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toda institución absorbe parte del tiempo y el interés de sus miembros y les proporciona. En
cierto modo un mundo propio, tiene tendencias absorbentes.
Las instituciones totales pueden clasificarse en cinco grupos:
1) En primer término hay instituciones elegidas para cuidar a las personas que parecen ser a
la vez incapaces e inofensivas.
2) En segundo grupo están las elegidas para cuidar de aquellas personas incapaces de
cuidarse por sí mismas y que constituyen además una amenaza involuntaria para la
comunidad.
3) Un tercer tipo de institución total, organizado para proteger la comunidad comunidad
contra quienes constituyen intencionalmente un peligro para ella, no se propone como
finalidad inmediata el bienestar de los reclusos.
4) Un cuarto grupo instituciones deliberadamente destinados al mejor cumplimiento de una
tarea de carácter laboral y que sólo se justifican por esto fundamentos instrumentales.
5) Finalmente están establecimientos concebidos como refugios del mundo aunque con
frecuencia sirven también para la formación de religiosos.
La característica central de las instituciones totales puede describirse como una ruptura de las
barreras que separan de ordinario estos tres ámbitos de la vida (jugar, dormir y trabajar).
El mundo interno:
Es característico que los internos lleguen al establecimiento con una “cultura de
presentación” derivada de un “mundo habitual”, un estilo de vida y una rutina de actividades
que se dan por supuestas hasta el momento delingreso en la institución.
Ahora se echa de ver que las instituciones totales no reemplaza en la peculiar cultura propia
del que ingresa, por algo ya formado.
Sino que confrontamos algo más restringido que una aculturación o asimilación.
De ahí que si la estadía del interno es larga, puede ocurrir lo que se denominado
desculturalización. O sea, un desentrenamiento que lo incapacita temporalmente para encarar
ciertos aspectos de la vida diaria en el exterior.
Estar adentro o en cerrados son circunstancias que no tienen para el interno un significado
absoluto. En este sentido, las instituciones totales no persiguen verdaderamente una victoria
cultural. Crean y sostienen un tipo particular de tensión entre el mundo habitual y el
institucional y usan esta tensión persistente como palanca estratégica para el manejo de los
hombres.
II) El futuro interno llega al establecimiento con una concepción de sí mismo que ciertas
disposiciones sociales estables de su medio habitual hicieron posible.
Comienza para el una serie de depresiones, degradaciones, ubicaciones y profanaciones del
yo. La mortificación Delso y sistemática aunque a menudo no intencionada.
Los procesos mediante los cuales se mortifica el show de una persona son casi de rigor en las
instituciones totales.
La barrera que las instituciones estatales levantan entre interno y el exterior marca la primera
mutilación del yo.
En las instituciones totales el ingreso ya rompe automáticamente con la programación del rol,
puesto que la separación entre el interno y el ancho mundo dura todo el día y puede continuar
durante años por la tanto se verificará el despojo del rol.
Cuándo el ingreso es voluntario, el recluta, ya sea separado en parte de su mundo habitual; la
institución reprime severamente algo que en realidad se ha comenzado a caer.
El interno puede retomar algunos roles y vuelve al mundo y cuando lo haga, no hay duda de
qué otras pérdidas son irrevocables y como tales pueden ser dolorosa mente experimentadas.
Un aspecto jurídico de este despojo permanente se lo encuentra en el concepto de “muerte
civil”: Los reclusos pueden enfrentar una pérdida temporal de los derechos a testar dinero y
girar cheques, ñ Además pueden sufrir la anulación permanente de alguno de ellos.
El interno discurre así que ha perdido ciertos roles en virtud de la barrera que lo separa del
mundo exterior. El proceso mismo de admisión acarrea típicamente otros tipos de pérdida y
mortificaciones.
Una institución total atienda tantos aspectos de las vidas de sus internos, qué la tarea de
confeccionar sus fichas y así complejísimo y crea la necesidad de contar inicialmente con la
cooperación de cada uno. La primera ocasión en que los miembros del personal instruyen al
interno sobre sus obligaciones de respeto puede estar estructurada de tal modo que le hiciste a
la rebeldía o a la aceptación permanentes. El interno que se resiste recibe un castigo
inmediato y ostensible cuyo rigor aumenta hasta que se humilla y pide perdón.
Los procedimientos de admisión y los Test de obediencia pueden considerarse una forma de
iniciación llamada “la bienvenida”, en la que el personal o los internos, o unos y otros dejan
sus tareas para dar al recluso una noción clara de su nueva condición. El procedimiento de
admisión puede caracterizarse como una despedida y un comienzo, con el punto medio
señalado por la vez no es física.
