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Universidad de los Andes

Facultad de Medicina
Escuela de Medicina
Departamento de Medicina Preventiva y Social
Catedra de Epidemiologia

PANDEMIA DEL COVID-19: SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE VENEZUELA POR

ENTIDADES FEDERALES

Alma Al Zilaa Chacón


Capítulo I: El problema

Contexto situacional

En Venezuela, los dos primeros casos de COVID-19 fueron identificados el 13 de marzo

del 2020; estos fueron casos importados provenientes de Europa, apenas unos días después

del 26 de febrero del mismo año en que se confirmó en Suramérica el primer caso de COVID-

19, en Sao Paulo (Rainer y Harumi, 2020). De inmediato las autoridades venezolanas

declararon estado de alarma, e instauraron medidas de contención, como la cuarentena

obligatoria y la designación de hospitales centinelas en todos los Estados (Salomón y

Benasayag, 2020).

Según estos últimos autores, “Venezuela entró en confinamiento apenas tres días

después de la confirmación de los primeros casos de la enfermedad. Fue una implementación

rápida en comparación con otros países” (p. 1). Lo cual pudo ser la razón por la que, durante

las primeras semanas, los casos de COVID-19 en Venezuela, aumentaran de forma lenta

observándose que “durante los dos meses desde que se confirmaron los primeros casos en el

país, hasta mediados de mayo, la cantidad de casos nuevos diarios se mantuvo por debajo de

cien” (Salomón y Benasayag, 2020, p. 1).

El Stringency Index que es un índice del OxCGRT (El Oxford COVID-19 Government

Response Tracke), de la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford, que

calcula la rigurosidad de las políticas en grado y prontitud de respuesta gubernamental ante el

COVID-19, determinó que “Venezuela junto a Uruguay fueron los países que tomaron medidas

rigurosas más pronto, antes que incluso países que han reportado más casos en el mundo,

como Estados Unidos, Italia y España” (Salomón y Benasayag, 2020, p. 1).

Cabe indicar que la escala de la puntuación del índice del OxCGRT va de 0 a 100, de

menor a mayor rigurosidad de las medidas y, analizando el cuadro comparativo que sobre este

índice para distintos países, fue presentado por Salomón y Benasayag (2020), Venezuela y

Uruguay obtuvieron 51,8. Mientras que otros países obtuvieron considerablemente menos
puntos, por ejemplo, Brasil 5,6, Japón 2,8, España y Francia 11,1 y México 2,8; de modo que

“entre los 164 países que evalúa el índice OxCGRT en todo el mundo, Venezuela ocupa el

puesto n° 25” (p. 1). Aun cuando este dato fue alentador, los autores citados hacen ver que,

para el caso venezolano, “no hay reportes oficiales con información específica sobre si se

cumplió o no, y en qué medida, la cuarentena y las demás medidas prontamente decretadas, ni

de su evolución, después de los primeros tres meses de implementación” (p. 1).

Ahora bien, para abril del 2020, todavía era factible la comparación directa de

indicadores epidemiológicos debido a la gran cantidad de pruebas diagnósticas que pudieron

aplicarse a la fecha y a la facilidad del registro de casos importados y locales o comunitarios

(que brindó una mayor exactitud a los datos), no obstante, resultó notable el índice de letalidad

de Venezuela con respecto a los demás países de Suramérica, resultando que aunque

Venezuela fue el país donde se aplicaron más pruebas diagnósticas con un total de 203.108,

sin embargo, obtuvo un casi 5% de letalidad, mayor que el resto de los países de la región,

excepto Bolivia y Brasil, tal como se observa en la Tabla 1.

Tabla 1. Datos estadísticos sobre COVID-19 en Sudamérica, 2020

Países de Primer caso Inicio de Casos Pruebas Pruebas/


Defunciones Letalidad
América del Sur reportado cuarentena confirmados Total Millón
ARGENTINA 3 de marzo 20 de marzo 2.277 102 4.47% 22.805 505
BOLIVIA 10 de marzo 22 de marzo 354 28 7.90% 2.185 187
Cierre de fronteras
BRASIL 26 de febrero 24.232 1.378 5.68% 62.985 296
19 marzo
Estado de
CHILE 3 de marzo excepción 18 de 7.917 92 1.16% 87.794 4.593
marzo
COLOMBIA 6 de marzo 24 de marzo 2.852 112 3.92% 43.053 846
Estado de
ECUADOR 29 de febrero excepción 16 de 7.603 355 4.66% 25.347 1,437
marzo
PARAGUAY 7 de marzo 10 de marzo 159 7 4.40% 3.394 476
PERÚ 6 de marzo 15 de marzo 10.303 230 2.23% 102.216 3.100
URUGUAY 13 de marzo No cuarentena 483 8 1.65% 9.236 2.659
VENEZUELA 13 de marzo 17 de marzo 189 9 4.76% 203.108 7.143
TOTAL 56.369 2.321 4.11%
Fuente: Rainer y Harumi (2020, p. 526), basados en “Coronavirus Resource Center Johns
Hopkins University”, al 14 de abril de 2020.
Dicha letalidad, en comparación con otros países, pudiera denotar deficiencias en la

