escrutinios respectivos, los candidatos
inscritos, sus apoderados o los testigos electorales legalmente
constituidos, para lo cual, podrán apreciar como pruebas para resolver,
únicamente los documentos electorales y, en ese sentido, podrán por
medio de resolución motivada decidir las reclamaciones que se les
formulen con base en las causales que contempla la misma norma,
dentro de la que se encuentra la referente a que “(…) el número de
sufragantes de una mesa exceda al número de ciudadanos que podían
votar en ella”. (…). Ahora bien, aunque la Sección ha establecido que
esta anomalía se presenta cuando “el acta de escrutinio del jurado de
votación – formulario E-14 - registra un número mayor que la lista y
registro de votantes – formulario E-11 -, puesto que el número de votos
no puede ser superior al número de votantes, por la sencilla razón de
que cada ciudadano tiene derecho a un solo voto” , es importante
avanzar de acuerdo con la realidad que hoy rige la actuación electoral,
pues aunque se sigue considerando irregular la presencia de más
votos que votantes al realizarse una comparación entre los formularios
E-11 y E-14, no desconoce la Sala que dicha situación pudo ser
corregida en la etapa de escrutinios, por lo que retomando los
argumentos expuestos en la evolución jurisprudencial que se expuso
en el desarrollo del Cargo A de este proceso, la Sala considera que,
para saber si la declaratoria de elección enjuiciada se produjo con una
relación de más votos que votantes en las mesas señaladas dentro del
cargo, deberá tenerse en cuenta la información en la que se basó el
CNE para declarar la elección, que es el consolidado de la información
mesa a registrado en el E-24 txt –anteriormente descrito-, ya que la
existencia de irregularidades previas, contenidas en el E-14, pero que
en todo caso, no continuaron hasta el archivo plano, evidentemente no
afectaron el acto de elección, pues no se habrían tenido en cuenta. Por

263
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

lo anterior, se continuará retomando lo dicho por la Sala hasta la fecha


en relación con el cargo bajo análisis, pero con la salvedad de que la
comparación se verificará a partir de los datos del formulario E-11 y
los del E-24 txt y ya no los del formulario E-14, por no ser éstos los
definitivos. (…). Para la Sala, la presencia de la irregularidad que se
estudia, refleja una alteración de la verdad electoral porque muestra
un actuar fraudulento ya que cada ciudadano está habilitado para
depositar uno y solo un voto en favor de la opción política de su
preferencia, por lo que la cantidad de votos depositados en la urna no
debe superar la de sufragantes y, de existir, significaría que algunos de
los votantes depositaron una cantidad mayor de tarjetas al único voto
que por derecho les correspondía, causando con ello una desventaja
para los demás partícipes de la contienda electoral. (…). El formulario
E-11, “también conocido como la lista o registro de votantes, es el
documento electoral en el cual constan los números de cédulas de
aquellos ciudadanos aptos para votar en una determinada mesa, y
está diseñado para que los miembros del jurado de votación plasmen
los nombres de cada votante frente al correspondiente documento de
identidad. (…). En ellos queda registrado el nombre completo, el número
de cédula y el puesto de votación de cada una de las personas que se
acercaron a votar. Igualmente, cuenta con una casilla para que los
jurados de votación indiquen el número total de votantes que hubo en
la mesa”. El diligenciamiento de este formulario se lleva a cabo “con el
propósito de que una vez identificado el elector por medio de su cédula
de ciudadanía, se le permita votar y simultáneamente sea registrado
en esa lista de sufragantes”. Por su parte, el E-24 en archivo plano
contiene el detalle de los votos depositados, discriminados mesa a
mesa y, su comparación entre los datos del uno y del otro, de manera
válida puede reflejar un total de votos menor al número de sufragantes
en una mesa, teniendo en cuenta que en una misma jornada se pueden
elegir varias autoridades, por lo que puede ocurrir, como lo ha dicho la
Sala, que “un elector se abstenga de depositar la tarjeta electoral
respecto de alguna de ellas”, pero no al contrario. Así entonces, es
posible y válido que el número de sufragantes que se registra en el
formulario E-11 de una mesa sea igual o mayor al número de votos
relacionados en el E-24 txt respecto de la misma mesa; pero no lo es,
si el cómputo de votos de este último es mayor a la cantidad de
sufragantes registrados en el formulario E-11, ya que ello sí configuraría
la irregularidad en comento. (…). Ahora, a pesar de que, con base en lo
anterior, en sede judicial se puede establecer la cantidad de votos en
exceso en una mesa determinada, resulta prácticamente imposible

264
conocer cuál partido y/o candidato resultó favorecido con el voto
irregular ya que “por virtud del principio de secreto del voto, resulta
imposible establecer a qué candidato o partido beneficiaron o afectaron
(…)”, por lo que de encontrarse acreditada la irregularidad en una mesa,
le corresponderá a la Sala verificar su posible incidencia en el resultado
electoral y para ello, su afectación se hará de manera ponderada
dentro de la repartición de los votos de esa mesa, como se explicará en
detalle más adelante, en caso de resultar necesario. La metodología
que adoptará la Sala para establecer si se presentaron las
irregularidades alegadas, consistirá en comparar los datos del
formulario E-11, con los del E-24 txt de cada una de las mesas
enjuiciadas por este cargo y solo en el evento de advertir que la
cantidad de votos supera la cantidad de votantes, se verificará la
incidencia o no en el resultado de la elección, para definir si hay lugar
a realizar la afectación correspondiente. (…). Una vez finalizada la
revisión de las pruebas y consolidada la información se define entonces
que el cargo D, prospera de manera parcial así: Que de los 6.691 mesas
y registros en estudio, 6.239 no contienen la irregularidad plantada, y
sobre 54 no se demostró por falta de prueba, así las cosas, frente a
estas 6.293 mesas y registros, el cargo no tiene vocación de prosperidad,
por lo que será negado. Y sobre 398 mesas y 6.266 registros de votación
se encontró que existía un mayor número de votos que sufragantes
registrados en el formulario E11, así, el presente cargo tiene vocación
de prosperidad en relación con estas 398 de las que se demostró su
irregularidad en 6.266 registros. Ahora bien, en caso de que la
sumatoria de las irregularidades advertidas, tenga la posibilidad de
variar el resultado de la elección, deberá realizarse una afectación
ponderada en las mesas en las que se encontró la presente
irregularidad, de modo que se elimine de una manera porcentual de
acuerdo con la votación obtenida en cada mesa, la parte correspondiente
a los votos en exceso, tal como corresponda, actuación que se explicará
en el acápite de incidencia y afectación.

TESIS 7: Se trata de un enjuiciamiento que presentan los demandantes


de los 2 procesos referidos [2018-00081-00 y 2018-00115-00], en los
que se aduce la presencia de irregularidades en los puestos de votación
habilitados con el sistema de autenticación biométrica. (…). La
implementación de mecanismos electrónicos en los asuntos
electorales está prevista desde el artículo 258 de la Constitución
Política de Colombia, en el que se señaló la posibilidad de implementar
el voto electrónico para lograr agilidad y transparencia en todas las

265
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

votaciones y, con ese fin, se profirió la Ley 892 de 2004 “por la cual se
establecen nuevos mecanismos de votación e inscripción para
garantizar el libre ejercicio de este derecho, (…)” y, a partir de esta
norma, se confirió competencia a la Organización Electoral, para
establecer el medio electrónico de inscripción y de votación en las
justas electorales. Entorno a ello, el artículo 39 de la Ley 1475 de 2011,
ordenó a la Organización Electoral la implementación del voto
electrónico con el fin de garantizar la agilidad y transparencia en los
procesos electorales y agregó “… que el sistema que se adopte deberá
permitir la identificación del elector con la cédula vigente o mediante
la utilización de medios tecnológicos y/o sistemas de identificación
biométricos, que permitan la plena identificación del elector…”. Así
mismo, en el parágrafo transitorio de la misma norma, se estableció,
en cabeza de la RNEC, el compromiso de implementar, a partir de las
siguientes elecciones a la vigencia de la norma, “la identificación
biométrica de los electores”, así como la iniciación del desarrollo del
sistema de voto electrónico, bajo un plan piloto en las circunscripciones
y en el porcentaje que aprobara la comisión designada para el asunto,
de manera gradual hasta alcanzar su pleno desarrollo dentro del
término previsto por la misma Comisión. (…). [E]l sistema de
autenticación biométrica está concebido como una herramienta
tecnológica destinada al fortalecimiento del sistema electoral mediante
la utilización de mecanismos que conduzcan a la plena identificación
de quienes ejercen el derecho al sufragio a partir de la confrontación
de la cédula de ciudadanía y la huella dactilar digital, con la información
que reposa en los archivos de la organización electoral; dicho sistema,
contribuye a la transparencia de todo el proceso de votación y
escrutinio, procurando la eliminación de toda posibilidad de fraude.
Este sistema apunta hacia la implementación del voto electrónico, a
que se refiere el mencionado artículo 39 Op. cit., con miras a un
mejoramiento en el ejercicio del derecho al sufragio como máxima
expresión de la democracia. (…). Se trata del protocolo implementado
por la Dirección del Censo Electoral de la RNEC, mediante el cual
especificó el trámite que debía observarse en el proceso de votación
en los lugares donde se determinó que se aplicaría este mecanismo.
En dicho documento, la RNEC definió el significado de biometría,
precisó que su objetivo consistía en evitar el fraude por suplantación
del elector y, con ese propósito, estableció que para acceder a las
mesas para realizar la autenticación biométrica, el sufragante debía: i)
presentar la cédula amarilla con hologramas, ii) estar inscrito en el
censo electoral del puesto de votación al que se va a dirigir a votar, iii)

266
aceptar los controles de seguridad y iv) autenticarse en las máquinas
dispuestas por la RNEC, para ello. Igualmente, estableció que los
sufragantes en el puesto de votación, debían proceder de la siguiente
manera: i) hacer una fila para el ingreso, ii) someterse a la requisa por
parte de las autoridades y iii) pasar a autenticarse; de allí, si la
autenticación era exitosa se le permitía dirigirse a sufragar, en caso
contrario, el cumplimiento de esta exigencia se realizaría por medio
del delegado de puesto, que es el funcionario de la RNEC autorizado
para permitir el ingreso del votante en tales casos, previa verificación
de datos como número de cédula, nombres completos, fecha de
expedición y la verificación de los rasgos físicos del votante con los
consignados en su cédula de ciudadanía; superado este requerimiento,
se le permitiría al ciudadano, ejercer su derecho al voto. (…). Esta
modalidad de fraude electoral [suplantación de electores] ha sido
considerada por la jurisprudencia de la Sección, como una causal
específica de nulidad de los actos de elección y nombramiento a través
de la causal de nulidad contenida en el numeral 3º del artículo 275 del
CPACA, por cuanto conlleva la falsedad de las actas de escrutinio,
porque en éstas se contabilizan votos ilegalmente depositados para
obtener un resultado electoral distinto al que corresponde a la voluntad
legítima del electorado. (…). [N]o toda incongruencia presentada en
torno a la suplantación de electores permite deducir una irregularidad
por cuanto dicha situación fáctica puede tener su origen en errores
cometidos por los jurados de votación en el diligenciamiento del
formulario E-11, como lo es registrar el nombre del votante en la
casilla que no corresponde debido a factores que pudieron ser
involuntarios, equivocarse al momento de escribir el nombre, entre
otros; en esos eventos no se configura la suplantación de electores y,
en consecuencia, no son falsos ni apócrifos los sufragios depositados;
ello, además, aunado a la presunción de validez que reposa sobre los
sufragios y de actuación de buena fe de los jurados de votación, en
cumplimiento de su deber legal. (…). [E]n esta oportunidad se pretende
asociar la irregularidad de suplantación de votantes, con el
procedimiento de autenticación biométrica implementado por la RNEC
para las elecciones de corporaciones nacionales celebradas el 11 de
marzo de 2018. (…). [L]a censura expuesta por los demandantes
aunque hace referencia al hecho de que se hubiera permitido la
introducción de votos de sufragantes ausentes, no consiste propiamente
ello, pues no señala que algún sujeto se hubiere hecho pasar por el
titular del derecho y hubiera actuado en su nombre; como tampoco,
que se hubiera efectuado el diligenciamiento de nombres y apellidos

267
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

distintos o similares a los que deben depositar su voto, frente a la


casilla dispuesta para tal fin en el formulario E-11, que sería lo que
conformaría un cargo de suplantación de electores propiamente dicho;
sino que sus enjuiciamientos se encaminan a determinar la existencia
de otra especie de suplantación, distinta a la que se ha estudiado en
casos anteriores, esta vez, por la omisión en la aplicación del referido
protocolo al haberse permitido ejercer el derecho al voto a sufragantes
sin establecer su plena identidad, evadiendo dicho control obligatorio.
Por lo mismo, la particularidad de la censura que se presenta en esta
ocasión no requiere un mayor detalle en la presentación del cargo al
expuesto en la demanda, como sí se exige en el de suplantación de
electores, donde, por las características propias del mismo, se hace
necesario que el actor presente además el detalle de, entre otros
aspectos, el nombre del suplantado y el del suplantador. (…). [E]l
correcto funcionamiento del sistema biométrico implementado por la
RNEC y que fue utilizado en las elecciones ahora enjuiciadas, se
encuentra determinado por factores que, en la mayoría de los casos,
influyen en el cumplimiento de uno de sus propósitos principales,
como es el de lograr a través de este mecanismo la plena identificación
de quien decide ejercer su derecho al voto. Dichas circunstancias
igualmente, y por las características que ellas presentan, pueden
llegar a ser imprevisibles, ya que algunas sólo podrían advertirse en el
momento en que el votante se somete al procedimiento de identificación
y, por ser la mayoría de ellas ajenas a la voluntad del elector, a éste no
se le podrían trasladar las consecuencias adversas que generan las
fallas en el funcionamiento de dicho mecanismo para impedirle, como
en el caso que nos ocupa, el derecho que le asiste de manifestar su
decisión por la opción política de su preferencia. (…). [A]un cuando el
control biométrico se aplicó sólo en 22 departamentos, 98 municipios
y 803 puestos de votación, teniendo en cuenta el riesgo de ocurrencia
de fraude electoral, los resultados electorales obtenidos en aquellos
lugares de votación en los que no se implementó el referido sistema de
identificación no son objeto de censura dentro de este cargo, por lo que
el análisis se limita a éstos, únicamente. De lo expuesto anteriormente
se observa, que no puede calificarse como suplantación del elector, la
falta de autenticación biométrica de algunos de los sufragantes, en los
puestos de votación censurados y en los que se implementó este
mecanismo, pues como se indicó, la ausencia de identificación
biométrica puede obedecer a la ocurrencia de cualquiera de las
múltiples circunstancias puestas en conocimiento de esta Sala a
través de las pruebas allegadas al proceso y que fueron enlistadas

268
previamente, de las que igualmente, no se puede predicar que
representan hechos constitutivos de irregularidades en la jornada
electoral por el cargo invocado, por cuanto se encuentran previamente
establecidas por parte de la autoridad electoral como eventos posibles
de presentarse. Así entonces, la falta de autenticación biométrica no
constituye necesariamente una irregularidad, aunque el propósito
principal de este medio de identificación sea el de impedir la
suplantación del elector. Igualmente, no se puede contemplar que si no
se aplicó este medio electrónico a determinados electores la
consecuencia necesaria fuera la configuración de la irregularidad de
suplantación de votantes. Lo anterior, no debe llevar tampoco a la
conclusión de que el votante que no fuere identificado biométricamente
hubiese simulado ser el portador de una cédula que no es la suya o
que los jurados de votación fingieron y contabilizaron votos que no
fueron depositados por sufragantes; menos aún, que ello signifique la
ocurrencia de cualquiera de los eventos que la jurisprudencia de esta
Sección ha determinado como constitutivos de suplantación de
electores, pues estas situaciones, aunque evidentemente son posibles,
deben probarse. (…). [E]n el caso que ahora corresponde analizar, se
presenta un nuevo aspecto a tener en cuenta, que consiste en el hecho
de haberse asociado la irregularidad con la implementación del
sistema de identificación biométrica de los sufragantes y, es por ello,
que se considera pertinente tener en cuenta, de manera principal,
además de los formularios E-10, E-11 y E-24; el protocolo previamente
referido, elaborado por la RNEC para el efecto y las cartillas contentivas
de las instrucciones impartidas a los jurados de votación para las
elecciones de 2018. (…). Ahora, el procedimiento que se llevará a cabo
para el estudio del cargo es el siguiente: i) Confrontar la información
contenida en las bases de datos de cédulas habilitadas para votar,
frente a las cédulas registradas en el sistema de biometría. ii) Verificar
las cédulas que efectivamente ejercieron el derecho al voto según el
formulario E11, teniendo en cuenta la base de datos del sistema de
biometría y los de la base de datos de las cédulas habilitadas para
votar. (…). En conclusión, la Sala no encuentra probada la presunta
irregularidad expuesta por la parte actora, sobre los 781 puestos de
votación que equivalen a 18.330 registros de mesas, luego de haber
analizado las diferentes pruebas allegadas tal y como se explicó en
cada caso enlistado, así, no se demostró que haya existido suplantación
de electores ni que hubiesen votado personas no autorizadas para ello
en las mesas objeto de este estudio, en consecuencia, el presente
cargo no tiene vocación de prosperidad.

269
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

TESIS 8: Las listas de los candidatos para el Senado de la República,


conforme al artículo 90 del Código Electoral, se inscriben ante los
correspondientes Delegados del Registrador Nacional del Estado Civil
y su aceptación (suscribiendo el formulario de inscripción) o rechazo
(mediante acto motivado), dependerá del cumplimiento de los
requisitos que contemple la Constitución y la ley para cada uno y los
formales exigidos para ello, conforme al artículo 32 de la Ley 1475 de
2011. La mencionada inscripción, a las voces del artículo 31 ibídem ,
puede ser modificada: i) en casos de falta de aceptación de la
candidatura o de renuncia a ella, dentro de los cinco días hábiles
siguientes a la fecha de cierre de las correspondientes inscripciones,
ii) cuando se trate de revocatoria de la inscripción por causas
constitucionales o legales, inhabilidad sobreviniente o evidenciada con
posterioridad a la inscripción, podrán modificarse las inscripciones
hasta un mes antes de la fecha de la correspondiente votación y iii) en
caso de muerte o incapacidad física permanente, podrán inscribirse
nuevos candidatos hasta ocho días antes de la votación. (…).
Adicionalmente, a la Organización Electoral (RNEC y CNE), le
corresponde publicar “en un lugar visible de sus dependencias y en su
página en Internet, la relación de candidatos a cargos y corporaciones
públicas de elección popular cuyas inscripciones fueron aceptadas”,
dentro de los dos días calendario siguientes al vencimiento del término
para la modificación de la inscripción de listas y candidatos (artículo
33 de la Ley 1475 de 2011). Así mismo, en virtud del artículo 265 de la
Constitución Política, al CNE dentro de las funciones asignadas, le
corresponde regular, inspeccionar, vigilar y controlar la actividad
electoral de los partidos y movimientos políticos, de los grupos
significativos de ciudadanos, así como de sus representantes legales,
directivos y candidatos, con atribuciones especiales, dentro de las que
se destaca la de “decidir la revocatoria de la inscripción de candidatos
a Corporaciones Públicas o cargos de elección popular, cuando exista
plena prueba de que aquellos están incursos en causal de inhabilidad
prevista en la Constitución” , con acato al debido proceso. En ese orden,
es en cabeza del CNE que reposa la facultad de revocatoria de la
inscripción de candidatos y, una vez efectuada, debe ser comunicada a
la RNEC, con el fin de que se realicen las correspondientes
modificaciones en lo referente a la inscripción de esas candidaturas y
como consecuencia de ello, su exclusión de la tarjeta electoral. (…). El
presente cargo [consolidación de votos a candidatos revocados por el
CNE], se sustentó en la causal específica de nulidad electoral, contenida
en el artículo 275.3 , por cuanto, a juicio del demandante, en el proceso

270
de elección que se acusa, se consolidaron de forma ilegal, votos en
favor de los candidatos ELIANA PATRICIA ÁNGEL SERNA (No. 31), ROSA
AMPARO QUINTANA VELÁSQUEZ (No. 54), ambas del PARTIDO LIBERAL
COLOMBIANO y ALEJANDRO DE JESÚS HERRERA BUSTILLO (No. 50)
del PARTIDO OPCIÓN CIUDADANA, sin tener en cuenta que sus
candidaturas fueron revocadas por el CNE mediante las Resoluciones
Nos. 764 del 7 de marzo, 662 del 27 de febrero y 226 del 8 de febrero,
decisión confirmada por la misma autoridad por medio de la Resolución
318 del 13 de febrero de 2018, por cuanto la RNEC no las retiró de las
tarjetas electorales que se utilizaron en la contienda electoral, por lo
que adujo que los votos registrados en los formularios E-14 se
trasladaron a los E-24 y a los E-26 y además, fueron tenidos en cuenta
en los cálculos del umbral, la cifra repartidora y la asignación de
curules, actuación que calificó de irregular. (…). [L]a Sala señala que en
tratándose de los votos depositados en favor de candidatos que han
sido revocados previamente, la RNEC ante la imposibilidad de retirarlos
de la tarjeta electoral, dependiendo de si la revocatoria de la inscripción
afectó parte de la lista o su totalidad; debía proceder de la siguiente
manera: i) en el evento de revocarse uno o varios candidatos de la lista,
ya sea cerrada o abierta (voto preferente), la votación obtenida en su
favor, debía computarse como válida para la lista, mientras que ii) si la
revocatoria afectaba a toda la lista (abierta o cerrada), estos votos
debían contabilizarse como no marcados, los cuales, en consecuencia,
no tendrían entidad para producir eficacia electoral en ningún sentido.
Frente a este asunto particular, la Sala ha considerado que cuando la
revocatoria de la inscripción de los candidatos afecta la totalidad de la
lista, es válida su calificación como “votos no marcados”. (…). Ahora,
respecto de los votos que, debido a la revocatoria de algunos de los
candidatos que la conforman [tal como se demostró], afectan la lista
de manera parcial, la Sala encuentra que, en efecto, deben tenerse
como válidos en favor del partido, movimiento político o grupo
significativo de ciudadanos, (…) en el que la Sala destaca el de la
eficacia del voto que se encuentra consagrado en el numeral 3º del
artículo 1º del Código Electoral. Es de resaltar que el principio en cita
ha sido el cimiento de los procesos de nulidad electoral por causales
objetivas y su construcción jurisprudencial por el Consejo de Estado se
ha fundamentado en la prevalencia de la voluntad de los electores
manifestada en las urnas en favor de la opción política de su preferencia
en forma libre, espontánea y auténtica, actuando este principio como
protector de la democracia reflejada en la regularidad de las elecciones
y como referente para determinar el momento de inflexión de la

271
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

legalidad del acto electoral. Por lo anterior, la Sala considera que se le


debe dar primacía a su elección y, que tener como válido el voto, en
favor de la lista, es lo que más se acerca a la verdadera voluntad del
elector, pues en todo caso, al haber marcado a un candidato en la
tarjeta electoral, que cuenta con el aval de un partido, ha de entenderse
que dentro de su expresión libre concretó su decisión para favorecer a
tal partido, así su intención fuera únicamente en razón del candidato,
ya que al preferirlo, está optando por la elección tanto del candidato,
como del partido, movimiento o grupo que lo acompaña. (…). [L]o que
se busca es precisamente mantener incólume la decisión del votante,
en aras de resguardar la prevalencia de la votación mayoritaria, libre y
legítima, actuación que debe realizar el juez en el trámite de este
medio de control, por cuanto el contencioso electoral es un mecanismo
jurídico destinado a proteger la eficacia del voto y la regularidad de las
elecciones, partiendo de la premisa conforme a la cual no toda
irregularidad implica, per se, la nulidad del acto de elección censurado.
Así entonces, para la Sala no es dable trasladar al elector las
consecuencias de que la RNEC no hubiera retirado las candidaturas
revocadas por el CNE, de las tarjetas electorales, el software y demás
documentos, elementos y actuaciones que debía ejecutar con ocasión
de dicha revocatoria relacionadas con las censuradas del demandante
y, en ese orden, se mantendrán como válidos los votos que fueron
sumados y/o contabilizados a las listas tanto del Partido Opción
Ciudadana como al del Liberal Colombiano, por los votos marcados en
favor de los candidatos revocados por este grupo y partido, pues su
revocatoria no afectó la totalidad de la lista por lo que se favorece la
voluntad del sufragante frente a la decisión del partido de su
preferencia. Por lo tanto, la Sala comparte los argumentos del CNE y
concluye que no le asiste razón a la parte actora en el señalamiento de
que el acto de elección está viciado de nulidad por la causal del numeral
3º del artículo 275 del CPACA, como tampoco, respecto de las generales
de expedición en forma irregular y falsa motivación enjuiciadas bajo la
misma razón de inconformidad de la primera, pues sin necesidad de
que la Sala se refiera a cada una de las generales, de manera extensa,
para entrar a establecer si procede el estudio de fondo de las mismas
sobre ese supuesto, dadas las particularidades de cada una de ellas,
se concluye que no hay lugar a ello, pues conllevaría a la realización de
un estudio que resultaría inane por cuanto, sin lugar a dudas, el
resultado equivaldría a la misma conclusión ya establecida. (…). De
igual forma, no se encuentran vulnerados los principios de legalidad e
imparcialidad argüidos en la demanda por la no modificación de las

272
tarjetas electorales por parte de la RNEC con ocasión de las revocatorias
tantas veces referidas, pues partiendo de lo ya expuesto, dada la época
en que se decidió al respecto por parte de la autoridad electoral, esa
entidad no se encontraba en la obligación de hacer modificaciones a
los elementos electorales por tal motivo, en consecuencia, el cargo no
prosperará.

TESIS 9: En síntesis, se enjuicia la elección por haberse declarado


con la contabilización de votos registrados en actas E-14 Claveros
que no contenían el mínimo de dos firmas por parte de los jurados
de votación, con lo que, a juicio de la parte actora, se incurrió en la
causal contenida en el numeral 3º del artículo 275 del CPACA. (…). De
conformidad con lo dispuesto en el artículo 5º de la Ley 136 de 1994,
los jurados de votación son ciudadanos designados por entidades
públicas, privadas, directorios políticos y establecimientos educativos,
con las excepciones previstas en el artículo 104 del CE. Tienen a
su cargo la instalación de la mesa de votación (artículo 112 CE), la
atención de cada ciudadano que comparezca a ejercer el derecho al
voto (en la forma señalada en el artículo 114 del CE) y disponer el
retiro de aquellas personas que perturben el ejercicio del mencionado
derecho (artículo 118 CE). Además, les corresponde firmar las actas
de escrutinio, conforme a lo preceptuado en el artículo 142 del Código
Electoral, disposición que, para la validez de las actas, anteriormente
imponía que estuvieran firmadas por al menos tres de ellos (artículos
163 y 192.3 ibídem), pero en la actualidad, de acuerdo con el parágrafo
segundo del artículo 5º de la Ley 163 de 1994, las actas E-14 son
válidas “cuando estén firmadas, al menos, por dos (2) de ellos”. (…). [A]
contrario sensu, si el formulario E-14 no contiene un mínimo de dos
firmas de los jurados, es inválido y, en consecuencia, “para dar por
probada la invalidez de las actas de los jurados de votación es preciso
que se pruebe que no se encuentran firmadas por lo menos por dos
de aquellos que fueron designados legalmente”. (…). Así mismo, se
considera pertinente señalar que aunque el actor hace referencia
a la falta de al menos dos firmas en el formulario E-14 de claveros,
para la Sala, como se indicará en el análisis propio de las censuras, es
indistinto el ejemplar del formulario que contenga el mínimo de firmas
requerido, mientras no haya un enjuiciamiento puntual relacionado
con diferencias entre las tirillas del mismo formulario, pues, como se
ha venido señalando, los 3 deben ser idénticos en su contenido. (…).
Precisado lo anterior, esta Sala Electoral procede a realizar el análisis
de las 13 mesas de votación demandadas que equivalen a 13 registros,

273
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

tal y como sigue. Caso 1. Formularios E-14 con dos firmas o más de los
jurados de votación. Se trata de 6 actas que una vez analizadas por la
Sala, evidenciaron que contienen el mínimo de firmas de los jurados,
requerido para su validez. (…). Caso 2. Formularios E-14 con menos de
dos firmas de los jurados de votación. Se trata de 7 actas en las que
se evidenció la falta del mínimo de firmas, requerido para su validez.
(…). La Sala encontró que, en las 7 mesas de votación enlistadas, el
formulario E-14, no contenía el mínimo de firmas requerido, es decir,
que se trata de formularios que no fueron firmados al menos por
dos de los jurados de votación, en evidente desconocimiento de lo
preceptuado en el parágrafo 2º del artículo 5º de la Ley 163 de 1994
y, por lo tanto, resultan irregulares. En consecuencia, el cargo tiene
vocación de prosperidad. (…). Ahora bien, en caso de que la sumatoria
de las irregularidades advertidas, tenga la posibilidad de variar el
resultado de la elección, deberá realizarse la exclusión de las mesas en
las que se encontró la presente inconsistencia, de modo que se elimine
toda la votación obtenida en cada una de ellas, tal como corresponda,
actuación que se explicará en el acápite de incidencia y afectación.
Una vez analizadas las resoluciones referidas [resoluciones E-1534 y
E-1568, del 17 de julio de 2018], la Sala observa que en ellas, el CNE
declaró infundadas las reclamaciones presentadas por el cargo en
estudio, en los casos en los cuales los formularios E-14 tuvieran por
lo menos dos firmas de sus respectivos jurados. (…). Es de resaltar,
que si bien es cierto, el partido actor presentó como enjuiciadas estas
resoluciones [resoluciones E-1534 y E-1568, del 17 de julio de 2018],
también lo es que no formuló censuras específicas frente a ellas, sino
que sus argumentos se fundaron en el relato de lo ocurrido en la etapa
surtida ante el CNE, a partir de lo cual señaló que no tenía certeza
de que dicha autoridad hubiera resuelto las solicitudes relativas
a esta irregularidad. (…). Por lo tanto, al no expresar los motivos de
inconformidad aunados a las causales generales o especiales de
nulidad, para la Sala resulta imposible efectuar un análisis de legalidad
sobre los actos y, en consecuencia, se tendrán únicamente como parte
de los hechos relatados, en los que se indica que la irregularidad se
puso en conocimiento de las autoridades electorales pero que no hay
certeza de que se hubieran resuelto.

TESIS 10: En síntesis, se trata de la censura expresada con ocasión


de la presunta irregularidad por la presentación de un candidato
inhabilitado para obtener votación, de manera falsa, en favor de un
partido político. (…). Así las cosas, en los procesos que se adelantan de

274
nulidad electoral por causales subjetivas, como se explicó, legalmente
no es posible descontar de la declaratoria de nulidad del acto de
elección, la cantidad de votos obtenidos por el demandado cuando éste
se halle incurso en causal de inhabilidad, pues esta última consecuencia
es propia de las causales de nulidad de tipo objetivo. (…). [A]unque el
cargo que expuso el actor hace referencia a la presunta existencia de
un fraude electoral, por la causal 3ª del artículo 275 del CPACA; en su
relato no expresa en qué consistió ni tampoco se advierte acreditado
dentro del proceso ese fraude como tal, toda vez que su censura se
centró en señalar su inconformidad con que aun habiéndose declarado
la nulidad de la elección del señor MOCKUS, se mantuviera la votación
de éste, dentro del cómputo general de la elección, por lo tanto, al no
acreditarse la ocurrencia de un fraude que conlleve a una nulidad por
causales objetivas, para la Sala no hay lugar a efectuar un análisis
de fondo sobre el asunto, por lo que se concluye que no se probó el
cargo y por ende, frente a esta censura, no se incurrió en la causal
objetiva señalada. Como consecuencia de lo anterior, al no haber
elementos para estudiarse la ocurrencia del mentado fraude, tampoco
hay lugar a aplicar la consecuencia pretendida por el actor respecto
de la invalidación de la votación del señor AURELIJUS RUTENIS
ANTANAS MOCKUS SIVICKAS, pues, para que pueda ordenarse esa
modificación del E-26 con la sustracción de los votos irregulares, en
este caso se requiere que se acredite la configuración de la causal
3ª del artículo 275 del CPACA y que se declare la nulidad del acto de
elección, por ese aspecto, como se indicó, pues ese ajuste al E-26 es
una consecuencia de una decisión de nulidad y en este caso ya no
la habría, pues la misma, fue declarada en un proceso anterior. En
este mismo sentido, no deviene en ilegal la declaratoria de elección
con base en la causal general de falsa motivación ya que la parte
actora, precisamente, sustentó este enjuiciamiento en que el acto,
al contener “datos contrarios a la verdad” se encontraba falsamente
motivado y eso lo hacía ilegal bajo esta causal autónoma y general. Sin
embargo, al no acreditarse la ocurrencia de la irregularidad descrita
en el cargo bajo la causal especial del numeral tercero y al ser ésta
el fundamento del enjuiciamiento por la general, se concluye que los
documentos electorales no son falsos o apócrifos por este aspecto,
así, al estar fincado el cargo en la presunta existencia de un fraude no
sustentado ni demostrado, su falta de acreditación como ocurrencia
de la irregularidad conlleva a concluir su no prosperidad por este
particular. (…). Igualmente, en lo relativo a la presunta expedición del
acto con infracción de las normas en que debería fundarse, considera

275
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

la Sala que, además de lo anterior, se evidencia una falta de carga


argumentativa de la parte actora, por lo que no hay lugar a estudiar
el fondo del asunto. (…). Por último, el actor adujo que el acto se
expidió en forma irregular, por la existencia de un supuesto fraude al
enlistar a un candidato inhabilitado con el único propósito de sumar
votos y a la postre impedir la elección de aquellos candidatos que sí
cumplían con los requisitos de ley para ser elegidos. En lo relativo a
esta causal, en la misma línea de lo resuelto frente a las anteriores,
se tiene que esta se materializa cuando en el trámite de expedición
del acto acusado se ostenta un vicio en su formación, es decir, que se
vulnera el debido proceso. No obstante, en el caso particular, no se
observa que la censura esté dirigida a demostrar la ocurrencia de un
vicio de este tipo, sino que el actor encausó este evento en la misma
existencia de una presunta inhabilidad sin señalar ni acreditar que el
acto se hubiera expedido con vicios en su formación, (…), así las cosas,
frente a este aspecto también hubo falta de carga argumentativa de
parte del demandante, situación que impide al Juez realizar un estudio
de fondo, ya que no cuenta con los elementos de juicio necesarios para
tal fin, razón por la cual la presente censura está llamada al fracaso.

TESIS 11: En síntesis, la demandante del proceso de la referencia


[2018-00107] adujo que el CNE efectuó un recuento indebido sobre la
votación de algunas mesas, al ordenarlo sobre votos que, a su juicio,
ya habían sido recontados, pues de conformidad con lo preceptuado
en el último párrafo del artículo 164 del CE, no es posible realizar más
de un recuento sobre los votos de una misma mesa. Precisó que el
error del CNE obedeció, en gran medida, a la forma como se incluyó la
constancia de recuento en las actas generales de escrutinio ya que en
algunos casos se registró en su inicio y, en otros, al final; situación que
influyó para que la autoridad electoral desconociera que las mesas que
se alegan ya habían sido objeto de recuento pese a la existencia del
correspondiente registro en las actas. (…). Para la Sala es importante
diferenciar estos dos vocablos [recuento y verificación], ya que de ello
dependerá el desconocimiento de la norma, pues la prohibición que
allí se contempla es en el sentido de realizar un recuento sobre mesas
que ya hubieran pasado por ese trámite, es decir, de acuerdo con el
artículo 164 del CE, no es posible recontar los votos de una mesa más
de una vez. En armonía con lo anterior, se tiene que el CNE, tiene la
facultad de revisar los documentos electorales y de realizar recuento
de votos conforme al artículo 265.4 Constitucional. (…). De igual forma,
tiene la facultad de conocer de las solicitudes de recuento cuando

276
la comisión escrutadora distrital o municipal respectiva se hubiere
negado a hacerlo, su decisión hubiere sido apelada oportunamente y
los Delegados del CNE hallen fundada la apelación. (…). Teniendo en
cuenta que la causal de la censura que se estudia es la de infracción
de las normas en que debería fundarse el acto, por la presunta
desatención del artículo 164 del CE, en lo que atañe a la prohibición de
un doble recuento sobre una misma mesa de votación, es necesario
precisar el alcance de la norma. (…). [E]n el recuento de la votación
propiamente dicho, que de acuerdo con lo expuesto contempla la
actividad de “volver a contar”, en este caso, los votos de una mesa,
respecto de cada una de las tarjetas electorales depositadas en la
urna, las que primigeniamente habían sido contadas por los jurados
de votación, por ello, se habla de “recuento”; y, por otro lado, la revisión
de los documentos electorales, es decir, de la información contenida
en ellos, situación que no comporta estrictamente el recuento de cada
uno de los votos de la mesa. (…). [E]ncuentra la Sala que el CNE al
ocuparse de resolver las solicitudes y/o reclamaciones elevadas por los
diferentes peticionarios, ante esa autoridad, mediante las resoluciones
que la parte actora adujo que devenían en ilegales, hizo uso de sus
facultades con el fin de verificar, constatar, comparar, examinar y
revisar los documentos electores y afirmó que como consecuencia
de la competencia atribuida a las comisiones escrutadoras en cada
instancia, en esa Corporación no estaba radicada la facultad para
ordenar o proceder a efectuar recuento de votos y señaló la metodología
o parámetros que se debían observar en el estudio que se hiciera de
las solicitudes y/o reclamaciones, de los que, desde ya se advierte,
que no se trató de un procedimiento para realizar recuento de votos
por parte del CNE. Se tiene además que el CNE fue claro en señalar
que esa función de revisión que le fue atribuida no es, para nada, un
instrumento que le permitiera desconocer las etapas establecidas
para los escrutinios, las cuales, en todo caso, deben estar cimentadas
en el debido proceso establecido en el Código Electoral y en la Ley 1475
de 2011 y que, si en ejercicio de sus competencias decidiera hacerlo,
ello operaría como un medio extraordinario excepcional, subsidiario
y residual, y que se presentaría únicamente por vía de conocimiento
directo, por apelación de una causal de reclamación o de verificación
y revisión en los términos de los artículos 189 del CE y 237 del CPACA.
(…). De lo anterior, concluye la Sala, que el reproche hecho por la parte
demandante (…) no tiene vocación de prosperidad, pues del material
probatorio obrante en el expediente, no se puede determinar que la
autoridad electoral se hubiera ocupado de efectuar o de ordenar un

277
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

recuento de votos en las mesas enjuiciadas por la parte actora. (…). Así
entonces, a partir de las censuras de la demandante, se tiene que los
actos enjuiciados, no fueron expedidos por el CNE, con infracción de
las normas en que debería fundarse, pues como se expuso, la acción
de revisar difiere del acto de recontar y se probó que la actuación de la
autoridad electoral correspondió a la labor de revisar que forma parte
de las atribuciones propias de la entidad. (…). En consecuencia, la Sala
declarará no probado el cargo.

TESIS 12: En este caso, la Sala deberá referirse al criterio que, en


tratándose de falsedad en los registros electorales, ha señalado en
decisiones anteriores, conforme al cual en materia probatoria se le ha
otorgado, en algunas ocasiones, mayor credibilidad al formulario E-14
Claveros. En dichas situaciones, se ha considerado que el ejemplar
del E-14 con destino a claveros, en principio, tendría la razón por
cuanto goza de una mayor exigencia en la cadena de custodia ya que
es el que se introduce en el arca triclave al finalizarse la elección y,
además, porque constituye el parámetro para el diligenciamiento del
formulario E-24. No obstante, como ya se ha mencionado, la Sala a su
vez ha sostenido que “el mayor valor probatorio reconocido al formato
electoral E-14 claveros, respecto del formulario E-14 delegados, no
puede admitirse en forma absoluta”; es decir, que dicha postura no
tiene alcances plenos al interior de los procesos de nulidad electoral.
(…). [L]a Sala viene admitiendo también la alternativa de brindar
mayor valor a los formularios E-14 delegados, en el evento en que
las presuntas irregularidades planteadas en el proceso involucren el
contenido de esos formatos, como ocurre precisamente en el caso
que ahora es objeto de análisis; circunstancia que le otorga mérito
probatorio a los documentos E-14 delegados en ocasiones incluso por
encima del de claveros, pues no se ha considerado que carecieran de
validez, como parte de la formación del acto de elección. Del mismo
modo, se ha dicho que el examen de los formularios E-14 delegados
es posible en términos de su valor probatorio cuando el marco de la
controversia esté determinado por supuestas inconsistencias con el
formato E-14 claveros y sea procedente la comparación de ambos
documentos. (…). Para el análisis que corresponde, la Sala señala que,
en principio, no puede existir diferencias entre uno y otro ejemplar,
ya que se trata de un mismo formulario que debe diligenciarse de
manera igualitaria por los mismos firmantes en un mismo momento,
lo que de ninguna manera admite que válida o legalmente existan
diferencias entre ellos, por lo que, de haberlas, corresponderá a la Sala

278
identificar la veracidad de la información y darle prevalencia, como
se anunció, a un ejemplar, al otro o a ninguno, de acuerdo con lo que
se encuentre probado en el proceso, advirtiendo en todo caso, que en
relación con los registros que no tengan diferencias entre uno y otro,
no se continuará su estudio, por cuanto esa sola situación dejaría sin
sustento el cargo. (…). Así las cosas, y sin que lo anterior implique la
prevalencia de uno de los ejemplares del E-14 respecto del otro, la
Sala considera que no hay lugar a analizar uno a uno los registros
enjuiciados por este cargo dentro del proceso 2018-00126-00, pues
dadas las particularidades del asunto, frente a todas las posibilidades
que se pueden presentar respecto de las resoluciones proferidas
para cada departamento, ninguna tiene vocación de prosperidad, bien
sea porque con ellas no hubo modificación alguna de los registros
electorales o porque habiendo ocurrido ello, tal actuación obedeció al
análisis y resultado obtenido por el CNE, respecto de los que no se
presentó censura adicional en el presente cargo. En consecuencia,
sin necesidad de identificar, en este caso, a cuál de los ejemplares del
E-14 se le da mayor credibilidad o si ninguno de ellos coincide o se
acerca a la verdad electoral, se tiene que la irregularidad señalada por
la actuación del CNE, no ocurrió; pues por un lado, como se dijo, pudo
suceder que la autoridad electoral no hubiera modificado el registro,
lo que en sí mismo conlleva a que se descarte la irregularidad en los
términos planteados o que, habiéndose modificado, ello obedeció al
resultado obtenido luego del estudio del detalle de la censura por parte
de dicha autoridad y, frente a esto último, no hay acusaciones detalladas
ni se indicó de qué manera el análisis y conclusión a que llegó el CNE
hubiera sido contrario a la voluntad del elector. Lo anterior, por cuanto
la parte demandante adujo la existencia de una irregularidad porque
a su juicio, las decisiones de la autoridad electoral sobre los registros
electorales ocasionaron una diferencia irregular entre el E-14 de
Claveros y el de Delegados, lo que no fue acreditado.

TESIS 13: La parte actora adujo que la CED de Bogotá transgredió “de
manera grosera” el debido proceso, desde el momento mismo en que
“delegó” sus funciones en terceros denominados “grupos de trabajo”,
con el fin de que atendieran las reclamaciones del G.S.C. Colombia
Justa Libres; para lo cual profirió, entre otros, los autos de trámite Nos.
DM-08, DM-09, DM-011 del 23 de marzo y DM-012 del 24 de marzo,
todos de 2018. Indicó que una vez integrados los grupos de trabajo o
las “nuevas comisiones escrutadoras con tercero” mediante los
referidos autos, dichos grupos realizaron recuentos de votos parciales

279
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

y exclusivos respecto de 5.221 mesas, en favor del G.S.C. Colombia


Justa Libres. Señaló que con violación a lo dispuesto en los artículos
172 y 163 del CE, tales grupos, para efectos de la realización del
escrutinio, “tiraron” y “colocaron” los votos, en el piso de Corferias,
relacionadas con las 5.221 mesas de votación y, agregó, que
presuntamente en ese momento, se introdujeron unos nuevos y
ficticios en aquellas reclutadas para el fraude y, luego de exhibirlas a
los abogados y testigos de ese grupo significativo de ciudadanos,
implementaron las maniobras fraudulentas para adulterar los
formularios E-11, como lo registró la CED de Bogotá en la página 119 y
otras del AGE de la comisión; conforme a la cual, el recuento se realizó
de manera parcial y exclusivo para el GSC, desconociendo además lo
señalado por la Sección Quinta del Consejo de Estado y pretermitiendo
la aplicación del artículo 164 del CE. (…). El desarrollo del procedimiento
electoral, se itera, se circunscribe a tres etapas que van desde los
actos previos a la elección, hasta la expedición del acto por medio del
cual la autoridad electoral declara la elección, tales etapas que
singularizan este trámite, son las siguientes: la preelectoral, la electoral
y la postelectoral, cuyo desarrollo está a cargo de la organización
electoral. (…). Dicha etapa [postelectoral] comprende los escrutinios de
mesa; esto es, el que corresponde a los jurados de votación y, el
segundo, que, groso modo, realizan las comisiones auxiliares, zonales,
municipales, distritales, generales y nacionales (según el caso); de allí
se obtiene que las actuaciones descritas en esta etapa, se encuentran
en cabeza de las comisiones escrutadoras y del CNE o los delegados
de éste (dependiendo del tipo de elección), y termina, una vez esté en
firme la declaratoria de elección. En los primeros escrutinios, los de
mesa, que inician inmediatamente después de cerrada la votación
(4:00 p.m.), le corresponde a los jurados leer en voz alta el número de
sufragantes y, en seguida, contar los votos que se harán constar en el
acta de escrutinio; con ello, queda concluido el escrutinio de mesa y a
los jurados les corresponde, a través de su presidente, entregar las
actas y documentos allí usados, al delegado correspondiente y a los
claveros respectivos, hasta antes de las 11 de la noche de ese día;
documentos que deberán ser introducidos en el arca triclave. El
transcurso de los segundos escrutinios, le corresponde a las
comisiones escrutadoras dar inicio a partir del momento del cierre del
proceso de votación y hasta las 12:00 a.m.; luego, se continúa a las
9:00 a.m. del día siguiente hasta las 9:00 p.m. y así sucesivamente
hasta terminar el correspondiente escrutinio, en los casos en que no
sea posible terminarlo el mismo día de la votación; y, para el efecto, el

280
Registrador inicia el escrutinio dando lectura del registro de los
documentos introducidos previamente en el arca triclave y debe dejar
constancia en el acta general sobre el estado de los mismos.
Posteriormente, la Comisión hace el cómputo de la votación y los lee
en voz alta, con base en las actas de los jurados de votación y, de ser
necesario, hará recuento de los votos. Cuando le corresponde el
escrutinio a los delegados del CNE (escrutinios generales), éstos
iniciarán a las 9:00 a.m. del martes siguiente a las elecciones y, el CNE,
cuando le atañe, tendrá el mismo horario que para el resto de
elecciones. (…). [L]a parte actora, en general consideró que la CED de
Bogotá, desarrolló el proceso de escrutinio de la cuestionada elección,
en contravía del ordenamiento jurídico y, con ello, del debido proceso
electoral, por cuanto, a su juicio, tal Comisión no estaba autorizada
para crear dichos grupos y porque la labor de escrutar que,
presuntamente les trasladó, era “indelegable”. (…). Para analizar el
asunto, la Sala considera necesario referirse a los autos por medio de
los cuales se crearon los mencionados grupos de trabajo, por parte de
la CED de Bogotá y el procedimiento adoptado por la misma comisión,
esto, con el fin de determinar si existió o no la irregularidad en comento.
(…). Para la Sala, (…) no se configuró irregularidad alguna con la
creación de los grupos, como tampoco con la asignación del trabajo
encomendado a ellos; pues en lo que se refiere a la presunta delegación
indebida de funciones, la Sala encuentra que no se cumplen los
presupuestos para su configuración del artículo 9º de la Ley 489 de
1998, conforme al cual: “las autoridades administrativas, en virtud de
lo dispuesto en la Constitución Política y de conformidad con la
presente ley, podrán mediante acto de delegación, transferir el ejercicio
de funciones a sus colaboradores o a otras autoridades, con funciones
afines o complementarias”; lo que de ninguna manera podría decirse
que se presentó en este caso particular. (…). Se insiste entonces en que
la delegación i) “implica la transferencia de funciones de un órgano a
otro”, ii) la competencia transferida puede ser reasumida en cualquier
momento y iii) la función delegada “conserva su régimen y naturaleza
originarios”; de acuerdo con ello, puede decirse que la creación de
grupos de trabajo para resolver las reclamaciones de las distintas
localidades no implicó una delegación de funciones, pues, como se
viene señalando, la labor temporal de los grupos de trabajo no
comprendía el ejercicio propio del escrutinio, como tampoco la facultad
de modificar los documentos electorales, sino que su trabajo
correspondió a un apoyo en la verificación de la votación, el cual se
desarrollaría de forma operativa y sin suplir de manera alguna las

281
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

funciones propias de la CED en su condición de comisión escrutadora,


sino que sirvieron de “apoyo logístico para el adecuado cumplimiento
de las facultades de la Comisión Escrutadora Distrital, desarrollando
de esta forma los principios de eficacia y eficiencia de la administración
y haciendo operativas y funcionales las disposiciones jurídicas que
rigen la materia”. En síntesis, esta Sala se mantiene en que los grupos
de trabajo no desarrollaron la labor de escrutinio de las mesas, función
que efectivamente es propia de las comisiones escrutadoras y que en
efecto, en el caso que ocupa la atención de la Sala, siempre estuvo en
cabeza de la CED de Bogotá; así mismo, en que el trabajo de aquellos
grupos, se limitó a la verificación de algunos de los votos depositados
en determinadas mesas. Ello se refuerza con el contenido de los autos
de trámite mencionados en la censura y el procedimiento a que se hizo
referencia en ellos, a partir de los cuales, no queda duda que los
mencionados grupos de trabajo fueron creados de manera temporal,
para servir de apoyo en la resolución de las peticiones de recuento
sustentadas en el artículo 164 del CE, dada la magnitud de las
solicitudes y la premura para resolverlas con miras a la declaratoria
de la elección. (…). Así, de acuerdo con lo que se viene relatando y,
acogiendo lo señalado en las decisiones citadas, trayéndolas al caso
concreto, llevan a la Sala a concluir que la creación de los Grupos de
Trabajo para el apoyo en los escrutinios de la CED de Bogotá, ahora
enjuiciados, no es irregular, ya que aunque existió la conformación de
grupos de trabajo como apoyo dentro del escrutinio en comento, con
ello no se desconocieron las funciones constitucionales y legales de la
CED de Bogotá en materia de escrutinios, que mantuvo tal facultad,
como correspondía. Por lo mismo, encuentra la Sala que la creación de
los grupos de trabajo no obedeció a una indebida delegación de
funciones ni afectó el desarrollo normal de las votaciones; tampoco
alteró el escrutinio distrital, no desconoció el derecho al sufragio ni la
obligación de efectuar el escrutinio por parte de la CED de Bogotá, sino
que, contrario a ello, se trató de una determinación legítima para
garantizar principios de la contienda electoral, como los de celeridad,
eficacia, economía, entre otros. Además, el escrutinio distrital a que se
hace referencia fue realizado por la CED de Bogotá, la que suscribió el
acta correspondiente tal como consta en ella, luego entonces, tampoco
encuentra la Sala la vulneración de los artículos 163, 164 y 172 del
Código Electoral por tal situación, comoquiera que no concurren los
cuestionamientos señalados, en consecuencia, el cargo no está
llamado a prosperar sobre dicho aspecto.

