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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Medicina
Escuela de Kinesiología y Fisiatría

Módulo de Atención Primaria


Encargada de Enseñanza: Lic. Mollar, Nancy V.
Tutora: Lic. Ramirez, Alicia

“Rehabilitación de la marcha en el adulto mayor. Marchas


patológicas.
Análisis biomecánico de la marcha del adulto mayor.
Estrategias de intervención kinésica”

Autores:
- Corvalan, Sofia Milagros
- González, Clarisa
- López Irizar, Martina
- Rodriguez, Jonathan Elian
- Valverde, Mayra Belén

2do cuatrimestre 2022


● Corvalan, Sofía Milagros

Domicilio: 20 A 5165, Berazategui.


Teléfono: 1122613787
Mail: sofiacorvalan01@gmail.com

● Gonzalez, Clarisa

Domicilio: Márquez 5961, Adolfo Sourdeaux


Teléfono: 1156412835
Mail: gonzalezclarisa@campus.fmed.uba.ar

● López Irizar, Martina

Domicilio: French 2937, Capital Federal


Teléfono: 2926516451
Mail: martu.lopezi15@gmail.com

● Rodriguez, Jonathan Elian

Domicilio: Gaboto 5072, Adrogué


Teléfono: 1161950266
Mail: rodriguez.jonathan.1206@gmail.com

● Valverde, Mayra Belén

Domicilio: Muratre 1631, Adrogué


Teléfono: 1130275999
Mail: mayrabelenvalverde@gmail.com

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ÍNDICE

Resumen…………………………………………………………………….…. 4

Palabras clave…………………………………………………………….…… 4

Introducción ………………………………………………………………….. 6

Desarrollo………………………………………………………………………7

Objetivos:
- Generales.
- Específicos.

Marcha fisiológica
Marchas patológicas
Análisis biomecánico de la marcha
Marcha en el adulto mayor
Evaluación
Rehabilitación de la marcha en el adulto mayor
Estrategias de intervención kinésica
Abordaje y estrategia de APS implementada en la pasantía

Conclusión………………………………………………………….… ……...25

Discusión………………………………………………………………………26

Bibliografía…………………………………………………………………... 27

Anexos………………………………………………………………………... 28

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RESUMEN: La marcha humana corresponde a una secuencia de movimientos coordinados y
alternantes que nos permite desplazarnos. El análisis de la misma representa una valiosa
herramienta para la identificación y diagnóstico oportuno de enfermedades, así como para la
evaluación y seguimiento de tratamientos de rehabilitación. En este trabajo, además de
recopilar información tanto sobre los aspectos fisiológicos como patológicos de la marcha
humana, se hace hincapié en el gran impacto que los trastornos de la misma tienen en el
adulto mayor, y en cómo han aumentado en frecuencia como consecuencia del
envejecimiento poblacional.
OBJETIVOS: Exponer las bases normales del patrón de movimiento de la marcha. Describir
diferentes variantes de marchas patológicas. Comprender los cambios de la marcha en el
adulto mayor. Analizar la biomecánica de la marcha. Desarrollar una estrategia de abordaje
kinésico preventiva relacionada con las caídas en el adulto mayor.
INTERVENCIÓN: Los resultados arrojados por el análisis biomecánico de la marcha nos
permitirán conocer cuáles son las compensaciones y/o las claudicaciones durante la marcha.
Esta información será de suma importancia para elaborar un plan de tratamiento acorde al
paciente.
Además, las intervenciones multifactoriales, basadas en el ejercicio y personalizadas son la
forma más eficaz para reducir las caídas y los costos sanitarios en las personas de edad
avanzada.
CONCLUSIÓN: Como futuros profesionales creemos que es de suma importancia tener un
pleno conocimiento acerca del rol del kinesiólogo en los diferentes niveles de atención.
Determinar la gravedad, estadío y hacer seguimiento de la evolución de la marcha es
indispensable para realizar una intervención fisioterapéutica oportuna y eficaz para lograr el
éxito de su recuperación o mejoría. Consideramos muy importante para nuestra profesión
conocer el patrón de marcha normal, para aplicarlo como modelo a seguir en la recuperación
funcional de todos aquellos pacientes que, a causa de su patología, lo han perdido o lo
presentan alterado.
PALABRAS CLAVE: marcha humana - marcha normal - trastornos de la marcha - análisis
biomecánico de la marcha - rehabilitación de la marcha

ABSTRACT: The human gait is a sequence of coordinated and alternating movements that
allows us to move. The analysis of human gait represents a valuable tool for an early and
timely identification and diagnosis of diseases, and for the evaluation and review of
rehabilitation treatments. In this work, besides compiling information about both the
physiological and pathological aspects of human gait, emphasis is placed on the hard impact
that gait disorders have on the elderly and how they have increased in frequency as a result of
aging.
OBJECTIVES: To expose the bases of the normal gait pattern. To describe different types of
pathological gaits. To comprehend how the gait changes in older adults. To analyze the
biomechanics of human gait. To develop strategies to prevent falls in older adults.
INTERVENTION: The biomechanical analysis of human gait results allow us to know the
complications or claudications during the gait. This information is useful to develop an
accurate treatment plan for each patient.
In addition, multifactorial interventions based on exercise are the most effective way to
reduce falls and the sanitary costs in older adults.
CONCLUSION: As future professionals, we consider that having full knowledge about the
role of physiotherapists in the different levels of care is very important. Determining the
severity, stage and monitoring the evolution of the gait is of the utmost importance to perform

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a timely and effective physiotherapeutic intervention to achieve the success of the recovery or
improvement. In our profession it is vital to know the normal gait pattern to apply it as a
model to follow in the functional recovery of all those patients who, because of their
pathology, have lost it or have it altered.

KEY WORDS: human gait - normal human gait - gait disorders - analysis of human gait -
rehabilitation of human gait

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INTRODUCCIÓN

La marcha se define como un modo de locomoción bípedo donde se suceden los períodos de
apoyo monopodal y bipodal, posibilitando el desplazamiento del centro de gravedad del
cuerpo humano con un coste energético menor a cualquier otra forma de locomoción humana.
Es un proceso complejo que requiere de la participación e interacción entre diferentes
sistemas del organismo, para permitir el desplazamiento del cuerpo hacia adelante, alternando
el movimiento de los miembros inferiores con los de los miembros superiores y manteniendo
el tronco erguido.

