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CAPÍTULO VII

CONTRATO DE SUMINISTRO

El objeto del suministro se hace consisBr en la saBsfacción de nece-


sidades de manera periódica, para la población consumidora, por
medio de un abastecimiento permanente que es realizado por empre-
sas que comercializan sus propios productos o bien los producidos
por otras, previa su elaboración y transformación, y mediante el es-
tablecimiento de un precio unitario.

Incluye normalmente la entrega permanente de cierto Bpo de


productos tales como gas, electricidad, agua, materias primas, etc.,
O bien, puede hacerse consisBr en la prestación de servicios.

Díaz Bravos593 explica la naturaleza del contrato, señalado que


como no siempre es posible determinar en el momento de la cele-
bración del contrato de compraventa, la canBdad de bienes vendidos
ni el plazo durante el cual deberá recibirlos el comprador (corriente
eléctrica o agua para el consumo en una casa habitación o en un
local comercial); como en otros casos resulta inconveniente para el
comprador el precisar una canBdad alzada de la materia prima que,
como productor necesita por un lapso indeterminado, para elabo-
rar ciertos compuestos, y por ello contrata con el vendedor entregas
periódicas, en volúmenes, plazos y precios variables, que no encajan
cómodamente en el concepto y regulación jurídica de la compra-
venta, ha surgido el contrato. "

“Es un contrato de suma uBlidad prácBca, para dar saBsfacción


rápida, segura y económica a las necesidades constantes en la vida
moderna, que se caracteriza porque una de las partes, (proveedor)
asume la obligación mediante un precio unitario, de entregar perió-
dicamente a otra, (suministrado), cosas muebles en canBdad, Bempo
y forma fijados en el contrato mediante prestaciones correspecBvas
de manera conBnuada”.594

59% Cfr. Díaz Bravo, Arturo, op. cit., p. 96.


594 VÁZQUEZ DEL MERCADO, Oscar, op. cil., pp. 169 y 170.

475.
476 “VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

1. CONCEPTO

Para León BoLarrio5% se califica como de suministros o abastecimien-


to, a la empresa que por precio fijado de antemano, y por un Bempo
igualmente fijado, compromete su propia obra a favor de sus clientes,
obligándose a proporcionar a los mismos, las cosas o los servicios
que estos necesitan y que consBtuyen el objeto de su acBvidad eco-
nómica.

SÁNCHEZ CALERO5% lo define señalando “es el contrato por el que


una parte (suministrador) se obliga, mediante un precio a realizar a
favor de otra (suministrado) prestaciones periódicas o conBnuadas
de cosas”.

Para Díaz Bravo597 es el contrato por el que una de las partes, el


suministrante o suministrador, se obliga a proveer a la otra, el sumi-
nistratario, bienes o servicios en forma periódica o conBnuada, a
cambio de un precio en dinero, determinado o determinable.

2. CLASIFICACIÓN DEL CONTRATO

El contrato de suministro es ampico, nominado, principal, consen-


sual, real, de tracto sucesivo, bilateral, oneroso, conmutaBvo y de

adhesión.
Es ampico porque no se encuentra regulado por la ley, y sus esca-

sas e incompletas referencias normaBvas se encuentra en los siguientes

ordenamientos, que lo hacen por ello nominado;


El armculo 75, fracción V, del Código de Comercio;

Armculo 75.- La ley reputa actos de comercio:

V. Las empresas de abastecimientos y suministros;

La ley Federal de Competencia Económica, en sus armculos 13,


fracción 1, y 17, fracción I;

Armculo 13.- Para determinar si un agente económico Bene poder


sustancial en el mercado relevante, deberá considerarse: -
I. Su parBcipación en dicho mercado y si puede fijar precios
unilateralmente o restringir el abasto en el mercado relevante sin que
los agentes compeBdores puedan, actual o potencialmente, contrarres-

tar dicho poder;

595 Cfr BoLarrio, León, op. cif., p. 192.


596 SÁNCHEZ CALERO, Fernando, op. cit., p. 484.
597 Díaz Bravo, Arturo, op. cit., p. 96.

CONTRATOS MERCANTILES

Armculo 17.- En la ir
habrá de considerar com
armculo anterior, que el:

I. Confiera o pueda c

económico resultante de
unilateralmente o restrin:
el mercado relevante, ali
tual o potencialmente, co

Por medio del suminist:


dades de las dependencias
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_ La ley de Adquisiciones
Público, en su armculo 20, f

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gramas anuales de adquisic
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VI La existencia en ca
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1€nes, y en su caso los pla:

Además, la ley regula tamb;


to de políBcas, esmmulos y reg
otras, de productos que son
en favor de las dependencias
“Así, la Ley Orgánica de la
armculo 34, fracciones L VL1

Armculo 34.— Ala Secreta


de los siguientes asuntos:

1 Formular y conducir 1:
cio Exterior, interior, abasto
precios de bienes y servicios

VI. Estudiar y determinar


montos globales establecidos
Público, los esmmulos fiscales
comercio interior y exterior y
Impuestos de importación y
lar y evaluar sus resultados;

IX. ParBcipar con las Seci


tura, Ganadería, Desarrollo E
VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

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de suministros O abastecimien-
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el objeto de su acBvidad eco-

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EL CONTRATO

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vas se encuentra en los siguientes

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Económica, en sus armculos 13,

si un agente ECO
e, deberá considerarse:

nómico Bene poder


CONTRATOS MERCANTILES 477

Armculo 17.- En la invesBgación de concentraciones, la Comisión


habrá de considerar como indicios de los supuestos a que se refiere el
armculo anterior, que el acto o tentaBva:

I. Confiera o pueda conferir al fusionante, al adquirente o agente


económico resultante de la concentración, el poder de jar precios
unilateralmente o restringir sustancialmente el abasto o suministro en
el mercado relevante, sin que los agentes compeBdores puedan, ac-
tual o potencialmente, contrarrestar dicho poder;

Por medio del suministro se da también saBsfacción a las necesi-


dades de las dependencias de la administración pública, y ello hace
que su referencia normaBva se exBenda a las leyes que norman su
actuación, y que se señalan a conBnuación;

La ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector


Público, en su armculo 20, fracción VI;

Armculo 20.- Las dependencias y enBdades formularán sus pro-


gramas anuales de adquisiciones, arrendamientos y servicios, y los que
abarquen más de un ejercicio presupuestal, así como sus respecBvos
presupuestos, considerando:

VI. La existencia en canBdad suficiente de los bienes; los plazos


esBmados de suministro; los avances tecnológicos incorporados en los
bienes, y en su caso los planos, proyectos y especificaciones;

Además, la ley regula también los aspectos relaBvos al establecimien-


to de políBcas, esmmulos y reglas generales en materia de abasto, entre
otras, de productos que son materia de consumo por la población,
en favor de las dependencias de la administración pública;

Así, la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, en su


armculo 34, fracciones I, VI, IX y XXI;

Armculo 34.- A la Secretaría de Economía corresponde el despacho


de los siguientes asuntos:

[. Formular y conducir las políBcas generales de industria, comer-


cio exterior, interior, abasto y precios del país; con excepción de los
precios de bienes y servicios de la Administración Pública Federal;
VI. Estudiar y determinar mediante reglas generales, conforme a los
montos globales establecidos por la Secretaría de Hacienda y Crédito

puede fijar precios


do relevante sin que
ente, contrarres-

>» mercado y si
asto en el merca
actual o potencialm

Público, los esmmulos fiscales necesarios para el fomento industrial, el


comercio interior y exterior y el abasto, incluyendo los subsidios sobre
impuestos de importación, y administrar su aplicación, así como vigi-
lar y evaluar sus resultados;

IX. ParBcipar con las Secretarías de Desarrollo Social, de Agricul-

484. tura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y de Medio


478 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

Ambiente y Recursos Naturales, en la distribución y comercialización


de productos y el abastecimiento de los consumos básicos de la po-
blación;

XXI.—- Fomentar, regular y promover el desarrollo de la industria


de transformación e intervenir en el suministro de energía eléctrica a

usuarios y en la distribución de gas;


La ley de Inversión Extranjera, en su armculo 7, fracción II- W;

Armculo 7.— En las acBvidades económicas y sociedades que se men-


cionan a conBnuación la inversión extranjera podrá parBcipar en los

porcentajes siguientes:

III. Hasta el 49% en:


w) Suministro de combusBbles y lubricantes para embarcaciones y
aeronaves y equipos ferroviarios; _

La Ley Federal de Competencia Económica, en sus armculos 3,


8, 9, 10 y 16, que aun y cando no se refieren al contrato de suministro
como tal, implícitamente queda comprendido en su regulación, por
la distribución que se realiza de bienes y servicios, que son comunes
en el suministro y que eventualmente puede implicar la realización
de prácBcas monopólicas prohibidas;

Armculo 3.— Están sujetos a lo dispuesto por esta ley todos los agentes
económicos, sea que se trate.de personas {sicas o morales, dependen-
cias o enBdades de la administración pública federal, estatal o municipal,
asociaciones, agrupaciones de profesionistas, fideicomisos o cualquier
otra forma de parBcipación en la acBvidad económica.

Armculo 8.— Quedan prohibidos los monopolios y estancos, así como


las prácBcas que, en los términos de esta ley, disminuyan, dañen o
impidan la competencia y la libre concurrencia en la producción, pro-
cesamiento, distribución y comercialización de bienes o servicios.

Armculo 9.= Soh prácBcas monopólicas absolutas los contratos,


convenios, arreglos o combinaciones entre agentes económicos com-
peBdores entre sí, cuyo objeto o efecto sea cualquiera de los siguientes:

[. Fijar, elevar, concertar o manipular el precio de venta o compra


de bienes o servicios al que son ofrecidos o demandados en los merca-
dos, o intercambiar información con el mismo objeto o efecto;

II. Establecer la obligación de no producir, procesar, distribuir o


comercializar sino solamente una canBdad restringida o limitada de
bienes o la prestación de un número, volumen o frecuencia restringi-
dos otlimitados de servicios;

II. Dividir, distribuir, asignar o imponer porciones o segmentos


de un mercado actual o potencial de bienes y servicios, mediante clien-
tela, proveedores, Bempos o espacios determinados o determinables; o

CONTRATOS MERCANTILES

Iv. Establecer, conce


las licitaciones, concursc

Los actos a que se refi.


y los agentes económico:
las sanciones establecida
dad penal que pudiere re

Armculo 10.— Sujeto


refieren los armculos 11
monopólicas relaBvas los
cuyo objeto.o efecto sea
agentes del mercado, imp

ventajas exclusivas en fav


casos:

, L Entre agentes econé


fijación, imposición o est:
bienes O servicios, por raz
ríodos de Bempo determi
asignación de clientes o ]
obligación de no fabricar
Bempo determinado o det

II. La imposición del p


dor O proveedor debe obse
servicios;

III. La venta o transaccic


O proporcionar otro bien o
disBnguible, o sobre bases

IV. La venta o transaccié


vender O proporcionar los
distribuidos o comercializa:

v. La acción unilateral
porcionar a personas deter
normalmente ofrecidos a te
- VI. La concertación eni
cion a éstos, para ejercer pre:
propósito de disuadirlo de 1
salias u obligarlo a actuar er

VII. En general, todo ac

proceso de competencia y lit


samiento, distribución y con

La Ley Federal de Protec

genérico de las relaciones ecc


res y consumidores, y parBcul:
II y VII, y 2, fracciones 1 y II;

Armculo 1.- La presente le


observancia en toda la Repúb
VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

alización

NU. .. i
listribución y comerc
de la po-

os consumos básicos

de la industria

er el desarrollo ndus
gía eléctrica a

¡ministro de ener

su armculo 7, fracción II- W;

s que se men-

ómi iedade
¡ómicas y sociedades q
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ubricantes para embarcaciones y

Económica, en sus armculos 3,


fieren al contrato de suministro

rendido en su regulación, por


es y servicios, que son pro
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y todos los agentes


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a canBdad restringida o limitada
nero, volumen o frecuencia restring

ciones o segmentos
mediante clien-
terminables; o

ar o imponer porc:
| de bienes y servicios,
cios determinados o de

CONTRATOS MERCANTILES 479

IV. Establecer, concertar o coordinar posturas o la abstención en


las licitaciones, concursos, subastas o almonedas públicas.

Los actos a que se refiere este armculo no producirán efectos jurídicos


y los agentes económicos que incurran en ellos se harán acreedores a
las sanciones establecidas en esta ley, sin perjuicio de laresponsabili-
dad penal que pudiere resultar. -

Armculo 10.— Sujeto a que se comprueben los supuestos a que se


refieren los armculos 11, 12 y 13 de esta ley, se consideran prácBcas
monopólicas relaBvas los actos, contratos, convenios o combinaciones
cuyo objeto o efecto sea o pueda ser desplazar indebidamente a otros
agentes del mercado, impedirles sustancialmente su acceso o establecer
ventajas exclusivas en favor de una o varias personas, en los siguientes
casos:

I. Entre agentes económicos que no sean compeBdores entre sí, la


fijación, imposición o establecimiento de la distribución exclusiva de
bienes o servicios, por razón de sujeto, situación geográfica o por pe-
ríodos de Bempo determinados, incluidas la división, distribución o
asignación de clientes o proveedores; así como la imposición de la
obligación de no fabricar o distribuir bienes o prestar servicios por un
Bempo determinado o determinable; _

II. La imposición del precio o demás condiciones que un distribui-


dor o proveedor debe observar al expender o distribuir bienes o prestar
servicios;

III. La venta o transacción condicionada a comprar, adquirir, vender


o proporcionar otro bien o servicio adicional, normalmente disBnto o
disBnguible, o sobre bases de reciprocidad;

IV. La venta o transacción sujeta a la condición de no usar o adquirir,

.vender o proporcionar los bienes o servicios producidos, procesados,

distribuidos o comercializados por un tercero;

V. La acción unilateral consistente en rehusarse a vender o pro-


porcionar a personas determinadas bienes o servicios disponibles y
normalmente ofrecidos a terceros;

VI. La concertación entre varios agentes económicos o la invita-


ción a éstos, para ejercer presión contra algún cliente o proveedor, con el
propósito de disuadirlo de una determinada conducta, aplicar repre-
salias u obligarlo a actuar en un senBdo determinado; o

VII. En general, todo acto que indebidamente dañe o impida el


proceso de competencia y libre concurrencia en la producción, proce-
samiento, distribución y comercialización de bienes o servicios;

La Ley Federal de Protección al Consumidor en su contenido

genérico de las relaciones económicas que regula entre proveedo-


res y consumidores, y parBcularmente en sus armculos 1, fracciones
IT y VII, y 2, fracciones 1 y II;

Armculo 1.- La presente ley es de orden público e interés social y de


observancia en toda la República. Sus disposiciones son irrenunciables
480 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

y contra su observancia no podrán alegarse costumbres, usos, prácB-


cas o esBpulaciones en contrario.

El objeto de esta ley es promover y proteger los derechos del


consumidor y procurar la equidad y seguridad jurídica en las rela-

ciones entre proveedores y consumidores.


Son principios básicos en las relaciones de consumo:

II. La información adecuada y clara sobre los diferentes productos y


servicios, con especificación correcta de canBdad, caracterísBcas, compo-
sición, calidad y precio, así como sobre los riesgos que representen;

VII. La protección contra la publicidad engañosa y abusiva, métodos


comerciales coerciBvos y desleales, así como contra prácBcas y cláusu-
las abusivas o impuestas en el abastecimiento de productos y servicios.

Armculo 2.— Para los efectos de esta ley, se enBende por:

I. Consumidor: la persona {sica o moral que adquiere, realiza o


disfruta como desBnatario final bienes, productos o servicios. .No es con-
sumidor quien adquiera, almacene, uBlice o consuma bienes o servicios
con objeto de integrarlos en procesos de producción, transformación,
comercialización o prestación de servicios a terceros;

II. Proveedor: la persona {sica o moral que habitual o periódica-


mente ofrece, distribuye, vende, arrienda o concede el uso o disfrute

de bienes, productos y servicios;

Desde luego, como el suministro es un contrato ampico, le serán


aplicables las disposiciones de la compraventa, que es el contrato
con el que guarda mayor analogía, de conformidad con el armculo
1858 del Código Civil Federal que establece; los contratos que no
estén especialmente reglamentados en este Código se regirán por
las reglas generales de los contratos, por las esBpulaciones de las
partes y, en lo que fueren omisas, por las disposiciones del contrato
con el que tengan más analogía de los reglamentados en este or-

denamiento.598
598 Sobre el parBcular, a conBnuación se transcriben los criterios emiBdos por los
tribunales
federales, siguientes; CONTRATO DE SUMINISTRO. CARACTERÍSTICAS. El suministro
consBtuye un Bpo especial del contrato de compraventa mercanBl, cuya función consiste
en
saBsfacer las periódicas necesidades del suministrado, sin que éste tenga que esBpular
tantos
contratos de compraventa como períodos de necesidad se le presenten, dándole
seguridad
en la percepción de las cosas objeto del contrato, las cuales obtendrá en forma constante
según sus necesidades, pudiendo incluso exisBr variación en el precio inicial a parBr de
cualquiera de jas entregas, previa su noBficación al suministrado y aceptación por parte de
éste.
Por lo que no se puede pretender que el suministro y la compraventa sean dos contratos
disBntos, sino que aquél es una especie de éste y, por ello, le son aplicables las
disposiciones
normaBvas que regulan la compraventa mercanBl. Octavo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito. Amparo directo 775/96. Guantes Vitex, S.A. de C.V. 12 de
diciembre

CONTRATOS MERCANTILES

Es principal porque ex
para su subsistencia.

Es consensual porque s
obstante, en ocasiones se cc

_ Esreal porque requiere


ria del suministro.

Es de tracto sucesivo, p
mento, sino que es caracte
en la entrega de los bienes C

_ Esbilateral porque las p:


cíprocos.

Es oneroso porque conBe

Es conmutaBvo porque la
que derivan del contrato soi
desde la celebración del con
EN cuanto a que el precio d.
vigencia del contrato.

“Excepcionalmente pued
canBdad a suministrar preser
cunstancias posteriores a la ci
canBdades variables por sum
reciprocamente, perjudican z

_ Suele ser de adhesión porc


ciones del contrato son estable
suministrante.

de 1996. Unanimidad de votos, Pi j


Concepción Alonso Flores. Estancias 1
Judicial de la Federación y su Gaceta.: N. :
[o] Página: 226. Tesis Aislada. _—_—
NTRATOS MER;
LOS (SUMINISTRO DE MERCANCÍAS
un contrato de duración indefinida es n
atenta esta circunstancia, cuando se trata C
el Código de Comercio, serán aplicables ;
cho civil acerca de las causas que invalidar
son aplicables, en lo que fueren omisas las
caso de un contrato de suministro de de:
previenen que concluirán a voluntad de cu
parte en forma indubitable, los contratos d
Bempo expresamente determinado. Ampa
S.A. 27 de abril de 1955, Mayoría de Piar
Mariano Ramírez Vázquez. Instancia: Terce
ción. Quinta Epoca. Tomo CXXIV. Tesión P:
9 ARCE GARGoLLo, Javier, Contratos Mi
VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

legarse costumbres, usos, pracB-

r y proteger los derechos del


seguridad jurídica en las rela-

ores.
-iones de consumo:

ra sobre los diferentes productos y


le canBdad, caracterísBcas, compo-
yre los riesgos que representen;

cidad engañosa y abusiva, métodos


sí como contra prácBcas y cláusu-
cimiento de productos y servicios.

esta ley, se enBende por:

a 0 moral que adquiere, realiza o


:s, productos o servicios. No es con-
uBlice o consuma bienes o servicios
2s de producción, transformación,
vicios a terceros; o

o meri que habitual o periódica-


rienda o concede el uso o disfrute

) es un contrato ampico, le serán


ompraventa, que es el contrato
de conformidad con el armculo
establece; los contratos que no
s en este Código se regiran por
»s, por las esBpulaciones de las
or las disposiciones del contrato
e los reglamentados en este or-

scriben los criterios emiBdos por los wribunales


[STRO CARACTERÍSTICAS. El suministr
: i función consiste en

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Edo, sin que éste tenga que esBpular UD
ecesidad se le presenten, dándole seguri
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anBl. Octavo Tribunal Colegiado en mera
'96. Guantes Vitex, S.A. de C.V. 12 de diciem

_ "—

CONTRATOS MERCANTILES 481

Es principal porque existe por sí mismo y no requiere de otro


para su subsistencia.

Es consensual porque suele ser otorgado de manera verbal, no,


obstante, en ocasiones se celebra por escrito. E

Es real porque requiere de la entrega periódica de la cosa mate-


ria del suministro.

Es de tracto sucesivo, porque que no se agota en un solo mo-


mento, sino que es caracterísBco de éste contrato la periodicidad
en la entrega de los bienes o insumos materia del contrato.

Es bilateral porque las partes Benen obligaciones y derechos re-


cíprocos.

Es oneroso porque conBene provechos y gravámenes recíprocos.

Es conmutaBvo porque las prestaciones, provechos y gravámenes


que derivan del contrato son plenamente conocidas por las partes
desde la celebración del contrato, aun cuando puede ser aleatorio
En cuanto a que el precio de los insumos puede variar durante la
vigencia del contrato.

“Excepcionalmente puede ser aleatorio cuando el precio o la


canBdad a suministrar presentan variaciones que dependen de cir-
cunstancias posteriores a la celebración del contrato (con precios o
canBdades variables por suministrar) que benefician a una parte y,
recíprocamente, perjudican a la otra”.599

Suele ser de adhesión porque los precios unitarios y demás condi-

ciones del contrato son establecidos unilateralmente por la empresa


suministrante.

de 1996. Unanimidad de votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo. Secretaria:
María
Concepción Alonso Flores. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta.: Novena Época. Tomo V, Abril de 1997. Tesis:
1.80.C.121
C Página: 226. Tesis Aislada.

CONTRATOS MERCANTILES POR TIEMPO INDETERMINADO, CONCLUSIÓN DE


LOS (SUMINISTRO DE MERCANCÍAS). Si bien por regla general, para dar por terminado
un contrato de duración indefinida, es necesario el consenBmiento mutuo de las partes,
atenta esta circunstancia, cuando se trata de un contrato no expresamente reglamentado
en
el Código de Comercio, serán aplicables a los actos mercanBles las disposiciones del dere-
cho civil acerca de las causas que invalidan o rescinden los contratos, conforme a las cuales
son aplicables, en lo que fueren omisas las partes, las disposiciones de mas analogía, y en
el
caso de un contrato de suministro de determinada mercancía, son las disposiciones que
previenen que concluirán a voluntad de cualquiera de las partes, previo aviso dado a la
otra
parte en forma indubitable, los contratos de arrendamiento que no se hayan celebrado
por
Bempo expresamente determinado. Amparo civil directo 5080/54. Rivero Mier Sucesores,
S.A. 27 de abril de 1955. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Gabriel García Rojas.
Ponente:
Mariano Ramírez Vázquez. Instancia: Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federa-
ción. Quinta Epoca. Tomo CXXIV. Tesis: Página: 463. Tesis Aislada.

599 ARCE GARCOLLO, Javier, Contratos MercanBles ABpicos, op. cit., pp. 157 y 158.
482 VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

3. ELEMENTOS PERSONALES Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES

Son el suministrante que se obliga a realizar para el suministrado la


entrega periódica y programada en plazos específicos del objeto o
los servicios materia del contrato, y el suministrado, quien a cambio
cubrirá el costo de los bienes suministrado contra cada abastecimien-

to o entrega.

4. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO

* La materia del suministro puede hacerse consisBr en bienes


claramente idenBficados, o bien por canBdades genéricas en donde se
fije un precio unitario por litro o kilogramo, etc., o bien de servicios;

* Tratándose de un contrato de tracto sucesivo, los derechos y


obligaciones de las partes se cumplen de manera periódica;

* El precio suele serfijado por la empresa suministrante, en fun-


ción de los bienes que en cada caso entregue, pero estará indexado
a las variaciones de precio que provoquen la oferta y la demanda, o
bien en determinados casos, previamente aprobado por las autori-
dades administraBvas;500

“Cada una de las entregas, cuando se trata de prestaciones perió-


dicas, está sujeta a un régimen autónomo en cuanto al precio, que
puede estar predeterminado o no; en el caso de prestaciones conB-
nuadas, o está prevista la canBdad de bienes o la medida del Bempo
en que se hará la provisión al suministratario”.601

600 La Tercera Sala de la Suprema Corte de JusBcia estableció que es legíBmo que la
suministrante modifique el precio de los bienes que son materia del suministro,
señalando;
COMPRAVENTA DE SUMINISTRO, VARIACIÓN DEL PRECIO EN LA. Como la función
del contrato de suministro consiste en saBsfacer las periódicas y conBnuas necesidades del
suministrado, sin que éste tenga que esBpular tantos contratos como períodos de
necesidad
se le presenten, dándole seguridad en la percepción de las cosas, las cuales las obtendrá
en
forma constante, y aun cuando los contratantes están vinculados en una unidad formal, el
objeto total de la prestación se fracciona en partes, independientes y autónomas, y
forman-
do cada una materialmente una operación disBnta, es de jusBcia considerar que el vende-
dor puede variar el precio inicial a parBr de cualquiera de ellas antes de la entrega de la
mercancía, dando aviso previo al comprador, como lo podría hacer en una compraventa de
prestación única antes de su perfeccionamiento, quedando el comprador en condiciones
de aceptar la modificación o dejar de adquirir los objetos, conforme a su propia esBmación
o parBcular conveniencia, pero si los acepta y recibe, está expresando su conformidad con
el nuevo preeio. Amparo directo 1647/79. Distribuidora de Hielo, S. C. 17 de julio de 1980.
Mayoría de 3 votos. Disidentes: Gloria León Orantes y J. Alfonso AbiBa Arzapalo. Instancia:
Tercera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. SépBma Época. Volumen 151-
156
Cuarta Parte. Tesis: Página: 295. Tesis Aislada.

601 Díaz Bravo, Arturo, Diccionario de Derecho MercanBl, op. cit., p. 153.

CONTRATOS MERCANTILES

* La especie y calidad
Caso contrario será la medi
. En el contrato deberá
da o bien un parámetro en
. Suele incorporar una «
suministrado se obliga a sol
O servicio de un específico
* Suele ser de duración

5. CAUSAS DE TE]

A) Vencimiento del plazc


B) La revocación, con pr

C) La rescisión por caus:


las partes.

50? El armculo 87 del Código de Comerci.


pecie y calidad de .
cosa que la entrega

con toda precisión la es


Exigirse al deudor otra
VÍCTOR M. CASTRILLÓN Y LUNA

JBLIGACIONES DE LAS PARTES

a realizar para el suministrado la


:n plazos específicos del objeto o
y el suministrado, quien a cambio
vistrado contra cada abastecimien-

1S DEL CONTRATO

uede hacerse consisBr en bienes


yr canBdades genéricas en donde se
ilogramo, etc., o bien de servicios;
de tracto sucesivo, los derechos y
plen de manera periódica;

-la empresa suministrante, en fun-


so entregue, pero estará indexado
ovoquen la oferta y la demanda, o
riamente aprobado por las autori-

ndo se trata de prestaciones perió-


1tónomo en cuanto al precio, que
»; en el caso de prestaciones conB-
| de bienes o la medida del Bempo
ainistratario”.601

2 de JusBcia estableció que es legíBmo que la


1es que son materia del suministro, señalando;
CIÓN DEL PRECIO EN LA. Como la función
cer las periódicas y conBnuas necesidades del
r tantos contratos como períodos de necesidad
sepción de las cosas, las cuales las obtendrá en
¡tes están vinculados en una unidad formal, el
artes, independientes y autónomas, y forman-
lisBnta, es de jusBcia considerar que el vende-
: cualquiera de ellas antes de la entrega de la
,como lo podría hacer en una compraventa de
ento, quedando el comprador en condiciones
ir los objetos, conforme a su propia esBmación
y recibe, está expresando su conformidad con
istribuidora de Hielo, S. C. 17 de julio de 1980.
Orantes y J. Alfonso Abima Arzapalo. Instancia:
1 Federación. SépBma Época. Volumen 151-156
a. ”

erecho MercanBl, op. cit., p. 153.

con toda precisión la es


eExigirse al deudor otra

CONTRATOS MERCANTILES
483
* La especie y calidad d
ebe ser establecida
caso re será la media del mercado;602 dll
* En el contrato deberá
establecerse la canBdad ini
' a ser -
da po un parametro entre máximo y mínimo; + Nm
Mr mo porel una cláusula de exclusividad, de modo que el
O se obliga a solamente adquirir d ni
ist J eterm
O servicio de un específico ercreian x "nado producto
* Suele ser de duración indeterminada:
5. CAUSAS DE TERMINACIÓN DEL CONTRATO
A) Vencimiento del plazo;
Ó Ta revocación, con previo aviso del contrato Y;
a rescisión por causa de i imi de i
las partos p € incumplimiento de cualquiera de

60? EJ arm ódi i


rmculo 87 del Código de Comercio establece que si en el contrato no se determinaren
pecie y calidad de las mercancías que han de entregarse, no podrá
cosa que la entrega de mercancías de especie y calidad median:
Capitulo segundo. Concepto de arrendamiento financiero . 25

l. Denominación . . . o. ZE

2. Definición. . «a Sk
. Bélgica . aaa 31
- España. . As 31
. Francia . a a ÍA
Ttalia . a 3
Ecuador . .. os 33
México. as 34
, Venezuela, 95
. Recapitulación . . a 36
. Derecho internacional . . . o... 7
. Doctrina . aa 38

E ETECA Eo
CAPÍTULO SEGUNDO

CONCEPTO DE ARRENDAMIENTO
FINANCIERO

1. Denominación

Uno de los aspectos muy debaBdos en torno al contrato lo consB-


tuye su denominación; ello se debe a que tanto la doctrina como
la legislación comparadas no siempre han aceptado el término
empleado en los Estados Unidos y acogido por la Gran Bretaña:
leasing, vocablo que, por lo demás, como señala Amorós, es gráfi-
co, sintéBco y aceptado en el tráfico internacional.

En efecto, numerosas han sido las polémicas sobre la traducción


exacta del término leasing, de to lease, que originalmente sólo se
uBlizó para el arrendamiento de bienes inmuebles y que vincu-
laba al propietario de la Berra con el arrendamiento, y que pos-
teriormente se extendió a los bienes construidos en dichos terre-
nos.?' Tanto las leyes como los antores se muestran opBmistas en
encontrar un vocablo más adecuado a este nuevo contrato, que si
bien Benen algo en común con el arrendamiento, dista de ser un
negocio jurídico de esta naturaleza.

Así las cosas, por lo que se refiere a la legislación, en Bélgica se


reconoce expresamente tanto el término leasing como el de locaBon-
financement;: en España el Real Decreto Ley 15/1977 del 25 de
febrero de 1977 sobre medidas fiscales, financieras y de inversión
pública, uBlizó la expresión arrendamiento financiero para califi-

20 Op, cit, p. 875.

?1 Rolin, op. cil., p. 18.

22 Cfr, Arreté Royal no. 55 organizat le statut juridique des entreprises


praBquant la locaBon-financement, del 10 de noviembre de 1967, a. lo, publi-
cado en Passinomie, Bruselas, 74 serie, núms. 1-2, enero-febrero de 1967, p.
1200,

25
26 SOYLA H. LEÓN TOVAR

car a nuestro contrato, término que se vuelve a uBlizar en el


Real Decreto del 31 de julio de 1980 para referirse al arrenda-
miento fmanciero de inmuebles y en el Reglamento del Impuesto
de Tráfico de Empresas en su a. 21, apartado “C”, que alude a
los contratos de arrendamiento-venta, arrendamiento financiero,
locación-venta, leasing y similares.

Francia uBliza el vocablo crédit-bail2* mientras que Ttalia lo de-


nomina locazione finanziaria?s o locazione con diri‰o di opzione;"*
México, por su parte, adopta la terminología usada en España y
lo denomina arrendamiento financiero (aa. 15 del CFF y 25 de la
LGOAAC); y Brasil lo denomina arrendamiento mercanBl.27

En cuanto a la doctrina, el panorama no es alentador, se har


sugerido no pocas denominaciones en torno al contrato: alquiler
financiación; alquiler; préstamo-locaBvo; préstamo-arriendo; prés-
tamo alquiler; crédito arrendamiento; locación venta;** uso y dis-
frute de bienes ajenos con opción de compra; equipement bail;
locaBon amorBssement; prét-bail; locacao financeira; contrato de
financiación de compra en locación. En los Estados Unidos también
open-end lease; parBcipaBng lease; finance lease; guarantee lease;
equipment lease; cost-plus-lease; etc."

Cogorno, por su parte, expresa que debe denominarse contrato


de financiación de compra en locación, ya que “si bien el nombre
carece de síntesis, él mismo logra dar una noción consumada sobre
lo que significa un contrato de leasing”;3%' como vemos, el autor
incide en el error de querer traducir un vocablo que él mismo

23 Cfr, Real Decreto Ley de 25 de febrero de 1977, núm, 14/77 (jefatura


del Estado), referente a la Ordenación Evonómica. Medidas fiscales, financieras
y de inversión pública, mtulo II. De las empresas de arrendamiento financiero,
aa. 19 a 26, Bolemn Oficial del Estado, núm. 50, 28 de febrero de 1977.