282
TESIS 14: [A]firmó el actor, que en el proceso de recuento realizado
por los tantas veces mencionados grupos de trabajo en el “pabellón
de Corferias del Distrito Capital” con ocasión de las reclamaciones
interpuestas por el G.S.C. Colombia Justa Libres hubo rompimiento
de la cadena de custodia que generó una “alta posibilidad” de que se
introdujeran votos “ficticios”, por cuanto, no se hizo el conteo mesa
por mesa como correspondía, sino que se pusieron en igual tiempo y
en un mismo lugar los votos de varias mesas, y que muchos de éstos
fueron “tirados al piso”; desorden a partir del cual, a juicio de la parte
actora, abogados y testigos electorales, sin ningún sustento legal,
acomodaron votos irregularmente. De otra parte, el actor aclaró que
el enjuiciamiento no se refiere a la cadena de conservación y custodia
“ordinario” que se debe tener sobre los documentos electorales una vez
finalizados los escrutinios de que trata el artículo 185 del CE, y enfatizó
en que hubo una conclusión “errada” por parte de la CED de Bogotá al
haber falta de rigurosidad dentro del contexto del proceso de recuento
en comento. (…). Sentado lo anterior y descendiendo al caso concreto,
se tiene que la cadena de custodia sobre los documentos electorales,
es el procedimiento que lleva a cabo la Organización Electoral para
su conservación y guarda, con varias etapas que deben iniciar desde
la elaboración de los documentos electorales, que continúa una vez
termina la jornada electoral hasta la culminación de los escrutinios
generales, y se extiende, finalmente, a la etapa de conservación por
parte del CNE en el archivo de las Delegaciones Departamentales,
entidad que responde solidariamente junto con la RNEC, y que podrá
incinerarlos, una vez vencido el respectivo período del Congreso de la
República conforme a los artículos 185 y 209 del Código Electoral. (…).
Ahora bien, en el caso que ocupa la atención de la Sala, se observa
que no se logró demostrar la censura que se analiza, pues revisada
el AGE de la CED de Bogotá, junto con los demás actos previamente
relacionados, no se encontraron hechos o actuaciones que conlleven a
inferir que en efecto se hubiera concretado el fraude señalado, pues si
bien se halló la constancia que se relata adelante, en la que se advirtió
que hubo algunos testigos que estuvieron cerca de los documentos
electorales durante el proceso de verificación, ello no demuestra el
acaecimiento del fraude en comento, es decir, no se acreditó el presunto
rompimiento de la cadena de custodia de dichos documentos, que a
juicio de la parte actora, hubiera permitido el ingreso de votos ilegales
en favor del G.S.C. Colombia Justa Libres. (…). Así las cosas, contrario a
lo manifestado por la parte actora, para la Sala, del material probatorio
obrante en el expediente, no se puede inferir que los grupos de trabajo

283
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

creados por la CED de Bogotá hubieran incumplido los protocolos de la


cadena de custodia del material electoral establecidos en la normativa
que regula la materia ni en los actos expedidos por la RNEC señalados
y, en consecuencia, el presente asunto no se acreditó y, por lo mismo,
no prosperará.

TESIS 15: Para el análisis y conclusión de la incidencia dentro del


presente proceso de nulidad electoral, se tendrá en cuenta la teoría
que la Sección Quinta del Consejo de Estado ha edificado y viene
iterando, sobre el principio de la eficacia del voto como la “piedra
angular” del ordenamiento jurídico electoral colombiano, tendiente
a determinar el punto de inflexión de la presunción de legalidad de
los actos, en los procesos de nulidad electoral por causales objetivas.
A partir de lo dicho por la Sección, la declaratoria de nulidad de un
acto electoral debe ser entendida como la última medida de la que
dispone el juez para restablecer el ordenamiento legal y es por ello,
que la regla general es que prevalezca el principio de legalidad del acto
de elección demandado, puesto que con él se garantiza la voluntad
de los electores. Luego entonces, la declaratoria de nulidad electoral
es una medida excepcional, por lo que no basta únicamente con
acreditar la existencia de una o varias irregularidades ocurridas en
el procedimiento electoral para desvirtuar la presunción de legalidad
del acto de elección, pues, además, se debe verificar la incidencia
que tengan dichas irregularidades en el resultado final, dicho de otra
manera, si las irregularidades que se acrediten en el proceso electoral
no afectan el resultado de la elección, la nulidad del acto resultaría
inocua y, por lo tanto, corresponderá darle plena validez a la voluntad
de la mayoría. (…). Así entonces, se tiene que la incidencia constituye
un requisito sine qua non para la configuración de las causales nulidad
de tipo objetivo que afectan la elección, para el caso que ocupa la
atención de la Sala: i) diferencias injustificadas entre los datos del
formulario E-14 y los del E-24; ii) sabotaje contra los sistemas de
votación, información, transmisión o consolidación de los resultados
de las elecciones; iii) diferencias entre el total de los votos por partido
respecto de la suma de los votos por candidatos y votos por la lista del
mismo partido en el formulario E-14; iv) mayor número de votos que
sufragantes; v) fraude en los puestos de votación con autenticación
biométrica; vi) consolidación de votos a candidatos revocados por el
CNE; vii) formulario E-14 con menos de dos firmas de los jurados de
votación; viii) fraude consistente en presentar un candidato totalmente
inhabilitado para sumar una votación producto de un engaño, que no

284
permite que otros candidatos que sí cumplen con los requisitos de
ley, puedan ser elegidos; ix) recuento indebido por parte del CNE; x)
diferencias entre los formularios E-14 Claveros y E-14 Delegados, y xi)
violación al debido proceso del gubernativo electoral - improcedencia
de recuento de votos por rompimiento de la cadena de custodia. De otra
parte, es debido precisar que la incidencia de una irregularidad puede
establecerse principalmente de dos formas, de acuerdo con el modo
de afectación: i) particular, porque se puede conocer el detalle preciso
para analizar la afectación, es decir, a cuál partido y candidato beneficia
o afecta, es por ello que la modificación se efectúa únicamente sobre el
registro y ii) general, que contrario a la anterior, no se puede establecer
el detalle con la especificidad del caso anterior, razón por la cual, la
incidencia se establece, ya sea bajo el sistema de afectación ponderada
y, de no ser posible lo anterior o en caso de encontrarse lugar a afectarla
toda, con la declaratoria de nulidad de la mesa completa, según el caso.
En tratándose del análisis de la incidencia bajo el sistema de afectación
ponderada, la Sala ha establecido que consiste en tomar el número de
votos fraudulentos acreditados en una mesa de votación y distribuirlos
en forma ponderada entre los candidatos que hayan obtenido votos en
la mesa o mesas donde se presentaron las irregularidades, bien sea
para agregar o quitar votos. (…). Ahora, arribando al caso concreto, la
Sala indica que, de acuerdo a las consideraciones expuestas en cada
uno de los cargos, la afectación se hará de manera general respecto de
toda la mesa, en lo referente a los registros que prosperaron del cargo
G; ponderada frente a los registros que prosperaron de los cargos D
y K; y de manera particular sobre los registros del cargo A. La que
se realizará en dicho orden, partiendo de lo más general, que sería la
mesa completa, a lo particular que afecta hasta el detalle del candidato.
(…). No obstante, para el estudio de la incidencia en el resultado de la
elección, la Sala reitera que el análisis se efectuará únicamente en
relación con las mesas y registros de cada cargo sobre los cuales se
acreditó la irregularidad. (…). Después de realizar la afectación en los
30.760 registros que prosperaron, la Sala estudiará el impacto que
estas tuvieron en los resultados electorales. Para el efecto, se partirá
de los totales registrados en el formulario E-26SEN, mediante el cual se
declaró la elección para los Senadores de la República, periodo 2018-
2022. (…). Le compete a la Sala evaluar si el total de las irregularidades
probadas, de acuerdo con el estudio realizado en los acápites previos,
tiene o no la incidencia suficiente para cambiar el actual resultado de
la elección de los Senadores de la República, para el período 2018-
2022, para lo cual procede la Sala a totalizar los votos por candidatos,

285
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

votos en blanco, votos válidos, votos nulos, y a realizar la comparación


del antes y el después de afectar la votación. (…). Así las cosas, a partir
del resultado del cruce final de la información, la Sala encuentra
que las irregularidades que prosperaron, No tienen la virtualidad de
cambiar el resultado electoral enjuiciado, puesto que ninguno de los
partidos que no fueron elegidos en la declaratoria anterior, a pesar de
las variaciones que hubo en la votación alcanzaron el umbral para ser
tenidos en cuenta en la repartición de curules, como bien se observa
en los cuadros anteriores, de igual forma no se evidencia un variación
suficiente en la votación al interior de los partidos para que se afecte
el orden de los elegidos dentro de las listas que obtuvieron curul, por
lo que no hay incidencia en el resultado y no hay lugar a modificar
los valores de acuerdo con el explicado principio de la eficacia del
voto. Así entonces, la Sala concluye que la composición del Senado
período 2018-2022 queda de la misma manera en que se declaró en el
E-26SEN de 19 de julio de 2018.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


ROCÍO ARAÚJO OÑATE

TESIS 1: En el numeral 2.7.1.4.1.2 de la sentencia, la Sala hizo el


estudio de las causales generales de nulidad propuestas por los
demandantes contra las decisiones del CNE y demás escrutadores,
en las que se abstuvieron de analizar las solicitudes de saneamiento
alegadas o lo hicieron de forma deficiente, en el marco del proceso
administrativo electoral. Este estudio correspondió al cargo de
falsedad, identificado con el literal A del problema jurídico. En este
acápite se señala que sólo se estudiará la legalidad de las resoluciones
que versen sobre los registros en los que la Sala encontró diferencias
injustificadas, toda vez que del resto, esto es, donde determinó
que no hay irregularidad, no se debe recabar sobre lo mismo, por
cuanto se cumplió con el objeto de la demanda. No se comparte esta
metodología de estudio de las pretensiones de la demanda y con ello a
la conclusión arribada, toda vez que si bien, en el análisis de legalidad
de los mencionados actos se mantendría materialmente lo resuelto
por la autoridad electoral, esto es, que los guarismos no se afecten,
no se debe dejar de lado que es obligación de los jueces revisar el
sustento de cada decisión enjuiciada para verificar que corresponda
a los fundamentos de derecho en que se sustentan. Tal es el caso del
principio de preclusividad, en donde varias comisiones escrutadoras se

286
niegan a conocer de las diferencias entre los E-14 y los E-24 aduciendo
que se presentaron por fuera de término legal, por lo que rechazan
de plano las solicitudes en la materia, situación que a la luz de la
legislación electoral es abiertamente ilegal, dado que en estos casos
de saneamiento no aplica el mencionado principio, emanando con ello
el deber de pronunciarse de fondo y revisar si existe alguna mutación
de los resultados que sea injustificada. Por lo anterior, corresponde
a la jurisdicción verificar que éstos no adolezcan del vicio que se les
imputa a través de un pronunciamiento de fondo y no uno formal, en
acatamiento del inciso 2 del artículo 139 de la Ley 1437 de 2011.

TESIS 2: Frente a la aplicación de la fórmula denominada afectación


ponderada de manera respetuosa [se sugirió] al interior de la Sala,
se estudiara la posibilidad de no seguir su implementación y lograr
una metodología de afectación real de los votos en los casos en que
sea necesario restar a las colectividades los sufragios por habérseles
otorgado de forma irregular. El sustento de [la] petición radica en que
por ejemplo: en el estudio del cargo D al partido identificado con el No.
1 se le resta votación a su lista (000) una proporción de 36.48% de votos
de forma ponderada. Así mismo, a esa misma colectividad al candidato
17 se le descuenta la misma proporción. Como resultado de esto, se
termina quitando a la colectividad 24 votos, 16 por la lista y 8 por el
candidato No. 17, es decir, la resta en este caso la soporta en doble vía
la agrupación política, dado que se afecta la lista propiamente dicha
y un candidato, lo que conlleva a que la afectación sea múltiple para
ésta. (…). [E]sta afectación recae en mayor medida en las agrupaciones
con un índice alto de votación, llegando como en el ejemplo señalado,
a restarle en doble vía a ésta el apoyo ciudadano solo por el hecho de
haber sido una de las opciones más apoyada. De otra parte, se debe
resaltar que el tratamiento como candidato al partido permite que el
ciudadano pueda escoger a través de su marcación apoyar la lista sin
que prefiera a algún candidato, mientras que, al marcar un candidato,
el ciudadano opta por la colectividad y aspirante a la respectiva duma.
Así, restar en doble y en otros casos triple proporción los votos a las
colectividades y a los candidatos, hace que no sea proporcional la
afectación.

TESIS 3: En el estudio de legalidad del cargo A, se señala que la forma


de entender el estudio de falsedad por diferencias injustificadas entre
formularios electorales, concretamente del E-14 con el E-24, debe ser
sujeto a un avance jurisprudencial, al encontrar que con posterioridad

287
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

al diligenciamiento de éste último [después de firmado el E-24 por las


comisiones zonales o municipales, según el caso], podrían detectarse
variaciones hasta antes de la declaratoria de la elección pero que,
por lo mismo (ser posteriores), no alcanzaron a registrarse en éste;
adicionalmente, porque no existe una obligación para la Comisión
Escrutadora, que le imponga diligenciar un nuevo formulario E-24
mesa a mesa, y es por ello que la autoridad electoral no expide sino
el primero y la información definitiva mesa a mesa, con cambios o sin
ellos, queda registrada en un E-24 en archivo plano que no tiene las
características de un formulario, que es el que se denomina E-24 txt o
E-24 en archivo plano, el cual, para el caso que nos ocupa, está a cargo
del CNE, como máxima autoridad electoral. Si bien [se acompañó]
esta nueva metodología de análisis del cargo planteado, ello [se
sustentó] en que el formulario E-24 es el reflejo del escrutinio en cada
comisión según el nivel en el que se esté, por ejemplo si se trata de
un municipio no zonificado es el reflejo de los votos de cada uno de
los puestos de votación, del cual se expide un E-26 parcial, luego, al
estar en la comisión general, se expide un nuevo E-24 municipio por
municipio (en el caso de los departamentos) y un E-26 parcial y, así
sucesivamente hasta llegar a la comisión nacional, documentos que
deben estar autenticados por las comisiones y en aras de garantizar el
principio de transparencia, la Organización Electoral, una vez firmados
(que es lo que garantiza su autenticidad), los escanea y publican en
formato PDF. (…). Este formato del E-24, cobra relevancia al interior
del proceso administrativo electoral, toda vez que como es sabido,
la audiencia de escrutinio en cada instancia puede durar varios días,
es por ello que, se ha dispuesto que al cierre de cada jornada, los
ciudadanos y entes de control que vigilan el proceso, puedan acceder
al archivo plano hasta ese momento generado [E-24 txt], para que, al
iniciar el siguiente día de audiencia, puedan impugnar la sumatoria
que ella contiene o, confirmar una vez leída por los miembros de la
comisión la consolidación de la votación que hasta ese momento
se ha realizado, dotando de certeza que ésta no ha sido alterada en
sus guarismos. (…). Es decir, este formato txt permite a los testigos y
demás participantes del proceso electoral, el cruce ágil de información
entre los guarismos del formulario que lo antecede, en razón de ello,
este no puede ser diferente del E-24 firmado y mucho menos tener la
capacidad probatoria que el suscrito por los miembros de la comisión
tiene. (…). En conclusión, si bien en este caso se basó el estudio de la
causal de nulidad por falsedad en los formularios electorales en el
cruce de datos entre los consignados en el E-14 y los del E-24 TXT, [se

288
sugiere] que en lo sucesivo, por el valor que esta herramienta tiene en
la determinación de irregularidades, que la Organización Electoral la
dote de seguridad y le imprima un sello de autenticidad que permita
determinar con certeza la zona, el puesto y la mesa en donde se
modificaron los guarismos y, que estos cambios se extrapolen de
forma automática en el acta general de escrutinio que es el soporte de
lo acontecido en éstos, ajustes que deben ser publicitados en tiempo
real haciendo uso de las nuevas tecnologías de la información para
que así quienes vigilan el proceso y quien controla la legalidad de
mismo, pueda determinar de forma certera cuáles fueron los ajustes a
los datos y si éstos se encuentran justificados o no.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
152 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 179 NUMERAL 3 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 237 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 241 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 243 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
258 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 NUMERAL 3 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 265 NUMERAL 4 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 75 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY 1437
DE 2011 – ARTÍCULO 172 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 175 NUMERAL 3 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 187 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 189 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 212 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 213 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 218 A 222 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 226 A 235 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 237 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 271 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 275 NUMERAL 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 /
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 5 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
277 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 281 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 288
/ CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 235 / CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO – ARTÍCULO 266 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 280
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 1 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 88 A 98
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 99 A 133 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO
134 A 193 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 192 NUMERAL 11 / LEY 1475 DE
2011 – ARTÍCULO 31 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 32 / LEY 1475 DE 2011 –
ARTÍCULO 33 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 39 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO
41 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 42 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 43 / LEY
1475 DE 2011 – ARTÍCULO 45 / LEY 892 DE 2004 / LEY 163 DE 1994 – ARTÍCULO 5
PARÁGRAFO 2 / LEY 1881 DE 2018 – ARTÍCULO 1 / LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 9

289
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO,


EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD, ADJUDICACIÓN DE
CURUL POR DERECHO PERSONAL, PRINCIPIO DE CONFIANZA
LEGÍTIMA

EXTRACTO No. 18

RADICADO: 08001-23-33-000-2020-00012-01
FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Santander Aguilar Villa
DEMANDADO: Nicolás Fernando Petro Burgos, Diputado del Atlántico,
período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Acorde con los argumentos de apelación, se


impone determinar si el fallo de primera instancia debe mantenerse
incólume o si por el contrario, debe ser revocado, teniendo en cuenta
que a juicio del actor es nulo el acto electoral que reconoció el derecho
personal del señor NICOLÁS FERNANDO PETRO BURGOS a ocupar una
curul como diputado del departamento del Atlántico, por cuanto se
debió inaplicar por inconstitucional el artículo 25 de la Ley 1909 de
2018. Lo anterior, por supuestamente infringir el principio de igualdad,
al establecer un trato diferenciado en cuanto a la forma de materializar
la mencionada prerrogativa en las asambleas departamentales,
así como también por afectar la confianza legítima y por haber sido
expedido sin tener en cuenta el principio de eficacia del voto.

TESIS 1: Esta excepción tiene su génesis normativa en el artículo 4 de


la Constitución, la cual enuncia que “en todo caso de incompatibilidad
entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las
disposiciones constitucionales”, ello quiere decir que las normas
constitucionales son un referente para la creación de las disposiciones
legales en el sistema jurídico colombiano, en ese orden de ideas,
debe prevalecer la aplicación de la norma superior frente a aquella
de otro rango que se le yuxtaponga. Adicionalmente, la jurisprudencia
constitucional ha definido que la excepción de inconstitucionalidad
es una facultad de los jueces, o inclusive, de toda autoridad pública,

290
de inaplicar una norma jurídica en aquellos eventos en que detecten
que se contradicen postulados constitucionales. En consecuencia,
“esta herramienta se usa con el fin de proteger, en un caso concreto
y con efecto inter partes, los derechos fundamentales que se vean en
riesgo por la aplicación de una norma de inferior jerarquía y que, de
forma clara y evidente, contraría las normas contenidas dentro de la
Constitución Política”. (…). En virtud de las normas antes señaladas
[artículo 4 de la Constitución Política y artículo 148 del CPACA], tanto a
petición de parte como de oficio, en cualquiera de los procesos que se
adelantan ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, resulta
procedente establecer si para el caso objeto de estudio una norma es
o no contraria a la Constitución Política, y en caso afirmativo que se
inaplique, sin perder de vista que la decisión sólo produce efectos para
el caso concreto o inter partes, en atención a que el análisis de si el
precepto correspondiente debe permanecer o no en el ordenamiento
jurídico con efectos erga omnes, está llamado a realizarse en sede
de nulidad o constitucionalidad, según el caso, luego de surtido el
procedimiento especializado respectivo.

TESIS 2: El soporte constitucional de las curules que se otorgan en


Senado, Cámara de Representantes, Asamblea Departamental,
Concejo Distrital y Concejo Municipal para los candidatos que ocupen
el segundo lugar en las elecciones presidenciales y de mandatarios
territoriales está dado por el artículo 112 de la Constitución Política,
modificado por el Acto Legislativo 02 de 2015 (Equilibrio de Poderes).
(…). Estos apartes normativos, fueron promovidos por el Constituyente
Derivado en la reforma constitucional de 2015 –conocida como de
Equilibrio de Poderes– con el propósito de dotar de verdaderas
garantías y representación a las fuerzas de la oposición política, tanto
en el nivel nacional como en el territorial. (…). No cabe duda de que la
adición que se realizó al artículo 112 de la Constitución Política fue
más allá de la mera asignación de una curul. Ciertamente, se trató de
un intento entusiasta por otorgarle contenido material al ejercicio de la
oposición en Colombia, en el marco del sistema de pesos y contrapesos,
bajo la premisa de que quien ocupa la segunda posición en la carrera
por la presidencia y vicepresidencia de la República, una gobernación
departamental o una alcaldía distrital o municipal asume un liderazgo
natural de control en los distintos niveles del gobierno. Sobre este
particular, cabe decir que la Sala ha entendido que, además de ser una
prerrogativa para la oposición, la “curul por derecho propio” se
constituye en una forma de dotar de eficacia el voto de quienes se

291
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

decantaron por una opción política o programa que, pese a su


representatividad, no logró salir vencedor en las urnas. (…). A partir de
la literalidad de dicha disposición y de la jurisprudencia esbozada
previamente, surgen una serie de ingredientes que definen su
contenido, a saber: (i) una condición subjetiva, haber sido candidato a
alguno de los cargos uninominales enlistados en dicho artículo; (ii) una
causa, obtener el segundo lugar como candidato en esos comicios; (iii)
una consecuencia, el surgimiento de un derecho personal en la
respectiva curul durante el período de la correspondiente corporación,
la llamada “curul por derecho propio”; (iv) una relación con el número
de escaños ordinarios esa corporación, dependiendo de si se trata del
Congreso de la República o de las demás corporaciones públicas; y (v)
las implicaciones frente al supuesto de no ejercicio del derecho
personal. Ahora bien, es suficientemente claro que la legitimación de
la curul por derecho propio es cualificada desde el punto de vista del
sujeto, en atención a que es exclusivamente un beneficio para el
candidato que siga en votos a quien la autoridad electoral declare
elegido en el cargo de Presidente y Vicepresidente de la República,
gobernador, alcalde distrital y alcalde municipal. Sí merecen especial
consideración los siguientes aspectos: que se trate de un “derecho
personal”; que estas curules en el Congreso de la República sean
“adicionales”, mientras que en las de asamblea departamental y
concejo municipal no, y que se consagre la posibilidad de “no aceptación
de la curul”. (…). Con estas claridades y con miras a contextualizar con
mayor exactitud el derecho personal de que trata el artículo 112 de la
Carta Política, conviene señalar que los artículos 24 y 25 de la Ley
Estatutaria 1909 de 2018 (Por medio de la cual se adoptan el Estatuto
de la Oposición Política y algunos derechos a las organizaciones
políticas independientes) desarrollan la norma constitucional respecto
de los congresistas y miembros de corporaciones públicas territoriales.
(…). [L]a Ley 1909 de 2018 ratifica los postulados constitucionales
definidos para la curul que deriva del estudiado derecho personal
concedido al individuo que logra acaparar la segunda votación más
alta al respectivo cargo uninominal, sometiendo su ejercicio, en todos
los casos, al régimen de bancadas; concretando, para el caso de los
Congresistas, su asiento “adicional” en las respectivas comisiones
primeras constitucionales; y definiendo, para los miembros de
corporaciones públicas territoriales, el procedimiento de aceptación o
rechazo de su curul “fundamental” (no adicional). Esto último resulta
de cardinal importancia, pues constituye uno de los elementos
diferenciales respecto de las curules que se obtienen por los

292
mecanismos ordinarios que tienen por objeto las elecciones
parlamentarias o las territoriales a través de las cuales se conforma la
base de las referidas instituciones. Poder rehusar la curul es una
consecuencia de la tipología del derecho adquirido por ser el siguiente
en votos respecto del candidato electo a alguno de los cargos
uninominales de que trata el artículo 112 Superior. En otras palabras,
la no aceptación a la que se hace referencia deviene de que se trate de
un “derecho personal”, que al ser catalogado de la misma manera para
la curul del Congreso de la República y para las demás, opera para
ambas de la misma manera, independientemente del tipo de
colectividad o agrupación de la que provenga el candidato favorecido
con ella. (…). Nótese que para ese ámbito territorial el Constituyente
Derivado de 2015 confeccionó un modelo de acuerdo con el que la no
aceptación de esa curul conlleva la aplicación del esquema de
repartición consagrado en el artículo 263 de la Carta Política. (…). [L]o
que se busca con la invocación del artículo 263 Superior es que esa
curul de la asamblea o concejo que queda vacante por la no aceptación
del candidato que ocupó el segundo lugar en la pugna por ser el primer
mandatario del ente territorial, sea suplida por la persona a la que le
hubiera correspondido según el reparto ordinario de curules que se
hizo en las elecciones en las que resultaron electos los demás
miembros de esta última. (…). Esto refuerza la idea de que, más allá del
aval que se recibe de la agrupación política para ocupar el cargo
unipersonal, el derecho a la curul que se logra por el candidato que
ocupa el segundo lugar en la elección de gobernador o alcalde es del
candidato individualmente considerado, es un “derecho personal”, no
un derecho sobre el que pueda disponer –por lo menos en cuanto a su
aceptación se refiere– el partido, movimiento o grupo significativo de
ciudadanos. Exactamente lo mismo ocurre con la curul que la fórmula
de presidente y vicepresidente de la República que sigue en votos a la
ganadora obtiene en el Senado de la República y en la Cámara de
Representantes, respectivamente. La única diferencia estriba en que
por tratarse de curules “adicionales” no es necesario efectuar alguna
suerte de redistribución, ya que esta no quitó espacio a alguna persona
que tuviera el derecho bajo el voto popular inserto en el marco de las
elecciones propiamente parlamentarias. Así, la consecuencia de no
aceptar la curul de que trata el artículo 112 Superior en el Congreso de
la República no conlleva la posibilidad de que esta sea ocupada por
otro, precisamente por la naturaleza personalista del derecho a
ocuparla, lo cual no se puede confundir con el deber de ejercicio
partidista o de bancada una vez aceptada. (…). [U]na cosa es aceptar la

293
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

curul, lo cual se enmarca en el “derecho personal” calificado así por la


propia norma, y otra el ejercicio de las atribuciones que le son
inherentes, lo cual sí se enmarca en el contexto partidista–, y van más
allá de las garantías individuales consagradas en el artículo 40 para el
derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder
político. (…). Con todo, debe tenerse en cuenta que la noción de
“oposición”, aun en el entendido del referido Tribunal, se inscribe dentro
de un marco de reconocimiento institucional, que otorga prerrogativas
a las fuerzas legítimamente constituidas. Se es oposición, dentro de
ese contexto jurídico particular, cuando se es parte de un partido o
movimiento con personería jurídica que así se declare con las formas
que establece la Ley 1909 de 2018 respecto del Gobierno. (…). Desde un
plano un poco más específico y focal, que es el del “derecho personal”
a la curul otorgada al candidato que ocupó el segundo lugar en las
justas por el cargo unipersonal de que se trate, –que no se puede
confundir con el ejercicio de la oposición que tiene lugar una vez se
adquiere la investidura con la toma de posesión del cargo–, otras son
las circunspecciones que se deben mirar, pues no se puede considerar
opositor al candidato que ocupa el segundo lugar en las elecciones
presidenciales, de gobernador o de alcalde, por ese solo resultado
electoral, pues una cosa es tener el “derecho personal” a ocupar el
cargo, y otra la manera como debe ejercerse en caso de que se acepte
la curul. (…). El hecho de que el derecho a la curul en cuestión sea
“personal” debe dimensionarse desde por lo menos tres puntos de
vista: (i) el de la simple distinción propia del derecho civil entre
derechos reales y personales; (ii) el de que no se trata de un derecho
de la agrupación política, sino de la persona en quien recae; y (iii) el que
su configuración no se supedita al sistema de fórmula, lo que quiere
decir, que tanto el excandidato a la presidencia como el ex candidato a
la vicepresidencia –dicotomía a la que no se enfrentan los aspirantes a
la gobernación o alcaldía, pero que bien vale mencionar por razones de
pedagogía jurídica y desarrollo jurisprudencial– son autónomos para
definir, por separado, si aceptan la curul que les correspondería en el
Congreso. (…). Para el caso de la curul consagrada en el artículo 112 de
la Carta, tal renuncia al derecho, o como lo dispone la norma, la “no
aceptación”, apareja una suerte de extinción de la curul en cuanto al
Congreso de la República concierne, y la aplicación del esquema de
distribución del artículo 263 de la Carta Política en tratándose de las
demás corporaciones públicas, como garantía de respeto por el
sistema democrático y por el mejor derecho a partir de la representación
que concierne a las distintas agrupaciones políticas enfrentadas en la

294
contienda electoral que sirvió para definir la base de las respectivas
asambleas y concejos. (…). [L]a posibilidad de aceptar el cargo,
entendida como un derecho personal, responde a una dinámica
completamente distinta, por cuanto en este evento no se busca
asegurar la voluntad electoral directa de los sufragantes frente a la
elección de una determinada dignidad –que votaron por un candidato
a un cargo uninominal, no por un aspirante a corporación pública–,
sino de hacer valer, de forma indirecta, ese respaldo a la fuerza política
en cuestión identificada en términos cuantitativos (por el número de
votos) de constituirse en un instrumento de la representación en otro
espacio democrático y deliberativo. Básicamente, no se puede obligar
al candidato vencido en la elección de presidente, vicepresidente,
gobernador o alcalde a aceptar el cargo de congresista, diputado o
concejal, pues ello es una consecuencia indirecta de su derrota,
siempre que le haya significado el segundo lugar en esa carrera por la
silla de primer mandatario del nivel respectivo. (…). En condiciones
normales (voto directo), el derecho a la curul es del partido que recibió
los votos para la elección de la respectiva corporación; en el contexto
del mencionado derecho personal (voto indirecto), es propio de quien
ocupó el segundo lugar en las elecciones correspondientes para
primer mandatario nacional o local, el cual, de aceptarlo se somete a
los deberes y obligaciones democráticas y partidistas que le son
inherentes. En ese orden de cosas, es menester precisar que, en estos
eventos, la posibilidad de acceder al cargo no es de la agrupación
política o para la defensa de los intereses que a esta le asisten, sino de
la persona que ocupó el segundo lugar en la carrera a los reputados
cargos unipersonales. (…). Para finalizar, conviene poner de presente
que el hecho de que el Congreso de la República sea el órgano
representativo por excelencia –consideraciones que, guardadas las
proporciones se hace extensiva a las corporaciones administrativas
públicas del orden territorial–, y la democracia el vehículo para su
configuración, no quiere decir que bajo toda circunstancia deba
entenderse que el voto popular es la única fuente catalizadora del
acceso a dichas corporaciones, o a otras. El ejemplo más notorio de
ello lo constituyen las curules que la Constitución Política concede
directamente a la fuerza política que surgió del Acuerdo negociado en
la Habana y celebrado en el Teatro Colón de Bogotá a finales del año
2016. (…). La hipótesis que resulta del “Acuerdo Final para la Terminación
del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera” –cuya
finalidad difiere de la del derecho personal consagrado en el artículo
112 de la Carta, dado el necesario respaldo popular que lo precede–,

295
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

resulta un poco más compleja, en la medida en que los artículos


transitorios 2° y 3° que incorpora el artículo 1° del Acto Legislativo 03
de 2017, de un lado, consultan un escenario de elección directa para
dicha agrupación, que permite ocupar escaños en el Congreso en las
mismas condiciones que cualquier aspirante, pero, del otro lado,
establece una fórmula subsidiaria que, en todo caso, les garantiza
hasta 5 curules adicionales en el Senado y otras 5 en la Cámara de
Representantes para los períodos 2018-2022 y 2022-2026. Se trata de
un sistema de designación que conjuga elementos de elección directa
con otros factores que podría llamarse de designación nominativa, en
signo de metáfora con el derecho cambiario que confiere un beneficio
que solo puede ser cobrado por la agrupación política en nombre de la
cual se expide. Lo llamativo, (…) de esta figura es que se imbuye de
matices carentes de contenido eleccionario, que recae sobre los actos
de elección por voto popular, pues en el caso de configurarse esa
“designación nominativa” no habría electores que defraudar por el
hecho de dimitir, como si sucede con las curules que se provee bajo el
sistema de “elección directa”. Por último, se reconoce la existencia de
la designación de curules que se realiza en ejercicio del “derecho
personal” que ahora convoca a esta Sala, embebido en los artículos
112 Constitucional y 24-25 de la Ley 1909 de 2018 (Estatuto de la
Oposición). Claramente no se trata de una “elección directa”, toda vez
que la contienda electoral que le precede tiene por objeto la provisión
de cargos unipersonales, entiéndase presidente y vicepresidente de la
República, gobernador departamental y alcalde distrital o municipal.
Tampoco se subsume en la tipología que he resuelto llamar “designación
nominativa”, porque no se perfila hacia la ocupación de curules que la
Constitución reserva a una determinada agrupación política, habida
cuenta que la curul que nace del derecho personal tiene nombre
propio, y emerge del reconocimiento de la representatividad de una
fuerza política encarnada por el ciudadano que se ve aupado por un
hecho político, como es la calidad factual que denota obtener la
segunda votación más alta para un candidato en la pugna por alguna
de las reputadas representaciones unipersonales. Es así como la
configuración del mentado “derecho personal”, podría ser la
materialización del otorgamiento de una garantía del control político,
en el sistema de pesos y contrapesos que conjuga oficialismo,
independencia y oposición legítimamente constituida.

TESIS 3: En el presente caso, es necesario tener en cuenta que


el actor insiste en su recurso de alzada sobre las pretensiones y el

296
concepto de violación de la demanda, esto es, inaplicar, por vía de
excepción de constitucionalidad el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018,
por presuntamente ser contrario al Preámbulo de la Carta, así como
a los artículos 2, 13, 40 y 299 de la Constitución, es decir, porque
vulnera el principio a la igualdad, el principio de confianza legítima, el
derecho a ser elegido y la eficacia del voto. De acuerdo con las pruebas
aportadas al plenario, se tiene que: el señor Santander Aguilar Villa
[demandante] participó en los comicios electorales del 27 de octubre
de 2019, como candidato a la Asamblea del Departamento del Atlántico,
con el aval de la Coalición Unidos Podemos. En el marco de las mismas
elecciones, el señor Nicolás Fernando Petro Burgos [demandado],
aspiró a ocupar el cargo de Gobernador del Atlántico, con el aval de la
coalición Colombia Humana Atlántico. (…). [E]l demandado, en el acto
de la declaratoria de la elección de la Gobernadora del Departamento
del Atlántico, manifestó aceptar ocupar por derecho propio una curul
en la Asamblea Departamental del Atlántico, de conformidad con el
artículo 1° del Acto Legislativo 02 de 2015, que adicionó el artículo 112
de la Constitución Política y el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018. (…).
[A]duce el actor que debe darse la inaplicación por inconstitucional
el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018, esto es, por ser violatorio del
derecho a la igualdad. Sobre este tópico es necesario indicar, el artículo
4 Constitucional, refiere como presupuesto para que aplique la citada
figura, la incompatibilidad entre la Constitución y la ley u otra norma
de inferior jerarquía. Atendiendo, lo antes dicho es claro que el actor
no puede pretender inaplicar el mentado artículo, por supuestamente
atentar contra el derecho a la igualdad y el de ser elegido, pues de
conformidad con lo referido, la excepción de inconstitucionalidad supone
la primacía de la Constitución confrontada con las normas de rango
legal y no entre dos normas que pertenecen a la Carta Política. (…). [L]
a Corte Constitucional realizó el análisis de constitucional del proyecto
de ley estatutaria No. 03/17 Senado y 006/17 Cámara, disposición
“por medio del cual se adopta el Estatuto de la Oposición Política y
algunos derechos a las organizaciones políticas independientes”, ello
a través de la sentencia C- 018 del 4 de abril de 2018, con ponencia
del magistrado Alejandro Linares Cantillo, providencia que respecto
del artículo 25 controvertido en el presente asunto, puntualizó que
la norma se encontraba ajustada a la constitución. (…). En ese orden
de ideas, es claro que la Corte Constitucional se ocupó del estudio
completo de constitucionalidad del artículo 25 de la Ley Estatutaria
1909 de 2018, para lo cual advirtió que reproduce el contenido del
artículo 112 Superior, encontrándola ajustada al ordenamiento jurídico

297
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

y en especial a la Constitución Política de 1991. Resulta evidente,


entonces, que el análisis constitucional se efectuó por la guardiana de
la Constitución, lo que de suyo releva a la Sala Electoral del Consejo de
Estado para reabrir por medio de la acción de nulidad electoral, a partir
de la aplicación de la excepción de inconstitucionalidad generadora de
la solicitada inaplicación normativa, toda vez que se trató de un debate
que fue zanjado por el juez constitucional natural.

TESIS 4: Respecto a la presunta vulneración del principio de la


igualdad alegado por el demandante, es necesario concluir que no
existe desconocimiento alguno, en la medida en que la distinción
efectuada en cuanto al derecho personal de quienes ocupan las
segundas votaciones en los cargos de presidente, vicepresidente,
respecto del que se predica para lo que aspiraron a ser elegidos
gobernadores o alcaldes, tiene su génesis y proviene de un mandato
del constituyente derivado [contenido en el inciso 5 del artículo 112
Constitucional]. (…). El mentado artículo 25 de la Ley 1909 de 2018,
lo que hizo fue desarrollar el mandato constitucional en cita. Así
mismo, se itera que dicha disposición fue objeto de análisis por la
Corte Constitucional, que estimó válida la reforma introducida, sin
que se evidenciara incursión en una diferenciación odiosa frente a
algunas personas individual o grupalmente consideradas. (…). Valga
recordar que el baremo para evaluar las vulneraciones al principio a
la igualdad tiene un componente relacional que necesariamente debe
ser evaluado, para así permitir por vía de la comparación en punto
nodal de la desigualdad. Ese manejo ha sido por años decantado por
los jueces constitucionales y por la Corte Constitucional, como se lee
en la sentencia C-178 de 2014. (…). De tal suerte, que de lo anterior
emerge que los presupuestos para determinar la configuración del
supuesto en que se transgrede el referido derecho estarían dados por
los siguientes ítems: i) Establecer de ser posible las condiciones para
contrastar la situación, a partir de la determinación de dos grupos
o personas o situaciones de hecho. ii) Determinar si esos sujetos o
actividades que se pretenden comparar son iguales o desiguales
desde el punto de vista fáctico. iii) Así también, fijar un parámetro o
criterio de comparación para analizar las similitudes y diferencias. iv)
Tener claro si se trata, o bien, de un tratamiento distinto entre iguales,
o bien, de un trato igual entre desiguales y si ello, en los dos casos, es
razonable o no, dependiendo del parámetro bífido de si se persigue
un fin constitucionalmente legítimo y que no restrinja en exceso los
derechos de uno de los sujetos o actividades que se comparan. (…).
De lo anterior se sigue que no se vulneró el derecho a la igualdad
contenido en el artículo 13 de la Constitución Política, por la distinción

298
de las situaciones aplicables a la curul por derecho propio en el caso de
la dupla Presidente-Vicepresidente del de la cabeza de las entidades
territoriales, en atención a que si bien se parte de la figura de reciente
creación del derecho propio, los cargos en cuestión y las circunstancias
eleccionarias son diferentes. En principio, el test para valorar si existe o
no transgresión al principio de igualdad, se diría que la determinación
del criterio de comparación está dado porque se está en el campo de
la curul por derecho propio, acorde al contenido del inciso segundo
del artículo 112 Superior, con la modificación que introdujo el Acto
Legislativo 02 de 2015 (art. 1) superado este primer estadio, la Sala
encuentra que el segundo parámetro no se encuentra, es decir, no se
está en la perspectiva de un trato igual entre desiguales ni desigual
entre iguales, precisamente devenido de las diferencias entre los
cargos de Presidente y Vicepresidente y Gobernador y Alcalde. (…). Por
otra parte, mientras que en el caso del Presidente y Vicepresidente,
los perdedores con mayor votación asumirán respectivamente una
curul en el Senado y otra en la Cámara de Representantes, dado que
el Congreso está integrado por dos Cámaras y entonces entrarán a
ser parte del poder legislativo. En lo territorial, el derecho propio se
ejerce en las corporaciones de elección popular que continúan siendo
administrativas y que no tienen composición bicameral, tampoco son
concreciones, apéndices o representaciones del poder legislativo. (…).
Valga recalcar, que el alcance que le dieron los ponentes al cuestionado
esquema de asignación de curules, se afincó en importantes principios
democráticos y de legitimidad pública, pues no se trató únicamente
de reconocer una forma de representación política, sino también de
aupar el ejercicio del control político, en el marco del sistema de pesos
y contrapesos, a partir de un hecho electoral conocido –el resultado de
la contienda electoral–, que busca dar fuerza operativa a una idea de
gobierno que remarque en las corporaciones públicas el principio de
separación de poderes. Así las cosas, emerge de lo dicho que dentro de
los presupuestos del test, la situación escrutada no supera las etapas
necesarias que den cuenta sobre la violación del principio de igualdad.

TESIS 5: [E]l principio de la eficacia del voto radica, en que la voluntad


popular, es decir, el interés general, sea respetada, con el fin de que
incida en la elección de los gobernantes de manera efectiva. (…).
Bajo la perspectiva del principio de eficacia del voto, en el asunto
planteado observa la Sala que el demandante asegura que con la
aplicación de lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018,
que dio como resultado el otorgamiento de la curul al señor Nicolás
Fernando Petro Burgos, se desconocen los 9.473 votos que obtuvo,
suficientes para alcanzar una curul en la Asamblea Departamental del

299
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Atlántico. Para la Sala dicho principio no se encuentra desconocido,


al contrario, el mismo hace parte de la finalidad con la que se creó
la norma estatutaria, artículo 25 de la Ley 1909 de 2018. (…). Por lo
anterior es claro, que el fin de dicha reforma no fue otro sino dotar
de eficacia el voto ciudadano, permitiendo que el segundo candidato
más votado (ya sea para presidente y vicepresidente o gobernadores
o alcaldes) pueda acceder a la corporación pública correspondiente
(Congreso o corporaciones territoriales, respectivamente), por lo que, la
configuración del mentado “derecho personal”, puede ser interpretado
como el otorgamiento de una garantía del control político en el sistema
de pesos y contrapesos que conjuga oficialismo, independencia y
oposición legítimamente constituida.

TESIS 6: El impugnante señaló que el legislador no previó las


consecuencias de expedir el artículo 25 de la Ley 1909 de 2018, ya
que así como le otorgó credencial al Senado y Cámara a la segunda
dupleta en votación en las elecciones para Presidente y Vicepresidente
de la República, debió establecer el mismo tratamiento para los
entes territoriales, respetando el derecho a la igualdad y el principio
de confianza legítima de estos candidatos territoriales. Se tiene que,
en esencia, la confianza legítima consiste en que el ciudadano debe
poder evolucionar en un medio jurídico estable y previsible, en cual
pueda confiar. (…). Entonces, bajo el principio de confianza legítima,
la administración está obligada a respetar las expectativas legítimas
de las personas sobre una situación que modifica su posición de
forma intempestiva. No obstante, las expectativas deben ser serias,
fundadas y provenir de un período de estabilidad que permita concluir
razonablemente que efectivamente se esperaba un determinado
comportamiento por parte de la administración. A través del principio
de confianza legítima se ha logrado un balance entre los intereses
públicos y privados, al permitir que la administración avance en el
desarrollo de su gestión, pero al mismo tiempo proteja la buena fe
que el sujeto había depositado en la administración pública, de la que
espera una estabilidad con respecto a las condiciones vigentes. En la
relación entre la administración y el administrado, se entiende que la
primera tiene la facultad de cambiar condiciones mediante la adopción
de medidas como políticas públicas, programas y actuaciones, cuando
lo hace bajo los parámetros legales y constitucionales, siempre que
proteja las expectativas del administrado, esto es, cuando se cumplen
requisitos de estabilidad y buena fe. Teniendo claro lo anterior, la Sala
encuentra que no se observa vulneración del principio de confianza
legítima, en la medida que la Ley 1909 de 2018 entró en vigencia
el 20 de julio de 2018 y que las inscripciones para participar como

300
candidato en las elecciones de autoridades territoriales del 27 de
octubre de 2019, fueron del 27 de junio al 27 de julio del mismo año.
Por lo tanto, el actor de forma anticipada debió conocer la legislación
aludida en la que se dio regulación legal a la curul por derecho propio
y cuya génesis deviene del Acto Legislativo de 2015, por tanto, podría
preveer las consecuencias que podrían generarse para su aspiración
a la asamblea departamental, ante el eventual ejercicio del derecho
personal por parte de quien ocupara la segunda votación a la
gobernación del Atlántico, concretamente, que serían 13 y no 14 las
curules que serían distribuidas entre quienes aspiraron directamente
a la duma departamental.

TESIS 7: Finalmente, en cuanto al supuesto vacío normativo que debe


ser llenado por la jurisprudencia, relacionado con la asignación de una
curul existente en corporaciones territoriales, y no una adicional, como
en el caso del Congreso la Sala precisa que el mismo no existe. (…).
Cuando la reputada norma en su artículo 25 [de la Ley 1909 de 2018]
estipula que “en caso de no aceptación de la curul en las corporaciones
públicas de las entidades territoriales, la misma se asignará de
acuerdo con la regla general de asignación de curules prevista en el
artículo 263”, lo que realmente hace es definir un parámetro de orden
democrático, habida cuenta que, en virtud de lo señalado en el inciso
inmediatamente anterior, para las corporaciones públicas territoriales
esta curul especial no incrementa el número de asientos en la
correspondiente duma departamental o concejo distrital o municipal.
Nótese que para ese ámbito territorial el Constituyente Derivado de
2015 confeccionó un modelo de acuerdo con el que la no aceptación de
esa curul conlleva la aplicación del esquema de repartición consagrado
en el artículo 263 de la Carta Política. (…). Por ende, lo que se busca con
la invocación del artículo 263 Superior es que esa curul de la asamblea
o concejo que queda vacante por la no aceptación del candidato que
ocupó el segundo lugar en la pugna por ser el primer mandatario del
ente territorial en el que opera esa corporación pública, sea suplida
por la persona a la que le hubiera correspondido según el reparto
ordinario que se hizo en las elecciones en las que resultaron electos
los demás miembros de esta última. Por lo anterior, es claro que no
existe vacío normativo dejado por el constituyente, al contrario, previó
la posibilidad de la no aceptación de la curul y señaló que para asignar
la misma se debe remitir a la regla general de asignación de curules
prevista en el artículo 263 Superior, y es evidente, entonces, que este
alegato no tiene vocación de prosperidad.

301
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO


CARLOS ENRIQUE MORENO RUBIO

TESIS: [E]l hecho de que la Ley 1909 de 2018 haya otorgado curules
adicionales en el Congreso de la República para quienes ocupen la
segunda votación en las elecciones para presidente y vicepresidente
de la República y no lo haya hecho así en las demás corporaciones
públicas no afecta el derecho a la igualdad, el principio de eficacia
del voto, la confianza legítima ni evidencia un vacío legal. (…). De
manera concreta en la sentencia C-018 de 2018 hizo el estudio de la
posible vulneración del derecho a la igualdad por la situación puesta
de presente en la demanda de la referencia, razón por la cual en el
proyecto el análisis del punto debió apegarse a lo allí decidido, sin
que fuera necesario efectuar un nuevo test de igualdad. Lo anterior,
por cuanto la decisión del máximo órgano constitucional resulta de
obligatorio cumplimiento y acatamiento para las demás autoridades
judiciales, razón por la cual no era viable apartarse del mismo en el
hipotético caso de que el resultado del estudio en este evento hubiese
resultado diferente. Adicionalmente, no comparto el extenso análisis
que se introdujo en la parte motiva de la providencia referente a los
antecedentes del Acto Legislativo 02 de 2015 por cuanto, varios de sus
apartes no se relacionan directamente con la controversia planteada
en los problemas jurídicos esbozados en primera y segunda instancia
y sí contienen una serie de afirmaciones que pueden conllevar a
conclusiones contrarias a la posición mayoritaria de la Sala frente
a este tema. Ahora, aunque en la providencia se trató de dejar claro
que las curules en cuestión no pertenecen a la oposición, sino que
constituyen un derecho personal de quienes ocupen las segundas
votaciones en elecciones populares para cargos unipersonales,
faltó precisar que conforme el artículo 6 de la Ley 1909 de 2018 sus
beneficiarios pueden declararse en oposición, como independientes
o como organizaciones de gobierno, razón por la cual las referidas
curules no pueden denominarse “curules de oposición”. Así mismo,
se insinúa que los beneficiarios de las curules en cuestión acceden
a ellas por circunstancias diferentes a la voluntad popular, lo cual no
resulta acertado, toda vez que dicho derecho lo obtienen precisamente
por haber logrado la segunda votación más alta en las urnas, por lo
que están sujetos a las responsabilidades y deberes que de ello se
deriva. De igual forma, se incluyó un estudio sobre la naturaleza del
derecho personal consagrado en las referidas normas a partir de lo

302
normado en el Código Civil, lo cual además de resultar innecesario
puede conllevar a confusiones en materia de derecho electoral, toda
vez que en esta materia existen suficientes elementos para definir el
derecho personal reconocido en el artículo 112 de la Carta Política sin
necesidad de acudir a la regulación contenida en la legislación civil,
la cual sin duda tiene una perspectiva y consecuencia diferente a la
electoral.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 112
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 263 / ACTO LEGISLATIVO 02 DE 2015 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 148 / LEY 1909 DE 2018 – ARTÍCULO 6 / LEY 1909 DE
2018 – ARTÍCULO 24 / LEY 1909 DE 2018 – ARTÍCULO 25 / CÓDIGO ELECTORAL –
ARTÍCULO 1

303
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL DIRECTOR


DE LA CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE LA FRONTERA
NORORIENTAL, TRÁMITE DE LAS RECUSACIONES EN LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL

EXTRACTO No. 19

RADICADO: 11001-03-28-000-2019-00084-00 (2020-00024-00)


FECHA: 18/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Yesid Navas Peñaranda y otro
DEMANDADO: Rafael Navi Gregorio Angarita Lamk - Director de la
Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, período
2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a establecer, acorde con la fijación


del litigio, si el acto enjuiciado se encuentra viciado de nulidad por
(i) violación del régimen de conflicto de interés de parte de siete
consejeros directivos de Corponor, (ii) desconocimiento del trámite de
las recusaciones e (iii) indebida representación de los delegados del
Gobierno central en ese colegiado.

