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SHIUR ESPECIAL

LA CUENTA DEL OMER PARA LOS NOAJIDAS

Los maestros del misticismo judío designaron la cuenta del Omer como el período en el cual debemos
corregir las fallas en cada uno de los atributos y sus combinaciones. Los cuarenta y nueve días se
dividen en siete semanas, y en cada semana prevalece un atributo específico. Ellos son: Jésed -
Bondad, Guevurá - Fortaleza, Tiféret -Armonía, Nétzaj - Eternidad, Hod - Esplendor, Iesod -
Fundamento, Maljut - Soberanía.

Los Sabios, quienes ahondaron en los significados profundos de la Torá, enseñan que este estado de
perfección del mundo aparece expresado en el versículo: Y vio Di-s todo lo que había hecho, y he aquí
que era muy bueno (Génesis 1:31).Estos siete atributos fueron reimplantados en el mundo -luego de
que el pecado de Adám hubiera afectado su perfecto orden- por nuestros grandes antepasados, "los
siete pastores", y permanecen en plena actividad aun después de los varios pecados cometidos por el
pueblo judío luego de haber recibido la Torá.

En cada generación y época, siempre que el hombre lo desee, puede venir y aferrarse a los atributos de
los siete pastores, pues las cualidades que ellos implantaron poseen una fuerza eterna. En particular, el
período de la cuenta del Omer es el más propicio para lograr este perfeccionamiento, pues desde el
momento en que los Hijos de Israel salieron de Egipto convirtiéndose en el pueblo de Di-s se abrió ante
ellos en este período la senda de la pureza, logrando su total purificación en los cuarenta y nueve días
sucesivos. De su condición de fabricantes de ladrillos y recolectores de paja para el Faraón en Egipto
ascendieron y se convirtieron en un pueblo especialmente elegido por Di-s, una nación de kohaním,
reyes y ministros, todos consagrados a Su servicio.

Esta senda de purificación y santidad fue allanada entonces, y cada año, al llegar este período, una vez
más se abren las puertas y se despeja el camino para todos aquellos que desean poseer los siete atributos
en su integridad.
Shiur: La cuenta del Omer -Halajot para Benei Noaj-Los Siete Preceptos Universales 1

Sección I. Sefira HaOmer-La cuenta del Omer-

El período del Omer deriva su nombre de una ofrenda especial que se llevaba al Templo. Antes de que se
pudieran comer los granos nuevos –de trigo, avena, cebada, centeno y espelta- debía ofrecerse en el
Templo el segundo día de Pesaj el equivalente al valor de la porción de un día de harina de cebada (por
persona). Esta ofrenda de harina de cebada es conocida como la ofrenda del Omer. (En la actualidad, como
no tenemos el Templo, está permitido comer los granos nuevos después de concluir el segundo día de
Pesaj).

Parte A. Preparación de purificación y rectificación para recibir la Torá.

Hoy, más que nunca, gente de toda clase y modo de vida está en la búsqueda de sentido y propósito; y
buscan respuestas en libros de autoayuda, terapia, religión, yoga, y filosofías New Age. Sin embargo, no
se dan cuenta de que la respuesta más antigua —y más comprobada en el tiempo— nos fue entregada hace
más de 3300 años en el Monte Sinaí y se llama: TORÁ

1. Significado de La Torá.

Torá significa "instrucción. Ella y sus historias son, en esencia, la historia de nuestras vidas, un plano
maestro espiritual que ilumina las intrincadas capas y dimensiones de nuestra psiquis y alma. Cada evento
en la Torá refleja otro aspecto de nuestra personalidad interior. A través de sus mitzvot —mandamientos—
, nos enseña cómo concretar nuestro potencial conforme las intenciones con que Di-s nos creó.

2. En cada palabra de la tora hay un significado profundo, personal y espiritual.

El proceso de recibir la Torá en el Monte Sinaí comenzó en verdad 49 días antes de su entrega, con el
Éxodo de Egipto. Estos 49 días son tradicionalmente llamados "Sefirat Haomer" que significa la Cuenta
del Omer".

