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El ABC del tutor

Es parte del ABC del docente tener claro quiénes son sus estudiantes para realizar el mejor
diseño de las experiencias de aprendizaje, pero, ¿cómo lograrlo en la virtualidad? ¿Cómo
conocer a nuestros estudiantes tras la pantalla? ¿Qué preguntas debemos hacernos previo a
comenzar con una formación en línea?.

Pallof y Pratt (2003) nos presentan posibles interrogantes para que podamos reflexionar sobre
nuestros estudiantes y propósitos con antelación al comienzo de la formación, a continuación
se presentan dichas preguntas:

 ¿Quiénes son los estudiantes?

 ¿Qué quiero lograr por medio de este curso? ¿Qué deseo que mis estudiantes sepan,
sientan o sean capaces de hacer como resultado de este curso o experiencia? ¿Qué
contenidos pueden soportar estos objetivos?

 En este curso ¿qué tiene de exitoso transferir los contenidos a un contexto en línea?

 ¿Qué guías, reglas, funciones y normas se necesitan establecer para la finalización del
curso?

 ¿Cómo planifico la distribución del curso? ¿Qué pueden esperar los estudiantes en el
proceso de aprendizaje? ¿Qué puede ofrecer una combinación de las opciones de una
enseñanza en línea y una presencial?

 ¿Cuán cómodo me encuentro como instructor con el aprendizaje colaborativo, la


interacción personal, promoviendo el conocimiento en los estudiantes y liberando el
control del aprendizaje?

 ¿Cómo quiero organizar el sitio del curso? ¿Cuán flexible quiero que sea para hacer
cosas? ¿Tengo la libertad de elegir el curso de la manera que deseo?

 ¿Cómo acceden los estudiantes a las sesiones del curso?

 ¿Cómo quiero dirigirme a los requisitos de asistencia?

 ¿Cómo defino el aprendizaje y qué tengo que ver como resultados de aprendizaje para
esta clase?

Sin duda, nuestros estudiantes son todos distintos y no hay recetas, pero algunos autores han
investigado mucho para poder caracterizar a los estudiantes de formaciones en línea y generar
el perfil de un estudiante ideal para estos ambientes virtuales.

Partiendo del ideal, para Moreno (2007), en un sistema de educación a distancia el alumno se
caracteriza por:
 Toma decisiones con respecto a opciones curriculares.

 Decide cuándo requiere ayuda docente.

 Al alumno se le respeta y se consideran sus estilos y modos de aprendizaje y de


manifestar lo aprendido.

 Se tienen en cuenta sus condiciones de vida y para el estudio.

 Los procedimientos institucionales son propicios para sus gestiones.

 El alumno es una persona libre en un ambiente y entorno propicio.

 Optar por contenidos de acuerdo a sus intereses de formación.

Adicionalmente a estas características, Meyer (2002) afirma que el estudiante de e-learning


deberá dominar una serie de destrezas: conocer cuándo hay una necesidad de información,
identificar esta necesidad, saber trabajar con diferentes fuentes y sistemas simbólicos,
dominar la sobrecarga de información, evaluarla y discriminar su calidad, organizarla, tener
habilidad para la exposición de pensamientos, ser eficaz en el uso de la información para dirigir
el problema, y saber comunicar la información encontrada a otros.

Por otra parte, focalizando en la realidad que vivimos, según García (2006) y Mishell (2014)
sabemos que los estudiantes que participan de formaciones a distancia presentan las
siguientes características; 

 Los alumnos en educación a distancia forman grupos heterogéneos en edad, intereses,


ocupación, motivaciones, experiencias y aspiraciones.

 Suelen ser personas que trabajan y que destinan además un tiempo para estudiar.

 Buscan resolver dudas, muchas veces en una clase presencial, un estudiante puede
dejar sus dudas a un lado por temor a expresarlas en público. En cambio el estudiante
virtual reconoce y utiliza los medios de comunicación cuando tiene dudas. Se expresa
en foros, correos y blogs.

 Las preocupaciones de los alumnos a distancia se centran en su trabajo, bienestar


familiar, ascenso social y laboral, autoestima, etc.

 Parten de una motivación espontánea para el estudio, lo que genera mayores niveles
de atención y trabajo autorregulado.

 Poseen altas habilidades tecnológicas, desarrollan un gran manejo de búsqueda en la


web y gestión de contenido. Están dispuestos a utilizar nuevas aplicaciones y a la
actualización constante.
 Expresan mayor preocupación por los resultados obtenidos en sus evaluaciones.

 También suelen presentarse más inseguros en cuanto a las observaciones y críticas de


sus docentes, así como ante los exámenes.

 Son abiertos al cambio y a las nuevas tendencias de aprendizaje.

 Los alumnos a distancia presentan una mayor responsabilidad sobre sus actos;
desarrollan un sentimiento de culpa ante expectativas no logradas.

 Tienen que trabajar cuando los otros descansan; el estudio no es su única obligación.

 Reciben el conocimiento aunado a las experiencias y conocimientos anteriores,


propiciando que lo cuestionen o no lo asimilen de inmediato.

 Son Conectivos, les gusta relacionarse por medio de conexiones. Su mayor habilidad
social es la comunicación escrita en medios sociales.