La referida implica el desposeimiento de toda propiedad, importante porque las personas
extienden sus sentimientos y yo a las cosas que les pertenecen.
Una vez que se despoja linterna de sus posesiones, El establecimiento debe hacer algunos
reemplazos, pero estos revisten la forma entregas comunes, de carácter impersonal,
distribuidos uniformemente. Éstas pertenencias sucedánea llevan marcas ostensibles
indicadora de qué pertenecen en realidad a la institución y como, quien dice, desinfectadas de
identificaciones.
El individuo necesitará un “equipo de identificación” para el manejo de su apariencia
personal. También necesitará recurrir al personal especializado como barberos y sastres.
Empero, al ingresar en una institución total probablemente se lo despoje de su acostumbrada
apariencia así como de los instrumentos y servicios con los que la mantiene y que sufra de
desfiguración personal.
Desde el ingreso la pérdida del equipo de identificación, puede impedir qué el individuo se
muestre ante los demás con su imagen habitual. Después del ingreso la imagen del choque
presenta es atacada de otra forma.
Todo reglamento orden o tarea que obliguen al individuo adoptar movimientos o actitudes
pueden mortificar su yo z
Una forma de mortificación ulterior propia de las instituciones totales se manifiesta ya en el
ingreso bajo la forma de una especie de exposición contaminadora.
Se viola en primer término la intimidad que guarda sobre sí mismo.
El tipo más notorio de exhibición contaminadora es el de carácter directamente físico que
mancha o salpica el cuerpo u otros objetos íntimamente identificados con el yo. Una forma de
contaminación física muy común se refleja en las protestas frecuentes por la comida en mal
estado, Los alojamientos en desorden, Las toallas manchadas, etc.
Por último en algunas instituciones totales obliga al interno a tomar medicamentos por vía
oral o endovenosa, quiera o no quiera, y a comer su comida por desagradable que sea. El
interno soporta la mortificación del choque deriva de una exhibición contaminadora del tipo
físico.
Cuándo el agente de contaminación es otro ser humano, se produce una contaminación
suplementaria por el contacto interpersonal forzado y por una relación social forzada.
Otro tipo de exhibición contaminadora introduce a un extraño a la relación íntima de un
individuo con los otros significativos. Un interno puede tener que soportar que se lea y
censure su correspondencia personal y hasta que sea burla de ella en su propia cara.
En las instituciones totales la exhibición puede ocurrir en formas muy drásticas dada la
probabilidad de qué un individuo presencie el atropello físico de qué es víctima alguien a
quien está vinculado y sufre la mortificación permanente de no haber intervenido.
III) Ruptura de la relación habitual entre el individuo actor y sus actos.
La primera ruptura que debemos considerar aquí es el Looping:
Un estímulo que origina una reacción defensiva por parte del interno, toma una misma
reacción como objetivo de su próximo ataque. El individuo comprueba que su respuesta
defensiva falla en la nueva situación: no puede ya defenderse en la forma de costumbre,
poniendo cierta distancia entre la situación mortificante y su yo.
El proceso de integración característico de las instituciones totales crea otras clases de
Looping.
En las instituciones totales tienden a juntarse en las diferentes esferas de la vida, de modo que
la conducta del interno en un campo de la actividad es echado en cara por parte del personal a
modo de comentario y control sobre su conducta en otro contexto.
Una institución total podría compararse con una escuela de perfeccionamiento social que
teniendo muchos refinamientos fuese muy poco refinada.
Tiene reglas que suelen conectarse con la obligación de realizar la actividad regulada al
unísono con grupos compactos y compañeros internos. Éstas reglas difusas se dan en un
sistema autoritario de tipo jerárquico.
En consecuencia, cabe suponer que los internos, en particular, los recién llegados vivan
atormentado por la ansiedad crónica de creer quebrantar reglas y sufrir la consecuencia
inevitable. En las instituciones totales, mantenerse al margen de conflictos probablemente
requiere un esfuerzo consciente y sostenido. El interno deberá renunciar a ciertos niveles de
sociabilidad con sus compañeros para evitar posibles incidentes.
IV) Las instituciones totales desbaratan obvio Alan precisamente aquellos actos que en la
sociedad civil cumplen la función de mostrar el actor en presencia de los testigos ocasionales
que tienes cierto dominio sobre su mundo. Otra expresión definida de la incompetencia
personal en las instituciones totales consiste en el uso de lenguaje por parte del interno.
