Está en la página 1de 10

OCUPACIÓN HAITIANA

La ocupación militar haitiana de Santo Domingo en 1822 fue un período histórico que
duró 22 años en el cual Haití gobernó la parte oriental de la isla, imponiéndose sobre el
nuevo Estado de Haití Español, el cual fue dividido en dos departamentos: situándose en
la porción norte el Cibao, y en la porción sur el Ozama.

Los veintidós años de la ocupación haitiana de Santo Domingo después de un breve


período de independencia son recordados en gran medida por los dominicanos como un
período de régimen militar brutal, aunque la realidad es más compleja. En este período,
se llevaron a cabo expropiaciones de tierra a gran escala en desmedro de los esfuerzos
necesarios para la producción de cultivos de exportación. Se impuso el servicio militar,
se restringió el uso de la lengua española y se trató de eliminar las costumbres
tradicionales, como las peleas de gallos. Esta situación avivó la percepción que tenían
los dominicanos de sí mismos y sus diferencias con las costumbres haitianas en
términos de "idioma, raza, religión y costumbres nacionales". Sin embargo, este fue
también un período que terminó definitivamente con la esclavitud como institución en la
parte oriental de la isla.

Haití prohibió la constitución de los blancos como propietarios de tierras y las


principales familias terratenientes se vieron privadas por la fuerza de sus propiedades.
La mayoría emigró a Cuba, Puerto Rico o a la Gran Colombia, por lo general con el
apoyo de funcionarios haitianos, que adquirieron sus tierras. Los haitianos, que
asociaban la Iglesia católica con sus amos franceses, que les habían explotado antes de
su independencia, confiscaron todos los bienes de la iglesia, deportaron a todos los
clérigos al extranjero y los restantes miembros del clero rompieron los lazos con el
Vaticano. La Universidad de Santo Domingo, la más antigua de América y que carecía
de estudiantes y profesores, fue cerrada.

Con el fin de recibir el reconocimiento diplomático de Francia, Haití se vio obligado a


pagar una indemnización de 150 millones de francos a los ex-colonos franceses, suma
que posteriormente fue reducida a 60 millones de francos. Esto motivó que Haití
impusiera pesados impuestos sobre la parte oriental de la isla.Dada la incapacidad de
Haití para mantener adecuadamente a su ejército, la fuerza de ocupación sobrevivió, en
gran medida, confiscando alimentos y suministros a punta de pistola.
*Causas:
1) El desinterés de las autoridades españolas por su colonia, debido a la guerra que
libraba España en Europa.
2) El descontento de las poblaciones esclava y mulata que vieron que la nueva Acta de
Constitución, de 1821, de José Núñez de Cáceres, no establecía la abolición de la
esclavitud.
3) La conspiración de los grupos pro-Haití que propugnaban por la unión de la isla,
mayormente de los blancos propietarios que eran pro-españoles;
4) El apoyo que recibió Boyer de los productores de tabaco y de los comerciantes del
Cibao para llevar a cabo el propósito de la unificación de la isla.

