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Cartas A Un Hermano Sacerdote
Cartas A Un Hermano Sacerdote
Conozco a Monseñor Ramírez desde los once años de edad. él contribuyó decisivamente a
mi vocación sacerdotal.
Siempre he apreciado sus esfuerzos en ayudarme a ser un Sacerdote santo y alegre. Ésta
es la razón por la que conservó las cartas que él me escribió, como de un hermano mayor a
su hermano menor. Si una de estas treinta cartas de inspiración ayudara a un solo
Sacerdote a conocer mejor a Jesús en el Santísimo Sacramento, entonces el esfuerzo de
haberlas publicado habrá valido la pena. Tal vez mejor seria leer una carta por día, como
un mini retiro de treinta días, en lugar de leerlas de corrido como si leyésemos un libro.
En una oportunidad pensé que estas cartas algún día podrían ayudar a otros como me
han ayudado a mí. Sin embargo, como era demasiado tímido y vergonzoso no le di la
debida consideración para publicarlas. Después pensé que hoy no es el momento de
tenerse uno en cuenta.
Lo que constituye hoy una actitud negativa hacia el Santísimo Sacramento, podría
convertirse e positiva si tan solo estuviéramos dispuestos a ser más valientes, y pasar del
susurro al testimonio.
En la primera Eucaristía, Cristo fue traicionado por treinta monedas de plata. Todos los
apóstoles se dispersaron, hasta Pedro negó conocerlo.
Ahora es el momento para que todos volvamos y digamos que Lo conocemos. Conocemos a
Jesús en el Santísimo Sacramento. Amamos a Jesús en el Santísimo Sacramento. Nuestra
vida está dedicada a Su Reinado Eucarístico.
J.M.J.
¡Feliz día de fiesta! Algo muy grandioso me sucedió hace un par de años. Estaba
pensando el ello cuando decidí escribirte. Lo que sucedió fue que el padre Martín Lucia y
yo fuimos juntos a un retiro espiritual. Como yo tenía un resfrío muy fuerte y estaba
tosiendo, el padre Martín me sugirió que tomara un trago de coñac para que me ayudara
dormir. No había llevado despertador y estaba preocupado que si tomaba el trago no iba a
poder levantarme a las 3:00 a.m. para mi hora santa con el Señor en el Santísimo
Sacramento.
El padre Martín me aseguró que Dios iba a encontrar la forme de despertarme, así
que tome el coñac. ¡Pum!. A las 3 a.m. oí un fuerte golpe seguido de otros en la puerta.
Esperando ver al padre Lucia cuando abrí la puerta, me quedé muy sorprendido al mirar
hacia abajo y ver un perro en su lugar. El perro había entrado a la casa, subido la escalera,
se había puesto de espalda a la puerta y con la cola golpeaba hasta que me levanté a abrirla.
A la mañana siguiente me enteré que el perro nunca entraba a la casa.
Estoy sentado aquí pensando para mis adentros, Si Dios puede utilizar a un perro
para llevarme a mi hora santa ¿no podría usarme a mí, querido Tomás, para acercarte más
al Santísimo Sacramento? Quiero seguir escribiéndote, tecleando mi máquina de escribir
tan fuerte como el perro golpeaba mi puerta, hasta que por la gracia de Dios empieces a
hacer una hora santa por día y tengas adoración perpetua en tu parroquia.
Muchos dirán que “si” creen en la Presencia Real. Pero la fe es mucho más que una
aprobación
intelectual. La creencia es inseparable del comportamiento, Si creemos que Jesús está
presente en el Santísimo Sacramento entonces nos comportamos de acuerdo a nuestra
creencia. Vamos a Él,
nos acercamos a Él, corremos hacia Él. San Pablo dice “La fe es garantía de lo que se
espera; la prueba de las realidades que no se ven” (Hb 11,1).
Si supieras ver a Jesús en el Santísimo sacramento, Tomás, ¿no reservarías una hora
todos los días para estar con Él?. Si pudieras verlo como realmente Él es ¿no tendrías
adoración perpetua en tu parroquia?. Sería imposible detenerlo, porque el mundo entero
vendría día y noche a verlo y estar con Él.