 Son auto-conscientes de su aprendizaje. Debido a que el aprendizaje virtual tiene el


gran beneficio del 24/7. Los estudiantes virtuales son planificadores de su tiempo y su
aprendizaje. Generan en ellos mismos un compromiso, motivación y desempeño
personal para lograr resultados.

 Los estudiantes virtuales al ser conectivos tienen la habilidad de compartir


conocimiento, por lo que pueden trabajar además de forma colaborativa sin dificultad.

Modalidades de formación

El e-Learning, con el modelo de la Educación a Distancia tradicional a cuestas, ha ido pasando


por sucesivas etapas, tratando de acotarse y transformarse a medida que se van realizando
proyectos y experiencias innovadoras.

Los primeros cursos impartidos por instituciones que entendieron el concepto fueron


confeccionados en base a un cúmulo de herramientas informáticas propias de Internet, (como
el correo electrónico, el chat, las listas de correo, las páginas web con entrada restringida, etc.)
que si bien estaban disociadas entre sí, daban a los participantes del curso una idea
de “entorno virtual de aprendizaje colaborativo” a través de múltiples vías y espacios. 

La idea derivó en un nuevo tipo de software, denominado LMS (Learning Management


System), o plataforma virtual, el cual es un conjunto de aplicaciones, tanto sincrónicas como
asincrónicas, que facilitan la gestión y desarrollo de los cursos en un entorno virtual de
aprendizaje.
Actualmente existen más de dos mil plataformas, desde las más simples, hasta aquellas
que proveen las más variadas herramientas para la gestión pedagógica y administrativa.
Boneu (2007) estima que el e-learning puede clasificarse de tres formas según la tecnología: 

1. El CBT (Computer Based Training) o CAI (computer assisted instruction), aprendizaje basado
en computador con realimentación. 

2. El IBT (Internet Based Training), evolución del anterior, pero con conexión a Internet como
vía para que los contenidos lleguen a los destinatarios. 

3. El WBT (Web Based Training) el aprendizaje haciendo uso amplio de la Web, los actuales
Sistemas gestores de aprendizaje (LMS).

La irrupción de Internet en los diversos ámbitos de la sociedad ha permitido vislumbrar


nuevas alternativas: El e-Learning o aprendizaje virtual, es el nuevo concepto que ha venido a
actualizar a la tradicional Educación a Distancia.

El e-Learning ha puesto el énfasis en dos aspectos fundamentales:

• la distancia es irrelevante, cuando la comunicación es significativa, y

• el proceso educativo está centrado en el aprendizaje del alumno antes que en la enseñanza
del docente, dando lugar a grupos

colaborativos entre pares.

Analizado desde este punto de vista, y en función de las disponibilidades que brinda Internet
como herramienta en sí misma, puede observarse que lo que verdaderamente cambia, si
es correctamente implementado, no es el medio exclusivamente sino gran parte del proceso
de aprendizaje.

Más que una evolución de la tradicional educación a distancia, e-Learning es un


concepto sintetizador de disciplinas en sí mismo que promueve la interacción no sólo entre
tutor (ya no se denomina profesor) y alumnos sino también entre estos últimos en un entorno
virtual y colaborativo.

Podemos decir entonces que “e-Learning es la respuesta que el mundo de la educación y el de


la tecnología han desarrollado en conjunto para adaptar a las organizaciones sociales a las
reales necesidades que requieren los actores de una economía globalizada basada en el
conocimiento y en el capital humano”.

b-learning

b-Learning es la abreviatura de Blended Learning, término inglés que se podría traducir como


enseñanza combinada o mixta. Es una modalidad semipresencial que incluye tanto formación
no presencial (e-learning) como formación presencial. En la fase presencial el tutor asume su
rol tradicional, en el entendido que la tecnología no suple al contacto personal que
se desarrolla en el aula. El contacto personal con el docente brinda otras oportunidades de
crecimiento personal y educativo.

La ventaja consiste en que pueden diseñarse cursos con mayor calidad. Estaríamos frente a un
proceso sinérgico, en donde se aprecian las ventajas de ambos sistemas de enseñanza. Sin
embargo, no en todos los casos se puede suplir la actividad del aula con una interacción a
través de la computadora. Este sería el caso de actividades prácticas o de laboratorio, de
ensayos técnicos, tan necesarios para un buen proceso de aprendizaje en muchas disciplinas.

Otra ventaja puede ser para romper el aislamiento del alumno y para que éste pueda
compartir realmente los intereses personales con sus pares.

En una clase presencial podemos obtener un feedback inmediato ya que el tutor está delante
de nosotros.

m-Learning

Se entiende el m-learning o “aprendizaje electrónico móvil” como una metodología de


enseñanza y aprendizaje que se vale del uso de pequeños dispositivos móviles, tales como
teléfonos móviles, PDA, tabletas, PocketPC, iPod y todo otro dispositivo de mano que tenga
alguna forma de conectividad inalámbrica.

Por otra parte, la UNESCO hace mención al m-learning como; “El aprendizaje móvil (m-
learning) ofrece métodos modernos de apoyo al proceso de aprendizaje, mediante el uso de
instrumentos móviles como las computadoras portátiles y las tabletas informáticas, los
lectores MP3, los teléfonos inteligentes (smartphones) y los teléfonos móviles”. 