Desde la formación del niño en el vientre de su madre hasta la edad adulta, estos sistemas se
van desarrollando y asociando para responder de manera armónica a las demandas del
entorno. De esta manera, nos encontramos con diferentes etapas del desarrollo motor, hasta
llegar al momento en el que el niño adquiere la bipedestación. En un principio, el recién
nacido no tiene control cefálico; aproximadamente a partir de los tres meses, el control
cefálico le permite mantener la cabeza en la línea media. Ya a los seis meses, el niño puede
mantenerse sentado con apoyo anterior, mientras que a los 9 meses se mantiene sentado sin
ayuda, además de realizar inclinaciones y recuperar el equilibrio. A los 12 meses se desplaza
gateando o sentado, puede sentarse sólo y se mantiene de pie agarrado. A los 18 meses el
niño ya tiene una marcha autónoma y rápida, y puede ponerse de pie sin ayuda.

Es necesaria la existencia de un estímulo proveniente ya sea del medio interno o externo,


cuya información va a ser transmitida a las estructuras del Sistema Nervioso Central (SNC),
las cuales se encargarán de integrar el mensaje para elaborar como respuesta la puesta en
marcha del engrama motor y la activación del sistema musculoesquelético, con el fin de
poner en movimiento los diferentes segmentos corporales y llevar a cabo la locomoción
bípeda. Dentro de estas estructuras del SNC podemos mencionar al tronco del encéfalo, el
cual ejerce un control y realiza ajustes del tono muscular, regula la postura y mantiene el
equilibrio. La corteza cerebral tiene como función comandar los movimientos de precisión,
movimientos más complejos como los bilaterales, y elaborar un plan de ejecución y
coordinación postural sin que exista necesariamente un estímulo externo. Por otro lado, los
ganglios de la base se comportan como moduladores de la actividad motora, regulando los
movimientos, mientras que el cerebelo se encargará de regular y adecuar la postura durante el
desarrollo de los mismos.

Debemos tener en cuenta que, al ser tan compleja la asociación de estos sistemas para lograr
una marcha adecuada, cualquier afección en alguno de ellos podría resultar en una alteración
de este proceso. Varias patologías pueden debutar con alteración en la deambulación o es el
hallazgo clínico más llamativo para la sospecha de una enfermedad. El origen del trastorno de
marcha habitualmente es multicausal. No obstante, las etiologías neurológicas y
músculo-esqueléticas, tales como hemiplejía o hemiparesia, parálisis cerebral, enfermedad de
Parkinson o esclerosis múltiple, entre otras, están presentes en la mayor parte de los
pacientes. En estos casos la marcha se encuentra alterada por afectación del equilibrio,
coordinación, tono muscular o parálisis, y dichas alteraciones son motivo frecuente de
consulta.

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DESARROLLO

OBJETIVOS

● Generales:
- Exponer las bases normales del patrón de movimiento de la marcha.
- Describir diferentes variantes de marchas patológicas.
- Analizar la biomecánica de la marcha.
- Comprender los cambios de la marcha en el adulto mayor.

● Específicos:
- Describir los exámenes físicos y pruebas especiales para la evaluación de la
marcha.
- Elaborar un plan kinésico preventivo/terapéutico dirigido a la marcha en
adultos mayores.
- Desarrollar una estrategia de abordaje kinésico preventiva relacionada con las
caídas en el adulto mayor.

MARCHA NORMAL

La marcha tiene dos componentes: el equilibrio y la locomoción. Para mantener estos


componentes vamos a requerir de la interacción de:
➔ Los sistemas aferentes: visual, vestibular y propioceptivo.
➔ Los centros de procesamiento de esta información: médula, tronco, cerebelo y
hemisferios cerebrales.
➔ La eferencia motora (vía piramidal y extrapiramidal).
➔ Del aparato músculo-esquelético.

De esta manera, se construye un programa motor donde encontramos la intervención de


decisiones voluntarias (por indemnidad de la función cognitiva) y continuos ajustes
inconscientes del sujeto (reflejos posturales).

En el ciclo de la marcha tenemos dos períodos, los cuales a su vez se dividen en diferentes
fases. Por un lado nos encontramos con el período de apoyo (abarcando el 62% del ciclo), y
por otro lado con el período de balanceo (el cual corresponde a un 38% del ciclo).

Períodos y fases de la marcha normal:

➔ Período de apoyo (62% del ciclo de la la marcha):


- Contacto inicial: en esta fase el pie que se adelanta hace contacto con el suelo.
- Respuesta de la carga (10% del ciclo de la marcha): el pie hace contacto total
con el suelo y soporta todo el peso corporal.
- Apoyo medio (20 % del ciclo de la marcha): durante esta fase la extremidad
contralateral pierde totalmente el contacto con el suelo. Es en este momento
cuando ocurre el primer 50% del apoyo unipodal.

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- Apoyo terminal (20% del ciclo de la marcha): el talón se despega del suelo y
el peso corporal se desplaza hacia los dedos, para luego transferir carga hacia
el miembro inferior contralateral cuando éste entre en contacto nuevamente
con el suelo. Durante esta fase nos encontramos con el otro 50% del apoyo
unipodal.
- Prebalanceo (12% del ciclo de la marcha): es una fase de transición entre el
período de apoyo y el período de balanceo. Inicia cuando el miembro inferior
contralateral nuevamente contacta con el suelo, y finaliza cuando cuando el
miembro homolateral despega los dedos del suelo, dando comienzo al período
de balanceo.

➔ Período de balanceo (38%del ciclo de la marcha):


- Balanceo inicial (13% del ciclo de la marcha): esta fase comienza cuando los
dedos del pie se despegan del suelo, y finaliza cuando a nivel de la rodilla
alcanzamos la flexión máxima durante la marcha, siendo esta última de 60º.
En esta fase el miembro inferior contralateral es quien soporta el peso
corporal.
- Balanceo medio (10% del ciclo de la marcha): comienza con la flexión
máxima de rodilla y finaliza cuando la tibia se encuentra perpendicular al
suelo (es decir que se orienta verticalmente).
- Balanceo terminal (15% del ciclo de la marcha): comienza con la posición
vertical de la tibia. En esta fase la rodilla se extiende completamente y finaliza
cuando el talón contacta nuevamente con el suelo.

Figura 1. Ciclo de la marcha.

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Figura 2. Períodos y fases del ciclo de la marcha.