Otra consideración general atañe a la fundamentación lógica con que a menudo intentan
justificarse las agresiones al yo.
En muchas de las instituciones totales
la mortificación se justifica oficialmente con diversos criterios Tales como la higiene, la
responsabilidad por la vida, la capacidad de combate, la seguridad.
Las instituciones totales son siempre fatídica civil de linterna aunque la pego de este coso
civil varía considerablemente.
La relación entre este marcos de referencia de interacción simbólica construido para estudiar
el destino del yo, y el modo de referencia psicofisiológico convencional centrado en el
concepto de tensión:
La mortificación o disminución del Show probablemente implican una aguda tensión
psíquica para el individuo. Sin embargo, un individuo desengañado del mundo, O
enteramente es que nos culpas quizás encontrará en esa modificación un alivio psíquico.
VIII) Las instituciones totales ocupan de la rehabilitación del interno, o sea de reparar sus
mecanismos autorreguladores, de tal modo que al marchar se mantenga por decisión propia
las normas del establecimiento. En realidad, este pretendido cambio en los internos rara vez
se cumple, Y aunque en ciertos casos se produce una alteración permanente, los cambios no
son casi nunca los que el personal se había propuesto.
Lo primero que importa decir del personal es que su trabajo, y por consiguiente su mundo, se
refiere única y exclusivamente a seres humanos. Éste trabajo con gente, no es como el que se
realiza en la fábrica o en una oficina ni como el que supone una prestación de servicios.
Como material sobre que se trabaja, la gente puede presentar las mismas características de los
seres inanimados.
Dadas las características fisiológicas del organismo humano, habrá que cumplir varios y
determinados requisitos y se quiere emplear a la gente en forma continuada.
En cuestión de normas y derechos, el personal tiene obligaciones precisas cuyo cumplimiento
se encargan de recordarle, no sólo sus superiores jerárquicos inmediatos dentro de la
institución, si no los diversos organismos de control de la sociedad general, y a menudo hasta
los parientes de los internos.
El gran número de internos y la multiplicidad de aspectos en que hay que considerarlos como
fines en sí mismos, enfrentan el personal con algunas de las disyuntivas clásicas que deben
encarar cuando gobiernan a los hombres. Puesto que una institución total funciona hasta
cierto punto como un Estado, su personal sufre, también hasta cierto punto las tribulaciones
propias del estadista.
Las obligaciones del personal de mantener ciertas normas de humanidad en el trato con los
internos plantea problemas encimismo; pero un conjunto adicional de problemas
característicos se encuentra en conflicto permanente entre las normas humanitarias, y la
eficiencia institucional.
Otro aspecto general de los materiales humanos todos los otros y por ende plantean
problemas únicos eso posibilidad de llegar a constituirse en objetos de la empatía y hasta el
cariño del personal, por mucho que Haz intentado mantenerlos a distancia. Siempre existe el
peligro de qué un interno parezco mano. Si entonces hay que infringirle un trato en curso rigo
repara por primera vez, el personal compasivo sufrirá. En cambio si un interno quebranta una
regla, el hecho de qué el personal lo cursiva como ser humano tenderá a que atribuya más
gravedad de la falda, como un agravio contra su propio mundo moral.
El interés afectuoso que el personal puede sentir con el tiempo por los pupilos de
instituciones totales está relacionado con una especie de ciclo envolvente que se ha registrado
a veces en ella.
II) Las condiciones especiales del trabajo con seres humanos determinan la tarea diaria del
personal, tarea que por su misma índole se desarrolla en un clima moral especial. Corre por
cuenta del personal enfrentar la hostilidad y las protestas de los internos, a quienes
generalmente no puedo poner otro argumento que las perspectivas racionales auspiciadas por
la institución.
El esquema interpretativo de la institución total, empieza operar apenas ingresa al interno, ya
que el personal piensa que el ingreso de muestra _prima facie_ en el recién llegado tiene que
ser el sujeto especialmente previsto en los fines de la institución.
El principal propósito de esta cultura del personal auxiliar es lograr lograr el control de los
pacientes, control que debe mantenerse, sin tomar en consideración su bienestar. El propósito
que edad puesto al de la luz, con referencia a los recibos o pedidos que expresa un paciente.
El asistente no reconoce nunca la normalidad en un medio del que normalmente sólo pueden
esperarse anormalidades y los médicos contribuyen así a perpetuar la idea del control como
elemento esencial en el trato de los enfermos mentales.