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Entre 1920 y 1935 hubo variadas propuestas residenciales que exploraron la prefabricación de las
viviendas. De todas ellas podemos destacar las siguientes:
• 1919-33: Bauhaus Prefabricación. Gropius, Meyer y Breuer
• 1929: Buckmister Fuller. Prototipos Dymaxion House
• 1929: Gerrit Rielveld y Truus Schröder. Casa con núcleo prefabricado
• 1919: Le Corbusier. Casas Loucheur
• 1931: Albert Frey. Aluminaire House, New York
Introducción:
Henry Ford comenzó a producir automóviles de forma industrial en 1908. Cuatro años más
tarde incorporó una cadena de montaje en el proceso de fabricación del modelo Ford T. El éxito fue
tan aplastante que, en 1921, la mitad de los automóviles fabricados en el mundo eran Ford T.
En 1919 se funda la Bauhaus, en Weimar, con Walter Gropius como director. La escuela
incorporó y asumió algunos de los propósitos del Werkbund alemán, sobre todo los referentes a que
“la máquina”, combinada con las técnicas de la producción en masa, debía emplearse para desar rollar
los artículos de la sociedad industrial como el mobiliario, objetos utilitarios, materiales para revestir
paredes, tejidos, joyas...
Un año después, en 1920, Buster Keaton (1891-1966) rueda, con tan solo 29 años, One week
la primera película en la que participa tanto en el guion como en la dirección. En ella una pareja de
recién casados recibe, como regalo de boda, una parcela y una casa prefabricada. La casa les llega
en una caja de madera, con un manual de instrucciones. Esta película fue precursora de tres
conceptos arquitectónicos: la casa prefabricada, la casa remolcada y la casa giratoria.
En 1923, en EEUU, Frank Lloyd Wright planteó también una vivienda prefabricada y móvil.
Era una Casa flotante para dos personas que Wright dibujó para una colonia de verano en Esmerald
Bay, Lake Tahoe, California.
En 1923 Le Corbusier publica Vers une Architecture, donde afirma que “la casa es una
máquina para habitar” e incita a crear el estado de ánimo necesario para la producción de viviendas
en serie.
Ese mismo año se publica en alemán My life and work, el libro de Henry Ford, en cuyo
prologo Ford afirma que la intención de su libro era “demostrar con claridad que las ideas que nosotros
hemos empleado se pueden aplicar en todos los campos”.
En Alemania se publicaron trece ediciones en un solo año y Mies van der Rohe, sin duda
influido por él, escribe, en 1924, en su artículo “Construcción Industrial”: “Creo que la industrialización
de la construcción es el problema central de nuestro tiempo. Si conseguimos llevar adelante esta
industrialización las cuestiones sociales, económicas, técnicas y también artísticas se resolverán
automáticamente”.
Gropius mostraba de esta forma una voluntad de proporcionar una libertad de c ombinación
de los elementos estándar prefabricados, según los distintos modos de vida y costumbres de los
futuros habitantes, pero sin perder la estética moderna de la nueva era.
Así, entre 1922 y 1923 Walter Gropius y Adolf Meyer trabajaron sobre un sistema
prefabricado de vivienda que denominaron Baukasten. Este sistema consistía en unos bloques
prefabricados que podían unirse o sumarse de diferentes modos, con gran variedad de combinaciones.
Gropius se refería a él como un juego de niños a gran escala con el que, según el número de
habitantes y sus necesidades, diferentes modelos de bloques de “máquinas de habitar” se irían
uniendo o separando. Los materiales exteriores también podían ser combinados de muy diferentes
formas. Aunque Gropius y Meyer llegaron a desarrollar unas maquetas, destinadas a ayudar a los
arquitectos a orientar a los clientes, el sistema nunca se desarrolló.
Entre 1931 y 1932 Walter Gropius colaboró con la empresa Aron Hirsch e Hijo, dedicada a la
construcción de casas prefabricadas. Las viviendas que ofertaban eran exteri ormente de cobre y
podían ser ensamblabas, en el propio terreno, en 24 horas. Gropius propuso a la empresa nuevos
modelos y mejoras en la construcción, pero la carrera armamentista del nacionalsocialismo alemán
limitó el uso del cobre para destinos no militares y las casas tuvieron poco éxito comercial.
Estas casas de cobre fueron publicitadas como casas para colonos judíos que deseaban
trasladarse a vivir a Palestina.
Otro de los arquitectos de la Bauhaus volcado en estos años en las casas prefabricadas
era Marcel Breuer.
Desde 1925 Breuer realizó numerosos proyectos de viviendas prefabricadas. Uno de ellos fue
su casa Bambos, para Dessau, destinada a los jóvenes maestros de la Bauhaus. Las viviendas se
creaban mediante un sistema de elementos prefabricados con “esqueleto de acero con planchas de
relleno montadas en seco”. Constaba de una zona de vivienda al nivel del jardín y u n taller en el piso
superior, Eran dos cubos iguales, el superior delicadamente apoyado por cuatro finísimos pilotis y
suspendido por una estructura de cables tensados, una clara referencia a las sillas voladas que Breuer
había diseñado en los años anteriores. En la vivienda, sus dos piezas principales se podían dividir
mediante tabiques intercambiables según las necesidades: hombre y mujer, padre e hijos, día y
noche…
La casa Dymaxion era una “unidad residencial autónoma” de solo tres toneladas de peso. Esta
vivienda dejaba atrás cualquier idea preconcebida sobre la casa, convirtiéndola en un producto
industrial en continua evolución y redefinición. Esta idea se oponía completamente a la estática casa
tradicional.
