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Controlar la humedad relativa y la


temperatura en un museo de gran
tamaño: un reto

Bárbara Culubret Worms (barbara.culubret@mecd.es)


Museo Arqueológico Nacional

Daniel Vázquez Álvarez (daniel@sensonet.com)


Sensonet Ingenieria S. L.

Resumen: La rehabilitación integral del Museo Arqueológico Nacional ha permitido revisar


y actualizar las herramientas de las que se disponía para asegurar la correcta conservación
preventiva de las piezas expuestas y almacenadas. En este sentido, además de la renovación
total de las vitrinas y de los almacenes, se procedió a la implantación de un sistema de
monitorización de las condiciones ambientales de humedad relativa y temperatura, Sensonet,
que permite conocer en tiempo real los datos desde cualquier equipo informático del
Departamento de Conservación. El gran tamaño del edificio, su arquitectura, la diversidad
de las colecciones y el diseño expositivo son factores que se han tenido que combinar para
configurar un sistema que a día de hoy podemos decir que cumple con las expectativas y
cubre las necesidades del Museo.

Palabras clave: Museo. Conservación. Humedad relativa. Temperatura. Monitorización. dDa-


talogger. Sensonet.

Abstract: The National Archaeological Museum has undergone a comprehensive refurbish-


ment. New revised and improved preventive conservation tools have been implemented in
the exhibition halls and storage areas. New display cases and storage facilities were furnished
and Sensonet, a monitoring system, was implemented to track the environmental conditions:
relative humidity and temperature. Sensonet enables real-time monitoring and can be ac-
cessed on-line from any computer on the Conservation Department network. There were
many factors to be considered when designing the system: the large size of the building and
its architectural features, the diversity of Museum’s collections and the exhibition design. All
this previous work has ensured that the implemented system will meet the current needs of
the Museum.

Keywords: Museum. Preventive conservation. Relative humidity. Temperature. Monitoring.


Datalogger. Sensonet.

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Introducción

Al iniciarse en el año 2008 las obras de rehabilitación, el Museo Arqueológico Nacional


(MAN) contaba con un sistema de monitorización de humedad relativa y temperatura1 ins-
talado en las salas de exposición y en algunos almacenes. Aquel sistema se basaba en la
transmisión de los datos de los sensores vía radio a un receptor instalado en un ordenador
del Departamento de Conservación. Los sensores eran pocos y no cubrían la totalidad de las
salas del Museo ya que en muchas zonas la propia arquitectura del edificio impedía la
correcta transmisión de los datos. Los sensores estaban ubicados en las salas y en algunos
almacenes, y no había ninguno en vitrinas, por lo que el control de las condiciones ambien-
tales en el interior de las vitrinas, al igual que en el resto de los almacenes, se realizaba con
termohigrómetros de mano y termohigrógrafos de tambor. Con las obras se produjo el
desmantelamiento del sistema por entonces existente y se tuvo que recurrir temporalmente
a los equipos manuales.

Al inicio de las obras del Museo, se habilitaron como depósitos temporales de bienes
culturales algunas salas en unas naves pertenecientes al Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte en Alcalá de Henares. Dos de estas salas se dotaron de un sistema de climatización
propio con el fin de destinarlas a almacenes de materiales orgánicos (mobiliario, pintura,
instrumentos musicales, escultura...).

Para la monitorización de la humedad relativa y de la temperatura en estas salas se


instaló el sistema Sensonet con cinco sensores y dos particularidades. La primera es que no
había acceso a la intranet corporativa del ministerio ni, por lo tanto, del propio MAN. Y la
segunda es que no había ordenadores in-situ con los que conectarse y comprobar visual-
mente, con las visitas periódicas del personal del Museo, que ambas salas estaban dentro
los parámetros de HR/T esperados. Con objeto de solventar ambas carencias se añadieron
al controlador Sensonet dos prestaciones específicas. Por un lado, se desarrolló un controla-
dor con acceso a Internet con comunicaciones GSM/GPRS capaz de enviar alertas de HR/T
o de pilas bajas por correo electrónico, y la más importante, enviar las medidas adquiridas
a la nube de forma que con el propio programa Sensodat se pudieran descargar las medidas
de forma transparente al usuario. Y para la segunda cuestión, se insertó en el controlador
un pequeño display de dos líneas que muestra de forma secuencial las medidas de HR/T de
los cinco sensores instalados (Fig. 1).