En el Evangelio de hoy, Jesús se aparece a Tomás para que pueda creer que cristo ha
resucitado. La maravilla más grande de su amor es que Él no se te aparezca a ti mi querido
amigo. En lugar de eso, Jesús te espera en el Santísimo Sacramento. Él quiere que vayas a
Él por la fe para que por toda la eternidad te pueda llamar "DICHOSO". Su amor es
demasiado grande para decir: "Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y
métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente" (Jn 20,27).
Cree que el Santísimo Sacramento es el mismo que dijo estas palabras a Tomás, el mismo
Jesús que atravesó las puertas cerradas y que se presentó en medio de los apóstoles y les
dijo: "La Paz esté con vosotros". Ésta es la Paz que Jesús quiere que tengas en tus horas
santas. La experiencia de esta Paz es mucho mejor que si Jesús te mostrara sus llagas. Sus
llagas en el Santísimo Sacramento ya no son horribles. Sus llagas son ahora la belleza del
paraíso. Estas llagas brillan más gloriosamente que el sol. Estas Ilagas son fuentes de
gracia.
Jesús quiere darte la plenitud de estas gracias, por venir a Él por la fe. Por eso es mucho
mejor que Él no te muestre Sus llagas visibles, como al apóstol Tomás, porque El quiere
derramar sobre ti las gracias invisibles de estas llagas con todo el mérito, toda la gloria, la
belleza y el amor salvífico que emanan de ellas. Con cada hora santa que hagas, le estás
diciendo a Jesús: "Señor mío y Dios mío" (Jn 20,28). Y cada vez Él te dice: "Dichoso eres,
Tomás, porque no has visto y has creído".
Fraternalmente en Su Amor Eucarístico, . Monseñor Ramírez
La parte buena
Memoria de Sta. María Magdalena; 22 de julio de 1993
Ayer ofrecí la Santa Misa por las Misioneras de la Caridad. Me hizo recordar de la
primera vez que me encontré con la Madre Teresa de Calcuta. Cuando ella vino a Manila a
establecer su comunidad, me pidieron que celebrara misa para ella y sus hermanas..
Después de la misa tuve el privilegio de hablar en privado con la Madre Teresa. Ahí fue
cuando me contó la historia de su comunidad. La hermana Agnus, una monja pequeña y
morena de la India, fue su primera discípula. Al principio hubo pocas hermanas junto a la
Madre Teresa, mientras que eran muchas las personas necesitadas. Desde los ancianos y
enfermos que morían en la calle, hasta los bebés y niños abandonados que no tenian a nadie
que se ocupara de ellos, la Madre Teresa quería llegar a todos.
La pregunta era: ¿Cómo hacerlo con tan pocas seguidoras? No había suficiente tiempo
durante el día para atender a todos aquellos necesitados. La Madre y las hermanas oraron a
fin de saber que hacer. La respuesta fue sorprendente. Dios quería algo muy especial aparte
de sus oraciones regulares. Aún cuando parecía que no alcanzaban las horas del día, Dios
quería algo más. Él quería que la comunidad reservara una hora extra cada día para que
todas juntas rezaran esa hora santa en la presencia de Su Hijo expuesto en el Santísimo
Sacramento.
La Madre Teresa declara que esta hora santa diaria es la causa y la razón por la que su
comunidad ha florecido. La comunidad ha crecido a más de tres mil mediante el poder y la
gracia recibidos en la hora santa diaria. La Madre Teresa se ha multiplicado y ahora está
presente en cada parte del mundo por medio de sus hermanas. Debido a que estuvo
dispuesta a dedicar un tiempo para unirse a la "vid".
Su historia me inspiró a hacer lo mismo que ella hizo. Había estado leyendo sobre el
apostolado de la adoración perpetua y cómo el padre Martín Lucia lo estaba promoviendo
con éxito en los Estados Unidos y otros países. Yo también quería que se difundiera por
todas las Filipinas. Por eso fundé la comunidad llamada Los Discípulos Eucarísticos de
San Pío X. Día y noche, sin descanso, ellos se acercan al Santísimo Sacramento en
amante adoración. Primero rezaron para que el padre Lucia pudiera venir a las Filipinas y
así empezar el gran apostolado para establecer la adoración perpetua en las parroquias.