24 Cfr. Loi no. 66-455 du 2 juillet 1966 relaBve aux entreprises praBquant
le crédit-bail, Journal Officiel de la Republique Frangaise, París, múm, 153,
3 de julio de 1966, p. 5652.

25 Cfr. Disciplina dellIntervento Straordinario nei Mezzogiorno per il Quin.


quennio 1976-1980, a. 17, párrafo 20, numerales 1 y 2, marzo de 1976, n. 183.

26 Ley 1.28 de noviembre de 1965, mn. 1%29, sobre normas de adquisición de


máquinas.

27 Cfr. Ley núm, 6099 de 12 de sepBembre de 1966.

28 Vidal Blanco, El leasing, una innovación en la técnica de la financiación,


Madrid, InsBtuto de Estudios Fiscales, 1977, pp. 48 y 49.

29 Rico Pérez, op, cif, p. 27.

30 Así Rolín, op. cil, p. 35.

31 Cogorno, Eduardo, op. ci‹., p. 30.


EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 27

acepta para denominar al contrato, y es que en realidad los trata-


distas intentan afanosamente calificar con otro epíteto al negocio
que desde su origen se ha designado como leasing; ello se debe no
sólo a que se trata de un término de lengua extranjera, sino tam-
bién a que su traducción significa simplemente arrendar (to lease),
o arrendamiento; sin embargo, las denominaciones sugeridas y ex-
puestas anteriormente no difieren en gran medida de leasing, pues
todas ellas reflejan de algún modo el uso o goce de un bien, carac-
terísBco del arrendamiento, o en el peor de los casos uBlizan el
vocablo “arrendamiento”,

Cabe adverBr, desde luego, que la lista de nombres expuestos no


es exhausBva, sino de carácter enunciaBvo. Dentro de ese elenco
de proposiciones, Rico Pérez sugiere el de “uso o disfrute de bienes
ajenos con opción a compra”, expresión que en opinión de Amorós
es adecuada, toda vez que recoge las dos fases que comprende el
contrato y no uBliza la palabra “arrendamiento”, de dudosa aplica-
ción para este caso y además no prejuzga su mtulo adquisiBvo **
Vázquez Pando ** prefiere la locución “financiamiento de uso de
bienes”, la cual en su opinión reflejaría mejor su propósito y es-
tructura; al paso que Díaz Bravo lo califica como “arrendamiento
con promesa de venta”, aunque luego aplaude “sin reservas” el
de arrendamiento financiero adoptado por la legislación española,
y finalmente advierte que en México “las leyes, los tratadistas y
la prácBca se han unificado en torno a esta úlBma expresión”,** lo
cual, por lo menos según Vázquez Pando, no parece correcto.

Lo cierto es que la mayoría de tratadistas de lengua castellana


se inclina en todo caso por la expresión “arrendamiento financie.
ro” bajo el pretexto de una supuesta traducción del idioma inglés,
incluso Amorós advierte que el término aludido Bene las ventajas
de estar ya acuñado reglamentariamente y destacar el carácter fi-
nanciero de la operación, que lo disBngue del leasing operaBvo;
sin embargo, él mismo reconoce que hay tna fundada críBca que
no resiste esa expresión, y es que acentúa el carácter arrendaBcio
del contrato, el cual —añade— ni es esencial ni traduce jurídica-
mente la realidad del uso que se concede y, en cambio, omite toda
referencia 2 la opción de compra que sí es fundamental.

32 Op, cit., pp, 875 y ss.


33 Op. cit, p. 267.
4 Op. cit, p. 87.
28 SOYLA H. LEÓN TOVAR

Vidal Blanco, por su parte, después de exponer todos los inten-


tos fallidos de traducciones para leasing en España, considera como
el más afortunado el de “arrendamiento financiero”, pero concluye
que el término leasing es el más aconsejable por la dificultad
de su traducción y su admisión internacional.* Gabrielli, cuando
alude a la locazione finanziaria, expresión tomada de la experien-
cia belga, en cuyo ámbito se conoce como locaBon-financement,
advierte que la prácBca y la literatura italianas conBnúan hablan-
do de leasing a la par que se va difundiendo en el lenguaje juri-
dico el uso de la expresión locazione finanziaria no sólo en la
doctrina, sino en el texto de la ley;** en cuanto a la expresión
leasing señala que su uso puede resultar úBl y cómodo en la prácB-
ca, para manifestar en forma sistemáBca que el contrato difiere de
las normas previstas en la ley para el arrendamiento del que en
definiBva se aparta, y que el hecho que se use el término extran-
jero se debe no al vicio de la prácBca, sino a que tal expresión
vale para indicar conjuntamente una serie de operaciones cuyo
único denominador común es la concesión del goce de bienes con-
tra el pago, con caracterísBcas parBculares que imponen tuna
diferenciación,

Como quiera que sea, es claro que los tratadistas se resisten a


aceptar el término extranjero leasing para designar a nuestro con-
trato, pero también que ponen de manifiesto la imposibilidad de
contar con un epíteto adecuado para el mismo. Mientras tanto, la
Organización de Naciones Unidas, a través del UNIDROIT, ha
tomado cartas en el asunto y en un Proyecto Preliminar de Reglas
Uniformes sobre el Contrato, lo denomina “leasing financiero in-
ternacional”. Todo lo cua! significa, por un lado, que pese a diver-
sos intentos por calificar al negocio en cuesBón, la traducción más
fiel, pero no la más afortunada, resulta ser la de “arrendamiento fi-
nanciero”, y por el otro, que independientemente del nombre con
el cual se pretenda idenBficar, el negocio será el mismo y otro
tanto su naturaleza y mecánica.

Por mi parte, me abstengo de ofrecer una nueva denominación,


no por comodidad, sino por el prurito de no pecar de excesos, por
lo cual sólo me atrevo a destacar que, como anteriormente se dijo,

35 Op. cit, pp. 48-49.


36 Op. cit., pp. 456-457.
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 29

llamar arrendamiento financiero al contrato induce a error, puesto


que con ello se pretendería darle la naturaleza del arrendamiento,
la cual no comparte, ya que la concesión 0 el uso 0 goce de la
cosa no es sino una de las obligaciones de índole diversa que Bene
una de las partes, tal como ocurre en otros contratos como en el
préstamo, el comodato, el hospedaje o el usufructo. Aunque esto
mismo podría decirse en contra del término leasing —el cual no
significa otra cosa que arrendamiento—, él mismo denota las ca-
racterísBcas y contenido del negocio en cuesBón; tal vez porque
bajo dicho nombre fue originalmente reconocido y uBlizado en su
país de origen, pese a que Raymond Ledoux pretende adjudicar
a Francia el término leasing (lesser, de laisse, poner a disposición
de alguno). En fin, como acertadamente señalan Helewijn y Bosly,*”
cuando una palabra o una locución son empleados en una lengua
extranjera, adquieren en general un senBdo específico, aproxi-
mándose más a su significación originaria; la uBlización de dicha
palabra ofrece un terreno virgen, cuya definición no está muy pre-
cisa, lo que permite regular tal insBtución con libertad y origina-
lidad sin necesidad de limitarnos a nuestros conceptos jurídicos
tradicionales.

A mayor abundamiento, como lo reconoce la iniciaBva de refor-


mas a la LGICOA, la expresión arrendamiento financiero no re-
sulta ser la más adecuada, ya que puede inducir a confusión con
otros contratos que las leyes Benen nominados, lo que ha dado
lugar a que se trate de encasillar al A.F., dentro de otras figuras
jurídicas preexistentes, lo cual consBtuye un error. En fin, tal vez
el único argumento para no aceptar en México el término leasing,
sea la norma contenida en el a. 64 de la LFPC, que impone la
obligación de redactar los contratos de adhesión, los cuales deben
ser elaborados en machotes o formularios o en serie mediante cual-
quier procedimiento, íntegramente en idioma español y con carac-
teres legibles a simple vista.

En efecto, tal como veremos al exponer las caracterísBcas del


contrato de A.F., nuestro negocio jurídico consBtuye un contrato
que se ajusta a los términos conforme a los cuales la ley de refe-
rencia califica de adhesión. El a. 63 en su párrafo segundo, define

37 Helewijn, Van y Bosly, H. D., “Le leasing inmobilier”, Revue du No-


taria Belgic, Bruselas, año 101, junio de 1975, p. 290.
30 SOYLA H. LEÓN TOVAR

a estos contratos de adhesión como aquellos cuyas cláusulas son


redactadas unilateralmente por el proveedor y la contraparte no
tuvo oportunidad de discuBrlas, así como los demás documentos
elaborados por los proveedores pará uso de sus transacciones mer-
canBles y que rijan la prestación del servicio a la operación, aun
cuando no contengan todas las cláusulas normales de un contrato.
Dicho precepto impone la obligación de presentar tales contratos a
la PFG, la cual dará o no su aprobación, a no ser que otra de-
pendencia del Poder EjecuBvo sea competente para autorizar los
términos del negocio de referencia. Por lo que se refiere al A.F.,
contrato cByas cláusulas son redactadas en forma unilateral por
el arrendador financiero, la CNEBS es la dependencia competente
para aprobar este contrato, de ahí que la PFC no tenga esa facul-
tad; como tampoco competencia para conciliar los intereses de las
partes del A.F., ni para consBtuirse en árbitro con el mismo obje-
to, ya que si bien el a. 4 de la LFPC no excluye la aplicación de
ésta sobre las operaciones que realizan las arrendádoras financie-
ras, las mismas se consideran fuera de dicha competencia porque
la LGOAAC considera competente a la CNBS y porque el propio
a. 4 de la LFPC excluye expresamente el servicio público de banca
y crédito. Por lo que consideramos, por mayoría de razón, que es
válido también excluir las operaciones de las organizaciones auxi-
Hares del crédito, como por derecho ocurre respecto 2 los contratos
celebrados con las aseguradoras o afianzadoras.

De cualquier manera, Ja circunstancia de que un contrato de


AF. no sea someBdo a la aprobación de la PFC, sino de la CNEBS,
no le resta su carácter de adhesión, y tampoco la posibilidad de
introducir términos en lengua disBnta al español; aunque, por otra
parte, no podemos dejar de reconocer que existen infinidad de
contratos en los cuales se nsan términos en idioma inglés, o siglas
que no corresponden a una palabra en español, tales son los casos
de las compraventas en las cuales se alude a ventas CIF (Cost,
Insurance Freight), FOB (Free on Board), etc., siglas incluso reco-
nocidas por nuestra Ley de Navegación y Comercio MaríBmos (aa.
213 a 220).
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 31
2. Definición

El AF. ha sido objeto de una serie de polémicas, pero los tra-


tadistas se han preocupado más por su terminología que por su
definición, algunos subrayan el carácter arrendaBcio del mismo,
"otros destacan más la opción de compra, y otros más incluyen todas
las caracterísBcas del negocio, y es que en realidad definir al A.F.
no es tarea fácil. A conBnuación exponemos lo que las diversas
leyes han expresado en torno a nuestro contrato y posteriormente
algunas opiniones de los autores.

