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Traducción de Luciano Padilla López


Corrección de Paz Georgiadis

r PHILIPPE
CORCUFF

LAS NUEVAS
SOCIOLOGíAS
Principales corrientes
y debates, 1980-2010
•.

~ ~ siglo veintiuno
~ editores

~-
Introducción
De la herencia filosófica
al programa relacionalista
y al lenguaje constructivista

Ya desde sus comienzos, las ciencias sociales li-


dian con una serie de pares conceptuales, como material!
ideal, objetivo z'subjetivo o colectivo/individual. Estos paired
concepts, según la expresión de Reinhard Bendix y Bennett
Berger (1959), nos llevan a ver el mundo social de manera
dicotómica, al invitamos a elegir un frente (lo colectivo en
contra de lo individual, o lo subjetivo en contra de lo obje-
tivo). Ahora bien, algunos de los conceptos sociológicos in-
dagados y discutidos en Francia entre 1980 y 2010, en crea-
ciones originales o en apropiaciones de trabajos extranjeros
más o menos an tiguos, justamen te proporcionaron recursos
para desterrar tales oposiciones rutinizadas. Nos referiremos,
pues, a "nuevas sociologías", aunque apenas constituyan una
pequeña parte de las sociologías actuales.
La heteróclita galaxia de nuevas sociologías revela dese-
mejanzas tan to como semejanzas. Su respectiva cercanía
tiende a hacerlas participar en lo que denominaremos "re-
lacionalismo metodológico", diferenciado de los programas
más clásicos del holismo metodológico y del individualismo
metodológico. El léxico conocido como "constructivista"
(en torno al esquema de "construcción social de la reali-
dad") cumplió un papel importante en esta galaxia, aunque
no exclusivo.
20 LAS NUEVAS SOCIOLOGíAS INTRODUCCIÓN 2J

PARES CONCEPTUALES HEREDADOS DE LA FILOSOFÍA esencia/apariencia o realidad/apariencia, no carece de im-


pacto aún actualmente en el seno de nuestras disciplinas, en
En gran medida la sociología surgió delas tradiciones filosó- el modo binario de oponer una "verdad" real (más "dura" y
ficas. Esto le dejó marcas conceptuales, en especial las oposi- más "determinante") a una realidad más "superficial" o más
ciones tradicionales entre idealismo y materialismo, sujeto y "ilusoria" (más "falsa" y más "determinada").
objeto (al respecto, véase Lalande, 1926). Tomar conciencia Sin embargo, la obra multiforme de Marx no se deja ence-
de esta herencia significa procurarse los recursos reflexivos rrar en los diferentes filtros de las lecturas llamadas "marxis-
para ponerla en acción dentro de un registro de conocimien- tas". En sus Tesis sobre Feuerbach (1845), Marx propone, por
to estrictamente científico, vuelto autónomo con relación a ejemplo, un materialismo práctico (con eje en la noción de "pra-
la filosofía, y para trazar así nuevas sendas, en vez de ser el xis"), y desplaza en tonces la oposición entre los materialismos
juguete irreflexivo de esa herencia. y los idealismos anteriores. Un antropólogo de inspiración
marxiana, Maurice Godelier (1984), expandió a las ciencias
sociales de nuestros días este planteo materialista acerca de
IDEALISMO Y MATERIALISMO las complejidades de la realidad, interesándose en la "parte
En la tradición filosófica, el idealismo consiste en atribuir cual- ideal de la realidad". Las nuevas sociologías relacionalistas
quier realidad al pensamiento, mientras que, a la inversa, el suelen inscribirse en una senda convergente.
materialismo toma la materia como punto de partida. La opo-
sición entre ideas y materia suele asociarse a su vez a otros
pares de conceptos, como espíritu/ cuerpo, o ideal! real. EL SUJETO Y EL OBJETO
Karl Marx (1818-1883) es uno de los principales autores Otro esquema clásico en filosofía pone en escena a un sujeto
que se remiten al materialismo en el ámbito del análisis so- frente a un mundo de objetos. En función de sus usos, la opo-
cioeconómico. Muy pocos textos con inflexiones simplificado- sición objetivo/subjetivo resulta vinculada con otros paired
ras, como el prólogo a su Contribución a la critica de la economía concepts, como individual/colectivo, voluntario/involuntario,
política (Marx, 1859), obtuvieron la preferencia de muchos consciente/inconsciente, o interior/ exterior.
de sus epígonos, conocidos como "marxistas", para dar un Los usos sociológicos se inscriben en la historia de los usos
tirite mecanicista y economicista a ese materialismo. Desde esa filosóficos que los antecedieron. Retendremos dos grandes
perspectiva, se tendría, en la base, una "infraestructura" (a categorías de usos, que pusieron en la mira aquellos investi-
lo que en 1859 Marx da por nombre "estructura económica :;, gadores que buscan otras sendas en las ciencias sociales. En
de la sociedad") que determina, en sentido casual, una "su- su doble crítica contra el subjetivismo y el objetivismo, Pierre
perestructura" (en su seno: las ideas, las culturas, el derecho Bourdieu (1920-2002) propone, aSÍ, dos definiciones sucesi-
o la política). Este tipo de planteo desempeñó un papel de vas del objetivismo (Bourdieu, 1980):
cierta importancia entre las décadas de 1950 y 1970, cuan-
do el debate en torno al marxismo tuvo efectos importantes 1. El objetivismo "postula para sí el proyecto de fijar
en las ciencias sociales; esto se ha atenuado en nuestros días. regularidades objetivas (estructuras, leyes, sistemas
Con todo, la oposición infraestructura/superestructura, que de relaciones, etc.) independientes de las concien-
reactivaba pares más antíguos en el área de la filosofía, como cias y de las voluntades individuales". En esto se
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perciben, por un lado, regularidades, estructuras, e 2. El ámbito de la epistemología sociológica, que


