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CULTURA CIUDADANA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Jamás como ciudadanos, estudiantes, personas del común que llevábamos un ritmo de
vida, ajustado a nuestras necesidades, imaginamos en que tendríamos que afrontar una
PANDEMIA

Como estudiantes nuestra historia se partió en dos, empezaba con normalidad el año
académico 2020, hasta ahora nos estábamos adaptando a otra nueva etapa, la
secundaria, cuando de repente, sobre el mes de marzo se suspendieron las clases, no
íbamos más al Colegio, todo era confusión, solo veíamos a nuestros padres comentar de lo
preocupante de la situación, empezamos a ver en nuestros hogares tapabocas,
desinfectantes, alcohol, medidas que nos protegieran del el temible covid 19.

Por tal razón esta ponencia está encaminada al descubrimiento de la cultura Ciudadana
que hemos tenido que adquirir, antes todo era muy individual vivimos en un mundo muy
acelerado en donde cada quien tiene su propio mundo, y el tema de la solidaridad se hizo
presente, el entender que si de manera individual soy responsable, si tomo todas las
medidas no solo me protejo a mí, sino que protejo a los demás, que de ahí se deriva la
responsabilidad social, tener que cambiar rutinas, formas de vida, reflexionar, fue en este
tiempo que se hizo fuerte el trabajo en equipo.

Tuvimos como sociedad que aprender a vivir dentro de las llamadas cuarentenas, algo tan
normal como salir al parque paso a ser una restricción más, no íbamos al colegio y
empezó la virtualidad, tema totalmente desconocido para muchos, recibiríamos
orientación y clases a través de una pantalla, adaptarnos muy difícil, se hizo evidente la
necesidad de conectividad, empezaron dificultades para el cumplimiento oportuno
cumplimiento oportuno de nuestras actividades escolares, empezamos a afrontar que
debíamos ser autónomos, tener mayor responsabilidad y es ahí en donde surgen varias
dudas del porque nos cuesta tanto desarrollar cultura, mantener disciplina para el
beneficio colectivo, acatar las disposiciones.

La cultura ciudadana, como un proceso de cambio social, debería ser una acción
participativa para dejar un amplio margen de maniobra a la creatividad y el libre albedrío
de la ciudadanía.

Factores individuales:

 Problemas en la capacidad de concentración del individuo.

Fuimos prueba, debíamos medirnos solos, saber que tanta capacidad de concentración
teníamos sin esperar que nadie estuviera ahí encima de nosotros recordándonos que
debíamos hacer en los distintos roles que ahora se asumen.

 Dificultad para establecer prioridades.

El tema de las prioridades ha sido el desequilibrio para nuestros padres, porque si bien es
cierto que somos prioridad para ellos, estaba el tener que salir por el sustento diario, eso
implicó dejarnos solos en un proceso autónomo.

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 Habilidad en el desarrollo de herramientas tecnológicas.

En este proceso no todo ha sido negativo, por el contrario, dentro de ese proceso
autónomo desarrollamos habilidades que tal vez todavía no habíamos descubierto, somos
tan inteligentes, como esponjitas esperando absorber conocimiento, eso nos llevó a buscar
en la tecnología un aliado importante que llego para quedarse, ahora manejamos
programas, herramientas, centros de consulta, redes sociales, y depende de nosotros su
uso responsable adecuado, debemos hacer uso de la tecnología y no que la tecnología
haga uso de nosotros.

Finalmente la mejor de las enseñanzas está en la solidaridad en saber y comprender que


podemos hacer algo por los demás sin esperar nada a cambio, que nosotros como niños
podemos fomentar y contribuir al cambio social, somos nosotros los encargados en
concientizar a los adultos que el cuidado debe ser colectivo, para un beneficio global,
somos los constructores de una sociedad diferente, incluyente, participativa, democrática,
solidaria que sin cultura ciudadana no habrá cambio y que sin cambio no habrá progreso.

Muchas gracias.

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