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Es importante mantener el foco en la conexión con los hijos; trabajar y fortalecer esta relación con

ellos, porque cuando hay una conexión entre padres e hijos, todos los problemas y desafíos que
surjan serán más fácilmente superables. Y una vez que los hijos crezcan y no necesiten más de sus
padres, la conexión es lo único que se mantendrá y perdurará. Es una alianza eterna entre padres e
hijos.
La conexión con un hijo es para siempre, aunque hay que fomentarla, alimentarla y estimularla
desde la más temprana edad, incluso en el vientre materno.

¿Cómo trabajar esta conexión?

1- Hablar y escuchar a los hijos.

La comunicación y el diálogo son unos de los pilares del vínculo entre padres e hijos. Antes de
hablar, es aconsejable escuchar a los niños. No solo lo que dicen sino lo que dicen a través de sus
expresiones y conductas. Es importante establecer encuentros para un diálogo entre padres e
hijos.

2- Jugar con los hijos.

Salir al parque, disfrutar de juegos de mesa, sentarnos en el suelo con los hijos y que nos enseñen
cómo juegan con sus juguetes, hacer dibujos con ellos, así como colorear, saltar a la cuerda, jugar
al escondite... en definitiva, con ser un poco niños y disfrutar de actividades de ocio con los hijos,
se construye una alianza y un vínculo para siempre.

3- Sacar, disfrutar y pasar tiempo de calidad con los hijos.

El tiempo es un gran aliado en la conexión con los hijos. El trabajo y las obligaciones del día a día
hacen que el tiempo con los hijos sea escaso, pero reservar algún momento al día, que sea unos 10
o 15 minutitos exclusivamente con los hijos, hace una diferencia enorme. Es fundamental para
crear una vía y una conexión con ellos.

4- Compartir un momento de lectura con los hijos.

Puede ser la lectura de una revista o un libro, de un cuento, un poema, refranes, leyendas o
fábulas... es igual. Lo importante es disfrutar y crear un hábito de leer todos los días con los hijos.
Si el niño ya puede leer de forma autónoma, pueden sentarse juntitos para que sea él quien lea el
cuento en voz alta. Si el niño todavía no sabe leer, serán los padres los que deben elegir un
momento para leerle. La lectura une y hace que padres e hijos compartan una rica actividad
juntos.

5- Educar desde el afecto a los hijos.

Los abrazos, besos y caricias son una costumbre que no debemos perder a medida que los hijos
crecen. La relación afectiva entre padres e hijos repercute en el bienestar de una familia, también
influye positivamente en su conexión y vínculo.

6- Cantar y bailar con los hijos.


Ese es un ejercicio y una actividad que los padres y los hijos pueden realizar en casa y así fomentar
el contacto y el apego. Además, la música y el baile son ingredientes efectivos para generar un
clima de felicidad y diversión

7- Compartir comida y cocina con los hijos.

Comer todos juntos une y educa. Si además pedimos ayuda a nuestros hijos a preparar diferentes
platos, aprenderán no sólo sobre los alimentos, sino también sobre el valor de participar de una
tarea importante de la casa. Enseñar a los niños a cocinar y a comer en familia es una forma de
fomentar la conexión entre todos.

8- Viajar con los hijos.

Cuántos recuerdos se inmortalizan en los viajes que hacemos con los hijos. Es una vía de conexión
muy rica y placentera. No hace falta ir en avión y salir de vacaciones al otro lado del mundo. Una
pequeña excursión o una escapada de fin de semana en familia puede convertirse en un momento
único que nos conecta con los hijos.

9- Aprender con los hijos.

No solo los hijos aprenden con sus padres, sino que los padres pueden aprender mucho de sus
hijos. Los niños pueden enseñarnos multitud de cosas y cuando sepan que lo están haciendo se
sentirán orgullosos y querrán repetir.

10- Enseñar a los hijos de forma positiva.