implícitamente algo de lo colectivo Yde lo externo; por desglosa dos posturas principales en la construcción
el otro, conciencias, voluntades, individuos, y por ende del objeto (exterioridad del espectador/ conoci-
algo de lo interno. Desde esta perspectiva, el objeti- miento interno de la acción).
vismo afirma la preeminencia de lo objetivo en el
análisis de los fenómenos sociales, y el subjetivismo Entonces, el reto para los sociólogos que se esfuercen por sa-
plantea la superioridad de lo subjetivo. lir de los trayectos tan bien señalizados es doble:
2. "El objetivismo constituye el mundo social como un
espectáculo ofrecido a un observador que adopta l. En la dimensión teórica, mejorar la manera de dar
'un punto de vista' a propósito de la acción y que, cuenta de las relaciones entre los aspectos objetivos
importando hacia el objeto los principios de su y subjetivos del mundo social.
relación con el objeto, obra como si estuviera desti- 2. En la dimensión epistemológica, entablar nexos en-
nado al mero conocimiento." En esta definición se tre el punto de vista externo del observador, aunado
contraponen más o menos explícitamente observa- con los conceptos y métodos del "laboratorio" de
dor, espectáculo y conocimiento exterior-teórico, con actor, las ciencias sociales, y las formas en que los actores
acción y conocimiento interior-práctico. El objetivismo perciben y experimentan lo que hacen durante el
es, entonces, un modo de relación con el objeto transcurso de sus acciones. Esa segunda dimensión
sociológico proclive a darle a priori -en especial insta al investigador a poner en práctica una reflexivi-
debido a una posición exterior que desconoce los dad sociológica: en su construcción del objeto él debe
usos prácticos que lo constituyen- cierta fijeza y integrar una reflexión acerca de su propia relación
homogeneidad, como cosa situada allí mismo, ante con el objeto (en sus presupuestos teóricos, sus limi-
uno. A la inversa, la postura subjetivista adoptaría taciones metodológicas, los efectos de sus insercio-
los puntos de vista de los sujetos actuantes acerca de nes sociales, las dinámicas interactivas en juego con
la acción. los actores observados, entre otros aspectos).

