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Una imagen sustentable: Una falsa responsabilidad ambiental

El “Greenwashing” (lavado verde), es un término que alude a la supuesta


responsabilidad ecológica que tienen las empresas u organizaciones, con el medio
ambiente, pero solo como una estrategia de marketing, lo que les permite lucrar y
dar una imagen de responsabilidad con el medio ambiente. Sin embargo, el daño
que producen al planeta tierra es mucho más grande que sus supuestas propuestas
ambientales, ya que sus niveles de producción generan altos residuos que dañan a
los ecosistemas, además de extraer y explotar excesivamente recursos naturales.
Solo lo hacen para monetizar más y hacer creer a la gente que ellos también es
parte del cuidado del planeta.

Poco se habla del impacto ambiental que generan estas empresas textiles, como
los miles de desechos, químicos y residuos que producen, que son tóxicos tanto
para el medio ambiente (ríos, lagos, océanos, mares, ecosistemas, animales) como
para los seres humanos. El fast fashion no solo impacta en el bolsillo de los
consumidores sino que también deja secuelas en el medio ambiente.
Las etiquetas verdes hoy en día simbolizan el cuidado ecológico que tienen las
empresas, no obstante, no siempre son lo que prometen ni cumplen con la imagen
que dicen tener.

Se ha normalizado comprar en grandes cantidades, dejando a un lado si realmente


lo necesitamos o no; púes a través de la publicidad manipulan nuestras emociones,
persuadiéndonos para adquirir la ropa, y aún más con las etiquetas verdes, ya que
nos hacen creer que también son parte del cambio. Las empresas generan tácticas
para que los compradores sean parte del cambio, por ejemplo: la tienda
de ropa H&M con su campaña de reciclaje “Let´s close the loop”, implementada a
nivel global en el año 2013, que consiste en que las personas dejen su ropa o textiles
que ya no utilicen, sin importar la marca; y si eres miembro de la tienda se da un
cupón de agradecimiento que se utilizan en próximas compras en la tienda.
Analizando un poco más la tienda podemos observar que solo utilizan estas
campañas para limpiar su imagen de contaminación, explotación laboral y maltrato
animal.
A pesar de que este hecho podría aparentarse "bueno" en el aspecto ecológico, no
lo es; ya que muchas veces la etiqueta no declara la procedencia y el material con
el que fue elaborada la ropa. Lucran y capitalizan la idea del cuidar al medio
ambiente.

Se debe tomar en cuenta lo que Oscar Huerta plantea desde sus enfoques en el
diseño; que cada producto tiene un ciclo de vida; pues va desde la extracción de
materias primas de los recursos naturales hasta los residuos que se dirigen al medio
ambiente, lo que genera un alto impacto en nuestro planeta. Los residuos pueden
ser sólidos, líquidos o gaseosos y se liberan en el aire, agua o suelo afectando la
calidad de las aguas superficiales subterráneas, la vegetación, fauna y la fertilidad
de los suelos. (Ministerio del Me - dio Ambiente de Chile, 2012).

El desgaste excesivo de los textiles provoca contaminación al haber demasiados


micro plásticos, químicos y pintura en lagos, ríos y mares. Esto ocasiona que miles
de animales los ingieran o respiren, ocasionando que se enfermen o mueran y no
sólo de ellos, sino, también de personas en comunidades cercanas a las fábricas,
como en zonas de bajos recursos de China, India, Indonesia, Bangladesh y
Tailandia, Los bebés y niños nacen o van desarrollando deformaciones,
discapacidades, vómito, diarrea y enfermedades de la piel debido a las aguas
contaminadas de las que se proveen. De acuerdo a la investigación documental de
Martin Boudot, en "El río más contaminado del mundo", en Indonesia, a lo largo del
río Citarum, hay alrededor de 500 empresas textiles que vierten sus aguas
residuales en el río, cada una arroja 1300 litros de desecho por día en promedio.
Una de las más grandes empresas que es participe de este problema, es Gistex.

En la economía vemos otro factor importante, el cual es también el sector obrero,


pues se explotan a miles de niños y mujeres; donde son maltratados recibiendo una
paga absurda, por debajo del salario mínimo, donde corren peligro debido a las
heridas que estas fábricas les generan.
Las empresas que participan en este fenómeno deben de la misma manera aplicar
soluciones verdaderas y eficaces para poder minimizar y en la medida de lo posible
evadir los problemas que generan en el ecosistema.

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