El mobile learning presenta las siguientes características:

 El uso de dispositivos móviles se caracteriza por ser portátil para acceder a información
de manera inalámbrica. 

 También permite un aprendizaje funcional, pues puede ser en cualquier lugar o


momento. 

 Lo anterior permite el autoaprendizaje al acceder a la información en tiempo real. 

 También permite un aprendizaje objetivo, porque se puede acceder a muchos recursos


y de diversos autores. (Moreno, 2019). 

 Permite el uso de aplicaciones para el aprendizaje o creación de contenidos. 

 Dispone de sensores tipo acelerómetro, GPS, cámara, etc., que pueden enriquecer los
procesos de aprendizaje. 

 Cada usuario puede usar su dispositivo móvil para uso personal. 

 La pantalla táctil permite el uso de otras funciones. (Universidad Politécnica de


Madrid, p.4)

Algunos puntos a tener en cuenta para planificar


 
La planificación docente es siempre un punto complejo de abordar pues hay varios formatos,
paradigmas, enfoques desde dónde diseñar el aprendizaje, por lo cual tomaremos la propuesta
de Duart y Lupiáñez para trabajar en este apartado. 

Estos autores proponen que el realizar una formación virtual implica gestionar cuatro aspectos
fundamentales:

1. Gestionar el proceso de aprendizaje;  para que la centralidad del estudiante suceda es


necesario que las instituciones educativas brinden los recursos necesarios. En ese sentido es
necesario nombrar dos aspectos claves:

 Aprendizaje propedéutico: se debe generar insumos para garantizar que el estudiante


pueda adaptarse y participar cómodamente de la formación virtual. 

 Estrategias de aprendizaje: es necesario brindar estrategias de aprendizaje en estos


nuevos escenarios, sobre todo en la población estudiantil adulta.

2. Gestionar el proceso de enseñanza; en dicho proceso se pueden reconocer cuatro


elementos fundamentales:

 Diseño y producción de los materiales de aprendizaje


 Selección, contratación y capacitación de formadores
 Planificación y desempeño de la acción docente
 Evaluación de los formadores y de la acción formativa

3. Gestionar  los entornos tecnológicos de aprendizaje; considerar lo entornos tecnológicos


implica tener en cuenta los siguientes cuatro pilares: 

 La información
 La comunicación
 La cooperación 
 La administración

4.Gestionar los recursos de apoyo al proceso de enseñanza-aprendizaje; los recursos pueden


clasificarse en las siguientes cuatro categorías:

 Recursos metodológicos
 Recursos documentales
 Recursos informativos
 Recursos relacionales

Algunos tips finales para la planificación, que nos presenta la autora Nuñez, R. (2020): 
 Colocar el título del curso acompañado de una imagen sugerente y motivadora para
contextualizar el tema del curso y llame la atención visualmente. 
 En el espacio para la carátula del curso, antes de las semanas establecidas, debe
aparecer:
o Bienvenida (puede una breve descripción en vídeo o carta afectiva que
presente brevemente el enfoque del curso y su aplicación). 
o Programa del curso. 
o La sala virtual disponible para todo el curso (en el caso de Blackboard
Collaborate es posible programarlo desde la edición; en el caso de otras
herramientas puede irse actualizando la fecha en cada clase).
o Asistencia (compartida desde Google Drive o desde One Drive). Al no ser
posible firmar, los estudiantes pueden ir corroborando que fueron marcados
como presentes. 
o Foro de dudas en el que los estudiantes pueden ingresar en cualquier
momento y plantear dudas o comentarios de alguna actividad. No
necesariamente debe responder el profesor exclusivamente; todos, como
comunidad pueden resolver sus dudas. 
o Información general para el curso: fechas importantes, algún espacio general
para tareas, un formato o encabezado general, etc. 

 Cada semana, especificada en fechas, debe tener como título el tema a desarrollar. Se
recomienda, incluso, colocar el número de clase (clase 1, clase 2…) para que de
manera más fácil se haga referencia a la misma y facilite la búsqueda de material.

 Cada clase debe contar con: 

o Guía de trabajo 

o Lectura/s de la semana

o Presentación utilizada en sesión virtual

o Material de referencia adicional

o  Enlaces a recursos tecnológicos sugeridos que procuren la participación del


estudiante a través de preguntas (Kahoot), crucigramas o sopas de letras
(Educaplay), lluvia de ideas (Mentimeter) o murales para exhibir trabajos
(Padlet, canva), entre otras. 

o Si no hay un espacio general para tareas, cada semana debería generarse la


opción para subir la tarea correspondiente en la fecha indicada.

 Deben rotularse las semanas de evaluaciones o aquellas que representen una


actividad diferente a la clase habitual.

 Vale la pena utilizar etiquetas con los títulos del material que se ofrece: guía de
trabajo, lectura, presentaciones, tareas, etc.