Este sistema con cinco sensores ha servido para hacer los informes oportunos, mes a
mes, de las condiciones ambientales en que se encuentran ambos depósitos y también para
recibir las correspondientes alertas cuando alguna de las máquinas de climatización no ha
podido mantener las consignas programadas por algún problema puntual (Fig. 2).

Esta instalación sirvió para conocer de primera mano las prestaciones del sistema y
valorar la posibilidad de realizar un proyecto piloto en la sede del Museo cuyo edificio estaba
en proceso de reforma. De forma que en el año 2010 se instaló el sistema en la exposición
temporal «Tesoros del Museo Arqueológico Nacional» mientras se vaciaba parte del edificio
para acometer la primera fase de la obra.

1
Sistema Hanwell.

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Premisas para el establecimiento


de unos parámetros climáticos
adecuados

La exposición y la conservación de los fondos


museográficos requieren una serie de condi-
ciones ambientales específicas que se compli-
can cuando las piezas son de distinta
naturaleza, y cuando, como en el caso del
MAN salas y vitrinas son muy numerosas.

En un primer momento es básico


conocer las condiciones reales que se dan en
el edificio y su entorno (orientación, ubica- Fig. 1. Controlador del sistema Sensodat instalado en las
ción, arquitectura, materiales…), y cuáles son naves de Alcalá de Henares.

las que ofrecen los sistemas de climatización


existentes y cómo se pueden regular. Por otra
parte, hay que definir exactamente las condi-
ciones específicas para cada tipo de colección
y finalmente hay que intentar conseguir la
mayor estabilidad térmica y sobretodo higro-
métrica.

En el caso del MAN nos encontramos


con un edificio antiguo en un entorno urbano
(bastante contaminado), con un jardín y en la
cercanía de un parque. Ya en el interior, las
salas tienen por lo general gran altura y vanos
abiertos a otras salas y/o al exterior (cerrados
en estos casos por ventanas y contraventanas
y con estores opacos y filtros UV e IR). Los
paramentos interiores son de obra, mármol o
madera y los suelos de mármol o madera. En Fig. 2. Monitorización de la HR/T en las naves de Alcalá
algunas salas los techos están igualmente de Henares.
recubiertos por una estructura de madera que
rebaja la altura. Hay dos grandes patios inte-
riores cerrados (anteriormente descubiertos) de gran altura y cubierta acristalada (lo que
provoca el incremento de la temperatura además de una fuerte insolación, pese a que los
cristales presentan filtros UVA e IR). A estos patios abren algunas de las salas de exposición
por lo que la temperatura en éstas se ve afectada por la del patio. Por último, hay que tener
en cuenta también que la ciudad de Madrid tiene un clima con grandes contrastes en los ci-
clos diarios y anuales y en ocasiones las temperaturas pueden llegar a ser bastante extremas.

Si a todo lo anterior añadimos además una alta afluencia de visitantes y, como ya de-
cíamos anteriormente, una gran variedad de materiales entre las piezas expuestas y el estado
de conservación de éstas, son muchos los factores que entran en juego a la hora de pretender
lograr una óptima climatización idónea para la conservación de las piezas expuestas.

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¿Por qué tenemos que controlar las condiciones de HR y T?

Como ya hemos apuntado, las colecciones del MAN son de muy variada naturaleza: inorgá-
nicos como la piedra, el vidrio, la cerámica, los metales, u orgánicos como la madera, el
hueso, el papel… Y muy a menudo una misma pieza puede estar realizada a partir de
distintos materiales, lo que dificulta aún más su conservación; es quizás la humedad relativa
el factor más difícil de controlar y sin embargo el que puede provocar mayores problemas.
Por otra parte también, en ocasiones, el gran tamaño de las vitrinas y la exposición conjunta
de colecciones de diversa naturaleza complica aún más la definición de unos parámetros
climáticos adecuados: los materiales orgánicos son higroscópicos y por tanto sensibles a las
variaciones de humedad. Por norma general los materiales inorgánicos no se ven tan afec-
tados por ello, aunque los metales son también sensibles a la humedad relativa alta ya que
desencadena entonces procesos de corrosión.

