JOSÉ DE ANCHIETA, MISIONERO POETA quiero dejar claramente sentadas dos tesis: La primera,
Conferencia Monseñor Felipe Fernández García que el P. Anchieta fue,
Congreso Internacional sobre el Beato José de antes que nada, un misionero. Y creo que esta Anchieta afirmación no convendría perderla La Laguna, 13-6-1997 nunca de vista. El P. Anchieta fue muchas cosas... Su Invitado por el Magnífico Sr. Rector a participar en figura puede ser estudiada, este Congreso Internacional 2 con motivo del IV Centenario de la muerte del Beato como lo estamos viendo estos días, desde muy diversas José de Anchieta, no perspectivas. Pero hay puedo por menos de comenzar mi intervención un dato que sobresale entre todos y desde el cual es expresando dos sentimientos: preciso leer los restantes. El primero, de sincera gratitud por la invitación que, Este dato central, configurante de la vida y obra del P. estoy seguro, ha sido hecha José de Anchieta, es su teniendo en cuenta no mérito personal alguno sino al condición de misionero, es decir, su condición de Obispo de la diócesis. enviado por la Iglesia a El segundo sentimiento que me embarga, no puedo anunciar el Evangelio de N. Señor Jesucristo a los obviarlo, es el de un cierto indios del Brasil, eso sí, con temor ante la responsabilidad de mi presencia en este todas las consecuencias culturales, sociales y políticas foro. Realmente, ¿qué que se derivan del puede decir un obispo entregado en cuerpo y alma a su Evangelio. Un breve párrafo de la carta que escribió al ministerio, en continuo antiguo padre provincial, contacto con sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles P. Ignacio de Tolosa, al final de su vida, poco antes de cristianos seglares, su muerte, nos confirma ocupado en mil actividades, sin tiempo para leer lo que el verdadero secreto de su ida a Brasil y de su estancia le gustaría leer y sin en el mismo: « Y ordenó tiempo, por supuesto, para investigar, qué puede decir, Nuestro Señor que acompañase al P. Diego Fernandes repito, tal obispo en un en esta aldea de Reritiba, marco como éste de cualificados especialistas en la para ayudar en la doctrina a los indios, con los que me figura del P. José de encuentro mejor que con Anchieta? los portugueses porque aquéllos vine a buscar al Brasil Poco es, sin duda, lo que puede decir. Y, como puede y no a éstos». decir poco, intentaré decir Y... cómo los buscó. Hay párrafos de sus cartas poco. Dejaré, más bien, que sea el P. Anchieta el que contando sus aventuras diga, y que sea él quien misioneras, de claro corte paulino, que estremecen: llene la parte mayor del espacio que se me ha «Los peligros y trabajos que concedido. en esto se pasan, se pueden conjeturar por la diversidad Mi intervención lleva por título: José de Anchieta, de los lugares a los que misionero poeta. Con ello se acude. Peligros de culebras, de que hay grandísima estoy dando a entender la perspectiva en la que me copia en estas tierras, de sitúo al acercarme esta diversas especies, que ordinariamente matan con su mañana a la figura del P. Anchieta. veneno... Riesgos de osos o El P. Anchieta es una figura polifacética. Cualquiera tigres, que también son muchos por estos desiertos y que se aproxime a ella con bosques, por donde hay un mínimum de interés queda sorprendido por la que caminar. Peligros de enemigos, de los que algunas riqueza de su personalidad y la veces por divina inmensidad de su obra. Su contribución en el campo providencia han podido escapar. Tormentas por mar y social, cultural y naufragios, travesías de diplomático, por aludir a tres perspectivas ríos caudalosos, todo esto es muy ordinario. Calmas especialmente importantes en aquel muchas veces excesivas, gestarse de un mundo nuevo en pleno siglo XVI, fue que parece llegar uno a punto de muerte, de que se asombrosa. viene a pasar grandes Ahora bien, con