*Consecuencias:
-Más importante que cualquier otra es la independencia de la República Dominicana el
27 de Febrero de 1844, lograda por los Trinitarios creada por Juan Pablo Duarte,
apoyados en grupos que querían el derrocamiento de Charles Riviere-Herard y el
regreso de Boyer al mando de la Isla.
-Durante la ocupación una consecuencia fue La tesis de la indivisibilidad de la isla,
proclamada por Toussaint Louverture;
Cito:
“La isla es una e indivisible” ya para el año de 1816 tenía rango constitucional,
establecidos en los artículos 40 y 41 de la Constitución Haitiana,
Art. 40.- La isla de Haití (antes llamada Santo Domingo) con las islas adyacentes que de
ella dependen, forma la República de Haití.
Art. 41.- La República de Haití es una e indivisible, su territorio se organiza en los
siguientes departamentos: Sur, Oeste, Artibonito y Norte; cuyos límites fueron
establecidos por la ley de la Asamblea Central de Santo Domingo con fecha 10 de julio
de 1801. Los demás Departamentos serán designados por una ley que fijará sus límites.
-Otra consecuencia fue la repartición de las tierras para que los campesinos la cultivaran
al igual que los bienes de la iglesia y muchos otros bienes de Antiguos terratenientes
españoles, hateros y los que participaron en la Agresión de Samaná.
-Boyer Promulgó la ley agraria que impedía el corte de caoba sin permiso, esto dio paso
a que promulgara el código rural del 1 de marzo de 1828 que mediante el cual se trató
de restablecer el sistema de plantaciones y pagar la deuda de 150 millones de francos.
ANTECEDENTES
En 1801, Toussaint Louverture, líder de la revolución haitiana, llegó a Santo Domingo y
proclamó la abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa. Poco
después Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó durante unos
meses. Los negros y mulatos de la parte occidental de la isla se alzaron nuevamente en
contra de los franceses en octubre de 1802 y finalmente los derrotaron en noviembre de
1803. El 1 de enero de 1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la
república independiente de Haití.
Después de la derrota a manos de los haitianos, una pequeña guarnición francesa
permaneció en la parte oriental de la isla, zona donde la esclavitud fue restablecida y de
la que muchos de los emigrantes colonos españoles habían emigrado. En 1805, tras
coronarse emperador, Jean-Jacques Dessalines invadió la parte oriental y llegó hasta la
ciudad de Santo Domingo, pero tuvo que retirarse ante la resistencia de un escuadrón
naval francés. Durante su retirada a través del Cibao, los haitianos saquearon las
ciudades de Santiago y Moca, matando a la mayoría de sus residentes.
Los franceses gobernaron en la parte oriental de la isla hasta que fueron derrotados por
los habitantes españoles en la batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808, hecho
que les obligó a concretar la rendición definitiva de Santo Domingo, el 9 de julio de
1809, bajo la presión de la Marina Real Británica.
No obstante, las autoridades españolas mostraron poco interés en su colonia restaurada
por lo que este período de la historia se conoce como España Boba. Este desinterés por
la colonia de Santo Domingo se debió a la ocurrencia de la Guerra de la Independencia
Española contra los franceses y al proceso independentista que surgió en muchas de las
colonias españolas en América. El agotamiento de las riquezas de la colonia provocó el
desinterés de la metrópoli para la producción de nuevas riquezas y bienes.
Paralelamente, los grandes ganaderos llegaron a tener un fuerte liderazgo en el sureste,
donde la «ley del machete» gobernó por un tiempo.
El 1 de diciembre de 1821, el excapitán general y escritor José Núñez de Cáceres
declaró la independencia de la colonia, llamándola Estado independiente de Haití
Español, a la vez que solicitó la incorporación del nuevo estado a la Gran Colombia.
INDEPENDENCIA DOMINICANA
DOMINACIÓN HAITIANA
La parte española de la isla fue invadida por la naciente República de Haití por razones
de tipo económicas, sociales y políticas siendo la de mayor importancia la preservación
de su propia independencia frente a un vecino que mantenía el sistema esclavista y que
por sus propios intereses era un potencial enemigo de la recién creada república negra,
en la que había sido abolida la esclavitud.
La invasión se produce casi sin ninguna oposición militar dada la diferencia numérica
de ambos lados. La parte este o española tenía una población inferior al pueblo haitiano
de esa época, además de la desorganización y miseria producto de la Guerra de la
Reconquista en la parte española. Por otra parte, España estaba en franca decadencia y
enfrentando los movimientos independentistas en el territorio continental y había
perdido el interés por esta posesión cuyas minas de oro ya estaban agotadas.
La ocupación haitiana de la parte oriental de la isla duró 22 años. Esta ocupación, que
pretendía anexar el territorio oriental a Haití, produjo inmediatamente un gran malestar
y repulsa en los habitantes españoles dado sus irreconciliables diferencias de idioma,
cultura, religión y su organización política, pero sobre todo por su concepción diferente
del derecho de propiedad de la tierra.
MOVIMIENTOS SEPARATISTAS
La ocupación generó resistencia, desobediencia civil e incluso algunas conspiraciones
que fueron develadas y hechos prisioneros o condenados a muerte sus miembros en un
régimen que representaba cada día más el oprobio natural de una dominación extranjera.
LA TRINITARIA
En 1838 y después de regresar de estudiar en Europa y convencido por los vientos del
Liberalismo que azotaban el viejo continente, Juan Pablo Duarte funda la organización
secreta La Trinitaria cuya meta fue la creación de una Patria independiente de toda
dominación extranjera.
La Trinitaria creció rápidamente dentro de la juventud y se extendió a las principales
ciudades del país producto del trabajo tesonero y también como resultado de una
sociedad artística llamada La Filantrópica que por medio de obras de teatro iba llevando
el mensaje independentista.
Cuando el Presidente Boyer es derrocado por un movimiento revolucionario haitiano, se
presentan coyunturas que precipitan los acontecimientos en la parte oriental de la isla
firmemente decidida a terminar con el yugo opresor.
En ese momento existían cuatro movimientos separatistas como nos menciona Frank
Moya Pons en su Manual de Historia:
1.El movimiento independentista encabezado por Juan Pablo Duarte

