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Iker Garijo Marín y Mario Osta Pardo

CONTAR LA VERDAD, LA HISTORIA DE SOJOURNER TRUTH


Texto de John H. Arnold

Sojourner Truth, Dominio Público, en Wikimedia Commons


https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/78/Carte_de_visite.jpg
Índice

Introducción 2
John H. Arnold 2
Sojourner Truth 3
La mentalité 3
La verdad 4
Verdad en fuentes orales 5
¿Por qué estudiamos la historia? 6
Resultado de la exposición y debate 7
Conclusiones 7
Bibliografía/Webgrafía 8

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Introducción

En este ensayo, se van a mostrar las diferentes ideas que se reflejan en el


texto “Contar la verdad” escrito por John H. Arnold, las cuales están relacionadas
con la verdad, las fuentes orales y los diferentes usos que se le pueden dar a la
Historia.

John H. Arnold

Nació el 28 de noviembre de 1969 y actualmente es profesor de historia en la


Universidad de Cambridge desde el año 2016.

Estudió en la Universidad de York, donde consiguió una licenciatura en


historia y un doctorado en estudios medievales.

Es editor principal de la revista Cultural and Social History, forma parte del
consejo editorial de la revista Past & Present, es coeditor de la serie de publicaciones
Heresy and Inquisition in the Middle Ages, y en 2019 asumió como editor general de la
serie Cambridge Studies in Medieval Life and Thought.

Sus intereses van desde las religiones y culturas medievales, la herejía, la


inquisición hasta el género y la sexualidad y la historiografía moderna, en estos dos
últimos intereses podemos ver lo que consideramos es la razón para escribir el
texto, pues en el habla de temas relacionados con el feminismo, como si las
mujeres estaban incluidas en el término "humanidad" o si se podría decir que
habían tenido su propia historia. Además de cuestiones cómo: “¿Pueden los
historiadores entender y tener acceso a las vidas del pasado? ¿Las narraciones que
escriben son "historias verdaderas"? ¿Cuál puede ser el objetivo de la Historia?”...

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Sojourner Truth

Isabella fue una mujer negra estadounidense nacida en Nueva York, cuya
fecha de nacimiento no fue confirmada, pero se piensa que pudo nacer en el año
1797. Fue una muy conocida abolicionista afroamericana que vivió como esclava
desde su niñez hasta 1827, año en el que huyó. Un año después, en 1828, se abolió
la esclavitud en el estado de Nueva York.

15 años después, se cambió su nombre Sojourner Truth (trashumante de la


verdad), debido a que empezó a percibir voces y visiones místicas. Comenzó a dar
discursos religiosos (ya que era una gran creyente) y abolicionistas por todo EE.UU.
También dió conferencias, y aún siendo analfabeta sus discursos eran ampliamente
recibidos. Su charla más famosa fue la llamada “¿Acaso no soy mujer?”, la cual
impartió en 1851 en Akron, Ohio.

A tanto llegó este, que el presidente Lincoln la recibió en la Casa Blanca en


1864, y en 1997, la NASA bautizó la nave exploradora de Marte con su nombre.

John H. Arnold decidió nombrar a Sojourner Truth en su texto ya que era el


ejemplo perfecto para hablar sobre las incógnitas de la verdad en las fuentes
orales, además de también poder sacar el tema del feminismo y el racismo, del cual
también habla aunque no tan extensamente en el libro.

La mentalité

La llamada “mentalité” es un término que John H. Arnold utilizó para referirse


a la mentalidad de los esclavos negros estadounidenses del siglo XIX.

El hecho de generalizar a todos los esclavos basándose en estereotipos y el


esperado nivel de educación y habla, hace imposible el pensar que se crease una
diferencia en su mentalidad conforme pasaba el tiempo: “La mentalité puede
oscurecer las variaciones y las diferencias; también puede esconder la existencia de una
lucha y de un conflicto.” (Arnold, 2000: 158). Este pensamiento incorrecto, puede que

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indujese a Nell Irvin Painter (historiadora de Sojourner Truth) a menospreciar las
capacidades de esta mujer y por lo tanto tratarla como una persona analfabeta
más, cuando por sus conferencias, discursos y acciones a lo largo de su historia,
podríamos perfectamente pensar que se trataba de una persona con mucha
habilidad para el habla. Olvidar todos sus logros y borrarlos por completo
basándonos en la mentalidad de la época es tratar la verdad histórica de forma
subjetiva, y menospreciar las acciones de una de las figuras más grandes del
abolicionismo estadounidense del siglo XIX.

