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Garantías en el proceso penal

Introducción

En este capítulo haremos hincapié en aquellas garantías que, reconocidas constitucionalmente, tienen fundamento en los
atributos de la persona humana y emanan de su dignidad inherente; y que se proyectan tanto para el imputado como para quien
resulta víctima de la comisión de un delito. 

Así, veremos que, en algunos casos, estas garantías son comunes para ambos (como, por ejemplo, las garantías de igualdad
ante los tribunales, acceso a la justicia, defensa en juicio, imparcialidad e independencia de los jueces) y en otros son
específicos para cada uno de ellos. Estas garantías resultan tan importantes, que deben observarse y atenderse en todos los
actos y momentos del proceso penal, ya que en caso de que algún acto procesal se realice vulnerándolas esencialmente, serán
nulos de nulidad absoluta.

1. Garantías en el proceso penal

Figura 1: Operativo de Gendarmería Nacional 

Fuente: [Imagen sin título sobre operativo]. (s.f.). 


Figura 1: Operativo de Gendarmería Nacional. En esta imagen se observa a un grupo de gendarmes en un colectivo en la
ciudad de Córdoba, en el que realizaron un operativo y fueron interrogados por una pasajera.
Gendarmería Nacional realizó un operativo en la ciudad de Córdoba en el cual subieron a un colectivo para revisar a los
pasajeros. Después de subir a una unidad de la línea 22, los efectivos de Gendarmería pidieron a los pasajeros ver sus
documentos y que abrieran sus carteras, bolsos y mochilas. Una mujer, que se identificó como profesora, filmó a los efectivos
mientras se realizaba el procedimiento y consultó por la normativa sobre la que se fundaba dicho procedimiento.
1) Gendarme: Ley 19349. Artículo 1: “Gendarmería Nacional es una fuerza de seguridad militarizada, dependiente del
Comando en Jefe del Ejército, estructurada para cumplir las misiones que precisa esta ley, en la zona de Seguridad de
Fronteras y demás lugares que se determinen al efecto”1 .

[1]
Ley 19349. Ley de Gendarmería Nacional. (1971). Poder Ejecutivo de la Nación. Recuperado de https://bit.ly/3EBCHEA
2) Pasajero: ¿Cuál es la causa de este accionar? ¿Qué normativa lo avala? 

En los siguientes enlaces podrás encontrar más detalles sobre el incidente de Gendarmería Nacional.

Fuente: La Voz, (2018). Polémica por un operativo de Gendarmería a bordo de un colectivo en Córdoba. Recuperado de
https://www.lavoz.com.ar/sucesos/polemica-por-un-operativo-de-gendarmeria-bordo-de-un-colectivo-en-cordoba

Fuente: Clarín, (2018). “Ley 19.349”, la respuesta viral de un gendarme durante un operativo en un colectivo de Córdoba.
Recuperado de https://www.clarin.com/policiales/ley-19-349-respuesta-viral-gendarme-operativo-colectivo-
cordoba_0_H5G_duA5o.html 
¿Te parece que el accionar del personal de Gendarmería Nacional respetó las garantías constitucionales? Si no lo consideras
así, ¿qué garantías piensas que vulneró? ¿Conoces casos similares?   

Aunque la noticia se ha difundido preferentemente como un operativo en que se solicitó la  identificación de los pasajeros del
colectivo, en verdad, como se advierte por la reproducción de las noticias, se requirió, además, que mostraran sus
pertenencias. 

En relación con lo sucedido encontramos que, una vez más, la doctrina está dividida y tenemos, por un lado, que desde la
Justicia Federal, el fiscal Maximiliano Hairabedian dijo que la Gendarmería está habilitada para requisar y solicitar el DNI. 

Por otro lado, parte de la doctrina entiende que se ha intentado justificar este y otros operativos argumentando que las garantías
individuales –la libertad esencialmente- deben ceder para alcanzar seguridad. Es un argumento sofístico. El Estado no puede –
no debe- salir a pescar posibles hechos delictivos en cualquier situación y lugar, exigiendo a toda persona colaboración
entendiendo por tal que se identifique y muestre sus pertenencias; la Constitución2 no ha impuesto un deber de colaboración
ciudadana con esos alcances porque ha preferido consagrar la libertad como principio o el principio de la libertad. Para esto
nacieron las constituciones. 

[2]
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

2. Garantías penales y procesales 

Tradicionalmente se distinguía entre garantías procesales y penales. Hoy se tratan uniformemente porque, en definitiva, ambas
son frenos que se colocan al poder punitivo del Estado. Las garantías procesales tienden fundamentalmente a proteger tanto a
la víctima como al imputado. A la víctima permitiéndole en el proceso penal no solo reclamar lo que recién veíamos, una
reparación patrimonial por el daño efectivo sufrido, sino que ahora, en los delitos de acción pública –sea de oficio o dependiente
de instancia privada– está la posibilidad de constituirse en querellantes particulares para reclamar la investigación del hecho y el
castigo del mismo. Es decir, la garantía de la víctima es poder reclamar una indemnización y también la investigación y el
castigo del sujeto que cometió el hecho ilícito. También esas garantías protegen al imputado para que no sea sometido a una
pena arbitraria (es decir, una pena que nazca de la propia voluntad del juez, sino que nazca de la prueba recogida) y que para
llegar a esa pena se haya llevado adelante un proceso regular y legal, protegiendo y haciendo cumplir las garantías penales y
procesales que tanto la Constitución de la Nación3 como los códigos penales y procesales reconocen. Es decir, que las
garantías procesales en general son bilaterales, protegen a la víctima y al imputado. Ya veremos que son propias del imputado
(principio de inocencia, non bis in idem, etc.), pero hay varias que son bilaterales (juez natural imparcial e independiente, debido
proceso, etc.). 

[3]
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

Esas garantías constitucionales, por lo general, juegan tanto a favor de la víctima como del imputado, decimos que deben ser
garantías judiciales porque de nada valdría la existencia de garantías si no hay un órgano judicial que las haga cumplir. El Poder
Judicial a través de los jueces deberá observar y hacer observar esas garantías penales y procesales que surgen tanto de la
Constitución4 como de los códigos procesales.

El fundamento de esas garantías tradicionalmente lo encontrábamos en la Constitución Nacional en el artículo 185. Así, cuando
un tribunal deba aplicar una norma debe hacer no solo un control de constitucionalidad, sino también un control de
convencionalidad. 

[4]
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[5]
Art. 18, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU
☰ Control de constitucionalidad 
Es el mecanismo jurídico que un Estado tiene previsto para asegurar el cumplimiento de las normas establecidas en su
constitución.

Con este procedimiento se revisa la norma que se considere es contraria a lo dispuesto en la constitución y, de ser necesario, se
procede a su invalidación.

☰ Control de convencionalidad
El control de convencionalidad es un mecanismo que se aplica para verificar que una ley, reglamento o acto de una autoridad de
un Estado, se adecúa a los principios, normas y obligaciones establecidas en la Convención Americana de los Derechos
Humanos6. Es decir, es una herramienta que busca el respeto y garantía de los derechos descritos en dicha convención. 
[6]
Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de
https://bit.ly/2IK62BG
¿Qué pasa cuando nosotros violamos una garantía constitucional? Nuestra Constitución Provincial7 y nuestro Código Procesal
Penal (CPP de Córdoba)8 nos van a decir que carece de eficacia toda prueba que hemos obtenido violentando garantías
constitucionales. Como es la violación de una garantía constitucional implica una nulidad absoluta que puede ser declarada de
oficio o a pedido de parte. No solo no vale la confesión propiamente dicha del imputado, sino lo que obtuvimos de esa confesión
(por ejemplo: yo la picaneo a María y ella confiesa haber matado a su novio, esto no vale, pero tampoco vale la confesión en la
cual ella me dice dónde enterró lo que utilizó para asesinar a su pareja), porque se violaron las garantías constitucionales. Todas
esas pruebas no podrán ser utilizadas válidamente en un proceso. 

Dijimos que las garantías pueden ser comunes para la víctima del delito y el imputado (bilaterales o comunes) o específicas para
el imputado.
[7]
Constitución de la Provincia de Córdoba. (2001). Convención Constituyente. Recuperado de https://bit.ly/3uCAmp2

[8]
Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado de
https://bit.ly/3ilfJZH

3. Garantías bilaterales o comunes  

Son aquellas garantías que protegen tanto a quien resulta víctima del delito como a aquel que ha sido traído al proceso por
imputársele participación en los hechos delictivos. 