TESIS 1: El régimen de conflicto de interés [artículo 11 del CPACA]


constituye un instrumento valioso que busca evitar que el servidor,
prevalido de su cargo, se ubique en una posición de ventaja o provecho
personal, para sí o para un tercero, a costa de la salvaguarda del interés
general. Se trata de una garantía de rectitud e imparcialidad en el
ejercicio de la administración pública como regla legitimadora del poder
del Estado. En el caso de la referencia se dice que fue defraudado por 7
de los 12 miembros del consejo directivo que eligieron por unanimidad
al demandado como director de Corponor. (…). Pues bien, quiere la Sala
empezar por el caso de los alcaldes de Los Patios (Diego Armando
González Toloza), Chitagá (Fredy Orlando Quintero), Lourdes (Omar
Alexander Dumes Montero) y Convención (Hermes Alfonso García
Quintero), cuyo interés presuntamente se concretó en la existencia
de los procedimientos sancionatorios ambientales 005 de 2019, 145
de 2018, 029 de 2019 y 113 de 2012 adelantados en contra de tales

304
entes territoriales. (…). Solo dos de los procedimientos sancionatorios
mencionados por la parte actora guardan relación con los municipios
que acusa, y es claro que las investigaciones que se surten involucran
a las entidades territoriales en su condición de personas jurídicas de
derecho público. Esto significa que no existe un interés individual de la
persona natural que las representa en su condición de alcalde. Además,
se debe tener en cuenta que los entes territoriales están llamados a
hacer parte de los miembros del consejo directivo que tiene como
función la de elegir a su director y, a su vez, se encuentran sometidos
al control y vigilancia de la entidad medio ambiental conforme lo
ordenó la ley, por lo que lo alegado al respecto por la parte actora
corresponde a un tema de diseño institucional. De esta manera, no
es posible colegir que los consejeros Diego Armando González Toloza,
Fredy Orlando Quintero, Omar Alexander Dumes Montero y Hermes
Alfonso García Quintero, como mandatarios, se encontraran bajo la
situación descrita por la parte demandante, con lo cual se descarta
que frente a ellos pueda predicarse la violación del artículo 11 del
CPACA que conduzca a la ilegalidad del acto de elección enjuiciado. (…).
El Consejo Directivo de Corponor, de acuerdo con lo estipulado por el
artículo 26 de la Ley 99 de 1993 y el artículo 27 de sus estatutos, está
conformado por 12 miembros. (…). Según quedó recogido en el acta
de la sesión del 29 de octubre de 2019, estos 12 integrantes eligieron
por unanimidad al señor ANGARITA LAMK como director general de
esa corporación. Ergo, si la parte actora sostiene que sobre 7 de ellos
pesaba un conflicto de interés, quiere decir que no existió reparo
frente a la participación de 5 integrantes, a los cuales se sumarían los
4 alcaldes respecto de los cuales se acaba de descartar tal yerro, para
un total de 9 votos válidos en favor del demandado. Entonces, en vista
de que por mandato del artículo 42 de los Estatutos de CORPONOR,
concordado con el artículo 15 del Acuerdo 23 de 2019 de la entidad, “La
elección del Director General requerirá el voto favorable de la mayoría
absoluta de los integrantes del Consejo Directivo, entendida esta
como la mitad más uno de sus miembros”, es claro que las eventuales
falencias que se puedan advertir de cara al presunto interés individual
de los 3 consejeros restantes, esto es, los 2 representantes de las
ESAL (señores Soto y Cuéllar) y el representante del sector privado
(señor Fernández), carecerían de la incidencia necesaria para variar
el resultado y, por ende, determinar la ilegalidad del acto de elección.
(…). De cualquier manera, aun cuando la duda suscitada por el hecho
de la representación legal de ASOZULIA pudiera tomarse como
constitutiva de un vicio electoral predicable de la participación del

305
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

señor Fernández, esta sola no tendría la potencialidad de imponerse


ante el voto legalmente producido de los 11 consejeros restantes que
coincidieron en la elección del hoy accionado. En ese orden de ideas,
para la Sala es claro que el cargo abordado en el presente capítulo
debe ser desestimado.

TESIS 2: La Sección Quinta ha considerado que este trámite [de


impedimentos y recusaciones, contemplado en el artículo 12 del
CPACA] es aplicable en los procedimientos de elección adelantados en
las corporaciones autónomas regionales cuando existan vacíos en su
regulación especial (Ley 99 de 1993, estatutos o convocatoria) en virtud
del ámbito de aplicación definido en el artículo 2 del CPACA. Al respecto,
en sentencia de 23 de junio de 2016, (…) se dijo sobre el artículo 12 del
CPACA, respecto de las recusaciones presentadas contra miembros
de los Consejos Directivos de las corporaciones autónomas, que “…al
no existir ‘superior’ o ‘cabeza del respectivo sector administrativo’...”
que pueda resolver los impedimentos o recusaciones presentadas en
relación con uno de los integrantes del Consejo Directivo, se colige que
a quien corresponde resolver tal circunstancia es, justamente, al resto
de los integrantes del señalado cuerpo colegiado. (…)”. No obstante,
resaltó la Sala en esa oportunidad, que dicha regla aplica siempre y
cuando “…no se afecte el quórum para decidir. (…)”. En el sub judice, el
actor considera que, al haberse recusado a 7 consejeros directivos,
es decir, la mayoría, lo pertinente era la suspensión de la actuación
eleccionaria, el respectivo traslado a los recusados y la remisión al
Procurador General de la Nación para su resolución. Pues bien, como
se evidenció de los antecedentes jurisprudenciales transcritos, lo
primero a develar es si el escrito que radicó con el número 13909 el
señor Yesid Navas Peñaranda el 29 de octubre de 2019 ante el Consejo
Directivo de Corponor cumple con las exigencias propias de una
recusación y si, en tal sentido, le era predicable el trámite consagrado
en el artículo 12 del CPACA, echado de menos por el libelista. (…). Así,
entonces, (…) debe la Sala examinar la existencia de los siguientes
elementos: (i) recusante, (ii) recusado y (iii) carga argumentativa; (…) a
efectos de definir si se cumplieron las exigencias propias de ese tipo de
solicitudes. Los dos primeros aspectos en el caso concreto no reportan
mayor dificultad. (…). No ocurre lo mismo en relación con el tercer
aspecto, esto es, “Las razones por las que se estima que respecto de
aquél existe un conflicto entre el interés particular y el general, las
cuales deben estar encaminadas a ilustrar jurídica y probatoriamente
si es del caso, la configuración de las causales de impedimento

306
legalmente establecidas” –cabe decir que el hecho de que se cumpla
con el planteamiento o sustentación de eventuales conflictos de interés
en la demanda de nulidad electoral, que fueron los examinados en el
capítulo anterior, no eximía al peticionario de cumplir en el escrito que
presentó en sede administrativa con la debida fundamentación jurídica
y adecuación a una causal taxativa de recusación, cuya ausencia es
la que se resalta en el presente acápite, para que pudiera producir la
pretendida suspensión del trámite eleccionario–. Lo anterior se debe
a que el memorialista se limitó a exponer una serie de supuestos
fácticos, pero omitió demostrar jurídicamente por qué los hechos
anunciados dan lugar a la configuración de determinada causal
de impedimento o recusación. (…). [L]as 16 causales previstas en el
artículo 11 del CPACA tienen carácter enunciativo para el servidor que
pueda estar incurso en un conflicto de interés y esté en el deber de
manifestarlo, pero son taxativas frente al sujeto que pretenda hacerlas
valer por vía de recusación. Esto es lo que explica el por qué un escrito
que pretenda ser tomado como una recusación debe cumplir con la
expresión de las razones que demuestren jurídica y probatoriamente
la configuración de determinada causal. Así las cosas, no era suficiente
que en el escrito radicado por el señor Navas Peñaranda ante el Consejo
Directivo de CORPONOR se mencionaran de manera deshilvanada una
serie de situaciones de hecho, como la celebración de contratos, la
existencia de un proceso de nulidad y restablecimiento del derecho
y el adelantamiento actuaciones de derecho sancionatorio ambiental;
comoquiera que era menester, además, la adecuación a por lo menos
uno de los 16 eventos señalados por el legislador, acompañada de la
explicación, frente a cada uno de los recusados, de los motivos por
los que tal subsunción era viable tanto en el plano jurídico como en el
fáctico. (…). Ante el incumplimiento de las anotadas exigencias formales
de la examinada censura, no era obligatoria la suspensión del proceso
eleccionario por parte la corporación autónoma, el traslado a los
implicados o la remisión al Procurador General de la Nación, o ninguna
otra actuación exigible de un auténtico escrito de “recusación”, pues,
se itera, el de 29 de octubre de 2019, a las voces de la jurisprudencia
de la Sección Quinta del Consejo de Estado no lo fue. Bajo esa égida,
se concluye que el cargo abordado en el presente acápite deviene
infundado y, por lo tanto, carece de la entidad necesaria para enervar
la presunción de legalidad que reviste el acto de elección censurado.

TESIS 3: Asegura uno de los demandantes que en la sesión en


la que se eligió al señor ANGARITA LAMK participaron y votaron

307
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

delegados del Presidente de la República y el Ministro de Ambiente


y Desarrollo Sostenible que no estaban autorizados para ello, pues
no disponían de la habilitación normativa para el efecto, (…) ya que
quienes fungieron como delegados del Presidente de la República y
del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible no acreditaron tal
condición, pues en la Resolución 1542 de 2016 con la que pretendió
demostrarse dicho aspecto la delegación recayó sobre un funcionario
distinto al que participó en la elección. (…). Tal como se acreditó (…) el
demandado fue elegido unánimemente por 12 integrantes del Consejo
Directivo de CORPONOR. Es conspicuo, entonces, que, de haber
falencias en la acreditación de estos dos miembros, no se afectaría
el quorum respectivo, es decir, que el mentado yerro, en caso de
que pueda catalogarse así, carece de incidencia real y material en el
acto de elección enjuiciado. Con todo, de las pruebas obrantes en el
plenario se descartan las sugeridas inconsistencias sustanciales en la
representación de los delegados del Gobierno Central. (…). En ambos
actos administrativos [Decreto 624 del 24 de abril de 2019 en el que el
primer mandatario de la Nación designó su representante en el Consejo
Directivo de CORPONOR y la Resolución 1699 de Octubre 25 de 2019
alusiva a la representación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible], cuya presunción de legalidad se encuentra incólume y
que no pueden ser objeto del reproche en este contencioso (…), están
claramente definidas las designaciones de los señores Consuegra y
Malambo, respectivamente, lo que para la Sala, aunado a las razones
de incidencia decantadas en el vértice inicial de este acápite, resulta
suficientes para descartar la viabilidad del planteamiento que aquí
se examina, pues, no hubo falsedad o cómputo irregular de votos en
los términos planteados por la parte actora. En consecuencia, al no
prosperar ninguno de los cargos de las demandas examinadas dentro
de los expedientes acumulados en el contencioso electoral de la
referencia, esta Sala procederá a negar sus pretensiones.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [Se considera] conveniente señalar que, (…) aun cuando se


hubiese tratado de una verdadera recusación –que, como se demostró,
no lo fue– la adecuada interpretación del contenido del artículo 12 del
CPACA imponía, bajo la lectura de la jurisprudencia de esta Sección que
fue transcrita en la sentencia frente a la que [se aclara] el voto, que en el

308
evento de su presentación ante algún funcionario se debía suspender
el procedimiento adelantado y no podría participar ni siquiera actuar
para resolver otros impedimentos, tesis que [se atiende] por ser la
postura aceptada por la mayoría de la Sección –la cual, valga decir, no
fue determinante para el caso concreto, al descartarse previamente el
cumplimiento de los requisitos formales de la pretendida recusación–,
pero que no comparto por las razones que paso a exponer. [E]l que dicho
precepto imponga suspender la actuación administrativa no conlleva
la prohibición de que los recusados participen de la resolución de otras
recusaciones siempre y cuando las causales y los fundamentos no lo
involucren su particular caso. (…). [Se considera] que la suspensión de
la actuación, ante la presentación de impedimentos o recusaciones, no
implica la imposibilidad del funcionario –impedido o recusado– para
participar en la resolución de dichas situaciones cuando recaigan
en funcionario diferente, claro está siempre y cuando la causal y los
fundamentos fácticos no guarden relación con su particular caso
porque cuanto en este evento estaría resolviendo su propia situación.
En el trámite eleccionario en cuestión no se advirtió la existencia de una
etapa prevista para la resolución de impedimentos y recusaciones, lo
cual es perfectamente entendible porque dicha circunstancia no hace
parte del procedimiento administrativo porque en realidad es ajena a la
misma, pues guarda relación con los funcionarios que intervienen en su
curso y no con la finalidad de designar al rector encargado. Prueba de
lo anterior es que las causales de impedimento y recusación guardan
íntima relación con el funcionario y sus particulares situaciones. (…).
Así las cosas, cuando el artículo 12 del CPACA dispone la suspensión
de la actuación administrativa, dicha disposición lo que realmente
impone es que el funcionario que manifieste su impedimento o sea
recusado, se aparte de las sesiones y actuaciones previstas para la
respectiva designación, pues se considera que recae sobre él alguna
circunstancia que impone que no pueda hacer parte del colegiado que
debe adoptar dicha designación. Sin embargo, no es posible extender
dicha suspensión al trámite de las recusaciones e impedimentos,
pues, se itera, es una circunstancia que, si bien acaece durante el
curso del procedimiento eleccionario, en realidad no hace parte de las
actuaciones que deben adelantarse para tal finalidad.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 11 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 12 / LEY 99 DE 1993 – ARTÍCULO 26

309
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE PERSONERA


MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, EFECTOS VINCULANTES DE
LA LISTA DE ELEGIBLES

EXTRACTO No. 20

RADICADO: 05001-23-33-000-2020-00495-01
FECHA: 25/03/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Óscar Hernando Castaño Valencia
DEMANDADA: Ana María Aguirre Betancur - Personera municipal de
Rionegro – Antioquia, período 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: De acuerdo con lo decidido por el Tribunal


Administrativo de Antioquia, Sala Quinta de Decisión y los argumentos
de la apelación, en los que grosso modo el demandante entronizó las
censuras en: i) la indebida valoración probatoria del a quo respecto
del momento de elección de la demandada; ii) la ausencia de firma
en el acto de la convocatoria conlleva a configurarse una falta de
competencia de la Mesa Directiva para haber adelantado el concurso
de méritos, evidencia la Sala que el problema jurídico en esta instancia
se contrae a determinar si se confirma, modifica o revoca la decisión
de haber denegado las pretensiones de la parte actora, y en tal sentido,
si la elección de la señora ANA MARÍA CASTAÑO VALENCIA BETANCUR
como Personera del Municipio de Rionegro para el periodo 2020 - 2024
es nula.

TESIS 1: En efecto, en la Carta de 1991, se le incluyó [figura del


personero] dentro del gran continente del Ministerio Público como
función del ente controlador, (…) como se lee del artículo 118 y lo que
posiblemente, (…) dio pie para que se advirtiera acorde a derecho y con
criterio de razonabilidad por parte del legislador, que se regulara que
la selección objetiva para su escogencia estuviera al mando y dirección
de la Procuraduría General de Nación, dada la integración que de los
personeros se hiciera a las funciones y objeto misional de la PGN. En
cuanto a la elección del personero municipal, ha sido una constante
desde el espíritu del Constituyente de 1991, que estuviera a cargo de los

310
concejos municipales, competencia que en su base y sustancialidad se
mantiene hasta nuestros días consagrada en el artículo 313 Superior.
(…). Pero no fue sino hasta la Ley 136 de 1994 que se advirtió un
despliegue bastante amplio para la entidad de la personería que se
concebía como un ente con autonomía presupuestal y administrativa
y con planta de personal, la naturaleza del cargo de personero, su
elección, posesión, las faltas absolutas y temporales, las calidades,
el régimen de inhabilidades e incompatibilidades, el régimen salarial,
prestacionales y de seguridad social, las funciones y las facultades
entre otras (ver título X, de los artículos 168 a 182). Posteriormente
la Ley 617 de 2000 modificó algunas de estas normas. Ya para ese
entonces, la elección del Personero estaba a cargo de los concejos
municipales, designación de amplio margen discrecional, por cuanto
solo se necesitaba que el elegido cumpliera las calidades, requisitos
y condiciones legales, previstos en el artículo 173 ejusdem, como ser
colombiano de nacimiento y ciudadano en ejercicio y dependiendo de
la categoría del municipio, se requería ser abogado titulado (para los
municipios de primera y segunda categoría) o haber terminado los
estudios de derecho, para los demás. Posteriormente, la Ley 1031 de 22
de junio de 2006 “Por la cual se modifica el período de los personeros
municipales, distritales y el Distrito Capital” realizó algunas variaciones
a la Ley 136 de 1994, pero sostuvo la competencia eleccionaria en el
concejo municipal, con los mismos parámetros de la Ley de 1994. (…). Es
notorio entonces que no existía un procedimiento claro y uniforme con
el cual el concejo pudiera escoger y elegir personero, manteniéndose
así el margen de discrecionalidad en el corporativo administrativo
elector. Tampoco se avizoraba ningún parámetro de selección objetiva
ni de meritocracia y así se mantuvo hasta el año 2012, cuando el
Legislador expidió la Ley 1551 de 6 de julio de esa anualidad (…), que si
bien mantuvo la competencia de la elección del personero en cabeza
del concejo municipal, cambió el paradigma de selección, limitando el
espectro amplio de discrecionalidad a las condiciones y presupuestos
de un concurso de méritos, mediante la introducción de la modificación
al artículo 170 de la Ley 136 de 1994. (…). Así las cosas, la elección
del personero dejó de estar al arbitrio, discrecionalidad y liberalidad
del concejo municipal o distrital, según el caso, aunque sin afectarse
su competencia eleccionaria o de nominación, al establecerse que la
designación se haría por medio de un procedimiento objetivo y reglado,
orientado en la meritocracia y sin perder la capacidad de dirigir los
aspectos tendientes a estructurar el proceso de selección y de elección,
dentro de los márgenes legales. (…). La reglamentación en cita [Decreto

311
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Reglamentario 2485 de 2014] impuso que la elección seguía en cabeza


del concejo municipal, pero que se efectuaría de una lista de elegibles
que resultaría de un proceso de selección de carácter público y abierto
(art. 1). En este ítem se especifica que el proceso de selección, es en
realidad un concurso y se consagra que “podrá efectuarse a través
de universidades o instituciones de educación superior públicas o
privadas o con entidades especializadas en procesos de selección de
personal”, cuya ratio iuris no es otra que resulta razonable apoyarse
en otros, por cuanto el concejo (municipal o distrital, según sea el
caso) no es ni por finalidad ni por misión ni por objeto, un corporativo
especializado en la selección objetiva de personal para otra entidad,
dado que ello no hace parte de las competencias asignadas legal y
constitucionalmente a los cabildos. La norma en cita destaca y trae
los principios que son impronta de toda selección, a saber: objetividad,
transparencia, imparcialidad y publicidad, teniendo en cuenta la
idoneidad de los aspirantes, de cara al ejercicio de las funciones que
deben asumir en caso de resultar elegidos. Determinó como etapas
del concurso las siguientes: a) Convocatoria. Entendida como la
norma reguladora del concurso, con efectos vinculantes y obligatorios
para la administración, los participantes y las entidades que se
contraten para el apoyo en la implementación, desarrollo y ejecución
de este. (…). b) Reclutamiento. Esta etapa tiene como objetivo atraer
e inscribir el mayor número de aspirantes que reúna los requisitos
para el desempeño del empleo objeto del concurso. (…). c) Pruebas.
Tan necesarias como indispensables para determinar la idoneidad
de los candidatos; por ahora, constituyen el insumo más utilizado
para decretar los estándares de cualidades de quienes buscan ser
elegidos. (…). Y consagra las siguientes clases, que deben concurrir
en el proceso de selección del personero: (i) Prueba de conocimientos
académicos (constituye el 60% o más del total del concurso); (ii) Prueba
que evalúe las competencias laborales; (iii) Valoración de los estudios y
experiencia que sobrepasen los requisitos del empleo, la cual tendrá el
valor que se fije en la convocatoria y (iv) Entrevista (constituye máximo
el 10% del total del concurso). Así también, para dar ejecución a la
característica de público y abierto, la norma reglamentaria impone
que se garantice, con la utilización de mecanismos de publicidad, el
conocimiento universal de la oferta y la libre concurrencia del aspirante.
(…). Otro aspecto tan importante como la convocatoria, es que la lista
de elegibles se concibió con efectos vinculantes estrictos de orden de
mérito descendente, lo que impone al órgano elector seleccionar y
designar a quien ocupe el primer puesto del concurso de méritos.

312
TESIS 2: Adicionalmente, la Corte Constitucional consideró en la
sentencia C-105 de 6 de marzo de 2013 que el concurso de méritos
“facilita y promueve la consecución de los fines estatales”, “garantiza
los derechos fundamentales de acceso a la función pública” y “asegura
la transparencia en la actuación del Estado y el principio de igualdad”.
Sobre la constitucionalidad del concurso público de méritos, indicó
que este no coarta la dinámica de decisiones que debe tomar la
corporación pública como entidad electora, por cuanto (…) “propende
por un sistema meritocrático de vinculación de las personas al servicio
público”. (…). Y al dedicarse al estudio de los concursos para el caso
concreto de la elección de personeros, dejó las siguientes directrices:
a) El concurso es herramienta optativa para proveer cargos que
no pertenecen al sistema de carrera. (…). b) Las condiciones de las
funciones del personero ameritan que su selección y elección por los
mecanismos objetivos sea reglada. (…). c) Las condiciones del órgano
elector: hace referencia a la calidad de corporación pública de elección
popular que se predica de los concejos municipales y distritales, de
cara al control a la actividad gubernamental que ejerce el Personero,
focalizan la necesidad de la independencia que entre este funcionario
y la corporación administrativa de elección popular debe existir, que
evidencian que la designación de aquel sea sometida un procedimiento
reglado, objetivo y formal. d) La posibilidad de que las corporaciones
administrativas de elección popular se apoyen en terceros para llevar
a buen término el procedimiento concursal previo a la elección del
personero. (…). Por esas razones rescata el contenido de la regulación
y normativa aplicable, para indicar que los corporativos de elección
popular no tienen materialmente que ejecutar o intervenir en cada
una de las etapas del concurso, porque en realidad la competencia
legalmente atribuida a ellos, es la de dirigir el concurso, por lo que
consideró viable deferir la realización parcial de este a terceros, pero
advirtiendo que en estos casos, esos terceros deben contar “con las
herramientas humanas y técnicas para este efecto. (…).”

TESIS 3: Debe precisarse que, en atención a lo expuesto por el


apelante y al Ministerio Público, la Sala encuentra acreditada la
incongruencia del a quo al momento de analizar el Acta 038 de 15 de
enero de 2020, pues en ella se evidencia que el Concejo Municipal de
Rionegro, dentro del punto quinto del día elección del personero del
municipio de Rionegro, Antioquia periodo constitucional 2020 – 2024,
trajo a colación la Resolución 061 de 3 de diciembre de 2019, la cual
convocó al concurso de méritos para este proceso de selección, y frente

313
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

a ella expuso que, al haberse agotado el trámite correspondiente, se


daba lectura de la Resolución 030 de 14 de enero de 2020 y seguido
a ello se procedió con una votación nominal. (…). [Q]ueda claro que
en efecto no fueron 7 de 9 votos los obtenidos por la demandada en
aquella plenaria del total de 16 votos posibles. (…). Este punto no puede
pasar desapercibido ante el impacto que se genera al advertir que la
elegida no obtuvo los votos bajo la ley de las mayorías, pero ello no
es óbice para mantener la presunción de acierto del fallo del a quo,
desde dos aspectos, el primero de carácter probatorio, en tanto no
se adosó al expediente el reglamento del Concejo Municipal, que al
parecer prevé la reglamentación atinente a los asuntos eleccionarios,
que permitiera a la Sala tener la certeza de la mayoría eleccionaria.
El segundo, por un tema sustancial devenido precisamente de la
reglamentación en específico y propia de la elección del Personero
municipal y que el Concejo tuvo claro cuando al referirse a que el
acto de convocatoria indicó que es la norma reguladora del concurso
y contentiva de las reglas que son de obligatorio cumplimiento tanto
para la administración, como para los participantes y que, por ende,
abstrae al Concejo Municipal de las normas generales y comunes
aplicable a las elecciones no sometidas a las estrictas reglas del
concurso de méritos. (…). [P]ara esta Sala no cabe duda de que la
votación adelantada por el Concejo Municipal de Rionegro no podía
tener efectos en variar los resultados previamente expuestos pues, se
reitera, tratándose del cargo personero, por orden del legislador es
primordial el mérito, y aunque no se desconoce el poder de la mayoría,
no puede perderse de vista que, como se mencionó en precedencia, la
elección sí contó con el quórum deliberatorio necesario que permitió
desarrollar la sesión eleccionaria y que imponía al órgano elector
proceder a designar al candidato primero de la lista, dada la carencia
de discrecionalidad o de opción para escoger dentro de los elegibles.
(…). Así las cosas, con todo lo esgrimido, esta Magistratura Electoral no
encuentra fundamento en el cargo aquí solicitado ya que lo pretendido
es nulitar el proceso de elección de la Personera dando preponderancia
a la figura de las mayorías eleccionarias, con flagrante desplazamiento
de la prerrogativa lograda al ser la primera de la lista, luego de
superado el concurso de méritos e incluso en un planteamiento contra
legem devenido del desconocimiento del artículo 2.2.27.4 del Decreto
1083 de 26 de mayo de 2015 y de la ley de la convocatoria, pues, se
itera, la legislación actual da plena aplicación a la meritocracia y a
los resultados del concurso que se adelante para proveer el cargo, y
tratándose del momento propio de la elección, lo que se debe tener

314
en cuenta es que el cabildo cuente con el quórum deliberatorio para
realizarla, a fin de que el cabildo declare la designación de quien
en franca lid ocupó el primer puesto en la lista de elegibles, como
efectivamente sucedió en el sub lite.

TESIS 4: [D]entro de la demanda el actor había explicado que la


ausencia de firma por parte del segundo vicepresidente del Concejo
Municipal de Rionegro traía consigo la nulidad por expedición irregular
de los actos de la convocatoria del concurso de méritos (Resolución 061
de 2019, modificada por la 062 y la 063 ) y no la falta de competencia
como fue ahora plasmada en el trámite de la segunda instancia, no
siendo esta una etapa para completar, modificar o variar las censuras
que regenta el libelo genitor. Por ello, el análisis de este argumento
deberá hacerse a la luz de si se configuraron las causales de nulidad
de expedición irregular e infracción de las normas superiores en las
que debía fundarse el acto. Para la Sala resulta imperioso reafirmar
los señalamientos del a quo de reconocer la ausencia de la suscripción
por parte del señor Omar Efrén Monroy Castro quien fungía para el
año 2019 como segundo vicepresidente del Cabildo y de destacar
la ausencia de incidencia de esta situación en el resultado final de
la designación de la señora Aguirre Betancur como personera de
Rionegro, así como la inexistente infracción legal. No puede perderse
de vista que, aun cuando el señor Monroy Castro no firmó los actos de
convocatoria, manifestó sus motivos para hacerlo ligadas a su órbita
personal y no a presuntas irregularidades de trámite. (…). A ello se
suma que, en sesión de 31 de julio de 2019, su participación como
miembro de la Mesa Directiva fue activa, como consta en el Acta 108,
en la que precisamente ese cuerpo directivo solicitó autorización que
la plenaria del cabildo para “proceder con todo lo concerniente a la
elección del Personero Municipal para el periodo 2020-2014”, para lo
cual el entonces segundo vicepresidente votó a favor lo que permite
demostrar, sin mayor análisis adicional, que no hubo expedición
irregular del acto. (…). [E]sta Sección evidencia que, aun cuando
hubo carencia por parte de la firma del segundo vicepresidente en
la resolución de convocatoria y sus modificatorias, lo cierto es que
participó en la sesión ordinaria que autorizó a la Mesa Directiva del
Concejo Municipal de Rionegro para llevar a cabo el concurso de
méritos de la elección del personero, votando favorablemente por
ello y, además, aclaró dudas a sus compañeros sobre el proceso de
selección en cuestión. Asimismo, indicó expresamente que reconocía
la legalidad de la convocatoria y que la ausencia de su rúbrica obedeció

315
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

a motivos personales. (…). Por todo lo anterior, es que en relación con


la incidencia de la supuesta expedición irregular, no encuentra la
Sala cómo la carencia de firma en los actos mentados habría variado
el resultado pues, este resulta ser un obstáculo generado por las
condiciones personales de uno de los miembros de la Mesa Directiva,
alejado de cualquier viso de ilegalidad posible, lo que en palabras de
la Sala Especializada Laboral del Consejo de Estado “no tienen poder
suficiente para perturbar la legalidad del acto”; no solo porque contó
con la rúbrica de dos de sus integrantes sino porque la ausencia de la
tercera firma obedece a aspectos circunstanciales subjetivos de quien
se negó suscribir el acto, por lo que ese hecho no se encuentra ligado
a la transgresión de las normas en las que debían fundarse los actos.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
313 / LEY 136 DE 1994 / LEY 617 DE 2000 / LEY 1031 DE 2006 / LEY 1551 DE 2012
/ DECRETO REGLAMENTARIO 2485 DE 2014 / DECRETO 1083 DE 2015

316
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL
POR CAUSALES OBJETIVAS, FALSEDAD DE DOCUMENTOS
ELECTORALES

EXTRACTO No. 21

RADICADO: 20001-23-33-000-2019-00368-01 (2019-00375,


2019-00377 y 2019-00378)
FECHA: 08/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Eduard José Daza Cujia y otros
DEMANDADO: Wilber Antonio Hinojosa Borrego - Concejal de
Valledupar, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala, de cara a si se debe


revocar o no el fallo de primera instancia, resolver los siguientes: (i)
¿Hay lugar a excluir los votos injustificados que no fueron objeto de
demanda? Pues el apelante EDUARD JOSÉ DAZA CUJIA afirmó que no
le debieron restar 2 votos de la zona 2, puesto 4 mesa 11 del municipio
de Valledupar, ya que ni en su demanda que dio origen al expediente
2019-00368 ni en el libelo con radicado 2019-377, se cuestionaron los
sufragios que obtuvo en esa mesa. (ii)¿Se deben tener en cuenta los
votos que se registran en un E-14 Claveros, que no contiene el mínimo
legal de firmas de los jurados de mesa?

TESIS 1: Para responder a este primer cuestionamiento [¿se deben


excluir votos injustificados que no fueron objeto de demanda?], hay que
tener presente cuál es la naturaleza jurídica del medio de control de
nulidad electoral. (…). Ahora, bien, esta Sección del Consejo de Estado,
reiteró en sentencia de 11 de marzo de 2021 que se trata de un medio
de control público, que dispone de rango constitucional, que legitima a
cualquier persona para su ejercicio, sin necesidad de apoderado judicial,
para acudir ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo en
aras de que se examine la legalidad de los actos de elección, en este
caso, aquella designación devenida del voto popular. Para ello quien
acude a la administración de justicia dentro del vocativo de nulidad
electoral propiamente dicha y con fundamento en causales objetivas,

317
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

entendidas estas como aquellas concernientes a los escrutinios y a


la votación, está obligado a cumplir con la carga en la postulación de
precisar las etapas o registros electorales en los que se presentaron
las irregularidades o vicios, como se desprende de la literalidad
impositiva del artículo 139 de la Ley 1437 de 2011. (…). Pero más allá
de estas exigencias que deberán ser observadas por quienes accionan
mediante este medio de control, lo cierto es que cuando se enjuician
los actos electorales, producto de la voluntad popular, los fundamentos
de la demanda podrán ampararse tanto en las causales generales
de anulación de los actos administrativos (art. 137 CPACA) como en
las específicas y propias de los actos electorales (art. 275 ejusdem).
(…). Ahora bien, en cuanto la causal establecida en el numeral 3º del
artículo 275 del CPACA, que establece que los «documentos electorales
contengan datos contrarios a la verdad o hayan sido alterados con el
propósito de modificar los resultados electorales», una de sus formas
materializada corresponde a las diferencias injustificadas entre los
datos de los formularios electorales E-14 y del E-24. (…). Valga recordar
que (…) los documentos electorales son: i) aquellos formatos que están
diseñados por los organismos electorales para adelantar la votación y,
ii) aquellos que fueron suscritos por los funcionarios competentes para
concretar el resultado electoral y por ende la voluntad popular. (…). [L]
a Sala Electoral del Consejo de Estado ha explicado que la falsedad
es una irregularidad que se presenta en el proceso de escrutinio
consistente en la alteración de los resultados electorales, que conlleva
a que se afecte la verdad electoral, pues la anomalía plasmada en los
datos definitivos consignados en el E-24 evidencia que, sin justificación,
difieren de los incluidos en el formulario E-14, lo cual falsea al final,
la voluntad democrática, plasmada en el acto que declara la elección.
La causal que se contiene en el artículo 275 numeral 3° del CPACA
aúpa todo aquello que se relaciona con la falsedad de los documentos
electorales, como acontece con las diferencias injustificadas entre
los formularios E-14 y E-24 y que generan la nulidad al encuadrar en
los eventos en los que “los documentos electorales contengan datos
contrarios a la verdad o hayan sido alterados con el propósito de
modificar los resultados electorales.” (…). Pero no puede dejarse de lado
otro derrotero que regenta el espectro de esta irregularidad, atinente a
que, para la prosperidad de la nulidad pretendida por esta causal, debe
además demostrar la existencia de la falsedad en los documentos
electorales, pues ello está condicionado a que la tergiversación sea
de tal magnitud que afecte sustancialmente el resultado, es decir, que
se altere o modifique de tal manera, que lo haga mutar. Vale la pena

318
precisar, que esta causal de anulación se enmarca en las denominadas
de tipo objetivo entendidas como aquellas que emergen de los
procesos de votación o escrutinio, como acontece con las diferencias
entre los E-14 y E-24 que tienen su génesis en este último. Y es que,
por regla general, la información de ambos formularios, debe ser
coincidente, a menos que la autoridad electoral haya realizado algún
recuento o revisión de los votos, del que encuentre irregularidades
que conllevaran a la modificación del número de votos registrado en
el E-14, justificación que entonces debe reflejarse en el E-24 y, en todo
caso, constar en forma clara expresa y fidedigna con claridad en la
respectiva acta general de escrutinio, y de esta manera, se concreta
una diferencia justificada; pues en caso de no constar, la diferencia se
torna en injustificada y por ello la exclusión de los votos espurios. (…).
Ahora bien, en el presente caso, para el apelante EDUARD JOSÉ DAZA
CUJIA, según su juicio, no le debieron restar 2 votos de la mesa 11, del
puesto 4 de la zona 2 del municipio de Valledupar, toda vez que en su
demanda (Exp. 2019-00368) ni en la del radicado Exp. 2019-377, que
promovió el señor RICARDO JOSÉ PIÑERES CARRILLO, se cuestionaron
los sufragios por él obtenidos. Para la Sala, dicho planteamiento no
es de recibo, por cuanto el control legalidad que realizó el Tribunal
Administrativo del Cesar en la zona 2, puesto 4, mesa 11 del municipio
de Valledupar se dio porque dicho registro fue objeto de demanda en el
expediente N° 2019-00377, donde se alegó la existencia de diferencias
injustificadas entre el E-14 y el E-24, las que encontró acreditadas a
partir de la valoración en conjunto de las pruebas aportados por las
partes y la Registraduría Nacional del Estado Civil al proceso, que le
permitió concluir que sí existieron. (…). Ahora, pretender lo buscado
por el apelante, es decir, excluir los votos injustificados del demandado
y mantener los suyos, al pasar de estar en la misma controversia,
en la misma mesa y en similares circunstancias constitutivas de
falsedad, es desnaturalizar la esencia de este medio de control, el
cual debe hacer un control de la legalidad del acto de elección, para la
protección del sufragio y el respeto por la voluntad del elector, cuando
el planteamiento sí está dentro de la órbita del thema decidendum y
no contradice las características de rogada de esta jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo, teniendo en cuenta que la zona 2, puesto
4, mesas 11 del municipio de Valledupar, fue objeto de demanda
en el expediente No. 2019-00377. Distinto fuera, por incurrir en
extrapetita que se hubiera tomado a otros candidatos en contienda, a
otros partidos o movimientos o a otras mesas, sin que hubieran sido
puestas en entredicho o habiendo sido controvertidas se refirieran a

319
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

otras causales, supuestos o participantes. (…). En conclusión, no hay


mérito en los argumentos del apelante (…) toda vez que el Tribunal
Administrativo del Cesar (…) se decantó por excluir los votos frente a
los cuales existiera una diferencia injustificada entre la información
registrada en el E-14 y el E-24, como aconteció en el presente caso.

TESIS 2: [D]entro de las generalidades del derecho electoral aplicable


a los escrutinios a los jurados de votación les corresponde suscribir
las actas, conforme a lo preceptuado en el artículo 142 del Código
Electoral, normativa que, para la validez de esta, anteriormente
imponía que estuvieran firmadas por al menos tres de ellos (artículos
163 y 192 numeral 3 idem), pero en la actualidad, de acuerdo con el
parágrafo 2° del artículo 5º de la Ley 163 de 1994, los E-14 son válidos
cuando estén firmados como mínimo por dos jurados. (…). [C]onforme
con lo dispuesto en el artículo 5º de la Ley 136 de 1994, los jurados de
votación son ciudadanos designados por entidades públicas, privadas,
directorios políticos y establecimientos educativos , teniendo en cuenta
las excepciones que sobre el tema consagra el artículo 104 del CE.
Dentro de sus varias competencias como primeros escrutadores de
toda contienda por voto popular, el artículo 142 ejusdem les impone el
deber de firmar las actas de escrutinio, al punto que dichas rúbricas
constituyen requisito sine qua non para dar validez al acta respectiva.
Solo que el legislador, en una fórmula por demás garantista con el
electorado y la democracia estableció un límite mínimo de permisión
para validar con un número de firmas el formulario de que se trate.
(…). Se tiene entonces que, para la validez de las actas de jurados
de votación vertidas, entre otros, en el llamado E-14 pende de la
circunstancia de que se encuentren firmadas al menos por dos de los
jurados de la mesa, pues a falta estas y de conformidad con el artículo
192 del Código Electoral, no hay quien de fe de su resultado y ante ello
no se puede tener como válido el escrutinio y su resultado, así que no
se comparte el planteamiento de las recurrentes de que la invalidez
del E-14 por falta de firmas no tiene la virtualidad de permear esa
invalidez a los sufragios escrutados en éste, por lo que en vez de
proceder a la exclusión de la votación debieron realizar un recuento y
escrutarlos para validar los votos. (…). Como se desprende de la simple
lectura de la anterior disposición [artículo 163 del Código Electoral], no
existe imposición de recuento de votos por falta de la firma mínimas
de los jurados de mesa para la validez del formulario E-14, como los
sostuvieron las apelantes, toda vez que el proceso de escrutinio como
se mostró de forma pretérita es escalonado, lo cual indica que son

320
los jurados lo que revisan la votación y la consolidan en un E-14 el
cual es la base del escrutinio zonal o municipal según el caso, es decir
la comisión escrutadora no inicia su labor por la contabilización de
los votos sino la consolidación de los E-14 mesa a mesa para crear
el E-24 y, solo en ocasiones excepcionales consagradas en la ley
electoral, que por demás es de carácter estatutario, es que procede a
recontar la votación y ante la falta mínima de las firmas de jurados de
mesa de los E-14, establecida por el legislador y, de conformidad con
el artículo 192 del Código Electoral, como ya se explicó, es la exclusión
de los votos depositados en la mesa del proceso de escrutinio, como
ocurrió en el presente caso. (…). Así las cosas, ante la total ausencia de
firmas de los jurados en los formularios E-14 de la Zona 99 – Puesto
34 – Mesa 1 (Exp. 2019-00375) y de la Zona 99 – Puesto 15 – Mesa 6
(Exp. 2019-00378), las censuras de apelación (…) no están llamados a
prosperar, en tanto fácticamente se probó la ausencia de firmas de los
E-14 tanto de claveros como de delegados en las mesas mencionadas;
normativamente no se exige para estos eventos de falta de firmas
el recuento de votos la vía de la exclusión de la mesa y, por ende,
jurídicamente tampoco se advierte que las resoluciones previas a la
declaratoria de elección demandadas, (…) hayan incursionado en la
violación de las norma superiores en que deberían fundarse (art. 137
inc. 2 del CPACA) como lo indicaron las apelantes.

NORMATIVA APLICADA
LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 139 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 3 / LEY 1475 DE 2011 - ARTÍCULO 41
/ CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 104 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 142 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 143 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 144 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 163 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 192 /
CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 203 / LEY 6 DE 1990 - ARTÍCULO 12 / LEY 62 DE
1988 - ARTÍCULO 8 / LEY 163 DE 1994 – ARTÍCULO 5 PARÁGRAFO 2 / LEY 136 DE
1994 – ARTÍCULO 5

321
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE DIPUTADO


DE LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL, PROHIBICIÓN DE DOBLE
MILITANCIA POLÍTICA EN MODALIDAD DE APOYO, VALORACIÓN
DE PRUEBAS

EXTRACTO No. 22

RADICADO: 17001-23-33-000-2020-00008-02
FECHA: 15/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Alba Luz Pérez Arias
DEMANDADO: Rubén Darío Giraldo Sepúlveda, Diputado de la
Asamblea Departamental de Caldas, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si el


fallo de primera instancia debe mantenerse incólume o si por el
contrario, debe ser revocado, para lo cual es menester establecer
si: el acto declaratorio de elección se encuentra viciado de nulidad,
por la incursión del demandado en la prohibición de doble militancia
estatuida en el inciso 2° del artículo 2° de la Ley 1475 de 2011, toda
vez que, durante la campaña electoral que precedió su designación,
aparentemente, apoyó las candidaturas políticas de aspirantes
avalados por movimientos distintos al Partido Conservador y, en
cambio, no lo brindó a los candidatos de su organización política.

TESIS 1: [L]a doble militancia ha sido concebida como un motivo


de inelegibilidad que, junto a las inhabilidades e incompatibilidades,
determinan los límites a los que se encuentra sometido el ejercicio del
derecho a la participación política en aras de dotar de razonabilidad
y de un filtro necesario e importante para la democracia. (…). [L]a
doble militancia persigue el establecimiento de un régimen severo
de bancadas, por medio del cual se reprocha el transfuguismo como
fenómeno político que denota la falta de firmeza ideológica y “…
el exceso de pragmatismo y anteposición de intereses personales y
egoístas sobre aquellos programas e ideario del partido político…” del
que hace parte el ciudadano o el elegido popular. (…). [E]l constituyente
(art. 107 constitucional) y el legislador (art. 2° de la Ley 1475 de 2011)

322
han erigido una serie de conductas prohibidas que acuñadas en la
expresión doble militancia restringen diferentes manifestaciones del
derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder
político, proscribiendo, en general, la deslealtad en la que pueden llegar
a incurrir ciudadanos y militantes de una estructura proselitista. En
ese sentido, la jurisprudencia de esta Sala de Sección ha reconocido,
de forma pacífica, la existencia de 5 modalidades de doble militancia.
(…). El incumplimiento de cualquiera de las situaciones descritas,
de acuerdo con las condiciones en las que se encuentre el infractor,
podrá dar lugar a sanciones reglamentarias y administrativas –v.gr. la
revocatoria de la inscripción del candidato incurso en la prohibición–,
e incluso jurisdiccionales como es la declaratoria de nulidad de la
elección del funcionario democráticamente designado –como lo solicita
el demandante en esta oportunidad–, tras la expedición de la Ley 1437
de 2011, que puso punto final a las discusiones de antaño sobre las
consecuencias jurídicas de la doble militancia con anterioridad a la
vigencia del CPACA.

TESIS 2: [L]a accionante cuestiona la legalidad del acto declarativo


de la elección del señor RUBÉN DARÍO GIRALDO SEPÚLVEDA como
diputado de Caldas para el período 2020-2023 sobre la base de los
presuntos respaldos que éste habría brindado a candidatos a cargos
uninominales pertenecientes a grupos políticos diferentes del partido
Conservador que lo había avalado. (…). [E]l derecho pretor de esta
Sección ha reconocido que la configuración de los apoyos prohibidos
por la legislación electoral resulta de la acreditación conjunta de 5
presupuestos. (…). Elemento subjetivo. El deber de abstención que
se deriva de la prohibición de la doble militancia en su modalidad
de apoyo cobija, en forma bifronte por un lado a quienes detentan
cargos de dirección, gobierno, administración o control en los
partidos y movimientos políticos y, por otro, a los miembros de las
organizaciones políticas que han sido elegidos o aspiran a serlo en
cargos o corporaciones de elección popular. (…). Elemento objetivo.
La conducta proscrita consiste en apoyar aspirantes inscritos por
partidos y movimientos políticos diferentes de aquel al cual pertenece
quien ostenta alguna de las calidades antes descritas. Así, el concepto
de apoyo ha sido caracterizado por esta Sala Electoral como “…la
ayuda, asistencia, respaldo o acompañamiento de cualquier forma
o en cualquier medida a un candidato distinto al avalado o apoyado
por la respectiva organización política.” (…). En lo que refiere a la
naturaleza del apoyo, la Sala ha reconocido que la asistencia censurada

323
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

o prohibida debe ser el resultado de la ejecución de actos positivos


y concretos que demuestren el favorecimiento político al candidato
de otra organización. (…). De conformidad con ello, el entendimiento
de la ayuda prohibida ha tenido como sustento la unión de dos tipos
de presupuestos, relacionados con la puesta en marcha de acciones
–presupuesto modal– que buscan el patrocinio de una candidatura
ajena a la organización política que acompaña al demandado –
presupuesto teleológico–. (…). En ese mismo sentido, la Sala ha
pregonado que no pueden, en principio, considerarse como actos de
apoyo ante la ausencia demostrativa del elemento teleológico de la
noción, la impresión de volantes publicitarios respecto de los cuales
se omitió probar su socialización y distribución para el fortalecimiento
de la campaña política de un candidato afiliado a otro movimiento; las
palabras de agradecimiento entre aspirantes políticos; así como la
existencia de publicidad perteneciente a un aspirante avalado por otra
organización, cuando los medios de convicción allegados no permiten
aseverar que su presencia responde a la voluntad del accionado, como
una manifestación de apoyo. (…). [I]gualmente [la Sección Quinta]
ha hecho referencia a la frecuencia con la que deben producirse
las acciones que denotan asistencia, afirmando que los actos de
acompañamiento político no requieren ser actos de tracto sucesivo o
continuo, sino instantáneos, de donde se colige que la configuración
de esta modalidad de la doble militancia puede probarse a través de
una sola manifestación de apoyo en el contexto de la campaña política.
De otra parte, se ha establecido que el apoyo indebido se configura de
manera independiente al resultado electoral obtenido por el candidato
asistido –carácter autónomo del patrocinio– razón por la que no se
hace necesario que “…el apoyo tenga incidencia real en el resultado
de la elección (…).” Finalmente, la Sala ha expresado que la probanza
del comportamiento prohibido en la legislación electoral debe llevar
al juez a un estado de convicción que, más allá de cualquier duda
razonable, permita acreditar la ocurrencia de un actuar a través del
cual se persigue el impulso proselitista de una candidatura extraña a
la avalada por el partido o movimiento político del que hace parte el
accionado. (…). Por último, la Sección resalta que, como fuere estimado
en providencia de 20 de agosto de 2020, el actuar objeto de sanción se
centra en el apoyo, y no en el recibimiento de respaldos por parte de un
candidato, lo que denota en forma indefectible una conducta activa del
imputado, alejada de la actuación pasiva o incluso silente. (…). Elemento
temporal. Se ha destacado que, si bien el inciso 2° del artículo 2° de
la Ley 1475 de 2011 no hace referencia expresa al período o plazo

324
en el que deben producirse los apoyos, una interpretación sistemática
y con efecto útil de la norma conlleva aceptar que la materialización
de la asistencia o apoyo indebido debe suceder en el contexto de la
campaña política, toda vez que “…solo durante ese lapso se puede
hablar de candidatos en el sentido estricto de la palabra”; término
que se extiende desde el momento en el que el ciudadano acusado
inscribe su aspiración y hasta la fecha de la elección. Elemento modal
de la conducta. La incursión en la prohibición de doble militancia en
la modalidad de apoyo, se materializa en dos eventos, a saber: (i)
cuando el partido o movimiento político que avaló la postulación del
demandado haya inscrito una candidatura propia al cargo de elección
popular de que se trate, comoquiera que solo en estos eventos puede
reprocharse la defraudación a la lealtad partidista exigida al candidato
sometido al medio de control de nulidad electoral o (ii) cuando la
colectividad política ha decidido expresamente apoyar a determinado
candidato sin que exista un registro de inscripción de candidatura
propia. En ambos eventos se puede llevar a cristalizar la causal de
inelegibilidad erigida en el artículo 2 inciso2 de la Ley 1475 de 2011. (…).
Elemento territorial. (…). [L]a prohibición establecida por el legislador
estatutario de 2011 puede producirse en el campo de una misma
circunscripción electoral –v. gr., la asistencia política prestada por un
candidato al Concejo a la aspiración proselitista de un candidato a la
Alcaldía de la misma municipalidad–, pero también en el escenario de
circunscripciones territoriales diversas. Es decir que tampoco existe
un factor o condicionamiento que penda de la circunscripción electoral
como sí se predica de otras prohibiciones legales y constitucionales.
(…). De esta manera, la parte actora deberá acreditar que, sin importar
la coincidencia o no de circunscripciones electorales, el acusado
acompañó a través de actos positivos y concretos las aspiraciones
políticas de un candidato avalado o apoyado expresamente por una
organización distinta de la suya.

TESIS 3: Para analizar las evidencias fotográficas extraídas de la red


social Facebook, aportadas por el demandante como pruebas y en las
que se basaron los peritazgos realizados por las partes, previo a su
análisis resulta pertinente recordar lo establecido en el artículo 247
del Código General del Proceso. (…). De lo anterior se desprende que
para el legislador solo es viable considerar como mensajes de datos
todos aquellos documentos que hubieren sido allegados al expediente
en el formato en que fueron generados, por lo que escinde y muta
el manejo de las simples impresiones devenidas de ese mensaje de

325
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

datos para incluirla en el manejo de las reglas generales de la prueba


documental. (…). En el caso que ocupa la atención de la Sala, las
imágenes fotográficas fueron aportadas impresas en el cuerpo de la
demanda, por lo que, serán valoradas acorde con las reglas generales
propias de los documentos [artículo 243 del Código General del
Proceso]. (…). La Sala evidencia que uno de los dos puntos en los que
se basó la apelación consistía en cuestionar la valoración probatoria
que realizó el a quo y que le permitió llegar a la conclusión que el
demandado no apoyó a un candidato de otro partido político. (…). [L]
a doble militancia en la modalidad de apoyo se configura siempre
que la asistencia censurada sea el resultado de la ejecución de actos
positivos y concretos que demuestren el favorecimiento político al
candidato de otra organización. De manera que, del acervo probatorio
aportado al expediente y las acusaciones realizadas por la apelante,
no es posible advertir el elemento objetivo de la conducta prohibitiva
de la doble militancia en la modalidad de apoyo, pues no se evidencia
un acto positivo por parte del demandado tendiente al favorecimiento
de la campaña política de candidatos de otros partidos. Contrario a
lo señalado por la actora y hoy apelante, la sola asistencia por parte
del demandado a los actos proselitistas de los candidatos Luis Carlos
Velásquez Cardona y Jorge García no puede derivar en la configuración
de una conducta de doble militancia y que se proscribe con la nulidad
de la elección. (…). Por lo tanto, el hecho de que un candidato asista
a reuniones donde se encuentra publicidad de candidatos de otros
partidos, no evidencia de manera contundente que con su asistencia
se manifiesta el apoyo que se requiere para que se pueda anular el
acto electoral por doble militancia, más aún cuando las reuniones
fueron programadas por la ciudadanía y líderes comunitarios y de la
comunidad probatoria no existe medio demostrativo del pretendido
apoyo expreso y claro a candidatos de otras colectividades. En efecto,
para la Sección Quinta del Consejo de Estado, las imágenes que se
comentan párrafos atrás no disponen de la vocación para acreditar
la existencia de un acto positivo y concreto de apoyo atribuible al
accionado, pues no se evidencian elementos que conduzcan a pensar
que su participación en tal evento obedeció a un móvil distinto a
conquistar futuros adeptos en las urnas para los candidatos de
otros corporativos políticos. (…). La Sala considera que al igual que la
pruebas documentales, los testimonios y las declaraciones extra juicio,
no lograron acreditar la existencia de algún acto positivo y concreto
de doble militancia, ya que ninguno de los testigos dio fe de que el
demandado haya ejecutado acciones tendientes a favorecer o apoyar
de forma concreta e inequívoca a candidatos de otros partidos, pues
se basaron en suposiciones y comentarios de terceros. (…). Conforme

326
las razones expuestas en los capítulos que preceden para la Sección
Quinta del Consejo de Estado, la prohibición de doble militancia en la
modalidad de apoyo no se encuentra materializada, y por eso así será
declarado en la parte resolutiva de esta providencia que confirmará el
fallo apelado.

