Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTI - Curso Introducción Al Compostaje - Módulo 4
INTI - Curso Introducción Al Compostaje - Módulo 4
Módulo 4
Lombricompuesto
Autora:
Ing. Agr. Ana Muzlera
Introducción
En este módulo veremos otra opción para utilizar residuos orgánicos: el lombricompostaje,
también llamado vermicompostaje o lombricultura.
Definición
Se llama lombricompuesto, “lombri”, “humus de lombriz” o simplemente “humus” a la
excreta de las lombrices. El humus de lombriz es una enmienda orgánica de gran valor que,
además, aporta nutrientes al suelo o sustrato de cultivo.
Así como las prácticas de compostaje se realizan en pos de mejorar el hábitat de los
microrganismos responsables del proceso, las prácticas en el vermicompostaje deben ir en
pos de satisfacer, de la mejor manera posible, las necesidades de las lombrices.
Las lombrices
Como clasificación taxonómica, las lombrices son anélidos oligoquetos pertenecientes a la
familia Lombricidae. Los anélidos son un grupo de invertebrados de cuerpo segmentado en
anillos. Cada uno de estos anillos, llamados metámeros, tiene la misma estructura interna,
es decir que a lo largo de casi toda la lombriz se repite la misma estructura.
Los oligoquetos son una subespecie de anélidos que tiene la particularidad de
poseer quetas, pero en poca cantidad (en comparación con otras especies). Las quetas son
pequeñas cerdas o filamentos que les permiten a las lombrices desplazarse en su hábitat.
Dentro de la familia de lombrices, podemos definir dos grupos: las de pigmentación roja y
las de pigmentación gris. El grupo de pigmentación roja incluye a las lombrices rojas
californianas (Eisenia foetida) y a las lombrices de tierra.
Figura 1
Lombriz con el anillo clitelo,
característico de su madurez
Eisenia foetida tiene una longitud de 5 a 8 cm. En algunos casos, puede exceder los 10 cm.
Su peso adulto se aproxima al gramo, siendo capaz de consumir diariamente su peso en
alimento. Sus deyecciones o excretas son el 60% de su consumo diario de alimento, es decir
que una lombriz adulta puede llegar producir un poco más de medio gramo diario de humus.
Si bien los climas ideales para su correcto desarrollo son los cálidos (alrededor de 20 ºC),
soportan temperaturas bajas (alrededor de 4 °C) y altas (hasta 30 – 35 ºC). Menores o
mayores temperaturas que estos límites resultan mortales. Pueden llegar a soportar
temperaturas ambientales bajo cero, siempre y cuando las condiciones del lecho donde
viven lo permitan (es decir, tengan el resguardo suficiente).
A los 90 días de vida una lombriz ya está en condiciones de reproducirse, es decir que
alcanzó la madurez. Son hermafroditas, lo que significa que un individuo es femenino y
masculino simultáneamente pero no pueden auto-fecundarse. En ocasiones, luego del
apareamiento, ambas lombrices quedan fecundadas. Como resultado de la fecundación, se
produce un capullo o cocón (Figura 2), de donde nacerán las lombrices. Los cocones son de
un tamaño de 3 o 4 mm con forma de pera y tienen un color entre verdoso y marrón-
naranja (según el estadio de madurez). El cocón tarda de 14 a 21 días en incubarse y de él
nacen entre 4 y 5 lombrices. Con una pareja de lombrices podemos tener hasta 3.000
lombrices en menos de 4 meses.
Figura 2
Cocón de Eisenia foetida
Cría de lombrices
Las lombrices necesitan algunas condiciones “ambientales” básicas para su correcto
desarrollo:
• Además del control de humedad y temperatura, necesitan poca luz, ya que son
fotófobas y extremadamente sensibles a los rayos UV.
• Requieren un suelo con pH entre 5 y 8.5, preferentemente alrededor de 7. A pH mucho
menores pueden desarrollarse plagas que le resultan mortales.
• Buena aireación: necesitan oxígeno para respirar.
• Temperaturas cálidas: si la temperatura es muy baja, entran en período de latencia, es
decir que consumen menos alimento y dejan de reproducirse, de forma de gastar la
menor energía posible para sobrevivir.
A mediana y gran escala se arman lechos, también llamados camas, cunas o bancos (Figura
3 y Figura 4), donde se depositan los residuos (pre-degradados) y las lombrices. Esta
disposición (diferente de las pilas de compostaje) favorece la aireación a la temperatura.
Estas cunas o lechos pueden ser de material o con bordes de madera, de cierta profundidad
y dimensiones que permitan su cuidado y mantenimiento manual, como se muestra a
continuación:
Figura 3.
Camas de lombricompostaje con borde de madera
Figura 4
Cunas cubiertas
Nota. Extraído de Schuldt, M., Christiansen, R., Scatturice, L. y Mayo, J. 2007. "Lombricultura. Desarrollo y
adaptación a diferentes condiciones de temperie". REDVET. Revista electrónica de Veterinaria. Volumen VIII
Número 8. Disponible en: https://studylib.es/doc/3934154/redvet.-revista-electr%C3%B3nica-de-veterinaria.-
issn-1695-750
Las herramientas para esta actividad también son distintas a las del compostaje, ya que
deben ser tales que no lastimen a las lombrices, lo cual disminuiría su población. Se buscan
herramientas de bordes suaves o redondeados, que son las menos nocivas.
