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Donald Kass
• Introducción
• Sistemas de barbechos
• Conclusiones
• Bibliografía
CAPITULO 10
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Barbechos mejorados
Introducción
El barbecho es la vegetación que crece en una área durante un periodo de descanso, que por lo general
no es lo suficientemente largo para que reaparezca la vegetación original (Grigg, 1974). El barbecho mejorado se
considera como una fase intermedia entre la agricultura migratoria y la agricultura sedentaria, con rotaciones más
cortas (Raintree, 1987). Raintree considera que en el proceso de intensificación del uso de la tierra hay una
secuencia que se inicia con el barbecho de bosque (más propiamente la roza), barbecho de matorral, barbecho
de malezas, cultivos anuales y cultivos múltiples. No hay evidencia que esta secuencia de verdad ocurra debido
a que los barbechos de malezas se practican principalmente en áreas demasiado húmedas para quemar la
vegetación (Thurston, 1997) y no reemplazan un sistema de barbecho de matorral. Raintree y Wamer (1986)
hacen distinción entre el barbecho económicamente mejorado, donde las plantas son introducidas al barbecho,
principalmente por su valor económico y los barbechos biológicamente mejorados, donde las plantas son
introducidas por su capacidad de mejorar la fertilidad del suelo o deprimir el crecimiento de malezas (Figura 1).
En el diagrama de Raintree (1987), los dos ejes representan intensidad de uso de la tierra e intensidad del
uso de la mano de obra. Este autor no da valores al eje equis, que corresponde a la intensidad de uso de la mano
Este documento se concentrará principalmente en los barbechos de matorrales. Kass etal. (1994) han
notado que dentro de la roza, se encuentran muchas características del barbecho mejorado, ya que el agricultor
generalmente selecciona cuáles árboles va a quemar y cuáles dejará con protección y frecuentemente, siembra
Kass y Somarriba (1997) han separado los sistemas de barbecho en las Américas en ocho grupos:
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Figura 1. Vías agroforestales para la intensificación del uso de la tierra en los principales sistemas tropicales de
Los sistemas con herbáceas, como no constituyen propiamente un sistema agroforestal, no están dentro
del alcance de este articulo. Sin embargo, algunos de estos sistemas, como el frijol tapado y los barbechos con
mucuna, han recibido recientemente mucha atención en el trópico americano. Por esta razón también se
Sistemas de barbechos
Sistemas de especies no quemadas, con una especie predominante
Se incluye en esta categoría los sistemas de barbecho que actualmente reciben mucha atención por parte
de los investigadores y algunos agricultores en América Central y otras áreas de América Latina. Las especies
más utilizadas son Mucuna deerengiana, Lathyrus nigrivalis, Canavalia ensiformis y Dolichos lablab. Como las
dos primeras especies no son nativas de las Américas, se trata de sistemas que han evolucionado recientemente.
Se considera que la mucuna fue introducida para utilizarse en plantaciones de banano hace unos cien años. No
se sabe cuándo el L nigrivalis fue introducido al altiplano de Guatemala, donde actualmente se planta al final del
periodo de siembra del maiz, para crecer durante la época seca. Un sistema semejante, con siembra de la
leguminosa pocas semanas después de la siembra del maiz se ha introducido utilizando C. ensiformis en Panamá.
Esta especie se encuentra frecuentemente en fincas de América Latina, donde se utiliza más como planta
repelente a los insectos o para la conservación de suelos más que como un barbecho. Ambas, la Canava//a y el
Lathyrus tienen una resistencia a la sequia que les permite crecer durante esa época, haciéndolo de gran utilidad
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El reciente uso de la M. deerengiana ha tenido un fuerte efecto en Centro América. Muchos agricultores
han podido obtener un cierto grado de producción sostenible de maiz y frijol en áreas donde recientemente
predominaba la agricultura migratoria. El desempeño de los barbechos de arbustivas tendrá que ser muy superior
para inducir a los agricultores a dejar la mucuna por barbechos de leñosas.