igualdad de tribunales

el juez natural

el debido proceso

el derecho de defensa

imparcialidad del tribunal

☰ Igualdad de tribunales
el artículo 16 de la Constitución Nacional9 dice que todos somos iguales ante la ley. También lo dice el Pacto de los Derechos
Civiles y Políticos10 cuando expresa que todos somos iguales en tribunales, es decir, que aquella persona que se siente víctima
concurre a la justicia reclamando no solo el daño que el hecho delictivo le ha ocasionado, sino el castigo del delincuente, busca
que se acredite el hecho y se le aplique una pena, los dos deben ser tratados –tanto la víctima como el demandado– de manera
igual. No por razones económicas, de raza, de religión, etc. podemos hacer diferencias y empeorar o mejorar la situación de ese
individuo. Todos tenemos que estar en un mismo pie de igualdad.
☰ El juez natural
el juez   debe ser, a su vez, imparcial e independiente. La Constitución Nacional en el artículo 1811 prohíbe designar jueces
especiales para una causa, el juez debe ser designado en virtud de lo que dice la Constitución Nacional12 y las leyes
reglamentarias. Además, se prohíbe crear un tribunal especial para juzgar a una persona determinada o un hecho determinado
porque eso sería inconstitucional. Los tratados internacionales (tanto la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el
artículo 813, como el Pacto de los Derechos Civiles y Políticos en el artículo 1414) dicen que, efectuada una acusación contra
una persona, esta tiene derecho a ser juzgada por un tribunal competente, independiente e imparcial. La independencia hace
referencia a que los otros poderes no pueden inmiscuirse en la labor judicial. Por eso es que está expresamente prohibido en la
Constitución Nacional15 asumir funciones judiciales al Poder Ejecutivo y, el Poder Legislativo solo puede determinar la supuesta
comisión de un delito para el desafuero o no de una persona, pero aun desaforando a, por ejemplo, un juez, un senador, etc.,
por la supuesta comisión de un delito, en virtud de lo que dice el artículo 6016, esta persona queda sometida a acusación,
proceso y castigo ante un tribunal ordinario – sea provincial o federal – nunca el Poder Legislativo puede aplicar una pena.
Puede juzgarlo políticamente para desaforarlo, pero determinar si cometió o no el delito es tarea del Poder Judicial. Se asegura
la independencia con la intangibilidad de los sueldos de los magistrados, inamovilidad en su cargo mientras dure su buena
conducta y no pueden ser trasladados de un lugar a otro sin su consentimiento.
☰ El debido proceso
la Constitución Nacional dice que nadie puede ser penado sin juicio previo17, aunque en realidad debería decir que nadie puede
ser penado sin un debido proceso previo. Este debido proceso no es cualquier tipo de proceso, sino uno que es legalmente
definido y regularmente tramitado. Cuando el artículo 1818 nos habla de debido proceso nos dice dos cosas: una referida al
legislador para que legisle el debido proceso, y otra al juez para que él cumpla y haga cumplir el debido proceso. Nosotros
sabemos que toda la cuestión procesal es materia reservada de las provincias y no expresamente delegadas a la nación, en
función de esto, la Corte dice que los códigos procesales deben regular la defensa, acusación, prueba, alegatos y sentencia. La
provincia que no asegura el debido proceso puede ser intervenida.
☰ Imparcialidad del tribunal
con respecto a la persona de los jueces, se exigen ciertas condiciones para garantizar a los ciudadanos que el ejercicio de dicho
poder sea imparcial, lo que implicará que tengan independencia e idoneidad. La imparcialidad consiste en no ser parte, estar
ajeno a sus intereses y libre de prejuicios; el juez debe permanecer neutral entre las partes, es decir, no tomar partido ni por uno
ni por otro. Esa conducta debe permanecer así hasta el dictado de la sentencia. La imparcialidad implica no tener interés en el
asunto, ya sea por parentesco, amistad o porque ya, de alguna manera, se ha intervenido como fiscal o como abogado
defensor, etc. En este caso se debe apartar como juez, y si no se aparta las partes lo pueden recusar, porque si es parcial e
interviene, toda esta actuación va a ser nula. El juez es un tercero imparcial que juzgará según las pruebas que le han sido
otorgadas por las partes. Entonces, los remedios para combatir la imparcialidad son: que el juez se aparte o que la parte
interponga un recurso de recusación.
☰ El derecho de defensa
este derecho protege tanto a la víctima como al convocado en el proceso por atribuírsele participación en un hecho delictivo. La
defensa es el rechazo y la oposición a una pretensión que deduce alguien contra mí, tratando de limitar mis derechos. La
pretensión, por su parte, es la afirmación que hago de que alguien ha cometido una conducta que se encuentra encuadrada en
una figura del Código Penal19. Se ejerce la pretensión a través de una acción y la otra parte opone una reacción para
defenderse de esa acción. Esta persona puede defenderse positiva o negativamente, ya sea confesando el hecho tratando de
atemperar la responsabilidad y manifestando que lo hizo en legítima defensa; o incluso puede abstenerse de declarar por el
estado jurídico de inocencia que posee y que deberá ser destruido por el Ministerio Público Fiscal.
[9]
Art. 16, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[10]
Art. 14, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de
http://bit.ly/2V3fSGm

[11]
Art. 18, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[12]
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[13]
Art. 8, Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de
https://bit.ly/2IK62BG

[14]
Art. 14, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de
http://bit.ly/2V3fSGm

[15]
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[16]
Art. 60, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[17]
Art. 18, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[18]
Art. 18, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

[19]
Ley 11179. Código Penal de la Nación. (t. o. 1984). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://bit.ly/3r9Yygv

Al hablar de defensa en los sistemas modernos se busca lo que se denomina “paridad de armas”, es decir, que tanto el fiscal y
el querellante por un lado, y el defensor e imputado por el otro, estén en igualdad de condiciones. Por eso es importante que el
imputado cuente con un abogado defensor. Si el fiscal es abogado, el imputado debe contar con la ayuda de alguien que hable
el lenguaje jurídico para que lo pueda defender. Este imputado tiene que tener su abogado desde el primer momento de la
imputación penal dirigida en su nombre. 
Con relación al imputado, podemos distinguir dos aspectos en este derecho:

la defensa material que implica toda aquella actividad que el imputado puede realizar personalmente, por ejemplo,
haciéndose oír, declarando en descargo o aclaración de los hechos que se le atribuyen, proponiendo y examinando
pruebas;

la defensa técnica que es la actividad que desarrolla el abogado del imputado asesorándolo técnicamente, aconsejándolo,
proponiendo y controlando la producción de pruebas, realizando la estrategia defensiva, etc.

Desde el momento en que se realiza una imputación de un


hecho delictivo a una persona, esta tiene derecho a una
defensa técnica la cual puede ser ejercida por:

El fiscal de instrucción que lleva la causa

Un abogado de confianza del imputado

El abogado con domicilio más cercano al del lugar del hecho

Un asesor letrado provisto por el Estado

Por el mismo imputado, cualquiera sea su formación profesional

Por el mismo imputado si tiene título de abogado

El siguiente artículo tiene una sistematización de la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación relativa a las
diferentes manifestaciones que componen el derecho de defensa en su “dimensión” material.

Fuente: Finkelstein Nappi, J. L.   (2017). La Corte Suprema de Justicia de la Nación frente al derecho de defensa material.
Secretaría General de Capacitación y Jurisprudencia.  

4. Garantías propias del imputado 

El non bis in ídem 

Esta garantía implica que nadie puede ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo juicio. Contempla los siguientes
dos aspectos.

☰ Una persecución simultánea


por ejemplo, denuncio ante la fiscal a otra persona, pero pasa un tiempo y veo que la fiscal no avanza el caso. Ante esta
situación, sin decir nada, voy ante otra fiscal y hago la misma denuncia. La persona perseguida puede, en este caso, plantear la
excepción de litis-pendencia porque no puede haber dos persecuciones simultáneas por el mismo hecho; entonces, se debe
paralizar la segunda persecución y solo puede continuar la primera. 
☰ Una persecución sucesiva
se da en el caso en que una persona fue perseguida y fue absuelta, sobreseída o condenada. Esa persona ya no puede ser
perseguida por ese hecho. Si es perseguida puede plantear la excepción de cosa juzgada, porque por ese hecho ya fue
investigada, juzgada o condenada.
El fundamento de esta garantía radica en la estabilidad jurídica, no podemos estar siempre y de por vida con una espada en la
cabeza.

Para que funcione esta garantía es preciso que haya una triple identidad: identidad de sujeto, identidad de objeto e identidad de
causa.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículo 14, inciso 7: “Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un delito
por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada
país”20. 
[20]
Art. 14, inc. 7, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado
de http://bit.ly/2V3fSGm

El principio de inocencia     

Esta garantía le impide al Estado tratar como un condenado a una persona sometida al proceso que todavía no tiene una
sentencia condenatoria. Durante toda la tramitación del proceso el imputado será tratado como inocente. Esto no significa que
no podamos tomar ciertas medidas, pero siempre habrá de diferenciárselo de un sujeto que tiene una pena, porque la pena
presupone una sentencia condenatoria y su aplicación, y acá todavía no tenemos una sentencia condenatoria, ya que se lo
investiga para saber si efectivamente cometió el delito o no.  

El Ministerio Público Fiscal es el que debe aportar la prueba necesaria para destruir ese estado jurídico de inocencia. El
imputado no tiene obligación de probar nada, sí tiene derecho a aportar prueba, declarar, etc. Mientras que el fiscal, responsable
de la actividad probatoria, no le aporte al tribunal del juicio la prueba necesaria para que este adquiera certeza y pueda dictar
sentencia, el imputado va a quedar libre. Acordemos que a favor de él juega, al momento final, el in dubio pro reo. El tribunal no
se convence, el tribunal es convencido ya sea por el Ministerio Público Fiscal o por la querella.
Declaración Universal de Derechos Humanos

Artículo 11. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias
para su defensa.21

[21]
Art. 11, Carta Internacional de los Derechos Humanos. (1948). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de
https://bit.ly/2xuoOu

Reserva de la intimidad       

La intimidad está relacionada con la posibilidad que tiene cada individuo de limitar qué aspectos de su vida privada muestra al
público en general. Esta garantía alcanza diversos ámbitos o proyecciones: domicilio, comunicaciones, secreto profesional, vida
familiar, pudor.

Así, veremos que el imputado tiene derecho a preservar su domicilio de la intromisión de toda persona ajena, de toda invasión
ilegítima que vulnere su intimidad, ya que es el ámbito donde reside y desenvuelve su vida íntima y familiar; como así también la
reserva de todos sus papeles, correspondencia y todo otro tipo de comunicación privada. También tiene el imputado el derecho
de poder confiar en los profesionales que consulta y trata, sin que estos tengan el deber de revelar aquello que conocen en
virtud de sus funciones, salvo en aquellos casos en que el propio imputado sea quien los revele de hacerlo. En fin, son todos los
ámbitos íntimos los que resguardan y protegen esta garantía que nos alcanza a todas las personas como tales, y que, como
veremos, tiene diversas proyecciones.
Constitución Nacional Argentina

Artículo 19.- Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni
perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún
habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.22

[22]
Art. 19, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José)

Artículo 11.  Protección de la honra y de la dignidad:

1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.

 2. Nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio
o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación.

3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos ataques.23 ​

[23]
Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de
https://bit.ly/2IK62BG

Juicio previo       

El sistema constitucional no solo establece quién puede aplicar la pena (el juez del Poder Judicial, “natural” e imparcial), sino
que estatuye también el “cómo”.

Constitución Nacional Argentina. Artículo 18: “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso”24.