Por tanto, en un museo como el que nos ocupa en este artículo, el establecimiento de
unos estándares de HR/T es una labor bastante complicada, por lo que se tenderá funda-
mentalmente a establecer unos márgenes más flexibles teniendo en cuenta también la capa-
cidad de aclimatación que tienen algunas piezas. Por otro lado, las condiciones ambientales
que definen el «bienestar térmico»2 tienen que conjugarse con las necesidades para la conser-
vación de las colecciones, aunque en ocasiones distan de ser las más adecuadas para la con-
servación. La temperatura es el factor que menos problemas suele dar, sobre todo en ciudades
o zonas urbanas donde no se suelen registrar temperaturas inferiores a 0º C. Una temperatura
entre los 20º C y los 24º C es adecuada para la gran mayoría de las piezas expuestas (no es-
tamos hablando de los almacenes en los que se podrá programar una temperatura de 18º C)
y cumple con los parámetros establecidos para el bienestar térmico. Sin embargo, movién-
donos en este mismo marco, fijar una humedad relativa determinada que sea adecuada para
todos los materiales es imposible; por ejemplo, una humedad relativa del 50 % no será com-
patible con la conservación de un metal, para el cual preferiremos siempre un 35 %. Por ello
hay que llegar a soluciones de compromiso, evaluando independientemente cada caso, cada
vitrina. En definitiva, el clima del museo tiene que compaginar los parámetros de bienestar
térmicos (para visitantes y trabajadores) y aquellos que se consideran idóneos para la correcta
conservación de las piezas siempre dentro del marco de la eficiencia energética.

Unas vitrinas para la conservación


En el Museo, la mayoría de las piezas están expuestas en vitrinas. Estas son la herramienta
básica para el control de la HR/T por lo que su diseño debería estar orientado en este sen-
tido.

El montaje museográfico actual del MAN cuenta con dos tipos de vitrinas: unas de
fabricación alemana y otras españolas. En las primeras, desarrolladas para el Museo por la
empresa alemana Museumstechnik, la característica esencial es la casi total hermeticidad, no

2
El artículo 15.1 del Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación, de-
termina que el bienestar térmico vendrá determinado «en función del clima de la localidad, del uso del edificio y del régimen
de verano y de invierno…».

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siendo así en el caso de las vitrinas españolas. En ambas los materiales de construcción son
los mismos: acero galvanizado y/o lacado al horno, cristal laminado de seguridad, madera o
mármol como soporte exterior y en el interior módulos realizados en cloruro de polivinilo
espumado3.

En el caso de las vitrinas de fabricación alemana, la alta hermeticidad permite conse-


guir una estabilidad climática en el interior de las mismas aunque, en contrapartida no se
produce casi ninguna renovación del aire en el interior. En el caso de las españolas, tempe-
ratura y humedad están directamente relacionadas con las condiciones de las salas en las
que se encuentran ubicadas, ya que la vitrina permite un intercambio del aire con el exterior.

La iluminación del interior de las vitrinas se obtiene a partir de una fuente de luz
LED4, un conducto de fibra óptica y lámparas que se pueden orientar en función de las
necesidades. En el caso de las vitrinas alemanas el generador de fibra óptica se encuentra
alojado en la parte inferior del módulo expositivo y en las españolas se encuentra, por lo
general, alojado en la parte superior de la vitrina. De esta manera se evita, en principio, que
el calor causado por el generador afecte a las
piezas (ya que el calor se disipa bien en la
parte inferior de la vitrina bien en la superior).

Las vitrinas alemanas tienen en la parte


inferior unas bandejas deslizantes (1 o 2 según
el tamaño de la vitrina) diseñadas con el fin
de ubicar en ellas los sensores de humedad
relativa y temperatura, los materiales tampón
para la regulación de la humedad relativa5,
diversos filtros… Estos cajones cierran me-
diante un tornillo en cada extremo y presentan
en el perímetro un burlete de silicona que les
otorga mayor hermeticidad (Fig. 3). Las vitrinas
españolas también presentan cajones con esta
misma finalidad aunque el cierre no es tan
hermético, al igual que el resto de la vitrina.

Puesta en marcha de un sistema


de monitorización de la humedad
relativa y la temperatura en el Museo

Evidentemente, explicar cómo funciona el sis-


tema de climatización del Museo no es el ob- Fig. 3. Detalle de la bandeja de las vitrinas de fabricación
jeto de este artículo. Sin embargo, vamos a alemana con un sensor.

3
Simopor®.
4
Light-emitting diode, diodo emisor de luz.
5
Se ha utilizado un gel de sílice libre de cloruro de litio que mantiene la humedad relativa estable dentro de unos estrechos
márgenes a través de su capacidad para absorber y emanar vapor de agua.

