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Barbechos mejorados

Donald Kass

• Introducción

• Sistemas de barbechos

• Conclusiones

• Bibliografía

CAPITULO 10

1
Barbechos mejorados

Introducción
El barbecho es la vegetación que crece en una área durante un periodo de descanso, que por lo general

no es lo suficientemente largo para que reaparezca la vegetación original (Grigg, 1974). El barbecho mejorado se

considera como una fase intermedia entre la agricultura migratoria y la agricultura sedentaria, con rotaciones más

cortas (Raintree, 1987). Raintree considera que en el proceso de intensificación del uso de la tierra hay una
secuencia que se inicia con el barbecho de bosque (más propiamente la roza), barbecho de matorral, barbecho

de malezas, cultivos anuales y cultivos múltiples. No hay evidencia que esta secuencia de verdad ocurra debido

a que los barbechos de malezas se practican principalmente en áreas demasiado húmedas para quemar la

vegetación (Thurston, 1997) y no reemplazan un sistema de barbecho de matorral. Raintree y Wamer (1986)

hacen distinción entre el barbecho económicamente mejorado, donde las plantas son introducidas al barbecho,
principalmente por su valor económico y los barbechos biológicamente mejorados, donde las plantas son

introducidas por su capacidad de mejorar la fertilidad del suelo o deprimir el crecimiento de malezas (Figura 1).

En el diagrama de Raintree (1987), los dos ejes representan intensidad de uso de la tierra e intensidad del

uso de la mano de obra. Este autor no da valores al eje equis, que corresponde a la intensidad de uso de la mano

de obra, pero presenta un método para estimarla.

Este documento se concentrará principalmente en los barbechos de matorrales. Kass etal. (1994) han

notado que dentro de la roza, se encuentran muchas características del barbecho mejorado, ya que el agricultor

generalmente selecciona cuáles árboles va a quemar y cuáles dejará con protección y frecuentemente, siembra

árboles durante la fase de cultivo para cosecharlos durante el periodo de abandono.

Kass y Somarriba (1997) han separado los sistemas de barbecho en las Américas en ocho grupos:

1. Sistemas de herbáceas no quemadas, con una especie predominante.


2. Sistemas de herbáceas quemadas, con una especie predominante.
3. Sistemas de herbáceas no quemadas, con especies múltiples.
4. Sistemas de herbáceas quemadas, con especies múltiples.
5. Sistemas con leñosas no quemadas, con una especie predominante.
6. Sistemas con leñosas quemadas, con una especie predominante.
7. Sistemas con leñosas no quemadas, con especies múltiples.
8. Sistemas con leñosas quemadas, con especies múltiples.

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Figura 1. Vías agroforestales para la intensificación del uso de la tierra en los principales sistemas tropicales de

fincas. (Raintree, 1987).

Los sistemas con herbáceas, como no constituyen propiamente un sistema agroforestal, no están dentro

del alcance de este articulo. Sin embargo, algunos de estos sistemas, como el frijol tapado y los barbechos con

mucuna, han recibido recientemente mucha atención en el trópico americano. Por esta razón también se

consideran estos sistemas en este documento, pero con menor detalle.

Sistemas de barbechos
Sistemas de especies no quemadas, con una especie predominante

Se incluye en esta categoría los sistemas de barbecho que actualmente reciben mucha atención por parte

de los investigadores y algunos agricultores en América Central y otras áreas de América Latina. Las especies

más utilizadas son Mucuna deerengiana, Lathyrus nigrivalis, Canavalia ensiformis y Dolichos lablab. Como las

dos primeras especies no son nativas de las Américas, se trata de sistemas que han evolucionado recientemente.

Se considera que la mucuna fue introducida para utilizarse en plantaciones de banano hace unos cien años. No

se sabe cuándo el L nigrivalis fue introducido al altiplano de Guatemala, donde actualmente se planta al final del

periodo de siembra del maiz, para crecer durante la época seca. Un sistema semejante, con siembra de la

leguminosa pocas semanas después de la siembra del maiz se ha introducido utilizando C. ensiformis en Panamá.

Esta especie se encuentra frecuentemente en fincas de América Latina, donde se utiliza más como planta

repelente a los insectos o para la conservación de suelos más que como un barbecho. Ambas, la Canava//a y el

Lathyrus tienen una resistencia a la sequia que les permite crecer durante esa época, haciéndolo de gran utilidad

en regiones con un periodo seco prolongado.

