Está en la página 1de 7

Calabacín, Cucurbita Pepo

Origen
Cucurbita pepo fue la primera calabaza del género Cucurbita introducida en Europa.
Dentro de la especie Cucurbita pepo se distinguen dos subespecies: la ovifera y la pepo. A
esta última especie pertenece el calabacín. Parece ser que el grupo de los calabacines se
seleccionó a partir del tipo "cocozelle" en el sur de Europa, extendiéndose posteriormente a
todas las regiones templadas del mundo.

Es difícil obtener datos de superficie y producción de calabacín por países, ya que la


mayor parte de ellos incluyen calabazas y calabacines conjuntamente. La media de
calabazas y calabacines del trienio 1995-1997 según el Anuario de la FAO supuso una
producción mundial de 13.531.000 toneladas anuales. Así mismo la superficie cultivada
aumentó en un 20% en ese mismo periodo.

La superficie destinada al cultivo de calabacines en España fue de 5.017 ha en


1995, lo que supuso una producción de 232.326 t. La superficie cultivada de calabacín ha
permanecido más o menos estable alrededor de las 5.000 t desde el año 1990, siendo éste
el primer año en el que hay estadísticas diferenciadas entre calabaza y calabacín. Sin
embargo la producción se ha incrementado un 25% de los rendimientos medios, debido
principalmente al cultivo bajo plástico.

Aunque las importaciones son escasas y variables de un año tras otro, éstas
parecen ir en aumento. En el periodo 1990-1994 se importaron unas 225 t anuales,
procedentes fundamentalmente de los Países Bajos y Francia.

En los últimos años se ha experimentado un fuerte incremento en cuanto a las


exportaciones, siendo aproximadamente de 100.000 t en el periodo 1995-2000. Estas
cantidades representan el 4 y el 6% del total de las hortalizas españolas exportadas. Más
del 50% de la exportación nacional procede de Almería. El principal país receptor es Francia
(60%) seguido del Reino Unido y Alemania (13%).

En el mundo se produjeron en el año 1999 15.059.064 t de calabazas y otras


cucurbitáceas, dentro de las cuales se englobarían los calabacines. El país que más
producción tuvo en ese mismo año fue la India con 3.350.000 t, seguido de China con
3.331.508 t. España ocupó el onceavo puesto dentro de la escala productiva con un total de
300.000 t. En el siguiente cuadro se muestran los principales países productores de
calabazas y otras cucurbitáceas (incluyen calabacines).

Taxonomía:
Calabacín verde
Reino: Plantae
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Dilleniidae
Orden: Cucurbitales
Familia: Cucurbitaceae
Subfamilia: Cucurbitoideae
Tribu: Cucurbiteae
Género: Cucurbita
Especie: Cucurbita pepo

Morfología:

● Tallo principal: Sobre éste se desarrollan tallos seundarios que llegan a atrofiarse si
no se realiza una poda para que ramifique a 2 o más brazos. Presenta un
crecimiento en forma sinuosa, pudiendo alcanzar 1 metro o más de longitud,
dependiendo de la variedad comercial. Es cilíndrico, grueso, de superficie pelosa y
áspero al tacto. Posee entrenudos cortos, de los que parten las hojas, flores, frutos y
numerosos zarcillos. Estos últimos son delgados, de 10-20 centímetros de longitud y
nacen junto al pedúnculo del fruto.

● Hoja: Palmeada, de limbo grande con 5 lóbulos pronunciados de margen dentado. El


haz es glabro y el envés áspero y está recubierto de fuertes pelos cortos y
puntiagudos a lo largo de las nerviaciones. Los nervios principales parten de la base
de la hoja y se dirigen a cada lóbulo subdividiéndose hacia los extremos. El color de
las hojas oscila entre el verde claro y oscuro, dependiendo de la variedad,
presentando en ocasiones pequeñas manchas blanquecinas. Las hojas están
sostenidas por peciolos fuertes y alargados, recubiertos con fuertes pelos rígidos.

● Flor: La floración es monoica, por lo que en una misma planta coexisten flores
masculinas y femeninas. Son solitarias, vistosas, axilares, grandes y acampanadas.
El cáliz es zigomorfo (presenta un solo plano de simetría) y consta de 5 sépalos
verdes y puntiagudos. La corola es actinomorfa y está constituida por cinco pétalos
de color amarillo. La flor femenina se une al tallo por un corto y grueso pedúnculo de
sección irregular pentagonal o hexagonal, mientras que en las flores masculinas (de
mayor tamaño) dicho pedúnculo puede alcanzar una longitud de hasta 40
centímetros. El ovario de las flores femeninas es ínfero, tricarpelar, trilocular y
alargado. Los estilos, en número de tres, están soldados en su base y son libres a la
altura de su inserción con el estigma, este último dividido en 2 partes. Las flores
masculinas poseen tres estambres soldados.

