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Marcelo Gullo •
sos ~~tosos, por ~] impulso e~tatal- se convertiría, a partir de 1870 y en el
brev1s1mo lapso histórico de ~mcuenta años, en una potencia industrial y al-
~anzaba_ el ~bral de poder vigente, condición -vale destacarlo una vez más-
CAPÍTULO 5
rmprescmdible para ~~tener la autonomía nacional. Precisamente por ell
J~p~n resultó ser el umco país asiático que nunca fue sometido por el col ~ La insubordinación estadounidense
rual1smo europeo. o

Los inicios de la primera insubordinación exitosa

Entre 1775 y 1783, las trece colonias de América del Norte protagonizaron
la primera insubordinación exitosa producida en un sitia que, por ese enton-
ces, era "la periferia del sistema internacional". No fue, evidentemente, la
tmica insubordinación producida en la periferia, pero sí la más exitosa de to-
das porque logró crear el primer Estado-nación industrial, fuera del conti-
nente europeo, y la prime!:_a República de los tiem_pos ,;_odernos. La Repúbli-
ca estadounidense constituyó una uerdadera reuolución democrática que
atrajo hacia sí a una verdadera marea de inmigrantes que partieron de la
vieja Europa en busca de trabajo, justicia y libertad.
La lucha comenzó en 1775, cuando con la misión de capturar un depósito-
colonial de armas en Concord, Massachusetts, y reprimir la r.evuelta en esa
colonia los soldados británicos chocaron con los miliciartos colonialc_s, y se
prolongó hasta 1783, cuando se firmó el Tratado de Paz de París, por el cuaJ
se declaró la independencia de la nueva nación: Estados Unidos.
Sin embargo, Estados Unidos no conquistó su autonomía nacional en un
acto único sino mediante un largo proceso que comenzó con la guerra de la
independencia y terminó, en realidad, con la guerra civil. A la "insubardina-
cióri7undante" le siguió un largo y tortuoso proceso de insubordinación eco-
nómica e ideológica.
Inmediatamente después de obtenida la independencia formal, comenzó
el enfrentamiento entre el sector que quería complementar la independencia
política con la económica. es decir, continuar con el proceso de insubordina-
ción, y el sector que se oponía a profundizar el camin o iniciado en 1775, por-
que- sus intereses económicos estaban ligados específicamente a Gran Breta-
ña- y, en general. a la estructura hegemónica del poder político y económico
mundial vigente en la época. Ese enfrentami ento se decidió, finalmente, en
los campo de batalla d e Gettysbt1rg.
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Marcelo Gullo La insubordinación estadounidense 85

Acertadamente afirma Harold Underwood Fa Jkn · .