La retroalimentación
La Retroalimentación o feedback
La educación tiene una amplia historia, con evoluciones distintas según cada cultura, con
paradigmas que se presentan como la solución, indicando el camino, pero quienes hemos
estudiado, participado o vivido las revoluciones científicas, como las denomina Thomas Kuhn,
podemos afirmar que ningún paradigma a dado respuesta real a cómo efectivizar el proceso de
enseñanza-aprendizaje, pero claro, debemos de tener en cuenta que el ser humano cambia y
las sociedades con él, por lo cual es proceso de enseñanza-aprendizaje, siempre será un
desafío entender la mente humana. Pero hay muchas personas que han y siguen persiguiendo
ese sueño generando importantes aportes, entre ellos modelos para el diseño del aprendizaje,
nuevas metodologías, nuevas herramientas de evaluación sumativa y formativa, el concepto
de feedback o retroalimentación, como novedad de una pedagogía nueva que involucra a los
estudiantes y los hace partícipes de sus propios proceso de aprendizaje, monitoreando los
mismos con la guía docente, pero a qué nos referimos cuando hablamos de retroalimentación,
es un proceso que aporta información sobre las competencias de los estudiantes, sobre lo que
sabe, lo que hace y la forma en cómo actúa.  La retroalimentación permite describir el sentir,
pensar y actuar de los estudiantes en su contexto, este proceso debe ser de diálogo continuo
que permita revisar aspectos concretos y específicos en una acción o un producto, mediante
una descripción de hechos, percepciones y sentimientos.

Sin duda el lector en este punto puede estar pensando que es una construcción muy subjetiva,
y seguramente lo sea, si no hacemos uso, como profesionales de la educación de herramientas
que nos permitan objetivizar el proceso, en ese sentido la Unidad de Currículum y Evaluación,
Ministerio de Educación  de Chile, en su documento denominado Evaluación formativa en
tiempos de pandemia nos indica que este proceso debe focalizar en algunos aspectos y evitar
otros, a continuación se presenta una tabla sobre ambos aspectos
Además, de tener claro dónde focalizar y qué acciones evitar, es importante que el docente
tenga un protocolo para aplicar estas ideas, sobre esto, Daniel Wilson en el 2001 presenta su
Escalera de retroalimentación, la cual presentamos a continuación y explicaremos muy
brevemente cada escalón:

 1er escalón Clarificar/Aclarar: Corresponde a la instancia en la cual se busca realizar


preguntas sobre ideas que no se nombraron o que no se entendieron en su totalidad,
con el fin de comprender la situación.

 2do escalón Valorar: Es el momento en el cual reconocemos todos los aspectos


interesantes y resaltamos las fortalezas del trabajo del otro, este momento genera un
clima de confianza y de bajo riesgo para poder realizar una buena retroalimentación.

 3er escalón Discrepar: En este escalón es donde se plantean las diferencias que se
pueda tener con el trabajo realizado, teniendo en cuenta que debemos realizar críticas
constructivas y no destructivas que pueden herir la sensibilidad, por esa razón se
propone plantear esas diferencias en forma de preguntas, como por ejemplo: “¿Has
considerado …?”; “¿Crees posible...?”.

 4to escalón Sugerir: En el último escalón, se debe ofrecer sugerencias para enriquecer
el trabajo, proporcionar ideas que potencien y orienten a mejorar aquellos aspectos
necesarios.

El aprendizaje en la virtualidad

Es parte del ABC del docente tener claro quiénes son sus estudiantes para realizar el mejor
diseño de las experiencias de aprendizaje, pero: ¿CÓMO LOGRARLO EN LA VIRTUALIDAD?
¿CÓMO CONOCER A NUESTROS ESTUDIANTES TRAS LA PANTALLA? ¿QUÉ PREGUNTAS
DEBEMOS HACERNOS PREVIO A COMENZAR CON UNA FORMACIÓN EN LÍNEA?

Pallof. Pratt. (2003) nos presentan posibles interrogantes para que podamos reflexionar sobre
nuestros estudiantes y propósitos con antelación al comienzo de la formación, a continuación,
se presentan dichas preguntas:

 ¿Quiénes son los estudiantes?


 ¿Qué quiero lograr por medio de este curso? ¿Qué deseo que mis estudiantes sepan,
sientan o sean capaces de hacer como resultado de este curso o experiencia? ¿Qué
contenidos pueden soportar estos objetivos?
 En este curso ¿qué tiene de exitoso transferir los contenidos a un contexto en línea?
 ¿Qué guías, reglas, funciones y normas se necesitan establecer para la finalización del
curso?
 ¿Cómo planifico la distribución del curso? ¿Qué pueden esperar los estudiantes en el
proceso de aprendizaje? ¿Qué puede ofrecer una combinación de las opciones de una
enseñanza en línea y una presencial?
 ¿Cuán cómodo me encuentro como instructor con el aprendizaje colaborativo, la
interacción personal, promoviendo el conocimiento en los estudiantes y liberando el
control del aprendizaje?
 ¿Cómo quiero organizar el sitio del curso? ¿Cuán flexible quiero que sea para hacer
cosas? ¿Tengo la libertad de elegir el curso de la manera que deseo?
 ¿Cómo acceden los estudiantes a las sesiones del curso?
 ¿Cómo quiero dirigirme a los requisitos de asistencia?
 ¿Cómo defino el aprendizaje y qué tengo que ver como resultados de aprendizaje para
esta clase?

