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El lust y la exigencia interna

Roberto Bertholet

Proyectos de investigación para la Escuela Una

En la Conferencia del 3 de abril de 2022 1, Jacques-Alain Miller presenta el


título del Congreso de la AMP 2024 “Todo el mundo es loco”, tomando la
expresión de Jacques Lacan2, convertida -hace años, en su Curso- en un
aforismo y nos invita a nuevas investigaciones.

Una, referida al “espíritu de la época, la despatologización –ya no habría


patología; en su lugar, estilos de vida libremente elegidos por los sujetos de
derecho- y sus consecuencias en la clínica”.

Propone también la “rectificación”, la “recontextualización” del aforismo de


Lacan, escrito en defensa del Departamento de Psicoanálisis de la
Universidad de París 8, en tanto Lacan no dijo que el Psicoanálisis no fuera
materia de enseñanza, sino que el discurso analítico, la práctica del análisis,
no lo es.

La tercera perspectiva para la investigación está planteada a partir de dos


sintagmas de Lacan, que Jacques-Alain Miller extrae de “Lacan por
Vincennes!” y se pregunta por sus relaciones:

- “todo el mundo es loco, es decir, delirante”

- “Freud pensó que nada es más que sueño”.

Agrega que “la tesis concentrada de esta frase concierne a la vez al sueño, a
la locura y al delirio y es necesario que sean desplegadas; hay que anotar
cuáles son estas tesis atribuidas por Lacan a Freud. Primeramente es en la
obra de Freud donde esclarecer estas frases.” Agrega: “demostrar en qué el
1
Miller, J.-A., (2022) “Conferencia de presentación del título del Congreso 2024 de la
AMP Todo el mundo es loco”, París, 3/4/2022, inédito.
2
Lacan, J., (1978) ¡Lacan por Vincennes!, Lacaniana 11, Buenos Aires, EOL, 2011,
pp. 7/8.
estado del soñante es indestructible, que el despertar no es sino una
ilusión”, en tanto “despertarse es continuar soñando con los ojos abiertos”.

El primer paso, entonces, será referirnos a Freud.

La ganancia de placer

Si aquellos dos sintagmas de Lacan pueden rápidamente relacionarse, es


porque reconocemos que el delirante y el soñador tienen mucho en común,
tanto que podríamos intercambiar los términos, resultando: “todo el mundo
sueña” y “nada es más que delirio”, con significaciones semejantes, aunque
incluyan matices distintos.

“Nada es más que sueño” significa que el despertar no sería más que seguir
soñando con los ojos abiertos, un extendido sueño diurno.

El delirio y el sueño -también el juego y las fantasías- son ficciones que


responden al principio de placer y de una manera u otra buscan Lustgewinn
-ganancia de placer-.

Es en “El chiste y su relación con el inconsciente” donde Freud hace


aparecer este nuevo concepto, Lustgewinn, como motor del trabajo: “es
preciso reconocer en el propósito de ganar placer el motivo suficiente del
trabajo del chiste”3.

En el mismo texto, Freud compara al sueño con el chiste:

- El sueño es un “producto asocial y no tiene nada que comunicar a otro”;


busca satisfacción por el camino regresivo de la alucinación. Se debe al
deseo de dormir y sirve al ahorro de displacer.

- El chiste “es la más social de todas las operaciones anímicas que tienen por
meta una ganancia de placer. Resulta un juego desarrollado” 4.

3
Freud, S. (1905) Obras completas, El chiste y su relación con el inconsciente, Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 1979, T. VIII, p. 134.
4
Ibíd., p. 171.
Y agrega, al finalizar el capítulo VI, que en esas dos metas, presentadas
respectivamente por el sueño y por el chiste -ahorro de displacer y ganancia
de placer-, “coinciden todas nuestras actividades anímicas”5.

Seis años después, en 1911, Freud publicará “Formulaciones sobre los dos
principios del acaecer psíquico”, donde aparecerán por primera vez el
“principio de placer”, el “principio de realidad” y el “examen de realidad” 6.

Tal como destaca Jacques-Alain Miller en su Conferencia, el Lustgewinn será


traducido por Jacques Lacan como “plus de goce”. El juego, el chiste, el
delirio, el juego, los sueños diurnos, las fantasías, el fantasma, son modos
de “ganancia de placer”, de obtener ese plus de goce por medio de las
ficciones que ya implican un recurso para tratar lo real, el de la imposible
relación entre los sexos. O, antes aún, para cada quien, ese real sin ley del
impacto inicial del cuerpo con lalengua.

