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UNIVERSIDAD POLITECNICA SALESIANA

Nombre: Daniela Caisaguano


Fecha: 20 de enero 2023

En este libro, Álvaro García Linera reflexiona sobre los últimos acontecimientos desde
el golpe de Estado de 2019 que puso fin a la presidencia de Evo Morales, y recuerda a
la izquierda latinoamericana considerar algunas lecciones, como la existencia de una
derecha que no es lo mismo que ella. Por supuesto, lo que pasó en Bolivia tuvo un cierto
grado de idiosincrasia. No pudieron ganar las elecciones, entonces recurrieron a la
violencia. Sin embargo, este retorno a la rectitud también puede ocurrir de otras formas
en los continentes y en otras partes del mundo. Un golpe militar y policial no es la única
vía para que la derecha regrese al poder. En Brasil, por ejemplo, ha habido un golpe
judicial, que se refiere al uso del poder judicial sin tener en cuenta la opinión popular y
las mayorías electorales. La primera ola de progreso se produjo entre 2000 y 2015, sin
duda la década más benigna de los últimos cincuenta años de nuestro continente. Los
70 millones de personas que se acostaban con hambre salieron de la pobreza y la
pobreza extrema y pasaron a un estado de ingresos medios. Eso significaba el vendedor
de dulces de la esquina, el joven trabajador precario de la fábrica, el vecino desempleado
con tres hijos que vive en una pequeña casa alquilada, que pudo encontrar un trabajo
durante esos diez años, un trabajo digno o ahorrar algo de dinero. comprar un terreno,
o mejorar la alimentación de sus hijos, o enviar a su hija a la universidad, o ampliar su
propio pequeño negocio, o pagar su préstamo para comprar una casa, es decir, significa
millones de humildes y trabajadores A Se produjo una revolución material en las
condiciones de vida de la familia.
Era a principios del siglo XXI, pero una extrema derecha racializada y autoritaria,
democrática solo en la retórica, pero determinada si sus privilegios se ven afectados
responde violentamente.
Esta es una característica actual de los tiempos, ya que los proyectos políticos en
conflicto se han mostrado incapaces de cuestionar el imaginario de la esperanza
colectiva; tanto el neoliberalismo zombi recalentado, incapaz de derrotar al optimismo
frente a la historia, como el progresismo de primera ola hacen bien pero no pueden. para
esbozar la próxima ola de reformas. Así, en general, se produce este momento
paradójico, pausa o tiempo liminal. Lo importante de estos tiempos paradójicos es la
suspensión de los horizontes de previsión. En tales lapsos, tarde o temprano se pasa del
sufrimiento y el estupor a la adquisición de nuevas creencias, lo que crea una crisis
cognitiva. Las personas pueden vivir con un año, dos o tres años en los que el tiempo
se suspende, pero en algún momento necesitan apoderarse de un futuro, más o menos
realista o fantasioso

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