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Nº19 - Abril de 2020 / Revista online gratuita. www.egiptologia20.

es

‘‘La bailarina’’
de Ma´mariya

El antiguo Egipto
en el cine histórico

Ahmes Nefertari
Reina y Esposa del dios Amón

Debod,
un templo egipcio en Madrid

Mujeres y hombres
del antiguo Egipto

EGIPTO ANTES DE
LOS FARAONES
Egiptología 2.0 | 1
Editorial
Bienvenidos al Nº 19 de la Revista Egiptología 2.0, corres-
pondiente al mes de abril de 2020. En estos momentos duros
y complicados por los que todos estamos pasando, no que-
Dirección ríamos dejar de trabajar para todos vosotros y haceros llegar
Moisés González Sucías este nuevo número, repleto de temas apasionantes y grandes
moibcn@hotmail.com contenidos que esperamos disfruteís.

Edición Abrimos este nuevo número con un artículo de Heródoto de


Moisés González Sucías (Barcelona). Halicarnaso: Egipto antes de los faraones: el periodo predi-
nástico
Diseño gráfico y maquetación
¿Cómo era la tierra del Nilo antes de la llegada de los farao-
David Claros Lozano nes que la dominarían durante más de 3000 años? Mucho
Jordi Romera Sevillano antes de que Narmer se convirtiera en el primer soberano del
país unificado, ya se habían desarrollado durante siglos varias
Documentación culturas locales, aglomeradas en lo que conocemos como el
Sara López Caiz periodo predinástico. Desgraciadamente, el estado actual de
las investigaciones arqueológicas, son aún precarias, por lo
Colaboradores que no podemos ofrecer una fecha exacta sobre el inicio del
Marian Romero Gil periodo predinástico (5300/4400-3300 a.C.). Todo depende
Francisco L. Borrego Gallardo de si consideramos que ciertas culturas desarrolladas desde
Heródoto de Halicarnaso finales del neolítico en el Delta del Nilo, como el Merimdiense
o El Omarí, deben estar o no bajo el paraguas cronológico del
Cristina Alba Marín
predinástico.
Julio López Saco
Alberto A. Vela Rodrigo Dado el objetivo divulgativo de esta revista, no vamos a ahon-
María Isabel Cubas Contreras dar en los debates científicos sobre este tema, sino que nos
José Antonio Moya Vargas centrarernos en las culturas plenamente predinásticas: el Ba-
Gerardo P. Taber dariense, el Amraciense el Gerzense, en el Alto Egipto, y el
Marta Pérez Torres complejo cultural de Maadi-Buto, en el Bajo Egipto.
Luis Castaño Sánchez
Hipólito Pecci Tenrero En la sección de entrevistas, hablaremos con Vicente García
Cláudia Barros Fons, Doctorado en Medicina por la Universidad de Valencia.
Bartomeu Egea Resino Actualmente es Profesor Asociado Asistencial de Cirugía de
Alfonso Daniel Fernández Pousada la Facultad de Medicina de Valencia y está adscrito a la Uni-
dad de Patología Mamaria del Servicio de Cirugía General del
Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia. Es miembro nu-
ISSN: 2444-6254
merario de la Sociedad Española de Senología y Patología
mamaria y de la Asociación Española de Cirujanos.
www.egiptologia20.es
https://www.facebook.com/egiptologia20 Heródoto de Halicarnaso nos hablará de Egipto, antes de los
https://twitter.com/egiptologia20 faraones, conoceremos con Cristina Alba, todos los detalles
t.me/egiptologia20 de la ‘‘bailarina” de Ma´mariya, hablaremos del antiguo Egip-
to en el cine histórico, de la mano de Julio López, Alberto A.
Egiptología 2.0 es una marca registrada. Vela nos comentará todo lo necesario sobre el aprendizaje de
Todos los derechos reservados. Esta publi- la Egiptología en las universidades españolas, María Isabel
cación no puede ser reproducida ni total ni Cubas nos descubrirá todos los secretos de Ahmes Nefertari,
parcialmente ni registrada o tramitada en nin- Reina y Esposa del dios Amón, conoceremos todos los rin-
cones del Templo de Debod, con José Antonio Moya Vargas,
guna forma ni por ningún medio sin permiso
Gerardo P. Taber nos hablará de Amenhotep III divinizado, co-
previo por escrito de la editorial. Egiptología
noceremos a Mahierpri, el joven guerrero, con Marta Pérez,
2.0 no se hace responsable de los juicios, crí- Luis Castaño nos explicará todo lo necesario sobre el sistema
ticas y opiniones expresadas en los artículos de medidas egipcio, retomaremos el origen de Kemet con Hi-
publicados. pólito Pecci, buscaremos la nariz de la Gran Esfinge de Giza
con Cláudia Barros, visitaremos la exposición temporal: ‘‘Mu-
Egiptología 2.0 ha hecho lo posible por locali- jeres y Hombres del antiguo Egipto’’ y terminaremos visitando
zar los derechos de autor de todas las imáge- las tumbas de los Nobles, en Tell Amarna, con Bartomeu Egea
nes. Cualquier posible omisión no es intencio- Resino. Todo ello junto con nuestros contenidos habituales y
nada y se agradecerá cualquier información un artículo especial de Alfonso Daniel Fernández: ‘‘Nitocris,
sobre los mismos. ¿realidad o ficción?’’.