atención de la salud y/o sobre las condiciones de salud de la población venezolana que

profundizan el agravamiento de los síntomas, indicando esto que hay muchos más individuos

que pertenecen a grupos de riesgo, que los que hay en los demás países de la región, de

modo que , aun cuando, como se ha señalado, fue adecuada la rigurosidad y prontitud de las

medidas sanitarias implementadas los primeros 100 días desde el primer caso, sin embargo,

las curvas de incidencia y de mortalidad en el país después de mayo del 2020, no ha dado

bajas considerables al punto que a la fecha actual, según una revisión de datos, al 16 de marzo

2021, los casos positivos se ubican en 146.488 venezolanos y un total de 1.444 fallecidos,

desde el inicio de la pandemia (Sistema Patria, 2021).

Estos datos, aunque no representan por completo la real situación epidemiológica del

país, permiten pronosticar la gravedad que puede esperarse de la pandemia en Venezuela

respecto a otros países. Actualmente, de acuerdo con Al Zilaa (2021), las tasas de incidencia,

mortalidad y letalidad, comparadas con las de países como Brasil, Chile, India, Estados Unidos

y Canadá, ha disminuido, pero con ello también el registro de casos.

Esto, debido a la escasa capacidad operativa, y económica que pareciera tener el

Estado venezolano, para continuar con el ritmo inicial del primer mes, en la realización de

pruebas de tamizaje y en la recolección de los datos, todo lo cual tuvo la pretensión de que

fuera masivo porque realmente fue mayor el número de pruebas en ese primer mes (trascurrido

desde que se decretaron las medidas sanitarias, el 13 de marzo hasta el 14 de abril), que, en el

resto de los países de la región, como se observó en la Tabla 1. Se denota en dicha tabla que

Venezuela practicó en ese mes un total de 7.143 pruebas por millón de habitantes, de las

cuales se sospecha que la gran mayoría se trató de pruebas rápidas, no totalmente confiables.

En base a la información proporcionada por Salomón y Benasayag (2020, p. 1):

“Venezuela debió realizar al menos 10.000 pruebas por millón de habitantes, según los

estándares de la OMS”, lo que permite inferir que faltaron aproximadamente 3000 pruebas por
millón de habitantes, a la fecha del 14 de abril de 2020, lo cual se agravó posteriormente con la

especificación de que fueran pruebas PCR, ya que de acuerdo con los mismos autores y según

los datos registrados el día 58, contado a partir de los primeros 100 casos confirmados a nivel

mundial, “Venezuela ocupó el puesto 49 entre 50 países por número de pruebas PCR

realizadas en proporción a su población luego de 58 días” (p, 1). En este registro, Venezuela

que realizó 547,19 pruebas PCR por millón de habitantes, solo superó a Indonesia que realizó

447,30 pruebas por millón de habitantes.

De manera que lo anterior afecta y genera dificultades en la recolección de registros

sanitarios confiables y certeros, impidiendo conocer los números reales sobre la incidencia,

mortalidad y letalidad de la enfermedad en el país, además de otros datos que se necesitan

para el cálculo de los indicadores requeridos en las acciones de control de la pandemia, y, por

lo tanto, para la obtención de un diagnóstico epidemiológico adecuado, lo cual complica la

información para la acción y controles sobre la pandemia.

Si bien, tal como señala Al Zilaa (2021), al 25 de febrero de 2021, la tasa de mortalidad

de Venezuela con respecto a la tasa bruta mundial es 29% menor, y la incidencia está

representada en solo 4 de cada 1.000 habitantes, entonces, no resulta pertinente la

comparación entre Venezuela y el resto de países que están más desarrollados, debido a dos

razones fundamentales:

- la gran diferencia entre las condiciones y calidad de vida. Esto es: hay mayor

cantidad de individuos en Venezuela en grupos de riesgo, (a) por sistema

inmunitario/nutricional debilitado, (b) por falta de medidas de bioseguridad, algunas

muy costosas para el común del venezolano y/o para el presupuesto de los

hospitales públicos, (c) por sobreexposición al virus por tener que trabajar en la calle

para su sustento.
- por la confiabilidad de los datos proporcionados ya que mientras más desarrollado

sea el país, el tamizaje y, por ende, el registro de datos, es llevado a cabo de mejor

manera.

