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Hay cuatro niveles de bioseguridad, el nivel 1 es el más bajo y el 4 el más alto. El nivel 1 incluye
agentes no patógenos y no infecciosos, mientras que el nivel 4 se utiliza para trabajar con agentes
que tienen un alto riesgo de causar enfermedades mortales. Los laboratorios de bioseguridad
tienen medidas de seguridad muy altas y los trabajadores están altamente capacitados para
minimizar el riesgo de exposición y evitar la contaminación y diseminación de los patógenos. En
algunos países, como Estados Unidos, los laboratorios de bioseguridad están regulados por el
gobierno y se requiere una licencia especial para operar en ellos.
El acceso al área de trabajo está restringido y controlado por el responsable del laboratorio,
especialmente durante experimentos en curso. El personal debe lavarse las manos al final de cada
tarea y al retirarse los guantes, así como antes de salir del laboratorio.
Se prohíben actividades como comer, beber, fumar, colocarse lentes de contacto, maquillarse,
rasurarse y cepillarse los dientes en el área de trabajo. Si es necesario usar lentes de contacto, se
deben usar anteojos de seguridad o máscaras para protección. Los alimentos, bebidas y objetos
personales deben mantenerse fuera del laboratorio en lugares designados, como refrigeradores y
gabinetes especiales. Se prohíbe el pipeteo bucal y se deben utilizar dispositivos alternativos
disponibles en el mercado. Todos los procedimientos deben realizarse con cuidado para minimizar
la formación de aerosoles y salpicaduras.
La superficie del área de trabajo debe desinfectarse en caso de accidentes que involucren la
ruptura de envases con material infeccioso, derrames de cultivos viables o salpicaduras. Además,
se debe realizar una desinfección al final de cada jornada de trabajo.
Los cultivos, cepas u otros desechos contaminantes deben ser preferiblemente desinfectados en
autoclave antes de ser eliminados o enviados a lavado. Si se requiere descontaminación fuera del
laboratorio o en áreas remotas, se deben colocar en envases rígidos, resistentes y cerrados para
su transporte.
Los agentes de nivel de bioseguridad BSL-2 no causan infecciones mortales y no se transmiten por
el aire. Esto significa que no provocan infección si se inhalan pequeñas partículas del material en
forma de aerosol, lo cual podría ocurrir en caso de salpicaduras. Además, los agentes estudiados
en un laboratorio BSL-2 son patógenos para los cuales existen inmunización o tratamiento con
antibióticos disponibles.
En estos laboratorios se toman medidas para minimizar cualquier posible contaminación durante el
trabajo con agentes infecciosos, especialmente en caso de derrames o aerosolización de
materiales infecciosos.
El equipo de protección personal incluye batas desechables que cubren la parte frontal del cuerpo
y se cierran por detrás, guantes y lentes de protección. Se implementan barreras secundarias de
protección, como el acceso controlado del personal, una doble puerta, un flujo de aire controlado y
la presión negativa para prevenir la entrada o salida de contaminación. Además, las instalaciones
se encuentran aisladas del resto de los laboratorios, con ventanas selladas.
El aire dentro del laboratorio se purifica mediante filtros HEPA (Filtro de Aire Particulado de Alta
Eficiencia), que eliminan partículas y microorganismos presentes en el ambiente.
Dentro de la lista de patógenos RG4 se incluyen virus emergentes y reemergentes que han
captado mucha atención en el sector de la salud en las últimas décadas. Ejemplos representativos
de estos virus son el virus del Ébola, el virus de Marburg y el virus de Lassa. Estos virus son
altamente peligrosos y difíciles de manejar debido a su capacidad de causar enfermedades graves
y potencialmente mortales.
Se caracteriza por ser el nivel de seguridad más alto y requiere una infraestructura y equipamiento
particular para cumplir adecuadamente con su objetivo. Según el Instituto Nacional de Alergias y
Enfermedades Infecciosas (NIAID) de los Estados Unidos, el BSL-4 es el nivel en el que se debe
garantizar la máxima seguridad.
Debido a los estrictos requisitos y medidas de seguridad necesarios, hay pocos laboratorios de
nivel 4 en todo el mundo. Estos laboratorios se encuentran en países como Australia, Bielorrusia,
Brasil, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gabón, Alemania, España, Hungría, India, Italia, Japón,
Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Taiwán y Reino Unido. De forma general, en el BSL-4:
Todo el trabajo se lleva a cabo dentro de campanas de bioseguridad de clase 3 o utilizando trajes
protectores especiales con presión positiva para evitar la diseminación del microorganismo al
ambiente. Además, al salir del laboratorio, el personal debe pasar por una ducha especial para
limpiarse. El manejo y desecho del material se regulan bajo las mismas normas del nivel de
bioseguridad 3.
Las instalaciones del laboratorio deben estar ubicadas en un edificio independiente con una
entrada restringida. Además, se requiere que las instalaciones estén selladas y aisladas para evitar
filtraciones, incluyendo ventanas irrompibles. Se realizan inspecciones diarias para verificar la
presencia de contaminación y se utiliza filtración de aire mediante filtros HEPA.
Las paredes, pisos y techos del laboratorio están construidos para formar una cápsula interna
sellada que impide la entrada de animales o insectos. El laboratorio debe tener un sistema de
ventilación y drenaje independiente de las instalaciones cercanas.
Referencias: