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HISTORIA UNIVERSAL
Gran Guerra
Las rivalidades políticas y económicas que existían desde años atrás entre las principales potencias dieron origen en 1914 a la Primera
Guerra Mundial, cuyas consecuencias tanto humanas como materiales superaron todas las previsiones hechas.
Generalidades
Las raíces de la guerra se encuentran en las diversas rivalidades que se habían originado en la última parte del siglo XIX. Francia y Alemania
estaban enfrentadas por los departamentos de Alsacia y Lorena, que el nuevo Imperio alemán había conquistado en 1871; Rusia y el Imperio
austrohúngaro pugnaban por imponer su dominio en la península de los Balcanes; Gran Bretaña y Alemania se disputaban el dominio de
los mares, los mercados y las colonias. Estas tensiones habían conducido a la formación de alianzas contrapuestas (la Triple Entente y la
Triple Alianza) y a una carrera de armamentos que aumentó el clima de “Paz armada” en el continente.
En ese contexto, el 28 de junio de 1914 el heredero del trono de Austria-Hungría, el archiduque Francisco Fernando, fue asesinado mientras
realizaba una visita a la ciudad de Sarajevo, en Bosnia. El asesino era el joven Gavrilo Prinzip, miembro de la sociedad secreta
“Mano Negra” que aspiraba a separar a Bosnia del dominio austrohúngaro para unirla a Serbia. Tras el atentado, el gobierno austríaco
(que consideraba responsable del crimen a Serbia, pero que sabía que en caso de atacarla provocaría la intervención de Rusia) consultó
con el alemán, el cual respondió que Alemania la respaldaría en caso de conflicto. La propuesta de convocar a una conferencia internacional
para ventilar el asunto no tuvo éxito, y Austria decidió enviar un ultimátum al gobierno serbio. La respuesta de este país no satisfizo a
Viena y esta declaró la guerra el 28 de julio de 1914.
A continuación, Rusia inició la movilización de sus fuerzas preparándose a defender a Serbia.
En los días siguientes se produjo una cadena de declaraciones de guerra entre las principales naciones del continente. Al final se configuraron
dos grandes bandos: los Imperios Centrales, conformados esencialmente por Alemania y Austria-Hungría, y las Potencias Aliadas, en
donde figuraban Rusia, Francia y Gran Bretaña, luego reforzadas por Italia, Japón y otros Estados. En 1917 la intervención de EE.UU. en
contra de Alemania resultó decisiva para el desenlace de la lucha.
Características de la guerra
Los mandos militares habían previsto una guerra corta y de consecuencias limitadas. Sin embargo, la lucha se extendió por más de cuatro
años y obligó a movilizar a millones de hombres y toda la capacidad industrial de los contendientes. Así, se establecieron economías de
guerra que implicaban a todos los sectores de la población, movilizando a mujeres y ancianos para suplir en las fábricas a los jóvenes que
estaban luchando en el frente. Al mismo tiempo se establecieron sistemas de racionamiento de los alimentos para asegurar el
abastecimiento de las tropas.
Por otra parte, los armamentos también fueron distintos a los de las contiendas anteriores. Se utilizaron submarinos, aviones de combate,
ametralladoras, gases tóxicos, carros de combate, lanzallamas, etc.
Desarrollo de la guerra
prohibida su venta
Los escenarios principales de la lucha fueron el noroeste de Francia, que fue invadido al comienzo de la guerra por Alemania, y el frente
oriental, en la frontera entre Rusia y los Centrales. Mientras tanto, en el mar, Alemania hizo frente al bloqueo naval impuesto por la
Armada británica con la guerra submarina.
En 1914 se produjeron los primeros movimientos, con la ofensiva alemana en occidente. El objetivo germano era poner fuera de combate
pronto a Francia para luego poder desplazar sus efectivos contra Rusia. Sin embargo, la estrategia fracasó ante la exitosa resistencia
francesa, que contuvo la invasión cerca de París, a orillas del río Marne.
Desde entonces los frentes se estabilizaron y la lucha dejó de ser de movimientos para convertirse en una guerra de trincheras, en la que
las fuerzas rivales adoptaban una postura defensiva que evitase el avance del adversario. El desgaste en material y hombres fue continuo,
pero no logró decidir el conflicto, y las grandes batallas libradas entonces (en Verdún y en el Somme) no arrojaron resultados importantes.
En 1917 la situación se modificó sustancialmente con la incorporación de los Estados Unidos
a la lucha. Este país declaró la guerra a Alemania a causa de la ofensiva submarina emprendida por aquel país contra los Aliados, ofensiva
que perjudicaba el comercio norteamericano. El aporte de EE.UU. en hombres, financiamiento y material de guerra resultó crucial para
lograr la derrota germana. En ese mismo año, empero, el Imperio ruso, mal preparado para el agotador esfuerzo de una guerra mundial,
atravesó por una revolución que condujo al poder a Lenin. En los meses siguientes el nuevo gobierno negoció con Alemania y a principios
de 1918 abandonó la contienda.
En 1918, ya aliviados de la guerra en el frente oriental, los mandos alemanes desencadenaron una gran ofensiva contra las fuerzas francesas
en el oeste. Sin embargo, los refuerzos británicos y norteamericanos, así como la disponibilidad de abundantes carros de combate y aviones
hizo fracasar el esfuerzo alemán. La contraofensiva de los aliados llevó al colapso de los Imperios Centrales; en noviembre de 1918 el
káiser Guillermo II abdicó y huyó, y el nuevo gobierno firmó el armisticio el 11 de noviembre.
Consecuencias de la guerra
Los países que habían librado la guerra tuvieron dificultades para retornar a la normalidad. Además de las enormes deudas contraídas
para afrontar los gastos de la contienda, cuando culminó la lucha los precios de los artículos básicos se habían encarecido, y escaseaba el
empleo, lo que hizo estallar numerosas revueltas, sobre todo entre las masas obreras. Aunque se pusieron en marcha algunas reformas con
el fin de resolver la crisis, estas resultaron ineficaces.
Las pérdidas humanas fueron enormes, bordeando los 10 millones de muertos, junto a un número similar de heridos. Una plaga de
influenza en los meses posteriores a la guerra, propagada por los combatientes que retornaban a sus hogares, causó aun más muertes que
la propia contienda.
Los grandes imperios europeos sucumbieron ante la guerra: Alemania quedó severamente mutilada, además de que el régimen imperial
fue sustituido por la “República de Weimar”. Austria-Hungría desapareció y dando origen a Austria, Hungría y Checoslovaquia; algunos
de sus territorios fueron entregados a Serbia, surgiendo así el reino de Yugoslavia. Del Imperio ruso por otra parte se independizaron
Finlandia, Letonia, Lituania y Estonia, así como Polonia. El Imperio otomano, finalmente, debió desprenderse de sus posesiones árabes,
quedando reducido al núcleo turco.
prohibida su venta
prohibida su venta
C) Se asoció a la Entente
D) Se alió a Alemania
E) Fue víctima de la revolución bolchevique