[24]
Art. 18, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

Defensa del imputado           

Constitución Nacional Argentina

Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la
causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad
competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos.25

[25]
Art. 18, Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

Consecuencias que se derivan del principio de inocencia

In dubio pro reo (duda a favor del imputado): la duda, para que sea favorable al imputado, debe referir especialmente a la
materialidad del delito, a sus circunstancias jurídicamente relevantes, a la participación culpable del imputado en el hecho
que se le atribuye y a la existencia de causas de justificación, inculpabilidad, inimputabilidad o excusas absolutorias que
pudieran haberse planteado. Su influencia se extiende durante todo el proceso penal, aunque con diferentes alcances, y
mientras más avanzado se encuentre el proceso, mayor beneficio acarreará. Así, si luego del debate oral y público aún
existe duda, no podrá dictarse condena, ya que esta solo puede existir en caso de certeza positiva sobre la culpabilidad del
imputado. La improbabilidad, la duda y la probabilidad (positiva) determinarán su absolución.

Responsabilidad probatoria: ¿quién tiene la responsabilidad de la prueba? El Estado, a través del fiscal. El imputado no
tiene que demostrar su inocencia, es el Estado el encargado de llevar adelante la investigación y de recolectar las pruebas
que considere necesarias. Ahora bien, aun cuando el imputado no deba probar su inocencia porque nadie lo obliga, si él
quiere puede producir alguna prueba sobre su no culpabilidad, y, en estos casos los órganos públicos no deben pasarlas
por alto ni ocultarlas.

No puede ser obligado a declarar en su contra: no solo implica el derecho en contra de la autoincriminación
involuntaria, sino también que se lo haga declarar en su contra mediante engaños, el uso de sustancias u otros medios
que vulneren la voluntad o que la anulen directa o indirectamente. Incluso en nuestro código procesal penal se prevé que
si durante la declaración se notare algún signo de fatiga en el imputado, el interrogatorio debe suspenderse (artículo 262
último párrafo)26.

[26]
Art. 262, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH

Deben interpretarse restrictivamente todas las disposiciones que limitan los derechos del imputado: se prohíbe la
aplicación de la analogía y la interpretación extensiva, ya que si se lo considera jurídicamente inocente, toda limitación a
sus derechos debe ser interpretada restrictivamente (artículo 3 CPP de Córdoba ).

[27]
Art. 3, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado de
https://bit.ly/3ilfJZH

Medidas de coerción personal: el principio de inocencia que le asiste al imputado durante el proceso penal impide la
afectación de sus derechos, sobre todo de su libertad ambulatoria, a título de pena anticipada por el delito que se le
atribuye, antes de que una sentencia condenatoria en su contra se encuentre firme. Es por ello por lo que para poder dictar
la medida de prisión preventiva deben existir elementos suficientes de culpabilidad, y que tal medida resulte imprescindible
–y, por lo tanto, no sustituible por otra de similar eficacia, pero menos severa- para neutralizar el grave peligro de que el
imputado frustre los fines del proceso, sea intentando obstaculizar la investigación o fugándose impidiendo así la
sustanciación completa del proceso o eludiendo el cumplimiento de una pena que se le pueda imponer.

No ser obligado a producir prueba en su contra: así como no puede ser obligado a confesar, tampoco puede serlo a
producir pruebas incriminatorias. Sobre este punto, hay que diferenciar dos situaciones:

1) cuando el imputado actúa como órgano de prueba;

2) cuando actúa como objeto de prueba.

☰ Cuando el imputado actúa como órgano de prueba


El imputado es órgano de prueba cuando él, con su propia actividad, va a proporcionar el conocimiento sobre los hechos o sobre
la autoría del mismo, es decir, cuando lleva a cabo una determinada conducta que va a proporcionar conocimiento. En esta
situación, el imputado no puede ser obligado y su negativa no puede ser considerada en su contra. Por ejemplo, no puede ser
obligado a confesar (estaría produciendo prueba activamente); no puede ser obligado a formar un cuerpo de escritura (ej.:
escribir muchas veces su nombre, números, palabras, etc. a fin de ser sometidos a una pericia caligráfica para determinar si fue
el autor de la falsificación) porque también escribiendo estaría produciendo prueba activamente; no puede ser obligado a
participar en la reconstrucción del hecho; a una grabación de voz para comparar con la que formulara amenazas anónimas, por
ejemplo. Todo ello, implicaría un actuar por parte del imputado, razón por la que no puede ser obligado en virtud del principio de
inocencia y de la prohibición a obligar a la autoincriminación.
☰ Cuando actúa como objeto de prueba
Es objeto de prueba cuando, sobre él, otra persona va a producir la prueba y simplemente se requiere por parte del imputado,
un tolerar, soportar una actitud pasiva. Entonces, el imputado sí podrá ser obligado a que sobre él se realice un identikit o se
tomen fotografías (solo requiere un tolerar o soportar); a un reconocimiento en rueda de personas (solo tiene que estar parado
entre varias personas de características físicas semejantes para que una tercera observe y declare si estuvo presente en el
lugar del hecho, también es un tolerar o soportar); que se le tomen huellas dactilares, que se le practique un dermotest (cinta en
los dedos para verificar la presencia de pólvora).
En los casos de prueba de ADN y extracción de sangre, la jurisprudencia también ha entendido que aquí el imputado es objeto
de prueba porque si bien de la sangre puede obtenerse información, un conocimiento, solo implica un tolerar, una actitud pasiva
para que otro (un médico) sobre él practique una prueba. Se ha aceptado también que pueda ser requerido por la fuerza, y que
esto no constituiría una violación a la integridad física porque el pinchazo no posee entidad suficiente para lograr ese tipo de
lesión. El artículo 198 del Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba  establece expresamente que se podrá disponer
extracciones de sangre, salvo que pudiere temerse daño para su salud. Conforme lo señalamos, esta extracción podrá
efectuarse aun en contra de la voluntad del imputado, toda vez que en este acto solo actúa como objeto de prueba.