3. La fuente del conteo del Omer. En Levítico (el tercer libro de la Torá), el versículo (23:15) declara:

"Contaréis,.. desde el día en que habéis traído el Omer como ofrenda cernida...". El omer era una medida
de cebada (de aproximadamente 2 litros) que los judíos traían como minjá —Ofrenda de la Tarde— el
segundo día de Pesaj. A esto le seguía la Cuenta del Omer, donde los judíos contaban cada día durante
siete semanas —cuarenta y nueve días en total— conducentes a la festividad de Shavuot en el
quincuagésimo día, el que también celebra el recibimiento de la Torá en Sinaí.

4. Significado de la cuenta del Omer por 49 días.

La palabra mitzráim (Egipto, en hebreo) significa "limitaciones, fronteras", y representa todas las formas
de conformidad y definición que restringen, cohíben e inhiben nuestro libre movimiento y expresión. Así,
dejar Egipto significa lograr la libertad de las restricciones. Después de abandonar Egipto, los judíos
pasaron los siguientes cuarenta y nueve días en el desierto preparándose espiritualmente para la
experiencia más monumental de todos los tiempos: la entrega de la Torá a Moisés y a los judíos en el
Monte Sinaí.
Shiur: La cuenta del Omer -Halajot para Benei Noaj-Los Siete Preceptos Universales 2

Este período de cuarenta y nueve días fue de intenso refinamiento de carácter. Por cuarenta y nueve días,
los judíos subieron de a un peldaño por vez ascendiendo por la escalera emocional hacia una pureza más
elevada. Este período de refinamiento de carácter tiene tanta relevancia en nuestras vidas hoy cómo lo
tuvo hace 3000 años. Tal como fuimos esclavos en Egipto, podemos también ser esclavos de nuestras
personalidades, impulsados por fuerzas sobre las cuales muy a menudo parecemos no tener control. Los
cuarenta y nueve días de sefirá nos enseñan cómo recuperar el control de nuestras emociones,
mostrándonos cómo refinar nuestro carácter, paso a paso, de una manera basada en las verdades eternas
de la Torá.

Después del período de cuarenta y nueve días llegamos al quincuagésimo día, Matán Torá (la "Entrega de
la Torá"), habiendo alcanzado plenamente la renovación interior en mérito a haber evaluado y desarrollado
cada uno de nuestros cuarenta y nueve atributos emocionales. ¿Cuál es el significado del quincuagésimo
día de Matán Torá? En ese día celebramos la Festividad de Shavuot. Luego de haber logrado todo lo que
podíamos por propia iniciativa, somos entonces dignos de recibir un regalo (matán) del Altísimo que no
hubiéramos podido conseguir con nuestras propias facultades limitadas.

5. ¿Cómo se realiza la cuenta del Omer? La cuenta del Omer comienza la segunda noche de Pesaj.

El Omer se cuenta de noche, estando de pie, a continuación de la plegaria nocturna, Maariv (también
llamada Arvit.
La bendición: Baruj ata Adonai, Eloheinu melej haolám, asher kideshanu bemitzvotav, vetzivanu al Sefirat
haOmer.
Bendito eres Tú, Ad-nai nuestro Di-s, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus mandamientos y
nos ha ordenado lo concerniente a la Cuenta del Omer.
Hoy es …… días del Omer.

Parte B. Los atributos emocionales de la Sefirá.

1. Significado de Sefirá.

La palabra hebrea Sefira tiene varios significados. El célebre cabalista, el RaMaK (Rabí Moshé
Kordovero, f. 1570), en su monumental obra, Pardés, escribe que sefirá significa tanto mispar —
"número"— como sipur —"cuento"—. Una tercera raíz de la palabra sefirá es sapir —"zafiro"—, un
translúcido cristal muy brillante. Contar la sefirá ilumina los diferentes aspectos de nuestra vida
emocional. Los días de sefirá nos cuentan una historia — la historia de nuestras almas.