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centrarnos más bien en explicar cómo trabajamos para conseguir unas condiciones ambien-
tales que aseguraran una correcta conservación de las colecciones y cuáles son las herra-
mientas de las que disponemos para ello. Antes de pasar a exponer cómo se ha implantado
el sistema de monitorización HR/T en el Museo y cuál es su funcionamiento, explicaremos
en un primer momento los fundamentos del sistema.

De forma muy resumida, el sistema Sensonet usa un controlador que recibe vía radio
las medidas de HR/T de sensores que funcionan con pilas convencionales tipo AA. Estas
medidas son periódicas (normalmente en los museos las lecturas se realizan entre 10 y 20
minutos) y se van almacenando en el propio controlador el cual realiza la función de regis-
trador o datalogger.

Hasta el año 2007, lo normal es que los sistemas vía radio similares que se usaban en
museos tuvieran que estar conectados a un ordenador y sólo el usuario de ese ordenador
pudiera acceder a los datos (situación que se daba en el Museo hasta el inicio de las obras
de rehabilitación). Pero el controlador Sensonet se diseñó, ya desde el principio, para estar
conectado a la intranet del Museo con dos objetivos:

– Que cualquier ordenador del mismo o incluso de la propia entidad puede acceder
a los datos con la aplicación Sensodat sin necesidad de estar al lado del controlador
o en el propio edificio.
– Enviar alertas de correo electrónico cuando alguno de los sensores sobrepasa los
límites establecidos o sus pilas están a punto de agotarse.

Si a esto le añadimos que la aplicación Sensodat se puede instalar en tantos ordena-


dores como usuarios estén interesados en acceder a las medidas da lugar a un sistema muy
flexible y escalable para aplicarlo en proyectos de pocos sensores (menos de 10), de tamaño
medio (entre 10 y 40 sensores) y proyectos como el del MAN con más de 200 sensores. La
ventaja es que sea cual sea el tamaño del proyecto, las prestaciones son las mismas para
todos los usuarios. Desde el año 2007 se ha mejorado el producto y resuelto los retos e
incertidumbres que se han ido planteando en los más de noventa proyectos donde ha sido
instalado, ya sea en museos alojados en edificios muy antiguos y sin reformar o en modernos
edificios de gran tamaño como es este caso.

La implantación en 2010 de un proyecto piloto de Sensonet en la exposición «Tesoros


del MAN», con 15 sensores y un pequeño controlador, permitió valorar las prestaciones del
sistema y las ventajas que podía aportar a un Museo de gran tamaño y en salas con piezas
de diferentes requerimientos en materia de conservación.

Este proyecto piloto sirvió también para definir el alcance de la futura implantación del
sistema en el nuevo Museo resultante de la reforma. De forma resumida se estaba planteando:

– La instalación de entre 200 y 300 sensores en las nuevas vitrinas.


– Se aprovecharían los cajones «metálicos» de las vitrinas para ubicar los sensores y
así evitar que se vieran en el interior junto a las piezas.
– Dar cobertura radio del sistema Sensonet a prácticamente la totalidad del edificio
cumpliendo la normativa radio vigente que limita la potencia del sensor a 10 mW.

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Todos estos requisitos estuvieron presentes a la hora de diseñar la arquitectura de la


solución final y, gracias a la escalabilidad y flexibilidad del sistema (sensores, radios y pro-
tocolo), se pudo diseñar la misma con total confianza en que funcionaría adecuadamente.

La reforma museográfica del MAN se realizó en dos grandes fases que se llevaron a
cabo entre los años 2010 y 2014. En una primera fase, la UTE MAN (Acciona-Empty) adjudicó
la instalación de noventa sensores principalmente en vitrinas de las salas de Grecia y Egipto
entre diciembre del 2011 y mayo del 2012.

Como novedad se desarrolló un sensor especial para las bandejas de las vitrinas con
pilas tipo C convencionales para conseguir una autonomía de más de cuatros años. Este sen-
sor tiene además la cápsula que mide HR/T al final de un fino cable de 60 cm, pudiendo
poner así ésta lo más cerca posible de la ranura de ventilación de la vitrina (Fig. 4).

Este primer despliegue de noventa sen-


sores confirmó que la arquitectura definida
con el uso de Repetidores IP de varios canales
radio estaba funcionando adecuadamente. Por
lo tanto, tan sólo hacía falta ir añadiendo
radios receptoras por las diferentes zonas del
Museo (salas, almacenes, oficinas) para ir
ampliando la cobertura radio de Sensonet por
el edificio.