Por medio de esas dos definiciones críticas, objetivismo y sub-


jetivismo aparecen, pues, en las ciencias sociales, como abor-
dajes que pueden asociar más o menos explícitamente dos EN EL CORAZÓN DE LA SOCIOLOGÍA:
niveles de análisis: LO COLECTIVO Y LO INDIVIDUAL

l. El ámbito de la teoría sociológica, que opone uni- Si, como recién señalamos, la sociología heredó de la filosofía
versos conceptuales que remiten a dos puntos de cierta cantidad de paired concepts, desde sus primeros momen-
partida distintos (preeminencia del mundo objeti- tos, resultó en particular muy marcada, por la oposición en-
vo/preeminencia de los sujetos) en el desciframien- tre lo colectivo y lo individual, "sociedad" e "individuo". Este
to de los fenómenos sociales. debate recurrente adoptó, pues, la forma de una polaridad
metodológica entre holismo e individualismo.
24 LAS NUEVAS SOCIOLOGÍAS INTRODUCCIÓN 25

UN HOLISMO METODOLÓGICO UN INDIVIDUALISMO METODOLÓGICO


Para Émile Durkheim (1858-1917), lo colectivo (o lo social), La insistencia en lo colectivo en la sociología durkheirniana
diferenciado (en Durkheim, 1895) dejo individual, pertinen- suscitó reacciones que llamaban a anteponer los elementos
te a la psicología, residiría en la base de la definición misma individuales. Así, se habló de individualismo metodológico.
de la sociología. Lo social constituye una entidad específi- Raymond Boudon, uno de sus representantes más destacados
ca: "La sociedad no es mera suma de individuos, sino que el de la sociología francesa contemporánea, lo define:
sistema formado por su asociación representa una realidad
que tiene características propias". Esta sociedad, en especial Para explicar un fc;.oÓmepo s~ cualquiera (sea
porque "supera infinitamente al individuo en el tiempo tanto este atinente a la demografía, a la ciencia política,
como en el espacio", está "en condiciones de imponerle los a la sociología o a cualquier otra ciencia específica),
modos de accionar y de pensar que ella consagró con su au- es indispensable reconstruir las motivacjones de los
toridad". De esto deriva la regla de método siguiente para el individuos involucrados en el fenómeno en cuestión,
sociólogo: "La causa determinante de un hecho social debe y percibir este fenómeno como r~o de la sJ.lW.il.-
buscarse entre los hechos sociales previos, no entre los esta- tmla de los c<mW0rtamjePlos jndiyidl!ª!e~ dictados
dos de conciencia individual." Más adelante una propuesta por esas mismas motivaciones (Boudon, 1986).
de este tipo se verá caracterizada como un holismo metodo-
lógico, según el cual no se puede reducir "el todo" (la socie- De esta manera, se considera a los individuos como átomos
dad) a "las partes" ("los individuos") que lo integran. básicos del análisis de procesos sociales, mientras que lo co-
Con Lodo, la obra de Durkheim, así como la de Marx, se lectivo se encara como simple resultado de las actividades
muestra diversa, y dio pie a diferentes lecturas. En sus escritos individuales, mediante efectos de sumatoria y de composición. La
también es posible encontrar elementos constructivistas, que economía (más bien en su vertiente neoclásica, en torno al
prestan atención a los procesos sociales de objetivación y con- paradigma de mercado) se presenta como la disciplina de
solidación de la realidad socia!' Este es un aspecto sondeado referencia, ya que esta metodología se exhibe en ella como
por las lecturas de Francois Héran (1984) y Bernard Lacroix "tradicional". Y con ella la sociología comparte también el
. (1986). Por otra parte, el filósofo Philippe Vincent Descom- "postulado de racionalidad" de los actores dentro del marco
'bes reformuló, según una inspiración durkheimiana despla- de una teoría generalizada de la elección racional (Boudon y
zada por observaciones filosóficas de Ludwig Wittgenstein Bourricaud, 1982).
(1889-1951), el programa holista, flexibilizándolo (especial- " Pese a todo, debemos señalar que los trabajos de Boudon
mente en Descornbes, 2003). Semejante reformulación niega, son más complejos que una aplicación mecánica de estos
la perspectiva de "una fusión de las conciencias individuales principios sistemáticos y exclusivos. Sus análisis empíricos se
en una sola experiencia en común" o la de "los agentes indi- enriquecen más al tomar en cuenta diferentes modalidades
viduales en un solo agente colectivo", pero insiste en los con- de las relaciones sociales en contextos variados, que con la
textos institucionales en los cuales cobran sentido las prácti- mera sumatoria de acciones individuales (así, por ejemplo,
cas individuales. Al obrar de este modo, abre posibilidades en Boudon, 1977). A partir de un individualismo metodológi-
para encarar otro programa: el relacionalismo metodológico. co de sesgo racionalista, Razmig Keucheyan (2002) se refiere,
pues, a "propiedades relacionales", asociadas a "la inserción
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del individuo en un sistema de interacción que incluye a otros dad nueva, sino un sistema de relaciones en que cada una de
individuos", del que dotaría Boudon a los individuos. Por ellas engendra, en tanto relación misma, una transformación
otro lado, la concepción de la racionalidad del actor propues- de los términos que enlaza" (Piaget, 1951). Insistiendo en el
ta por Boudon evolucionó, flexibilizándose y ampliándose: la término "relaciones", Piaget nos proporciona un recurso im-
racionalidad instrumental (en términos de medios/fines, y portante para desplazar los términos de esta contradicción
costos/beneficios) parece tan sólo un caso paradigmático de hacia un nuevo programa: el relacumalismo metodolégico. En el
una explicación mediante "buenas razones" contextualizadas período más reciente, este nuevo programa reposó a menudo
que motivan a los actores (Boudon, 2003). sobre el vocabulario constructivista de "construcción social
En especial, el programa del individualismo metodológico de la realidad".
trabajó sobre sus fronteras en el período más reciente. Ese es, Por sendas a veces inéditas, a veces tomadas en préstamo
en forma más notoria, el caso del sociólogo noruego Jon ~ de antemano (relacionalistas y, a veces, constructivistas) las
j,E'. Este último indagó los limites de la racjonaljdap (Elster, nuevas sociologías intentaron, pues, eludir en particular las
ed. fr.: 1987). Igualmente este autor señaló las deficiencifls de trampas del sustamcialismo, contra el que apuntaba Wittgens-
la teoría de la elecciÓp racjon.al, que por tanto debía c.ºm~- tein. El filósofo detectaba en nuestra relación con el lenguaje
~ con una t~a d~as normas social~s (Elster, 1989). Por la tentación de "buscar una sustancia que responda a un sus-
su parte, el filósofo jean-Pierre D~ (1988) ~ó u~ tan tivo" (Wittgenstein, 1933-1934); esto es, el hecho de con-
dividualismo metodológ~o de la c0l!lP.J4i.dq.d Y puso el acen- siderar a priori que, por detrás de las palabras que utilizamos
to sobre "la codeterminación del todo y las partes": "El t~ ("sociedad", "Estado", "trabajo", "familia", "mercado", "gé-
iguereSUltandOdela.compOSi.qóndeloselemenws;peroes- nero", "clase", "interés", "poder", "individuo", "identidad",