Indemnización del error judicial: consiste en el derecho del imputado a ser resarcido por el Estado –sin perjuicio de la
responsabilidad que podría recaer sobre los funcionarios actuantes- por los daños sufridos a causa de una sentencia
injustamente dictada; como así también en aquellos casos de evidente improcedencia de la detención o prisión preventiva.
Esta posibilidad de indemnización procederá en aquellos casos en que haya existido “arbitrariedad” y cuando la privación
de la libertad haya sido dispuesta “fuera de los límites que establece la ley”.

Resguardo del buen nombre y honor: el inicio de un proceso en contra de una persona imputada no afecta su buen
nombre ni honor toda vez que es considerada inocente hasta que una sentencia condenatoria firme la declare culpable.
Aun así, resulta sabido que la divulgación de la imputación a una persona –más aún de su privación de libertad- por su
posible comisión de un hecho ilícito, produce una clara estigmatización, por lo que debería requerirse que los órganos
públicos no ocasionen esta divulgación, ni la favorezcan. Para ello, se debe procurar preservar a la persona de arbitrarios
sometimientos a proceso; como así también evitar la privación de la libertad si no resulta indispensable para garantizar los
fines procesales; evitar difundir públicamente el hecho del sometimiento a proceso de una persona o su privación de
libertad -sobre todo durante los primeros momentos de la investigación.

Término máximo de duración del proceso: si vemos el artículo 39 de la Constitución Provincial29, nos va a decir que
todo proceso debe terminar en un plazo razonable. Asimismo, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en
el artículo 830, y el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, en el artículo 1431, se establece que habiendo una acusación
debe tramitarse ante un juez natural, imparcial e independiente, en un plazo razonable. Una de las peores violaciones al
estado jurídico de inocencia, una manera de quebrantarlo, es a través de la prolongación indefinida en el tiempo de la
causa porque el imputado no puede vivir en paz.

[29]
Art. 39, Constitución de la Provincia de Córdoba. (2001). Convención Constituyente. Recuperado de https://bit.ly/3uCAmp2

[30]
Art. 8, Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de
https://bit.ly/2IK62BG

[31]
Art. 14, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. (1966). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de
http://bit.ly/2V3fSGm

Propiedad: solamente podemos privar a un sujeto de su propiedad de manera excepcional; nunca antes de una sentencia
firme podemos confiscar bienes. Siempre las medidas procesales afectan y pueden afectar derechos personales y
patrimoniales del imputado o de terceras personas. Por ejemplo: se pueden afectar derechos patrimoniales de una
persona cuando ha sido víctima de un robo porque le secuestraron el auto que le robaron y tiene que estar unos días sin el
auto hasta que se hagan las pericias. Por eso, siempre, las medidas de coerción tienen que estar limitadas a lo
absolutamente necesario.

5. Derivaciones del derecho de defensa en el proceso penal

Hallarse presente (intervención): si bien la investigación preliminar puede desarrollarse en ausencia del imputado, no
podrá producirse la acusación, ni podrá llevarse adelante el juicio oral y público si la ausencia se mantiene. En el proceso
penal no se admite el juicio en rebeldía.

Derecho a ser oído: se manifiesta principalmente por medio de la declaración del imputado, ya que este es el acto
previsto por la ley a fin de que tome conocimiento del hecho que se le atribuye, lo cual requiere que se describa de la
manera más clara y circunstanciada posible (circunstancias de tiempo, modo y lugar), se le hagan conocer las pruebas
existentes y el encuadramiento legal de la conducta descripta. De esta manera, el imputado podrá ejercer su defensa
declarando lo que considere pertinente (puede, incluso, proponer pruebas que hagan a su defensa), negando el hecho que
se le atribuye, o incluso abstenerse de declarar al respecto, lo cual no podrá ser utilizado como presunción en su contra. El
imputado podrá ampliar su declaración cuantas veces quiera, siempre que su declaración sea pertinente y no un
procedimiento dilatorio o perturbador (artículo 266 CPP de Córdoba ).32

[32]
Art. 266, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH

Principio de congruencia: el imputado no podrá ser condenado por un hecho distinto a aquel por el cual fue acusado,
porque ese fue el hecho por el que el imputado se defendió. Tanto el imputado como su abogado preparan la defensa en
función del hecho por el que se le acusó; por lo que no se lo puede condenar sobre un hecho del que no pudo defenderse.
Ahora bien, no se vulnera el principio de congruencia si el tribunal le da al mismo hecho una calificación distinta que le dio
el fiscal, por ejemplo, en la acusación se describe que el imputado en tal día, hora y lugar fue con un arma cargada,
amenazó a distintas personas que estaban en el lugar y les sacó el dinero que llevaban. El imputado se tiene que defender
sobre ese hecho, pero puede suceder que el órgano jurisdiccional le otorgue una calificación legal distinta a la efectuada
por el fiscal. Lo que prohíbe el principio de congruencia es la mutación del hecho en sus características esenciales. Si el
hecho describe un robo simple, el tribunal no puede condenar por robo calificado por el empleo de arma, toda vez que la
existencia de un arma es un cambio esencial del hecho. Para ello, deberá necesariamente intimarse y receptarle
declaración nuevamente al imputado y su omisión acarreará la nulidad de la sentencia por afectación a la garantía
constitucional de defensa en juicio. 

