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Actitud emprendedora
La actitud emprendedora es la capacidad que tiene una persona para desarrollar un proyecto o
una empresa, basado en la inspiración, la confianza y la valentía de actuar a su vez también una
actitud emprendedora es iniciar, hacer, actuar y no esperar; esto tiene un alto nivel de deseo de
autorrealización, de convertirse en lo que se es capaz de llegar a ser; ayuda al ser humano a ser
creativo, innovador, único, a tener metas y lo mantiene apasionado para alcanzarlas.
Esto se refiere a que una persona con actitud emprendedora es capaz de identificar
oportunidades donde las demás solo notan un problema, cuenta con la capacidad de organizar
recursos y gestionarlos para alcanzar sus objetivos.
Para ser una persona emprendedora es necesario tener, motivación, orientación al logro,
necesidad de aprender, tolerancia al fracaso, optimismo, perseverancia, asumir riesgos, iniciativa
propia, visión, proactividad y saber trabajar en equipo.
Según González y Parra (2008, p. 41) el despliegue del espíritu empresarial ha convertido el
emprendimiento en uno de los factores claves para el desarrollo de las nuevas empresas en la
actual economía de la globalización.
Este espíritu emprendedor implica salir del área de confort y enfrentar el statu quo por
ende salirse de los paradigmas preconcebidos para permitirnos analizar los problemas desde
múltiples perspectivas y pensar en soluciones creativas e innovadoras.
• Inventar.
• Innovar.
• Actuar diferente.
Bibliografía
Alviz, M. P., Guerrero, G. R., & Posada, L. M. L. (2017). Emprendimiento y creatividad: aspectos
esenciales para crear empresa. Ecoe Ediciones.