2 | Egiptología 2.0 Imagen de portada: Detalle superior delantero del cuchillo de Gebel el Arak. 3300-3200 a.C; Final
de Naqada III. Musée du Louvre. | Wikimedia Commons.
Sumario
6. Entrevistas - Vicente García Fons: ‘‘En realidad, nunca pensé
vivir de la egiptología’’.
Entrevistas - Vicente García Fons.
9. Testimonios del pasado - Estatuilla de Bastet.

13. Historia - Egipto antes de los faraones: el periodo predinástico.

19. Arte - “La bailarina” de Ma´mariya.

23. Historia - El antiguo Egipto en el cine histórico: Faraón (J.


Kawalerowicz).
Arte - “La bailarina” de Ma´mariya’’.
28. Egiptología - La enseñanza de la Egiptología en las universi-
dades españolas: Una asignatura pendiente.

33. Mujer en el antiguo Egipto - Ahmes Nefertari, Reina y Esposa


del dios Amón.

39. Arquitectura - Debod, un templo egipcio en Madrid.

45. Arte - Amenhotep III divinizado. La figuración de una escultura


al culto solar, parte I. Historia - El antiguo Egipto en el cine
histórico: Faraón (J. Kawalerowicz).
53. Personajes - Mahierpri, el joven guerrero.

56. Arquitectura - Sistema de medidas egipcio: Bases teóricas


para su estudio.

68. Historia - Retomando el origen de Kemet.

76. Mitología - Silencios ocultos en las arenas: buscanso la nariz


de la Esfinge… Egiptología - La enseñanza de la Egiptología
en las universidades españolas.
82. Exposiciones - Mujeres y hombres del antiguo Egipto.

86. Hoy viajamos a... - Tumbas de los Nobles, Necrópolis del Nor-
te, en Tell Amarna.

94. Especiales - Nitocris, ¿realidad o ficción?.

135. Novedades Editoriales - El ejército romano en Egipto / 24


horas en el antiguo Egipto: Un día en la vida de sus habitantes. Mujer en el AE - Ahmes Nefertari, Reina y
Esposa del dios Amón.
137. Noticias - Noticias destacadas del trimestre.

Arquitectura - Debod, un templo egipcio


en Madrid.

Personajes - Mahierpri, el joven Historia - Retomando el origen de Arte - Amenhotep III divinizado. La
guerrero. Kemet. Egiptología
figuración de una escultura al culto |3
2.0 solar.
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4 | Egiptología 2.0
En portada Todos conocemos el antiguo Egipto de Tu-
tankhamon, Cleopatra VII, Mentuhotep II, el
de las Pirámides de Guizá, Abu Simbel o el
templo de Luxor, pero...

¿cómo era la tierra del Nilo antes de la lle-


gada de los todopoderosos faraones que la
dominarían durante más de 3000 años? Mu-
cho antes de que Narmer se convirtiera en el
primer soberano del país unificado, en Egip-
to ya se habían desarrollado durante siglos
varias culturas locales, aglomeradas en lo
que conocemos como el periodo predinásti-
co de Egipto.

Desgraciadamente, el estado actual de las


investigaciones arqueológicas para estas
épocas y sus predecesoras es aun preca-
rio, por lo que no podemos ofrecer una fecha
exacta sobre el inicio del periodo predinásti-
co (aprox., 5300/4400 - 3300 a.C.).

