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Tema 25.

- EL TALLER DE RESTAURACIÓN EN LOS MUSEOS:


MONTAJE, EQUIPAMIENTO, INSTRUMENTAL Y OTROS
MATERIALES.

La Restauración –como la conservación- puede considerarse como una jóven


disciplina en constante desarrollo que persiguen un fin utópico por principio: la
perdurabilidad e inalterabilidad en el tiempo de los llamados Bienes Culturales
(BB.CC.) en el más extenso sentido del concepto.
Ambas disciplinas llevan recorrido un corto camino, si las comparamos con
otras disciplinas ya tradicionales, si bien, cada vez más acelerado

En el taller de restauración se lleva a la práctica una disciplina con objetivos,


medios y técnicas propios. Su objetivo primero es la preservación de los objetos
que conforman las colecciones de los museos, es decir, su mantenimiento en
las mejores condiciones, durante el mayor tiempo posible.

Como lugar de trabajo del restaurador, el taller debe permitirle seguir el


método científico, incluyendo la investigación de las fuentes documentales, el
análisis de las circunstancias y problemas que rodean la obra, la interpretación
de todos estos datos, y como conclusión, la propuesta de un tratamiento
adecuado a cada caso. En el taller se desarrolla un trabajo, en el que según
FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, “Lo que verdaderamente cuenta en principio son los
conocimientos del profesional y la correcta valoración de lo que las piezas a
tratar requieren”.

En España, el Museo Arqueológico Nacional cuenta desde su creación en 1876


de un taller de restauraciones, hoy laboratorio del Departamento Técnico de
conservación. en 1961 se creó el Instituto Central de Arte, Arqueología y
Etnología, desde 1996 Instituto del Patrimonio Histórico Español, con la
misión de elaborar planes para la conservación y restauración del patrimonio,
con independencia de los laboratorios que pueden existir en los distintos
museos españoles.

MONTAJE DEL TALLER


Debemos constatar que cada Museo es un lugar único, y tiene necesidades y
obstáculos propios que no podemos en modo alguno generalizar.

En Miscelánea Museológica, (1994) Emilio Ruiz de Arcaute se refiere a las


condiciones que debe de cumplir un taller de museo, cómo tienen que ser y con
que tienen que contar; lógicamente desde un punto de vista general y desde
luego considerando que, para ser operativo, un taller debe estar especializado
en las áreas que necesite cubrir, y por tanto, contar con el equipamiento propio
de su especialidad.

Así, a modo de ejemplo aludiremos al liofilizador del Museo subacuatico.

La liofilización es una técnica que sirve


para que el objeto pierda el agua,
manteniendo todas sus propiedades.

La estructura de un liofilizador está


compuesta por una cámara seca, un
condensador con circuito de refrigeración
y un sistema de vacío. El objeto que
queremos liofilizar se coloca en la cámara seca, y la presión del vacío logra que
el agua pase directamente a gas en las bajas temperaturas que mantiene el
circuito de refrigeración.

Otra singularidad serian los “tanques de tratamiento de maderas” como el


existente en el Centro de Investigaciones Arqueológicas de Gerona, que
impregna las maderas con productos químicos que incrementen su durabilidad,
en la totalidad de su volumen, mediante la presión.

Respecto a la ubicación señala la conveniencia de que el taller se encuentre bien


comunicado con las zonas de exposición, y si es posible en la zona de acceso a
las piezas del museo.

Señala que debe contar con espacios amplios, diáfanos y sin


compartimentaciones que condicionen las posibilidades el trabajo.

Los techos altos. En muchos museos habrá que desplazar de un lugar a otro
objetos de gran peso, y para ello será imprescindible la instalación de una grúa
aérea movida mediante raíles y poleas.

Las puertas y ventanas serán de madera ignífuga; y las paredes deberían estar
convenientemente tratadas para que el fuego quedase allí retenido el mayor
tiempo posible.

Debe contar con condiciones de higiene en el trabajo: duchas oculares y/ o


corporales para neutralizar posibles accidentes de tipo químico y aseos,
botiquín de primeros auxilios, extractores puntuales y campana de barnizados;
así como con zonas especialmente protegidas si hay instalaciones de rayos X

Ciertos laboratorios, acertadamente, cuentan con departamentos independientes


donde no solamente se almacenan los productos tóxicos que diariamente se
manejan, sino que allí mismo se efectúan los tratamientos en vacío, aerografía -
y todo lo que requiera un compresor- trabajos con microabrasimetro, tornos,
etcétera. Algunos están aislados acústicamente, lo que con otras medidas de
seguridad, se garantiza un trabajo sin penosidad y toxicidad.