2. Rab Iaakov Haber, Rab David Sedley, Sefirot, página 11 – La humanidad fue creada a la imagen
de D’os; las siete semanas del Omer están dedicadas a mejorar siete aspectos de esta imagen.
La humanidad fue creada a imagen de D’os. No es nuestra imagen física, sino más bien nuestro carácter
lo que tiene potencial Divino… Las sefirot son una revelación mística del “carácter” de D’os. Las sefirot
representan nuestro entendimiento finito de lo Infinito. Hay diez sefirot con las cuales D’os creó e
interactúa con el mundo. Éstas son: jojmá, biná, daat, jesed, guevurá, tiferet, netzaj, hod, iesod y maljut.
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Estas diez sefirot están divididas en dos categorías – las tres sefirot superiores de jojmá, biná y daat y las
siete inferiores. Durante las siete semanas de Sefirat HaOmer, trabajamos sobre las siete sefirot inferiores.
Nuestro conocimiento de las siete sefirot tiene su fuente en el Tanaj. Los Sabios han explicado que las
palabras del siguiente versículo indican la existencia y la naturaleza de estas Sefirot.

3. Divrei Haiamim I (Crónicas I), 29:11 – La fuente de las siete Sefirot.

De Tí, D’os, son la grandeza (jesed), la fuerza (guevurá), el esplendor (tiferet), la eternidad (netzaj), y la
gloria (hod), incluso todo lo que está en los cielos y en la tierra (iesod). A Tí, D’os, te pertenece el reinado
(maljut), y Tú eres elevado sobre todas las cabezas.

4. Rab Iaakov Haber, Rab David Sedley, Sefirot, página 15 – Entender las sefirot provee un
entendimiento de uno mismo.

Por cuanto que las sefirot revelan respecto a D’os Mismo, ellas también guardan la clave para entender el
hecho de haber sido creados a imagen de D’os. Y así como debemos aplicar un entendimiento unificado
respecto a la personalidad de D’os, debemos esforzarnos por englobar nuestra propia personalidad dentro
de la lección que nos enseña cada sefirá. Por lo tanto, las llaves para abrir, mantener y reparar nuestra
relación con D’os está supeditada al entendimiento de las sefirot … Nuestro objetivo, en consecuencia,
durante estos cuarenta y nueve días es examinar de qué manera cada una de las sefirot afecta nuestra
conexión con D’os, nuestra relación con los demás y nuestro entendimiento de nosotros mismos.

“Por lo tanto: Los días de Sefirat HaOmer son un momento adecuado para rectificar nuestros rasgos de
carácter. La primera semana es para rectificar el atributo de jesed: corregir (el atributo del) amor para que
sea apropiado. La segunda semana es para el atributo de fuerza (poder): corregir el atributo de temor (a
D’os). Y de manera similar con cada una de las semanas”.

5. Las 7 Sefirot-atributos emocionales. Examinemos los vínculos con Dios que nos hacen humanos -
los siete aspectos expresivos de santidad-las siete sefirot-. Cada uno de estos siete aspectos se
relaciona con una de las siete semanas de Sefirat haOmer

1. El primero es Jesed, "benevolencia". Mientras que los impulsos del cuerpo están dirigidos hacia uno
mismo, los impulsos del alma están dirigidos hacia afuera, hacia otros. Nosotros amamos a quien le
entregamos porque ellos confirman la existencia de nuestra espiritualidad. Nosotros vemos nuestro "yo"
más elevado reflejado en ellos.