Todo depende de si consideramos que cier-


tas culturas desarrolladas desde finales del
neolítico en el Delta del Nilo, como el Merim-
diense o El Omarí, deben estar o no bajo el
paraguas cronológico del predinástico.

Dado el objetivo divulgativo de esta revista,


no vamos a ahondar en los debates cien-
tíficos sobre este tema, sino que nos cen-
trarernos en las culturas plenamente predi-
násticas: el Badariense (aprox., 4400 - 3800
a.C.), el Amraciense (aprox., 3800 - 3600
a.C.) y el Gerzense (3600 - 3200 a.C.) en el
Alto Egipto, y el complejo cultural de Maa-
di-Buto (aprox., 4000/3600 - 3200 a.C.) en
el Bajo Egipto.

El Periodo Predinástico comienza en las zo-


nas medias de Egipto con la llamada cultu-
ra Badariense, nombre dado para agrupar a
una serie de yacimientos arqueológicos dis-
Figurilla femenina datada del Badariense. tribuidos a lo largo de más de treinta kilóme-
Musée du Louvre. | Wikimedia Commons. tros de la orilla oriental del Nilo.
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6 | Egiptología 2.0
Arte
Gerardo P. Taber

Amenhotep III divinizado.


La figuración de una escultura
al culto solar, parte I
Una de las más completas y exquisitas obras de estatuaria del Egipto faraónico se conserva en el ‫فحتم‬
U ‫ رصقألا‬al-Matḥaf al-Uqṣur el “Museo de Luxor” en la milenaria ciudad que actualmente se conoce como

‫ رصقألا‬al-Uqṣur “los palacios”, y que antiguamente fue llamada w3st uaset “la poderosa”, una de las cap-
itales del antiguo Egipto durante el Reino Nuevo. La obra en cuestión (N. Inv: J.838) que analizaré brevemente
en este texto -que constará de dos entregas siendo ésta la primera parte- es un escultura monolítica que figura
al noveno faraón de la dinastía XVIII: Amenhotep III (c. 1390-1353 a.C.) quien se yergue en un elemento que
representa un trineo, sobre un zócalo que también cuenta con un pilar dorsal, y cuyas dimensiones son: 249 cm
de alto por c. 50 cm de ancho y 106 cm de profundidad. Se encuentra manufacturada en cuarcita roja-purpurea
tallada y pulida.

Esta obra de gran formato y de cabal importan-


cia iconológica y simbólica es una excelente
muestra del virtuoso y cambiante arte de fina-
les de la dinastía XVIII (c. 1539-1292 a.C.) a la
cual, considero no se le ha prestado la sufici-
ente atención y, desgraciadamente, tampoco se
encuentra mucha información sobre ella, tanto
en materiales de difusión, divulgación o en pub-
licaciones académicas especializadas. Al pare-
cer, una de las razones de esta “fortuna crítica”
se debe al apabullante número de estudios so-
bre el peculiar estilo artístico que instituyese su
hijo Akhenatón (c. 1353–1336 a.C.), el “faraón
hereje”. Pero, si se sabe dónde y cómo obser-
var, es posible obtener información y deducir el
significado simbólico original de esta obra, más
allá de su innegable belleza. Para tal efecto, es
necesario “desglosar” cada una de sus partes
utilizando técnicas de investigación de la his-
toria del arte y la egiptología, como a continu-
ación se procede.

Análisis formal, iconográfico e iconología

Esta escultura es una gran figura antropomor-


fa que representa a un monarca de pie con la
pierna izquierda adelantada, característica del
canon faraónico, que mira hacia el frente y
cuyos brazos se extienden hacia abajo. Como
es usual en el arte del antiguo Egipto, la fig-
Vista frontal y en ¾ de la escultura del faraón Amenhotep III. uración de las obras responde más bien a la
c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada y pulida. Museo de Luxor. composición de ciertos jeroglíficos. En este
| Gerardo P. Taber. sentido, el faraón en cuestión se encuentran