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El reciente uso de la M. deerengiana ha tenido un fuerte efecto en Centro América. Muchos agricultores
han podido obtener un cierto grado de producción sostenible de maiz y frijol en áreas donde recientemente

predominaba la agricultura migratoria. El desempeño de los barbechos de arbustivas tendrá que ser muy superior
para inducir a los agricultores a dejar la mucuna por barbechos de leñosas.

Sistemas de herbáceas quemadas, con una especie predominante

Es una práctica común quemar el kudzú (Puararia phaseoloidas) para impedir su crecimiento excesivo.

Esta especie fue introducido en muchas áreas de América Latina como un abono verde, pero su crecimiento

exuberante frecuentemente le convirtió en plaga y su uso actual es limitado. Wade y Sánchez (1983) demostraron

que el kudzú tiene gran capacidad para mantener la fertilidad de los suelos tropicales, en rotación con cultivos

anuales. La quema del kudzú se practica frecuentemente en plantaciones de cítricos donde se le utiliza como un

mantillo vivo. Esta práctica estimula la germinación de semillas que están en dormancia, haciendo posible una

rápida regeneración de la cobertura.

Sistemas de herbáceas no quemadas, con especies múltiples

El sistema de barbecho no quemado con herbáceas de especies múltiples, mejor conocido y estudiado

como el sistema de “frijol tapado*, que se considera es la fuente de hasta el 30% de la producción de frijol en

América Central (Thurston, 1997). A pesar de ignorarse durante muchos años por ser un sistema de poco potencial

(González y Araya, 1994), el sistema maximiza en muchos aspectos los recursos ambientales y las condiciones

sociales que enfrentan muchos agricultores de escasos recursos en las zonas húmedas de esta Región
(Rosemeyer, 1994).

La selección de sitios contribuye mucho al éxito del sistema de tapado. La presencia de malezas tales

como Malanthara aspara. Calea urticfolia, Elephantropus scabar, Sida rombifolia, Phytolaca spp. y Pipar spp., se

consideran como indicadoras de sitios de buena fertilidad. Malezas como Ca/ea urticfolia. Vicquiera guatamalansis

y Milinis minutífíora se consideran menos competitivas con el frijol (De la Cruz, 1994); sin embargo, González y

Araya (1994) indican que diferentes malezas se prefieren para diferentes tipos de frijoles; por ejemplo ciertas

arbustivas pueden funcionar como soporte para el frijol trepador.

Los agricultores evitan sitios donde Pteridium aquilinum, Serjanis spp., Haliconia latispatha, Hyparrhenia

rufa, Imperata contracta, Zeugites pittieri, Anathaxaron hispidus, Commelina difusa, Bidens pilosa, Panicum

pilosum, Asclepias curasavica, Urera spp., y Rottboelia cochinchinensis, se encuentran en abundancia, ya que la

presencia de estas especies indica sitios con suelos problemáticos o especies que ejercen mucha competencia

con el frijol. Además de suministrar nutrimentos al cultivo de frijol, el mantillo producido por el tapado también

reduce la incidencia de ciertas enfermedades, principalmente la mustia hilachosa, desde que el inóculo del hongo

causante, Thanetophorus cucumeris, llega a las plantas de frijol principalmente al salpicar desde el suelo (Galindo

et al., 1983). Otras enfermedades igualmente controladas son la mancha bacteriana, la mancha angular de las

hojas y el “Entyloma leaf smut” (Thurston, 1997). Los rendimientos en el sistema tapado son bajos. En un estudio

en Costa Rica, donde el rendimiento promedio nacional de frijol es 575 kg/ha, González y Araya (1994)

encontraron que el 37.4% de los agricultores en el área de estudio tenían rendimientos inferiores a 450 kg/ha, el

46,9% entre 450 y 1050 kg/ha y el 15,7% superiores a 1050 kg/ha. Sin embargo, Rosemeyer (1994) encontró que
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ios mayores rendimientos que pueden obtenerse en los sistemas de producción convencional fueron menos
sostenibles que los obtenidos en el sistema tapado, atributóle a las dificultades con otros métodos, al deficiente

mantenimiento del rizobium y hongos micorrizales y al mayor contacto de las raices del frijol con partículas del

suelo, el cual puede tener una alta capacidad para la retención de fósforo. Schlather (1995) ha demostrado que

los niveles de P solubles y el rendimiento del frijol fueron más altos después de cuatro años de tapado que después

de la producción convencional de frijol, aún cuando se aplicó hasta 97 kg/ha de P (Schlather, 1995).