Es una práctica común quemar el kudzú (Puararia phaseoloidas) para impedir su crecimiento excesivo.
Esta especie fue introducido en muchas áreas de América Latina como un abono verde, pero su crecimiento
exuberante frecuentemente le convirtió en plaga y su uso actual es limitado. Wade y Sánchez (1983) demostraron
que el kudzú tiene gran capacidad para mantener la fertilidad de los suelos tropicales, en rotación con cultivos
anuales. La quema del kudzú se practica frecuentemente en plantaciones de cítricos donde se le utiliza como un
mantillo vivo. Esta práctica estimula la germinación de semillas que están en dormancia, haciendo posible una
El sistema de barbecho no quemado con herbáceas de especies múltiples, mejor conocido y estudiado
como el sistema de “frijol tapado*, que se considera es la fuente de hasta el 30% de la producción de frijol en
América Central (Thurston, 1997). A pesar de ignorarse durante muchos años por ser un sistema de poco potencial
(González y Araya, 1994), el sistema maximiza en muchos aspectos los recursos ambientales y las condiciones
sociales que enfrentan muchos agricultores de escasos recursos en las zonas húmedas de esta Región
(Rosemeyer, 1994).
La selección de sitios contribuye mucho al éxito del sistema de tapado. La presencia de malezas tales
como Malanthara aspara. Calea urticfolia, Elephantropus scabar, Sida rombifolia, Phytolaca spp. y Pipar spp., se
consideran como indicadoras de sitios de buena fertilidad. Malezas como Ca/ea urticfolia. Vicquiera guatamalansis
y Milinis minutífíora se consideran menos competitivas con el frijol (De la Cruz, 1994); sin embargo, González y
Araya (1994) indican que diferentes malezas se prefieren para diferentes tipos de frijoles; por ejemplo ciertas
Los agricultores evitan sitios donde Pteridium aquilinum, Serjanis spp., Haliconia latispatha, Hyparrhenia
rufa, Imperata contracta, Zeugites pittieri, Anathaxaron hispidus, Commelina difusa, Bidens pilosa, Panicum
pilosum, Asclepias curasavica, Urera spp., y Rottboelia cochinchinensis, se encuentran en abundancia, ya que la
presencia de estas especies indica sitios con suelos problemáticos o especies que ejercen mucha competencia
con el frijol. Además de suministrar nutrimentos al cultivo de frijol, el mantillo producido por el tapado también
reduce la incidencia de ciertas enfermedades, principalmente la mustia hilachosa, desde que el inóculo del hongo
causante, Thanetophorus cucumeris, llega a las plantas de frijol principalmente al salpicar desde el suelo (Galindo
et al., 1983). Otras enfermedades igualmente controladas son la mancha bacteriana, la mancha angular de las
hojas y el “Entyloma leaf smut” (Thurston, 1997). Los rendimientos en el sistema tapado son bajos. En un estudio
en Costa Rica, donde el rendimiento promedio nacional de frijol es 575 kg/ha, González y Araya (1994)
encontraron que el 37.4% de los agricultores en el área de estudio tenían rendimientos inferiores a 450 kg/ha, el
46,9% entre 450 y 1050 kg/ha y el 15,7% superiores a 1050 kg/ha. Sin embargo, Rosemeyer (1994) encontró que
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ios mayores rendimientos que pueden obtenerse en los sistemas de producción convencional fueron menos
sostenibles que los obtenidos en el sistema tapado, atributóle a las dificultades con otros métodos, al deficiente
mantenimiento del rizobium y hongos micorrizales y al mayor contacto de las raices del frijol con partículas del
suelo, el cual puede tener una alta capacidad para la retención de fósforo. Schlather (1995) ha demostrado que
los niveles de P solubles y el rendimiento del frijol fueron más altos después de cuatro años de tapado que después
de la producción convencional de frijol, aún cuando se aplicó hasta 97 kg/ha de P (Schlather, 1995).