2. El segundo es Guevurá, "fuerza" o "poder". Esto se refiere específicamente a fortalecer el alma de uno
para sobrepasar los obstáculos que están delante de ella. Nosotros tenemos la capacidad de vivir por
nuestras metas, y para hacer los sacrificios necesarios para obtenerlas. La meta final de cada judío es ser
una fuente de luz. En función de llegar a este fin, debemos someter nuestro ego y nuestros deseos a la
inspección minuciosa de la Torá de Dios.
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3. El tercero es Tiferet, "belleza". La belleza es creada a través de la armonía y el contraste - eso es, cuando
nosotros hacemos una "unión". Cuando nos convertimos en personas con el valor de la verdad, nuestras
palabras, pensamientos y acciones se unen. Sólo los humanos pueden mentir. La razón para esto es que
sólo los humanos tienen la posibilidad de crearse a sí mismos de alguna manera. Usando las palabras del
Maharal de Praga: "nos damos nacimiento a nosotros mismos". Cuando mentimos caemos en nuestro
deseo animal de la comodidad y la facilidad. Cuando decimos la verdad, nos reconectamos con la realidad
trascendental de Dios y elegimos ser auténticos como seres humanos.

4. El cuarto es Netzaj, "infinidad". Cualquiera que alguna vez haya resistido el deseo de obtener
gratificación inmediata ha tocado esta cualidad. Es la fuente de la esperanza y la aspiración de crecer.

5. El quinto es Hod, "esplendor". En hebreo hod es un sustantivo que significa literalmente "esplendor",
pero como verbo significa "confesar" y "agradecer". Como seres humanos nosotros podemos ser movidos
por el esplendor, ya sea que su fuente esté en lo espiritual o lo físico. Nuestra habilidad para ser
verdaderamente sensibles en este sentido es lo que nos inspira a expresar agradecimiento. Frecuentemente
nos resistimos a permitirnos ser agradecidos por la fragilidad de nuestra autoestima. Cuando nosotros
comenzamos el día con las palabras Modé Aní – "Te agradezco" - estamos expresando nuestro
agradecimiento a Dios, y simultáneamente nos vemos a nosotros mismos como creaciones merecedoras
de vida.

6. El sexto es Iesod, "fundación". Esto se refiere a nuestra habilidad para vincularnos. Este aspecto es
llamado "fundación" porque es la fundación misma de todas las interacciones. Lo que nosotros finalmente
buscamos en las relaciones es bondad. Inevitablemente si tendríamos que elegir una característica en una
futura pareja, sería una característica espiritual. Para algunos de nosotros sería la compasión, para otros
sería la honestidad o la sensibilidad. Si nosotros vemos nuestro propio bien reflejándose hacia nosotros,
nosotros amamos a la otra persona aún más. Lo que esto nos está diciendo es que lo que estamos buscando
en última instancia, es un vínculo espiritual. Nosotros estamos buscando la cara de Dios.

7. El atributo final es Maljut, "reinado". Esto se refiere a nuestra habilidad de materializar el reinado de
Dios en todo el mundo y en nuestros propios corazones. La manera de hacer esto es mediante el
reconocimiento de que nuestras misiones son de significado infinito. Al mismo tiempo mantenemos la
humildad que resulta de saber que sólo podemos ver como propio un pequeño trozo de infinidad.

