Está en la página 1de 11

1.

Conocimiento de la creación de DIOS

Nuestro conocimiento de Dios se fundamenta en el hecho de que Él lo creó todo: el tiempo, el


universo, el mundo físico, toda la materia y todos los seres vivos, así como la esfera espiritual y
los seres que habitan en ella.

Luego se reveló a la humanidad de un modo general por medio de Su creación (lo que se


llama revelación general) y más expresamente por medio de la Biblia (lo que se conoce
como revelación especial).

La Biblia enseña que Dios creó el universo ex-nihilo, locución latina que significa de la


nada. Antes que existiera el universo, antes que existiera el tiempo, antes que existiera la
materia, Dios tenía existencia eterna. Todo lo demás que existe, sin excepción, ya sea físico o
espiritual, fue creado por Él.

La Biblia revela la historia de la creación y nos enseña sobre el Dios Creador que sin esfuerzo
diseñó el mundo para Sus propios propósitos. En el espacio de seis días, Él preparó un
ambiente apropiado para criaturas vivientes y luego llenó ese mundo con una diversidad de
organismos. Creó seres humanos a Su propia imagen y les dio responsabilidades sobre Su
creación. Les dio los dones de cognición, lenguaje, relaciones, responsabilidad, libertad y
propósito.

La doctrina oficial cristiana considera que Dios siempre ha existido y que Él creó de la nada el
universo y todo lo que en él hay. Esa declaración de base no explica cómo ni cuándo creó el
universo, el mundo y todos los seres vivos, tanto físicos como espirituales; solo afirma  que lo
hizo.

En el cristianismo, la clave para entender a Dios está en la enseñanza bíblica de que Él es


Creador de todas las cosas, y en el conocimiento de Su papel como Creador y el nuestro como
criaturas Suyas. En el mundo de hoy, considerarnos criaturas —seres creados— suele estar
mal visto y hasta puede resultar ofensivo para algunos. Pero si Dios lo creó todo, entonces todo
es creación Suya, y por tanto somos criaturas Suyas.

Hay mucha discusión y controversia sobre la creación del universo, la creación del mundo y la
creación de los seres vivos. Y eso incluye la polémica sobre el origen de la vida en la Tierra y el
origen de los seres humanos.
El estudio de la creación ha revelado muchas evidencias sobre la idea de que un Creador
divino está detrás del telón. Los científicos tienen oportunidades estupendas de ver las pruebas
de la creatividad de Dios y reflexionar sobre su grandeza.

La Biblia considera al ser humano como la imagen de Dios creador. Dios es el creador del
universo que ha puesto al ser humano en el mundo como su colaborador. El ser humano ha
sido creado creador, con el mandato de transformar la naturaleza. Dios creó el mundo material
porque tenía un plan para la humanidad; desde el principio quería la felicidad para el ser
humano. La creación es el primer acto de Amor de Dios para encontrarse con nosotros y por
eso nos la entregó para que la usáramos en nuestro provecho. Según ese plan de Dios, cada
persona debe servir al mundo para mejorarlo y perfeccionarlo a través de su trabajo, esto nos
hace partícipes y colaboradores de la obra de Dios.

2. Hagamos al hombre

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en
todo animal que se arrastra sobre la tierra.

a. Hagamos al hombre a nuestra imagen: es consistente con la idea que existe un Dios en tres
personas, al cual conocemos como la trinidad. La pluralidad de hagamos no puede ser
solamente la pluralidad de la realeza, ni tampoco puede ser Dios hablando con o a los ángeles.
Es un indicio de la trinidad, aunque no declarada detalladamente.

b. A nuestra imagen: Un entendimiento de quién es el hombre comienza con el saber que
somos hechos a la imagen de Dios. El hombre es diferente a cualquier otra clase de ser creado
porque ha sido creado de una manera consistente con la naturaleza de Dios.

