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Ibérica.
Prehistoria de la Península Ibérica
Curso 2022-2023
Grupo expositivo: 1
Grupo interactivo: B
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Índice de contenido
Introducción. ................................................................................................................................. 3
Modelos de la neolitización........................................................................................................... 3
Agricultura. ............................................................................................................................. 10
Ganadería. ............................................................................................................................... 11
Cerámica. ................................................................................................................................ 12
Asentamientos. ........................................................................................................................ 13
Anexo .......................................................................................................................................... 16
Bibliografía ................................................................................................................................. 19
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Introducción.
Tradicionalmente se ha relacionado el origen del período neolítico a la tesis de Gordon
Childe, prehistoriador australiano que defendía la existencia de la denominada
Revolución Neolítica.
En la actualidad, esta teoría está descartada por la historiografía, dado que el neolítico
tendría un desarrollo más dilatado en el tiempo.
Para estudiar estos cambios se realizan, en caso de las plantas, un análisis en torno a su
morfología y genética. En el caso de los animales, se analizan también los aspectos de
carácter morfológico y fisiológico con el fin de determinar si la especie en cuestión es
salvaje o está en cautividad. Asimismo, hay un cambio también en la producción lítica y
aparecen las elaboraciones cerámicas.
Modelos de la neolitización.
El desarrollo del neolítico tiene lugar en diferentes focos del planeta, a partir de los cuales
se extiende a otros lugares. En el caso de la Península Ibérica, interesa estudiar el
nacimiento del neolítico en los territorios del Sur de Anatolia, el Creciente Fértil y el
Norte del actual Irak, de donde llegaría a territorios europeos. Existen diversas hipótesis
acerca de las causas que motivaron su desarrollo, tales como el cambio climático o la
concentración poblacional, pudiendo combinarse entre ellas. No obstante, estos
elementos so se dan en el ámbito peninsular, por lo que deducimos que el neolítico tiene
carácter importado.
Se pueden diferenciar dos grandes tendencias cuyo objetivo es explicar el desarrollo del
neolítico en Europa.
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I. Modelos difusionistas: aquellas propuestas que dan preeminencia al movimiento
de la población.
- Modelo de difusión démica (véase figura nº 1)
- Modelo dual.
Según este modelo, los responsables de la neolitización peninsular serían las comunidades
neolíticas colonizadoras que llegarían a la Península Ibérica provenientes del
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Mediterráneo occidental. Tradicionalmente se consideraba que estas comunidades
pertenecían al grupo del Cardial franco ibérico, y que este tipo de cerámica era una de sus
principales señas de identidad. Sin embargo, recientemente, se ha propuesto otra hipótesis
a partir del descubrimiento y la datación del yacimiento de El Barranquet (Oliva,
Valencia) y de la revisión de otros lugares como el asentamiento de Mas Dís (Penàgulia,
Alicante). Las características de la cerámica de estos contextos los relacionan con
distintos enclaves que aparecen desde la región italiana de Liguria hasta el litoral del Midi
francés, con dataciones anteriores al “Cardial clásico”, y cuya alfarería parece mostrar
similitudes con la denominada cerámica impressa italiana. Esta nueva versión del
“modelo dual” no lo modifica sustancialmente, ya que si bien las comunidades del cardial
franco ibérico dejan de ser el primer agente colonizador peninsular, asumen ese mismo
papel los “neolíticos pioneros de la cerámica impressa” cuya presencia en la zona
levantina estaría atestiguada desde el c.5650-5500 cal. a.C.
Al igual que la difusión démica, esta propuesta opta por un “modelo mixto” a la hora de
explicar la neolitización del territorio, en el que se combina el movimiento de la población
y de la información. En el primer caso, el resultado sería una neolitización indirecta,
mediante la circulación de la información por las redes sociales mesolíticas.
Según Van Andel y Runnels la preferencia por esos entornos favorables de lagunas y
humedales, unida a la limitada disponibilidad y la gran dispersión geográfica de los
mismos, conduciría a una rápida y amplia expansión de estas comunidades, sin necesidad
de que se produjese un crecimiento demográfico importante, como postulaba el modelo
de difusión démica.
- Modelo arrítmico
Todas estas circunstancias provocarían una ralentización del proceso y abriría un período
de transformación o “fermentación” de estas “culturas primarias”. Con el paso del tiempo
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se producirían tensiones en la periferia de estas comunidades de pioneros, cuando
alcanzasen los límites de su adaptación ecológica. se iniciaría entonces un nuevo período
de rápida expansión, que seguiría dos grandes vías de transmisión por Europa, una
continental y otra mediterránea, a lo largo de las cuales se producirían procesos de
aceleración y ralentización.
