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En el libro Teorías de la comunicación de masas, se habla sobre la llamada

teoría de los cultivos o de la cultivación, propuesta por primera vez por el

periodista norteamericano George Gerbner; esta teoría, aunque basada en la

televisión, afirma que los medios de comunicación cultivan en el público las

percepciones sobre las realidades sociales, es decir, los mismos estereotipos

según las teorías ya anunciadas. Gerbner aseguró que los receptores, al estar

expuestos constantemente a la información de los medios de masas, terminan

por hacer de la información, que allí encuentran, su concepción propia del

mundo.

La teoría del cultivo aplicada a la prensa y a los temas LGBT que nos ocupan,

nos daría como resultado una prensa que cultiva estereotipos a través de la

información recurrente sobre esta comunidad. Si constantemente se habla

sobre cultura LGBT, esto podrá mostrar una cara amable y creativa de la

minoría, pero en cambio si la mayoría de temas son sobre crímenes, esto trae

consigo una carga negativa para los receptores.

Consideraciones puntuales sobre el uso del lenguaje para el tema LGBT


1. Comentario pernicioso: expresiones y comentarios que incitan al odio y

a la discriminación de los LGBT.

2. Estereotipo negativo: vincular a los LGBT con tendencias depravadas,

criminales, homicidas, etc.

3. Prejuicio casual: comentarios que parecen inofensivos, pero realmente

atacan a la comunidad LGBT.

4. Indiferencia hacia la homofobia: utilizar testimonios y fuentes de

personajes públicos que tienen discursos homofóbicos sin

fundamentación.

5. Difamación por omisión: omitir las personas LGBT de distintos ámbitos

de la vida es alejarlos
imágenes de hombres gays que se publicitan en los medios. Aunque no denigran, ni discriminan
a la comunidad, sí se puede decir que refuerzan un estereotipo: hombres delicados, chismosos
Como podemos ver en esta imagen muestran hombres vestidos con tonos claros, bien peinados e
incluso con poses un poco amaneradas.

Lo anterior, aunque no se pretende ofender a los personajes que allí se ven, solo refuerza el
estereotipo ya establecido del hombre gay, amanerado, débil y dedicado a la farándula.

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