económica de Estados Unidos: u er en su obra Historia Para impedir que la manufactura colonial entrara en competencia con las
industrias de la metrópoli, los gobernadores coloniales tenían instrucciones
La revolución trajo la independencia política pero d · precisas de "oponerse a toda manufactura y presentar informes exactos so-
nera la independencia económica. Los productos' norteamerui:iguna ma- bre cualquier indicio de la existencia de ellas" (Underwood Faulkner, 1956:
era • t d E encanas que 134). Los gobernadores eran los encargados de practicar un verdadero "in-
n expo'. a os a uropa durante el período colonial seguían teniendo
: e~e c~~tme~te por mercado y al mismo tiempo se siguieron importan- fanticidio industrial", planificado en Londres por el Parlamento británico.3
?d eda articulas manu_facturados. Las manufacturas que habían sur- Los sagaces representantes de la Corona comprendían perfectamente la ac-
gi o urante la Revolución fueron ahogadas por las mercaderías más titud inglesa, a la que prestaban toda su simpatía, como lo demuestran las pa-
~ª;tt~s ~ue volcaron los ingleses en el mercado norteamericano al res- labras de lord Cornbury, gobernador de Nueva York entre 1702 y 1708, quien
bª. e~muento de la paz. f. ..] Según todos los indicios Norteamérica ha- escribía a la Junta de Comercio: "Poseo informes fidedignos de que en Long Is-
na ~ caer_nuevamen_te en una situación de dependencia, produciendo land y en Connecticut están estableciendo una fábrica de lana, y yo mismo he
n:iatenas pnmas necesitadas por Europa y adquiriendo l
ti culos man f: t d , a su vez, os ar- visto personalmente estameña fabricada en Long Island que cualquier hom-
. u ac ura os que ésta le proporcionaba. Parecía ern resa im-
ios1ble llegar_a competir con Inglaterra en la producción y ve:ta de es- bre podría usar. Si empiezan a hacer estameña, con el tiempo harán también
as mercadenas. (Underwood Faulkner, 1956: 277) tela común y luego fina; tenemos en esta provincia tierra de batán y tierra pi-
pa tan buenas como las mejores; que juicios más autorizados que el mio resuel-
. Empresa ta?_to más dificil si se tiene en cuenta que, desde la ideolo ·a d - van· hasta qué punto estará todo esto al servicio de Inglaterra, pero expreso mi
opinión de que todas ·estas colonias [... ) deberían ser mantenidas en absoluta
=aa;:;~:::t:asse ::t:;:~e~i~se; ~!s!:~!e las ~eci_entemente in~e~end~-
sujeción y subordinación a Inglaterra; y eso nunca podrá ser si se les permite
~:: ~=~:1::za: /{:¡'t~º
1
sejaba a los 1'd
Ad~ Smith sustentaba\::c l~s~:~:~!:aª~;~:·
ea.menea i:iara la agricultura exclusivamente y desacon-
!~ que puedan establecer aquí las mismas manufacturas que la gente de Ingla-
terra; pues las consecuencias serán que cuando vean que sin el auxilio de In-
1 eres norteamencanos cualquier . t t d . d .
''Estados Unidos" escribía Smith " t '
" ( • ' , es a, como
p m ~n
olon1a destinado
°
e _m ustnalización:
1 · ]
glaterra pueden vestirse no sólo con ropas cómodas sino también elegantes,
aquellos que ni siquiera ahora están muy inclinados a someterse al gobierno
t ura citado por List 1955· 97) L .d d S . ' a a agr1cu -
inglés para tratar d ' . . . as l eas e m1th le eran útiles al poder pensarían inmediatamente en poner en ejecución proyectos que hace largo
perialismo cultural-etonsegmr ?ºr la persua_sión -mecanismo típico del im- tiempo cobijan en su pecho" (citado por Underwood Faulkner, 1956: 134). Lord
durante el período col~n1~f ihab1a tratado de impedir, por la fuerza de la ley, Cornbur y describe, perfectamente, la "esencia" del "imperialismo económico"
en idénticos términos a los utilizados por Hans Morgenthau.
Si bien Inglaterra elaboró una legislación específica para frenar todo po-
sible desarrollo industrial en las trec·e colonias, había dos industrias que
E l veto británico a l a industrialización