Es importante tener en cuenta que este patrón de marcha normal puede verse modificado por
muchas causas, pero no todas ellas tienen por qué ser propiamente patológicas. Dentro de
estas causas podemos mencionar la talla, la edad, el calzado, el terreno, la carga, la actividad
de la persona, etc.

Vamos a encontrarnos con la existencia de muchas afecciones de distinto origen (estructural,


osteoarticular, miopático, neuropático, etc.) que resultan en la alteración de alguna parte del
ciclo o del ciclo completo de la marcha.

MARCHAS PATOLÓGICAS

Las marchas patológicas son aquellas que difieren del patrón normal desarrollado
anteriormente. Los trastornos de la marcha se definen por una lentificación de la velocidad de
la marcha, alteración en las características del paso (base, longitud, rangos de movimiento)
inestabilidad o modificación en la sincronía de ambos MMII, generando ineficacia para el
desplazamiento y alterando las actividades de vida diaria.

Hay diversos factores que pueden causar alteraciones en la marcha de un individuo. Entre
los más frecuentes encontramos:

➔ Dolor: La articulación dolorosa va a tender a adoptar una postura que coincide con la
mínima presión intraarticular, lo que lleva a una disminución de la velocidad,
disminución de la cadencia, de la longitud de zancada y del tiempo de apoyo,

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abducción de los miembros inferiores y disminución de presiones sobre el miembro
en apoyo.
➔ Limitación del movimiento: La contractura o retracción de los tejidos suele ser la
causa más habitual a consecuencia de una inmovilidad prolongada o como secuelas de
una lesión.
➔ Debilidad muscular: Puede ser debida a una atrofia muscular por desuso, a lesiones
neurológicas y a miopatías.
➔ Control neurológico deficitario: Presente en patologías del sistema nervioso central o
periférico, y manifestándose en diferentes alteraciones básicas como por ejemplo la
espasticidad, la alteración de la coordinación y patrones de reflejos primitivos.

Tenemos diferentes maneras de clasificar este tipo de marchas, de acuerdo a la zona


anatómica o la fase afectada, como por ejemplo el caso de la marcha de Trendelemburg,
donde el tronco se inclina hacia el lado del apoyo por debilidad o parálisis del glúteo medio.
Además, según su etiología, las podemos clasificar como:

➔ Marcha atáxica

De acuerdo al lugar de la lesión podemos nombrarla de diferentes maneras (ataxia


cerebelosa, vestibular y sensitiva). Los movimientos desiguales por la inadecuada colocación
del pie durante la fase final del balanceo, hacen que esta marcha sea inestable. Se caracteriza
por:
➢ Hipotonía de grado variable de músculos antagónicos.
➢ Golpeteo en el suelo con el talón (taconeo).
➢ Pérdida del equilibrio.
➢ Dificultad para medir la ejecución del movimiento con precisión (dismetría).
➢ Imposibilidad de realizar de forma rápida movimientos en sentido opuesto
(adiadococinesia).
➢ Dificultad para coordinar movimientos del tronco y miembros inferiores.
➢ Retardo para iniciar una actividad o prolongación excesiva de la misma.
➢ Pérdida del sentido de posición debido a una lesión en los cordones posteriores de la
médula, que altera la sensibilidad profunda (ataxia sensitiva) y a su vez provoca
movimientos incontrolados, pasos lentos y cautelosos durante la marcha.

Cuando estamos en presencia de una lesión a nivel del cerebelo (conocida como ataxia
cerebelosa), los movimientos se caracterizan por tener una base de sustentación amplia y la
marcha es en forma de zig-zag, como si la persona estuviera ebria. En caso de existir una
lesión en el sistema vestibular, vamos a encontrarnos con que el paciente no tiene equilibrio
y control de los movimientos de los ojos (nistagmo), no tiene estabilidad postural, tiene
también vértigo giratorio, y su base de sustentación es amplia para evitar tambalearse hacia
atrás y adelante.

➔ Marcha hemipléjica

La hemiplejía está relacionada y es típica en personas que han sufrido una lesión unilateral
de la vía piramidal, en donde el hemicuerpo (dependiendo del nivel de la lesión) se paraliza,
por lo que uno de los miembros inferiores se encuentra mantenido en extensión durante la
marcha. Por este motivo vamos a encontrarnos con que en la fase de balanceo se realiza un
movimiento de circunducción, elevando la cadera para tratar de adelantar un paso, mientras

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que en la fase de apoyo la cadera cae del lado opuesto debido a la debilidad de los músculos
abductores. La movilidad voluntaria del miembro pléjico se ve afectada, y puede observarse
la presencia de sincinesias, espasticidad, modificación de los reflejos tendinosos y cutáneos,
trastornos sensitivos, agnosia espacial, afasia y apraxias. El miembro superior del lado
hemipléjico pierde su balanceo normal, manteniéndose en semiflexión y pronación por
delante del cuerpo. Las causas generalmente son vasculares, pero también se deben a
traumatismos, tumores e infecciones.

➔ Marcha paraparésica o espástica

Esta marcha es característica de lesiones medulares que afectan bilateralmente las vías
piramidales, por lo que afecta a ambos miembros inferiores. La cadera y rodillas se
mantienen moderadamente flexionadas, con hipertonía de ambos aductores. Las piernas se
cruzan al caminar como si ambas rodillas chocaran y entrecruzaran un poco, generando la
famosa marcha en tijeras con una gran compensación del tronco y miembros superiores. La
hiperextensión espástica de ambos miembros inferiores hace que los pies queden en
equinovaro y provoca una sensación de pesadez como si no pudiera quitar los pies del piso.

➔ Marcha parkinsoniana o festinante

Esta marcha se caracteriza por ser rápida pero con pasos cortos, siempre apoyando la planta
del pie; el tronco está inclinado hacia adelante con ambos miembros inferiores ligeramente
flexionados y los miembros superiores en semiflexión. No tienen la capacidad de realizar
pasos más largos, ya que si lo hicieran podrían llegar a perder el equilibrio. En relación a la
postura del paciente, podemos decir que es encorvada y rígida, con la cabeza y cuello
anteriorizados. Su causa principal es el Parkinson, el cual consiste en una enfermedad
neurodegenerativa que afecta la sustancia negra, teniendo repercusiones neuromusculares y
articulares que modifican la postura y la marcha. La hipertonía presente disminuye al reposo
y aumenta al movimiento, con el frío y emociones; los temblores son muy comunes en
especial en miembros superiores y disminuye con los movimientos pero aumenta cuando se
intenta tener selectividad del movimiento; acinesia (distinto a la parálisis; encontramos una
disminución importante de la movilidad y la pérdida de balanceo de los brazos).