Debido a lo anterior, para Venezuela, el sesgo es elevado y no posibilita observar su

situación epidemiológica con claridad al intentar compararla con la de otros países. Así pues,

es menester indagar su situación epidemiológica desde una estratificación por ubicación

geográfica, revisando aspectos de la pandemia COVID-19 en las distintas entidades federales

del país, y así lograr una descripción de la situación epidemiológica en Venezuela que permita

el control esta enfermedad infecciosa ya que esto es motivo de preocupación para los entes

encargados de la salud, quienes deben tomar decisiones que involucran manejo de recursos

sanitarios a ser distribuidos por todo el país, y por ende, debe hacerse de una forma racional,

planificada y científica.

Planteamiento del problema

En la actualidad en Venezuela, se están aplicando políticas para la contención de los

casos y medidas sanitarias más flexibles basados en la productividad y actividad comercial del

país. Aun con la flexibilización, que podría mejorar las condiciones económicas, la CEPAL

(2020) “estima que en 2021 el Producto Interno Bruto (PIB), de la economía venezolana se

contraerá un 7%” (p. 4). (el PIB es el conjunto de los bienes y servicios producidos en un país

durante un espacio de tiempo, generalmente un año). Un 7% es grave en vista que el año 2020

había cerrado con el PIB por habitante más bajo en 70 años.

Por otra parte, la proporción de que “solo 1 de cada 5 trabajadores (un 20%), pueden

trabajar en su casa en América Latina y el Caribe” (López, 2020, p. 1), indica que la

flexibilización que se sucede en Venezuela (y en otros países de la Región), es de carácter

urgente para la sobrevivencia de sus pobladores. Esto sumado a los diversos aspectos

explicados en el Contexto situacional, antes desarrollado, es válido pronosticar que los casos

seguirán aumentando (muchos de ellos sin confirmar debido a procesos de tamizaje no masivo
y deficientes), que producirán mortalidad, ya que como se ha explicado, la tasa de letalidad del

COVID-19 en Venezuela es elevada, debido, especialmente, a numerosas dificultades y

deficiencias en la atención sanitaria /hospitalaria, y a los factores de riesgo en el país, como,

por ejemplo, el estado nutricional de sus habitantes.

De acuerdo con Mata y Hernández (2020), citando el Informe sobre el Estado de la

Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo del año 2020, indican que Venezuela, es el

país que más contribuye al aumento en la prevalencia de subnutrición en Suramérica, dando un

salto importante en esta cifra, ya que “para el 2010-2012 era de 2,5% y se elevó a 31,4% para

el período 2017-2019, esto representa un incremento de 28,9% en 7 años, de los cuales 10,2%

se aumentó sólo en el último año (2018: 21,2% vs. 2019: 31,4%)” (p. 1).

De modo que se evidencia la urgente necesidad de lograr una inmunidad activa

masiva, y así controlar la mortalidad, generada por el riesgo que genera las condiciones de

desnutrición, así como evitar la incidencia que, como puede observarse, tiene altas

probabilidades de tornarse en un COVID-19 grave. Según Peña (2021), debe considerarse

contar con “diferentes vacunas contra la COVID-19 para asegurar el acceso a suficientes dosis

para vacunar al menos al 70% de la población adulta del país, que en Venezuela son 15

millones de personas: se requerirían 30 millones de dosis” (p. 1). Asimismo, señala la fuente

que “el plan de vacunación debe ser publicado y de libre acceso a la población, para que ésta

pueda conocer a cabalidad el plan y pueda entonces aceptarlo” (p. 1).

El plan de vacunación es hasta los momentos inexistente, “la Academia Nacional de

Medicina ha hecho un esfuerzo muy grande y muy constructivo para ofrecer asesoría al

gobierno. Y hasta ahora todavía no ha recibido una respuesta” (Peña, 2021, p. 1)., asimismo,

para que un plan de vacunación sea efectivo “no puede ser construido en secreto”. Sin

embargo, ya se comenzó la jornada, con la llegada de 100.000 vacunas Spuknik-V, el 18 de

febrero de 2021, donde, “prioritariamente están siendo tomados en cuenta personal médico de
instituciones, alcaldes, gobernadores y diputados a la Asamblea Nacional. (Sandoval y

Marcano, 2021, p. 1).

Esto nos lleva a la necesidad de hacer localmente una revisión y comparación, de

acuerdo con las entidades federales de Venezuela, para describir la situación epidemiológica

(estratificada por ubicación geográfica), debido a que a los indicadores generales del país no

son funcionales ni han sido para la construcción de un adecuado plan de atención sanitaria ni

para el manejo de los recursos; por esto resulta fundamental contar con indicadores y análisis

más específicos lo que permitirá identificar las entidades federales más afectadas, concentrar

en ellos los esfuerzos y adecuar las políticas sanitarias al contexto económico, y social; asi

como descentralizar inmediatamente los recursos disponibles: pruebas diagnósticas,

distribución de los centros centinelas, medicamentos, y muy especialmente, para lograr un

adecuado plan de vacunación, que si bien ya comenzó en el país, se va entendiendo que hay

fallas en la estructuración de un plan y organización sobre todo para la inmunización activa de

la población (determinada hasta los momentos) en grupos no prioritarios y que sin embargo

estos entran en el 70% de la población necesaria para combatir exitosamente la pandemia.