El principio de placer y la exigencia interna

“Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico” es el texto de


Freud al que se refiere Jacques-Alain Miller en su Conferencia.

De su comentario, destacamos seis indicaciones:

1.- la sustitución (einrichtung) del principio de placer por el principio de


realidad nunca implica la destitución, la revocación, el declive (Absetzung)
del principio de placer

2.- la “einrichtung” permite la “preservación” del principio de placer

3.- el proceso inconsciente se burla del examen de realidad, de la prueba de


realidad; el inconsciente es impermeable a la acción de la prueba de realidad

5
Ibíd., p. 172.
6
Freud, S., (1911) Obras completas, Formulaciones sobre los dos principios del acaecer
psíquico, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1979, T. XII, pp. 217-231.
4.- lo que se trata de obtener vía el principio de placer -y luego vía el
principio de realidad- es siempre lo que Freud llama Lustgewinn.

5.- a ese Lustgewinn lo traducimos, con Jacques Lacan, por “plus de goce”

6.- ese Lustgewinn se revela como imposible de negativizar; a ese Lustgewinn


el principio de realidad no lo negativiza.

En el Curso Causa y consentimiento7, Jacques-Alain Miller había trabajado


en detalle el mismo texto de Freud, destacando que el Lustprinzip tiene por
función dormirnos, aunque no logra nunca adormecer ni calmar, ya que se
hace presente aquello que resulta incompatible con el principio de placer: lo
que Freud nombra “exigencia interna”8.

Esta “exigencia interna” está presente en la enseñanza de Freud en sus


primeros escritos9 y luego retomada cada vez que se refiere a la vida
pulsional, como en “Pulsiones y destinos de pulsión” 10 y en “Inhibición,
síntoma y angustia", cuando la angustia aparece como la reacción frente a
un peligro, en particular a un peligro interno: la exigencia de la pulsión 11.

En “Pulsiones y destinos de pulsión”, por “esfuerzo (Drang) de una pulsión se


entiende su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de
trabajo que ella representa. Ese carácter esforzante es una propiedad
universal de las pulsiones y aún su esencia misma”12.

La exigencia de trabajo impuesta al aparato psíquico por el Drang pulsional


perturba al principio de placer. De todos modos, es allí cuando podemos
comprender la función y la importancia de lo que Freud nombra “proceso

7
Miller, J.-A., (1987-1988) Causa y consentimiento, Buenos Aires, Paidós, 2019, pp.
333-396.
8
Ibíd., p. 371.
9
Freud, S. (1896), Fragmentos de la correspondencia con Fliess, Manuscrito K, Obras
completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1979, t. I, p. 262.
10
Freud, S., (1915), Pulsiones y destinos de pulsión, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1979, t. XIV, pp. 105-134.
11
Freud, S., (1926) Obras completas, Inhibición, síntoma y angustia, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1979, t. XX, pp. 71-164.
12
Freud, S., (1915), Pulsiones y destinos de pulsión, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1979, t. XIV, p. 117.
secundario”13 que permite ligar la energía pulsional libre, de tal modo que el
inconsciente resulta un eficaz modo de tramitar y ligar lo pulsional.

¿En qué el estado del soñante es indestructible?

Jacques-Alain Miller nos invita a “demostrar en qué el estado del soñante es


indestructible, que el despertar no es sino una ilusión”, en tanto
“despertarse es continuar soñando con los ojos abiertos” 14.

No intentaré demostrarlo, sino simplemente presentar algunas posibles vías


de trabajo, como inicio de un recorrido por hacer.

Si toda realidad resulta fixional, en tanto la realidad se aborda con los


aparatos del goce, con el lenguaje15, tal operación también aplica para el
delirio y para el sueño. El inconsciente sale al cruce de la pulsión para que
la exigencia de trabajo del Trieb se procese por la vía del sentido, de tal modo
que tanto el síntoma como el fantasma, también el delirio y el sueño,
aparecen como “soluciones” a un real del Drang, inicialmente fuera de
sentido.

La expresión “todo el mundo es loco” hace aparecer al delirio generalizado


como respuesta a lo real sin ley. Por su parte, “nada es más que sueño”
destaca la imposibilidad de despertar y ubica al fantasma y a la realidad
exterior del mismo lado, de tal modo que despertar sería seguir soñando con
los ojos abiertos, una forma también de arreglárselas con ese real.