➔ Marcha de pato o balanceante

Consiste en la presencia de paresia en los músculos de la cintura pélvica como consecuencia


de trastornos congénitos, del desarrollo, dislocaciones, displasias, distrofia muscular, la
combinación de espasticidad y ataxia. Provoca un balanceo latero-lateral con elevación de
cadera que es muy parecido al de los patos o pingüinos al caminar.

➔ Marcha equina o en steppage

Este tipo de marcha patológica es característica de las lesiones del nervio periférico,
especialmente del ciático y poplíteo externo, cuya alteración afecta principalmente los
movimientos de dorsiflexión y eversión del pie. Respecto a la posición de este último, se
observa caído con los dedos mirando al suelo como si estos rasparan el suelo al caminar. Para
evitar arrastrar el pie durante la marcha el paciente levanta exageradamente la pierna, y al
momento de apoyar el pie en el suelo lo hace con la punta de éste.

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➔ Marcha antiálgica

Podemos encontrarnos con la alteración del desplazamiento o apoyo inadecuado de los


miembros inferiores durante la marcha, causada generalmente por el dolor, cualquiera sea su
etiología, como forma de compensación para aliviarlo o evitarlo. Esta situación a largo plazo
podría traer consecuencias, como modificaciones estructurales en el cuerpo humano, debido
al desequilibrio muscular y articular que pueda llegar a producirse.

➔ Marcha senil.

En el envejecimiento ocurren una serie de modificaciones en los mecanismos nerviosos


centrales y periféricos que controlan el equilibrio y en el aparato locomotor, los cuales
pueden modificar el patrón normal de la marcha, constituyendo de esta manera lo que
conocemos como marcha senil.

ANÁLISIS BIOMECÁNICO DE LA MARCHA

Como vimos previamente, nos encontramos con muchos factores que, al actuar sobre los
diferentes sistemas involucrados en la marcha, pueden llegar a provocar una afección de la
misma, resultando en lo que conocemos como marcha patológica.
Con el correr del tiempo se han llevado a cabo diferentes estudios encargados de analizar
aquellas variables que utilizamos para poder realizar una comparación entre la marcha normal
o fisiológica, con la marcha anormal o patológica. Los resultados arrojados por dicho análisis
nos permitirá conocer cuáles son las compensaciones y/o claudicaciones durante la marcha,
brindándonos la posibilidad de elaborar un tratamiento acorde al paciente, con el objetivo de
lograr el más alto nivel posible de su capacidad funcional.
Vamos a encontrarnos con ciertos parámetros que son utilizados al momento de realizar el
análisis de la marcha. Estos parámetros podemos clasificarlos como:

➔ Espaciales:
- Altura de paso: consiste en la distancia vertical generada por el movimiento de
las extremidades inferiores para evitar el arrastre de los pies sobre el suelo. Su
unidad de medida es en metros (m).
- Ancho de paso: es la distancia lineal entre dos puntos iguales de los pies. Su
unidad de medida es el metro (m).
- Distancia recorrida: Hace referencia a la longitud del trayecto recorrido, y su
unidad de medida es en metros (m).
- Efecto de acortamiento de la pierna: este efecto es generado por el
acortamiento de la rodilla en la fase de oscilación para evitar tropiezos. Su
unidad de medida es en porcentaje (%).
- Longitud de paso o zancada: refiere a la distancia entre los puntos de contacto
de un pie y el pie contralateral. Este parámetro se mide en metros (m).

➔ Temporales:
- Cadencia: consiste en el número de pasos que da el individuo, por minuto. Su
unidad de medida es pasos/min.

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- Tiempo de apoyo: consiste en el tiempo desde el momento en que el talón toca
el suelo hasta que se despegan los dedos. Su medida es en segundos (s).
- Tiempo de balanceo: tiempo que transcurre entre que el pie pierde el contacto
con el piso, hasta que lo adquiere nuevamente. Se mide en segundos (s).
- Tiempo de paso: es el tiempo que transcurre entre el contacto inicial de un pie
y el contacto del pie contralateral. Lo medimos en segundos (s).
- Velocidad de la marcha: es la distancia recorrida en un determinado intervalo
de tiempo. Su unidad de medida es m/s.
- Velocidad de zancada: consiste en la distancia recorrida en una zancada en un
determinado intervalo de tiempo. Se mide en m/s.

➔ Angulares (se miden en grados):


- Ángulo de paso: consiste en la dirección del pie durante el paso.
- Ángulos articulares: ángulo comprendido entre dos segmentos debido a los
movimientos biomecánicos.
- Orientación del segmento corporal: dirección del segmento corporal respecto
a referencias geométricas.
- Postura del cuerpo (inclinación, simetría): descripción geométrica del
comportamiento del cuerpo referenciado a entidades geométricas.

➔ Fuerza:
- Fuerza muscular: consiste en las fuerzas generadas en los miembros debido a
la acción de las contracciones y tracciones de los músculos. Se mide en N.
- Fuerza de reacción en el suelo: son las cargas que se generan en el suelo
debidas al peso y al caminado.
- Momento: refiere al potencial rotatorio que efectúa una articulación contra una
fuerza a una línea específica.

Previo a comenzar el análisis de la marcha es necesario realizar mediciones


antropométricas, entre las cuales nos encontramos con la distancia horizontal entre las
espinas ilíacas anteroposteriores, la longitud del muslo (midiendo la distancia desde el
trocánter mayor de fémur hasta el borde superior de la tibia), la longitud de la pierna (desde el
borde superior de la tibia hasta el maléolo), el ancho del maléolo (que consiste en la distancia
entre el maléolo lateral y el medial), el alto del maléolo (distancia entre el suelo y el
maléolo); también debemos medir el ancho del pie (del primero al quinto metatarsiano), la
longitud del pie (desde la parte posterior del calcáneo hasta la punta del dedo más grande), y
la distancia entre los cóndilos del fémur.

En segundo lugar debemos posicionar marcadores sobre los reparos anatómicos, que
corresponden a las prominencias óseas, para tener las referencias que el sistema que elijamos
para el análisis va a utilizar para la valoración de los diferentes parámetros previamente
mencionados. Por otro lado, es importante calibrar el sistema que se va a utilizar para la
evaluación de la marcha, dado que si no existiera la calibración del mismo, los resultados
obtenidos podrían llegar a ser erróneos, y esto cambiaría el resultado de nuestra evaluación.
También debemos considerar que la medida de la pista donde va a realizarse la marcha debe
ser la adecuada (un mínimo de 4 metros), para permitir que el individuo realice varios ciclos
sucesivos de la marcha.