Thurston (1997) cita estudios realizados por Wilk que muestran que los agricult ores Kechi-Maya de Belice
producen maiz por métodos tradicionales de roza-tumba-quema y por un sistema de matahambre de mantillo no
quemado, en los suelos más fértiles, cerca a los ríos. Combinaciones semejantes de los dos sistemas,
frecuentemente combinando características de ambos, son practicadas por agricultores después que se
Thurston (1997) también cita estudios realizados por De Walt y De Watt en las áreas estacionalmente secas
de Honduras donde los agricultores producen maiz y sorgo en pendientes sin quemar. Se puede sembrar maíz y
sorgo antes o después de cortar la vegetación. Los agricultores que practican este sistema lo consideran menos
riesgoso que las siembras tradicionales en áreas con precipitación irregular. Además de ser menos exigentes de
mano de obra que las siembras tradicionales, el mantillo protege el suelo de la erosión e impide que la semilla se
pierda por las fuertes lluvias que pueden ocurrir después de la siembra. Las dos variedades tradicionales de
ambos cultivos son sensibles al fotoperíodo, pero otras variedades insensibles ai fotoperíodo pueden ser
producidas bajo este sistema que parece aumentar su aceptación en áreas específicas del sur de Honduras. Los
animales pueden alimentarse de la paja del sorgo después de la cosecha de granos, o las plantas de sorgo pueden
cortarse y ofrecerse a los animales. Generalmente se utiliza el sorgo como sustituto del maíz para hacer tortillas,
Thurston (1997) cita diversos autores que han descrito un tipo de barbecho de gramíneas, que se utilizan
en áreas del estado de Tabasco en México y que se inundan periódicamente. Las gramíneas son Thalia geniculata
(popal), Setena macrophylla y Echinocloa cruspavonis que crecen con la ciperácea Cyperus articulatus. Durante
el periodo seco, las gramíneas se cortan y diversas semillas, incluyendo las del maiz, se siembran con el material
cortado. Cuando empiezan a emerger las plantas del maíz, se quema toda la masa vegetal y aunque se causa un
daño a los cultivos, luego éstos se recuperan. La quema es aparentemente superficial y cantidades considerables
de las gramíneas cortadas se descomponen lentamente durante el periodo de cultivo. Los rendimientos en este
sistema, que ha sido utilizado por indios Chontales desde tiempos precolombinos, son con frecuencia
sorprendentemente altos debido a las condiciones anaeróbicas que continúan en el área hasta cuatro meses del
año, condición que reduce considerablemente la pérdida de nutrimentos y la incidencia de hongos patógenos en
El único sistema descrito en esta categoría es el barbecho de caragra (Lippia toresii) descrito por Beer
(1983). Según este autor, el sistema se practica por los agricultores del pueblo de Pacayitas en Turrialba, Costa
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Rica, localizado entre 1000 y 1200 metros sobre el nivel de mar, una zona forestal húmeda de premontaña. Beer
observó que los conjuntos o agrupamientos de caragras se forman en los campos después de limpiar el bosque.
