el transporte de la 

leche, se realiza mediante camiones cisterna.

Estos camiones tienen unas características especiales para que la
leche pueda ser transportada.
Inicialmente la leche se almacenada en tarros de acero inoxidable, los
más antiguos estaban hechos de hierro estañado. Actualmente, se
siguen utilizando, sobre todo por aquellos ganaderos que tienen una
producción pequeña y acceder a ellos resulta complicado.
 Dichos tarros han ido quedando en desuso debido a los camiones
cisterna, que tienen las características adecuadas para transportar la
leche de manera adecuada.
 La ventaja de los camiones cisterna es que además de transportar la
leche, ésta puede ser almacenada ahí por un tiempo prolongado sin que
se alteren sus propiedades.

Tarros de acero inoxidable

 Los tanques donde va almacenada la leche suelen ser de aluminio o
acero inoxidable, además tienen un aislante. Para lo cual se utiliza un
sistema de doble pared, entre dicho espacio se suele utilizar el corcho.
 Podemos distinguir dos tipos de cisternas, unas llevan un tanque
cilíndrico y en otros la forma es más achatada, en forma de elipse.
 Hay dos diferencias, una de ellas es la limpieza e higiene, el circular es
más fácil de limpiar; mientras que el elíptico permite mayor
estabilidad al vehículo cuando éste tiene mayor velocidad.
Otra característica de los camiones cisterna es que el tanque suele
estar dividido por secciones y apartados. Esto es favorable a la hora
de realizar el transporte de la leche ya que evita que la leche sea
batida.
 Además, así podemos refrigerar la carga evitando que se vea
degradada, lo cual se hará en cisternas isotermas, para que la leche
llegue a su destino de manera correcta.
 El mayor cuidado que hay que tener a la hora de realizar el transporte
de la leche, es que esté a la temperatura adecuada, pero sin llegar a
congelarla, ya que cuando la leche se congela, el agua se separa en
forma de hielo y los sólidos de la leche se acumularán en el centro del
tanque.