● Fruto: Pepónide carnoso, unilocular, sin cavidad central, de color variable, liso,
estriado, reticulado, etc. Se recolecta aproximadamente cuando se encuentra a
mitad de su desarrollo; el fruto maduro contiene numerosas semillas y no es
comercializable debido a la dureza del epicarpio y a su gran volumen. Las semillas
son de color blanco-amarillento, ovales, alargadas, puntiagudas, lisas, con un surco
longitudinal paralelo al borde exterior, longitud de 1,5 centímetros, anchura de 0,6-
0,7 centímetros y grosor de 0,1-0,2 centímetros
Tipos y variedades:

● Calabacín verde: Son los más comunes, se pueden encontrar en el supermercado


todo el año y no tienen mucho sabor. Ricos en agua, los calabacines verdes dan lo
mejor de su sabor en los meses de verano, cuando están en temporada. Su tamaño
puede variar ligeramente, pero su exterior es liso y de color verde oscuro brillante.
● Calabacín blanco: Perfectos para preparar sopas y recetas cremosas, los
calabacines de color claro tienen un sabor extremadamente ligero y dulce. También
combinan perfectamente con el pescado, sobre todo crudo, gracias a su delicado
sabor. El calabacín de Faenza es uno de los mejores de esta clase.
● Calabacín redondo: Su color va del verde oscuro al verde claro. Su sabor es dulce
y delicado y son ideales para servirlos rellenos y horneados.
● Calabacín largo florentino: Similar a la romanesca, este calabacín también tiene
rayas y una piel irregular. Son calabacines finos y alargados con un sabor más
intenso que los verdes. Fritos están deliciosos y son perfectos para condimentar
platos de pasta.
● Calabacín trompeta: Es una de las delicias gastronómicas de Albenga, en Liguria.
Se trata de un calabacín con una forma peculiar parecido a una trompeta. Son
calabacines de primavera, de color pálido, que se estropean rápidamente. Su sabor,
aunque delicado, es realmente único.
● Calabacín amarillo: Aunque son bonitos, los calabacines amarillos no tienen mucho
sabor. Son dulces y delicados, perfectos para preparar sopas de un brillante color
dorado.
● Calabacín siciliano: Técnicamente no es un calabacín, sino una calabaza. Verde,
largo y grande, el calabacín siciliano tiene un exterior extremadamente liso, de color
claro, cubierto de unos pelillos casi imperceptible. Delicioso en guisos con tomates y
orégano.
● Calabacín blanco de Trieste: El calabacín blanco de Trieste es particularmente
pálido. Su delicado sabor lo hace ideal para comerlo crudo en forma de carpaccio o
ensalada.
● Calabacín Pâtisson: De inequívoco origen francés, este calabacín tiene una forma
que, en teoría, se parece a un pastel. De aspecto singular, este calabacín puede ser
amarillo, verde o verde oscuro. Está bueno cocinado al vapor y delicioso si se sirve
relleno y al horno.
● Calabacín Crookneck: Se trata de un calabacín de aspecto peculiar y abultado. De
origen anglosajón, su sabor es especialmente dulce y delicado.

Labores Culturales

● SIEMBRA: En calabacín suele realizarse la siembra directa en el suelo o en la capa


de arena, a razón de 2-3 semillas por golpe, que se sembrarán juntas al objeto de
que al emerger rompen la costra del suelo con mayor facilidad, cubriéndose con 3-4
cm de tierra o arena, según corresponda.
● PLANTACIÓN: Se lleva a cabo cuando se desea mantener el cultivo anterior más
tiempo en el terreno, trasplantando el cepellón procedente del semillero cuando la
planta tiene dos hojas verdaderas.

● ACLAREOS: Se llevan a cabo cuando nace más de una planta por golpe, en estado
de 2-3 hojas verdaderas (8-10 días desde la germinación), dejando la más vigorosa
y eliminando las restantes. En caso de realizarse un segundo aclareo, es
conveniente eliminar las plantas cortando el tallo por su base, en vez de arrancarlas,
dado que las raíces están más desarrolladas, pudiendo ocasionar daños a las de la
planta que se deja en el terreno.

● APORCADO: Práctica que se realiza a los 15-20 días de la nascencia y que


consiste en cubrir con tierra o arena parte del tronco de la planta para reforzar su
base y favorecer el desarrollo radicular. Es aconsejable no sobrepasar la altura de
los cotiledones.

