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UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

Reporte de lectura:
“LOS MITOS QUE NOS DIERON TRAUMAS”
Juan Miguel Zunzunegui
Fecha de publicación original: agosto de 2012
Editorial: Debolsillo

Nathaly Griselle Ramírez González


Licenciatura en Contador Público
Metodología y Elaboración de Informes
500 C
Introducción

Los mitos que nos dieron traumas, es un libro que narra el origen de los conflictos
de nuestros antepasados, la razón por la cual México a pesar de su potencial para
ser primermundista, seguimos justificando y victimizando nuestro comportamiento
y achacando nuestros problemas a una fuerza externa.

En este libro vamos a ver todo sobre algunos de los mitos y de sus traumas, para
ver si la lógica y la razón logran imponerse sobre dogmas históricos ridículos que
lo atan al pasado.
El trauma de la conquista, hace referencia a diversos aspectos como el culto a la
pobreza, la enaltecemos y la convertimos en virtud, como el hecho de una
ideología impuesta por un ente espiritual llamado virgen de Guadalupe, que nos
quiere humillados y pobres, así una justificación más para el retroceso de nuestra
evolución porque al fin de cuentas para la virgen de Guadalupe ser pobre es una
virtud, sin aceptar que esa idiosincrasia nos lleva al abismo con mentalidad que
coarta nuestro progreso.

El único país que tiene traumas de sus mitos es nuestro México porque la historia
creo mitos derrotistas y héroes derrotados y que los héroes en los que creemos en
realidad no son héroes, enaltemos la derrota, y los que los villanos en realidad son
los héroes.

Los Mexicanos tenemos arraigado en el inconsciente, (Por que memoria no


tenemos) que descendemos de los aztecas y nos conquistaron los españoles, que
nuestro pasado fue glorioso que hubo una memorable guerra de independencia de
11 años, que el traidor de Santa Anna nos vendió, que los pobres son buenos y
los ricos son malos, que Juárez fue el pastorcito que llego a presidente en México
y que Porfirio Diaz un terrible dictador que sometió al pueblo, pero que tuvimos
una gloriosa revolución que lo quitó del poder y nos llevó a la modernidad y a la
justicia social.

El mexicano es una madeja de contradicciones, lamentando eternamente la


conquista, pero adorando una deidad traída por la conquista.
¿Pero cuáles son los traumas arraigados en México?
1. El pasado indígena
2. La conquista
3. La independencia
4. La revolución
El síndrome de Masiosare.
El origen del síndrome de Masiore: México era culturalmente mestizo y aun así era
discriminado por todos, es decir era que nació en México mestizo que odiaba al
mestizo y un mestizo que odiaba a los demás, los mexicanos se odiaban a sí
mismos y por eso eran enemigos unos de otros, ahí una de las raíces del
síndrome de masiosare.
Pero la intención de forjar mitos es que estos generen lazos de pertenencia, de
unidad, que sean aspiracionales y que catapulten a un pueblo hacia el futuro y el
progresó.

Si aceptamos las ridículas de que México existe desde hace 3000 años, porque
consideramos que olmecas eran mexicanos y de ahí todas las demás culturas.
Claro hablaríamos náhuatl, tendríamos basamentos piramidales, y culto a
Quetzalcóatl… lo cual es evidentemente falso, porque el germen de México se
levantó sobre las ruinas de culturas mesoamericanas
Así pues, el síndrome de Masiosare (nuestro extraño enemigo) está conformado
por varios complejos y traumas; complejo de conquistado, individualismo y
desconfianza, crisis de identidad, polarización de la sociedad y el culto a la
pobreza.
Esquizofrenia y Esquezofrenia

La ignorancia es el mejor aliado de las tiranías, de los que engañan, de los que
manipulan masas y pueblos. El conocimiento la verdad, en efecto, es lo único que
nos hace libres; libres de pensar, de elegir, de cuestionar…
ESQUEzofrenia; la tendencia al “Es que”… al eterno pretexto que nos exculpe de
todas nuestras desgracias.

Lo bueno es que siempre abra un pretexto para todo (desde que se inventaron los
pretextos se acabaron los…) y así podremos siempre justificarnos y siempre será
así.
México nació en 1821 sin identidad alguna y parece que aún no la tenemos…
absorbemos lo que nos conviene y no cuestionamos lo que vemos y, al contrario,
perdemos el tiempo haciendo y compartiendo memes de lo que nos debería
ocupar, porque preocupar en estos temas sobra. Si tuviéramos un pasado
glorioso lo entendería, pero la realidad es que no existe tal y si sólo continuamos
leyendo "pasado indígena - conquista - independencia - revolución" ¿en cuál de
estos capítulos de nuestro pasado nos atoramos o cuál nos representa?
¿Realmente los conocemos o seguimos contándonos historias sobre mitos
aprendidos? Y lo peor es que hoy el presidente sigue hablando sobre esos mitos y
los retoma todos los días.

Sigue instalado en el PASADO, e insisto, el futuro, ¿de verdad su futuro va en


función de lo que necesita el mundo? Las refinerías, pasar por la selva y destruir
hectáreas enteras de vida silvestre es lo que necesita el mundo según su visión.
Señor presidente, este país no necesita PASADO, necesita más propuestas sobre
la visión a futuro, de la que existe en el mundo desarrollado. ¿Nosotros podríamos
construir un hospital en 10 días como lo está haciendo China?... la respuesta es
evidente, ¡por supuesto que no! Pero seguimos discutiendo por un aeropuerto, el
cual fue licitado en su momento mientras otras naciones crecen día a día y nos
dejan cada vez más atrás.