3. Los siete atributos y los siete pastores.


1. Nuestro Patriarca Avraham constituyó la personificación del atributo de Jésed, Bondad. El alimentó y
sustentó a todo el mundo con su inmenso amor.
2. Nuestro Patriarca Itzjak fue la encarnación de la Guevurá, Fortaleza. Por su intermedio fue introducido
en el mundo el temor a Di-s. Toda su fuerza estuvo consagrada al servicio y temor de Di-s.
3. Nuestro Patriarca Iaacov fue la personificación de Tiféret, la Armonía. Todo lo que hizo fue realizado
con simplicidad y perfección. Era puro en su relación con el Cielo y con sus padres. Estaba exento de
engaño y traición. Podríamos pensar que fue deshonesto y falso con su padre Itzjak y su hermano Eisav,
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pero la Torá (Génesis 25:27) atestigua su auténtica talla ante Di-s y el hombre: “Iaacov era un hombre
perfecto….”
4. Nuestro Maestro Moshé fue la encarnación de Nétzaj, la Eternidad; la eternidad de la Torá. Todo lo que
el hombre adquiere es pasajero. Pero si adquiere la Torá de otros, u otros la adquieren de él, es un bien
con el cual se benefician tanto el dador como el receptor. No existe nada pasajero o temporario en relación
con la Torá; así, Moshé -quien estuvo dispuesto a entregar su vida por la Torá- tuvo el privilegio de
convertirse en su maestro y transmitirla a todas las generaciones.
5. Aharón personificó el atributo de Hod, Esplendor; amó la paz y luchó por ella, amó a la humanidad y
la acercó a la Torá. Todo aquel que observaba el esplendor y la santidad de Aharón se veía estimulado a
emular sus cualidades y forma de conducirse. Sobre él decía la gente: "Mirad a Aharón, quien aprendió
Torá de su hermano menor y se regocijó en su grandeza sin envidiarlo. Cuán agradables son sus caminos
y cuánto esplendor irradia de él".
6. Iosef personificó el atributo de Iesód, Fundamento: la virtud de la moralidad. La piadosa moralidad de
Iosef era tan inmensa que logró el máximo nivel de santidad. Esta cualidad se denomina Fundamento pues
es la base principal sobre la cual descansa el mundo.
7. El Rey David fue la encarnación del atributo de Maljút, Soberanía. David no alcanzó el reinado por sí
solo. No llegó a ser rey en razón de su poder ni por su sabiduría, ni tampoco obtuvo la corona por herencia.
Sólo Di-s, el Rey de reyes, lo llevó de cuidador de ovejas a convertirse en el fiel pastor
de Israel. Eligió a David porque El sabía que aunque recibiera la capacidad de ascender a las más insignes
alturas, continuaría siempre sintiéndose un mero siervo (I Crónicas 29:10-14).

Parte C. Aprovechar el período de la Sefirá para alcanzar la perfección espiritual