A. Bélgica

La Ley núm. 55 del 10 de noviembre de 1967 a que nos hemos


referido anteriormente, no da definición alguna del A.F., sólo es-
tablece sus caracterísBcas como sigue (a. 1%:

1* Debe recaer sobre bienes de equipo que el arrendatario afecte


“exclusivamente a fines profesionales,

2? Los bienes deben ser especialmente adquiridos por el arren-


<lador, con miras al contrato, de acuerdo con las especificaciones
«establecidas por el futuro arrendatario,

3 La duración del A.F. fijada en el contrato debe corresponder


2 la duración presunta de uBlización económica del bien,

47 El precio debe ser fijado de manera que permita amorBzar


"el valor del bien arrendado en el periodo de uBlización determi-
nado en el contrato, y

5% El contrato debe reservar al arrendatario la facultad de ad-


«quirir al finalizar el arrendamiento la propiedad del bien arren-
dado, mediante un precio fijado en el contrato, el cual debe corres-
ponder al valor residual presumido del bien.

B. España

En este país el A.F. carece de régimen sustanBvo propio; sólo


«de manera fragmentaria y parcial, para efectos fiscales o de políBca
«económica coyuntural, se han recogido algunas disposiciones para
proteger las operaciones de esta naturalezas El Decreto-Ley de
"<= Amorós, oj. cil., p. 871. Cfr. El Decreto de Ley aludido en el Bolemn
Oficial, Madrid, núm. 50, 28 de febrero de 1977, p. 418.
32 SOYLA H. LEÓN TOVAR

febrero de 1977 de Ordenación Económica, define en su a. 19 a


las operaciones del A.F. como

aquellas operaciones que, cualquiera que sea su denominación,


consistan en el arrendamiento de bienes de equipo, capital pro-
ducBvo y vehículos adquiridos exclusivamente para dicha fina-
lidad por empresas consBtuidas en la forma prevista en el a. 22
(sociedades anónimas domiciliarias en el territorio nacional) y
según las especificaciones señaladas por el futuro usuario. Las
mencionadas operaciones deberán incluir una opción de compra
a favor del usuario al término del arrendamiento,

De acuerdo con el a. 20, numeral 1, del propio ordenamiento, los


bienes objeto del contrato han de quedar afectados por el usuario
exclusivamente a fines agrarios, industriales, comerciales, de servi-
cios profesionales. El numeral 2 advierte que el gobierno, en con-
cordancia con la coyuntura económica, podrá ampliar dicho objeto
a bienes diferentes a los indicados o a bienes afectados a fines dis-
Bntos; de conformidad con lo cual se da cabida a los bienes inmue-
bles y a bienes muebles y, en general, a cualquier bien, aunque
su uBlización sea para fines diversos a los señalados,

C. Francia

La Ley núm. 66455 del 2 de julio de 1966 señala en su a. 1%


que las operaciones de crédit-bail son

las operaciones de locación de equipo, material de uBllaje o de


bienes inmobiliarios para uso profesional especialmente adquiri-
dos en vistas de esa locación por empresas que permanecen pro-
pietarias, cuando estas operaciones, aquellas que bajo su deno-
minación, dan al arrendatario la facultad de adquirir todo o
parte de los bienes arrendados, mediante un precio convenido
teniendo en cuenta, al menos en parte, los pagos efectuados a
mtulo de alquiler.

Este concepto es reproducido textualmente en la ordenanza del


29 de sepBembre de 1967 que reforma dicha Ley para agregar el
A.F. inmobiliario. Este ordenamiento, al igual que el español, en
principio exige que los bienes se desBnen a un uso profesional.
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 33
D. Italia

La Ley núm. 1089 de 25 de octubre de 1968, que prevé en su a. 1*


la adición de dos párrafos al a. 8? del Decreto Ley de 30 de agosto
de 1968, en el úlBmo de ellos recoge la expresión locazione-finan-

ktaria, sin proporcionar definición alguna de ella, pues únicamente


señala que -

en el caso de establecimientos cedidos con el sistema de locazione

finanziaria, los cánones debidos por el periodo de locación se

equiparán a las inversiones en las relaciones del arrendatario,

en las del arrendador no se toman en cuenta las inversiones efec-

tuadas en el ejercicio en curso a la fecha de entrada en vigor

del presente decreto y en los dos ejercicios sucesivos en estable-


“ cimientos dados en locación en los ejercicios mismos.

El único texto legal que proporciona una definición del contra-


to, es la Ley núm. 183 de 1976, relaBva a la “disciplina dellinter-
vento straordinario nel mezzogiorno per il quinguennio 1976-1980”,
en sua. 17; dicha Ley establece que “se enBende por leasing, las
operaciones de locación de bienes muebles o inmuebles, adquiridos
o hechos construir por el arrendador, sobre la elección e indicacio-
nes del arrendatario, que asume todos los riesgos y con la facultad
para este úlBmo de devenir propietario de los bienes arrendados
al término de la locación conforme a la entrega de un precio pre-
establecido”. En igual senBdo se pronuncia el proyecto de ley sobre
leasing del 25 de julio de 1979. " -

10

E. Ecuador

En este país, bajo el nombre de arrendamiento mercanBl se-


regula al AF. (decreto de 22 de diciembre de 1978), del cual no-
se da algún concepto, únicamente se establecen ciertos requisitos.
para considerarlo como tal:
35 Legge 25 o‰obre 1968, no, 1099 conversione in legge, con modificazioni,
del decreto-legge 30 agosto 1968, no. 918, recante provvidente crediBzie, agevo-
lazioni fisoali seravio dí oneri sociali per favorite nuovi inuesBmenB nei se‰or?
delVindustria, del commercio e delVarBgianato e nuove norme sul territori de
pressi del centronord sulla ricerca ScienBfica tecnologica e sulle ferro vieliana
no, 276, del 28 de octubre de 1968, p. 6475,
34 1. SOYEA:H. LEÓN TOVAR

1) Que el contrato se celebre por escrito y se inscriba en el libro


de arrendamientos mercanBles que al efecto llevará el registrador
MercanBl del respecBvo cantón.

2) Que el contrato contenga | un plazo inicial forzoso para am-

bas: partes. .

3) Que la renta a pagarse dúrante el plazo forzoso, más el preció


señalado para la opción de compra, excedan del precio en el que
el arrendador adquirió el bien. El monto de dicha renta no estará
someBdo a los límites establecidos para el inquilinato, cuando se
trate de bienes inmuebles,

4) Que el arrendador sea propietario del bien arrendado.

3) Que al finalizar el plazo inicial forzoso, el arrendatario tenga


los derechos alternaBvos de: a) comprar el bien, por el precio. acor-
dado pará la opción de compra o valor residual previsto en el
contrato, el cual no será inferior al 20% del total de las rentas
devengadas; b) prorrogar el contrato por un plazo adicional, du-
rante el cual la renta será inferior a la pactada originalmente, a
menos que el contrato incluya mantenimiento, suministro de par-
tes, asistencias u otros servicios; c) recibir una parte inferior del
valor residual del precio en el que el bien sea vendido a un terce-
TO, y d) recibir en “arrendamiento mercanBl” (A.F.) un bien susB-
tuBvo, al cual se apliquen las condiciones exigidas para el mismo.

F. México ,

Anteriormente indicamos que en México, a finales de 1981, se


da por primera vez una definición del A.F. en el CFF y en la
LGICOA a la que se adicionó un capítulo relaBvo a las arrenda-
doras financieras, Ley abrogada por la LGOAAC (DO de 14 de
enero de 1985).

De acuerdo con esta ley (a. 25), por virtud del contrato de A.F.,
la arrendadora financiera se obliga a adquirir determinados bie-
nes y a conceder su uso 0 goce temporal, a plazo forzoso, a una
persona {sica o moral, obligándose éstá a pagar como contrapresta-
ción, que se liquidará en pagos parciales, según se convenga, una
canBdad en dinero determinada o determinable, que cubra el valor
de adquisición de los bienes, las cargas financieras y los demás
accesorios, y adoptar al vencimiento del contrato algunas de las
opciones terminales siguientes:
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 35

1) La compra de los bienes a un precio inferior a su valor de


adquisición, que quedará fijado en el contrato 0, en su defecto,
inferior al valor de mercado a la fecha de compra, conforme a las
bases establecidas en el mismo contrato.

2) A prorrogar el plazo para conBnuar con el uso o goce tem-


poral, mediante el pago de una renta inferior a los pagos perió-
dicos correspondientes al plazo originalmente pactado, conforme a
las bases previstas en el contrato.

3) A parBcipar con la arrendadora financiera en el precio de


venta de los bienes a un tercero, en las proporciones y términos
convenidos, y

4) Cualquier otra opción terminal (véase infra) previamente au-


torizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (a- 27).

Si bien la anterior, como toda definición, intenta exponer con


claridad y exacBtud los caracteres genéricos y diferenciales del A.F.
dando a conocer su naturaleza, adolece de varias deficiencias, tal
vez menores que las de las leyes belga, francesa o española, coma
lo veremos en su oportunidad.

G. Venezuela

Antes de las Normas sobre Arrendamiento Financiero de Bienes


(publicadas en la Gaceta Oficial del 7 de sepBembre de 1982, úni-
camente el a. 4* de la Ley General de Bancos y otros InsBtutos de
Crédito, de 1975 y su Reglamento mencionaban a las sociedades
dedicadas a ofrecer bienes en A.F.; sin embargo, desde 1969 se
venía pracBcando este contrato, entre otras, por las arrendadoras
Arrendaven, Arrendequipos y Arrendarca; más adelante, en 1978,
se creó la Asociación de Empresas en A.F, que vino a agrupar a
dichas sociedades, y para 1984 la mayoría de ellas estaba asociada
a tal insBtución.*

De acuerdo con las Normas a que hemos hecho referencia, se


considera A.F. la operación mediante la cual una empresa de AF.
adquiere un bien conforme a las especificaciones indicadas por el
interesado, quien recibe para su uso, por un periodo de Bempo

+0 Asf Balza Navarro, Germán, “Estudio de las normas sobre arrendamiento


financiero de bicnes”, Revista de Derecho Privado, Caracas, año 1, núm. 3,
julio-sepBembre de 1984, pp. 71 y 72.
36 SOYLA H. LEÓN TOVAR

determinado, a cambio de una contraprestación dineraria que in-


cluye amorBzación del precio, intereses, comisiones y recargos de
todo orden, previstos en el contrato. El arrendatario puede optar,
durante el transcurso o al vencimiento del contrato, por devolver
el bien, susBtuirlo por otro, renovar o adquirir el mismo de acuer-
do con las esBpulaciones contractuales. Tal concepto destaca, como
lo hacen en su mayoría los otros, la previa adquisición del bien por
parte del arrendador financiero.