Cualquier enseñanza que transmitamos a nuestros hijos será un legado muy valioso para ellos.
Reforzará el vínculo y la conexión entre padres e hijos. Ya sea a montar en bicicleta o a hacer los
deberes, o simplemente ver una película juntos. Todo lo que podamos enseñar a nuestros hijos
favorecerá a una relación más enriquecedora con ellos, pero, sobre todo, que les enseñemos con
nuestro ejemplo. Los niños aprenden más de nuestras actitudes de lo que les decimos, aunque las
palabras que les decimos tienen un poder enorme sobre la autoestima y el bienestar de ellos.

A continuación, se expondrán algunas frases breves que pueden ayudar a los padres a conectar
de una forma sencilla y cariñosa con sus hijos:

1- Te quiero mucho.

No existe límite para decir que quieres a tu hijo. Tampoco hay un momento especial para decirlo.
Expresar el amor por tu hijo es un regalo para él.

2- Yo te entiendo.

Cuando tu hijo te cuente algo o exprese alguna emoción de frustración, decepción, enfado... esta
sería una buena frase para decirle.

3- Yo estoy aquí todas las veces que me necesites.

Estar presente para los hijos es lo mejor que podemos hacer como padres.
4- Yo te escucho.

La escucha no es solo oír a los niños, es escuchar lo que dice y manifiesta su corazón, su
comportamiento, su expresión corporal

5- ¡Qué bien lo has hecho!

Valora el esfuerzo y el trabajo de tus hijos y ya verás cómo ellos salen reforzados y motivados.

6- ¿Cómo te sientes hoy?

Crea el hábito de siempre preguntar a tus hijos cómo ellos están, cómo se sienten. Eso les hará
sentir importantes en tu vida.

7- Me encanta cómo colaboras en casa.

Decir eso a los hijos cuando recojan sus juguetes, hagan su cama o pongan su ropa en el cesto de
ropas para lavar, les motiva a seguir participando de las tareas del hogar.

8- Puedes contar conmigo.

Cuando tu hijo tiene un desafío o algo nuevo para hacer, díselo con palabras y demuéstraselo con
hechos que él puede contar contigo.

9- Tienes toda la razón.

Resalta una buena decisión u opinión de tus hijos. Esta frase es para decir más de una vez, todas
las que puedas. Alimentarás su autoestima.

10- ¿Podrías ayudarme a hacer esto?

Pedir la ayuda de tus hijos y darles responsabilidades les hará sentir parte de un equipo que se
llama familia.

11- ¿En qué puedo ayudarte?

Siempre es bueno que los niños tengan en cuenta que pueden contar con sus padres. Muchas
veces ellos necesitarán un apoyo y estímulos.

12- Tu opinión es muy importante para mí

Siempre que puedas, repite eso a tus hijos. Eso les hará sentir partícipes de tu vida y valorados por
ti.

13- No existe ganar o perder y sí ganar y aprender

Enseña a tu hijo que cuando se pierde no se desiste, se aprende. No existen perdedores, pero sí los
que no quieren aprender.

14- ¡Menos mal que estás tú!

Esta frase es otra forma de decirles que los quieres y aprecias la presencia, la existencia y la vida de
tus hijos. Que les importa.
15- ¿Qué quieres jugar hoy?

Un niño que escucha eso de sus padres es un niño feliz porque se siente considerado y aceptado
por sus padres y eso genera una conexión maravillosa.

16- No te rindas nunca

Enseña y anima a tus hijos a que jamás se den por vencidos ni ahora ni cuando sean adultos.

17- Puedes hacerlo

Y diles también que no permitan que nadie les diga que no pueden lograr aquello que desean. Que
el éxito depende de uno mismo.

18- ¿Me das un abrazo?

No hay nada como un beso, un achuchón y demás muestras de afecto que tanto nos gustan para
crear lazos de amor con los hijos.

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