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LA REBELIÓN DE TUPAC AMARU II.

La rebelión estalló el 4 de noviembre de 1780 en el pueblo de Tinta y puso


en movimiento a todo el sur del Virreinato del Perú.

«el movimiento anticolonialista, reivindicador y precursor de justicia social e independencia


política más importante que haya tenido el Perú.

José Gabriel Condorcanqui, mas conocido como TUPAC AMARU II descendiente de la realeza inca,
curaca de Surimana, Tungasuca y Pampamarca, adoptó el nombre de Túpac Amaru II y encabezó la
más formidable revolución indígena de la época colonial, en protesta por el maltrato que recibían los
indios por parte de los corregidores.
Entre sus exigencias figuraba la supresión de los corregimientos y la creación de una Real Audiencia en
el Cusco para una rápida administración de justicia, ya que solo existía la Real Audiencia de Lima para
todo el territorio del Virreinato. A estos reclamos, se unió posteriormente su deseo de separarse del yugo
español; es decir, su rebelión, originalmente de tendencia reformista, se convirtió en separatista. Para
algunos analistas, fue el iniciador de la lucha por la emancipación política del Perú.

El primer episodio de la revolución fue el apresamiento del odiado corregidor de Tinta, Antonio de
Arriaga, quien fue ejecutado públicamente.
Los rebeldes buscaban capturar a todos los corregidores(aunque la mayoría huía antes de su llegada) y
aprisionaban a los terratenientes odiados por la población local.

El levantamiento de los pueblos indígenas se originó debido a las reformas fiscales impuestas por José
Antonio de Arreche, que fueron el establecimiento del pago de aduanas, el alza de alcabalas
(impuestos).
Túpac Amaru emitió un bando reivindicando para sí la soberanía sobre estos reinos que decía: “los
Reyes de Castilla me han tenido usurpada la corona y dominio de mis gentes, cerca de tres siglos,
pensionándome los vasallos con insoportables gabelas, tributos, piezas, lanzas, aduanas, alcabalas,
estancos, catastros, ...
El saldo de la gran rebelión fue el más impactante de la historia colonial de levantamientos, más de cien
mil muertos de una población de 1.2 millones de personas, lo cual provocó de inmediato un colapso
demográfico en el sur andino.
Túpac Amaru II ganó la batalla de Sangarará el 18 de noviembre de 1780 y estuvo a punto de tomar el
Cusco, pero las fuerzas del virrey Jáuregui lo derrotaron en la batalla de Checacupe. Tras ser capturado
el 6 de abril de 1781, fue llevado a Cuzco encadenado siendo descuartizado en la Plaza de Armas del
Cusco.
Túpac Amaru hubiera triunfado, la guerra por la independencia hubiera sido integral por cuanto tenía
un carácter más completo respecto de la ruptura con España y del nuevo Perú a construir. Integraba su
pasado inca y a él mismo como último inca y como cacique de la rebelión.
la Gran Rebelión (1780-1783) puso en jaque el dominio español, al llegar a controlar el territorio que se
extiende desde Cuzco hasta Potosí gracias a una alianza estratégica con los kataristas. Fue en esta
campaña en la que, tras ser derrotado en la batalla de Checacupe, Túpac Amaru II fue traicionado por
dos partidarios suyos, el mestizo Francisco Santa Cruz y el español Ventura Landaeta, y es
capturado en Langui el 6 de abril de 1781.
Túpac Amaru fue obligado a presenciar cómo torturaban y mataban a sus seres queridos, su esposa
Micaela Bastidas y sus dos hijos. Acto seguido, los soldados le cortaron la lengua como castigo
por haber
hablado en contra del rey, y ataron las extremidades del famoso jefe Inca a cuatro caballos con el fin de
descuartizarlo vivo.
El 18 de mayo de 1781 el Inca José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac Amaru, fue ejecutado
y descuartizado en la plaza en Cuzco, Perú, por orden de las autoridades hispanas por rebelarse e
intentar recobrar la independencia del Perú. Sin embargo, el espíritu de lucha se mantuvo entre sus
partidarios, quienes, encabezados por Diego Cristóbal Túpac Amaru (primo suyo), se mantuvieron en
pie de lucha hasta principios de 1782.
en su momento el sacrificio de Túpac Amaru II no resultó estéril, pues a raíz de esta rebelión
se suprimieron los corregimientos y se creó la Real Audiencia del Cusco, tal como lo había exigido el
inca rebelde.
La Rebelión tupacamarista fue anti feudal y anticolonial.

Anti feudal porque apuntaba hacia la destrucción de las diversas formas de la explotación feudal
(sistema de la gran propiedad de la tierra y el trabajo servil) a fin de evitar las reformas borbónicas,

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