No hay realidad, entonces, que no sea simbolizada o que no esté impregnada


de la significación fantasmática. Que signifique algo, en función del
fantasma, que le imprime sus detalles, su sentido, a esa “realidad”, tal como

13
Freud, S., (1915), La interpretación de los sueños, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1979, t. V, pp. 578-608.
14
Miller, J.-A., (2022) “Conferencia de presentación del título del Congreso 2024 de la
AMP Todo el mundo es loco”, París, 3/4/2022, inédito.
15
Lacan, J., (1972-1973) El Seminario, Libro 20, Aun, Buenos Aires, Paidós, 1998, p.
69.
se revela en la experiencia cotidiana de todo análisis, nos permite decir que
el trabajo ficcional del aparato psíquico es con lo que se aborda y se vive la
realidad. Si no, de otro modo, sería una experiencia traumática.

Si volvemos a la enseñanza de Freud, nos podemos preguntar ¿qué es lo que


viene a contrariar al principio de placer, provocando malestar, angustia y
respuestas sintomáticas?

Mencionaremos sólo seis factores que encontramos en la enseñanza de


Freud:

- El trauma, por lo insoportable y abrupto, que provoca una efracción


de la barrera anti-estímulo debido a un estímulo exterior o a una
exigencia pulsional cf. “Más allá del principio de placer” 16; también en
"Inhibición, síntoma y angustia”17.

- El síntoma, cuando resulta perturbador a la homeostasis 18.

- El ello freudiano –“el núcleo de nuestro ser está constituido por el


oscuro Ello, en el que ejercen su acción eficiente las pulsiones” 19.

- El eros, el peligro de la exigencia pulsional, “interna” y “permanente”,


exigencia de satisfacción de la pulsión de vida, “perturbador de la
paz”20.

- El superyó, cultivo de la pulsión de muerte, que se procura una


satisfacción paradójica más allá del principio de placer, como aparece
en “El problema económico del masoquismo”21.
16
Freud, S., (1920), Más allá del principio de placer, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1979, t. XVIII, p. 29.

17
Freud, S., (1926), Inhibición, síntoma y angustia, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1979, t. XX, pp. 90, 120, 144-146 y 154-155.
18
Freud, S., (1917), 16ª Conferencia. Psicoanálisis y psiquiatría, Obras completas,
Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1984, t. XVI, pp. 228-233.
19
Freud, S., (1938-1940), Esquema del psicoanálisis, Obras completas, Buenos Aires,
Amorrortu Editores, 1980, t. XXIII, p. 199.
20
Freud, S., (1923), El yo y el ello, Obras completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores,
1979, t. XIX, p. 59.
21
Freud, S., (1924), El problema económico del masoquismo, Obras completas , Buenos
Aires, Amorrortu Editores, 1979, t. XIX, pp. 161-176.
- El mundo exterior, cuando es vivido peligroso, “las admoniciones de la
realidad”, Ananké, diosa de lo inevitable, de lo ineludible, tal como la
presenta en “La pérdida de la realidad en la neurosis y en la
psicosis”22.

Cualquiera de estos factores, podría provocar un instante de ver, podría


empujar a un instante de despertar.

Hemos trabajado en los últimos años el concepto de “analista-trauma” 23,


necesario para elaborar en nuestra comunidad la orientación brindada por
Jacques-Alain Miller hace diez años al presentar el tema del Congreso 2014
“Un real para el siglo XXI”, a fin de “desordenar la defensa contra lo real”, un
real sin ley y sin sentido24.

Entonces, la articulación del Lust y de la “exigencia interna” nos puede


mostrar un sendero de investigación para abordar la pregunta que nos
presenta Jacques-Alain Miller, si consideramos los breves momentos de
“despertar”, por contingencias de la vida -cf. el detalle de los factores que
encontramos en la enseñanza de Freud- o por las contingencias en la
experiencia de los análisis -cf. el detalle que la experiencia del Pase viene
dejando con sus elaboraciones-. Llegado a este primer paso, nos volvemos a
preguntar, no para decir que sea indestructible el estado del soñante, sino
“en qué” el estado del soñante sería indestructible y demostrarlo. Entonces,
qué quiere decir ‘nada es más que sueño”, cuando la orientación lacaniana
es una práctica que tiene en su horizonte “llegar a lo real, reducir el Otro a
su real y liberarlo del sentido”25.

22
Freud, S., (1924), La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis, Obras
completas, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1979, t. XIX, p. 195.
23
Lacan, J., (1971-1972) El Seminario, Libro 19, … o peor, Buenos Aires, Paidós, 2012,
p. 149-150.
24
Miller, J.-A., (2012) “Un real para el siglo XXI”, AMP Scilicet Un real para el siglo XXI,
Buenos Aires, Grama, 2014, p. 27.
25
Ibíd.

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