H. Recapitulación

De acuerdo con lo expuesto hasta aquí podemos adverBr una


gran semejanza entre los diversos ordenamientos que se ocupan de
nuestra figura, pero también algunas diferencias,

En efecto, tanto en Bélgica, España como en Francia, la ley


exige que los bienes objeto (indirecto) del contrato sean desBnados
2 uso profesional, exclusivamente a fines agrarios, industriales, co-
merciales o de servicios profesionales; es decir, suponen que el
arrendatario financiero debe ser un comerciante o un prestador de
servicios profesionales independiente (como el odontólogo), toda vez
que el desBno del bien será dado por la ocupación del arrendatario
financiero; si bien en España, como vimos anteriormente, el go-
bierno puede ampliar dichos fines,

Por otra parte, en todas las legislaciones se pone de relieve, al


lado de la opción de compra, un elemento ulterior: el hecho de
que esos bienes sean adquiridos por la arrendadora financiera úni-
camente en razón de la concesión misma del uso o goce, o adqui-
ridos sobre la indicación del propio futuro arrendatario, de donde
pareciera, por un lado, que la arrendadora financiera se consBtuye
en mero intermediario que financia al usuario para adquirir los
bienes que él mismo no podría o no quería pagar prontamente, de
contado o a plazos, o que el productor no querría acordar un
retardo en el pago de los mismos, y, por el otro, que la arrenda-
dora bajo ninguna circunstancia debe tener los bienes objeto del
contrato, como si no pudiera darse el caso de que una vez termi-
nado un contrato, el arrendatario financiero optara por el A.F.
dado a un tercero, caso en el cual la arrendadora ya no Bene que
adquirir el bien, toda vez que ya lo Bene.
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 37

Incluso, a pesar de que nuestra LGOAAC impone como pri-


mera obligación 2 la arrendadora financiera la de adquirir de-
terminados bienes, la misma obliga a tales arrendadoras en caso
de recuperación de bienes dados en A.F. a un tercero, a vender
dichos bienes o a darlos nuevamente en A.F. a otra persona a
más tardar dentro del año siguiente contado a parBr de su recu-
peración, si se trata de un bien mueble o de dos años para los
inmuebles, con lo cual se pone en evidencia que la adquisición del
bien por parte de la arrendadora financiera no es un elemento
esencial de la definición del contrato.

Por otro lado, generalmente se advierte que la duración del con-


trato corresponda con la vida úBl del bien, de donde resulta, entre
otros, el plazo forzoso. Asimismo, el precio, establece la ley belga
antes citada, debe ser fijado de manera que permita amorBzar el
valor del bien en el periodo de uBlización, o como expresa nuestra
LGOAAC, debe cubrir el valor de adquisición de los bienes, las
cargas financieras y demás accesorios (impuestos, comisiones, fletes,
etc.). En todas las anteriores definiciones se establece la posibilidad
de que el arrendatario pueda adquirir la propiedad del bien obje-
to del contrato, pero mientras en Bélgica, Francia y España se
alude a la facultad a favor del usuario para adquirir dicha pro-
piedad, en México dicho usuario Bene la obligación de optar por
alguna de las opciones ya mencionadas, entre las cuales se encuen-
tra la de compra. Las definiciones legislaBvas ponen también de
relieve un aspecto importante, el precio del bien, que en caso
de optar por la compra, debe ser inferior al valor de su adquisición.

I. Derecho internacional

El Proyecto Preliminar de Reglas Uniformes sobre el Leasing


Financiero Internacional del UNIDROIT, destaca que el AF. es
una operación sui generis, y en el a. 21 lo define como una opera-
ción triparBta en la cual una parte (concedente), bajo indicaciones
de otra parte (uBlizador), adquiere de una tercera parte (el pro-
veedor) un bien, del material o delos. materiales seleccionados
por el uBlizador, del cual concede el uso a éste para fines empre-
sariales y profesionales, contra el pago de cánones.“

41 Este mismo concepto se reproduce en el Proyecto de Convención sobre


38 SOYLA H. LEÓN TOVAR

Dicho concepto resulta erróneo toda vez que incluye como parte
en el contrato al proveedor (vendedor), quien no Bene relación
jurídica directa con el arrendatario financiero, sino con el arrer-
dador financiero (comprador), pues, como veremos más adelante,
el A.F. no es plurilateral, Por otra parte, el a. ?* citado establece
las caracterísBcas principales del contrato:

a) Se compone de uno o más contratos.

b) La selección del material y del proveedor se efectúa por el


arrendatario financiero y bajo su responsabilidad.

c) La adquisición del material es hecha por el arrendador finan-


ciero en vista de un contrato (de A.F.) ya concluido o por con-
cluir entre éste y el arrendatario financiero, y

d) El contrato toma en cuenta el periodo de amorBzación del


material.

También para el Proyecto de 1987 del UNIDROIT, que fue


aprobado como convención internacional en abril de 1988, se trata
de un negocio mixto en el que se conjugan varios contratos, entre
ellos el de compraventa entre la arrendadora financiera y el pro-
veedor y el de A.F. entre las partes. No comparto esta posición
porque, como más adelante observaremos, si bien en el A.F. exis-
ten una serie de prestaciones que aisladas cada una de ellas son
propias de otros contratos (mandato, arrendamiento, compraventa,
etc.), en su conjunto corresponden a una figura disBnta como es
el mismo AF.

J. Doctrina

Ahora bien, en cuanto a la doctrina, Lepoup % considera al


“arriendo-amorBzación” (A.F.) como un contrato de alquiler de
bienes de equipo de una duración determinada correspondiente a
la amorBzación del bien alquilado y acompañado de la promesa
del arrendador de prolongar el alquiler por un nuevo periodo,

Leasing Financiero Internacional, adoptado por el comité del UNIDROIT en


su tercera sesión del 27 al 30 de abril de 1987 en Roma, y mismo que fue
aprobado en la Conferencia Internacional de abril de 1988 en Canadá.
42 Lepoup, Jean-Marie, “Commentaires du jugement du Tribuna! de Com-
merce de la Rochelle du 26 juin 1964”, Juris Classeur. Periodique, La Semaine
Juridique, París, 1965, se trata de un comentario referente a la jurisprudencia
núm. 1481 bis,
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 39

tomar de nuevo el material o venderlo al arrendatario, según sea


la voluntad de éste al expirar el plazo determinado.
Pérez Idiartegaray*> define al contrato como

aquel por el cual un empresario que desea uBlizar determinado


equipo acuerda con una insBtución financiera que adquiera ese
bien y ceda el uso por un plazo determinado, a cambio de una
prestación periódica, y se esBpula que, al finalizar el término
fijado, el tomador podrá optar entre la devolución del bien, la
renovación del contrato por un precio generalmente menor a
la compra por un valor residual ya fijado desde el inicio del
negocio.

Para Bibot se trata de una operación de financiamiento a medio


o largo plazos pracBcada por una sociedad financiera, y que Bene
como soporte jurídico un contrato de alquiler de cosas.** En sen-
Bdo similar, Rolin +5 manifiesta que es una financiación desBnada
2 ofrecer a los industriales y a los comerciantes un medio flexible
y nuevo de disposición de un bien de equipo alquilándolo en vez
de comprarlo. Mientras que para Rico Pérez 45 es un contrato en
principio consensual, bilateral o sinalagmáBco, oneroso y conmu-
taBvo, de tracto sucesivo y translaBvo de uso y disfrute, “de derecho
civil empresarial, ampico (en su país, España) y especial, con valo-
ración de la confianza y conducta, por el cual una persona natural
o jurídica, cede los derechos de uso de un bien propio en contra-
parBda de unas prestaciones, obligándose, además, a ceder al usua-
Bo tna opción de compra”; adviértase que sólo se refiere a una
de tantas opciones terminales. En cuanto a nuestro punto de vista
Tespecto al A.F., lo reservamos para exponerlo una vez determi-
nada su naturaleza jurídica.

43 Pérez Idiartegaray, Saúl, “Algunas consideraciones sobre el leasing finan-


ciero mobiliario”, Revista de Derecho Comercial y de la Empresa, Uruguay,
núms. 27-28, julio-diciembre de 1983, p. 171.

44 Bibot, Paul, “Trois annces de leasing”, Suplemento Agefi, Bruselas, 26


de octubre de 1964, p. 77.

45 Op. cit, p. 18.

46 Op. cit, p. 21.


Capítulo tercero. Clasificación y caracterísBcas del arrenda-
miento financiero... A
1. Clasificación... AL
2. CaracterísBcas . a AB
CAPÍTULO TERCERO

CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL


ARRENDAMIENTO FINANCIERO

1. Clasificación

1) Típico, Se trata de un contrato regulado en nuestro derecho,


mpico a parBr de diciembre de 1981, fecha en que se establecen
los derechos y obligaciones de las partes y el contenido del negocio,
que anteriormente era ampico y como ta] se efectuaba dentro del
marco de la autonomía de la voluntad y de la libertad contractual.

2) Nominado. Es un contrato que además de estar regulado en


nuestro derecho Bene ya un nombre: “arrendamiento financiero”,

3) Bilateral, Dentro de las clasificaciones que se han elaborado


de los contratos, se encuentra aquella que disBngue entre bilate-
rales y plurilaterales, clasificación que aBende al número y posición
formal de las partes en relación a sí mismos. Es oportwno destacar
que el Proyecto de Convención sobre Arrendamiento Financiero
Internacional adaptado por el UNIDROIT en Roma, en 1987,
incluye en el contrato a tres partes: la arrendadora financiera, el
arrendatario financiero y el suministrador o proveedor del bien,
de manera tal que se tratara de un contrato plurilateral, en el cual
el suministrador o proveedor del bien (vendedor) objeto del con-
trato de arrendamiento financiero, es parte de esta operación, cir-
tunstancia que me parece inadecuada, toda vez que no lo es, ya
que únicamente hay relación jurídica entre arrendadora y arrenda-
tario financieros, el proveedor sólo contrae obligaciones y adquiere
derechos con la arrendadora financiera y cuando entra en relación
con el arrendatario lo hace en función de otros negocios jurídicos,

47 Véase el texto y su informe explicaBvo en UNIDROTT, Dra• ConvenBon


on InternaBonal Financial Leasing; STUDY LIX.DOC 48 (origina! en inglés,
Roma, ectubre de 1987.

4
42 SOYLA H. LEÓN TOVAR

como pueden ser la representación, la cesión de derechos, y en ge-


neral la legiBmación.

Es decir, el suministrador entra en la relación jurídica derivada


únicamente de la compraventa del bien no de aquella del arrenda-
miento financiero; incluso el propio Proyecto admite que existen
dos acuerdos: uno de suministro y etro de arrendamiento finan-
ciero. Tan no es un contrato en que intervengan tres partes, que
el Proyecto sólo se ocupa de arrendadora y arrendatario financieros
y omite toda sanción a cargo del suministrador queno entrega en
el plazo previsto el bien objeto del contrato, ni se conceden accio-
nes o derechos para exigirle su cumplimiento. sor

Que la arrendadora financiera deba adquirir siempre los bienes


de un tercero, no hace que necesariamente en el contrato existan
tres partes (en ese caso existen cuatro partes en dos negocios jurí.
dicos disBntos, -en los cuales una de ellas es la. misma de uno' y
otro prácBcamente, pero no de manera juridica). Seria más ade-
cuado señalar que se trata de un contrato bilateral e insisBr, si
ese es El propósito, en la necesidad de que la arrendadora finan-
ciera adquiera el bien, según las instrucciones. del arrendatario
financiero, de un tercero, con lo cual permanecería la imposibili-
dad de que el futuro arrendatario financiero fuera el propio pro-
veedor del hien,s

En efecto, si lo que se quiere es propugnar por una afecBva circu-


lación internacional de bienes mediante el contrato y, par tanto,
evitar que una persona dé en arrendamiento financiero un bien
que haya sido propiedad del arrendatario financiero, dicho prapó-
sito puede mantenerse sin necesidad de imponer carácter pluri-
lateral al contrato.

