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Amenhotep III Divinizado La Figuracion D
Amenhotep III Divinizado La Figuracion D
es
‘‘La bailarina’’
de Ma´mariya
El antiguo Egipto
en el cine histórico
Ahmes Nefertari
Reina y Esposa del dios Amón
Debod,
un templo egipcio en Madrid
Mujeres y hombres
del antiguo Egipto
EGIPTO ANTES DE
LOS FARAONES
Egiptología 2.0 | 1
Editorial
Bienvenidos al Nº 19 de la Revista Egiptología 2.0, corres-
pondiente al mes de abril de 2020. En estos momentos duros
y complicados por los que todos estamos pasando, no que-
Dirección ríamos dejar de trabajar para todos vosotros y haceros llegar
Moisés González Sucías este nuevo número, repleto de temas apasionantes y grandes
moibcn@hotmail.com contenidos que esperamos disfruteís.
2 | Egiptología 2.0 Imagen de portada: Detalle superior delantero del cuchillo de Gebel el Arak. 3300-3200 a.C; Final
de Naqada III. Musée du Louvre. | Wikimedia Commons.
Sumario
6. Entrevistas - Vicente García Fons: ‘‘En realidad, nunca pensé
vivir de la egiptología’’.
Entrevistas - Vicente García Fons.
9. Testimonios del pasado - Estatuilla de Bastet.
86. Hoy viajamos a... - Tumbas de los Nobles, Necrópolis del Nor-
te, en Tell Amarna.
Personajes - Mahierpri, el joven Historia - Retomando el origen de Arte - Amenhotep III divinizado. La
guerrero. Kemet. Egiptología
figuración de una escultura al culto |3
2.0 solar.
#QuédateEnCasa
www.egiptologia20.es
4 | Egiptología 2.0
En portada Todos conocemos el antiguo Egipto de Tu-
tankhamon, Cleopatra VII, Mentuhotep II, el
de las Pirámides de Guizá, Abu Simbel o el
templo de Luxor, pero...
رصقألاal-Uqṣur “los palacios”, y que antiguamente fue llamada w3st uaset “la poderosa”, una de las cap-
itales del antiguo Egipto durante el Reino Nuevo. La obra en cuestión (N. Inv: J.838) que analizaré brevemente
en este texto -que constará de dos entregas siendo ésta la primera parte- es un escultura monolítica que figura
al noveno faraón de la dinastía XVIII: Amenhotep III (c. 1390-1353 a.C.) quien se yergue en un elemento que
representa un trineo, sobre un zócalo que también cuenta con un pilar dorsal, y cuyas dimensiones son: 249 cm
de alto por c. 50 cm de ancho y 106 cm de profundidad. Se encuentra manufacturada en cuarcita roja-purpurea
tallada y pulida.
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en la posición de la grafía: ity (ity) “soberano”;
status que se refuerza por los elementos que porta
o .
Egiptología 2.0 | 47
uræus. Y también la dw3 wr (dua ur) “barba real” que utilizaban los reyes como atributo divino.
Un elemento que también otorga un status especial a esta representación es el área delineada en el cuello y el
pecho de la escultura; la cual figura la silueta de un wsḫ (usekh) “collar ancho” que también incluye,
en este caso, un wḏ3 (udja) “pectoral” de forma rectangular. Cabe destacar que las zonas de la
desheret, el uræus, la barba real, el usekh, los brazaletes, las pulseras, los objetos cilíndricos que sostiene en
las manos y la parte delantera del faldellín del monarca presentan una superficie rugosa, a diferencia del resto
del cuerpo que se encuentra pulido, lo cual es indicativo de que éstas se encontraban recubiertas por una capa
de material diferente a la cuarcita. Lo más probable es que se tratase de hojas de nbw (nebu) “oro” o
ḏ´mw (djamu) “electro”; que aunado a la policromía con la que seguramente contaba la escul-
tura, le debió otorgar un aspecto áureo y divino.