Pregunta de investigación

¿Cuál es la situación epidemiológica estratificada por entidad federal en Venezuela,

ante la pandemia del COVID-19?

Justificación

El COVID-19 es una enfermedad infecciosa emergente y en curso en Venezuela, desde

hace un año, por lo tanto, cualquier aporte para su registro es de gran interés. Resulta

novedoso y es un aporte a las ciencias médicas; este trabajo principalmente está enfocado en

contribuir con las ciencias epidemiológicas como competencia y como actuación principal.

La llegada de la vacuna SPUTNIK-V al país es inminente, y su distribución es un reto.

En especial, debido a que Venezuela no ha habido un censo oficial desde 2011, por lo cual

tiene una importancia practica necesaria esta investigación, ya que sus resultados aspiran a
apoyar las tomas de decisión respecto a la distribución de las vacunas, entre las distintas

entidades federales.

Este trabajo tiene una importancia institucional para la Universidad de los Andes, la

Facultad de Medicina el Departamento de Medicina Preventiva y Social, por ser un estudio

novedoso en tiempos donde aún está en desarrollo la pandemia, objeto de la problemática

planteada.

La temática planteada es de interés personal, ya que como estudiante de medicina es

propicio estar a la vanguardia en la investigación, el tema del COVID-19 es uno de ellos,

sobretodo en el caso de la situación epidemiológica en países como Venezuela donde los

registros no sopesan la realidad. Además, implica un aprendizaje en cuanto a metodologías de

investigación epidemiológicas.

Objetivos de la investigación

Objetivo general

Describir la situación epidemiológica estratificada por entidad federal en Venezuela,

ante la pandemia COVID-19.

Objetivos específicos

 Determinar los indicadores del COVID-19 en Venezuela, por entidades.

 Examinar las diferencias entre los indicadores del COVID-19, entre las entidades.

 Identificar las condiciones de riesgo ante el COVID-19, en las entidades más afectadas.

 Indagar presencia de factores protectores ante el COVID-19, en las entidades menos

afectadas.

 Caracterizar los requerimientos sanitarios requeridos en las entidades de mayor

letalidad por la pandemia COVID-19.


Capitulo II: Marco referencial

Antecedentes

A nivel internacional, en Ecuador, Ogonaga y Chiriboga (2020) publican su investigación

titulada “COVID-19 en Ecuador: Análisis descriptivo de las provincias y ciudades más

afectadas”, la cual tuvo como objetivo describir la evolución del número de contagios en las

provincias de Guayas, Pichincha y sus capitales, período 13 de marzo – 20 de abril de 2020.

Se trató de un estudio descriptivo, con diseño transversal, empleando como fuentes de datos la

información oficial publicada por los organismos gubernamentales del país, así como también

información publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los resultados indicaron

que las provincias más afectadas son Guayas y Pichincha con 6921 y 841 casos confirmados

respectivamente, siendo sus capitales Guayaquil y Quito las ciudades que registran el mayor

número de contagios: 5168 y 777 casos correspondientemente. La tasa de mortalidad del

COVID-19 en Ecuador es de 2,90 por cada 100 mil habitantes, lo que es superior a las de

países como Brasil, Estados Unidos y China; la tasa de letalidad es de 5,01%, incidencia de

57,94 por cada 100 mil habitantes, las cuales son inferiores a las registradas por España,

Francia e Italia.

Se concluyó que Ecuador se ha convertido en uno de los países con mayor número de

contagios de COVID-19 en Sudamérica, y que, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por

controlar el número de contagios estos se han incrementado de forma exponencial. Como

recomendación se planteó que el Gobierno de Ecuador y los entes gubernamentales

competentes, deban hacer el ajuste de políticas públicas que aseguren el acceso a la salud de

la población; y, que promuevan su bienestar económico y laboral.

En Perú, Rainer y Harumi (2020), en su investigación titulada “Situación epidemiológica

del COVID-19 en Sudamérica”, tuvieron como objetivo presentar una comparación entre los

países de Suramérica, en algunos indicadores y datos de relevancia, respecto a la pandemia

COVID-19, tomando como referencia las primeras seis semanas aproximadamente, a partir del
inicio de la misma en Suramérica ocurrida el 26 de febrero de 2020. Se trató de un estudio

observacional, descriptivo, longitudinal, y de diseño documental, para lo cual los autores

tomaron como fuente de datos, informes del Coronavirus Resource Center Johns Hopkins

University y del Worldometer coronavirus, ambos actualizados al 14 de abril del 2020. De modo

que el periodo de la comparación obtenida corresponde 6 semanas más 5 días después del

primer confirmado en la Región suramericana, concretamente en Brasil.