i. Esto significa que hay una cima intransitable entre la vida humana y la vida animal. Aunque
biológicamente somos semejantes a ciertos animales, somos distintos en nuestras
capacidades morales, intelectuales, y espirituales.
ii. Esto significa que también hay una brecha insalvable entre la vida humana y la vida
angelical. En ningún lado se nos dice que los animales son hechos a la imagen de Dios. Los
ángeles no pueden tener el mismo tipo de relación de amor y convivencia con Dios como
nosotros.
iii. Esto significa que la encarnación fue verdaderamente posible. Dios (en la segunda persona
de la trinidad) verdaderamente podría venir a ser hombre, porque aunque la deidad y la
humanidad no son lo mismo, sí son compatibles.
iv. Esto significa que la vida humana tiene valor intrínseco, muy aparte de la “calidad de vida”
experimentado por un individuo, porque la vida humana es hecha a la imagen de Dios.

c. A nuestra imagen: Hay varias cosas específicas en el hombre que le muestran que es
hecho a la imagen de Dios.
Solo el hombre tiene un rostro que naturalmente mira hacia arriba.
Solo el hombre tiene una variedad tan grande de expresiones faciales.
Solo el hombre tiene un sentido de la culpabilidad que se muestra con un sonrojeo.
Solo el hombre habla.
Solo el hombre posee personalidad, moralidad, y espiritualidad.

d. A nuestra imagen: Hay por lo menos tres aspectos a la idea de que somos hechos a
la imagen de Dios.
i. Significa que los humanos poseen personalidad: Conocimiento, emociones, y una voluntad.
Esto aparta al hombre de todos los animales y de las plantas
ii. Significa que los humanos poseen moralidad: Somos capaces de hacer juicios morales y de
tener una conciencia
iii. Significa que los humanos poseen espiritualidad: El hombre está hecho para tener una
comunión íntima con Dios. Es a nivel espiritual que podemos comunicarnos con Dios.

e. A nuestra imagen: Esto no significa que Dios tiene un cuerpo físico o humano. Dios es
espíritu (Juan 4:24). Aunque Dios no tiene un cuerpo físico, él diseño el cuerpo físico del hombre
para que pudiera hacer muchas de las cosas que hace Dios: Ver, oír, oler, tocar, hablar,
pensar, planear, etc.
i. “No es muy seguro decir que el cuerpo del hombre tiene a Dios como patrón, porque Dios,
siendo un espíritu sin cuerpo, no puede tener lo que llamamos un cuerpo material. Aun así, el
cuerpo del hombre debe ser tomado, por lo menos, como el mejor receptáculo para el espíritu
del hombre y así debe tener, por lo menos, una analogía tan cercana como para que cuando
Dios y sus ángeles decidan aparecer en forma humana cuando se aparecen al hombre.”
f. A nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza: Los términos por imagen y semejanza son
poquito diferentes. Imagen tiene más que ver con la apariencia, y semejanza tiene más que ver
con una similitud abstracta, pero los dos tienen esencialmente el mismo significado en este
contexto.
g. Y señoree: Antes de que Dios creó al hombre declaró que él se señorearía sobre el mundo.
La preeminencia del hombre entre lo creado y su capacidad de afectar su ambiente no es
accidente; Es parte del plan de Dios para el hombre y para la tierra.
i. En este sentido, es un pecado si el hombre no usa este dominio responsablemente, en el
sentido de un aprecio apropiado para la mayordomía de la tierra.
El ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios según génesis.
El ser humano ha sido creado para obedecer las leyes y ser fiel si llegare a casarse, según lo
dice Romanos el ser humano debe ser fiel si llegare a casarse, según lo dice Romanos 1:18-32
El ser humano debe sujetarse a las autoridades terrenales según dice Romanos 13
El ser humano ha sido creado por el ser más amoroso que existe, y el mejor padre Dios, según
dice Génesis 1:31
El ser humano ha sido creado para seguir a Dios y nacer de nuevo según dice Corintios 5:17
El ser humano debe obedecer 10 reglas principales según éxodo 12

