Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Al igual que la viscosidad, la prueba del punto de inflamación siempre ha sido una
parte estándar de la especificación de un lubricante y, debido a su bajo costo,
simplicidad y versatilidad, la prueba también es popular entre la comunidad del
análisis de aceite usado. Utilizada más comúnmente como una prueba rápida del
tipo pasa/falla para la dilución por combustible, han surgido más aplicaciones en los
últimos años. El analista de laboratorio puede desplegar información sobre el punto
de inflamación de un aceite usado para solucionar problemas tales como fallas
térmicas, radiación gamma, contaminación con solventes, aceites mezclados (o
incorrectos) y contaminación con anticongelante.
El punto de inflamación es la temperatura más baja a la cual el vapor por encima de
la muestra de aceite se encenderá momentáneamente o formará una flama cuando
una fuente de ignición pase sobre este. El punto de inflamación (típicamente 225 ºC
o 440 ºF para aceites minerales) es una indicación de los riesgos de seguridad de
un lubricante con respecto al fuego y explosión. El punto de inflamación y el
ligeramente más alto punto de fuego están cubiertos por los estándares ASTM D92
y D93.
Sin embargo, el punto de inflamación no debe confundirse con la temperatura de
autoignición (AIT, por sus siglas en inglés), que es la temperatura (típicamente 360
ºC o 650 ºF para aceites minerales) a la que el vapor de aceite arderá
espontáneamente sin una fuente de ignición. Esta es una propiedad importante de
los fluidos hidráulicos resistentes al fuego en los sistemas electrohidráulicos de
control (EHC) en turbinas de vapor.
Según ASTM, que estandarizó por primera vez la prueba en 1924, el punto de
inflamación es la temperatura más baja a la que una fuente de ignición hace que los
vapores de la muestra (lubricante) se enciendan en condiciones específicas. Se
dice que el aceite “se inflamó” cuando aparece una llama y se propaga
instantáneamente por toda la superficie.
El aceite flamea porque se produce una mezcla inflamable cuando se calienta lo
suficiente, lo que hace que los vapores emerjan y se mezclen con el oxígeno en el
aire. La temperatura del punto de inflamación de un aceite corresponde
aproximadamente a una presión de vapor de 3-5 mm Hg (milímetros de mercurio).
Cuando se aplica una pequeña llama (fuente de ignición) a la superficie del aceite,
esta mezcla vaporosa se quemará momentáneamente y luego se extinguirá si se
ha alcanzado la temperatura crítica. El calentamiento continuo del aceite
(típicamente entre 28 a 42 ºC o 50 a 75 °F por encima de la temperatura del punto
de inflamación) hará que se alcance el “punto de fuego”. Como su nombre lo indica,
el punto de fuego es la temperatura a la que se produce una llama sostenida (por
más de cuatro segundos).
Química Orgánica Industrial (uva.es)