Como principal resultado, presentaron una tabla de comparación entre países de región,

donde destacan: fecha del primer caso reportado, fecha de inicio de la cuarentena, casos

confirmados, defunciones, letalidad, pruebas diagnósticas de COVID-19 realizadas y pruebas

por millón de habitantes. Concluyeron los autores que resultó complicado intentar comparar las

cifras entre naciones e incluso las medidas adoptadas por cada uno de ellos, pues existen

variables demográficas, económicas y políticas que pueden intervenir, así como también influye

la cantidad de pruebas aplicadas, la densidad poblacional y el contexto social que vive cada

país, factores que convierten a Sudamérica como un blanco vulnerable. Como recomendación

indican la necesidad de realizar más estudios para aumentar el bagaje sobre el conocimiento

actual de la pandemia COVID-19.

A nivel nacional, Sánchez et al (2020), en su investigación titulada “Análisis

Epidemiológico de COVID-19. República Bolivariana de Venezuela”, tuvieron como objetivo

describir el comportamiento de la COVID-19 en la República Bolivariana de Venezuela durante

el período febrero-junio 2020, mediante la caracterización epidemiológica según tiempo,

espacio, persona y tipo de transmisión de los casos confirmados y fallecidos por esta

enfermedad. Además, se identificaron condiciones relacionadas con la mortalidad. Se trató de

un estudio descriptivo, observacional, retrospectivo que utilizó la base de datos de COVID-19

del Sistema Único de Información en Salud (SUIS) del Ministerio del Poder Popular para la

Salud (MPPS). Se evidenció que después de la confirmación de los primeros casos, la

incidencia se mantuvo estable hasta mediados de mayo, cuando la curva de casos confirmados
presentó una inflexión abrupta, lo que se relacionó en gran medida con casos importados. La

enfermedad en el periodo estudiado, afectó en su mayoría a personas del sexo masculino,

menores de 40 años, con un elevado porcentaje de forma clínica asintomáticas. La letalidad

registrada en el período fue menos de 1% y estuvo relacionada a la edad avanzada, presencia

de comorbilidades como hipertensión arterial y/o diabetes.

Se concluyó que la COVID-19 ha afectado mayormente a personas menores de 40

años, con casos relacionados en su mayoría con el regreso de connacionales provenientes de

países vecinos, con una proporción importante de casos asintomáticos, lo cual a su vez se

encuentra asociado a la baja tasa de complicaciones y de mortalidad por esta enfermedad en

Venezuela.

Igualmente, en Venezuela, D’Suze y Fernández (2020) desarrollaron una investigación

titulada “Epidemiología del COVID-19 en Venezuela, a seis meses de la denuncia de los

primeros casos en China”, la cual tuvo como objetivo explicar el comportamiento de la

enfermedad durante los primeros cuatro meses en Venezuela y en sus dependencias

federales, describir la historia natural y social de la enfermedad, conocer la distribución de la

patología en determinado lugar o área y formular hipótesis con miras a aclarar mecanismos

causales. Adicionalmente, proveyó una guía para la administración y planificación de servicios

de salud y de las necesidades de atención médica durante el brote y planteó las bases para la

investigación clínica, terapéutica y preventiva.

Esta investigación fue un estudio epidemiológico observacional, descriptivo y

retrospectivo; la población y muestra estuvo representada por total de los casos y fallecidos por

COVID-19 en Venezuela según la información oficial disponible en medios de comunicación y

redes sociales, los cuales fueron 9 465 casos confirmados y 89 defunciones por COVID-19. El

estudio se realizó basado en la caracterización epidemiológica del COVID-19. Recogió el

análisis de las características epidemiológicas principales de esta enfermedad en Venezuela,

desglosando la información desde las variables tiempo, espacio y persona. Concluyó el estudio
con comentarios sobre cómo debe funcionar un programa de control de un brote

epidemiológico.

Finalmente, a nivel regional, en Mérida, Paredes y Chipia (2020), en su investigación

titulada “COVID-19: estadística de morbi-mortalidad en Venezuela”, tuvieron como objetivo

describir la estadística de morbi-mortalidad de COVID-19 en Venezuela, desde el inicio de la

pandemia hasta el 22 de abril de 2020. La metodología bajo enfoque cuantitativo, de tipo

exploratorio y diseño no experimental, documental y corte trasversal.

La revisión descriptiva recopiló, analizó, sintetizó y discutió la información publicada

sobre la casuística de morbilidad y mortalidad de COVID-19 en Venezuela. La información

consultada fue de la OMS, OPS, Universidad Johns Hopkins y otras fuentes oficiales. Los

principales resultados fueron que: en Venezuela se registraron en 40 días de aislamiento social

un promedio de 7,27 casos por día, hubo una tasa de incidencia de 1,05 casos/100 mil

habitantes, siendo el grupo de 30 a 39 años más afectado (1,15 casos/100 mil habitantes), la

tasa de mortalidad fue de 0,04 muertes/100 mil habitantes, y la tasa de letalidad de 3,4%, con

40,9% de recuperados, se aplicaron 6,3 pruebas de PCR/100 mil habitantes.