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A continuación, mencionamos los valores normales de la amplitud de movimiento en las
articulaciones de las extremidades inferiores en el plano sagital, durante las diferentes fases
del ciclo de la marcha.

Figura 3. Valores normales de las articulaciones de los miembros inferiores en cada fase del ciclo de la marcha.

Figura 4. Valores normales de las articulaciones de los miembros inferiores en cada fase del ciclo de la marcha.

MARCHA EN EL ADULTO MAYOR

El ser humano a medida que envejece comienza a presentar cambios biológicos,


psicológicos y sociales. Poner el foco en estos cambios es elemental para la comprensión y el
análisis de las capacidades funcionales del adulto mayor.

Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como adulta mayor
a toda persona mayor de 60 años en los países en vía de desarrollo, y de 65 o más a quienes
viven en países desarrollados. La marcha y el equilibrio en el adulto mayor son un pilar
fundamental para su independencia, funcionalidad y óptima calidad de vida.

Las alteraciones posturales se van adquiriendo en base al envejecimiento y


consecuentemente generan cambios en la marcha y el equilibrio. La alineación corporal
cambia, al igual que las estructuras musculoesqueléticas encargadas de mantener una postura
erguida. Como por ejemplo:

- El músculo esquelético sufre cambios en relación a la edad; la fuerza muscular inicia


una declinación progresiva. Disminuye su masa siendo infiltrado con grasa y tejido
conectivo, disminuyen las fibras tipo II, hay disminución de unidades motoras y
disminución del flujo sanguíneo. Este deterioro está en estrecha relación con la
reducción de actividad física. De esta manera, disminuye la fuerza muscular en
general, y principalmente de los músculos proximales encargados de la postura.

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- Respecto al sistema óseo, el mismo experimenta cambios a lo largo de toda la vida.
Presenta un descenso progresivo de materia ósea, pérdida de trabéculas,
desmineralización.
- Y en cuanto al sistema articular, tanto tendones como ligamentos, comienzan a
volverse rígidos reduciendo la movilidad articular y la flexibilidad. Principalmente en
las articulaciones de la cadera, rodillas, tobillos y columna vertebral. El tejido sinovial
pierde elasticidad y esto aporta al desgaste de las superficies articulares.

En la siguiente tabla se señalan algunos de los factores más frecuentes que alteran el
equilibrio en el adulto mayor:

Figura 5. Factores más frecuentes que alteran el equilibrio en el adulto mayor.

A medida que envejecemos, como se describió previamente, el sistema músculo-esquelético


sufre numerosos cambios que afectan a los segmentos corporales que participan en la marcha.
Consecuentemente, en los adultos mayores se desarrolla una postura encorvada donde se
presenta dificultad para realizar una extensión completa de caderas y rodillas durante la
marcha. Al adoptar esta postura, el centro de masa se desplaza hacia adelante, sobrepasando
la base de apoyo, lo cual le dificulta al adulto mayor levantar el pie a la velocidad necesaria
para conservar el equilibrio durante la marcha y corregir cualquier variación del equilibrio
que pueda darse. Es decir que durante la ejecución de la marcha el centro de gravedad no
logra alinearse con la base de apoyo, por lo tanto la velocidad disminuye y aumentan las
probabilidades de riesgo de caída.

En los adultos mayores, unos de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la
velocidad. De acuerdo a diversos estudios realizados, la velocidad de marcha menor a 1m/seg
es indicador de eventos adversos en el adulto mayor aparentemente sano, y si la velocidad de
marcha disminuye hasta menos de 0,8 m/seg, se puede perder la capacidad de marcha
extradomiciliaria funcional. A partir de los 60 años la velocidad de marcha rápida disminuye
1% por año, debido a que los ancianos tienen menor fuerza propulsiva, menor resistencia
aeróbica y a que sacrifican el largo del paso en favor de lograr una mayor estabilidad.

Si bien sabemos que las causas son multifactoriales, en el siguiente cuadro podemos
observar algunas de las etiologías que pueden llegar a generar trastornos en la marcha del
adulto mayor:

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Figura 6. Etiologías de los trastornos de la marcha en el adulto mayor.

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, podemos decir que en este grupo etario se
observan principalmente las siguientes variaciones durante la marcha:
- Disminución de la velocidad de la marcha.
- Asimetría, pérdida de sincronía durante el movimiento.
- Doble apoyo: aumenta otorgándole más estabilidad.
- Postura con proyección anterior.
- Largo del paso disminuído.
- El ancho del paso puede estar aumentado.

“El Ministerio de Salud presentó el análisis de situación del envejecimiento de personas


mayores en Argentina, donde se determinó que en el país los adultos de 60 años y más,
pasaron de 5.771.696 personas en el 2010 a casi 7.000.000 en el 2019. Analizado en
proporción al total de la población, las personas mayores representaban el 14,1% en el Censo
del 2010 y un 15,5% en la proyección poblacional del 2019, es decir que la ciudadanía de
adultos mayores creció un 1,4% en nueve años”.

En este contexto, consideramos que es muy importante tener en cuenta las alteraciones de la
marcha como consecuencia de la edad avanzada, analizar sus factores de riesgo, generar
estrategias de intervención kinésica para mejorar la funcionalidad, independencia y calidad de
vida de los adultos mayores. Sobre todo teniendo en cuenta que estas alteraciones pueden
complicarse aún más con el riesgo de caídas, que son predictores de deterioro funcional,
aumentan la morbilidad y contribuyen al ingreso a residencias de larga estadía.

EVALUACIÓN

Anamnesis

Es de suma importancia investigar en una primera instancia la evolución del trastorno de la


marcha, los síntomas y signos presentes u otros síndromes que pueden ser antecesores de los
mismos. Debemos preguntar por antecedentes funcionales, uso de ayuda marcha, uso de

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lentes o audífonos, plantillas, fármacos, actividades frecuentes de la vida diaria,
comorbilidades, hábitos y apoyo sociofamiliar.

Examen Físico

El examen musculoesquelético se centra en columna y extremidades inferiores. Es


importante considerar la inspección de la postura del tronco (escoliosis, cifosis) y
extremidades; también de las masas musculares (abdominales, glúteos, cuádriceps,
dorsiflexores de tobillo, gastrocnemios, intrínsecos del pie), deformidades óseas o de partes
blandas (rodillas y pies), alineación de las extremidades inferiores. En caso de detectar alguna
asimetría podemos medir la longitud y perímetros de los segmentos de extremidades
inferiores.