1. Las cuarenta y ocho maneras para adquirir La Torá. Existe también una dimensión adicional
respecto a los cuarenta y nueve días del Omer. Nuestros Sabios nos enseñan que hay cuarenta y
ocho atributos que debemos perfeccionar para poder adquirir la Torá.
Pirkei avot 6:6 – La Torá se adquiere a través de cuarenta y ocho cualidades. La Torá se adquiere a través
de cuarenta y ocho cualidades que son: estudio, escuchar con atención, decir lo que se estudia en voz alta,
entendimiento intuitivo, discernimiento, respeto a los maestros, temor al Cielo, humildad, alegría, pureza,
servir a los sabios, estar cerca de otros estudiantes, discusión evaluativa con otros estudiantes, calma,
conocimiento del Tanaj, conocimiento de la Mishná, moderación en los negocios, moderación en las
actividades mundanas, moderación en los placeres físicos, moderación al dormir, moderación al hablar,
moderación en los festejos, lentitud para enojarse, tener un buen corazón, fe en los Sabios, aceptar el
sufrimiento, saber el lugar de uno mismo, estar feliz con lo que uno tiene, hacer una valla alrededor de
las propias palabras, no alardear, granjearse el cariño de los demás, amar a D’os. Amar a Sus criaturas,
amar la rectitud, amar la justicia, amar la corrección de los errores propios, alejarse del honor, no ser
arrogante en relación a la propia sabiduría, no disfrutar al tomar decisiones halájicas, compartir los
problemas de otras personas, juzgar a los demás de manera positiva, encaminar a los demás hacia la
verdad, encaminarlos hacia la paz, enseñar con calma, preguntar y responder, escuchar y agregar ideas
propias, estudiar para enseñar, estudiar para cumplir mitzvot, imitar al propio maestro, reflexionar sobre
las lecciones propias, y repetir una idea en el nombre de quien la dijo originalmente trae la redención al
mundo – tal como dice en la Meguilá: “Y Esther le dijo esto al Rey en nombre de Mordejai” (Esther 2:22).
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2. Rab Aharon Kotler, mishnat Rabi Aharon, volumen III, página 13 – Prepararse para recibir la
Torá a través de la práctica de las cuarenta y ocho maneras en las cuales se adquiere la Torá.
Los días de la Cuenta del Omer son días de preparación para la entrega de la Torá. Dado que adquirir la
Torá depende de las cuarenta y ocho maneras en las cuales se adquiere la Torá (Pirké Avot, Capítulo 6),
es como todas las otras cosas que sólo pueden adquirirse a través de los mecanismos apropiados, tal como
lo explicó el Rab Jaim. Por lo tanto, queda claro que la manera de prepararnos es a través de estas cuarenta
y ocho maneras. [El día cuarenta y nueve corresponde a las cuarenta y nueve puertas del entendimiento y
también a las cuarenta y nueve caras de la Torá, tal como es explicado en otra parte]. Los cuarenta y ocho
días corresponden a las cuarenta y ocho maneras en que se adquiere la Torá. El día cuarenta y nueve es
un día completo para la pureza y la preparación para recibir la Torá…
En resumen hasta aquí:
El período del Omer deriva su nombre de una ofrenda especial que se llevaba al Templo. Antes de que
se pudieran comer los granos nuevos –de trigo, avena, cebada, centeno y espelta- debía ofrecerse en el
Templo el segundo día de Pesaj el equivalente al valor de la porción de un día de harina de cebada (por
persona.
El proceso de recibir la Torá en el Monte Sinaí comenzó en verdad 49 días antes de su entrega, con el
Éxodo de Egipto. Estos 49 días son tradicionalmente llamados "Sefirat Haomer" que significa la Cuenta
del Omer".
Las siete semanas de la Sefirá representan las siete sefirot, o atributos fundamentales, que constituyen la
revelación mística del “Carácter” de D’os. Puesto que el hombre fue creado a imagen y semejanza de
D’os, estas sefirot nos guían respecto a la manera en la cual debemos trabajar sobre nuestros rasgos de
carácter. Cada semana de la sefirá corresponde a uno de estos atributos, y cada día de cada semana
corresponde a una subdivisión específica de ese atributo. Durante el período de la Sefirá nos embarcamos
en un proceso de auto-perfeccionamiento y purificación al esforzarnos por imitar los rasgos de carácter de
D’os tal como están definidos a través de las sefirot. Se trata de un período diseñado por la Divinidad en
el cual la persona puede elevarse a grandes alturas espirituales.
Los cuarenta y nueve días de la Sefirá también son paralelos a las cuarenta y ocho cualidades que debemos
desarrollar para poder adquirir la Torá. Los primeros cuarenta y ocho días de la Sefirá deben utilizarse
para trabajar sobre cada una de estas cualidades y el día cuarenta y nueve es un día para completar el
proceso. Los Sabios, quienes ahondaron en los significados profundos de la Torá, enseñan que este estado de
perfección del mundo aparece expresado en el versículo: Y vio Di-s todo lo que había hecho, y he aquí que era muy
bueno (Génesis 1:31).

Por lo tanto la cuenta del omer viene a ser la oportunidad para que el ser humano de regrese al estado de
perfección que tenía antes del pecado del Adam, dejando claro que la mitzvá de la cuenta del omer
establecida en la Torá es exclusiva para el pueblo judio pero para los noajidas existe la posibilidad de
elevar su condición espiritual al trabajar cada uno de los siete atributos inferiores, logrando así la
purificación y rectificación de su alma. La siguiente imagen cortesía de la Dimensión Universal del
Instituto Gail Enai nos enseña la relación y conexión de los siete preceptos con los siete atributos.
Shiur: La cuenta del Omer -Halajot para Benei Noaj-Los Siete Preceptos Universales 7

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