Los autores concluyeron que: se encontraron bajas tasas de morbi-mortalidad y muy

poca aplicación de pruebas PCR en Venezuela hasta el 22 de abril de 2020. Como

recomendaciones plantearon realizar estudios en todas las áreas referentes a la COVID-19 en

Venezuela; aumentar la cantidad de pruebas diagnósticas específicas en tiempo real y con kits

aprobados por entes internacionales y nacionales.

Bases teóricas

La pandemia COVID-19

Las epidemias de enfermedades emergentes desconocidas tales como el COVID-19

ponen a prueba no sólo la capacidad técnica y humana de los profesionales de la salud que

atienden directamente a los enfermos, sino, y sobre todo, la de los sistemas de salud y a la
sociedad en general. Para una adecuada comprensión de este fenómeno hay que aproximarse

a ellas con un enfoque general que integre muchos elementos que, de otra forma, pueden dar

solo una visión parcial del asunto (Morejón, 2020, p. 4).

Por otra parte, una situación como esta, que amenaza la vida de muchas personas,

crea una gran tensión social y la necesidad de encontrar respuestas efectivas en el menor

tiempo posible. La COVID-19 es la crisis global más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

La gran mayoría de los pacientes que se han confirmado infectados con el virus SARS-CoV-2

sólo presentan un cuadro gripal auto limitado, de pocos días de duración y con una

recuperación clínica relativamente rápida. Otros cursan con pocos síntomas o incluso

completamente asintomáticos (Morejón, 2020, p. 5).

Precisamente son estos últimos los que tienen el papel más relevante en el

mantenimiento de la transmisión viral en la comunidad. La gran mayoría de éstos son personas

que están en los grupos más jóvenes o de la adultez media sin enfermedades crónicas

asociadas. Por otra parte, un grupo de enfermos desarrollan la enfermedad y formas graves de

esta, cuya presentación más conocida es la neumonía, pero sólo una pequeña proporción de

ellos, entre el 5-15 % de los que enferman clínicamente, presentan una forma grave, con

empeoramiento de su sintomatología y evolución hacia una insuficiencia respiratoria aguda

progresiva, con la posibilidad de aparición de otras manifestaciones muy diversas -sobre todo

cardiovasculares, neurológicas, hematológicas y renales-, por afectación más o menos intensa

de diferentes órganos y sistemas (Morejón, 2020, p. 5).

Esta última observación hace la infección por el nuevo coronavirus se pueda considerar

como una enfermedad sistémica. Estas manifestaciones sistémicas se deben a que este

pequeño grupo de pacientes sufren un estado inflamatorio generalizado cuyo disparador es la

temida “tormenta de citoquinas”, que condiciona, además, un alto riesgo trombótico. Se han

identificado elementos clínicos entre los que destacan: disnea progresiva, hipotensión arterial,

manifestaciones de shock; manifestaciones radiológicas, como extensión creciente de los


infiltrados pulmonares; y marcadores de laboratorio tales como: hipoxemia, linfopenia,

trombocitopenia, cifras elevadas de proteína C reactiva, de LDH, de IL-6, de dímero D y de

ferritina, entre otros, que han ayudado a la identificación temprana de las formas graves y

críticas de la enfermedad (Morejón, 2020, p. 5).

Estratificación por entidad

Venezuela es un país suramericano denominado república federal desde 1864. Sus

entidades federales están compuestas por 23 estados, un Distrito Capital y Dependencias

Federales. En el presente estudio, se consideran como entidades a los 23 Estados más el

Distrito Capital, para un total de 24 ítems por ubicación geográfica para la estratificación. Se

dejan de lado las dependencias, que en su mayoría son islas inhabitadas, así como los

territorios federales ya que fueron elevados a Estados (Amazonas y Delta Amacuro),

Igualmente, se excluye, el Territorio Insular Francisco de Miranda, creado en 2011 (Cáceres,

2019, p. 1).

Factores de riesgo y protectores para el COVID-19

Entre los que destaca la literatura científica, los factores de riesgo asociados a la

enfermedad COVID-19, se encuentran: -estado inmunológico debilitado; -nivel alto de

exposición al contagio; -la falta de inmunización (vacuna); -el incumplimiento de medidas de

bioseguridad; -pertenencia a grupos de riesgo, tanto por el estado de salud (edad,

comorbilidad) u otras condiciones del individuo (educación, poder adquisitivo, creencias) como

por el riesgo de exposición. (Al Zilaa, 2021a, p. 5).

Por otra parte, aunque se conocen los principales factores de riesgo para la aparición

sintomática de la COVID-19, poco se sabe de los «factores de protección» que puedan

coadyuvar en la futura neutralización de la gravedad de la enfermedad. Así, es posible que

algunos fármacos indicados en patologías de base se asocien a un mejor pronóstico cuando

aparece la COVID-19 (Alcántara et al., 2020, p. 103).