Más si la mentalité solo induce a los historiadores a cometer fallos, se nos


plantea la siguiente pregunta, ¿Por qué John H. Arnold utilizaría ese término? La
respuesta es lógica.

Aunque el solo hecho de pensar en este término elimine prácticamente toda


forma de pensar individualista dentro de este grupo, también nos ayuda mucho a
hacernos una idea de cómo era vivían la vida estos grupos en esos tiempos, por lo
que no podemos prescindir de ella.

En conclusión, la mentalité es perjudicial para la búsqueda objetiva de la


verdad histórica, pero no podemos eliminarla ya que es necesaria para la correcta
comprensión de la población esclava estadounidense del siglo XIX.

La verdad

La verdad en la historia es un concepto muy abstracto que se rige por los


acontecimientos del pasado y del presente. Averiguar la verdad histórica absoluta
conlleva un alto grado de dificultad debido a la tergiversación de los
acontecimientos en el paso de los años. A parte de este factor, el autor habla de
que en el pasado la censura de información por parte de la iglesia era muy común,
por lo que lo que los hechos que la religión consideraba impuros, no salieron a la
luz hasta llegar el siglo XXI. Un claro ejemplo de esto fueron la cantidad de gente
homosexual que hubo entre los siglos XX y XIX “verbigracia, Uno puede hallar el

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interrogatorio de un homosexual en el registro de la Inquisición.” (Arnold, 2000:
163) Otro ejemplo sería la gente que niega matanzas para suplir su propia
ideología, “Por ejemplo, como sucede con esos charlatanes e ideologos que buscan
negar que el Holocausto ocurrió en realidad.” (Arnold, 2000: 165).

Verdad en fuentes orales

Las fuentes orales no pueden tener sólo una historia considerada como
“verdadera”, ya que se interpretan de maneras muy distintas. Un ejemplo se puede
sacar del propio texto, con las dos interpretaciones diferentes del discurso de
Sojourner Truth, uno más “culto” y otro más “acorde” a su educación y a su época.
“El historiador puede verse atrapado entre dos papeles. Por un lado, el recreador
imaginativo de eventos pasados que se pregunta a sí mismo "si yo hubiera estado
en esa iglesia, ¿qué hubiera dicho?". Por el otro, un detective endurecido que le
pregunta a las fuentes: “¿cuál de ustedes dos me está mintiendo?"” (Arnold, 2000:
158-159) Por lo que surge una pregunta de si el conocimiento histórico es subjetivo
u objetivo (depende o no del observador).

Aunque el trabajo del historiador no permite rechazar otras versiones sin


pruebas suficientes, ya que sería olvidar una parte de lo que en realidad pasó.
Además, al intentar crear esta historia “realmente verdadera” el historiador borra
su propia interpretación.

El autor deja claro que los historiadores deben buscar la verdad pero con
fuentes veraces que lo permitan, pues nunca hay que olvidar que la mente humana
falla con el tiempo y cada vez que recuerda algún acontecimiento hace cambios en
el recuerdo, los cuales pueden ser ínfimos o grandes. “At the core of criticisms of
oral history in the early 1970s was the assertion that memory was distorted by
physical deterioration and nostalgia.” (Thomson, 2006: 53) Un ejemplo sería el dicho
en clase del hombre que recordaba los bombardeos en un metro, cuando en
realidad no había estado ahí nunca.

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¿Por qué estudiamos la historia?

Una de las interpretaciones del porqué estudiar la historia, se menciona que


“La historia nos proporciona una identidad, tal y como la memoria se la
proporciona al individuo.” (Arnold, 2000: 167) aunque esta interpretación conlleva
un riesgo, el quedarse “atascado” en el pasado, perdiendo la capacidad de elegir
libremente y por ende una parte de la condición humana.