La figura también se encuentra ataviada con la representación del faldellín plisado llamado:
šndyt (shenedyt) “shendyt” que, en este caso, cuenta con un ceñidor cuyos nudos se representaron de manera
prolija, así como todos los pliegues de la tela. Del centro del faldellín emergen cuatro líneas que se transfor-
Vistas del torso y la cadera de la escultura del faraón Amenhotep III. c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada
y pulida. Museo de Luxor. | Gerardo P. Taber.
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Vista de los pies y base de la escultura del faraón Amenhotep III. c. 1390-1353 a.C. Cuarcita tallada y
pulida. Museo de Luxor. | Gerardo P. Taber.
man en cobras coronadas con discos solares que servan con detenimiento otorgan la clave del signifi-
enmarcan el praenomen típico de Amenhotep III: cado original de esta obra. El primer nivel, a los pies
del faraón, representa el zócalo de la estatua; que a
nb m3`t r` (neb maʽat ra) “señor de la su vez descansa en el segundo nivel, que representa
justicia [Maʽat] de Ra”, cuyo “cartucho” también se
corona con un disco solar. un: tmt (temet) “trineo”; el cual se
encuentra sobre otro zócalo, que es la base de todo
el conjunto. De tal manera, la escultura cuenta con
El monarca también calza las dos zócalos; el avezado lector podrá preguntarse
ṯbwty (chebuty) “par de sandalias” cuyas tiras sujeta- ¿por qué?; la respuesta puede resumirse en este
doras se aprecian en el empeine y a los lados de los pleonasmo: “esta es la estatua de una estatua”; es
pies, mientras que las suelas se encuentran talladas decir, la figura representa a una efigie de culto del
en la base de la escultura. Bajo los pies del rey, se faraón divinizado. Para reforzar esta noción los artis-
tas se valieron de la forma del trineo; al respecto la
encuentran los pḏt psḏt (pedjet egiptóloga egipcia Abeer El-Shahawy comenta:
pesedjet) “nueve arcos” (cuatro en su pie izquierdo y Los trineos fueron el usual modo de transporte
cinco en el derecho) que representan a los enemigos en cortejos fúnebres para transportar el ataúd,
extranjeros de Egipto. cofres, estatuas y otros objetos de la tumba. El
Hasta este punto, los mencionados atributos trineo fue utilizado debido a su significado religio-
iconográficos son relativamente típicos en la so, como se ha visto en el Capítulo XXX de la
representación de los reyes del antiguo país del Nilo; ceremonia de la Apertura de la Boca. En adición,
pero en el caso de esta escultura, existe un elemento la palabra utilizada para trineo en jeroglíficos era
que le otorga múltiples lecturas, ya que se trata de tmt que tiene una simbólica conexión con el dios
un rebus, recurso que utilizó el arte faraónico para Amen. Se creía que el cadáver ascendía al paraí-
“escribir” significados simbólicos por medio de las so en un trineo. (El-Shahawy, 2006: 36).
formas. Inclusive, puede encontrarse evidencia de una estat-
En este sentido, la locución latina: non verbis sed re- ua de culto del mencionado faraón siendo transpor-
bvs “no con palabras, sino con cosas” ayuda a expli- tada en un trineo en las pinturas murales de la tum-
car el principio pro rebus (que significa “una cosa por ba de Ameneminet (TT 277) en Qurnet-Murai, en la
otra”). Como ya se mencionó, la figura de Amenho- necrópolis tebana, quien fue un sacerdote al servicio
tep III se yergue en una base la cual -a diferencia de del dios Ptah-Sokar en el Amenophium el “templo de
otras esculturas- presenta tres niveles, que si se ob- millones de años” de Amenhotep III en Kom el-Het-
tan durante la dinastía XX (c. 1190-1077 a.C.), es de-
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propio Atum, cuya representación más típica es la
antropomorfa con la doble corona del Alto y Bajo
cir, más de dos siglos después del reinado de
Egipto (cfr.: Wilkinson, 2003: 100). De tal manera, la
composición es un rebus que “literalmente” es una
nswt biti nb m3`t r` (nisut biti neb maʽat
ra) “rey del Alto y Bajo Egipto, señor de la justicia
twt (tut) “imagen” del propio dios; con-
[Maʽat] de Ra” cuyo praenomen se encuentra inscrito
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ciones de esta obra, las cuales resultan por demás del lugar donde cuidadosamente habían sido de-
interesantes para comprender varios aspectos del positadas. Pero, aún no se conocía bien el contex-
culto solar durante el Reino Nuevo y como lo tergi- to histórico de este hallazgo; asimismo, los estratos