Thurston (1997) cita estudios realizados por Wilk que muestran que los agricult ores Kechi-Maya de Belice

producen maiz por métodos tradicionales de roza-tumba-quema y por un sistema de matahambre de mantillo no

quemado, en los suelos más fértiles, cerca a los ríos. Combinaciones semejantes de los dos sistemas,

frecuentemente combinando características de ambos, son practicadas por agricultores después que se

transfieren de áreas más húmedas a más secas, en Panamá y en la Amazonia.

Thurston (1997) también cita estudios realizados por De Walt y De Watt en las áreas estacionalmente secas

de Honduras donde los agricultores producen maiz y sorgo en pendientes sin quemar. Se puede sembrar maíz y

sorgo antes o después de cortar la vegetación. Los agricultores que practican este sistema lo consideran menos

riesgoso que las siembras tradicionales en áreas con precipitación irregular. Además de ser menos exigentes de

mano de obra que las siembras tradicionales, el mantillo protege el suelo de la erosión e impide que la semilla se

pierda por las fuertes lluvias que pueden ocurrir después de la siembra. Las dos variedades tradicionales de

ambos cultivos son sensibles al fotoperíodo, pero otras variedades insensibles ai fotoperíodo pueden ser

producidas bajo este sistema que parece aumentar su aceptación en áreas específicas del sur de Honduras. Los

animales pueden alimentarse de la paja del sorgo después de la cosecha de granos, o las plantas de sorgo pueden

cortarse y ofrecerse a los animales. Generalmente se utiliza el sorgo como sustituto del maíz para hacer tortillas,

cuando la producción de este grano se reduce por la sequía.

Sistemas de herbáceas quemadas, con especies múltiples

Thurston (1997) cita diversos autores que han descrito un tipo de barbecho de gramíneas, que se utilizan

en áreas del estado de Tabasco en México y que se inundan periódicamente. Las gramíneas son Thalia geniculata
(popal), Setena macrophylla y Echinocloa cruspavonis que crecen con la ciperácea Cyperus articulatus. Durante

el periodo seco, las gramíneas se cortan y diversas semillas, incluyendo las del maiz, se siembran con el material

cortado. Cuando empiezan a emerger las plantas del maíz, se quema toda la masa vegetal y aunque se causa un

daño a los cultivos, luego éstos se recuperan. La quema es aparentemente superficial y cantidades considerables

de las gramíneas cortadas se descomponen lentamente durante el periodo de cultivo. Los rendimientos en este
sistema, que ha sido utilizado por indios Chontales desde tiempos precolombinos, son con frecuencia

sorprendentemente altos debido a las condiciones anaeróbicas que continúan en el área hasta cuatro meses del

año, condición que reduce considerablemente la pérdida de nutrimentos y la incidencia de hongos patógenos en

el suelo, que son principalmente aeróbicos (Thurston, 1997).

Sistemas con leñosas no quemadas, con una especie predominante.

El único sistema descrito en esta categoría es el barbecho de caragra (Lippia toresii) descrito por Beer

(1983). Según este autor, el sistema se practica por los agricultores del pueblo de Pacayitas en Turrialba, Costa
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Rica, localizado entre 1000 y 1200 metros sobre el nivel de mar, una zona forestal húmeda de premontaña. Beer
observó que los conjuntos o agrupamientos de caragras se forman en los campos después de limpiar el bosque.

Algunas veces se le permite pastar al ganado en los agrupamientos, después de la cosecha del maiz, pero los

agricultores no lo cortan. Con el tiempo, los árboles se cortan para leña, dejando las hojas y ramas como un

acolchado para los subsiguientes cultivos de maiz. Beer (1983) pregunta si esta práctica realmente afecta el curso

de la sucesión natural, previniendo la formación de un bosque secundario por un desyerbado selectivo.

Cuando las áreas se desmontan después del barbecho, los troncos de caragra, de 0,5 a 1,0 m de altura,

retoñan vigorosamente. El destino final de estos barbechos depende del manejo que se les da. Si los árboles se

cortan con frecuencia, con el tiempo se pierden, dejando un pastizal sin árboles o un bosque secundario

compuesto de especies diferentes.