Luego rezaron para que se extendiera por todo el país. En este momento hay 500 capillas.
Ahora los Discípulos Eucarísticos oran para que podamos cumplir con nuestro objetivo de
establecer en 1.000 parroquias, capillas de adoración perpetua.
La parte buena es estar con Jesús en el Santísimo Sacramento. El mejor tiempo invertido
en la tierra, querido Tomás, es el tiempo que pasas junto a tu mejor amigo, Jesús en el
Santísimo Sacramento. Y es la forma más segura de producir gran
fruto apostólico.
¿Te acuerdas de Jorge, ese joven amigo mío con el que nos encontramos en la Iglesia de
Binondo? El me comentó que le gustaría ingresar al seminario y ordenarse Sacerdote. Pero
que el único problema que tenía era que no se creía capaz de memorizar una homilía,
ni poder predicar muchas de ellas. Después de pensarlo, le contesté que no consideraba que
eso representara problema alguno.
El Sacerdote más grande que jamás haya vivido decía la misma homilía todos los días,
una y otra vez, y eran sólo dos líneas. San Juan María Vianney predicaba lo mismo cada
domingo: "Si sólo supieras cuanto Jesús te ama en el Santísimo Sacramento, te morirías de
felicidad". Después señalando hacia el Sagrario, agregaba "JESUS ESTA REALMENTE
AHI".
La gente venía de todas partes de Francia para oírlo hablar, y cada domingo repetía lo
mismo. Al tomar conciencia del amor y la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento,
se conmovía tan intensamente, hasta lo más profundo de su alma, que al apuntar al Sagrario
para mostrarle a la gente que Jesús estaba realmente ahí, lloraba de alegría. Él pasaba largas
horas cada día y cada noche, orando ante el Santísimo Sacramento como también muchas
horas en el confesionario. San Juan Mariah Vianney, el cura de Ars, fue proclamado por la
Iglesia Modelo y Patrono de todos los sacerdotes.
Otro Sacerdote famoso que vivió en la misma época de San Juan Vianney, fue el padre
Lacordiere. Este Sacerdote fue el predicador más elocuente de su tiempo. Cuando É1 iba a
predicar a la Iglesia de Notre Dame de Paris, el Rey y la Reina iban a oírlo y la Catedral se
llenaba.
Cierto día, alguien le preguntó si sentía gran satisfacción por ser un predicador tan popular.
Él contestó que no, porque cuando Él hablaba la gente decía cuan hábil e inteligente era.
Pero, cuando Juan Vianney hablaba todos decían qué bueno es Jesús ! Qué complicada es la
naturaleza humana, querido Tomás! Tratamos de impresionar a todos con nuestra
inteligencia, teologizando todo, tanto que a la gente le resulta difícil entender lo que
estamos tratando de decir! !Lo que realmente debemos hacer es justamente decirle a la
gente cuán bondadoso es Jesús en el Santísimo Sacramento! Le aconsejo a Jorge que todo
lo que Él tiene que hacer como Sacerdote es repetir las dos líneas de San Juan Vianney, y
Él también será canonizado.
Poder verdadero
Fiesta de la Transfiguración 6 de agosto de 1993
Querido Tomás:
´ Pareciera que la segunda guerra mundial ocurrió hace mucho tiempo y que está ya muy
lejos. En 1945 en un día como hoy fueron lanzadas dos bombas sobre Japón. La guerra
terminó. En ese entonces un joven de nombre Douglas Valentine se encontraba en un
campo de concentración japonés. Muchos años después Él escribió un libro titulado Hotel
Tacloban, el sobrenombre del campo de concentración.
Debido a las criticas al gobierno americano, el libro no se vendió muy bien, excepto en
lugares como Nigeria. En este país, en la catedral de Awka, alguien dejó olvidada una copia
del libro en una de las bancas. Cuando el padre Martín entró para hacer su hora santa
encontró el libro. Como el titulo llevaba el nombre de una ciudad en las Filipinas, lo abrió y
leyó una página.