versó Akhenatón en su llamada “reforma religiosa”. indiciaban que se había removido más material en
la antigüedad. De tal manera, se continuó exca-
Breve historia del descubrimiento de la escultura vando hasta que el 9 de Febrero del mismo año, se
de Amenhotep III divinizado pudo determinar la forma original de este cachette:
un pozo de forma oval de entre 3.0 y 3.8 metros de
Aunque esta obra es una de las piezas más emblem-
diámetro con una profundidad de 2.5 metros, que
áticas del رصقألا فحتمal-Matḥaf al-Uqṣur “Museo
se mandó excavar alrededor del siglo III d.C., en la
de Luxor”, en realidad no tiene mucho tiempo que se
época del dominio romano en Egipto, cuando el área
exhibe al público ya que se integró, junto a otras 26
del templo de Luxor se convirtió en un campamen-
magníficas esculturas, a los acervos de la institución
to militar (cfr.: Reeves, 2000: 226). En este pozo se
en el año de 1989. Éstas provienen de un maravillo-
descubrieron las otras 21 esculturas que, del mismo
so descubrimiento que se conoce en los anales de la
modo, fueron enterradas con sumo cuidado, hecho
historia de la egiptología como el cachette de estat-
uas de Luxor, el cual estaba ubicado bajo el llamado
“patio solar” -que se encuentra rodeado en tres de
sus lados por una doble hilera de 64 enormes co-
lumnas papiriformes- que mandó a erigir Amenhotep
III. Este cachette (escondrijo) fue descubierto, el 22
de Enero de 1989, por arqueólogos de la entonces
llamada Egyptian Antiquities Organization (EAO)
bajo la dirección de Mohammed el-Saghir mientras
se realizaban trabajos de consolidación y restaura-
ción en los cimientos para contrarrestar los daños
que causaban filtraciones de agua al subsuelo del
templo. En una primera etapa de la excavación, a
una profundidad de 1.0 metro, se localizaron 5 es-
culturas magníficamente conservadas entre las que
se encontraba el propio Amenhotep III divinizado
(cfr.: Reeves, 2000: 226-228 y Alegre, 2008: 32). Excavación del cachette de estatuas de Luxor en
Uno de los arqueólogos egipcios que trabajó en este 1989. Gobernación de Luxor. | Anyextee.
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Amenhotep III celebra su primer jubileo real en siglo XXI
La obra en cuestión fue creada alrededor del año 1343 a.C. -es decir, en el 2020 d.C. tiene más de 3363 años
de antigüedad- probablemente como parte de las celebraciones del primer ḥb sd (heb sed) “jubileo
real” de Amenhotep III. Al parecer, la escultura se mantuvo a la vista, y en uso, por más de 1643 años en el tem-
plo de Luxor, o en algún otro sitio de w3st uaset “la poderosa”. Después de ser enterrada en el cachette de
estatuas de Luxor, pasaron aproximadamente 1689 años sin que nadie supiese de su existencia, hasta que en
1989 d.C. renació, como el propio r` (ra) “Ra” al amanecer. De tal manera, la escultura de Amen-
hotep III divinizado cumplió su primer heb sed en el caótico y beligerante tiempo de la hipermodernidad del
siglo XXI en 2019 d.C. Así que, de acuerdo a la concepción de los antiguos habitantes del país del Nilo, a partir
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del año 2020 d.C. esta obra ha “rejuvenecido” para irradiar su luz sobre los interesados que estén dispuestas
a contemplarlo, ya sea en persona o por medio de las imágenes que existen de esta pieza. En este sentido, y
como colofón, concuerdo plenamente con los argumentos de Susana Alegre García:
El conjunto capta una especie de energía contenida, expresando al unísono un equilibrio entre fuerza, au-
toridad, solemnidad y serenidad… es un legado magnífico de la antigüedad y una de las obras escultóricas
más extraordinarias del arte de todos los tiempos… la escultura ofrece una visión impactante y llena de
magnetismo. Los visitantes parecen acudir a su llamada, para postrarse ante su belleza y dedicarse a la con-
templación. Algunos incluso se detienen varios minutos a pesar del ajetreo y las prisas en las que siempre
parecen sumidos los viajeros. Amenofis III, que brilla sutilmente bajo los focos, resulta cautivador y asombro-
so; a veces los visitantes casi parecen rendirle adoración. Es como si la escultura de Amenfosis III disfrutara
del extraño poder de detener el tiempo, de llamar a la pausa y hasta a la reflexión, y, a la vez, seguir mági-
camente desplazándose sobre un trineo hacia una eternidad serena y resplandeciente. (Alegre, 2008: 34).