Sistemas con leñosas quemadas, con una especie predominante

Los sistemas con leñosas, con una especie predominante, que son quemadas antes de plantar cultivos,

son los sistemas más comúnmente considerados como barbechos mejorados en América. Los llamados “bosques

oligárquicos*, donde una especie predomina, ocurren frecuentemente en respuesta a ciertos factores ecológicos,

entre ellos las quemas (Peters ef a/., 1989). En los sistemas de barbechos mejorados, se siembran cultivos

durante el período de establecimiento de la especie oligárquica, utilizando limpiezas selectivas para asegurar su

dominancia en el barbecho que sigue al periodo de cultivo.

Tres formaciones oligárquicas ocupan áreas extensivas en América Latina y son utilizadas por los

agricultores para restaurar la fertilidad y suprimir las malezas en sus campos agrícolas. Estas son la bracatinga

(Mimosa scabrella) en el sudeste de Brasil, el carbón negro (Mimosa tenuiflora) en la zona Pacifica de América
Central y los bosques de babassu (Orbignya phalerata) en los márgenes orientales de la Amazonia. Menos

extensivos son las áreas de frijolillo (Senna guatemalensis) y tatascán (Perymenium grande var. grande) en las

partes altas de Honduras.

Bracatinga

Bracatinga es una leguminosa leñosa (Mimosaceae) nativa al sur de Brasil (estados de Paraná, Santa
Catarina y Rio Grande del Sur) en áreas situadas de 500 a 1500 msnm, con una precipitación anual de 1100 a

3500 mm bien distribuidos en el año y temperaturas promedio anuales de 16 a 23 °C. La especie tolera heladas
cortas (-3 °C) y prospera en un gran rango de suelos, inclusive suelos infértiles de pH bajo y altos niveles de

saturación de aluminio (Rotta efa/., 1981).

Bracatinga es una especie pionera que prospera en campos abiertos con un ciclo de vida de 10 a 20 años.

Es de crecimiento rápido, comúnmente utilizada para leña, carbón y pulpa (Rotta et a/., 1981) y para la producción

de miel (EMBRAPA, 1986). Se regenera de semillas, formando bosques oligárquicos densos en áreas que han

sido cortadas y quemadas, donde representa el 41% de todos los individuos y el 72% del área basal.

Bosquetes de bracatinga se encuentran principalmente en fincas pequeñas a medianas (hasta 50 ha).

Después de cosechar la bracatinga para leña, el área es quemada y plantada en un asocio de maiz y frijol (Baggio

et al., 1986). La quema rompe la dormancia de las semillas, resultando en tasas de germinaciónsuperiores a 80%. 6
Se siembra el maiz a 0,8 x 1,0 m, con tres semillas por postura, resultando en alrededor de 35000 plantas por

hectárea. El frijol se intercultiva a 0,4 x 0,6 m con tres semillas por postura (120000 plantas/ha). Cuando se ralean

los árboles se hacenlaslimpiezasenloscultivos.Se realizan otros raleos cuando se cosechan los cultivos,

resultando en una población de 15000 a 40000 plantas de bracatinga por hectárea al final del primer año. Luego

los bosquetes se dejan sin ralear (Baggio et al., 1986), pero la competencia natural reduce la población de 1800

a 2700/ha árboles por año, en el octavo año.

Los rendimientos de los cultivos, sin insumos adicionales, son en promedio de 1600 kg/ha para maiz y 330

kg/ha para frijol. El análisis financiero indica una rentabilidad buena de los sistemas tradicionales en comparación

a sistemas más intensivos (cultivos fertilizados). Se observó que la rentabilidad del sistema puede incrementarse

por incorporación de la producción de miel y el pastoreó de ganado en bosquetes jóvenes raleados (Graca et a/.,

1989; Baggio et a/., 1986). Sin embargo, estudios en CATIE indic an que el crecimiento de bracatinga es

severamente afectado por la compactación del suelo debido a pastoreo. La bracatinga ha sido introducida a

América Central y México con considerable éxito como sombra para el café (Musalem, 1995).