@tos d~n, simultáneamente,


de deducción, sino de determinación
del~.
~".
Ya no hay relación
También en
te caso, como en el de Vincent Descombes para el holismo,
"subjetividad", etc.), existen realidades homogéneas, bien de-
limitadas y fijas. Contra el sustancialismo, los interrogantes
inspiración relacionalista y constructivista orientan la mirada
de

esta reformulación puede aportar a la elaboración de otro hacia relaciones sociales, procesos históricos y una pluralidad
marco: el programa relacionalista. de usos sociales.

UN RELACIONALISMO METODOLÓGICO NUEVO (y ANTIGUO)


UNA TERCERA VÍA EN SOCIOLOGÍA: EL PROGRAMA El relacionalismo metodológico establece las relaciones socia-
RELACIONALISTA y EL LENGUAJE CONSTRUCTIVISTA les como entidades primordiales, y caracteriza entonces a los
actores individuales y las formas colectivas como entidades
Con la posición ritual de lo colectivo y de lo individual, está secundarias, cristalizaciones específicas de relaciones sociales
en juego preeminentemente la dificultad, para las ciencias tomadas en contextos sociohistóricos diversos. El programa
sociales, de pensar la coproducción de las partes y del todo. Ese es relacionalista no es nuevo, sino que hunde sus raíces en los
un problema que planteó hace ya cierto tiempo el psicólogo comienzos mismos de las ciencias sociales. Esas relaciones so-
jean Piaget (1896-1980) en reflexiones sociológicas: "El todo ciales pudieron percibirse de distinta manera en la historia
social no es ni la reunión de elementos anteriores ni una enti- de la sociología: "relaciones sociales" en Marx, "formas de so-