2.Movimiento pro-español, del cual eran exponentes en Santo Domingo los sacerdotes
Gaspar Hernández y Pedro Pamiés, y en Puerto Plata el veterano General Andrés López
Villanueva.
3.Movimiento pro-ingles, se inclinaba a buscar la protección de Inglaterra a cambio de
ventajas comerciales y lo encabezaba un propietario de Las Matas de Farfán de apellido
Pimentel.
4.Los Afrancesados: compuesto por hombres maduros, la mayor parte de los cuales
habían ocupado puestos administrativos dentro del gobierno haitiano anterior y que
creían poder alcanzar la eliminación del dominio haitiano con ayuda de Francia, (los
afrancesados) a cambio de otorgarle a esta potencia privilegios políticos, arancelarios y
territoriales. Sus cabecillas visibles eran un rico propietario de Azua llamado
Buenaventura Báez (que luego se convirtió en dictador) y el importante abogado y
comerciante Manuel Joaquín Delmonte.
El Gobierno provisional haitiano ordenó que se realizaran elecciones municipales el día
15 de Junio de 1843, elecciones que fueron ganadas en su mayoría por los miembros de
la Trinitaria en el sector oriental, victoria que agudizaría la lucha contra la dominación
haitiana e hizo que el General Gérard o Herard con sus tropas iniciara la persecución de
los trinitarios en todo el país, obligando a Duarte a embarcarse subrepticiamente hacia
Saint Thomas para evadir dicha persecución.
El movimiento quedó bajo la dirección de Francisco del Rosario Sánchez y buscando
lograr nuevos adeptos lograron “conquistar” para la causa a Tomás Bobadilla, antiguo
funcionario del régimen de Boyer que el nuevo gobierno haitiano había dejado fuera.
También conquistaron los hateros del este del país, un grupo de personas privilegiadas
por la colonia mediante la entrega de grandes cantidades de tierra y sus líderes eran los
hermanos Pedro y Ramón Santana.

DECLARACIÓN DE INDEPENDENCIA
Aunque Juan Pablo Duarte, el Padre de la Patria, se hallaba ausente, la noche del martes
27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde de la ciudad de Santo Domingo, la
República Dominicana era proclamada por Francisco del Rosario Sánchez, jefe del
movimiento tras la ausencia de Duarte, Tomás Bobadilla y Briones, representante de los
conservadores, Ramón Matías Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, José
Joaquín Puello, Gabino Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta,
Remigio del Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez,
Félix María del Monte y otros patriotas, quienes expresarían a a las autoridades
haitianas su indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de nuestras
vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra
voluntad.
Ese 27 de febrero se izó la Bandera Dominicana en la Puerta del Conde. Ondeó en la
ciudad de Santo Domingo la bandera bordada por Concepción Bona y María Trinidad
Sánchez, junto con otras damas. La Bandera había surgido de un proyecto presentado
por Juan Pablo Duarte, aprobado el 16 de julio de 1838 en La Trinitaria, donde se
presentaron los colores y la forma de la enseña que representaría al nuevo estado, que se
denominaría «República Dominicana».
La naciente república quedó dirigida por una Junta Central Gubernativa bajo el poder de
los conservadores hasta el 14 de noviembre de 1844 en que Pedro Santana es electo
como el Primer presidente Constitucional de la República Dominicana.