La casa Dymaxion (Dynamic-maximum-ion) era ligera, portátil y móvil. Fuller planteaba que
pudiera ser alquilada o comprada por teléfono, transportada a su emplazamiento por el aire y montada
en cuestión de días. También proponía que pudiera ser movida de lugar, si así se considera necesario,
o sustituida, en cualquier momento, por un modelo superior.
Sus dibujos y maquetas mostraban una vivienda para cinco personas con un mástil central,
del que colgaban los forjados y la envolvente, de modo similar a los puentes colgantes. El mástil se
anclaba al terreno creando una base que incorporaba una fosa séptica, un depósito de combustible,
la calefacción, el generador eléctrico, las bombas y el filtro de aire. En el interior del mástil podía
instalarse un montacargas.
La casa venía totalmente equipada con muebles y equipos tales como radio, televisión
(comenzó a emitirse por primera vez ese año), máquina de escribir o calculadora. También contaba
con aire acondicionado, de modo que el aire entraba en la vivienda desde unas aberturas practicadas
en el mástil central, siendo posible modificar a voluntad su humedad o temperatura. El baño era una
pieza prefabricada por moldeo que contenía la bañera, el inodoro y el lavabo, y que integraba la
iluminación, la ventilación y la fontanería.
La idea de Fuller era que los habitantes pudieran modificar una y otra vez la configuración de
la casa, convirtiéndose un ejemplo de vivienda adaptable. Todos los elementos de la casa estaban
pensados para ser móviles, incluidas las instalaciones. También las unidades técnicas, que estaban
acopladas a la estructura central, podían ser recolocadas o sustituidas.
1927. Mies van der Rohe. Weissenhof. Planta y diferentes posibilidades de vivienda
Desde 1927 Rietveld empezó a demostrar interés por la vivienda social. Ese a ño publicó en la
revista holandesa de vanguardia i10 su primera propuesta de una vivienda social, en la que también
colaboró Truus Schröder, denominada Vivienda estándar, que difería profundamente de los
estereotipos de las casas holandesas de clase media y baja. Rietveld planteaba una nueva distribución
espacial, con la mayor entrada de luz natural posible. No sólo se concebía el espacio como un continuo
horizontal, sino que los estratos verticales también se conectaban espacialmente. Su propuesta na cía
de la idea, profundizada en proyectos posteriores, de casa recorrida continuamente por una escalera
que hacía las veces de distribuidor interior, desapareciendo los pasillos.
Sin duda bajo la influencia de las viviendas de Mies, Le Corbusier proyectó al año siguiente,
unas casas de bajo coste, conocidas como Maison Loucheur, destinadas a un plan del gobierno
orientado a edificar en 5 años 200.000 viviendas en venta y 60.000 en alquiler.
Las casas Loucheur eran muy compactas y recordaban a los camarotes de un barco. Su interior
incorporaba tabiques deslizantes y camas plegables, de modo que la casa adaptaba su configuración
a los usos diurnos y nocturnos.
La vivienda tenía 46 m², pero el uso de los elementos ve rsátiles que permitían un mejor uso
del espacio en cada momento del día hacía que, según Le Corbusier, el espacio interior fuese similar
al de una casa de 71 m².
Las viviendas están diseñadas para una familia de hasta 4 hijos. Durante el día las camas se
pliegan y desaparecen dentro de un armario, surgiendo una mesa de estudio. La cocina se puede
cerrar mediante puertas deslizantes .
Las casas Loucheur estaban concebidas para ser producidas en fabrica y transportadas en
camión con todos sus componentes junto a una cuadrilla de montaje. La casa giraba alrededor de un
núcleo de instalaciones a modo de cápsula. Fue la primera aparición de este elemento, más adelante
tan extendido. La prefabricación de la vivienda no era completa. Entre cada dos unidades existía un
grueso muro.
Esta vivienda de 1931, la Aluminaire House, es un gran ejemplo tanto de prefabricación como
de casa mueble. Fue diseñada por Albert Frey para un cliente no conocido, puesto que fue proyectada
y construida para una Exposición de Nueva York.
Albert Frey era un arquitecto suizo, emigrado a EEUU, que había trabajado en el estudio de
Le Corbusier, desarrollando el proyecto de la Villa Saboya.
El proyecto incorporaba todo tipo de imaginativos muebles polivalentes, diseñados por Albert
Frey, que exploraban la versatilidad del espacio. Entre ellos estaba una mesa que apoyaba sobre una
pared, formada con un tablero de goma que se enrollaba en forma de cilindro y permitía su extensión.
También existían unos tabiques traslúcidos que se podían plegar para aumentar al máximo la
sensación de espacio y todas las camas estaban suspendidas con cables. Frey también diseñó
muebles inflables, fáciles de almacenar, que nunca llegaron a fabricarse.
Al finalizar la exposición el arquitecto Wallace Harrison compró la casa para uso propio,
desmontándola y trasladándola a su finca de Long Island, haciendo efectiva su movilidad.
Al año siguiente Henry Russell Hitchcock y Philip Johnson exhibieron fotos y planos de esta
casa en su muestra sobre el Estilo Internacional del MOMA. Fue una de las dos casas americanas
expuestas.