Prohibición de la reformatio in peius: significa que no se puede empeorar la situación del imputado que recurrió. Es
decir, el imputado tiene un derecho (autónomo) al recurso, aun antes de la existencia de los pactos internacionales. Este
derecho se consideraba como una derivación del derecho de defensa. La reformatio in peius implica que, en materia de
recursos, la decisión que lo resuelve nunca podrá empeorar la situación del recurrente. Por ejemplo, el imputado recurre
por medio del recurso de casación la sentencia que lo condenó por un robo simple expresando que en realidad el hecho
sería un hurto; el tribunal superior advierte que no se trata ni de un robo ni de un hurto, sino de un robo calificado. En ese
caso, como no se puede empeorar la situación del imputado a lo sumo dejará asentada su posición expresando las
razones por las que considera que el hecho se trata de un robo calificado, pero solo podrá confirmar la decisión que lo
condenó por robo simple. De más está decir que esta prohibición se aplica si solo el imputado recurrió, ya que si también
lo hizo el fiscal o el querellante particular solicitando una condena mayor, el tribunal de casación sí podrá variar la
sentencia en perjuicio del imputado.

¿Cuáles son las pautas que nos permiten privar de la


libertad a un sujeto antes de la sentencia condenatoria?

Cuando el imputado podría fugarse, y de esta forma no podríamos aplicar la ley penal.

Cuando el imputado podría entorpecer la investigación (por ejemplo: amenaza o soborna a los testigos, hace falsificación de prueba, etc.)

Cuando el imputado sea indigente o no tenga familia.

Cuando el imputado haya usado armas de fuego en la comisión del hecho.

Cuando el imputado tenga una enfermedad terminal o grave estado de salud.

6. Proyecciones del derecho a la intimidad

Domicilio: por ser el ámbito por excelencia de protección de la intimidad, la inviolabilidad del domicilio es uno de los aspectos
en los que se proyecta el derecho a la intimidad. La inviolabilidad del domicilio no solo resguarda el derecho a la intimidad de las
personas, sino también tiene en miras la propiedad protegida por la Constitución Nacional33. Es por ello por lo que los únicos
casos en que se permite el ingreso al domicilio son a través de una orden de allanamiento, la que a su vez debe cumplir con
todos los requisitos previstos por la ley. Orden escrita y fundada de órgano judicial competente. Solo un juez puede ordenarla.
[33]
Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
https://bit.ly/36NHFgU

Pudor: protege la intimidad del cuerpo de las personas. Una de las formas de protección es mediante la regulación de la requisa
personal (artículo 208 CPP de Córdoba34) que es aquella en la que se busca en el cuerpo de una persona efectos relacionados
con el delito. La requisa debe hacerse, en lo posible, respetando el pudor de las personas, es decir, que, por ejemplo, si se trata
de un elemento de gran tamaño no será necesario hacer desnudar completamente a la persona. También se prevé que en el
caso de que la persona a requisar sea una mujer, la medida deberá practicarla personal femenino (artículo 209 CPP de Córdoba
).35
[34]
Art. 208, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH

[35]
Art. 209, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH
Secreto de las comunicaciones: abarca todo tipo de comunicación, tanto la correspondencia, encomienda, teléfonos, correo
electrónico, fax, comunicación telegráfica, etc. Para poder acceder e intervenir en estos ámbitos se requerirá de la orden judicial
pertinente, es decir, orden escrita del juez competente.
Vida familiar: protege la cohesión interna, la integridad familiar. Con este fin, la ley procesal establece la facultad de abstención
de prestar declaración en contra del imputado por parte del cónyuge, ascendiente, descendiente, hermano o parientes por
consanguinidad hasta el cuarto grado y afinidad hasta el segundo grado, su tutor o pupilo o persona con quien convive en
aparente matrimonio. Esta previsión, contemplada en el artículo 220 del CPP de Córdoba36, se debe hacer conocer a las
personas comprendidas en la norma, antes de comenzar con la declaración bajo sanción de nulidad (artículo 227, tercer párrafo,
CPP de Córdoba37). Si las personas optan por declarar, no pueden, si son citadas nuevamente, por ejemplo, al debate, querer
abstenerse porque ya se les dio la posibilidad anteriormente, una vez que hicieron uso del derecho no pueden volver a optar por
abstenerse. Ello por cuanto la unión familiar que tiene en mira la norma ya fue afectada al haber elegido declarar. De igual
modo, quien hizo la denuncia no puede, al ser citada como testigo, querer abstenerse a declarar, ya que la denuncia afectó la
cohesión familiar. Nada obsta a que si decidió abstenerse, posteriormente opte por declarar.
[36]
Art. 220, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH

[37]
Art. 227, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH
Secreto profesional: protege aquellas confesiones o revelaciones practicadas a otras personas por razones propias del oficio o
profesión. Estas personas (ver artículo 221 del CPP de Córdoba38) no podrán ser obligadas a declarar sobre aquello de lo que
tomaron conocimiento en razón del ejercicio de su profesión, salvo que sean liberados de este secreto por el propio interesado.
En estos casos, no es un derecho como el de los familiares quienes podían optar por declarar o no, aquí es una prohibición y
solo podrán hacerlo si son relevados del secreto por el interesado. Las únicas personas que no pueden ser liberadas de este
secreto, es decir, que siempre están obligados a guardar secreto aun cuando se los pretenda liberar, son los sacerdotes.
[38]
Art. 221, Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado
de https://bit.ly/3ilfJZH
Requisas ¿son constitucionales o no? 

Fuente: Nievas, M. (2019). Una semana que expuso el descontrol de la seguridad del Servicio Penitenciario. En Perfil.
Recuperado de https://www.perfil.com/noticias/cordoba/una-semana-que-expuso-el-descontrol-de-la-seguridad-del-servicio-
penitenciario.phtml 

Se ha puesto de relieve que los procedimientos de registro personal y requisa de instalaciones fueron escasamente
regulados en la Ley de Ejecución Penal 24.660, la cual remitió a un desarrollo reglamentario. Esa delegación
reglamentaria ya comportaba un serio riesgo para los derechos y garantías de los ciudadanos afectados, lo que se
vio agravado debido a que en los 20 años de vigencia de la Ley de Ejecución no se dictó un decreto reglamentario
del Poder Ejecutivo. Ello conllevó que la regulación del tema que nos ocupa quedase en manos de la propia fuerza
de seguridad encargada de ejecutar dichos procedimientos, lo que se tradujo en la ausencia de establecimiento de
un marco de garantías que limite su poder de inspección sobre las personas detenidas, sus pertenencias y los
lugares que habitan.

En este sentido, siguiendo a Rivera Beiras (1997), podemos hablar de una “devaluación” de los derechos de las
personas detenidas, que se verifica desde el mismo nivel de desarrollo normativo, pues carecen de las garantías de
los ciudadanos libres ante procedimientos de registro personal y de sus pertenencias que pretendan llevar a cabo
agentes estatales. (Procuración Penitenciaria de la Nación, 2017, p. 109)
Referencias

Carta Internacional de los Derechos Humanos. (1948). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de
http://www.desaparecidos.org/nuncamas/web/document/internac/cartddhh.htm 

Clarín (2018). “Ley 19.349”, la respuesta viral de un gendarme durante un operativo en un colectivo de Córdoba. Recuperado de
https://www.clarin.com/policiales/ley-19-349-respuesta-viral-gendarme-operativo-colectivo-cordoba_0_H5G_duA5o.html

Constitución de la Provincia de Córdoba. (2001). Convención Constituyente. Recuperado de http://www.saij.gob.ar/0-local-


cordoba-constitucion-provincia-cordoba-lpo0000000-2001-09-14/123456789-0abc-defg-000-0000ovorpyel 

Convención Americana sobre Derechos Humanos. (1969). Organización de los Estados Americanos. Recuperado de
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_colecciondebolsillo_10_convencion_americana_ddhh.p
Finkelstein Nappi, J. L.  (2017). La Corte Suprema de Justicia de la Nación frente al derecho de defensa material. Secretaría
General de Capacitación y Jurisprudencia.

La Voz (2018). Polémica por un operativo de Gendarmería a bordo de un colectivo en Córdoba. Recuperado de
https://www.lavoz.com.ar/sucesos/polemica-por-un-operativo-de-gendarmeria-bordo-de-un-colectivo-en-cordoba

Ley 8123. Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba. (1992). Poder Legislativo de Córdoba. Recuperado de
http://www.saij.gob.ar/8123-local-cordoba-codigo-procesal-penal-provincia-cordoba-lpo0008123-1991-12-05/123456789-0abc-
defg-321-8000ovorpyel

Ley 11179. Código Penal de la Nación. (t. o. 1984). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16546/texact.htm 

Ley 19349. Ley de Gendarmería Nacional. (1971). Poder Ejecutivo de la Nación. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/35000-39999/38871/texact.htm

Ley 24430. Constitución de la Nación Argentina. (1994). Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Nievas, M. (2019). Una semana que expuso el descontrol de la seguridad del Servicio Penitenciario. En Perfil. Recuperado de
https://www.perfil.com/noticias/cordoba/una-semana-que-expuso-el-descontrol-de-la-seguridad-del-servicio-penitenciario.phtml

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. (1966). Organización de las Naciones Unidas. Recuperado de
https://www.ohchr.org/Documents/ProfessionalInterest/ccpr_SP.pdf

Procuración Penitenciaria de la Nación (2017). Procedimientos de registro personal y requisa en cárceles federales (1.a ed).
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Procuración Penitenciaria de la Nación. 

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