Carbón negro

El carbón negro es conocido en toda América Latina, donde su capacidad pionera es muy utilizada para

reforestar suelos agotados. La M. tenuifíora se encuentra en zonas de 0 a 1500 msnm, 600 a1500 mm de

precipitación anual y un período seco de hasta ocho meses, una situación bastante común en América Latina. En

América Central abunda en el Pacifico seco de Costa Rica (Guanacaste) y en la zona sur de Honduras. Es una

especie muy apetecida por el ganado caprino y tiene varios usos locales como leña, carbón, postes y

construcciones menores.

En América Central, los barbechos de M. tenuifíora generalmente duran de 12 a 15 años, aunque cuando

existe limitación de tierra, el barbecho puede reducirse a periodos de 4 a 7 años. Después de 12 años, M. tenuifíora

no domina el barbecho y aparecen otras especies forestales primarias como Cordia spp., Tabebuia spp. y

Samanea saman (Kass et al., 1993). Se remueven árboles durante el período de barbecho y se usan para leña,

postes para cercas y producción de carbón. También se pastorea ganado en el barbecho. La cantidad de

intervención depende de la necesidad de varios productos. Una cronología de estos usos se da en la figura 2.

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Figura 2. Esquema del sistema maiz-sorgo-carbón negro en el sur de Honduras (Nolasco y Landaverde,
1988).

En otro estudio del sistema, en un barbecho de dos años de M. tenuiflora después de una asociación de

maíz y sorgo (Sorghun bicolor), Nolasco y Valverde (1988) encontraron entre 155 y 179 plantas de esta especie,

en un área de 200 m2. Landaverde (1989) observó que el número de plantas de M. tenuiflora declinó con la edad

del barbecho, a medida que las plantas fueron eliminadas por el ganado. Nolasco y Landaverde (1988)

consideraron que el sistema maíz-sorgo-M. tenuiflora tenia los siguientes beneficios: 1) bajos requerimientos de

mano de obra porque se utilizó el fuego para eliminar malezas, plagas y plantas espinosas, 2) mantenimiento de

la fertilidad del suelo y 3) poco uso de plaguicidas, fertilizantes y otros insumos comprados.

Landaverde comparó los resultados de los análisis de suelos a partir de un barbecho de 12 años y un

bosque secundario mixto de 32 años. Debido a las diferentes edades de los conjuntos de árboles y a la posibilidad

que los suelos no fueran originalmente iguales, los resultados de esos estudios deben interpretarse con alguna

precaución. Sin embargo, los datos indican no solo niveles más altos de materia orgánica, sino también niveles
más altos de Ca, Mg y P en el barbecho de M. tenuiflora en comparación con el bosque secundario.

El babassu

El tipo de bosque oligárquico más conocido en la Amazonia es de la palmera babassu, que ocupan más
que 100000 km2 solamente en el Estado de Maranhao. Todavía se debate si la existencia de estas áreas es

debida a actividad humana, a la actividad animal u otras causas ecológicas. De acuerdo a Anderson et al. (1991),

el babassu domina los sitios desmontados, debido a su modo criptogénico de germinación, lo que permite que las

palmas jóvenes sobrevivan ciclos repetidos de corte y quema. En rodales establecidos, los agricultores cortan las

hojas para proporcionar combustible o leña para quemar, antes del periodo de cultivo. Después de la quema, las

palmeras necesitan casi cuatro años para recuperar completamente su biomasa de hoja. Durante el periodo de

cultivo, el agricultor produce cultivos alimenticios anuales o pastorea animales (May et al., 1985) en los espacios

entre los árboles y tiene acceso a varios productos basados en el babassu: cordeles, canastas y material de las
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hojas para techar, asi como también alimento y aceite de las semillas. La producción combinada de cultivos,
animales y productos forestales de los barbechos de babassu es algo más similar a los sistemas de Faidherbai

albida (sinónimo Acacia albida) que a los sistemas sucesionales de barbecho que se tratan aquí.

Es interesante notar que los bosques de babassu ocupan casi exclusivamente sitios fértiles. Si la palma

babassu contribuye a la fertilidad de esos lugares es un tema de debate. Las palmas de babassu muer tas dejan

grandes hoyos (0,5 m de diámetro y 1,0 m de profundidad) como resultado del modo criptogénico de germinación.

Anderson (1987) postula que la mezcla del suelo y el ciclo más rápido de nutrimentos ocurre cuando el suelo

colindante colapsa en estos hoyos. La alta producción de biomasa de las hojas (16,81 /ha por año) y la

consiguiente producción alta de ceniza que sigue después de la quema, puede también aumentar el ciclo de

nutrimentos en el sistema babassu.