el título de mi intervención, José de enfermedades. Frío (especialmente en la Capitanía de Anchieta, misionero poeta, San Vicente), en el campo y en las selvas, donde han hallado muchas veces indios dejar hablar al autor mismo. Recuerdo que, en mi etapa muertos de frío. Y así de obispo de Avila, acontecía muchas veces, al menos a los principios, no etapa en la que tenía que hablar con no poca frecuencia poder dormir la mayor sobre Santa Teresa de parte de la noche a causa del frío en los bosques por Jesús o San Juan de la Cruz, siempre me servía de este falta de ropa y de fuego; método: no hablar yo porque ni medias ni zapatos había, y así andaban las mucho sobre ellos, sino dejarlos hablar a ellos que piernas quemadas de las eran, sin duda alguna, heladas y las lluvias, muchas y muy densas y quienes mejor hablaban sobre sí mismos y quienes continuas. Y con todo esto grandes mejor daban la conferencia. riadas, y muchas veces se pasan aguas muy frías, por Algo así intento hacer esta mañana: No hablar yo casi largo espacio, hasta las nada sobre el P. Anchieta, cinturas y aun hasta el pecho. Y todo el día con lluvia misionero poeta, sino dejarle hablar a él, dejar que muy densa y fría, hable su poesía, dejar que gastando gran parte de la noche en enjugar la ropa al suenen aquí sus versos y nos entren, todavía hoy, no fuego, sin tener otra que sólo por los oídos mudarse...» corporales sino por los oídos del alma hasta llegar a lo La relevancia de esa condición de misionero que fue el más profundo de nosotros P. Anchieta, por encima mismos. Con otras palabras: No vamos a estudiar hoy de todo, puede descubrirse perfectamente cuando nos una partitura musical. Les acercamos a su poesía. invito a escuchar la música. El P. Anchieta fue un buen poeta. Un poeta notable, Pero... ¿qué trozos de esa música? ¿Qué poemas de me atrevo a decir. Pero lo entre los poemas del P. singular y lo que quiero subrayar con el mismo título Anchieta?Dos precisiones: de mi intervención es que La primera es que me voy a limitar a su obra lírica José de Anchieta, por muy honda que fuese su vena escrita en lengua castellana. poética, y lo fue, sin duda Dejo pues fuera, con harto sentimiento, toda la obra alguna, era y se sentía antes que nada misionero, y poética del P. Anchieta en puso todo lo demás, en este latín, portugués y tupí. caso sus dotes poéticas, -y ésta sería la segunda tesis- Una segunda precisión: He seleccionado aquellas al servicio de la misión, al poesías que, a mi parecer, servicio del anuncio y extensión del Evangelio. De ahí pueden ser más que útiles, todavía hoy, para captar y que podamos decir, con presentar los misterios de toda verdad, que fue un misionero poeta, un misionero nuestra fe cristiana. En este sentido, en mi selección he que se sirvió de sus pensado particularmente 3 en mis diocesanos, a quienes quiero ofrecer un manojo cualidades poéticas para hacer llegar y penetrar entre de poesías del P. sus contemporáneos la luz Anchieta que no sólo merece la pena conocer y que los del Evangelio. diocesanos de Tenerife, Sé muy bien que no les estoy diciendo nada nuevo ni, los laguneros, especialmente, debiéramos conocer, sino por supuesto, lo pretendo. que pueden y debieran Si me he atrevido a recoger este dato, es a modo de ser materiales ordinarios en nuestras catequesis, introducción para lo que nuestras clases de religión, ahora va a ser la parte central de mi intervención y en nuestras predicaciones. la que no me voy a 1.