Pruebas especiales

➔ Test de Romberg progresivo: Se solicita al paciente que se mantenga parado, con los
pies juntos durante 10 segundos, en primer lugar con los ojos abiertos y luego con los
ojos cerrados; a continuación, se repite con los pies en semi tándem y tándem para
aumentar la sensibilidad del test. Los pacientes con déficits vestibulares y
propioceptivos pierden estabilidad al cerrar los ojos.

➔ Apoyo Monopodal: Consiste en el tiempo que se mantiene el paciente sobre un pie.


Es un muy buen predictor de caídas. Un tiempo menor a 5 segundos es anormal.

➔ Test “get up and go”: Es sencillo de realizar en la clínica cotidiana. El paciente debe
levantarse de una silla sin usar los brazos, caminar tres metros en línea recta, girar y
regresar a sentarse en la silla sin utilizar los brazos, controlando el tiempo que lleva
realizarla. Tiene buena correlación con movilidad funcional y equilibrio. El tiempo
mayor a 14 segundos se asoció a mayor riesgo de caídas.

REHABILITACIÓN DE LA MARCHA

Como en todo plan de tratamiento, la rehabilitación de la marcha es un trabajo


multidisciplinario donde participan profesionales como kinesiólogos, fisiatras, oftalmólogos,
ortesistas, psicólogos, gerontólogos, nutricionistas, etc.

Centrándonos en la rehabilitación del adulto mayor, los planes de intervención se desarrollan


para aquellos que tengan trastornos de marcha y riesgos de caídas o caídas frecuentes en
conjunto. Los objetivos siempre serán tratar la etiología de base, prevenir otras
complicaciones y mejorar la funcionalidad del paciente. Se debe entrenar las AVD básicas e
instrumentales del adulto mayor que requieren locomoción, adaptaciones y así estimular aún
más su funcionalidad.

Un aspecto fundamental de la rehabilitación es el manejo del espacio donde el adulto mayor


va a desenvolverse. Debemos evaluar el ambiente físico y social a través de una visita
domiciliaria, identificando las barreras y riesgos con las que nos encontramos para proponer
una intervención kinésica ambiental. Dentro de las recomendaciones habituales se plantean
generar cambios en los accesos a la vivienda, como modificar escalones muy altos o
alfombras resbaladizas y, en cuanto al interior de ella, debemos eliminar todo tipo de

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obstáculos en la marcha como pueden ser cables, alfombras, macetas, pasillos interrumpidos,
mejorar la iluminación y ventilación de los baños.

Otros objetivos de las intervenciones kinésicas frente a los trastornos de marcha serán:
➔ Disminuir el dolor, si lo presenta.
➔ Mejorar la fuerza muscular que se ve cada vez más afectada por la sarcopenia,
producto del desuso y de una vida sedentaria.
➔ Facilitar el aprendizaje de patrones de movimiento normales.
➔ Aumentar la estabilidad funcional y el equilibrio.
➔ Lograr un buen control de postura y locomoción.
➔ Aumentar la velocidad de marcha.

Los programas de entrenamiento producen mejores resultados si incluyen una variedad de


ejercicios para mejorar la condición aeróbica, rangos articulares, flexibilidad, fortalecimiento
principalmente de los músculos de MMII para una correcta bipedestación, pero así también
de los músculos del tronco para la estabilización dinámica del cuerpo, y equilibrio en forma
individualizada.

Los beneficios del ejercicio físico son variados y muy enriquecedores. Mantienen la masa
muscular, estabilizan la densidad mineral ósea, favorecen el metabolismo y la dinámica
cardiovascular y disminuyen los niveles plasmáticos de proteína C reactiva e interleuquina 6,
beneficios que favorecen la funcionalidad y el estado cognitivo y anímico.

Serán recomendados ejercicios de baja intensidad y aeróbicos, aunque los únicos eficaces en
el aumento de la masa muscular y potencia serán los ejercicios de fuerza, los cuales son más
útiles contra resistencia. Los estudios demuestran que los programas serán efectivos en 8
semanas, con ejercicio 2 o 3 veces por semana.

Mencionaremos con más detalle aquellas capacidades físicas y coordinativas relevantes para
la rehabilitación de la marcha:

➔ Equilibrio

Haciendo hincapié en el trabajo del equilibrio, empezaremos con trabajos en sedestación y


con ayuda, que se irá complejizando a bipedestación, sin ayuda y sobre superficies inestables
si las capacidades del paciente lo permiten, para trabajar tanto el equilibrio estático como
dinámico. Se utilizarán diferentes elementos como bosu, fitball, camas elásticas,
almohadones, colchonetas y espejos con el objetivo de trabajar el esquema corporal y generar
un feedback para el paciente.

Figura 7. Ejercicios de equilibrio

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Figura 8. Ejercicio para equilibrio del tronco

➔ Fuerza

Como mencionamos anteriormente, el entrenamiento de la fuerza muscular adaptado de


manera adecuada puede mejorar la movilidad, el funcionamiento físico, el rendimiento en las
AVD y preservar la independencia de los adultos mayores; puede mejorar su resistencia a
caídas o lesiones como resultado de éstas y por último, pero no menos importante, mejorar el
bienestar psicosocial del adulto mayor.

Los programas de entrenamiento de la fuerza muscular deben seguir los principios de


periodización, individualización y progresión. Se recomienda que trabaje 2-3 series de 1-2
ejercicios multiarticulares por grupo muscular principal, logrando intensidades del 70-85%
del RM evaluado previamente.

Se realizan mayormente trabajos de la musculatura extensora de MMSS, con ayuda de pesas


y poleas, y de la musculatura de MMII utilizando escaleras o escalones.

Figura 9. Ejercicios de fortalecimiento de MMSS, realizados en el Instituto Sol de Otoño.

19
Figura 10. Ejercicios de fortalecimiento de MMII, realizados en el Instituto Sol de Otoño.

➔ Resistencia

Los ejercicios de resistencia aumentan la fuerza y la masa muscular, mejoran el gasto


cardíaco, el volumen de bombeo y disminuyen la frecuencia cardíaca. Se pueden realizar
marchas, ciclismo, natación, cuestas o escaleras.