Algunas veces se le permite pastar al ganado en los agrupamientos, después de la cosecha del maiz, pero los
agricultores no lo cortan. Con el tiempo, los árboles se cortan para leña, dejando las hojas y ramas como un
acolchado para los subsiguientes cultivos de maiz. Beer (1983) pregunta si esta práctica realmente afecta el curso
Cuando las áreas se desmontan después del barbecho, los troncos de caragra, de 0,5 a 1,0 m de altura,
retoñan vigorosamente. El destino final de estos barbechos depende del manejo que se les da. Si los árboles se
cortan con frecuencia, con el tiempo se pierden, dejando un pastizal sin árboles o un bosque secundario
Los sistemas con leñosas, con una especie predominante, que son quemadas antes de plantar cultivos,
son los sistemas más comúnmente considerados como barbechos mejorados en América. Los llamados “bosques
oligárquicos*, donde una especie predomina, ocurren frecuentemente en respuesta a ciertos factores ecológicos,
entre ellos las quemas (Peters ef a/., 1989). En los sistemas de barbechos mejorados, se siembran cultivos
durante el período de establecimiento de la especie oligárquica, utilizando limpiezas selectivas para asegurar su
Tres formaciones oligárquicas ocupan áreas extensivas en América Latina y son utilizadas por los
agricultores para restaurar la fertilidad y suprimir las malezas en sus campos agrícolas. Estas son la bracatinga
(Mimosa scabrella) en el sudeste de Brasil, el carbón negro (Mimosa tenuiflora) en la zona Pacifica de América
Central y los bosques de babassu (Orbignya phalerata) en los márgenes orientales de la Amazonia. Menos
extensivos son las áreas de frijolillo (Senna guatemalensis) y tatascán (Perymenium grande var. grande) en las
Bracatinga
Bracatinga es una leguminosa leñosa (Mimosaceae) nativa al sur de Brasil (estados de Paraná, Santa
Catarina y Rio Grande del Sur) en áreas situadas de 500 a 1500 msnm, con una precipitación anual de 1100 a
3500 mm bien distribuidos en el año y temperaturas promedio anuales de 16 a 23 °C. La especie tolera heladas
cortas (-3 °C) y prospera en un gran rango de suelos, inclusive suelos infértiles de pH bajo y altos niveles de
Bracatinga es una especie pionera que prospera en campos abiertos con un ciclo de vida de 10 a 20 años.
Es de crecimiento rápido, comúnmente utilizada para leña, carbón y pulpa (Rotta et a/., 1981) y para la producción
de miel (EMBRAPA, 1986). Se regenera de semillas, formando bosques oligárquicos densos en áreas que han
sido cortadas y quemadas, donde representa el 41% de todos los individuos y el 72% del área basal.
Después de cosechar la bracatinga para leña, el área es quemada y plantada en un asocio de maiz y frijol (Baggio
et al., 1986). La quema rompe la dormancia de las semillas, resultando en tasas de germinaciónsuperiores a 80%. 6
Se siembra el maiz a 0,8 x 1,0 m, con tres semillas por postura, resultando en alrededor de 35000 plantas por
hectárea. El frijol se intercultiva a 0,4 x 0,6 m con tres semillas por postura (120000 plantas/ha). Cuando se ralean
los árboles se hacenlaslimpiezasenloscultivos.Se realizan otros raleos cuando se cosechan los cultivos,
resultando en una población de 15000 a 40000 plantas de bracatinga por hectárea al final del primer año. Luego
los bosquetes se dejan sin ralear (Baggio et al., 1986), pero la competencia natural reduce la población de 1800
Los rendimientos de los cultivos, sin insumos adicionales, son en promedio de 1600 kg/ha para maiz y 330
kg/ha para frijol. El análisis financiero indica una rentabilidad buena de los sistemas tradicionales en comparación
a sistemas más intensivos (cultivos fertilizados). Se observó que la rentabilidad del sistema puede incrementarse
por incorporación de la producción de miel y el pastoreó de ganado en bosquetes jóvenes raleados (Graca et a/.,
1989; Baggio et a/., 1986). Sin embargo, estudios en CATIE indic an que el crecimiento de bracatinga es
severamente afectado por la compactación del suelo debido a pastoreo. La bracatinga ha sido introducida a
América Central y México con considerable éxito como sombra para el café (Musalem, 1995).
Carbón negro
El carbón negro es conocido en toda América Latina, donde su capacidad pionera es muy utilizada para
reforestar suelos agotados. La M. tenuifíora se encuentra en zonas de 0 a 1500 msnm, 600 a1500 mm de
precipitación anual y un período seco de hasta ocho meses, una situación bastante común en América Latina. En
América Central abunda en el Pacifico seco de Costa Rica (Guanacaste) y en la zona sur de Honduras. Es una
especie muy apetecida por el ganado caprino y tiene varios usos locales como leña, carbón, postes y
construcciones menores.