- Comencemos por un conjunto de poemas referidos entretener en disquisiciones abstractas, más o menos a la Virgen María. acertadas, sobre la poesía De todos es conocido hoy el dogma de la Inmaculada del P. Anchieta sino que les voy a invitar a gustar la Concepción de María poesía del P. Anchieta. según el cual «la bienaventurada Virgen María fue Les confieso que más de una vez me he servido en mis preservada inmune de toda conferencias de este mancha de pecado original en el primer instante de su método: el de no tanto hablar sobre un autor o una concepción, por singular figura determinada sino el de gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a En vos todo se encerró los méritos de Jesucristo, quien no cabe en lo criado, Salvador del género humano», según la definición de tan pequeñito tornado, Pío IX en 1854. que puedo comerlo yo, 4 todo entero de un bocado! En tiempos del P. Anchieta, como todos saben, esta Todo esto fue causado doctrina no era dogma, pero del amor, que lo venció, sí era un clamor del pueblo santo de Dios. Y esta del cual tan preso quedó, doctrina se empapó el P. que nunca será librado: Anchieta en La Laguna, cuya primera parroquia está tal misterio, quién pensó? dedicada a la Inmaculada Si del misterio de la Encarnación pasamos ya al Concepción de Ntra. Señora. Escuchemos cómo canta misterio de Belén, uniendo de él a María en la alguna manera los dos, e incluso subrayando sus perspectiva de esta gracia: efectos salvíficos en nosotros, OH NIÑA, HERMOSA ESTRELLA he aquí algunas estrofas sencillas, casi ingenuas, pero Oh niña, hermosa estrella, ricas y hermosas: lucero de nuestra vida, PUES PARISTES A DIOS VIVO chiquita como centella En Nazaret concebistes, mas de Dios engrandecida, flor de toda Galilea, y más honrada, ¡Norabuena sea! y más querida, Quien no cabe en todo el mundo, sin pecado concebida. todo en vos, Virgen, se emplea, Sois mayor que todo el cielo, ¡Norabuena sea! y en el vientre estáis metida, En Belén, Virgen, paristes mas cubierta con el velo noble ciudad de Judea, de la gracia sin medida, ¡Norabuena sea! y más honrada, Pues paristes a Dios vivo, y más querida, Virgen Madre galilea, sin pecado concebida. ¡Norabuena sea! Vos, niña, sois el comienzo Por nos dar su hermosura, de la vida prometida, toma nuestra carne fea, y pariendo a Dios inmenso, ¡Norabuena sea! seréis virgen y parida, Mas, nacido de vos, Virgen, y más honrada, nuestra vida hermosea, y más querida, ¡Norabuena sea! sin pecado concebida. 6 Otra confesión central de nuestra fe es la encarnación Plega a él, por su clemencia, del Hijo de Dios en las que mi alma suya sea, entrañas purísimas de María. Como confesamos en el ¡Norabuena sea! Credo NicenoConstantinopolitano: «Por nosotros, los Y con vos, señora mía, hombres, y por nuestra salvación bajó yo su rostro santo vea, del cielo y, por obra del Espíritu Santo, se encarnó de ¡Norabuena sea! María Virgen y se hizo _______________________________ hombre». 2. Dejemos aquí las poesías dirigidas a María y Sobre esta confesión central de nuestra fe escribió el P. empalmemos con la que el P. Anchieta un buen Anchieta dedica a la vida de Cristo, a modo de síntesis, puñado de versos. Tomo entre ellos una décima, y en la que va dirigida a María, bellísima, a recorriendo algunos pasos de la vida de Cristo: mi parecer, en la que el misterio de la Encarnación se encarnación, nacimiento, cruz, lee en el horizonte del resurrección, ascensión, con la súplica repetida: «no misterio de la Eucaristía: dejéis al pecador, 5 maltratarnos», es decir, no dejéis que el pecado nos UN PECADOR A LA VIRGEN MARÍA pueda y nos degrade: DE VITA CHRISTI no dejéis al pecador maltratarnos. Pues venís a rescatarnos, Si de esa visión general de la vida de Cristo, pasamos a buen Señor, recoger el sentido no dejéis al pecador salvífico de su venida hasta nosotros, no faltan poemas maltratarnos. tan hondos y sentidos Descendistes, a salvarnos, como los dos siguientes, concebidos como diálogo del de las alturas del cielo, pecador con el NiñoDios, recién nacido, y como y tomaste, sin recelo, respuesta del Niño-Dios, recién nacido, al pecador. carne con que rescatarnos. Seleccionemos algunas estrofas: Pues quisiste tanto amarnos, 8 buen