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HORA SANTA PARA NIÑOS

Hablando con voz suave: 

o Empecemos por concentrarnos (con los ojitos cerrados), poniendo


nuestro corazón y mente en Jesús. Él está aquí, en la custodia en el
Santísimo Sacramento.
o Hagamos un acto de Fe, como los niños de Fátima: “Dios mío, yo creo,
te adoro, espero y te amo. Y te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman”.
o Pidamos ayuda a María, ella está siempre aquí adorando a Su Hijo con
nosotros. Démosle gracias por el regalo de su Hijo.
o Ahora vamos a rezar el Credo, el Padre Nuestro, 10 Aves Marías y
terminaremos con el Gloria y ¡Oh!, buen Jesús.
o Muy bien, empecemos una oración en silencio...en secreto, desde el
corazón para agradecer a María por su ayuda.

Enseñar a inclinarse postrándose ante Dios y comentar: 

o Jesús está REALMENTE PRESENTE en la Sagrada Hostia, nuestro Dios


oculto.
o Él nos ama y quiere que nosotros lo amemos a Él. Él nos espera noche y día
en la pequeña hostia. Él anhela oírnos...nosotros lo adoramos porque Él es
Dios.
o Tener un tiempo de silencio mientras permanecemos postrados.
o Alternar el silencio con pequeñas frases de amor a Jesús en el Santísimo
Sacramento.

Invitemos al arrepentimiento: 

o A veces, a pesar de que queremos ser bueno, ofendemos a Dios. Piensen en


las distintas maneras que pudieran haberlo ofendido recientemente y
pídanle perdón. Háblenle en el silencio de su corazón. Dios nos ama y nos
perdona cuando estamos arrepentidos y pedimos su Misericordia.
o Permanecer un poco en silencio y después leer el pasaje de (Juan 6 51,54,56).
o Tomemos un minuto para pensar en lo que acabamos de oír. Demos gracias
a Dios por su Palabra.
o Silencio y continuar con agradecimiento: 
o Agradezcamos a Dios por todas las bendiciones que hemos recibido.
Pensemos en todas las cosas buenas que nos ha dado (familia, amigos,
salud...)
o Hagamos una comunión espiritual “Yo quisiera, Señor,...
 
Agradezcamos a Jesús por este Gran Regalo.
Oraciones finales: 

Pidamos por las almas del Purgatorio...Por todos los sacerdotes, las
vocaciones, por nuestras familias. Es tiempo para decir adiós y darle gracias
a Jesús por Su bendición en el día de hoy. Amén

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