En América Central, los barbechos de M. tenuifíora generalmente duran de 12 a 15 años, aunque cuando
existe limitación de tierra, el barbecho puede reducirse a periodos de 4 a 7 años. Después de 12 años, M. tenuifíora
no domina el barbecho y aparecen otras especies forestales primarias como Cordia spp., Tabebuia spp. y
Samanea saman (Kass et al., 1993). Se remueven árboles durante el período de barbecho y se usan para leña,
postes para cercas y producción de carbón. También se pastorea ganado en el barbecho. La cantidad de
intervención depende de la necesidad de varios productos. Una cronología de estos usos se da en la figura 2.
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Figura 2. Esquema del sistema maiz-sorgo-carbón negro en el sur de Honduras (Nolasco y Landaverde,
1988).
En otro estudio del sistema, en un barbecho de dos años de M. tenuiflora después de una asociación de
maíz y sorgo (Sorghun bicolor), Nolasco y Valverde (1988) encontraron entre 155 y 179 plantas de esta especie,
en un área de 200 m2. Landaverde (1989) observó que el número de plantas de M. tenuiflora declinó con la edad
del barbecho, a medida que las plantas fueron eliminadas por el ganado. Nolasco y Landaverde (1988)
consideraron que el sistema maíz-sorgo-M. tenuiflora tenia los siguientes beneficios: 1) bajos requerimientos de
mano de obra porque se utilizó el fuego para eliminar malezas, plagas y plantas espinosas, 2) mantenimiento de
la fertilidad del suelo y 3) poco uso de plaguicidas, fertilizantes y otros insumos comprados.
Landaverde comparó los resultados de los análisis de suelos a partir de un barbecho de 12 años y un
bosque secundario mixto de 32 años. Debido a las diferentes edades de los conjuntos de árboles y a la posibilidad
que los suelos no fueran originalmente iguales, los resultados de esos estudios deben interpretarse con alguna
precaución. Sin embargo, los datos indican no solo niveles más altos de materia orgánica, sino también niveles
más altos de Ca, Mg y P en el barbecho de M. tenuiflora en comparación con el bosque secundario.
El babassu
El tipo de bosque oligárquico más conocido en la Amazonia es de la palmera babassu, que ocupan más
que 100000 km2 solamente en el Estado de Maranhao. Todavía se debate si la existencia de estas áreas es
debida a actividad humana, a la actividad animal u otras causas ecológicas. De acuerdo a Anderson et al. (1991),
el babassu domina los sitios desmontados, debido a su modo criptogénico de germinación, lo que permite que las
palmas jóvenes sobrevivan ciclos repetidos de corte y quema. En rodales establecidos, los agricultores cortan las
hojas para proporcionar combustible o leña para quemar, antes del periodo de cultivo. Después de la quema, las
palmeras necesitan casi cuatro años para recuperar completamente su biomasa de hoja. Durante el periodo de
cultivo, el agricultor produce cultivos alimenticios anuales o pastorea animales (May et al., 1985) en los espacios
entre los árboles y tiene acceso a varios productos basados en el babassu: cordeles, canastas y material de las
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hojas para techar, asi como también alimento y aceite de las semillas. La producción combinada de cultivos,
animales y productos forestales de los barbechos de babassu es algo más similar a los sistemas de Faidherbai
albida (sinónimo Acacia albida) que a los sistemas sucesionales de barbecho que se tratan aquí.
Es interesante notar que los bosques de babassu ocupan casi exclusivamente sitios fértiles. Si la palma
babassu contribuye a la fertilidad de esos lugares es un tema de debate. Las palmas de babassu muer tas dejan
grandes hoyos (0,5 m de diámetro y 1,0 m de profundidad) como resultado del modo criptogénico de germinación.
