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DEBATE

INTRODUCCIÓN
Creemos que la narrativa del éxito a través del esfuerzo personal en un contexto de grandes
desigualdades entre individuos conlleva a correlaciones espuria y que dichos méritos
singulares no podrían llevarse a cabo si no hubiese influencias externas que en diversas
ocasiones son descartadas completamente en sus discursos.
*No negamos que el esfuerzo sea un factor a valorar en un número considerable de
acciones y oficios pero la fuente de alimentación de la meritocracia es un discurso que
niega rotundamente de otras causas que explican con mayor claridad las circunstancias de
ventaja de una persona frente a las carencias y a la precariedad de otras.

ARGUMENTARIO

Queda demostrado que la colaboración entre distintas cooperativas e incluso diferentes


sectores con respecto a la resolución de problemáticas sociales o colectivas en lugar de su
competición es mucho más eficiente.

Ejemplos: -

Entendemos que la meritocracia en su práctica incita a la competición, la cual puede ser un


punto de referencia inspirador en medios de entretenimiento como los deportes, no
obstante, desde un punto de vista macroscópico que involucra el funcionamiento de una
sociedad, solo tendría sentido su uso en una situación de igualdad de condiciones para
todas las personas que conforman esa red social.

Hablar sobre las “paguitas” como forma de mantener la estructura social.


TRABAJOS Y ENSAYOS ANTERIORES CONTRA LA MERITOCRACIA

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182021000200521

La tiranía del mérito. ¿Qué ha sido del bien común?1 (2020), el libro más reciente de Michael
Sandel (Harvard University), responde afirmativamente a esta pregunta. Con su característica
claridad y precisión, Sandel sostiene la tesis de que estos acontecimientos responden, en gran
medida, a que la llamada meritocracia es una especie de sistema avasallador que beneficia a
unos pocos y perjudica a la mayoría, pero que finalmente nos afecta a todos por igual, puesto
que ha corroído vínculos morales, políticos y sociales fundamentales y, lo más importante, ha
puesto en peligro el bien común. La tiranía de la meritocracia sería el vínculo causal común
que está en el fondo de los eventos referidos al comienzo.

La meritocracia se caracteriza por la hiperagencia, lo que quiere decir que defiende una
“exaltada concepción de la responsabilidad individual” (Sandel, 2020: 67), lo que disminuye la
responsabilidad social y de las instituciones: cada individuo sería responsable absoluto de su
destino. Los méritos y las recompensas se otorgan principalmente sobre la base de las
credenciales educativas universitarias, así que la meritocracia está marcada por el
credencialismo: “lo que puedas cobrar depende de lo que puedas aprender” (Sandel, 2020:
128). La movilidad social es uno de los estandartes de la meritocracia: no se trata de buscar la
igualdad social, sino de ofrecer ayuda a las personas más capacitadas de manera que puedan
“competir de forma más equitativa para alcanzar los escalones más altos” (Sandel, 2020:
126-127).

https://www.youtube.com/watch?v=ERRpg_FEMck
V. Completa ¿Qué ha sido del bien común? Michael Sandel, filósofo y profesor

https://repositorio.uchile.cl/handle/2250/172042

LAS TRAMPAS DE LA MERITOCRACIA. UN RECORRIDO POR LOS PROBLEMAS MÁS


SIGNIFICATIVOS QUE ESCONDE EL MERECIMIENTO

El primer problema es que introduce una legitimación moral a las desigualdades que
impregnan el capitalismo: la meritocracia presupone que la posición de los sectores más
bajos de la sociedad responde a un criterio de justicia moral, por lo que al poner entre
paréntesis las distintas determinantes estructurales que generan la desigualdad,
funcionando como un dispositivo de ocultamiento de sus causas, e interiorizar los distintos
avatares de la fortuna, los pobres se convierten en los responsables principales de su
pobreza: la pobreza es sinónimo de insuficiencia moral. Esto genera grandes problemas al
pensar alternativas igualitarias, pues los desiguales resultados del mérito difícilmente
despiertan compasión y solidaridad: la total responsabilidad de los pobres ante su situación
no despierta empatía, a la vez que niega cualquier sentido de dignidad (Saunders, 2006:
184), o como diría Rawls, niega las bases sociales del autorrespeto (2011). Incluso el mismo
Hayek (1975: 137), desde una óptica diferente, considera que una sociedad en donde la
posición social es un indicador del mérito personal sería insufrible para los que están en los
escalones más bajos de la segmentación social.

https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-73782019000100011&script=sci_arttext&tlng=
pt

En este sentido, el caso chileno resulta interesante de comentar. Primero, por ser uno de los
países de la región que ocupa los primeros lugares en cuanto a los niveles de desigualdad
social y educativa que exhibe. Los datos hablan por sí solos, el 1% de la población controla
el 33% de la riqueza del país, lo que encuentra su correlato en educación, donde la
distribución de las oportunidades educativas es altamente desigual e injusta, siendo la
segregación escolar por origen socioeconómico y cultural, como por rendimiento
académico, uno de los problemas más serios que el país enfrenta. Segundo, porque el 2015
inició una reforma educacional de gran calado, con la finalidad de corregir aquellos
elementos estructurales del sistema que favorecen la segregación escolar, entre otros
aspectos. Así, mediante la Ley de Inclusión Escolar se pone término de manera gradual a
dos importantes barreras de entrada a las escuelas que reciben financiamiento del estado
(92% de la oferta), la selección de los estudiantes por parte de las escuelas y el copago por
parte de las familias (cuotas que pagan las familias en escuelas privadas subsidiadas por el
estado).
DATOS ESTADÍSTICOS - CUALITATIVOS Y CUANTITATIVOS