Con esto dicho, tomó la guitarra y entonó la canción en español "Solamente una vez". El
titulo de la canción en inglés es "You Belong to my Heart" que traducida literalmente al
Castellano es "Tu perteneces a mi corazón". La traducción de la magnifica letra de la
canción se encontraba en la siguiente página.
¿Cuál fue la inspiración que el padre Martín obtuvo de ese momento? Que cada uno de
nosotros pertenecemos al Corazón de Jesús. Por el poder de la adoración perpetua cada uno
volverá a Su Corazón. Se necesita una comunidad de sacerdotes a difundir la adoración
perpetua por todo el mundo.
El padre Martín contaba esta historia a dos de los primeros misioneros del Santísimo
Sacramento que se estaban por ordenar y que estaban en el aeropuerto de Cebú esperando
su vuelo a Tagbilaran. En ese preciso momento un joven se acercó con una guitarra y
preguntó si podía cantarles una canción. La canción que entonó fue "Solamente una vez".
Mientras tanto, hay cinco gracias que recibimos cada vez que visitamos a Jesús en el
Santísimo Sacramento. Por sus llagas gloriosas nosotros somos transfigurados y cambiados
por medio de Su amor sanador. Las gracias que Él derrama generosamente sobre nosotros
por cada hora santa que hacemos son: restauración, santidad, conversión, reparación y
salvación.
Esta es la razón, querido Tomás, por la que como Pedro debemos exclamar ante Su Divina
Presencia: "Señor, que bien que estemos aquí'.
Mendigando amor
Que se muestre a Santa Clara siempre con el Santísimo Sacramento, tiene dos
significados. El primero es para expresar su gran amor a la Eucaristía; y el segundo, para
demostrar su gran fe en el poder del Santísimo Sacramento.
Cuando su convento fue atacado por los vándalos, ella levantó a plena vista de ellos la
custodia con el Santísimo Sacramento y se alejaron espantados. El Santísimo Sacramento
salvó a su comunidad de la destrucción.
Cuando Santa Clara se encontró por primera vez con San Francisco, é1 le dijo que no
creía que ella fuera sincera. Para probar su amor a Dios ella tenía que salir a la calle a
mendigar
pan. Como Santa Clara provenía de una familia muy adinerada, este acto requería tanta
humildad en ese entonces en el siglo XIII, como se necesitaría hoy en el siglo XX..
Piensa en los pobres mendigos que esperan en los semáforos y golpean la ventana de cada
auto que pasa. Imagínate pedir a una joven rica que haga esto hoy por amor a Dios.
¿Tenemos en la actualidad a alguna Santa Clara? Estoy seguro que si, en la persona de la
hermana Briege McKenna.
En 1970, Jesús le habló a ella desde el Santísimo Sacramento. No fue una voz interior
sino una voz que se oyó claramente. El Señor quería que ella ayudara a Sus sacerdotes.
Cuando la hermana Briege llegó a Manila, comentó que las dos cosas que el diablo odiaba
más eran el sacerdocio y la Sagrada Eucaristía. Todos los días, así como Santa Clara, la
hermana Briege pasa muchas horas rezando frente al Santísimo Sacramento.
De todos los retiros que la hermana Briege ha dirigido por distintos lugares del mundo,
hay uno que ella nunca lo llegó a dar y que es mi cuento favorito. Se había programado un
retiro para los obispos de Nigeria, pero estalló una revuelta civil y la hermana Briege no
pudo volar a Jos, donde estaban reunidos los obispos.
Esto es lo que tú deberías hacer, querido Tomás. Rogarle a la gente que ame a Jesús en el
Santísimo Sacramento. Debes tener adoración perpetua en tu parroquia. El amor se humilla.
Y cuanto uno más ama, más dispuesto está a humillarse y a mendigar el amor por otro.
Como verás, querido Tomás, la hermana Briege es una monja clarisa que vive en la
Florida, en el convento de Santa Clara.
Fraternalmente en