.-
.,
32 LAS NUEVAS SOCIOLOGÍAS
INTRODUCCIÓN 33

co de concepciones de la condición humana. Con todo, los Reconocer esta parte antropológica de la mirada científica
sociólogos contemporáneos no siempre lo perciben, debido a no es negar la autonomía de la ciencia, sino detectar elemen-
la creencia cientificista en una completa 'autosuficiencia de las tos extracientíficos que contribuyen a orientar su mirada y
lógicas científicas, independientemente de los presupuestos estructurarla de antemano. Esto no anula la dinámica de pro-
que la sociología haya heredado de la historia filosófica de ducción científica de saberes, sino que contribuye a delimitar
sus conceptos como presupuestos pasibles de dejar una hue- el ámbito de validez de los conocimientos producidos.
Ila no-consciente en cada sociólogo durante el transcurso de Para garantizar mejor el rigor científico de su actitud, el
su vida. Discutida cada tanto, en gran medida est.a cuestión sociólogo se ve llevado a tomar los caminos de la reflexioidad
sigue en suspenso entre las nuevas sociologías relacionalistas. sociológica. Se abre una doble senda: 1) situar mejor la perti-
Sin embargo, como se tratará a continuación en el presente nencia científica de sus análisis con la vuelta reflexiva a sus
volumen, pueden detectarse presupuestos antropológicos en propios presupuestos (de manera individual o colectiva, vía
los cristales con que miran las nuevas sociologías, así como las "los controles cruzados" producidos por la discusión científi-
más clásicas."
ca); 2) metodologizar las cuestiones antmpológicas, al hacer variar
De esta manera, la sociología encontraría sustento, espe- los modelos sociológicos, con préstamos tomados de variadas
cialmente, y muy a menudo de manera implícita, en concep- hipótesis antropológicas. Desde esta doble perspectiva, po-
tos a priori propios de antropologías filosóficas. Es cuestión dría comprobarse útil un diálogo con la filosofía.
de presupuestos con relación a las propiedades de los huma- A lo largo de cuatro capítulos, haremos la reseña de los
nos y de la condición humana, que no sólo derivan del cono- principales marcos teóricos de las nuevas sociologías relacio-
cimiento empírico sino que también contribuyen a orientar- nalistas. El primero hará foco sobre investigaciones que van
lo. Por ejemplo, los sociólogos tienden a dotar a los humanos de las estructuras sociales a las'interacciones; el segundo cen-
estudiados de cualidades antropológicas mediante las con- trará su interés en sociólogos que toman el camino contrario;
notaciones de ciertos términos básicos de su léxico: "inte- el tercero se ocupará de los grupos sociales; el último capítulo
rés", "cálculo", "estrategias", "disposiciones", "hábitos", "de- tratará de las sociologías de los individuos.
seos", "pasiones", "placeres", "identidades", "competencias",
"imaginario", "amor", etc. En general, estos presupuestos no Este libro no habría podido existir sin Pierre Bourdieu.jean-
obedecerían a una elección, sino que estarían asociados a la Claude Passeron y Luc Boltanski. Cada uno de ellos abrió
historia de los conceptos y de las técnicas utilizadas por los para mí nuevos horizontes sociológicos, por fuera de las limi-
investigadores. En el trabajo de un nuevo sociólogo no serían taciones que durante mijuventud eran llamadas "marxistas",
necesariamente coherentes entre sí; en cambio, a menudo y sin por eso Ilevarme a abandonar los aportes decisivos de
se revelarían más heterogéneos, ya que surgirían de fuentes Marx. Al mismo tiempo, me dieron recursos para esbozar una
distintas, a partir de las cuales un investigador obtiene sus he- autonomía respecto de ellos.
rramientas de trabajo por medio del bricolage.