46 | Egiptología 2.0
en la posición de la grafía: ity (ity) “soberano”;
status que se refuerza por los elementos que porta

en su cabeza, siendo el principal: las coronas


del Alto y del Bajo Egipto unidas. Aunque, en real-
idad, el nombre que recibía este tocado podía ser

escrito de diferentes maneras como: ,

o bien sḫmty (sekhemety) cuyo


significado literal es: “las dos poderosas” en alusión
a que era una nueva entidad dual y divina (como lo
indican sus determinativos) que surgió al unirse la:

ḥḏt (hedjet) “corona blanca del Alto Egipto”

y la dšrt (desheret) “corona roja del Bajo


Egipto”. De tal manera, también se pueden encontrar
ambas coronas como determinativo de los mismos

fonogramas, como en el caso: . En


este sentido, también podían referirse a ésta como:

w3ḏty (uadjety) “las dos protecto-

ras” (nombre que hace alusión a las diosas

Uadjet y Nekhbet) o bien: wrrt (ur-


eret) “la gran corona dual”. En estos últimos casos,
a los determinativos se les añadió la grafía:
nb (neb) “señor, poseedor o totalidad” que refuerza
el concepto de dominio sobre las dos tierras. Cabe
señalar que la palabra sḫmty (sekhemety) “las dos

poderosas” también podía escribirse así: ,

o .

Otros iconos que identifican al personaje como

un faraón son: la multifacética cobra egipcia


(Naja haje) que, en la frente del monarca, recibía

-entre muchos otros- los nombres:

i´rt (iaret), nsrt (neseret) o

w´tt (uatet) a la cual los helenos llama-


Vistas en ¾ de la cabeza de la escultura del faraón
ron οὐραῖος (ouraîos) término que paso al latín como
Amenhotep III. c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada y
pulida. Museo de Luxor. | Gerardo P. Taber.

Egiptología 2.0 | 47
uræus. Y también la dw3 wr (dua ur) “barba real” que utilizaban los reyes como atributo divino.

Un elemento que también otorga un status especial a esta representación es el área delineada en el cuello y el

pecho de la escultura; la cual figura la silueta de un wsḫ (usekh) “collar ancho” que también incluye,

en este caso, un wḏ3 (udja) “pectoral” de forma rectangular. Cabe destacar que las zonas de la
desheret, el uræus, la barba real, el usekh, los brazaletes, las pulseras, los objetos cilíndricos que sostiene en
las manos y la parte delantera del faldellín del monarca presentan una superficie rugosa, a diferencia del resto
del cuerpo que se encuentra pulido, lo cual es indicativo de que éstas se encontraban recubiertas por una capa

de material diferente a la cuarcita. Lo más probable es que se tratase de hojas de nbw (nebu) “oro” o

ḏ´mw (djamu) “electro”; que aunado a la policromía con la que seguramente contaba la escul-
tura, le debió otorgar un aspecto áureo y divino.

La figura también se encuentra ataviada con la representación del faldellín plisado llamado:
šndyt (shenedyt) “shendyt” que, en este caso, cuenta con un ceñidor cuyos nudos se representaron de manera
prolija, así como todos los pliegues de la tela. Del centro del faldellín emergen cuatro líneas que se transfor-

Vistas del torso y la cadera de la escultura del faraón Amenhotep III. c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada
y pulida. Museo de Luxor. | Gerardo P. Taber.

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Vista de los pies y base de la escultura del faraón Amenhotep III. c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada y
pulida. Museo de Luxor. | Gerardo P. Taber.