Existen contratos en los que sólo puede haber dos partes, y otros
en los que pueden exisBr más de dos. Los primeros son llamados
bilaterales; en ellos las partes se encuentran una frente a la otra
y sus prestaciones se sitúan en una relación jurídica de equivalen-
cia (do ut des, do ut facias, facio ut des, facio ut facias), las partes
acthan animadas por intereses contrapuestos y sus prestaciones son
cruzadas entre sí; es decir, el contrato es bilateral cuando las par-
tes se obligan recíprocamente (a. 1836 del CC); mientras que será

48 Lo cual parece ser el espíritu del Proyecto de Convención, según se lee


en el informe explicaBvo del proyecto citado, pp. 31 y 32.
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 43

plurilateral cuando cada parte no Bene una contraparte sino una


serie de ellas, con quienes les une un interés común (sociedades
civiles, mercanBles).

Pues bien, el A.F. es un contrato bilateral y no plurilateral, ya


que, al no haber una relación triangular fabricante-arrendador-
arrendatario, las relaciones mantenidas por la arrendadora con el
fabricante y el arrendatario y las de éste con los dos primeros,
se desarrollan “por canales independientes, sin interrelación en
lo esencial", lo mismo que las relaciones del fabricante con el
arrendador.

Aunque mucho se ha discuBdo sobre el carácter con .que la


arrendadora financiera adquiere los bienes a solicitud e indicación
del futuro arrendatario financiero, y respecto a la naturaleza de
los actos que éste realiza con el fabricante, productor o distribui-
dor, futuro vendedor de los bienes, no es aquí momento de su
solución, bústenos por el momento con señalar que cuando el fu-
turo arrendatario financiero se dirige al proveedor, solicita infor-
mación, catálogos, precios y condiciones sobre determinado bien, no
lo hace como representante de su futura arrendadora financiera,
sino motu proprio, de suerte que si se compromeBera a adquirir
(promesa de compra) el bien y finalmente la arrendadora no deci-
diera celebrar el contrato, ésta no tendría ninguna obligación con
la proveedora, mientras que dicho futuro usuario se vería en
conflicto, puesto que mínimamente habría de pagar daños y per-
juicios (si no es que la celebración del contrato de compraventa).
Otro tanto ocurre cuando la arrendadora, en su carácter de tal y
de acuerdo con las especificaciones e indicaciones del arrendatario
financiero, adquiere del proveedor determinado bien; aquí hay lisa
y llanamente una compraventa, y como tal surte sus efectos sin
tomar en cuenta que dicho bien es el objeto del contrato de A.F.

4) Consensual. Se trata de un contrato de carácter consensual,


que se perfecciona por el simple acuerdo de las partes, sin nece-
sidad de que el arrendatario financiero pague el precio o de que
la arrendadora financiera entregue el bien objeto del negocio. Rico
Pérez ** advierte que sólo en principio es consensual, ya que “otros
principios impuestos en aras de seguridad jurídica limitan la con-

49 Cogorno, op. cit., pp. 19-20.


50 Op. cit, pp. 21 y 22,
44 SOYLA H. LEÓN TOVAR

sensualidad, como son el principio de formalidad”; en realidad


confunde el carácter consensual con el formal, que no son anta-
gónicos, ya que puede ser y de hecho es el A.F. consensual (en
oposición a real) y formal (en oposición a consensual).

5) Formal, Para el derecho mexicano el A.F. debe celebrarse por


escrito y raBficarse ante notario público, corredor público Btulado,
o cualquier otro fedatario público (a. 25, párrafo 30).

6) ConmutaBvo. El A.F. es de este carácter, toda vez que las


prestaciones de las partes son ciertas y suscepBbles de apreciación
inmediata (a. 1838 del CC), desde el momento en que él se celebra.

7) Oneroso. Otra de las caracterísBcas del A.F. es que se trata


de un contrato oneroso porque en él se esBpulan provechos y gra-
vámenes para ambas partes (a. 1837 del CC). Si bien su costo es
muy alto en relación con otros créditos, su precio es compensado
con otros beneficios, como la financiación del 100% del valor del
bien; el mantenimiento de la capacidad aparente de endeudamien-
to del arrendatario financiero, o las ventajas fiscales que ofrece el
contrato,

8) De tracto sucesivo. Es un contrato cuya ejecución sólo es po-

sible con el transcurso de cierto Bempo.


9) TrasicBvo de uso o goce. Por el A.F. el arrendatario finan-
ciero adquiere el uso o goce del bien a cambio de un precio y
eventualmente la propiedad del bien, por lo que también sería
traslaBvo de la propiedad, pero esta caracterísBca es eventual,
mientras que la primera es esencial.

10) De adhesión. Es así porque sus cláusulas son redactadas uni-


lateralmente por la arrendadora financiera, sin que el arrendatario
financiero, para aceptar el contrato, pueda discuBr su contenido;
de suerte que la LGOAAC (a. 76) establece la previa aprobación
por parte de la CNBS de las solicitudes y contratos, tanto respecto
de su contenido, como de los requisitos Bpográficos, para consi-
derar fácilmente legibles los caracteres empleados. En este punto
valdría la pena cuesBonar si es o no aplicable, y en qué medida,
lo dispuesto en el a. 64 de la LFPC, en cuanto al concepto de “con-
trato de adhesión”, y en cuanto a que éstos deben ser escritos
integramente en idioma español; y por úlBmo, qué debemos en:
tender por “íntegramente”, porque tal vez éste podría ser un ar-
gumento más a favor de quienes se resisten a llamar leasing al
contrato,
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 45

2. CaracterísBcas

1) La arrendadora financiera debe adquirir los bienes objeto del


contrato de acuerdo con las especificaciones y del proveedor indi
cados por el arrendatario.

2) La concesión temporal del uso o goce de la cosa objeto del


contrato.

3) El precio del contrato debe ser una canBdad de dinero deter-


minada o determinabie que cubra el valor de adquisición del bien,
el beneficio o uBlidad de la arrendadora por la inversión, las co-
misiones, fletes, gastos, impuestos y demás accesorios. Dicho precio
debe pagarse en fracciones, cuotas o cánones según se convenga
en cel contrato.

4) La asunción de los riesgos es a cargo del arrendatario finan-


ciero, así como de los vicios de la cosa y gastos de conservación y
mantenimiento.

5) La obligación de la arrendataria financiera de optar, al fina-


lizar el contrato, por alguna opción respecto al bien: la compra,
la prórroga del contrato, la venta del bien a un tercero u otra:

6) Registro. En el derecho mexicano el A.F. no está sujeto a


registro; sin embargo, las partes pueden solicitar que se inscriba
en el RPC sin perjuicio de hacerlo en otros registros que las leyes
determinen (a. 25, párrafo 30, de la LGOAACI), de acuerdo con el
objeto del contrato. En todo caso lo que se inscribe es la Btulari-
dad compleja del adquirente o usuario en el A.F, considerado
como un todo, no como un arrendamiento más una opción de
compra o de prórroga como elementos separados, sino una situa-
ción jurídica compleja, un nuevo y único contrato. Dicho registro
se traduce en una publicidad de derecho del contrato; de acuerdo
con la ordenanza francesa de 1976, las operaciones de A.F. estarán
sujetas a dichas publicaciones con las modalidades fijadas por de-
creto, el cual precisará las condiciones en las cuales la falta de pu-
blicidad entrañará la inoponibilidad a los terceros. En nuestro
derecho, como dijimos, no se exige dicho registro; sin embargo,
para que la arrendadora financiera pueda pedir judicialmente la
posesión de los bienes objeto del contrato por incumplimiento del
arrendatario financiero, y para que el juez lo decrete de plano,
debe, entre otros requisitos, acompañar el contrato debidamente
registrado (a. 33 de la LGOAAC).
46 SOYLA H. LEÓN TOVAR

7) Plazo forzoso. Se trata del periodo inicial o irrevocable en el


cual ninguna de las partes puede rescindir el contrato, y abarca
gran parte o toda la vida económica del bien y se calcula de tal
manera que los cánones de ese periodo sean iguales al costo del
bien dado en A.F. más un beneficio. El uso o goce del bien ha
de ser de carácter temporal y a plazo forzoso; ello se debe a la
necesidad de salvaguardar la vigencia del contrato y jusBficar,
en todo caso, el derecho de la arrendadora financiera a exigir al
usuario el pago de la totalidad de los cánones, aunque los bienes
sean inservibles para éste. Dice Giovanoli5' de esta restricción se
explica por el cuidado de la arrendadora financiera de no perder
el control de la garanma real que representa la propiedad de los
bienes: durante ese plazo forzoso, aun cuando el bien resulta inú-
Bl, el arrendatario no puede dejar de pagar las parcialidades, en
principio ningún liBgio suspende las obligaciones de las partes.

Que la ley prescriba el plazo forzoso se debe jusBficar en cuanto


que con base en dicho plazo se determina el precio o las parciali-
dades a pagar por el contrato y el momento en el cual se debe
ejercitar la opción, Dicho plazo Bene como fundamento el concep-
to de “uso o goce temporal” y es también un elemento del arren-
damiento en general (a. 2398 del CC) sobre el que se ha pronun-
ciado la doctrina. Si no se señala el plazo forzoso estaremos frente
a otro contrato, un arrendamiento civil o uno mercanBl, pero no
frente a un A.F., al que por cierto no se le pueden aplicar suple-
toriamente las disposiciones del CC que establece en materia de
arrendamiento de muebles: “si no se hubiere fijado plazo..., el
arrendatario será libre de devolverlo (el bien) cuando quiera” (a,
2460); asimismo, tampoco resultarán aplicables al A.F. los plazos
máximos que establece el CC (a. 2398) para los arrendamientos de
inmuebles, es decir, de quince años para el comercio y de veinte
para la industria.

El A.F. es un nuevo contrato diverso, como veremos más ade-


lante, del arrendamiento,

8) Carácter mercanBl. En las legislaciones en las que se prevé


expresamente como objeto exclusivo del contrato a los bienes des-

51 Giovanoli, Mario, Le crédit-bail (leasing) en Europe; developpement el


nature juridique, París, Librairies Techniques, 1980, p. 43. Véase Rolin, op.
cit, pp. 22 y 23.
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 47

Bnados a fines industriales, comerciales o de servicios, resulta fácil


concluir que el contrato es mercanBl; en otros casos, habrá que
recurrir a la calidad del o de los sujetos, del objeto o del fin o
propósito perseguido por las partes.

En lo que al derecho mexicano se refiere, el A.F. resulta un


contrato de carácter mercanBl por las siguientes circunstancias: a)
está regulado en una ley de carácter mercanBl que es la LGOAAC;
b) la arrendadora financiera ha de ser un comerciante, una socie-
dad anónima dedicada exclusivamente a realizar actos de esta na-
turaleza (a. 3, fr. II); €) el arrendatario, dadas las caracterísBcas
del contrato puede, aunque no necesariamente, ser un comerciante,
y d) el propósito cuando menos de la arrendadora financiera es de
carácter lucraBvo. Por todo lo anterior hemos de concluir que esta-
mos frente a un contrato de carácter mercanBl y, como consecuen-
cia, como lo establece la propia LGOAAC (a. 10), las leyes mer-
canBles, los usos comerciales imperantes entre las organizaciones
auxiliares del crédito (arrendadoras financieras) y el derecho co-
mún, le serán aplicables supletoriamente y en este orden.