TESIS 4: En cuanto al segundo argumento de apelación, la recurrente


afirmó que el demandado no logró demostrar la intención de apoyar
a los candidatos avalados por el partido Conservador. (…). Frente al
reparo formulado por la accionante, se tiene que la conducta que
configura la prohibición de esta causal en la modalidad de apoyo, es
la referente a promocionar candidatos distintos a los inscritos por
la agrupación política a la cual pertenece; nótese que la conducta
prohibitiva que trae el artículo 2 de la Ley 1475 de 2011, consistente
en ejercer una posición activa al momento de apoyar a candidatos
de distintos partidos, movimientos políticos o grupo significativo de
ciudadanos al cual se encuentren afiliados, en tal supuesto normativo
no se advierte que esté proscrito el evento de ausencia de apoyo. (…).
Por lo anterior, no es de recibo para esta Sala que el no apoyo por parte
del demandado a las candidaturas de los señores el Jorge Hernán
Yepes, a la alcaldía de Manizales y Ángelo Quintero, a la gobernación
Caldas, deba ser interpretada como un acto positivo y concreto
constitutivo de la prohibición de doble militancia. (…). En ese orden de
ideas, para este ad quem resulta evidente que ninguna de las pruebas
que en la apelación se estimaron mal valoradas permiten demostrar
que el señor RUBÉN DARÍO GIRALDO SEPÚLVEDA hubiera incurrido en
doble militancia en la modalidad de apoyo a candidatos pertenecientes
a partidos distintos del suyo, que la falta de apoyo a los candidatos de
su partido no está establecida como constitutiva de la prohibición que
se analiza y que de igual forma, tampoco se evidencia una inadecuada
valoración de la pruebas, por ende, confirmará la sentencia de 11 de
diciembre de 2020, por medio de la cual, el Tribunal Administrativo de
Caldas (…) negó la solicitud de nulidad de la elección del señor RUBÉN
DARÍO GIRALDO SEPÚLVEDA, en calidad de diputado del departamento
de Caldas, para el período 2020 a 2023.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY
1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 8 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO –
ARTÍCULO 243 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 247

327
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE


PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, IDONEIDAD DE
LAS ENTIDADES QUE APOYAN EL CONCURSO DE MÉRITOS

EXTRACTO No. 23

RADICADO: 05001-23-33-000-2020-00480-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Procuradores judiciales de Medellín
DEMANDADO: Juan David Ospina Arboleda - Personero municipal de
Apartadó
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le compete a la Sala determinar si se


confirma, modifica o revoca la decisión de haber accedido a las
pretensiones de la parte actora, y en tal sentido, si la elección del
señor JUAN DAVID OSPINA ARBOLEDA como Personero del Municipio
de Apartadó para el periodo 2020 - 2024 es nula y si, en todo caso, se
presentó una transgresión al derecho y principio de igualdad por parte
del a quo al emitirse decisiones contradictorias que versaron sobre
hechos similares. Así mismo, se debe establecer si las entidades que
apoyaron el concurso son idóneas y pueden ser categorizadas como
entidades especializadas en procesos de selección de personal.

TESIS 1: En efecto, en la Carta de 1991, se le incluyó [figura del


personero] dentro del gran continente del Ministerio Público como
función del ente controlador, (…) como se lee del artículo 118 y lo que
posiblemente, (…) dio pie para que se advirtiera acorde a derecho y con
criterio de razonabilidad por parte del legislador, que se regulara que
la selección objetiva para su escogencia estuviera al mando y dirección
de la Procuraduría General de Nación, dada la integración que de los
personeros se hiciera a las funciones y objeto misional de la PGN. En
cuanto a la elección del personero municipal, ha sido una constante
desde el espíritu del Constituyente de 1991, que estuviera a cargo de los
concejos municipales, competencia que en su base y sustancialidad se
mantiene hasta nuestros días consagrada en el artículo 313 Superior.
(…). Pero no fue sino hasta la Ley 136 de 1994 que se advirtió un

328
despliegue bastante amplio para la entidad de la personería que se
concebía como un ente con autonomía presupuestal y administrativa
y con planta de personal, la naturaleza del cargo de personero, su
elección, posesión, las faltas absolutas y temporales, las calidades,
el régimen de inhabilidades e incompatibilidades, el régimen salarial,
prestacionales y de seguridad social, las funciones y las facultades
entre otras (ver título X, de los artículos 168 a 182). Posteriormente
la Ley 617 de 2000 modificó algunas de estas normas. Ya para ese
entonces, la elección del Personero estaba a cargo de los concejos
municipales, designación de amplio margen discrecional, por cuanto
solo se necesitaba que el elegido cumpliera las calidades, requisitos
y condiciones legales, previstos en el artículo 173 ejusdem, como ser
colombiano de nacimiento y ciudadano en ejercicio y dependiendo de
la categoría del municipio, se requería ser abogado titulado (para los
municipios de primera y segunda categoría) o haber terminado los
estudios de derecho, para los demás. Posteriormente, la Ley 1031 de 22
de junio de 2006 “Por la cual se modifica el período de los personeros
municipales, distritales y el Distrito Capital” realizó algunas variaciones
a la Ley 136 de 1994, pero sostuvo la competencia eleccionaria en el
concejo municipal, con los mismos parámetros de la Ley de 1994. (…). Es
notorio entonces que no existía un procedimiento claro y uniforme con
el cual el concejo pudiera escoger y elegir personero, manteniéndose
así el margen de discrecionalidad en el corporativo administrativo
elector. Tampoco se avizoraba ningún parámetro de selección objetiva
ni de meritocracia y así se mantuvo hasta el año 2012, cuando el
Legislador expidió la Ley 1551 de 6 de julio de esa anualidad (…), que si
bien mantuvo la competencia de la elección del personero en cabeza
del concejo municipal, cambió el paradigma de selección, limitando el
espectro amplio de discrecionalidad a las condiciones y presupuestos
de un concurso de méritos, mediante la introducción de la modificación
al artículo 170 de la Ley 136 de 1994. (…). Así las cosas, la elección
del personero dejó de estar al arbitrio, discrecionalidad y liberalidad
del concejo municipal o distrital, según el caso, aunque sin afectarse
su competencia eleccionaria o de nominación, al establecerse que la
designación se haría por medio de un procedimiento objetivo y reglado,
orientado en la meritocracia y sin perder la capacidad de dirigir los
aspectos tendientes a estructurar el proceso de selección y de elección,
dentro de los márgenes legales. (…). La reglamentación en cita [Decreto
Reglamentario 2485 de 2014] impuso que la elección seguía en cabeza
del concejo municipal, pero que se efectuaría de una lista de elegibles
que resultaría de un proceso de selección de carácter público y abierto

329
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

(art. 1). En este ítem se especifica que el proceso de selección, es en


realidad un concurso y se consagra que “podrá efectuarse a través
de universidades o instituciones de educación superior públicas o
privadas o con entidades especializadas en procesos de selección de
personal”, cuya ratio iuris no es otra que resulta razonable apoyarse
en otros, por cuanto el concejo (municipal o distrital, según sea el
caso) no es ni por finalidad ni por misión ni por objeto, un corporativo
especializado en la selección objetiva de personal para otra entidad,
dado que ello no hace parte de las competencias asignadas legal y
constitucionalmente a los cabildos. La norma en cita destaca y trae
los principios que son impronta de toda selección, a saber: objetividad,
transparencia, imparcialidad y publicidad, teniendo en cuenta la
idoneidad de los aspirantes, de cara al ejercicio de las funciones que
deben asumir en caso de resultar elegidos. Determinó como etapas
del concurso las siguientes: a) Convocatoria. Entendida como la
norma reguladora del concurso, con efectos vinculantes y obligatorios
para la administración, los participantes y las entidades que se
contraten para el apoyo en la implementación, desarrollo y ejecución
de este. (…). b) Reclutamiento. Esta etapa tiene como objetivo atraer
e inscribir el mayor número de aspirantes que reúna los requisitos
para el desempeño del empleo objeto del concurso. (…). c) Pruebas.
Tan necesarias como indispensables para determinar la idoneidad
de los candidatos; por ahora, constituyen el insumo más utilizado
para decretar los estándares de cualidades de quienes buscan ser
elegidos. (…). Y consagra las siguientes clases, que deben concurrir
en el proceso de selección del personero: (i) Prueba de conocimientos
académicos (constituye el 60% o más del total del concurso); (ii) Prueba
que evalúe las competencias laborales; (iii) Valoración de los estudios y
experiencia que sobrepasen los requisitos del empleo, la cual tendrá el
valor que se fije en la convocatoria y (iv) Entrevista (constituye máximo
el 10% del total del concurso). Así también, para dar ejecución a la
característica de público y abierto, la norma reglamentaria impone
que se garantice, con la utilización de mecanismos de publicidad, el
conocimiento universal de la oferta y la libre concurrencia del aspirante.
(…). Otro aspecto tan importante como la convocatoria, es que la lista
de elegibles se concibió con efectos vinculantes estrictos de orden de
mérito descendente, lo que impone al órgano elector seleccionar y
designar a quien ocupe el primer puesto del concurso de méritos.

TESIS 2: Adicionalmente, la Corte Constitucional consideró en la


sentencia C-105 de 6 de marzo de 2013 que el concurso de méritos

330
“facilita y promueve la consecución de los fines estatales”, “garantiza
los derechos fundamentales de acceso a la función pública” y “asegura
la transparencia en la actuación del Estado y el principio de igualdad”.
Sobre la constitucionalidad del concurso público de méritos, indicó
que este no coarta la dinámica de decisiones que debe tomar la
corporación pública como entidad electora, por cuanto (…) “propende
por un sistema meritocrático de vinculación de las personas al servicio
público”. (…). Y al dedicarse al estudio de los concursos para el caso
concreto de la elección de personeros, dejó las siguientes directrices:
a) El concurso es herramienta optativa para proveer cargos que
no pertenecen al sistema de carrera. (…). b) Las condiciones de las
funciones del personero ameritan que su selección y elección por los
mecanismos objetivos sea reglada. (…). c) Las condiciones del órgano
elector: hace referencia a la calidad de corporación pública de elección
popular que se predica de los concejos municipales y distritales, de
cara al control a la actividad gubernamental que ejerce el Personero,
focalizan la necesidad de la independencia que entre este funcionario
y la corporación administrativa de elección popular debe existir, que
evidencian que la designación de aquel sea sometida un procedimiento
reglado, objetivo y formal. d) La posibilidad de que las corporaciones
administrativas de elección popular se apoyen en terceros para llevar
a buen término el procedimiento concursal previo a la elección del
personero. (…). Por esas razones rescata el contenido de la regulación
y normativa aplicable, para indicar que los corporativos de elección
popular no tienen materialmente que ejecutar o intervenir en cada
una de las etapas del concurso, porque en realidad la competencia
legalmente atribuida a ellos, es la de dirigir el concurso, por lo que
consideró viable deferir la realización parcial de este a terceros, pero
advirtiendo que en estos casos, esos terceros deben contar “con las
herramientas humanas y técnicas para este efecto. (…).”

TESIS 3: Como primera medida es importante recordar que la Ley


1551 de 2012 fijó la regla de que los concejos municipales eligen a
sus personeros, luego de superado un concurso de méritos. (…). Y que
como (…), una de las directrices más claras que la Corte Constitucional
determinó en la sentencia C-105 de 2013, es que era factible que los
concejos municipales pudieran adelantar el concurso de méritos,
directamente o a través de un tercero contratado para el efecto.
Precisamente, devenido de esa consideración, el Gobierno Nacional a
través del Decreto compilador 1083 de 2015 y antes en el compilado
Decreto 2485 de 2014, optó por detallar el procedimiento para que los

331
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Concejos Municipales llevaran a cabo el referido concurso, señalando,


entre otros, los terceros que quedan facultados para gestionar el
proceso de selección. (…). Por tanto, tratándose del concurso de méritos
para la elección del personero, el concejo municipal puede apoyarse
en: (i) universidades, (ii) instituciones de educación superior ya sean
públicas o privadas o (iii) entidades especializadas en la selección
de personal. (…). Pues bien, esta Sala Electoral, en pronunciamientos
previos ha traído a colación el artículo 2.2.27.1 del Decreto 1083 de
2015 para dilucidar qué se entiende por “entidad especializada en
procesos de selección de personal”, arribando a la conclusión de que la
cualificación de especializada se decanta y se materializa en “aquella
persona jurídica privada o pública, que tenga dentro de su objeto social
la realización, apoyo o gestión a procesos de selección de personal”. (…).
De lo anterior se colige que, como bien lo indicó la parte demandante,
la Federación Colombiana de Autoridades Locales FEDECAL no tiene
dentro de su objeto social, la actividad de llevar a cabo procesos de
selección de personal. Aunado al hecho que, distinto a los señalamientos
del demandado y del Concejo de Apartadó, la experiencia por haber
adelantado otros concursos de méritos no suple la exigencia legal
de la cualificación de especializada que debe predicarse respecto de
quien pretende apoyar al cabildo con el desarrollo e implementación
del concurso. Y es que es innegable que cuando de experiencia se trata,
dentro del marco de un concurso de méritos y de las actividades que
lo rodean, este rubro se concibe como aquel presupuesto, requisito
o condición que se exige a quien haya desempeñado en el pasado
actividades que guarden similitud con aquella que se busca acredite
en el presente y, en ello, es que puede contenerse y encuadrar, todo
el bagaje pragmático obtenido con el desarrollo e implementación, en
el pasado, de la realización y acompañamiento de otros concursos,
que es tan importante como la capacidad especializada, pero que
resultan requisitos diferenciables y escindibles, que emergen como
los dos requisitos legales, por excelencia, que deben concurrir en
las entidades que pretenden apoyar a los cabildos, en la selección
objetiva del personero de turno.(…). [S]e reitera para el análisis de esta
participante en el desarrollo del concurso del Personero Municipal de
Apartadó, ya que frente a FEDECAL, se pretende acreditar la calificación
de especializada con el hecho de haber participado en otros procesos
administrativos, que como se explicó en consideración anterior, la
experiencia no significa necesariamente que se tenga la calidad
de “…entidad especializada en procesos de selección de personal”;
aunado a que es determinante que en su configuración misional que

332
se contiene en la descripción del objeto social la especialidad en la
selección de personal esté contenida o por lo menos sea deducible de
lo que se indica en la constitución y registro, pues a título ilustrativo,
para las sociedades comerciales, dentro de los requisitos para la
constitución de las mismas, se impone que en la escritura respectiva,
entre otros ítems, se indique “El objeto social, esto es, la empresa o
negocio de la sociedad, haciendo una enunciación clara y completa de
las actividades principales” e incluso sancionando con la ineficacia la
estipulación que extienda el objeto social “a actividades enunciadas en
forma indeterminada o que no tengan una relación directa con aquél”.
(…). En esa línea, la Sala considera que para el correcto entendimiento
del objeto social que refleje la condición de persona jurídica o empresa
especializada, se exige que esté contenida en su objeto social, pues
de lo contrario sería dable señalar que ha llevado a cabo una labor
ajena a las actividades que la sociedad desarrolla o debe adelantar.
(…). Todo lo anterior permite arribar a la conclusión de que FEDECAL, al
no contar con una disposición expresa en su objeto social respecto de
ser una entidad especializada en procesos de selección de personal,
no podía brindarle este servicio al Concejo Municipal de Apartadó, de
tal suerte que quedó acreditado el vicio alegado por el demandante.
Ahora bien, aun cuando dentro del objeto también se alude para tener
en cuenta los fines consignados en el artículo 3° de sus estatutos, no
puede perderse de vista que este documento, fue adosado al proceso
en forma inoportuna durante la segunda instancia, sin que estuviera
rodeado de las circunstancias taxativas previstas en el artículo 212
del CPACA. (…). Por tanto, la decisión adoptada por el Tribunal y por
esta Magistratura, no puede ser otra que la fundamentada en el acervo
probatorio recaudado oportunamente, es decir, el que fue consignado
en el momento correspondiente, a saber: el certificado de existencia
y representación que, como ya se dijo, de manera expresa no alude
la facultad de FEDECAL para ser categorizada como una entidad
especializada en concursos de méritos para el fin aquí debatido.

TESIS 4: [C]on relación al segundo participante que apoyó al Concejo


Municipal de Apartadó en la implementación del concurso de méritos,
esto es, CREAMOS TALENTOS. (…). [E]sta Magistratura encuentra que
las actividades relacionadas con el suministro de recurso humano
o agencias de empleo no pueden asimilarse a la realización de
un concurso público y abierto de méritos, por cuanto, como bien lo
indicó la Corte Constitucional en la ya mencionada sentencia C-105
de 2013, este requiere de la disposición y utilización de sofisticadas

333
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

herramientas humanas, informáticas, administrativas y financieras.


(…). En oportunidades anteriores la Sección Quinta, (…), dejó entrever la
importancia de la acreditación de unos requisitos específicos tratándose
de una “entidad especializada en procesos de selección de personal” –
siendo aquella la que ayuda al Concejo Municipal en el concurso público
de méritos para elegir al Personero – a saber: (i) que sea una persona
jurídica privada o pública y; (ii) que tenga dentro de su objeto social
la realización, apoyo o gestión a procesos de selección de personal.
Por tanto, dado que CREAMOS TALENTOS no ostenta las calidades
necesarias para ser categorizada como entidad especializada, pues,
por un lado, no cuenta en sus actividades con elementos determinantes
que permitan así considerarla, y por otro, carece de persona jurídica,
lo que conlleva a la Sala a ratificar la configuración del primer vicio
invocado por el demandante, referente a que el concurso de méritos
no fue apoyado por una corporación idónea. Con fundamento en las
razones expuestas, la Sala Electoral del Consejo de Estado concluye
que FEDECAL y CREAMOS TALENTOS no se encontraban facultadas
para llevar las labores de asesoría, acompañamiento y apoyo al
Concejo de Apartadó dentro del concurso de méritos para la elección
del Personero Municipal, por cuanto no cumplen con los lineamientos
fijados tanto en el artículo 2.2.27.1 del Decreto 1083 de 2015 como
en la jurisprudencia, para ser categorizadas como entidades que
puedan ser calificadas como especializadas en procesos de selección
de personal, motivo suficiente para declarar la nulidad de la elección
acusada. Ahora bien, es importante destacar que uno de los apelantes
indicó que los reproches y aseveraciones en relación con la falta de
capacidad del establecimiento de comercio Creamos Talentos para la
celebración del convenio, lo cual conlleva a su invalidez, no pueden
analizarse a través del medio de control de nulidad electoral, conforme
fue ratificado por el Consejo de Estado en la sentencia del 8 de junio
de 2017. No obstante, como bien adujo el Ministerio Público en su
intervención, el cuestionamiento mencionado versó en clarificar si
dicha entidad puede ser categorizada como entidad especializada en
procesos de selección – que, sea del paso reiterar, no es así –, por lo
que este argumento no está llamado a prosperar.

TESIS 5: Resulta imperioso destacar que, tratándose de actos


electorales, y más aún propio del caso concreto, existen dos momentos:
(i) procedimental: el concurso de méritos que comprende las fases
de convocatoria, reclutamiento, admisiones, pruebas y resultados
(causales objetivas) y; (ii) declaratoria de elección: entrevista y

334
selección del personero a través de su cabildo municipal o distrital,
a partir de la lista de elegibles derivada de la puntuación obtenida
en la etapa previa, que se ve reflejado en el acto susceptible de ser
demandado (causales subjetivas). Lo anterior para señalar que,
distinto al escrito de salvamento de voto de uno de los magistrados a
quo y con él el argumento de sustento en la apelación del demandado,
la capacidad de las entidades que acompañaron a la corporación
municipal sí resulta relevante para configurarse el vicio ya estudiado
al detalle, por cuanto como bien ha expuesto esta Sección, el carácter
de entidad especializada en procesos de selección de personal que
apoye al Concejo, vedado por el contenido de su objeto, le permitirá a
este acreditar la idoneidad de la institución que elija para respaldarla
en el concurso de mérito y de presentarse irregularidad en ello, todo
lo surtido a partir de este acompañamiento estará por fuera de los
lineamientos legales y constitucionales. Con relación a la solicitud
de extender el derecho a la igualdad tomando como base la decisión
adoptada por la Sala Tercera del Tribunal Administrativo de Antioquia,
debe recordársele al recurrente que es esta Sección Especializada del
Consejo de Estado el órgano de cierre de lo contencioso administrativo,
por lo que a partir de la jurisprudencia que de aquí se emane, se fijarán
los parámetros generales sobre los temas a abordar en situaciones
similares sin que ello atente con los derechos fundamentales de las
partes ni vaya en contravía de las directrices de Convención Americana
para los Derechos Humanos, dentro de lo cual es importante destacar
que la sentencia invocada de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos no resulta aplicable por cuanto ella solo es extensiva, según
la particularidad de cada caso, a los servidores elegidos por voto
popular. (…). Corolario, se impone para la Sala confirmar la decisión
del a quo de acceder a la nulidad electoral solicitada en la demanda y
con ello, declarar la nulidad del acto de elección del señor JUAN DAVID
OSPINA ARBOLEDA como Personero Municipal de Apartadó para el
periodo 2020 – 2024.

ACLARACIÓN DE VOTO DE LA MAGISTRADA


LUCY JEANNETTE BERMÚDEZ BERMÚDEZ

TESIS: [Se presenta la] aclaración de voto frente a un aspecto cuyo


planteamiento no fue recibido por la Sala mayoritaria, atinente a la
necesidad de solicitar al legislador materializar normativamente
una solución para que a los Concejos se les posibilite contar con el

335
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

acompañamiento y asesoría del Departamento Administrativo de la


Función Pública, dentro de los procesos de selección del personero
municipal, y con ello puedan, si a bien lo tienen, redistribuir los
recursos que en principio estarían destinados a contratar empresas
especializadas en la mentada labor, para la salvaguarda y necesidades
de sus entes territoriales. Como primera medida, resulta relevante
destacar que, dentro de las finalidades del Estado Social de Derecho
y sus organizaciones existe la de propender por el desarrollo
económico y social de sus integrantes a partir de, entre otros, la
optimización y adecuada administración de los recursos con los que
cuenta, resaltando el presupuesto público como uno de ellos. De
acuerdo con la Escuela Superior de Administración Pública – ESAP, el
presupuesto público es: “una herramienta fundamental para la toma
de decisiones de todos los gobiernos territoriales a través del cual
se puede dar cumplimiento a los programas de gobierno, los planes
de desarrollo y en fin poder impulsar y propiciar la satisfacción de
necesidades básicas de la población y el desarrollo de los territorios”.
Entonces de ello se extrae que, con este instrumento, el Estado
delimita, planea y proyecta las distintas labores que debe realizar
para alcanzar los objetivos que se traza encaminados al bienestar de
su comunidad y territorio. (…). La finalidad de dichas regulaciones se
estructura en que los municipios puedan efectivizar la ejecución del
presupuesto atendiendo las necesidades que estos tengan y así, las
administraciones locales puedan entregar los resultados a las metas
inicialmente concertadas. Esto guarda intrínseca relación con las
potestades otorgadas a las entidades territoriales: los departamentos,
distritos, municipios y territorios indígenas (…), para que, conforme a su
autonomía gestionen sus intereses teniendo como guía la Constitución
y la ley, gozando de derechos tales como gobernarse por autoridades
propias, ejercer las competencias que le correspondan, administrar
los recursos y establecer los tributos necesarios para el cumplimiento
de sus funciones y participar en las rentas nacionales. (…). Con esto [se
pretende] evidenciar que existe un trabajo mancomunado entre distintos
órganos municipales, todos ellos propendiendo por el bienestar de sus
habitantes y en cumplimiento de los fines constitucionales y legales
para los que fueron creados Bajo este componente, además de lo
referido, los Concejos también tienen un deber superior atendiendo
los lineamientos del constituyente de 1991 de elegir a sus personeros.
(…). Ahora bien, como se expuso en la sentencia en comento, la
Corte Constitucional mediante decisión C-105 de 2013, dejó claro los
lineamientos bajo los cuales operaría el concurso de méritos para la

336
mentada elección. (…). Y es que, con posterioridad a ello, el Gobierno
Nacional a través del Decreto compilador 1083 de 2015 y antes en el
Decreto 2485 de 2014, optó por detallar el procedimiento para que los
Concejos Municipales llevaran a cabo el referido concurso, señalando,
entre otros, los terceros que quedan facultados para gestionar el
proceso de selección. (…). Por tanto, tratándose del concurso de méritos
para la elección del personero, el concejo municipal puede apoyarse
en: (i) universidades, (ii) instituciones de educación superior ya sean
públicas o privadas o (iii) entidades especializadas en la selección de
personal. (…). [E]l Departamento Administrativo de la Función Pública
– DAFP resulta idóneo para el acompañamiento y apoyo para llevar a
cabo los concursos de méritos tendientes a nombrar por meritocracia
al Personero. Esta Corporación creada en 1958 –que en su origen
tenía únicamente la función de organizar el servicio civil y la carrera
administrativa, y administrar el talento humano al servicio del Estado–,
ha ido teniendo una transformación misional significativa al punto
que actualmente tiene a su cargo, entre otras: I. Brindar asesoría a
la Comisión Nacional del Servicio Civil para la administración de
la carrera administrativa; ii. Generar políticas en materia de control
interno, racionalización de trámites, desarrollo administrativo,
sistemas de información, incentivos a la gestión; iii. Asesorar a las
demás instituciones en la implementación de los sistemas de gestión
de la calidad; iv. Formular y promover las políticas e instrumentos
en empleo público, organización administrativa, control interno y
racionalización de trámites. En sus propias palabras “la Función
Pública es la entidad estratégica, técnica y transversal del Gobierno
Nacional que contribuye al bienestar de los colombianos mediante el
mejoramiento continuo de la gestión de los servidores públicos y las
instituciones en todo el territorio nacional [fomentando] el desarrollo
de las instituciones y de su talento humano [y] promoviendo en las
entidades públicas colombianas una gestión efectiva e innovadora…”.
Con esto, no cabe duda de que el DAFP se encuentra plenamente
dotado para brindarle el acompañamiento a los Concejos Distritales
y Municipales que requirieran de su apoyo para llevar a cabo los
procesos de selección y concursos de méritos para la elección de
sus personeros, lo que, además de un claro trabajo armónico entre
el sector público, también le permitiría a las autoridades locales
optimizar sus recursos y distribuirlos para satisfacer las necesidades
en sus territorios, logrando así maximizar los fines del Estado Social
de Derecho. Esas las razones por las cuales [se considera] que el fallo
debía contener una solicitud al legislador de expedir una norma que

337
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

conectara a los Concejos Municipales con la ESAP, en pro de consagrar


que el apoyo y asesoría en el concurso de méritos para la elección
de personero municipal, en tanto resulta la entidad idónea para tal
efecto y resulta acorde a las necesidades presupuestales de los entes
territoriales.

NORMATIVA APLICADA
CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 167 / LEY 1437 DE 2012 – ARTÍCULO
211 / LEY 1437 DE 2012 – ARTÍCULO 212 / LEY 1437 DE 2012 – ARTÍCULO 296 / LEY
1437 DE 2012 – ARTÍCULO 306 / LEY 1551 DE 2012 – ARTÍCULO 35 / CÓDIGO DEL
COMERCIO – ARTÍCULO 110 / CÓDIGO DEL COMERCIO – ARTÍCULO 515 / DECRETO
1083 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.27.1

338
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE,
AVAL ELECTORAL, CANDIDATO ELECTORAL, EXCEPCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD

EXTRACTO No. 24

RADICADO: 20001-23-33-000-2020-00001-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Hollman Ibáñez Parra y Gustavo Adolfo Prado
Cardona
DEMANDADO: Mello Castro González - Alcalde de Valledupar, período
2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala resolver si confirma,


revoca o modifica la sentencia de primera instancia, para lo cual
deberá establecer si el aval conferido al demandado fue otorgado por
quien tenía la facultad de hacerlo y si la Resolución 2954 de 2017 es
inaplicable por ser contraria a la Constitución.

TESIS 1: El artículo 108 de la Constitución Política y el 9º de la Ley


130 de 1994, disponen que los partidos y movimientos políticos, con
personería jurídica reconocida podrán inscribir candidatos a elecciones
populares, la cual deberá ser avalada por el respectivo representante
legal del partido o movimiento o por quien él delegue. (…). [S]e
evidencia que es potestativo de los corporativos políticos otorgar el
aval, es un acto eminentemente volitivo que corresponde al entorno
propio de los partidos y movimientos políticos con personería jurídica,
correspondiendo su concepción a un elemento sutilmente diferencial
con los restantes actores políticos que pueden hacer parte de las justas
electorales, en tanto se advierte que el Constituyente y el legislador
han querido que los corporativos políticos con personería jurídica, sean
quienes tengan en sus potestades ser los garantes de las calidades de
los candidatos que están presentando a las justas electorales. Y es
que la figura del necesario apoyo de un partido ha estado presente de
antaño en todo el sistema electoral que nos rige, al punto que en el
Código Electoral (Decreto 2241 de 1986, artículo 93) se encuentra (…),

339
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que si bien no mencionan la expresión aval ni se compadecen de la


importancia que en la actualidad ha cobrado la figura, sí evidencian un
esbozo de la seriedad que los aspirantes debían tener al inscribirse a
las elecciones por voto popular, al tener que indicar el partido de sus
afectos y la militancia al mismo, en el que la palabra en esos aspectos
era la atestación de apoyo de ese corporativo político. (…). Y es que
dentro de los requisitos para la inscripción de candidaturas que en
la actualidad se instrumenta en el “formulario de solicitud para la
inscripción de candidato y constancia de aceptación de candidatura”
que, valga aclarar, incluso puede presentar el propio aspirante, se
debe acreditar un requisito ad sustancian actus como lo es el adosar
el aval otorgado conforme a los requisitos legales como medio en el
que queda expuesta la voluntad de la colectividad política, al punto
que si éste no se presenta o entregado no reúne los presupuestos
legales, ello constituye un obstáculo para que el candidato participe
en las justas electorales por voto popular e, incluso, participando, en
caso de estar afectado por alguna irregularidad comprobada, su vicio
tiene la capacidad de nulitar la elección porque se ha constituido en un
requisito de elegibilidad indispensable en la relación de postulación
electoral que surge entre el candidato y el partido o movimiento
político con personería jurídica. (…). Así también, la Sala (…) precisó
que la inscripción de candidatos a cargos de elección popular debe ser
avalada de manera expresa por el representante legal o su delegado
de las agrupaciones políticas con personería jurídica. Cuando el trámite
descrito no cumple con estas condiciones se considera efectuado de
manera irregular y puede acarrear la nulidad de la elección. En esa
línea normativa y jurisprudencial, se evidencia que su tratamiento
como figura del derecho electoral ha sido de análisis reiterado por la
jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, en el que se ha dejado
claro que la importancia del aval se funda en que da cuenta de: i) la
militancia de los candidatos; ii) la disciplina partidista; y iii) contribuye
a la moralización de la actividad política. (…). Las vertientes teleológicas
que caracterizan al aval electoral fueron explicadas en fallo de 11 de
julio de 2013, al encontrar en su concepción una finalidad tripartita en
la que concurren los principios democráticos de la participación y de
la representatividad, que va desde la militancia hasta la moralización
de la actividad electoral en su modalidad de intervención política. (…).
En conclusión, no hay duda que el aval de una agrupación política con
personería jurídica constituye uno de los requisitos para la inscripción
de candidatos que se postulen para cargos de elección popular, el
cual debe ser otorgado por el representante legal de la organización

340
política, o por su delegado, quien deberá estar registrado ante el CNE,
en los términos antes descritos. Esto último porque en forma armónica
y de cara a la materia que ocupa la atención de la Sala, la Ley 1475
de 2011, en su artículo 3º, dispone que los partidos, movimientos y
agrupaciones políticas deberán registrar ante el CNE las actas de
fundación, los estatutos y sus reformas, los documentos relacionados
con la plataforma ideológica o programática, la designación y
remoción de sus directivos, así como el registro de sus afiliados y en el
artículo 9º, que la calidad de directivo del partido o movimiento político
deviene directamente de sus estatutos, pero en todo caso deberán los
designados inscribirse ante el CNE y que “cualquier delegado al congreso
o convención del partido podrá impugnar ante el Consejo Nacional
Electoral la designación de esas directivas”. Lo anterior para indicar
que en engranaje normativo el legislador ha pretendido que figuras
que ahora se han entronizado como necesarias e indispensables sean
materializadas en forma adecuada, incluso desde quien las concede,
su forma y contenido, su temporalidad y para que dichos aspectos sean
verificables a partir de los sistemas de validación y registro que tiene
a cargo la organización electoral, en cabeza del CNE como máximo
órgano de inspección, vigilancia y control de toda la actividad electoral
de los partidos y movimientos políticos, de los grupos significativos
de ciudadanos, de sus representantes legales, directivos y candidatos,
garantizando el cumplimiento de los principios y deberes que a ellos
corresponden, como lo dispone el artículo 265 constitucional.

TESIS 2: Esta excepción tiene su génesis normativa en el artículo 4 de


la Constitución, la cual enuncia que “en todo caso de incompatibilidad
entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las
disposiciones constitucionales”, ello quiere decir que las normas
constitucionales son un referente para la creacción de las disposiciones
legales en el sistema jurídico colombiano, en ese orden de ideas,
debe prevalecer la aplicación de la norma superior frente a aquella
de otro rango que se le yuxtaponga. Adicionalmente, la jurisprudencia
constitucional ha definido que la excepción de inconstitucionalidad es
una facultad de los jueces, o inclusive, de toda autoridad pública, de
inaplicar una norma jurídica en aquellos eventos en que detecten que
se contradicen postulados constitucionales. En consecuencia, “esta
herramienta se usa con el fin de proteger, en un caso concreto y con
efecto inter partes, los derechos fundamentales que se vean en riesgo
por la aplicación de una norma de inferior jerarquía y que, de forma clara
y evidente, contraría las normas contenidas dentro de la Constitución

341
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Política”. (…) [T]anto a petición de parte como de oficio, en cualquiera


de los procesos que se adelantan ante la jurisdicción de lo contencioso
administrativo, resulta procedente establecer si para el caso objeto de
estudio una norma es o no contraria a la Constitución Política, y en
caso afirmativo que se inaplique, sin perder de vista que la decisión
sólo produce efectos para el caso concreto o inter partes, en atención
a que el análisis de si el precepto correspondiente debe permanecer
o no en el ordenamiento jurídico con efectos erga omnes, está llamado
a realizarse en sede de nulidad o constitucionalidad, según el caso,
luego de surtido el procedimiento especializado respectivo.

TESIS 3: En relación con el señalamiento que la parte actora hace en


el recurso de alzada, atinente a que el Secretario General de Partido
de la U otorgó el aval sin tener competencia para ello -escollo que
implicaría que el accionado no podía participar en las justas electorales
para la alcaldía de Valledupar dada la carencia en las condiciones de
elegibilidad legales que genera el aval viciado-, censura a la que suma
la solicitud de inaplicación por inconstitucional de la Resolución 2954
de 2017 mediante la cual el CNE registró al señor Aurelio Iragorri
Valencia en calidad de Director Único y al señor Álvaro Echeverry
Londoño como Secretario General y nuevo representante legal del
partido de la U. En efecto, este último punto hace referencia a que
estima que la Resolución 2954 de 2017 que registró al Director Único y
al Secretario General y nuevo representante legal era inconstitucional
y que, por ende, el aval fue suscrito por quien no tenía las calidades
para conferirlo, toda vez que conforme al artículo 29 de los estatutos
del Partido de la U, la competencia para designar al Secretario General
es la Dirección Nacional y no el Director Único, por lo que, consideró
que la designación del señor Álvaro Echeverri Londoño se realizó por
quien no tiene competencia para hacerlo. Advierte la Sala, (…), que si
bien dentro de la censuras de violación de la demanda y del recurso de
alzada están presentes los dos puntos centrales que sostienen el litigio
hasta esta instancia, a saber: (i) la irregularidad en el otorgamiento del
aval al considerar que el Secretario General no podía concederlos y
(ii) la inaplicación de la Resolución 2954 de 2017, al considerar que
no se podía registrar al señor Álvaro Echeverry Londoño, como nuevo
Representante Legal del partido porque recaía sobre el señor Aurelio
Iragorri Valencia como Director Único. Es claro que en este espectro
puesto a conocimiento del juez de primera instancia no se incluyó
la glosa sobre quién debía elegir al Secretario General al interior de
las normas del partido, si el Director o la Dirección Nacional, por lo

342
que ineluctablemente este aspecto desborda el límite de la apelación
y de la competencia del Consejo de Estado como juez ad quem. Esta
circunstancia hace que este planteamiento traído con la apelación no
pueda considerarse como argumento dirigido a reforzar la censura
hecha contra el acto impugnado sino que realmente constituye un
cargo nuevo, que excede el marco propuesto en la demanda, pues no es
lo mismo indicar que el Secretario General no podía. En consecuencia,
no será objeto de pronunciamiento en segunda instancia porque
afectaría el derecho de defensa de la parte demandada, al no haber
tenido conocimiento de este cargo, ni la posibilidad de controvertirlo
en el proceso.

TESIS 4: [U]n aspecto que se ha ido decantando con la jurisprudencia


y con la dinámica de la actividad de los corporativos políticos dentro
del sistema democrático y es esa mixtura de cómo una decisión que
bajo toda consideración se advierte privada, como lo es la elección
de directivos de un partido político, al registrarse por una autoridad
pública, en este caso, por el Consejo Nacional Electoral se transmuta
en acto administrativo frente al cual podría aplicarse la excepción de
inconstitucionalidad, para conforme con la postulación de la parte
actora se incida en la validez del aval y, en forma hilada, se logre quebrar
la presunción de legalidad del acto declaratorio de la elección. Así las
cosas, debe tenerse claro que el aval y su otorgamiento no implica el
ejercicio de función pública y por lo mismo en su desarrollo no tienen
aplicación los principios contenidos en el artículo 2º de la Ley 909 de
2004, pues se trata de la realización de una actividad que no desarrolla
ningún órgano estatal y tampoco ayuda a la realización de sus fines.
Por el contrario, dicha labor se puede asumir directamente, o a través
de otros, por mandato o decisión del propio partido político o por
delegación de su representante legal. Tampoco gozan del estatus de
lo público los actos privados que los partidos expiden tanto al escoger
y nombrar a sus directivos como al establecer las normas internas
que los rigen. (…). Retomando el caso concreto, revisada la Resolución
2954 de 2017, observa la Sala que en lo que corresponde al registro
de la designación del Secretario General en el que también converge la
nueva representación legal del Partido de la U, la expedición por parte
del Consejo Nacional Electoral, como se lee en la resolutiva primera
del acto, en los términos de: “Registrar al doctor AURELIO IRAGORRI
VALENCIA… como Director Único y al doctor Álvaro Echeverry Londoño
como Representante Legal y Secretario General del Partido Social de
Unidad Nacional Partido de la ‘U’” estuvo sustentada en la petición

343
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

hecha, el 16 de noviembre de 2017, por la asesora de la dirección


jurídica de la mentada organización política. (…). Y es que conforme
a los Estatutos del partido nominado “Integración y concordancia
de los estatutos con ocasión de la facultad reglamentaria de la
Dirección Nacional. 25 de noviembre de 2012” adjuntado por uno de
los demandantes, en el artículo 29 estatutario consagró la posibilidad
de delegar la representación legal en cualquier órgano directivo.
(…). Con base en lo anterior, es claro para la Sala, que el acto que se
acusa de inconstitucionalidad devenido de la competencia del CNE
para recibir, inscribir y verter en actos administrativos las decisiones
de los corporativos políticos, esto es la Resolución 2954 de 2017 no
es contraria a la Constitución, puesto que en la inscripción del señor
Álvaro Echeverri Londoño como representante legal del Partido de la
U fue efectuada previa observancia no solo del cumplimiento de los
requisitos legales para el registro de los actos volitivos del partido
sino de la bitácora que regenta a la colectividad y que se contiene
en sus estatutos. Particularmente, el organismo observó y verificó
la atribución clara y expresa que tenía el director único para delegar
la representación legal en otros directivos del partido, en este caso
el secretario general, en cumplimiento de las disposiciones de los
estatutos vigentes, en virtud del mentado artículo 29 estatutario y que
para efectos del asunto que ocupa la atención de la Sala, se constituye
en una determinación interna del colectivo que se compadece del
contenido del artículo 108 Superior, cuya preceptiva estableció la
posibilidad que tiene el representante legal del partido político de
delegar la facultad para la concesión de los avales a los candidatos, por
lo que, tampoco encuentra esta Magistratura que el acto expedido por
el Consejo Nacional Electoral, para el tema de otorgamiento de avales,
se desmarque o sea contrario al artículo 108 de la Constitución. (…). [E]s
innegable que el planteamiento de la excepción de inconstitucionalidad
sobre el acto cuestionado, contiene un elemento de base que se une a
lo discordante que resultaría pretender comparar por dicha excepción
un acto cuyo contenido subyacente responde a los límites volitivos y
privados del partido, parafraseando en ello a la Corte Constitucional en
su sentencia SU-585 -citada en párrafos anteriores- y es que dentro de
las generalidades dogmáticas de la excepción de inconstitucionalidad,
ella es procedente ante la incompatibilidad que pueda surgir entre dos
normas, una de carácter constitucional y otra de inferior jerarquía, lo
cual descarta la forma cómo lo planteó la parte actora a partir del
estudio de aspectos netamente estatutarios de partido, porque en
tales eventos la confrontación que pudiera llevar a la inaplicación

344
por excepción no operaría desde la Carta Política, como lo dispuso
el artículo 4º superior, sino desde los dispositivos estatutarios y,
por ende, el planteamiento de esta parte de la censura no estaría
ajustada a la teleología de la excepción de constitucionalidad como
salvaguarda de la supremacía constitucional. (…). Es claro entonces
que el procedimiento adelantado para el otorgamiento del aval que
se decía viciado, no incurrió en el defecto al que alude la demanda;
por tanto, no hay razón que permita tampoco, de manera indirecta,
encontrar de recibo la solicitud de inaplicación por excepción de
inconstitucionalidad de la Resolución 2954 de 2017, en tanto no se
advierte que contradiga norma alguna. Las anteriores consideraciones
imponen a la Sala descartar el argumento de esta parte de la censura
propuesta.

TESIS 5: Mediante escrito del 16 de noviembre de 2017, la Asesora


Jurídica del Partido de la U comunicó al Consejo Nacional Electoral que
en la Asamblea Nacional del 20 de octubre del mismo año se eligió
como Director Único de esa colectividad a Aurelio Iragorri Valencia. Lo
anterior, generó que el Consejo Nacional Electoral, dictara la Resolución
No. 2954 de 2017 “Por medio de la cual se registra al doctor Aurelio
Iragorri Valencia como Director Único y al doctor Álvaro Echeverri
Londoño como Representante Legal y Secretario General del Partido
Social de Unidad Nacional Partido de la U”. En este orden de ideas, no
hay lugar a duda que el Partido de la U designó como su Director Único a
Aurelio Iragorri Valencia, y a Álvaro Echeverri Londoño como Secretario
General y Representante Legal y también está acreditado que dichos
nombramientos fueron comunicados al CNE para su debido registro
y publicidad, lo cual también acaeció como se advierte del contenido
de la Resolución No. 2954 de 2017, sin que se haya demostrado que
fueron cuestionados en sede administrativa o judicial, lo que equivale
a que se trata de un acto administrativo investido de presunción de
legalidad y que mantiene vigente sus efectos jurídicos. (…). Por su
parte, señala el artículo 29 de los mismos estatutos, que el Director
Único es el Presidente de la Dirección Nacional y el Representante
Legal del Partido, advirtiendo que “podrá delegar esta representación
en funcionarios del partido por el tiempo que él considere necesario”.
(…). Es incuestionable que las normas estatutarias del Partido de la U
permiten expresamente la delegación de la representación legal, que
ordinariamente ejerce el director único, en otras personas vinculadas a
la organización política. En este caso, la delegación fue hecha mediante
Resolución 024 de noviembre 15 de 2017 en el secretario general,

345
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

señor Echeverry Londoño, cuya inscripción fue llevada a cabo por el


Consejo Nacional Electoral por la citada Resolución 2954 de 2017. (…).
Así las cosas, es acertado concluir, por estar debidamente probado,
que el aval otorgado MELLO CASTRO GONZÁLEZ, para ser candidato a
Alcaldía de Valledupar para las elecciones de octubre de 2019, por el
señor Álvaro Echeverri Londoño en Representación y como Secretario
General del Partido de la U, no deviene viciado porque como ya se
explicó fue suscrito por la autoridad competente que según el artículo
108 de la Constitución Política, sus estatutos y la reglamentación
dictada para regular lo respectivo a los avales de dicha colectividad
política así lo dispone. En efecto, no hay lugar a dudas de la calidad
de Director Único del señor Aurelio Iragorri Valencia, del Partido de
la U, como tampoco que el señor Álvaro Echeverri Londoño, para el
momento de otorgar el cuestionado aval, era el Secretario General y
Representante Legal de dicha colectividad. (…). En corolario, el cargo de
nulidad apelado fundado en que el demandado carece de los requisitos
exigidos para ser Alcalde de Valledupar, porque su aval deviene
irregular al haber sido otorgado por una persona que carecía de la
potestad para hacerlo, no tiene vocación de prosperidad, pues como ya
se explicó con suficiencia dicha exigencia se cumplió en debida forma
y atendiendo normativa Constitucional, legal y estatutaria que rigen la
materia, por lo que, la sentencia del Tribunal Administrativo del Cesar
será confirmada.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 4 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 108
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2009 –
ARTÍCULO 2 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 148 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 9
/ LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 3 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 9 / LEY 909 DE
2004 – ARTÍCULO 2 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 93

346
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL
MUNICIPAL, DOBLE MILITANCIA POLÍTICA, PROHIBICIÓN DE
PERTENECER SIMULTÁNEAMENTE A MÁS DE UN PARTIDO O
MOVIMIENTO POLÍTICO

EXTRACTO No. 25

RADICADO: 73001-23-33-000-2019-00473-01
FECHA: 29/04/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Juan Camilo Plazas Tovar
DEMANDADO: Orlando Rodríguez Morales - Concejal municipio de
Ibagué, Período 2020 - 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le compete a la Sala determinar si el fallo


de primera instancia debe mantenerse incólume o si por el contrario,
debe ser revocado o modificado, para lo cual es menester establecer
si: el acto declaratorio de elección se encuentra viciado de nulidad,
por la incursión del demandado en la prohibición de doble militancia
contenida en el numeral 8° del artículo 275 del CPACA, toda vez que
al parecer pertenecía en forma simultánea y concomitante a dos
organizaciones políticas.

TESIS 1: Como se expuso en los antecedentes de esta providencia, la


causal de nulidad que se considera materializada, en el caso concreto,
se encuentra establecida en el numeral 8º del artículo 275 de la Ley
1437 de 2011. (…). Como puede observarse el ordenamiento jurídico,
a diferencia de lo que sucedía en el pasado, prevé una consecuencia
jurídica clara y expresa cuando el candidato incurra en la prohibición
de doble militancia. Sin embargo, la causal de nulidad no puede
leerse de forma aislada, pues para determinar cuándo una persona
está inmersa o no en la prohibición es necesario recurrir al texto del
artículo 107 Superior y al artículo 2º de la Ley 1475 de 2011. (…). De la
transcripción de la norma constitucional [artículo 107] se desprende
con claridad que está prohibido: i) a los ciudadanos estar formalmente
inscritos, de manera simultánea, en más de dos partidos o movimientos
políticos y; ii) a los miembros de corporaciones públicas, presentarse a

347
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

la siguiente elección por una organización política distinta por la cual


resultaron electos en la corporación pública, si no se ha presentado
renuncia 12 meses antes de la inscripción. (…). Como puede observarse,
la ley estatutaria [artículo 2º de la Ley 1475 de 2011] no solo replica las
modalidades de doble militancia previstas en la norma constitucional,
sino que además desarrolla la Carta Política incluyendo otros eventos
en los cuales la prohibición se materializa. Así las cosas, la Sección
Quinta del Consejo de Estado, haciendo un análisis armónico de los
artículos en cita, ha entendido que en la actualidad existen cinco
circunstancias en las que se puede concretar la prohibición de doble
militancia. (…). Todas estas modalidades apuntan a la consecución de
un propósito común, esto es, “crear un régimen severo de bancadas
en el que esté proscrito el transfuguismo político”, pues su intención
es, precisamente, dar preponderancia a los partidos y movimientos
políticos sobre los intereses personalísimos de los candidatos. (…). [L]
a doble militancia ha sido concebida como un motivo de inelegibilidad
que, junto a las inhabilidades e incompatibilidades, determinan los
límites a los que se encuentra sometido el ejercicio del derecho a la
participación política en aras de dotar de razonabilidad y de un filtro
necesario e importante para la democracia su puesta en marcha. Se
trata así de un instituto que resulta ser el producto de la tensión que
se presenta entre la libertad concedida a los ciudadanos para fundar,
estructurar y hacer parte de organizaciones políticas y el principio de
democracia representativa que exige de éstos una coherencia en su
actuar para el fortalecimiento de los partidos y movimientos a la base
del republicanismo colombiano. (…). [L]a doble militancia persigue el
establecimiento de un régimen severo de bancadas, por medio del cual
se reprocha el transfuguismo como fenómeno político que denota la
falta de firmeza ideológica y “…el exceso de pragmatismo y anteposición
de intereses personales y egoístas sobre aquellos programas e ideario
del partido político…” del que hace parte el ciudadano o el elegido
popular. (…). [E]s de anotar que se ha entendido que la figura de doble
militancia incluye a todas las agrupaciones políticas sin importar que
aquellas tengan o no personería jurídica. Sin embargo, no se puede
perder de vista que esta afirmación no es absoluta, dado que el artículo
2° de la Ley 1475 de 2011 contempla en su parágrafo una excepción
en materia de doble militancia que es aplicable a cualquiera de los
eventos en los que ésta pueda presentarse.

