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Ensayo

“EL EXPERIMENTO” Por Phillipe Zimbardo

Sabemos y somos conscientes de que el ser vivo, comenzando en la época cavernícola, es


conocido por sus instintos, en la mayoría de los casos se ha visto ese deseo de intentar
sobrevivir en un mundo que en aquel entonces parecía imposible dadas las condiciones de
vida.

Con el paso de los años y el modo de vivir tanto de los seres humanos como de los
animales, no ha cambiado mucho según mi parecer. Seguimos viviendo en un mundo en
donde según las herramientas que tengamos, intentamos sobrevivir día a día, tanto humanos
como animales. También actúan por instinto, de defensa, defienden a sus crías del peligro,
se pelean por comida, y así, al igual que nosotros intentan vivir y sobrevivir a diario.

Ahora, y conforme a todo lo expuesto anteriormente, me surgen varias interrogantes;


¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar por dinero?, ¿cuánto estamos dispuestos a tolerar
por salir de nuestros problemas económicos?, ¿seríamos capaces de cambiar tanto nuestro
comportamiento con tal de lograr nuestro objetivo, sin importar por encima de quien
pasemos?, ¿será posible tomarse en serio un rol asignado? En la película expuesta, pudimos
observar lo que desde un principio se plantea en este escrito, los animales, actúan por
instinto, por impulso, por el mero afán de supervivencia. Pero, ¿y el ser humano?, ¿Qué
tanto es capaz de aguantar?, ¿hasta dónde es capaz de llevar este instinto de sobrevivir en
un mundo digamos ficticio? ; Porque dejemos algo claro, esto ES UN EXPERIMENTO,
nada es real. Todo fue adaptado para llevarlo a cabo. Sin embargo nos sorprende el hecho
del comportamiento que cada uno de los personajes comienza a tener a lo largo de la
película.
Comencemos por la necesidad que cada quien tiene y que básicamente lo impulsa a
inscribirse en este experimento; algunos lo hacían por necesidad, tratamientos que costear,
otros para llevar a cabo algún viaje, otros por escribir y producir un libro, quizás también
por la simple razón de experimentar cosas nuevas etc., son varias las necesidades que
llevan a los personajes a involucrarse en este proyecto. Luego están las condiciones a las
que serán sometidos para ver que tan capacitados están para estar dentro. La oferta del
dinero es tentadora, y como no, si a cualquiera y con los tiempos actuales en los que
vivimos, nos vendrían bien un par de pesos más en los bolsillos. Ahora ¿a qué costo?

Seguimos y nos encontramos con un grupo de personas que según sus respuestas y su
comportamiento al momento de dar las pruebas para el ingreso, quedan aceptados, viajan a
un recinto abandonado y en el medio de la nada. Al principio se ven todos amigables, todos
lúcidos, todos entusiasmados con llegar hasta el final de esta hazaña y cumplir con las dos
semanas que pasarán dentro de aquel lugar.

Si seguimos avanzando, nos encontramos con este juego de roles, es decir, cierto grupo
serán “los guardias”, los encargados de guardar el orden durante todo el experimento. Los
otros por su parte serán “los presos”. Aquellos que deberán cumplir con las órdenes y serán
sometidos a ciertas experiencias dignas de reos condenados poco menos que a la muerte.

Es aquí donde me detengo, en este juego de roles. Efectivamente esto de los roles si cambia
nuestro comportamiento, ¿cúantas veces en nuestra vida diaria nos hemos encontrado con
amigos que son geniales como compañeros de trabajo, pero que al momento de un ascenso,
cambian totalmente su manera de tratarte, de mirarte, e incluso de pedirte las cosas?, ya ahí,
no somos los “amigos”, somos los “trabajadores” (los reos) y él se convierte en nuestro
“jefe” (el guardia). Todo cambia, y ¿Por qué?, por cumplir un rol asignado, un rol impuesto
por personas que al fin de cuentas juegan con nuestra mentalidad y nos ponen a prueba día
a día, para ver cuánto estamos dispuestos a realizar por no perder nuestro puesto de trabajo
(experimentadores)

Está claro y en la película lo expresa muy bien, el poder que les da el uniforme a quienes
cumplen con el rol de “GUARDIAS”, el control que el uniforme mismo ejerce sobre cada
uno de ellos. Esta claro que en la vida cotidiana de cada uno de los personajes la palabra
“PODER” no estaba dentro de sus conocimientos, algunos solo experimentaban este poder
mediante satisfacciones sexuales, sometiendo a mujeres, consumiendo sustancias, otros
simplemente no tenían este poder, pues eran sometidos de un sistema, de una casa, de una
madre abusiva y controladora. Era lógico entonces que al entregarles este rol en donde ellos
serían los líderes de resguardar la seguridad y sobre todo el orden de este lugar cambiaran
su manera de ser, de comportarse, de pensar. Tanto guardias como reos, y todo esto
considerando que todo era ficticio.

Llegando a este punto, solo puedo pensar en que si el creador de este experimento Phillipe
Zimbardo, tenía las mismas interrogantes que yo, creo que al llevar a cabo este proyecto sin
duda alguna se respondió a si mismo y de paso a mí también, y quizás a cuantos más el
hecho de hasta donde somos capaces de llegar por lograr en este caso un par de pesos más.
Y si bien es cierto la experiencia para los protagonistas de la vida real debió haber quedado
fuertemente marcada, también nos convoca a seguir pensando si es que acaso valdrá la pena
somenterse a tanto para después no lograr alcanzar el objetivo debido a la fuerte presión.

Zimbardo sin duda, nos deja en claro que el comportamiento humano si es modificable,
pero que todo depende del contexto en el que nos encontremos, y también a las situaciones
que se vayan dando conforme nuestro diario vivir. Jamás será lo mismo mirar a ese amigo
como jefe y tratarlo y comportarse igual a cuando ambos eran solo trabajadores de la
misma área. Gracias a este experimento es que hoy en día Zimbardo es conocido como uno
de los padres de la psicología científica y además sirvió como una representación de la
disonancia cognitiva y del poder de la autoridad, lo cual, creo ha sido sin duda el mayor
aporte que este hombre le dejó y le dejará a la psicología. El hecho de saber, y conocer
como es capaz de comportarse el ser humano frente a diversos estímulos tanto internos
como externos.

Para terminar, solo puedo decir que todos y todas vivimos un experimento diario, todos los
días de nuestra vida nos vemos sometidos a modificar nuestro comportamiento
dependiendo de la situación en la que nos encontremos. Pero aún así, seguimos siendo una
especie más avanzada que los monos.
Lilian Avendaño Latoja

Psicopedagogía III semestre

Introducción a la Psicología

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