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;=:.ª!ivie~::~f1:ri~~:;;J~:;;1i:~ :;eóc: ;~~o _una política ex-
mas porque com-
V
más eslncta la v1eJa prohibición Estuardo sobre I¡¡ em1grac16n de obreros capaolados. En l 774
dio un paso más amplio al prohibir la exportación de modelos y planos mecánicos y de las mis-
mas máqumas. Después de la Revolución, estas medidas se hicieron más exlensas y se aplica-
llevarla~ a la indepe::::~:~:: qu: ~ mdustrialización de las colonias podía ron con mayor rigor" (Miller, 1961. 165). Sobre el veto bnLáruco a la mdustr1ahzaci6n de las Lre-
clamar, luego, la independenc~:no:;:~~: iue este esta~o las llevaría a re-
cuencias econ ómicas y políticas q:e
d.. or eso, consciente de_ Jas conse-
zación en las trece colonias la pol ·t· po_ ial generar un proceso de mdustriali-
ce colonias y las políticas eslablecidas para impedir el desarrollo industrial. véanse especial-
mente las obras de Charles M. Andrews (1924). George L. Beer (1912), Hugh E . EgerLon (1924),
John W Horrocks (1924), Gustav Schmoller (1931).
las escasas empresas man~factu/e;:: ~:gé:~::_;ató de supervisar y boicotear 3. La granja colonial fue la cuna de la indLLStna estadounidense En el tiempo libre que les que•
daba durante los duros meses del invierno norleamenc11no, las fami lias campesmas fabricaban
clavos, úLiles de labranza, duelas de barril, barricas de roble y rec1p1enLes para el labaco, el ron.
las melazas y pescado. Muchos de estos artículos eran exporLados fácilmente a las Antillas Una
l. Adam Smith publica su famosa obra lnuest1gació11 sobr l mdustna domésllca muy 1mporlante fue la elaboración de bebidas - ron, cerveza y sidra- que se
de las nociones e l mismo año de la decl "6 d . d e a 11at11raleza Y causa de la r,quezu
ar.aci n e m ependencia de Estados Unidos producían en Nueva Inglaterra, donde se destilaban las melazas de las Antillas hacia donde lue·
~- Recordemos que duranle el remado de los Esluardo s . . . . . go se exportaba el ron Pocos eran los hogares en los q ue no exislía una rueca y un lelar de ma-
hlicados a las colonias de América y "en 1765 1 p I e proh1b16_la em1grac16n de obreros ca- no En 1640 empezaron a aparecer las primeras fundiciones relativamente 1mporlantes Massa-
e ar amento volvió a aplicar en forma mucho chuselts. Al respecto véase Rolla M. Tryon (1917).

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..,

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MarceJo Gul)o La insubordinación estadounidense 87

Gran Bretaña vigilaba con particular celo or .


tales para la economía b ·t, . l . p considerarlas estratégicas y vi tar económico era estimado a l igual que el de la madre patria. Al contra-
al . n aruca: a textil y la sid · · D · rio, las consider aba comunidades inferiores, cuJa economía debía estar
en t sentido resultan emblemáticas: l l erurgica. os_ leyes dictadas
qu~s de lana, hilados de lana o telas~ e1 de_ 1699, qu_e prohibía los embar- siempre al servicio de los intereses de Gr an Bretaña. (Lacy, 1969: 49)
qu1er ~tra colonia o pais, y la' de 1750 pro ucido~ ~n Norteamérica, a cual-
cualqwera_ de las trece colonias, de talÍe;ue pro~1b1a el establecimiento, en Mientras las colonias fueron jóvenes y poco pobladas, los colonos pudieron
metal en tiras Y de fundiciones de acero. es laminadores o para el corte del burlar, muy a menudo, las leyes británicas que frenaban el desarrollo econó-
mico del territorio colonial, pero a partir de 1763, cuando la población colo-
Coment ando la primera de estas
Underwood Faulkner afirma: emblemáticas leyes antiindustriales, nial llegó a ser equivalente a un cuarto de l a población inglesa, Inglaterra fue
mucho más estricta en la aplicación de las leyes que había creado para man-
teñerlas en una posición económ:ica subordinada. No es dificil concordar con
Inglaterra era ya uno de los . .
y la mitad de sus exportaci plnncpal~s países fabricantes de lanas Louis Hacker (1935: 259-295) cuando sostiene que el veto británico a la in-

1>etencia que en la temprana fe:~:~~


ese material. Tan hostiles e::st as c~lomas la constituían artículos de

estableciendo que ningún artículo d


~;~°;es de 1~ metrópoli a la com-
se ~otó una ley de la lana,
dustrialización norteamericana fue, probablemente, el más poderoso de los
factores que provocaron el estallido de la r evol ución estadounidense.

