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Esto fue lo poco que hice

En conclusión Viendo la película de la cabaña nos deja el siguiente mensaje y es que de allí
podemos darnos cuenta que dios siempre está con nosotros así no lo veamos y no
creamos lo suficiente en Él, que en muchas ocasiones nos cegamos de dolor, de rabia
creemos que lo que nos está pasando es por un castigo de Dios, pero realmente no existe
la ira de Dios, el no castica ya que siempre decimos que “todo lo que se hace en esta vida
se paga” por eso el error es el propio castigo de cada ser humano, al igual nadie puede
juzgar a nadie ya que todos somos hijos de Dios, y que todos podemos ser perdonados y
redimidos, incluso los que han cometido los más grandes crímenes, perdonar es un
ejercicio para el que hay que entrenarse, y resulta imposible perdonar a los demás si uno
primero no ha curado sus heridas internas perdonándose a sí mismo.
La capacidad de perdonar y de pedir perdón van unidas, y son previas al amor, sin perdón
no hay reconciliación con uno mismo y no puede haber amor ni felicidad, solo el perdón
tiene una capacidad terapéutica y posibilita en cualquier momento un nuevo comienzo
para quien lo experimenta, claro que no es fácil llegar a perdonar porque todo tiene un
proceso y es cuestión de aceptar la realidad

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