ANEXIÓN A ESPAÑA
Anexión a España de la República Dominicana. Proclamada el 18 de marzo de 1861.
Con la consumación de este hecho la República Dominicana perdió su soberanía,
convirtiéndose nuevamente en una colonia de España. Su ideólogo y sustentador fue el
general Pedro Santana, siempre con el propósito de recibir beneficios personales o
grupales a cambio del perjuicio nacional.
Historia
El 18 de marzo de 1861, fue arriada en toda la República la bandera tricolor símbolo del
pueblo dominicano, en su lugar fue enarbolada la española. Volvía la nación a ser
tutelada por el trono peninsular, esta vez dirigido por Doña Isabel II. La soberanía era
entregada voluntariamente, sin derramamiento de sangre, por el Presidente de la
República, General Pedro Santana Familia, quien fue honrado por la Corona de España
con pomposos títulos, como el de Gobernador Civil, Capitán General de la Colonia,
Senador del reino, Teniente General de Los Reales Ejércitos y Marqués de las Carreras.
Santana había nacido en el Poblado de Hincha en el año de 1801, poseía un hato en la
ciudad del Seibo llamado Hacienda el Prado, se había destacado como General y
Patriota durante la guerra en contra de Haití y, era considerado como héroe nacional,
por haber derrotado al ejercito haitiano en las Batallas de Azua y las Carreras. A la
sazón ejercía la presidencia de la República por tercera vez. A sus 60 años el Hatero del
Seibo carecía de la energía mostrada en el pasado. Tratando de perpetrarse en el poder,
envió a Felipe Alfau en calidad de ministro en misión especial a España, con el fin de
gestionar la anexión a la madre patria. Argumentó querer librar al país de la amenaza
haitiana, así como de las incontables escaramuzas políticas que diezmaban su población.
Los dominicanos en su gran mayoría estaban en contra de la Anexión. Sin embargo,
Santana presentó la solicitud al Gobierno de España simulando que todo el pueblo
simpatizaba con esa medida. Las gestiones llevadas a cabo ante la corona, encontraron
terreno fértil, pero no contaban con el apoyo del pueblo, el cual no había sido
consultado. Por lo que prontamente se iniciaron las protestas en todo el territorio
dominicano.
Protestas del pueblo dominicano
En la capital, el padre Fernando Arturo De Meriño, el general Eusebio Manzueta y el
prócer Matías Ramón Mella Castillo, fueron los primeros en manifestarse contra la
anexión. En Santiago, el pueblo tras ser invitado, no acudió al cambio de bandera en la
Fortaleza San Luis. En San Francisco se impidió a tiros el izamiento del pabellón
Español. La noche del 2 de mayo de 1861 el coronel José Contreras y Cayetano
Germocén tomaron por asalto la población de Moca, proclamando la restauración de la
República. Siendo más tarde sometidos y luego fusilados junto a otras 23 personas, por
las tropas del general Suero- la orden fue dada por el general Santana. El general
Francisco del Rosario Sánchez al momento de la anexión, se encontraba en el exilio y
tan pronto se enteró de la noticia viajó hacia Haití. Penetró a la República Dominicana
por su frontera sur, siendo vilmente traicionado por Santiago de Óleo, quien luego de
herirle en la loma Juan Cruz, le entregó a las tropas anexionistas. En Santiago el 26 de
febrero de 1863 estalló otro fallido intento revolucionario. Esta nueva aventura
revolucionaria estaba liderada por el poeta Eugenio Perdomo. Los alzados fueron
apresados y juzgados por una comisión militar. Al llegar el decreto real de fecha 19 de
mayo de 1861, en que la reina aceptaba la anexión, la revolución era inminente. La
sangre de los próceres que había sido derramada y el trato desigual que existía entre
españoles y dominicanos incrementaron las tensiones a tal nivel, que el 11 de agosto de
1863 fue declarado el estado de sitio en todo el país y se pidieron tropas de refuerzo a
Cuba y Puerto Rico. El mismo Santana se vio precisado a renunciar como Capitán
General de la Colonia; pues carecía de poder real. En su lugar fue de designado Felipe
Rivero y Lemoine
INICIO DE LA RESTAURACIÓN
Los patriotas atacaron los pueblos de Sabaneta y Montecristi. El combate sé inició el 6
de septiembre de 1863, la lucha fue cruenta y duró todo el día, resultando el saldo
favorable para los patriotas. Dueñas de la ciudad las tropas restauradoras iniciaron el 7
de septiembre la toma de la fortaleza San Luis. En la batalla de Santiago se consagraron
los generales Gaspar Polanco – que por su eficiencia y valor alcanzó el grado de
Generalísimo - y el general Gregorio Luperón- quien surgió como uno de los héroes
más distinguidos de la guerra de restauración, por la forma magistral que condujo sus
tropas-. Al ver el general Buceta que era imposible vencer a las huestes restauradoras,
inició negociaciones de paz con el general Luperón. Los patriotas requirieron que los
españoles marcharan hacia Puerto Plata luego de entregar las armas. Buceta indignado
contesto que: "Las tropas de su majestad, jamás han entregado las armas que les han
sido confiadas para defender su honor". La retirada de las tropas de Santiago hacia
Puerto Plata, costó a los españoles más de mil muertos y 200 heridos, pues fueron
hostigados por los restauradores durante todo el trayecto. Ocho días después de la toma
de Santiago, el 14 de septiembre; se formó el Gobierno Restaurador presidido por José
Antonio Espaillat y se redacto el acta de independencia, donde se manifestaron los
motivos de la lucha.
RESTAURACIÓN DE LA SOBERANIA
La salida de las tropas españolas se inició el 10 de julio de 1865. La nación volvía a ser
libre y soberana de toda potencia extranjera, como planteara su ilustre fundador.
Germinaba de nuevo la semilla de la libertad y el honor. Los miles de patriotas que
habían caído no lo habían hecho en vano. Pues las últimas palabras pronunciadas por
Matías Ramón Mella Castillo en su lecho de muerte, palpitaban en el corazón de cada
Quisqueyano. "Aún hay patria". "Viva la República Dominicana"