Sin duda, nuestros estudiantes son todos distintos y no hay recetas, pero algunos autores han
investigado mucho para poder caracterizar a los estudiantes de formaciones en línea y generar
el perfil de un estudiante ideal para estos ambientes virtuales.

Partiendo del ideal, para para Moreno (2007), en un sistema de educación a distancia el
alumno se caracteriza por:

Adicionalmente a estas características, Meyer (2002) afirma que el estudiante de e-learning


deberá dominar una serie de destrezas: conocer cuándo hay una necesidad de información,
identificar esta necesidad, saber trabajar con diferentes fuentes y sistemas simbólicos,
dominar la sobrecarga de información, evaluarla y discriminar su calidad, organizarla, tener
habilidad para la exposición de pensamientos, ser eficaz en el uso de la información para dirigir
el problema, y saber comunicar la información encontrada a otros.

El seguimiento del estudiante

Las interacciones en la modalidad virtual se dan en el aula virtual, que es un entorno de


aprendizaje virtual pensado y diseñado desde una perspectiva global.

Las aulas virtuales pueden ser diseñadas y utilizadas como soporte y complemento a la
enseñanza presencial o pueden ser utilizadas en situaciones de aprendizaje completamente
virtual. En cualquier caso, pedagógicamente es muy importante estructurar el aula virtual de
manera clara, ordenada y respondiendo a la visión que queramos dar al entorno de
aprendizaje.

Una de las partes fundamentales del aula es la relacionada con las herramientas
comunicativas, que son aquellas que utilizarán el tutor y el estudiante o grupo de estudiantes
para relacionarse y trabajar los contenidos. Algunas de estas herramientas son: el correo
electrónico, el foro y los chats.

Junto a las tareas de orientación y motivación del estudiante, el tutor debe realizar el
seguimiento continuo del grado de progreso de sus estudiantes y ofrecer de manera periódica
diferentes desafíos, problemas para afrontar y nuevos escenarios para explorar. (evaluar)

En función de ese trabajo realizado por los estudiantes, el tutor construye una devolución
(retroalimentación) que favorezca el registro del propio proceso de aprendizaje y siente las
bases para avanzar en las acciones planificadas.

En resumen, las tareas del tutor dentro de los ambientes virtuales de enseñanza y aprendizaje
incluyen:

Planificar,

Orientar y resolver dudas,

Realizar la retroalimentación, y

Evaluar continuamente

El seguimiento a estudiantes en la modalidad virtual

Los avances en los sistemas de educación a distancia, apoyados en las tecnologías de la


información y la comunicación (TIC) e Internet, brindan una formación personalizada y dan la
posibilidad de establecer un seguimiento continuo de los y las estudiantes y de sus progresos,
optimizando los procesos de enseñanza y aprendizaje. El seguimiento es importante en toda
acción formativa, pero en las plataformas virtuales este proceso cobra mayor relevancia, ya
que el eje vertebrador son las actividades y tareas que se realizan con soporte de la tecnología
en el marco de una evaluación continua.

Las plataformas registran cada acción que los usuarios realizan, generando una gran cantidad
de información como tiempos de conexión, interacción con los contenidos, etc. En este
sentido, los usuarios que poseen un rol de administrador o administradora dentro de una
plataforma en particular, podrán visualizar estas métricas y realizar un seguimiento
personalizado de los aprendizajes de sus estudiantes con los datos que obtienen.

La tarea del tutor o tutora de los cursos que se realizan en entornos virtuales consiste
básicamente en hacer un seguimiento día a día del trabajo de los y las estudiantes.  El rol del
tutor o tutora online en los nuevos entornos virtuales de enseñanza y de aprendizaje es
diferente al que se asume en la enseñanza presencial, ya que se necesitan diferentes
competencias comunicativas, organizativas y pedagógicas.

El apoyo y asesoramiento constante al estudiante es uno de los principales pilares de las


tutorías en la educación virtual. La interacción juega un papel fundamental en este proceso.
Esta interacción entendida como proceso de comunicación, contribuye a la apropiación del
conocimiento, a través del seguimiento y la retroalimentación sobre los avances de los y las
estudiantes.

La información que brindan las plataformas sobre la realización de las actividades, progreso en
la lectura de materiales, participación en foros y actividades y frecuencia, tiempo de acceso y
permanencia en la plataforma, le aporta a las y los docentes elementos importantes para una
evaluación efectiva.

Un sistema online exitoso depende del contexto y es el resultado de la conjunción de los


aspectos sociales y técnicos involucrados. Teniendo en cuenta este planteo la función que
tiene el docente de dar seguimiento al estudiante atiende al aspecto social que implica
mantener el interés, la motivación y el compromiso de los y las estudiantes con el curso, así
como establecer un clima propicio para el aprendizaje.

En la educación a distancia, la tutoría tiene como función atender, dar seguimiento y


retroalimentar los avances en el proceso de aprendizaje de los y las estudiantes. Dar
seguimiento no solo significa monitorear y revisar actividades y tareas, también se refiere a
lograr empatía con el estudiante, comunicación continua y oportuna, así como respeto, todo
esto a partir de mensajes personalizados y cálidos que orienten a el o la estudiante y sean
percibidos por él o ella como cercanos. Este tipo de comunicación tiene como objetivo que el o
la estudiante sepa que el educador o educadora se preocupa por su aprendizaje.