man en cobras coronadas con discos solares que servan con detenimiento otorgan la clave del signifi-
enmarcan el praenomen típico de Amenhotep III: cado original de esta obra. El primer nivel, a los pies
del faraón, representa el zócalo de la estatua; que a
nb m3`t r` (neb maʽat ra) “señor de la su vez descansa en el segundo nivel, que representa
justicia [Maʽat] de Ra”, cuyo “cartucho” también se
corona con un disco solar. un: tmt (temet) “trineo”; el cual se
encuentra sobre otro zócalo, que es la base de todo
el conjunto. De tal manera, la escultura cuenta con
El monarca también calza las dos zócalos; el avezado lector podrá preguntarse
ṯbwty (chebuty) “par de sandalias” cuyas tiras sujeta- ¿por qué?; la respuesta puede resumirse en este
doras se aprecian en el empeine y a los lados de los pleonasmo: “esta es la estatua de una estatua”; es
pies, mientras que las suelas se encuentran talladas decir, la figura representa a una efigie de culto del
en la base de la escultura. Bajo los pies del rey, se faraón divinizado. Para reforzar esta noción los artis-
tas se valieron de la forma del trineo; al respecto la
encuentran los pḏt psḏt (pedjet egiptóloga egipcia Abeer El-Shahawy comenta:
pesedjet) “nueve arcos” (cuatro en su pie izquierdo y Los trineos fueron el usual modo de transporte
cinco en el derecho) que representan a los enemigos en cortejos fúnebres para transportar el ataúd,
extranjeros de Egipto. cofres, estatuas y otros objetos de la tumba. El
Hasta este punto, los mencionados atributos trineo fue utilizado debido a su significado religio-
iconográficos son relativamente típicos en la so, como se ha visto en el Capítulo XXX de la
representación de los reyes del antiguo país del Nilo; ceremonia de la Apertura de la Boca. En adición,
pero en el caso de esta escultura, existe un elemento la palabra utilizada para trineo en jeroglíficos era
que le otorga múltiples lecturas, ya que se trata de tmt que tiene una simbólica conexión con el dios
un rebus, recurso que utilizó el arte faraónico para Amen. Se creía que el cadáver ascendía al paraí-
“escribir” significados simbólicos por medio de las so en un trineo. (El-Shahawy, 2006: 36).
formas. Inclusive, puede encontrarse evidencia de una estat-
En este sentido, la locución latina: non verbis sed re- ua de culto del mencionado faraón siendo transpor-
bvs “no con palabras, sino con cosas” ayuda a expli- tada en un trineo en las pinturas murales de la tum-
car el principio pro rebus (que significa “una cosa por ba de Ameneminet (TT 277) en Qurnet-Murai, en la
otra”). Como ya se mencionó, la figura de Amenho- necrópolis tebana, quien fue un sacerdote al servicio
tep III se yergue en una base la cual -a diferencia de del dios Ptah-Sokar en el Amenophium el “templo de
otras esculturas- presenta tres niveles, que si se ob- millones de años” de Amenhotep III en Kom el-Het-
tan durante la dinastía XX (c. 1190-1077 a.C.), es de-

Egiptología 2.0 | 49
propio Atum, cuya representación más típica es la
antropomorfa con la doble corona del Alto y Bajo
cir, más de dos siglos después del reinado de
Egipto (cfr.: Wilkinson, 2003: 100). De tal manera, la
composición es un rebus que “literalmente” es una
nswt biti nb m3`t r` (nisut biti neb maʽat
ra) “rey del Alto y Bajo Egipto, señor de la justicia
twt (tut) “imagen” del propio dios; con-
[Maʽat] de Ra” cuyo praenomen se encuentra inscrito

jugándose los elementos: de la base y


de la figura como determinativo. El nombre de esta

deidad también podía escribirse: ,

,o y también con la vari-

ante: o tmw (temu). Es

interesante hacer notar que la palabra


tm (tem), el nombre del dios, tiene un significa-
do dual; ya que puede traducirse como: “totalidad,
completo y creado” o bien como “finalizar, negación
y no creado”. En este rango de significados, tanto
en el sentido constructivo y destructivo, es que se
encuentra la naturaleza creadora y de demiurgo de
esta deidad (cfr.: Wilkinson, 2003: 99). Por ejemplo,