Finalmente, en mayo de 2013, la UTE


MAN (Acciona-Empty) adjudicó la instalación
de otros 98 sensores para la segunda fase del
proyecto museográfico. Durante ese año se
terminó de instalar todo el equipamiento
necesario para proporcionar cobertura radio a Fig. 4. Sensor especial con pilas C.
todo el edificio.

Con cuatro Repetidores IP y veinte radios receptoras se proporciona cobertura al


100 % del edificio, es más, hay zonas donde los sensores tienen cobertura radio de forma
redundante de dos o tres radios (Fig. 5).

Aunque se podían haber usado menos radios receptoras para dar cobertura al edificio
es importante destacar en este punto que la tecnología de los sensores Sensonet usa un
algoritmo dinámico que optimiza la potencia transmitida en función de la cercanía a su radio
receptora. Esto es, el objetivo fue proporcionar la mejor cobertura posible a cada grupo de
sensores de forma que estos usaran la menor energía posible ahorrando pilas y por lo tanto,
aumentando los intervalos de cambio de las mismas.

A día de hoy, después de más de tres años desde la instalación de los primeros sen-
sores, podemos afirmar que los sensores en bandeja con pilas tipo CC durarán entre cuatro
y seis años. Para los sensores convencionales, con pilas tipo AA, éstas durarán unos dos a
tres años.

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Fig. 5. Topología.

Fig. 6. Primer planteamiento de sensores en vitrinas de la sala 36.

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En el proyecto museográfico se contemplaba únicamente la colocación de sensores


en el interior de las vitrinas, no estando prevista su instalación como sensores de ambiente
en los almacenes, el Laboratorio de Restauración, las salas de exposición permanente y de
exposiciones temporales.

Aunque en un principio la ubicación de los sensores de vitrina (en las bandejas dise-
ñadas a tal efecto en las vitrinas alemanas y en el interior del módulo expositivo en el caso
de las españolas) había sido definida por la empresa adjudicataria del montaje museográfico,
a lo largo del montaje de la exposición permanente se fueron recolocando algunos de los
sensores en función, fundamentalmente, de las piezas expuestas. Para ello se realizó un es-
tudio vitrina a vitrina con el fin de conocer la naturaleza exacta de las piezas (Fig. 6). Con
estos datos, recogidos en una base de datos, se decidió la colocación de los sensores, prio-
rizando las vitrinas con materiales más sensibles a la humedad como los metales y las piezas
de carácter orgánico. En el caso de las salas con muchas vitrinas con piezas poco o nada
problemáticas (piedra, cerámica...) también se instalaron algunos sensores, aunque en menor
número (Fig. 7). En este sentido hay que tener en cuenta que el Museo cuenta con numerosas
vitrinas, concretamente son 383 repartidas en 40 salas, y que instalar un sensor en cada una
de ellas, si bien nos permitiría conocer la situación higrotérmica de cada vitrina, daría lugar
una gran cantidad de datos difíciles de gestionar. En vitrinas cercanas entre sí y con materiales
semejantes se pueden extrapolar las medidas de una de ellas a las demás, con lo que redu-
cimos el número de sensores.

Al margen de los sensores en vitrina se decidió también colocar otros más en las salas
para tener siempre una lectura de las condiciones ambientales generales y poder así com-
parar las salas si fuera necesario. De esta manera, se instalaron sensores de ambiente en la
mayoría de las salas de exposición permanente (incluida la reproducción de la Cueva de

Fig. 7. Situación actual de los sensores en vitrinas de la sala 36. En azul el sensor de ambiente.

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Fig. 8. Sensor de ambiente en salas. Fig. 9. Sensor de ambiente en almacenes.

Altamira) (Fig. 8). Por otra parte y como ya hemos señalado, los almacenes y otros espacios
en los que se trabaja con piezas no estaban contemplados en el proyecto museográfico, por
lo que se procedió a la adquisición de nuevos sensores para implementar el sistema. Así,
todos los almacenes con fondos museográficos, los almacenes de material fotográfico, el Ar-
chivo y el Fondo Antiguo de la Biblioteca cuentan con sus respectivos sensores (Fig. 9). Por
último, se decidió también la instalación de dos sensores en el Laboratorio de Restauración
(uno en cada planta) y otro en el exterior del edificio.

