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División del cristianismo, iglesias ortodoxas e iglesia protestante.

La categorización más común es catolicismo, protestantismo, ortodoxia oriental,


anglicanismo, Iglesias no calcedonianas (que siguen el "miafisismo", como la Iglesia
armenia y la Iglesia copta, por ejemplo), y "nestorianismo" (específicamente la Iglesia
Asiria de Oriente).

Pero esta vez hablaremos de dos de ellas que son ortodoxas y protestantes.

Iglesias ortodoxas.
La Iglesia Ortodoxa o Iglesia de oriente o Iglesia ortodoxa Griega es una de las vertientes
de congregación de creyentes del cristianismo
La Iglesia Católica Ortodoxa nace de la separación definitiva de la Iglesia Cristiana en
el cisma del año 1054.

La Iglesia Ortodoxa como dice su nombre es ortodoxo que significa ‘creencia recta’ por lo
tanto mantiene el credo original sin las alteraciones que Iglesia Católica Romana introdujo.
Algunas de ellas son:

El Espíritu Santo: su procedencia es solo del padre en la versión original.

El purgatorio: la Iglesia Ortodoxa dice que las almas después de la muerte van al ‘juicio
final’ en vez del purgatorio de la Iglesia Católica Romana que fue revocada recientemente.

El pecado original es un concepto de la Iglesia Católica Romana. La Iglesia Ortodoxa


continúa con el pecado ancestral que se refiere a la fuerza que nos induce a inclinarnos
hacia el mal.

La inmaculada concepción de la Virgen María: la Iglesia Ortodoxa afirma que la Virgen


María nació producto de coito. Solo Jesús, hijo de la Virgen María, nace de inmaculada
concepción.
Iglesias protestantes.
Las numerosas iglesias reformadas, también llamadas  protestantes o  evangélicas, surgen
en Europa central a partir del siglo XV, sobre todo tras la rebelión de Martín Lutero contra
el poder central de la Iglesia Católica. Hoy siguen difundidas sobre todo en el norte de
Europa y en América y en menor medida en África al sur del Sáhara. Entre las más
importantes se cuentan las iglesias anglicanas, las luteranas, las calvinistas, las bautistas,
las metodistas… e innumerables ramas menores, sectas y movimientos a menudo
fundamentalistas, especialmente en América.

Pese a sus múltiples diferencias, se pueden definir unos rasgos comunes a la mayoría de las
iglesias reformadas: rechazan la autoridad de Roma y no creen que el sacerdote tenga poder
de absolver al creyente de sus pecados, un acto reservado a Dios. De ahí que no practican la
confesión y acentúan la necesidad de la fe absoluta en Dios, única vía de salvación. La
lectura de la Biblia, que entre los católicos no se suele fomentar, es una de las actividades
primordiales de la devoción reformada.

La mayoría de los colectivos reformados no acepta la ‘demonización’ del acto sexual que
forma parte del dogma de la Iglesia Católica, y la gran mayoría de los sacerdotes
reformados están casados; por otra parte se observa a menudo una defensa estricta de los
valores morales, incluida una moral sexual conservadora.

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