Los bosques de babassu ocurren principalmente en suelos con más del 50% de saturación de bases y

donde la lluvia está entre 1200 y 2000 mm por año, concentrada en una estación húmeda de seis meses. Sin
embargo, Anderson (1987) indica que la dispersión de ganadería está contribuyendo a la reducció n de bosques

de babassu en el este de la Amazonia. También, la presión poblacional ha reducido la población de árboles,

contribuyendo a acortar los períodos de barbecho. Aunque menos del 5% del área boscosa de babassu ya había
desaparecido en 1985, la velocidad de deforestación ha aumentado en ciertas áreas (May ef. a/., 1985; Anderson,

1987; Anderson et al., 1991).

Frijolillo y tatascán

Bosquetes casi puros de frijolillo (Senna guatemalensis) y tatascán (Perymenium grande var. grande) se

encuentran en fincas pequeñas en áreas altas de Honduras a elevaciones entre 1600 y 2000 msnm, con una

temperatura anual de 15 a 19 ’C y con más de 2000 mm de precipitación por año. Los suelos son de baja fertilidad

y clasificados como Plinthic Paleudult, Typic Tropudult y Acrudoxic Melanudand. También es abundante en la

zona de Siguatepeque, Honduras (1000 a 1300 msnm). La madera muy dura, se utiliza para postes y carbón y es

muy apreciada por los apicultores como planta melifera. Los cultivos principales son maíz y frijol producido por

roza y quema. Los bosquetes de frijolillo quedan sin manejo durante 8 a 10 años, después se cosecha todos los

postes y leña del bosquete, se quema el área y se siembra de maíz durante tres años consecutivos. Los

rendimientos de maiz son bajos y pueden disminuir de 584 a 113 kg/ha/año, durante los tres años de cultivo. Las

semillas de frijolillo y tatascán germinan abundantemente después de la quema del residuo del cultivo. Un

bosquete puede contener 10000 troncos/ha a los cuatro años, 3800 troncos/ha a los cinco años y 2500 troncos/ha

a los ocho años. El frijolillo exhibe muchas semejanzas con bracatinga; crecimiento inicial rápido, germinación

mejorada después de las quemas y leña como producto importante del sistema. Lo que distingue el sistema de

frijolillo y tatascán de los otros discutidos en este capítulo es que no se ha demostrado fijación de nitrógeno ni en

frijolillo ni tatascán y el ganado no come ninguna de estas dos especies (Foletti, 1991).

Barbecho de Glirícidia sepium en El Salvador

Mercado ef a/. (1994) mencionan que algunos agricultores en El Salvador han reemplazado el sistema de

roza-tumba-quema tradicional con un barbecho sembrado de madre cacao (Glirícidia sepium). El madre cacao se

siembra para leña y se cosecha después de 5 a 10 años. Después se quema el área y plantan cultivos. Se reporta
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que el barbecho aumenta la fertilidad del suelo, pero nunca llega a los niveles que tenía el área antes de utilizar
el sistema de barbecho mejorado.

Sistemas con leñosas no quemadas, con especies múltiples


Ovalle et al. (1990) reportan que en los espinales de Chile, una secuencia de vegetación secundaria

dominada por Acacia caven seguida por el cultivo de trigo se encuentra en zonas de laderas. Los espinales se

cortan casi al nivel de la tierra, pero no son arrancados del suelo. El suelo se prepara con tracción animal y se

siembran variedades locales de trigo sin fertilizante ni herbicidas. Se realiza un cultivo de trigo cada 5 a 10 años

y después la Acacia caven y otras especies se regeneran de los troncos cortados y se permite el pastoreo de
animales. Terofitas sinantropicas y A. caven rápidamente reinvaden el área de la vegetación circundante. Los

rendimientos de cultivos son bajos (0,7 a 1,5 t de grano/ha). Los rendimientos significativamente más altos se han

obtenido del sistema con el uso de fertilización y variedades mejoradas.