colonias o enviado de una 1 . e lana podria ser exportado de las


• ta 1 . co oma a otra l J Co .
egislación la manufactura d tel · ··· mo consecuencia de es- La lucha por la indus_trialización
ciantes en lana ingleses prolo e as para la venta declinó y los comer-
el mercado norteamericano ,;ga;on durante un siglo su dominio sobre
. n erwood Faulkner, 1956: 135) Cuando las trece colonias lograron la independencia política, para mante-
ner la subordinación económica de éstas Inglaterra no tuvo más remedio que
A diferencia de la industria textil la fabrica . . . . ... tratar de ensayar la aplicación del "imperialismo cultural" El razonamienLo
en 1643 con el horno de functi . . d' J Clon del hierro -que comenzó
durante a lgunos años de ciertc10n e ohn Winthrop, cerca de Lynn- gozó británico era, en cierta forma, sencillo: si los dirigentes de las ex trece colo-
· ' 0 margen de libertad al ' nias admitían la teoría de la división internacional del trabaJO y aplicaban
proporciones considerables. Esta süu . . ' y canzó hacia 1750
una política de libre comercio, las ex trece colonias se mantendrian en una
t~ba necesitada de hierro, Y hasta 17;ci?n se explica porque "Inglaterra es-
d1do que se votara una letrisla .6 O ~tereses encontrados habían impe-
situación de "d ependencia económica", convirtiendo l a independencia políti-
p b · c1 n contrana a su el b .. ca en un mero hecho formal. La política británica se dedicó a lograr ese obje--
e_ro en 1750 se acordó una le ar . a orac10n en las colonias.
pnma Y obstaculizar la manJ pt a e~timular la producción de la materia tivo después del Tratado de..Paris de 1783 y obtuvo, por cierto, excelentes re-
que: 1) el hierro en barras podiaªi~ura e obj_etos de hierro, estableciéndose sultados en los estados del sur de l a fl amante república.
Londres; Y el hierro en lingotes port7rs~ l1bre de derechos en el puerto de Puede afirmarse, sin temor a exagerar, que Estados Unidos pudo conuer-
no debía instalarse en las colo . en c_ua ~wer puerto de Inglaterra, Y 2) que tirse en un país industrial mediante un arduo trabajo df insubordinación
rro o cortarlo en tiras n1· nm·guruas nfjmgun dtaller o máquina de laminar hie- ideológico-cultural y que la república estadounidense ganó su verdadera in-
. , na ragua e bl' d · dependencia económica en los campos de batalla de Gettysburg. El proceso de
martinete de báscula n· . . h m aJe para trabajar con un
insubordinación ideológico-cultural se manifestó en el nfrentamiento entre
Faulkner, 1956: 135). ' J rungun orno para fabricar acero" (Underwood 1
el liberalismo ortodoxo y el liberalismo nacional. Es decir, entre aquellos que
. Más allá de las leyes elaboradas or 1

tante destacar un hecho políti


i
impedir el desarroJ!o industrial en ~us e a~lamento brit~co destinadas a
~o º:Uªs :1orteamencanas, es impor-
proponían aferrarse a la división internacional del trabajo, adoptando el li-
brecambio, y aquellos que proponían la adopción del proteccionis m o económi-
das como "ajenas" al territ . cba~':n~e s1gmficativo: las colonias eran trata- co y el rechazo de la teoría del libre comercio, por considerar que esa adop-
~· d b . ono ntarucoalosfi d ción haría caer a Estados Unidos en una nueva subordinación económica que
~1 era a mcluid~s dentro de los límites del rnes a uaneros. No se las con-
Y, en consecuencia sus exportac· as barreras aduaneras británicas convertiría la independencia recientemente conseguida en una mera ficción.
:>ortación en los PL;ertos ingl ioAnes l~agaban los derechos ordinarios de im- Analicemos ahora el proceso de insubordinación ideológico-cultural - d el
o . d Am eses. na izando la poi T . 1 "imperialismo cultural" inglés- y de lucha política interna que permitió u E s-
ruas e érica del Norte D L l ica mg esa hacia sus co-
, an acy afirma: tados Unidos "salir" de la periferia dado que si hubiesen triunfado los parti-
darios del libre comercio y la división internacional del trabajo la situación,
Es taba claro el propósito de la política b . . .
las colonias como porciones d lt ntáruca de no considerar a en el escenario internacional, de Estados Unidos no sería hoy, probablem en -
e u ramar de un remo único, cuyo bienes- te, muy diferente d e la de la República F ederativa de Brasil. Si Esta d os Uni-
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88 Marcelo Gullo La insuboTdinación esiadounidense