Debe contar: con una zona de cuarentena o almacén de las piezas que lleguen al
museo y tengan que ser tratadas; un pequeño laboratorio, para identificaciones,
etcétera; una zona de fotografía; oficina y archivo; una biblioteca (en el caso de
los museos que carezcan de ella especializada en esta materia) y un almacén de
material y productos y la zona de trabajo.

La madera y demás elementos orgánicos hasta su tratamiento definitivo


conviene mantenerlos en cámara frigorífica a unos 5 grados centígrados.

Las instalaciones del laboratorio deben contar con:


sistemas de seguridad, de climatización, antiintrusion y contra incendios
(extintores y detectores de llama, térmicos o de humo, pulsadores de alarma,
etc. A destacar, el sistema de ventilación. Los diferentes gases y olores que
desprenden los productos utilizados en conservación y restauración son
totalmente incompatibles con nuestro organismo, y deberán ser expulsados al
exterior de modo prioritario. FERNÁNDEZ IBÁÑEZ considera que la
ventilación más adecuada para un laboratorio es de 10 metros cúbicos por
persona y aconseja prevenir posibles accidentes instalando hélices extractoras
en las ventanas.

El agua fría y caliente.- el abastecimiento de agua corriente según


FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, es fundamental dado que aparte de las limpiezas, los
tratamientos de conservación la mayoría de ellos van aplicados por vía húmeda.
Instalaremos varios grifos desde dónde realizar las tomas de agua fría y
caliente para lo que es necesario contar con un calentador eléctrico ( mucho
mejor que uno de gas).

También una toma que pase por las resinas cambiadoras de iones contenidas en
el desmineralizador para purificar los minerales de dicha agua. Si aún deseamos
una depuración máxima podemos instalar un pequeño alambique, mediante el
cual la destilaremos.

En esta misma línea de obtención de agua pura, o mejor extremadamente pura


( ultra pureza) libre de iones, materia orgánica, partículas diversas y coloides,
existen en el mercado pequeños y eficaces depuradores al efecto.
Además, es necesario disponer de escurridores para material vario de
laboratorio, productos de limpieza y saneamiento, piletas con encimeras,
desagües especialmente protegidos para que el vertido de residuos químicos
inocuos no los atasque y disuelva, filtros si los productos vertidos así lo
exigiesen etcétera. FERNÁNDEZ IBÁÑEZ aconseja que esta zona se encuentre
revestida de baldosines cerámicos.

En algunos casos, una vez llegan al laboratorio los diferentes objetos, son
imprescindibles grandes piletas de almacenamiento y desalación ( con desagües
protegidos contra materias que los llegasen a atascar) sobre todo para aquellas
de grandes dimensiones como puede ser un cañón. Estos receptáculos
necesitarán a veces complicadas obras de fontanería, albañilería y electricidad
dentro de un espacio obligatoriamente amplio. Para la cerámica también será
necesario contar con piletas de obra o bien recipientes, más no obstante su
tamaño puede ser más reducido y ser fabricados con otro tipo de materia (
plásticos, aluminio…)

Sistema de iluminación, basado -de ser posible- en la luz natural o luz del día,
tanto para la correcta identificación de alteraciones, como para la entonación
más adecuada de una reintegración cromática. Será imprescindible una
intensidad mínima ambiental de 500 lux

Muchas tomas eléctricas con suficiente potencia para los equipos de trabajo, así
como las correspondientes toma de tierra y protección. Será posible desconectar
los desde el cuadro eléctrico que controle el suministro a todos laboratorio.

EQUIPAMIENTO, INSTRUMENTAL Y OTROS MATERIALES.-


Podemos decir que el equipo mínimo está en función de los materiales sobre los
que el Museo trabaje habitualmente; y dado posiblemente su alto coste,
dependerá de la capacidad presupuestaria del museo (cómo se pone
evidentemente de manifiesto por la carencia de estos talleres en muchos museos
pequeños).

En general, las técnicas más utilizadas son:


1.- la microscopia optica, que permite observar la superposición de las
diferentes capas de una muestra de pintura mediante el estudio de estratigrafias.
2 .- la espectrometría de absorción infrarroja, qué identifica compuestos
químicos a partir de la energía que liga sus átomos. los espectros obtenidos
caracterizan a los componentes de una sustancia ( los aceites tienen un espectro,
la flaca, barniz, ceras, materias colorantes, otro).
3.- la cromatografía de gases que permite analizar aglutinantes y barnices de
la pintura.
4.- la fluorescencia de rayos X por dispersión de energía, que permite el
análisis elemental de los materiales . a diferencia de los anteriores el análisis se
hace de manera no destructiva, directamente, sobre la misma obra.
5.- La microscopia electronica de barrido, que permite caracterizar la
superficie de la muestra y los elementos presentes en ella.