la palabra: tmwy (temuy) “com-

pleto, creado” es opuesta a tm


(tem) “perecer, no hacer”; así como los términos:
Una estatua de culto de Amenhotep III es trans-
portada en un trineo. Detalle de pintura mural del
registro superior del muro oeste de la tumba de tm wnt (tem unet) “no ex-
Ameneminet (TT 277). c. 1190-1077 a.C., dinastía
XX, Reino Nuevo. Pigmentos minerales sobre es- istente” y tm wnw (tem unu)
tuco. Necrópolis de Qurnet-Murai, gobernación de “aquellos que no existen”. Los escribas y artífices del
Luxor. | Amente Nofre.
faraón estaban muy conscientes de la importancia
frente al rostro de la estatua, ricamente ataviada, del de los mencionados conceptos teológicos y los in-
monarca en la citada pintura mural. corporaron al discurso visual y textual de esta escul-
tura, que representa una verdadera teosíntesis en la
Pero, como lo menciona Abeer El-Shahawy, el trineo figura del monarca, como lo menciona W. Raymond
tiene un significado aún más profundo ya que, en Jhonson:
este caso, relaciona al faraón con una de las dei-
Los atuendos con adornos y elementos solares
de Amenhotep III corresponden a la última déca-
dades más poderosas del antiguo Egipto: da de su reinado y representan un discurso oficial
tm (tem) “Atum” quien, de acuerdo a la cosmogonía de que el faraón se unió con el dios Sol en vida, a
consecuencia de los rituales de su primer jubileo
heliopolitana, surgió del nwn (nun) a los treinta años… La evidencia textual y artística
“Nun”, las aguas primigenias, creándose a sí mis- indican que por el resto de su vida Amenhotep III,
mo mediante su conciencia para después, por su como rey deificado, fue venerado como la mani-
propio deseo, manifestarse en la forma concreta de festación viviente de todos los grandes dioses de
Egipto con un marcado énfasis de su rol como el
r` (ra) “Ra”. En este sentido, se puede dios Sol Ra y su radiante disco, el Atón. (Jhonson,
apreciar la directa asociación de Amenhotep III con 1996: 3).
los diferentes aspectos y advocaciones del dios Sol,
En la segunda parte del artículo ahondaré más sobre
ya que esta escultura personifica al faraón como el
estos temas, así como en el análisis de las inscrip-

50 | Egiptología 2.0
ciones de esta obra, las cuales resultan por demás del lugar donde cuidadosamente habían sido de-
interesantes para comprender varios aspectos del positadas. Pero, aún no se conocía bien el contex-
culto solar durante el Reino Nuevo y como lo tergi- to histórico de este hallazgo; asimismo, los estratos
versó Akhenatón en su llamada “reforma religiosa”. indiciaban que se había removido más material en
la antigüedad. De tal manera, se continuó exca-
Breve historia del descubrimiento de la escultura vando hasta que el 9 de Febrero del mismo año, se
de Amenhotep III divinizado pudo determinar la forma original de este cachette:
un pozo de forma oval de entre 3.0 y 3.8 metros de
Aunque esta obra es una de las piezas más emblem-
diámetro con una profundidad de 2.5 metros, que
áticas del ‫ رصقألا فحتم‬al-Matḥaf al-Uqṣur “Museo
se mandó excavar alrededor del siglo III d.C., en la
de Luxor”, en realidad no tiene mucho tiempo que se
época del dominio romano en Egipto, cuando el área
exhibe al público ya que se integró, junto a otras 26
del templo de Luxor se convirtió en un campamen-
magníficas esculturas, a los acervos de la institución
to militar (cfr.: Reeves, 2000: 226). En este pozo se
en el año de 1989. Éstas provienen de un maravillo-
descubrieron las otras 21 esculturas que, del mismo
so descubrimiento que se conoce en los anales de la
modo, fueron enterradas con sumo cuidado, hecho
historia de la egiptología como el cachette de estat-
uas de Luxor, el cual estaba ubicado bajo el llamado
“patio solar” -que se encuentra rodeado en tres de
sus lados por una doble hilera de 64 enormes co-
lumnas papiriformes- que mandó a erigir Amenhotep
III. Este cachette (escondrijo) fue descubierto, el 22
de Enero de 1989, por arqueólogos de la entonces
llamada Egyptian Antiquities Organization (EAO)
bajo la dirección de Mohammed el-Saghir mientras
se realizaban trabajos de consolidación y restaura-
ción en los cimientos para contrarrestar los daños
que causaban filtraciones de agua al subsuelo del
templo. En una primera etapa de la excavación, a
una profundidad de 1.0 metro, se localizaron 5 es-
culturas magníficamente conservadas entre las que
se encontraba el propio Amenhotep III divinizado
(cfr.: Reeves, 2000: 226-228 y Alegre, 2008: 32). Excavación del cachette de estatuas de Luxor en
Uno de los arqueólogos egipcios que trabajó en este 1989. Gobernación de Luxor. | Anyextee.

