Comentario crítico sobre los indicadores que se deben considerar para desarrollar

una buena gobernanza

Sofia Beatriz Chan Sotero

Escuela de Ciencia Política y Gobernabilidad, Universidad Nacional

de Trujillo

002379: Geopolítica y gobernanza global

21 de enero de 2022
¿Qué indicadores se debe tener en cuenta, para desarrollar una buena gobernanza
en los aspectos políticos, económico y social?
Para desarrollar una buena gobernanza es de vital importancia considerar los
indicadores tanto del aspecto político, como del económico y social; esto porque hay
que tener en consideración que la gobernabilidad se vincula a la estabilidad política y a
las relaciones que se establecen entre actores e instituciones en función del tan deseado
equilibrio que se debe sostener entre las demandas sociales y las políticas públicas que
ejecuta el gobierno.
En ese sentido podemos destacar la importante transformación que se ha dado en
torno al rol del estado y, en consecuencia, la nueva visión que se ha asumido en torno a
la forma de gobernanza la cual apunta a la imperante necesidad de generar nuevas
capacidades y mecanismos de participación e inclusión democrática e innovación en el
planeamiento de las políticas públicas.
En primer lugar, respecto al indicador político podemos señalar que existe un
nuevo escenario que se caracteriza por la articulación de redes plurales de actores los
cuales intercambian recursos y negocian prioridades interviniendo en la toma de
decisiones de forma significativa. Es decir, no solo el gobierno posee las facultades para
gobernar, sino que ahora intervienen en la escena política varios actores que juegan un
determinado rol en su accionar. Es así que, el Estado fortalece su capacidad de
cooperación con el fin de mejorar la prestación de servicios a la ciudadanía y al mismo
tiempo involucrarnos en la participación activa dentro de las políticas ejecutadas. Por
eso destacamos que una buena gobernanza va a conducir instintivamente a la acción
colectiva para el logro de los objetivos planteados.
En este marco, es donde resaltamos el aspecto económico pues aparece y se
destaca la legitimidad que poseen los documentos del Banco Mundial, la OCDE, el
FMI, la ONU, etc., que finalmente promueven la idea de que es posible el gobierno
acorde a las condiciones necesarias que promuevan el crecimiento económico y la
estabilidad social. En base a esto comienza a surgir una visión que implica formular
estrategias con las diversas instituciones estructuras y actores en los procesos de toma
de decisión teniendo la capacidad para generar políticas públicas bajo un concepto de
que las instituciones públicas poseen la función de crear un ambiente económico
beneficioso que atraiga la inversión y el desarrollo nacional, así como también una
mejor distribución de los bienes servicios y beneficios sociales. Es por ello que el
concepto de una nueva gobernanza implicaría la interdependencia o asociación
infractores gubernamentales sobre todo entre los sociales y económicos es decir se
trataría de descentralizar la dirección social.
Por último, respecto al indicador social vale destacar que la tan anhelada acción
colectiva solo se puede propiciar mediante la participación iniciada desde el ámbito
local la ciudadanía debe comprender que la gobernanza es una cuestión política crucial
en torno a las necesidades locales. Por eso resulta fundamental crear una cultura política
y hacerles frente a los interminables problemas como la impunidad, los privilegios
discrecionales y otros que causan graves impactos en la gobernabilidad del país.
Es necesario entender que una buena gobernanza supone la incorporación de
nuevas prácticas políticas, económicas y sociales que enfaticen las dinámicas de una
nueva cultura política donde prevalezca la cooperación entre el gobierno y los actores
sociales. Se debe transformar el conjunto de las relaciones de dominación y de sujeción
esto es las relaciones de poder y la autoridad que finalmente son los ejes centrales en
base a los cuales se estructura la vida política de nuestra sociedad. No hay que dejar de
lado la importancia de hacer énfasis en la responsabilidad y la rendición de cuentas de
las intervenciones que hacen los actores públicos y privados en su rol de compartir la
acción colectiva con el gobierno. En conclusión, no olvidemos la importancia de la
cohesión de los tres indicadores mencionados para garantizar que el proceso de toma de
decisiones de un país sea desarrollado bajo un enfoque que abarque a la colectividad y
que, por ende, garantice la participación de agentes estatales económicos y sociales
promoviendo una óptima gobernabilidad de la sociedad en su conjunto.