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“Mientras algunos confrontan situaciones agresivamente, los que padecen

ansiedad social pueden temer o evitar la lucha percibida y reprimir respuestas


agresivas. Gabbard (1992) afirma que es peor cuando los sentimientos internos
agresivos y de celos causan culpa, lo que intensificaría la ansiedad social. Este
autor también sugiere que la fobia social puede ser asociada a la ansiedad de
separación. Movimientos hacia la independencia pueden percibirse como un riesgo
de perder el amor de los cuidadores. Este puede ser el caso de cuando los padres
fracasan en el apoyo a los movimientos hacia la independencia en los niños. Tener
padres sobreprotectores ha sido también un factor común entre pacientes con
TAS.”

“Existen actualmente dos subtipos consensuados del trastorno; el generalizado y el


no generalizado. El primero se caracteriza por un temor a muchas situaciones
sociales y el segundo sólo a una o dos. El inicio del trastorno suele ser en la
adolescencia, aunque hay casos en que podría detectarse en la infancia. Puede
aparecer bruscamente después de una experiencia traumática o de forma lenta e
insidiosa. Es una patología crónica, que difícilmente remite sin tratamiento.”

“La terapia de orientación psicoanalítica enfatiza que la terapia por si misma es una
fuente importante de material clínico. Aunque la situación de terapia difiere de otras
situaciones sociales, muchos sentimientos relacionados con la ansiedad social son
activados en terapia. Por ejemplo, los pacientes pueden ser sumamente sensitivos
a percibir criticismo por parte del terapeuta. También pueden experienciar
sentimientos de dependencia que aumentan hacia el término de la terapia.”

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