El entrenamiento de la locomoción iniciará de manera muy paulatina cuando el equilibrio


del adulto mayor está afectado. Se comenzará en barras paralelas hasta progresar en ayudas
para la marcha, pudiendo observar las más utilizadas en el siguiente cuadro.
Cuando logremos ésto sin grandes riesgos de inestabilidad, podremos progresar a ejercicios
en escaleras, superficies irregulares, unipodales y, finalmente, es importante que le
enseñemos al paciente cómo ponerse de pie si se cae y cómo utilizar correctamente su ayuda
para la marcha en caso de ser necesaria.

Estudios demostraron que la ayuda de comandos sensoriales como estímulos visuales,


auditivos con ritmo o somatosensoriales mejoran las alteraciones de la marcha en pacientes
con Parkinson, disminuyendo su riesgo de caída. A pesar de que su marcha sea rítmica y
automática, con estos estímulos se pueden llegar a modificar la longitud del paso y la
cadencia.

Los pacientes van a requerir de 15 a 20 sesiones hasta poder observar cambios positivos,
aunque con el objetivo de no perder estos resultados, se debe educar al paciente para que los
incluya en su rutina diaria o de forma periódica en el hogar o en donde se desenvuelve
habitualmente.

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Figura 11. Indicaciones de ayudas para la marcha

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN KINÉSICA - PREVENCIÓN DE CAÍDAS

El rol del kinesiólogo en pacientes con alteraciones en la marcha tiene una consideración
muy importante con trabajos de prevención de caídas y tratamiento de rehabilitación. Estos
trabajos se basan en un enfoque de rehabilitación basada en la comunidad (RBC), la cual
tiene como objetivo la prevención primaria involucrando al paciente en la participación de su
rehabilitación.

Las caídas son de las principales causas de mortalidad por causa diferente al envejecimiento,
y tienen un elevado impacto en la vida de las personas mayores, en la de sus familias y en los
sistemas de salud. Si consideramos los datos y cifras de la Organización Mundial de Salud
sobre el tema de las caídas:
➔ Las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales o no
intencionales.
➔ Se calcula que anualmente mueren en todo el mundo unas 646.000 personas debido a
caídas.
➔ Los mayores de 65 años son quienes sufren más caídas mortales.
➔ Cada año se producen 37,3 millones de caídas, cuya gravedad requiere atención
médica.

Consideramos que es importante visibilizar este tema y generar planes de prevención de


caídas para las personas mayores, principalmente a raíz de los 3 tipos de consecuencias
derivadas de una caída:

1. Consecuencias físicas graves: una caída muy a menudo tiene consecuencias físicas
en forma de lesiones moderadas o graves. Las lesiones más comunes son los

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hematomas, las fracturas (cadera) y traumatismos craneoencefálicos, que a menudo
resultan en un largo proceso de recuperación o incluso muerte prematura. Las lesiones
más leves consisten en daño tisular, esguinces y distensiones.
2. Consecuencias psicosociales graves: después de una caída, las personas mayores a
menudo experimentan miedo a caer de nuevo o un sentimiento de vergüenza, lo que
las hace sentir inseguras y vulnerables. Incluso puede llegar a desarrollarse el
Síndrome de Post Caída que se manifiesta por la pérdida de confianza de la persona
mayor en su sentido del equilibrio, lo que en realidad es una respuesta protectora que
conlleva a una restricción de las actividades que, a largo plazo, resultará en un efecto
adverso en el plano social, físico o cognitivo: pérdida de independencia funcional,
deterioro de la calidad de vida, depresión, hasta culminar en la institucionalización.
3. Consecuencias financieras graves.

Cuantos más factores de riesgo tenga una persona, mayor será la probabilidad de caerse.
Pero para poder prevenir una caída, hay que ser capaz de reconocer las posibles causas o
aquellos factores de riesgo que pasaremos a describir a continuación:

➔ Dificultades en las funciones cognitivas como la atención, la concentración, la


orientación.
➔ Falta de equilibrio: lo que resulta en disminución de la confianza al moverse.
➔ Sentimiento de vulnerabilidad por haberse caído antes: lo que puede causar miedo de
volver a caer.
➔ Medicamentos como estabilizadores del estado de ánimo y otros psicofármacos que
pueden contribuir a caídas.
➔ Mareos cuando se levanta demasiado rápido, sensación de confusión, disminución de
la conciencia y desorientación.
➔ Incontinencia: tener que ir al baño a menudo, especialmente por la noche.
➔ El deterioro de la audición y la visión.
➔ Presencia de problemas en los pies pueden alterar seriamente el equilibrio.
➔ Artritis y problemas articulares en general.
➔ Desnutrición y sus consecuencias, como osteoporosis o falta de vitamina D y calcio.
➔ Dolor crónico, que puede contribuir a menos movilidad y equilibrio, y resultar en
caídas.

Las intervenciones multifactoriales basadas en el ejercicio y personalizadas, son la forma


más eficaz para reducir las caídas y los costos sanitarios en las personas de edad avanzada
residentes en la comunidad. Los programas de ejercicio para las personas mayores son
especialmente importantes con el fin de mejorar la movilidad, la fuerza muscular y el
equilibrio. La investigación demuestra que esto es muy eficaz no sólo en la prevención de
caídas, sino que también proporciona bienestar general. Estar activamente involucrado en una
actividad física también puede dar la confianza perdida, por ejemplo, después de una caída,
ya que ayudará a combatir el miedo de volver a caerse.

Además, las personas mayores en situación de riesgo de caídas tienen a menudo riesgo de
otros síndromes geriátricos, como la fragilidad y la discapacidad, por lo que las
intervenciones para reducir la caída podrían conseguir beneficios en otros resultados.

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ABORDAJE Y ESTRATEGIA DE APS IMPLEMENTADA EN EL “INSTITUTO SOL
DE OTOÑO”

En cuanto a objetivos de nivel secundario de Atención Primaria de la Salud (APS), se tiene


en cuenta la ejecución de una serie de escalas funcionales que evalúan la marcha y el
equilibrio, como los son el test “Get Up and Go” y el test “mCTSIB”, respectivamente. Por
otro lado, se utiliza el Índice de Downton como cuestionario con el fin de evaluar el riesgo de
caída.
A través de los resultados de estas escalas, se llega a la conclusión del nivel de riesgo de
caída que se posee y, de esta manera, la resolución de un diagnóstico y tratamiento precoz.

Figura 12. Test “Get Up and Go”.