TESIS 2: [L]a parte demandante adujo que el señor ORLANDO


RODRÍGUEZ MORALES incurrió en doble militancia con ocasión

348
de, supuestamente, pertenecer simultáneamente a dos partidos o
movimientos políticos, esto es al Movimiento Autoridades Indígenas
de Colombia – AICO y al Partido Alianza Social Independiente – ASI
al momento de su inscripción en este último como candidato a las
elecciones de 27 de octubre de 2019 para el período 2020 - 2023 para
el Concejo Municipal de Ibagué. (…). [P]ara la Sala resulta relevante
traer a colación, por un lado, la sentencia de tutela N°. 2019-00018
aportada por el accionante con la demanda, y por otro, la respuesta
emitida por el representante legal de AICO a la petición elevada por el
señor Orlando Rodríguez Morales. Respecto de la primera, por cuanto
a partir de ella se puede concluir que el demandado estuvo afiliado al
movimiento AICO previo a la inscripción y otorgamiento de aval por el
partido ASI. (…). Con relación a la segunda, pues de ella se infiere que,
al menos entre septiembre de 2018 y 29 de enero de 2020 (momento
en el cual fue resuelta la petición), el accionado no se desempeñó
como miembro directivo de AICO. (…). Así las cosas, con fundamento
en ambas pruebas se concluye que, en efecto, el señor Rodríguez
Morales hizo parte del movimiento AICO al haber obtenido su aval para
ser candidato al Concejo Municipal de Ibagué por el periodo 2016 –
2019. Empero, dado que no reposa en el plenario prueba alguna que
permita a la Sala establecer la modalidad bajo la cual se encontraba
vinculado a dicha corporación (directivo, miembro fundador, pleno,
semipleno, voceros no indígenas), – lo cual resulta indispensable para
encuadrar el estudio de la doble militancia conforme a las modalidades
previamente citadas y a los lineamientos fijados con la sentencia
invocada por el recurrente, C-334 de 2014 –, esta Sección puede inferir
que se encontraba afiliado en calidad de miembro semipleno pues
fue un ciudadano no indígena avalado para una elección por dicha
colectividad y no fue elegido, sin que pueda desconocerse que dentro
del plenario no obra registro de su afiliación en las bases de datos o
sistemas, tanto de la agrupación política como del Consejo Nacional
Electoral. (…). Así las cosas, los miembros semiplenos no ostentan
calidad de directivo como se lee de los estatutos de AICO. Esto resulta
relevante por cuanto de demostrarse que se hubiera desempeñado en
este rol dentro de la colectividad política, existiría un claro mandato
en el que debía renunciar a lo menos doce meses antes de aceptar
la nueva designación o ser inscrito como candidato de otro partido;
situación que no resulta extensiva para los demás miembros pues
solamente media la exigencia de no pertenecer simultáneamente a
más de un partido o movimiento político sin especificarse el tiempo
previo de retiro. Ante la ausencia probatoria que permita delimitar en
cuál de las modalidades de doble militancia se encuentra inmerso el
demandado, la Sala establece que, en definitiva, no era de directivo,

349
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

como tampoco resultó electo para los comicios del año 2015 y ante
la verificación de las categorías restantes, únicamente se encuadra
en la de ciudadano. (…). Tratándose de esta modalidad, tanto el marco
normativo como el jurisprudencial (…), expone una prohibición expresa
de pertenecer simultáneamente a más de un partido o movimiento
político. Sin embargo, no existe un deber temporal – como si ocurre con
los directivos – que le imponga al ciudadano retirarse con un tiempo
determinado – 12 meses – si decide inscribirse a otra colectividad para
así no estar inmerso en doble militancia. Aunado a lo anterior, resulta
relevante destacar que, aunque AICO fija la renuncia como causal de
pérdida de derecho de afiliado, también reconoce expresamente la
adhesión a otro movimiento o partido político para este fin. Entonces,
habida cuenta que el partido ASI le otorgó el aval al demandado el 19
de julio de 2019 y el 26 de julio siguiente lo inscribió como candidato
al concejo es que, automáticamente, perdió su calidad de miembro a la
primera colectividad a partir del derecho que le asiste de desafiliarse,
sin que sea relevante para esta Magistratura determinar el momento
en que hubiera presentado la renuncia. (…). En ese orden de ideas,
para este ad quem resulta evidente que no se configuró ninguno de
los presupuestos endilgados por el recurrente en su escrito pues, del
material probatorio obrante en el plenario, no pudo extraerse que el
señor ORLANDO RODRÍGUEZ MORALES hubiera incurrido en doble
militancia al pertenecer simultáneamente a dos partidos políticos (AICO
y ASI), pues como se analizó, dos circunstancias constituyen escollo
para que los planteamientos del recurrente sean de recibo, a saber: (i)
no se probó que el accionado se desempeñara como miembro directivo
de la primera corporación – lo cual implicaba que debía renunciar al
menos doce meses antes de inscribirse en una organización distinta
– y (ii) se configuró la figura de la desafiliación automática de AICO al
momento en que fue aupado por el ASI –colectividad que con su aval
lo inscribió-, por disposición estatutaria del primero de los partidos
mencionados. De igual forma, tampoco se evidencia una inadecuada
interpretación de los cargos de violación ni de su sustentación y mucho
menos una incorrecta interpretación de la jurisprudencia del Consejo
de Estado, por ende, confirmará la sentencia de 10 de diciembre de
2020, proferida por el Tribunal Administrativo del Tolima, que negó las
pretensiones de la demanda de nulidad electoral.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275
NUMERAL 8 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2

350
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE PERSONERO
MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS, IDONEIDAD DE LAS
ENTIDADES QUE APOYAN EL CONCURSO DE MÉRITOS, PRUEBA
INDIRECTA, INDICIO, CADENA DE CUSTODIA DE LA PRUEBA

EXTRACTO No. 26

RADICADO: 08001-23-33-000-2020-00139-01
FECHA: 06/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Procuradores Judiciales para Asuntos Administrativos
de Barranquilla
DEMANDADO: Ricardo Enrique Berdejo Insignares - Personero de
Malambo – Atlántico, periodo 2020-2024
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala resolver si la


providencia impugnada debe ser revocada, modificada o confirmada,
para lo cual se deben solucionar los siguientes interrogantes: (i) El
Tribunal Administrativo del Atlántico ¿incurrió en error al no referirse
al certificado de existencia y representación legal de la sociedad
Reingeniería Humana S.A.S. en el marco del análisis de su idoneidad
para el acompañamiento del concurso de méritos en el que se eligió
al Personero de Malambo, periodo 2020-2024? (ii) La sociedad
Reingeniería Humana S.A.S. ¿disponía de la experiencia para adelantar
la asesoría del procedimiento eleccionario en el que se designó al
demandado? (iii) La existencia de solo dos empleados en la planta
de personal de la sociedad Reingeniería Humana S.A.S. ¿es un hecho
indicativo que acredite la ausencia de una estructura adecuada para la
gestión del concurso de méritos del Personero de Malambo, periodo
2020-2024? (iii) La falta de un protocolo de seguridad en la aplicación
de los exámenes de conocimiento ¿configura en el presente asunto
la causal de nulidad de expedición irregular del acto administrativo
demandado?

TESIS 1: [L]as acusaciones de los apelantes se dirigen a censurar la


base que cimentó el examen de idoneidad desarrollado por el Tribunal
Administrativo del Atlántico respecto de las condiciones y capacidades

351
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de la sociedad Reingeniería Humana S.A.S. para el acompañamiento


del concurso público de méritos del Personero de Malambo, periodo
2020-2024. (…). [L]os Procuradores Judiciales en Asuntos
Administrativos de Barranquilla sostuvieron que, contrario a lo
defendido por el a quo, la naturaleza de entidad especializada en
procesos de selección de personal de la referida empresa no podía
decantarse de medios probatorios distintos a su certificado de
existencia y representación legal –o a sus estatutos–, pues eran ellos
los que revelaban el objeto social de las personas jurídicas de derecho
privado. La absolución de este argumento supone entonces adentrarse
en el tratamiento normativo y jurisprudencial de las entidades
especializadas en procesos de selección de personal en el marco de
los procedimientos de elección de los personeros municipales y
distritales en nuestro país. (…). Una de las más importantes innovaciones
aplicada por la Ley 1551 de 2012, en relación con la organización y
funcionamiento de los municipios, se refiere a la implementación del
concurso de méritos para la escogencia de los personeros, mediante
las modificaciones aportadas por el artículo 35 de la ley ejusdem a los
mandatos normativos consagrados en el artículo 170 de la Ley 136 de
1994, que pusieron punto final al amplio margen de discrecionalidad
de los concejos en esta materia. (…). Así, la dinámica de tercerización
fue sometida a un condicionamiento orgánico, caracterizado por el
establecimiento anticipado de las autoridades en que podía recaer el
mandato para el desarrollo de estos trámites eleccionarios, a saber: (i)
universidades; (ii) establecimientos de educación superior; (iii) y,
finalmente, entidades especializadas en procesos de selección de
personal, que corresponden a aquellas que deben retener en esta
oportunidad la atención de la Sala, habida cuenta de los planteamientos
de los recurrentes. (…). [L]a jurisprudencia de la Sala ha precisado que,
sin importar la experiencia de estas sociedades, el punto de inflexión
para la determinación de su naturaleza se encuentra siempre en su
objeto social. [L]a Sección erige una relación inexorable de acuerdo
con la cual, la experiencia en actividades de selección de personal solo
tendrá efectos jurídicos, cuando se logra demostrar que la entidad que
ha asesorado la puesta en marcha del concurso de méritos cuenta con
la habilitación para ello de conformidad con las previsiones expresas
de su objeto social que, en el caso de las personas jurídicas, determinan
su capacidad, al tenor de lo dispuesto en el artículo 99 del Código de
Comercio. (…). La Sala anticipa que no asiste razón a los impugnantes
cuando atribuyen un error en el ejercicio del control de idoneidad de la
sociedad Reingeniería Humana S.A.S. por parte del Tribunal

352
Administrativo del Atlántico, teniendo en cuenta las falencias
probatorias particulares que se experimentaron dentro del trámite del
proceso contencioso–administrativo con el que se persigue la nulidad
del acto declarativo de la elección del Personero de Malambo, periodo
institucional 2020-2024. Ello, con base en las consideraciones que se
explican así: No cabe duda de que, como lo prohíjan los Procuradores
Judiciales para Asuntos Administrativos de Barranquilla en el memorial
que contiene la alzada, el certificado de existencia y representación
legal de la compañía Reingeniería Humana S.A.S. se constituye, a la luz
de las previsiones jurisprudenciales plasmadas en precedencia, en el
principal documento para establecer si, a la manera como lo había
afirmado el a quo, la mencionada sociedad disponía de la naturaleza de
entidad especializada en procesos de selección de personal, que le
permitiera apoyar la designación del demandado, por contar dentro de
él con el objeto social que debía llevar a la verificación de este aspecto.
Sin embargo, la Sala resalta que, lejos de corresponder a una
determinación arbitraria, la ausencia del análisis del certificado de
existencia y representación legal en la sentencia de 29 de enero de
2021 responde a una única causa: su inexistencia en el plenario, que
impedía al fallador de primera instancia desarrollar el estudio que hoy
echan de menos los apelantes. (…). En ese sentido, se tiene que el
certificado de existencia y representación legal de la sociedad
Reingeniería Humana S.A.S. no fue una de las pruebas aportadas
directamente por las partes con sus escritos de demanda y
contestaciones; ni tampoco una de las allegadas a través de los
requerimientos efectuados por el Tribunal Administrativo del Atlántico,
con fundamento en las solicitudes elevadas por los sujetos procesales
o en el despliegue de sus poderes oficiosos. (…). Y si bien puede tratarse
de, a priori, de una irregularidad, la Sala resalta que ella no se constituye
en la base fáctica del cargo propuesto por los demandantes, en el que
la pretendida ausencia de idoneidad de la sociedad Reingeniería
Humana S.A.S. se sustenta en la inexperiencia, en conjunto con su falta
de naturaleza de entidad especializada en procesos de selección de
personal; pero nunca en reparos contractuales referidos a la existencia
y validez misma del Acuerdo N°. 001 de 2019. (…). Pero a pesar de lo
sucedido en el curso probatorio de la primera instancia, la ausencia del
certificado de existencia y representación legal de la empresa
Reingeniería Humana S.A.S. no fue un asunto reprochado por los
demandantes en los momentos procesales erigidos para el efecto. Así,
en el traslado de las pruebas recaudadas, (…), las partes no alegaron
este vacío probatorio, contando con la oportunidad para ello, a la

353
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

manera como ha sucedido en algunos procesos desarrollados en única


instancia por esta Sala de Decisión, en la que los sujetos procesales
objetan las ausencias probatorias que tienen ocurrencia, v. gr., luego
del envío de los antecedentes administrativos del acto acusado: (…).
Destaca la Sección que no podía exigírsele al a quo el despliegue de
sus poderes oficiosos en este punto [exigir el certificado de existencia
y representación], cuando desde su perspectiva, las falencias
probatorias respondían en mucho a la falta de diligencia de los
demandantes. (…). Por otro lado, se observa que la omisión probatoria
que se comenta tampoco fue suplida por los recurrentes en el marco
de esta segunda instancia, amparados en las previsiones normativas
del ya referido artículo 212 de la Ley 1437 de 2011, contentivo de los
supuestos que llevan al decreto de pruebas en la fase de apelación de
las sentencias. (…). Así las cosas, la Sala concluye que el yerro endilgado
por los demandantes respecto de la providencia de 29 de enero de
2021 guarda una directa relación con el actuar procesal desplegado
por ellos no solo en la primera instancia, sino también en el desarrollo
de la alzada, en la que como se vio omitieron deprecar el decreto de
esta prueba, de haber considerado que la aducción del certificado de
existencia y representación legal de la sociedad Reingeniería Humana
S.A.S. debía obrar dentro de los antecedentes administrativos del acto
demandado. En ese orden, la Sala estima que no se encuentra frente a
un problema de “puntos oscuros” o “difusos” en este litigio que motive
el uso de sus facultades oficiosas en materia probatoria, sino por el
contrario frente a una “incuria” procesal que no puede ser revertida
por el fallador de esta segunda instancia si se tiene en cuenta que el
operador judicial es a la vez el garante del equilibrio de armas que
debe existir en todo proceso contencioso administrativo,
salvaguardando los derechos fundamentales de quienes participan en
él y, en especial, el debido proceso. Por todo lo anterior, esta Judicatura
manifiesta que este primer cargo no dispone de vocación de
prosperidad, pues no le era exigible al a quo soportar su decisión
denegatoria de las pretensiones de la demanda de nulidad electoral
propuesta contra el acto de designación del Personero de Malambo
sobre la base de un documento que no existía en el plenario, a saber, el
certificado de existencia y representación legal de Reingeniería
Humana S.A.S.

TESIS 2: [L]a parte actora considera que el atributo de la experiencia


de esa compañía no puede ser decantado de los procedimientos
eleccionarios de personeros que apoyó de forma paralela a la designación

354
del Personero de Malambo, periodo institucional 2020-2024; ni mucho
menos de los contratos que suscribió con la Corporación Educativa
“Vamos por Colombia” que, de conformidad con la jurisprudencia de esta
Corporación, no sirven “…para establecer la idoneidad de una empresa
experta en procesos de selección de personal.” De forma particular, los
recurrentes hicieron referencia a la providencia de 26 de noviembre
de 2020, adoptada por esta Judicatura bajo el número de radicación
44001-23-33-000-2020-00022-01. (…). En su decisión (…), esta Sección
confirmó la providencia impugnada, al amparo de la línea jurisprudencial
construida en la materia desde el año 2017, según la cual la calidad
de los órganos especializados en la selección de personal se deriva
del estudio pormenorizado de sus objetos sociales, sin importar si la
entidad asesora cuenta o no con experiencia en estos dominios. (…). [S]e
coligen las siguientes reglas que permiten absolver el cargo propuesto
por los demandantes en este punto: En primer lugar, la categorización
de las personas jurídicas –que estas sean de derecho público o privado–
en entidades especializadas en procesos de selección de personal
pende del estudio de su capacidad descrita en la cláusula contractual
que define las actividades que podrán ser desplegadas por ella, es decir,
se encuentra sujeta al examen del objeto social. En segundo lugar, la
experiencia de las entidades acompañantes solo tendrá valía, una vez se
logre demostrar que ostenta la condición de especializada en procesos
de selección de personal; puesto que, de lo contrario, su experticia
deberá ser desestimada al no adecuarse a las estipulaciones estatuidas
en su objeto social, sobrepasándolo. A la luz de estos postulados, la Sala
anticipa que denegará valor a la cuerda argumental de los impugnantes,
pues, en el asunto de autos, no existe prueba que permita identificar la
calidad de entidad especializada en procesos de selección de personal de
la sociedad Reingeniería Humana S.A.S. –ante la ausencia probatoria de
un documento contentivo de su objeto social, imputable a los recurrentes,
como se verá enseguida–, motivo que lleva a negar cualquier tipo de
prosperidad a las argumentaciones relacionadas con su experiencia.
Bajo esta misma lógica, y salvaguardando el derecho pretor construido
por esta Sección, esta Judicatura resalta que la sentencia de 29 de
enero de 2021 será confirmada en este punto, pero por los motivos que
se exponen a continuación: (…). [N]o reposa en el expediente copia del
certificado de existencia y representación legal de Reingeniería Humana
S.A.S. que permita sondear los alcances de su objeto social; ni documento
alguno que ayude a suplir el vacío comentado. (…). En efecto, en lo que
atañe al RUP, (…) se limitan a describir aspectos relacionados con su
identidad, representación legal, capacidad financiera y organizacional

355
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que no permiten esclarecer su marco competencial, como sustrato del


estudio que emprende esta Judicatura para determinar la idoneidad de
las compañías que buscan acompañar los procedimientos electorales
en los que se designa a los personeros municipales y distritales.
(…). [E]n el contexto del orden jurídico colombiano, la probanza del
objeto social de las empresas dispone de un régimen probatorio,
prima facie, cerrado que encuentra en los certificados de existencia
y representación legal el medio efectivo para su acreditación. (…).
Es decir que, con apoyo en la propuesta referida, el a quo manifestó
que la sociedad Reingeniería Humana S.A.S. disponía de la condición
de entidad especializada en procesos de selección de personal con
experiencia en este dominio; calidad que habilitaba su participación en
la designación del Personero de Malambo para el periodo institucional
2020-2024. Ello, aunque esta proposición no daba cuenta de una
descripción certera del objeto social de la empresa, sino tan solo de
un portafolio de servicios (…), a juicio del Tribunal Administrativo del
Atlántico, respondía a las exigencias jurisprudenciales fijadas por la
Sección Quinta en su derecho pretor. No obstante, y a pesar de lo loable
del actuar del fallador de primera instancia en las circunstancia de
orfandad probatoria que se señalaron, la Sala establece que, contrario
a lo expresado por el Tribunal, ningún medio de convicción obrante en el
plenario permitía de manera irrestricta otorgar a Reingeniería Humana
S.A.S. la calidad de entidad especializada en procesos de selección de
personal ante la ausencia del documento insignia que llevaba a probar
los pormenores de su actividad comercial, al tenor de lo dispuesto en el
artículo 117 del Código de Comercio. (…). [L]a Sección destaca que, sin
poder determinar la verdadera naturaleza jurídica de esta sociedad, el
a quo debió resaltar esta particularidad, sin referirse a documentales
que no suplían desde un punto de vista legal este vacío, para negar las
pretensiones de este cargo formulado con la demanda, toda vez que se
trataba de la única manera de salvaguardar las enseñanzas erigidas
por la Sección en sus decisiones, que exigen, se itera, el análisis del
objeto social para la identificación de una entidad especializada en
procesos de selección de personal. Así, se desprende que los alegatos
de los recurrentes que pretenden demostrar la inexperiencia de
Reingeniería Humana S.A.S. pierden cualquier tipo de fuerza, por no
encontrase acreditado el sustrato que habilita consideraciones en este
punto. Por lo anterior, en lo que atañe a la experiencia, la sentencia
del Tribunal Administrativo del Atlántico será confirmada pero por los
especiales motivos que aquí se esbozan, y no porque en el proceso se
hubiere probado que la sociedad Reingeniería Humana S.A.S. cumplía

356
con las previsiones plasmadas en el artículo 2.2.27.1 del Decreto N°.
1083 de 2015.

TESIS 3: Los apelantes censuran que, teniendo en cuenta la


complejidad del proceso de elección de personero, la compañía
Reingeniería Humana S.A.S. no contaba con la estructura humana
adecuada para satisfacer las necesidades de este procedimiento. Lo
anterior, bajo una lógica indiciaria que se traduce en la siguiente fórmula:
con tan solo 2 empleados permanentes, al tenor de lo consignado en el
RUES, la sociedad no disponía de los recursos para hacerse cargo del
trámite eleccionario del Personero de Malambo, periodo 2020-2024.
(…). [E]l derecho pretor de esta Corporación los ha comprendido como
pruebas indirectas que resultan de los razonamientos desplegados
por el juez, que partiendo de un hecho indicante, debidamente
probado, infiere otros, empleables para la sustentación de sus
providencias, en conjunto con los demás medios de convicción que
reposan en el plenario. (…). Y en cuanto a su valoración se ha dicho
que el operador judicial tiene la obligación de apreciar la fuerza de
convicción de la deducción, examinando otro tipo de posibilidades
que puedan desprenderse del hecho refrendado probatoriamente,
que de tener mayores implicaciones, deben llevar a desestimar las
conclusiones originariamente esgrimidas. (…). Con base en lo anterior,
la Sala encuentra que el peso indiciario de las aseveraciones hechas
por los señores Procuradores Judiciales de Barranquilla en su alzada
se ven neutralizadas por otro tipo de conclusiones razonables que
llevan a desecharla, así: (…) [S]e resalta que su condición de S.A.S. está
determinada en el proceso a través del propio RUES aducido por los
demandantes. El artículo 2.2.27.1. del Decreto N°. 1083 de 2015 no
exige una capacidad material determinada, en el sentido de requerir
un cierto número de personas inscritas dentro de las sociedades y
empresas que acompañan los procedimientos eleccionarios en los
que se designan personeros. (…). En efecto, la existencia de tan solo 2
empleados permanentes en el Registro Único Empresarial y Social de la
sociedad Reingeniería Humana S.A.S., no significa que las necesidades
del procedimiento eleccionario en el que se eligió al demandado hayan
podido satisfacerse a través de la vinculación de personal temporal
para el acompañamiento del concurso; como conclusión indiciaria que
fustiga la estructura del razonamiento elevado por la parte actora en
su escrito genitor y en el de alzada. En consonancia, la Sala deniega la
prosperidad de este cargo.

357
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

TESIS 4: Para los señores Procuradores Judiciales de Barranquilla


el acto de elección del Personero de Malambo (…) debe ser declarado
nulo, producto de la ausencia de una cadena de custodia respecto de
las pruebas practicadas en el desarrollo del procedimiento eleccionario
demandado. (…). [L]a Sala resalta que desprovista de una definición
particular en el área del derecho contencioso–electoral, la noción de
cadena de custodia ha sido construida por parte de esta Sección con
fundamento en la jurisprudencia de la Sala de Casación Penal de la
Corte Suprema de Justicia. (…). Así, se trata de una figura instrumental
que busca garantizar la autenticidad, identidad e integridad de
las actuaciones que se adelantan dentro de los procedimientos
judiciales y administrativos, mediante el establecimiento de registros
pormenorizados de las contingencias que se experimentan en aras de
acreditar su probidad y, en definitiva, ofrecer la legitimidad que requiere
el Estado para llevar a bien los cometidos que le han sido asignados. Con
este influjo procedimental, la Sala de Sección ha admitido que la cadena
de custodia debe irradiar la puesta en marcha de los procedimientos
de elección de personeros, a pesar de que no responda a una exigencia
derivada de la propia literalidad de las prescripciones normativas que
regulan los referidos trámites, como garantía de la transparencia. (…).
En ese orden, la cadena de custodia deberá acompañar el desarrollo de
las pruebas que se practican en estos procedimientos –que de acuerdo
con el artículo 2.2.27.2 del Decreto N°. 1083 de 2015 corresponden
a la de conocimientos académicos y competencias laborales–,
sin perjuicio de que se extienda a la totalidad de documentos que
conforman el procedimiento. (…). [L]a Sala tiene por acreditado el
dicho de los impugnantes según el cual, las pruebas de conocimiento
y de competencias laborales que antecedieron la designación del (…)
Personero de Malambo no dispusieron de estándares de infalibilidad,
detallando su elaboración, preservación, embalaje y envío, lugares y
fechas de permanencia, así como las vicisitudes que hubieren podido
producirse en su aplicación y evaluación. Sin embargo, esta Sección
resalta que, teniendo en cuenta la causal de nulidad avanzada por los
demandantes en lo que atañe a esta deficiencia, a saber, expedición
irregular del acto administrativo, la declaratoria de nulidad pende
además de la demostración de su incidencia en los resultados de
la designación. (…). De lo anterior se desprende que el “punto de
inflexión” que permite la anulación se encuentra así en el carácter
determinante de la falencia en el desarrollo o génesis de la actuación
administrativa que se fiscaliza. Dicho ello, esta Judicatura encuentra
que, a pesar de la ausencia de un protocolo de seguridad que

358
secundara las pruebas de conocimiento académicos y competencias
laborales en el procedimiento eleccionario del Personero de Malambo,
dicha circunstancia no debe conllevar, en este preciso caso, la nulidad
del acto de elección. (…). [E]n lo que se relaciona con la aplicación de
las pruebas de conocimientos académicos y competencias laborales,
el principio de transparencia, mediante la instrumentalización de la
cadena custodia, busca excluir de las actuaciones administrativas la
ocurrencia de conductas insanas que tengan como principal propósito
el favorecimiento de candidatos en detrimento de las condiciones
de igualdad en las que deben llevarse a cabo la escogencia de los
servidores públicos para los cuales el legislador ha determinado
que su acceso se cumple a través de los concursos públicos. (…). [S]
e tiene que en el caso del que conoce la Sala, si bien la ausencia de
la cadena de custodia de las pruebas aplicadas a los aspirantes al
cargo de Personero de Malambo, periodo institucional 2020-2024,
implicó una afrenta formal a la transparencia que rige estos trámites,
ello no supuso, por el contrario, una afrenta material que lleve a la
declaratoria de ilegalidad del acto demandado, pues la omisión del
protocolo de seguridad, de acuerdo con las pruebas obrantes en
el plenario, no se materializó en comportamientos atentatorios o
vulneratorios de este precepto. (…). Tampoco se revelan medios de
convicción que lleven a entender que la aplicación de las pruebas
se hubiere visto frustrada por actos de corrupción o, en general, de
supuestos de hecho que impusieran alteraciones en las condiciones
igualitarias que deben reinar en este tipo de eventos. En ese orden,
se concluye que la falta de protocolos de seguridad no implicó –por
inexistir prueba en ese sentido– la ejecución de conductas malsanas
que determinaran la elección de un ciudadano favorecido por este
hecho. De esta manera, la Sala encuentra que con base en el principio
de preservación de las actuaciones administrativas, dará prevalencia a
la presunción de legalidad del acto sobre la irregularidad identificada
por los demandantes. El cargo se desestima.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 277 NUMERAL 7 / LEY 1551 DE 2012 –
ARTÍCULO 35 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 3 NUMERAL 8 / LEY 1437 DE 2011
– ARTÍCULO 212 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 292 / CÓDIGO DE COMERCIO
– ARTÍCULO 99 / CÓDIGO DE COMERCIO – ARTÍCULO 117 / LEY 136 DE 1994 –
ARTÍCULO 170 / DECRETO 1083 DE 2015 - ARTÍCULO 2.2.27.1

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, INHABILIDAD DEL CONCEJAL POR CONTRATACIÓN

EXTRACTO No. 27

RADICADO: 54001-23-33-000-2020-00012-01
FECHA: 06/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Luis Alfredo Vargas Torres
DEMANDADO: Luis Alejandro Castellanos Cárdenas - Concejal del
municipio de San José de Cúcuta, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala, de cara a si se debe


revocar, modificar o no el fallo de primera instancia, resolver el siguiente
interrogante: ¿Incurrió el señor LUIS ALEJANDRO CASTELLANOS
CÁRDENAS en la inhabilidad establecida en el numeral tercero del
artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el 40 de la Ley 617
de 2000, referente a «quien dentro del año anterior a la elección haya
intervenido en la gestión de negocios ante entidades públicas del nivel
municipal o distrital o en la celebración de contratos con entidades
públicas de cualquier nivel en interés propio o de terceros, siempre que
los contratos deban ejecutarse o cumplirse en el respectivo municipio
o distrito»?

TESIS: Entre las causales de inhabilidades que el legislador estableció


para que un ciudadano no pueda ser inscrito como concejal municipal
o distrital en el país, está la de haber intervenido en la gestión de
negocios o la celebración de contratos con entidades públicas, dentro
del año anterior al día de la elección, en interés propio o de terceros y,
finalmente, que se deba ejecutar o cumplir en el respectivo municipio
o distrito, como lo establece el numeral tercero del artículo 43 de la
Ley 136 de 1994, modificado por el 40 de la Ley 617 de 2000. Esta
Sección, ha indicado que, para que se configure la mencionada
inhabilidad se requiere la concurrencia de los siguientes elementos;
a) uno temporal y de causa contractual, que la gestión o celebración
del contrato se haya dado dentro del año anterior al día de elecciones,
b) otro material territorial, es decir, que el contrato deba ejecutarse

360
o cumplirse en el municipio o distrito al que aspira el candidato o es
elegido el concejal, c) uno subjetivo de interés o beneficio, es decir,
que la gestión o celebración se haga en interés propio o de terceros y,
finalmente, d) una parte contractual cualificada, lo que implica que el
otro extremo del negocio jurídico sea una entidad pública de cualquier
nivel (municipal, departamental o nacional). (…). De igual manera, esta
Sección ha dejado claro que, esta causal opera por la celebración y
no por la intervención posterior a esta, como sería su ejecución y la
liquidación del mismo. (…). La Sala con fundamento en las pautas
establecidas en la jurisprudencia citada en precedencia, sobre la
inhabilidad establecida en el numeral tercero del artículo 43 de la Ley
136 de 1994, modificado por el 40 de la Ley 617 de 2000, anticipa que
se confirmará la sentencia del Tribunal Administrativo de Norte de
Santander, por las razones que pasan a exponerse. Lo primero que se
debe dejar claro, es que las inhabilidades fijadas por el constituyente
o el legislador, son de interpretación y aplicación restrictiva. (…). Así
las cosas, no es de recibo como lo sostuvo el (…) demandado, tanto en
la instancia como en la apelación, que se le debe aplicar el término
inhabilitante de 6 meses establecido en el numeral 3º del artículo
179 de la Constitución Política, para ser elegido como congresista de
la República, pues dicha circunstancia no puede ser extensiva a los
concejales del país, pues estos tiene una norma especial que regula
la inhabilidad por celebración de contratos, la que fue aplicada por
el Tribunal Administrativo de Norte de Santander y regulada en el
artículo 43 de la Ley 136 de 1994, modificado por el 40 de la Ley 617 de
2000. (…). Ahora bien, como se indicó al inicio de estas consideraciones
entre las causales de inhabilidad que el legislador estableció para
que un ciudadano no puede ser inscrito como concejal municipal o
distrital en el país, está la de haber intervenido en la gestión de
negocios o la celebración de contratos con entidades públicas, dentro
del año anterior al día de la elección, en interés propio o de terceros y,
finalmente, que se deba ejecutar o cumplir en el respectivo municipio o
distrito, como lo establece el numeral tercero del artículo 43 de la Ley
136 de 1994, modificado por el 40 de la Ley 617 de 2000, procede la
Sala a verificar los requisitos concurrentes que jurisprudencialmente
se han establecido y, como se indicaron en precedencia, deben estar
demostrados para declarar la nulidad de la elección. (…). Para la Sala,
vistas las (…) pruebas obrantes en el proceso, concluye que el contrato
de prestación de servicios del año 2019 y, dentro del marco exclusivo
de la inhabilidad que se analiza, sí tuvo vida jurídica, pues existió un
acuerdo de voluntades entre las partes, se elevó por escrito con las

361
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

obligaciones de estas, se suscribió, se fijó un supervisor para este y


firmaron las actas de inicio y liquidación del contrato de prestación de
servicios No. 018 de 2019. (…). Determinados los extremos de la litis que
dieron continuidad al asunto y que son de conocimiento del Consejo de
Estado como el juez ad quem de la alzada y como ya se expuso, para
la configuración de la inhabilidad en cita se requiere la probanza de:
i) La celebración de contratos ante entidades públicas; ii) en interés
propio o de terceros; iii) dentro del año anterior a la elección y; iv) en
la misma circunscripción de la elección. Advirtiendo que los supuestos
enunciados son concurrentes, de modo que si falta alguno de ellos no
se configura la inhabilidad. En este orden de ideas, procede la Sala
analizar la estructuración de los elementos de la causal invoca en la
demanda, de cara a las pruebas: a) Temporal y de causa contractual -
dentro del año anterior a las elecciones se hayan celebrado contratos.
(…). En cuanto al elemento temporal ambos contratos se suscribieron
dentro del término inhabilitante, que se itera, transcurrió entre el 27 de
octubre de 2018 y el 27 de octubre de 2019. b) Una parte contractual
cualificada - el otro extremo del negocio jurídico sea una entidad
pública de cualquier nivel (municipal, departamental o nacional). (…).
[P]robatoriamente la naturaleza jurídica de la entidad contratante es
pública y encuadra dentro de las previsiones que establece el artículo
38 de la Ley 489 de 1998. (…). [E]ste elemento ha quedado probado,
toda vez que, el [demandado] suscribió los mencionados contratos
con una entidad pública, en este caso, una del orden nacional, de la
clase de empresa industrial y comercial del estado. c) Territorial -
el contrato deba ejecutarse o cumplirse en el municipio o distrito al
que aspira el candidato o es elegido el concejal, es decir en la misma
circunscripción de la elección. (…). [Q]ueda claro que ambos contratos
se debían ejecutar o cumplir en el municipio de San José de Cúcuta,
entidad territorial de la que fue elegido el [demandado] como concejal,
satisfaciendo de esta manera el elemento o factor territorial de la
causal de inhabilidad en estudio. d) Subjetivo de interés o beneficio
- la celebración –presupuesto que corresponde al caso en estudio-
se haga en interés propio o de terceros. Frente a este elemento salta
a la vista que los contratos fueron celebrados en interés propio, por
cuanto el concejal demandado los suscribió como contratista para
satisfacer las obligaciones por las que se cerraron los negocios
jurídicos mencionados. (…). [P]ara la Sala en el presente caso, al quedar
demostrados los elementos: a) temporal y de causa contractual, b)
parte contractual cualificada, c) territorial y, finalmente, d) subjetivo
de interés o beneficio, para la configuración de la causal de inhabilidad

362
establecida en el numeral tercero artículo 43 de la Ley 136 de 1994,
modificado por el 40 de la Ley 617 de 2000, por que el accionado (…),
dentro del año anterior a su elección como concejal del municipio de
San José de Cúcuta (27 de octubre de 2019), celebró dos contrato de
prestación de servicios (31 de octubre de 2018 y 25 de enero de 2019)
con una entidad pública (Centro de Diagnóstico Automotor de Cúcuta
LTDA - Empresa Industrial y Comercial del Estado del orden nacional)
y los mismos se debían cumplir en la misma circunscripción electoral,
coincidiendo entonces con el lugar de ejecución de los contratos, esto
es, la ciudad de Cúcuta, por lo tanto, no existe mérito en los argumentos
de la apelación. Por lo explicado en precedencia, se impone confirmar
la sentencia de 14 de enero de 2021, por medio de la cual, el Tribunal
Administrativo de Norte de Santander declaró la nulidad de la elección
demandada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 136 DE 1994 – ARTÍCULO 43 NUMERAL 3 / LEY 617 DE 2000 – ARTÍCULO 40 /
LEY 489 DE 1998 – ARTÍCULO 38

363
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE CONCEJAL


MUNICIPAL, CUOTA DE GÉNERO, REQUISITOS DE INSCRIPCIÓN
DE CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR, REVOCATORIA DE
LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN POPULAR,
MODIFICACIÓN DE LA INSCRIPCIÓN DE CANDIDATO A ELECCIÓN
POPULAR, PRINCIPIO DE EFICACIA DEL VOTO

EXTRACTO No. 28

RADICADO: 50001-23-33-000-2020-00006-01
FECHA: 13/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ingrid Milena Londoño Yara
DEMANDADOS: William Alexander Hernández Villalba y Fabián Alberto
Bobadilla Piedrahita - Concejales de Villavicencio, Período 2020 – 2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si la decisión de


primera instancia debe ser confirmada, modificada o revocada, para lo
cual es menester establecer si el acto demandado se encuentra viciado
de nulidad conforme a la causal consagrada en el art. 137 inciso 2° de
la Ley 1437 de 2011, que se contiene en el artículo 275 ib, teniendo en
cuenta que se revocó la candidatura de la señora DANELLY CUBILLOS
DEVIA, por parte del CONSEJO NACIONAL ELECTORAL, por hallarse
incursa en inhabilidad por integrar simultáneamente la lista para edil,
del mismo municipio, por otro movimiento político y que al parecer
conllevó a que la lista en la cual los demandados fueron inscritos,
incumpliera la cuota de género que establece el artículo 28 de la Ley
1475 de 2011. Asimismo, se requiere establecer si es procedente el
reparo de la apelante respecto a la exclusión de los votos obtenidos por
dicha candidata a favor del Partido Alianza Verde, debido a la presunta
incidencia que tuvo en los resultados electorales

TESIS 1: De conformidad con el artículo 40 de la Carta Política es


obligación de las autoridades garantizar “la adecuada y efectiva
participación de la mujer en los niveles decisorios de la Administración
Pública”. A partir de este imperativo el legislador dictó la Ley Estatutaria
581 de 2000, en la que se crearon herramientas para el acceso de la

364
mujer a todas las ramas del poder público, eliminar la discriminación
y otorgarles los mismos derechos y oportunidades de los hombres.
Más adelante, en el artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2009 se
modificó el artículo 107 de la Constitución Política y, entre otros
aspectos, se estableció la equidad de género como principio rector de
la organización democrática de los partidos y movimientos políticos.
Con el objeto de desarrollar dichos postulados constitucionales en
el artículo 28 de la Ley 1475 de 2011, se estableció como parámetro
obligatorio para los partidos, movimientos políticos o grupos
significativos de ciudadanos, la integración de listas con un porcentaje
mínimo del 30% de participación de cualquiera de los géneros, en las
contiendas electorales en las que se elijan cinco o más curules para
corporaciones de elección popular o las que se sometan a consulta.
(…). De acuerdo con lo anterior, es claro que la cuota género es un
presupuesto que materializa propósitos de rango constitucional y legal
que tienen por objeto lograr una representación equitativa entre los
distintos géneros en las corporaciones públicas de elección popular.
Pero más allá de esto, también persigue el cumplimiento de mandatos
de carácter internacional contenidos en: el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Belem do
Pará-. Además, es menester indicar que la autonomía de los partidos,
movimientos políticos y grupos significativos se circunscribe a las
limitaciones que establezca el legislador, en específico en cuanto el
asunto que se analiza, lo que tiene que ver con regir sus actuaciones
bajo la égida del principio de equidad de género y, en ese sentido,
adoptar las medidas necesarias para amparar la participación
igualitaria. Ahora bien, (…), esta Sala de Decisión encuentra que:
(i) le corresponde a los partidos, movimientos políticos y grupos
significativos de ciudadanos previa inscripción de sus candidatos
verificar que cumplan a cabalidad las calidades y requisitos exigidos
y, la ausencia de inhabilidades o incompatibilidades; y (ii) tratándose
de listas donde se elijan cinco o más curules para corporaciones de
elección popular es obligatorio que se conformen por el 30% de uno
de los géneros. (…). Ante la configuración de una causal de inhabilidad
en alguno de los candidatos, el Consejo Nacional Electoral revocará su
inscripción, de acuerdo con lo previsto en el numeral 12 del artículo
265 Superior. En este evento, podría verse disminuido el porcentaje
de género exigido por el legislador y, por ende, les concierne a los

365
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

partidos, movimientos políticos y grupos significativos de ciudadanos


sustituir dentro del plazo establecido en el inciso 2º del artículo 31 de
la Ley 1475 de 2011 a ese aspirante, so pena de infringir la imposición
del artículo 28 ídem. Así las cosas, de conformidad con lo expuesto,
consonante con lo preceptuado tanto por las disposiciones de orden
nacional como internacional, como por la jurisprudencia constitucional
y la tesis reiterada por esta Sala Electoral, la disposición analizada
debe ser entendida en el sentido de que el 30% de la cuota de género
deberá calcularse en relación con el número de candidatos inscritos y
no de conformidad con el número de curules a proveer.

TESIS 2: Las listas de los candidatos para los Concejos Distritales y


Municipales, conforme al artículo 90 del Código Electoral, se inscriben
ante los correspondientes delegados municipales del Registrador
Nacional del Estado Civil y su aceptación (suscribiendo el formulario
de inscripción) o rechazo (mediante acto motivado), dependerá del
cumplimiento de los requisitos que contemple la Constitución y la ley
exigidos para ello, conforme al artículo 32 de la Ley 1475 de 2011.
La mencionada inscripción, a las voces del artículo 31 ibidem, puede
ser modificada: i) en casos de falta de aceptación de la candidatura
o de renuncia a ella, dentro de los cinco días hábiles siguientes a la
fecha de cierre de las correspondientes inscripciones, ii) cuando se
trate de revocatoria de la inscripción por causas constitucionales o
legales, inhabilidad sobreviniente o evidenciada con posterioridad a la
inscripción, podrán modificarse las inscripciones hasta un mes antes
de la fecha de la correspondiente votación y iii) en caso de muerte o
incapacidad física permanente, podrán inscribirse nuevos candidatos
hasta ocho días antes de la votación. Como se observa, el término para
la modificación de la inscripción en el caso de la revocatoria por causas
constitucionales o legales, inhabilidad sobreviniente o evidenciada con
posterioridad a la inscripción – esta última que ocupa la atención de la
Sala-, es de un mes antes de la fecha de las votaciones, para el asunto
de la elección demandada, hasta el 27 de septiembre de 2019, pues
las elecciones se celebrarían el 27 de octubre siguiente. (…). [E]s en
cabeza del CNE que reposa la facultad de revocatoria de la inscripción
de candidatos y, una vez efectuada, debe ser comunicada a la RNEC,
con el fin de que se realicen las correspondientes modificaciones en lo
referente a la inscripción de esas candidaturas y como consecuencia
de ello, su exclusión de la tarjeta electoral. Por tanto, resulta relevante
tener en cuenta los límites temporales aquí descritos para así
determinar la viabilidad y oportunidad de los partidos y movimientos
políticos para realizar una modificación en sus listas ante la eventual

366
circunstancia de la revocatoria de inscripción por parte de la autoridad
electoral competente.

TESIS 3: Dentro de los reproches presentados por la parte demandante


en su escrito de apelación, la Sala avizora dos componentes: i. la indebida
conformación de la lista del partido Alianza Verde, en tanto al momento
de presentarla ante la Registraduría Nacional del Estado Civil, era
menester que advirtiera la doble militancia por parte de la señora (…),
cuya consecuencia posterior fue la revocatoria de su inscripción por
parte del Consejo Nacional Electoral y; ii. ante la mentada decisión del
CNE, la votación que la ciudadana obtuvo debe ser anulada a fin de evitar
que la colectividad inscriptora se beneficie de la misma, por cuanto se
obtuvo de manera contraria a la ley dada la inhabilidad de la candidata,
lo que conllevó a la afectación tanto del umbral como de la cifra
repartidora, a favor del partido Alianza Verde y en desmedro de Cambio
Radical. Sobre estos aspectos se resalta que el cuestionamiento
pendular versa sobre el deber de diligencia y cuidado del partido Alianza
Verde al momento que conformó su lista de candidatos al Concejo
Municipal de Villavicencio, así como el presunto desconocimiento de la
cuota de género de la mentada agrupación política con ocasión de la
revocatoria de la inscripción de la señora (…) quien se encontraba inscrita
por su colectividad para proveer dicho cargo ante el ente territorial, y
con ello, los votos que le fueron añadidos a la colectividad pese a este
suceso. (…). [C]on la revocatoria de inscripción de una candidatura
derivada de una decisión adoptada por la autoridad electoral – Consejo
Nacional Electoral –, se habilitan los supuestos para realizar la
modificación de las inscripciones, siempre y cuando, con ocasión en esta
causal, sea realizada hasta un mes antes de las elecciones. La razón de
que el legislador así lo haya previsto evidencia que dentro del engranaje
que acompaña e incluso sustenta al proceso electoral, en sus etapas
pre, electoral propiamente dicha y poselectoral, se reconoce que,
precisamente respondiendo al sistema democrático, las soluciones se
deben adoptar dentro de términos, plazos y presupuestos racionales,
que se compaginan con las posibilidades legales que con eficiencia y
razonabilidad se pueden adoptar. (…). Esto permite a la Sala Electoral
indicar que la disposición en comento pretende una clara salvaguarda
de los derechos del electorado, de las corporaciones políticas
participantes – la de sus candidatos –, así como la de los pilares
democráticos del Estado Social de Derecho a la luz de los principios de
legalidad, seguridad jurídica, eficacia del voto y capacidad electoral; todo
ello con una clara garantía de todos los agentes inmersos en la contienda
electoral. (…). Con relación a la modificación de la lista que puede realizar
el partido afectado, deberá hacerse dentro de los plazos establecidos

367
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

por el legislador y acorde al calendario electoral planteado por la RNEC,


imposibilitando llevar a cabo dicha situación de presentarse en un plazo
posterior al allí fijado. Sobre el particular, la Sala Electoral ha expuesto
en su jurisprudencia, la cual fue puesta de presente (…), el procedimiento
que se surte una vez realizada la inscripción de la lista de candidatos y
lo que debe ponerse en marcha por parte de los partidos que han visto
una afectación en este trámite con ocasión de la revocatoria adoptada
por el Consejo Nacional Electoral y con ello la variación en la cuota de
género, esto es, realizar las modificaciones correspondientes dentro del
término legal. (…). Por ende, en el caso concreto de la lista afectada con
ocasión de la revocatoria de inscripción de una candidatura solo podía
llevarse a cabo a más tardar el 27 de septiembre de 2019, pero dado que
la decisión por parte del CNE ocurrió después de esta fecha, no puede
perderse de vista la imposibilidad manifiesta para llevar a cabo el
cambio, más aún si se tiene que la Resolución 5836 fue expedida nueve
días antes de las elecciones, esto fue, el 16 de octubre de 2019. Ahora
bien, no puede perderse de vista que, como bien planteó la demandante,
existe un deber por parte de las agrupaciones políticas realizar la
verificación del cumplimiento de las calidades y requisitos de los
candidatos que inscribirá para proveer determinados cargos dentro de
las Corporaciones Públicas; empero, con el material probatorio que fue
aportado se tiene que, para el momento en que se llevó a cabo este
proceso, la señora (…) no se encontraba incursa en inhabilidad alguna a
los ojos del partido Alianza Verde. (…). De esta manera la Sala intuye que
el partido en cita tuvo conocimiento de la incursión en la prohibición de
la mentada ciudadana por doble militancia con ocasión de la multicitada
Resolución 5836 de 16 de octubre de 2019 promulgada por el Consejo
Nacional Electoral, pues fue precisamente este acto, y no otro momento
previo, el que constituyó e hizo evidente y dejó al descubierto la
irregularidad en comento, habida cuenta que hubo un pronunciamiento
en este sentido por parte de la autoridad electoral. Aunado a que dentro
del proceso y su acervo probatorio si bien fue alegado por la demandante
la situación de falta de verificación de la causal de inhabilidad de la
señora (…), no acreditó probatoriamente que el partido Alianza Verde se
hubiera enterado de la doble militancia de su candidata en momento
anterior a la expedición de la resolución precitada. No se desconoce la
responsabilidad de las agrupaciones políticas de verificar las eventuales
condiciones de inelegibilidad de sus candidatos previo al momento de
otorgar el respectivo aval; sin embargo, como se constata de la
información extraída y (…), la señora (…) no estaba incursa en irregularidad
alguna al momento en que se le otorgó el aval por el partido Alianza
Verde, por lo que, ante la imposibilidad manifiesta de adoptar decisiones
al respecto, las pretensiones de nulidad no tienen vocación de prosperar.

368
(…). Finalmente, en relación con la variación en los resultados del
escrutinio que se daría con ocasión de la exclusión de votos que le fueron
computados al partido Alianza Verde, el umbral y la cifra repartidora, la
Sala estima relevante indicar que con los planteamientos sustanciales y
normativos expuestos resulta suficiente para finiquitar la discusión y se
impone la confirmatoria de la decisión denegatoria del a quo, agregando
que en esa parte de la censura, la parte actora deja de lado, por una
parte, la prevalencia del principio democrático pro electoratem (derecho
del elector) para dar paso al principio pro homine (derechos del candidato)
y, por otro, que los votos depositados y escrutados son válidos y no
espurios, calificativo este último que debe ser probado y solo así obtiene
el mérito para ser analizado desde otra óptica, la de la censura o cargo
objetivo con fines de cambiar el resultado de la elección, a partir de las
operaciones cuánticas tendientes a determinar el umbral y la cifra
repartidora e incluso bajo el sometimiento del eventual método de la
afectación proporcional. (…). Y en esta línea, emerge la aplicación de los
principios rectores que regulan la materia, en el que la Sala destaca el
de la eficacia del voto. (…). El referido principio ha sido el cimiento de los
procesos de nulidad electoral por causales objetivas y su construcción
jurisprudencial por el Consejo de Estado se ha fundamentado en la
prevalencia de la voluntad de los electores manifestada en las urnas en
favor de la opción política de su preferencia en forma libre, espontánea
y auténtica, actuando este principio como protector de la democracia
reflejada en la regularidad de las elecciones y como referente para
determinar el momento de inflexión de la legalidad del acto electoral.
Por lo anterior, esta Colegiatura judicial considera que se le debe dar
primacía a su elección y a la validez de esos votos a favor de la
colectividad, es lo que más se acerca a la verdadera voluntad del elector,
pues en todo caso, al haber marcado a un candidato en la tarjeta
electoral, que cuenta con el aval de un partido, ha de entenderse que
dentro de su expresión libre concretó su decisión para favorecer a tal
partido, así su intención fuera únicamente en razón del candidato, ya que
al preferirlo, está optando por la elección tanto del candidato, como del
partido, movimiento o grupo que lo acompaña. Y si bien, la jurisprudencia
se ha apoyado en el principio de la eficacia del voto para concluir que la
nulidad de cualquier proceso electoral debe obedecer a la existencia de
vicios de tal entidad que tengan la virtud de derribar la preponderancia
de la presunción de legalidad que protege a las decisiones en las que se
plasma la expresión de la libre voluntad del elector tomada en ejercicio
del derecho constitucional que le asiste para elegir y ser elegido; ello no
obsta para aplicarlo en el contexto del cargo que se analiza, pues con lo
dicho, lo que se busca es precisamente mantener incólume la decisión
del votante, en aras de resguardar la prevalencia de la votación

369
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

mayoritaria, libre y legítima, actuación que debe realizar el juez en el


trámite de este medio de control, por cuanto el contencioso electoral es
un mecanismo jurídico destinado a proteger la eficacia del voto y la
regularidad de las elecciones, partiendo de la premisa conforme a la
cual no toda irregularidad implica, per se, la nulidad del acto de elección
censurado. Así entonces, para la Sala no es dable trasladar al elector las
consecuencias del retiro efectivo de una candidatura que no fue posible
modificar por haber transcurrido los plazos legales y, en ese orden, se
mantendrán como válidos los votos que fueron sumados y/o
contabilizados al partido Alianza Verde, por los votos marcados en favor
de la ciudadana (…) porque ello constituye la prevalencia del principio
antes mencionado pro electoratem, por lo que se favorece la voluntad del
sufragante frente a la decisión del partido de su preferencia y, con ello,
la elección de los señores (…), quienes logran ocupar legítimamente las
curules por parte de la corporación política en cita. (…). En ese orden de
ideas, para este ad quem resulta evidente que no se configuró ninguno
de los presupuestos endilgados por la recurrente en su escrito de
apelación pues, del material probatorio obrante en el plenario, no pudo
extraerse que el partido Alianza Verde hubiera inscrito a una candidata
que se encontraba inmersa en inhabilidad, ni mucho menos que no diera
aplicación a sus actividades de verificación al momento de inscribir a la
señora (…) como candidata al Concejo Municipal de Villavicencio.
Asimismo, el hecho de que la mentada ciudadana resultara sin
inscripción con ocasión de la revocatoria efectuada por el Consejo
Nacional Electoral, aconteció cronológicamente posterior a los plazos
permitidos por el legislador para dar solución efectiva y enmendar la
situación, pero ello no conlleva al desconocimiento de la voluntad del
electorado respecto de los votos que fueron consignados a favor del
partido Alianza Verde, ni afectación alguna en la elección de los
demandados quienes fueron designados legítimamente.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
107 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 265 NUMERAL 12 / ACTO LEGISLATIVO
01 DE 2009 - ARTÍCULO 1 / LEY 581 DE 2000 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 /
LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 31 INCISO 2 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 32 /
LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 33 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 1 NUMERAL
3 / CÓDIGO ELECTORAL – ARTÍCULO 90

370
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL
PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN, FUNCIONES DEL
PROCURADOR GENERAL DE LA NACIÓN, INFRACCIÓN DE NORMA
SUPERIOR COMO CAUSAL DE NULIDAD, INTERPRETACIÓN
RESTRICTIVA DE LAS INHABILIDADES, ELEMENTOS
CONSTITUTIVOS DE LA DESVIACIÓN DE PODER, PRINCIPIO
DE SEPARACIÓN DE PODERES, VALOR PROBATORIO DE LAS
PUBLICACIONES PERIODÍSTICAS, HECHO NOTORIO

EXTRACTO No. 29

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00084-00 (2020-00085-00 y


2020-00089-00)
FECHA: 20/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Humberto de Jesús Longas Londoño y Daniel
Fernando Eslava Ríos
DEMANDADA: Margarita Leonor Cabello Blanco - Procuradora General
de la Nación, periodo 2021-2025
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le corresponde a la Sala establecer si la


elección de la Procuradora General de la Nación debe ser anulada por
transgredir directamente los artículos 240, 242.2, 278.5, 279 y 280 de
la Constitución Política de 1991 y 5.1 y 86.1 del Decreto Ley 262 de
2000, pues dentro del año anterior a su designación ocupó el cargo
de Ministra de Justicia. De igual modo, debe la Sala establecer si la
elección de la demandada como Procuradora General de la Nación
debe ser anulada, al haber presuntamente incurrido en desviación
de poder, lo que presuntamente afectó gravemente el principio de
separación de poderes consagrado en el artículo 113 de la Carta y la
autonomía e independencia que deben secundar el ejercicio de las
funciones atribuidas al director supremo del Ministerio Público, como
organismo encargado de la vigilancia de la conducta de los servidores
–art. 118, 277 constitucionales y 1° del Decreto Ley N°. 262 de 2000–
en el marco del Estado Social y Democrático de Derecho.

