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La flora alpina que crece en las cumbres de las altas montañas del hemisferio norte es muy diferente de las coníferas de las partes más bajas debido a las bajas temperaturas la mayor parte del año. Las flores alpinas florecen en una gran variedad de colores impactantes en la primavera y pueden encontrarse a altitudes de más de 5.500 metros sobre el nivel del mar, donde soportan nieve, vientos helados, escasez de agua, rayos ultravioleta y variaciones de temperatura de hasta 70°
La flora alpina que crece en las cumbres de las altas montañas del hemisferio norte es muy diferente de las coníferas de las partes más bajas debido a las bajas temperaturas la mayor parte del año. Las flores alpinas florecen en una gran variedad de colores impactantes en la primavera y pueden encontrarse a altitudes de más de 5.500 metros sobre el nivel del mar, donde soportan nieve, vientos helados, escasez de agua, rayos ultravioleta y variaciones de temperatura de hasta 70°
La flora alpina que crece en las cumbres de las altas montañas del hemisferio norte es muy diferente de las coníferas de las partes más bajas debido a las bajas temperaturas la mayor parte del año. Las flores alpinas florecen en una gran variedad de colores impactantes en la primavera y pueden encontrarse a altitudes de más de 5.500 metros sobre el nivel del mar, donde soportan nieve, vientos helados, escasez de agua, rayos ultravioleta y variaciones de temperatura de hasta 70°
La flora o vegetación alpina, la que se halla en la cúspide de las altas montañas
del hemisferio norte del planeta, es muy diferente de las grandes coníferas que crecen en las partes inferiores de este relieve montañoso de bajas temperaturas la mayor parte del año. Las flores alpinas visten las laderas de las montañas con una gran variedad de colores cuando aparece la primavera, en rojos, azules y amarillos de impactante belleza. Las flores alpinas suelen hallarse en altitudes tan inverosímiles como más de 5.500 metros sobre el nivel del mar (msnm) en el Himalaya o en otras regiones frías, donde soportan no solamente la nieve, vientos helados y escasez de agua, sino también la falta de agua, los destructivos rayos ultravioleta del sol y variaciones de temperatura de hasta 70ºC. Cuando se mueren, dejan una extensa capa vegetal que aporta masa orgánica para la aparición de especies vegetales como la linaria y la saxífraga.