3 Respecto de los presupuestos antropológicos que actúan en Marx,


Durkheiru y Sirnrnel, véase Corcuff (2007).
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"':

28 LAS NUEVAS SOCIOLOGíAS INTRODUCCIÓN 29

lidaridad social" en Durkheim, "acción recíproca" en Georg EL LENGUAJE CONSTRUCTIVISTA


Simmel (1858-1918), relatividad del "sentido subjetivo hacia Un lenguaje le dio herramientas al programa relacionalista
el cual se orienta el agente" al "comportamiento ajeno" en la dentro de las nuevas sociologías francesas de los años 1980-
sociología comprensiva de Max Weber (1864-1920), dinámica 2000: el léxico constructivista de "construcción social de la reali-
de la "imiración" en Gabriel Tarde (l 843-1904), "interdepen- dad". Este léxico permitió desplazar algunas de las antinomias
dencias" en Norbert Elias (1897-1990), "interacciones cara a que la sociología heredó de la filosofía (como materia/ideal,
cara" en Erving Goffman (1922-1982) y los sociólogos inte- y objetivo/ subjetivo). Dentro de este marco constructivista, las
raccionistas, "relación salarial" en la sociología del trabajo de realidades sociales son percibidas como construcciones histó-
Pierre Naville (1904-1993) y de Pierre Rolle, "campos" como ricas y cotidianas, de los actores individuales y colectivos.Dado
sistemas de relaciones en Pierre Bourdieu, "relaciones de po- que esta imbricación de construcciones plurales, individuales
der" en la sociología de las organizaciones de Michel Crozier y colectivas no obedece, por lo demás, a una clara voluntad,
y Erhard Friedberg, etc. El relacionalismo podría aun estar tiende a escapar al control de los diferentes actores allí presen-
en el núcleo medular de muchos razonamientos sociológicos, tes. El término "construcciones" remite, a la vez, a los produc-
pero la polarización entre holismo e individualismo dificultó tos (más o menos durables o temporarios) de las elaboracio-
su constitución explícita como tercer programa. nes anteriores y a los procesos en curso de reestructuración.
El relacionalismo metodológico lleva a redefinir el objeto La historicidad constituye un referente fundamental en los
mismo de la sociología: ni la sociedad, ni los individuos, consi- trabajos con tonalidad constructivista. En los procesos histó-
derados como entidades separadas, sino las relaciones entre ricos, las realidades sociales son simultáneamente objetivadas
individuos (de las interacciones cara a cara a las interdepen- e interiorizadas. Por una parte, remiten a mundos objetivados:
dencias amplias que se da en llamar "estructuras sociales"), los individuos y los grupos se valen de palabras, objetos, reglas
al igual que los universos objetivados que ellas forjan y que e instituciones, etc., legados por las generaciones anteriores,
les sirven de sustento, puesto que son constitutivos de los in- los transforman y a partir de estos crean otros nuevos. Estos
dividuos y a la vez de los fenómenos sociales. Este programa recursos objetivados, y por tanto exteriorizados con relación a
relacionalista no "supera" en una "síntesis" de mayor grado, ellos, obran, en contrapartida, como condicionamientos so-
según fórmulas de inspiración hegeliana usuales en las his- bre su acción, mientras ofrecen puntos de apoyo para esa mis-
torias intelectuales, la oposición entre lo colectivo y lo indi- ma acción. Por otra parte, las ya referidas realidades sociales
vidual. No supera, por tanto, los programas del holismo y el se inscriben en mundos subjetivos e interiorizados, constitui-
individualismo metodológicos; ambos poseen una innegable dos, en especial, por formas de sensibilidad, percepción, re-
productividad, aunque estén afectados por cierta rutinización presentación y conocimiento. Los modos de aprendizaje y de
y, especialmente en nuestros días, avancen por sus márgenes. socialización permiten interiorizar los universos exteriores;
En cambio, el programa relacionalista desplaza nuestra mira- además, las prácticas individuales y colectivas de los actores
da. Permite tratar dentro de un mismo marco las dimensio- llevan a objetivar los universos interiores. Se trata del doble
nes individuales y colectivas de la vida social, pero subsisten movimiento sistematizado por Jean-Paul Sartre (1905-1980):
diferencias entre esas dos grandes categorías de cristalizacio- interiorización de lo exterior y exteriorización de lo interior (Sartre,
nes de las relaciones sociales: los individuos y los colectivos. 1960). Los mundos sociales exteriores se caracterizan por
una relativa diversidad (por ejemplo, los "campos" en Pierre
30 LAS NUEVAS SOCIOLOGÍAS INTRODUCCIÓN 31