Figura 13. “mCTSIB”.

23
Figura 14. “Índice de Downton”.

Con respecto a los objetivos de prevención terciaria en APS, se realiza la rehabilitación de la


marcha mediante la promoción de la movilidad con ejercicios que apunten al entrenamiento
del equilibrio y al fortalecimiento muscular.

24
CONCLUSIÓN

Como futuros profesionales creemos que es de suma importancia tener un pleno


conocimiento acerca del rol del kinesiólogo en los diferentes niveles de atención. El interés
por analizar la marcha, conocer su origen, características de su biomecánica y de sus
alteraciones, nos otorga una valiosa información para la evaluación, diagnóstico y
tratamiento de diversas patologías neurológicas, infecciosas, congénitas y traumatológicas
que afectan el mecanismo natural de la marcha. Determinar la gravedad, estadío y hacer un
seguimiento de su evolución, es de suma importancia para realizar una intervención
fisioterapéutica oportuna y eficaz con el fin de lograr el éxito en su recuperación o mejoría.
En el desarrollo de este trabajo pudimos exponer cuáles son las diferentes afecciones que el
proceso de marcha puede tener a lo largo de la vida, no sólamente por alteraciones en los
diversos sistemas que intervienen es este medio de locomoción, sino también como producto
del envejecimiento.
Nuestro objetivo es, por un lado, capacitarnos para poder realizar una correcta evaluación de
la marcha, con el fin de elaborar un tratamiento idóneo para cada uno de los pacientes y, por
otro lado, desarrollar estrategias que nos permitan concientizar a la población respecto de
aquellos factores de riesgo que pudieran afectar su marcha, así como también brindar
información destinada a pacientes que ya posean alguna afección en su marcha, con la
finalidad de evitar complicaciones.

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DISCUSIÓN

Vemos la necesidad de darle importancia al acompañamiento de la familia del adulto mayor


en su vida cotidiana. Las alteraciones en la movilidad llevan a que esta población se vea cada
vez más limitada en las diversas actividades, lo cual podría tener una repercusión negativa
respecto al querer participar activamente en la sociedad.
Si consideramos que la salud no solamente consiste en el bienestar físico, sino también en el
bienestar psíquico y social, podemos preocuparnos por encontrar la manera de incentivar a
esta población en base a sus intereses, a mantenerse en movimiento.
De esta manera creemos que el buscar la forma en hacerlos partícipes en las diferentes
actividades desarrolladas en familia, podría llegar a cambiar la perspectiva de vida del adulto
mayor, logrando de forma indirecta mantenerlos en movimiento y retrasando el desarrollo de
alteraciones por falta de movilidad.

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BIBLIOGRAFÍA

1. Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria - Libro de ponencias;


Oviedo; Abril 2006.
2. Levy, M.N, Berne, R. M., Koeppen, B.M., Stanton, B. A. Fisiología. 6ª ed. Barcelona:
Elsevier; 2009.
3. Lorena Cerda, Manejo del trastorno de marcha del adulto mayor, Servicio De
Medicina Física y Rehabilitación; HCUCH; Marzo 2014.
4. Javier Daza Lesmes. Examen de la marcha humana. En: Evaluación clínico-funcional
del movimiento corporal humano. Bogotá; Panamericana; 2007.
5. Jessika Castellanos - Diferentes tipos de marchas patológicas; Febrero, 2017.
6. Adriana Villa Moreno, Eduardo Gutiérrez Gutiérrez, Juan Carlos Pérez Moreno.
Consideraciones para el análisis de la marcha humana. Técnicas de videogrametría,
electromiografía y dinamometría. Revista Ingeniería Biomédica; Junio 2008.
7. Ministerio de Salud - La población de adultos mayores creció 1,4% en nueve años y
subió a 7 millones de argentinos. Marzo, 2022.
8. Carmen Marco Sanz, Revista del pie y tobillo • Cap. 44, Tomo XVII, N.º 1, octubre
2003.
9. A. Martín Nogueras, J L. Calvo Arenillas, J. Orejuela Rodríguez, F J. Barbero
Iglesias, C. Sánchez Sánchez - Revista Iberoamericana de Fisioterapia y Kinesiología
- Fases de la marcha humana
10. Cámara, Jesús - Análisis de la marcha: sus fases y variables espacio-temporales.
Entramado [en línea]. 2011, 7(1), 160-173[fecha de Consulta 15 de Septiembre de
2022]. ISSN: 1900-3803.
11. D. Mariana Haro - Revista Médica Clínica Las Condes - Laboratorio de análisis de
marcha y movimiento. Marzo 2014
12. Juan C. Arellano-González, Hugo I. Medellín-Castillo , J. Jesús Cervantes-Sáncheza
“Identificación y análisis de los parámetros biomecánicos utilizados para la
evaluación de la marcha humana normal y patológica”
13. Dra. Marta Papponetti, Trastornos de la marcha - Artículos - IntraMed. Junio 2018
14. Ministerio de Salud - Informe: La población de adultos mayores creció 1,4% en nueve
años y subió a 7 millones de argentinos. Marzo 2022
15. Rachael Lowe - Dynamic Gait Index
16. Secretaria de Salud - Resumen de evidencias y recomendaciones, Prevención de
caídas en el adulto mayor en el primer nivel de atención, Guía de Práctica Clínica,
año 2008
17. Maren S. Fragala, Eduardo L. Cadore, Sandor Dorgo, Mikel Izquierdo, William J.
Kraemer, Mark D. Peterson y Eric D. Ryan - Entrenamiento de la Fuerza para
Adultos Mayores. 2019
18. Herrera C. Edgar - Programa de ejercicios en personas con alteración de la marcha
que presentan sarcopenia. 2010
19. Dra. Marta Papponetti - Prevención de caídas. Mayo 2016.

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ANEXOS

Con respecto a los trabajos de prevención de caídas, se decide realizar charlas de


concientización, donde se utiliza un folleto informativo relacionado a esta problemática en la
residencia de adultos mayores “Sol de Otoño”.

Folleto informativo para la prevención de caídas.

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Además, se determina producir una encuesta a los alumnos de la Escuela de Kinesiología y
Fisiatría de la Facultad de Medicina de la UBA, para saber el nivel de conocimiento que se
tiene frente a esta cuestión.

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Conclusión de la encuesta

Los resultados demuestran que existe un gran porcentaje de conocimiento sobre el rol del
kinesiólogo en la prevención de caídas y rehabilitación de la marcha.

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