Sistemas con leñosas quemadas, con especies múltiples

Sistema de roza-tumba-quema mejorado

Padoch y De Jong (1987) describen cinco tipos de barbechos, económicamente enriquecidos, que se

encuentran en las poblaciones nativas y no nativas de la Amazonia peruana. Una característica común de estos

barbechos es que ciertos árboles valiosos se dejan en pie cuando el bosque se desmonta o se plantan durante la

fase de cultivo, de tal manera que enriquecen el barbecho subsiguiente. La protección de árboles favorecidos

durante los ciclos de quema siguientes, junto con un conjunto de procesos ecológicos relacionados, da por

resultado poblaciones mayores de las especies deseadas (Unruh, 1990). Estos procesos incluyen 1) mejor

germinación de la semilla y establecimiento de los árboles protegidos debido a la competencia reducida, fertilidad

mejorada y relaciones de humedad mejorada alrededor de los árboles esparcidos; 2) un aumento en la dispersión

de semillas por frugívoros a partir de los árboles frutales plantados y 3) germinación reducida de la vegetación

pionera agresiva, con las semillas dependientes de la quema.

Se han realizado diversos esfuerzos en la Amazonia peruana para remplazar la vegetación espontánea

con especies seleccionadas para el mejoramiento del suelo: barbechos biológicamente enriquecidos (Wade y

Sánchez, 1983; Staver,1989; Szott et a/.,1991). Estos últimos autores, durante un periodo de 4 a 5 años de

barbecho, trabajaron con un rango de herbáceas y leguminosas leñosas tolerantes a la acidez. El control de

malezas se logró más rápidamente con las especies estoloníferas: Centrosema macrocarpa, Pueraria

phaseoloides y Desmodium ovalifolium, aunque la mejor supresión de malezas fue obtenida con las leguminosas

leñosas Cajanus cajan e Inga edulis. Algunos de los mejores tratamientos (D. ovalifolium e I. edulis) produjeron

casi la misma cantidad de biomasa después de 4 a 5 años, al igual que el barbecho natural. A los 24 meses

después del abandono, el nitrógeno total (vegetación + suelo) y el potasio total disponible (vegetación + lo

intercambiable en el suelo) en los mejores tratamientos de barbecho (Desmodium, Inga y barbechos naturales)

excedieron los niveles medidos en el campo abandonado. Comparado con los niveles en el terreno abandonado,

el magnesio y el calcio hablan disminuido y el fósforo (vegetación y formas extraibles de suelo) hablan aumentado

en todos los tratamientos de barbecho, después de 4 a 5 años (Szott et al., 1991).

Staver (1989) encontró que un barbecho mixto IngalDesmodium en una secuencia de cultivo plátano- yuca- 10
maiz tenia gran potencial para suprimir las malezas y reducir la longitud del periodo de barbecho. Sin embargo,

las especies de barbecho enriquecido requerían más tiempo para plantarlas, competían con otros árboles y
arbustos en el barbecho y necesitaban mayor manejo para evitar la competencia con los cultivos.

Caatinga

Tiessen et al. (1992) reportan que pequeñas parcelas dentro del bosque espinoso deciduo o sabana de
arbustos espinosos, conocido como “caatinga* que cubre alrededor de 1 millón de km 2 en el nordeste de Brasil

son cortadas y quemadas cada 10 años para un ciclo de cultivo de maíz, algodón, frijol y yuca que dura
generalmente 3 a 5 años. Poco fertilizante se utiliza debido a los escasos recursos de los agricultores y a los bajos

rendimientos que se obtienen en una área de precipitación irregular. Los rendimientos generalmente muestran

una reducción marcada después del primer año, cuando disminuyen los efectos de la ceniza y la materia orgánica
en descomposición.

Se realizó un estudio con transectos que pasaron por áreas de 0,4,8,10 y más de 10 años de barbecho

después de una cosecha de yuca. Los niveles de carbono y nitrógeno mineral aumentaron con el tiempo de

barbecho. El P orgánico se mineralizó durante el ciclo de cultivo, pero se recuperó al nivel de las parcelas sin

cultivo, después de ocho años de barbecho. Aunque se podía mantener los niveles de N y P mineral en el suelo

con cultivo continuo con fertilizantes, solamente con 10 años de barbecho se podría restaurar los niveles de
carbono y P orgánico a los niveles encontrados bajo la vegetación original. Se identificaron algunas especies de

leguminosas en el barbecho como Mimosa spp., Indigophera spp., Cass.a jxcelsis y Bauhinia cheillantha (Tiessen

et al., 1992). La nodulación no se ha demostrado en los géneros Cassia y Bauhinia (Alien y Alien, 1982).