● TUTORADO: Es una práctica que se realiza cuando el tallo comienza a inclinarse,


con objeto de restablecer su verticalidad, mediante la colocación de un hilo,
generalmente de polipropileno (rafia) que se sujeta por un extremo al tallo y por el
otro al emparrillado del invernadero. De este modo se aprovecha mejor la
iluminación, se mejora la ventilación, reduciendo el ataque de enfermedades y se
facilitan las labores y prácticas culturales.

● DESTALLADO: En el calabacín no se realiza la poda de formación, por lo que la


poda se ve reducida a la limpieza de brotes secundarios, que deben ser eliminados
cuanto antes.

● DESHOJADO: Sólo se justifica cuando las hojas de la parte baja de la planta están
muy envejecidas o cuando su excesivo desarrollo dificulte la luminosidad o la
aireación, ya que de lo contrario traería consigo una reducción de la producción.

● LIMPIEZA DE FLORES: Las flores del calabacín se desprenden una vez


completada su función, cayendo sobre el suelo o sobre otros órganos de la planta,
pudriéndose con facilidad. Esto puede suponer una fuente de inóculo de
enfermedades, por lo que deberán eliminarse cuanto antes.

● LIMPIEZA DE FRUTOS: Consiste en suprimir los frutos que presenten daños de


enfermedades, malformaciones o crecimiento excesivo, para eliminar posibles
fuentes de inóculo y evitar el agotamiento de la planta.

Plagas y enfermedades más comunes que atacan el cultivo

Plagas
● Mosca blanca en el calabacín (Bemisia tabaci y Trialeurodes vaporariorum):
La denominada mosca blanca es un pequeño insecto que, además del calabacín,
ataca a multitud de cultivos. Su hábitat natural son las zonas húmedas y calurosas, lo que la
convierte en una plaga muy frecuente en primavera y verano, pero se mantiene también
activa en los cultivos de invernadero durante todo el año.

Sus larvas y adultos provocan daños como amarillamiento o debilitamiento de las


plantas ya que, al alimentarse, absorben la savia de las hojas.

De manera indirecta provocan otros daños debidos a la proliferación de negrilla


sobre la melaza, lo que mancha los frutos, haciendo que pierdan valor comercial.

Otro daño indirecto es el que tiene lugar por la transmisión de virus. El principal virus
transmitido por mosca blanca es el Virus del Rizado de la Hoja de Tomate Nueva Delhi
(ToLCNDV). En menor medida pero no menos importante, la mosca blanca también es
trasmisora del Virus de las Venas Amarillas del Pepino (CYYV) y del Virus del Amarilleo y
Enanismo de las Cucurbitáceas (CYSDV).

La principal medida de control es la prevención, para ello, se recomienda el


seguimiento del cultivo para que no se nos pase la presencia de esta u otras plagas con el
fin de actuar lo antes posible.

Ante la presencia de los primeros individuos debemos seguir el programa de


tratamientos y aplicar el producto fitosanitario adecuado.

Asimismo, no debemos olvidar, junto al uso de los fitosanitarios, el uso de métodos


específicos de control de la mosca blanca, como las trampas cromáticas, medidas
culturales, el empleo de variedades resistentes o el uso de depredadores naturales

● La araña roja al calabacín:


La araña roja (Tetranychus urticae) es un ácaro tetraníquido muy frecuente además
de en hortícolas, en otros cultivos como la vid, plantas ornamentales y cítricos.

Estos ácaros se localizan también en el envés de las hojas y los dos principales
signos de su presencia son: la aparición de manchas oscuras en los laterales de la planta,
amarilleamiento y formación de telarañas, que pueden llegar a cubrir toda la planta.

Se trata de una plaga ampliamente extendida por todo el mundo y muy dañina, que
encuentra su entorno óptimo de desarrollo en los lugares con altas temperaturas y
ambientes secos.

Como ocurre con otras plagas, la vigilancia es esencial para poder actuar a tiempo.
Por otro lado, el uso de sistemas de riego adecuados o ceñirse a los calendarios de riego
recomendados, así como la diversificación de cultivos tratando de potenciar la
biodiversidad, constituyen una serie de buenas prácticas muy recomendables.

● Pulgón en calabacín (Aphis gossypii y Myzus persicae)


Los pulgones son insectos muy pequeños (de 1 a 3 mm de longitud) que, al llegar a
adultos, se alimentan succionando la savia de las hojas, usando para ello el estilete de su
aparato bucal.