Entre los análisis físicos podemos señalar

1.- la reflectografía infrarroja que permite conocer los dibujos subyacentes o


arrepentimiento si los hubiera.
2.- la radiografía, muy importantes porque nos ayudan a conocer la estructura
interna de la obra, en función de la densidad de los materiales constituyentes de
la misma, y a descubrir los accidentes que pueda ver bajo la capa superficial.
En ocasiones, un cuadro puede estar pintado por el anverso y el reverso,
teniéndose entonces que recurrir a la técnica de la estereo radiografía para
poder obtener una sola de las imágenes, ya que en una radiografía tradicional
aparecería superpuestas. También tratamientos de imagen mediante técnica
informática pueden individualizar esos resultados, como también eliminar
incidencia visibles en las radiografías, cómo barrotes antiguos, añadidos
etcétera
3.- la luz ultravioleta. Sí la reflectografía infrarroja no revela esencialmente el
proyecto del artista, y la radiografía el proceso de ejecución de las obras y las
transformaciones sufridas por la misma a través del tiempo, la iluminación
ultravioleta nos permite una primera determinación de su estado de
conservación, aportando un conocimiento de las capas superficiales de la
pintura, dando diferentes respuestas según los materiales que estén presentes en
estas capas.

Estas tecnicas exigen los equipos correspondientes.

Más basicamente, podemos citar:


- Para el transporte y la manipulación: carros grúas, etcétera.

- Con funciones de depósito y de apoyo:


estanterías, mesas, caballetes, etcétera. Algunas de estas mesas pueden disponer
de uno o varios grupos de armarios, así como cajoneras complementarias,
donde poder almacenar diverso material de tamaño reducido tan imprescindible
y común en la profesión, como: escalpelos, pinceles, agujas, lijas, espátulas,
recambios diversos, hipodérmicas, tijeras etcétera.

También hay mesas especiales cómo las mesas de succión, o las mesas de baja
presión qué se emplean en el Museo Reina Sofía.
Respecto a las estanterías armarios y vitrinas, en ellas tendremos los productos
más usuales con los que se trabaja de continuo. Las cantidades allí depositadas
deberían ser escasas para evitar riesgos innecesarios como emanaciones tóxicas,
inflamabilidad, etcétera, sobre todo en lo que respecta a disolventes y productos
ácidos.

- Instrumental mecánico y óptico:


Podríamos denominarlo, más específicamente, de limpieza mecánica y ópticos.
Dentro de los mecánicos reuniremos a los instrumentos abrasivos (
microtaladros y tornos de protésico dental, microabrasimetro - chorro de arena-
..., así como el tanque de ultrasonidos, el lápiz ultrasónico, tanto por vía
humedad como el utilizable en seco.

Respecto al grupo óptico lo componen todos aquellos aparatos compuestos por


lentes de aumento y destinados a que, entre otros quehaceres, la limpieza sobre
los objetos a intervenir se lleve a cabo de una manera más profunda, segura y
eficaz, mediante la ampliación del tamaño de los objetos, o, partes muy
determinadas de ellos. Así contaremos en primer lugar con lupas binoculares y
los siempre imprescindibles, binoculares con equipo fotográfico incorporado y
de vídeos y se necesita, o bien las lupas con luz fluorescente.

- Control termohigrógrafo, luxometros, humidificadores,


deshumidificadores, etcétera
El control climático del centro, cuyos fondos conserva y repara el laboratorio,
es otra de las cruciales tareas a desarrollar; afirmándose, que muy pocas veces
se controla dada su extrema dificultad en unos casos, o bien lo tedioso que
supone este tipo de trabajo. Como es natural primeramente hemos de contar
con el instrumental preciso para las mediciones: termohigrometro,
termohigrógrafos, luxómetros y ultravimetros.

para la realización de estudios:


reflectografía infrarroja
ultravioletas
rayos X ( solo en el caso que se cuente con las instalaciones de seguridad y la
autorizaciones adecuadas), microscopio binocular, etcétera

Los análisis físico-químicos que sobre las siempres diferentes materias


degradantes y degradadas deben realizarse son un complemento imprescindible.
no obstante, el acceder a una difracción de rayos X, Microscopía Electrónica de
Barrido, etcétera … , en definitiva el acceso a la más moderna tecnología
analítica, es hoy muy difícil si no queremos decir imposible.
En el laboratorio: cortadora, pulidora, estufa, frigorífico, pHmetro,
conductivimetro, desmineralizador, campana de vacío, lupa binocular,
microscopio, etcétera.