Señor, UN PECADOR AL NIÑO NACIDO no dejéis al pecador Vuestro Advento maltratarnos. es remate y cumplimiento De la Virgen, siendo Dios, de la ley. os queréis hombre hacer, ¡Oh mi Dios, pastor y rey para los hombres volver humanado! dioses, unidos con vos. ¡Y seréis crucificado, Pues queréis a vos atarnos por dar vida a vuestra grey! con amor, Cuando pienso, mi Señor, no dejéis al pecador vuestra bondad sin medida, maltratarnos. que por dar al mundo vida, 7 con tan inefable amor Nacistes, sin corrupción, ordenó vuestra venida, de vuestra bendita madre, mi alma en vos absorbida para que nos tome el Padre, recibe fuerza y aliento, por hijos de bendición. y nuevo contentamiento, Pues quisistes procurar-nos del divino amor herida, tal primor, contemplando vuestro advento. no dejéis al pecador Humanado por amor maltratarnos. del hombre, vil criatura, Pies y manos, en la cruz, porque cobre la figura, os enclavan cruelmente, que perdió, del Criador, y morís, siendo inocente, pecando con gran locura. por mis culpas, buen Jesús. Por soldar nuestra rutura Pues queréis así enclavarnos será roto vuestro lado, con temor, y vuestro rostro afeado, no dejéis al pecador perdida la hermosura, maltratarnos. y seréis crucificado. Resucita al tercer día, Crucificado con pena vuestro cuerpo ya inmortal, de tormento y confusión, y dais vida al desleal, sin queja ni turbación, que la culpa muerto había, por pagar la culpa ajena Pues queréis resucitarnos, y a los malos dar perdón. vencedor, Deshonrado con pregón no dejéis al pecador por transgresor de la ley, maltratarnos. y con título de rey, Sobre el cielo levantastes penaréis como ladrón, vuestra santa humanidad, por dar gloria a vuestra grey. y nuestra captividad 9 captiva con vos llevastes. Responde el Niño-Dios: Pues con vos queréis sentarnos, RESPUESTA DEL NIÑO NACIDO AL PECADOR gran Señor, Mi venida fue para te dar la vida, Es un mal tan fuerte que perdiste, el amor que tengo, cuando tu gusto quisiste que de grado vengo más que a mí. a sufrir la muerte. Mas yo me doy todo a ti: ¡Oh dichosa suerte si me aceptas, reviviste. la de mi ganado! Yo de nada te crié, Soy crucificado, hombre vil que fuiste nada, por te dar mi amor. para que tu alma, ornada Si, más allá del sentido salvífico global de la vida, con mi caridad y fe, pasión, muerte y resurrección fuese siempre mi morada. de Jesucristo, queremos detenernos en algún momento Mas está tan afeada del itinerario de nuestro con culpas y tan perdida, Señor, uno no puede dejar de traer aquí el sentido que para ser restaurada, poema anchietano titulado fue de mi Padre ordenada «En el huerto», dedicado a este paso del Señor, y que a la tierra mi venida. parece evocar en el lector Todo a ti me doy nacido, las resonancias de un San Juan de la Cruz -«aunque es porque me puedas tener de noche»- o, más y de todo poseer, cercano a nosotros y en otro contexto, de D. Federico tan chiquito y encogido, García Lorca -«a las cinco que bien puedo en ti caber! de la tarde»-: Para darte nuevo ser, TRAS DEL RÍO DE LOS CEDROS gracia y vida que perdiste, Tras del río de los cedros, mi majestad y poder el buen Jesús se salía, hoy se entrega a tu querer: con pavor y gran tristeza, si me aceptas, reviviste! a orar, como solía, En este mismo marco de diálogo entre Jesús, Buen en el huerto. Pastor, y el alma, podemos leer el poema, Jesús, Buen Pastor, en el que se nos desvela la razón última de la pasión y muerte del Señor: el amor: JESÚS, BUEN PASTOR -Jesús, buen pastor, cómo andáis penado? - Ando maltratado, por te dar mi amor. 10 -Andáis pensativo, Jesús, pastor bueno, de cuidados lleno, más muerto que vivo? -Híceme captivo, siendo sumo señor. Ando maltratado, por te dar mi amor. -De piel de cordero -os veo cubierto, en este desierto, al pie de un madero. Oh Jesú ovejero, quién os ha mudado? -Dame amor cuidado de te dar mi amor.