Estos insectos excretan un líquido azucarado y pegajoso, la melaza, que atrae a las
hormigas, favorece la aparición de hongos como la negrilla y la transmisión de virus. Os
destacamos los más importantes por orden de importancia:

❖ Virus del mosacio del pepino (CMV).


❖ Virus del mosaico amarillo del calabacín (ZYMV).
❖ Virus del amarilleo de las cucurbitáceas (CABYV).
❖ Virus del mosaico de la sandia (WMV). Este virus suele ser más
frecuente en plantaciones al aire libre.

Eliminar las malas hierbas, realizar podas frecuentemente o llevar a cabo una buena
preparación del suelo son algunas de las formas de prevenir la aparición del pulgón y
controlar sus potenciales daños.

● Trips (Frankliniella occidentalis)


Los daños principales de Trips en calabacín son los daños mecánicos que provoca
en flores, en hojas y fruta, donde afectan a la calidad del fruto. Estos daños serán visibles si
la presión de Trips es muy elevada.

● Orugas
Según la variedad, puede provocar daños distintos a la vegetación, a los frutos o a
los tallos. Las principales especies que provocan daños tanto en fruto como vegetación y
tallos son Spodoptera, Chrysodeixis, Heliothis y Ostrinia.

Enfermedades
● Podredumbre gris (Botrytis cinerea)
La podredumbre gris es la enfermedad causada por el hongo Botrytis Cinerea. Este
hongo afecta a una gran diversidad de cultivos, entre ellos el calabacín. Este hongo ataca a
la planta que infecta (anfitrión) para obtener los nutrientes necesarios para su propio
desarrollo.

La podredumbre gris o moho gris es una enfermedad muy grave, que causa cada
año importantísimas pérdidas a muchos agricultores. Si no se controla a tiempo, el resultado
puede ser devastador para las cosechas, ya que acaban cubiertas de una pelusa gris que
las hace comercialmente inviables.

Detener el desarrollo de este hongo, que se extiende muy rápidamente gracias a su


esporas asexuales, no es fácil. La prevención solo es efectiva con la combinación de una
serie de buenas prácticas: proteger los cultivos de la lluvia y la humedad, como ocurre con
prácticamente todas las enfermedades, ya que en estas condiciones sus posibilidades de
aparición y desarrollo se multiplican. Además, hay que tener en cuenta un riego y abonado
adecuado.

● Oídio de las cucurbitáceas o “Ceniza”


El oídio en hortícolas es una de las enfermedades más comunes y reconocibles. En
cucurbitáceas, como el calabacín, las especies más comunes que causan esta enfermedad
son Sphaerotheca fuliginea (Podosphaera fusca, xanthii) y Golovinomyces cichoracearum.
Siendo P. fusca el que representa el mayor problema, causando pérdidas importantes en el
rendimiento de los cultivos, y por lo tanto aumentando los costes de producción.

El oídio es muy fácil de distinguir, ya que produce manchas pulverulentas de color


blanco sobre la superficie de las hojas (tanto en el haz como en el envés). Puede afectar a
tallos y pecíolos e incluso a frutos.
Cuando las condiciones meteorológicas sean favorables para el desarrollo de esta
enfermedad, se recomienda empezar con tratamientos fungicidas. Si la parcela ya ha
sufrido esta enfermedad anteriormente, se recomienda realizar tratamientos sistemáticos
cuando se prevean condiciones favorables para su desarrollo.

Es fundamental alternar productos fungicidas con diferentes materias activas de


diferentes modos de acción.

Los oídios, a diferencia de otros hongos patógenos, no necesitan una película de


agua para desarrollarse. Es más, se suele paralizar su crecimiento en épocas de lluvia.
Tienen capacidad de generar resistencias con rapidez.

● Pythium o “damping off” en calabacín (Pythium aphanidermatum)


Pythium es un hongo que ataca a gran número de especies siendo característica su
infección desde el estado de plántula, provocando una marchitez temprana que se conoce
tambien como “damping off”. Temperaturas cercanas a los 30ºC y altas humedades
favorecen la infectación.

La oosporas y zoosporas se transmiten por el agua del suelo e infectan la zona


radicular, rica en exudados, produciendo el daño en nuestra planta cultivada. En los
primeros momentos de la infección, los síntomas no son evidentes pero a medida que
avanza la fase necrótrofa de la infección observamos los evidentes síntomas de marchitez y
necrosis de los tejidos, tanto a nivel radicular como aéreo.

Los tratamientos preventivos son fundamentales para asegurar la supervivencia de


nuestras plantas.

También podría gustarte