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Marco teórico

Comenzaremos definiendo el concepto de solubilidad, que es la máxima cantidad de soluto que


disolverá en una cantidad dada de disolvente a una temperatura específica.

Las unidades de solubilidad más comúnmente utilizadas son g/mL. Es importante saber que la
solubilidad puede ser afectada por varios factores y son la temperatura, la polaridad, el efecto del
ion común, la presión, la naturaleza del soluto y los factores mecánicos. La solubilidad es la
capacidad de una sustancia química sólida, líquida o gaseosa (denominada el soluto) de disolverse
en disolvente (normalmente un líquido) y formar una solución. Explicaremos solo las que
consideramos que afectaran esta experimentación y se muestran a continuación: La temperatura
tiene un efecto directo sobre la solubilidad. Para la mayoría de los sólidos iónicos, el aumento de
la temperatura aumenta la rapidez con la que se puede hacer la solución. A medida que la
temperatura aumenta, las partículas del sólido se mueven más rápido, lo que aumenta las
posibilidades de que interactúen con más partículas del disolvente. Esto da como resultado el
aumento de la velocidad a la que se produce una solución. La temperatura también puede
aumentar la cantidad de soluto que se puede disolver en un disolvente. En términos generales, a
medida que aumenta la temperatura, se disuelven más partículas de soluto. La razón de esto
ocurre es que a medida que la temperatura aumenta, las fuerzas intermoleculares pueden
romperse más fácilmente, permitiendo que más partículas de soluto sean atraídas a las partículas
de disolvente. La solubilidad de los gases en agua por lo general disminuye al aumentar la
temperatura. Cuando se calienta agua en un recipiente, se pueden ver las burbujas de aire que se
forman en las paredes del recipiente antes de que hierva el agua. A medida que aumenta la
temperatura, las moléculas de aire disuelto “salen” de la disolución incluso antes de que el agua
misma hierva.

A medida que la temperatura aumenta, las moléculas de gas se mueven más rápido y son capaces
de escapar del líquido. La solubilidad del gas, entonces, disminuye. El segundo factor es el efecto
del ion común que es un término que describe la disminución en la solubilidad de un compuesto
iónico como se añade a la mezcla de una sal que contiene un ion que ya existe en el equilibrio
químico.

Este efecto se explica mejor por el principio de Le Châtelier.

Otro factor es la naturaleza del soluto y del solvente y la presencia de otros compuestos químicos
en la solución afectan la solubilidad, un claro ejemplo es cuando se puede disolver una mayor
cantidad de azúcar en agua, que sal en agua. En este caso se dice que el azúcar es más soluble. Por
último, los factores mecánicos en contraste con la velocidad de disolución, la cual depende
principalmente de la temperatura, la velocidad de recristalización depende de la concentración de
soluto en la superficie dela red cristalina, caso que se favorece cuando una solución está inmóvil,
por lo tanto, la agitación de la solución evita esta acumulación, maximizando la disolución.

Posteriormente la solubilidad está ligada al concepto de disolución y en química, una disolución


(del latín disolutio) es una mezcla homogénea de dos o más sustancias. La mayor parte de las
reacciones químicas ocurren no entre sólidos, líquidos o gases puros sino entre iones y moléculas
disueltos en agua o en otros disolventes. Toda disolución está formada por una fase dispersa
llamada soluto y un medio dispersante denominado disolvente o solvente. También se define
disolvente como la sustancia que existe en mayor cantidad que el soluto en la disolución. Si
ambos, soluto y disolvente, existen en igual, la sustancia que es más frecuentemente utilizada
como disolvente es la que se designa como tal (en este caso, el agua). Una disolución puede estar
formada por uno o más solutos y uno o más disolventes.

Por esa razón, los químicos diferencian las disoluciones por su capacidad para disolver un soluto,
de esa forma clasificamos las disoluciones en las siguientes:

 Una disolución saturada contiene la máxima cantidad de un soluto que se disuelve en un


disolvente en particular, a una temperatura especifica.
 Una disolución no saturada contiene menor cantidad de soluto que la que es capaz de
disolver.
 Una disolución sobresaturada contiene más cantidad de soluto que el que puede haber en
una disolución saturada, estas disoluciones no son muy estables. Con el tiempo, una parte
del soluto se separa de la disolución sobresaturada en forma de cristales.

Por último, se desglosará el concepto de un electrolito y su clasificación de un electrolito fuerte y


débil. Un electrolito es una sustancia, que cuando se disuelve en agua forma una disolución que
conduce a la electricidad, mientras que un no electrolito no conduce corriente eléctrica cuando se
disuelve en agua.

Un electrolito se caracteriza por el elevado valor de su constante dieléctrica, el agua no es


conductora e una corriente dieléctrica, pero conduce esta corriente cuando en la misma se
disuelven determinadas substancias llamadas electrolitos. El nombre procede que una disolución
de tal tipo puede originar fenómenos en las proximidades de los electrodos que constituyen la
electrolisis. Un electrolito se caracteriza porque por el simple hecho de su disolución acuosa se
enciende o disocia en iones libres, que pueden estar ya preformados en el sólido o que se original
en el lacto de la disolución.

 Un electrolito fuerte es toda sustancia que al disolverse en agua se disocia completamente


en iones. Por ejemplo:

 Un electrolito débil es una sustancia que al disolverse en agua se disocia parcialmente.


Referencias

 CHANG, Raymond. Química, 10ed., McGraw-Hill/interamericana, China, 2009


 Simes, Luis. Fundamentos de química general, 1ed., Córdoba 2014 (Documento
electrónico)
 Buriel, Fernando. Química analítica cuantitativa, 18ed., Paraninfo, España, 2008

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