Asimismo, la alimentación se encuentra en la literatura científica, como factor protector

del Covid-19 (Calero, González y Márquez, 2020, p. 1), al igual que la actividad física ya que se

han observado asociaciones protectoras de la actividad física contra el COVID-19, incluso a

niveles relativamente bajos de práctica (Hamer et al., 2020, p. 185).

Indicadores de salud

Para entender el concepto de indicadores de salud, cabe explicar que, en la presente

investigación, se asume como un elemento fundamental del Círculo de la planificación de la

asistencia sanitaria (Imagen 1).

Fuente: Beaglehole, Bonita y Kjellstrom (2003, p. 136)

El primer paso del proceso de planificación es la medición del estado de salud global de

la comunidad. Las mediciones pueden incluir tasas de prevalencia o de incidencia, medidas de

mortalidad y número absoluto de casos de diferentes enfermedades. En el proceso de medición


de la carga de enfermedad han de tenerse en cuenta indicadores que valoren globalmente los

efectos de la enfermedad en la sociedad (Beaglehole, Bonita y Kjellstrom, 2003, p. 135).

Sin embargo los factores protectores esenciales, son los que tiene que ver con la

incidencia, tal como las políticas de prevención, las correctas medidas de bioseguridad,

segregación y cuarentena (Al Zilaa, 2021a, p. 5).


Capitulo III: Metodología

En base al contexto situacional descrito al principio, sumado al planteamiento del

problema, surgió la pregunta de investigación que fue traducida en objetivos de estudio

(general y específicos). Por ello, es menester plasmar la vía metodológica a seguir para dar

respuesta a las necesidades de la investigación allí presentadas. Al respecto, se detecta que el

estudio es cualitativo, debido a que este enfoque en las ciencias epidemiológicas es relevante

cuando se quieren explicar resultados no esperados de un estudio epistemológico previo, como

fue un trabajo sobre indicadores del COVID-19 en Venezuela (Al Zilaa, 2021b).

El estudio citado arrojó una letalidad de 10 fallecidos por cada mil enfermos, lo cual, si

se compara con la letalidad de otros países, pareciera que, en Venezuela, la pandemia no es

tan grave, pero, es bien sabido que ese dato cuantitativo no está reflejando la realidad

epidemiológica del país. Por ese motivo, es propicia la ruta cualitativa, para comprender y

poder aportar con un estudio epidemiológico a la problemática de la distribución de los recursos

a los largo y ancho del país, mediante una estratificación por entidades federales, con la

finalidad de que los planes y decisiones sanitarias, en materia de COVID-19 estén centradas en

mitigar la pandemia en las entidades más afectadas.

Enfoque de investigación

El enfoque de la investigación es cualitativo, ya que este es el más adecuado para dar

respuesta a la pregunta de investigación. De acuerdo con Avilán (2005), “los métodos

cualitativos son los más idóneos para comprender el cómo y el porqué de los problemas de

investigación” (p. 301). Asimismo, el citado autor explica que los resultados de las

investigaciones cualitativas se orientan a “interpretar los factores sociales, políticos y

económicos asociados a los problemas de salud contemporáneos y emergentes, además, son

útiles en el manejo de las barreras y ayudas para la puesta en práctica de nuevos programas

de salud pública”. Lo cual, se adecua con el planteamiento del problema de la presente

investigación. Por su parte, Segura (2008), señala que la investigación cualitativa es pertinente
“para explicar resultados no esperados de los estudios epidemiológicos previos” (p. 1), tal como

se señaló anteriormente.

Tipo de investigación

El tipo de investigación es observacional, puesto que, según Beaglehole, Bonita y

Kjellstrõm, (2003) estos estudios “dejan que la naturaleza siga su curso: el investigador mide,

pero no interviene” (p. 31). Esta investigación recolecta datos e información sin pretender

manipularlos. En el presente caso, aunque es observacional, no hace medición, sino que busca

valorar las unidades de análisis, por tratarse de un enfoque cualitativo.

Nivel de la investigación

El nivel de la investigación es descriptivo, en vista de que “un estudio descriptivo se

limita a una descripción de la frecuencia de una enfermedad en una población y a menudo es la

primera etapa de una investigación epidemiológica”. Suelen basarse en estadísticas de

mortalidad. En esta investigación no es necesario relacionar variables como el estado de salud,

sino más bien examinar los patrones de los indicadores en distintas zonas geográficas de

Venezuela.

Diseño de investigación

La investigación es de diseño documental, el cual, según Arias (2012), “es un proceso

basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios, es

decir, los obtenidos y registrados por otros investigadores en fuentes documentales: impresas,

audiovisuales o electrónicas.” (p. 27).