En algunas zonas, tras una veloz propagación marítima, tendría lugar una difusión más
lenta hacia el interior, como, por ejemplo, según estos autores, ocurriría en la meseta
central de la Península Ibérica, cuya neolitización se produciría al mismo tiempo que los
“navegadores cardiales” llegaban desde Liguria a Portugal. Sin embargo, las últimas
dataciones disponibles para el interior peninsular hacen necesaria una revisión de esta
idea, ya que demuestran que la neolitización de esta zona se produjo a comienzos de la
segunda mitad del VI milenio cal. a.C., en fechas prácticamente coetáneas con las del
Neolítico cardial del área levantina.
Por otro lado, los datos que plantean la posible existencia de una colonización marítima
pionera anterior al Cardial clásico, que ya hemos comentado anteriormente, ilustran una
vez más cómo las nuevas evidencias pronto hacen saltar los goznes de los modelos, como
ocurre en este caso, ya que los grupos de la cerámica impressa italiana que se expanden
por el Mediterráneo no habrían necesitado un período de “fermentación” o
transformación muy largo para generar supuestamente los grupos cardiales y expandirse
de nuevo, sino que este prácticamente no habría existido.
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Para estos autores, el análisis de la información disponible nos muestra un continente
dividido en dos amplias zonas, que presentan características arqueológicas bien distintas,
y donde se desarrollarían procesos de neolitización diferentes.
- El resto de Europa:
1º. Fase de disponibilidad: en ella comienzan los contactos entre los grupos de
cazadores-recolectores y las comunidades neolíticas que se asientan en territorio
indígena, de tal manera que entre ambos lados de la zona de frontera circulan
objetos e información. Los mesolíticos conocen la agricultura y la ganadería pero
no las practican, por lo que ambos grupos forman unidades culturales y
económicas independientes. En las zonas en las que se estabilizó esta frontera la
transición hacia la producción de alimentos fue lenta y esta primera fase pudo
durar siglos.
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2º. Fase de sustitución: la agricultura y la ganadería suplantan progresivamente a la
caza y la recolección, aunque todavía se mantiene un modo de vida básicamente
depredador. Esta fase es relativamente corta, debido a los costes organizativos y
de trabajo que supone el mantenimiento de una economía a medio camino entre
la depredación y la producción. Esta fase concluirá cuando los cazadores-
recolectores no logren competir ya con las comunidades neolíticas, o cuanto la
caza y la recolección dejen de ser la principal fuente de alimento.
3º. Fase de consolidación: es el estadio final en la transición hacia la agricultura. La
economía, en su mayoría neolítica, se caracteriza por el crecimiento extensivo e
intensivo de la producción de alimentos. Siguen aprovechándose de los recursos
silvestres, pero solo como una estrategia complementaria para casos de
emergencia o en determinadas actividades artesanales. Esta fase concluye cuando
las condiciones socioeconómicas de un área llegan a ser idénticas a las de la otra
y los efectos de la transición desaparecen.
- Modelos eclécticos.
La gran variedad del registro y la diversidad de situaciones detectadas han hecho que
aparezcan en los últimos años modelos y propuestas eclécticas, que combinan elementos
de diferentes modelos en busca de explicaciones más completas de una realidad muy
compleja, que no cabe dentro de los estrechos márgenes de los esquemas indigenistas o
difusionistas.
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- Neolítico de cerámicas cardiales.
- Neolítico de cerámicas incisas e impresas
II. Neolítico Reciente de cerámicas lisas (4500-3300 AC)
I. Cereales:
- Trigos vestidos:
Triticum monococcum (escaña)
Triticum dicoccum (escanda menor)
- Trigos desnudos:
Triticum durum
Triticum aestivum (trigo harinero)
- Cebada vestida (Hordeum vulgare var. Vulgare)
- Cebada desnuda (Hordeum vulgare var. Nudum)
II. Legumbres:
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- Guisante (Pisum sativum)
- Lenteja (Lens culinaris)
- Haba (Vivia faba)
- Yero/Arveja (Vicia ervilia)
- Almorta y/o Almorta de monte (fabácea) (Lathryus sativus/Lathyrus
cicera).
III. Otras:
Ganadería.
Con relación al estudio de la ganadería (véase figura nº 3), estamos ante una situación
complicada debido a la ausencia de los denominados agrotipos (especies salvajes las
cuales fueron domesticadas con posterioridad), pues provoca que sea casi imposible a la
hora de estudiar los registros, la tarea de diferenciar la fauna salvaje de la domesticada
(ej.; el caso de los ovicápridos, es decir, ovejas y cabras).
De todos modos, parece ser que la fauna domesticada no tiene un carácter autóctono
peninsular, sino que sería traída por las poblaciones neolíticas.
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y abrigos rocosos. Con todo, es preciso tener en cuenta que no todos los animales salvajes
que se manifiestan en estos espacios tienen una causa antrópica.
Los datos de la práctica ganadera se buscan en los yacimientos que comprenden una
cronología bastante amplia, permitiendo observar las diferentes variaciones con mayor
facilidad.
La especie predominante en las cabañas domésticas son los ovicápridos. Los bóvidos
suelen presentar lesiones ocasionadas por el empleo del arado de madrea, mostrando su
condición de carga, este tipo de registro se puede ver por ejemplo en el yacimiento de La
Draga.