Capitulo cuarto. Elementos del contrato de arrendamiento


financiero .
1. Elementos esenciales
A. ConsenBmiento.
B. Objeto
C. Causa,

2. Elementos de validez .

19
49
49
50
53
CAPÍTULO CUARTO

ELEMENTOS DEL CONTRATO DE


ARRENDAMIENTO FINANCIERO

1. Elementos esenciales

Consideraciones generales. En el capítulo anterior señalamos que


€l AF. es un contrato, en éste nos referiremos a suis elementos.
Nuestro derecho posiBvo establece una disBnción entre convenio
y contrato, el primero como el género y el segundo como la especie
(a. 1795 del CC), aunque luego concluye que las disposiciones apli-
cables a ésta le son también aplicables a aquél (a. 1859 del CC), El
contrato es el acuerdo de dos o más voluntades para crear o trans-
ferir derechos y obligaciones, prescribe el CC (a. 1795). Dicho con-
trato como acto jurídico que es, requiere para producir todas sus
consecuencias jurídicas ser eficaz y para ello precisa tanto de ele-
mentos de existencia como de validez.

Existe una diferencia tajante entre esos elementos, los de exis-


tencia: como su nombre indica, se requieren para que el acto nazca,
para que cobre vida jurídica; los de validez, en cambio, suponen
que el acto ha nacido, pero son necesarios para que su vida sea
perfecta y no adolezca de vicios o defectos que entrañen su nulidad.

Nuestro derecho común no regula el acto jurídico, sino que toma


y regula al contrato como protoBpo de él, pues señala que “las
disposiciones sobre contratos son aplicables a todos los convenios
y a otros actos juridicos...” (a, 1859.

A. ConsenBmiento

Para que puedan exisBr los contratos se precisa del consenB-


miento y del objeto que pueda ser materia del mismo (a. 1794 del
CC). En este orden de ideas, el A.F. requiere para su existencia

45
50 SOYLA H. LEÓN TOVAR

del acuerdo de voluntades, es decir, de la concurrencia de las vo-


luntades de Ja arrendadora financiera y del arrendatario financie-
ro; del ánimo, la intención o resolución de éste para pagar los
cánones y, al finalizar el contrato, optar por alguna de las opcio-
mes terminales; y la voluntad de la arrendadora financiera para
adquirir los bienes indicados por aquél y concederle el uso e goce.
Basta el acuerdo de voluntad de las partes, su consenBmiento,
su manifestación de voluntad, consciente y libre que exprese su
acuerdo respecto del contrato para la existencia del mismo sin que
se requieran formalidades, es decir, aunque no se otorgue por es-
crito, ya que la forma escrita no es un elemento de existencia,

B. Objeto

El objeto del contrato es otro de sus elementos de existencia, y


está consBtuido por la cosa que el obligado debe dar y el hecho
que el obligado debe hacer (a. 1924 del CC); consiste en una pres-
tación cuyo contenido es dar bienes o prestar servicios desBnados
al cumplimiento del fin del contrato.

El objeto se clasifica en directo o indirecto. El primero consiste


en la conducta de los contratantes que se manifiesta como una
prestación de hacer, que consiste en entregar un bien del cual se
ha de conceder su uso o goce; mientras que el segundo, el objeto
indirecto, es la cosa misina, los bienes que la arrendadora finan-
ciera ha de adquirir y entregar en AF. al arrendatario financiero;
es decir, se presentan dos situaciones, la prestación de un hecho y
la prestación de una cosa.

Para la prestación del hecho, en el A.F., como en cualquier con-


trato, se requiere que la conducta del obligado sea posible (ad
imposibilium nulla obligaBo), porque las prestaciones de hecho
que sean {sicas o jurídicamente imposibles no pueden ser objeto
de contrato. Además, dicha prestación ha de ser lícita, es decir, que
no vaya en contra de la ley, del orden público o de las buenas
costumbres (22. 8 y 1830 del CC y 77 del CCo).

En cuanto a la prestación de la cosa, ésta debe exisBr en la


naturaleza, ser determinada, determinable en cuanto a su especie
y debe estar en el comercio (a. 1825 del CC), y la prestación de
ella consiste en la enajenación temporal del uso o goce de cosa
EL ARRENDAMIENTO TINANCIERO 51

cierta y determinada (a, 2011 del CC). Pueden ser objeto del AF.
los bienes muebles e inmuebles, tanto por su naturaleza come por
disposición de la ley (aa. 14 y 747 a 789 del CC); así, pueden ser
computadoras, máquinas, herramientas, generadores eléctricos. bom-
bas y calentadores, equipos para canteras y minería, maquinaria
agrícola, para edificación y obras públicas, vehículos, bienes de equi-
po para la industria, el comercio o los servicios públicos y al público,
material rodante, locomotoras, barcos, aviones, equipos de oficina,
quirúrgico y, en general, bienes de capital desBnados a una explo-
tación económica determinada; pero también bienes inmuebles y
aquellos que consBtuyen la propiedad industrial.

El AF. ha tenido tal éxito en los úlBmos años que según Gu-
Bérrez Viguera % una buena parte de todos los aviones comerciales
boeing T47, 707 y DC-8 que vuelan por todo el mundo, se encuen-
tran en régimen de A.F, Además, no hay obstáculo alguno para
que se celebre un A.F. sobre derechos, como podrían ser una pa-
tente, una marca, una concesión, puesto que como bien dice Arce
Gargollo,5* aunque cuando el CFF habla de bienes tangibles, pue-
den celebrarse sobre derechos como ocurre en el arrendamiento
civil. Díaz Bravo 51 reconoce que hasta 1983 sólo se operaba con
ciertas mercancías, pero que ahora es posible que la operación
recaiga en inmuebles y aun en intangibles o meros derechos, como
marcas o patentes; aunque advierte: “si bien cabe aclarar que,
por lo que a las arrendadoras financieras concierne, la LGICOA
parte del supuesto de que sólo pueden operar con bienes tangi-
bles”; sin embargo, dicha ley no hace tal disBnción, como sí la
establece el CFF al exigir que el contrato tenga por objeto bienes
tangibles, pero también creemos que no hay impedimento legal
alguno para aceptar que los derechos, sobre todo la propiedad in-
Custrial, puedan ser objeto de un A.F. Que según el CFF no sean
objeto del A.F., sólo significa que no entran en los supuestos de
este ordenamiento, pera no por ello se excluyen como objeto del
contrato.

En cuanto al derecho extranjero, España parece inclinarse a que


el objeto del contrato se limite a los bienes de equipo, capital pro-

52 Op. cit, p. 63.

53 Arce Gargollo, Javier, Contratos mercanBles ampicos, México, Trillas,


1985, p, 78.
52 SOYLA H. LEÓN TOVAR

dueBvo y vehículos desBnados a fines agrarios, industriales, comer-


ciales, de servicios o profesionales, aunque se establece que el go-
bierno puede extender dicho objeto a bienes afectos a fines disBntos
de los señalados y a bienes también disBntos."5

No pueden ser objeto de A.F. el equipo de transporte público


federal, ya que las facturas deben encontrarse a nombre de los
transporBstas para que les otorguen los permisos de circulación;
los derechos intransmisibles, o los personalísimos, como el uso y la
habitación; tampoco los bienes consumibles en el primer uso. En
cuanto 2 la convención, el objeto del contrato parece estar limi-
tado a bienes de equipo (a. 1*, inciso a).

Pese a que la ley no exige requisito alguno de publicidad y deja


2 voluntad de las partes registrar o no el contrato, si la arrenda-
dora financiera pretende que el juez decrete de plano la resBtu-
ción de bienes dados en A.F. en virtud de incumplimiento del
arrendatario financiero, debe demostrar que el contrato fue regis-
trado, tal como lo establece la LGOAAC, es decir, que implícita-
mente exige dicha publicidad, toda vez que si bien no los obliga
directamente a registrar el contrato, sí hace necesario dicho regis-
tro para efecto de que la arrendadora financiera pueda exigirle al
juez tal resBtución y éste la decrete de plano. Ello no implica que
por sí mismo el contrato esté sujeto a publicidad, como en cambio
sí al cumplimiento de la forma escrita, Asimismo, aunque la ley
no exija dicho registro, existen casos en los cuales el mismo es
necesario, En efecto, nos referimos a los supuestos en los que por
la naturaleza misma de los bienes debe procederse al registro del
acto cuyo objeto lo consBtuyen tales bienes; tal sería el caso de un
A.F. sobre buques, el cual, de acuerdo con la LNCM (a. 96) debe
inscribirse en el Registro Público MaríBmo Nacional; publicidad
esta de tal importancia que el proyecto de convención sobre A.F.
internacional plantea la posibilidad de señalar como derecho apli--
cable para que la arrendadora financiera pueda ejercitar sus dere-
chos reales (sobre el equipo) en contra de terceros, el derecho del
Estado en donde se hubiere registrado el barco, aeronave, vehículo
u otro equipo sujeto a registro (a. 3, inciso a, sujeto a discusión);

55 Cfr. el a. 20, numeral 2, del Real Decreto Ley de Ordenación Económica,


cit., nota 23, p. 418.
EL ARRENDAMIENTO FINANCIERO 53

no obstante ello, tal inscripción es indirecta, porque se hace ya no


por el acto mismo sino por la naturaleza de su objeto indirecto.

C. Causa

La función económica-jurídica que objeBvamente cumple el A.F.,


en atención a la cual el derecho concede su reconocimiento a la
voluntad privada, es el propósito concreto que procuran obtener
quienes se obligan mediante el contrato. La causa como el fin esen-
cial 0 más próximo que los contratantes se proponen al celebrar
El acto, o el fin inmediato o directo en vista del cual se obligan;
en fin, la finalidad o razón económica que persigue cada una de
ellas; para el arrendador financiero, obtener un lucro por la finan-
ciación que otorga al arrendatario financiero; y para éste, la obten-
ción del uso del bien que necesita para su explotación sin Tece-
sidad de adquirirlo en propiedad.

2, Elementos de validez

Nuestra LGOAAC exige que el contrato de A.F. sea otorgado


por escrito y raBficado ante notario público, corredor Btulado o
cualquier otro fedatario público. La forma exigida consBtuye un
elemento de validez del negocio, lo que significa que para que el
contrato sea perfecto debe ser saBsfecho dicho requisito; de otra
manera, si sólo se manifiesta la voluntad, habrá contrato, pero es-
tará viciado de nulidad relaBva por falta de forma. Sin embargo,
por la naturaleza misma de la arrendadora financiera (organización
auxiliar de crédito), no es suficiente su otorgamiento por escrito,
se requiere la previa aprobación de los modelos o cartabones de
contrato, elaborados unilateralmente por la arrendadora financie-
ra, por parte de la CNBS; dicha aprobación implica, entre otras
consideraciones, la de que los caracteres empleados en su redacción
sean fácilmente legibles en lo que respecta a su contenido (a. 76 de
la LGOAAC); asimismo, tales modelos deben incluir las cláusulas
invariables a esenciales que administraBvamente fije la propia
CNEBS mediante disposiciones generales.

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