3. La caída del hombre

Génesis es el libro de los comienzos, simple y sencillamente porque aquí encontramos el


principio de muchas cosas. Hasta el momento hemos visto el comienzo de este universo y la
humanidad, y como todo esto era perfecto mostrándonos la gran benevolencia y misericordia
de Dios al querer compartir con la humanidad las mejores cosas. Vimos cómo fue al principio la
vida del hombre, un ser creado a imagen y semejanza de Dios, perfecto, sin las limitaciones y
padecimientos actuales, pero ¿qué le paso para que hoy se encuentre en la triste situación
actual? ¿Por qué hoy en día hay tanto sufrimiento? y es porque el pecado entro en la vida del
ser humano.

Para muchas denominaciones cristianas, la doctrina de la Caída está estrechamente


relacionada con la del pecado original. Creen que la Caída introdujo el pecado en el mundo,
corrompiendo todo el mundo natural, incluida la naturaleza humana, haciendo que todos los
humanos nacieran en pecado original, un estado del que no pueden alcanzar la vida eterna sin
la gracia divina.

Génesis 3:19. La caída de Adán introdujo al mundo las dos clases de muerte. “Por causa de la
transgresión de Adán, la muerte espiritual —expulsión de la presencia del Señor— así como la
muerte temporal fueron dictaminadas sobre él.

LOS PASOS EN LA CAÍDA DEL HOMBRE:


Referencias Bíblicas:
Génesis 3:1 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová
Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol
del huerto?”
Génesis 3:3 “Pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él,
ni le tocaréis, para que no muráis.”
Génesis 3:6 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos,
y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella.”
1 Timoteo 2:14 “Y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en
transgresión.”
 
Un estudio de estos versículos demuestra que había algunos pasos definidos que tuvieron
lugar en la caída del hombre.

1. La Incredulidad:
El primer paso fue que Satanás pudo sembrar la duda, una semilla de incredulidad contra la
palabra de Dios en el corazón de Eva.

2. El Cambio De La Palabra De Dios:


Después que Eva entretuvo la duda en el corazón, ella ahora estaba lista para entrometerse  en
la Palabra de Dios. Eva cambió y añadió a la Palabra de Dios. Dios no dijo nada de tocar el
fruto y la muerte sería cierta. Las palabras de Eva, “para que no muráis” admiten la duda;
admiten la posibilidad de que la muerte no fuera cierta. Pero Dios había dicho
específicamente "ciertamente morirás", no hubo dudas en la palabra de Dios.
 
3. La Desobediencia:
El acto de desobediencia fue el resultado natural de sembrar la semilla de duda y de cambiar la
Palabra de Dios. En Génesis 3:6 hay una lista de los pasos que llevaron a la desobediencia: (a)
Vio; (b) codició; (c) tomó; (d) comió. Conviene hacer comparaciones con el pecado de Acán en
Josué 7:21: (a) Vio; (b) codició; (c) tomó; (d) escondió.

B. LA TRIPLE TENTACIÓN:
Referencia Bíblica:
1 Juan 2:16 “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los
ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.”
La tentación de Eva y la de Cristo en el desierto pueden describirse con las palabras “todo lo
que hay en el mundo” (1 Juan 2:16).
1 Juan 2:16 – 
Los deseos de la carne.
Los deseos de los ojos.
La vanagloria de la vida.
La tentación de Eva "Bueno para comer".
(Génesis 3:6) Agradable a los ojos.
Codiciable para alcanzar la sabiduría.
La tentación de Cristo - Que la piedra se convierta en pan.
(Lucas 4:3-10) Reinos de este mundo.
Échate de aquí abajo - ángeles.
En la tentación Satanás dijo a Eva, “seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.” No dijo la
parte más importante; que sabrían el bien sin poder obrarlo, y sabrían el mal sin poder evitarlo.
Se debe recordar que la tentación misma no es pecado, pero entregarse a la tentación, sí lo es.
Cristo fue tentado, pero permaneció sin pecado porque Él venció lo tentación.
Eva fue vencida cuando empezó a entrometerse en la Palabra de Dios. La semilla de
incredulidad sembrada en su corazón por el diablo le hizo cambiar y añadir a la Palabra de
Dios. Así Eva cayó. Por el contrario, Jesucristo citó la Palabra de Dios y así ganó la victoria.
“Está escrito” hará huir al diablo.
Se debe notar que era Eva quien fue engañada en la transgresión. Adán escogió pecar
deliberadamente. Él desobedeció sabiendo perfectamente lo que hacía. Fue una decisión clara
de escoger entre el compañerismo con el Señor o con la mujer. Adán escogió a la mujer y así
él cayó. Entonces nos enseña la Biblia que por un hombre "Adan" entró el pecado al mundo.
Dios hizo responsable a Adan el principal responsable de que el pecado fuera introducido en el
mundo.
 