Aún no entendemos que pensar diferente no es traición, y que para eso está el
diálogo, pero ni aun los “representantes del pueblo”, cuyo deber es dialogar y
negociar saben hacerlo. Y para atestiguar esta situación en mi país, es muy fácil,
sólo enciende la televisión o escucha la radio de lunes a viernes a las 7 am y te
darás cuenta de que el único que tiene la razón en este país y cuenta con la
verdad es el presidente. Lamentable, vergonzoso y todos los sinónimos que
podamos sumar al respecto.
Reseña personal
En resumen, lo que está ocurriendo es terrible y difícil de explicar y tratar de
dimensionar. Vivo en un país donde un periodista está siendo demandado y
juzgado por demostrar con hechos la tremenda corrupción que vive México, un
sistema de salud que no está proporcionando los medicamentos que la población
más necesitada requiere y también sabemos que nuestro sistema de salud no es
fuerte y está lejos de soportar una pandemia como la que está ocurriendo con el
coronavirus. Vivo en un país donde se habla poco de México y de lo que ocurre
porque interesan más otros temas, como el fútbol, las series de televisión y tal
parece que cada día más gente se informa menos. Quiero aclarar que no está mal
que veas el fútbol o series de televisión –yo también lo hago–, sin embargo, en mi
mundo utópico me gustaría poder discutir más y hacer más por el lugar en el que
he decidido vivir.

Lamentablemente, como bien lo menciona el autor, somos una sociedad formada


por individuos que no estamos dispuestos a trabajar en equipo y esto nos condena
al fracaso. Y en verdad es lamentable, yo lo veo todos los días en cualquier
ámbito. No pido que siempre estén de acuerdo conmigo, al contrario, me encantan
esas pláticas donde hay diferentes puntos de vista, con bases sólidas… pero si tu
base para hablar conmigo es ser agresivo, pasar sobre mí, juzgarme y sentirte
superior, eso te hace el mexicano que no quiere hacer equipo, el que no quiere a
su país. Y la realidad es que la forma SÍ IMPORTA.

El libro simplemente me volvió a tocar estas fibras de que no podemos


permanecer contándonos mitos sobre lo que ha vivido México. Cada escritor tiene
su perspectiva, pero para poder tener la tuya tienes que leer más sobre México y
no solo hablar en función de lo que escuchas o te cuentan, o peor aún, de lo poco
que recuerdas de cuando estudiaste Historia.
Conclusiones
Porque leo de México, porque me interesa la historia de mi país, conocer
diferentes posturas, entender mi origen y la verdad, no seguir repitiendo la historia.
Y precisamente leyendo, me he dado cuenta de que la historia de mi país no me
gusta; siempre hemos actuado igual y el presidente que tenemos el día de hoy
sigue siendo más de lo mismo y lo peor es que no necesitamos eso. Hoy que las
cosas pudieran ser diferentes, no puedo entender y no me cabe en la cabeza la
idea de que países como China o la India estén mejor que nosotros en muchos
aspectos y con una población mucho mayor que la nuestra –y la problemática que
esto conlleva–. Y bueno, vamos a compararnos con otro país: Singapur. Sí, son
menos habitantes, pero lo han hecho fantástico. Sé que las comparaciones no
siempre son buenas, sin embargo, son un gran punto de partida para poner en
perspectiva la realidad en la que vivimos.

Mirar al pasado ayuda a comprender la vida, pero sólo voltear al futuro ayuda a
vivirla. E insisto, este gobierno lo que menos ve es al futuro, y ahora parece que
este ser (López Obrador) planea extender sus conferencias matutinas a los fines
de semana, y se empeña en hablar sobre el pasado, carajo... y el futuro,
¿cuándo? Nuestros gobernantes han sido corruptos y eso no es de hace dos o
tres sexenios, tristemente es la gran parte de nuestra historia. Todo teníamos
esperanza con el cambio de régimen, con Fox, tras una exitosa campaña de
mercadotecnia, pero esto no funcionó, simplemente y en gran medida porque
nosotros seguimos actuando igual. Sí, somos parte de un sistema, pero ser parte
del sistema también nos debería llevar a involucrarnos más, a cuestionar más, a
comprometernos más. Qué maravilla que pueda escribir estas líneas, pero la
realidad de mi país es muy diferente, muchos mexicanos siguen sin tener acceso
a la educación –y ya no digamos a una computadora– y no me puedo quedar
callada ante una realidad que me golpea los sentidos todos los días.
La historia está llena de mitos y sucesos falsos, sin embargo, para que esto no
determine nuestro futuro como individuos y como país, debemos informarnos más
y mejor, siempre. La ignorancia de un pueblo es el mejor aliado de los tiranos, de
los que manipulan a las masas. El conocimiento y la verdad, es lo único que nos
hace libres; libres de pensar, de elegir de cuestionar… si tienes los recursos para
hacer esto último, no te quedes sin hacer nada, únete a una causa, este país
necesita más personas en acción y menos pasividad, no basta quedarse estático
viendo lo que sucede todos los días.

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