Bourdieu); los mundos interiores también revelan ser (más o sente volumen siguen haciendo de los conceptos de "reali-
menos) plurales (en las nuevas sociologías constan diferentes dad" y "verdad" referentes de una actividad que siempre se
inflexiones del "individuo plural"). define como científica. Si bien los planteos constructivistas
La visión de los esquemas constructivistas aquí defendida moderados suponen un momento de deconstruccum -es decir,
no sería" otra cosa que representaciones". Esta es una tenden- de indagación de lo que se presenta como "dado", "natural",
cia, por ejemplo, de los trabajos en que se entrecruzan las dis- "internporal'', "necesario" u "homogéneo"-, más tarde llevan
ciplinas psicológicas y las ciencias de la comunicación, como a investigaciones acerca de los procesos de construcción de la
los de Paul Watzlawick (1981). Este tipo de constructivismos realidad social (momento de reconstruccioní, Decir que una casa
idealistas o subjetivistas suele dejar de lado los mecanismos está "construida" significa sencillamente que es resultado de
de objetivación, materialización y estabilización de las rea- un trabajo humano y que no existe desde la eternidad de los
lidades sociales; por lo tanto, soslayan en especial la mane- tiempos; no implica que no existe, sino todo lo contrario. El
ra en que los mundos de objetos que pueblan los universos lenguaje constructivista así concebido participa en nuevas for-
sociales constituyen condicionamientos y puntos de apoyo mas de realismo; con todo, se diferencia de las formas clásicas
para la acción. Si para las nuevas sociologías relacionalistas y de positivismo, ya que plantea interrogantes a lo "dado".
constructivistas las representaciones son cabales participantes Sin embargo, el lenguaje constructivista constituye tan sólo
en la construcción de la realidad social, estas no agotan esa uno de los léxicos a disposición del programa relacionalista,
realidad. lenguaje ante el cual también aparecen límites."
Por otro lado, los enunciados que no hacen del mundo
social otra cosa que el producto de nuestras representaciones
coquetean con formas de escepticismo, y hasta de nihilismo,
en cuanto a la existencia del mundo, poco compatibles con ANTROPOLOGÍAS FILOSÓFICAS Y SOCIOLOGÍA:
metas científicas. Se unen así a las tendencias, conocidas UN TEMA EN SUSPENSO
como "posmodernas", hacia una disolución relativista de los
conceptos de "realidad" y "verdad". El "posrnodernismo" ac- Sea como fuere, en el caso de las ciencias sociales Max We-
tivo en el mundo angloamericano tiene poca presencia en ber (904) señaló la imposibilidad de un "conocimiento de la
Francia, a no ser algunas excepciones en los márgenes de realidad desprovisto de presuposición", en tanto los saberes
la sociología como Jean Baudrillard (1929-2007)1 o Michel sociológicos se constituyen Ha partir de puntos de vista espe-
Maffesoli, quien se hizo tristemente célebre al dirigir una te- cíficamente particulares". Entre los presupuestos en prácti-
sis de doctorado apologética de la astrología: la escrita por ca en las investigaciones sociológicas, está aquel que Weber
Élizabeth Tessier, defendida en abril de 2001 (al respecto, (también en 1904) denominaba "las ideas culturales de valor
véase Lahire, 2001). La gran mayoría de las nuevas sociolo- con las cuales abordamos la realidad concreta". Podríamos
gías relacionalistas y constructivistas inventariadas en el pre- agregar los presupuestos antTOjiológicos, en el sentido filosófi-

A propósito de una crít.ica de la evolución "posmoderna" de los escri- 2 Acerca de los límites del léxico constructivista, véase el posfacio a las
tos de J. Baudrillarcl, véase Corcuff (2002d). ediciones segunda y tercera del presen le libro.

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