Alegre García, S. (2008): “Amenofis III sobre un trineo Gerardo P. Taber realizó sus estudios de arqueolo-
en el Museo de Luxor.” en: Boletin Informativo de Ami- gía en la Escuela Nacional de Antropología e Histo-
gos de la Egiptología (BIAE) N. 58. Consultado en: ria (ENAH) y se ha especializado en el estudio de las
https://egiptologia.com/amenofis-iii-sobre-un-trineo- culturas del antiguo medio oriente y el Mediterráneo,
en-el-museo-de-luxor/ revisado el 27 de Diciembre de con especial énfasis en el Egipto faraónico. Ha impar-
2019. pp. 31-34. tido numerosos cursos y conferencias sobre el arte, la
religión y el sistema de escritura del Egipto faraónico,
El-Shahawy, A. (2006): Museo de Luxor. La Gloria del así como de historia general e historia de los museos
Antiguo Tebas. El Cairo: Farid Atiya Press. en México, en diversas instituciones como: la ENAH,
ENCRyM, UNAM, UAM, UASLP, Universidad Pontifi-
Hadjinicolaou, N. (1981): La producción artística fren- cia de México, Universidad Anáhuac México Norte y la
te a sus significados. Título original: l´oeuvre d´art face Fundación José Ortega y Gasset México, entre otros.
á ses significations. Traducción de Uxoa Doyhambou-
re y Óscar Barahona. México: Siglo XXI Editores S.A. También se ha desempeñado como investigador de
las exposiciones internacionales: Persia fragmentos
Hornung, E.; Krauss, R. & Warburton, David A. (2006): del paraíso, tesoros del Museo Nacional de Irán en los
“Chronological Table for the Dynastic Period” en: An- años 2005-2006; Isis y la Serpiente Emplumada, Egip-
cient Egyptian Chronology. Col. Handbook of Oriental to faraónico/México prehispánico en los años 2007-
Studies. Section I The Near and Middle East. Vol. 83. 2008; Pompeya y una villa romana, arte y cultura alre-
Erik Hornung, Rolf Krauss & David A. Warburton (edi- dedor de la bahía de Nápoles en los años 2009-2010;
tores). Leiden: Koninklijke Brill NV. pp. 490-495. muestras que se presentaron en el Museo Nacional
de Antropología.
Jhonson, W. Raymond (1996): “The revolutionary role
of the Sun in the reliefs and statuary of Amenhotep III.” Actualmente se desempeña como investigador del
en: The Oriental Institute News & Notes N. 151 (Fall Museo Nacional de las Culturas del Mundo, en el área
1996). Chicago: The University of Chicago Press. pp. de investigación y curaduría del Egipto faraónico y el
1-6. Mediterráneo antiguo y se encuentra trabajando en
el proyecto Kemet en Anáhuac, que busca analizar y
Reeves, Carl Nicholas (2000): Ancient Egypt The contextualizar las obras egipcias que se encuentran
Great Discoveries. A Year-by-year Chronicle. London en México.
& New York: Thames & Hudson.
Enlaza con el autor
Wilkinson, Richard H. (2003): The Complete Gods and
Goddesses of Ancient Egypt. London: Thames & Hud-
son.
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