En este sentido, el seguimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la educación


virtual permite:

Ayudar a que los y las estudiantes trabajen a un ritmo adecuado y que logren organizar su
tiempo y espacio.

Supervisar el progreso de los y las estudiantes y revisar las actividades realizadas de manera
estratégica.

Analizar si los y las estudiantes están alcanzando el nivel adecuado y acompañar sus progresos.

Informar a los y las estudiantes sobre su progreso en el aprendizaje y facilitarle estrategias,


recursos y herramientas de mejora.

El seguimiento de las actividades propuestas permitirá ofrecer un reconocimiento académico,


es decir, un informe de evaluación continuada que contribuirá a informar la acreditación del
curso o asignatura. Es importante transparentar los criterios con los que se llevará a cabo la
evaluación y el seguimiento desde el inicio de la clase. Informar lo que se espera lograr a lo
largo del proceso de construcción de conocimiento, esto facilita el recorrido del mismo y la
reflexión acerca del propio aprendizaje.

Herramientas para el seguimiento a estudiantes

A continuación, se presentan algunas de las herramientas que pueden utilizarse para el


seguimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje en entornos virtuales.

Planillas de control
Algunos autores recomiendan el uso de planillas de seguimiento, en este cuadro se puede
apreciar un ejemplo:

E-portafolio

El portafolio electrónico o e-portafolio es de suma utilidad para el seguimiento a estudiantes


porque se configura como un sistema de evaluación integrado en el proceso de enseñanza y
aprendizaje. Consiste en una selección de evidencias/muestras (que forman un dossier o una
carpeta) que tiene que recoger y aportar el estudiante a lo largo de un periodo de tiempo
determinado y que responde a un objetivo concreto. Estas evidencias (certificados
acreditativos, fragmentos de películas, entrevistas, actividades académicas, apuntes, trabajos
de asignaturas, entre otras) permiten al alumnado demostrar que está aprendiendo, a la vez
que posibilitan al profesor un seguimiento del progreso de este aprendizaje.”

El portafolio de el o la estudiante es un instrumento muy útil para recopilar las actividades y


trabajos de cada curso, ya que refleja la evolución del trayecto individual, sus logros y avances
y, además, permite incorporar otros documentos y datos, como sus intereses, sus proyectos
personales, los temas que más le gusta trabajar o  aquellos en los que se desenvuelve mejor.
De este modo, el o la estudiante es consciente de sus avances, puede reflexionar sobre ellos y
adquiere más control sobre su propio aprendizaje.

Los principales elementos que deben integrar un portafolio digital son:

Presentación del estudiante, que puede incluir un mensaje de bienvenida, su foto, currículum
académico y una explicación de lo que el portafolio significa.

Objetivos formativos (conocimientos y competencias), que conforman el mapa de aprendizaje


que el estudiantado asume y que son la base de su evaluación.

Productos, que son los documentos que dan evidencia de las diferentes actividades
desarrolladas en la asignatura.

Reproducciones, donde se incluyen cualquier tipo de información que ha servido al estudiante


para la realización de los productos (correo electrónico del profesor, enlaces de páginas web,
etc.)

Diario de campo, donde el estudiantado anota reflexiones sobre su propio proceso de


aprendizaje y realiza su autoevaluación de los productos y de la utilidad del e-portafolio.
Comentarios del profesor, que incluye tanto las instrucciones para desarrollar los productos,
como los comentarios que han guiado el proceso de aprendizaje del estudiante.

Una de las principales ventajas de la utilización del portafolio digital es que permite un
seguimiento integral del proceso de enseñanza y aprendizaje, favoreciendo la participación de
los y las estudiantes en el monitoreo y la evaluación de su propio aprendizaje. El portafolio
genera un espacio de comunicación fluida que permite la expresión tanto de conocimientos
como de opiniones pudiendo establecer claramente las diferencias entre ambas. Otra de sus
ventajas es que promueve el pensamiento crítico frente al conocimiento y permite una visión
más amplia y profunda de lo que los y las estudiantes saben y pueden hacer. Mediante el
portafolio se podrán certificar las competencias de cada estudiante basadas en la evaluación
de las evidencias.

Las Rúbricas

Las rúbricas son guías precisas que valoran los aprendizajes y productos realizados. Son tablas
que desglosan los niveles de desempeño de los estudiantes en un aspecto determinado, con
criterios específicos sobre rendimiento. Indican el logro de los objetivos curriculares y las
expectativas de los docentes. Permiten que los estudiantes identifiquen con claridad la
relevancia de los contenidos y los objetivos de los trabajos académicos establecidos.

En el nuevo paradigma de la educación, las rúbricas o matrices de valoración brindan otro


horizonte con relación a las calificaciones tradicionales que valoran el grado de aprendizaje del
estudiante, expresadas en números o letras. Cualquier rúbrica debe considerar las siguientes
premisas: ser coherente con los objetivos educativos que se persiguen, apropiada ante el nivel
de desarrollo de los estudiantes, y establecer niveles con términos claros.