LOS GOBIERNOS DE LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936)

Entre la proclamación de la Segunda República Española, el 14 de abril de 1931 y el fin


de la Guerra Civil, el 1 de abril de 1939, se sucedieron un total de 26 gobiernos.
Alejandro Lerroux García (Partido Republicano Radical) presidió en seis ocasiones el
Consejo de ministros, Manuel Azaña Díaz (Acción Republicana e Izquierda
Republicana) en cinco. Diego Martínez Barrio (Partido Republicano Radical y Unión
Republicana), Joaquín Chapa prieta Torregrosa (Partido Centrista e independiente),
Manuel Portela Valladares (independiente), Francisco Largo Caballero (PSOE) y Juan
Negrín López (PSOE) lo hicieron en dos. En una ocasión Niceto Alcalá-Zamora y
Torres (Partido Republicano Conservador), Ricardo Samper Ibáñez (Partido
Republicano Radical), Augusto Barcia Trelles (Izquierda Republicana), Santiago
Casares Quiroga (Izquierda Republicana) y José Giral Pereira (Izquierda Republicana).

Por partidos políticos, el Partido Republicano Radical ocupa en ocho ocasiones la


presidencia del consejo, seguido por Izquierda Republicana con cinco, PSOE con
cuatro, Acción Republicana e independientes con tres. En una ocasión centristas y
conservadores.