De acuerdo con la Universidad de Jaén (s.f.), el diseño documental consiste en una

revisión bibliográfica, “es un informe narrativo de hallazgos de investigaciones individuales

donde domina la opinión del revisor” (p. 1); donde, los resultados no son concluyentes, sino que

buscan conocer, el estado de la cuestión sobre un problema de investigación determinado,

sobre la base de una búsqueda de fuentes secundarias, es decir, las obtenidas por otros
autores, que serán narradas por el investigador, desde su punto de vista, “con el propósito de

aportar nuevos conocimientos” (Arias, 2012, p. 27).

Técnica de recolección de datos

La técnica de recolección de datos e información es la revisión documental, es decir de

tipo bibliográfica sobre estudios vinculados con la pregunta y el problema de investigación, así

como sobre registros sanitarios referidos al COVID-19, en especial, de Venezuela, por

entidades, y también, acerca de las distintas cifras que permitan profundizar en la situación

epidemiológica en Venezuela, respecto al COVID-19., por ejemplo, sobre tamizaje e

inmunizaciones.

Instrumento de recolección de datos

Se emplearán las fichas bibliográficas, que registren la información/datos recolectados

de las fuentes: documentos científicos, informes oficiales y registros sanitarios. Las fichas

contienen entre otros elementos: autor(es), fecha, título del artículo, informe o registro, su

contenido resumido y la visión del investigador sobre el documento/informe/registro.

Técnicas de análisis de los datos

Se sigue la técnica cualitativa del análisis crítico definida como “la revisión de un

conjunto de informaciones a las que se le realizan inferencias, razonamientos, comparaciones,

argumentaciones, deducciones, críticas, estimaciones y explicaciones, entre otros tipos de

reflexión” (Sabino, citado en Universidad Rafael Belloso Chacín (s.f.). Por su parte, Araujo

(2012) afirma que: “en epidemiología, para aprender a «leer» una publicación se debe poder

analizarla críticamente” (p. 3).

Para procesar los datos de los documentos científicos e informes oficiales recolectados,

se seleccionarán los documentos más pertinentes de la revisión documental; ya que según

Araujo (2012), debe evaluarse en qué medida los resultados de dichos documentos/informes

presentan o no y que medida, “inconsistencias y posibles sesgos”. (Araujo, 2012, p. 3).


Por otro lado, con el propósito de aplicar el análisis crítico que, en el presente estudio,

implica entre otras cosas, la necesidad de hacer estimaciones (en cuanto indicadores del

COVID-19 en Venezuela, por entidades), se buscará como apoyo la estadística descriptiva

(rama de la estadística que consiste en realizar cálculos y estimaciones para lograr describir el

fenómeno), que permitirá procesar algunos de los datos recolectados por revisión documental

de registros sanitarios de las entidades federales, a fin de dar respuesta al primer objetivo

específico del estudio, donde se determinarán frecuencias, porcentajes, índices, razones y

proporciones, a decidir cuáles de ellas, según criterio cualitativo. Posteriormente, se aplicará un

análisis crítico a tales resultados estadísticos. De modo que la estimación cuantitativa, será una

técnica secundaria de apoyo.

Instrumentos para el análisis de la información

Para la selección de los documentos e informes que se analizarán críticamente, y así

obtener los que sean pertinentes y de calidad, en términos de dar respuesta a la pregunta de

investigación, se empleará la Lista de chequeo, la cual de acuerdo con Araujo (2012) es un

conjunto ordenado de criterios que podrán o no verificarse revisando el documento o informe

que se analiza, y “que en general serán calificados con un “Sí” (cumple), un “No”, o un “No se

sabe/No se puede decir”, más una columna de observaciones y comentarios” (p. 3). Es lo que

Arias (2012) llama Lista de cotejo.

Además, para procesar las cifras provenientes de los registros sanitarios, y así obtener

las estimaciones necesarias para el análisis crítico de estos registros, se empleará como

instrumento secundario de apoyo, el programa Excel® de Microsoft Office Professional Plus

2016. Al mismo tiempo, se plantea elaborar una Lista de Chequeo para seleccionar las

estimaciones que sean más adecuadas y propicias en dar repuesta a los objetivos del estudio.
Tabla 2. Operacionalización de las unidades de análisis de la investigación

Unidades Categorías Técnica de Instrumento de Técnicas de Instrumentos


de análisis recolección recolección análisis de análisis

Documentos -Situaciones
científicos epidemiológicas
sobre el
COVID-19 -Interpretaciones
epidemiológicas
Análisis critico Lista de chequeo
Informes -Situaciones
oficiales epidemiológicas Revisión Fichas bibliográficas
sobre documental
COVID-19 -Análisis oficiales
de indicadores

Registros Cifras del -Análisis crítico -Lista de chequeo


sanitarios COVID-19 en
sobre Covid- Venezuela -Estadística -Excel®
19 descriptiva

Fuente: Elaboración propia


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