Tipos de rúbrica

Las rúbricas pueden ser globales y analíticas. La rúbrica global, comprehensiva u holística hace
una valoración integrada del desempeño del estudiante, sin determinar los componentes del
proceso o tema evaluado. Se trata de una valoración general con descriptores
correspondientes a niveles de logro sobre calidad, comprensión o dominio globales. Cada nivel
se define claramente para que los estudiantes identifiquen lo que significa. La rúbrica holística
demanda menor tiempo para calificar, pero la retroalimentación es limitada. Es recomendable
utilizar esta rúbrica cuando se desea un panorama general de los logros, y una sola dimensión
es suficiente para definir la calidad del producto.

Ejemplo de rúbrica global:


La rúbrica analítica se utiliza para evaluar las partes del desempeño del estudiante,
desglosando sus componentes para obtener una calificación total. Puede utilizarse para
determinar el estado del desempeño, identificar fortalezas, debilidades, y para permitir que los
estudiantes conozcan lo que requieren para mejorar. Estas matrices definen con detalle los
criterios para evaluar la calidad de los desempeños, y permiten retroalimentar en forma
detallada

a los estudiantes. Además, cada criterio puede subdividirse de acuerdo a la profundidad


requerida. Se recomienda utilizar la rúbrica analítica cuando hay que identificar los puntos
fuertes y débiles, tener información detallada, valorar habilidades complejas y promover que
los estudiantes autoevalúen su desempeño.

Ejemplo de rúbrica analítica:


Datos y estadísticas de acceso a la plataforma

Dentro de las plataformas virtuales existen diferentes herramientas que pueden ser de suma
utilidad para realizar el seguimiento de estudiantes, permitiendo ver sus interacciones, las
tareas completas, el resultado de las evaluaciones, las conexiones sociales en línea, los
mensajes en los foros de discusión, entre otros parámetros. Los datos y reportes a los que se
podrá acceder dependerán, siempre, de las posibilidades que brinde la plataforma que se esté
utilizando.

Estas métricas o estadísticas que las plataformas obtienen a partir de la gran cantidad de datos
a los que acceden pueden analizarse para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. El
análisis a partir de esos datos es conocido como analíticas de aprendizaje o learning analytics
por su acepción en inglés. Su principal ventaja es que brinda la posibilidad de conocer la
situación de cada estudiante en particular, de sus necesidades y de sus debilidades y
fortalezas, permitiéndole al docente adaptar de manera rápida y eficaz las estrategias de
enseñanza a la necesidad de cada estudiante.

Los reportes estadísticos ofrecen información detallada sobre los accesos que los usuarios
realizan en la plataforma. Son estadísticas que reflejan información relacionada con cantidad
de conexiones, tiempo de conexión, páginas visitadas, cantidad de clics, etc.

La evaluación en entornos virtuales


La evaluación como componente didáctico

La evaluación es un componente didáctico del proceso docente educativo. Refleja el resultado


del proceso y permite la comprobación del grado de acercamiento a los objetivos planteados.
De manera general podemos decir que se evalúa lo siguiente:

 El proceso de formación.
 La eficacia de los métodos, textos, equipos y materiales empleados.
 La gestión de los procesos formativos.
 La planeación, organización, ejecución y control (dirección del curriculum).

La evaluación se realiza para valorar el grado de cumplimiento de los objetivos y de las


necesidades de aprendizaje. La evaluación no es una actividad aislada del proceso formativo y
es una de las herramientas educativas más poderosas para promover el aprendizaje efectivo,
pues su objetivo no es solo medir un grupo de aspectos sino también mejorarlos. 

En un trabajo publicado en el micro - sitio del Foro Educativo Nacional (2008) de Ecuador, se


plantea que mejorar el aprendizaje a través de la evaluación depende de cinco factores:

 Proveer retroalimentación efectiva a los estudiantes,


 Que se involucren activamente los alumnos en su propio aprendizaje,
 El ajuste de la enseñanza para que dé cuenta de los resultados de la evaluación,
 Un reconocimiento de la profunda influencia que tiene la evaluación en la motivación
y en la autoestima de los educandos, que son influencias cruciales en el aprendizaje,
 La necesidad de que los estudiantes sean capaces de evaluarse ellos mismos y
entiendan cómo mejorar,

Estos cinco aspectos deben ser tenidos en cuenta para la evaluación de cualquier curso y se
dirigen no solo a la evaluación de los conocimientos técnicos, sino a las competencias que
deben ser alcanzadas en el proceso formativo en general. La evaluación de cada asignatura
será claramente especificada al comienzo de la misma, de tal manera que el alumno al ingresar
al estudio, conocerá qué tipo de evaluación se utilizará. La evaluación es algo más que
certificar los resultados de los estudiantes. Su función es determinar hasta qué punto se han
cumplido los objetivos de aprendizaje, además de contemplar todo el proceso educativo. Su
principal misión es aportar datos al profesor para conocer el progreso que presenta el
estudiante, formular las orientaciones correspondientes y realizar precisiones en su ruta de
aprendizaje para comunicarlo al estudiante.