También son aptas para producir lombricompuesto las lombrices de tierra que se
encuentran en un jardín. Sólo son menos voraces y longevas que la roja californiana y, por
lo tanto, la velocidad a la que transforman los residuos en humus es menor pero la calidad
del compuesto es la misma.
Requisitos
Al igual que en el compostaje, deben cuidarse la humedad, la temperatura, la aireación y los
residuos que se incorporan. Hay que regar, si fuera necesario, y realizar vuelcos periódicos
para favorecer la oxigenación de la cuna. Debe ponerse especial atención para evitar dañar
las lombrices al realizar los volteos.
Humedad
La humedad en la cuna debe mantenerse entre el 70 y 80% (un poco mayor que para el
compostaje). Con una humedad mayor se les dificulta respirar y con una menor se les
dificulta la movilidad y las condiciones no son aptas para su supervivencia. Según los
residuos que incorporemos a la cuna, debe regarse periódicamente para mantener la
humedad necesaria. Debe prestarse especial atención durante los meses estivales.
pH
El pH debe tender a la neutralidad. Evitar exceso de residuos con un pH por debajo de los
5.5 y superior a los 8.5. No hay inconvenientes en incorporar residuos ácidos (como los
cítricos) como parte de una mezcla de distintos residuos.
Alimento
¿Qué comen las lombrices? Residuos orgánicos.
antes de incorporar las lombrices, por un lado, para sanitizar el material y, por el otro, para
que esta etapa termófila no ocurra en presencia de las lombrices, ya que las mataría.
Figura 5
Volteos
Lombricompuesto domiciliario
Si realizamos compostaje domiciliario directamente en una pila sobre el suelo, es muy
factible que se acerquen a nuestra pila lombrices de tierra y contribuyan con nuestro
proceso, consumiendo la parte inferior de la pila, donde se encuentra lo parcialmente
digerido. Si divisamos la presencia de las lombrices, lo que podemos hacer es esperar para
retirar el producto terminado y tener nuestro lombricompuesto.
Los cuidados son similares a los de las pilas de compostaje en cuanto la humedad y la
aireación. Regando, si fuera necesario, y realizando vuelcos periódicos para favorecer la
oxigenación de la cuna. Debe ponerse especial atención para evitar dañar las lombrices al
realizar los volteos.
Una vez que el lombricompost está listo, hay que separar el producto de las lombrices para
recuperar la población y que pueda procesar más residuos. Si trabajamos en cuna,
seguramente las lombrices ya hayan migrado hacia los lugares donde aún tienen alimento.
Si no, y aún están ahí, debemos recuperarlas para usarlas en otros residuos. Para ello hay
varios métodos, que básicamente consisten en captar las lombrices con alimento fresco y/o
mecánicamente y mudarlas a donde tengan más alimento. Un método simple es colocar una
capa de alimento (residuos parcialmente descompuestos) de unos pocos centímetros sobre
la cuna y dejarla un tiempo suficiente (pocos días si el resto de los residuos ya están
procesados) como para captar las lombrices y luego retirarla y colocarla en otro lecho con
alimento. Si tengo una cuna de lombricultura, por lo general los residuos se van agregando
en sentido longitudinal y, entonces, las lombrices van avanzando hacia donde ponemos los
residuos nuevos y hacia atrás queda el lombricompuesto o humus de lombriz.
Una vez que tenemos el producto final, por lo general se tamiza para recuperar las pocas
lombrices y cocones que puedan quedar remanentes y cualquier impureza.
Necesita mayor cuidado y mantenimiento, ya que las lombrices necesitan mayor cuidado
para sobrevivir. Y como ya hemos dicho anteriormente, si vamos a utilizar residuos
parcialmente degradados como alimento, que es lo más recomendable, es necesario
asegurarnos de que sean de buena calidad y que hayan atravesado una etapa termófila de
higienización.
En contrapartida, si las lombrices no se mueren, es más fácil tener un “lombri” exitoso que
un “compost” exitoso ya que, a pesar de que las lombrices son más sensibles que los
microorganismos, es más sencillo darse cuenta si están bien y activas. Esto no sucede con
los microorganismos, ya que no podemos saber, a simple vista, si están funcionando los que
deseamos de la manera que lo necesitamos. También es más fácil ver cuándo un lombri está
“terminado”, ya que no necesita una etapa de madurez.
Referencias
Figura 2. Recuperado de: http://rincolombriz.blogspot.com/2011/03/la-fecundidad-de-las-
eisenia-fetida-y.html
Figura 4. Extraído de: Schuldt, M., Christiansen, R., Scatturice, L. y Mayo, J. 2007.
"Lombricultura. Desarrollo y adaptación a diferentes condiciones de temperie". REDVET.
Revista electrónica de Veterinaria. Volumen VIII Número 8. Disponible en:
https://studylib.es/doc/3934154/redvet.-revista-electr%C3%B3nica-de-veterinaria.-issn-
1695-750