CIS - DESIGUALDAD Y MOVILIDAD SOCIAL Estudio nº 3178 Noviembre 2017


https://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=14350
2022 -
https://www.epe.es/es/activos/20221002/radiografia-desigualdad-espana-brecha-clases-76
411399

https://www.eustat.eus/elementos/ele0013500/ti_Indice_de_Desarrollo_Humano_por_indica
dores_segun_paises_2019/tbl0013566_c.html
Sobre las paguitas:
https://www.google.com/url?sa=t&source=web&rct=j&url=https://www.lavozdelsur.es/actual
idad/ecologia/paguitas-10-cotos-caza-mas-grandes-espana-reciben-62-millones-euros-tres-
anos_289920_102_amp.html&ved=2ahUKEwiA0NXO8sf-AhVGQ0EAHb9TCeAQFnoECAgQAQ
&usg=AOvVaw2ojUj-4lTxdC4a915YH9G1

DATOS
Según un estudio del The Pew Charitable Trusts solo un 4% de los estadounidenses nacidos
en familias pertenecientes al quintil de renta más bajo ascienden hasta el más alto cuando son
adultos, un 30% hasta el quintil medio y un 43% se queda atrapado en los inferiores. Otro
estudio realizado por el economista de Harvard Raj Chetty y colaboradores encontró que
7’5% de los pertenecientes al quintil más bajo logran ascender al más alto, un 38% lo
consiguen hasta medios o superiores y un 34% no abandona el quintil inferior. La similitud de
ambos estudios arroja luz ante una cuestión que parece poder debatirse en base a la opinión
pero que en realidad se encuentra fundamentada en lo científico.
se creerá que la falta de oportunidades solo tiene cabida en lugares con pocos recursos, sin
embargo, el partido laborista de Reino Unido -fiel defensor de la meritocracia- fue tachado de
hipócrita por el periodista inglés James Bloodworth y su obra The Myth of meritocracy
(2016), pues retrató cómo es el panorama en relación con el mérito. Descubrió que en 2013
uno de cada cinco niños vivía en un hogar con frío, uno de cada veinte hogares no podía
alimentar bien a sus hijos y el 50% de las maestras han confesado haber llevado comida para
algunos alumnos de sus clases. Incluso hace alusión a cómo tras quince años de gobiernos
laboristas, Reino Unido vive dominada por el privilegio y por los hijos de los privilegiados;
estos proclaman que cualquiera podría ocupar su lugar, su puesto de trabajo, pero para que
eso ocurra deberían estar respaldados por una educación. El único inconveniente es que
-según el periódico El País- unos 262 millones de niños y adolescentes de todo el mundo, es
decir, uno de cada cinco, no pueden ir a la escuela o recibir una educación completa debido a
cuestiones tales como la pobreza, la discriminación, los conflictos armados o los
desplazamientos.
BORRADOR EN LIMPIO
Introducción (tesis)

El significado que el mérito tuvo en la Edad Media es muy distinto del atribuido hoy en el
mundo moderno y su asociación con la cultura del trabajo. El mérito se asociaba con la ética,
pero podemos determinar que se ha desvirtuado el concepto por culpa de aspectos como el
nepotismo, la corrupción o la falta de igualdad de oportunidades.

La meritocracia incita a la competición y convence de su aplicabilidad basada en la teoría del


esfuerzo, sin embargo, el concepto de mérito presupone que hay una igualdad de
oportunidades y en una sociedad meritocrática el fracaso es merecido y el éxito es la imagen
del talento y el esfuerzo. Que todo el éxito tiene que ver con la responsabilidad intelectual es
lo que el filósofo Michael Sandel llama la hybris de la meritocracia, o sea, la vanidad. Si en el
mundo moderno el ideal es que cada individuo ocupe en la sociedad el lugar que le asigne su
mérito, se presume que aspectos tales como el nepotismo no deberían existir, pues el cúlmen
del mérito se exalta en el sujeto moderno gracias al liberalismo económico.

La meritocracia actual estipula que el trabajo es lo que aporta verdadera identidad y por ello
las buenas acciones que en la Edad Media ganaban el cielo carecen ya de importancia, esto lo
podemos comprobar en un interrogante propio de la modernidad como lo es “¿qué quieres ser
de mayor?”

Se tiende a olvidar a quienes nos ayudaron y la influencia de la suerte y a creer firmemente


que tanto los que tienen todo como los que no tienen nada, se encuentran en dicha situación
de forma meritoria. Así, debemos saber advertir la influencia de la suerte, pues juega un papel
importante en la consecuencia de las acciones. Por la arrogancia, la competitividad, el
nepotismo y la sed de poder que caracteriza al capitalismo, la meritocracia es corrosiva del
bien común y debe ser desechada como mecanismo de actuación o línea de pensamiento.

En este punto cabe preguntarse, ¿cabemos en el ascensor social? El sociólogo Carlos Gil
Hernández ha demostrado con datos estadísticos que dicho ascensor se encuentra más que
averiado. Ganador del premio a mejor tesis doctoral según el consorcio europeo de
investigaciones sociológicas, ha demostrado que los hijos de familias adineradas salen, en la
carrera por las oportunidades, con unos cuantos metros de más, incluso ya antes de que estos
hayan nacido. Si la meritocracia funcionara y los resultados académicos, las habilidades y el
esfuerzo fueran tan importantes como esta postula ¿por qué los estudiantes de clases altas que
se esfuerzan menos y rinden peor no acaban tan mal como los de clase baja? Para comenzar,
tienen mayor inversión económica para sustentar un proyecto educacional, como ocurre con
las clases de idiomas, extraescolares privadas, clases de música, etcétera; esto no es
precisamente un mérito individual.

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