La evaluación en la modalidad virtual

En la modalidad online también la evaluación es un concepto crítico en el aprendizaje. Es el


momento en que el alumno demuestra ante los demás y ante sí mismo, su capacidad para
resolver problemas y la incorporación de nuevas habilidades y conocimientos a su repertorio
personal. La evaluación es una operación sistemática integrada en la actividad educativa con el
objetivo de conseguir su mejoramiento continuo. Señala en qué medida el proceso educativo
logra sus objetivos fundamentales y confronta los fijados con los realmente alcanzados. 

La evaluación de los aprendizajes consiste en identificar no solo conocimientos o contenidos


puntuales, es necesario comprobar aptitudes y actitudes relacionadas con las habilidades
básicas y profesionales. La evaluación del conocimiento se convierte en un elemento
fundamental de relación profesor-estudiante. Es paralela al diseño del curso y establece los
contenidos a evaluar, los momentos básicos y las formas de evaluación.

La evaluación en modelos virtuales es indispensable que sea sumativa, que se lleve un control
sistemático de la interacción del estudiante con el material curricular, el cumplimiento de las
actividades, la calidad de la participación en los foros, etc., lo cual se controla por medio de la
plataforma educativa al recoger todas las acciones y datos acerca del recorrido que efectúa el
alumno, además del aprovechamiento que obtiene de él. Esta información resulta una
herramienta útil para facilitar al profesor su trabajo con el estudiante. El profesor o tutor debe
tener en cuenta criterios socializados con los propios estudiantes para la correspondiente
evaluación, tanto cualitativa como cuantitativa, sobre las actividades de trabajo individual,
colaborativo o complementario que contempla el sistema de evaluación de aprendizaje de la
unidad o tema.

Para la enseñanza en modelos virtuales se acostumbra utilizar tres tipos de evaluación, de la


manera que indica la figura siguiente:

El profesor o tutor tiene en cuenta criterios socializados con los propios estudiantes para la
correspondiente evaluación, tanto cualitativa como cuantitativa, sobre las actividades de
trabajo individual, colaborativo o complementario que contempla el sistema de evaluación de
aprendizaje del módulo. La evaluación exige tener en cuenta la contribución del alumno a las
actividades individuales y colectivas que se orienten, los foros, chat, tareas, análisis o estudio
de casos, elaboración de resúmenes, discusión de dilemas o situaciones problemáticas y la
defensa de un proyecto que implique solucionar alguna situación de aprendizaje orientada por
el docente como parte de su asignatura. Algunos criterios a tener en cuenta en la evaluación se
presentan en la siguiente figura:
La evaluación debe realizarse en tres momentos, esto es, inicial, durante y al final del curso. En
cada uno de estos momentos se evalúan diversos aspectos:

 Evaluación inicial: establecer la situación del estudiante al inicio del curso y


determinar sus competencias
 Evaluación durante el curso: realizar evaluaciones periódicas, que nos ayuden a hacer
las correcciones necesarias.
 Evaluación al final del curso: evaluación de las nuevas competencias o mejoras
después de la formación.

Perspectiva en la que cobran importancia los siguientes elementos:

 La organización didáctica de nuestra asignatura, esto es, el diseño en módulos o


unidades, la secuencialidad, la distribución en el tiempo, etc.
 Las interacciones generadas y las actividades de los participantes como
eje estructurador de la propuesta
 La multiplicidad de recursos y espacios
 La función docente, como guía y mediador de los aprendizajes.

Barberá (2006) agrega que estas cuatro dimensiones configuran un marco multidimensional
respecto a la práctica evaluativa, que quizá no aseguran un aprendizaje sin errores, pero
facilitan el cambio educativo en los contextos formales de enseñanza y aprendizaje tanto en
espacios presenciales como virtuales.

En síntesis, se apuesta a que el diseño de propuestas educativas virtuales en las que la


evaluación:

 Sea un elemento más de la organización didáctica,


 Se realice durante el desarrollo de la asignatura y no sólo al finalizar cada unidad o
módulo,
 Ofrezca a los/las estudiantes oportunidades para aprender a través del propio proceso
de evaluación,
 Se articule con los resultados de aprendizaje previstos, a fin de fomentar y profundizar
en la participación al tiempo que ayuda a avanzar en el desarrollo de habilidades y en
el conocimiento de la asignatura,
 Plantee diversas actividades que las/los estudiantes deben llevar a cabo para
demostrar su competencia. Actividades que requieren que hagan un uso activo de
material teórico (en lugar de sólo recordarlo) y aplicarlo a contextos/casos reales,
prácticos, etcétera.

Finalmente, la evaluación debe ser continua sin perder de vista los siguientes aspectos:

1. Ofrecer una pauta de actividades a realizar y sugerir un ritmo de trabajo concreto.


2. El ritmo de trabajo sugerido, debe garantizar una mejor consecución de los objetivos
pretendidos en el tiempo disponible.
3. Cada actividad realizada por los estudiantes es una oportunidad, por un lado, para
asegurar la participación activa en la construcción del conocimiento propio (requisito
para un aprendizaje eficaz) y, por el otro, para reflexionar sobre la orientación que
realiza el tutor en ese proceso para facilitar el aprendizaje.
4. Las actividades incluidas en la evaluación continua, se convierten en estímulo para el
proceso de aprendizaje y en asesoramiento personalizado de cómo se pueden orientar
y enfocar el estudio.

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