C. LOS RESULTADOS DE LA CAÍDA:

1. En La Naturaleza:
(a) La tierra fue maldita (Génesis 3:17).
(b) La tierra habría de producir espinos y cardos (Génesis 3:18).
 
2. En La Raza Humana:
(a) Todos constituidos pecadores (Gálatas 3:22; Romanos 5:19).
(b) El hombre llega a ser hijo del diablo (Juan 8:44; 1 Juan 3:8)
(c) El hombre vivirá trabajando duramente (Génesis 3:19).
(d) La mujer dará a luz los hijos con dolor (Génesis 3:16).
(e) A través de la caída, el hombre llegó a ser heredero de:
(i) LA MUERTE FÍSICA: La separación del alma del cuerpo, lo que resulta en la corrupción
y la destrucción del cuerpo (Génesis 3:19).
(ii) LA MUERTE ESPIRITUAL: La separación del espíritu de Dios, o la separación de la
vida de Dios. Entramos en este estado cuando comenzamos a obedecer a este mundo
caído (Efesios 4:18; 1 Timoteo 5:6; Apocalipsis 3:1).
(iii) LA MUERTE ETERNA: Esta es la “segunda muerte,” la muerte espiritual que sigue
después de la muerte física. Prolongada más allá de la muerte del cuerpo, la muerte
espiritual llega a ser muerte eterna, o sea el estado de separación eterna de Dios en
tormento consciente (Apocalipsis 20:14; 21:8).
Después de la caída del hombre, Dios expulsó a Adán y Eva del jardín del Edén y colocó a los
querubines como guardia del jardín para asegurarse de que nunca pudieran regresar (Génesis
3: 23–24). Desde entonces, la humanidad ha encontrado dolor, sufrimiento y trabajo
extenuante en todos los aspectos de sus vidas, desde la lucha por mantener una familia y
encontrar un hogar hasta experimentar dolor en el parto. Todo es el resultado de la maldición
que Dios trajo a la tierra después de la caída del hombre. Este evento se conoce como la caída
del hombre porque la maldición que el pecado de Adán trajo al mundo no solo se aplicaba a él,
sino a todo ser humano que haya vivido y viva. Incluso en las profundidades de la
desesperación de Adán por haber comprometido para siempre su comunión sin obstáculos con
Dios (el propósito original del hombre) Dios prometió que traería la redención a través de la
simiente de la mujer (Génesis 3:15). 

Los resultados de la caída nos rodean. Los hospitales, las prisiones y manicomios están llenos.
La miseria, el crimen y la tristeza nos enfrentan en cada punto, y todos éstos son resul tados de
la caída.