. . . fomentar el desarrollo mdustrial, fue acompa-


dos se hubiese industrializado tardíamente, estaría ubicado hoy en la perife- EI impulso estatal, dmgido a d 1 oblación que, ya durante los bo1-
ria del sistema internacional. Ésta es la clave de interpretación de lo que ñado decididamente por una~~ p~~ ef~rades se había negado a comprar
ahora Estados Unidos, convertido en el "campeón mundial" del libre comer- cots que precedieron al estallido e as os l 1 d 1~ guerra la mayoría de los
cio - luego de haber usufructuado los beneficios del proteccionismo económi- mercaderías inglesas. Durante el transcurso eometió incluso a no consumir
ue mucha gente se compr , •
co durante cien años-, a través del ejercicio de lo que Morgenthau denominó historiad ore~ a firma q rar a los carniceros que las vendían para
"imperialismo cultural" y que, más sofisticadamente, Joseph Nye designa carne de oveJa o c~~dero y a no cor¡;: de fabricar, con ella, ropa. En el sur, los
"poder blando", se encarga de ocultar. que se pudiera ut1hzar la lana a . bl cos más pobres para hilar o te-
. plearon a sus vecinos an -
agriq1ltores neos ero . mos talleres de hilado y telares, y ensenaron
jer e, incluso levantaron ellos n_11s Aun los hombres más ricos perteneci:ntes a
El primer impulso estat a l a sus esclavos ese n~e~o LrabaJo_-d s con telas de fabricación casera. As1, el es-
la aristocracia agrana _iban vest1 o. rt· a reparaba las bases estructura-
Es en el curso de la guerra contra Inglaterra cuando surge, en el ámbito tado de sublevación e independe~c1a po \ ic 1 ~erra había intentado impedir a
de la s trece colonias, una incipiente industria manufacturera. Sin ningún Ju~ les para la independencia económt~ ~ue;::1:s y que tratan a de evitar, cuan-
gar a duda, la industria norteamericana, en su primera fase de expansión, es través del dictado de las leyes an nn us d través de la predica de la "d1-
. d · fue un hecho consuma o, a . ..
"hija" de la guerra de la independencia (East, 1938). do la mdepen encrn . " 1 ·oven república le deJara a 1a ma-
Por una parte, la propia situación de guerra había interrumpido el flujo visión internacional del _trabaJO p_ara _queda J facturas para la cual la "na-
. ,. · ·1 de la fabncac10n e manu • . ..
de mercancías desde la metrópoli conduciendo, naturalmente, a un proceso dre patna e1 pnVl egi 0 "d t" do" Por ello la onent.ac1on y 1a
incipiente de sustitución de importaciones. Por otra, la situación de insubor- turaleza" la había, su~uestam~nte, esl ma rra constit~ían Lemas clave que
dinación de hecho ponía fin a las restricciones que el Parlamento británico reorganización econó1:1~:ª que s1gu1e~ ~~ gu: el escenano internacional.
había impuesto para impedir el desarrollo industrial y limitar las colonias a determinarían la pos1cion del nuevo s oe
la producción de materias primas. Además, todos los gobiernos de las trece
colonias -convertidas, de hecho, en nuevos Estados independientes- llevaron
adelante una política de impulso estatal, en el intento de lograr el desarrollo Las primeras leyes proteccionistas