TESIS 1: [L]a existencia del Procurador General de la Nación es una

371
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de las más emblemáticas construcciones que ha caracterizado al


constitucionalismo nacional desde sus albores. (…). Así las cosas, se
estatuía en el ordenamiento jurídico delineado por la Carta de 1991
una independencia funcional del Ministerio Público en cabeza del
Procurador General de la Nación que redundaba en mayores y mejores
condiciones para la puesta en marcha de sus competencias misionales,
relacionadas con actividades de tipo preventivo, de intervención
judicial, administrativas y disciplinarias, a las voces de los artículos 277
y 278 superiores. (…). En ese orden, la designación fue atribuida por los
asambleístas de 1991 al Senado de terna conformada por un candidato
postulado por el Consejo de Estado, la Corte Suprema de Justicia y el
Presidente de la República. (…). De esta manera, la independencia del
Procurador General de la Nación dependió menos de su origen –el cual
podía y puede ser judicial o ejecutivo– que de las posibilidades que
tenía –y tiene– para desempeñar sus competencias en total libertad,
esto es, sin injerencia de los demás poderes públicos en el marco de
la legalidad y juridicidad esbozado por la ley. Dentro de ese contexto,
la Constitución Política trazó los principales rasgos que rodean la
condición del Procurador General de la Nación en los términos que
se enlistan enseguida: - Se le asignó la guarda y promoción de los
derechos humanos –lo que lo acerca a la institución del ombudsman
de los países nórdicos–, la protección del interés público y la vigilancia
de la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas,
como manifestaciones irrestrictas de la noción de Ministerio Público
–Art. 118 C.P.–, siendo su supremo director –Art. 275 C.P.–. - Dentro de
las competencias atribuidas, el Constituyente estableció de dos tipos:
Por un lado, aquellas que pueden ser desempeñadas directamente
por él o a través de sus delegados o agentes, destacándose en esta
categoría la defensa de los intereses colectivos y, en especial, del
ambiente, la intervención en los procesos judiciales y administrativos
en aras de propender por el amparo del orden jurídico, el patrimonio
público y los derechos y garantías fundamentales –Art. 277 C.P.–. Por
otro, las funciones que son de desempeño exclusivo del Procurador en
las que se destacan: su iniciativa legislativa en materias relacionadas
con sus competencias y la rendición obligatoria de conceptos ante la
Corte Constitucional –Arts. 156 y 278-. La prohibición de ser reelegido
–Art. 126 C.P.– y de ejercer ciertos cargos dentro del año siguiente a la
finalización de su periodo constitucional, fijado, como se vio, en 4 años.
- El establecimiento de las causales de inelegibilidad para acceder a
ese empleo fueron delegadas, en principio, al legislador, de acuerdo
con los mandatos establecidos en el artículo 279 constitucional.

372
TESIS 2: [El demandante] considera que el acto declarativo de la
designación de la acusada como Procuradora General de la Nación
incurrió en desconocimiento de las normas en que debía fundarse
el acto, por transgresión de algunos artículos constitucionales y
legales. (…). Sea lo primero advertir que la infracción de normas
superiores, como causal de nulidad de los actos electorales, encuentra
consagración legal en el inciso 2º del artículo 137 de la Ley 1437 de
2011, que compila los diferentes motivos de ilegalidad que conllevan la
anulación de los actos administrativos. En cuanto a sus características,
se advierte que, a la manera como ocurre con las demás causales de
nulidad, su materialización puede ser planteada ante la Jurisdicción
de lo Contencioso Administrativo, aunque no lo haya sido en sede
administrativa, como lo ha admitido recurrentemente la jurisprudencia
de esta Corporación. Sin embargo, ello no significa que ésta no
goce de particularidades específicas. En efecto, ella consiste en el
desconocimiento de las disposiciones normativas que componen el
marco jurídico del acto administrativo. En otros términos, el cargo de
nulidad se configura luego de que el acto no se adecua a las normas
superiores a las cuales “debía respeto y acatamiento en la medida en
que éstas le imponen (…) su objeto y finalidad.” De allí que se admita
la existencia de dos elementos de configuración en relación con el
mentado motivo de anulación. Por una parte, es preciso demostrar
que los preceptos normativos que se aducen como vulnerados,
hacen parte del grupo de prescripciones normativas que reglan “la
materia que es objeto de decisión administrativa.”. Por otra, resulta
indispensable para la prosperidad de este cargo que se acredite la no
avenencia del acto enjuiciado a las normas marco del mismo, por lo
que no basta con probar que la prescripción jurídica debía ser aplicada
al procedimiento de expedición del acto, sino al mismo tiempo que este
último transgrede lo allí preceptuado, disconformidad que puede tener
lugar en las siguientes hipótesis: “(i) Falta de aplicación de la norma,
situación que se presenta luego de que la autoridad que profiere el
acto ignora la existencia del presupuesto normativo, o conociéndolo,
no lo aplica en el asunto que la ocupa; (ii) Aplicación indebida de la
norma, la cual se presenta luego de que las reglas jurídicas empleadas
por la autoridad para fundar el acto, no se conforman a la situación
fáctica del caso a tratar, como consecuencia de una equivocación en la
valoración y escogencia de la disposición normativa; (iii) Interpretación
errónea de la norma, consistente en el entendimiento desatinado del
precepto o preceptos que sustentan el asunto por resolver.” De lo
anterior se decanta que su materialización resulta del cotejo entre las

373
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

normas invocadas como infringidas y el acto administrativo acusado,


metodología compuesta por dos momentos, a saber: (a) la determinación
de la pertinencia y aplicabilidad de las normas invocadas respecto del
procedimiento administrativo cuestionado; (b) su quebrantamiento por
inaplicación, aplicación indebida o interpretación errónea.

TESIS 3: Para el accionante, la elección de la (…) Procuradora General


de la Nación, (…) debe ser declarada nula, toda vez que dentro del año
anterior a su designación como suprema autoridad del Ministerio
Público, ocurrida el 27 de agosto de 2020, ocupó el cargo de Ministra
de Justicia y del Derecho. (…). [L]a Sala anticipa que las pretensiones
de la demanda serán despachadas negativamente, comoquiera que
las previsiones normativas traídas a colación por la parte actora no
corresponden a disposiciones que hubieren debido gobernar el
procedimiento eleccionario en el que resultó electa la demandada,
incumpliéndose así la primera de las fases características del cargo de
anulación planteado. (…). Lo primero que resalta la Sección es que la
circunstancia de inelegibilidad que eleva la parte actora tiene como
sujeto pasivo a aquellos ciudadanos que buscan ser designados como
miembros de la Corte Constitucional. En otros términos, la inhabilidad
concebida en el artículo 240 de la Carta Política, lejos de referirse al
empleo de Procurador General de la Nación, dispone de un ámbito
aplicativo concreto que se decanta de su propia literalidad. (…). Una
lectura detenida del texto normativo permite advertir que el
Constituyente de 1991 erige una inhabilidad para quienes aspiran a
acceder a la magistratura en el seno del Alto Tribunal Constitucional,
impidiendo que quienes hubieren desempeñado el cargo de ministros
y/o magistrados de la Corte Suprema de Justicia o del Consejo de
Estado dentro del año anterior a su elección, puedan convertirse en
integrantes de ese órgano jurisdiccional. La Sala destaca que el motivo
de inelegibilidad reproducido se aviene a las claras al modelo de
designación de los magistrados de la Corte Constitucional, restringiendo
la posibilidad de entrada al cargo a los ciudadanos que hubieren hecho
parte de las autoridades encargadas de la postulación de las ternas de
donde son elegidos dichos servidores. (…). De allí que, contando con
sujetos pasivos perfectamente identificables, la norma no pueda ser
directamente extendida a los postulantes al cargo de Procurador
General de la Nación; conclusión que no se desvanece incluso si se
analizan los argumentos analógicos expuestos por el actor en su
escrito de demanda. (…). Pues bien, esta Judicatura desestima la

374
cuerda argumental concebida por el demandante sobre la base de las
siguientes consideraciones. (…). De manera pacífica y recurrente, la
Sala Especializada en Asuntos Electorales del Consejo de Estado ha
resaltado que el alcance de las causales de inelegibilidad para el
acceso a los empleos públicos se somete a interpretaciones restrictivas,
que buscan que las limitaciones impuestas a los derechos políticos
afecten en una menor medida el núcleo esencial o el contenido
constitucionalmente vinculante de éstos. (…). Bajo estos postulados, la
Sala ha objetado las hermenéuticas que pretenden adicionar elementos
que no se encuentran taxativamente relacionados en las descripciones
literales de las inhabilidades y aquellas que pretenden extender sus
consecuencias a supuestos fácticos que, en principio, no se cobijan por
su carácter normativo. Así, descendiendo estas enseñanzas al asunto
de autos, se tiene que el entendimiento sistemático defendido por la
parte actora, de acuerdo con el cual la inelegibilidad contenida en el
artículo 240 de la Constitución Política de 1991, en concordancia con
los artículos 278.5 y 280 de ese dispositivo, debe ser extendido a quien
resulte designado como Procurador General de la Nación, transgrede
el principio de interpretación restrictiva que orienta el régimen jurídico
de las inhabilidades, como presupuesto de efectividad de los derechos
políticos y, en particular, de aquel de acceso a cargos públicos,
amparado no solo por el ordenamiento interno, sino también por el
internacional de los derechos humanos. Y es que como se descolló (…)
la parte considerativa de esta providencia, el artículo 240 superior tan
solo refiere a una limitante dirigida a los aspirantes al empleo de
magistrado de la Corte Constitucional que se inscribe adecuadamente
en el sistema de elección que el Constituyente planteó para ese tipo de
cargos, como se explicó allí. (…). Si bien el artículo 278.5 de la
Constitución Política de 1991 prescribe que el Procurador General de
la Nación rendirá directamente conceptos en los procesos de control
de constitucionalidad, dicha competencia no lleva a equipararlo, tal y
como lo busca el demandante, a los magistrados de la Corte
Constitucional, pues se trata tan solo de la ejecución de una de las
manifestaciones del principio de colaboración armónica entre
autoridades que, para el preciso caso que se analiza, interrelaciona a
órganos de diversa naturaleza, ubicados orgánicamente en distintas
ramas del poder público. De esta manera, el desarrollo de la función
asignada al Procurador General de la Nación no lo trasmuta en una
autoridad jurisdiccional –enlistadas en el artículo 116 de la Carta–, ni
mucho menos lleva a que el régimen de inhabilidades aplicable a los

375
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

integrantes del Alto Tribunal Constitucional pueda irradiar el estamento


jurídico que rodea el empleo de Procurador General de la Nación, pues
no existe norma constitucional o legal que habilite ese entendimiento
que, se itera, es desconocedor del principio de interpretación restrictiva
en materia de motivos de inelegibilidad. (…). En sentir de esta Sección,
y contrariando la posición prohijada por el demandante, la regla de
equiparación establecida por la norma en comento no cobija la
situación del Procurador General de la Nación por dos razones, así: –
Razonamiento orgánico: la disposición hace referencia expresa a los
“agentes del Ministerio Público” que corresponden a servidores
subordinados a la suprema dirección desempeñada por el Procurador
General de la Nación, que actúan a instancias de la Rama Judicial. (…).
Y es que, a decir verdad, se trata de una distinción –“agentes del
Ministerio Público” y “Procurador General de la Nación”– que puede
igualmente desprenderse del propio texto constitucional. (…). De
conformidad con ello, se observa que el Constituyente de 1991
diferenció, desde una perspectiva orgánica, al Procurador General de
la Nación y a sus agentes, a quienes dirige en la consecución de los
fines para los cuales fue estatuido el Ministerio Público en el país,
relacionados, como pudo verse, con la promoción de los derechos
humanos, la protección del interés público y la vigilancia de la conducta
estatal de sus servidores. Razonamiento sustancial: Sin perjuicio de lo
anterior, la regla de equiparación entre los agentes del Ministerio
Público y los magistrados y jueces no comprende las circunstancias de
inelegibilidad. El artículo 280 de la Carta Política de 1991 erige una
asimilación en cuanto a las “calidades” de estos funcionarios que no
resulta ser un concepto comprensible de las inhabilidades, a la manera
como recurrentemente lo ha admitido esta Sala de Sección, quien ha
visto en las primeras, presupuestos positivos de acceso a los empleos
públicos, mientras que ha valorado las segundas como circunstancias
negativas que impiden el ingreso a la función estatal. (…). [S]e tiene que
la situación descrita por el demandante –ejercicio del cargo de Ministro
dentro del año anterior a la elección de la demandada– no se encuentra
enlistada, no siendo posible buscar su aplicación a partir de la remisión
del ordinal 10° de la norma reproducida, toda vez que, se insiste, su
consagración a partir del artículo 240 superior tan solo se dirige a
quienes aspiren a acceder al cargo de magistrado de la Corte
Constitucional. Finalmente, frente a la presunta transgresión de los
artículos 5.1 y 86.1 del Decreto Ley N°. 262, basta manifestar que
responden a incompatibilidades que, de acuerdo con el derecho pretor
construido por esta Sala, no se constituyen en elementos generadores

376
de nulidad de los actos electorales en el marco de los procesos
contencioso–administrativos con los que se busca preservar la
legalidad de los certámenes que materializan de forma directa o
indirecta el principio democrático acogido en la Constitución Política
de 1991. Los motivos que preceden imponen entonces negar las
pretensiones de esta demanda.

TESIS 4: [L]a juridicidad de los actos electorales, comprendidos


por los de elección, nombramiento y llamamiento, puede ser
acusada también con base en los motivos de ilegalidad de los actos
administrativos, dentro de los cuales se encuentra la desviación de
poder, tal y como lo preceptúa el art. 275 del C.P.A.C.A., que positivizó
la regla jurisprudencial que fue trazada por la Sala Especializada
en Asuntos Electorales de esta Corporación con anterioridad a su
vigencia, zanjando así la discusión que sobre este aspecto tuvo
lugar en la Sección. (…). Pues bien, la desviación de poder ha sido
caracterizada por el juez electoral como aquel motivo de ilegalidad en
el que pueden recaer los actos eleccionarios, luego de que la autoridad
al origen de los mismos, en el contexto de la legalidad que orienta
el procedimiento de expedición, decide apartarse de los fines que
se pretenden satisfacer con la competencia o facultad nominadora
que ha sido asignada a los órganos estatales. Así, bajo el ropaje de
la legalidad, el servidor persigue un propósito ajeno al establecido
por el ordenamiento. (…). De esta manera, el vicio de la desviación
de poder se relaciona con la fiscalización del elemento teleológico
del acto electoral, propendiendo porque la puesta en marcha de las
competencias de elección se avenga a los fines últimos que explican
la propia existencia del Estado, relacionados con el establecimiento
de un orden justo en el que la garantía y efectividad de los derechos
y libertades públicas sea una realidad. Por lo anterior, se ha descrito
en la jurisprudencia del Consejo de Estado que este motivo de
ilegalidad (…) implica primeramente para el demandante demostrar
con total certidumbre el “iter” de desviación seguido por la autoridad
administrativa que despliega sus prerrogativas en beneficio propio, de
un tercero o, en general, de un fin que no consulta el sistema jurídico,
debiéndose adentrar entonces en el campo volitivo de los funcionarios
que disponen de la titularidad del poder. (…). De lo anterior se colige
que la prosperidad de este cargo pende de la refrendación probatoria
de la finalidad subrepticia u “oscura” que, a voces de los actores, fue
satisfecha mediante la expedición de los actos electorales.

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

TESIS 5: La separación de poderes se presentó así como una


cortapisa a la arbitrariedad del ejercicio de la autoridad pública que
garantizaba la eficacia de los derechos y libertades de la ciudadanía,
al establecer límites concretos y exactos para la puesta en marcha del
poder, permitiendo, por contera, la existencia de espacios en los que el
administrado podía desarrollarse libremente, sin ninguna interferencia
estatal. El principio no solo racionalizó la actividad del Estado, sino que la
hizo igualmente más efectiva, especializándola mediante la atribución
de competencias particulares que llevaron al perfeccionamiento de los
encargos efectuados. La separación pasó entonces por distinguir que
mientras la creación del Derecho correspondía a la Rama Legislativa; la
administración de los asuntos públicos dependía de las labores de una
Rama Ejecutiva que en muchos de los casos era representada por un
Presidente. La resolución de las controversias y litigios fue asignada a
los jueces, quienes deberían ostentar autonomía e independencia frente
a las demás ramas del Poder, como sustrato para su funcionamiento.
De esta manera, el principio de separación de poderes contó con tres
significados diversos. En primer lugar, como elemento restrictor del
abuso del poder, que impedía su concentración. En segundo lugar, como
garantía de los derechos de los asociados, mediante la imposición de
amojonamientos a las autoridades. Por último, como presupuesto que
catalizó el correcto desempeño de las funciones públicas, a través de
la especialización de las labores del Estado. (…). La transposición de
la separación de poderes en el ámbito colombiano presentó una serie
de especificidades, al ratificar no solo la cláusula secular de la tri-
división del poder, sino al concebir la existencia de órganos autónomos
e independientes que, apartados de las ramas tradicionales, fueron
encargados de competencias trascendentales para la pervivencia
misma del Estado. En ese sentido, la Procuraduría General de la Nación
fue inscrita en el marco del ordenamiento aparecido en el año de 1991
como la máxima autoridad del Ministerio Público, gestora de la guarda
y promoción de los derechos humanos, la protección del interés público
y la vigilancia de la conducta oficial de los servidores. Sin embargo, la
principal particularidad estuvo relacionada con el establecimiento del
principio de colaboración armónica entre las autoridades que, aunque
reconoció el desarrollo diferenciado de las competencias entre los
entes, propuso su desarrollo mancomunado tendiente en todos los
casos a suplir los fines esenciales del Estado. En otros términos, la
Constitución Política de 1991 se apartó de la concepción clásica de la
separación de poderes –en la que el desarrollo de las competencias de
los órganos estatales se realiza de forma independiente y autónoma,

378
sin mediar relación alguna entre éstos–, para imponer una visión un
tanto más dinámica, conocida como el sistema de frenos y contrapesos,
en el cual la fiscalización mutua entre las autoridades y la cooperación
para la materialización de los propósitos estatales, se constituye en
la “piedra angular” de la estructura emergente. La aparición de la
Constitución Política implicó dejar de lado una hermenéutica vetusta
de la separación de poderes, bajo la cual la simple escisión de las
funciones esenciales del Estado garantizaba el equilibrio necesario
al interior de la organización política; adoptando la interpretación
según la cual, su correcto funcionamiento pende, en gran medida,
de la concesión de herramientas que habilitan a las autoridades a
controlarse entre ellas; amalgamadas con los deberes constitucionales
de interrelación institucional, que permiten entender que, a pesar de
las complejidades connaturales a la estructura del Estado colombiano,
el entramado concebido por la Carta persigue siempre la satisfacción
de sus fines básicos, consignados en el artículo 2° Superior. (…).
Sin pretender la exhaustividad, una lectura detallada de la Norma
Superior permite destacar como expresiones del sistema de frenos y
contrapesos, la fiscalización judicial y política de la declaratoria de los
estados de excepción por parte del Gobierno Nacional; las citaciones
y requerimientos a ministros, jefes de departamentos administrativos
y superintendentes venidas del Congreso; las investigaciones y
juzgamientos penales de congresistas adelantados por la Corte
Suprema de Justicia; el control de las leyes por parte de la Corte
Constitucional; la fiscalización de la legalidad y juridicidad, de los actos
administrativos expedidos por la administración pública a cargo de los
jueces administrativos; las sanciones disciplinarias que pueden ser
impuestas por el Ministerio Público a los servidores del Estado. (…). En
suma, el núcleo esencial de la separación de poderes, en su voz de pesos
y contrapesos, es debidamente observado cuando el cumplimiento de
las funciones estatales otorgadas a un órgano se desenvuelve en un
ambiente de (i) independencia que excluya cualquier tipo de injerencia
externa en los diferentes dominios que encubren la entidad –v.gr.
funcional, organizativo, etc.– ; y (ii) autonomía, en el sentido de poder
desplegar su actividad por sus propios medios y autogobernándose.

TESIS 6: Tanto la naturaleza como el alcance o valor probatorio de


las noticias, opiniones o columnas aparecidas en los diversos medios
de comunicación, han sido objeto de una línea decisional pacífica,
compilada, en su gran mayoría, en la decisión de 29 de mayo de 2012,
proferida por la Sala Plena Contenciosa de esta Corporación. (…). En

379
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

punto a la naturaleza de las publicaciones en los medios de información,


sabido es que la jurisprudencia del Tribunal de lo Contencioso
Administrativo les ha otorgado el carácter de pruebas documentales,
al tenor de lo dispuesto en el artículo 251 del Código de Procedimiento
Civil– hoy artículo 243 del Código General del Proceso. Ello, por cuanto,
éstas representan los hechos que dicen registrar, constituyéndose,
según la fórmula genérica empleada por el legislador, en objetos
muebles que disponen de una esencia representativa o declarativa, lo
cual ha permitido acuñarles la denominación de documentos. Ahora
bien, la calidad de medios de convicción de tipo documental no puede
traducirse en el reconocimiento de un pleno valor probatorio en favor
de las crónicas, noticias y demás trabajos periodísticos, comoquiera
que su alcance –al interior del régimen de la prueba judicial– ha sido
atemperado por diversas decisiones del Consejo de Estado. Dicho en
otros términos, su valor probatorio es, por regla general, accesorio,
pues lejos de acreditar la ocurrencia de los hechos que documentan, las
publicaciones periodísticas, sean cuales sean, dan cuenta únicamente
del registro mediático de los mismos. Por lo anterior, la jurisprudencia
de esta Corporación no ha dudado en otorgarles el calificativo de
indicadores, que aunque susceptibles de valoración probatoria, “…
no dan fe de la veracidad y certidumbre de la información que
contienen”. (…). Por otra parte, la carencia de suficiencia para conferir
al operador jurídico la convicción que requiere de la ocurrencia de las
circunstancias de modo, tiempo y lugar que las notas periodísticas
narran, se desprende igualmente de la manera cómo deben ser
analizadas. En efecto, su valor probatorio se encuentra supeditado, en
principio, a la conexidad y coincidencia con otros medios probatorios
obrantes en el expediente. (…). Sin embargo, lejos de constituir un
fruto del azar, la mentada posición jurisprudencial se explica por dos
motivos atinentes de una parte, a la naturaleza de la información
consignada en los diferentes trabajos periodísticos; de otra, a las
características adjetivas de estos medios de convicción. (…). En este
orden, lo allí manifestado debe ser ratificado a partir de los demás
medios de convicción allegados oportuna y legalmente al plenario, con
el propósito de atribuirles un pleno valor probatorio. En este mismo
sentido, la decisión de no concederles valor probatorio alguno a las
notas publicadas en diarios y semanales encuentra asidero en el hecho
de que las mismas no satisfacen las exigencias adjetivas propias de
ciertos medios de prueba. (…). Así las cosas, sin importar el género
periodístico del que se trate, la postura jurisprudencial es homogénea:
prima facie, su valor probatorio es secundario, adquiriendo la calidad

380
de plena prueba solo cuando se relaciona con los medios de convicción
arrimados regularmente al proceso. (…). [S]e admitió, por vez primera,
que los reportajes, crónicas, noticias, opiniones y columnas aparecidos
en los medios de comunicación, además de acreditar el tratamiento
periodístico recibido por la información allí consignada, pueden
tenerse como plena prueba, de forma independiente y autónoma, luego
de que documentan (i) hechos notorios y/o públicos; (ii) transcriban o
reproduzcan declaraciones o comunicaciones de servidores públicos.
En estos casos, el trabajo periodístico trasciende los contornos de lo
personal o subjetivo, para encuadrarse en el campo de objetividad que
otorga certeza en materia probatoria. De allí que la decisión parezca
a todas luces razonable, máxime si se desentrañan las razones de
las excepciones aportadas a la regla general. (…). Dicho desde otra
perspectiva, el periodista no recurre aquí a su derecho de reservarse
los orígenes del hecho noticioso, sino que plasma las manifestaciones
de un tercero que, como consecuencia del estatus que detenta al
interior de la sociedad, ameritan ser tenidas como ciertas. (…). Ahora,
en lo que concierne los hechos notorios o públicos, la justificación
resulta aún más evidente, comoquiera que están exentos de prueba,
de conformidad con lo prescrito en el último inciso del artículo 167
del Código General del Proceso. (…). En este orden, si bien el registro
noticioso de esta clase de hechos acrecienta los elementos de
convicción en poder del operador jurídico para resolver el asunto
litigioso puesto a su consideración, ello no implica de forma alguna
que el hecho exija su probanza, ya que, “se repite, su apreciación o
cognición por una generalidad, hace innecesaria su [demostración].”.
(…). De lo anterior se desprende que para poder acuñar a un hecho la
condición de notorio, con las consecuencias jurídicas que esto acarrea,
resulta patente evidenciar que (i) su conocimiento es general por parte
de las personas que conforman una determinada comunidad, sin
importar que esta sea del orden local, regional o nacional, así como
(ii) la certeza de esta divulgación por parte del juez. Ahora bien, la
notoriedad del acontecimiento no puede ser entendida en términos
absolutos, puesto que ello vaciaría de sentido el concepto mismo de
hecho notorio o público. Lo anterior significa que para poder admitir el
carácter de notoria a una situación fáctica cualquiera, en el contexto de
un proceso jurisdiccional, no es menester que el mismo sea conocido
o admitido por todos los sujetos de una sociedad determinada; en
efecto, basta con que muchas de ellas lo reconozcan para que el juez,
en su espontáneo entendimiento, puede declarar la notoriedad del
hecho que se alega. (…). En suma, y con el propósito de establecer

381
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

los presupuestos a partir de los cuales se emprenderá el estudio del


caso concreto, la Sala resalta las siguientes reglas en punto del valor
probatorio de las notas periodísticas: –Por regla general, su valor será
accesorio, pues solo acreditan el despliegue informativo de los hechos
que relatan. La ocurrencia de las situaciones fácticas que allí se
comentan deberá ser demostrado a partir de otro tipo de pruebas que
obren en el Plenario. –Excepcionalmente, su valor probatorio podrá ser
principal, luego de que en su contenido se plasman hechos notorios o
declaraciones venidas de terceros debidamente identificados.

TESIS 7: Para el demandante de las causas 2020-00085-00 y 2020-


00089-00, la elección de la [demandada] fue el producto de una
desviación en el desarrollo de las competencias asignadas al Senado
de la República, el cual, motivado por la dignidad que acompañó a la
demandada hasta el 24 de agosto de 2020 –Ministra de Justicia y del
Derecho–, la designó como Procuradora General de la Nación en total
desmedro del principio de separación de poderes y la autonomía e
independencia de las funciones misionales del Ministerio Público,
encargado, entre otras, de la vigilancia de la conducta oficial de los
servidores. (…). [C]ontrario a lo defendido por el accionante, la Sección
Quinta del Consejo de Estado negará las pretensiones del libelo
introductorio sobre la base de dos tipos de argumentos que se
relacionan con la ausencia de medios probatorios que acrediten la
alegada desviación de poder y la inexistencia de transgresión de los
referentes axiológicos a los que hizo alusión el demandante. (…). Como
quedó dicho al efectuar el estudio de la causal de anulación consistente
en la desviación de poder, corresponde a la parte que funda sus
pretensiones en ella demostrar de manera fehaciente el “iter
desviatorio” seguido por la autoridad nominadora o eleccionaria en el
marco del procedimiento de designación cuestionado. (…). El contexto
probatorio (…), lleva a elevar las siguientes consideraciones: En primer
lugar, en lo que atañe a las notas periodísticas, la Sala encuentra que
si bien disponen de un valor probatorio directo, al retratar en su gran
mayoría los hechos notorios que acompañaron la llegada de la
demandada al Ministerio de Justicia y del Derecho y con posterioridad
a la Procuraduría–, ellos no permiten entrever la ocurrencia de un
extravió imputable al Senado de la República en el procedimiento de
designación de la actual Procuradora General de la Nación. (…). Así, el
material periodístico allegado al expediente carece de la envergadura
probatoria para acreditar la configuración del motivo de nulidad
empleado por el demandante que, como se manifestó, supone probar

382
con total certeza la cristalización de un “iter desviatorio” en la puesta
en marcha de las competencias asignadas a las autoridades. En
segundo lugar, por fuera de las notas referidas, los medios de
convicción arrimados por las partes y demás sujetos procesales
tampoco permiten sostener que en el marco del trámite eleccionario
acusado se hayan producido actos subrepticios, oscuros o alejados a la
legalidad, comoquiera que solo refrendan la vinculación y
desvinculación de la accionada al Ministerio de Justicia y del Derecho,
su designación como Procuradora General de la Nación, los actos
previos a la sesión presencial de 27 de agosto de 2020 en la que fue
elegida –convocatoria, cumplimiento de protocolos de seguridad– y
otras circunstancias comunes al trámite. Finalmente, y ante la ausencia
de probanzas que denoten una desviación de poder por parte del
Senado de la República, esta Judicatura niega cualquier tipo de
prosperidad a este cargo. (…). De acuerdo con las postulaciones de las
demandas acumuladas, la designación de la [demandada] como
Procuradora General de la Nación vulneró el principio de separación de
poderes y el carácter autónomo de las funciones que competen al
Ministerio Público, comoquiera que días antes a su elección desempeñó
el cargo de Ministra de Justicia y del Derecho. (…). Pero en las antípodas
de lo que se alega por el accionante, la Sección Quinta del Consejo de
Estado encuentra que el vínculo fustigado no desconoce los referentes
axiológicos referidos por las razones que se esbozan a continuación:
–La relación previa entre el Presidente y la acusada se encuentra
amparada en el principio de colaboración armónica que distingue a la
Constitución Política de 1991. . (…). Tal y como pudo verse (…), la
instauración del principio de la separación de poderes en el marco
constitucional erigido por la Carta Política de 1991 dispuso de unas
características especiales que matizaron la escisión absoluta de
funciones prohijada primigeniamente por éste. En ese sentido, la
división de poderes fue atenuada mediante el influjo de la colaboración
que debía –y debe– existir entre las autoridades que implica no solo la
coordinación entre éstas en aras de alcanzar los fines esenciales del
Estado, sino la participación conjunta de los órganos en aquellos
procedimientos fijados por los Constituyentes. (…). De lo anterior se
desprende que la colaboración armónica fundada en el inciso 2° del
artículo 113 superior conlleva una excepción a la visión clásica de la
separación de poderes, mediante, v. gr, la creación de trámites en los
que intervienen entes de diversa naturaleza. Como manifestación de
esta premisa constitucional, el Texto Superior consagró el
procedimiento eleccionario del Procurador General de la Nación, en el

383
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que confluyen las tres Ramas del Poder Público en el desarrollo de las
dos etapas del mismo. Así, en la postulación de los candidatos de la
terna, se hacen parte el Consejo de Estado y la Corte Suprema de
Justicia –Rama Judicial–, como el Presidente de la República en su
calidad de jefe supremo del Ejecutivo. La elección, (…) recae en el
Senado de la República, una de las dos cámaras del Legislativo. (…).
Nótese que, con el propósito de equilibrar la preponderancia de alguno
de los tres poderes tradicionales en el procedimiento que se comenta,
la Constitución de 1991 optó por ofrecerles participación a cada uno de
ellos, brindando “cuotas” para la designación del director supremo del
Ministerio Público, lo que supuso la edificación de relacionamientos
entre autoridades, pero también entre éstas y sus candidatos. En ese
orden, la postulación de los aspirantes implicó la creación de vínculos
enmarcados en la institucionalidad y juridicidad, que teniendo como
extremos a postulantes y postulados, y salvo circunstancias de
parentesco, matrimonio o unión permanente, no se invalidan, en
principio, por las relaciones laborales o de subordinación que hubieren
podido sostenerse entre ellos, por no tratarse, tal y como se analizó en
la resolución de la causa 2020-00084-00, de una situación que conlleve
la inhabilidad aplicable a los candidatos a la Procuraduría General de
la Nación. Bajo las elucubraciones que preceden, la Sala destaca que,
teniendo en cuenta el marco constitucional y legal que se predica en la
actualidad, la elección de [la demandada] como Procuradora General
de la Nación se encuentra amparada por el ordenamiento y, en especial,
por el principio de colaboración armónica que autoriza la postulación
por parte del Presidente de la República de Ministros de su despacho,
a la manera como sucedió en el sub judice. De esta manera, lejos de
transgredir el principio de separación de poderes, el acto acusado se
encuentra validado por la institucionalidad creada por el Constituyente
de 1991 y el legislador extraordinario que expidió el Decreto Ley N°.
262 de 2000, regulatorio del funcionamiento y estructuración de la
Procuraduría General de la Nación. (…). –La autonomía funcional de la
Procuraduría General de la Nación no se ve afectada por la designación
de la demandada. El accionante considera que la elección de la
Exministra de Justicia como Procuradora General de la Nación implica
una importante afrenta a la autonomía funcional del Ministerio Público,
teniendo en cuenta la imbricada relación existente con el Presidente
de la República para el periodo constitucional 2018-2022. (…). [L]a Sala
estima que la independencia y autonomía del Procurador General de la
Nación, en el contexto del constitucionalismo colombiano, no se
encuentra tanto en su origen y modo de elección, sino en el mecanismo

384
concebido por el Constituyente de 1991 para el ejercicio de sus
competencias. En efecto, (…), el modelo eleccionario del Procurador
General de la Nación impone la existencia de relacionamientos entre
candidatos y autoridades postulantes y nominadora, que implican el
dinamismo de intereses legítimos. (…). [L]a Constitución erige un
mecanismo endógeno que le permite al elegido Procurador General de
la Nación adoptar las decisiones que se requieran para el cumplimiento
de sus objetivos, dentro de los cuales se encuentra la vigilancia de la
conducta oficial, en total independencia de las Ramas del Poder público
que intervienen en su elección. Este margen de maniobra garantiza
entonces –en lo que corresponde al asunto de autos–que, más allá de
los relacionamientos legítimos que entre la candidata y su postulante
–exministra y Presidente de la República– pudieren haber existido o
existir, la demandada, en su condición de Procuradora General de la
Nación, está habilitada para desempeñar el ejercicio de su cargo de
manera deliberada –lo que incluso puede llevar a ejercerlo para
disciplinar o vigilar el actuar de quienes hacen parte del Ejecutivo– en
el marco del Estado Social y Democrático de Derecho. Pero la autonomía
funcional del Ministerio Público no solo se garantiza a partir de los
instrumentos dados por la propia ingeniería constitucional, sino
también a través de mecanismos exógenos que pueden llevar a
fiscalizar los actos que, por omisión o extralimitación, conlleven
amenazas o vulneración para la independencia de este órgano de
control, diezmando, exacerbando o politizando sus competencias. En
ese sentido, y cristalizando el sistema de frenos y contrapesos que
distingue la separación de poderes en el orden jurídico nacional, la
conducta activa y pasiva de la Procuradora General de la Nación podrá
ser examinada mediante (i) controles judiciales de corte contencioso–
administrativo y penales, teniendo en cuenta que su juzgamiento en
esa materia corresponde a la Corte Suprema de Justicia; (ii) controles
políticos, desarrollados por el Senado de la República, quien recibirá
anualmente informe de la gestión desempeñada por la Procuradora, a
las voces del artículo 277.8 de la Carta; (iii) controles disciplinarios
adelantados por la Corte Suprema de Justicia, a la luz de lo prescrito
en su reglamento interno. (…). Finalmente, la Sala destaca que la
designación de la demandada como Procuradora General de la Nación
no se traduce en una esfera de “inmunidad” disciplinaria en favor del
Presidente de la República si se comprende que las facultades de
investigación y juzgamiento en estas materias recaen en la Cámara de
Representante y el Senado. Los motivos que preceden conllevan negar
las súplicas de las demandas acumuladas. (…). La Sala desestimará

385
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

las pretensiones de las demandas acumuladas tras corroborar que, de


acuerdo con el material probatorio obrante en los procesos, los
fundamentos fácticos y jurídicos que rigen estas materias, la elección
de la [demandada] no transgredió los artículos 240, 242.2, 278.5, 279 y
280 de la Constitución Política de 1991 y 5.1 y 86.1 del Decreto Ley 262
de 2000, ni tampoco incurrió en desviación de poder o vulneración de
los principios de separación de poderes, por lo que la presunción de
juridicidad de su acto de designación como Procuradora General de la
Nación, periodo 2021-2025, debe ser mantenida.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
118 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 126 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA
– ARTÍCULO 156 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 173 NUMERAL 7 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 239 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
240 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 264 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 275 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 276 / CONSTITUCIÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 277 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 278 NUMERAL 5
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 279 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
280 / CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS - ARTÍCULO 23
NUMERAL 1 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
275 / DECRETO LEY 262 DE 2000 – ARTÍCULO 1 / DECRETO LEY 262 DE 2000 –
ARTÍCULO 4 / CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO – ARTÍCULO 167 / CÓDIGO GENERAL
DEL PROCESO – ARTÍCULO 243

386
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
MAGISTRADO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, PRINCIPIO DE
SEPARACIÓN DE PODERES

EXTRACTO No. 30

RADICADO: 11001-03-28-000-2021-00009-00
FECHA: 27/05/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Ramiro Basili Colmenares
DEMANDADA: Paola Andrea Meneses Mosquera - Magistrada de la
Corte Constitucional
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Le compete a la Sala determinar si el acto de


elección de PAOLA ANDREA MENESES MOSQUERA, como magistrada
de la Corte Constitucional, contenido en el acta de la sesión plenaria
presencial del día jueves 10 de diciembre de 2020, incurre en: Violación
de los artículos 40 numeral 7, 113, 125 inciso 2 y parágrafo, adicionado
con el artículo 6 del Acto Legislativo 01 de 2003, 126 inciso 4 y 239 [de
la C.P.], porque: i) La terna elaborada por el Presidente de la República
no respetó la participación ciudadana dada la discrecionalidad con la
que se conformó; ii) La demandada al integrar la terna conformada
por el presidente de la República, se convierte en su agente político,
situación que vulnera el principio de separación de poderes y; iii) la
demandada fue elegida por ocho años, desconociendo que su elección
debería dar continuidad al periodo de Carlos Bernal Pulido, quien se
posesionó en mayo de 2017 y vencería en mayo de 2025, por tanto,
excede el periodo establecido por la Constitución Política”.

TESIS 1: La acción de nulidad electoral, en términos de la Constitución


Política artículo 237, o el medio de control de nulidad electoral
como lo denomina el artículo 139 del CPACA, tiene como propósito
reestablecer el orden jurídico en abstracto y preservar la legalidad
–en la comprensión amplia de este principio, que incluye no solo la
legislación sino toda norma de orden superior–, cuandoquiera que
haya sido trastocada en actos de elección por voto popular–e inclusive
decisiones que reflejan el resultado en el ejercicio de los mecanismos de

387
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

participación ciudadana–, llamamiento o nombramiento. Los motivos


por los que se consideran viciados de nulidad los actos electorales, que
pueden ser “propios”, porque contienen la declaratoria de la voluntad
de un determinado electorado (electoral propio), o “impropios” porque
contienen la decisión de la administración de designar a un servidor
o dignatario, se encuentran contenidas en el artículo 275 de la Ley
1437 de 2011, que positivizó la postura jurisprudencial acogida por la
Sección Quinta de esta Corporación, en cuanto estableció que, además
de los motivos especiales definidos por el legislador, también podían
ser atacados por las causales generales previstas para demandar la
nulidad de los actos administrativos comunes. (…). En relación con
la causal de nulidad de los actos administrativos consistente en la
infracción de las normas en que debían fundarse –también conocida
genéricamente como “violación de norma superior”–, en el que se
sustenta el cargo de la demanda que da lugar al vocativo de la referencia,
es menester precisar, tal y como lo señaló la Sala en sentencia del
27 de octubre de 2016, que consiste en el desconocimiento de las
disposiciones normativas que componen el marco jurídico del acto
administrativo-electoral. (…). [E]l cargo de nulidad se estructura en los
eventos en que el acto enjuiciado se aparta de las normas superiores
a las cuales “…debía respeto y acatamiento en la medida en que éstas
le imponen (…) su objeto y finalidad”. De allí que se admita por parte de
esta Sala Electoral la existencia de dos elementos de configuración en
relación con el mentado motivo de anulación. Por una parte, es preciso
demostrar que los preceptos que se aducen como vulnerados hacen
parte del grupo de prescripciones normativas que reglan “…la materia
que es objeto de decisión administrativa.” (…). Por otra parte, resulta
indispensable para la prosperidad de este cargo que se acredite la
no avenencia del acto bajo censura a las normas que constituyen
su marco jurídico de referencia. De allí que se deba probar que la
prescripción jurídica que integra el concepto de la violación alegado
debía imbuir la expedición y contenido del acto, y que, contrario a
ello, el acto terminó constituyendo una oposición directa o indirecta
de aquel; disconformidad que puede tener lugar en las siguientes
hipótesis: (i) Falta de aplicación de la norma, situación que se presenta
luego de que la autoridad que profiere el acto ignora la existencia del
presupuesto normativo, o conociéndolo, no lo aplica en el asunto que
la ocupa; (ii) Aplicación indebida de la norma, la cual se presenta luego
de que las reglas jurídicas empleadas por la autoridad para fundar
el acto, no se conforman a la situación fáctica del caso a tratar, como
consecuencia de una equivocación en la valoración y escogencia de

388
la disposición normativa; (iii) Interpretación errónea de la norma,
consistente en el entendimiento desatinado del precepto o preceptos
que sustentan el asunto por resolver. De lo anterior se decanta que su
materialización resulta del cotejo entre las normas invocadas como
infringidas y el acto electoral acusado; peculiaridad propia de los vicios
contenidos en el artículo 137 del CPACA, “…metodología compuesta
por dos momentos, a saber, (a) la determinación de la pertinencia y
aplicabilidad de las normas invocadas respecto del procedimiento
administrativo cuestionado; (b) su quebrantamiento por inaplicación,
aplicación indebida o interpretación errónea”.

TESIS 2: [E]l artículo 113 de la Carta Política de 1991 abrigó


en su redacción el principio de la separación de poderes. (…). La
transposición de la separación de poderes en el ámbito colombiano
presentó una serie de particularidades, al ratificar no solo la cláusula
secular de la tridivisión del poder, sino al concebir la existencia de
órganos autónomos que no pueden ser clasificados en ninguna de
esas tres ramas –legislativa, ejecutiva y judicial– y cuyo desempeño
de funciones debe ser ante todo colaborativo para el fiel cumplimiento
de los fines esenciales del Estado. (…). La aparición de la Constitución
Política implicó dejar de lado una hermenéutica vetusta de la
separación de poderes, bajo la cual la simple escisión de las funciones
esenciales del Estado garantizaba el equilibrio necesario al interior
de la organización política; adoptando la interpretación según la cual,
su correcto funcionamiento pende, en gran medida, de la concesión
de herramientas que habilitan a las autoridades a controlarse entre
ellas; amalgamadas con los deberes constitucionales de interrelación
institucional, que permiten entender que, a pesar de las complejidades
connaturales a la estructura del Estado colombiano, el entramado
concebido por la Carta persigue siempre la satisfacción de sus fines
básicos, consignados en el artículo 2° Superior. (…). [U]na lectura
detallada de la Norma Superior permite destacar como expresiones
del sistema de frenos y contrapesos, la fiscalización judicial y
política de la declaratoria de los estados de excepción por parte del
Gobierno Nacional; las citaciones y requerimientos a ministros, jefes
de departamentos administrativos y superintendentes venidas del
Congreso; las investigaciones y juzgamientos penales de congresistas
adelantados por la Corte Suprema de Justicia; el control de las leyes
por parte de la Corte Constitucional; la fiscalización de la legalidad y
juridicidad, de los actos administrativos expedidos por la administración
pública a cargo de los jueces administrativos. (…). En conclusión, el

389
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

núcleo esencial de la separación de poderes, en su voz de pesos y


contrapesos, es debidamente observado cuando el cumplimiento de
las funciones estatales otorgadas a un órgano se desenvuelve en un
ambiente de (i) independencia que excluya cualquier tipo de injerencia
externa en los diferentes dominios que encubren la entidad –v.gr.
funcional, organizativo, etc.– ; y (ii) autonomía, en el sentido de poder
desplegar su actividad por sus propios medios y autogobernándose.

TESIS 3: Es procedente manifestar que el artículo 232 de la CP contiene


los requisitos para ser magistrado de la Corte Constitucional, siendo
estos: 1. Ser colombiano de nacimiento y ciudadano en ejercicio; 2.
Ser abogado; 3. No haber sido condenado por sentencia judicial a pena
privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos y; 4.
Haber desempeñado, durante quince años, cargos en la Rama Judicial
o en el Ministerio Público, o haber ejercido, con buen crédito, por el
mismo tiempo, la profesión de abogado o la cátedra universitaria en
disciplinas jurídicas en establecimientos reconocidos oficialmente. (…).
Así las cosas, de acuerdo con este panorama constitucional [artículo
239] y legal [artículo 44 de la Ley 270 de 1996] resulta plausible
concluir que la elección de magistrados de la Corte Constitucional
está debidamente regulada ya que se dispone que: i) serán elegidos
por el Senado de la República; ii) de ternas que deberán remitir el
presidente de la Republica, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo
de Estado, precisando que cada una de las autoridades en mención
de encargarán de elegir 3 magistrados para un total de 9 miembros.
También se precisa que cada magistrado de la Corte Constitucional
tendrá un periodo individual de 8 años, sin que pueda ser reelegido. (…).
En dicha regulación se precisa que la vacante absoluta del magistrado
de la Corte Constitucional será suplida con la terna de candidatos que
deberá remitir la autoridad que lo postuló al Senado de la República.
Sumado a lo anterior, se precisa que ante la ocurrencia de faltas
absolutas o temporales, la propia Corte Constitucional llenará, de
manera transitoria, la vacante, hasta que el Senado de la República se
encargue de la provisión definitiva del cargo.

TESIS 4: [P]ara la parte actora, el acto de elección de [la demandada],


como magistrada de la Corte Constitucional, contenido en el acta de la
sesión plenaria presencial del 10 de diciembre de 2020, incurre en la
causal de nulidad de infracción de norma superior. Lo anterior al
considerar que: i) la terna elaborada por el presidente de la República
no respetó la participación ciudadana dada la discrecionalidad con la

390
que se conformó; ii) la demandada al integrar la terna conformada por
el presidente de la República, se convierte en su agente político,
situación que vulnera el principio de separación de poderes y; iii) fue
elegida por ocho años, desconociendo que su elección debería dar
continuidad al periodo de Carlos Bernal Pulido, quien se posesionó en
mayo de 2017 y vencería en mayo de 2025, por tanto, excede el
establecido por la Constitución Política. (…). Reitera la Sala Electoral
que el vicio de infracción de norma superior impone la revisión de la
literalidad de los preceptos que se dicen vulnerados, a fin de determinar
su aplicabilidad al procedimiento adelantado que terminó con el acto
que se cuestiona o su vulneración por inaplicación, aplicación indebida
o interpretación errónea. (…). No puede desconocerse que la única
exigencia que se hace respecto de la elaboración de las ternas, está
contenida en el artículo 44 de la Ley 270 de 1996, según el cual “…
deberán conformarse con abogados de distintas especialidades del
derecho”. En este preciso caso, no hay discusión respecto de que el
llamado a conformar y remitir al Senado de la República la terna para
elegir al reemplazo del doctor Carlos Bernal Pulido, en razón de su
renuncia, era el presidente de la República. Ahora bien, para el
demandante la elaboración de dicha terna de candidatos debe estar
precedida de una convocatoria pública que permita a cualquier
ciudadano optar por hacer parte de la misma y su omisión deviene en
la infracción de los preceptos antes transcritos. No obstante lo anterior,
la Sala no encuentra viso de prosperidad en la tesis expuesta por la
parte actora, según pasa a demostrarse. (…). Del contenido de los
preceptos constitucionales que se dicen vulnerados por el acto de
elección de [la demandada], es necesario concluir que los artículos 40,
numeral 7, 125 inciso 2º y parágrafo y 126 inciso 4º no devienen
pertinentes, ni aplicables al procedimiento administrativo cuestionado
que finalizó con el acto de elección que se pide anular. En efecto, la
lectura del artículo 40 de la C.P., da cuenta de la garantía constitucional
de todo ciudadano para participar en la conformación, ejercicio y
control del poder político, el cual para el demandante está vulnerado
en lo que refiere al acceso del desempeño de funciones y cargos
públicos pero, bajo el entendido que la elaboración de la terna de
candidatos del presidente de la República para ser magistrado de la
Corte Constitucional, debe estar precedida de una convocatoria pública,
lo cual no acaeció y de allí deriva su cargo de anulación. (…). Así las
cosas, estando claro que el demandante exige, en aras de la protección
del derecho a la participación ciudadana, la apertura de una
convocatoria pública antes de proceder a la conformación de la terna

391
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de candidatos del presidente de la República para ser magistrado de la


Corte Constitucional, la cual está prevista como requisito en el
procedimiento impuesto por el constituyente y legislador a efectos de
suplir estas vacantes, no hay conclusión diferente a la cual arribar a
que dicho precepto resulta inaplicable en los precisos términos
expuestos en la demanda. Debe insistir la Sala que no resulta plausible
desde ningún punto de vista que este juez electoral imponga como
requisito la convocatoria que no hace parte del procedimiento
establecido por la Constitución Política y tampoco por la Ley 270 de
1996, en los preceptos que explican contentivos de la regulación que
se debe tener en consideración para elegir magistrados de la Corte
Constitucional. Tampoco se advierte circunstancia alguna que de
cuenta de la vulneración del derecho contenido en el artículo 40 que se
dice vulnerado, pues se reitera que el único reparo en este sentido es
la exigencia de la convocatoria la cual no resulta exigible, por las
razones ya expuestas. Igual situación se presenta respecto del artículo
125 inciso 2º pues de su lectura se advierte que tiene como destinatarios
a “[l]os funcionarios, cuyo sistema de nombramiento no haya sido
determinado por la Constitución o la ley, serán nombrados por concurso
público”. En este sentido, basta reiterar que la elección de los
magistrados de la Corte Constitucional tiene regulación constitucional
y legal, como ya se dio cuenta en la presente providencia, lo que
demuestra que dicho precepto constitucional no tiene aplicación para
la situación que se acusa de ilegal, pues de su contenido se advierte
con facilidad que aplica solo para los casos en los cuales no exista
procedimiento establecido, situación que no se presenta en este
preciso caso. Lo mismo ocurre con la presunta infracción del contenido
del inciso 4º del artículo 126 Constitucional, es decir, resulta inaplicable
para el caso objeto de análisis. Lo primero porque la misma norma
constitucional, si bien es cierto, alude a la exigencia de la previa de
convocatoria pública, se trata de un requisito que recae en la elección
de servidores públicos en corporaciones públicas y no refiere, ni tiene
como destinatarios a los magistrados de la Corte Constitucional. A lo
anterior debe agregarse que la elección que se pide anular cuenta con
regulación propia dictada por el constituyente y el legislador, la cual no
impone la convocatoria como requisito para la conformación de la
terna de candidatos a magistrados de la Corte Constitucional, lo que
demuestra que se trata de una norma no aplicable al asunto objeto de
debate, pues claramente buscar reglamentar una elección
completamente diferente a que se cuestiona en este proceso electoral.
En este punto, resulta relevante precisar que el demandante sostiene

392
que la demandada al integrar la terna conformada por el presidente de
la República, se convierte en su agente político, situación que sostiene
vulnera el principio de separación de poderes, argumento que para la
Sala carece de prosperidad según pasa a demostrarse. En los términos
ya expuestos es lo cierto que el constituyente estableció que el
presidente de la República debe conformar las respectivas ternas de
las cuales se elegirán a 3 de los 9 magistrados que conforman la Corte
Constitucional, como se advierte del contenido del artículo 239.
Entonces, la conformación de la terna contrario a pretender que el
máximo órgano de lo jurisdicción constitucional cuente con un aliado o
representante del presidente de la república, lo que propende es
precisamente que en procura de los principios de separación de
funciones y de colaboración armónica de las ramas del poder público,
que sus vacantes sean provistas con la mayor transparencia y con la
intervención de las ramas ejecutiva (el presidente de la República), de
la legislativa (el Senado de la República como nominador) y de la
judicial (la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado con su
actuación de remitir las respectivas ternas). Lo anterior en los precisos
términos indicados en el artículo 113 de la CP, según el cual “[l]os
diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas, pero
colaboran armónicamente para la realización de sus fines”. No sobra
precisar que el reparo del actor en este sentido, en realidad se dirige
en un cuestionamiento a la Constitución propia y no al procedimiento
que finalizó con la elección que pide anular pues como ya se demostró
el hecho de que el presidente de la República cuente con la potestad de
postular sus candidatos para magistrado de la Corte Constitucional
deviene del propio constituyente y no de una actuación arbitraria del
primer mandatario, conforme lo ya expuesto en esta providencia. De
igual manera resulta necesario señalar que de conformidad con el
contenido del artículo 228 de la Constitución Política, que refiere a la
Rama Judicial, señala con total claridad que “…la Administración de
Justicia es función pública. Sus decisiones son independientes”. En
este orden de ideas, por mandato constitucional, no hay lugar a que los
magistrados de la Corte Constitucional deban desempeñar sus
funciones con apego o bajo el auspicio de la autoridad que lo haya
postulado, pues el constituyente le confirió plena independencia y la
integración en la respectiva terna no deviene en compromiso alguno,
como parece entenderlo, de manera equivocada, el demandante.