El autor da tres razones para hacer historia que él considera importantes. La


primera es simplemente por "placer" Ya que a muchas personas les gusta la
historia, como te puede gustar la música, el arte… El placer emana de mirar
documentos antiguos, imaginarse cómo la gente vivía en la antigüedad…

La Historia como algo con lo que se puede pensar en cómo ha cambiado la


humanidad en conjunto mediante el paso del tiempo. Como el comportamiento
que vemos común y corriente ahora ha sido el resultado de una derivación y
cambio constante durante la historia. El hecho de poder estudiar nuestro pasado,
nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos como especie, y a dar respuesta a
muchas costumbres que damos por hechas de tan arraigadas que están en nuestra
cultura.

Para pensar de una manera distinta sobre uno mismo, es decir, el


conocimiento de la historia hace al individuo capaz de actuar y pensar diferente al
resto, la Historia disuade al individuo de seguir las acomodadas creencias de la
época otorgándole un pensamiento crítico para elegir su propia conducta.

Por estas razones se puede concluir que la historia es necesaria para los
humanos, ya sea por curiosidad, afán de adquirir conocimiento o necesidad de
sentirse un individuo, como dice el autor “Las historias pueden salvarnos.” (Arnold,
2000: 170).

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Resultado de la exposición y debate

En nuestra opinión la presentación ha sido realizada y expuesta de una


manera muy satisfactoria, hemos tratado todos los temas necesarios sin olvidarnos
de cuestiones clave y hemos logrado generar curiosidad en el público.

Hemos hablado un poco del autor del artículo y de sus intereses, un posible
porqué a la redacción del texto; también hemos hecho un pequeño resumen de la
vida de Sojourner Truth y de cómo Arnold ha usado su figura; luego nos hemos
centrado en la Mentalité, de cómo afecta a la objetividad en la historia y de por qué
aunque pueda “manchar” la objetividad no se puede eliminar; también se ha
comentado qué es la verdad y cómo esta verdad se encuentra en las fuentes orales;
luego nos hemos centrado en las razones que el autor da para explicar la historia y
las hemos desarrollado. Por último, hemos ofrecido a nuestros compañeros las
conclusiones que hemos podido sacar del texto.

Cabe destacar algunos errores que hemos cometido. Una de nuestras


conclusiones “Todas las fuentes han de ser percibidas como verdad” era fácilmente
malinterpretable, y se debería haber escogido una frase más precisa.

Conclusiones

De este texto podemos concluir que la verdad histórica está condicionada


por la subjetividad del historiador que la busca, por lo que conseguir una verdad
irrefutable y absoluta es imposible. Hemos de conformarnos con las distintas
versiones que las fuentes nos otorgan, ya que nunca se va a saber cual de ellas es
la verdadera; o será muy difícil saberlo. Este problema acaba con la idea de que
todas las fuentes han de ser percibidas como verdad; hasta que se demuestre lo
contrario, ya que aunque sean diferentes (pero nunca dicotómicas), pueden venir
de una misma causa que ha sido percibida de una forma distinta.

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Bibliografía/Webgrafía

Facultad de Historia de la Universidad de Cambridge (n.d.): Professor John H. Arnold.


Disponible en: https://www.hist.cam.ac.uk/people/professor-john-h-arnold [Consulta:
20/10/2022]

GARCÍA RUIZ, Alicia (2008): “De la historia a la experiencia: los usos de la historia”
Δαίμων Revista de Filosofía 43, pp. 175-184

Ilecara (2009): MUJERES QUE HACEN LA HISTORIA - BREVES BIOGRAFIAS Siglo XIX -
Sojourner Truth. Disponible en:
https://mujeresquehacenlahistoria.blogspot.com/2009/07/siglo-xix-sojourner-truth.html
[Consulta: 20/10/2022]

MANDZIUK, Roseann M. y PULLON FITCH, Suzanne (2001): “The rhetorical


construction of Sojourner truth” Southern Communication Journal 66, pp. 120-138

THOMSON, Alistair (2007): “Four Paradigm Transformations in Oral History” The Oral
History Review 34, pp. 49-70

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