industrial. Todas hicieron grandes esfuerzos - desde el Estado- para estimu- l R ' blica de Estados Unidos y Gran
lar la fabricación de municiones, pertrechos de guerra y productos de prime- El fin de las hostilidades en_tre a _epud I ercaderías manufactura-
· rt c1ón mas1va e as m
ra necesidad, como tejidos de lana y lino que hasta entonces se importaban Bretaña dio lugar a ! a impo a t e las producidas localmenle.
de Inglaterra, en grandes cantidades. En Connecticut, donde surgieron pe- das de Europa más baratas, p or su pues 1º· q~ de la incipiente industria
.. 11 ó á . damente a a ruma
queñas fábricas de armas, el Estado ofreció en 1775 "una prima de un che- una situac10n que ev ' r p1 1 ' d l guerra pnr la inde.pendenc1a
. d Jlada en e curso e a ..,. .
lín, seis peniques por cada llave de fusil que se fabricase y de cinco peniques norteamencana, esarro . 1 d la joven r epública arroJaba ya un
por cada equipo completo hasta el número de tres mil" (Underwood Faulk- política. En 1784 la balanza c_o mercta . e sumaban aproximadamente
. las 1mportac1ones d
ner, 1956: 162). En Rhode Island y Maine se "concedieron primas a la manu- resultado d t
esas roso. . · 1 ro 000 libras El nuevo Esta o
factura del acero". Massachusetts, "ofreció primas por el sulfato extraído de 3. 700.000 libras y las ex?ortac1~n~s t8:n so eºna:udamiento y caos monetario
yacimientos nativos y Rhode Island por la pólvora" (162). Asimismo, en 1778, vivía un proceso de desmdust.'.1abz_~c1ó; , las ex trece colonias, el Parlamen-
el Congreso del incipiente Estados Unidos "hizo levantar talleres en Spring- Para terminar de agravar la s1tuac1_ ~ de 1783 por la cual "sólo pocltun en
. , . t' 1 Ley de Navegac1on e , . 1
to bntamco vo o a
field donde se vaciaron cañones" (162).
d I A fllas barcos cons t ru1•dos en Inglaterra -v tnpu n-
Sin embargo, el impulso estatal no sólo fue fundamental para la fabrica- trar enJo~_.Puertos e ~s n '. esados derechos de tonelaje n los barcos nor-
ción de material de g1.1erra sino también en la fabricación de los productos de dospor ingleses, Y que impoma P . rt . gle·s" LUnderwood Faulkner
. t an cualqmer pue o m
"primera necesidad". A modo de ejemplo, puede citarse que Connecticut pres- teamencanos que ocar, b . l la nacienLC rndustna naval nortea-
tó a "Nathaniel Niles, de Orwich, 300 libras por un plazo de cuatro años pa- 1956: 167 ) Esta medida para . o1cdo ear a . la brº1tánica foe complemen-
ra fabricar alambre para los dientes de las cardas" y que Massachusetts mcncana que competa t - en cahda y precio
-
con •
1 1 de 1786 "destinada a im-
' 1 t d Gran Bretnna con a ey • ¡
"otorgó una prima de 100 libras por las pnmeras 1.000 libras de buen alam- tada por el Par amen o e d . teamencanos )' aun con oLra, e e.
• f d lento e nav1os noT •
bre de cardar para la venta, producido por cualquier molino de agua situado pedir el Tegistro rau u .. d d . s norteamencanas, a Lrave:;
en s u territorio, con hierro proveniente de los estados norteamericanos" (Un- 17~7 ' que prohibía_la 1~portac1on e merca ena
derwood Faulkner, 1956: 162) de las islas extran.1eras ( 167).

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