TESIS 5: Restaría a la Sala pronunciarse respecto de la presunta


vulneración del artículo 239 Constitucional porque el actor considera

393
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

que el periodo de 8 años otorgado a la demandada, excede el fijado


por el constituyente porque su elección debe dar continuidad al del
saliente Carlos Bernal Pulido, quien se posesionó en mayo de 2017; por
tanto, el de [la demandada] vencería en mayo de 2025. (…). De acuerdo
con dicha disposición [artículo 44 de la Ley 270 de 1996], el llamado
por la Corte Constitucional para suplir la vacante deberá ocupar la
magistratura hasta que se cumpla con el trámite previsto para que la
autoridad competente remita la terna de candidatos al Senado de la
República y se lleve a cabo la respectiva elección, la cual sí se realiza
para el periodo individual de 8 años, conforme lo prevé el artículo 239
de la Constitución Política. En este orden de ideas, en el presente caso,
la elección de la demandada al haber sido declarada por el Senado de
la República, sin lugar a dudas, debe ser por un periodo individual de 8
años, como prevé el artículo 239 Constitucional, y no como lo pretende
el actor por el resto del periodo del ahora exmagistrado Carlos Bernal
Pulido, pues, se reitera esta tesis solo aplica cuando se trata del
reemplazo que nombra la propia Corte Constitucional el cual tiene
como vigencia que se dicte el acto de elección con el cual se provea de
manera definitiva la plaza vacante. En conclusión, como se demostró el
acto electoral acusado no incurre en el cargo de nulidad de infracción
de norma superior porque en razón de la regulación constitucional
y legal establecida para llevar a cabo la elección de magistrado de
la Corte Constitucional los artículos 40 numeral 7, 113, 125 inciso 2
y parágrafo, adicionado con el artículo 6 del Acto Legislativo 01 de
2003, 126 inciso 4 de la Constitución Política no resultan aplicables a
la actuación eleccionaria que se juzga, en los términos ampliamente
expuestos. De igual manera no existe infracción del 239 de la C.P., en
relación con el periodo de la demandada, pues como se acreditó es
lo cierto que debe ser individual de 8 años, como quedó debidamente
argumentado.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 6 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 29
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
113 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 123 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 125 INCISO 2 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 126 INCISO 4 /
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 228 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
232 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 237 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 239 / ACTO LEGISLATIVO 01 DE 2003 – ARTÍCULO 6 / LEY 270 DE 1996 –
ARTÍCULO 44 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO
139 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 275

394
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DE
GOBERNADOR, INHABILIDADES DEL GOBERNADOR, SELECCIÓN
DEL CANDIDATO DEL PARTIDO POLÍTICO, MECANISMOS
DEMOCRÁTICOS PARA LA SELECCIÓN DE CANDIDATOS A CARGOS
DE ELECCIÓN POPULAR, COALICIÓN, DOBLE MILITANCIA

EXTRACTO No. 31

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00046-00
FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Helmer Ramiro Silva Rodríguez
DEMANDADO: Juan Guillermo Zuluaga Cardona - Gobernador del
Departamento del Meta, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a establecer, si el acto enjuiciado


se encuentra viciado de nulidad por (i) violación de las normas en que
debía fundarse y falta de requisitos de elegibilidad del demandado en
relación con el uso de mecanismos democráticos para la selección
de su candidatura, (ii) incursión en doble militancia por su vinculación
a la coalición “Hagamos grande al Meta”, y (iii) configuración de la
inhabilidad señalada en el artículo 2 de la Ley 2014 de 2019, en razón
de una sanción disciplinaria advertida por la parte actora.

TESIS 1: [L]a selección de candidatos de las agrupaciones políticas,


por mandato constitucional, debe estar mediada de la existencia de
mecanismos democráticos, los cuales están concatenados, primero, a
lo que sobre el particular desarrolle el legislador y, segundo, a lo que,
bajo ese mismo marco, estipulen sus estatutos, a cuyo acatamiento
se obligan según lo contemplado en el artículo 7 de la Ley 130 de
1994. Cuando la Carta Política establece la realización de “consultas
populares o internas o interpartidistas” lo hace a título de habilitación
jurídica, como una posibilidad conferida a estas agrupaciones, para
ser desplegada bajo su razonable arbitrio, de manera que no pueden
ser obligadas a acudir a ellas. Bajo esa égida, el legislador estatutario
de 2011 insistió en la existencia de mecanismos democráticos, que
difirió al espectro de autonomía que tienen los partidos y movimientos

395
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

para diseñar sus estatutos, en los cuales ha de regularse, porque así


lo instruye la ley, lo atinente a las “consultas internas, populares o
el proceso de consenso”. Dentro de este espectro, se observa que el
artículo 73 de los estatutos del Partido Liberal está en consonancia
con las alternativas de selección democrática enunciadas por el
Constituyente y por el legislador, en tanto contemplan a la consulta
popular, a la interna y al proceso de consenso, como alternativas
para la definición de sus candidatos a cargos unipersonales, entre
los que naturalmente se incluye el de gobernador departamental,
pero especialmente por la remisión que a los mismos realizan la
Constitución Política y la ley en determinados asuntos, como es el
caso de la selección de candidatos. La anterior descripción no implica
una calificación en estricto sentido sobre la validez del contenido
de los estatutos; se trata de un mero ejercicio enunciativo, ya que el
contencioso de nulidad electoral no puede ser empleado para medir
la juridicidad de ese tipo de preceptos, por manera que la eventual
ausencia de reglas sobre antigüedad y pertenencia a las que se refiere
el actor, escapan al interés jurídico de la Sala, a la que, para el caso
concreto, solo incumbe observar si el acto de elección infringió este y
otros parámetros normativos en los que debía fundarse, pues, no en
vano deben registrarse ante el Consejo Nacional Electoral, autoridad
ante la que pueden ser impugnadas sus cláusulas. (…). [L]os estatutos
del Partido Liberal previenen, además, en sus artículos 4, 7 y 75, la
subordinación de esa organización a los principios de transparencia,
moralidad y objetividad, así como el derecho que tienen los afiliados y
militantes –sin distinción–, entre otros, a participar en sus actividades
en igualdad de condiciones, elegir y ser elegidos, y recibir avales para
aspirar a cargos de elección popular. Así mismo, en los artículos 20
y 74 estipula que es competencia de la Dirección Nacional Liberal
expedir los avales para quienes aspiren, entre otros cargos, a la
dignidad de gobernador, lo cual, según lo enunciado en el artículo 73
de esa preceptiva, debe hacerse “de acuerdo con lo establecido en los
reglamentos”.

TESIS 2: Está documentado que, a través de la Resolución 5719 del


5 de julio de 2019, el Director Nacional del Partido Liberal Colombano
otorgó el aval como candidato a la Gobernación del Meta, para las
elecciones a celebrarse el 27 de octubre de 2019, al [demandado]. Ahora
bien, se debe acotar que el proceso interno de selección del candidato
no es equivalente al otorgamiento del aval propiamente dicho. Cuando
la Ley 130 de 1994 alude a la ausencia de requisitos adicionales

396
para la postulación de candidatos por partidos y movimientos con
personería reconocida, se refiere, por ejemplo, a que, en su condición
de organizaciones con una posición prevalente en la esfera política,
no deberán constituir pólizas o acreditar firmas para proceder con
la inscripción de un aspirante a cargos de elección popular –como lo
impone a otro tipo de agrupaciones (…)–, sino que basta el aval, que es
el acto jurídico a través del cual el representante o persona autorizada
por el partido o movimiento compromete ante la Organización Electoral
y el electorado en general la voluntad colectiva de reconocer, con todas
las consecuencias que ello apareja, a determinado candidato como la
persona seleccionada para llevar su plataforma ideológica a un cargo
o corporación de elección popular. (…). En ese sentido, el aval es una
solemnidad, que conecta la voluntad de la agrupación política con el
respaldo a la inscripción de determinada candidatura y compromisos
subsecuentes. Por su parte, la selección del candidato es un acto político
sustancial, reservado a las agrupaciones políticas referidas, que debe
ser canalizado a través de los mecanismos democráticos establecidos
en la Constitución Política, en la ley o en los estatutos de estos partidos
o movimientos. En el sub judice, la discusión no gravita en torno a las
formalidades propias del aval. El punto de disenso gira alrededor de si
el [demandado] fue candidatizado de forma democrática, primero por
el Partido Liberal, y luego por las agrupaciones que conformaron la
coalición “Hagamos grande al Meta”, de conformidad con las normas
aplicables. Lo anterior, no concretado en una suerte de “juicio de
legalidad” apuntado al “aval”, sino bajo el cauce de una infracción de
norma superior en una actuación capital para el proceso eleccionario,
dentro del marco del acceso universal a las plataformas políticas por
excelencia, en su rol de vehículos de ingreso a cargos de elección
popular, esto es, los partidos y movimientos políticos, como uno de
los primeros filtros materiales, empíricos y determinantes frente al
derecho a elegir y ser elegido, que inspira la existencia misma del
trámite contencioso de nulidad electoral. Frente a la primera parte del
cuestionamiento, es decir, sobre el uso de mecanismos democráticos
en la selección del demandado en el Partido Liberal, la respuesta de
la Sala es afirmativa, habida cuenta que las probanzas arrimadas al
plenario permiten colegir de manera suficiente que aquella se dio en
el seno de un proceso abierto, con todas las garantías de participación,
en el que cualquier “ciudadano liberal” podía aspirar, y que contó con
la participación, promoción y divulgación (…) de todos los estamentos
directivos, políticos y sociales que pudieran acompañar a esa
agrupación, y no se demostró lo contrario. Claramente, la logística

397
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

dispuesta no se compadece con la de una consulta popular o interna.


Sin embargo, (…), el partido no estaba obligado a optar por una de tales
herramientas, y el hecho de pretender formas de participación que
involucren directamente la deliberación o votación por parte de los
afiliados no sería más que una manera velada o sutil de imponer por
esta vía el uso de una variante de tales consultas. Bajo ese prisma, para
la Sala, el hecho de que la última palabra la hubiese tenido el Secretario
General de la organización bajo el principio de “verdad sabida y buena
fe guardada” ha de estimarse –para efectos de la confrontación con los
cargos de la demanda de la referencia, y sin perjuicio de lo que pueda
concluirse en negocios jurídicos posteriores– como una fórmula válida
desde el punto de vista democrático, en el marco de la autonomía que
le fue conferida por el Constituyente y el legislador estatutario.

TESIS 3: [N]o escapa a esta colegiatura el hecho de que esa facultad


deba ejercitarse dentro de los linderos de sus propios estatutos.
Empero, a este respecto es imperativo advertir que no toda violación
de ese marco regulatorio específico de cada partido o movimiento
político puede tener relevancia para el contencioso de nulidad
electoral. Como se avista en las Ley 130 de 1994 y en la Ley 1475
de 2011, existen comportamientos que merecen reproches o censuras
que son canalizables al interior de la agrupación política, a través
de los instrumentos de admonición de los que dispone el Consejo
Nacional Electoral, que pueden o no converger con los de la nulidad
electoral, como es, por ejemplo, el caso de la doble militancia, que
tiene incidencia en esos tres niveles de control (interno, administrativo
y judicial); así como hay otras que no se proyectan sobre el acto de
elección, como es, verbigracia, el eventual incumplimiento del deber
de diligencia de un directivo. (…). Hay quien pueda pensar que se
trata de un acto privado y que, por ende, no merece reproche judicial
en esta esfera. No obstante, no puede obviarse el hecho de que el
ordenamiento precisa una regulación especial en relación con este
aspecto y unas consecuencias concretas frente a su desatención.
Poco reparo merece la justiciabilidad que desde este ámbito se
imprime, por ejemplo, al alcance y efectos vinculantes de una consulta
popular, interna o interpartidista como mecanismo democrático para
la selección del candidato sobre el que necesariamente debe recaer
el condigno aval. (…). Es así que los artículos 107 de la Constitución
Política, 28 de la Ley 1475 de 2011 –y demás normas supralegales y
legales concordantes–, así como su reflejo o proyección normativa en
los estatutos de los partidos y movimientos con personería jurídica, en

398
cuanto a la aplicación de mecanismos democráticos para la selección
de candidatos a cargos de elección popular, constituyen normas en las
que debería fundarse el acto electoral y, por tanto, su incumplimiento
sería susceptible de viciarlo en los términos de la causal de infracción
de norma superior contenida en el artículo 137 del CPACA. Dentro de
ese contexto, resulta exigible dentro del sub lite el cumplimiento del
artículo 73 de los estatutos del Partido Liberal que, se recuerda, denota
que “La Selección de candidatos a (…) gobernaciones deberá hacerse
o mediante consulta popular o interna o por proceso de consenso, de
acuerdo con lo establecido en los reglamentos”.

TESIS 4: Habiéndose descartado que la definición de la candidatura


del [demandado] responda a la tipología de consulta, resta evaluar
si se atendió el “proceso de consenso” que esa organización difirió
a contenidos y criterios reglamentarios que el artículo 76 ejusdem
atribuyó a la Dirección Nacional Liberal. En línea con lo anterior, lo
primero que se debe acotar es que no existe una definición jurídica
prexistente para lo que debe entenderse por “proceso de consenso”,
de lo que se sigue que se trata de una categoría indeterminada. Esto
se explica en la tuición del principio de autonomía que beneficia a
los partidos y movimientos políticos, de cara a la inexigibilidad de
estructuras concretas por parte del órgano legislativo. (…) Ergo,
tanto para esta Sala como para la referida Corporación, la expresión
“proceso de consenso” corresponde a una figura que debe ser dotada
de contenido de acuerdo con las previsiones que sobre el particular
disponga cada organización política en el marco de su autonomía. En los
estatutos del partido Liberal tampoco se hace alusión a una definición
específica de lo que sería el mentado trámite de selección democrática,
pero lo conecta de manera inexorable con las reglamentaciones que la
Dirección Nacional Liberal expida sobre la materia. Así, al margen de
la técnica regulatoria empleada, existe un desarrollo sobre la materia
vertido en la norma estatutaria y completado por vía de remisión,
que no le es dable a la Sala calificar en cuanto a juridicidad, sino
únicamente reconocer; máxime si no se evidencia inconstitucionalidad
o ilegalidad. En retrospectiva, (…), en el artículo 7 del reglamento del
proceso de selección del candidato, contenido en la Resolución 5450
del 19 de diciembre de 2018 (modificada por la 5504, 5611 y 5708 de
2019) del Partido Liberal –documento aportado por la parte accionada,
y que no fue desvirtuado dentro del proceso–, quedó definido que esta
se haría por el Secretario General de esa organización bajo el principio
de verdad sabida y buena fe guardada. Ese fue, en la práctica, el

399
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

alcance que por esa vía reglamentaria se dio a la remisión estatutaria


al “proceso de consenso” señalado en el artículo 73 arriba transcrito,
pero dentro de un contexto en el que, como se explicó en líneas previas,
cualquier afiliado se podía presentar para aspirar al aval, remitiendo
a través de los canales establecidos la documentación requerida,
sujeta a diversas instancias de verificación interna y con veedurías e
invitaciones amplias tanto internas como externas, lo cual, en el caso
concreto, llevó a que, como lo prueba la certificación también reseñada
anteriormente, se inscribieran 3 candidatos, entre ellos el demandado,
siendo este el único que completó debidamente el procedimiento
señalado por el partido, sin que, valga decirlo, el demandante haya
demostrado que alguien se hubiera opuesto a ello. Ante la perspicuidad
de tal aserto y su confrontación con las especificidades del caso, no
existe el mayor atisbo de duda de que la designación del ciudadano
(…) como el candidato que posteriormente sería avalado por el Partido
Liberal se apegó a los cánones del artículo 107 de la Constitución
Política, 4 y 28 de la Ley 1475 de 2011 y, por supuesto, al procedimiento
democrático escogido por esa organización en perspectiva con lo
signado en el artículo 73 de la preceptiva interna, echado de menos
por la parte actora (…), sumado a que, según lo certificó su Secretario
General, el demandado fue el único que cumplió con las exigencias
para ser beneficiado con tal postulación, concretada con la Resolución
5719 del 5 de julio de 2019.

TESIS 5: [R]ecuerda la Sala que en el vértice inicial del capítulo titulado


“sobre el hecho y omisión UNO” de la demanda, el libelista señaló
que el demandado tampoco fue “… escogido constitucional, legal ni
estatutariamente por los demás partidos con los que hizo la Coalición
HAGAMOS GRANDE AL META”. Como se probó, el accionado recibió el
aval del Partido Liberal el 5 de julio de 2019, y según está igualmente
documentado en el expediente, el 17 de julio de esa anualidad, esa
misma organización celebró lo que denominó como una “COALICIÓN
PROGRAMÁTICA POLÍTICA” con el Partido de la U, el Partido Cambio
Radical, el Partido Conservador Colombiano, el Partido ASI, el Partido
Colombia Renaciente, el Movimiento AICO y el movimiento MAIS “… con
el propósito de apoyar la candidatura avalada por el PARTIDO LIBERAL
COLOMBIANO del [demandado] (…) como candidato a la gobernación
del Meta…”. (…). Nótese que los firmantes señalan que la decisión de
coaligarse a la candidatura Liberal es acorde con lo señalado en sus
estatutos y que se dio por vía de consenso, lo cual la Constitución y
la ley amparan como mecanismo democrático, aseveración de la

400
que no existe prueba en contrario dentro del plenario, pues no obran
tales preceptivas internas ni algún otro documento que constituya un
parámetro objetivo de examen para tal confrontación. Ello sin contar
con que el artículo 78 de los estatutos del Partido Liberal y la misma
resolución por la cual dicha agrupación le concedió el aval contemplan la
posibilidad de una futura coalición. De ahí que esta fracción del reproche
elevado por la parte actora tampoco tenga vocación de prosperidad,
dada su falta de fundamentación –no sobra resaltar que el accionante
no señaló qué artículos de los estatutos de las demás agrupaciones
coaligadas resultaron quebrantados– y refrendación probatoria, a la
que se aúna la presunción de legalidad de la cual esta imbuido el acto
de elección acusado, y que no logra ser desvirtuada por el accionante.
(…). La falta de calidades y requisitos, en efecto, constituye un motivo
de nulidad expresamente contemplado en el artículo 275.5 del CPACA.
Para lo que incumbe al vocativo de la referencia, el artículo 303 de la
Carta Política definió que “La ley fijará las calidades, requisitos (…) de
los gobernadores”. Empero, a la fecha se trata de una tarea que no ha
sido abordada por el Congreso de la República, por lo que se aplica la
regla general de que todo “ciudadano” tiene derecho a participar en
la conformación, ejercicio y control del poder político, prevista en el
artículo 40 Superior. De ahí se desprende que la única exigencia para
ser gobernador departamental es ser colombiano y mayor de edad;
cualidades de las cuales tampoco está probado que adoleciera el
demandado al momento de la elección. En ese orden de ideas, ante la
falta de razón y acierto en los planteamientos abordados en el presente
acápite, es claro que el cargo que se pretende sustentar a partir de
ellos no está llamado a prosperar, siendo lo propio su desestimación.

TESIS 6: Para develar el manto de discordancia que se propone


sembrar la parte demandante, es conveniente recordar que existen
mandatos de optimización de los cuales se desprenden reglas de
interpretación aplicables a la propia Carta Magna, cuyas premisas
encierran un mandato global de eficacia normativa devenido de su
artículo 4. (…). Estos referentes intelectivos resultan suficientes para
conducir el argumento del libelista al plano de la inviabilidad jurídica,
toda vez que no es posible enfrentar la permisión de inscripción de
candidatos por coalición con la existencia de la doble militancia sin,
desde su óptica, sacrificar alguno de los dos referentes. Bajo los criterios
antes reseñados, ambas figuras deben ser plenamente compatibles
desde el entendimiento de que la doble militancia se predica en una
relación vertical entre el ciudadano que hace parte de un determinado

401
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

partido o movimiento político, mientras que la coalición responde a


la lógica horizontal de asociación de organizaciones políticas con la
intención de aunar esfuerzos con un propósito electoral específico.
Bajo esa égida, emerge diáfano que no se trata de categorías jurídicas
contrastables, pues operan en niveles y bajo auspicios teleológicos que
se insertan en escenarios que no se contraponen, sino que, más bien,
se complementan como instrumentos para la óptima realización de
los altos cometidos democráticos ambicionados por el Constituyente y
desarrollados por el legislador en contextos como los de la Ley 1475
de 2011, en los ámbitos que corresponden a cada una de ellas. (…). [N]
o existe alguna modalidad de doble militancia por la sola suscripción
del acuerdo de coalición –sin perjuicio de que el candidato de la misma
pueda incurrir en una de las cinco que se acaban de transcribir si se
verifican los anotados elementos constitucionales y legales–, supuesto
que no puede idearse por vía de jurisprudencia con enfoque expansivo,
so pena de quebrantar el principio de interpretación restrictiva que
rige la limitación de garantías constitucionalmente amparados, como
evidentemente lo es el derecho a elegir y ser elegido, que goza de
respaldo en el artículo 40 Superior, pero también de los artículos 23 de
la Convención Americana de Derechos Humanos, 21 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y 25 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos. En cuanto a la figura de la coalición, esta
ha sido calificada por la Sección Quinta del Consejo de Estado como
“… la decisión libremente adoptada por las organizaciones políticas de
juntar esfuerzos para lograr un fin común en el campo de lo político
(…), estas pueden darse antes o después de las elecciones”. Esta
forma de organización, mencionada en los artículos 107, 262, 264,
303 y 314 de la Constitución Política, se acompasa con lo prescrito
por el artículo 29 de la Ley 1475 de 2011, que permite la presentación
de candidaturas a cargos de elección popular bajo su ropaje. (…).
En palabras de la Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, “…
se trata de una forma asociativa pasible de derecho y obligaciones
definidos para cada uno de los sujetos que la conforman, aún como
organismos políticos individualmente considerados. El hecho de ser
una organización formada por organizaciones, por tautológico que
parezca, le permite erigirse bajo esa misma genética determinadora
de su composición, esto es, en otra organización política, que refleja
los intereses de los partidos, movimientos y grupos significativos
que eventualmente la integren, quienes, más allá de su implicación
en una forma asociativa de segundo nivel, no quedan despojados de
su propósito representativo primigenio”. (…). Ahora bien, tal y como se

402
advierte del anterior recuento normativo y jurisprudencial, más allá
de los compromisos que subsisten para las organizaciones políticas
coaligadas y sus miembros, de ninguna manera puede afirmarse
que del marco jurídico en cuestión se desprenda la poliafiliación de
los respectivos militantes. (…). En tal sentido, se descarta que exista
la militancia por adhesión o por consecuencia, ya que esta responde
a un procedimiento formal, que demanda una manifestación expresa
de la voluntad de acuerdo con el sistema de vinculación prefijado por
la correspondiente agrupación. (…). Bajo esa cuerda argumental, se
puede ser candidato de una organización política, o de varias si existe
coalición, apoyo o adhesión de otras, y militar en un único partido o
movimiento. En el asunto de la referencia, no está en discusión que
el señor (…) proyecta su militancia bajo las toldas del Partido Liberal,
sin que el actor haya siquiera intentado demostrar que existe un
acto jurídico o manifestación expresa de la voluntad que revele
esta misma característica frente a otra de las agrupaciones que
conforman la coalición “Hagamos Grande al Meta”. A lo que se suma,
en retrospectiva, la inexistencia de la doble militancia por la sola
existencia de tal acuerdo, el carácter taxativo de la prohibición que no
puede ser extendido al supuesto aducido por el libelista y la ausencia
de evidencias que corroboren una presunta afiliación a otra de las
organizaciones coaligadas, de la cuales, sin lugar a duda, también
fue candidato, pero como militante del partido que le concedió el aval.
Desde esa comprensión, es conspicua e inevitable la conclusión de que
el reproche esgrimido por el demandante sobre el particular carece de
asidero fáctico y jurídico y, por lo tanto, el cargo subyacente se desecha.

TESIS 7: A voces del ciudadano petente, el acto de elección enjuiciado se


encuentra viciado de ilegalidad por cuanto el demandado se encontraba
inhabilitado para ser elegido a causa de la presunta configuración de
la causal prefijada en el artículo 2 de la Ley 2014 del 30 de diciembre
de 2019 (modificatorio de la Ley 80 de 1993), que, aunque posterior a
la elección, impedía al demandado tomar posesión del cargo al haber
sido sancionado disciplinariamente por hechos de corrupción. Estimó
que dicha restricción le era aplicable, preventivamente, con el solo
fallo de primera instancia, porque a la elección subyace un “contrato”
social entre el elector y el elegido. (…). [D]e conformidad con el artículo
139 del CPACA cualquier persona podrá pedir la nulidad de los actos
de elección por voto popular o por cuerpos electorales, así como de
los actos de nombramiento que expidan las entidades y autoridades
de todo orden. Igualmente podrá pedir la nulidad de los actos de

403
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

llamamiento para proveer vacantes en las corporaciones públicas. Los


motivos y causales para que ello se produzca fueron consignadas en
el artículo 275 de esta misma codificación, de cuyo numeral quinto se
extrae que “Se elijan candidatos o se nombren personas que no reúnan
las calidades y requisitos constitucionales o legales de elegibilidad o
que se hallen incursas en causales de inhabilidad”. Siguiendo la ilación
empleada por la Sección (…), conviene acotar, de cualquier manera,
que el proceso de nulidad electoral tiene como principal objetivo
salvaguardar la legalidad de los actos de elección frente a los taxativos
eventos que señala la ley, que pueden guardar relación con el proceso
de elección mismo o con las calidades que debe reunir el funcionario
nombrado o electo. Dentro de las exigencias negativas predicables del
servidor designado se encuentran las que versan sobre el régimen
de inhabilidades del cargo ocupado o a ocupar. Así, contraviene
la legalidad de un acto de elección el hecho de que recaiga sobre
una persona incursa en cualquiera de las causales de inhabilidad
predicables del cargo, en virtud de los mandatos constitucionales y
legales que lo regulen. (…). Claramente, se trata de exigencias que
limitan o condicionan la garantía constitucional de igualdad de acceso
a los cargos públicos, pero por motivos inspirados en el bien común y
el interés general. Esa connotación excluyente impone que cualquier
pretensión hermenéutica que sobre ellas recaiga se oriente por el
principio de interpretación restrictiva, que demanda que ante la dualidad
o multiplicidad de intelecciones frente al precepto que las consagra, se
prefiera la más benigna; y, al mismo tiempo, conlleva la proscripción
de razonamientos basados en la extensión y la analogía. Ahora, debe
quedar claro que esta regla de interpretación opera necesariamente
en los estudios normativos, mas no en la valoración probatoria, pues,
mientras en el primer escenario se persigue la comprensión de una
figura jurídica, de cara a la voluntad del Constituyente o el Legislador,
entre las ambigüedades y vaguedades del lenguaje; en el segundo,
se precisa la búsqueda armónica de la verdad jurídica y la material,
como faro iluminador de la administración de justicia, para lo cual no
sería dable tener en consideración las pruebas que solo favorezcan a
determinada parte, habida cuenta que lo que prima en este caso es la
autonomía del juez -unipersonal o colegiado. Lo anterior, lógicamente,
sin perder de vista la teleología del proceso de nulidad electoral, que,
como se dijo, en principio, no es otra que preservar la legalidad de la
elección y la vigencia del orden jurídico. (…). Es notorio que el texto
transcrito refiere a una inhabilidad para celebrar contratos estatales,
y no a una circunstancia de inelegibilidad predicable de quien

404
aspira al cargo de gobernador departamental. Las consideraciones
filosóficas del acto respecto del carácter de “contrato social” que, a
su juicio, serían predicables de una elección no tienen cabida en el
sub lite. Esto se debe a que en el marco del Estado Social de Derecho
las actuaciones públicas y privadas se insertan en un orden jurídico
preestablecido. (…). En ese particular ámbito, la alusión a contrato tiene
implicaciones normativas perfectamente delimitadas, que en manera
alguna refieren a las concepciones decimonónicas contractualistas
pretendidas por el accionante. Al calor del artículo 230 Constitucional,
tantas veces invocado por el libelista a lo largo del proceso, los jueces,
en sus providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley. Y en esa
sustancial consigna del Estado de Derecho, es forzoso explicar que el
contrato al que refiere la causal de inhabilidad invocada en el sub lite
no es otro que el contrato estatal, definido expresamente en el artículo
32 del consabido estatuto de contratación. (…). De ahí que resulte
imposible predicar que por ministerio de lo normado en el artículo 2
de la Ley 2014 de 2019 pueda haber una inhabilidad que enerve la
legalidad del acto de elección bajo juicio. Otra razón para descartar su
eventual configuración deviene de que, como acertadamente lo explicó
la señora Procuradora Séptima Delegada ante el Consejo de Estado, la
elección del [demandado] tuvo lugar el 27 de octubre de 2019, al tiempo
en que la preceptiva invocada por el demandante cobró vigencia el 30
de diciembre de esa anualidad, por lo que, al ser posterior, no podría
afectarla, dado que, como de antaño lo ha defendido esta Sección, “las
inhabilidades que con respecto de un candidato elegido popularmente
surgen con posterioridad a la elección o sean sobrevinientes no
inciden en la declaración de esa elección”. Y aunque en algún punto
de la solicitud de nulidad electoral se acusa de ilegal la “posesión”
del gobernador a causa de una sanción disciplinaria, en realidad,
tal actuación corresponde a “… una diligencia a través de la cual el
elegido o nombrado presta juramento ante la autoridad competente
“de cumplir y defender la Constitución y desempeñar los deberes que
le incumben”, en cumplimiento de la obligación señalada en el inciso
segundo del artículo 122 de la Constitución Política, que la instituye
en requisito previo e indispensable para ejercer como servidor
público, y como tal no puede ser objeto de una acción de nulidad
como si se tratara de un acto administrativo”. Esta disertación resulta
suficiente para colegir que, desde lo reprochado en el libelo genitor y
lo probado en el proceso, no están estructurados los elementos que
permitan afirmar que el acto de elección acusado está viciado por la
configuración de la causal de inhabilidad contractual prefijada en el

405
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

artículo 2º de la Ley 2014 de 2019. Y en suma, al no haber prosperado


ninguno de los cargos estudiados en esta sentencia, la Sala denegará
las pretensiones de la demanda de nulidad electoral incoada (…) contra
el acto declarativo de la elección del señor (…), como gobernador del
departamento del Meta, período constitucional 2020-2023.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 40 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 107
/ CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 108 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO
230 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 262 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA –
ARTÍCULO 303 / DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS –
ARTÍCULO 21 / CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS – ARTÍCULO
23 / PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS - ARTÍCULO 25
/ LEY 1437 DE 2012 – ARTÍCULO 137 / LEY 1437 DE 2012 – ARTÍCULO 139 / LEY
1437 DE 2012 – ARTÍCULO 275 NUMERAL 8 / LEY 80 DE 1993 – ARTÍCULO 8 / LEY
80 DE 1993 – ARTÍCULO 32 / LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 7 / LEY 130 DE 1994 –
ARTÍCULO 9 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 2 / LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 4
/ LEY 1475 DE 2011 – ARTÍCULO 28 / LEY 2014 DE 2019 – ARTÍCULO 1 / LEY 2014
DE 2019 – ARTÍCULO 2

406
NULIDAD ELECTORAL CONTRA ACTO DE ELECCIÓN DEL
REPRESENTANTE DE LAS COMUNIDADES NEGRAS ANTE LA
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE CESAR, CONSEJO
COMUNITARIO DE LA COMUNIDAD NEGRA, GRUPO ÉTNICO,
AFRODESCENDIENTE, ENFOQUE DIFERENCIAL

EXTRACTO No. 32

RADICADO: 11001-03-28-000-2020-00053-00 (2020-00057-00)


FECHA: 03/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Juan Aurelio Gómez Osorio y Hermes Leonidas Molina
Osorio
DEMANDADO: José Tomás Márquez Fragozo - Representante principal
de las comunidades negras del Consejo Directivo de Corpocesar
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala determinar si


el acto de elección del señor JOSE TOMÁS MÁRQUEZ FRAGOZO
como representante principal de las comunidades negras en el
consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional de Cesar -
CORPORCESAR para el período 2020-2023, contenida en el Acta No. 01
de 13 de febrero de 2020 está viciado de nulidad, con fundamento en lo
previsto en los artículos 275 numerales 4 y 5 y artículo 137 del CPACA,
para lo cual se deben resolver los siguientes temas: (i) el procedimiento
de elección del representante de las comunidades negras ante las
Corporaciones Autónomas Regionales; para proceder a resolver cada
uno de los cargos en el siguiente orden: (ii) Si de la interpretación de
los requisitos contenidos en el artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076
de 2015, el candidato debe ser miembro del consejo comunitario que
lo postula o si basta con que sea miembro de la comunidad negra
independientemente del consejo que realice su inscripción; (iii) si las
candidaturas de los señores Walter Rafael Mojica Serna, José Luis
Cabas Zambrano, Edward Enrique García Mayorga y María Beatriz
Torres Daza, excluidas por parte del Comité de Revisión y Evaluación
de fecha 5 de febrero de 2020 requería motivación y ello no se hizo; (iv)
si la decisión del Comité de Revisión y Evaluación de fecha 5 de febrero
de 2020 que excluyó a los consejos comunitarios representados por

407
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

los señores María Beatriz Torres Díaz, Ana Beatriz Puerta Polo, Deiner
Gutiérrez Guerra, Julio Alberto De La Hoz Fontalvo, Lorena Sanguino
Ortiz, Elkin Daniel Rojas Parra, Luz Damelys Maestre Gil y Jaime Luis
Cuadro Vásquez es ilegal, en tanto no reconoció la representación que
recaía en el presidente de la junta del Consejo Comunitario respectivo,
conforme a la autonomía organizacional para ejercer el derecho al
voto. Así mismo, si se presenta similar irregularidad en el caso del
Consejo Comunitario “El Aceituno” por cuanto el referido comité no
tuvo en cuenta el acto de renovación de la representación legal; (v) si la
postulación de la candidatura del accionado realizada por los Consejos
Comunitarios El Joche; Juana Caro; Wilman Andrés Aguelles; Ángela
Olano Pérez; Marín Abad García Moreno; Ernesto Guillén Benjumea;
Zapatosa Cesar Concomuza; Roberto Carvajal Medina; y Arcilla
Cardón y Tuna cumplió con los requisitos legales para validarla; y (vi)
si el día de la elección del demandado, CORPOCESAR obstaculizó el
derecho al voto del Consejo Comunitario “Pita Limón Estilita Pernett”,
representado por la señora Estilita González Otálora, quien habría
presentado la documentación respectiva para la sustitución del señor
Dagoberto Torres González, representante legal de la comunidad que,
por razones personales, no pudo asistir a la elección.

TESIS 1: El artículo 55 transitorio de la Constitución Política de 1991


impuso al Congreso de la República la obligación de expedir, dentro
de los dos años siguientes a su vigencia, una ley, por medio de la cual
se reconociera a las comunidades negras el derecho a la propiedad
colectiva sobre los territorios que tradicionalmente habían sido
ocupados por éstas. En cumplimiento de este mandato, el Legislador
aprobó la Ley 70 de 1993, con la que reguló las generalidades del
procedimiento para la adjudicación de los territorios colectivos.
En el artículo 5° ibídem, se estableció como presupuesto para el
reconocimiento de este tipo de propiedad, la constitución de consejos
comunitarios por parte de las comunidades negras, de acuerdo con
los lineamientos erigidos por parte del Gobierno Nacional. Con ese
propósito, el Ejecutivo expidió el Decreto N°. 1745 de 1995, en cuyo
contenido se consagró como derrotero a tener en cuenta que una
comunidad negra podía implementar la figura del Consejo Comunitario.
(…). En esa línea, el Decreto 1745 de 1995 determinó la estructura
institucional de los consejos comunitarios, al prescribir que estarían
conformados por: (i) una Asamblea General, compuesta por todos los
miembros de la comunidad afro, y (ii) por una Junta Directiva encargada
de la dirección, coordinación, ejecución y administración de los consejos

408
comunitarios, organizada de acuerdo con las particularidades propias
de cada comunidad. Igualmente, se dispuso que los miembros de la
Junta del Consejo Comunitario fueran elegidos por los integrantes de la
Asamblea para períodos de tres (3) años contados a partir del 1° enero
de 1996, y cuya designación debía ser registrada ante los alcaldes de
los municipios en los que se asientan las comunidades. El Decreto 1745
de 1995 contempló a la vez que cada consejo comunitario dispondría
de un representante legal. (…). Pero además del procedimiento para
la adjudicación del territorio colectivo, la Ley 70 de 1993 consagró
en su artículo 56 que las comunidades negras tenían derecho a que
uno de sus representantes hiciera parte de los consejos directivos
de las Corporaciones Autónomas Regionales, de conformidad con el
procedimiento de elección que expidiera el Congreso. (…). La última
de las normas reglamentó los siguientes temas: (i) términos de la
convocatoria para la elección; (ii) requisitos para la participación de
los consejos comunitarios en el trámite de designación. Allí, permitió
que estos intervinieran a través de su voz y voto, e incluso mediante
la postulación de candidaturas; (iii) la creación de un comité para la
revisión y verificación de las exigencias requeridas para participar en
la designación; (iv) el período del cargo de representante; y (v) las faltas
absolutas y temporales de aquel, así como la forma para suplirlas.

TESIS 2: La parte actora sostiene que el acto declarativo de la elección


del demandado infringió el literal c) del artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto
N°. 1076 de 2015, pues su candidatura para la representación de las
comunidades negras ante el Consejo Directivo de CORPOCESAR fue
avalada por consejos comunitarios de los cuales no era miembro. En
sentir de los demandantes, la norma relacionada tan solo permite que
las comunidades negras postulen los nombres de los integrantes
pertenecientes a ellas. (…). [D]entro del acervo probatorio se puede
afirmar que está demostrado que el señor (…) fue postulado para ser
representante principal de las comunidades negras ante el Consejo
Directivo de la Corporación Autónoma Regional de Cesar –
CORPOCESAR-, para el período institucional 2020-2023, por los
consejos comunitarios: (i) ROBERTO CARVAJAL MEDINA, (ii) JUANA
CARO, (iii) WILMAN ANDRÉS ARGUELLES YÉPEZ, (iv) ÁNGELA OLANO
PÉREZ, (v) MARTÍN ARAD GARCÍA MORENO y (vi) ARCILLA, CARDÓN Y
TUNA. En cuanto a estos consejos comunitarios, por cumplir con los
requisitos del artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015, el Comité
de Revisión y Evaluación, con acta del 5 de febrero de 2020, no solo
avaló la postulación que hicieron del demandado; sino también, los

409
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

habilitó para participar en la elección del representante principal y


suplente de las comunidades negras ante el Consejo Directivo de la
Corporación Regional del Cesar 2020-2023. Teniendo claro lo anterior,
y que la regulación legal en materia de postulación tan solo indica que
el candidato debe ser miembro de la comunidad afrodescendiente, sin
precisar que deba pertenecer al consejo comunitario que lo postule,
como se lee a lo largo del ARTÍCULO 2.2.8.5.1.2. del Decreto 1076 de
2015, es necesario remitirse a los estatutos de los postulantes, por lo
que, procede la Sala a establecer si los mentados consejos comunitarios
podían postular a una persona, con la sola acreditación de que hace
parte de la comunidad afrodescendiente de la jurisdicción del Cesar,
para que fuera candidato a representante ante el Consejo Directivo de
la CORPOCESAR, morigerando así el requisito de pertenencia al consejo
comunitario postulante. (…). Revisados los reglamentos que adjuntaran
los cinco consejos comunitarios referidos, en respuesta a los oficios
enviados por el Despacho sustanciador, se encuentra que en ninguno
se señaló como requisito especial que deba cumplir el postulado, ni se
precisa que quien se postule como representante de las comunidades
negras ante el consejo directivo de CORPOCESAR debe ser miembro
del consejo comunitario que candidatiza y materializa la aspiración de
la persona a ser representante de las comunidades afrodescendientes
ante el Consejo Directivo. Por consiguiente, al no existir en los 5
reglamentos de los consejos comunitarios alguna limitación para que
solo sean candidatizados miembros inscritos por cada consejo
comunitario, se debe valorar la legalidad de la postulación del
demandado retomando los parámetros señalados por el artículo
2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015, literal c), a fin de verificar la
censura de incumplimiento de la normativa superior. La norma en
comento indica que se debe allegar una certificación en original o
copia del documento en el cual conste la designación del miembro de
la comunidad postulado como candidato, sin que exija que sea objeto
de expedición por uno de los órganos de dirección específico que
gobierne al consejo comunitario. (…). Se tiene entonces que los consejos
comunitarios que aspiren a participar en la elección del representante
y suplente, ante el Consejo Directivo, allegarán a la corporación
autónoma regional respectiva, los siguientes documentos, entre otros:
original o copia del documento en el cual conste la designación del
“miembro de la comunidad postulado” como candidato. En ese sentido,
se impone como único requisito para postular, que la persona sea
miembro de la comunidad, es decir que conceptualmente la norma
superior se afinca en un sustantivo amplio alusivo a la comunidad

410
afrodescendiente o negra de la respectiva jurisdicción que
geográficamente constituyen el ecosistema y conforman la unidad
geopolítica, biogeográfica e hidrogeográfica, que es en últimas, la
teleología de las normas o regulaciones que buscan una protección
para las minorías, entendidas como un todo, para no atomizarlas en
subgrupos y vulnerar la fortaleza que las medidas han buscado
imbuirles, de ahí que no se señale focalización en cuanto se trate de
miembro del consejo comunitario que lo postula y perteneciente a la
jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional. Lo anterior tiene su
origen, en la protección que introdujo la Constitución Política de 1991,
al reconocer y proteger la diversidad étnica y cultural de la Nación
colombiana (art. 7) y otorgar espacios de participación concretos a las
comunidades indígenas y afrodescendientes –además de los
establecidos para los colombianos en general-. (…). Al respecto se
resalta, a título pedagógico, los argumentos esbozados en la aclaración
de voto de la Sentencia C-484 de 1996 (…), en el cual señala que la
expedición de este tipo de normas que establecen distinciones, tiene
como propósito contrarrestar las desigualdades que se presentan en
la sociedad, las cuales son medidas de diferenciación positiva que
colocan a grupos determinados en condiciones más ventajosas que
rigen a la generalidad, para facilitarle su supervivencia o superar
condiciones desfavorables. (…). Dentro de ese grupo de personas a
favorecer se encuentran las comunidades negras, y acorde con el
Convenio 169 de la O.I.T., las personas que se identifican como
miembros deben cumplir dos requisitos: “(i) Un elemento “objetivo”, a
saber, la existencia de rasgos culturales y sociales compartidos por los
miembros del grupo, que les diferencien de los demás sectores
sociales, y (ii) un elemento “subjetivo”, esto es, la existencia de una
identidad grupal que lleve a los individuos a asumirse como miembros
de la colectividad en cuestión”. Valga recordar que en la legislación
colombiana, el concepto de “comunidad negra” – o afrodescendiente-
se encuentra definido en el numeral 5º del artículo 2º de la Ley 70 de
1993 como “el conjunto de familias de ascendencia afrocolombiana
que poseen una cultura propia, comparten una historia y tienen sus
propias tradiciones y costumbres dentro de la relación campo-poblado,
que revelan y conservan conciencia de identidad que las distinguen de
otros grupos étnicos”. (…). De otro lado, según la misma jurisprudencia
Constitucional, pertenecer a una comunidad no está dado por ningún
atributo concreto y aunque existen algunos criterios descriptivos, el
más relevante es la autoidentificación, es así como, las comunidades
étnicas y culturalmente diversas “cuentan con autonomía para fijar

411
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

criterios de pertenencia a las mismas”. (…). Por lo que, descendiendo al


caso en estudio, la pertenencia a la comunidad étnica correspondiente
es una condición que ostenta el demandado y que la parte actora
reconoce, o mejor no cuestiona ni desconoce. Así que normativamente,
el accionado contaba con la legitimación –entendida en sentido amplio-
para potencialmente aspirar a la dignidad que se discute, en tanto
pertenece a la comunidad afrodescendiente de la respectiva
jurisdicción del ente autónomo, adecuándose a la teleología de la
norma antes referida. Es más, ello se encuentra reforzado entonces
con el hecho de que el señor (…) , hace parte del Consejo Comunitario
“Los Cardonales” de la jurisdicción de CORPOCESAR, por lo que su
postulación por otros consejos comunitarios de la misma jurisdicción,
en nada afectaría conforme al Decreto 1076 de 2015, la regulación que
regenta el asunto, para ser elegido representante de las comunidades
afrodescendientes ante el consejo directivo de la Corporación,
demostrando su calidad de pertenencia a las comunidades negras del
departamento del Cesar. Acorde con lo anterior, de cara a la normativa
vista y a las consideraciones expuestas, esta censura no tiene vocación
de prosperidad, pues para la Sala se permite que los consejos
comunitarios postulen a miembros de la comunidad negra de la
respectiva jurisdicción que abarca CORPOCESAR, sin que la normativa
limite o restrinja a que deban ser miembros exclusivos de cada consejo
comunitario, pues en últimas el elegido como representante ante el
Consejo Directivo del ente autónomo, representará a comunidad negra
en general asentada en el territorio de que se trate y no al consejo
comunitario del que hace parte, por lo que ambas circunstancias
modales resultan claramente escindibles, aunque se armonizan para
aspectos probatorios, como se explicó en precedencia y concurren
cuando se trata de acreditar la inscripción de quien pretende
candidatizarse para la dignidad de representante de la etnia en el
Consejo Directivo de las corporaciones autónomas. De tal suerte, que
no se evidencia el incumplimiento del requisito glosado por la parte
actora respecto de la postulación del demandado por otros consejos
comunitarios, en atención a que un aspecto es que sea afrodescendiente
y otro que el aval –entendido como expresión en sentido amplio- pueda
otorgarlo cualquiera o varios consejos comunitarios de la respectiva
jurisdicción sin que se imponga su pertenencia en el que lo postula.

TESIS 3: La parte actora manifestó que el Comité de Revisión y


Evaluación de CORPOCESAR, encargado de verificar el cumplimiento
de los requisitos de participación en los procedimientos de elección

412
del representante afrodescendiente ante el consejo directivo, rechazó,
con acta de 5 de febrero de 2020, las candidaturas de los señores
Walter Rafael Mojica Serna, José Luis Cabas Zambrano, Edward
Enrique García Mayorga y María Beatriz Torres Daza, sin motivación
alguna. Revisado el material probatorio aportado al expediente, la
Sala advierte que, contrario a lo sostenido por la parte accionante, la
exclusión de las 3 primeras candidaturas (señores Mojica Serna, Cabas
Zambrano y García Mayorga) contó con un fundamento jurídico en el
acta de 5 de febrero de 2020, relacionado con el incumplimiento del
mandato establecido en el literal c) del artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto
N°. 1076 de 20150, que obligaba a los citados ciudadanos a allegar
en original o copia el documento en el que constara su designación
como candidato de la comunidad postulante. En efecto, el Comité de
Revisión y Verificación de CORPOCESAR encontró que las habilitaciones
ofrecidas a cada uno de ellos por parte de las asambleas generales
extraordinarias realizadas por los respectivos consejos comunitarios,
tan solo los autorizaban a participar con voz y voto en el procedimiento
de elección del representante de las comunidades negras ante el
Consejo Directivo de CORPOCESAR, período 2020-2023; pero no a
postularse como candidatos para aspirar a dicha dignidad. (…). Acorde
con lo anterior, y una vez revisados los medios de convicción arrimados
a este expediente, se desprende que el rechazo de las candidaturas de
los señores Walter Rafael Mojica Serna, José Luis Cabas Zambrano y
Edward Enrique García Mayorga sí dispuso de una motivación clara
y expresa en el acta de revisión suscrita por el Comité encargado
de la verificación de los requisitos de intervención en el seno de
CORPOCESAR, por cuanto los consejos comunitarios no allegaron
documento sobre la designación y/o postulación como candidatos por
el consejo comunitario avalador de la candidatura, en los términos
del literal c), artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015. Ahora bien,
observadas las actas de las asambleas generales extraordinarias
efectuadas por los consejos comunitarios representados por los
referidos ciudadanos, con las que la parte actora pretendería
demostrar los errores en los que habría posiblemente incurrido el
Comité de Evaluación de CORPOCESAR al analizar las habilitaciones
ofrecidas a éstos, la Sala resalta que, los documentos aducidos no
conllevan a esta conclusión por dos razones fundamentales. En primer
lugar, por cuanto, de las actas de las asambleas extraordinarias de
los consejos comunitarios “AMADA CABAS GUITIERREZ”, “ALEJO
DURÁN”, “NEGRA CIPRIANA” se colige que los señores José Luis
Cabas Zambrano, Walter Rafael Mojica Serna y Edward Enrique García

413
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Mayorga respectivamente, solo fueron facultados para participar en la


elección cuestionada mediante el derecho al voto, pero no a entender
que ellos podrían postular su nombre como candidatos en la puja por
obtener la representación de la comunidad ante el Consejo Directivo,
razón por la cual su exclusión se hizo conforme a lo consagrado en
la norma regente de la postulación, sin que se advierta violación a la
norma en que debería fundarse o se demuestre que la exclusión haya
sido falsamente motivada, como se indicó en las censuras respectivas.
No sucede lo mismo con el caso del consejo comunitario “ENUEMIA
MARGARITA HINOJOSA GONZÁLEZ”, representado por la señora María
Beatriz Torres Díaz, en tanto, a diferencia de los tres candidatos
antes referidos, ella sí acreditó haber sido designada representante
legal y haber sido autorizada como candidata para representar a la
comunidad negra ante la mesa directiva de la Corporación, como lo
acreditó, al momento de la inscripción, con las actas de las asambleas
extraordinarias llevadas acabado por el consejo comunitario referido.
(…). Para la Sala, es clara y expresa la voluntad de los miembros del
consejo comunitario “ENUEMIA MARGARITA HINOJOSA GONZÁLEZ”
de elegir a la señora María Beatriz Torres Díaz como candidata a
representante de las comunidades negras ante el Consejo Directivo
de la Corporación Regional del Cesar –CORPOCESAR-, por lo que
carece de fundamento legal la exclusión de su aspiración por parte
del Comité de Revisión y Evaluación, quien basó su decisión en que
“Tampoco cumple con el requisito de allegar el documento en el cual
conste la designación de miembro de la comunidad postulado como
candidato. Literal c), artículo 2.2.8.5.1.2. D. 1076 de 2015”, cuando dicho
requisito sí fue cumplido al momento de la inscripción. Lo anterior
permite establecer una indebida valoración atribuible al Comité de
Verificación de la documentación en lo que se relaciona con el rechazo
de la candidatura de la señora María Beatriz Torres Díaz, circunstancia
que incide negativamente en el acto de elección demandado y que
si bien, en principio, podría generar la declaratoria de nulidad, se
requiere analizar un aspecto adicional y es que conforme al informe
de verificación su postulación adolecía de otro cumplimiento. (…).
Finalmente, se itera que en relación con las postulaciones de la parte
actora frente a la supuesta ilegalidad de la exclusión de los señores
Walter Rafael Mojica Serna, José Luis Cabas Zambrano y Edward
Enrique García Mayorga no tiene vocación de prosperidad.