Primer Gobierno 14 de Abril de 1931 al 14 de Octubre de


1931
Presidente Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Segundo Gobierno 14 de Octubre de 1931 al 16 de Diciembre
de 1931
Presidente Manuel Azaña Díaz
Tercer Gobierno 16 de Diciembre de 1931 al 12 de Junio de
1933
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Manuel Azaña Díaz
Cuarto Gobierno 12 de Junio de 1933 al 12 de Septiembre de
1933
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Manuel Azaña Díaz
Quinto Gobierno 12 de Septiembre de 1933 al 8 de Octubre
de 1933
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García
Sexto Gobierno 8 de Octubre de 1933 al 16 de Diciembre de
1933
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Diego Martínez Barrio
Séptimo Gobierno 16 de Diciembre de 1933 al 3 de Marzo de
1934
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García
Octavo Gobierno 3 de Marzo de 1934 al 28 de Abril de 1934
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García
Noveno Gobierno 28 de Abril de 1934 al 4 de Octubre de
1934
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Ricardo Samper Ibáñez
Décimo Gobierno 4 de Octubre de 1934 al 3 de Abril de 1935
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García
Undécimo Gobierno 3 de Abril de 1935 al 6 de Mayo de 1935
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García
Duodécimo Gobierno 6 de Mayo de 1935 al 25 de Septiembre de
1935
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Alejandro Lerroux García
Decimotercer Gobierno 25 de Septiembre de 1935 al 29 de Octubre
de 1935
Presidente de la República Niceto Alcalá-Zamora y Torres
Presidente del Gobierno Joaquín Chapaprieta Torregrosa
Decimocuarto Gobierno 29 de Octubre de 1935 al 14 de Diciembre
de 1935
PRIMEROS PARTIDOS POLÍTICOS
En la Republica Dominicana no existieron partidos políticos sino hasta llegado el año de
1865; año en que triunfa la Restauración nacional. El conocimiento que se tiene sobre la
existencia de partidos políticos en aquella época no se debe al registro de documentos o
evidencias históricas de “organizaciones partidarias “propiamente dichas, sino de textos
que evidencian la existencia de instituciones a la que algunos llaman proto partidos. El
Partido Azul o el Partido Rojo, como ejemplos posibles de lo anteriormente señalado,
no hicieron actividad partidista en el sentido en que la doctrina moderna determina, sino
que eran señalados como Azules o Rojos a los distintos seguidores de unos u otros
caudillos que fungían como líderes de aquellas insipientes instituciones.
El partido azul.
liderado por el general Gregorio Luperón, emergió como una gran fuerza política varios
años después de haberse realizado la Guerra de la Restauración (1963-1865), la cual
puso fin al acto ignominioso de la Anexión a España llevada a cabo por el general Pedro
Santana en 1861Miembros de una nueva generación, los integrantes del Partido Azul
eran los herederos legítimos del Movimiento de La Trinitaria y de Juan Pablo Duarte.
Sus fuentes de inspiración la encontraban en las ideas y el pensamiento de figuras tan
ilustres como Pedro Francisco Bono, Ulises Francisco Espaillat y Benigno Filomeno de
Rojas. Esa nueva generación llegó al poder en 1879, cuando el general Luperón, junto a
otras destacadas figuras militares de la época, luego de haberse levantado en armas en
contra del gobierno del general Cesáreo Guillermo, instaló un gobierno provisional en
Puerto Plata.

El partido rojo.
también conocido como Los Coludos, fue un histórico partido político dominicano
desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Horacio Vásquez y Ramón
Cáceres fueron los principales líderes de este partido, y se opusieron al Partido Azul.
Los seguidores de este partido también fueron conocidos como Horacistas.
El símbolo de este partido, y de dónde proviene su nombre, era un gallo con su cola,
donde el símbolo de sus rivales, Los Bolos no tenía cola. El Partido Rojo fue disuelto en
1930 después del golpe de estado de Rafael Leónidas Trujillo. Su heredero ideológico
es el Partido Reformista Social Cristiano.

También podría gustarte