4. La salvación del hombre

El verdadero significado de “salvación”


Todos sabemos que, en la Era de la Ley, la humanidad estaba cada vez más profundamente
corrompida por Satanás. El pueblo de Israel vulneraba con frecuencia las leyes y los
mandamientos y sus pecados iban en aumento, hasta el punto de que ya no bastaba con los
sacrificios y todos corrían el riesgo de ser condenados y sentenciados a muerte por la ley. Para
salvar a la humanidad de la amenaza de la muerte, Dios descendió a la tierra encarnado en el
Señor Jesús para realizar la obra de redención, ser crucificado por el hombre, expiar los
pecados de toda la humanidad y perdonar definitivamente los pecados del hombre. Desde
entonces, a toda persona que crea en el Señor Jesús, le confiese sus pecados y se arrepienta
se le perdonarán los pecados y disfrutará de todas las bendiciones y la gracia otorgadas por el
Señor Jesús.

Para el pueblo que vivía bajo la ley, esta era la “salvación”. Por lo tanto, la “salvación” de la que
habló el Señor Jesús no es como imaginamos —que, siempre que creamos en Él, nos
salvaremos definitivamente—, sino que significa que los que pecan ya no serán condenados y
sentenciados a muerte por la ley y los pecados del hombre serán perdonados. Echemos un
vistazo a un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso: “Aunque el hombre ha sido
redimido y se le han perdonado sus pecados, sólo se considera que Dios no recuerda
sus transgresiones y no lo trata de acuerdo con estas. Sin embargo, cuando el hombre
vive en la carne y no ha sido liberado del pecado, sólo puede continuar pecando,
revelando interminablemente el carácter satánico corrupto.

Cuando creemos en el Señor, aunque recibamos el don de la salvación y se nos perdonen los
pecados, no nos liberamos de las cadenas del pecado y seguimos viviendo en pecado.

La Biblia dice: “Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber


recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados,
sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de un fuego que ha de consumir a
los adversarios” (Hebreos 10:26-27). “Todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre ” (Juan
8:34-35).

¿Cómo podemos recibir la salvación y entrar en el reino de los cielos?

Dios Todopoderoso dice: “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo
completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del
hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la
influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como
la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar
completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así,
después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para
guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al
hombre a una esfera más elevada”.

(‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”). De esto se desprende que, a fin de corregir
el carácter satánico del hombre, hondamente arraigado, y liberarlo completamente de las
cadenas del pecado, es preciso que el Señor regrese en los últimos días para llevar a cabo la
obra del juicio, que comienza por la casa de Dios, y para expresar las verdades que purifican y
salvan a la humanidad. De hecho, el Señor ya profetizó esto hace mucho tiempo, tal como
manifiesta la Biblia: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis
soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad” (Juan
16:12-13). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra
que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Porque es tiempo de que el
juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). En la actualidad, sobre la base de la
obra de redención del Señor Jesús, Dios Todopoderoso está llevando a cabo la obra del juicio,
que comienza por la casa de Dios, y expresando todas las verdades que purifican y salvan a la
humanidad, con el fin de corregir definitivamente la naturaleza pecaminosa del hombre y
liberarlo de las cadenas del pecado, purificándolo hasta que finalmente Dios lo conquiste y
lleve a Su reino. La obra del juicio de Dios Todopoderoso en los últimos días cumple
íntegramente estas profecías. Todos aquellos que acepten la obra de Dios en los últimos días
recibirán la purificación y salvación de Dios. Tendrán la oportunidad de convertirse en
vencedores antes de que lleguen los grandes desastres, de ser glorificados con Dios y
arrebatados al reino de los cielos.
ISAIAS 59:2
Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados
le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escuchar{os}.

EFESIOS 2:1
Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

ROMANOS 6:23
Porque la paga del pecado es muerte; mas el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor
nuestro.

ROMANOS 3:23
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios;

Juan 17:3
Y ésta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has
enviado.

HECHOS 16:31
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa.

JUAN 3:16-18
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea
salvo por Él.
El que en Él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya es condenado, porque no ha creído en
el nombre del unigénito Hijo de Dios.
JUAN 3:38
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; mas el que es incrédulo al Hijo no verá la vida, sino que la
ira de Dios está sobre él.

También podría gustarte