Anderson (1987) postula que la mezcla del suelo y el ciclo más rápido de nutrimentos ocurre cuando el suelo
colindante colapsa en estos hoyos. La alta producción de biomasa de las hojas (16,81 /ha por año) y la
consiguiente producción alta de ceniza que sigue después de la quema, puede también aumentar el ciclo de
Los bosques de babassu ocurren principalmente en suelos con más del 50% de saturación de bases y
donde la lluvia está entre 1200 y 2000 mm por año, concentrada en una estación húmeda de seis meses. Sin
embargo, Anderson (1987) indica que la dispersión de ganadería está contribuyendo a la reducció n de bosques
contribuyendo a acortar los períodos de barbecho. Aunque menos del 5% del área boscosa de babassu ya había
desaparecido en 1985, la velocidad de deforestación ha aumentado en ciertas áreas (May ef. a/., 1985; Anderson,
Frijolillo y tatascán
Bosquetes casi puros de frijolillo (Senna guatemalensis) y tatascán (Perymenium grande var. grande) se
encuentran en fincas pequeñas en áreas altas de Honduras a elevaciones entre 1600 y 2000 msnm, con una
temperatura anual de 15 a 19 ’C y con más de 2000 mm de precipitación por año. Los suelos son de baja fertilidad
y clasificados como Plinthic Paleudult, Typic Tropudult y Acrudoxic Melanudand. También es abundante en la
zona de Siguatepeque, Honduras (1000 a 1300 msnm). La madera muy dura, se utiliza para postes y carbón y es
muy apreciada por los apicultores como planta melifera. Los cultivos principales son maíz y frijol producido por
roza y quema. Los bosquetes de frijolillo quedan sin manejo durante 8 a 10 años, después se cosecha todos los
postes y leña del bosquete, se quema el área y se siembra de maíz durante tres años consecutivos. Los
rendimientos de maiz son bajos y pueden disminuir de 584 a 113 kg/ha/año, durante los tres años de cultivo. Las
semillas de frijolillo y tatascán germinan abundantemente después de la quema del residuo del cultivo. Un
bosquete puede contener 10000 troncos/ha a los cuatro años, 3800 troncos/ha a los cinco años y 2500 troncos/ha
a los ocho años. El frijolillo exhibe muchas semejanzas con bracatinga; crecimiento inicial rápido, germinación
mejorada después de las quemas y leña como producto importante del sistema. Lo que distingue el sistema de
frijolillo y tatascán de los otros discutidos en este capítulo es que no se ha demostrado fijación de nitrógeno ni en
frijolillo ni tatascán y el ganado no come ninguna de estas dos especies (Foletti, 1991).
Mercado ef a/. (1994) mencionan que algunos agricultores en El Salvador han reemplazado el sistema de
roza-tumba-quema tradicional con un barbecho sembrado de madre cacao (Glirícidia sepium). El madre cacao se
siembra para leña y se cosecha después de 5 a 10 años. Después se quema el área y plantan cultivos. Se reporta
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que el barbecho aumenta la fertilidad del suelo, pero nunca llega a los niveles que tenía el área antes de utilizar
el sistema de barbecho mejorado.