Por tanto en total son 220 sensores repartidos de la siguiente manera:

– Sensonet exterior: 1
– Almacenes: 17
– Cámara acorazada de Numismática: 1
– Reproducción de la cueva de Altamira: 1
– Sala exposiciones temporales: 1
– Anexo a la sala de exposiciones temporales: 1
– Archivo: 2
– Fondo Antiguo de la Biblioteca: 1
– Laboratorio de Restauración: 2 (1 en cada planta)
– Ambiente en salas: 33
– Interior de vitrinas: 160

Además de la reubicación de los sensores en las vitrinas (en función de la naturaleza


de los objetos expuestos), ha sido necesario sacar muchos sensores del interior de las

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Fig. 10. Gráfica de un sensor colocado en una bandeja afectada por la temperatura producida por el generador de luz.

bandejas diseñadas a tal efecto en las vitrinas alemanas y colocarlos en el interior de las mis-
mas. Este cambio se debe a que las bandejas se encuentran ubicadas por encima de los
generadores de luz que hay en la parte inferior de las vitrinas. Aunque en teoría la ubicación
de los generadores de luz no debería producir un aumento de la temperatura en el interior
de las vitrinas, sí que hemos observado que aportan calor a las bandejas cuando están
encendidos. En inicio, los datos recogidos por los sensores no reflejaban las condiciones
ambientales del interior de las vitrinas sino de la parte inferior de las vitrinas, acusando los
cambios de temperatura que seguían el ritmo cíclico día/noche que se correspondía perfec-
tamente con el encendido/apagado de la luz de las vitrinas (Fig. 10). Las bandejas son de
chapa metálica relativamente fina a través de la cual se transmite el calor que produce el
generador. Por lo tanto, para solucionar este problema, ha sido necesario sacar los sensores
de las bandejas y colocarlos directamente en el interior de las vitrinas. En ocasiones los sen-
sores se han podido camuflar por debajo de los planos inclinados o detrás de algunos
soportes de gran tamaño, aunque en otras vitrinas sin espacios para poder disimularlos se
han tenido que colocar a la vista, apoyados en la parte inferior, siempre de un color, negro
o blanco, acorde con el resto de la vitrina (Fig. 11). Por otra parte también se han
retirado los sensores cuando compartían bandeja con los saquitos de gel de sílice, ya que la
lectura de la humedad relativa también se veía condicionada por la proximidad de este
material tampón y se han vuelto a reubicar en el interior de la vitrina. En este sentido pode-
mos afirmar que las bandejas inicialmente diseñadas para albergar los sensores no han
resultado del todo útiles, si bien sí que tienen otras utilidades puesto que en ellas se pueden
colocar los saquitos de gel de sílice, las láminas de carbón activado para purificar el aire
interior de la vitrina o colocar sensores para medir la calidad del aire.

A lo largo de estos años de andadura hemos tenido que hacer otras modificaciones
al proyecto inicial. Se han reprogramado sensores que se pusieron en un primer momento

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(y que tomaban datos cada 15 minutos) para que


todos funcionen con los mismos tiempos (20 mi-
nutos). La existencia de 2 periodicidades de toma
de datos daba problemas en cuanto se solicitaba al
sistema gráficas comparativas entre dos sensores.

Conclusiones

En la actualidad no podemos dar aún por termi-


nada la implantación definitiva del sistema de mo-
Fig. 11. Sensor colocado en el interior de una vitrina. nitorización de HR/T. Quedan aún algunos
problemas que poco a poco se van solucionando,
muchos de ellos relacionados con el gran tamaño
del Museo y con la gran cantidad de sensores que se han instalado, y otros relacionados con
la representación gráfica de los datos. Por otra parte también está pendiente definir los límites
de alerta para cada sensor y decidir el destino de la alerta para cada uno de ellos. La estrecha
colaboración entre la empresa y el personal del Departamento de Conservación del Museo
ha sido y sigue siendo básica para la implantación de un sistema de monitorización de HR/T
acorde con las necesidades de esta institución. La implantación de este sistema de monito-
rización de datos de HR/T nos ha permitido conocer de forma muy puntual, aunque también
general, las condiciones ambientales y así poder planificar actuaciones con el fin de modifi-
carlas cuando así lo requiera la conservación de las piezas expuestas o almacenadas.

Bibliografía
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Normativa
Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código Técnico de la Edificación.
Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en
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Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y
salud en los lugares de trabajo.

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