Excavación del cachette de estatuas de Luxor en


1989. Gobernación de Luxor. | Anyextee.
La escultura de Amenhotep III divinizado es retirada
hallazgo es Elsayed Hegazy, quien aparece apoya- del cachette de estatuas de Luxor en 1989. Gober-
do en la base de la estatua que se encontraba en nación de Luxor. | Anyextee.
posición horizontal.
que evidencia los últimos destellos de la piedad ha-
Con el cuidado, paciencia y rigor metodológico que cia los dioses y reyes del Egipto faraónico en un
exige cualquier excavación arqueológica las prim- mundo que pronto se vería sacudido por el auge de
eras 5 esculturas fueron desenterradas y retiradas las religiones abrahámicas.

Egiptología 2.0 | 51
Amenhotep III celebra su primer jubileo real en siglo XXI

La obra en cuestión fue creada alrededor del año 1343 a.C. -es decir, en el 2020 d.C. tiene más de 3363 años

de antigüedad- probablemente como parte de las celebraciones del primer ḥb sd (heb sed) “jubileo
real” de Amenhotep III. Al parecer, la escultura se mantuvo a la vista, y en uso, por más de 1643 años en el tem-

plo de Luxor, o en algún otro sitio de w3st uaset “la poderosa”. Después de ser enterrada en el cachette de
estatuas de Luxor, pasaron aproximadamente 1689 años sin que nadie supiese de su existencia, hasta que en

1989 d.C. renació, como el propio r` (ra) “Ra” al amanecer. De tal manera, la escultura de Amen-
hotep III divinizado cumplió su primer heb sed en el caótico y beligerante tiempo de la hipermodernidad del
siglo XXI en 2019 d.C. Así que, de acuerdo a la concepción de los antiguos habitantes del país del Nilo, a partir

Vista en ¾ de la cabeza de la escultura del faraón


Amenhotep III. c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada y
pulida. Museo de Luxor. | Gerardo P. Taber.

52 | Egiptología 2.0
del año 2020 d.C. esta obra ha “rejuvenecido” para irradiar su luz sobre los interesados que estén dispuestas
a contemplarlo, ya sea en persona o por medio de las imágenes que existen de esta pieza. En este sentido, y
como colofón, concuerdo plenamente con los argumentos de Susana Alegre García:

El conjunto capta una especie de energía contenida, expresando al unísono un equilibrio entre fuerza, au-
toridad, solemnidad y serenidad… es un legado magnífico de la antigüedad y una de las obras escultóricas
más extraordinarias del arte de todos los tiempos… la escultura ofrece una visión impactante y llena de
magnetismo. Los visitantes parecen acudir a su llamada, para postrarse ante su belleza y dedicarse a la con-
templación. Algunos incluso se detienen varios minutos a pesar del ajetreo y las prisas en las que siempre
parecen sumidos los viajeros. Amenofis III, que brilla sutilmente bajo los focos, resulta cautivador y asombro-
so; a veces los visitantes casi parecen rendirle adoración. Es como si la escultura de Amenfosis III disfrutara
del extraño poder de detener el tiempo, de llamar a la pausa y hasta a la reflexión, y, a la vez, seguir mági-
camente desplazándose sobre un trineo hacia una eternidad serena y resplandeciente. (Alegre, 2008: 34).

Bibliografía Sobre el autor

Alegre García, S. (2008): “Amenofis III sobre un trineo Gerardo P. Taber realizó sus estudios de arqueolo-
en el Museo de Luxor.” en: Boletin Informativo de Ami- gía en la Escuela Nacional de Antropología e Histo-
gos de la Egiptología (BIAE) N. 58. Consultado en: ria (ENAH) y se ha especializado en el estudio de las
https://egiptologia.com/amenofis-iii-sobre-un-trineo- culturas del antiguo medio oriente y el Mediterráneo,
en-el-museo-de-luxor/ revisado el 27 de Diciembre de con especial énfasis en el Egipto faraónico. Ha impar-
2019. pp. 31-34. tido numerosos cursos y conferencias sobre el arte, la
religión y el sistema de escritura del Egipto faraónico,
El-Shahawy, A. (2006): Museo de Luxor. La Gloria del así como de historia general e historia de los museos
Antiguo Tebas. El Cairo: Farid Atiya Press. en México, en diversas instituciones como: la ENAH,
ENCRyM, UNAM, UAM, UASLP, Universidad Pontifi-
Hadjinicolaou, N. (1981): La producción artística fren- cia de México, Universidad Anáhuac México Norte y la
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Enlaza con el autor
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Egiptología 2.0 | 53

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