dominada por Acacia caven seguida por el cultivo de trigo se encuentra en zonas de laderas. Los espinales se
cortan casi al nivel de la tierra, pero no son arrancados del suelo. El suelo se prepara con tracción animal y se
siembran variedades locales de trigo sin fertilizante ni herbicidas. Se realiza un cultivo de trigo cada 5 a 10 años
y después la Acacia caven y otras especies se regeneran de los troncos cortados y se permite el pastoreo de
animales. Terofitas sinantropicas y A. caven rápidamente reinvaden el área de la vegetación circundante. Los
rendimientos de cultivos son bajos (0,7 a 1,5 t de grano/ha). Los rendimientos significativamente más altos se han
Padoch y De Jong (1987) describen cinco tipos de barbechos, económicamente enriquecidos, que se
encuentran en las poblaciones nativas y no nativas de la Amazonia peruana. Una característica común de estos
barbechos es que ciertos árboles valiosos se dejan en pie cuando el bosque se desmonta o se plantan durante la
fase de cultivo, de tal manera que enriquecen el barbecho subsiguiente. La protección de árboles favorecidos
durante los ciclos de quema siguientes, junto con un conjunto de procesos ecológicos relacionados, da por
resultado poblaciones mayores de las especies deseadas (Unruh, 1990). Estos procesos incluyen 1) mejor
germinación de la semilla y establecimiento de los árboles protegidos debido a la competencia reducida, fertilidad
mejorada y relaciones de humedad mejorada alrededor de los árboles esparcidos; 2) un aumento en la dispersión
de semillas por frugívoros a partir de los árboles frutales plantados y 3) germinación reducida de la vegetación
Se han realizado diversos esfuerzos en la Amazonia peruana para remplazar la vegetación espontánea
con especies seleccionadas para el mejoramiento del suelo: barbechos biológicamente enriquecidos (Wade y
Sánchez, 1983; Staver,1989; Szott et a/.,1991). Estos últimos autores, durante un periodo de 4 a 5 años de
barbecho, trabajaron con un rango de herbáceas y leguminosas leñosas tolerantes a la acidez. El control de
malezas se logró más rápidamente con las especies estoloníferas: Centrosema macrocarpa, Pueraria
phaseoloides y Desmodium ovalifolium, aunque la mejor supresión de malezas fue obtenida con las leguminosas
leñosas Cajanus cajan e Inga edulis. Algunos de los mejores tratamientos (D. ovalifolium e I. edulis) produjeron
casi la misma cantidad de biomasa después de 4 a 5 años, al igual que el barbecho natural. A los 24 meses
después del abandono, el nitrógeno total (vegetación + suelo) y el potasio total disponible (vegetación + lo
intercambiable en el suelo) en los mejores tratamientos de barbecho (Desmodium, Inga y barbechos naturales)
excedieron los niveles medidos en el campo abandonado. Comparado con los niveles en el terreno abandonado,
el magnesio y el calcio hablan disminuido y el fósforo (vegetación y formas extraibles de suelo) hablan aumentado
Staver (1989) encontró que un barbecho mixto IngalDesmodium en una secuencia de cultivo plátano- yuca- 10
maiz tenia gran potencial para suprimir las malezas y reducir la longitud del periodo de barbecho. Sin embargo,
las especies de barbecho enriquecido requerían más tiempo para plantarlas, competían con otros árboles y
arbustos en el barbecho y necesitaban mayor manejo para evitar la competencia con los cultivos.
Caatinga
Tiessen et al. (1992) reportan que pequeñas parcelas dentro del bosque espinoso deciduo o sabana de
arbustos espinosos, conocido como “caatinga* que cubre alrededor de 1 millón de km 2 en el nordeste de Brasil
son cortadas y quemadas cada 10 años para un ciclo de cultivo de maíz, algodón, frijol y yuca que dura
generalmente 3 a 5 años. Poco fertilizante se utiliza debido a los escasos recursos de los agricultores y a los bajos
rendimientos que se obtienen en una área de precipitación irregular. Los rendimientos generalmente muestran
una reducción marcada después del primer año, cuando disminuyen los efectos de la ceniza y la materia orgánica
en descomposición.
Se realizó un estudio con transectos que pasaron por áreas de 0,4,8,10 y más de 10 años de barbecho
después de una cosecha de yuca. Los niveles de carbono y nitrógeno mineral aumentaron con el tiempo de
barbecho. El P orgánico se mineralizó durante el ciclo de cultivo, pero se recuperó al nivel de las parcelas sin
cultivo, después de ocho años de barbecho. Aunque se podía mantener los niveles de N y P mineral en el suelo
con cultivo continuo con fertilizantes, solamente con 10 años de barbecho se podría restaurar los niveles de
carbono y P orgánico a los niveles encontrados bajo la vegetación original. Se identificaron algunas especies de
leguminosas en el barbecho como Mimosa spp., Indigophera spp., Cass.a jxcelsis y Bauhinia cheillantha (Tiessen
et al., 1992). La nodulación no se ha demostrado en los géneros Cassia y Bauhinia (Alien y Alien, 1982).