La distribución espacial de los animales también es irregular, al igual que el caso agrario.
Las especies vacunas y porcinas tienden a aparecer en mayor medida en los yacimientos
al aire libre, mientras que los ovicápridos son más numerosos en las cuevas.
Cultura material.
Dentro de la cultura material neolítica, encontramos evidencias de diferentes tipos de
artefactos, siendo la cerámica el fósil director del período neolítico.
Cerámica.
La cerámica aparece ya plenamente formada, alcanzando altos niveles de calidad y cierta
sistematización en sus decorados. Al mismo tiempo pueden presentar amplias variaciones
pasando por formas a figuras.
Como veíamos en el esquema de la división del período neolítico, para establecer la
cronología del Neolítico Antiguo, nos basamos en la cerámica cardial (véase figura nº 4),
caracterizada por las decoraciones realizadas mediante impresiones de los bordes
dentados de las conchas, de ahí su denominación. Su origen probablemente se halle en la
región de Génova; y las cerámicas incisas, también llamadas de boquique (véase figura
nº 5), caracterizadas a su vez por sus decoraciones de puntos y rayas.
Artefactos líticos.
Sigue presente la industria lítica de talla (ej. Cova de L´Or). Aparecen grandes láminas
con filos rectos, a modo de cuchillos, que conservan marcas de uso, indicando que se
emplearían para cortar la hierba. Se mantienen las variedades del período anterior
(buriles, microlitos, puntas de flecha, etc.)
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Aparece la innovación técnica de la piedra pulimentada, empleada para la fabricación de
herramientas, dependiendo de la colocación del filo. Podría haberse empleado para la
agricultura o para el trabajo de la madera. También aparece aplicada en elementos de
adorno (ej.: brazaletes, colgantes…).
Dentro de la cultura material se conservan ciertos elementos de madera (ej. hoces),
destacando el yacimiento neolítico de La Draga (Girona).
Aparecen también realizaciones de la industria ósea, presentando ciertas innovaciones,
como la elaboración de cucharas (ej. Cova de l´Or, Alicante).
Por último, destacan las elaboraciones de fibra vegetal (ej.; cestos, esterillas de esparto,
sandalias, etc.) (ej. Cueva de los Murciélagos, Granada).
- Agrupados.
Los poblados al aire libre tienden a ubicarse en zonas al fondo del velle, con un terreno
adecuado para el cultivo. Destaca el caso de La Draga (Girona), ocupado
aproximadamente entre el 5.200 y 5.000 a.C., el cual estaba conformado por un conjunto
de cabañas, apoyadas sobre pilotes. De él se conservan diversas herramientas y tablones
de madera, que formaban parte de la propia construcción. En cuanto a la alimentación,
aparecen registros de cultivos, especialmente de trigo, habas y guisantes. También hay
restos de animales domésticos (vacunos), probablemente empleados como animales de
tiro.
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Ya en el Neolítico Medio-Final, aparece una mayor variedad de asentamientos, surgiendo
poblados costeros donde aparentemente, predominan las actividades de marisqueo.
Lugares funerarios.
En cuanto a las prácticas funerarias, distinguimos principalmente dos tipos:
enterramientos en fosas (en su mayoría individuales), y en cuevas. El número de personas
enterradas varía (enterramientos individuales, duales o múltiples). La mayoría suele
presentar elementos de ajuar. La datación más antigua se corresponde con la inhumación
en fosa de la Plaça de la Vila de Madrid, Barcelona (aprox. 4490-4440 a.C.). Destacan
también otros yacimientos como el enterramiento en cueva de La Sarsa, Valencia, donde
se halló una doble sepultura con un ajuar consistente en piezas líticas, óseas, etc.
En el norte peninsular destaca una posible necrópolis en Los Cascajos, Navarra, dado que
se trata de un conjunto de veinte enterramientos con ajuar.
El Neolítico en el Noroeste
Podemos dividir el Neolítico en el noroeste peninsular en tres fases a nivel cronológico:
I. Neolítico antiguo:
- Pleno (ca. 5500-5100)
- Evolucionado (ca. 5100-4.300)
II. Neolítico Medio (ca. 4.500-3.500)
- Aparición del megalitismo.
III. Neolítico final (ca. 3.500-2.800)
- Megalitismo Pleno.
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destacar los yacimientos de Cunchosa I y II, pues presentan evidencias materiales de
cerámica, similares al Neolítico Danubiano. En Regueiriño hay restos de cerámica
parecidos a los de Francia y Bélgica.
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Anexo
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Figura nº 3: Distribución aproximada de los animales domésticos y silvestres según el
número de restos conservados en la Cova de l´Or durante el Neolítico antiguo y medio.
Según Pérez-Ripoll, 1987.
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Figura nº 5: cerámica de boquique.
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Bibliografía
M. Rojo Guerra; R Garrido Pena; I. García Martínez de Lagrán;. (2012). El neolítico en
la Península Ibérica y su contexto europeo. Madrid: Cátedra.
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