El secado de las diferentes materias que forman los objetos ( cerámica,


piedra…) y como paso fundamental en el tratamiento de los metales, será
llevado a cabo mediante estufas. FERNÁNDEZ IBÁÑEZ dice que se procurará
escoger siempre las denominadas de aire regenerado forzado ( secadores de
vidrio por ejemplo), sin que ello signifique que las denominadas de aireación
natural no sean útiles y cumplan a la perfección su cometido. Explica que en
las de aire regenerado o forzado y mediante un ventilador se introduce el aire
ambiente en la cámara de secado. Aire que por supuesto será calentado en el
interior a la temperatura seleccionada en el programador, y que después es
eliminada al exterior por las salidas existentes al efecto. Este último efecto
impide que la humedad eliminada del objeto por calentamiento no se condense
a posteriori en el interior, produciendo un efecto contrario al deseado y
posteriores problemas de índole varias.

A veces y para un tipo muy específico de tratamiento son necesarios ciertos


hornos que alcanzan temperaturas mayores con respecto a las estufas que hemos
visto. Puede llegar a alcanzar se los 1100 y los 1200 grados con las llamadas
muflas, de cuyos tamaños y niveles de temperatura existe una variada gama en
el mercado.

Para la fotografía: dos o tres cámaras con objetivos intercambiables, trípodes,


focos, flash, fondos, proyector de diapositivas, pantalla de diapositivas vídeo,
etcétera

Instrumental de pequeño tamaño y herramientas como bisturís, espátulas


calientes, compresor, cámaras de trabajo, microchorro, etcétera no olvidaremos
la balanza ser posible de precisión, el peachimetro digital, conductivímetro para
las desalaciones; y a ser posible un buen termómetro digital. en este sentido,
debemos tener en cuenta que hoy día por ejemplo, las balanzas de
semiprecisión, los papeles reactivos de pH ( el papel tornasol) la prueba visual
de cloruros ( mediante ácido nítrico y óxido de plata) y el termómetro clínico
convencional, son aparatos que sí evidentemente puede seguir utilizándose,
poseen un margen de error en sus mediciones que puede ser más o menos
amplio según el caso.

Productos: disolventes, colas. El apartado que trata el tema de los productos


químicos es quizás el área más delicada de entre las que componen nuestro
laboratorio. Un alto porcentaje entre los tratamientos de conservación aplicados
hoy día a los objetos arqueológicos, están basados en la actualización de una
gama cada vez más amplia de productos. Desde naturales hasta los de índole
acrílica, y son estos los responsables de solucionar todos los problemas que
diariamente se presenta, y que son inherentes a la propia materia de los objetos
así como también al edafosistema que los circundó durante cientos o miles de
años.

Desde la eliminación de las más duras corrosiones y costras, sales insolubles,


manchas... inhibición ( anticorrosión) y limpieza, pegado, capas de protección,
reintegraciones de forma y hasta de color, etcétera la lista será confeccionada en
base a las necesidades más urgentes y que obligadamente será de nuevo
extensa:
- ácidos ( oxalico, nítrico, fórmico…)
- disolventes( hidrocarburos aromáticos tales como el xileno, el tolueno, el
benceno);
- adhesivos termoplásticos y termoendurecibles, como las resinas;
- consolidantes de todo tipo, bases, detergentes neutros y un largo etcétera.
todo ello relacionado con pigmentos, barnices y ceras protectoras,
desmoldeantes, rellenadores, productos para la reconstrucción, fungicidas,
etcétera que deberán estar ineludiblemente presentes para llevar a cabo
los trabajos con las máximas garantías de rigor, eficacia y estabilidad.

Un almacén que asegure una perfecta estanqueidad será el mejor lugar para
almacenar todo este cúmulo de material químico, tan numeroso como
perjudicial y a la vez de alto riesgo; que deberá estar perfectamente señalizado
de acuerdo a la normativa internacional de señalizaciones. Un lugar fresco y
aireado. Por seguridad sería necesaria la instalación de un extractor de aire que
pondremos a funcionar antes de acceder al interior, con la finalidad de que
expulse cualquier tipo de vapor a allí retenido por emanación. También habría
que situar rejillas a nivel del suelo porque los disolventes pesan más que el aire
y descienden. Y si no tuvieran salida al exterior permanecerán allí con riesgo de
ulteriores peligros.

De forma general, los costos de la conservación y restauración se suelen


considerar altos. Ciertamente, el equipamiento técnico suele ser caro. Se deben
evitar comprar aquellos equipos de los que se puede disfrutar mediante
préstamos, alquiler o convenio entre instituciones, a no ser que el uso sea muy
frecuente y el alquiler caro.
Bibliografía.-
-La conservación restauración en España hoy por Emilio Ruiz de Arcaute, en
Miscelanea museológica (1994).
- Montaje Y Funciones Del Laboratorio De Conservación Y Restauración En
Un Museo De Arqueología por Carmelo Fernández Ibáñez.

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