Matorrales
Stienen (1990) indica que los matorrales del nordeste de México son, generalmente, demasiado secos para
la producción de cultivos. Sin embargo, él reporta que en el distrito de Ciudad Victoria se cultiva henequ én (Agave
caballos, ovinos, bovinos y asnos en los 2 m de distancia que separan las hileras del cultivo. Generalmente
después del periodo de cultivo, se quema el henequén y un barbecho de matorral se restablece durante un periodo
de diez años, antes que se establece otra plantación de henequén. Durante el periodo de barbecho se puede
utilizar el matorral para pastorear ganado y para producir leña. Como muchas de las especies que se encuentran
en el matorral son leguminosas leñosas fijadores de nitrógeno (Pithecolobiumpallens, Acacia famesiana, Acacia
rigidula, Pithecellobium fíexicaule, Prosopis glándula), alguna restauración del carbono y del nitrógeno del suelo
debe ocurrir durante el periodo de barbecho. Stienen (1990) indica que los matorrales cubren 80 millones de
Los acahuales
que se puede observar del cultivo en esta región, es probable que un sistema de barbecho semejante al matorral
también se encuentra en los acahuales de Yucatán.
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El Chaco
El Chaco, un bosque espeso de arbustivos semejante al caatinga, ocupa 5% de Sur América, formando un
ecosistema importante en zonas de Bolivia, Paraguay y Argentina. Aunque algunos autores han notado
semejanzas entre el Chaco y la Caatinga, el Chaco es generalmente considerado un sistema silvopastoril (Hang
et al., 1995). Sin embargo, se puede observaren el Chaco, áreas pequeñas utilizadas para la producción de
cultivos anuales. Las prácticas de manejo actuales en ambos el Chaco y la Caatinga, favorecen la sustitución de
árboles nativos no leguminosos por especies nativas leguminosas como Prosopis spp. por ejemplo Mazzarino et
al. (1991) han medido aumentos en el nitrógeno disponible asociado con Prosopis.
Conclusiones
Hay diversos tipos de barbechos utilizados por agricultores en América Latina y otras partes del mundo
para restaurar la fertilidad de suelo y suprimir el crecimiento de malezas. La mayor parte de los sistemas descritos
en esta sección corresponden a los barbechos biológicamente mejorados de Raintree y Wamer (1986); sin
Amazónica. Dado el suficiente tiempo en que crecen, estos barbechos parecen ofrecer un sistema de producción
sostenible a sus practicantes. Los rendimientos son generalmente bajos y estos sistemas funcionan mejor cuando
las densidades poblacionales son bajas, pero continúan siendo importantes en estas áreas. Se hacen muchos
esfuerzos actualmente para mejorar estos barbechos, utilizando especies que acumulan nutrimentos más
investigación hasta la fecha para determinar si estos sistemas son una alternativa viable a la agricultura migratoria.
En algunos casos se ha notado mejoramiento en el rendimiento de cultivos con solamente un año de barbecho,
pero generalmente, períodos más largos son necesarios, especialmente con especies leñosas. Se espera que los
otros productos de los barbechos leñosos tales como postes, leña y forraje compensen el tiempo en que el terreno
no produce cultivos.
Muchos de los sistemas de barbecho parecen ser muy específicos para sus sitios y no pueden transferirse
fácilmente a otras condiciones ecológicas o económicas. Otros sistemas se practican en amplias áreas e incluyen
prácticas de manejo que pueden probablemente implementarse bajo condiciones bastante diversas. Ambos,
Mimosa tenuiflora y Mimosa scabrella han sido introducidos con éxito en áreas lejanas de su zona de ocurrencia
natural. El hecho que en muchos de los sistemas se pastorean animales en los barbechos indica que el
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