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colegio de bachilleres de tabasco

plantel num. 30
turno. Vespertino

alumno. David Antonio Cordova


medina

grado. 4to. Semestre

grupo. A

profesor. Juan torres

materia. Actividad cultural


tema. Casa de los azulejos

LA
CASA
DE
LOS

La Casa de los Azulejos es uno de los edificios más emblemáticos del


centro de la Ciudad de México. Aquí te contamos su historia.
La Casa de los Azulejos o la Casa del Conde del Valle de Orizaba, es
uno de los edificios más emblemáticos del centro de la Ciudad de
México. En tiempos prepandemia recibía a cientos de visitantes cada
día, quienes no perdían oportunidad de tomarse una fotografía o de
comer en su famoso restaurante.

Así inició la historia de la Casa de


los Azulejos
La historia de la Casa de los Azulejos comienza en 1524
cuando Hernán Cortés le otorgó parte del terreno a Antonio Burgueño.
Sin embargo, el predio que ocupa la casa sería adquirido después de
que doña Graciana Suárez Peredo, mujer de enormes riquezas, y don
Luis de Vivero, proveniente de una de las familias más ricas durante el
Virreinato, dueña del Condado del Valle de Orizaba, se unieran en
matrimonio. Aunque no sería hasta años después que comenzaría la
construcción que conocemos hoy.

Leyend
a del
origen
de la
Cuenta una leyenda que doña Graciana y don Luis, Condes del Valle
de Orizaba, tenían un hijo irresponsable, juerguista y que causaba

Casa
frecuentes disgustos a su padre. Un día, harto del comportamiento de
su hijo, que ponía en riesgo la fortuna de la familia, el conde le dijo al

de los
disipado hijo:

Azulejo
El hijo, herido por las palabras de su padre, decidió demostrarle que
podía cambiar. Así con el tiempo, y como respuesta a la mala profecía
s
que había hecho su padre, construiría la Casa de los Azulejos.

ARQUI
TECTU
RA
En 1737, la fachada estilo mudéjar de la casa fue revestida por
azulejos de talavera hechos a mano en Puebla de los que destacan
diseños en color azul, amarillo y blanco. Se utilizó además cantera
mexicana con un diseño churrigueresco. Sus bellos barandales que
adornan los balcones y corredores fueron mandados a hacer en
Japón.

En 1871, los condes del Valle de Orizaba decidieron vender la


propiedad a Rafael Martínez de la Torre, famoso por construir la
colonia Guerrero; y a partir de 1891, se utilizó para albergar las
instalaciones del Jockey Club de México.
Luego de la Revolución, y de ser ocupada por la Casa de Obrero
Mundial, es adquirida por el señor Yturbe Idaroff y rentada a un
estadounidense dueño de las droguerías y fuente de sodas Sanborns
Bros. Para este arrendamiento se realizaron remodelaciones, pero
también durante este periodo el pintor José Clemente Orozco trabajó
en el mural Omni-ciencia (1925) que reviste una de sus paredes.
Finalmente, en 1978, la compañía Sanborns Hnos adquirió la
propiedad.

Hoy la Casa de los Azulejos es uno de los palacios novohispanos que


aún se conservan en pie y cuyo interior es posible conocer.

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