Matorrales

Stienen (1990) indica que los matorrales del nordeste de México son, generalmente, demasiado secos para

la producción de cultivos. Sin embargo, él reporta que en el distrito de Ciudad Victoria se cultiva henequ én (Agave

furcroides) durante períodos de 30 años, produciendo rendimientos de 1.71 de fibra/ha/año. Se pastorean

caballos, ovinos, bovinos y asnos en los 2 m de distancia que separan las hileras del cultivo. Generalmente

después del periodo de cultivo, se quema el henequén y un barbecho de matorral se restablece durante un periodo

de diez años, antes que se establece otra plantación de henequén. Durante el periodo de barbecho se puede

utilizar el matorral para pastorear ganado y para producir leña. Como muchas de las especies que se encuentran

en el matorral son leguminosas leñosas fijadores de nitrógeno (Pithecolobiumpallens, Acacia famesiana, Acacia

rigidula, Pithecellobium fíexicaule, Prosopis glándula), alguna restauración del carbono y del nitrógeno del suelo

debe ocurrir durante el periodo de barbecho. Stienen (1990) indica que los matorrales cubren 80 millones de

hectáreas, o sea, más del 40% de la superficie de México.

Los acahuales

No se han hecho descripciones escritas de la producción de henequén en la región de Yucatán, pero de lo

que se puede observar del cultivo en esta región, es probable que un sistema de barbecho semejante al matorral
también se encuentra en los acahuales de Yucatán.

11
El Chaco

El Chaco, un bosque espeso de arbustivos semejante al caatinga, ocupa 5% de Sur América, formando un

ecosistema importante en zonas de Bolivia, Paraguay y Argentina. Aunque algunos autores han notado

semejanzas entre el Chaco y la Caatinga, el Chaco es generalmente considerado un sistema silvopastoril (Hang

et al., 1995). Sin embargo, se puede observaren el Chaco, áreas pequeñas utilizadas para la producción de

cultivos anuales. Las prácticas de manejo actuales en ambos el Chaco y la Caatinga, favorecen la sustitución de

árboles nativos no leguminosos por especies nativas leguminosas como Prosopis spp. por ejemplo Mazzarino et

al. (1991) han medido aumentos en el nitrógeno disponible asociado con Prosopis.

Conclusiones
Hay diversos tipos de barbechos utilizados por agricultores en América Latina y otras partes del mundo

para restaurar la fertilidad de suelo y suprimir el crecimiento de malezas. La mayor parte de los sistemas descritos

en esta sección corresponden a los barbechos biológicamente mejorados de Raintree y Wamer (1986); sin

embargo, existen algunos casos de barbechos económicamente mejorados, principalmente en la región

Amazónica. Dado el suficiente tiempo en que crecen, estos barbechos parecen ofrecer un sistema de producción

sostenible a sus practicantes. Los rendimientos son generalmente bajos y estos sistemas funcionan mejor cuando

las densidades poblacionales son bajas, pero continúan siendo importantes en estas áreas. Se hacen muchos

esfuerzos actualmente para mejorar estos barbechos, utilizando especies que acumulan nutrimentos más

rápidamente, permitiendo el uso de densidades poblacionales más altas. No se ha realizado suficiente

investigación hasta la fecha para determinar si estos sistemas son una alternativa viable a la agricultura migratoria.

En algunos casos se ha notado mejoramiento en el rendimiento de cultivos con solamente un año de barbecho,

pero generalmente, períodos más largos son necesarios, especialmente con especies leñosas. Se espera que los

otros productos de los barbechos leñosos tales como postes, leña y forraje compensen el tiempo en que el terreno

no produce cultivos.

Muchos de los sistemas de barbecho parecen ser muy específicos para sus sitios y no pueden transferirse
fácilmente a otras condiciones ecológicas o económicas. Otros sistemas se practican en amplias áreas e incluyen
prácticas de manejo que pueden probablemente implementarse bajo condiciones bastante diversas. Ambos,

Mimosa tenuiflora y Mimosa scabrella han sido introducidos con éxito en áreas lejanas de su zona de ocurrencia

natural. El hecho que en muchos de los sistemas se pastorean animales en los barbechos indica que el

componente animal de estos sistemas no se puede ignorar.

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