TESIS 4: La parte actora también cuestiona la decisión del Comité de


Revisión y Evaluación de la documentación relacionada con la elección

414
del representante de las comunidades negras ante el Consejo Directivo
de CORPOCESAR, período 2020-2023, consistente en la exclusión de
los consejos comunitarios representados por los señores María Beatriz
Torres Díaz, Ana Beatriz Puerta Polo, Deiner Gutiérrez Guerra, Julio
Alberto De La Hoz Fontalvo, Lorena Sanguino Ortiz, Elkin Daniel Rojas
Parra, Luz Damelys Maestre Gil y Jaime Luis Cuadro Vásquez. [L]a Sala
manifiesta que revisadas las certificaciones aducidas por cada uno de
los consejos comunitarios en el procedimiento de elección censurado,
se advierte que ellas dan cuenta de la ubicación territorial y del registro
de inscripción de la junta ante la alcaldía correspondiente, sin identificar
a su representante legal; sin embargo, una vez revisado los
antecedentes administrativos del acto de elección se encontró que de
los nueve (9) consejos que según la parte demandada fueron excluidos
de forma ilegal, ocho (8) lo fueron en razón a que en las certificaciones
expedidas por las alcaldías municipales de Chiriguaná, Valledupar y la
Jagua de Ibirico no se indicó el nombre representante legal del consejo
comunitario, sin embargo, en el mismo momento de la inscripción,
aportaron las actas de las respectivas asambleas extraordinarias,
donde fueron designados como representantes legales de sus consejos
y autorizados para que votaran y hablaran por toda la comunidad el día
de las elecciones. (…). Para la Sala es claro, que en los casos señalados
(…), en las certificaciones expedidas por las alcaldías municipales de
Chiriguaná, Valledupar y la Jagua de Ibirico, la persona que fue inscrita
como presidente de la Junta Directiva de los consejos comunitarios,
ejercía también la representación legal, por lo que, es posible que las
alcaldías omitieran hacer dicha precisión, sin que para la Sala ello
melle dicha representatividad. Es más, dentro de lo acontecido en este
asunto y como se observa de las pruebas, por ejemplo, en el caso de la
alcaldía la Jagua de Ibirico, los cinco (5) consejos comunitarios
pertenecientes a dicho municipio, las certificaciones presentan la
misma omisión en su contenido, ya sea porque en el formato utilizado
por la municipalidad se omitiera señalar quién fungía como
representante legal o no se precisara que el presidente de la Junta
ejercía también su representación legal, pero no por ello se encuentra
vicio, en tanto existen probanzas que complementan la información.
(…). Se precisa, que el artículo 2.2.8.5.1.2 del Decreto 1076 de 2015
señala una fase de inscripción, en la cual los Consejos Comunitarios
interesados en participar de la convocatoria, como electores y
postulantes de candidatos, deberán allegar con su inscripción todos
los documentos, que acrediten su existencia y representación, a más
tardar, 15 días antes de la fecha prevista para la designación, como lo

415
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

dispone el artículo, (2.2.8.5.1.4.). Entre los documentos que se deben


allegar se prescribe: a) Certificado expedido por el alcalde municipal
correspondiente, en el que conste la ubicación del Consejo Comunitario,
la inscripción de la Junta y de su representante legal; b) certificado
expedido por el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, lNCODER,
sobre la existencia de territorios colectivos legalmente titulados o en
trámite de adjudicación a las comunidades negras de la respectiva
jurisdicción; y c) original o copia del documento en el cual conste la
designación del miembro de la comunidad postulado como candidato.
Pues bien, esta Sala Electoral no desconoce que el decreto en mención,
señala de forma taxativa, que en la certificación que expida la alcaldía
municipal debe constar la inscripción de la Junta y del representante
legal del consejo comunitario, situación que en estricto rigor no se
cumplió; sin embargo, en el caso concreto, no es posible que se
desconozca que los consejos, junto con la certificación de la alcaldía,
adjuntaron el acta de la asamblea extraordinaria donde consta que las
personas que fueron denominadas como presidentes del consejo
comunitario son realmente los representantes legales. Lo anterior
cobra sentido si se tiene en cuenta lo señalado en el parágrafo 1º del
artículo 2.5.1.2.9 del Decreto 1066 de 2015, que compiló lo reglado en
el Decreto 1745 de 1995, (…) donde precisa que el acta de elección de
la Junta del Consejo Comunitario constituirá documento suficiente
para los efectos de representación legal. [E]s necesario recordar que la
Constitución Política de 1991, en su propósito de reconocer y proteger
una identidad nacional diversa, con vocación pluralista y multicultural,
creó un nuevo sujeto colectivo de derechos: los grupos étnicos, entre
los cuales están los afrocolombianos, con el fin de brindarles una
especial protección constitucional a fin de revertir las circunstancias
de discriminación, marginación y sometimiento a las que
tradicionalmente han estado sometidos, la cual se vio reflejada, como
se mencionó al estudiar el cargo anterior, en el artículo 55 transitorio
superior, con mandatos de no discriminación por motivos de raza y
protección especial de estos grupos vulnerables. Por su parte, la Corte
Constitucional se ha pronunciado para que el Estado adopte las
medidas de especial protección frente a este grupo de población
vulnerable que, históricamente, ha sido marginado y excluido de los
beneficios del desarrollo. (…). En este sentido, se construyó una línea
jurisprudencial sobre la implementación del enfoque diferencial y las
acciones afirmativas en favor de las personas pertenecientes a este
grupo étnico para hacer efectivos sus derechos fundamentales, con el
propósito de superar la brecha existente, como colectivo minoritario

416
frente a la mayoría de la población, lo que significa que cualquiera de
las normas que afecten sus prerrogativas, debe ser interpretada, de
modo tal, que en su aplicación se otorgue el mayor ámbito de protección
a su dignidad, autonomía y libertad, en salvaguarda de su identidad
cultural y sus intereses colectivos, como por ejemplo, la protección del
medio ambiente en sus territorios, posición que ha sido respetada y
aplicada esta Sección. En ese marco, el tribunal constitucional aclaró
que el enfoque diferencial opera como concreción del mandato del
artículo 13 superior de tratar igual a los iguales y diferente a los
desiguales, en procura de favorecer a quienes se encuentran en
situación de desventaja, inferioridad o debilidad manifiesta, para
efectos de alcanzar su igualdad material. (…). En este orden de ideas,
se reafirma que Colombia es un Estado social y democrático de
derecho, participativo y pluralista, que promueve el respeto y los
derechos de los diferentes grupos sociales que integran la Nación, por
lo que las autoridades deben brindar especial protección a las minorías
étnicas, como ocurre con la población afrodescendiente. Por lo tanto,
cuando se trata de definir sus derechos o aplicar el ordenamiento
jurídico que involucren a estas personas, las autoridades
administrativas como judiciales tienen el deber de aplicar a su favor, el
enfoque diferencial étnico, que se traduce en maximizar las garantías
y la protección institucional, a fin de abolir los patrones de discriminación
existentes en su contra y de promover acciones afirmativas para su
inclusión social. En consonancia con lo anterior, para la Sala el Comité
de Revisión de CORPOCESAR desconoció la aplicación del enfoque
diferencial étnico, al no tener como válidas las certificaciones expedidas
por las alcaldías municipales y armonizarlas o darle completitud con
las actas de las asambleas extraordinarias que adosaron los propios
consejos comunitarios, en los que quedaba claro que quien fungía
como “presidente” lleva la representación legal de aquellos. Esa
omisión impidió que ejercieran su derecho de elegir a la persona que
los representaría ante el Consejo Directivo del ente autónomo y ello
evidencia una irregularidad que incidió en el proceso de elección del
demandado, pues fueron ocho (8) los consejos comunitarios excluidos
de la votación, teniendo una afectación sustancial en el resultado y, por
ende, es ineluctable que ese actuar preparatorio impactó de manera
trascendental al acto de elección demandado. En este punto, es
necesario recordar que la resolución del cargo anterior, en relación el
consejo comunitario “ENUEMIA MARGARITA HINOJOSA GONZÁLEZ”,
representado por la señora María Beatriz Torres Díaz, dependía del
resultado del análisis de este alegato, pues la señora Torres Díaz fue

417
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

deshabilitada como aspirante para representar a la comunidad negra


en el Consejo Directivo de CORPOCESAR en razón a que según el
Comité de Evaluación y Revisión no aportó i) la constancia de la
“designación del miembro de la comunidad postulado como candidato”,
requisito que se concluyó que sí cumplió y ii) la “certificación expedida
por el alcalde municipal correspondiente en la que conste la ubicación
del Consejo Comunitario, la inscripción de la junta y de su representante”
documento que está Sala considera válido al estar acompañado por el
acta de la asamblea extraordinaria que denota que la representación
legal recae sobre el presidente de la junta. Por contera, encuentra la
Sala que resulta de recibo la censura analizada. (…). Esta Judicatura
estima que tal y como lo alega el demandante reposa en el expediente
judicial documento que da cuenta de la renovación de la junta directiva
del Consejo Comunitario “El Aceituno” y de su representación legal de
12 de diciembre de 2019, que habría habilitado su participación dentro
del procedimiento de elección acusado. No obstante, la Sala destaca
que el análisis del acta de elección identificada por el actor no permite
establecer que ella hubiere sido allegada en el marco del procedimiento
de elección del accionado –para convalidar la intervención de dicha
comunidad negra–, pues su lectura lleva tan a solo a determinar que
este documento fue presentado el 17 de diciembre de 2019 ante la
Alcaldía de Valledupar –Cesar– para la correspondiente inscripción de
las novedades decididas, de conformidad con el parágrafo 1° del
artículo 9° del Decreto N°. 1745 de 1995 y tampoco reposa dentro de
los antecedentes del acto acusado allegados por CORPOCESAR, por lo
que, no se puede afirmar que la entidad tuvo conocimiento de la
renovación o que dicho documento fue presentado dentro del término
correspondiente para tal fin (fase de inscripción). En consecuencia,
esta parte de la censura de violación no resulta de recibo.

TESIS 5: La parte accionante acusó la decisión del Comité de Revisión


de CORPOCESAR, contenida en el acta de 5 de febrero de 2020,
consistente en aceptar la postulación de la candidatura del demandado
hecha por los Consejos Comunitarios Juana Caro, Roberto Carvajal
Medina, Wilman Andrés Arguelles Yepes, Ángela Olano Pérez y Marín
Abad García Moreno, a pesar de que en el marco del procedimiento
de elección censurado no habían demostrado la realización de la
asamblea general que como único órgano competente para ello hubiera
impartido al efecto la autorización para candidatizar al accionado.
(…). La Sala observa que, además de la certificación expedida por los
diferentes alcaldes municipales de los territorios donde se asientan los

418
mencionados consejos comunitarios, éstos suministraron documentos
con los que pretendieron dar validez a la designación como candidato
del demandado. (…). De conformidad con lo anterior, esta Judicatura
advierte que, a la manera como fuera expuesto por la parte actora,
la postulación del demandado no fue realizada por las asambleas
generales de los Consejos Comunitarios enlistados, sino tan solo por sus
representantes legales, como se colige de la lectura detallada del aparte
reproducido. Empero, debe manifestarse que, de la revisión detallada
de la normativa que regula la materia lleva a concluir, por un lado, que
la designación del candidato a la elección del representante legal de
las comunidades afro ante el consejo directivo de las corporaciones
autónomas regionales no fue atribuida reglamentariamente a la
Asamblea; por otro, la postulación tan solo debe consignarse en un
documento, y no en un acta, como lo busca el demandante. En lo que
se relaciona con el primero de los argumentos, la Sala destaca que un
examen detallado del artículo 6° del Decreto N°. 1745 de 1995, que
reguló el catálogo de funciones de las asambleas generales de los
consejos comunitarios, permite sostener que las electorales asignadas
a este órgano se circunscriben a la (i) determinación de las personas
que deben presidirla; (ii) elección de los miembros de la junta directiva;
(iii) decidir sobre los temas que por mandato de dicho decreto y los
reglamentos internos de la comunidad sean de su competencia; (iv) así
como a la designación del representante legal de la comunidad negra,
sin que se desprenda de ello la postulación de los candidatos para
la elección de su representante ante las corporaciones autónomas
regionales, por lo que, tal designación no quedó de forma concreta en
cabeza de la asamblea. (…). En ese sentido, se advierte que no existe
dentro del reglamento de los consejos comunitarios estudiados, una
disposición expresa sobre cómo postular a su candidato ante la junta
directiva de CORPOCESAR, como tampoco se encuentra relacionada
como competencia ni de la asamblea general ni del representante
legal, ni de la Junta, por lo que se indicará que la censura no es de
recibo porque la atribución no está asignada a la asamblea como lo
pretende y glosa la parte actora al sustentar la necesaria validación
de la candidatura por parte de la asamblea general. Al mismo tiempo,
la Sala no encuentra razón para descalificar por ilegal la postulación
de candidatos por parte del representante legal, aunado a que esta
Judicatura resalta que, a las voces del literal c) del artículo 2.2.8.5.1.2
del Decreto N°. 1076 de 2015, la candidatura que efectúan los consejos
comunitarios deberá consignarse en un documento en la que conste
la postulación del miembro de la comunidad que se pretende postular,

419
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

sin que indefectiblemente se trate o se exija que sea el acta suscrita


por los miembros de su asamblea general. (…). Es claro que si bien la
postulación podría constar en un acta de asamblea, esa posibilidad,
conforme a la norma en cita no necesariamente ni de manera
obligatoria debe contenerse en esta, pues de cara a lo regulado,
encuentra viable y acorde a derecho que se acredite a través de un
documento sin calificarlo de acta del máximo órgano, por consiguiente,
el cargo no tiene vocación de prosperidad, conforme a los términos
incoados por la parte actora, pues no se puede nulitar el acto a partir de
la imposición de requisitos adicionales a los señalados en la normativa
que regula la materia. Finalmente, tampoco se advierte de la norma
superior ni de los reglamentos de los consejos comunitarios que se
asigne a la asamblea un trámite de validación de la candidatura, por
ende mal podría el operador judicial, declarar nulo el acto de elección
por una imposición que no se contiene en norma superior.

TESIS 6: La Sala precisa que una vez revisados los antecedentes del
acto de elección y el material probatorio recaudado, se evidenció que el
poder del cual hace alusión la parte actora no reposa como prueba, por
lo que es imposible determinar si se cumplía o no con los requisitos
legales para que la señora Estilita González Otálora, sustituyera como
representante legal del Consejo Comunitario Pita Limón Estilita Pernett
al señor Dagoberto Torres González. De igual forma, una vez revisada
la certificación dada por la alcaldía del municipio de San Martín no
se evidenció que la señora González Otálora estuviese inscrita como
suplente del representante legal, acorde con lo señalado en el artículo
2.2.8.5.1.5. del Decreto 1076 de 2015, pues solo figura la inscripción
de la junta, de la que tampoco hace parte, y del representante legal,
es decir el señor Dagoberto Torres González. (…). Por lo que, ante la
imposibilidad de valorar el poder no es posible evidenciar la vulneración
de los derechos del consejo comunitario, este cargo no prospera. Por
otro lado, en cuanto a lo señalado por la Corporación, en sus alegatos
de conclusión, relacionado con que la elección o designación del
representante de las Comunidades Negras no la hace la Corporación
Autónoma, sino las comunidades negras reunidas para ese fin, por
lo que, ese es acto el demandable y no el acta que lo registró (Acta
de elección 001 del 13 de febrero de 2020), la Sala precisa que ese
tipo de alegaciones debieron ser presentadas en etapas anteriores,
pues si bien descorrieron traslado de la solicitud de medida cautelar,
no contestaron la demanda y solo se pronunciaron nuevamente en la
etapa de alegaciones, cuando ya no era el momento procesal, por lo
que, dicho argumento no será estudiado.

420
TESIS 7: De acuerdo con las consideraciones de esta providencia,
la Sala declarará la nulidad de la elección del señor (…), como
representante principal de las comunidades negras ante el consejo
directivo de CORPOCESAR, al constatar que: i) La exclusión de la
postulación de señora María Beatriz Torres Díaz como representante
de las comunidades negras ante el Consejo Directivo de la Corporación
Regional del Cesar –CORPOCESAR-, por parte del consejo comunitario
“ENUEMIA MARGARITA HINOJOSA GONZÁLEZ”, se produjo de forma
irregular, pues el Comité de Revisión y Evaluación, basó su decisión
en que “Tampoco cumple con el requisito de allegar el documento en
el cual conste la designación de miembro de la comunidad postulado
como candidato. Literal c), artículo 2.2.8.5.1.2. D. 1076 de 2015”,
cuando dicho requisito sí fue cumplido al momento de la inscripción,
como consta en los antecedentes aportados por la Corporación.
Lo mismo acontece con el supuesto incumplimiento en adosar la
“certificación expedida por el alcalde municipal correspondiente en
la que conste la ubicación del Consejo Comunitario, la inscripción de
la junta y de su representante” del literal a) ejusdem, como se indica
en el siguiente predicado. ii) La decisión tomada por el Comité de
Revisión y Evaluación, el 5 de febrero de 2020 de excluir a los consejos
comunitarios representados por los señores María Beatriz Torres
Díaz, Ana Beatriz Puerta Polo, Deiner Gutiérrez Guerra, Julio Alberto
De La Hoz Fontalvo, Lorena Sanguino Ortiz, Elkin Daniel Rojas Parra,
Luz Damelys Maestre Gil y Jaime Luis Cuadro Vásquez, desconoció
la aplicación del enfoque diferencial étnico, al no tener como válidas
las certificaciones expedidas por las alcaldías municipales, máxime,
cuando los consejos demostraron con las actas de las asambleas
extraordinarias que el denominado “presidente” es quien funge
realmente como representante legal, impidiendo que ejercieran su
derecho de elegir a la persona que los va a representar ante la junta
directiva de la Corporación. Acorde con lo anterior, encuentra la Sala
Electoral que por vicios en el procedimiento de elección que resultan
transcendentes en la expedición del acto de elección demandado,
se impone declarar la nulidad de la elección del señor JOSÉ TOMÁS
MÁRQUEZ FRAGOZO en calidad de representante principal de la
comunidades negras en el Consejo Directivo de CORPOCESAR, para el
período 2020-2023. No obstante, se precisa respecto de la pretensión
segunda incoada dentro del vocativo 00053, (…), que al no ser una
elección por voto popular demandada por causales objetivas, al juez de
la nulidad electoral no le corresponde indicar sobre quién recae suplir
la vacancia absoluta del cargo devenida de la declaratoria de nulidad

421
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

electoral, pues aquella pretensión no corresponde a las consecuencias


de la sentencia de nulidad, como lo pretendió la parte actora, pues
ello corresponde a la entidad a cargo, luego de surtir el trámite
administrativo electoral propio que debe acompañar a esta clase de
designación y de desarrollar en debida forma el proceso de elección
respectivo, ya que contrario a lo manifestado por CORPOCESAR, quien
en varias de sus postulaciones argumentó que no tenía injerencia
en el acto demandado, es sobre ella quien recae la observancia de
la regulación frente al proceso eleccionario, incluidos los actos
preparatorios y de verificación, a tal punto que la nulidad del acto
de elección, se originó por lo decidido por su Comité de Evaluación y
Revisión.

NORMATIVA APLICADA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 7 / CONSTITUCIÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 55
TRANSITORIO / LEY 70 DE 1993 – ARTÍCULO 2 NUMERAL 5 / LEY 70 DE 1993 –
ARTÍCULO 5 / LEY 70 DE 1993 – ARTÍCULO 56 / DECRETO 1745 DE 1995 – ARTÍCULO
3 / DECRETO 1745 DE 1995 – ARTÍCULO 6 / DECRETO 1745 DE 1995 – ARTÍCULO 8
/ DECRETO 1745 DE 1995 – ARTÍCULO 9 PARÁGRAFO 1 / DECRETO 1066 DE 2015
– ARTÍCULO 2.5.1.2.9 / DECRETO 1076 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.8.5.1.1 / DECRETO
1076 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.8.5.1.2 / DECRETO 1076 DE 2015 – ARTÍCULO
2.2.8.5.1.3 / DECRETO 1076 DE 2015 – ARTÍCULO 2.2.8.5.1.4 / DECRETO 1076 DE
2015 – ARTÍCULO 2.2.8.5.1.5

422
NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE ALCALDE
DISTRITAL, DEMOCRACIA POLÍTICA, DERECHO DE PARTICIPACIÓN
DEMOCRÁTICA, GRUPO SIGNIFICATIVO DE CIUDADANOS Y
DIFERENCIA CON PARTIDOS Y MOVIMIENTOS POLÍTICOS,
INSCRIPCIÓN DE CANDIDATURA ELECTORAL MEDIANTE FIRMAS
DE APOYO

EXTRACTO No. 33

RADICADO: 13001-23-33-000-2020-00018-01
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTES: Ángel Alberto Escorcia Pacheco y otros
DEMANDADO: William Jorge Dau Chamat - Alcalde de Cartagena de
Indias, período 2020-2023
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Corresponde a la Sala, con base en lo expuesto


por la apelante única (2020-00018), cuyos fundamentos de la alzada
solo se dirigen a cuestionar la validez y cumplimiento de los apoyos
suficientes para inscribir al candidato que resultó electo, resolver si
confirma, revoca o modifica la sentencia de primera instancia, para
lo cual deberá establecer si se presentaron irregularidades en el
procedimiento de validación de las firmas recogidas por el comité de
inscripción de la candidatura del demandado.

TESIS 1: La participación electoral, entendida en sentido amplio,


es decir, no sólo el derecho-deber del voto sino todo aquello que
implica la actividad electoral se relaciona estrechamente con la
legitimidad y la gobernabilidad, pues son presupuestos ínsitos de la
democracia y se debe incorporar a los distintos sectores sociales en
la construcción del proyecto político, con el fin de consolidar el rol
público y estratégico de la ciudadanía. (…). La Ley 130 de 1994 dispone
que es posible la inscripción de candidaturas mediante el apoyo de
firmas en movimientos sociales y los grupos de ciudadanos. Dentro
de esas previsiones sustanciales se mezclan aquellas que contribuyen
a la efectiva ejecución de ese derecho y es el aspecto atinente a la
logística y procedimientos necesarios para llevar a buen término la

423
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

inscripción del candidato, siendo entonces la organización electoral


la llamada a implementar las medidas para que se materialice en
la práctica la figura y a desarrollar la logística, como por ejemplo,
mediante la entrega de los formatos a los candidatos para recolección
de firmas. En consecuencia, esas manifestaciones para mantener el
orden democrático y garantizar el debido ejercicio del derecho político
en la modalidad de postulación de candidatos a elecciones populares
mediante la inscripción de candidaturas, potencializan el papel de la
Registraduría Nacional del Estado Civil y cobra importancia cuando se
trata de la inscripción mediante apoyos, en tanto es ella la llamada
a realizar la actividad de verificación de las firmas presentadas, lo
cual converge en la legitimidad de quienes en un primer estadio son
solo candidatos, pero con toda la posibilidad de legitimarse como
autoridades públicas si a ellos favorece el resultado de las justas
electorales.

TESIS 2: La Ley 130 de 1994, por la cual se dictó el estatuto básico


de los partidos y movimientos políticos, no efectúa una definición
exhaustiva de los grupos significativos de ciudadanos. (…). Así, la
diferencia principal entre los partidos y movimientos políticos con
las organizaciones sociales, los movimientos sociales y los grupos
significativos de ciudadanos, radica principalmente en su vocación de
permanencia.

TESIS 3: Aunque la inscripción de candidatos a las diferentes


elecciones han estado en el ordenamiento jurídico desde antaño,
como se lee del artículo 90 del Código Electoral cuando consagra ante
quién se debe inscribir la persona que aspira a participar en las justas
electorales (…), lo cierto es que en la dinámica de la democracia van
cambiando las formas como un aspecto como el que se analiza debe
adaptarse a la evolución histórica y política del país, en aras de dar
apertura a mayores mecanismos participativos, como en efecto lo es
la inscripción de candidatura por apoyo en firmas. En consonancia,
con esa evolución, el legislador de 1994, en el artículo 9 de la Ley 130
de 1994 (…), determinó dos modalidades para que los candidatos se
inscriban, ya sea con el aval de un partido o movimiento político con
personería jurídica reconocida por el Consejo Nacional Electoral, o por
medio de Grupos Significativos de Ciudadanos. Esta segunda opción,
(…), establece que quienes no cuentan o no desean el aval de un
movimiento o partido político, o prefieren crear su propio grupo político,
puedan hacerlo y aspirar a una curul o cargo uninominal cumpliendo

424
con los requisitos que estipula la ley para garantizar a los colombianos
diversidad de candidatos y programas políticos. (…). Posteriormente,
con el Acto Legislativo 1 de 2009 (…), se aprobó una reforma que en
lo general buscó depurar la práctica política de graves problemas de
corrupción suscitados por influencia ilegal de grupos al margen de
la Ley, y que en lo particular (…), reiteró la posibilidad de que grupos
significativos de ciudadanos inscriban candidatos, señalando una
serie de requisitos para que puedan obtener y mantener en el tiempo
la personería jurídica. (…). En esta dirección, el legislador expidió la
Ley 1475 de 2011 (…) regulando en el inciso cuarto del artículo 28
que para la inscripción de los candidatos postulados por los grupos
significativos de ciudadanos, además del respaldo popular que deben
acreditar mediante la recolección de firmas de apoyo a la candidatura
o lista, deben cumplir con unos requisitos en que: (i) la inscripción debe
efectuarse por un comité conformado por tres ciudadanos, el cual
debe registrarse ante la autoridad electoral correspondiente; (ii) este
registro debe efectuarse cuando menos con un mes de antelación a la
fecha prevista para el cierre de la inscripción respectiva, y en todo caso,
antes del proceso de recolección de firmas; y (iii) los formularios de
recolección de firmas deben contener tanto las fotos de los integrantes
del comité, como las de los candidatos a inscribir. (…). Lo anterior en
cuanto al marco constitucional y legal, pero es innegable que otros actos
contenidos en varias resoluciones han dado ilustración al tema, como
acontece con la Resolución 0757 de 2011 y su modificatoria la número
7541 de 2011, en las que se concreta el procedimiento de inscripción
para grupos de ciudadanos. Se resalta que en la motivación que sustentó
la Resolución 0757 de 2011, la Registraduría Nacional del Estado Civil
argumentó que en cumplimiento de uno de los pronunciamientos del
Consejo de Estado, se hacía necesario instrumentar el procedimiento
para la presentación, revisión y verificación de la autenticidad de los
respaldos o apoyos requeridos para la inscripción de las candidaturas
a Gobernadores, Alcaldes, Diputados, Concejales, Ediles o Miembros
de las Juntas Administradoras Locales - JAL, por parte de los grupos
significativos de ciudadanos. (…). De conformidad con la anterior, la
Registraduría Nacional del Estado Civil expidió la Resolución 0757 de 4
de febrero de 2011 (…) en la que precisó los criterios de validez de las
firmas presentadas, los requisitos mínimos que debían cumplir para
no ser anulados, la revisión de las mismas por parte de grafólogos
y, finalmente, supeditó la inscripción a la certificación que expedida
la Dirección de Censo Electoral. (…). Ambos actos administrativos
[resolución 644 y 1250 de 2015] fueron objeto de estudio por parte

425
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

de la Sección Quinta, en sentencia de 28 de abril de 2016, dentro


de la acción de nulidad de contenido electoral No. 11001-03-28-
000-2015-00024-00, en la cual se denegaron las pretensiones
anulatorias, por cuanto se encontró que se ajustaban a derecho. (…).
[E]n el año 2016, la RNEC expidió la Resolución 2473 de 31 de marzo
(…), acotando como motivo la preponderancia e importancia que tal
esquema de inscripción había alcanzado, como se lee de la motivación
en la que indicó que se requería de un grupo de trabajo específico y
focalizado que se encargue de todos los aspectos relacionados con el
proceso de revisión de firmas que presentan, entre otros, los grupos
promotores de ciudadanos que postulan candidatos de conformidad
con el artículo 40 Superior, la Ley 130 de 1994 y la Ley 1475 de
2014. Posteriormente, la Registraduría expidió la Resolución 15319
de 2018, con la cual reglamentó el procedimiento para el registro
de los comités inscriptores de candidaturas apoyadas por Grupos
Significativos de Ciudadanos, Movimientos Sociales y Promotores del
Voto en Blanco, así como la verificación de las firmas presentadas
por los mismos para las elecciones de Autoridades Locales donde se
eligen gobernadores, diputados, alcaldes, concejales y miembros de
las juntas administradoras locales. Concluye la Sala que es claro, que
la inscripción de candidatos con apoyos en firmas de los grupos de
ciudadanos tiene un tratamiento que le es propio y único y es que como
las candidaturas que postulan dependen de las firmas de apoyo, estas
deben ser verificadas exhaustivamente por el órgano competente,
es decir, por la RNEC a través de su Dirección del Censo Electoral y
cuyo resultado o certificación se convierte en condición suspensiva de
los efectos de la inscripción. Por ende, quien no alcance el mínimo
de firmas válidas reseñadas en la mentada certificación no puede
reputar a su favor una situación consolidada de inscripción aceptada.
(…). Valga resaltar que una vez revisado el acervo probatorio adosado
a los demás procesos acumulados, la Sección no advierte la existencia
de otras pruebas que nutran y resulten conducentes a la censura que
contiene el recurso de apelación que ocupa la atención del plenario.

TESIS 4: Considera la apelante que la inscripción de la candidatura


del demandado estuvo viciada; pues al realizarse por un grupo
significativo de ciudadanos, debía reunir mínimo 50.000 registros de
firmas de registros de apoyo o firmas, situación que en su criterio no
se cumplió. (…). [P]rocede la Sala a determinar si los alegatos de la
actora tienen vocación de prosperidad, para tal fin se analizará el
proceso de inscripción, el cual se puede llevar a cabo de dos formas,

426
una tradicional, que ha sido la manera más utilizada a lo largo de la
historia política del país, que es la que hacen los partidos y movimientos
políticos mediante el otorgamiento del aval y otra, que se hace mediante
firmas de apoyo de los grupos significativos de ciudadanos, modalidad
utilizada por el demandado. (…). La legalidad de la Resolución 757 de 4
de febrero de 2011 y su modificatoria la Resolución 7541 de 25 de
agosto siguiente, fue estudiada por esta Sección en sentencia de 20 de
noviembre de 2013, que negó las pretensiones de nulidad, desde las
siguientes consideraciones: i) contienen aspectos puramente técnicos
y operativos de la inscripción de candidatos por firmas, la RNEC
simplemente hizo uso de su poder dispositivo en desarrollo de sus
propias funciones y dentro del ámbito de su competencia, en tanto
tiene el deber de implementar el MECI en la Entidad y que una de sus
funciones es la de garantizar la operatividad del registro y verificación
de las firmas que apoyen a un determinado candidato; ii) los artículos
1º, 2º, (aclarado con base en la modificación ordenada en el numeral 2º
de la Resolución 7541) 3º, 4º, 7º y 8º de la Resolución 757 del 4 de
febrero de 2011, para la Sala se expidieron conforme a derecho por ser
regulaciones meramente técnico - administrativas que pretenden el
buen cumplimiento de funciones de la entidad demandada,
desarrollando de esta forma lo establecido por la normatividad vigente
y haciendo operativas y funcionales las disposiciones legales y aplican
el artículo 9 de la Ley 130 de 1994, pero no la modifican, ni reforman
pues son solo disposiciones que permiten su cabal ejecución; iii) las
acusaciones de falta de competencia, falsa motivación y restricción de
derechos políticos frente a los artículos 1º, 2º, (aclarado con base en la
modificación ordenada en el numeral 2º de la Resolución 7541) 3º, 4º,
7º y 8º de la Resolución 757 del 4 de febrero de 2011, no resultaron
probadas. (…). Así los candidatos de grupos significativos de ciudadanos
deben ser inscritos por un comité de tres ciudadanos, registro que se
debe hacer un mes antes al cierre de las inscripciones y siempre antes
de la recolección de firmas de apoyo a la candidatura o a la lista. (…). El
tratamiento diferencial entre las distintas agrupaciones políticas o
grupales encuentra su razón de ser en la preponderancia que el
legislador y el Constituyente derivado ha pretendido imbuir a los
partidos y movimientos políticos con personería jurídica, pero sin
demeritar ni opacar manifestaciones de los derechos políticos
fundamentales como es permitir la vocería de agrupaciones sin
personería a través de candidatos que apoyados con firmas reflejen el
sentir y el querer de otros conglomerados, lo cual enriquece el sentido
de representación dentro de la democracia. Pero como bien lo glosa la

427
SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

Corte en uno de los apartes pretranscritos y como corresponde al real


contenido de la Carta Política, en esta no se debe regular todos y cada
uno de los asuntos sino sólo aquello que tenga que ver con el núcleo
duro del derecho fundamental de que se trate, o bien en la Carta
Política o bien mediante Ley Estatutaria (art. 152 C.P.). Lo demás
corresponde al legislador ordinario, como acontece con los requisitos
de inscripción, que permitan instrumentalizar en forma ordenada el
ejercicio del derecho, más aun tratándose de firmas que deben surtir
un trámite de verificación y autenticidad ante la Organización Electoral,
a fin de dar transparencia y certeza de que el apoyo al candidato sí es
reflejo de la voluntad popular del grupo que ha recolectado las firmas.
Pues, teniendo claro lo anterior y descendiendo al caso concreto, se
tiene que la parte demandante fundamentó sus pretensiones en que el
[demandado] (…) no presentó los 50.000 registros de apoyo válidos
para su inscripción, sino que así lo hizo parecer la Registraduría
Nacional del Estado Civil y la firma de forenses que se encargó del
análisis grafológico. En este punto resulta pertinente aclarar que
conforme al artículo 9 de la Ley 130 de 1994, en armonía con el artículo
7 de la Resolución 15319 de 27 de octubre de 2018, determinan que las
firmas válidas exigidas y que dan viabilidad a una candidatura por
apoyo en aquellas resulta del 20% que arroje la operación matemática
de dividir el número de ciudadanos aptos para votar en la respectiva
circunscripción electoral entre el número de cargos a proveer, por lo
que, conforme a lo indicado en el E-26ALC para la circunscripción
electoral del Distrito de Cartagena son 772.481, siendo el 20% 154.496.
Por lo que se impone la observancia de la segunda parte de esa
normativa precitada en cuanto indica que existe un tope máximo, de
naturaleza absoluta (…), por lo que, los 154.496 registros requeridos, al
ser el 20% del censo, se reducen a 50.000 firmas necesarias para
inscribir la candidatura. Para la Sección, las afirmaciones realizadas
por la ahora apelante, no fueron debidamente probadas en el presente
asunto, toda vez que, luego del análisis y valoración de las pruebas
aportadas solo es posible concluir que: i) el comité inscriptor del Grupo
Significativo de Ciudadanos “Salvemos a Cartagena” presentó ante la
Registraduría un total de 106.710 apoyos (…), y que ii) los apoyos fueron
sometidos a un proceso de análisis grafológico por parte de la firma
Forenses Group, para lo cual fueron asignados a diferentes grafólogos,
finalizado el proceso solamente se tuvieron por válidos 50.022 registros
de apoyo, que resultaron suficientes para inscribir la candidatura del
demandado, pues, para la alcaldía de Cartagena se requerían 50.000
firmas de apoyo, por lo explicado en precedencia. (…). Al respecto,

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destaca que solamente uno de los grafólogos, quien revisó el 12,85%
del total de firmas, encontró el 95,26% de las uniprocedencias
reportadas, mientras que, los otros grafólogos que revisaron el 87,15%
de las firmas afirmaron que solo encontraron el 4,74% del total de
uniprocedencias, por lo que, considera que es imposible que no hayan
encontrado un número importante de firmas uniprocedentes. La
anterior afirmación carece de sustento probatorio, dado que la actora
parte de suposiciones y elucubraciones al calificar, sin soporte, como
sospechoso que un solo grafólogo haya encontrado más
uniprocedencias que los demás, omitiendo aportar pruebas que
demuestren tal irregularidad, o precisar las firmas o registros sobre
las cuales era necesario realizar nuevamente el estudio grafológico,
por lo que, recuerda esta Sala Electoral que la carga de la prueba le
corresponde a quien alega la causal, debiendo señalar en dónde se
presenta la irregularidad que pretende demostrar. (…). Es claro
entonces que la parte demandante no cumplió con su deber de precisar
y señalar cuántos y cuáles registros presentaban uniprocedencias o
cualquier otra circunstancia de invalidación de las firmas, de modo que
no se pudiera tener por válidos y quedar sin fundamento la inscripción
del candidato [demandado] (…) y su correspondiente elección como
alcalde de Cartagena. (…). En este punto, resulta del caso recordar que
uno de los principios pilares de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa es el principio de la justicia rogada, el cual limita las
facultades del juez a los precisos argumentos esgrimidos en la
demanda y a lo probado en el proceso y, cuando se está en la alzada, a
las limitaciones que el recurrente postula ante el juez, lo que incluye
los aspectos probatorios que constituyen la carga procesal y
demostrativa de quien tiene interés en que se predique de su
fundamento fáctico la consecuencia jurídica que prevé y contiene la
norma, conforme lo prevé el artículo 167 del Código General del
Proceso, al prever “incumbe a las partes probar el supuesto de hecho
de las normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”.
(…). Por lo tanto, el análisis de legalidad que se efectúa por parte del
fallador se restringe no solo a los cargos sino también a los precisos
argumentos esgrimidos y probados por el actor. Finalmente, frente a la
solicitud del Ministerio Público de exhortar al Tribunal para que en lo
sucesivo, aplique las reglas de acumulación que rigen el medio de
control de nulidad electoral y, casos como el presente, los decida en
forma separada, al considerar que no podían acumularse los procesos,
precisa la Sala Electoral que, dentro del trámite no se alegó causal de
nulidad sobre el particular y tampoco se observa su configuración, ni

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

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vulneración al debido proceso, por lo que no se accederá al exhorto.


Corolario, el cargo de nulidad apelado fundado en que el proceso de
inscripción de firma estuvo viciado pues el demandado no reunió las
50.000 firmas que necesitaba y que legalmente le son exigidas para
efectos de la inscripción por apoyos de una candidatura, no tiene
vocación de prosperidad, pues como ya se explicó con suficiencia dicha
irregularidad no fue probada, por lo que, la sentencia del Tribunal
Administrativo de Bolívar será confirmada.

NORMATIVA APLICADA
LEY 130 DE 1994 – ARTÍCULO 9 / ACTO LEGISLATIVO 1 DE 2009 / LEY 1437 DE
2011 – ARTÍCULO 150 / LEY 1437 DE 2011 – ARTÍCULO 152 NUMERAL 8 / LEY 1475
DE 2011

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NULIDAD ELECTORAL CONTRA EL ACTO DE ELECCIÓN DE
PERSONERO MUNICIPAL, CONCURSO DE MÉRITOS PARA LA
ELECCIÓN DEL PERSONERO MUNICIPAL, LISTA DE ELEGIBLES
EN EL CONCURSO DE MÉRITOS, CONVOCATORIA A CONCURSO DE
MÉRITOS, MODIFICACIONES A LA CONVOCATORIA

EXTRACTO No. 34

RADICADO: 19001-23-33-004-2020-00084-01
FECHA: 17/06/2021
TIPO DE PROVIDENCIA: Sentencia
PONENTE: Lucy Jeannette Bermúdez Bermúdez
DEMANDANTE: Alejandro Zuñiga Bolívar
DEMANDADO: Jaime Andrés López Tobar - Personero municipal de
Popayán
MEDIO DE CONTROL: Nulidad electoral

PROBLEMA JURÍDICO: Se contrae a determinar si se confirma,


modifica o revoca la decisión de haber anulado parcialmente el acto
emitido por la Mesa Directiva del Concejo de Popayán que designó al
señor JAIME ANDRÉS LÓPEZ TOBAR como Personero de este municipio
para el período 2020 – 2024, para lo cual deberá precisarse si existió
una falta de competencia por la mentada dependencia y el operador
que llevó a cabo el concurso de méritos.

TESIS 1: [E]n la Carta de 1991, se le incluyó dentro del gran continente


del Ministerio Público como función del ente controlador, (…), como
se lee del artículo 118 y lo que posiblemente, (…), dio pie para que se
advirtiera acorde a derecho y con criterio de razonabilidad por parte del
legislador, que se regulara que la selección objetiva para su escogencia
estuviera al mando y dirección de la Procuraduría General de Nación,
dada la integración que de los personeros se hiciera a las funciones
y objeto misional de la PGN.  En cuanto a la elección del personero
municipal, ha sido una constante desde el espíritu del Constituyente de
1991, que estuviera a cargo de los concejos municipales, competencia
que en su base y sustancialidad se mantiene hasta nuestros días
consagrada en el artículo 313 Superior (…). Pero no fue sino hasta
la Ley 136 de 1994 que se advirtió un despliegue bastante amplio
para la entidad de la personería que se concebía como un ente con

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

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autonomía presupuestal y administrativa y con planta de personal, la


naturaleza del cargo de personero, su elección, posesión, las faltas
absolutas y temporales, las calidades, el régimen de inhabilidades e
incompatibilidades, el régimen salarial, prestacionales y de seguridad
social, las funciones y las facultades entre otras (ver título X, de los
artículos 168 a 182). Posteriormente la Ley 617 de 2000 modificó
algunas de estas normas. Ya para ese entonces, la elección el
Personero estaba a cargo de los concejos municipales, designación de
amplio margen discrecional, por cuanto solo se requería que el elegido
cumpliera las calidades, requisitos y condiciones legales, previstos
en el artículo 173 ejusdem. (…). Posteriormente, la Ley 1031 de 22 de
junio de 2006 (…) realizó algunas modificaciones a la Ley 136 de 1994,
pero sostuvo la competencia eleccionaria en el concejo municipal, con
los mismos parámetros de la Ley de 1994. En efecto, a través de su
artículo 35, se modificó el artículo 170 de la Ley 136 de 1994. (…). Es
claro entonces que no existía un procedimiento claro y uniforme con
el cual el concejo pudiera escoger y elegir personero, manteniéndose
así el margen de discrecionalidad en el corporativo administrativo
elector. Tampoco se avizoraba ningún parámetro de selección objetiva
ni de meritocracia y así se mantuvo hasta el año 2012, cuando el
Legislador expidió la Ley 1551 de 6 de julio de esa anualidad (…), que si
bien mantuvo la competencia de la elección del personero en cabeza
del concejo municipal, cambió el paradigma de selección, limitando el
espectro amplio de discrecionalidad a las condiciones y presupuestos
de un concurso de méritos, mediante la introducción de la modificación
al artículo 170 de la Ley 136 de 1994. (…). Así las cosas, la elección
del personero dejó de estar al arbitrio, discrecionalidad y liberalidad
del concejo municipal o distrital, según el caso, aunque sin afectarse
su competencia eleccionaria o de nominación, al establecerse que la
designación se haría por medio de un procedimiento objetivo y reglado,
orientado en la meritocracia y sin perder la capacidad de dirigir
los aspectos tendientes a estructurar el proceso de selección y de
elección, dentro de los márgenes legales. En ese íter normativo, dando
curso a la necesidad de reglamentar el concurso público de méritos
establecido en la Ley 1551 de 2012 precitada y a la directriz esbozada
en tal sentido por la Corte Constitucional en la sentencia C-105 de
2013, (…), emergió el Decreto Reglamentario 2485 de 2 de diciembre
de 2014. (…). La reglamentación en cita impuso que la elección seguía
en cabeza del concejo municipal, pero que se efectuaría de una lista de
elegibles que resultaría de un proceso de selección de carácter público
y abierto (art. 1). En este ítem se especifica que el proceso de selección,

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es en realidad un concurso y se consagra que “podrá efectuarse a
través de universidades o instituciones de educación superior públicas
o privadas o con entidades especializadas en procesos de selección de
personal”, cuya ratio iuris no es otra que resulta razonable apoyarse
en otros, por cuanto el concejo (municipal o distrital, según sea el
caso) no es ni por finalidad ni por misión ni por objeto, un corporativo
especializado en la selección objetiva de personal para otra entidad,
dado que ello no hace parte de las competencias asignadas legal y
constitucionalmente a los cabildos.  La norma en cita destaca y trae
los principios que son impronta de toda selección, a saber: objetividad,
transparencia, imparcialidad y publicidad, teniendo en cuenta la
idoneidad de los aspirantes, de cara al ejercicio de las funciones que
deben asumir en caso de resultar elegidos.  Determinó como etapas
del concurso las siguientes: a) Convocatoria. (…). b) Reclutamiento. (…).
c) Pruebas. (…). Así también, para dar ejecución a la característica de
público y abierto, la norma reglamentaria impone que se garantice,
con la utilización de mecanismos de publicidad, el conocimiento
universal de la oferta y la libre concurrencia del aspirante y por qué
no, del que solo pretenda hacer funciones de veeduría y control. De
ahí que se consagre, según las voces de la norma, la necesidad de
emplear mecanismos de difusión tales como avisos físicos y en
página web, distribución de volantes, inserción en otros medios, por
bando y a través de canales masivos de comunicación de la entidad
territorial. Otro aspecto tan importante como la convocatoria, es que
la lista de elegibles se concibió con efectos vinculantes estrictos de
orden de mérito descendente, lo que impone al órgano elector elegir y
designar a quien ocupe el primer puesto del concurso de méritos que
se concreta en el orden riguroso de la lista de elegibles por puntajes
de calificación (art. 4 Dec. Reg. 2485/14). (…). Con esa normativa legal y
reglamentaria [Decreto 2485 de 2014 y 1083 de 2015] se avanzó en la
implementación de la elección de Personeros municipales y distritales,
con muchas vicisitudes que aún se padecen y que se reflejan en un sin
número de demandas y decisiones que los operadores de la nulidad
electoral e incluso del contencioso laboral continúan resolviendo.

TESIS 2: [L]a Corte Constitucional consideró en la sentencia


C-105 de 6 de marzo de 2013 que el concurso de méritos “facilita
y promueve la consecución de los fines estatales”, “garantiza los
derechos fundamentales de acceso a la función pública” y “asegura
la transparencia en la actuación del Estado y el principio de igualdad”.
Sobre la constitucionalidad del concurso público de méritos, indicó que

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SECCIÓN QUINTA TOMO I PARTE 3

2021

este no coarta la dinámica de decisiones que debe tomar la corporación


pública como entidad electora, por cuanto con base en las tesis
jurisprudenciales decantadas por esa Alta Corporación, la Constitución
de 1991 “propende por un sistema meritocrático de vinculación
de las personas al servicio público” y en lo que avizoró al concurso
de méritos como el mecanismo obligatorio para ello y pasible de
aplicarse a los cargos que no son de carrera, exceptuando los elegidos
por voto popular o sufragio, de acuerdo a las voces de normas como el
mandato Superior 125. (…). Y al dedicarse al estudio de los concursos
para el caso concreto de la elección de personeros, dejó las siguientes
directrices: a) El concurso es herramienta optativa para proveer cargos
que no pertenecen al sistema de carrera. (…). b) Las condiciones de las
funciones del personero ameritan que su selección y elección por los
mecanismos objetivos sea reglada. (…). c) Las condiciones del órgano
elector. (…). d) La posibilidad de que las corporaciones administrativas
de elección popular se apoyen en terceros para llevar a buen término
el procedimiento concursal previo a la elección del personero. (…).
Por esas razones rescata el contenido de la regulación y normativa
aplicable, para indicar que los corporativos de elección popular no
tienen materialmente que ejecutar o intervenir en cada una de las
etapas del concurso, porque en realidad la competencia legalmente
atribuida a ellos, es la de dirigir el concurso, por lo que consideró
viable deferir la realización parcial de este a terceros, pero advirtiendo
que en estos casos, esos terceros deben contar “con las herramientas
humanas y técnicas para este efecto. (…). Así las cosas, es claro que el
análisis del caso debe descenderse y focalizarse en las normas que,
en mayor o menor medida, regularon los aspectos que regentarían
el concurso de personeros, a fin de poder dar una aplicación real
y concreta a las directrices de ejecución y puesta en marcha del
concurso de méritos que dirija el concejo municipal (o distrital), con el
fin de elegir al personero del municipio (o distrito).

TESIS 3: [E]l actor indicó que no había lugar a la modificación de


la convocatoria, específicamente en lo atinente a la modalidad como
a la ubicación respecto de la prueba de conocimientos, frente a lo
cual el a quo encontró que esto no tenía vocación de anular el acto
de elección del señor López Tobar pues obedeció a una situación de
fuerza mayor. (…). [L]a Sala encuentra acreditado que la modificación
locativa tuvo asidero en una circunstancia imprevisible motivada por el
cese intempestivo de actividades y que no era razonable dentro de las
posibilidades entender que acontecería cuando se fijó el cronograma

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de la convocatoria y que fue dada a conocer por los canales dispuestos
para tal fin sin que ello implicara una imposibilidad en la concurrencia
de los participantes pues, acorde a lo probado en el proceso, de los 85
candidatos inscritos, 64 asistieron y 21 no, sin que repose reclamación
alguna por esta situación. De todos modos, la locación de reemplazo
se encuentra ubicada dentro del mismo casco urbano de la ciudad
de Popayán: inicialmente estaba prevista en la Universidad del
Cauca, pero por la anomalía se llevó a cabo Corporación Universitaria
Autónoma del Cauca. Ahora bien, aunque la prueba de conocimientos
pasara a ser de modalidad virtual, debe hacerse mención que, tanto en
la convocatoria como en la propuesta presentada por la Universidad
Nacional al Concejo Municipal de Popayán, se alude expresamente a
que este examen sería escrito. Empero, aun cuando la prueba no fuera
llevada a cabo con lápiz y papel, esta no le exime el carácter de escrito.
Lo anterior debe analizarse a la luz de los artículos 2 literal a), 5 y 6
de la Ley 527 de 1999; y 243 y 247 del Código General del Proceso,
pues ello permite establecer que todo mensaje de datos puede tener
la connotación de escrito, gozando de plena validez probatoria. (…).
Así las cosas, el hecho que la prueba fuera llevada a cabo en un
computador, no desnaturaliza su condición de escrita, toda vez que
efectuarla a través de papel o computador, en realidad, lo que conlleva
es a la utilización de una herramienta o medio para efectuarla, pero
se itera sigue siendo escrita y esta logró el cometido para la cual fue
diseñada, esto es medir los conocimientos de los participantes, siendo
ejecutada con la presencia de los aquellos en un mismo recinto físico:
el centro de cómputo de la Corporación Universitaria Autónoma del
Cauca, por lo que, a juicio de la Sala, frente a este aspecto no existe las
anomalías glosadas que el actor atribuyó a la variación de lo fijado en
la convocatoria, pues la llamada prueba de conocimientos fue escrita
y tratándose del cambio de locación, esto obedeció a una situación
imprevista causada por el cese y cierre intempestivo de la Universidad
del Cauca.

TESIS 4: Indica el actor que las decisiones fueron tomadas por la


asesora jurídica del Concejo de Popayán para la época del concurso y
por el presidente del y no por la Mesa Directiva en quien los concejales
habían realizado esa delegación. Sobre el particular es importante
destacar que, a diferencia del análisis efectuado por el a quo, debe
tenerse en cuenta que el reproche de la parte actora fue más amplio
porque la incompetencia glosada incluía a la asesora jurídica y
a la universidad contratada para acom

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